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FRECUENCIA DE PARAFILIAS Y TRASTORNOS RELACIONADOS CON PARAFILIAS EN PACIENTES MASCULINOS QUE ACUDEN A URGENCIAS, A CONSULTA EXTERNA Y HOSPITALIZADOS EN EL HOSPITAL PSIQUIÁTRICO FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ Presenta la Tesis para obtener el Diploma de Especialidad en Psiquiatría: Izchel Lilí Reyes Durán Fernando Corona Hernández Miguel A. Herrera Estrella Asesor Teórico Asesor Metodológico México, D. F. Abril 2013 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA HOSPITAL PSIQUIÁTRICO “FRAY BERNARDINO ÁLVAREZ” UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. i. ÍNDICE 1. Introducción………………………………………………………………………………………1 2. Antecedentes y Marco Conceptual………………………………………………………….........4 3. Método: 3.1 Justificación………………………………………………………………………………...15 3.2 Planteamiento del problema………………………………………………………………..16 3.3 Objetivos: 3.3.1 Objetivo General…………………………………………………………..………….17 3.3.2 Objetivos Específicos………………………………………………………...……….17 3.4 Universo de trabajo…………………………………………………………………………17 3.4.1 Muestra…………………………………………………………………………......…17 3.5 Criterios de selección 3.5.1 Criterios de inclusión………………………………………………………………….18 3.5.2 Criterios de exclusión…………………………………………………………………18 3.5.3 Criterios de eliminación………………………………………………………………18 3.6 Diseño del estudio…………………………………………………………………...……...18 3.7 Procedimiento 3.7.1 Selección de las fuentes, métodos, técnicas y procedimientos de recolección de la información………………………………………………………………………………….19 3.7.2 Definición del plan de procesamiento y presentación de la información……….…….20 3.8 Consideraciones éticas……………………………………………………………………...21 4. Resultados……………………………………………………………………………………...…….23 5. Discusión………………………………………………………………………………………...…..31 6. Conclusión…………………………………………………………………...………………………34 7. Referencias bibliográficas……………………………………………………………………….…...35 8. Anexos 8.1 Carta de consentimiento informado…………………………………………….…………….39 8.2 Glosario……………………………………………………………………..…………………41 ii. Lista de tablas y gráficas Gráfica 1. Total de pacientes estudiados……………………………………………………………...23 Gráfica 2. Clasificación de pacientes diagnosticados………………………………………………...24 Gráfica 3. Tipos de Parafilias…………………………………………………………………………24 Gráfica 4. Tipos de Trastornos relacionados con parafilias…………………………………………..25 Gráfica 5. Tipos de Trastornos combinados…………………………………………………………..25 Tabla 1. Características Sociodemográficas…………………………………………………………..26 Tabla 2. Resultados de la regresión logística...........................................................................................28 Tabla 3. Comorbilidades psiquiátricas………………………………………………………………..29 Tabla 4. Características clínicas………………………………………………………...…………….30 iii. Resumen Objetivo: Evaluar la frecuencia de parafilias y trastornos relacionados con parafilias en pacientes masculinos que acuden a consulta de Urgencias, Consulta Externa y Hospitalización del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. Métodos: Muestra de 150 voluntarios seleccionados aleatoriamente que acudieron a urgencias, consulta externa y que se encontraran internados. Se realizó una primera entrevista clínica individual dirigida al área de sexualidad. Evaluando la presencia de exhibicionismo, fetichismo, frotteurismo, pedofilia, masoquismo sexual, sadismo sexual, fetichismo travestista y voyeurismo, utilizando un lenguaje tomado directamente del DSM-IV. Se consideraron casos positivos los que contaron con los criterios diagnósticos (necesarios en cada caso) basándonos en el Manual Diagnóstico y Estadístico IV TR y en la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales-10. Todos los casos que resultaron positivos fueron entrevistados de segunda intención por otro médico, utilizando la misma técnica, para la ratificación del caso. Resultados: Se evaluaron 150 pacientes masculinos hombres en forma aleatoria que acudieron a la consulta externa, urgencias y que se encontraban internados en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. 19 pacientes (12.6%) fueron diagnosticados, de los cuales 9 cumplieron criterios para una parafilia (47.3%), 6 para un trastorno relacionado con parafilias (31.6%) y 4 (21.1%) para un trastorno combinado (2 o más parafilias o trastorno relacionado). Se encontró significancia estadística con respecto a la ocupación de comerciante con un valor de p=0.03. En los trastornos relacionados con parafilias se encontró la presencia de trastornos de ansiedad en un 100%. En pacientes con trastorno combinado (2 o más parafilias o trastorno relacionado) se encontró en un 100% el diagnóstico de trastorno de ánimo. Los pacientes con parafilias tuvieron más número de ingresos hospitalarios (10). También hubo mayor predisposición de Intentos Suicidas (4). En cuanto al abuso sexual, fue mayor el porcentaje entre pacientes con trastorno combinado (75%). Conclusiones: Existen pocos estudios que examinan la prevalencia de las parafilias en un entorno hospitalario. Los resultados de este estudio indican que las parafilias se encuentran presentes en cantidades clínicamente relevantes en pacientes varones y se asocian con altas tasas de comorbilidad psiquiátrica. 1 1. INTRODUCCIÓN El término parafilia proviene etimológicamente del griego naρá, (p a r á): “al margen de”, y φıλia, (filía): “amor”, algo como “más allá del amor característico”, por lo que estas conductas difieren en la expresión de la excitación y la respuesta sexual ante una actividad infrecuente e incluso extraña. Por ello se les puede considerar conductas atípicas porque no reflejan las conductas sexuales desarrolladas por la gran parte de la población. La diferencia entre una persona que a veces realiza alguna de estas conductas extrañas y otra que las realiza siempre, está en la necesidad de llevarlas a cabo para encontrar la satisfacción y hacerlo de manera reiterada. Por ejemplo, una persona que incorpore alguna vez, como novedad, en sus relaciones sexuales un objeto no destinado a ello (zapato) se diferenciará de la persona que sólo se excita sexualmente y sólo consigue placer sexual con éste objeto (conducta fetichista). Otra característica que se debe diferenciar es el grado de consentimiento que muestra la persona con la que se realiza la conducta parafílica. Existen ciertas conductas parafílicas denominadas no coercitivas que se realizan con el consentimiento de la otra persona (fetichismo, sadismo, masoquismo, travestismo, etc.). Mientras que existe otro tipo de conductas llamadas coercitivas que involucran a otra persona sin su consentimiento, atentando contra su libertad sexual y convirtiéndose en un delito (exhibicionismo, pedofilia, voyeurismo y frotteurismo). Los estudios demuestran una prevalencia de estas conductas mayor en hombres que en mujeres, según el DSM IV TR (1), a excepción del masoquismocuya prevalencia es de 20 hombres por cada mujer, el resto de las parafilias no suelen diagnosticarse en mujeres. De manera general, las más frecuentes son las derivadas de las demandas que llegan a los centros de terapia especializados y conllevan consecuencias legales. Se pueden citar a estos efectos: la pedofilia, el exhibicionismo y el voyeurismo, todas ellas pertenecen a las que se denominan coercitivas. De acuerdo con el DSM-IV TR, las parafilias se definen como la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, de impulsos o de comportamientos sexuales que por lo general 2 engloban: 1) objetos no humanos; 2) el sufrimiento o humillación de uno mismo o de la pareja; 3) niños u otros personas que no consienten; y que se presentan durante un período de al menos 6 meses (Criterio A). Para algunos individuos las fantasías o los estímulos de tipo parafílico son obligatorios para obtener excitación y se incluyen invariablemente en la actividad sexual. En otros casos, las preferencias de tipo parafílico se presentan sólo episódicamente (p.ej. durante períodos de estrés), mientras que otras veces el individuo es capaz de funcionar sexualmente sin fantasías ni estímulos de otro tipo. En el caso de la pedofilia, el voyeurismo, el exhibicionismo y el frotteurismo, el diagnóstico se efectúa si el individuo ha satisfecho estas necesidades o si las necesidades o fantasías sexuales producen malestar acusado o dificultades interpersonales. En cuanto al sadismo sexual, el diagnóstico se efectúa si el individuo ha satisfecho estas necesidades con una persona que no lo consiente o si las necesidades, las fantasías sexuales o las conductas producen malestar acusado o dificultades interpersonales. Para las parafilias restantes, el diagnóstico se efectúa si el comportamiento, los impulsos sexuales o las fantasías provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio B). La CIE describe tres criterios generales para definir las parafilias, las cuales incluyen: 1) que el individuo experimente impulsos sexuales y fantasías de carácter recurrente e intenso que implican objetos y actividades inusuales, 2) que el individuo actúe de acuerdo a estos impulsos o sienta un marcado malestar a causa de éstos, y 3) que la tendencia a estos actos esté presente al menos durante 6 meses (2). Las parafilias se han descrito como una desviación de las formas aceptables de excitación sexual de acuerdo a lo establecido socialmente (3). Las parafilias incluyen actualmente el exhibicionismo, fetichismo, frotteurismo, pedofilia, masoquismo sexual, sadismo sexual, fetichismo travesti, voyeurismo y las parafilias no especificadas (2). Pocos estudios se han llevado a cabo sobre el análisis de las tasas de estos trastornos en la población general y la investigación sobre las parafilias, en general, se ha centrado principalmente en los delincuentes sexuales (4). El deterioro psicosocial es un fenómeno generalizado en los individuos con parafilias. De acuerdo con 3 un estudio realizado por Kafka y Hennen (4), los individuos con parafilias tienen una incidencia significativamente más alta de abuso físico, menos años de educación terminada, un mayor número de hospitalizaciones psiquiátricas, abuso de sustancias, mayores tasas de discapacidad o desempleo y un mayor contacto con el sistema de justicia penal, en comparación con los individuos que tienen trastornos no parafílicos o hipersexualidad (por ejemplo, la masturbación compulsiva, la dependencia a la pornografía) (4). Así como mayor riesgo de exposición a enfermedades de transmisión sexual como VIH / SIDA, enfermedad con alta incidencia en hombres con parafílias (3). Las comorbilidades psiquiátricas aparecen comúnmente en pacientes con parafilias. Así mismo, las parafilias son poco diagnosticadas en clínicas psiquiátricas, un estudio encontró que 23 (92%) de 25 pacientes diagnosticados con exhibicionismo cumplían criterios para una comorbilidad psiquiátrica en el eje I (5). Raymond y colaboradores encontraron altas tasas a lo largo de la vida de alteraciones en el estado de ánimo (67%), ansiedad (64%), abuso de sustancias (60%) y en el control de impulsos (29%), en una muestra de 45 abusadores sexuales masculinos con parafilias. En total, al momento y a lo largo de la vida, se encontró un 76% y 93% de comorbilidad psiquiátrica en la muestra, respectivamente (6). En una muestra de 70 individuos diagnosticados con pedofilia de acuerdo al DSM-IV, se encontró que el 59% tenían una enfermedad psiquiátrica comórbida (7). En una muestra de 120 pacientes con parafilias y trastorno relacionado con parafilias 109 (90.9%) se encontró la presencia de algún diagnóstico en el eje I a lo largo de la vida (4). Desde las primeras investigaciones que se realizaron sobre la prevalencia de pacientes con parafilias en población de no delincuentes sexuales, las características clínicas de este grupo han sido poco conocidas hasta el momento. El objetivo de este estudio es conocer la prevalencia de parafilias en un grupo de pacientes que acuden al hospital psiquiátrico. Considerando la hipótesis de que tales diagnósticos son subestimados y poco reconocidos. Pocos estudios han examinado de manera sistemática la prevalencia de parafilias usando criterios del DSM-IV en la población general o en una muestra clínica. A pesar de que no existen muchos estudios similares al que aquí se expone, sí se pueden encontrar algunos ejemplos. 4 2. ANTECEDENTES Y MARCO CONCEPTUAL Quienes se dedicaron por primera vez al estudio de las perversiones sexuales les dieron el carácter de patológicas o depravadas, pero después notaron que el hombre común integra en su vida sexual gran parte de estas extralimitaciones. Sin embargo, ciertas perversiones se alejan tanto de lo normal que sí se consideran patológicas, como por ejemplo, las que vencen el pudor, la repugnancia, el espanto o el dolor. Generalmente se acepta como desviación sexual a la acción tendiente a la satisfacción de los propios impulsos, sin obligatoriamente llegar a la unión genital con otro individuo o donde esta unión se realiza bajo condiciones que no pertenecen a la naturaleza del acto sexual; por lo tanto, se presenta un tipo de comportamiento que interfiere total o parcialmente con la reproducción. Estos desórdenes sexuales se refieren a comportamientos sexuales caracterizados por la excitación del sujeto ante objetos y situaciones que no pertenecen a un patrón normativo o se alejan de estímulos sexuales normales; la anormalidad, en este caso, está determinada por cada cultura. También se llaman desviaciones o perversiones sexuales cuando el sujeto demanda de fantasías, objetos o acciones que son extrañas, poco naturales y bizarras para lograr la excitación sexual. Estas tienen un carácter compulsivo y la conducta parafílica se torna exclusiva o preferente, frente a elecciones más normales. En algunos casos, esta conducta, provoca daño a sí mismo o a los demás. Aunque su presencia aislada y no dañina es considerada normal. La perversión sexual es un asunto muy controvertido y difícil de definir porque no es analizado como un fenómeno clínico sino como uno social, ya que la sociedad establece lo que es perverso y lo que no 5 lo es. Si analizamos la evolución de la sexualidad, encontraríamos que muchas de las prácticas sexuales empleadas hoy en día eran consideradas prohibidas. En realidad no hay un límite definido entre la "normalidad" y "perversión", ya que cada uno de nosotros muestra un cierto grado de perversión que puede ser divulgada a veces de manera imperceptible e inofensiva. La sexología contemporánea cree que las peores perversiones no implican los genitales, sino que pueden residir en otras conductas para ocultar su propia naturaleza sexual y actuar comosustitutos sexuales, tal como la cleptomanía y la piromanía que, sólo en apariencia, parecen no tener relación con el sexo (8). Los comportamientos sexuales convencionales están determinados para establecer el concepto normativo de la cultura adulta no parafílica, "recíproco afecto de la actividad sexual". Sólo requiere que la intención de la conducta sexual contenga un consentimiento mutuo en un contexto relacional. Los comportamientos sexuales no convencionales corresponden a las actividades parafílicas y trastornos relacionados con parafilias. Entre ellos el uso primario de la fantasía y la conducta parafílica o de trastornos relacionados durante la actividad sexual, ya sea solo o en pareja (9). La categoría de "no especificado" para el DSM se usa para el diagnóstico psiquiátrico que por lo general es raro y que la validación de criterio empírico o la expresión sintomática ha sido insuficiente para proceder a la codificación. En un artículo de Kafka 2010, se revisa la literatura sobre escatología telefónica, necrofilia, zoofilia, urofilia, coprofilia y parcialismo, en una base de datos ya existentes, sin sugerir cambios a excepción de la condición de parcialismo. En el parcialismo, la excitación sexual se caracteriza por "un enfoque exclusivo en una parte del cuerpo," y había sido históricamente subsumido como un tipo de fetichismo hasta el advenimiento del DSM-III-TR (10). Así, la distinción principal de diagnóstico entre las parafilias y trastornos relacionados, es que las parafilias son consideradas socialmente desviadas en relación a diferencias cualitativas en la naturaleza 6 de la excitación sexual, mientras que los trastornos relacionados con parafilias son expresiones culturalmente adaptadas de la excitación sexual normal. La difícil distinción conceptual entre deseos sexuales desviados, que son los trastornos mentales, en comparación con aquellos que son variaciones normales en la preferencia sexual (incluso si son excéntricos, repugnantes o ilegales) ha alcanzado importancia forense crítica. Sin embargo, el concepto de trastornos parafílicos -llamados "perversiones" en tiempos anteriores- es per se confuso y polémico. En consecuencia, los criterios utilizados en el diagnóstico de trastornos parafílicos deben ser examinados con detenimiento por el grupo de trabajo del DSM-V. Wakelfield, 2011 propone que los nuevos criterios deben brindar una reconceptualización que aclare la distinción entre la variación normal y el trastorno parafílico de forma relevante y particularmente en el área forense. Examinó y evaluó la validez conceptual de cada uno de los cambios propuestos para el diagnóstico de parafilias en el DSM-V y concluye que, si bien hay un avance en el contenido central del tema para distinguir entre los trastornos parafílicos, también hay términos conceptualmente no válidos para los casos forenses graves (11). Existen propuestas controvertidas para añadir nuevas parafilias en el Manual Diagnóstico y Estadístico, Edición V (DSM-V) sin embargo el consenso profesional está actuando fuertemente en contra. Un conjunto de experimentados psiquiatras forenses votó abrumadoramente en contra del trastorno de tipo parafílico coercitivo, pedohebefilia e hipersexualidad, en la Academia Americana de Psiquiatría anual y la Conferencia de Derecho, en Arizona, en octubre del 2010. El rechazo tuvo lugar en una votación similar en la Asociación Internacional para el Tratamiento del Delincuente Sexual reunión en Oslo, Noruega, septiembre del 2010. Los miembros se centraron en la falta de fiabilidad y validez científica de estos diagnósticos propuestos. Esta es la tercera vez que el trastorno de tipo parafílico coercitivo ha sido considerado como un diagnóstico para los violadores. Fue rechazado como un diagnóstico para el 7 DSM-III-R debido a falta de información científica adecuada y aceptación entre los psiquiatras, según un artículo de revisión de Thomas Zander. Así también para el Trastorno Hipersexual, la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) y la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL), se preguntan cómo los médicos pueden determinar de forma fiable el momento en que el interés sexual se convierte en excesivo. Las propuestas han sido controversiales y han estimulado más de una docena de argumentos publicados. En conferencia los miembros de APAL hicieron hincapié en el potencial uso indebido de los defensores partidistas en el ámbito forense, especialmente en los procedimientos de internamiento civil (12). En términos generales las culturas definen y describen lo que es normal y anormal. Estas definiciones de normalidad varían de una cultura a otra y están influenciadas por una serie de factores, tal como la religión. Las culturas se han enfocado de varias maneras, incluyendo la corriente sexo-positivista, donde se ve el acto sexual en sí muy importante para el placer, o la corriente el sexo-negativista donde se ve el acto sexual sólo para fines de procreación. El papel y el desarrollo de las parafilias en todas las culturas es también variable, así como definen lo que es legal o ilegal. Estas diferencias se han encontrado en datos epidemiológicos y en la dificultad para la comparación entre las parafilias. Bhugra, 2010 mediante un estudio de análisis concluyó que las diferentes características de las culturas pueden influir en la tasa de notificación de parafilias, así como la tasa de parafilias por sí misma. Además, con el aumento de la industrialización y la urbanización, las familias más nucleares han cambiado sus actitudes hacia el sexo y las parafilias. Ésta revisión también analizó si las parafilias se pueden ver como un síndrome ligado a la cultura y recomienda la contemplación de una serie de cuestiones conceptuales relacionadas con el diagnóstico y la prevalencia de las parafilias (13). No existe información consensuada sobre la etiología del trastorno. Una hipótesis sobre la fisiopatología de las monoaminas en los trastornos parafílicos se realizó por primera vez en 1997 por 8 Kafka. Esta hipótesis se basa en cuatro líneas convergentes de evidencia empírica. En primer lugar, los neurotransmisores dopamina, norepinefrina y serotonina cumplen un papel modulador en la motivación sexual humana y en mamíferos, del apetito y la conducta depredadora. En segundo lugar, los efectos sexuales de los agentes farmacológicos que afectan los neurotransmisores pueden tener repercusiones significativas, de facilitación o inhibición en el comportamiento sexual. En tercer lugar, los trastornos parafílicos parecen tener asociaciones comórbidas en el eje I con psicopatologías no sexuales que se asocian a una desregulación monoaminérgica. Por último, fármacos que mejoran la función central serotoninérgica en particular, han reportado que mejoran la excitación sexual y el comportamiento parafílico (14). Dado que la investigación que ha examinado la prevalencia de las parafilias es limitada en la población general (no delincuentes sexuales), las características clínicas de este grupo son relativamente desconocidas al momento. Por lo que sabemos ningún estudio ha examinado sistemáticamente la prevalencia de las parafilias en base a criterios del DSM-IV en la población general ni en una muestra clínica. Aunque históricamente se ha dado a las parafilias un foco frío de atención en la investigación, el gran mercado de la pornografía parafílica y parafernalia sugiere que los trastornos pueden estar presentes en una parte sustancial de la población (15). La literatura que reporta comorbilidades en este grupo de pacientes es muy escasa. Se encuentran algunos reportes de casos como el que demuestra la aparición de síntomas tales como el travestismo, la pedofilia y la zoofilia durante un episodio de manía, que se resuelve con la desaparición de los síntomas maníacos (16). Así como el de un hombreque presentaba un cuadro de depresión severa y afirmaba haber abusado de niños y su perro; que representó complejos dilemas éticos respecto a la confidencialidad y la protección del público y animales (17). 9 Una investigación elaborada por Raymod, 1999 evaluó las tasas de trastornos psiquiátricos del eje I y eje II, tal como se define en el DSM-IV, en un grupo de delincuentes sexuales pedófilos. Se reclutó un grupo de varones (N=45) con pedofilia y se entrevistaron mediante el uso de la Entrevista Clínica Semiestructurada para el DSM-IV. El 93% de los sujetos (N=42) cumplieron con los criterios de un trastorno del eje I que no era la pedofilia. La prevalencia de trastornos del humor en este grupo fue del 67%. El 64% de los participantes cumplieron con los criterios de un trastorno de ansiedad, el 60% para trastorno por consumo de sustancias psicoactivas, el 53% para otro diagnóstico de parafilia y el 24% para el diagnóstico de disfunción sexual; concluyendo que las tasas de comorbilidad en eje I y II, son altas en esta población (6). En otro estudio, fueron evaluados ciento veinte (N=120) pacientes hombres ambulatorios con parafilias (Pn=88, incluyendo 60 delincuentes sexuales) y con trastornos relacionados con parafilias (TRP n=32). En ambos grupos, el diagnóstico de eje II más frecuente fueron los trastornos del humor (71,6%), el trastorno distímico (55%) y la depresión mayor (39%). Los trastornos de ansiedad también se buscaron (38,3%), especialmente la fobia social (21,6%). También hubo abuso de sustancias psicoactivas (40,8%), en particular de alcohol (30%). Los delincuentes sexuales parafílicos eran más propensos a ser diagnosticados con trastorno de conducta, trastorno de ansiedad generalizada y abuso de alcohol. La prevalencia de TDAH en los delincuentes parafílicos fue de 43.3%, y casi el 25% tuvo el subtipo TDAH combinado (4). La distribución de frecuencias del comportamiento hipersexual no parafílico se investigó en una muestra de pacientes hombres ambulatorios (n=206) que buscaban ayuda para trastornos de la impulsividad sexual (SID), ya sean los trastornos relacionados con parafilias (TRP n = 63) o parafilias (PA n=143). Dentro de los Trastornos Relacionados con Parafilias se incluyó la masturbación compulsiva (prevalencia de la muestra, 69%), la promiscuidad heterosexual u homosexual prolongada 10 (51%), la dependencia pornográfica (50%), la dependencia sexotelefónica (24%) y el deseo de incompatibilidad sexual grave (12%). El 86% de la muestra con Parafilias informó de al menos una vez a lo largo de la vida haber presentado Trastornos Relacionados con Parafilias. El subgrupo de varones con ambos diagnósticos, Parafilias y Trastornos Relacionados con Parafilias, a lo largo de la vida (n=123) tuvo una mayor incidencia de SID, de abuso físico y sexual, menor número de años de educación y la probabilidad más alta de desempleo o incapacidad actual. Además, el subgrupo de hombres con PA, pero no con TRP (n=20) tuvieron una menor cantidad de SID, este subgrupo no fue estadísticamente diferente del grupo de TRP en ambas variables antes mencionadas. Estos datos sugieren que las desventajas sociales, según la evaluación de esta muestra, se asocian con la incidencia acumulada de SID, pero no necesariamente con la diátesis de desarrollar trastornos parafílicos (18). Ya en la década de los 90 algunos autores clasificaron 1760 revistas pornográficas heterosexuales de acuerdo con las imágenes de las fotografías en la portada. Encontraron que la esclavitud y la dominación de las imágenes fue la imagen normativa más frecuente y se presentó en el 17.2% de las revistas. Los autores sugirieron además que las imágenes pornográficas eran una medida discreta de la prevalencia relativa de las parafilias, por determinados tipos de imágenes visuales, y para la que hace falta más datos (19). Ciento doce (n=112) pacientes psiquiátricos hospitalizados se valoraron mediante la Entrevista Clínica Semiestructurada para el DSM-IV para evaluar las tasas de parafilias. Este estudio encontró que, los pacientes no revelan sus síntomas de parafilia a menos que se les pregunte directamente por el médico, a menudo debido a vergüenza y/o temor a la repercusión legal. Este hallazgo subraya la necesidad de interrogar sobre estos síntomas durante la valoración médica, específicamente acerca de la presencia de parafilias (15). 11 Doren D 2009, encontró que en estudios previos se ha informado de baja proporción diagnóstica en las parafilias, sobre todo respecto al sadismo sexual. En un estudio, 34 evaluadores en los Estados Unidos revisaron los expedientes de 12 delincuentes sexuales. Los evaluadores coincidieron en más del 90% de las veces que los delincuentes cumplían criterios para cualquier parafilia en general y el sadismo sexual en particular. Los autores atribuyen la baja fiabilidad de estudios previos a la cantidad y la calidad de la información a disposición de los evaluadores, y la prevalencia de los diagnósticos parafílicos en sus muestras (20). Un estudio en 2005 exploró los criterios para pedofilia, de acuerdo a pautas del DSM-IV, en una población de delincuentes sexuales en Suecia (n=185). Se reporta que la frecuencia y severidad de otros trastornos psiquiátricos no difiere entre pedofílicos y no pedofílicos (7). En otro estudio se utilizó una muestra aleatoria de 2450 sujetos entre 18 a 60 años de edad, en la población general de Suecia para estudiar la prevalencia y la correlación social, sexual y de salud del fetichismo-travesti (la excitación sexual del travesti). Casi tres por ciento (2.8%) de los hombres y el 0.4% de las mujeres informaron de al menos un episodio de fetichismo-travesti. La separación de los padres, experiencias sexuales del mismo sexo, facilidad para ser excitado sexualmente, uso de la pornografía y una mayor frecuencia de la masturbación, se asociaron significativamente con el fetichismo-travesti. Una actitud positiva a esta práctica sexual y los indicadores de parafilia, se relacionaron particularmente con la variable dependiente (21). Con esta misma población de pacientes en Suecia se encontró que un total de 76 (3.1%) de los encuestados, informaron de al menos un incidente de excitación por la exposición de sus genitales a un extraño y 191 (7,7%) de los encuestados informaron de al menos un incidente de excitación por espiar a otros al tener relaciones sexuales. Ambos comportamientos se relacionaron positivamente con ser 12 hombre y tener más problemas psicológicos, menor satisfacción con la vida, mayor consumo de alcohol o drogas, un mayor interés por la actividad sexual en general, incluyendo más parejas sexuales, mayor excitación sexual, una mayor frecuencia de la masturbación, mayor frecuencia en el uso de pornografía, y mayores probabilidades de haber tenido una pareja sexual del mismo sexo. De acuerdo con investigaciones anteriores en muestras clínicas de hombres con parafilias, los encuestados que han informado de conducta exhibicionista o voyeurista presentaron una probabilidad considerablemente mayor de otro tipo de comportamiento sexual atípico (conducta sadomasoquista o travestismo). Hubo pruebas entre las fantasías sexuales y su comportamiento parafílico correspondientes (22). Neal W. 2004 (24), investigó las tasas de prevalencia actual y a lo largo de la vida de los trastornos mentales a partir de entrevistas clínicas estructuradas entre delincuentes sexuales (n=55). Además, se analizaron subgrupos a partir de los criterios de investigación diagnóstica, clasificándose a 30 delincuentes sexuales como parafílicos y a 25 con un trastorno de control de los impulsos (sin parafilia). Los trastornos de ansiedad, del estado del ánimo y relacionados con el uso de sustancias eran comunes entre los delincuentes sexuales, como lo eran los trastornos de personalidadde los grupos B y C. Mientras que la fobia social era más común entre los delincuentes parafílicos, la depresión mayor era más prevalente en los delincuentes sexuales con trastorno de control de los impulsos. Los resultados coinciden con hallazgos recientes de alta morbilidad psiquiátrica en delincuentes sexuales internados en instituciones forenses. Además, se encontraron patrones diferentes de trastornos mentales comórbidos en los delincuentes parafílicos y con trastorno de control de los impulsos. Con respecto a una terapia efectiva y la prevención de recaídas, se debería hacer un mayor énfasis en la evaluación de los subgrupos de delincuentes sexuales. Este mismo autor encontró que la presencia de una parafilia se correlacionó positivamente con la presencia de cualquier trastorno del estado del ánimo (p<.001), con depresión mayor (p=.007), con 13 trastorno bipolar tipo I (p=.034), con cualquier trastorno de ansiedad (p=.034), con trastorno del control de los impulsos (p=.006) y trastorno de la personalidad evitativa (p=.013). Aunque los delincuentes sin parafilias pasaron más tiempo en prisión que aquellos con parafilias (p=.019), los delincuentes parafílicos manifestaron más víctimas (p=.014), que comenzaron en una edad más joven (p=.015) y con más probabilidades de incesto (p=.005). Los delincuentes sexuales en la población del estudio exhibieron altos índices de enfermedad mental, abuso de sustancias, parafilias, trastornos de la personalidad y comorbilidad entre estas condiciones. Los delincuentes sexuales con parafilias tenían índices perceptiblemente más altos de ciertos tipos de enfermedades mentales y de trastorno de la personalidad evitativa. Por otra parte, los delincuentes parafílicos pasaron menos tiempo en prisión pero comenzaron a delinquir a una edad más joven y realizaron más delitos sexuales sin violación entre los menores de edad, que los delincuentes sin parafilias. Basándose en estos resultados, los autores concluyen que los delincuentes sexuales deben ser evaluados cuidadosamente por la presencia de enfermedades mentales y que los programas de intervención para el delincuente sexual deben tener cabida para el tratamiento psiquiátrico (25). Ahlers y colaboradores en 2011 (26) realizaron un estudio transversal de parafilias sobre Conductas Asociadas a Patrones de Excitación Sexual (PASAP) como fantasías sexuales, masturbación y el comportamiento sexual en la vida real. Se reclutaron a 367 voluntarios a partir de una muestra comunitaria de 1915 hombres entre 40-79 años, de una ciudad en Alemania. Se elaboró mediante un cuestionario auto aplicable consignando los datos de la historia sexual como las experiencias y el comportamiento sexual, evaluando a fondo todos los datos médicos relevantes sobre el área. El porcentaje de hombres que reportaron al menos una conducta asociada a patrones de excitación sexual (PASAP) era del 62.4, y sólo el 1.7% de estos casos informó de la presencia de angustia. La presencia de conductas asociadas a patrones de excitación sexual (PASAP) tuvieron mayor probabilidad de presentarse de manera única (odds ratio [OR] 2.6; 95%, intervalo de confianza [IC] 1.047-6.640), como 14 el masturbarse al menos una vez por semana (OR 4.4, IC del 95%, IC 1.773-10.914). Las conductas asociadas a patrones de excitación sexual en participantes pedófilos fueron las fantasías sexuales (9.5%) y el comportamiento sexual en la vida real (3.8%). Estos resultados sugieren que la conducta parafílica no puede ser considerada como inusual desde una perspectiva normativa. Al mismo tiempo, muchos hombres experimentan conductas asociadas a patrones de excitación sexual (PASAP) sin conciencia del problema o la angustia que acompaña, incluso cuando el contenido de las mismas se asocie al posible daño a terceros. En vista de la importancia de la vida sexual y la satisfacción en la relación de pareja, la presencia de conductas asociadas a patrones de excitación sexual (PASAP) debe ser evaluada en todas las consultas médicas. Las investigaciones futuras deberían centrarse en cómo las conductas asociadas a patrones de excitación sexual (PASAP) alcanzan significancia clínica en relación a los trastornos mentales. Kafka en 2003, evaluó 120 hombres en busca de tratamiento ambulatorio para las parafilias PA (n=88) o el trastorno relacionado a las parafilias PRD (n=32). Los hombres incluidos en esta investigación tenían que informar conductas repetitivas de PA o del PRD en los 6 meses anteriores a la evaluación. Los diagnósticos sexuales se derivaron de una entrevista estructurada. Las Parafilias (PA) fueron diagnosticadas utilizando criterios DSM-IV. La violación de un adulto, informada por tres hombres, fue diagnosticada como un Trastorno Combinado (NOS PA), ya que los tres participantes tenían otros diagnósticos parafílicos. La única diferencia que se informó fue de una tendencia del grupo PA a una edad más temprana de inicio, alta frecuencia repetitiva de la conducta sexual en comparación con el PRD. Ambos grupos presentaron masturbación compulsiva (en el 72.5% de la muestra) (9). 15 3. MÉTODO 3.1 JUSTIFICACIÓN El comportamiento sexual impulsivo-compulsivo es un fenómeno poco estudiado. Las parafilias han sido generalmente ignoradas por la psiquiatría, a pesar de que los psiquiatras son los especialistas ideales para tratar y diagnosticar estos trastornos, en virtud de su formación médica y psicológica. Las desviaciones sexuales requieren un entendimiento de ambas causas, biológicas y psicológicas, y de habilidades en los tratamientos psicológicos y farmacológicos. Pocos estudios se han realizado sobre el análisis de los índices de estos trastornos en la población general y la investigación sobre parafilias, en general se han centrado principalmente en los delincuentes sexuales. El objetivo del presente estudio es evaluar la frecuencia de las parafilias en una población de pacientes psiquiátricos teniendo como base que, el no tratar padecimientos psiquiátricos comórbidos puede jugar un papel importante en el fracaso del tratamiento y la reincidencia clínica. 16 3.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Las parafilias y los trastornos relacionados con parafilias constituyen uno de los problemas de salud más relevantes en la sociedad actual debido a la escasez con la que se les diagnóstica y son tratados. La importancia de una adecuada vida sexual no solamente es fundamental como factor determinante de la salud mental y física, sino como elemento propiciador de una buena calidad de vida. Las conductas sexuales atípicas no se limitan al paciente sino que afectan el funcionamiento normal de un individuo en la sociedad. Así mismo, las parafilias acarrean una amplia gama de consecuencias individuales y sociales, incluyendo una mayor morbilidad psiquiátrica, posible daño a terceros y repercusiones legales. De este modo, la conducta sexual constituye un aspecto clínico de enorme relevancia, ya que hoy en día representa un problema de salud poco tratado. Cabe mencionar que en nuestro país no existen estudios de investigación que indiquen la frecuencia o el porcentaje de la población que padece alguna desviación sexual y mucho menos entre pacientes psiquiátricos. Teniendo como referencia lo anterior se destaca la importancia de llevar a cabo este trabajo de investigación. Tratando de abordar uno de los problemas médicos y psiquiátricos menos examinados en la actualidad y del cual existen pocos estudios específicamente entre población psiquiátrica. Por lo que planteamos la siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es la frecuencia de parafilias y trastornos relacionados con parafilias, en pacientes masculinos que acuden a consulta de Urgencias, Consulta Externa y hospitalizados en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez? 173.3 OBJETIVOS 3.3.1 OBJETIVO GENERAL Evaluar la frecuencia de parafilias y trastornos relacionados con parafilias en pacientes masculinos que acudan a Urgencias, Consulta Externa y que se encuentren hospitalizados en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. 3.3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS Determinar qué tipo de parafilia es más frecuente. Determinar qué tipo de trastorno relacionado con parafilia se presenta de manera más frecuente. Definir la comorbilidad psiquiátrica (ya diagnosticada) que se asocia con más frecuencia a las parafilias. 3.4 UNIVERSO DE TRABAJO: Hombres que acudan a Urgencias, Consulta Externa y que se encuentren internados en el Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. 3.4.1 MUESTRA: 150 sujetos seleccionados aleatoriamente en el período de Marzo 2012 a Agosto 2012. 18 3.5 CRITERIOS DE SELECCIÓN 3.5.1 CRITERIOS DE INCLUSIÓN: -Qué acepten participar en el estudio mediante firma de la carta de consentimiento informado. -Qué sean mayores de 18 años. 3.5.2 CRITERIOS DE EXCLUSIÓN: -Qué no acepten participar en el estudio. -Qué tengan el diagnóstico de algún trastorno psicótico, demencial o retraso mental. -Intoxicación por sustancias psicoactivas durante el comportamiento sexual atípico. -Condiciones médicas/neurológicas que puedan alterar el comportamiento sexual. 3.5.3 CRITERIOS DE ELIMINACIÓN: -Qué no respondan adecuadamente a la entrevista. -Qué no se obtenga el mismo diagnóstico en la segunda entrevista de validación. 3.6 DISEÑO DE ESTUDIO: descriptivo, prospectivo, observacional, transversal. 19 3.7 PROCEDIMIENTO 3.7.1 SELECCIÓN DE LAS FUENTES, MÉTODOS, TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS DE RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN Se solicitó autorización al Comité de Investigación y Ética del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez para llevar a cabo este trabajo de investigación. Todos los participantes estaban obligados a cumplir los criterios de inclusión. Se excluyeron a los participantes que cumplieran con algún criterio de exclusión o eliminación. Las mujeres fueron excluidas, ya que las parafilias aparecen más frecuentemente entre hombres. Posterior a la aprobación del trabajo y del consentimiento informado. Se solicitó a cada paciente hombre su consentimiento libre e informado por escrito (anexo 1) previa descripción completa del estudio para participar en la investigación. No hubo recompensas por la participación en este estudio. Posteriormente se realizó una primera entrevista clínica dirigida, abordando el área de sexualidad. Los pacientes fueron entrevistados individualmente y en privado con respecto al comportamiento sexual. Fueron diagnosticados con parafilias actuales y a lo largo de la vida mediante una Entrevista Clínica basada en los criterios diagnósticos del DSM-IV. Evaluando la presencia de exhibicionismo, fetichismo, frotteurismo, pedofilia, masoquismo sexual, sadismo sexual, fetichismo travestista y voyeurismo, utilizando un lenguaje tomado directamente del DSM-IV. Se consideraron casos positivos los usuarios que contaron con los criterios diagnósticos (necesarios en cada caso) basándonos en el Manual Diagnóstico y Estadístico IV TR y en la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales-10. Todos los casos que resultaron positivos fueron entrevistados de segunda intención por otro médico, utilizando la misma técnica, para la ratificación del caso. La información demográfica, incluyendo el estado civil, la educación y la situación laboral, se evaluó directamente del paciente; mientras que los diagnósticos psiquiátricos, la etnia, el número de ingresos psiquiátricos y los intentos de suicidio fueron obtenidos del expediente clínico. A los pacientes también 20 se les preguntó si habían experimentado algún tipo de abuso físico o sexual en su vida. Se utilizó la entrevista como método de investigación científica mediante la técnica dirigida basada en un lenguaje tomado del DSM IV para establecer un rapport clínico y arrojar un diagnóstico. Para evitar diferencias lingüísticas y posibles errores de comunicación verbal se decidió comprobar los datos obtenidos con un segundo entrevistador y así registrar los casos positivos por un doble testimonio. 3.7.2 DEFINICIÓN DEL PLAN DE PROCESAMIENTO Y PRESENTACIÓN DE LA INFORMACIÓN Se realizó estadística descriptiva, reportando los resultados principalmente mediante frecuencias (porcentaje), con su respectiva medida de precisión cuando aplicara (IC 95% o valor p, en caso de comparación). Para la comparación entre variables, se usó estadística paramétrica y no paramétrica, posterior a la evaluación en la distribución de cada variable. Se usó χ 2 para variables categóricas (con el test exacto de Fisher, cuando aplicara) y comparación entre medias (T de Student) o U de Mann-Whitney, cuando aplicara. Además, se corrió un modelo de regresión logística para evaluar la potencial relación y predicción de la variable respuesta (presencia o no de parafilia/trastorno relacionado con parafilia) con las principales características clínicas y sociodemográficas, derivadas del análisis bivariado. Todos los análisis fueron realizados usando el paquete estadístico Stata 11.1 (Stata Statistical Software [Stata Corp., College Station, TX, USA]). 21 3.8 CONSIDERACIONES ÉTICAS Se solicitó autorización al Comité de Bioética del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez para la realización de este protocolo de tesis. Así mismo, la información proporcionada por los pacientes se consideró completamente confidencial, garantizándoles anonimato a través de la carta de consentimiento informado (anexo 1). Este estudio se realizó de acuerdo con los principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos (Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial); adoptada por la 18ª Asamblea Médica Mundial, Helsinki, Finlandia, Junio 1964 y enmendada por las: 29ª Asamblea Médica Mundial, Tokio, Japón, octubre 1975; 35ª Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, Octubre 1983; 41ª Asamblea Médica Mundial Hong Kong, Septiembre 1989; 48ª Asamblea General Somerset, Sudáfrica, Octubre 1996 y la 52ª Asamblea General, Edimburgo, Escocia, Octubre 2000. Para los casos de parafilias que impliquen maltrato o violencia sexual, como el exhibicionismo, el voyeurismo, el sadismo, la pedofilia. En cumplimiento del Código Penal para el DF-2002 en los artículos 177, 178, 179, 180, 181 (Bis, Ter y Quater.), 187 y la NOM-046-SSA2-2005 (Violencia familiar, sexual y contra las mujeres. Criterios para la prevención y atención), son remitidos a la autoridad legal correspondiente. A todos los demás casos se les ofrece atención y seguimiento, refiriéndolos a unidad especializada (Unidad de Atención a Víctimas del Delito). De acuerdo como se menciona en los siguientes puntos, contemplados también en la carta de consentimiento informado: 6.3.1. Brindar a las y los usuarios involucrados en situación de violencia familiar o sexual, una atención integral a los daños tanto psicológicos como físicos, así como a las secuelas específicas; refiriéndolos, 22 en caso necesario a otros servicios, como unidades médicas, instituciones y organismos con mayor capacidad resolutiva, para proporcionar los servicios necesarios para los cuales estén facultados, conforme lo establezcan las disposiciones. 6.5.1. Elaborar el aviso al Ministerio Público mediante el formato establecido, en los casos donde las lesiones u otros signos estén presumiblemente vinculados a la violencia familiar o sexual. 6.6.1. Corresponde a las y los prestadores de servicios de salud, informar a la persona afectada sobre su derecho a denunciar los hechos de violencia que se presenten, la existencia de centros de apoyo disponibles, así como los pasos a seguir para acceder a los servicios de atención,protección y defensa para quienes sufren de violencia familiar o sexual, facilitando y respetando la autonomía en sus decisiones e invitando a continuar el seguimiento médico, psicológico y de trabajo social. 23 4. RESULTADOS Se estudiaron 150 pacientes del género masculino, en forma aleatoria durante un período de 6 meses que comprendió de Marzo 2012 a Agosto 2012. Qué acudieron a Urgencias, Consulta Externa y qué ingresaron voluntariamente a la unidad de hospitalización continua del Hospital Psiquiátrico Fray Bernardino Álvarez. Se encontraron un total de 19 pacientes diagnosticados (12.6%). Gráfica 1. Total de pacientes estudiados. De los 19 pacientes diagnosticados, 9 cumplieron criterios para una parafilia (47.3%), 6 pacientes cumplieron criterios para un trastorno relacionado con parafilias (31.6%) y 4 tuvieron un trastorno combinado (21.1%). 24 Gráfica 2. Clasificación de pacientes diagnosticados. Las parafilias más comunes fueron voyeurismo (n=6 [4%]), masoquismo (n=3 [2%]), fetichismo (n=2 [1.3%]), frotteurismo (n=2 [1.3%]) y exhibicionismo (n=2 [1.3%]). Gráfica 3. Tipos de Parafilias. Fila 4 0 1 2 3 4 5 6 7 Voy erismo Masoquismo Fetichismo Froterismo Exhibicionismo 25 Los trastornos relacionados con parafilias que se encontraron fueron: zoofilia (n=4 [2.6%]), parcialismo (n=3 [2%]) y escatología telefónica (n=2 [1.3%]). Gráfica 4. Tipos de Trastornos Relacionados con Parafilias. Los trastornos combinados se presentaron de la siguiente manera: voyeurismo + exhibicionismo (n=1 [0.6%]), voyeurismo + frotteurismo (n=1 [0.6%]), voyeurismo + escatología telefónica (n=1 [0.6%]), voyeurismo + escatología telefónica + parcialismo (n=1 [0.6%]). Gráfica 5. Tipos de Trastornos combinados. Fila 4 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 Zoofilia Parcialismo Escatologia telefonica Fila 4 0 0.2 0.4 0.6 0.8 1 1.2 Voyerismo+Exhibicionis mo Voyerismo+Froterismo Voyerismo+Escatologia telefonica Voyerismo+Escatologia telefonica+Parcialismo 26 Tabla 1. Características Sociodemográficas. Con parafilia (n=9) Con TRP (n=6) Con Ts. Combinado (n=4) Sin parafilia (n=131) Valor p EDAD 0.4 18-24 años 6 2 1 36 25-44 años 4 2 2 48 45-64 años 3 1 1 27 >65 años 0 1 0 20 ESCOLARIDAD 0.12 Analfabeta 0 0 0 2 Primaria 6 5 2 52 Secundaria 4 0 1 58 Bachillerato o Lic. 3 1 1 19 RAZA ------ Mestiza 13 6 4 131 Otra 0 0 0 0 ESTADO CIVIL 0.9 27 Soltero 3 2 1 37 Casado 8 3 2 74 Unión libre 2 1 1 12 Viudo 0 0 0 8 OCUPACIÓN 0.03 Estudiante 1 1 1 26 Empleado 1 2 0 57 Comerciante 7 3 2 31 Sin ocupación 4 0 1 17 El rango de edad de toda la muestra fue de 18 a 81 años, con una media de 40.7 (± 13,6) años. En el grupo de parafilias, el mayor rango de edad fue de 18-24 (66.6%), en los trastornos relacionados con parafilias hubo un equivalente entre los rangos de edad de 18-24 y 25-44 (33.3%), a diferencia del grupo con trastorno combinado que obtuvo el mayor porcentaje (50%) en el rango de 25-44 años, al igual que el grupo sin parafilias (36.6%). En cuanto a escolaridad, el mayor porcentaje de pacientes con parafilias (66.6%) cursó hasta la primaria al igual que en los trastornos relacionados con parafilias (83.3%) y el trastorno combinado (50%); en cambio, los pacientes sin parafilias llegaron en su mayoría hasta la secundaria (44.3%). Se encontró que la mayor proporción de pacientes son casados; en el grupo con parafilia (88.8%), en trastorno relacionado con parafilia (50%), en trastorno combinado (50%), así como en los pacientes entrevistados sin parafilias (56.4%). Respecto a la ocupación, la mayoría de los pacientes con algún diagnóstico fueron comerciantes, en el grupo de parafilias (77.7%), en los trastornos relacionados con parafilias (50%) y en el trastorno combinado (50%), a diferencia del 28 grupo sin parafilias que en su mayoría son empleados (43.5%). Todos los involucrados en el estudio, con y sin diagnostico, resultaron ser de raza mestiza (100%). Sólo se encontró diferencia estadísticamente significativa en relación a la ocupación con un valor de p=0.03. Tabla 2. Resultados de la regresión logística OR con IC 95% Variables Independientes OR IC 95% Empleado 0.14 0.014 a 1.24 Comerciante 1.12 0.185 a 6.75 Estudiante 0.17 0.020 a 1.36 Las categorías de empleado, comerciante y estudiante fueron comparadas con la categoría sin ocupación, utilizando χ 2 . Encontramos que la persona empleada tiene 7.4 menos veces, posibilidad de tener una parafilia, un trastorno relacionado con parafilia o un trastorno combinado, en relación con la persona sin ocupación. La persona comerciante tiene 1.1 más veces riesgo de tener una parafilia, un trastorno relacionado con parafilia o un trastorno combinado, en relación a la persona sin ocupación. El estudiante tiene 5.9 menos veces, posibilidad de tener una parafilia, un trastorno relacionado con parafilia o un trastorno combinado, en relación a la persona sin ocupación. Se determinó la frecuencia de otros diagnósticos psiquiátricos diferenciándose en 3 categorías principales: Trastornos de Ansiedad, Trastornos del Estado de Ánimo y otros trastornos. 29 Tabla 3. Comorbilidades psiquiátricas. Con parafilia (n=9) Con TRP (n=6) Con Ts. Combinado (n=4) Sin parafilia (n=131) Trastornos de Ansiedad 6 6 3 45 Trastornos del Estado de Ánimo 7 4 4 68 Otros trastornos 2 1 0 27 Hubo una tendencia para el grupo de trastornos relacionados con parafilias, a tener mayores tasas de Trastornos de Ansiedad (100%) versus los pacientes con parafilias (66.6%), con trastorno combinado (75%) o los que no tuvieron parafilias (34.4%). Se encontró considerable inclinación de Trastornos del Estado de Ánimo, en los pacientes con trastorno combinado (100%), a diferencia de los pacientes con parafilia (77.7%), con trastorno relacionado a parafilia (66.6%) y entre los pacientes sin parafilias (51.9%). Otros trastornos fueron más frecuentes en pacientes con parafilias (22.2%) en comparación con los estudiados con trastorno relacionado con parafilia (16.6%) y el grupo sin parafilias (20.6%), en ésta categoría no se encontró ningún paciente para el diagnóstico de trastorno combinado. Finalmente se determinaron algunas características clínicas y se encontró que aquellos pacientes con parafilias tuvieron más numero de ingresos hospitalarios (n=10) en relación a los pacientes con algún 30 trastorno relacionado con parafilia (n=7), trastorno combinado (n=1) o sin parafilias (n=5). También hubo mayor predisposición de intentos suicidas (n=4) entre los pacientes con parafilias, equiparado con los pacientes sin parafilias (n=2). En el grupo con trastorno relacionado a parafilia y trastorno combinado, no se encontró ningún paciente con intento suicida. En cuanto al abuso sexual fue mayor el porcentaje entre pacientes con trastorno combinado (75%), que entre los pacientes con parafilia (33.3%), con algún trastorno relacionado a parafilia (16.6%) o que en los pacientes sin parafilias (17.5%). El abuso sexual se presentó en más proporción en pacientes con trastorno combinado (25%) que entre pacientes con parafilia (11.1%), trastornos relacionados con parafilia (16.6%) o que en pacientes sin parafilias (12.9%). Tabla 4. Características clínicas. Con parafilia (n=9) Con TRP (n=6) Con Ts. Combinado (n=4) Sin parafilia (n=131) No. Total de hospitalizaciones psiquiátricas 10 7 1 5 No. Total de intentos suicidas 4 0 0 2 No. Total de abuso sexual 3 1 3 23 No. Total de abuso físico 1 1 1 17 31 5. DISCUSIÓN Los resultados de esta investigaciónindican que las parafilias y los trastornos relacionados con parafilias están presentes, al momento y a lo largo de la vida, en un porcentaje clínicamente importante de pacientes psiquiátricos hombres (12.6%). Ninguno de los entrevistados tenía dicho diagnóstico registrado en el expediente. Lo que sugiere que estos trastornos a menudo pasan desapercibidos y por lo tanto, tampoco reciben atención en el tratamiento. En el 21.1% de los pacientes diagnosticados se encontró una combinación de dos o más diagnósticos. Se encontró significancia estadística en la variable de ocupación con un mayor riesgo entre personas comerciantes, de tener alguna parafilia o un trastorno relacionado a parafilia, en relación con las personas sin ocupación. Lo que nos indicaría que la ocupación de comerciante es un factor de riesgo para sufrir una parafilia o trastorno relacionado. Esto podría no tener asociación clínica, pero en este estudio de investigación, fue la única variable que arrojó significancia estadística. Habría que considerar ampliar la muestra de estudio. El hecho de que se encontraran altos índices de trastornos psiquiátricos comórbidos entre los pacientes con parafilia o trastorno relacionado, sugiere que una variedad de desórdenes comórbidos son comunes en estos pacientes. Sin embargo no se encontró significancia estadística que nos proponga una relación entre estas variables. Esto debido a que la muestra de estudio se realizó en población psiquiátrica y no en la comunidad general, además del tamaño de la misma. Tampoco se halló significancia estadística con el número de hospitalizaciones e intentos suicidas entre los pacientes con parafilias en comparación con resultados de otros estudios, en donde si se encontró esta correlación. Este estudio encontró que los pacientes no revelaban los síntomas de parafilia a menos que se les preguntara directamente, a menudo debido a la vergüenza y/o temor a la repercusión legal. Este hallazgo subraya la necesidad de preguntar específicamente acerca de la presencia de las parafilias. 32 El presente estudio tiene varias limitaciones. En primer lugar, nos basamos sólo en la información del paciente para hacer un diagnóstico de parafilia y no hubo manera de obtener información de otras fuentes para confirmarlo. Debido a qué, a las parafilias se les rechaza, las tasas encontradas en este estudio pueden de hecho subestimar la tasa real de parafilias en pacientes psiquiátricos. En segundo lugar, no está claro cómo estos resultados se pueden extender a individuos con parafilias en una población general. Sin embargo, esta muestra fue más amplia y no se limitó exclusivamente a delincuentes sexuales, como en otros estudios. En tercer lugar, sólo se incluyeron varones en el estudio sobre la base de tasas reportadas en la literatura qué sugieren qué las parafilias son considerablemente más comunes en hombres qué en mujeres. En futuras investigaciones se deben examinar las diferencias de género en las parafilias. Dado que no existen muchos estudios que utilicen criterios DSM-IV para evaluar las tasas de parafilias, no podemos determinar en este momento cómo comparar nuestros resultados con otras muestras hospitalarias. Para nuestro conocimiento tampoco se han realizado investigaciones sobre el tratamiento de las parafilias en pacientes psiquiátricos. La investigación sobre los tratamientos eficaces para los individuos con parafilias y en comorbilidad con enfermedades psiquiátricas, es muy necesaria. La evolución de una enfermedad primaria depende en gran parte de la presencia o no de una comorbilidad. La comorbilidad a menudo hace qué el tratamiento sea más complejo, incluso la farmacoterapia de un trastorno puede agravar los síntomas de un segundo trastorno (13). Independientemente de si existe una relación causal entre las parafilias y los trastornos coexistentes en estos pacientes, el hecho de qué frecuentemente concurren plantea importantes problemas clínicos. Debido a que las parafilias son bastante comunes en los hombres con trastornos psiquiátricos, de acuerdo a lo reportado por la literatura, es importante detectar estas conductas como parte del abordaje 33 médico y así mejorar la evolución y el pronóstico de estos pacientes. El tratamiento de un solo trastorno no puede ser eficaz si un trastorno concurrente está ejerciendo una influencia causal o manteniendo la condición actual (14,15). Además, los pacientes con una parafilia y otro trastorno psiquiátrico pueden requerir un tratamiento más intensivo, no sólo debido a la comorbilidad, sino también porque pueden estar en mayor riesgo de intento suicida o de hospitalización. 34 6. CONCLUSIÓN Existen pocos estudios que examinan la prevalencia de las parafilias en un entorno hospitalario. Los resultados de este estudio indican que las parafilias se encuentran presentes en cantidades clínicamente relevantes en pacientes varones psiquiátricos y se asocian con altas tasas de comorbilidad psiquiátrica. Se necesita más investigación, incluyendo estudios de prevalencia más grandes, estudios de correlación clínica y estudios que evalúen la relación entre parafilias y otros trastornos psiquiátricos. El perfil clínico de los pacientes con parafilias y enfermedad mental que requiera hospitalización, probablemente necesite una intervención más específica y continua para aliviar los síntomas de estos trastornos coexistentes con importantes implicaciones para la salud pública. 35 7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1.- American Psychiatric Association. Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. DSM-IV-TR. 4a.ed. 2000. 2.- Organización Mundial de la Salud. Décima revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades. Descripciones clínicas y pautas para el diagnóstico. CIE-10; 2000. 3.- Kafka MP, Prentky R. A comparative study of nonparaphilic sexual addictions and paraphilias in men. J Clin Psychiatry. 1992; 53 (10): 345-50. 4.- Kafka MP, Hennen J. A DSM-IV axis I comorbidity study of males (n = 120) with paraphilias and paraphilia- related disorders. Sex Abuse. 2002; 14 (4): 349-66. 5.- Grant JE. 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La parafilia se define como un trastorno que no afecta a la respuesta sexual y que consiste en una desviación de la elección y la relación con la pareja, del escenario, de las circunstancias o del modo de hacer el amor. Para que una actividad sexual se considere parafilia debe producir angustia y daño al propio individuo o a terceros. Antes de convenir en participar en este estudio de investigación, es importante que usted lea y comprenda este documento. En él se describen el propósito, los procedimientos y riesgos. Se describe su derecho a retirarse en cualquier momento del estudio. Si usted participa, recibirá un original de este documento para que lo conserve. El propósito principal de su participación en este estudio es responder a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la frecuencia y con que trastornos psiquiátricos se relacionan las parafilias? 40 Su participación es voluntaria y no remunerada, usted puede rehusarse a participar en el estudio o suspender su participación en cualquier momento del mismo sin que ello afecte la atención médica que usted recibe. Su participación será anónima por lo que su nombre no aparecerá en caso de que los resultados sean publicados. Es importante que usted sea completamente honesto con el médico sobre su historial médico. Si usted decide participar en el estudio, su participación consistirá en responder con ayuda del médico: una encuesta sociodemográfica donde se le preguntarán algunos datos generales y una entrevista sobre la vida sexual (parafilias). La duración total aproximada será de 60 minutos. En caso de que los cuestionarios no se puedan concluir en un solo momento se podrán concluir en una segunda ocasión. A todos los casos se les ofrecerá atención y seguimiento, refiriéndolos a una unidad especializada. En caso de encontrar algún acto de maltrato o violencia sexual será remitido a la autoridad legal correspondiente. Si usted acepta participar en el estudio, firme en el lugar correspondiente. ___________________________ _________ _____________________________ Nombre y firma del paciente Fecha Nombre y firma del investigador ___________________________ _________ __________________________ Nombre y firma del testigo Fecha Nombre y firma del testigo 41 9.2 ANEXO 2 GLOSARIO PARAFILIA: presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, de impulsos o de comportamientos sexuales que por lo general engloban: 1) objetos no humanos, 2) el sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o 3) niños u otras personas que no consienten y que se presentan durante un período de al menos 6 meses. Que provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del sujeto. EXHIBICIONISMO: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican la exposición de los propios genitales a un extraño que no lo espera. FETICHISMO: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos ligados al uso de objetos no animados. FROTTEURISMO: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes e impulsos sexuales o comportamientos ligados al hecho de tocar y rozar una persona en contra de su voluntad. PEDOFILIA: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños prepúberes o niños algo mayores (generalmente de 13 años o menos). La persona tiene al menos 16 años y es por lo menos 5 años mayor que el niño o los niños afectados. MASOQUISMO SEXUAL: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican el hecho (real, no simulado) de ser humillado, pegado, atado o cualquier otra forma de sufrimiento. 42 SADISMO SEXUAL: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actos (reales, no simulados) en los que el sufrimiento psicológico o físico (incluyendo la humillación) de la víctima es sexualmente excitante para el individuo. FETICHISMO TRAVESTISTA: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican el acto de trasvestirse, en un varón heterosexual. VOYEURISMO: fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que implican el hecho de observar ocultamente a personas desnudas, desnudándose o que se encuentran en plena actividad sexual. PARAFILIA NO ESPECIFICADA: Esta categoría se incluye para codificar las parafilias que no cumplen los criterios para ninguna de las categorías específicas. Como ejemplos de estas parafilias cabe mencionar (aunque no se limitan a): Escatología telefónica (llamadas obscenas), Necrofilia (cadáveres), Parcialismo (atención centrada exclusivamente en una parte del cuerpo), Zoofilia (animales), Coprofilia (heces), Clismafilia (enemas) y Urofilia (orina). MALTRATO SEXUAL: a la acción mediante la cual se induce o se impone la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene la imposibilidad para consentir. VIOLENCIA SEXUAL: a todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito,incluidos el hogar y el lugar de trabajo. Portada Índice Resumen 1. Introducción 2. Antecedentes y Marco Conceptual 3. Método 4. Resultados 5. Discusión 6. Conclusión 7. Referencias Bibliográficas 8. Anexos
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