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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
ARAGÓN 
 
 
ACTUALIDAD DEL TOREO EN MÉXICO. 
REPORTAJE 
 
 
 
 
 
REPORTAJE 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN COMUNICACIÓN Y PERIODISMO 
PRESENTA 
 
 
 
REBECA DEL CARMEN BANDA AYALA 
 
 
 
 
ASESOR: MTRA. SALUD SOCORRO JARAMILLO RIOS 
 
 
 
 
 MÉXICO 2006 
 
 
 
É
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
“Es incomparable el gozo de torear” – suele decir el torero… En realidad, lo 
incomparable es el gozo de recordarlo. Se confunden los términos y se le 
atribuye simultaneidad a impresiones que son sucesivas. Hay un callage en 
el tiempo. Algo psíquicamente claro, pero que el torero negará siempre. 
José Alameda 
 
 
 
DEDICADO A: 
Mis padres: Rodolfo y Verónica, por su apoyo y amor incondicional. A mi madre, 
por el legado taurino que compartió con sus hijas y por su constante esfuerzo para 
salir adelante pese a cualquier contratiempo. 
 
Mi hermana: Katy, por compartir la experiencia de la vida, por la diversión y el 
respaldo mutuo. Mejor confidente y amiga no podría encontrar en el mundo. 
 
La prof. Salud Jaramillo, por confiar y aventurarse en este proyecto. 
 
Artemís Benavides, por su amistad, su confianza y su compañía. 
 
La prof. Celia Rodríguez, por creer en mí, por su ayuda y porque sin saberlo sus 
enseñanzas me hicieron ver otra perspectiva de la carrera y de mis capacidades. 
 
Finalmente a todos aquellos que son, fueron y serán parte de mi existir, por el 
simple hecho de compartir el largo y sinuoso camino de la vida. 
 
 
GRACIAS 
 
CONTENIDO 
CAPÍTULO 3 TOROS Y TOREROS. . . . . . . . . . . . . . 36 
3.1. La alternativa, permanencia y el toricantano. . . . . . . . . 38 
3.2. De Ponciano Díaz al Zotoluco. . . . . . . . . . . . . . 40 
3.3. Público o juez ¿quién decide al mejor de la México?. . . . . 44 
3.4. Un oficio tomado por mujeres. . . . . . . . . . . . . . 46 
3.5. Kilos no son trapío. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50 
CAPÍTULO 4 FAENA TAURINA ¿COMPLICACIÓN O 
ASESINATO?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 
 
52 
4.1. Los tres actos. El arte de la vida y la muerte. . . . . . . . 53 
INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 
CAPÍTULO 1 MEMORIA DEL ARTE DE TOREAR. . . . . . . . 5 
1.1. Origen festivo de las corridas. . . . . . . . . . . . . . 7 
1.1.1. De España a México. . . . . . . . . . . . . . . . . 9 
1.1.2. La primera corrida en México. . . . . . . . . . . . . 11 
1.2. Origen del toro de lidia. . . . . . . . . . . . . . . . . 14 
1.3. Origen conventual de ganaderías, hierros y divisas. . . . . . 17 
CAPÍTULO 2 EL ALMA DE LA PLAZA MÉXICO. . . . . . . . . 20 
2.1. Todas la plazas dejan recuerdo. . . . . . . . . . . . . 22 
2.1.1. Estructura física de la plaza de toros. . . . . . . . . . 25 
 
2.2. De la primera plaza a la Plaza México. . . . . . . . . . . 
27 
2.3. 58 años del Coso de Insurgentes. . . . . . . . . . . . . 30 
PÁGINA 
4.2. Protocolo durante una corrida de toros. . . . . . . . . . . 60 
4.2.1. Gala del vestir taurino. . . . . . . . . . . . . . . . 67 
4.2.2. La música y los mortales silencios de la plaza. . . . . . . 74 
 
4.3. Los toros, la política y la iglesia. . . . . . . . . . . . . 
76 
4.4. El movimiento anti taurino. . . . . . . . . . . . . . . 79 
4.4.1 Las campañas ecologistas no dañan a la fiesta. . . . . . 83 
4.4.2. No hay fiesta brava sin toreo trágico. . . . . . . . . . . 85 
CAPÍTULO 5 EL MOMENTO DE LA FIESTA BRAVA EN MÉXICO, 
UN MOMENTO DE CRISIS. . . . . . . . . . . . . . . . . 
 
87 
5.1. La situación actual del toreo en el distrito Federal. . . . . . 89 
5.2. 5 de febrero de 2003: el detonante de la evidente corrupción. . 93 
5.2.1. Corrupción taurina, un secreto a voces. . . . . . . . . . 96 
5.2.2. Enrique Ponce ¿culpable o inocente?. . . . . . . . . . 98 
5.2.3. Tráfico de influencias en la plaza México. . . . . . . . . 105 
5.2.4. José Tomás, el gran ausente, pero su firma vale. . . . . . 107 
5.3. La Plaza México: el olvido de la delegación Benito Juárez. . . 112 
5.4. Los medios de comunicación le dan la espalda a la fiesta brava. 115 
5.4.1. Televisión privada ¿un mal para la fiesta, o su salvación?. . 119 
5.4.2. Julio Téllez ¿redentor del periodismo taurino?. . . . . . . 122 
5.4.3. Desaparición paulatina de las publicaciones taurinas en 
México. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 
 
125 
5.5. Rafael Herrerías ¿empresario, político o futbolista?. . . . . 127 
5.5.1. El posible de la Plaza México sin Herrerías. . . . . . . . 130 
CAPÍTULO 6 RESCATE TAURINO. . . . . . . . . . . . . . 132 
6.1. Revisión del Reglamento Taurino en el D.F. . . . . . . . 134 
6.2. Trabajo en conjunto: empresarios - autoridades. . . . . . . 136 
6.3. Redención de la plaza más grande del mundo. . . . . . . . 138 
A MANERA DE CONCLUSIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . 141 
FUENTES DE CONSULTA. . . . . . . . . . . . . . . . . 144 
ANEXO 1. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 
ANEXO 2. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152 
ANEXO 3. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158 
GLOSARIO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164 
 
 
 1
INTRODUCCIÓN 
 
Durante el 57 aniversario de la plaza de Toros México en al año 2003, como 
aficionada taurina, puede darme cuenta del ambiente que rodea la fiesta brava y el 
interés que representa. Para poder analizar y mostrar estos aspectos del toreo, 
esta investigación está dirigida como un reportaje. 
 
A pesar de la espectacularidad del toreo, años después se han destapado grandes 
anomalías dentro de los manejos de ésta por autoridades, apoderados y toreros, 
que han traído como consecuencia un opacamiento para la tauromaquia nacional. 
 
La investigación tiene el objetivo de informar a la población en general acerca de 
este arte y con ello abordar la situación actual desde diferentes puntos de vista. 
 
Es por ello que este reportaje le da cabida a las opiniones de los detractores de la 
fiesta brava y a los diferentes exponentesde la misma, así como también muestra 
el simbolismo, los rituales y complicaciones del toreo, al igual que el abandono 
que sufre por autoridades, medios de comunicación y la falta de afición. 
 
En esta investigación se incluye al final de la misma, un glosario de términos 
taurinos para los lectores que por primera vez tienen contacto con la tauromaquia 
a través de este reportaje. 
 
El fin de esta tesis es también que aquellos conocedores taurinos que la lean, 
tengan presente que es importante reivindicar a la fiesta brava y preservar esta 
tradición milenaria. 
 
El panorama general de la investigación no es la de hacer que todo aquél que la 
lea, le sea de su agrado el toreo, más bien el propósito es que cuenten con 
información específica para no juzgar sólo por hacerlo, y puedan crearse una 
opinión a favor o en contra, pero ambas con argumentos. 
 2
Las fuentes utilizadas para poder conformar este trabajo fueron bibliográficas, 
hemerográficas, cibergráficas y entrevistas a fuentes vivas. 
 
Las técnicas de investigación fueron documentales y de campo, así fue como se 
recurrió a libros como el de Los toros en España y México; Toro y fiesta; Los toros, 
tratado técnico e histórico; Como ver una corrida de toros; Historia del toreo en 
México; Historial del toro bravo mexicano; El toreo-verdad; Historia, cultura y 
memoria del arte de torear; y, Reglamento Taurino para el Distrito Federal. Distrito 
Federal. 
 
En la hemerografía se consultaron las revistas Origina, revista Matador, ambas 
publicaciones mexicanas y la revista 6TORO6 publicación española. 
 
En la investigación de campo se realizaron entrevistas a: Justo Algaba, sastre 
taurino; Ing. Álvarez, José Manuel, apoderado taurino y publirelacionista; Lic. 
Javier Castillo, encargado de la Oficina taurina de la delegación Benito Juárez. 
Delegación Benito Juárez; Luis Corona, asesor consejero de Plaza México y ex 
juez de plaza; José Manuel Espinosa, apoderado del torero Eulalio López 
Zotoluco; Jorge Gleason, matador de toros; Lic. Enrique Hernández, conductor del 
programa radiofónico Fiesta brava de la cadena ACIR, ex torero, apoderado 
taurino y director general de la Oficina de prensa Fiesta Brava; Dra. Hoyo 
Marielena, veterinaria y coordinadora de Producciones Serengueti en Bio parque 
Estrella; Víctor Juárez, Secretario técnico de la comisión Taurina; José Mata, 
colaborador del programa Toros y Toreros de Canal Once; Modad Ali, Nadim, 
conductor del programa 6TORO6. de Guadalajara, México. 
 
Las páginas de Internet que fueron consultadas son: Fiestabrava.com, Portal 
Taurino y Burladerodos.com. 
 
 3
Así como también se realizó un sondeo a la afición taurina, en una muestra de 100 
personas con el fin de saber el punto de vista del público sobre quién es el que 
decide al mejor torero de la plaza México. 
 
Toda esta investigación, sirvió para conformar esta tesis en seis capítulos en 
donde el capítulo 1 Memoria del arte de torear, ahonda en los orígenes de la 
fiesta brava, desde las primeras corridas, hasta el origen del toro de lidia en 
México así como también la creación de las ganaderías. 
 
En el capítulo 2 El alma de la Plaza México, se hace un recorrido histórico por 
las plazas más importantes de la capital del país, los acontecimientos más 
importantes de cada una de estas plazas, hasta llegar a los 58 años de la Plaza 
México. 
 
El capítulo 3 Toros y Toreros, se encuentra conformado con la explicación de lo 
que es y como se realiza una alternativa; los toreros más importantes de México 
desde Ponciano Díaz hasta el Zotoluco; y quién es el que decide al mejor torero 
de la Plaza México el público o el juez de plaza. 
 
El capítulo 4 Faena taurina ¿complicación o simple asesinato?, es un poco 
más extenso que los capítulos anteriores por la complejidad de lo que es una 
corrida en sí, se habla sobre el simbolismo, la religión, la música y el vestir taurino; 
y se trata sobre el movimiento anti taurino, sus fundamentos y sus acciones contra 
el toreo. 
 
En el capítulo 5 el momento de la fiesta brava en México, un momento de 
crisis, explica la problemática que ocasionó el trance taurino actual que sucedió 
en la corrida de aniversario de 2003; de igual forma se explica la importancia de 
los actuantes en este suceso; lo que ocasinó el destapar otras problemáticas 
como lo es la falta de espacios para el periodismo taurino en los medios de 
comunicación y la importancia del empresario Rafael Herrerías en esta crisis. 
 4
 
Por último el capítulo 6 Rescate taurino, propone un trabajo en conjunto con las 
diferentes autoridades de la fiesta brava para la redención de la plaza más grande 
del mundo que es la México. 
 
Esta tesis se encuentra presentada como un reportaje demostrativo. En primer 
lugar porque el reportaje es el más vasto de los géneros periodísticos, es un 
género que tiene semejanzas no sólo con la noticia, la entrevista o la crónica, sino 
también con el ensayo, la novela corta y el cuento. 
 
Por otro lado, el tema se presta para realizar un reportaje demostrativo, porque 
mediante este tipo de reportaje el periodista puede profundizar en hechos de 
trascendencia pública. Tiene un fondo predominantemente noticioso pero detallas 
las causas y los efectos de la noticia, 
 
Es así que con este reportaje espero encontrar eco en la concientización de 
aficionados y los diferentes actuantes de la fiesta, pero sobre todo de los medios 
de comunicación para darle lugar a la importancia no sólo en el Distrito Federal, 
sino en todo el país. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 5
CAPÍTULO 1 
MEMORIA DEL ARTE DE TOREAR 
 
Nos encontramos a principios de un nuevo siglo y la tauromaquia sigue 
cosechando los frutos de una arraigada tradición ancestral. 
 
La Tauromaquia, se refiere al enfrentamiento del hombre con el toro, remonta sus 
orígenes a la caza prehistórica. La captación del carácter peculiar del toro bravo, 
que no huye ante el acoso, y de la nobleza de su embestida, fueron fruto del 
constante respeto del cazador ante su presa. Provocaciones diversas debieron 
ilustrar un desafío, que ofrecía la posibilidad de un esparcimiento, previo a la 
muerte del animal. 
 
La popularidad de este evento ha perdurado hasta hoy. Espectáculos taurinos de 
toda condición forman parte de la vida y costumbres de la Península Ibérica, en 
México y otras partes de Europa y América Latina, transfiriendo una tradición 
milenaria, propia de todos los pueblos mediterráneos. 
 
Puede que la corrida de toros sea un comprimido de prehistoria y un honroso acto 
teñido de autenticidad y barbarie, pero no deja de ser un arte en el cual se engloba 
la música con sus bellos pasos dobles que cuentan las hazañas de personajes y 
tardes de toros épicas; la pintura con el recuerdo de Goya, Picasso y Botero entre 
otros grandes; la danza con el porte excepcional de las “bailaoras”; la escultura 
que tiene a un gran representante mexicano, el escultor Humberto Peraza, que 
tiene como modelos los esbeltos cuerpos de los toreros y la casta de los toros; y, 
la literatura con las letras cultas de Hemingway, entre otros grandes de la literatura 
mundial. 
 
Se quiera o no, la afición taurina se tiene en la memoria genética, la Conquista 
española no sólo trajo una nueva religión y perspectiva de ver la vida, también, 
 6
transfirió la sangre taurina que corre por las venas del pueblo mexicano, así sea 
para bien o para mal. 
 
Cada tarde, en cada corrida, en cada plaza, se revela la entrega del torero cuando 
realmente torea y la casta del toro cuando verdaderamente tiene trapío. El actuar 
de ambos es casi autómata en los breves instantes en que alcanza esa 
satisfacción, cuyo significado, en la comunión hombre-toro sólo ellos lo 
comprenden. 
 
El verdadero toreo es el que emana de las entrañas del hombre situado ante el 
toro, esa respuesta los advierte y los relaciona para hacer deesa conjugación el 
arte de torear. 
 
 
 
Fiesta de Toros Morisca en la ciudad de Ávila. Litografía del Romancero pintoresco. 
Siglo XIX (foto: Libro El Cossío, La Fiesta I, Ed. Espasa. p38 ) 
 
 
 
 
 
 7
1.1 El origen festivo de las corridas 
 
El arte de torear está arraigado en España y México desde hace muchos siglos, ya 
en las prehistóricas pinturas rupestres se pueden observar dibujos de toros. 
 
Desde estos primeros contactos con el toro, se fue desarrollando poco a poco el 
arte de torear, hasta llegar a lo que hoy en día conocemos como la lidia del toro 
bravo, variedad bovina que ha evolucionando desde razas de toros egipcios y 
europeos.1 
 
En Europa, durante la edad media, se dice que antes del toro, el primer animal 
que aparece como parte de estos “juegos” es el caballo. Antes de ser una 
diversión, el alancear toros formaba parte de la puesta a punto de la caballería 
para soportar las intensas batallas. 
 
El periodista Juan Antonio Hernández, menciona en uno de sus artículos que: 
 
 Al descubrir el carácter fiero de este toro salvaje, se le dio uso en los 
entrenamientos para los cuerpos de caballería, mediante un sistema de 
práctica que resultaba del ataque mismo del toro hacia el caballo. Al ser 
atacados por la bravura de los cornúpetas, los jinetes se defendían con sus 
lanzas, como si se tratara de las tropas enemigas; éste era el mejor 
entrenamiento. 
 
Y así, lo que en una época fue necesidad, se adopta como diversión. En el 
reinado de Enrique III en España, tras el dominio árabe, se ofrecen festejos en 
que caballeros alanceaban toros, auxiliados por peones asalariados que 
exponían su vida para salvar la de sus amos en caso de peligro. Con estos 
personajes nace el toreo a pie.2 
 
 
1 “Historia del arte de torear”, disponible en http://www.geoscities.com/Colosseum/Fielo , 7/mayo/2004. 
2 Juan Antonio Hernández. “Una fiesta milenaria”, revista Origina, número 81, año 7, México, pp. 40-42. 
 8
El origen festivo de las corridas de toros explica la función actoral de su público. 
En los juegos primitivos del toro, puramente festivos, los festejantes estaban en el 
ruedo, con el toro. 
 
Al respecto, el autor Enrique Guarner menciona que fue: 
 
Gracias a Pedro Romero Solís, que incursionó en las corridas aristocráticas, el 
público se lanzaba a la arena e interrumpía la lidia de los toros nobles cuando 
éstos dejaban de hacer las cosas bien {...} 
 
Las corridas de tumulto fueron en una época de transición que se diluyó a 
medida que entre los festejantes se distinguían a los más capacitados. Y esa 
capacidad desembocó en la profesionalidad de unos pocos y subió al tendido 
a los demás. 
 
El tránsito para que las corridas llegaran a ser lo que son actualmente fue 
largo, duró aproximadamente siglo y medio (del XVIII hasta la mitad del XIX). 
Y mientras lo toreros se iban desprendiendo del lastre que perturbaba la 
unidad de la lidia y su sentido, ordenan la lidia en tres tercios y se somete a 
las cuadrillas en la disciplina del matador {…} 
 
Los festejantes fueron aprendiendo a ser público, un público diferente, actoral, 
que ritualizó coralmente su participación en la lidia mediante un diálogo con el 
ruedo, cuya dialéctica se basa en enjuiciar al torero a través del toro y al toro a 
través del torero.3 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 Enrique Guarner. Historia del toreo en México, pp. 47-50. 
 9
 
1.1.1 De España a México 
 
 
Faena en la Plaza de Toros México (Foto: Libro Toreo-Verdad, Heriberto 
Murrieta, Editorial EDAMEX) 
 
La tauromaquia es una de las muchas expresiones de la cultura mexicana que 
tiene una estrecha interrelación con España y con sus manifestaciones, 
interpretaciones, estilos y gustos autóctonos. 
 
A ambos países no sólo son hermanados por la conquista, la religión y la mezcla 
de ideologías; sino que también están estrechamente vinculados por el gusto y la 
tradición de la fiesta de los toros. 
 
A la llegada de los conquistadores españoles en 1510, años después, en 1526 
para ser exactos, se realiza la primera corrida en la ciudad de México en honor de 
Hernán Cortés. 
 
Posterior a esta fecha, por 20 años la capital de la República no tuvo ocasión de 
disfrutar la fiesta de los toros, pero los festejos se siguieron dando en el interior del 
país de vez en vez, tan es así que los aficionados del centro, sin carreteras ni 
facilidades de transporte, asistían con regularidad. 
 
 10
Muchos toreros españoles empezaron a arribar a esta tierra de oportunidades y 
probada hospitalidad, entre ellos el más afamado de la península, Bernardo 
Gaviño, quien fue el primero en mostrar al mundo que México comenzaba a ser 
capital del arte de la tauromaquia.4 
 
De acuerdo al escritor Juan Antonio de la Labra comenta con respecto a dicha 
relación que: 
 
Barcelona guarda una especial relación con la tauromaquia mexicana. Las 
más importantes figuras del toreo de México han pisado sus ruedos 
obteniendo grandes triunfos. 
 
Una votación sin identidad le ha dado la puntilla a la fiesta en Barcelona. La 
ciudad condal fue baluarte de la torería mexicana; el sitio desde el que se 
proyectaron las carreras taurinas de varias figuras del toreo azteca. Y el lugar 
donde los toreros mexicanos gozaron de un gran cartel y contaron siempre 
con el cariño del público 
 
La relación de Barcelona y el toreo de México se remonta a los primeros años 
del siglo pasado, cuando ahí incursionaron Rodolfo Gaona, Luis Fregoso y 
Juan Silveti, éste último doctorado por el propio Don Valor en la vieja plaza de 
Las Arenas, hecho que se convirtió en la segunda alternativa de un total de 18 
concedidas a diestros mexicanos en suelo barcelonés 
 
Las largas y apasionantes temporadas de los treintas y cuarentas fueron el 
escenario de tardes de toros apoteósicas, como la que escenificó el maestro 
Fermín Espinosa Armillita en 1934 el día que le tumbó las dos orejas, el rabo, 
las cuatro patas y hasta las criadillas al toro Clavelito de la ganadería de Justo 
Puente, antes Vicente Martínez. En aquella ocasión, Armilla alternó con Juan 
Belmonte y Marcial Lalanda, casi nada.5 
 
4 “Breve historia del toreo en México, desde su origen hasta principios del siglo XX”, disponible en 
http://www.tauromaquias.com, 7/mayo/2004. 
5 Juan Antonio De la Labra. “Barcelona, baluarte de la torearía mexicana”, disponible en 
http://www.burladerodos.com , 7/mayo/2004. 
 11
También ahí cuajaron faenas memorables Alberto Balderas, Jesús Solórzano y 
José González López el Carnicerito de México, que el 12 de octubre de 1932 se 
encerró con seis toros de Payares. David Liceaga ese mismo año enfrentó uno de 
los toros más pesados que se han lidiado en la historia, perteneciente a la 
ganadería de Arranz. 
 
Con sus raíces en España, la tauromaquia llegó a México para engrandecer el arte 
y aportar la mejor de las castas de toros y toreros. Los conquistadores y los 
colonizadores que trajeron las costumbres españolas fueron quienes plantaron el 
árbol de la afición de los toros que tan hondas raíces han dejado en México. 
 
 
 
1.1.2 La primera corrida en México 
 
Seis años después de la toma de Tenochtitlán, el 24 de julio de 1526, se realizó la 
primera corrida de toros para festejar el regreso de Hernán Cortes de su 
expedición a las Hiberias; el primer ganadero fue Juan Gutiérrez Altamirano, 
fundador de la afamada Hacienda de Atenco. 
 
Tres años después de esta corrida se instituye oficialmente la Fiesta de Toros el 
13 de agosto de 1529, día de San Hipólito. En esta misma fecha y hasta la 
consumación de Independencia, la ciudad de México fue escenario de la 
tradicional corrida. 
 
Para fundamentar estos datos, existen varios documentos que lo constatan siendo 
los más importantes y fidedignoslos siguientes tres, en donde en dos de ellos se 
coincide con las fecha de 1529 y en otro se difiere por unos años: 
 
El ilustre erudito don Nicolás Rangel, nacido en León Guanajuato, consigna en 
su famosa obra Historia del Toreo en México, Época Colonial, 1529-1821, que 
 12
la primera corrida de toros que se realizó en territorio mexicano fue el 13 de 
agosto de 1529, para festejar a San Hipólito, además, en la Plaza Mayor de la 
ciudad de México se instituyó oficialmente las corridas de toros. 
 
Sin embargo, el tan bien notable historiador e investigador mexicano, José de 
Jesús Núñez y Domínguez, encontró en otra obra editada muchos años antes, 
que la primera corrida históricamente se celebró el 24 de junio de 1526, con 
motivo de las tradicionales fiestas de San Juan Bautista. 
 
Esta diferencia en las fechas está narrada por Núñez en su obra Historia y 
Tauromaquias Mexicanas.6 
 
Por otro lado, el escritor Enrique Guarner, en su libro Historia del Toreo en 
México, menciona un importante documento con el cual coincide con la 
información de Nicolás Rangel, éste dice así: 
 
Miércoles 11 de agosto de 1529 años. Estando justas en el Cabildo el Muy 
Magnifico Señor Nuño de Guzmán, Presidente de esta Nueva España por su 
Majestad y los Nobles Señores Francisco Verdugo y Andrés Barrios, Alcaldes, 
y el Doctor Hojeda y Bernardino Basquez de Tapia. 
 
Los dichos ordenaron y mandaron que aquí en adelante todos los años por 
honra de la fiesta del Señor San Hipólito, en cuyo día se gano esta ciudad, se 
torearan siete toros y que de aquellos se maten dos (tal vez se referían con 
ello que éstos no serían muertos sino después de la lidia.7 
 
El primer escenario de las corridas fue la Plaza del Marques que comprendía el 
espacio entre las calles de Escalerillas, Empedradillo y Seminario. Abarcaba una 
parte del terreno que hoy ocupa la Catedral, frente al Monte de Piedad estaban los 
corrales de los toros y sirviendo de techo o resguardo de los animales existía un 
portal que era ocupado por los miembros del ayuntamiento y sus invitados. Bajo 
 
6 Disponible en http://www.laplazareal.net/evolucion24.htm , 2/agosto/2006. 
7 Guarner, Enrique, op. cit., pp. 50-54. 
 13
este vestíbulo se colocaban las trompetas y atabaleros tocaban sus tambores 
largos. 
 
Fue en un principio la nobleza la que practicó el drama, pero poco a poco éste se 
esparció en el pueblo que lo convirtió en su espectáculo favorito y demostró 
destreza al ejecutarlo en el mismo ruedo de las plazas. 
 
Una de las efemérides más importantes de la época colonial fue la primera 
novillada nocturna. La plaza se alumbró con hachas de cera de China y de 
Campeche. Pero lo más original fue que a los novillos se les adornó con bolas de 
alquitrán en los morrillos y cohetes en los cuernos, remedando los clásicos “Toros 
de Fuego”. La muchedumbre mostró asombro ante tales ocurrencias del Virrey de 
Villa Manrique.8 
 
Las becerradas, se anunciaron como algo ya establecido en las fiestas de 
Tlaxcala de 1732.referencias de toreros pagados se puede encontrar en las 
corridas patrocinadas en 1769 y 1770, con toreros a caballo y a pie. 
 
A caballo fue Tomás Benegas el Gachupín toreador y a pie Pedro Montero, con 
sus respectivas cuadrillas. Alternaban con Juan Sebastián el Jerezano y Felipe 
Hernández El Cuate, quien también toreaba a caballo. 
 
Para 1770 aparece lo que podría calificarse como el primer intento de Reglamento 
Taurino para la Ciudad de México, en este reglamento se le daba una gran 
importancia al respeto a los toreros en el momento de la lidia pues aquel que 
osara entrar en el ruedo en esos momentos tendría como pena un años de 
destierro en caso de que fueran nobles; 100 azotes a los indios y criollos; y, dos 
meses de cárcel a los españoles. 
 
 
8 “Breve historia del toreo en México, desde su origen hasta principios del siglo XX”, disponible en 
http://www.tauromaquias.com, 2/agosto/2006. 
 14
1.2 Origen del toro de lidia 
 
 
Toro (Foto: www.fiestabrava.com.mx) 
 
Lógicamente el protagonista principal de la fiesta es el toro, sin él no sólo el toreo 
sería una pantomima, sino que no existiría. 
 
Este animal legendario y mitológico es producto de la evolución de un toro 
semisalvaje, habitante de los Pirineos, que se desarrolló a un toro fiero, que de 
cuando en cuando pegaba una arrancada mortal allá por el año 1700, y gracias a 
una crianza especial surgida junto con el crecimiento del toreo para ser lo que 
hasta hoy conocemos como toro de lidia, es un animal de raza especial cuyo 
comportamiento está dirigido para el embiste una y mil veces. 9 
 
Las cuevas de Altamira en España, muestran imágenes de toros - tal vez uros, 
ancestros actuales de los toros bravos – que pintaron los que cazaban hace miles 
de años, a finales del paleolítico. 
 
Los egipcios, en la época de los faraones, criaban toros para dedicarlos a las 
peleas: en Grecia se desafiaban a los toros en honor a la leyenda del Minotauro, 
dios-hombre con cabeza de toro que se dice que habitaba en la isla de Creta. 
 
 
9 Hernández, Juan Antonio, op.cit., pp. 40-42. 
 15
Como animal herbívoro que no necesita matar para comer, el toro ha desarrollado 
sus sentidos dentro de una funcionalidad defensiva para protegerse de posibles 
depredadores. De los tres que fundamentalmente que utiliza a este fin, es el oído 
el más desarrollado; sin embargo, la vista es el más importante para el arte del 
toreo. 
 
Tanto es así, que no hay exageración al afirmar que, si los elementos básicos que 
hacen posible el toreo son la bravura del toro y el valor del hombre para 
enfrentarse a él, la técnica que permite realizarlo obedece en gran medida a la 
configuración visual de las reses. 
 
El toro acomete generalmente al objeto o bulto más cercano y al que se mueve 
con preferencia al que está quieto. El acervo de la fantasía popular pertenece el 
bulo que los toros embisten con los ojos cerrados, y no deja de llamar la atención 
que hasta toreros de la importancia de Manuel Domínguez, así lo creyera. 
 
Igualmente falso es que el toro embista a lo rojo. Es bastante loable que las reses 
bravas sean ciegas a los colores. Nada rojo lleva el caballo del rejoneador ni, 
normalmente el banderillero que entra a parear, lo que no impide al animal 
arrancarse sobre ambos como si de la roja muleta se tratara. 10 
 
La bravura, otra característica esencial del ganado de lidia, no fue consustancial al 
toro en sus orígenes, sino un evento cultural del ser humano, digno de toda 
admiración, asegura Del Moral. Como fuerza de brutos definen algunos 
diccionarios la bravura; y como acción de acometer resueltamente y con 
constancia, otros. 
 
A dicho coraje se le ha considerado como un instinto de defensa provocada por la 
cólera del toro en el instante de ser molestado, o como miedo o cobardía ante lo 
desconocido, o como una misteriosa y natural violencia del toro que ataca a 
 
10 Santi Ortiz. “Tauromaquia”, revista 6TORO6, número 225, España, pp. 38-39. 
 16
cuanto se mueve o le excita. Una de las características de este carácter es 
crecerse al castigo, en lugar de huir. 
 
El toro verdaderamente bravo, antes de acometer a su presa, le avisa. Jamás 
ataca a traición. Se cuadra y se coloca en rectitud ante quien quiere ahuyentarle, 
le mira fijamente, adelanta las orejas, levanta la cabeza y, a veces, retrocede o 
avanza a leves pasos antes de arrancarse. 
 
Igualmente, debe envestir con prontitud, con nobleza, sin cabecear, siguiendo con 
fijeza al objeto que persigue para cornearlo, sin cansarse, aunque nunca logre 
alcanzar a su enemigo. Del Moral, en el tratado antes citado, describe al toro de 
lidia: 
 
"Entre todas las criaturas delreino animal no hay ninguno que reúna 
caracteres tan bellos y a la par misteriosos como el toro bravo. Algunos son 
agresivos y fieros, otros tienen el encanto de la nobleza y la fidelidad, unos 
atraen por su fuerza, por la armonía de su estampa o su pelaje, y también los 
hay majestuosos y altivos”. 
 
Sólo el toro de lidia es, al mismo tiempo, poderoso, arrogante y armónico, 
bondadoso y agresivo; algo así "como un guerrero que lleva escrito en sus 
genes el mensaje de la bravura y tiene una crianza lujosa hasta su madurez, 
justo el momento en que debe morir".11 
 
Este bello animal, el macho, es lidiado en las plazas entre los cuatro y los seis 
años para corridas de toros, con un peso entre lo s 430 y 600 kilos, y en las 
novilladas entre tres y cinco años, con 340 y 500 kilos. Las hembras son 
exclusivamente para el pie de cría y para la aprobación de su comportamiento son 
toreadas después de los dos años en una faena llamada tienta, cuyo 
procedimiento es básicamente el mismo que se realiza en una corrida excluyendo 
la suerte de matar. 
 
11“Toros”, disponible en http://www.geoscities.com/viena/Studio/9208/toro.html. , 7/mayo/2004. 
 17
 
Por lo tanto, a diferencia del resto de las reses de otra raza, este animal vive más 
ya que, por ejemplo, el toro de abasto, el de carne, es sacrificado en menos de 
dos años, cuando éste ha alcanzado un peso ideal para convertirse en bistéces. 
 
Además a diferencia del toro de abasto, el toro de lidia goza del premio del indulto, 
que consiste en conseguir el perdón de la vida durante su lidia debido a su 
excelente juego, lo que lo acredita como ejemplar especial para convertirse en un 
semental. 12 
 
 
1.3 Origen conventual de ganaderías, hierros y divisas 
 
El toro bravo viene de España y en su cruce con vacas mexicanas, se funda la 
primera y exitosa ganadería, la de Atenco en terrenos del Estado de México, su 
encaste fue formado con toros y cavas de de la provincia española de Navarro y 
fue fundada por un primo de Hernán Cortes. 
 
A lo largo de los siglos virreinales, se llevaron a cabo en las ganaderías mexicanas 
cruces con toros españoles, dando surgimiento a nuevas divisas, entre las que 
más destacaron fueron: Del Hierro, Enyegé, Yeregé y Yermo. 
 
Como aún hoy es costumbre, de la hacienda en que pastaban tomaban su 
nombre, en lugar de hacerlo del nombre del ganadero propietario de la torada. 
 
La renovación de los contactos entre México y España después de la 
Independencia, la marcha a tierras mexicanas de toreros españoles de la época 
de Mazzantini y posteriores, y la adaptación de toreros aztecas al toreo, 
determinaron una renovación de castas y vacadas. 
 
 
12 Hernández, Juan Antonio, op.cit., p.42. 
 18
Es así como en 1849 surge la afamada ganadería de “San Diego de los 
Padres”, fundada con vacas criollas y toros de El Salitre. El nombre de Saltillo 
es el que con más ilustres resonancias se conserva en la ganadería brava 
mexicana; como siempre se considera aristocrático y de garantía que el 
ganado sea de puro origen saltillense. 
 
Así lo hace la ganadería de “San Mateo” fundada en 1908, que ha 
permanecido fiel a su casta de origen, al igual que la de “Piedras Negras” 
cruzada con toros de Miura, o la de “Xaxay” que toma reses de Piedras 
Negras, de origen saltillense y la de “Zotoluca” que se originó en 1888 surgida 
de reses de San Cristóbal de la Trampa. 
 
Además de estos nombres de gran tradición, se pueden agregar muchos de 
casta bravía, y sólo para nombrar algunos mencionaremos a “El Rocío”, 
“Cabrera”, “La Punta”, “Matancillas”, “Pasteje”, “Armillita Hermanos”, 
“Tequisquiapan”, “Zacatepec” y otras muy bien cuidadas que pastan en los 
campos de Aguascalientes, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nayarit, Querétaro, 
San Luís Potosí, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas.13 
 
El semillero más importante de ganaderías mexicanas se encuentra en el estado 
de Tlaxcala, pues junto con el Distrito Federal, es uno de los lugares que tiene 
más arraigada la cultura de los toros, prueba de ello son las ferias que se realizan 
a los largo de todo el año y la clásica “huamantlada”, las primeras ganaderías de 
toro de lidia en Tlaxcala fueron "Tepeyahualco" de Tlaxco, fundada en 1874 por 
Don José María González Pavón quien agregó sementales españoles de 
Anastacio Martín y Murube y posteriormente de Ibarra. 
 
"Piedras Negras" de Tetla, fundada en 1874 por Don José María González 
Muñoz; agregó sementales de Pablo Benjumea en 1888, de Miura en 1895 y 
de Murube, entre 1896 y 1905. 
 
 
13 “Breve historia del toreo en México, desde su origen hasta principios del siglo XX.” 
http://www.tauromaquias.com , acceso 7/mayo/2004. 
 19
"Atlanga" de Atlangatepec, fundada en 1890 por Don José María Rodríguez, 
con vacas criollas, otras de Tepeyahualco, sangre Veragua y un semental de 
Ibarra. 
 
 "La Trasquila" de Atlangatepec, fundada a fines del siglo XIX por Don Víctor 
Rodríguez Loaeza, con vacas y un semental de Piedras Negras y vacas de la 
región. 
 
 "Coaxamaluca" de Tetla, fundada en 1907 por Don Carlos González Muñoz, 
con sementales de Piedras Negras y uno de Murube. 
 
 "La Laguna" de Terrenate, fundada en 1908 por Don Romárico González, con 
vacas de Tepeyahualco y un semental de Ibarra. 
 
"Zotoluca" de Tlaxco, fundada en 1908, con vacas y sementales de 
Tepeyahualco. Estas ganaderías pioneras dieron fama al toro bravo de 
Tlaxcala y favorecieron la creación posterior de excelentes ganaderías, que 
hoy suman más de 40 en la entidad. 14 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
14 “Tlaxcala”, disponible en http://hotelesdemexico.com/entretenimiento/toros , 12/mayo/2004. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 20
 
 CAPÍTULO 2 
EL ALMA DE LA PLAZA MÉXICO 
 
Algo simbólicamente especial deben tener las plazas de toros que se convierten 
en escuelas y dan lecciones de subsistencia, crean ambientes nunca imaginados 
y, la vida y la muerte convergen tan alegóricamente como en ningún otro lugar. 
Esa es la esencia del alma de una plaza de toros, es la que crea valientes, es la 
que decide la existencia y la expiración de la misma. 
 
Aún no dan las cuatro de la tarde, cuando en las tardes dominicales el alma de la 
Monumental Plaza de Toros México se despierta lentamente. El dulce olor a 
muerte pulula por el ambiente, significado de que la plaza se ha vestido de fiesta. 
 
Una algarabía silenciosa llena de emoción a los aficionados; el buscar sus 
asientos, el escuchar a los vendedores y de fondo la banda de música tocando un 
paso doble son los elementos que enmarcan la vida, y la idiosincrasia de la fiesta, 
todo ello es el entorno exacto en el que confluye el instante mismo de la vida y la 
muerte. 
 
Para hablar de la México hay que remontarse a las Ventas de Madrid o la Real 
Maestranza de Sevilla. Son puntos de referencias inevitables si se quiere saber lo 
que es una plaza de toros, ese coro donde el toreo resuena, se resuelve y se 
memoriza. 
 
La Plaza Mayor, en Madrid; el Zócalo, en México y la Plaza de San Francisco en 
Sevilla son los ancestros de las Ventas, La México y La Maestranza 
respectivamente, tal vez el cimiento de tres públicos arquetipos que determinan el 
destino de los toreros, el prestigio de los ganaderos y el mismo devenir de la fiesta 
brava. 
 
 21
En la” Plaza más Grande del Mundo” cada tarde se despierta ese espíritu, el coso 
de Insurgentes ilumina la colonia Nápoles y en su entorno se crea el arte y la 
cultura de una afición que hacen de la tauromaquia una forma de vida. 
 
En el patio de cuadrillas los matadores se disponen a jugarse el todo por el todo, 
como siempre es inevitable que el nerviosismo se haga presente, es en ese 
momento cuando la comunión entre los hombres, la religión y lostoros se hace 
parte de la fiesta; las oraciones hacen un eco recurrente en el patio de cuadrillas, 
un Padre Nuestro dicho por toreros, picadores y banderilleros, hacen que 
encuentren en Dios el acogimiento de su reino, ya que en una tarde de toros todo 
puede pasar, la suerte aún no se ha echado. 
 
Los capotes vuelan al compás de un paso doble, los toreros hacen las tandas de 
calentamiento a un costado del ruedo, y en el centro, un enorme y bello arreglo 
floral. El reloj ya ha marcado las cuatro, ni un minuto más ni uno menos, los 
vendedores callan por los escasos segundos en los que la Plaza se viste de grana 
y oro; un gran “ole” retumba por la México, la energía y la adrenalina al máximo 
resuelven el comienzo de las corridas, con ese coro unísono de la plaza, el destino 
de los toros y toreros por fin se ha tirado. 
 
 
Monumental Plaza de Toros México, costado (Foto: Katya Banda) 
 
 22
2.1 Todas las plazas dejan recuerdo 
 
En cada uno de los cosos que se han construido en el país existe una 
remembranza de tardes en donde se han impartido magistrales cátedras del toreo; 
memorias de inicios y despedidas de grandes exponentes de la fiesta brava; 
recuerdos de hermosos astados de casta y bravura que convirtieron a México en 
uno de los ejes más importantes de la tauromaquia. Cada uno de esas plazas 
tiene más de una historia que contar. 
 
Del coso de Bucareli, construido por Ponciano Díaz en terrenos que hoy ocupan 
algunas casas edificadas, queda el recuerdo del torero Luis Mazzantini, que 
dándose aires de gran señor comenzaba con sus estocadas y demostraba sus 
muchas deficiencias como torero. 
 
De la primera plaza llamada “México”, que se ubicaba en la Calzada de la Piedad; 
la cogida de Antonio Montes, suceso inolvidable que conmovió a la afición aquella 
tarde; el temple de dicho torero, en épocas en que se toreaba a banderazos; la 
alegría en el ruedo de Ricardo Torres Bombita Chico y la elegancia sin par de 
Antonio Fuentes, de quien se decía, para ponderar su toreo de capa, que “estiraba 
muy bien los brazos”.15 
 
De la de Chapultepec de principios de siglo, los triunfos clamorosos de Antonio 
Reverte que a fuerza de prodigar ceñidos recortes, entusiasmaba a los 
aficionados. 
 
Y del Toreo de la Condesa, la despedida de Rodolfo Gaona, el 12 de abril de 
1925, aún sobre la cogida mortal del inolvidable Alberto Balderas, el 29 de 
diciembre de 1940. Los boletos para las corridas se vendían en el edificio Gaona, 
de las calles de Bucareli, ante el cual se formaban largas filas, las primeras que se 
presenciaron tratándose de corridas de toros. El cartel lo llenaba Rodolfo Gaona, 
 
15 “Plazas de México”, disponible en http://www.portaltaurino.com , 23/Julio/2004. 
 23
que tuvo por alternante a Rafael Rubio Rodalito, que se hacía llamar el Gaona 
Español y que, actualmente vive en Roma, figurando como sobresaliente de 
espada José Ortiz.16 
 
No se alteraron los precios de entrada, que fueron: barreras de primera fila de 
sombra y de sol, $17 y $7, respectivamente; entrada general a uno y otro tendido, 
$7 y $3. 
 
Éstas son algunas de las tantas memorias incrustadas en el recuerdo de la afición 
taurina mexicana. 
 
Plazas en donde en algún momento se resolvió el todo: un triunfo inesperado, una 
muerte previamente presentida y el sentido de que con cualquier festejo realizado 
en aquellos terrenos nació, creció y se consolidó no sólo una figura taurina, sino 
también una afición que fundamentó las bases del gran público taurino actual. 
 
Desaparecida la plaza de toros El Toreo de la Condesa, se inició la vida de la 
Monumental Plaza de Toros México, la más grande y cómoda del mundo, que 
cumplió este febrero 60 años de existencia, siendo hasta la fecha, la de más larga 
vida en la capital. 
 
Por su arena han desfilado toreros de todas las nacionalidades de la geografía 
taurina, y hasta una mujer torera, excelentes novilleras y grandes rejoneadoras; 
los aficionados han sido testigos de la magnificencia del toreo realizado en el 
ruedo; de la belleza y bravura de los astados; de las tardes de gloria y tragedia 
que se han escrito y sufrido. 
 
Para la afición será difícil olvidar esas las vueltas al ruedo del gran maestro Eloy 
Cavazos; el descubrimiento de los grandes como lo son Eulalio López el Zotoluco 
 
16 Guarner, Enrique, op. cit., pp. 90-94. 
 24
y José María Luévano; y que decir de esa magistral corrida que mostró Julián 
López el Juli cuando aún era un niño novillero. 
 
Las lágrimas que derramaron aficionados, cuadrillas, ganaderos y monosabios con 
la despedida del maestro David Silveti. Es difícil olvidar el cabalgar y la alta 
escuela de los caballos de Pablo Hermoso de Mendoza y los 58 años que tiene en 
su haber “la plaza de los recuerdos”, de los toros y toreros, de las tardes con 
llenos hasta las “doce del reloj”, de las alternativas y de los retiros, de los 
surgimientos de nuevas tandas de toreros, de su crecimiento y su consolidación, 
hay que tener presente que de la México a las ferias españolas y de ahí, “hasta los 
cuernos de la luna”. 
 
Todo, a través del tiempo ha quedado grabado siempre en el recuerdo del 
respetable público. 
 
 
Plaza México 60 Aniversario (Foto: Katya Banda) 
 
 
 
 25
2.1.1 Estructura física de la plaza de toros 
 
El ruedo, o plaza, se divide convencionalmente en tres porciones o terceras partes 
llamadas tercios, a saber: tablas, tercio y medios. Esta división corresponde a los 
planos desarrollados por cada tercera parte del radio del redondel o círculo en que 
la lidia se celebra. 
 
Las tablas son la parte del terreno desarrollada por el tercio del radio más extremo 
o inmediato a la barrera. Los tercios, o el tercio, que así se dice por antonomasia, 
es el desarrollado por la parte media de dicho radio. Finalmente, los medios 
corresponden al terreno que desarrolla la tercera parte del radio que empieza a 
medirse desde el centro del ruedo o círculo de la plaza.17 
 
A esta convencional división corresponde el primer concepto de terreno que ha de 
tenerse en cuenta. Los terrenos de tablas, o los del tercio, o los medios de la 
plaza, deben ser escenario de suertes diferentes, en cada uno son distintas las 
condiciones de ellas y de su riesgo. 
 
No pueden señalarse reglas inmutables sobre el terreno más conveniente para la 
ejecución de las suertes, pues las características del toro hacen que varíe la 
conveniencia de los terrenos; pero, en términos generales, puede sentarse que el 
tercio, o tercios, es el lugar del redondel más propio para las diversas suertes, y 
que practicarlas en los medios o en las tablas puede considerase, en general, 
como recurso para el lucimiento, o para el alivio del riesgo, o en casos por 
necesidad para verificar suertes a que el toro no acudiría en los tercios en 
condiciones regulares para consumarlas. 
 
Las puertas de los toriles comunican el ruedo con los corrales mediante un largo 
pasillo. A ambos lados de éste, por lo común, están los chiqueros o pequeños 
 
17“Plazas de México”, disponible en http://www.portaltaurino.com , 23/Julio/2004. 
 26
espacios en que se encierran individualmente a los toros después del sorteo, 
hasta el momento de salir a la plaza. 
 
Al abrirse la puerta del mismo, se cierra el pasillo por la parte que da a los corrales 
y obliga al toro a seguir la dirección de la puerta del toril. El número de chiqueros 
varía según las plazas, pero al menos deben de haber seis en todas ellas. 
 
José María Cossío hace constar en su obra que: 
 
El número de chiqueros varía según las plazas, pero la menos deben de haber 
seis en todas ellas {…} 
 
Los corrales son el lugar cerrado, contiguo a la plaza de toros, en el que se 
encierran a los toros y los cabestros.Las plazas deben disponer, por lo 
menos, de tres corrales comunicados entre sí por portones. 
 
Estarán dotados de abrevaderos, comedores y burladeros. Tendrán acceso 
directo al pasillo que comuniquen con el lugar donde se hallen instalados los 
chiqueros. La existencia de corrales de dimensiones menores que los corrales, 
en el espacio entre éstos y los chiqueros, facilita el apartado y movimiento de 
los toros. También tendrán otro corral destinado a embarque y desembarque 
de las reses, con entrada directa por la calle y de la anchura suficiente para la 
fácil maniobra de los camiones de transporte.18 
 
En la zona de los tendidos la plaza se divide de la siguiente manera: 
• Barrera de sol y sombra (las diez primeras filas, inmediato al burladero) 
• Primer tendido de sol y sombra 
• Segundo tendido de sol y de sombra 
• Lumbrera (a la altura de éstas, se encuentra frente a la puerta de toriles el 
palco donde se sitúa el juez de plaza; la banda de música se encuentra a 
un lado del juez de plaza) 
 
18 José María Cossío, El Cossío, pp. 28 y 69. 
 27
• Palcos 
• General de sol y de sombra 
• La prensa, los monosabios, ganaderos, apoderados, veterinarios y mozos 
se sitúan alrededor del ruedo, llamado burladero. 
 
 
 
2.2. De la primera plaza a la Plaza México 
 
El primer escenario de las corridas fue la “Plaza del Marques” en el centro de la 
ciudad, que comprendía el espacio entre las calles de Escalerillas, Empedradillo y 
Seminario, Enrique Guarner señala que esta plaza abarcaba una parte del terreno 
que hoy es la Catedral. Frente al Monte de Piedad estaban los corrales de los 
toros y sirviendo de techo o resguardo de los animales existía un portal que era 
ocupado por los miembros del Ayuntamiento y sus invitados. Bajo este vestíbulo 
se colocaban las trompetas y atabaleros que tocaban sus tambores largos. 
 
En los siglos XV al XVII se levantaron plazas de toros con carácter provisional en 
distintos lugares de la Ciudad de México. Fueron de madera y por ello 
desmontables al concluir sus festejos. 
 
La primera plaza fija que se construye, fue la llamada Real Plaza de toros de San 
Pablo, se levantó en el año de 1788 y se inauguró el 24 de noviembre del mismo 
año. En 1821 un incendio la destruyó y en su lugar se erige otra plaza, cuya obra 
comenzó el 18 de enero de 1851. Fue inaugurada el 23 de diciembre de ese 
mismo año con el nombre de “Plaza de Toros del Paseo Nuevo”. 
 
Dicha plaza fue destruida en 1867, en virtud de una ley que prohibía las corridas 
de toros, esta ley fue abolida en 1887 e inmediatamente se construye la plaza de 
San Rafael inaugurada el 20 de febrero de ese año y demolida en 1889, era de 
madera. 
 28
Años atrás, en 1586 queda construida la “Plaza del Volador”, donde se 
organizaron festejos hasta principios del S.XIX. Empujados por la enorme afición y 
sensibilidad del aficionado mexicano, se construyeron durante el virreinato muchas 
plazas de toros dentro de la ciudad de México, la de San Diego, la de San Pablo y 
Las Vizcaínas, todas ellas desmontables. 
 
Posteriormente, en 1702 se ordena construir una plaza, la Chapultepec, en el 
bosque de los chapulines. En 1713 empiezan los festejos taurinos, a los cuales se 
añadieron también las peleas de gallos en los intermedios. 
 
 La plaza del Toreo de Cuatro Caminos tuvo su origen en la ubicada de San 
Bartolomé Naucalpan, que se estrenó el 8 de diciembre de 1894, con toros de 
Santín lidiados por José Centeno y Antonio Escobar el Boto. Era de madera y 
tenía capacidad para 7000 espectadores. 
 
Después de algunos años de actividad, la plaza quedó sin uso y a los 50 años de 
su inauguración la estructura metálica fue trasladada al Distrito Federal a un lugar 
llamado Cuatro Caminos, fue inaugurada el 23 de noviembre de 1847 por Lorenzo 
Garza, Luis Castro el Soldado y Jorge Medina, que tomaba la alternativa. Eran 
toros de San Mateo. 
 
Otra de las plazas con mayor trascendencia en México y para la cual se dio un 
gran paso hacia lo que hoy conocemos como la Monumental Plaza de toros 
México, es la plaza Antonio Velásquez inaugurada en 1970. En igual circunstancia 
se encuentra la plaza La Florecita ubicada en Ciudad Satélite.19 
 
Guarner menciona que: 
 
La primera Plaza México para su inauguración vendió un abono de tres 
corridas. Se trajeron toros de las mejores ganaderías españolas de aquellos 
 
19 Disponible en http://www.plazasdemexico.com.htm , 3/agosto/2004. 
 29
tiempos, entre las que destacaban: Miura, Murube, Saltillo, Veraguz y José 
Cámara. El ganado llegó con seis semanas de anticipación y pastaba en las 
cercanías de la ciudad, en la hacienda los Morales. 
 
La Plaza de Toros México fue construida con cierta rapidez, pues quedó 
concluida en setenta días. Estaba situada en un terreno colindante con la 
calzada de la Piedad, a unos doscientos metros del panteón Francés, la 
edificó una compañía norteamericana y los empresarios fueron los ex toreros: 
Ramón López y Diego Prieto Cuatro Dedos. 
 
El material empleado para construirla fue madera sobre cimientos de cantera. 
La gradería estaba compuesta de ocho filas, un pasillo y tres filas con asientos 
de barrera. En la parte más alta existía una línea de palcos bien diseñados. La 
capacidad total de 10 000 espectadores y la visibilidad excelente. 
 
La temporada se anunció copiosamente puesto que en los grandes 
establecimientos comerciales exhibieron retratos de los toreros que 
participaría, así como todo tipo de implementos taurinos, tales como 
banderillas, estoques, ternos de luces y programas distintos. 
 
La primera corrida se efectuó el 17 de diciembre de 1899 y el entradón fue 
absoluto. En ella se lidiaron tres toros andaluces de Don José Cámara y tres 
mexicanos del Cazadero, cuyo propietario era José de Peña. Los astados 
españoles fueron bravos aunque algo terciados. Los toros de Cazadero 
presentaron dificultad. 
 
La segunda corrida se llevó a cabo el 24 de diciembre y se estoquearon tres 
corpulentos Miura y tres toros de Atenco.20 
 
 
 
 
 
20 Guarner, Enrique, op.cit.,, pp.96-94. 
 30
2.3 58 años del Coso de Insurgentes 
 
 
Monumental Plaza de Toros México 60 aniversario (Foto: Katya Banda) 
 
 
El martes 5 de febrero de 1946, se inauguró una nueva plaza de toros en México, 
la cual sigue existiendo en la actualidad. Se ubica en la esquina de Álvaro 
Obregón y Avenida Cuauhtémoc. Su capacidad: 48 699 espectadores. La 
magnitud de la obra recibió elogios de todo el mundo y apareció en las revistas 
más prestigiadas como Time, Newsweek, Engineering Record, entre otras 
publicaciones internacionales de prestigio. 
 
El proyecto era construir una Ciudad Deportiva que alcanzaría a los 10 millones de 
dólares, sin embargo, solamente terminaron la plaza de toros y el estadio de 
fútbol. 
 
El coso contaba con seis filas de barrera, treinta y dos de tendido y veinte 
generales. El ruedo, de diámetro más bien chico, y los colores sobresalientes, el 
rojo y el amarillo. 
 
La primera corrida dio lugar a un lleno total. Alternaron Luís Castro El Soldado, 
Manuel Rodríguez Manolete y Luis Procuna con toros de San Mateo. 
 31
La idea de su construcción fue concebida por un singular y visionario empresario 
de origen libanés nacido en México llamado Neguib Simón, para lo cual utilizó en 
la construcción de la plaza y del estadio ubicado a un lado de ella – llamado 
Ciudad de los Deportes – toda su fortuna. 
 
Para los aficionados acostumbrados a ver las corridas en el Toreo de La Condesa, 
ubicada en la colonia Roma, cerca del centro de la capital citadina, la lejanía del 
coso resultó un punto relevante, además del aparentemente poco taurino diseño y 
el costo del boletaje. Se hablaba en1946 que los costos de los boletos para el 
festejo inaugural nunca habían sido vistos. Una barrera de sombra tuvo el costo de 
$50. 
 
Al abrir las taquillas en avenida Juárez, según datos publicados en la página de 
Internet de la plaza, los precios fueron los siguientes: Incluidos el derecho de 
apartado, primero y el costo del boleto después 
Barreras sombra, sol 
1ª fila $ 800 $ 50 $ 500 $ 35 
7ª fila $ 600 $ 40 $ 360 $ 25 
Primer tendido 
1ª fila $ 600 $ 40 $ 360 $ 25 
14ª fila $ 420 $ 25 $ 190 $ 15 
Segundo tendido 
1ª fila $ 420 $ 25 $ 190 $ 15 
18ª fila $ 330 $ 18 $ 180 $ 10 
Numerados de segundo piso: 
1ª fila $ 270 $ 20 $ 145 $ 10 
5ª fila $ 120 $ 12 $ 60 $ 8 
 32
Lumbreras 
1ª fila $ 240 $15 
5ª fila $ 95 $ 8 
 
La Plaza de Toros México contaba con 49 filas además de los palcos. A pesar de 
la grandeza del proyecto, muchos deparaban un escaso éxito al proyecto hecho 
realidad por el ingeniero Modesto C. Roland en medio de una enorme ladrillera 
ubicada la sur de la Ciudad de México. 
 
En medio de la repulsa general La México estaba por nacer. Fue bendecida por el 
Arzobispo de México, Dr. Luis María Martínez quien dio la primera vuelta al ruedo. 
Llegó la fecha del 5 de febrero y la plaza llenó en su totalidad y acabó con los 
negativos vaticinios. 
 
Para tan señalada ocasión un cartel de postín: Luis Castro El Soldado, y Luis 
Procuna, diestros nacidos en los barrios capitalinos de Mixcoac y San Juan de 
Letrán respectivamente, y un afamado diestro cordobés Manuel Rodríguez 
Manolete. Mataron un encierro de la ganadería prócer mexicana de San Mateo, de 
don Antonio Llaguno. 
 
A pesar de la puntualidad del inicio de las corridas de toros y dadas las 
condiciones de la inauguración, el festejo dio principio diez minutos tarde. 
 
La mayor parte de los aficionados no encontraban la plaza, primero y después no 
daban con su localidad en los enormes tendidos de la misma. 
El paseíllo fue encabezado por cuatro alguacilillos, un enorme arreglo floral 
adornaba el ruedo. Desde ese primer festejo ese adorno fue patrocinado por una 
casa productora de llantas. 
 
 33
El primer alguacil que despejo el ruedo fue Rosalío Rodríguez Chalio; el primer 
capotazo lo dio Chato Guzmán; el primer puyazo fue de José Noriega el Cubano, 
quien sufrió también el primer tumbo; el primer par de banderillas fue de Chato 
Guzmán; el primer muletazo, faena, estocada y descabello, de Luís Castro el 
Soldado, primer espada, quien vistió un terno marfil y plata. 
 
El primer toro se llamó Jardinero, número 33, cárdeno oscuro caribello, al que le 
abrió la puerta de toriles José Medina. 
 
Manolete cortó una oreja al ejemplar corrido en segundo lugar llamado Fresnillo. 
Para tan señalada ocasión el Monstruo de Córdoba vistió elegantemente de 
tabaco y oro. Fue la primera oreja en la historia de la México. 
 
Luis Procuna cortó la segunda oreja al tercer astado de la tarde llamado Gavioto, 
fue el primer apéndice para un torero mexicano. 
 
Peregrino, quinto de la tarde fue devuelto. Para el ganadero, de manera indebida. 
Monterillo lo sustituyó. Manolete dio vuelta al ruedo a pesar de haberlo pinchado 
hasta en cuatro ocasiones. 
 
Gallito fue corrido en cuarto lugar, en sexto Limonero. La tarde significó triunfos 
para Manolete y Luis Procuna. No para el Soldado. 
 
Para las primeras corridas las localidades de barrera fueron improvisadas con 
unos asientos de tule. Sobre uno de los túneles aparecía el palco de la 
autoridad. Esa tarde inaugural fue ocupado por Carlos Zamora, juez y 
Rosendo Béjar, quien cambiaba las suertes. 
 
El segundo festejo se llevó a cabo el sábado 16 de febrero. La plaza no se 
llenó. Se llevó a cabo un mano a mano teniendo como protagonistas a Silverio 
Pérez y a Manolete. Los toros fueron de Torrecilla. El diestro de Córdoba cortó 
 34
una oreja a Espinoso, cuarto de la tarde. Silverio cortó orejas y rabo a Barba 
Azul. 
 
La tercera corrida se llevó a cabo el martes 25 de febrero. Hicieron el paseíllo 
Manolete, Luis Procuna y Rafael Perea el Boni, que confirmó su alternativa. 
Los toros fueron nuevamente de Torrecilla. El viento no permitió el lucimiento 
de los alternantes. Procuna tuvo petición de oreja y dio vuelta al ruedo. 
 
Fue hasta el 9 de marzo cuando se dio la cuarta corrida de esta breve serie 
inaugural con Joaquín Rodríguez Cagancho, Luis Castro el Soldado y Silverio 
Pérez con otra corrida de San Mateo. Fueron cuatro corridas de ganaderías de 
Zacatecas y de los hermanos Llaguno las lidiadas en los festejos de apertura 
del coso monumental. Lo mejor de la cuarta tarde, en la que sopló fuerte 
viento fueron cuatro varas de Abraham Juárez Límber.21 
 
El día de la inauguración, el 5 de febrero de 1946, no había barreras, sino sillas 
plegables y estaba llena de bote en bote, como lo ha estado en cada 5 de febrero 
desde hace 60 años. 
 
La Plaza de Toros México es la central taurina donde domingo a domingo la 
entrega el valor y la pasión se transforman en arte, en el ruedo y sus tendidos se 
guarda la historia de 58 años, el gozo de la afición que ha vibrado con la entrega 
de los que se juegan la vida en este ruedo y ha sido testigo de grandes triunfos y 
desengaños. 
 
En palabras del cronista taurino Carlos Yarza la Plaza México es: 
 
Recinto donde los hombres que visten de grana y oro se convierten por 
instantes en dioses. Este ruedo ha visto más de 800 corridas en las que se 
han cortado 900 orejas y 112 rabos. 
 
 
21 Disponible en http://www.burladeros.com.mx , 15/agosto/2004. 
 35
Su ruedo ha sido pisado por los más grandes de la fiesta y en su recuerdo 
están los nombres de Fermín Espinosa Armillita, Lorenzo Garza, Silverio 
Pérez, Carlos Arruza, Luis Procuna, Manuel Capetillo, Joselito Huerta, hasta 
llegar a Manolo Martínez, Curro Rivera, Eloy Cavazos, Jorge Gutiérrez, David 
Silveti, Miguel Espinoza Armillita y Eulalio López Zotoluco, entre muchos más. 
 
No solo mexicanos han partido plaza en su ruedo, sino también se ha visto 
engalanado por figuras como Manolete, Paco Camino, José Mari Manzanares, 
Francisco Rivera Paquiro, Pedro Gutiérrez Moya el Niño de la Capea, que es 
el hispano que más tardes ha sumado en la México, 35 corridas; a últimas 
fechas destacan los nombres de Enrique Ponce, Julián López el Juli, sin dejar 
de mencionar al rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza. 
 
También ha sido crisol de los que aspiran a ser matadores, prueba de esto las 
casi 1200 novilladas que se han realizado y del engrandecimiento y 
consolidación de ganaderías.22 
 
En su eco resuenan 58 años de parches y metales, de historia y de memoria, de 
arte y cultura, de vida y de muerte. 58 años que se dicen fáciles pero que han 
unido a un gran número de aficionados, familias completas, de jóvenes que ahora 
se interesan en este arte, de detractores que tratan de dañar la fiesta, pero que 
nunca podrán. 
 
58 años de la Monumental Plaza de Toros México que seguirá siendo coordenada 
forzada para toda la geografía taurina. 
 
 
 
 
 
 
 
 
22Carlos Yarza. 58 aniversario de la Plaza México, reportaje, Televisa, 2004. 
 36
 
CAPÍTULO 3 
TOROS Y TOREROS 
 
 
 
Torero (Foto: www.fiestabrava.com) 
 
Hombres elevados injustamente a calidad de asesinos, locos que se juegan la vida 
tarde a tarde frente a un toro; valientes que no le temen al juego dramático de la 
existencia y la expiración de la vida; temerarios que sienten el peligro, lo dominan, 
lo respetan, y bajo cualquier circunstancia salen con el triunfo en sus manos o con 
la indiferencia de la afición, todo esto por los escasos segundos en que la vida 
converge claramente con la muerte. 
 
Así es su vida, así lo desearon, así son los toreros plantados en el ruedo, frente al 
burel; con su gallardura, con suelegancia, con su porte, con el valor de hacerle 
frente al destino. 
 37
 
El periodista Jaime Maussan clasifica a los toreros en tres grupos: 
 
En el primero, el grupo especial, están las figuras: cobran mucho, escogen los 
toros que habrán de torear (siempre de las mejores ganaderías, por lo que un 
riesgo de fracaso disminuye) y en ocasiones escogen a sus alternantes; éstos 
son los que menos peligro ofrecen en lo que se refiere a triunfos. 
 
El grupo B, es el de las “promesas”: Una promesa es el torero que promete 
mucho, que tiene cualidades como para llegar a ser figura; la promesa se 
debe definir como figura del toreo o mediocre antes de que pasen dos 
temporadas posteriores a su alternativa; claro que ha habido excepciones 
como Lorenzo Garza el Soldado y otros, pero la gran mayoría de los toreros 
triunfan en los primeros dos años o pasan a las filas de los mediocres. 
 
En el tercer grupo están, precisamente, los mediocres. Éstos son los toreros 
que nunca lograron triunfar definitivamente, que se les paga muy poco por 
exponer la vida, y tienen que torear los toros más grandes y peligrosos, que 
las figuras y las promesas no quieren torear. Los mediocres son los toreros 
fracasados o los novilleros que tomaron la alternativa siendo, precisamente 
novilleros mediocres. Es difícil que un novillero que no sea puntero se 
convierta en figura del toreo.23 
 
Figuras o no, “respeto” es la gran cualidad de los diestros: respeto al público, a la 
autoridad, a las cuadrillas y apoderados, pero en especial, al toro, el protagonista 
de este arte, el pilar donde descansa toda la estructura de la fiesta brava, él lo es 
todo, sin él simplemente no habría nada, todo gira a su alrededor. 
 
 
 
 
 
23Jaime Maussan. “Majestad el Toro”, revista Sucesos para Todos, 1973, pp. 8. 
 38
 
3.1 La alternativa, la permanencia y el toricantano 
 
Los toreros no se hacen de la noche a la mañana, algunos gozan de ser miembros 
de una dinastía taurina; otros traen el gusto por el toreo en las venas y otros tantos 
nacen con el don aunque no lo quieran. 
 
La travesía de un torero comienza con las tardes de tandas, las lidias a becerros, 
para pasar posteriormente al toreo de salón, es decir, un entrenamiento ya en 
forma y finalmente el comienzo del camino convirtiéndose en novilleros. Esos son 
los eslabones de la cadena que culmina con la maestría de la profesión, con el 
título que encierra el todo de la vida de un torero. 
 
La cantera de las filas novilleriles es de gran importancia porque es ésta la que 
alimenta a la fiesta de matadores de toros, de próximas figuras. 
 
Cuando las temporadas de novilladas son como Dios manda, la Monumental 
Plaza México, se convierte en una fábrica de auténticos matadores; conjurando 
competencias que únicamente pueden surgir al amparo de temporadas novilleriles 
serias y bien estructuradas. 
 
Y así es la forma en la que se va labrando el camino de la permanencia, primero 
haciéndose de un nombre respetable como novillero, para revalidarlo y 
consolidarlo una vez que se es torero. 
 
La alternativa es la especialización de los novilleros, el paso a las “ligas mayores”. 
Ésta consiste en el acto por el cual un matador de toros eleva a un novillero a la 
misma categoría, entregándole en el curso de la corrida, la muleta y el estoque 
para que ejecute la faena en su lugar. 
 
 39
La ceremonia consiste en la entrega de la muleta y estoque, debe realizarse antes 
de iniciarse el último tercio de la lidia del toro de la alternativa con arreglo al 
siguiente ceremonial: el padrino se dirige al novato llevando en la mano izquierda 
la muleta recogida y sobre ella el estoque formando un aspa y en la derecha la 
montera. 
 
Al aproximarse el padrino y el testigo, se descubre también el toricantano –-torero 
que actúa por primera vez como matador de toros-, a quien el matador suele dirigir 
una frase de aliento, deseándole suerte canjeando seguidamente muleta y 
estoque por el capote que él tiene, abrazándose y dándose la mano, para 
posteriormente realizar el nuevo matador la faena de muleta y dar muerte a su 
toro. 
 
Sin embargo, las alternativas no son así de fáciles, ni es lo único que un torero 
necesita hacer para nombrarse como tal, todos los toreros que ya han tomado su 
alternativa, deberán confirmarse, si se habla de México en la Monumental Plaza 
de toros México, y hablando de España en la Monumental de las Ventas de 
Madrid. Estas dos son las únicas en el mundo taurino donde se puede realizar la 
ceremonia de confirmación de alternativa. 
 
Subsiste la tradición de que en la tarde de la alternativa el Toricantano se vista de 
blanco y oro, aunque realmente no es una regla, solo una sugerencia de 
formalidad que permite resalte en esa gran tarde. 
 
Es ahí donde el Toricantano toma fuerza. Después de tal evento vienen las 
corridas en forma, los premios, pero también los fracasos y percances. 
 
La suerte del torero depende del toro, de la bravura de éste, de su brío, su 
presentación, la fuerza de su embestida; de ello se deriva la permanencia del 
torero en los carteles, en los ruedos, en el recuerdo posterior del aficionado. 
 
 40
Eso sólo demuestra dos grandes verdades de toreo: la primera, la escuela que 
tenga el espada para serlo, y, la segunda la valentía de los hombres y los toros, 
para enfrentarse ambos en los ruedos, y salir con el triunfo en las manos. 
 
 
 
3.2 De Ponciano Díaz al Zotoluco 
 
 
 
Ponciano Díaz (Foto: revista Matador) Eulalio López “Zotoluco” (Foto: www.burladerodos.com) 
 
Se escribe la historia del torero desde aquel jueves santo del año 1519 cuando por 
primera vez un torero pisó tierras aztecas. En un principio únicamente los 
españoles realizaban dicho arte. Después, con el paso del tiempo y de presentar 
tantas corridas y demostraciones taurinas, los toreros españoles hicieron escuela 
para enseñar a los mestizos, indígenas y a todo aquel que mostrara valentía para 
enfrentarse a un burel. 
 
Desde ese momento México ha producido grandes figuras del toreo que han dado 
renombre al país como semillero de grandes en materia taurina. 
 
En la antigüedad fueron toreros de patillas largas, abultadas y grandes bigotes los 
que empezaron a dar pelea a los toreros extranjeros, siendo entre aquellos héroes 
 41
el más destacado Ponciano Díaz, quien nació en la ganadería de Atenco y quien 
determinó un torero definido a la mexicana y a la jineta, aportó suertes al toreo a 
caballo y se hizo matador en Madrid, a manos de Salvador Sánchez Frascuelo. 
 
Con el tiempo los toreros mexicanos fueron creciendo, la historia lo registra y las 
crónicas de la época bien enmarcan nombres como los de El Califa de León, 
Rodolfo Gaona y Juan Silveti el Tigre de Guanajuato, quienes le supieron pelear 
las palmas a figurones de la envergadura de José Gómez Gallito, Juan Belmonte, 
Rafael Gómez el Gallo, Rafael González Madrid Machaquito, Antonio Fuentes, 
Antonio Montes, Castor Jaurequibeitia Ibarra Cocherito de Bilbao. 
 
Como ya se mencionó, el precursor del toreo en México fue Ponciano Díaz, primer 
matador de toros mexicano; nació en 1858, en la ganadería de Atenco y consiguió 
sus mejores triunfos en la última década del siglo antepasado. 
 
Rodolfo Gaona ha sido considerado en México como el más grande de los 
toreros nacionales antiguos. Gaona alternó en muchas tardes con Juan 
Belmonte entre otros grandes del toreo español, estuvo en los grandes 
carteles de la segunda década del siglo pasado. 
 
Fermín Espinosa Armillita, tuvo un largo recorrido por los ruedos que se inició 
en 1926, siempre con grandes triunfos. 
 
Lorenzo Garza el Ave de las Tempestades fue famoso por sus grandes faenas 
a los toros de “San Mateo” y por su carácter. Lorenzo consiguió su primer gran 
triunfo en 1935 y se retiró definitivamente en 1966. 
 
LuisCastro el Soldado fue la gran pareja de Garza. El Soldado se distinguió 
ante todo por la pureza con que ejecutaba las suertes con el capote. 
 
Alberto Balderas murió antes de convertirse quizá, en uno de los grandes 
toreros del mundo. A Balderas se le conocía popularmente como el Torero de 
 42
México; murió la tarde del 29 de diciembre de 1940, en los pitones del toro 
Cobijero. 
 
Silverio Pérez fue también un caso excepcional: Silverio ha sido sin duda el 
torero con más clase que ha dado México, pero sólo lograba realizar una 
faena entre treinta, es decir toreaba bien con maestría y elegancia, pero al 
momento de cuajar su faena pocas veces lo lograba. Cuando lo hacía el 
público se olvidaba de todos sus anteriores tropiezos y se le entregaba. 
 
Carlos Arruza, al igual que Garza, fue un torero temperamental. Arruza 
mandaba en el ruedo. Fue uno de los pocos toreros que pudo ejercer la 
profesión de rejoneador con el mismo éxito que toreando a pie.24 
 
También cuajaron faenas memorables Jesús Solórzano y Carnicerito de México, 
que el 12 de octubre de 1932 se encerró con seis toros de pallares en una plaza 
de Barcelona. David Liceaga ese mismo año enfrentó a uno de los toros más 
pesados que se han lidiado en la historia y que perteneció a la ganadería de 
Arranz. 
 
En los cincuentas hicieron el paseíllo matadores como Jesús Córdoba, Manuel 
Capetillo y Rafael Rodríguez, que dejaron constancia de la potencia taurina que 
era y es México, a ellos se les conocía como los Tres Mosqueteros. En esa misma 
década surgió un torero de dinastía que fue el elegante Juan Silveti. 
 
En la década siguiente, espadas de la categoría de Manolo Martínez, Eloy 
Cavazos y Curro Rivera tuvieron actuaciones sobresalientes, que hasta hace una 
década dejamos de disfrutar en los ruedos, para crear una antecedente en las 
nuevas figuras del toreo. 
 
Para la actualidad en el torero, la estafeta se pasó a la llamada “generación de 
relevo”, considerando en este caso a Manolo Mejía condenado al oscurantismo 
 
24 Maussan Jaime, op.cit., pp 8-9. 
 43
durante muchos años y que tras su éxito un jueves taurino resurgió 
esplendorosamente para convertirse en uno de los maestros actuales del toreo 
mexicano. 
 
Valores como José Luis Angelino, Javier Conde, Leopoldo Casasola, Atanasio 
Velásquez, Teodoro Gómez, Mario del Olmo, Fernando Ochoa, Antonio Bricio, 
Rafael Ortega, éste último triunfador no sólo en México sino en España, surgiendo 
de discretas actuaciones hasta explotar en una figura representativa del toreo 
actual; de igual forma Jerónimo, Ignacio Garibay, Jorge López entre otros, que en 
su carrera como novilleros se colocaron como los mejores del escalafón, y que 
ahora como toreros se han convertido en grandes promesas y han despuntado de 
una manera impresionante alternando no sólo con los grandes de México sino 
también con los españoles. 
 
En esta camada de nuevos valores merece una mención especial Eulalio López 
Zotoluco, torero hecho a base de sacrificios y actuaciones en plazas de menor 
importancia, poco a poco fue refinándose. Salió a flote tras largos años de espera 
en busca de una oportunidad, Curro Leal se la dio durante su gestión como 
empresario de la Plaza México. 
 
Eulalio López Zotoluco se jugó todo en una carta: una fecha, si triunfaba, 
conseguía la repetición si no...Adiós para siempre. Ganó la apuesta y se granjeó el 
crédito de la afición. 25 
 
Ahora se ha convertido en uno de los favoritos de la afición mexicana y española. 
Es un triunfador en México, en España o en cualquier plaza donde se pare a 
demostrar el poderío de su toreo, y es una de las cartas fuertes mexicanas para 
las temporadas venideras. 
 
 
25 “La Generación del Relevo”, revista 6TORO6, número 3, España, 1995, pp. 30. 
 44
En este conjunto de historia, de antigüedad y juventud los empresarios, el público 
y los ganaderos, pueden constatar que los toreros salían, salen y saldrán a fajarse 
como debe de ser, porque no sólo es un oficio más, sino porque el toreo se debe 
hacer con el alma, la mente y el corazón. 
 
 
 
3.3 Público o juez... ¿quién decide al mejor de la México? 
 
Si una corrida ya es difícil, es aún mas para los toreros ser aceptados por el 
respetable público, así sea el mejor, sino tiene carisma...adiós; por algo el público 
de la Plaza México es el más exigente del mundo taurino, ahí la afición te quiere o 
te revienta, no hay de otra. 
 
Los trofeos en una corrida de toros se encuentran estipulados en el Reglamento 
Taurino, no se dan así porque sí. Uno oreja se otorga cuando una visible mayoría 
de espectadores la solicite ondeando sus pañuelos; dos orejas serán otorgadas 
luego de tomar en cuenta las condiciones de la res lidiada, la buena dirección de 
la lidia y la brillantez de la faena realizada; dos orejas y rabos se otorgaran sí 
cumplidos los requisitos haya una combinación de emoción en la faena. 
 
Para conceder una oreja el juez exhibirá un pañuelo blanco; para otorgar dos 
orejas serán dos pañuelos blancos; y para indicar las dos orejas y el rabo, un 
pañuelo verde; y en el caso del indulto a un toro durante la faena el juez deberá 
mostrar un pañuelo blanco. 
 
De la misma forma, el juez de plaza es el que decide el premio a los toros, es 
decir, si el toro fue muy bueno en la faena y demostró casta y trapío al toro se le 
premiará con el arrastre lento; vuelta al ruedo a sus restos y el indulto, que en 
caso de realizarse éste el público pedirá la condonación de la vida del burel y el 
juez de plaza lo evaluará y dará el fallo final. 
 45
En cuanto a la salida de los toreros al final de la faena esa no queda más que en 
manos del público, son ellos que con su petición constante sacan al torero al 
ruedo y le ofrecen como mayor premio las palmas, o bien, le dan la tan añorada 
vuelta al ruedo, aunque ésta ya es de ley si un torero recibe alguna oreja, rabo o el 
indulto de su toro. 
 
Ésta es la forma reglamentaria de cómo se otorgan los trofeos no sólo en la Plaza 
México, sino también en las plazas del resto de la República Mexicana. Ahora 
bien, el que decide al mejor de la México no es el juez, sino el público, eso es lo 
que afirman los asistentes a la fiesta brava en un sondeo realizado a las afueras 
de la Plaza México con los aficionados y conocedores taurinos.26 
 
Y para muestra basta un botón, sólo hay que acudir una vez a una corrida en la 
México para darse cuenta de que en efecto el público de ella es muy exigente, que 
no a cualquiera sacan al ruedo a escuchar palmas, o que saquen a hombros, y ya 
ni hablar de llenar la plaza hasta las doce del reloj. 
 
El público no es consecuente, si no gusta vienen las rechiflas y los gritos no se 
hacen esperar, pero esto le pasa a cualquier torero, hay que recordar que para 
todo aficionado existe un consentido en especial. 
 
A últimas fechas, a pesar de ser una de las grandes figuras del toreo internacional 
y de tener a su público cautivo en los tendidos, Julián López el Juli, torero español, 
ha sido de los más reventados en la Plaza, ya sea porque para muchos ha perdido 
el encanto que lo caracterizaba cuan aún era un niño novillero o simplemente 
porque a pesar de que hace grandes faenas, nunca las cuaja bien y el público, la 
suerte y el destino, le han negado un triunfo como Dios manda en la México. 
 
Para los aficionados taurinos, el juez es la imagen de autoridad, pero ellos son los 
que hacen o destruyen las carreras en este mundo del toreo; si gusta un torero 
 
26 Sondeo realizado a una muestra de 100 aficionados taurinos. Plaza México, Diciembre 13 2004. 
 46
¿por qué no sacarlo en hombros, o brindarle la más estruendosa de las 
ovaciones? 
 
Aquí, en España, en China o en el fin del mundo el público es el que hace

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