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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS MODERNAS INERCIA EN LOS PERSONAJES DE ITALO SVEVO Tesina que presenta María de Lourdes Álvarez Rojas para obtener el título de Licenciada en Lengua y Literatura Modernas Italianas. México, D.F. 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Questo lavoro viene dedicato alle mie care figlie: Annetta e Fiorella, a mio marito e ai miei genitori. ÍNDICE INTRODUCCIÓN …………………………………………………………. 1 CAPÍTULO 1. ITALO SVEVO: VIDA, OBRA Y AMBIENTE 1.1 vida y obra de Ettore Schmitz ………………………………………...... 3 1.2 La sociedad triestina en los años de Svevo ……………………………. 8 1.3 Repercusiones de la vida y el ambiente en la obra de Svevo ………….. 12 1.4 El ambiente burgués …………………………………………................ 15 CAPÍTULO 2 . INERCIA EN GIORGIO Y ALFONSO NITTI 2.1 Giorgio, protagonista del cuento “L’Assassinio di via Belpoggio”, primer personaje que sufre de inercia ................................. 17 2.2 Inercia en Alfonso Nitti, protagonista de Una vita ………….................. 23 2.3 Otros valores del concepto de inercia ...................................................... 42 CAPÍTULO 3. INERCIA EN LOS PERSONAJES DE SENILITÁ 3.1 Publicación de Senilità. Polémica por el título………………………… 43 3.2 Dicotomía entre contemplación y acción en Senilità …………………. 45 3.3 Concepto de vejez en Senilità …………………………………………. 51 3.4 Emilio, soñador veleitario …………………………………………….. 55 3.5 Inercia en los hermanos Amalia y Emilio Brentani …………………… 58 3.6 La anormalidad de los protagonistas de Svevo ………………………... 69 CONCLUSIONES …………………………………………………………. 78 BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………... 88 1 INTRODUCCIÓN El gusto y preferencia por la obra literaria de Italo Svevo fueron motivados en mí por la lectura de su primera novela Una vita. La decisión de dedicar mi estudio a la obra sveviana se debió realmente a una identificación personal con los protagonistas de sus novelas. Italo Svevo y Luigi Pirandello han sido considerados dos autores que, a principios del siglo XX, se interesaron por la problemática psicológica. De hecho la primera novela de Svevo, Una vita, y la tercera de Pirandello, Il fu Mattia Pascal, tienen como temática la búsqueda de la conciencia del ser humano. Svevo es considerado pionero de la novela psicológica en Italia. En sus novelas, Svevo presentó la imagen del hombre que se interroga para buscar, quizá en vano, el significado de la vida y retrata el destino de un hombre destrozado por la conciencia de su ineptitud para vivir y por la conciencia de su inercia. El hombre de Svevo es el individuo sin cualidades, incapaz de vivir como los demás que representan la normalidad y que, consciente de esa diferencia, se refugia en una búsqueda interior que paraliza su voluntad. El protagonista de Svevo es, de hecho, débil, inconstante, vencido, un ser desesperado e incapaz de disfrutar la vida, pues es víctima del tiempo que lo acosa y de sus ambiciones que van más allá de su capacidad. El título de este trabajo, Inercia en los personajes de Italo Svevo, está relacionado con la recurrencia de las palabras “inercia”, “inerte”, en el cuento “L’assassinio di via Belpoggio”, en Una vita y en Senilità, y tiene como propósito identificar las manifestaciones de la inercia psicológica en los personajes del primer cuento y de las dos primeras novelas de Svevo. A partir de los diferentes 2 sentidos de la palabra inercia, registraré los momentos precisos en que coinciden con las actitudes de los personajes Giorgio, de “L’assassinio di via Belpoggio”, Alfonso Nitti de Una vita, y de Emilio Brentani, de Senilità. Me he referido sólo a estos tres personajes porque Zeno Cosini de La coscienza di Zeno, por su importancia y extensión, merece un espacio aparte. Al final de la identificación de indicios de inercia en los personajes, trataré de formular una explicación del origen y consecuencias de esa inercia psicológica, para lo cual me auxiliaré de la abundante crítica literaria sobre Italo Svevo y también me guiaré con el texto de Fernando Lázaro Carreter Cómo se comenta un texto literario, en cuyo método se explica que para el comentario del texto se necesitan dos objetivos: fijar con precisión lo que el texto dice, y dar razón de cómo lo dice. Según este autor un buen método para explicar o comentar un texto sería analizar primero el fondo y después la forma. Se considera como fondo a los pensamientos, sentimientos, ideas; y forma, a las palabras y giros sintácticos con que se expresa el fondo. Mi trabajo está dividido en 3 capítulos. El primero es dedicado a la vida, obra y ambiente porque es fundamental conocer la autobiografía y la sociedad para así entender la obra de Italo Svevo. En el segundo presento a Giorgio, y a Alfonso Nitti, los dos primeros personajes que en la obra de Svevo sufren de inercia. En el tercer capítulo señalo los rasgos de personalidad de los hermanos Emilio y Amalia Brentani, protagonistas de la segunda novela de Svevo, Senilità que por cierto son dos de los personajes más representativos que sufren de inercia. Al final concluyo con una serie de afirmaciones sobre las posibles motivaciones que Svevo tuvo al adjudicar la ineptitud, la incapacidad, la pasividad, pero sobre todo la inercia a los protagonistas de sus obras. 3 CAPÍTULO I ITALO SVEVO: VIDA, OBRA Y AMBIENTE 1.1 Vida y obra de Ettore Schmitz En una carta, Italo Svevo, seudónimo de Ettore Schmitz, comentaba a su amigo Eugenio Montale los acontecimientos más importantes hasta el año 1926: Nacqui a Trieste nel 1861. A 12 anni fui mandato in un villaggio presso Würzburgo in una scuola commerciale ove rimasi fino ai 17 anni. Poi frequentai per 2 anni la scuola Sup.[eriore] Comm.[erciale] Revoltella di Trieste. Indi entrai in una Banca ove rimasi fino a 38 anni. Ne uscii, dopo il fiasco di Senilità per lavorare in un’industria che mi fece soggiornare per varii mesi all’anno a Londra. Visitai spesso per affari la Germania, la Francia e l’Irlanda. Ecco tutto.1 La autobiografía ocupa un espacio notable en la obra de Svevo, y el mismo autor estaba consciente de ello, por lo cual dejó un nítido y puntual Profilo autobiografico. La correlación entre arte y vida es, sustancialmente, imprescindible; por esta razón nos ocuparemos de los datos más importantes de su vida y obra. Elio, hermano de Ettore Schmitz, contribuyó con su Diario a proporcionar la fuente más certera para conocer la biografía y el aspecto psicológico-cultural del escritor. Elio Schmitz era un joven e inteligente triestino destinado a una muerte precoz, ya que padecía de nefritis y tuberculosis. Él bosquejó las varias ilusiones de su hermano que, a sus veinte años, perseveraba en una pasión literaria nacida de la lectura de Shakespeare, Schiller, Goethe, Heine, Jean Paul y Turgheniev, lecturas que había hecho en el colegio bávaro de Brussel, en Segnitz. Elio Schmitz afirmaba que cuando Ettore asistía al Istituto 1 Italo Svevo, Eugenio Montale, Carteggio con gli scritti di Montalesu Svevo, lettera del 27 marzo 1926, Trieste, Edizioni dello Zibaldone, 1958., p. 14. 4 Commerciale Revoltella, lo hacía sin entusiasmo, ya que se sentía más atraído por la literatura que por el resto de las materias. En 1886 murió el queridísimo hermano Elio y el dolor por esta pérdida afectó el ánimo de Svevo y acentuó los términos de su visión doliente de la vida. Después de haber dejado su trabajo en la Banca (1889), Svevo vivió años difíciles, pero los mitigó pasando largas horas en la Biblioteca Cívica. Por varios años se dedicó a la lectura de las obras de Machiavelli, Guicciardini, Boccaccio, De Sanctis. Y mientras tanto, también algunos de sus contemporáneos tuvieron gran influencia sobre él, especialmente Carducci. Leyó de una manera amplia a Flaubert, Daudet y Zola, pero conoció más a Balzac y algunos escritos de Stendhal. En sus lecturas desordenadas se detuvo en forma extensa en Renan. En su Profilo autobiografico, Svevo afirma que para su formación ideológica y literaria fue decisiva la lectura de autores como Dostoyevski, Ibsen y Strindberg. Un papel fundamental en su formación y en su misma concepción de la vida tuvo la lectura de Schopenhauer, Nietzsche y Darwin. En febrero de l880, Svevo inició su obra literaria, luego se dedicó al teatro, pero en éste no tuvo trascendencia. Inició con los siguientes dramas: Ariosto governatore, Il primo amore, I due amici y Difetto moderno, todos éstos incompletos. En l889, Svevo comenzó a publicar numerosos artículos de crítica literaria, dramática y musical en el diario irredentista L’Indipendente, firmándolos con las iniciales E. S. o con el seudónimo E. Samigli. Sus primeras narraciones “Una lotta” (1888) y “L’assassinio di via Belpoggio” (1890) aparecieron en el mismo periódico. 5 En 1892, Svevo publicó con sus propios gastos su primera novela, Una vita; seis años después, Senilità, la cual tuvo, como la anterior, un escaso eco en cuanto a la crítica literaria. Por eso Svevo, profundamente dolido por el fracaso, se abstuvo por veinticinco años de escribir. La coscienza di Zeno es de 1923. El 30 de julio de 1896, Svevo se casó con su prima Livia Veneziani. El periodo de noviazgo evidenció su carácter sombrío y atormentado, de burgués aparentemente tranquilo, turbado, en ratos, por los celos, provocados por la joven edad y por la inocente vivacidad de Livia. Svevo ocultaba su actividad literaria, pues la consideraba un trabajo inútil, improductivo: su trabajo, casi de tiempo completo, era el de su oficina en la industria de sus suegros. A pesar de todo, Svevo se dio tiempo para terminar el cuento parábola “La tribú” y la comedia Un marito (1903). En 1907, Svevo empezó a tomar clases de inglés con James Joyce, quien en aquel entonces trabajaba como profesor en la Berlitz School y en el Istituto Revoltella. Así nació entre ellos una cordial amistad. Svevo le hizo leer sus novelas y el juicio positivo, especialmente por Senilità, fue estimulante y lo ayudó a reconciliarse con “aquella cosa ridícula y dañina que se llama literatura”: Noto questo diario della mia vita di questi ultimi anni senza propormi assolutamente di pubblicarlo. Io, a quest’ora e definitivamente ho eliminato dalla mia vita quella ridicola e dannosa cosa che si chiama letteratura. Io voglio soltanto attraverso a queste pagine arrivare a capirmi meglio.2 Durante la primera guerra mundial, Svevo se dedicó a la lectura; sobre todo leyó autores ingleses. También se interesó en la obra de Freud, pero fue hasta 1918 2 Italo Svevo, Saggi e pagine sparse, a cura e con prefazione di Umbro Apollonio, Milano, Mondadori, 1954, pp. 289-290. 6 cuando inició la traducción de La interpretación de los sueños. Se apasionó por el psicoanálisis y sus problemas. Tal interés es evidente en La coscienza di Zeno , la cual tuvo una resonancia más bien limitada, a pesar de la reseña favorable de su paisano Silvio Benco y de la buena acogida de Joyce, quien habló de ella a sus amigos franceses Benjamín Crémieux y Valéry Larbaud, induciéndolos a preparar un clamoroso lanzamiento de Svevo. Después de leer las tres novelas de Svevo, Eugenio Montale publicó en la revista L’Esame (Anno IV, fasc. XI-XII, noviembre-diciembre 1925) el “Omaggio a Italo Svevo”, que es hasta ahora una de las principales expresiones de la crítica sveviana: Italo Svevo narratore contemporaneo che comincia a destare interesse e ammirazione in più di un letterato e “italianizzante” d’oltr’alpe, ed è finora ignorato affatto in patria, costituisce un piccolo mistero letterario che non è certo dei minori, fra quanti questo nostro primo quarto di secolo libresco può presentarne. Significativo lo Svevo in quanto riflette al pari di pochissimi altri gli impulsi e gli sbandamenti dell’ anima contemporanea.3 En febrero de 1926, en el número de la revista literaria Navire d’Argent de París, parcialmente dedicado a Svevo, se encuentra un artículo de Benjamín Crémieux y otro de Valéry Larbaud. Este reconocimiento francés que expresa, al mismo tiempo, la admiración de James Joyce por Svevo, dio a éste una repentina celebridad y fruto de ella es la traducción de sus libros a varias lenguas extranjeras. Después de 1925, Svevo empezó a ser conocido y frecuentó los ambientes literarios de Italia y Francia. De este tiempo datan algunos de sus escritos menores: “Una burla riuscita” (1926), “Vino generoso” (1926), “La novella del buon vecchio 3 Eugenio Montale, Omaggio a Italo Svevo, p. 71. 7 e della bella fanciulla” y la introducción de la novela que habría seguido a La coscienza di Zeno, Il Vecchione (1928). Otros escritos importantes son Corto viaggio sentimentale, La penna d’oro y La rigenerazione; estas dos últimas son dos comedias incompletas. La difusión de la obra sveviana se inició sólo después de la muerte de Svevo, acaecida en septiembre de 1928, luego de un accidente automovilístico. Fue entonces cuando aparecieron homenajes; el más importante lo realizó Eugenio Montale (1949), publicado en el Corriere della Sera, con un artículo títulado “Il vento è mutato”4: Vent’anni fa –o per esser più precisi il 13 settembre del 1928– moriva in seguito a un accidente automobilistico, all’età di 67 anni, Italo Svevo, perfetto gentiluomo e grande industriale triestino, nonché autore di tre romanzi che un certo rumore d’oltr’alpe, una “proposta” francese avevano resi celebri, almeno di nome, anche in Italia. Vent’anni sono passati –pochi sebbene moltissimi nell’era della velocità–, i libri di Svevo non furono mai molto letti per incagli d’ordine editoriale, ma in compenso vennero tradotti in varie lingue straniere; ed oggi non c’è da noi giovane romanziere o novelliere neoverista o neo–naturalista che non confessi di dover molto a Svevo; e non c’è manuale di storia letteraria che a lui non dedichi un capitolo o un lungo paragrafo. La partita sembra vinta, il vento è mutato. Anche coloro che più diffidavano e trovavano incondito e negletto lo stile di Svevo hanno piegato il capo –perplessi se non convinti– di fronte all’opinione dei filologi, che hanno preso molto sul serio la lingua e la sintassi di uno scrittore ammirato dal filologo James Joyce.5 En esta dirección, por caminos propios y originales, Svevo representa autorizadamente, con Tozzi y con Pirandello, la “conciencia” de la civilización italiana decadente y la proyecta en una dimensión universal. 4Ibidem, p. 108. 5 Idem. 8 1.2 La sociedad triestina en los años de Italo Svevo: 1861-1928 Pasquale Tuscano opina que pocos escritores de la literatura italiana del siglo XX han sabido profundizar en la conciencia de su tiempo, siendo testigos y actores al mismo tiempo, como ItaloSvevo. También afirma que en Svevo, la historia y la biografía no sólo no son separables de su obra, sino que representan el material primario de sus escritos: Per tanto, solo tenendo presenti il quadro sociale, politico ed economico della sua città, i caratteri connotativi della letteratura triestina e, più in generale, mitteleuropea; la sua formazione letteraria e la complessità del suo ambiente familiare, israelita e mercantile, è possibile spiegare la singolarità e la qualità della sua opera narrativa, il taglio dell’ironia e del pesimismo dinamico della sua pagina, la concretezza, a volte rabbiosa, dell’indagine psicologica dei suoi personaggi; emblemi di una solitudine senza scampo, generata dalla lucida consapevolezza dell’impossibilità delle relazioni sociali.6 A Italo Svevo le tocó vivir en una ciudad que desde el siglo XVIII pasó del depender al Imperio austro–húngaro, luego se le otorgó el estatuto de “territorio libre” y en 1954 ciudad italiana. El emperador Carlos IV declaró a Trieste puerto franco y se propuso hacer de ella un emporio, cuyo apogeo no se logró sino hasta el siglo XIX.7 Svevo vivió sus 67 años en un ambiente de fervor civil, social, comercial, cultural de su ciudad. Umberto Saba, poeta triestino, nos ilustra sobre la realidad sociocultural de Trieste: Trieste è sempre stata un crogiuolo di razze. La città fu popolata da genti diverse: Italiani nativi della città, Slavi nativi del territorio, Tedeschi, Ebrei, Greci, Levantini, Turchi col fez rosso in testa e non so quante altre. [...] Su 6 Pasquale Tuscano, L’integrazione impossibile. Letteratura e vita in Italo Svevo, Milano, Istituto Propaganda Libraria, 1985, p. 11. 7 Vid. Jean Piel, Los misterios de Trieste, trad. y prólogo de Marcos Lara, México, FCE, 1985, pp. 8-9. 9 questo trafficante amalgama di persone cosí etnicamente diverse (vi sono, oggi ancora, triestini che hanno nel sangue dieci dodici sangui diversi; ed è questa una delle ragioni della “neurosi” particolare ai suoi abitanti) la lingua e la cultura italiana fecero da cemento; s’imposero per un processo affatto spontaneo.8 Scipio Slataper, autor de Il mio Carso, novela importante porque atestigua la diversidad de su tiempo, dice en una carta a su esposa: “Tu sai che io sono slavo, tedesco e italiano...”9 Por lo que sentía que tenía tres almas, quería encarnar o simbolizar la realidad y la vocación plurinacional de Trieste: crisol de culturas. Pasquale Tuscano esboza el ambiente cultural triestino; son connotados los siguientes nombres: Svevo, Michelstaedter, Slataper, Stuparich, Benco, Saba, Quarantotti Gambini, en los cuales convergen ascendencias alemanas, eslavas, rusas, italianas, etc. Svevo es uno de los protagonistas de esta área cultural y de esta sociedad triestina. Vive las inquietudes y las contradicciones de un mundo que pondera el bienestar económico y deja de lado el bienestar emocional del individuo. Svevo narra y transforma estos temas en términos universales. El personaje de Svevo es el individuo “inepto”, alienado, encerrado en una soledad sin tregua, como serán los personajes de Una vita y de Senilità. Un juicio que permanecerá como uno de los puntos constantes de la obra completa sveviana nos lo proporciona un pensamiento de Elio Schmitz: La nostra società non s’occupa mai di cose interessanti: i signori parlano di cambi, le signore di mode o di serve.10 8 Umberto Saba, Prose,Vol. I, a cura di Linuccia Saba, Verona, Mondadori, 1964, pp. 818-819. 9 Citado en Angelo Ara, Claudio Magris, Trieste, un’identità di frontiera, Torino, Einaudi, 1982, pp. 7-8. 10 Pasquale Tuscano, op. cit., pp. 12-13. 10 A pesar de haber elegido a Italia como su patria, Svevo escondía su identidad de escritor detrás de un seudónimo que nos habla de esa escisión triestina. Con el nombre de Italo Svevo, Ettore Schmitz delata la irreconciliable dicotomía: si por un lado se sentía italiano y escribía en esa lengua, no renegaba de su filiación germánica, ya que en alemán recibió su educación mercantil superior, al igual que todos sus hermanos y muchos otros triestinos. El escritor triestino Scipio Slataper afirmaba que Trieste no tenía tradiciones de cultura; por su parte Saba declaró, hablando de sí mismo: Dal punto di vista della cultura, nascere a Trieste nel 1883 era come nascere altrove nel 1850. Quando il poeta era ancora giovanissimo, e già, in Italia come in tutto il resto del mondo, si preparavano o erano in atto esperienze stilistiche di ogni genere, la città di Saba era ancora, per quel poco che aveva di vita culturale, ai tempi del Risorgimento: una città romantica.11 Svevo era una persona consciente de la realidad de su tiempo y tenía una visión doliente de la vida. En sus escritos refleja una preocupación por su entorno social y por la influencia de éste en su personalidad. Todo ello hace de Svevo un autor contemporáneo, de acuerdo con el siguiente concepto de Annunziata Rossi: Contemporaneidad: la obra que refleje la conciencia de su propio tiempo; más aún, que refleje la contemporaneidad del yo del autor, sumergido en su ambiente histórico-social, con todos los tiempos [...].12 11 Umberto Saba, Storia e cronistoria del Canzoniere, p. 24. 12 Annunziata Rossi, La novela italiana contemporánea, México, UNAM, 1975., p. 9. 11 Angelo Ara y Claudio Magris afirman que la situación de un triestino que escribía en italiano, desde Trieste, era difícil, dadas las condiciones sociales y culturales: In una città priva di tradizioni culturali la letteratura che esula dal pantheon umanistico delle lettere patrie non conosce alcuna istituzionalizzazione, non assume la dignità di un’attività, ma viene coltivata come un vizio segreto, fra le paure e gli intervalli dell’esistenza sociale e lavorativa.13 En declaraciones famosas, los escritores triestinos rechazaban la literatura qual “menzogna” (Saba); qual cosa “ridicola e dannosa” (Svevo); qual “tristo e secco mestiere” (Slataper).14 Ettore Schmitz era ante todo un industrial, un hombre de negocios, un hombre que de niño fue enviado a la escuela para prepararse para ser un buen hombre de negocios. Aunque desde temprana edad mostró interés por la literatura, no pudo dedicarse a ella, pues su padre era un burgués que pensaba que la literatura era una cosa improductiva, por lo que lo obligó a asistir a una escuela comercial. Italo Svevo y Umberto Saba hicieron de Trieste una “estación sismográfica”. Angelo Ara y Claudio Magris opinan que en Trieste, ciudad burguesa por excelencia, nació con Svevo una gran poesía de la crisis del individuo contemporáneo: Sradicati o privi di ogni contesto culturale, Svevo e Saba –i due grandissimi della letteratura triestina, che hanno fatto di Trieste una capitale della letteratura mondiale– non possono certo far parte della tradizione retorico– umanistica locale e propio perciò creano e fondano un mondo poetico, si aprono a culture diverse da quella italiana, introducendole in Italia, e danno vita a una poesia italiana di respiro sovranazionale.15 13 A. Ara, C. Magris, op. cit., p. 35. 14 Citados de Inediti triestini, Trieste, 1956, p. 22. 15 A. Ara, C. Magris, op. cit., p. 35. 12 1.3 Repercusiones de la vida y el ambiente en la obra de Italo Svevo Como ya lo hemos mencionado, la biografía y la historia no se pueden separar de la obra de Italo Svevo. Por esto hemos tratado de encontrar el origen del carácter de los protagonistas de Svevo y nos preguntamos si la literatura de su tiempo haya tenido influencia directa en su obra, pero hemos descartado esa respuesta, por la información en una carta dirigida a Eugenio Montale: Sentoil bisogno di dirle che non credo che la differenza fra la Coscienza e i due romanzi precedenti debba ricercarsi nell’influenza di letteratura modernissima. Io ero molto ignorante di tale letteratura quando scrissi perchè dopo l’insuccesso di Senilità Io proprio m’interdissi la letteratura. Usai persino dell’ accortezza per impedirmi di ricascarci: studiai il violino e gli dedicai per vent’anni tutto il tempo che avevo libero. Lessi molti romanzi italiani e dei francesi gli scrittori maggiori della mia epoca. So l’inglese ma non abbastanza per leggere facilmente l’Ulisse che sto leggendo lentamente ora con l’aiuto di un amico. In quanto al Proust, m’affrettai a conoscerlo quando l’anno scorso il Larbaut mi disse che leggendo Senilità (ch’egli come lei predilige) si pensa a quello scrittore.16 Umbro Apollonio en su introducción a los Saggi e pagine sparse de Svevo, nos dice que para comprender la figura de Italo Svevo, es necesario conocer, además de sus novelas, sus escritos menores que son como espías y ayudan a valorar adecuadamente su sensibilidad. Se sabe por ejemplo que, en la intimidad de su familia, le encantaba dedicarse al violín, y que no abandonaba el instrumento ni siquiera durante sus viajes. Era una manera de concederse unas vacaciones del molesto mundo de los negocios al cual estaba obligado: un tipo de higiene estética que lo calmaba y lo serenaba. Por otro lado, también cuando había decidido abandonar la literatura, continuaba a interesarse en los hombres y sus hechos: 16 Eugenio Montale, “Italo Svevo”, op. cit., pp. 5-6. 13 observaba con interés psicológico más que nunca agudo, por cierto considerándolos siempre como posibles personajes. Toda su vida, en el fondo, había sido vivida en función de su arte. Muchas personas reales son recreadas en sus novelas y en sus cuentos, y todas son vistas en la pantalla de sus intereses especulativos: Devo pensare a scrivere per sentirmi vivo, perchè la vita che faccio fra tante virtù che ho e che mi viene attribuita, e tanti affetti e doveri che mi legano e paralizano, mi priva di ogni libertà. Tale confessione, che Italo Svevo lasciò in alcune pagine interrotte, può indurre alla conclusione che egli assumesse lo scrivere come esercizio di protesta sociale e come proceso di evasione.17 El ocio permite a Svevo observar a la gente, sobre todo al burgués. Quizá el ocio está relacionado con la inercia que Svevo proyecta en sus personajes. La observación hacia las personas acercaba a Svevo a buscar lo que había dentro del ser humano; y para ello, se comparaba con los demás, escrutaba su propio interior con toda sinceridad. Esta comparación es vista por Svevo con dulzura y amargura al mismo tiempo. Existe un universo de sentimientos y pensamientos que él extiende y prueba en sus páginas con la única preocupación de comparar para comprender el carácter del hombre en general, pero también para llegar al fondo complejo de su ser: Io credo, sinceramente credo, che non c’è miglior via per arrivare a scrivere sul serio che di scribacchiare giornalmente. Si deve tentar di portare a galla dall’imo del proprio essere, ogni giorno un suono, un accento, un residuo fossile o vegetale di qualche cosa che non sia puro pensiero, che sia o non sia sentimento, ma bizzarria, rimpianto, un dolore, qualche cosa di sincero, anatomizzato, e tutto e non di più. 18 17 U. Apollonio, “Prefazione” a I. Svevo, op. cit., p. 1. 18 I. Svevo, op. cit., p. 287. 14 Svevo reconoce que sufre de inercia: Io stesso finirei col credere di essere stato sempre come sono oggi, mentre pur ricordo degli odii e degli amici che non ho più. Ho il dubbio però che mutando di desideri non mi muto essenzialmente. Forse l’essenziale è il modo. Ma avendo annotato tanto poco, non posso verificarlo. Certo ricordo violenti desideri e violente repulsioni, ma non so più se le cose annotate mi sfuggiranno per mia inerzia o per destino e se le cose che odiavo m’accompagnarono finchè vissi perchè troppo inerme o perchè esse erano troppo forti.19 En otro apartado de Saggi e pagine sparse, Svevo confirma su inercia: Ma la mia inerzia fu presto riempita da quello ch’io amo considerare quali i miei giocattoli. La mia persona prima di tutto e il tempo, il tempo che l’affligge, l’abbatte, ma pur tuttavia mi permette di ergermi con una certa superbia. Pensate che se si moltiplica la cifra dei miei anni per poco più di dieci unità e si leva quanto ne risulta dagli anni del Signore, ecco che ci troviamo all’epoca di Ciullo d’Alcamo quando si cominciava a balbettare l’italiano.20 La inercia invade a Italo Svevo desde su infancia: Ed io, stanco, mi gettai su un letto. Non era la stanchezza prodotta dal lavoro delle ultime ore, di quella passeggiata, di quella lotta con tutti e con me stesso. Era la fatica sostenuta durante tutta la mia vita. Il dolore alle ossa doveva provenire ancora dalla stanchezza che vi lasciò lo sforzo di crescere e anche l’abbattimento derivato dalla diminuta loro costrizione durante l’opera dell’evoluzione che della mia vita è ormai tanta parte. E rividi tutte le stanchezze della mia vita, da quelle derivate nella mia infanzia dalle mie lotte con l’incomprensione di mio padre. Come tutto fu difficile, insormontabile. Ora soggiaccio. Una grande dolcezza s’accompagnò all’inerzia del vinto che mi pervase. Era finita l’ultima lotta. Non avevo altro da fare che sopportare quello che facevano gli altri. Potevano affaticarsi a torturarmi. Mi pareva tuttavia che stessi meglio io che li subivo che loro condannati a tanta attività per torturarmi.21 19 Ibidem, p. 303. (las cursivas son mías) 20 Ibidem, p.316. 21 Ibidem, p. 321. 15 En un escrito dedicado a Nietzsche, Italo Svevo habla de la inercia: E tu penserai e non con l’atteggiamento del pensatore. Se tu pensassi soltanto sapresti andare poco lontano, mentre per raggiungere qualche cosa devi allontanarti molto da te. Non prenderai altro atteggiamento che quello di chi è disposto al lavoro, a un lavoro che non sa quale sia. Quanto più inerte sarai stato, tanto meglio al lavoro finito potrai dire: ecco questo son io.22 1.4 El ambiente burgués Tal y como hemos podido notar todo el ambiente y la situación histórico-social de Trieste, completamente burgueses, parecían constituir para los escritores triestinos un gran impedimento para la creación literaria. A pesar de ello, Ettore Schmitz es el caso extremo del triestino que se dedica a una actividad burguesa, practicando al margen de ella la actividad literaria; es decir, del individuo que pertenece al mundo económico austriaco y que se refiere, en su obra de escritor, al mundo cultural italiano. Y como dice Giorgio Zampa, los compromisos continuos de trabajo de Svevo lo hacen considerar a la literatura un otium reservado para personas privilegiadas. En su Profilo autobiografico del 1928, Svevo habla de sí mismo en tercera persona y dice: “che anche a chi ha il talento di fare dei romanzi spetti una vita degna di essere vissuta. E se per ottenerla bisogna rinunciare all’attività per cui si era nati, bisognava rassegnarsi”. Dado que la familia de Svevo pertenecía al mundo de los negocios era obvio que él tenía que estudiar en una escuela comercial y no en una de humanidades como él hubiera querido. 22 Idem. 16 El trabajo literario era considerado clandestino, una especie de vicio secreto. De esto encontramos analogías, aunque en otro contexto; es el caso de Thomas Mann, quien consideraba que escribir poesías era una ocupación hasta cierto punto ilícita, y se veía obligado a dar la razón a todos aquellos que lo consideraban como una actividad casi censurable. 2323 Vid. Thomas Mann, Señor y Perro. Tonio Kröger, pp. 135-136. 17 CAPÍTULO 2 INERCIA EN GIORGIO Y EN ALFONSO NITTI 2.1 Giorgio, protagonista del cuento “L’assassinio di via Belpoggio”. Primer personaje que sufre de inercia Mario Lunetta dice que para entender desde el interior las razones del proceso de desarrollo del arte sveviano hasta sus resultados más altos, es útil considerar ciertos escritos menores, cuyo título nos proporciona la prehistoria de la narrativa de Italo Svevo. Dichos escritos contienen componentes que enriquecen las obras sucesivas y diseñan la fisonomía inconfundible del autor. A la luz de Mario Lunetta que escribe en el pròlogo de Senilitá que el largo cuento juvenil “L’assassinio di via Belpoggio”, publicado en 1890 en el periódico L’Indipendente es, considerado como la directriz central del trabajo de Svevo Este cuento señala el debut narrativo de Italo Svevo. En este relato se narra la historia de Giorgio, un joven que mata de una puñalada en el corazón, para robar una fuerte cantidad de dinero, a un compañero ocasional de borrachera. Al principio, Giorgio piensa que el hecho de asesinar sea algo fácil, sin trascendencia, pero luego, la angustia por los remordimientos, la incertidumbre y la incapacidad de hacerse pasar por inocente, le hacen cometer una tal cantidad de errores que los que viven a su alrededor empiezan a sospechar de él, hasta que es arrestado y no tiene otra alternativa más que confesar su delito. En el fondo, la historia de Giorgio es muy simple: el personaje no tiene el pasado espléndido que quiere hacer creer. Los estudios de los que presume son solamente a nivel medio superior, además los cursa en más tiempo de lo normal, abandona la escuela y en poco tiempo dilapida los pocos ahorros de su madre. Giorgio intenta conservar la situación en la que su madre había procurado 18 colocarlo, la de burgués culto, pero no encuentra otro empleo más que de mozo. Al no poder mantener a su madre, la abandona y se va a vivir a un barrio de mala muerte. Se puede decir que se trata de un hombre flojo, pues cuando estaba en actividad, trabajaba sólo dos o tres días por semana. Giorgio, a pesar de no ser rico, se encuentra en condiciones de puede lograr una vida mejor para él y para su madre; sin embargo no lucha por salir adelante y sus propósitos se convierten en simples sueños. Son éstos, y la amargura de ver cada vez más lejana su realización, los que motivan a que en un momento de arrebato, apuñale mortalmente a Antonio. Cuando Giorgio ejecuta la acción no planeaba matar a Antonio: Antonio lo aveva pregato di tenergli per un istante quel pacco di banconote. Poco dopo, quando Antonio gliene chiese la restituzione a lui balenò alla mente l’idea che ben poca cosa lo divideva dalla proprietà assoluta di quel pacco: la vita di Antonio! Non ne aveva ancor ben concepita l’idea che già l’aveva posta ad esecuzione e si meravigliava che quella idea che ancora non era una risoluzione gli avesse dato l’energia di menare quel colpo formidabile tale che dello sforzo si risentiva nei muscoli del braccio.24 En el siguiente fragmento aparece la palabra “inerte” calificando al carácter de Giorgio, quien asesina bajo los efectos del vino. Si no hubiera ingerido ese estimulante, no hubiera tenido el valor suficiente. Justo en este momento el adjetivo “inerte” es atribuido al carácter poco enérgico y pasivo de Giorgio. A partir de aquí se esbozará el carácter de los personajes svevianos que padecen de inercia: 24 Italo Svevo, “L’assassinio di via Belpoggio”, Corto viaggio sentimentale e altri racconti inediti, Milano, 1949, pp. 110-111. De este texto se indicará sólo la página en las siguientes citas. Las cursivas en las citas del cuento son mías. 19 Se non avesse avuto quei fumi alla testa non avrebbe saputo dimenticare che commesso il delitto, molto ancora gli restava a fare prima di assicurarsene il frutto, e col suo carattere poco energico, inerte, avrebbe sempre cercato mezzi e modi e finito col non agire che al sicuro, dunque mai. (111) Giorgio empieza a fantasear en lo que podría hacer, pero sin resultados reales. Sueña buenos propósitos, pero nunca pasa a la acción. Para ampliar el concepto de inercia me auxiliaré de algunas definiciones, sobre todo de aquellas que nos proporcionan algunos psicólogos y filósofos. La inercia, tema central de nuestro trabajo, tiene por lo menos cuatro sentidos: el físico, el psicológico, el filosófico y el patológico. La etimología de la palabra “inercia” es la siguiente: del latín inertia; de in, negación, y ars, arte, acción. Esto es: “sin capacidad, sin actividad”.25 La inercia o fuerza inercial es un concepto fundamental de la física y especialmente de la mecánica, en cuanto estudio de las leyes del movimiento de los cuerpos: Inercia es la incapacidad de los cuerpos para salir del estado de reposo en que se encuentran para cambiar las condiciones de su movimiento o para cesar en él, sin la aplicación o intervención de alguna fuerza. La inercia se define aún mejor por la primera ley del movimiento de Newton que dice que todo cuerpo continúa en su estado de reposo o de movimiento uniforme en línea recta, a no ser que una fuerza extraña le obligue a cambiar de estado.26 En el aspecto patológico, la inercia se define como la falta de reacción habitual, en ciertos órganos que no cumplen sus funciones. La inercia también es “la afección producida por relajación, atonía, debilidad, insensibilidad, etcétera, del sistema nervioso o de los tejidos fibrosos o musculares y que tiende a la inacción o inmovilidad, a pesar de los más enérgicos estimulantes”.27 25 Paul Foulquié, Diccionario del lenguaje filosófico, Barcelona, Labor, 1967, p. 525. 26 Diccionario enciclopédico Espasa, Tomo VII, Madrid, Espasa-Calpe, 1978, p. 595. 27 Enciclopedia universal ilustrada europeo-americana, Tomo XXVIII (primera parte), Madrid, Espasa Calpe, 1981, p. 1386. 20 Filosóficamente, el principio de inercia se funda en una concepción de la materia que excluye de ésta todo principio intrínseco de transformación o cambio. “A tenor de esta concepción la moderna filosofía de la naturaleza toma en las direcciones empíricas como modelo la mecánica y aún pretende extender las leyes de esta ciencia al dominio de la conciencia humana.”28 En el sentido psicológico, la inercia es la falta de voluntad o de energía que limita la voluntad. La inercia es entonces una ausencia de iniciativa, una especie de abulia o completa indiferencia. Hay a continuación una definición de “inercia psíquica” que se asemeja a la suma de caracteres de los personajes de Svevo: “La inercia psíquica es la condición básica, según Jung, en la neurosis que hace que se evite todo cambio y progreso en la personalidad del individuo.”29 Giorgio tiene algunos destellos de querer transformar su vida, pero la inercia lo frena y no piensa en las consecuencias negativas de su flojera y pasividad. El asesinato a sangre fría requiere reflexión, precauciones, un estudio exhaustivo de los medios y de los modos; requiere, en fin, de energía. Un carácter inerte puede soñar un asesinato, pero al final será sólo un sueño inocuo. En el caso de Giorgio, hombre en el que se observa la inercia, el delito se comete en un segundo de valor, cuando se siente capaz de actuar. Esta actitud de soñar y no actuar la observaremos más adelante en personajes como Alfonso Nitti y Emilio Brentani. Hay párrafos en los cuales la indecisión, la flojera y la inercia son evidentes en Giorgio, y aunque estas palabras no aparezcan literalmente, podemos deducir su presencia a través de la descripción: 28 José Ferrater, Diccionario de Filosofía, Madrid,Alianza Editorial, 1979. 29 C. Genovard Rosselló, Diccionario de Psicología, Barcelona, Elicien, 1980, p.181. 21 Ma dopo quella prima vigliaccheria non si sentí piú capace di audacie. Un’audacia utile gli veniva consigliata dal suo mobile cervello, ma anche mentre che con essa si baloccava, neppure per un istante non ebbe l’intenzione di porla ad esecuzione. (p. 117) Giorgio, campeón de aquella “enfermedad de la voluntad” que permea toda la obra sveviana, no sabe disfrutar de la vida: todo le molesta; nada le satisface: Era malcontento di sé e degli altri. Lavorava brontolando, brontolava quando riceveva la mercede e non sapeva quietarsi neppure nelle sue lunghe ore d’ozio. Non era la prima volta che Giorgio si diceva ammalato per scusare la sua infingardaggine. Egli si sentiva di essere un miserabile giocattolo abbandonato in mano capricciosa. (115) Giorgio es incapaz de reconocer su condición proletaria en la cual vive, no puede olvidar el haber sido llamado “il signore”, de serlo potencialmente todavía. Esta situación de ángel caído ya expresa con suficiente evidencia la falta de aceptación social de los personajes de Svevo. El sentirse fuera de lugar es una de las constantes y uno de los motivos de amargura para los protagonistas svevianos. Un ejemplo de esta constante es el siguiente pasaje en el que el personaje está descontento de su manera de vivir: Oggi compisco 28 anni. Il malcontento mio di me e degli altri non potrebbe essere maggiore. Noto questa mia impressione perchè forse di qui a qualche anno potrò darmi una volta di più dell’imbecille trovandomi anche peggio, o potrò consolarmi ritrovandomi migliorato. La questione finanziaria va divenendo sempre più acuta, non sono contento della mia salute, non del mio lavoro non di tutta la gente che mi circonda.30 30 I. Svevo, Saggi e pagine sparse, a cura di Umbro Apollonio, Milano, Mondadori, l954, p. 283. 22 Antonio Testa, estudioso de la vida y obra de Svevo, expone su propia definición de inercia que, por cierto, encaja bien con el carácter de Giorgio: “L’inerzia si definisce come l’abbandono all’esistenza facile, senza mèta”31 Giorgio no lucha por cambiar su vida; quiere cambiarla, pero sin trabajos, sin dificultades, sin empeñarse en cambiar. Sus metas están sólo en sus sueños. Giorgio asesina para tener dinero y así pasar algunos días comiendo y bebiendo bien, pero sin pensar siquiera en que lo podían detener y meterlo a la cárcel. Así no puede realizar su sueño de una vida mejor sin el menor esfuerzo y de este modo, Giorgio es el primer héroe de la inercia en la obra de Italo Svevo. Estoy de acuerdo con Pasquale Tuscano cuando comenta que en “L’assassinio di via Belpoggio” es importante resaltar el papel de la reflexión, la cual martillea la conciencia de Giorgio hasta la confesión liberadora del asesinato: Superato il momento deprecato dell’impulso, la riflessione rovella come un bulino la coscienza di Giorgio, fino alla confessione liberatoria dell’assassinio dell’amico Antonio. È la pena imprescindibile dell’esame della coscienza ancora non del tutto inerte, a provare l’amaro di quel “senso di colpa”, che non è la dannazione del singolo, ma della società, di un mondo crudele ospite di personaggi inetti e fragili che vuole votati al fallimento, alla senilità e alla morte spirituale.32 Mario Lunetta se pregunta: Non è forse questo Giorgio, abitatore di tuguri e assassino quasi per caso, un antenato dei personaggi degradati, falliti, maniaci e delittuosi in potenza o in atto, che popolano i romanzi (e i film, e i quadri) della nostra epoca, nella torbida psiche dei quali Dostoevskij per primo aveva ficcato lo sguardo? 33 31 Antonio Testa, Italo Svevo, Ravenna, Longo, 1968, p. 44. 32 Pasquale Tuscano, op. cit., p. 41 33 Mario Lunetta, Invito alla lettura di Svevo, Milano, Mursia, 1987, p. 48. 23 Por todo lo comentado, podemos concluir con la afirmación de que Giorgio es el antecedente de los personajes que protagonizan Una vita y Senilità. 2.2 Inercia en Alfonso Nitti, protagonista de Una vita Una vita (1892), que se desarrolla en veinte capítulos y cuyo título originalmente había sido Un inetto, es la historia de Alfonso Nitti, joven provinciano que abandona su pueblo natal para irse a trabajar como encargado de la correspondencia en la Banca Maller de Trieste. Alfonso, soñador consuetudinario, trata de insertarse en una clase social que no es la suya, con el empleo en la Banca y la amistad con la familia burguesa Maller. Vive hasta las últimas consecuencias negativas su propia naturaleza de individuo frustrado, en el cual anida una irremediable desproporción entre lo que es y lo que querría hacer. En síntesis, la historia de Alfonso es la siguiente: es invitado a la casa Maller, comienza a visitar a Annetta, hija del señor Maller, se enamora de ella, la seduce; ella lo acepta, pero al final, se compromete con otro. Este es el pretexto aparente por el cual Alfonso termina suicidándose. La novela empieza con el vocativo “Mamma mia”, el inicio o encabezado de una carta que Alfonso Nitti dirige a su madre y donde expresa su nostalgia tanto por ella como por su pueblo. La carta-prólogo con la que inicia Una vita es el nítido retrato interior de Alfonso, amargado y desilusionado por haberse lanzado a una aventura más grande que él, como era el descubrimiento de la ciudad, el empleo en una oficina severa y gélida como la Maller, y un amor prohibido y absurdo. Anticipado en términos claros, en esta carta nace el mito de la fuga y del regreso, la dicotomía ciudad–campo, que ocupará un lugar relevante en la poesía y la narrativa italianas modernas. 24 El deseo de regresar al pueblo –y a sus raíces– es la prueba del malestar y de la inseguridad irreversibles de Alfonso inurbato: (Inurbarsi significa en Italia transferirse en modo estable del campo o de la montaña a la ciudad) “Non credere, mamma, che qui si stia tanto male; son io che ci sto male!”34 El malestar de Alfonso es existencial, pues el mal está en nosotros, no en las cosas ni en los lugares. Desde el inicio de la novela se vislumbra la inseguridad y la falta de adaptación de Nitti, quien generalmente no sabe cómo comportarse o qué decir en determinadas circunstancias. Es un muchacho muy tímido, quizá como consecuencia de su origen provinciano. Además, por el título original de la novela, podemos imaginar el carácter del protagonista. Alfonso llega a la ciudad, sintiendo un gran desprecio por sus habitantes: para él ser citadino equivale a ser físicamente débil y carente de moral. Considera a los habitantes de la ciudad soberbios y hasta superficiales, en cuanto que para ellos lo más importante en una persona es la ropa y no los conocimientos: “Son tutti zerbinotti che passano metà della giornata allo specchio. Gente sciocca! Se mi dessero in mano un classico latino lo commenterei tutto, mentre essi non ne sanno il nome.” (p. 6) La carta-confesión señala el primer momento liberador de Alfonso de los eslabones de una realidad sofocante, la directriz ejemplar de una narración basada en la interiorización: “Dopo scritta questa lettera sono piú tranquillo; mi pare quasi di avere già ottenuto il permesso di partire e vado a prepararmi.” (pp. 6-7) Con la descripción simultánea de Miceni, un compañero de trabajo y de Alfonso se resalta el contraste entre los dos. Miceni, compañero de trabajo de 34 Italo Svevo, Una vita, Milano, Dall’Oglio, 1938, p. 5. Se indicarán de los textos de Svevo examinados, sólo las páginas. Los subrayados son míos en cada caso. 25 Alfonso, es un muchacho diferente en todo. Si bien anda limpio, se le nota cierto gusto poco refinado. Según Miceni,el único atractivo de Alfonso son sus ojos intensamente azules, cuyo efecto se ve menguado por una barba demasiado abundante de color castaño, siempre mal arreglada. En la siguiente descripción de Alfonso, Svevo nos proporciona una síntesis de lo que será el carácter constante en su protagonista: Alto e robusto, in piedi appariva troppo lungo, e tenendosi con tutto il corpo alquanto chino all’innanzi quasi volesse assicurarsi dell’equilibrio, sembrava debole e incerto. (p. 8) Desde las primeras páginas de esta novela Svevo bosqueja poco a poco el carácter de Alfonso Nitti. Pensamos que las palabras debole e incerto son ya indicios de su ineptitud y su inercia. La inercia está también presente en la primera novela de Svevo. De hecho, el sustantivo inerzia o los adjetivos inerte o inerti se repiten quince veces. Es oportuno aclarar que en algunos casos el adjetivo inerte viene atribuido a los miembros de las personas, por ejemplo: le mani inerti, la bocca inerte, etcétera. Estos casos los examinaremos más adelante; lo que importa aquí es resaltar principalmente los casos en los cuales la inercia significa un malestar psicológico. En primer término encontramos la descripción de la manera tan opuesta en que realizan su trabajo Alfonso Nitti y Luigi Miceni, con lo cual se hace notar la inercia del personaje principal. Al término de una jornada de trabajo, Miceni se muestra satisfecho porque su eficiencia es muy evidente; en cambio Alfonso sólo siente envidia por no lograr cierto orden en su escritorio: A lui non riusciva di portar ordine nelle sue carte. Qua e là era visibile un tentativo di regolarle in alcuni pacchetti riuniti, ma le caselle erano in 26 disordine; l’una era riempita di troppo e disordinatamente, l’altra invece era vuota. Miceni gli aveva spiegato il sistema per dividere le carte secondo il loro contenuto o la destinazione e Alfonso lo aveva capito, ma per inerzia, dopo il lavoro della giornata non sapeva adattarsi ad altra fatica non assolutamente necessaria. (p. 7) Alfonso no desempeña adecuadamente su trabajo a causa de su inercia. En este punto encuadra bien la definición de este concepto ya mencionado, como “incapacidad de los cuerpos para salir del estado de reposo en que se encuentren, para cambiar las condiciones de su movimiento o para cesar en él, sin la aplicación o intervención de alguna fuerza”.35 Aparte de sufrir de inercia, Alfonso sufre de incapacidad para superarse, es decir, es un hombre falto de aptitud. Entonces Alfonso, además de inerte es inepto. Recordemos que el título original de la novela es Un inetto. De acuerdo con el concepto psicológico de inercia (la inercia psíquica es la condición básica, en la neurosis, que hace que se evite todo cambio y progreso en la personalidad de individuo)36 se puede confirmar que Alfonso sufre de inercia. El ambiente de trabajo, sus frustraciones acumuladas y su flojera provocan que Alfonso se refugie en sus sueños, soñando frecuentemente con un ambiente campirano. En su lugar de origen, Alfonso vive de una manera diferente en comparación de la ciudad. En esta se sueña a sí mismo: Avrebbe ora potuto andarsene, ma una grande stanchezza lo fece rimanere. Si propose di fare ordine sul suo tavolo ma rimase là inerte, seduto a sognare. Dacchè era impiegato, il suo ricco organismo, che non aveva piú lo sfogo della fatica di braccia e di gambe da campagnolo, e che non ne trovava sufficiente nel misero lavoro intelletuale dell’impiegato, si contentava facendo fabbricare dal cervello dei mondi intieri. Centro dei suoi sogni era lui stesso, padrone di sé, ricco, felice. (p. 15) 35 Diccionario Enciclopédico Espasa, Tomo 7, Madrid, 1978, p. 595, voz “inercia”. 36 Genevard Rosselló, op. cit., p. 181. 27 Uno de los mecanismos de defensa para no sufrir cuando se trata de aceptar la realidad es refugiarse en los sueños, en la fantasía, pero Alfonso carece de voluntad para realizar sus sueños, sólo se conforma con fabricar mundos completos que con buena voluntad hubiera podido lograr. Como los auténticos personajes del mundo sveviano, Alfonso se automargina de la sociedad por una forma de inseguridad de sí mismo debida a su congénita incapacidad de actuar. A este respecto, Freud afirma: “El aislamiento voluntario, el alejamiento de los demás, es el método de protección más inmediato contra el sufrimiento susceptible de originarse en las relaciones humanas.”37 Alfonso, incapaz de actuar, no entiende que la vida es acción, que vivir es obrar. Las leyes férreas de la presente civilización aceptan sólo a quien es activo, fuerte, sin prejuicios, quien “rinde”. No sabe tomar conciencia de este cambio de la civilización, de la necesidad de asumir un modelo de comportamiento nuevo, aunque no agradable. Incapaz de aceptar esta nueva condición existencial, se refugia, inconscientemente, en el mundo del sueño, aparente amigo y salvador. Alfonso, en cuanto a su constitución y por cultura, es un soñador. No sueña como un muchacho normal, sino que tiene el vicio de soñar. Es un adulto estancado en el estado de adolescente. Desde que llega a la ciudad, Alfonso empieza a sentir una profunda tristeza que le hace ver todo gris y apagado. Considera a su tristeza como una enfermedad, originada por su descontento en el trabajo y por el hecho de no estar en su terruño. Una visión monótona de la vida domina a Alfonso y le quita la facultad de tomar parte en las decisiones de su tiempo presente, incluso de escuchar y examinar la palabra de los demás. 37 Sigmund Freud, El malestar en la cultura y otros ensayos, Madrid, Alianza Editorial, 1981, p. 21. 28 Los nervios de Alfonso se van debilitando hasta que su malestar se hace ya muy evidente, teme y evita a sus compañeros, se siente mal en la oscuridad y el menor ruido lo hace sobresaltarse. Alfonso pide unos días de vacaciones. El señor Maller, al notar la indisposición de Alfonso, se los concede. El simple hecho de estar, por algún tiempo, fuera de la oficina lo hace sentir muy bien: Bastò l’uscire all’aria aperta sapendo di poterci rimanere per parecchio tempo e di esserci per scopo di salute per togliere Alfonso alla sua inerzia. Aveva intero il desiderio di riconquistare la salute. (p. 78) La inercia es, pues, la ausencia de toda actividad física o moral o incluso de toda reacción a los estímulos, a los que se opone esta “fuerza de inercia”. Alfonso se muestra apático, indolente y perezoso ante la oportunidad que se le presenta en la casa Maller. Su inercia le impide cambiar de vida, superarse en todos los aspectos de la vida. La finalidad que Alfonso busca al viajar a su pueblo es el de recuperar su salud. Entonces, ¿la inercia es una enfermedad? Efectivamente, la inercia puede ser considerada como una enfermedad, no permite realizar deseos e intenciones. Alfonso tiene deseos, pero no tiene la energía suficiente para cumplirlos. Para el autor la enfermedad de Alfonso y de los personajes posteriores, es difícil de definir: La malattia che non sapeva definire, [era] un’inquietudine che gli toglieva il sonno, il piacere allo studio, la gioia della vita; tutto l’annoiava. (p. 157) En la narración tienen notable relieve los temas como el aburrimiento, la indiferencia y la náusea, características de gran parte de la literatura del Decadentismo. El aburrimiento ocupa un lugar de primer orden, aunque no encuentra un real valor ideológico en la ineptitud de Alfonso, que caracteriza 29 especialmente su personalidad. Con respecto al aburrimiento, Alfonso advierte tentaciones de lucha, un muy débil instinto de reacción, siente la presencia del mal que lo roe, aquella inercia, índice de su incapacidad de insertarse en la sociedad que lo circunda. Incluso llega areprocharse el ser así, pero nunca logra liberarse del aburrimiento. Alfonso Nitti, aparte de padecer de inercia, de ser un hombre inepto e incapaz para vivir, es un hombre que sufre de tedio, y la conciencia de saberlo lo hace sufrir. Alfonso, al igual que Emilio Brentani de Senilità, como veremos más adelante, se da a la tarea de instruir a una mujer. Alfonso da clases de lengua italiana a Lucía Lanucci, hija de los dueños del cuarto donde vive. Lucía es una muchacha ignorante, poco inteligente, lo cual desespera a Alfonso, pues se da cuenta de que sus lecciones no son entendidas y las anteriores son olvidadas rápidamente. Por más que Alfonso se esfuerce en explicar a Lucía, ella no aprende; pero Alfonso no tiene derecho de juzgar a otras personas que como él sufren de inercia. Alfonso pretende que Lucía sea más dedicada, trata de justificar su poca inteligencia, aunque no justifica su poca dedicación. Exige algo de lo que él mismo carece: Regolarmente la ragazza passava quest’ora, anziché in stanza sua allo studio, assieme agli altri in tavola a udire i racconti del padre. Vi rimaneva inquieta, seccata dalla madre che la richiamava allo zelo, seccata dal proprio desiderio di figurare con Alfonso, infine veramente tormentata dal timore di venire sgridata da lui, ma vi rimaneva! Vi rimaneva vinta dall’inerzia, rassegnata anche a subire le osservazioni taglienti di Alfonso. (p. 70) 30 Lucia Lanucci teme recibir los regaños de Alfonso al no cumplir con sus tareas, pero la inercia puede más que todos sus deseos. La definición de “inercia” del psicólogo Alberto Merani se ajusta muy bien al carácter de Lucía, como hemos visto: “Con sentido general, la inercia es la propiedad en virtud de la cual la materia conserva su estado de reposo o de movimiento, mientras no sufra la acción de una fuerza exterior. Con sentido psicológico, ausencia de cualquier actividad psíquica y mental o de cualquier reacción a los estímulos.”38 Lucía tiene los mismos síntomas de inercia que Alfonso: ambos se preocupan por superarse, tienen buenas intenciones, pero no pasan nunca del propósito a la acción. La inercia es más fuerte que su voluntad. Al finalizar las lecciones, Alfonso se despide y se porta más amigable con Lucía; ella se propone entonces ser más dedicada, más estudiosa, cambiar de actitud para superarse, pero su inercia, su falta de energía se lo impiden: Si proponeva anche per la mattina seguente di levarsi piú di buon ora per rimettersi allo studio, ma bastava la notte a piombarla nella solita inerzia. (p. 71) El personaje femenino más importante de esta novela es el de Annetta, la hija del señor Maller. La imagen que tenemos de ella es la de una muchacha caprichosa. Después de un viaje a París empieza a interesarse por la literatura y la cultura en general, trata de rodearse de personas cultas, pero sólo para guardar las apariencias, pues en realidad, se aburre con ellas. 38 Alberto Merani, Diccionario de psicología, Barcelona, Grijalbo, 1982. 31 Annetta es la primera de las grandes figuras femeninas de Svevo: a ella seguirán Angiolina Zarri, Amalia Brentani, de Senilità; Augusta y Ada de La coscienza di Zeno. Después de varias visitas y de convivir con Annetta, Alfonso se enamora de ella y empieza a fantasear: se imagina cómo serían los encuentros de amor en esas recámaras tan lujosas. Alfonso prosigue su camino de “sognatore irrimediabile”, como lo llama Pasquale Tuscano. El carácter débil de Alfonso lo hace fácil de manejar: prueba de ello es la influencia que el primo de Annetta, Macario, ejerce sobre él. Hay pasajes de Una vita que, quizá, tengan una relación sólo indirecta con nuestro tema, pero que realmente lo complementan: es el caso de los comentarios con fondo filosófico de Macario, los cuales son alusiones directas a la forma en que Alfonso conduce su vida. Macario, quien posee un barco, invita a Alfonso a dar un paseo. Alfonso se marea; para distraerlo, Macario le propone observar el vuelo de los pájaros. Macario empieza a filosofar: Chi non ha le ali necessarie quando nasce non gli nascono mai piú. Chi non sa per natura piombare a tempo debito sulla preda non lo imparerà giammai e inutilmente starà a guardare come fanno gli altri, non li saprà imitare. Si muore precisamente nello stato in cui si nasce, le mani organi per afferrare o anche inabili a tenere. (p. 93) Alfonso se impresiona al escuchar este discurso y se siente miserable por la agitación que lo invade: – Ed io ho le ali?– chiese abbozzando un sorriso. –Per fare dei voli poetici sí!– rispose Macario. (p. 94) 32 Alfonso se siente reconfortado por la simpatía que Macario le muestra, en este primer acercamiento con un mundo superior al suyo, pues Alfonso tiene la sensación de pertenecer a una clase social inferior. Mario Lunetta abunda sobre el problema de las clases sociales en la novelas de Svevo: Attraverso la storia di questo travet impegnato a rompere la gabbia della propria inferiorità sociale, Svevo aggredisce con forza il nocciolo del problema che sarà poi alla base dell’ossatura di Zeno: l’analisi del quadro violentemente contraddittorio di una società che isola l’individuo, la descrizione di un conflitto in atto tra le classi attraverso quello tra un piccolo impiegato e un sistema socioeconomico completamente estraneo alle sue esigenze, il fallimento cui è destinato chi (come Alfonso Nitti) individua nell’amore disinteressato il tramite per un’ascesa sociale, infine l’oscura coscienza di sentirsi vittima di un ingranaggio incomprensibile.39 Italo Svevo, con notable lucidez, confió al pequeño burgués Alfonso Nitti el papel consciente de víctima y de rebelde en el interior de una condición social que lo aplasta, en un mundo cuyas constantes son la lucha, la agresión y el abuso, un individuo que se siente incapaz de enfrentar la vida y que carga la condena de un trabajo que no ama, y que ciertamente está destinado a sucumbir. Después de sufrir dudas, celos y un nuevo rechazo de Annetta, Alfonso se vuelve otra vez tímido. La inercia no permite a Alfonso hacer bien su papel de enamorado: Aveva omesso di dimostrarsene innamorato! La sua parte, da bel principio egli se l’era detto ed era stato per sciocca inerzia che della sua osservazione non aveva fatto miglior uso, la sua parte doveva essere sempre da innamorato ragionevole che si contenta di uno sguardo o di una stretta di mano, ma innamorato doveva apparire. (p. 184) Alfonso Nitti tiene una actitud inerte más poderosa que la que provee los cambios y los esfuerzos de la actividad mental. Su inercia psicológica se opone a 39 Mario Lunetta, Invito alla lettura di Svevo, p. 57. 33 toda modificación y progreso. Sabe que debe mostrarse enamorado de Annetta para así conquistarla y conseguir una posición social más alta, pero su inercia y su indiferencia se lo impiden. Llama la atención el adjetivo sciocca. ¿Por qué decir “necia inercia”? Alfonso muestra una sumisión extrema ante Annetta: hace lo que ella le pide con el propósito de no perder el acceso a su casa. Alfonso finge entusiasmo para que su relación no cambie. Ella se porta, a veces, muy fría, calculadora y hasta dura. En cambio, Alfonso sólo sabe refugiarse en sus sueños. Para evadirse de su realidad Alfonso toma una actitud de frialdad hacia Annetta; pero, en lugar de dañarla, se hace daño él mismo: Il fatto si è che, calcolata per commuovere Annetta, la sua freddezza aveva apportato altrettanto danno a lui. I suoi sensi erano stati agitati dalle promesse mai mantenute ripetute ad ogni loro convegno. Prima nel tentativo di rubare una carezza o un bacio, la sua mente era stata conservata in una continua attività verso una meta e, questameta raggiunta, i suoi sensi si erano calmati nella soddisfazione che, per quanto relativa, era però quella che essi avevano creata. Ora invece gli mancava ogni attività o ogni soddisfazione ed egli nell’inerzia analizzava i propri desideri mai soddisfatti né calmati e li rendeva piú acuti. (p. 195) Alfonso se autoanaliza: está consciente de sufrir de inercia, pero esa conciencia no modifica su actitud y en cambio sí lo hace sufrir. Alfonso tiene deseos de cambiar su vida, pero no actúa, no pasa a la acción. Su inercia es más fuerte que sus propios deseos. A causa de su inercia, Alfonso no satisface sus deseos. La reacción de este personaje frente al análisis de su insatisfacción coincide con lo que Freud llama “síntoma”, definido como “signo y sustitutivo de una no lograda satisfacción de un instinto, un resultado del proceso de la represión, por medio del cual se transforma en displacer el placer de satisfacción esperado.”40 40 Sigmund Freud, Inhibición, síntoma y angustia, México, Grijalbo, 1970, p. 14. 34 El síntoma surge, precisamente, del impulso instintivo obstaculizado por la represión que equivale a un intento de fuga de la realidad. A veces sucede que la lucha defensiva contra el impulso instintivo indeseable queda terminada con la formación de síntomas. Según Freud, la angustia causa la represión y no al inverso.41 Por lo anterior podemos decir que Alfonso es un personaje angustiado por su propia represión. La inercia de Alfonso reafirma una característica de su personalidad: la ineptitud para vivir. Así, una noche que Alfonso logra tener relaciones íntimas con Annetta sin que ella ponga resistencia, su reacción es inesperada: en lugar de sentirse feliz y orgulloso, se muestra asustado y hasta indiferente. No sabe disfrutar el interés que Annetta le muestra; prefiere seguir soñando, pensando y creando nuevas fantasías. Para justificar su actitud, Alfonso toma como pretexto el cansancio y los deseos de dormir para así esconder su falta de capacidad para aceptar responsabilidades, pues casarse con la hija de su patrón implicaría afrontar ciertos riesgos que evidentemente no desea tomar. El pretexto de Alfonso es falso porque al otro día, después de haber dormido lo suficiente, sigue sintiendo el mismo malestar de infelicidad. Egli aveva lungamente desiderato Annetta, l’aveva amata. Erano il sonno e la stanchezza che gli toglievano di godere della sua felicità [...] (p. 202) Alfonso es incapaz de ser feliz. Por esta razón el título original de esta novela Un inetto parece más adecuado. 41 Ibidem, p. 36. 35 Este desilusionado héroe de la resignación y de la ineptitud representa la primera individualización de este tipo de “vencido de la vida”, incapaz de vivir su realidad. Esta figura es una constante en la obra de Svevo. Alfonso es el hermano menor de Emilio Brentani de Senilità y de Zeno Cosini de La coscienza di Zeno. La falta de energía de Alfonso para luchar hace que su vida se vuelva dolorosa e insoportable: Egli invece si sentiva incapace alla vita. Qualche cosa, che di spesso aveva inutilmente cercato di comprendere, gliela rendeva dolorosa, insopportabile. Non sapeva amare e non godere; nelle migliori circostanze aveva sofferto piú che altri nelle piú dolorose. L’abbandonava senza rimpianto. Era la via per divenire superiore ai sospetti e agli odii. Quella era la rinunzia che egli aveva sognata. Bisognava distruggere quell’organismo che non conosceva la pace; vivo avrebbe continuato a trascinarlo nella lotta perché era fatto a quello scopo. (p. 354) Svevo dibuja poco a poco los rasgos de carácter de Alfonso. Al principio de la novela describe a un muchacho con un aspecto físico que delata su debilidad de carácter, y luego el mismo Alfonso se declara incapaz para vivir, pero desde el principio de la novela, Alfonso se siente vencido. Su inercia no le permite salir de esa concepción pesimista de ver la vida. Al final, Alfonso se muestra resignado, cree que su actitud es normal. Alfonso decide viajar a su pueblo, según él para salir de la monotonía, pero más bien era para huir de lo que le hacía daño. Al llegar a su pueblo natal, Alfonso se entera que su madre está muy enferma. A partir de ese momento se dedica por completo a cuidarla. En sus ratos libres reflexiona sobre el hecho de haber dejado la ciudad, cree que sus malestares terminarán por la simple lejanía. También Giorgio, protagonista de “L’assassinio di via Belpoggio”, cree que con el simple 36 hecho de alejarse del lugar donde se sufre, se resuelven los problemas. Alfonso se siente bien en su pueblo, no siente ni remordimientos ni angustia. La aventura con Annetta carece ya de importancia y para no enfrentar su realidad, Alfonso disfraza sus sentimientos con razonamientos: Nelle lunghe ore ch’egli passò là, inerte, ragionò anche una volta sui motivi che lo avevano indotto a lasciare Annetta, ma come sempre il suo ragionamento non era altro che il suo sentimento travestito. (p. 239) Hemos visto que la inercia otra vez obstaculiza la superación de Alfonso. Como Jung afirmaba una peculiar inercia psíquica, que se opone a toda modificación y progreso, es condición básica de la neurosis. Según Freud, la inercia psíquica es un término equivalente a “fijación”.42 Observamos que estas dos definiciones coinciden con la conducta de nuestro personaje. Podemos afirmar que Alfonso Nitti es un individuo neurótico que sufre de “fijación” y se resiste a superar ambos malestares. La mamá de Alfonso también padece de inercia: Ora non poteva piú muoversi. Quello che non aveva fatto la malattia era stato compito dall’inerzia [...] (p. 234) Después de una agonía prolongada, la madre de Alfonso fallece. Alfonso lo toma con calma. Al volver solo a su casa, Alfonso recuerda su aventura en la ciudad. Similar a Giorgio del “Assassinio”, Alfonso tiene momentos de revaloración, pues se siente como un hombre nuevo, con deseos de cambiar, de superar su enfermedad: 42 Diccionario enciclopédico de la psique, Buenos Aires, Editorial Claridad, 1975, p. 326 37 Il suo cervello aveva trovato riposo nella malattia e il pensiero di Annetta gli sembrava quasi nuovo. Non poteva appassionarsi per cose avvenute molto tempo prima e delle quali quasi voleva riconoscersi responsabile. Egli ora era uomo nuovo che sapeva quello che voleva. L’altro, colui che aveva sedotto Annetta, era un ragazzo malaticcio, con cui egli nulla aveva in comune. Non era la prima volta ch’egli credeva di uscire dalla puerizia. (pp. 272-273) Alfonso imagina que si a su regreso a la ciudad encuentra que Annetta todavía lo ama, se casará con ella, pues tiene conciencia de sus deberes. Si por el contrario, Annetta ya no lo ama, se retira a su soledad. La única consecuencia desagradable sería que perdería la oportunidad de subir de puesto en la Banca Maller. El regreso de Alfonso a la ciudad es triste y pronto se entera de que Annetta ya está comprometida con Macario. Alfonso reflexiona cuán extraño era que al recibir esa noticia por carta casi no había sentido nada y, al escucharla de viva voz, sintió una fuerte opresión en el corazón: “Anche questo spiegò. Là nel villaggio, visto da lontano, le cose perdevano della loro importanza.” (p. 282) Una vez más, los razonamientos de Alfonso tienen como finalidad defenderse y no aceptar lo crudo y duro de la realidad. Quello che adesso succedeva non lo concerneva affatto; alla sua felicità doveva bastare il sapersi liberato da Annetta. Era libero! Ripeté piú volte la parola a mezza voce: libero da quella donnicciola che lo aveva abbandonato con la stessa rapidità con cui gli si era data. (p. 284) ¿Hasta qué puntola inercia de Alfonso lo exonera de toda culpa? Alfonso culpa a la gente que lo rodea de su sufrimiento y frustración. Su autoanálisis le aconseja desligarse de todo compromiso, incluso de la mujer que ama. Para no sufrir por su inercia prefiere pensar que Annetta no vale la pena. En realidad, para Alfonso nada vale la pena, por eso no lucha. 38 En la Banca Maller reciben fríamente a Alfonso, quien tiene que trabajar muy duro para recuperar el tiempo que ha pasado sin trabajar. Alfonso sufre de problemas económicos porque ofrece pagar la dote matrimonial de Lucia Lanucci y además recibe menos dinero del que esperaba. Para colmo lo cambian al departamento de contabilidad y desde los primeros días se empieza a aburrir. Como no está contento con su nuevo puesto, Alfonso decide renunciar a su empleo. Solo en su cuarto Alfonso piensa en lo que hará con su vida, pues cree que será muy difícil seguir viviendo sin tener un empleo. Se imagina pobre, abandonado, hambriento. Por eso decide enviar un recado a Annetta para citarla en un determinado lugar y allí pedirle ayuda. Cuando Alfonso espera a Annetta, llega Federico, el hermano de ella. Al instante Alfonso piensa que ella mandó a su hermano para matarlo, empiezan a discutir y al final Federico reta a muerte a Alfonso. Cuando regresa a su vivienda, a pesar de su congoja, el cerebro de Alfonso continúa trabajando arduamente. Alfonso tiene que enfrentarse a duelo con Federico Maller, en una lucha desigual porque Federico tiene dos ventajas: el odio y la habilidad. Según él sólo queda un camino: huir de aquella contienda, en la que haría un papel miserable y ridículo, a través del suicidio. Alfonso prefiere rechazar voluntariamente la vida: decide quitársela, pues ya no tiene deseos de vivir. La muerte sería la liberación de su angustia. Non aveva pensato mai al suicidio che col giudizio alterato ma giocondo. La liberazione! Si rammentava che fino a poco prima aveva pensato altrimenti e volle calmarsi, vedere se quel sentimento giocondo che lo trascinava alla morte non fosse un prodotto della febbre da cui poteva essere posseduto. No! Egli ragionava calmo! Schierava dinanzi alla mente tutti gli argomenti contro al suicidio, da quelli morali dei predicatori a quelli dei filosofi piú 39 moderni: lo facevano sorridere! Non erano argomenti ma desideri, il desiderio di vivere. (p. 353) Alfonso es encontrado por Gustavo Lanucci. Alfonso deja sus ahorros a la hija del señor Lanucci, que servirán para pagar la dote matrimonial de la muchacha. La novela se cierra con un comunicado que la banca Maller hace sobre el funeral de Alfonso Nitti, realizado con la intervención de sus colegas y la dirección. En el comunicado se menciona que las causas de la muerte son desconocidas. Mario Lunetta afirma que la personalidad y el destino de un subalterno sólo pueden ser ignoradas por sus superiores. In fondo la personalità e il destino di un subalterno come Alfonso Nitti non possono risultare, per i suoi superiori, che “ignoti”. Si è conclusa una vita, una delle tante vite anonime segnate dal fallimento e da una tragica impotenza, frenate nel loro slancio da un ferreo condizionamento di classe.43 Con respecto a la idea que Alfonso manifiesta sobre la muerte como “la liberación”, ésta tiene semejanza con la de Thomas Buddenbrook: ¿Acaso todo hombre no es un desacierto y un error? No entra al nacer, en una dolorosa prisión? ¡Prisión! ¡Barreras y cadenas por doquier: a través de las rejas de su individualidad, mira el hombre: desesperado, el muro que circunda el recinto exterior, hasta que llega la muerte y le llama al reposo y a la libertad...44 En relación con esta idea de la muerte, los dos autores, Svevo y Mann, parecen haberse inspirado en Arthur Schopenhauer. De hecho, en Una vita la influencia del filósofo alemán es muy fuerte: sólo el suicidio del protagonista no corresponde con los preceptos del autor del Mundo como voluntad y 43 Mario Lunetta, Invito alla lettura di Svevo, p. 67. 44 Thomas Mann, Los Buddenbrook, Tomo II, p. 340. 40 representación. Para Schopenhauer, la vida es un error y la muerte es la destrucción violenta de ese error fundamental que es el ser: Exigir la inmortalidad del individuo es querer perpetuar un error hasta el infinito. En el fondo, toda individualidad es un error especial, una equivocación, algo que no debiera existir, y el verdadero objetivo de la vida es liberarnos de él.45 Para Schopenhauer, la vida no se presenta en manera alguna como un regalo que debemos disfrutar, sino como un deber, una tarea que tenemos que cumplir a fuerza de trabajo. De aquí, en las grandes y en las pequeñas cosas, una miseria general, una labor sin descanso, una competencia sin tregua: un combate sin término, una actividad impuesta con una extrema tensión de todas las fuerzas del cuerpo y del espíritu.46 Bruno Maier, en la introducción citada de la novela en examen, afirma que la conclusión de Una vita, es decir el suicidio de Alfonso, fatal e inevitable, según Svevo, era la “consecuencia lógica de no saber vivir.”47 Svevo proyectó en el protagonista Alfonso Nitti los sueños, las ilusiones, las perplejidades, los dolores, las frustraciones y las mortificaciones de su misma edad juvenil y la concepción pesimista de la existencia, aprendida, quizá, de Arthur Schopenhauer, pero no su concepción del suicidio, pues éste último afirmaba: El suicidio, lejos de negar la voluntad de vivir, la afirma enérgicamente. Pues la negación no consiste en aborrecer el dolor, sino los goces de la vida. El suicida ama la vida; lo único que pasa es que no acepta las condiciones en que se le ofrece. Al destruir su cuerpo no renuncia a la voluntad de vivir, sino a la vida.48 45 Arthur Schopenhauer, El amor, las mujeres y la muerte, p. 109. 46 Vid. ibidem, p. 150. 47 Bruno Maier, Introducción a Italo Svevo, Una vita, (Las páginas de la Introducción no están numeradas). 48 A. Schopenhauer, El mundo como voluntad y representación, México, Porrúa, 1987, p. 305. 41 Mario Lunetta dice que el conflicto individuo-sociedad es evidente en esta novela, y que el individuo sale de dicho conflicto aplastado. El retrato de Alfonso Nitti se agrega así a los “vencidos” que Verga había representado con firme e impasible piedad en sus novelas. La sconfitta è la logica conclusione dello scontro tra il singolo e la collettività, quando costui non sia armato del bagaglio di “indispensabile” cinismo e di risorse egoistiche richiesto ad affrontare la lotta per la sopravvivenza e l’affermazione.49 En la primera novela de Svevo aparece desde el título claramente la ambición de proporcionar un cuadro completo y casi científicamente enfocado en la experiencia humana en todas las implicaciones, en los términos de una particular existencia vista como emblema de una condición general. En esta novela, Svevo se comprometió a fondo, quizá convencido de haber descubierto de algún modo su propia directriz, y es un hecho que el ambiente de la mediana y pequeña burguesía constituirá, según Lunetta, el eje conductor del trabajo sucesivo del escritor hasta La coscienza di Zeno (1923). A partire dal suo libro d’esordio, Svevo scruta la fisonomia di una classe della quale si riconosce oggettivamente prodotto e critico al contempo, con un intuito sociologico e una profondità di visione realistica che lo pongono immediatamente al di là (e al di sopra) del cronachismo verista e del superomismo dannunziano.50 Como ya lo hemos mencionado, Alfonso Nitti es el predecesor, el hermano mayor de Emilio Brentani, cuyos padecimientos son muy similares, sobre todo el de la inercia que al final los convierte en los seres vencidos, los personajes ineptos de Italo Svevo.
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