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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN “Sonidos del alma, improvisando la libertad” Una mirada a la escena jazzística nacional. RADIORREPORTAJE QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN COMUNICACIÓN Y PERIODISMO P R E S E N T A: LIZETH MARISOL GÓMEZ DE ANDA ASESOR: LIC. ERNESTO CANO SAUZA UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. De agradecer “Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido”. Gabriel García Márquez “Porque sabemos agradecer a pesar de lo vivido”. Enrique Bunbury Cuando inicié este trabajo de titulación me encontré con una respuesta gratificante y el interés hacia un tema como este, no sólo por parte de los músicos, sino de profesores y amigos que me alentaron a seguir adelante cuando me encontraba con dificultades para avanzar. A ellos, mi eterno agradecimiento pues sin su ayuda, quizá este radio reportaje nunca habría salido a la luz. Son tantos los nombres: Para mis padres Eusebio Gómez y Adela De Anda, y mis hermanos Fabián y Katherin; cuyo apoyo, y algunas veces presión y regaños, pero sobre todo su fe en mí, lograron que saliera avante de todos los baches que se presentaron. Por brindarme un hogar cálido y enseñarme que la perseverancia y el esfuerzo son el camino para lograr objetivos. A mi asesor: Ernesto Cano Sauza, por su generosidad al brindarme la oportunidad de recurrir a su capacidad y experiencia, para llevar a buen puerto lo que ustedes pueden leer y escuchar. Marcelo Oliver que me acompañó en este camino, tuvo la paciencia y el interés estando a mi lado. Gracias por su cariño, comprensión y constante estímulo. Para tantos amigos que me echaron porras y se emocionaron tanto como yo al ir a los conciertos: Anabel Molina, Xempa Rosales, Elissa Trejo, Eli López, Moisés Lagunes, Mariana Sánchez, Laura Sánchez; también a Jesús Hernández, Orlando Uribe, Miguel Bautista, Clemente Sánchez, Celso Ramírez, Oscar Sánchez y Juan Carlos Romero. A los que aún en la lejanía me mandaron su buena vibra: Apolo Acosta, José Antonio Cervantes, Sergio Plata, Gabriel Gallardo, Roberto Salinas, Ricardo Tejeda, Ulises Peralta, Ulises Vidaña y Joel Fuentes. Las personas de Horizonte 107.9 f.m: Mariana Pérez, Jamir Obed, José Antonio Ríos y Claudia Covarrubias. A quienes me apoyaron con la locución, algunos que ya se mencionaron con anterioridad, Carlo Vázquez, Juan Carlos Díaz, Brenda Galicia, Jorge Enrique Meza y Karent López. Y principalmente a todos los músicos, sin los cuales este trabajo jamás habría sido lo que es: Freddy Marichal, Víctor Ruiz Pasos, Alejandro Campos, Elizabeth Meza, Enrique Nery, Luri Molina, Mark Aanderud, Hernán Hecht, Paté de Fuá, Remy Álvarez y Paco Godoy. A los que se tomen el tiempo de leer y escuchar este material; en fin, a todos los que participaron directa o indirectamente para que esto terminara con un buen remate de batería y un solo de guitarra, que puedo compartir con ustedes: Gracias eternas Índice De agradecer………………………………………………………………………….1 Introducción…………………………………………………………………….……..3 I. Nueva Orleans: la cuna del jazz…………………………………………….…....8 1.1 Gritos de la esclavitud: orígenes sonoros del jazz……………..……15 1.2 El mestizaje y su influencia en el género de la síncopa………….....21 1.3 La música latina forjadora de un nuevo sonido………………………28 II. El virus de la síncopa cruza el río Bravo……………………………………….33 2.1 Músicos contagiados por el virus de la síncopa: el octavo regimiento de infantería de Porfirio Díaz....………………………………………..36 2.2 Del otro lado del río: los inicios del jazz en tierra azteca……………38 2.3 La luz brilla en el cielo: la época de oro del jazz en México………..43 2.4 Una evolución casi fallida: los altibajos del jazz……………………..49 III. Existe aunque no lo parezca……………………………………………………65 3.1 Sobreviviendo a la anemia: resurgimiento del jazz en México……..68 3.2 ¿Un panorama alentador? El futuro del jazz en México…………….80 IV. Plan de producción………………………………………………………………87 4.1 Título del reportaje radiofónico…………………………………………88 4.2 Lema o slogan……………………………………………………………88 4.3 Logotipo…………………………………………………………………...88 4.4 Objetivos………………………………………………………………….89 4.5 Público meta……………………………………………………………...89 4.6 Antecedentes temáticos…………………………………………………90 4.7 Emisoras………………………………………………………………….90 4.8 Periodicidad………………………………………………………………91 4.9 Patrocinio…………………………………………………………………91 4.10 Modalidad……………………………………………………………….92 4.11 Tipo de reportaje………………………………………………………..92 V. Producción del reportaje radiofónico……………………………………………94 5.1 Hoja de producción………………………………………………………95 5.2 Guiones de cápsulas....…………………………………………………96 5.3 Guiones…………………………………………………………………...98 Consideraciones finales……………………………………………………………123 Fuentes de consulta………………………………………………………………..127 3 Introducción “La música es el substituto de aquellas frases que no pueden ser expresadas con vocablos tan limitados como los existentes” Jorge Arturo Cuevas Un sonido desconocido llegó a mi vida, cambiando mi percepción musical. Pienso que tal vez fue el azar que me hizo llegar hasta allí para quitar el estigma a esa armonía, que creía, sólo podía ser escuchada por gente conocedora. Fue mucha mi sorpresa al descubrir que esa exquisita cadencia no tiene un seguimiento documental en nuestro país. No existen datos que respalden el pasado musical de este género. Esa armonía que inunda el aire, ha inspirando a escritores, poetas y pintores; enlazando senderos inimaginables, este género musical busca sobrevivir en nuestro país a casi diez décadas de su incursión al medio nacional. Este sonido que una vez llamó la atención de grandes intelectuales, el jazz, está sufriendo en nuestro país un embate, en el que la poca difusión juega un papel fundamental. El jazz atraviesa por muchas dificultades, una de las principales, la poca atención que los medios masivos de comunicación ponen a este sector. El pianista mexicano Héctor Infanzón, en entrevista para Milenio, menciona al respecto: “Es importante crear una cultura de promotores, específicamente para estos géneros y muchos otros que conciernen a la música. Es importante crear públicos, promover, pero ésta es una labor que también debemos hacer nosotros, no dejar todo en manos de las instituciones. Tenemos que crear y crear con la conciencia de proyectar nuestro trabajo”. 4 Existen periodistas interesados en este género en los últimos tiempos, por ejemplo Antonio Malacara (periodista de La Jornada, diario capitalino), Xavier Quirarte y Alain Derbez, que se han dado a la tarea de no dejar en el olvido a este exquisito género musical, intentando involucrar a la ciudadanía en él. Tomando en cuenta que el jazz es sonido, mi interés se dirige a documentar, por medio de un radiorreportaje, toda esa historia desconocida para el grueso de la población, pues es un género musical que existe, aunque a veces no lo parezca. Además me importaanalizar cuál es el presente y el futuro de este ritmo que promete mucho, siempre y cuando, reciba el apoyo y la atención que se requiere. En el libro "El jazz en México, datos para una historia", se da cuenta de la situación de la radio mexicana y su relación con el jazz desde que la historia de aquélla se inició en los veinte. Algo que caracteriza a la radio mexicana es la falta de continuidad que destina para el jazz en general, y esto se agudiza en cuanto al jazz que se hace y se ha hecho en México. A lo largo de este trabajo deseo reflejar todas las dificultades por las cuales atraviesa este género en nuestro país, y la necesidad de apoyo que pide a gritos para no sucumbir en esta lucha contra la poca difusión, en contraste con el reciente interés entre el público. La presente investigación busca mostrar la problemática que enfrenta este género en cuanto a difusión radiofónica, debido a las escasas estaciones dedicadas a divulgar la síncopa, el poco público que puede disfrutar de él y la participación que tiene el género en la industria discográfica. También es de suma importancia, mostrar la cultura jazzística y la nueva ola de músicos y jóvenes interesados en escuchar el género, que promete rescatar a este ritmo. 5 En la nota del 24 de febrero de 2007, publicada en Milenio, Héctor Infanzón considera que el jazz en México actualmente vive un repunte, “realmente surge a partir de que hay más propuestas. SI no hay nada de qué hablar, es difícil que crezca como lenguaje. Actualmente hay más lugares donde se toca jazz, hay movimiento, se escucha nueva discografía”. Por eso al jazz hecho en México puede considerársele como parte de aquellas “Músicas Dormidas” de las que habló Rufino Tamayo en su pintura. A este artista plástico lo atacaron por no hacer pintura a la “mexicana”. A lo cual él contestó en reiteradas ocasiones que la suya ya lo era y en mayor escala que la de los reconocidos muralistas, pues ellos se quedaban en la superficie, mientras que el “bajaba en profundidad a las esencias de lo nacional”. Así sucede con el jazz, una música con lenguaje propio que se vuelve vocero de quien lo interpreta, adaptada a las circunstancias y al momento histórico. En México, los músicos de jazz son gente preparada y estudiosa, talentosa y positiva. Los instrumentos no nacen con nacionalidad, pero los músicos llevan la suya en las manos. Los jazzístas en México, como ya lo mencioné antes, son los grandes desconocidos de la generalidad, debido a un eterno círculo vicioso que no termina por romperse: la falta de difusión de su música. El interés de Antonio Malacara por colocar dentro del gusto del público a la música sincopada lo llevó a realizar el Festival Nacional de Jazz 2008 que, tal como lo menciona el periódico El Universal con fecha del 13 de febrero, “luego de más de medio siglo de intentos por organizar un foro donde tuvieran representación los diversos grupos de jazz del país, músicos y especialistas en esta disciplina anunciaron la realización del Festival Nacional de Jazz 2008, del 15 de febrero al 16 de marzo en cuatro diferentes sedes del Distrito Federal”. 6 Malacara recordó: “ha habido muy buenos intentos, como el Festival Internacional de Jazz de la Sala Nezahualcóyotl, pero de repente desaparecieron”. Fue en 1964 cuando se realizó el último esfuerzo por organizar un festival nacional, cuando debutó el músico Juan José Calatayud. Nuestro país es una gran mezcla compleja y multicultural, debido a esto hay una amplia cantidad de artes que no forman parte de los intereses del grueso de la población. De acuerdo con Pierre Bourdieu, en su libro La Distinción, “toda cultura es el resultado de una dinámica social específica y responde a las necesidades de una colectividad”. La cultura, entendida de esta manera, es la respuesta de un grupo social al reto que plantea la satisfacción de las necesidades básicas que tiene toda comunidad humana. De tal suerte que se le debe tomar como un proceso colectivo de creación y recreación; como herencia acumulada de generaciones anteriores y como un conjunto de elementos que pueden ser transmitidos de grupo a grupo, aceptados o reinterpretados. Con tales señalamientos se puede afirmar que el jazz es cultura, y también una realidad que no debe ser ignorada ni soslayada en ningún enfoque de política cultural. En México la cultura y gusto por el jazz, se ven restringidos debido a la problemática que sufre por la poca difusión: ha quedado en manos de sus protagonistas, los músicos y el público, y de algunos trasnochados de la radio y el periodismo. Juntos lo han mantenido vivo y vigente a lo largo de seis décadas. Esto se puede comprobar al leer el prefacio del libro Datos para una historia aún no escrita, del músico, historiador y periodista, Alaín Derbez, en el que dice “El tamaño de este asunto, producto de los datos aquí vertidos, permitirá al lector defenderse de todo aquel que sin el menor empacho salga con la batea de babas de que el jazz en México no existe o ha existido. Está en la labor de los jazzistas que han trabajado como catalizadores de la música comercial y no comercial en el 7 siglo veinte mexicano, y está en eso que se ha hecho y se sigue haciendo anunciado como jazz, escuchado como jazz”. Las emisoras radiofónicas con las que este género cuenta para su difusión, realmente son escasas. Podemos mencionar el caso de Horizonte, que es una estación del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), en la cual se programa en su mayoría jazz, combinándolo con Blues y New Age; y otros pequeños espacios de unas horas en los que Radio Educación (programa producido desde principios de los noventa por Alain Derbez, con el mismo nombre del libro antes mencionado, Datos para una historia aún no escrita), Radio Universidad Panorama del jazz (programa conducido por Germán Palomares Oviedo) o Radio Ibero, que programa eventualmente música sincopada, se dedican a difundir este género musical. El jazz, además de enfrentar los prejuicios de quienes lo consideran elitista, intelectual e incomprensible, tiene que hacerlo también con las posturas oficiales, para quienes esta música no resulta popular ni aprovechable para fines propagandísticos dentro del territorio. En una nota publicada el 24 de febrero de 2007 en el rotativo Milenio, con motivo del séptimo aniversario de la estación 107.9 Horizonte, Héctor Infanzón declaró: “Los artistas debemos buscar independencia, crear una infraestructura para no depender en momentos en los que puede haber altibajos presupuestales, para no sufrir los ires y venires sexenales”. El nuevo jazz nacional sigue explorando y recreando el sonido y el silencio con la más absoluta de las libertades, desde un punto de vista universal que, a pesar de los embates mercantiles, la ignorancia gubernamental, el malinchismo, entre otros no ha podido ser aniquilado y, de hecho, surge como una forma de redefinir la civilización y el arte del sonido en el siglo XXI. 8 Pierre Farel: Música jazz 9 I. Nueva Orleans: La cuna del jazz “La música es tu propia experiencia, tu sabiduría, tu pensamiento. Si no lo has vivido, no saldrá de tu instrumento” Charlie Parker Platón dijo alguna vez “la música es lo que la gimnasia para el cuerpo” y Nietzsche “sin música la vida sería un error”; coincido con ellos, pues la música ha sido compañera del ser humano desde los comienzos de su historia, empezó como una forma de expresión artística de la humanidad para comunicar los sentimientos, emociones y sensaciones que surgen en el transcurso de la vida y pretenden mostrar un estado del espíritu. A lo largo de toda nuestra existencia estamos en contacto directo con la música,ya sea cuando nos despertamos, durante el camino a la escuela o al trabajo, al ir de compras, al centro comercial y viendo televisión. Las películas están llenas de melodías que apoyan los argumentos o las escenas. ¿Quién no quedó marcado por esos sonidos que, combinados armoniosamente, pueden llevarnos por lugares inimaginables? según la clasificación que alguna vez hizo Immanuel Kant de lo bello y lo sublime: “Como todo hombre sólo se siente feliz en tanto satisface sus inclinaciones, la sensibilidad que le capacita para disfrutar grandes placeres sin exigir aptitudes excepcionales, no es tampoco cosa baladí”.1 Eso es la música. 1Kant, Immanuel; Lo bello y lo sublime: fundamentación de la metafísica de las costumbres. 10 En esa búsqueda de la felicidad, sin duda alguna, la música forma parte de nuestra vida, nos acompaña a todos lados o nosotros la acompañamos a ella. Así este tipo de arte -como lo han denominado- forma parte de ese placer de vivir. Podrías cerrar los ojos e imaginar un lugar iluminado por una tenue luz, agudizas el oído, ¿qué escuchas? una melodía tranquila inunda el aire y puede llenarte de sensualidad, alegría, pasión, tristeza, melancolía, dolor o desesperación. Según el libro escrito por Robert L. Hilliard2 no importa cómo definamos la música, siempre es un reflejo de la cultura y, a la vez, constructora de ésta. “La música contemporánea es el discurso de la juventud. Da una sensación de libertad psicológica a quien la escucha y de libertad artística a quien la interpreta”3, en tanto que la música popular “…es un fenómeno sociológico, en parte porque muestra las posibilidades de crecimiento y el cambio de una sociedad, en especial de una sociedad joven”.4 Así, con el transcurso de los años, todas las culturas crearon manifestaciones musicales ligadas a diferentes grupos sociales y a sus acontecimientos, y es como forma de expresión de estos últimos que surge, en medio del ambiente desolador de un país dividido por los intereses partidistas, una de las expresiones artísticas más importantes del siglo XX: el jazz. A finales del siglo XIX, en Nueva Orleans, se gestaba este nuevo sonido que cambiaría lo que hasta ese entonces se conocía musicalmente. Los barrios africanos, debido a la marginación que sufrían, necesitaban un ritmo propio que los diferenciara de los demás y al finalizar la Guerra de Secesión los esclavos iniciaron reuniones en las cuales la música era su principal afición: “la música era México, Grupo Editorial Tomo, 2004, p. 170. 2 L. Hilliard, Robert; Guionismo para radio, televisión y nuevos medios. México, Internacional/Thompson Editores, séptima edición, p. 246. 3 Ibidem, p. 246. 4 Idem, p. 246. 11 Dixieland Band Tomada de www.musicjazz.net/steamboat 15/04/08 fundamental para el africano. Y la música, agradecida, iba a ayudarle a soportar la angustia de la esclavitud. A fin de cuentas, el equipaje de un esclavo sólo contenía ritmo y melodía. Los negros africanos, poseedores de un gran sentido religioso, aceptaron con facilidad el cristianismo”.5 Con la mezcla de tres tradiciones: la autóctona estadounidense, la africana y la europea6, fue que se originó uno de los géneros sonoros más exquisitos; tanto por la libertad del intérprete al realizar su ejecución como por la diversidad de instrumentos que pueden ser utilizados, pero principalmente por el significado social que representó para ese grupo; nacido en los barrios más bajos de la ciudad de Nueva Orleans. Tomando como referencia la Enciclopedia de Historia Universal: El siglo XIX en Europa y Norteamérica sabemos que la lucha de los estados del norte contra los recién formados estados Confederados de América, integrados por 11 estados del sur que buscaban su independencia, dio como resultado uno de los 5 http://comunagroove.blogspot.com/2005/08/el-jazz.html. Fecha de consulta: 12 de octubre de 2007 6 El músico pedagogo colombiano Manuel Antonio Rodríguez menciona en el artículo, titulado El jazz, publicado en la página www.musicalafrolatino.com: Los esclavos africanos llegaron en embarcaciones europeas Según las estadísticas, el mercado de esclavos africanos tuvo un saldo de 15 millones de hombres, mujeres y niños. La mayor parte de esta cifra fue a parar a América. El negro africano era fuerte y trabajaba por un pequeño jornal: comida y choza. Fuera de eso, nada poseía, excepto el recuerdo imborrable de las danzas y cantos de su África natal. Sin embargo, con la evangelización de la iglesia cristiana (sobre todo la baptista y metodista), los esclavos encontraron en el Antiguo Testamento numerosas analogías aplicables a su situación y a en las corales una forma de expresión musical. Pero, acostumbrados como estaban a iniciar sus ritos religiosos con canciones y bailes, pronto empezaron a introducir palmas y movimientos rítmicos en las vehementes reuniones de los campamentos del Sur, a finales del siglo XIX. De manera espontánea, los negros de las comunidades protestantes fueron hilvanando himnos religiosos: los spirituals. 12 enfrentamientos más sangrientos en la historia de los Estados Unidos: la Guerra Civil. Durante los casi cuatro años que duró esta guerra, de 1861 a 1864, se disputaron alrededor de 391 batallas en las cuales murieron aproximadamente un millón de personas; el objetivo buscado era la abolición de la esclavitud. Este fue uno de los episodios más traumáticos para la historia de la que hoy es la nación más importante del mundo, sin embargo resolvió dos problemas fundamentales que hasta ese momento habían dividido a Estados Unidos desde 1776: finalizó con la esclavitud, abolida totalmente por la proclamación de la décimo tercera enmienda a la constitución, en diciembre de 1965; y consolidó a Estados Unidos en una sola nación.7 A partir de ese momento los músicos negros, ya liberados, se reunían en antros para interpretar y recordar la época en la que los campos de algodón eran su modo de vida y su única forma de expresión era el canto y la música: “En algunas épocas se había alejado de la música. Épocas semiolvidadas ahora, en que había trabajado en los ferrocarriles y cosechado algodón… Sentía el latido del 7 Enciclopedia Historia Universal: El siglo XIX en Europa y Norteamérica. Tomo 17 Lima, Perú; Ed. Salvat, 2005, 389-420 pp. Esclavos en Virginia Tomada de www.taringa.net 15/04/08 13 pulso del tambor en las profundidades de su ser, transportándolo, y los acordes del piano con armonías que reflejaban en su mente hermosas sonoridades.”8 La música popular en sus múltiples formas tiene sus raíces más profundas en el jazz norteamericano, una forma de expresión que produjo un fuerte impacto en el resto del mundo. Pero no siempre fue tan aceptada como en la actualidad, en sus inicios era considerado un ritmo indecoroso, esto debido a que se escuchó y creo en lugares de baja categoría y nivel socioeconómico inferior. La aceptación del jazz a nivel mundial es evidente, así como la gran aportación que hizo al arte norteamericano tan falto de cultura e identidad propia. A partir de su surgimiento y evolución, la música sincopada (este término se utiliza como sinónimo de jazz) creó una gran cantidad de ritmos, ha visto desfilar infinidad de músicos, algunos virtuosos y otros no tanto, pero principalmente fue adoptado como un estilo de vida. La historia del jazz tiene sus altibajos, es entretenida y está llena de diversos matices ligados directamente con los sucesos sociales de Estados Unidos. Siempre expresandocon cada una de sus notas la situación política del momento. Esta música ha creado, a lo largo del tiempo, una cultura viva intentando impulsar en torno a ella, una industria que pretende crecer a través de su incursión en diversas disciplinas: danza, escultura, pintura y la gran influencia que ha tenido en el cine en los últimos años. Podemos comprobarlo mencionando uno de los ejemplos más importantes de influencia de la síncopa en el mundo literario: Julio Cortázar, en la mayoría de sus libros crea atmósferas utilizando como recurso literario el jazz. Su libro más 8 Boechman, Charles; Breve historia del jazz Estados Unidos, Ed. Victor Lerú, segunda edición, 1979. p. 14 14 destacado es Rayuela y El perseguidor, un cuento corto basado en la vida del célebre músico Charlie Parker. Sin embargo, para no caer en los convencionalismos, mencionaré una corriente muy relacionada con la síncopa desconocida para muchas personas, los escritos de la Beat Generation9. Un artículo de Jordi Jové, literato y académico español, publicado en la revista virtual Ediciones litoral muestra la relación existente entre el jazz y la poesía: “En réquiem por Bird Parker, Gregory Corso escribe: ‘en una habitación/ en la cual un viejo saxo/ descansa en un rincón/ como un puñado de arroz/ pensando en BIRD’. Otros poemas recuerdan la música de los lunáticos cantantes y compositores del jazz. Kerouac en su poemario México City Blues reproduce el ritmo bop, y el fraseo jazzístico que sigue tocando más allá con un ensordecedor torrente de sangre animal”.10 Y no hay otra manera de comprender la síncopa que conociendo cómo esta música surgió en la Unión Americana y las influencias que intervinieron en su desarrollo. Será en esta medida que analizando el crecimiento del jazz desde su comienzo veremos las diversas transformaciones que sufrió, y sigue sufriendo, con el paso de los años. 9 Fue la generación de los derrotados. El término Beat Generation tuvo sus orígenes con John Clellon Holmes y Jack Kerouac que describían así a la gente de su edad que vivía en Nueva York a finales de los 40´s. Viene de ‘beaten down’ (derrotado), reflejando la desesperación frente a una sociedad barrida por la depresión económica, la segunda guerra mundial y la amenaza de la bomba atómica. Los beatniks optaron, vista la situación, por una actitud que se despojase de todas las falsas moralidades y mostrara al hombre desnudo y sincero. Esta celebración del individuo como único, que rechazaba todas las posturas políticas por considerarlas intrínsecamente opresivas, tiene mayor valor considerando la política norteamericana del momento, no sólo reflejada en el anticomunismo atroz o en el desmesurado crecimiento de la burocracia, sino en la aplicación de técnicas como el electroshock o la lobotomía para tratar ‘enfermedades sociales’ como la homosexualidad o el inconformismo. 10 http://www.edicioneslitoral.com/227/227texto02.html. Fecha de consulta: 7 de octubre de 2007 15 1.1 Gritos de la esclavitud; orígenes sonoros del jazz Luc Delannoy, filósofo y profesor de la Escuela Nacional de Música de México, asegura que la música es una facultad inherente a la naturaleza humana, no una habilidad adquirida. En su opinión, el hombre necesita la música para sobrevivir “tanto como respirar y comer”. En una entrevista realizada por El heraldo, de Colombia, Delannoy comentó: “Es cierto que en las humanidades y en el mundo entero se considera que la música es cultural, es decir que proviene y nace de ella. Nosotros decimos que no, que la música es natural, es decir que es una manifestación natural del ser humano, que ha creado y formado culturas…En resumen digo: la música es cultura, no es cultural, es natural, sale del hombre, regresa al hombre y participa en culturas”.11 Así iniciaremos este viaje remontándonos a los primeros años, en los cuales comenzó la germinación de la semilla que más de un siglo después se convertiría en lo que hoy conocemos como jazz. Al ser una música de mezclas, de orígenes latinos y caribeños, los ritmos africanos han formado siempre parte de la música sincopada. Pero, esta música clásica de la cultura afroamericana del siglo XX, no es una creación espontánea que surgió una noche en Nueva Orleans. Tuvieron que pasar algunos años para que este sonido germinara lentamente de sus raíces criollas. Las investigaciones realizadas por Delannoy, en el libro ¡Caliente! Una historia del jazz latino, remontan las raíces del jazz a la invasión de Europa y de África por los árabes, quienes después de conquistar a Egipto, por el año 700, 11 http://concienciamusical.blogspot.com/2006/06/entrevista-luc-delannoy-el-heraldo.html. Fecha de consulta: 7 de octubre de 2007 16 Esclavos Tomada de www.redeco.com 15/04/08 desembarcaron en la isla de Pemba; en este lugar es la primera vez que entran en contacto con las tribus bantúes. Para el siglo IX, las guerras santas y los mercaderes de África septentrional introducen la lengua árabe y el Islam. Durante esas conquistas, la arabización de la música africana y europea es inminente; pero, también la africana tiene gran repercusión en el desarrollo de los ritmos árabes, que años después marcaría la música de Francia, Portugal y España. El comercio de negros “plantea interrogantes directos a las sociedades contemporáneas, debido a varios factores: el silencio general que pesó sobre ella en el pasado, la violencia extrema que la acompañó, el carácter de los discursos que han tratado de justificarla y la perdurabilidad de sus desastrosas consecuencias”.12 Por otra parte, la trata generó interacciones importantes entre los pueblos de África, Europa, las Américas, la región del Océano Índico, el mundo árabe-musulmán y Asia, transformando de forma honda y duradera sus culturas, conocimientos, creencias y conductas. Algunos de los movimientos culturales y artísticos más importantes del siglo XX – el cubismo, el jazz y el hip-hop, por ejemplo– fueron el resultado de esas interacciones. 12 http://www.unesco.org/bpi/pdf/memobpi50_slavery_es.pdf Fecha de consulta: 10 de octubre de 2007 17 La idea de vender gente como esclavos es tan vieja como la civilización. Los esclavos han existido desde las antiguas culturas de Sumeria, Egipto, las tribus hebreas, en la sociedad griega y romana y hasta en los tiempos modernos. El comercio intercontinental de esclavos comenzó en el año 1400, cuando los exploradores portugueses trajeron negros del África y los vendieron como esclavos “por el bien de sus almas africanas”, como ellos decían. En los 400 años siguientes, el tráfico de esclavos prosperó. Los exploradores, viajantes, capitanes de navíos y piratas se dieron cuenta de que era realmente un muy buen negocio arriar gente indefensa en las selvas de África o Sudamérica y transportarla a ultramar. Se estima que unos 15 millones de negros africanos fueron vendidos en distintas partes del mundo y buena cantidad de esa cifra llegó a América.13 En los tiempos en que Luisiana era colonia francesa, su capital, Nueva Orleáns, se encontraba en manos de los españoles. Durante más de un siglo, la cuidad siguió bajo el dominio de España para después pasar a manos de Francia por un breve periodo (de 1800 a 1803). En esa época la ciudad de Nueva Orleans tuvo una gran afluencia de esclavos de islas caribeñas dominadas por Francia y España. Al finalizar una rebelión en Haití, algunos esclavos huyeron a Cuba, pero otros embarcaron rumbo a Estados Unidos.14 Los esclavos se introdujeron en las colonias del norte, pero a medida que se fue desarrollandola economía del tabaco y del algodón de las colonias del sur, se necesitó allí gran número de peones. Con el tiempo surgieron de esas poblaciones los spirituals, los blues y los primeros sonidos de la música de jazz.15 13 Enciclopedia Temática Océano. Tomo II España; Ed. Océano, 1997, pp. 271-282. 14 Enciclopedia Temática Océano; op cit; pp. 324-326. 15 Boechman, Charles; Breve historia del jazz 18 La música, como en todas las culturas, era fundamental para los esclavos. Así trajeron consigo su sentido del ritmo y melodía, indispensables para las ceremonias y danzas que marcaban sus tradiciones, que les ayudó a soportar la dura vida que llevaban ahí. A lo largo de la ciudad de Nueva Orleans se desplegó una gama que incluía desde la música africana, que resistió el proceso de asimilación en ese nuevo lugar, hasta las melodías francesas y españolas mezcladas con ritmos africanos. Los esclavos tocaban sus instrumentos caseros cuando se reunían alrededor de sus cabañas, por la noche, después del trabajo agotador en las plantaciones. Poco a poco se fueron alejando de sus tradiciones, de modo que comenzaron a absorber la música de sus amos blancos; cantaban sus propias versiones de las melodías más populares del momento, con su propio estilo de spirituals, que eran el lamento de un pueblo reprimido por la tierra prometida, y blues. “Las diferentes comunidades (cubanas, haitianas, mexicanas, españolas, francesas, italianas, negras, entre otras) vivían en cierta armonía, hasta que después de que el Tribunal Supremo negó, en 1857, la ciudadanía a los negros, éstos iniciaron la Guerra de Secesión; esta cohabitación sería definitivamente quebrantada dando como origen una gran segregación racial”.16 Estados Unidos, Ed. Victor Lerú, segunda edición, 1979. 16 Delannoy,Luc; ¡Caliente! Una historia del jazz latino México, D.F. Ed. FCE, 2001, p.31. Spirituals Tomada de www.authentichistory.com 15/04/08 19 La religión jugaba un papel importante en la música de la clase subyugada, así “la música religiosa de los tiempos de la esclavitud es importante para quien quiere estudiar el jazz porque investiga los orígenes del ritmo y de las ideas melódicas espontáneas”.17 Otro antecesor del jazz fue la canción de trabajo del esclavo negro. Éste se había dado cuenta de que sus labores se hacían más fáciles al compás de la música. Estas canciones se interpretaban, al igual que los himnos religiosos, teniendo un guía cuya función era cantar una estrofa para después ser repetida por los trabajadores con un murmullo o un grito al unísono. Charles Boechman, autor del libro Breve historia del jazz18, menciona “en los territorios latinos el esclavo tuvo más libertad para aferrarse a sus tradiciones y costumbres nativas. Por ejemplo, en Nueva Orleans existía un área de la ciudad llamada Congo Square que era destinada a los esclavos para que se congregaran los domingos y bailaran en su estilo nativo”. “En Congo Square se podían oír los ritmos de África, mientras en otra parte de la ciudad se realizaba un desfile, más allá una cuadrilla y a pocas cuadras un grupo de esclavos cantaban himnos en ritmo de blues”.19 No es de extrañar que Nueva Orleans se convirtiera en la ciudad más importante del jazz y la cuna de tantos grandes intérpretes del género como: Louis Armstrong, King Oliver, Jelly Roll Morton y muchos más. 17 Boechman, Charles; op. cit.; p. 22. 18 Ibidem. p. 23. 19 idem, p. 24 Louis Armstrong Tomada de http://a.abcnews.com 15/04/08 20 Sin embargo, el sociólogo francés Roger Bastide explica “con la prohibición por parte de las autoridades de las prácticas públicas de las danzas, los negros – por supuesto, incluyendo a los músicos- buscaron refugio en las tabernas; abandonaron los instrumentos africanos y tomaron los de los blancos: el piano y la trompeta”.20 Las logias, que eran una especie de sociedades secretas o incluso sociedades de beneficencia. Más de cien habían surgido y desempeñaron un papel importante en la vida del negro y por extensión en los comienzos del jazz. Así, en ese tiempo la música tuvo un efecto liberador dentro del ambiente de diversidad étnica y lingüística, dejando de lado las exclusiones que el sistema imponía a los esclavos. Es necesario saber que no es sólo en Nueva Orleans donde surge el jazz, independientemente de ella se produjeron estilos parecidos en Menphis y Kansas City. Antes de producirse el estilo de jazz en Nueva Orleáns existía ya el ragtime (era una especie de relajamiento emocional después de todos los llantos, emociones y tención del funeral), por 1890 aproximadamente, cuya capital no fue esta ciudad, sino Sedalia, al sur del estado de Missouri. A pesar de ser el ragtime una gran influencia para la creación sonora del jazz, le faltaba el rasgo decisivo de éste: la improvisación. No se sabe con certeza en qué año fue que el jazz adquirió un sonido “definido”, sin embargo existe una declaración realizada por uno de los primeros músicos que se separaron de la interpretación tradicional del ragtime, Jelly Roll Morton, en Nueva Orleans; en el libro El Jazz, Tiempo Presente: “Yo inventé el jazz en 1902”21 y en unas tarjetas se autodenominaba como creador del ragtime. 20 Bastide, Roger; Las Américas negras: las civilizaciones africanas en el nuevo mundo Madrid, Ed. Alianza, 1969, 226 pp. 21 Berendt, J.E; El jazz, tiempo presente Alemania, Fondo de Cultura Económica, 1962. p. 17. 21 Ambas afirmaciones no se pudieron comprobar y fueron tomadas como presunción. Se puede pensar que en realidad no existe un lugar preciso que sitúe el nacimiento del jazz; sin embargo, desde sus inicios se comprobó la gran influencia de la música afrocubana, los ritmos mexicanos y la música europea. Debido a la gran actividad mercantil en Nueva Orleans, que traía consigo un amplio intercambio cultural y sonoro. Tal como se verá más adelante, al conocer el desarrollo del jazz y la influencia cultural que influyó y enriqueció el género sincopado. 1.2 El mestizaje y su influencia en el género de la síncopa A lo largo del siglo XIX, Nueva Orleans fue una ciudad abierta, en la cual convergían con toda naturalidad varias corrientes culturales: se escuchaba ópera, música clásica, criolla, latina, autóctona y la música local. Así el género sincopado recibió una gran aportación de estas corrientes artísticas, desarrollando muchos estilos de jazz. Orquesta de Jelly Roll Morton, primero de la izq. Tomada de http://www.nfo.net/usa/m2.html 15/04/08 22 Como todas las artes, ha tenido sus altibajos, pero siempre marcados por la influencia de diferentes formas musicales de orígenes, tanto latinos, como europeos y del oriente. Las investigaciones documentales realizadas por el crítico alemán Joachim Ernest Berendt, considerado uno de los historiadores y teóricos más importantes de la cultura jazzística, mostraron que el hecho de que este género se desarrollara particularmente en esta ciudad, no es azaroso; existen cuatro razones fundamentales por las cuales Nueva Orleans adquirió una gran importancia para el proceso creativo del jazz, pues aproximadamente el 50% de los músicos de jazz se iniciaron ahí. La primera razón es la antigua cultura franco-hispana de la ciudad del Delta; la segunda, las tensiones y diferencias que se produjeron por el enfrentamiento entre las dos poblaciones negras, que eran tan distintas entre sí, la criolla y la americana. Se consideraba un honor el pertenecer algrupo de negros criollos. Frente a ellos los negros americanos son más africanos. Los negros americanos representaban al pobre proletariado de negros sin recursos de Nueva Orleans, y los negros criollos veían a los americanos con la conciencia de clase, de casta y social que tienen todas las razas de color. Otra de las cosas que motivaron a este ritmo fue la rica vida musical de la ciudad, en lo que se refiere a la música de arte y de diversión europea, a la que se enfrentaban constantemente los negros. Finalmente, el hecho de que todos estos elementos disímiles fueran reunidos en Storyville, el barrio de las diversiones de la ciudad, con sus innumerables establecimientos de toda clase, sin prejuicios y diferencias de rango. La diferencia cultural era visible, pero en Nueva Orleans existieron dos grupos totalmente distintos de músicos, y esta divergencia se reflejó en la música. 23 Band de negros Tomada de www.tallerdemusics.com/web/01- 15/04/08 Anteriormente se mencionó la gran influencia franco-criolla, por ejemplo el festival merdi gras, o martes de carnaval (aunque su traducción original del francés, por extraño que parezca, es, de forma literal, martes gordo) que se ha convertido en una de las expresiones más importantes de esta bulliciosa ciudad. También los funerals, o sea los sepelios durante los cuales los músicos de jazz acompañaban a los muertos hasta el cementerio tocando música triste, y volviendo de éste con música alegre. De ésta y otras influencias surgieron ritmos tales como el hot, el cual se basa en expresar lo que se siente, es un estilo del calor en la expresión llevado a su extremo. La primera banda de jazz en Nueva Orleáns fue dirigida por el cornetista Buddy Bolde. Pero el jazz no era un privilegio exclusivo de negros. Desde el comienzo aparecieron bands de blancos, como la de Papa Jack Laine que era considerado como el padre del jazz blanco. “Papá Laine afirmaba que su banda había sido la primera en tocar el estilo ragtime”.22 Así formaron un estilo especial, menos expresivo, pero con mayores recursos técnicos; mientras que en las bands negras era más importante el entusiasmo y la alegría. Es por esto que en la unión de razas, que fue tan importante para el nacimiento y desarrollo del jazz se encuentra el símbolo de la reunión, que caracteriza al jazz en su naturaleza musical nacional e internacional, social y sociológica, política, expresiva y estética. 22 Boechman, Charles; op.cit. p. 54. 24 Los estilos diferentes de jazz se vieron empapados con la mezcla cultural de todas las ciudades, pero también en los elementos técnicos y armónicos que se fueron agregando. Por ejemplo, uno de los estilos más antiguos de la síncopa que es el two-beat jazz23 y, en oposición a este, se formó el Swing.24 Hasta este momento en nuestro recorrido histórico para conocer el desarrollo del jazz se comentaron las contribuciones realizadas a este género, principalmente por parte de los negros norteamericanos. En general, cuando se escuchaba algo nuevo y fresco del jazz, provenía de la rica imaginación de los negros –esta afirmación es comprobable revisando todos los libros cuyo tema principal es el desarrollo del jazz- quienes desde el inicio del género reflejaron la lucha de clases y actitudes de la sociedad afro americana. De esta manera los movimientos del jazz bop y cool, en la década de los 40 y 50, reflejaron el rechazo por intentar agradar al hombre blanco, conformándose con la imagen estereotipada que éste tenía del negro. Sin embargo, a pesar de la importancia obvia del negro para el jazz, sería egoísta pasar por alto las contribuciones que realizaron los músicos blancos para la evolución musical de la síncopa. En relación a esto algunos musicólogos, como J. E. Berendt, insisten en que el jazz contiene más ritmos europeos que africanos. En 1941, los Estados Unidos entraron oficialmente en guerra y buena parte de los músicos de jazz se vieron obligados a vestir el uniforme militar y a colaborar con las bandas del ejército o a grabar discos destinados al esparcimiento de la 23 La palabra “beat” significa golpe, punto de gravedad rítmica. El compás del two-beat jazz consiste en dos golpes, de dos puntos de gravedad rítmicos. 24 “Swing” se emplea en dos sentidos. En primer lugar designa un elemento rítmico. Este elemento se encuentra en todos los estilos, fases y maneras interpretativas del jazz, al grado de poder decirse que: sin swing no hay jazz. Por otra parte se designa como swing el estilo de los años 30, del cual el jazz obtuvo sus mayores éxitos comerciales. 25 tropa. En Europa tampoco se respiraban buenos aires para esa música que los nacionalsocialistas calificaban de degenerada. Fue la influencia de la guerra en la vida de los músicos y sobre todo las ansias de innovación de los más jóvenes, lo que contribuyó a una profunda renovación del jazz. Los músicos de jazz, quienes ya no encontraban en el mundo del espectáculo el lugar adecuado para expresar su talento, simplificando las cosas, hicieron del club Minton´s Playhouse la cuna de un nuevo estilo, el bebop, que tiene en Charlie Parker y Dizzy Gillespie a sus líderes indiscutibles. Se convirtió en el punto de cristalización, como cuarenta años antes lo había sido Nueva Orleáns. “Y así como entonces había sido absurda la pretensión de Jelly Roll Morton de haber ‘inventado’ el jazz, sería igualmente absurda ahora la pretensión de cualquier músico de haber ‘inventado’ el jazz moderno”.25 Si Louis Armstrong representó en su momento la toma de conciencia del solista dentro de las formaciones del jazz, los bopper representaron una toma de conciencia mucho más amplia, se trata de volver a los orígenes, de reinterpretar y reescribir la tradición mediante la exploración de nuevas armonías, la ampliación de los registros sonoros y explotar todas las posibilidades de los ritmos y los tiempos a la vez. Entre los nuevos músicos Thelonius Monk sería uno de los primeros en adaptar el piano al bebop, igual harían Charles Mingus con el contrabajo y Miles Davis con la trompeta; entre otros muchos. 25 Berendt, J.E; op. cit. p. 35 Dizzy Gillespie Tomada de www.britannica.com/ 15/04/08 26 Billie Holiday Tomada de www.apoloybaco.com 15/04/08 La escena del jazz de la segunda mitad de los años 40 era un auténtico hervidero, pues ante el nacimiento del bebop, los representantes de la tradición trataron de revitalizar el estilo de Nueva Orleans, a la vez que la música afrocubana, instalada en Nueva York, se adueñó de buena parte de las salas de baile. En su investigación, sobre la historia del jazz, Boechman describe que esta fue la época del gran triunfo de la cantante Ella Fitzgerald, con unos recursos técnicos incomparables como el scat, forma vocal basada en sílabas onomatopéyicas (ya utilizada por Louis Armstrong) que permite competir con la improvisación instrumental. Junto a ella destacaron como las más grandes figuras del jazz vocal Billie Holiday, con un estilo más intimista; y Sarah Vaughan, la cantante más emblemática del bebop. Una huelga de grabación entre los años 1942 y 1944, un impuesto prohibitivo a los espectáculos - el cual hizo cerrar a muchos de los salones de baile- y la creciente acogida del público a los cantantes populares, condenaron a las Big Bands a su extinción. Al mismo tiempo, la eliminación de las pistas de baile en mucho de los clubes convirtió al jazz en una música estrictamente para ser escuchada. Al ser elevada a nivel de música de arte, el jazz se aisló del mundo de la música popular y su público disminuyó drásticamente, mientrasotros estilos más simples se creaban para llenar el vacío. Ya en la década de los cuarentas la música sincopada renovó sus sonidos creando ritmos como el cool jazz, música fría y falta de expresión, y free jazz, 27 música fresca. Así para Berendt “el desarrollo del jazz moderno encontró pronto su camino a formas menos abstractas, más llamativas y vitales”.26 La música ya no era una forma libre continua, sino que los músicos gozaban de libertad completa en sus solos para crear cualquier sonido que les pareciera adecuado. Aunque este estilo ha sido oscurecido por otros desde los setenta, es todavía una opción viable para los improvisadores y sus innovaciones continúan influyendo indirectamente en la corriente moderna del jazz. La década de los sesenta, se reconoció como la era de la fusión, cuando muchos de los jazzistas integraron aspectos del rock, rhythm and blues, y música pop con su propia música. En El jazz: de Nueva Orleans al jazz rock27, Berendt señala que “hasta fines de los sesenta, el jazz y el rock se mantuvieron separados, pero con el surgimiento del teclado electrónico hubo mucha experimentación. Se comenzaron a formar grupos que combinaban la improvisación y musicalidad del jazz con la fuerza y ritmos del rock…” “Ya en 1975 este movimiento comenzó a quedarse sin combustible artístico, pero debido a su potencial comercial ha continuado hasta hoy, frecuentemente en una forma aguada como mezcla del pop instrumental y recibiendo el inexacto nombre de jazz contemporáneo o acid jazz”.28 A lo largo de todos estos procesos evolutivos y de metamorfosis musical, han existido con regularidad personas que hablaban del fin de la música de jazz cada vez que había un cambio radical de estilo. Sin embargo la base rítmica sigue manteniéndose, logrando que nuestros oídos puedan seguirla escuchando. 26 Berendt, J. E; op. Cit. p. 40 27 Berendt, J.E. El jazz: de Nueva Orleans al jazz Rock México, Ed. FCE. 1986, 3ra ed. 730 pp. 28 Ibidem 28 Así podría seguir recorriendo, no sólo la historia de la síncopa, sino la vida y obra de esos músicos representativos de cada tendencia, además de los diferentes estilos y evoluciones por las cuales atravesó el jazz; mas sería necesario dedicar una investigación completa para descubrir y describir todos los procesos que han acontecido con este ritmo. Se han escrito gran infinidad de libros destinados a la historia de este género musical y a través de ellos podemos conocer - de diferentes puntos de vista- el acontecer del jazz; pero no deseo que parezca una clase de historia, sino por el contrario, este trabajo periodístico tiene la intención de ofrecer un panorama del jazz, desde sus orígenes, desarrollo y evolución. 1.3 La música latina forjadora de un nuevo sonido Sabemos que la música jazz, desde sus orígenes, tuvo una gran influencia de los ritmos africanos y europeos sin embargo, las comunidades latinas realizaron una gran aportación para el desarrollo de este sonido –y ésta es la parte donde yo me lleno de orgullo diciendo que México también puso su granito de arena- principalmente los ritmos cubanos. Según Fernando Trueba en los comentarios de su película Calle 5429, una de las primeras veces que se utilizó la palabra latin jazz o jazz latino fue cuando el 29 Considerada una joya cinematográfica dirigida por el español Fernando Trueba, es una película que habla de la música y de sus protagonistas. Bajo la estructura de un documental, se desarrolla una película musical. Los "favoritos" de Trueba en el jazz latino, tocan su música y se retratan a sí mismos en pequeñas conversaciones con el director, que traza, entre pieza y pieza musical, un retrato de cada artista (Paquito d'Rivera, Eliane Elías, Chano Domínguez, Jerry González, Michel Camilo, Garo Barbieri, Tito Puente, Chucho Valdés, Chico O'Farrill, Israel López "Cachao", Orlando "Puntilla" Ríos, Bebo Valdés y Carlos "Patato" Valdés). Jazz en el caribe del pintor Alejo Lopomo Tomada de www.tomajazz.com 15/04/08 29 trompetista y conguero Jerry González y su hermano Andy, el contrabajista, lo grabaron sobre muchas mesas del conservatorio. Esa palabra es por sí misma la significación de un mestizaje. Pero, no sólo hubo un mestizaje sino muchos que juntos, y gracias a algunos músicos muy creativos, se convirtieron en lo que fue y sigue siendo el latin jazz. Desde la época del ragtime existió una relación apasionada entre la música del norteamericano y la música caribeña, gracias a la cual surgieron muchos artistas que han cruzado las fronteras de la categorización musical a territorios más creativos. El jazz latino no es una subcategoría del jazz como el bebop, el swing o el cool; tiene su propia historia, su estilo de presentación y sus conceptos musicales. Y así como el jazz surgió de Nueva Orleans y se convirtió en una música nacional, el jazz latino surgió desde sus raíces en Europa, África y América y llegó a ser un árbol musical con sus propias ramas estilísticas. La música, como tantos otros bienes y servicios que viajaban de ida y vuelta entre estas dos ciudades puertos, llegaba libremente a los Estados Unidos. La mutua influencia entre estas formas de música, aún en su infancia, era inevitable. “Las construcciones melódicas y armónicas de las grandes orquestas de jazz debieron fascinar a los músicos cubanos, tanto como los vivaces poli ritmos del Caribe a los jazzistas norteamericanos. Sin embargo no fue sino hasta la década de los cuarenta que se dieron los primeros intentos serios de fusionar las dos corrientes musicales”.30 30 http://www.produccionesdelmar.com/longina/Estilos/Latin_Jazz/index.html. Fecha de consulta: 14 de octubre de 2007 30 Uno de los innovadores más importantes en la música latina entre los años 60 a los 90 fue el pianista, compositor y arreglista neoyorquino puertorriqueño Eddie Palmieri, cuyas composiciones y estilo de tocar reflejaron un cierto compromiso con el jazz, también con la música latina bailable, especialmente la salsa. Durante este tiempo el grupo cubano Irakere, liderado por el pianista Jesús “Chucho” Valdés, popularizó un nuevo híbrido de funk, jazz y música afro-cubana que rápidamente se convirtió en el nuevo sonido del jazz latino. Mientras tanto, en Puerto Rico, la banda cooperativa Batacumbele, dirigida por algunos de los músicos más importantes de la isla, tales como el trombonista Papo Vázquez y el pianista Eric Figueroa, creó una mezcla en la que habían ritmos locales tales como la bomba y la plena. Luc Delannoy ha dedicado gran parte de su estudio, dentro del ámbito de la filosofía musical, al desarrollo del jazz latino, descubriendo que después del trabajo innovador de Mario Bauzá, Dizzy Gillespie y Chano Pozo, el jazz latino continuó una carrera ascendente en la que se presentaron muchas variantes con diferentes niveles de éxito, hasta llegar a nuestros días, en que, por lo general cuando se habla de jazz latino, se piensa en una sección armónica, compuesta de piano, bajo, y en ocasiones guitarra, en otra sección de percusión que integran las congas, los bongós, los timbales, y la batería, que comparten la producción musical con una sección de instrumentos de aliento, conformada básicamente por solistas de jazz. Danilo Pérez Tomada de www.jazzreview.com 15/04/08 31 En los últimos años de la década de los 90, emergió una nueva generación de músicos latinos, la cual incluye artistas tales como el pianista Danilo Pérez (Panamá), el saxofonista David Sánchez (Puerto Rico), y los pianistas Adrián Iaies (Argentina), y Chano Domínguez (España). En sus trabajos, el jazz latino ha desarrollado unlenguaje pan-latino, incorporando elementos de diferentes estilos de América Latina, el Caribe y ciertos países de Europa. En la actualidad grupos como el de Tito Puente, el cubano Mongo Santamaría y Poncho Sánchez continúan fusionando la Música Afro antillana con el jazz, para ofrecernos una música llena de vitalidad y fuerza, re-estructurando la escena musical de nuestros días. Y se preguntaran ¿en qué momento entran las aportaciones de los músicos mexicanos al desarrollo del jazz? Desde sus inicios el género sincopado se ha visto empapado por intérpretes mexicanos que ayudaron a la germinación de la semilla del jazz en México. Geográfica y culturalmente México forma parte de la cuenca del Caribe, debido a esto entre los siglos XVIII y XIX “los músicos viajaban libremente entre Veracruz, Yucatán, La Habana, Puerto Rico y Venezuela, dejando a su paso las huellas de su folclor mientras se empapaban de los que iban conociendo”.31 Fue en esa época que la banda del Octavo Regimiento de Caballería del Ejército Mexicano, compuesta por 67 músicos y dirigida por Encarnación Payén, inaugura la Exposición mundial industrial y del algodón en Nueva Orleans, el 16 de diciembre de 1884. “La estadía de esta orquesta señala el apogeo de los músicos mexicanos en Nueva Orleans que, desde el comienzo de la década de 1880, tenían la costumbre de tocar sobre los barcos de vapor”.32 31 Delannoy,Luc; op.cit, p.46 32 ibidem p. 47 32 Este fue el parte aguas para el proceso del sonido sincopado en nuestro país, que nos sirve como referencia para darnos cuenta que se desarrolló casi al mismo tiempo que en la Unión Americana; sin embargo será en el siguiente capítulo que descubramos todas las etapas que llevaron al jazz a su situación actual en nuestro país. 33 John Hillmer: Panel de Jazz 2 34 II. El virus de la síncopa cruza el Río Bravo “Nadie se escapa de la alquimia, su ritmo nos domina a todos y tiene el gran poder de hipnotizarnos” Jaime Pericás “Cuando la música se ha ido, algo se desvanece en el aire para no volver a aparecer nunca”, inicio con esta frase del saxofonista, flautista y clarinetista, Eric Dolphy; expresa sus opiniones para saber que el jazz, como todo arte, tiene la maldición de lo efímero pero al mismo tiempo la “bendición” (tal como lo menciona Antonio Malacara en más de uno de sus escritos) de poder, en este caso específico, retomar no sólo las discografías sino los muchos o pocos testimonios de músicos mexicanos que han puesto los cimientos para que este género musical logre llegar al punto en que se encuentra hoy. La música sincopada es ante todo un arte individual, un arte en el cual el artista va creando su obra al instante. Pero es un arte individual que se crea en grupo, una expresión personal que nace del apoyo mutuo y de otros individuos. El jazz en México ha acompañado a más de dos generaciones y actualmente tiene una continuidad -que muchos ponen en duda por falta de información de que el mundo sincopado se construyó en nuestro país hace más de medio siglo- que se ha forjado a través de los años, logrando sobrevivir a pesar de las dificultades por las que ha atravesado. El músico mexicano ha estado presente en el jazz aún antes de su nacimiento, a través de gente que estuvo en Nueva Orleans enseñando a los 35 músicos negros un poco de la música de viento, ayudando a que años después el jazz se consolidara como un género musical. Una de las tantas versiones de la incursión del jazz en territorio nacional menciona que la banda de guerra del General Porfirio Díaz quedó varada unas semanas en Nueva Orleans, después de una gira del presidente por aquellas tierras. Durante los días que esperaron a que pasara el mal tiempo, se dedicaron a recorrer la ciudad y absorbieron las melodías que la habitaban -los spirutuals, blues y los primeros temas de jazz- pero, también aportaron sonidos de nuestro país. A su regreso, ya invadidos por el virus de la síncopa y la improvisación aprendida en tierra extranjera, decidieron crear una de las primeras bandas de jazz nacional. Sin embargo, el jazz ha estado presente desde siempre en nuestro país; llegó como todo lo que ocurre aquí, con un destino azaroso y lleno de incertidumbre, nunca se supo con certeza el cómo ni el cuándo, solo llegó y se instaló: “No hubo claridad semejante a la de la Unión Americana, su lugar de origen para seguirle el rastro de manera verídica, bien documentada, contextualizada en los devenires económicos, políticos o sociales”.1 Para conocer el desarrollo de la música sincopada en nuestro país, es necesario establecer las diferentes épocas por las que ha atravesado, así como también los acontecimientos sociales y artísticos que han colocado a este género en la situación que se encuentra actualmente. 1 Aceves, Fernando y Monsalvo, Sergio; Tiempo de Solos: cincuenta jazzistas mexicanos México, Ed. Fotron, 2001, p. 5. 36 Lorenzo Tío Tomada de www.riverwalkjazz.org 16/04/08 2.1 Músicos contagiados con el virus: el octavo regimiento de infantería de Porfirio Díaz. El jazz es un tema muy amplio, rico y poco investigado, por eso los interesados en él se ven en la necesidad de recurrir a fuentes en las cuales las fechas no son algo claro. Pero podríamos preguntarnos ¿cuándo comenzó la historia del jazz en México? Uno de los primeros músicos que participó activamente en el desarrollo del jazz y, además llevó a Nueva Orleans un poco de la música mexicana fue: Lorenzo Tío. Un clarinetista mexicano que por 1885 asistió a una exposición algodonera, en la ciudad que germinó a la síncopa, cuyo estilo influyó tanto que en el libro George Lewis, jazzísta en Nueva Orleans (escrito por Tom Bethel y publicado en México por Edamex en 1980) se considera como el introductor del clarinete en el jazz. Sin embargo en diversos libros se establece, no sólo a músicos mexicanos, sino a la música de nuestro país como la raíz del jazz; por ejemplo, el libro Ragtime, a Musical and Cultural History escrito por Edward A. Berlin menciona: “el ragtime toma sus pasos iniciales de la música española, o mejor dicho de la música de México, a donde se le conoce como habanera, danza y seguidilla”. 37 Sobre esta influencia de la música popular mexicana, John Storm Roberts escribe: “En 1884-1885 Nueva Orleáns fue sede de la Exposición Mundial Industrial y del Algodón. Participaron muchos países pero ninguno de manera tan generosa como México. El gobierno mexicano envía a la banda del Octavo Regimiento de Caballería que fue el éxito del evento. Tocó en la inauguración y en todos los actos de importancia, ya interpretando dixie o a Mozart o cantando tonadas de amor y de patriotismo de su país… La editorial más prolífica de todas siguió lanzando melodías mexicanas e inspiradas por ellas, en gran parte influidas por la habanera cubana. La música cubana, habiendo pasado por México, formó parte significativa de la vida musical de Nueva Orleans en el periodo temprano del jazz”.2 Varios integrantes de la Mexican Band se quedaron en Nueva Orleans, entre ellos, Joe Víscara o Vascazo, saxofonista de quien Papa Laine dijo: “Casi no hablaba el idioma inglés, pero el hijo de la chingada bien que podía soplar”. Alain Derbez (músico e historiador) menciona que según una especulación de Al Rose las bandas de ragtime fueron el resultado de los intentos de los músicos negros por tocar música mexicana. Sobre la influencia mexicana Storm Roberts menciona: “La banda mexicana no fue un fenómeno aislado. Muchos músicos importantes delas primeras eras del jazz, catalogados como criollos, eran de origen mexicano. Entre ellos está el clarinetista Lorenzo Tío… Otros mexicanos fueron Luis Florencio Ramos quien durante una temporada tocó con la Original Dixieland Jass Band… Jelly Roll Morton va más allá al proclamar que el toque hispano es el ingrediente esencial para diferenciar el jazz del ragtime: De hecho –declaró Morton- si no puedes obtener toques hispanos en tus piezas, nunca tendrás el aderezo correcto para obtener jazz”.3 2 Roberts, John Storms; El Toque Latino Ciudad de México, Edamex, 1982. 300 pp. 3 Storms Roberts, John; op. Cit. 38 También en el libro de Jesús Flores y Escalante que lleva por título Salón México, Historia documental y gráfica del danzón en México dice: “El presidente Díaz envió a casi 100 músicos que integraban la Banda del Octavo Regimiento de Caballería, dirigida por el entonces capitán Encarnación Payén, para que con sus presentaciones… mostraran… la calidad de nuestros músicos, que en ese viaje marcarían una perfecta influencia con su forma y estilo de interpretación a las bandas estadounidenses, formadas por blancos y negros, en especial en lo que ha jazz se refiere…”.4 Esto muestra que los músicos mexicanos estuvieron incluidos en la historia del jazz, desde sus inicios, con influencias claramente reflejadas en los músicos norteamericanos. Así, el género sincopado cruzó las fronteras para asentarse en un territorio de nopales y sombreros de charro insertándose en el corazón de músicos que lo adoptaron como forma de vivir. 2.2 Del otro lado del río: los inicios del jazz en tierra azteca. De la historia del jazz en México se puede hablar bastante en relación al quehacer artístico de los músicos y la influencia de ellos en la historia musical de este género. Así como el jazz en los Estados Unidos es considerado una expresión típica musical del negro norteamericano, en "el periodo de 1920 a 1924…el jazz se había hecho popular en aquel país y, uno o dos años más tarde en el resto del mundo, debido al advenimiento y evolución… de la pianola, el fonógrafo, la radio y el cine sonoro”.5 4 Flores y Escalante, Jesús; Salón México, Historia documental y gráfica del danzón en México México, Ed. Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos, 2ª ed. 1993, p. 149. 5 Otero Icasa, Antonio de Jesús, El jazz en México, breve panorama histórico México, CNA, 1992, p. 6. 39 José Vasconcelos Tomada de www.sepiensa.org.mx 16/04/08 A pesar de esto, el jazz tuvo sus dificultades, tanto aquí como en la unión americana, para ser realmente aceptado. Esto puede comprobarse fácilmente con la nota publicada el primero de octubre de 1920, en la revista México Moderno, Manuel M. Ponce señala: “El príncipe Carol, heredero del trono de Rumania, ha declarado a los reporteros que la música americana de baile es horrible, antiartística, sin armonía, sin sentido musical. Mas a pesar de esa opinión expresada por los principescos labios con tanta franqueza, los rags, los trots, los cakes, etc., no solamente han conquistado todo el inmenso país del dólar, sino que han derrotado a las matchichas y a los tangos, a los danzones y jarabes, representantes en otro tiempo de las nacionalidades latinas. México sufre el yugo del foxtrot y nuestra juventud, que baila y se divierte, ignora o finge ignorar que éste puede ser el principio de un yugo más doloroso”. Otro ejemplo del estigma con el que se vio empañada la síncopa, fue el rechazo de las clases burguesas y la crítica que sufrió por parte de uno de los sectores más importantes del país: el cultural. Tal es el caso de José Vasconcelos, quien en los capítulos Maestro de la juventud y Piscinas y caballos de El desastre, del tercer tomo de sus memorias, también escribe sobre el concepto que tenía del jazz en los años –de 1920 a 1924- en que estuvo a cargo de las directrices educativas en nuestro país. Su intención desde un principio era: “Proscribir exotismos y jazzes remplazándolos con jota española y bailes folclóricos de México y de la Argentina, Chile, etc… Buena lectura y poca música: ¿no fue ese el procedimiento de la 40 Iglesia de la Edad Media?... De otra manera, si no se mantiene el tono de la alta cultura, sucede lo que pasó en nuestro México: que la boga del folclor iniciada por nosotros, como un comienzo para la creación de una personalidad artística nacional en grande, falta de empuje constructivo y de programa completo, ha caído en lo popular comercializado. Canción producida a centenares, como los jazzes, los blues, los tangos y las rumbas del mercado de Norteamérica. Arte de embrutecimiento, ingestión de vulgaridad sincopada, mecanizada, revestida al balar de las becerras…El jazz lo prohibí, lo deserté de las escuelas”. 6 El 20 de noviembre de 1921, Jacobo Dalevuelta publicó una entrevista hecha al músico Miguel Lerdo de Tejada con el nombre de La invasión del jazz: “Es un horror. Desgraciadamente la invasión del jazz está consumada…la competencia comercial de las casas de música norteamericanas han condenado a nuestros autores a seguir esa infame huella de la música de los negros… el jazz ha absorbido a todo el mundo. Esa infame música hecha con los pies, para los pies, es ahora la emperatriz en todas partes… el éxito del jazz consiste en tocar mal, lo más mal que se pueda… pero el músico que ahora quiere tener hueso debe tocar foxes y jazz”. Algunos investigadores como Alfonso Ayala, que escribió el libro Músicos y música popular en Monterrey, publicado en 1998 por la Universidad Autónoma de Nuevo León, menciona que la presencia importante del jazz en nuestro país fue en Monterrey, cuando los empresarios del salón Variedades Progreso contrataron a la orquesta All American Jazz Orchestra para que actuara, en abril de 1922, durante una semana en el establecimiento. Ya para enero de 1923 la síncopa se hace presente en todo el país y diversas agrupaciones tocan en el cine Venecia capitalino, acompañando las películas mudas, la México Jazz, la marimba La Joya Guatemalteca y un gran órgano teatral; en el cine Odeón se anuncia a dos orquestas: La Jazz Band León y 6 Derbez, Alain; op. Cit. pp. 40-41 41 Primeros ensambles de jazz Tomada de www.enfiestarte.com 16/04/08 la de Velásquez Moreno. El 6 de agosto de ese mismo año El Demócrata convocó al concurso de fox-trot, que se llevaría a cabo en el Salón Rojo de la ciudad de México, y al que “acudirán millares de personas”, al respecto de esto recuerda Agustín Lara en sus memorias “En esa época México se vio de improviso completamente invadido por la ola del jazz, y el baile era la locura de toda la ciudad. No recuerdo que nunca se haya despertado en todas las clases sociales, y en una forma tan rápida y definitiva, una afición semejante…”.7 En 1926 el poeta y cronista zacatecano Luis G. Urbina publica en El Universal: “…la música negra ha invadido Europa. La ha invadido como una ola de cieno. ¿De dónde vino? De Yanquilandia… La trajeron en mochilas los soldados de Norteamérica…Trajo como suprema extravagancia, al jazz-band que da un sentido regresivo a la música y el baile, arraiga y fortalece en las urbes de cultura exquisita. Y aún va más allá; conquista a las clases populares, fáciles a la imitación…No cabe duda que el mundo se norteamericaniza. Pero, en realidad, quien triunfa no es el sajón; es el africano. El rubio hace la propaganda del negro. Es éste el que ejerce una influencia irresistible sobre aquél”.8 Urbina habló al respecto del jazz diciendo: “si el negro es igual a jazz, el mejor jazz, el más auténtico, es aquel que suene más negro y mucho mejor si es tocado por negros”. Porlo tanto, si la crítica toma en cuenta lo escrito por el poeta, el jazz mexicano tendrá que ser, el jazz del copista y hasta ahí. 7 idem; p. 42. 8 Alain Derbez, Coloquio Viaje al fondo del jazz. Sábado 21 de abril de 2007. 42 Un escrito del periodista Jerónimo Coignard publicado en El Universal Ilustrado, el 24 de marzo de 1927, menciona: “Es curiosa la idea que ha concebido un grupo compacto de músicos serios para rendir homenaje a la memoria de Beethoven: se proponen hacer que callen por una semana las orquestas de jazz, lo que a, juicio de ellos, bastará para que México sea reconocido como el país más culto del mundo en materia de arte musical y para que dé el más alto ejemplo de buen gusto. Ojalá fuera tan fácil adquirir títulos de cultura y de buen gusto, como lo supone estos músicos serios y compactos. Nosotros seríamos los primeros en regocijarnos de que bastaran para ello cosas tan sencillas como torcerle el cuello graznador a las bandas de jazz… Ni el jazz tiene algo que ver con la música, ni a Beethoven le habrían importado las estridencias, entre otras razones poderosas, porque era sordo, a prueba e cacaraqueos jazzístas”.9 El 21 de julio de 1927 en la columna del Arte Vernáculo aparece, escrita por Rafael Vera de Córdoba, la siguiente opinión: “La epilepsia del jazz todavía galvaniza nuestros cuerpos en la hora de las danzas de media noche. Sin embargo y a fuerza de hábitos y de experiencias, hemos encontrado un ronroneo de ansias e inquietudes que antes pasaban desapercibidas para nuestro temperamento aquilatado en tonos menores… pero es que el jazz, mi querido lectorcito, se ha enriquecido ya, se ha dulcificado en los blues de origen hawaiano; en los valses vieneses y en ese cante hondo tan peculiar e inédito de las razas negras, cuando ellos cantan y sienten sus canciones…nosotros debemos seguir el ejemplo de esos dos pueblos que son Estados Unidos y Argentina que hacen música americana, el jazz y el tango”.10 A pesar de los problemas sociales y de aceptación que enfrentó el jazz, también hubo quienes lo apoyaron, tal es el caso del compositor vienés Ernesto Krenetz quien declaró, entre otras cosas, que: “el jazz no es realmente una música de baile; el jazz es un arte, una especie de religión musical… los apasionados 9 Alain Derbez, Coloquio Viaje al fondo del jazz. Sábado 21 de abril de 2007. 10 Idem. 43 defensores de la música clásica consideran al jazz como una música vulgar y la llaman música de tontos…El jazz es el canto del momento: ruidos de máquinas, de aeroplanos, de automóviles y de radio, es la expresión más clara de lo que puede hacerse del instante por el que pasa el mundo ¿la ópera?; eso ya pasó a la historia…”.11 Los apasionados defensores de la música clásica consideraban al jazz como una música vulgar y la nombraban como “música de tontos”. Incluso el jazz, al igual que padecería el rock unos años después, fue objeto de rechazo, pero también de solidaridad. El jazz y las drogas, fue un tema abordado por el Abate Benigno, y que publicó el 4 de julio de 1928 El Universal “no obstante los jazzístas mexicanos son los más incomprendidos y, lo que es peor, los más calumniados. Los profanos dicen que fuman marihuana, que se inyectan drogas… pero eso es cierto sólo en una mínima parte, porque tenemos jazzistas creando, en completa actividad…”. 12 Ya estando en pleno desarrollo, el jazz en nuestro país sufre uno de los primeros embates, no sólo por parte de los intelectuales que desaprobaban el estilo musical; además pasó por un desplazamiento: “…entre 1936 y 1945, el claro y definitivo arraigo… que tuvieron los distintos géneros de la música afro-antillana, entre los que podemos citar: el bolero, el danzón, la rumba y el son…propició que el jazz, como expresión musical bailable, dejara de estar de moda y se olvidara casi por completo”.13 Unos años más tarde estos adjetivos negativos, que de vez en vez fueron disminuyendo, se transformarían en comentarios despectivos por el malinchismo y la etiqueta elitista que le fue colocada con el paso del tiempo. 2.3 La luz brilla en el cielo: la época de oro del jazz en México. 11 Alain Derbez, Coloquio Viaje al fondo del jazz. Sábado 21 de abril de 2007. 12 Derbez, Alain; op. Cit. p. 66. 13 Ibidem. 44 En la primera década de los años cuarenta, la música sincopada registró una nueva y revolucionaria evolución, con el desarrollo del swing y como repudio a éste se formó, en la Unión Americana, un grupo de músicos que creo el llamado estilo bebop: “responsable en gran medida, del cambio de la imagen del jazz, de una música popular bailable, a una de concierto más exploratoria (sic)”.14 A partir de la aparición del bebop y el cool, se empezó a designar a la música sincopada con calificativos como: “jazz moderno”, “jazz progresivo” y “jazz progresista”. Por otra parte, en 1945, numerosos músicos estadounidenses, que habían participado activamente en la segunda Guerra Mundial, volvieron a su país y reclamaron sus antiguos empleos. Así, entre 1946 y 1947, un crecido número de ejecutantes se refugiaron en México, trayendo consigo los ritmos del jazz progresivo. El contacto directo con el bebop dio oportunidad, a una veintena de jóvenes músicos mexicanos para adoptarlo definitivamente como su expresión musical: “El jazz progresivo, por otra parte les dio la oportunidad de expresar sus propios sentimientos, obligándolos primero a un perfeccionamiento técnico y, seguidamente a una práctica ejecutoria”.15 La segunda mitad del siglo XX fue, para la síncopa en México, la época en que se desarrollaron los mejores momentos creativos y de difusión, como lo menciona el periodista Jaime Pericás, y surgen músicos del la talla de Juan José Calatayud16, Alfredo Freddy Marichal17, Víctor Vitillo Ruiz Pasos18 y Tino Contreras19. 14 Idem, p. 7. 15 Idem, p. 8. 16 Hablar de Juan José Calatayud, de su trayectoria musical, de su tradición jazzística, implica hablar de la historia musical de México en los últimos treinta años. Nació en la Córdoba veracruzana el 31 de julio de 1939 e inició sus estudios musicales a muy temprana edad. 45 También la llegada de músicos norteamericanos ayudó, no solo al perfeccionamiento en la técnica de los instrumentistas y cantantes de jazz mexicanos, sino que permitió la interacción y trabajo conjunto. Como ejemplo, Juan José Calatayud enriqueció su forma de hacer jazz con la incursión en su show de Nan Redi, cantante y bailarina norteamericana que llegó a México como parte de la compañía de danza Alvin Ailey; el pianista recuerda: “Fui afortunado porque aprendí mucho de ella, del estilo y del sentido de esta música. Para Nan el jazz se terminaba en los cuarenta… fuera de eso no le interesaba cantar nada que oliera a 1960, ni siquiera a 1950. Tuve la oportunidad de trabajar más de quince años con ella, pero murió y vinieron otras cantantes que Juan José Calatayud recibió distinciones entre las que se encuentran La Rosa de Oro, La Lira de Oro, placas conmemorativas por sus 15, 20 y 30 años de vida artística; el nombramiento de "Hijo Predilecto" y la llave de la ciudad otorgada por el H. Ayuntamiento de la Ciudad de Córdoba, Veracruz. Como autor, entre sus obras más importantes, encontramos la "Música para zoológico de Cristal" de Tennessee William; "Misa en Soul Mayor", variaciones para piano y orquesta sobre "I got rithm"; Preludios y fugas para piano y "Jazzofonía ballet", compuesto para el Taller Coreográfico
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