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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS “ELEMENTOS TEATRALES PARA UN TALLER DE TEATRO A NIVEL PREPARATORIA” TESINA QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN LITERATURA DRAMÁTICA Y TEATRO PRESENTA: JOSÉ MANUEL PÉREZ FALCONI ASESOR: MTRO. RICARDO GARCÍA-ARTEAGA AGUILAR SINODALES: ARACELI REBOLLO HERNÁNDEZ BENJAMÍN GAVARRE SILVA MANUEL CAPETILLO ROBLES-GIL MARIO MARTÍNEZ LAGE Facultad de Filosofía y Letras Facultad de Filosofía MÉXICO, D. F. 20 OCTUBRE 2007 y Letras UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A todos aquellos que sin dudar saben que los llevo en mí: Mi esposa Jimena y mi hija Mariana, Mis papás José y Mirella, Mis hermanos Luis, Jorge, Rosalinda y Alejandro, Mis tías Rosalinda y Alma. A mi primo José Camargo por su gran apoyo incondicional. ÍNDICE página INTRODUCCIÓN............................................................................................................................. 1 CAPÍTULO 1. Bosquejos del pasado 1.1 Sobre la enseñanza-aprendizaje en un taller de teatro………………………….…….…….…… 4 1.2 Ordenando el laberinto…………..……………….………………………………….................... 6 CAPÍTULO 2. Fundamentos teatrales para un taller de teatro a nivel preparatoria 2.1 Funciones de la educación artística………………....................................................................... 7 2.1.1 ¿Por qué la educación artística?..................................................................................... 7 2.1.2 ¿Y el teatro específicamente qué nos ofrece?............................................................... 12 2.1.3 ¿Quiénes pueden participar del arte?............................................................................ 15 2.2 Conocimientos prácticos para el docente………………............................................................. 16 2.2.1 Para acercarse a un texto dramático............................................................................. 17 2.2.1.1 Conflicto....................................................................................................... 17 2.2.1.2 Acción dramática.......................................................................................... 18 2.2.1.3 Los personajes simples y complejos............................................................. 18 2.2.2 Para dirigir……............................................................................................................ 19 2.2.2.1 El espacio escénico....................................................................................... 19 2.2.2.2 La posición corporal..................................................................................... 20 2.2.2.3 Jerarquías...................................................................................................... 21 2.2.2.4 Movimientos................................................................................................. 22 2.2.2.5 Ritmo teatral................................................................................................. 23 2.2.2.6 Producción del montaje…............................................................................ 25 A) ¿Qué es la producción teatral?............................................................... 25 B) Preproducción…………………………………………….................... 26 C) Ensayos y realización…………………………………………………. 28 D) Producción…………………………………………………………….. 28 E) Comercialización……………………………………………………… 29 F) Posproducción…………………………………………………………. 29 G) Formatos………………………………………………………………. 30 2.2.3 Para promover espectadores......................................................................................... 30 2.2.3.1 ¿Cuál es el papel del público para el teatro?................................................. 30 2.2.3.2 ¿Cuál es el papel del teatro para el público?................................................. 32 CAPÍTULO 3. Teoría actoral 3.1 Introducción a la técnica de actuación………………….............................................................. 33 3.2 Adaptación, integración…………................................................................................................. 34 3.3 Expresión corporal y verbal…………….…................................................................................. 34 3.4 Aptitudes mentales…………........................................................................................................ 35 3.4.1 Desinhibición................................................................................................................ 36 3.4.2 Concentración............................................................................................................... 38 3.4.3 Imaginación.................................................................................................................. 39 3.4.4 Creatividad.................................................................................................................... 41 3.4.5 Afectividad.................................................................................................................... 45 3.5 Creación del personaje…………..……........................................................................................ 48 3.6 La interpretación………............................................................................................................... 52 3.6.1 Proyección……………………………………………………………………………. 52 3.6.2 Interpretación del texto……………………………………………………………….. 54 3.6.3 Interpretación actoral…………….…………………………………………………… 55 3.7 Improvisación................................................................................................................................ 55 3.8 Tono............................................................................................................................................... 57 CONCLUSIONES............................................................................................................................. 60 ANEXOS……………………………………………………………………………......................... 62 I.- Formatos………………………………………………………………………………… 62 II. Metodología y dinámicas de un taller de teatro a nivel preparatoria 2.1 Juegos…………………………........................................................................................ 72 2.1.1 Funciones del juego…………………………………………........................... 72 2.1.2 Recomendaciones generales………………………………………………….. 72 2.1.3 Dinámicas de juegos………………………………………………………….. 74 2.2 Un cuerpo expresivo……….............................................................................................. 79 2.2.1 Metodología…………………………………………………………………... 79 2.2.2 Dinámicas hacia la expresividad……………………………………………… 81 2.3 Improvisando……............................................................................................................ 104 2.3.1 Metodología………………………………………………….......................... 104 2.3.2 Dinámicasde improvisación…………………………………………………. 104 2.4 Hacia un actor integral………….…………….……........................................................ 118 2.4.1 Metodología………………………………………………………………….. 118 2.4.2 Dinámicas de actuación……………………………………………………… 119 BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................... 125 1 INTRODUCCIÓN Cuando impartí clases en el taller de teatro de la preparatoria de la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR), en el periodo 1999-2005, en un inicio tenía la idea de experimentar, de crear hechos escénicos profundos. Pero nunca pensé en los intereses de mis alumnos, sólo imaginé que, al igual que mis compañeros de la facultad, tendrían un arraigado impulso por el teatro de búsqueda, un ímpetu por lo artístico y sustancial. No encontraba otro modo de aprender que haciendo teatro. Cada ensayo mostraba las faltas, y tanto los alumnos como yo aprendíamos sobre la marcha. De vez en cuando les ponía algunas dinámicas que me parecían interesantes, encontradas en libros, en personas de teatro y en el mismo salón de clases. En realidad mi intuición impulsaba todo. Por otro lado, en Ciudad del Carmen las ofertas usuales son las lucrativas, y además son muy pocos los jóvenes que acuden al menos a este tipo de teatro comercial. Ante esto, uno de mis propósitos surgió de la necesidad de poseer un método adecuado para iniciar a los preparatorianos en el complejo mundo del teatro; un teatro más abierto, más comunicativo y trascendente. La mayoría de los documentos y libros sobre actuación ofrecen fundamentos bastante profundos sobre el proceso creador del actor, pero no son correlativos a mis fines, además que los alumnos mantienen una resistencia cuando se trata de leer. Algunos otros, planeados para jóvenes, como Fernando Bercebal1, Pedro Pérez Oliva2, Francisco Beverido3 formulan una práctica muy respetable, e, incluso, un ordenamiento lógico y didáctico en su desarrollo, pero sus principios no siempre se aplican a las necesidades particulares de mis alumnos preparatorianos. En definitiva, cada grupo va adoptando lo que más le conviene a su labor teatral. Es en esa esfera en la que se centra esta tesina, en la necesidad de encontrar un camino propio, eficaz, siempre abierto, para que mis alumnos amen el teatro e inicien su desarrollo4 en este quehacer tan difícil: De acuerdo a Peter Brook: 1 Fernando Bercebal, Un taller de drama, Ciudad Real, España, Ñaque, 1999. 2 Pedro Pérez Oliva, Iniciación al teatro popular, Madrid, Doncel, 1973. 3 Francisco Beverido Duhalt, Taller de actuación, México, D. F., Escenología, 1997. 4 Desarrollo que, quizá en pocos casos, continúe en lo profesional; en su gran mayoría se enfoca a un acercamiento que contribuye a apreciar mejor el fenómeno teatral y coadyuva al desarrollo integral del individuo. 2 Para hacer teatro sólo se precisa una cosa: el elemento humano. Esto no significa que el resto carezca de importancia, pero no es lo principal.5 Tomo ese principio en la presente tesina para empezar a construir desde lo más esencial. Lo demás – escenografía, música, etcétera -, que enriquece, y en algunos casos es protagónico, no es obligatorio. Encaminado a cualquier persona que quiera hacer teatro y no sepa cómo, y a quienes, ya sabiendo, pretendan adquirir una metodología o mejorar su quehacer. En algunos casos puede parecer vana la conceptuación exagerada hasta de palabras comunes y corrientes, creemos que lo ordinario no merece tanta atención, creemos que realmente lo entendemos, y, cuando pedimos explicarlo, nuestra sapiencia es muda. Con la claridad de las cosas más simples accedemos a una mayor conciencia. Pensado para enseñar a actuar a jóvenes estudiantes de 15 a 20 años de edad. Propongo ser práctico, pero sin perder el sentido lúdico. Mientras más jóvenes somos, jugamos más, nos gusta bailar, nos gusta el deporte, la recreación, la rebeldía. Todo nuevo aprendizaje se asimila mejor jugando. Actuar es jugar. Y aún la teoría más abstracta tiene una orientación práctica, y, por lo mismo, un camino dinámico por dónde accederle. Durante el taller que impartí, que además permitió a los escolares la observación directa de la realidad, se establecían entre unos y otros unas relaciones distintas a las que existen habitualmente en el colegio. A veces, alumnos que en otras clases pasaban desapercibidos o mostraban una actitud negativa, eran los más entusiastas y participativos cuando tenían ocasión de convivir con sus compañeros en juegos escénicos; sorprendían con unas habilidades que no pueden manifestarse en la vida escolar normal. En el primer capítulo, “Bosquejos de mi pasado”, presento, a manera de reminiscencia, aspectos de mi pasado, como alumno y como maestro, que me han dejado inquietudes y sobre las que baso todo el documento, definiendo la problemática y los temas a desarrollar. Parto de ahí para presentar los elementos teatrales que podría contener un taller de teatro a nivel preparatoria. Propongo lo siguiente: en “Fundamentos”, menciono los conocimientos básicos que, considero, debe tener presente el monitor, para ubicarse en el complejo mundo del teatro, y para que crea en su eficacia, en su vigor, en su impulso. En el capítulo: “Teoría actoral” respondo al qué, para qué, cómo y por qué de algunos recursos que usa el actor para prepararse y para 5 Peter Brook, La puerta abierta, Barcelona, Alba, 1999, pág. 23. 3 crear. Y finalmente, en el anexo presento una serie de dinámicas en orden progresivo, donde reside el entrenamiento del actor en sí, cuyos diversos ejercicios están apoyados en los contenidos del capítulo último. En este explico, también, la metodología, las experiencias y los consejos que me han resultado para llevar a cabo la organización de las clases. Resulta comprensible que el teatro no puede prepararse de la misma manera como si se fuera a trabajar la tierra o a construir una mesa, ni tampoco como cualquier materia escolar, donde no se ve tan afectada la sensibilidad del alumno ni existe un afán por fomentar la imaginación, la creatividad, el autoconocimiento, y demás elementos que intervienen en la creación teatral. Cambiar por unos días las rutinas y la disciplina, inevitables en las aulas, por unas jornadas de convivencia teatral, beneficia por igual a alumnos y profesores. 4 CAPÍTULO 1: Bosquejos del pasado 1.1 Sobre la enseñanza-aprendizaje en un taller de teatro Trataré de acercarme a los recuerdos que tengan que ver con la enseñanza- aprendizaje del taller de teatro durante mi experiencia como docente en la preparatoria de la UNACAR. Aludiendo un poco a las siguientes preguntas ¿Qué debe aprender uno? ¿Cómo lo debe aprender? La mayoría de las ocasiones en las que uno emprende algo nuevo, no suele tener conciencia del proyecto en el que se embarca. Mis alumnos inician, en su mayoría, con un desconocimiento total acerca del mundo del teatro. Se inundan, o mejor dicho, se dejan inundar de información, de técnicas; y sólo hasta que han “abierto los ojos” ciertos temas se les hacen necesarios y valiosos. Es entonces cuando comienzan a preguntarse si eso que aprenden es conveniente o no, si existen otros mejores caminos, ó a dónde los llevará su desarrollo. Llegar a ese punto lo más pronto posible es una de las finalidades de mi proyecto. En la universidad en la que trabajo se toma al método constructivista como modelo, el cual promueve ese estado de conciencia. “La educación pretende: la construcción por parte del alumno de significados culturales… La intervención educativa debe tener como objetivo prioritario: el posibilitar que los alumnos realicen aprendizajes significativos por sí solos, es decir, quesean capaces de aprender a aprender”1. Dediqué tiempo a leer sobre el aprendizaje-enseñanza y hallé eco en el constructivismo, es en esa línea en la cual busco que los alumnos establezcan relaciones ricas entre el nuevo contenido y los esquemas de conocimiento ya existentes, e intervengo sólo cuando no son capaces de realizar las cosas por sí mismos, pues mi intención es dejar que lleguen solos a las soluciones. Aprender a aprender es algo inherente al ser humano, tiene muchos niveles y edades, es una capacidad que se mejora y, al igual que otras facultades mentales, no parece tener límites. Aprender a aprender es hacer que un nuevo aprendizaje se vuelva significativo, que se relacione de manera substantiva con nuestra realidad, pero también es cuestión de una nueva actitud. 1 Catalina Alonso, Los estilos de Aprendizaje, Bilbao, España, mensajero, pp. 37, 38. 5 Cuando inicié la docencia desconocía por donde empezar. Sólo sentía una inmensa energía que me empujaba hacia delante, me sentía nervioso, fresco y motivado. Toda una carrera y estaba lleno de dudas. Mis alumnos tenían mucho que aprender y poco tiempo para hacerlo. En algo no había duda, no podía enseñarles todo lo que sabía; tenían que mejorar la voz, la expresión corporal, y su trabajo escénico en general, y sólo pasaban dos horas a la semana en el taller. Sabía que eran estudiantes de bachillerato, no profesionales ni estudiantes de actuación, ¿cuáles debían ser los verdaderos límites para ellos? ¿Cómo sería la enseñanza adecuada? Y, además, si el trabajo actoral era pobre, ¿qué podía enriquecer para compensar el montaje? Pensaba además que eran muchos alumnos, tenía varios grupos y no podía montar lo mismo con todos ellos. Unos eran más entusiastas, otros más responsables, otros ninguna de las dos cosas; en fin, la variedad de alumnos exigía variedad en la enseñanza. Asimismo no encontré suficientes obras para todos ellos, necesitaba obras con tres personajes, pero también con quince. Incluso, condicionado a tener cierta cantidad de personajes femeninos y cierta de masculinos. Además, cada diciembre debía presentar pastorelas. Hay pocos libros que las contengan y no todos me entusiasmaban. ¿Podría escribirlas yo mismo? Algunas veces lo hice, pero demandaron un porcentaje de tiempo extra-laboral muy desgastante. Además me encontré con una serie de problemas que quizá no eran necesariamente cuestiones didácticas: al iniciar con la vacante que dejó otro maestro, sus ex-alumnos más veteranos se resistían ante mi forma de enseñar. Eso no pasaba con el resto de ellos, los principiantes e intermedios. ¿Cuál era la razón? Por una parte los alumnos se encariñan y acostumbran a los maestros. Además tuve dificultades al vivir en provincia, la lejanía con escuelas y movimientos teatrales me hizo sentir desamparado, no era fácil recurrir a nuevos métodos ni consultar con homólogos. Mi empeño por acudir a montajes, clases y cursos, mi afán por leer, por preguntar, me ha entregado respuestas. Pero sé que lo que aprendí y descubrí no basta. Es necesario construir, y construir creativamente. Desde que inicié hasta hoy día2, cada semestre tengo que entregar resultados, y los resultados del arte están a la vista de todo el mundo (un examen de matemáticas se queda en el salón de clases, en cambio un examen de actuación –en nuestro caso- se hace en un escenario abierto al público). Eso me obliga a no descuidar ningún proyecto, a diseñar y ejecutar un plan que ofrezca productos satisfactorios. En mis primeras clases 2 Ahora trabajo en la licenciatura en artes escénicas, área actuación, de la misma UNACAR 6 propuse lenguajes teatrales, sugerí personajes originales y extravagantes. Poco a poco me percaté de que el mundo adolescente, en su mayoría, es un mundo televisivo, aferrado a esquemas de moda. Se arriesgaban poco. Sus proyectos tenían un solo enfoque, buscaban obras como Vaselina. ¿Debía hacerles caso y aprovechar ese entusiasmo? ¿Qué podría modificar para hacerlo más interesante? ¿Todo sería banal si trabajaba con eso? Decidí llevarlo a cabo. Obtuve algunos buenos resultados: se integraron mucho más alumnos, gocé de una mayor cantidad de público; y, puesto que la obra tiene una carga muy fuerte de superficialidad, intenté aminorarla al proponer lenguajes teatrales que sugerían e incitaban a la imaginación, también modifiqué un poco la historia y los personajes, acercándolos más al contexto de Ciudad del Carmen; durante los ensayos enfatizaba valores como disciplina, trabajo en equipo y otros. Tales resultados me hicieron ver que, a pesar de no ofrecer un teatro de trascendencia artística, brotaron cosas que valieron la pena, y, sobre todo, me di cuenta de la enorme responsabilidad artística que tengo, empero también, educativa y social: El problema era, y es, ofrecer atractivamente alternativas culturales, en vez de avalar, y por tanto reforzar, mensajes de banalidad, comercialismo y conformismo. Tratar de no sacrificar calidad por éxito. 1.2 Ordenando el laberinto Al hablar sobre mi experiencia en el taller de teatro me hallo ante muchas alternativas, se pueden plantear temas sobre la educación artística, la actuación, la dirección, la dramaturgia, la producción y el público. Reconociendo mis preferencias en lo dicho anteriormente, propongo: la enseñanza de la actuación en un taller de teatro para preparatorianos; creo que puede ser muy importante plantear los elementos teatrales básicos que puede contener. Existen unas preguntas hacia las que apunta la presente tesina y de las cuáles parte mi propuesta: 1. ¿Cuál es el papel de la educación artística y del teatro, como disciplinas, en el bachillerato? 2. ¿Qué debe contener un taller de teatro a nivel bachillerato? 3. Y, finalmente, ¿cómo debe enseñarse en dicho taller de teatro? 7 CAPÍTULO 2: Fundamentos teatrales para un taller de teatro a nivel preparatoria 2.1 Funciones de la educación artística El taller de teatro, dónde trabajé, pertenece a diferentes contextos: sociales, educativos y artísticos. Se enfrenta con una problemática enorme, entre ellos, uno de los que más me importa referir son los prejuicios acerca del arte, el cual se ve como un lujo o como algo innecesario. Me encontré con profesores que desacreditaban a mi materia, decían que no valía la pena, además había casos en que los propios alumnos mencionaban que ellos no iban a ser actores y no tenían mayor interés en una asignatura que no iba a servirles de provecho. Yo mismo tenía ciertas dudas. Así que decidí investigar al respecto y explicar los valores que posee y cómo los proporciona. 2.1.1 ¿Por qué la educación artística? La educación artística brinda a todos mayores posibilidades de desarrollo (físico, intelectual y emocional). Su propósito no es, propiamente, el de formar artistas, sino individuos integrales, para ser un mejor médico, un mejor abogado, un mejor ingeniero. Explicaré diez maneras en que la educación artística ofrece beneficios y contribuciones al desarrollo humano. 1. Contribución al desarrollo de la sensibilidad. Hay obras de arte que les resultan ajenas a la mayoría de la gente. Los motivos son muchos, pero, en algunos casos, porque no han aprendido a leer los códigos que tales obras exponen; generalmente, obras que se alejan de lo cotidiano: podría ser más fácil disfrutar de la pintura “Venus y Marte” de Boticelli que “El Enigma de los Deseos” de Dalí. En cambio, cuando a las personas se les da la oportunidad de vivir experiencias estéticas, aprenden, poco a poco, a disfrutar y a apreciar, con mayor profundidad, arte de todo tipo. Cualquier obra artística posee una riqueza enorme en la cual viajar. Una riqueza altamente metafórica, por las imágenes que genera, las sugerenciasque deja flotando. Si 8 admiramos, por ejemplo, el mural “Del Porfirismo a la Revolución” ubicado en el Palacio de Chapultepec, no sólo nos estremecerá esa fila de cadáveres que se pierde en el horizonte, ó la violencia y la firmeza que transmiten algunos rostros, también nos podría llamar la atención la composición de colores, el vigor de tal pincelada, el tratamiento de la forma, y si nos acercamos más, hallaremos elementos históricos, sociales, humanos: el tema de la muerte, la lucha, los zapatistas, los carrancistas, los villistas, Porfirio Díaz; nos hablará de realidades mentales y mundos posibles1. Cuando más detenidamente se contempla una obra más elementos aporta a la sensibilidad. Pero se trata, ante todo, de una experiencia total que explicaré más adelante. 2. Contribución al desarrollo de la capacidad de crítica. Así como existe un arte que enriquece, también hay un pseudoarte2 empobrecedor que ofrece formas y contenidos, quizá agradables, pero superficiales y enajenantes. Abunda en los medios masivos de comunicación. Y el problema es que es el más influyente sobre las masas, posee inmediatez con la percepción de la gente; basta con encender el aparato para que las imágenes y/o sonidos –que son ideas-, penetren en el hogar, modificando, ante la pasividad del auditorio, hábitos y pautas de la vida familiar, de la educación, de la cultura en muchos sentidos. En contraposición, la persona que aprende a disfrutar y a comprender el arte, se cansa ante formas vacías y repetitivas, se convierte en una persona con un juicio, con una opinión, ya que cuando “contempla una obra, también puede definir ante sí los caudales que van implícitos en la presencia y participación activa del carácter expresivo; pues los elementos, lejos de haber sido elegidos azarosamente, fueron escogidos por sus posibilidades de transformación y por lo que las cualidades pueden aportar a la situación significativa: forman parte de una idea y son vehículo de la sensibilidad.”3 De esa manera se amplía el discernimiento y la capacidad de crítica. Se tiene nuevas herramientas para saber diferenciar el arte del pseudoarte y escoger ricas y variadas experiencias estéticas, se comprende el derecho que se tiene de disfrutar, rechazar y modificar las manifestaciones artísticas del modo que a uno le 1 Cf. Daniel Prieto, Estética, México, D. F., Anuies, pp. 60-63. 2 “Definimos al pseudoarte como aquél que ofrece una versión distorsionante de la realidad y que por su estructura formal apunta a provocar en el receptor nada más que un efecto”, ejemplo: un personaje galán de telenovela comercial es una caricatura del ser humano, su pobreza es pintoresca, sus manchas de aceite son un maquillaje curioso, igual que la rotura de su pantalón y su cabello está pulcro, su manera de hablar no es exactamente la de un mecánico; no importa disfrazar la realidad con tal de agradar al televidente y vender más. Prieto, Daniel. Estética. Anuies. Pág. 35 3 Cf. Ídem., pp. 60-63 9 plazca, se sabe con derecho a producir arte en la versión que prefiera, y aún inventar la propia versión. 3. Contribución al desarrollo de la conciencia. “En distintas épocas, el arte ha servido para que lo espiritual se hiciese visible a través de una obra. El artista transforma una idea en metáfora. Esta idea puede ser religiosa, civil, social, psicológica, u otra. Esta función convierte lo personal en colectivo, pues otros pueden participar de las creaciones artísticas y asumir una significación colectiva que no tendrían de ningún otro modo.”4 De esta manera el hombre ve reflejados los miedos, los sueños, los recuerdos, las creencias..., tanto propios como ajenos; amplía su experiencia al poder conocer lugares, vivencias, ideas..., mediante otras personas. Abre los ojos ante una realidad, aún siendo absurda, mundana ó cotidiana, pues el artista captura, además, aquello a lo que no prestamos atención y pasamos por alto. Así, la gente percibe agudas afirmaciones sobre su condición y sus valores. El producto artístico influye en el entorno. En esta orientación el arte opera como crítico y visionario de la sociedad, como propiciador de la conciencia; comenta al mundo y nos hace sentir algo. 4. Contribución al desarrollo de la conciencia individual. En cualquier arte se refleja la expresión del hombre. Esta expresión es única, irrepetible. Si pensamos, por ejemplo, en dos buenos actores que interpretan el mismo personaje, es muy seguro que ambos lo harán con expresiones diferentes; lo mismo sucede con pintores, poetas, músicos y demás. A cada uno le nace y siente algo distinto en el momento creador. En ese sentido el arte educa y estimula a pensar por uno mismo, motiva a expresar el fondo de la personalidad, a concentrarse mentalmente. Cualquier persona que vea claro sus inclinaciones, sus disposiciones naturales y aptitudes, no irá desorientado, zarandeado por las impresiones superficiales y externas. El arte da vida interior, conciencia, un rostro propio, capacidad de discernimiento para enfrentar las situaciones que se puedan encontrar en la vida. 5. Contribución al desarrollo de la expresividad. Tenemos una necesidad intrínseca de expresarnos, de comunicarnos, de llegar a otros. Para ello existen lenguajes verbales y no verbales: palabras, sonidos, gestos, imágenes… Ninguno vale más que otro, cada uno expresa como no podría hacerlo el resto. El arte es sólo una posibilidad más para decir lo que queremos, una posibilidad vasta, en la que se construyen nuevos significados, y, así como todo lenguaje, tiene sus alcances, su 4 Cf. William Fleming, Arte, música e ideas, México, D. F., Mac Graw Hill, 1989, pág. V 10 riqueza. Para llenarse y retribuirse de él, es preciso desarrollarlo, motivar su uso consciente. No es pertinente esperar que su adecuada utilización surja espontáneamente, sin que medie el descubrimiento, desarrollo y análisis de los recursos utilizados en la creación. La práctica artística ayuda a conquistar los medios que permiten a cada persona idear, proyectar y llevar adelante su mundo de imágenes por medio de la indagación, el contacto sensorial y sensible, la realización, la reflexión y el conocimiento, todos ellos relacionados entre sí. 6. Contribución al desarrollo de las emociones. El arte impacta en las emociones, somos seres sensibles. Al manifestar algo en un cuadro, en una canción, o poema, o escultura, dejamos algo que no sólo es racional, nos encontramos, también, con lo que sentimos, y generamos ciertas reflexiones al respecto, ayudando a un mejor manejo y entendimiento de nuestras emociones. Existe una inclinación a excluir esta parte de la educación y hay una inteligencia emocional que puede ser desarrollada. Didácticamente, un alumno se motiva a aprender cuando se involucra emocionalmente: la educación debe ser atractiva, divertida y emotiva, si hay emoción en el aprendizaje, es probable que el recuerdo sea más duradero. 7. Contribución al desarrollo de valores. Igual que en cualquier asignatura, en el arte también se promueven valores humanos, como la disciplina: un pianista disciplinado obtiene mejores frutos que aquel que no lo es, además se fortalece el espíritu de colaboración: la danza y el teatro necesitan de un trabajo en equipo para desempeñar su trabajo; igualmente la integración: el arte genera unión entre los seres humanos, basta pensar en un concierto masivo o en una pieza cálida en una noche romántica, conlleva una manera de impactar en las emociones y un abrirse al encuentro con el otro. En general, muchos de los valores que benefician todas las relaciones humanas, como el respeto, la responsabilidad, la constancia, la tolerancia, entre otros valores, pueden ubicarse fácilmente en cualquier experiencia de aprendizaje. Pero,además, la educación artística aporta nuevos valores: estéticos, pues en ella se motivan procesos y productos sensibles y creativos. Cuando observamos una obra artística nos percatamos de “otros contenidos”, metafóricos, que van más allá de los intereses expresivos individuales y de las necesidades pragmáticas de la comunicación social corriente. 8. Contribución al desarrollo de la identidad cultural. Al conocer y aprender a apreciar la cultura artística nacional, regional y local, se concientiza y se valora la 11 cultura propia. “La identidad se construye a través de prácticas sociales concretas y no en la abstracción del deseo o intención de identificarse. Nadie va a ser tzotzil por el simple deseo de serlo. Se es tzotzil cuando se viste como tal, se trabaja, come, se ocupa tal territorio; cuando uno juega, reza, participa en las faenas comunales, en las fiestas, en el nombramiento de autoridades, en manifestaciones artísticas. Al realizar sus prácticas cotidianas y rituales, los pueblos producen símbolos que cargan y llenan de significados a los objetos y a los pensamientos. Por ejemplo, el maíz (que para algunos es un simple producto agrícola alimenticio) deja de ser sólo alimento y se transforma en un largo, complejo y extraordinario proceso de simbolización: por ejemplo, en origen de la vida (en el Popol Vuh, los mayas dicen que los hombres fueron hechos de maíz); en cuerpo y sangre del hombre (los nahuas de las huastecas no barren el maíz que queda en el piso, sino que lo recogen uno por uno porque es sagrado); en fruto divino (que nos otorga la madre tierra y el padre sol); en historia, leyenda, tradición, danza, cuento, corrido, canto, fiesta (al cosechar), en oración y bendición (a la semilla antes de sembrar)... El maíz se ha convertido en un símbolo lleno de significados y el acto de comer ya no es tan sólo “la actividad mediante la cual el hombre recupera la energía perdida”, pasa a ser un acto cultural. Así como el comer, también el lenguaje, el vestido, el juego, las fiestas y el resto de las prácticas cotidianas y rituales (festivos y ceremoniales) crean sus símbolos, otorgándoles sus propios significados y así el hombre pasa del mero consumo de satisfactores vitales a la recreación del universo, la naturaleza y la sociedad en la que se explica y significa el todo... El cosmos, la totalidad ordenada por su pensamiento colectivo... la cosmovisión. A través de ésta, cada pueblo trata de explicarse el origen del universo, del mundo, de la vida, la salud, la belleza, el orden de las cosas y sus contrapartes: la muerte, la enfermedad, lo feo y el caos. La identidad de un individuo, y con ello su fortaleza cultural, se nutre de manera definitiva de su entorno inmediato, el barrio o la comunidad: la identidad de un pueblo se enriquece y se renueva a partir de las aportaciones modestas, pero permanentes, de los individuos que la conforman.”5 9. Contribución al desarrollo matemático. Muchas composiciones artísticas requieren un manejo de la perspectiva, del ángulo, del espacio, del peso, de simbología, de la lógica y el razonamiento analítico. 5 Cf. Tomado del artículo: José Antonio Mac. Gregor, Reflexiones en torno a la “identidad”, pp. 33-35; en el libro: Selección de textos: Alma Montero Alarcón, Módulo histórico social, Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural infantil, México,1998 12 10. Contribución al desarrollo psicomotriz. La danza y el teatro están ligados al deporte, demandan buena salud y habilidades psicomotrices para lograr sus discursos corporales. Exigen, evidentemente, un control físico determinado. Ser expresivo sólo con el gesto, con el movimiento y los desplazamientos equivale, entre otras cosas, a tener conciencia de las capacidades y limitantes corporales, y a haber desarrollado aptitudes motrices. Una persona con buena coordinación, fuerza, agilidad, elasticidad y equilibrio podrá conseguir, con mayor eficacia, representaciones escénicas corpóreas de mayor complejidad. 2.1.2 ¿Y el teatro, específicamente, qué nos ofrece? La naturaleza de este lenguaje artístico también nos ofrece sus particulares posibilidades en la educación. He aquí siete: 1. Contribución al desarrollo de la conciencia social. El teatro gravita en las relaciones humanas. El teatro basado, en esencia, en la vida misma, solo puede ser eso: un espejo colectivo y/o individual que arremete o defiende la realidad, la desnuda o la reviste; nos abre los ojos ante lo que antes no veíamos pero allí estaba; el teatro es un espacio que muestra lo que el mundo es, lo que podría y, quizá, debería ser. De acuerdo a Emilio Carballido: ...al encarnar un personaje (aunque sea como espectador) nos posesionamos de él, de su psicología, su entorno, su vida, su relación con otros personajes, es decir, accedemos a la parte más sensible del ser humano. Es un ejercicio que afina la capacidad de comprender a los demás y por tanto de asimilar mejor el tejido de las relaciones humanas y nuestro propio papel en la sociedad.6 2. Contribución al desarrollo del conocimiento del ser humano. Por medio del teatro, mejor que con ningún otro recurso similar, podemos advertir la actividad existencial del hombre, ver reflejados sus miedos, sus sueños, sus deseos, sus problemas, su grado de pasividad o emergencia. Al involucrarse con un personaje, junto a él se busca, o se cae, en una solución al problema, situación o vicio que lo aqueja. Si los personajes son cómicos, uno se divierte con ellos; si son reflexivos, se medita las cosas con ellos, si son trágicos se compadece por ellos. Todo se hace en vivo, con 6 Emilio Carballido, Teatro para adolescentes, México, D. F., Editores mexicanos unidos, 2001, pp. 6-8 13 sonidos, movimientos e imágenes reales. Es un encuentro de la gente con sus propios sentimientos y reflexiones. Es un cultivo de la sensibilidad hacia las cosas de la vida y se asimila la realidad de un modo activo. 3. Contribución al desarrollo de valores. Dada su característica de trabajo en equipo, el teatro puede promover actitudes de respeto por los otros, de cooperación y solidaridad, de compromiso y responsabilidad. Quienes intervienen en juegos dramáticos, tienen la oportunidad de exponer sus propios puntos de vista sobre las situaciones que juegan, contrastarlas con la de otros participantes, argumentar frente a criterios opuestos, aumentando sus propias posibilidades de descentración y la adquisición de un repertorio más amplio de respuestas valorativas. 4. Contribución al desarrollo del conocimiento en general. Cumple infinidad de alternativas, puede seguir siendo religioso, político, moral, sedante psicológico, épico, lírico, histórico, de búsqueda, de éxtasis, de revisión, de protesta, ecológico, documental, de testimonio, terapéutico, de retención, de toma de conciencia, etcétera. Cualquier situación representada requiere, si se desea comprenderla, de un conocimiento básico del contexto cultural específico en el que está ubicada para así acceder a los contenidos expresados. Chapato expone en “Artes y Escuela” que: …Se busca que los estudiantes puedan progresivamente comprender que el teatro ha evolucionado y cambiado a lo largo de su historia, que han influido sobre él las ideas y las concepciones estéticas predominantes en cada tiempo y cultura y que las obras teatrales permiten acceder a la interpretación de las problemáticas que preocuparon a los artistas y los modos en que las expresaron. Esta perspectiva histórico-cultural facilitará la valoración de las obras dentro de un determinado estilo o periodo histórico y de los hechos teatrales como testimonios y artefactos transformadores de su tiempo.7 5. Contribución al desarrollo del lenguaje. Por medio del teatro entendemos el poder del diálogo,reconocemos que escuchar y hablar es un buen principio para entendernos. Oír y leer a un personaje afligido que a primera vista resulta odioso, puede llevar a entenderlo y comprender por qué ha caído en tal maldad; oír y leer a un personaje heroico nos hará admirar y respetar sus valores. Cuando uno recrea e imita 7 María Elsa Chapato, Artes y escuela, Buenos Aires, Paidós, 1998, pág.146 14 sonidos y voces, está propiciando una buena expresión oral con todos sus componentes: por un lado, una pronunciación clara, volumen correcto a cada situación, respiración adecuada; por otro lado la capacidad de manejar las palabras para ser entendidos mejor. En cuanto a la escritura, al escribir o leer un texto, y tratar, quizá, de analizar el carácter de los personajes, las circunstancias, etc., se desarrolla la sintaxis, se descubre y valora el significado de las palabras y la importancia de las reglas para escribir, el sentido de los signos de escritura, se incrementa el vocabulario. 6. Contribución al desarrollo de la autoestima. La práctica del teatro envuelve de modo integral a quien lo realiza, a través de él las personas se auto conocen, expresan sus emociones e ideas ante otras personas, se dan cuenta de lo que son capaces y de los múltiples recursos con los que cuentan para expresar. En la construcción y representación de personajes se muestran conflictos y emociones que ponen en juego la propia emotividad. Por otra parte, en tanto proceso de creación colectiva, se impone una circulación afectiva, la cual, entre sus tantas posibilidades, hace sentirnos parte de un equipo de trabajo, donde se privilegia la elaboración compartida y el compromiso grupal. El tener que expresar, confrontar y exponer frente a un público las ideas, emociones y sentimientos, poco a poco va dando seguridad y confianza para desenvolverse frente a situaciones nuevas y para resolver problemas de interacción. En los juegos dramáticos se afirma la personalidad, y, en definitiva, se recrea jugando una experiencia de aprendizaje que no se olvida nunca. 7. Contribución a la salud mental. Tener salud mental es, de alguna manera, estar en un estado de armonía, consigo mismo y con los demás. La autoestima, la conciencia individual y social, ya referidas anteriormente, coadyuvan a ello. Además, al representar situaciones adversas, lúdicas y extremas, se puede, muchas veces, eliminar tensiones, funcionando como desahogo, alivio y distracción. Los alumnos que generalmente llegan con problemas o simplemente con algún malestar pasajero, en determinados casos pueden encontrar nuevas salidas a sus dificultades: quizá representen una escena similar al conflicto que están viviendo y discutan el tema con el resto de sus compañeros. Eso les permitirá tomar una mayor conciencia de su dilema y originar alternativas más positivas, al escuchar diferentes puntos de vista y posibles soluciones, y al ponerse en la posición de los otros. Cuando salen de una sesión teatral se sienten diferentes, con un nuevo respiro que les da fuerzas para seguir. Carballido, asimismo, menciona en qué casos mueve a los jóvenes en un sentido catártico: 15 El teatro pone espejos al público o al actor y nos hace reír enloquecidamente pero también satisface esas venas ocultas donde anhelamos practicar aquello que se está viendo. Las obras que contienen excesos de toda índole, son naturalmente muy gustadas por los jóvenes, y por toda la humanidad. Esta es la forma de purificación que podemos ofrecer a los alumnos. Porque lo aséptico, medido, racional, adulto, no va a encontrar eco en ese nudo de fuerzas de desarrollo que están desatándose y conociendo apenas la medida de sí mismas.8 Como habrán visto, la educación artística se inserta, fácilmente, en muchos propósitos de una educación integral, y puede ser utilizado para tales y diversos fines, sin embargo, la naturaleza esencial del arte no persigue, en sí misma, fines políticos, educativos, filosóficos; conlleva lenguajes y valores propios, únicos, de los cuales pueden derivarse otros. Si un joven se pone frente a una obra de teatro, o crea un personaje, y lo descubre de una manera cuestionadora y cuidadosa, para observar los detalles, permitir a su creatividad jugar con esos detalles e integrarlos gradualmente a un todo complejo y palpitante, puede descubrir algo nuevo sobre el pensamiento, los sentimientos y la imaginación que nunca antes hubiera sospechado. Eso tiene valor en sí, con independencia de todas las funciones que pudiera despertar en lo cognoscitivo, el cual ha sido, históricamente, más valorado. 2.1.3 ¿Quiénes pueden participar del arte? Dicen: "No todos tenemos el don". La verdad es que todos tienen una sensibilidad diferente, y todos tenemos una sensibilidad artística, pero es necesario desarrollarla. La naturaleza nos ha dotado de ciertas capacidades, no obstante, si no las desarrollamos durante la niñez y/o la juventud, las iremos perdiendo. A veces tenemos ciertas ideas o prejuicios que mitigan las esperanzas de participar en una actividad artística, por ejemplo: A la gente no le gusta el arte, mejor dicho le gusta cierto tipo de arte y, generalmente, es muy cerrada a cualquier otra expresión artística. Su sensibilidad no está abierta y hace que rechace casi todo lo que no es “eso que le gusta”. La mayoría de las personas ve nada o poco de arte durante el día. No sólo hablamos de lo que pasan en televisión, en la radio, o de lo que se encontraría en una 8 Carballido, Emilio. Teatro para adolescentes. México, D. F., Editores mexicanos unidos, 2001. Pp. 6-8 16 plaza y está en “plano secundario mientras hacemos algo”, sino de sentarse a mirar y/o escuchar algo en especial. La mayor parte del arte que alguien ve le es impuesto por alguna circunstancia (programadores de las televisoras, campañas publicitarias, etc.), sólo una mínima parte es elegido por la persona. A muchas personas les gusta bailar, cantar, imitar, pintar..., sin embargo, por lo general, sienten vergüenza de hacer alguna de esas cosas. La mayoría de las veces se inhiben porque creen que “eso no hay que hacerlo si no se hace bien”. De lo que es todo el mundo del arte, la mayoría de la gente conoce una franja muy pequeña. De esa pequeña franja de “arte conocido”, el “arte que le gusta” es una porción aún más reducida. En muchos casos los jóvenes se aburren con el arte de la gente mayor, y ésta se “aturde” y “horroriza” con el arte de los jóvenes. Ninguno considera, generalmente, que lo que le gusta a los otros “sea arte”. La gente de nuestra época es más proclive a percibir pasivamente con sus cinco sentidos en lugar de expresar de forma constructiva sus ideas, sentimientos, impulsos y fantasías. Vive prácticamente "conectada" a la televisión, a la radio y a la computadora como si fueran sólo receptores de estímulos, puesto que la mayor parte del tiempo no expresan ni desarrollan su potencial creativo. Y bien, por todo lo dicho, aparte del gusto, el arte necesita de una mente abierta, dispuesta a descubrir y a arriesgarse. Las puertas están abiertas para todos. El arte es la mejor parte del ser humano: aquella que sublima sus innumerables fallas. Es un gran vehículo para el gozo, pero inherente a ello un universo muy complejo aguarda. 2.2 Conocimientos prácticos para el docente Después de prestar atención a la importancia del arte en general, y del teatro en particular, esperemos que los prejuicios e ideas erróneas hayan quedado de lado, y se valore con más plenitud y honestidad este quehacer artístico. Con ese antecedente, puedo ahora proponer los elementos básicos que, como docente, deben saberse. Cualquier cuestión referente al tema se encuentra encerrado en dos grandes tópicos: el texto dramático y el hecho escénico,sin embargo, aunque el público está incluido en el 17 segundo, prefiero darle cierto realce dado que para éste remite todo el quehacer teatral, y, en consecuencia, lo coloco como un tercer tema. 2.2.1 Para acercarse a un texto dramático Hablar de texto dramático es hablar de un texto que puede llevarse a una puesta en escena. En ese sentido todo texto es dramático porque, de alguna manera, es teatralizable. Sin embargo no voy a referirme al vasto mundo del discurso dramático en la actualidad, sino a algunas de sus características consideradas por mucho tiempo. 2.2.1.1 Conflicto. Tomemos, por ejemplo, una situación en el mercado, llevada a la escena para un público: vemos a una señora con su bolsa del mandado, un policía que pasa con su bicicleta, el que vende pescado, la que vende flores, etc. Y así continúan las mismas condiciones del lugar, con gente que compra y se va, con gente que pasa, que vende... y el público, en pocos minutos comienza a bostezar. ¿Qué falta?... De pronto sucede que, la señora que compra, exige le den un precio justo, el comprador, por su parte, no lo admite, y se arma tal alboroto que la gente cercana se infiltra en el asunto, entonces llega el policía para intentar poner orden... la atención del público surge de nuevo. ¿Qué elemento dramático promueve esto? El conflicto. Al principio era tan solo la presentación de algo: el mercado y sus personajes; pero no puede quedarse ahí. Y es natural que así sea; todo el mundo tiene curiosidad y una inclinación a interesarse por cualquier tipo de conflicto. Siempre veremos gente alrededor de un accidente automovilístico, de un pleito entre dos deportistas, o políticos, actores, y cualesquiera otros. Está en la naturaleza humana, en algunos más que otros, aunque habrá muchos que se lo hayan negado. Diferimos en la cantidad de curiosidad, de sensibilidad hacia los problemas, puesto que hay muchos tipos de conflictos y maneras de solucionarlos: unos se arreglan a golpes, otros con palabras, con engaños y mentiras, en un duelo, etc. ¿Y qué es el conflicto dramático? “Lucha, contienda, rivalidad... el conflicto dramático surge de la acción de dos fuerzas antagónicas. Esta oposición puede darse entre dos o más personajes, como la señora que quiere un producto más barato que para el vendedor es costoso, o entre un(os) personaje(s) contra un obstáculo psicológico, moral, divino, político”,9 como, tal vez, un personaje que lucha consigo mismo para tomar una decisión que ninguna otra persona le impide realizar. 9 Cf. Patrice Pavis, Diccionario de Teatro, pág. 90 18 ¿El conflicto dramático sigue siendo fundamental en la nueva dramaturgia? Yo creo que sí. El conflicto es, justamente, lo que hace que la acción sea “dramática, teatral”. Aunque en el teatro se puedan generar nuevas formas que eludan al conflicto, es este, aún, central y significativo para entender el teatro del mundo occidental hasta nuestros días. 2.2.1.2 Acción dramática. Primero es necesario remarcar la siguiente diferencia, esta acción tiene el adjetivo dramático, es decir, no puede considerarse como cualquier actividad simple y llana. Tiene otros atributos: La intensidad de cada acción dramática – como la de cada oración o de cada palabra en el lenguaje – es el resultado de la acción anterior como la preparación a la que sigue... (...) La estructura dramática es todo un sistema de acciones en competencia continua, un sistema de cambios de equilibrio en progresión perenne, que conjugan finalmente el movimiento dramático total.10 Apoyando a Virgilio Ariel, la acción dramática es un suceso en el que vemos aparecer contradicciones y conflictos entre un(os) personaje(s) y/o entre una situación (hay un equilibrio de fuerzas), lo cual le(los) obliga a reaccionar provocando otros conflictos y contradicciones en sucesivas acciones dramáticas (el equilibrio de fuerzas se rompe al dominar una de ellas; inmediatamente se accede a otro nuevo equilibrio). Estos sucesos pueden ser considerados como pequeños movimientos, físicos, emocionales y mentales, que te inducen hacia un movimiento integral, cada vez más elevado e intenso, hasta el clímax de la obra. En la acción dramática impera la voluntad consciente del(los) personaje(s), lo que importa no es la acción misma, sino el deseo del personaje para romper ese equilibrio. Por eso, la agitación y los hechos, por más alborotadores que sean, no son suficientes para producir tensión, ni pueden llegar por sí mismos a un clímax. 2.2.1.3 Los personajes simples y complejos. En la vida real no existen personas simples, hasta el más torpe es complejo, nadie es totalmente bueno, ni totalmente malo. Nuestro padre es complejo porque lo conocemos; sabemos, y no por entero, sus virtudes y sus defectos, sus desgracias y sus alegrías. Pasa lo mismo con nuestra mamá, hermanos, algunos parientes y amigos. Empero, cuando un policía te multa, para ti solo 10 Virgilio Ariel Rivera, La composición dramática, México, D. F., Escenología, A. C., 3° edición, 1998, pág. 38 19 es un policía abusivo y altanero, no te interesa saber si necesita dinero para llevarle de comer a sus hijos, o si está enferma su esposa o tiene que pagar una deuda, uno solo toma la parte del policía que le concierne, que le afecta directamente. En algunas obras ocurre así, la trama únicamente necesita una parte del personaje, sea doctor, carnicero, oficinista, o cualquier otro, convirtiéndose en esbozos fácilmente reconocibles y superficiales. Por eso les llamamos personajes simples o tipos. Los personajes complejos son los que tienen una gama mayor de facetas, y abren muchas posibilidades de interpretación. Sin embargo, a la hora de la representación necesitamos definirlos de un modo más concreto, para que el espectador reciba con claridad los aspectos que nos interesan como creadores. De alguna forma siempre estamos convirtiendo toda abstracción en fácil comprensión, de personajes complejos a simples, para no perdernos en la prolijidad. Hamlet, por ejemplo, en base a la interpretación del texto, puede remitir a múltiples y variados enfoques, pero siempre proponemos solo una visión de este. “¿Qué han estado haciendo todos esos críticos, directores, actores... al tratar de definirlo una y otra vez? Han estado cerrando el círculo que Shakespeare dejó abierto.”11 2.2.2 Para dirigir La representación teatral es el resultado del trabajo de todo el equipo formado por el director, los actores, escenógrafos, iluminadores, etc. Existen muchos libros que hablan de ello, pero he visto pocos que mencionen aspectos de la composición actoral y la composición del montaje. Por eso me restrinjo a temas como el espacio escénico, los movimientos y posiciones de los actores, su manera de trabajar y organizarse y el ritmo teatral. 2.2.2.1 El espacio escénico. Cualquier espacio donde pueda representarse una escena teatral es un espacio escénico, puede ser en un parque, en una sala, etc. Asimismo, y de acuerdo a la colocación del público, se divide en diferentes tipos: teatro de arena, a la italiana, de calle, circular... En este caso sólo mencionaré el espacio a la italiana porque es el más común, y cuando se vayan comprendiendo sus posibilidades, se podrán concebir otras aplicaciones en espacios distintos. 11 E. Bentley, La vida del drama, pág. 75 20 Muchos libros y gente de teatro dan nombres desiguales a las zonas en que dividen el espacio escénico, escuchamos “arriba, abajo, fondo, primer término, primer plano, adelante, atrás, etcétera”. Todos los profesionales suelen denominar izquierda y derecha a los lados del actor que está de frente al público. Lo importante es usar el sentido común y adaptarse a cada uno. Sinembargo es elemental que cada grupo defina su propio lenguaje. El escenario podemos dividirlo en nueve zonas, propongo los siguientes nombres:12 Plano3 derecha Plano3 centro Plano3 izquierda Plano2 derecha Plano2 centro Plano2 izquierda Plano1 derecha Plano1 centro Plano1 izquierda Público 2.2.2.2 La posición corporal. Nos podemos colocar de varias formas respecto al público. Veamos las distintas posiciones: 2 cerrada 6 Un cuarto derecho 8 tres cuartos derecho 7 tres cuartos izquierdo 5 Un cuarto izquierdo 4 Perfil derecho 3 Perfil izquierdo 1 Abierta Público 12 No incluyo el proscenio, este puede manejarse como parte del primer plano. 21 2.2.2.3 Jerarquías.13 Cualquier figura en el escenario puede fortalecerse o debilitarse de diversas formas: por la posición del cuerpo, por el área que ocupe en el escenario, por nivel, por contraste, por espacio, por foco visual, y otros medios como la luz, la música, colores del vestuario y otros. Explicaré un poco esto, no sin antes recalcar que, todas estas formas, al combinarse entre sí, pueden sufrir alteraciones que invaliden lo que aquí se proponga. Son preceptos que funcionan generalmente, pero, como toda regla, tiene sus excepciones. Aparte de que las reglas están hechas para romperse, sólo que, en tal caso, debiera asumirse cierto grado de conciencia sobre ellas, poseer buenas razones para quebrantarlas. Primero veamos como se enfatiza un personaje de acuerdo a la posición que adopte, las ordeno de mayor a menor: de frente, de un cuarto, de espaldas, perfiles, y por último, de tres cuartos. El rostro es lo que más llama la atención, porque al mirarlo podemos reconocer las múltiples señales del carácter de un personaje, de su estado de ánimo; mucho más cuando ese personaje nos ve. Por eso de frente y de un cuarto son los más imponentes. De espaldas es el tercero, oculta su parte más expresiva, y siempre, quien da la espalda, parece tener razones muy fuertes para hacerlo, además, una persona de espaldas en el escenario da curiosidad. De perfil el rostro es menos expresivo que de frente y no causa esa incertidumbre ventajosa de la posición cerrada, por eso es el cuarto lugar. Y el quinto para la posición de tres cuartos puesto que es totalmente inexpresiva y no devela la dimensión total de la posición cerrada, la cual crea una intención absoluta, mientras que ésta suele resultar indiferente. En cuanto al espacio el orden, de mayor a menor, es el siguiente: 8 5 9 6 2 7 3 1 4 Público 13 Cf. Artículo de Carlos Piñeiro, Elementos de Dirección, pp. 31-32, en revista Máscara, Nº 7-8: La puesta en escena, México, D. F., Escenología. 22 Los planos tienen un significado visual, escénico, ideológico. El primer plano da fuerza, distorsión, porque es el que está más cerca del público; el segundo plano es el centro, el equilibrio, la objetividad; el tercer plano da debilidad, y, también distorsión, mientras más lejos esté un objeto del público, mayor suavidad existe, es más poético, más esfumado. En otro enfoque, el tercer plano es igual al sur y el primer plano igual al norte. El lado derecho es, ligeramente, más importante que el izquierdo porque, en occidente, tendemos a mirar primero hacia la izquierda por hábitos de lectura. El nivel se refiere a la altura, mientras más alto esté un actor mayor énfasis le corresponde. Alguien colgado en un trapecio llama más la atención que alguien parado en una silla, que alguien sentado, o de rodillas, o acostado. Hasta este punto el énfasis es, de alguna manera, fácil de manejar. Es en los siguientes puntos donde la habilidad debe tornarse más aguda. Por contraste. Ejemplo: se colocan diez personas de frente y parados y uno de frente sentado, aún estando en un nivel más bajo se enfatiza por contrastar con el resto. También existen otros medios, la luz, el color, el sonido. Si se ilumina más a una figura, o tiene un color más llamativo de vestuario, se enfatizará; igual por el sonido, cuando alguien entra acompañado de música o de silencio, siempre y cuando contraste con el ambiente sonoro anterior. Por espacio. Una figura con más espacio vacío a su alrededor que el resto de las figuras queda enfatizada. Por foco visual. Si varios actores miran a uno solo, éste es enfatizado. 2.2.2.4 Movimientos.14 Los movimientos también juegan un papel muy importante a la hora de fortalecer o debilitar la presencia escénica de las figuras. Existen dos tipos de movimientos, los fuertes (cuando damos realce a una figura) y los débiles (cuando se rebaja la presencia de la figura). Esto es fácil comprenderlo: una actor que camina del fondo hacia delante, hace un movimiento fuerte; otro que se sienta y se gira de frente a perfil, hace dos movimientos débiles. Con la voz existen varias posibles combinaciones. Un texto fuerte (victoria, esperanza, valentía) requiere un movimiento fuerte. Un texto débil (duda, derrota, 14 Cf. Artículo de Carlos Piñeiro, Elementos de Dirección, pp. 33-34, en revista Máscara, Nº 7-8: La puesta en escena, México, D. F., Escenología. 23 frustración) requiere un movimiento débil. Pero, un texto puede convertirse en fuerte o débil dependiendo del movimiento, ejemplo: “Me las vas a pagar” con un movimiento fuerte, significa que tiene el valor de confrontar; en cambio con un movimiento débil, significa que tiene miedo a enfrentarse. Otro ejemplo: “me gusta tu dibujo” con un movimiento fuerte dice la verdad, con un movimiento débil miente. Un movimiento fuerte antes de un texto enfatiza ese texto, y después del texto enfatiza al movimiento. Un movimiento débil antes de un texto enfatiza ese movimiento, y después del texto enfatiza el texto. Todo lo anterior son recursos, en manos del director, para acentuar un texto, un personaje o figura, una situación; y tomando en cuenta la unidad, la variedad, la coherencia, balance asimétrico o simétrico, armonía, contraste y ritmo. Cada nuevo movimiento, cada acento, debe alimentar la curiosidad del espectador. El uso de la luz, de los movimientos, nunca debe adivinarse, y siempre debe buscar sorprender, renovar el interés del espectador. Hay textos muy difíciles o simplones que, en manos de buenos directores, han revelado un enorme deleite. Hay que atreverse a usar todos los planos, recordando que si una agrupación de figuras (actores) está concentrada en un área que no ocupa todo el escenario, sino sólo una parte de él, se considerará esa parte como un todo. El ojo del espectador no abarca siempre todo el escenario, sino que se concentra en la agrupación y selecciona instintivamente el centro correcto del balance. Quienes buscan el centro del escenario todo el tiempo, crean balance, pero no variedad. Es importante crear movimientos que fluctúen por todo el escenario, sin fatigar la visión, pues de ser así, el público puede aburrirse y no saber por qué: tal vez la actuación esté bien, la escenografía este bien,... pero existe monotonía visual. 2.2.2.5 El ritmo teatral. “El ritmo en la música es el esquema o patrón que se somete a una sucesión de sonidos y silencios, atendiendo a su distribución y duración en el tiempo y su acentuación; forma una combinación (de sonidos fuertes y débiles, o largos y cortos, acentos, etc.) y se repite de manera regular.”15 En el lenguaje, ritmo es la combinación y sucesión armoniosas de palabras; frases, acentos y pausas. El ritmo teatral es diferente al ritmo musical, se parece al del lenguaje, pero se da en acciones dramáticas. Podrán las acciones escénicas sucederse con gran velocidad, o con lentitud, y sin embargo poseer el mismo ritmo. 15 Cf. Hever Hernández, Teoríay práctica de la música, Libro 2, México, D. F., 1994, pp. 19-20 24 “El ritmo teatral es, entonces, un manar, un ir hacia algo. Tal vez no sepamos hacia dónde vamos, pero sentimos que avanzamos, provocando una expectación, suscitando un anhelar. Una escena nos lleva, nos empuja su historia, sus formas y colores, sus significados totales; al llegar a la escena siguiente continúa la corriente, que en cada escena subsiguiente crece y se fortifica, si se interrumpe sentimos un choque, como si algo se hubiera roto”.16 Toda palabra, todo gesto, toda acción dramática en sí posee un sentido, una dirección, un punto final al que se busca llegar. El ritmo crea atención en el espectador, deseos de saber qué sigue. ¿Por qué se muere el ritmo? Cada vez que decimos que la obra no tiene ritmo, es sinónimo de aburrimiento, por lo que se conecta directamente con el interés del público. El sentido que empuja al espectador debe estar empapado de seducción, sólo así estará completo. El espectador más concentrado espera del espectáculo satisfacer no sólo su curiosidad, sino su sensibilidad e inteligencia a través de la perfecta armonía con que el teatro da su arte. He aquí algunos factores que anidan en la naturaleza del ritmo teatral: 1. Velocidad: el andar debe relajarse y apresurarse oportunamente. El ritmo respira, vive. Siempre fluye, pero sin volverse monótono. Se vivifica la atención del público por: a) La variedad en la velocidad de los movimientos escénicos, de los sucesos, de los sonidos y demás elementos teatrales; b) La calidad de dichos elementos teatrales; c) y por el contacto que establezca el espectador con los significados de la representación y su realidad inmediata. 2. El ritmo se apresura por el suceder de los acontecimientos, cuando el público conoce más de la historia en menos tiempo. 3. La creación estética consiste, en buena parte, en una utilización del ritmo como agente de seducción. El ritmo favorece el manar de las acciones dramáticas. La corriente parece no tener fin: una acción nos lleva a otra. Además el espectador mantiene una actitud alerta y creativa cuando la obra no le da todo, cuando los recursos teatrales operan a manera de claves visuales, para que interprete un mundo. 16 Cf. Octavio Paz, El arco y la lira, México, D. F., Fondo de Cultura Económica, 1993, pág. 57 25 4. Cada cultura determina lo que debe ser tomado como un ritmo rápido, lento o normal. 5. El silencio en el teatro no está vacío, lo llena el pensamiento y la concentración. De acuerdo a todo lo anterior puedo concluir que el ritmo teatral conduce a una atención no forzada que el espectador tiene de un espectáculo, pero, sin desatender una serie de elementos que forman parte de la atención del público, de la atención estética, pues una obra, aún montada excelentemente, no provoca nada en un público ajeno a sus particularidades. 2.2.2.6 Producción del montaje. ¿Por qué la producción? Todo nuestro esfuerzo puede llevarnos a que nuestro espectáculo se haga realidad, sin embargo, la faena resultará más sencilla y satisfactoria con una buena producción. A) ¿Qué es la producción teatral? Planear, organizar, coordinar sistemáticamente, controlar, dirigir, la manera en que el montaje se va a llevar a cabo con la finalidad de alcanzar una situación deseada. Cada espectáculo artístico requiere la colaboración de muchas personas. Para obtener buenos resultados es necesario coordinar el trabajo de todos, considerando las diferentes necesidades, intereses y capacidades. ¿Y cómo se realiza la producción de una obra teatral? Antes que nada explicaré la función de quienes están a cargo de ella: 1. Productor. Responsable del financiamiento del espectáculo. Selecciona la obra, nombra al director. Plantea una serie de premisas del proyecto y hace los trámites para conseguir el teatro. 2. Coordinador de producción. Planea y diseña el proceso de producción, en tiempo, espacio y acciones. Se encarga, en la práctica, de la organización humana, técnica y administrativa del proyecto a partir de la sistematización de cada etapa del proceso y por departamento (escenografía, vestuario, iluminación). 3. Gerente de producción. Administra el dinero, contrata al elenco, a los equipos artístico y administrativo, y al personal de apoyo. Se ocupa de la 26 promoción publicitaria de la obra, junto con el responsable de gestión o difusión y relaciones públicas. 4. Productor ejecutivo. Literalmente ejecuta la producción, respetando los criterios artísticos y estéticos determinados por el director y el escenógrafo. Coordina las actividades de los equipos de trabajo (creativo, artístico y técnico), ayudando a resolver sus necesidades logísticas, técnicas y administrativas.17 Una vez definido lo anterior, se puede crear una agenda de trabajo para cada equipo. Aquí se utilizan cuadros, tablas, diagramas, fichas, etcétera, que permiten documentar y analizar cada movimiento del proceso con claridad. Esta agenda de trabajo puede dividirse en cinco etapas: 1. Preproducción (definición y financiamiento), 2. Ensayos y realización (puesta en escena y construcción), 3. Producción (montaje en el foro, ensayos técnicos y generales), 4. Comercialización (estreno-temporada-gira) y 5. Posproducción (cierre administrativo, registro y evaluación). B). Preproducción. Abarca desde la primera reunión de trabajo y la etapa de planeación hasta el primer día de ensayo. Aquí se crea el proyecto en documentos, se hacen los diseños, se entablan los contactos, se verifica lugares, tiempos, filosofía del grupo, permisos, solicitudes, presupuesto, etc. Además en este punto, el maestro debe reunirse con sus alumnos para definir y delimitar claramente las funciones, responsabilidades y condiciones de trabajo, y también transmitir con optimismo la importancia del proyecto y de cada participante elegido. Pero, sobre todo, recordar que, aún delegando responsabilidades, él tendrá que lidiar con todo en su gran mayoría y reducir a una sola persona el trabajo de varios; esto sucede hasta en el terreno profesional, con mayor razón en la escuela, donde las más de las veces sólo existe profesor y alumnos para cumplir con la actividad teatral. Igualmente hay que elaborar un directorio con los datos de todos los participantes, incluyendo contactos externos. Ahora bien, el verdadero ejercicio inicia en definir claramente la dimensión del proyecto, sus objetivos, medios y metas desde el punto de vista artístico, humano, técnico y administrativo. Así conoceremos a dónde queremos llegar, pero también, 17 Marisa de León: “Manual básico de producción de un espectáculo escénico (parte 1)” En Revista semestral Documenta Citru Nº 2, mayo 2000. México, D. F., pp. 92-93 27 nuestras debilidades (que pueden eliminarse, mejorar o anticiparse) y fortalezas (para su aprovechamiento). Los compromisos ante estas diversas cuestiones pueden resolverse respondiendo a preguntas cómo: ¿Qué obra montar?, ¿cómo queremos y podemos montarla?, ¿por qué escogimos este proyecto?, ¿quiénes somos?, ¿qué necesitamos para montarlo?, ¿dónde y cuándo se va a realizar?, ¿cuánto cuesta?, ¿cómo se financiará, organizará y venderá el proyecto?, ¿cuál es la visión, la misión y los valores que nos caracterizan?, ¿qué imagen queremos proyectar?, ¿Cuál es y cuál debería ser nuestro público?, ¿cubrimos las expectativas del público?, ¿estamos satisfaciendo una verdadera necesidad?, ¿realmente tienen calidad nuestros productos y servicios?, etc. Podemos hacer todas las preguntas que consideremos necesarias y que nos lleven a valorar factores económicos, humanos, sociales, tecnológicos, normativos y recursos propios, que nos pueden beneficiar o perjudicar en el proceso y analizar nuestras capacidadesy carencias. Con lo anterior podemos definir los aspectos que necesitemos: información detallada del proyecto, lugares de presentación, etapas, presupuesto ideal y disponible, costeabilidad; pero también los que queramos, y nos pidan, para darle solidez al proyecto; tales como: características del espectáculo, valor artístico, valor regional, impacto en el público y legalidad. Financiamiento. El dinero es indispensable para cuatro cosas: 1. contratación de personas y/o servicios, 2. alquiler (previniendo posibles cargos por desperfectos o retrasos en devoluciones), 3. Compras (hay que concretar fechas de entrega, definir si el precio incluye IVA y transporte, conocer el nivel de existencia por si se requiere reposición, y confirmar las garantías) y 4. Realizaciones o construcciones (considerando los cambios posibles a los diseños originales). Para conseguir recursos (procuración de fondos) de entidades financieras es importante la buena presentación del proyecto, añadiendo incluso maquetas, imágenes gráficas, estrategias, otros apoyos, etc., así como la exposición clara de lo que se propone a cambio del patrocinio. Cabe destacar que si el proyecto es sano, de calidad y útil socialmente, siempre hay instancias que, bajo ciertas normas, apoyan proyectos artísticos. Y, por último, antes de avanzar a la siguiente etapa, el proyecto debe quedar definido al máximo, haciendo los ajustes necesarios. Pero ojo, hay directores que 28 prefieren iniciar los ensayos y definir las cosas sobre la marcha. Esto demuestra que el trabajo creativo regula de muy diversas maneras su propio proceso, y debe tener esa libertad, por lo que hay que mantenerse alertas ante cualquier aspecto que la obstaculice, aunque seguir al pie de la letra lo previsto sea benéfico en otras determinadas situaciones. C). Ensayos y realización. Aparte de los ensayos del equipo artístico y sus colaboradores más cercanos, están varias tareas simultáneas, como coordinar las construcciones y realizaciones de escenografía, vestuario, utilería, música; organizar el estreno, administrar la contabilidad, preparar el lugar de ensayos, etc. En esta parte existe un procedimiento de acción llamado logística que es elemental. Se refiere a ordenar, en tiempo, dinero y espacio, el trabajo de cada equipo con sus respectivos departamentos, actividades específicas y necesidades. Pueden contemplarse seis equipos básicos que intervienen en el proceso: 1. Equipo creativo (dramaturgia, dirección, sonorización, coreografía, escenografía, utilería, iluminación, vestuario, producción, promoción, difusión y relaciones públicas), 2. Equipo artístico (actores, cantantes, músicos y bailarines), 3. Equipo técnico (foro, iluminación, tramoya, sonido, traspunte), 4. Equipo de realización (música, carpintería, herrería, costura, pintura, accesorios, maquillaje y efectos especiales), 5. Equipo de apoyo (asistentes y aprendices), 6. Equipo eventual (investigación, traducción, diseño gráfico, fotografía, video, entrenamiento vocal y corporal, efectos especiales, animales amaestrados, etcétera). En el primer ensayo se reparte la versión definitiva de los textos dramáticos y se expone la propuesta del montaje, así como las fechas, términos y condiciones generales. El desarrollo de los ensayos también debe tener una secuencia sistemática: trabajo de mesa, lecturas, análisis de textos, marcaje, etc. Y debe plantearse acorde con los otros equipos, para contar con lo requerido en el momento justo. D). Producción. Esta se realiza justo antes del estreno, casi siempre una semana antes, y en la realidad escolar incluso el mismo día del estreno. Aquí se integran todos los elementos que componen el montaje. Inicia cuando ingresan todos los elementos y accesorios escénicos al teatro y los equipos creativos y técnicos trabajan en conjunto para ensamblar cada una de las partes en un total estético, técnico y mecánico del espectáculo. Su procedimiento es: 1. montaje o instalación, 2. ensayos técnicos, 3. ensayos generales. 29 Primero se hace un inventario de todo lo que se entrega: escenografía, vestuario, música, etc. Luego se hace un calendario de entrada de cada equipo al foro, lo que van a hacer y el tiempo que requieren para instalarlo. Y en la fecha / hora determinada se acondicionan todos los elementos. Con el conocimiento de actores y técnicos se dan los pies de entrada y salida de escenografía, música, etc. Es importante cronometrarlos, ensayarlos y marcarlos en el(los) libreto(s); en casos específicos ajustar intensidad, niveles de volumen, cambios de color, en fin, hacer los ajustes necesarios. Seguidamente se realizan los ensayos técnicos. Se puede correr toda la obra, pero se sugiere omitir las partes donde no intervenga el equipo técnico. Aquí se hacen observaciones y correcciones hasta que todo resulte como se planteó. Y, finalmente, llegan los ensayos generales. Puede invitarse a algunos espectadores y medir sus reacciones. La obra corre completa tal cual el estreno. Se vuelven a hacer las articulaciones oportunas. E). Comercialización. Va desde el estreno hasta el fin de temporada. En esta etapa se demanda que todo funcione exitosamente, se trata de presentar el producto escénico en el mayor número posible de lugares y que sea visto por el mayor número posible de espectadores. Se verifica la respuesta del público, se mantiene y/o mejora la calidad del montaje, las condiciones y servicios del teatro, la accesibilidad para obtener boletos (precios y facilidades), se continúa con el equilibrio necesario; la promoción, difusión y publicidad del espectáculo, incluyendo las funciones que puedan realizarse en otros lugares. En el día del estreno es importante que el elenco cuente con suficiente tiempo para vestirse, calentar y concentrarse. Asegurarse de que todo esté en posición y funcione correctamente. Las llamadas deben darse primero al personal técnico y al elenco, tratando de que todos estén en su lugar cinco minutos antes de comenzar. Las llamadas pueden anunciarse, la primera a los diez minutos antes, la segunda cinco minutos antes, invitando al público a ocupar sus asientos y dándoles la información pertinente (celulares apagados, tomas de fotografías sin flash, cambios de actor, etc.). La tercera llamada se da a la hora programada. F). Posproducción. Comprende desde el desmontaje en el foro hasta la elaboración del informe final de producción. Implica la salida del teatro, el 30 desmantelamiento y/o resguardo de la producción, la liquidación de todas las cuestiones administrativas y financieras y archivo de los documentos correspondientes. En cuanto al resguardo de toda la producción: lo alquilado y prestado tiene que devolverse en perfectas condiciones, y lo comprado o construido guardarse debidamente y hacerle un inventario, para su posible reutilización. En dado caso que algo se crea no servirá nuevamente, se sugiere venderlos a bajo costo o donarlos. Por otro lado se efectúa la comprobación de gastos. Los documentos y las cuentas correspondientes deben estar claros y ordenados. Si intervienen varias personas en esta fase, se sugiere establecer criterios uniformes. Asimismo, se sugiere elaborar un informe general que contenga los antecedentes, objetivos, registro de asistencia de público y medios, ingresos, fotos, boletines, entrevistas; así como una evaluación de todo el proceso y sus resultados con las posibles soluciones y ajustes para proyectos posteriores. Se recomienda el envío de cartas de agradecimiento a los patrocinadores, a los foros y a quien se considere necesario, a fin de mantener relación con los contactos establecidos. G) Formatos. Todo proyecto cuenta con una serie de fichas, formatos, diagramas, etc., que hacen posible una lectura clara en el camino. Ver anexo I. 2.2.3 Para promover espectadores Actuar sin público es como
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