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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS POSGRADO EN LINGÜÍSTICA BILINGÜISMO, COGNICIÓN Y METACOGNICIÓN: Efectos del bilingüismo en la reflexividad infantil sobre el nombre y la palabra TESIS que para obtener el grado de: Doctora en LINGÜÍSTICA Presenta: ALINA MARÍA SIGNORET DORCASBERRO Tutor principal Dra. Cecilia Rojas Nieto Comité Tutor Dra. Rebeca Barriga Villanueva Dra. Sylvia Rojas Ramírez MÉXICO, D.F. 2009 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A Stéphanie, Marianne, Nathalie, Patrick, Eric y Alain. Fuente de inspiración y de sentido de vida. Además del conocimiento contundente del campo de la Psicología y de la Psicolingüística infantil, aprendí el rigor, la pasión y la exigencia de mi Comité Tutor. Quiero externar así mi respeto, agradecimiento y admiración a la Dra. Cecilia Rojas Nieto – mi Tutora principal -, a la Dra. Rebeca Barriga Villanueva, y a la Dra. Sylvia Rojas Ramírez. Agradezco asimismo a la Dra. María Eugenia Herrera Lima, y a la Dra. Rosa Montes Miró, por su minuciosa lectura y sus valiosas aportaciones a este trabajo. Agradezco el apoyo invaluable del Liceo Franco Mexicano y del Colegio Madrid, que permitieron la realización de esta investigación. Agradezco muy particularmente a las 15 niñas y a los 15 niños de la Escuela preescolar que reflexionaron conmigo acerca de la sorprendente fuerza del lenguaje. Agradezco al Dr. Roland Terborg por su amistad, y por haberme impulsado a iniciar este proyecto de Doctorado. Agradezco finalmente a mi familia, por su acompañamiento fuerte e incondicional. A mis amigas, por su cómplice caminar. SINOPSIS “No sólo el desarrollo intelectual del niño, sino también la formación de su carácter, sus emociones y su personalidad en conjunto, están en directa dependencia del lenguaje, por lo que en mayor o menor grado se manifestará también en el desarrollo del lenguaje en relación con el bilingüismo o monolingüismo”(Vygotsky, 1935, 2000a: 348). El bilingüismo - que es según Jakobson (1963: 35) “el problema fundamental de la lingüística” – es un terreno fructífero en preguntas de investigación. Este trabajo se centra en la relación entre el bilingüismo, la cognición y la reflexividad de la palabra del niño bilingüe y monolingüe de la Escuela Preescolar. Proporciona así datos teóricos y empíricos acerca de este vínculo. En un primer tiempo, analizamos las etapas más básicas de la reflexividad del niño preescolar acerca del signo lingüístico y del nombre. Piaget (1997: 61) considera que “la palabra es en los pequeños un concepto mal definido (al menos antes de siete-ocho años (...)), y el nombre es, por el contrario, un concepto muy claro”. Como lo denota el concepto mismo, el nombre nombra. Se plantea así que desde una edad muy temprana la reflexividad del niño se dedica a idear la función designativa del signo lingüístico. A partir de los planteamientos de Piaget (1997) exploramos, por una parte, la reflexividad ontológica, es decir la representación infantil acerca del origen y el lugar de los nombres. Se analizan asimismo los inicios de la reflexión lógica del niño acerca del signo lingüístico, es decir de su conformación de un significante y de un significado, y de la arbitrariedad de esta relación. Posteriormente, el niño desarrolla una reflexividad más consciente, y descubre la palabra como una unidad lingüística compuesta por constituyentes, que establece relaciones paradigmáticas y sintagmáticas con otras unidades. Empieza entonces a entender metalingüísticamente el concepto de la palabra como unidad del lenguaje. En un segundo tiempo de esta investigación, con base en los postulados del Modelo de la Reescrituración de Karmiloff-Smith (1992), estudiamos el desarrollo gradual de esta reflexividad. En este trabajo concebimos el bilingüismo como una variable que promueve un avance de conciencia y explicitud en la reflexividad de la palabra como unidad lingüística. i ÍNDICE PRIMERA PARTE Páginas PRESENTACIÓN I.1. ANTECEDENTES Y CONCEPTUALIZACIÓN DEL PROBLEMA 4 I.2. EL BILINGÜISMO EN LA EDUCACIÓN 7 El caso de las lenguas internacionales: Algunos ejemplos. 1.2.A.El caso de México 1.2.B. El caso de otros países 1.3. CONCLUSIÓN 17 SEGUNDA PARTE BILINGÜISMO Y COGNICIÓN II.1. DEFINICIONES Y TIPOLOGÍAS DEL BILINGÜISMO 20 II.1.A. Bilingüismo coordinado vs bilingüismo compuesto II.1.B. Bilingüismo completo vs bilingüismo incompleto II.1.C. Bilingüismo aditivo e igualitario vs bilingüismo sustractivo y desigual II.2. POLÉMICA SOBRE EL BILINGÜISMO 32 II.2.A. La etapa obscura de la investigación acerca del bilingüismo II.2.B. Reconceptualización teórica en curso II.3. BILINGÜISMO Y COGNICIÓN 39 II.4. CONCLUSIÓN 46 TERCERA PARTE BILINGÜISMO Y METACOGNICIÓN DE LA PALABRA COMO SIGNO Y UNIDAD LINGÜÍSTICA III.1. NIVELES DE DESARROLLO COGNITIVO, METACOGNITIVO Y METALINGÜÍSTICO 50 III.1.A. La metacognición III.1.B. La reflexión metalingüística III.1.C. Bilingüismo, metacognición y reflexión metalingüística III.2. METACOGNICIÓN DE LA PALABRA COMO SIGNO Y UNIDAD LINGÜÍSTICA 59 III.2.A. Definición de la palabra en la teoría lingüística y psicológica III.2.B. Adquisición de la palabra como signo lingüístico III.2.C. Adquisiciónde la palabra como unidad lingüística III.2.D. La adquisición bilingüe de la palabra III.3. CONCLUSIÓN 85 CUARTA PARTE DESCRIPCIÓN DE LA METODOLOGÍA IV.1. LA HIPÓTESIS DE TRABAJO 88 IV.2. EL DISEÑO DE INVESTIGACIÓN 92 IV.2.A. Características del diseño de investigación IV.2.B. Control de las variables extrañas IV.3. LA MUESTRA 96 IV.4. INSTRUMENTOS DE EXPLORACIÓN 103 ii IV.4.A. Instrumentos para medir la reflexividad del niño de 5-6 años acerca de la palabra oral como signo y unidad lingüística IV.5. LA METODOLOGÍA DE LA ENTREVISTA CLÍNICA 105 IV.5.A. El tipo de respuestas IV.5.B. Diagnótico de los diferentes tipos de respuestas IV.5.C. La interpretación de los resultados IV.6. CRITERIOS DE EVALUACIÓN 108 IV.6.A. Evaluación de la reflexividad de la palabra oral como signo lingüístico IV.6.B. Evaluación de la reflexividad de la palabra oral como unidad lingüística IV.6.B.a. La dificultad de las tareas IV.6.B.b. El grado de abstracción y explicitud de las respuestas infantiles: Actos psicolingüísticos llevados a cabo por los niños La completud lingüística de las respuestas infantiles IV.7. SISTEMA DE PUNTAJE 136 IV.8. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 138 IV.9. CONCLUSIÓN 139 QUINTA PARTE INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS: Reflexividad en torno al signo lingüístico y sus propiedades de designación: el nombre V.1. CATEGORÍAS DE ANÁLISIS 142 V.2.ANÁLISIS CUALITATIVO ACERCA DE LA REFLEXIVIDAD EN TORNO 146 AL NOMBRE V.2.A. Reflexividad implícita V.2.B. Reflexividad explícita E1 V.3. ANÁLISIS CUANTITATIVO ACERCA DE LA REFLEXIVIDAD EN TORNO 152 AL NOMBRE V.3.A. Distribuciones de frecuencias de los niños de cada grupo por área de reflexión (Origen, lugar, arbitrariedad) y por nivel de reflexividad (Implícito, E1, E2) V.3.B. Análisis de frecuencia del tipo de respuestas – implícitas, E1, E2 -, emitidas por los niños bilingües y monolingües V.3.C. Análisis de frecuencia de la muestra en su conjunto, respecto a la reflexividad E2 V.4. RESULTADOS 161 V.4.A. La cohabitación de hipótesis V.4.B. Una mayor consolidación del área de reflexión del origen del nombre y un retraso de las áreas del lugar y arbitrariedad del signo lingüístico V.4.C. Un rezago del pensamiento E1 V.4.D. Una misma reflexividad E2 para todos los niños V.5. CONCLUSIÓN 167 SEXTA PARTE INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS: Reflexividad en torno al signo lingüístico y sus propiedades formales: la palabra VI.1. CATEGORÍAS DE ANÁLISIS 170 VI.2. LA DIFICULTAD DE LA TAREA 171 VI.3. GRADO DE ABSTRACCIÓN Y EXPLICITUD DE LAS RESPUESTAS INFANTILES VI.3.A. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por los niños 177 VI.3.B. El grado de completud lingüística de las respuestas infantiles VI.3.B.1. La ruta de reflexividad: La reflexividad implícita 213 VI.3.B.2. La ruta de reflexividad: La reflexividad semi-explícita E1 233 VI.3.B.3. La ruta de reflexividad: La reflexividad explícita E2/3 verbalizables 250 iii VI.4. INTERPRETACIÓN CUANTITATIVA VI.4.A. La dificultad de las tareas 256 VI.4.B. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo 259 VI.4.C. La completud lingüística de las respuestas infantiles VI.4.C.a. Interpretación cuantitativa de las respuestas implícitas 262 VI.4.C.b. Interpretación cuantitativa de las respuestas E1 269 VI.4.C.c. Interpretación cuantitativa de las respuestas E2/3 273 VI.5. DISTRIBUCIÓN DE FRECUENCIAS 277 VI.6. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 284 VI.7. CONCLUSIÓN VI.7.A. Reflexividad del niño preescolar en su ideación de la palabra 289 VI.7.B. Avance cognitivo de los niños bilingües en la ideación de la palabra 292 SÉPTIMA PARTE CONCLUSIONES VII.1. LA RUTA DE DESARROLLO DE LA REFLEXIVIDAD EN TORNO AL NOMBRE Y LA PALABRA DEL NIÑO PREESCOLAR DE 5-6 AÑOS DE EDAD 297 VII.2. LA COHABITACIÓN DE HIPÓTESIS 304 VII.3. SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS DEL DESARROLLO DE LA REFLEXIVIDAD EN TORNO AL NOMBRE Y LA PALABRA DEL NIÑO BILINGÜE Y MONOLINGÜE 307 VII.4. DISCUSIÓN DESDE LA PSICOLOGÍA COGNITIVA Y LA PSICOLINGÜÍSTICA 312 VII.5. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN 315 BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA 323 ANEXOS EN FORMATO ELECTRÓNICO iv ÍNDICE DE CUADROS, FIGURAS, GRÁFICAS Y TABLAS Cuadro I.1. Educación primaria: Distribución del tiempo de trabajo del Primer y segundo grado (Secretaría de Educación Pública-México) 8 Cuadro I.2. Educación primaria: Distribución del tiempo de trabajo del Tercer a sexto grado (Secretaría de Educación Pública-México) 9 Cuadro I.3. Edad de inicio del bilingüismo en los programas educativos de diferentes países 16 Cuadro II.1. Tipologías de bilingüismo 21 Cuadro II.2. Bilingüismo coordinado y bilingüismo compuesto 24 Cuadro II.3. Bilingüismo subordinado29 Cuadro II.4. Diferentes tipos de bilingüismo 32 Cuadro II.5. Autores críticos del bilingüismo 35 Cuadro II.6. Autores a favor del bilingüismo 37 Cuadro II.7. Las diferentes fases de reescrituración del modelo RR de Karmiloff-Smith 44 Cuadro II.8. Posibles beneficios del Bilingüismo ECCAI 47 Cuadro III.1. Tipos de habilidades metalingüísticas y de conciencia lingüística 55 Cuadro III.2. Las palabras de contenido 64 Cuadro III.3. Las palabras funcionales 66 Cuadro III.4. La reflexión ontológica del origen y el lugar de los nombres en el niño de 5 a 12 años 70 Cuadro III.5. La reflexión lógica del valor intrínseco y arbitrario de los nombres en el niño de 5 a 12 años 73 Cuadro III.6. Instrumentos de medición de la reflexividad de la palabra como unidad lingüística 77 Cuadro III.7. El manejo y la representación de la palabra en el niño de 1 a 3 años de edad 78 Cuadro III.8. El manejo y la representación de la palabra en el niño de 3 a 4 años de edad 79 Cuadro III.9. El manejo y la representación de la palabra en el niño de 4 a 6 años de edad 79 Cuadro III.10. El manejo y la representación de la palabra en el niño de 7 a 8 años de edad 81 Cuadro III.11. El manejo y la representación de la palabra en el niño de 8 a 10 años de edad 81 Cuadro III.12. El manejo y la representación de la palabra en el niño de 11 a 12 años de edad 82 Cuadro III.13. Posibles ventajas del niño de 5-6 años con bilingüismo ECCAI, respecto al tipo 87 de pensamiento, y a la metacognición de la palabra y del signo lingüístico Cuadro IV.1. Información personal de los grupos GE1, GE2, y GC 98 Cuadro IV.2. Exploración de la palabra como signo lingüístico: el origen y el lugar de los 104 nombres; el valor intrínseco de los nombres en el niño de 5 a 12 años Cuadro IV.3. Método de exploración de la reflexividad de la palabra oral como unidad lingüística 104 Cuadro IV.4. Ejemplos de hipótesis del origen de los nombres desde un pensamiento implícito 110 Cuadro IV.5. Ejemplos de hipótesis del origen de los nombres desde un pensamiento 110 semi-explícito E1 Cuadro IV.6. Ejemplos de hipótesis del origen de los nombres desde un pensamiento explícito E2 111 Cuadro IV.7. Ejemplos de hipótesis del lugar de los nombres desde un pensamiento implícito 112 Cuadro IV.8. Ejemplos de hipótesis del lugar de los nombres desde un pensamiento 113 semi-explícito E1 Cuadro IV.9. Ejemplos de hipótesis del lugar de los nombres desde un pensamiento explícito E2 114 Cuadro IV.10 Ejemplos de hipótesis acerca de la arbitrariedad del signo lingüístico desde un 115 pensamiento implícito Cuadro IV.11 Ejemplos de hipótesis acerca de la arbitrariedad del signo lingüístico desde un 116 pensamiento semi-explícito E1 Cuadro IV.12 Ejemplos de hipótesis acerca de la arbitrariedad del signo lingüístico desde un 117 pensamiento explícito E2 v Cuadro IV.13. Sistema de evaluación de la reflexividad de los niños acerca de la palabra oral 118 como signo lingüístico Cuadro IV.14. Clasificación de la dificultad de las tareas acerca de la palabra oral como 119 unidad lingüística Cuadro IV.15. Actos psicolingüísticos y niveles de explicitud y abstracción de la palabra 123 como unidad lingüística Cuadro IV.16. Grado de explicitud y de abstracción de los actos psicolingüísticos y respuestas 124 infantiles Cuadro IV.17. Grado de completud lingüística de las respuestas infantiles 126 Cuadro IV.18. Grado de completud lingüística de las hipótesis de los niños acerca de la 129 palabra oral como unidad lingüística. ZONA Implíta (I): Respuestas implícitas, holísticas representacionales y comunicativas Cuadro IV.19. Grado de completud lingüística de las hipótesis de los niños acerca de la 130 palabra oral como unidad lingüística. ZONA Implíta (I): Respuestas implícitas, holísticas discursivas Cuadro IV.20. Grado de completud lingüística de las hipótesis de los niños acerca de la palabra oral como unidad lingüística: Zona MIXTA E1-1 132 Cuadro IV.21. Grado de completud lingüística de las hipótesis de los niños acerca de la 133 palabra oral como unidad lingüística: Zona MIXTA E1-2 Cuadro IV.22. Grado de completud de las hipótesis de los niños acerca de la palabra oral como unidad lingüística: Zona CONSOLIDADA E1-3 134 Cuadro IV.23. Grado de completud de las hipótesis de los niños acerca de la palabra oral como unidad lingüística: Zona EXHAUSTIVA E2/3 135 Cuadro IV.24. Grado de completud lingüística de las respuestas de los niños acerca de la 136 palabra oral como unidad lingüística Cuadro IV.25. Puntaje de las hipótesis de los niños acerca de la palabra oral como unidad 137 lingüística Cuadro V.1. Categorías de análisis de la reflexividad del signo lingüístico: el origen y el lugar 143 de los nombres; y del valor intrínseco de los nombres Cuadro V.2. Frecuencia de niños por tipo de respuesta en torno al nombre y al signo lingüístico 155 Cuadro V.3. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno al nombre y al signo lingüístico 157 por niño y por grupo Cuadro V.4. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la palabra como signo 158 lingüístico Cuadro V.5. Medidas de tendencia central de nuestros datos de la reflexividad en torno al 158 nombre y al signo lingüístico. Cuadro V.6. Medida de dispersión respecto a la reflexividad E2: el rango de cada grupo 160 Cuadro V.7. Porcentajes de niños de cada grupo en los diferentes niveles de reflexividad en 161 torno al nombre,su origen, lugar y arbitrariedad Cuadro V.8. Un ejemplo de sobrelape de hipótesis en torno al nombre y al signo lingüístico 164 Cuadro VI.1. Las respuestas sinsemánticas de las tareas de reconocimiento 174 Cuadro VI.2. Las respuestas sinsemánticas en las tareas de ejemplificación 174 Cuadro VI.3. Las respuestas sinsemánticas en las tareas de definición 176 Cuadro VI.4. Categorías de reconocimiento de palabras largas vs cortas y proporción de niños que las refieren 179 Cuadro VI.5. Los actos psicolingüísticos de reconocimiento llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de reconocimiento de palabras largas y cortas 180 Cuadro VI.6. Unidades de segmentación y proporción de niños que las refieren 183 Cuadro VI.7. Los actos psicolingüísticos de reconocimiento llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de segmentación 183 Cuadro VI.8. Unidades de conteo y proporción de niños que las refieren 185 Cuadro VI.9. Los actos psicolingüísticos de reconocimiento llevados a cabo por niño vi y por grupo: Actos de conteo 187 Cuadro VI.10. Categorías de ejemplificación de palabra y proporción de niños que las refieren 189 Cuadro VI.11. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de ejemplificación de palabras 190 Cuadro VI.12. Categorías de ejemplificación de palabra larga y corta y proporción de niños que las refieren 193 Cuadro VI.13. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de ejemplificación de palabras largas y cortas 193 Cuadro VI.14. Categorías de ejemplificación de palabra difícil y proporción de niños que las Refieren 197 Cuadro VI.15. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de ejemplificación de palabras difíciles 197 Cuadro VI.16. Categorías de ejemplificación de palabra inventada y proporción de niños que las refieren 200 Cuadro VI.17. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de ejemplificación de palabras inventadas 200 Cuadro VI.18. Categorías de justificación de reconocimiento palabras largas y cortas, y proporción de niños que las refieren 203 Cuadro VI.19. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de justificación de reconocimiento de palabras largas y cortas 205 Cuadro VI.20. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de justificación de ejemplificación de palabra 206 Cuadro VI.21. Categorías de justificación de ejemplificación de palabras largas y cortas, y proporción de niños que las refieren 207 Cuadro VI.22. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de justificación de ejemplificación de palabra larga y corta 207 Cuadro VI.23. Categorías de justificación de ejemplificación de palabras difíciles, y proporción de niños que las refieren 208 Cuadro VI.24. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de justificación de ejemplificación de palabra difícil 209 Cuadro VI.25. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de justificación de ejemplificación de palabra inventada 210 Cuadro VI.26. Categorías de definición de palabra, y proporción de niños que las refieren 211 Cuadro VI.27. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de definición de palabra 211 Cuadro VI.28. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de definición de palabra larga y corta 212 Cuadro VI.29. Los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo: Actos de definición de palabra inventada 212 Cuadro VI.30. Categoría Implícita – y respuestas nulas/holísticas - por parte de niños bilingües y monolingües acerca del constructo de la palabra como unidad lingüística 214 Cuadro VI.31. Las respuestas nulas en los tres grupos 216 Cuadro VI.32. Las hipótesis holísticas basadas en la función representacional, en los tres grupos 220 Cuadro VI.33. Hipótesis holísticas basadas en la función comunicativa, en los tres grupos 225 Cuadro VI.34. Hipótesis de la equivalencia entre palabra y oración/ texto 228 Cuadro VI.35. Las hipótesis holísticas basadas en la función discursiva, en los tres grupos 231 Cuadro VI.36. Las tres zonas psicolingüísticas de la reflexividad E1 234 Cuadro VI.37. Zonas de reflexión de la Categoría E1 acerca del constructo de palabra 235 Cuadro VI.38. Las hipótesis mixtas E1-1, en los tres grupos 238 Cuadro VI.39. Las hipótesis parciales E1-2, en los tres grupos 246 Cuadro VI.40. Las hipótesis exhaustivas pero no verbalizables E1-3, en los tres grupos 249 Cuadro VI.41. Respuestas E2/3 acerca del constructo de palabra como unidad lingüística 251 Cuadro VI.42. Las hipótesis exhaustivas, verbalizables, y explícitas E2/3, en los tres grupos 254 Cuadro VI.43. Puntajes numéricos de la dificultad de las tareas por niñoy por grupo 258 Cuadro VI.44. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la dificultad de las tareas 258 vii Cuadro VI.45. Puntaje de los actos psicolingüísticos llevados a cabo 260 Cuadro VI.46. Distribución de los niños según el puntaje numérico de los actos psicolingüísticos llevados a cabo por niño y por grupo 260 Cuadro VI.47. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra como función representacional y comunicativa por niño y por grupo 264 Cuadro VI.48. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra como función representacional y comunicativa por niño y por grupo 265 Cuadro VI.49. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra como función discursiva por niño y por grupo 268 Cuadro VI.50. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra como función discursiva por niño y por grupo 269 Cuadro VI.51. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra de la zona semi-explícita mixta E1-1 por niño y por grupo 271 Cuadro VI.52. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra de la zona semi-explícita mixta E1-1 por niño y por grupo 271 Cuadro VI.53. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra de la zona semi-explícita parcial E1-2 por niño y por grupo 272 Cuadro VI.54. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra de la zona semi-explícita parcial E1-2 por niño y por grupo 272 Cuadro VI.55. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra de la zona semi-explícita exhaustiva no verbalizable E1-3 por niño y por grupo 273 Cuadro VI.56. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra de la zona semi-explícita exhaustiva no verbalizable E1-3 por niño y por grupo 273 Cuadro VI.57. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra de la zona explícita E2 – las justificaciones sinsemánticas -, por niño y por grupo 275 Cuadro VI.58. Distribución de los niños según el puntaje numérico de las justificaciones sinsemánticas de la zona explícita E2 por niño y por grupo 275 Cuadro VI.59. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra de la zona explícita E3 – las definiciones sinsemánticas -, por niño y por grupo 276 Cuadro VI.60. Distribución de los niños según el puntaje numérico de las definiciones sinsemánticas de la zona explícita E3 por niño y por grupo 276 Cuadro VI.61. Frecuencia numérica de las respuestas Nulas, Implícitas, E1 y E2/3, en cada grupo 279 Cuadro VI.62. Puntajes numéricos de la reflexividad en torno a la palabra como unidad lingüística por niño y por grupo 284 Cuadro VI.63. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra como unidad lingüística por niño y por grupo 285 Cuadro VI.64. Medidas de tendencia central de nuestros datos de la reflexividad de la palabra oral como unidad lingüística 286 Cuadro VI.65. Medida de dispersión: el rango de cada grupo 288 Cuadro VI.66. Número de niños de cada grupo en cada categoría de análisis de la investigación 293 Cuadro VII.1. Mapa de desarrollo de la reflexividad en torno al nombre y la palabra del niño preescolar de 5-6 años de edad 298 Cuadro VII.2. Neuropsicología de los niveles lingüísticos implícitos, holísticos, procedurales y simpráxicos 319 Cuadro VII.3.Neuropsicología de los niveles lingüísticos E2/3 321 Figura II.1. Un almacen conceptual y lexical común para ambas lenguas 27 Figura II.2. Un almacen conceptual y lexical independiente para cada lengua 28 Figura II.3. Un almacen conceptual común, y dos almacenes lexicales independientes 28 Figura III.1. Diferentes grados de conciencia y de explicitud del conocimiento metalingüístico 54 viii Figura III.2. Posibles beneficios de un bilingüismo ECCAI 86 Figura VII.1. Cronología del surgimiento de la reflexividad del nombre y de la palabra en el niño preescolar 309 Figura VII.1. Las zonas cerebrales del razonamiento abstracto y lógico, y del lenguaje 320 Gráfica IV.1. Distribución hipotética de los niños bilingües en cuanto a su conocimiento 90 psicolingüístico reflexivo Gráfica IV.2. Distribución hipotética de los niños monolingües en cuanto a su conocimiento 91 psicolingüístico reflexivo Gráfica IV.3. Distribución hipotética de los niños bilingües y monolingües en cuanto a su 92 conocimiento psicolingüístico reflexivo Gráfica IV.4. Distribución hipotética de las respuestas procedural, E1, y E2/3 en los grupos 102 GE1, GE2 y GC Gráfica IV.5. Distribución hipotética de las respuestas nulas/burdas, de los reconocimientos 139 y ejemplificaciones, y de las justificaciones y definiciones en los grupos GE1, GE2 y GC Gráfica IV.6. Representación de la hipótesis nula 140 Gráfica V.1. Proporción de participaciones, o respuestas emitidas, de los niños de los tres 156 grupos, en cada tipo de respuestas – implícitas, E1, E2 -, del nombre y del signo lingüístico Gráfica V.2. Media del nivel de reflexividad E2, en torno al nombre y al signo lingüístico 160 Por parte de cada grupo Gráfica V.3. Presentación conjunta de lareflexividad implícita, E1, y E2, en torno al nombre P. 162 – al origen, al lugar y a la arbitrariedad -, por parte de los niños de los tres grupos GE1, GE2 y GC Gráfica VI.1. El predominio del GE1 en las tareas de reconocimiento 256 Gráfica VI.2. El predominio del GE2 en las tareas de ejemplificación 257 Gráfica VI.3. La proporción de niños que participa en los actos psicolingüísticos 262 Gráfica VI.4. Presencia de la hipótesis del Realismo nominal en los tres grupos 263 Gráfica VI.5. Presencia de la hipótesis “Palabra=Acto de habla” en los tres grupos 264 Gráfica VI.6. Presencia de las respuestas holísticas discursivas-sintácticas, y representacionales- pragmáticas en los tres grupos 266 Gráfica VI.7. Presencia de las hipótesis “Palabra=Oración” y “Palabra=Sintagma” en los tres grupos 268 Cuadro VI.50. Distribución de los niños según el puntaje numérico de la reflexividad en torno a la palabra como función discursiva por niño y por grupo 269 Gráfica VI.8. Presencia de las zonas semi-explícitas E1 (E1-1 = mixta; E1-2 = parcial; y E1-3 = exhaustiva no verbalizable), en los tres grupos 270 Gráfica VI.9. Las definiciones y justificaciones sinsemánticas en los tres grupos 274 Gráfica VI.10. Frecuencia en porcentajes de respuestas Nulas, Implícitas, E1 y E2/3 acerca de la palabra, en los grupos GE1, GE2 y GC 281 Gráfica VI.11. Curva de los porcentajes de respuestas Nulas, Implícitas, E1 y E2/3, en los grupos GE1, GE2 y GC 282 Gráfica VI.12. Distribución hipotética de los niños bilingües y monolingües en cuanto a su conocimiento psicolingüístico reflexivo del concepto de la palabra 283 Gráfica VI.13. Organización ascendente del puntaje de cada grupo acerca de la reflexividad de la palabra como unidad lingüística 286 Gráfica VI.14. Media del nivel de reflexividad de la palabra como unidad lingüística por parte de cada grupo 287 ix Tabla V.1. Frecuencia numérica de niños en cada respuesta en cuanto al origen de los nombres 152 Tabla V.2. Frecuencia numérica de niños en cada respuesta en cuanto al lugar de los nombres 153 Tabla V.3. Frecuencia numérica de niños en cada respuesta en cuanto a la arbitrariedad 153 Tabla V.4. Frecuencia numérica de las respuestas implícita, semi-explícita E1, y explícita E2, 156 emitidas por cada grupo acerca del nombre y del signo lingüístico Tabla VI.1. Frecuencia numérica de niños en cada categoría de respuestas 278 Tabla VI.2. Frecuencia numérica de respuestas en cada grupo 280 Tabla VI.3. Frecuencia porcentual de respuestas en cada grupo 280 1 PRIMERA PARTE PRESENTACIÓN El bilingüismo en la niñez es un tema que es necesario atender dado que determina el desarrollo psicológico, neurológico, educativo y social del niño. Como lo indica Vygotsky (1935, 2000a: 348) “no sólo el desarrollo intelectual del niño, sino también la formación de su carácter, sus emociones y su personalidad en conjunto, están en directa dependencia del lenguaje, por lo que en mayor o menor grado se manifestará también en el desarrollo del lenguaje en relación con el bilingüismo o monolingüismo”. Es un tema que interesa, entre otros, a neurólogos, psicólogos, lingüistas y psicolingüistas, educadores y planificadores lingüísticos, porque impacta directamente en el desarrollo infantil. En efecto, este campo de investigación teórico y empírico permite por ejemplo ahondar en las siguientes preguntas: ¿Cuál es la estructura neurolingüística del bilingüe? ¿Qué efectos positivos y negativos tiene el bilingüismo en la personalidad? ¿Qué impacto positivo y negativo tiene el bilingüismo en la cognición y la metacognición del niño? ¿Qué nuevas necesidades lingüísticas está generando el tejido internacionalizado de hoy en cuanto al bilingüismo? ¿Cómo responden los diferentes sistemas educativos frente a estos retos? ¿A qué edad conviene iniciar el bilingüismo en el aula?, y ¿por qué? El estudio del bilingüismo permite a su vez entender el desarrollo infantil desde sus distintas facetas. Desde la psicolingüística, Annick de Houwer plantea por ejemplo que “el estudio de los niños bilingües puede contribuir fuertemente a las teorías de adquisición, dado que la adquisición bilingüe nos puede enseñar claramente los límites de la adquisición o, más precisamente, nos puede aclarar mucho acerca del potencial del aprendizaje lingüístico en la niñez”(1995: 220). El bilingüismo es un tema que ha preocupado e interesado a psicólogos y lingüistas desde los inicios del siglo pasado. Es un tema que ha tomado fuerza recientemente en el 2 campo de la psicolingüística, de la neurolingüística, y de la planificación lingüística, y que ha generado numerosas líneas de investigación. Es un tema que ha visto incrementar rápidamente su número de referencias bibliográficas. “Siguán y Mackay (1986) señalan que en un periodo de 10 años, el que va de 1972 a 1982, el número de referencias bibliográficas sobre bilingüismo y biculturalismo pasó de 11.000 títulos hasta los 20.000” (Lasagabaster, 2002). El bilingüismo - que es según Jakobson (1963: 35) “el problema fundamental de la lingüística” – es entonces un terreno fructífero en preguntas de investigación. Este trabajo se centra en una sola de éstas, en la relación entre el bilingüismo, la cognición y la metacognición del niño, específicamente del niño de la Escuela Preescolar. Proporciona así datos teóricos y empíricos acerca de este vínculo. Más específicamente, nuestra mirada se interesa en la relación entre el bilingüismo y la reflexividad metalingüística del niño de 5-6 años de edad acerca de la palabra oral. Veremos que muy pronto éste vislumbra la arbitrariedad y las propiedades designativas del signo lingüístico y, por ello, en edades tempranas entiende el concepto de nombre. Posteriormente descubre que la palabra es una unidad del lenguaje compuesta por constituyentes lingüísticos que establece relaciones sintagmáticas y paradigmáticas con otras unidades. El niño ya no concibe únicamente entonces el concepto de nombre, sino que maneja asimismo el concepto de palabra. Este cambio de terminología denota un incremento de reflexividad metalingüística más consciente y explícita en el niño, incremento que es provocado según Ferreiro y Vernon (1992), por la lectoescritura. Siguiendo esta lógica quisiéramos plantear en esta investigación que esta progresión se asocia también al bilingüismo. Gracias a la metodología de la entrevista clínica de Piaget, ya un análisis lingüístico y estadístico (véase capítulo 4), se analizará la reflexividad de la palabra en 10 niños bilingües de tercer año de la Escuela Preescolar en sistema de inmersión; en 10 niños preescolares bilingües en sistema bilingüe; y en 10 niños preescolares casi monolingües. Todos ellos tienen una edad de 5 a 6 años. Los niños bilingües en sistema de inmersión y en sistema bilingüe desarrollan la lengua extranjera como un sistema vehicular. Una lengua 3 extranjera es desarrollada en contexto formal, y se opone a las segundas lenguas que están en contacto socialmente, y que se desarrollan de manera natural. Mientras los niños del sistema de inmersión están en contacto con la lengua meta 24 horas a la semana, el contacto en sistema bilingüe es de 12 horas 30 minutos con la lengua materna, y 12 horas 30 minutos con la lengua extranjera. Ambas poblaciones construyen los sistemas lingüísticos con actividades comunicativas sustentadas en el proceso de adquisición natural, intuitivo e inconsciente (Krashen, 1981), y con actividades de aprendizaje que ponen atención a la forma lingüística y que resaltan la reflexión consciente (véase entrevistas a los directores y profesores en anexo VIII-IV). En este estudio nuestra expectativa es que la reflexividad lingüística del grupo en sistema de inmersión sea semejante a la reflexividad de un niño nativohablante del francés. Este trabajo mostrará entonces el impacto del manejo de dos lenguas por parte del niño preescolar, en el desarrollo de la función metalingüística denotado en la aprehensión consciente y explícita de la palabra oral (Jakobson, 1973), y de la cognición que la sustenta. Se observará el predominio de los grupos bilingües en alcanzar la reflexión metalingüística óptima posible a esta edad. Es importante puntualizar que los niños bilingües de nuestra muestra son todos mexicanos, y manejan un solo idioma – el español -, en el entorno familiar. Por ende, su bilingüismo es escolar, y éste se inició a los tres años de edad, es decir, en el primer año de la Escuela Preescolar. Aunque el objeto de estudio de nuestra investigación atañe al bilingüismo con cualquier lengua, por cuestiones metodológicas (véase capítulo 4), éste se centra en el bilingüismo con lenguas internacionales – i.e. el bilingüismo español-francés -. Deprez (1994) define las lenguas internacionales como grandes lenguas de comunicación que tienen cierto prestigio, y las distingue de las lenguas nacionales y de las lenguas regionales. Las primeras son lenguas de una extensión y de una divulgación más restringida, como el danés y el húngaro, y las segundas son pequeñas lenguas con un terrirorio muy delimitado. Es el caso del gallego y del vasco. Además de la definición de Deprez, por “lenguas internacionales” se 4 entienden las lenguas que se utilizan a nivel internacional - como el alemán, el árabe, el español, el francés, el inglés, el mandarín, el portugués – (Kaplan y Baldauf, 1997). Se entienden también las lenguas que son instrumento de comunicación escrita y oral en los organismos internacionales, como el alemán, el español, el francés, el inglés, el mandarín, el ruso (Fasold, 1984). De esta manera, en este capítulo – el capítulo 1 -, se introduce el tema del bilingüismo, y se reflexiona acerca de la relevancia de su estudio. En el capítulo 2, se ahonda en los estudios de la psicología cognitiva y la psicolingüística vigentes desde los inicios del siglo XX, que estudian la relación entre bilingüismo y cognición. El capítulo 3 describe el vínculo entre el bilingüismo, la metacognición y la reflexividad de la palabra oral como signo y unidad lingüística, objeto de estudio que sustenta el trabajo empírico de esta investigación. El capítulo 4 tiene un carácter metodológico, y describe los diseños de investigación y los instrumentos de exploración utilizados en este trabajo. El capítulo 5 analiza los datos empíricos recabados acerca de la reflexividad en torno al signo lingüístico o al nombre - a sus propiedades designativas y su arbitrariedad - y, el capítulo 6 analiza los datos empíricos recabados acerca de la reflexividad en torno a las propiedades formales del signo, o la palabra como unidad del lenguaje. Finalmente, el capítulo 7 ofrece una discusión de estos datos, y abre nuevas líneas de investigación. I.1. ANTECEDENTES Y CONCEPTUALIZACIÓN DEL PROBLEMA Durante el siglo XX, el interés por el tema del bilingüismo fue en incremento, y las investigaciones teóricas y empíricas generaron dos líneas de opinión opuestas en el área de la psicología, de la psicolingüística y de la educación. Hasta los años 60 era criticado y no recomendado y, en cambio, desde esa década, los estudios presentan una opinión esencialmente positiva. Dentro de la primera vertiente se sitúan los planteamientos de los expertos convocados por la UNESCO en París, en 1951. Estos recomendaron impartir la enseñanza de la lectura y de la escritura en lengua familiar e introducir posteriormente la segunda lengua, dado que “el 5 bilingüismo precoz necesariamente comportaba desventajas para las personas” (Vila, 1996: 95). En esta misma postura se encuentra Epshtein (citado por Vygotsky, 1935, 2000a). En la primera mitad del siglo XX, este autor consideró que el bilingüismo tenía como consecuencia la mezcla de los dos idiomas, y ésta implicaba dificultades de expresión, inseguridad, errores de estilo, y confusión. Epshtein plantea que el bilingüismo afecta también el pensamiento. Cada idioma tiene un recorte sintáctico, fonético y semántico propio, y estas diferencias dificultan el pensamiento del políglota. “Cada pueblo, posee su propio modo característico de agrupar las cosas y sus cualidades, sus acciones y relaciones con el fin de denominarlas” (en Vygotsky, 1935, 2000a: 342). Existe así un conflicto de ideas, y una inhibición y confusión de las conexiones entre las ideas. En un extremo, según este autor, el bilingüismo puede provocar patologías del lenguaje. Los planteamientos de Epshtein son testimonio del pensamiento de esos tiempos. Consideró que “todo plurilingüismo es un mal social y que la misión del pedagogo es disminuir o aminorar en lo posible la influencia de dicho mal sobre el desarrollo del niño” (en Vygotsky, 2000a: 342). Planteó entonces que el uso de un solo idioma, y la utilización pasiva de los otros con base en las habilidades de recepción, es el plurilingüismo el menos nefasto. “Debe haber una poliglotía de impresión y una monoglotía de expresión” (en Vygotsky, 1935, 2000a: 343). La tendencia actual en el campo de la psicología, de la educación y de la psicolingüística es considerar que el bilingüismo ofrece una ventaja cognitiva (Tunmer et al, 1984; Deshays, 1990; Duverger, 1995; Siguan, 1996; De Houwer, 1999). Numerosos autores contemporáneos cuestionan así los planteamientos existentes en décadas anteriores que consideraban que el bilingüismo podía generar marginación social, problemas intelectuales, emocionales, psicológicos como la esquizofrenia, y lingüísticos como el tartamudeo. En este sentido, Godijns (1996: 174) observa que “a partir de los años sesenta, los estudios bien realizados defienden casi siempre una ventaja cognoscitiva y una conciencia metalingüística más elaborada tanto en los niños bilingües precoces simultáneos como en los niños bilingües sucesivos”. Ferreiro (1997a: 296-97) considera también que, para las 6 próximas décadas, es importante asumir el bilingüismo como una competencia positiva, y es necesario seguir investigando las siguientes interrogantes: ¿Qué ventajas comunicativas tiene el bilingüe con respecto al monolingüe? ¿Qué grado de conciencia de los aspectos formales de las lenguas que conoce, logra el bilingüe por oposición al monolingüe? ¿Cómo caracterizar la actividad de traducción en el transcursomismo del proceso de adquisición de dos lenguas? (...) ¿Suponiendo que sea cierto, como reiteradas veces se ha afirmado, que una lengua es también una cierta visión del mundo, ¿qué ventajas tiene descubrir, desde muy temprano, que las visiones del mundo no son absolutas sino relativas? ¿Qué capacidades cognitivas adquiere el individuo bilingüe que lo distinguen de un monolingüe? (...) Por otra parte, la relevancia y la urgencia de los estudios acerca del bilingüismo estriba en el hecho de que el multilingüismo es actualmente la norma para la mayoría de la humanidad. “El multilingüismo es la manera natural de vida para cientos de millones en todo el mundo (...) unas 5 mil lenguas coexisten en menos de 200 países, y es obvio que una enorme cantidad de contactos lingüísticos deben de tener lugar” (Cristal, 1993: 360, en Ferreiro, 1997: 294). Grosjean (1982) y Deshays (1990) especifican que la mitad de la población del mundo de hoy es bilingüe. Con cifras más elevadas, Duverger (1995) considera que los ¾ de los habitantes del planeta son bilingües si consideramos que puede haber diferentes grados de bilingüismo como el bilingüismo familiar, el bilingüismo migratorio, el bilingüismo fortuito generado por situaciones de viajes, de relaciones amorosas, etcétera. La mayoría de los bilingües a nivel mundial son nativohablantes en sus dos lenguas (De Houwer, 1995). Dado el tejido sociopolítico actual, el bilingüismo puede aún ir en aumento y desempeñar un nuevo papel. “Con la apertura de las barreras geográficas, económicas y culturales, millones de personas en el mundo desean y necesitan comunicarse con los que hablan otros idiomas” (Deshays, 1990: 35). 7 I.2. EL BILINGÜISMO EN LA EDUCACIÓN El caso de las lenguas internacionales: Algunos ejemplos Los teóricos del ámbito de la educación, y de la planificación lingüística, han expresado recientemente un interés por este campo de estudio. Por ejemplo, centrándonos en las lenguas internacionales, la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI de la UNESCO, ha propuesto que No se ha prestado suficiente atención a la enseñanza generalizada de una segunda y una tercera lenguas. La Comisión estima que se debería insistir más en la enseñanza de idiomas para que el mayor número posible de jóvenes aprenda a la vez una lengua nacional y otra de gran difusión. El conocimiento de un idioma internacional será indispensable en la aldea global y en el mercado mundial del siglo XXI. No es inalcanzable el objetivo de que todo el mundo sea bilingüe y, por lo demás, la capacidad de hablar varios idiomas ha sido históricamente la norma en numerosas partes del mundo. En muchos casos, el conocimiento de un idioma internacional puede ser indispensable para adquirir los conocimientos científicos y tecnológicos más recientes que ayudarán a un país a alcanzar niveles modernos de desarrollo económico. Alentar a los niños y a los jóvenes a que aprendan varios idiomas es dotarles de los medios indispensables para triunfar en el mundo de mañana (Delors, 1996: 142). Desde el contexto mexicano, Carlos Ornelas (1995: 43) – Profesor de Estudios políticos en el Centro de Investigaciones y Docencia Económicas - considera que el profesionista mexicano del siglo XXI necesitará además de un buen conocimiento del español, de las matemáticas, de la estadística, del cálculo de las probabilidades, el de una lengua extranjera. Este autor piensa así que Quizás un núcleo básico de conocimientos y destrezas serán indispensables para todos los profesionistas del siglo veintiuno. En primer lugar un dominio profundo del español: deberán expresar con sus ideas claridad, tanto en forma oral como por escrito. En segundo lugar, obtener un conocimiento amplio de las matemáticas, tanto como lenguaje abstracto como instrumento para representar y resolver problemas reales usando métodos novedosos que desmitifiquen la supuesta dificultad para aprender; (el obstáculo mayor está en los métodos de enseñanza monótonos y repetitivos). En tercer lugar, poseer al menos una lengua extranjera, en especial el inglés, ya que los profesionales del porvenir tendrán que comunicarse y cooperar con sus colegas en otras partes del mundo y tener habilidades para buscar los conocimientos donde quiera que éstos se encuentren. En cuarto lugar, un conocimiento suficiente de la estadística y el cálculo de probabilidades como instrumento de predicción y representación de fenómenos. Adquirir la destreza para manejar instrumentos complejos de informática y prepararse para aprender cosas nuevas que salen al mercado a una velocidad vertiginosa. Esta preocupación se observa también en otros países. Duverger (1995) – Director general de las relaciones culturales científicas y técnicas del Ministerio de Relaciones exteriores en Francia en esta fecha -, considera que La mundialización de los intercambios, la internalización de la economía de mercado, la multiplicación de los medios de comunicación, tienen como efecto el de producir nuevas necesidades educativas; los futuros adultos de este final de siglo y del siglo que viene tienen conciencia de la necesidad indispensable de 8 comprender mejor “al extranjero”, cada vez más cercano. Comunicar con ese extranjero omnipresente, para venderle o comprarle mercancías, pero también y sobretodo para conocerlo y vivir con él, para hablarle, escribirle, y la escuela se ve entonces implicada en su misión de enseñanza de lenguas, más allá de la tarea indispensable de dominar la lengua materna (Duverger, 1995: 29). Sin embargo, se observa que esta inquietud y reflexión en torno al bilingüismo, y la integración de los últimos aportes teóricos a la planificación lingüística, es desigual según los países. A continuación se presentan algunos ejemplos de la presencia del bilingüismo en diferentes sistemas educativos. I.2.A.El caso de México El sistema de Educación Pública en México tiene como principal objetivo el de desarrollar las habilidades del lenguaje y del razonamiento matemático en los seis grados que conforman la Escuela Primaria. Estos contenidos son acompañados además de otras asignaturas. De esta manera, la currícula se constituye de las siguientes materias: Español Educación Cívica Matemáticas Educación Artística Ciencias Naturales Educación Física Historia Geografía En los cuadros siguientes, se pueden vislumbrar las horas dedicadas a cada asignatura. Estas son las mismas para el primer y segundo año, y se modifican para el bloque que va del tercer al sexto grado. ASIGNATURA HORAS ANUALES HORAS SEMANALES Español Matemáticas Conocimiento del Medio (Trabajo integrado de: Ciencias Naturales, Historia, Geografía, Educación Cívica) Educación Artística Educación Física 360 240 120 40 40 9 6 3 1 1 TOTAL 800 20 Cuadro I.1. Educación primaria: Distribución del tiempo de trabajo del Primer y segundo grado (Secretaría de Educación Pública-México, 2008:4). 9 ASIGNATURA HORAS ANUALES HORAS SEMANALES Español Matemáticas Ciencias Naturales Historia Geografía Educación Cívica Educación Artística Educación Física 240 200 120 60 60 40 40 40 6 5 3 1.5 1.5 1 1 1 TOTAL 800 20 Cuadro I.2. Educación primaria: Distribución del tiempo de trabajo del Tercer a sexto grado (Secretaría de Educación Pública-México, 2008:4). Con base en la información arriba expuesta, se observa que, en términos generales, el sistema de Educación Pública no contempla la enseñanza de lenguas internacionales, en los seis grados que conlleva la escuela primaria. Esta perspectiva no ha cambiado con la administración federal actual que se centra en la lengua materna, y propone que“la escuela primaria debe asegurar en primer lugar el dominio de la lectura y la escritura, la formación matemática elemental y la destreza en la selección y uso de la información” (Secretaría de Educación Pública, México, 2008: 4). Hay que observar, sin embargo, que en esta vertiente de la política lingüística de México, existen excepciones. Ibarrola (1997: 306) plantea, por ejemplo, que “apoyados en la relativa autonomía que propicia la federalización, algunos gobiernos de los estados están proponiendo la enseñanza del inglés en los últimos grados de la primaria”. En esta misma dirección, resaltan numerosas escuelas privadas que imparten esta asignatura desde los primeros años (véase, p.e., Institute of International Education, 1998; Reforma, 2001). En cambio, es interesante notar que el bilingüismo está contemplado en la Educación Básica de las comunidades indígenas. En efecto, la educación “bilingüe- bicultural se imparte en el medio indígena. Adapta los programas de primaria a las necesidades regionales y utiliza métodos bilingües-biculturales, sus escuelas dependen técnica y administrativamente de la Secretaría de Educación Pública y son controladas por la Dirección General de Educación Indígena” (Secretaría de Educación Pública-México, 2008: 3). 10 I.2.B. El caso de otros países Políticas lingüísticas en el Continente Americano Políticas lingüísticas en Canadá Noami E. Holobow (1996) reporta que hace aproximadamente 30 años – más específicamente, en 1965 -, a raíz de la preocupación de un grupo de padres de familia de que sus hijos anglófonos tengan movilidad social y laboral en Quebec, se ideó el primer programa de inmersión en lengua extranjera, en la escuela primaria de St. Lambert de Canadá. Por inmersión, Holobow entiende Un tipo de enseñanza en la cual los alumnos de un grupo etnolingüístico mayoritario reciben parte de su formación mediante una segunda lengua y parte mediante su primera lengua, la lengua de la mayoría de la población. Normalmente, las asignaturas comunes tales como matemáticas, ciencias, e historia se enseñan mediante la segunda lengua. Según el tipo de programa, en distintos momentos se introduce la primera lengua en la enseñanza de asignaturas, pero en ningún tipo de programa se emplean ambas lenguas para enseñar una misma asignatura durante el mismo año académico. Es importante subrayar la diferencia entre poblaciones etnolingüísticas mayoritarias y poblaciones minoritarias, ya que no está claro que los niños que hablan la lengua minoritaria puedan beneficiarse de este tipo de enseñanza (1996: 28). De esta manera, los niños anglófonos de esta escuela recibieron toda su instrucción en francés. El objetivo del experimento de St. Lambert fue el siguiente: 1. Proporcionar a los alumnos la competencia funcional en la segunda lengua (francés). 2. Promover y mantener niveles normales de la evolución de la primera lengua (inglés). 3. Asegurar el éxito en las asignaturas académicas de acuerdo con la habilidad académica de los alumnos y del curso. 4. Inculcar a los alumnos un entendimiento y un aprecio por el grupo de la lengua meta (el colectivo franco-canadiense) y por su lengua y cultura sin en modo alguno restarle valor a la identidad de los alumnos ni a su aprecio por la cultura y lengua de casa (inglesa)”(Genesee, 1984, en Holobow, 1996: 32). Este programa plantea que el sistema de inmersión tenía que iniciarse desde una edad temprana de modo a aprovechar las capacidades neurolingüísticas, psicolingüísticas y cognitivas del niño. Dicho programa fue un programa de inmersión total temprana, es decir que desde la guardería, y durante los dos primeros cursos, se impartió todo el contenido curricular en francés. Posteriormente, se introdujo el aprendizaje de la lengua inglesa durante una hora diaria y éste fue aumentando paulatinamente. Al término de la escuela primaria, el inglés ocupó el 60% del espacio y el francés el 40%. Cada una de las lenguas se situaba en un momento determinado del día, el inglés en la mañana, el francés en la tarde. 11 Desde aquella experiencia, por los avances teóricos y pedagógicos, y por nuevas necesidades sociopolíticas – p.e. la integración de los recién llegados a Quebec, después de que los programas de inmersión temprana ya habían iniciado -, los programas de inmersión canadienses han experimentado cambios teóricos y prácticos. Se vislumbran así, además de la inmersión temprana, programas de inmersión media, tardía, doble y super - parcial o total. En el caso de los programas de inmersión media, la segunda lengua tiene forma de una asignatura en los dos primeros años de la educación elemental, y toma forma de inmersión en los cursos medios (cuarto o quinto). La inmersión tardía consiste en introducir la enseñanza de todos los contenidos curriculares con base en la segunda lengua en dos años de secundaria – en los grados 6 y 7 -. Antes de esta experiencia, los estudiantes tienen contacto con la lengua meta a través de estudios propiamente lingüísticos durante la escuela primaria. La inmersión doble tiene como objetivo el lograr la inmersión en dos lenguas extranjeras desde la escuela primaria. Es el caso de las escuelas judías de Montreal que manejan conjuntamente el francés y el hebreo. Más específicamente, el alumno anglófono adquiere la mitad de la currícula en francés, y la otra mitad en hebreo. El inglés se introduce en grados más avanzados. Finalmente, los programas de super inmersión ocurren en escuelas francófonas. En ellas, toda la planta docente y directiva - que es francófona nativa - se comunica en francés, y el currículum se imparte también en esa lengua. En cambio, la asignatura de “lengua inglesa” se introduce en el cuarto curso de primaria, y conlleva únicamente 2 horas 30 minutos semanales hasta el final de la escuela elemental. Desde los años 60 los programas de inmersión no han cesado de cobrar fuerza. Holobow reporta que, en Canadá, “en 1991, había aproximadamente 350.000 alumnos canadienses matriculados en alternativas de inmersión en francés y estas cifras crecen aproximadamente en un 20% cada año” (1996: 35). La educación es descentralizada, y cada provincia determina sus políticas educativas (www.canada.org.mx/cultural/library/spanish/gencon.asp). http://www.canada.org.mx/cultural/library/spanish/gencon.asp 12 Además del sistema de inmersión, se observa la educación bilingüe que consiste en recibir la instrucción académica en ambas lengua, ambos idiomas cohabitan así con un mismo peso en el sistema educativo. Otro enfoque es el aprendizaje dual – o en dos sentidos -, y concierne las comunidades de dos nacionalidades, y ambas están estimuladas a adquirir la lengua del “otro”. Políticas lingüísticas en Estados Unidos El tema del bilingüismo ha sido motivo de un amplio debate en el ámbito educativo de Estados Unidos dado que se mezcla con la política de la inmigración. En 1968 apareció la ley federal sobre la educación bilingüe (Bilingual Education Act), que tenía el propósito de ofrecer la misma posibilidad de acceso a la información al angloparlante y a los alumnos de origen extranjero. En esta época existía entonces un apoyo al multilingüismo (Latour y Plumelle, 2000). A pesar de tener definiciones federales, la política del bilingüismo es fuertemente descentralizada, es determinada por cada Estado. El tema ha generado dos referéndum importantes en los últimos años, el primero en California en 1998 y el segundo en Arizona en el 2000. En California el voto apoyó el monolingüismo, y un 61% de los habitantes de este estado apoyó el hecho de que los alumnos LEP (Limited English Proficiency) de origen extranjero tengan que seguir los programas intensivos de inmersión en inglés para poder integrarse posteriormente a las clases “normales”. Los habitantes de Arizonavotaron en ese mismo sentido, y un 63% votó en contra del bilingüismo (Latour y Plumelle, 2000). En los inicios del Siglo XXI, el Gobierno Federal ha propuesto crear numerosos programas bilingües. Estos serían programas de inmersión en donde el idioma materno y el extranjero serían vehiculares, servirían a enseñar materias de contenido como la historia, las matemáticas, las ciencias exactas (Smith, 2001). Los programas bilingües de Estados Unidos se intitulan 80/20, 70/30, etcétera, según el lugar que ocupan la lengua materna y la lengua extranjera en la currícula escolar (Duverger, 1995). 13 Políticas lingüísticas en Países de Latinoamérica El impulsar la enseñanza de lenguas extranjeras es también una preocupación en algunos países de Latinoamérica. En 2003, el Ministerio de Educación de Chile propuso el “Programa Inglés Abre Puertas” desde el quinto grado de la educación básica, pretendiendo lograr estándares internacionales de dominio del inglés. Para 2013, los estudiantes de grado 8 deberán tener un nivel equivalente a ALTE 1, y los del grado 12, deberán alcanzar un nivel de ALTE 2. Para lograr sus metas, Chile ha ideado programas de formación de profesores, y pretende que todos los maestros de inglés estén certificados en un nivel ALTE 3. Chile ha también estructurado programas de verano en inmersión que duran 5 días, denominados “English Summer Town (EST)”, en donde los niños desarrollan actividades académicas y culturales únicamente en inglés. En esta misma perspectiva, Colombia tiene un Programa Nacional de Bilingüismo (Ministerio de Educación Nacional, República de Colombia, 2006) dedicado a desarrollar las habilidades de comprensión y de producción del inglés tanto en los maestros como en los alumnos de la Educación Básica y Media. El objetivo es que en 2009 los docentes tengan una competencia comunicativa de nivel B2, mientras que los alumnos del undécimo grado logren un nivel intermedio B1. Este Programa tiene contemplado iniciar la enseñanza de esta lengua internacional en el primer grado de la Educación Básica. Para Venezuela, el aprender inglés desde los 7 años de edad es obligatorio en el sistema público. Con ese mismo carácter de obligatoriedad, Costa Rica inicia la enseñanza del inglés en el primer año de la educación básica, y se extiende hasta el noveno año (SEP, 2007). Políticas lingüísticas en el Continente Europeo En su artículo Estado actual de la enseñanza de idiomas en los Estados miembros de la Unión Europea, García Mínguez (1996) menciona que existe una preocupación por parte de la mayoría de los Países de la Unión Europea por adelantar – por empezar a una edad temprana y no a los 11-12 años como tradicionalmente se hace -, la enseñanza de lenguas extranjeras en la escuela. 14 Dentro de este bloque de países contrasta Luxemburgo puesto que, desde 1984, dicha enseñanza – obligatoriamente, el alemán y el francés - empieza ya a partir de los 6 años de edad. Irlanda es también una excepción dado que la enseñanza de idiomas es omitida en la currícula escolar. “El inglés y el irlandés son las dos únicas lenguas que los alumnos aprenden obligatoriamente” (García Mínguez, 1996: 143). En la secundaria se recomienda, sin carácter obligatorio, la enseñanza de uno o dos idiomas, principalmente el francés, el alemán, el español y el italiano. Para algunos países como Dinamarca, Grecia, España y Suecia, esta enseñanza es obligatoria. Para otros Estados como la Comunidad flamenca de Bélgica, Alemania y Portugal, este aprendizaje es facultativo. Otros países viven una fase de experimentación. Es el caso de la Comunidad francesa de Bélgica, Francia, Inglaterra, País de Gales e Irlanda del Norte. La enseñanza de lenguas extranjeras se centra de manera obligatoria en el inglés para diferentes países como los Países Bajos, Dinamarca, Grecia, Finlandia y Suecia. Este idioma es el más enseñado en la Unión Europea y es seguido del francés, del alemán y del español. Sin embargo, esta enseñanza es aún escasa en el ámbito de la Escuela Preescolar y Primaria. “Las estadísticas de EUROSTAT (Oficina de Estadística de la Unión Europea) muestran que la media comunitaria de idiomas extranjeros estudiados por alumno durante la enseñanza primaria es tan sólo de un 0.16” (García Mínguez, 1996: 145). En su libro, Claude Hagège (1996: 80) plantea que el bilingüismo debería iniciarse antes de la escuela primaria, para aprovechar las capacidades cognitivas ilimitadas del niño. En Francia, El niño entra a los 3 años en la pequeña sección de la escuela materna, está en la sección intermedia a los 4 años, en la gran sección a los 5 años, y entra a los 6 al Curso Preparatorio. Es en esta clase, es decir antes de los cuatro principales años de primaria, llamados Curso Elemental 1, e inclusive un año antes, que debería introducirse una segunda lengua. Según este autor, esta lengua debería impartirse en situación de inmersión, durante dos horas diarias y, además, ser un vehículo de comunicación, y no una más de las materias curriculares. Propone así que debería idearse un proyecto en toda la Comunidad Europea, cuyo propósito sería la organización de intercambios de maestros que impartirían dos tercios de las materias en su propio idioma materno (p.e. la clase de matemáticas se impartiría en alemán). 15 “La educación multilingüe es un problema europeo. Los Estados se vuelven impotentes si se encargan cada uno de él. La solución se puede encontrar únicamente en el ámbito del continente entero” (Hagège, 1996:122). Este proyecto es una de las preocupaciones del Consejo de Europa. En efecto, aunque el proyecto “Langues Vivantes” esté aún en una fase experimental según Hagège, refleja una de las principales preocupaciones de este organismo europeo, la de introducir la enseñanza de las lenguas extranjeras desde la escuela primaria. Otro de los programas que existen en Europa se intitula “Eveil aux Langues dans l’enseignement primaire” (EVLANG). Este se inició en 1997, e involucra a Austria, España, Italia, Francia y Suiza. Tiene como propósito el analizar y evaluar la introducción de la enseñanza bilingüe desde los primeros años de la escuela primaria. Ésta permitiría desarrollar sociedades plurales, y niños con actitudes positivas y aptitudes metalingüísticas y metacomunicativas (Candelier, 2002). Por otra parte, desde 1992 existen las “Secciones Europeas” que consisten en enseñar un idioma europeo a partir de los 11 años no como una materia más del programa escolar, sino como un vehículo de otras materias escolares. Durante dos años, a razón de 5 horas semanales – 3 obligatorias y 2 suplementarias - se estudian los niveles formales y funcionales del idioma extranjero que se quiere utilizar como un instrumento vehicular. Posteriormente, se utilizan el inglés, el alemán, el español, el italiano o el portugués, para la asignatura de historia-geografía “por ser una materia que se presta con facilidad a ser enseñada en un idioma extranjero” (García Mínguez, 1996: 144). Estos idiomas se utilizan igualmente para impartir la biología, el deporte, la física, la química, las matemáticas, la hotelería, la restauración y la venta (Pernet, 1995). Al igual que en el programa de las “Secciones Europeas” de Francia, Alemania promueve la enseñanza de un idioma extranjero como una herramienta vehicular y no como una asignatura más del programa escolar. Resalta el bilingüismo alemán-inglés, francés, español, italiano, alemán o ruso (García Mínguez, 1996). 16 Con el afán de lograr mayor claridad, en el siguiente cuadro se presenta una geografía de la presencia obligatoria del bilingüismo con lenguas internacionales en los sistemas educativos públicos de diferentes países. Se omite la referencia a programas pilotos u optativos. PAISES EDAD DE INICIO
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