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Literatura-y-enfermedad

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
 
 
 
 
 
 
 
LITERATURA Y ENFERMEDAD 
 
INFORME ACADÉMICO POR ARTÍCULO 
PUBLICADO 
 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: 
LICENCIADO EN ESTUDIOS 
LATINOAMERICANOS 
 
 
PRESENTA: 
VICTOR HUGO GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ 
 
 
DIRECTOR DEL PROYECTO: 
DR. JORGE RUEDAS DE LA SERNA 
 
SINODALES 
VOCAL: 
SECRETARIO: 
SUPLENTE: 
SUPLENTE: 
 
MÉXICO, D.F. 2007 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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A Linda y Mundo, mis viejos; 
a mis hermanos, Alejandro y Jorge. 
 
 
A los rudos, por mantenerse firmes en la 
trinchera y por las lecturas compartidas 
en medio del caos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No poseemos más conciencia que la 
literatura, que ha sido siempre la salvación de 
los condenados, ha inspirado y guiado a los 
amantes, vencido la desesperación y tal vez 
pueda llegar a salvar el mundo. 
John Cheever 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice 
 
 
 
Presentación I 
 
 
Artículo: Literatura y Enfermedad 
 
 Introducción 1 
 
 Enfermedad 
 
Muerte 3 
 
Lenguaje y enfermedad 4 
 
Educación y discriminación 7 
 
 Literatura 
 
Literatura y vitalidad 12 
 
Literatura y amistad 19 
 
Todo se remite a una lectura 21 
 
 
 Literatura + Enfermedad = Enfermedad —a modo de conclusión— 23 
 
 
 Bibliografía 26 
 
 
 
Anexo I IV 
 
 
Anexo II V 
 
 
 
 
 
 I 
Presentación 
«Es doloroso que comencemos a vivir cuando morimos» escribió Séneca en un 
aforismo. En plena juventud, cuando debería disfrutar del horizonte que ofrece esta 
etapa en la vida del hombre, mi cuerpo experimenta una lenta agonía que provoca un 
dolor indescriptible en mi ser. Tengo veintiséis años y habito en un cuerpo que 
envejeció rápido, y en el cual la presencia de la muerte es notoria. La ciencia médica me 
ha desahuciado, no hay cura para la enfermedad degenerativa que padezco y que afecta 
el tejido muscular lo que ocasiona que se vaya presentando una discapacidad conforme 
pasa el tiempo (el desarrollo tecnológico y científico del último siglo no me han 
beneficiado en este aspecto); camino sin esperanza por el desierto que es mi realidad. 
En medio de la agonía en que vivo hay pocas cosas que mitigan el dolor que siento, una 
de ellas es la Literatura. La lectura es una actividad que además de evadirme (me 
transporta a diversas historias que se desarrollan en mundos diferentes al mío) me ha 
enseñado a tener paciencia y ha fortalecido mi actitud para enfrentar la discapacidad a la 
que hago frente desde hace más de una década; la dimensión estética que me ofrecen los 
libros me da tranquilidad en medio del caos que me provoca la enfermedad. 
 Enfermedad y Literatura son los ejes del ensayo que presenté para el Concurso 
Ensayo Latinoamericano para estudiantes del CELA, convocado en el 2006 por el 
Colegio de Estudios Latinoamericanos. El concurso fue un pretexto para escribir 
algunas ideas que había estado trabajando desde meses antes, además de que fue el 
medio de canalizar la catarsis que experimentaba hace un año. En él hablo de cómo la 
enfermedad ha trastocado mi percepción del mundo y la forma en la que son tratadas, 
por parte de la sociedad y del gobierno, las personas que padecen alguna discapacidad: 
se les margina y son víctimas de discriminación en muchos aspectos. También dejo en 
claro la manera en que la Literatura me ha ayudado a salir adelante al fortalecer mi 
 II 
actitud para hacer frente tanto a mi enfermedad como a las barreras que me son 
impuestas en la realidad en que existo: México y su política de no inclusión de las 
diferencias, por más que los discursos políticos hagan énfasis en que éstas son la riqueza 
del país; en este apartado además señalo una grave enfermedad que tiene la Literatura 
en la actualidad: el afán de reconocimiento público que conlleva a ganarse un lugar en 
la sociedad para poder vivir placidamente por parte de la mayoría de los escritores a 
finales del siglo XX y principios del XXI . 
 «Las obras del artista están regadas con sus lágrimas» escribió Balzac en 
Ilusiones perdidas, y al adentrarse un poco a sus biografías uno se percata de las 
adversidades con las que tuvieron que enfrentarse a lo largo de sus vidas para poder dar 
a conocer sus obras. En el ensayo toco muy poco este aspecto en la vida de dos poetas 
latinoamericanos, Vallejo y Bolaño (al cual se le conoce más por su prosa que por su 
poesía) que tuvieron que afrontar algunas veces el rechazo de sus obras por parte de 
editores y críticos; el tema daba para más pero por falta de espacio y tiempo no pude 
desarrollarlo, sin embargo rescato esa actitud que no los dejo sucumbir ante la 
adversidad. 
 A veces las obras de los artistas, en el caso de la Literatura, sus libros, llegan 
cuando uno necesita de ellos. En mi caso, Bolaño se me presentó hace 
aproximadamente dos años y me ha cautivado la estética de su obra: «Para mí la 
literatura no sólo es una elección estética, sino también una apuesta ética. Yo no intento 
conciliar a la izquierda con la derecha. Para mí la literatura traspasa el espacio de la 
página llena de letras y frases y se instala en el territorio del riesgo, yo diría del riesgo 
permanente. La literatura se instala en el territorio de las colisiones y los desastres, en 
aquello que Pascal llamaba, si mal no recuerdo, el paréntesis, que es la existencia de 
cada individuo, rodeado de nada antes del principio y después del final». En estos 
 III 
últimos meses que he conocido más su obra he fortalecido más mi actitud al hacer una 
analogía entre su concepción de la Literatura y la realidad del discapacitado en México: 
Bolaño afirma que ésta se hace en la intemperie, sabiendo meter la cabeza en lo oscuro, 
sabiendo saltar al vacío y tener en cuenta que es un oficio peligroso; un discapacitado en 
este país, que vive en la marginalidad a que lo orilla el Estado y la sociedad, sabe que 
está en la intemperie y que su situación es peligrosa ya que el medio en que vive es 
hostil y da pocas posibilidadesde salir adelante, sin embargo debe empezar su día sin 
miedo para salir a sobrevivir 24 horas más teniendo todo en contra. 
 
Literatura y enfermedad han caminado juntas a través de la historia del hombre desde 
hace mucho, y ambas son parte esencial de éste. El hombre cura sus males por medio de 
la palabra y deja plasmado su sentir y su concepción del mundo en los libros, algunos de 
los cuales han trascendido el tiempo y su lectura nos sigue deleitando y enseñando en 
esta época de grandes avances tecnológicos y científicos. Literatura, enfermedad 
incurable que tiene la humanidad. 
 Que la literatura siga iluminando el sendero al cual me interné desde hace 
algunos años y me de fuerzas para seguir adelante y perderle miedo a la adversidad que 
enfrento. Amén. 
 
 
Nec spes, nec metv 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Artículo 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Literatura y Enfermedad 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Un buen día partimos, la cabeza incendiada, 
repleto el corazón de rabia y amargura, 
para continuar, tal las olas, meciendo 
 nuestro infinito sobre lo finito del mar: 
 
felices de dejar la patria infame, unos; 
el horror de sus cunas, otros más; no faltando, 
astrólogos ahogados en miradas bellísimas 
de una Circe tiránica, letal y perfumada. 
Charles Baudelaire 
El Viaje 
 
 
 
 Y aquí estoy yo intentando intentos, no puedo decir que 
sobrehumanos, pero al fin y al cabo, 
 intentos que —es cierto— 
 no conducen a nada por resolver 
 el «enigma sin fin»: 
 CONVERSANDO CONMIGO MISMO Y, A VECES, MIRANDO 
 el edificio de enfrente para reírme 
 de las imbecilidades que hace un 
 viejo imbécil. 
 
Juan Esteban Harrington 
El enigma sin fin 
 
 
 
…COMO VES ME ESTOY REFORMANDO, ESTOY MADURANDO: MI FRENO 
SOBRE EL DESENFRENO, Mi visión ahora realista sobre mi situación: creo que estoy 
acabando con el dramatismo, con la tragicalidad y la teatralidad de mi vida, y decir 
desaparecer es quizás una postura extrema: disolverme, difuminarme: el tiempo que 
dure este sentimiento recurrente, irregular, lo que sea que dure: esta hora, una semana, 
lo que resta del año, del ciclo, de esta rueda que es uno de los ruidos dentro de mi 
cabeza: quejarse, lamentarse, dolerse y anexas son actividades eliminadas en el nuevo 
código: decretamos la abolición de la adolescencia: este gimnasio del espíritu que es el 
exilio cultivando fortaleza en las entrañas para sembrar ¿hacia que futuro?: momentos 
descabezados, descabellados, desentrañados: cerrar los ojos hasta que todo pase, y 
abrirlos hasta el próximo periodo de placidez, hasta el próximo momento de pesadez: 
fíjate cuánto he vivido: cómo he resistido. 
Gonzalo Vélez 
Perforaciones 
 
 
 
 1 
Todo comenzó como un viaje, lo recuerdo bien, tenía los mismos «síntomas» que se me 
presentan cuando estoy a punto de viajar, pero todo era distinto, ese día me encontraba 
en la sala de espera del hospital. Trataba de leer pero no me concentraba, sabía que el 
diagnostico que el doctor me daría más adelante no sería nada alentador, simplemente 
confirmaría el mal estado en que me encuentro. Sin embargo, inicié «el viaje» esa 
mañana de septiembre, hace un año. Más ahora que recuerdo, dicho viaje lo comencé 
hace más de diez años cuando noté las deficiencias físicas que comenzaban a ocasionar 
que fuera «diferente» a los adolescentes de mi edad. Durante esos años mas que viajar 
naufragué en medio de la borrasca psicológica que produce enfrentarse a una 
enfermedad degenerativa; evadía de muchas formas el problema, una de ellas fue mi 
acercamiento con las letras. Hoy enfrento mi realidad sin los temores que antaño me 
acompañaban, me siento más seguro en cada paso que doy, y gran parte de la fortaleza 
que tengo hoy en día se la debo a la lectura. 
 El concurso para el cual escribo el presente ensayo es un buen pretexto para 
hablar sobre un tema del cual sé mucho, mi enfermedad, y otro del que sé algo y del 
cual estoy aprendiendo bastante en muchos sentidos —y que además me apasiona—, la 
Literatura. También me servirá para poner en orden el caos que tengo en mi cabeza y 
plasmar algunas ideas que vienen dando vueltas en mis pensamientos. 
 Emprendo el viaje hacia un océano conocido: yo; espero que la embarcación no 
naufrague en medio de la borrasca y se ahogue su tripulación. 
 ¡Suelten las amarras y eleven anclas!, el viaje ha comenzado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 2 
Enfermedad 
El concepto enfermedad puede aplicarse tanto en lo individual —en términos de salud, 
en lo espiritual y en lo moral— o en lo colectivo —refiriéndose a una anomalía en el 
funcionamiento de una institución o un determinado grupo social—, pero en ambos se 
refiere a una alteración. En lo que respecta a la salud, el concepto se entiende como un 
trastorno anormal del cuerpo o la mente que provoca malestar y alteración de las 
funciones normales. Las enfermedades son entidades creadas por el hombre en las que 
se agrupan una serie de componentes que las definen. Debido a las diferencias entre los 
seres humanos se menciona que no existen enfermedades, sino enfermos, ya que cada 
persona tiene una forma de enfermar distinta a otra a pesar de padecer la misma 
enfermedad. Es importante destacar que la tendencia social desde la última década del 
siglo XX es clasificar cualquier problema o trastorno de salud como una enfermedad, tal 
es el caso de la impotencia, el sobrepeso o el alcoholismo; este último es más un 
problema de carácter social y político que con el término de enfermedad se le trata de 
restar importancia a las diferentes causas que lo ocasionan. Con lo mencionado 
anteriormente, llego a la conclusión de que iniciamos este siglo con una sociedad 
enferma en muchos sentidos. 
Como todo ser humano del siglo XXI , también me encuentro enfermo: padezco 
una rara enfermedad que se presenta aproximadamente en cinco de cada cien mil 
nacimientos, ésta es de carácter degenerativo y afecta los músculos de todo el cuerpo, 
pero en especial, los de las extremidades superiores e inferiores y los del rostro, de ahí 
el nombre largo y rimbombante de ella: distrofia muscular fascioescapulohumeral1. Pero 
el lector a estas alturas no ha de saber qué es exactamente de lo que estoy hablando, así 
 
1 Palabra compuesta de: facial, escápula —del latín scapula: omóplato— y de húmero, principales zonas 
del cuerpo que afecta dicha enfermedad. Al verse afectados los músculos de los hombros ocasionan que 
éstos se caigan y sobresalgan los omóplatos en la espalda impidiendo que se puedan sostener los brazos 
por encima de la cabeza. 
 3 
que explicaré de manera breve la causa que origina dicha enfermedad: la distrofina es la 
proteína encargada de permitir la protección de las células musculares, y una persona 
que padece cualquier tipo de distrofia muscular —son alrededor de diez tipos— no la 
produce —de ahí el nombre de la enfermedad— lo que propicia que el tejido muscular 
vaya desapareciendo poco a poco, afectando de esta forma, las funciones motrices y 
dejando al que la padece en una discapacidad progresiva. 
 
Muerte 
En términos de biología la muerte es el estado final de cualquier biosistema, así pues, 
ésta es irreversible. Tomando en cuenta ello, me resulta contradictorio que un ser vivo 
sienta cómo algo dentro de él pueda estar muerto; eso es lo que me ha tocado 
experimentar en estos últimos meses cuando adquirí consciencia de lo que significaba 
mi enfermedad. La muerte la comienzo a ver y sentir en mi cuerpo, la noto casi en todas 
mis actividades diarias ya que me impide hacerlas de forma común como las demás 
personas; el deterioro de micuerpo es evidente, la masa muscular ha ido desapareciendo 
rápido, ocasionando cierta inmovilidad en algunas partes de éste, a su vez, caminar y 
subir escaleras me cuesta más trabajo que antes. En fin, éstas son sólo algunas de las 
manifestaciones en las que siento a la muerte recorrer mi cuerpo, un cuerpo que en 
muchas ocasiones se asemeja bastante a una flor marchita; cuerpo sin vida en plena 
juventud. 
 La muerte, al igual que el amor, se nos presentan de distintas formas y siempre 
van acompañados del dolor; en mi caso es un dolor físico y otro que podría explicar 
como espiritual. El primero me ocasiona molestias en gran parte del cuerpo, en especial 
en brazos, piernas y espalda, es algo comparado con el cansancio físico, pero a 
diferencia de éste, cuando se presenta es porque algo comienza a estar mal en mi cuerpo 
 4 
y viene seguido de una recaída en mis fuerzas; el segundo es un dolor para el cual no 
tengo palabras exactas con que describirlo, aunque pienso que la única palabra que 
podría hacerlo sería la de vacío. Sí, vacío, así es como me siento la mayoría de las veces 
cuando pienso en mi enfermedad y veo el deterioro físico que se va presentando 
conforme pasa el tiempo. 
 Muerte, palabra que va muy ligada con mí enfermedad y es uno de los dos temas 
de los que habla la Literatura; el otro es el amor. Alrededor de dichos temas van otros 
subordinados: aventura, libertad, locura, violencia, guerra, paz, soledad… Muerte y 
enfermedad, muerte y amor, muerte y Literatura. Muerte. Vacío. 
 
Lenguaje y enfermedad 
No cabe duda que el lenguaje es una parte esencial del hombre, con él, hace real al 
mundo, no puede prescindir de éste y construye su vida por medio de palabras. Desde 
que el hombre comenzó a tener conciencia se dio cuenta de su importancia y en un 
principio adquirió una connotación sagrada, divina, que le permitió nombrar las cosas 
de su alrededor, de explicarse el mundo. De ahí que en casi todas las culturas de la 
antigüedad haya dioses ligados al lenguaje, y por lo tanto, a la creación del universo; en 
los textos védicos se lee: «En el principio era Brahma y junto a él estaba vak, la palabra. 
Con ella se nombró y fue nombrado el mundo y, así mismo, como un don se otorgó a 
los hombres». La palabra fue un don que se le concedió al hombre, un vínculo para estar 
en contacto con dios, para aliviar los males por medio de rezos; ahí es donde radica su 
vitalidad de ésta para el hombre, en su cualidad para sanar. 
 En la actualidad el lenguaje ha perdido importancia en la sociedad, las palabras 
ya no pesan, son huecas; su significado se perdió en la era de la informática. La palabra 
sale muerta de la boca del hombre. Ello me entristece ya que una de las funciones de 
ésta es conducirnos al conocimiento: «sólo desentrañando el significado de las palabras, 
 5 
aprehendiéndolas, dominándolas y poniéndolas a nuestro servicio, seremos capaces de 
obtener sabiduría, de comunicar, de transformar el mundo»2. Ya no se fomenta el 
cultivo del lenguaje, la educación en la actualidad está dejando de lado el estudio de las 
humanidades y le da un peso primordial a la tecnología: se construyen seres 
robotizados, insensibles, con un lenguaje mecánico, sin vida. 
 En el lenguaje es donde radica el problema en la sociedad actual, en especial, 
cuando se tratan temas de salud. Nos están vendiendo la idea de que todos nacemos con 
las mismas posibilidades, que nacemos bajo condiciones de igualdad. Gran mentira es 
esa, pura demagogia en los discursos políticos para disfrazar una realidad que no se 
quiere ver ni enfrentar, y por lo tanto, negándoles la posibilidad de desarrollarse a las 
personas que sufren alguna discapacidad3: se les margina dentro del discurso oficial. En 
este sexenio que está por terminar —«sexenio del cambio» le llaman algunos— la 
política gubernamental trató de hacer cambios en varios sectores, uno de ellos fue el de 
la salud. Nos dijeron que las personas con discapacidad tendrían las mismas 
oportunidades que todos y hasta se cambio la palabra para referirse a ellas a una frase 
algo ridícula: personas con capacidades diferentes. ¡Ja! Cuando la oigo me vienen a la 
mente los héroes de comics, que con sus superpoderes los hacían diferentes y superiores 
a las demás personas, y que acompañaban mis tardes de ocio en la infancia. ¿Quién 
habrá inventado esa frase tan absurda? La ignorancia y la indiferencia es la única 
respuesta que encuentro a dicha pregunta. Pero detengámonos un momento a reflexionar 
sobre la frase antes mencionada. 
 Es evidente, y hasta la persona menos astuta lo sabe, de que todos poseemos 
capacidades diferentes, que dependemos en cierta forma de las demás personas. Por lo 
 
2 Carlos López, Redacción en movimiento, p. 18 
3 A partir de aquí utilizaré este concepto para referirme a las personas que sufren alguna desventaja física 
que les impida realizar sus actividades normalmente. No utilizaré el concepto minusvalía debido a que en 
el lenguaje cotidiano no se utiliza comúnmente. De ambos conceptos se dará una explicación más 
adelante. 
 6 
tanto me resulta ilógico, y un insulto, nombrar así a una persona que sufre alguna 
discapacidad. Líneas arriba hablaba sobre la importancia del lenguaje y el peso de las 
palabras, en este caso a la palabra discapacidad se le quiere omitir del lenguaje actual ya 
que ésta implica algunos problemas que se quieren pasar por alto. Pasemos a ver cómo 
entiende la Organización Mundial de la Salud —OMS— el concepto discapacidad. 
 En 1980 la OMS delimitó, por medio de la Clasificación Internacional de 
Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías —CIDDM—4, el significado y tipos de estos 
conceptos con el objeto de considerar no sólo a la enfermedad sino también las 
consecuencias de ésta en todos los aspectos de la vida del que la padece y la relación 
que tiene con su entorno social. Veamos a que se refieren dichos conceptos: 
Deficiencia: Es toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, 
fisiológica o anatómica. Puede ser temporal o permanente y en principio solo afecta al 
órgano. Que según esta clasificación podrán ser: intelectuales, psicológicas, del 
lenguaje […] 
 
Discapacidad: Es toda restricción o ausencia (debido a una deficiencia) de la capacidad 
de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para 
cualquier ser humano. Se caracteriza por insuficiencias o excesos en el desempeño y 
comportamiento en una actividad rutinaria, que pueden ser temporales o permanentes, 
reversibles o irreversibles y progresivos o regresivos […] 
 
Minusvalía: Es una situación desventajosa para una persona concreta, producto de una 
deficiencia o de una discapacidad, que supone una limitación o un impedimento en el 
desempeño de un determinado rol en función de su edad, sexo y factores sociales y 
culturales. Se caracteriza por la discordancia entre el rendimiento o estatus de la persona 
en relación con sus propias expectativas o las del grupo al que pertenece, representa la 
socialización de una deficiencia o discapacidad. La desventaja surge del fracaso o 
incapacidad para satisfacer las expectativas del universo del individuo5. 
 
 Uno de los objetivos principales de esta clasificación fue brindar un lenguaje 
estandarizado y un marco conceptual para la descripción de la salud a nivel mundial. En 
ésta se puede ver a dichos problemas de salud como un proceso en el cual influyen 
desde el enfermo y la relación con su entorno físico y social. Con lo visto anteriormente 
queda claro que los conceptos discapacidad y minusvalía son diferentes uno de otro 
 
4 Utilizo el marco conceptual de esta década y no las revisiones que se han hecho en los últimos años ya 
que todavía no se encuentran terminadas del todo. 
5 Celsa Cáceres, «Sobre el concepto de discapacidad…», enhttp://www.auditio.com/revista/pdf/vol2/3/ 
020304.pdf 
 7 
aunque tengan una relación muy estrecha. Entendiendo ambos conceptos, que tocan un 
grave problema en lo que se refiere a la salud, no puedo comprender cómo son 
desechados por la frase personas con capacidades diferentes, se me hace una 
irresponsabilidad por parte de las autoridades el evadir estos problemas desde el 
lenguaje. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, no hay que disfrazarlas y tratar 
de suavizar lo que se esconde detrás de ellas. A los políticos que no entienden para nada 
la importancia del lenguaje —un claro ejemplo es el presidente que está apunto de 
concluir su mandato— deberíamos recordarles el proverbio árabe que dice: «Si las 
palabras no significan nada, el silencio es invaluable». 
 El lenguaje cotidiano debería ser como el lenguaje poético en donde sólo se 
utilizan palabras directas, tajantes, de esta manera economizaríamos el uso de palabras y 
sólo se utilizarían las que son exactas para expresar algo. Pero eso expresamente se 
logra con una educación de calidad y en la actualidad eso no le interesa al gobierno. 
 
Educación y discriminación 
Si desde el lenguaje se discrimina a un sector de la sociedad que vive la mayoría de las 
veces en la marginalidad, en la vida diaria la discriminación es una constante para las 
personas que viven con alguna discapacidad. Es bastante con las limitaciones, de 
cualquier índole, a las que se enfrenta una persona con estas características para, por si 
ello fuera poco, enfrentarse con infinidad de obstáculos en todos lados: desde el 
transporte, lo inadecuado de todas las instalaciones, la indiferencia de la gente que no 
respeta los señalamientos para discapacitados… es larga la lista y mi objetivo no es 
enumerar todas las limitantes sociales a las que se enfrenta una persona discapacitada, 
sólo quería dejar en claro el lugar que ocupa dentro de la sociedad. 
 8 
 Es evidente que la sociedad actual no está preparada para convivir con las 
diferencias, a pesar de que los seres humanos somos distintos: le tenemos miedo al otro, 
no hay duda. Los grupos marginales —homosexuales, indígenas, discapacitados, niños 
de la calle…— no tenemos derechos en este país y ello se puede ver en varios aspectos, 
de los cuales me gustaría resaltar el de la educación. 
 La educación es la columna vertebral de cualquier sociedad, o eso debería ser, 
con ella se le dan las posibilidades de conocimiento al individuo, y por lo tanto, de 
crecimiento intelectual. Además la escuela es el segundo lugar —el primero es la 
familia— que nos permite convivir con más personas y con las diferencias. En este 
espacio debería recibir su educación un niño con discapacidad —mientras tanto ésta lo 
permita y no sea necesario una educación especial—, ya que desde este momento estaría 
incorporándose a la sociedad, y por otro lado, serviría para generar sensibilidad en un 
niño normal al socializar con una persona con cualquier tipo de discapacidad. Pero ¿qué 
ocurre en la actualidad en el sistema educativo?, dejemos por el momento las 
deficiencias en la educación: el rechazo y la discriminación; desde esta primera 
instancia la persona discapacitada se enfrenta con la indiferencia del gobierno y de la 
sociedad. Ahí es donde comienza el calvario. Para los que tienen recursos o suerte, la 
educación se les brindará, sin embargo los desafortunados se privaran de las 
posibilidades de conocerla. 
Pero a eso no se reduce todo, si tienes la suerte de estudiar te enfrentarás con 
problemas ajenos a la educación: desde lo inadecuado de las instalaciones y del 
transporte —no todas las escuelas quedan cerca de donde uno vive—, hasta las burlas e 
indeferencia de alumnos y de algunos profesores. En fin, problemas a los que uno se 
enfrenta cotidianamente y a los cuales ya está acostumbrado, pero que las primeras 
 9 
veces duelen y quedan marcadas para siempre. No todo es fácil ni gratis, el aprendizaje 
tiene un costo. 
Ahora que escribo esta parte del ensayo recuerdo que hasta la preparatoria fue 
donde conviví con otra persona discapacitada, su nombre es Leonardo; ya en la Facultad 
he visto a más compañeros que sufren alguna discapacidad, pero son pocos. ¿Con qué 
fin vienen estos comentarios? Sólo para mencionar que pocas personas discapacitadas 
tienen la posibilidad de recibir educación, y de éstas, sólo algunas logran acceder a una 
educación universitaria. Esto es un grave problema ya que aparte de las limitaciones 
físicas tenemos que enfrentarnos a una limitante educativa que nos impide 
desarrollarnos personalmente e integrarnos de forma plena en la sociedad. 
El no tener vía a la educación limita demasiado ya que no se te da la oportunidad 
de conocer y romper con la barrera de la ignorancia. Esto en una persona discapacitada 
es fatal. Reconocer una discapacidad es intrincado y duro debido a que te enfrentas con 
situaciones adversas que la mayoría de las veces causan estragos psicológicos graves y 
difíciles de superar. Con la educación el camino puede ser el mismo, pero con la 
diferencia que te da percatar y aprovechar dicho conocimiento para superar las 
adversidades con las que te enfrentas. La educación es un arma poderosa que puede 
destruir montañas, con ella ejercitas la mente y logras una armonía interior que te 
permite cierta tranquilidad aún estando en medio del fango. 
 Si no se da acceso a la educación a los sectores de la sociedad que viven en la 
marginalidad, entonces ¿cómo se podrán defender y exigir sus derechos? Es evidente 
que los políticos no lo harán, para ellos no somos ciudadanos sino electores, y se 
acuerdan de que existimos cada periodo electoral, es más ni en sus campañas políticas 
aparecemos y si lo hacemos nos tratan con un paternalismo que se puede interpretar 
como lástima: no se resuelven nuestros problemas con una despensa o una ayuda 
 10 
económica mensual. Es innegable que la mayoría de los políticos padecen una 
discapacidad para gobernar, y por lo tanto, de resolver los graves problemas que 
presenta el país en la actualidad. Y llegado a este punto me pregunto ¿cuántas personas 
que sufren una discapacidad ocupan cargos públicos importantes? Respuesta: ninguna. 
¿Dónde quedó la «igualdad» de oportunidades que promulgaba la presidencia que está 
apunto de concluir su mandato? Quedó sepultada y olvidada en lo más profundo de sus 
discursos demagógicos. 
 Pero no toda la culpa es de los políticos. La sociedad también es en mucho 
responsable de nuestra marginación al tratarnos con indiferencia y discriminándonos de 
muchas formas. En la «época de las apariencias» algo que te haga ser distinto a la 
imagen que se impone es causa de discriminación. ¿A dónde llegaremos como sociedad 
si le dejamos la responsabilidad de la educación a los medios masivos de des-
información que imponen «valores» que se basan en cosas superficiales? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 11 
Literatura 
«Cuando tenía catorce años me inició en los deleites y afanes de la literatura 
bandoleresca un viejo zapatero andaluz que tenía su comercio de remendón junto a una 
ferretería», así reza el génesis de la primera novela del argentino Roberto Arlt, El 
juguete rabioso, en ella se narran las desventuras del adolescente Silvio Astier y su 
encuentro con la realidad. Pero no quiero entrar en detalles acerca de la novela, sólo 
quería destacar el inicio de ésta ya que me llama la atención debido a que cada persona 
se inicia en la lectura de distintas formas. Mi encuentro con ella se dio hace unos diez 
años cuando estudiaba la preparatoria, recuerdo que fue en la clase de Lengua y 
Literatura Española en la que leí mi primera novela, El Periquillo Sarniento; pero a 
partir de ahí, el faro de las letras se fue distanciando un poco debido a los malos 
maestros de Literatura que me tocaron en los años posteriores: daban su clase sin la 
pasión que despierta ésta,la enseñaban de forma esquemática y gris, lo cual ocasionaba 
que las clases fueran tediosas y aburridas, distanciando de esta manera a sus alumnos 
con el maravilloso mundo de las letras. La Literatura está llena de vida, es libre, pero 
encerrada de esa forma en el salón de clases muere y su sepultador es el encargado de 
enseñarla: el maestro. 
Me hubiera gustado que la Literatura llegara a mi vida cuando habitaba ese 
efímero planeta de la Nebulosa de Nunca Jamás que es la infancia, ya que ahí uno es 
capaz de echar a volar la imaginación fácilmente, en especial si se leen novelas de 
aventuras: la historia te atrapa y te sientes identificado con el héroe, vives sus aventuras 
como si fueras él… sueñas: «Entonces yo soñaba con ser bandido y estrangular 
corregidores libidinosos; enderezaría entuertos, protegería a las viudas y me amarían 
singulares doncellas», así recuerda Silvio Astier sus inicios como lector. Y no es que ya 
no me haga soñar, sino que conforme pasa el tiempo comienzas a leer distinto: 
 12 
Cuando empezamos a leer, nuestra relación con los libros pasa por la identificación con 
el personaje. Así los lectores primitivos necesitan entrar ahí (no es casual que los libros 
tengan el mismo mecanismo y aspecto formal que los de una puerta) para unirse a la 
aventura. Con el correr de los años, el lector deja de identificarse con los héroes de la 
ficción para identificarse con la realidad del escritor. El cómo se cuenta una historia 
acaba imponiéndose por encima de la historia misma. No estoy seguro de que los 
lectores evolucionen. Pienso, que tal vez, acaban perdiendo algo por el camino, lo más 
importante, la posibilidad de ser uno con el héroe, de combatir y vencer a su lado1. 
 
Un lector primitivo me hubiera gustado ser en la infancia y haber leído a Sandokán o 
Rocambole o Tom Sawyer en esa tierna edad, y fundirme con el héroe y vivir sus 
aventuras en esas tardes despreocupadas que eran características en esos años. Pero el 
tiempo pasó y la Literatura llegó años después, un poco tarde para disfrutarla más de esa 
manera. 
 
Literatura y vitalidad 
Cada poeta y escritor tienen sus ideas acerca de la Poesía y de la Literatura en las que 
manifiestan la relación existente entre ellos y la misteriosa sustancia que elaboran, y 
alrededor de dichas ideas giran sus obras. Así también cada lector se hace una idea 
acerca de éstas. De este modo, yo las veo como algo vital y que me incitan a seguir 
adelante. Y las siento de esta forma ya que dentro de ellas se encuentra la vida del 
hombre: sus sueños, sus alegrías, sus anhelos, sus angustias, sus temores, sus penas… 
Por medio de las letras el hombre expresa su concepción del mundo y lo pone en 
contacto con cierta divinidad: al escribir se crea al mundo en todos los aspectos y el 
escritor en su papel de Dios decide el rumbo de las cosas, el destino del hombre, la 
descripción de su entorno. Ahí es donde veo que la escritura se vincula con el papel 
sagrado que tenía en la antigüedad: «Hieroglifos, ideogramas, grupos de signos 
gráficos, alfabetos, todo ello sirve para que los hombres dejen un testimonio palpable de 
su tránsito por el mundo y de sus esfuerzos por llenar la ausencia de la palabra. 
 
1 Rodrigo Fresán, Mantra, p. 31 
 13 
Inscripciones funerarias, máximas, aforismos, obras literarias: he ahí el legado del 
lenguaje escrito, he ahí la tinta, he ahí la mano del hombre, el misterio de la letra»2. El 
escritor y el poeta le cantan al mundo por medio de sus obras y dejan un registro y un 
legado de vitalidad a ese tiempo incierto que es el futuro. 
 Y si mi enfermedad me hace sentir poco a poco la muerte en muchos aspectos, 
en la Literatura encuentro esa vitalidad que mi cuerpo no me brinda, esa fuerza que mis 
músculos me negaron me la ofrecen las letras en cada libro que leo. Tiene poco que 
comencé a sentir la vitalidad en ésta y dentro de ella me encontró la obra del chileno 
Roberto Bolaño quien hasta sus últimos días siguió escribiendo, incluso «consciente de 
la sombra que la muerte había proyectado sobre él» como lo señaló su amigo Enrique 
Vila-Matas. Esa disposición de escribir contra reloj sabiendo que la hora final se acerca 
está plasmada en su prosa, una prosa directa, irreverente, visceral, llena de vida: «De lo 
perdido, de lo irremediablemente perdido, sólo deseo recuperar la disponibilidad 
cotidiana de mi escritura, líneas capaces de cogerme del pelo y levantarme cuando mi 
cuerpo ya no quiera aguantar más»3. Que muestra de vitalidad y coraje hay en estas 
líneas que nos dejan al descubierto una actitud de enfrentar lo que Arlt llamó El juguete 
rabioso, de no tener miedo y afrontar con valor los golpes que nos tiene deparados la 
vida; líneas con fuerza suficiente para levantarte de las caídas; vida corriendo por el 
lenguaje escrito y que es capaz de reconfortar, curar y salvar. En una entrevista 
concedida a la revista Playboy en 2003 al preguntarle sobre qué cosa le gustaría hacer 
antes de morir, Bolaño contesta: «Ninguna en especial. Bueno, preferiría no morirme»; 
desde 1992 cuando se entero de lo grave que se encontraba, su producción literaria fue 
en aumento. En 1998 gana el premio Herralde por la novela Los detectives salvajes y un 
año después el Rómulo Gallegos. Desde ese año es cuando puede vivir de su escritura: 
 
2 Silva Pratt, «El lenguaje, dimensión fecunda», en Carlos, López, op. cit. p.12 
3 Roberto Bolaño, Amberes, p. 30 
 14 
trabaja como columnista en el Diari de Girona, también colabora en el diario chileno 
Las últimas noticias y publica regularmente un libro por año; a partir de ahí quedan 
atrás los días en los que desempeñó infinidad de oficios y las ocasiones en las que el 
hambre y la miseria lo acompañaron. Voluntad de hierro es lo que encuentro en la vida 
y obra de este escritor chileno que es considerado unos de los mejores narradores en 
castellano que hay en la actualidad. 
 Una actitud ante la vida es lo que he encontrado en algunos escritores, la 
mayoría de ellos enfermos y acostumbrados a recibir golpes de todo tipo que quedan 
plasmados de una u otra forma en su obra; tal es el caso de Vallejo y su manera de sentir 
la vida, de dejar plasmada de una manera bella y dolorosa su experiencia en este 
sendero tembloroso, siempre crudo: 
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé. 
Golpes como el odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma… Yo no sé! 
 
Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán talvez los potros de bárbaros atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la muerte4. 
 
Las experiencias de dolor cotidiano y la muerte, la visión del mundo como un lugar de 
penitencia sin certeza de salvación y un profundo arraigo al ámbito familiar es lo que 
está marcado en la poesía de este poeta peruano. No todo fue fácil para Vallejo, su 
poesía no encajaba en las letras peruanas de esa época, sólo hay que recordar las 
palabras de Clemente Palma —personalidad literaria del Perú a principios del siglo 
XX—: «¿Usted cree señor Vallejo que colocar una imbecilidad encima de otra es hacer 
poesía?». Pero no sólo encontró ese rechazo hacia su obra en su país sino también en 
España: «Paco Yunque» —cuento para niños, le es rechazado por su editor por 
considerarlo demasiado triste—, sus obras de teatro: El arte y la revolución, Lock out y 
 
4 César Vallejo, Obra poética completa, p. 35 
 15 
Rusia contra el segundo plan quinquenal, no son aceptadas y Vallejo que había 
esperado mucho de éste, queda desconcertado. Y se acerca al final de su vida 
cuestionándose acerca de su poesía que ya lleva años acumulándose en el cajón, donde 
yacen Poemas en Prosa: «A qué escribir poemas», pregunta un día, «¿Para qué y paraquién? ¿Para el cajón?». Y leeremos después de su muerte. «Y, ya no puedo más con 
tanto cajón». Sucumbe en 1938 por consecuencias de un viejo paludismo que le resurge 
décadas después cuando su cuerpo se encuentra ya muy debilitado. Y como en la 
mayoría de los escritores que no son reconocidos en vida, la obra de Vallejo cobra 
importancia después de su muerte, se le reconoce, y merecidamente, como uno de los 
mejores poetas que Latinoamérica dio en el siglo XX . 
Y retomando de nuevo el poema citado de Vallejo, pienso que todos recibimos 
«Golpes como el odio de Dios» alguna vez en nuestro andar por este sendero, aunque 
cada quien los enfrenta de distinta forma: a algunos los derrotan y otros se mantienen en 
pie sonriéndoles y esperando recibir los próximos. Los tipos duros no bailan, enfrentan 
los problemas aún sabiendo que pueden perder; no se le debe sacar la vuelta a algo por 
muy difícil o doloroso que sea, hay que enfrentarlo mirándolo a los ojos y sin temor. 
Eso es lo que hicieron en vida tanto Vallejo como Bolaño —y muchos más escritores 
que no voy a nombrar en este ensayo—, su vida está llena de golpes de cualquier tipo: 
desde la enfermedad hasta la dificultad para abrirse camino en las letras. Su actitud ante 
la vida es lo que me llama demasiado la atención: nunca se derrotaron, lo cual se puede 
observar en sus obras, obras llenas de dolor y vida. Y llegado a este punto no puedo 
pasar por alto lo que Stephen Vizinczey menciona en el sexto de Los diez 
mandamientos del escritor: «“Las obras del genio están regadas con sus lágrimas”, 
escribió Balzac en Ilusiones perdidas. Rechazo, mofa, pobreza, fracaso, una lucha 
constante contra las propias limitaciones... tales son los principales sucesos en las vidas 
 16 
de la mayoría de los grandes artistas, y si aspiras a conseguir su destino debes 
fortalecerte aprendiendo de ellos». Y no es que yo quiera ser artista, pero uno en su 
papel de simple lector puede aprender también de ellos, de fortalecer o crearse una 
actitud ante la vida. 
(«Las obras del genio están regadas con sus lágrimas», ello me trae a la mente la 
vida de algunos escritores rusos del siglo XIX : Pushkin, Lérmontov, Dostoiesvki, 
Tolstoi… que fueron desterrados ya sea en el Cáucaso o Siberia, debido a sus obras, a 
su manera de pensar que incomodaba al régimen zarista. Y de mexicanos, a José 
Revueltas, quien se vio recluido tanto en Las Islas Marías como en Lecumberri por sus 
ideas políticas; producto de estas estancias en prisión nacen Los muros de agua y El 
apando). 
La actitud que me ha brindado la Literatura podría decirse que es como la que le 
brinda el Bushido al samurai: «Mientras vivas sé un hombre muerto» reza éste, entonces 
el guerrero se mantiene entero y fuerte, se encierra en sí mismo para dejar de ser y 
considerarse un muerto, y concluidos los ritos funerarios, poder partir sin temor a los 
campos de batalla. En la Literatura he encontrado esa actitud que me inspira valor para 
seguir adelante, para salir y enfrentarme a los monstruos cotidianos aun sabiendo que la 
batalla es desigual, pero conciente de que hay que dar todo en esa pelea y buscar la 
forma de salir avante. La vida es una lucha constante y si quieres algo tienes que 
buscarlo, trabajar por él, las cosas no se dan gratis. 
Otro aspecto que me gustaría destacar es que veo en Literatura ese afán del 
hombre por comunicarse, lo cual me parece importante en esta época en la que la 
comunicación ha estado cambiando bajo los estándares de los medios masivos de 
información. Lo que veo en la sociedad actual no me agrada debido a que noto una 
pereza en la gente para pensar, para leer; lo quieren todo listo y digerido para consumir 
 17 
información de cualquier tipo, lo cual a mi punto de vista, lleva a la larga a una 
incomunicación. ¿Cómo vamos a querer escuchar a otra persona si no estamos 
acostumbrados la mayoría de las veces a escucharnos a nosotros mismos? ¿Por qué en 
la actualidad las personas le tienen miedo a la soledad? Ambas preguntas van 
relacionadas y como respuesta encuentro la siguiente: actualmente le tenemos miedo a 
la soledad debido a que implica estar con uno mismo, a mantener un diálogo interno y 
generar momentos de reflexión sobre nuestra situación; en dichos momentos tal vez 
lleguemos a descubrir cosas que no nos agraden de nuestro comportamiento, a encontrar 
mucha inmundicia dentro de uno. Entonces, si uno no se puede comunicar consigo 
mismo, a escucharse, a saber en qué estamos fallando, mucho menos vamos a poder 
escuchar a otra persona. La Literatura es otra forma de estar en soledad y de estar 
comunicándose, a su vez, la lectura es un ejercicio mental que nos ayuda a crecer en 
muchos sentidos y a prestarle atención a las cosas. Dicho aspecto me ha ayudado 
bastante en estos últimos meses para afrontar lo que es mi enfermedad. Recuerdo que 
una vez que me dieron mí diagnóstico me canalizaron con el psicólogo, fui en dos 
ocasiones pero ninguna me satisfizo ya que sólo iba a hablar mis problemas —cosa que 
uno hace en ese tipo de «terapia»— ante un desconocido, problemas que había estado 
reflexionando desde hacia años y para los cuales no necesitaba ayuda emocional, ya que 
considero que si uno quiere salvarse lo hará por sus propios medios y nunca esperando 
que llegue alguien a rescatarlo. Para mí la psicología es obsoleta —tal vez le sirva a 
otras personas, más en esta época en la que la gente está necesitada de ser escuchada—, 
pienso que la conducta del hombre no se puede explicar del todo por medio de teorías 
confusas. El hombre es la materia prima de la Literatura, y por lo tanto, hace una 
descripción minuciosa en todos los aspectos de éste, lo que me ha llevado a conocerlo, y 
también, en ese ejercicio me he conocido. 
 18 
 Hay que aclarar que no todo lo que se considera Literatura en la actualidad me 
despierta esa vitalidad de la que hablo ya que dentro de ésta se encuentra mucha paja 
llenando los estantes de librerías y bibliotecas, circulando por las manos de los lectores; 
tan sólo hay que ver el auge que tienen los best-seller y los manuales de autoayuda en la 
actualidad. ¿Por qué hay tanta paja en la Literatura actual? Porque son textos fáciles de 
entender, y por lo tanto, de leer y para la industria editorial representan un negocio que 
deja millones de ganancias. Pero dejemos que hable alguien que sabe sobre el punto que 
estoy tocando: 
¿Qué pueden hacer Sergio Pitol, Fernando Vallejo y Ricardo Piglia contra la avalancha 
de glamour? Poca cosa. Literatura. Pero la literatura no vale nada si no va acompañada 
de algo más refulgente que el mero acto de sobrevivir. La literatura, sobre todo en 
Latinoamérica, y sospecho que también en España, es éxito, éxito social, claro, es decir 
es grandes tirajes, traducciones a más de treinta idiomas (yo puedo nombrar veinte 
idiomas, pero a partir del idioma número 25 empiezo a tener problemas, no porque crea 
que el idioma número 26 no existe sino porque me cuesta imaginar una industria 
editorial y unos lectores birmanos temblando de emoción con los avatares mágico-
realistas de Eva Luna), casa en Nueva York o Los Ángeles, cenas con grandes 
magnatarios (para que así descubramos que Bill Clinton puede recitar de memoria 
párrafos enteros de Huckleberry Finn con la misma soltura con que el presidente Aznar 
lee a Cernuda), portadas en Newsweek y anticipos millonarios5. 
 
Un lugar dentro de «la sociedad» es lo que se busca ahora, el camino: la Literatura. En 
la actualidad el mundo de ésta está plagado de escribidores que buscan respetabilidad y 
en su afán por conseguirla la mancillan de muchas formas. Para éstos, proxenetas de las 
letras, la Literatura es considerada como una puta la cual les puede servir para 
enriquecerse y ser personas públicas o recibir becas para el extranjero o ganarse un 
cargo de agregado cultural en cualquier embajada europea. Lo anterior, creo yo, ha 
ocasionadoque hasta en el oficio de escritor, que considero es uno de los más nobles, se 
encuentre lo más miserable y ruin de la conducta humana. 
Y si considero a la Literatura como un organismo vivo, al libro lo veo como su 
cuerpo: pasa de ser un objeto para convertirse en un sujeto; a mis ojos cobra vida y deja 
a un lado su valor económico para adquirir otro tipo de valor, más humano, el 
 
5 Roberto Bolaño, «Los mitos de Chtulhu», en El gaucho insufrible, p. 171-172 
 19 
sentimental. Cada libro es diferente aunque tengan la misma forma, hasta en eso se 
parecen mucho al hombre: la diversidad es una constante en los libros, y por lo tanto, en 
la Literatura. Por eso, al prestar un libro sé que sí va a volver lo hará, sino pues viajará 
como lo hace una persona, mientras se lea no me importa que el libro no vuelva ya que 
su esencia es que lo lean; ahí es donde radica su vitalidad. 
 
Literatura y amistad 
Caí con las personas indicadas, no las estaba buscando pero las encontré, las encontré o 
nos encontramos, al sur de la Ciudad de México, en un lugar y año algo caóticos: en la 
mítica CU, para ser más exacto, en su Facultad de Filosofía y Letras, en el año 2000, en 
el primer ciclo escolar después de nueve meses de huelga. Coincidimos en una carrera 
algo extraña, más si consideramos que en este país no importa el estudio de las 
humanidades y es casi un suicidio estudiar éstas, y mucho más una con las 
características de Estudios Latinoamericanos. Pero ahí estábamos, expectantes ante la 
tormenta. Personas extrañas y exiliadas en algunos aspectos: hijos de una generación 
que nació ahogada en medio del naufragio de las utopías; incertidumbre, llenos de 
hastío, escépticos ante todo, eran y siguen siendo algunas de las características que 
siento en ellos y en mí. Las encontré y no sabía que con la mayoría de ellas conservaría 
una amistad hasta la fecha en la cual escribo, tampoco me imaginaba que con ellas 
compartiría viajes, fiestas, y por supuesto, Literatura. No somos estudiantes de letras 
pero desde siempre estuvo presente esa inquietud por la lectura y por las cosas que giran 
alrededor de ésta. 
 Literatura… No recuerdo exactamente cómo fue que la amistad se fue dando y 
fortaleciendo por medio ella, de compartir lecturas, prestarnos libros y comentar acerca 
de ellos en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia. Creando círculos de lectura a 
 20 
un lado de la morgue en Medicina que se desvanecieron con el paso del tiempo para 
resurgir en otro lugar; el Circulo Sin Rostro no ha desaparecido, sigue tratando de 
encontrarse aunque no encuentre un rostro que lo identifique ante los demás, siempre se 
buscan esos sin rostro que somos, siempre nos encontramos porque estamos ahí para 
compartir. Viajeros incansables en el mundo de las letras, hemos recorrido infinidad de 
caminos, hemos estado en muchas historias… hemos conocido el mundo. ¿Y qué nos ha 
dejado esto?, tomo parte de un poema de Baudelaire para contestarlo: 
¡Saber amargo aquel que se obtiene del viaje! 
Monótono y pequeño, el mundo, hoy día, ayer, 
mañana, en todo tiempo, nos lanza nuestra imagen: 
¡En desiertos de hastío, un oasis de horror! 
 
Amarga y terrorífica es la respuesta. Pero es de esa forma porque la realidad tiene esos 
adjetivos. Sin embargo hemos escogido una buena trinchera para resistir los embates de 
una realidad cada vez más caótica, del mundo de mentiras en el cual vivimos —y que 
nos bombardean a cada instante en todos lados: en la casa, en la calle, en la escuela, en 
los discursos de los políticos, en los medios masivos de comunicación que nos hacen 
creer que vivimos en una «democracia», que a los mandatarios los elegimos—, de la 
violencia que impera en todos lados, de la barbarie del hombre… Literatura y amigos, 
buenos compañeros para descender con los ojos abiertos al infierno, para seguirlos hasta 
el final. 
 Cómo podría expresar con mis palabras ese sentimiento que despiertan mis 
amigos en mí, no lo sé. Pero cito a alguien que lo hace bien en un poema y que 
comprende lo que significa la amistad —vuelve de nuevo Bolaño, es inevitable—: 
En aquel tiempo yo tenía veinte años 
y estaba loco. 
Había perdido un país 
pero había ganado un sueño. 
Y si tenía ese sueño 
lo demás no importaba. 
Ni trabajar ni rezar 
ni estudiar en la madrugada 
 21 
junto a los perros románticos. 
Y el sueño vivía en el vacío de mi espíritu. 
Una habitación de madera, 
en penumbras, 
en uno de los pulmones del trópico. 
Y a veces me volvía dentro de mí 
y visitaba el sueño: estatua eternizada 
en pensamientos líquidos, 
un gusano blanco retorciéndose 
en el amor. 
Un amor desbocado. 
Un sueño dentro de otro sueño. 
Y la pesadilla me decía: crecerás. 
Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto 
y olvidarás. 
Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen. 
Estoy aquí, dije, con los perros románticos 
y aquí me voy a quedar6. 
Poema dedicado sin duda a sus compañeros de andanzas en el DF, los Infrarrealistas. 
Recuerdos de los momentos antes de la diáspora del grupo que lo llevaría a viajar por el 
norte de México, Europa y África. Momentos de aprendizaje que pudieron ser parte de 
su refugio en los tiempos difíciles; instantes detenidos en la memoria; personas que 
nunca se irán ya que forman parte de ti: has crecido con ellas de muchas formas… Eso 
que expresa Bolaño en el poema lo siento hacia mis amigos, a esos perros románticos 
con los cuales decidí quedarme. Amistad y Literatura, que mejor tesoro para afrontar lo 
que no tiene explicación. 
Mis amigos son espeluznantemente bellos. 
 
Todo se remite a una lectura 
Mi experiencia con la Literatura me ha llevado a pensar que la mayoría de las 
actividades que el hombre realiza se remiten a una lectura de las cosas, del entorno, ello 
es evidente, hay miles de ejemplos que ilustran esta idea: un mecánico hace una lectura 
de un auto para ver qué es lo que le falla; un viajero —terrestre, marino o aéreo— hace 
una lectura del mapa o del terreno para hacer una ruta a su destino; un médico lee el 
 
6 ———, Los perros románticos, p. 13 
 22 
cuerpo humano para detectar ciertos males en éste; un arqueólogo hace una lectura de 
los restos de determinados grupos humanos para hacerse una idea de cómo vivían, de 
cuáles eran sus hábitos, sus costumbres… La lista podría seguir y sería muy larga. Para 
ejemplificar mejor la idea expuesta líneas arriba, me permitiré citar a Lérmontov: 
En lontananza, más montañas, pero no verías en ellas dos rocas parecidas; y la nieve 
ardía con un fulgor sonrosado tan alegre y brillante que invitaba a quedarse a vivir allí 
para siempre; apuntaba el sol tras una montaña de azul oscuro, a la que solamente una 
vista de lince podría diferenciar de una nube tormentosa; pero sobre el sol había una 
franja sangrienta que atrajo la mayor atención de mi compañero. «Ya le decía 
—exclamó— que hoy tendríamos tormenta; hay que apresurarse, pues, si no, podrá 
sorprendernos en el monte Krestóvaia». 
 
Que hermosa descripción hace sobre el paisaje del Cáucaso y que acertado es el capitán 
Maxim Maxímich, su acompañante, al saber leer las nubes ya que más adelante: 
«comenzó a granizar y a nevar; el viento irrumpiendo en los desfiladeros, aullaba y 
silbaba como Solovéi-Rasbóinik»7. Esta cita me recuerda la sabiduría que tienen 
algunas gentes del campo con respecto al clima, en saber sí va ha llover o no así haya 
nubes o esté despejado el cielo; sabiduría que se adquiere observando atentamente el 
medio en el cual se vive. 
 Y hablando sobre este tema, considero que las dos únicas ramas del saber 
humano que hacen una lectura acertada acerca del hombre son la Medicina y la 
Literatura. Se me podrá replicar que otras ciencias estudian al hombre, y que por lo 
tanto, lo conocen. Sí, estaré de acuerdo perocon algunas observaciones: esas otras 
ramas del saber ven al hombre como objeto de estudio y llevan a cabo sus 
investigaciones por medio de teorías complejas y a veces confusas; usan un lenguaje 
extraño que sólo está al alcance de ciertas personas. La Medicina también ve al hombre 
como objeto de estudio y utiliza un lenguaje muy técnico, pero con la diferencia de que 
en su estudio conoce a éste desde los males que padece. Literatura y Medicina únicos 
saberes que conocen al hombre en todos los aspectos. 
 
7 Mijail Lérmontov, El héroe de nuestro tiempo, p. 38 y 40 
 23 
Literatura + Enfermedad = Enfermedad* 
—a modo de conclusión— 
 
…perdimos la brújula y navegamos guiándonos por las estrellas. No tenemos rumbo 
desde que salimos del puerto. Vamos hacia lo desconocido pero a la tripulación no le 
importa, van en busca de aventura y no hay nada que los arraigue en el puerto que 
dejamos atrás. Sólo el Sol, la Luna, las estrellas y este mar inmenso son nuestros 
compañeros de viaje. Las tormentas nos han golpeado, dañaron el barco pero no lo han 
hundido. No sé en cuanto tiempo lleguemos a tocar tierra firme, no me preocupa eso, lo 
que me importa es que el barco no naufrague en medio de las borrascas que se 
avecinan… 
 
¿Cuáles podrían ser las conclusiones a este ensayo algo caótico que estoy a punto de 
terminar? No sé si las haya. Son temas muy subjetivos y cada quién se hace una idea 
acerca de la Literatura y la Enfermedad. Pero como el viajero condenado que soy me 
aventurare a dar una especie de conclusión. 
 Enfermedad—Mi experiencia con ella ha sido extraña y dolorosa, es lo único 
con lo que comparto todo mi tiempo: siempre está presente conmigo, compañera 
inseparable hasta la muerte. Ha trastocado de forma radical mi visión de la realidad: «La 
enfermedad, como el amor, lo cambia todo: el cuerpo, la percepción de las cosas, el 
estado del mundo: para saber cómo es alguien el médico frustrado que hay en mí 
preguntaría dos cosas: cómo ama y qué enfermedades “hace”»1. Mi experiencia con ella 
me ha llevado a la conclusión de que es muy subjetiva la forma en que cada uno 
enferma, y por lo tanto, de hacerle frente. También ha colaborado a sensibilizarme en 
muchos aspectos; un costo muy alto he pagado por dicha enseñanza: la salud. La 
 
* Utilizo para la parte final el titulo de una «charla» de Roberto Bolaño que se encuentra incluida en El 
Gaucho Insufrible. 
1 Diego Trelles, «Entrevista a Alan Pauls», en http://www.desco.org.pe/publicaciones 
 24 
enfermedad la comienzo a ver como un viaje, como un aprendizaje constante de todo: el 
viaje de los condenados, pero al final de cuentas un viaje que resulta interesante al 
condenado que le tocó viajar por esos caminos sombríos, por esos mares con tormentas 
interminables, por lugares llenos de peligro… El enfermo es como un condenado que 
viaja en peligro constante pero que está dispuesto a salvarse, nunca a sucumbir, aún así 
vaya directo al abismo. 
Literatura—Hoy… el hoy que se ha prolongado demasiado y que está marcado 
por el dolor, por ese desgarre interminable que habré zanjas incurables dentro de mí; 
heridas que no cicatrizaran y me recordarán por siempre que no hay vida sin 
sufrimiento. Hoy, el tiempo característico de la Literatura: no hay pasado ni futuro, sólo 
presente. Literatura, el bálsamo que alivia los males del alma; la palabra escrita que sana 
casi todos los males que el hombre pueda encontrar, dejando de lado los físicos, claro 
está. Pero no toda la Literatura tiene esta propiedad curativa, sólo la he encontrado en 
los escritores que están enfermos, ¿enfermos de qué?, de vida; ésta es una enfermedad, 
hay que padecerla para poder sentirla. «Literatura + Enfermedad = Enfermedad», estoy 
de acuerdo con Bolaño, ésta se tiene que padecer como una enfermedad para poder 
expresarla, para poder comprenderla. El único bálsamo que he encontrado para la 
enfermedad degenerativa que padezco. Literatura= a Vida= a Enfermedad. 
 
Escribo este ensayo desde mi celda, soy el condenado que desde hace más de una 
década purga cadena perpetua en esta prisión con muros de carne; condenado que 
apenas se está acostumbrando a su reclusión y que se anima a escribir unas cuantas 
cuartillas sobre su experiencia. Sé que el escrito que presento para el concurso no es 
nada académico, no toca cosas vistas en la carrera, a excepción de la Literatura, pero 
hablo de ella desde mi experiencia como lector y no como estudiante; aunque, por otro 
 25 
lado, cumple con algunos «requisitos»: es de más de 20 cuartillas y es inédito, si por 
ello se entiende a la serie de ideas caóticas expuestas hasta aquí, y que han acariciando 
mis pensamientos desde hace algunos meses. No escribo para ganar, me anime a hacerlo 
ya que fue un reto que me impuse y me sirvió para plasmar en estas hojas ideas que 
venían dando vueltas en mi cabeza. También es una cuestión de valor entregarlo, en 
estas líneas me muestro desnudo, hablo de frente y dejo al descubierto parte de mi 
debilidad física, más no de carácter ni de actitud al afrontar mi enfermedad. A la 
mayoría de las personas no les gusta que las vean débiles ya que eso implica muchas 
cosas, yo no iba a ser la excepción, me considero una persona fuerte, un tipo duro; sé 
que mi enfermedad va a progresar y es probable que llegue a depender completamente 
de otra persona y para eso me estoy preparando y la Literatura me está ayudando 
bastante. No hay que temer a las adversidades, hay que enfrentarlas aún sabiendo que 
vas a perder. 
 Concluyo el ensayo con unos versos de Gorostiza: 
Noche, madre sombría: 
Cuando llegue el minuto negro de mi borrasca, 
házmelo sufrir aquí, junto a la orilla 
del agua amarga. 
Que, si me vienen ganas de llorar, 
quiero tener azules las ideas, 
y en mis palabras el sonar 
de las mareas. 
 
 
 26 
Bibliografía 
 
ARLT, Roberto, El juguete rabioso, 4ª ed., CÁTEDRA, Madrid, 1999 
BOLAÑO, Roberto, Amberes, EDITORIAL ANAGRAMA , Barcelona, 2002 
————, El Gaucho insufrible, EDITORIAL ANAGRAMA , Barcelona, 2003 
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 FRESÁN, Rodrigo, Mantra, MONDADORI, Barcelona, 2001 
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LÓPEZ, Carlos, Redacción en movimiento. Herramientas para el cultivo de la palabra, 
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TRELLES, Diego, «Entrevista a Alan Pauls», en http://www.desco.org.pe/publicaciones 
VIZINCZEY, Stephen, «Los diez mandamientos del escritor», en 
http://www.caimanbarbudo.cu/caiman332/raro32.htm 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Anexos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 IV 
Anexo I 
 
 
 
 
u ...... _ ~ "'."110."". '" "1 <>100 
f ..... ' ..... F..,..,..., Lr: .... 
ca...... "" Em!olO$l.on..,.,.·"""""" 
CONVOCA" ORIA 
CONCURSO ENSAYO LATINOAf-tERICANO 
PARA ESTUDIANTES DEL CELA 
LI f.wltad (le FilosC>o~~ y letra. <k 1, unfy~d~O N~dO ... 1 ""tó"o .... de Mé.::o •• u;,yk ckl Col"910 (le 
E<tudi<>'< lItlnoo..,e" oor. .... convoca I oo. HtIId~nt ... d~ la Uc~no.tu'" en E.tudr ....... "no. lI'IC11tanOI • 
Plrt"i"", en ~I «)n,."'1O En ... yo llIt1J>Qa,.,.,oitaftO, ron lu slglJient ... 
BA SES 
I'od,ón IIOrt'doo' e.' estudl.nt ... mser,:o. en l. Uc:~.tu'" en eSludi .. latineamen"'""s en el 
.. """,Ve l ta o,;r " 2006·2 . 
Lo' <0":""":0. =0:.,;1" envl., u' ' ."'\ 0 d. un. o.:en .. on ~e ."tt. 2 ~ V lO <uar: lIas ,.""'~O ",rto 
.., un • • 011 ca,a , :,~I .... paClo . 
.J . El le",.y l. fo,....> ~.I en.<.·/o ... a" l.t, .. aentm 1 .. á, ... " el conOCImiento con.,o . .. O .. ~n el PI.n 
de EStudIOS oe , U:endlru,. en E"ud :~ ..... r"'''.:r.erie.noo: ":o.orr., h:.tOril, ,.''''1" ... cultura y 
ciencl ••• "'i ..... . 
4 . El ...... yo pod" _ IndMdu.1 ° cole<tNo 
S. E' <"f\SlIyo debe ... . " lroédilo. 
~. El ..,<,,0'. ~r._:a,' oo, qulnturlicldo. 
i. los conn/ .... ": ... se Insif,bi,' n eon.....:6nlmo O~ un <Ob,e c..,..~~_ ~"elext.,lOf cel mismo nevl,á 
e: scu~bn¡mo ~ L, •• o del ,,",,$3yo. En ~Ilnt~~ aober~ oSlor l. Qlico ~~ IOe nt,I\caCibn con.r nombre dol 
.uto<r ,~.), ~ :,eec;,:n. "';"""0 t .. "'f6"lco V ~"tulo del """"Y". 
a. El ..,.~yo debe ... n~.rw en la c!lcl .... ~ell Coordln.,~ ~~ 0::01 e.,j<'\llo "" E.ty~, ... ~tlnoomer1, ... """ 
ae ¡" f .<ultM e~ '1:~' .. y Letras de la I.MÍ'o'''<$IoSM N.éOf •• 1 -'tJtOtJ,lm. de H~.ICO. a. 10:lJ. 14:30 
y de 1 S:OO I l O' ; : M .... . 
9. l.s pll<.a< d .. I~. no • ",don • ....,¡n aec><>.~~O$ on ",("",di nadQ,. de: CoIe;1o d .. E,:uOl ... ~C ..... "",n .. 1lOI. 
El C"",din.do< I:..ri "nleamenre "'s cr'" .r (urldo sefla'1. (orno ~.n.do .... del primero, ..... ""do y 
te,el!r lug" Q ~~n hQnQn"C31 In demós .. ,ji., d"'tnJl~I'. 
10. El con<u .... o tendt2 10< 01;"1""1" PR'tnie:: 
"rIMOr "'g'" 1'= ~ma y $S,O~O.OO (cinco mil poso$) 
S"'iUMO 1110 . ': r ~ em .... $ ~ ,¡,no.co (eu'ln ""1 pe=l 
Tercer 1u~1f ' :>= Cm.I y $J,OOO.C"!l (:ros ",1 P<'S05) 
Se concedo"n 1 .. !".enclonos ~cnon~ta. Q"" el '"",do deit<."'¡".,. 
11 . lo. """'yo. ; .~.:~re> y " uollo. d¡s:i~LlIdos co~ mendón :'oMnrn:a <eran p"t>!i«co. en ~n Ub,o de" 
1.0 c"I",,:';~ ~ r ,,"1O d~ lo FJru~. d de F1Io;o~. y Le' ''''< "" l. Unlve .. IcI.~ NI<i<H1II ~ ·.~o~,m, ~ 
Mé.lCO. 
12 . .... , Insu:;x:i<>n ... ;:o..ed, " .blertas I ~"" ~ '" publltadón de l. Pl"H<'nte eon...oca:.lriI y h.roo~, 19:00 
M, .. del J'oe ... H:" ~e .ep!l~mb, .. ~ 2olO6. 
l:. ~: " .. .¡¡, " "'Ie.,:r • .,; d""I~~>¡Jo po, .r e,,,,,,,; .",demIC~ ~ ... ,,' del ~~:". 
:'. ~i ;I :!" o~t '~.IO: w. ~,""",u el ~ n "" octub,e de ¿OC~ 'M 'ftUlt.c!o><.< dlr'~ I eonoc., 
: :: ~., :~ j, 'JO C"f""" ·,~k .do "" l. C~ ... <'Ó'1 c!eI Colegio (le E>tu~'c. I .t"'n."",riQ.,,,". <.l "",1 ~" 
;w~: .• w~ o ,"o ,> ';",,1.0 ~o '. llól ..... 
1 ~ '!~ 50 o'"'OIYerOe. roo. on ... yos QU" no h' \'in olKenldo pf"f<'l1lo o monclÓII ~...,.,.;ftta Y .. ,¡j" cSestnJlcjo$. 
16. El r~~c "el Ju .. d~ .. :J l .... peI.to ... El).ndo se ~rvl el deredlo de ded. ra, de<IftU ~ (J>I"I"WO(;IOt/lrIII 
en taSO de q<Je 1"" ",,," j'0"5 no cuenten "'" '" talldad dese~'" 
1;. u. cere ... ,oI. d. ontreo¡ , de p'emloS ... ruIlI" en .r Ir..,. de :..,..~~mbt"e. ~ ,~ euctl ... d.rj. 
"''!OC.,.. con O~~"'- ".:!.Id po, I1 e .....-cllrlklÓn c!eI crueglO "" Estudios LlII ..... ""'riCln>S. 
:~. Cu>lquler "" •• '0 r.c conoide ... dn .., '. presente ~tQri.l se" fftUO~O por el lindo del 
Concu,..,. 
 V 
Anexo II 
 
 
 
RESn 1 ,. 1>05 Il t:l CC:';CUMSO ENS. ... \"O LATlNOA~!ER I CA."'(} I',\M,\ 
ESTlIDio\!'ITES DEL COLEGIO DE ESTtiDlOS LATI~CA.;IERICA""'OS 
, , 
/ "'11(. : \1 "., '1 '.1 
.\lI~\I'" 
'" ' I '1 """,:Ido ,.:\ .. ~ .. ~I" 1~ ~'I 'U"!!I13 .1.' 1(" V tr.$a ,'fI!, "1SC"l1f".. SU~ PIUf'IIo'51~1 • • _ .,\t. ~ .!c I, lo 
~r,~I!',(nl">. t: e'U:" y 1:1 ,. ,~ IO~I .""J 'x Id pl;U;'C3.;I!(1",.;;. :1 JlII"a<Io 'icl,'O ~ -," "~"IltCnh .' 
re lulI~do5: 
:cf . lu~~ . 
VicIO. lI ul-'O G_:"in-c~ Rodr;¡uel. c .. r. ti nl$a}'O /JI"rol/J''; 1 ,·,,¡,,"' .... Iml. <l'~.\>nHt ... ' .-c:lr,,;a 
~ •. lugar 
\ ·.·1 .... ,\nJ;c , \P!:T"l' Áh J'CI_"'~ d,'ll,')<' ,~','r-;m, 1 ¿l ...... "'. Vil ~ ... i¡, .• ,. 
1J.1/".'''''''~'~() ,'W .~ Ii"'m ", ",~.·,w.,.,. ""ud6c:l:n" 1', ,ir" (tl.W~~ S.,a,al 
" 
" 
" 
Dr. Carlos ' bm Juirc'z. CELA·FFH ·t.::-<AM 
Dr. l uc,o O:,\(. (·05ulla. POSGRAOO.UNAM 
Dr. Jorge Ruttl:.$!k la Serna, CEL. ... ·FFH·UNAM 
Dr, Mario ":isqUC'z Olivtra, CCYOEl·UNAM 
o 
- " 
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