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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
 
 
FACULTAD DE CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES 
 
 
 
 
ANALISIS DE LA REPRESENTACION CINEMATOGRAFICA 
 DE LA JUVENTUD DE FINALES DEL SIGLO XX 
IDENTIFICADA CON LA GENERACION X 
 
 
 
 
TESIS PARA OBTENER EL TITULO DE 
LICENCIADA EN CIENCIAS DE LA COMUNICACION 
 
 
 
 
PRESENTA 
 
MONICA EDITH HIDALGO ROSSELL 
 
 
ASESORA: LIC. MA. TERESA GARCIA CONTRERAS 
 
 
 
 
 
 
MEXICO, 2005 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
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No basta con dar pasos que un día puedan conducirnos hasta la meta, 
sino que cada paso ha de ser una meta, sin dejar de ser un paso... 
 
Goethe 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mis padres, 
por el esfuerzo y el amor... 
 
A mis hermanos, 
por el respaldo que significan... 
 
A todos mis profesores, 
por compartir su conocimiento... 
 
A mis amigos, 
por su cariño y paciencia... 
 
 
gracias... 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias a todos 
por estar incondicional y solidariamente para compartir triunfos y adversidades... 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos especiales 
por sus valiosas aportaciones para la realización del presente trabajo 
 
a mi asesora Lic. Ma. Teresa García Contreras, 
y a mis sinodales 
Lic. Eduardo Aguado, Lic. Antonio Suaste, 
Lic. Federico Dávalos y al Dr. Vicente Castellanos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias Universidad Nacional Autónoma de México 
por brindarme el privilegio de pertenecer a una institución con garra y corazón... 
 
 
 
INDICE 
 
 
INTRODUCCION 
CAPITULO I 
Antecedentes 
 
1.1 Haciendo un poco de memoria ................................................. 1 
1.2 Abuelos de la movida ............................................................. 4 
 
 1.2.1 Beat Generation ...................................................... 5 
 1.2.2 Contracultura ......................................................... 9 
 1.2.3 Hippies ............................................................�... 10 
 1.2.4 Yuppies ................................................................. 18 
 
1.3 ¿La Post... modernidad? ......................................................... 20 
 
CAPITULO II 
Aproximación al cine 
 
2.1 Flash- back .............................................................................. 26 
2.2 Todos al cine ............................................................................ 33 
 
2.2.1 ¿Realidad o ficción? ............................................... 38 
 
CAPITULO III 
Juventud y Generación X 
 
3.1 Qué hay con la juventud ........................................................... 41 
3.2 Generación X, ¿un libro? ........................................................... 47 
3.3 Generación X, de concepto a slogan .......................................... 50 
 
 3.3.1 Perfil de la Generación X ....................................... 52 
 
 
 
3.4 Generación X, AL AIRE !!! ............................................................ 55 
3.5 Las cinco películas retrato de la juventud de fin de siglo................. 59 
 
3.5.1 Reality Bites, Dir. Ben Stiller ����������������.. 62 
3.5.2 Singles, Dir. Cameron Crowe .���������������.. 67 
3.5.3 ¿Quién ama a Gilbert Grape?, Dir. Hallström Lasse ��� 72 
3.5.4 Clerks, Dir. Kevin Smith �������������������. 76 
3.5.5 Kids, Dir. Larry Clark ���������������������. 80 
 
CAPIULO IV 
Juventud mexicana 
 
4.1 ¿En México hay jóvenes? ............................................................ 84 
4.2 Estereotipos a la mexicana ......................................................... 87 
4.2.1 Jipis ........................................................................ 87 
4.2.2 Chavos de Onda ....................................................... 88 
4.2.3 Contracultura en México ............................................ 89 
4.2.4 Chavos banda .......................................................... 91 
4.2.5 Generacion X en México ............................................ 94 
4.3 Juventud mexicana retratada por el cine ...................................... 97 
 
CONCLUSIONES 
ANEXO 
GLOSARIO 
BIBLIOGRAFIA 
 
 
 
INTRODUCCION 
 
 
En la actualidad, la globalización de la información ha venido a trastocar la forma 
de percibir el mundo. Dentro de los medios de comunicación, los audiovisuales, han 
planteado un nuevo orden cultural de contenidos y fronteras ideológicas exaltando a la 
imagen como uno de los métodos más eficaces para la distribución y recepción de 
diversas maneras de expresión, abriendo el pensamiento a nuevos horizontes: con la 
imagen: todo lo imaginario se vuelve posible y todo lo posible se vuelve universal. 
 
Hoy, poco importa la nacionalidad o lugar de residencia de una persona, porque cuenta 
con la posibilidad para obtener información de cualquier otra cultura. Ante tal situación, el 
cine, la televisión y recientemente Internet, venden y reconstruyen un mundo �real� 
decorado con estereotipos y clichés dirigidos principalmente a aquellos que andan en 
busca de reafirmar o reforzar su personalidad, tal como sucede con los jóvenes que están 
expuestos a las más variadas circunstancias que influyen definitivamente en su vida, y en 
la búsqueda de una posición, de una realización. 
 
Así, el ciudadano que forma parte de una sociedad determinada es el eje de una serie de 
acciones que los productores de contenidos de consumo (películas, libros, discos, etc.) 
diseñan para atraerlo por medio de referentes icónicos que logran convertirse en modelos 
mediáticos, paradigmas que impregnan la vida cotidiana. 
 
El nacimiento de los medios de comunicación de masa contribuyó a poner fin a la 
modernidad, y crear una sociedad más compleja. Un medio conveniente para transmitir 
con rapidez estándares importantes es el cine, pues a través de las películas se puede 
manifestar la cultura, transmitiendo de país en país, de sociedad en sociedad ideas, 
simplificaciones de acontecimientos históricos y/o personales, una guerra, un 
descubrimiento o simplemente una anécdota, todo esto bajo la visión no sólo del 
realizador sino también del gran grupo que colabora para producir una cinta. 
 
 
 
 
 
 
 
 
A lo largo de los cuatro capítulos de este trabajo llamado �Análisis de la representación 
cinematográfica de la juventud de finales del siglo XX identificada con la Generación X� se 
realiza un acercamiento sobre cómo los medios de comunicación audiovisuales, 
básicamente el cine se fueron apropiando del concepto �juventud� y supieron explotar 
todo lo referente a ello; desde los hippies en la década de los 60, pasando por los yuppies 
y los punk de los 70 y 80 hasta la masificación del concepto literario nacido en la novela 
de Douglas Coupland Generación X de los 90. 
 
En los lugares con un determinado nivel de prosperidad, estos grupos de jóvenes 
desarraigados y �rebeldes� eran más el producto de la propia dinámica capitalista 
experimentada durante ladécada de los años cincuenta, que una expresión nueva de la 
�delincuencia juvenil�. 
 
La juventud se vive, disfruta o desprecia dependiendo del contexto y las características 
biológicas de cada persona, aunque siempre se experimentarán ajustes y adaptaciones de 
carácter social e individual; en los años cincuenta, tal como se verá en el capítulo I, aún 
con el malestar y el miedo emanado de la guerra mundial, se generaría al primer grupo de 
jóvenes inconformes conocidos como beatniks, surgidos en los Estados Unidos y copiados 
más tarde por otros países bajo distintos nombres capelloni, peaceniks, etc; dependiendo 
su procedencia. 
 
Ya en los sesenta, a los jóvenes se les tomó en cuenta, al irrumpir con fuerza y 
amedrentar con su actitud. Surge el �rebelde sin causa�, incluyendo a los hippies, que con 
su peculiar forma de manifestación lograron captar la atención para, entonces sí, ser 
considerados como parte importante de la sociedad. Originando lo que se denominaría la 
"lucha generacional", la cual continúa estando en la mesa de discusión. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Motivo por el cual, el tema Generación X se vuelve vigente al proporcionar claves de una 
época y del grupo de jóvenes que, a pesar de cargar con una gama de características 
�negativas�, está tomando las riendas del poder en las principales naciones del mundo. 
Además, es la cara de la juventud postmoderna: testimonio de sueños y emociones 
destruidas. 
 
Dentro del capítulo III de la investigación, se hace hincapié sobre la visión de la juventud 
de fin de siglo y, de su representación cinematográfica atribuida como estereotipo efectivo 
de �moda�, pero inexacto, como impresión de la juventud descrita a partir de una novela 
donde la principal problemática de los jóvenes es precisamente la realidad, es decir, vivir. 
 
Se destaca cómo la Generación X se convirtió en un slogan publicitario de carácter 
manipulador y masificador, instaurando un cliché que caracteriza a todo una comunidad 
de jóvenes alrededor del mundo en el cambio de siglo, exaltando su falta de interés en 
cuestiones sociales y morales. 
 
A partir de ello, la representación de los jóvenes, en especial la acogida por los medios de 
comunicación, resulta contradictoria, pues al mismo tiempo se les exige desarrollar 
numerosas cualidades para ser reconocidos como personas de �bien�, pero en dichos 
medios, se promueven estereotipos, que entre otras características, consumen todo tipo 
de drogas y son irresponsables. 
 
A nivel mundial, ésta generación ha vivido tiempos de transiciones drásticas, con crisis 
económicas permanentes, divorcios y la formación de utopías basadas en la tecnología y 
la globalización económica y de enfermedades como el SIDA. Utopías virtuales, que 
generan pesimismo y desencanto. Por ello y con el fin de redondear la información, el 
capítulo IV esta dedicado a México; pues, aunque el concepto se consolidó tardíamente y 
el cine demoró aun más en retratarlo, sí hubo en nuestro país una insípida Generación X. 
 
 
 
CCCAAAPPPIIITTTUUULLLOOO III 
 
Antecedentes 
 
 
 
1.1 Haciendo un poco de memoria 
 
 
 
Una marea de sangre traza el final de la Segunda Guerra Mundial; alrededor de 
cincuenta millones de muertos, ciudades destruidas, tierras minadas, hambre, miseria, 
Hiroshima y Nagasaki eliminadas con la bomba atómica. Durante seis años (1939 � 1945) 
los hombres que habían alcanzado un alto grado de civilización actuaron como bárbaros; 
las consecuencias: la derrota de los regímenes fascistas y el mundo dividido en 
democracias occidentales y liberales agrupadas en torno a Estados Unidos y, democracias 
populares dominadas por la Unión Soviética; capitalistas contra socialistas. 
 
La historia contemporánea se divide con frecuencia en antes y después de la Segunda 
Guerra Mundial, ya que los cambios que se operaron en el ámbito general al final de la 
contienda fueron muy significativos, transformaciones en las estructuras sociales, políticas 
y económicas. El sistema mundial posterior a 1945 fue un mosaico de estados muy 
desiguales en el que la jerarquía de las potencias �abarcada por sus economías, sus 
ejércitos, sus herencias imperiales y resplandores culturales- se deformó lentamente. 
Comenzó la era del armamentismo nuclear, de los bloques, de las crecientes 
desigualdades; la acumulación capitalista se desarrolló más eficazmente que nunca y 
tendió a disolver los mercados nacionales en un mercado mundial. 
 
La línea divisoria que significó la Segunda Guerra Mundial abrió un nuevo capítulo en la 
historia, originó una nueva guerra, la denominada Guerra Fría, período conocido en el que 
hubo un estado de tensión permanente, primero entre las dos grandes potencias y 
después entre los dos bloques de países dirigidos por éstas. La Guerra Fría estuvo 
alimentada por factores ideológicos, por la lucha entre el socialismo y el capitalismo. La 
lucha en la que cada uno pretendió imponerse en diversas regiones del mundo, a través 
de distintas políticas. Las grandes potencias crearon alianzas militares con la intención de 
contener la expansión del comunismo o capitalismo. 
 
 
2
 
Los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global, lo que suponía un 
equilibrio de poderes muy desigual pero indiscutido. Las primeras manifestaciones de la 
Guerra Fría se presentaron a raíz de las pretensiones de la Unión de Repúblicas Soviéticas 
Socialistas y de los Estados Unidos sobre el dominio del territorio alemán. Para 1950, el 
aspecto de la geografía política era totalmente distinto. Nuevos países surgieron, las 
relaciones entre los mismos también cambiaron y nuevas inquietudes se hicieron 
presentes. 
 
Las relaciones en este mundo dividido en dos bloques, tuvieron muchos momentos de 
gran tensión, que estallaron en guerras locales como la guerra de Corea y la de Vietnam, 
además de otros conflictos. 
 
La guerra de Corea (1950), fue la única �guerra caliente� dentro de este marco. El origen 
de este conflicto se dio cuando los japoneses, que habían ocupado Corea durante 40 años, 
fueron derrotados y expulsados del país al final de la Segunda Guerra Mundial. El país 
quedo dividido en dos: 
- Corea del Norte, zona liberada por los soviéticos y gobernado bajo el sistema 
comunista. 
- Corea del Sur, donde las tropas norteamericanas habían recibido la rendición 
japonesa, formándose un gobierno capitalista. 
 
Pero, si hubo un factor que haya actuado como catalizador de las tensiones sociales en los 
Estados Unidos; y, quizás, en el mundo, fue la guerra de Vietnam, tal vez la más intensa 
de Asia. Tuvo su origen al final de la Segunda Guerra Mundial cuando los franceses, 
antiguos �dueños� de esta zona, habían perdido el territorio frente a los japoneses. Pero, 
durante la guerra mundial lo recuperaron y se negaron a aceptar la independencia de su 
antigua colonia; donde, se había despertado un fuerte nacionalismo dirigido por el líder 
comunista Ho-Chi-Minh. En 1946 se entablaría una larga guerra entre ambos bandos, que 
no terminaría hasta 1954, con la derrota francesa. 
 
En la Conferencia de Ginebra se reconoció la independencia del país, aunque éste quedaba 
dividido en dos zonas, una al norte y otra al sur del paralelo 17. Pronto empezaron a 
producirse en Vietnam del Sur continuos ataques de guerrilleros apoyados por Vietnam del 
Norte. Estados Unidos decide intervenir abiertamente en 1964 llegando a concentrar a 
 
3
 
más de medio millón de soldados y, ante el fracaso militar y la oposición a la guerra 
dentro y fuera del país, su única opción fue emprender la retirada. Para 1973, se firmaron 
los acuerdos de paz en París, que no solucionaron el problema vietnamita; y, dos años 
después, Vietnam del Sur fue invadida por las tropas del Norte, tras lo cual se produciría 
la reunificación del país. 
 
A inicios de los setenta, lacrisis de occidente se manifestaba: aumentó brutalmente el 
precio del petróleo; comenzaba la cuarta guerra árabe-israelí. Estados Unidos entraba a la 
década desalentado por el fracaso militar en Vietnam; y, el escándalo Watergate, (causa 
de la dimisión del presidente Nixon). 
 
Será, sin embargo, la maduración del cambio, iniciado en la década de los 60. La 
democracia burguesa se extendería. La producción y el consumo de masas transformarían 
las economías de Europa occidental, a semejanza de la Norteamericana. Prospera el 
divorcio entre la modernidad como proceso económico y como movimiento cultural: 
modernización y modernismo. Al mismo tiempo que la economía rompe por entero sus 
lazos con el período precapitalista, el movimiento cultural da muestras de agotamiento: 
las vanguardias comenzaron a ser resultado del mercado de las galerías y su periódica 
necesidad de nuevos estilos. 
 
Las vanguardias serían esencialmente definidas por este telón de fondo totalmente nuevo. 
Hubo por supuesto escritores o pintores, arquitectos o músicos, que realizaron una obra 
significativa después de la Segunda Guerra Mundial. Pero nunca se alcanzaron las cimas 
de las dos o tres primeras décadas del siglo, tampoco surgieron nuevos movimientos 
estéticos de importancia colectiva, aplicables a más de una forma de arte, después del 
surrealismo. 
 
Así pues, los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial trajeron una nueva 
sensibilidad, otra forma de enfrentar los acontecimientos e instalarse en el mundo. La 
problemática juvenil se colocó en la mira del interés público. La inconformidad adoptaba 
forma. 
 
 
4
 
 
1.2 Abuelos de la movida 
 
 
 La sociedad entendida como �[...]producto de una construcción, con normas para 
regular las relaciones sociales�1 encontró en todo este ambiente de posguerra la 
justificación para un cambio, muchos países lograron independizarse y comenzar con 
estructuras sociales, económicas y políticas nuevas. El american way of life se veía 
amenazado; los más sensibles se dieron cuenta que habían muerto miles para liberar a 
millones de personas de segunda clase bajo el nazismo, aunque millones de negros 
americanos eran ciudadanos de segunda. 
 
�El proceso de conformación de la nueva sensibilidad de desencantados con la sociedad se 
vinculó a drogas, música, literatura y los viajes�;2 los cambios que se expresaban con las 
ideas, los comportamientos individuales, colectivos y las experiencias durante las décadas 
de los cincuenta y los sesenta, se les denominó: underground, contracultura, subcultura, 
cultura juvenil, revolución cultural. La relación entre los fenómenos culturales europeos y 
norteamericanos, y las revueltas de las bandas juveniles durante esta época, con los 
movimientos que cuestionan en todos los países los mismos fundamentos culturales de las 
relaciones sociales de la sociedad burguesa -personales, familiares e institucionales-, se 
puede interpretar de diversas maneras. 
 
Estos brotes contraculturales recibieron diferentes nombres en cada país: en Inglaterra las 
primeras manifestaciones contraculturales se reflejaron con los edwardians, los teddy boys 
y los mods, sus formas de expresión eran violentas y manifestaban abiertamente su 
rechazo a la sociedad de consumo. �La forma de vestir de los teddy boys -ropas 
miserables pero vistosas, de colores muy vivos y corte pretencioso (pantalones ceñidos y 
chaquetas alargadas)- contrastaban con la miseria de la vida cotidiana, como eco de la 
ilusión de colmar las frustraciones que se derivaban de la lejanía e inaccesibilidad de esa 
sociedad de consumo continuamente evidenciada a través de los medios de comunicación 
de masas�.3 
 
 
 
1 Ariño, Antonio. Sociología de la cultura. La constitución simbólica de la sociedad, Ariel, Barcelona 1997. p.23 
2
 Bell, Daniel. Las contradicciones culturales del capitalismo, Alianza, Madrid 1976. p. 19 
3 Carrascal, J. María. USASUPERSTAR, Destino, Barcelona 1973. p 30. 
5
 
En Francia fueron conocidos como los blousons noirs; en Alemania les denominaban 
halbstarken; en Polonia les llamaban hooligans; en Rusia eran ubicados como stiliaks; en 
Holanda provos y nozem; en Italia vitelloni; en España gamberros;a los japoneses les 
llamaban nari-zoku; y en Estados Unidos, beat generation y hell´s angels (ángeles del 
infierno): quienes viajaban de un lado a otro a bordo de sus motos. Para 1954 se hablaba 
de las tres nuevas R: rowding, riot, revolt (alboroto, exceso y rebelión). 
 
Por ser una de las principales fuentes de influencia para los posteriores movimientos 
juveniles se revisará en especial a la BEAT GENERATION, conformada por un grupo de 
jóvenes ansiosos de vivir, de hablar, de ser salvados en los tiempos en que el sueño 
americano comenzaba a resquebrajarse. Las condiciones históricas en el contexto del 
surgimiento de la Generación Beat, como ya vimos, están caracterizadas por la amenaza 
constante de la bomba atómica y la ausencia de un mundo juvenil. 
 
A principios de la década de los 50, en Estados Unidos, se logró consolidar este grupo, 
convirtiéndose vertiginosamente en un círculo subterráneo de artistas norteamericanos 
descontentos con las normas sociales más puritanas de los años posteriores a la Segunda 
Guerra Mundial. 
 
Floreció con ellos otro estilo de escribir, cuyas mayores voces poéticas fueron: Allen 
Ginsberg y Jack Kerouac; droga y música (jazz y folk) conocen su expresión literaria con 
éste movimiento socio-cultural. Algunos de los escritores beat como Burroughs o Ginsberg 
definen las condiciones de la búsqueda de otra vida y de una salida de la sociedad 
burocrática como: viajes a los espacios interiores o exteriores, el ideal del control o de la 
pérdida de sí y la fascinación del fracaso. 
 
�...somos a beat generation, o sea, una generación 
exhausta, golpeada, engañada... 
Jack Kerouac 
 
Son considerados, tal vez la primera generación de rebeldes -en el sentido en que 
realmente cambiaron la sociedad- fue la generación de los derrotados; sus miembros 
serían conocidos, más tarde, como los beatniks�.4 
 
 
4 Bastida, Héctor. Rev. Arnaco © 2000. http://www.arcanorevista.tripod.com/recovecos.htm 
6
 
El movimiento reforzó una literatura urbana, heredera de la tradición de ruptura de las 
vanguardias artísticas de comienzos del siglo XX. Lo que constituyó el cuerpo orgánico del 
movimiento y configuró su conciencia grupal fue la rebeldía. Pero, el sentido de la 
espontaneidad como forma de vida, de la respuesta libre de concepciones sociales, la 
mesura frente a una sociedad básicamente materialista logró liberar tanto a los 
practicantes como a quienes les observaron; los tres representantes más importantes son: 
 
 
Jack Kerouac: alma mater del movimiento Beat; el único que sabía mantener 
la cordura en los momentos más desfasados, para luego ejercer de cronista, su 
libro En el camino fue como la Biblia de la generación, ya que retrata de forma 
autobiográfica sus viajes por todo Norteamérica y está protagonizado por todos 
los escritores del movimiento. 
 
Allen Ginsberg: fue la voz de la herencia beatnik. Mucho del poder del 
hippismo y de la conciencia social contra la guerra de Vietnam nació de su 
boca. 
 
William Burroughs: probó y sobrevivió por varios años al consumo repetido 
de todas las drogas imaginables por todos los métodos concebibles. Escribió 
uno de los mejores libros del siglo pasado, Naked Lunch (Almuerzo Desnudo), 
�[...]estando en México, bromeando ante amigos, haciendo de Guillermo Tell 
con un vaso en la cabeza de su esposa Joan, la mató de un tiro en la frente. La 
tragedia lo afectó terriblemente, se dedicó a vagar por todo el mundo hasta 
aterrizar en Tánger, donde redactaría su Opus magna. La obra le convirtió en 
una celebridad underground...�5 
 
 
Con unafuerte influencia de las vanguardias literarias europeas, como el surrealismo, la 
poética de T. S. Eliot y el lenguaje plagado de colores de Dylan Thomas, estos tres 
escritores tenían en común un estilo de vida casi siempre al límite, relacionado con 
drogas, homosexualidad, delincuencia y cárcel. Sus obras constituían una proclama en 
contra del sueño americano y un intento de transformación cultural. 
 
 
5 Bastida, op. cit 
7
 
Más hedonistas que anarquistas, tomaron como referentes culturales a los grandes 
músicos de blues y jazz de la época, rechazando la cultura de los objetos y del consumo 
que venía de la mano del optimismo triunfante de la Segunda Guerra Mundial. El 
movimiento y la literatura beat tuvieron la clara virtud de poner sobre el escenario el otro 
lado de las cosas. 
 
Todos ellos, creían que urgía ver la realidad desde una perspectiva distinta y escribir algo 
libre como las improvisaciones del jazz, una literatura directa, desnuda, confesional, 
coloquial y provocativa, personal y generacional; una literatura que tocara fondo. Los 
beatniks desarrollaron un estilo poético que habilitaba una visión renovadora del mundo y 
de las cosas, a la vez que comprometía la palabra en los movimientos sociales, que 
caracterizaron la década de los sesenta. 
 
Escribo poesía porque mi mente se contradice a sí misma, 
un minuto está en Nueva York, al otro minuto en los Alpes Dináricos. 
Escribo poesía porque mi cabeza contiene 10.000 pensamientos. 
Escribo poesía porque ninguna razón, ningún por qué. 
Escribo poesía porque es la mejor manera de decir todo lo que tienes en mente 
en 6 minutos o durante el transcurso de una vida. 
 
 William Burroughs 
 
Consumieron drogas para producir arte, para dar mayor intensidad a la vida y para 
expandir la conciencia; favorecieron el sexo libre y el derecho al ocio; el jazz fue su 
vehículo musical, �[...]el jazz fue un motivo recurrente en toda la literatura beatnik, (si 
exceptuamos a Burroughs). El jazz lo utilizaban para apoderarse de unos buenos 
momentos de euforia, de desamparo. La música llenaba ese vacío. El jazz les sirvió de 
aliciente. De hecho, la palabra beat estuvo en boga entre los músicos de jazz: I�m beat 
right down to my socks [estoy en las últimas]�.6 
 
El termino Beat fue utilizado por primera vez por el poeta Kerouac con el fin de tomar un 
nombre que conjuntara varios aspectos: llevar el ritmo o pulsar acompasadamente la 
música y aplaudir; y, un adjetivo que fuera connotación de frustrado pero no derrotado. 
 
 
 
6
 Hentoff, Natt. Jazz, Sicología y Sociología, Paidós, Buenos Aires 1968 p. 95 
8
 
Pero, la definición de beatnik la fabrica de manera semejante John Clellon Holmes y Jack 
Kerouac para describir a la gente de su edad que vivía en Nueva York a principios de los 
50: �el término beat viene de beaten down (derrotado), reflejando la desesperación frente 
a una sociedad barrida por la depresión económica, la Segunda Guerra Mundial y la 
amenaza de la bomba atómica; la partícula -nik es un sufijo despectivo yiddish -dialecto 
judeogermano-; así pues, beatnik viene a significar (derrotaducho)�7. 
 
Los beatniks rechazaron conscientemente el sistema y siempre dejaron ver una conciencia 
política traducida en activismo pacifista. Casi todo esto sería asumido por los hippies en la 
siguiente década. Reivindicaron la sensibilidad del mundo gay e intervinieron 
políticamente en el espacio público mediante su apertura hacia otras culturas, derribando 
las estructuras del racismo institucionalizado. Optaron por una actitud que se despojase 
de todas las falsas moralidades y mostrara al hombre �desnudo� y sincero. Esta 
celebración del individuo como único, que rechazaba todas las posturas políticas, tiene 
mayor valor, considerando la política norteamericana del momento, reflejada en el 
anticomunismo atroz, y en la aplicación de técnicas como el electroshock o la lobotomía 
para tratar "enfermedades sociales" como la homosexualidad o el inconformismo. 
 
A partir de 1955 la Generación Beat deja paso a los beatniks como colectivo juvenil; 
liderado por Kerouac y Ginsberg quienes eran figuras públicas y el soporte para visualizar 
el movimiento desde una óptica menos prejuiciosa. Luego, Ferlinghetti, Burroughs, 
Cassady y Corso completarían la lista de una generación de poetas y narradores 
reconocidos como la raíz cultural y política de los movimientos de los sesenta. 
 
Ante el panorama de malestar y miedo emanado de la guerra mundial, la década de 1960 
fue ansiada para la renovación; las condiciones y las características lo permitían: la 
relación del hombre con la naturaleza, con la sociedad, consigo mismo intentaban ser 
otras, más armónicas; se ahondó en la intimidad del individuo; se derribaron una serie de 
mitos y una serie de dogmas heredados de una Guerra Fría. 
 
Según la historiadora María Carrascal, esta década en occidente, principalmente en 
Estados Unidos, se puede dividir en tres periodos: la primera fase, que va 
aproximadamente desde 1960 hasta 1964, fue la era idealista de los derechos civiles 
 
 
7 Bastida, Ibidem 
9
 
donde comienza el surgimiento de una nueva cultura de la juventud, que determinó a la 
sociedad en su momento. Durante la segunda fase, entre 1964 y 1968, se formuló la 
crítica radical, y comenzaron a converger los estilos activista y hippie. La tercera fase 
comenzó en 1968 durante la Convención Democrática de Chicago, e incluye el desarrollo 
de la estrategia yippie, la represión oficial contra muchos sectores de la contracultura y el 
rápido crecimiento del movimiento comunal.8 
 
Así tenemos que, los Estados Unidos inició un período de cambios dentro de casa. El 
hombre que los infunde, o aspiraba a eso, John F. Kennedy con su �Nueva Frontera� y, 
luego, Lyndon B. Johnson con su �Gran Sociedad�, pretendían la ampliación del 
sistema para incluir a las minorías marginadas, especialmente a los negros. 
 
La irrupción de los jóvenes comenzaba; la cultura juvenil parecía controlar al país con sus 
modas, sus gustos, su ideología, su misma política. Cabe mencionar que en lo sucesivo, el 
término juventud se entenderá tal como es descrito por Pablo Cotte en su libro �Los 
cambiantes discursos sobre la juventud�: juventud es un estado intermedio que carece de 
ataduras familiares y no está ligada a comunidades particulares o carreras profesionales. 
Su mayor compromiso concierne a las instituciones educativas, que recalcan los aspectos 
sociales de la cultura. 
 
La CONTRACULTURA fue producto de la cultura juvenil, aunque conformada por muchos 
elementos de antiguos movimientos, anuncia una estridente oposición a los valores 
burgueses y a los códigos tradicionales de la vida norteamericana. 
 
No obstante del radicalismo político de la época, es fácil desligar la contracultura de la 
actividad política, pues el radicalismo político intentó ser revolucionario al querer instalar 
un nuevo orden social en lugar del anterior; y el radicalismo cultural o contracultura, sólo 
fue rebelde, pues sus impulsos derivaban de la ira. 
 
Contracultura, se puede definir como una reacción contra la sensibilidad del decenio de 
1950, con matices del sentimentalismo de los años anteriores a la Primera Guerra 
Mundial, que alcanzó su apogeo en el modernismo. 
 
 
 
8 Carrrascal, op. cit. p. 21 
10
 
Encontramos el punto de partida de dicho movimiento varios años atrás con un pequeño 
grupo de jóvenes insurgentes que esgrimían una lista concreta de preocupaciones 
respecto de un problema nacional pendiente: la condición social y económica del negro 
americano. Sus tácticas pacifistas se centraron en las llamadas �sentadas� y otros actos 
de resistenciapasiva; con el correr de los años, los objetivos, la táctica y la retórica los 
retomó la contracultura, y los derechos civiles cedieron su lugar a las protestas por 
Vietnam y a la reforma en los campus universitarios. Las manifestaciones masivas se 
convirtieron en una táctica prominente. 
 
Para Keith Melville, en su libro �Las comunas en la Contracultura�, el principal propósito de 
éste movimiento fue abolir el sistema, llámese capitalismo, máquina de la codicia o haz tu 
trabajo y calla; entendido como anarquismo, nueva conciencia, era de Acuario, 
comunismo, o cualquier otra cosa. 9 
 
En el proceso, lo que había empezado como un movimiento coherente se convirtió en una 
mezcla dispar. Una parte de la contracultura proponía un cambio violento, la otra un 
pacifismo militante. En un sector se notaba la mentalidad eminentemente práctica de la 
política radical; en el otro, la alucinación psicodélica. La característica imperante fue una 
negativa a aceptar los preconceptos que constituyen el sustrato ideológico de la sociedad 
occidental. 
 
Germinan entonces los HIPPIES, los apóstoles del nuevo movimiento. Su rechazo a todo 
lo relacionado con el american way of life y la sociedad de consumo, aparece como 
resultado del vacío y superficialidad que siente al darse cuenta que proviene de clase 
media o alta, donde el jefe de familia (su padre) siempre anda tras los negocios y no es 
capaz de entenderse con su madre, quien está interesada sólo en el dinero y en su 
aspecto personal. Ello lo condujo, a la búsqueda de la armonía con los demás, consigo 
mismo y con la naturaleza, llevando una vida más escueta y simple. El repudio se dirigía 
contra todo un mundo que había fracasado humanamente. 
 
Uno de sus "ideólogos", el anarquista Paul Goodman, lo describía con estas palabras: "La 
historia moderna ha sido catastrófica: ni el cristianismo, ni el capitalismo, ni el marxismo, 
ni cualquier otro ismo pudieron impedir la frustración de los individuos. ". 10 
 
9 Melville, Keith. Las comunas en la Contracultura, Karós, Barcelona 1980. p. 31 
10 Puigbo, Raúl. Cambio y desorganización social, Pleamar, Buenos Aires 1966. p. 58 
11
 
 
El movimiento hippie, se caracterizó por carácter antiautoritario; fue el comienzo de lo que 
se denominaría neoanarquismo. El movimiento hippie no nace de la nada, sino que son los 
hijos de la generación de intelectuales antiautoritarios quienes cuestionaron los cimientos 
de la cultura utilitarista y puritana norteamericana. 
 
En la mitad de la década de los sesenta, el hippie era un muchacho con la necesidad de 
romper la imagen del típico american boy (limpio, con camisa blanca y pelo cortado al 
cepillo). El hippie se deja crecer la melena, lleva ropas con destrozos demasiados grandes 
y exhibe casi coquetamente cierto afán de suciedad, aunque sólo sea como muestra de 
ese amor a la naturaleza. Pronto adoptan sus símbolos: las flores, la paz, el amor, y su 
impacto en el país fue enorme. La televisión, la radio y la prensa les hacen sus objetos 
favoritos, no se habla de otra cosa más que de su peculiar forma de ver la vida, no 
trabajaban, cantan todo el tiempo, comían lo que encontraban, sonreían siempre, hacían 
el amor cuando lo deseaban, predicaban que todos los hombres éramos hermanos y entre 
ellos lo practicaron. 
 
Sus críticos, los norteamericanos adultos, decían que ésta era una actitud en la que había 
algo de niño mimado, consentido, y quizá tenían razón, pues después de haber crecido y 
disfrutado de la sociedad de consumo se hartaron de ella; sin embargo, la envidia secreta 
de los adultos se notó cuando intentaron imitarles, dejándose las patillas y utilizando la 
misma indumentaria, ello ya en el declive del movimiento. 
 
La droga, fue la que ayudó al hippie a alcanzar la singularidad completa, tal como sucedió 
con sus antecesores los beatniks. En principio, sus teóricos achacan la experimentación al 
deseo de ensanchar la mente, con la búsqueda de nuevas sensaciones, dimensiones, 
perspectivas, colores, sonidos, etcétera. Es también un acto de rebeldía a la ley 
establecida y, al mismo tiempo, un acto de reafirmación en sí mismos. El 99% empezó 
con marihuana (alucinógeno suave, que causa débiles distorsiones visuales, agudiza 
ciertos sentidos, como el del tacto, y hace perder la sensación del tiempo). Pero pronto la 
sustituyeron o combinaron con el LSD �ácido lisergético, descubierto por el doctor Albert 
Hofmann en 1943- que se convierte en la droga favorita del movimiento. 
 
 
 
12
 
Conforme fue creciendo y avanzando el movimiento, la experimentación con distintas 
drogas aumentó; y, aunque la utilización de sustancias psicodélicas ya se conocía desde 
comienzos de los años sesenta, el uso popular de la mezcalina, el LSD y otros 
alucinógenos se inició hasta 1965. Un año después se inauguró la primera tienda para �la 
cabeza� (centro principal de reunión) en Haight-Ashbury, ofreciendo manuales 
alucinógenos y utensilios psicodélicos. Meses después, el LSD fue declarado ilegal tanto en 
los Estados Unidos como en Inglaterra: había comenzado la nueva era de la prohibición. 
 
Pero si la droga fue el país exclusivo, reservado, de los jóvenes en la revolución de los 
sesenta, la música era su patria compartida con todo el que tenía voluntad y resistencia 
para compartirla con ellos. A mediados de la década, cuatro muchachos de Liverpool se 
convierten en �profetas�: los Beatles, con su música �ruidosa�, sus canciones ingenuas, 
sus ademanes elegantes y su figura ambigua, son los promotores que patrocinan la rienda 
suelta de las ansias confusas que lleva consigo la juventud contra el mundo burgués de 
los mayores. 
 
Los Beatles fueron también los intérpretes de la película más característica del 
movimiento, The Yellow Submarine, 1968 (El submarino amarillo, George Dunning) en la 
que con la música, liberan a un pueblo oprimido por los prejuicios, la violencia y la fealdad 
para imponer un régimen donde impera la belleza, la compasión y la tolerancia. 
 
Durante la fase �florida� del movimiento hippie, en 1966 - 67, no sólo existía el barrio 
Haight-Ashbury de San Francisco, bautizado por la revista Time como el �vibrante 
epicentro� del fenómeno hippie. Hubo centros similares en todo Estados Unidos -Denver, 
Los Angeles, Nueva York, Atlanta-, que iniciaron el drop-out, es decir: dejar la ciudad en 
busca de un medio nuevo para efectuar el cambio social y crear otros estilos de vida con 
un futuro practicable. Buscaban santificarse, marginarse, sintonizarse; y sobre todo, evitar 
los movimientos de masas, evitar los seguidores masivos. 
 
La idea de formar comunidades deliberadas, basadas en creencias radicalmente opuestas 
a las del resto de la sociedad, es una vieja idea. En los Estados Unidos, hacia finales del 
siglo XIX fue decayendo el boom de la fundación de comunas. A pesar de ello, nunca 
quedó totalmente desarraigada esta tradición. �En su mejor expresión, las comunas 
constituyen un intento de plantear nuevas posibilidades, de formular una sociedad 
 
13
 
alternativa�.11 Lo notable en este nuevo movimiento comunal se los 60, fue la cantidad de 
personas comprometidas y el intento serio de revivir ideas y proyectos de reforma social 
que han permanecido sumergidas. 
 
Como se ha visto, dentro de la contracultura existían tendencias y facciones que 
perseguían ideales distintos. No sólo eran las comunas; estaban, por un lado, los 
activistas militantes y los hippies; y, por otro, los políticos radicales y los apolíticos que 
constituían la izquierda psicodélica. 
 
Los activistas militantes seguían la tradición de la Vieja Izquierda, con un programa 
destinado a alterar la estructura del poder mediante la revolución y cambiar la sociedad 
de arriba abajo. El hippie mantenía la tradición de la bohemiageneración Beat e 
intentaron forjar un nuevo estilo de vida, cambiar la sociedad desde abajo. Los políticos, 
se preocupaban por la tarea pública de cambiar las instituciones de poder. Los artistas, los 
psicólogos y los chamanes del movimiento eran los apolíticos avocados a la tarea de 
expandir la conciencia y hacerse más suaves, sensitivos y expresivos. 
 
El activista acusaba al hippie de sentimentalismo emocional, de preocuparse por sus 
necesidades y complejos personales; de tolerar el crecimiento de una estructura 
inhumana. El hippie replicaba que los militantes andaban en un �viaje de poder�, que sus 
relaciones humanas se corrompían en el propio acto de la revolución, que estaban 
lanzados a una escalada de la violencia completamente destructiva. A esto se debe buena 
parte de los contrastes internos de la contracultura. 
 
Así, como a principios de los años sesenta, era fácil distinguir entre activistas y bohemios 
beat-hip; a mediados de la década, ambos sectores actuaban en conjunto. Y la 
preocupación por un estilo de vida, que en los años cincuenta había constituido uno de los 
temas básicos de la cultura Beat, conquistaba un nuevo prestigio entre los activistas. Se 
combatió por la liberación universitaria, por la eliminación de la pobreza en los ghettos 
negros y latinos, por el aborto, las drogas, los derechos de la mujer, una revolución sexual 
y una docena de temas semejantes. Los militantes eran rebeldes que tenían demasiadas 
causas por las que luchar. 
 
 
 
11 García, Nestor. Culturas híbridas, Grijalbo, México 1989. p. 59 
14
 
 
Es así como entendemos que uno de los temas básicos de la contracultura es la rebelión 
contra las tendencias de la sociedad moderna, un ataque masivo contra las nociones 
heredadas sobre la forma en que las personas deben relacionarse entre sí. La fuerza de la 
contracultura deriva, fundamentalmente, del hecho de que su crítica de la cultura 
norteamericana golpea en los puntos más débiles: la inmensa inversión de tiempo, 
esfuerzo y recursos mentales en los bienes materiales y la falta de comunidad. 
 
La comunidad beat-hip cambiaba rápidamente. Sus predecesores, los Beatniks, habían 
rechazado la conformidad y el materialismo de la clase media, iniciando una serie de 
incursiones por el mundo de la droga, la experimentación sexual, la poesía y la música. 
Debido a que representaban una minúscula rebelión y no una amenaza visible contra el 
statu quo, disfrutaron del lujo de mantenerse apolíticos y generalmente libres de 
molestias o represiones. Poco después de su segundo bautismo como movimiento hippie, 
esta nueva bohemia perdió su inmunidad en materia de represión política y quedó 
expuesta a la luz pública. 
 
Finalizaba la década de los sesenta y la música tuvo sustitutos, de los Beatles a un grupo 
que causó revuelta por el descaro y erotismo en sus letras: The Doors quienes 
interpretaban canciones como The End en donde mencionan cosas como: "Padre, quiero 
matarte/ Madre, quiero cogerte"; su primer álbum vio la luz en 1967, con Jim Morrison a 
la cabeza (vocalista, además encargado de crear las letras de las canciones, inspirado en 
poetas y filósofos existencialistas como Rimbaud, Nietzsche, Blake y otros), el resto del 
grupo Ray Manzarek, el guitarrista Robbie Krieger y el baterista John Densmore. 
 
Se dice que el nombre del grupo fue tomado de la cita de William Blake �cuando las 
puertas de la percepción se abren, la realidad aparece tal y como es�.12 Canciones como 
Light My Fire o Touch Me colocaron al grupo en los primeros puestos de la lista de ventas. 
Jim Morrison, pasó a convertirse en un icono de lo prohibido, tanto para quinceañeras 
como para hippies. Sus pantalones de cuero, su melena y sus eróticos movimientos 
causaron furor entre el público femenino. 
 
 
 
 
12 Mínimus. El cofre perdido del rock, Minimus, México 2003 p. 44 
15
 
 
Con ese peculiar �fondo� musical, el año de 1968 señalaría el comienzo de una frenética 
serie de rebeliones estudiantiles. Los días de mayo en Francia y la Convención 
Democrática de Chicago plantearon una nueva alternativa, un camino intermedio entre el 
estilo comunal hip y la estrategia de la resistencia, cada vez más violenta. Surgen 
entonces los yippies, que aunque no fueron nunca un movimiento, sino una consigna 
creada por tres hombres �Abbie Hoffman, Jerry Rubin y Paul Krassner- los yippies 
representaba una alternativa al estilo severo y tedioso de los revolucionarios. 
 
Aquello era un nuevo modelo de acción política que, con sus predisposiciones anti-
organizativas y anti-poder, acentuaban al extremo las características de la nueva 
izquierda. Era también un movimiento pro-ácido y pro-juego, que insistía en que la única 
forma de llevar adelante la revolución era divertirse haciéndola. Rápidamente se convirtió 
en uno de los fenómenos más significativos en la contracultura por la mezcla de estilos. 
 
Tanto la retórica como la lógica del activismo radical cambiaron, y los hippies 
convergieron con los activistas, bajo la bandera de la revolución cultural. Los yippies no 
tenían organización de partido, listas de miembros, textos revolucionarios ni programas 
que dictaran lo que había que hacer. En lugar de esto, proponían la revolución como una 
manera de trastornar los medios de publicidad, como un teatro de la improvisación donde 
Rubin y Hoffman eran los empresarios y todos los participantes podían representar sus 
propios papeles. 
 
En lugar de adoptar el papel tradicional de la vanguardia revolucionaria, los yippies 
presentaron el �Festival de la Vida� en Chicago. Este festival incluía a la vez agitación y 
juego. Los planes para el festival comprendían una variedad de actividades contra la 
convención: una sesión nudista de caricias colectivas para la paz y la prosperidad, un 
certamen de liar cigarrillos de marihuana, la elección de Miss Yippie. Este grupo proponía 
una política desprovista de toda organización formal, un cambio que no pretendía tomar el 
poder, sino plantear una forma de vida alternativa. Declararon que la política no era 
algo que uno hace, sino algo que uno es. Pero el problema del modelo revolucionario 
yippie, inspirado en la revolución desde adentro, estribaba en que resultaba muy difícil 
tomarlos políticamente en serio. 
 
 
16
 
Para 1968 se produjeron los primeros juicios por conspiración. �La contracultura fue un 
esfuerzo, producto principalmente del movimiento juvenil, por transformar un estilo liberal 
de vida en un mundo de gratificaciones inmediatas y despliegues exhibicionistas. Al final, 
produjo poca cultura y no se opuso a nada�.13 
 
Sin embargo, la sensibilidad de la década de 1960 agregó algo distintivamente propio, un 
deseo de armar bullicio, un modo anti-cognoscitivo y anti-intelectual; un esfuerzo por 
borrar de una vez por todas la frontera entre el �arte� y la �vida�; y una fusión del arte y 
la política. 
 
Ante tal contexto, el cine no pretendió actuar entonces como catarsis, pero sí reflejó la 
violencia y la crueldad exhibida en ese período con cintas como: Bonnie and Clyde, de 
Arthur Penn (1967) y M.A.S.H, de Robert Altman (1970); lo sexualmente perverso en 
películas como Las chicas de Chelsea de Andy Warhol y la sueca Soy curioso. Las 
películas y las pinturas rivalizaban en presentar detalles sangrientos. Por su parte, el 
teatro montó obras como Futh y Ché, donde se halló una obsesiva preocupación por lo 
homosexual, el travesti la sodomía y, sobre todo, la relación oral-genital exhibida 
públicamente. 
 
La década de los sesenta más que una revolución de hechos fue una revolución de 
actitudes. Fue la era de falda corta, cabellos largos, de indulgencia sexual, del libertinaje 
en las ideas, de la música en masa, de la frenética búsqueda de la intimidad en lasdrogas. Se trató de una década romántica, idealista, en la que el hombre violó todas las 
fronteras. La juventud presidió en todos los órdenes �naciones jóvenes, jóvenes líderes, 
música joven, joven indumentaria- por lo que la década toma virtudes y pecados propios 
de la juventud. Fue alborotada, confusa, audaz, gesticulante. 
 
La contracultura denota de manera insuficiente los sueños y los escenarios del nuevo 
mundo, del mundo joven, paulatinamente dominante; un mundo que abarca desde la 
�revolución sin violencia� de los Beat norteamericanos, los provos holandeses, los hippies 
y los yippies hasta el movimiento underground del Reino Unido en 1967, consolidado en 
los 70 como nueva cultura o cultura alternativa. 
 
 
 
13 Mínimus. op cit. p.49 
17
 
La revolución de los años sesenta terminó como un gigantesco happening, con despojos y 
frustraciones por doquier. Un nuevo equipo de hombres asépticos, pragmáticos, inclinados 
a la derecha, empuña el timón para montar un nuevo orden que tiene bastante del viejo. 
 
Lo que iba a ser un reajuste para hacer llegar a todos el �sueño americano�, se 
convierte en terremoto que amenaza acabar con la misma american way of life. Los 
liberales ingenuos y optimistas, que a principios de los sesenta lanzaron a los Estados 
Unidos a la última de las revoluciones, se ven desbordados por los acontecimientos. Poco 
a poco, esta amenaza genera fuerzas contrarias en los segmentos de una sociedad 
que aceptaría un cambio ligero, pero rechaza uno total, y en el ocaso de la década, el 
país se encuentra dividido, exhausto, amargado. Y son los obreros y la clase media 
baja los que salen a detener las manifestaciones. Simplemente, estaban cansados de 
gritos y protestas, de aumento del crimen y de subida de impuestos, de estudiantes que 
no estudiaban y de negros que no trabajaban, de drogas y slogans, de baja moral interior 
y de desprestigio en el exterior, de algaradas en los campus y de explosiones en los 
ghettos, así fue como no sólo la extrema derecha, sino también la clase media salió en 
defensa del sistema. 
 
Se abrió el abismo que algunos sociólogos llaman generation gap (brecha generacional) 
por aparecer principalmente la juventud de un lado, (revolucionarios que ven incumplida 
su revolución) y los mayores de otro, que ven en peligro no sólo lo que tienen, sino 
también lo que son, sin embargo hubo jóvenes componentes del establishment mientras 
los hippies iban desapareciendo. 
 
El ansia era volver al pasado feliz, a la época en que los Estados Unidos no conocían el 
pecado ni la confusión, cuando todo era muy claro, muy simple, y todas las historias 
tenían un final feliz. Para volver a ella, los norteamericanos, al momento de votar, se 
inclinarían por un personaje como Richard Nixon, con la esperanza de que disciplinaría con 
mano dura a todos aquellos ociosos y rebeldes. 
 
Estados Unidos entró en la década de los setenta bajo el claro signo de una reacción 
conservadora, una actitud nueva y enervante, todavía acompañada con un poco del humo 
de los cigarros de marihuana y el LSD para marcar el fin de una generación decadente y el 
surgir de un ser humano lleno de preguntas, ansioso de creer en algo diferente a la 
Estatua de la Libertad. 
 
18
 
Muerta la ilusión y ya hechos unos hombres y mujeres, hippies y yippies, dejan a un lado 
los girasoles y las canciones e inician una nueva revuelta a la cabeza de alguna empresa, 
o bien, en la sofisticada Wall Street, pues ahora eran egresados universitarios y algunos 
herederos de la empresa familiar. 
 
Su nuevo dios fue el dinero y el capitalismo su credo. Nacen así los Baby Boomers, 
olvidando su antigua filosofía anti-burgués. Los Baby Boomers son grandes compradores y 
consumidores compulsivos; padres liberados con dinero para gastar, sólo temerosos a 
palabras relacionadas con la edad. �[...]de hippies se convirtieron en los héroes y villanos, 
que pavimentarían el camino a una nueva generación... a partir de estos florece un 
producto sociológico claramente definido en un contrato social superior y denominado por 
los medios como los yuppies-young urban profesional�.14 
 
Los que fueron estudiantes universitarios rebeldes se fueron transformando en burgueses 
que disfrutaban de una buena posición económica. En el proceso, fusionaron los intereses 
de la vida bohemia con los hábitos del dinero, creando una nueva clase social. 
 
Los últimos hippies o los más jóvenes (para finales de los 60) fueron quienes se 
matricularon como YUPPIES. Las características que los distinguían era: su atuendo y su 
comportamiento; vestían casi siempre con camisa de un solo tono, zapato cuadrado 
Keneth Cole, Gucci o Ferragamo, corbata Ralph Lauren o Banana Republic, y en su mano 
nunca faltará un Rolex. La manera de manejarse ante los demás, por lo general, era altiva 
e intentaban impresionar a todo el mundo con sus platicas sobre finanzas y tecnología. 
Por lo regular, el yuppie miraba como si el resto del mundo fuera inferior a él. 
 
Esta nueva generación de jóvenes profesionales, empleados de grandes corporaciones, de 
gustos caros y frívolos, inaugura y protagoniza la década de los 80, época donde la 
ambición, la codicia y el materialismo parecían inducir a la juventud a iniciar una 
despiadada carrera hacia el éxito sin importar las consecuencias para el resto de la 
humanidad. Muchos de los escándalos en los cuales se ven involucrados los nombres de 
grandes transnacionales, políticos y empresarios, ocurrieron y empezaron en esta etapa 
del todo nuevo "sueño americano". 
 
 
14 �Tribus Urbanas�. Complot Internacional, Madrid No. 19. 1999, Gunna, pp. 15-53 
 
19
 
El libro que refleja esta sociedad consumista, producto de la posmodernidad, sin duda es 
American Psycho*, en él se describe plenamente a la sociedad materialista de los 80. 
Patrick Bateman, protagonista, encarna todos los males de dicha sociedad: consumo de 
drogas (básicamente cocaína), indiferencia, hipocresía, culto al cuerpo, excesivo 
materialismo, fijación por utilizar productos de marcas reconocidas. Y para llenar el vacío 
de su existencia, se ve obligado a hacer cada vez más deporte, a montar orgías salvajes y 
a asesinar de los modos más brutales que se pueda imaginar. Recomendado como 
antesala de la literatura norteamericana que a principios de los noventa vería nacer a su 
antagónico con Generación X. 
 
Quienes retoman y mezclan características tanto de la Generación Beat, los hippies y 
hasta de los yuppies demostrando la influencia ejercida sobre la Generación X al cierre del 
siglo XX. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
* Ellis, Bret. American Psycho, Ediciones B, Barcelona, 1993
20
 
 
 
1.3 ¿La post... modernidad? 
 
 
La realidad se continúa moviendo, se transforma, en ciertos momentos parece 
repetirse de manera aburrida y en otros se muestra diferente, nueva, fascinante, insólita. 
Los tiempos que corren se caracterizan, entre otras cosas, por sus frecuentes miradas al 
pasado. La nostalgia es un componente esencial de la era posmoderna; es la materia 
prima con la que se moldea el futuro instantáneo. La tierra gira sobre el desencanto y su 
himno es la ruptura; la incertidumbre es el símbolo de la posmodernidad. 
 
Posmoderno es el nombre de un malestar, de la imprecisa y ambigua conciencia de un 
cambio de época, que, según A. Wellmer, �articula básicamente dos movimientos: uno de 
rechazo a la razón totalizante, y otro, de búsqueda de una unidad no violenta de lo 
múltiple. La posmodernidad implica poner en tela de juicio una epistemología modernista 
basada en una distinción clara entre sujeto y objeto�.15 
 
El término posmodernismo apareció históricamente antes que el de posmodernidad 
haciendo referencia a nuevosmovimientos artísticos, surgidos como rechazo o 
superación de los considerados �modernistas�. Su aparición se debe al escritor e 
hispanista Federico de Onis, discípulo de Antonio Machado, en su obra �Antología de la 
poesía española e hispanoamericana� publicada en Madrid en 1935. 
 
La característica del nuevo movimiento sería la atención a lo cotidiano; rompe los límites y 
afirma que la manera de obtener conocimiento es actuando; �puede considerarse una 
crisis de la representación occidental, su autoridad y sus afirmaciones universales�. 16 
 
La decadencia del movimiento moderno llevó a críticos literarios a finales de 1950 a 
lamentarse. Este malestar adquiere énfasis en la década de los 60, tanto en la producción 
artística como en la critica y en las condiciones de vida. 
 
 
 
 
15 Vattimo, Giani. En torno de la posmodernidad, Anthropos, Barcelona 1990. p.34 
16 Ballesteros, Jesús. Posmodernidad: decadencia o resistencia, Tecnos, Madrid 1989. p. 89 
 
21
 
Es, según Andreas Huyssen, en Estados Unidos, cuando el término posmodernidad se 
utiliza primero en relación con la arquitectura y después con la danza, teatro, pintura, cine 
y música. Con ello, el concepto se generalizó en las artes para referirse a diferentes 
tipos de expresiones artísticas, cuyo parámetro más general era la ausencia o 
resignificación de lo que se consideraban elementos modernos. 
 
Durante la década de los 70, el término se introduce en la sociología y en la filosofía como 
categoría de análisis, concretándose en una crítica a los principales aspectos de la 
modernidad ilustrada. Los teóricos hacían la crítica de las actitudes de crisis y que la 
sociedad post-industrial de esos momentos, estaba viviendo. 
 
La mentalidad vigente en la sociedad post-industrial se configuraba por su visión 
fragmentada de la realidad, una orientación pragmático-operacional, y una fuerte 
tendencia hedonista, caracterizada por la constante búsqueda del placer, el fin de la 
"ética del deber", una renuncia al compromiso y la responsabilidad y el desligue 
institucional a todos los niveles: político, ideológico, religioso, familiar, etcétera. 
 
La civilización posmodernista rompió con lo que el hombre antiguo no enfrentó: un 
problema de la alineación; para él, el orden moral e institucional era necesario y lógico. Su 
sentimiento de solidaridad grupal, la sensación de pertenecer a la propia tribu, reforzaba 
las creencias que las formas sociales existentes constituían elementos sagrados e 
inmutables. Una vez adquirido el conocimiento necesario para comprender que la sociedad 
es una creación humana, surgida de condiciones sociales y económicas especificas con 
posibilidades de cambiar, los posmodernistas lo utilizaron de móvil. 
 
Sin embargo, actualmente el pensamiento posmodernista está demasiado preocupado con 
el presente, sin sentir ninguna necesidad de raíces históricas o de un destino atrayente. 
Esta irrelevancia de la historia y del destino produce una superficialidad que permea la 
cultura posmoderna a partir de sus principales notas: un culto de la imagen y del 
simulacro; el ordenamiento de una vida que gira en torno a la tecnología, se entreteje a 
partir de una retórica del mercado y ha impuesto su lógica del consumo frenético; un 
nuevo suelo emocional, directa consecuencia de un irracionalismo gestado de la negación 
de la modernidad y sus productos. 
 
 
22
 
 
En el libro �El fin de la modernidad�, Vattimo presenta los discursos más recientes sobre el 
fin de la época moderna y la posmodernidad realizados por Nietzsche y Heidegger: 
 
�modernidad: fenómeno dominado por la idea de la historia del pensamiento, 
entendida como una progresiva iluminación que se desarrolla sobre la base de 
un proceso cada vez más pleno de apropiación y reapropiación de los 
fundamentos, los cuales a menudo se conciben como los orígenes, de suerte 
que las revoluciones, teóricas y practicas, de la historia occidental se presentan 
y se legitiman por lo común como recuperaciones, renacimientos, retornos. 
 
posmodernidad: el post indica una despedida de la modernidad que, en la 
medida en que quiere sustraerse a sus lógicas de desarrollo y sobre todo a la 
idea de <<superación>> critica en la dirección de un nuevo fenómeno, torna a 
buscar precisamente lo que Nietzsche y Heidegger buscaron en su peculiar 
relación crítica respecto del pensamiento occidental. 
 
MODERNIDAD = progreso y superación 
POSMODERNO = novedad respecto a lo moderno 
FIN DE LA HISTORIA = ocaso de occidente (catástrofe atómica)17 
 
 
Así pues, el discurso de la posmodernidad se legitima sobre la base del hecho de que, 
considerando la experiencia obtenida de la actual sociedad occidental, un concepto 
adecuado para describirla parece ser el de post-histoire, calificativo introducido en la 
terminología de la cultura de hoy por Arnold Gehlen, indicando la condición en la cual �el 
progreso se convierte en rutina�, es decir, la facultad humana de disponer técnicamente 
de la naturaleza se ha intensificado y continúa intensificándose hasta el punto de que, 
mientras nuevos resultados llegan a ser accesibles, la capacidad de disponer y de 
planificar los hará cada vez menos �nuevos�. No obstante la idea de progreso es algo 
vacío y su valor final es el de realizar condiciones en que siempre sea posible una 
innovación. 
 
 
 
17 Vattimo, Gianni. El fin de la modernidad. Nihilismo, Gedisa, Barcelona 1986. p. 28 
23
 
Es en la sociedad posmodernista dominada por la producción y la tecnología cuando, 
afirma Jean Baudrillard, �el objeto ya no sirve como espejo del sujeto, y ya no hay una 
escena, privada o pública, sino solamente información. El yo se convierte en un esquizo, 
una pura pantalla�.18 Frente a esto aparecen los oportunistas que aprovechan la confusión 
general, pretendiendo obtener por la mercancía barata del simulacro y la ficción, el precio 
más alto de nuestra vida y nuestra libertad: la enajenación. 
 
Las nuevas condiciones de vida impuestas se conciben como un desarraigo del hombre de 
lo que le corresponde tradicionalmente, es una crisis del humanismo, un triunfo de la 
civilización técnica. . En la posmodernidad la conciencia de crisis se tornó en un rastreo en 
busca de la identidad perdida. 
 
Ahora bien, en la historiografía, el término posmodernidad aparece por vez primera en la 
obra de Toynbee A study of history para calificar nuestra época. Dicho escritor ve la 
historia como resultado, sobre todo, de la libertad humana, frente a las tesis 
deterministas, que quieren encontrar �leyes naturales en el desarrollo histórico. De 
acuerdo con ello, analiza la posmodernidad bajo el signo de ambivalencia, con la 
posibilidad de la decadencia, pero también la posibilidad de la plenitud. La elección está en 
función de la respuesta a los retos de la sociedad actual. 
 
Los acontecimientos históricos promotores de la posmodernidad son los siguientes: 
 
1. La finalización de la Segunda Guerra Mundial; la explosión de las bombas 
atómicas. La era nuclear sustituta de la era de la pólvora, incrementando la 
preocupación por la paz; la creación de las super potencias. 
2. La descolonización. Decadencia de occidente; la aparición de voces plurales en 
los diversos organismos internacionales. 
3. A partir de 1970, la conciencia de los efectos negativos de la industrialización 
en lo que se refiere a la conservación de los recursos naturales; a partir de la 
crisis del petróleo se generaliza la conciencia de los problemas ecológicos. 
4. El Neofeminismo (1970) que trata de reivindicar la importancia de los valores 
femeninos, relacionados con el cuidado y la conservación. 
 
 
 
18 Negri, Toni. Fin de siglo, Paidós, Barcelona 1992. p. 89 
24
 
Encontramosentonces que la voluntad consciente del hombre de destruir su pasado y 
controlar su futuro es conocida como �nihilismo�. Y aunque en el fondo es una condición 
metafísica logra impregnar a toda la sociedad; �[...]el nihilismo es la modernidad en su 
forma extrema. Para Nietzsche es la situación en la cual el hombre abandona el centro 
para dirigirse, hacia la X. Para Heidegger el ser se aniquila, se transforma completamente 
en valor de cambio: transformación del valor de uso en valor de cambio�.19 
 
Ahora bien, la posmodernidad como manifestación dentro del universo de la cultura 
occidental se ha desarrollado con las particularidades históricas de cada región. La 
penetración de los medios de comunicación se ha ido incrementando y pareciera que todo 
sucede simultáneamente en cualquier parte del globo. Así, han entrado diferentes 
posmodernidades en distintos ámbitos, por un lado, la visión se plantea en forma de vida 
en la cual �todo se vale� y por otro, �propone una forma de conciencia por parte del 
sujeto�. 
 
Desde el punto de vista de Marshall McLuhan en ésta era se crearon las condiciones para 
elaborar y transmitir una imagen global de las cuestiones humanas y por ello la historia 
contemporánea no es sólo aquella que se refiere a los años cronológicamente más 
próximos a nosotros, sino que es, en términos rigurosos, la historia de la época en la cual 
todo, tiende a achatarse en el plano de la contemporaneidad y de la simultaneidad, lo que 
produce así una deshistorización de la experiencia. La sociedad posmoderna desarrolla 
una dependencia de los medios de comunicación. Y cuando han desaparecido los 
discursos a partir de los cuales el sujeto elaborara, su relación con lo real, la soledad y el 
silencio se viven como intolerables y en los hogares se multiplican los televisores y las 
radios. 
 
Con el desarrollo de los medios de comunicación las implicaciones para diversos ámbitos 
de la vida social, tales como los que se relacionan con la libertad y el control, con el 
consumo, con la estructura de poder y con el cambio social son significativas, �[...]los 
medios de comunicación construyen realidades sociales, ofrecen informaciones para 
facilitar y posibilitar la vida entre distintos grupos, entretienen ocios y procuran 
convencernos de la utilidad e importancia de productos, ideas y opciones políticas, 
culturales, etcétera�. 20 
 
19 Ballesteros, op. cit. p. 24 
20 Montero, Julio. Introducción a la historia de la comunicación social, Ariel, Barcelona 2001. p.23 
25
 
Para la comunicación, el siglo XX, se registró como la era del crecimiento extraordinario 
de los medios. Se perfeccionaron y lanzaron a los grandes públicos la radio y la televisión; 
la prensa se benefició con los adelantos técnicos; proliferaron las editoriales, surgieron 
diversidad de publicaciones, se agigantaron los diarios y la cinematografía creció y se 
desarrolló vertiginosamente. Siendo, la comunicación audiovisual la que en la 
posmodernidad adquiere una gran importancia se conforma como columna vertebral 
vinculada además a la cultura del ocio y del entretenimiento. 
 
 
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2.1. Flash Back 
 
 
A lo largo de la historia, la comunicación ha constituido un factor muy importante 
en todas las sociedades. Cada comunidad, en cada momento, requiere de distintos 
instrumentos para establecer un sistema comunicativo adecuado que posibilite y realice la 
integración social. La imprenta, el periódico, la fotografía, el teléfono, el fonógrafo, la 
radio, la televisión, la computadora, el video, Internet, el disco compacto y, por supuesto, 
el cine, lograron revolucionar en su momento la comunicación entre los hombres. 
 
Andrews Tudor en su libro �Cine y comunicación social� menciona que son pocos los 
adelantos técnicos que hicieron época y pueden ostentar tan profundas consecuencias 
para la cultura y el arte subsecuentes, además de servir para la comprensión humana del 
mundo en general, como la invención del cinematógrafo. Aunque no tuvo un desarrollo 
lineal, los primeros tiempos del cine ilustran las múltiples y fuertes diferencias existentes 
entre un país y otro, debido al cometido que cumplía en cada uno de ellos y a la 
estructura del público. 
 
En 1895 el nuevo invento fue presentado a un público que, por primera vez, pagó por 
verlo. Recibió varios nombres, de manera intencionada, �cinematógrafo� de los hermanos 
Lumière (París); �bioscopio� de los hermanos Skladanowsky (Berlín) y �vitacoscopio� de 
Edison (Nueva York, 1896). 
 
Las cintas que se exhibían eran de pocos metros de longitud y capturaban �actualidades� 
falsificadas e historias muy breves, servían para documentar el avance técnico, mostrar 
pasajes de la vida diaria, escenas callejeras. El medio se basaba fundamentalmente en la 
novedad de que las películas tenían movimiento, más que en tratar de hacer algo con 
potencial. El cine se hallaba reservado para el público, en su mayoría pudiente, de las 
grandes ciudades. 
 27
 
Sin embargo, después del corto intervalo en que sirvió como espectáculo técnico para la 
burguesía ilustrada, el cine surgió como diversión para el pueblo. 
 
En el momento en que empezaba el siglo XX, Georges Méliès salvó al cine por su invento 
de la puesta en escena. �Méliès fue el verdadero creador del espectáculo cinematográfico. 
Él trasladó los espectáculos de feria, de circo a las imágenes filmando sus propias 
representaciones y creando después un género imperecedero: el film fantástico�.1 
 
Así, pasó de ser un invento para divertir a ser una máquina de hacer dinero; comenzó a 
extenderse por el mundo. El cine había nacido entonces como lenguaje y espectáculo, y 
pronto sería una industria. 
 
Los diferentes países se especializaban en géneros únicos: el cine monumental histórico se 
consideraba dominio italiano hasta aproximadamente 1914, al igual que el western y, un 
poco más tarde, la slapstick comedy de las primeras producciones norteamericanas; las 
series de comedia elegante de Max Linder, de la industria francesa; y el melodrama 
mundano con toques de erotismo, del cine danés. 
 
Pero, en ningún otro país ocurrieron procesos de concentración de la industria fílmica tan 
duros y brutales como en los Estados Unidos. El centro de la producción norteamericana 
se desplazó de Nueva York y otras grandes ciudades hacia el Oeste, debido a las buenas 
condiciones climatológicas se fueron sentando en California, a las afueras de Los Angeles, 
en Hollywood. Ahí se desarrolló, a partir de 1912, una segunda generación de pioneros, 
quienes provenientes de los más variados oficios y recurriendo a métodos e ideas poco 
convencionales, construyeron los imperios cinematográficos que más tarde dominarían al 
mundo entero. 
 
Desde entonces, el cine norteamericano proporcionó a su nación la mitología que sustenta 
su estilo de vida, su política, su idiosincrasia. �La industria estadounidense difería de la 
europea en la existencia de una unidad idiomática y en la vasta población local que 
garantizaba la recuperación de la inversión�.2 
 
 
1
 Rialp. Introducción al arte cinematográfico, Paidós. Barcelona 1990 p. 35 
2 Chiarini, Luigi. El cine quinto poder, Taurus, Madrid 1963. p. 84 
 28
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, el cine, se convirtió en todos los países, en un 
sutil medio de influencia, tanto en asuntos de política interior como exterior. Se vigilaba 
cuidadosamente la producción fílmica y, en caso necesario, se le orientaba de acuerdo con 
los intereses nacionales, mediante la censura directa o acciones similares. 
 
Ya no podía ignorarse que el cine, era lo suficientemente interesante, porque mientras 
ofrecía para bancos e inversionistasprivados la posibilidad de obtener grandes ganancias, 
también ejercía una influencia tan determinante sobre las masas, que en los años 
subsecuentes, junto con la prensa y la radio, habría de convertirse en un medio central 
para la formación de la opinión pública. 
 
Al tiempo que se consolidó la industria cinematográfica, se produjo el esplendor artístico. 
Comenzaban los movimientos cinematográficos, sobresaliendo el expresionismo alemán, 
por ser uno de los más importantes movimientos intelectuales de la época; tuvo su origen 
en Münich alrededor de 1910 y se desarrolló en el cine durante la posguerra. Influido por 
la filosofía de Eckhart y Nietzsche y por el teatro de Max Reinhardt, apareció como una 
reacción estéticamente frente al naturalismo e imperialismo, y, reanudó el Gótico y el 
Barroco, �[...]el expresionismo cinematográfico fue una corriente anhelante de la evasión 
hacia los sueños, pesadillas huyendo de la triste realidad de la posguerra�.3 El decorado 
adquiere gran importancia, junto con la iluminación y la expresividad de los personajes. 
 
En 1927, se marcó la entrada del cine en una nueva edad de su historia con la aparición 
del film The Jazz Singer, film sonoro, hablado y cantado. Pero los filmes hablados no eran 
una novedad, pues el cine ya había balbuceado algunas palabras en los laboratorios de 
Edison, en 1889; por su parte, los hermanos Lumière, Méliès y otros más sonorizaron 
ingenuamente filmes haciendo pronunciar palabras detrás de la pantalla. 
 
El mayor beneficiado con la aparición del cine sonoro fue Hollywood, porque su dominio 
aumentaría sobremanera, a pesar de la depresión económica de 1929. Es más, las 
películas sirvieron para evadir la dura realidad social. Nacen entonces los géneros que 
todavía centran la atención de los aficionados de hoy: aventura, bélico, ciencia-ficción, 
comedia, cómico, dramático, fantasía, fantástico-terror, histórico, musical, policiaco y 
western. El género más genuino del cine sonoro fue el musical que comenzó inspirándose 
en las operetas y musicales de Broadway. 
 
3 Bordwell, David. El arte cinematográfico, Paidós. Barcelona 1995 p. 51 
 29
En Europa, destacaba la cinematografía francesa con una nueva vanguardia el �realismo 
poético� considerado por Juri Lotman como �[...]una especie de neorromanticismo 
recreando contrastes violentos: el hombre y su aspiración a la felicidad, por un lado, y 
la sociedad y sus discutibles reglas, por otro�.4 Eran cintas pesimistas que casi siempre 
acababan mal, sus exponentes más destacados fueron Rene Clair con Paris qui dort 
(1923) y Jean Renoir con La golfa (1931). 
 
Por su parte, el movimiento neorrealista italiano constituyó una postura comprometida 
ante el cine y la sociedad a la cual iban dirigidas sus películas. Vino a ser como una 
valoración de un cine alejado de los géneros tradicionales del séptimo arte y de los mitos 
creados por Hollywood. 
 
En esos años, la creciente inseguridad política y las consecuencias sociales de la crisis 
económica mundial llevaron al cine norteamericano al desarrollo de dos grupos de 
películas exitosas que, si bien pueden remontarse de diversa manera a modelos previos, 
sólo se desarrollaron en el cine sonoro de la época, tanto argumental como estéticamente, 
para constituir géneros respectivamente independientes y cimentar tradiciones propias: el 
filme fantástico o de �horror� y el filme de gangsters. 
 
El film fantástico provenía de una serie de precursores internacionales, y que se 
remontaban hasta los comienzos del medio, desde los filmes de Méliès y numerosas 
adaptaciones primitivas de obras de Edgar Alan Poe, así como películas de vampiros, por 
medio de las obras del cine expresionista alemán. Mientras las películas de gangsters 
fueron, en esta forma, un invento específicamente norteamericano de esos años, aun 
cuando resulte posible demostrar referencias, principalmente en los filmes alemanes de 
comienzos de los años 20, sobre todo en su iluminación y manejo de cámaras. Ambos 
géneros reflejaron, de diversas maneras, los temores sociales a consecuencia de la 
situación histórica concreta. 
 
Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial (1939), las diversas industrias 
cinematográficas reaccionaron de diferente manera, según el grado en que fuesen 
afectadas y el contexto político. El cine de entonces se basaba en la propaganda 
nacionalista, el documental de guerra o el producto escapista. 
 
4 Lotman, Juri. Estética y semiótica del cine, Gustavo Gili, Barcelona 1969. p. 98 
 
 30
Hollywood dedicó un tercio de su producción a justificar la participación del país en la 
conflagración, a explicar los sacrificios que acarreaba y, sobre todo, a sostener la moral de 
los soldados y de los que se habían quedado en casa. Debido a esto último, la comedia 
tuvo un singular resurgimiento. 
 
La oferta internacional de películas entre 1945 y 1960 básicamente radicó en filmes de 
guerra, antifascistas, realismo socialista, filme patriótico, clásicos del oeste, ciencia-ficción 
y de historia. �[...]Como todas las formas estéticas de expresión, el cine reacciona 
directamente, frente al desarrollo social, como representación consciente y parcial de la 
realidad, como huída de la realidad mediante la creación de triviales mundos de ensueño o 
de contraimágenes armónicas o artificialmente artística, de ensueño�.5 
 
De una u otra forma, ese tiempo estuvo fuertemente impregnado por la búsqueda de 
fuerza moral, de seguridad, de valores confiables. Lo característico en todas las formas de 
abordar la Segunda Guerra Mundial en los años 50, es que rodeaban al tema y no 
encontraban ninguna forma de construir fílmica y estéticamente lo que no era plástico. 
 
La Alemania de 1945, comparada con los otros países, se presenta como un caso 
excepcional. No existía ya una industria fílmica. Los lugares de producción y los 
cinematógrafos estaban destruidos y el personal se hallaba comprometido con 
antecedentes políticos. Cualquier referencia a los temas e intenciones de los filmes 
nacionalsocialistas era impensable y tácticamente imposible, una de las primeras medidas 
provisionales de los aliados, tomada de manera inmediata después de la capitulación, fue 
prohibir la producción cinematográfica alemana. 
 
Para 1948, el cine se estaba convirtiendo en un medio de expresión, y se iba convirtiendo 
en un lenguaje. El cine experimental estadounidense sentó las bases para el nacimiento 
del cine underground, del documentalismo de los años 60 y, de forma menos obvia, del 
cine independiente de fines de siglo. Aunque los cineastas no adoptaron un proyecto 
estético conjunto, ni un estilo definido. 
 
Pero, al entrar en escena la televisión en esa época, restó importancia al cine. Hollywood 
iniciaba una crisis, pues la familia promedio prefirió quedarse en casa, a ver la televisión, 
novedosa forma de entretenimiento, más barata y permanente. 
 
5 Carlisky, Mario. Psicoanálisis, teatro y cine, Piados, Buenos Aires 1965. p. 76 
 31
 
En 1955, Hollywood experimentó una etapa de evolución. Hizo un esfuerzo para combatir 
el desinterés de los espectadores por medio de novedades técnicas, convirtió en práctica 
corriente el rodaje de películas en colores, intentó atraer con distintos anchos de pantalla, 
con filmes tridimensionales e incluso con las palomitas verdes. Parte de ese esfuerzo se 
orientaba a los jóvenes, quienes empezaban a rebelarse contra el conformismo de sus 
padres. Ejemplos existen varios, pero uno significativo fue la cinta de Nicholas Ray, Rebel 
without a cause, (Rebelde sin causa, 1955), el tema: la criminalidad entre la juventud. Los 
jóvenes fueron descubiertos como público y como materia para el cine norteamericano. 
Con sorprendente contemporaneidad aparecen

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