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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES PERFIL DEL ÉXITO ESCOLAR DE LOS ALUMNOS REGULARES DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES UN ENFOQUE METODOLÓGICO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN SOCIOLOGÍA PRESENTA: EDNA ANDREA GARCÍA RUÍZ DIRECTORA DE TESIS: LIC. SILVIA GUADALUPE CABRERA NIETO MÉXICO DF 2005 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES PERFIL DEL ÉXITO ESCOLAR DE LOS ALUMNOS REGULARES DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES UN ENFOQUE METODOLÓGICO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN SOCIOLOGÍA PRESENTA: EDNA ANDREA GARCÍA RUÍZ SÍNODO: LIC. SILVIA GUADALUPE CABRERA NIETO LIC. ALEJANDRO LABRADOR SÁNCHEZ LIC. FIDEL MONROY BAUTISTA LIC. VÍCTOR SÁNCHEZ SÁNCHEZ MTRO. GILBERTO SILVA RUÍZ MÉXICO DF 2005 A mis hijos María José y Diego: por la fortaleza que le han dado a mi vida. A la memoria de Beatriz, mi madre. A mis hermanas y hermanos: Rica, Melesio, Lila, Rosita, Adela e Isidro, por el tiempo y la calidez obsequiada. Esta tesis se realizó por la confianza y el apoyo que recibí de: Silvia Guadalupe Cabrera Nieto Fidel Monroy Bautista José Eduardo Robles Uribe A Fidel: tengo que agradecerte los años de amistad y la generosidad de tu tiempo; en realidad tendría que decir: agradezco me hayas obsequiado parte de tu vida para el cierre de este trabajo, que a ratos parecía un mapa desfigurado, la configuración es tu obra, mil gracias. A la institución: He tenido la fortuna de trabajar en un espacio en donde se fomentan y se respetan las iniciativas personales. Donde, además una puede aprender a través del trabajo y encontrar interlocutores interesados y críticos, así como un compañerismo que comparte la pasión por la labor educativa. Esto sucede en el Colegio de Ciencias y Humanidades. Agradezco a mis compañeras de trabajo, la Dra. Reyna Barrera López y a la Lic. Diana Alicia López y López sus enseñanzas y el apoyo que me brindaron; la primera, en el arte de la escritura; la segunda, en el manejo de los datos, muchas gracias. A las amigas que siempre estuvieron conmigo en las venturas y desventuras del tiempo: Gloria García Negrete Anamaría Mantilla Caballero Marisela Quezada Delgadillo Ma. Elsa Guerrero Salinas María del Carmen Chaparro Patricia Morán López Consuelo Lara Hernández Teresita Miranda Martínez Yolanda Velázquez Carranza Andrea Eugenia García Cruz Margarita Mejía Ordaz A María Elsa Guerrero Salinas: un especial agradecimiento por el tiempo que me obsequió, para que este trabajo se presente con la coherencia de la labor de investigación realizada. ANEXOS ÍNDICE INTRODUCCIÓN 13 1. Referentes históricos de la institución 21 2. Enfoque teórico metodológico 45 3. Cuestionario teóricamente justificado 61 4. Resultados del cuestionario piloto (Reporte 1) 87 5. Resultados del cuestionario justificado (Reporte 2) 153 6. Propuesta de cuestionario para el perfil del alumno exitoso del CCH 181 CONCLUSIONES 201 Bibliografía 211 ANEXOS 217 Reporte (1) Cuestionario piloto 219 Análisis de contenido de las preguntas abiertas 239 Hoja de control del cuestionario piloto 249 Tabla de frecuencias del cuestionario piloto 269 Reporte (2) Cuestionario justificado 299 Hoja de control del cuestionario justificado 319 Tabla de frecuencias del cuestionario justificado 343 INTRODUCCIÓN El análisis del éxito escolar apreciado por medio de una calificación numérica, limita la visión del éxito escolar desde otras dimensiones. Una calificación no dice cómo los estudiantes construyen su éxito; sin embargo es la única medida que da constancia del éxito.1 En esta propuesta de investigación, se perfilan la diversidad de rutinas y pruebas escolares que los estudiantes regulares2 realizan de forma sistemática para garantizar su desempeño escolar exitoso.3 Conocer las rutinas escolares que los estudiantes desarrollan para su acreditación es acercarnos al cómo las elaboran, lo que a su vez plantea la necesidad de saber cómo son estos alumnos, ¿por qué no adeudan asignaturas?, ¿cuentan con hábitos de estudio sólidos?, ¿cómo se sitúan frente a la evaluación de sus aprendizajes? y ¿tienen claridad de la utilidad que todo ello les reportará en un futuro inmediato? Es decir, ¿saben a dónde se dirigen? Para la institución educativa, los índices de reprobación se constituyen en una evidencia de que no está cumpliendo con su finalidad propedéutica, porque no educa a la mayoría de los alumnos para ingresar a sus estudios de licenciatura. Además, le recuerda que entre el diseño curricular y la realidad, la distancia es larga, o más bien, que entre los fines y los medios para conseguirlos, media una estela de circunstancias materiales y humanas de tal magnitud que, aproximadamente sólo el 40% (Muñoz Corona, L., et al, 2005: 32) de cada generación logra obtener el éxito escolar. 1 El concepto de éxito escolar se refiere al conseguido por quienes se hayan en período de formación, en instituciones escolares, cuando ha superado los objetivos propuestos. 2 Aquellos que durante su trayectoria escolar en el ciclo de bachillerato no adeudan ninguna asignatura en el cuarto semestre de sus estudios de bachillerato. Este semestre se eligió porque los alumnos que han transitado del primero al cuarto semestre, primero han pasado por un proceso de socialización escolar y se encuentran incorporados al sistema de enseñanza; segundo, se definen como regulares porque no adeudan ninguna asignatura, justamente por eso son exitosos. 3 El éxito del alumno, observa Perrenoud (1996: 268), se apoya en un desarrollo intelectual y un acervo cultural suficiente para permitir la asimilación de lo esencial de los saberes y el saber hacer y, desempeñar un buen papel en la evaluación, sin necesidad de esfuerzos extraordinarios. 14 Este trabajo tiene como antecedentes inmediatos dos reportes y un artículo que realicé en los 90.4 El primer reporte trata de “Por qué reprueban los estudiantes en el CCH”; el segundo fue un reporte interno sobre el fenómeno de la aprobación-reprobación, desde la experiencia de los estudiantes del CCH; y el último, un ensayo de carácter preliminar acerca de las estrategias del desempeño escolar de los alumnos regulares e irregulares en el Colegio. Para abordar el análisis del sentido que tiene para los estudiantes el bachillerato, se realizó una bibliografía, un artículo5 yuna compilación de textos de tipo histórico, que tienen en común ser ensayos sobre el deber ser del bachillerato universitario. De ellos se desprende la idea del bachillerato en el pensamiento educativo de los intelectuales universitarios, la que comporta una racionalidad organizada de lo que debe ser el ciclo superior de la enseñanza media y preliminar de la enseñanza profesional. El pensamiento sobre el bachillerato universitario apunta a la definición de una especie de columna vertebral constituida por la expresión de una doble finalidad: a) el bachillerato como un ciclo propedéutico y b) el bachillerato como un ciclo autocontenido.6 4 García Ruíz, Edna A., y Roberto Rodríguez Gómez G (1992). ¿Por qué reprueban los estudiantes en el CCH?. Encrucijada, número 1, sept – oct, 53 – 55. UNAM, Coordinación de Humanidades, Instituto de Investigaciones Sociales; García Ruíz, Edna A. (1993). Acreditación – reprobación desde la experiencia de los estudiantes en el Colegio de Ciencias y Humanidades. Inédito. UNAM, Coordinación del CCH, Secretaría de Planeación. 5 García Ruíz, Edna A. (1987). El sentido del bachillerato universitario. Cuadernos del Colegio, Núm. 37, octubre – diciembre, 22 – 35. UNAM, Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Naucalpan. 6 Al respecto (cit pos, García Ruíz, 1987: 26 - 35), estos son algunos ejemplos del bachillerato como un ciclo autocontenido: Justo Sierra (1948) “Los estudios preparatorios en su pleno desarrollo son útiles por sí, no se necesita después de ello una carrera profesional para entrar armado en la vida. El sistema adoptado, diferente del de hasta hoy seguido en Europa, permite, desde el segundo año, salir de la escuela, a la escuela de la vida, con un conocimiento completo en una teoría fundamental: matemáticas, física, química y biología, etc.”; Dr. Ignacio Chávez (1922)“La preparatoria debe perseguir más que una educación puramente intelectual, la educación integral de las facultades, la educación de todos los aspectos humanos, el aspecto técnico de la educación intelectual, el de la educación estética, el de la educación física y el de la educación ética. La escuela preparatoria no sólo debe procurar hacer hombres cultos y capaces de hacer investigaciones científicas, sino también hombres fuertes, hombres robustos que puedan soportar la fatiga del trabajo; debe asimismo elevar el nivel moral de los alumnos totalmente abandonado hasta hoy, y, finalmente, debe cultivar su sentido estético”; Vicente Lombardo Toledano (1922) “La preparatoria deberá, pues, servir de antecedente al profesionista, proporcionará una cultura general a cualquier hombre e impartirá una educación generosa y amplia, es decir, intelectual, moral, física, estética y manual”; Pablo González Casanova (1953) “La escuela preparatoria debe disminuir las resistencias sociales del grupo considerado superior, mediante una educación integral, principalmente de los estudiantes marginados, a los que la Escuela está en la obligación de entregar una enseñanza teórica, pero también una enseñanza social. La Escuela debe crear un ambiente social. La academia debe ser un verdadero grupo social. Miguel Bueno (1960) “La misión del bachillerato estriba en capacitar al joven para la intelección de la cultura básica y hacerlo que desempeñe con dignidad su papel de ser humano. No es, pues, la preparación de una carrera universitaria, es decir el ejercicio técnico de la profesión, lo que justifica la existencia del bachillerato, sino la unidad pedagógica que constituye en sí mismo. La atribución general de la cultura como contenido de este ciclo desemboca en la idea del hombre y del concepto de la formación humana”; Pablo González Casanova (1971) En relación con los fines y propósitos educativos “La enseñanza interdisciplinaria en el ciclo de bachillerato contribuirá a la formación polivalente del estudiante, capacitándolo mejor para seguir distintas alternativas: estudios profesionales, investigación o inclusive su incorporación más rápida al mercado de trabajo en salidas laterales que son indispensables en un país moderno”; Javier Palencia (1982) “El plan de estudios del bachillerato del CCH y las actividades que rigen están orientados a facilitar que los educandos aprendan cómo se aprende. Lo que se persigue fundamentalmente es que los alumnos cobren conciencia del método con el 15 En torno a esta columna se articulan una diversidad de proyectos educativos que han sido experimentados durante la trayectoria histórica de la institución universitaria. En su organización curricular, se destaca una gran variedad de modelos, estrategias, contenidos, orientaciones pedagógicas; es decir, medios educativos que a través de la historia configuran una gama de proyectos de este ciclo de enseñanza y que se resume en la diversidad de tipos de bachillerato ensayados en el curso de su historia; que sin embargo, junto al pensamiento o modelo pensado, comportan una racionalidad. En el CCH ha habido una constante preocupación por superar los problemas de orden educativo. Desde mediados de los 70 la institución contó con órganos de difusión, siendo el caso de Cuadernos del Colegio, en donde se expusieron los problemas más sentidos y estudiados por su comunidad. Los cuerpos directivos, interesados también en el conocimiento de su población, costearon investigaciones, tal es el caso del Perfil del alumno y del profesor.7 Por su parte, los profesores8 del Colegio siempre han realizado trabajos, estudios e investigaciones sobre los programas de las asignaturas, su quehacer docente, sus condiciones laborales y, obviamente, sobre las problemáticas de la población escolar. Se puede afirmar, sin exagerar, que el Colegio es y ha sido una institución con un cúmulo de conocimientos autoreflexivos sobre su práctica educativa, muy superior a cualquier otra institución de enseñanza media superior. En el Colegio, las investigaciones sobre los alumnos, que es el tema que aquí nos ocupa, han sido muy recurrentes; sin embargo, casi todas han considerado al alumno en función de las acciones institucionales.9 Por ejemplo: los Exámenes de Diagnóstico realizados en la Secretaria de Planeación, como el de la generación 1994 que tenía por objetivo, “determinar qué variable socioeconómica tiene mayor probabilidad de egreso para cual pretenden lograr los conocimientos. Para asimilarlos, interpretarlos, sistematizarlos y aplicarlos. Lo primordial es facilitar a los estudiantes la posibilidad de repetir y recuperar la experiencia de hacer ciencia”. 7 Acosta Mariclaire, Jorge Bartolucci y Roberto Rodríguez (1981), Perfil del alumno de primer ingreso al Colegio de Ciencias y Humanidades, México, UNAM; Zorrilla Alcalá, Juan F. El proyecto educativo del CCH y los maestros, Cuadernos del CESU, núm. 1, UNAM, 1985. 8 Al respecto se pueden consultar, a manera de ejemplo, los trabajos: Christlieb Ibarrola, Carmen (1981). Dificultades que tiene el alumno del Colegio de Ciencias y Humanidades, del sexto semestre del plantel Sur, en el Método Científico Experimental. Primer Foro Nacional en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje, Vol. 2. México: UNAM; Loyola Campos, Dirna Gladis G., y Enrique Zulbarán (1981). Las actitudes del profesor de matemáticas vistas por los alumnos del CCH. En Memorias del Primer Foro Nacional de Investigación en el Proceso de Enseñanza-Aprendizaje. Vol. 1, UNAM-CCH. México; Loyola Campos Elías y Rosario Preisser R. (1982). La Problemática de los Alumnos de Primer Ingreso a la Facultad de Ingeniería. En Simposio Internacional Sobre el Bachillerato. Vol. 6. UNAM- CCH. México. 9 Sobre el perfil del alumno del Colegio existen los siguientes trabajos: Perfil del alumno de primer ingreso al CCH, 1977-1979; Perfil del alumno delCCH, 1988 y el Perfil del egresado 1989. 16 los alumnos del CCH”; mientras que, el de la generación 1996 y 1997 fue “dar a conocer los resultados más relevantes del diagnóstico de ingreso de los alumnos”. Tan recurrentes que en el Segundo Congreso de Investigación Educativa se planteó que “la apariencia del alumno como sujeto del discurso educativo y como objeto en la práctica socio-histórica de la educación formal y sistemática, no equivale al reconocimiento de su presencia real y concreta. “La acción educativa por momentos parece dirigirse hacia el alumno en abstracto. El alumno como unidad de análisis tiene la peculiaridad de pertenecer a una categoría de calidad universal y absoluta similar a la del hombre genérico y particular” (1993: 3).10 En el Segundo Congreso se concluye que al menos en la revisión de diez años sobre la investigación educativa (la década de 80-90) dedicada a los alumnos, muestra una ausencia de estudios sobre el alumno como unidad de análisis específica; sin embargo, en el último Estado del Conocimiento11 se plantea que ha habido un incremento en el número de investigaciones relativas al estudiante de nivel de enseñanza media superior. Actualmente existen algunos estudios que recuperan al alumno como sujeto, tales como: Estudiantes de bachillerato del CCH: motivaciones y sentido de pertenencia a la institución (Cornejo Oviedo, Alejandro: 1996); la tesis de maestría realizada por Juan Zorrilla en 1989, donde se pone el acento en la racionalidad del proyecto educativo del CCH versus la práctica educativa, a través de la observación directa del proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. En el CCH el fracaso escolar12 de los estudiantes ha sido relacionado con diversos aspectos, principalmente, con el de la reprobación. Parece olvidarse que tanto los alumnos regulares, como los irregulares, comparten el mismo ambiente académico, los mismos 10 El alumno, ¿sujeto olvidado?, 2° Congreso Nacional de Investigación Educativa, México, Julio de 1993. 11 Cfr. Guzmán, C. Y C. Saucedo. Séptimo Congreso de Investigación Educativa. 2003. 12 Al respecto se pueden consultar los siguientes artículos, estudios o resultados de investigación: Bazán Levy, José, Piedad Solís et al (1979). Hipótesis sobre la reprobación, Cuadernos del Colegio, núm. 4, julio - septiembre, 29 – 32, UNAM, Colegio De Ciencias y Humanidades, Plantel Naucalpan; Bravo Caballero, Ricardo (1980). Sobre los que empiezan, pero no terminan. Cuadernos del Colegio, nos. 8-9, julio-diciembre de, UNAM-CCH, plantel Naucalpan; Colegio De Ciencias y Humanidades. Cuestiones sobre los exámenes extraordinarios (1982) ¿Por qué hay tanto índice de reprobación?, Cuadernos del Colegio, núm. 15, abril - julio, 25 – 28. UNAM, Plantel Naucalpan; Vázquez, Leticia. Una experiencia educativa con alumnos rezagados. Cuadernos del Colegio, nos. 16,17 y18, jul.-sep., oct.-dic.1982, ene.-mar. 1983, UNAM-CCH, Plantel Naucalpan; Álvarez Rubio, Benjamín et al (1994). Variables socioeconómicas en el egreso de la generación 1994, exploración y efectos. UNAM, Colegio de Ciencias y Humanidades, Secretaría de Planeación; Jiménez Ramírez, Ma. Gpe. Cristina (coord.), (1994). Estudio exploratorio sobre los factores que afectan el rezago escolar en el CCH, Plantel Sur. Producto 1993-1994. Informe no publicado. UNAM, CCH, Plantel Sur; García López, Erika Mariana y María Gpe. Lora Olmos (1999) La Reprobación en el Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Naucalpan. 17 profesores y una estela de características sociales, de modo que la cuestión es analizar la contraparte, lo que implica: conocer las rutinas escolares que realizan los estudiantes regulares para obtener el éxito escolar; conocer el tiempo que invierten en una jornada académica en la realización de sus deberes escolares; conocer el tipo de apoyo familiar que reciben para la construcción del éxito escolar y destacar si la trayectoria escolar previa a los estudios de bachillerato fue siempre exitosa. Los resultados del fenómeno aprobación-reprobación indican que los estudiantes reprueban porque no asisten a clase, no realizan sus trabajos ni sus tareas, no comprenden ni tienen interés en la materia. Al contrario, los estudiantes que aprueban, siempre asisten y ponen atención a la clase, resuelven sus dudas con el profesor, participan en clase, toman notas, apuntes y resuelven exitosamente sus exámenes. Comparados los resultados de las actividades que realizan los estudiantes regulares contra los deberes que no realizan los irregulares, se aprecia que tanto la acreditación como la reprobación son fenómenos opuestos, los cuales forman parte de un mismo proceso y en este sentido también son complementarios. No se trata de saber lo que hacen los alumnos que adeudan asignaturas, éstos han sido el objeto de estudio más privilegiado de la institución educativa, debido a que son la mayoría, y por lo mismo la escuela, aunque no lo asuma de forma explícita, los percibe como su fracaso. De ahí que el propósito de la investigación sea proponer un cuestionario para detectar las formas en que los estudiantes del bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades construyen y se representan su éxito escolar. El capítulo 1 contiene los referentes históricos del Colegio de Ciencias y Humanidades. Allí se presentan los antecedentes que dieron origen al CCH; destacando el modelo educativo, la profesionalización de la enseñanza, la diversidad de programas del plan de estudios. Lo anterior, con el propósito de acercarnos a la complejidad del proceso educativo por el que atraviesa el Colegio de los 70 hasta los 90. A manera de resumen, en el mismo capítulo se presentan: la Revisión del Plan de Estudios, el Plan de Estudios Actualizado (PEA), los propósitos y resultados del Seguimiento de la Implantación del PEA y la Reestructuración de los Planes y Programas de Estudio del Bachillerato del Colegio, todo ello ocurrido entre los 90 y el 2000. 18 La actualización, revisión y reestructuración del plan de estudios es un punto de llegada, en el cual los aspectos políticos intrínsecos al modelo educativo y al despliegue de sus fuerzas ocasionan este largo proceso. Los referentes históricos del CCH nos sitúan en el escenario del proceso de enseñanza-aprendizaje por el que han atravesado 34 generaciones de bachilleres. El capítulo 2 presenta el enfoque teórico metodológico para abordar el Perfil del éxito escolar de los alumnos regulares del Colegio de Ciencias y Humanidades. En primer lugar, se expone la orientación teórica de la investigación, la cual se sustenta principalmente en el texto sobre La construcción del éxito y el fracaso escolar de Philippe Perrenoud y, de forma secundaria en La escuela y las representaciones de futuro de los adolescentes de Jean Guichard. En segundo lugar, el conocimiento sociológico, afirma Perrenoud (1996), se ocupa de la forma en los actores sociales construyen y se representan la realidad de un modo particular. En la investigación se trata de perfilar la construcción y representación del éxito escolar de los estudiantes de cuarto semestre del Colegio de Ciencias y Humanidades. En Sociología definir el objeto de estudio o saber qué se quiere conocer, no significa de ninguna manera, tener resuelto el cómo. Sin duda, hay muchas formas de abordar la realidad social, grosso modo a través del estudio documental o bien recogiendo la experiencia de los actores. La investigación documental exige una gran capacidad de selección; mientras que, la investigación empírica exige una labor, sin equivocación alguna, casi de escultor, es, en cierto modo, un ir y venir del enfoque teórico a la construcción del instrumento en contraste con la realidad o viceversa. En este caso se trata de la elaboración de un cuestionario, que nos permita aproximarnos ala realidad que nos hemos propuesto explicar. Para el acopio de la información se diseñó un cuestionario compuesto de cuatro fases: el cuestionario teóricamente justificado, que consistió en el diseño de una estructura fundamentada teóricamente, en donde las preguntas abarcan las aristas del objeto de estudio; el cuestionario piloto, en el cual las preguntas se agrupan por aspectos; el cuestionario justificado definido de acuerdo a los resultados del cuestionario piloto; por último, se presenta la propuesta de cuestionario para perfilar el éxito escolar de los alumnos regulares del CCH, aquellos que durante su trayectoria escolar en el bachillerato no adeudan ninguna asignatura en el cuarto semestre. 19 El capítulo 3 contiene el cuestionario teóricamente justificado. Para su diseño se requirió de una estructura, que hizo indispensable recurrir a diversas lecturas orientadoras, se optó, principalmente, por la orientación teórica del texto de Philippe Perrenoud, anteriormente citado, de manera complementaria se requirió de la recuperación de algunas preguntas del Perfil socio-escolar.13 También se recuperaron algunas preguntas de un cuestionario de más de 400 interrogantes, elaborado en 198814 que tuvo la virtud de recoger los cuestionarios del perfil del alumno de primer ingreso 1977 y del perfil socio-escolar 1978.15 Finalmente, se tomó en cuenta el cuestionario: El conflicto universitario y sus efectos en las expectativas y necesidades de los alumnos.16 Otras, fueron recuperadas de los resultados de una investigación de carácter preliminar que se realizó en los años 90.17 Las demás interrogantes fueron diseñadas de acuerdo a la orientación teórica de Philippe Perrenoud y adaptadas a las particularidades del modelo educativo del CCH. Las primeras 45 preguntas perfilan la trayectoria del desempeño académico del alumno, la estructura familiar, la exposición del alumno a los medios de comunicación, el tiempo que invierte para su formación y la cultura escolar. Mientras que, de la pregunta 46 a la 96 se emprenden las rutinas escolares, el papel del profesor, la escuela como lugar de enseñanza y evaluación, formas en que se conduce el alumno. Por último, el diseño de la pregunta 97 a la 104 atendió al conocimiento de las imágenes, representaciones y expectativas del éxito escolar. Las preguntas del cuestionario piloto fueron de opción múltiple y sólo en dos de ellas (91 y 92) se consideró la opción abierta. Las opciones de las preguntas fueron diseñadas en relación con la forma en que los estudiantes se conducen y representan el logro del éxito 13 Cornejo Oviedo Alejandro y Edna A. García Ruiz (1994). Perfil socio-escolar de los alumnos de primer ingreso al Colegio de Ciencias y Humanidades. Generación 1990-1992. Coordinación del CCH, Secretaría de Planeación. Informe no publicado. 14 Rocio Archundía, Alejandro Cornejo O., Edna. A. García y Francisco Cortés. Cuestionario para el Perfil del Alumno del Colegio de Ciencias y Humanidades. 1988. Secretaría de Planeación. Resultados publicados en: GACETA CCH, Serie de Documentos sobre la Revisión del Plan y Programas de Estudio, Cuadernillo núm. 4, 25 de agosto de 1992. 15 Acosta Marclaire, Jorge Bartolucci y Roberto Rodríguez (1981), Perfil del alumno de primer ingreso al Colegio de Ciencias y Humanidades, México, UNAM; Batolucci, Jorge (1978), Perfil socio – escolar de la generación 1977-1979 a tercer semestre del ciclo de bachillerato del CCH, Informe de Investigación no publicado, Secretaría de Planeación, Coordinación del CCH. 16 Instrumento elaborado por María del Carmen Chaparro, Edna A. García, Ma. Elsa Guerrero y Miguel Miranda (2000), no publicado, Dir. Gral. del CCH, Secretaría de Planeación, 10 p. 17 García, Ruíz Edna A. (1998). Estrategias del desempeño escolar de los alumnos regulares e irregulares en el Colegio de Ciencia y Humanidades. Informe de investigación no publicado. Dir. Gral. del CCH, Secretaría de Planeación. 20 académico. Los resultados del cuestionario se detallan por pregunta y, en caso de que la pregunta se conserve, se presenta su diseño para el cuestionario justificado. El capítulo 4 comprende Los resultados del cuestionario piloto (Reporte 1). Cuestionario que explora la construcción y representación del éxito escolar de los alumnos regulares de la generación 2002-2004 del Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Sur, cuyo objetivo fue definir la estructura de los reactivos del cuestionario justificado. El capítulo 5 de esta tesis lo constituye el reporte de resultados del cuestionario justificado18. El reporte 2 es más breve, de hecho es la base sobre la que se sustenta la propuesta de cuestionario del perfil del alumno exitoso del CCH. Como el propósito fue obtener información objetiva, muchas de las preguntas se afinaron, principalmente las que se refieren a las rutinas escolares, la evaluación, el papel del profesor y la forma en que se conducen los estudiantes para el logro del éxito escolar. En el capítulo 6 se ofrece la propuesta del cuestionario para detectar las formas en que los estudiantes del bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades construyen y representan su éxito escolar. La propuesta es el resultado del proceso del diseño teórico, así como de la construcción y aplicación del cuestionario piloto y del justificado; a través de este proceso se valida la presencia y objetividad de las preguntas. Por último, se presentan las conclusiones y algunas sugerencias de la utilidad de los resultados de la investigación. 18 El cuestionario justificado fue aplicado a estudiantes regulares, que no adeudaran ninguna asignatura, de cuarto semestre del turno matutino y vespertino de la generación 2003-2005. 1. Referentes históricos del Colegio de Ciencias y Humanidades Antecedentes El Bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) es propedéutico y terminal, surgió en la década de los 70 del siglo XX. En los 70 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfrenta una demanda de plazas en la enseñanza media superior19, además del acelerado crecimiento de la producción científica. Mientras que, Estado demérito su imagen frente a la sociedad por los enfrentamientos ocurridos entre los estudiantes y el ejército mexicano en 1968. La crisis de la Universidad y la crisis del Estado se atienden a través del diseño de reformas, de acuerdo al ámbito de competencia de cada una de estas estructuras. El Estado organiza la Reforma Educativa Nacional20. La Universidad establece, vía la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES) acuerdos sobre la Reforma de la Educación Superior. En la XIII Asamblea de Villahermosa para enseñanza media superior los rectores de la ANUIES definieron los propósitos del Bachillerato. En ella el Rector de la UNAM Dr. Pablo González Casanova21 propone una serie de problemáticas de la reforma de la 19 De acuerdo a Cuauhtémoc Valdés Olmedo la demanda de primer ingreso a la Escuela Nacional Preparatoria en el año de 1969 era de 18, 493 y la oferta era de 12, 678 plazas; para 1970 la demanda se incrementó a 25 300 y la oferta cubría sólo al cincuenta por ciento de las plazas, en total ingresaron a la ENP 12, 591 alumnos, (cit. pos, Bartolucci Jorge y Roberto Rodríguez, 1983:43). 20 Al respecto, Bartolucci y Rodríguez (1983: XXVI) señalan que: En el plano de la organización educativa nacional, el proyecto del Estado se manifiesta a través de la reforma educativa. Como tendencias generales de este plan de reforma se pueden tipificar las siguientes: una modificación de la organización curricular que hace mayor hincapié en las áreas de conocimiento que en paquetes de asignatura;la inclusión de procedimientos avanzados de programación y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. En este aspecto la reforma se concretó en la reestructuración de programas y en la creación de nuevos libros de texto; un relativo cambio de enfoque en los contenidos educativos. 21 Vale la pena recordar que la orientación curricular del Colegio, se encuentra perfilada en el Cuarto Congreso Nacional de Sociología, realizado en 1953, tocó al doctor González Casanova tratar el tema que título: ‘El Problema del Método en la Reforma de la Enseñanza Media’. En la que planteó “... se desea que un bachiller, sepa escribir y calcular, y que posea en principio una cultura científica y humanística. Pero no sólo, sino que se desea abrirle posibilidades, horizontes: que sepa para qué sirven el pensar y el escribir, y el calcular, y las ciencias, y las humanidades... En suma, lo que resulta necesario es eliminar el sin-sentido que presenta para el alumno una enseñanza superficial y trunca, dividida y subdividida 22 educación superior, interesa subrayar su propuesta sobre el bachillerato en el punto 10. “Modificar la enseñanza del bachillerato a fin de que el bachiller domine el lenguaje nacional, las matemáticas, las ciencias naturales e históricas y sepa aprender a aprender, ha informarse sobre los que no ha aprendido, a dominar una o varias técnicas a nivel de auxiliar” (op. cit, Bartolucci y Rodríguez, 1983: 27). En la Asamblea Extraordinaria de la ANUIES, celebrada en Toluca en 1971 es donde el Rector de la UNAM subraya como parte de la Reforma Universitaria la creación del CCH, señaló que “la reforma académica implica la necesidad de dotar a todos los estudiantes de una cultura común en ciencias y en humanidades que... los capacite para comprender los problemas de la naturaleza y de la sociedad, y profundizar en su conocimiento. Una cultura básica deberá también permitir a cualquier profesionista o especialista una gran flexibilidad para actualizar sus conocimientos o cambiar de profesión o especialidad... tal es el propósito del Colegio... en lo que se refiere a las materias académicas del bachillerato” (cit pos, Bartolucci y Rodríguez, 1983: 29). Además, con la creación del CCH la Universidad podría resolver varios problemas: la dispersión de las mismas instituciones universitarias, la repetición infecunda de esfuerzos y la resistencia al cambio; pero atendía también a aspectos externos como la demanda educativa de nivel superior y medio superior, afectado por la explosión demográfica y de la generalización de oportunidades de educación elemental y media, fruto del plan de 11 años; logros que en salud y educación habían tenido ya la revolución, contextuada en el acelerado desarrollo científico y tecnológico del siglo. ((Palencia G., Javier, 1989:11) Por el momento histórico en que surge, el proyecto de creación del CCH es complejo,22 por la premura con que se pasa del concepto a la práctica, por las expectativas que generó como instancia educativa de innovación, etc. hasta el exceso, una enseñanza primordialmente abstracta o primordialmente concreta, que no relacione unas materias con las otras” (cit. pos. Bartolucci y Rodríguez 1983: 62-63). 22 Al respecto, se pueden consultar las siguientes fuentes: Pantoja Morán, David. Ponencia que presenta el Colegio de Ciencias y Humanidades a la mesa de trabajo del área correspondiente a la Educación Media Superior. UNAM, CCH, Coordinación, octubre 1979; Pérez Correa, Fernando. Perspectivas del CCH. CUADERNOS DEL COLEGIO, nos. 16, 17 y 18., jul-sept, oct-dic, ene-mar, 1983. UNAM, CCH, plantel Naucalpan; Palencia Gómez, Javier. Plática del Origen y 23 Modelo educativo La concepción del modelo educativo del CCH es obra del Dr. Pablo González Casanova, quien tomó posesión el 6 de mayo de 1970 como rector de la UNAM, en su discurso expresa: Todos queremos la democratización de la enseñanza, como apertura de los estudios superiores a números cada vez más grandes de estudiantes... Todas las estadísticas indican que la enseñanza secundaria seguirá creciendo a tasas elevadas, y también la superior, y este hecho debemos contemplarlo con gran optimismo y sin ningún temor, pues temer que crezca la enseñanza media y la cultura superior en las modalidades técnicas y científicas, es temer un México más desarrollado. (op. cit, Bartolucci y Rodríguez, 1983: 65-66) El antecedente del modelo educativo del Colegio fue obra de la comisión especial,23 así lo da a conocer en su tesis de licenciatura Javier Palencia: En la segunda mitad de 1970, un grupo de universitarios fue invitado a desarrollar los proyectos correspondientes a la Nueva Universidad de México. Personalmente me fue dado formar parte de este grupo y dar los primeros pasos de lo que sería el antecedente innegable del Actual bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades... Se señalaba entonces la necesidad de generar un plan de estudios –y los programas correspondientes a todas las materias- tal que permitiera a los alumnos más de una capacitación inmediata, el desarrollo de la capacidad de conocer su Contexto Histórico del CCH, Auditorio UDUAL, 31 de mayo de 1989; Zorrilla Alcalá, Juan F. Innovación y racionalidad educativa: el caso del Colegio de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tesis de Maestría, Fac. de Ciencia Políticas y Sociales, 1989. El aporte que reúne el mayor acopio de información, tanto en retrospectiva como en prospectiva fue realizado por Bartolucci Jorge y Roberto Rodríguez, El Colegio de Ciencias y Humanidades. Una experiencia de innovación universitaria, ANUIES, México, 1983. Estos trabajos proporcionan elementos semejantes, contradictorios y al mismo tiempo son complementarios. 23 El diseño del proyecto del modelo educativo del CCH es, en principio, obra de una comisión especial, presidida por Roger Díaz de Cossío. Al respecto, Cuauhtemoc Ochoa señaló que en dicha comisión participaron aproximadamente 80 personas, comprometidas con el quehacer universitario y además con una perspectiva crítica de la institución (cit. pos. Bartolucci y Rodríguez. 1983: 67). En este mismo sentido Javier Palencia (1989:11), expresó que “el CCH nació con el esfuerzo, la imaginación, la creatividad, la libertad, el entusiasmo, el rigor y la disciplina de muchos grupos de universitarios que lo concibieron y que lo construyeron” 24 realidad, el dominio de los métodos fundamentales para desarrollar el conocimiento físico e histórico, el dominio del lenguaje hablado y el de las matemáticas. Razones concretas de economía y política sugerían la necesidad de que la cantidad de horas que el alumno pasará en las aulas se redujera y que se redujera también la cantidad de materias que habían de configurar el currículo. Aquel proyecto quedo archivado. (cit. pos. Bartolucci y Rodríguez, 1983: 67) El traer a colación la información disponible sobre los antecedentes del modelo educativo del Colegio tiene como propósito llamar la atención, de la probable influencia que estos acontecimientos jugaron en la ausencia de programas unificados, así como el tiempo que dilató la actualización de su plan de estudios, se actualizó a mediados de 1996 y fue ajustado en el año 2001. El proyecto del CCH El proyecto24 de creación del Colegio de Ciencias y Humanidades fue aprobado por el Consejo Universitario el 26 de enero de 1971 y, el modelo fue delegado al trabajo conjunto de la Coordinación de Ciencias y la de Humanidades; además de las facultades de Ciencias, de Ciencias Químicas, de Ciencias Políticas y Sociales, la de Filosofíay Letras, así como la Escuela Nacional Preparatoria. La selección de estas escuelas y facultades se realizó por la relación que guardan con la enseñanza de métodos (histórico-social y experimental) y de lenguajes (español y matemáticas). En la Exposición de Motivos el Rector señaló las razones para la creación del CCH.25 Además, por el carácter interdisciplinario de la enseñanza en estas unidades de bachillerato cuatro facultades se encargarían de organizar los aspectos generales de la estructura académica de los planteles que formarían al Colegio. Probablemente recuperaron, debido a 24 El proyecto contemplaba los niveles de licenciatura y posgrado. La Unidad Académica de los Ciclos de Estudios Profesionales y de Posgrado (UACEP y P) inicia sus labores en 1974 y 1999 es incorpora a la estructura universitaria como modelo de excelencia de estudios de posgrado. 25Se destacan “la demanda de enseñanza a nivel medio superior; una oportunidad para que la Universidad cumpla sus objetivos académicos de acuerdo a las exigencias del desarrollo social y científico; la Universidad confiera una flexibilidad mayor y nuevas opciones y modalidades a la organización de sus estudios; la enseñanza contribuirá a la formación polivalente del estudiante, capacitándolo mejor para seguir distintas alternativas de estudios profesionales, investigación o su incorporación al mercado de trabajo” (GACETA UNAM, Tercera Época, Vol. II, Número Extraordinario, Cd. Universitaria, 1° de febrero de 1971, p. 2). 25 la premura entre la aprobación y la creación del CCH, el trabajo desarrollo por la Comisión Especial, ya que se dice “... basándose para ello en estudios y sugerencias de muchos universitarios”. Bartolucci y Rodríguez subrayan que, los ejes principales del proyecto para la creación del CCH, en su nivel bachillerato, están dados por: a) La formación básica. Es decir, la capacitación en el manejo de métodos y lenguajes considerados como los cimientos del conocimiento científico y humanístico -en los primeros cuatro semestres- que son la clave para la comprensión del conocimiento disciplinario que se imparte en los últimos dos semestres.26 b) La enseñanza interdisciplinaria. Referida también al conocimiento de métodos y lenguajes que son comunes a diversas disciplinas. Esta nueva modalidad se ve como posible toda vez que en el proyecto concurren cuatro facultades (Filosofía, Ciencias, Química y Ciencias Políticas y Sociales) con diferentes enfoques. c) El carácter propedéutico y terminal de la institución, esto es, la alternativa que se presenta al estudiante de ingresar a estudios profesionales, o acceder, capacitado técnicamente, al mundo del trabajo. d) Como resultado de todo lo anterior, la formación polivalente, esto es la capacitación para que el estudiante opte por alternativas educativas o laborales (Bartolucci y Roberto Rodríguez, 1983:78). 26 Rodríguez Roberto. La cuestión docente en el proceso de institucionalización del Colegio de Ciencias y Humanidades 1974-1981. Cuadernos del Centro de Documentación Legislativa Universitaria, núm. 7, enero-junio 1983, Vol. III, UNAM, México: 184. 26 En la EXPOSICIÓN DE MOTIVOS el proyecto de creación del Colegio queda acotado; mientras que, en las REGLAS Y CRITERIOS PARA LA APLICACIÓN DEL PLAN DE ESTUDIOS27 se describen sus características. En síntesis en las Reglas y Criterios para la Aplicación del Plan de Estudios del Colegio28 se enuncian algunas generalidades y algunas particularidades, valga la redundancia de algunas asignaturas en ocho puntos, en el punto uno y dos se reitera el carácter propedéutico y terminal del bachillerato; en el tres la revisión del plan de estudios, en el cuatro su difusión; en el cinco se señala la opción que tiene el alumno de ausentarse de los cursos del idioma; el seis se refiere a los materiales didácticos; el siete de las actividades recreativas y, el ocho del status académico los profesores otorgado a quince años de distancia de la creación del CCH. El último aspecto a destacar del modelo educativo es el normativo: EL REGLAMENTO DE LA UNIDAD ACADÉMICAD EL CICLO DE BACHILLERATO DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES.29 El artículo 1° y 2° especifican la relación de la Unidad Académica del Ciclo del Bachillerato del CCH con la Universidad Nacional Autónoma de México. Artículo 3° y 4° se refieren al sentido del bachillerato del CCH: propedéutico y terminal. Los artículos del 5° al 11° se refieren a la estructura organizativa (el Coordinador, el comité directivo, el consejo, los directores de los planteles y el consejo interno) de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato del CCH. En resumen en la Exposición de Motivos se dan a conocer las consideraciones de la creación del Colegio, en las Reglas y Criterios para la aplicación del plan de estudios grosso modo los criterios para llevarlo a la práctica y, en el Reglamento se establece la normatividad para su funcionamiento. El día 12 de abril de 1971, la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato del Colegio de Ciencias Humanidades inicia los cursos -en cuatro turnos, dos matutinos y dos vespertinos- en tres Planteles Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo, con 15 000 alumnos, 300 profesores y 300 empleados. Sin embargo, vale la pena destacar el carácter de premura impreso a la creación del CCH, basta señalar que la construcción30 de los planteles se 27 GACETA UNAM, Tercera Época, Vol. II (Número Extraordinario), Cd. Universitaria, 1° de febrero de 1971: 4-5. 28 Lo que tiene mayor precisión es el cronograma de las asignaturas del plan de estudios. 29 En GACETA UNAM, Tercera Época, Vol. II (Número Extraordinario), Cd. Universitaria, 1° de febrero de 1971: 6. 30 La construcción de las instalaciones se inició en enero de 1971. 27 realizó “... en terrenos que eran propiedad del Seguro Social o aun en partes no definidas de un parque nacional, con mobiliario de oficina que llevaba números de inventario de la SEP” (Palencia Gómez, 1989: 13). El 1° de marzo de 197231 dos Planteles mas, Oriente y Sur iniciaron sus labores, en total la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato del CCH quedo integrada por cinco planteles (Pantoja Morán, 1979: 12). Con la creación de Colegio de Ciencias y Humanidades la Universidad aumenta la oferta educativa para el nivel de enseñanza media superior, ya que de 1970 a 1974 “crece de 40 mil a 106 mil estudiante” (Zorrilla Alcalá, 1989:1). Aunque en los 80 la matricula de la enseñanza media superior universitaria se estabilizó.32 Actualmente de acuerdo al Informe de la Dirección General del Colegio de Ciencias y Humanidades, entre marzo de 2002 y febrero de 2003, El Colegio atiende la formación de aproximadamente 51 mil alumnos en los cinco planteles. Esta tarea la realizan 2,751 profesores, de ellos el 65% son de Asignatura (1,800) y atiende al 74% de los grupos, mientras que; 35% son profesores de Carrera (951) y se hace cargo del 26% de los grupos.33 La atención se realiza en dos turnos: matutino y vespertino. De acuerdo a la documentación de que se dispone, el modelo educativo del Colegio sustentado en la formación básica a través de métodos y lenguajes, fue y es innovador como propuesta conceptual alternativa a la formación general de bachillerato.34 Sin embargo, cuando el proyecto educativo del Colegio se puso en marcha presentó insuficiencias35 normativas, de participación, del plan de estudios, etc. Al respecto el Dr. 31 Sin embargo, en 1973 la ANUIES presenta a la consideración del Presidente de la República un documento donde se analizan los riesgos que implicaría para la Universidad el crecimiento de la matrícula de la enseñanza media superior, ademásdel probable abatimiento de la calidad educativa y de las fracturas entre las autoridades, profesores y alumnos. En respuesta a esta problemática se propone la creación de Universidad Autónoma Metropolitana y el Colegio de Bachilleres. 32Por dos motivos; primero, la UNAM como institución de formación superior no puede canalizar la mayor parte de sus recursos hacia la enseñanza media; segundo, el Estado incrementa la oferta de plazas (Bachilleres y CONALEP, Centro de Estudios Tecnológicos Agropecuarios, etc.) de los servicios educativos dirigidos a los estudios medios con carácter propedéutico y terminal. 33 http://www.planeacion.unam.mx 07/12/04, p.1-2. 34 La reforma de los años sesenta y setenta combatían la proliferación de materias e información causadas por la explosión de disciplinas y conocimientos. El recurso fue centrar la enseñanza en la metodología científica, y dentro de ésta, superar el enfoque clasificatorio mediante una concepción funcional y estructura. Sigue siendo valiosa la orientación del ex-rector González Casanova al presentar en 1971 el Colegio de Ciencias y Humanidades. Se trata de formar la capacidad del manejo de lenguajes y métodos básicos de nuestra cultura: el método experimental, el análisis histórico- social crítico, la apreciación de expresiones literarias y artísticas, y el fomento de la interdisciplinariedad (Eduardo Weiss, 1992: 9). 35 Habría que apuntar las contradicciones sociales que se derivaron de las profundas tensiones que resultaban de un proyecto educativo concebido en términos generales y abstractos, que debía aplicarse en medio de los constreñimientos materiales muy concretos de la Universidad y de las dobles clientelas a las que la Universidad apelaba: la constitución de 28 Fernando Pérez Correa observa, que una organización educativa de carácter masiva e innovadora debió plantearse con un cuidado particular la participación académica y la administrativa, que no fue el caso del Colegio, en total contaba 11 disposiciones normativas y cuatro transitorias. Además “la realidad social a la que apelaba el CCH como alternativa educativa es, tal vez, una de las realidades urbanas mexicanas más alejada de las precondiciones, de los prerrequisitos sociales y económicos del propio proyecto urbano postindustrial y espacial” (Pérez Correa,1982:149). Por su parte, Juan Zorrilla a finales de los 80 abordó el estudio del perfil del profesor del CCH y, a mediados de los 80 investigó el tema innovación y racionalidad educativa, aportación sociológica que da cuenta de la relación que se establece entre los propósitos educativos de la institución a través de los programas de las asignaturas y, lo que efectivamente sucede en el aula vía el proceso de enseñanza-aprendizaje. En esta investigación36 se sostiene “... que el diseño del sistema educativo del bachillerato del CCH se hecho mano de un sinnúmero de ideas dispares y contrapuestas que lejos de esbozar ´un modelo’ se apoyan en el prestigio de quienes las sostenían o las difundían” (1989: i – ii). En cambio, Bartolucci y Rodríguez destacan: La vaguedad en el nivel operativo respecto al planteamiento educativo del Colegio y la parquedad de la base jurídica, dotan a la plataforma institucional de una doble característica que es importante tener en cuenta, por un lado, se presenta como un marco institucional difuso de referencia para la actuación de la comunidad constituida por autoridades, profesores y estudiantes, así como para las interacciones entre ellos; pero, por otro lado, aparece como un marco suficientemente flexible en cual insertar acciones de orden creativo e innovador. (1983: 86) un magisterio espontáneo y el alcance de nuevas capas de la población a la enseñanza universitaria. En síntesis, “... el Colegio, fue concebido como un sistema revolucionario de relaciones dentro de la Universidad, pero fue vendido como un sistema barato de educación, fue concebido como una forma de llevar a la Universidad al cobro de la conciencia de sus dimensiones nacionales, en un México ya urbanizado, pero fue vendido como una alternativa masiva de enseñanza, capacitada para tranquilizar a las inquietantes clases medias urbanas. Apenas trascurridos menos de dos años de la creación del Colegio una fracción de su comunidad expulsa a su creador, como una expresión de lo que significa la contradicción en que el proyecto se debate” ( Pérez Correa. 1982: 147, 151 y 152). 36 Zorrilla Alcalá, Juan F. (1989: ii), Innovación y racionalidad educativa: el caso del Colegio de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tesis de maestría. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. 29 A través de la lectura de los autores, se aprecian las convergencias y divergencias de los aspectos problemáticos intrínsecos al modelo del Colegio;37 no obstante, vale la pena destacar dos de ellos que obstaculizaron el desarrollo del Colegio por un buen tiempo: la profesionalización de la docencia y la diversidad de programas. La profesionalización de la docencia en el CCH El proceso de profesionalización de la enseñanza en el Bachillerato del Colegio se inicia en 1974 con la aprobación del acuerdo 6138 del Consejo Universitario, norma destinada a la regularización académica y laboral de los profesores del bachillerato del CCH. Para enero de 1975 1300 profesores regularizaron su situación académica, con nombramientos de profesor de asignatura definitivo en la categoría “A”; profesor interino de asignatura en la categoría “A” Ayudante de profesor en el nivel que corresponda (Rodríguez, Roberto. 1983: 189). En julio de 1976 el Consejo Universitario aprobó el Instructivo del Profesorado de Carrera39 de Enseñanza Media Superior, nombramiento para profesores de tiempo completo dedicados a la docencia y a la realización de actividades de apoyo, en la categoría “A” o “B”. En síntesis la profesionalización de la enseñanza de los profesores del Colegio representó un gran esfuerzo, ya que los profesores debían cubrir diversas actividades como parte de una misma jornada laboral: la docencia, la elaboración de materiales, la formación y superación académica. Sin embargo, en 1985 el Dr. Carpizo, entonces Rector de la UNAM, propone la incorporación de los profesores del Colegio al profesorado de carrera de la Universidad40. Al parecer no es una decisión casual, es de pertenencia; es decir, con 37 En los primeros años del Colegio los profesores enfrentaron la tarea educativa de acuerdo a su creatividad para operar el modelo de enseñanza; sin embargo, los problemas labores tenían insuficiencias normativas. Al respecto, Roberto Rodríguez (1983:186) considera que para 1974 la Universidad da una respuesta a la crisis institucional del Colegio, tarea encomendada al Dr. Fernando Pérez Correa, quien en su toma de posesión expresa: “Los problemas a los que nos enfrentamos son múltiples... carecemos de algunos instrumentos normativos, nuestros sistemas de organización son imprecisos y deficientes, nuestros medios de comunicación son insuficientes. Sobre todas las cosas el personal académico nos pide y merece una situación de certidumbre, los medios para cumplir con eficacia sus labores, los canales para participar en las decisiones fundamentales de la institución” (Gaceta CCH, núm. 1, s.f., 1974). 38 Acuerdo ordena por: Los Criterios de Aplicación del Acuerdo número 61; además de un complemento el acuerdo número 12-bis, destinado a la regularización académica de los profesores del CCH con título expedido por la Normal Superior (SEP). 39Para garantizar el acceso exitoso a las plazas de carrera, previamente los profesores tenían dos opciones: optar por nombramientos de complementación académica o bien, obteneruna beca-contrato de regularización académica para obtener el título de licenciatura. 40 En GACETA UNAM, octava época, Vol. I, núm. 3, Cd. Universitaria, 22 de abril de 1985. En este número en la página 2 a la 9 se presenta el Programa de Superación Académica para el Bachillerato de la UNAM, mismo que el Rector Dr. Jorge Carpizo pone a consideración de los Consejeros Miembros de las Comisiones de Legislación Universitaria y del 30 esta acción el bachillerato del Colegio se incorpora de forma cabal a la estructura universidad. Además, el Dr. Carpizo conocía la complejidad del proceso a la que se sometían los aspirantes a profesor de carrera del nivel de enseñanza media superior;41 pues en 1974 formó parte de una comisión encargada del estudio para la creación del profesorado de carrera del bachillerato universitario. La diversidad de programas42 El segundo problema, quizás producto de la premura del proyecto y de la ausencia de referentes empíricos de la creación de una institución de la dimensión del CCH, fue la diversidad de programas del plan de estudios con que se desarrolló el proceso de enseñanza-aprendizaje en el Colegio durante 25 largos años. En la publicación de programas se anota que: El Plan mismo está diseñado de manera que los tres primeros semestres hacen particular énfasis en la forma de afrontar el conocimiento de la naturaleza (área de método experimental) y la sociedad (área histórico-social), así como las formalizaciones del lenguaje español y las matemáticas. El cuarto semestre, en cada una de las áreas, insistirá en la síntesis racional: teorías matemáticas y síntesis de geometría y álgebra, método experimental, teoría de la historia, ensayos de investigación y análisis de la expresión escrita. Trabajo Académico; en donde anota que para que se cumplan los propósitos del Programa de Fortalecimiento de la Carrera Docente en la Enseñanza Media Superior es necesario reformar y modificar el Estatuto del Personal Académico. 41 Bartolucci y Rodríguez destacan que la “... preocupación por normar la conducta institucional, mediante una reglamentación a veces minuciosa que lo distingue dentro del ámbito universitario... se sumaron a las normas originales, el Acuerdo núm. 61, aprobado por el Consejo Universitario el 5 de septiembre de 1974; Reglamento de las Opciones Técnicas (1974) y de la Unidad Académica de los Ciclos Profesional y de Posgrado (septiembre 1976), el instructivo sobre el Profesorado de Enseñanza Media Superior (julio de 1976), en 1977 se incrementó a más del doble el número de reglas: Reglamento de los Consejos Internos de los Proyectos Académicos de los Ciclos Profesional y de Posgrado (febrero de 1977); Reglas para cubrir grupos vacantes en los planteles de la Unidad (marzo de 1977); Reglas de funcionamiento de los Consejos Académicos por Área (mayo de 1977); Reglas para la supervisión del trabajo académico de apoyo a la docencia (octubre de 1977) y, Reglas Suplementarias que adecuan la convocatoria de Complementación Académica (octubre de 1977)” (1983: 130-131). 42 A la diversidad de programas se enfrenta a través de la homogenización de los programas del plan, el proyecto para realizar tal empresa fue encomendado al Seminario Académico de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato, los funcionarios del Seminarios tomando como base la Compilación de Programas publicada en 1979 se harían cargo de formular cuatro documentos: 1. Orientaciones básicas por área y materia; 2.- Programas básicos y 4.- Programas indicativos. Para legitimar el proceso primero se enviarían a los Consejos Académicos por Área para su formulación y aprobación; segundo nivel de legitimidad tendría mayores dificultades, principalmente por la división autoridades-bases, para su materialización en el cuerpo de profesores (Bartolucci y Rodríguez, 1983:133-134). 31 En los semestres quinto y sexto, formados por asignaturas optativas, se insistirá en la comprobación del dominio de los métodos de conocimiento y su aplicación a campos específicos de la ciencia buscando, por una parte, la formación universal de los alumnos y, por otra, la orientación profesional y la capacitación propedéutica al nivel de licenciatura. (CCH, PROGRAMAS, 1979: 4) No obstante la perfección conceptual del plan estudios del Colegio, no ocurre lo mismo en el terreno operativo de su puesta en práctica a través de los programas. Al respecto, David Pantoja (1979:36) observa que los propósitos de los programas de las asignaturas "no han podido ser cumplidos del todo”, producto de la distancia que media entre el modelo educativo con la formación tradicional y la inexperiencia docente de los profesores encargados de efectuar el plan de estudios; no obstante considera “... el más grave problema en este orden es la enorme diversidad de programas que, sobre una misma materia, existen de plantel a plantel y aún de turno a turno, dentro de un mismo plantel de la Universidad del Bachillerato”. En 1975 la Secretaría Académica de la Unidad Académica del Ciclo de Bachillerato inicia la compilación de programas de estudio en sus diversas versiones y; en 1978 en cooperación con la Dirección General de Incorporación y Revalidación de Estudios emprende su sistematización y se publican en 1979. La diversidad de programas, en opinión de David Pantoja (1979: 35-39) podría explicarse por la ausencia de una estructura legal y académica; por la falta de previsión de una instancia de unificación y revisión de programas; por la ausencia de bases de un procedimiento de evaluación y revisión de los programas. Revisión del Plan de Estudios del Bachillerato del CCH Del documento de PROGRAMAS publicado en 1979, trascurrieron diez años para iniciar el proceso de Revisión del Plan de Estudios.43 Las autoridades del Colegio en el Plan de Trabajo 1989-1992 establecieron el compromiso para su revisión. 43La síntesis se realizó con base en: Robles Uribe, José Eduardo (Revisión José Bazán). El proceso de revisión del Plan de Estudios del Bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades. CCH, Cuadernillo núm. 28, 4 de julio de 1994. Secretaría de Divulgación, 8 páginas. 32 De 1989 a 1991 una comisión seleccionó, sistematizó y difundió los documentos producidos por los profesores del Colegio en relación con el análisis y la reforma curricular, y en 1992 se conformaron las comisiones para la Revisión del Plan de Estudios de las cuatro áreas y de los departamentos de idiomas. Los principios de la revisión curricular del CCH fueron: Dar prioridad a la experiencia y la historia institucionales para identificar, sistematizar y valorar las condiciones y los problemas curriculares; centrar el proceso de revisión en las estructuras curriculares y no sólo en los contenidos del Plan de Estudios; lograr la mayor participación de los profesores en todo el proceso y, proponer las transformaciones en una serie de aproximaciones sucesivas que se sometan a la discusión comunitaria.44 En 1993 las Aproximaciones y sus correspondientes Síntesis fueron sometidas a la discusión de los profesores durante la semana académica, y luego reelaboradas como Propuestas Educativas, en las que se incluyeron los programas de las asignaturas de los primeros cuatro semestres. En abril de 1994 se publicó la Primera Aproximación a la Propuesta de Modificaciones del Plan de Estudios, documento (de recopilación y síntesis) que recoge todos los trabajos anteriores, publicados en la serie de Cuadernillos sobre la Revisión del Plan y los Programas de Estudio. La Propuesta de Modificaciones del Plan de Estudios ‘da prioridad a la presentación de las concepciones de conjunto para la renovación del Plan de Estudios,a las modificaciones que se propone introducir en el plan y las razones que la justifican’. Se trata de una visión global que completa un proceso de análisis de las áreas y los programas. El propósito central de los cambios en el Plan y los Programas de Estudio es lograr una docencia plenamente acorde con el modelo educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades, académicamente rigurosa y eficaz. 44 De la discusión de los problemas curriculares por área, se elaboraron dos Aproximaciones que incluyen: un diagnóstico de los problemas curriculares y, las Propuestas para reenfocar la enseñanza de las materias centrales del Plan de Estudios. 33 Plan de Estudios Actualizado del Bachillerato del CCH45 En 1996, después de cuatro años y medio de trabajo, se concluyó y aprobó la actualización del Plan de Estudios del Colegio (PEA) como respuesta a la necesidad de satisfacer las expectativas de la Universidad y de la sociedad. Se confirma el valor conceptual del Bachillerato del Colegio y la necesidad de corregir algunas de sus limitaciones y de construir las condiciones necesarias para su puesta en práctica general y efectiva (CCH, PEA, 1995: 4-5). Se confirman los ejes principales del bachillerato del plan de estudios vigente y del proyecto educativo del CCH: el sentido de pertenencia a la universidad y su orientación propedéutica y general; la formación básica sustentada en métodos y lenguajes los primeros cuatro semestres y el carácter interdisciplinario. Al alumno se le reconoce como: sujeto de la cultura y de su propia formación,46 mientras que al profesor como: sujeto facilitador o auxiliar del proceso de aprendizaje. En el aula o laboratorio la experiencia típica será la resolución de problemas, la sesión de trabajo fomentará la reflexión en común y buscará la síntesis colectiva e individual de los alumnos. Se subraya la vigencia de la organización del aprendizaje por semestres, porque permite capitalizar la experiencia educativa en periodos cortos; además, atender nuevos problemas y objetos de conocimiento. Asimismo, el plan ofrece a través de los programas de estudio de las asignaturas una mejor graduación y especificación de objetivos y contenidos. El ambiente escolar de la institución se afirma como “... espacio de crecimiento en la libertad y en la responsabilidad; el compromiso humanista, crítico y propositivo con el cambio social; en el compromiso académico con el rigor de la ciencia y el compromiso pedagógico con la participación de los alumnos como ingredientes de la propia cultura básica” (CCH, PEA, 1995: 6). A diferencia del proyecto original del CCH en los 70, para la Actualización del Plan de Estudios en los 90 sí se realizó un diagnóstico de sus de sus alcances y limitaciones sustentado en investigaciones y estudios: 45 Síntesis elaborada con base en la publicación: Colegio De Ciencias y Humanidades (1996). Plan de Estudios Actualizado, México: UNAM, Coordinación del CCH. 46 El plan de estudios está orientado a facilitar que los educandos aprendan cómo se aprende, por lo que será primordial ofrecerles la posibilidad de repetir y asimilar conscientemente su propia experiencia de conocimiento. 34 “Primero las que se derivan del perfil real de los alumnos; uno de los rasgos... es la falta de autonomía del alumno para apropiarse del aprendizaje, frente a esta dificultad la actualización del plan de estudios le ofrece el aumento del número de horas de atención directa... en las materias básicas, como condición para el efectivo trabajo de taller, seminario o laboratorio; segundo, las que se refieren a algunas características que demanda la cultura de nuestro tiempo es la inclusión en el plan... de un mayor dominio de idiomas y el uso de computadoras y; tercero, las que tocan a las condiciones que en muchas de las asignaturas, no permiten una práctica docente coherente con los postulados del Colegio” (CCH, PEA, 1995: 7). “El propósito, fundamental de la Actualización del Plan de Estudios es formar alumnos sujetos de la cultura, capaces de aprender a aprender, de acuerdo con el modelo educativo del Bachillerato del Colegio, por medio de una docencia de mayor calidad en ciencias y humanidades”(CCH, PEA, 1995: 9) Se espera que el PEA se constituya en un instrumento de regulación de la docencia y de la vida académica del CCH. Fenómenos escolares tales como: la deserción, los bajos resultados de los exámenes de diagnóstico (de comprensión y habilidades) aplicados a los alumnos, la no-acreditación (reprobación) y la eficiencia terminal manifiesta que los alumnos requieren de orientación, atención y apoyo para el desarrollo de sus capacidades para su desempeño escolar en el Bachillerato. De las concepciones generales del Bachillerato del Colegio, se destacan en el documento las siguientes: Identidad del Bachillerato.- El Bachillerato del Colegio es una institución de enseñanza media superior, ocupa una posición intermedia entre la enseñanza secundaria y los estudios de licenciatura. La identidad y valor que tiene el bachillerato en sí mismo radica en que colabora en el desarrollo de la personalidad de los alumnos y atiende su formación intelectual, ética y social. (CCH, PEA, 1995: 35) 35 Bachillerato Universitario.- El Bachillerato del Colegio es Universitario, porque junto a la Universidad comparte la responsabilidad de construir, enseñar y difundir el conocimiento en las grandes áreas de las ciencias y las humanidades. El carácter universitario se manifiesta en que el alumno sepa que sabe y por qué sabe, es decir, que sea capaz de dar cuenta de las razones y de la validez de su conocimiento y de los procesos de aprendizaje a través de los cuales lo adquiere. (CCH, PEA, 1995: 35-36) Bachillerato de Cultura Básica.- El Bachillerato del Colegio es de cultura básica, ‘hace énfasis en las materias básicas para la formación del estudiante’. La formación del estudiante se fundamenta en métodos (Ciencias Experimentales e Historico-social) y lenguajes (Matemáticas y en la lectura, redacción de escritos y ensayos –español-). Es un bachillerato de fuentes y no de comentarios, se propone dotar al alumno de los conocimientos inhabilidades que le permitan acceder por sí mismo a las fuentes del conocimiento y, de la cultura; es decir, a la lectura de textos de todo tipo, a la experimentación y a la investigación de campo. ( CCH, PEA, 1995: 36) Concepción de conocimiento científico.- La cultura que el Bachillerato del Colegio se propone ofrecer a los alumnos es de carácter científico; es decir, es ‘una rigurosa y metódica sistematización de la experiencia’. Asimismo, la cultura básica universitaria implica una visión humanista de las ciencias, y particularmente de las ciencias de la naturaleza, y una visión científica de los problemas del hombre y la sociedad. (CCH, PEA, 1995: 37-38) El alumno sujeto de la cultura.- El Bachillerato del Colegio concibe al alumno como sujeto de la cultura, debe comprender y juzgar los conocimientos, relacionarlos con su propia experiencia y realidad, asimilarlos y reelaborarlos o sustituirlos. Deberá saber y saber hacer, es decir, unirá conocimientos al dominio inicial de metodologías, 36 procedimientos de trabajo intelectual, práctico, técnico en un nivel general. (CCH, PEA, 1995: 38) Bachillerato propedéutico, general y único.- El bachillerato del Colegio es propedéutico, general y único. Los estudios de bachillerato son indispensables para acceder a la formación profesional universitaria, es general porque los egresados pueden ingresar a cualquier carrera, siempre y cuando hayan acreditado las asignaturas del plan de estudios y cubran los requisitos de promedio y, de tiempo del período escolar. También podrán ingresar al mercado laboral, ya que elplan ofrece a los estudiantes a través de las opciones técnicas adiestramiento práctico. En síntesis es un bachillerato propedéutico y terminal.(CCH, PEA, 1995: 38-39) La realización plena del proyecto educativo del Colegio para la mejor formación de los alumnos cosiste en la puesta en marcha de nuevas estructuras curriculares, es decir, programas, tiempos, espacios, formación de profesores, etc. Considerados en su interacción. (CCH, PEA, 1995: 45) Las áreas de conocimiento se justifican en el contexto de la cultura básica del bachillerato del CCH, porque se constituyen en el fundamento sobre el que se apoyan las asignaturas en torno a una orientación disciplinaria: Área de Matemáticas.- La enseñanza de la Matemática en el Bachillerato debe permitir a los alumnos percibir que la disciplina posee una naturaleza dual: su propio carácter de ciencia y un valor funcional como herramienta.(CCH, PEA, 1995: 51) Área de Ciencias Experimentales.- En el área se pretende que la formación científica básica del bachiller sea de utilidad para cualquier ciudadano del mundo actual, a través de la incorporación conceptual, metodológica, actitudinal y de sus aplicaciones logre desarrollar una relación más armónica entre su sociedad y el ambiente. (CCH, PEA, 1995: 52) Área Histórico-Social.- El sentido fundamental del área es que los alumnos puedan analizar y comprender con rigor metódico las problemáticas específicas del acontecer histórico, de los procesos sociales y del pensamiento filosófico.(CCH, PEA. 1995: 53) 37 Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación.- A través del uso consciente del conocimiento reflexivo de los sistemas simbólicos, busca la facultad de producir signos. Se restringe a aquellos cuyo conocimiento y empleo son imprescindibles en la perspectiva de la cultura básica: la lengua materna; una lengua extranjera; los sistemas de signos auditivos y visuales y sus combinaciones vigentes en nuestra sociedad. (CCH, PEA, 1995: 55) Seguimiento de la implantación del plan de estudios actualizado del CCH47 Desde su diseño, en el Plan de Estudios Actualizado del Colegio se contempló la necesidad de realizar el seguimiento y evaluación que retroalimentaría los procesos de reflexión curricular que se generan como producto de su aplicación. En la parte correspondiente a los Mecanismos para la Evaluación y Actualización Permanentes del Plan de Estudios, se plantea que el seguimiento y evaluación del PEA comprenderán procesos de validación interna y externa que habrán de desarrollarse desde el momento en que el Plan y sus programas sean puestos en operación (CCH, PEA. 1996: 115). El Seguimiento de la Implantación del Plan de Estudios Actualizado48 ofrece un panorama general sobre su desarrollo, sus aciertos, limitaciones y dificultades; con el propósito de alimentar los procesos de reflexión curricular generados a partir de su aplicación en el año escolar 97-98. Esta investigación49 informa sobre la pertinencia del 47 La formulación y orientación del Seguimiento de la Implantación del PEA desarrollando en la Seplan responde, en primer lugar, a las exigencias de la Comisión de Planes y Programas de Estudio del Consejo Técnico del CCH; en segundo, a algunos aspectos de los Lineamientos para el Seguimiento de Implantación para la Evaluación y Actualización de los Nuevos Planes y Programas del Bachillerato de la UNAM propuestos por el Consejo Académico del Bachillerato. 48 El procedimiento que se siguió desde que se inició (1997) la investigación sobre la Implantación del PEA ha incluido dos versiones de cuestionario, una dirigida a los profesores y la otra a los alumnos, en las que se evalúa tanto el programa de las asignaturas como su interés y organización hacia el mismo. En el instrumento para profesores se analiza el programa de la asignatura: su secuencia, su pertinencia, el logro de objetivos y actividades sugeridas en el programa; las formas de evaluación, bibliografía, apoyos didácticos y las necesidades de formación-actualización de los profesores. Además, incluyó una interrogante abierta para las observaciones y sugerencias que el profesor deseará realizar sobre el mejoramiento del programa. Por su parte, el instrumento para alumnos tuvo como finalidad evaluar aspectos generales de los programas del PEA, motivo por el cual no se incluyeron preguntas relativas a la práctica docente; se trató de recuperar la experiencia de los alumnos en torno al programa. El total de la población encuestada de la investigación de la Implantación del PEA fueron: 2628 profesores y 8663 alumnos. 49 La investigación de 1997 al 2000 fue realizada por Edna A. Garcia, Ma. Elsa Guerrero Salinas y Diana Alicia López. Dirección General del CCH. En la Secretaría de Planeación se dispone de cinco informes de resultados –no publicados-, correspondientes a los periodos 1997-1, 1997-2, 1998-1, 1999-1 y 2000-2. Asimismo, se realizaron tres reportes de validación –no publicados-, dos artículos –véase Gaceta CCH Núm. 797, 22 de septiembre de 1997 y el Suplemento de la GACETA Núm. 2, enero 1998- y varias ponencias. Cabe señalar que se realizó un ensayo sobre el Estado del arte relativo a las adecuaciones del Proyecto del PEA con Base en los Lineamientos Propuestos por el Consejo Académico del Bachillerato. (vid García R., et al. 2001) que recoge los procedimientos y los principales resultados obtenidos durante los cinco periodos escolares en que se realizó el seguimiento. 38 Plan de Estudios en lo general y aporta algunas particularidades experimentadas por los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje en cada una de las asignaturas del primero al cuarto semestres. Síntesis de resultados del diagnóstico de la Implantación del PEA50 Los profesores encuestados consideraron a los programas como adecuados, aunque demasiado extensos en contenidos en relación con el tiempo real del semestre. Además, señalaron la insuficiencia de infraestructura y apoyos didácticos para el desarrollo adecuado de los programas. La reiterada aplicación del seguimiento mostró una mayor cobertura de los programas, como resultado de la experiencia adquirida por los profesores. Por su parte, la mayoría de los estudiantes consideraron que gracias a los programas adquirieron alguna habilidad, además de los conocimientos propios de las disciplinas. Asimismo, valoraron los programas, como una buena guía, interesantes y coherentes. La mayoría de los profesores consideró que logró cubrir los objetivos generales del programa. Las actividades sugeridas para el logro de los objetivos fueron estimadas por los profesores como adecuadas, de acuerdo con los requerimientos disciplinarios de cada una de las asignaturas. Cabe subrayar que en la última aplicación del instrumento las actividades prácticas ocuparon el primer lugar, lo que muestra el avance en el logro de una de las finalidades del PEA, en el sentido en que se constituye en un recurso importante para que los estudiantes consoliden sus habilidades. Para los alumnos lo primordial para el logro de los objetivos del programa es el adecuado desempeño docente. Los últimos resultados del semestre 2000-2 indicaron que las principales condiciones académicas que los estudiantes consideraron para el cumplimiento de los objetivos fueron atribuidas; por una parte, al programa y a la adecuada explicación . 50 Síntesis de resultados de 1997 al 2000. 39 que el profesor efectúa de la disciplina; por otra, a las actividades que se realizan en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la asignatura. Lo relevante de los resultados del PEA del semestre 2000-2 fue que para la mayoría de los profesores los contenidos permitieron el logro
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