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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE FILOSOFIA y LETRAS MATIAS ROMERO YLA POLlTICA DE PENETRACION PACIFICA EN EL NOROESTE DEL PAIS. LOS PROYECTOS DE , ALBERT KIMSEY OWEN EN SINALOA T E s I N A QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADO EN HISTORIA P R E S E N T A OMAR UGALDE SANCHEZ MEXICO, D. F. rn . 31-\ 5088 2005 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ~ ., ati Dirección Genetil de 8iblioI 8~", "', lO lIriAtll • dltutldir In fol11lato tItclrónlco eImpmoel ctmtenido .de mi trabajo rece lonal. .~ r NO~$RE ~- ~(~~ F~eHA:--:~J...s~"'~5=!==~ F'~A: ~~~~~~ DEDICATORIA Para mi amiga , maestra y compañera de más de 18 años: Mariana Hernández Naufa1. AGRADECIMIENTOS A Luli y Davicho. Gracias por su apoyo y cariño . A mi hermana, Lisbeth. Por darme armonía en todo momento. Los quiero. A mis abuelos: Maruca, por consentirme y apapacharme. A Al tagracia y Porfirio, por su amor y enseñanzas. y especialmente a Higinio, por creer siempre en mí y permitirme ser su cronista personal. A las familias Ugalde y Sánchez. Por ser mi punto de partida y por la siempre divertida convivencia. A mis amigos: Si crees que tu nombre pertenece a esta lista, gracias por todo . A Alma Parra por dirigir esta tesis y a Ana Rosa Suárez por revisarla . A los miembros del jurado: Carmen Col lado, Marcela Terrazas y Raquel Serur por ceder su tiempo para esta investigación. Al seminario de Historia Diplomática del Instituto Mora: Ana Eugenia , Ana Lilia, Fabiola, Mariana, Patricia y Valeria por sus sugerencias para mejorar el estudio. A Ernes to Fritsche por su ayuda y apoyo en la lectura de este trabajo. Al Colegio Americano y a mis compañeros y amigos: Robyn Chapel, Craig Mille r, Paul Williams y Verónika Saldaña. Í N D ICE pág. 1 INTRODUCCIÓN CAPÍTULO I Antecedentes 4 4 1.1 La República Restaurada y la estabilidad económica 10 1.2 El gobierno de Porfirio Díaz y la apertura al exterior 15 CAPÍTULO II Matías Romero en el diseño de la política sobre la inversión extranjera 16 2.1 Matías Romero de Oaxaca para el mundo 23 2.2 Matías Romero y sus primeros acercamientos con los Estados Unidos 33 CAPÍTULO III La ideología y el desarrollo detrás del proyecto de Albert Kimsey Owen en Topolobampo 33 3.1 El interés del socialismo utópico dentro de la colonia cooperativista de Albert Kimsey Owen 35 3.2 Estados Unidos frente al socialismo utópico europeo 42 3.3 Vida de Albert Kimsey Owen 50 3.4 ¿Por qué Sinaloa? La situación geográfica y las condiciones de la bahía 53 3.5 Topolobampo, entre el sueño y la realidad 55 3.6 Respuesta del gobierno mexi c ano a la propuesta de colonia 62 CAPÍTULO IV Matías Romero y Albert Kimsey Owen ¿un proyecto común? 66 4.1 La legación mexicana en Washington . 69 4.2 El proyecto de Topolobampo dentro de las mi sivas de Matías Romero y Albert Kimsey Owen . 79 79 CAPÍTULO V El proyecto de Topolobampo ¿realidad o utopía? 5.1 Topolobampo: un proyecto con muy buenas intenciones. • Las bases económicas e ideológ i cas de lo que intentó ser Topolobampo. • Las tierras de la Colonia. • La colonia de Topolobampo in situ. 95 5.2 Sinaloa hoy 97 CONCLUSIONES 101 BIBLIOGRAFÍA I N T R O D U e CIÓ N La presente investigación parte de la idea de dar a conocer la relación que existió entre un inversionista norteamericano, Albert Kimsey Owen, y el diplomático mexicano, Matías Romero. Dicha relación pretende ser estudiada a partir de la propuesta de cons trucción de una colonia norteamericana y un f errocarril en Topolobampo, Sinaloa, entre los años de 1883 y 1890. La relación de estos personajes y la realización de los proyectos sirven como marco para entender, a su vez, las complejas relaciones tanto diplomáticas como políticas, sociales y comerciales, que mantuvieron México y los Estados Unidos a lo largo de las últimas dos décadas del siglo XIX y la · primera del xx. Durante este periodo, México intentó cambiar su política exterior , apoyando al inversionista extranjero con facilidades para el comercio, la inversión y la propia colonización. En el rubro del comercio, nuestro país cambiaría las leyes que lo regían desde antes de su independencia, y trató de dotarse con leyes que beneficiaran tanto al Estado como al inversionista. En cuanto a la colonización, se pretendió traer familias, compañías e inversionistas que estuvieran interesados en fomentar el progreso porfiriano. De esta forma, México se vería beneficiado con colonias extranjeras que ayudarían a 2 incorporar nuevos sistemas de trabajo tanto en el campo, como en lo artesanal, cultural y económico, logrando que las zonas más inhóspi tas comenzaran a incorporarse en el desarrollo del país . El caso de Topolobampo tiene especial relevancia, ya que integró varios proyectos a la vez: una colonia, la instauración de un puerto y la construcción de un ferrocarril que llegaría a conectar el este de los Estados Unidos con el noroes te de México. Logrando colocar a una zona antes casi deshabitada en un plano internacional. El trabajo pretende mostrar como las relaciones diplomáticas entre México y los Estados Unidos comenzaron a sufrir cambios. Respecto a los Estados Unidos, se intentará demostrar que la idea de un expansionismo territorial, frecuente en la primera mitad del siglo XIX, comenzó a cambiar por lo que se ha venido a" denominar una política de "penetración pacífica". Es decir , situarse dentro de un país como el principal agente económico y comercial, logrando mantener un consumidor cautivo y entorpecer la relación mercantil con otros países. Respecto a México, lo que se intentará mostrar es la posición que el gobierno de Porfirio Díaz guardó frente al inversionista extranjero: las facilidades que se le otorgaron a partir de leyes y programas que lo beneficiaran y la amalgama político-comercial que se dio entre los propios inversionistas y el sector político mexicano. 3 La relac ión que e n un p r incipi o enma rcamos ent r e un i nve r s ion i sta nor teameric ano y un diplomá t ico como Matía s Romero p e rmi t i r á entender , d e alguna f or ma, un periodo que se c a r a cterizó por l os cambios que se darían t anto en l o comerc i a l como en lo diplomátic o y social . 4 CAPÍTULO I 1.1 La República Restaurada y la estabilidad económica. Desde que México l ogró ind e pe nde nc i a en 1821 hasta el mome n to en que se afianz ó la República Restaurada en 1 867 , el c omercio que el país había mantenido con el exter ior n o s u f r i ó grandes cambios . En materia e conómi ca , este i nte r c amb i o seguía básicamente e l mismo patrón que se t enía cuando era colonia d e España . Las exportac i ones de l a Nueva España en los 2 5 a ñ os comprendidos entre 1796 y 1820 f ueron, en promedi o , un 4 .3 % del PIB, aproxi madamente iguales al rendimient o del sector de exportac i ón des p u é s de l a I ndepe nd e nc i a . 1 Esto se debió en g ran med ida a que , duran te el v i r r e ina to , e l comer c io exterior s e había l i mi t a do a la explo t ación p r ior i t a r i a d e la minería, d e jando v í r g e ne s o t r a s a c t i vidades comerciales. Se r í a a partir d e l a Re púb l i c a Restaurada cuan d o se c ome n z a r á a dar u n giro en las relaciones t a n t o mercantiles como diplomáticas. La relativa estabilidad y pa z que e l gobi e rno de Benito Juáre z f ueron l ogrando a partir del derrocami e n to del I mperio de Max im i l i a no y las inve r s i on e s I John H. Coa tsworh, "El Estado y el sector externo ( 1800-19 10)". Secuencia 2. Revista americana de Ciencias Sociales. México. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. mayo/agosto 1985. p. 52. 5 que paulatinamente s e comenzaron a dar fomentaron e l desarrol lo de sectores tales como el ferroca r ri lero. De igual f orma , l a d emand a externa provocó un crecimiento a c elera do en el sector exportador , mi entras que en e l interior del país, la guerra no había de jado que s e consolidara un mercado interno. 2 Cabe destacar que tanto el gobierno de J uá r e z c omo e l de Sebas tián Lerdo de Tejada estaban conscientes de la ne c e sida d de c ap t a r invers i on e s prove n ientes del ex t r anj ero , pri ncipa l mente de los Estados Un i d o s . Sin embargo , c omo mencionan l os historiadore s J ohn Coatsworth y Paolo Riguzzi , ambos gobiernos s e conc en t r a ron más en apl icar las l eyes de Reforma. posponiendo l a s modi f icac i ones al código comercial. Es to qui zá sea un facto r que determinó e l hecho d e que l a s invers iones extranjeras en nuestro país no lograran tener su mayor auge sino hasta el per i odo del Porfiriato . Los gobiernos de la Repúblic a Res t aurada cons i gu i e ron cimentar las bases del c omercio que s e daría en e l futuro a part ir de va r ios proyectos . Por un lado. Juáre z c ontinuó con e l p lan de liquidar la "mano muerta" de prop iedades corporativas y públicas . Con e s to se promovió que la Secretaría de Fomento se encarg a r a de la v e nta de l a s tierras desamort i zadas , l og r a ndo que e l gob i e r no s e hiciera de un c a p i t a l qu e l o ayuda r a a s ali r de la c r i sis económica 2 John H. Coa tswort h, op. cit.. p. 47. 6 que s e ha bía p rolongado durante l os años de inestabilidad y, a su vez, dotó de tierras a los empresarios . Los gobi e rnos liberales veían en cada transferencia de propiedad pública o c orporativa a empr esari os privados una v i c t o r i a para el progreso y la mod ernización. 3 Hasta aquí hemos menci onado los factores que los gobiernos de la República Restaurada perseguían como medida para otorgar a Méxic o una mej or posic ión en el p lano i nternaciona l. Es cierto que la inestabilidad política y económica no se pudieron comba t i r del t od o, s i n embargo , en c ier ta medida , sí se l og r ó captar nuevamente la atención del extranjero hacia la enorme riqueza con la que contaba e l paí s. Was hington , por ejemplo , expresándose a través del secretario de Estado , Wi l l i am Henry Seward, manif e s taron en e l a ño de 1868 que habían cambiado s u pol í tica de expansionismo territorial r espe c t o a México por una de penetración pacífica a parti r d e l in t ercambio come r c i a l : "más valor a los dólares y menos al dominio" .4 Los Es t a dos Unidos tendr í an que apr ender a relacionarse de o t r a manera con México , de jando a t r á s el expans ion ismo y facilitando e l come rc io recíproco ent re ambas naciones . Logrado e sto , podrían competi r c on o t r a s 3 John H. Coatsworth , op. cit .. p. 49. , Citado en Luis G. Zorrilla, Historia de las Relaciones entre México y los Estados Unidos de América 1800-1958, 2' ed ., México, Porr úa, 1977, v. 1, p. 471. EI4 de julio de 1868. se firmó una conve nción en Washington entre Matías Romero y Henry William Seward, mediante la cual se trataron las relaciones y el pago de las reclama ciones. Daniel Cos ío Villegas, Historia Moderna de México. "primero el norte " p.3. 7 naciones , que t ambi é n come nza ban a ver a México corno un pa í s en donde l a s inversiones e r a n cada vez más factibles . El encargado de la legac i ón d e los Es tados Unidos en Méx i c o , Thoma s Henry Nelson , llegó a mencionar en ese entonces que e l comercio de Méxic o s e encontr aba principal me n te en manos d e l os países europeos, fundamentalmente de Francia e Inglate r ra , y que el comercio con su país estaba e n un s egundo plano . y en efecto, hasta antes de l tr i un fo de la República , los países europeos habían sido favorecido s dentro de l a s relac i ones diplomáticas y c ome rcia les con nuestro país . Esto s e acen tuó durante el imper i o de Maximiliano y la con s e cuen te i n f l uenc i a eur opea . Con el triunfo de Juáre z las re laciones iban a s u f ri r cambios . Para 1867, l a representación diplomática de Gran Bre t a ña en México s e había reti r ado. 5 Es to se debi ó en gran med ida a l a posición que tornó e l gobi erno de Juáre z después de haber l og rado el derrocamiento de l Imperio , contra quienes habían apoyado és te . En l os s i gu i e n t e s a ños , la participación de l os pa íses e urop eos en Mé x ico fue c a s i nula . Durante l a década de 186 7 -1877 c asi todas las casas come rc i a l e s inglesas en Méx i c o habían desaparec ido . Es to termi na ría beneficiando a los Estados Unidos , pues, desde 1867 hasta 1880 aprox i ma damente , las r ela ciones entr e 5 Paolo Riguzzi, "México. Estados Unidos y Gran Bretaña, 1867- 1910. Una difícil relación Triangular " Historia Mexicana XLI: 3., p. 367. México y Gran Bretaña congeladas. se 8 encontrarían prácticamente Por su parte, los Es tados Unidos, al término de su propia guerra civil, entraron a cubrir los huecos dejados por los europeos. Como lo señala Riguzzi, quien denomina a la fase en la que México y los Estados Unidos se relacionaron a final es de la década de los sesenta, se trataba de un "entendimiento libe ral". Ambas naciones habían atravesado por un tr iunfo liberal respectivamente. En el caso de los Estados Unidos , la guerra de Secesión había finalizado con el triunfo de la Unión y en el caso de México las ideas liberales enarboladas por Juárez y su grupo lograron acabar con el Segundo Imperio apoyado por los conservadores. Aparentemente, ambos países se estaban comenzando a acercar tanto en un plano ideológico como político y comercial que encontraría su mayor auge durante los primeros años del gobierno de Porfirio Díaz. Los Estados Unidos comenzaron a ver en México a un país en donde los proyectos ferroviarios y la introducción de capitales en empresas mineras eran factibles. Distintos ministros norteamericanos expresaron, como lo hizo John W. Foster, que a partir de los ferrocarriles Estados Unidos 9 podría apropiarse de las l í ne a s c omerc i a l es de l as r egiones c entrales y s eptentr ional e s de l país . 6 Aun cua ndo l os gobiernos de J uáre z y Lerdo conseguirían atrae r el interés de los norteame rica nos, f al t a ría muc ho por hac e r. La mayoría de la pobla ción con t i nua ba viendo al vecino del norte con e scept icismo y repudi o , l a guerra de 184 6 a 18 48 y l a pérdida s ub s e cue n t e de terri t orio seguía muy fres c a en l a memoria de l mex i cano . Hay que r e cordar, de igual fo rma, que l a f r on t era siguió s iendo un punto d e d iscusión en t r e ambos países. Los problemas que ahí se generaban t e nía n una gra n i nfluencia en la dis cusión sobr e l os planes para establecer v í a s férreas que a t ravesaran l os l ím i t es e nt r e los dos países . El c r ecimi ento de las vías y del c omercio sería un ob s t á c u lo al abundante contrabando que s e practicaba en la fron t e r a , en l a llama da zona libre . Pe ro implicaba negociaciones que t ambi én tenía n que ve r c on l a enajenación de tierras aledañas. As í , podemos observar que e s t os dos gobier nos a lcanzaron una esta b i l i da d y u n ace r c ami en t o mutuo , sin embargo, e l no haber r e formado los cód i gos comerc i a l e s fue uno d e los elementos qu e r e t rasa r on la entrada d e las inversiones extr anjeras a México . Esto se de bió a que, dentro de l ámbi t o empresar i a l mexicano, l a s an t iguas 6 David Pletcher (1958), Rails, Mines and Progress: Seven American Promoters in Mexico, /876·1 911. New York, Cornell University Press. leg is l acione s n o presentaban ningún problema, 10 pu e s el vínculo que exist í a entre e s t e sector y el político era l o que, en realidad, facil itaba la a p r oba c i ón de las concesiones , convirt i éndos e las leyes en una herramien t a sin uso. Es por e llo qu e ca s i todas las emp r e s a s involucraba n a sociedades de dos o más empresarios , a v e c e s c on lazos f amil i ares cerc anos y nexos políticos af i nes . Esta fo rma de c ons eguir las c oncesiones no f u e exclusiva de esto s gobiernos , t ambi én dentro del per i od o de Porfi r i o Díaz s e d ieron este t i po de v enta j a s que t erminarían beneficiando a unos cuántos , y no a l país en ge neral. 1 . 2 El gobierno de Porfirio Díaz y la apertura al exterior El régimen d e Porfirio Díaz dio a México un período de p a z y estabil idad como n o s e hab í a v ivi do desde la époc a d e la Independencia. Esta "paz imperfec t a ", como la cal ifica r í a e l historia dor Alan Knight, se basó en dos f ac t o r e s importantes: l a r epre s i ón y e l c on s e n s o popu l a r. ? Por otra parte , el g ob i erno de Dí a z, al i gual qu e los do s gobier nos libe r a l e s qu e lo antecedieron, i n t entaron 7 Alan Knight, La Revolución Mexicana: del porfirioto al nuna régimen constitu cional. tr. Luis Co rtez Bargall ó, México. Grija lva, 1996. v. 1. p. 32. Díaz. desde sus inicios . se manejó con habilidad . Si bien perpetuó las divisiones en provincia, también demostró su adhesión al poder creando un gob ierno fuerte y centralizado en torno a la propia figura del presidente. Por lo tanto. atrajo cualquier manifestación de desacuerdo. A su vez. se reconcil ió con la Iglesia y por ende le permitió recobra r algo de su importancia política . El lema que caracter izó los primeros años del Porfiriato fue " mucha administrac ión y poca política" . mostrar a l exterior un país estable, en donde 11 las invers iones y l a s re laciones ent re las nac iones y l o s empresarios serían segura s. Dí az es taba consciente qu e en primer l ugar ne c e sitaría el reconoc i miento de s u gobierno por las demás naciones , pri ncipalmente, por Estados Unidos . Su ascenso al poder s e hab í a logrado a partir d e l a r evuel ta de Tuxtepec. 8 Hay qu e recorda r que a part i r de esta revuel ta, e l gobierno de Se bas t ián Lerdo de Te jada fue derrocado, p rincipalment e por a t e n t ar en c on t r a de la sucesión pres idencial. La forma en que Díaz s e h izo del poder ma r c ó las pr imeras relaciones que se dieron entre los dos gobiernos . Esto se debió a la necesidad de s e r aceptado por l o s Es tados Unidos como un gobi erno l egí timo . No obs t a n t e , para Washington , una r evuelta como esa subrayaba l a inestabil idad mexic ana , c reándose un halo de desconfianza . Porfir io Díaz envió a J osé Mar ía Mata a la cap i ta l estadunidense para convenc er a l gobierno de aque l país de que e l Plan de Tuxtepec no habí a s i do un "brote anárquico", sino una reacc ión en c on t r a del gobierno inmora l de Sebastián Lerdo d e Tejada . 9 R Estados Unidos exigía varios puntos a ca mbio del reconocimiento del gobierno de Díaz: autorizació n a las tropas estadunidenses del cruce de la frontera en campañas contra bandas de indios y ladrones. La abolición de la Zona Libre por creerla contraprod ucente para el comercio interno. Paolo Riguzzi, México, Estados Unidos y Gran Bretaña ... op. cit.. p. 372. • Mar ía de Jesús Duarte Esp inoza, La relaciones México-Estados Unidos durante el Porfiriato , Secretaría de Relaciones Exteriores, México , 2001. 12 La admi n is tra c i ón de l preside n t e Ru t herfor d Hayes considera ba que el reconocimien to estadunidense confería una i magen de es tabilidad y moral i da d a l os gobiernos que lo rec ibían . Por ello, los requerimi ent os se cent r a ron en la s ituac i ón caótica de la frontera común , l o cual, en opinión de Haye s , se debía a l a f al t a de responsabi lidad del mandatario mexi cano para resguardar a propiadamente la pa r t e limítrofe que le c or respondía . Pero el pres i dente de Estados Unidos fra c a s ó en s us peticiones y f inalment e otorgó el reconocimiento a l régimen de Díaz en 187 8 . 1 0 En el terreno económico, los inversionis tas norteamerica nos recibieron con c i e r to recel o e l ascenso de Díaz, principalmente por haber éste des c onocido muchas conc e s i one s que s e había n llevado a cabo durante el gobierno de Lerdo de Tejada . Sin emba rgo , l a actitud de los i nve r s i on i s t a s c omenzó a c ambi a r en e l moment o en que v i e ron las firmes i n t enciones del gobie rno de continua r con el apoyo . A partir de es t e momento, y has t a entrados los primeros aftos del s i g l o xx , las rel a c i on e s entre los dos paíse s s e f ueron estrechando . Por un lado, Díaz mantuvo una política en donde l a s conce s i one s y l os subsidios jugaban un papel importante como modelo para promover la inversión privada . Por e l otro , s u gobierno estaba i ntentando 10 Danie l Cosío Villegas, Historia moderna de México. El Pporfiriaro. Vida política exterior, segunda parte, México , Hermes, 1963. 13 modernizar los códigos legales que ga r an t i za r an protección a los empresarios. En e l caso de Estados Unidos, su creciente economí a y su afán por c onve rtirse e n la nación protectora del c on t i ne n t e americano l o l levaron a ma r c a r l a pauta en cuanto a i nv e r s i one s s e refi ere. Su principal objetivo radicó e n conseguir c onc esione s ferrocarrileras que dotaran a su país y, en este caso, a Méx i co, de r amales que conectaran el este de l os Es tados Unidos con el oes te tanto de su propio país como del nuest r o . ferrocarriles llegaron per i odoA lo largo del a gozar del de Porfiriato, c onc e s i one s los muy generosas, al grado de que e l gobier no llegaba a subsidiar la cons t r uc c ión , con un to t al hasta de la mi t ad de su costo real. En t r e 1877 -1910, s e tendi eron 18 521 kilómetros de v í as férreas . 1 1 Para México , e r a imp orta n t e entender la po l í t i c a del gobierno norteamericano . Fue po r el l o que se valió de l os ministros mex icanos enviados a Wash i ng ton para conocer la imagen que se tenía d e Méxi c o en l a prensa de ese país y cómo podía refle jarse en las re l a c ione s entre ambos pa í ses . Uno de l os ejemplos má s de s t a cados de esta po l í t i c a se encuentra en la persona de Ma tí as Romero, dip l omá t i co mexicano que se encargó , a partir de su posición como ministro plenipotenciario e n Washing ton , 11 John H. Coatsworth. op. cit.. p. 50. no sólo de 14 i n f ormar cómo se veí a a Méxic o en Estados Un i do s . sino de mostrar la realidad por la cual atrave saba nuestro país y f orjar una imagen atractiva para l os invers ionistas . El c a so de Romero es e jemplar, porque e ra un diplomático convenc i do de la neces i dad de proyec tar la imagen positiva de México hacia el exteri o r . Dur an t e e l t i emp o que sirvió como ministro, s e c onvirti ó en el princ ipal promotor del país . 12 Su investi dura de min i s tro. l o ll e vó a relacionarse c on gran cant idad de invers ionistas norteamericanos. al grado de que muchas veces se v io compromet ido en distintos proyectos . Su c a so es e j emp l ar. además. pu e s demue stra c ómo es que l a f órmula po l ít ico-inver s i on ista a l lanaba e l c a mi no para ob t en e r a lguna s c oncesiones. En los capi tulos s igu ientes . se i n t entará mostrar la forma e n que Romero se intere s ó e n un cas o part icular: la coloniza c ión de l a Bahía de Topolobampo. 11 Harry Bernstein. Marias Romero. /837-/ 898. trad. Margarita MontellanoArteaga, México, Fondo de Cultura Económica. 1982.351 p. (Sección Obras de Historia). CAPÍTULO II MATÍAS ROMERO EN EL DISEÑO DE LA POLÍTICA SOBRE LA INVERSIÓN EXTRANJERA 15 Matías Romero es considerado como uno de los principales personajes de la vida pública de México durante la segunda mitad del siglo XIX. Jugó un papel de suma importancia en las relaciones diplomáticas y de fomento a la inversión tanto nacional como extranjera. Esto le fue posible debido a los distintos cargos públicos que ocupó, destacando el de ministro plenipotenciario en Washington, puesto que utilizó para dar a conocer la labor que el gobierno federal y los mexicanos estaban haciendo por mejorar la participación económica de México en el ámbito internacional. De esta forma, se buscó que México fuera visto como un país sólido y confiable, capaz de jugar un papel importante en las relaciones internacionales. Por su capacidad, su eficiente desempeño y su conocimiento en el ámbito de las relaciones entre México y Estados Unidos, Romero se convirtió en un eslabón de enorme importancia entre las polí ticas e intereses de las dos naciones. En el caso que a continuación nos ocupa, el desempeño de Romero como ministro plenipotenciario en Washington 16 sirvió para resaltar la importancia de los nuevos gobiernos de fine s del siglo XIX en el desarroll o de la política exterior pract i cada, tanto p or el gobi e rno del president e Porfirio Díaz , como por el de Manuel Gonzá l e z . 2.1 Matías Romero de Oaxaca para el mundo Al i gual que v a r ios de sus contemporáneos prominentes , como Porfi rio Dí a z y Benito J uáre z, Matías Rome ro v io por primera v e z la luz en el Estado de Oaxaca el 24 de febrero de 1837 . 1 3 Sus primeros años los pas ó al lado de s us p a dres y s us tre s hermanos , Luz, J osé y Cayetano. Procedí a d e una fami lia aparen t emente d e recurs os , pues c ontaba n con p r op i edades en div e r s a s par t e s d e l esta do y a un a ntes de c onve r t irse en abogado, él manejaba de los ne gocios fami liares. 14 ya l a administr ación En 1 84 8 , a l os once años de e dad . i ng r esó a l I nst itu t o de Ci encias y Artes de Oaxaca , recinto e du cat i v o qu e a lbergó también a o t r os ilu s t r es oaxaqueños de l a época, c omo Beni t o Juárez, Porfirio Díaz e Ignacio Mariscal. Fu e dentro de e s te I nst i tu t o , donde apr end ió a ha cer un 13 Harry Bemstein. Marias Romero. /837-/898. op .cit.. p.122. 14 lb idem. p. 8; Josefina MacGregor . "Matías Romero ''. en: En busco de 1/11 discurso integrador de la nación, 1848-1884, México. Instituto de Investigaciones Históricas. Univers idad Nacional Autónoma de México, 1996. p. 465-487. 17 análisi s mucho más re flexivo, y a cuest ionar el dogma organizado de la I glesia Cató l ica . 1 5 Aun c uando Romero fue un persona j e interesado y agradecido con su estado natal siguió l os pasos de sus pai sanos f amosos y ma r chó a la ciudad de Méxi c o en 1854, e n bus ca de un puesto dentro de l gobi e r no f e de r a l. Si n embargo , no f ue sino has ta su segundo v ia je, en e l año de 1855 , cuando dec idió asentarse defini tivamente en la capi t al mex icana . Pa ra sobrevivir cons i gu i ó un empleo de meritori o en l a secc ión Europe a de l a Secre t a r í a de Relacione s Ex t e r i ore s. 16 Romero se ded i c ó después a estudiar l eye s, c a r r e r a q ue ejerció de dic iembre de 1855 a s ep t i embr e de 1857, cuando f u e a dmitido en la Barra de Abo gad os de la c i udad de México . El f isca l de la Suprema Corte de J usticia autori zó s u ingreso, después de l examen que aprobó en oc t ub r e de 1857 . 17 Durante esta época , Matías Romero c omen z ó a s ufri r de d iversos malestares en la cabeza y el estóma go, enfermedades que sus biógrafos han at ribuido a una pos i b le epi leps ia que se c ree que padecía . Lo que es un h e cho es 15 Harry Bernstein, op. cito, p. 8. 16 La Secretaría de Relaciones Exteriores se estableció por dec reto de la Junta Provisional Gubernati va el 8 de noviembre de 182 1, denominándose Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Interiores y Exteriores. Durante el período de este estudio. se llamó Secreta ría de Relaciones Exteriore s y Gobernación. por decreto del 16 de abri l de 186 1. Diccionario Pornia Historia, Biografía y Geografía de México, sexta edición, México. edil. Porrúa, tomo R-Z, p. 3237-3238 . 17 Harry Bernstein, op.cit.. p. 12- 13. 18 que a ún con estos t r a s t o r nos que lo acompañar on t oda su v i da. nunca mos t r ó signos de f laqueza. I B Los cargos públicos de Romero fueron muy var iados imp ortan t es. y cas i t odos estuv i eron re l acionados c on las l a bores di p l omát i cas. en e spec i a l con e l pa í s vecino del norte . Ca be destacar la imp ortancia de s u desempeño . si consideramos que comenzó su carrera pol í tica en un momen t o en que México atravesaba por una situa ción d i f íc il e n cuanto a estabilidad política y económica se re fie r e. Al oc upa r la capital de la Repúbl ica l as fuerza s de Félix Zu loa ga en 185 8 . Mat ías Romero se di rig i ó a l a ciudad de Gua naj ua t o . en donde Benito Juárez. e l p r e s i d e n te constituciona l . hab í a e sta blecido la res idenc i a del gobierno liberal. y ahí si r vió como escribien te de l a Secretar í a de Relaciones, del 10 de enero a l 28 de febrero de 1858 . Pos t e riormente . d e l l ° de mar zo al 31 de diciembre de l mi smo a ño. actuó como of icial quinto de l a misma secr e tar í a . en Guadalajara. Colima y Ve rac r u z, en d onde s uc e s i vamen te r a d icó el gobierno trashuman te de J uá r ez en e l ex i l io . El l ° de diciembre de 185 9 se le nombró Se cretari o de la Legación Mexicana en Wa s h i ng t on . cargo en el que du r ó has ta e l 15 de agosto de 1860 y que l e permiti ó comenzar a conocer a la nación vec ina . 19 Es e mi s mo año '"Harry Bernstein.. op.cit.. p. 22. 19Archivo Histór ico de Relaciones Exteriores. desde ahora AHGE-SRE.. Matias Romero S/I expedien te perso nal. L-E- I040. 19 Romero quedó c omo encarga d o de Negocios ad interim, hasta 1862 . Pa ra el año de 1863 , Romero s e encon t r a ba de vuelta e n México , donde tomó parte act iva en la defensa de la autonomí a mexicana y la i ndependenc i a an te la invasión francesa . El p r esidente Benito Juárez lo había n ombra d o coronel de Infan t e r í a de Auxiliares de l Ej érc ito en San Luis Potos í , el 3 de agosto de ese a ño. Sin embargo , el 2 de s eptiembr e, volvió a los Estados Unidos cua ndo el p rimer manda t a ri o l o designó como enviado extraordinar i o y mini s tro plenipotenc i ario de México en Washing t on, y e l 4 de sept iembr e partió pa r a esa c i uda d do nde e jerció ese cargo hasta e l 14 de julio de 1868. 20 Du r a n t e e s e per i odo, Romero puso l os cimientos más firmes de l o que posteriormente sería s u c arrera como serv i do r del gobierno mexica no , ma yormente or i e n t ada a l ámbi t o interna c i on al y concen trada en c u l tiva r y mej orar las r elacione s d iplomá t ica s . El nu evo minis tro comenzó desde entonc e s a vincu larse c on persona jes clave tan t o en l as áreas pol ítica s , como en las de negoc i os, lo c ua l se convirt ió en parte fundamen tal de su car rera y s e pro l ongó durante t oda su v i da . Esto s e hace patente en e l enorme a cer vo que cons t i t uye su cor r e s pondenc i a, donde se 20 El nombramiento aparece en el volumen 30 página 474 de la correspondencia de la legación mexicana en Washington. AHGE -SRE . L-E-lü4ü y T antes CR- l . p.474 . 20 conservan cantidades importantes de documentos personales y oficiales que acumuló a lo largo de su vida. 21 Durante su estancia en los Estados Unidos, Matías Romero conoció a una joven de nombre Lucretia Allen, de origen estadunidense, con la que contrajo matrimonio en 1868, Y con quien partió a México para hacerse cargo de laSecretaría de Hacienda y Crédito Público. Administró esta cartera del 15 de enero de 1868 a mayo de 1872, cuando, por razones de salud, tuvo que dejarla, retirándose a la vida privada temporalmente. Durante el lapso de tres años que pasó fuera de la vida pública, Romero se dedicó a una finca que había adquirido en el Soconusco; sin embargo, sus esfuerzos por sacar adelante una empresa agrícola dedicada al cultivo del café y el caucho, así como para explotar maderas finas, se vieron truncados debido a los enfrentamientos que llegó a tener con el general Justo Rufino Barrios. 22 Decidido a volver a la vida pública y ya de regreso en la ciudad de México, el 50 2 distrito electoral del estado de Chiapas lo eligió diputado al 7 2 Congreso de la Unión, cargo que desempeñó desde el 30 de abril de 1875 hasta el 15 de septiembre de 1876. Su continuó, ya que, posteriormente, el 15 2 distrito electoral 21 AHGE-SRE. L-E-140, El archivo de Matías Romero, se encuentra en el Banco de México y ha sido parcialmente catalogado. Guadalupe Monroy Huitrón, pról., Archivo histórico de Matias Romero. 2 v., México, Banco de México, 1965-1970. 22 Josefina Mac Gregor, "Matías Romero", op. cit., p. 469; Daniel Cosío Villegas "La aventura de Matías" en Historia Mexicana, v.VIII, núm. 1, julio-septiembre de 1958, p. 35-59. 21 del estado de Oaxaca lo nombró su representante al 8 2 Congreso de la Unión, donde estuvo del 16 de septiembre hasta el 20 de noviembre de 1876, momento en el cual la capital se vio ocupada por el general en jefe del movimiento revolucionario de Tuxtepec, Porfirio Díaz. 23 Durante el tiempo que duró la lucha por el poder entre Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias y Porfirio Díaz, Matías Romero prefirió no aceptar ningún ofrecimiento por parte de Díaz, por no estar de acuerdo con el levantamiento que había encabezado. Sin embargo, cuando Díaz fue electo presidente el 5 de mayo de 1877 y le pidió que se hiciera cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, él aceptó y ocupó el puesto del 24 de mayo al 1 2 de abril de 1879. Después de un primer período presidencial de Porfirio Díaz, Manuel González ocupó el Poder Ejecutivo en 1880. Romero siguió sirviendo al gobierno con eficacia. En un principio estuvo a cargo de la Administración General de Correos, de febrero de 1880 a enero de 1881; posteriormente, la Secretaría de Fomento lo nombró en comisión, junto con los señores Tomás Branife4 y Pedro Escudero y Echánove, para estudiar la cuestión del 23 AHGE-SRE,. L- E- 1040. 24 Tomas Braniff (1850-1905). Norteamericano dedicado a los negocios, fue ingeniero constructor del Ferrocarril Mexicano, que iba de México a Veracruz. También fue gerente de esa empresa y de la Cía. Mexicana de Gas y Luz Eléctrica. Diccionario Porrúa Historia. Biografía y Geografía de México, sexta edición, México, edito Porrúa, tomo 1 A-C, p. 477. 22 c ombustible en México, c on obj eto d e imped i r la tala y destrucción de l os bosques . Dentro de l a admi n is t r a c i ón de González , Mat í as Romero vo l v ió a ser n ombrado para ocupar un puesto en los Estados Unidos, de nuevo como Ministro Plenipotenc i a r io d e México e n Washington , d onde s e ma ntuv o del 15 de f ebrero de 1882 al 30 de n ovie mbr e de 1 8 84 . Ent onces r e nunc ió por h a b e r c oncluido e l periodo cons tituc i onal de la a dmi n i s t r a c i ón a l a que servía. En efecto , Porfir i o Díaz reg r esó a l a p r e s i de n c i a ese mismo año, dentro de un amb i e n te de g randes expectativas, pues durante l a ges t i ón de Manuel Gon zál e z s e habían c omenzado a gestar i mportante s cambios institucion a l e s que p r opiciarían un gran crec imi e nto en las activi d a d e s gubernamentales y de inf raestructura e n gran escala . Lo s ferrocarriles empeza r on a t ener un e no rme a ug e y numerosas c ompañ ías, tanto n o rteamer icana s com o i ng l e s a s , 25 comenzaron a poner ate nción e n las posib i l i d a d e s de inversión en México. La experiencia d e Mat í a s Romero en e l extran jero fue l a me j or r azón para que Díaz decidiera ponerlo nue vament e al frente de la e mba j a da e n Was h ing ton . Era obvio que , p a ra e s e momento, n o h a b ía n inguna p ers ona c on la t rayectoria y conoc i mi ento s obr e el p a í s vec i no de que é l goz aba . Así que 21 Manu el Cosío Villegas, Historia Moderna de México. "Después tambi én en el Norte", México. Herme s, 1972.278 p. 23 Romero regresó el 2 9 d e e nero de 1 885 y se con s e r v ó en e s e cargo hasta 18 91 . Ésta s ería la época más rica d e Romero en c u a n t o a la producción de documentos d e c a r ác t e r dip l omátic o . Entonces se encargó de a s un t o s tan dive r s o s como l os l í mites entre México y l o s Estados Unido s , la con s t rucc ión de diversos ferrocarr i l e s en la Repúbli ca Mexicana y el asentamiento de colonias , dando l uga r a que s u conta cto c on l os i nvers i onistas s e volviera frecuente y es t rec ho . 2 6 A part i r 1 2 de e nero de 1892 , Romero se vo lvió a hacer cargo de l a Secre taría d e Hacienda y Crédito Público, donde s e quedó hasta el 7 de mayo d e 1 8 93. Más t a r de r e g r e s ó a l os Estados Unidos, una ve z más como ministro p lenipotenciario. Pasó sus últ i mos a ñ o s d e v i d a en funciones y murió en Washington el a ñ o de 1898 . 2 .2 Matías Romero y sus experiencias con l o s Estados Unidos Como y a vimos, la v ida d e Matías Romero t r a n scu rrió en dos planos polít icos: tanto en la Secretaría de Haciend a como e n la Secretaría de Relacion e s Exteriores , donde e s t uvo e n un principio como s ecre t a r i o durante l a época j u a r i s t a y posteriormente se dese mp e ñ ó como e nviad o e xtraordin a r io y 26AHGE-5RE. Archivo de la Embajada de México en los Estados Unidos de América (en adelante AMEUA); La serie denominada C.R.1. ingresó al archivo histórico de Relaciones Exteriores el años de 1932 procedente de la Embajada de México en Estados Unidos. 24 ministro plenipotencia rio de la legación de México en Estados Unidos ; t odo esto duran t e e l mandato d e los pres i dentes Ben i to Juár ez, Porfirio Dí az y Manuel Gonzál e z . Fue durante l os gobiernos de Dí az y Gon zál e z cuando l ogró adentrarse por c ompleto en l a v i da diplomática de los Estados Unidos, llegando a c onoc e r muy bien l a fo r ma en que los asuntos polític os y de invers ión s e l l e va ba n a cabo e n tre es tos do s paí s es. Romero fue por primera vez a l paí s del norte en el año de 18 5 9 , cuando c on t a ba con e scasos vei nt i dós años de edad. 27 Des de s u arr i bo s e famil iarizó con a s un t os de gran enve r ga dura, como f ue e l c a so de l a s negociac iones que se dier on para el trata do que se conoc ió c omo McLane-Ocamp o . 28 Dent r o de l t r a tado qu e negociaron el entonces mi n is t ro de Es t a dos Unidos en Méx ico, Robe r t Milligan McLane, y e l Min i s t ro de Relacione s Ext er i ores, Melchor Oc ampo , se buscaron arreglos sobre el tráns ito en el i stmo de Te hua n t epec y l a adqu i s i c i ón d e Baja Cali fornia, Sono r a y par te de Chihuahua . 29 El ob j e tivo del tratado , f i rma do el 14 de d ic iembre de 1859, era que se cons tituyese en ampliación del artículo VII I del Tratado de la Mesilla, dando el derecho de tránsito a los c i udadanos estadunidenses y sus bien e s por 27 Ca rta enviada al secretario de Relaciones Exteriores. en la cual Romero menc iona que ha trabajado durante años en e l servicio diplomático. Washin gton. marzo 3 1 de 1887. en HG E-SR E•.L-E -Iü4Ü . 28 Harry Bern stein , op. cit.. p.47. 29 Alma Parra . "Robert M. Mcl.ane", en Ana Rosa S uárez Argue llo. co mp.. En el nombre del Destino Manifiesto . México. Inst ituto Mora. 1998. p.102. cualquier c ami no que s e trazar a e n e l Istmo 25 de Tehuantepec . 3o Dicho artículo e stablec í a que: Por vía de ampliaciónal ar t í culo 8 2 del Tratado de 3 ' de diciembre de 1 85 3, cede l a República Mexicana a los Estados Unidos y s us conc i uda d a n os y bienes , en perpetuidad, e l d e r e cho de tráns ito por e l Istmo de Tehuan t epe c , d e uno a otro mar , por c u a l qui e r c ami n o que a c t ualmen te e x i s t a o que existier e l o s uces ivo s irviéndose de él ambas repúblicas y sus ciudadanos. 3l También se c ontemplar on aspectos comer c i a les como el establecimiento de t ar i fa s e quivalente s, convini e ndo q u e l os p r oductos e s t a dun i denses gozar an de arancel e s preferenciale s con respecto a las merca n c ías d e otr os países. Los intereses de tipo comercial se volvieron mucho más frecuente s a mediados d e l siglo XIX y estaban f i nca dos e n los i n t e r e s e s de c a da una de las naciones que mostraban nuevos desarr ollos. Ahora bien , desde antes d e buscar rutas interoceánic a s , los Estados Un idos most r aron un interés por adquirir t e rr i t orios del norte de l país e n t a nto México buscaba recursos para un ma yor crecimiento. Sería a parti r de es tos int e r e s e s que Romero comenzó a v i slumb r a r l a s f ormas en que se p odían desarrol lar relac i ones bas a das e n diver s os aspectos de t ipo económi co . El per iodo se v io p ues ma rcado por el gran i n t e rés que existía p or p a r te de ambos gob iernos por tra t ar de formula r 30lbidem, p.I03 . 3 1Ana Rosa Suárez Argüello, (comp) EUA2. documentos de su Historia Política /l, Instituto Mora 1988. p.243. 26 t r a tados de reciprocidad . sin embargo ninguno de e l los l l eg ó a rati fica r se en esta época. 32 De acuer do c on Paolo Ri guz zi. e l tratado más notorio fue e l que estuv o di rig ido por el prop io Matías Romero y p or e l e xpres i dente de Es t a dos Uni dos, e l g en e r a l Ul y sses S. Grant a med i ados de 18 82 , a l c ua l ambos ded i c aron g r a n parte de s u t iemp o , c onf iando en que un a cuerdo de reciprocidad comercial sería l a mejor opc i ón para entablar una bue na re l a c ión ent r e ambos pa í s e s. México o f r e c e un c ampo tan vasto como lucrat i vo para la i nve r s i ón de capitales y el e s píri tu de emp r e s a de l os Estados Unidos ha comenza do y a s us traba j os en ese terreno . Es por l o mismo muy natur al que ambas na c i one s cultiven r e l ac iones amistosas de la clase más íntima y de un c a r á c te r tan t o diplomát ico como s ocial y comerc i a l . Tales s on l a s miras y deseos de l gobierno d e Méxi c o: tales han sido los mí os por muchos años y ah or a vengo a presentar a vues t r a excelencia estas mi r a s y deseos y procurar ponerlos en práct ica. 3 3 Todos estos intentos de estrechar relación tuvieron mucho que ve r con el gr an auge e c onómico que se c omenzó a dar en e l mome n t o de may or desarrol lo d e l os ferrocarriles, cuando la conci enc ia de ve c i nda d y posibles benefici os para ambos países se volvi e r on más ev identes , y d ieron lugar a la búsque da de un comercio bila t eral que empe zó a r endi r f r utos en la a tracción d e supuestos 32 Desde mediados del Siglo XIX hasta 1910. se discutieron seis tratados de reciprocidad comercial entre México y Estados Unidos. 1857-1859. 1876-1877. 1882-1883. 189 1. 1897 Y 1910. Paolo Riguzzi. ¿ Reciprocidad imposible ' : la politica del comercio entre México y ESTados Unidos. México. Instituto Mora: El Colegio Mexiquense, 2003. 33AHGE-SRE. L-E-I040. f. 36.Alocución pronunciada por Mafias Romero al ser recibido por el presidente de los Estados Unidos. Riggs House, Washington . D.C.. marzo 4 de 1882: en Morías Romero . su expediente personal. capitales por parte del gobierno mexic ano , 27 y en e l establ ecimiento de una r ed come rcial con Estados Unidos mucho más intensa que le permit iría a este ú lt imo una p r oy e c ción hacia el Caribe y Centroamérica. Podr íamos afirmar que e l i nte rés de Rome ro por buscar l a firma de un tratado comerc ial iba más a llá de l simple hecho de apoyar la apertura c omercial de Méxi co . Hay que cons iderar la posibilidad de que, e n el momento en que ese t r atad o fue negociado t a nto por Romero como por Gr ant , se encontrara vincu lado a sus propios intereses, ya que para entonces exist ía la posibi lidad de c omen za r a construir vías férreas entre la frontera c on Guatemala , Oaxaca y ramales hacia Tehuant epec, baj o la conce sión del gobierno d e Oa x a c a , y esta inversión con tó con el apoyo de ambos. 34 Puede argumentarse que di cho i n t e r é s tenía una l iga directa con e l t ipo de productos que se ha bían negociad o y logrado entrar a la lista d e exenciones de derechos de importación en e l recién discutido t ratado de reciprocidad comercial . Muchos de e l los se producían en e l va l l e de Soconusco , donde Romero ten ía negocios particulares y, por otra parte , se encontraban también l os artículos necesarios para la construcción de vía s de f errocarril . Por el lado de México r ep r e s en t a ba n un t otal de 30 , y por 34 Esta hipótesis se encuentra mucho más estudiada en el trabajo de Alfredo Ávila, "Diplomacia e interés privado: Matías Romero. el Soconusco y el Southem Mexican Railroad, 188 1-1883". Secuencia .38. Revista Americana de Ciencias Sociales, México. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. mayo-agosto de 1997. y . 38. p. 51-76. 28 parte de l os Es tados Unidos sumaban 74. Cabe destacar l os sigui e n t e s : 35 Li sta de artículos Li s t a de artícu los de mexicanos que se admitirán producci ón de l os Estad os libres de derechos en l o s Unidos de Améri ca que se Estados Unidos de América . admitirán libres de derech os en Méxi c o. l . Añ i l o í n d i go . l. Alambre s pa r a telégrafo, c uy o dest i n o a creditarán l os interes a dos a n t e las aduanas respectivas . 2 . Azúcar, s iempre que su 2 . Ca r bón d e todas color no pase del número clases. 1 6 de la escala holandesa . 3 . Frutas frescas d e t odas 3 . Coche s y c a r ros para clases, c omo naran jas , fe rrocarr iles. limones , piñas, l imas , p látanos , ma ng os , e t c . 4 . Madera s in labrar 4 . Dinamita . 5 . Tabaco en rama sin S . Hierro o a c ero manufacturar . f or j a d o rieles p a ra ferrocarriles. 6. Locomotoras. 7. Má qu i na s de vapor . 35 Matías Romero, Reciprocidad come rcial entre México y /os Estados Unidos (el tratado comercial de 1883), México. Banco Naciona l de Comercio Exterior. 1971. 29 El tratado de reciprocidad de 1883 i n t en t ó for talecer la ami stad y la re l ac ión d i p lomática y de ne goc i os que mant uvieron Romero y Grant , sin la cual no s e pueden comprender muchas de las expectativas puestas por Romero en los Estados Unidos. Aquí , de entrada , se han manej ado dos : l a pública y la privada. Desde el momento d e la l legad a a Wa s h i ng t on de Matías Romer o en febrero de 18 82, se le hizo paten t e que le resultaba i ndispens a ble visitar primero a Gran t, ant e s de presentarse f r en t e al gobierno de l os Estados Unidos como ministro plenipotenciario d e México, bajo el rég i men de l pres idente Manue l Gonzá lez . 3 6 Mi conversación con el General Grant fue tan satisfactoria c omo yo l o esperaba. Impuesto de l os objetos pri nc ipales de mi misión me dijo que le parecían razonables y fundados nu estros deseos y que creía que no e ncont r a r í a yo dificultades e n Wa s h i ngton , pero que s i las enc on t r a ba , él escribiría al Presidente y al s ecretario de Estado y aun i ría a Wa s h i ng ton para alIar l os (s ic) s i s u p r e sencia f uera necesaria3? Que dó as í pa t ente qu e l a "mi s ión " de Romero no era otr a cosa que la aproximac i ón de ambas naciones en el aspecto de vías de comunicación , e conómica . comercio y r e l a c i ón 36 AHGE-SRE. t. 46 1, Carta enviada por Marias Rnmero al secretario de Relacione s Exteriores en México, Was hingto n, febrero 15 de 1882. 37 AHGE-SRE , t. 461, Carta enviada porManas Romero al secretario de Relaciones Exteri ores en México, Nueva York. marzo 2 de 1882. 30 La capacidad de Romero para involucrarse c a da vez má s e n los asuntos d e ambos países l e permi t i ó si tuarse en un plano preferencial, que l e d io l a oportunidad de r e s a l t a r l as nuevas pol í t icas de r elación que comenzaba a man e j ar e l gob i e r n o de González, así c omo ace rcar se a l os pers onaj e s que le permitirían avanzar e n s us int e r e s e s pe r s onales . Todo esto s irv e par a da rnos una i de a de l a forma e n que Romero sol í a t raba j a r: s e trata ba de un homb r e c apaz de i r s e infiltrando en las capas más impor t a ntes de l a socieda d norteamericana, con t al de c on s e gu i r que l a i dea de un México más pujante y estable l l ega r a a l os o í dos de l a s pers onas indicadas. Su puesto c omo mini s t r o p len ipot enci a r io e n Wash i ngton l e dio l a v e n t aj a d e conocer a i ndivi duos de di fe ren tes es feras de l a soc i eda d d e l país . Dur ante el mes de febre ro de 1883 , a Romero se l e pre sent ó la oportunidad de demos t r a r aón más cuá l era s u pol í ti c a y la de Méxi c o, pue s f ue requerido como i nvitado de honor a una cena en Fi lade l fia, organ i zada por p e r s on a s que s e encontraban i ntere s a das en l os n egoc i os mi neros y de come rc i o en Méxi c o . La c rónica de dicha r e unión s e publ i c ó e n el Philadelphia Press de l 13 de febre r o de 1 88 3 , con e l tí t ulo : h ono r de Ma t í as Rome ro, e n capi t al is tas no r t eameri cano s magní fico s r e cursos con l os vecina. 38 Banque t e da do e n d onde comentó a l os e l des arroll o y l os que cuen t a l a Nación )" Philadelphia Press, febrero de 13 de 1883. Dentro de esta crónica , 31 se encuentra íntegro el discurso que Romero p ronunció fre n t e a 63 i nv e r s i on i s t a s . Ca b e destacar la elocuencia con la que manifestó su enorme i n t e r é s por conseguir que l os norteamericanos se a n i ma r a n a i nvertir y a reconocer a México como una nac i ón segura que habí a l ogrado superar l o s con f l i c tos internos que tanto la afectaron durante la p rimera mi tad del siglo XI X. . . . Estando en Méxi c o mi ambición ha sido ver mi propio p a í s tan próspero como el suyo , y siempr e he p e nsado que deb i do a nues t r a v e c i nd a d , l os Estados Unidos serían un factor i mportante e n e l cumpl imi e n to de tan a l t o p ropósito . . . . 3 9 Es obvio que , para 1 8 82 , Y después t amb i é n , Romero se e n con t r a ba completamente fas cinado por la estruc tura tanto económi c a c omo p o l í ti c a de los Estados Uni dos , de ahí que cada vez fuera más insi s ten t e en s u idea d e p r ogreso en México . Estaba convenc i do d e que , para q ue México con s i gu i e r a dicho p rogreso , era necesario c omenzar p or comunicar y c onectar a tod a s las regiones mediante un trazado de v í a s férreas que permitiera l a transportac ión de bienes . . . . Estoy convencido de que los ferrocarr i les cons truido s e n Méxi co han de t ener buen éxi to siemp re que s e dirijan deb i damente (esto es , poni e ndo en comunicaci ón los gra n d e s centros de p oblación , donde e s t á n l os distritos más r i cos ) , se l e s dé el trazado más conveniente y se construyan con la ne c esaria e conomí a . Segu r o estoy de que c ua l qui e r a línea f érre a const r u i d a 39 Discurso pronunciado en el banquete que se dio en su honor. Philadelphia Press. febrero 13 de 1883. 32 c on e stas c ond i c i one s dará buenos resultados pecuní.ar í.o s i t? Rome ro af i rmaba que México con t a ba c on i n i gua l a b l e s r ecursos na t u rale s y mineros que s e e ncon t r a ba n en c ompleto abandono debido a l a fa lta de c omunicación que exi s tía c on estos terr i t orios. Qui zá el caso má s e specí f ico del interés que había desper tado e n él la idea de l progreso ba sado e n la c ons t r uc c i ón de f e rrocarriles, se ve a r epr e s e n t a da en su p ropi a p a rt i c ipac i ón e n l a formac i ón de una c omp a ñ í a fér r ea que func ionar ía en el sude s t e de pa ís, zon a en l a que, c omo y a se indic ó, Romero con t a ba c on t i e r r as . 4 1 Aun cuando era un he cho que l o s n o r t eam e ricanos f u e r on l os que c on s igui e r on mayores ga nanc ias con base en l a cons t r ucc ión d e f err ocarri les, resulta ba t amb i é n c i e rto que i nve r s ioni stas mexi c a nos como e l p r opio Romero s e l l eg a r on a ver beneficiados en e l momen t o en que sus productos tuvieron la oportunidad de r e correr mayores merc ad os y expor t arse a l os Estados Un i dos . Todo esto prop o r c i ona elementos para i r comprendiendo por qué Romero v i o e n el proyec t o de Alber t Ki ms ey Owen una buen a i dea, pues pe rmit í a comb i na r c o lonizac ión , f errocarrile s y c omerc i o en una zona del nor te que j amás había s i d o v i s t a con el de tenimi e n t o su f i c i ente. ' 0 AHGE -SRE. l. 355. Correspondencia del Departamento de Estado a la legación de México en los Estados Unidos de América. Washington jun io 8 de 1886. f. 96 1. '1 Alfredo Ávila, "Diplomacia e interés privado: Mat ías Romero. el Soconusco y el Southern Mexican Railroad, 188 1-1883". Secuencia. mayo-agosto de 1997. Méx ico. p. 55. 33 CAPÍTULO I II LA IDEOLOGÍA Y EL DESARROLLO DETRÁS DEL PROYECTO DE ALBERT KIMSEY OWEN EN TOPOLOBAMPO 3.1 El interés del socialismo utópico dentro de la colonia cooperativista de Albert Kimsey Owen A l o largo d e l s i g lo XVIII Europa comenz ó a v i vir grandes cambios . El esta ll ido de la Rev olución Francesa dio paso a la apertura de nuevas ideologías , la mayor ía encaminadas a des tacar la parti c i p a c i ón de la s ociedad en la toma de dec i siones y e n l a formación de un nuevo tipo de gobierno . Estos eventos , muchas veces aunados a la diversidad dogmática, ayudaron a que s e f ormaran c or r i e n t e s de pensamiento que se contraponían al nuevo orden de acumu lación de capital . Fue así como l a s i de a s d e tipo socialista cobraron mayor fuerz a dentro del Viejo Conti nen te , ideas que, a su vez , no tardaron en tener a ceptac ión en Amér ica. Pa ra e l h i s t o r i a do r Pierr e-Luc Ab r ams on, el c on t i n e n t e americano se había c onver t ido , a los o jos del e u rop e o , en un l ugar en donde e l hombre podría 34 construir voluntariamente una soc iedad mejor . 42 Es ta idea muestra el hecho de que, en tre muchos r eformistas , América era el lugar idóne o para ver prosperar a una s ociedad que t uviera como base e l soc i ali s mo y el c oopera t i vismo , ya que parecía mucho más fácil sembr a r sus ideas en un continente en donde n o se v en í an a r r a s t r a n do l os problemas y el baga je histórico europeos. Hay que reflexionar tambi én s obre l a si tuación de nuestro c on tine n t e, pues una vis ión e n d onde s e crea que t odo s u extensión geográfica era un edén, o e n donde se piense que no había d i ferenc ias e n t re los pue blos que lo habitaban, d ista mucho de ser la mejor i magen que uno pueda formularse s obre é l . Se tienen que tomar en c uenta de i gu a l f o rma los procesos históricos por los que a t r avesa ron l a s distinta s c u l t u r a s , an t e s de llega r a formarse c omo nac iones . Quizá en esto radique que las ideo l og ías de tipo socialista que se c omen za r on a dar no siempre t uv ieron los mismos r esultados entre l os pueblos . El pre s ente apa rtado pretende abordar , d e ma n e r a s ucinta, la forma en que penetraron e stas ideologías dentro de l os Es t ados Un i d os y la manera en que se me zclaron con la in t e rpretación que de éstas se dieron en México en experimentos tales como la comunidad propues t a po r Al b e r t Kims ey Owen . 42 Pierre -Luc Abram son, Las utopías sociales en América Latina e ll el siglo XIX. FCE. México 1999. p.20-21. 35 3 .2 Estados Unidos f renteal socialismo utópico e uropeo Muc hos estudiosos coinciden en que los Estados Un i do s fueron v i s tos por los eur ope os reformis t as como e l lugar idóneo pa r a llevar a cabo sus ensayos utópic os . En parte , se debió a que en este pa ís todavía no aparentaba pad e c e r la dicotomía entre la c l a se t rabajador a de l a p rop i e t a r i a que había en Europa. Esto se consider aba como una ven t a j a en el moment o de quere r f o rma r una sociedad en donde el principal objetivo fuera buscar la igua ldad de c ond i c i one s tanto e conómica s como l a borales y s ocial e s ent re sus habi tantes . Por o tro lado, en l os Estados Un i do s e xis tía aún la facilida d de ha cerse de tierras, e lemen to indisp ensable para poder echar a andar los dist intos proyectos . Por últ i mo , un f a c t o r que t ambién era dete r mi nante, f ue la gran aceptación que estos p r oyec t os tuvieron dentro de algunos s e c tores de l a s ociedad norteamericana. Estos tres aspec t os ayudaron e n gran medida a cimentar va rios de los proyec tos utópicos que s urgieron en l os Estados Unidos a l o l a r go del siglo XIX pr incipalmente. Hay que t omar e n cuenta, también , que la situación de ese paí s atravesaba por grande s cambios; pr imero el gran movimi e n to hac ia las t i e r r a s del oes te y posteriorme n te l a guerra de 36 Secesión . Es t os p r ovoc a r on en e l án i mo d e l pueblo una act i tud mucho más abierta a proyec tos que f omentaran el bienestar social. Algunos autores mencionan que duran te e l s iglo XIX se llegaron a dar t r es diferentes periodos . e n los que e l socialismo utópico fue constante . 43 Estos pe riodos suelen estar vinculados con sus principales p romo tores y con e l periodo en e l cual tuvieron su mayor desarrol lo . El movimiento de Robert Owen. conoc ido como movimi ent o owenita, fechado entre 1824 y 1826 ; luego Charles Fourier dio a conocer su proyecto ha c i a 184 0, mismo que declinó hacia 1850, y fina lmente el movimien to cooperativista, que l ogr ó destacar entre los anos de 1880 a 1900. Uno de los principales i mpulsores del último fue Albert Kimsey Owen. El movimiento del inglés Robert Owen44 s u rg ió como una reacción frente a l gran cambio que s ignificó l a Revoluc ión Industrial . Él cons ideraba que el porveni r armón ico de l a sociedad radicaba en la producción i ndus trial e n mas a, siempre y cuando ésta viniera acompañada de una a d ecuada distribución de l os bienes. Es deci r, s u proyecto no esta b a peleado con el ritmo con el cua l se estaba desa r ro l l ando la producción en masa a partir de la i nc or pora c i ón de las máquinas en la producción . Aunque, lo que sí s e pe leaba, 43 Sergio Ortega, "Topo lobampo: un caso de colonización porfiriano" . Tesis de docto rado en Historia , México , UNAM , Facultad de Filosofía y Letras. 1977, p. 88. 37 era e l hecho de hacer una dist r ibuc ión equi tat i va d e l os beneficios ob t en i dos . Robert Owen via jó a los Es t a d os Unidos en 1824 . Adquir i ó 12 000 hectá rea s y fundó la comun i dad c onoc i da c omo New Harmony , en el es tado de Indiana. Esta colonia no logró t ene r e l éxito que se e speraba y f inalmente fracasó e n e l a ño de 1827 . Sin embargo, ya desde este intento, quedó c l a ro que lo que Owen bus caba a través de la colonia e r a fortal ecer l os l a zo s f ami l i a r e s , a part ir del entendimiento de l a c omuni da d como una gran fami lia. Para lograr este cometido , Owen estaba c ons c i en t e de que era ne ces ario acabar con l o que é l denomi naba los tres grandes corruptores de la humanidad: la propie da d privada , la re ligi ón irraciona l y el matrimon i o . 4s Cabe destacar que las ideas de Owe n no se a ba ndona r on des pué s del p r imer f r a caso e n New Ha rmony. Todo lo con t r ario , el mi s mo i ntentó llevar s u concepto de s oc i a lismo u t ópic o a una extensión de t erreno mucho más g r ande. Ha cia 1828 , se di rigió al gobierno mexicano pidiendo l a c e s ión de las p r ovincias de Texas y Coahui la pa r a c rea r en e llas una sociedad que se encargara de v i v i r en abs o lut a armon í a, al e jánd os e de l as guerras y l os en f rentamientos , para demos tra r al mund o que sí e ra pos ible v i v i r d e e sa mane ra . 4 6 4~ Serg io Ortega. op .cit.. p. 90. '" Pierre-Luc Abramson. op. cit.. p. 40. 38 El plan no llegó a c on c r etarse nunca , hay que r e cor d a r qu e México acababa de sali r de l a guerr a d e I nd epe nd e nc i a y la ines t a b i l i da d era su princ ipal caracterís ti c a . Por ot ro l ado , se e s t aba hablando de d os terr i tori os fronteri zo s, l os cua l es , a un cuando se t e nían en l a mi r a para s u paulatina coloni zación , jamás se hubiera pensado c e de r . Po r último , uno de los puntos que mencionó Owen corno necesario para v i v i r en armoní a , radicaba en dejar de l a do l a r el ig i ón irrac i onal , obser vación que debió influ i r e n la nega t i va de un go b i erno que , en esos momen t os, e s taba dispuesto a c ons iderar ba j o proc lama consti tucional a la religión catól i ca como única, s in t olerancia de ninguna or ra ; " ? Aun c uando las d os empresas má s i mportantes que Owen intentó r e a l i z a r en Amé r i ca, f r acasa r on, es importa n te des t a car su cont r i bución al pensamiento del s oc ial ismo utópic o en e s t e c ontinent e . Los pasos que él di o dentro de l os Estados Un idos y México rindieron algunos frutos e n mano s de o t ros r e fo rmi s tas. Tal es caso de Alber t Ki ms ey Owen, qu i en tomó mucha s de las i d ea s de Robe rt Owe n (con quien no ten ía paren t e s c o a lguno) para r eali zar la f undación de l a c o lon i a d e Top olobampo . "' Pierre-Luc Abrarnson, op. cit.. p. 40. 39 A di ferencia de Robert Owen , Charles Fourier nunca viajó a América ; sin embargo. es t uvo s iempre interesado p o r lo que ocurría del otro lado del Atlánt ico. 48 Su movimiento logró tener más aceptación que e l de Owen . Tan s ó l o e n Es tados Unidos. s e t i en e informac i ón d e la cons titución de 34 c omunidades en los territorios del noroeste. 49 Para Fourie r l a a ctividad que aseguraba e l bienes tar de la s ociedad era la agricultura . El hecho d e tomarla c omo la base del desarrollo de las c o l onias no f ue una idea nuev a , pues desde tiempo atrás e sta labor se había v is to como la base del c r e c i mi e n to de muchas otras cul turas. No obs t an te . qu i zá en el c a so de Amér ica Latina, el pensar en darle may or peso que a l a t ecnolog í a fue un factor que le hi zo ganarse más a deptos . 5o Este punto es d e suma importancia para nues tro estud io . pue s v e r emos que . en el caso de la colonia qu e n os c on c i e r n e . Al b e r t Kimsey Owen combinó las ideas tanto de Rob e r t Owen como de Fourier . De ahí que una de l as bases de la fundac i ón de la comun i da d de Topolobampo se centrara e n la producción agrícola y en la distribución que de ésta s e pudie r a ll e gar a l ograr a t r avés de la util ización de di s t i n tos medios de t r a nsporte . des tacándose e l ferrocarr i l ..lb idem ., p. 3 1. 49 Sergio Orte ga, op. cit. p. 89. 50 Pie rre-Luc Abrarn son , op. cit.. p. 33. '0 como elemento tecnológico capaz de acercar las fronteras comerciales. El movimiento cooperativista. por su parte, nació como respuesta a la competencia que había despertado el sistema capita lista. Las colonias, de esta tendencia veian en la cooperación de todos los colonos la posibilidad de alcanzar un orden social que rompiera con la idea preestablecida del trabajador y el propietario. Es posible que Albert Kimsey Owen sea uno de los principales promotores del cooperativismo y por supuesto es su máximo representante en los Estados Unidos. En su ideario, conocido como -Integral Co-operation; i t S Practica! Application", logró explicar la manera en que sus ideaspodrían ser factibles en un¡¡¡ colonia que reuniera tanto tierras cultivables, como la posibilidad de crear una infraestructura que permitiera el comercio y, sobre todo, agrupar a una sociedad dispuesta a cooperar por el bien común. Para Owen, uno de los grandes problemas del hombre radicaba en la producción y la distribución de la riqueza, pues la mala distribución provocaba una enorme inequidad. Es por ello que uno de los objetivos de Owen fue formar industrias cooperativas que procuraran mayor equidad en a la distribución: L. cooperación demanda lo, casi posibles beneficios. todos ,us esfuerzos ,on para mejorar lo condición física de todas 1 .. persona s. El dinero libre. el comercio no 41 restringido , la exención de impuestos federales, estatales y municipales deben ser logradas cooperativamente, no separadamente; nunca por medio de la competencia . 5 1 Para la colonia c ooper a t ivi s ta, l a agricultura debía convertirse en una de l a s bases de producc i ón . De esta f orma se pre t endían cubrir todas l as necesidades de una sociedad: materia prima , producción, distribución , infraestructura , internacional . v í as de comun icación , desarr ollo Podemos obser var, de ma nera suscin ta, que la idea de colonia cooperativ ista en el caso espec í f i co de Albert Kimsey Owen, siguió un camino muy particular pues , como hemos menci onad o . l a coope r at iva era tan s olo una herrami en t a más dent ro de l gran p lan integral que Owen t enía previsto . De e s ta fo rma podría parecernos un t a n to con tra d i c t o r io que una de las bases que s ostenía dicho p royecto fuera e l mane j o de l dinero a part i r de las bases c ap i t a l i s t a s. Sin emba r go , e l fin ú l timo era que los colonos fue ran capaces de ser dueños tanto de su colonia como de l f e r r oc a r r i l qu e s e construyera, s i n i mpor t a r que, para log rarlo, tuvieran que recurrir al juego capita lista de la creación de empresas . 51 Albert Kim sey Owen, Integral Co-operation: its Practical Application. John W. Lovell Co mpan y, New York. 1885. p. 12. 42 3.3 vida de Albert Kimsey Owen Hasta aquí, hemos v i s to algunas de l as i deas que s e hicieron patentes durante el s i g l o XI X; muchas sólo s e quedaron en un i nten to fallido , muchas o t r a s l ograron desa r ro l l a r se a l menos por algunos años . El caso del coopera t ivismo cobra e s pecial interés por t r a t a r s e de l a idea que Owen i ntentó lleva r a c abo . A c on t i nua c i ón , s e muestra una s embl anza de la v ida de es t e promotor, y la forma en que fue conc i biendo poco a poco a Topolobampo como e l lugar i dóne o para llevar a c a bo d i c ho proyec t o cooperativ is ta. Al be rt Ki msey Owen nació e l 17 de mayo d e 184 7 en Che s t e r, Delawa r e County , Penns y l vania . Su madre' f ue Harr i et Ma f f i t , fa l l eció c ua ndo él t odavía e ra muy n iño , de ahí que su padre Jos hua Owen se convirt i e r a en l a ma yor influencia s obre él . Sus i deas s ocia l is t as c a u s a r í an gran impresión en la j oven men t e de s u h i j o , Alber t Ki msey . 52 El pad re e r a un méd i c o cuáquero, que formó parte de la brigada del general Ha n Cook duran te l a guerra Civ i l de l os Estados Unidos . Tanto éste como su hermano Al fred a c ompaña r on a l j oven médico duran t e las c ampañas militares ent r e e l i nv i erno de 1 861 Y 18 62. Algunos autores que han tra ba jad o c on anterioridad l a v i da d e Albe rt K. Owe n mencionan qu e este 52 Pierre-Luc Abramson. op. ci t.. p. 248. acercamiento a la guerra despert ó en él 43 un mej or e ntendimiento tanto de su país como de la condición humana, haciéndolo mucho má s pe r c ept i vo d e las necesidades de la sociedad de l og r a r r eun i r la armonía , la i gua l d a d y la toleranc ia . Estos factores quizá logra ron sentar d e manera signi f icativa l a ideología u t ópica que pos t erio rmente habría de abanderar. 53 Para el año de 1866, la familia Owe n se fue a recorrer Eu r opa , con e l propós ito de apreciar l o s adelantos técnicos , la sociedad y la vida d e l Vie j o Continente . Su estancia f ue de catorce me ses , durante l os cuales visitaron Inglaterra , Francia, Malta, Sicil ia e Italia. En estos países log r a ron obs e r va r cómo l a Revoluc ión Industria l estaba gestando clases capitalista. sociales propias del s istema En cuanto r egresó a Delaware Owen t omó un empleo como jefe de planeación del ferrocarril Che s t e r Creek . 54 Te n í a entonces 20 a ños . Para el año de 1868 , Albert ayudó e n la urbanización de su ciudad y d e Fourth Wor t h , Filadelfia, trabajo que e n un fu t u r o le i ba a s e rvir para l a p laneac i ón d e su p r opia ciudad modelo. 53 David M. P letcher, Rails. Mines and Progress: Seven American Promoters in Mexico /867- / 9/ 1. Cornell University Press, Ithaca-Nue va York, 1958; Sergio Ortega, El Edén subvenido: la colonización de Topolobampo, / 886-1896. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México. 1978. 54 A lbert Kimsey Owen, Integral Co-operarion irs Practica! Application. John W. Love ll Co mpan y, New York, 1885. p. 20 1 44 Había s a cado prove cho de las r e l a c i one s que hizo mientras acompañó a s u padre du rante l a Guerra Civil. En e f e c t o , entre otr os, c onoc i ó al general Edward F. Beale, quien lo recomendó como s up e rvisor de l a cons t r ucc ión de la vía de Clear Cree k Canyon, en el estado de Colorado . Esto l o l l evó , en el año de 187 2 a s e r invita do por e l gener al Palmer, propietario de la línea Denver - El Paso a un irse a su expedic i ón a Méx ico con e l propósito de amplia r su red ferroviaria al norte de Méx i c o y posteriormente l l evarla hasta la capital de es t e país . 5? Owen recor ri ó en t onc e s , en compañ í a del gobernador H.C . Hunt, una larga r u t a que i ba desde Color a do Springs, hasta Querétaro , pasa ndo por Santa Fe, El Pa so, Chihuahua. Era s u prime r contacto con México, Al be r t K . Owe n , permaneció por un periodo de once meses , v i a j a ndo p rincipalmente por l a zona de l Pacífico . Fue durante e ste reconocimien t o que se enteró por primera ve z de la existencia d e una bahía conocida como Top o1obampo , la c ua l se encontraba enma r c a da en Sinaloa . 56 l a cos t a del estado de Como s uc e dería con una buena parte de los inversioni s t a s extranjeros , é l h i zo amistades dentro del ámbito po l í t ico mexicano. Una de ellas s e c onver ti r ía , entre 1880 Y 1884 , en presidente de l a República Mexicana, Manuel Gonzá1ez . " Thomas A. Robertson, A South western Utopia. The Ward Ritchie Press: Los Angeles. 1964. p. 23. 56 Albert K. Owen, op. cit. p. 202. 45 Owen abordó por primera vez e l tema del ferrocarr il Norfolk-Topolobampo e l 2 0 de may o de 1873 , dentro de la convención de gobernadores de l "Nuevo Sur" en Atlanta , Georgia . 57 Posteri or mente , y gracias a l a ayuda del gobernador Kemper de l Es tad o de Vi rginia , consigu ió que la asamblea aprobara s u i niciat iva s obre l a coloni za c ión de tierras en el tramo que ocupa ría dicho ferroca r r i l . Sin embargo, entre los años 187 3 y 1878 , Es t a d os Unidos su f ri ó una c r is is económica que parali zó por algún tiempo e l auge ferrocarrilero que se había e s t ado dando, permit ió que esta i n icia tiva pro s pe r a r a . 5 8 l o cual no En el invierno de 1874, J ohn Brown Gor don , gobernador de Georgia, presentó al Senado de l os Estados Unidos de Ame r i c a el " Memori al of A.K . Owen, C. E . ", conocido como " the great Southern Trans -Oceanic and Internation a l Air Line-Asia to Europe via Mexico and t he United States ". 59 Cabe destacar que la idea de Albert Owen de hacer un f e r r oc a r r i l que c one c tara e l este de los Estados Un i dos con un puerto en el oes t e no e ra nue va . Se pretendía qu e é ste par t iera de Ka ns a s City y terminase en Topo lobampo , a c ortando en 965 KM la dis tancia en t r e las zonas i ndustr i al e s del cent ro y este d e Nor t e amé r i c a y el Océano Pac í f ico. 5 0 Sin embargo , él iba mucho más allá de la ide a de f omen t a r el comerc i o inter- 17 Sergio Orte ga.. "To poloba mpo: un Caso de Co lonizac ión Porfiriano.. . . .. 0(1 . cit.• p. 114. sKlbidem .• p. 116. 59lbidem, p. 117. f>OMario Gill , La conquista del Valle del Fuer/e. México. 1957. p. 27. 46 regional, pues la r uta que proponía abriría también, el comercio con Asia a travé s de una vía marítima . De tal f orma, se estar ía t r ata ndo de conec ta r tanto el comercio que provenía de Europa hacia Amé rica como el comercio de América con Asia . Hasta entonces, e l i n t e rcambio e nt re e l Atlántico y el Pacífico se había hecho por el Cabo de Hornos, por la Patagonia, pues aún no se abría el canal de Panamá, el cuál ya ha bía s ido sugerido mucho t iempo atrás por e l Ba rón de Humboldt a Simón Bol ívar a principios de l sig lo XIX , y que tardó más de un siglo e n construirse a l ser concesionado a una compañía e s tadounidense hasta principi os del sig l o XX . Sin embargo, desde 1855, se había i naugurado un ferrocarril en Panamá qu e a l t eró l os rec o r ridos . Owen no desisti ó y sigu i ó p r esentando s u proyecto frent e a l os Congresos de 1875 - 1877 y de 187 7 -1 879 . Sin embargo, aun cuando tuvo el apoy o de l p res idente Ulises S . Grant , no log ró la aprobación l egi s lativa . 6 1 Ante este rechaz o , Al b e rt K. Owen se v i o en la necesidad de desarro llar un a c amp aña publicitaria de 1873 a 1883 , med iante la cua l se p ropuso interesar a los i nv e r s i on i s t a s y gente e n gene r a l a c e rca de la viabil idad de un proyecto como e l "Gr eat Southern " . El posible convenc i mi en to i mp l i caba c ambiar l a idea que se t e n í a s obre Méx ico c omo país i nestable , donde pel i g r a b an l as · 'Sergio Ortega. op.cit , p.118. 47 invers iones , punto precisamente e n el que los ministros de Re laciones Exteriores de ambos gobiernos (Méx i c o y E . U. ) t junto con un os pocos inver sionistas c onv enc i dos , unirían sus f uerza s para cambiar l a imagen mexicana y a s í obtener un b en e f i c i o mutuo . Para el año de 1B79 , como no ob t en í a la aprobación por parte del Congreso norteame ricano para la exploración de la r u t a Austin-Topolobampo, Owen par t ió a la ciudad de México con l a recomendación de l ministro Ma nu e l Zama cona. Du r an te es t a estancia, se vio envue lto e n el proyecto del cana l de Huehuetoca para el drena j e del lago de Texcoco, aun cuando éste fue rechazado por el Cong r e so mexicano durante el periodo de ses i ones de 1BBO. 52 Owen regresó a los Es tados Unidos para continuar con su proyecto del Gr e at Sou t hern, pero , a d iferencia de los intentos anteriore s, esta vez sí logró interesar a a lgunos inversionistas que esta ba n di s pu e s tos a financia r el proyecto , s ólo que el nombre se c ambió por el de "Ferrocarril Texas -Topolobampo ". 53 El B de ma r zo d e 1BBl qu e dó f ormalizada la s oc i e da d con el n omb r e de "The Texas - Topolobampo a nd Pa c ific Railroad and Te l e g r a ph Company" e n t r e a lgunas de l a s personas importantes que decidieron unirse , s e encontraban e l s enador Wi l l i am Wi ndom, a ntiguo s e c retari o del Tesor o y 62 Dav id M. Pletc her, op. cit.. p.l ll . 63Sergio Ortega.• op. cit.. p.127 . 48 Matías Rome ro, mi n istro mexicano e n washi n g ton , 64 qui ene s en t r e l os años de 1 881 y 18 83 se dedicaron a reunir la información nece sar ia para l l eva r a cab o d icha propuesta . Desde 188 4 Y h a s t a 1899, Owen permanec ió luchando p or ver c oncretado su sueño del fer r ocar ril . Sin emb a r go, e s e año dec idió t r a s pasa r s us d e recho s a l e mp resa r io norteamer icano Arthur Stilwell. De spués de 28 años el fer r o c a rr il s e reducía a poco más de 2 km de vía . 65 La activ idad de Albert Ki ms ey Owen dur a n t e todos es tos años no s ólo e s t uvo dedica d a a ver rea li zad o su proyec t o ferroca rrilero, s i n o que iba de la mano con la idea d e es tab l ecer una co l onia en e l puer to d e Topo l obampo. És t a debía t ener c omo base d e fun c i on ami e n t o e l c o op e r a t i v i s mo , en el c ua l todos y c a d a uno de s us h a b itan t e s go zaría n de los mismos bene f icios t a n t o económicos como sociales, y recibi ó c omo n omb r e, en e l seg undo con t r a to celebr a d o el 5 d e d ic iembre de 18 82 , e l de "Ciudad González·; en el de 18 86 se le daría e l de "Ci ud a d d e l Pac í f i co .• 66 Un año después del p r imer c ont r ato, Owen o rgani z ó una compañía con Samuel Bu t tle r y Ulysses S. Gr a n t e n tre o t ros , ""' Ibidem. p.128. 65 Sergio Ortega, La colonización de Topolobampo (/ 866-1896) . en Sinaloa textos de su histor ia. v.Z, México. Instituto Mora, 1987. 66 Pierre-Luc Abramson, Las utopías sociales en América Latina en el siglo XIX. Fondo de Cultura Económica. México. 1999, p. 253. 49 la cual d os años de s pués adquirió e l nombre de: The Credi t Foncier of S i n aloa , s oc i e dad que pre~endía funcionar mediante a cciones para llevar así a c abo l a coloni zación y la participación ind ivi dua l de utilidades. ~ 7 La compañía se fundó con el obj e t i v o de r e un i r c a p ita l. Se emitieron 200 .000 a c c i ones de 1 0 dólares cada una: 1 0 0 , 0 0 0 reservadas a los futuros co l.onos y 10 0 , 0 0 0 para el me r c ado libre . Owen y s u s amigos adqu i r ieron 50 % de las a c cione s puesta s en el úl t i mo y l a s o tra s fueron a dqu i r idas por 1491 a c c i on i s t a s - c ooperativ i stas. El ob j e t ivo e r a que Cr e d it Foncier se conv i r t i e r a en p r op ie t a r i o de la sociedad con s tructora c el f errocarril y pose edora de la mayo r par te de l os privilegios y concesiones acordados por México a l a Texas - Topolobampo Company . De este modo . col onos socialistas i ban a dominar una v a s t a emp r esa i ndus t r i al y c O::1erc i a l c on un de termi nan te mundí.a Les i" papel en los intercarr.bios económicos Así pues. se puede observa r que l os pasos d e Owe n siempre es tuv ieron encaminados hacia dos grande s intere s e s : por un l ado . e l bienestar de l a s ociedad e n una comun i dad ideal equitativ a y jus t a que produ jera . y por el otro . un f e r roca r r i l que transportar a me r c a ncía s y con s i gu ier a a s u vez comunicar a la colon i a c on o t ros es tajo s . El b ienestar s ólo e r a posible de alcanza r a part~r de una gran 67 Thomas A. Robertson, op.cit., p.34. 6K Pierre-Luc Abramson.. op. cit.. p. 254. luchaban por 50 invers ión. producción y transporte c omerc ial. a sí como la c onvivencia armónica y equitativa de l os i nd ivi duos . c on la apl i ca ción de la más alta t ecnolog ía para e l propio beneficio y funci onamiento . 3.4 ¿Por qué Sinaloa? La situación geográfica y las condiciones de la Bahía de Topolobampo A l o largo de toda la primera mitad d e l s i g lo XIX mexi cano , los estados de l nor t e de México se car a c t e r i za r on por ser zonas aisladas del centro d e la repúbl i ca. La si t uación por la que atravesaba el país ha c í a muc ha s vece s di fícil e l reconocimiento de las necesidades del á r ea y la e xp lo t ación de las riquezas que es t a zona pod í a da r al país. La i nd epende nc i a de Texas en 1836 abr i ó los o jos a los gobiernos que, a part ir de ese momento, traerle e s t a b i l i d ad . Hacia la mitad de l s i g lo XIX, el noroeste de l pa í s comenzó a figurar dentro d e l os p lane s anexi oni s t as de los no r t e ame r i c a no s . La guerra de 184 6 -184 8 fue e l c l aro e j empl o de la imp ortancia que estas tierras cobraron dentro de la posición d e expansión terri t oria l d e l os Es t a dos Unidos. En el caso espec í fi c o de Si naloa. los intereses norteamericanos por
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