Logo Studenta

Propuesta-psicoeducativa-de-un-taller-dirigido-a-pacientes-diagnosticados-con-trastorno-obsesivo-compulsivo-y-a-sus-familiares-a-traves-de-tecnicas-de-terapia-cognitivo-conductual

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
 
Propuesta psicoeducativa de un taller dirigido a pacientes 
diagnosticados con Trastorno Obsesivo Compulsivo y a sus 
familiares a través de técnicas de Terapia Cognitivo 
Conductual. 
 
 
T E S I N A 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
 
P R E S E N T A: 
 
SUSANA MEJIA MORALES 
 
DIRECTORA DE LA TESINA 
Dra. Araceli Lámbarri Rodríguez 
 
 COMITÉ DE TESIS: 
Mtra. Margarita María Molina Avilés 
Mtra. Yolanda Bernal Álvarez 
Mtra. María Teresa Gutiérrez Alanís 
Mtro. Jorge Álvarez Martínez 
 
 
 
Ciudad Universitaria, Cd. Mx. Noviembre, 2016 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
DEDICATORIA 
Dedico este trabajo a mi mamá, por tu herencia más valiosa que me pudiste 
haber dado, fruto de tu confianza y del inmenso apoyo que en mí has 
depositado para que tus esfuerzos y sacrificios no fueran en vano durante 
todo este largo trayecto desde que empecé esta segunda carrera y hasta 
que finalicé la tesina. 
A mi papá (q.e.p.d) por sus aportaciones que han sido lecciones de vida. 
A Caro, por escucharme, comprenderme y por estar siempre conmigo, incluso 
en los momentos más turbulentos. 
A Andy, porque con tu ejemplo eres fuente de inspiración y motivación para 
mí. 
A Amilkar, por tu apoyo durante todo este proceso. 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
A la Universidad Nacional Autónoma de México, por aceptarme y ser mi alma 
mater. 
A la Facultad de Psicología de la UNAM. 
Al Sistema de Universidad Abierta de la Facultad de Psicología, por las 
facilidades y apoyo. 
A la División de Educación Continua, por la metodología, guía y enseñanza. 
A mi directora de tesina la Dra. Araceli Lombardo Rodríguez, por su 
dedicación y comprensión para superar los obstáculos durante este proceso. 
Al comité de tesis; Mtra. Yolanda Bernal Álvarez, Mtro. Jorge Álvarez Martínez, 
Mtra. María Teresa Gutiérrez Alanís y Mtra. Margarita María Molina Avilés. 
Al Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, por darme la 
oportunidad de aprender. 
A la Dra. María Isabel Barrera Villalpando, por su experiencia, consejos, apoyo 
y por confiar en mí. 
A Daniela Guerrero León por motivarme constantemente y estar presente en 
la evolución y posterior desarrollo total de mi tesina y por su amistad. 
A Juan José Rojas Flores por sus consejos, recomendaciones, apoyo, 
propuestas y alentarme siempre en el proceso de titulación. 
Al Dr. Jorge Andrés Peña Ortega, por su profesionalismo. 
A Eva Leticia Orduña Trujillo por sus aportes invaluables, por las alegrías y 
tristezas compartidas y por su valiosa amistad. 
A María Luis Ruíz Rivera por su apoyo y confianza en ese ambiente donde casi 
nadie confiaba en mí. 
Gracias a todos mis maestros, jefes y amigos, pasados y presentes, que me 
han enseñado algo de ellos porque han enriquecido mi vida. 
Hoy y siempre… GRACIAS. 
INDICE 
 
RESUMEN ............................................................................................................... - 1 - 
 
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... - 2 - 
 
CAPÍTULO 1. ........................................................................................................... - 5 - 
Generalidades del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) ...................................... - 5 - 
1.1 Antecedentes .............................................................................................. - 5 - 
1.2 Definición y síntomas .................................................................................. - 6 - 
1.3 Epidemiología .............................................................................................. - 7 - 
1.4 Diagnóstico .................................................................................................. - 8 - 
1.5 Comorbilidad ............................................................................................. - 11 - 
1.6 Etiología .................................................................................................... - 13 - 
 
CAPÍTULO 2. ......................................................................................................... - 18 - 
Tratamientos para los pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo .................. - 18 - 
2.1 Tratamiento farmacológico ........................................................................ - 19 - 
2.1.1 Aspectos clínicos ........................................................................................... - 21 - 
2.2 Tratamiento psicológico ............................................................................. - 24 - 
2.2.1 Aspectos sociales .......................................................................................... - 25 - 
2.3 La importancia de la familia en el paciente con TOC ................................ - 26 - 
2.4 Tratamiento neuroquirúrgico ..................................................................... - 29 - 
 
CAPÍTULO 3. ......................................................................................................... - 31 - 
Terapia cognitivo conductual para pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo - 31 - 
3.1 Estructura teórica ...................................................................................... - 31 - 
3.2 Principios básicos ...................................................................................... - 34 - 
3.3 Características de la terapia ...................................................................... - 34 - 
3.4 Psicoeducación ......................................................................................... - 35 - 
3.5 Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) ........................ - 37 - 
3.6 Terapia Grupal .......................................................................................... - 38 - 
3.7 Técnicas psicológicas utilizadas para TOC ............................................... - 38 - 
3.7.1. Respiración y relajación .............................................................................. - 39 - 
Relajación ....................................................................................................... - 40 - 
Relajación muscular progresiva .................................................................. - 41 - 
Relajación Autógena ..................................................................................... - 42 - 
Comunicación y asertividad ......................................................................... - 42 - 
Pensamientos Irracionales y restructuración cognitiva ........................... - 44 - 
Características de pensamientos irracionales .......................................... - 45 - 
Reestructuración cognitiva ........................................................................... - 47 - 
 
 
CAPÍTULO 4. .............................................................................................................. 53 
Propuesta de un taller de Terapia Cognitivo Conductual (TCC) grupal para pacientes 
con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y sus familiares. ..................................... 53 
4.1 Justificación ....................................................................................................53 
4.2 Objetivo General............................................................................................. 54 
4.2.1 Objetivos Específicos ......................................................................................... 54 
4.3 Participantes ................................................................................................... 54 
4.4 Acción propuesta ............................................................................................ 55 
4.5 Materiales ....................................................................................................... 56 
4.6 Escenario ....................................................................................................... 56 
4.7 Carta Descriptiva ............................................................................................ 57 
4.8 Criterios de evaluación ................................................................................... 64 
 
DISCUSIÓN ................................................................................................................ 65 
 
CONCLUSIONES ........................................................................................................ 66 
 
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 69 
 
ANEXO ..................................................................................................................... 744 
 
 
 
 
 
 
- 1 - 
 
RESUMEN 
En este trabajo se propone un taller psicoeducativo para pacientes diagnosticados 
con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) y sus familiares, el cual se basa en 
técnicas de la terapia cognitivo conductual, tales como la terapia de exposición y la 
de prevención de respuesta, dichas técnicas han demostrado ser las más efectivas en 
la práctica en el tratamiento de estos pacientes. 
Desde sus antecedentes históricos se define al trastorno obsesivo compulsivo como 
lo describe el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), 
se compara con la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10), desde sus 
síntomas más comunes, epidemiología, criterios diagnósticos, etiología y la 
comorbilidad con otros trastornos mentales. 
El tratamiento para controlar al paciente con TOC, consiste en: tratamiento 
farmacológico, donde se observa que la medicación es útil en el control de los 
síntomas de este trastorno, cabe hacer notar que cuando no hay un adecuado apego 
a este tratamiento por lo general sobreviene una recaída. Los fármacos más utilizados 
actualmente son los inhibidores selectivos de la recaptura de la serotonina (ISRS), ya 
que disminuyen la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. 
Generalmente la mejoría se alcanza hasta dos o más semanas de tratamiento. 
Por último, el tratamiento psicológico que ha demostrado tener buenos resultados en 
el paciente con TOC, es la terapia cognitiva conductual. Se hace una revisión a la 
bibliografía reciente, basándose en la evidencia científica, donde se evidencia la 
efectividad de dicha terapia, reduciéndose los síntomas y la ansiedad en estos 
pacientes. El abordaje se da en el entorno social y familiar con los pacientes con TOC, 
destacando la importancia de la familia dentro del tratamiento. 
- 2 - 
 
INTRODUCCIÓN 
En México, como ocurre en la mayor parte del mundo, la enfermedad mental se 
aborda sólo en términos del rechazo o de silencio. Los prejuicios, la ignorancia pública 
y la carencia de políticas que contribuyan a la comprensión, defensa y mejoramiento 
de las condiciones de vida de aquellas personas que se ven discapacitadas por la 
enfermedad mental, obliga a una intervención adecuada en los distintos escenarios 
sociales, culturales y económicos donde se desarrollan dichas enfermedades y sobre 
todo en el área de la salud mental. 
Los prejuicios y la discriminación tradicionalmente asociados a los trastornos 
mentales representan un grave obstáculo en el desarrollo de los programas de 
atención a la salud mental y afectan considerablemente el modo y la calidad de vida 
de los pacientes, familiares y de todas las personas cercanas a este tipo de 
malestares. 
Dentro de estas enfermedades se encuentra el Trastorno Obsesivo Compulsivo, 
entenderemos como obsesiones a los pensamientos, imágenes o impulsos 
recurrentes y persistentes que son experimentados (al menos inicialmente) como 
intrusos e inapropiados (egodistónicos, en contra de los propios valores) y que causan 
ansiedad o malestar acusados. Aunque la persona considera que las obsesiones no 
son el tipo de pensamientos que esperaría tener, reconoce que son el producto de su 
propia mente (aunque involuntarias) y que no vienen impuestas desde fuera, como 
ocurre en la inserción de pensamiento. La frecuencia y duración de las obsesiones 
varían mucho entre pacientes; algunos informan de dos o tres obsesiones por día que 
duran largo tiempo cada una de ellas, mientras que otros informan de múltiples 
ocurrencias obsesivas al día, pero de breve duración. 
El paciente con obsesiones intenta pasarlas por alto o suprimirlas o bien neutralizarlas 
con algún otro pensamiento o acción, es decir, con alguna compulsión. Las 
compulsiones son conductas (p.ej., lavarse las manos, ordenar, comprobar) o actos 
- 3 - 
 
mentales (p.ej., rezar, contar, repetir palabras o pensamientos en silencio, repasar 
mentalmente acciones previas, formar contraimágenes) repetitivos que la persona se 
siente impulsada a realizar en respuesta a una obsesión o de acuerdo con reglas que 
deben ser aplicadas rígidamente (p.ej., llevar a cabo una acción, como vestirse o 
lavarse, de acuerdo con estrictas reglas propias y sin que se pueda explicar por qué 
se llevan a cabo). Los rituales son compulsiones manifiestas o encubiertas que siguen 
un patrón rígido y una secuencia de pasos o etapas con un principio y un final bien 
definido. 
Las compulsiones están dirigidas no a proporcionar placer, sino a prevenir o reducir el 
malestar (o el aumento de este) o a prevenir algún acontecimiento o situación temidos 
(p.ej., consecuencias desastrosas como matar a alguien o ir al infierno); sin embargo, 
no están conectadas de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o 
prevenir o bien son claramente excesivas. Aunque el 90% de las compulsiones van 
dirigidas a reducir el malestar o prevenir un daño, el 10% no se relacionan con las 
obsesiones. 
Los pacientes con este trastorno, ocupan la mayor parte de su tiempo en realizar las 
compulsiones, por lo tanto no se concentran en sus actividades laborales o escolares 
y muchas veces resulta incapacitante la enfermedad, también para los familiares que 
viven con ellos. 
Es la razón por la cual, se propone un taller psicoeducativo para pacientes con TOC y 
sus familiares. Donde se considera a la familia como instancia fundamental, es decir 
como el único agente comunitario en nuestro medio, ya que en ella se materializan las 
condiciones de vida de una población. 
Para que se lleve a cabo el taller psicoeducativo, es necesaria la participación del 
paciente y de su familia, de un equipo interdisciplinario de profesionistas y de las 
redes de apoyo social. 
- 4 - 
 
Es de primordial importancia hacer hincapié en el contacto de los integrantes de la 
familia con hospitales, equipo de salud, organizaciones de apoyo, entre otras, pues 
todo esto conforma las redes de apoyo de una configuración social en el cual cada 
una de estas entidades mantiene relaciones recíprocas con las demás. 
Las redes de apoyo de la familia no sólo incluyen a las instituciones, sino también al 
conjunto de individuos que mantienen un contacto social con la familia a través de su 
desarrollo y que le pueden brindar apoyo o ayuda para solucionar sus conflictos 
(Tomás J. 2005) 
- 5 - 
 
CAPÍTULO 1. 
Generalidades del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) 
 
 
1.1 Antecedentes 
Enla Edad Media y hasta fines del siglo XIX, se consideraba que los individuos con 
pensamientos obsesivos blasfemos o de contenido sexual estaban poseídos por el 
diablo, se usaba como tratamiento el exorcismo, para lo cual se torturaba al sujeto 
con la finalidad de expulsar a la entidad intrusiva. Posteriormente, la explicación de 
las obsesiones y compulsiones pasó del ámbito religioso al de la medicina. El 
Trastorno Obsesivo Compulsivo, que en lo sucesivo se referirá como TOC, aparece 
por primera vez descrito en la literatura psiquiatría por Esquirol en 1838 y para fines 
del siglo XIX, era interpretado como una manifestación de la melancolía o de la 
depresión. 
En el campo de la psicología, a inicios del siglo XX, Freud utilizó el término de 
neurosis obsesivo-compulsivo para referirse a la presencia de síntomas obsesivos 
compulsivos. Pierre Janet, describe los síntomas obsesivos y utiliza con relativo éxito 
para las compulsiones algunas técnicas conductuales. A mediados de ese mismo 
siglo, sigue prevaleciendo los conceptos de Freud, quien conceptualiza los síntomas 
obsesivos-compulsivos como resultado de conflictos inconscientes. De esta forma 
deja de tratarse los síntomas para enfocarse en los conflictos inconscientes (Jenike 
MA, 2005). 
Hasta fines del siglo XX, comienzan a surgir técnicas cognitivo-conductuales que 
incluyen las de exposición al estímulo y prevalencia de la respuesta como tratamiento 
de las compulsiones, siendo este hasta la fecha un elemento esencial para el 
tratamiento del TOC junto con el tratamiento farmacológico (Jenike MA, 2005). 
- 6 - 
 
El primer caso de TOC fue reportado en el compendio “Anatomy of Melancholy” por el 
Dr. Robert Burton de la Universidad de Oxford en 1621 (Black A. 2004). Hasta el siglo 
XX que se reconoció y describió como una enfermedad. 
El avance más significativo ha sido la difusión de información sobre este trastorno, 
consiguiendo un diagnóstico más certero y una mejor calidad de vida para los 
pacientes. 
 
 
1.2 Definición y síntomas 
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al 
grupo de los desórdenes de ansiedad. Es un trastorno potencialmente incapacitante, 
que puede persistir, si no es tratado, durante toda la vida de la persona. 
TOC se caracteriza por la presencia de ideas o imágenes intrusivas y no deseadas 
que provocan ansiedad (obsesiones) y por conductas repetitivas que se realizan para 
disminuir la ansiedad producida por las obsesiones o para prevenir un daño 
(compulsiones) (Tomás J, Bassas N y et al, 2005) 
Para cada individuo son específicas las obsesiones, suelen referirse a los siguientes 
temas; agresión y violencia, responsabilidad por causar daño (p.ej., por errores), 
contaminación, sexo, religión, necesidad de exactitud o integridad y enfermedades 
graves (p.ej., cáncer). La mayoría de los pacientes con TOC tienen múltiples tipos de 
obsesiones. 
Las obsesiones son relativamente estables; los pensamientos, impulsos e imágenes 
aparecen en forma reiterada y resultan perturbadores y alarmantes, llegando a 
provocar un sentimiento de vergüenza y el intento realizado por el individuo para 
desecharlos, resulta en la mayoría de los casos, infructuosa. Las obsesiones suelen 
referirse a agresión y violencia, responsabilidad por causar daño, obsesión por la 
- 7 - 
 
contaminación, sexo, religión, necesidad de exactitud o integridad y enfermedades 
graves (Abramowitz, 2007). 
Para realizar el diagnóstico según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los 
trastornos mentales (DSM-V) se requiere que las obsesiones y compulsiones estén 
presentes más de una hora al día o interfieran con el funcionamiento diario del 
individuo. 
Las compulsiones, por su parte, son conductas intencionadas, repetitivas, urgencias 
para realizar rituales de comportamiento o mentales y con una finalidad, que se llevan 
a cabo en respuesta a una obsesión, la conducta está dirigida a neutralizar o prevenir 
el malestar o algún suceso o situación temida, o con el fin de reducir la ansiedad o la 
probabilidad del daño relacionado con las obsesiones, sin embargo la actividad no 
está conectada de manera realista con lo que se pretende neutralizar, o es 
claramente obsesiva. Los rituales compulsivos son deliberados, aunque carecen de 
sentido o son excesivos con respecto al temor obsesivo que pretende neutralizar 
(Abramowitz, 2007). 
Mientras que las obsesiones suelen producir ansiedad, las compulsiones por su parte, 
están dirigidas, al menos temporalmente, a disminuir y aliviar la misma. Las 
obsesiones y compulsiones deben producir malestar, ocupar tiempo, (ocupar más de 
una hora diaria) o interferir de una manera notable en la rutina diaria del individuo 
(Jenike MA, 2005). 
 
 
1.3 Epidemiología 
Hasta el inicio de la década de los 80’s se consideraba al TOC como un padecimiento 
raro, a partir de estudios y reportes epidemiológicos, este concepto ha cambiado 
radicalmente, ya que se ha encontrado una prevalencia del TOC a lo largo de la vida 
en un rango de 1.9% a 3.3% en Estados Unidos de América (Karno M, 2004) y de 
- 8 - 
 
0.7% a 2.5% en seis países más como son Taiwán, Corea, Nueva Zelanda, Alemania, 
Canadá y Puerto Rico (Weissman MM et al, 2004). 
En la población mexicana, existe una prevalencia del TOC de 1.4% a lo largo de la 
vida, siendo mayor para las mujeres (1.7%) que para los hombres (0.8%), con edad 
de inicio a los 22.2 (+-9.8) años (Caraveo, A. 2011). 
TOC tiene una mayor prevalencia desde la adolescencia pudiendo producir una 
importante discapacidad: la OMS lo incluye entre las 20 primeras enfermedades 
discapacitantes, con una prevalencia del 0,8% en los adultos y del 0,25% en niños y 
adolescentes, y entre las 5 enfermedades psiquiátricas más comunes (Bados, A. 
2005). 
Suele iniciarse en la adolescencia o al principio de la edad adulta, pero también puede 
hacerlo antes; el 31% de los primeros episodios ocurren entre los 10 y los 15 años y 
el 75% se desarrollan hacia los 30 años (Black A. 2004). 
El TOC puede cursar con períodos de disminución de síntomas y otros de 
exacerbación de los mismos si no se sigue ningún tratamiento. 
 
 
1.4 Diagnóstico 
Por lo general, el diagnóstico suele darse de manera fácil durante la primera 
entrevista clínica, pues los síntomas o características suelen ser muy evidentes, tanto 
en lo que el paciente informa como en lo que se puede observar en el 
comportamiento durante la entrevista. 
Entre los sistemas de clasificación; DSM-V como el CIE-10 existen una serie de 
características con similitudes y diferencias. 
 
- 9 - 
 
Similitudes entre el DSM-V y CIE-10; 
 Han tomado como aspectos básicos del TOC la presencia de obsesiones o 
compulsiones. 
 Contemplan la posibilidad de diagnosticar esta entidad en ausencia de insigth: 
el DSM-V con el subtipo que lo específica y la CIE-10 no exigiéndolo en el 
estado actual, sino en algún momento de la historia de la enfermedad. 
 Mientras el CIE-10 de manera explícita menciona que la resistencia debe ser 
infructuosa como mínimo frente a una formación obsesiva, mientras que el 
DSM-V aborda este tema implícitamente al considerar las obsesiones como 
intrusas, el sujeto intenta ignorarlas o suprimirlas. 
 Se excluyen aquellas conductas generadoras de placer, tales como las 
adicciones las parafilias y los trastornos de alimentación. 
 
Diferencias entre el DSM-V y CIE-10; 
 Criterios temporales: la CIE exige que las formaciones obsesivas deben estar 
presentes durante la mayor parte del día de dos semanas consecutivas, 
mientras que el DSM-V no contempla esta condición. 
 Para el CIE-10 las obsesiones y las compulsiones son formas de conducta 
equivalentes, que sólo se diferencian en su forma de presentación: cerradas, 
no observables, las obsesiones y abiertas, observables, las compulsiones. El 
DSM-V considera que entre ambas hay una relación funcional: lacompulsión 
surge como respuesta al malestar, al displacer provocado por las obsesiones y, 
en consecuencias pueden configurarse tanto de forma abierta como cerrada, 
constituyendo en este caso las llamadas compulsiones mentales. 
- 10 - 
 
Dentro del TOC se pueden diferenciar como más comunes los siguientes tipos: 
 Lavadores y limpiadores: son personas a las que carcomen obsesiones 
relacionadas con la contaminación a través de determinados objetos o situaciones. 
 Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva con el 
propósito de evitar que ocurra una determinada catástrofe. 
 Repetidores: son aquéllos individuos que se empeñan en la ejecución de 
acciones repetitivas. 
 Ordenadores: son personas que exigen que las cosas que les rodean estén 
dispuestas de acuerdo con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones 
simétricas. 
 Acumuladores: coleccionan objetos insignificantes, de los que no pueden 
desprenderse. 
 Ritualizadores mentales: acostumbran a apelar a pensamientos o imágenes 
repetitivos, llamados compulsiones mentales, con el objeto de contrarrestar su 
ansiedad provocadora de ideas o imágenes, que constituyen las obsesiones. 
 Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, 
restándolos, cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos. 
 Filosofales: Con tendencias algo inciertas. Viven en un proceso metafísico del 
que no pueden desprenderse. Incompatibles con los numerales. 
 Atormentados y obsesivos puros: experimentan pensamientos negativos 
reiterados, que resultan incontrolables y bastante perturbadores. No obstante, a 
diferencia de quienes sufren los demás tipos de TOC, no se entregan a 
comportamientos reiterativos de tipo físico, sino a procesos reiterativos 
únicamente mentales. 
- 11 - 
 
 Sexuales: pensamientos sexuales recurrentes, abarcan todas las particularidades 
y conductas sexuales, como: ideas infundadas sobre tener disfunciones sexuales 
o no ser apetecible. 
 Orientación Sexual: es el Trastorno Obsesivo Compulsivo que se refiere 
específicamente a dudas, ideas fijas y compulsiones acerca de la homosexualidad. 
 
 
1.5 Comorbilidad 
El TOC difícilmente se presenta de manera aislada, frecuentemente lo encontramos 
asociado a otros trastornos, tales como de ansiedad, (fobia específica, fobia social, 
trastorno de angustia) trastornos alimentarios y trastorno obsesivo compulsivo de la 
personalidad, así como una alta incidencia con el síndrome de Gilles de la Tuorette, 
con cifras que oscilan entre el 35 y 50% (Oc & Sda, 2004). En el síndrome de Tourette 
las formaciones más frecuentes son las ideas de simetría y violencia sexual 
acompañadas de rituales de contar, tocar y automutilación. Una diferencia entre 
ambas entidades consiste en que mientras en el TOC las compulsiones derivan de las 
ideas obsesivas, las conductas compulsivas observadas en el síndrome de Tourette 
son más primarias independientes de las obsesiones. 
También existe una gran comorbilidad con otros trastornos como la esquizofrenia, 
tricotilomanía, el trastorno dismórfico corporal (Lóyzaga, C. 2000). 
La edad de inicio tiene un importante impacto en la duración del TOC y su 
comorbilidad: los tics se han asociado más frecuentemente a un inicio temprano. Así 
como otros trastornos del espectro obsesivo-compulsivo como los trastornos de la 
conducta alimentaria. 
Se han encontrado un alta comorbilidad del TOC durante la infancia y la adolescencia, 
con otros trastornos de ansiedad, de un tercio a la mitad de los niños y adolescentes 
- 12 - 
 
con TOC tiene una historia previa de algún trastorno de ansiedad, siendo el trastorno 
de ansiedad por separación y la fobia social entidades comórbidas frecuentes en el 
TOC de inicio temprano (López, 2014). 
Un estudio de seguimiento en niños con TOC, se reportó una alta comorbilidad con 
trastornos de ansiedad, del total de los evaluados 46.8% presentó trastorno de 
ansiedad generalizada: 17%, trastorno de pánico; 36.2%, fobia social y 19.1%, fobias 
específicas (Hollingsworth CE, 2000). 
Este estudio de seguimiento también reportó una significativa comorbilidad con 
trastornos afectivos donde 29.8% presentó trastorno depresivo mayor y 24.5% 
trastorno bipolar. 
La Asociación Francesa de TOC reportó en el 2004 mayor prevalencia de trastorno 
bipolar en sujetos con TOC, en una muestra de 628 adultos con TOC de inicio en la 
adolescencia, 30% había presentado episodios hipomaniacos y cerca de 50%, 
ciclotimia. 
El TOC es un fenómeno complejo, que ha estado presente a lo largo de la historia y 
representa actualmente una de las principales causas de discapacidad mundial. 
Es de alta importancia detectar que tipo de TOC se tiene y con cual trastorno mental 
se presenta porque de esta forma podemos categorizar y jerarquizar las patologías 
comórbidas, de manera tal que se esté en condiciones de brindar el mejor pronóstico 
y la estrategia terapéutica más adecuada. 
Por otra parte, hacer el diagnóstico del TOC, habitualmente no presenta dificultades, 
sin embargo, en algunas circunstancias, es necesario diferenciarlo de otros cuadros 
clínicos (Fernández-Álvarez, 2008). 
 
 
- 13 - 
 
1.6 Etiología 
Es difícil determinar la etiología del TOC ya que no parece existir una causa única que 
explique su origen. Múltiples factores facilitadores pueden contribuir en su desarrollo y 
es frecuente que aparezca precipitado por eventos estresantes o por un estado de 
ánimo depresivo. 
Para describir la etiología del TOC es necesario entender que hay diferentes factores, 
tales como los biológicos, genéticos, de los neurotransmisores y neuroendocrinos 
(Jónsson, H. 2011). 
Forman parte de los factores facilitadores del TOC los siguientes: 
 Contribución hereditaria 
Las personas con TOC presentan una vulnerabilidad genética que, además, es 
influida por situaciones de estrés y factores ambientales. 
Lo que se hereda parece ser la naturaleza del TOC, no los síntomas específicos, así, 
una persona puede tener compulsiones de lavado, mientras que su padre las tiene de 
comprobación. 
 
 Variables biológicas 
La teoría neuroquímica sugiere una participación preferente del sistema 
serotoninérgico por la demostrada eficacia de los fármacos inhibidores selectivos de 
la recaptura de serotonina; y dopaminérgico en la etiología de subgrupos específicos 
de pacientes con TOC, especialmente aquellos con un diagnóstico de tics. 
Sin embargo la teoría neuro-anatómica sostiene que existen diferencias anatómicas 
cerebrales en los individuos con TOC. Dichas diferencias pueden observarse en el 
núcleo caudal, el córtex órbitofrontal, en el córtex singular o en los ganglios basales. 
- 14 - 
 
El hecho de que algunas personas que han sufrido un traumatismo craneoencefálico 
presenten síntomas de TOC respalda esta hipótesis (Freeston, M.H, 2001). 
 
 Experiencias tempranas 
Existe una influencia en el origen del TOC de ciertas experiencias tempranas: 
Estilos educativos que enfatizan en exceso la responsabilidad y el perfeccionismo. 
Haber tenido como modelos durante la infancia personas con características 
obsesivo-compulsivas. 
Formación religiosa estricta donde se considera que pensar algo es equivalente a 
hacerlo o tan malo como si se hiciera. 
Formación moral estricta que facilita la inflexión entre lo que está bien y lo que está 
mal. 
Las experiencias tempranas facilitan la existencia de determinadas creencias o modos 
de pensar. Algunas de las categorías de creencias comunes en el TOC se agrupan en: 
Responsabilidad exagerada: “Si pienso algo y luego ocurre será mi culpa, tengo que 
evitarlo”. 
Control absoluto sobre los propios pensamientos: “No puedo pensar ciertas cosas, si 
lo hago quiere decir que no estoy bien”. 
Sobreestimación de la importancia de los pensamientos: “Pensar algo así es tan malo 
como hacerlo”. 
Sobreestimación de la probabilidad y gravedadde las consecuencias: “Si he pensado 
esto lo más probable es que vaya a suceder”. 
- 15 - 
 
Baja tolerancia a la incertidumbre: “Haré todo lo posible por evitar que algo malo 
suceda si está en mis manos”. 
Perfeccionismo: “Si cometo un error tendrá graves consecuencias”. 
Esta última es especialmente característica de las personas con TOC. Estos 
individuos perciben como esencial la prevención de resultados negativos y se 
fundamenta en la creencia de que uno tiene el poder en la producción o prevención 
de las consecuencias negativas. 
 
 Características personales 
Estudios realizados muestran que parecen existir 10 factores de personalidad que son 
frecuentes en la infancia de las personas con TOC: ansiedad por separación, 
resistencia al cambio, aversión al riesgo, sumisión, susceptibilidad, perfeccionismo, 
hipermoralidad, ambivalencia y excesiva devoción al trabajo. 
 
 Eventos estresantes 
Las personas con TOC pueden tener ciertas características personales, sin embargo, 
el trastorno en sí puede no aparecer hasta que ocurre un evento estresante o se da 
un estado de ánimo deprimido. 
Algunos de los acontecimientos estresantes más frecuentes son los pequeños 
problemas cotidianos como: ser criticado, estar enfermo, descansar de modo 
insuficiente, dormir poco, situaciones de rechazo, problemas de toma de decisiones, 
ruidos, perder cosas, obligaciones sociales, conflictos, etc. 
 
- 16 - 
 
 Factores activadores 
La contribución hereditaria, las variables biológicas, experiencias tempranas o 
determinadas creencias, son factores que facilitan una predisposición para el 
surgimiento del TOC. Aún así, su aparición puede verse precipitada por eventos 
estresantes o un estado de ánimo deprimido. 
Las obsesiones pueden dispararse por una serie de factores: Situaciones externas. 
Como ver un cuchillo, dar la mano a alguien, etc. Según el tipo de obsesión. Dudar al 
recordar algo que se ha hecho. Como no estar seguro de haber cerrado el coche. 
Sensaciones corporales que desencadenan pensamientos negativos. Como tener un 
mareo que hace surgir el pensamiento de si se tendrá SIDA. 
Otros factores como: el bajo estado de ánimo, los acontecimientos estresantes, la 
lucha para no tener obsesiones y la auto-observación para ver si se está teniendo 
algún pensamiento obsesivo. 
 
 Factores de mantenimiento 
Es muy importante el significado que la persona da a las obsesiones una vez se 
disparan. Si se sobrevalora la importancia de tener un pensamiento negativo (“¿puedo 
yo llegar a hacer algo así?, si lo he pensado tal vez sí”, “si he pensado esto, 
seguramente algo malo va a ocurrir”) es probable que se centre la atención en lo 
negativo y en la amenaza y se trate de hacer frente luchando contra estos 
pensamientos. 
Esta valoración negativa de los pensamientos o amenazas produce 
malestar/ansiedad y la persona trata de reducirlo mediante las compulsiones o rituales 
(limpieza, comprobación, repeticiones, acumulaciones), la evitación y/o la supresión 
del pensamiento. 
- 17 - 
 
Las personas que sufren TOC creen que si no realizan sus compulsiones o rituales 
ocurrirán realmente consecuencias catastróficas (como contagiarse de una 
enfermedad, contaminarse, etc.) lo que provoca rumiaciones o sentimientos de culpa. 
Así pues, las compulsiones tranquilizan, disminuyen la ansiedad y permiten evitar la 
auto-culpabilización. De esta manera se instauran las obsesiones, la persona al sentir 
una tranquilidad y control mediante la realización de rituales y comprobaciones, 
refuerza aún más las obsesiones creando un círculo cerrado que se retroalimenta y 
mantiene el problema (Vallejo, et al, 2001). 
Desafortunadamente el trastorno obsesivo compulsivo no desaparece, ni disminuyen 
los síntomas con el tiempo, es preciso una participación activa por parte de la persona 
para lograr un cambio, junto con la ayuda de un profesional. 
Aunque sea raro que exista una cura completa, la aplicación de un tratamiento 
especializado permite con frecuencia aliviar los síntomas por un largo periodo. 
En el siguiente capítulo se abordará los diferentes tratamientos para el TOC que 
según la literatura basada en evidencias han funcionado con éxito. 
- 18 - 
 
CAPÍTULO 2. 
Tratamientos para los pacientes con Trastorno Obsesivo 
Compulsivo 
 
Ha sido tradicionalmente problemático el abordaje terapéutico del TOC. Los 
principales tratamientos del pasado de corte psicodinámico no lograron más que 
mínimas y transitorias mejorías, por lo que el TOC adquirió una fama de problema 
intratable (Boschen, M.J. 2008). Posteriormente, desde la Terapia de Conducta, los 
acercamientos iníciales fueron también problemáticos. En efecto, si bien se produjo 
una mejora en el tratamiento del problema, ésta fue limitada. La aplicación de la 
detención del pensamiento y otros procedimientos basados en el control de 
contingencias, sólo fueron útiles en un reducido porcentaje de pacientes menor del 
50% (Stern, F.A. 2005). La situación mejoró con la aplicación de las técnicas 
utilizadas en otros trastornos de ansiedad, más concretamente con las fobias. La 
aplicación de la desensibilización sistemática y otras técnicas como la intención 
paradójica centrada en la verbalización repetida de los pensamientos obsesivos, 
facilitó el abordaje del TOC aunque de forma poco significativa (Black A. 2004). 
El tratamiento del TOC tuvo un impulso significativo a mediados la década de los 60 
con la aplicación de los procedimientos de exposición con prevención de respuesta. Al 
trabajo pionero de Meyer (1966) le seguirían muchos otros que terminarían por 
caracterizar este tratamiento como el de elección en el TOC. También en esta época 
se muestra la eficacia de los psicofármacos, la clomipramina (Fernández-Córdoba y 
López-Ibor Año, 1997), siendo la farmacología otra alternativa terapéutica favorable 
para el TOC. 
Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia para el TOC son los 
farmacológicos y los psicológicos basados en procedimientos cognitivo-conductuales. 
- 19 - 
 
La intervención terapéutica conjuga, normalmente, tratamientos específicos e 
individuales, en función del diagnóstico principal, con otros de carácter más general o 
contextual, en función de las características personales y circunstancias del paciente. 
Clínicamente se ha observado que con el tratamiento combinado el paciente obtiene 
un mayor beneficio ( Jónsson, H. 2011). 
 
 
2.1 Tratamiento farmacológico 
El abordaje farmacológico del TOC se basa primordialmente en los inhibidores 
selectivos de la recaptura de serotonina (ISRS), medicamentos que han resultado ser 
efectivos y seguros. Sin embargo, la medicación es útil en el control de los síntomas 
del TOC pero a menudo, si se deja el fármaco, sobreviene una recaída. La mayoría 
de las personas necesitará medicarse indefinidamente. El primer tratamiento 
específicamente aprobado para su uso en el TOC fue el antidepresivo tricíclico 
clomipramina (Anafranil) (Cia, 2010). Los psicofármacos de segunda generación, que 
son utilizados hoy en día, se llaman inhibidores selectivos de la recaptura de 
serotonina (ISRS). Estudios extensos han demostrado que estos inhibidores 
favorecen, al menos ligeramente, a casi el 80% de los pacientes. Y en más de la 
mitad de los casos, la medicación alivia los síntomas del TOC al disminuir la 
frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejoría por lo general 
no se alcanza hasta las dos o más semanas de tratamiento. (Alonso, 2006). 
Los ISRS fluoxetina (Prozac) y fluvoxamina (Luvox) han demostrado efectos 
benéficos en el TOC, independientemente su comorbilidad con síntomas depresivos 
iníciales (Tomás J, 2005). 
Los inhibidores selectivos de la recaptura de serotonina se encontraron más efectivos 
que los inhibidores de recaptura de noradrenalina para el tratamiento del TOC. 
Estudio realizado por DeVeaugh-Geiss y colegas, mostroque cerca del 40-60% de los 
- 20 - 
 
pacientes respondieron al primer tratamiento con ISRS. Una porción de pacientes que 
no respondieron al primer tratamiento con un solo ISRS respondió a la administración 
de un segundo. Otro tratamiento que ha mostrado buenos resultados es el aumento 
de bloqueadores de dopamina al tratamiento con ISRS (Lóyzaga, C. 2000). 
Los IRSS son fármacos que inhiben selectivamente la recarga de serotonina y 
carecen de actividad antagonista sobre otros neurotransmisores, lo que explica el bajo 
número de efectos secundarios que presentan. Tienen una curva dosis-respuesta 
plana, quiere decir que más de 75% de las personas que responden a esta 
medicación lo hacen a la dosis inicial (Bravo, 2008). En el caso de la fluoxetina parece 
haber un efecto ventana terapéutica (por encima de una dosis determinada los 
efectos terapéuticos disminuyen). En general tienen una vida media larga, lo que 
permite la administración de la dosis una vez al día; esto resulta especialmente 
relevante en el caso de la fluoxetina con una vida media que supera las 24 hrs. y que 
además tienen un metabolito activo, la norfluoxetina, con una vida media mayor (Stern, 
F.A. 2005). 
La Clomipramina (CMI) es el heterocíclico más eficaz para el tratamiento antiobsesivo. 
La superioridad del CMI sobre otros antidepresivos tricíclicos (ATC) parecen 
relacionados con sus potentes propiedades serotoninérgicas y es consistente con la 
ausencia de respuesta a esos otros antidepresivos. 
Los ISRS tienen efectos colaterales, entre los más comunes descritos son; náuseas, 
cefaleas, temblor, malestar intestinal, somnolencia, acaticia, insomnio, desinhibición 
agitación o incluso hipomanía (Kehl PA, 1996). 
Los antidepresivos IRSS son fluvoxamina, fluoxetina, paroxetina, sertralina y 
citalopram, todas con formas de administración oral. Si bien es cierto que tiene 
efectos adversos menos masivos como los otros grupos de fármacos antidepresivos, 
en algunos sujetos pueden provocar efectos adversos gastrointestinales (nauseas, 
flatulencias y diarrea) del sistema nervioso central (insomnio, inquietud, irritabilidad, 
- 21 - 
 
agitación, temblores y cefaleas que tienden a desaparecer después de algunas 
semanas) y sexuales (eyaculación retardada y anorgasmia). Algunas 
contraindicaciones por las que se deberán administrar a dosis más bajas en pacientes 
con insuficiencia hepática o renal. Interacciones con IMAO, y según el tipo de IRSS 
tener cuidado en la administración conjunta con ADT, anticoagulantes orales 
(warfarina), fenitoína, clozapina, teofilina, litio, triptófano y alcohol (Bados, A. 2005). 
La mayoría de las investigaciones sobre el efecto de los IRSS indican que se 
necesitan dosis mayores para el tratamiento del TOC que las dosis antidepresivas 
estándar. Dado que la administración del fármaco debe ser a largo plazo, como 
mínimo 2 a 3 años, y en los casos severos de por vida, el tratamiento de elección 
debe tener en cuenta el perfil de tolerabilidad y el riesgo de potenciales efectos 
adversos del fármaco seleccionado. 
La atención está actualmente focalizada en la necesidad de detectar cual es, entre los 
IRSS, el fármaco más seguro para el tratamiento a largo plazo, dada la condición 
crónica y debilitante del paciente con TOC (Cía, H. A. 2006). 
 
 
2.1.1 Aspectos clínicos 
En la última década los pacientes con TOC resistentes a tratamiento han significado 
un reto tanto para clínicos como para investigadores; se sabe que un 40 al 60% de 
pacientes no responden al tratamiento con ISRS, por lo que diferentes formas de 
tratamiento han sido investigadas, incluyendo estrategias de aumentación, 
psicoterapia y estimulación cerebral. 
Los pacientes con TOC han sufrido múltiples vicisitudes nosológicas. Desde que 
Esquirol (1838) los situara en el contexto de las locuras parciales o monomanías, 
luego la escuela francesa en el contexto de las locuras (“folie de doute” de Falret; 
“delire du toucher” de Legrand du Saulle; “folie lucide” de Trélat). Estos trastornos han 
- 22 - 
 
transitado hacia la categorización de neurosis de origen emocional – por una lesión 
funcional del SN vegetativo (Morel) o por causa psicodinámica (Freud) – hasta la 
psicastenia de Janet, de base psicofisiológica, y la opinión generalizada durante 
varias décadas, respecto a su integración en el campo de las neurosis, sosteniendo 
que la base del trastorno estaba en la conflictiva infantil. 
Algunos autores (Bleuler, Bumke, etc.), sin embargo, se han inclinado por incluir los 
TOC entre las psicosis y otros, clásicos y actuales (Luys, Monserrat- Esteve), los han 
considerado como trastornos independientes. Las nuevas clasificaciones de 
referencia tanto para clínica como para investigación sitúan a los TOCS, entre los 
trastornos de la ansiedad (DSM-IV) o en el seno de los trastornos neuróticos, 
secundarios a situaciones estresantes y somatomorfos (CIE-10) (Vallejo, 1997). 
Vallejo es uno de los autores que defiende la posibilidad de que se trate de trastornos 
independientes, y la justifica por: 
1. La importancia de la base genética 
2. Las peculiaridades clínicas que las diferencian de otras patologías 
3. Por ser un trastorno natural con idiosincrasia propia, de forma que se inician en 
la edad infanto-juvenil y siguen un curso crónico, no raramente incapacitante 
4. Los datos neuroanatómicos que apuntan hacia una disfunción de los circuitos 
fronto-estriales, concretamente del descrito por Alexander (zonas órbito-
mediales frontales –núcleo caudado –globus pallidus –tálamo – cortex frontal. 
5. Tienen una terapéutica específica , ya que responden tan solo a antidepresivos 
de acción serotoninérgica, a la terapia conductual y a la psicocirugía, mientras 
que no lo hacen a las benzodiacepinas, los antipsicóticos, los antidepresivos de 
acción noradernérgica y la TEC, que son terapéuticas útiles en la ansiedad, las 
psicosis o las depresiones respectivamente (Vallejo, 1997). 
- 23 - 
 
Algunos autores norteamericanos, como Hollander, hablan de un espectro obsesivo 
en función a las conexiones que los TOCs tienen con otras patologías. Es el 
planteamiento de un continum, de la dimensión impulsiva- compulsiva (Hollander, 
2005). En un extremo de la dimensión se situarían los trastornos relacionados con la 
evitación al daño y la aversión al riesgo; en los que las compulsiones se realizarían en 
un esfuerzo por reducir la ansiedad o la amenaza percibida. En este extremo, se 
sitúan el TOC, el trastorno dismórfico corporal y la anorexia nerviosa. En el otro 
extremo opuesto, se encuentran los trastornos asociados a la impulsividad o el gusto 
por el riesgo; en los que los individuos tendrían dificultades para valorar las 
consecuencias negativas de su conducta, siendo mucho más relevantes para ellos 
aspectos como la gratificación/ respuesta inmediata, placer, o la activación/excitación 
a corto plazo. En este punto del continuo se incluirían las compulsiones sexuales, 
compra compulsiva, juego patológico, trastornos por atracón y la cleptomanía, que 
también se han contemplado como adicciones comportamentales (Hollander, 2005). 
Varios estudios han indicado que más de la mitad de las personas con TOC cumplen 
con criterios de por lo menos un trastorno actual supuestamente existente del 
espectro O-C y que más de las dos terceras partes tienen antecedentes a lo largo de 
su vida de por lo menos un trastorno del espectro O- C (Alonso, M, 2006). 
El argumento de la semejanza clínica entre el TOC y los trastornos del espectro O-C 
se basa en la presencia frecuente de pensamientos o preocupaciones reiterativas, 
similares en apariencia a las obsesiones. Sin embargo, estas preocupaciones están 
focalizadas en aspectos concretos y relevantes de cada trastorno (por ejemplo: el 
peso en la anorexia nerviosa) y carecen de las características intrínsecas y 
diferenciadoras de las ideas obsesivas como la concienciade lo absurdo de los 
pensamientos obsesionales, el aspecto egodistónico o la resistencia que el paciente 
opone a los mismos (Berrios, 2000). 
 
 
- 24 - 
 
2.2 Tratamiento psicológico 
La terapia psicológica individual complementa favorablemente el tratamiento 
farmacológico, incluso en pacientes resistentes a tratamientos o que lo rehúsan. Su 
aplicación se ha extendido a pacientes que son vistos en los servicios médicos 
generales. 
La relación costo-beneficio de una terapia grupal presenta más ventajas en el ámbito 
institucional (Nezu A.M, 2006). 
Para que el paciente con TOC sea capaz de poder desarrollar sus actividades 
normalmente, se sugiere una aproximación multimodal individual con psicoeducación 
y apoyo social ( Hansen, B., y cols (2007). 
Se ha demostrado que la Terapia Cognitivo Conductual TCC ayuda a internalizar una 
estrategia para resistir al TOC, el cual depende de una clara comprensión del 
trastorno dentro de un esqueleto médico. 
La Terapia Cognitivo Conductual TCC se engloba dentro de la teoría del trabajo 
social, donde la información cognitiva y conductual se procesa para realizar un trabajo 
de modificación de síntomas. La TCC trabaja con los pacientes para modificar 
conductas y así reducir la ansiedad de los pensamientos y sensaciones. 
El objetivo de esta terapia es que al final del tratamiento el paciente cambie el 
conocimiento que tienen sobre las obsesiones, evitar la neutralización y permitir que 
se habitúe a los pensamientos obsesivos. De esta manera se conseguirá reducir la 
frecuencia y la duración de estos pensamientos, así como de la ansiedad que 
provocan. Por neutralización, entendemos el intento de evitar o hacer desaparecer la 
obsesión. Será un acto voluntario y que requiere un notable esfuerzo personal. 
Primeramente la TCC trabaja para cambiar las ideas y sensaciones, produciéndose 
después una mejoría en la conducta. En este sentido, se interviene tanto en la 
conducta como en la cognición. 
- 25 - 
 
 
2.2.1 Aspectos sociales 
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es un modelo de tratamiento psicoeducativo, 
a corto plazo, activo, directivo, estructurado y dinámico que plantea una nueva 
manera de conceptualizar la psicoterapia, de cómo los diversos factores en los que se 
desenvuelve el hombre interactúan para dar paso a un estilo de vida. 
La TCC se basa en la terapia conductual para ayudar al paciente a identificar y 
modificar conductas desadaptativas por un repertorio de conductas saludables. 
Las terapias cognitivas se enfocan en la identificación y modificación de las 
cogniciones de una persona (pensamientos, procesos y estructuras). En la primera 
etapa se ayuda a identificar o reconceptualizar el problema y a comprender como 
ciertos pensamientos mantienen conductas insanas. 
Así, puesto que las personas constantemente piensan, sienten y actúan (Hansen, B., 
(2007). el objetivo de la TCC es ayudarles a identificar y controlar sus respuestas 
mentales, emocionales y conductuales mediante una metodología sistemática, 
estructurada y práctica. 
La TCC aplicada en el ámbito de la salud parte de considerar la existencia de 
conductas desadaptativas y distorsiones cognoscitivas en diversos trastornos y utiliza 
una mezcla de técnicas de modificación de conducta y de procedimientos verbales 
para identificarlas y corregirlas contribuyendo a su bienestar. 
En la TCC se da énfasis en el "aquí y el ahora" (es decir, en el presente) de los 
problemas específicos para ayudar a resolverlos reduciendo los principales síntomas 
que aquejan a la persona en un tiempo limitado. 
 
 
 
 
- 26 - 
 
2.3 La importancia de la familia en el paciente con TOC 
Debido a que la enfermedad mental es parte de la condición de vida de un individuo y 
éste es parte de una familia, resulta necesario pensar simultáneamente acerca de la 
interacción entre el individuo y su entorno familiar. Anderson C, en 1986, mencionó 
tres puntos importantes por los que el estudio de la familia, es relevante, en primer 
lugar porque se provoca un impacto en todos los miembros de la familia. En segundo, 
porque la familia no recibe asistencia, ni apoyo y sus miembros no podrán ayudar a su 
paciente de manera efectiva, siendo frecuente observar el surgimiento de conflictos 
conyugales entre los padres, depresión, conducta inadecuada entre los hermanos, y 
síntomas físicos en casi todos los miembros de la familia. Y tercero, porque la familia 
experimenta un estrés grave y crónico asociado a la convivencia con el enfermo. 
(Rascón, G.M. y cols. 2011). 
 
Proceso de adaptación a la enfermedad 
Características tales como aceptación, resignación, depresión, regateo, rabia, 
negación y aislamiento se suelen pasar por alto con excesiva frecuencia. Estudios 
como los de Cabrero (1993), ponen de manifiesto el costo o tensión que origina la 
estigmatización, los temores a conductas impredecibles, la pérdidas de vínculos 
sociales, el descuido de necesidades y la sobreocupación del familiar que atiende al 
paciente, las consecuencias económicas si el paciente era el jefe de familia, y plantea 
dos rasgos íntimamente relacionados con el costo: La sobrecarga y la desesperanza 
por parte de los integrantes de la familia. 
La familia juega un papel determinante; sin embargo, es fácil olvidar que ésta suele 
encontrarse tan necesitada de ayuda y de escucha como su enfermo o usuario. 
Además es importante tomar en cuenta que las familias, de por sí arrastran sus 
propios problemas y conflictos los cuales simplemente se complican por la nueva 
crisis que supone una enfermedad grave. 
- 27 - 
 
El estudio del impacto en la vida familiar, tanto en los cuidadores como en los 
usuarios se ha observado en diversos aspectos como la restricción en sus actividades 
sociales (Platt y cols, 1980), la reducción de sus vínculos sociales (Anderson, J. 2010). 
y el aislamiento en sus hogares con pocos contactos sociales. 
Así que la forma externa o interna en que la familia experimenta el control de la 
enfermedad, incidirá sobre la interpretación que le den al padecimiento, su 
comportamiento frente a él y su capacidad para brindar cuidados al enfermo. 
Cuando alguien siente que el control se localiza de manera interna, es decir que el 
individuo y su familia conciben que ellos puedan llevar el control mediante el 
tratamiento la enfermedad, podrán entonces dominarla y no permitirán que sea ésta la 
que los controle. Por otra parte, si el individuo y su familia sienten o piensan que el 
control se encuentra en otro u otros (Dios, los médicos o el azar), les resultará más 
difícil aceptar la enfermedad y hacerse cargo de ella. 
Sería necesario evaluar las creencias que tienen la familia y el paciente acerca de la 
enfermedad, así como aquellas ideas que de una u otra manera pueden influir sobre 
el curso de la misma. Las creencias involucran vergüenza, culpa o rechazo, y muchas 
veces bloquean el proceso familiar de aceptación. Por otra parte, desde las políticas 
nacionales hasta la psicología popular se mantiene una tendencia a la internacionali-
zación y localización de los problemas en el individuo o la familia. Estos valores 
interactúan con el sistema de creencias familiares y producen la sensación de que la 
pérdida de un miembro, como consecuencia de una enfermedad, constituye un signo 
de debilidad y falta de carácter para luchar, por lo que esto llega a transformarse en 
una sensación de derrota y vergüenza (Vallejo, j. y Berrios, G.E. 1997). 
Para poder hacer una evaluación de los recursos familiares, se tiene que tomar en 
cuenta las expectativas y la forma de reaccionar ante los sentimientos dolor de cada 
quien, ya sea el paciente o los familiares darán la diferencia, entre tener elementos o 
recursos para afrontar y sobrellevar la nueva condición de vida. 
- 28 - 
 
Según Koch, 1985, la adaptación familiar a la enfermedad mental puede seguir uno 
de dos cursos 
1) Cuandolas familias son flexibles y las reglas permiten a sus miembros expresar 
emociones, la adaptación familiar es eficaz y continúa funcionando efectivamente aun 
cuando sea de forma diferente. 
2) La adaptación ineficaz ocurre cuando los roles son rígidos o cuando las reglas 
familiares prohíben la expresión emocional. La flexibilidad en roles como en reglas 
debe considerarse como el recurso que contribuye a que la familia resista el impacto 
desorganizante del estrés que ocasiona el padecimiento. 
“Mientras más funcional sea una familia, contará con más recursos para manejar la 
enfermedad mental. En cuanto a los recursos de la misma, habrá que valorar una 
serie de aspectos como la capacidad de autonomía de los diferentes miembros, la 
existencia o no de límites de funcionamiento claros, el estilo de comunicación, la 
capacidad o dificultad de la familia para expresar sus afectos de manera clara y 
directa, así como si existe un sistema abierto que permita la entrada y salida de 
información al igual que la creación de relaciones nuevas y, finalmente, su habilidad 
para resolver problemas y conflictos” (Rascón, 2011). 
Las demandas que la enfermedad mental exige a la familia, así como la gravedad de 
la misma se encuentran inversamente relacionadas con el grado de adaptación 
familiar al padecimiento (Rauch, S.L. 2006). 
Las familias con mayor información, con un mejor sostén emocional y material tienen 
mayor oportunidad de alcanzar una adaptación efectiva a la enfermedad; por otra 
parte, aquellas que viven relativamente aisladas de la sociedad, en la pobreza o que 
son estructuralmente inflexibles, pueden tener mayor dificultad para adaptarse. Así 
que la actitud de la familia y del paciente resulta crucial en la determinación del curso 
de la enfermedad y contribuye para el mejoramiento o exacerbación de los síntomas 
(Vallejo, J.1997). 
- 29 - 
 
2.4 Tratamiento neuroquirúrgico 
Además de la terapia farmacológica y psicológica, existe como opción la terapia 
electroconvulsiva (TEC), sin embargo algunos pacientes no responden 
adecuadamente a ninguna de las terapias mencionadas en los apartados anteriores, 
en cuyos casos, la intervención neuroquirúrgica debe considerarse como una 
alternativa justificada. 
Estas técnicas se incluyen dentro de la denominada neurocirugía funcional, puesto 
que se trata de mejorar o restaurar la función de algunos circuitos neuronales; es 
decir, actuar sobre su fisiología, de modo similar a lo practicado en la cirugía para 
ciertos trastornos del movimiento (p. ej., enfermedad de Parkinson). 
Las intervenciones neuroquirúrgicas han corroborado modestamente las trayectorias 
anatómicas del TOC (Jenike MA. (2005). Todas estas investigaciones son 
preliminares, y debido el pequeño número de estudios y de muestras, las 
conclusiones deben ser consideradas como probables y no como definitorias. En 
resumen, el circuito constituido por los ganglios basales, el tálamo, el cíngulo y los 
lóbulos frontales, parece constituir la mayor anatómica del TOC. Esta diversidad 
anatómica sugiere, por lo tanto, la falta de un punto localizado para el TOC. Este 
fundamento ha sido parcialmente corroborado por las lesiones anatómicas con 
diferente localización en los pacientes con TOC, quienes presentaron un pensamiento 
concreto, obsesividad, compulsividad, ausencia de ansiedad y falta de interés en 
recibir tratamiento (Yaryura-Tobas y cols., 2000). 
Los estudios funcionales de neuroimagen en el TOC muestran que la medición del 
flujo sanguíneo cerebral regional (rCBF) de los pacientes en PET (tomografía por 
emisión de positrones), al ser comparada con sujetos normales, ha mostrado una 
hiperactividad en el COF, CCA y estriado (Fitzgerald, 2005). Dicha actividad estaría 
directamente relacionado con el cuadro clínico, ya que se incrementa durante la 
provocación de los síntomas de los pacientes y se reduciría con el tratamiento médico 
(Rauch, 2003). La hiperactividad del COF, estaría relacionada con la gravedad del 
- 30 - 
 
TOC, de esta manera los pacientes con una buena respuesta clínica tras la cirugía 
(DBS en VS/VC) muestran una modulación de la hiperactividad del COF, área 
subgenual CCA, estriado, GP y tálamo. Esto se ha encontrado en 6 pacientes con 
TOC tratados quirúrgicamente, mientras que dicha hiperactividad se mantenía en los 
pacientes considerados como refractarios (Rauch, 2006). 
La experiencia de los trabajos reportados en este campo nos lleva a concluir que 
existen diferentes dianas quirúrgicas que pueden llegar a modular la actividad 
patológica de los circuitos órbito-frontal y córtex medial prefrontal a través de una 
disrupción o modulación de sus fibras entre córtex frontal y tálamo o bien dentro del 
propio VS. Ambas dianas, VS/CI y NST, actuarían a distintos niveles con resultados 
clínicos similares. También se ha observado en las revisiones evolutivas, que los 
pacientes intervenidos mantienen una mejoría progresiva, lo que indicaría que la 
modulación de los circuitos no es inmediata, como ocurre en los trastornos del 
movimiento, sino que lleva más tiempo en alcanzar el beneficio terapéutico 
considerado como óptimo (Rauch, 2006). 
- 31 - 
 
CAPÍTULO 3. 
Terapia cognitivo conductual para pacientes con Trastorno 
Obsesivo Compulsivo 
Dentro del campo cognitivo, los investigadores, clínicos y teóricos aplican la Terapia 
Cognitivo Conductual a múltiples trastornos clínicos. Uno de los objetivos de las 
terapias cognitivas, según Beck, es aplicar su campo de intervención evaluando su 
eficacia (Labrador F. J. 2008). 
 
 
3.1 Estructura teórica 
 
La terapia cognitivo conductual comprende una teoría de la actividad psíquica que 
reconoce dos grandes vertientes: el conductismo y la psicología cognitiva o, para 
decirlo en otras palabras, el paradigma asociacionista y el paradigma de 
procesamiento de información. Ambos han ofrecido explicaciones diametralmente 
alternativas respecto a diversos temas que han abordado. 
Para el Conductismo o Psicología de la Conducta la actividad psíquica radica en las 
operaciones de conexión entre estímulos y respuestas y el papel de las contingencias 
reforzadoras sobre el comportamiento (tanto abierto como encubierto). Para el 
cognitivismo o Psicología Cognitiva, en cambio, son los procesos mentales 
(Fernandez-Álvarez, 2008). 
El objetivo del cognitivismo es explicar los procesos de pensamiento y las funciones 
superiores del psiquismo. 
Los objetos de estudio que delimitan cada uno de los modelos son diferentes, lo que 
también marca diferencias en el tipo de investigaciones que ambos realizan 
habitualmente. En el caso del Conductismo, programas de condicionamiento, tanto 
clásico como operante en el caso del Cognitivismo la indagación del funcionamiento 
de la mente a través de diferentes aspectos del procesamiento de la información. 
- 32 - 
 
Sus teorías psicopatológicas también son tributarias de ambos paradigmas: en el 
caso de los trastornos de ansiedad existen modelos explicativos basados en el 
condicionamiento y en el procesamiento de la información. Aunque, cada vez más, 
existen acercamientos entre ambos enfoques: 
El paradigma de la psicología cognitiva (y las terapias cognitivas) consiste en el 
principio de la mediación cognitiva. Es decir, una respuesta emotiva y/o conductual 
ante una situación está mediada por un proceso de evaluación relacionada a los 
objetivos (metas, deseos) de cada persona. 
Las estructuras cognitivas, generalmente denominadas esquemas, que dan lugar a 
las evaluaciones y a las respuestas, son el resultado de predisposiciones genéticas y 
del aprendizaje generado a través de las experiencias vividas, propias de cada 
persona. 
La terapia busca la modificación de esquemas disfuncionales con la consiguiente 
modificación de las respuestas emotivas y/o conductuales. Así, el concepto 
fundamental en la terapia cognitivo conductual es el de reaprendizaje.Cabe mencionar que la terapia cognitivo conductual complementa el modelo médico 
biológico de los diversos trastornos en lo que se aplica. 
La TCC consta de 3 fases o etapas: 
Evaluación: 
Se examina el caso mediante la entrevista y observación clínicas, registros, 
autoregistros y diversos instrumentos estandarizados. Se formulan hipótesis acerca 
de los problemas que presenta la persona y se trazan los objetivos del tratamiento. 
Intervención: 
- 33 - 
 
Se emplean técnicas terapéuticas orientadas al logro de los objetivos planteados. 
Seguimiento: 
Se evalúa la efectividad del programa terapéutico en el mediano y largo plazo y se 
realizan los ajustes necesarios para el mantenimiento de los cambios positivos 
Se apoya en 4 pilares teóricos básicos: los aprendizajes clásico, operante, social y 
cognitivo. 
Según Beck, basa en el supuesto teórico de que los efectos y la conducta de un 
individuo están determinados en gran medida por el modo que tiene de estructurar el 
mundo. 
Sus cogniciones se basan en actitudes o supuestos desarrollados a partir de 
experiencias anteriores El terapeuta ayuda al paciente a pensar y actuar de un modo 
más realista y adaptativo en relación con sus problemas psicológicos, reduciendo o 
eliminando así los síntomas 
Existen tres objetivos principales; controlar los pensamientos (cogniciones) 
automáticos negativos; identificar las relaciones entre cognición, afecto y conducta; y 
examinar la evidencia a favor y en contra de los pensamientos distorsionados. 
Dentro de los Modelos Cognitivos se encuentran; La Terapia Cognitiva de Aaron Beck 
(1921) y la Terapia Racional Emotiva de Albert Ellis (1913). 
La Terapia Racional Emotiva es propuesta por Albert Ellis, quien descontento con los 
escasos resultados obtenidos con el psicoanálisis da un giro a la terapia que 
practicaba, creando una terapia más breve directa y efectiva, con mayor implicación 
del terapeuta y el cliente, y con técnicas centradas en la influencia que ejercen los 
pensamientos y las creencias irracionales sobre las emociones y los comportamientos 
de las personas. Esta terapia propone una explicación biológica, psicológica y social 
- 34 - 
 
de la conducta y emociones humanas, partiendo de la premisa de que casi todas las 
emociones y conductas humanas son resultado de lo que las personas piensan, 
asumen o creen. 
 
3.2 Principios básicos 
1. Un paciente debe aprender a distinguir entre la realidad y su percepción de ella 
ya que las experiencias pasadas pueden influir en la forma de recibir y evaluar 
cierta información. 
2. Su percepción de la realidad está influida por procesos de aprendizaje, que 
pueden ser producto de errores en sus pensamientos. 
3. Basado en los 2 anteriores, se busca ayudar al que considere sus creencias 
como hipótesis que puede comprobar, negar ó modificar siendo un agente activo 
en su proceso de cambio. 
4. A las personas se les enseña una variedad de técnicas para el manejo de 
problemas que aplicarán en situaciones cotidianas. 
 
 
3.3 Características de la terapia 
1. Es breve 
2. Está centrada en el presente (en el "aquí y ahora"), en el problema y en su 
solución. 
3. Tiene un carácter preventivo de futuros trastornos. 
4. Va directamente a la resolución del problema, a la forma de lograr los 
resultados deseados. 
5. Establece una relación colaborativa entre paciente y terapeuta 
6. El proceso incluye tareas de auto-ayuda que se realizan entre sesiones. 
- 35 - 
 
7. Pese a lo breve y sencillo del método produce cambios importantes y 
perdurables. 
8. El enfoque es altamente educativo, por lo cual el paciente aprende a resolver 
sus problemas o trastornos por sí mismo. 
9. Emplea evaluaciones objetivas para determinar la eficacia de las técnicas. 
10. Es activa y directiva 
 
 
3.4 Psicoeducación 
La intervención psicoeducativa incluye la interacción entre la persona con enfermedad 
mental o usuario, sus familiares y amigos, con el proveedor de la información, que en 
este sentido será cualquier integrante del equipo de salud mental. 
La psicoeducación enriquece y aclara la opinión de las causas y efectos de la 
enfermedad, el entendimiento disminuye el riesgo de recaídas y de 
rehospitalizaciones. También permite reducir el sentimiento de incapacidad y favorece 
la descarga emocional, física y social de angustia, temor, malestar, estigma y 
aislamiento, entre otros aspectos. Participar en un grupo psicoeducativo ofrece 
muchas ventajas sin embargo, hay que tomar en cuenta algunas situaciones: los 
pacientes con enfermedad aguda suelen agravarse, se pueden exacerbar síntomas y 
pensamientos desorganizados y presentarse problemas en la atención, y en la 
concentración durante el curso. También debe tenerse cuidado el manejo del nivel de 
estrés de las personas enfermas y de sus familiares. (Albarran, 2007). 
Los principios en los que se integra el curso psicoeducativo son: 
1.- Un modelo colaborativo del equipo de instructores 
2.- El cual, esté informado y capacitado 
3.- Que apoye a la Integración de las familias al tratamiento 
- 36 - 
 
4.- Que ayude a la recuperación y la rehabilitación en el paciente 
5.- Apoyando en abatir la discriminación y promover la reinserción social del paciente 
y la familia. 
 
Psicoeducación para pacientes con TOC 
Con el componente educativo en la TCC ayuda al paciente con TOC a conceptualizar 
los síntomas y a darse cuenta como se debilitan con las técnicas empleadas, como la 
de exposición y prevención de respuesta que producen un beneficio final. El paciente 
aprenderá que existe una justificación coherente para la TCC. 
Los principales conceptos para transmitirse son: 
 Que los pensamientos invasivos no deseados son normales 
 Que las interpretaciones disfuncionales de las ideas invasivas causan obsesiones 
 Que la evitación y los rituales compulsivos mantienen las obsesiones y las 
técnicas terapéuticas para pacientes con TOC, son las siguientes: 
 Se basan en la idea de que el TOC es un conjunto de patrones de pensamientos y 
comportamiento que se convierte en un círculo vicioso que requiere ayuda para 
romperse. 
 Los patrones de pensamiento adaptativo anómalo en el TOC implican 
sobreestimación del peligro relacionado con las obsesiones, lo cual produce 
ansiedad cuando se enfrentan ciertas situaciones y pensamientos, esta ansiedad 
obliga a hacer algo para aliviar o prevenir que algo malo ocurra. 
 Los patrones de comportamiento adaptativo anómalo incluyen rituales y otras 
estrategias que disminuyen la ansiedad obsesiva. 
- 37 - 
 
 Los rituales son contraproducentes porque sólo reducen la ansiedad 
temporalmente, aunque al hacerlo se convierten en hábitos cada vez más fuertes. 
(Abramowitz, 2007). 
 
 
3.5 Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR) 
El método psicológico específico y recomendable para pacientes con TOC., se 
denomina Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (EPR), es eficaz en 
muchas personas, especialmente en las que presentan rituales conductistas, además 
ha sido establecido como el tratamiento efectivo para el TOC. Mediante este método 
el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea 
directamente o con la imaginación. Al mismo tiempo, el paciente es alentado a evitar 
sus rituales con apoyo y medios provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros 
que el paciente reclute para asistirle. Los estudios realizados y la práctica diaria 
demuestran que la EPR es una terapia muy exitosa para la mayoría de los pacientes 
que la completan y los efectos positivos perduran una vez finalizado el tratamiento 
(Cía, H. A. 2006). 
El objetivo de esta terapia es permitir que el paciente tenga experiencias en las que 
se confronten los estímulos obsesivos sin el uso de rituales para búsqueda de 
seguridad, pero en las que los resultados temidos no se materializan y la única 
explicación es quelos estímulos obsesivos no son tan peligrosos como se creía 
(Abramowitz, 2007). 
Se origina a partir del descubrimiento del proceso de habituación, que consiste en la 
exposición prolongada a una situación que le genere al individuo una respuesta de 
temor o ansiedad intensa. Luego de un tiempo de exposición a lo temido, la respuesta 
de temor, luego de incrementarse y luego disminuir, se extingue, por lo cual el sujeto 
termina habituándose al estímulo, el cual deja de producirle la respuesta asociada 
(Cía, H. A. 2006). 
- 38 - 
 
3.6 Terapia Grupal 
Es la reunión de un grupo de personas, con uno o más terapeutas, con el objeto de 
mejorar sus aspectos vivenciales. 
La socialización obtenida en el grupo puede tener efectos antidepresivos 
La participación colectiva de todos los miembros del grupo enriquece el trabajo de 
reestructuración cognitiva y 
La relación costo-beneficio de una terapia grupal presenta más ventajas en el ámbito 
institucional. 
Para comprobar la efectividad de la TCC en el tratamiento del TOC, se han hecho 
diversos estudios alrededor del mundo, con resultados favorables que comprueban 
que la mejor técnica para combatir los sistemas del TOC es la Terapia Cognitiva- 
Conductual. 
Los estudios sugieren una aproximación multimodal individual con psicoeducación. 
 
 
3.7 Técnicas psicológicas utilizadas para TOC 
Las técnicas implementadas dentro de la terapia cognitiva, tienen como objetivo 
corregir las creencias erróneas y, por consiguiente, aliviar o eliminar los síntomas que 
se generan en quien padece TOC. 
Entre las técnicas más utilizadas para tal efecto, se encuentran las siguientes: 
 
 
- 39 - 
 
3.7.1. Respiración y relajación 
La respiración es un proceso de suma importancia en la regulación fisiológica y 
metabólica del organismo. En los problemas de ansiedad tiene también una incidencia 
crucial. Existen técnicas de respiración abdominal y de relajación que se utilizan para 
reducir o prevenir la sobreactivación fisiológica producida por la ansiedad y el estrés, 
aunque por si solas son insuficientes para un control efectivo de este problema. 
Tienen que estar acompañadas de una serie de medidas sobre las fuentes de 
ansiedad, como las estrategias de afrontamiento, administración de tiempos, recursos, 
apoyos, etc. Es importante utilizarlas regular y sistemáticamente, no sólo cuando los 
estados de tensión ya son muy elevados. (García, F. 2006). 
Cuando nos encontramos en una situación de estrés, activamos nuestra zona de 
alarma, respiramos demasiado rápido tomando demasiada cantidad de aire. Por tanto, 
aumenta el oxígeno en sangre al respirar más oxígeno del que gastamos. Es 
entonces cuando se origina el estado de hiperventilación, es decir, una respiración 
demasiada intensa o frecuente, para las necesidades del organismo en ese momento. 
La hiperventilación provoca una serie de sensaciones internas, siendo las más 
comunes el mareo, la sensación de ahogo, la visión borrosa, el aumento del latido 
cardiaco, el calor, hormigueo, agotamiento, etc. En definitiva, contribuye en la mayor 
parte de los síntomas que aparecen en la ansiedad, por ese motivo, aprender las 
técnicas de respiración adecuadamente es clave en los procesos de ansiedad, como 
el TOC. 
La técnica de respiración abdominal o diafragmática consta de dos movimientos 
principales, un movimiento de entrada de oxígeno (inspiración) y uno de salida de 
dióxido de carbono (espiración). Cuando somos pequeños utilizamos el diafragma 
para respirar, el músculo más importante de la respiración. Cuando tomamos aire, 
inhalamos, el diafragma desciende, dejando más espacio para que los pulmones se 
llenen completamente de aire, y mientras expulsamos el aire, exhalación, el diafragma 
se relaja y vuelve a su posición original. Cuando respiramos con el diafragma la 
- 40 - 
 
respiración es más completa, porque aumenta la capacidad pulmonar (García, F. 
2006). 
La respiración abdominal tiene como ventajas; disminuir la liberación de las hormonas 
del estrés en el cuerpo y del ritmo cardíaco, aporta mayor nivel de oxígeno al cerebro 
y a las células. De esta forma, llegará mayor cantidad de aire a los pulmones, la 
sangre se oxigena más y libera endorfinas, sustancias naturales del cuerpo que 
promueven bienestar, dando una sensación relajada y tranquila, contribuyendo a 
eliminar los síntomas de la ansiedad si la práctica es constante (Barrera, VM. 2013). 
 
 
Relajación 
La definición de Sweeney (1978) a la relajación como “un estado o respuesta 
percibidos positivamente en el que una persona siente alivio de la tensión o del 
agotamiento”. Ello incluye aspectos psicológicos de la experiencia de la relajación, 
tales como una sensación agradable y la ausencia de pensamientos estresantes o 
molestos. 
La palabra relajado se emplea para referirse a los músculos flojos o bien a los 
pensamientos sosegados, ya que existe una conexión entre ellos, porque se puede 
inducir un estado aparentemente general de relajación usando métodos fisiológicos o 
psicológicos (Barrera, VM. 2013). 
Desde principios de este siglo y hasta la actualidad tanto en la práctica profesional 
como en la investigación científica la mayor parte de técnicas de relajación 
estructuradas que se utilizan se basan en dos técnicas desarrolladas: la relajación 
muscular progresiva (RMP) como lo expuso Jacobson en 1938 y el entrenamiento 
autógeno (EA) de Schultz en 1931. Ambas se complementan, ya que se centran, 
respectivamente en dos de las principales funciones de la relajación: el descenso en 
el tono muscular, en lo que se refiere a la RMP y la sugestión y control mental del EA. 
- 41 - 
 
Posteriormente han aparecido procedimientos estructurados realmente eficaces que 
reducen considerablemente la duración del entrenamiento y que en realidad se llevan 
a cabo en la actualidad (Lichstein, 1988). 
La utilidad de la relajación estriba en que conduce a un estado de reducción de la 
activación fisiológica del organismo, trayendo como beneficio, tanto a nivel subjetivo, 
puesto que resulta placentero, como en lo que respecta a la propia salud física y 
psicológica. De hecho, en muchos trastornos y enfermedades está implicado como 
uno de los factores responsables un exceso de activación (trastornos 
cardiovasculares, disfunciones gastrointestinales, fobias, etc.). En estos casos, la 
práctica de la relajación no solamente resulta útil, sino que suele estar presente en 
alguna de sus manifestaciones en el propio procedimiento terapéutico. La relajación 
como procedimiento de reducción del exceso de activación no se ciñe a una mera 
dimensión fisiológica, sino también a las otras dos dimensiones relevantes de la 
emoción: los procesos cognitivos y la conducta manifiesta (Fernández-Abascal, 1997, 
en Chóliz, 2011). En lo que respecta a la dimensión fisiológica, los efectos de la 
relajación son los opuestos a los de la activación simpática. 
Las ventajas de la relajación son diversas, como que reduce tensión muscular y 
ansiedad tanto a corto como a largo plazo. Actúa como técnica distractora del dolor, 
proporciona sentido de control sobre el funcionamiento fisiológico y facilita la 
recuperación de cogniciones positivas. Produce un estado psicofisiológico de 
relajación o hipoactivación e induce un sueño más reparador. 
 
 
Relajación muscular progresiva 
Desarrollada por Jacobson (1938, citado en Gabbard, 2009) para lograr un estado de 
relajación al tensar y luego soltar progresivamente un grupo de músculos del cuerpo 
con lo que se produce no sólo una relajación física, sino mental y emocional. Las 
- 42 - 
 
áreas más comunes con las que se trabaja son el rostro, cuello, hombros, brazos, 
abdomen, pecho y espalda, así como las piernas y pies. 
Reduce la tensión muscular y la ansiedad general mediante instrucciones al paciente 
para que tense y relaje varios grupos musculares de todo el cuerpo. Las áreas más

Otros materiales