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Matias-Romero-y-la-politica-de-penetracion-pacifica-en-el-noreste-del-pais-Los-proyectos-de-Albert-Kimsey-Owen-en-Sinaloa

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA
DE MEXICO
FACULTAD DE FILOSOFIA y LETRAS
MATIAS ROMERO YLA POLlTICA DE PENETRACION
PACIFICA EN EL NOROESTE DEL PAIS. LOS PROYECTOS DE
, ALBERT KIMSEY OWEN EN SINALOA
T E s I N A
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE:
LICENCIADO EN HISTORIA
P R E S E N T A
OMAR UGALDE SANCHEZ
MEXICO, D. F.
rn . 31-\ 5088
2005
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
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ctmtenido .de mi trabajo rece lonal. .~ r
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DEDICATORIA
Para mi amiga , maestra y compañera de más de 18 años:
Mariana Hernández Naufa1.
AGRADECIMIENTOS 
A Luli y Davicho. Gracias por su apoyo y cariño . 
A mi hermana, Lisbeth. Por darme armonía en todo momento. 
Los quiero. 
A mis abuelos: Maruca, por consentirme y apapacharme. A 
Al tagracia y Porfirio, por su amor y enseñanzas. y 
especialmente a Higinio, por creer siempre en mí y 
permitirme ser su cronista personal. 
A las familias Ugalde y Sánchez. Por ser mi punto de 
partida y por la siempre divertida convivencia. 
A mis amigos: Si crees que tu nombre pertenece a esta 
lista, gracias por todo . 
A Alma Parra por dirigir esta tesis y a Ana Rosa Suárez por 
revisarla . 
A los miembros del jurado: Carmen Col lado, Marcela Terrazas 
y Raquel Serur por ceder su tiempo para esta investigación. 
Al seminario de Historia Diplomática del Instituto Mora: 
Ana Eugenia , Ana Lilia, Fabiola, Mariana, Patricia y 
Valeria por sus sugerencias para mejorar el estudio. 
A Ernes to Fritsche por su ayuda y apoyo en la lectura de 
este trabajo. 
Al Colegio Americano y a mis compañeros y amigos: Robyn 
Chapel, Craig Mille r, Paul Williams y Verónika Saldaña. 
Í N D ICE 
pág. 
1 INTRODUCCIÓN 
CAPÍTULO I Antecedentes 4 
4 1.1 La República Restaurada y la estabilidad económica 
10 1.2 El gobierno de Porfirio Díaz y la apertura al 
exterior 
15 CAPÍTULO II Matías Romero en el diseño de la política 
sobre la inversión extranjera 
16 2.1 Matías Romero de Oaxaca para el mundo 
23 2.2 Matías Romero y sus primeros acercamientos con los 
Estados Unidos 
33 CAPÍTULO III La ideología y el desarrollo detrás del 
proyecto de Albert Kimsey Owen en 
Topolobampo 
33 3.1 El interés del socialismo utópico dentro de la 
colonia cooperativista de Albert Kimsey Owen 
35 3.2 Estados Unidos frente al socialismo utópico 
europeo 
42 3.3 Vida de Albert Kimsey Owen 
50 3.4 ¿Por qué Sinaloa? La situación geográfica y las 
condiciones de la bahía 
53 3.5 Topolobampo, entre el sueño y la realidad 
55 3.6 Respuesta del gobierno mexi c ano a la propuesta de 
colonia 
62 CAPÍTULO IV Matías Romero y Albert Kimsey Owen ¿un 
proyecto común? 
66 4.1 La legación mexicana en Washington . 
69 4.2 El proyecto de Topolobampo dentro de las mi sivas 
de Matías Romero y Albert Kimsey Owen . 
79 
79 
CAPÍTULO V El proyecto de Topolobampo ¿realidad o 
utopía? 
5.1 Topolobampo: un proyecto con muy buenas 
intenciones. 
• Las bases económicas e ideológ i cas de lo que 
intentó ser Topolobampo. 
• Las tierras de la Colonia. 
• La colonia de Topolobampo in situ. 
95 5.2 Sinaloa hoy 
97 CONCLUSIONES 
101 BIBLIOGRAFÍA 
I N T R O D U e CIÓ N 
La presente investigación parte de la idea de dar a conocer 
la relación que existió entre un inversionista 
norteamericano, Albert Kimsey Owen, y el diplomático 
mexicano, Matías Romero. Dicha relación pretende ser 
estudiada a partir de la propuesta de cons trucción de una 
colonia norteamericana y un f errocarril en Topolobampo, 
Sinaloa, entre los años de 1883 y 1890. 
La relación de estos personajes y la realización de 
los proyectos sirven como marco para entender, a su vez, 
las complejas relaciones tanto diplomáticas como políticas, 
sociales y comerciales, que mantuvieron México y los 
Estados Unidos a lo largo de las últimas dos décadas del 
siglo XIX y la · primera del xx. 
Durante este periodo, México intentó cambiar su 
política exterior , apoyando al inversionista extranjero con 
facilidades para el comercio, la inversión y la propia 
colonización. En el rubro del comercio, nuestro país 
cambiaría las leyes que lo regían desde antes de su 
independencia, y trató de dotarse con leyes que 
beneficiaran tanto al Estado como al inversionista. En 
cuanto a la colonización, se pretendió traer familias, 
compañías e inversionistas que estuvieran interesados en 
fomentar el progreso porfiriano. De esta forma, México se 
vería beneficiado con colonias extranjeras que ayudarían a 
2 
incorporar nuevos sistemas de trabajo tanto en el campo, 
como en lo artesanal, cultural y económico, logrando que 
las zonas más inhóspi tas comenzaran a incorporarse en el 
desarrollo del país . 
El caso de Topolobampo tiene especial relevancia, ya 
que integró varios proyectos a la vez: una colonia, la 
instauración de un puerto y la construcción de un 
ferrocarril que llegaría a conectar el este de los Estados 
Unidos con el noroes te de México. Logrando colocar a una 
zona antes casi deshabitada en un plano internacional. 
El trabajo pretende mostrar como las relaciones 
diplomáticas entre México y los Estados Unidos comenzaron a 
sufrir cambios. Respecto a los Estados Unidos, se intentará 
demostrar que la idea de un expansionismo territorial, 
frecuente en la primera mitad del siglo XIX, comenzó a 
cambiar por lo que se ha venido a" denominar una política de 
"penetración pacífica". Es decir , situarse dentro de un 
país como el principal agente económico y comercial, 
logrando mantener un consumidor cautivo y entorpecer la 
relación mercantil con otros países. 
Respecto a México, lo que se intentará mostrar es la 
posición que el gobierno de Porfirio Díaz guardó frente al 
inversionista extranjero: las facilidades que se le 
otorgaron a partir de leyes y programas que lo beneficiaran 
y la amalgama político-comercial que se dio entre los 
propios inversionistas y el sector político mexicano. 
3
La relac ión que e n un p r incipi o enma rcamos ent r e un
i nve r s ion i sta nor teameric ano y un diplomá t ico como Matía s
Romero p e rmi t i r á entender , d e alguna f or ma, un periodo que
se c a r a cterizó por l os cambios que se darían t anto en l o
comerc i a l como en lo diplomátic o y social .
4
CAPÍTULO I
1.1 La República Restaurada y la estabilidad económica.
Desde que México l ogró ind e pe nde nc i a en 1821 hasta el
mome n to en que se afianz ó la República Restaurada en 1 867 ,
el c omercio que el país había mantenido con el exter ior n o
s u f r i ó grandes cambios . En materia e conómi ca , este
i nte r c amb i o seguía básicamente e l mismo patrón que se
t enía cuando era colonia d e España . Las exportac i ones de
l a Nueva España en los 2 5 a ñ os comprendidos entre 1796 y
1820 f ueron, en promedi o , un 4 .3 % del PIB, aproxi madamente
iguales al rendimient o del sector de exportac i ón des p u é s de
l a I ndepe nd e nc i a . 1 Esto se debió en g ran med ida a que ,
duran te el v i r r e ina to , e l comer c io exterior s e había
l i mi t a do a la explo t ación p r ior i t a r i a d e la minería,
d e jando v í r g e ne s o t r a s a c t i vidades comerciales.
Se r í a a partir d e l a Re púb l i c a Restaurada cuan d o se
c ome n z a r á a dar u n giro en las relaciones t a n t o mercantiles
como diplomáticas. La relativa estabilidad y pa z que e l
gobi e rno de Benito Juáre z f ueron l ogrando a partir del
derrocami e n to del I mperio de Max im i l i a no y las inve r s i on e s
I John H. Coa tsworh, "El Estado y el sector externo ( 1800-19 10)". Secuencia 2. Revista americana de
Ciencias Sociales. México. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. mayo/agosto 1985.
p. 52.
5
que paulatinamente s e comenzaron a dar fomentaron e l
desarrol lo de sectores tales como el ferroca r ri lero.
De igual f orma , l a d emand a externa provocó un
crecimiento a c elera do en el sector exportador , mi entras que
en e l interior del país, la guerra no había de jado que s e
consolidara un mercado interno. 2
Cabe destacar que tanto el gobierno de J uá r e z c omo e l
de Sebas tián Lerdo de Tejada estaban conscientes de la
ne c e sida d de c ap t a r invers i on e s prove n ientes del
ex t r anj ero , pri ncipa l mente de los Estados Un i d o s . Sin
embargo , c omo mencionan l os historiadore s J ohn Coatsworth y
Paolo Riguzzi , ambos gobiernos s e conc en t r a ron más en
apl icar las l eyes de Reforma. posponiendo l a s
modi f icac i ones al código comercial. Es to qui zá sea un
facto r que determinó e l hecho d e que l a s invers iones
extranjeras en nuestro país no lograran tener su mayor auge
sino hasta el per i odo del Porfiriato .
Los gobiernos de la Repúblic a Res t aurada cons i gu i e ron
cimentar las bases del c omercio que s e daría en e l futuro a
part ir de va r ios proyectos . Por un lado. Juáre z c ontinuó
con e l p lan de liquidar la "mano muerta" de prop iedades
corporativas y públicas . Con e s to se promovió que la
Secretaría de Fomento se encarg a r a de la v e nta de l a s
tierras desamort i zadas , l og r a ndo que e l gob i e r no s e hiciera
de un c a p i t a l qu e l o ayuda r a a s ali r de la c r i sis económica
2 John H. Coa tswort h, op. cit.. p. 47.
6
que s e ha bía p rolongado durante l os años de inestabilidad
y, a su vez, dotó de tierras a los empresarios . Los
gobi e rnos liberales veían en cada transferencia de
propiedad pública o c orporativa a empr esari os privados una
v i c t o r i a para el progreso y la mod ernización. 3
Hasta aquí hemos menci onado los factores que los
gobiernos de la República Restaurada perseguían como medida
para otorgar a Méxic o una mej or posic ión en el p lano
i nternaciona l. Es cierto que la inestabilidad política y
económica no se pudieron comba t i r del t od o, s i n embargo , en
c ier ta medida , sí se l og r ó captar nuevamente la atención
del extranjero hacia la enorme riqueza con la que contaba
e l paí s. Was hington , por ejemplo , expresándose a través del
secretario de Estado , Wi l l i am Henry Seward, manif e s taron en
e l a ño de 1868 que habían cambiado s u pol í tica de
expansionismo territorial r espe c t o a México por una de
penetración pacífica a parti r d e l in t ercambio come r c i a l :
"más valor a los dólares y menos al dominio" .4
Los Es t a dos Unidos tendr í an que apr ender a
relacionarse de o t r a manera con México , de jando a t r á s el
expans ion ismo y facilitando e l come rc io recíproco ent re
ambas naciones . Logrado e sto , podrían competi r c on o t r a s
3 John H. Coatsworth , op. cit .. p. 49.
, Citado en Luis G. Zorrilla, Historia de las Relaciones entre México y los Estados Unidos de América
1800-1958, 2' ed ., México, Porr úa, 1977, v. 1, p. 471. EI4 de julio de 1868. se firmó una conve nción en
Washington entre Matías Romero y Henry William Seward, mediante la cual se trataron las relaciones y
el pago de las reclama ciones. Daniel Cos ío Villegas, Historia Moderna de México. "primero el norte "
p.3.
7
naciones , que t ambi é n come nza ban a ver a México corno un
pa í s en donde l a s inversiones e r a n cada vez más factibles .
El encargado de la legac i ón d e los Es tados Unidos en
Méx i c o , Thoma s Henry Nelson , llegó a mencionar en ese
entonces que e l comercio de Méxic o s e encontr aba
principal me n te en manos d e l os países europeos,
fundamentalmente de Francia e Inglate r ra , y que el comercio
con su país estaba e n un s egundo plano . y en efecto, hasta
antes de l tr i un fo de la República , los países europeos
habían sido favorecido s dentro de l a s relac i ones
diplomáticas y c ome rcia les con nuestro país . Esto s e
acen tuó durante el imper i o de Maximiliano y la con s e cuen te
i n f l uenc i a eur opea . Con el triunfo de Juáre z las re laciones
iban a s u f ri r cambios .
Para 1867, l a representación diplomática de Gran
Bre t a ña en México s e había reti r ado. 5 Es to se debi ó en gran
med ida a l a posición que tornó e l gobi erno de Juáre z después
de haber l og rado el derrocamiento de l Imperio , contra
quienes habían apoyado és te . En l os s i gu i e n t e s a ños , la
participación de l os pa íses e urop eos en Mé x ico fue c a s i
nula . Durante l a década de 186 7 -1877 c asi todas las casas
come rc i a l e s inglesas en Méx i c o habían desaparec ido . Es to
termi na ría beneficiando a los Estados Unidos , pues, desde
1867 hasta 1880 aprox i ma damente , las r ela ciones entr e
5 Paolo Riguzzi, "México. Estados Unidos y Gran Bretaña, 1867- 1910. Una difícil relación Triangular "
Historia Mexicana XLI: 3., p. 367.
México y Gran Bretaña 
congeladas. 
se 
8 
encontrarían prácticamente 
Por su parte, los Es tados Unidos, al término de su 
propia guerra civil, entraron a cubrir los huecos dejados 
por los europeos. Como lo señala Riguzzi, quien denomina a 
la fase en la que México y los Estados Unidos se 
relacionaron a final es de la década de los sesenta, se 
trataba de un "entendimiento libe ral". Ambas naciones 
habían atravesado por un tr iunfo liberal respectivamente. 
En el caso de los Estados Unidos , la guerra de Secesión 
había finalizado con el triunfo de la Unión y en el caso de 
México las ideas liberales enarboladas por Juárez y su 
grupo lograron acabar con el Segundo Imperio apoyado por 
los conservadores. 
Aparentemente, ambos países se estaban comenzando a 
acercar tanto en un plano ideológico como político y 
comercial que encontraría su mayor auge durante los 
primeros años del gobierno de Porfirio Díaz. 
Los Estados Unidos comenzaron a ver en México a un 
país en donde los proyectos ferroviarios y la introducción 
de capitales en empresas mineras eran factibles. Distintos 
ministros norteamericanos expresaron, como lo hizo John W. 
Foster, que a partir de los ferrocarriles Estados Unidos 
9
podría apropiarse de las l í ne a s c omerc i a l es de l as r egiones
c entrales y s eptentr ional e s de l país . 6
Aun cua ndo l os gobiernos de J uáre z y Lerdo
conseguirían atrae r el interés de los norteame rica nos,
f al t a ría muc ho por hac e r. La mayoría de la pobla ción
con t i nua ba viendo al vecino del norte con e scept icismo y
repudi o , l a guerra de 184 6 a 18 48 y l a pérdida s ub s e cue n t e
de terri t orio seguía muy fres c a en l a memoria de l mex i cano .
Hay que r e cordar, de igual fo rma, que l a f r on t era
siguió s iendo un punto d e d iscusión en t r e ambos países. Los
problemas que ahí se generaban t e nía n una gra n i nfluencia
en la dis cusión sobr e l os planes para establecer v í a s
férreas que a t ravesaran l os l ím i t es e nt r e los dos países .
El c r ecimi ento de las vías y del c omercio sería un
ob s t á c u lo al abundante contrabando que s e practicaba en la
fron t e r a , en l a llama da zona libre . Pe ro implicaba
negociaciones que t ambi én tenía n que ve r c on l a enajenación
de tierras aledañas.
As í , podemos observar que e s t os dos gobier nos
a lcanzaron una esta b i l i da d y u n ace r c ami en t o mutuo , sin
embargo, e l no haber r e formado los cód i gos comerc i a l e s fue
uno d e los elementos qu e r e t rasa r on la entrada d e las
inversiones extr anjeras a México . Esto se de bió a que,
dentro de l ámbi t o empresar i a l mexicano, l a s an t iguas
6 David Pletcher (1958), Rails, Mines and Progress: Seven American Promoters in Mexico, /876·1 911.
New York, Cornell University Press.
leg is l acione s n o presentaban ningún problema,
10
pu e s el
vínculo que exist í a entre e s t e sector y el político era l o
que, en realidad, facil itaba la a p r oba c i ón de las
concesiones , convirt i éndos e las leyes en una herramien t a
sin uso. Es por e llo qu e ca s i todas las emp r e s a s
involucraba n a sociedades de dos o más empresarios , a v e c e s
c on lazos f amil i ares cerc anos y nexos políticos af i nes .
Esta fo rma de c ons eguir las c oncesiones no f u e
exclusiva de esto s gobiernos , t ambi én dentro del per i od o de
Porfi r i o Díaz s e d ieron este t i po de v enta j a s que
t erminarían beneficiando a unos cuántos , y no a l país en
ge neral.
1 . 2 El gobierno de Porfirio Díaz y la apertura al exterior
El régimen d e Porfirio Díaz dio a México un período de p a z
y estabil idad como n o s e hab í a v ivi do desde la époc a d e la
Independencia. Esta "paz imperfec t a ", como la cal ifica r í a
e l historia dor Alan Knight, se basó en dos f ac t o r e s
importantes: l a r epre s i ón y e l c on s e n s o popu l a r. ?
Por otra parte , el g ob i erno de Dí a z, al i gual qu e los
do s gobier nos libe r a l e s qu e lo antecedieron, i n t entaron
7 Alan Knight, La Revolución Mexicana: del porfirioto al nuna régimen constitu cional. tr. Luis Co rtez
Bargall ó, México. Grija lva, 1996. v. 1. p. 32. Díaz. desde sus inicios . se manejó con habilidad . Si bien
perpetuó las divisiones en provincia, también demostró su adhesión al poder creando un gob ierno fuerte y
centralizado en torno a la propia figura del presidente. Por lo tanto. atrajo cualquier manifestación de
desacuerdo. A su vez. se reconcil ió con la Iglesia y por ende le permitió recobra r algo de su importancia
política . El lema que caracter izó los primeros años del Porfiriato fue " mucha administrac ión y poca
política" .
mostrar a l exterior un país estable, en donde
11
las
invers iones y l a s re laciones ent re las nac iones y l o s
empresarios serían segura s.
Dí az es taba consciente qu e en primer l ugar ne c e sitaría
el reconoc i miento de s u gobierno por las demás naciones ,
pri ncipalmente, por Estados Unidos .
Su ascenso al poder s e hab í a logrado a partir d e l a
r evuel ta de Tuxtepec. 8 Hay qu e recorda r que a part i r de
esta revuel ta, e l gobierno de Se bas t ián Lerdo de Te jada fue
derrocado, p rincipalment e por a t e n t ar en c on t r a de la
sucesión pres idencial.
La forma en que Díaz s e h izo del poder ma r c ó las
pr imeras relaciones que se dieron entre los dos gobiernos .
Esto se debió a la necesidad de s e r aceptado por l o s
Es tados Unidos como un gobi erno l egí timo . No obs t a n t e , para
Washington , una r evuelta como esa subrayaba l a
inestabil idad mexic ana , c reándose un halo de desconfianza .
Porfir io Díaz envió a J osé Mar ía Mata a la cap i ta l
estadunidense para convenc er a l gobierno de aque l país de
que e l Plan de Tuxtepec no habí a s i do un "brote anárquico",
sino una reacc ión en c on t r a del gobierno inmora l de
Sebastián Lerdo d e Tejada . 9
R Estados Unidos exigía varios puntos a ca mbio del reconocimiento del gobierno de Díaz: autorizació n a
las tropas estadunidenses del cruce de la frontera en campañas contra bandas de indios y ladrones. La
abolición de la Zona Libre por creerla contraprod ucente para el comercio interno. Paolo Riguzzi, México,
Estados Unidos y Gran Bretaña ... op. cit.. p. 372.
• Mar ía de Jesús Duarte Esp inoza, La relaciones México-Estados Unidos durante el Porfiriato , Secretaría
de Relaciones Exteriores, México , 2001.
12
La admi n is tra c i ón de l preside n t e Ru t herfor d Hayes
considera ba que el reconocimien to estadunidense confería
una i magen de es tabilidad y moral i da d a l os gobiernos que
lo rec ibían . Por ello, los requerimi ent os se cent r a ron en
la s ituac i ón caótica de la frontera común , l o cual, en
opinión de Haye s , se debía a l a f al t a de responsabi lidad
del mandatario mexi cano para resguardar a propiadamente la
pa r t e limítrofe que le c or respondía . Pero el pres i dente de
Estados Unidos fra c a s ó en s us peticiones y f inalment e
otorgó el reconocimiento a l régimen de Díaz en 187 8 . 1 0
En el terreno económico, los inversionis tas
norteamerica nos recibieron con c i e r to recel o e l ascenso de
Díaz, principalmente por haber éste des c onocido muchas
conc e s i one s que s e había n llevado a cabo durante el
gobierno de Lerdo de Tejada . Sin emba rgo , l a actitud de los
i nve r s i on i s t a s c omenzó a c ambi a r en e l moment o en que
v i e ron las firmes i n t enciones del gobie rno de continua r con
el apoyo .
A partir de es t e momento, y has t a entrados los
primeros aftos del s i g l o xx , las rel a c i on e s entre los dos
paíse s s e f ueron estrechando . Por un lado, Díaz mantuvo una
política en donde l a s conce s i one s y l os subsidios jugaban
un papel importante como modelo para promover la inversión
privada . Por e l otro , s u gobierno estaba i ntentando
10 Danie l Cosío Villegas, Historia moderna de México. El Pporfiriaro. Vida política exterior, segunda
parte, México , Hermes, 1963.
13
modernizar los códigos legales que ga r an t i za r an protección
a los empresarios.
En e l caso de Estados Unidos, su creciente economí a y
su afán por c onve rtirse e n la nación protectora del
c on t i ne n t e americano l o l levaron a ma r c a r l a pauta en
cuanto a i nv e r s i one s s e refi ere. Su principal objetivo
radicó e n conseguir c onc esione s ferrocarrileras que dotaran
a su país y, en este caso, a Méx i co, de r amales que
conectaran el este de l os Es tados Unidos con el oes te tanto
de su propio país como del nuest r o .
ferrocarriles llegaron
per i odoA lo largo del
a gozar
del
de
Porfiriato,
c onc e s i one s
los
muy
generosas, al grado de que e l gobier no llegaba a subsidiar
la cons t r uc c ión , con un to t al hasta de la mi t ad de su costo
real. En t r e 1877 -1910, s e tendi eron 18 521 kilómetros de
v í as férreas . 1 1
Para México , e r a imp orta n t e entender la po l í t i c a del
gobierno norteamericano . Fue po r el l o que se valió de l os
ministros mex icanos enviados a Wash i ng ton para conocer la
imagen que se tenía d e Méxi c o en l a prensa de ese país y
cómo podía refle jarse en las re l a c ione s entre ambos pa í ses .
Uno de l os ejemplos má s de s t a cados de esta po l í t i c a se
encuentra en la persona de Ma tí as Romero, dip l omá t i co
mexicano que se encargó , a partir de su posición como
ministro plenipotenciario e n Washing ton ,
11 John H. Coatsworth. op. cit.. p. 50.
no sólo de
14
i n f ormar cómo se veí a a Méxic o en Estados Un i do s . sino de
mostrar la realidad por la cual atrave saba nuestro país y
f orjar una imagen atractiva para l os invers ionistas . El
c a so de Romero es e jemplar, porque e ra un diplomático
convenc i do de la neces i dad de proyec tar la imagen positiva
de México hacia el exteri o r . Dur an t e e l t i emp o que sirvió
como ministro, s e c onvirti ó en el princ ipal promotor del
país . 12 Su investi dura de min i s tro. l o ll e vó a relacionarse
c on gran cant idad de invers ionistas norteamericanos. al
grado de que muchas veces se v io compromet ido en distintos
proyectos . Su c a so es e j emp l ar. además. pu e s demue stra c ómo
es que l a f órmula po l ít ico-inver s i on ista a l lanaba e l c a mi no
para ob t en e r a lguna s c oncesiones.
En los capi tulos s igu ientes . se i n t entará mostrar la
forma e n que Romero se intere s ó e n un cas o part icular: la
coloniza c ión de l a Bahía de Topolobampo.
11 Harry Bernstein. Marias Romero. /837-/ 898. trad. Margarita MontellanoArteaga, México, Fondo de
Cultura Económica. 1982.351 p. (Sección Obras de Historia).
CAPÍTULO II 
MATÍAS ROMERO EN EL DISEÑO DE LA POLÍTICA SOBRE LA 
INVERSIÓN EXTRANJERA 
15 
Matías Romero es considerado como uno de los principales 
personajes de la vida pública de México durante la segunda 
mitad del siglo XIX. Jugó un papel de suma importancia en 
las relaciones diplomáticas y de fomento a la inversión 
tanto nacional como extranjera. Esto le fue posible debido 
a los distintos cargos públicos que ocupó, destacando el de 
ministro plenipotenciario en Washington, puesto que utilizó 
para dar a conocer la labor que el gobierno federal y los 
mexicanos estaban haciendo por mejorar la participación 
económica de México en el ámbito internacional. De esta 
forma, se buscó que México fuera visto como un país sólido 
y confiable, capaz de jugar un papel importante en las 
relaciones internacionales. 
Por su capacidad, su eficiente desempeño y su 
conocimiento en el ámbito de las relaciones entre México y 
Estados Unidos, Romero se convirtió en un eslabón de enorme 
importancia entre las polí ticas e intereses de las dos 
naciones. 
En el caso que a continuación nos ocupa, el desempeño 
de Romero como ministro plenipotenciario en Washington 
16
sirvió para resaltar la importancia de los nuevos gobiernos
de fine s del siglo XIX en el desarroll o de la política
exterior pract i cada, tanto p or el gobi e rno del president e
Porfirio Díaz , como por el de Manuel Gonzá l e z .
2.1 Matías Romero de Oaxaca para el mundo
Al i gual que v a r ios de sus contemporáneos prominentes , como
Porfi rio Dí a z y Benito J uáre z, Matías Rome ro v io por
primera v e z la luz en el Estado de Oaxaca el 24 de febrero
de 1837 . 1 3 Sus primeros años los pas ó al lado de s us p a dres
y s us tre s hermanos , Luz, J osé y Cayetano. Procedí a d e una
fami lia aparen t emente d e recurs os , pues c ontaba n con
p r op i edades en div e r s a s par t e s d e l esta do y a un a ntes de
c onve r t irse en abogado, él manejaba
de los ne gocios fami liares. 14
ya l a administr ación
En 1 84 8 , a l os once años de e dad . i ng r esó a l I nst itu t o
de Ci encias y Artes de Oaxaca , recinto e du cat i v o qu e
a lbergó también a o t r os ilu s t r es oaxaqueños de l a época,
c omo Beni t o Juárez, Porfirio Díaz e Ignacio Mariscal. Fu e
dentro de e s te I nst i tu t o , donde apr end ió a ha cer un
13 Harry Bemstein. Marias Romero. /837-/898. op .cit.. p.122.
14 lb idem. p. 8; Josefina MacGregor . "Matías Romero ''. en: En busco de 1/11 discurso integrador de la
nación, 1848-1884, México. Instituto de Investigaciones Históricas. Univers idad Nacional Autónoma de
México, 1996. p. 465-487.
17
análisi s mucho más re flexivo, y a cuest ionar el dogma
organizado de la I glesia Cató l ica . 1 5
Aun c uando Romero fue un persona j e interesado y
agradecido con su estado natal siguió l os pasos de sus
pai sanos f amosos y ma r chó a la ciudad de Méxi c o en 1854, e n
bus ca de un puesto dentro de l gobi e r no f e de r a l. Si n
embargo , no f ue sino has ta su segundo v ia je, en e l año de
1855 , cuando dec idió asentarse defini tivamente en la
capi t al mex icana . Pa ra sobrevivir cons i gu i ó un empleo de
meritori o en l a secc ión Europe a de l a Secre t a r í a de
Relacione s Ex t e r i ore s. 16
Romero se ded i c ó después a estudiar l eye s, c a r r e r a q ue
ejerció de dic iembre de 1855 a s ep t i embr e de 1857, cuando
f u e a dmitido en la Barra de Abo gad os de la c i udad de
México . El f isca l de la Suprema Corte de J usticia autori zó
s u ingreso, después de l examen que aprobó en oc t ub r e de
1857 . 17
Durante esta época , Matías Romero c omen z ó a s ufri r de
d iversos malestares en la cabeza y el estóma go,
enfermedades que sus biógrafos han at ribuido a una pos i b le
epi leps ia que se c ree que padecía . Lo que es un h e cho es
15 Harry Bernstein, op. cito, p. 8.
16 La Secretaría de Relaciones Exteriores se estableció por dec reto de la Junta Provisional Gubernati va el
8 de noviembre de 182 1, denominándose Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Interiores y
Exteriores. Durante el período de este estudio. se llamó Secreta ría de Relaciones Exteriore s y
Gobernación. por decreto del 16 de abri l de 186 1. Diccionario Pornia Historia, Biografía y Geografía de
México, sexta edición, México. edil. Porrúa, tomo R-Z, p. 3237-3238 .
17 Harry Bernstein, op.cit.. p. 12- 13.
18
que a ún con estos t r a s t o r nos que lo acompañar on t oda su
v i da. nunca mos t r ó signos de f laqueza. I B
Los cargos públicos de Romero fueron muy var iados
imp ortan t es. y cas i t odos estuv i eron re l acionados c on las
l a bores di p l omát i cas. en e spec i a l con e l pa í s vecino del
norte . Ca be destacar la imp ortancia de s u desempeño . si
consideramos que comenzó su carrera pol í tica en un momen t o
en que México atravesaba por una situa ción d i f íc il e n
cuanto a estabilidad política y económica se re fie r e.
Al oc upa r la capital de la Repúbl ica l as fuerza s de
Félix Zu loa ga en 185 8 . Mat ías Romero se di rig i ó a l a ciudad
de Gua naj ua t o . en donde Benito Juárez. e l p r e s i d e n te
constituciona l . hab í a e sta blecido la res idenc i a del
gobierno liberal. y ahí si r vió como escribien te de l a
Secretar í a de Relaciones, del 10 de enero a l 28 de febrero
de 1858 . Pos t e riormente . d e l l ° de mar zo al 31 de diciembre
de l mi smo a ño. actuó como of icial quinto de l a misma
secr e tar í a . en Guadalajara. Colima y Ve rac r u z, en d onde
s uc e s i vamen te r a d icó el gobierno trashuman te de J uá r ez en
e l ex i l io . El l ° de diciembre de 185 9 se le nombró
Se cretari o de la Legación Mexicana en Wa s h i ng t on . cargo en
el que du r ó has ta e l 15 de agosto de 1860 y que l e permiti ó
comenzar a conocer a la nación vec ina . 19 Es e mi s mo año
'"Harry Bernstein.. op.cit.. p. 22.
19Archivo Histór ico de Relaciones Exteriores. desde ahora AHGE-SRE.. Matias Romero S/I expedien te
perso nal. L-E- I040.
19
Romero quedó c omo encarga d o de Negocios ad interim, hasta
1862 .
Pa ra el año de 1863 , Romero s e encon t r a ba de vuelta e n
México , donde tomó parte act iva en la defensa de la
autonomí a mexicana y la i ndependenc i a an te la invasión
francesa . El p r esidente Benito Juárez lo había n ombra d o
coronel de Infan t e r í a de Auxiliares de l Ej érc ito en San
Luis Potos í , el 3 de agosto de ese a ño. Sin embargo , el 2
de s eptiembr e, volvió a los Estados Unidos cua ndo el p rimer
manda t a ri o l o designó como enviado extraordinar i o y
mini s tro plenipotenc i ario de México en Washing t on, y e l 4
de sept iembr e partió pa r a esa c i uda d do nde e jerció ese
cargo hasta e l 14 de julio de 1868. 20
Du r a n t e e s e per i odo, Romero puso l os cimientos más
firmes de l o que posteriormente sería s u c arrera como
serv i do r del gobierno mexica no , ma yormente or i e n t ada a l
ámbi t o interna c i on al y concen trada en c u l tiva r y mej orar
las r elacione s d iplomá t ica s . El nu evo minis tro comenzó
desde entonc e s a vincu larse c on persona jes clave tan t o en
l as áreas pol ítica s , como en las de negoc i os, lo c ua l se
convirt ió en parte fundamen tal de su car rera y s e pro l ongó
durante t oda su v i da . Esto s e hace patente en e l enorme
a cer vo que cons t i t uye su cor r e s pondenc i a, donde se
20 El nombramiento aparece en el volumen 30 página 474 de la correspondencia de la legación mexicana
en Washington. AHGE -SRE . L-E-lü4ü y T antes CR- l . p.474 .
20 
conservan cantidades importantes de documentos personales y 
oficiales que acumuló a lo largo de su vida. 21 
Durante su estancia en los Estados Unidos, Matías 
Romero conoció a una joven de nombre Lucretia Allen, de 
origen estadunidense, con la que contrajo matrimonio en 
1868, Y con quien partió a México para hacerse cargo de laSecretaría de Hacienda y Crédito Público. Administró esta 
cartera del 15 de enero de 1868 a mayo de 1872, cuando, por 
razones de salud, tuvo que dejarla, retirándose a la vida 
privada temporalmente. Durante el lapso de tres años que 
pasó fuera de la vida pública, Romero se dedicó a una finca 
que había adquirido en el Soconusco; sin embargo, sus 
esfuerzos por sacar adelante una empresa agrícola dedicada 
al cultivo del café y el caucho, así como para explotar 
maderas finas, se vieron truncados debido a los 
enfrentamientos que llegó a tener con el general Justo 
Rufino Barrios. 22 
Decidido a volver a la vida pública y ya de regreso en 
la ciudad de México, el 50 2 distrito electoral del estado 
de Chiapas lo eligió diputado al 7 2 Congreso de la Unión, 
cargo que desempeñó desde el 30 de abril de 1875 hasta el 
15 de septiembre de 1876. Su 
continuó, ya que, posteriormente, el 15 2 distrito electoral 
21 AHGE-SRE. L-E-140, El archivo de Matías Romero, se encuentra en el Banco de México y ha sido 
parcialmente catalogado. Guadalupe Monroy Huitrón, pról., Archivo histórico de Matias Romero. 2 v., 
México, Banco de México, 1965-1970. 
22 Josefina Mac Gregor, "Matías Romero", op. cit., p. 469; Daniel Cosío Villegas "La aventura de 
Matías" en Historia Mexicana, v.VIII, núm. 1, julio-septiembre de 1958, p. 35-59. 
21 
del estado de Oaxaca lo nombró su representante al 8 2 
Congreso de la Unión, donde estuvo del 16 de septiembre 
hasta el 20 de noviembre de 1876, momento en el cual la 
capital se vio ocupada por el general en jefe del 
movimiento revolucionario de Tuxtepec, Porfirio Díaz. 23 
Durante el tiempo que duró la lucha por el poder entre 
Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias y Porfirio 
Díaz, Matías Romero prefirió no aceptar ningún ofrecimiento 
por parte de Díaz, por no estar de acuerdo con el 
levantamiento que había encabezado. Sin embargo, cuando 
Díaz fue electo presidente el 5 de mayo de 1877 y le pidió 
que se hiciera cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito 
Público, él aceptó y ocupó el puesto del 24 de mayo al 1 2 
de abril de 1879. 
Después de un primer período presidencial de Porfirio 
Díaz, Manuel González ocupó el Poder Ejecutivo en 1880. 
Romero siguió sirviendo al gobierno con eficacia. En un 
principio estuvo a cargo de la Administración General de 
Correos, de febrero de 1880 a enero de 1881; 
posteriormente, la Secretaría de Fomento lo nombró en 
comisión, junto con los señores Tomás Branife4 y Pedro 
Escudero y Echánove, para estudiar la cuestión del 
23 AHGE-SRE,. L- E- 1040. 
24 Tomas Braniff (1850-1905). Norteamericano dedicado a los negocios, fue ingeniero constructor del 
Ferrocarril Mexicano, que iba de México a Veracruz. También fue gerente de esa empresa y de la Cía. 
Mexicana de Gas y Luz Eléctrica. Diccionario Porrúa Historia. Biografía y Geografía de México, sexta 
edición, México, edito Porrúa, tomo 1 A-C, p. 477. 
22
c ombustible en México, c on obj eto d e imped i r la tala y
destrucción de l os bosques .
Dentro de l a admi n is t r a c i ón de González , Mat í as Romero
vo l v ió a ser n ombrado para ocupar un puesto en los Estados
Unidos, de nuevo como Ministro Plenipotenc i a r io d e México
e n Washington , d onde s e ma ntuv o del 15 de f ebrero de 1882
al 30 de n ovie mbr e de 1 8 84 . Ent onces r e nunc ió por h a b e r
c oncluido e l periodo cons tituc i onal de la a dmi n i s t r a c i ón a
l a que servía.
En efecto , Porfir i o Díaz reg r esó a l a p r e s i de n c i a ese
mismo año, dentro de un amb i e n te de g randes expectativas,
pues durante l a ges t i ón de Manuel Gon zál e z s e habían
c omenzado a gestar i mportante s cambios institucion a l e s que
p r opiciarían un gran crec imi e nto en las activi d a d e s
gubernamentales y de inf raestructura e n gran escala . Lo s
ferrocarriles empeza r on a t ener un e no rme a ug e y numerosas
c ompañ ías, tanto n o rteamer icana s com o i ng l e s a s , 25
comenzaron a poner ate nción e n las posib i l i d a d e s de
inversión en México.
La experiencia d e Mat í a s Romero en e l extran jero fue
l a me j or r azón para que Díaz decidiera ponerlo nue vament e
al frente de la e mba j a da e n Was h ing ton . Era obvio que , p a ra
e s e momento, n o h a b ía n inguna p ers ona c on la t rayectoria y
conoc i mi ento s obr e el p a í s vec i no de que é l goz aba . Así que
21 Manu el Cosío Villegas, Historia Moderna de México. "Después tambi én en el Norte", México.
Herme s, 1972.278 p.
23
Romero regresó el 2 9 d e e nero de 1 885 y se con s e r v ó en e s e
cargo hasta 18 91 .
Ésta s ería la época más rica d e Romero en c u a n t o a la
producción de documentos d e c a r ác t e r dip l omátic o . Entonces
se encargó de a s un t o s tan dive r s o s como l os l í mites entre
México y l o s Estados Unido s , la con s t rucc ión de diversos
ferrocarr i l e s en la Repúbli ca Mexicana y el asentamiento de
colonias , dando l uga r a que s u conta cto c on l os
i nvers i onistas s e volviera frecuente y es t rec ho . 2 6
A part i r 1 2 de e nero de 1892 , Romero se vo lvió a hacer
cargo de l a Secre taría d e Hacienda y Crédito Público, donde
s e quedó hasta el 7 de mayo d e 1 8 93. Más t a r de r e g r e s ó a
l os Estados Unidos, una ve z más como ministro
p lenipotenciario. Pasó sus últ i mos a ñ o s d e v i d a en
funciones y murió en Washington el a ñ o de 1898 .
2 .2 Matías Romero y sus experiencias con l o s Estados Unidos
Como y a vimos, la v ida d e Matías Romero t r a n scu rrió en dos
planos polít icos: tanto en la Secretaría de Haciend a como
e n la Secretaría de Relacion e s Exteriores , donde e s t uvo e n
un principio como s ecre t a r i o durante l a época j u a r i s t a y
posteriormente se dese mp e ñ ó como e nviad o e xtraordin a r io y
26AHGE-5RE. Archivo de la Embajada de México en los Estados Unidos de América (en adelante
AMEUA); La serie denominada C.R.1. ingresó al archivo histórico de Relaciones Exteriores el años de
1932 procedente de la Embajada de México en Estados Unidos.
24
ministro plenipotencia rio de la legación de México en
Estados Unidos ; t odo esto duran t e e l mandato d e los
pres i dentes Ben i to Juár ez, Porfirio Dí az y Manuel Gonzál e z .
Fue durante l os gobiernos de Dí az y Gon zál e z cuando
l ogró adentrarse por c ompleto en l a v i da diplomática de los
Estados Unidos, llegando a c onoc e r muy bien l a fo r ma en que
los asuntos polític os y de invers ión s e l l e va ba n a cabo
e n tre es tos do s paí s es.
Romero fue por primera vez a l paí s del norte en el año
de 18 5 9 , cuando c on t a ba con e scasos vei nt i dós años de
edad. 27 Des de s u arr i bo s e famil iarizó con a s un t os de gran
enve r ga dura, como f ue e l c a so de l a s negociac iones que se
dier on para el trata do que se conoc ió c omo McLane-Ocamp o . 28
Dent r o de l t r a tado qu e negociaron el entonces mi n is t ro
de Es t a dos Unidos en Méx ico, Robe r t Milligan McLane, y e l
Min i s t ro de Relacione s Ext er i ores, Melchor Oc ampo , se
buscaron arreglos sobre el tráns ito en el i stmo de
Te hua n t epec y l a adqu i s i c i ón d e Baja Cali fornia, Sono r a y
par te de Chihuahua . 29
El ob j e tivo del tratado , f i rma do el 14 de d ic iembre de
1859, era que se cons tituyese en ampliación del artículo
VII I del Tratado de la Mesilla, dando el derecho de
tránsito a los c i udadanos estadunidenses y sus bien e s por
27 Ca rta enviada al secretario de Relaciones Exteriores. en la cual Romero menc iona que ha trabajado
durante años en e l servicio diplomático. Washin gton. marzo 3 1 de 1887. en HG E-SR E•.L-E -Iü4Ü .
28 Harry Bern stein , op. cit.. p.47.
29 Alma Parra . "Robert M. Mcl.ane", en Ana Rosa S uárez Argue llo. co mp.. En el nombre del Destino
Manifiesto . México. Inst ituto Mora. 1998. p.102.
cualquier c ami no que s e trazar a e n e l Istmo
25
de
Tehuantepec . 3o Dicho artículo e stablec í a que:
Por vía de ampliaciónal ar t í culo 8 2 del Tratado
de 3 ' de diciembre de 1 85 3, cede l a República
Mexicana a los Estados Unidos y s us conc i uda d a n os
y bienes , en perpetuidad, e l d e r e cho de tráns ito
por e l Istmo de Tehuan t epe c , d e uno a otro mar ,
por c u a l qui e r c ami n o que a c t ualmen te e x i s t a o que
existier e l o s uces ivo s irviéndose de él ambas
repúblicas y sus ciudadanos. 3l
También se c ontemplar on aspectos comer c i a les como el
establecimiento de t ar i fa s e quivalente s, convini e ndo q u e
l os p r oductos e s t a dun i denses gozar an de arancel e s
preferenciale s con respecto a las merca n c ías d e otr os
países.
Los intereses de tipo comercial se volvieron mucho más
frecuente s a mediados d e l siglo XIX y estaban f i nca dos e n
los i n t e r e s e s de c a da una de las naciones que mostraban
nuevos desarr ollos. Ahora bien , desde antes d e buscar rutas
interoceánic a s , los Estados Un idos most r aron un interés por
adquirir t e rr i t orios del norte de l país e n t a nto México
buscaba recursos para un ma yor crecimiento.
Sería a parti r de es tos int e r e s e s que Romero comenzó a
v i slumb r a r l a s f ormas en que se p odían desarrol lar
relac i ones bas a das e n diver s os aspectos de t ipo económi co .
El per iodo se v io p ues ma rcado por el gran i n t e rés que
existía p or p a r te de ambos gob iernos por tra t ar de formula r
30lbidem, p.I03 .
3 1Ana Rosa Suárez Argüello, (comp) EUA2. documentos de su Historia Política /l, Instituto Mora 1988.
p.243.
26
t r a tados de reciprocidad . sin embargo ninguno de e l los
l l eg ó a rati fica r se en esta época. 32
De acuer do c on Paolo Ri guz zi. e l tratado más notorio
fue e l que estuv o di rig ido por el prop io Matías Romero y
p or e l e xpres i dente de Es t a dos Uni dos, e l g en e r a l Ul y sses
S. Grant a med i ados de 18 82 , a l c ua l ambos ded i c aron g r a n
parte de s u t iemp o , c onf iando en que un a cuerdo de
reciprocidad comercial sería l a mejor opc i ón para entablar
una bue na re l a c ión ent r e ambos pa í s e s.
México o f r e c e un c ampo tan vasto como lucrat i vo
para la i nve r s i ón de capitales y el e s píri tu de
emp r e s a de l os Estados Unidos ha comenza do y a s us
traba j os en ese terreno . Es por l o mismo muy
natur al que ambas na c i one s cultiven r e l ac iones
amistosas de la clase más íntima y de un c a r á c te r
tan t o diplomát ico como s ocial y comerc i a l . Tales
s on l a s miras y deseos de l gobierno d e Méxi c o:
tales han sido los mí os por muchos años y ah or a
vengo a presentar a vues t r a excelencia estas
mi r a s y deseos y procurar ponerlos en práct ica. 3 3
Todos estos intentos de estrechar relación tuvieron
mucho que ve r con el gr an auge e c onómico que se c omenzó a
dar en e l mome n t o de may or desarrol lo d e l os
ferrocarriles, cuando la conci enc ia de ve c i nda d y posibles
benefici os para ambos países se volvi e r on más ev identes , y
d ieron lugar a la búsque da de un comercio bila t eral que
empe zó a r endi r f r utos en la a tracción d e supuestos
32 Desde mediados del Siglo XIX hasta 1910. se discutieron seis tratados de reciprocidad comercial entre
México y Estados Unidos. 1857-1859. 1876-1877. 1882-1883. 189 1. 1897 Y 1910. Paolo Riguzzi.
¿ Reciprocidad imposible ' : la politica del comercio entre México y ESTados Unidos. México. Instituto
Mora: El Colegio Mexiquense, 2003.
33AHGE-SRE. L-E-I040. f. 36.Alocución pronunciada por Mafias Romero al ser recibido por el
presidente de los Estados Unidos. Riggs House, Washington . D.C.. marzo 4 de 1882: en Morías Romero .
su expediente personal.
capitales por parte del gobierno mexic ano ,
27
y en e l
establ ecimiento de una r ed come rcial con Estados Unidos
mucho más intensa que le permit iría a este ú lt imo una
p r oy e c ción hacia el Caribe y Centroamérica.
Podr íamos afirmar que e l i nte rés de Rome ro por buscar
l a firma de un tratado comerc ial iba más a llá de l simple
hecho de apoyar la apertura c omercial de Méxi co . Hay que
cons iderar la posibilidad de que, e n el momento en que ese
t r atad o fue negociado t a nto por Romero como por Gr ant , se
encontrara vincu lado a sus propios intereses, ya que para
entonces exist ía la posibi lidad de c omen za r a construir
vías férreas entre la frontera c on Guatemala , Oaxaca y
ramales hacia Tehuant epec, baj o la conce sión del gobierno
d e Oa x a c a , y esta inversión con tó con el apoyo de ambos. 34
Puede argumentarse que di cho i n t e r é s tenía una l iga
directa con e l t ipo de productos que se ha bían negociad o
y logrado entrar a la lista d e exenciones de derechos de
importación en e l recién discutido t ratado de reciprocidad
comercial . Muchos de e l los se producían en e l va l l e de
Soconusco , donde Romero ten ía negocios particulares y, por
otra parte , se encontraban también l os artículos
necesarios para la construcción de vía s de f errocarril .
Por el lado de México r ep r e s en t a ba n un t otal de 30 , y por
34 Esta hipótesis se encuentra mucho más estudiada en el trabajo de Alfredo Ávila, "Diplomacia e interés
privado: Matías Romero. el Soconusco y el Southem Mexican Railroad, 188 1-1883". Secuencia .38.
Revista Americana de Ciencias Sociales, México. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora.
mayo-agosto de 1997. y . 38. p. 51-76.
28
parte de l os Es tados Unidos sumaban 74. Cabe destacar l os
sigui e n t e s : 35
Li sta de artículos Li s t a de artícu los de
mexicanos que se admitirán producci ón de l os Estad os
libres de derechos en l o s Unidos de Améri ca que se
Estados Unidos de América . admitirán libres de derech os
en Méxi c o.
l . Añ i l o í n d i go . l. Alambre s pa r a
telégrafo, c uy o dest i n o
a creditarán l os interes a dos
a n t e las aduanas
respectivas .
2 . Azúcar, s iempre que su 2 . Ca r bón d e todas
color no pase del número clases.
1 6 de la escala
holandesa .
3 . Frutas frescas d e t odas 3 . Coche s y c a r ros para
clases, c omo naran jas , fe rrocarr iles.
limones , piñas, l imas ,
p látanos , ma ng os , e t c .
4 . Madera s in labrar 4 . Dinamita .
5 . Tabaco en rama sin S . Hierro o a c ero
manufacturar . f or j a d o rieles p a ra
ferrocarriles.
6. Locomotoras.
7. Má qu i na s de vapor .
35 Matías Romero, Reciprocidad come rcial entre México y /os Estados Unidos (el tratado comercial de
1883), México. Banco Naciona l de Comercio Exterior. 1971.
29
El tratado de reciprocidad de 1883 i n t en t ó for talecer
la ami stad y la re l ac ión d i p lomática y de ne goc i os que
mant uvieron Romero y Grant , sin la cual no s e pueden
comprender muchas de las expectativas puestas por Romero en
los Estados Unidos. Aquí , de entrada , se han manej ado dos :
l a pública y la privada.
Desde el momento d e la l legad a a Wa s h i ng t on de Matías
Romer o en febrero de 18 82, se le hizo paten t e que le
resultaba i ndispens a ble visitar primero a Gran t, ant e s de
presentarse f r en t e al gobierno de l os Estados Unidos como
ministro plenipotenciario d e México, bajo el rég i men de l
pres idente Manue l Gonzá lez . 3 6
Mi conversación con el General Grant fue tan
satisfactoria c omo yo l o esperaba. Impuesto de
l os objetos pri nc ipales de mi misión me dijo que
le parecían razonables y fundados nu estros deseos
y que creía que no e ncont r a r í a yo dificultades e n
Wa s h i ngton , pero que s i las enc on t r a ba , él
escribiría al Presidente y al s ecretario de
Estado y aun i ría a Wa s h i ng ton para alIar l os
(s ic) s i s u p r e sencia f uera necesaria3?
Que dó as í pa t ente qu e l a "mi s ión " de Romero no era
otr a cosa que la aproximac i ón de ambas naciones en el
aspecto de vías de comunicación ,
e conómica .
comercio y r e l a c i ón
36 AHGE-SRE. t. 46 1, Carta enviada por Marias Rnmero al secretario de Relacione s Exteriores en
México, Was hingto n, febrero 15 de 1882.
37 AHGE-SRE , t. 461, Carta enviada porManas Romero al secretario de Relaciones Exteri ores en
México, Nueva York. marzo 2 de 1882.
30
La capacidad de Romero para involucrarse c a da vez má s
e n los asuntos d e ambos países l e permi t i ó si tuarse en un
plano preferencial, que l e d io l a oportunidad de r e s a l t a r
l as nuevas pol í t icas de r elación que comenzaba a man e j ar e l
gob i e r n o de González, así c omo ace rcar se a l os pers onaj e s
que le permitirían avanzar e n s us int e r e s e s pe r s onales .
Todo esto s irv e par a da rnos una i de a de l a forma e n
que Romero sol í a t raba j a r: s e trata ba de un homb r e c apaz de
i r s e infiltrando en las capas más impor t a ntes de l a
socieda d norteamericana, con t al de c on s e gu i r que l a i dea
de un México más pujante y estable l l ega r a a l os o í dos de
l a s pers onas indicadas. Su puesto c omo mini s t r o
p len ipot enci a r io e n Wash i ngton l e dio l a v e n t aj a d e conocer
a i ndivi duos de di fe ren tes es feras de l a soc i eda d d e l país .
Dur ante el mes de febre ro de 1883 , a Romero se l e
pre sent ó la oportunidad de demos t r a r aón más cuá l era s u
pol í ti c a y la de Méxi c o, pue s f ue requerido como i nvitado
de honor a una cena en Fi lade l fia, organ i zada por p e r s on a s
que s e encontraban i ntere s a das en l os n egoc i os mi neros y de
come rc i o en Méxi c o . La c rónica de dicha r e unión s e publ i c ó
e n el Philadelphia Press de l 13 de febre r o de 1 88 3 , con e l
tí t ulo :
h ono r de Ma t í as Rome ro, e n
capi t al is tas no r t eameri cano s
magní fico s r e cursos con l os
vecina. 38
Banque t e da do e n
d onde comentó a l os
e l des arroll o y l os
que cuen t a l a Nación
)" Philadelphia Press, febrero de 13 de 1883.
Dentro de esta crónica ,
31
se encuentra íntegro el
discurso que Romero p ronunció fre n t e a 63 i nv e r s i on i s t a s .
Ca b e destacar la elocuencia con la que manifestó su enorme
i n t e r é s por conseguir que l os norteamericanos se a n i ma r a n a
i nvertir y a reconocer a México como una nac i ón segura que
habí a l ogrado superar l o s con f l i c tos internos que tanto la
afectaron durante la p rimera mi tad del siglo XI X.
. . . Estando en Méxi c o mi ambición ha sido ver mi
propio p a í s tan próspero como el suyo , y siempr e
he p e nsado que deb i do a nues t r a v e c i nd a d , l os
Estados Unidos serían un factor i mportante e n e l
cumpl imi e n to de tan a l t o p ropósito . . . . 3 9
Es obvio que , para 1 8 82 , Y después t amb i é n , Romero se
e n con t r a ba completamente fas cinado por la estruc tura tanto
económi c a c omo p o l í ti c a de los Estados Uni dos , de ahí que
cada vez fuera más insi s ten t e en s u idea d e p r ogreso en
México . Estaba convenc i do d e que , para q ue México
con s i gu i e r a dicho p rogreso , era necesario c omenzar p or
comunicar y c onectar a tod a s las regiones mediante un
trazado de v í a s férreas que permitiera l a transportac ión de
bienes .
. . . Estoy convencido de que los ferrocarr i les
cons truido s e n Méxi co han de t ener buen éxi to
siemp re que s e dirijan deb i damente (esto es ,
poni e ndo en comunicaci ón los gra n d e s centros de
p oblación , donde e s t á n l os distritos más r i cos ) ,
se l e s dé el trazado más conveniente y se
construyan con la ne c esaria e conomí a . Segu r o
estoy de que c ua l qui e r a línea f érre a const r u i d a
39 Discurso pronunciado en el banquete que se dio en su honor. Philadelphia Press. febrero 13 de 1883.
32
c on e stas c ond i c i one s dará buenos resultados
pecuní.ar í.o s i t?
Rome ro af i rmaba que México con t a ba c on i n i gua l a b l e s
r ecursos na t u rale s y mineros que s e e ncon t r a ba n en c ompleto
abandono debido a l a fa lta de c omunicación que exi s tía c on
estos terr i t orios. Qui zá el caso má s e specí f ico del interés
que había desper tado e n él la idea de l progreso ba sado e n
la c ons t r uc c i ón de f e rrocarriles, se ve a r epr e s e n t a da en su
p ropi a p a rt i c ipac i ón e n l a formac i ón de una c omp a ñ í a fér r ea
que func ionar ía en el sude s t e de pa ís, zon a en l a que, c omo
y a se indic ó, Romero con t a ba c on t i e r r as . 4 1
Aun cuando era un he cho que l o s n o r t eam e ricanos f u e r on
l os que c on s igui e r on mayores ga nanc ias con base en l a
cons t r ucc ión d e f err ocarri les, resulta ba t amb i é n c i e rto que
i nve r s ioni stas mexi c a nos como e l p r opio Romero s e l l eg a r on
a ver beneficiados en e l momen t o en que sus productos
tuvieron la oportunidad de r e correr mayores merc ad os y
expor t arse a l os Estados Un i dos .
Todo esto prop o r c i ona elementos para i r comprendiendo
por qué Romero v i o e n el proyec t o de Alber t Ki ms ey Owen una
buen a i dea, pues pe rmit í a comb i na r c o lonizac ión ,
f errocarrile s y c omerc i o en una zona del nor te que j amás
había s i d o v i s t a con el de tenimi e n t o su f i c i ente.
' 0 AHGE -SRE. l. 355. Correspondencia del Departamento de Estado a la legación de México en los
Estados Unidos de América. Washington jun io 8 de 1886. f. 96 1.
'1 Alfredo Ávila, "Diplomacia e interés privado: Mat ías Romero. el Soconusco y el Southern Mexican
Railroad, 188 1-1883". Secuencia. mayo-agosto de 1997. Méx ico. p. 55.
33
CAPÍTULO I II
LA IDEOLOGÍA Y EL DESARROLLO DETRÁS DEL PROYECTO DE ALBERT
KIMSEY OWEN EN TOPOLOBAMPO
3.1 El interés del socialismo utópico dentro de la colonia
cooperativista de Albert Kimsey Owen
A l o largo d e l s i g lo XVIII Europa comenz ó a v i vir grandes
cambios . El esta ll ido de la Rev olución Francesa dio paso a
la apertura de nuevas ideologías , la mayor ía encaminadas a
des tacar la parti c i p a c i ón de la s ociedad en la toma de
dec i siones y e n l a formación de un nuevo tipo de gobierno .
Estos eventos , muchas veces aunados a la diversidad
dogmática, ayudaron a que s e f ormaran c or r i e n t e s de
pensamiento que se contraponían al nuevo orden de
acumu lación de capital .
Fue así como l a s i de a s d e tipo socialista cobraron
mayor fuerz a dentro del Viejo Conti nen te , ideas que, a su
vez , no tardaron en tener a ceptac ión en Amér ica.
Pa ra e l h i s t o r i a do r Pierr e-Luc Ab r ams on, el c on t i n e n t e
americano se había c onver t ido , a los o jos del e u rop e o , en
un l ugar en donde e l hombre podría
34
construir
voluntariamente una soc iedad mejor . 42
Es ta idea muestra el hecho de que, en tre muchos
r eformistas , América era el lugar idóne o para ver prosperar
a una s ociedad que t uviera como base e l soc i ali s mo y el
c oopera t i vismo , ya que parecía mucho más fácil sembr a r sus
ideas en un continente en donde n o se v en í an a r r a s t r a n do
l os problemas y el baga je histórico europeos.
Hay que reflexionar tambi én s obre l a si tuación de
nuestro c on tine n t e, pues una vis ión e n d onde s e crea que
t odo s u extensión geográfica era un edén, o e n donde se
piense que no había d i ferenc ias e n t re los pue blos que lo
habitaban, d ista mucho de ser la mejor i magen que uno pueda
formularse s obre é l . Se tienen que tomar en c uenta de i gu a l
f o rma los procesos históricos por los que a t r avesa ron l a s
distinta s c u l t u r a s , an t e s de llega r a formarse c omo
nac iones . Quizá en esto radique que las ideo l og ías de tipo
socialista que se c omen za r on a dar no siempre t uv ieron los
mismos r esultados entre l os pueblos .
El pre s ente apa rtado pretende abordar , d e ma n e r a
s ucinta, la forma en que penetraron e stas ideologías dentro
de l os Es t ados Un i d os y la manera en que se me zclaron con
la in t e rpretación que de éstas se dieron en México en
experimentos tales como la comunidad propues t a po r Al b e r t
Kims ey Owen .
42 Pierre -Luc Abram son, Las utopías sociales en América Latina e ll el siglo XIX. FCE. México 1999.
p.20-21.
35
3 .2 Estados Unidos f renteal socialismo utópico e uropeo
Muc hos estudiosos coinciden en que los Estados Un i do s
fueron v i s tos por los eur ope os reformis t as como e l lugar
idóneo pa r a llevar a cabo sus ensayos utópic os . En parte ,
se debió a que en este pa ís todavía no aparentaba pad e c e r
la dicotomía entre la c l a se t rabajador a de l a p rop i e t a r i a
que había en Europa. Esto se consider aba como una ven t a j a
en el moment o de quere r f o rma r una sociedad en donde el
principal objetivo fuera buscar la igua ldad de c ond i c i one s
tanto e conómica s como l a borales y s ocial e s ent re sus
habi tantes .
Por o tro lado, en l os Estados Un i do s e xis tía aún la
facilida d de ha cerse de tierras, e lemen to indisp ensable
para poder echar a andar los dist intos proyectos . Por
últ i mo , un f a c t o r que t ambién era dete r mi nante, f ue la gran
aceptación que estos p r oyec t os tuvieron dentro de algunos
s e c tores de l a s ociedad norteamericana.
Estos tres aspec t os ayudaron e n gran medida a cimentar
va rios de los proyec tos utópicos que s urgieron en l os
Estados Unidos a l o l a r go del siglo XIX pr incipalmente. Hay
que t omar e n cuenta, también , que la situación de ese paí s
atravesaba por grande s cambios; pr imero el gran movimi e n to
hac ia las t i e r r a s del oes te y posteriorme n te l a guerra de
36
Secesión . Es t os p r ovoc a r on en e l án i mo d e l pueblo una
act i tud mucho más abierta a proyec tos que f omentaran el
bienestar social.
Algunos autores mencionan que duran te e l s iglo XIX se
llegaron a dar t r es diferentes periodos . e n los que e l
socialismo utópico fue constante . 43 Estos pe riodos suelen
estar vinculados con sus principales p romo tores y con e l
periodo en e l cual tuvieron su mayor desarrol lo . El
movimiento de Robert Owen. conoc ido como movimi ent o
owenita, fechado entre 1824 y 1826 ; luego Charles Fourier
dio a conocer su proyecto ha c i a 184 0, mismo que declinó
hacia 1850, y fina lmente el movimien to cooperativista, que
l ogr ó destacar entre los anos de 1880 a 1900. Uno de los
principales i mpulsores del último fue Albert Kimsey Owen.
El movimiento del inglés Robert Owen44 s u rg ió como una
reacción frente a l gran cambio que s ignificó l a Revoluc ión
Industrial . Él cons ideraba que el porveni r armón ico de l a
sociedad radicaba en la producción i ndus trial e n mas a,
siempre y cuando ésta viniera acompañada de una a d ecuada
distribución de l os bienes. Es deci r, s u proyecto no esta b a
peleado con el ritmo con el cua l se estaba desa r ro l l ando la
producción en masa a partir de la i nc or pora c i ón de las
máquinas en la producción . Aunque, lo que sí s e pe leaba,
43 Sergio Ortega, "Topo lobampo: un caso de colonización porfiriano" . Tesis de docto rado en Historia ,
México , UNAM , Facultad de Filosofía y Letras. 1977, p. 88.
37
era e l hecho de hacer una dist r ibuc ión equi tat i va d e l os
beneficios ob t en i dos .
Robert Owen via jó a los Es t a d os Unidos en 1824 .
Adquir i ó 12 000 hectá rea s y fundó la comun i dad c onoc i da
c omo New Harmony , en el es tado de Indiana. Esta colonia no
logró t ene r e l éxito que se e speraba y f inalmente fracasó
e n e l a ño de 1827 . Sin embargo, ya desde este intento,
quedó c l a ro que lo que Owen bus caba a través de la colonia
e r a fortal ecer l os l a zo s f ami l i a r e s , a part ir del
entendimiento de l a c omuni da d como una gran fami lia. Para
lograr este cometido , Owen estaba c ons c i en t e de que era
ne ces ario acabar con l o que é l denomi naba los tres grandes
corruptores de la humanidad: la propie da d privada , la
re ligi ón irraciona l y el matrimon i o . 4s
Cabe destacar que las ideas de Owe n no se a ba ndona r on
des pué s del p r imer f r a caso e n New Ha rmony. Todo lo
con t r ario , el mi s mo i ntentó llevar s u concepto de
s oc i a lismo u t ópic o a una extensión de t erreno mucho más
g r ande. Ha cia 1828 , se di rigió al gobierno mexicano
pidiendo l a c e s ión de las p r ovincias de Texas y Coahui la
pa r a c rea r en e llas una sociedad que se encargara de v i v i r
en abs o lut a armon í a, al e jánd os e de l as guerras y l os
en f rentamientos , para demos tra r al mund o que sí e ra pos ible
v i v i r d e e sa mane ra . 4 6
4~ Serg io Ortega. op .cit.. p. 90.
'" Pierre-Luc Abramson. op. cit.. p. 40.
38
El plan no llegó a c on c r etarse nunca , hay que r e cor d a r
qu e México acababa de sali r de l a guerr a d e I nd epe nd e nc i a y
la ines t a b i l i da d era su princ ipal caracterís ti c a . Por ot ro
l ado , se e s t aba hablando de d os terr i tori os fronteri zo s,
l os cua l es , a un cuando se t e nían en l a mi r a para s u
paulatina coloni zación , jamás se hubiera pensado c e de r . Po r
último , uno de los puntos que mencionó Owen corno necesario
para v i v i r en armoní a , radicaba en dejar de l a do l a
r el ig i ón irrac i onal , obser vación que debió influ i r e n la
nega t i va de un go b i erno que , en esos momen t os, e s taba
dispuesto a c ons iderar ba j o proc lama consti tucional a la
religión catól i ca como única, s in t olerancia de ninguna
or ra ; " ?
Aun c uando las d os empresas má s i mportantes que Owen
intentó r e a l i z a r en Amé r i ca, f r acasa r on, es importa n te
des t a car su cont r i bución al pensamiento del s oc ial ismo
utópic o en e s t e c ontinent e . Los pasos que él di o dentro de
l os Estados Un idos y México rindieron algunos frutos e n
mano s de o t ros r e fo rmi s tas. Tal es caso de Alber t Ki ms ey
Owen, qu i en tomó mucha s de las i d ea s de Robe rt Owe n (con
quien no ten ía paren t e s c o a lguno) para r eali zar la
f undación de l a c o lon i a d e Top olobampo .
"' Pierre-Luc Abrarnson, op. cit.. p. 40.
39
A di ferencia de Robert Owen , Charles Fourier nunca
viajó a América ; sin embargo. es t uvo s iempre interesado p o r
lo que ocurría del otro lado del Atlánt ico. 48
Su movimiento logró tener más aceptación que e l de
Owen . Tan s ó l o e n Es tados Unidos. s e t i en e informac i ón d e
la cons titución de 34 c omunidades en los territorios del
noroeste. 49
Para Fourie r l a a ctividad que aseguraba e l bienes tar
de la s ociedad era la agricultura . El hecho d e tomarla c omo
la base del desarrollo de las c o l onias no f ue una idea
nuev a , pues desde tiempo atrás e sta labor se había v is to
como la base del c r e c i mi e n to de muchas otras cul turas. No
obs t an te . qu i zá en el c a so de Amér ica Latina, el pensar en
darle may or peso que a l a t ecnolog í a fue un factor que le
hi zo ganarse más a deptos . 5o
Este punto es d e suma importancia para nues tro
estud io . pue s v e r emos que . en el caso de la colonia qu e n os
c on c i e r n e . Al b e r t Kimsey Owen combinó las ideas tanto de
Rob e r t Owen como de Fourier . De ahí que una de l as bases de
la fundac i ón de la comun i da d de Topolobampo se centrara e n
la producción agrícola y en la distribución que de ésta s e
pudie r a ll e gar a l ograr a t r avés de la util ización de
di s t i n tos medios de t r a nsporte . des tacándose e l ferrocarr i l
..lb idem ., p. 3 1.
49 Sergio Orte ga, op. cit. p. 89.
50 Pie rre-Luc Abrarn son , op. cit.. p. 33.
'0 
como elemento tecnológico capaz de acercar las fronteras 
comerciales. 
El movimiento cooperativista. por su parte, nació como 
respuesta a la competencia que había despertado el sistema 
capita lista. Las colonias, de esta tendencia veian en la 
cooperación de todos los colonos la posibilidad de alcanzar 
un orden social que rompiera con la idea preestablecida del 
trabajador y el propietario. 
Es posible que Albert Kimsey Owen sea uno de los 
principales promotores del cooperativismo y por supuesto es 
su máximo representante en los Estados Unidos. En su 
ideario, conocido como -Integral Co-operation; i t S 
Practica! Application", logró explicar la manera en que sus 
ideaspodrían ser factibles en un¡¡¡ colonia que reuniera 
tanto tierras cultivables, como la posibilidad de crear una 
infraestructura que permitiera el comercio y, sobre todo, 
agrupar a una sociedad dispuesta a cooperar por el bien 
común. 
Para Owen, uno de los grandes problemas del hombre 
radicaba en la producción y la distribución de la riqueza, 
pues la mala distribución provocaba una enorme inequidad. 
Es por ello que uno de los objetivos de Owen fue 
formar industrias cooperativas que procuraran mayor equidad 
en a la distribución: 
L. cooperación demanda lo, casi posibles 
beneficios. todos ,us esfuerzos ,on para 
mejorar lo condición física de todas 1 .. 
persona s. El dinero libre. el comercio no 
41
restringido , la exención de impuestos
federales, estatales y municipales deben ser
logradas cooperativamente, no separadamente;
nunca por medio de la competencia . 5 1
Para la colonia c ooper a t ivi s ta, l a agricultura debía
convertirse en una de l a s bases de producc i ón . De esta
f orma se pre t endían cubrir todas l as necesidades de una
sociedad: materia prima , producción, distribución ,
infraestructura ,
internacional .
v í as de comun icación , desarr ollo
Podemos obser var, de ma nera suscin ta, que la idea de
colonia cooperativ ista en el caso espec í f i co de Albert
Kimsey Owen, siguió un camino muy particular pues , como
hemos menci onad o . l a coope r at iva era tan s olo una
herrami en t a más dent ro de l gran p lan integral que Owen
t enía previsto . De e s ta fo rma podría parecernos un t a n to
con tra d i c t o r io que una de las bases que s ostenía dicho
p royecto fuera e l mane j o de l dinero a part i r de las bases
c ap i t a l i s t a s. Sin emba r go , e l fin ú l timo era que los
colonos fue ran capaces de ser dueños tanto de su colonia
como de l f e r r oc a r r i l qu e s e construyera, s i n i mpor t a r que,
para log rarlo, tuvieran que recurrir al juego capita lista
de la creación de empresas .
51 Albert Kim sey Owen, Integral Co-operation: its Practical Application. John W. Lovell Co mpan y, New
York. 1885. p. 12.
42
3.3 vida de Albert Kimsey Owen
Hasta aquí, hemos v i s to algunas de l as i deas que s e
hicieron patentes durante el s i g l o XI X; muchas sólo s e
quedaron en un i nten to fallido , muchas o t r a s l ograron
desa r ro l l a r se a l menos por algunos años . El caso del
coopera t ivismo cobra e s pecial interés por t r a t a r s e de l a
idea que Owen i ntentó lleva r a c abo . A c on t i nua c i ón , s e
muestra una s embl anza de la v ida de es t e promotor, y la
forma en que fue conc i biendo poco a poco a Topolobampo como
e l lugar i dóne o para llevar a c a bo d i c ho proyec t o
cooperativ is ta.
Al be rt Ki msey Owen nació e l 17 de mayo d e 184 7 en
Che s t e r, Delawa r e County , Penns y l vania . Su madre' f ue
Harr i et Ma f f i t , fa l l eció c ua ndo él t odavía e ra muy n iño , de
ahí que su padre Jos hua Owen se convirt i e r a en l a ma yor
influencia s obre él . Sus i deas s ocia l is t as c a u s a r í an gran
impresión en la j oven men t e de s u h i j o , Alber t Ki msey . 52
El pad re e r a un méd i c o cuáquero, que formó parte de la
brigada del general Ha n Cook duran te l a guerra Civ i l de l os
Estados Unidos .
Tanto éste como su hermano Al fred a c ompaña r on a l j oven
médico duran t e las c ampañas militares ent r e e l i nv i erno de
1 861 Y 18 62. Algunos autores que han tra ba jad o c on
anterioridad l a v i da d e Albe rt K. Owe n mencionan qu e este
52 Pierre-Luc Abramson. op. ci t.. p. 248.
acercamiento a la guerra despert ó en él
43
un mej or
e ntendimiento tanto de su país como de la condición humana,
haciéndolo mucho má s pe r c ept i vo d e las necesidades de la
sociedad de l og r a r r eun i r la armonía , la i gua l d a d y la
toleranc ia . Estos factores quizá logra ron sentar d e manera
signi f icativa l a ideología u t ópica que pos t erio rmente
habría de abanderar. 53
Para el año de 1866, la familia Owe n se fue a recorrer
Eu r opa , con e l propós ito de apreciar l o s adelantos
técnicos , la sociedad y la vida d e l Vie j o Continente . Su
estancia f ue de catorce me ses , durante l os cuales visitaron
Inglaterra , Francia, Malta, Sicil ia e Italia. En estos
países log r a ron obs e r va r cómo l a Revoluc ión Industria l
estaba gestando clases
capitalista.
sociales propias del s istema
En cuanto r egresó a Delaware Owen t omó un empleo como
jefe de planeación del ferrocarril Che s t e r Creek . 54 Te n í a
entonces 20 a ños .
Para el año de 1868 , Albert ayudó e n la urbanización
de su ciudad y d e Fourth Wor t h , Filadelfia, trabajo que e n
un fu t u r o le i ba a s e rvir para l a p laneac i ón d e su p r opia
ciudad modelo.
53 David M. P letcher, Rails. Mines and Progress: Seven American Promoters in Mexico /867- / 9/ 1.
Cornell University Press, Ithaca-Nue va York, 1958; Sergio Ortega, El Edén subvenido: la colonización
de Topolobampo, / 886-1896. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México. 1978.
54 A lbert Kimsey Owen, Integral Co-operarion irs Practica! Application. John W. Love ll Co mpan y, New
York, 1885. p. 20 1
44
Había s a cado prove cho de las r e l a c i one s que hizo
mientras acompañó a s u padre du rante l a Guerra Civil. En
e f e c t o , entre otr os, c onoc i ó al general Edward F. Beale,
quien lo recomendó como s up e rvisor de l a cons t r ucc ión de la
vía de Clear Cree k Canyon, en el estado de Colorado . Esto
l o l l evó , en el año de 187 2 a s e r invita do por e l gener al
Palmer, propietario de la línea Denver - El Paso a un irse a
su expedic i ón a Méx ico con e l propósito de amplia r su red
ferroviaria al norte de Méx i c o y posteriormente l l evarla
hasta la capital de es t e país . 5?
Owen recor ri ó en t onc e s , en compañ í a del gobernador
H.C . Hunt, una larga r u t a que i ba desde Color a do Springs,
hasta Querétaro , pasa ndo por Santa Fe, El Pa so, Chihuahua.
Era s u prime r contacto con México, Al be r t K . Owe n ,
permaneció por un periodo de once meses , v i a j a ndo
p rincipalmente por l a zona de l Pacífico . Fue durante e ste
reconocimien t o que se enteró por primera ve z de la
existencia d e una bahía conocida como Top o1obampo , la c ua l
se encontraba enma r c a da en
Sinaloa . 56
l a cos t a del estado de
Como s uc e dería con una buena parte de los
inversioni s t a s extranjeros , é l h i zo amistades dentro del
ámbito po l í t ico mexicano. Una de ellas s e c onver ti r ía ,
entre 1880 Y 1884 , en presidente de l a República Mexicana,
Manuel Gonzá1ez .
" Thomas A. Robertson, A South western Utopia. The Ward Ritchie Press: Los Angeles. 1964. p. 23.
56 Albert K. Owen, op. cit. p. 202.
45
Owen abordó por primera vez e l tema del ferrocarr il
Norfolk-Topolobampo e l 2 0 de may o de 1873 , dentro de la
convención de gobernadores de l "Nuevo Sur" en Atlanta ,
Georgia . 57 Posteri or mente , y gracias a l a ayuda del
gobernador Kemper de l Es tad o de Vi rginia , consigu ió que la
asamblea aprobara s u i niciat iva s obre l a coloni za c ión de
tierras en el tramo que ocupa ría dicho ferroca r r i l . Sin
embargo, entre los años 187 3 y 1878 , Es t a d os Unidos su f ri ó
una c r is is económica que parali zó por algún tiempo e l auge
ferrocarrilero que se había e s t ado dando,
permit ió que esta i n icia tiva pro s pe r a r a . 5 8
l o cual no
En el invierno de 1874, J ohn Brown Gor don , gobernador
de Georgia, presentó al Senado de l os Estados Unidos de
Ame r i c a el " Memori al of A.K . Owen, C. E . ", conocido como
" the great Southern Trans -Oceanic and Internation a l Air
Line-Asia to Europe via Mexico and t he United States ". 59
Cabe destacar que la idea de Albert Owen de hacer un
f e r r oc a r r i l que c one c tara e l este de los Estados Un i dos con
un puerto en el oes t e no e ra nue va .
Se pretendía qu e é ste par t iera de Ka ns a s City y
terminase en Topo lobampo , a c ortando en 965 KM la dis tancia
en t r e las zonas i ndustr i al e s del cent ro y este d e
Nor t e amé r i c a y el Océano Pac í f ico. 5 0 Sin embargo , él iba
mucho más allá de la ide a de f omen t a r el comerc i o inter-
17 Sergio Orte ga.. "To poloba mpo: un Caso de Co lonizac ión Porfiriano.. . . .. 0(1 . cit.• p. 114.
sKlbidem .• p. 116.
59lbidem, p. 117.
f>OMario Gill , La conquista del Valle del Fuer/e. México. 1957. p. 27.
46
regional, pues la r uta que proponía abriría también, el
comercio con Asia a travé s de una vía marítima . De tal
f orma, se estar ía t r ata ndo de conec ta r tanto el comercio
que provenía de Europa hacia Amé rica como el comercio de
América con Asia .
Hasta entonces, e l i n t e rcambio e nt re e l Atlántico y el
Pacífico se había hecho por el Cabo de Hornos, por la
Patagonia, pues aún no se abría el canal de Panamá, el cuál
ya ha bía s ido sugerido mucho t iempo atrás por e l Ba rón de
Humboldt a Simón Bol ívar a principios de l sig lo XIX , y que
tardó más de un siglo e n construirse a l ser concesionado a
una compañía e s tadounidense hasta principi os del sig l o XX .
Sin embargo, desde 1855, se había i naugurado un ferrocarril
en Panamá qu e a l t eró l os rec o r ridos .
Owen no desisti ó y sigu i ó p r esentando s u proyecto
frent e a l os Congresos de 1875 - 1877 y de 187 7 -1 879 . Sin
embargo, aun cuando tuvo el apoy o de l p res idente Ulises S .
Grant , no log ró la aprobación l egi s lativa . 6 1
Ante este rechaz o , Al b e rt K. Owen se v i o en la
necesidad de desarro llar un a c amp aña publicitaria de 1873 a
1883 , med iante la cua l se p ropuso interesar a los
i nv e r s i on i s t a s y gente e n gene r a l a c e rca de la viabil idad
de un proyecto como e l "Gr eat Southern " . El posible
convenc i mi en to i mp l i caba c ambiar l a idea que se t e n í a s obre
Méx ico c omo país i nestable , donde pel i g r a b an l as
· 'Sergio Ortega. op.cit , p.118.
47
invers iones , punto precisamente e n el que los ministros de
Re laciones Exteriores de ambos gobiernos (Méx i c o y E . U. ) t
junto con un os pocos inver sionistas c onv enc i dos , unirían
sus f uerza s para cambiar l a imagen mexicana y a s í obtener
un b en e f i c i o mutuo .
Para el año de 1B79 , como no ob t en í a la aprobación por
parte del Congreso norteame ricano para la exploración de la
r u t a Austin-Topolobampo, Owen par t ió a la ciudad de México
con l a recomendación de l ministro Ma nu e l Zama cona. Du r an te
es t a estancia, se vio envue lto e n el proyecto del cana l de
Huehuetoca para el drena j e del lago de Texcoco, aun cuando
éste fue rechazado por el Cong r e so mexicano durante el
periodo de ses i ones de 1BBO. 52
Owen regresó a los Es tados Unidos para continuar con
su proyecto del Gr e at Sou t hern, pero , a d iferencia de los
intentos anteriore s, esta vez sí logró interesar a a lgunos
inversionistas que esta ba n di s pu e s tos a financia r el
proyecto , s ólo que el nombre se c ambió por el de
"Ferrocarril Texas -Topolobampo ". 53
El B de ma r zo d e 1BBl qu e dó f ormalizada la s oc i e da d
con el n omb r e de "The Texas - Topolobampo a nd Pa c ific
Railroad and Te l e g r a ph Company" e n t r e a lgunas de l a s
personas importantes que decidieron unirse , s e encontraban
e l s enador Wi l l i am Wi ndom, a ntiguo s e c retari o del Tesor o y
62 Dav id M. Pletc her, op. cit.. p.l ll .
63Sergio Ortega.• op. cit.. p.127 .
48
Matías Rome ro, mi n istro mexicano e n washi n g ton , 64 qui ene s
en t r e l os años de 1 881 y 18 83 se dedicaron a reunir la
información nece sar ia para l l eva r a cab o d icha propuesta .
Desde 188 4 Y h a s t a 1899, Owen permanec ió luchando p or
ver c oncretado su sueño del fer r ocar ril . Sin emb a r go, e s e
año dec idió t r a s pasa r s us d e recho s a l e mp resa r io
norteamer icano Arthur Stilwell. De spués de 28 años el
fer r o c a rr il s e reducía a poco más de 2 km de vía . 65
La activ idad de Albert Ki ms ey Owen dur a n t e todos
es tos años no s ólo e s t uvo dedica d a a ver rea li zad o su
proyec t o ferroca rrilero, s i n o que iba de la mano con la
idea d e es tab l ecer una co l onia en e l puer to d e
Topo l obampo. És t a debía t ener c omo base d e fun c i on ami e n t o
e l c o op e r a t i v i s mo , en el c ua l todos y c a d a uno de s us
h a b itan t e s go zaría n de los mismos bene f icios t a n t o
económicos como sociales, y recibi ó c omo n omb r e, en e l
seg undo con t r a to celebr a d o el 5 d e d ic iembre de 18 82 , e l de
"Ciudad González·; en el de 18 86 se le daría e l de "Ci ud a d
d e l Pac í f i co .• 66
Un año después del p r imer c ont r ato, Owen o rgani z ó una
compañía con Samuel Bu t tle r y Ulysses S. Gr a n t e n tre o t ros ,
""' Ibidem. p.128.
65 Sergio Ortega, La colonización de Topolobampo (/ 866-1896) . en Sinaloa textos de su histor ia. v.Z,
México. Instituto Mora, 1987.
66 Pierre-Luc Abramson, Las utopías sociales en América Latina en el siglo XIX. Fondo de Cultura
Económica. México. 1999, p. 253.
49
la cual d os años de s pués adquirió e l nombre de: The Credi t
Foncier of S i n aloa , s oc i e dad que pre~endía funcionar
mediante a cciones para llevar así a c abo l a coloni zación y
la participación ind ivi dua l de utilidades. ~ 7
La compañía se fundó con el obj e t i v o de r e un i r
c a p ita l. Se emitieron 200 .000 a c c i ones de 1 0 dólares cada
una: 1 0 0 , 0 0 0 reservadas a los futuros co l.onos y 10 0 , 0 0 0
para el me r c ado libre . Owen y s u s amigos adqu i r ieron 50 % de
las a c cione s puesta s en el úl t i mo y l a s o tra s fueron
a dqu i r idas por 1491 a c c i on i s t a s - c ooperativ i stas. El
ob j e t ivo e r a que Cr e d it Foncier se conv i r t i e r a en
p r op ie t a r i o de la sociedad con s tructora c el f errocarril y
pose edora de la mayo r par te de l os privilegios y
concesiones acordados por México a l a Texas - Topolobampo
Company . De este modo . col onos socialistas i ban a dominar
una v a s t a emp r esa i ndus t r i al y c O::1erc i a l c on un
de termi nan te
mundí.a Les i"
papel en los intercarr.bios económicos
Así pues. se puede observa r que l os pasos d e Owe n
siempre es tuv ieron encaminados hacia dos grande s intere s e s :
por un l ado . e l bienestar de l a s ociedad e n una comun i dad
ideal equitativ a y jus t a que produ jera . y por el otro . un
f e r roca r r i l que transportar a me r c a ncía s y con s i gu ier a a s u
vez comunicar a la colon i a c on o t ros es tajo s . El b ienestar
s ólo e r a posible de alcanza r a part~r de una gran
67 Thomas A. Robertson, op.cit., p.34.
6K Pierre-Luc Abramson.. op. cit.. p. 254.
luchaban por
50
invers ión. producción y transporte c omerc ial. a sí como la
c onvivencia armónica y equitativa de l os i nd ivi duos . c on la
apl i ca ción de la más alta t ecnolog ía para e l propio
beneficio y funci onamiento .
3.4 ¿Por qué Sinaloa? La situación geográfica y las
condiciones de la Bahía de Topolobampo
A l o largo de toda la primera mitad d e l s i g lo XIX mexi cano ,
los estados de l nor t e de México se car a c t e r i za r on por ser
zonas aisladas del centro d e la repúbl i ca. La si t uación por
la que atravesaba el país ha c í a muc ha s vece s di fícil e l
reconocimiento de las necesidades del á r ea y la e xp lo t ación
de las riquezas que es t a zona pod í a da r al país. La
i nd epende nc i a de Texas en 1836 abr i ó los o jos a los
gobiernos que, a part ir de ese momento,
traerle e s t a b i l i d ad .
Hacia la mitad de l s i g lo XIX, el noroeste de l pa í s
comenzó a figurar dentro d e l os p lane s anexi oni s t as de los
no r t e ame r i c a no s . La guerra de 184 6 -184 8 fue e l c l aro
e j empl o de la imp ortancia que estas tierras cobraron dentro
de la posición d e expansión terri t oria l d e l os Es t a dos
Unidos. En el caso espec í fi c o de Si naloa. los intereses
norteamericanos por

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