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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Acatlán La noción de autoridad en Maquiavelo y Nietzsche Seminario Curricular que para obtener el título de Licenciado en Filosofía PRESENTA Gloria Karina Sánchez Cuevas Asesor: Dr. Antonio Luis Marino López Noviembre, 08 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Índice Introducción..................................................................................................................... 1 Capítulo 1. Origen de la autoridad política................................................................... 6 1. La sociabilidad del hombre........................................................................................... 7 1.1Nietzsche y la naturaleza del hombre en su estado social.......................................... a. Aforismos seleccionados.................................................................................. b. Interpretación de los aforismos........................................................................ 7 8 13 1.2 Maquiavelo y el comportamiento social del hombre............................................. a. Consideraciones previas................................................................................... b. Maquiavelo y el comportamiento social............................................................. 18 18 19 2. La autoridad paternalista en la familia y su influencia en la autoridad del Estado....... 20 2.1. Nietzsche y la importancia de la autoridad paternalista....................................... a. Aforismos seleccionados.................................................................................. b. Interpretación de los aforismos......................................................................... 21 22 23 2.2. Maquiavelo y la autoridad familiar en los principados hereditarios...................... a. Consideraciones previas................................................................................... b. Maquiavelo y la autoridad familiar...................................................................... 25 25 25 3. Comparación entre Nietzsche y Maquiavelo sobre el origen de la autoridad............... 26 Capítulo 2. La guerra entre Estados y la adquisición de la autoridad....................... 28 1. Nietzsche y la guerra como ímpetu de las sociedades................................................. a. Aforismos seleccionados.................................................................................. b. Interpretación de los aforismos......................................................................... 28 29 31 2. Maquiavelo y la importancia de la guerra en el Estado............................................... a. Consideraciones previas................................................................................... b. Maquiavelo y la guerra entre Estados............................................................... 35 35 36 3. Comparativa entre Nietzsche y Maquiavelo sobre la guerra........................................ 38 Capítulo 3. Conservación de la autoridad.................................................................... 39 1. La moral y la ley como medios para conservar la autoridad del Estado....................... 40 1.1 . Nietzsche: la moral y las leyes en la conservación del Estado................................. a. Aforismos seleccionados........................................................................................ b. Interpretación de los aforismos.............................................................................. 40 40 42 1.2 Maquiavelo: la moral y las leyes como medios de conservación de la autoridad política......................................................................................................................... 46 a. Consideraciones previas........................................................................................ b. Maquiavelo: la moral y las leyes............................................................................ 46 46 2. Los afectos en la conservación del Estado................................................................... 49 2.1 Nietzsche: la fe y la admiración en el hombre de Estado...................................... a. Aforismos seleccionados............................................................................. b. Interpretación de los aforismos..................................................................... 50 50 51 2.2 El amor y el temor como afecciones que permiten conservar el Estado según Maquiavelo............................................................................................................. a. Consideraciones previas................................................................................... b. Maquiavelo: el amor y el temor......................................................................... 53 53 54 3. Comparación entre Nietzsche y Maquiavelo sobre la conservación de la autoridad política............................................................................................................................... 58 Capítulo 4 La excelencia humana y la autoridad política............................................ 60 1. Nietzsche: el espíritu libre y la voluntad de poder........................................................ a. Aforismos seleccionados.................................................................................... b. Interpretación de los aforismos.......................................................................... - El espíritu libre y el hombre de Estado................................................................ - La voluntad de poder y la autoridad..................................................................... 61 62 66 66 71 2. Maquiavelo y la virtud del príncipe............................................................................... a. Consideraciones previas........................................................................................ b. Maquiavelo y la virtud del príncipe como excelencia humana................................ 72 72 73 3. Comparación entre Nietzsche y Maquiavelo sobre la excelencia humana y la autoridad política............................................................................................................... 76 Conclusiones................................................................................................................... 79 Bibliografía....................................................................................................................... 85 1 Introducción. La noción de autoridad política permite indagar acerca de las similitudes y diferencias entre el pensamiento de Maquiavelo y de Nietzsche. Para comprender la autoridad en ambos autores es necesario pensarla como una condición de posibilidad de toda sociedad civil y, por ende, de toda la convivencia humana. La presente investigación tiene como objetivo fundamental realizar una reflexión entre Maquiavelo y Nietzsche a la luz del desarrollo de un mismo concepto, a saber, la autoridad política. El presente ensayo está dividido en cuatro secciones o capítulos:El origen de la autoridad política, Conservación de la Autoridad, La guerra entre Estados y la adquisición de la autoridad y La excelencia humana y la autoridad política. Las cuatro secciones abordan rubros importantes para conocer el desarrollo de la noción de autoridad en Nietzsche y Maquiavelo. Los tópicos acotados en cada una de estas secciones son temáticas abordadas tanto por Nietzsche como por Maquiavelo siendo así los pasos que se deben seguir para entender la noción de autoridad en ambos autores. Cada una de las secciones se articula y da paso a la siguiente, esto se debe a que se ha tratado desarrollarlas con base en las pautas que los mismos autores proporcionan. Sin embargo, como el presente trabajo funge como una comparativa de supuestos se ha requerido de una metodología especial. Por cada sección serán abordados primero los supuestos de Nietzsche y después los de Maquiavelo, de esta manera serán presentados sus argumentos para que al final de cada sección sean reunidos los principales puntos deferentes y similares. Es por ello que al final de cada una de las cuatro secciones se presentará una relación entre Nietzsche y Maquiavelo sobre el tópico desarrollado en cada rubro. Es importante señalar que se ha cuidado el paralelismo de los supuestos, es decir, los argumentos son desarrollados bajo líneas temáticas análogas para que exista la posibilidad de realizar la comparación y que no se establezca ésta a través de dimensiones diferentes de argumentación. Justamente por ello es que se han elegido las ya mencionadas cuatro temáticas en las diferentes secciones, porque son los contenidos comunes en ambos pensadores. Los argumentos de Nietzsche referentes a las cuatro temáticas serán abordados de la siguiente manera: en un primer sub- apartado se presenta un esbozo introductorio integrado por el panorama general del argumento a desarrollar y los pasajes que se utilizaron para su desarrollo; en el segundo sub-apartado se desglosa y explica el argumento correspondiente a la temática de la sección. Esto se debe principalmente a que la obra de Nietzsche no es propicia para ser abordada con base en textos completos, 2 es por ello que sólo se han elegido dos, a saber, Humano demasiado Humano (HdH1) y Más Allá del Bien y del Mal (MaBm2). Ambos textos son conformados por aforismos, de los cuales han sido elegidos sólo algunos para el desarrollo de las secciones y los cuales son citados en el esbozo introductorio correspondiente. En dicho esbozo también se señala por qué han sido elegidos, qué aspectos o tópicos son interpretados de ese aforismo y su ubicación exacta dentro de los textos de Nietzsche. Para Maquiavelo se ha recurrido tan sólo al análisis de El Príncipe, pues en dicho texto es donde se desarrollan en mayor medida las temáticas que se desean exponer a lo largo de las cuatro secciones. No obstante, también se recurrió a sobre éste para poder hallar las líneas argumentativas requeridas. Tales interpretaciones son: Machiavelli’s virtue de Harvey C. Mansfield3 y Maquiavelo de Quentin Skinner4. Con la obra de Maquiavelo no se efectúa la misma metodología que con Nietzsche, ya que al ser una sola obra no resulta necesaria una presentación textual previa sino que en el curso del desarrollo mismo del argumento se realizan las citas pertinentes. Con base en dicho proceder, la primera sección titulada el origen de la autoridad política busca comprender los supuestos fundamentales para iniciar el examen sobre la noción de autoridad en Maquiavelo y Nietzsche. Dichos supuestos son dos, a saber, la sociabilidad del hombre y la manifestación de la autoridad en la familia. Para comprender la autoridad política en Nietzsche y Maquiavelo fue necesario abordar las temáticas que se encuentran contenidas en dichos apartados pues dan los fundamentos acerca de lo que ambos autores consideran como autoridad. La primera sub-sección del origen de la autoridad política que aborda la sociabilidad del hombre se titula La naturaleza del hombre en su estado social, en ella se examina la posibilidad de que el hombre no tenga una disposición natural a la convivencia humana. Tal supuesto es estudiado a la luz de ambos autores y es la pauta inicial para concebir a la autoridad como jerarquía. De esta manera, a lo largo de este sub-apartado se indaga sobre la capacidad del hombre para vivir en sociedad, ya que tanto Nietzsche como Maquiavelo señalan que el hombre no es un ser social por naturaleza. Sin embargo, si el hombre no es un ser apto para la sociedad ¿cómo resulta posible la integración de comunidades humanas? Esta interrogante es respondida por el lado de Nietzsche mediante una explicación acerca de los orígenes de las comunidades y, por el lado de Maquiavelo por medio de la necesidad que tiene el pueblo de estar sometido a un Estado. 1 A lo largo de todo el ensayo se usará la abreviatura HdH para referirse a la obra Humano, Demasiado Humano. 2 A lo largo de todo el ensayo se usará la abreviatura MaBM para referirse a la Mas Allá del Bien y del Mal. 3 Mansfield Harvey C., Machiavelli’s virtue, University of Chicago, Chicago, 1996 4 Skinner, Quentin, Maquiavelo, Oxford University Press, Great Britain, 1989 3 La segunda sub-sección del origen de la autoridad se titula La autoridad paternalista en la familia y su influencia en la autoridad del Estado tiene por objetivo explicar una de las formas más importantes de la autoridad primitiva en Nietzsche y Maquiavelo, a saber, la familia. Por un lado Nietzsche presenta a la organización familiar como el modelo de la autoridad mientras que Maquiavelo describe la realización de tal modelo y el alcance que puede tener. La capacidad de autoridad de la familia otorga las pautas para comprender como funciona la autoridad en el Estado. No obstante, para entender cómo se hace presente la autoridad política en Nietzsche y Maquiavelo es necesario comprender en qué momento brota aquel elemento que lo fundamenta. Es decir, la autoridad política en Nietzsche y Maquiavelo se funda en la noción de jerarquía la cual es justificada por una noción del hombre en sociedad y por los conflictos entre comunidades que son motivadas por esa misma condición humana. Para ello se ha elaborado la segunda sección del presente titulada La guerra entre Estados y la adquisición de la autoridad. La guerra entre Estados, tanto como para Nietzsche como para Maquiavelo es el momento donde brotan las esferas de poder que hacen posible que se genere y se justifique la autoridad política. Es en la experiencia del conflicto donde florece la autoridad y surge la más sólida e indubitable autoridad. Bajo estas nociones se aborda a la guerra como punto de partida para el nacimiento de las jerarquías. En este rubro el paralelismo entre Nietzsche y Maquiavelo se da por sí mismo, no obstante existen puntos de diferencia que deben ser tomados en cuenta para la comparativa final. Así, la guerra funge según Maquiavelo y Nietzsche como el momento en que la comunidad se divide de manera notable en esferas de poder. En ese momento es cuando la autoridad cobra vigencia y necesidad. De esta manera la guerra será para Nietzsche y Maquiavelo la condición de posibilidad de la autoridad y su medio natural de afirmación y desarrollo. Empero, ¿qué sucede cuando no hay conflictos?¿Cómo se puede conservar la autoridad política? La respuesta a tales interrogantes se encuentra en la tercera sección del presente que lleva por título Conservación de la Autoridad. A lo largo de esta sección se pone atención a aquellos elementos no bélicos que permiten que la autoridad política se conserve. Dichos elementos han sido divididos en dos grupos y, por ende, integran dos sub-secciones. El primer grupo es integrado por la moral y la ley mientras que el segundo por las afeccionesque la autoridad crea en el vulgo. En la primera sub-sección como su nombre lo indica, Nietzsche y Maquiavelo ubican en la ley y la moral elementos que sirven para conservar al Estado. Sin embargo, hay que poner especial atención a que ambos elementos no son utilizados ni entendidos en igual medida por ambos autores. Mientras 4 que para Nietzsche la moral sí es un medio de conservación, al menos para determinados grupos, para Maquiavelo es un conjunto de reglas que nadie puede alterar. No obstante, ambos coinciden en que en efecto, las leyes son el elemento que la autoridad política debe y puede cambiar para su conservación. La segunda sub-sección Los afectos en la conservación del Estado tiene por objetivo examinar cómo Maquiavelo y Nietzsche señalan que crear emociones o afecciones en el vulgo es un medio eficaz para conservar el Estado. Las afecciones que son estudiadas por el lado de Nietzsche son la fé y la admiración, mientras que en Maquiavelo lo son el amor, el temor y también la admiración. Tales afecciones poseen en común que pueden fomentar en el pueblo una necesidad del Estado y que en tiempos de paz brindan la posibilidad de que la autoridad conserve siempre vigente su poder. Finalmente, en la cuarta sección titulada La excelencia humana y la autoridad política se examinará la posible identidad entre hombre excelente y hombre de política en Nietzsche y Maquiavelo. La finalidad es encontrar el lugar que ocupa la autoridad política en las consideraciones de ambos autores pues ello conducirá a justificar las diferencias que se manifiestan a lo largo de todo el ensayo. No obstante, es en la búsqueda de la identidad entre autoridad política y excelencia humana de cada autor en donde realmente se conoce la importancia de la dimensión política dentro de cada esquema de pensamiento. Así, de encontrarse la identificación podrán justificarse las principales similitudes y diferencias entre cada autor. Está ultima sección se encuentra constituida de un sólo bloque carente de sub- secciones pero se encuentra una pequeña división para destacar dos conceptos de Nietzsche que encaminan la comprensión de la excelencia humana, a saber, el espíritu libre y la voluntad de poder. A este respecto es igualmente importante señalar que en el caso de Nietzsche es una labor muy compleja tratar de delimitar perfectamente lo que se entiende por excelencia humana, es por ello que se ha delineado el concepto de excelencia humana a partir de una comparación con los caracteres propios del hombre de política. De esta manera al ir describiendo ambos caracteres es que se comprende qué se puede entender como excelencia humana en Nietzsche. No obstante, en el caso de Maquiavelo se ha optado por realizar una descripción y análisis de lo que entiende por virtud. Desentrañando tal concepto es que se logra comprender la excelencia humana en Maquiavelo y el lugar que ocupa en torno a ella el hombre de política o el príncipe. Las cuatro secciones tienen como finalidad realizar una reflexión final de todos los elementos en torno a la autoridad que existen entre Nietzsche y Maquiavelo. Lo cual a su vez, pretende demostrar que, en efecto, existen diversos rasgos del pensamiento político 5 de Maquiavelo contenidos en las nociones de Nietzsche pero también señalar que hay notables diferencias que de igual manera serán analizadas. 6 Capítulo 1 Origen de la autoridad política. Para comprender la autoridad en Nietzsche y Maquiavelo es necesario indagar acerca de su origen, el cual puede ser comprendido a través de dos principales rubros, a saber, la sociabilidad del hombre y la manifestación de la autoridad dentro del núcleo familiar. La comprensión de la autoridad política de Nietzsche y Maquiavelo sólo se logra a través de la explicación de estos supuestos básicos, los cuales fungen como fundamento de la noción de autoridad para ambos autores. Así, el objetivo de la primera parte de la presente sección titulada La naturaleza del hombre en su estado social es concebir al hombre en su faceta social con base en Nietzsche y Maquiavelo, esto es, señalar si es posible que el hombre tenga una disposición natural a la convivencia humana. La posibilidad de las sociedades humanas requiere indagar acerca de la capacidad del hombre para vivir dentro de una comunidad. Tanto Nietzsche como Maquiavelo sugieren que el ser humano quizás no se encuentre dispuesto de manera natural para desarrollarse dentro de un conjunto humano, sino que, sus disposiciones sean opuestas a la convivencia social. Ante ello se plantea la necesidad de analizar las implicaciones que sugieren ambos autores sobre la condición humana entre las que destaca el análisis de Nietzsche sobre si el hombre es social desde su estado primitivo o no, así como las consecuencias de dicha condición con respecto a la institución de las sociedades que Maquiavelo logra vislumbrar. Así, se logra fundar la perspectiva sobre la cual versa la noción de autoridad política tanto en Nietzsche como en Maquiavelo. En esta primera parte de la sección, así como a todo lo largo del ensayo, se busca conservar el paralelismo entre los supuestos de ambos autores para poder plantear una comparación. No obstante, existen ámbitos de reflexión que no están presentes en un autor pero sí en otro y viceversa. Es por ello que se busca resaltar dichos aspectos para poder enumerarlos en la comparativa. Así, se reflexionará sobre la naturaleza del hombre en la vida social en Nietzsche a través de los orígenes de las primeras comunidades humanas y su condición de posibilidad. Mientras que con Maquiavelo, se comprenderá este punto a través de rasgos que permanecen presentes en la conducta social de los hombres y que permiten otorgar una pauta para conocer la naturaleza del hombre bajo el ámbito ya señalado. En este caso, el tema es tocado por ambos autores pero bajo perspectivas diferentes, mientras Nietzsche aborda la sociabilidad del hombre por medio de un análisis de las sociedades primitivas, Maquiavelo encuentra la posibilidad del 7 hombre como ser social a través de un examen de las manifestaciones políticas vigentes en su tiempo. Es por ello, que en la comparativa final se tomarán estos aspectos no como una deferencia total, sino como una complementariedad. Esto se debe, a que las reflexiones de ambos autores a final de cuentas parten desde una misma perspectiva la cual en efecto, permite introducir un paralelismo y una pauta común sobre la cual se erige su concepto de autoridad política. La segunda parte de la sección tiene por objetivo plantear una de las más importantes formas de la autoridad primitiva, a saber, la familia. El supuesto de la autoridad familiar desarrollado en Nietzsche y Maquiavelo hace posible pensar en algunos rasgos que son conservados a lo largo del desarrollo del estado político de la sociedad y que vale la pena ubicarlos como parte del origen de la autoridad. Se busca señalar las características de la autoridad en el núcleo familiar como institución primigenia de la sociedad en Nietzsche y Maquiavelo, reconociendo dichos caracteres dentro de la experiencia de la autoridad política. El contraste entre autoridad del Estado y autoridad familiar se entienden en Nietzsche como una experiencia originaria mientras que en Maquiavelo como la fuerza que puede alcanzar la autoridad familiar. De nuevo, la posibilidad de comparación se da gracias a la complementariedad de ambos autores, ya que mientras Nietzsche piensa en la expresión primitiva de la autoridad familiar Maquiavelo considera a ésta como una experiencia cuya realización manifiesta la forma más sólida de autoridad. 1. La sociabilidad del hombre. 1.1 Nietzsche y la naturaleza del hombre en su estado social. Las ideas de Nietzsche en torno a la sociabilidad del hombre y la instauración de las primeras comunidadeshumanas seguirán la línea de argumentación que se describe a continuación. Para Nietzsche, indagar sobre la posibilidad de que exista una disposición natural del hombre para desarrollarse en sociedades requiere examinar los orígenes de la comunidad y las condiciones para su instauración. El punto de partida es comprender el estado pre-social del hombre, el cual contiene características que confirman la existencia de necesidades ajenas a las formas sociales. La característica que Nietzsche pretende resaltar como base de tal comportamiento no social es sin duda, el instinto de conservación. El instinto de conservación es un carácter siempre presente en la naturaleza misma del hombre, el cual, en un estado natural, se impone al no permitir el desarrollo social. El instinto de conservación consiste en una afirmación o supremacía con 8 respecto a los otros miembros de la especie, cuya única finalidad es la supervivencia. El instinto de conservación no hace posible una sociedad entre los hombres, porque al contrario fomenta una constante competencia por la existencia. No obstante, si el hombre no es social, ¿cómo es posible la agrupación en comunidades? Para poder comprender la respuesta a dicha cuestión Nietzsche analiza cómo el hombre puede tender a organizarse contrariamente a su naturaleza. Dicha explicación se desarrolla con base en las nociones de placer y dolor como origen de la asociación de necesidades y, por lo tanto, la formación de comunidades afines a éstas. Nietzsche señala que la asociación de necesidades forma un vínculo común. En dicho vínculo reside la posibilidad de suspensión del instinto de conservación. Sin embargo, el vínculo común se desarrolla hasta ser un conjunto de creencias comunes, una visión unificada de la realidad y de las relaciones sociales. La creencia común finalmente se torna como moral. La moral será entonces el medio de sujeción de los hombres el cual permite su convivencia. El vínculo común desarrollado como carácter moral es la identidad de creencias y costumbres que hace posible la conservación de sociedades. Empero, es vital resaltar que la transformación del vínculo común a identidad de costumbres y posteriormente en moral sigue teniendo de trasfondo al instinto de conservación. Finalmente, Nietzsche sugiere que la moral no es producto de una invención comunitaria sino son los valores de un miembro superior y dominante de grupo. La moral como posibilidad de vinculación social es una forma de sujeción a los demás individuos a través de una superioridad que somete el actuar de los miembros de una comunidad. Nietzsche señala que sigue existiendo así la jerarquía que ya existía en la etapa pre-social pero ahora, se habitúa a las formas sociales dando paso a las formas políticas que se explicarán a lo largo del presente ensayo. a. Aforismos seleccionados Nietzsche examina las condiciones que propician la generación de sociedades humanas y sus respectivas implicaciones a través de los parágrafos 98,99 y 224 de Humano, Demasiado Humano1 y el parágrafo 31 de El viajero y su sombra2. El parágrafo 99 se titula Lo que hay de inocencia en las acciones llamadas perversas y está contenido en el capítulo II: Para servir a la historia de los sentimientos morales. Dicho parágrafo inicia señalando que la existencia de las acciones perversas no 1 F. Nietzsche, Humano Demasiado Humano (HdH), Editores Mexicanos Unidos, México 2005, p.p. 84-85 y p.p. 173- 175 2 F. Nietzsche , El Viajero y su sombra §31 La vanidad como rebrote de un estado social, Ed. Gradfico, Buenos Aires, 2006, p. 40 9 depende de una inclinación al mal sino que surgen por lo que Nietzsche denomina como instinto de conservación: “Todas las acciones perversas son motivadas por el instinto de conservación, o más exactamente todavía, por la aspiración al placer y la huída del disgusto en el individuo; por lo tanto, siendo así motivadas no pueden ser perversas.” 3 Nietzsche explica posteriormente, lo que es el instinto de conservación: [...]En la condición social anterior al Estado, matamos un ser, mono u hombre, que quiere coger antes que nosotros un fruto de árbol, justamente cuando tenemos hambre y corremos hacia el árbol: lo mismo que haríamos hoy con el animal viajando en comarcas salvajes.4 Dicha forma de proceder es olvidada cuando se analiza el actuar del hombre moderno. Este olvido da paso a que se considere que las acciones perversas se adjudiquen a la voluntad y, por ende, se señale que el mal es una acción premeditada: Las malas acciones que nos indignan hoy descansan en el error de que el hombre que las comete, en relación a nosotros tendría libre voluntad, y que, por consiguiente, habría dependido de su buen deseo el no inferirnos ese agravio. Esta creencia en el buen deseo despierta el odio, la venganza, la malicia, la perversión entera de la imaginación, siendo así que nos enojamos mucho menos contra un animal por creerlo irresponsable. Hacer el mal no por instinto de conservación, sino por represalia, es la consecuencia de un raciocinio erróneo, y por lo mismo igualmente inocente.5 Olvidar el instinto de conservación es un error muy grave en la reflexión sobre las acciones de los hombres. Nietzsche trata posteriormente de enumerar los caracteres propios del instinto de conservación: El individuo puede, en las condiciones sociales anteriores al Estado, tratar otros seres con dureza y crueldad para aterrorizarlos, quiere asegurar su existencia dando pruebas aterradoras de su poder. Así procede el violento, el poderoso, el fundador de un Estado primitivo que somete a su dominio los más débiles. Tiene para ello derecho, como el Estado de hoy se lo toma, o por mejor decir, no hay derecho que pueda impedírselo. La primera condición para que se establezca la moralidad es que un individuo más fuerte o una colectividad, por ejemplo, la sociedad, El Estado, someta a los individuos y por consiguiente los saque del aislamiento y los reúna en un vínculo común. La moralidad no viene sino después del constreñimiento; es ella misma por cierto tiempo todavía un constreñimiento al cual uno se adhiere para evitar el disgusto. Más tarde llega a hacerse una costumbre, más tarde aún una libre obediencia, por fin casi un 3 F. Nietzsche, Humano..., op. cit., p.p. 84-85 4 Ídem. 5 Ídem. 10 instinto; entonces es, como todo lo que existe desde tiempo atrás, habitual y natural, encadenado al placer, y toma el nombre de virtud. 6 El parágrafo número 99 se ha elegido por el desarrollo que Nietzsche efectúa sobre el instinto de conservación. Es por ello que a través de dicho parágrafo se logrará justificar el instinto de conservación como la característica más notable de la naturaleza no-social del hombre. El instinto de conservación está vinculado con la incapacidad del hombre para asociarse en comunidad, esto se logrará gracias a la pauta que se encuentra en el parágrafo antes expuesto. A lo largo del desarrollo de la reflexión sobre la sociabilidad del hombre en Nietzsche se atenderá al instinto de conservación según las características que el parágrafo citado proporciona. Por su parte, el parágrafo 31 del Viajero y su sombra titulado la vanidad como rebrote de un estado social, el cual también será utilizado en el desarrollo señala: Para su seguridad personal, los seres humanos han declarado igualdad de todos. Lo han hecho para crear una comunidad; esta idea coercitiva es, en última instancia, contraria a la naturaleza de cada individuo. Así, cuanto más garantizada está la seguridad general más se manifiesta el rebrote de los antiguos instintos de preponderancia en la debilitación de las castas, en las pretensiones a las dignidades y ventajas profesionales, y en general en todas las situaciones susceptiblesde vanidad. Pero en cuanto empieza a temerse un daño para la comunidad, la mayoría de los individuos, que no ha podido hacer valer su supremacía en los períodos de tranquilidad pública, genera nuevamente el estado de igualdad: los privilegios absurdos y las vanidades desaparecen durante algún tiempo. Pero si la comunidad social queda totalmente aniquilada, si se generaliza la anarquía, aparecerá de nuevo ese estado natural que es la desigualdad, despreocupada y absoluta. No hay justicia natural ni injusticia natural. 7 El parágrafo 31 del Viajero y su sombra es usado porque establece las principales pautas para considerar la necesidad de la existencia de la comunidad. Ante el panorama que otorga el parágrafo 99 de HdH, queda la interrogante acerca de cómo puede ser posible que el hombre requiera asociarse. La respuesta a la cuestión empieza a responderse a la luz del parágrafo 31 de El Viajero y sombra pero requiere complementarse. Tal complemento será dado con base al parágrafo 98 de HdH titulado Placer e instinto social: 6 Ídem. 7 Nietzsche F., El Viajero y su sombra §31 La vanidad como rebrote de un estado social, Ed. Gradfico, Buenos Aires, 2006, p. 40 11 Por sus relaciones con otros hombres, el hombre requiere una nueva especie de placer que se añade a los sentimientos de placer que saca de sí mismo; por ello extiende considerablemente el dominio del placer en general. Quizá muchos elementos que entran aquí vienen por herencia de los animales, los cuales sienten evidentemente placer cuando juegan juntos, por ejemplo, la madre con sus pequeñuelos. Por otra parte, que se reflexione en las relaciones sexuales, que hacen que casi toda mujer perezca interesante a todo hombre en atención al placer, y recíprocamente. El sentimiento de placer fundando en las relaciones humanas hace, en general, al hombre mejor; el gozo común, el placer que se disfruta colectivamente parecen acrecentarse; dan al individuo seguridad, le ponen de mejor humor, disuelven la desconfianza, la envidia; se siente mejor y ve que igualmente los demás se sienten mejor. Las manifestaciones similares del placer despiertan la imagen de la simpatía, el sentimiento de sus semejantes: es porque tienen también sufrimientos comunes, las mismas tempestades, los mismos peligros, los mimos enemigos. En ello, sin duda, se funda la asociación más antigua; tiene el sentido de una protección común. De esta manera el instinto social nace del placer. 8 Este parágrafo de HdH se requiere para situar el tránsito del estado primitivo al estado social por medio de la asociación de las necesidades surgidas del placer. De esta manera se logra justificar el porqué se puede instaurar la comunidad a pesar de que la condición humana sea contraria a la forma social. Por otro lado, también se ha señalado que se acude al parágrafo 224 titulado Ennoblecimiento por degeneración contenido en el capítulo V Caracteres de alta y baja civilización, el cual dice: Enseña la historia que la línea en que un pueblo se conserva mejor es aquella en la mayor parte de los hombres tienen un vivo sentimiento común por causa de la identidad de sus principios esenciales e indisputables, y, por lo tanto, por causa de su creencia común. Allí es donde se fortifican las buenas costumbres, donde se aprende la subordinación de individuo donde el carácter recibe la fijeza, nada más que por sus vínculos, acrecentándola después por medio de la educación. El peligro de esas comunidades, fundadas en los individuos característicos de una misma especie, es la bestialización por herencia, que sigue, además, siempre a la estabilidad como su sombra. 9 Nietzsche señala también como el progreso intelectual depende de los individuos que no poseen una sujeción sólida con respecto a las buenas costumbres y la moral: 8 Nietzsche, F., Humano..., Op. Cit., p.p. 83-84 9 Nietzsche, F., Humano..., Op. Cit., p.p. 173-175 12 De los individuos menos seguros, más independientes y moralmente más débiles, es de quienes depende en semejantes comunidades el progreso intelectual, y estos son los hombres que más buscan la novedad y sobre todo la diversidad. Un número infinito de hombres de esta especie perecen-, a causa de su debilidad, sin acción visible; pero en total, y sobre todo si tienen descendientes, le sirven de acomodamiento, y de cuando en cuando llevan al elemento estable de la comunidad un refuerzo. En tal situación se inocula algún elemento nuevo, a semejanza del ser; pero es necesario que su fuerza general sea bastante grande para recibir en su sangre este elemento y asimilárselo. Las naturalezas en degeneración son de extrema importancia dondequiera que deba realizarse un progreso. Todo progreso va precedido de un debilitamiento parcial. Las naturalezas fuertes conservan el tipo fijo, las débiles contribuyen a desarrollarlo. Algo análogo se produce entre los hombres tomados aisladamente: rara vez una decadencia, una lesión, una falta y generalmente cualquier pérdida material o moral deja de producir provecho en otro respecto. El hombre enfermizo tendrá, por ejemplo, en el seno de una raza guerrera y turbulenta, mejor ocasión de vivir para sí mismo, y, por consiguiente, para hacerse más tranquilo y más sabio; el miope tendrá más fuerte la vista, el ciego verá más profundamente en el ser íntimo, y en general oirá más finamente. 10 A través del estudio de las naturalezas en degeneración es que Nietzsche aborda ahora el vínculo que hace posible la existencia de las comunidades humanas: En tales condiciones la famosa lucha por la existencia me parece no sólo el punto de vista desde donde puede explicarse el progreso o el robustecimiento de la fuerza de un hombre, de una raza. Veo en ella más bien el concurso de dos elementos diversos: primero, el aumento de la fuerza estable por la unión de los espíritus en la comunidad de creencia y sentimiento, y después la posibilidad de alcanzar fines más altos por el hecho de que nace de naturalezas en degeneración, y por consiguiente, de debilitamientos y lesiones de esa fuerza estable; es precisamente la naturaleza más delicada la que, siendo más delicada y más independiente, hace todo progreso generalmente posible. Un pueblo que tiene algo gangrenado y débil, pero cuyo conjunto es todavía robusto y sano, es capaz de recibir la influencia del elemento nuevo y de incorporárselo con ventaja. En el hombre tomado aisladamente, la tarea de la educación es esta: proporcionarle un asiento tan firme y tan seguro que no pueda ya extraviarse. Pero entonces el deber del educador es herirle o aprovechar las heridas que le infiera el destino, y cuando así hayan nacido, el dolor y la necesidad pueden 10 Ídem. 13 tener en esos sitios, delicados por las heridas, lugar para la inoculación de algo bueno y noble. Toda su naturaleza recogerá ese abono.11 Finalmente, Nietzsche retoma todos los aspectos mencionados hacia una concepción del Estado y su conservación: En lo que concierne al Estado, Maquiavelo dice que <<la forma de los gobiernos es de muy poca importancia aunque las gentes de cultura media piensen de otro modo. En fin principal del arte y de la política debería ser la duración, superior a cualquier otra cualidad, y que es mucho más hermosa que la libertad misma>>. Sólo sobre una gran permanencia, firmemente asegurada, pueden desarrollarse una constante evolución y una inoculación ennoblecedora.12 El parágrafo 224 ha sido elegido debido a que en él se aborda la noción del vínculo común. De está forma es posible vislumbrar cómo el vínculo común asegura la existencia de las comunidades y su conservación. La noción de fuerza estable, vínculo común, creencia común, etc. son los elementos que serán analizadosdel parágrafo pues sirven para comprender el funcionamiento de las sociedades primitivas como se verá en el desarrollo de la presente sección. Aunado a ello, al integrar la idea del instinto de conservación descrito en el parágrafo 99 junto con el vínculo común abordada en el 224, es posible explicar la sociabilidad del hombre en Nietzsche. b. Interpretación de los aforismos. Según Nietzsche la animalidad precede de manera necesaria a cualquier manifestación de comunidad humana. Dicha aseveración es desarrollada en el parágrafo 9913 de HdH. Lo que guía todas las acciones del ser humano en el estado animal es el instinto de conservación. Éste es definido por Nietzsche como el aseguramiento del bienestar y el rechazo al dolor. El instinto de conservación ha sido el sustrato de toda acción humana desde el estado primitivo de la animalidad hasta nuestros días. Dicho instinto se encuentra orientado, en este primer aspecto, a una necesidad momentánea del bienestar, por ejemplo, saciar necesidades básicas tales como alimento, protección de animales, etc. Sin embargo, en las implicaciones del instinto resulta posible que no sólo se dirija a saciar necesidades básicas, sino más aún, a satisfacerlas por medio de una dominación incipiente hacia los miembros más débiles de su especie donde se mata a un animal o incluso a otro hombre por saciar dichas necesidades básicas. Esto significa que colmar las necesidades propias de la subsistencia también consiste en una clase de dominio con 11 Ídem. 12 Ídem. 13 La noción de que el animal aislado precede al hombre social proviene desde el parágrafo 94 al 99. 14 respecto a los otros miembros de su especie, pero en vista de su estado animal esto se ve como una lucha por la sobrevivencia. Aquí es posible ubicar la gran diferencia con el hombre social, donde tal instinto no se erradica sino que se transforma. El estado natural del hombre se distingue de un estado social debido a la transformación del instinto de conservación que da paso a la posibilidad de comunidad humana. Examinando el cambio que se genera en el instinto de conservación es que se logra comprender el origen no sólo de las sociedades humanas sino la necesidad de la autoridad. El instinto de conservación consiste en asegurar la existencia ejerciendo el poder a un mero nivel animal, esto es, agarrar antes el fruto o matar a quien lo desee, tomar con miras a asegurar la propia existencia al tratar a otros seres con crueldad o rudeza para imponerse ante ellos. En esta faceta anterior al estado social, la aplicación del poder tiene como fundamento la conservación de la propia existencia. En la posibilidad de dominio hacia los débiles se encuentra la potencialidad de mayor sobrevivencia incrementando así las ventajas de existencia del hombre primitivo. Salir del estado de aislamiento producido por la animalidad sólo es posible gracias a aquellos individuos que transforman el instinto de conservación. Los individuos que buscan postergar su placer y evitar más allá del instante el dolor, son los que hacen posible la formación de las comunidades. Esto debido a que ahora dicho instinto busca nuevas metas, y para saciar sus nuevas necesidades es que debe romper el estado de animalidad buscando asociarse al mayor número posible de individuos garantizando así mejores condiciones de existencia. Si la formación de comunidades es contraria a la naturaleza humana, resulta problemático indagar cómo se transforma el instinto de conservación en su nivel más primitivo. Según Nietzsche, en El viajero y su sombra en el parágrafo 31 señala que [...] para su seguridad personal, los seres humanos han declarado la igualdad de todos. Lo han hecho para crear una comunidad; esta idea coercitiva, es en última instancia, contraria a la naturaleza de cada individuo14. De ésta manera el instinto de conservación cambia, pues ahora las mejores condiciones de existencia son generadas por la necesidad de comunidad para una protección y seguridad. En la medida en que los hombres se agrupan resulta más plausible la seguridad, aunque por ello tengan que someter o suspender su afán de dominio al otro instaurando una igualdad entre los individuos que conforman el grupo. Así, el bienestar personal se amplía por medio de las ventajas que proporciona la vida grupal. Sin embargo, al consolidarse la seguridad y placer de los individuos vuelve a brotar el 14 Nietzsche F., El Viajero y su sombra §31 La vanidad como rebrote de un estado social, op. cit. , p. 40 15 instinto de conservación que ahora se desarrollará a un nivel social. Dicho instinto de conservación conduce a la cancelación de la igualdad que se instauró para la fundación de grupos humanos. Como ya se ha señalado la igualdad necesaria para formar las comunidades y suspender el instinto de conservación bajo su forma animal se debe a la asociación de placer y dolor. Gracias a la necesidad de una mayor evasión del dolor y una ampliación del placer es que se logran constituir comunidades humanas. Nietzsche establece a lo largo del parágrafo 98 de HdM denominado Placer e instinto social que: [...] por sus relaciones con otros hombres, el hombre adquiere una nueva especie de placer que se añade a los sentimientos de placer que saca de sí mismo; por ello extiende considerablemente el dominio del placer en general15 En la búsqueda para evadir el dolor y proporcionarse el mayor placer posible a sí mismo el hombre encuentra en los otros la posibilidad de ampliarlo. Nietzsche atribuye esto a la herencia animal, ya que observando a los animales se denota el placer que existe en algunos aspectos de su convivencia. Otro ejemplo de la posibilidad de ampliación del placer por medio de la comunidad es el caso de las relaciones sexuales. Por ello señala que nace un mayor sentimiento de placer a partir de las relaciones humanas debido a que el gozo común incrementa el placer individual de manera notable. Asimismo este placer comunal proporciona seguridad al individuo. La extensión del placer y la seguridad ante dolor hacen posible fundar el principio de comunidad basado en una pretendida igualdad. Esta igualdad se genera por las manifestaciones similares de placer, es decir, por la asociación de placer en una expresión general. Sin embargo, también nace de una simpatía ante sufrimientos comunes a sabiendas de que el dolor individual posee características similares al dolor grupal. De esta manera, existe una comunidad de intereses los cuales hacen posibles las agrupaciones humanas. No obstante, dicha posibilidad social es una necesidad que se da a partir del placer y el dolor mas no cancela el instinto primigenio de conservación sino que sólo lo transforma. La pretendida igualdad, condición de posibilidad de la comunidad, nace de la utilidad general que pueda proporcionar ésta, a saber, la preservación del grupo y el evitar el aniquilamiento. Más adelante, a lo largo del desarrollo social, dicha utilidad procura mantener a la comunidad mediante lo que se conoce como vínculo común, el cual ya supone a su vez la trasformación del instinto de conservación. 15 F. Nietzsche, Humano..., §98. Placer e instinto social, op. cit., p.p.. 83-84 16 El vínculo común es un elemento característico y primordial de las sociedades humanas pero su introducción no cancela el instinto de conservación. A través de la historia se ha denotado que la convivencia humana puede conservarse sin dificultad alguna si existe determinada afinidad que fomente una identidad con el grupo. Esto se puede lograr a través de una unidad de principios de conducta que fomenten la necesidad de la sociabilidad. Dichos principios se profesan gracias a una creencia común la cual seexpresa por medio de lo que Nietzsche denomina buenas costumbres, cuya acción subordina al individuo mediante la fijación de conductas comunes y determinadas que fortalecen el lazo de identidad y por ende, del vínculo común. El vínculo común es entonces el nexo que consolida y sostiene a la comunidad, ya que ésta se ha creado contraria a la naturaleza del hombre. Sin embargo, tal vínculo no es creado por acuerdo común sino que es fijado a través de una identidad social la cual sólo se logra con la introducción de creencias comunes o buenas costumbres. Las buenas costumbres no son entonces una elaboración social sino que son introducidas por un miembro del grupo, el cual con base en las conductas primitivas de instinto de conservación ejerce su superioridad y domina el grupo. La existencia del vínculo común es la herramienta mediante la cual, el renovado instinto de conservación afirma su dominio. Así pues, el vínculo común se manifiesta en forma de sometimiento a las buenas costumbres, es decir, a la moral misma la cual somete a los hombres así como se subyugó a aquel animal que quería ganar antes el alimento. Esta forma de proceder es la base de comportamiento del individuo poderoso que es capaz de fundar un Estado primitivo donde se subyuga a los más débiles. La cohesión de la comunidad se logra extrayendo a los individuos de su aislamiento para someterlos con miras a su seguridad, protección y ampliación del placer, pero son sometidos a las creencias comunes y buenas costumbres. Los elementos antes mencionados son propios de la moral la cual es sin duda el nexo que hace posible la comunidad, ya que se manifiesta como el conjunto de principios que cohesionan y controlan el campo de acción entre los hombres. La primera condición para que se establezca la moralidad es que un individuo más fuerte o una colectividad, por ejemplo, la sociedad o el Estado someta a los individuos a un vínculo común. El individuo más fuerte somete por medio de sus valores, los cuales nacen a partir de las percepciones de placer y dolor que son trasmitidas como comunes a todos los individuos. La factibilidad del vínculo común nace a partir de la condición de posibilidad de la comunidad, la cual se genera a partir de la extensión del placer y la evasión del dolor a un nivel grupal. Las relaciones de la comunidad en torno al placer y el dolor son la pauta en la cual se gestan 17 los valores que son dados para el comportamiento de los individuos en sociedad. Las comunidades sólo son posibles a través del conjunto de elementos que comparten, de manera más importante, que dependen de una moralidad que permite una cohesión permanente y constante. El desenvolvimiento mediante el cual se cohesiona la moral es descrito igualmente por Nietzsche como el desarrollo de un constreñimiento que cobra adherencia, por parte de los individuo, debido a la necesidad de evitar un disgusto. Posteriormente, se delinea como una costumbre y después se obedece libremente para que finalmente se torne como una actitud casi instintiva y necesaria que se denomina entonces virtud. Lo que antes eran tan sólo buenas costumbres gestadas por las necesidades surgidas del placer y el dolor son ahora un medio de coerción entre los individuos. Las buenas costumbres son moral y son ley, nacidas para conservar la sociedad y para conservar la superioridad de un determinado individuo que se estatuye como superior, motivado por el instinto de conservación. El instinto se renueva buscando ahora dominar al mayor número no sólo por supervivencia sino por la necesidad misma de dominio. Por otro lado, este constreñimiento o sujeción a la moralidad es lo que permite la conservación de un pueblo. Esto debido a que la duración de las sociedades depende del fortalecimiento de este vínculo de identidad, de comportamiento y de creencias. La meta fundamental de cualquier Estado es su conservación y ésta se logra gracias a la vigencia del vínculo entre los individuos. Tal vínculo se logra a través de la sujeción moral la cual es motivada por el hombre de Estado quien domina a la sociedad por medio de la identidad de principios. La sujeción no nace de un instinto social o algo parecido, sino de la transformación del instinto de conservación el cual pretende dominar a los miembros de la comunidad. El vínculo entre los hombres es gracias a la moralidad que fue impuesta por un modo desarrollado de instinto de conservación el cual busca ante todo el sometimiento de los individuos. La identidad dada por la moral proporciona el sustrato para la subordinación del individuo y con ello la posibilidad de la sociedad, la cual se manifiesta de manera antinatural, ya que, un estado natural hubiese sido aquel que se quedará al nivel de las necesidades inmediatas, esto es, del primigenio instinto de conservación. El "aumento de la fuerza estable"16 es lo que hace posible la existencia de vínculos sociales, la comunidad de creencia y sentimiento son los medios del Estado para someter a los individuos a vivir en comunidad. Así, de la duración de dicha fuerza estable depende 16 F. Nietzsche, Humano..., op. cit., p.p.173-175 18 la vida del Estado, puesto que, en la medida que esta fuerza se mantenga, los lazos comunes serán conservados y, por ende, la comunidad solidificada. 1.2 Maquiavelo y el comportamiento social del hombre. a. Consideraciones previas. En Maquiavelo, resulta imposible hallar en El príncipe un origen de las comunidades humanas. Dicha imposibilidad se debe en gran medida a que su estudio sobre la autoridad se remite a hechos inmediatos, a un examen de la realidad sin intentar deambular fuera de ésta a través de un estudio quizás, metafísico. Por tal motivo Maquiavelo busca los rasgos del hombre en sociedad dentro de la experiencia social misma. El aspecto principal que busca desarrollar y que permite la comprensión sobre el hombre en torno a su capacidad social es la necesidad del Estado. Comprendiendo la necesidad del Estado y de la autoridad es que se logra comprender la sociabilidad del hombre. Con base en tal aspecto es que el argumento de la presente sección logra desarrollarse. En una primera instancia se abordan aquellos aspectos que Maquiavelo establece como característicos de la conducta del hombre en sociedad. En está visión el hombre luce como un ser no apto para la convivencia social pues dentro de la comunidad tiene un comportamiento negativo hacia los otros. No obstante, resalta una característica a saber, la necesidad que tiene de afianzar su patrimonio, de conservar el bienestar de alejarse del dolor. Ante los otros seres humanos debe de existir algún medio de asegurar la propia existencia y garantizar los medios de subsistencia. Dicho medio es la autoridad. Maquiavelo no se pregunta cómo es posible la convivencia humana, si el ser humano no tiene una capacidad para vivir en sociedad, sino cómo de hecho se logra realizar esta convivencia. Es por ello que sostiene a la autoridad política como el fundamento de la convivencia social pues en ella se aloja la capacidad de integrar a sus miembros. Pero esto no se logra de una manera armónica sino que se da por el perfil del hombre en sociedad, sólo se logra por medio de una dominación. El Estado es el agente que permite la existencia de la sociedad, ya que el hombre por sí mismo no es capaz de desarrollarse en la convivencia con otros seres humanos. Ubicar al Estado como la única condición de posibilidad de la sociedad requiere señalar al hombre como incapaz de organizarse de manera social en un estado natural. Si la capacidad social fuera intrínseca al hombre no habría necesidad de un Estado dominante, es por ello que la existencia del Estado justifica la sociabilidad del hombre según Maquiavelo. 19 b. Maquiavelo y el comportamiento social.Maquiavelo no presta atención al origen de la comunidad desde una perspectiva primigenia especulando sobre el nacimiento de ésta. Maquiavelo se dirige directamente a la naturaleza del hombre en la experiencia social como punto de partida hacia la reflexión sobre la autoridad del Estado. Manifestando la naturaleza del hombre con respecto a su comportamiento en sociedad Maquiavelo logra dilucidar la función del Estado. Maquiavelo señala que "de la generalidad de los hombres se puede decir esto: que son ingratos, volubles, simuladores, cobardes ante el peligro y ávidos de lucro"17. Maquiavelo delimita tales características al ámbito social donde todo hombre busca su propio bienestar y trata de dirigir sus acciones directamente al beneficio propio lo que lo induce a conducirse de una manera sumamente egoísta. Si bien el hombre es capaz de sentir amor como vínculo de gratitud18 con respecto a sus semejantes también posee un carácter "perverso por naturaleza"19 que logra romper todo lazo afectivo. No hay que dejar de considerar que la perversión por naturaleza es considerada a la luz de la vida social del hombre. Maquiavelo a lo largo de sus consideraciones no examina el estado primigenio u originario de la vida social del hombre siendo su apreciación resultado de sus observaciones a la realidad. Por lo tanto, no precisa la existencia de naturaleza alguna más que la inferida de la realidad social. El miedo al castigo o a la pérdida de bienestar es el eje mediante el cual se desarrollan las acciones del hombre. El ser humano encamina sus acciones a mantener las condiciones que favorezcan o incrementen su bienestar. Si los otros hombres son perversos, malvados y ávidos de lucro se requiere entonces una entidad superior que proteja los intereses propios. Justamente de ahí nace la necesidad de la autoridad la cual surge entonces como una posibilidad de convivencia humana. Ante esta perspectiva la autoridad es un garante del bienestar individual de los miembros de la comunidad. El éxito del Estado y la justificación de su existencia reside en la necesidad que los hombres tienen de él. El Estado se erige como el núcleo organizacional de los hombres así como también la garantía de su bienestar. La única posibilidad de actuar, incluso de manera egoísta y perversa, se encuentra en la existencia de un agente externo que los proteja de los otros individuos: "el pueblo sólo pide no ser oprimido"20. Sin embargo, es también labor del Estado fomentar tal necesidad de la autoridad ya que 17 N. Maquiavelo, El Príncipe, Ed. Porrúa, México, 2003, p. 43 18 Ídem 19 Ídem 20 Ibíd. p.25 20 [..]un príncipe hábil debe hallar una manera por la cual los ciudadanos siempre y en toda ocasión tengan necesidad del Estado y de él. Y así serán siempre fieles[...]21. La fidelidad o necesidad del Estado depende de los resultados que presente la autoridad ante los hombres, es decir, del cuidado, protección y defensa que otorgue el Estado ante los intereses de los hombres que forman la sociedad civil. Aunque la autoridad se exprese cruelmente, es decir que las medidas que aplique a la sociedad sean radicales deben ser menores en relación con los males que generen los hombres por sí mismos sin arbitrio del Estado. El pueblo pide la garantía de no ser agraviado por parte de sus semejantes con lo que respecta a su bienestar y propiedades y de alguna manera ser protegido por el Estado. Esta necesidad de no ser oprimidos refleja en gran medida la misión de la autoridad a los ojos de los miembros de la sociedad civil. El Estado es obedecido por ser el garante del bienestar de los individuos que integran a la sociedad debido a la naturaleza del hombre. Por último, resta recapitular por ahora lo ya mencionado por medio de la oración inicial del Príncipe, donde Maquiavelo señala: Todos los Estados, todas las dominaciones que han ejercido y ejercen soberanía sobre los hombres, han sido y son repúblicas o principados22. Ante el estado perverso del hombre, donde sólo éste busca su bienestar propio sobre los demás miembros del grupo resulta como única alternativa viable la dominación como medio de organización social. 2. La autoridad paternalista en la familia y su influencia en la autoridad del Estado. En la búsqueda de las primeras experiencias sobre la autoridad en Nietzsche y Maquiavelo resulta necesario agotar todas las expresiones primigenias de ésta. Así, resta explorar la forma de la autoridad en el núcleo familiar, debido principalmente a que la familia es una forma antigua de comunidad social. Como expresión primigenia de la autoridad, la familia otorga rasgos importantes a las formas de autoridad más refinadas para Nietzsche y Maquiavelo, es por ello que el estudio de tal experiencia es vital para la comprensión de la autoridad política. Para llevar a cabo tal examen es necesario ubicar tanto en Nietzsche como en Maquiavelo aquellos pasajes que describan la forma de la autoridad contenida en la familia. No obstante, una problemática es hallada en dicha tarea y se presenta en las diferentes reflexiones que realizan ambos autores. Tal distancia en torno a las reflexiones 21 Ibíd. p.27 22 Ibíd. p.3 21 realizadas con respecto a la familia podría sugerir la imposibilidad de su comparación, pero es necesario ubicarla con base en un eje fundamental de comparación. El nexo se encuentra justamente en la viabilidad de observar en Maquiavelo una expresión vívida de la experiencia descrita por Nietzsche, sólo de esta manera resultará permisible llevar a cabo la comparativa correspondiente. Esto se debe a que Nietzsche describe una experiencia primigenia de la autoridad familiar mientras que Maquiavelo presenta la vigencia y alcance de dicha forma de autoridad. Con dicha finalidad en Nietzsche se explicarán sus supuestos respecto al funcionamiento de la autoridad paternalista mientras que con Maquiavelo se recurrirá a analizar la forma de la autoridad paternalista realizada a través de los principados hereditarios. 2.1. Nietzsche y la importancia de la autoridad paternalista. Nietzsche señala que tanto la familia como el Estado fungen como una clase de órdenes. Con ello se da cabida a considerar que en verdad existe una relación entre la forma de la autoridad familiar y la del Estado. Asimismo, Nietzsche señala que la sujeción se logra llevar a cabo la autoridad para poder ser obedecida y es comprendida en mayor medida dentro del ámbito familiar. La sujeción dentro del núcleo familiar se suscita por un reconocimiento de los miembros hacia la superioridad del padre, quien se sabe como superior y apto de estar a la cabeza de la familia por sus especiales capacidades para dicha tarea. De esta forma Nietzsche sugiere que pudieron haberse estatuido las primeras formas de autoridad política, esto es, que los miembros de la comunidad reconocieran a la autoridad como aquella capaz de organizar a la comunidad. Resulta importante el análisis que Nietzsche realiza sobre la autoridad familiar a través de la noción del reconocimiento, pues gracias a dicho concepto es que se puede considerar cómo es posible que una familia dure. Esto quiere decir, que toda forma social, ya sea familia o Estado, requiere necesariamente durar, conservar su autoridad. Lo cual se logra, según las nociones de autoridad familiar, a través del reconocimiento que realizan los miembros del orden social en cuestión, a saber, la familia o la comunidad. De la misma forma Nietzsche resalta continuamente que la autoridad paternal tiene como misión la protección, seguridad y sobrevivencia de la familia. Justamente este carácter es notable cuando se traslada a la autoridad política, pues al igual que la familia el Estado debe proteger a sus miembros, siendo ésta laprincipal misión de la autoridad del Estado. Dicho punto es abordado por Nietzsche como un requisito para toda autoridad política cuando señala que todo hombre de Estado debe tener hijos, pues sólo así conoce 22 y ha llevado a cabo la experiencia de la autoridad paternalista. Dicha experiencia es la condición de posibilidad de la autoridad política. Así, el Estado manifiesta la reproducción de muchos esquemas familiares los cuales son necesarios para la conservación de la autoridad y su correcto funcionamiento. a. Aforismos seleccionados Nietzsche inicia su estudio a partir de un análisis de los rasgos paternalistas, es decir, la forma de la autoridad en el núcleo familiar pero dentro del Estado primitivo. Analiza los caracteres de la autoridad bajo la forma paternalista en los parágrafos 227 y 455 de HdH. El parágrafo 227 se titula Deducido de las consecuencias de la fundado y no fundado contenido en el capítulo V titulado Caracteres de alta y baja civilización. En él Nietzsche señala que: Todos los estados y órdenes de la sociedad, las clases, el matrimonio, la educación, el derecho, todo esto no tiene fuerza y duración sino por la fe que en ello tienen los espíritus siervos, y por lo tanto, en la carencia de razones o a lo menos en el hecho de que no quieren tocarse esas razones. Esto es lo que los espíritus siervos no quieren conceder, a pesar de que sienten que es un pudendum. El cristianismo, que era muy inocente en sus fantasías intelectuales, no notaba nada de este pudendum; pedía fe y nada más que fé, rechazando con ardor toda solicitación de razones justificativas. <<Vais desde ahora-decía- a sentir la ventaja de la fe; vais a ser dichosos por ello.>> En la práctica, también el Estado se conduce como un padre en la educación de su hijo. <<Ten esto por verdadero-dice- y verás como eres feliz.>> Esto significa que de la utilidad personal que acarrea una opinión, debe sacarse la prueba de su verdad. Es, ni más ni menos, que si un reo dijese ante el tribunal: <<mi defensor dice la verdad; atended solamente a lo que se sigue de su discurso; pronto estaré en libertad y seré resarcido.>> Como los espíritus siervos sostienen sus principios por su utilidad, creen que el espíritu libre busca la utilidad por medio de las convicciones, y dicen así: <<No puede tener razón, porque nos perjudica.>>23 Del parágrafo anterior la idea que se pretende destacar es aquella que señala al Estado como un orden, así como también el paralelismo de dicho orden con la estructura familiar. Si bien, el parágrafo contiene un gran cúmulo de supuestos esta idea del orden es en especial importante para indagar la naturaleza de la autoridad paternal. 23 Nietzsche F., Humano..., Op. Cit., 227. Deducido de las consecuencias de lo fundado y no fundado, p.p. 176-177 23 Nietzsche realiza un examen de los caracteres de la autoridad política cuyo antecedente reside en las formas familiares. Esta aseveración se aloja dentro del parágrafo 455 llamado Importancia política de la paternidad contenido en el capítulo VIII Ojeada sobre el Estado de HdH, donde se describe el orden, estructura y funcionamiento del paternalismo en el Estado más antiguo: Cuando el hombre no tiene hijos no tiene derecho integral para deliberar sobre las necesidades de un Estado particular. Es necesario que se haya aventurado como los demás lo que hay de más caro: sólo esto une sólidamente al Estado; es necesario que uno considere la dicha de su posteridad para tomar en todas las instituciones y en sus cambios una parte equitativa y natural. El desenvolvimiento de que cada cual tenga hijos; esto le independiza del egoísmo; o con mayor precisión, esto extiende su egoísmo y hace que persiga con celo fines que van más allá de su existencia individual 24 El parágrafo 455 es usado en su totalidad, ya que en él se encuentran contenidos los supuestos necesarios para indagar acerca de las nociones de Nietzsche sobre la autoridad paternalista. La idea central que será desarrollada con base en dicho parágrafo es aquella en la que Nietzsche señala a la autoridad familiar como fundamento de las otras formas de autoridad como la del Estado. b. Interpretación de los aforismos. Nietzsche señala en el parágrafo 455 de HdH25 que la autoridad tiene como carácter fundamental el paternalismo, es decir, la forma bajo la cual se suscita la autoridad dentro de la relación familiar. Para concebir el núcleo de la idea del 455, Importancia política de la paternidad, hay que remitirse al inicio del 22726 donde Nietzsche señala la existencia de estados y ordenes de la sociedad expresados bajo la forma de clases, matrimonio, educación, derecho etc. Con ello se puede explicitar al matrimonio, o bien, la familia misma, como un orden social. Todos los ordenes sociales poseen la peculiaridad de que deben ser fundados para su duración, siendo este carácter la guía que erija y fomente todas sus acciones. Un Estado que no contemple su duración, es como un Estado que pretende morir en cualquier momento. La posibilidad de la duración reside en la fe que en ello tienen los espíritus siervos, esto es, de la sujeción que realice el Estado mismo. La sujeción se logra con base en la fuerza con la que se impone la autoridad misma, la cual 24 Ibíd. 455. Importancia política de la paternidad p.p. 254-255 25 Ídem. 26 Ibíd. 227 Deducido de las consecuencias de lo fundado y no fundado. p.p. 176-177 24 fomenta que la autoridad sea reconocida ciegamente. En el reconocimiento reside entonces la duración del Estado. Teniendo este punto de partida es posible comprender entonces el carácter de la autoridad dentro del núcleo familiar, en donde en primera instancia no existe un cuestionamiento interno de la autoridad paternal. En el §455 Nietzsche retoma a la autoridad paternal como el elemento indispensable para conocer el carácter de la autoridad. Dicho reconocimiento es una constante a lo largo de todas sus consideraciones políticas que se ve reflejado al señalar continuamente que todo hombre de política para estatuirse como autoridad debe tener hijos para poder distinguir y saciar las necesidades de un Estado. La duración del Estado depende de su unión por medio del un vínculo común que debe ser mantenido, y solamente en la familia se lleva a cabo este mismo mecanismo. El vínculo paternal logra por un lado que todas las decisiones en el nivel familiar sean llevadas de manera igual, esto es, que beneficien oportunamente a sus integrantes sin afán de conquista sino de protección, educación y cuidado. En el otro ámbito dichas medidas son llevadas a cabo de modo natural, es decir, según el carácter mismo de la familia y sin acatar medidas forzosamente de carácter despótico. De la misma manera se debe de llevar a cabo en el Estado donde "es necesario que uno considere la dicha de su posteridad para tomar en todas las instituciones y en sus cambios una parte equitativa y natural"27. El tener hijos proporciona al hombre de Estado la posibilidad de aplicar los principios paternalistas desarrollados en el núcleo familiar a la conservación de la comunidad, promoviendo los mismos efectos de duración y la fe. Asimismo, al tener hijos es que se tiene una conciencia de los otros, es decir, se persiguen fines alejados de la propia individualidad, siendo la familia una clase de lastre. Los hijos como carga adicional de la existencia individual proporcionan la necesidad del cuidado, de la educación, protección y guía que finalmente también son expresiones de las necesidades mismas del Estado. Un individuo que no posee la facultad de considerar estas necesidades de una manera tan imperativa como lo hace un padre de familia es incapaz de considerar siquiera los recursos o métodos que pueda requerirun Estado. La reproducción del esquema de la familia en el Estado es vital para su conservación no sólo para que abrace a todos sus integrantes sino para el funcionamiento mismo de la autoridad. Aquel que es padre y dirige un Estado conoce como encargarse de un conjunto de seres que no pueden dirigirse por sí mismos y que requieren un arbitrio superior que los guíe en su vida social. 27 Ídem. 25 2.2. Maquiavelo y la autoridad familiar en los principados hereditarios. a. Consideraciones previas. En el Príncipe de Maquiavelo resulta complicado hallar una delimitación exacta acerca de la autoridad familiar bajo su forma primitiva como lo hace Nietzsche. No obstante, lo que se encuentra en este autor es la expresión de todos los supuestos de Nietzsche. Es decir, Maquiavelo señala cómo se puede consolidar la estructura de la autoridad paternalista en el Estado a través de manifestaciones concretas. Dichas manifestaciones son los principados hereditarios fundados por familias poderosas. La postergación de las formas familiares de autoridad primitiva ya explicadas por Nietzsche, encuentran su realización en los principados hereditarios. Es así como se puede manifestar el alcance y poder que llegan a tener tales expresiones de la autoridad. Para comprender las formas de autoridad familiar encarnadas en los principados hereditarios se especificará en qué consiste su peculiaridad. Esto quiere decir, que se señala el principal carácter y fuente de poder de los principados hereditarios, a saber, la posibilidad de su duración contenida en la herencia. Gracias a ello se enumerarán las características que permiten que un principado hereditario sea mejor conservado que otros que han sido adquiridos y por qué ello significa mayor poder. Finalmente, se exaltan a los principados hereditarios como expresión del alcance de la autoridad paternalista que señala Nietzsche. b. Maquiavelo y la autoridad familiar. Al realizar un juicio sobre las relaciones de autoridad familiar o paternalista no hay que olvidar los principados hereditarios los cuales delimitan la importancia de las familias como medio de autoridad. A lo largo de todo el capítulo II De los principados hereditarios en los cuales existe una facilidad notable para su gobierno, "me parece que es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una dinastía que uno nuevo, ya que baste con no alterar el orden establecido por los príncipes anteriores..."28 La primacía de la dinastía, el poder de las familias es de suma importancia para Maquiavelo, pues incluso no importa el carácter del príncipe en gran medida pues el Estado está ya estatuido y la conservación de la autoridad no presenta mayor problemática. La persona que se encuentra en el poder tiene todo lo que necesita, es un príncipe natural ya que le es heredado todo un Estado, sus leyes, sus tropas y todo lo que estatuye la autoridad como tal, incluso el poder se incrementa cuando se habla de familias poderosas ya que su organización es tal que no da pie a que se suscite algún conflicto que cancele la 28 N. Maquiavelo, El Príncipe...,op. cit., p. 3 26 autoridad. Al final del capítulo II Maquiavelo proporciona la clave para comprender el proceder de tales principados: el Príncipe no se encuentra restringido para realizar cambios al Estado pero éstos tienen que ser progresivos y graduales. Maquiavelo asemeja al principado hereditario con una construcción. Señala que la estadía de cada miembro de la familia al poder es como la construcción de un edificio, cada etapa del principado hereditario posee el cimiento anterior. Si bien, se otorgan las bases no se otorga la construcción por entero y es entonces labor del Príncipe ir construyendo de acuerdo a sus necesidades pero sin derrumbar su fundamento anterior. La labor del primer peldaño familiar fue conquistar y adquirir el principado y de la colaboración de sus sucesores, de su familia es de donde depende que la construcción total tenga éxito, secuencia y soporte. Aunque Maquiavelo no proporciona el modo en que la autoridad paternalista funciona, otorga muestras plausibles del poder que posee la familia como forma primitiva de dominio. La autoridad familiar realizada más allá de una expresión primitiva de orden social suele adquirir mucha más fuerza y orden en una realidad posterior tal y como se muestra en los principados hereditarios. El soporte, la secuencia y la posibilidad de construir grandes Estados con base en la familia es una consecuencia de los supuestos que ya Nietzsche había descrito pero que sin duda, no había contemplado en una realización tan importante. Los principados hereditarios son resultado y muestra del orden que posee la autoridad familiar siendo la duración su rasgo esencial y condición de existencia. 3. Comparación entre Nietzsche y Maquiavelo sobre el origen de la autoridad. Tanto Nietzsche como Maquiavelo proporcionan nociones similares acerca del hombre en sociedad, coinciden en que en las manifestaciones sociales se hace patente que no es posible una convivencia igualitaria y armónica. Nietzsche logra presentar tal supuesto a través del origen de las sociedades y de la moral la cual funge como vínculo común. Mientras que Maquiavelo se remite a la experiencia social inmediata sin acudir a especulaciones sobre el origen o los principios de la comunidad para dar un panorama acerca de la naturaleza del hombre en sociedad. La formación de comunidades como medios de protección también es un elemento común en ambos pensadores. Es presentado como condición de posibilidad de existencia para el ser humano como asegura Nietzsche pero también como forma de ejercer el poder como lo deja ver Maquiavelo. 27 Debido a la naturaleza humana es que ambos autores logran concebir a la dominación como la forma política por antonomasia, no pudiendo concebir otras formas de gobierno pues sólo mediante la dominación es posible vivir en sociedad. La cancelación de una vida social armónica conduce inmediatamente a considerar a los principados o grandes dominaciones como único medio viable de gobierno. Con respecto a la autoridad paternalista, Nietzsche proporciona los argumentos necesarios para fundamentar el funcionamiento del poder bajo ópticas paternalistas pero es Maquiavelo quien complementa tales supuestos al encarnar bajo la faz de los principados hereditarios el poder y capacidad de las familias en el poder. La autoridad paternalista es expresada por Maquiavelo como la forma más confiable de gobernar, no obstante, carece de fundamentos que especifiquen las condiciones bajo las cuales funciona, dichas bases son proporcionadas por Nietzsche. Indagando sobre los principios básicos de la autoridad ahora resulta necesario resaltar los rasgos de ésta como entidad superior dentro de la comunidad, esto es, señalar el mecanismo mediante el cual brotan las jerarquías que permiten estatuir a la autoridad. Dicho proceso sólo se lleva a cabo mediante los conflictos entre Estados, a saber, la guerra. 28 Capítulo 2 La guerra entre Estados y la adquisición de la autoridad. Para comprender en qué consiste y cómo se suscita la autoridad política en Nietzsche y Maquiavelo es importante ahondar sobre la guerra entre Estados. Esto se debe a que según ambos autores es en la experiencia del conflicto donde florece la autoridad, pues es en la guerra donde surge la más sólida jerarquía. La jerarquía es pensada por los dos pensadores como el fundamento del Estado pues con ella la autoridad se sitúa como esfera de poder y núcleo de dominación. La experiencia de la guerra funge así como un punto de partida para la adquisición de la autoridad. En el presente apartado se pretende abordar el conflicto entre Estados
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