Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA Propuesta psicoeducativa de un taller dirigido a pacientes diagnosticados con Trastorno Obsesivo Compulsivo y a sus familiares a través de técnicas de Terapia Cognitivo Conductual. T E S I N A QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: SUSANA MEJIA MORALES DIRECTORA DE LA TESINA Dra. Araceli Lámbarri Rodríguez COMITÉ DE TESIS: Mtra. Margarita María Molina Avilés Mtra. Yolanda Bernal Álvarez Mtra. María Teresa Gutiérrez Alanís Mtro. Jorge Álvarez Martínez Ciudad Universitaria, Cd. Mx. Noviembre, 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DEDICATORIA Dedico este trabajo a mi mamá, por tu herencia más valiosa que me pudiste haber dado, fruto de tu confianza y del inmenso apoyo que en mí has depositado para que tus esfuerzos y sacrificios no fueran en vano durante todo este largo trayecto desde que empecé esta segunda carrera y hasta que finalicé la tesina. A mi papá (q.e.p.d) por sus aportaciones que han sido lecciones de vida. A Caro, por escucharme, comprenderme y por estar siempre conmigo, incluso en los momentos más turbulentos. A Andy, porque con tu ejemplo eres fuente de inspiración y motivación para mí. A Amilkar, por tu apoyo durante todo este proceso. AGRADECIMIENTOS A la Universidad Nacional Autónoma de México, por aceptarme y ser mi alma mater. A la Facultad de Psicología de la UNAM. Al Sistema de Universidad Abierta de la Facultad de Psicología, por las facilidades y apoyo. A la División de Educación Continua, por la metodología, guía y enseñanza. A mi directora de tesina la Dra. Araceli Lombardo Rodríguez, por su dedicación y comprensión para superar los obstáculos durante este proceso. Al comité de tesis; Mtra. Yolanda Bernal Álvarez, Mtro. Jorge Álvarez Martínez, Mtra. María Teresa Gutiérrez Alanís y Mtra. Margarita María Molina Avilés. Al Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, por darme la oportunidad de aprender. A la Dra. María Isabel Barrera Villalpando, por su experiencia, consejos, apoyo y por confiar en mí. A Daniela Guerrero León por motivarme constantemente y estar presente en la evolución y posterior desarrollo total de mi tesina y por su amistad. A Juan José Rojas Flores por sus consejos, recomendaciones, apoyo, propuestas y alentarme siempre en el proceso de titulación. Al Dr. Jorge Andrés Peña Ortega, por su profesionalismo. A Eva Leticia Orduña Trujillo por sus aportes invaluables, por las alegrías y tristezas compartidas y por su valiosa amistad. A María Luis Ruíz Rivera por su apoyo y confianza en ese ambiente donde casi nadie confiaba en mí. Gracias a todos mis maestros, jefes y amigos, pasados y presentes, que me han enseñado algo de ellos porque han enriquecido mi vida. Hoy y siempre… GRACIAS. INDICE RESUMEN ............................................................................................................... - 1 - INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... - 2 - CAPÍTULO 1. ........................................................................................................... - 5 - Generalidades del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) ...................................... - 5 - 1.1 Antecedentes .............................................................................................. - 5 - 1.2 Definición y síntomas .................................................................................. - 6 - 1.3 Epidemiología .............................................................................................. - 7 - 1.4 Diagnóstico .................................................................................................. - 8 - 1.5 Comorbilidad ............................................................................................. - 11 - 1.6 Etiología .................................................................................................... - 13 - CAPÍTULO 2. ......................................................................................................... - 18 - Tratamientos para los pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo .................. - 18 - 2.1 Tratamiento farmacológico ........................................................................ - 19 - 2.1.1 Aspectos clínicos ........................................................................................... - 21 - 2.2 Tratamiento psicológico ............................................................................. - 24 - 2.2.1 Aspectos sociales .......................................................................................... - 25 - 2.3 La importancia de la familia en el paciente con TOC ................................ - 26 - 2.4 Tratamiento neuroquirúrgico ..................................................................... - 29 - CAPÍTULO 3. ......................................................................................................... - 31 - Terapia cognitivo conductual para pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo - 31 - 3.1 Estructura teórica ...................................................................................... - 31 - 3.2 Principios básicos ...................................................................................... - 34 - 3.3 Características de la terapia ...................................................................... - 34 - 3.4 Psicoeducación ......................................................................................... - 35 - 3.5 Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) ........................ - 37 - 3.6 Terapia Grupal .......................................................................................... - 38 - 3.7 Técnicas psicológicas utilizadas para TOC ............................................... - 38 - 3.7.1. Respiración y relajación .............................................................................. - 39 - Relajación ....................................................................................................... - 40 - Relajación muscular progresiva .................................................................. - 41 - Relajación Autógena ..................................................................................... - 42 - Comunicación y asertividad ......................................................................... - 42 - Pensamientos Irracionales y restructuración cognitiva ........................... - 44 - Características de pensamientos irracionales .......................................... - 45 - Reestructuración cognitiva ........................................................................... - 47 - CAPÍTULO 4. .............................................................................................................. 53 Propuesta de un taller de Terapia Cognitivo Conductual (TCC) grupal para pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y sus familiares. ..................................... 53 4.1 Justificación ....................................................................................................53 4.2 Objetivo General............................................................................................. 54 4.2.1 Objetivos Específicos ......................................................................................... 54 4.3 Participantes ................................................................................................... 54 4.4 Acción propuesta ............................................................................................ 55 4.5 Materiales ....................................................................................................... 56 4.6 Escenario ....................................................................................................... 56 4.7 Carta Descriptiva ............................................................................................ 57 4.8 Criterios de evaluación ................................................................................... 64 DISCUSIÓN ................................................................................................................ 65 CONCLUSIONES ........................................................................................................ 66 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 69 ANEXO ..................................................................................................................... 744 - 1 - RESUMEN En este trabajo se propone un taller psicoeducativo para pacientes diagnosticados con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y sus familiares, el cual se basa en técnicas de la terapia cognitivo conductual, tales como la terapia de exposición y la de prevención de respuesta, dichas técnicas han demostrado ser las más efectivas en la práctica en el tratamiento de estos pacientes. Desde sus antecedentes históricos se define al trastorno obsesivo compulsivo como lo describe el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), se compara con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), desde sus síntomas más comunes, epidemiología, criterios diagnósticos, etiología y la comorbilidad con otros trastornos mentales. El tratamiento para controlar al paciente con TOC, consiste en: tratamiento farmacológico, donde se observa que la medicación es útil en el control de los síntomas de este trastorno, cabe hacer notar que cuando no hay un adecuado apego a este tratamiento por lo general sobreviene una recaída. Los fármacos más utilizados actualmente son los inhibidores selectivos de la recaptura de la serotonina (ISRS), ya que disminuyen la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. Generalmente la mejoría se alcanza hasta dos o más semanas de tratamiento. Por último, el tratamiento psicológico que ha demostrado tener buenos resultados en el paciente con TOC, es la terapia cognitiva conductual. Se hace una revisión a la bibliografía reciente, basándose en la evidencia científica, donde se evidencia la efectividad de dicha terapia, reduciéndose los síntomas y la ansiedad en estos pacientes. El abordaje se da en el entorno social y familiar con los pacientes con TOC, destacando la importancia de la familia dentro del tratamiento. - 2 - INTRODUCCIÓN En México, como ocurre en la mayor parte del mundo, la enfermedad mental se aborda sólo en términos del rechazo o de silencio. Los prejuicios, la ignorancia pública y la carencia de políticas que contribuyan a la comprensión, defensa y mejoramiento de las condiciones de vida de aquellas personas que se ven discapacitadas por la enfermedad mental, obliga a una intervención adecuada en los distintos escenarios sociales, culturales y económicos donde se desarrollan dichas enfermedades y sobre todo en el área de la salud mental. Los prejuicios y la discriminación tradicionalmente asociados a los trastornos mentales representan un grave obstáculo en el desarrollo de los programas de atención a la salud mental y afectan considerablemente el modo y la calidad de vida de los pacientes, familiares y de todas las personas cercanas a este tipo de malestares. Dentro de estas enfermedades se encuentra el Trastorno Obsesivo Compulsivo, entenderemos como obsesiones a los pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son experimentados (al menos inicialmente) como intrusos e inapropiados (egodistónicos, en contra de los propios valores) y que causan ansiedad o malestar acusados. Aunque la persona considera que las obsesiones no son el tipo de pensamientos que esperaría tener, reconoce que son el producto de su propia mente (aunque involuntarias) y que no vienen impuestas desde fuera, como ocurre en la inserción de pensamiento. La frecuencia y duración de las obsesiones varían mucho entre pacientes; algunos informan de dos o tres obsesiones por día que duran largo tiempo cada una de ellas, mientras que otros informan de múltiples ocurrencias obsesivas al día, pero de breve duración. El paciente con obsesiones intenta pasarlas por alto o suprimirlas o bien neutralizarlas con algún otro pensamiento o acción, es decir, con alguna compulsión. Las compulsiones son conductas (p.ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar) o actos - 3 - mentales (p.ej., rezar, contar, repetir palabras o pensamientos en silencio, repasar mentalmente acciones previas, formar contraimágenes) repetitivos que la persona se siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que deben ser aplicadas rígidamente (p.ej., llevar a cabo una acción, como vestirse o lavarse, de acuerdo con estrictas reglas propias y sin que se pueda explicar por qué se llevan a cabo). Los rituales son compulsiones manifiestas o encubiertas que siguen un patrón rígido y una secuencia de pasos o etapas con un principio y un final bien definido. Las compulsiones están dirigidas no a proporcionar placer, sino a prevenir o reducir el malestar (o el aumento de este) o a prevenir algún acontecimiento o situación temidos (p.ej., consecuencias desastrosas como matar a alguien o ir al infierno); sin embargo, no están conectadas de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien son claramente excesivas. Aunque el 90% de las compulsiones van dirigidas a reducir el malestar o prevenir un daño, el 10% no se relacionan con las obsesiones. Los pacientes con este trastorno, ocupan la mayor parte de su tiempo en realizar las compulsiones, por lo tanto no se concentran en sus actividades laborales o escolares y muchas veces resulta incapacitante la enfermedad, también para los familiares que viven con ellos. Es la razón por la cual, se propone un taller psicoeducativo para pacientes con TOC y sus familiares. Donde se considera a la familia como instancia fundamental, es decir como el único agente comunitario en nuestro medio, ya que en ella se materializan las condiciones de vida de una población. Para que se lleve a cabo el taller psicoeducativo, es necesaria la participación del paciente y de su familia, de un equipo interdisciplinario de profesionistas y de las redes de apoyo social. - 4 - Es de primordial importancia hacer hincapié en el contacto de los integrantes de la familia con hospitales, equipo de salud, organizaciones de apoyo, entre otras, pues todo esto conforma las redes de apoyo de una configuración social en el cual cada una de estas entidades mantiene relaciones recíprocas con las demás. Las redes de apoyo de la familia no sólo incluyen a las instituciones, sino también al conjunto de individuos que mantienen un contacto social con la familia a través de su desarrollo y que le pueden brindar apoyo o ayuda para solucionar sus conflictos (Tomás J. 2005) - 5 - CAPÍTULO 1. Generalidades del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) 1.1 Antecedentes Enla Edad Media y hasta fines del siglo XIX, se consideraba que los individuos con pensamientos obsesivos blasfemos o de contenido sexual estaban poseídos por el diablo, se usaba como tratamiento el exorcismo, para lo cual se torturaba al sujeto con la finalidad de expulsar a la entidad intrusiva. Posteriormente, la explicación de las obsesiones y compulsiones pasó del ámbito religioso al de la medicina. El Trastorno Obsesivo Compulsivo, que en lo sucesivo se referirá como TOC, aparece por primera vez descrito en la literatura psiquiatría por Esquirol en 1838 y para fines del siglo XIX, era interpretado como una manifestación de la melancolía o de la depresión. En el campo de la psicología, a inicios del siglo XX, Freud utilizó el término de neurosis obsesivo-compulsivo para referirse a la presencia de síntomas obsesivos compulsivos. Pierre Janet, describe los síntomas obsesivos y utiliza con relativo éxito para las compulsiones algunas técnicas conductuales. A mediados de ese mismo siglo, sigue prevaleciendo los conceptos de Freud, quien conceptualiza los síntomas obsesivos-compulsivos como resultado de conflictos inconscientes. De esta forma deja de tratarse los síntomas para enfocarse en los conflictos inconscientes (Jenike MA, 2005). Hasta fines del siglo XX, comienzan a surgir técnicas cognitivo-conductuales que incluyen las de exposición al estímulo y prevalencia de la respuesta como tratamiento de las compulsiones, siendo este hasta la fecha un elemento esencial para el tratamiento del TOC junto con el tratamiento farmacológico (Jenike MA, 2005). - 6 - El primer caso de TOC fue reportado en el compendio “Anatomy of Melancholy” por el Dr. Robert Burton de la Universidad de Oxford en 1621 (Black A. 2004). Hasta el siglo XX que se reconoció y describió como una enfermedad. El avance más significativo ha sido la difusión de información sobre este trastorno, consiguiendo un diagnóstico más certero y una mejor calidad de vida para los pacientes. 1.2 Definición y síntomas El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad. Es un trastorno potencialmente incapacitante, que puede persistir, si no es tratado, durante toda la vida de la persona. TOC se caracteriza por la presencia de ideas o imágenes intrusivas y no deseadas que provocan ansiedad (obsesiones) y por conductas repetitivas que se realizan para disminuir la ansiedad producida por las obsesiones o para prevenir un daño (compulsiones) (Tomás J, Bassas N y et al, 2005) Para cada individuo son específicas las obsesiones, suelen referirse a los siguientes temas; agresión y violencia, responsabilidad por causar daño (p.ej., por errores), contaminación, sexo, religión, necesidad de exactitud o integridad y enfermedades graves (p.ej., cáncer). La mayoría de los pacientes con TOC tienen múltiples tipos de obsesiones. Las obsesiones son relativamente estables; los pensamientos, impulsos e imágenes aparecen en forma reiterada y resultan perturbadores y alarmantes, llegando a provocar un sentimiento de vergüenza y el intento realizado por el individuo para desecharlos, resulta en la mayoría de los casos, infructuosa. Las obsesiones suelen referirse a agresión y violencia, responsabilidad por causar daño, obsesión por la - 7 - contaminación, sexo, religión, necesidad de exactitud o integridad y enfermedades graves (Abramowitz, 2007). Para realizar el diagnóstico según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) se requiere que las obsesiones y compulsiones estén presentes más de una hora al día o interfieran con el funcionamiento diario del individuo. Las compulsiones, por su parte, son conductas intencionadas, repetitivas, urgencias para realizar rituales de comportamiento o mentales y con una finalidad, que se llevan a cabo en respuesta a una obsesión, la conducta está dirigida a neutralizar o prevenir el malestar o algún suceso o situación temida, o con el fin de reducir la ansiedad o la probabilidad del daño relacionado con las obsesiones, sin embargo la actividad no está conectada de manera realista con lo que se pretende neutralizar, o es claramente obsesiva. Los rituales compulsivos son deliberados, aunque carecen de sentido o son excesivos con respecto al temor obsesivo que pretende neutralizar (Abramowitz, 2007). Mientras que las obsesiones suelen producir ansiedad, las compulsiones por su parte, están dirigidas, al menos temporalmente, a disminuir y aliviar la misma. Las obsesiones y compulsiones deben producir malestar, ocupar tiempo, (ocupar más de una hora diaria) o interferir de una manera notable en la rutina diaria del individuo (Jenike MA, 2005). 1.3 Epidemiología Hasta el inicio de la década de los 80’s se consideraba al TOC como un padecimiento raro, a partir de estudios y reportes epidemiológicos, este concepto ha cambiado radicalmente, ya que se ha encontrado una prevalencia del TOC a lo largo de la vida en un rango de 1.9% a 3.3% en Estados Unidos de América (Karno M, 2004) y de - 8 - 0.7% a 2.5% en seis países más como son Taiwán, Corea, Nueva Zelanda, Alemania, Canadá y Puerto Rico (Weissman MM et al, 2004). En la población mexicana, existe una prevalencia del TOC de 1.4% a lo largo de la vida, siendo mayor para las mujeres (1.7%) que para los hombres (0.8%), con edad de inicio a los 22.2 (+-9.8) años (Caraveo, A. 2011). TOC tiene una mayor prevalencia desde la adolescencia pudiendo producir una importante discapacidad: la OMS lo incluye entre las 20 primeras enfermedades discapacitantes, con una prevalencia del 0,8% en los adultos y del 0,25% en niños y adolescentes, y entre las 5 enfermedades psiquiátricas más comunes (Bados, A. 2005). Suele iniciarse en la adolescencia o al principio de la edad adulta, pero también puede hacerlo antes; el 31% de los primeros episodios ocurren entre los 10 y los 15 años y el 75% se desarrollan hacia los 30 años (Black A. 2004). El TOC puede cursar con períodos de disminución de síntomas y otros de exacerbación de los mismos si no se sigue ningún tratamiento. 1.4 Diagnóstico Por lo general, el diagnóstico suele darse de manera fácil durante la primera entrevista clínica, pues los síntomas o características suelen ser muy evidentes, tanto en lo que el paciente informa como en lo que se puede observar en el comportamiento durante la entrevista. Entre los sistemas de clasificación; DSM-V como el CIE-10 existen una serie de características con similitudes y diferencias. - 9 - Similitudes entre el DSM-V y CIE-10; Han tomado como aspectos básicos del TOC la presencia de obsesiones o compulsiones. Contemplan la posibilidad de diagnosticar esta entidad en ausencia de insigth: el DSM-V con el subtipo que lo específica y la CIE-10 no exigiéndolo en el estado actual, sino en algún momento de la historia de la enfermedad. Mientras el CIE-10 de manera explícita menciona que la resistencia debe ser infructuosa como mínimo frente a una formación obsesiva, mientras que el DSM-V aborda este tema implícitamente al considerar las obsesiones como intrusas, el sujeto intenta ignorarlas o suprimirlas. Se excluyen aquellas conductas generadoras de placer, tales como las adicciones las parafilias y los trastornos de alimentación. Diferencias entre el DSM-V y CIE-10; Criterios temporales: la CIE exige que las formaciones obsesivas deben estar presentes durante la mayor parte del día de dos semanas consecutivas, mientras que el DSM-V no contempla esta condición. Para el CIE-10 las obsesiones y las compulsiones son formas de conducta equivalentes, que sólo se diferencian en su forma de presentación: cerradas, no observables, las obsesiones y abiertas, observables, las compulsiones. El DSM-V considera que entre ambas hay una relación funcional: lacompulsión surge como respuesta al malestar, al displacer provocado por las obsesiones y, en consecuencias pueden configurarse tanto de forma abierta como cerrada, constituyendo en este caso las llamadas compulsiones mentales. - 10 - Dentro del TOC se pueden diferenciar como más comunes los siguientes tipos: Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones. Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe. Repetidores: son aquéllos individuos que se empeñan en la ejecución de acciones repetitivas. Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas. Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden desprenderse. Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones. Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos. Filosofales: Con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico del que no pueden desprenderse. Incompatibles con los numerales. Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos únicamente mentales. - 11 - Sexuales: pensamientos sexuales recurrentes, abarcan todas las particularidades y conductas sexuales, como: ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales o no ser apetecible. Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la homosexualidad. 1.5 Comorbilidad El TOC difícilmente se presenta de manera aislada, frecuentemente lo encontramos asociado a otros trastornos, tales como de ansiedad, (fobia específica, fobia social, trastorno de angustia) trastornos alimentarios y trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad, así como una alta incidencia con el síndrome de Gilles de la Tuorette, con cifras que oscilan entre el 35 y 50% (Oc & Sda, 2004). En el síndrome de Tourette las formaciones más frecuentes son las ideas de simetría y violencia sexual acompañadas de rituales de contar, tocar y automutilación. Una diferencia entre ambas entidades consiste en que mientras en el TOC las compulsiones derivan de las ideas obsesivas, las conductas compulsivas observadas en el síndrome de Tourette son más primarias independientes de las obsesiones. También existe una gran comorbilidad con otros trastornos como la esquizofrenia, tricotilomanía, el trastorno dismórfico corporal (Lóyzaga, C. 2000). La edad de inicio tiene un importante impacto en la duración del TOC y su comorbilidad: los tics se han asociado más frecuentemente a un inicio temprano. Así como otros trastornos del espectro obsesivo-compulsivo como los trastornos de la conducta alimentaria. Se han encontrado un alta comorbilidad del TOC durante la infancia y la adolescencia, con otros trastornos de ansiedad, de un tercio a la mitad de los niños y adolescentes - 12 - con TOC tiene una historia previa de algún trastorno de ansiedad, siendo el trastorno de ansiedad por separación y la fobia social entidades comórbidas frecuentes en el TOC de inicio temprano (López, 2014). Un estudio de seguimiento en niños con TOC, se reportó una alta comorbilidad con trastornos de ansiedad, del total de los evaluados 46.8% presentó trastorno de ansiedad generalizada: 17%, trastorno de pánico; 36.2%, fobia social y 19.1%, fobias específicas (Hollingsworth CE, 2000). Este estudio de seguimiento también reportó una significativa comorbilidad con trastornos afectivos donde 29.8% presentó trastorno depresivo mayor y 24.5% trastorno bipolar. La Asociación Francesa de TOC reportó en el 2004 mayor prevalencia de trastorno bipolar en sujetos con TOC, en una muestra de 628 adultos con TOC de inicio en la adolescencia, 30% había presentado episodios hipomaniacos y cerca de 50%, ciclotimia. El TOC es un fenómeno complejo, que ha estado presente a lo largo de la historia y representa actualmente una de las principales causas de discapacidad mundial. Es de alta importancia detectar que tipo de TOC se tiene y con cual trastorno mental se presenta porque de esta forma podemos categorizar y jerarquizar las patologías comórbidas, de manera tal que se esté en condiciones de brindar el mejor pronóstico y la estrategia terapéutica más adecuada. Por otra parte, hacer el diagnóstico del TOC, habitualmente no presenta dificultades, sin embargo, en algunas circunstancias, es necesario diferenciarlo de otros cuadros clínicos (Fernández-Álvarez, 2008). - 13 - 1.6 Etiología Es difícil determinar la etiología del TOC ya que no parece existir una causa única que explique su origen. Múltiples factores facilitadores pueden contribuir en su desarrollo y es frecuente que aparezca precipitado por eventos estresantes o por un estado de ánimo depresivo. Para describir la etiología del TOC es necesario entender que hay diferentes factores, tales como los biológicos, genéticos, de los neurotransmisores y neuroendocrinos (Jónsson, H. 2011). Forman parte de los factores facilitadores del TOC los siguientes: Contribución hereditaria Las personas con TOC presentan una vulnerabilidad genética que, además, es influida por situaciones de estrés y factores ambientales. Lo que se hereda parece ser la naturaleza del TOC, no los síntomas específicos, así, una persona puede tener compulsiones de lavado, mientras que su padre las tiene de comprobación. Variables biológicas La teoría neuroquímica sugiere una participación preferente del sistema serotoninérgico por la demostrada eficacia de los fármacos inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina; y dopaminérgico en la etiología de subgrupos específicos de pacientes con TOC, especialmente aquellos con un diagnóstico de tics. Sin embargo la teoría neuro-anatómica sostiene que existen diferencias anatómicas cerebrales en los individuos con TOC. Dichas diferencias pueden observarse en el núcleo caudal, el córtex órbitofrontal, en el córtex singular o en los ganglios basales. - 14 - El hecho de que algunas personas que han sufrido un traumatismo craneoencefálico presenten síntomas de TOC respalda esta hipótesis (Freeston, M.H, 2001). Experiencias tempranas Existe una influencia en el origen del TOC de ciertas experiencias tempranas: Estilos educativos que enfatizan en exceso la responsabilidad y el perfeccionismo. Haber tenido como modelos durante la infancia personas con características obsesivo-compulsivas. Formación religiosa estricta donde se considera que pensar algo es equivalente a hacerlo o tan malo como si se hiciera. Formación moral estricta que facilita la inflexión entre lo que está bien y lo que está mal. Las experiencias tempranas facilitan la existencia de determinadas creencias o modos de pensar. Algunas de las categorías de creencias comunes en el TOC se agrupan en: Responsabilidad exagerada: “Si pienso algo y luego ocurre será mi culpa, tengo que evitarlo”. Control absoluto sobre los propios pensamientos: “No puedo pensar ciertas cosas, si lo hago quiere decir que no estoy bien”. Sobreestimación de la importancia de los pensamientos: “Pensar algo así es tan malo como hacerlo”. Sobreestimación de la probabilidad y gravedadde las consecuencias: “Si he pensado esto lo más probable es que vaya a suceder”. - 15 - Baja tolerancia a la incertidumbre: “Haré todo lo posible por evitar que algo malo suceda si está en mis manos”. Perfeccionismo: “Si cometo un error tendrá graves consecuencias”. Esta última es especialmente característica de las personas con TOC. Estos individuos perciben como esencial la prevención de resultados negativos y se fundamenta en la creencia de que uno tiene el poder en la producción o prevención de las consecuencias negativas. Características personales Estudios realizados muestran que parecen existir 10 factores de personalidad que son frecuentes en la infancia de las personas con TOC: ansiedad por separación, resistencia al cambio, aversión al riesgo, sumisión, susceptibilidad, perfeccionismo, hipermoralidad, ambivalencia y excesiva devoción al trabajo. Eventos estresantes Las personas con TOC pueden tener ciertas características personales, sin embargo, el trastorno en sí puede no aparecer hasta que ocurre un evento estresante o se da un estado de ánimo deprimido. Algunos de los acontecimientos estresantes más frecuentes son los pequeños problemas cotidianos como: ser criticado, estar enfermo, descansar de modo insuficiente, dormir poco, situaciones de rechazo, problemas de toma de decisiones, ruidos, perder cosas, obligaciones sociales, conflictos, etc. - 16 - Factores activadores La contribución hereditaria, las variables biológicas, experiencias tempranas o determinadas creencias, son factores que facilitan una predisposición para el surgimiento del TOC. Aún así, su aparición puede verse precipitada por eventos estresantes o un estado de ánimo deprimido. Las obsesiones pueden dispararse por una serie de factores: Situaciones externas. Como ver un cuchillo, dar la mano a alguien, etc. Según el tipo de obsesión. Dudar al recordar algo que se ha hecho. Como no estar seguro de haber cerrado el coche. Sensaciones corporales que desencadenan pensamientos negativos. Como tener un mareo que hace surgir el pensamiento de si se tendrá SIDA. Otros factores como: el bajo estado de ánimo, los acontecimientos estresantes, la lucha para no tener obsesiones y la auto-observación para ver si se está teniendo algún pensamiento obsesivo. Factores de mantenimiento Es muy importante el significado que la persona da a las obsesiones una vez se disparan. Si se sobrevalora la importancia de tener un pensamiento negativo (“¿puedo yo llegar a hacer algo así?, si lo he pensado tal vez sí”, “si he pensado esto, seguramente algo malo va a ocurrir”) es probable que se centre la atención en lo negativo y en la amenaza y se trate de hacer frente luchando contra estos pensamientos. Esta valoración negativa de los pensamientos o amenazas produce malestar/ansiedad y la persona trata de reducirlo mediante las compulsiones o rituales (limpieza, comprobación, repeticiones, acumulaciones), la evitación y/o la supresión del pensamiento. - 17 - Las personas que sufren TOC creen que si no realizan sus compulsiones o rituales ocurrirán realmente consecuencias catastróficas (como contagiarse de una enfermedad, contaminarse, etc.) lo que provoca rumiaciones o sentimientos de culpa. Así pues, las compulsiones tranquilizan, disminuyen la ansiedad y permiten evitar la auto-culpabilización. De esta manera se instauran las obsesiones, la persona al sentir una tranquilidad y control mediante la realización de rituales y comprobaciones, refuerza aún más las obsesiones creando un círculo cerrado que se retroalimenta y mantiene el problema (Vallejo, et al, 2001). Desafortunadamente el trastorno obsesivo compulsivo no desaparece, ni disminuyen los síntomas con el tiempo, es preciso una participación activa por parte de la persona para lograr un cambio, junto con la ayuda de un profesional. Aunque sea raro que exista una cura completa, la aplicación de un tratamiento especializado permite con frecuencia aliviar los síntomas por un largo periodo. En el siguiente capítulo se abordará los diferentes tratamientos para el TOC que según la literatura basada en evidencias han funcionado con éxito. - 18 - CAPÍTULO 2. Tratamientos para los pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo Ha sido tradicionalmente problemático el abordaje terapéutico del TOC. Los principales tratamientos del pasado de corte psicodinámico no lograron más que mínimas y transitorias mejorías, por lo que el TOC adquirió una fama de problema intratable (Boschen, M.J. 2008). Posteriormente, desde la Terapia de Conducta, los acercamientos iníciales fueron también problemáticos. En efecto, si bien se produjo una mejora en el tratamiento del problema, ésta fue limitada. La aplicación de la detención del pensamiento y otros procedimientos basados en el control de contingencias, sólo fueron útiles en un reducido porcentaje de pacientes menor del 50% (Stern, F.A. 2005). La situación mejoró con la aplicación de las técnicas utilizadas en otros trastornos de ansiedad, más concretamente con las fobias. La aplicación de la desensibilización sistemática y otras técnicas como la intención paradójica centrada en la verbalización repetida de los pensamientos obsesivos, facilitó el abordaje del TOC aunque de forma poco significativa (Black A. 2004). El tratamiento del TOC tuvo un impulso significativo a mediados la década de los 60 con la aplicación de los procedimientos de exposición con prevención de respuesta. Al trabajo pionero de Meyer (1966) le seguirían muchos otros que terminarían por caracterizar este tratamiento como el de elección en el TOC. También en esta época se muestra la eficacia de los psicofármacos, la clomipramina (Fernández-Córdoba y López-Ibor Año, 1997), siendo la farmacología otra alternativa terapéutica favorable para el TOC. Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia para el TOC son los farmacológicos y los psicológicos basados en procedimientos cognitivo-conductuales. - 19 - La intervención terapéutica conjuga, normalmente, tratamientos específicos e individuales, en función del diagnóstico principal, con otros de carácter más general o contextual, en función de las características personales y circunstancias del paciente. Clínicamente se ha observado que con el tratamiento combinado el paciente obtiene un mayor beneficio ( Jónsson, H. 2011). 2.1 Tratamiento farmacológico El abordaje farmacológico del TOC se basa primordialmente en los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS), medicamentos que han resultado ser efectivos y seguros. Sin embargo, la medicación es útil en el control de los síntomas del TOC pero a menudo, si se deja el fármaco, sobreviene una recaída. La mayoría de las personas necesitará medicarse indefinidamente. El primer tratamiento específicamente aprobado para su uso en el TOC fue el antidepresivo tricíclico clomipramina (Anafranil) (Cia, 2010). Los psicofármacos de segunda generación, que son utilizados hoy en día, se llaman inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS). Estudios extensos han demostrado que estos inhibidores favorecen, al menos ligeramente, a casi el 80% de los pacientes. Y en más de la mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del TOC al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo general no se alcanza hasta las dos o más semanas de tratamiento. (Alonso, 2006). Los ISRS fluoxetina (Prozac) y fluvoxamina (Luvox) han demostrado efectos benéficos en el TOC, independientemente su comorbilidad con síntomas depresivos iníciales (Tomás J, 2005). Los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina se encontraron más efectivos que los inhibidores de recaptura de noradrenalina para el tratamiento del TOC. Estudio realizado por DeVeaugh-Geiss y colegas, mostroque cerca del 40-60% de los - 20 - pacientes respondieron al primer tratamiento con ISRS. Una porción de pacientes que no respondieron al primer tratamiento con un solo ISRS respondió a la administración de un segundo. Otro tratamiento que ha mostrado buenos resultados es el aumento de bloqueadores de dopamina al tratamiento con ISRS (Lóyzaga, C. 2000). Los IRSS son fármacos que inhiben selectivamente la recarga de serotonina y carecen de actividad antagonista sobre otros neurotransmisores, lo que explica el bajo número de efectos secundarios que presentan. Tienen una curva dosis-respuesta plana, quiere decir que más de 75% de las personas que responden a esta medicación lo hacen a la dosis inicial (Bravo, 2008). En el caso de la fluoxetina parece haber un efecto ventana terapéutica (por encima de una dosis determinada los efectos terapéuticos disminuyen). En general tienen una vida media larga, lo que permite la administración de la dosis una vez al día; esto resulta especialmente relevante en el caso de la fluoxetina con una vida media que supera las 24 hrs. y que además tienen un metabolito activo, la norfluoxetina, con una vida media mayor (Stern, F.A. 2005). La Clomipramina (CMI) es el heterocíclico más eficaz para el tratamiento antiobsesivo. La superioridad del CMI sobre otros antidepresivos tricíclicos (ATC) parecen relacionados con sus potentes propiedades serotoninérgicas y es consistente con la ausencia de respuesta a esos otros antidepresivos. Los ISRS tienen efectos colaterales, entre los más comunes descritos son; náuseas, cefaleas, temblor, malestar intestinal, somnolencia, acaticia, insomnio, desinhibición agitación o incluso hipomanía (Kehl PA, 1996). Los antidepresivos IRSS son fluvoxamina, fluoxetina, paroxetina, sertralina y citalopram, todas con formas de administración oral. Si bien es cierto que tiene efectos adversos menos masivos como los otros grupos de fármacos antidepresivos, en algunos sujetos pueden provocar efectos adversos gastrointestinales (nauseas, flatulencias y diarrea) del sistema nervioso central (insomnio, inquietud, irritabilidad, - 21 - agitación, temblores y cefaleas que tienden a desaparecer después de algunas semanas) y sexuales (eyaculación retardada y anorgasmia). Algunas contraindicaciones por las que se deberán administrar a dosis más bajas en pacientes con insuficiencia hepática o renal. Interacciones con IMAO, y según el tipo de IRSS tener cuidado en la administración conjunta con ADT, anticoagulantes orales (warfarina), fenitoína, clozapina, teofilina, litio, triptófano y alcohol (Bados, A. 2005). La mayoría de las investigaciones sobre el efecto de los IRSS indican que se necesitan dosis mayores para el tratamiento del TOC que las dosis antidepresivas estándar. Dado que la administración del fármaco debe ser a largo plazo, como mínimo 2 a 3 años, y en los casos severos de por vida, el tratamiento de elección debe tener en cuenta el perfil de tolerabilidad y el riesgo de potenciales efectos adversos del fármaco seleccionado. La atención está actualmente focalizada en la necesidad de detectar cual es, entre los IRSS, el fármaco más seguro para el tratamiento a largo plazo, dada la condición crónica y debilitante del paciente con TOC (Cía, H. A. 2006). 2.1.1 Aspectos clínicos En la última década los pacientes con TOC resistentes a tratamiento han significado un reto tanto para clínicos como para investigadores; se sabe que un 40 al 60% de pacientes no responden al tratamiento con ISRS, por lo que diferentes formas de tratamiento han sido investigadas, incluyendo estrategias de aumentación, psicoterapia y estimulación cerebral. Los pacientes con TOC han sufrido múltiples vicisitudes nosológicas. Desde que Esquirol (1838) los situara en el contexto de las locuras parciales o monomanías, luego la escuela francesa en el contexto de las locuras (“folie de doute” de Falret; “delire du toucher” de Legrand du Saulle; “folie lucide” de Trélat). Estos trastornos han - 22 - transitado hacia la categorización de neurosis de origen emocional – por una lesión funcional del SN vegetativo (Morel) o por causa psicodinámica (Freud) – hasta la psicastenia de Janet, de base psicofisiológica, y la opinión generalizada durante varias décadas, respecto a su integración en el campo de las neurosis, sosteniendo que la base del trastorno estaba en la conflictiva infantil. Algunos autores (Bleuler, Bumke, etc.), sin embargo, se han inclinado por incluir los TOC entre las psicosis y otros, clásicos y actuales (Luys, Monserrat- Esteve), los han considerado como trastornos independientes. Las nuevas clasificaciones de referencia tanto para clínica como para investigación sitúan a los TOCS, entre los trastornos de la ansiedad (DSM-IV) o en el seno de los trastornos neuróticos, secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos (CIE-10) (Vallejo, 1997). Vallejo es uno de los autores que defiende la posibilidad de que se trate de trastornos independientes, y la justifica por: 1. La importancia de la base genética 2. Las peculiaridades clínicas que las diferencian de otras patologías 3. Por ser un trastorno natural con idiosincrasia propia, de forma que se inician en la edad infanto-juvenil y siguen un curso crónico, no raramente incapacitante 4. Los datos neuroanatómicos que apuntan hacia una disfunción de los circuitos fronto-estriales, concretamente del descrito por Alexander (zonas órbito- mediales frontales –núcleo caudado –globus pallidus –tálamo – cortex frontal. 5. Tienen una terapéutica específica , ya que responden tan solo a antidepresivos de acción serotoninérgica, a la terapia conductual y a la psicocirugía, mientras que no lo hacen a las benzodiacepinas, los antipsicóticos, los antidepresivos de acción noradernérgica y la TEC, que son terapéuticas útiles en la ansiedad, las psicosis o las depresiones respectivamente (Vallejo, 1997). - 23 - Algunos autores norteamericanos, como Hollander, hablan de un espectro obsesivo en función a las conexiones que los TOCs tienen con otras patologías. Es el planteamiento de un continum, de la dimensión impulsiva- compulsiva (Hollander, 2005). En un extremo de la dimensión se situarían los trastornos relacionados con la evitación al daño y la aversión al riesgo; en los que las compulsiones se realizarían en un esfuerzo por reducir la ansiedad o la amenaza percibida. En este extremo, se sitúan el TOC, el trastorno dismórfico corporal y la anorexia nerviosa. En el otro extremo opuesto, se encuentran los trastornos asociados a la impulsividad o el gusto por el riesgo; en los que los individuos tendrían dificultades para valorar las consecuencias negativas de su conducta, siendo mucho más relevantes para ellos aspectos como la gratificación/ respuesta inmediata, placer, o la activación/excitación a corto plazo. En este punto del continuo se incluirían las compulsiones sexuales, compra compulsiva, juego patológico, trastornos por atracón y la cleptomanía, que también se han contemplado como adicciones comportamentales (Hollander, 2005). Varios estudios han indicado que más de la mitad de las personas con TOC cumplen con criterios de por lo menos un trastorno actual supuestamente existente del espectro O-C y que más de las dos terceras partes tienen antecedentes a lo largo de su vida de por lo menos un trastorno del espectro O- C (Alonso, M, 2006). El argumento de la semejanza clínica entre el TOC y los trastornos del espectro O-C se basa en la presencia frecuente de pensamientos o preocupaciones reiterativas, similares en apariencia a las obsesiones. Sin embargo, estas preocupaciones están focalizadas en aspectos concretos y relevantes de cada trastorno (por ejemplo: el peso en la anorexia nerviosa) y carecen de las características intrínsecas y diferenciadoras de las ideas obsesivas como la concienciade lo absurdo de los pensamientos obsesionales, el aspecto egodistónico o la resistencia que el paciente opone a los mismos (Berrios, 2000). - 24 - 2.2 Tratamiento psicológico La terapia psicológica individual complementa favorablemente el tratamiento farmacológico, incluso en pacientes resistentes a tratamientos o que lo rehúsan. Su aplicación se ha extendido a pacientes que son vistos en los servicios médicos generales. La relación costo-beneficio de una terapia grupal presenta más ventajas en el ámbito institucional (Nezu A.M, 2006). Para que el paciente con TOC sea capaz de poder desarrollar sus actividades normalmente, se sugiere una aproximación multimodal individual con psicoeducación y apoyo social ( Hansen, B., y cols (2007). Se ha demostrado que la Terapia Cognitivo Conductual TCC ayuda a internalizar una estrategia para resistir al TOC, el cual depende de una clara comprensión del trastorno dentro de un esqueleto médico. La Terapia Cognitivo Conductual TCC se engloba dentro de la teoría del trabajo social, donde la información cognitiva y conductual se procesa para realizar un trabajo de modificación de síntomas. La TCC trabaja con los pacientes para modificar conductas y así reducir la ansiedad de los pensamientos y sensaciones. El objetivo de esta terapia es que al final del tratamiento el paciente cambie el conocimiento que tienen sobre las obsesiones, evitar la neutralización y permitir que se habitúe a los pensamientos obsesivos. De esta manera se conseguirá reducir la frecuencia y la duración de estos pensamientos, así como de la ansiedad que provocan. Por neutralización, entendemos el intento de evitar o hacer desaparecer la obsesión. Será un acto voluntario y que requiere un notable esfuerzo personal. Primeramente la TCC trabaja para cambiar las ideas y sensaciones, produciéndose después una mejoría en la conducta. En este sentido, se interviene tanto en la conducta como en la cognición. - 25 - 2.2.1 Aspectos sociales La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es un modelo de tratamiento psicoeducativo, a corto plazo, activo, directivo, estructurado y dinámico que plantea una nueva manera de conceptualizar la psicoterapia, de cómo los diversos factores en los que se desenvuelve el hombre interactúan para dar paso a un estilo de vida. La TCC se basa en la terapia conductual para ayudar al paciente a identificar y modificar conductas desadaptativas por un repertorio de conductas saludables. Las terapias cognitivas se enfocan en la identificación y modificación de las cogniciones de una persona (pensamientos, procesos y estructuras). En la primera etapa se ayuda a identificar o reconceptualizar el problema y a comprender como ciertos pensamientos mantienen conductas insanas. Así, puesto que las personas constantemente piensan, sienten y actúan (Hansen, B., (2007). el objetivo de la TCC es ayudarles a identificar y controlar sus respuestas mentales, emocionales y conductuales mediante una metodología sistemática, estructurada y práctica. La TCC aplicada en el ámbito de la salud parte de considerar la existencia de conductas desadaptativas y distorsiones cognoscitivas en diversos trastornos y utiliza una mezcla de técnicas de modificación de conducta y de procedimientos verbales para identificarlas y corregirlas contribuyendo a su bienestar. En la TCC se da énfasis en el "aquí y el ahora" (es decir, en el presente) de los problemas específicos para ayudar a resolverlos reduciendo los principales síntomas que aquejan a la persona en un tiempo limitado. - 26 - 2.3 La importancia de la familia en el paciente con TOC Debido a que la enfermedad mental es parte de la condición de vida de un individuo y éste es parte de una familia, resulta necesario pensar simultáneamente acerca de la interacción entre el individuo y su entorno familiar. Anderson C, en 1986, mencionó tres puntos importantes por los que el estudio de la familia, es relevante, en primer lugar porque se provoca un impacto en todos los miembros de la familia. En segundo, porque la familia no recibe asistencia, ni apoyo y sus miembros no podrán ayudar a su paciente de manera efectiva, siendo frecuente observar el surgimiento de conflictos conyugales entre los padres, depresión, conducta inadecuada entre los hermanos, y síntomas físicos en casi todos los miembros de la familia. Y tercero, porque la familia experimenta un estrés grave y crónico asociado a la convivencia con el enfermo. (Rascón, G.M. y cols. 2011). Proceso de adaptación a la enfermedad Características tales como aceptación, resignación, depresión, regateo, rabia, negación y aislamiento se suelen pasar por alto con excesiva frecuencia. Estudios como los de Cabrero (1993), ponen de manifiesto el costo o tensión que origina la estigmatización, los temores a conductas impredecibles, la pérdidas de vínculos sociales, el descuido de necesidades y la sobreocupación del familiar que atiende al paciente, las consecuencias económicas si el paciente era el jefe de familia, y plantea dos rasgos íntimamente relacionados con el costo: La sobrecarga y la desesperanza por parte de los integrantes de la familia. La familia juega un papel determinante; sin embargo, es fácil olvidar que ésta suele encontrarse tan necesitada de ayuda y de escucha como su enfermo o usuario. Además es importante tomar en cuenta que las familias, de por sí arrastran sus propios problemas y conflictos los cuales simplemente se complican por la nueva crisis que supone una enfermedad grave. - 27 - El estudio del impacto en la vida familiar, tanto en los cuidadores como en los usuarios se ha observado en diversos aspectos como la restricción en sus actividades sociales (Platt y cols, 1980), la reducción de sus vínculos sociales (Anderson, J. 2010). y el aislamiento en sus hogares con pocos contactos sociales. Así que la forma externa o interna en que la familia experimenta el control de la enfermedad, incidirá sobre la interpretación que le den al padecimiento, su comportamiento frente a él y su capacidad para brindar cuidados al enfermo. Cuando alguien siente que el control se localiza de manera interna, es decir que el individuo y su familia conciben que ellos puedan llevar el control mediante el tratamiento la enfermedad, podrán entonces dominarla y no permitirán que sea ésta la que los controle. Por otra parte, si el individuo y su familia sienten o piensan que el control se encuentra en otro u otros (Dios, los médicos o el azar), les resultará más difícil aceptar la enfermedad y hacerse cargo de ella. Sería necesario evaluar las creencias que tienen la familia y el paciente acerca de la enfermedad, así como aquellas ideas que de una u otra manera pueden influir sobre el curso de la misma. Las creencias involucran vergüenza, culpa o rechazo, y muchas veces bloquean el proceso familiar de aceptación. Por otra parte, desde las políticas nacionales hasta la psicología popular se mantiene una tendencia a la internacionali- zación y localización de los problemas en el individuo o la familia. Estos valores interactúan con el sistema de creencias familiares y producen la sensación de que la pérdida de un miembro, como consecuencia de una enfermedad, constituye un signo de debilidad y falta de carácter para luchar, por lo que esto llega a transformarse en una sensación de derrota y vergüenza (Vallejo, j. y Berrios, G.E. 1997). Para poder hacer una evaluación de los recursos familiares, se tiene que tomar en cuenta las expectativas y la forma de reaccionar ante los sentimientos dolor de cada quien, ya sea el paciente o los familiares darán la diferencia, entre tener elementos o recursos para afrontar y sobrellevar la nueva condición de vida. - 28 - Según Koch, 1985, la adaptación familiar a la enfermedad mental puede seguir uno de dos cursos 1) Cuandolas familias son flexibles y las reglas permiten a sus miembros expresar emociones, la adaptación familiar es eficaz y continúa funcionando efectivamente aun cuando sea de forma diferente. 2) La adaptación ineficaz ocurre cuando los roles son rígidos o cuando las reglas familiares prohíben la expresión emocional. La flexibilidad en roles como en reglas debe considerarse como el recurso que contribuye a que la familia resista el impacto desorganizante del estrés que ocasiona el padecimiento. “Mientras más funcional sea una familia, contará con más recursos para manejar la enfermedad mental. En cuanto a los recursos de la misma, habrá que valorar una serie de aspectos como la capacidad de autonomía de los diferentes miembros, la existencia o no de límites de funcionamiento claros, el estilo de comunicación, la capacidad o dificultad de la familia para expresar sus afectos de manera clara y directa, así como si existe un sistema abierto que permita la entrada y salida de información al igual que la creación de relaciones nuevas y, finalmente, su habilidad para resolver problemas y conflictos” (Rascón, 2011). Las demandas que la enfermedad mental exige a la familia, así como la gravedad de la misma se encuentran inversamente relacionadas con el grado de adaptación familiar al padecimiento (Rauch, S.L. 2006). Las familias con mayor información, con un mejor sostén emocional y material tienen mayor oportunidad de alcanzar una adaptación efectiva a la enfermedad; por otra parte, aquellas que viven relativamente aisladas de la sociedad, en la pobreza o que son estructuralmente inflexibles, pueden tener mayor dificultad para adaptarse. Así que la actitud de la familia y del paciente resulta crucial en la determinación del curso de la enfermedad y contribuye para el mejoramiento o exacerbación de los síntomas (Vallejo, J.1997). - 29 - 2.4 Tratamiento neuroquirúrgico Además de la terapia farmacológica y psicológica, existe como opción la terapia electroconvulsiva (TEC), sin embargo algunos pacientes no responden adecuadamente a ninguna de las terapias mencionadas en los apartados anteriores, en cuyos casos, la intervención neuroquirúrgica debe considerarse como una alternativa justificada. Estas técnicas se incluyen dentro de la denominada neurocirugía funcional, puesto que se trata de mejorar o restaurar la función de algunos circuitos neuronales; es decir, actuar sobre su fisiología, de modo similar a lo practicado en la cirugía para ciertos trastornos del movimiento (p. ej., enfermedad de Parkinson). Las intervenciones neuroquirúrgicas han corroborado modestamente las trayectorias anatómicas del TOC (Jenike MA. (2005). Todas estas investigaciones son preliminares, y debido el pequeño número de estudios y de muestras, las conclusiones deben ser consideradas como probables y no como definitorias. En resumen, el circuito constituido por los ganglios basales, el tálamo, el cíngulo y los lóbulos frontales, parece constituir la mayor anatómica del TOC. Esta diversidad anatómica sugiere, por lo tanto, la falta de un punto localizado para el TOC. Este fundamento ha sido parcialmente corroborado por las lesiones anatómicas con diferente localización en los pacientes con TOC, quienes presentaron un pensamiento concreto, obsesividad, compulsividad, ausencia de ansiedad y falta de interés en recibir tratamiento (Yaryura-Tobas y cols., 2000). Los estudios funcionales de neuroimagen en el TOC muestran que la medición del flujo sanguíneo cerebral regional (rCBF) de los pacientes en PET (tomografía por emisión de positrones), al ser comparada con sujetos normales, ha mostrado una hiperactividad en el COF, CCA y estriado (Fitzgerald, 2005). Dicha actividad estaría directamente relacionado con el cuadro clínico, ya que se incrementa durante la provocación de los síntomas de los pacientes y se reduciría con el tratamiento médico (Rauch, 2003). La hiperactividad del COF, estaría relacionada con la gravedad del - 30 - TOC, de esta manera los pacientes con una buena respuesta clínica tras la cirugía (DBS en VS/VC) muestran una modulación de la hiperactividad del COF, área subgenual CCA, estriado, GP y tálamo. Esto se ha encontrado en 6 pacientes con TOC tratados quirúrgicamente, mientras que dicha hiperactividad se mantenía en los pacientes considerados como refractarios (Rauch, 2006). La experiencia de los trabajos reportados en este campo nos lleva a concluir que existen diferentes dianas quirúrgicas que pueden llegar a modular la actividad patológica de los circuitos órbito-frontal y córtex medial prefrontal a través de una disrupción o modulación de sus fibras entre córtex frontal y tálamo o bien dentro del propio VS. Ambas dianas, VS/CI y NST, actuarían a distintos niveles con resultados clínicos similares. También se ha observado en las revisiones evolutivas, que los pacientes intervenidos mantienen una mejoría progresiva, lo que indicaría que la modulación de los circuitos no es inmediata, como ocurre en los trastornos del movimiento, sino que lleva más tiempo en alcanzar el beneficio terapéutico considerado como óptimo (Rauch, 2006). - 31 - CAPÍTULO 3. Terapia cognitivo conductual para pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo Dentro del campo cognitivo, los investigadores, clínicos y teóricos aplican la Terapia Cognitivo Conductual a múltiples trastornos clínicos. Uno de los objetivos de las terapias cognitivas, según Beck, es aplicar su campo de intervención evaluando su eficacia (Labrador F. J. 2008). 3.1 Estructura teórica La terapia cognitivo conductual comprende una teoría de la actividad psíquica que reconoce dos grandes vertientes: el conductismo y la psicología cognitiva o, para decirlo en otras palabras, el paradigma asociacionista y el paradigma de procesamiento de información. Ambos han ofrecido explicaciones diametralmente alternativas respecto a diversos temas que han abordado. Para el Conductismo o Psicología de la Conducta la actividad psíquica radica en las operaciones de conexión entre estímulos y respuestas y el papel de las contingencias reforzadoras sobre el comportamiento (tanto abierto como encubierto). Para el cognitivismo o Psicología Cognitiva, en cambio, son los procesos mentales (Fernandez-Álvarez, 2008). El objetivo del cognitivismo es explicar los procesos de pensamiento y las funciones superiores del psiquismo. Los objetos de estudio que delimitan cada uno de los modelos son diferentes, lo que también marca diferencias en el tipo de investigaciones que ambos realizan habitualmente. En el caso del Conductismo, programas de condicionamiento, tanto clásico como operante en el caso del Cognitivismo la indagación del funcionamiento de la mente a través de diferentes aspectos del procesamiento de la información. - 32 - Sus teorías psicopatológicas también son tributarias de ambos paradigmas: en el caso de los trastornos de ansiedad existen modelos explicativos basados en el condicionamiento y en el procesamiento de la información. Aunque, cada vez más, existen acercamientos entre ambos enfoques: El paradigma de la psicología cognitiva (y las terapias cognitivas) consiste en el principio de la mediación cognitiva. Es decir, una respuesta emotiva y/o conductual ante una situación está mediada por un proceso de evaluación relacionada a los objetivos (metas, deseos) de cada persona. Las estructuras cognitivas, generalmente denominadas esquemas, que dan lugar a las evaluaciones y a las respuestas, son el resultado de predisposiciones genéticas y del aprendizaje generado a través de las experiencias vividas, propias de cada persona. La terapia busca la modificación de esquemas disfuncionales con la consiguiente modificación de las respuestas emotivas y/o conductuales. Así, el concepto fundamental en la terapia cognitivo conductual es el de reaprendizaje.Cabe mencionar que la terapia cognitivo conductual complementa el modelo médico biológico de los diversos trastornos en lo que se aplica. La TCC consta de 3 fases o etapas: Evaluación: Se examina el caso mediante la entrevista y observación clínicas, registros, autoregistros y diversos instrumentos estandarizados. Se formulan hipótesis acerca de los problemas que presenta la persona y se trazan los objetivos del tratamiento. Intervención: - 33 - Se emplean técnicas terapéuticas orientadas al logro de los objetivos planteados. Seguimiento: Se evalúa la efectividad del programa terapéutico en el mediano y largo plazo y se realizan los ajustes necesarios para el mantenimiento de los cambios positivos Se apoya en 4 pilares teóricos básicos: los aprendizajes clásico, operante, social y cognitivo. Según Beck, basa en el supuesto teórico de que los efectos y la conducta de un individuo están determinados en gran medida por el modo que tiene de estructurar el mundo. Sus cogniciones se basan en actitudes o supuestos desarrollados a partir de experiencias anteriores El terapeuta ayuda al paciente a pensar y actuar de un modo más realista y adaptativo en relación con sus problemas psicológicos, reduciendo o eliminando así los síntomas Existen tres objetivos principales; controlar los pensamientos (cogniciones) automáticos negativos; identificar las relaciones entre cognición, afecto y conducta; y examinar la evidencia a favor y en contra de los pensamientos distorsionados. Dentro de los Modelos Cognitivos se encuentran; La Terapia Cognitiva de Aaron Beck (1921) y la Terapia Racional Emotiva de Albert Ellis (1913). La Terapia Racional Emotiva es propuesta por Albert Ellis, quien descontento con los escasos resultados obtenidos con el psicoanálisis da un giro a la terapia que practicaba, creando una terapia más breve directa y efectiva, con mayor implicación del terapeuta y el cliente, y con técnicas centradas en la influencia que ejercen los pensamientos y las creencias irracionales sobre las emociones y los comportamientos de las personas. Esta terapia propone una explicación biológica, psicológica y social - 34 - de la conducta y emociones humanas, partiendo de la premisa de que casi todas las emociones y conductas humanas son resultado de lo que las personas piensan, asumen o creen. 3.2 Principios básicos 1. Un paciente debe aprender a distinguir entre la realidad y su percepción de ella ya que las experiencias pasadas pueden influir en la forma de recibir y evaluar cierta información. 2. Su percepción de la realidad está influida por procesos de aprendizaje, que pueden ser producto de errores en sus pensamientos. 3. Basado en los 2 anteriores, se busca ayudar al que considere sus creencias como hipótesis que puede comprobar, negar ó modificar siendo un agente activo en su proceso de cambio. 4. A las personas se les enseña una variedad de técnicas para el manejo de problemas que aplicarán en situaciones cotidianas. 3.3 Características de la terapia 1. Es breve 2. Está centrada en el presente (en el "aquí y ahora"), en el problema y en su solución. 3. Tiene un carácter preventivo de futuros trastornos. 4. Va directamente a la resolución del problema, a la forma de lograr los resultados deseados. 5. Establece una relación colaborativa entre paciente y terapeuta 6. El proceso incluye tareas de auto-ayuda que se realizan entre sesiones. - 35 - 7. Pese a lo breve y sencillo del método produce cambios importantes y perdurables. 8. El enfoque es altamente educativo, por lo cual el paciente aprende a resolver sus problemas o trastornos por sí mismo. 9. Emplea evaluaciones objetivas para determinar la eficacia de las técnicas. 10. Es activa y directiva 3.4 Psicoeducación La intervención psicoeducativa incluye la interacción entre la persona con enfermedad mental o usuario, sus familiares y amigos, con el proveedor de la información, que en este sentido será cualquier integrante del equipo de salud mental. La psicoeducación enriquece y aclara la opinión de las causas y efectos de la enfermedad, el entendimiento disminuye el riesgo de recaídas y de rehospitalizaciones. También permite reducir el sentimiento de incapacidad y favorece la descarga emocional, física y social de angustia, temor, malestar, estigma y aislamiento, entre otros aspectos. Participar en un grupo psicoeducativo ofrece muchas ventajas sin embargo, hay que tomar en cuenta algunas situaciones: los pacientes con enfermedad aguda suelen agravarse, se pueden exacerbar síntomas y pensamientos desorganizados y presentarse problemas en la atención, y en la concentración durante el curso. También debe tenerse cuidado el manejo del nivel de estrés de las personas enfermas y de sus familiares. (Albarran, 2007). Los principios en los que se integra el curso psicoeducativo son: 1.- Un modelo colaborativo del equipo de instructores 2.- El cual, esté informado y capacitado 3.- Que apoye a la Integración de las familias al tratamiento - 36 - 4.- Que ayude a la recuperación y la rehabilitación en el paciente 5.- Apoyando en abatir la discriminación y promover la reinserción social del paciente y la familia. Psicoeducación para pacientes con TOC Con el componente educativo en la TCC ayuda al paciente con TOC a conceptualizar los síntomas y a darse cuenta como se debilitan con las técnicas empleadas, como la de exposición y prevención de respuesta que producen un beneficio final. El paciente aprenderá que existe una justificación coherente para la TCC. Los principales conceptos para transmitirse son: Que los pensamientos invasivos no deseados son normales Que las interpretaciones disfuncionales de las ideas invasivas causan obsesiones Que la evitación y los rituales compulsivos mantienen las obsesiones y las técnicas terapéuticas para pacientes con TOC, son las siguientes: Se basan en la idea de que el TOC es un conjunto de patrones de pensamientos y comportamiento que se convierte en un círculo vicioso que requiere ayuda para romperse. Los patrones de pensamiento adaptativo anómalo en el TOC implican sobreestimación del peligro relacionado con las obsesiones, lo cual produce ansiedad cuando se enfrentan ciertas situaciones y pensamientos, esta ansiedad obliga a hacer algo para aliviar o prevenir que algo malo ocurra. Los patrones de comportamiento adaptativo anómalo incluyen rituales y otras estrategias que disminuyen la ansiedad obsesiva. - 37 - Los rituales son contraproducentes porque sólo reducen la ansiedad temporalmente, aunque al hacerlo se convierten en hábitos cada vez más fuertes. (Abramowitz, 2007). 3.5 Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) El método psicológico específico y recomendable para pacientes con TOC., se denomina Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR), es eficaz en muchas personas, especialmente en las que presentan rituales conductistas, además ha sido establecido como el tratamiento efectivo para el TOC. Mediante este método el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, el paciente es alentado a evitar sus rituales con apoyo y medios provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para asistirle. Los estudios realizados y la práctica diaria demuestran que la EPR es una terapia muy exitosa para la mayoría de los pacientes que la completan y los efectos positivos perduran una vez finalizado el tratamiento (Cía, H. A. 2006). El objetivo de esta terapia es permitir que el paciente tenga experiencias en las que se confronten los estímulos obsesivos sin el uso de rituales para búsqueda de seguridad, pero en las que los resultados temidos no se materializan y la única explicación es quelos estímulos obsesivos no son tan peligrosos como se creía (Abramowitz, 2007). Se origina a partir del descubrimiento del proceso de habituación, que consiste en la exposición prolongada a una situación que le genere al individuo una respuesta de temor o ansiedad intensa. Luego de un tiempo de exposición a lo temido, la respuesta de temor, luego de incrementarse y luego disminuir, se extingue, por lo cual el sujeto termina habituándose al estímulo, el cual deja de producirle la respuesta asociada (Cía, H. A. 2006). - 38 - 3.6 Terapia Grupal Es la reunión de un grupo de personas, con uno o más terapeutas, con el objeto de mejorar sus aspectos vivenciales. La socialización obtenida en el grupo puede tener efectos antidepresivos La participación colectiva de todos los miembros del grupo enriquece el trabajo de reestructuración cognitiva y La relación costo-beneficio de una terapia grupal presenta más ventajas en el ámbito institucional. Para comprobar la efectividad de la TCC en el tratamiento del TOC, se han hecho diversos estudios alrededor del mundo, con resultados favorables que comprueban que la mejor técnica para combatir los sistemas del TOC es la Terapia Cognitiva- Conductual. Los estudios sugieren una aproximación multimodal individual con psicoeducación. 3.7 Técnicas psicológicas utilizadas para TOC Las técnicas implementadas dentro de la terapia cognitiva, tienen como objetivo corregir las creencias erróneas y, por consiguiente, aliviar o eliminar los síntomas que se generan en quien padece TOC. Entre las técnicas más utilizadas para tal efecto, se encuentran las siguientes: - 39 - 3.7.1. Respiración y relajación La respiración es un proceso de suma importancia en la regulación fisiológica y metabólica del organismo. En los problemas de ansiedad tiene también una incidencia crucial. Existen técnicas de respiración abdominal y de relajación que se utilizan para reducir o prevenir la sobreactivación fisiológica producida por la ansiedad y el estrés, aunque por si solas son insuficientes para un control efectivo de este problema. Tienen que estar acompañadas de una serie de medidas sobre las fuentes de ansiedad, como las estrategias de afrontamiento, administración de tiempos, recursos, apoyos, etc. Es importante utilizarlas regular y sistemáticamente, no sólo cuando los estados de tensión ya son muy elevados. (García, F. 2006). Cuando nos encontramos en una situación de estrés, activamos nuestra zona de alarma, respiramos demasiado rápido tomando demasiada cantidad de aire. Por tanto, aumenta el oxígeno en sangre al respirar más oxígeno del que gastamos. Es entonces cuando se origina el estado de hiperventilación, es decir, una respiración demasiada intensa o frecuente, para las necesidades del organismo en ese momento. La hiperventilación provoca una serie de sensaciones internas, siendo las más comunes el mareo, la sensación de ahogo, la visión borrosa, el aumento del latido cardiaco, el calor, hormigueo, agotamiento, etc. En definitiva, contribuye en la mayor parte de los síntomas que aparecen en la ansiedad, por ese motivo, aprender las técnicas de respiración adecuadamente es clave en los procesos de ansiedad, como el TOC. La técnica de respiración abdominal o diafragmática consta de dos movimientos principales, un movimiento de entrada de oxígeno (inspiración) y uno de salida de dióxido de carbono (espiración). Cuando somos pequeños utilizamos el diafragma para respirar, el músculo más importante de la respiración. Cuando tomamos aire, inhalamos, el diafragma desciende, dejando más espacio para que los pulmones se llenen completamente de aire, y mientras expulsamos el aire, exhalación, el diafragma se relaja y vuelve a su posición original. Cuando respiramos con el diafragma la - 40 - respiración es más completa, porque aumenta la capacidad pulmonar (García, F. 2006). La respiración abdominal tiene como ventajas; disminuir la liberación de las hormonas del estrés en el cuerpo y del ritmo cardíaco, aporta mayor nivel de oxígeno al cerebro y a las células. De esta forma, llegará mayor cantidad de aire a los pulmones, la sangre se oxigena más y libera endorfinas, sustancias naturales del cuerpo que promueven bienestar, dando una sensación relajada y tranquila, contribuyendo a eliminar los síntomas de la ansiedad si la práctica es constante (Barrera, VM. 2013). Relajación La definición de Sweeney (1978) a la relajación como “un estado o respuesta percibidos positivamente en el que una persona siente alivio de la tensión o del agotamiento”. Ello incluye aspectos psicológicos de la experiencia de la relajación, tales como una sensación agradable y la ausencia de pensamientos estresantes o molestos. La palabra relajado se emplea para referirse a los músculos flojos o bien a los pensamientos sosegados, ya que existe una conexión entre ellos, porque se puede inducir un estado aparentemente general de relajación usando métodos fisiológicos o psicológicos (Barrera, VM. 2013). Desde principios de este siglo y hasta la actualidad tanto en la práctica profesional como en la investigación científica la mayor parte de técnicas de relajación estructuradas que se utilizan se basan en dos técnicas desarrolladas: la relajación muscular progresiva (RMP) como lo expuso Jacobson en 1938 y el entrenamiento autógeno (EA) de Schultz en 1931. Ambas se complementan, ya que se centran, respectivamente en dos de las principales funciones de la relajación: el descenso en el tono muscular, en lo que se refiere a la RMP y la sugestión y control mental del EA. - 41 - Posteriormente han aparecido procedimientos estructurados realmente eficaces que reducen considerablemente la duración del entrenamiento y que en realidad se llevan a cabo en la actualidad (Lichstein, 1988). La utilidad de la relajación estriba en que conduce a un estado de reducción de la activación fisiológica del organismo, trayendo como beneficio, tanto a nivel subjetivo, puesto que resulta placentero, como en lo que respecta a la propia salud física y psicológica. De hecho, en muchos trastornos y enfermedades está implicado como uno de los factores responsables un exceso de activación (trastornos cardiovasculares, disfunciones gastrointestinales, fobias, etc.). En estos casos, la práctica de la relajación no solamente resulta útil, sino que suele estar presente en alguna de sus manifestaciones en el propio procedimiento terapéutico. La relajación como procedimiento de reducción del exceso de activación no se ciñe a una mera dimensión fisiológica, sino también a las otras dos dimensiones relevantes de la emoción: los procesos cognitivos y la conducta manifiesta (Fernández-Abascal, 1997, en Chóliz, 2011). En lo que respecta a la dimensión fisiológica, los efectos de la relajación son los opuestos a los de la activación simpática. Las ventajas de la relajación son diversas, como que reduce tensión muscular y ansiedad tanto a corto como a largo plazo. Actúa como técnica distractora del dolor, proporciona sentido de control sobre el funcionamiento fisiológico y facilita la recuperación de cogniciones positivas. Produce un estado psicofisiológico de relajación o hipoactivación e induce un sueño más reparador. Relajación muscular progresiva Desarrollada por Jacobson (1938, citado en Gabbard, 2009) para lograr un estado de relajación al tensar y luego soltar progresivamente un grupo de músculos del cuerpo con lo que se produce no sólo una relajación física, sino mental y emocional. Las - 42 - áreas más comunes con las que se trabaja son el rostro, cuello, hombros, brazos, abdomen, pecho y espalda, así como las piernas y pies. Reduce la tensión muscular y la ansiedad general mediante instrucciones al paciente para que tense y relaje varios grupos musculares de todo el cuerpo. Las áreas más
Compartir