Logo Studenta

Analisis-comparativo-de-metodos-Curwin-Mendler-y-Hernandez-Ruiz-acerca-del-tema-disciplinaindisciplina-en-el-contexto-educativo

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 
 
 
 
 
Facultad de Filosofía y Letras 
Colegio de Pedagogía 
 
 
 
 
 
 
ANÁLISIS COMPARATIVO DE MÉTODOS CURWIN, MENDLER Y 
HERNÁNDEZ RUÍZ ACERCA DEL TEMA DISCIPLINA-INDISCIPLINA EN EL 
CONTEXTO EDUCATIVO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 T E S I N A 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
 LICENCIADA EN PEDAGOGÍA 
 P R E S E N T A : 
CLAUDIA RAMÍREZ MUÑOZ 
 
 
 
 
 
 
 
 
Asesor: Dr. Alfredo Furlán Malamud 
 
 
 
 
 
 
 
 
México, D.F. 2006 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
Agradecimientos: 
 
Primeramente a Dios quien ha sido mi fortaleza frente a las pruebas que se me han presentado. 
 
A mis padres: 
Papá: Gracias por todo el apoyo que siempre me has dado. Ya te la debía, te la doy con todo mi amor, 
pero sobretodo con mucha admiración por alguien que me ha enseñado afrontar las cosas por muy 
difíciles que parezcan, gracias por estar conmigo en este momento y los que vendrán. 
Mamá: Por ser tan paciente y echarme siempre porras, por pensar que todo saldrá bien, por tus consejos y 
porque siempre estás detrás de mi, te quiero. 
 
A mis hermanos: 
Gaby: Por echarme la mano en esto y por la emoción que compartes conmigo. 
Mariana: Sabes que admiro todo lo que haces y también agradezco tu ayuda. 
Mario: Por aferrarte a tus sueños y alegrarte por los míos, y por el gusto de ser puma. 
 
A mi abue Clarita (abajo): 
Te lo prometí y hoy te lo cumplo, tarde pero seguro y desde donde estés te la mando y te la dedico con 
todo mi amor y por el gusto de esta carrera y por tus mil consejos, jamás los olvidaré. 
 
A Norma: 
Lo platicamos tanto y ya llego ese día, gracias por acompañarme siempre y por tu interés, te quiero. 
 
A mi abue Martha (arriba): 
Por estar al pendiente y preguntar por todo lo que sucede, te quiero y te lo agradezco mucho. 
 
A mi familia Ramirez Silva: 
Tía Lupita, Lilí, Viero, Carlos, Dulce y Arantxa: Por el apoyo y aliento que siempre me han dado. 
 
A gfh por haberme escuchado y apoyarme siempre en las decisiones que he tomado. 
 
A mis sinodales: 
Jamás imagine la experiencia de conocerlos y sobretodo el aprendizaje que me llevo, así como las 
palabras y el tiempo dedicado. Con sincera admiración muchas gracias. 
 
A mi asesor Dr. Alfredo Furlán Malamud: 
Por permitirme conocerlo como profesor y asesor, por ser tan agradable y por todo el apoyo. Y aunque 
hoy no pueda estar aquí, lo comparto y le agradezco su ayuda, deseándole lo mejor. 
 
Y también expreso mi alegría y orgullo por pertenecer a la Universidad Nacional Autónoma de México y 
todo lo que representa, así como también comparto esto con las amigas que encontré en Filos (Silvia, 
Nayely y Dulce). 
 
 
 
ÍNDICE 
 
INTRODUCCIÓN 1 
 
 
CAPÍTULO I 
LA DISCIPLINA ESCOLAR 
 
1.1 La disciplina escolar 4 
 
 
CAPÍTULO II 
LA DISCIPLINA TRIDIMENSIONAL (propuesta hecha por CURWIN-
MENDLER) 
 
2.1 Aspectos importantes sobre la forma de trabajo y el manejo de 
 la disciplina escolar a partir del planteamiento hecho por Richard 
 Curwin y Allen Menlder cuando presentaron la propuesta sobre 
 Disciplina con dignidad en 1983 16 
2.2 La disciplina tridimensional 19 
2.3 El contrato social 27 
2.4 Dignidad y responsabilidad en el aula 32 
2.5 Las consecuencias 38 
2.6 Disciplina creativa para los alumnos difíciles 41 
 
 
CAPÍTULO III 
LA DISCIPLINA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE HERNÁNDEZ RUÍZ 
 
3.1 Aspectos importantes sobre la forma de trabajo y el manejo de la 
 disciplina escolar a partir del planteamiento hecho por Santiago 
 Hernández Ruíz cuando presentó la propuesta sobre Disciplina escolar 
 en 1955 44 
3.2 La disciplina y el maestro 46 
3.3 Libertad y espontaneidad: Disciplina moral 49 
3.4 La disciplina y el trabajo escolar 54 
3.5 Las reacciones naturales 58 
3.6 El problema de las sanciones 60 
 
 
CAPÍTULO IV 
LA DISCIPLINA TRIDIMENSIONAL CURWIM-MENDLER CON RELACIÓN AL 
MODELO TRADICIONAL DE HERNÁNDEZ RUÍZ 
 
4.1Comparación y justificación de acuerdo a la distancia histórica que 
 separa Disciplina tridimensional hecha por Curwin y Mendler de 
 Disciplina escolar hecha por Hernández Ruíz, hasta la actualidad 64 
4.2 Igualdades y diferencias entre ambos modelos 66 
 
 
 
COMENTARIOS FINALES 72 
 
 
BIBLIOGRAFÍA 75 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 1 
INTRODUCCIÓN 
 
 Hablar en este trabajo sobre disciplina e indisciplina en el contexto 
educativo surge del acercamiento que tengo ante los fenómenos que engloban 
estos términos dentro de un plantel escolar, así como también con el hecho 
latente de que es un tema de gran controversia, pues hay muchas posturas y 
puntos de vista respecto de la forma de entender el concepto y de su relación 
con el control de la conducta dentro del salón de clases. 
Muchas veces se entiende a la disciplina sólo en términos de atención a 
situaciones de indisciplina, y aunque es una forma legítima de hacerlo, quizá no 
es la mejor opción al abordar estas situaciones. En ese contexto se entiende 
que existen distintas formas de disciplinar. De ahí surge la intención de 
proponer un análisis comparativo entre dos planteamientos con sus respectivas 
similitudes y diferencias al respecto. 
Tomando en cuenta que el individuo es un ser social que recibe 
influencia del medio en que se desarrolla, la disciplina no sólo incluye un 
aprendizaje en el contexto escolar sino también fuera de éste. Costumbres, 
vivencias, hábitos y la disciplina misma comienzan a partir de la educación 
familiar. La disciplina es parte de una constante dentro del proceso formal e 
informal de la educación, por lo que es necesario considerar su participación e 
influencia en la organización escolar. 
Richard L. Curwin y Allen N. Mendler1han propuesto un programa de 
prevención y resolución de problemas de indisciplina en las escuelas, así como 
sugerencias para promover el desarrollo moral de los alumnos. La finalidad de 
 
1
 Richard L. Curwin. Nacido en los Estados Unidos, Profesor en educación por la Universidad del Estado 
de San Francisco 
 Allen N. Menlder. Psicólogo estadounidense y consultor psicoeducativo de Rochester, Nueva Cork. 
 2 
esta propuesta, es conservar la dignidad y respeto entre alumnos y profesores, 
sin olvidar que para un mejor aprendizaje se necesita de un ambiente sano y 
cordial, es decir disciplinado. 
 Después de presentar una síntesis de la propuesta de intervención de 
Curwin y Menlder, haré una comparación con la propuesta planteada por 
Santiago Hernández Ruíz2quien ha estado interesado en los asuntos sobre la 
disciplina escolar, presentando un planteamiento, donde los alumnos deben 
obedecer por entero a las órdenes del profesor, sin tomar en cuenta la opinión 
del alumno. 
El presente trabajo pretende abarcar, en términos generales, una reflexión 
sobre el papel que juega la disciplina y la indisciplina dentro del proceso 
educativo, a partir de unejercicio comparativo entre dos modelos de 
intervención en el aula. 
Los objetivos de este trabajo son: 
• Recapitular, en sentido general, la definición de disciplina en el 
contexto educativo. 
• Mostrar el método presentado por Curwin y Mendler como propuesta 
de intervención ante problemas de indisciplina. 
• Mostrar la concepción de Santiago Hernández Ruíz acerca de la 
disciplina en el contexto educativo. 
• Comparar la concepción de Curwin y Mendler con la concepción de 
Hernández Ruíz acerca del tema disciplina-indisciplina en el 
contexto educativo. 
 
2
 Santiago Hernández Ruíz. Profesor nacido en España, enfocado a la enseñanza primaria del Instituto 
Federal de Capacitación del Magisterio Rural y Supervisor de Enseñanza Normal 
 3 
• Articular algunas conclusiones que se desprenden de la 
comparación en la dirección de una mejor comprensión de las 
virtudes de los dos modelos de intervención en el aula. 
 
Propongo este trabajo como una reflexión de los puntos que no 
podemos pasar por alto para mejorar el ambiente de trabajo en el salón de 
clases. Así mismo pretendo analizar estas propuestas sobre disciplina para 
darle mejor dirección a mi trabajo como pedagoga. 
 
 4 
1.1 La disciplina escolar 
Generalmente la disciplina se toma como algo involuntario y con tendencia 
al descontento de las personas con las que se trabaja situaciones de disciplina. 
Esto es resultado, de una identificación precisa de la disciplina con la atención 
de normas impuestas desde el exterior: normas institucionales o reglas 
impuestas por la autoridad de un profesor. Evidentemente la disciplina tiene 
que ver con las normas, pero su dictado estrictamente externo no es su única 
posibilidad. 
La involuntariedad de la disciplina y el descontento que ésta genera podría 
cambiar en la medida en que los profesores abordaran el tema de la disciplina 
en su salón de clases, prestando atención desde luego a las normas impuestas 
por la institución, pero sin dejar de tomar en cuenta las características del 
grupo con el que trabajan. 
Tomaremos, de algunos expertos en la materia, proposiciones interesantes 
al respecto, a fin de aclarar la noción de disciplina que guía este trabajo. 
Para Comenio: “Escuela sin disciplina es molino sin agua; de igual 
manera que si quitas el agua a un molino, se parará al momento, si suprimimos 
la disciplina en una escuela; forzosamente han de retardarse todas las cosas.”1 
Definitivamente Comenio toma a la disciplina como un medio ideal para no 
interferir en las actividades cotidianas dentro del salón de clases. 
Evidentemente, la noción de disciplina Comeniana se enlaza con la 
indispensable armonía interna dentro de un grupo escolar que ofrece 
condiciones mínimas para la enseñanza y el aprendizaje. Se trata de una 
manera de entender a la disciplina como ajuste para conseguir que los alumnos 
 
1
 COMENIO, Juan Amós. Didáctica Magna. p. 155 
 5 
adopten ciertas normas de conducta impuestas externamente en beneficio del 
ambiente en el salón de clases. 
En cambio, David y Mary Mindess opinan: “La disciplina es un proceso 
por medio del cual el alumno adapta sus deseos íntimos a las necesidades de 
la situación social.”2 
A diferencia de Comenio, estos autores no consideran que la disciplina 
sea solamente una forma de obediencia a lo que el profesor y la institución 
demandan. 
David y Mary Mindess sugieren alguna forma de adaptación interior de 
los deseos de los sujetos a las normas que hacen más fácil y productiva la 
situación social del grupo. Lo que subraya esta postura es la virtud de una 
disciplina capaz de conformar una unidad, sin castigar la individualidad. 
Definitivamente me parece que la disciplina toma aquí dos vertientes: La 
que se desprende de Comenio, como medio para mejorar el proceso de la 
enseñanza y el aprendizaje, que facilita la contribución a un bien común (el 
bien del grupo) a partir de que los alumnos obedecen las normas externas: 
cumplen con unas obligaciones que le son impuestas. La otra vertiente que se 
desprende de David y Mary Mindess pone el acento en la asunción interna de 
unas normas que, aunque sean externas, convencen del beneficio de 
respetarlas a quienes deben hacerlo. 
Si la primera forma de entender la disciplina constituye un medio para 
posibilitar la actividad escolar, la segunda forma supone que la disciplina no 
solo es un medio, sino también un fin educativo digno y valioso en sí mismo. 
 
2
 MINDESS, David, y Mary. Guía para un efectivo programa del jardín de infantes. p. 98 
 6 
El ideal de disciplina como fin, se refiere a que el individuo conozca su 
deber y lo practique voluntariamente en clase; son imprescindibles, por tanto, 
normas de convivencia dentro del salón que sirvan como punto de referencia 
para lograr un ambiente sereno de trabajo y que sean asumidas internamente 
por los alumnos. La convivencia armónica y solidaria entre todos los que 
conforman la escuela, es la consecuencia de un proceso de formación personal 
que lleva a descubrir la necesidad y el valor de esas normas elementales de 
convivencia. 
Así lo reconocía Kant cuando hablaba acerca de la disciplina: 
“Disciplinar es tratar de impedir que la animalidad se extienda a la humanidad, 
tanto en el hombre individual, como en el hombre social. Así pues, la disciplina 
es meramente la sumisión de la barbarie.”3 
Donde Kant entiende a “la barbarie” no sólo como la indisciplina misma o 
la desobediencia a normas externas, sino como la desobediencia a las normas 
que cada quien elige para sí mismo. 
En adelante me abocaré a la noción de disciplina en su vertiente de 
medio para conseguir el ambiente necesario para el aprendizaje y la 
enseñanza en el salón de clases. Dejaré momentáneamente a un lado la 
noción kantiana de disciplina que constituye un fin de la educación. A ella 
acudiré sólo eventualmente para hacer contrastes con la noción de disciplina 
que resulta relevante para este trabajo, es decir, la noción de disciplina como 
contraria a la de indisciplina 
Para David Hargreaves: “La disciplina se relaciona con un conjunto de 
reglas o normas y especifica fórmulas aceptables de comportamiento en clases 
 
3
 KANT, Immanuel. Pedagogía. p.38 
 7 
impuestas por los profesores a los alumnos o acordadas entre los primeros. 
Representa una forma de control social.”4 
Evidentemente, Hargreaves se refiere aquí a la disciplina en el sentido de 
imposición externa, por eso habla de “control social” 
Desde esta óptica, la indisciplina habitual de un alumno es casi siempre 
indicio de un desequilibrio del alumno, de mal comportamiento o de algún 
asunto psicológico, intelectual, familiar o social. En estos casos, han de 
analizarse detenidamente las causas para poner los remedios de acuerdo al 
problema específico que presente el alumno. Todo esto con la respectiva 
responsabilidad que le corresponda al profesor, a la escuela, a su familia, al 
resto de sus compañeros y al alumno mismo, todo esto entendido desde la 
perspectiva de que todos forman parte de una unidad. Sin perder de vista el 
plan de trabajo que se tenga, pues la disciplina puede verse afectada cuando 
no hay un plan bien estructurado, sin perder la flexibilidad frente a las variantes 
que puedan ocurrir en el transcurso del ciclo escolar, habrá que estar al tanto 
de lo que hacemos o estamos dejando de hacer en nuestra labor educativa, 
pues como lo mencioné anteriormente disciplina y trabajo van de la mano. 
“La conducta social implica la interacción de dos o más organismos, o bien, la 
conjugación de sus acciones frente a un ambiente común. Obviamente gran 
parte de la conducta humana tiene un carácter social.”5 
Es distinto cuando la indisciplina se da de maneracolectiva. Es el caso 
de las clases en las que la mayoría de los alumnos se comportan con 
irresponsabilidad y poca consideración hacia las normas de convivencia, así 
como faltas de respeto al profesor. La indisciplina debe ser analizada con 
 
4
 HARGREAVES, David. Las relaciones interpersonales en la educación .p.215 
5
 ULRICH, Roger. Control de la conducta humana. p. 179 
 8 
objetividad, para poder afrontar los problemas de modo realista, tratando de 
eliminarlos o, por lo menos, atenuándolos en lo posible. 
Dentro del tema de la disciplina escolar como medio para conseguir el 
control social del que habla Hargreaves, existen categorías que asumo como 
inherentes al concepto y que son importantes de analizar: 
Primeramente es necesario puntualizar que el castigo no es una categoría 
que vaya unida a la disciplina. Erróneamente algunos profesores la toman 
como una solución frente a los problemas de indisciplina, sin embargo es 
necesario mencionarla pues quizá se puede trabajar desde otro enfoque sin 
tener que llamarle así. Será determinante la manera de abordar alguna 
sanción, (tal y como le llama Santiago Hernández Ruíz en el punto 3.6 que 
posteriormente analizaré) pues podrá ser benéfico o perjudicial para su trabajo 
en clase. Es por esto que llamarle castigo no me parece la mejor opción, pues 
muchos alumnos asocian castigo con regaño, tomándolo como algo muy malo, 
así como también los profesores, quienes en ocasiones piensan más en el 
castigo que en la falta cometida, convirtiéndolo en algo sumamente negativo; si 
al contrario hiciéramos a un lado el concepto de castigo, se podrá actuar de 
mejor manera ante ciertas situaciones de indisciplina. Definitivamente una 
disciplina basada en castigos es imposible, pues coarta la libertad e iniciativa 
del alumno, al cual no le resta otra alternativa que la de ser pasivo, además de 
crear efectos negativos en los alumnos, llenándolos de resentimientos y 
actitudes que perdurarán quizá para toda su vida. La disciplina escolar es, por 
tanto, un instrumento educativo, que bajo ninguna circunstancia deberá coartar 
la libertad, pues como lo mencioné anteriormente el alumno puede aprender a 
convivir sin perder su independencia. Por eso, antes de adoptar una medida 
 9 
ante una conducta inadecuada, es necesario conocer las correcciones que ese 
alumno ha recibido con anterioridad y cómo reaccionó ante ellas; las 
circunstancias del alumno, el momento en que se encuentra y los motivos de 
su comportamiento, más que una sanción, lo importante será que el alumno no 
vuelva a realizar una acción semejante y precisamente el profesor tiene en sus 
manos la solución, pues en primer lugar, interesa hacerle valorar al alumno lo 
que ha pasado y las consecuencias; en una palabra, provocar su reflexión, de 
modo que lamente haber actuado de ese modo. 
Por otra parte la motivación, juega un papel primordial en lo que a disciplina 
escolar se refiere. Un profesor debe saber cómo crear motivación en sus 
alumnos. De alguna manera, la experiencia y actitud del profesor, se convierten 
en los aspectos más importantes de la motivación, convirtiéndose en el motor 
principal para captar la atención y despertar el interés de los alumnos. También 
es necesario que el maestro colabore en el autodominio del alumno, 
estudiándolo directamente, manteniendo su interés, midiendo lo logrado, 
patrocinando actividades, etc. De esta manera el profesor informado ha de 
entender y atender a los niños con sus diferentes etapas, sin olvidar las 
estructuras individuales de desarrollo, y todo lo que implica el proceso de 
aprendizaje. Los alumnos pueden y deben, con sentido de responsabilidad 
personal, participar en la buena marcha de la clase sugiriendo iniciativas, 
manifestando sus opiniones, aportando soluciones a los problemas que se 
planteen, encargándose de sacar adelante alguna actividad, etc. Apoyar al 
alumno positivamente, es escucharlo y tratar de adaptarlo más al contexto 
educativo, sin dejar de tomar en cuenta las diferentes formas de pensar, así 
como también la forma en que solucionan sus problemas. Los profesores 
 10 
deben motivar a sus alumnos para que poco a poco hagan conciencia de su 
comportamiento, por ejemplo hacer un comentario “estás inquieto porque ya 
vamos a salir, pues te recomiendo que te calmes y pongas atención”; platicar 
con el alumno de manera pacífica puede facilitar las cosas. Así mismo, los 
alumnos deben mostrarse dispuestos a cooperar, esto puede darse en la 
medida en que nosotros les demos confianza, es decir, que no se sientan 
rechazados o amenazados; es muy cierto que cuando existen las prohibiciones 
o la palabra “no”, los alumnos actúan en sentido contrario y con más rebeldía. 
En cambio, las peticiones o proposiciones positivas inducen al niño a obrar en 
el sentido buscado por los profesores y es mucho más eficaz para moldear su 
comportamiento. Si los niños se comprenden mejor a sí mismos, y se les da 
confianza, mejorarán sus actitudes y estimularán su propio aprendizaje, 
sintiéndose motivados por hacer mejor su trabajo y así podrán exteriorizar sus 
sentimientos de manera positiva. 
De acuerdo con las categorías que me parecen importantes relacionar con 
la disciplina también se encuentra la autoridad, pues la imagen que tenga el 
profesor frente a su grupo será determinante para un buen desarrollo de la 
clase. La autoridad será entendida como respeto recíproco entre profesor y 
alumno. El profesor ha de tener previsto lo que va a enseñar y qué han de 
hacer los alumnos para aprender, distribuir el trabajo de acuerdo con las 
posibilidades reales de cada uno de ellos, sin pedirles más de lo que pueden 
hacer, ni tampoco menos. Esto supone un conocimiento preciso de sus 
aptitudes y condiciones personales, ya que estos elementos obligan al profesor 
a modular sus exigencias a las posibilidades de cada uno de sus alumnos. 
Junto a la buena preparación y ejecución del programa, es importante que el 
 11 
profesor esté atento al desarrollo de las actividades de todos los alumnos para 
observar individualmente la calidad de los trabajos y responder a las dudas que 
surjan sobre la marcha, mostrando una actitud de ayuda y estímulo a cada 
alumno, pues todos tienen derecho a la máxima atención de su maestro. Y es 
ante este tipo de situaciones que el profesor gana autoridad en un sentido de 
respeto y complicidad con sus alumnos. La primera y principal norma de 
conducta del profesor es tratar con estima y respeto a los alumnos; el profesor 
necesita crear un ambiente de comprensión y participación, que dependerá en 
gran medida, de su actitud amistosa, paciente y comprensiva con todos sus 
alumnos, sin distinción alguna. Los alumnos agradecen la comprensión de su 
profesor porque necesitan atención y cariño, sintiéndose cuidados y queridos. 
Así mismo la dignidad juega un papel importante para que el alumno pueda 
desarrollarse de manera integral, obteniendo así, un mejor ambiente de trabajo; 
también será determinante tomar en cuenta el rol que cada uno tiene dentro del 
salón de clases. Personalmente he visto cómo los alumnos cooperan cuando 
se les da confianza, puesto que no se sienten rechazados o amenazados. Así, 
mediante frases positivas se va brindando un ambiente en el que se sentirán 
seguros de mayores oportunidades para su desarrollo académico. Si los niños 
se comprenden mejor a sí mismos, y se les da confianza, mejorarán sus 
actitudes y estimularán su propio aprendizaje, sintiéndose motivados por hacer 
mejor su trabajo y así podrán exteriorizar sus sentimientos de manera positiva. 
Aún cuando el alumno esté cometiendo actos negativos, si se le 
proporciona confianza, respeto y seguridad, sin dejar de fijarles límites (esto 
con la finalidad de que no sienta que tiene todo control),se irán adaptando 
 12 
según las circunstancias, característicasy necesidades del grupo, favoreciendo 
el crecimiento y estimulando la madurez de cada niño. 
En suma, en este ambiente de cordialidad que debe envolver las 
relaciones entre profesores y alumnos, no tienen cabida las palabras y gestos 
que signifiquen menosprecio. En ningún caso es admisible que el maestro 
ridiculice a sus alumnos ante sus compañeros, revele sus intimidades, se burle 
de sus equivocaciones, amenace, conceda privilegios, adule de forma 
exagerada, o se deje adular gratuitamente, actuar como si sus alumnos nunca 
tuvieran razón, ni derecho a presentar sus justificaciones o argumentos, que 
utilice el castigo como recurso para estimular los aprendizajes, y conducir las 
clases como medio de desahogo personal. 
“Los maestros deben respetar la justicia e inculcársela a sus alumnos; los que 
no se hallen preparados para la organización de la vida colectiva se afanarán 
en vano.”6 
Finalmente y después de todo lo analizado, puedo concluir que la 
disciplina escolar es el primer encuentro de disciplina “formal” al que se 
enfrenta el alumno, y es indiscutible que estará inmerso en un sistema de 
intereses, normas, reglas, obligaciones y derechos, en donde se determinarán 
horarios y actividades, acatándolos tanto profesores como alumnos. Es 
indiscutible que la vigilancia de parte de los profesores ante las reacciones y 
actitudes que tengan nuestros alumnos será decisiva para mantener un buen 
ambiente de trabajo, tratando de darle la mejor solución a algunas situaciones 
de indisciplina y no tomarlo como algo caótico, difícil de arreglar, culpando a 
todos y sin darle una atención adecuada y precisa. 
 
6
PIAGET, Jean y HELLER. La autonomía en la escuela. p.80 
 13 
“La disciplina se convierte en un problema educativo y se expresa en 
sentido negativo (indisciplina o falta de disciplina) cuando algo o muchas cosas 
a la vez, no van bien en la escuela.”7 
Además, si las situaciones de indisciplina únicamente se solucionaran 
con rigor excesivo, serían condiciones perjudiciales para un buen desarrollo. 
También es de considerar que el grado de estabilidad y confianza que ofrezca 
el ambiente familiar, dependerá en gran medida de que el alumno no vaya a la 
escuela únicamente a descargar tensiones y conflictos. 
No nos podemos quedar con una comprensión simple de la disciplina 
como un comportamiento, actuaciones en el aula, ni de la indisciplina como 
situaciones de carácter conflictivo, pues se caería en el conformismo. 
También es importante recordar que la disciplina en sentido estricto 
afecta la relación entre profesor y alumno. Por eso, el alumno al ir adquiriendo 
determinados hábitos de conducta, también va aprendido lo que debe o no 
debe hacer. Es durante todo este proceso que el profesor debe hacerse 
presente, y no solamente exponer-proponer-imponer y disponer desde su 
docencia, pues solamente se fomentarían muchas inseguridades y miedos por 
parte de los alumnos sin permitirles que participen. Una clase que rompe la 
estructura de sometimiento basa sus decisiones de forma compartida, negocian 
las normas, el profesor disminuye su poder de decisión, y se convierte en 
facilitador y mediador de la tarea compartida; con todo esto, la red de 
relaciones alumno-alumno se potencian de manera positiva. 
“La autonomía del maestro, junto con una formación inicial y un proceso de 
perfeccionamiento nacido de la propia acción, permitirá mejorar las relaciones 
 
7
 FURLÁN, Alfredo y ALTERMAN, Nora. La indisciplina en la escuela. p.7 
 14 
que definen el ambiente de aprendizaje y actuar con sensibilidad, rigor, acierto 
y seguridad en el desarrollo de la negociación en la asimilación del papel que le 
corresponde como facilitador del proceso de enseñanza y aprendizaje.”8 
Precisamente porque se trata de personas en formación, que no han 
alcanzado la madurez, hay una necesidad de establecer una serie de estímulos 
(reconocimientos y correcciones), para favorecer el desarrollo de la 
responsabilidad de los alumnos. Por tanto, habrá que implementar normas de 
convivencia que pretendan estimular las disposiciones positivas de los 
alumnos, y corregir las tendencias que no favorezcan la convivencia ordenada 
y armónica entre todos. 
Ciertamente una de las bases fundamentales para llevar a cabo la 
disciplina ideal es por medio de la imitación; sobretodo en grados inferiores, 
donde los alumnos son muy dados a copiar lo que ven, ciertamente sin estos 
ejemplos, sería complicado que los alumnos tuvieran bases sólidas sobre la 
disciplina que se busca. Todo esto es un proceso por el cual el alumno aprende 
diversas maneras de abordar sentimientos, así como a interactuar con los 
demás y obtener normas internas para poder discernir lo bueno de lo malo. 
 “En la educación elemental existe un principio muy significativo que siempre 
debe tenerse en cuenta cuando se consideren las técnicas disciplinarias. Este 
principio se expresa así: acentuar lo positivo.”9 
De acuerdo con todo lo dicho anteriormente, el siguiente capítulo nos 
habla de los cambios que podemos darles a las situaciones de indisciplina que 
se nos presenten, así como también cómo vamos a dirigir la disciplina en el 
salón y en todo el entorno escolar. Es así que la disciplina tridimensional 
 
8
 http://www.fomento.edu.mx (José A. Alcázar. La autoridad) 
9
 MINDESS, David, y Mary. Guía para un efectivo programa del jardín de infantes. p.98 
 15 
(propuesta hecha por Richard Curwin y Allen Menlder en 1983 en Disciplina 
con dignidad) presenta este tipo de situaciones. 
 
 16 
2.1 Aspectos importantes sobre la forma de trabajo y el manejo de la 
disciplina escolar a partir del planteamiento hecho por Richard Curwin y 
Allen Menlder cuando presentaron la propuesta sobre Disciplina con 
dignidad en 1983 
Cuando Richard Curwin y A.N. Menlder escribieron Disciplina con dignidad 
(1983), presentando un planteamiento sobre disciplina en clase (disciplina 
tridimensional), la escuela pasaba por cambios relevantes: 
Se trataba de romper con un enfoque totalmente tradicionalista, 
haciendo modificaciones desde la organización escolar. 
“Uno de los primeros pasos que se abordaron para que se efectuara un 
cambio positivo en la relación maestro-alumno, fue dar mayor libertad a los 
alumnos, tratando de no ejercer demasiada presión, permitiéndoles que ellos 
mismos formaran sus ideales y normas de vida.”1 No se trataba de una 
pequeña modificación; la idea central estaba regida por distintas aportaciones 
teóricas y prácticas que tenían la finalidad de adaptar al alumno a un nuevo 
enfoque, teniendo como primicia la educación y por ende, el desarrollo integral 
de cada uno de los alumnos. 
La educación existente en esta etapa, trataba de modificar las técnicas 
educativas empleadas por la educación tradicionalista. La experiencia del niño 
se tomaba como determinante, sirviendo de base a la educación intelectual, 
mediante el empleo adecuado de los trabajos manuales, y con la continuación 
moderada de una educación moral. Reconocía al niño como única realidad, en 
torno a la cual debía efectuarse la programación escolar y la actividad 
profesional del docente. 
 
1
 CURWIN, Richard y MENLDER, Allen N. Disciplina con dignidad. p. 213 
 17 
Los profesores, personal directivo, orientadores y padres de familia, 
jugaban un papel fundamental en la creación de un entorno educativo más 
beneficioso para los alumnos. 
El planteamiento que hacen Curwin y Menlder en disciplina con dignidad 
respecto a la disciplina tridimensional, habla de un sistema para prevenir y 
resolver los problemas de comportamiento que surgen en el aula y en la 
escuela en general. Muestran paso a paso cómo aplicar los modelos teóricos 
frente a las situacionesconflictivas. 
En Disciplina con dignidad, Curwin y Menlder reconocen el problema de la 
disciplina como único y personal para cada profesor. Su forma de responder 
ante una situación de indisciplina dependerá de sus valores, creencias, 
actitudes y sentimientos; así como también de su conocimiento sobre otras 
alternativas y enfoques; de la conciencia de las necesidades de los alumnos 
con mal comportamiento, y de las actitudes sociales que predominan en la 
comunidad escolar en que realiza su labor, son algunos de los puntos que 
trabajan Curwin y Menlder en lo que ellos llaman disciplina tridimensional, 
dentro del libro Disciplina con dignidad. 
El enfoque de disciplina tridimensional trata de ayudar a los profesores a 
cubrir las necesidades, así como también de orientarlos para que puedan 
ocuparse de problemas de disciplina de un modo efectivo. El proceso que sigue 
la disciplina tridimensional busca que el profesor sepa detectar y prevenir 
problemas de indisciplina, qué hacer cuando estos problemas se presentan y 
cómo reducir las posibilidades de que surjan. Combina una serie de teorías y 
puntos de vista, no siendo un proceso fácil de llevar a la práctica de modo 
inmediato, pues implica despertar la conciencia de sí mismo como profesores y 
 18 
también por parte de los estudiantes, para ocuparse de los sucesos que 
podrían causar dificultades. 
“Aunque no hay maneras totalmente seguras de manejar eficazmente a los 
alumnos difíciles, hay un conjunto de estrategias de sobrevivencia que pueden 
crear confianza y agregar interés al proceso.”2 
También, la disciplina tridimensional sugiere una educación moral en 
donde el sujeto busque hacer siempre lo justo, ya que así saldrá proyectado un 
comportamiento moral en cualquier circunstancia, que finalmente será uno de 
los objetivos que persigue la educación. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2
 Idem. 
 19 
2.2 La disciplina tridimensional 
 La conducta de los alumnos es un tema que predomina cuando 
reflexionamos acerca de la disciplina y la indisciplina escolar, pues por un lado, 
los profesores se enfrentan a atender las necesidades a nivel grupal y por otro, 
a estar al tanto de las situaciones individuales de cada alumno. Lógicamente 
esto afectaría a los alumnos, pues si el profesor toma decisiones demasiado 
duras e inflexibles sin un conocimiento global de lo sucedido, la relación entre 
maestro y alumno, decaería de manera significativa y, por ende, afectaría el 
proceso de enseñanza y aprendizaje. 
Es por eso que Richard Curwin y Allen N. Mendler presentan un trabajo 
sobre un modelo disciplinario llamado “disciplina tridimensional.”3 siendo ésta, 
una integración de muchos enfoques disciplinarios, que básicamente persigue 
dos fines: dignidad y comportamiento de manera responsable de parte de cada 
alumno. 
Como primera etapa aparece la dimensión de prevención, aquí se 
detectan los posibles problemas de disciplina que pueden llegar a presentarse 
más adelante, con un plan muy bien estructurado y dándole un enfoque 
estrictamente de guía, la propuesta sugiere flexibilidad ante cualquier situación 
que se presente dentro del salón de clases, sin perder de vista que los 
alumnos, a lo largo de toda su vida escolar, irán cambiando expectativas, 
ideales y necesidades que su propio desarrollo les exige. También cabe 
resaltar que este modelo disciplinario contiene componentes afectivos y 
cognoscitivos. 
 
3
 CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Disciplina con dignidad. Tr. de Luis Felipe Gómez, iteso, 
1995. 387p. 
 20 
 Esta primera dimensión de prevención contiene 7 etapas: (a 
continuación brevemente explicadas) 
 
1. Estar conciente de sí mismo. El profesor hará lo que dice y no 
será contradictorio con lo que haga, estar conscientes de sí 
mismos. 
 
2. Tomar en cuenta a los alumnos. Este enfoque pretende ser 
interactivo, es decir, toma en cuenta: ideales y necesidades 
con el fin de prevenir cualquier situación de indisciplina y no 
solamente tomando a los alumnos como meros receptores de 
información. Si conocemos bien a nuestros alumnos, se tendrá 
mayor eficiencia del trabajo en conjunto. 
 
3. Expresar sentimientos. Esta fase se refiere principalmente a la 
expresión de sentimientos negativos, (situaciones de duda o 
de descontento que exista entre los alumnos) que en 
ocasiones se suprime en el entorno escolar, por la supuesta 
pérdida de tiempo que existe o simplemente porque el colegio 
es muy rígido y no lo permite. 
 
4. Conocer teorías alternativas. Aquí es donde se pueden 
encontrar diversos modelos de conducta y de disciplina, así 
como también diversas estrategias, con la finalidad de darle 
mejor dirección al proceso que se sigue en el aula. Es 
 21 
importante puntualizar que Curwin y Mendler proponen un 
enfoque en donde se vea la congruencia de actitudes en cada 
uno de los involucrados en el ámbito educativo. 
 
5. Motivar a los alumnos a que aprendan. Es esencial el modo en 
que los profesores motiven a sus alumnos a aprender más. 
Decisiva será la motivación como dimensión de prevención, 
para no caer en problemas de indisciplina. Pues el grado de 
autoestima que cada alumno tenga, se verá reflejado en su 
desempeño y comportamiento escolar. 
 
6. Establecer contratos sociales. El contrato contiene una lista de 
reglas, tanto para maestros como para alumnos. En caso de 
desatender una regla se darán las consecuencias, que son 
convenios establecidos dentro del salón de clases con la 
participación de todos los involucrados, y con la consigna de 
no violar ninguna regla, en caso contrario la consecuencia 
pactada será puesta en marcha. La consecuencia no es un 
castigo, es el resultado lógico y acordado de no cumplir con lo 
pactado. Esto se explicará más detalladamente en el punto 2.3 
referente al contrato social. 
 
7. Reducir el estrés. Enseñar a los maestros el manejo del estrés, 
facilitará los problemas que parecieran tensos entre alumnos y 
profesores. Curwin y Mendler recomiendan a alguien 
 22 
especializado para impartir un curso sobre reducción del estrés 
a todo el profesorado. 
 
La segunda dimensión es llamada de acción. Esta dimensión se podrá 
trabajar en el momento en que los problemas de disciplina están presentes y 
consta de cuatro etapas. 
 
 1. Elegir las consecuencias Presentándose algún problema de indisciplina, 
una de las soluciones podría ser: elegir la mejor alternativa tal y como se 
estableció en el contrato social. 
 
2. Establecer las consecuencias Este punto nos habla de la necesidad de 
elegir reglas con consecuencias, concientizándose maestros y alumnos del 
contrato que establecieron, tratando de no violarlo. 
 
3. Recabar información Hay situaciones que se presentan y cambian el curso 
normal de las resoluciones ante la presencia de indisciplina. Y al recabar la 
mayor información posible, se tendrá un conocimiento profundo de los alumnos 
para saber de qué manera se les puede ayudar y detectar cuando presenten 
algún cambio extraño. 
 
4. Evitar luchas de poder Un salón positivo y cooperativo en donde haya 
reflexión, comunicación y apoyo en conjunto es la mejor opción para desarrollar 
un potencial muy bueno a nivel grupal. 
 
 23 
La tercera y última dimensión es la de resolución, en este caso se 
tratará de negociar con los alumnos en lo individual en caso de que se hayan 
violado las reglas y que se presenten problemas de indisciplina. Esta última 
dimensión contiene 5 etapas: 
 
1. Encontrar lo que sea necesario para evitar otro problema. 
Buscar alternativas para que los alumnos que presenten mal 
comportamiento, no caigan nuevamente, por ejemplo: una buena estrategia 
es mantener a alumnos en constante actividad; al pedirles su ayuda y 
sentirse útiles, su estrés baja considerablemente. 
 
2.Desarrollar un plan aceptado por ambos. 
Obviamente un plan acordado por ambas partes es el contrato social, de 
modo que tanto reglas, como consecuencias, están totalmente reconocidas 
y aceptadas por alumnos y profesor, de forma que no haya motivo de 
desacuerdo o injusticias, pues fue un trabajo en conjunto al haber elaborado 
los puntos del contrato. 
 
3. Establecer un plan. 
Quedar conforme con un plan de trabajo, esto es un plan acorde a las 
necesidades y situaciones, así como también tomar en cuenta el nivel 
escolar en que se haya desarrollado el plan. 
 
 
 
 24 
4. Monitorear el plan. 
Constantemente preguntar y trabajar acerca de lo que implica el plan, es 
decir, sus consecuencias. Este punto es de vital importancia, pues tener 
conocimiento global de lo acordado, evitará problemas y malos entendidos 
posteriores. 
 
5. Utilizar enfoques creativos cuando sea necesario. 
Saber valorar y cambiar enfoques dentro del salón de clases es esencial, 
pues además de acrecentar la atención y el desempeño de los alumnos, 
desarrolla la comprensión y fomenta la relación entre maestros y alumnos. 
Después de analizar estos principios básicos que Richard Curwin y Allen N. 
Mendler mencionan como plan estratégico para desarrollar el programa 
tridimensional, es necesario analizar porque esta propuesta puede tener 
resultados positivos. Pues bien, los profesores se preocupan porque los 
problemas disciplinarios afectan notoriamente el aprendizaje de sus alumnos. 
Encontrar un método disciplinario acorde a los programas de desarrollo 
intelectual, y que la disciplina no se tome únicamente como una cuestión 
escolar, es la razón fundamental de la creación de este programa. 
Una de las preocupaciones principales en el ámbito educativo, es saber 
abordar y entender con certeza cuáles son las necesidades de los alumnos, es 
decir, conocerlos para poder entender su reacción ante algunas situaciones 
que se les presentan; para esto, debemos primeramente valorar a cada uno de 
nuestros alumnos y visualizarlo como un ser con distintos modos de actuar y 
de pensar. De esta manera, al respetar su individualidad, estaríamos 
apoyándolos e influenciándolos positivamente, pues en la medida en que sienta 
 25 
nuestra comprensión responderá mejor. Lo que se ve en el salón de clases (la 
acción), es la base fundamental para poder desarrollar un plan disciplinario, 
acorde a lo que hay en el salón junto con el comportamiento de los alumnos. 
El modelo disciplinario consta de 3 dimensiones; mismas que se explicarán 
brevemente para la comprensión del modelo propuesto: 
 
Prevención 
 Estar consciente de sí mismo como profesor, tomando en cuenta a los 
alumnos, expresando sentimientos mutuos, sin perder de vista diferentes 
teorías como medio para resolver situaciones difíciles, motivando a los 
alumnos, desarrollando en ellos confianza, y estableciendo un contrato social 
en conjunto. 
 
 
Acción 
 Al elaborar el contrato social se elegirán las mejores consecuencias para que 
todo sea lo más equilibrado posible, recabando la mayor información para 
mejorar el contrato, evitando de esta manera las luchas de poder. También se 
elaborará una caja de quejas para depositar cualquier situación que les 
parezca injusta o extraña. La caja se aplica tanto para profesores como para 
alumnos. 
 
 
 
 
 26 
Resolución 
Esta dimensión se hace presente cuando ya está el problema de 
indisciplina, haciéndose una revisión adecuada para poder hacer cambios 
pertinentes ante las necesidades que se presenten, de ahí la flexibilidad de la 
propuesta, sin dejar de estar al pendiente y tener un conocimiento global del 
enfoque con el que se pretende trabajar. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 27 
2.3 El contrato social 
 La idea de hacer participar a los alumnos en la creación de reglas por 
medio del contrato social radica en que los comportamientos y participación del 
grupo tome otra postura, teniendo un cambio positivo con el profesor y con todo 
lo que rodea al alumno dentro y fuera del salón de clases; de esta manera, los 
alumnos se sienten tomados en cuenta, haciéndose partícipes en asuntos que 
les competen y no solamente al profesor o a los directivos. Habrá que entender 
que el éxito y la realización del grupo, es parte de un proceso entre todos. “[…] 
un conjunto de personas en donde cada uno es consciente de sí mismo (de 
manera individual), y como parte de un todo (grupo), que participan unidos con 
una misma finalidad.”4 Por lo tanto, podremos ver cómo los resultados 
satisfactorios saltarán a la vista. 
 Una de las bases fundamentales dentro de la propuesta de Richard 
Curwin y Allen N. Mendler es la motivación por el aprendizaje, pues no sólo se 
requiere de una solución disciplinaria, sino también la manera y el modo en que 
los profesores se refieran a sus alumnos, se requiere de mucho interés por lo 
que se está enseñando y esto podrá darse en la medida en que se sientan 
motivados, además de que es importante considerar la forma y el modo de 
abordar ciertos temas. Si no se tomaran en cuenta estos puntos simplemente 
sería imposible tener bajo control al grupo. Dentro de todo este proyecto existe 
el establecimiento de “contratos sociales” los cuales son convenios donde se 
integran, lineamientos necesarios para que tanto maestros, como alumnos, 
desarrollen reglas y si éstas fueran violadas por cualquiera de las dos partes, 
sabrán de antemano las consecuencias que prosiguen por haber fallado, en 
 
4
ABAD, CAJA. et.al. Julián. Diccionario Ciencias de la Educación. t 1. p70 
 
 28 
este sentido es recomendable hacer el contrato social, para que exista una 
convivencia sana entre todos, pues el convenio se hace desde un inicio con la 
consigna de no romperse. Otro punto importante para los autores dentro de su 
propuesta de disciplina es la reducción del estrés; teniendo la certeza de 
contrarrestar la indisciplina con la creación de un contrato bien estructurado y 
por ende disminuyendo el estrés tanto en alumnos como en maestros. 
“La reducción del estrés tiene 2 componentes: el primero incluye estrategias 
para solucionar problemas y que el estrés sufrido sea mínimo.”5 
 El desgaste constante por el hecho de llamar la atención a cada alumno, 
es factor determinante para tomar en cuenta el proyecto de disciplina 
tridimensional presentado en este análisis. Desde mi punto de vista, un 
proyecto eficaz es aquel que trata de adecuarse a cada situación sin hacer un 
cambio total en el proyecto, es decir, modificar poco a poco los factores que 
limitan un ambiente sano. Además, tanto para los alumnos como para el 
maestro, existe la posibilidad de tomar decisiones, y así, cada quien tendrá una 
interiorización de cada situación, también esto daría pie a que existiera una 
mejor comunicación entre todos los involucrados, así como también con los 
padres de familia, pues en muchas ocasiones sólo se escuchan quejas y 
cuestiones negativas que no pasan de ahí sin darle un resultado 
verdaderamente favorable. 
El contrato social pretende que las situaciones cambien, esto para la 
aclaración de dudas y desacuerdos que se tengan en toda la organización 
escolar. Sin perder de vista que cada papel que desempeñan los involucrados 
en el contexto escolar tiene su importancia sin menospreciar o desvalorizar a 
 
5
 CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Disciplina con dignidad. p. 77 
 29 
ninguno, y si tomamos como base el programa tridimensional, cada quien 
tendrá autoconciencia de su responsabilidad, es decir, cada quien tiene la 
decisión en sus manos, cada quien tiene una opción, teniendo como resultado, 
un consenso general para encontrar la mejor solución. Podría parecer que todo 
esto más que ser flexible es parte de un sistema, en donde todo un conjuntode 
principios coordinados intentan formar un todo, sin embargo, es preciso señalar 
que hasta lo más flexible lleva un orden, así como también pasos a seguir para 
poder llegar a lo que se pretende. 
“[…] todo sistema tiene notas básicas y éstas se pueden sintetizar en: 
• Totalidad: la modificación de uno(s) de los elementos comporta la 
modificación de los demás y su sistema en cuanto tal. 
• Dinamismo: Conforman una estructura funcional; son operativos 
(modificaciones) hacia fuera y hacia adentro (mismo sistema). 
• Estabilidad: Admitidas las modificaciones, tienden a estabilizar su 
dinámica. 
• Flexibilidad: Admiten modificaciones y cambios. 
• Finalidad: Orientación prevista o teológica. 
• Retroalimentación (retroacción o feedback): Autocontrol del 
sistema (del proceso y del resultado).”6 
 
Aunque se ha visto que es contradictorio y el sistema se apodera y 
gobierna a las personas siendo inflexible, evitando en diversas ocasiones la 
toma de decisiones coherentes y fomentando la poca responsabilidad, éste 
debe funcionar como una herramienta de apoyo y ayuda. 
 
6
ABAD, CAJA. et.al. Julián.Diccionario Ciencias de la Educación. t 1. p 1297 
 30 
La organización por sistemas es más notoria en las escuelas, pues es 
lógico que se debe seguir un plan de trabajo, tomando en cuenta: tiempos, 
caracteres, edades y demás factores que influyen para que un plan de trabajo 
logre ser eficaz. Cuántas veces la práctica educativa nos parece estancada y 
monótona, sin oportunidad de poder emitir nuestra opinión (aún teniendo 
sugerencias y planteamientos), teniendo que acatar reglas por muy 
intransigentes y duras que parezcan. Cayendo en el error de no ser tomados 
en cuenta en lo que se refiere a gestión escolar, cuestión tan importante por el 
hecho de que los maestros son los que se enfrentan de manera directa a las 
situaciones dentro del salón de clase, lógicamente con todas estas limitaciones, 
simplemente no se puede hacer nada. 
Es decisivo que cuando ya está establecido el contrato social se sigan 
incluyendo ciertas cuestiones que serán determinantes para el éxito del mismo, 
como por ejemplo, la habilidad del maestro para desarrollar sus propias 
consecuencias o la habilidad de los alumnos para reconsiderar su conducta 
ante alguna violación sobre las reglas (impuestas en conjunto maestro-
alumno). 
“Una de las maneras más eficaces de analizar el comportamiento es por medio 
del Locus de control interno; es cuando el individuo sabe que él hizo tal o cual 
cosa y el Locus de control externo significa que él mismo sabe que otras 
personas provocan que se altere, le pasen cosas y no las pueda controlar.”7 
Es muy importante entender la relación de la disciplina con el locus de 
control interno (se relaciona directamente con la responsabilidad). Un ejemplo 
claro respecto al locus de control interno lo vemos con algún alumno que sabe 
 
7
 CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Op.cit. p.58 
 31 
que actuó mal y que pudo haberlo evitado, además de que en él se producen 
sentimientos de culpa, provocando que analice la situación procurando 
comportarse mejor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 32 
2.4 Dignidad y responsabilidad en el aula 
Mantener el control en el salón de clases no es tarea fácil, pues además 
de tratar de atender las necesidades del grupo, también es necesario tomar en 
cuenta lo que cada alumno necesita, tal y como lo dicen los autores: lo ideal 
será crear un sistema de valores, donde la dignidad se haga presente. 
Esta escala de valores estará regida en primer lugar, por la 
responsabilidad que implica la obligación de responder ante ciertos actos 
cometidos. La responsabilidad no solamente toma en cuenta al alumno, sino 
también al profesor, por lo tanto se sugiere que la disciplina se convierta en una 
parte integral del proceso de enseñanza, pues en definitiva todas las 
decisiones que afecten la disciplina en el salón, afectarán a la enseñanza y por 
lógica al aprendizaje. Las situaciones que ocurren dentro de la escuela actúan 
de manera directa con los factores que ocurren fuera de ésta, donde el 
problema principal radica en el impacto de algunas situaciones verdaderamente 
delicadas, al no causar mayor impacto, tomándolas como algo normal, parte de 
la vida cotidiana. Cuando se habla de la independencia de cada alumno, 
indiscutiblemente es de llamar la atención el tema acerca de la generación del 
yo. “Muchos estudiantes han adoptado la actitud de la generación del yo: Lo 
primero es satisfacer mis necesidades, no pretendo esperar, yo soy primero.”8 
De ahí la idea de Curwin y Mendler de desarrollar reglas en donde los 
alumnos sean partícipes en la creación de reglas, con la finalidad de estar 
siempre al pendiente de sus comentarios e inquietudes. Tomando en 
consideración este punto, es recomendable retomar y analizar algunas ideas 
presentadas por Richard Curwin y Allen N. Mendler. 
 
8
CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Disciplina con dignidad p.28 
 33 
 “La propuesta acerca de un programa de disciplina se basa en principios 
educacionales, psicológicos y de sentido común razonables: 
1. Resolver problemas con los alumnos que de manera crónica interrumpen el 
proceso de aprendizaje 
2. Utilizar guías especiales para establecer reglas y consecuencias que 
funcionen 
 3. Detener el mal comportamiento cuando ocurre, sin atacar la dignidad del 
alumno.”9 
La importancia de desarrollar un plan de disciplina para Richard Curwin y 
Allen N. Mendler nace de la necesidad de tomar en cuenta al alumno, con 
todos los problemas que enfrenta, tanto fuera, como dentro del colegio, es 
decir, una integración de situaciones de acuerdo al contexto en el que esté 
inmerso, si todo esto se realiza en conjunto, será positivo para que cada grupo 
desarrolle sus reglas y proceda según los estándares de comportamiento que 
presenten. Además, por medio de este procedimiento, los alumnos estarán 
enterados de todo el proceso que sigue el programa de disciplina, sin tratar de 
retar al sistema, puesto que ya estarán enterados de las consecuencias que 
traería su mal comportamiento, pues ellos mismos colaboraron en la creación 
de las reglas. 
 
Se proponen 9 principios cuando en determinado momento se han roto 
las reglas. A continuación explicados brevemente: 
 
 
 
9
CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Op.cit. p.21 
 34 
PRINCIPIO UNO: Imponga la consecuencia, siempre sea consistente 
 Una vez infringida la regla elija la mejor consecuencia, así los alumnos 
aprenderán que deben cumplir el contrato y que se espera lo mismo de la otra 
parte. 
PRINCIPIO DOS: Simplemente repita la regla y la consecuencia 
 No es sano dar grandes pláticas acerca de las reglas y las formas de regaño, 
es mejor explicar las cosas desde el momento en que se está estableciendo el 
contrato social, no así inmediatamente después de que se ha roto. Cuando se 
hacen de manera contraria de lo mencionado, se tienden a sentir agredidos, y 
pueden actuar de manera inversa. 
PRINCIPIO TRES: Acérquese a los alumnos tanto como sea posible 
Cuando imponga una consecuencia, utilice el poder de la proximidad. Cuanto 
más esté cerca el profesor del alumno su intervención será mejor; se 
recomienda que a un brazo de distancia se pueden tomar las cosas con más 
tranquilidad. 
PRINCIPIO CUATRO: Haga contacto ocular siempre mirándolos a los ojos 
Siempre mirándolos a los ojos, hay un mayor contacto, mismo que beneficia a 
la confianza y a tomar las cosas con mayor calma. 
PRINCIPIO CINCO: Use un tono de voz suave 
 Entre más suave se le hable al alumno, más éxito se tendrá. Aquí, el 
experimento que realizan estos autores para demostrar que este principio es elideal: “[…] pedimos a un maestro que se ponga a seis metros del 
experimentador. El experimentador le grita la consecuencia desde esa 
distancia, luego el experimentador se mueve tres pasos más cerca y vuelve a 
decir la misma consecuencia utilizando una voz más baja. Esta secuencia se 
 35 
repite hasta que el experimentador está a una distancia conversacional y 
utilizando una voz más baja. Luego va un paso más cerca y da el mensaje en 
un tono de secreto. Una vez que se termina el experimento se pregunta al 
maestro cuál consecuencia sería más eficaz para detener el mal 
comportamiento. Invariablemente, se elige como más eficaz la más cercana y 
el tono más bajo.”10 
PRINCIPIO SEIS: Sorprenda a los alumnos cuando se estén portando bien 
Hacerles ver que su conducta va por buen camino, eso indica que les 
prestamos atención, haciéndolo notar a cada uno en distintos momentos y 
hablándoles en voz baja, para asegurar la privacidad del alumno. 
PRINCIPIO SIETE: No avergüence a los alumnos enfrente de sus compañeros 
Una de las razones fundamentales sobre el tema de la voz, radica en que 
sientan confianza, y no que se sientan intimidados, señalados o avergonzarlos 
sobre alguna situación. 
PRINCIPIO OCHO: Sea firme y no esté enojado cuando ponga una 
consecuencia 
 En la medida en que manejemos con calma las consecuencias ante la 
violación de reglas, mostrándonos sin hostilidades, con confianza, interés y 
apoyo, así como también con cooperación de parte de los alumnos, mayor será 
la interiorización del mal cometido por parte del alumno. 
PRINCIPIO NUEVE: No acepte excusas, regateos o quejas 
Cuando en determinado momento se dan excusas de parte de los alumnos, se 
vale repetir la regla y la consecuencia, hasta el momento en que el alumno 
 
10
CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Op.cit. p.155 
 36 
entienda que fue de mutuo acuerdo el planteamiento del castigo y no debe 
violarse. 
Para Richard Curwin y Allen N. Mendler actuar es sinónimo de trabajar 
en conjunto, sin embargo, desde mi punto de vista será necesario tomar en 
cuenta que cada alumno tiene un nivel de desarrollo distinto, por lo tanto, 
cuando se presente alguna situación de indisciplina, habrá que ver qué tanto se 
ha violado la regla, pues la flexibilidad es básica dentro de este programa. 
 Con más frecuencia los hijos son incontrolables, rebeldes, donde cada 
vez es más común que no haya ninguna figura de autoridad en la familia, esto 
tiene como consecuencia una falta de comunicación importante donde sus 
inquietudes las trasladan a la escuela, lo que provoca así, problemas cada vez 
más serios. 
Por el contacto que he tenido con algunas escuelas, pienso que 
actualmente pocas instituciones tienen un programa de prevención y control de 
disciplina, simplemente con llamar la atención e incluso gritar se cree que se 
solucionó el mal comportamiento del alumno. Existen pruebas y exámenes 
psicológicos para conocer a cada alumno, sin embargo, muchas veces toda 
esta información no se utiliza, simplemente se guarda sin analizarla 
detenidamente. Siendo éstos instrumentos muy valiosos, nos permitirían 
conocer la raíz de diversos comportamientos o problemas que presenten los 
alumnos, pretendiendo así tener un control continuo del alumnado. Hoy en día 
nos encontramos con escuelas donde no existe un departamento pedagógico o 
psicológico en donde se les dé seguimiento a los alumnos catalogados como 
“niños problema”, perdiendo tiempo valioso para instrumentar acciones 
específicas por medio de un programa concreto de disciplina. El éxito de este 
 37 
trabajo radica en hacerlo en conjunto (alumno, padres, especialista, maestro), 
pues de nada valdría remitir a los alumnos a alguna terapia cuando ni siquiera 
se ha hablado con ellos, sin conocer sus puntos de vista, y de las posibles 
razones por las que se esté presentando cierto comportamiento. 
Esto no sólo lo podemos hacer con alumnos de grados superiores sino 
también desde sus primeros años de la vida escolar. También los profesores 
son pieza fundamental en el desarrollo de este trabajo en conjunto, pues 
muchas veces no se les toma en cuenta, perdiendo retroalimentación valiosa y 
elementos que pudieran servir para concretar un resultado satisfactorio. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 38 
2.5 Las consecuencias 
Richard Curwin y Allen N. Menlder han hecho un estudio muy bien 
elaborado sobre las consecuencias lógicas del contrato social. 
“Las buenas consecuencias: 
• Son claras y específicas 
• Tienen un rango de alternativas 
• No son castigos 
• Son naturales y/o lógicas 
• Están relacionadas con las reglas.”11 
Todas las consecuencias en el contrato social son libres de elegir y 
como lo dice el texto: son lógicas, y aunque se relacionan con las reglas, 
tienden a ser flexibles. ¿Cuál sería la ventaja de las consecuencias?. Elegir el 
plan de trabajo disciplinario con el cual se va a trabajar. 
Es muy oportuno hablar con los alumnos antes de que se violen las 
reglas, con la finalidad de prevenir problemas. Las consecuencias deben estar 
establecidas para que posteriormente sean atacadas, no se valdría tomar a 
cada niño por especial, y aunque cada uno es distinto, en la imposición de 
reglas no debe haber distinciones, a todos por igual se les dará una 
explicación, pues han caído en el mismo error. Y sólo a través de la práctica y 
la experiencia, aprenderán cuál debe ser su conducta. La intencionalidad de las 
consecuencias y de las reglas es meramente educativa y no de imposición, 
porque están diseñadas para enseñar a los alumnos los efectos positivos o 
negativos de su conducta. 
 
11
CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Op.cit. p.90 
 39 
Enfocándome a la propuesta de disciplina tridimensional, una de sus 
primicias será el hecho de que no existan protagonismos de nadie, es un 
trabajo donde hay una transmisión clara de ideas, que logran en conjunto, 
hacer responsable y autónomo a cada uno de los involucrados y que todo esto 
lógicamente logre darse en un ambiente escolar positivo, para que finalmente 
en conjunto todos los actores involucrados se beneficien del proceso de 
enseñanza y aprendizaje. 
La responsabilidad aparece cuando nos hacemos dueños de nuestros 
actos. Obviamente en la medida en que estemos motivados responderemos 
mejor. Lógicamente lo contrario a todo esto es el estilo autoritario en el 
contexto escolar, donde no hay flexibilidad ni validez a la hora de opinar, sin 
poder aportar ideas, tomando resoluciones tajantes, difíciles de manejar, 
porque en algunos casos no hay vuelta atrás, provocando serios problemas en 
los alumnos (incluso psicológicos). 
Para que la disciplina tenga una base sólida, ha de hacerse en la 
aceptación de valores que propicien convivencia y esfuerzo común. Por lo tanto 
ha de fomentarse la lealtad, la sinceridad, el respeto, la colaboración, la 
solidaridad y en general, cuanto contribuya a mejorar las relaciones humanas. 
La libertad con que el alumno se manifieste, ha de producirse de un 
modo responsable, igualmente, no habrá abuso de poder, sino un acuerdo de 
principios, con una organización de elementos que conforman la escuela, 
logrando un desempeño armonioso y eficaz, sin caer en juicios o tácticas 
manipuladoras. 
Haciendo una recapitulación de todo lo expuesto a partir de las 
consecuencias y reglas planteadas por maestros y alumnos, lo primordial será 
 40 
trabajar con una acción lógica, donde las consecuencias se den de manera 
positiva. De acuerdo con estos parámetros, cada uno fija sus propias 
responsabilidades y poco a poco va regulando su conducta. 
“Hay valiosos ensayos que tratan de subsistir en las escuelas la “vieja” 
concepción disciplinaria, por la “nueva” propuesta de Convivencia, que 
indudablemente busca desarrollar una modalidad diferente,más democracia, 
de interacción entre las autoridades, docentes, alumnos y padres de los 
planteles.”12 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12
 FURLÁN, Alfredo. La cuestión de la disciplina. Los recovecos de la experiencia escolar. p.14 
 41 
2.6 Disciplina creativa para los alumnos difíciles 
La propuesta de Rihard Curwin y Allen N. Menlder acerca de un programa 
de disciplina está basada en principios educacionales, psicológicos y de 
sentido común razonables. 
“Las siguientes guías deberían ser una parte integral del diseño de un 
contrato social compresivo: 
Aceptar que el problema es propio (todos, no sólo el alumno) 
• Ser honesto y abierto con el alumno y su familia 
• Centrarse en los sentimientos de los padres y del alumno 
• Tener confianza en la habilidad del alumno para corregir su conducta 
• Presentar planes alternativos en caso necesario 
• Fijar metas realistas para el alumno 
• Establecer un sistema de comunicación entre la escuela y la casa.”13 
Si bien es cierto, los alumnos en algunas ocasiones tienen la sartén por el 
mango, pues saben el comportamiento y las reacciones de sus profesores, esto 
por la convivencia diaria que hay entre ellos, y a propósito de esto, se tratará 
de fomentar una disciplina creativa, realzando las relaciones de confianza y de 
comunicación entre todos. 
La disciplina creativa busca detener el mal comportamiento del alumno para 
que haya poca interrupción en el curso de la clase, rehusarse ante los 
esfuerzos del alumno para engancharlo en una lucha por el poder o definir 
negativamente al alumno como alguien incapaz de permanecer tranquilo, 
buscar métodos de comunicación que puedan llevar a nuevos patrones de 
 
13
CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. Disciplina con dignidad. p.219 
 42 
interacción entre el maestro y el alumno, aprender a apreciar a los alumnos aún 
aquellos que intenten desesperar y cansar a su maestro intencionalmente. 
 Quizá en un principio nos parezca complicado aplicar un programa que 
incluya disciplina creativa, sin embargo la idea no puede ser tan mala, siendo 
ésta una buena oportunidad de experimentar; además, gracias a la flexibilidad 
del modelo, es necesario hacer un inventario en donde se puedan elegir los 
elementos que sirven para un determinado plantel, utilizando algunos puntos 
de esta propuesta. Sustituyendo así, aquellos comportamientos agresivos que 
se tenían anteriormente, por comportamientos asertivos, para que finalmente el 
alumno desarrolle su fuerza y su control. 
 “Las diferencias que hay entre el desarrollo de la autodisciplina y la imposición 
de la disciplina constituyen el punto de equilibrio entre el aula tradicional y un 
entorno del aprendizaje centrado en la persona.”14 
Si bien es cierto, las cuestiones de indisciplina hacen perder tiempo, el 
programa tridimensional nos ofrece menos pérdida de tiempo para solucionar 
problemas de indisciplina, sugiriendo una disciplina creativa, sin olvidar que 
todo debe estar en constante monitoreo, puesto que algunas estrategias son 
útiles por periodos de tiempo más largos, mientras que otras son de uso corto. 
Cuando una persona piensa de modo diferente para satisfacer sus 
propias inquietudes sin importar que pase por encima de los demás, impide 
que el grupo tenga un buen rendimiento, fracturándose la relación y el clima de 
cordialidad y respeto dentro del salón de clases. Esta es la gran diferencia 
entre un programa de disciplina inflexible y rígido, a comparación de la 
 
14
 ROGERS, Carl. Libertad y creatividad en la educación. p.255 
 43 
disciplina tridimensional, en donde los conflictos se pueden arreglar con 
diferentes y mejores opciones. 
“El problema de disciplina es una situación o hecho en que las necesidades del 
grupo o de la autoridad están en conflicto con las del individuo que forma parte 
del grupo.”15 
Finalmente puedo concluir que teniendo un programa basado en 
experiencias directas con los alumnos se tendrá mayor efectividad, y es 
precisamente lo que hicieron Richard Curwin y Allen Mendler pues disciplina 
con dignidad presenta una serie de ejemplos con sus respectivos análisis, 
proponiendo métodos de intervención que me parecen muy efectivos, pero 
sobretodo podemos estudiar y adaptar esta propuesta según las necesidades 
que se nos presenten, esto con la finalidad de darle mejor dirección a nuestra 
labor educativa en todos los sentidos. 
A continuación analizaremos la propuesta Disciplina escolar16 
presentada en 1955 hecha por Santiago Hernández Ruíz quien básicamente 
hace un análisis refiriéndose a la disciplina como una necesidad para mantener 
el control en el salón de clases, además de tomar al profesor como fuerza 
primordial para que todo tenga resultados positivos dentro del aula. 
 
 
 
 
 
 
 
15
CURWIN, Richard y MENDLER, Allen N. La disciplina en clase . p. 19 
16
 HERNÁNDEZ, R, Santiago. Disciplina escolar. 6ed. México, Fernández editores,.1955. 139p. 
 46 
3.1 Aspectos importantes sobre la forma de trabajo y el manejo de la 
disciplina escolar a partir del planteamiento hecho por Santiago 
Hernández Ruíz cuando presentó la propuesta sobre Disciplina escolar en 
1955 
Al escribir Disciplina escolar (1955), Santiago Hernández Ruíz, se 
enfrentaba a una educación predominantemente tradicionalista. Su 
planteamiento presenta ciertos toques tradicionalistas, acordes con la 
organización escolar que se seguía en ese tiempo. Sin embargo, no debemos 
dejar pasar por alto que actualmente muchas escuelas se guían en su totalidad 
por el enfoque tradicionalista. 
A continuación veremos la forma de abordar los problemas relacionados 
con la indisciplina escolar y a la par la concepción de la disciplina escolar, sin 
dejar de mencionar que estos puntos no están muy alejados de la realidad que 
se vive hoy en día en algunas escuelas: 
 Los alumnos, se enfrentan a una educación verbal, memorística, poniendo 
mayor énfasis en los contenidos y esto provoca que haya poco interés a la 
solución de diversos problemas. El alumno es pasivo, receptor del 
conocimiento y sujeto a normas en cuya elaboración no participa. El profesor 
con todo el poder en sus manos (enseñanza unidireccional) en su afán por 
evitar disturbios en el salón de clases fomenta un trabajo aislado y no 
cooperativo. Los alumnos tienen ante sus ojos un profesor con autoridad 
implacable, con castigos injustos y constantes. Nadie les pide cuentas sobre 
los medios que usan; con tal de evitar mayores problemas, tienen campo 
abierto para aplicar medidas disciplinares excesivas, donde muchas veces los 
 47 
padres no son enterados de algunos castigos injustos por parte de los 
profesores. 
El planteamiento que hace Santiago Hernández Ruíz en Disciplina escolar 
tiene una doble finalidad: amor y persuasión para el niño. Si bien es cierto, el 
autor trata de evitar el maltrato con los alumnos por medio de una educación 
moral sin excesos, sin dejar de tomar en cuenta la actitud del maestro, pues 
ésta, será determinante para que el entorno escolar marche mejor, donde los 
alumnos opinen sin miedo, con una vigilancia constante por parte de los 
profesores. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 48 
3.2 La disciplina y el maestro 
La disciplina no puede ni tiene que ser un problema. “[…] sólo puede 
juzgarse observando con detención la vida de la escuela y el trabajo, que en 
ella se realiza.”1 
La disciplina no siempre se relaciona con las actividades desarrolladas 
en la clase, pues no sólo el trabajo puede ser motivo de que muchos alumnos 
presenten indisciplina. 
 Santiago Hernández Ruíz cree en la libertad, pero siempre manteniendo 
orden en lo que se realice. También plantea la necesidad de quelos profesores 
cuiden su temperamento, pues si éste no se controla, puede caer en injusticias 
a la hora de aplicar una sanción. Así mismo, el profesor ideal tendrá un espíritu 
limpio, que inspire confianza y amor a los niños, mostrándose satisfecho por lo 
que hace. Para el autor, la disciplina dependerá por completo de la 
personalidad del profesor. La imagen que se tenga del profesor será importante 
para que el desarrollo de las clases se dé de manera positiva. Cualquier 
mirada, gesto o movimiento, provocará distintas reacciones entre los alumnos 
que serán determinantes para saber hasta qué punto le tienen confianza a su 
profesor y en dónde se encuentra su nivel de estimación. Tener las acciones y 
palabras pertinentes en el momento adecuado, produce espontáneamente una 
acción y reacción adecuada, logrando así, un ambiente sano donde no se den 
los problemas de indisciplina. 
”En sus cuatro quintas partes por lo menos, la disciplina, en lo que tiene de 
esencial, no en sus manifestaciones externas, que pueden ser engañosas, 
 
1
HERNÁNDEZ, Santiago. Disciplina Escolar. p.39 
 49 
depende, no de los procedimientos disciplinarios, sino de la personalidad del 
maestro.”2 
Para todo alumno, su profesor tiene un valor, Santiago Hernández Ruíz 
reafirma que esta imagen debe ser positiva, por lo tanto, si ante los alumnos el 
profesor tiene buena imagen, la disciplina se producirá automáticamente. 
Igualmente para el alumno, sus compañeros también tienen un valor, y habrá 
que tener cuidado, pues cuando se presencia un regaño quizá demasiado 
exagerado, el alumno tiende a desmoralizarse y piensa que el profesor ya no lo 
estima como él lo sentía con anterioridad, y su entorno moral (que en ese 
momento maneja, según su edad), experimenta un bajón que será difícil 
cambiar, pues se mentaliza que ha dejado una imagen negativa ante todos, 
sabiendo que la acción realizada fue mala, llegando al resentimiento que será 
difícil de olvidar. En cambio, si el alumno sabe que tiene una imagen positiva 
de su profesor, no tendrá resentimientos, calificando sus acciones, y fijando las 
ideas para elaborar un concepto de su propia personalidad. 
Ante la diversidad de caracteres en los alumnos, existe una cuestión 
difícil de sobrellevar relacionada con los medios disciplinarios por los cuales se 
pretenden resolver algunos conflictos, pues en algunos casos tienen eficacia, y 
en otros son perjudiciales. 
Me parece que cuando algún profesor no puede explicar lo que para él 
es la indisciplina, el trabajo en clase se dificulta, pues poco a poco los alumnos 
se apoderan de las situaciones en clase. 
El profesor debe buscarse a sí mismo, para después poder abordar los 
agentes externos. Necesita conocer lo suficiente sobre su entorno, para poder 
 
2
 Ibidem. p. 41 
 50 
actuar de la mejor manera posible, y que aquellos días malos sean pocos. 
Cada profesor se va formando poco a poco, adquiriendo cada vez mayor 
experiencia. Lo importante será no perder la sencillez (aunque por ley natural el 
alumno sea más débil que el profesor), deberá existir una comunicación 
completa entre ambas partes, para no perder detalle de algún aspecto que 
fuera vital, para que los alumnos puedan desarrollarse satisfactoriamente. 
Para Hernández Ruíz la moralidad es uno de los ingredientes necesarios 
para la armonía del salón. Primeramente deberá existir una preparación moral 
completa, en donde, el profesor comprenda que es la base y guía absoluta de 
sus alumnos, dándoles dirección y sentido, pues sin él, simplemente estarían 
perdidos. La idea central de Hernández Ruíz es clara; el profesor es la base de 
que las cosas en el salón funcionen, si tiene confianza y fe en sí mismo las 
cosas marcharán bien. La obligación del maestro es tratar de rescatar aquellos 
valores esenciales. Esto dependerá de la fe que en sí mismo tenga. 
Obviamente al presentarse algún conflicto, el modo de actuar será prudente y 
con naturalidad. Santiago Hernández Ruíz señala que, gracias a que cada 
profesor, conoce sus defectos, virtudes y atributos, tendrá la fortaleza para 
resolver distintos conflictos, equilibrando dos factores esenciales en la escena 
educativa: la concepción del trabajo escolar, y la disciplina como 
inquebrantable. De lo anteriormente expuesto, se concluye que la percepción 
del alumnado conduce al profesor a adoptar una serie de actitudes cuya 
repercusión recae sobre sus alumnos. Todo cambio de percepción debe ir 
precedido de un proceso idéntico de actitud, y esto podría constituirse por tres 
elementos: el cognitivo, el afectivo y el conductual. 
 
 51 
3.3 Libertad y espontaneidad: Disciplina moral 
 Hace algunos años la presencia del sistema autoritario en los centros 
escolares era indiscutible. Debido a que la “autoridad” que tenían algunos 
profesores frente a sus alumnos no era del todo positiva (aún podemos ver 
que sigue deteriorándose. Por lo tanto salta a la vista la necesidad de 
establecer bases sólidas de trabajo en el aula, pues finalmente estimular la 
espontaneidad del niño, respetando sus impulsos para que pueda desarrollarse 
plenamente es el ideal a seguir. 
En Disciplina escolar, Santiago Hernández Ruíz hace mención de Jean 
Jacques Rousseau acerca de sus aportaciones sobre la Escuela Nueva, donde 
reconoce al niño como única realidad, por lo tanto debe efectuarse el programa 
escolar y la actividad profesional del docente, de acuerdo a las condiciones y 
necesidades del momento. 
“La educación se hace paidocéntrica frente a las corrientes pedagógicas 
tradicionalistas que asignaban al educador todo el esfuerzo y orientación del 
proceso educativo.”3 
Entre los rasgos más sobresalientes de la educación innovadora se 
encuentra la actividad, la libertad, la individualidad, así como también la 
colectividad; conceptos que se hallan estrechamente relacionados entre sí. 
Entre todos estos destaca la actividad, misma que se identifica dentro del 
movimiento de escuela nueva. La pregunta obligada será ¿Cómo puedo 
manejar la libertad frente a la espontaneidad? Simplemente se sugiere que la 
libertad sea permitida en la medida en que el sujeto tome sus decisiones, pero 
siempre con la intervención pertinente del profesor, nunca solo, pues aún no 
 
3
ABAD, CAJA. et.al. Julián.Diccionario Ciencias de la Educación. t. 2. p. 574 
 52 
tiene la capacidad de discernir. Y que a la par, en la espontaneidad, se acepten 
preguntas y cuestionamientos, pues por poca importancia que tuvieran este 
tipo de dudas, son necesarias para fomentar la reflexión en los alumnos. 
“El idiota carece por entero de libertad, precisamente porque es todo 
impulsividad bruta; porque carece de la capacidad de dirigir sus actos por sí 
mismo; porque no posee el don de la intervención racional de sus actos.”4 
Conforme nos vamos desarrollando, el proceso de interiorización y 
racionalización que seguimos ante la resolución de nuestros actos, nos hace 
conocer nuestra conducta, así como el verdadero atributo de la libertad. Esto 
se podrá ir dando poco a poco, en la medida en que capacitemos el espíritu 
para intervenir y encauzar los impulsos brutos de manera positiva. 
Por otra parte, el someternos, nos da un significado de no vivir plenamente. Lo 
ideal será vivir como corresponde a la dignidad de nuestra condición, 
sobretodo, porque siempre tendremos reglas durante toda nuestra vida. Y en el 
caso concreto de ser profesores tenemos en nuestras manos por vocación, el 
gran compromiso de estar al pendiente del desarrollo de los alumnos; de nada 
servirá si se trata de imponer el conocimiento, debemos motivar a los alumnos 
para que desarrollen sus capacidades al máximo, permitiéndoles crecer, todo 
esto con la finalidad de obtener lo que necesiten del ambiente, sin olvidar

Otros materiales