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Una-perspectiva-historica-de-la-politica-economica-y-social-en-Mexico-19342000

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U N I V E R S I D A D N A C I O N A L 
 
A U T Ó N O M A D E M É X I C O 
 
 
 
 
 
 
F A C U L T A D D E E C O N O M Í A 
 
 
 
 
UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA DE LA 
 
POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL EN MÉXICO, 
 
1 9 3 4 - 2 0 0 0 
 
 
 
 
 
E N S A Y O Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E 
 
L I C E N C I A D O E N E C O N O M Í A P R E S E N T A : 
 
A R T U R O C A R R A N Z A G O N Z Á L E Z 
 
 
 
 
 
TUTOR DEL ENSAYO: LIC: MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ VÁZQUEZ 
 
 
 
Ciudad Universitaria, 
México, D. F.; 2006 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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UNA PERSPECTIVA HISTÓRICA 
 
 
 
 
 
 
DE LA POLÍTICA ECONÓMICA Y 
 
 
 
 
 
 
SOCIAL EN MÉXICO, 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1934 – 2000 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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A mís Padres: 
 
Reflejo de la creciente Cultura, Desarrollo y Tesón Social 
que dinamizó a nuestro país en el siglo XX; y ejemplo de 
Honestidad y Rectitud. 
 
 
 
 
A mí Familia: 
 
A mi Esposa, que como mujer mexicana, ha entregado la 
vida a su realización como un ser productivo, como mujer y 
como madre. 
 
A mis Hijas, que significan la cohesión familiar y el impulso 
que conduce por el camino del trabajo. 
 
 
 
 
 
 A mis Hermanas y Hermanos (cuñados y cuñadas): 
 
Por las vivencias de protección, amor y orientación al menor 
hermano. 
 
 
 
 
A mis Maestros: 
 
Que han aportado sus conocimientos y energía para formar 
al México creciente, por el que la Sociedad Mexicana ha 
fincado un proyecto de certidumbre a partir del segundo 
tercio del siglo XX. 
 
 
 
 
 
 
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“Creemos que México se halla en una posición privilegiada para decidir 
su destino [...] Observando los efectos de la última crisis del mundo 
capitalista, creemos que podríamos utilizar las ventajas de la era 
industrial sin tener que padecer sus bien conocidos defectos [...] Hemos 
soñado con un México de Ejidos y pequeñas comunidades industriales, 
electrificado, con sanidad, donde los bienes serán producidos para 
satisfacer las necesidades de la población, donde la maquinaria será 
empleada en aliviar al hombre de los trabajos pesados y no para la 
llamada sobreproducción”. 1/ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1/ Cynthia Hewitt de Alcántara. La Modernización de la Agricultura Mexicana 1940-1970; Siglo Veintiuno Editores; 3ª ed. en español, 1982, 
pág. 19 (Tomado de: Ramón Beteta, “Aspectos económicos del Plan Sexenal”; en Económic and Social Programs of México, México, 1935, 
pp. 44 ss., citado en Sanford Mosk, The industrial revolution in Mexico, Berkeley, 1950, pp. 57-58). 
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ÍNDICE Pág. 
 
 INTRODUCCIÓN 13 
 
 
 I.- ANTECEDENTES 15 
 1.1. EL CAMBIO SOCIAL 17 
 1.1.1 OCASO DEL PORFIRIATO 17 
 1.1.2 LA LUCHA MADERISTA POR LA DEMOCRACIA 24 
 1.1.3 LA CONTRARREVOLUCIÓN: VICTORIANO HUERTA (EL USURPADOR) 28 
 1.1.4 UN PROYECTO … ¿NACIONAL? 30 
 1.2.- EL COMPROMISO CONSTITUCIONAL 36 
 1.2.1 LA CONSTITUCIÓN DE QUERÉTARO 36 
 1.2.2 LA CONDUCTA INSTITUCIONAL: EL GRUPO DEL NOROESTE 42 
 1.2.3 LA REVOLUCIÓN … ¿CAMPESINA? 48 
 
 
 II.- RETOS Y DESARROLLO DE LA POLÍTICA SOCIAL 53 
 2.1. EL AGRARISMO MEXICANO 56 
 2.2. LA TECNOLOGÍA Y LA MODERNIZACIÓN AGRÍCOLA 60 
 2.3. EL CAPITALISMO INDUSTRIAL 62 
 2.4. EFECTOS SOCIALES DE LA INVESTIGACIÓN AGRÍCOLA EN MÉXICO 66 
 2.4.1. ASISTENCIA AGRÍCOLA (INSTRUMENTACIÓN DE UN PROGRAMA) 67 
 2.4.2. EL PROGRAMA DE EXPERIMENTACIÓN TRIGUERA DE LA OFICINA DE 69 
 ESTUDIOS ESPECIALES 
 
 
 III.- ETAPAS DE LA POLÍTICA SOCIAL EN MÉXICO 71 
 3.1. CONDUCTA ECONÓMICO-SOCIAL 73 
 3.2. PRIMERA ETAPA: 1920–1940. MOVILIZACIÓN POPULAR CON REPARTO 79 
 DE ACTIVOS 
 
 
 
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 Pág. 
 
 3.3. SEGUNDA ETAPA: 1940–1982. CREACIÓN INSTITUCIONAL EN EL 80 
 CONTEXTO DE UN PACTO CORPORATIVO – POPULAR 
 3.4. TERCERA ETAPA: 1983–2000. TRANSICIÓN Y CONSTRUCCIÓN DE UNA 84 
 NUEVA ESTRATEGIA SOCIAL 
 
 
 IV.- EL FIN DEL ESTADO DE BIENESTAR Y DE JUSTICIA SOCIAL 89 
 
 4.1. LA MACROECONOMÍA NEOLIBERAL Y SU INCIDENCIA EN LA POLÍTICA 91 
 SOCIAL 
 4.1.1. EL MODELO NEOLIBERAL Y SU ESTRATEGIA SOCIAL 92 
 4.1.2. LA CUESTIÓN SOCIAL Y EL DEBATE EN AMÉRICA LATINA 93 
 
 4.2. LOS AJUSTES DE LA ESTABILIZACIÓN 94 
 
 4.3. LAS FINANZAS PÚBLICAS Y EL SISTEMA TRIBUTARIO 97 
 
 4.4. CAMBIO ESTRUCTURAL 98 
 
 4.5. EFICIENCIA Y PRODUCTIVIDAD 100 
 
 
 V.- CONTEXTO SOCIAL EN MÉXICO 103 
 
 5.1. DESIGUALDAD Y POBREZA 105 
 
 5.2. GASTO SOCIAL Y DESCENTRALIZACIÓN 105 
 
 5.3. CRECIMIENTO ECONÓMICO Y POLÍTICA SOCIAL 107 
 
 5.4. PLAN NACIONAL DE DESARROLLO. ESTRATEGIAS Y POLÍTICAS 108 
 
 
CONCLUSIONES 149 
 
 ANEXOS 195 
 
 a. Cuadros Estadísticos 197 
 b. Bibliografía 213 
 
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 13
INTRODUCCIÓN 
 
Se trata el presente tema a partir del inicio del siglo XX, debido a que la dinámica socio-política del país, en ese 
momento refleja situaciones trascendentes, que lo proyectan a una Revolución Social y que después de seis 
décadas y media, se reincide con los viejos vicios, como es la preferencia del capital transnacional dominante -
por las élites locales-, omitiendo los intereses de la sociedad y la defensa de la soberanía nacional, sin 
importar los valores cívico-políticos que esta institución implica. Los anales económico-sociales han sido claros: 
cuando las fuerzas sociales de una Nación se encuentran en equilibrio, un país tiende a superar todas las 
barreras que se le impongan u obstaculicen, realizando lo que a su interés nacional corresponda. 
 
Como ejemplo de esto, se ha dejado constancia con los actos y hechos de gobierno del general Lázaro 
Cárdenas del Río en el período 1934 a 1940, con el Plan Sexenal; manifestándose la trascendencia constructiva 
y positiva que en la economía y sociedad puede dejar el manejo de los recursos naturales y los acuerdos con los 
sectores productivo y social interesados por la vía del desarrollo nacional autónomo y soberano; lo cuales 
posible aplicar de nueva cuenta en México, conjugándose esta tendencia -en el actual período de globalización- 
con una apertura comercial de auténtico desarrollo económico para la empresa nacional y, de creación y 
apertura de igualdad de oportunidades, para toda la población. 
 
Al respecto, con el despegue económico apoyado en la explotación y transformación de los recursos petroleros -
de 1977 en adelante-, se vislumbró la posibilidad de dirigir al país por la vía del desarrollo mediante los factores 
de capital y de avance científico y tecnológico; truncándose esta oportunidad por el incorrecto manejo de los 
abundantes recursos públicos. 
 
El problema anterior no es el único factor que propició el actual rezago social de nuestro país; es intención de 
este ensayo realizar el estudio de la forma y el ¿cómo? el Gobierno Mexicano atendió las NECESIDADES 
SOCIALES de 1934 al año 2000 y, particularmente, de 1983 al 2000 al modificar las políticas, principios y 
objetivos que dieron sustento a la pacificación social en el país después de la revolución, con las que se logró un 
crecimiento económico y la atención de las necesidades de bienestar social a una población mayoritaria de 
escasos recursos durante el Cardenismo y el desarrollo estabilizador (6% de crecimiento económico anual de 
1935 a 1968), así como en el desarrollo compartido 1970-1982. 2/ 
 
La economía latinoamericana –incluyendo México-, se ha caracterizado por la dependencia económica (de capital, 
ciencia, tecnología e infraestructura moderna) y un atraso cultural y educativo; acentuado en la medida que las 
economías europeas se desarrollaron con la tecnología resultante de la revolución industrial -energía calórica, 
maquina de vapor y telar mecánico- y el uso posterior de la electricidad; acelerándose esto en el s. XX con el 
desarrollo de la investigación científica en materia de energía atómica, electrónica, informática, robótica y 
biotecnología). 
 
Esta realidad ha sido adversa para nuestra región; su cultura –autóctona- y propiedades han sido transgredidas al 
nivel de exterminio o subsistencia; los vencedores –peninsulares y herederos criollos- poseyeron los medios de 
producción, con una cultura, costumbres y preferencias por el atesoramiento y el consumo suntuario de la riqueza 
originaria, con mínima o nula reinversión; generando economías de autoconsumo y quedando a la zaga respecto a 
las metrópolis europeas y a las colonias anglosajonas en América (E.U.), con un considerable atraso en ciencia y 
tecnología. 
 
Es así como este tema corresponde a las condiciones desfavorables que históricamente ha experimentado 
México desde sus inicios como Nación, confrontando a los núcleos de Poder políticos y económicos de la 
Plutocracia; y que obedece a la necesidad de que sean reconocidos los intereses de clase de estos estratos 
sociales desfavorecidos por motivos sociales, económicos y políticos; regionales y geográficos. 
 14
 
2/ Varios autores; “El Milagro Mexicano” , Edit. Nuestro Tiempo, 14ª ed., pág. 19). 
 
Social y Económico debido a que la estructura económica del dominio español, se fundó en una práctica de 
clasificación de castas, tipificadas por las funciones y tareas de orden productivo que requerían del control de la 
población aborigen, continuando esta situación en los períodos Independiente, de Reforma, Porfiriato y los 
primeros años después de la Revolución Mexicana. 
 
Político, por los intereses en juego de la clase dominante: Imperial (esclavista) y Señorial (feudal) y, 
posteriormente, Imperialismo capitalista transnacional, conjugado con los grupos de poder locales, en un México 
subdesarrollado, debido a grandes carencias de Educación y Cultura para la mayoría de la población, así como 
de Ciencia y Tecnología; modificándose esto cuando fueron aplicados los preceptos de la Revolución Mexicana: 
 
Con esta, la modificación de estructuras políticas generó un cambio paulatino en el ámbito social y económico; 
propiciando el desarrollo del sector social en períodos sucesivos, en materia de: Educación Pública; Salud (se 
logró incrementar la edad promedio de vida del mexicano); Vivienda (se crearon importantes organismos con 
cobertura nacional, con grandes logros para la población trabajadora); Desarrollo Rural y Urbano (se 
construyeron grandes, medianas y pequeñas obras de infraestructura hidráulica para el desarrollo agrícola y 
para la entrega de agua en bloque para el medio urbano, industrial y turístico). 
 
Finalmente, Regional y Geográfico debido a que las características de climas y suelos, como económico-
sociales de cada localidad y ámbito territorial –desde la Conquista-, marcaron tanto a los autóctonos como a las 
actividades productivas que estos debían desarrollar, bajo condiciones de explotación intensa del trabajo 
esclavizado y concentración de la riqueza por sus dueños. 
 
En este contexto, con el advenimiento de la Revolución Francesa y la Independencia de Estados Unidos, la 
concepción humanista institucionalizó los Derechos del Hombre, reflejándose en México como factor de cambio y 
constituyéndose como nación independiente. Posteriormente y una vez concretada la guerra revolucionaria del siglo 
XX, estos se establecen en la Constitución de la República -1917-, como Derechos Sociales de la población; por esto, 
la inquietud deriva de la necesidad de establecer en forma clara, con base en el análisis de las conductas, decisiones, 
programas, recursos y metas alcanzadas o logradas por el Gobierno, los siguientes puntos: 
 
A) ¿Qué ha sucedido con los compromisos derivados de la ideología de la Revolución Mexicana en términos de 
Justicia Social, como son: Reparto de Tierras; Apoyo Integral a la Producción Rural y Políticas en Materia Alimentaria; 
Respeto a los Derechos Laborales; Atención económico-social a los Grupos Marginados; y Dignificación de las Etnias? 
 
B) ¿Qué ha pasado en la orientación de las Políticas y Acciones del Gobierno Federal después de 
noviembre de 1982 en cuanto a la obligación de atender las necesidades de la población bajo término 
Constitucional en materia de Educación, Salud, Vivienda, Empleo, Redistribución de la Riqueza, Derechos 
Indígenas, Protección a Menores y Derechos de la Mujer?. 
 
Recordemos que el Estado Mexicano es el ente político cuyo compromiso es el de resolver los requerimientos 
de la Comunidad Nacional con los instrumentos de Política Económica y Social que han sido creados en el 
transcurso del México contemporáneo; ya que como factor de equidad y justicia, ante la “obligación de los 
Mexicanos de contribuir para los gastos públicos, así de la Federación como del Distrito Federal o del 
Estado y Municipio en que residan, de manera proporcional y equitativa que dispongan las Leyes” (Art. 31, 
fracc. IV; Constitución General de la República), el Estado Mexicano, como contraprestación, debe atender las 
necesidades de sus ciudadanos, debido a que …“La soberanía nacional reside esencial y originariamente 
en el pueblo y se instituye para beneficio de este”... (Art. 39, Constitución General de la República). 
 15
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
I.- ANTECEDENTES 
 
 
 
Se considera fundamental la inclusión de este capítulo –período prerrevolucionario y revolucionario, 
incluyendo los primeros pasos hacia un Estado con instituciones políticas fundamentales (división de 
poderes, constitución política, administración pública, partidos políticos, federalismo; así como factores 
de orden económico esenciales, como un sistema monetario sólido)-, debido a que este período 
histórico es la fuente de la que proviene la transformación nacional, representando una dinámica 
trascendental para la modernización del país. 
 
Esta transformación no fue solo de siglo, en el que México siguiera siendo un país abastecedor de 
materia prima al sector externo, con base en la explotación irracional tanto de la fuerza laboral como 
de la riqueza natural del territorio -explotación de los recursos naturales y de la fuerza de trabajoprincipalmente rural, como se daba en términos de la producción minera (incluyendo el petróleo), de la 
actividad agrícola, ganadera y forestal, con apoyo en una estructura de poder basada en el militarismo 
y en la falta de democracia-, sino también de cambio de estructuras sociales, económicas y políticas, 
que van a propiciar que México se desenvuelva ya en un ámbito más hacia el desarrollo capitalista con 
características dependientes, con la suficiente dinámica que permita atender aspectos de desarrollo y 
no solamente de crecimiento económico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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 17
 
 
 
1.1. EL CAMBIO SOCIAL 
 
1.1.1. Ocaso del Porfiriato 
 
De acuerdo con la historia nacional, el texto de Historia General de México (Colmex), detalla de manera explícita las 
características que distinguieron al país después de 28 años (1876-1904) de mandato presidencial por el cual, el 
grupo en el poder político y económico (mexicanos y extranjeros) se perpetuaba, bajo el mandato de un hombre que, 
en un principio fue héroe nacional por sus acciones durante la intervención francesa en México y después -dirían los 
más-, un dictador o tirano que se distinguió por crear y mantener las condiciones socio-políticas y económicas que 
propiciaron gran acumulación de riqueza en un núcleo reducido de empresarios y políticos, frente a una sociedad 
cuyas mayorías -principalmente en el campo- sufrían esa concentración de poder económico debido al alto grado de 
explotación, humillante y que las exacerbaba; como se denota en las siguientes líneas: 3/ 
 
En 1904 se reelige en la presidencia por enésima vez el general Porfirio Díaz, manteniendo las finanzas del país 
con estabilidad y la hacienda pública con superávit en materia presupuestal 4/; la respuesta de los empresarios 
se manifiesta, siendo el principal apoyo del sistema con importantes inversiones; destacan los capitales 
norteamericanos, ingleses y franceses, en ese orden; sobresale en la producción la rama del petróleo con un 
incremento de 199,900 % (1900-1910), incluso la agricultura marcha en el mismo sentido; ({1} pág. 982) -ver 
cuadro I.1.1.1-. 5/. Dicha estadística presenta un alto ritmo de crecimiento -anual y del período- en las 
actividades económicas de interés de las potencias capitalistas en la explotación de materias primas para su 
continuo desarrollo industrial -ver cuadro I.1.1.2-. 6/ 
 
El nivel de desarrollo que presentaba el país en su estructura social (educación, salud, empleo, vivienda) y su 
capacidad productiva interna (acumulación de capital, inversiones productivas y avance científico y tecnológico) * 
refleja un contraste con los resultados económicos ligados al sector externo (en millones de pesos corrientes); 
presenta un crecimiento bastante importante que hace pensar en una economía en constante avance y anclada 
en uno o varios polos de desarrollo (Francia, Inglaterra -y/o Europa- y los E.E.U.U.) ** que representaba el motor 
de arranque y propiciaba la aceleración económica de la Nación. 
 
Esta condición podría presuponer que gracias a la inversion -extranjera y de capital interno-, la Nación se 
perfilaría al desarrollo económico, induciendo el beneficio de todos o de la mayoría de estratos sociales, lo cual 
es una falacia, ya que la distribución de la riqueza, se daba en un nivel de concentración extraordinario, 
principalmente para el capital extranjero y en los estratos de la descendencia criolla. 
 
* En 1900, México es fundamentalmente agrícola y minero, con producción extensiva y aguda explotación del trabajo 
autóctono con base en la estructura productiva hacendaria, heredada de la Encomienda. 
** La época de finales del siglo XIX y principios del XX corresponde a la fuerte expansión del capital monopolista de los 
Estados Unidos y de algunos países europeos: Inglaterra, Francia y Alemania, principalmente. En efecto, hacia la década de 1880 
los países de economía mas desarrollada estaban logrando franquear la etapa del capitalismo de libre concurrencia para 
proyectarse, en forma franca y acelerada, hacia las formas de capitalismo monopolista. 7/ 
 
3/ VARIOS AUTORES. “Historia General de México”, tomo 2. Ediciones del Colegio de México; 2ª reimpresión, 1988, pág. 980. 
4/ Ibid págs. 981, 982; y LÓPEZ ROSADO Diego. “Historia y Pensamiento Económico de México”; Textos Universitarios, UNAM, 1ª Ed. 1972, pág. 
143. 
5/ VARIOS AUTORES. “Historia General de México”, tomo 2. Ediciones del Colegio de México; 2ª reimpresión, 1988, pág. 982, 983. 
6/ ibid., pág. 983 
 18
7/ CECEÑA GÁMEZ José L. “México en la Orbita Imperial. Las Empresas Transnacionales” I. I. E., UNAM. Ed. El Caballito, 5ª ed. 1975, pág. 
49. 
 
 
El Profesor Ricardo Torres Gaytán explica la política económica aplicada en el período Porfirista: 
 
“Una Política Monetaria es directa o indirectamente una Política Comercial y de precios”: 
 
“Debido a la inestabilidad constante del peso durante mas de 30 años respecto al dólar -en 1873 su paridad 
reflejaba 1 a 1-, se inició el descenso del precio de la plata, lo que originó que el peso plata mexicano 
comenzara a perder su valor cambiario frente a las monedas basadas en oro; ya en abril de 1905 y reconocida 
por el gobierno mexicano, esta paridad reflejaba 1 dólar = 2 pesos plata mexicanos. 
 
De esta forma, el peso perdía su función monetaria esencial, la de servir de equivalente general y, por lo tanto, 
mermaba su capacidad como medida común de valor y medio general de pago; afectando en lo interno a los 
salarios y costos y en lo externo a la paridad con los precios internacionales; con el agravante de que la política 
económica y financiera que un país como México puede seguir, tiene forzosamente que desplazarse dentro de 
límites más estrechos en comparación con los países desarrollados, en razón de que estos tienen mayor libertad 
de acción gracias a su potencial económico que los dota de mayores recursos para enfrentar los efectos nocivos 
de las fuerzas económicas, mientras que los países invadidos por el imperialismo se encuentran controlados por 
capitalistas extraños y su política económica tiene menos defensas y libertad de autorregulación. 
 
En consecuencia, una vez que el capital extranjero invade a un país económicamente atrasado -y si este no puede 
lograr su desarrollo económico ajustándose a sus recursos-, no le queda sino la alternativa siguiente: o concede toda 
clase de privilegios a los capitalistas extranjeros o el país en cuestión se resigna a un atraso económico mayor. Si 
sucede lo primero, la Balanza de Pagos estará nivelada, ya que la importación de capitales la equilibrará, 
aunque a cambio de la explotación de los trabajadores y de los recursos naturales, lo cual conduce a 
socavar la independencia económica; sin embargo, a largo plazo, dicha balanza se tornará inestable y estas 
perturbaciones repercuten inevitablemente en el valor de la moneda nacional, depreciándola. 
 
La primera de estas políticas fue la que escogió el régimen de Porfirio Díaz, lo cual explica tanto el número de concesiones 
otorgadas al capitalismo extranjero, como la estabilidad política y económica prevaleciente durante ese régimen”.8/ 
 
Las tendencias de expansión del capital extranjero monopolista tuvieron favorable aceptación durante el 
gobierno del Porfiriato debido a la estabilidad política lograda por este y la política de puertas abiertas a las 
inversiones extranjeras aplicada por este gobierno; influyendo en ello el partido de “Los Científicos” por su 
impulso a las ideas del liberalismo económico (Laissez Faire, Laissez Passer). 
 
Al respecto, con base en datos generados por el connotado investigador Lic. José Luis Ceceña, en materia de 
inversión extranjera directa (I.E.D.) se distingue la importancia que tuvo esta política en la economía nacional y el 
alto grado de dependencia a que esta se sometía: 
 
“Ya que significaba que dicho capital contabacon un Estado Policía, dedicado a atender las tareas mínimas de la 
seguridad nacional y de aquellos servicios públicos que consideraba que le eran propios, y que en materia económica se 
imponía la responsabilidad esencial de crear el clima favorable para que la inversión privada pudiera operar en 
condiciones óptimas de redituabilidad; esto dió como resultado que en estas tres décadas de gobierno se produjera una 
considerable expansión de las inversiones monopolistas norteamericanas y europeas. Con el concurso de estas grandes 
inversiones, la economía mexicana registró un considerable crecimiento de carácter marcadamente capitalista y de 
subordinación al exterior, como correspondía a la esencia misma de dichas inversiones” -ver cuadro I.1.1.3-. 9/ 
 19
 
8/ TORRES GAYTÁN Ricardo. “Un siglo de devaluaciones del peso mexicano”; Ed. Siglo Veintiuno, ed. 1983, pág. 46 a 48. 
9/ CECEÑA GÁMEZ José Luis. “México en la Orbita Imperial. Las Empresas Transnacionales”, I. I. E., UNAM. Ed. El Caballito, 5ª ed. 1975, pág. 50. 
 
Como se observa, los ingresos y gastos por 86 y 76 millones captados y ejercidos por el Estado Mexicano en 
1903, así como los 114 y 85 millones correspondientes a 1906, reflejan únicamente el 6.7% y 5.9% así como el 
8.9% y el 6.6% de los volúmenes de recursos invertidos por el capital extranjero en el año de 1910; que 
representaba la captación de recursos del gobierno respecto a los altos niveles de estas inversiones y el 
correspondiente poder económico del sector privado –en lo particular el externo-, y, por tanto, la dificultad que 
implicaba la atención a las necesidades de infraestructura para el desarrollo del país, ya no digamos la atención 
a las necesidades de la población en materia de educación y salud, y menos aun en materia de empleo, vivienda 
y alimentación. Inclusive, esto era un sueño imposible si consideramos las condiciones de trabajo en que se 
encontraban los jornaleros agrícolas de Yucatán (de origen maya), los de Valle Nacional (en Veracruz) y los 
obreros de las minas cupreras de Cananea, por mencionar algunos casos; deduciendo con ello la debilidad 
económica de la nación, encontrándose comprometida su Soberanía y, con ello, su dependencia de este capital. 
 
Esto se comprende en una mayor dimensión con la lectura de Juan Felipe Leal respecto al Estado Liberal 
Oligárquico del período: 1867-1914: 
 
“Con el triunfo de la República en 1867, se inicia un período de la historia de México que se extenderá hasta el año 
de 1914 y que ofrece indudables características unitarias. Ello puede observarse, a nivel del poder político, por el 
hecho de que a lo largo de todo el período se observa una misma forma de Estado: El Estado liberal oligárquico. 
 
Esta forma de Estado contiene una contradicción interna que le es propia y característica; es una combinación 
eficiente de dos tendencias encadenadas, aunque encontradas: en el plano de las relaciones jurídico-políticas es 
liberal; sanciona la igualdad política de los ciudadanos y la libertad de pensamientos y cultos; concibe al individuo 
como el principal rector de la sociedad mientras que el Estado debe limitarse a garantizar y promover los intereses de 
los particulares. Divorcia a la Iglesia del Estado. Adopta la forma de una república democrática, representativa y 
federal. Por ende, afirma que la soberanía de los Estados debe ser celosamente respetada y que la división de 
poderes –Legislativo, Ejecutivo y Judicial- se encargará de mantener un equilibrio dentro de la administración. 
 
Sostiene que el libre cambio, en lo interno y externo, debe implantarse, y que ciertas formas de propiedad como 
la de la iglesia y la de las corporaciones indias serán disueltas, para dar lugar a la mediana propiedad privada, 
considerada como garantía de la democracia política. Declara, además, que las diferentes combinaciones de 
trabajo obligatorio, gratuito, o forzado, deben desaparecer y ser sustituidas por una fuerza libre de trabajo, que 
opere dentro de un mercado competitivo. 
 
Por otra parte, en el plano de las prácticas políticas imperantes, es oligárquico. Es la expresión político-
administrativa de los compromisos acordados por las oligarquías, regionales o locales, más importantes del país. 
De ahí la persistencia de formas no propiamente capitalistas de explotación de la mano de obra, como el 
peonaje, por ejemplo. De ahí el predominio de estructuras sociales y políticas impregnadas de matices 
estamentales y raciales. De ahí la imperante forma de liderazgo político como el caciquismo y el caudillismo. De 
ahí la inexistencia de partidos políticos. De ahí la Dictadura”. 10/. 
 
De hecho, esta es la característica general del capitalismo, que pregona al mercado de libre competencia como 
el dios mayor y, en la práctica, impone todo tipo de ataduras a la liberación de la principal fuerza productiva, que 
también es parte del mercado económico -la fuerza de trabajo-, al mantenerla controlada y atada a sus intereses 
y, de esta forma, abatir los costos de producción. 
 
 20
10/ LEAL Juan Felipe. “México, Estado, Burocracia y Sindicatos”. Centro de Estudios Latinoamericanos; Facultad de Ciencias Políticas, 
UNAM. Ed.. El Caballito; ed. 1976; pág. 10 y 11. 
 
El capital dominante transnacional originario de las grandes metrópolis, predica la apertura comercial, el libre 
cambio y apertura del mercado; debido a que se conoce dominante y con todas o casi todas las ventajas 
comparativas a su favor: dominio y control de las tecnologías de punta (capital de producción y sistemas de 
producción y de comunicación -transporte, informática e información-), controla el sector financiero mundial, 
siendo el acreedor financiero internacional y -a partir del siglo XIX, los Estados Unidos- cuentan con uno de los 
ejércitos dotados con la mayor capacidad de disuasión jamás conocida. 
 
El autor destaca la condición dependiente del Estado nacional mexicano en el período, que en su aparente 
independencia dentro de lo formal es, en todos los caracteres sociopolíticos y económicos, un Estado 
dependiente (en tecnología, financiamiento, diplomacia, militarismo, etc.). Señalando que dada esta 
característica, respecto al ámbito internacional, en el Estado Liberal Oligárquico mexicano se presenta la 
sustitución del capitalismo de libre competencia por el capitalismo monopolista, así como el imperialismo, como 
fase mas desarrollada del capitalismo; acrecenta esta característica la inmigración de personas, capitales y 
modas extranjeros, destacando aún mas esto, las siguientes acciones de don Porfirio: 
 
La venta de magníficas y fértiles tierras por 50 millones de pesos, a sus preferidos, para traspasarlas a las compañías 
extranjeras; la entrega de la mitad de la Baja California a Louis Huller; la cesión a Hearst de 3 millones de ha. en 
Chihuahua; la entrega de terrenos cupríferos al coronel Greene en Cananea; la bochornosa concesión de la región 
del Hule a Rockefeller y Aldrich; la escandalosa venta de los bosques de México y Morelos a la norteamericana 
papelera San Rafael; la venta de empresas mineras en Pachuca, Real del Monte y Santa Gertrudis a compañías 
norteamericanas. En todos los casos la transacción fue a cambio de ingresos risibles; se suma a esto la modificación 
del Código Minero, favoreciendo con ello las propiedades Hulleras de Huntingtón, el monopolio metalúrgico de 
Guggenheim, las empresas petroleras de Lord Cowdray; otorgándose concesión personal al embajador Thompson 
para organizar la United States Banking Co. y el Panamerican Railroad (ferrocarril). 11/ 
 
Respecto a este antecedente, la frase “la historia se repite” es atinada; para muestra tenemos las políticas de 
adelgazamiento del Sector Público aplicadas por los gobiernos mexicanos de 1983 a 2003 (ver punto 3.4. Tercera 
Etapa: 1983-2000 Transición y Construcción de una Nueva Estrategia Social). El párrafo anterior, tendrá un 
mayor sustento al relacionarlo con el tema de los Tratados de Bucareli, que se presentaen el siguiente capítulo. 
 
De acuerdo con Luis González 12/, los resultados de esta serie de condiciones sociales, políticas y económicas* 
propiciaron que la mayoría de la población, excepto los grupos favorecidos por el poder, estuviese en 
desacuerdo con la llamada prosperidad, que ni era para todos ni beneficiaba siquiera indirectamente a las 
mayorías; los agricultores pequeños y medios, algunos terratenientes, diversos elementos del sacerdocio, 
artesanos, obreros de la industria, braceros temporaleros en los E. U.; todos ellos desdeñan al que tiempo antes 
fue el prohombre y constructor de la nación liberal; también el gobierno norteamericano vislumbra gustoso la 
caída de Díaz cuando este coquetea hacia el Japón. 13/ 
 
* Período caracterizado por el dominio político, social y económico de los paises desarrollados y empresas monopólicas apuntaladas por 
los gobiernos de estos países, subordinando al gobierno de Díaz; extrayendo la riqueza local mediante la explotación de los recursos naturales –
materia prima sorprendentemente barata y control de los obreros por medio de las guardias blancas, funcionarios gubernamentales y policiacos 
locales-; y fortaleciendo cada una de estas empresas a su correspondiente matriz y al sector financiero de su país de origen; así mismo, 
acrecentando la propiedad agraria por parte de las compañías contratadas para el deslinde de terrenos necesarios para la construcción de las vías 
férreas. 
 
11/ VARIOS AUTORES. “Historia General de México”, tomo 2. Ed. del Colegio de México; 2ª reimpresión, 1988, pág. 986. 
 21
12/ ibid., pág. 984. 
13/ ibid., pág. 985. 
 
La sociedad empieza a activarse; en diversos congresos y reuniones (destacando la persona de Felipe Arriaga); se 
lanzan manifiestos que acusan a Díaz de gobernar con un grupo cuya conducta es inicuamente arbitraria y 
sospechosamente productiva; se menciona el Sufragio Efectivo, el Municipio Libre, la Reforma Agraria, la libertad de 
expresión, así como la iniciativa de cubrir a la Nación de Clubes Liberales, formándose con ello aproximadamente 200 en 
todo el país. 
 
Los hermanos Flores Magón, otro grupo de diferente formación -anarco-sindicalista-, una vez refugiados en los 
E. U. conjuntamente con otros revolucionarios, organizan un partido, lanzando desde San Luis Missouri en 1906 
un programa político antireeleccionista, antimilitarista, libre pensador, anticlerical, laborista y agrarista; al 
unísono, la clase media urbana no burócrata antiporfirista, reacciona en el mismo sentido en nombre del 
liberalismo. Aún de mayor impacto es el rompimiento de la clase obrera (setecientos mil personas), debido a los 
bajos salarios, el trabajo obligatorio dominical y nocturno, la inseguridad e insalubridad del medio laboral y 
flagrantes multas; a partir de 1906 estallan los mayores conflictos obreros: la Huelga de Cananea, la protesta de 
los obreros textiles de oriente (Río Blanco) y el problema con los ferrocarrileros del norte. Logrando calmar las 
presiones en el caso ferrocarrilero, por intermediación de Díaz, no es así en los otros dos casos, que terminaron 
siendo controladas por medio de la masacre, manteniéndose un clima de rebeldía y tensión. 
 
En el año de 1908 y 1909 las condiciones sociopolíticas fueron insostenibles y, sumado a ello, la naturaleza 
afecto considerablemente la economía del país al presentarse lluvias exageradas en algunos lugares y mínimas 
en otros, fuertes heladas (y destructivos temblores), motivo por el cual la producción agrícola se deterioró, 
dejando al campo en una situación crítica; en dicho período la producción manufacturera bajo 8.74 % los precios 
de la rama metalúrgica se mantuvieron estáticos, los metales preciosos y los industriales se depreciaron 
considerablemente, la producción petrolera tuvo un año de reajuste, se debilitó el comercio exterior al bajar la 
demanda interna y externa: las exportaciones descendieron en valor (8%) y en volumen, presentando un saldo 
negativo en 1908; en tiempos políticos tan especialmente espinosos para la Nación, la disminución del nivel de 
vida aceleró el rechazo al gobierno. 
 
Ante esta situación, Porfirio Díaz reconoce públicamente las causas que generaron las condiciones en las que se 
encuentra el país, en unas declaraciones al Pearson’s Magazine: ...”Creo que la democracia es el principio 
verdadero y justo del gobierno”... “se recibió el gobierno de manos de un ejercito victorioso”...”Nosotros –añade- 
guardamos las formas del gobierno republicano y democrático”...”pero adoptamos una política 
patriarcal”...”guiando y restringiendo las tendencias populares, con entera fe en que la paz forzada permitiría a la 
educación, la industria y el comercio desenvolver los elementos de la estabilidad y unión de un pueblo de suyo 
inteligente, suave y sensible”...”México tiene ahora una clase media que antes no tenía. La clase media es el 
elemento activo de la sociedad”...”Los ricos están demasiado ocupados en sus riquezas y sus dignidades para 
ser útiles al mejoramiento general”. 
 
Concluye estas cavilaciones con dos mensajes que levantan vientos de cambio: ...”Me retiraré al concluir este 
período constitucional y no aceptaré otro”...“Yo acogeré gustoso un partido de oposición en México. Si aparece lo 
veré como una bendición...”. 14/ 
 
Aparecen bastantes opiniones escritas al respecto, destacando las siguientes: Cuestiones electorales (Manuel 
Calero), La reelección indefinida (Emilio Vásquez Gómez), La organización política de México (Francisco de P. 
Sentíes), El problema de la organización política (Ricardo García Granados), La sucesión presidencial en 1910 
(Ignacio Indalecio Madero), Los grandes problemas nacionales (Andrés Molina Enríquez). 
 
 22
14/ ibid., págs. 986 a 991. 
 
Aún y hay quienes postulan a Díaz (-el Partido Reyista- con José López Portillo-) para presidente y para 
vicepresidente al candidato del pueblo, general Bernardo Reyes, con los principios auténtica determinación de 
México y práctica efectiva de la Libertad, (así como el Partido Democrático-con Manuel Calero-) postulando 
escuelas gratuitas, obligatorias, laicas y cívicas; sufragio efectivo para los letrados o jefes de familia, municipio 
libre, inamovilidad judicial, libertad de imprenta y de las Leyes de Reforma, inversión fecunda de las reservas del 
tesoro público, Ley agraria a favor del jornalero y Legislación Laboral. 
 
El Club Central Antireeleccionista (1909) plantea como postulados fundamentales “Efectividad del Sufragio y No 
Reelección” (sus dirigentes son, entre otros, Francisco I. Madero, Los Hnos. Vásquez Gómez, Filomeno Mata, 
Luis Cabrera y José Vasconcelos). Difunde la realidad general del país, como la de injusticia en beneficio del 
poder económico, la preferencia por la dirigencia gerencial, aún en empresas públicas (cualquier parecido con 
el gobierno federal 2000-2006 es casualidad), falta de garantías laborales y salarios raquíticos, exterminio de 
los pueblos aborígenes (como los mayas y yaquis) y la falta de conciencia socio-política. 
 
El Club Reeleccionista reapare en febrero de 1909, convocado a una gran Convención Nacional, en la que se 
aprueba la candidatura de Díaz y en la vicepresidencia a Corral; lo cual, ambos aceptaron ante una comitiva 
emanada de esta convención e iniciaron una gira por el centro del país, con el fin de fortalecer estas acciones. 
 
A la par, Francisco I. Madero recorre la Nación (Veracruz, Yucatán, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Jalisco, 
Colima, Sinaloa y Sonora), logrando adeptos y acelerando la represión localista; José Vasconcelos edita el 
Antireeleccionista, mismo que después de los primeros números es clausurado, de forma semejante 
(censurados y agredidos) son tratados los periodistas antireeleccionistas, fortaleciendo mas esta tendencia al 
término de este año, momento en que Madero emprende otra gira política que continuó hasta iniciado 1910. 
 
Al finalizar 1909 se dan dos situaciones de extrema importancia: por una parte, existían dos partidosrepresentando 
tendencias opuestas: El Antireeleccionista y el Reeleccionista; por otra, Díaz tuvo una entrevista personal en el Paso 
del Norte con el presidente de los Estados Unidos, con un interprete; lo acordado jamás se conoció. 15/ 
 
Lo que cimbró la permanencia de Porfirio Diaz fue la convención nacional de Clubes Antireeleccionistas 
(abril 1910); proponiendo en ella la sustitución de Díaz; la mayoría por Madero y otros por Toribio Esquivel 
Obregón, lanzando para la vicepresidencia a José Ma Pino Suárez, a Toribio Esquivel o a Francisco Vázquez 
Gómez; ganando éste por mínima mayoría la candidatura; expresando en un discurso su voluntad de... “Hacer 
valer el voto popular e impedir el fraude luchando a la par del pueblo contra la fuerza que lo impuso, haciendo 
respetar la soberanía del pueblo ansioso de ser gobernado por la ley” y, respecto a las finanzas del país, aplicar 
el Superávit de la Hacienda Pública en el fomento de: las actividades económicas (impulso a la agricultura 
con base en: la creación de bancos refaccionarios e hipotecarios, así como promover la pequeña propiedad 
agrícola y procurar una asignación más equilibrada de los impuestos; dándole al capital foráneo toda clase de 
franquicias pero ningún privilegio) y atención a las necesidades sociales (construir infraestructura escolar, 
ampliar las plazas magisteriales, reformar las leyes aplicables a la relación patrón-obrero, mejorando la condición 
de este, sustituir la leva por la enseñanza militar obligatoria y, en materia política aplicar las reformas 
constitucionales eliminando la reelección en los niveles de gobierno)”. 
 
Madero es aprehendido y encarcelado en San Luis Potosí; en las elecciones primarias y secundarias (junio y julio) para 
elegir Presidente y Vicepresidente del país, Díaz se reelige, incumpliendo su declaración al Pearson’s Magazine. 16/ 
 
15/ ibid., pág. 995. 
16/ ibid., págs. 995,996. 
 23
 
El censo de 1910 arrojó los siguientes resultados: un total aproximado de 15 millones de habitantes, concentrados en 
los tres valles centrales y regiones circunvecinas (valle de México, de Toluca y de Puebla); emigración creciente al 
norte (Coahuila, Durango, Chihuahua y Nuevo León) y Golfo (principalmente a Veracruz); así como una tendencia a 
vivir de manera sobresaliente en centros urbanos, principalmente en la ciudad de México (contaba ya con medio 
millón de hbts.); lo anterior, marcaba un mapa de 75 % de habitantes en el medio rural -11,250,000- y 25% en el 
medio urbano -3,750,000- (ciudades grandes, medianas, pequeñas y poblados de 5 a 10 mil personas). 
 
Los extranjeros sumaban 116, 527 (0.78 % del total de mexicanos); 91 % se abocaba a los servicios e industria; 
9 % trabajaba en el campo (10, 500 aproximadamente)*; la fuerza agrícola mexicana sumaba 3,584,000 
personas (que incluía 62 mil mujeres); el estadístico que refleja la estructura laboral en los sectores y 
subsectores más importantes de la economía se presenta en el cuadro I.1.1.4 En este cuadro, se puede 
apreciar que la fuerza de trabajo masculina fue marcadamente dominante en la estructura laboral del país -a 
excepción de los servicios profesionales y magisteriales (de este no se cuenta con datos)-. 
 
El año 1910 resultó ser de bonanza económica,, creciendo la mayoría de las actividades productivas: 
agropecuaria, que exporto un total de 71 millones de pesos, 25 % mas que la agrícola en 1908; casi se duplicó la 
cosecha de maíz y frijol respecto a 1900, al igual que el volumen de algodón, caña de azúcar y tabaco; la 
producción industrial alcanzó casi los 500 millones de pesos, el doble de comienzos de siglo, correspondiendo a 
la minero-metalúrgica 270 millones; cubriendo las exportaciones un total de 288 millones de pesos. 
 
Al mes siguiente (octubre) de la fastuosa celebración de la revolución de Independencia, se dieron diversos acontecimientos 
que impactaron a la sociedad mexicana: el arzobispo José Mora y del Río en un acto católico social impulso la crítica al 
sistema establecido; se difundió de manera profusa el plan de San Luis, en el cual Madero, después de prisión y desde el 
exilio, en San Antonio Texas (junto con los antireeleccionistas Juan Sánchez Azcona, Roque Estrada y Enrique Bordes) 
proclama el Sufragio Efectivo, la No Reelección, el desconocimiento del gobierno y delata sus abusos: 
Se señalaba las seis de la tarde del día 20 de noviembre (1910) para que la sociedad se levantara en 
armas contra el tirano; con Madero como caudillo, asumiendo la presidencia de manera provisional, convocaría a 
elecciones un mes después de liberarse la ciudad capital del país y al menos la mitad de las entidades 
federativas; otro punto fue el reconocimiento de las Etnias, al determinar que las resoluciones, los fallos de los 
tribunales de la República, así como los acuerdos de la Secretaría de fomento, quedaban sujetos a revisión, 
debido al abuso de la ley de “Tierras Baldías”, siendo despojados los indígenas de sus tierras; se respetarían los 
compromisos adoptados con los gobiernos o las corporaciones extranjeras antes del 20 de noviembre de 1910; 
estas fueron las acciones propuestas más importantes, sustentadas en el Plan. 
 
Al iniciarse la revolución, Madero contaba con el apoyo de diversos partidos: entre otros el Democrático 
(Francisco Cosío Robelo y Alfredo Robles Domínguez -Cd. de México y Guerrero-) y el Liberal Mexicano 
(Abraham González y José de la Luz Soto). Madero se proponía cruzar la frontera la noche del 19 de noviembre, 
pero a mediados de este mes, el gobierno descubrió a los conspiradores. 
 
La reacción gubernamental fue inmediata; en las ciudades, los operativos en contra de los maderistas tuvieron 
gran éxito, como fue el caso de la ciudad de México y, concretamente, en Puebla fue aprehendido Aquiles 
Serdán; en el campo fue diferente: los campesinos en Chihuahua, encabezados por Pascual Orozco, Francisco 
Villa, José de la Luz Blanco y Abraham González, crearon las primeras fuerzas beligerantes; en Sonora con José 
María Maytorena; los hermanos Eulalio y Luis Gutiérrez las encabezaron en Coahuila; en Zacatecas Luis Moya, 
en Guerrero los Figueroa, en Baja California José María Leyva; considerando como jefe del movimiento a 
Francisco I. Madero (a excepción el grupo dirigido por los Flores Magón, que entro por Baja California). 17/ 
 
17/ ibid., págs. 996 a 1001. 
 24
 
En las postrimerías de 1910 y hasta marzo de 1911 los movimientos armados en el Norte y Noroeste tomaron 
una fuerza extraordinaria al surgir levantamientos en el estado de Morelos, principalmente por el grupo de Villa 
de Ayala, encabezado por Pablo Torres Burgos (maestro de escuela) y Emiliano Zapata (Presidente del Comité 
de Defensa de los Pueblos de Anenecuilco-Ayala-Moyotepec). 
 
Frente a esto, el 24 de marzo de 1911 renuncian los diversos funcionarios, aceptándolas Díaz. El 1º de abril, en la 
nueva Cámara de Diputados Díaz rinde su informe de gobierno y propone enmiendas jurídicas relevantes: No 
Reelección, pena por abuso de autoridad -instituciones oficiales y gobernadores-, Sufragio Efectivo, Independencia 
del Poder Judicial y Fraccionamiento de Latifundios; en este mismo mes, inicia la caída de diversas plazas -Chilapa, 
Gro. (Juan Andrew Almazán), México y Puebla (Zapata), Indé (Tomás Urbina), Cuencamé, Durango, San Andrés 
Tuxtla, Sombrerete, Agua Prieta-; complicándose de esta manera el gobierno renovado de Díaz; mismo que dialogó 
con los rebeldes en Ciudad Juárez; resultando un fracaso estas negociaciones y continuando la toma de ciudades en 
mayo. 
 
El día 10 los maderistas toman Ciudad Juárez, reanudándose las pláticas de paz en esta ciudad el día 17, que 
dieron como resultado la renuncia del Presidente, Vicepresidente y todo su gabinete; estos Convenios de Juárez 
(Tratado de Ciudad Juárez) se firmaron el 21 de mayo de 1911, el 25 Díaz renuncia y queda provisionalmente en 
la presidencia Francisco León de la Barra. Al salir el presidente depuesto por Veracruz, en la ciudad deMéxico 
entra el emisario de la Democracia y el Voto Universal, Don Francisco I. Madero. 18/ 
 
1.1.2. La Lucha Maderista por la Democracia 
 
En el tratado de Ciudad Juárez, generosamente Madero aceptó la presidencia interina de Francisco León de la Barra, 
ministro de Relaciones Exteriores porfirista, para la pacificación del país y para convocar a elecciones federales; 
acordándose la amnistía por el delito de sedición a las fuerzas revolucionarias y su licenciamiento, esto fue un error 
táctico del Maderismo, una falacia {¿o una jugada maestra para mantener el control del poder por la burguesía agraria y 
empresarial (industrial y comercial) dependientes, así como del capital extranjero, dentro de un ambiente de aparente 
democracia política?}, debido a que dio lugar a un enfrentamiento permanente entre las fuerzas conservadoras y las 
revolucionarias, lo cual se agudizó al presentarse las siguientes condiciones de facto en la lucha política nacional. 
 
- En cuanto a la lucha armada por el cambio: Los revolucionarios reconocían al gobierno que 
combatieron; aplazaba el cumplimiento del Plan de San Luis; dejaban pendientes las reformas políticas, 
económicas y sociales prometidas a la Nación en este Plan. 
- Respecto al exterminio del Poder y de las Estructuras políticas, socioeconómicas porfiristas: Se 
encontraba intocable la maquinaria administrativa, el Poder Judicial, el legislativo (Senadores y Diputados -estos 
federales y locales-), así como el ejército porfirista; los empresarios aliados a los conservadores, mantuvieron la 
misma dinámica del porfirismo y siguieron manejando los grandes negocios. 19/ 
 
Por ello, las tensiones entre Francisco León de la Barra (presidente interino) y los hermanos Emilio y Francisco 
Vázquez Gómez, (secretarios de Gobernación y Educación) fueron permanentes; cabe hacer notar que el caso 
del licenciamiento del ejercito revolucionario, significaba devolver el poder al ejercito porfirista. 
 
El interinato tampoco satisfizo a los campesinos ni a los obreros; se dieron invasiones de tierras y asaltos a las 
tiendas de raya; huelgas en ferrocarriles y fabricas en el D. F., Orizaba y Puebla, así como en las minas y 
haciendas de San Luis Potosí. Pero el mayor problema fue en Morelos, por la exigencia del zapatismo para el 
cumplimiento del Art. 3º del Plan de San Luis Potosí (<<Restitución de tierras comunales a los pueblos>>). 
 
18/ ibid., págs. 1001 a 1005. 
 25
19/ ibid., pág. 1084. 
 
De la Barra envió a Huerta al frente de contingentes a Morelos, para el licenciamiento de los revolucionarios; al 
tercer intento de desarme, Huerta atacó a los zapatistas a traición, respondiendo estos con ataques que llegaron 
a Milpa Alta; interpelando el Congreso por esta causa al presidente, presentándose la renuncia de Francisco 
Vázquez Gómez y la salida de Francisco León de la Barra antes de lo acordado. 
 
Madero decidió cancelar el Partido Antireeleccionista, considerando imposible su existencia debido al 
movimiento armado y nombró un comité para fundar el Constitucional Progresista (incluyendo en su plataforma 
el Plan de San Luis); por ello los revolucionarios estuvieron a punto de separarse; esta convención inicio en 
agosto de 1911cuyo programa fue semejante al Antireeleccionista, los partidos revolucionarios enviaron 
representantes a esta, eligiendo en forma unánime a Francisco I. Madero para candidato presidencial; resultando 
bastante disputada la Vicepresidencia, ganándola José Ma. Pino Suárez; en octubre de 1911 las elecciones 
ejemplares democráticas dan el triunfo a Madero. 
 
Madero toma la presidencia, tratando de equilibrar las fuerzas opositoras (conservadores y revolucionarios: De la 
Barra y Vázquez Tagle por un lado y por otro Abraham González y Miguel Díaz Lombardo); este intento no 
permite la unificación debido a los intereses opuestos de ambas tendencias; acentuando esta circunstancia las 
condiciones del Poder Judicial y el Poder Legislativo. Esto, se reflejó en todo el país con agitación por la 
renovación de poderes; rebeliones de tendencias revolucionarias (Zapata, los hermanos Vázquez Gómez y 
Pascual Orozco) y contrarrevolucionarias (Bernardo Reyes y Félix Díaz). Los conservadores apremiaban para 
regresar al Status Quo previo y los revolucionarios por cambios inmediatos reflejados en reparto de tierras, 
incremento de salarios, justicia a los agraviados y recursos accesibles a los necesitados. 20/ 
 
ACCIONES DE POLÍTICA ECONÓMICA Y SOCIAL. 
 
Madero dio atención a sus compromisos de campaña, respecto a: Restitución de tierras y apoyo económico a los 
Yaquis, por medio de la Comisión Nacional Agraria, con un programa de restitución de tierras y compras de 
tierras a los particulares, se dotó de propiedades agrarias a los indígenas y campesinos necesitados, con un total 
de 21 millones de Has. de terrenos nacionales recuperados; con el paso del tiempo estas aumentaron por el 
incumplimiento de obligaciones de las compañías deslindadoras, así como por el fraccionamiento de lotes, c/u de 
50 has. provenientes de las tierras libres en las cercanías de los ríos Yaqui y Mayo; sumado a ello, la 
recientemente creada Comisión Agraria Ejecutiva recomendó la reconstrucción comunal e inalienable de los 
ejidos y el deslinde de los pueblos respecto de las haciendas vecinas. 
 
Para atender el problema agrario la XXVI Legislatura presentó iniciativas de ley (compra o aumento de 
contribuciones a las tierras ociosas; exención de impuestos al fraccionamiento de latifundios; reparto de tierras 
baldías, entre otras). Al respecto, Luis Cabrera planteó la dificultad de realizar esto, ya que la compra de tierras a 
los particulares no incluiría las de mejor calidad ni las localizadas en las localidades necesarias, dificultándose 
recuperar las de posesión ilegal, pues estas contarían con algún título para defenderlas. 
 
Por estos motivos los problemas agrario y laboral se dificultaron; estallaron varias huelgas en toda la industria 
(en la rama textil el 80 %); para resolverlo se creó la Oficina del Trabajo, acordando ésta en una convención 
(concurriendo representación patronal y laboral), la reducción de la jornada de trabajo a 10 horas e incremento 
salarial a $ 1.25; estableciendo reglas equitativas para valorar el trabajo y dar compensaciones. En materia de 
Derecho Social, se elaboraron leyes sobre accidentes de trabajo, ampliándose los hospitales; se incrementaron 
los sueldos; se crearon ascensos y jubilaciones a los maestros; se fundaron comedores escolares y se dio 
reparto de ropa y calzado a los niños. 
 
 26
20/ ibid., pág. 1087. 
La pacificación del país generó gastos (adquisición de armas y creación de cuerpos rurales) por 22 millones de 
pesos, disminuyendo en enero de 1913 las reservas del Tesoro; lo cual no devaluó los valores del Estado, los 
bancarios e industriales no sufrieron demérito, manteniéndose el precio de la plata cerca de su paridad legal. Se 
atendieron los daños causados por la revolución, resolviendo la Comisión Consultiva de indemnización pagarlos 
una vez conociendo el monto total de las reclamaciones, por medio de la emisión de bonos de Deuda Interior, 
destinadas también al pago de subvenciones a los ferrocarriles y obras públicas. 
 
El flujo del comercio exterior, principalmente con E. U. -exportación de bienes primarios e importación de 
alimentos y armas- reflejó un superávit de $ 100 millones, beneficiando exclusivamente al país en materia de 
impuestos y salarios de los trabajadores, contratados por los extranjeros que controlaban el comercio exterior. El 
sector mas afectado por la revolución fue el comercio interior, al destruirse las vías de comunicación (ferrocarril, 
carreteras, telégrafo y otro tipo de infraestructura); disminuyó la producción agrícola, industrial y minera, 
presentándose escasez de mano de obra y capitales; con especulación y mercado negro. 21/ 
 
EL MOVIMIENTO ARMADO 
 
Las condiciones de la propiedad social de la tierra, se preservaron en buena medida taly como se encontraban 
bajo el poder porfirista; por este motivo las fuerzas revolucionarias se mantuvieron en actitud rebelde: Emiliano 
Zapata y Emilio Montaño, los precursores de la rebelión, presentando a Madero las condiciones para 
reintegrarse a la vida civil en diciembre de 1911, con base en el Plan de Ayala y con el lema “Reforma, Libertad, 
Justicia y Ley”, fechado el 25 de noviembre de 1911, estableciendo: 
 
La restitución (a los pueblos y ciudadanos con títulos de propiedad), dotación (expropiación a los monopolizadores en 
la tercera parte de sus propiedades previa indemnización) y nacionalización de las tierras (nacionalización de las 
propiedades del enemigo: 66% para indemnización de guerra; 33 % a pensiones de viudas y huérfanos de la revolución), 
montes y agua; exigiendo la promulgación de una Ley Agraria; retiro de las fuerzas federales en un plazo máximo de 45 
días; indulto general a los rebeldes en armas y la sustitución del gobernador Ambrosio Figueroa. 
 
Madero respondió con un mensaje firme, proponiendo el indulto si se deponían las armas y se retiraban del 
estado de Morelos (incluía un segundo mensaje conciliador, el cual no entregó el general Arnoldo Caso a 
Zapata), declarándose éste formalmente en rebelión y proclamando el Plan de Ayala (con fecha atrasada del 25 
de noviembre) nombrando como jefe a Pascual Orozco o, en su ausencia, a Emiliano Zapata. 
 
Por otro lado, con el Plan de Sta. Rosa inicia la rebelión en el norte de México el día 31de enero de 1912, con José 
Inés Salazar, líder del partido Liberal Mexicano, secundándola otros partidarios, proclamando presidente provisional a 
Emilio Vázquez Gómez; Madero encomendó la campaña a Pascual Orozco y Victoriano Huerta; recuperando el 
primero las ciudades de Juárez y Chihuahua, cambiando su objetivo, uniéndose a los rebeldes y avanzó a la Cd. de 
México sin éxito -no contaba con armas y municiones-. Orozco continuó sus ataques, venció al general González 
Salas y llegó a contar con 8,000 hombres; desconoce a Vázquez Gómez con el Pacto de la Empacadora, con el que 
exige el 25 de marzo de 1912 bajo el lema de “Reforma, Libertad y Justicia” la ejecución de acciones de orden 
agrario, laboral y hacendario; conjugándose en este plan, los elementos de los planes de San Luis y de Ayala. 
 
En Torreón, Huerta, que contaba con el mismo número de efectivos y con cuerpos rurales -el de Francisco Villa entre 
ellos- derrotó a Orozco en diversos enfrentamientos, retirándose este a Sonora y Chihuahua; derrotado en Bachimba 
(3 de julio) y en la ciudad de Chihuahua, se rindió finalmente en Ciudad Juárez y en Ojinaga (agosto–septiembre de 
1912); disminuyendo esto la aceptación de la revolución como fuerza armada; por el lado del gobierno, Huerta 
es 
 
 27
21/ ibid., págs. 1090 a 1093. 
 
relevado del cargo de la División del Norte, dado que Madero sospecha de su lealtad; también Venustiano Carranza, 
José Manuel Maytorena y Eulalio Gutiérrez (gobernadores de Coahuila, Sonora y San Luis Potosí) no licenciaron las 
tropas auxiliares –irregulares y rurales-, formadas para combatir al Orozquismo en sus estados, mismas que la 
federación quiso licenciar por lo oneroso de su costo. 
 
En el frente sureño, la campaña militar contra las fuerzas Zapatistas se dio en tres etapas: la primera, con 
duración a enero de 1912 con el general Arnoldo Casso López al frente; dominando solo las principales 
poblaciones al desconocer el terreno; la segunda (febrero-agosto), con el general Juvencio Robles al frente, 
inició con el incendio de poblaciones y la ejecución de sus habitantes; la tercera, dirigida por Felipe Ángeles, 
propuso la restauración de los ejidos; esto fue una posición conciliadora que logró el regreso de muchos 
campesinos al trabajo de sus rancherías, mientras Zapata y Genovevo de la O. se trasladaron a los estados 
vecinos a continuar la lucha; acentuándose de octubre en adelante la guerrilla en Morelos, por lo que Felipe 
Ángeles se abocó al incendio y bombardeo de las poblaciones y a las ejecuciones en masa. 22/ 
 
LAS CLASES CAMPESINA Y OBRERA. LA LUCHA OBRERA CAMPESINA. 
 
El Maderismo satisfizo diversos reclamos de justicia social mediante iniciativas públicas; acciones que aparte de 
ser la vanguardia de atención al sector social, representaron el primer enfrentamiento al baluarte del liberalismo 
en los campos económico y social; las acciones adoptadas en este gobierno (fundamentado en la democracia 
política y manteniendo las estructuras de producción sin cambio) fueron insuficientes; propiciando una mayor 
exigencia de reformas, principalmente en el sector agrario (el país era eminentemente agrícola), dándose la 
lucha frontal contra los dueños de enormes predios (latifundios). 
 
Un grupo connotado con Vasconcelos al frente -Maderista-, elaboró un plan político-social: Restitución de tierras; 
cesión de tierras por parte de los latifundistas; protección al indígena; jornada de 8 horas diarias; aumento 
salarial para ambos sexos, en el campo y la ciudad; otorgar empleo en las empresas extranjeras a los 
mexicanos, por lo menos en un nivel del 50 % de las plazas, con los mismos derechos que los extranjeros. 
 
El plan de Texcoco lo proclamó don Andrés Molina Enríquez, desconoce a De la Barra, y entrega la jefatura de la 
revolución a Emilio Vázquez Gómez; se reserva la facultad de legislar sobre el fraccionamiento de latifundios mayores 
a 2000 has. tomando el denunciante la mejor parte; así como aplicar el libre comercio exterior de cereales; declarar 
las rancherías corporaciones de interés social y político nacionales y mantener vigentes los contratos de trabajo. 
 
Otro plan de gran dimensión lanzado por los hermanos Flores Magón -Manifiesto del Partido Liberal Mexicano-, 
invitó a la lucha anarquista con la frase “Tierra y Libertad”; enfocándose contra: el capital, la autoridad y el clero; 
exigiendo la expropiación de la tierra y de la industria, para trabajo comunitario, bajo un renovado radicalismo, 
mayor al de 1906, cuando lanzaron su programa en San Louis Missouri, inclinándose por el anarquismo. 23/ 
 
EXTRANJEROS Y TERRATENIENTES 
LA TENDENCIA DE LA ALTA BURGUESÍA: EL CAMINO DE VICTORIANO HUERTA. 
 
Uno de los sucesos políticos más fuertes corresponde a la actitud del embajador estadounidense Henry Lane Wilson, al 
exigirle al gobierno mexicano una protección desmedida a los intereses norteamericanos y a sus ciudadanos, logrando 
que Taft, presidente de los E. E.U.U. ordenara la movilización de tropas en cuatro barcos de guerra a puertos mexicanos, 
planteando que la intervención armada se evitaría solo con la renuncia de Madero. La traición a los 
 
22/ ibid., págs. 1093 a 1099. 
 28
23/ ibid., págs. 1097 a 1100. 
principios del Plan de San Luis y a Madero, da inicio con las rebeliones de Bernardo Reyes y de Felix Díaz; el primero 
abre la lucha con su Plan de la Soledad –16 de sept. 1911-, conspirando desde Texas, sucumbiendo en Linares 
(Monterrey) el 25-XII-1911 y enviado como prisionero a Santiago Tlatelolco, en la ciudad de México. Felix Díaz toma el 
puerto de Veracruz el 16-X-1912 con el apoyo de los regimientos de José Díaz Ordaz y Agustín Migone, recuperando el 
gobierno la plaza siete días después, arrestando a los rebeldes y un consejo de guerra los condenó a muerte. 
 
Los conservadores, desde la ciudad de México desplegaron un movimiento, siendo descubiertos y sentenciados, 
culminando esto con el perdón de Madero; el movimiento subversivo cobra fuerza, en la madrugada del 9 de 
febrero, en la escuela Militar de Aspirantes (Tlalpan) y en los cuarteles de Tacubaya: los primeros atacan Palacio 
Nacional y son derrotados; de Tacubaya salieron tres columnas al mando de los generales Gregorio Ruiz y 
Manuel Mondragón, liberando a Reyes y a Díaz; La columna al mando de Gregorio Ruiz es derrotada al igual 
que la segunda, muriendo Bernardo Reyes; la tercera se fortaleció en la Ciudadela. 
 
Al salir Madero de Chapultepec a Palacio Nacional escoltadopor los cadetes del Colegio Militar, nombra comandante 
militar de la plaza a Victoriano Huerta, debido a que el general Villar fue herido en combate; Huerta no tomó medidas 
precautorias y tuvo tratos con Félix Díaz, al cual se le vio libre los días 10 y 11 de febrero, en el restaurante “El 
Globo”. 
 
Posterior a esta entrevista, Victoriano Huerta ordenó que las fuerzas leales al gobierno sucumbieran, sembrando 
pánico y muerte en la población -que sufría hambre y peste- y no aprehender a los sublevados. El embajador 
Wilson, intrigó con el secretario de Relaciones Exteriores, Pedro Lascurain, el cuerpo diplomático y el Senado; el 
17 de febrero de 1913 comunicó al Departamento de Estado que los sublevados eran dueños de la situación; 
posterior a la aprehensión de Francisco Madero y José Ma Pino Suárez, ofreció a Huerta y a Felix Díaz el edificio 
de la embajada para llegar a los acuerdos del “Pacto de la Ciudadela”, desconociendo al gobierno de Madero, 
ordenando su detención, Huerta asumiría la presidencia con un gabinete integrado por reyistas y felicistas 
(Esquivel obregón, García Granados, Mondragón y Francisco León de la Barra. 
 
Lascurain presentó las renuncias del presidente y vicepresidente ante la Cámara de Diputados, antes que los 
mandatarios “salieran del país”, violando los acuerdos tomados y asume la presidencia durante minutos para 
darle posesión de la secretaría de Gobernación a Huerta y allanarle el ascenso a la presidencia; en tanto, 
Madero y Pino Suárez, presos en Palacio Nacional, no son trasladados a Veracruz para ser exiliados a Cuba; 
siendo infructuosas las gestiones de los embajadores de Chile, Cuba y Japón ante Wilson, para que intercediera 
ante Huerta (respondiendo que como diplomático no se involucraba en asuntos internos del país). 
 
La noche del 22 al 23 de febrero de 1913, el general Blanquet da ordenes a Francisco Cárdenas y Rafael 
Pimienta de trasladar a los presos a la Penitenciaria –confirmadas por Huerta y Mondragón- siendo asesinados 
durante un ataque simulado, preparado por Cecilio Ocón. 24/ 
 
1.1.3. La contrarrevolución: Victoriano Huerta (el usurpador) 
 
Con los resultados de la Decena Trágica y la toma del poder por Victoriano huerta el 20 de febrero de 1913, los 
terratenientes, banqueros y comerciantes, consideraron que se restablecerían las condiciones políticas, sociales 
y económicas que los favorecieron durante el porfiriato, dándose la lucha frontal entre Huerta con los Senadores 
(Belisario Domínguez) y Diputados revolucionarios, que trataron de parar las arbitrariedades del régimen 
(oposición a empréstitos externos y posposición de elecciones). 
 
Los Diputados de la XXVI Legislatura lanzaron la convocatoria para elecciones a fines de mayo, aprobando el 
Senado la Ley Electoral; el 26 de octubre se obligó a burócratas y ejercito a votar por Huerta, cometiéndose 
 29
24/ ibid., págs. 1101 a 1105. 
 
fraudes y ejerciendo violencia. El Congreso “electo” nulificó las “elecciones”, por medio de una maniobra declaro 
incapacidad legal debido a que era presidente interino; en consecuencia Huerta permaneció en el poder y el 
nuevo Congreso le confirmó las facultades extraordinarias que él había asumido días antes. Huerta fortaleció 
extraordinariamente al ejercito, incrementó los efectivos de 50 mil a 250 mil. 
 
En materia económica, tampoco en este período se resolvió el problema agrario, no se modificó la estructura de 
propiedad de la tierra; continuando su reparto en pequeños lotes a los jefes de familia, fraccionando terrenos 
nacionales. Se presentaron dos proyectos que atendían de fondo el problema de los Latifundios; los 
terratenientes tenían sus tierras gravadas, la clase media y baja querían tierras y no podían pagarlas: 
1.- Emisión de bonos de empresas fraccionadoras,(comprarían tierras para venderlas en plazos de 24 años; 
con el depósito de garantía de las empresas se formaría un fondo para crédito agrícola. 2.- Cancelar la obligación 
de contribución predial a la pequeña propiedad (en aparcería y la explotada por el jefe de familia -siempre y cuando 
no disfrutara de otras tierras-propiedad, arrendamiento o aparcería-). 
 
La economía se afectó por presiones financieras y diplomáticas de los E.U. y por los gastos de reanudación de la 
guerra (transportes y vías de comunicación destruidos, aislando extensas zonas del país, afectando el comercio 
interior y disminuyendo el producto agrícola, industrial y mineral, cierre de fabricas y comercios, dando lugar a 
escasez, desempleo, especulación en el mercado negro y fuga de capitales; aún así, en los dos años fiscales -julio 
1912 a junio 1914- el saldo fue positivo en el comercio exterior; siendo la balanza comercial superavitaria. 
 
Huerta necesitó fondos para enfrentar sus necesidades y las obligaciones de empréstitos otorgados por Speyers 
& Co. a De la Barra y a Madero, por 40 millones de pesos; contratando otros empréstitos con Holanda y el Banco 
de París por 16 millones de libras esterlinas, disponiendo solo de 6 millones (58.5 millones de pesos), debido a 
descuentos previos por intereses adelantados, obligaciones de corto plazo y la deuda de Speyers; el empréstito 
fué insuficiente, tomando el Fondo Regulador de la Circulación monetaria, las Reservas del Tesoro y diversas 
recaudaciones (30 millones, 12 millones y 121 millones, respectivamente). 
 
Para apoyar los ingresos federales, Huerta incrementó la tarifa de impuestos a la producción y exportación; 
suspendió el servicio de la Deuda Externa, retrasó el, pago de la burocracia; evitó la quiebra de los Bancos 
imponiendo tres medidas: a) circulación forzosa de billetes emitidos por el Nacional, el de Londres y México y los 
que operaban en los estados; b) 25 días feriados a la banca –22 de diciembre de 1913 al 15 de enero de 1914-, 
evitando que los propietarios de depósitos exigieran sus valores y, c) autorizar a la banca privada a emitir billete 
hasta tres veces el valor de sus reservas metálicas -la ley bancaria permitía dos-. 
 
En el frente contra los revolucionarios, en abril de 1913 se decretó la ley marcial en Morelos, se nombró 
gobernador y comandante militar a Juvencio Robles, se declaró la guerra a la población rural, unificándose los 
Zapatistas contra el enemigo común, atacando las poblaciones de Cuautla, Jonacantepec y Cuernavaca. 
 
Emiliano Zapata modifico el Plan de Ayala en mayo de 1913, con dos propósitos: -1o Señalar que la lucha se 
daba contra Huerta y contra Pascual Orozco por reconocer este al primero; asumiendo Zapata la jefatura militar 
del movimiento, reorganizando sus fuerzas y dándoles el carácter de Junta Revolucionaria del Centro y del Sur 
de la República.. 2º Modificar el artículo 6º del Plan para ampliar su aceptación y unificar a sus adeptos. Ordenó 
a sus oficiales que dieran apoyo material a los pueblos que reclamaban tierra y presentaran títulos de propiedad; 
exigiendo no cometer desmanes y con ello conservar la buena voluntad de los trabajadores y de los pobres. 
 
 30
Zapata organizó a principios de 1914 una ofensiva militar en Morelos y los estados circunvecinos, capturando 
Chilpancingo, Taxco y Buenavista de Cuellar, amagando a su vez el puerto de Acapulco; a mediados de 1914 
llegaron a la frontera de la ciudad de México, tomando Milpa Alta el 20 de julio. 
 
En materia política, los poderes constitucionales de todas las entidades federativas reconocieron al gobierno 
Huertista, a excepción del de Coahuila (Venustiano Carranza) y de la Legislatura de Sonora. Aún y cuando los 
primeros aceptaron al nuevo gobierno, Huerta los sustituyó por altos mandos de la milicia. 
 
Al desconocer al Gobierno de Victoriano Huerta, el gobernador de Coahuila Venustiano Carranza, proclamó el Plan 
de Guadalupe el 26 de marzo de 1913, desconociendo los Poderes Federales y a los gobiernos estatales que 
apoyaran a este, designándose Carranza primer jefe del ejercito constitucionalista y Encargado del Poder Ejecutivo, 
siendo responsable de convocara elecciones una vez tomada la ciudad de México, entregando el poder al presidente 
que resultara electo y los jefes de este ejercito asumirían el gobierno provisional en los estados. Reconocieron este 
Plan los revolucionarios de Coahuila, Sonora y Chihuahua, firmando el Acta de Monclova el 18 de abril. 
 
A la par de la proclama del Plan de Guadalupe, regresó Villa de los Estados Unidos, levantándose en armas en 
Chihuahua; con 400 hombres Villa derrotó a los huertistas y orozquistas en varias poblaciones del estado; al 
avanzar hacia La Laguna, el Centauro del Norte ya contaba con 10,000 hombres, formando la división del Norte, 
tomando Torreón el 3 de octubre de 1913. Simulando un ataque a la ciudad de Chihuahua, con velocidad 
vertiginosa tomó Cd. Juárez, apoderándose de todo el estado; el ejercito federal recuperó Torreón, 
arrebatándoselo el general Felipe Ángeles definitivamente el 2 de abril de 1914. 
 
La poderosa División del Norte (16,000 Dorados) tomó San Pedro de las Colonias, Paredón, Ramos Arizpe y 
Saltillo, tomando finalmente Zacatecas el mes de julio, contrariando las órdenes de Carranza; con esta toma, 
derrumbó el mayor obstáculo del ejercito federal para avanzar hacia la Cd. de México. 
 
Desde principios de 1914 los grupos de Lucio Blanco, Cesáreo Castro, Fortunato Zuazua, Luis Cándido y 
Claudio Aguilar tuvieron victorias en los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz; con el apoyo del 
ejercito constitucionalista del noreste, bajo las órdenes de Pablo González, tomaron Monterrey, Monclova, 
Tampico, San Luis Potosí y Querétaro; en este último punto se unió el ejercito constitucionalista del Noroeste al 
mando de Álvaro Obregón, que avanzó al sur por la costa del pacífico, controlando Sinaloa, y Tepic; en Jalisco 
tomo Orendáin y El Castillo, huyendo el ejercito federal de Guadalajara; se apoderaron del estado de Colima, 
dejando sitiado el puerto de Manzanillo y avanzó por el centro llegando a Querétaro, agregándose al ejercito del 
noreste, en tanto Francisco Villa controlaba Torreón y Zapata amagaba por el Sur de la ciudad de México. 
 
Ante esta circunstancia, Victoriano Huerta, el usurpador, abandonó el país, dejando en la presidencia a Francisco S. 
Carbajal. Venustiano Carranza da un ultimátum a Carbajal exigiendo su rendición incondicional ante Obregón, cuyo 
cuartel era el más cercano a la capital; el 13 de agosto de 1914 Carbajal dejó el poder al Secretario de Guerra 
Refugio Velazco y el gobierno del D. F. a Eduardo Iturbide, rindiéndose estos incondicionalmente con la firma del 
Tratado de Teoloyucan; ocupando Obregón la Capital del país el día 15, desfilando el ejercito constitucionalista por 
las calles de la ciudad de México, con Carranza a la cabeza, el 20 de agosto de 1914. 25/ 
 
1.1.4. Un Proyecto… ¿Nacional? 
 
La falta de integración en torno a un proyecto nacional, se manifiesta en las condiciones y características que 
presentan los diversos Planes que a la fecha se mantenían enarbolados… 
 
Después de la renuncia de Huerta los Zapatistas proclamaron el 19 de julio de 1914 el Acta de Ratificación del Plan 
de Ayala, confirmando como jefe de la revolución al caudillo del sur, implantar el mejoramiento económico de las 
 31
mayorías y de fijar tres obligaciones a los revolucionarios: Convertir en preceptos constitucionales los principios del 
Plan de Ayala; establecer un gobierno acorde con el Plan y aplicar inmediatamente la Reforma Agraria. 
25/ ibid., págs. 1108 a 1120. 
 
 
Por otra parte, con base en el Plan de Guadalupe, los constitucionalistas expidieron varias leyes agrarias 
(establecer la expropiación de bienes de Porfirio y Félix Díaz, de Victoriano Huerta y los de los adeptos de estos; 
repartiéndolas en lotes inalienables de 100,000 metros cuadrados; declarando nulas las deudas de los sirvientes 
y los comerciantes a los porfiristas, felicistas y huertistas, entre otras). Respecto al reparto general de tierras al 
pueblo, Carranza determinó que esto era inoportuno porque la lucha social iniciaría hasta que liquidaran a 
Huerta y solo entonces se redactaría una nueva Constitución, pues faltan leyes que favorezcan al campesino y al 
obrero; y serán ellos los que la promulguen. 
 
Con el Pacto de Torreón, se dieron dos acuerdos: En el privado, Carranza retenía el cargo de primer jefe, 
limitando su autoridad a los asuntos civiles y diplomáticos; Villa y su División tendrían el mismo cargo dado a 
Álvaro Obregón y a Pablo González, con sus ejércitos del noreste y noroeste. En el público, Villa recuperaba la 
jefatura de la División del Norte, reconociendo a Carranza como Primer Jefe, con la obligación, una vez que la 
revolución triunfara, de integrar una junta consultiva de gobierno, asumir la Presidencia Interina, convocar a una 
Convención de Delegados del ejercito constitucionalista (uno por cada 1,000 hombres) que se encargara de fijar 
la fecha de las elecciones, formular el Programa de Gobierno y tratar los asuntos generales. 26/ 
 
En su momento, la lucha contra Huerta dividió a las cabezas principales de la revolución; sus capacidades 
diferían diametralmente debido a sus experiencias y formación, influyendo en su conducta sus características 
personales: Carranza, de posición socioeconómica sobresaliente y amplia preparación formal. Villa, de baja 
extracción socioeconómica, con un elemental nivel de educación, aguda inteligencia y de carácter arrebatado. 
Zapata, con instrucción elemental y notable capacidad militar e impulsor de la Reforma Agraria. Ambos -él y 
Villa-, no fueron capaces de consolidar la lucha armada, ya que concibieron al país como extensión de sus 
regiones (tenían una concepción local y no nacional, aún y cuando a su lado contaron con gente preparada y con 
amplia ideología). 
 
El movimiento Zapatista siempre fue independiente del constitucionalista; tres tendencias presentaba en agosto 
de 1914: 1) Hacer concesiones para unificar a los precursores revolucionarios y los anarcosindicalistas 
(miembros de la COM); 2) preferencia por el aislamiento (Zapata y jefes militares locales). 3) El Hostil a cualquier 
arreglo (Manuel Palafox). Imponiéndose este grupo, que exigía que el Primer Jefe renunciara o compartiera el 
poder con un zapatista, entregándoles la población de Xochimilco, a lo cual Carranza contestó que esas eran 
condiciones para un vencido, no bases para un arreglo. 
 
En Sonora se dio un conflicto interno en agosto de 1914, agravando las diferencias entre Villa y Carranza; la 
guarnición de Navojoa (con Maytorena al frente -gobernador de Sonora-) y las tribus Yaqui proclamaron la 
autoridad militar de éste y atacaron las poblaciones fronterizas que controlaba Plutarco Elías Calles (con el doble 
peligro de provocar un conflicto internacional y que la lucha se trasladara a otros estados por el apoyo que Villa 
daba a este jefe militar). Atendiendo este conflicto, Obregón se traslada para hablar con Villa a fines de agosto, 
acordando suspender las hostilidades en Sonora, sustituir a Maytorena por Juan Cabral, trasladar a Calles a 
Casas Grandes (Chih.), dejando las fuerzas de Naco, Sonora, a Benjamin Hill, a pesar del acuerdo al que 
habían llegado Obregón y Villa, continuaron los enfrentamientos en Sonora, apoyando Villa a Maytorena, 
exigiendo que Hill y las tropas de Naco fueran trasladadas a Casas Grandes. Obregón regresó a Chihuahua 
para pacificar la situación y Villa estuvo a punto de matarlo; por este motivo, Carranza ordenó cerraran el paso a 
la División del Norte si intentaba avanzar a la capital; por ello, el 23 de septiembre de 1914 rompieron Villa y 
Carranza. 27/ 
 32
 
26/ ibid., págs. 1131 a 1132. 
27/ ibid., págs.1133 a 1134. 
 
 
HETEROGENEIDAD TOTAL: LA RUPTURA. 
Concepciones diferentes del país, acordes a su representatividad. 
 
Con el fin de atender el conflicto mencionado entre dos de los pilares de la revolución, se formó una Junta 
Permanente de Pacificación, impulsada por generales constitucionalistas (Lucio Blanco, Ignacio L. Pesqueira), con

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