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UNIVERSIDAD NACIONAL 
 AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
ACATLÁN 
 
 
Elaboración de material didáctico para talleristas 
del Programa de Sexualidad del Instituto 
Mexicano de la Juventud. 
 
 
SEMINARIO TALLER EXTRACURRICULAR 
 “ORIENTACIÓN EDUCATIVA” 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
LICENCIADA EN PEDAGOGÍA 
 
 
PRESENTA: 
MARÍA ELENA SERRANO ALCÁNTARA 
 
ASESORA: 
MTRA. MARÍA TERESA ALICIA SILVA Y ORTÍZ 
 
 
OCTUBRE 2008 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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“En la vida todos tenemos 
un secreto inconfesable, 
un arrepentimiento irreversible, 
un sueño inalcanzable y 
un amor inolvidable." 
 
Diego Marchi 
 
AgradezcoAgradezcoAgradezcoAgradezco 
A Dios por demostrarme día a día su existencia por darme 
fortaleza para seguir adelante a pesar de mis tropiezos. 
 
A mi madre porque sus enseñanzas y apoyo incondicional 
alientan mi alma para superarme cada día más. 
 
A mis hijos Carlos y Julio quienes han enriquecido mi vida de 
amor, cariño, alegrías y esperanzas. 
 
A quien ha formado parte importante de mi vida, por sus 
preciados consejos, su valioso apoyo y con quien he compartido 
momentos inolvidables, mi más sincero agradecimiento. 
ÍNDICE 
INTRODUCCIÓN 
 
4 
CAPÍTULO 1 
PERSPECTIVAS TEÓRICAS DE LA ORIENTACIÓN 
EDUCATIVA 
 
7 
1.1 ORIGEN DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
7 
1.2 CONCEPTO DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
9 
1.3 ENFOQUES TEÓRICOS DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
13 
1.3.1 Enfoque de rasgos y factores 16 
1.3.2 Enfoque psicodinámico 17 
1.3.3 Enfoque no directivo 17 
1.3.4 Enfoque evolutivo 18 
1.3.5 Enfoque conductual-cognitivo 
 
19 
1.4 MODELOS DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
19 
1.4.1 El modelo de consulta 20 
1.4.2 Modelo de programas 21 
1.4.3 Modelo de servicios 22 
1.4.4 Modelo de servicios y de programas 
 
22 
1.5 ORIENTACIÓN EDUCATIVA COMO SERVICIO 23 
DE INFORMACIÓN 
 
 
1.6 ORIENTACIÓN DEL ADOLESCENTE EN MATERIA 24 
DE SEXUALIDAD 
 
 
1.7 ACCIONES Y ENFOQUES INSTITUCIONALES DE 
ORIENTACIÓN SEXUAL PARA ADOLESCENTES EN 
MÉXICO 
 
25 
 
 
1.8 ANTECEDENTES DE INSTITUTO MEXICANO 29 
DE LA JUVENTUD 
1.8.1 Estructura programática del Instituto Mexicano de la 
Juventud 
33 
1.8.2 Políticas de operación del Instituto Mexicano de la 
Juventud 
 
34 
CAPÍTULO 2 
ÁMBITOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
38 
2.1 ORIENTACIÓN FAMILIAR 
 
39 
2.2 ORIENTACIÓN ESCOLAR 
 
40 
2.3 ORIENTACIÓN PERSONAL 
 
43 
2.4 ORIENTACIÓN PROFESIONAL 
 
44 
2.5 FUNCIÓN DEL ORIENTADOR COMO EDUCADOR 
SEXUAL 
 
46 
2.6 ORIENTACIÓN PROFESIONAL PARA LOS 
TALLERISTAS DE EDUCACIÓN SEXUAL 
 
48 
CAPÍTULO 3 
DESARROLLO EVOLUTIVO DEL ADOLESCENTE 
 
49 
3.1 CONCEPTO DE ADOLESCENCIA Y PUBERTAD 
 
50 
3.2 TEORÍAS EVOLUTIVAS DE LA ADOLESCENCIA 53 
3.2.1 Teoría biogenética 53 
3.2.2 Teoría psicoanalítica 54 
3.2.3 Teoría antropológica 57 
3.2.4 Teoría cognoscitiva 58 
3.3 CARACTERÍSTICAS DEL ADOLESCENTE 59 
3.3.1 Características biológicas 59 
3.3.2 Características psicológicas 61 
3.3.3 Características psicosociales 62 
 
 
 
 
 
 
3.4 CONTEXTO SOCIOCULTURAL ACTUAL DEL 
ADOLESCENTE 
 
63 
3.5 FACTORES PSICOSOCIALES QUE INTERVIENEN EN LA 
SEXUALIDAD DEL ADOLESCENTE 
 
65 
3.6 RELACIÓN ADULTO ADOLESCENTE 
 
68 
CAPÍTULO 4 
TALLER PARA EL DISEÑO Y ELABORACIÓN DE 
MATERIAL DIDÁCTICO PARA TALLERISTAS DEL 
PROGRAMA DE SEXUALIDAD DEL INSTITUTO 
MEXICANO DE LA JUVENTUD 
 
71 
TEMARIO DEL TALLER 
 
74 
CONCLUSIONES 
 
207 
GLOSARIO 
 
211 
SIGLAS 
 
217 
SIMBOLOGÍA 
 
218 
BIBLIOGRAFÍA 
 
219 
INTRODUCCIÓN 
El trabajo que se presenta tiene como finalidad principal, estructurar un taller 
para el diseño y elaboración de material didáctico como recurso estratégico 
dirigido a talleristas, quienes imparten el tema de métodos anticonceptivos 
en el Programa de Sexualidad del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ); 
Institución pública que implementa acciones educativas no formales, las 
cuales pretenden fomentar la participación responsable del ejercicio sexual 
de los adolescentes. Sin embargo, en esta institución, se presenta la 
siguiente problemática: los responsables en realizar estas acciones 
educativas no cuentan con las herramientas metodológicas de enseñanza 
necesarias para lograr un aprendizaje significativo, formativo y de 
participación activa de los jóvenes en la práctica responsable de su 
sexualidad. 
Es a partir de la orientación educativa como acción formativa que se 
fortalece la participación de los adolescentes, a través del fomento de una 
cultura preventiva responsable y plena, que les permita identificar los 
factores de riesgo y protección en el ejercicio de su sexualidad. En este 
sentido, es importante estudiar de manera muy puntual cuál es la función 
orientadora del tallerista y para ello es necesario estructurar un panorama 
general acerca de la orientación educativa, asimismo brindarle herramientas 
pedagógicas que le ayuden a mejorar su función. 
En el primer capítulo de este trabajo, se describen los orígenes de la 
orientación educativa a fin de dar un panorama general y contextualizar los 
hechos que marcaron las acciones de la orientación. Se realiza un análisis 
de las definiciones de orientación educativa con el propósito de entender las 
funciones del orientador de acuerdo a su perspectiva. Se retoman algunos 
ejemplos de instituciones públicas, las cuales desarrollan modelos de 
intervención con diferentes enfoques, a través de sus programas; con el 
propósito de situar las acciones de orientación en dichas instituciones. 
Se presenta también de manera específica el modelo de servicios, puesto en 
práctica a través de programas en instituciones de gobierno y no 
gubernamentales enfocadas a realizar acciones de orientación educativa 
formal y no formal. Por lo que la intervención psicopedagógica de este 
trabajo se justifica a través del desarrollo de un modelo mixto, ya que el 
modelo de servicios y el de programas se complementan. 
En el segundo capítulo, se describen los ámbitos de la orientación educativa, 
tanto el familiar, escolar, personal y profesional; a fin de situar el área de 
intervención y la formación del orientador como profesional. Asimismo, se 
justifica la necesidad de una orientación profesional para los talleristas 
quienes desarrollan una educación sexual dirigida a los adolescentes. 
El capítulo tercero pretende contribuir en la formación del orientador, el cual 
debe contar con una serie de conocimientos acerca del adolescente. En 
donde además de analizar diversas definiciones sobre esta etapa de 
desarrollo por la que atraviesa el ser humano, se ofrecen conceptos desde 
distintos enfoques que se consideran necesarios para comprenderla. 
Si bien es cierto que la adolescencia es un periodo difícil de comprender, el 
orientador debe entender las necesidades que presentan los jóvenes, por lo 
tanto, es importante que tenga conocimientos claros acerca de las 
características tanto biológicas, psicológicas y psicosociales. Asimismo, 
deberá estar bien informado de la situación sociocultural del lugar donde 
realice su trabajo, lo cual le ofrecerá un panorama sobre los factores 
ambientales que contribuyen a una conducta sexual del adolescente y así 
estructuraracciones claras de orientación. 
Finalmente en el capítulo cuarto se presenta la propuesta pedagógica 
estructurada a través de un taller que tiene como objetivo principal; brindar a 
los talleristas elementos estratégicos de enseñanza mediante el diseño y 
elaboración de material didáctico, a fin de lograr un aprendizaje significativo 
en los adolescentes en materia de sexualidad, particularmente en el uso 
adecuado y responsable de métodos anticonceptivos. 
La propuesta de intervención pedagógica se presenta a través de un taller 
organizado por cuatro sesiones, las cuales tienen como propósitos 
fundamentales el desarrollar en el tallerista la reflexión acerca de la 
importancia que tiene el favorecer un aprendizaje significativo y formativo en 
los adolescentes para el uso adecuado de los métodos anticonceptivos. 
Identificar y conocer las características y usos de los recursos para el 
aprendizaje a través de los materiales didácticos. Asimismo, conocerá los 
conceptos necesarios para fortalecer la acción pedagógica del tallerista del 
Programa de Sexualidad del Instituto Mexicano de la Juventud. Finalmente, 
el tallerista pondrá en práctica sus conocimientos a través del diseño y 
elaboración de material didáctico para llevar a cabo los talleres de 
orientación educativa dirigidos a los adolescentes sobre el tema de métodos 
anticonceptivos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1 
 
PERSPECTIVAS TEÓRICAS DE LA 
ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
 
Para realizar cualquier proceso de orientación educativa es necesario 
describir su postura teórica, es a partir de la descripción de los principales 
conceptos, enfoques y modelos que la orientación educativa justifica su 
acción. En este sentido, resulta necesario revisar las diversas perspectivas 
teóricas de la orientación educativa, asimismo ubicar su enfoque para el 
empleo de técnicas e instrumentos. 
 
1.1 ORIGEN DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
Para desarrollar el tema acerca del origen de la orientación educativa es 
necesario tomar en cuenta lo siguientes aspectos: por un lado, conocer la 
evolución de la orientación como una disciplina y por otro considerar los 
contextos históricos y sociales en el que se desarrolló, sin olvidar que ambos 
tienen relación. El análisis de estos dos puntos nos ayudará a comprender 
posteriormente el concepto de orientación educativa. 
El nacimiento de la orientación educativa como disciplina tiene sus orígenes 
en la doctrina filosófica del empirismo, durante el siglo XIX se presentaba la 
influencia de diversas corrientes de pensamiento que consideraban que el 
conocimiento se fundamentaba en los hechos, en donde el científico tenía 
que someterse al objeto. En esta línea se encontraba el positivismo de 
Agusto Comte y Stuart Mill, el sociologismo de Emilio Durkheim, el 
pragmatismo de James y el instrumentalismo de Comte; todas estas 
disciplinas adquirieron un carácter científico. Pero también las ciencias 
médicas contribuyeron en gran medida al desarrollo de la orientación 
educativa, científicos como Mûller Marina realizaron una metodología 
experimental, lográndose a través de sus estudios conocer los efectos de la 
conducta empleando técnicas de medición objetiva. 
La psicotécnica de Frederick Taylon, el desarrollo de la psicometría de 
Mckeen Cattell y el movimiento de higiene mental, mediante el psicoanálisis 
de Sigmund Freud durante el siglo XIX, marcaron cambios significativos en 
la orientación educativa, al mismo tiempo se atendieron las necesidades de 
algunos acontecimientos históricos, ya que durante este periodo se 
desarrolló el capitalismo a través de de la Revolución Industrial. En países 
como Estados Unidos surge la necesidad de capacitar y profesionalizar a los 
obreros con la finalidad de cubrir ampliamente las necesidades de 
producción, es aquí donde podemos apreciar que la práctica de orientación 
educativa se desarrolla para resolver problemas sociales. 
Durante el siglo XX la orientación educativa se observó desde otra 
perspectiva, se inició un proceso de institucionalización, esta etapa se 
caracterizó por las aportaciones de Frank Parson, ya que promueve el 
movimiento de orientación vocacional norteamericano centrado en resolver 
los problemas de carácter económico y profesional de los jóvenes. Esta 
nueva propuesta de orientación surge de la necesidad de orientar a los 
jóvenes de nivel secundaría para elegir su profesión e insertarse al mercado 
laboral, se creía que el orientador tenía la función de ayudar al orientado 
analizando sus necesidades y aptitudes, proporcionarle la información 
acerca de diversas ocupaciones a fin de adaptarlas al orientado. 
En Europa, la orientación se presentó principalmente como una respuesta a 
la situación productiva y social, se crearon institutos de orientación 
realizando la selección y clasificación a través del modelo psicométrico. Se 
implementó un reglamento para los estudiantes a fin de que estos tuvieran 
derecho a recibir orientación y tutoría, pero en contradicción no existían 
equipos multidisciplinarios ni personal especializado que desarrollara dicha 
función. 
 
A finales del siglo XX la orientación y la tutoría son entendidas como un 
factor que favorece la enseñanza, por lo que el docente forma parte 
importante, se crean departamentos de orientación con una visión 
psicopedagógica dentro de los centros educativos. 
En el 2002 la función del educador cambió respecto a la orientación, ya que 
se consideró que la función del profesor sería dirigir su aprendizaje a través 
de tutorías, trasmitirles valores y ayudarlos en colaboración con sus padres a 
superar sus problemas. 
 
 
1.2 CONCEPTO DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
Existen diversas definiciones de orientación que no han logrado delimitar 
dicho concepto, los autores abordan a la orientación en diferentes campos 
de acción. Debido a que éste es un término complejo es importante revisar 
las diversas fuentes y las perspectivas por las que se han enfocado los 
autores. 
Por su parte, Arthur Jones (1964) uno de los primeros en centrar la 
orientación como una ayuda y asesoría para la toma de decisiones, afirma 
que en la vida se desarrollan muchas situaciones críticas las cuales deben 
adoptarse, por lo que es necesario se nos proporcione ayuda para decidir 
correctamente. 
Para otros autores la orientación está enfocada en lo académico, estas 
definiciones son vistas como un proceso de asesoría y asistencia hacia el 
escolar para ayudarle en la toma de decisiones en el ámbito estudiantil y 
profesional. 
En este sentido Elizabeth Tyler (1978), señala que la orientación pretende 
descubrir el potencial del sujeto comprendiendo que cada uno tiene 
oportunidad de desarrollar el potencial al máximo. 
Senta E. (1979), plantea la orientación como un proceso o conjunto de 
acciones para ayudar a los alumnos en la solución de problemas de 
situaciones críticas y conflictivas o en la satisfacción de necesidades para el 
logro de un estado de bienestar. 
José Luis Castillego (1981), quien establece que para entender la definición 
de orientación educativa, es necesario diferenciar tanto la educación como la 
formación. 
“…..la educación proceso intencional de configuración humana con 
referencia a un patrón. Mientras que la formación es, para él un 
proceso de configuración sin intencionalidad pero que también 
contribuye a ese hacerse. Todo aprendizaje será, por tanto formativo, 
pero sólo será educativo cuando se dirija e integre en el fin de la 
educación…” (Gordillo, M. 1988:21). 
Existe diferencia entre el significado de educación y formación; ya que la 
educación representa la acción desde el exterior, el conjunto de medidas 
necesarias para guiar el individuo, mientras que la formación por el contrario, 
es un proceso de desarrollo que se presenta al exterior algo interior, es decir 
que se da en uno mismo. Por lo que al presentarse la formaciónen el ser 
humano le antecedió una educación. El término formación se ha relacionado 
al proceso interno que lleva la educación, por tal motivo la orientación y la 
educación están vinculadas entre sí y se puede decir que son lo mismo. 
Desde una visión educativa, Curcho (1984) define la orientación como un 
proceso destinado a satisfacer a todos los alumnos en los aspectos de su 
personalidad y en todos sus niveles educativos. 
Maher & Forman (1987), manifiestan que la orientación es una aportación de 
asesoramiento o guía por parte del orientador dirigido a un alumno o grupo 
en general. 
Ma. De Condes Martínez (1998), define la orientación desde diversos 
enfoques y posturas, el primero como un proceso que ayuda a una persona 
en la toma de decisiones vocacionales; el otro enfoque de la orientación es 
asesorar al individuo para solucionar sus problemas personales y/o sociales, 
la define como un sistema o modelo que brinda asistencia al sujeto y por 
último como eje transversal del currículo que desarrolla el docente en la 
escuela y fuera de ella. 
Para Rafael Bisquerra y Víctor Álvarez (1998:9), la orientación es “:…un 
proceso de ayuda continua dirigido a todas las personas en todos sus 
aspectos con el objeto de propiciar el desarrollo humano a lo largo de toda la 
vida…”, por lo que consideran importante analizar la orientación educativa 
desde los siguientes niveles: histórico, teórico conceptual, prescriptivo, 
descriptivo, normativo y critico. 
Desde el punto de vista histórico es importante conocer la evolución, es 
decir, comprender el presente y entender el futuro, disminuyendo las 
debilidades y fortaleciendo los nuevos enfoques acerca de la orientación. 
En lo conceptual plantea la necesidad de establecer acuerdos acerca del 
lenguaje, ya que existen diversos enfoques, teorías, modelos y tendencias, 
de las cuales se han originado conceptos y representaciones que ayudan al 
mejor entendimiento de estos términos. 
El nivel prescriptivo nos conduce a formular propuestas y recomendaciones 
para el diseño de programas basados en resultados de investigación 
psicopedagógica a través de teorías, modelos y la opinión de expertos, 
considerando las experiencias de orientación en escuelas, comunidades, 
etc. de fenómenos que suceden. 
El análisis formativo se basa en instrumentos legales y elementos que 
desarrollan especialistas, los cuales sirven como patrones a los 
orientadores. Por último, la reflexión crítica, es un factor decisivo en la 
práctica del orientador, pues contribuye a mejorar su propia praxis. Ma. 
Eloisa Álvarez (1995), define a la orientación profesional como: 
“…..Un proceso sistemático de ayuda, dirigida a toda las personas en 
período formativo, de desempeño profesional y de tiempo libre, con la 
finalidad de desarrollar en ellas aquellas conductas vocacionales que 
les preparen para la vida adulta, mediante una intervención 
continuada y técnica, basada en los principios de prevención, 
desarrollo e intervención social, con la implicación de los agentes 
educativos y socioprofesionales.” (Álvarez, M.1995: 36). 
Los conceptos antes enunciados se enmarcan en el desarrollo personal y 
social; dirigidos a promover la autoestima, relaciones humanas, socialización 
e interés del individuo, de acuerdo a sus capacidades, habilidades y 
destrezas. 
Para Ma. Luisa Rodríguez, el conocimiento de uno mismo y del mundo que 
lo rodea constituye un elemento necesario y señala lo siguiente: 
“……orientar, es fundamentalmente, guiar, conducir indicar de manera 
procesal para ayudar a las personas a conocerse a sí mismo y el 
mundo que lo rodea, es auxiliar a un individuo a clarificar la esencia de 
su vida, a comprender que él es una unidad con significado capaz de y 
con derecho a usar de su libertad, de su dignidad personal dentro de 
un clima de igualdad de oportunidades y actuando en calidad de 
ciudadano responsable tanto en su actividad laboral como en su 
tiempo libre….” (Rodríguez, M. 1991: 11). 
Para poder definir qué es la orientación educativa es necesario entender el 
concepto de orientación como un proceso de ayuda a una persona a fin de 
resolver sus problemas. Por lo que la orientación según Anthony Kelly es: 
“……la fase del proceso educativo que consiste en el calculo de las 
capacidades, intereses y necesidades del individuo para aconsejarle 
acerca de sus problemas, asistirle en la formulación de planes para 
aprovechar al máximo sus facultades y ayudarle a formar decisiones y 
realizar la adaptaciones que sirvan….” (Fernández, A. 1980: 521). 
En conclusión, no existe una definición de la orientación educativa, sin 
embargo ésta se ha estudiado desde distintos enfoques: formativo, 
académico y vocacional. Por lo que podemos definir a la orientación como 
un proceso de ayuda continua a las personas en todos sus aspectos, con 
una finalidad de prevención y desarrollo, mediante programas de 
intervención educativa y social que atienda a sus demandas, basados en 
principios científicos y filosóficos. 
La orientación educativa juega un papel importante en el proceso de 
formación del individuo ya que le permite conocer su personalidad, sus 
habilidades, actitudes, valores, intereses y capacidades para la toma de 
decisiones ante situaciones relacionadas con la educación. 
A pesar de la diversidad y lo no específico de la orientación educativa, ésta 
se puede definir como una profesión ya que cumple con los requisitos 
propios de una actividad profesional y a su vez se puede considerar como 
una ciencia. 
 
 
1.3 ENFOQUES TEÓRICOS DE ORIENTACIÓN 
EDUCATIVA 
Es necesario retomar conceptos y perspectivas de la orientación a fin de 
entender cuales son las funciones de la orientación educativa. Existen 
diversos autores que a través de teorías han delimitado concepciones o 
enfoques acerca de esta disciplina, tema que desarrollaremos a 
continuación. 
 
Debemos precisar que las teorías son el marco conceptual y metodológico 
por los cuales se fundamenta la práctica de orientación educativa. Sin olvidar 
la existencia de diversas áreas de intervención psicopedagógicas que se han 
adaptado a las demandas sociales y educativas de cada época lo que nos 
permite situar sus orígenes en un único ámbito ya sea profesional o 
epistemeológico. 
 
Los conceptos y funciones de la orientación se fundamentan en principios, 
sin embargo algunos conceptos ya han sido superados. Se consideraba a la 
orientación como una intervención individual, en donde sólo se orientaba al 
sujeto para la solución de sus problemas a través de un diagnóstico a fin de 
adaptarlo a una profesión, quedando en segundo plano una intervención que 
tomara en cuenta el contexto social o comunitario. 
 
Recientemente la orientación educativa tiene una conceptualización 
moderna, para Elvira Repetto (1994) es: 
 
“….la ciencia de la acción que estudia, desde la perspectiva y, por 
tanto, diagnóstica, preventiva, evolutiva y ecológica, la 
fundamentación científica del diseño, la aplicación y la evaluación 
de intervenciones dirigidas al desarrollo y al cambio optimizante del 
cliente y de su contexto….” (Vélaz, M. 2002: 35). 
 
Ésta y otras concepciones de orientación educativa de autores como 
Bisquerra, Echeverría, Rodríguez Moreno y Alonso Tapia, expresan 
elementos comunes y consideran a la orientación como una ciencia de 
intervención psicopedagógica con distintas fuentes disciplinares, es un 
proceso de ayuda personal, profesional y social del individuo, en donde se 
debe tomar en cuenta los distintos contextos y áreas de intervención. En 
consecuencia, la orientación educativa no sólo debe ser un servicio 
terapéutico sino que debe ser entendida como: 
 
“…..Conjunto de conocimientos metodológicos y principios teóricos 
que fundamentan la planificación, diseño, aplicación y evaluación de la 
intervención psicopedagógica preventiva, comprensiva, sistemática y 
continuadaque se dirige a las personas, las instituciones y el contexto 
comunitario, con el objetivo de facilitar y promover el desarrollo 
integral de los sujetos a lo largo de las distintas etapas de su vida con 
la implicación de los diferentes agentes educativos (orientadores, 
tutores, profesores, familia) y sociales….” (Vélaz, M. 2002: 37). 
 
Desde esta perspectiva, la orientación fundamenta su planificación, diseño y 
evaluación en principios teóricos, por lo que es importante resaltar que 
dentro de la orientación educativa existe una gran variedad de funciones y 
principios que ayudan al orientador a definir su función específica, sin olvidar 
los conceptos sociales y humanistas (familia, sociedad y comunidad) así 
como los conceptos psicológicos (emociones, adaptación, autoestima, etc.). 
Comprendiendo todos estos conceptos, el orientador podrá definir 
claramente los objetivos o programas de orientación. 
 
A continuación se describen brevemente los enfoques teóricos de la 
orientación educativa más utilizados como: el enfoque de rasgos y factores, 
psicodinámico, no directivo, evolutivo y conductual-cognitivo. 
 
 
1.3.1 Enfoque de rasgos y factores 
Este enfoque de rasgos y factores, conocido también como de rasgos 
psicológicos, es considerado como de asesoramiento, el cual pretende 
ajustar las características personales, intereses, aptitudes, etc. de individuo, 
en actividades profesionales o laborales. Este enfoque considera que todo 
individuo es homogéneo, se comporta de diferente forma, es decir, cuenta 
con actitudes específicas, intereses e inteligencias distintas, por lo que a 
estas características las llaman rasgos. 
La teoría se fundamentada a partir del conjunto de características 
individuales, llamadas rasgos del ser humano, los cuales deben ser medidos 
a través de estudios psicométricos, por lo que para cada rasgo es diseñado 
un instrumento de medida (tests) de ayuda para realizar un diagnóstico. 
En el ámbito vocacional el enfoque de rasgo psicológico permite hacer una 
selección de personas, de acuerdo a sus características individuales en lo 
psicológico, a través de pruebas con la finalidad de ajustar al individuo en 
algunas de las profesiones. 
Entre los principales autores de este enfoque se encuentran Darley, 
Bingham Paterson, Viteles, Williamson, entre otros. Sus principales 
supuestos se fundamentan en que la intervención educativa debe realizarse 
en función de la necesidad de ayuda vocacional, con un propósito 
fundamental, que el individuo logre una autocomprensión y autodirección 
para alcanzar sus metas, sin olvidar que esta ayuda es de carácter 
terapéutico, su actuación dirige a un modelo medico y clínico. Las técnicas 
más utilizadas son la entrevista y la exploración psicológica, de las cuales se 
realizan interpretaciones para dar consejos a los individuos y éstos son de 
carácter descriptivo. 
 
1.3.2 Enfoque psicodinámico 
Este enfoque se fundamenta en el psicoanálisis, en donde al sujeto se le 
proporciona ayuda mediante el autoanálisis de sus necesidades básicas, es 
decir, le permite conocer sus deseos y expectativas, por tal motivo este 
enfoque desde el psicoanálisis ha hecho aportaciones a la orientación 
educativa, sin olvidar que en el área vocacional también ha proporcionado 
información valiosa en el conocimiento de las emociones que inquietan al 
sujeto para elegir una determinada profesión u ocupación. 
En el enfoque psicodinámico las aportaciones de Anne Roe, en donde 
analiza la satisfacción de necesidades básicas del individuo, haciendo una 
clasificación de sus intereses a través del psicoanálisis y las relaciona con la 
autorrealización del individuo, son muy significativas. 
Los supuestos teóricos del enfoque psicodinámico están fundamentados de 
la siguiente forma: el sujeto debe encontrar el ajuste individual armónico del 
sistema interno personal del sujeto (yo, superyo, ello), ajuste autorreferente 
dinámico e interrelacionarse con el ambiente en función a sus experiencias 
infantiles. La comunicación verbal forma parte importante en este enfoque ya 
que mediante ésta el individuo expresa sus conflictos de autoaceptación y 
autoconocimiento. Las principales aportaciones de este enfoque son de 
Harry Snack Sullivan, Eric Homburg Erikson, Shertzer Stone, Anne Roe, 
entre otros. 
 
 
1.3.3 Enfoque no directivo 
Este enfoque es también conocido como rogeriano, pues se fundamenta en 
la teoría de Carl Rogers, quien considera a la reflexión del individuo mismo 
en la evaluación de sus propias metas, por lo que el sujeto debe tener un 
reencuentro de sí mismo y valorar su yo. Sus postulados son genéricos y se 
refieren a una ayuda global para el individuo. El proceso de ayuda se basa 
en la comunicación interpersonal, la libertad, la aceptación mutua y la 
afectividad. Para este enfoque la autorrealización es la finalidad de la 
conducta humana y el proceso de ayuda es una sucesión de etapas que le 
permiten al individuo entender su problema, aceptar la situación y adaptarse 
de forma creativa y responsable. 
 
El objetivo dentro de la orientación vocacional es dar asesoramiento al sujeto 
a fin de lograr en él una madurez e independencia, asimismo pueda tener un 
autoconcepto para valorar analizar y explorar sus roles vocacionales. El 
papel del asesor es actuar como facilitador de la comunicación a través de la 
utilización de técnicas como la entrevista y la exploración psicológica que no 
se basen en la comunicación personal no estructurada. 
 
 
1.3.4 Enfoque evolutivo. 
Es el enfoque que se fundamenta en desarrollo biológico y del ser humano, 
el cual pasa por diversas etapas caracterizadas por diferentes rasgos 
psicológicos, que sitúan al individuo en una dinámica de maduración, 
cambios y desarrollo a lo largo de su vida, lo que le permite tener distintas 
conductas. 
Los supuestos teóricos de este enfoque se refieren a que cada individuo 
tiene una amplia gama de conductas y potencialidades personales dentro de 
cada una de sus fases, las cuales son irreversibles y concretas, por lo que el 
sujeto al lograr una madurez y compromiso personal se podrá ajustar a una 
tarea vocacional. 
Se toma muy en cuenta el proceso evolutivo del ser humano, pues es en la 
adolescencia donde se adquiere mayor preparación o iniciación vocacional. 
La entrevista y la exploración psicológica responden a los estudios 
psicológicos del individuo. 
 
 
1.3.5 Enfoque conductual-cognitivo 
En el enfoque conductual-cognitivo se unen dos orientaciones psicológicas, 
las cuales aportan sus teorías; desde el ámbito de la orientación vocacional, 
el asesoramiento es considerado desde el humanismo, en donde el estudio 
del individuo es la conducta, la cual esta estrechamente ligada con el 
pensamiento. 
La definición psicológica del individuo esta vinculada con la conducta, según 
Mayer el pensamiento es cognitivo, es un proceso que implica un conjunto 
de operaciones que se dirigen y tienen como resultado la solución de sus 
problemas. 
Los supuestos teóricos del enfoque conductual-cognitivo se basan en que el 
sujeto tiene la necesidad de solicitar ayuda para la toma de decisiones en 
situaciones de incertidumbre, por lo que el asesoramiento debe ser 
especializado para ayudarle a resolver sus problemas con responsabilidad. 
El asesoramiento debe contar con una estructuración cuidadosa de 
información individual fiable y relevante sin olvidar que también deberá 
colaborar con el asesorado para el análisis, interpretación y determinación 
de estrategias y acciones planeadas. 
 
 
1.4 MODELOS DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
En este punto se realizará un análisis de los modelos en los que se basa la 
orientación educativa, con el propósito de ubicar en donde se pone en 
práctica; lo cual nos dará un marco de referencia para guiar la acción. 
 
Los modelos por los cuales se basa la orientación educativa nos explicarán 
porqué interviene, es decir, su razón de ser, en dónde interviene y por qué 
existen. Se presentan cuatro modelos diferentes de intervención educativa. 
El Modelo clínico o counseling, se basa en la relación personal o directa 
entre el orientado y el orientador, es terapéutico, la solicitud surge del cliente 
y se realiza un diagnóstico para realizar un tratamiento, en donde la 
responsabilidad recae en el orientador. 
En este modelo la entrevista forma parte importante en el proceso de 
comunicación entre el orientado y orientador, pues sirve como auxiliar para 
entender y afrontar mejor los problemas de carácter personal. La Asociación 
Británica para el Counseling definen al modelo clínico como: “La utilización 
hábil y fundamentado de la relación y la comunicación, con el fin de 
desarrollar el autoconocimiento, la aceptación. El crecimiento emocional y 
los recursos personales….” (Bisquerra, A. 1998: 71). 
 
 
1.4.1 El modelo de consulta 
En este modelo la intervención es directa, el orientador asume el rol de 
consultor e intervine de forma directa a través de un mediador (profesor, 
tutor, padres, etc.), quien interviene directamente con el sujeto, siendo éste 
el destinatario último. Es grupal aunque también puede ser individual, es 
interna cuando se desarrolla en un centro educativo, pero puede ser 
externa, es proactiva, la consulta debe aparecer antes de presentarse el 
problema para ser preventiva, sin embargo puede ser reactiva. 
En el modelo de consulta es importante que el orientador cuente con las 
habilidades necesarias para que, por medio de la entrevista pueda identificar 
el problema con precisión, además de establecer objetivos para resolver 
dicho problema. El modelo de consulta consta de fases ha desarrollar las 
cueles son: establecer una relación entre el consultor y el consultante (el 
tutor, profesor, familia, institución etc.), análisis del conjunto de situaciones 
para clarificar el problema, explorar alternativas, establecer planes de 
acción, poner en práctica con los destinatarios últimos los planes y 
finalmente evaluar la práctica del plan de acción. 
 
Para todos y cada uno de los problemas registrados debe haber una 
estrategia específica de intervención, por lo que en primera instancia el 
consultor debe tener en cuenta que tipo de intervención va ha desarrollar 
adoptando un enfoque paralelo que le servirá de base para diagnosticar y 
resolver los problemas. 
 
 
1.4.2 Modelo de programas 
Este modelo interviene de forma directa sobre los grupos a orientar, sine 
embargo también cabe la intervención indirecta, es interno cuando se 
desarrolla dentro de un centro escolar, en donde participan los mismos 
docentes. Asimismo es proactivo cuando va dirigido a una población en 
donde no han surgido problemas. 
 
En este modelo se presentan las siguientes fases: iniciar el programa, 
planificación de objetivos, actividades, evaluación; presentar y evaluar un 
programa piloto; perfeccionar el programa; ejecución del programa y, por 
último, evaluar nuevamente el programa. Cabe aclarar que cada una de 
estas fases tiene a su vez una serie de requisitos establecidos los cuales se 
llevarán a la práctica. 
 
Es importante para iniciar la acción orientadora a través de un programa, 
realizar un análisis del contexto, es decir, ubicar el lugar donde se va poner 
en práctica, de este análisis resaltar las necesidades de intervención. No 
debemos olvidar que este modelo debe estar fundamentado en enfoques 
teóricos los cuales ayudarán a relacionar las áreas en las que ha de 
intervenir. 
 
 
 
 
1.4.3 Modelo de servicios 
Este es un modelo que ponen en práctica las instituciones públicas cuyo 
objetivo es atender las carencias o necesidades que demanda la población, 
se caracteriza por la intervención directa de un grupo de profesionales y 
especializados. 
Este modelo se puede aplicar en los servicios de orientación dentro de una 
escuela o en contextos comunitarios y estos a su vez pueden ser de carácter 
consultivo, educativo y/o terapéutico. 
En el campo de la orientación el modelo de servicios, es por consiguiente, el 
resultado de las demandas de la sociedad, pero al mismo tiempo el modelo 
de intervención debe estar sustentado por estructuras organizativas. 
 
 
1.4.4 Modelo de servicios y de programas 
A partir de la revisión de los diferentes modelos de intervención en la 
práctica orientadora, podemos definir que dentro de una institución de 
carácter público y social como el Instituto Mexicano de la Juventud el cual 
ofrece un servicio dirigido a jóvenes a través de sus programas, pone en 
práctica dos modelos de intervención, el de servicios y el de programas, los 
cuales no se excluyen entre sí, sino que se complementan, pues están 
orientados a la prevención de diversos problemas sociales que presentan los 
jóvenes, como adicciones, enfermedades de transmisión sexual, entre otros 
con la finalidad de contribuir a fortalecer desarrollo en los mismos. 
En este sentido la intervención psicopedagógica debe estar fundamentada 
en llevar a cabo programas para satisfacer las necesidades educativas de 
prevención del individuo. Sin olvidar que se deben plantear objetivos 
dirigidos a la población solicitante una vez analizadas sus demandas, 
tomando en cuenta el estudio de otros programas, la revisión de los recursos 
disponibles, el diseño de los mismos, aplicación y seguimiento, evaluación 
de resultados obtenidos y finalmente la decisión para mejorar dichos 
programas a través de un reajuste. 
Todas estas consideraciones son representativas para llevara acabo un 
modelo mixto (de programas y de servicios) el cual puede orientarse en una 
intervención directa o grupal y éste a su vez desarrollar una intervención de 
carácter educativo y social, brindando un servicio a la población 
demandante. 
 
 
1.5 ORIENTACIÓN EDUCATIVA COMO SERVICIO DE 
INFORMACIÓN 
Como se mencionó anteriormente, el modelo de servicios se caracteriza por 
brindar atención a los usuarios que lo requieran y estos servicios deben ser 
atendidos por profesionales especializados, por lo que cada institución 
donde se brinde este servicio deberá tener funciones especificas 
socialmente preescritas, institucionalmente asignadas o disciplinariamente 
limitadas. 
La intervención de orientación educativa a la que haremos referencia es la 
informativa, en donde al sujeto se le brinda asesoramiento mediante 
estrategias de información para conocerse a sí mismo, comprender el 
entorno que le rodea y tome decisiones. 
Dentro de este modelo de servicios se deben poner en práctica las fases de 
la orientación educativa, en primera instancia, el orientador se compromete a 
recabar información necesaria para efectuar una primera evaluación del 
problema, la segunda fase es exploratoria, hace un diagnóstico pedagógico 
sobre el área a tratar y a partir de esa información, realiza un pronóstico. 
Una vez determinado el problema pone en práctica las medidas o 
estrategias de intervención, estas serán diferentes según la respuesta que 
presente cada problema. 
1.6 ORIENTACIÓN DEL ADOLESCENTE EN MATERIA DE 
SEXUALIDAD 
La orientación educativa por su diversidad de funciones y por el impacto de 
los sistemas educativos se ha desarrollado cada vez más, por lo que es de 
vital importancia que el orientador fomente una vinculación más precisa con 
toda su comunidad e impulsar prácticas de una nueva cultura de 
participación. Este trabajo en conjunto se realizará mediante la acción de 
programas de prevención y promoción de la salud sexual de los jóvenes 
para mejorar su calidad de vida. 
Bajo esta perspectiva, la propuesta de orientación debe estar enfocada a 
fortalecer las acciones que se desarrollan en materia de educación sexual 
dirigida a los jóvenes, a través del modelo de intervención de servicios y de 
programa debido a que éstos se encuentran definidos 
En elInstituto Mexicano de la Juventud los programas en materia de 
sexualidad se han desarrollado a través de modelos de servicio y de 
programas, se trata de un modelo de servicios que intervienen de forma 
directa y grupal sobre los jóvenes. Los programas de sexualidad responden 
al análisis de necesidades como paso previo a su estructuración y 
planeación para la satisfacción de las mismas. Sin embargo, el programa de 
sexualidad actualmente no ha tenido gran impacto en los adolescentes que 
ya ejercen su sexualidad, en virtud de que las estadísticas demuestran que 
existe un gran porcentaje de jóvenes que no cuentan con una orientación 
educativa que le permita obtener la información adecuada para la toma de 
decisiones en materia de salud reproductiva. 
El IMJ es un organismo descentralizado de la Secretaría de Educación 
Pública, de carácter público y cuenta con políticas definidas de acuerdo a 
planes y programas gubernamentales por lo que sus funciones están 
definidas, asimismo cuentan con una infraestructura que delimita su campo 
de acción repercutiendo de manera desfavorable en la acción orientadora. 
1.7 ACCIONES Y ENFOQUES INSTITUCIONALES DE 
ORIENTACIÓN SEXUAL PARA ADOLESCENTES 
EN MÉXICO 
A fin de comprender la problemática que nos ocupa, a continuación se 
describen diversos enfoques o modelos de instituciones gubernamentales de 
México que se han preocupado por llevar a cabo programas de orientación 
sexual dirigido a los jóvenes adolescentes. 
Encontramos por un lado el modelo escolar oficial, la Secretaría de 
Educación Pública (SEP) quien asume el compromiso de ofrecer educación 
sexual a niños y jóvenes. En este marco, el Plan y Programas para Estudios 
de Educación Secundaria ha dirigido la educación sexual de acuerdo a un 
enfoque biológico, en donde los contenidos se encuentran en las materias 
de Ciencias I, Formación Cívica y Ética I y II. Asimismo establece que en 
otras asignaturas también se pueden abordar los temas de sexualidad y 
género para propiciar el desarrollo de habilidades, nociones, actitudes y 
valores que permitan al adolescente, analizar información relacionada con el 
género, el desarrollo poblacional y la participación de hombres y mujeres en 
diversos aspectos de la vida social, cultural, científica y artística. Por lo tanto, 
los docentes y directivos deben contar con información confiable y 
actualizada sobre este campo. 
“……Educar para la sexualidad y la equidad de género plantea un 
conjunto de tareas a la escuela secundaria, como parte de su 
contribución al desarrollo y bienestar de los adolescentes, con el fin 
de propiciar una perspectiva que les permita encarar los retos que 
toda relación interpersonal plantea para ser constructiva y 
enriquecedora. Como parte del estudio de la sexualidad humana está 
la reflexión sobre la perspectiva de género; es decir, la forma de 
concebir y apreciar el hecho de ser hombre y ser mujer en el contexto 
de una cultura donde se generan valores, ideas y estereotipos entre 
sus integrantes. El género es un componente importante de la 
educación sexual que refiere a las ideas, las valoraciones y los 
sentimientos desarrollados hacia la sexualidad, y a partir del cual los 
estudiantes pueden distinguir y analizar cómo los estereotipos de 
género afectan sus posibilidades de desarrollo, afectividad y 
disfrute….”(SEP. 2006 Plan y Programa de Estudio para Educación 
Secundaria: 23). 
Otro de los programas gubernamentales de educación para los adolescentes 
de orientación sexual se ubicada dentro del marco de la salud reproductiva, 
éste se lleva a cabo en el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral para 
la Familia (DIF), el programa considera que el adolescente se encuentra 
vulnerable; ya que enfrenta factores de riesgo en los ámbitos social, familiar 
e individual, manifestándose a través de un baja autoestima y falta de 
asertividad en la toma de decisiones. Asimismo se puede enfrentar a otros 
tipos de situaciones como son la desintegración familiar, mala comunicación 
entre la misma o incluso por la influencia negativa de los medios de 
comunicación. 
El DIF considera que el embarazo temprano en adolescentes se debe a 
diversos factores, como a la insuficiente información sobre salud sexual y 
reproductiva, condiciones de pobreza, marginación y poco acceso a los 
servicios de salud, se debe también a la reproducción de patrones culturales, 
baja autoestima, y falta de afecto en adolescentes de familias desintegradas, 
además de no contar con un proyecto de vida que los lleva a iniciar 
relaciones sexuales a temprana edad, asociados al escaso o mal uso de 
métodos anticonceptivos, por lo tanto, el DIF cree necesario: 
“…….Fomentar acciones para prevenir los riegos de exclusión social 
derivados del embarazo no planeado en adolescentes, a través de la 
orientación y formación integral bajo una perspectiva de género 
acorde a sus necesidades….” (DIF. 2006 Regla de Operación del los 
Programas de Atención a la Infancia y Adolescencia: 20). 
Dentro de sus líneas de acción se contempla la realización de talleres 
básicos de prevención de embarazos en adolescentes y la instrumentación 
de talleres de salud sexual y reproductiva para madres, padres y 
embarazadas adolescentes. Así como la realización de acciones de 
coordinación con instancias de gobierno, organismos, públicos, 
internacionales y de la sociedad civil para desarrollar acciones orientadas a 
la prevención y atención de embarazos en adolescente. 
Por su parte la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (MEXFAM) 
coincide con el enfoque del DIF, y señala que debido a la amplia diversidad 
de adolescentes, existen varias necesidades que aún no se han satisfecho 
con respecto a la salud sexual y reproductiva, tales como embarazos no 
planeados, infecciones de transmisión sexual como el VIH SIDA, el problema 
de acceso a servicios de salud de calidad especializados para los 
adolescentes y jóvenes el limitante acceso a la información clara y sencilla 
sobre sexualidad, violación a los derechos sexuales y reproductivos, 
independientemente de su género, edad, raza, orientación sexual, etc. 
Por ello MEXFAM, como organización de servicio a los jóvenes, ha 
implementado programas de apoyo para esta población, a fin de disminuir 
las enfermedades como el VIH SIDA, así como promover los derechos de 
las personas infectadas. Además realiza acciones de información y 
educación que promuevan cambios de conducta en el campo de salud 
sexual y reproductiva. 
MEXFAM tiene como propósito principal contribuir a crear conciencia en la 
opinión pública sobre las necesidades de salud sexual y reproductiva de la 
población en riesgo. 
“…..siguiendo la política nacional e internacional MEXFAN tiene 
dentro de sus retos el promover la defensa de la salud y de los 
derechos sexuales reproductivos de la población en especial de los 
grupos vulnerables y construir conjuntamente con otras 
organizaciones las condiciones para que el ejercicio de estos 
derechos sean una realidad en nuestra sociedad…” (MEXFAM 2007 
http/www.mexfam.org.mx/programa.htm. extraído el 31 julio de 2007). 
Por su parte, los organismos gubernamentales en materia de salud, como la 
Secretaría de Salud, el IMSS, y el ISSSTE cuentan con programas para los 
adolescentes como centros de atención a problemas de salud, más no como 
espacios de orientación o educación sexual y reproductiva. 
El Comité Nacional Provida en México A. C., bajo el enfoque religioso, 
considera que la sexualidad solo es posible en el matrimonio, por lo que su 
objetivo principal es que el adolescente comprenda el valor que tiene como 
persona y aprecie su sexualidad así como la importancia de sus decisiones 
para su vida actual y futura. Por lo tanto el Comité rechaza todo tipo de 
anticonceptivos o cualquier tipo de método que tenga la finalidad de impedir 
una vida. 
En conclusión, al situar el contextoactual referente a que se ha realizado 
para dar respuesta a las necesidades de orientación de los jóvenes 
adolescentes en materia de educación sexual, podemos decir que muchas 
son las instituciones que han diseñado estrategias o programas para atender 
estos requerimientos. 
Sin embargo estas políticas y programas, ya sea en materia de educación, 
prevención o de salud sexual y reproductiva se han olvidado de los 
contextos sociales, de la influencia que tienen los medios de comunicación, y 
las necesidades reales de los adolescentes, por consiguiente, funcionan 
como mecanismos de control social, expropiándose sus decisiones; es decir 
estas políticas van encaminadas a la prohibición: no al embarazo en 
adolescentes, no al aborto, no al ocio etc. 
Analizando que por otro lado los adolescentes tienen derecho a elegir y 
decidir libremente con respecto a sus cuerpos, respetando las diferencias en 
las prácticas sexuales, en donde también se debe reconocer que forma parte 
de un grupo social, por lo tanto las políticas tendrían otro sentido. 
 
1.8. ANTECEDENTES DE INSTITUTO MEXICANO DE 
LA JUVENTUD 
Es importante conocer a través de la recolección de datos en primera 
instancia cómo fue creado el Instituto Mexicano de la Juventud, mencionado 
cuáles fueron sus antecedentes, conoceremos los ajustes realizados para 
mejorar o cambiar sus acciones en pro de los jóvenes. Los antecedentes del 
actual Instituto Mexicano de la Juventud (IMJ) se puede sintetizar en cinco 
etapas: 
 
La primera institución contemporánea se encuentra en los años cuarenta, 
cuando la sociedad mexicana se encontraba en un proceso de urbanización 
e industrialización lo que generó una transformación social donde 
comenzaron a destacar los sectores juveniles universitarios. 
 
En 1942 surge la Oficina de Acción Juvenil (OAJ) que dependía de la 
Secretaría de Educación Pública como primera figura institucional, gracias a 
demandas de las organizaciones estudiantiles que reclamaban una atención 
específica. Posteriormente en 1952 se promulga el decreto por el cual se 
crea el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana (INEM), cuya población 
objetivo sería los jóvenes entre 15 y 25 años de edad. 
 
Las líneas de trabajo empleadas durante los casi 20 años de existencia de 
este organismo, fueron cuatro: capacitación para el trabajo (orientación 
vocacional para las actividades productivas y creación de centros de 
capacitación); capacitación cultural (alfabetización); capacitación ciudadana 
(instrucción sobre las bases de la ética ciudadana, responsabilidad, libertad 
y dignidad), y capacitación física (promoción y fomento deportivo). 
Durante los años sesenta se creo el programa Casas de la Juventud, 
proyecto que tenía como objetivo atender a los jóvenes a través la 
capacitación y la instrucción cívica. En donde también se realizaron acciones 
de carácter social por parte de las organizaciones estudiantiles, tal fue el 
caso del programa: “Campamento de Trabajo Voluntario de la Juventud. 
En año 1970 sufre el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana, INJUVE se 
instrumentaron nuevas acciones que permitieron dar respuesta a las 
demandas de participación de la juventud, transformando la imagen de 
centro de capacitación gubernamental, a la de una institución abocada a la 
apertura de espacios de expresión y discusión política para los jóvenes. 
La segunda etapa se presenta a partir de la creación del Consejo Nacional 
de Recursos para la Atención de la Juventud (CREA), en septiembre de 
1977 en este organismo se estructuran programas gubernamentales bajo un 
concepto más moderno. Se concibe como un organismo descentralizado con 
personalidad jurídica y patrimonio propio. Sus objetivos se centran en el 
fomento para el desarrollo integral de los jóvenes y la preparación para 
poder asumir sus responsabilidades en los procesos de cambio y avance 
democrático de la sociedad mexicana. Fue entonces cuando se determinó el 
rango de 12 a 29 años, como la edad que se ubicaría como población objeto 
de los programas. 
Los principales programas del CREA se plantearon con base a un proyecto 
de investigación social, con la finalidad de responder de manera integral a 
las demandas jurídicas, laborales y de salud, de los jóvenes, por lo que para 
la estructuración de estos se consideró importante la planeación y 
programación de las actividades. 
A principios de 1980, se desarrollaron una serie de Programas de 
Coordinación Interinstitucional, cuyo fin sería innovar y modernizar acciones 
a favor de la juventud, a través de dos opciones: Programa Institucionales: 
que comprendía el sistema Plan Joven, la recreación deportiva y cultural y la 
procuraduría de la juventud. Integrados por el sistema nacional de 
investigación sobre juventud, la red nacional de albergues, comunicación 
social juvenil y, educación para todos los jóvenes. 
En los ochentas se consolidaron las actividades diseñadas y desarrolladas 
por el CREA mediante programas formales en diferentes líneas de acción, a 
través de dos estrategias: Por un lado, el conocimiento permanente de las 
demandas y expectativas de la juventud para solucionar los problemas, en 
los ámbitos: económico, social, cultural y deportivo. Por otro lado se 
estructuró la coordinación interinstitucional con la sociedad y el Estado, 
instrumentando conjuntamente acciones dirigidas a ampliar la cobertura de 
las demandas y expectativas de la población juvenil a través de programas 
que apoyarían a la formación de la juventud en los campos culturales, 
deportivos, turísticos y recreativos. 
Se desarrollo el programa de orientación juvenil, destacando la asesoría 
telefónica TELJUVE y los módulos de información y orientación educativa 
que se transmitieron por radiodifusoras y canales de televisión en 
coordinación con la SEP, así como el servicio público de empleo juvenil. 
Se implementó también el programa de legislación y justicia: en donde se 
desarrollaron acciones para que los jóvenes conocieran sus derechos y 
obligaciones, brindándoles apoyo para gestionar asuntos jurídicos ante los 
tribunales competentes. De igual forma en el aspecto educativo se 
implementó el programa de educación para la salud destacando los servicios 
de medicina preventiva. En el ámbito económico el programa de Plan Joven 
logró que los jóvenes obtuvieran descuentos en diversos bienes y servicios. 
Por último, dentro de este periodo es importante destacar el impulso que se 
dio a la descentralización logrando establecer instancias estatales, 
municipales y regionales; logrando así un impacto significativo. 
Sin bien es cierto que se habían logrado grandes avances en la implantación 
de nuevos programas dirigido a los jóvenes y que tuvieron gran impacto en 
el CREA, en 1988 se decreta la desaparición de esta institución y surge la 
Comisión Nacional del Deporte (CONADE), en donde la prioridad son 
actividades deportivas; y se minimizan los demás programas creando la 
Dirección General de Atención a la Juventud (DGAJ), en la cual se acotan 
sus objetivos y ámbitos a ciertos programas de apoyo, promoción social y 
recreación, esto redujo la vinculación con las instituciones encargadas de las 
políticas sectoriales y las organizaciones de la sociedad civil. 
En 1996 se creo la Dirección General de Causa Joven con un nuevo 
concepto de de imagen entre los diversos sectores juveniles, este nuevo 
enfoque se apoyo de la descentralización, tanto de recursos como de 
programas, buscando la mayor integración entre las diversas instituciones 
gubernamentales quienes desarrollaban trabajos similares. 
La Dirección General de Causa Joven tenía como principales objetivos: 
conocer la problemática de los jóvenes para delimitar sus líneas de acción, 
definir y recuperar sus espacios en los diversos ámbitos de la sociedad, a fin 
de solucionar las demandas y necesidades de los jóvenes, haciendo énfasis 
enlas áreas de salud, empleo, capacitación derechos humanos y justicia 
cultura y consumo. De estos objetivos se puede rescatar la idea de la 
responsabilidad compartida con la sociedad en la instrumentación de 
políticas de juventud en base al conocimiento de la población objetivo. 
En la Dirección General Causa Joven se lograron acciones concretas para 
llevar a cabo una política integral de juventud tomando en cuenta la opinión 
de todos los sectores sociales involucrados, Sin embargo también existían 
contradicciones, ya que por un lado se habían ampliado los programas 
juveniles pero también había una reducción administrativa, esta área seguía 
adscrita a la CONADE. 
 
En el año 1997 se presentó la iniciativa de Ley, posteriormente la Cámara la 
aprueba en enero de 1999 y es publicada como la “Ley del Instituto 
Mexicano de la Juventud” en el Diario Oficial de la Federación, la Comisión 
de Juventud identificó que la mejor alternativa era la creación de un 
organismo público descentralizado a fin de programar sus recursos, para 
lograr una mayor eficiencia en sus objetivos plantados. En esta Ley se define 
que la institución es de carácter formativo y resalta la función de articular 
esfuerzos en materia juvenil, para y así generar mayor impacto. 
 
 
1.8.1 Estructura programática del IMJ 
 
Procesos Rectores Líneas Estratégicas Líneas de Acción Programas 
Promover y Fomentar las 
oportunidades de desarrollo 
de las y los jóvenes 
Desarrollo y calidad de vida 
Calidad de Vida Adicciones 
Sexualidad 
Medio ambiente 
Creación joven Servicios culturales para los 
jóvenes 
Equidad para los 
jóvenes 
Genero y equidad 
Apoyo a jóvenes indígenas 
Derechos humanos 
Estímulos y 
recompensas para los 
jóvenes 
Turismo y recreación juvenil 
Certámenes juveniles 
Productividad juvenil Empresas juveniles 
Fortalecimiento al trabajo 
juvenil 
Servicio social 
Participación Redes Juveniles Apoyo a proyectos juveniles 
Asociacionismo juvenil 
Liderazgo social Formación y 
acompañamiento 
Encuentros juveniles 
Comunicación Posicionamiento de lo 
juvenil 
Información prensa y 
difusión 
Medios audiovisuales 
Coordinación de contenidos 
Investigar, coordinar y evaluar 
las políticas y programas de 
juventud 
Conocimiento Sistema Nacional de 
Investigación sobre 
juventud 
Investigación 
Programa editorial 
Difusión del 
conocimiento sobre los 
Sectores Juveniles 
Actualización 
Centro de documentación 
Integración de políticas Programa de integración de 
políticas 
Información y programas 
Coordinación sectorial y 
regional 
Coordinación nacional e 
internacional 
Coordinación multisectorial 
Coordinación y desarrollo 
regional 
Cooperación internacional 
Innovación y mejora 
continua 
Innovación y mejora 
continua 
Evaluación y seguimiento 
Centros interactivos para 
jóvenes 
Automatización de procesos 
Jurídico 
Gestión interna 
 Administrar eficientemente 
los recursos humanos, 
materiales y financieros para 
el desarrollo de actividades 
sustantivas. 
Desarrollo institucional Administración Finanzas 
Administración 
 
 
1.8.2 Políticas de operación del Instituto Mexicano de la 
Juventud 
El Instituto Mexicano de la Juventud contempla los resultados que presenta 
la Encuesta Nacional de Juventud, la cual es aplicada como estrategia para 
conocer los problemas y necesidades de la juventud a fin de construir sus 
políticas. Una de sus estrategias es buscar una coordinación 
interinstitucional, es decir asegurar sus líneas de acción con otras 
dependencias públicas privadas y organizaciones civiles para desarrollar 
acciones que favorezcan a la juventud. 
 
Por otro lado considera que para fomentar el bienestar juvenil, se debe dar 
importancia en la identificación de nuevas áreas de oportunidad. En donde 
los jóvenes se beneficien a través de diversos programas que den respuesta 
a las demandas de educación, empleo, salud, cultura, deporte, pero sobre 
impulso a la apertura de oportunidades económicas, inclusión social, 
equidad y respeto a la diversidad. 
 
El IMJ retoma la visión humanista del Plan Nacional de Desarrollo 2006 2012 
para el desarrollo de sus acciones por lo que uno de sus objetivos 
estratégicos, establece lo siguiente: 
 
“…..Fomentar la participación individual y organizada de las y los 
jóvenes en ámbitos vinculadas a sus aspiraciones, demandas y 
expectativas políticas, sociales y culturales y promover una mayor 
presencia de los rasgos de la cultura democrática entre las y los 
jóvenes para construir el desarrollo de una faceta Ciurana en la 
personalidad de los jóvenes mexicanos….” (IMJ 2006 Programa de 
Mediano Plazo). 
 
Los programas de Instituto Mexicano de la Juventud se rigen de acuerdo a 
tres procesos rectores. El primero se refiere a: Promover y fomentar las 
oportunidades de desarrollo de los jóvenes, el segundo rector es: Investigar, 
 
coordinar y evaluar las políticas y programas de juventud, y el tercer rector 
se refiere a: Administrar eficientemente los recursos humanos, materiales y 
financieros para el desarrollo de las actividades sustantivas. 
 
El objetivo del primer proceso rector es impulsar la inserción plena de los 
jóvenes a la vida nacional, promoviendo las condiciones necesarias para su 
acceso a oportunidades que les permitan desarrollarse de manera integral, 
elevar su calidad de vida y fomentar su participación individual y organizada 
en ámbitos vinculadas a sus aspiraciones, demandas y expectativas políticas 
sociales y culturales, para contribuir al desarrollo de la faceta ciudadana en 
la personalidad de los jóvenes mexicanos, ofreciendo mecanismos 
sistemáticos de diálogo entre el IMJ, los diferentes sectores juveniles y la 
sociedad en general, con el fin reimpulsar una visión positiva de los jóvenes, 
que redunde en la mejor integración social de este sector. 
 
El proceso rector que se refiere a promover y fomentar las oportunidades de 
desarrollo de los jóvenes, establece como línea de acción el desarrollo y 
calidad de vida, su principal reto, es diseñar y desarrollar modelos no 
formales, adecuados a las necesidades específicas juveniles, generando 
actividades atractivas. Así como ampliar las capacidades personales de los 
jóvenes de autocuidado de salud mediante la capacitación. 
 
De igual forma se pretende fomentar entre los jóvenes una cultura de 
prevención en torno a los temas de sexualidad prevención de adicciones y 
cuidado del medio ambiente. 
 
El Programa del Sexualidad se encuentre en éste proceso rector y se 
fundamenta en la Encuesta Nacional de Juventud 2005, la cual reporta que 
los jóvenes entre 15 y 29 años de edad (población a la que le brida servicio 
el IMJ) que ya ejercen su sexualidad, sólo el 52% usan métodos de 
protección contra las infecciones de transmisión sexual. Revela también que 
los jóvenes que tienen actividad sexual, 68% la iniciaron entre los 15 y 19 
años de edad y de éstos el 34 % reconoce haber empezado a usar métodos 
anticonceptivos hasta los 20 años. 
 
Por lo tanto este programa pretende fomentar una cultura preventiva en los 
jóvenes para que ejerzan su sexualidad de manera plena y responsable 
mediante acciones educativas no formales que les permitan identificar 
factores de riesgo y de protección en el ejercicio de su sexualidad. Por lo 
que establece dentro de sus objetivos los siguientes: 
 
• Fomentar entre las y los jóvenes del país una cultura critica para el 
ejercicio pleno y responsable de la sexualidad, a través de acciones 
educativas, de participación, de difusión y mediante acceso a 
información científica, objetiva clara y libre de prejuicios sobre 
sexualidad a jóvenes del país. 
• Fomentar los vínculos interinstitucionales e intersectoriales que 
trabajan la temática, principalmente al asesorar los institutos Estatales 
de Juventud en la implementación de programa. 
 
Acciones: 
• Capacitar y dotar de materialeducativo al personal de los Institutos 
Estatales de la Juventud para la planeación e implementación del 
programa de sexualidad. 
• Coordinar y concertar la realización de actividades conjuntas con 
Instituciones de Gobierno Federal y organizaciones civiles a nivel 
nacional que cuenten con un programa se sexualidad. 
• Difundir mensajes reflexivo-preventivos sobre temas de sexualidad a 
través de medios impresos. 
• Implementar actividades de educación no formal en temas de 
sexualidad y salud reproductiva juvenil. 
 
 
En el siguiente capítulo nos corresponde abordar el tema sobre la función 
que tiene el orientador en los ámbitos: escolar, familiar, personal y 
profesional, daremos un panorama general a fin de ubicar claramente cuáles 
son sus prácticas orientadoras. Situaremos las áreas de intervención, 
asimismo mencionaremos la formación del orientador de acuerdo a su 
función dentro del ámbito en el que se desarrolla. 
 
De igual forma se justificará la necesidad de una orientación profesional para 
los talleristas quienes desarrollan una educación sexual dirigida a los 
adolescentes. Se describirán los elementos necesarios para desarrollar la 
función orientadora, ubicando el área de intervención. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 2 
ÁMBITOS DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA 
 
Para poder desarrollar el tema: ámbitos de la orientación educativa, es 
necesario en primera instancia realizar una definición acerca del orientador, 
por lo que podemos decir, que el orientador es una persona que proporciona 
diversos servicios de información tanto individual como grupal, dichos 
servicios los practica en instituciones educativas, de salud, así como en 
industrias, en donde proporciona ayuda a las personas para mejorar su 
desarrollo educativo, personal y profesional. El orientador guía a las 
personas las aconseja, pero sobre todo les proporciona información para 
favorecer de manera integral su formación. 
 
Existe diversas funciones del orientador en los diferentes ámbitos tanto el 
familiar, escolar, personal y profesional, en cada un de estos actúa de 
manera remedial o rehabilitativo, ya que ayuda a las personas a superar sus 
dificultades. De igual forma existe la función preventiva por parte del 
orientador, es decir, se encarga de anticipar o evitar los problemas que 
puedan presentarse en el individuo. El orientador puede fungir como un 
educador evolutivo, ya que realiza planificaciones para lograr y sacar el 
máximo beneficio de las experiencias y potencial del orientado. 
 
Para que el orientador realice su trabajo y obtenga mejores resultados debe 
contar con los conocimientos acerca de uso adecuado de técnicas, teorías y 
métodos, mismos que fortalecerán su intervención. Asimismo es necesario 
que comprenda la interacción de las distintas características y estructuras 
personales, sociales y culturales del individuo a fin establecer 
adecuadamente cual será su función en base a las necesidades, por lo tanto 
su preparación profesional estará ubicada en el área pedagógica. 
 
 
2.1. ORIENTACIÓN FAMILIAR 
Existen diversos autores que han definido la función de la orientación 
familiar, algunos de estos consideran que esta estrechamente ligada con el 
papel que desarrolla la escuela. Estas afirmaciones se basan en que los 
patrones de conducta social se desarrollan en primera instancia dentro de la 
familia, los cueles posteriormente se transfieren a la escuela. Podemos decir 
entonces que la familia y la escuela forman contextos definidos pero a la vez 
estos se interrelacionan. 
 
Luis García (2003), considera que dentro de la orientación educativa se 
encuentran tanto la orientación escolar como la orientación familiar, y 
establece que, para definir la función de la orientación educativa es 
fundamental entender a la familia y a la escuela como contextos específicos 
de aprendizaje y socialización. Por lo tanto la orientación educativa debe ser 
un proceso de ayuda sistemático, en donde intervienen un grupo 
multidisciplinario y multiprofesional. 
 
Los principios de la acción orientadora se justifican tanto en el ambiente 
familiar como en el escolar, donde la familia debe participar activamente en 
la educación de sus hijos, ya que en primera instancia la educación forma 
parte de un derecho constitucional. La orientación dirigida a la familia 
además de fortalecer las etapas de la vida del ser humano, atiende a las 
problemáticas que se presentan. De igual forma responde a las situaciones 
de riesgo tanto en la escuela como en la familia; mediante acciones 
concretas de carácter preventivo y a través de programas y servicios. 
 
Por su parte Ma. Victoria Gordillo (1986), explica que el papel del orientador 
además de facilitar la comunicación y asesoramiento a los padres de familia 
con el propósito de resolver sus problemas, debe contar con la formación 
adecuada para realizar esta labor, en donde resulten beneficiosas tanto la 
familia como la escuela. 
 
“…..La familia tiene un papel fundamental en la formación del 
autoconcepto con sus consiguientes repercusiones en el aprendizaje 
y en el desarrollo vocacional. Por todos estos motivos, los 
orientadores se han sentido impelidos a buscar en la familia la 
explicación y el posible tratamiento de muchas de las dificultades 
presentadas por los alumnos….” (Gordillo, M. 1986: 89). 
 
Es importante aclarar que no existen muchos modelos teóricos de 
orientación familiar, sin embargo el modelo terapéutico puede desarrollarse, 
pero es difícil que el orientador cuente con esta formación. En relación a los 
enfoques básicamente se fundamentan con las aportaciones del 
psicoanálisis, el estructuralista y la psicología evolutiva 
 
En conclusión podemos decir que la orientación familiar es el proceso de 
ayuda a la familia en la educación, su función es prevenir, detectar, y 
solucionar problemas en las personas a nivel individual como grupal, ayuda 
a fortalecer las relaciones interpersonales para obtener una mejor calidad de 
vida del individuo. 
 
 
2.2 ORIENTACIÓN ESCOLAR 
Podemos definir a la orientación escolar como el proceso de ayuda al sujeto 
para mejorar su rendimiento académico y su adaptación al centro educativo. 
Para Adalberto Fernández (1980), la orientación escolar no sólo la realiza 
una persona, sino que debe existir un equipo integrado por médicos, 
asistentes sociales, psicólogos consejeros de orientación y escolares, los 
cuales estén involucrados en las tareas educativas del alumno. Hasta el 
momento no existe una figura específica que realice de manera eficaz e 
integral la tarea orientadora dentro de la escuela, ya que participan varias 
figuras en el desarrollo formativo del alumno. 
 
De igual forma es importante resaltar la participación del profesor como 
orientador, puesto que dentro del proceso enseñanza aprendizaje, éste 
realiza diversas tareas que además de fortalecer el desarrollo integral de sus 
alumnos proporcionándoles información para su formación. Sitúa las 
problemáticas que se presentan dentro del aula para llevar a cabo 
estrategias de solución. No debemos olvidar que para ésta función el 
profesor debe contar con las capacidades necesarias para poder interpretar, 
valorar y analizar estas problemáticas y así proporcionar ayuda y 
sugerencias precisas a sus alumnos. Podemos decir entonces que la función 
orientadora del profesor se desarrolla de manera eficaz y adecuada a partir 
de su formación. Por lo que Adalberto Fernández señala lo siguiente: 
 
“…Puesto que tal tarea no puede corresponder indiscriminadamente a 
todos los profesores, se suelen designar a uno de los profesores el 
profesor tutor u orientador como responsable especial de la 
orientación a parte de sus responsabilidades docentes. Por supuesto 
que el profesor en cuestión debe poseer una seria de cualidades que 
lo hagan capaz de su misión…..” (Ferández,A. 1980: 524). 
 
Luis García (2003), al definir la orientación educativa menciona que dentro 
de ésta se desarrollan dos contextos, el escolar y el familiar, los cuales se 
relacionan entre si, destaca también, que en estos contextos se desarrollan 
diversas funciones educativas básicamente se refiere a la prevención, 
asesoramiento, apoyo, información, diagnostico evaluación, coordinación, 
planeación y medición, por mencionar algunas, considerando que existen 
múltiples clasificaciones. 
 
Asimismo hace una clasificación de las áreas de intervención tanto en la 
escuela como familia, se refieren a la orientación vocacional; desarrollo 
social, personal y cognitivo; atención a las necesidades educativas 
especiales y apoyo a los procesos de enseñanza aprendizaje. En todas y 
cada una de estas áreas se desarrollan contenidos que responden a 
necesidades específicas para una adecuada intervención. Luis García 
establece lo siguiente: 
 
“…..Cuando se trabaja con familias o con comunidades educativas el 
concepto de áreas de intervención abarca los fines u objetivos de la 
intervención (para qué intervenir), los modos o formas (cómo 
intervenir), los contenidos (qué o sobre qué intervenir), en que 
contextos o sistemas intervenir (escuelas: equipos docentes alumnos, 
equipos directivos; familia: pareja padres, hijos abuelos etc.), 
dificultades que prevenir, problemas que resolver necesidades a las 
que atender….” (García L. 2003: 26) 
 
Ángel J. Lázaro (1986), por su parte señala que la educación en la escuela 
forma parte de la socialización del individuo, lo ayuda a instruirse a formarse, 
es por medio de la enseñanza y la orientación que se logran estos fines. 
 
En el ambiente escolar se enseña y asesora al alumno, en el aprendizaje de 
sí mismo conoce sus características intelectuales y de personalidad, por lo 
que se busca una autoorientación por parte del sujeto. La orientación es 
universal, es decir, debe estar dirigida a todos, no sólo a aquellos quienes 
tengan serios problemas, es de carácter informativo, a través de 
clasificación de las opciones del ambiente se estimula la toma de decisiones, 
con la finalidad de presentarles mejores perspectivas de conocimiento. 
 
Por otra parte es importante aclarar que el escolar se desarrolla en un 
ambiente familiar, social y personal en donde se proyecta esta orientación, 
sin embargo los estos ambientes son interdependientes y se pueden 
diferenciar. 
 
 
“….Por ello la orientación justifica su campo científico por la demanda 
de soluciones concretas, más que por inquietudes teóricas, dato que 
constata Reuchlin al indicar el origen socioeconómico en orientación 
personal y familiar, y el institucional-educativo en la orientación 
escolar….” (Lázaro A., 1986: 17). 
 
 
2.3 ORIENTACIÓN PERSONAL 
En esta área se distinguen los niveles individual, grupal e intergrupal y se 
abordan cuestiones como el desarrollo psicosexual de los alumnos, su 
proyecto de vida, las relaciones interpersonales en el grupo, la colaboración 
e intercambio. En relación con esta área se menciona como una función del 
tutor, promover acciones para estimular la autoestima y fortalecer el 
potencial de los estudiantes, así como orientar y canalizar a los alumnos a 
instancia adecuadas para apoyar su desarrollo. 
 
En este sentido el papel del profesor dentro de una escuela forma parte 
importante en la orientación personal de sus alumnos, ya que a medida que 
el profesor conozca a su alumno como alumno y como persona, teniendo 
claro no sólo su problemática estudiantil sino además reconocerlo como 
persona estableciendo prioridades buscando información relacionada con el 
rendimiento académico y con el comportamiento de cada alumno en el 
ámbito de la escuela. Le brindará los elementos necesarios para resolver su 
problemática sin olvidar que se podrá apoyar con especialistas de las áreas 
de pedagogía y psicología. 
 
La función del orientador como tutor sobre los alumnos de manera individual, 
es organizar actividades para conocer los conceptos de aptitud, intereses 
valores, etc. crear actividades para formar al alumno en la toma de 
decisiones y desarrollar acciones que favorezcan la reflexión sobre el 
conocimiento de sí mismo. 
 
La labor del orientador como un tutor sobre un grupo de alumnos, es 
desarrollar conceptos como escala de valores o concepto de sí mismo para, 
organizar actividades de aprendizaje de relación interpersonal. 
 
Por otro lado la función del orientador sobre el tutor o tutores, es 
proporcionar guías, teorías y metodologías sobre como conocer los rasgos 
de personalidad, además de preparar a los tutores para la toma de 
decisiones metodológicas. Asimismo le explicará los procedimientos 
adecuados para la intervención de sí mismo. 
 
 
2.4 ORIENTACIÓN PROFESIONAL 
Actualmente no existe un definición exacta acerca de cuál es la función de la 
orientación profesional, ya que diversos autores la conceptualizan desde 
diferentes dimensiones, por lo tanto es importante para poder definir la 
función de la orientación profesional se tome en cuenta, en primera instancia 
cuál es el objetivo, a quién va dirigida y la forma de intervención. 
 
La orientación profesional cuenta con tres principios fundamentales, el 
preventivo en donde el orientador se encarga de anticipar la aparición de un 
problema para que a través de la planificación exista una prevención. El 
desarrollo, como segundo principio, donde la función del orientador es 
ayudar al sujeto a estructurar su propia personalidad; a través de la 
interacción con el medio dotándolo de competencias para afrontar todas las 
etapas de su desarrollo. Por último el principio de intervención social, por 
medio del cual el orientador deberá tomar en cuenta el contexto social donde 
se desenvuelve el individuo a fin de interpretar y entender su totalidad. 
 
Para que la función del orientador se realice de manera adecuada se deben 
de considerar tres dimensiones que respondan a las preguntas: quién, es 
decir, el orientador profesional deberá identificar al objeto de intervención, el 
por qué, ubicará el propósito o finalidad, y el cómo, establecerá los métodos 
adecuados para llevar a cabo su labor. 
 
La orientación profesional en la actualidad se desarrolla en tres contextos 
diferentes, el educativo que se presenta en el ámbito escolar y comunitario 
su finalidad es preparar al individuo para la vida profesional a través de un 
diseño curricular que respondan a la gran diversidad de alumnos y que a la 
vez responda a las exigencias de un sociedad cambiante. Existe también el 
contexto organizacional y laborar, el cual se refiere al periodo de desarrollo 
profesional en donde se considera que, al realizar las tareas del puesto de 
trabajo se presentan fases de adaptación, promoción, formación continua, 
búsqueda de nuevos cambios o abandono de trabajo, o adaptación a nuevos 
situaciones como disponer de tiempo libre. 
 
Según Víctor Álvarez (1994:238) “…..La orientación profesional es la 
relación del hombre con el mundo del trabajo en el periodo formativo 
(contexto educativo), en el trabajo propiamente (contexto de las 
organizaciones) y en el periodo de su desarrollo personal (contexto 
de tiempo libre)….” 
 
Para Ma. Victoria Gordillo (1986), la orientación profesional no sólo se trata 
de la preparación del individuo para una vida profesional, ya que se deben 
de incluir otros objetivos que respondan a la necesidad de atender a 
diferentes estilos de vida, ayudar al sujeto a la toma de conciencia de su 
propio proceso de socialización, buscando su adecuación, para la 
interrelación de su profesión con el contexto social, tomando en cuenta sus 
constantes cambios. El modelo que se desarrolla en la orientación 
profesional es el terapéutico, ya que le proporciona al individuo a través de 
un diagnostico, conocimientos sobre sus capacidades intelectuales

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