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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES Análisis semiótico de la campaña “Por la belleza real” de la marca DOVE en México, 2005 T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN ESPECIALIDAD EN PUBLICIDAD PRESENTA Nantli Soto Guerrero DIRECTORA DE TESIS Lic. Adela Mabarak Celis CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO D. F. Marzo 2009. Neevia docConverter 5.1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Dedicada especialmente a mis papás Adela Guerrero Cruz y Julio A. Soto Moreno. Sólo Dios sabe lo que sería sin ustedes como dicen los Beach Boys. También está dedicada a todos aquellos que alguna vez me preguntaron “¿qué es la semiótica?”: A mis hermanos Julio , Miguel y Daniel. A todos mis amigos incluidos los 519’s, los de la facultad y a mis amigas de toda la vida porque me apoyaron y fueron muy pacientes. También agradezco enormemente: A todos mis profesores de la FCPyS en especial a mi asesora y sinodales por su atención y observaciones. A León Olmos de MVS por su apoyo durante este largo proceso. Y a la UNAM que es uno de los mejores lugares para aprender y crecer. Neevia docConverter 5.1 El mundo está lleno de signos, pero estos signos no tienen todos la bella simplicidad de las letras del alfabeto. La mayor parte de las veces los tomamos por informaciones “naturales”. Roland Barthes La cocina del sentido 10 dic.1964 Neevia docConverter 5.1 Índice Introducción 6 Capítulo 1. Semiótica y publicidad 10 1.1 ¿Qué es la semiótica? 10 1.1.1 Saussure y Peirce 13 1.1.2 Estructura y sistema 22 1.1.3 Lengua y habla 24 1.1.4 Paradigma y sintagma 26 1.1.5 El código y el sentido 29 1.2 Semiótica y publicidad 34 1.2.1 Roland Barthes 38 1.2.1.1 Anclaje y relevo 42 1.2.1.2 Denotación y connotación 44 1.2.1.3 Léxico e idiolecto 48 1.3 Metodología para el análisis semiótico de la publicidad 50 Capítulo 2. Publicidad y belleza femenina 54 2.1 Publicidad 54 2.1.1 Tipos de publicidad 57 2.1.2 Funciones de la publicidad 60 2.1.3 ¿Por qué la publicidad se dirige a las mujeres? 63 2.2 Los estereotipos femeninos generados por la publicidad 66 2.2.1 La delgadez 71 2.2.2 El valor de la juventud 77 2.2.3 La rubia despampanante 79 2.2.4 El rostro perfecto 81 2.2.5 El tamaño de los senos 84 Neevia docConverter 5.1 Capítulo 3. Unilever y Dove 87 3.1 Unilever 87 3.1.1 Marcas más importantes 92 3.1.2 Unilever en números 95 3.2 Dove 97 3.2.1 Campaña global Por la Belleza Real de Dove 99 3.2.2 Estrategia publicitaria de la campaña 108 Por la Belleza Real en México 3.2.2.1 Objetivo publicitario 109 3.2.2.2 Objetivo de comunicación 110 3.2.2.3 Concepto creativo 110 3.2.2.4 Racional creativo 110 3.2.2.5 Tono de la campaña 111 Capítulo 4. Análisis semiótico de la campaña Por la Belleza Real de Dove 112 4.1 Plano verbal 114 4.1.1 Nivel fonológico 116 4.1.2 Nivel morfosintáctico 117 4.1.3 Nivel léxico-semántico 119 4.2 Plano visual 124 4.2.1 Nivel de la manifestación o expresión 127 4.2.1.1 Composición, unidad y equilibrio 127 4.2.1.2 Color y armonía 135 4.2.2 Nivel simbólico o de contenido 140 4.2.3 Nivel de las relaciones 151 4.2.4 El iconismo y la realidad de Dove 157 Conclusiones 163 Anexos 167 Bibliografía 169 Neevia docConverter 5.1 Introducción 6 Introducción A lo largo de décadas anteriores las mujeres han emprendido luchas como comunidad para mejorar su vida en la sociedad. Los derechos civiles y políticos que conquistaron a partir de la segunda mitad del siglo pasado siguen inspirando nuevos movimientos por la democracia, la justicia e igualdad entre hombres y mujeres. Sin embargo, un tema que sigue siendo importante para los diversos sectores involucrados1 es la imagen de la mujer en los medios masivos de comunicación; particularmente en la publicidad. En algunas ocasiones se les presenta como objetos sexuales asociados al producto, en otras ejerciendo roles estereotipados como amas de casa, esposas, madres, abuelas, por citar algunos casos. Estas representaciones falsas perjudican al género completo y han ocasionado problemas sociales muy severos, inclusive de salud pública. Un ejemplo son las miles de mujeres que han padecido trastornos alimenticios, psicológicos o perdido la vida cuando someten su cuerpo a dietas muy estrictas para adelgazar. Aún así continúa el flujo excesivo de mensajes que presionan a las jóvenes y adultas a realizar acciones de este tipo. Dentro de este contexto apareció la campaña Por la Belleza Real de la marca de productos de belleza e higiene Dove. Dicha estrategia de comunicación busca desafiar los estereotipos de belleza y hacer que las mujeres se sientan mejor consigo mismas y evitar consecuencias extremas que afecten su mente y su cuerpo. Para cumplir su propósito Dove presentó a mujeres reales en sus anuncios; es decir, mujeres opuestas al estereotipo, con “curvas”, con nariz aguileña, poco busto; o bien, morenas o de edad madura. 1 Organizaciones civiles, instituciones académicas, secretarías de gobierno, institutos nacionales, por mencionar algunos. Neevia docConverter 5.1 Introducción 7 La marca afirmó que la campaña era para mejorar el autoestima en las mujeres y promover un cambio en la percepción social de la belleza, haciendo respetar las formas físicas de la mayoría y celebrar la feminidad “real”. A pesar de ello, cualquier publicista negaría que se trata solamente de una campaña de carácter social y altruista dada la naturaleza del emisor. Más bien es una estrategia para diferenciar unos productos de otros asociándolos a ciertos temas como en este caso es el autoestima y el bienestar. Dice Alfonso Méndiz al respecto: Nuestro entorno vital se ha convertido en una jungla de anuncios en la que resulta muy difícil hacerse oír. [...] Se produce tal nivel de ruido y contaminación que sólo aquellas marcas que hablen de cosas distintas a sus propios productos podrán distinguirse y encontrar a su público. De ahí que los mensajes cada vez más se centren más en los valores de la marca que en los atributos del producto.2 Dove pertenece a Unilever, una trasnacional que también es dueña de las líneas Axe, Rexona, Sedal, Pond’s, Ades, Knorr, Hellman’s, helados Holanda, Maizena, Slim Fast, Iberia, entre otras más. Esta compañía internacional gasta aproximadamente $2 222 919 581 pesos anuales en publicidad para sus marcas en México.3 Dicha inversión la coloca en la segunda compañía que invierte más dinero en publicidad después de Procter&Gamble y antes del Grupo Carso.4 Dove, al formar parte de una empresa tan grande, se involucró en un tema delicado a través de su campaña Por la Belleza Real. Por esta razón es preciso entender qué propone, qué es beneficioso para la sociedad y qué subyace enel fondo. ¿Puede ser trascendente y genuino este intento por 2 Alfonso Méndiz, “Publicidad y valores: criterios para una adecuada valoración”, Ética de la comunicación y de la información, España, Ariel, 2002, p. 221. 3 Cecilia Bouleau y Roberto Morán, “Anunciantes: top 20”, Neo, núm. 90, vol. VIII, México, Bouleau Comunicaciones, noviembre 2005, p. 29. Dato obtenido a través del Ranking Ibope del año 2005. 4 Ibid. p.29. Procter & Gamble invierte $MN 2.391,331,942 aproximadamente lo que la coloca en primer lugar. Neevia docConverter 5.1 Introducción 8 combatir los estereotipos dominantes de belleza? ¿Puede mejorar el autoestima de las mujeres? Antes de contestar esas preguntas es necesario entender lo que dice el mensaje. El objetivo general de esta tesis es brindar una lectura distinta al anuncio apoyada en una disciplina de las ciencias del lenguaje: la semiótica. El corpus del trabajo son los primeros cinco mensajes que fueron publicados en 2005. Es necesario aclarar que con ello no se busca dar respuesta al gran dilema sobre la belleza real sino que investiga el concepto en una situación de uso particular. La hipótesis de análisis es que se renovaron los significados asociados a la marca para propiciar la adhesión de las mujeres a ella y reforzar la fidelidad de sus consumidores. Estos significados también fueron útiles para diferenciar a la marca de la competencia pero el autoestima y el bienestar de las mujeres que proclamaba la marca quedaron relegados por mucho. Si esto es así ¿cuáles son los elementos de significado que le hacen olvidar al consumidor que el fin último de la campaña es la venta y no el bienestar psíquico y social de las mujeres? Para lograr dicho objetivo, el capítulo I ofrece un panorama general sobre la semiótica, sus definiciones, fundadores y su relación con la publicidad. Al mismo tiempo, se expondrán los conceptos y se justificará la metodología de análisis empleada. El segundo capítulo está dedicado al estudio de la publicidad, sus funciones y tipos. Se describe la relación que ha mantenido la publicidad con las mujeres a través del tiempo, ya que son tanto el blanco principal como el vehículo principal de los mensajes. Neevia docConverter 5.1 Introducción 9 El capítulo III se refiere a Unilever como empresa trasnacional y a Dove como su marca. También se expondrán algunos factores que propiciaron el lanzamiento de la campaña Por la Belleza Real y su adaptación al mercado mexicano. Se recolectaron informes oficiales de Unilever y artículos académicos para lograr este objetivo. Por último, en el capítulo IV se analiza semióticamente la campaña Por la Belleza Real de Dove comenzando por el plano verbal, después el visual y al final se presenta una síntesis del análisis. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 10 Capítulo I. Semiótica y publicidad 1.1 ¿Qué es la Semiótica? La semiótica es una disciplina que se formó a partir de la evolución de tres ciencias: la lingüística, la lógica y la antropología.5 Por esta razón, una definición de semiótica debe aclarar desde qué disciplina surgió ya que cada tradición tiene distintos métodos, intereses, alcances y autores que pueden abordar el mismo fenómeno. No existe en sí una semiótica pura sino estudios interdisciplinarios donde participan las tres ciencias citadas arriba y otras como la etnología, la informática, la psicología y la literatura por mencionar algunas. Cronológicamente, la primera semiótica que surgió fue la de Charles Sanders Peirce insertada en el contexto norteamericano y la segunda fue la de Ferdinand de Saussure en Europa. Más adelante, nació la perspectiva antropológica de la semiótica que compromete tanto a los estudios de Peirce y de Saussure desde un punto de vista cultural.6 Cabe aclarar que tanto la semiótica anglosajona (Peirce) como la europea (Saussure) son las tradiciones más extendidas dentro del ámbito académico. Ambos autores propusieron de manera independiente definiciones sobre la ciencia de los signos que aún constituyen la base para toda investigación. Saussure, definió así a la semiología: Así pues, podemos concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el marco de la vida social; podría formar parte de la psicología social y, por consiguiente, de la psicología general; nosotros vamos a llamarla Semiólogía (del griego σηµείον, “signo”). Podría decirnos en qué consisten los signos, qué leyes los regulan. Como todavía no existe, no 5 Edgar Sandoval, Sesión: “Historia de la Semiótica”, ponencia presentada en el Diplomado Semiótica y cultura: perspectivas teóricas y metodológicas, México, Centro de Estudios en Interpretación y Significación, UACM, Salón de usos múltiples, miércoles 13 de febrero, 2008. 6 Ibid. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 11 podemos decir cómo será; no obstante, tiene derecho a existir y su lugar está determinado desde el punto de partida.7 Por lo tanto, semiología deriva etimológicamente del griego σηµείον, “signo” y λόγος “estudio, ciencia”. Sin embargo, el término semiótica, introducido por Charles Sanders Peirce, ha sido adoptado como el término general para designar a las dos tradiciones. Peirce escribió sobre ella lo siguiente: “Que yo sepa, soy un pionero, o mejor, un explorador, en la actividad de aclarar e iniciar lo que llamo semiótica, es decir, la doctrina de la naturaleza esencial de las variedades fundamentales de cualquier clase posible de semiosis”.8 La diferencia entre la semiología y la semiótica es cuestión de una diferencia de ámbitos; como dice Casetti: “por una parte se hace referencia a un uso desarrollado a partir de Ch. S. Peirce especialmente en Norteamérica, por otra, a un uso más europeo que se remonta a Ferdinand de Saussure [...] Actualmente, una homologación ‘institucional’ ha permitido terminar con el conflicto: semiótica ha sido asumida como término de conjunto y ‘neutro’.”9 Orlando C. Aprile ofrece el dato exacto de esa homologación institucional de la que habla Casetti: En 1969 la Asociación Internacional de Estudios Semióticos consagró el término semiótica (aunque sin excluir el uso de semiología), para abarcar todas las posibles acepciones de los términos en discusión. Desde entonces hay consenso en considerar a la semiótica como la ciencia que estudia la significación y el sentido de los signos. En consecuencia, la significación es el proceso que asocia un objeto, un ser, una noción o un acontecimiento, a un signo susceptible de ser evocado.10 Años antes de este acuerdo ya se habían difundido un gran número de definiciones que buscaban ampliar y complementar el concepto semiología; por ejemplo: “La semiología puede definirse como el estudio de los procesos de comunicación, es decir, de los medios utilizados para influir a los otros y 7 Umberto Eco, Tratado de semiótica general, España, Lumen, 2000, quinta edición, p.31. 8 Ibid. p.32. El subrayado es mío. 9 Francesco Casetti, Introducción a la semiótica, España, Fontanella, 1980, p. 23. 10 Orlando C. Aprile, La publicidad estratégica, España, Piadós, 2000, primera edición, p. 88-89. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 12 reconocidos como tales por aquél a quien se quiere influir”;11 o bien, la semiótica es “una teoría general filosófica que se encarga de la producción de signos y símbolos como parte del código de sistemas que son usados para comunicar información”,12 una opción más: “La semiología es la ciencia que estudia los principios generales que rigen el funcionamiento de los sistemas de signos o códigos y que establece su tipología”.13 Todas las definiciones anterioresatienden a necesidades teóricas específicas dependiendo del campo que buscaban analizar (el lenguaje, las artes, las ideologías, las costumbres, la publicidad, el comportamiento, los objetos y otros). En términos más concretos, la semiótica se encarga del estudio de las representaciones, su sentido y/o su significación. Esta disciplina sirve para analizar, o bien, interpretar dichos signos.14 Así pues, la semiótica permite investigar la manera en que se desarrollan y sustentan una infinidad de sistemas de significación que diferencian al hombre de otras especies. “Si nosotros como investigadores deseamos entender el comportamiento humano y cómo los humanos se comunican entre sí, una gran parte de lo que debemos estudiar es la creación y el uso de los signos; porque es eso lo que la semiótica estudia precisamente”.15 Pierre Guiraud, afirma: En realidad, no hay coincidencias en lo que respecta al dominio de nuestra ciencia. Algunos, los más prudentes, sólo la consideran como un estudio de los sistemas de comunicaciones por medio de señales (no lingüísticas). [...] Pero evidentemente es posible argumentar, con toda razón, que hay muchos otros tipos de comunicación, que son parte también de una semiología (o de una semiótica).16 11 Buyssens citado por Francesco Casetti, Op.Cit., p. 21 y 22. 12 Tobin citado en Wendy Leeds-Hurwitz, Semiotics and Communication, USA, Lawrence Erlbaum Associates, 1993, p.11. 13 Prieto citado en Francesco Casetti, Op.Cit., p. 22. 14 Edgar Sandoval, Op.Cit., miércoles 13 de febrero 2008. 15 Wendy Leeds-Hurwitz, Op. Cit., p.13. 16 Pierre Guiraud, La semiología, México, Siglo XXI, vigesimocuarta edición, 1999, p.9. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 13 Esta ciencia es interdisciplinaria y “puede deberse fundamentalmente al hecho de que todas las investigaciones con las que se relaciona tienen como objeto, de una u otra forma, el signo”.17 Muchos investigadores provienen de diversas áreas de estudio como son las matemáticas, la filología, la lexicología, la lógica, la filosofía, la psicología, la literatura, así como de la antropología y la lingüística. Por esta razón siempre hay que tomar en cuenta la ciencia que dio origen a cada estudio. J.M. Floch, por su parte, afirma que el término saussureano semiología todavía se utiliza sobre todo entre quienes privilegian la problemática del signo en sí mismo y no el del conjunto de relaciones entre los signos, como lo hace la semiótica.18 A continuación se presentan las dos grandes tradiciones que abordan el estudio del signo y que son muy importantes para determinar la metodología de un análisis semiótico. 1.1.1 Saussure y Peirce En la segunda mitad del siglo XIX, Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce concibieron (de manera independiente) una ciencia que estudiara los signos como los elementos mediadores en la comunicación humana. Ambos trataron de estudiar las reglas que regían el proceso de significación aunque con alcances y perspectivas distintas. Saussure era un lingüista suizo y Peirce un filósofo de Estados Unidos. Nunca tuvieron contacto entre sí; sin embargo, los propósitos teóricos eran los mismos aunque con un origen y resultados diferentes. Sus aportaciones aún 17 María del Carmen Bobes, La semiología, España, Síntesis, Colección Lingüística, 1989, p.65. 18 Jean-Marie Floch, Semiótica, márketing y comunicación, Bajo los signos, las estrategias, España, Paidós, Colección Paidós Comunicación, 1993, p.23. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 14 conforman los pilares fundamentales de la semiótica pues se les reconoce como los “indiscutidos pioneros”19 de esta ciencia. Cada uno de los dos autores propone una definición o una tipología distinta para clasificar los signos. De ahí que hayan surgido dos vertientes principales dentro de los estudios semiológicos posteriores. Es importante mencionar que al inicio de su vida académica, Saussure estudió la historia de algunas lenguas antiguas como el sánscrito. Más tarde, en 1889, Ferdinand participó como profesor en un curso de lingüística dentro de la Universidad de Ginebra y en 1906 se volvió el titular de dicha cátedra. Después de su muerte en 1913, varios colegas y alumnos de Saussure encontraron en las clases de lingüística un material innovador e importante que debía ser publicado. El Curso de lingüística general es una recopilación de notas y materiales utilizados en las clases impartidas de 1906 a 1911 por el maestro suizo. La obra abarca el estudio del signo lingüístico y ofrece una definición sobre la ciencia encargada de su estudio: la semiología. Saussure tomó como punto de partida la lingüística para desarrollar su teoría del signo. Dicho apoyo teórico está presente a lo largo de todos sus escritos. Además de legitimar la existencia de una ciencia de los signos, Saussure fijó el nombre de las dos unidades constitutivas del signo lingüístico vigentes hasta hoy: significado y significante. El primero se puede identificar con la parte sensorial o material del signo opuesta al significado que es la parte ausente y abstracta. En otras palabras, el significante es el aspecto explícito de un signo, presente durante la interacción, una presencia material de algún tipo; el significado es el elemento tácito del signo, lo que puede ser enunciado 19 Orlando C. Aprile, Op.Cit., p.89. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 15 como presencia ‘inmaterial’, algo literalmente ausente pero funcionalmente presente porque ha sido invocado.20 Dicha unión, explica Saussure, se puede comparar con las dos caras de una hoja de papel: si se corta un lado, se corta también la otra; es decir, significante y el significado son inseparables y “están unidos en nuestro cerebro por el lazo de la asociación”.21 Es muy útil el esquema que él mismo propone para ilustrar la relación entre ambos: Fig. 1.1 Esquema presentado por Saussure sobre el signo en Curso de lingüística general. Menciona Saussure: “El signo lingüístico es por tanto una entidad psíquica de dos caras [...] Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente”.22 El término imagen acústica designa a la imagen que se forma en la mente del receptor cuando escucha una serie de fonemas que lo remiten a un concepto mental (significado). El uso común de la palabra signo ha hecho pensar que con este nombre se designa sólo al estímulo pero en realidad el signo está integrado por un segundo elemento: el concepto. Si bien un signo está formado por significante y significado, cada uno de los dos elementos puede presentarse de distinta forma. La polisemia, por 20 Wendy Leeds-Hurwitz, Op.Cit., p. 23. Además, “El significante es la parte material del signo; es decir, es perceptible o accesible a los sentidos. Estos signos trascienden las palabras de muy diversas maneras. No todos los signos son lingüísticos”. Notas del curso de Semiótica, impartido por la profesora Hortensia Moreno Esparza en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Ciudad Universitaria, México, D.F. Agosto-Diciembre, 2003. 21 Ferdinand de Saussure, Curso de lingüística general 1857-1913, México, Fontamara, 1998, doceava edición, p. 102. 22 Ibid., p. 102-103 Significado Significante Concepto Imagen acústica Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 16 ejemplo, es cuando un sólo significante tiene diversos significados como la los sonidos de la palabra “café” pues pueden remitir a la bebida caliente o al nombre del color. Otro caso de polisemia es cuando existen diversos significantespara un sólo significado. Por ejemplo, el concepto “automóvil” puede expresarse a través de otros significantes como coche, vehículo o carro. Cualquier hablante, escritor o emisor dispone de diversas opciones para expresar una idea; sin embargo, su elección o preferencia aporta un significado extra a todo el mensaje. Por el contrario, la monosemia se presenta cuando existe una correspondencia unívoca entre el significado y el significante como es el caso de los códigos matemáticos y científicos. Sea monosemia o polisemia, la unión entre el significado y el significante no es natural, o para expresarlo de otra forma, no hay ninguna relación causal entre el sonido y el objeto23; Saussure denomina a esta propiedad arbitrariedad.24 Por ejemplo, la palabra “chocolate” no tiene ninguna correspondencia con ese alimento ni con ninguna de sus cualidades. A pesar de esta cualidad los signos lingüísticos no están sujetos al capricho de cada individuo para ser modificados. Saussure observó que la sociedad emplea signos heredados por generaciones precedentes y que por esta razón la lengua es inmutable, es decir, la lengua perdura a lo largo del tiempo y los individuos comunes no pueden separarse de ella. “La lengua tiene, pues, un carácter dado y fijado de antemano; en ella, a cada signo se le ha dado un significado que es preciso mantener para poder entenderse en sociedad”.25 23 Ni si quiera en las onomatopeyas porque también hay diferencias de lengua a lengua. 24 Ibid., p.104. “El lazo que une el significante al significado es arbitrario; o también, ya que por signo entendemos la totalidad resultante de la asociación de un significante a un significado, podemos decir más sencillamente: el signo lingüístico es arbitrario”. 25 Victorino Zacchetto, et al., Seis semiólogos en busca del lector, Argentina, Ciccus-La crujía, Collección Signo, 2008, 3ª edición, p. 30. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 17 Dentro de esa continuidad de la lengua en el tiempo existen cambios que suceden irremediablemente. Por esta razón Saussure afirmó que la lengua también es mutable y aunque pareciera contradictorio, el término se refiere a que la lengua es utilizada de distintas maneras por cada individuo a pesar de que él no puede modificarla. La teoría saussureana gira en torno de un esquema dual de opuestos: significado-significante, inmutabilidad-mutabilidad, imagen acústica-concepto, paradigma-sintagma, por mencionar algunos. Émile Benveniste dice al respecto del trabajo de Saussure lo siguiente: “el meollo de la doctrina, el principio de donde procede todo el aparato de nociones y distinciones [...] lleva la impronta y el sello de la dualidad opositiva”.26 Con dualidad opositiva se refiere a que un concepto no puede ser estudiado sin su contrario y ambos son inseparables. Charles Sanders Peirce, por su parte, estudió los signos desde una materia distinta: la lógica. Su gusto por esta rama filosófica la adquirió desde pequeño pues “En una carta a su amiga lady Welby, Peirce le confiesa: ‘Desde el día en que, a los doce o trece años, encontré en la habitación de mi hermana mayor un ejemplar de Lógica de Whetely y le pregunté qué era la lógica... nunca más pude, desde ese día, abordar el estudio de nada salvo como un estudio de semiótica’.”27 A pesar de sus destacadas investigaciones en diversas áreas, Peirce es reconocido por sus aportaciones a la ciencia que él mismo llamó semiótica. Al emplear la lógica para estudiar a los signos, marcó en definitiva la separación de esta disciplina con la filosofía del lenguaje pues “la reflexión sobre los signos se 26 Émile Benveniste, Problemas de lingüística general, México, Siglo XXI, Tomo I, 2004, 23ª Edición, p.41. 27 Peirce citado en Orlando C. Aprile, Op. Cit., p.89. El subrayado es mío. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 18 confundió durante mucho tiempo con la reflexión del lenguaje”.28 Al igual que Saussure, él tampoco escribió una obra en particular sino una gran variedad de trabajos dispersos que abordaban un gran número de temas; y fue entre 1931 y 1958 que se publicaron los ocho volúmenes de Collected Papers. Sus estudios sobre los signos son considerados hoy su mayor aportación ya que también se especializaba en materias como las matemáticas y la física. El signo, de acuerdo con Peirce, está integrado por el representamen, el objeto, y el interpretante los cuales son “tres entidades semióticas abstractas”29 que juntas producen la semiosis. Así los describe Peirce: Un signo o representamen, es algo que está para alguien, por algo, en algún aspecto o disposición [es decir, el signo] se dirige a alguien, o crea en la mente de esa persona un signo equivalente, o quizá un signo más desarrollado. El signo que crea, lo denomino el interpretante del primer signo. El signo está por algo, su objeto. Está por tal objeto, no en todo su sentido, sino respecto a un tipo de idea, que he llamado el fundamento del representamen.30 En otras palabras, todo signo está ligado a dos cosas: por un lado, a un referente (el objeto), y por el otro, a un concepto (el interpretante). Cuando los tres elementos se unen, el signo está completo y funciona. Vale la pena insistir en que el interpretante no es un individuo que capta la información, sino un concepto generado en la mente. Umberto Eco asocia el término interpretante a sentido, significado o referencia al código.31 Además, el objeto no está presente en el signo en su totalidad, sino sólo una parte de él: su fundamento. En conclusión, la relación simultánea de las tres partes permite producir lo que Peirce denominó semiosis (lo que permite que las cosas produzcan 28 Roberto Marafioti, comp., Recorridos semiológicos: signos, enunciación, argumentación, Argentina, Eudeba, 2002, p. 39. 29 Wendy Leeds-Hurwitz, Op.Cit., p.33. 30 Marafioti, Roberto comp., Op.Cit., p. 38 y 39. La traducción al español presentada por la autora adicionó palabras innecesarias en la definición por lo que fueron omitidas o cambiadas para una mejor comprensión. 31 Umberto Eco, La estructura ausente, España, Lumen, quinta edición, 2000, p. 24 y 25. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 19 significado). Las tres son inseparables y sólo existen en la mente del individuo; mientras que su división sólo es posible en el nivel teórico de cualquier estudio. Abajo se muestra el esquema general ampliamente difundido sobre la relación triádica propuesta por Peirce, de la cual desarrolló una clasificación bastante amplia de signos: Objeto Representamen Interpretante Fig. 1.2 Esquema general del signo según Peirce.32 Aunque parezca sencillo este esquema, su forma se complica exponencialmente si se considera que cada uno de los tres elementos puede a su vez ser el objeto, representamen o interpretante de otro signo. Con ello se obtiene una cadena infinita de posibilidades de significación. He aquí un ejemplo: las palomas son aves muy comunes, se les puede observar en plazas públicas o bien en fachadas arquitectónicas. Sin embargo, sobresalen aquellas que son completamente blancas (objeto) porque ellas, su dibujo o cualquier otra representación (representamen o signo), simbolizan la paz (interpretante). No obstante, para otros individuos, como es el caso de un antropólogo experto en la preservación de monumentos históricos, la paloma no sólo puede representar la paz sino un intruso que puede dañar la integridad de un edificio. He ahí por qué el concepto, mejor dicho, el interpretante, es una idea que puede variar de individuo a individuo. 32 Victorino Zacchetto,Op. Cit., p. 54. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 20 Peirce, además, planteó una tipología según la relación del signo con su objeto, con su interpretante, o por la naturaleza misma del signo. La clasificación que ha trascendido y que por su importancia se retoma en esta tesis es la primera basada en la relación signo-objeto. Peirce identificó tres tipos distintos de signos: íconos, índices y símbolos. La diferencia esencial entre los tres radica en su grado de convención33 o de conocimiento que se explica a continuación: En primer lugar, el signo analógico o ícono es una metáfora que presenta rasgos del objeto; es decir “un signo mostrando una similitud entre lo presente y lo ausente”,34 v. gr. una fotografía, un video o una maqueta arquitectónica. El índice, a diferencia del anterior, necesita establecer una asociación entre un estímulo y otro pues “usa una parte del objeto para presentarse como el todo”.35 Por ejemplo: los señalamientos de las carreteras mexicanas indican a los viajantes que hay zonas arqueológicas cercanas, o bien, restaurantes, sanitarios, artesanías, hoteles, entre otros. Todos ellos utilizan la representación de un objeto asociado a cada lugar: un jarrón, una pirámide, utensilios para comer, entre otros. Finalmente, el símbolo es arbitrario en su totalidad pues no hay en él ninguna característica del objeto. Por ejemplo: la relación entre los colores de una bandera y una nación es simbólica dado que únicamente existe una relación convencional o arbitraria entre ambos estímulos. Cabe destacar que la tipología de Peirce, al estar suscrita en la lógica, “puede aplicarse igualmente a fenómenos que carecen de emisor”36 una gran 33 O bien, de refuncionalización, o grado de arbitrariedad. Notas del curso Introducción al estudio del lenguaje, impartido por el profesor Sergio Ibáñez Cerda en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Ciudad Universitaria, México D.F., Agosto-Diciembre, 2002. 34 Wendy Leeds-Hurwitz, Op.Cit., p.23. 35 Ibid. p.23. 36 Umberto Eco, Op.Cit., 1999, p.25. El autor ejemplifica con fenómenos naturales como lo son los síntomas fisiológicos (sin destinatario) pero que el ser humano puede interpretar. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 21 virtud que no tiene la teoría de Saussure dado que él aborda el problema del signo lingüístico únicamente. De acuerdo con Wendy Leeds-Hurwitz, la distinción entre los dos esfuerzos es fundamental: Peirce estudia la lógica de los signos, mientras Saussure estudia su comportamiento en el contexto social.37 Por lo tanto, los dos programas son diferentes pues la semiótica de Saussure busca encontrar el sentido que está dentro del objeto de estudio y con Peirce se construyen signos como pensamientos, se edifican interpretaciones o hipótesis sobre los signos.38 Ambas propuestas no han perdido vigencia y ofrecen al investigador dos opciones para determinar tanto el marco teórico como la metodología según los fines que persiga. “Hoy se considera superado el debate entre la corriente semiológica y la corriente semiótica. Se trata de dos posturas muy diferentes. Cada una encara problemas desde principios epistemológicos diversos y con intereses comunicativos también distintos.”39 “La línea de reflexión teórica, metodológica y analítica”40 empleada en esta tesis es la de Ferdinand de Saussure y el estructuralismo. A continuación se mencionan los términos que conforman esta tradición para comprender más tarde el procedimiento de análisis. 37 Wendy Leeds-Hurwitz, Op.Cit., p.19. 38 Edgar Sandoval, Op.Cit., miércoles 13 de febrero, 2008. 39 Victorino Zacchetto, Op.Cit., p.68-69. 40 Estela García y César Ordóñez, Análisis semiótico de la imagen, Tesis para obtener el grado de Lic. en Ciencias de la Comunicación, México, UNAM- Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2003, p.119. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 22 1.1.2 Estructura y sistema Ferdinand de Saussure afirmó que la lengua, al ser el “más complejo y el más extendido de los sistemas de expresión, es también el más característico de todos; en este sentido la lingüística puede convertirse en el patrón general de toda semiología, aunque la lengua no sea más que un sistema particular”.41 Por tal motivo no es de extrañarse que muchos de los conceptos de la semiólogía deriven de la lingüística como es el caso de los términos estructura y sistema. Émile Benveniste, lingüista francés, ofrece una definición de ambos en su libro Problemas de lingüística general: [...] la lengua es una disposición sistemática de partes. Se compone de elementos formales articulados en combinaciones variables, según ciertos principios de estructura. He aquí el segundo término clave la lingüística, la estructura... una lengua no comprende jamás sino un número reducido de elementos básicos, pero que dichos elementos en sí mismos se prestan a gran cantidad de combinaciones... una lengua no se queda más que con una parte pequeña de las combinaciones, harto numerosas... Esta restricción perfila ciertas configuraciones específicas... Es esto ante todo lo que se entiende por estructura: tipos particulares de relaciones que articulan unidades de determinado nivel.42 En otras palabras, la estructura es el conjunto de elementos, relaciones y funciones del sistema; si un elemento se modifica, inevitablemente los otros también lo harán dado que “un sistema se define así por el conjunto de las relaciones que sostiene con las otras unidades, y por las oposiciones en que participa; es una entidad relativa y opositiva”.43 A pesar de ser una idea abstracta está comprobado científicamente que dentro de cada lengua existe un número finito de elementos y relaciones posibles. Un ejemplo práctico es el siguiente: cuando un individuo está aprendiendo un nuevo idioma como el italiano es común que intuya relaciones posibles o intente reconocer patrones generales basadas en similitudes con su 41 Saussure, Ferdinand de, Op. Cit., p.105. 42 Émile Benveniste, Op. Cit., p.23. 43 Ibid. p.23. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 23 propio lenguaje. En pocas palabras, aprender un idioma requiere aprender una nueva estructura. Esto es lo que hace que la lengua sea un sistema donde nada significa en sí y por vocación natural, sino donde todo significa en función del conjunto; la estructura confiere su “significación” o su función a las partes. Es también lo que permite la comunicación indefinida: por estar la lengua organizada sistemáticamente y por funcionar según las reglas de un código, el que habla puede, a partir de un número muy restringido de elementos básicos, construir signos, luego grupos de signos y, finalmente, una variedad indefinida de enunciados, todos identificables por quien los percibe puesto que en él se haya depositado el mismo sistema.44 Ahora bien, cada sistema contiene unidades necesarias de tal suerte que si una cambia inevitablemente también lo harán las otras. Esta “relatividad de los valores es la mejor prueba de que dependen estrechamente uno del otro [...] los valores son de oposición y no se definen más que por su diferencia. Opuestos, se mantienen en mutua relación de necesidad”.45 Un ejemplo en una lengua es claro-oscuro, quitar-poner, arriba-abajo, femenino-masculino, adelante-atrás, así hasta formar una larga lista de términos que se oponen. Las definiciones lingüísticas de estructura y sistema influyeron en la semiología. Y por esta razón se le vincula comúnmente al estructuralismo (lingüístico) con la tradición europea del estudio de los signos. El traslado de los términos lingüísticos al camposemiótico ha hecho surgir varios debates cuyos resultados trataron de marcar una diferencia definitiva entre el estructuralismo y la semiología francesa. María del Carmen Bobes escribió al respecto: Las primeras investigaciones semiológicas francesas fueron consideradas por sus mismos autores como estructuralistas. [...] Greimas y Courtes afirman que bajo la rúbrica <<estructuralismo francés>> se 44 Ibid. p. 25. 45 Ibid. p. 54. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 24 denotan las investigaciones de inspiración lingüística que se efectuaron en Francia por los años sesenta en varios campos de las ciencias humanas.46 Finalmente, la semiología marcó su diferencia con la lingüística cuando amplió su objeto de estudio al de otros sistemas de significación y no sólo al análisis de la lengua. 1.1.3 Lengua y habla Existen dos términos fundamentales en la obra de Ferdinand de Saussure, el primero es lengua (langue); y el segundo, habla (parole). Ambos suelen confundirse con un tercero (el lenguaje); sin embargo existen diferencias importantes entre ellos como se expone a continuación. El lenguaje es la facultad de todos los seres humanos para expresar pensamientos y emociones.47 Por ende, el lenguaje pone en contacto a los participantes dentro del proceso de comunicación cuando un participante exterioriza una idea dirigida hacia su interlocutor. Existen varios ejemplos de lenguajes: el corporal, visual, cinematográfico, gestual, y por supuesto, el verbal. Todos ellos son sistemas de significación que pueden ser estudiados desde la semiótica. La lengua, por otro lado, es la realización de la capacidad de expresión verbal y está constituida por elementos, reglas y relaciones48. Todo lo que la hace sumamente especial es el consenso social que la sustenta. La lengua es posible gracias a una convención entre los individuos de una sociedad. Para que funcione correctamente, todos los sujetos deben conocer los elementos y las reglas que la conforman puesto que es una herramienta necesaria para el libre flujo de la comunicación. 46 María del Carmen Bobes, Op. Cit., p.67. 47 Notas del curso Introducción al estudio del lenguaje, Op.Cit., 2002. 48 Ibid. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 25 Saussure escribió lo siguiente al respecto: “La lengua es un objeto bien definido en el conjunto heterogéneo de los hechos del lenguaje... Es la parte social del lenguaje, exterior al individuo, que por sí solo no puede ni crearla ni modificarla; sólo existe en virtud de una especie de contrato establecido entre los miembros de una comunidad”.49 El habla, por último, se entiende como el uso concreto que hace el individuo de la lengua. En esta definición lo que importa es el carácter único del habla pues cada individuo puede decir lo mismo de distintas maneras. A su vez, se caracteriza por su linealidad ya que nunca pueden pronunciarse dos palabras al mismo tiempo, ni se puede “borrar” lo que ya se ha dicho sino sólo agregar más palabras. Lengua y habla son dos términos sumamente importantes que Saussure trató de diferenciar por razones operativas pues consideró al habla como un medio eficaz para adentrarse al estudio de la lengua. Él escribió: “La lengua es, no menos que el habla, un objeto de naturaleza concreta, y con ello constituye una gran ventaja para su estudio”.50 Estudiar las lenguas no equivale únicamente a estudiar sus reglas gramaticales, sino también a entender las sociedades que las crearon. Esta perspectiva social de la lengua, sustentada por Saussure, influyó determinantemente en otras ciencias sociales que estaban en formación. Cuando la lingüística integró a otros lenguajes como objeto de estudio y no sólo a la lengua, surgió la semiología. Tanto langue como parole son dos términos utilizados por los semiólogos estructuralistas para analizar diversos sistemas de significación. Por ejemplo, el lenguaje cinematográfico cuenta con 49 F. de Saussure citado en Victorino Zacchetto, Op.Cit., p.54. El subrayado es mío. 50 Ibid. p. 23. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 26 movimientos de cámara, formatos, corrientes artísticas, técnicas narrativas y otros recursos estéticos, mientras que una lengua cinematográfica es “la nueva ola francesa” o “el cine noir”51. Por último, una película en particular de cada estilo es un ejemplo de habla porque es la forma en que un individuo decide contar una historia a través de ciertos recursos propios del séptimo arte. Por otro lado, en Retórica de la imagen, Barthes retomó el concepto de lengua y habla para estudiar un afiche publicitario. Ahí propuso que el estudio de la lengua no debería sólo incluir a la acción de la emisión sino también a la recepción; es decir, la lengua, dice Barthes, está constituida tanto por el sistema de elementos que el individuo usa para formar enunciados, así como de estructuras que le permiten interpretar dicha información correctamente, v.gr. los léxicos. 1.1.4 Paradigma y sintagma Para adentrarse al estudio del sistema, Saussure estudió la lengua desde un punto de vista sincrónico, esto es, un análisis que considera los estados de la lengua en un momento dado sin considerar su desarrollo histórico. Con esta oposición entre lo diacrónico y lo sincrónico, retomó una vez más sus conceptos de significado y significante que lo llevaron a desarrollar dos términos de suma importancia para la semiología: paradigma y sintagma. Éste último hace referencia al ordenamiento en cadenas de los signos lingüísticos; o mejor dicho, los sintagmas. Dentro cada una de estas estructuras, 51 La nueva ola francesa o nouvelle vague designa a “un grupo de cineastas franceses que en la época de los cincuenta buscaban romper con el dogmatismo cinematográfico anterior y creían firmemente que lo técnico sólo era significativo en términos de la subjetividad. El cine noir, en cambio surgió en Estados Unidos y se distingue por ser “Sombrío, pesimista o que aborda crímenes y violencia”. Fuentes: Louis Giannetti, Understanding Movies, United States, Prentice Hall, 2005,10th edition, p. 189-190. También: Dictionnaraire Hachette, France, Ed. Hachette, 2002, p. 1121. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 27 los elementos mantienen una relación de oposición de tal forma que cada elemento sólo se puede entender en presencia de los demás. Aquí un ejemplo: Sintagma: El niño sabe estudiar y jugar alegremente artícul o sustantiv o verbo conju. verbo inf. conjun- ción verbo inf. adverbio Ahora bien, si se intercambia el primer artículo “El” por “Las”, los demás elementos se “acomodan” automáticamente para que el sintagma tenga sentido y queda así: “Las niñas saben estudiar y jugar alegremente”. En esta modificación se nota la solidaridad entre los signos lingüísticos en la medida en que el sistema siempre guarda la coherencia, pues no es correcto escribir Las niños sabe estudiar. Por lo tanto, los signos sólo valen en función de sus relaciones con los otros, creando solidaridad entre ellos. Existe otro tipo de relación entre los signos, el paradigma; o mejor dicho, relaciones asociativas, de acuerdo con Saussure. El paradigma es el conjunto de posibilidades que ofrece la lengua para utilizar en una cadena hablada. “En efecto, en el eje paradigmático se hallan los esquemas o modelos virtuales, es decir, lo que es meramente potencial, aquello que es establecido como sistema referencial, mientras que el valor sintagmático establece la actualización del objeto semiótico”.52Por ejemplo: ParadigmaLas La Los niñas niña infante saber sabes saben sabré estudió estudié estudio estudia o e u jugaré juego jugué jugó felizmente gozosamente jubilosamente El niño sabe estudiar y jugar alegremente Sintagma art. (sustantivo verbo verbo conjun. verbo adverbio 52 Victorino Zacchetto, Op.Cit., p.30. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 28 Estudiar una lengua basándose en los conceptos paradigma y sintagma, permite revelar las posibilidades infinitas que tiene cada sistema lingüístico para trasmitir diferentes ideas y sus sentidos. “La dinámica de los procesos semióticos se define como el movimiento de lo virtual a su actualización, el paso de objetos potenciales a la realización de la estructura”.53 Roland Barthes también retomó esta dupla para explicar los ejes sémicos que atraviesan una imagen. En el artículo Retórica de la imagen Barthes analizó el anuncio de la pasta Panzani, el cual incluye diversos vegetales entre los que se destacan pimientos tomates y champiñones. Los tres, junto con los colores del empaque del producto forman el conjunto de elementos que consideró la parte significante de la connotación. La otra cara, el significado de la connotación, fue enunciada por Barthes como italianidad, considerado por él mismo un barbarismo pero es el mejor término que explica el significado global de la connotación. Este término pertenece a su vez a un mismo eje paradigmático: el de las nacionalidades como la francesidad, germanidad o hispanidad.54 Sin embargo, Barthes notó que no todos los significados pueden ser expresados de la misma manera como lo hizo con las nacionalidades y sugirió que se optara por los conceptos que mejor concentraran el significado puro de la connotación. Por ejemplo, en el Anexo 1, el significante de la connotación es una pesa y un jabón. El significado para cada uno es deporte e higiene respectivamente. A su vez, ambos pertenecen al eje sémico (paradigma) de la salud personal que también incluye a la recreación y al cuidado personal. 53 Ibid. p.30. 54 Cfr. Barthes, Roland, “Retórica de la imagen”, La semiología, Argentina, Tiempo Contemporáneo, Colección Comunicación, 1976, cuarta edición, p.138. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 29 1.1.5. El código y el sentido La comunicación humana se realiza a través de distintos lenguajes. Por ejemplo, en una conversación interviene el lenguaje verbal y no verbal que incluye a los gestos, distancias interpersonales, movimientos, posturas corporales, así como miradas y olores. Dichos lenguajes están integrados por un sistema de signos (significado y significante) y un código. No pueden existir signos que no tengan una intención de comunicar algo a alguien más (Vid. supra la definición de los tres elementos constitutivos del signo según Pierce) por lo tanto, debe existir una serie de reglas compartidas entre aquellos que están inmersos en el proceso comunicativo: El código, [...], es el sistema de comunicación que comparten emisor y receptor antes de que la comunicación tenga lugar. Para Moles, el código es tanto un repertorio (como el código Morse), como el modo de hacer uso de él (la sintaxis del lenguaje). En consecuencia, la codificación es el conjunto de operaciones que realiza un operador (emisor) para enunciar una serie de reglas de embalaje de los signos o para crear esos mismos signos.55 Por lo tanto, los códigos son creados por el hombre inclusive cuando se trata de lenguajes muy específicos como los propios de la comunicación no verbal. Es gracias a esos códigos que se restringe el uso libre de los signos pues de lo contrario no podrían articularse correctamente. [...] para los semióticos, la construcción del significado está íntimamente vinculada con los íconos, los signos, los símbolos y los códigos en su debido contexto cultural. Todos ellos son construcciones convencionales cuya significación específica se determina por el uso que le dan los distintos actores sociales. Además, todos ellos se organizan en sistemas o códigos vinculados y vinculantes que responden a las necesidades y los procesos socioculturales. En un mensaje publicitario, por ejemplo, se aplican varios códigos, los más comunes son el verbal, el imaginario y el icónico.56 55 Orlando C. Aprile, Op.Cit., p. 92 56 Ibid. p. 91. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 30 Sin embargo, existen diferencias entre los códigos pues “la convención tiene gradaciones, puede ser más o menos fuerte, más o menos unánime, más o menos constrictiva”.57 Esto lo sugieren los códigos explícitos como los de las fórmulas matemáticas diferentes a los empleados por la poesía porque para el primero existe una sola interpretación, mientras que el segundo puede adoptar varios sentidos. La codificación es la operación que permite articular un sistema de signos con un código. Tal ejercicio se lleva a cabo de manera automática y casi inconsciente por el ser humano. De acuerdo con Pierre Guiraud, el número de individuos que comparten el mismo código modifica el grado de codificación de un signo; es decir “la codificación posee un carácter estadístico”.58 Por ejemplo, un gran número de individuos puede decodificar e interpretar fácilmente el logo de la marca Dove mientras que sólo unos cuantos podrían reconocer la bandera de Chipre. (Anexo 2). Lo anterior demuestra que la publicidad no sólo comunica diversos signos sino que ofrece el código exacto para interpretarlos. Por tal motivo es común que el texto ocupe un lugar importante en el anuncio de una campaña de lanzamiento porque éste ofrece pistas para su decodificación. En cambio, en los productos posicionados, el mensaje verbal suele ser breve o desaparece para darle prioridad a la marca ya que el código fue generado en campañas anteriores. Mientras más inmerso esté el código en la vida cotidiana de las personas, es más sencillo decodificar el mensaje y acotar el sentido. En el ejemplo 57 Pierre Guiraud, Op.Cit., p.36. 58 Ibid. p. 36. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 31 anterior, sobre la bandera de Chipre, el código es difuso; pues muchos individuos al ver la imagen intuirían que se trata de un escudo pero muy pocos sabrían con exactitud a qué país pertenece y los oriundos de aquél país la identificarán inmediatamente. También estamos en el fin último de recibir mensajes codificados en música, gestos, comidas, rituales, libros, películas o anuncios. Pero casi nunca nos damos cuenta que hemos recibido o mandado este tipo de mensajes, y tendremos problemas explicando las reglas bajo las cuales operan. [...] El método de los semiólogos es, primero, separar un acto, llamado ‘significante’, de su contenido, llamado ‘significado’. Cuando un hombre ofrece una rosa roja, por ejemplo, el significante es el acto de darle una rosa, pero el significado es romance. La rosa por sí misma tiene muy poca importancia”59. Por lo tanto, el público receptor utiliza una gran variedad de códigos para definir el sentido de la imagen. Sentido viene de la palabra “sentir, ‘dirigir’, significa ‘poner en línea’ (y por lo tanto en comunicación) el objeto percibido y los órganos sensoriales”.60 De ahí que la relación entre el código y sentido sea importante puesto que el primero funciona como una herramienta para definir el segundo. Con relación al concepto de código, Roman Jakobson replanteó la función de dicho concepto dentro del modelo matemático del proceso de comunicación. Él perteneció al Círculo Lingüístico de Praga o Escuela de Praga. Dicha agrupaciónfue creada en 1926 por lingüistas checos como V. Mathesius, B. Hávranek, J. Mukarovsky, B.Trka, J. Vendryes, entre otros; más los académicos franceses como Émile Benveniste, A. Martinet y los rusos: N. S. Troubetskoi y Jakobson61. El Círculo basaba todos sus trabajos en función de los principios teóricos de Saussure. Revisaba, en primer lugar, el nivel fónico y fonológico de la lengua, 59 M. Pines citado por Wendy Leeds-Hurwitz, Op.Cit., p.9. 60 Pierre Guiraud, Op.Cit., p.34. 61 Cfr. Julia Kristeva, El lenguaje, ese desconocido, España, Fundamentos, 1998, 372pp. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 32 continuaba con lo que llamaba la actividad denominadora (cuando los hombres nombran lo que está a su alrededor y le dan sentido a la realidad) y finalmente centraba su atención en actos de comunicación concretos como la literatura, el arte y la cultura en general. Fue entonces cuando Jakobson desarrolló el concepto de rasgos distintivos (referentes a la fonología) y propuso lasa seis funciones del lenguaje a partir de los integrantes del proceso de comunicación: el emisor, el receptor, el mensaje, el referente (sobre lo que se habla), el medio y el código. Este cuadro describe brevemente cada una las seis funciones: Función Elemento de la comunicación Descripción Referencial Contexto o referente Define la relación entre el mensaje y el referente. Su objetivo es enunciar información objetiva o verdadera del contexto. También llamada “denotativa” o “cognoscitiva”. V. g. las ciencias matemáticas, que explican al referente con toda objetividad. Emotiva Emisor Basada en la relación entre el mensaje y el emisor. En ella destaca la actitud del hablante ante aquello de lo que está hablando. También llamada función “expresiva”. Ejemplos son las interjecciones como “¡Ah!”. Conativa Receptor Se refiere a la relación del mensaje con el destinatario. Todo mensaje se dirige a la inteligencia o a las emociones del otro. Puede organizar las acciones comunes o bien motivar a la movilización. Por ejemplo: los imperativos como ¡Cállate! Poética o estética Mensaje La relación del mensaje consigo mismo. Esta función no sólo refiere al arte literario de la poesía sino a todas las actividades verbales. V. g. cuando se hacen arreglos de palabras para que suenen “bien”. Fática Contacto Su objetivo es iniciar, terminar o mantener la comunicación. Busca establecer una conexión psicológica así como llamar la atención del Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 33 interlocutor y confirmar su atención. V. g. formulas ritualizadas como “¿Bueno? ¿Me escuchas bien?” cuando se contesta el teléfono. Metalingüística Código Esta función ayuda al emisor y/o receptor a confirmar que están usando el mismo código. Aclara o dirige el sentido de los signos que son poco comunes. V. g. cuando alguien pregunta “¿Me explico?”. Fig. 1.3 Las seis funciones inmersas en la comunicación de acuerdo con R. Jakobson.62 Estas seis funciones pueden entremezclarse en cualquier acto de comunicación verbal, afirma Jakobson. De hecho, es muy difícil encontrar mensajes que incluyan sólo una función; por el contrario, suelen presentarse en distinto número dentro de una misma cadena hablada y en un orden jerárquico. El dominio de una o varias funciones sobre otras influye en la estructura de todo el discurso. La publicidad, en su caso, emplea generalmente sólo tres de las seis funciones: la referencial, la conativa y la poética. Más adelante, la función conativa fue la preponderante en los anuncios comerciales ya que la información objetiva del producto tiende a desaparecer y se apela más a las emociones y a las motivaciones del receptor. A la función conativa también se le ha llamado apelativa o implicativa. Los códigos, como lo refleja la propuesta de Jakobson sobre las funciones, también forman parte esencial del proceso de comunicación por lo que es preciso determinar cuáles son y cómo están empleados dentro de un anuncio publicitario. 62 Ibid. p. 11-15. y Roman Jakobson, Ensayos de lingüística general, España, Seix Barral, Colección Biblioteca Breve, 1975, p. 352-360. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 34 1.2 Semiótica y publicidad Durante mucho tiempo, la semiótica fue relacionada de manera casi automática con el estudio y la filosofía del lenguaje; si bien estos fueron y siguen siendo puntos de partida, hoy sus conceptos y métodos han sido aplicados ya a una gran diversidad de objetos de estudio. La publicidad, al ser un sistema de significación que permite la comunicación entre el anunciante y el consumidor, puede ser analizada desde el punto de vista semiológico, ya que dicha disciplina “analiza e interpreta los significados que los hombres van, paulatinamente, comunicando. Lo que implica que toda comunicación, por más banal que sea, es una comunicación significativa”.63 Es así como los comerciales, los carteles y los anuncios radiofónicos, producen y trasmiten, a través de diversos códigos, signos que connotan actitudes, gustos, modas, miedos y deseos entre muchas otros valores. Si se desea comprender la manera en que este sistema funciona se necesita recurrir a la semiótica. Sin embargo, la publicidad no siempre fue considerada material digno del interés académico; al contrario, se le consideraba trivial, banal o inclusive natural. De la misma manera, los semiólogos tuvieron un prejuicio hacia los estudios sobre el cine (que no fuera de arte), el cómic, los programas de radio, y otras expresiones culturales por lo que dirigieron su atención a otras manifestaciones artísticas tales como la literatura, la música y la pintura. Así, la publicidad tuvo que esperar para que el prejuicio quedara superado. 63 Orlando C. Aprile, Op. Cit., p. 88. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 35 El año que muchos64 consideran inaugural para el análisis semiótico de la publicidad es 1964 cuando Roland Barthes, semiólogo francés, publicó un artículo titulado Retórica de la imagen.65 Este trabajo, junto con otros de sus textos66, reveló que la publicidad era algo más que simples arreglos de palabras e imágenes; al contrario, en ella se relacionaban diversos signos de manera muy compleja. J. M. Pérez Tornero, considera dos fases en el estudio semiótico de la publicidad. La primera de ellas se identifica con la investigación de R. Barthes, en donde “se configuran ya los temas que van a ser caballo de batalla de todos los estudios posteriores [...] el problema de la relación entre registro icónico y textual; el problema de la denotación y connotación, tanto en la imagen como en el texto; y, finalmente, el papel de la retórica como instrumento de análisis y descripción de la publicidad.”67 Barthes, al poner sobre la mesa de discusión estos tres grandes problemas, logró dirigir la atención del análisis a niveles hasta entonces poco o nada estructurados. En un primer momento, él empleó a la publicidad gráfica como un vehículo para investigar sobre la generación del sentido en una imagen, pero no como objeto de estudio en sí mismo. Retórica de la imagen logró dispersar los estigmas académicos sobre la publicidad y estableció un método semiótico inicial para abordar fenómenos sociales descalificados hasta entonces por los círculos intelectuales, según afirma P. Tornero. Dicha aportación fue un “punto de inflexión en la semiótica, no sólo de la publicidad sino, también de la imagen”.68 64 Cfr. José M. Pérez Tornero, La semiótica de la publicidad, España, Mitre, 1982, p. 13. y tambiénRaúl Rodríguez y Kiko Mora, Frankenstein y el cirujano plástico. Una guía multimedia de semiótica de la publicidad, España, Universidad de Alicante, Textos docentes, 2002, p.23. 65 Roland Barthes, “Retórica de la imagen”, Op. Cit., 127-140 pp. 66 Artículos periodísticos publicados entre 1954 y 1956; entre ellos destacan: Sapónidos y detergentes y Publicidad de la profundidad en Roland Barthes, Mitologías, México, Siglo XXI, 1983, cuarta edición. 257pp. 67 José M. Pérez Tornero, Op.Cit., p. 18. 68 Raúl Rodríguez y Kiko Mora, Op.Cit., p.23. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 36 Por tal razón, es imposible omitir a Barthes y al grupo de semiólogos que, influidos por su trabajo, han aportado nuevos conceptos al corpus teórico de la semiótica de la publicidad. Entre los autores más importantes destacan los italianos Umberto Eco y Gillo Dorfles y el discípulo francés de Barthes: Georges Peninou.69 Ellos, junto con otros investigadores, formaron lo que Pérez Tornero llama la segunda fase de la semiótica de la publicidad. Este segundo periodo “abre con una dedicación directa a la publicidad y en la que progresivamente se va haciendo un esfuerzo premeditado para encontrar una metodología adecuada para su estudio”.70 A pesar de este afán, muchos estudios se concentraban sólo en trasladar los términos de la lingüística al campo publicitario, lo que constituyó su punto débil. Ahora bien, el progreso en las investigaciones sobre la publicidad no ha sido del todo ignorado por las propias agencias de mercadeo y empresas relacionadas. Quien escribe los mensajes, si es un profesional, tiene noción clara de las figuras retóricas que puede ocupar y cuál es la más conveniente según sea el caso; o bien, puede emitir opiniones sobre la estructura general del anuncio basándose en el saber que ha adquirido. Orlando Aprile, quien se desempeñó muchos años como publicista en una agencia publicitaria de Argentina, escribe en su libro La publicidad estratégica: [...] el corpus teórico de la semiótica pretende establecer las leyes o tendencias que permiten determinar, y con anticipación, las razones que condicionan el éxito (o el fracaso) de un bien determinado. Esta pretensión se fundamenta en que el proceso semiótico busca construir, o por lo menos elucidar, un vínculo relativamente estable de fidelidad entre el receptor del signo/mensaje y el bien (objeto deseado) que se promociona. Vínculo que se arraiga en la construcción del significado.71 69 Orlando Aprile, Op.Cit., p.90. El autor cita una obra importante de cada uno de los tres semiólogos: Naturaleza y Artificio pertenece a Dorfles, La estructura ausente a Eco y Peninou escribió Semiótica de la publicidad. 70 José M. Pérez Tornero, Op.Cit., p. 21. 71 Orlando Aprile, Op.Cit., p. 93-94. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 37 Interpretando el párrafo anterior desde la postura empírico-analítica de las ciencias sociales72, la semiótica puede emplearse como una herramienta que permite seleccionar entre diversas opciones una propuesta creativa, o bien, eliminar algún concepto susceptible a contraargumentos o ambivalencia en el sentido general del mensaje. Si el publicista realiza un análisis posterior a la campaña, consigue entender los signos que funcionaron acorde a los objetivos de comunicación, o en el peor de los casos, determinar qué falló o por qué se malinterpretó un mensaje. El mismo autor argentino, dice que en “relación con la publicidad, el análisis semiótico pretende descubrir e interpretar el universo de significaciones que se manifiesta en toda comunicación publicitaria, especialmente para determinar la capacidad que tiene el mensaje de evocar, en el receptor, una serie de significados latentes e, incluso, inmotivados”.73 La afirmación anterior diferiría mucho del análisis crítico de Barthes, puesto que la semiología, afirmaría él, no sólo sirve para encontrar el significado de un mensaje (el connotado) y su sentido, sino también para develar la ideología de la cual se desprenden esos mismos signos. Por lo tanto, el propósito de la semiótica, según Barthes, no es saber si el anuncio es eficiente o no, sino “explicar en detalle la mistificación que transforma la cultura de la pequeña burguesía en una naturaleza universal”.74 Gracias al enfoque analítico de Barthes, los anuncios comerciales son considerados hoy un objeto de estudio serio. Francia e Italia han sido dos naciones proliferas en avances académicos sobre la materia y en los años 72 Cfr. Mardones, J. y Ursua, N., Filosofía de las ciencias humanas y sociales, México, Ediciones Coyoacán, Col. Filosofía y Cultura Contemporánea, 2003, 260pp. 73 Ibid., p. 92. 74 Paul Cobley, et. al, Semiótica para principiantes, Argentina, Era Naciente SRL, 2004, p. 43. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 38 setenta surgieron una gran cantidad de estudios (aunque con críticas importantes). 1.2.1 Roland Barthes Como se había mencionado antes, Roland Barthes es considerado el precursor de los estudios semióticos de la publicidad porque integró el modelo estructural de Saussure al análisis de la imagen. Sin embargo, su vida académica no siempre estuvo ligada a la semiología sino a la filosofía, al teatro y a la literatura. En 1949, por influencia de Algirdas Julien Greimas, Barthes leyó el Curso de lingüística general de Saussure con minuciosidad. El resultado de su análisis fue la publicación de Elementos de semiología75, un artículo considerado fundamental porque con él Barthes reavivó el interés académico en el fenómeno de la significación. Con un nuevo marco teórico y con conceptos más específicos, Roland B. estudió diversos sistemas de significación que son comprensibles y traducibles en otro sistema supremo y externo de signos: la lengua natural. Por esta razón, “Barthes hace de la semiótica una suerte de translingüística, es decir, una lingüística que ya no sólo estudia la lengua sino los sistemas de signos (la semiología)”.76 Fue entonces cuando el semiólogo francés se avocó a investigar algunos fenómenos de la vida cultural occidental como la moda, la alimentación, la arquitectura, el cine, la publicidad y la fotografía, entre muchos otros temas. Para hacerlo, a cada hecho lo observaba como un sistema (tal como la lengua), que 75 El artículo está contenido en Roland Barthes, La aventura semiológica, España, Paidós, Colección Paidós Comunicación, 1993, segunda edición, 352 pp. Se a este artículo como una obra fundacional de la ciencia de los signos porque con Barthes se consolidan varias teorías que Saussure ya había adelantado. Fuente: Edgar Sandoval, Sesión: “Historia de la Semiótica”, Op. Cit., miércoles 13 de febrero, 2008. 76 Dr. Esther Enríquez, Sesión: “Semiótica visual”, ponencia presentada en el Diplomado Semiótica y cultura: perspectivas teóricas y metodológicas, Op.Cit., miércoles 11 de junio 2008. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 39 se organiza en cadenas sintagmáticas (hablas). Por ejemplo, la alimentación incluye entradas, pastas, carnes, bebidas, aves, sopas, pescados, ensaladas y postres. Pero al final, dice Barthes, cada comensal determina un menú y también el orden en que son ingeridos (habla). Su conclusión es que siempre hay un sistema que determina la estructura (el orden) de los diversos rasgos de la cultura. Un caso distinto al análisis de la alimentación es el presentado en el artículo Retórica de la imagen. Ahí, Barthes asumió el papel de semiólogo para “encontrar el sistema que se esconde detrás de los conjuntos significantes, de las formas o los conjuntos de formas”.77 En otras palabras, Barthesse propuso encontrar las leyes que rigen la lectura de la imagen, su estructura. Antes de él, los trabajos sobre la imagen, y en específico sobre la publicidad, se limitaban a enumerar los componentes sin encontrar las relaciones entre cada uno de ellos. Barthes, al estar influenciado por la corriente estructuralista, escribió: “la descripción estructural pretende aprehender la relación entre estos elementos en virtud del principio de solidaridad de los términos de una estructura: si un término cambia, los otros también”.78 Así pues, tomando como instrumento al anuncio publicitario de la pasta Panzani (vid. supra), el semiólogo francés buscó la lengua de la imagen incorporando diversos conceptos aplicables a otras imágenes como connotación, denotación, anclaje, relevo, léxicos, ideolecto y otros más generales como significante, significado, lengua y lenguaje. En un gráfico publicitario nada es “casual” “natural” o “de relleno”, piensa Barthes. Para comprobarlo, su método principia con la identificación de los 77 Victorino Zacchetto, Op.Cit., p.87. 78 Roland Barthes, Op.Cit., 1976, p.130. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 40 elementos que conforman la estructura de la imagen publicitaria. Él distingue tres tipos de mensajes: 1) Mensaje lingüístico: que se refiere a los componentes textuales insertos en la imagen o al margen de ella. Las palabras responden a la pregunta ¿qué es lo que está representado? Con ello el receptor puede adoptar un punto de vista específico para la interpretación de la imagen. 2) Mensaje icónico simbólico o icónico codificado. Diferentes elementos de la figura que producen significación al activar o actualizar ciertos “saberes” culturales. Se halla codificado en (o por) la cultura y está formado por signos discontinuos. 3) Mensaje icónico literal o icónico no codificado. Es anterior al simbólico pero también se apoya en la imagen. Se trata de signos discontinuos cuyos significados son los “objetos reales de la escena” y los significantes de estos mismos objetos fotografiados.79 El mensaje lingüístico es fácil de distinguir porque es únicamente el texto verbal incluido en el anuncio, aunque no sucede lo mismo con el mensaje icónico literal y el icónico simbólico dado que ambos comparten la misma sustancia: la imagen. Por lo tanto, la separación sólo es posible en el nivel teórico del análisis. Un ejemplo sobre los tres mensajes que consideró Barthes se observa en la página siguiente. El mensaje lingüístico está integrado por tres frases 1) “En el gimnasio tienes que levantar mucho peso para mantener la piel firme. En el baño solamente 100 gramos”, 2) “Nueva barra Dove® Reafirmante. La única con ¼ de crema reafirmante y micro partículas de colágeno.” y 3) “Salud es belleza”. 79 José M. Pérez Tornero, Op.Cit., p.35. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 41 Después, el mensaje icónico literal o icónico no codificado está conformado por un fondo blanco, un jabón, una mancuerna de metal y la silueta de la paloma de color verde en la esquina superior (la caja de cartón quedará omitida momentáneamente). El tercer mensaje, el icónico simbólico o icónico codificado, introduce los significados compartidos socialmente; en este caso la mancuerna representa el esfuerzo de ir a un gimnasio. Por otro lado, el jabón significa la facilidad, la suavidad y la ligereza de bañarse. En conclusión, el anuncio adquiere su sentido a través de una comparación entre lo fácil y lo difícil, lo que requiere esfuerzo y lo que no. Dicho razonamiento, aunque parezca obvio, no sería posible si no intervinieran las competencias culturales de decodificación del receptor. La relación entre los tres niveles el anuncio permite que adquiera su sentido: “Si se desea mantener una piel firme, es más fácil levantar un jabón Dove de cien gramos que ir al gimnasio”. Según Barthes, estos tres tipos de mensajes se relacionan de manera específica generando un sentido “que es, primero, inmediato, denotado, digamos directo, pero que luego se complica mediante la connotación hasta llegar prácticamente a recrear nuevos significados para cada uno de los signos que intervienen. Pues bien, todo este proceso de recreación estará operado, producido por la retórica”.80 80 Ibid., p. 16. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 42 Entonces, después de haber distinguido los elementos que componen el todo (la estructura), el siguiente paso del método de Barthes es analizar las operaciones que se dan entre el texto y la imagen, y entre la imagen literal y la simbólica. 1.2.1.1 Anclaje y relevo Para Barthes, existen dos tipos de relaciones entre el texto y la imagen: el anclaje y el relevo. En el primero el mensaje verbal le ofrece pistas al receptor sobre el sentido de la imagen, y en el segundo, el texto se vuelve parte de la propia imagen. Se especificarán las propiedades de cada una de ellas a continuación. Cualquier imagen es de naturaleza polisémica, es decir, tiene diversos significados y puede provocar diversas interpretaciones. No sucede así en la publicidad, pues a diferencia de la pintura, el cine o la fotografía, contiene un mensaje lingüístico que permite orientar al receptor en su labor interpretativa.81 El texto en la publicidad guía al receptor sobre el sentido de la imagen de acuerdo al objetivo del emisor, limita las múltiples interpretaciones individuales y lo aleja de significados desagradables o indeseables. Roland Barthes consideraba que el texto guarda una función de elucidación selectiva82 dado que marca los límites para la interpretación. Por lo tanto, el anclaje tiene un valor ideológico dado que “aporta una ‘moral’ y una ‘ideología’. Opera un fuerte control sobre las facultades de interpretación y acaba por fijar las pautas adecuadas a la ideología del productor del mensaje”.83 El anclaje es la función más frecuente en publicidad84. 81 Podría objetarse sobre este punto diciendo que hay anuncios donde no hay un registro verbal, sin embargo, siempre encontraremos el nombre de una marca aunque no exista una frase concreta. 82 Roland Barthes, Op.Cit., 1976, p.132. 83 José M. Pérez Tornero, Op.Cit., p.37. 84 Roland Barthes, Op.Cit., 1976, p.133. Neevia docConverter 5.1 Capítulo I. Semiótica y publicidad 43 El Anexo 1 sirve como ejemplo nuevamente. En el anuncio se presenta una barra de jabón y una mancuerna de metal. Si se omite el mensaje lingüístico es más difícil encontrar el sentido de la imagen, o al menos habría mayores posibilidades de interpretarlo de manera incorrecta. El texto es el que guía la interpretación y privilegia uno de los muchos significados que pudiera tener la imagen. El anclaje es una operación realizada en dos niveles distintos: en el primero se identifican los objetos que intervienen en anuncio; y en el segundo, se interpreta lo identificado. Para organizar este proceso con mayor claridad se presenta el cuadro elaborado por J.M. Pérez Tornero a partir de los presupuestos de R. Barthes sobre el anclaje: Elementos sobre el que actúa Operaciones que se afectan Resultados de las operaciones Imagen literal Elección del nivel de percepción adecuado Reconocimiento de los objetos (identificación) Operación de anclaje Imagen simbólica Decodificación Interpretación Fig. 1.4 Cuadro presentado por J.M. Pérez Tornero sobre la operación de anclaje85. La otra relación entre el texto y la imagen es el relevo; donde el mensaje lingüístico es preponderante y la imagen funciona como mera ilustración. Las dos
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