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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS PROFESIONALES IZTACALA PSICOLOGÍA DEL POLICÍA MEXICANO CORRUPTO T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A ENRIQUE LÓPEZ SANTOS Director: Carlos Mondragón González Asesores: César Roberto Avendaño Amador María de Lourdes Jacobo Albarrán Tlalnepantla, Estado de México, 2009 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 2 AGRADECIMIENTOS De manera muy especial a mi madre Consuelo esta dedicado el esfuerzo depositado para el término de esta profesión. Madre, finalmente llego este momento grato y de gran satisfacción que tanto se esperaba. Unos estudios que complique y prolongue demasiado que parecía no tener fin. Aprovecho la ocasión para postrarme ante usted y hago una reverencia en señal de mi más grande admiración, respeto y ejemplo a seguir, por el esfuerzo supremo que como madre pudo lograr en su vida para salir adelante con sus hijas e hijos a pesar de todos los embates que tuvo que enfrentar fortaleciendo aun más su espíritu de lucha y sin claudicar jamás por muy difíciles que fueran los tiempos y circunstancias. Hoy, tan sólo le brindo por esos sacrificios y sufrimientos de madre, un pequeño esfuerzo de mí en contraste con su grandeza de mujer y de madre, enalteciendo su nombre y en la riqueza pura y genuina que a logrado ud. en su existencia. Gratos momentos de alegría le doy a su vida que esta llena de bendiciones. Madre, este logro también es tuyo. A mis Hermanas y Hermanos Las equivocaciones que he cometido en la vida y mi falta de talante solo han hecho que yo mismo me complique más la existencia. Cuando en verdad se quieren enmendar errores y tener un cambio en la vida, nunca es tarde para lograrlo. Eternamente estoy agradecido con ustedes por el apoyo mostrado ante mis problemas personales y porque con sus comentarios fuertes y honestos intentaban que despertara de mi letargo. Este logro también es de ustedes. 3 3 A LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO Mi alma mater, le estoy agradecido en darme la oportunidad para haber concluido esta profesión que bien ya no merecía tener. Gracias UNAM. A Carlos Mondragón González Cesar Roberto Avendaño Amador María de Lourdes Jacobo Albarrán Director y Asesores de esta tesis Sus conocimientos, experiencia y sapiencia Aquilatan y Enriquecen este trabajo. Cada día se refuerza más el convencimiento que uno de los problemas más graves que padecemos los mexicanos para no crecer como país, son esos dos obstáculos en uno solo llamado: los políticos, como los que nos gobiernan cada sexenio. Un ciudadano común. ÍNDICE Introducción 7 CAPITULO I. PRECEDENTES DE LA CORRUPCIÓN POLICIAL EN MÉXICO 1.1 Breve historia y evolución de la corrupción policial en México 15 1.2 Modelos teóricos que explican la corrupción en México 26 1.3 Corrupción: policía y sociedad 30 1.4 Las instituciones de seguridad pública en otros países 40 1.5 Análisis correspondiente 44 CAPITULO II. CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA CORRUPCIÓN EN LAS INSTITUCIONES DE SEGURIDAD PÚBLICA EN MÉXICO 2.1 El poder y la corrupción. Cadena de eslabones que la generan y sus consecuencias 49 2.2. Los programas anticorrupción en los cuerpos de Seguridad Pública 58 2.3 La corruptibilidad vs. la incorruptibilidad 60 2.4. El mexicano que se emplea como policía. Motivaciones 70 2.5 Cómo se construye el pensamiento corrupto de un policía como el mexicano 71 CAPITULO III. EL POLICÍA MEXICANO Y LA APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA EN LAS ACCIONES DE CORRUPCIÓN 3.1 La corrupción y su relación con la educación, poder, sociedad, dinero, la ley y el efecto psicológico que se observa en los policías ligados a la corrupción 75 3.2 El trabajo del psicólogo(a) en Instituciones de Seguridad Pública 95 3.3 Algunos trabajos de estudio acerca del policía por psicólogos mexicanos 100 3.4 Problemas que enfrenta el psicólogo(a) en las instituciones policiales 111 CAPITULO IV. LA PRAXIS DE TÉCNICAS Y MÉTODOS PSICOLÓGICOS EN LA EVALUACIÓN Y DIAGNOSTICO EN EL TRABAJO POLICIAL 4.1 Reclutamiento y selección 116 4.2 Aplicación de algunas pruebas psicométricas 122 4.3 Entrevista 124 4.4 Elaboración y diseño de programas de capacitación policial 129 4.5 Trabajo de investigación 129 4.6 Estudios socio-económicos 130 4.7 Trabajo clínico 131 CAPITULO V. ANÁLISIS DEL PERFIL PSICOLÓGICO DEL POLICÍA CORRUPTO 5.1 Características psicológicas 136 5.2. El estudio de la axiología en el policía de México 147 5.3 El modelo de policía mexicano que se desea tener 153 5.4 Qué hace el psicólogo contra la corrupción en el trabajo policial 161 5.5 Propuesta de intervención psicológica ante el problema. De la corrupción en el ámbito policial 162 Conclusiones 170 Bibliografía 177 RESUMEN El objetivo del presente trabajo es abordar desde la perspectiva de la psicología el fenómeno de la corrupción en las instituciones de seguridad pública en México. Su contenido pretende desnudar psicológicamente, no sólo a los que se emplean en seguridad sino también a todos aquellos que, de una u otra forma, se involucran tarde o temprano en el mismo problema de la corrupción. Por otra parte, son escasos los estudios e investigaciones en México que abordan este tema desde el ámbito de la psicología y menos aun se pueden ver trabajos realizados por psicólogos(as) lo que resulta interesante para conocer y estudiar el estado de la salud mental no solo en las instituciones de seguridad publica o privada en nuestra sociedad mexicana, sino aun para pensar también en quienes gobiernan este país. En la presente tesis también se expone que el problema de la corrupción en seguridad no solo esta asociado con los factores tradicionales como son políticos, sociales, económicos, educativos, etc. sino que tiene vinculación también con el factor psicológico, tema que aun no ha sido lo suficientemente explorado en México y, aunque algunos trabajos ya existen, hay quienes se oponen en que salgan a la luz dichos estudios. Esto habla que la salud emocional del policía mexicano si no ha quedado al olvido, tampoco se han hechos cosas importantes dentro de su mundo laboral por quienes dirigen todo un sistema de trabajo en seguridad pública o privada, aparentando como que trabajan o hacen algo al respecto, luego entonces, se habla aquí de la corrupción como una enfermedad epidemiológica-endémica y que se relaciona con el estrés, la mentira, el poder y otros factorespsicológicos importantes que aquí se abordan. INTRODUCCIÓN Debo anticipar que este trabajo de tesis se ha realizado con el propósito de exponer algunos de los diversos problemas más sobresalientes en lo que respecta al tema de la corrupción en las instituciones de seguridad pública en México, tales como causas, efectos y dinámica dentro de las mismas. Pero sobre todo, siendo el punto central de estudio al policía mexicano y sus conductas corruptas objeto de análisis psicológico de esta tesis. El contenido de éste trabajo debo aclararlo no tiene la intención de mostrar o revelar escándalos ni dar a conocer nombres, como tampoco especificar fechas, datos o mencionar a alguien en particular; su finalidad es explicar ambos temas desde una óptica teórica y empírica de manera que se permita realizar una apertura de estudio a nivel psicológico más cuidadoso y profundo que sobre ambos temas pesan muchos conflictos como son: históricos, políticos, económicos, conceptuales, explotación, injusticias, abusos de poder, valores, agresividad, conductas patológicas, drogadicción, complicidad, despotismo, alcoholismo, sobrepeso y un sin fin de factores para estudiar e investigar en el campo del policía mexicano de manera que se pueda proporcionar más información y datos que conduzcan a estudios longitudinales más profundos sobre ambos aspectos. Desde éste contexto, la presente tesis parte en la revisión de estudios teóricos y de investigación que hablan sobre la corrupción en general así como dentro de las instituciones de seguridad publica en México, observándose en éstos estudios que poco o casi nada hablan sobre el tema del policía mexicano que es corrupto, los escasos estudios e investigaciones que se tienen en nuestro país, la mayoría de éstos están realizados desde las disciplinas del Derecho, Sociología, Periodismo, Económico y Derechos Humanos entre otros más, pero son mínimos los que existen desde el estudio de la psicología y menos aún hecho por psicólogos por lo 8 que resulta entonces de gran relevancia para aquellos que nos dedicamos al estudio del comportamiento humano, recordando que la psicología se encuentra inmersa en toda acción de pensamiento y conducta humana dando pauta para que se estudie psicológicamente el comportamiento de quienes se emplean como policías en nuestro país. Luego entonces, no hay en México suficientes estudios desde el ramo de la psicología que hablen y amplíen dichos temas para su respectiva investigación, análisis y aportación. Dada la relevancia e interés que tiene el realizar un trabajo como el presente no sólo desde nuestro campo de estudio como psicólogos, sino también cotidianamente, ya que vivir en un país como el nuestro plagado de gente corrupta, y cuya mentalidad es resolver los problemas o situaciones que se presentan donde de inmediato se aplica ése dicho mexicano “con dinero baila el perro” y como así lo entienden y lo practican a diario muchas personas que laboran no sólo en el ramo de la policía mexicana sino que también se practica ahora, en las familias mismas donde padres de familia e integrantes de la misma así como parientes se han integrado a la delincuencia organizada ; y que decir en otros campos o lugares de trabajo por ejemplo, en los tribunales donde jueces, abogados, y administraciones públicas diariamente trabajan con la corrupción; o en las escuelas públicas o privadas donde directores, maestros o trabajadores se ven involucrados en acciones de corrupción; también en centros comerciales donde gerentes, trabajadores y su administración aplican los actos de corrupción en sus auditorias, ventas, publicidad, etc. y que tan sólo por nombrar algunos, se ha vuelto ya una enfermedad transmitida en donde lamentablemente con el tiempo ya es difícil de aliviar. Y es que el acto de corrupción a través de la historia mexicana nunca se ha abolido, nació, ha crecido, se ha desarrollado, se ha expandido y ahora es muy complicado de erradicar una enfermedad como ésta. Al ser muy escasos los estudios e investigaciones que abordan todos los aspectos anteriormente señalados y aún de muchos otros de los que hay que tratar, es prácticamente complicado y que llevaría mucho más tiempo de lo esperado, el 9 realizar una tesis para titulación en donde versaran todos los temas que tienen que ver con la corrupción en las instituciones policiales y las acciones corruptas de muchos de los policías mexicanos. Aquí, sólo se presenta un sólo tema que es en lo teórico y complementándolo con lo empírico pero también considerando los distintos enfoques por quienes han escrito de éste problema social, institucional, grupal e individual para luego realizar un tipo de estudio más analítico desde lo psicológico. Haciendo alusión a la complementación de este trabajo a través del auxilio empírico, puedo decir que en éste caso, lo teórico se vuelve enriquecedor con mis experiencias vividas en éste trabajo de policía ya que del conocimiento adquirido y las meditaciones realizadas a lo largo del tiempo en ocuparme también en éste campo laboral, sirvieron para que naciera en mí la inquietud de realizar un trabajo de tesis como el presente, y es que al darme cuenta que muchos de los problemas de corrupción que se observan en el mundo laboral del policía mexicano, no es exclusivo del dinero o lo material (aunque hay que reconocer que ambos factores imperan sobre otros), sino que, detrás de éstos comportamientos, se esconden aspectos psicológicos que envuelven e influyen de alguna forma en sus reacciones emocionales para llevarlas finalmente a conductas indebidas e ilícitas, siendo esto para las demás disciplinas de estudio así como para las demás gentes que trabajan en estas instituciones de gobierno e incluso privadas, sin gran relevancia como una forma real de explicación. Por ejemplo, como se vinculan los aspectos psicológicos como la pasividad excesiva, o la intolerancia, las frustraciones emocionales que tienen que ver con la impotencia de muchos policías cuando no se les atienden sus problemas laborales, o la indiferencia de muchos de ellos ante determinado problema o situación, la falta de motivaciones para el buen desempeño de sus funciones, grandes impactos e impresiones al ver muertes, agresiones física y verbal dejando entrever una gran presión emocional, o también el no contar con el respaldo en lo jurídico que los proteja de los abusos de sus jefes inmediatos, de las injusticias u 10 otras en relación con su trabajo, el abuso de poder ejercido en ellos y ellos a su vez practicarlo en sus actividades de trabajo diario, en fin, que los ejemplos son muchos y al ponerme a pensar en cada una de éstas situaciones y otras más se puede decir que el policía mexicano es corrupto no sólo por la condición de un ingreso salarial bajo, sino que ahora también se observan algunos aspectos que tienen injerencia con lo psicológico para mover a las acciones de conductas indebidas e lícitas. Estos aspectos psicológicos de los que hago referencia, de alguna forma tienen vinculación directa e indirecta con las acciones de corrupción de muchos de los policías mexicanos. Esto es precisamente lo que puede resultar interesante en ver el fenómeno de la corrupción policial desde la óptica psicológica y ya no sólo monetaria, dado que se presentan toda una variedad de estados emocionales y conductuales soportando condiciones de trabajo que muchas de las veces se ponen a prueba su estado psicológico manifestándolas en comportamientos de corrupción entre muchos otros. En estos términos, y con base en las consideraciones anteriores, se despliega el contenido de ésta tesis de la siguiente manera: El primer capítulo trata en forma breve de los antecedentes históricos de la corrupción policial en México así como de las instituciones de seguridad pública,su estructura, sistema laboral y dinámica de trabajo cotidiano en las filas de la comunidad policial. También se leerá como se concibe la corrupción visto desde distintos enfoques teóricos de manera general, luego se vera la complicidad de la sociedad con el policía en sus acciones corruptas, posteriormente se hablara de la policía en otros países y finalmente se concluye con un análisis que pueda dar cuenta de las conductas corruptas del policía mexicano. Para el segundo capítulo se exponen causas y consecuencias dentro de las instituciones de seguridad pública para luego extrapolar las diferencias entre el 11 policía corrupto contra el policía que no lo es. Abordare que se ha hecho en los cuerpos de seguridad policial para contrarrestar la corrupción con los llamados programas anticorrupción. También se hablara en ésta parte el porque muchos mexicanos se emplean como policías pensando en el factor: económico, educativo, familiar, cultural, político, empresarial, desempleo, preparación, etc. Terminare ésta sección brindando elementos que permitan la entrada a un análisis psicológico más amplio y descriptivo referente de mi propio paradigma del porque muchos de lo sujetos que se emplean como policías, realizan actos de corrupción en su trabajo cotidiano, yuxtaponiendo las demás premisas de lo que se habla de éste asunto polimorfo. En el tercer capítulo se explica el trabajo del psicólogo en las corporaciones de seguridad policial y las vicisitudes a las que se enfrenta en su quehacer cotidiano. Así mismo, se abordan algunos estudios hechos por psicólogos mexicanos que dan razón de los aspectos psicológicos que se observan en individuos al ocuparse como policías dando cuenta del estado emocional y conductual de éstas personas en éste campo laboral. La conexión tan variada que existe entre la sociedad con el policía mexicano para seguir preservando la corrupción en éste campo laboral, un aspecto coyuntural para insertar lo psicológico y explicar la analogía en éste quinteto: sociedad, educación, poder, dinero y lo psicológico. Pasando al cuarto capítulo se trata de exponer lo que hace el psicólogo en la práctica cotidiana dentro de su trabajo, aplicando técnicas, métodos, estrategias y otras herramientas y funciones más en la evaluación y diagnóstico de los aspectos psicológicos y comportamentales en la detección, evaluación y prevención de acciones de corrupción policial. Estando ya en el quinto capítulo presentare un análisis acerca del perfil psicológico que exponen algunos tesistas en sus trabajos de titulación así como la revisión de algunas pruebas que se aplican para casos de corrupción en el trabajo 12 policial. También se hablara del trabajo que realiza un psicólogo de oficina a diferencia del trabajo que realiza un psicólogo fuera de ella. Por otra parte ,se abordara el estudio de los valores en el policía mexicano así como tratar también el tipo de modelo policial que hasta el momento existe en nuestro país y concluiré este capítulo con explicar que aporta el psicólogo(a) con su trabajo para combatir la corrupción desde su ámbito laboral. Finalmente, daré fin a este trabajo de tesis con un análisis de todo lo expuesto desde el contexto de la psicología así como su respectiva conclusión esperando contribuir con este estudio para que sea de utilidad a las instituciones de seguridad pública y corporaciones de seguridad privada en el área de recursos humanos, a la comunidad de psicólogos que se encuentren interesados en profundizar y ampliar más sobre este problema con connotaciones distintas sobre el mundo laboral de quienes se emplean como policías en nuestro país y su diversidad de sucesos a estudiar. CAPITULO 1 PRECEDENTES DE LA CORRUPCIÓN POLICIAL EN MÉXICO “Despertar a la historia significa adquirir conciencia de nuestra singularidad, momento de reposo reflexivo antes de integrarse al hacer”. Octavio Paz Durante nuestra formación académica desde la educación básica hasta la superior, hemos aprendido de nuestros profesores que para comprender al hombre del presente, primero hay que entender al hombre del pasado, esto es, revisar su historia. Para entender entonces el comportamiento de acciones corruptas del policía mexicano es necesario indagar que dicen al respecto aquellos que han estudiado, escrito e investigado acerca de éste tema que es aún poco explorado en nuestro país. El desarrollo de éste primer capítulo esta dirigido en la realización de un breve análisis de los puntos 2, 3 y 4 en lo que hasta el momento se ha dicho del tema del policía corrupto. Su contenido esta encaminado como plataforma de partida para las reflexiones de análisis acerca de la información que se va desdoblando a lo largo del tema. Para llevar a cabo lo anterior, se revisa la literatura disponible que habla de los antecedentes históricos de la policía mexicana estando implícito el tema de la corrupción dentro de las instituciones de seguridad pública, y por ende, de las acciones corruptas de los policías mexicanos en forma global. Me llama la atención hablar en este primer capitulo, de aquellos aspectos que nos hagan debatir para hacer criticas de análisis, para contraponer lo que se dice, para reflexionar sobre los múltiples conflictos laborales del policía mexicano así como sus conductas indeseables y sus aspectos psicológicos observables, también para hacer conciencia de la actuación de la ciudadanía mexicana para enfrentar la 14 corrupción policial y combatir dicho problema. Con ésta intención deseo que se acerque el lector a éste primer capítulo, para hacer una crítica que conlleve a un análisis no sólo histórico de la corrupción en general, sino, principalmente, el de realizar un tipo de análisis psicológico que permita llegar al estudio analítico más concienzudo de las acciones corruptas de los policías mexicanos objeto de estudio de ésta tesis. Por otra parte, quizás pueda caer en un cliché cuando planteo los antecedentes históricos de la corrupción así como los modelos teóricos en el sentido de hablar más de lo mismo, esto es, repetir lo que otros ya han dicho, sin embargo, la información que se va dando será de utilidad más adelante para realizar un análisis referente de lo que otros han hablado, de ésta manera considero que puedo enriquecer y brindar un mejor aporte sobre éste primer capítulo que sólo hablar de datos que únicamente es información estancada debiéndola de aprovechar de mejor forma, esto es, coadyuvando sobre el contenido de la misma y para eso entresacare aquellas ideas que resulten ser de mayor provecho para su respectiva reflexión de análisis y que esto sirva para deglutir de manera más rica lo que se va informando, analizando, buscando, o explicando. En México el problema de la corrupción se observa con algunos aspectos muy peculiares propios del mexicano viéndose con mayor interés para su estudio. Paralelamente, el fenómeno de la corrupción tiene connotaciones muy profundas dentro del aspecto mental de los ciudadanos mexicanos, sobre todo cuando se pone la mirada en nuestros gobernantes y todo su equipo de ayudantes acomodándoles ésta frase para ellos como para ellas “todos para uno y uno para pocos”. Para el caso de la presente tesis, deseo ir más allá en las lecturas de algunos autores los cuales en algunos apartados de sus trabajos no tienen un sustento o argumento de base sólidos el cual estén apoyadas con referencias teóricas 15 estudiadas o investigadas y que sólo son expresiones vacuos sin fundamentos reales ni verdaderos. Por ello, realizare un análisis de reflexión que estarán auxiliados bajo mi conocimiento empírico adquirido durante el tiempo que me ocupe como policía, de manera que los análisis vendrán tanto de las lecturas revisadas comode mis experiencias vividas durante mi caminar por éste trabajo en seguridad. Expondré desde distintos enfoques teóricos el tema de la corrupción a nivel general en nuestro país, después se procederá en hablar de cómo se puede insertar alguno(s) de estos planteamientos teóricos sobre las conductas corruptas del policía mexicano, esto se hará al final del capítulo, esto es, en el análisis psicológico correspondiente. Dicho todo lo anterior enfrasquémonos entonces sobre éste tema con el interés e inquietud por conocer la vida laboral del policía mexicano, pasemos pues a su mundo de trabajo lleno de vicisitudes, de incertidumbres y de pocas satisfacciones. 1.1 Breve historia y evolución de la corrupción policial mexicana Época Prehispánica. Los aztecas Encontrar información sobre actos de corrupción en la sociedad mexicana antigua suele ser muy laborioso, particularmente cuando se aborda el tema del policía mexicano corrupto. Sin embargo, al darme a la tarea de buscar la información al respecto encuentro a García Alcántara (2005) quien nos introduce a la época prehispánica en la vida de los aztecas. De la organización indígena, particularmente la de los aztecas, se menciona que a pesar de los rudimentarios métodos administrativos existían normas y reglas que ordenaban el manejo de los recursos públicos bajo el control de los calpixque, de 16 los hueycalpixque y del cihuacóatl, funcionarios que tenían a su cargo la recaudación y vigilancia de los tributos que recibe el imperio, auxiliados con la intervención de jueces, así como severas sanciones que, en los casos de corrupción llegaban hasta la pena de muerte (p. 54). Las leyes eran muy severas. Como en otras culturas antiguas los castigos eran diferentes según fuera el delito y el rango de quién lo cometía. Generalmente el castigo era más duro si quien había cometido el delito era un funcionario o noble importante. Esta sociedad azteca, no puede declararse exenta de corrupción, y se conoce que una de las sanciones en cuanto a la corrupción fue la muerte, por la ineficacia para el cumplimiento de las funciones públicas por parte del funcionario. Esta medida es bastante extrema hoy en la actualidad pero fue una norma útil en su tiempo. En el aspecto legal, existía una figura denominada Teuctli o tecuhtli ─Juez de primera instancia─ el cual preferentemente era elegido de “entre los hombres cultos o militares que hubieran egresado del Calmecac, este juez tenía que ser de buenas costumbres, prudente y sabio, no dado a la embriaguez ni a recibir regalos o halagos. Se le asignaba también algunas tierras y esclavos para que no tuvieran necesidad económica y se dedicaran de lleno a sus funciones. Ese beneficio solo duraba mientras ejercían su cargo. Los vecinos debían ofrecerles agua y leña de forma gratuita”. En caso contrario, eran severamente reprimidos si llegaban a incurrir en faltas, por ejemplo, si recibían obsequios o pedían algo por sus servicios, los demás jueces los reprendían. Si no se corregían eran trasquilados y privados de sus cargos, lo que era pensado por una verdadera infamia por los demás jueces. En otros casos, eran condenados a muerte y se les derrumbaban sus casas. En caso de mala interpretación del derecho; también podían ser condenados a muerte y otro tanto sucedía si conocían de causas propias o falseaban datos del proceso. 17 A veces el tlatoani o el cihuacoatl enviaban personas ante el teuctli para tratar de sobornarlo, a fin de comprobar si era susceptible de aceptar regalos o dádivas, para obrar entonces en consecuencia. El mayor logro que tuvieron los aztecas en la lucha contra la corrupción desde el punto de vista del autor García Alcántara fue tal vez “tener como sus máximos valores la verdad y la humanidad; y el hecho de que éstos fueran enseñados a través de la familia con el ejemplo, teniendo la certeza de que en caso de violación a las buenas costumbres y a las leyes, los castigos no quedaban impunes, y que los mismos eran en gran manera severos”. La sociedad maya El gobierno maya era aristocrático, porque los diferentes cargos eran ocupados por personas de la nobleza, a los que se les enseñaba de forma exclusiva la lengua llamada zayua. De ahí que este dialecto era propio de quienes se encargaban de gobernar y aplicar la ley. La maya como cualquier otra civilización no se vio excluida de la corrupción, tal es el hecho, que existieron y se tienen registradas sanciones que se les aplicaban a los infractores en este tipo de acciones (García Alcántara, 2005). Por ejemplo, “a los funcionarios corruptos se les esculpía en figuras alusivas a los delitos que cometían; el castigo se realizaba en la plaza pública. También había responsabilidad colectiva para toda la familia en caso de daño en propiedad ajena”. El Derecho Penal Maya era muy severo, por ejemplo, en una audiencia se efectuaba todo el proceso y se llegaba a la sentencia, desafortunadamente las partes en conflicto podían dar presentes al Juez. 18 No existía la prisión como castigo y solo se retenía al posible delincuente atándole las manos y colocándole un aro en el cuello. Las penas generalmente eran la muerte o la reparación del daño. La sociedad teotihuacana En aquella época uno de los objetivos era formar un ejército para que a través de la fuerza dominara a pueblos enemigos, garantizara la paz y la subsistencia del mismo pueblo. Teotihuacan, fue el más importante centro económico, social, religioso, cultural y educativo en México. Existían clases sociales definidas. Dentro de la magnitud y la complejidad de ésta cultura, era necesario conservar el buen orden, proteger y vigilar la convivencia pacífica de los pobladores; por tal razón los historiadores señalan la aparición de las primeras formas de organización policial, que fueron grupos movidos por los sectores en el poder; y que tenían como propósito vigilar que no fuera alterado el régimen existente (Cantú 1987, en Caballero Borja, 2004). Época colonial El primero que instituyó oficialmente la policía en México fue “el Virrey Juan Padilla de Guermes y Horcasitas, segundo conde de Revillagijedo, el 7 de abril de 1790, cuando se aprobó el reglamento para alumbrado público; los policías anunciaban las horas cada 15 minutos, como señal de que estaban alertas para cuidar de la seguridad social” (Borja, 2004). En los archivos de Gobernación, se tiene registrado que los soldados ocultaban su rostro como su uniforme y asaltaban en el camino de México a Cuernavaca, a veces los bandidos llegaban a los puertos de la capital Federal. El Estado obró a partir de entonces sin piedad, declarando una guerra sin cuartel, lo mismo a un roba vacas, que al asaltante profesional. 19 Era tan serio la amenaza del bandolerismo, que la secretaría de Gobernación se dirigió a la cámara de diputados y pidió la explicación de un decreto, para suspender las garantías individuales de éstos delincuentes (Cantú1987, en Caballero Borja 2004, p. 25). “Probablemente fue en la historia de nuestro país, el momento en que más se acercó la policía al poder político absoluto sobre la sociedad”. Época revolucionaria En el siglo XX, sin duda resalta la guerra de la revolución que se generó en el país, encabezada en principio por Madero, pero seguida por otros grandes personajes como Emiliano Zapata y Francisco Villa. Para este periodo el concepto de corrupción se transformaba constantemente debido a los ideales de cada dirigente revolucionario. Estas percepciones de la corrupción se debían al grado de cumplimiento de las promesas de los líderes; el nivel en que ellos mismos se enriquecían y a expensas de quienes lo hacían; y también si compartían algo de ésa nueva riqueza con la población o solo con sus seguidores. Madero, porejemplo, fue calificado de corrupto por los conservadores, por el hecho de haber otorgado un papel tan prominente en el gobierno a los miembros de su familia. Por otra parte, algunos campesinos también lo acusaron de corrupción, por no haber cumplido sus promesas, aunque cabe decir que ese no fue el sentimiento general de la población mexicana. Referente a Zapata se aprecia una situación diferente pues debido a su liderazgo no iba encaminado a la obtención del poder o un cargo de gobierno, sino a la repartición de tierras a los pobres. Por tal motivo, no se le considero ni a él ni a sus seguidores como corruptos, quizás de los que se les tachó, fue de asesinos o sanguinarios. Villa, pudo haber sido considerado corrupto, en virtud de haber acaparado una buena riqueza, y que surgió una especie de burguesía villista; sin embargo, no se 20 le dio tal carácter, debido a que la riqueza lo obtuvo de las clases acaudaladas y no de los pobres, e incluso, impulsó una redistribución de la riqueza en beneficio de éstos últimos. La etapa de Huerta, fue muy distinta, debido a su acercamiento con la clase militar y a la represión de su gobierno, y fue ésta clase la que aprovechó todas las oportunidades para enriquecerse a expensas de quién se dejaba. Pronto fue considerado no sólo como uno de los regímenes más opresores que habían existido en México sino también como uno de los más corruptos. Los sindicatos de los años 20s Siguiendo con la historia, encontramos que en los años veinte se gesta la etapa de las organizaciones sindicales corruptas, que en manos de Luis Napoleón Morones como líder máximo de la CROM, busca la firma de un pacto de apoyos a favor de los gobernantes a cambio de favores y premios. Los dirigentes de ésta organización sindical emergen con el tiempo algunos, como funcionarios de gobierno, gobernadores, senadores y diputados, así como titulares de la administración de justicia laboral. La CROM exigía cuotas obligatorias, donaciones “voluntarias” hasta de un día de salario al mes a los empleados de todas las dependencias públicas. Esta práctica se extendió a toda la burocracia nacional, y con estos ingresos se lograba financiar los gastos del Partido Revolucionario Nacional. Esta organización cuya fuerza era imponente, finalmente se vio mermada para 1929, siendo un antecedente muy claro de las actuales organizaciones sindicales. Otro dato realista fue la clase de política de repartir los contratos de obras del Estado a cambio de beneficios. Todo giraba sobre el pivote del mancomún funcionario-empresarios. 21 Se ha expuesto hasta el momento, como la corrupción ha estado presente y se ha enraizado en nuestro país en cada época y en cada etapa de nuestra historia, el cual, se ha ido desarrollando cada vez más al grado de ser expertos algunos para lograr sus fechorías sea a través de cargos públicos o mediante el sindicalismo; a través de las obras publicas encomendadas a personas ligadas a los licitadores, o de muchas otras formas de hacerlo hoy en día. Una de las evidencias empíricas más notorias de la relación entre corrupción, crimen y autoridades mexicanas es sin duda el proceder, reputación y desempeño de las corporaciones policiales. Autores como Arteaga Botello (1998) han realizado estudios al respecto y señalan: “Las metas que persigue una institución como la policía pública se ven afectadas por la debilidad de los valores que poseen sus integrantes, la necesidad de satisfacer una serie de expectativas económicas y una baja coerción de las normas de las corporaciones para evitar los casos de corrupción”. El Instituto Mexicano de Estudios de la Criminalidad Organizada (IMECO), una asociación conformada por personas con experiencia en la impartición y procuración de la justicia en México, ha realizado trabajos de investigación cuya tesis central es que el auge delictivo en México es producto de la protección de las mafias policiales desde el propio régimen: “El solapamiento y protección de grupos criminales desde el estado, la convivencia de servidores públicos, policías o no, con delincuentes no es una novedad ciertamente. De hecho es inherente al régimen político autoritario que prevaleció en México hasta hace poco tiempo… la convivencia con el crimen fue una de las formas de la clase política de generar fortunas mal habidas” (p. 31). Los cuerpos policiales se suman a todas las carencias y errores que se han transformado en instancias para la protección del crimen: “las mafias policiales se erigen como las grandes organizaciones del crimen en México, sin ellas el crimen organizado se encontraría en una etapa incipiente”. 22 Por otro lado, en la investigación que realizó el Instituto intitulado todo lo que debería saber sobre el Crimen Organizado en México, se establece “la hipótesis de que la existencia de las mafias que actualmente operan en nuestro país, son producto de la creación por parte del estado mexicano, a principios de la década de los sesenta, grupos antisubersivos, la llamada guerra sucia, grupos que el gobierno debió haber desmantelado a la par que instrumentaba las reformas que aliviaron la presión política y social y, sin embargo, no lo hizo; En los años setenta el gobierno se enfrentó a grupos izquierdistas armados. La estrategia estatal para combatirlos fue la instrumentación de la llamada guerra sucia. Después a finales de los años setenta, la subversión fue aparentemente desmantelada desde un punto de vista militar y político… las fuerzas antisubersivas y sus elementos no fueron desmantelados… los grupos especializados fueron reestructurados para toda oportunidad y acción en cometer delitos sin justificación más que por razones de estado. Así la cadena de mando de las corporaciones policiales… se fue convirtiendo en una cadena de mando criminal” (p. 32). Otros autores como Carlos Fazio (2000), recurren al concepto de un estado dentro de otro estado para explicar la conexión entre corrupción y régimen político mexicano; “La enmarañada red de intereses económicos, muchos de los cuales son de origen ilegal; el mantenimiento de una estructura de poder en la que los negocios se van conjugando con el poder político, la existencia de redes delincuenciales que los facilitan dentro de los organismos de seguridad del estado y en las propias fuerzas armadas; el funcionamiento de una justicia dependiente y por lo tanto complaciente hacia el poder… una cultura presidencialista autoritaria basada en el clientelismo y la corrupción llevan a pensar en la conformación de un estado dentro de otro estado, con leyes y funcionamiento propios, cuya tendencia es reemplazar al propio estado”. 23 El mismo autor cita a Stephen Morris para decir que en la década de los ochenta, se consolida en México una de las vertientes más peligrosas de la corrupción para luego expresa de él lo siguiente: “…la proliferación de la corrupción asociada con las drogas, de acuerdo con funcionarios mexicanos como norteamericanos, ha crecido de manera notable desde el principio del decenio de 1980…los políticos y en particular la policía…se han visto atraídos cada vez más por esta lucrativa aventura…Aunque la corrupción relacionada con las drogas ha existido desde hace años, no aparecieron informaciones hasta 1980…desde entonces la corrupción vinculada con las drogas ha recibido más atención, y es tal vez la forma más prevaleciente de corrupción de que se ocupa hoy la prensa…teóricamente da la impresión de que esta forma de corrupción ahora dominante puede ser más desestabilizadora que las formas tradicionales”. Surge así el término de narcopolítica, término que alude a la relación existente entre el poder público y las redes de narcotráfico, es una más de las derivaciones de la corrupción, implica el involucramiento del Estado en redescriminales y sólo ha comenzado en analizarse recientemente con el crecimiento exponencial del narcotráfico. Refiriéndose al caso de México, Fazio también señala: “En México existen cada vez más evidencias que involucran de manera directa a funcionarios gubernamentales, gobernadores, presidentes municipales, políticos, banqueros, empresarios, jefes militares y policías con las redes criminales. Ese involucramiento abarca desde la protección de los cárteles que se dedican al tráfico de drogas, hasta la participación en las mafias del tráfico de armas, el robo de autos y la industria del secuestro, así como la logística misma del negocio criminal… Diversos informes del Departamento de estado estadounidense han aludido a la narcocorrupción en México. También el ex-administrador de la DEA Thomas Constantine se ha referido a los sobornos que reciben los militares y funcionarios federales de México de los cárteles de la droga”. Fazio va más allá al plantear la hipótesis de que el crimen organizado ha sido controlado y administrado por las autoridades políticas y por una élite de poder a los que llama “los verdaderos amos del negocio”. 24 Los ejemplos de los nexos del estado mexicano con la delincuencia son muy variados, basta recordar al tristemente célebre jefe de la policía de la ciudad de México durante el sexenio de José López Portillo; al general Arturo Durazo Moreno, quien al mismo tiempo que comandaba la corporación policial encargada de la seguridad del Distrito Federal, dirigía las principales bandas de asaltantes bancarios de la ciudad. Pero aunque este caso pudiera parecer simplemente anecdótico, en realidad en todo el país, una gran cantidad de los sujetos que son capturados por las autoridades tras perpetuar delitos como secuestros, robos bancarios o a transportes de valores, robos en las calles del país, narcotráfico, homicidios y muchos más, resultan ser ex policías, o policías en activo, militares en activo o ex militares, agentes judiciales en activo o ex judiciales. Destaca también la colusión existente entre miembros del ejército mexicano, de todos los niveles, con los narcotraficantes. Refiriéndose al sistema de Seguridad Nacional Mexicano, autores como Aguilar Zinser (2000) sostiene la tesis de que el crimen organizado penetró a las estructuras del estado mexicano debido a la incapacidad del régimen de distinguir claramente entre la seguridad política del gobierno en turno y la seguridad colectiva de los mexicanos: “El régimen priísta… quiso validar la idea de que los críticos del autoritarismo, los disidentes, los opositores y los adversarios políticos del régimen eran por definición enemigos de la patria y destructores del interés nacional. Con esta concepción se creó una estructura de seguridad política a la que se le llamó Seguridad Nacional que desarrolló redes de espionaje, mecanismos de intimidación y chantaje apoyados por fuerzas públicas represoras. Esta visión defensiva de la seguridad no solo distrajo la atención y los recursos, sino que creó un andamiaje de complicidades y una red de impunidad que le permitió al crimen organizado y al narcotráfico penetrar al Estado por conducto de los sistemas mismos de la llamada Seguridad Nacional. El caso más coherente fue la llamada Dirección 25 Federal de Seguridad (DFS), antecedentes del CISEN, que murió convertida en el cuartel del narcotráfico”. Pero dejemos por el momento los hechos históricos que hablan de lo que ha sido y es la corrupción en la policía de México y pasemos ahora a la revisión de estudios actuales. Para Torres Salinas (2004), los inicios históricos de las instituciones de seguridad policial se encuentran en un modelo de policía inspirado en el trabajo militar lo cual se contrapone con el modelo típico al que estamos acostumbrados, es decir, que éste último modelo tradicional se refiere a que el policía se dedica a trabajar bajo las funciones de detención de delincuentes, vigilar calles, parques, edificios, centros recreativos, centros comerciales, escuelas, negocios, control de manifestaciones sociales, etc. apoyados por la labor administrativa, en tanto el primer modelo, tiene que ver con la influencia de los asuntos políticos de represión y una formación ideológica militarizada ajeno al trabajo del policía de calle ó de seguridad pública. Un aspecto que ha acompañado a la policía mexicana desde sus orígenes es la extendida presencia de prácticas delictivas entre sus filas. El trabajo del policía militarizado y la presencia de la delincuencia dentro de los cuerpos policiales rebasaron el cambio hacia el siglo XIX y continúan caracterizando a la policía nacional de nuestros días. Años antes, Hernández Román (1996), realiza un estudio de campo con una muestra de 30 policías Judiciales Federales en México para aplicarles una batería de pruebas psicológicas con la finalidad de conocer las características psicológicas y emocionales de estos Policías Federales. La presente investigadora menciona que por medio de éste estudio se puede observar qué áreas se encuentran mal para su respectiva atención. 26 Pasemos ahora a la lectura del siguiente punto para exponer los modelos teóricos de corrupción. 1.2 Modelos teóricos que explican la corrupción en México Son varios los modelos teóricos que pretenden explicar la existencia de la corrupción en México, los aquí presentados sólo son una parte que intentan hablar sobre dicho problema, existen más de ellos que se pueden abordar e incluso se podrían formular otros tantos, sin embargo, se citan sólo aquellos que considero se pueden amoldar a la problemática comportamental y psicológica que presentan los policías dentro de sus acciones corruptas de nuestro país. En términos generales, se puede mencionar que los modelos teóricos que aquí se exponen se postulan como paradigmas, sin embargo, también otras fuentes son explicativas del fenómeno de la corrupción sólo que se encuentran en el aspecto interno del sujeto, esto es, que en el aspecto laboral, por ejemplo, se observan determinados pensamientos que se han transformado durante su trabajo diario al estar en contacto con la manera en como se obtiene el dinero fácil y pronto, su formación educativa, su escala de ética de valores, la toma de decisiones que de sus experiencias le permiten aprender, actuar y aplicar, sus emociones y frustraciones, el ambiente de trabajo que viven cotidianamente, la exposición al peligro en todo momento, sus necesidades básicas de formas de vivir; así mismo intervienen en conjunto, agentes externos como es el medio social en el que se desenvuelven y el sistema jurídico y administrativo encontrándose inmersos como sujetos a ser gobernados por un régimen político y económico en un país como el nuestro. Luis Carlos Ugalde explica que de entre diversos enfoques teóricos existen tres que tendrían mayor capacidad explicativa referente al problema de la corrupción, estos se mencionan a continuación (García, 1997): 27 a) El enfoque culturalista. Pretende explicar la corrupción con base en la historia y grado de desarrollo del país en analizar. Bajo esta perspectiva, la corrupción es percibida como un asunto moral y sería causada por un problema de actitudes y valores de la sociedad frente a la legalidad y la autoridad, se trata básicamente de experiencias históricas y en el caso de México es el pasado lo que ha condenado dicho problema a nuestro país. b) El enfoque funcionalista. La visión más pura del enfoque funcionalista postula que si se mantienen ciertos niveles de corrupción sería “necesario y benéfico” lo que en la actualidad es ampliamente rechazado por la mayoría de la sociedad y ha hecho tender al enfoque funcionalista al desuso. Mantener esos niveles permisibles de corrupción que dicho enfoque plantea, seria extremadamentedifícil; la corrupción se retroalimenta y al final termina colapsando a todo un sistema económico, político, social, cultural, educativo, científico, ecológico, familiar, empresarial, etc. c) El enfoque institucionalista. Es un enfoque que tiene sus orígenes en la teoría económica, se relaciona con la teoría de los juegos, la teoría del principal-agente y la teoría de la Elección Racional entre otros. También se asocia con leyes, controles internos y externos, sistema de información, métodos de supervisión, detección y sanción. Aquel individuo que no tuviera un marco institucional que lo limite, tendería éste a ser corrupto y al perpetrar actos de corrupción sería un rompimiento de reglas o normas establecidas y a la vez un rompimiento de un esquema de valores. Como muchas sanciones en México son tenues y no se aplican como debe ser, se generan entonces incentivos para cometer actos de corrupción, además, estando dentro de una red de complicidades, el cometer actos de corrupción es por sí mismo una especie de requisito para permanecer, por ejemplo, dentro de una determinada función o institución pública. Ahora, una de las principales limitaciones de éste enfoque es que tiende a no considerar aspectos sociales, 28 educativos, culturales e históricos entre otros semejantes, sólo se avoca a la explicación institucional, laboral y administrativa. Puede pensarse que los tres enfoques aportan aspectos explicativos, pero también cada uno de ellos tiene sus limitaciones. Para comprender el fenómeno de la corrupción policial en México quizás el mejor enfoque sería uno en que se fundieran las tres visiones descritas. En su turno Saúl García Alcántara (2005) plantea desde su punto de vista cuatro teorías. La primera se refiere al modelo de Responsabilidad Individual mencionando que el individuo que compete el acto corrupto, se miente a si mismo, siendo éste el primer paso, pues al engañar a su propia mente, a sus valores y a los valores de la sociedad, al corromperse en su esfera interna, en su mundo de verdad, ya no encontraría afectación al corromper a los demás, esto es, da seguimiento en la conducta corrupta y violación de las normas establecidas. En otros términos, evade su responsabilidad ante sí mismo como persona responsable y consciente de sus propios actos delictivos y sin respeto al valor de la honestidad ni a las leyes que le puedan sancionar, castigar y/o privar de su libertad. El segundo enfoque denominado Modelo Filosófico (moral) que pretende señalar que hoy en día el trabajo se considera como una actividad esencial, sin embargo, en algunas partes la gente no ve como una oportunidad de superación y desarrollo de capacidades individuales del ser humano, sino como una actividad que debe de desempeñarse por necesidad, porque de lo contrario no se contara con los recursos para subsistir. Luego entonces, si se llegara a considerar al trabajo como una carga, y en muchos lugares considerado como mal pagado, se buscan entonces medios alternativos para obtener mayores recursos materiales o económicos evitando 29 procedimientos legales y obteniendo beneficios de forma rápida y fácil sin tanto esfuerzo de trabajo; se obtienen así ventajas que de manera legal no logra realizar y que con muchos años de trabajo no se hubiera obtenido nunca puesto que el dinero todopoderoso, como dice el dicho popular, si bien no compra felicidad, pero bien que ayuda a obtenerla. Y, si el sistema en el que se desenvuelve el individuo admite actividades, que a pesar de considerarse al margen de la ley, implica la obtención de ventajas económicas, la tendencia será incurrir en actos corruptos para allegarse de dinero (p. 95). La moral es cambiante, se dice que cada quien tiene su propia moral y por ello algo que a unos pareciera incorrecto, para otros es aceptada y por ende debe ser tolerado por los demás. El tercer enfoque teórico nombrado Modelo Sociológico a su vez se ramifica en dos: 1) La Burocracia. Este factor es uno de los elementos que permiten explicar con más claridad la existencia de vicios en los centros de trabajo administrativo púes dentro de éstos se gestan diversas circunstancias específicas que se manifiestan como limitantes o como caldos de cultivo para la corrupción. 2) La Economía Racional. De acuerdo a esta teoría que impera en el mercado, se puede explicar la existencia de la corrupción mientras exista un ofertante y alguien que a su vez demanda el servicio. Este modelo sociológico que mezcla las leyes del mercado, permite observar desde otra perspectiva, en un sentido utilitarista, que la corrupción es un medio para la obtención de cierto poder económico, social, influencias, autoridad, material, etc. 30 En la cuarta teoría que es el Modelo Psicosocial (de la norma perversa) se refiere a las normas creadas por un grupo o parte de un grupo dentro de una sociedad que no proveen una clara funcionalidad. El sentido de éste modelo teórico, es que son normas que existen pero que no se cumplen y es debido a su incumplimiento que incrementa su poder, ya que un grupo (mafia) que resulta beneficiado con su violación, es también quién ejerce una influencia tal que proponen alternativas para evadir la norma, y así solucionar el problema que plantea la misma; aprovechando esta situación, les conviene la existencia de la “norma perversa” pues continuaran obteniendo beneficios que de no existir o ser reformada dicha norma, perderían. Aquí se da una corrupción consciente y premeditada, incluso de los encargados de la ley y de los guardianes de este sistema normativo aplicable. 1.3 Corrupción: policía y sociedad Definición Dar una definición precisa del concepto corrupción resulta complejo debido a que el término se presenta bajo muchas circunstancias que por lo mismo, no hay un acuerdo entre los estudiosos del tema de manera que unifiquen una sola definición para todo tipo de casos que se presenten de acciones corruptas por el individuo. Sin embargo, es importante revisar y aclarar dicho significado para proseguir por buen camino hacia el entendimiento sobre éste tema en particular del policía mexicano, explicando, a lo largo de éste trabajo, que recurre a su propia psicología en sus acciones corruptas. En virtud de lo anterior, se han revisado diversas explicaciones del concepto de corrupción por lo que se anotaran aquellas que más se apegan a las acciones comportamentales de corrupción del policía mexicano. En Alcántara García (2005), se leen los siguientes significados de corrupción: 1. Vicios o abuso introducido en las cosas materiales, de costumbres. 31 2. Alterar y trastocar la forma de alguna cosa. 3. Echar a perder, depravar, dañar, pudrir. 4. Viciar, pervertir, corromper las costumbres. Otra definición que parece típico sobre el tema de la corrupción es la que se refiere al abuso de un cargo, al uso del poder y de los recursos públicos para la obtención de beneficios personales. Aquí, se puede resaltar, que se trata de un abuso de poder haciendo a un lado el interés social en general, esto es, implica el perjuicio del interés público para justificar el privado. Por otro lado Caballero Borja (2004), cita a Grondona (1993), para explicar dicho concepto de corrupción. Grondona plantea que la corrupción significa, trastocar o alterar la forma de una cosa, modificar su naturaleza o el fin para el cual existe. Este autor distingue después entre acto corrupto y estado de corrupción, el primero es la solución perversa de un conflicto de intereses, se trata de sucesos aislados; el estado de corrupción es aquel en donde el acto de corrupción no ocurre de una manera ocasional sino que es una forma de vida entre ciudadanos y los gobernantes (p. 12). Por otra parte, en el ramo de la política este fenómenoes entendido en el nivel del gobierno, como los actos mediante los cuales un funcionario público es impulsado a actuar en modo distinto a los estándares normativos del sistema para favorecer intereses particulares a cambio de una recompensa (Figueroa Alonso 2004). Esta estructura política conlleva la discrecionalidad del uso del poder y la toma de decisiones por parte de las élites políticas y económicas, así como la ausencia de controles sociales y políticas efectivas sobre éstos. Entre otros factores, éstas han sido las premisas de conformación de la corrupción como una fuente sistemática 32 de acumulación de riquezas que han contribuido a la formación de capital privado para unos cuantos en México (p. 91). Una definición más es la que nos presenta López Guerra (2000) explicando lo siguiente: “corrupto es todo abuso de un puesto público en beneficio privado. Hay corrupción si un titular de derechos y deberes públicos los aprovecha para ganar una posición de estatus, para una ventaja personal o para ventaja financiera privada para si mismo, para su familia, para grupos profesionales, para el partido (…) Lo fundamental es que las decisiones además de ser políticas, se intercambian con dinero, también con otros recursos pero que tengan el valor del dinero” (p. 10). Policía En opinión general, la imagen de las corporaciones policiales proyecta un trabajo mediocre, así como encontrarse con organizaciones criminales, además la prepotencia y extorsión a los ciudadanos. Esta múltiple percepción esta y ha estado por tradición más inclinada hacia lo negativo que hacia lo positivo. Para explicar el porque de esto, es necesario ver al policía no como algo externo a la sociedad sino como algo unido a ella de la cual éste forma parte y que, en mayor o menor medida, se refleja en lo observable. Al pensarse así, esto implica analizar los aspectos no sólo políticos, económicos, sociales, culturales y educativos sino también psicológicos de aquellos que se emplean como policías en nuestro país. En éste sentido, el estudio de la corrupción vista desde la óptica de la psicología es esencial y valioso para las instituciones de seguridad que reclutan sujetos en el cual, muchos de ellos, presentan serios conflictos tanto emocionales como de conducta aunado claro a la delincuencia. 33 Lamentablemente, para quienes dirigen éstas instituciones de seguridad a nivel directivo y administrativo así como aquellos que están a cargo del conjunto de policías a nivel operativo, la salud mental del policía mexicano no forma parte dentro de las prioridades de atención hacia los diversos problemas que existen en éste campo de trabajo. En nuestro país, la corrupción policial generalmente es atribuida a los bajos salarios (principalmente), a una falta de preparación profesional en su ramo, una noción inequívoca entre servir a los demás anteponiendo primero el interés privado o grupal, a un sistema de organización diseñado para la lealtad pero a la vez la traición, la deshonestidad y la falta de ética profesional tanto en lo operativo, administrativo y directivo. Estos elementos figuran entre otros, como los más notorios y conflictivos en su solución laboral, mencionados, sobre todo, en opinión del mismo personal que trabaja de policía como de la ciudadanía mexicana. Es claro que la policía de México al estar formada por individuos con una historia laboral poco o nada exitosa así como de vida particular pobre, no es algo que pueda alcanzar la funcionalidad plena hablando de cuestiones de trabajo. Lo anterior radica en una visión donde el policía es visto como un individuo sin intereses propios, sin una mentalidad para desear un progreso personal y la de su familia así como tener el interés de trabajar en equipo en su trabajo, soslayando precisamente la conducta difícil de quienes se dedican al servicio de la seguridad pública. Por eso, al conocer cuales son las motivaciones y los intereses de quienes desean trabajar como policías, se tiene la posibilidad de reorientar su acción, Figueroa Alonso (2004). Así mismo, la conducta de corrupción en el policía de México implica la búsqueda y obtención del dinero fácil así como también cierto poder. El policía comienza a tener conocimiento de esto cuando escucha comentarios de otros que están o han 34 trabajado en seguridad y al estar buscando trabajo de lo mismo, en su ingreso a la Academia para su capacitación, reafirma lo antes escuchado antes de su reclutamiento y luego al estar activo, comienza entonces el trabajo de ideas (incitado por sus compañeros de trabajo) en realizar actos que impliquen un ingreso extra. Regresando nuevamente con Figueroa Alonso quien cita en sus estudios a Ortega Botello y Paz Rivas (1998), para mencionar que “entender el problema de la corrupción es necesario delinear una cadena de eslabones que la generan”. En esta cadena no precisan ambos autores que eslabón desata y genera el encadenamiento. Sin embargo, toman como punto de referencia al individuo solo como estrategia analítica más que como causa, es decir, ambos autores infieren supuestos a los que llaman cadena de eslabones sin llegar a un previo estudio o conocimiento de causa al respecto. Estos eslabones se plantean como hipótesis y no como algo ya estudiado, investigado o analizado ni mucho menos que hayan sido observables o demostrables. Son sencillamente inferencias. A continuación se citan éstos siete eslabones para sus comentarios pertinentes de análisis. Primer eslabón: La mayoría de los aspirantes a policías poseen una vida que se ha desenvuelto en algún tipo de ilegalidad, son adictos a algún tipo de droga y tienen historias de vida marcadas por la violencia. Segundo eslabón: Tienen, además, deseos de ascenso social. Existen expectativas de obtener un número mayor de satisfactores sociales que permitan tener un mejor nivel de vida. 35 Tercer eslabón: Tienen amigos o familiares policías que les convencen de que entrando a la corporación pueden satisfacer sus expectativas. Esto permite observar una red previa de relaciones entre los aspirantes y la estructura de la policía. En éste sentido la génesis de la corrupción antecede al trabajo en las calles y, aún más, a la capacitación en la academia de policía. Cuarto eslabón: En el proceso de admisión, los aspirantes descubren que el objetivo de obtener dinero no es privativo de ellos, sino de todos sus compañeros. Mediante los antecedentes de una gran mayoría de los aspirantes, se hace evidente que existe una similitud en el pasado de cada uno de ellos, así como una serie de intereses comunes, entre los cuales se encuentra excluido, de entrada, el interés de servir a la sociedad. Quinto eslabón: En la Academia se les enseña que ser policía consiste en obtener dinero por medio de la corrupción; se muestra la manera de cómo se hace y se refuerzan los valores de la complicidad, respeto a los mandos superiores y solidaridad del grupo. Una vez en la academia, el aspirante a policía descubre que dentro de la corporación, independientemente de la tira de materias oficiales, se enseña la manera como se puede extorsionar a la ciudadanía. Es en éste momento cuando las acciones que el individuo tiene previstas se articulan- aunque sea aún en términos abstractos- con el funcionamiento corrupto de la estructura policial. Sexto eslabón: El policía sale a la calle a trabajar y extorsionar no sólo por interés personal, sino porque la estructura de la corporación exige los llamados “entres”. Aquí se 36 engarzan dos tipos de corrupción: Vertical, que es la que se sustenta en la recaudación de las rentas para el entre; y horizontal, donde realiza la policía acciones para obtener sus propios ingresos. Séptimo eslabón: La rutinade la actividad policial. La repetición cotidiana de las actividades de corrupción lleva a la normalización de ésta, así como a la pérdida del referente de lo que es la aplicación de la ley. Al parecer, las únicas actividades de servicio bueno a la comunidad son aquellas donde no hay posibilidad de llevar a cabo algún tipo de extorsión. Otro aspecto nodal que ha acompañado a la policía de México desde sus orígenes es la extendida presencia de prácticas delictivas entre sus miembros. La militarización y la presencia de fenómenos de delincuencia policial rebasaron el cambio hacia el siglo XIX y continúan caracterizando a la policía de nuestros días. Un aspecto crítico se evidencia dentro de las funciones del policía encaminado a controlar a la población más que a protegerla. La ambigüedad de los conceptos de orden y seguridad publica juega un papel de soporte en ésta inclinación al haber amplios márgenes de arbitrariedad, encuadrados en un modelo policial de intervención reactiva cuyos fundamentos últimos pueden encontrarse en el argumento del poder denominado “razón del Estado”. Un análisis disponible revela que las instituciones policiales actúan bajo la racionalidad de redes de vínculos personales agrupados en espacios de poder donde la arbitrariedad es la regla. Esos vínculos se afianzan en complicidades reciprocas que clausuran los accesos a cualquier forma de observación. Lo que parece operar es un “sistema de corrupción piramidal en el que se intercambia dinero por protección” como así lo expresa Salinas Torres (2004.) 37 Estas siete hipótesis a puntan a la caracterización de la policía mexicana como una institución fuera de control; no hay controles internos (mecanismos disciplinarios eficaces y respetuosos de los derechos humanos) o externos (ciudadana, legislativa y jurisdiccional). Lo anterior, a su vez, alimenta diversas perspectivas de interpretación sobre el grado de autonomía del que gozan nuestras instituciones policiales. El presente autor menciona de una hipótesis que ubica esa autonomía en un plano relativo, ya que opera en función de beneficios recíprocos entre la policía y la autoridad política. Aquella acumula espacios de impunidad y aporta lealtad por conveniencia económica; por su parte, el poder político tolera la impunidad a cambio de hacer de la policía un instrumento precisamente de control político (p. 53). Por supuesto que se esta ante una serie de hipótesis cuya demostración hoy en día, es extremadamente difícil. Un enfoque más que parece importante recuperar en esta breve aproximación a las críticas más representativas sobre la función policial en México, es el asunto de la violación a los derechos humanos. Los trabajos empíricos con que se ha intentado descubrir la caracterización precisa de éste problema son aún escasos y quizás poco representativos. Sin embargo, las indagaciones que se han llevado a cabo, por ejemplo, a través de las quejas presentadas a comisiones de derechos humanos, permiten sostener la afirmación de que la policía mexicana recurre a la violencia física y moral de manera desmedida, reiterada e injustificada, ya sea porque, desde su perspectiva, los policías de México consideran que se trata de medios legítimos para mejorar los resultados de su trabajo, o bien, porque la “violencia es un recurso necesario en las actividades que ellos llevan a cabo contra la delincuencia”. Por ejemplo en el caso extremo de la práctica de la tortura, con base en el estudio de casos, se ha construido la hipótesis de que se recurre a esto incluso cuando en nada contribuye al esclarecimiento de los hechos aparentemente investigados. 38 En suma, que resulta complicado que se apliquen las funciones reales de un policía y, sobre todo, comprender para qué están, problema basado en el largo actuar de este con sus pocos y lentos resultados y con muchos estragos sociales y laborales. Es interesante pensar como estas ideas que se tienen sobre el policía mexicano, se encuentran sobre una líneas de significados antagónicos entre si. Sociedad Se formula la siguiente pregunta ¿de qué manera puede la sociedad civil participar para combatir la corrupción? “Es necesario establecer en la ley la figura del observador Judicial, para que el pueblo vigile a los jueces, agentes del Ministerio Público y policías para combatir la corrupción y las violaciones a los Derechos Humanos” (en Caballero Borja, 1994, p. 54). Es cierto que, con frecuencia, el policía participa en los actos de corrupción por iniciativa propia. Pero también es cierto que no se puede omitir a la sociedad como parte del problema, sobre todo cuando en ocasiones surgen hechos en donde la sociedad toma la iniciativa para que el policía incumpla con la ley. Aunque la participación de la ciudadanía fluctúa, no deja de ser también parte de su responsabilidad e irresponsabilidad que se presenten sucesos de actos corruptos entre ambas partes. El desconocimiento de las leyes del derecho, de las reglas de procedimientos formales relacionados con las funciones del trabajo del policía, es un factor que favorece que la corrupción ya se tome como “costumbre” sustituyendo entonces a la ley y su aplicación. Sabemos también que muchos mexicanos aceptan las irregularidades como normales, esto es, como parte del “sistema”, produciéndose a continuación una adaptación de muchos de ellos a este tipo de sistema, es decir, 39 se aprende a vivir dentro de la corrupción y a conducirse dentro de esto reduciendo así los riesgos innecesarios. En teoría, es fácil dar soluciones sobre la corrupción, es sencillo que la mayoría de los mexicanos la condenemos. Sin embargo, la práctica muestra que muchos ciudadanos mexicanos sucumben ante la tentación del acto corrupto y que este problema ya no es exclusivo en la policía: porque “es más fácil y cómodo”, pero también actuar en su contra de aquellas personas que tienen contacto con sucesos de corrupción, con regularidad acarrean dificultades diversas para aquellos que no lo son. Por ello, se asume socialmente, que la corrupción forma parte ya de la vida cotidiana del ciudadano mexicano, esto es, ya se considera parte de la normalidad en muchos ámbitos de la vida de los mexicanos. Lo anterior no quiere decir que se acepte y que se le atribuyan todo tipo de actos corruptos a esa adaptación social. Se puede decir que la ley tampoco es un referente claro para nuestra sociedad mexicana. Esto conduce a que no se de una confrontación entre las actitudes sociales y las de los policías “una sociedad que respeta la ley en la práctica, no puede coexistir con una policía como la que tenemos en México” (Martínez De Murguía, 1995). Se dan hechos con frecuencia, que hay particulares que están involucrados en problemas de actos de corrupción apareciendo como ejecutores algunos expolicias o policías en activo, o bien que estén en complicidad con toda clase de gentes. También ocurre que cuando el policía quiere hacer valer y cumplir con la ley, el particular le ofrece entonces un “arreglo”. De esta manera, se instrumentaliza la función del policía de persecución de los delitos, de alteración de las normas 40 sociales o del control del orden para provecho propio y se fomenta y reproduce la corrupción por medio de “arreglos informales”. Esta relación conflictiva entre el funcionamiento de las instituciones de seguridad con el orden social es lo que produce también la permanencia de actos corruptos en el policía mexicano. Teniendo todo esto en mente, se puede comprender por qué muchas de las medidas para controlar o eliminar la corrupción en los policías de México simplemente no son tan efectivas y no hacen sino elevar el precio de los “servicios ilegales”, y es que no reducen verdaderamente las ocasiones de actos decorrupción en nuestros policías. “Por eso ─dice Noriega De Bastlen─ la corrupción es más una cuestión sociológica que psicológica, porque el estilo de vida se da en una sociedad específica y porque es un principio de descomposición social importante en el que se rompe el contrato social” (citado en García Alcántara, 2005, p. 3). 1.4. Las instituciones de Seguridad Pública en otros países La experiencia contemporánea en instituciones policiales con profesionales de alto nivel (por ejemplo, la inglesa y la norteamericana) muestran según Salinas Torres (2004), que estas padecen conflictos cuya gravedad esta fuera de duda. En 1999 - expresa - la policía inglesa estaba sumida en una crisis de credibilidad en determinados sectores debido a sus reiteradas conductas violentas contra las minorías, particularmente contra la población de raza negra. En cuanto a la policía americana, existen informes recientes de casos en todo el país que concluyen que el abuso es una práctica institucionalizada y ampliamente extendida, (p. 53). Pero no todo es negativo hablando de la policía de los Estados Unidos, desde mediados del siglo pasado, el “conocimiento que transforma” sirvió para desarrollar una lectura cada vez más profunda y rigurosa de la función del policía en distintos países. De éste suceso surgió un diagnóstico que fue dominado por 41 las deficiencias que se observan en los centros policiales. Por ejemplo, en los policías de los EE.UU., que es uno de los países a la vanguardia en las investigaciones académicas en materia policial, obligaron a sus autoridades a enmendar dichas fallas creando un modelo policial del llamado Modelo Burocrático para pasar al concepto de Policía Comunitario. Otro modelo más que aparece en el caso de los norteamericanos, es un modelo bajo el concepto de Modelo Democrático que se refiere a un código de conducta aceptable en términos del respeto a los derechos humanos; que el policía realiza su tarea con fines y orientación de servicio al público; que los policías son responsables de las infracciones al derecho; que la policía es responsable de las estrategias que utiliza para protección de la sociedad, la eficiencia con que realiza su labor y el respeto que muestra por las percepciones, intereses y valores de la población. Esta propuesta de diversificación de los sistemas de control puede considerarse, en opinión de Salinas Torres, como uno de los pilares de todo modelo policial inspirado en valores democráticos. Gran Bretaña, que un comienzo asumió en parte el modelo de administración americano, actualmente es el país que más ha avanzado en desarrollar la gestión policial según las normas del mercado. En América Latina, en cambio, recién se dan los primeros pasos en esta dirección, como se trasluce de las iniciativas que ha emprendido el gobierno de Chile a éste respecto. Policía de España El modelo de policía español adoptado y que aún no esta lo suficientemente bien desarrollado, porque existen sobre un mismo espacio geográfico diversos cuerpos policiales que unas veces tienen funciones comunes, otras similares y las específicas de cada cuerpo policial. 42 Para ingresar a la policía de España el aspirante tiene que superar un proceso de selección y después de haber sido aceptado, se le capacita con una formación teórico-practico para que lleve a la práctica lo aprendido en su puesto de trabajo. Tendrán que superar pruebas de condición física, cultural, psicométricas y médicas. Clemente Miguel (1977) nos dice que en España el tipo de modelo policial se caracteriza por una pluralidad de cuerpos y según la eficacia de su funcionamiento estará condicionada por una correcta división de funciones, así como por un bien trazado sistema de relaciones entre los mismos. Parece claro - expresa - que no están suficientemente explícitos estos presupuestos, si bien esta situación no es novedosa, pues la frecuente multiplicidad de los cuerpos policiales españoles, la posición e indefinición de funciones así como la incorrecta jerarquización entre los diferentes cuerpos, se ha venido repitiendo. Todo ello era coherente con la escasa importancia que en estos años se daba a la formación en la policía española y, de hecho, predominaba una cierta concepción de que la formación en los centros era “teórica”, lo que imponía una cierta carga peyorativa, y que el policía, donde verdaderamente se formaba, era en la calle. Este planteamiento conceptual, hoy superado en el Cuerpo Nacional de Policía español, ha sido común en todos los cuerpos policiales de éste país hasta alcanzar suficiente grado de madurez y desarrollo. Policía de Brasil Residentes de favelas ─comunidades socialmente excluidas cuyas viviendas son invariablemente precarias y donde la tenencia de la tierra es en su mayor parte irregular─ grupos de derechos humanos, expertos e incluso representantes de las autoridades han informado reiteradamente a Amnistía Internacional acerca de la participación de agentes de policía en prácticas corruptas. La población de las favelas se ha quejado a Amnistía Internacional de que algunos agentes de la policía exigen el pago de sobornos, extorsionan a miembros de la comunidad y 43 atracan a personas o viviendas, por ejemplo, en julio del 2004, durante una visita realizada a las comunidades de Morro do Papagaio y Santa Lucía en Belo Horizonte, Amnistía Internacional fue informada acerca de un grupo de agentes de policía liderados por un cabo que continuamente irrumpía en casas sin las órdenes de registro necesarias y las atracaba. También habitantes de estas comunidades de favelas, así como de otras instituciones han informado a Amnistía Internacional de otras prácticas corruptas llevadas a cabo por algunos agentes de la policía. Entre ellas se incluyen presuntos casos de agentes que falsifican cargos para chantajear y obligar a delincuentes y ex presidiarios a cometer delitos para su propio provecho. Otra práctica denunciada ante Amnistía Internacional por las mismas fuentes y publicada en la prensa es la de los sobornos aceptados por agentes policiales para excarcelar a detenidos (Amnistía Internacional, Sección Mexicana, 35 años en México. Brasil y la policía corrupta, http://www.amnistía.org.mx). No obstante, hacen falta reformas urgentes en varios frentes, como las condiciones de trabajo, los salarios y la capacitación, así como la gestión y la supervisión. Los salarios de la policía brasileña son bajos, lo que ha hecho que muchos agentes tengan un segundo empleo, muchas veces en el sector de la seguridad privada (brindando seguridad personal a otras personas o negocios, empresas, etc.) estando esto mal regulado. Amnistía Internacional ha informado ya con anterioridad que el sistema de turnos, les permite mantener un segundo empleo, conocido como bico, lo cual afecta negativamente en el buen desempeño del trabajo policial brasileño, (p. 43). Los agentes de la policía, especialmente los de alto rango, envueltos en la corrupción a gran escala gozan de la protección de figuras políticas. En más de una ocasión, Amnistía Internacional ha sido informada, incluso por prominentes figuras políticas, de que los incidentes de corrupción grave en el seno de la policía 44 no se investigan ni se juzgan porque estas acciones irían en contra de los intereses de quienes ejercen el poder, tanto estatal como federal. La promesa de acometer una reforma de la seguridad pública basada en los principios de derechos humanos, efectuada por el gobierno del presidente Lula, ha servido para establecer una importante piedra de toque para un cambio verdadero. Al proporcionar un análisis detallado del problema y los mecanismos necesarios para aplicar la reforma al gobierno federal y a los gobiernos estatales, ha facilitado un instrumento para corregir
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