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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Programa de Postgrado en Letras Facultad de Filosofía y Letras Instituto de Investigaciones Filológicas LA LITERATURA COMO JUEGO Posibilidades lúdicas en The Unfortunates de B.S. Johnson y Rayuela de Julio Cortázar Tesis que para optar por el grado de Maestría en Letras (Literatura comparada) presenta Laura Adriana González Eguiarte Asesor Dr. Samuel Gordon Listokin Ciudad Universitaria, mayo del 2008 Neevia docConverter 5.1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. A Samuel y Gaby Gordon sin quienes este proyecto no se hubiera vuelto realidad, de todo corazón, gracias. A mis padres, Adriana y Sergio, mi mayor ejemplo de constancia, profesionalismo y entrega, con todo el amor. A Sergio por su afecto silencioso, pero siempre solidario. Y, desde luego, a Rebeca que un día me preguntó cómo la consideraba, ¿cronopio o fama? Neevia docConverter 5.1 Me pregunto si alguna vez conseguiré hacer sentir que el verdadero y único personaje que me interesa es el lector, en la medida en que algo de lo que escribo pueda contribuir a mutarlo, desplazarlo, a extrañarlo, a enajenarlo. Julio Cortázar, Rayuela Neevia docConverter 5.1 ÍNDICE Introducción………………………………..……………………………….………….IV I. La literatura como juego…………………………………...…………….………7 Lectura y apertura…………………………………………………………………..……………….. 11 La nueva historia de la literatura……………………………………….…………………………….14 El poder de la ambigüedad…………………………………………….…………………………………16 El juego como apertura…………………………………………….…………………………………20 Los libros-juego…………………………………………………………..…………………………………….22 Estrategias de apertura en la novela del siglo xx…………………………………………….27 Tiempo y perspectiva………………………………………………………………………………………. 34 II. Dos novelas, dos juegos………………………….…………………………….40 Rayuela…………………………………….………………….………………………………………………40 The Unfortunates………………………………..……………………………………………………….49 III. De juegos y reflejos Estudio comparado de Rayuela y The Unfortunates……………..…………60 La invitación al juego……………………………………………………………………………………71 79 Modelo para Armar. Disertaciones teóricas en torno a la narratividad…87 El sentido de la búsqueda…………………………………………………………………………..100 Conclusiones. El juego y la apertura……………………………………………108 Anexos……………………………………………………………………………………120 Julio Cortázar, cronopio entre las famas…………………………………………………..120 B.S. Johnson, demasiado joven para escribir sus memorias………….……….128 Introducción a la edición húngara de The unfortunates………….…………..….128142 Bibliohemerografía razonada…………………………………………………….142 Neevia docConverter 5.1 INTRODUCCIÓN La finalidad de la presente tesis titulada La literatura como juego es explorar las estrategias de apertura y la relación que establece la novela con sus lectores a partir del estudio comparado de la estructura y posibilidades lúdicas de dos novelas de la década de los sesentas: Rayuela1, de Julio Cortázar publicada en 1963 y The Unfortunates2 [Los desafortunados] de B.S. Johnson, de 1969. Asimismo, se busca demostrar que los juegos que plantean los autores de ambas son precursores de las tendencias interdisciplinares y de mayor interrelación e interactividad entre emisor y receptor3 que en la actualidad podemos observar en muchas manifestaciones estéticas; en particular, en aquellas que conllevan una estructura narrativa. La primera razón por la que estas novelas son susceptibles de comparación es la estructura que permite al lector —respetando las reglas anunciadas en las introducciones/instrucciones de ambos casos— la permutación y el reordenamiento de sus capítulos o fascículos, como si se tratase de un rompecabezas; a fin de que realice una especie de edición mental a partir de la cual es posible desentrañar el sentido de la obra y hacer que su lectura sea única, irrepetible y, por lo tanto, subjetiva y personal. Por otro lado, ambas presentan otros recursos narrativos, algunos similares y otros disímiles, que pudieron repercutir en su recepción y en la suerte que cada una corrió con el paso del tiempo. 1 Julio CORTAZAR. Rayuela. México: Alfaguara, 1992 (1963). 599 pp. 2 B.S. JOHNSON. The unfortunates. [Los desafortunados] Singapur: Picador, 1999 (1969). 3 En este caso, empleo los términos de la teoría de la comunicación “emisor” y “receptor” entendiendo que la novela, como cualquier otra manifestación estética, conlleva un mensaje y establece un vínculo de comunicación. El emisor es el productor de la obra y su sentido; el receptor, su intérprete y, como se observará, coparticipe en la creación de sentido y en formación de la obra. Neevia docConverter 5.1 INTRODUCCIÓN V Ambas novelas fueron publicadas en la década de los sesenta con apenas seis años de diferencia —aunque sus autores no se conocieron ni leyeron sus respectivas obras— lo que contribuye a contextualizar su producción y la manera en que ambas correspondieron a las preocupaciones e intereses de su época; no obstante, la primera pertenece a las letras hispánicas —aunque alcanzó fama mundial— y la otra, a las inglesas, lo que sin duda afectó no sólo la manera en que fueron escritas sino su recepción. Rayuela, del argentino Julio Cortázar, ya desde el título se anuncia como un juego con el lector. Desde el principio se le informa que no se trata de uno, sino de varios libros, principalmente dos —pues el lector puede elegir su propio recorrido— con distintos órdenes. La versión de 56 capítulos se lee de manera corrida, mientras que si el lector sigue el Tablero de dirección alternará los distintos capítulos tomándolos de cada una de sus partes o secciones, llamadas El lado de allá, para los eventos que suceden en París, El lado de acá por lo que transcurre en Argentina y, por último, De otros lados que son los capítulos prescindibles que se van insertando según señale el tablero de dirección. Los capítulos que alternan varían en espacio, tiempo, narrador (aunque el principal sea Horacio Oliveira) e incluso en género, ya que se agregan recortes de periódico, escritos ajenos y citas de otros autores. La novela The Unfortunates del británico B.S. Johnson, está conformada por 27 capítulos que salvo el primero y el último pueden leerse en forma aleatoria. El libro se presenta sin encuadernar dentro de una caja y los fascículos están atados temporalmente por un cinto removible. Es una novela de carácter autobiográfico, en la que el autor cuenta su visita a Nottingham para hacer un reportaje sobre un partido de futbol soccer; al llegar lo reconoce como un lugar que visitó con anterioridad pues en él vivía su fallecido amigo, Tony. La tesis se divide en tres capítulos, los primeros dos preparan el terreno teórico y contextual para el tercero, de mayor relevancia ya que en Neevia docConverter 5.1 INTRODUCCIÓN VI él se lleva a cabo el análisis comparado entre ambas novelas. El primero, La literatura como juego, corresponde al marco teórico en el que se inscribe este análisis, revisando algunos postulados que ponen mayor atención en el lector y su participacióndentro de la construcción de la obra: las teorías de la recepción de Jauss e Iser y de la Obra abierta de Umberto Eco. Asimismo, se distinguirá al narratario de la figura que Iser y Eco llaman lector implícito y modelo, respectivamente. Se hará hincapié en el juego como estrategia de apertura y los elementos lúdicos apreciables en algunas manifestaciones culturales del siglo XX como son los juegos de rol, la colección de libros infantiles Elige tu propia aventura™, la improvisación escénica y, desde luego, los interactivos y cibertextos. Al segundo capítulo titulado, Dos novelas, dos juegos corresponde el contexto en que se escribió cada novela y sus características generales. Cabe señalar que en los anexos se contempla una reseña biográfica y de la producción literaria de ambos autores, a fin de que el lector, que así lo desee o necesite, pueda revisar esta información. El tercer capítulo, De juegos y reflejos, podría ser considerado el medular, ya que en él se efectúa el análisis comparado al que he hecho referencia a lo largo de la introducción. Se trata del capítulo más extenso por la cantidad de líneas de análisis que este estudio posibilita y exige. Se reflexiona en torno a los personajes, la temática que abordan, las disertaciones que acerca de su quehacer como narradores hacen ambos autores, de sus intenciones y resultados, y de los recursos literarios y estrategias de apertura que emplean. Desde luego, se presta especial atención a la estructura fascicular intercambiable, la invitación al juego y las posibilidades lúdicas de las novelas a fin de corroborar los efectos que una narración de esta índole genera en los lectores. Neevia docConverter 5.1 CAPÍTULO I LA LITERATURA COMO JUEGO Sólo por una costumbre sacada del lenguaje insincero de los prólogos y las dedicatorias, dice el escritor: “Lector Mío”. En realidad, cada lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo. Marcel Proust1 Con el paso del tiempo, los cánones estéticos, las formas, estructuras y estilos artísticos y literarios han variado considerablemente. Asimismo, la forma en que el lector, espectador, receptor o usuario2 accede a la obra de arte se ha visto modificada. Existen una serie de factores internos y externos a la obra que modifican la experiencia estética de su receptor. El estilo y, en el caso concreto de la narrativa, la estructura —la manera en que está construido el relato,— la forma en que el texto apela a su lector, consigue su atención y lo guía por los vericuetos de una historia, cambian, y al hacerlo, también alteran la forma en que debe ser leído. Por otro lado, el contexto histórico, político, social, ideológico y personal del lector, en suma, su campo de referencia o enciclopedia semántica, modifican su percepción de la obra. A su vez, las teorías críticas —que en sí mismas constituyen una de tantas lecturas e interpretaciones posibles de la obra de arte— responden a los valores estéticos de una época y, en este sentido, los reflejan. 1 Marcel PROUST. “El tiempo recobrado” en En busca del tiempo perdido. (1927) v. 7. trad. C. Berges. Alianza Editorial, Madrid, 1976. p, 264. 2 En la presente tesis, los términos lector, espectador, receptor y usuario se emplean de manera análoga, aun cuando “lector” prevalecerá por encima de los otros. La teoría de la recepción no aplica únicamente a la literatura, sino en general a todas las artes y medios de expresión y comunicación. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 8 En la segunda mitad del siglo XX, concretamente en los sesentas y setentas,3 con fuerte influencia de la fenomenología de Husserl y la filosofía de Gadamer, se aprecia un cambio en el foco de atención de la crítica que anteriormente se había concentrado en la obra en sí o el autor, hacia el lector. Precedidos por Umberto Eco y su Obra abierta (1962),4 teóricos como Georges Poulet (1966),5 H.R. Jauss (1970),6 Wolfgang Iser (1976),7 Paul Ricoeur (1981),8 E.D. Hirsch (1976)9, Norman Holland (1975)10, David Bleich (1978)11 y Stanley Fish (1980)12 analizan la función, participación e interpretación del receptor, espectador o lector. La mayor atención de la crítica en el papel del receptor corresponde, en gran medida, a la mayor conciencia de los artistas y escritores del siglo XX sobre la importancia de su público o lector y las estrategias que para aproximarse a ellos emplearon. Los narradores del siglo XX exploraron con las formas y estructuras de sus novelas,13 idearon nuevas maneras de contar sus historias, en principio rompiendo con la secuencia lineal —en ocasiones, 3 Lo que hace a las teorías solo ligeramente posteriores a los libros que motivan el presente análisis, Rayuela (1963) y The unfortunates (1969). 4 La publicación de la Obra abierta data de 1962, sin embargo, la introducción de la teoría es anterior, ya en 1958 Eco publicó el artículo El problema de la obra abierta. 5 Georges POULET. “Criticism and the Experience of Interiority” (1966), The structuralist controversy, ed. Richard Macksey y Eugenio Donato. Chicago y Londres: Chicago University Press, 1972. 6 Hans Robert JAUSS. Toward an Aesthetic of Reception (1970) Brighton: Harvester Press, 1982. 7 Wolfgang ISER. The Act of Reading. (1976) Londres and Henley: Routledge and Kegan Paul, 1978. 8 Paul RICOEUR. Hermeneutics and the Human Sciences. Cambridge: Cambridge University Press, 1981. 9 E.D. HIRSCH. The Aims of Interpretation. Chicago y Londres: Chicago University Press, 1976. 10 Norman HOLLAND. 5 Readers Reading. New Haven and Londres: Yale University Press, 1975. 11 David BLEICH. Subjective Criticism. Baltimore y Londres: Johns Hopkings Univesity Press, 1978. 12 Stanley FISH, Is There a Text in This Class? Cambridge MA: Harvard University Press, 1980. 13 Desde luego, existen antecedentes de estos juegos estructurales, tal es el caso de la novela The life and opinions of Tristram Shandy del irlandés Lawrence Sterne, profundamente admirado por B.S. Johnson, que data del siglo XVIII. No obstante, los juegos con las estructuras narrativas, la ruptura con la linealidad y la deliberada búsqueda de apertura en la literatura predomina en el siglo XX, por lo que es entonces cuando la crítica le presta la atención merecida. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 9 paralela—14 pero también recurriendo a cambios en las voces narrativas, juegos con el lenguaje, monólogos interiores y cambios de género. El papel del lector lógicamente se vio modificado por la innovación estilística y estructural de los escritores. La novela del siglo XX se volvió más exigente, a menudo de difícil comprensión y, por su carácter polisémico, susceptible a interpretaciones diversas. La desarticulación cronológica, el cambio de voces narrativas y puntos de vista, el manejo del lenguaje y el monólogo interior agudizaron los blancos activos o zonas de ambigüedad, permitiéndole al lector ordenar las secuencias y hacerse un juicio propio respecto a la multiplicidad de puntos de vista y percepciones que se le presentan. El papel del lector como productor de sentido dentro de la novela se hizo más claro y patente. Los recursos narrativos que provocan la participación del lector se nos presentan como una especie de guiño o juego con el lector. La novela se plantea, entonces, como una espacio simbólico dentro del que se relacionan escritor y lector. Como se observó en los párrafos precedentes, el papel del espectador- lector cobra cada día mayor importancia no sólo en el campo de las letras, sino en el de todas las artes y medios de comunicación. Cada día se está más consciente de quién es la audiencia hacia la que tal o cual manifestación artística o estética se dirige. Ya no se trata de entes pasivos sino de sujetos activos, productores de sentido.Los antaño receptores acríticos adquieren el grado de interlocutor. De la mano de este fenómeno, se aprecia una mayor interdisciplinariedad en todos sentidos —artes y ciencias— y un auge en la teoría de los juegos en espacios tan diversos como la economía, el derecho, la literatura, la cibernética y la informática. De ahí, la pertinencia y necesidad 14 Los novelistas del siglo XIX iniciaron cierta exploración y juegos de cambios temporales al interior de su novela, contando pasajes de forma paralela o haciendo referencia a eventos del pasado; tales son los casos de Dostoievsky, Tolstoi y Dickens, entre otros. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 10 de explorar las posibilidades lúdicas de la literatura de la segunda mitad del siglo XX como estrategias de apertura. A fin de entender las nuevas tendencias de la narrativa15 en todas sus acepciones (porque, como se dijo, la permeabilidad de los medios actualmente es tal, que con este término no podemos referirnos únicamente a un texto impreso sino a todo lo que implique contar una historia), es necesario volver los ojos a quienes en un principio experimentaron con estas nuevas formas y que, consciente o inconscientemente, plantearon juegos con el lector. Tanto Rayuela (1963) como The Unfortunates (1969) propician la participación del lector a través del juego empleando algunos recursos similares —la permutación y desorden en los fascículos— pero con intenciones, temáticas, mensajes y tratamientos muy distintos. Como se observará en los capítulos destinados al análisis y comparación de las novelas, su suerte con la crítica y los lectores fue sumamente disímil; la primera, del escritor argentino Julio Cortázar, es muy conocida, revisada y analizada; la otra, del británico B.S. Johnson, prácticamente olvidada, aun cuando, al publicarse, su autor fue considerado el novelista inglés más importante del momento. La suerte de las obras es también digna de análisis puesto que obliga a preguntarse qué factores internos y externos a ellas dieron lugar a determinada respuesta; por qué dos textos con juegos y tratamientos tan similares pueden provocar reacciones tan distintas; qué hizo que una de ellas, tras ser aclamada por la crítica fuera tan prontamente olvidada. Una vez más, el destino de la obra no habla únicamente de sus valores intrínsecos, ni de su autor sino también de sus lectores. 15 En este caso empleo la palabra narrativa como sustantivo para referirme al género narrativo, distinto del lírico y el dramático, y a toda forma de comunicación que lleve una historia de por medio. Se trata de la traducción directa del término en inglés narrative. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 11 LECTURA Y APERTURA Si bien, las teorías de la recepción estética y literaria16 cobraron auge a finales de la década de los sesentas y durante los setentas del siglo XX, el interés por los lectores no es algo nuevo. Ya en la Poética de Aristóteles se observa una preocupación por la reacción de la audiencia ante la poesía dramática, en ello estriba su introducción del término “catarsis” que quiere decir “purga” o “purificación”. Pero, más allá de los críticos, a lo largo de los siglos, los propios autores se han preocupado por sus receptores y se han visto influidos por ellos. Si entendemos el hecho literario como un acto de comunicación en el que un emisor-escritor produce un mensaje-texto que es recibido (interpretado)17 por un receptor-lector, queda claro que su existencia depende de estos tres elementos. Todo escritor se debe a sus lectores; el lector es, por lo tanto, su razón de ser. En general, el escritor tiene conciencia de su lector y, generalmente, tiene una intención para con él; quiere provocar un cambio. Esto resulta especialmente claro en todo texto escrito con fines didácticos, pedagógicos o ideológicos. No en vano, el escritor muchas veces se dirige y apela directamente a su lector. El lector-modelo o implícito,18 del que se hablará en próximas 16 He decidido usar el plural en este caso, porque se han identificado marcadas diferencias entre los distintos teóricos preocupados por la reacción-respuesta de los lectores; mismas que me parece importante destacar, así como señalar aquellas con las que este análisis tiene mayor cercanía. 17 Aunque parezca una obviedad, este término adquiere especial relevancia dentro de las distintas teorías de la recepción puesto que la recepción de un mensaje (inteligible para el receptor) implica per se una forma de interpretación aun cuando algunos críticos formalistas y del New Criticism le restaran importancia e incluso lo ignoraran. La única manera de evitar la interpretación del mensaje por parte del receptor sería que no hubiera una correspondencia de códigos (idioma-lenguaje) con el emisor; por supuesto, en dicha circunstancia el acto comunicativo no estaría completo. 18 A grandes rasgos, el lector implícito es el lector ideal para el que escribe un autor, es decir, el receptor-modelo que tiene en mente mientras elabora un texto y a quien lo dirige. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 12 páginas, es una presencia constante en el momento de la producción literaria. De manera que el autor siempre se ha preocupado por su destinatario, no así la crítica. Las teorías centradas en la emisión del mensaje, es decir, en el autor y en su intención, obvian la presencia del receptor y de cierta manera lo engloban dentro de la figura del emisor, entendiendo que en el momento de la producción, el lector potencial estuvo en la mente del escritor. Lo más cuestionable de este punto de vista es que presupone que los contextos de emisión y recepción, son sincrónicos, cuando generalmente esto no ocurre y el emisor y el receptor no comparten el mismo contexto, enciclopedia semántica ni horizonte de expectativas.19 Por ejemplo, la lectura de una obra de Julio Verne en la actualidad, a la luz de los avances en la ciencia y la tecnología del último siglo, forzosamente, es muy distinta a la del lector de su primera edición. Por otra parte, las escuelas críticas formalistas y estructuralistas se concentran en el texto en sí y no en sus contextos de producción o recepción. Con algunas excepciones,20 los formalistas critican la tendencia general de las distintas teorías de la recepción por su marcado subjetivismo.21 Las consideran falibles por su aparente desapego al texto; no parece concebible que una sola obra presente una amplia variedad de En un apartado posterior se revisará el término con mayor profundidad. Sobre este punto cabe revisar las teorías de W. ISER (lector implícito), Umberto ECO (lector modelo); Francisco AYALA (lector virtual, narratario); GENETTE (narratario). 19 Sobre estos términos se hablará más adelante, en el momento en que se revise la teoría de H.R. JAUSS. 20 I.A RICHARDS y William EMPSON, figuras importantes del New Criticism (corriente de filiación formalista) estuvieron interesados por la psicología de la lectura. 21 “The formalist critics regard (the readers) as downright dangerous as sources of interpretation. To rely on readers as a source of meanings is to fall victim of subjectivism, relativism and other types of critical madness.” Wilfred L. GUERIN. et. al. A Handbook of Critical Approaches to Literature. Nueva York y Oxford: Oxford University Press, 1992. p. 332. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 13 lecturas, ya que se podría llegar al extremo de que no dijera más que lo que lector (no el autor ni el texto) quiera que diga.22 Al desacreditar al lector promedio, los formalistas se concentran en unaserie de lecturas “acreditadas”. Sólo los críticos pueden acceder al sentido y significado de un texto, el resto de las lecturas se quedarían en la superficie del mismo, en el nivel afectivo y, por ende, serían falaces.23 The New Criticism, which strongly influenced the study of literature, and still does, had actually proscribed readers, maintaining that it was a critical fallacy, the affective fallacy, to mention any effects that a piece of literature might have on them.24 Por tal motivo, generalmente se define a las teorías de la recepción como opuestas al New Criticism. Sin embargo, en algunos de los críticos que se concentran en el lector, hay también un marcado interés por la forma y la estructura, tales son los casos de Eco y Iser. Su atención en el lector tiene un sentido transitivo, su interés más profundo está en las estrategias del texto que promueven la participación activa del lector en la construcción de sentido. Vuelven los ojos sobre lo que muchos formalistas parecen haber 22 Por ejemplo, las teorías de HOLLAND y FISH incurren en este exceso. Holland sostiene que cada lector desde la infancia crea un “tema de identidad” (identity theme) que verá reflejado en los personajes de todas sus lecturas y a partir del cual interpretará cualquier texto. Por su parte, Fish sostiene que la construcción del texto no se realiza a partir del texto mismo sino por las “estrategias de lectura” y lo que emparentaría una lectura con otra sería el empleo de estrategias similares formándose entonces comunidades interpretativas. 23 En su libro Si una noche de invierno un viajero (1979), Italo CALVINO que, entre otros temas, aborda los distintos estilos de lectura, reivindica con su protagonista y con Ludmilla, la importancia del lector promedio y, en cambio, critica y parodia la frialdad y distanciamiento aséptico del formalismo en el personaje de Lotaria. 24 “El New Criticism, que tanto influyó el estudio de la literatura, y aun hoy lo hace, prohibió a los lectores, argumentando que incurrirían en una falacia crítica, la falacia afectiva, mencionar cualquier efecto que alguna pieza literaria pudiera tener sobre ellos.” GUERIN, 333. [A fin de brindar información fiel y certera, los textos serán citados en sus lenguas originales; sin embargo, en atención a los lectores, los más relevantes serán traducidos como nota al pie. En caso de utilizar textos críticos previamente traducidos, indico en el apartado destinado a consignar la bibliohemerografía quién ha sido el traductor de los mismos.] Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 14 olvidado, los textos deliberadamente polisémicos, los que no permiten una lectura unívoca. La nueva historia de la literatura La teoría de la recepción estética de Hans Robert Jauss aparecida a finales de los sesenta se basa en el esquema de comunicación diacrónica que presenta el hecho literario. Es decir, que el momento (espacio-tiempo) de la recepción-lectura no necesariamente coincide con el de la emisión. Los lectores no son coetáneos de los autores y así como la obra es producto de su tiempo, la lectura lo es del suyo. De ahí que señale que los textos literarios no ofrecen la misma interpretación en distintas épocas: A literary work is not an object that stands by itself and that offers the same view to each reader in each period. It is not a monument that monologically reveals its timeless essence. It is much more like an orchestration that strikes ever new resonance among its readers and that frees the words and brings it to a contemporary existence.25 El enfoque de Jauss es historicista y a la vez subvierte la visión tradicional de la historia de la literatura26 que estudia el momento de la producción del texto, el contexto desde el cual el autor emite su mensaje. La historia de la literatura revisa las influencias, los movimientos, el momento histórico, las condiciones político-sociales que prevalecen cuando se publica 25 “Una pieza literaria no es un objeto que se sostenga por sí mismo ni que ofrezca la misma visión a cada lector en cada época. No es un monumento que, monológicamente, revele su esencia atemporal. Es más bien una orquestración que detona nuevas resonancias en sus lectores, que libera las palabras y les da una existencia contemporánea.” Hans Robert JAUSS “Literary History as a Chalenge to Literary Theory” en Ed. Raman Selden,The Theory of Criticism. From Plato To The Present. Londres y Nueva York: Longman, 1988. p. 206. 26 Indirectamente, Jauss también da un nuevo sentido a la idea de lo “clásico” y “universal”, puesto que se creía que su valor recaía precisamente en la inmutabilidad del sentido de la obra de arte, en su atemporalidad. Sin embargo, para Jauss, su riqueza estriba, precisamente, en su posibilidad de cambio, en su capacidad de generar nuevos sentidos en generaciones alejadas en tiempo y espacio de aquella que la produjo. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 15 un texto que, en mayor o menor medida, las refleja. En cambio, Jauss analiza los distintos momentos en que se lee la obra y cómo el medio o contexto de recepción afecta la interpretación de la misma. Pero va más allá, puesto que compara la recepción en distintos momentos y lugares, lo cual le permite definir los cambios que ha sufrido la comprensión de una obra a lo largo del tiempo. Sin embargo, las fuentes de Jauss no son los lectores promedio (quizá porque no dejan registro de sus lecturas) sino las reseñas críticas que, sobre una misma obra, se emiten en momentos y lugares distintos. De manera que no le interesa el proceso de lectura-recepción en su carácter personal, sino colectivo27 puesto que sus análisis se centran en visiones globales en voz de sus líderes de opinión y no en lecturas individuales. Uno de los conceptos más importantes introducidos por Jauss es el horizonte de expectativas que es posible definir como el conjunto de experiencias vitales que rodean tanto la creación como la recepción de una obra. El horizonte de expectativas abarca un amplio espectro de circunstancias de distinta naturaleza, comprende desde el momento histórico y la situación social, política y cultural en la cual se produce y recibe el texto, las influencias del autor, otras lecturas del receptor; incluso es posible extenderlo hasta la propia historia de vida de ambos o el estado de ánimo con que se presentan al acto comunicativo. Como sucede con los momentos de emisión y recepción, los horizontes de expectativas de escritor y lector no son los mismos, sino que tienen convergencias que, precisamente, hacen que interpretación varíe porque los puntos de coincidencia que con un autor tienen dos lectores —en el caso de Jauss, sería más pertinente hablar de comunidades de lectores— no son los mismos. 27 Este mismo sentido tiene la noción de “comunidades interpretativas” de FISH. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 16 De acuerdo a esto, la lectura como evento comunicativo se presenta en forma de negociación. El sentido no es unívoco, sino que el lector cuestiona el texto a partir de su propio horizonte de expectativas. Así como el sentido de un texto no es unívoco ni inmutable —pues como se ha visto tiende a cambiar de acuerdo al momento histórico en que es leído— tampoco lo es su lector. La lectura también cambia el horizonte de expectativas de su receptor, cada texto es como el río del que hablara el filósofo griego Heráclito, nadie lo lee dos veces. Una vez concluido un libro, el lector ya no será el mismo, las expectativas con la que se presentará ante un nuevo texto, del mismo autor o de otro, tendrán una lectura más en su haber. En esto estriba lo que Jauss denomina “cambio de horizonte” y que también permite un estudiocomparado en el tiempo y mide los efectos de las obras literarias en lugares y épocas distintos. If one characterizes as aesthetic distance the disparity between the given horizon of expectations and the appearance of a new work, whose reception can result in a “change of horizons” through negation of familiar experiences or through raising newly articulated experiences to the level of consciousness, then this aesthetic distance can be objectified historically along the spectrum of the audience’s reactions and criticism’s judgment.28 El poder de la ambigüedad Al igual que Jauss, Wolfgang Iser está interesado por la modificación en los horizontes de expectativas de los lectores. El valor estético de una obra se mide, bajo este criterio, en la sorpresa que tiene reservada a su usuario- lector. En suma, si una obra dejara a un espectador indiferente, no tendría 28 “Si uno caracteriza como distancia estética a la disparidad entre un horizonte de expectativas previo y la aparición de un nuevo trabajo, cuya recepción pueda resultar en un “cambio de horizonte” a través de la negociación de experiencias familiares y llevar las nuevas a un nivel conciente, entonces esta distancia estética puede ser objetivada históricamente a lo largo del espectro de reacciones de la audiencia y el juicio de los críticos.” JAUSS, 208. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 17 valor estético para el mismo, aun cuando su pensamiento contradijera una visión canónica que la calificara como una obra maestra. La interpretación, es decir, la negociación de sentido que plantea el lector-usuario, se logra a partir de este cambio en el horizonte de expectativas. Según Iser, es precisamente a partir de esta variación o negación en lo previsto por el lector que se generan los blancos activos que, como se verá en los próximos párrafos, permiten su participación activa en el texto. Los varios tipos de negación invocan elementos o conocimientos familiares y determinados únicamente para neutralizarlos. Lo que se suprime, no obstante, permanece en mente y, así, produce modificaciones en la actitud del lector hacia lo familiar o determinado; en otras palabras, se ve conducido a adoptar una posición en relación al texto.29 Sin embargo, para Wolfgang Iser, el concepto de horizonte de expectativas es más amplio que para Jauss. En el caso de Jauss, se trata de un horizonte extradiegético, es decir, el cúmulo de experiencias vitales, conocimientos y enciclopedia semántica con el que un lector se enfrenta a un texto. Para Iser, estos elementos son determinantes pero también lo son las expectativas que el texto va generando por sí mismo a lo largo del proceso de lectura. Es decir, un texto narrativo se va develando poco a poco a su lector, permitiéndole hacer presuposiciones, mismas que pueden ser reforzadas o negadas por el curso de los acontecimientos descritos posteriormente; sobra decir que la prefiguración que el lector tiene sobre un texto no siempre coincide con el real. Este cambio tiene un efecto retroactivo, la memoria de un texto se ve modificada a partir de las revelaciones hechas más adelante. En las palabras del propio Iser, “Throughout the reading process there is a continual interplay between 29 Wolfgang ISER, “Texto y lector” en Teoría de la novela, antología de textos del siglo XX. Ed. Enric Sullà. Barcelona: Grijalbo Mondadori, 1996 (Crítica) p. 251. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 18 modified expectations and transformed memories.”30 De tal suerte, según la teoría de Iser, los textos son estructuras dinámicas cuyo sentido se encuentra en una variación permanente.31 Por tanto, el texto se encuentra en una constante tensión y distensión entre las expectativas del lector y sus resultados; entre lo dicho de forma explícita y lo que se puede inferir o presuponer, lo implícito. Incluso es lugar común señalar que a veces el sentido se encuentra en lo que se calla por encima de lo que se dice; coloquialmente, en la lectura entre renglones. El espacio-tiempo comprendido entre el estímulo que origina una presuposición, prefiguración o prejuicio por parte del lector y el momento en que éste se actualiza —ya sea correspondiendo o no a la idea del receptor— genera una mayor ambigüedad en el texto y crea lo que Iser denomina espacios de indeterminación o blancos activos, que es precisamente el lugar simbólico en el que el lector puede contribuir con sus expectativas a completar un texto, así sea temporalmente, ya que es probable que su solución difiera de la del autor. Lo escondido incita al lector a la acción, pero esta acción está también controlada porque se revela; lo explícito se transforma cuando lo implícito ha sido expuesto a la luz. Cada vez que el lector llena los vacíos comienza la comunicación. Los vacíos funcionan como un eje sobre el cual gira la totalidad de la relación texto-lector. (...) Ambos, blancos y negaciones, controlan cada uno a su manera el proceso de comunicación: los blancos dejan abierta la conexión entre perspectivas textuales y por lo tanto instigan al lector a coordinar esas perspectivas y esquemas —en otras palabras, lo inducen a desarrollar operaciones básicas en el texto—.32 En este sentido, Iser se encuentra más cercano a la teoría de Obra abierta de Umberto Eco que al enfoque historicista de la recepción de Jauss. 30 “A lo largo del proceso de lectura existe una continua interacción entre las expectativas modificadas y las memorias transformadas.” Wolfgang ISER, “The Act of Reading” (1976) en The Theory of Criticism. From Plato To The Present, 215. 31 Cabe señalar que estas ideas de Iser lo acercan a la concepción de montaje cinematográfico de KULESHOV quien definió el efecto que lleva su nombre, indicando que el sentido de un plano secuencia cinematográfico depende del subsecuente. 32 ISER, “Texto y lector”, 251. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 19 Por ello, es posible afirmar que la teoría de la recepción de Iser tiene una mayor filiación formalista. El interés de Eco y de Iser no está exclusivamente en el lector sino en las estructuras internas de un texto que promueven su participación dentro del mismo; lo que se denomina a lo largo de la presente tesis como estrategias de apertura. La poética de la obra “abierta” tiende, [...] a proveer en el intérprete “actos de libertad consciente”, a colocarlo como centro activo de una red de relaciones inagotables entre las cuales él instaura la propia forma sin estar determinado por una necesidad que le prescribe los modos definitivos de la organización de la obra disfrutada.33 El lector, entonces, ejerce una función creativa con respecto al texto, participa en la formación de su sentido y como cada uno presenta su propio horizonte de expectativas, su interpretación será distinta. Sin embargo, no hay que olvidar que el texto motiva la interpretación y que ésta necesariamente requiere de un anclaje al mismo. Toda obra presenta cierto grado de apertura ya que, aun pretendiendo una significación unívoca, está dirigida a un lector y su comprensión depende del mismo. Todo texto tiene un destinatario modelo, al que está dirigido; que puede o no coincidir con el lector real. Si el lector tiene un papel tan importante como dotar de sentido a las obras, resulta pertinente definirlo y establecer las diferencias entre la noción de lector que presenta el propio texto y el que físicamente realiza el acto de lectura. 33 ECO, 74-75. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 20 EL JUEGO COMO APERTURA La novela es un monstruo, uno de esos monstruos que el hombre acepta, alienta, mantiene a su lado; mezcla de heterogeneidades,grifo convertido en animal doméstico. Julio Cortázar34 En las teorías de la recepción con mayor preocupación formal se busca definir las estructuras narrativas y los momentos en que los textos aluden a sus lectores potenciales. Para tal fin, Eco y Iser emplean términos similares35: el primero, lector modelo y el segundo, lector implícito.36 Para definir el lector modelo37 es necesario, primero, hacer una distinción, señalar lo que “no es”. El lector modelo no es el lector empírico del texto, no es quién toma el libro y lee. No es, por tanto, quien efectúa la interpretación del texto, no es el receptor. Cierto, en ocasiones el lector modelo y el real coinciden, pero ello no implica que sean el mismo. El lector real tiene una existencia externa al texto, es una entidad plenamente extradiegética. El lector modelo es una creación del propio texto y se infiere del mismo; por ello, Iser lo denomina implícito o implicado. El lector modelo tiene, por tanto, una condición hipotética planteada por el texto, es su destinatario ideal,38 a quien están dirigidas todas las estrategias textuales sin que necesariamente sean actualizadas por el lector 34 Julio CORTÁZAR. “Notas sobre la novela contemporánea” (1948) en Obra Crítica 2 Ed. Jaime Alazraki. México: Alfaguara, 1994. p, 143. 35 Ya en la cita 18 se señalaron los términos con los que distintos críticos abordan esta figura. 36 Este concepto es compartido por Wayne C. BOOTH, Gerald PRINCE y Seymor CHATMAN, entre otros. 37 ECO también define al autor modelo y lo distingue del empírico. El autor modelo es la hipótesis o imagen que el lector se hace del autor a partir del texto sin tomar en consideración aspectos reales de su vida y obra. 38 En este caso el término no tiene una condición “aspiracional”, simplemente, señala a quién se plantea el texto como estrategia discursiva. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 21 empírico. A continuación, Iser señala como el lector implícito no tiene una existencia real sino que se trata de una estructura textual: The texts must already contain certain conditions of actualization that will allow their meaning to be assembled in the responsive mind of the recipient. The concept of implied reader is therefore a textual structure anticipating the presence of a recipient without necessarily defining him.39 En un texto deliberadamente abierto, las estrategias textuales están orientadas al lector modelo aunque sea el empírico quien las actualice. Como se ha mencionado, la respuesta e interpretación varía considerablemente entre los distintos lectores empíricos; el conjunto de todas las lecturas posibles de un texto, que no puede ser previsto ni siquiera por el propio autor, es nombrado por Gerald Prince como archilector.40 Por otra parte, es importante distinguir al narratario41 del lector modelo. El narratario tiene una existencia plenamente diegética y, por lo tanto, ficticia. Se identifica de manera explícita dentro del texto pues es el personaje a quien señala que está dirigido, ya sea total o parcialmente. Las novelas epistolares son las más claras a este respecto pues cada carta presenta a su propio destinatario y a partir del texto y de las palabras que le dirigen, el personaje se le revela al lector paulatinamente. “El retrato del narratario se desprende ante todo del relato que le es hecho”.42 A este respecto, resultan de particular interés aquellas novelas en las que el lector es un personaje; como ocurre en Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino43. El personaje principal no tiene nombre pues la novela se dirige a su narratario en segunda persona, lo cual crea la ilusión de 39 “Los textos ya deben contener ciertas condiciones de actualización que permitan que el significado se ensamble en la mente del receptor. Por lo tanto, el concepto de lector implícito es una estructura textual anticipando la presencia de un receptor sin necesariamente definirlo”.ISER, “The Act of Reading”, 214. 40 Gerald PRINCE, “El narratario” en 152. 41 Cfr. Gerald PRINCE, “El narratario” en Teoría de la novela, pp. 151 – 162. 42 PRINCE, 154. 43 Italo CALVINO. Si una noche de invierno un viajero. (1979) Barcelona: Siruela, 2001. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 22 que se está apelando directamente al lector y constituye una estrategia de apertura. Sin embargo, queda claro que el lector empírico no es el mismo que ese narratario denominado lector, puesto que, por mucha identificación que pueda sentir con este personaje, no vive sus peripecias. Los libros-juego La apelación de un texto a su lector, ya sea utilizando la segunda persona44 o identificándolo con el narratario para involucrarlo en la trama, es una de las estrategias de apertura más efectivas a las que puede apelar un texto. Ésta es una de las técnicas que se emplea por principio de cuentas en la colección de libros infantiles, Elige tu propia aventura™, iniciada en 1979 (aunque el prototipo, Sugarcane Island, data de 1969, año de publicación de The Unfortunates) por Edward Packard y R. A Montgomery45 uno de los ejemplos más claros de literatura abierta. En ellos se invita al lector a la creación de la trama mediante la toma de decisiones dentro de la misma. El narratario es el protagonista de todas las historias y el lector se identifica con él gracias a que el relato está contado en segunda persona. Sin embargo, en este caso la ilusión de que el lector empírico es también el narratario es llevada mucho más lejos que en Si una noche de invierno un viajero puesto que, al término de cada pasaje, se le dan dos o más opciones a elegir, 44 El empleo de la segunda persona resulta una efectiva y socorrida estrategia de apertura; sin embargo, es importante distinguir cuando el texto se dirige a su narratario en segunda persona pero éste es una entidad ficticia y un personaje dentro de la obra —como sucede con Aura de Carlos Fuentes— y cuando apela directamente al lector empírico (utilizando, también, la segunda persona), como sucede en los instructivos de Rayuela y The Unfortunates. 45 En 1969, Edward PACKARD escribió la historia infantil interactiva Sugarcane Island, prototipo de la colección. Siete años después logró publicarlo con una pequeña casa editorial Vermont Crossroads Press. La idea de crear una serie a partir del prototipo es de uno de los fundadores de VCP, Ray MONTGOMERY quien, siguiendo el formato, publicó Journey Under the Sea en 1978. Ese mismo año, Bantam Books adquirió la colección y la manejó bajo el título de Choose your own adventure (Elige tu propia aventura) entre 1979 y 1998, cuando Ray Montgomery se independizó e inició Chooseco. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 23 depende de lo que el lector decida que debe hacer el personaje, pasará a determinada página o pasaje y así sucesivamente. El lector va eligiendo hasta llegar al final. El libro puede ser releído varias veces antes de agotar todas las historias posibles de manera que se replantea con cada lectura. Estos libros infantiles siguen una mecánica similar a los juegos de rol, de los cuales, la referencia obligada es Calabozos y Dragones de Gary Gygax and Dave Arneson, cuya primera edición data de 1974. Los juegos de rol (RPG Role Playing Game) reciben ese nombre porque los participantes desempeñan papeles, es decir, toman las decisiones en nombre de los personajes que representan. No se trata, por lo tanto, de juegos de mesa porque no existe un tablero. Los participantes tratan de construir una historia a partir de las personalidades que eligen y los escenarios planteados por el líder que, dependiendo del juego, recibe nombres distintos, pero al que se le suele nombrar por su término genérico en inglés: master.Si bien existe una fuerte relación entre los juegos de rol y el teatro, los participantes no actúan,46 describen sus acciones y las consecuencias de las mismas; mientras tanto, el master debe dar fluidez a la historia y permitir que avance. A role-playing game is a formalized verbal interaction between a referee and a player or players, with the intention of producing a narrative. This interaction is such that the fictional character (controlled by the player) has complete or nearly complete freedom of choice within the fictional world (controlled by the referee).47 46 Existe una derivación de los juegos de rol en los que se realizan acciones físicas y se actúan combates y batallas: Real Action Role Playing Games. 47 Un juego de rol es una interacción verbal formalizada entre un árbitro y uno o varios jugadores con la intención de producir una narración. Esta interacción es tal que el personaje de ficción (controlado por el jugador) tiene prácticamente completa libertad de acción dentro de un mundo ficticio (controlado por el árbitro). Andrew Rilstone. “Role- Playing Games: An Overview” en Inter*Action, The Journal od Role-Playing and Storytelling Systems, de Andrew Rilstone y James Wallis. Londres: Hogshead Publishing, No. 1, Agosto de 1994. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 24 Aunque existen considerables variaciones en las reglas y la dinámica de cada uno, el fundamento de todos los juegos de rol es narrativo y por lo tanto requieren de un libro con grupos o conjuntos de personajes, escenarios y posibles aventuras y textos complementarios como diccionarios de idiomas fantásticos, reglas de combate, catálogos de pócimas y hechizos, entre muchos otros.48 En el juego interactúan los participantes que, a su vez, fungen como personajes de la historia que se va desarrollando y el master o líder que prepara la aventura y los escenarios para sus compañeros. Los participantes, generalmente, se sientan en torno a una mesa con papeles que describen con lujo de detalle a sus personajes que no necesariamente son humanos (características físicas, anímicas, gustos, poderes —si se trata de una historia de aventuras fantásticas como Calabozos y dragones—, idiomas que habla, etcétera); se trata, en suma, de una especie de dramatis personae muy preciso. Los procedimientos para definir las características de los personajes varían considerablemente, en algunos casos el participante tiene completa libertad y en otros, el azar juega un papel importante y se definen a partir de listas con mediación de dados de hasta 20 caras. En algunas ocasiones se pueden emplear figuras o dibujos que representen a los personajes. A continuación, el master explica a los participantes el escenario en que se encuentran, la misión que deben cumplir y los peligros a los que se enfrentan. A partir de entonces, los participantes inician relatos y diálogos para construir la historia que además de colectiva es abierta debido a que depende enteramente de las elecciones y las acciones que dentro de la misma tomen los personajes-participantes. El master lleva cuenta del avance de la historia en un diario o bitácora, de manera que cuando los mismos Para su segundo número, la revista cambió de nombre a Interactive Fantasy, nombre con el que se publicó hasta 1998. Muchos de los artículos contenidos en ambas ediciones se pueden encontrar actualmente en la página The oracle: http://www.rpg. net/oracle/index.html 48 Actualmente, gran parte de los juegos de rol pueden bajarse de Internet. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 25 participantes se reúnan de nuevo inicien donde concluyeron en la sesión previa. Si bien los juegos de rol tienen su origen en la década de los setentas y se formalizan en 1974 con la primera publicación de Calabozos y dragones, sus bases están en los sesentas, cuando en distintos medios se realizaron experimentos de narratividad colectiva interactiva.49 Entre sus influencias más reconocibles se encuentra la técnica de improvisación escénica, conocida por su abreviatura, improv iniciada en los treintas por la maestra de teatro, Viola Spolin seguida por su hijo Paul Sills en los cincuentas y Keith Johnstone en los sesentas. El género improv50 se caracteriza por la ausencia de guión y dirección, los actores desarrollan la historia y los diálogos de forma espontánea a partir de uno o varios estímulos o ejes que van desde una frase cualquiera, un personaje o una actividad elegida al azar. Sin embargo, es importante señalar la vocación narrativa del género cuya meta es plantear un PROL (Personajes, Relación, Objetivo y Lugar) lo antes posible a fin de continuar con el desarrollo de la historia.51 Otra influencia son algunos grupos como Society for Creative Anachronism,52 que organizan celebraciones, exposiciones, fiestas, bailes, torneos y toda clase de representaciones de distintos momentos históricos, 49 Es importante notar que el término interactividad es previo al auge de esta característica en los programas de cómputo y el internet. 50 El género improv retoma muchas características de la Commedia dell’Arte como son la ausencia de guión y el planteamiento espontáneo de la historia. 51 Resulta curioso que en los albores de los juegos de rol, en 1976 Keith Johnstone inició un formato improvisado de juego o competencia escénica conocida como Theatersports que dio origen a ligas de improvisadores que se presentaban en partidos semanales. En México, la Liga Mexicana de la Improvisación presenta matches al estilo Theatersport cada año en el teatro Helénico. 52 La Sociedad de Anacronismo Creativo (Society for Creative Anachronism SCA) surgió tras una fiesta de graduación con temática medieval llevada a cabo en la Universidad de Berkley, California; el primero de mayo de 1966. Después de varias fiestas medievales, sus organizadores decidieron conformarse como una sociedad dedicada a la investigación y representación de las artes y oficios de la Europa medieval y renacentista. La Sociedad cuenta actualmente con más de 30,000 miembros de distintos países y se organiza en 19 reinos dependiendo de la región. Sus líderes ostentan títulos nobiliarios ficticios. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 26 en especial del Medioevo y el Renacimiento. Estas representaciones se distinguen del teatro en cuanto a que no tiene espectadores sino participantes que deben vestirse a usanza de la época y tomar parte de las actividades planteadas por el grupo.53 Y en el ambiente propiamente literario, los juegos de rol estuvieron fuertemente influenciados por experimentos narrativos que propusieron al lector como un coautor de las mismas, entre las que destacan los prototipos de literatura infantil interactiva Historia como quieras de Raymond Queneau,54 1959 y Sugarcane Island de Packard, 1969. La interactividad en la literatura se logra a través del empleo de la segunda persona para apelar directa o indirecta al lector como narratario, la fragmentación de la anécdota y la alteración en el orden de los fragmentos para que el lector sea responsable de ordenarlos a su manera. Tanto Rayuela como The Unfortunates comparten esta característica; sin embargo, existe una diferencia fundamental con la estructura típica de un cuento de Elige tu propia aventura. Mientras que en las novelas existe una alteración del orden de los capítulos pero todos se articulan en una misma línea discursiva y llevan a un final único;55 los cuentos presentan una estructura reticular cuyo 53 Estos grupos tuvieron especial influencia de Calabozos y Dragones puesto que la historia se desarrolló en dicho momentohistórico. Asimismo, este juego busca un ambiente muy cercano al de las novelas de Tolkien. En la actualidad, a principios del siglo XXI, estas tendencias han llegado a su máxima expresión con las sociedades o ambientes alojados en Internet, por ejemplo Second Life, en la que los participantes igualmente diseñan un personaje y pueden llevar una vida paralela dentro de la red interactuando con otros usuarios. 54 Según un rumor inciado por fanáticos de los juegos de rol, Raymond Queneau y Raymond Montgomery, iniciador de la colecciones Elige tu propia aventura son la misma persona, pero se ha demostrado que esta afirmación es falsa. Algunos de estos fanáticos han llegado más lejos, afimando que, además, existe una relación con Rayuela por la aparición de la abreviación del nombre Raymond, “Ray” en su título. Cabe señalar que la enciclopedia mediática encontrada en internet wikipedia señala en su artículo dedicado a Choose your own adventure a Cortázar como una de las influencias de los juegos de rol. Sin embargo, es importante aclarar que no se trata de una fuente autorizada ya que esta enciclopedia, asimismo, tiene un carácter interactivo y permite a sus lectores editarla, corregirla e incorporar nuevos datos. 55Cabe señalar que Rayuela presenta una variación que la acerca más a la estructura reticular con los capítulos prescindibles. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 27 ramaje depende de las elecciones del lector, de manera que la historia se va escindiendo en distintas posibilidades lo que da lugar a varios finales. Estrategias de apertura en la novela del siglo xx La novela abrió los ojos al siglo XX con una creciente inquietud formal, nació ansiosa de un cambio que le permitiera una voz propia, distinta a la decimonónica. Por lo mismo, la novelística del siglo XX se define a partir de un afán de experimentación constante. Como señalara Frederick R. Karl en La novela inglesa contemporánea, “todas las verdaderas grandes novelas son, en cierto sentido, experimentales –ya sea por su contenido, ya por su técnica.”56 Nacida inquieta, la novela contemporánea busca, asimismo, inquietar, sacudir la conciencia de sus lectores, mostrando una nueva perspectiva de la condición humana, exponiendo distintos niveles de una realidad polivalente mediante la transgresión y la ruptura de los valores literarios decimonónicos alterando, sobre todo, el manejo del tiempo, el espacio y el punto de vista. Esta inquietud deriva en una profunda intención poética, entendiendo esta palabra no como el arte de versificar sino en su acepción más profunda y según aprecia José Ramón Alcántara Mejía,57 aristotélica, poiesis, el impulso creativo. El sentido y uso original de la palabra poiesis entre los griegos era simplemente el de “componer, construir o dar forma con un propósito” aunque en Aristóteles adquiere un sentido más preciso [...] Lo que hoy llamamos artista se relaciona más con el término poiesis, ya que se refiere 56 Frederick R. KARL, La novela inglesa contemporánea. (1962) Barcelona: Lumen, 1968, p. 28. 57 José Ramón ALCÁNTARA MEJÍA, Teatralidad y cultura: hacia una est/ética de la representación. México: Universidad Iberoamericana, 2002. A pesar de concentrarse en el fenómeno escénico, tema ajeno a esta tesis, el texto de Álcantara resulta de particular interés ya que arroja nueva luz sobre el texto fundamental de la crítica literaria, la Poética de Aristóteles. En su interpretación, la palabra poiesis dentro del pensamiento aristotélico tiene un sentido de mucho mayor amplitud y alcance, ya que trasciende la literatura y puede y debe ser entendido como el impulso detrás de todo quehacer artístico. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 28 a quien, además de dominar la técnica, posee también la facultad de ver en su mente una manera particular de relacionar los objetos, reales o mentales, para construir una forma que exprese y comunique algo que trasciende la forma misma. Esa manera de establecer relaciones que normalmente no existen es lo que Aristóteles llama metáfora, de tal suerte que la poiesis es el establecimiento formal de tales relaciones y quien es capaz de verlas y darles forma con el empleo de la techne es llamado poeta.58 Carlos Fuentes y Julio Cortázar, entre otros, afirman que el gran acierto de la novelística del siglo xx es la recuperación de las raíces poéticas de la literatura. Sin embargo, hay que tomar sus afirmaciones en el sentido expuesto de la palabra poiesis y no como una forma de supeditar la novela a la poesía. Al contrario, se trata de elevar la novela a un nivel artístico de primer orden y, por ende, el novelista debe ser considerado un artista. La novela da señales de inquietud, rechaza e indaga, inicia tímidos ensayos de apropiación, y entra en nuestro siglo con evidentes manifestaciones de inquietud formal, de ansiedad que habrá de llevarla a dar por fin un paso de incalculable importancia: la incorporación del lenguaje de raíz poética, el lenguaje de expresión inmediata de las intuiciones.59 Los novelistas del siglo XX ponen el acento en la narratividad por encima de la narración, es decir, la anécdota cede el paso a la experimentación formal y estructural.60 La historia se convierte en un telón de fondo, ciertamente vistoso, para el despliegue de innovaciones narrativas. Sin embargo, hay que evitar caer en un pensamiento dicotómico que separe forma y fondo, privilegiando al primero; ya que, en el arte en general pero particularmente en la novela del siglo xx, la forma es también fondo. De ahí 58 ALCÁNTARA MEJÍA, 13 – 15. 59 Julio CORTÁZAR, “La situación de la novela” en Obra Crítica 2. Ed. Jaime Alazraki. México: Alfaguara, 1994, p. 227 60 Esta misma idea es retomada por Andrés AMORÓS en Introducción a la novela contemporánea, “Lo que despierta la curiosidad no es ya la historia en sí, sino la forma de narrarla...” (p. 12) y Bernard BERGONZI en The Situation of the Novel, “One tends to read such novels rather like Renaissance poems; not looking for the newness in the basic topics, situations or motifs, but always ready to appreciate the individual skill and grace with which the writer treats his familiar material”. (p. 32) Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 29 que algunas de sus novelas sean verdaderos muestrarios de técnicas narrativas, entre ellas, Ulises, desde luego, pero también las dos que nos atañen: Rayuela y The Unfortunates. A esto se refiere Carlos Fuentes cuanto señala el afán de los escritores del siglo XX por realizar novelas totales. [William Faulkner, Malcolm Lowry, Hermann Broch y William Golding] Todos ellos regresaron a las raíces poéticas de la literatura y a través del lenguaje y la estructura, y ya no merced de la intriga y la sicología, crearon una convención representativa de la realidad que pretende ser totalizante en cuanto inventa una segunda realidad, una realidad paralela, finalmente un espacio para lo real, a través de un mito en el que se puede reconocer tanto la mitad oculta, pero no por ello menos verdadera, de la vida, como el significado y la unidad del tiempo disperso.61 Esto lleva a los novelistas del siglo xx a ser especialmente ambiciosos en cuanto a sus alcances y a realizar novelas integradoras que manejen simultáneamente diversas técnicas y estilos literarios o periodísticos, incluyendo en sus páginas otros géneros como poesía, guión, drama, entrevista, notas62, etcétera y exhibiendo, el bagaje cultural, generalmente amplio, de su autor, al señalar deudas e influencias, en ocasiones mediante la parodia o el pastiche. Esto las convierte, en ocasiones, como ocurre con Rayuela,63 en verdaderas enciclopedias de la producción artística, literaria, cultural e incluso política contemporáneas. Pero la ambición detotalidad va más allá de lograr que todo quepa en el maravilloso contenedor64 de la novela contemporánea. Se debe escribir una novela como un mundo, “una segunda realidad” como señala Fuentes.65 61 FUENTES, 19. 62 Técnica empleada en ambas novelas que nos atañen. Sin embargo, Johnson ya había empleado el recurso con mayor insistencia en su primera novela, Travelling People. 63 Me refiero, desde luego, al Lado de allá, donde se observa una mayor carga intertextual y se señalan con mayor puntualidad a los grandes escritores, artistas, músicos, políticos, etcétera de la primera mitad del siglo. 64 “Caja de pandora”, diría Fuentes con respecto a la obra de Cortázar. 65 La creación de mundos o realidades paralelas adquiere un sentido mucho más rico con las novelas épicas fantásticas, como la obra de Tolkien y Carol, entre otros. Sobre el diseño topográfico e ideológico de mundos fantásticos vale la pena revisar Pierre JOURDE, Geografías Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 30 Como se puede observar, esta idea de “totalidad” está íntimamente ligada con la de “apertura”, misma que es necesario entender en dos sentidos. Por una parte implica, como se ha señalado, la inclusión de gran variedad de géneros, recursos narrativos, niveles de realidad diegética y por otra, se relaciona con la teoría de la obra abierta de Umberto Eco, es decir, con el reconocimiento y la búsqueda de la participación del lector-espectador como productor del sentido a partir de su interpretación particular de la obra. En palabras de Andrés Amorós, “la obra narrativa típicamente contemporánea es una «obra abierta», según la consagrada expresión de Umberto Eco, que se propone al lector no totalmente acabada y perfecta, sino como una suma de posibilidades de interpretación.”66 Lauro Zavala señala que la intertextualidad67 es uno de los signos más evidentes de la postmodernidad, en sus palabras: “es la característica principal de la cultura contemporánea.”68 Esto no quiere decir que fuera inexistente en la producción cultural anterior al siglo xx, sino que durante dicho siglo se puso mucho mayor atención a la misma desde el punto de vista de la crítica pero también desde la producción haciendo más evidentes sus modelos u obras de referencia. Como se dijo hace algunos párrafos, la novela contemporánea abre sus puertas o sus páginas a gran variedad de estilos, técnicas y géneros (que es asimismo, una forma de intertextualidad) y pone en manifiesto las influencias y deudas de su autor. El concepto de intertextualidad presupone que todo texto está relacionado con otros textos, como producto de una red de significación. A esa red la imaginarias de algunos inventores de mundos del siglo XX: Gracq, Borges, Michaux y Tolkien. México: Edere, 2005. 66 Andrés AMORÓS, Introducción a la novela contemporánea. México: Red Editorial Iberoamericana (REI), 1993. p. 53 67 Cabe señalar que para Lauro ZAVALA la palabra “intertextualidad” equivale al término “transtextualidad”, según lo emplea Gérard Genette en Palimpsestos, ya que abarca todas las formas de relación entre dos textos. 68 Lauro ZAVALA. “Elementos del análisis intertextual” en Elementos del discurso cinematográfico. México: Universidad Autónoma Metropolitana, 2003. p. 101. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 31 llamamos intertexto. El intertexto, entonces, es el conjunto de textos con los que un texto cualquiera está relacionado.69 De tal suerte, hay una clara tendencia en la narrativa del siglo xx a desarrollarse como hipertextos de obras anteriores. Gerárd Genette en Palimpsestos70 señala la hipertextualidad como una forma de transtextualidad, en la que se verifica la presencia de un texto A (hipotexto) en un texto B (hipertexto), siendo el último una reelaboración o transformación del primero mediante alteraciones en uno o varios de sus elementos como el tiempo, el espacio, los personajes o el foco. El hipertexto tiene valor como texto independiente y al mismo tiempo, funge como comentario de uno anterior.71 Pero la intertextualidad, requiere de un lector que la actualice. No importa qué tan evidente sea, si los hipotextos y paratextos a los que se refiere no se encuentran en la enciclopedia semántico-cultural del lector o espectador, la relación pasará desapercibida. De tal suerte que la intertextualidad no es una operación ideada meramente por el autor sino que recae en y necesita de un lector para llevarse a cabo. Asimismo, debido a que las intertextualidades actualizadas por un lector son en mayor o menor medida distintas a las de otro, es posible señalar que ninguna interpretación 69 ZAVALA, 102. 70 Gerárd Genette. Palimpsestos. La literatura en segundo grado. Madrid: Taurus, 1989 (1982). 71 Así, el Ulises de Joyce puede ser considerado un hipertexto de la Odisea de Homero y Rosencratz y Guildenstern han muerto de Tom Stopard de la tragedia de Shakespeare en que aparecen como personajes secundarios, Hamlet. Por otra parte, si se entiende la palabra “texto” como todo acto humano productor de sentido; los mecanismos de transtextualidad aplican para todo producto cultural y pueden verificarse entre distintos medios. Por ejemplo, la película Les Miserables de Claude Lelouch (1995) sería un hipertexto de la novela homónima de Víctor Hugo trasladada a tiempos de la Segunda Guerra Mundial; lo mismo sucede con Apocalypse Now de Francis Ford Coppola y del guionista John Millius (1979) y la novela de Conrad, Corazón de la tinieblas (Heart Of Darkness). Asimismo, los análisis transtextuales pueden aplicarse a manifestaciones culturales mucho más populares, tal es el caso de la serie de dibujos animados más vista en los noventas The Simpsons de Matt Groening que puede ser tomada como el hipertexto de The Flintstones (Los Picapiedra) de Hanna-Barbera. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 32 puede ser idéntica a otra y por lo tanto, ningún texto tiene una significación unívoca. En palabras de Lauro Zavala: La asociación intertextual que existe entre un texto y su intertexto depende de la persona (o personas) que observan el texto o que lo utilizan para algún fin determinado. En otras palabras, la intertextualidad es, en gran medida, el producto de la mirada que la descubre. O más exactamente, la intertextualidad es resultado de la mirada que la construye.72 Otra de las características mencionadas de la novela del siglo xx, es el creciente empleo de la metatextualidad, otra forma de transtextualidad según Genette, también llamada intertextualidad reflexiva por Lauro Zavala. Se trata de la posibilidad de un texto de referirse a sí mismo o bien a las condiciones que lo hacen posible.73 Lo mismo que con otras formas de intertextualidad, la metaficción puede presentarse en una parte de la obra o bien ser la obra misma.74 Según Zavala, la metaficción puede ser de dos tipos: tematizada o actualizada. La metaficción tematizada implica un relato que elabora sobre la génesis y desarrollo de sí mismo o de una obra similar, podría ser del mismo género. Se trata, como bien señala el adjetivo “reflexivo”, de un juego de espejos.75 72 ZAVALA, 102. 73 La reflexividad en cine y literatura (también llamada metaficción) consiste en mostrar las convenciones que hacen posible la existencia de la ficción. En otras palabras, el cine reflexivo es el cine que trata acerca del cine y que permite al espectador reflexionar acerca de la naturaleza del cine (o del teatro), sin dejar de contar una historia. ZAVALA, 68. 74 Un ejemplo de metatextualidad es la escenificación del asesinato del rey en el último acto de Hamlet. La puesta en escena constituyeuna metaficción en varios sentidos, por una parte Hamlet la utiliza para referirse a la historia de su padre, misma que había sido contada por su fantasma actos atrás y así desenmascarar a los traidores; en este sentido, el texto se vuelve sobre sí mismo. Sin embargo, en escena, el efecto es particularmente interesante ya que es un montaje dentro de otro y los actores de una son los espectadores de la otra. Asimismo, en voz de Hamlet, Shakespeare evidencia algunas de sus propias ideas acerca de la dirección de escena. 75 Un ejemplo de este tipo de metaficción es El libro vacío de Josefina Vicens (1958) que gira en torno a los intentos fallidos de escribir una novela por parte de un autor ficticio, José García que termina dejando el cuaderno donde habría de escribirla, vacío. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 33 La metaficción actualizada conlleva la metalepsis o yuxtaposición de planos referenciales; es decir, la itinerancia entre distintos niveles de realidad diegética. En este caso, ya no se trata de un espejo sino de una matrioshka rusa o una caja china, en la que distintos niveles de la narración se mezclan y los personajes conviven con sus autores ficticios.76 Al exponer las características anteriores se evidencia una tendencia de la novela del siglo xx a mostrar su propio artificio. Se trata de una especie de efecto de distanciamiento o V-effect brechtiano (aunque con objetivos distintos), desnudar la estructura o dejar a la vista la tramoya a fin de que el lector o espectador esté siempre consciente de estar ante una obra teatral o una ficción, en el caso de la novela. “In the eighteenth-century novel and again in recent fiction, there is a pronounced pull towards an awareness of craft and convention”.77 Esta tendencia deriva precisamente de esa inquietud formal que es la piedra angular de la novelística del siglo. Por ello la narración y sus problemas se convierten también en un tema constante. Al insistir sobre novedosos recursos narrativos y teniendo la narración misma como tema, un buen número de novelas, entre las que se pueden señalar Rayuela y The Unfortunates constituyen teorías de la novela noveladas, en las que la exposición de los recursos narrativos y su empleo coexisten. “Eso es precisamente lo que hacen casi todos los grandes novelistas del siglo XX: no 76 Ejemplos de este tipo de metaficción los encontramos en Niebla de Unamuno, en la que Augusto, el protagonista, se queja con su autor del funesto destino que le tiene preparado o bien Seis personajes en busca de autor de Luigi Pirandello (estrenada en 1921) en la que los personajes prácticamente dirigen a los actores y al propio director de una compañía para que pongan en escena la historia de sus vidas. En cuanto al empleo de la metatextualidad, nuevamente resulta pertinente traer a colación la novela de Calvino, Si una noche de invierno un viajero, ya que además de ser claramente una obra abierta puesto que las novelas que el protagonista (lector ficticio) empieza a leer quedan inconclusas dejando al lector real la posibilidad de concluirlas a su gusto, presenta los dos tipos de metatextualidad, ya que no sólo se ficcionaliza su escritura sino su lectura. 77 Bernard BERGONZI, The Situation of the Novel. Londres: Penguin Books Ltd, 1972. p. 26 Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 34 sólo escribir una gran novela, sino, con ella, poner en cuestión el concepto mismo de novela”.78 Tiempo y perspectiva El yo no está en el espacio sino que se despliega en el tiempo anímico que corre por sus venas y que no se mide en horas ni minutos, sino en esperas angustiosas, en lapsos de felicidad o de dolor, en éxtasis. Ernesto Sábato79 Además de los ejemplos de transtextualidad expuestos, dos de los recursos formales más evidentes en la narrativa del siglo XX son la descomposición de la linealidad en el tiempo y el multiperspectivismo.80 Berard Bergonzi en su The situation of the novel señala que la visión linear de la experiencia está relacionada con la tecnología de la impresión: If McLuhan is right, the dominance of print technology brought with it a linear, schematic and successive view of experience, qualities which seem inherent in the form of the novel. Admittedly, many novelists have tried to break away from these limitations, of which the necessity for simple chronological development has been the most tyrannical.81 78 AMORÓS, 42. 79 Ernesto SÁBATO, “El escritor y sus fantasmas”, recopilado por Agnes MARTÍN en Teoría de la novela. Aproximaciones hispánicas. Madrid: Taurus, 1974. p. 108 80 En este punto valdría hacer la referencia a un interesante fragmento de El escritor y sus fantasmas titulado en este volumen “Características de la novela contemporánea”, ya que en él, Sábato enumera y explica de forma concisa y clara nueve directrices de la novela del siglo xx (1. Descenso al yo, 2. El tiempo interior, 3. El subconsciente, 4. La ilogicidad, 5. El mundo desde el yo, 6. El otro, 7. La comunión, 8. Sentido sagrado del cuerpo, 9. El conocimiento) que resultan una buena manera de complementar la lectura de este capítulo. Sin embargo, como se observará, esta aproximación está concentrada en la psicología de los personajes por encima de la estructura. 81 “Si la vision de McLuhan es correcta, el dominio de la impresión dentro de los medios de comunicación trajo consigo una visión de la experiencia de una forma lineal, esquemática y sucesiva, cualidades que perecen inherentes a la novela. Muchos novelistas han tratado de liberarse de estas limitaciones, de las cuales la necesidad de un desarrollo cronológico simple ha sido la más tiránica.” BERGONZI, 34. Neevia docConverter 5.1 LA LITERATURA COMO JUEGO 35 La referencia a Marshal McLuhan,82 importante teórico de la comunicación, está relacionada con su famoso postulado “el medio es el mensaje” que habla de que el medio elegido para la comunicación incide en el carácter de la misma. El manejo no lineal (espacializado, como se verá a continuación) del tiempo aleja a la novela de las limitantes y disposiciones propias del género discursivo que obedece a la naturaleza lineal de la lectura y la acerca en parte a la estructuración del pensamiento y la memoria humana y, más claramente, a otro medio de comunicación: el cine. No matter how much the writer wants to dissolve conventional chronology, the use of flash-backs and time-shifts seems to go against the grain of the medium. There is often resistance by the reader, which may no be entirely due to laziness, and which the author must consciously overcome. The film, on the other hand, is a medium which has achieved a much greater freedom in the treatment of time, one which audiences accept as a matter of course.83 Muchas de las novelas más importantes del siglo están construidas mediante escenas o secuencias aparentemente desarticuladas, presentando una estructura típicamente cinematográfica.84 La anécdota, por tanto, deja de tener un hilo conductor único y fluye a través de saltos en el tiempo. El 82 Marshal MCLUHAN (1911 - 1980) es reconocido, sobre todo, por acuñar a principios de los setentas, el término “aldea global” que describe y predice la interconectividad humana a escala mundial a través de los medios electrónicos de comunicación, hoy una realidad gracias al Internet. La frase “el medio es el mensaje” señala que la comunicación conlleva más que el contenido o información, sino que los medios (a partir de lo que conocemos como mediatización) provocan cambios mucho más profundos en las sociedades y las culturas al modificar sus formas de percepción y aprehensión de la realidad. Cfr. Marshal MCLUHAN. The Medium is the Message (1967) Nueva York: Random House, 2000. 83 “No importa qué tanto
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