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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA PROPUESTA DE UN TALLER PARA MEJORAR EL APROVECHAMIENTO ESCOLAR EN ALUMNOS DE SECUNDARIA. T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: IVONNE ARREDONDO MARTÍNEZ DIRECTORA DE LA TESINA: DRA. ALEJANDRA VALENCIA CRUZ Ciudad Universitaria, D.F. Marzo, 2013. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Máxima casa de estudios de donde manan conocimientos infinitos y que nos da la oportunidad de crecer profesional, personal y emocionalmente. A LA FACULTAD DE PSICOLOGIA. Por ser una pequeña gran Facultad, dentro de ti todos somos reyes del Universo. A LA DIVISION DE EDUCACIÓN CONTINUA Por mantenernos actualizados, viendo buen cine pero sobre todo por darnos diversas opciones de titulación, siempre con la oportunidad de crecer y socializar… Gracias. A LA DIRECTORA DE LA TESIS DRA. ALEJANDRA VALENCIA CRUZ Por su contagioso entusiasmo y su generosa asistencia, por aportar años de actividad docente y estimulo, bajo cuya tutela permitió poner orden y concluir este trabajo. A LOS MIEMBROS DEL JURADO En lo general por sus valiosas aportaciones y comentarios a este trabajo, y en particular a la Dra. Gabriela de la Cruz Flores y a la Dra. Gilda Rojas Fernández por su inapreciable apoyo. A LA SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA. Creo en el poder infinito del aprendizaje por eso me gusta regresar a ti. A LA IGLESIA CATOLICA APÓSTOLICA ORTODOXA ANTIOQUEÑA EN MEXICO A.R. Representada por él Excmo. Sr. Arzobispo Antonio Chedraoui Felicidad es encontrar tu misión en la vida, Señor, gracias por ayudarme con su calidez, a ser parte de esta gran estrctura. DEDICATORIAS A JUAN MANUEL GÁLVEZ NOGUEZ Por su paciencia, dedicación, amable atención y presta orientación, mi infinita gratitud. AL PERSONAL DE SERVICIOS ESCOLARES Y BIBLIOTECA DE LA FACULTAD Por contribuir a que se culminaran mis estudios y a encontrar siempre los libros de la biblioteca. Gracias. A TODOS MIS PROFESORES. Por enseñarme del calor y del color, de la música y de la mística, de lo mucho y de lo poco, del ir de prisa, del morir despacio, por enseñarme a VIVIR gracias Profesores. A LOS ESTUDIANTES DE SECUNDARIA A mis alumnos, cuya mentalidad creadora y emancipada ha impulsado gran parte del contenido de este Taller. A MIS DIRECTIVOS DE LA SECUNDARIA 94 Quienes me enseñaron que para ser fuerte en lo grande, se comienza haciéndose fuerte en lo pequeño. El castillo se debe a cada una de sus piedras. Gracias por su apoyo Profesores. A MIS AMIGAS DE LA DEC Por su apoyo y motivación los cuales fueron esenciales para recorrer este camino. A MI MAMA IN MEMORIAM “Elaborar el duelo no es olvidar, es entender con el corazón en la mano que el amor no se acaba con la muerte” A MI PAPA Un pilar fundamental en mi existencia, por tu infinito amor, los recuerdos que dejas en mí y por tus enseñanzas de vida. Gracias por apoyarme y alentarme siempre, por tus sabios consejos y respaldo absoluto. A MIS HERMANOS Por su amor y amistad, por todos los momentos de vida que siempre permanecerán, por creer en mí como persona y profesional pero sobre todo por llenar de alegría mi existir sigan siendo un sol. AL PADRE JUAN Padre espiritual, cuya devoción a la verdad y a la comprensión ha sido para mí un manantial inagotable de aliento. A MI MADRINA Si yo describiera un Ángel le pondría tu nombre “María”, eres un regalo de Dios solo tengo que seguir tu ejemplo. A MI HIJO Gracias a ti y a tu diario vivir yo siempre me sentiré una madre orgullosa. A LA RED DE APOYO DE MUJERES EXTRAORDINARIAS Gracias a su escucha activa, a sus palabras, a su compañía, a su empatía, a su solidaridad, a su discreción, a su apoyo, a su fuerza, en fin gracias por ser mujer. A MI GRAN AMIGO LALO HERNANDEZ Quien a lo largo de mi existencia siempre ha sido un apoyo en mi vida, ayudándome, levantándome y dándome aliento; gracias hermano. AL DR. JUAN ANTONIO TORRES PUGA Por brindarme un espacio, por ser mí primo de sangre, amigo del alma, mi cómplice desde niños, mi hermano de corazón y sobre todo mi ejemplo de vida y fortaleza. A NECO Vives en un mundo secreto a salvo del odio o de la maldad y ahora donde quiera que voy estás conmigo en espíritu porque tenemos un lazo mucho más fuerte que la amistad o el amor y aunque no estemos juntos nunca estaremos separados. RESUMEN En base con el enfoque cognitivo – conductual, se elabora un taller de 25 sesiones para la motivación intrínseca; el taller está dividido en dos partes: la primera trata del proceso de autodescubrimiento y entendimiento. Una vez que el autoconcepto está definido, puede entonces el adolescente tomar las decisiones necesarias para tener autorregulación. En la segunda parte, podrá alcanzar sus metas en un plan de acción. Se ha tratado de hacer lo más sencillo posible, con ejercicios y de manera que el estudiante pueda medir su progreso periódicamente, por medio de tablas de monitoreo con la finalidad de lograr un cambio en su estilo de vida. Así como se hace referencia a los alcances y limitaciones. INDICE GENERAL RESUMEN INTRODUCCIÓN………………………………………………………………. 1 CAPITULO I. ADOLESCENCIA 1. Concepto de la adolescencia…………………………………………..…. 5 1.1 Cambios físicos y fisiológicos…………………………………………..…. 6 1.2 Aspectos intelectuales……………………………………………………… 9 1.3 Aspectos socioemocionales……………………………………………….. 13 CAPITULO II. RENDIMIENTO ESCOLAR 2. Concepto de rendimiento escolar…...………………………………….... 22 2.1.- Contexto psicológico……………………………………………………….. 23 2.2.- Contexto social…………………………………………..………………….. 26 2.3.- Contexto escolar…………………………………………………………….. 30 2.3.1 Efecto Pigmalión…………………………………………………… …… 34 CAPITULO III. PROCESO MOTIVACIONAL 3. Definición: de la Motivación al proceso motivacional……..………..……. 36 3.1 Proceso Motivacional………………………………………………..……… 37 3.2 Motivos………………………………………………………………………..…. 45 3.2.1 Motivos de logro……………………………………………………..…. 48 3.2.2 Motivos de poder…………………………………………………..…… 49 3.2.3 Motivos de afiliación………………………………………………..….. 51 3.3 Motivación Extrínseca…………………………………………………..……… 53 3.4 Motivación Intrínseca………………………………………………..………..... 55 CAPITULO IV. LA MOTIVACIÓN EN EL RENDIMIENTO ESCOLAR DE LOS ADOLESCENTES 4. Efecto socavador…………….………………………………...……….……….. 59 4.1 Motivados……………………………………………………….…………….. 63 4.2 Autoeficacia……………………………………………...…..……………….. 64 4.3 Motivados – Desmotivados………………………...……..……………….... 69 4.5 Implicaciones para los maestros….…………………………..………….... 73 4.6 Influencia del contexto psicosocial asociado a la motivación.……………...…..……………………………………….………... 75 PROPUESTA 5. Justificación……………………………..……………………………………… 84 5.1 Objetivos………………………………………………………………………... 86 5.2 Participantes…………………………………………………...…………….…. 88 5.3 Acciones propuestas……………………………………………………….…. 88 Clima……………………………………………………………………..….…. 88 Características del guía o instructor…………………………………………89 Aspectos generales de la propuesta………….…………………...…..…….. 91 Aspectos estructurales del Taller………………………………….…………. 92 Formato…………………………………………………………………..……... 92 Escenario……………………………………………………………….….…… 92 Características de las sesiones…………………………………………...…. 93 5.4 Materiales……………..…………………………………………....................... 93 5.5 Instrumento de evaluación………………………………………………….… 93 5.6 Estructura del Taller…………………………………………………….……… 94 Cartas Descriptivas……………………………………………………………. 94 CONCLUSIONES a) ALCANCES Y LIMITACIONES…………………..…………...….………… 120 b) SUGERENCIAS O RECOMENDACIONES…………………………..…... 121 c) PAPEL COMO PSICOLOGA EN EL DISEÑO DEL TALLER………….. 122 REFERENCIAS………………………………….……….……..……………….…… 124 ANEXOS……………………….………………………………..……………….……. 128 DINÁMICAS......................................................................................................... 133 1 INTRODUCCIÓN La finalidad del presente taller es incrementar la motivación intrínseca a fin de fortalecer el aprovechamiento escolar en alumnos de secundaria. Se inicia definiendo el término adolescencia, el cual es conceptualizado como un periodo crítico donde se alcanza la madurez biológica - sexual y con ello la capacidad de reproducción. La cual dura de los 11 o 12 años a los 19 o inicio de los 20. También se abre la puerta a la búsqueda y consecución paulatina de la madurez emocional y social, aquella donde se asumen responsabilidades y conductas que llevarán a la participación en el mundo adulto y conlleva grandes cambios interrelacionados con todas las áreas del desarrollo. La adolescencia se considera como una construcción social. Se plantea cómo se dan los cambios físicos - fisiológicos propios de la pubertad, las características del pensamiento adolescente, como se procesan la información y de la formación de una correcta autoestima a través de las cinco partes que la integran autoconocimiento, autoaceptación, autovaloración, autoconcepto, y autorespeto. Relacionados con la díada éxito – fracaso. En el segundo capítulo se abarca el rendimiento escolar que es definido como la medida de las capacidades del alumno, que expresa lo que éste ha aprendido a lo largo del proceso formativo. También supone la capacidad del alumno para responder a los estímulos educativos. En este sentido, el rendimiento escolar está vinculado a la aptitud. En este capítulo se hace referencia al factor psicológico del rendimiento, como es: la actitud del alumno hacia sí mismo, su percepción de la realidad, su dominio del ambiente, la actualización de su potencial, la actitud. El factor social: las diferencias de logro se pueden explicar por la “cultura de la pobreza”, que limita la capacidad de sacar provecho de la educación formal. El factor del contexto escolar: nos explica cómo es concebida una escuela, su administración, la influencia de los compañeros, y el “efecto Pigmalión”. http://definicion.de/rendimiento-academico/ 2 En el capítulo 3 se explica el proceso motivacional desde las diversas orientaciones teóricas, sus principales autores y los diferentes principios motivacionales, tomando en cuenta las variables: cognitivas, emocionales, situacionales y de personalidad. Se hace referencia a los motivos: primario, segundarios, de logro, poder y de afiliación; así como a la motivación extrínseca e intrínseca. En el capítulo 4 se hace mención de como el efecto socavador influye en el aprendizaje. La teoría de autoeficacia que implica eficacia y resultado. Se desarrollan las cuatro fuentes que crean la autoeficacia. Como se desmotivan los alumnos y como mantenerlos motivados. Se mencionan las implicaciones para los maestros, y la participación de los maestros en la estimulación motivacional, su actuación en el aula; el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje, por medio del diagnostico, planeación sistémica, creando un clima de instrucción y una evaluación de acuerdo a criterio. En el quinto capítulo se desarrolla la propuesta de taller, con sus 25 cartas descriptivas y la escala de motivación autoeficacia, la cual se aplica en 3 tiempos a través del mismo. El taller tiene la finalidad de lograr que el alumno aumente su promedio, disminuya las materias reprobadas, encuentre el gusto por la escuela, disminuyendo así el ausentismo y además se siga auto regulando en su incansable búsqueda por aprender lo cual es determinante en la conformación de su identidad y en la asimilación de valores y actitudes. Si esto se logra no solo se habrán formado alumnos sino ciudadanos responsables, críticos y creativos. El presente trabajo nos conduce a buscar los mejores resultados en las inteligencias mas susceptibles de estimular, que son las del adolescente y siendo la motivación la esencia de un estimulo, su aplicación en el nivel de educación secundaria podrá permitir mejorar el aprovechamiento escolar y facilitar su incorporación a nivel medio superior en una circunstancia de mayor aptitud para iniciar una nueva etapa de su vida escolar por lo que enfáticamente su aplicación en este nivel pretende ser un punto de referencia para que en otras circunstancias 3 se pueda desprender su adecuación en otros niveles de educación e incluso de estratos ocupacionales. El propósito del taller es sentar las bases de lo que un estudiante medio puede desarrollar tomando en cuenta que los que tenemos en México no son tan diferentes de los que en Japón o en Europa lo son, en el sentido de capacidades medidas por los puntajes que alcanzan en los exámenes institucionales e internacionales como el tipo PISA. En este sentido la diferencia con las eternas comparaciones entre lo que significa los últimos lugares de México en la OCDE, las observamos en el sistema o métodos de trabajo que existen en nuestro país, hay que reconocerlo, aparte de tener que trabajar mas horas efectivas frente a grupo, se tienen que desarrollar actividades mas sustantivas orientadas a los aprendizajes y capacidades de los alumnos, tocándonos en el enfoque de esos sistemas o métodos de trabajo destacar la importancia de la Motivación en nuestros estudiantes, tanto para incrementar el estimulo en la actitud de trabajo como para que esa actitud se traduzca en un mayor rendimiento escolar o puntaje en este caso. Esta situación y enfoque para superar esos niveles de rendimiento, no solo es privativo de la educación en México sino que también se refleja en otros campos como los de la seguridad jurídica o la necesidad de impulsar una Reforma Fiscal, por ejemplo, pero en función del campo en el que nos hemos desenvuelto, esta claro que la educación es la esencia de un país y el espíritu de la educación también guarda en la motivación una parte sustantiva de la base de cambios que requiere el país. Como se comentaba, la intervención del taller contemplaba la oportunidad de tener la opción de un nuevo ciclo escolar o el contexto de los alumnos con un nuevo tutor o docente para esperar el efecto de un impacto en la aplicación de técnicas Motivacionales para que el adolescente tuviera la condición de poder alcanzar un mejor rendimiento escolar al “vivir” el privilegio que representa para muchos jóvenes el estudiar en un ambiente, sino optimo, si adecuado para superarse, en una escuela de educación secundaria tipo medio en el distrito 4 federal descontando que el docente mantuviera el papel discreto, dejándole a la motivación y su facilitador un peso especifico para mejorar su rendimiento escolar. Los efectos de este taller motivacional en el ambiente escolar pueden desprender metodologías y estrategias que posibiliten mejorar “limitaciones” en el campo de las aptitudes laborales o en los efectos de un afán de competitividad a niveles deportivos. 5 CAPITULO I. ADOLESCENCIA 1.- Concepto de la adolescencia. La etapa mas inolvidable por el grado de concienciaen actos en el sentido de reconocer vivencias pero también de reconocer experiencias no siempre agradables, lo representa la etapa en donde “nos hace falta”, en donde adolecemos, por ello cuando Dulanto (2000), define a la adolescencia como un periodo crítico donde se alcanza la madurez biológica y sexual con su capacidad de reproducción, también es considerar que se abre la puerta a la búsqueda de la consecución paulatina de la madurez emocional y social, en donde se asumen las responsabilidades al igual que las conductas que lo incorporaran al mundo adulto. A la madurez biológica se le conoce como pubertad; al largo periodo que sigue para encontrar la madurez emocional se le denomina adolescencia, (Craig, 2001). En la cultura moderna la adolescencia abarca magnitudes de periodos del orden de los 10 años. Tanto su inicio como su final suelen ser poco precisos, quizá el mejor indicador de que se convierten en adultos sea la madurez emocional y no criterios más obvios como terminar sus estudios, ganarse el sustento, casarse o procrear (Baldwin, 1986, citado en Craig, 2001). La adolescencia, vista como moratoria existencial no es un proceso aislado de la infancia, como tampoco lo es de la adultez, sino un continuo estar desde la primera experiencia de la vida en la infancia y pubertad, hasta el estar que vincula a los adolescentes al periodo llamado juventud, que a su vez los integra al mundo psicosocial de los adultos. Este es un proceso de transito determinado por varios factores: la vida en familia, la experiencia escolar, el marco cultural que ha estructurado el mundo social para la puesta en práctica de normas y límites que forman la base educativa y explican las experiencias de vida comunitaria, y las condiciones económicas y políticas que imperan en la generación que pasa por la experiencia de ser adolescentes. 6 Por otra parte, Papalia (2005), define a la adolescencia como la transición del desarrollo entre la niñez y la edad adulta que implica importantes cambios físicos, cognoscitivos y psicosociales, siendo un proceso que comienza en la pubertad y concluye en la madurez sexual o fertilidad es decir, en la capacidad de reproducirse; la cual oscila en dimensiones de los 11 - 12 años a los 19 o inicio de los 20 y conlleva grandes cambios interrelacionados con todas las áreas del desarrollo. La adolescencia se considera como una construcción social. Los cambios biológicos de la pubertad, que señala Papalia (2005), al final de la niñez dan por resultado un rápido aumento de estatura y peso, cambios en las proporciones y formas corporales y la adquisición de la madurez sexual. Esos impresionantes cambios físicos forman parte de un largo y complejo proceso de maduración que empieza incluso antes del nacimiento, y sus ramificaciones psicológicas continúan en la edad adulta. 1.1 Cambios Físicos y Fisiológicos. Es común que el ser humano tenga periodos de crecimiento, sucesos críticos en el desarrollo y donde se pueden observar variaciones individuales, por lo que, es imposible establecer la edad específica del comienzo de la adolescencia. Por esto es que encontramos diferencias dadas por varios autores. Craig (2001), llega a la conclusión de que las características biológicas de la adolescencia son un notable aumento del ritmo de crecimiento, el desarrollo acelerado de los órganos reproductores y la aparición de las características sexuales secundarias. Los cambios físicos que se producen una vez iniciada la adolescencia están controlados por hormonas, sustancias que secretan las glándulas endocrinas y envían al torrente sanguíneo. De acuerdo a Papalia (2005), la pubertad es disparada por cambios hormonales que pueden afectar los estados de ánimo y la conducta. Una tendencia secular hacia la adquisición más temprana de la estatura adulta y la madurez sexual comenzó hace cerca de 100 años, debido probablemente en las mejores en los estándares de vida. Durante la pubertad niños y niñas pasan por 7 un estirón de crecimiento adolescente. Las características sexuales primarias (los órganos reproductivos) se agrandan y maduran, y las características sexuales secundarias aparecen. Los principales signos de madurez sexual son la producción de esperma (en los varones) y la menstruación (en las mujeres). La espermarquía ocurre por lo general a los 13 años. Muchos adolescentes son muy sensibles respecto de su apariencia. Cuando su autoimagen no corresponde al ideal que ven en los medios, a veces se someten a dietas o regímenes rigurosos de acondicionamiento físico. El interés por la imagen corporal puede ocasionar trastornos de alimentación como la anorexia nerviosa y la bulimia. (Craig, et) Según Dulanto (2000), los efectos psicológicos de la maduración temprana o tardía dependen de cómo interpreten los adolescentes y otros los cambios que le acompañan. Los cuales se describen de manera general en la tabla número 1. 8 Tabla 1. EDAD APROXIMADA Y SECUENCIA DE LA APARICIÓN DE LOS CARACTERES SEXUALES SECUNDARIOS EDAD EN AÑOS SEXO MASCULINO SEXO FEMENINO 9 a 10 Crecimiento de la pelvis; los pezones inician su protrusión. 10 a 11 Primer crecimiento de pene y testículos. Inicio del desarrollo de las mamas, vello púbico.. 11 a 12 Se inicia la actividad prostática. Cambios en el epitelio y mucosa vaginal; crecimiento de genitales externos y internos. 12 a 13 Aparece el vello púbico. Pigmentación de los pezones, presencia de glándulas mamarias. 13 a 14 Crecimiento acelerado de pene y testículos; aparición de nódulo de la glándula mamaria y ginecomastia pasajera Vello axilar, menarquía promedio 13.5 años; variación 9 a 17 años 14 a 15 Vello axilar, bozo, cambio de voz Embarazos normales 15 a 16 Promedio de edad maduración espermática Acné cambio de voz 16 a 17 Vello facial y corporal, acné. Detención del crecimiento esquelético. 21 Detención del crecimiento esquelético. Tomada de Dulanto 2000. 9 1.2 Aspectos Intelectuales. Tappan, 1998 (citado en Santrock, 2004) considera que la madurez mental se alcanza al lograr la capacidad para el pensamiento abstracto; la madurez emocional cuando se alcanzan metas como descubrir la propia identidad, independizarse, desarrollar un sistema de valores y establecer relaciones maduras. El adolescente típico suele estar lleno de dudas, no obstante, empiezan a cuestionar ideas, opiniones y pensamientos de sus padres, no le parecen tan válidas y ellos no responden a todas sus preguntas. Es consciente de que esas son las opiniones de los demás e intenta buscar su propia verdad, la cual surgirá de su propio desarrollo intelectual. Él es capaz de pensar en términos de lo que podría ser verdad y no sólo en términos de lo que es verdad. Es decir, puede razonar sobre hipótesis porque puede imaginar múltiples posibilidades. Sin embargo, aún puede estar limitado por formas de pensamiento egocéntrico. El nivel más elevado de pensamiento, el cual se adquiere en esta etapa, recibe el nombre de pensamiento formal, y está marcado por la capacidad para el pensamiento abstracto. Ahora pueden manejar hipótesis y ver posibilidades infinitas. Esto les permite analizar doctrinas filosóficas, políticas o formular nuevas teorías. Ahora también, pueden amar u odiar cosas abstractas, como la libertad o la discriminación, tener ideales y luchar por ellos. Investigaciones realizadas por Greeno, Collins y Resnick, 1996 (op. Cit. 2004) dan características típicas del pensamiento de los adolescentes: 1. Encontrar fallas en las figuras de autoridad. Los adolescentes se hacen conscientes de que sus padres no son tan sabios ni saben todas las respuestas, ni tienen siempre razón. Al darse cuenta de eso, tienden a decirlo alto y claro con frecuencia. Los padres que no se toman estas críticas de modopersonal, sino que las consideran como una etapa del crecimiento y 10 desarrollo, de sus hijos, son capaces de responder a esos comentarios sin ofenderse y reconocer que nadie es perfecto. 2. Tendencia a discutir. A menudo, usan la discusión como un modo de practicar nuevas habilidades para explorar los matices de un tema y presentar un caso desde otro punto de vista. Si los padres animan a sus hijos a participar en debates acerca de sus principios, mientras evitan llevar la discusión a título personal, pueden ayudar a sus hijos en su desarrollo sin crear riñas familiares. 3. Indecisión. Dado que los individuos acaban de hacerse conscientes de todas las posibilidades que ofrece y podría ofrecer el mundo, tienen problemas para decidirse incluso en las cosas más sencillas. Pueden plantearse diversas opciones y medir las consecuencias de cada decisión durante horas, incluso aunque se trate de temas poco importantes. 4. Hipocresía aparente. A menudo, los adolescentes no reconocen la diferencia entre expresar un ideal y buscarlo. Así, pueden usar la violencia a favor de la paz o protestar. Aún deben aprender que no basta con pensar sobre los valores, sino que deben vivirse para lograr el cambio. 5. Autoconciencia. La autoconciencia se relaciona con la tendencia a sentirse observados y juzgados por los demás. Pueden ponerse en la mente de otras personas e imaginar los que piensan. Sin embargo, como tienen problemas para distinguir entre lo que les interesa a ellos y lo que les interesa a las otras personas, suponen que los demás piensan de ellos igual que ellos mismos. Así, cuando el adolescente ve un grupo de chicos riéndose, “sabe” que se están riendo de él. Este tipo de autoconciencia se da de modo más intenso y son mucho más sensibles a las críticas, de modo que es importante que los padres se abstengan de ridiculizarlos o criticarlos en público. 6. Centrarse en sí mismo. Suelen creer que ellos son especiales, que su experiencia es única y que no están sujetos a las mismas leyes que rigen el mundo. Esto puede llevarlos a asumir conductas de riesgo, porque piensan que nada malo va a pasarles a ellos. 11 El ambiente que rodea al adolescente cambia, su ambiente social es más amplio, recibe estimulo educativo y cultural, ayudando así al cerebro a desarrollarse lo suficiente para permitir el pensamiento formal. El pensamiento operacional formal puede definirse como un proceso de segundo orden. Si bien el pensamiento de primer orden consiste en descubrir y examinar las relaciones entre objetos, el segundo orden consiste en reflexionar sobre nuestros pensamientos, buscar los nexos entre las relaciones y transitar entre la realidad y la posibilidad (Piaget, 1958, citado en Feldman, R. 2008), los adolescentes muestran una capacidad cada día mayor para planear y proveer. A continuación se incluyen tres cualidades del pensamiento del adolescente: La capacidad de cambiar variables relevantes para hallar la solución de un problema. La capacidad de promover conjeturas sobre el efecto que una variable tendrá en otra. La capacidad de cambiar y separar las variables en forma hipotética deductiva “si se presenta X, ocurrirá Y”. El adolescente aprende a examinar y a modificar de manera consciente los procesos del pensamiento porque ha perfeccionado la capacidad para reflexionar, formular estrategias y planear. Así pues, el desarrollo cognoscitivo durante la adolescencia abarca lo siguiente: Empleo más eficaz de componentes individuales de procesamientos de información como la memoria, la retención y la transferencia de información. Estrategias más completas que se aplican a diversos tipos de solución de problemas. Medios más eficaces para adquirir información y almacenarla en forma simbólicas. 12 Funciones ejecutivas de orden superior: planeación, toma de decisiones y flexibilidad al escoger estrategias de una base más extensa de guiones. De acuerdo a Piaget (citado en Papalia, 2005) los adolescentes entran al nivel más alto de desarrollo cognoscitivo, cuando desarrollan la capacidad para el pensamiento abstracto, que es por lo regular alrededor de los 11 años, dándoles una nueva y más flexible forma de manipular la información más allá del aquí y ahora, entendiendo el tiempo histórico. Los adolescente son capaces de usar símbolos aprender algebra y calculo aprecian mejor la metáfora y la alegoría. Pueden pensar mejor en términos de lo que podría ser y no solo de lo que fue. Tienen facultades para formar posibilidades y de formar y comprobar hipótesis. Es posible que integren lo que han aprendido en el pasado y con los desafíos del presente hacer planes para el futuro. Los adolescentes pueden realizar pensamiento hipotético deductivo en la etapa de las operaciones formales de Piaget, además de pensar en términos de posibilidades, manejar los problemas con flexibilidad. La maduración del cerebro y la estimulación ambiental juegan un papel importante en la adquisición de esta etapa. La educación y la cultura son determinantes. No todas las personas adquieren la capacidad de realizar operaciones formales y quienes son capaces no siempre las usan. El vocabulario y otros aspectos del desarrollo del lenguaje, en especial los relacionados con el pensamiento abstracto, mejoran en la adolescencia. Los adolescentes disfrutan los juegos de palabras y crean su propio “dialecto”. Los aspectos intelectuales en el adolescente son claramente definidos, como se expuso anteriormente por Greeno, Collins y Resnick, 1996 (op. Cit. 2004), conforme sus investigaciones realizadas, coincidiendo en ese enfoque Elkin (1998, citado en Feldman R. 2008), ya que esos patrones de pensamiento inmaduro pueden resultar de la inexperiencia de los adolescentes con el pensamiento formal, incluyendo esos patrones el idealismo y el carácter crítico tendiente a la 13 discusión, la indecisión, la hipocresía aparente, la autoconciencia y suposición de ser especial e invulnerable. 1.3 Aspectos socioemocionales. Debesse (1967, citado en Craig 2001) observó que cuando un niño llega a la adolescencia, el hogar ya no es la única influencia como sucedía en la infancia, pero todavía es el “apoyo indispensable” para su desarrollo emocional. Mientras esté en contacto con su familia, el adolescente está muy influenciado por ésta, y se convierte en un importante factor determinante en su “espacio psicológico personal”. Los vínculos familiares pueden volverse tensos, casi todos los conflictos giran en torno a los quehaceres domésticos, el noviazgo, las calificaciones y la apariencia personal. Mandelbaum (1969, citado en Pierini 2000) considera que la adolescencia es una recapitulación de las actitudes de los padres hacia la infancia. Si el niño fue capaz de aprender a tener confianza, armonía, y un sentido de identidad, cabe esperar que la transición a la edad adulta sea fácil. Pero si los padres se han resistido a la búsqueda de autonomía del niño, puede esperarse que el adolescente recurra a métodos rebeldes cuando emprenda la transición a la edad adulta. El hogar es importante para el adolescente ya que le trasmite e interpreta su cultura; afecta y moldea su personalidad; le ofrece seguridad y afecto si es un buen hogar; opera como agencia que define estatus y papeles; y, por último, tiene gran importancia para fomentar su madurez y determinar su ajuste futuro como adulto. La escuela y el hogar desempeñan una función de vigilancia en las relaciones entre el adolescente y el adulto. Aunque esta vigilancia deberá conducir, a la larga, a la autoconfianza si se ejercita apropiadamente. Pero una vigilancia muy estricta o exagerada puede dar lugar a una conducta problema y a la sumisión y dependencia desmedida 14 Douvan y Anderson (1966, citado en Craig 2001) concluyeron que a medidaque los adolescentes se independizan de sus familias, necesitan más a los amigos para obtener apoyo emocional y probar sus nuevos valores. Son sobre todo, los amigos íntimos los que favorecen la formación de la identidad, por lo que, el adolescente suele recurrir más a sus amigos más cercanos que a sus padres en busca de consejos. Para aceptar su identidad, el adolescente necesita sentir que la gente lo acepta y le tiene simpatía. Por esto, durante la adolescencia aumenta considerablemente la importancia de los grupos de compañeros. El adolescente busca el apoyo de otras personas para enfrentar los cambios físicos, emocionales y sociales. Es, pues, lógico que recurra a quienes están viviendo las mismas experiencias, así, las redes de los compañeros son esenciales para la adquisición de habilidades sociales. (Epstein, 1983; Hawkins y Bernt, 1985, citados por Craig 2001) mencionan, que los adolescentes aprenden de sus amigos y compañeros de su edad la clase de conducta que serán recompensadas por la sociedad y el rol adecuado. La competencia social es un elemento fundamental de la capacidad de hacer nuevos amigos y de conservarlos. En parte, la competencia social se basa en la capacidad de hacer comparaciones sociales, estas permiten que el adolescente se cree una identidad personal y evalúe los rasgos de otras personas. A partir de estas evaluaciones, el adolescente elige los amigos íntimos y entre las pandillas y las bandas que forman parte de su ambiente. La comparación social, es el proceso mediante el cual evaluamos nuestras capacidades, conductas, características de personalidad, apariencia, reacciones y nuestro sentido general del yo en comparación con los otros La comparación social cambia durante los últimos años de la adolescencia. El adolescente busca ahora amigos con quien comparte características similares ya que éstos sustituyen una cantidad mayor de amistades no tan estrechas por la calidad que proporciona unos cuantos amigos cercanos. (Seltzer, 1989, Shulman, 1997, citados en 15 Feldman R.), dicen que aumenta la intimidad en las amistades del mismo sexo y tienden a acudir a ellos más que a sus padres en busca de un consejo. Berndt (1982, citado Craig, 2001) observa: que los adolescentes suelen escoger amigos y salir con personas cuya clase social, intereses, valores morales y ambiciones académicas se parecen a la de ellos. Adquieren mayor conciencia de los grupos de compañeros y les interesa mucho saber si su grupo es o no aceptado. Saben a qué grupo pertenecen y analizan el efecto que tendrán en su estatus y en su reputación. Los que pertenecen a grupos de un estatus elevado suelen tener una gran autoestima. Bruce Roscoe y sus colegas (1987, citado por Craig, 2001) mencionan que los adolescentes de menor edad piensan en función de una gratificación inmediata: para ellos la recreación y el estatus son motivos muy importantes. Los adolescentes de mayor edad muestran actitudes menos superficiales: les interesan más los rasgos de personalidad y los planes de la otra persona para el futuro. La tarea más importante de la adolescencia quizá consista en la búsqueda de la propia identidad, es decir, la respuesta a las preguntas ¿quién soy en realidad? ¿qué hago en la vida? ¿qué es lo que me hace diferente? ¿podré salir adelante?. Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e intereses, descubrir lo que son capaces de hacer y sentirse orgullosos de sus logros. Desean también sentirse amados y respetados por lo que son, y para eso necesitan de un proceso. Erik Erickson (1950, 1968) es el primero en señalar lo importantes que son estas preguntas para entender el desarrollo del adolescente. La búsqueda de la identidad durante la adolescencia alcanza la fase crítica debido a que, en esa época, una diversidad de condiciones biológicas, psicológicas y sociales, como la madurez sexual, las exigencias de los padres y de otros, y la aproximación a la etapa adulta. Por crisis debemos entender que son los cambios en la vida del individuo, cuando un nuevo problema debe ser enfrentado y dominado. Erikson (1960, citado en Dicaprio, 1989) 16 En sus intentos de alcanzar su sentido de identidad, la juventud experimenta tanta confusión de roles como difusión de papeles, particularmente hacia el final de la adolescencia, cuando los conflictos se intensifican y es mayor la urgencia de adoptar un rol estable. El adolescente “juega” con diferentes papeles hasta encontrar uno que le “quede”, la experimentación puede dar la impresión de que exista un trastorno de personalidad. Sin embargo, es el único medio que tiene el joven para enfrentarse con las tensiones internas y externas, es el empleo del comportamiento de ensayo y error y los mecanismos de adaptación. Los jóvenes que exploran estas identidades contradictorias de forma saludable emergen con un nuevo sentido del yo. Por el contrario, los adolescentes que no resuelven eficazmente esta crisis de identidad experimentan lo que Erickson denomina confusión. La confusión puede seguir uno de dos caminos posibles: el individuo se retira, aislándose de los iguales y de la familia, o bien se sumerge en el mundo de los iguales, perdiendo su identidad. Estas ideas sobre el desarrollo de la identidad durante la adolescencia revelan un profundo conocimiento de la forma de pensar y sentir de los adolescentes. Erikson (1968, citado en Dicaprio, 1989) concluyó que: un sentido óptimo de identidad se experimenta como un sentido de bienestar psicosocial. Sus concomitantes más evidentes son el sentimiento de estar a gusto en el propio cuerpo, una sensación de saber a dónde va. James Marcia (1971, citado en Pierini 2000) realizó una investigación basada en la teoría de Erickson, en donde describió cuatro estados de identidad con combinaciones diferentes de crisis y compromiso: logro de la identidad, exclusión, moratoria, y difusión de la identidad o identidad dispersa. Exclusión (compromiso sin crisis) Hacen compromisos no como resultado de una crisis lo que implicaría que se cuestionan y exploran posibles elecciones, sino que acepta los planes de alguien más para su vida. Los adolescentes que entran en esta categoría se sienten felices y seguros de sí mismos, quizá hasta petulantes y satisfechos de sí mismos, y se tornan dogmáticos cuando se 17 cuestionan sus opiniones. Tienen vínculos familiares estrechos, son obedientes y tienden a seguir a un líder poderoso (como su madre) que no acepta desacuerdos. Moratoria (crisis sin compromiso todavía). Estos jóvenes viven luchando con sus decisiones. Son vivaces, locuaces, tienen confianza en sí mismos y son escrupulosos, pero también están ansiosos y temerosos. Son muy cercanos a su madre pero también resisten su autoridad. Desean tener novia pero aún no han desarrollado una relación cercana, con el tiempo es probable que emerjan de su crisis con la habilidad para hacer compromisos y lograr la identidad. Identidad dispersa (no compromiso ni crisis). Los jóvenes que no consideran seriamente las opciones y han evitado los compromisos. Están inseguros y tienden a ser poco cooperativos. Sus padres no discuten con él su futuro; dicen que eso es asunto suyo. La gente en esta categoría tiende a ser desdichada. A menudo son solitarios porque solo tienen relaciones superficiales. La forma en cómo resuelvan dicha crisis de identidad está íntimamente ligada a un adecuado autoconcepto, los cuales integran la plataforma para el tipo de motivación que va a presentar el adolescente. Logro de identidad. Autoconcepto. (Compromiso con crisis). La adolescencia es un periodo en el que el individuo trata de llegar a un acuerdo consigo mismo y con su medio ambiente. Es una época de desarrollo de un conjunto de conceptos, cuya confirmación e integración será crucial para determinar la conducta personaly social del adolescente, así como su estatus futuro como individuo funcionalmente maduro; durante esta etapa los problemas que surgen tienden a acumularse. Entre éstas se encuentran las áreas de la conducta y relaciones con los compañeros, las relaciones heterosexuales, el yo físico, la emancipación de la autoridad adulta, la percepción del rol y la inducción del mismo, la elección vocacional, el aprendizaje, la experiencia académica, la autoaceptación, el desarrollo y la evaluación de los valores. La identidad se forma en la medida en que los jóvenes resuelven tres problemas principales: la elección de una ocupación, la adopción de valores en que creer, por qué vivir y el desarrollo de una identidad sexual satisfactoria. 18 La forma en cómo resuelvan dicha crisis de identidad está íntimamente ligada a un adecuado autoconcepto, los cuales integran la plataforma para el tipo de motivación que va a presentar el adolescente. Para que el adolescente sea capaz de hacer una evaluación de su yo, es decir, una autoevaluación de sí mismo en un ámbito especifico, ya sea, académico, deportivo, etc., y que también pueda lograr la evaluación a su propia imagen estaremos hablando de que el individuo debe tener un buen autoconcepto y una adecuada autoestima. Feldman F. (2008) al hablar de autoestima se refiere a la suma de lo que sentimos y pensamos sobre nosotros. En esta percepción influyen nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. La autoestima no es innata; se adquiere mediante las experiencias y del sistema de filtración que uno utiliza para percibirlas y evaluarlas. También se ve influida por los padres, familiares, docentes, compañeros, medios de comunicación, etcétera. No existe nadie en el mundo que no tenga autoestima. Al ser humano le sería imposible sobrevivir sin ella. En cada momento del día sabemos quiénes somos y de qué somos capaces. En ocasiones podemos experimentar cierta carencia de autoestima, pero si nuestras fortalezas permanecen en pie, disponemos de los fundamentos necesarios para reconstruirla. Cinco elementos básicos integran el concepto de autoestima: Autoconocimiento. Conocer las partes que componen a la persona, cuáles son sus necesidades y habilidades, los papeles que vive y por medio de los cuales se define; por qué actúa como lo hace, qué piensa y cómo se siente. Autoaceptación. Admitir y reconocer las características que nos conforman, sean agradables o desagradables. La aceptación es el peldaño más pequeño de la estima, es lo mínimo que podemos hacer para incrementarla. Autovaloración. El juicio positivo o negativo que cada quien hace de sí mismo. 19 Autoconcepto. La suma de creencias y opiniones que se manifiestan en la conducta de la persona. Se compone de dos partes, el autoconcepto intelectual (cómo creo que soy) y la autoimagen (la representación mental que un sujeto tiene de sí mismo en el presente, y cómo se ve en el futuro). Autorespeto. En causar nuestros esfuerzos hacia la satisfacción de nuestras necesidades, gustos e intereses, entre otros, o por lo menos aceptarlos. Una persona con autoestima alta es aquella que: Valora sus características positivas y acepta sus aspectos negativos. Cuestiona los valores que rigen su vida, esforzándose por clarificar sus propios valores. Tiene un conocimiento amplio de sí mismo. Acepta su individualidad. Conoce, respeta y exprese sus sentimientos. Se siente digno de ser amado. Es consciente de su evolución, acepta los cambios que se dan en él y en los demás. Acepta sus errores y aprende de ellos. Toma sus propias decisiones y se responsabiliza de sus consecuencias. Tiene claras sus metas y desarrolla sus capacidades para conseguirlas. Por el contrario, las personas con autoestima baja piensan que valen poco, sienten temor y evitan arriesgarse para solucionar sus problemas. Cuando rechazamos partes de nosotros mismos, se dañan enormemente las estructuras psicológicas que nos mantienen vivos. 20 Para el adolescente es necesario afirmar ¿quién es y qué es uno mismo?. Para muchos de los individuos, la autoimagen depende de la estimación ajena: padre, familia, maestros y otras figuras relevantes del entorno social. Por ello es importante, la formación del autoconcepto que es dado fundamentalmente por la socialización entre el mundo familiar y los iguales. Gondra 1981 (citado en, Shaffer, 2002) considera que, la formación del “concepto de sí mismo” es una configuración organizada, y contiene todas aquellas percepciones relativas a uno mismo, las relativas a su relación con los demás, y los valores y objetivos de la persona. El concepto de sí mismo elaborado en la adolescencia surge entre otras cosas de la percepción que el individuo tiene de sí mismo a partir de sus características físicas, actitudes sociales, habilidades cognoscitivas, destrezas deportivas y laborales, desempeño escolar, aceptación social y capacidad demostrada así mismo para integrar nuevas formas de manifestarse y crear estilos de participación y colaboración. El autoconcepto no es un regalo; es el fruto de un trabajo personal de reflexión acerca de cómo se conduce la relación con los demás adolescentes y el grupo familiar acerca de cómo se solucionan los percances derivados de la actitud. El esclarecimiento de cómo desean ser y cómo llegar a ser es una tarea confusa y difícil para todos los adolescentes pero les queda muy claro qué no quieren ser. Entre los objetivos principales de la educación está la formación de adolescentes autónomos, autosuficientes, seguros, que se sientan a gusto con ellos mismos, capaces de encontrar su propia identidad, con metas claras en la vida, aptas para desarrollar todas sus habilidades. En otras palabras, educar con motivación es promover la autoestima. La consideración de la autoestima en los procesos de desarrollo de los aspectos psico-emocionales en la etapa de la adolescencia es factible represente el parteaguas del mejoramiento de las capacidades del sujeto, de ahí que el 21 enfoque del taller de motivación que se pretende pueda ser el catalizador de los alcances superiores que es factible se logren a través de la aplicación de los conceptos que diluyan los estratos de identidad en condiciones de crisis y compromiso pero que estimulen los del desarrollo de esa identidad en circunstancias de autoestima alta. En la adolescencia por lo que representa los cambios físicos y fisiológico y lo fértil de sus aspectos intelectuales susceptibles de utilizar en sus condiciones de pensamiento puede lograr que los aspectos psico-sociales de esa etapa, inducidos al logro de identidad y autoestima faciliten los procesos de trabajo tendientes al desarrollo del adolescente que todos queremos: capaz de llevar un camino de constante superación en sus objetivos como pretende este taller de motivación. 22 CAPITULO II. RENDIMIENTO ESCOLAR 2 Concepto de rendimiento escolar. El rendimiento escolar hace referencia a la evaluación del conocimiento adquirido en el ámbito escolar, terciario o universitario. Un estudiante con buen rendimiento académico es aquel que obtiene calificaciones positivas en los exámenes que debe rendir a lo largo de un curso. En otras palabras, el rendimiento escolar es una medida de las capacidades del alumno, que expresa lo que éste ha aprendido a lo largo del proceso formativo. También supone la capacidad del alumno para responder a los estímulos educativos. En este sentido, el rendimiento escolar está vinculado a la aptitud. La educación debe facilitar a todos, lo antes posible, el pasaporte para la vida que les permitirá comprenderse mejor a sí mismos, entender a los demás y participar así en la obra colectiva y la vida en sociedad” (Delors 1996, citado en Evaluación del Aprendizaje basado en competencias,noviembre 2009) Aprender supone que los estudiantes van adquiriendo nuevos contenidos (conceptual, procedimental, actitudinal), que irán enriqueciendo sus representaciones mentales, así como sus esquemas personales de conocimiento. En esta construcción personal el docente es un acompañante y proporciona una amplia gama de ayudas pedagógicas adaptadas a la diversidad de los procesos de aprendizajes seguidos por cada uno de ellos. Una de las mayores preocupaciones del docente debe ser desarrollar en sus alumnos la capacidad de establecer conexiones entre lo que saben, lo que han vivido, lo que entienden y el nuevo material de aprendizaje que se les está presentando durante la clase. Por ello, el aprendizaje resulta en una construcción individual, y en este contexto de aprendizaje paulatino y gradualmente enriquecido, la evaluación debe entenderse no como un hecho aislado y puntual, sino integrada en el propio proceso de enseñanza y aprendizaje, derivándose como una acción educativa continuada y que le da seguimiento y sentido a la calidad de los logros progresivos del alumno. http://definicion.de/evaluacion/ http://definicion.de/conocimiento/ http://definicion.de/rendimiento-academico/ http://definicion.de/estudiante/ http://definicion.de/rendimiento-academico/ http://definicion.de/rendimiento-academico/ 23 La naturaleza integral del concepto competencia educativa, posibilita la concreción de los cuatro pilares de la educación del siglo XXI: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser (Delors, 1999) citado en Secretaría de Educación Pública, Noviembre,2009. Evaluación del aprendizaje basado en competencias. Dirección General de Operación de Servicios Educativos. Coordinación Sectorial de Educación Secundaria Subdirección de Operación Departamento de Coordinación de Jefes de Enseñanza. Documento inédito. En síntesis este concepto pretende la definición de la medida que decíamos al concebir el taller mejorar el rendimiento escolar. 2.1 Contexto psicológico. Lo que los adolescentes aprenden en el aula depende tanto del ambiente emocional como de lo que se enseña. Este supuesto difiere de las creencias convencionales de que los aspectos cognoscitivos de la enseñanza son los determinantes primordiales de lo que se aprende. La preocupación por la instrucción debe ser balanceada con una preocupación por la posición del adolescente, su status y el rol en el ambiente del aula. Su participación en la sociedad del salón puede influir a favor o en contra del rendimiento escolar. En el concepto que el alumno tiene de sí mismo influyen profundamente las otras personas significativas del ambiente de su aula, es decir sus maestros y condiscípulos. El adolescente que se siente apreciado, valorado y deseado por las personas que lo rodean tenderá a considerarse a sí mismo con estima realista. Por el contrario, el que es tenido en menos por su maestro y sus compañeros tenderá a considerarse incapaz de rendir y de poco valor para el grupo, lo que se ve reflejado en su rendimiento. Para Hernández, (2000)un aspecto de la estructura social del aula es el modo en que se distribuye el afecto entre los miembros. Esto tiene una importante influencia sobre la forma en que se trabaja por los objetivos del grupo y el grado en que se los alcanza. La distribución del efecto también influye sobre la salud 24 mental, puesto que determina la disposición de los condiscípulos a ayudarse y apoyarse entre sí.Opina que hay cuatro factores que influyen en la salud mental de un adolescente en el aula. La actitud del alumno hacia sí mismo. Su percepción de la realidad. Su dominio del ambiente. La actualización de su potencial. Estos cuatro elementos se refieren a los sentimientos del alumno acerca de la gente y las tareas en el ambiente del aula. La salud mental, por consiguiente, consta de dos elementos: 1. La relación del alumno con su ambiente de aprendizaje. 2. Lo positivo de sus sentimientos acerca de si mismo. Las clases con un amplio foco de afecto conducen con más frecuencia a condiciones de salud mental que los grupos con un estrecho foco de afecto. Cuando un alumno piensa que los otros alumnos no lo estiman, es probable que su salud mental sea menos positiva que cuando piensa que lo estiman. Los adolescentes se comportan de un modo coherente con el concepto que tienen de sí mismos, parece lógico pensar que los alumnos que no se perciben a sí mismos como miembros valiosos del grupo del aula probablemente aprovecharían en menor grado sus potenciales para el estudio. Las investigaciones psicológicas indican que el clima social del aula tiene mucho que ver con el rendimiento de los educandos en el estudio. Los componentes emocionales determinantes que juegan un papel decisivo en la elección, selección, participación y en los resultados de las tareas que emprendemos durante el aprendizaje. Tales instancias afectivas del comportamiento se denominan actitudes, intereses, aspiraciones, inclinaciones personales o preferencias. 25 La disección de las actitudes en sus componentes fundamentales: información, sentimientos y reacción, son los ingredientes que forman el complejo unitario de los estereotipos sociales. Por lo general, una actitud no se da aisladamente. Forma parte de una constelación de creencias, inclinaciones y disposiciones a actuar, que se organizan como una respuesta asociativa y se ligan a la manera típica de reaccionar de un grupo humano, a un modelo de identificación o a cualquier otro mecanismo de imitación y afiliación. Aunque la actitud es una tendencia mental, una predisposición determinada a actuar, positiva o negativa, surgen de un contexto mayor, o constelación de disposiciones de un individuo, el cual, en gran parte, está influido por los grupos primarios o por los medios de información y propaganda. Estos medios, intencionalmente dirigidos, obran sobre los individuos, canalizando en ellos determinados patrones de actitudes. Los hechos no sólo se organizan en contextos emocionales y reactivos, sino que, a causa de esta organización, los elementos de una información y los componentes afectivos de una actitud determinada quedan seleccionados de conformidad con el significado y el signo de valor (preferencias) que particulariza a dicha actitud. Seleccionamos la información recibida, pero también seleccionamos lo que percibimos y recordamos. Vemos lo que queremos ver, lo que es más favorable a nuestros intereses y a las pautas internalizadas de las actitudes de la sociedad y, más particularmente, de los grupos a que pertenecemos. Se ha insistido en la importancia que tiene la educación de las actitudes humanas, actitudes hacia sí mismo, hacia el prójimo, hacia los padres, hacia el maestro, hacia el alumno, hacia el vecindario y, en general, hacia los demás conglomerados e instituciones humanas. La escuela, en cualquier nivel de enseñanza, tiene como uno de sus objetivos fundamentales desarrollar actitudes positivas y favorables del educando hacia las tareas, los estudios, las ocupaciones y hacia la gente, persiguiendo relaciones socialmente adaptadas y basadas en normas adecuadas de convivencia humana. Con relación al aprendizaje deberá tenerse en cuenta que los mayores cambios que se puedan producir en las actitudes, consisten en desmontar el complejo emocional y reacciones de éstas 26 cuando son negativas e irracionales, en producir modificaciones congruentes de las valencias (incrementar positivamente una actitud o tender a disminuir su efecto) y, por último, en cambiar el sentido y dirección de la actitud de negativa a positiva (transformar, por ejemplo, una actitud rival en solidaria o un sentimiento egoísta de competencia en una emulación constructiva del otro). Los fenómenos sociales en la escuela, las relaciones con maestrosy compañeros, la disposición para el estudio, el reforzamiento del aprendizaje y la motivación, se hallan dirigidos por actitudes. Más aún tenemos actitudes hacia nosotros mismos, hacia nuestra conducta, hacia los juicios que elaboramos acerca de lo que queremos y pretendemos ser. Las actitudes cubren el ámbito total del comportamiento, desde la reacción hacia sí mismo, el prójimo, el grupo a que pertenecemos, hasta la organización de la escuela, las normas que regulan su funcionamiento, las asignaturas y los eventos sociales que ocurren en el exterior y repercuten en la vida escolar. Es la actitud, su percepción y la relación con su entorno lo que pretendemos potenciar en su análisis y proceso para que el alumno pueda superar sus logros en el aula. 2.2 Contexto social. Hay oposiciones entre aquellos que consideran que las diferencias de logro se pueden explicar por las diferencias culturales entre los individuos de diferentes clases sociales y grupos étnicos y aquellos que piensan que las diferencias de logro se deben a las diversas calidades de las escuelas a las que asisten los adolescentes de distintos grupos étnicos y distintas posiciones. La primera teoría, que se debe a Deutsch (1963) y Riessman (1962), Hernández, (2000)sostiene que las familias pobres y de la minoría poseen un conjunto único de creencias y costumbres, una “cultura de la pobreza”, que limita la capacidad de sacar provecho de la educación formal. Característicos de la cultura de la pobreza son el fatalismo, los sentimientos de frustración y enajenación de la sociedad general, una orientación al momento inmediato y no al futuro, lo cual produce la 27 incapacidad de hacer planes futuros y una preferencia para actividades y gratificaciones físicas y no mentales. Así “el adolescente de clase baja ingresa a la escuela poco preparado para rendir lo que la escuela espera de él y por ello los fracasos iniciales son prácticamente inevitables y la experiencia escolar se refuerza negativamente y no positivamente. El hecho más significativo para una teoría psicosocial de la educación radica en el sentido dinámico y en la forma de integrar todos estos factores. Un grupo primario por ejemplo, la familia enfatiza el nivel socioemocional, de la influencia intragrupal pero alterna también con las áreas objetivas de tareas, la enseñanza de las normas estatuidas en la sociedad, fomenta y desarrolla acciones y modelos de conducta de otro grupo de referencia y, por último, persigue un ideal de grupo, la ascendencia el honor y el prestigio familiar, con lo cual fortalece el sentimiento interindividual del "nosotros". Del mismo modo un grupo secundario un grado escolar, por ejemplo, aunque acentúa el área de conducta referida a las tareas, participa de igual modo de los niveles socioemocionales, de un modelo de referencia(lo que el grado o escuela pretende parecerse), y de un acendrado sentimiento del "nosotros" grupal, aparte de los sentimientos de pertenencia a tal escuela, a tal vecindario, a tal provincia o país. De acuerdo a Hernández, (2000) las probabilidades de éxito que tiene un adolescente en la escuela tiene mucho que ver con la posición social de su familia. Sin importar cómo se mida el éxito escolar o académico, los alumnos cuyos progenitores pertenecen a un nivel socioeconómico bajo o a un grupo étnico minoritario que tiene una posición baja en la sociedad, tienen menos posibilidades de alcanzarlo. Una de las controversias más delicadas que hay en la sociología de la educación se refiere a la explicación de la relación claramente documentada, entre la posición social de la familia y el éxito escolar. Se han propuesto diversas teorías. La explicación biológica – genética, que propone que pueden existir muchas diferencias innatas de inteligencia entre los niños de diferentes razas y 28 que es ofensiva para los grupos minoritarios a los que se atribuye una inteligencia inferior. Deutsch, 1963, Juvanen2001, debido a que los niños “privados de cultura” tienden a tener muchas dificultades de aprendizaje, requieren educación especial o compensatoria que cambie su autoimagen, motivación y visión general del mundo. La cultura de la pobreza o teoría del déficit cultural la pusieron en duda Kennet Clark (1965, 1972) entre otros alegan que el desempeño deficiente de los niños pobres y de las minorías se explica no por diferencias en su crianza sino por la inferior calidad de las escuelas a la que asisten y los prejuicios institucionales sistemáticos de las escuelas y otras instituciones de la clase media en contra de tales adolescentes. La teoría de la cultura de la pobreza fomenta la formación de estereotipos sociales y no una reforma educativa y, al permitir la creencia de que los adolescentes de las minorías son “diferentes” a otros se obtiene una coartada injustificada para sus fracasos escolares. La solución no implica que se enseñen valores de clase media a los niños de clase baja o a las minorías. Más bien, el sistema escolar público total, es especial en las grandes zonas urbanas, debe rediseñarse a fin de que se enseñe a todos los niños las habilidades básicas necesarias para sobrevivir en las complejas sociedades modernas. (Juvanen, 2001). No es posible resolver los enfrentamientos entre las teorías opuestas. Y, si se supone que los diferentes subgrupos de la sociedad son capaces (cada uno a su manera) de comunicar a sus hijos las actitudes y habilidades necesarias para desempeñar con éxito la función de estudiante, solo se ha vislumbrado la manera en que lo hacen. El estudio del comportamiento individual y de los grupos escolares requiere, unidades molares que se matizan y superponen en niveles y grados de influencia, integrándose con niveles y matices de otros grupos, cuyo enmarque total constituye la cultura o una subcultura peculiar dentro de un ámbito cultural más amplio. La acción humana, con sus proyectos y expectativas, es la reacción 29 compleja de todos los factores interpersonales que intervienen, dentro de un contexto de situaciones interconectadas por valores y normas homogéneas comunes. Sea en su propio núcleo, sea por influencia de grupos de referencia, de ideales y valores compartidos, la familia, una escuela, un grado escolar conducen a una estructuración y funcionalidad de las acciones de sus miembros, de conformidad con los objetivos perseguidos y las tareas propuestas que esperan cumplirse. Este perfil típico de la conducta y de las habilidades, de los desempeños e intereses que el grupo fomenta en especial, concluyen por conferir al grupo y a los individuos que lo componen una cierta sectorización del ámbito social, una selección de aptitudes y responsabilidad perceptiva y emocional en detrimento de otros valores, habilidades y aspiraciones. Dicho esto mismo en otros términos: el grupo, y su contexto, tiende a diferenciarse y hacerse homogéneo dentro de sus fronteras psicológicas, y a diversificarse y hacerse heterogéneo, con relación al ámbito social externo que no le compete o con el cual no tiene afinidades comunes. La participaron del adolescente en escenarios y en actividades socioculturales organizadas, con la intervención y el apoyo de los otros más aculturados, le permite apropiarse activamente de los distintos instrumentos físicos y psicológicos que en dicho contexto sociocultural se consideran valiosos. Por supuesto que el contexto social es relevante, pero respetando los enfoques de la “cultura de la pobreza” o teoría del déficit cultural, con sus estereotipos conduciendo adecuadamente al adolescente en su contextos social independientemente de su origen, contemplamos que su rendimiento escolar puede verse estimulado con las bases de un taller motivacional bajo las condiciones del ajuste o modificación que podemos hacer a su ubicación y percepción social.30 2.3 Contexto escolar. La escuela es concebida por los sociólogos como: una organización formal compleja y un sistema de conducta. De acuerdo a Hernández, (2000)la escuela posee una estructura jerárquica de funciones. Al igual que otras instituciones de servicio, la escuela tiene el problema más o menos continuo de captar y mantener el interés de su amplio grupo de usuarios (los estudiantes) y mantener la disciplina, aunque a menudo esto se haga con el pretexto de lo que es bueno para el estudiante. En la cima de la jerarquía están los directores, quienes por lo común llegan a asumir esa función a través de su experiencia en clase, como maestros, pero que no son maestros típicos en general. A la vez están por encima y dependen de los maestros de sus escuelas, este efecto en los estudiantes es principalmente indirecto, a través del efecto directo de su personalidad, de su conducta en la moral y la capacidad de los maestros. La posición de los maestros en la escuela es contradictoria, por una parte, poseen el mando absoluto en el aula; por la otra, carecen del salario, el prestigio y el poder de decisión de muchos otros profesionales. La falta de autonomía de los maestros y su disgusto por su posición pueden explicar parcialmente lo que a menudo parece una exagerada autoridad. Según la investigación sociológica, los propios intereses y expectativas de los estudiantes cuentan poco en la elaboración del plan de estudios y la organización de casi todas las escuelas. Así mismo, la calificación de los estudiantes en brillantes y regulares, así como otras decisiones que afectan vitalmente sus vidas futuras, cada vez se concentran más en manos de especialistas cuyos juicios a menudo se elaboran con información y tiempo limitados y están llenos de prejuicios personales y sociales. La proliferación de especialistas puede también conjuntarse a la complejidad de las funciones del director y el maestro, lo que incrementa los conflictos entre ellos. Philip Jackson, cuya obra “la vida en el aula” Juvanen, (2001) concluye que las características que distinguen la vida dentro del salón de clases son 31 “multitudes, alabanzas y poder”, y que la cualidad más útil que pueda adquirir el estudiante es la paciencia, considera que también la estructura de funciones en el salón de clases convencional no lleva propiamente a la participación activa en el proceso del aprendizaje de la mayoría de los estudiantes, sino que al parecer está diseñada para promover la distancia y desconfianza entre el alumno y el maestro. El salón de clases es un sistema caracterizado por la cercana proximidad física (durante largos períodos) de sus jóvenes miembros, y regido por un patrón de autoridad y un horario de actividades relativamente rígidos, cada uno de los cuales cuenta con su propia serie de reglas. Si bien aún hay mucho por recorrer para encontrar una teoría del aula que sea completa y valida, durante años recientes los sociólogos han desarrollado modelos más complejos, que definen y explican algunos aspectos de la estructura e interacción en el aula. Se supone que los estudiantes y maestros se influyen mutuamente, que la secuencia de estas influencias debe seguirse a lo largo del tiempo para poder comprender los resultados finales, y que una situación de clase dada puede percibirse de diferente manera y tener consecuencias distintas en diversos individuos o subgrupos. “Lo que para un estudiantes es un medio ‘abierto’, para otro puede ser el ‘caos’, y esto da lugar a consecuencias de aprendizaje distintas”. (Juvanen, 2001) El tamaño de la clase y los logros de los estudiantes no se relacionan, cuando menos en forma sencilla y lineal. De modo similar no existen relaciones claramente definidas entre el agrupamiento por capacidad y el aprovechamiento. La presencia de estudiantes sumamente dotados puede elevar el rendimiento de sus compañeros, si bien los propios dotados alcanzan su máximo aprovechamiento en clases sonde alternan sólo con compañeros brillantes. La presencia de adolescentes de necesidades especiales no tiene efecto claramente negativo en otros estudiantes. El clima del aula es un concepto complejo y multidimensional, difícil de captar por medios empíricos: la observación o el cuestionario de auto-informe. Si bien se ha disipado gran parte del espíritu reformista de los sesenta, al parecer existen pruebas de algunos cambios básicos y a largo plazo en la organización social de 32 los salones de clase; cambios que apuntan hacia un papel más activo del estudiante, mayor flexibilidad en la distribución del tiempo y el espacio dentro del salón, estructura de recompensa más directas, mayor interacción y cooperación entre los estudiantes y maestros. Debido en parte a los críticos radicales, en parte a las innovaciones estructurales tecnológicas y sociales, como son la enseñanza basada en la teoría de modificación de la conducta, la vida en la escuela al parecer sí está cambiando a formas que son más congruentes con las experiencias y tratamiento de los niños fuera de la escuela. De acuerdo con Aguilar (2005), los adolescentes reciben la influencia del grupo al que pertenecen. Tanto dentro como fuera de la clase, los grupos formales e informales pueden promover o inhibir los objetivos de la educación. La influencia de los grupos de clase tiene sobre los estudiantes está determinada en gran parte por el estilo o clima de liderazgo y por el grado de cohesión y de moral. Un estilo de liderazgo democrático por parte del maestro que oriente la enseñanza parece ser más provechoso para los estudiantes y para el maestro. Este estilo está asociado a una clara especificación de objetivos de instrucciones razonables, competencia en el dominio del tema y una clara comunicación de las ideas, a la retroalimentación personal a los estudiantes, a la manifestación de sentimientos y expectativas positivas hacia ellos, teniendo en cuenta tanto las necesidades de los alumnos como los objetivos de instrucción, sin olvidar apegarse con firmeza y con constancia a las reglas de la clase. Además, es necesario mantener abiertos los canales de comunicación entre maestros, estudiantes y padres. A toda edad, los grupos de compañeros ejercen una poderosa influencia sobre la conducta del estudiante, particularmente durante finales de la niñez y comienzos de la adolescencia. Esta influencia es especialmente fuerte si el grupo es cohesivo y tiene una alta moral. La cohesión puede ser alta cuando los estudiantes sientes mutua simpatía, cuando cada uno de los miembros tiene varios amigos dentro del grupo, cuando el grupo satisface las necesidades de sus miembros interactúan frecuentemente. 33 Los patrones de amistad son los factores más importantes. Las fuerzas que ejercen influencia sobre la aceptación o la estimación de una persona son el atractivo físico, una conducta agradable, una amistad reciproca y una similitud de intereses y formación. La moral de grupo está íntimamente relacionada con la cohesión, pero también se ve influida por las demandas justas y razonables de la clase. Los maestros pueden intervenir en la formación de la cohesión, pero tienen más posibilidades de determinar la moral de los grupos de clase. Durante largo tiempo las escuelas trataron de maximizar la naturaleza de los grupos de clase para propósitos educativos tratando de agrupar a los niños de acuerdo a su supuesta capacidad. Esta práctica parece ser conveniente en teoría, pero no ha probado ser fructífera en clase. Si bien hay muchos aspectos de la psicología de grupos que no pueden estar bajo completo control del maestro, siguen siendo los factores clave dentro de la estructura social de la clase. Un factor potencialmente importante en la relación social entre el maestro y el alumno está constituido por las expectativas del maestro respecto al desempeñodel niño. Se ha demostrado que en todo acto educativo existen, de parte de los profesores prejuicios, pronósticos, anhelos o intencionalidades con respecto al resultado que pueden obtener nuestros alumnos al llegar a las aulas, muchas veces estos pronósticos son desalentadores, lo que se puede constatar en expresiones tales como: “estos muchachos ya no dan más”, “vienen muy limitados del grado anterior”, “son alumnos de seis”, “ya desde ahora están reprobados”, lo más terrible del asunto es que dichas profecías terminan por cumplirse. En general en el contexto escolar debe enfatizarse y actualizarse la dinámica de cambios y perspectivas del propio adolescente para buscar “su acomodo” en el centro escolar y es que de entrada el docente debe de enfocar sus procesos de enseñanza a partir de como el alumno lo puede asimilar y no necesariamente como el profesor considera lo debe transmitir, situación que en la practica docente 34 es bien común dado el enfoque unidireccional que en ese sentido le da el profesional. 2.3.1 Efecto Pigmalión Por otro lado hay profesores que inician sus experiencias de aprendizaje pensando de manera más positiva, aceptando que si bien es cierto que los alumnos llegan con limitaciones, las pueden superar con el esfuerzo y el ahínco necesarios para salir adelante, que con el esfuerzo de todos (maestros, directivos, padres de familia, personal de apoyo) los muchachos pueden lograr destacados resultados en sus procesos formativos, el problema es que cada vez somos más pocos los que pensamos así Según la mitología griega, Pigmalión era un Rey chipriota que tomó un bloque de piedra y comenzó a esculpir la estatua de una mujer, cada día le dedicaba a la estatua cierto tiempo y poco a poco se fue enamorando de la figura que trabajaba, mientras más tiempo le dedicaba a la estatua, más se enamoraba de ella y al final creyó que era más hermosa que todas las mujeres de la tierra, por lo que pidió a los dioses que le infundieran vida, lo solicitó con tanto anhelo y pasión que le fue concedido, haciendo realidad su ideal. Figurativamente, se le llama Efecto Pigmalión al hecho de que las expectativas que tenemos sobre las personas, las cosas y las situaciones, tienden a realizarse. De acuerdo a Rosenthal y L. Jacobson (2006), el efecto Pigmalión es uno de estos enfoques con los que los profesores debiéramos iniciar toda experiencia educativa, ya que es el que nos puede permitir lograr de entrada resultados sorprendentes con nuestros alumnos. Si estamos convencidos de que tienen un maravilloso potencial y que sus horizontes son ilimitados, finalmente los veremos desarrollarse y empezar a dar lo mejor de sí. Las escuelas fueron creadas para que cada individuo tuviera mejores oportunidades de éxito en la vida. De alguna manera cumplen su cometido pero los detractores sostienen que la herencia y los factores aleatorios limitan la influencia de la escuela. Sin embargo, este punto de vista crítico no ha sido uniformemente aceptado. 35 La mejor evidencia acerca de la capacidad de la escuela para beneficiar a la sociedad proviene de los recientes progresos en la educación para niños de nivel socioeconómico bajo. Hay distintas teorías que sugieren que estos niños tienen un bajo rendimiento debido a una “carencia cultural”, a deficiencias lingüísticas, y diferencias en estilos cognoscitivos, pero ninguna de ellas tiene plena aceptación. Sin embargo, se ha encontrado que el enfoque de instrucción directa es muy efectivo para los niños de sectores marginados, si se cuenta con condiciones de aprendizaje favorables. Debido a lo anterior, factores como la posición socioeconómica, la participación e influencia de los padres, los estilos de crianza, el origen étnico y la propia calidad de la educación, entre otros aspectos, afectan el logro educativo de los adolescentes; es decir, el éxito escolar se ve influido por: las creencia de auto eficacia en la motivación académica, así como por los diversos efectos que se desprenden del contexto escolar. Por ejemplo, se ha distinguido que las familias pobres cuyos hijos se desempeñan bien, en un contexto escolar suelen tener más capital social que las familias pobres cuyos hijos no tienen un desempeño tan bueno en ese mismo contexto. Si de estímulos se trata es mas conveniente en el afán del sentido de autoeficacia contemplar que se va a tener éxito en el rendimiento escolar, que asumir que el alumno “ya no puede dar mas”, y es que el efecto Pigmalión es muy buen ejemplo de lo que pretendemos alcanzar con el adolescente en este taller: una forma de vida, una adecuada formación en el nivel de educación básica que le permita, por estilo de vida, superarse y considerar que todo lo que derive y trabaje para ello, lo puede lograr, pero esto solo será posible si como docente les podemos transmitir la seguridad y confianza de que si es factible, marginando las actitudes de solo “lo que me toca hacer”, complicándose el enfoque cuando nuestra actitud como docentes así se les transmite a los alumnos. La actitud que el profesor debe mostrar siempre debe de ser “todo lo que puedes alcanzar”. 36 CAPITULO III. PROCESO MOTIVACIONAL 3. Definición: de la motivación al proceso motivacional. Dice Chóliz (2002), que Kleinginna y Kleinginna presentaron hace más de dos décadas alrededor de cien definiciones de motivación diferentes, aunque congruentes con los diversos acercamientos y formulaciones teóricas que las planteaban y es que la Psicología de la motivación se ha caracterizado tanto por la proliferación de modelos teóricos explicativos, como por el déficit de investigaciones experimentales proporcional a semejante cantidad y disparidad de teorías. Cada uno de estos modelos se podría agrupar en acercamientos teóricos, caracterizados por edificarse conceptualmente sobre una serie de principios comunes (homeostasis, reducción del impulso, instinto, refuerzo, determinismo fisiológico, etc.). Hay que señalar que el estudio de la motivación participa de la diversidad de la metodología utilizada y, por supuesto, de la parcialidad de los resultados obtenidos. La investigación epistemológica en psicología (y por ende, en motivación) se divide en diferentes orientaciones que definen el modo de entender los contenidos psicológicos (conocimiento en la investigación psicobiológica, conductista, analítico-introspectiva, etología, procesamiento de la información, etc.). Es evidente que no puede establecerse un modelo teórico explicativo global de la motivación, fundamentado exclusivamente en la consecución de un estado de equilibrio, pero tampoco en lo contrario. La evidencia de que los modelos teóricos que sobre motivación se han dado explican y predicen considerablemente bien algún aspecto de ciertas conductas motivadas, pero que precisan de otros acercamientos alternativos para dar razón del resto de sistemas motivacionales, incluso de las emociones consecuentes. No obstante, los planteamientos teóricos alternativos son tan numerosos y dispares que resulta difícil establecer un modelo integrador de motivación que 37 reúna de forma congruente los elementos fundamentales de los principales acercamientos. Las teorías de Maslow, de Herzberg y de McClellan han sido creadas en los Estados Unidos y no es difícil que la cultura norteamericana haya influido mucho en su concepción. De esta manera, en México y Latinoamérica es necesario realizar los estudios correspondientes a fin de establecer algunas pautas de motivación en el medio mexicano, tomando siempre en cuenta las variables como edad, sexo, ocupación, etc., que puedan afectarla. Es la motivación la que explica por qué se ha efectuado una determinada conducta, o por qué estaba en disposición de realizarse. La psicología de la motivación es el intento de una disciplina por comprender los aspectos
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