Logo Studenta

Un-modelo-alternativo-de-comunicacion-para-la-implementacion-de-politicas-publicas--el-seguro-popular

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales 
Centro de Estudios de la Comunicación 
 
 
Un modelo alternativo de comunicación para la 
implementación de políticas públicas: El Seguro Popular. 
 
 
Tesis 
Que para obtener el titulo de 
 Licenciado en Ciencias de la Comunicación 
Especialidad en Comunicación Política 
 
Presenta: 
JOSÉ MIGUEL JUÁREZ CASTILLO 
 
 
 
Director de tesis: 
DR. GERARDO DORANTES AGUILAR 
 
 
 
 Ciudad Universitaria, Marzo 2007. 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
ÍNDICE 
 
PREÁMBULO 1 
 
INTRODUCCIÓN 4 
 
1. LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y SU IMPLEMENTACIÓN 6 
 
1.1 CONCEPTO DE POLÍTICAS PÚBLICAS 6 
 
1.1.1 ELABORACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS 8 
 
1.2 IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 10 
 
1.2.1 PRIMERA GENERACIÓN DE ESTUDIOS 
SOBRE LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 10 
 
1.2.2 SEGUNDA GENERACIÓN DE ESTUDIOS 
SOBRE LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 12 
 
1.2.3 DICOTOMÍA ENTRE DISEÑO E IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS 
PÚBLICAS. 13 
 
1.2.4 EL CONCEPTO: STREET LEVEL BUREAUCRATS. 15 
 
1.3 LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS 
Y SU RELACIÓN CON LAS INSTITUCIONES 17 
 
1.3.1 ENFOQUES MODERNOS PARA LA 
IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 17 
 
1.3.2 LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES. 18 
 
1.3.3 LOS OPERADORES COMO PIEDRA ANGULAR 
DE LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 19 
 
1.4 RELACIÓN ENTRE PRESTADORES DE SERVICIO Y BENEFICIARIOS. 21 
 
1.4.1 PERCEPCIÓN DEL CIUDADANO 21 
 
2. COMUNICACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS 23 
 
2.1 LA COMUNICACIÓN: UNA EXPERIENCIA EN COMÚN. 23 
 
2.1.2 DIVERSOS ENFOQUES DE COMUNICACIÓN. 25 
 
2.1.3 INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN. 26 
 
2.1.4 CRITERIOS DE LA COMUNICACIÓN. 28 
 
2.2 EL QUIÉN DEL PROPÓSITO. 28 
 
2.2.1 TIPOLOGÍA DE RECEPTORES 29 
 
2.3 EL CÓMO DEL PROPÓSITO. 30 
 
2.3.1 PROPÓSITOS CONSUMATORIOS E INSTRUMENTALES. 30 
 
2.4 EL QUIÉN Y EL CÓMO. 31 
 
2.5 LA COMUNICACIÓN POLÍTICA. 32 
 
2.5.1 COMUNICACIÓN Y PODER. 32 
 
2.5.2 LOS CUATRO POLOS DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA. 33 
 
2.5.3 LAS FORMAS DE ACCIÓN DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA. 34 
 
2.6 LAS ACCIONES DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA. 35 
 
2.6.1 GRADUACIÓN DE LOS TIPOS DE ACCIONAR. 35 
 
2.6.2 FORMAS DE ACCIÓN Y REACCIÓN. 38 
 
2.7 EL INVESTIGADOR DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA 39 
 
2.8 EL ESTUDIO DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA. 40 
 
2.9 COMUNICACIÓN ALTERNATIVA. 42 
 
2.9.1 ORIGEN DEL CONCEPTO DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVA 42 
 
2.9.2 DEFINICIÓN DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVA 43 
 
2.9.3 EVOLUCIÓN DE LA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA. 45 
 
2.9.4 EL BINOMIO: COMUNICACIÓN ALTERNATIVA E IZQUIERDA. 46 
 
2.9.5 LOS NIVELES DE LA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA 47 
 
2.9.6 ELEMENTOS, PROCESOS Y PRÁCTICAS DE LA COMUNICACIÓN 
ALTERNATIVA. 47 
2.10 MECANISMOS DE COMUNICACIÓN EN POLÍTICAS PÚBLICAS. 48 
 
2.10.1 REZAGO DE LA COMUNICACIÓN FRENTE AL PROGRESO DE LAS 
POLÍTICAS PÚBLICAS. 48 
 
2.10.2 ANÁLISIS DEL PROCESO DE LA COMUNICACIÓN 
CON RESPECTO A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS. 49 
 
2.10.3 PERCEPCIÓN E INTERPRETACIÓN DE LOS 
OPERADORES Y USUARIOS 51 
 
2.10.4 PARTES INTEGRALES DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN 
PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS 52 
 
2.11 POLÍTICAS PÚBLICAS 53 
 
2.12 PREMISAS DEL PROYECTO 54 
 
3. INSTITUCIONES POLÍTICAS Y SECRETARÍA DE SALUD. 58 
 
3.1 INSTITUCIONES POLÍTICAS 58 
 
3.1.1 DEFINICIÓN DE INSTITUCIONES 58 
 
3.1.2 CARACATERÍSTICAS DE LAS INSITUCIONES. 59 
 
3.2 SECRETARÍA DE SALUD 60 
 
3.2.1 MISIÓN 61 
 
3.2.2 VISIÓN 61 
 
3.2.3 VALORES Y PRINCIPIOS DEL SISTEMA NACIONAL DE SALUD 62 
 
4. MODELO ALTERNATIVO DE COMUNICACIÓN 
PARA LA IMPLEMENTACIÓN DEL SEGURO POPULAR 64 
 
4.1 UN MODELO ALTERNATIVO DE COMUNICACIÓN POLÍTICA 64 
 
4.2. BASES METODOLÓGICAS 65 
 
4.3 OBJETIVO ESTRATÉGICO 68 
 
4.4 CATEGORÍAS OPERACIONALES 69 
 
4.5 ATRIBUTOS Y PREMISAS PARTICULARES. 70 
4.6 DIMENSIONES COMPLEMENTARIAS. 72 
 
4.7 NIVELES DE APLICACIÓN 73 
 
4.8 RANGOS DE EJECUCIÓN 73 
 
4.9 ÁMBITOS DE EJECUCIÓN 73 
 
4.10 TIPOS DE COMUNICACIÓN 74 
 
4.11 PROYECCIÓN 74 
 
4.12 ETAPAS DEL PROYECTO 74 
 
5. DISEÑO ESTRATÉGICO Y PLAN OPERATIVO 
DE COMUNICACIÓN PARA EL SEGURO POPULAR. 76 
 
5.1 DISEÑO GENERAL 76 
 
5.1.1 DISEÑO ESTRATÉGICO, PLAN GENERAL 
Y HERRAMIENTAS PARA LA OPERACIÓN. 76 
 
5.2 INVESTIGACIÓN 76 
 
5.2.1 ANÁLISIS TEÓRICO, HISTÓRICO Y CONTEXTUAL 77 
 
5.2.2 APLICACIÓN DE UN SONDEO DE OPINIÓN SOBRE CONOCIMIENTO, 
ACTITUDES, CREENCIAS Y PRÁCTICAS (CACP) 79 
 
5.3 APLICACIÓN DEL PLAN. 80 
 
5.3.1 EMISORES. 81 
 
5.3.2 IDENTIFICACIÓN DE LOS PRINCIPALES EMISORES 81 
 
5.3.3 RECEPTORES 82 
 
5.4 DEFINICIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE PÚBLICOS (INTERNOS, 
PROFESIONALES, ACADÉMICOS Y BENEFICIARIOS) 82 
 
5.4.1. POBLACIÓN INTERNA. 83 
 
5.4.2 POBLACIÓN ESPECIALIZADA. 83 
 
5.4.3 POBLACIÓN BENEFICIARIA 84 
 
5.5 MENSAJES 85 
 
5.5.1 ÍNDICE Y MATRIZ DE RIESGO. 85 
 
5.5.2 ELABORACIÓN DE LOS EJES Y SUB EJES RECTORES 
DE LOS MENSAJES 86 
 
5.5.3 SUPERVISIÓN DE LA REALIZACIÓN CREATIVA 
DE LOS MENSAJES 88 
 
5.6 CANALES DE COMUNICACIÓN 88 
 
5.6.1 AUDITORÍA COMUNICOLÓGICA INTERNA 88 
 
5.7 PLAN DE MEDIOS DE DIFUSIÓN 89 
 
5.7.1 APERTURA Y REFORZAMIENTO DE ESPACIOS FORMALES E 
INFORMALES DE DIFUSIÓN (FORMALES O INTERACTIVOS) 89 
 
5.7.2 PRODUCCIÓN Y SUPERVISIÓN DE LA PRODUCCIÓN 
DE LAS PIEZAS DE COMUNICACIÓN 90 
 
5.7.3 ELABORACIÓN Y SUPERVISIÓN EN LA EJECUCIÓN DEL PLAN DE 
MEDIOS DE DIFUSIÓN 90 
 
5.8 PLAN COMPLEMENTARIO DE MEDIOS 
DE COMUNICACIÓN DIRECTA 91 
 
5.9 MONITOREO DE INFORMACIÓN INTERNA 94 
 
5.10 APOYO A LA OPERACIÓN 94 
 
5.10.1 MANUAL DE COMUNICACIÓN INTERNA 
EN APOYO AL PROGRAMA DEL SEGURO POPULAR 94 
 
5.10.2 CAPACITACIÓN PARA LA COMUNICACIÓN INTERNA 95 
 
5.10.3 DISEÑO PARA LA CREACIÓN DE UNA UNIDAD 
O UN COMITÉ PARA LA OPERACIÓN DEL PLAN 96 
 
5.11 CONTROL 97 
 
5.11.1 SUPERVISIÓN Y EVALUACIÓN DEL PROYECTO EN CURSO. 97 
 
CONCLUSIONES 100 
 
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA 104 
 
 1 
 
 
 
 
 
Un modelo alternativo de comunicación para la 
implementación de políticas públicas: 
 el Seguro Popular 
 
 
 La Reforma de Ley que hoy se expide está llamada a ser una 
contribución perdurable a la salud de nuestra gente y también a la salud de 
nuestra democracia. Más allá de sus méritos técnicos, es una Reforma de 
valores y también de valor. De valores por sus fundamentos éticos; de valor, 
en el doble sentido de la palabra, por su valía para el bienestar de la gente y 
por la valentía que implica dejar a un lado diferencias para construir 
acuerdos. 
 
Dr. Julio Frenk Mora 
Residencia Oficial de los Pinos 
13 de mayo de 2003 
 
 
PREÁMBULO 
El objetivo general de la investigación consiste en diseñar un modelo, un diseño estratégico 
y un plan operativo de comunicación, con baseen las teorías clásicas de la comunicación y 
sus metodologías correspondientes, que garantice, en la medida de lo posible y con base en 
el contexto específico del caso, la implementación del Seguro Popular. 
Para ello habrá de explicarse qué son las políticas públicas, conocer el significado 
de su implementación. Asimismo se describirá en que consiste la comunicación alternativa 
para finalmente relacionarla con las políticas públicas. 
 2 
La hipótesis básica a partir de la cual se inicia esta tesis se fundamenta en la idea de 
que los esquemas tradicionales de comunicación no responden a las exigencias de la 
implementación de las políticas en tanto que no permiten la participación y toma de 
decisiones colectivas, al no ser el resultado de un proceso de debate y deliberación por parte 
de los todos los involucrados desde la cúspide de la toma de decisiones hasta los operadores 
concretos. Menos aún, de los supuestos beneficiados del programa correspondiente. La 
afirmación crucial de esta presunción consiste en que sin discurso alternativo no hay medio 
alternativo, por lo que la elección de temas, su clasificación y su tratamiento debe ser 
abierto y antiautoritario 
A partir de las enunciaciones básicas de la teoría de la comunicación tradicional 
(David Berlo, Antonio Paoli, Reed H. Blake) vinculadas con las referentes a la 
comunicación alternativa (Máximo Simpson, Claudio Aguirre Bianchi, Fernando Reyes 
Matta, Armando Cassigoli) habré de diseñar un modelo y sus esquemas operativos que 
incida de manera directa en la implementación de una política pública de acuerdo con las 
experiencias y formulaciones de los más relevantes estudiosos en la materia (Luis F. 
Aguilar, Paul Berman, Richard F. Elmore, Michael Lipsky) 
Mediante la adaptación de características novedosas que permitan el logro aplicativo 
de una política pública, así como su fin último que es el bien social, surge la inquietud de 
edificar un modelo que se sustente en el ámbito de las políticas públicas y de la 
comunicación; para así entender y matizar bajo un ejemplo concreto el propio desarrollo y 
sentido del binomio mencionado. Pero también atendiendo y relevando que no sólo se 
pueda dar bajo un caso concreto, sino que puede ser aplicado para todas las políticas 
públicas. Es así que surge: Un modelo alternativo de comunicación para la implementación 
de políticas públicas: el Seguro Popular. 
Asimismo, por la necesidad de satisfacer aspectos básicos como el mostrar las 
formulaciones teóricas fundamentales en materia de comunicación política; describir los 
aspectos metodológicos recurrentes en este tipo de investigaciones y elaborar un estudio de 
caso pertinente y de relevancia social; en otras palabras, poner en práctica los 
conocimientos adquiridos en mi formación profesional. 
 Para llegar a la construcción del modelo como tal, se tiene que pasar por el 
conocimiento de conceptos básicos, tales como políticas públicas, comunicación política, 
 3 
necesario por obvias razones pero indispensable para entender de forma eficiente la 
construcción del modelo. No suficiente con la explicación nítida de estos dos, surge la 
innata necesidad de respaldarse teóricamente en el ámbito de la comunicación alternativa, 
ésta en la que no se ha profundizado de forma idónea y constante; pero que en esa tesis 
cobra singular relevancia, por ser una parte fundamental en nuestro modelo, ya que aporta 
aspectos y virtudes necesarias para la complementación que se da con otra parte igual de 
importante que es el conocimiento teórico sobre la implementación de las políticas 
públicas, vital por ser la última parte de todo un proceso de políticas públicas, espacio en 
donde confluyen tácitamente decisores, operadores y beneficiarios. Sin condiciones exactas 
en el proceso las políticas públicas quedan truncas, es aquí donde la relación entre 
comunicación alternativa e implementación se torna más estrecha. 
 Una no puede ir sin la otra en este modelo. La primera da las condiciones necesarias 
para que se rompan los esquemas autoritarios en la toma decisiones y ejecutarlas, y la 
segunda es no sólo un resultado de un proceso cualquiera sino la culminación de un 
desarrollo con características sui generis. Es decir, se postra consecuencia de la buena 
aplicación de espacios y tiempos, en donde la participación, el debate y la deliberación por 
parte de todos los involucrados son puntos obvios, necesarios y cruciales para el buen 
cumplimiento de los objetivos trazados. Es así que intrínsecamente el modelo denota en sus 
distintas variantes la unión entre la comunicación alternativa y las políticas públicas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 4 
INTRODUCCIÓN 
El ejercicio de la elaboración de políticas es considerado por John Kingdon como un 
conjunto de actividades interrelacionadas que, al menos, incluye “la construcción de la 
agenda, es decir, la elección prioritaria de los temas que habrá de abordar un gobierno, la 
especificación de alternativas de solución sobre la que habrá de seleccionarse alguna, una 
decisión de la autoridad competente con base en las alternativas escogidas y la 
implementación de dicha solución”1. De acuerdo a sus prioridades, esta tesis se enfoca al 
estudio del cuarto proceso: la implementación. Es decir, a la última etapa de la política. 
 En abril de 2003 se aprobó la más relevante reforma estructural del Sistema 
Nacional de Salud desde su creación a mediados de los años ochenta, que responde al reto 
de garantizar un financiamiento justo que permita a las familias que no tienen acceso a la 
seguridad social contar con la protección constitucional al derecho a la salud. El primero de 
enero de 2004 entró en vigor un esquema de seguridad universal denominado Sistema de 
Protección Social en Salud2. 
 La reforma se sustenta en cinco valores básicos: igualdad de oportunidades, 
inclusión social, justicia financiera, corresponsabilidad y autonomía personal. Busca 
corregir cinco grandes desequilibrios financieros que caracterizan al actual sistema de 
salud: bajo nivel de gasto general, dependencia del gasto de bolsillo como fuente de 
financiamiento, distribución inequitativa de recursos entre asegurados y no asegurados, así 
como entre estados, desigual esfuerzo financiero que realizan las diferentes entidades, y 
proporción decreciente del gasto dedicado a la inversión en salud. Con objeto de alcanzar 
sus objetivos, el diseño de la reforma introduce doce relevantes innovaciones. 
 El Seguro Popular de Salud constituye el brazo operativo del sistema y ofrece a 
todos los mexicanos no asegurados acceso a un seguro público de salud que cubre los 
servicios personales en la materia. Después de un periodo de transición de siete años, el 
Seguro Popular de Salud deberá cubrir a toda la población que hoy no se encuentra afiliada 
a alguno de los institutos de seguridad social. 
 
1 John Kingdon (1984), Agendas, alternatives and public policies. The University of Michigan Harper Collins 
Publishers,. U.S.A. p. 3 
 
2 Financiamiento justo y protección social universal: la reforma estructural del sistema de salud en México. 
Secretaría de Salud, primera edición, México,2004 
 5 
 El carácter voluntario del proceso de afiliación ayuda a delinear la demanda y la 
oferta del sistema de salud al crear los incentivos para el buen desempeño de los 
prestadores, sobre todo en el nivel operativo estatal, ya que la asignación presupuestal 
depende de la afiliación. 
La reforma también incluye una serie de innovaciones que buscan promover la 
portabilidad y la autonomía personal para los cuales la información y las evidencias 
constituyen ingredientes fundamentales. 
 Según el “Informe de resultados del Seguro Popular para el primer semestre del año 
2006”, doce millones de personas se encuentran afiliadas a este seguro. Se espera que para 
diciembre del mismo año,el Seguro Popular alcance una filiación de más de veinte 
millones de personas en todo el país. Al decir del mismo informe, se espera que para el año 
2010 este seguro cuente con 57.6 millones de afiliados, más de la mitad de la población 
nacional, con lo que este sistema se convertirá en “la base de la seguridad social 
mexicana”.3 
La implantación de la reforma establece una serie de retos tales como: la necesidad 
de recursos públicos adicionales, la creación dentro del sistema de una cultura 
organizacional con mayor capacidad de respuesta y orientada al usuario para que la 
población empiece a confiar en los servicios públicos y se convenza de la utilidad de 
contribuir por anticipado a la atención de su salud y, en consecuencia, se afilie al Seguro 
Popular. Así mismo, se requiere desarrollar un ambiente competitivo por el lado de la 
oferta; es decir, cambiar el enfoque de los incentivos hacia la demanda sin menoscabo de 
del fortalecimiento de la oferta. 
 Para poder contender con esos y otros retos, el Secretario de Salud, Dr. Julio Frenk, 
ha señalado que la eficiencia de la implementación exige que las normas y los objetivos del 
programa del Seguro Popular sean conocidos y comprendidos plenamente por todas las 
personas y en todos los niveles de la institución. También por los que se encuentran fuera 
de ella. Es por ello que considera indispensable atender no sólo a la claridad con que los 
objetivos y estándares fueron formulados sino también a la exactitud con que son 
comunicados a los encargados de la implementación de esta muy relevante política social y 
a la congruencia con que las diversas fuentes de información las difundan. 
 
3 Periódico Reforma, 16 de agosto del 2006, p. 12 
 6 
1.- LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Y SU IMPLEMENTACIÓN. 
 
1.1 CONCEPTO DE POLÍTICAS PÚBLICAS 
Hablar de políticas públicas -de acuerdo con Luis F. Aguilar ,significa que las decisiones de 
gobierno consideran -o deben suponer- de manera fundamental la opinión participativa y 
corresponsable así como el dinero de los agentes privados, en su calidad de ciudadanos 
electores y contribuyentes. Para reforzar esta premisa crucial, afirma que desde esta 
perspectiva “disminuye el solitario protagonismo gubernamental y aumenta el peso de los 
individuos y de sus organizaciones. Se sustancia -en suma- ciudadanamente al gobierno”.4 
A grandes rasgos se puede decir que las políticas públicas son acciones 
instrumentadas por el gobierno o la sociedad o por ambos de tal manera que inciden en la 
vida cotidiana de los ciudadanos, buscando, a su vez, consensos para el interés general que 
intenta materializarse en un espacio y tiempo determinado. Las políticas públicas, afirma 
Carlos León “constituyen una de las alternativas de corresponsabilidad inclusiva entre el 
gobierno y sociedad, fortaleciendo su carácter público al erradicar la unilateralidad por la 
que por lo general se asume y se ejecuta la acción gubernamental”5 Las que al reconocer el 
disenso como base de la pluralidad, constituye la materia prima para su diseño con vistas a 
transformarlo en consenso que asegure la factibilidad técnica y viabilidad política de sus 
productos. 
Tanto el redimensionamiento como la democratización de la gestión pública se dan 
en una doble vertiente; el primero se refiere al ajuste o contrapeso que puedan tener las 
libertades económicas y el segundo concierne a la propia política ejercida por los sujetos 
sociales, es decir, por los ciudadanos. De ahí el debate en torno a la apertura de las 
instituciones que bajo la democracia liberal tiene la obligación de la toma de decisiones en 
favor del bien público y social. 
La relación gobierno y sociedad es fundamental para la creación y seguimiento de 
las políticas públicas, por lo que estas “constituyen una herramienta fundamental para la 
 
4Luis F Aguilar Villanueva (2000), “El estudio de las Políticas Públicas”, Miguel Ángel Porrua, México, 
p.36 
5 Carlos León (2004), “La construcción de espacios públicos en la Democracia”, Instituto Electoral del 
Estado de México, México, p.11 
 7 
construcción y organización de nuevos espacios públicos que permiten concretar acciones 
con un sentido renovadamente público”.6 
Las políticas públicas sólo tienen su validez y su efectividad a través de la opinión 
pública, punto importante y formulación señalada por Aguilar, ya que éstas deben no sólo 
basarse en el reconocimiento de la sociedad sino de su verdadero beneficio, al menos para 
ciertos grupos que se responsabilizarán de su implementación 
Es por ello que el sentido público de las decisiones constituye la única alternativa 
institucional por medio de la cual la propia sociedad puede aceptar, rechazar o legitimar las 
políticas constituyéndose en un filtro de las iniciativas y cursos de acción del gobierno. 
Entonces, la reflexión, la información y el debate por parte de los ciudadanos, en contraste 
con ciertas organizaciones que siguen sujetas a las políticas públicas del propio sistema, 
pueden otorgar a las políticas un carácter necesariamente incluyente que permita la 
transformación real no sólo del aparato gubernamental sino del propio Estado. 
 En consecuencia, afirma Aguilar, “gobernar en contextos políticos plurales y 
autónomos de alta intensidad ciudadana y con graves problemas sociales irresueltos 
requiere dos requisitos fundamentales: gobernar por políticas y gobernar con sentido 
público”.7 
La palabra políticas (policy) es objeto de usanzas diversas. Comprende todos los 
rubros de la actividad gubernamental (política económica, social, exterior...). Una 
definición de política puede relacionarse con las definiciones de los problemas, la selección 
de alternativas de solución, las decisiones de gobierno, las autorizaciones presupuestales, 
los programas y sus resultados; en fin, con las múltiples y complejas acciones de la 
administración. 
Charles Jones, asocia el concepto de “políticas” (policy) con metas, programas, 
decisiones, leyes, normas, propuestas y grandes diseños; esto analizado desde el contexto 
de la Administración Pública Sin embargo, advierte, “para quienes estudian los procesos 
de políticas esas palabras no les dicen mucho, ya que, a diferencia de los técnicos y 
administradores, no tienen la ventaja de una referencia común. Por lo tanto, se requiere una 
o varias definiciones para aproximarse al estudio en la materia”.8 
 
6 Ibid, p. 152. 
7Luis F. Aguilar (2000), Op. Cit., p. 32. 
8 Charles Jones, (1984), “An introduction to the study of public policy.” Belmont, Wadsworth Inc., .p.25-26 
 8 
Heinz Eulau y Kenneth Prewitt definen una política como “una decisión permanente 
caracterizada por la conducta o el comportamiento consistente y reiterativo tanto de quienes 
la realizan como de quienes se atienen a ella”.9 Joan Subirats afirma que el proceso para 
elaborar una política pública implica más allá que una simple decisión ya que “conlleva 
determinaciones e interacciones entre individuos, grupos e instituciones; decisiones e 
interacciones influenciadas por las conductas, las disposiciones del conjunto de individuos, 
grupos y organizaciones afectadas”.10 
Giandomenico Majone afirma que “las políticas son mucho más complejas que las 
meras elecciones y que no pueden justificarse con decisiones singulares y ni siquiera con 
conjuntos de decisiones interrelacionadas”.11 Por ello, la idea central de su formulación 
consiste en que “en un sistema de gobierno que se guía por la deliberación pública, el 
análisis-aun el análisis profesional- tiene menos que ver con las técnicas formales de 
solución de problemas que con el proceso de argumentación”.12 
Luis F. Aguilar señala dos características relevantes en las diferentes definiciones de 
política: Primeramente , que una política es uncomportamiento propositivo, intencional, 
planeado, no simplemente reactivo o casual. Como segundo punto, una política no es la 
simple decisión deliberada (o no debería ser) del actor gubernamental: la gran decisión en 
la cúspide de un Estado o, por extensión, de una institución.13 
 
1.1.1 ELABORACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 
Theodore Lowi propone un “esquema interpretativo general” de la elaboración de las 
políticas, alternativo a los diversos enfoques tradicionales su objetivo “ integración 
conceptual y empíricamente consistente opuesta a las políticas ya establecidas –elitista, 
pluralista, marista-, destacando la existencia de un tercer enfoque, que data de 1935, “pero 
 
9 Eulau Heinz, (1958) “H.D. Lasswell´s developmental analysis”, en Western political quarterly. Volúmen 
II, N° 5,. pp.229-242. 
10 Joan Subirats (1989) Análisis de políticas públicas y eficacia de la administración. Madrid, Ministerio para 
las Administraciones Públicas. Instituto Nacional de Administración Pública,. p. 41 
11 Giandomenico Majone, (1978), “The uses of Policy Analysis” en The Future and the Past: Essays on 
Programs , p. 346. 
12 Giandomenico Majone (1997), Evidencia, argumentación y persuasión en la formulación de políticas. 
México, Colegio Nacional de Ciencias Políticas y Administración Pública-FCE, p. 41. 
13 Luis F. Aguilar (1992) La hechura de las políticas, Miguel Ángel Porrúa, México, pp.24-25. 
 9 
que no se le ha empleado como los otros debido a que se consideró equivocadamente como 
un caso de pluralismo”.14 
Graham Allison advierte que el análisis como la elaboración de políticas tienen 
como punto de partida supuestos y categorías relativos a la composición y comportamiento 
de la realidad.15 Los cuales determinan la manera en que se describirán los hechos en 
estudio, su definición y problematización, así como la estimación de sus estados futuros. La 
realidad con que los analistas interpretan los acontecimientos constituye lo que llama 
“lentes conceptuales” que determinan qué ve y qué juzga como importante cada analista. 
Durante muchos años, recuerda Luis F. Aguilar, persistió la idea de que el proceso 
de las políticas se limitaba a la “decisión de lo que hay que hacer y de cómo hacerlo”.16 Los 
científicos sociales interesados en las políticas públicas dirigían su atención a la manera en 
que se elaboraban estas políticas. De ello se desprendía que lo lógico y consecuente era 
que, como una orden, dicha política sería ejecutada, tal cual, por el aparato burocrático. Es 
así, que se presumía que la medida tomada procedería de forma intacta, tanto en su 
contenido, como en su forma, por los distintos niveles propios de las correspondientes 
esferas federales, estatales y locales, hasta lo que Michael Lipsky denominaba “los 
servidores públicos de calle, ventanilla o de piso (street-level bureaucrats)” Por 
consiguiente, los incumplimientos de la decisión eran imputados, sin más, a los defectos 
morales e intelectuales de los funcionarios y empleados. En otras palabras, habría sido su 
incompetencia y/o su irresponsabilidad el germen del mayor o menor fracaso de la decisión 
original. 
 Hoy en día se ha aceptado la idea de que los conflictos públicos son no sólo 
complejos, sino arbitrariamente cambiantes, así como rústicos y, por lo tanto, difíciles en su 
manejo, y que para su atención concurre el esfuerzo de múltiples y heterogéneos actores 
con diversos y muchas veces contradictorios puntos de vista y motivaciones. En 
consecuencia, se ha impuesto la necesidad de encontrar fórmulas inteligentes e innovadoras 
 
14 Theodore Lowi, (1964) “American business, public policy, case studies and political theory”, en Luis F 
Aguilar (1992) Op. Cit., pp. 93 y 94. 
15 Graham T. Allison, (1969) “Conceptuals models and the cuban missils crisis” en The american political 
science review LXIII, N° 3, en Luis F. Aguilar (1992) Op. Cit, pp. 121-122 
16 Luis F. Aguilar (1993),”Estudio Introductorio” en La implementación de las políticas, Miguel Ángel 
Porrúa, México, p 15. 
 10 
de acción coordinada para que sin perder de vista el objetivo a alcanzar, se logre integrar la 
actividad armónica y efectiva de los diversos participantes en sus respectivos contextos y 
niveles de responsabilidad y acción. 
 Aguilar recuerda que los primeros estudiosos norteamericanos en los años setenta 
investigaron “por qué buenas leyes, inteligentes programas gubernamentales, abundantes y 
oportunos financiamientos, esfuerzos cotidianos de instituciones y personas, simplemente 
no funcionaron, no resolvieron los problemas sociales que afrontaron y quedaron muy lejos 
de los objetivos que prometieron realizar.”17 En sí, pretendían saber y resolver la incógnita 
del por qué la administración había errado, y que por consecuencia investigarían sobre la 
forma en que las acciones ejecutadas por la dirección llegarían a ser eficaces tanto en sus 
promesas reales, como en sus diversas formas de aplicación. 
 
1.2 IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 
 
1.2.1 PRIMERA GENERACIÓN DE ESTUDIOS SOBRE LA 
IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 
A finales de los setenta, Aaron Wildavsky uno de los principales fundadores de los estudios 
sobre la implementación de políticas públicas, afirmaba que “sin agravio de Diógenes, era 
más fácil encontrar un hombre honesto que un programa eficaz”18. 
En los Estados Unidos en el año de 1935 emerge la denominada Social Security Act, 
que poseía un doble programa, cuyas vertientes principales se centraban en la Seguridad 
social y la Asistencia pública, La SSA se enquistó como la principal reforma social 
promovida por la política de Lyndon B. Johnson cuyo concepto era conocido como la Gran 
sociedad (Great society) incorporada en su Guerra contra la pobreza (War on 
poverty).Como resultado de esta reforma, emerge una renovada legislación que tenía el 
sentido y la dirección pertinentes que dictaban la lucha contra la desigualdad, la 
discriminación y principalmente contra la pobreza, destacando la Medicare and Medicaid 
Act. 
 
17 Ibid, p. 35. 
18 Aaron Wildavsky (1979) “Speaking Truth to Power”. Boston, Little Brown, p.4 
 
 11 
Para alcanzar las metas de su declaración de guerra contra la indigencia, el gobierno 
federal buscó que los gobiernos estatales y locales, por medio de sus gobernadores, alcaldes 
y legisladores, y mediante transferencias que por su monto no podían rehusar, se 
convirtieran en sus aliados estratégicos. 
 A manera de infortunio, los resultados obtenidos gracias a las distintas y numerosas 
investigaciones, académicas y gubernamentales, arrojaron tácitamente características 
desechables del proceso, que consistían en informalidades, demoras, inefectividad, y una 
singular desigualdad que abría brecha entre el esfuerzo financiero invertido y los resultados 
deseados y obtenidos, así como caos e intransigencias en la ejecución que dieron pie a 
consecuencias espontáneas y por lo tanto contraproducentes. Es así que los resultados 
obtenidos distaban mucho de las expectativas planteadas dejando un panorama lleno de 
cuestionamientos y sorpresas que se reflejaron en frustración y decepción. 
 Las investigaciones en su transcurso revelaron los distintos elementos 
(desviaciones de tipo burocrático, murallas locales y corporativas, problemas 
intergubernamentales, disparidad y dispersión de intereses, situaciones contextuales únicas, 
apatía de los beneficiarios hacia los servicios, entre otros) que perturbaban la ejecución de 
las políticas estatales y también señalaron que la simple difusión de leyes correctas y bien 
concentradas en su diseños no garantizaban el éxito de una política pública. El nuevo 
artículo de fe que unió entonces a los analistas de la implementación fue la convicción de 
que el llevar a cabo una política,la instalación de una tecnología, la realización de un plan, 
la ejecución de una ley no es algo ni automático ni asegurado. 
 Ya en su ensayo seminal de 1972, Martha Derthick, al analizar la política social de 
la presidencia de Johnson, se preguntaba las razones de por qué un programa federal falla. 
Su tesis básica, afirma Aguilar, consiste en que “el fracaso se debió principalmente a la 
limitada capacidad del gobierno federal para influir en las acciones de los gobiernos 
locales-y de los grupos opositores-y a su tendencia a proyectar metas ideales.”19A la 
presidencia federal se le presentaba forzosamente la vía de implicarse a través de la 
compleja red de los gobiernos locales, para poder ejecutar sus políticas nacionales por ende 
tenía la imperiosa necesidad de operar correcta y exitosamente en el nivel de la política 
local. 
 
19 Martha Derthick (1972) “New Towns In-Town”, Washington D.C.: The Urban Institute, p. 83. 
 12 
“Todo ello implica tener un conocimiento suficiente de esa política con el fin de 
determinar cuáles pueden ser los incentivos idóneos y necesarios, poseer los incentivos en 
cantidad suficiente y canalizarlos oportunamente hacia los centros del poder local cuyo 
apoyo se necesita para poder alcanzar el propósito federal.”20 Ninguna de estas tres 
condiciones se cumplieron, concluyó la investigadora. Si a ello se agrega la “inflación de 
los objetivos” del programa, se puede configurar el rompecabezas completo de la razón por 
la cuál la política en cuestión estaba condenada al fracaso. 
Estas y otras evaluaciones poco optimistas de las políticas y sus resultados fueron 
socavando la esperanza en la capacidad del gobierno como el agente de la gran reforma 
social21. De entre todas destaca la opinión de Theodore Lowi cuando advierte que “todas 
las reformas sociales que emprende el gobierno son capturadas y explotadas por poderosos 
grupos particulares de interés, al margen de la ley y al abrigo de transacciones ocultas.”22 
 
1.2.2 SEGUNDA GENERACIÓN DE ESTUDIOS SOBRE LA 
IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 
En contraste con la visión de “nada funciona” de sus antecesores, una segunda generación 
de analistas de la implementación revelaron y expusieron los principales defectos que se 
daban en las entrañas de las propias políticas, como por ejemplo los desperfectos, 
problemas, retrasos y distorsiones. Señalaban que tales defectos eran simples 
manifestaciones que emergían de forma innata en la ejecución de toda política, 
favoreciendo a la transformación y reivindicación de la naturaleza política de las políticas. 
 Por ejemplo, Eugene Bardach escribía que “hasta la política más robusta tenderá a 
malograrse ya que los síntomas clásicos de bajo desempeño, retraso y escalada de costos 
aparecerán forzosamente.”23 Es decir, que la acción gubernamental siempre trae consigo 
una pérdida en sus logros. El autor identifica metafóricamente la implementación como un 
proceso de ensamble de numerosos y diversos elementos de un programa que se encuentran 
en manos de diferentes partes independientes entre sí, razón por la cual la persuasión y la 
 
20 Ibid, p. 84. 
21 Ver J. Pressman y A. Wildavsky (1973); Gross, Giacquinta y Bernstein (1971); J. Murphy (1971); P. 
Berman y M. McLaughin (1974 y 1976); R. Elmore en 1975 y M. McLaughin (1975 y 1976). 
22 Luis F. Aguilar, (1993), Op. Cit, p. 31. 
23
 Eugene Bardach (1977) “The Implementation Game”, MIT Press, Cambridge, p.5. 
 13 
negociación son el único modo de lograr que cada parte coopere proporcionando los 
elementos del programa que están bajo su control. Y concluye que el nudo gordiano de 
todas las interacciones es la incertidumbre de cada actor acerca de los beneficios del 
programa en curso y de si los demás agentes contribuirán efectivamente al logro de los 
objetivos. En consecuencia, en la medida en que la incertidumbre disminuye la entrega y el 
compromiso tienden a aumentar y viceversa. 
Visto de esa manera, la existencia de un mandato político bien definido, que ha sido 
autorizado legalmente, condicionará la estrategia y las tácticas de acción. Estrategia y 
técnicas que tienen por objetivo la mejor y más eficiente interacción entre actores 
independientes o semiautónomos, poseedores de diversos recursos- económicos y políticos-
contemplados en el programa en tanto que componentes necesarios para el logro de los 
resultados esperados. 
 
1.2.3 DICOTOMÍA ENTRE DISEÑO E IMPLEMENTACIÓN DE 
POLÍTICAS PÚBLICAS. 
El breve repaso anterior conduce a la obvia conclusión de que las políticas tienen muchas 
causas. El error que se da en la decisión tomada resulta ser la más exhortada. Actualmente 
los desperfectos y por ende los fracasos se le han atribuido de manera regular al proceso de 
ejecución de las propias disposiciones. Una y otra visión, tanto la del diseño como la de la 
implementación de las políticas tienen el legado tradicionalista de la dicotomía existente 
entre política y administración, así como la existente entre decisores y operadores, ya que la 
mayoría o quizás todos los actos administrativos elaboran política y al intentar ejecutarla la 
alteran. 
En esas condiciones, a la manera de Charles Lindblom, “debemos analizar la 
implementación como parte del policy making.”24 Es decir, que más allá del diseño está la 
culminación de la decisión. En consecuencia, por fuera del presidente, de los secretarios de 
despacho y del congreso, se encuentra la compleja red de organizaciones públicas y 
privadas, con sus intereses y costumbres, quienes se encargan de transformar las decisiones 
en hechos reales y efectivos. 
 
24 Charles Lindblom (1959): “The Science of Muddling Trough”, en Public Administration Review; n.XXXIX 
p. 64. 
 14 
Consecuentemente, todo programa, si no desea fracasar, debe exponer y exigir una 
adecuada representación de los intereses locales, así como articular un apoyo local 
fundando organizaciones aliadas, promoviendo los convenios necesarios entre el programa 
federal y los diversos intereses locales; es decir, aplicar de manera consensuada las visiones 
federal y local, ubicando el programa en la base misma de la estructura propia de las 
instituciones gubernamentales involucradas. Y en su extensión, en las relaciones con los 
sindicatos, con los empleados y con los trabajadores profesionales. Para, en fin de cuentas, 
recaer en los usuarios de los programas. 
 Jeffrey Pressman y Aaron Wildavsky, en su ensayo sobre la implementación escrito 
en 1973, dan a conocer los primeros conceptos y explicaciones en torno a la 
implementación de políticas. Consideran que las diversas fuentes del fracaso de una política 
aceptada, nada tienen que ver con una relación nítida con la implementación. Impulsan el 
concepto del fracaso por aborto, ya que las políticas analizadas en su estudio nunca 
tuvieron tácito ni de verdad o simplemente no tuvieron ocasión de desarrollarse.25 Por el 
contrario, manifiestan que cuando no se logra eficazmente cierta política que desde sus 
inicios contaba con consenso, recursos, así como los lineamientos legislativos precisos y 
congruentes, y la oposición fue nula, se está en sentido propio y estricto en el campo del 
problema de la implementación. 
En su análisis sobre el fracaso de las políticas federales en Oakland(1973), publican 
un orden de factores de carácter relevante contemplados en la expresión The complexity of 
joint actino. Manifiestan que esta “complejidad de la cooperación” es el terminante de que 
no se lleven a cabo fuera de tiempo y consecuencia las acciones que eran expectables y 
hasta previsibles que sucedieran, ya que desde su inicio mostraban congruencia con las 
primeras condiciones, para todos aceptadas sin oposición. El más relevante de estos 
factores es la multiplicidadde participantes y perspectivas en disputa. Es así que se evita la 
divergencia con respecto a convenios centrados en los fines y medios. 
 Por ello, un mapeo de agentes, percepciones actitudes y acciones, permite 
identificar la presencia de los actores divergentes en la puesta en práctica de la decisión 
política. Lo que lleva a los autores a concluir que si no se obtiene el consenso de cada uno 
 
25 El significado primero y más amplio del término “implementar” se deriva del idioma inglés: llevar a cabo o 
a efecto, efectuar, realizar, cumplir, culminar, completar...Pasar de un dicho a un hecho. 
 15 
de los agentes políticos intervinientes en torno al programa, se da la imposibilidad del 
proceso de implementación a desarrollarse. 
Paul Berman orientado más a los que establecen la centralidad en el ámbito local, 
introdujo en la estructura del contexto institucional los niveles de la macro y micro 
implementación, colocando esta última en el nivel concreto de la prestación del servicio al 
proponer la hipótesis de que “la micro implementación efectiva se cacacteriza por la 
adaptación mutua que ocurre entre el proyecto y el contexto organizacional”;26 es decir, la 
adaptación interrelacionada que existe entre las condiciones locales y el programa de acción 
diseñado en las cúpulas (Adaptative implementation). 
 
1.2.4 EL CONCEPTO: STREET LEVEL BUREAUCRATS. 
A principio de la década de los ochenta, otro grupo de estudiosos de las políticas sociales 
comprobaron la importancia que para el logro de los objetivos programáticos de una 
política tienen los llamados burócratas y profesionales de nivel de la calle, de piso o de 
ventanilla; incluso de consultorio (Street-level bureaucrats). Personal que por lo general 
goza de un amplio margen de discrecionalidad en el cumplimiento de sus funciones. En 
contraste con el enfoque precedente denominado de arriba hacia abajo (top-down), Walter 
Williams rescató la importancia categórica de las organizaciones locales y de los actores 
que brindan los servicios gubernamentales al público en cuestión y que suelen ocupar los 
estratos más bajos de la administración, incorporando el concepto de implementación de 
abajo hacia arriba (bottom-up). “La realización del programa dependería, pues, de la acción 
del personal de una dependencia local en interacción con un demandante del servicio, 
derechohabiente, beneficiario, con problemas, exigencias y expectativas particulares.”27 Es 
decir, del reconocimiento de circunstancias e iniciativas locales. 
 El racimo de servidores públicos que se encuentran en contacto directo con los 
usuarios considera, por lo general, que “las leyes y los programas gubernamentales les 
asignan de manera continua nuevas y mayores tareas que los obligan a constantes cambios 
en sus condiciones de trabajo y les exigen ajustes importantes en sus habilidades y 
 
26 Paul Berman (1978), “El estudio de la macro y la micro implementación” en Luis F Aguilar (1993), Op. 
Cit., p. 304-5 
27 Luis F. Aguilar Villanueva, (1993) Op Cit, p. 81. 
 16 
conductas tanto personales como de grupo.”28 También que la solicitud por los servicios 
tiende a ser no sólo extensa, constante e imperiosa, sino también diversa. Así mismo, 
perciben y exponen que no reciben las indicaciones necesarias, correctas y operativas 
concernientes a las prioridades, a casos extraordinarios, pero sobretodo a los objetivos 
buscados. Además de nos ser valorizados mediante algún tipo de reconocimiento que 
provenga de su institución como por la propia sociedad, sus remuneraciones no son 
comparativamente altas y sus expectativas de carrera y permanencia en sus puestos no son 
rápidas y claras. Todo ello y más, origina el hecho de que tengan que manejarse con 
discreción en la asistencia y prestación de los servicios y que tengan como iniciativa el 
inventar diseños de conducta rutinaria para poder apaciguar de alguna forma el flujo de la 
demanda y también el de manipular la presión de las mismas sobre el cumplimiento de su 
trabajo. Con tal de consumar los requisitos primarios de sus tareas, la mayoría de los 
burócratas de los niveles operativos se plantean hallar sus propias acciones para poderle dar 
acomodo a las demandas contextuales enfrentándose a la realidad de escasos recursos. 
 Es por ello que Michael Lipsky planteó un enfoque alternativo al estudio de la 
implementación que se concentra básicamente en los operadores de la política más que en 
los que la diseñan y la dan a conocer, es decir, los decisores. Propuso que se debería saber 
la forma en que los operadores directos de la política perciben, digieren y llevan a cabo su 
trabajo antes de analizar los cruces concernientes de la subordinación. En otras palabras, 
que “más que tomarlos en consideración como el eslabón final de la cadena de una política, 
los prestadores de los servicios deben ser considerados como sus protagonistas.”29 
 Todo lo anterior parece dejar claro que para que una política alcance el estatus 
deseado debe complementarse con la previsión de los problemas político-organizacionales 
que necesariamente aparecerán una vez que se encamine en el mundo real. Por lo tanto, de 
manera independiente del enfoque que se adopte, la estrategia y las tácticas operativas 
deberán corresponderse con las situaciones contextuales concretas de su aplicación, con las 
responsabilidades y actitudes de los servidores públicos en el estadio de las operaciones y 
con las necesidades y expectativas de los usuarios del servicio que, en última instancia, 
constituyen la razón de la política pública diseñada. 
 
28 Ibid, p. 86. 
29 Michael Lipsky (1978), “Street-Level Bureaucracy and the Analysis of Urban Reform” en Urban affaires 
Quarterly, VI(4) p. 89. 
 17 
1.3 LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y SU 
RELACIÓN CON LAS INSTITUCIONES 
 
1.3.1 ENFOQUES MODERNOS PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE 
POLÍTICAS PÚBLICAS. 
En suma, la participación de los ciudadanos en la solución de sus problemas, la 
revaloración de los servidores públicos, la comunicación al interior de las instituciones y 
con la ciudadanía y la colaboración de las comunidades con las instituciones suelen ser 
algunos de los enfoques modernos para la implementación de políticas. 
Puesto que virtualmente todas las políticas públicas son implementadas por grandes 
instituciones, el conocimiento de las mismas ha llegado a ser un componente crítico en la 
implementación. No es posible alcanzar los objetivos de un programa si no se conoce lo 
suficiente acerca de la institución que lo va a operar. En otras palabras, sólo si se 
comprende la forma en que funcionan y se comunican las instituciones, es posible entender 
cómo es que las políticas son moldeadas a través del proceso de implementación. 
Es posible pensar que en ciertas ocasiones y en determinados contextos, el empleo 
de un modelo de desarrollo organizacional para reforzar las tareas de la implementación 
resulta decididamente apropiado, mientras que en otras lo único aconsejable sería la libre 
interpretación de las políticas para que mediante la negociación o, a la manera de Charles 
Lindblom, de los ajustes mutuos, se avance en su operación. 
Ajustes que se llevan a cabo en las instituciones o “arenas de conflicto” en las que 
los individuos y grupos con intereses específicos, compiten por obtener ventajas derivadas 
del ejercicio del poder. Ello no significa que no existan organizaciones que a partir de un 
enfoque sistémico se nutran de los presupuestos organizativos de la principal tradición del 
análisis de políticas, la tradición racionalista. 
Las formulaciones del llamado proceso burocrático representan una perspectiva 
sociológica en torno a las instituciones que se ha visto enriquecida con investigaciones 
sobre la “burocracia anivel operativo”(street level bureaucracy); este tipo de estudios tiene 
su especial importancia para el análisis de la implementación de los programas sociales. La 
premisa básica de este modelo es la hipótesis de que el rasgo esencial de las organizaciones 
 18 
consiste en la interacción entre la rutina y el libre albedrío de los prestadores de los 
servicios. 
 El enfoque principal adoptado para la realización de este proyecto representa una 
perspectiva combinada de la teoría sociológica y la psicológica, denominado modelo de 
desarrollo organizacional, que centra su atención en el conflicto entre las necesidades de los 
individuos y las necesidades y objetivos vitales de las organizaciones. 
 
1.3.2 LA IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES. 
Cuando se trata de la implementación de políticas sociales, la experiencia revela que las 
nuevas políticas deben pasar habitualmente de una gran unidad burocrática pública a otra y, 
posteriormente, a través de diversas capas sucesivas de la entidad responsable de la 
implementación, antes de alcanzar el punto de impacto en el beneficiario. La rutina y la 
resistencia al cambio planteado se presentan como factores esenciales del proceso, ya que 
pueden aparecer como promotores de la política en cuestión o como barreras a la misma; 
pero sobretodo dictan el rumbo de la política hacia los usuarios, puede manifestar un 
resultado benéfico al contribuyente o viceversa. 
 Mientras más se acerca uno al punto de la prestación directa de los servicios en los 
programas sociales, más frecuentemente se oye la queja de que quienes elaboran las 
políticas y los administradores de alto nivel no escuchan a los responsables del suministro 
de los beneficios programados. Una de las cosas que más atenta a la sensibilidad de 
médicos, maestros, trabajadores sociales de la educación, la salud..., es el presupuesto tácito 
de muchos funcionarios que al considerarlos incapaces de comprometerse con las políticas 
institucionales, los colocan en el papel de simples ejecutantes pasivos de la política en 
cuestión; la política se elabora en la cúspide y se implementa en la base; los responsables 
directos deben hacer a un lado sus propios puntos de vista y someterse a la autoridad y 
competencia superiores. Presunción cada vez menos defendible sobre todo cuando se trata 
de una fuerza de trabajo profesionalizada y con mayores niveles educativos y profesionales. 
Un ejemplo de la respuesta en el nivel operativo a la política procedente de las 
esferas superiores, es el análisis de la Ley General de Educación Especial de 
Massachussets(Richard Weatherly y Michael Lipsky,1977). Esta ley constituyó un esfuerzo 
diseñado para poner fin al trato arbitrario y discriminatorio que recibían los niños 
 19 
discapacitados de parte del sistema público escolar. “Durante el primer año de su 
implementación(1974-75), los administradores estatales y locales empezaron a quejarse de 
que la ley imponía cargas de trabajo que estaban muy por encima de la capacidad de 
cualquier sistema escolar.”30 Implícitamente en el desarrollo del programa existía un tácito 
dilema, ya que por una parte, la ley demandaba un trato individual, pero, por el otro, 
concebía una nueva obligación con respecto a la administración centrada en lo local, por lo 
que los educadores se veían forzados a desarrollar rutinas para proporcionar tratamiento 
masivo a los infantes socavando los grandes fines de la nueva legislación. 
En general, “los atributos más relevantes de una institución pública de carácter 
nacional son: la gran autonomía relativa que ejercen los trabajadores individuales en sus 
decisiones cotidianas y sus rutinas de operación, fragmentándose en pequeñas unidades.”31 
Junto con el incremento de la autonomía se presenta un aumento en la rutina, por lo que la 
capacidad de cualquier autoridad para controlar todas las decisiones va disminuyendo de 
manera paulatina. Con frecuencia se da que hubo una reforma sobresaliente a alguna 
política social, pero que ésta no es ejecutada por los prestadores de servicios, ya que por 
diversos factores siguen actuando como lo hacían anteriormente. O, en cambio, se escucha 
que cuando los servidores públicos han concluido su trabajo, la política ejecutada había 
sufrido una transformación en su transcurso que no asumía nada parecido a los objetivos 
planteados originalmente 
 
1.3.3 LOS OPERADORES COMO PIEDRA ANGULAR DE LA 
IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 
Por lo general, tanto los trabajadores como las unidades operativas oponen fuertes 
resistencias a todo intento de modificar sus espacios de poder e independencia o de 
modificar sus rutinas esquemas y mecanismos de operación; es decir, se oponen al control 
jerárquico y, en gran medida al cambio, lo que les otorga estados especiales dentro de la 
institución. “En esas condiciones, el núcleo fundamental del problema del servicio público 
consiste en lograr que los trabajadores (médicos, enfermeras, empleados y trabajadores) 
 
30 Richard Elmore (1978) “Modelos organizacionales para el análisis de la implementación de programas 
sociales”, en Luis F Aguilar, (1993) Op. cit, p. 216. 
31 Ibid, p. 205. 
 20 
hagan lo que es correcto y necesario para el buen logro de la nueva política(James Wilson, 
1967).”32 
“Aún cuando todas las condiciones legales establecidas en un programa hayan sido 
satisfechas, la ley sólo podrá ponerse en vigor si no violenta el sentido que los servidores 
públicos tienen de lo que es razonables y justo; es decir, si se percibe una coherencia entre 
los principios”33 También si el proyecto no sólo es técnicamente viable sino políticamente 
factible(Martín Rein y Francine Rabinovitz, 1978). 
 En la legislación que creó las Organizaciones para el mantenimiento de la 
Salud(HMO, por sus siglas en inglés), recuerdan Drew Altman y H. Sapolsky, el estatuto 
respectivo demandaba con claridad que los patrones de ciertas firmas ofrecieran a sus 
empleados la posibilidad de elegir entre una HMO o cualquier otra opción para la atención 
a la salud. La ley disponía también que los médicos que participaban en el programa de las 
HMO ejercieran en grupo, no por separado, y que los gastos se les reembolsaran sobre la 
base de capacitación. Estas disposiciones tuvieron el efecto maligno de generar oposición 
entre los prestadores del servicio e incluso entre los beneficiarios. Los sindicatos sentían 
que el nuevo esquema opcional debilitaba su posición como agentes únicos de negociación, 
en tanto que los médicos se oponían a sus nuevas obligaciones de ejercer en grupo como la 
única manera de ofrecer atención y la de su capacitación como sistema exclusivo de 
reembolso. Este efecto llevó a Drew Altman y Harvey Sapolsky a concluir, de manera 
tajante, que “por la falta de cooperación de los sindicatos y la de los médicos, el programa 
resultó inviable”.34 
 Dado que los imperativos legal y burocrático resultaban excluyentes, los 
responsables de la implementación enfrentaban un dilema. Finalmente, optaron por 
supeditar el aspecto legal estableciendo nuevos reglamentos que minimizaban la oposición 
de los dos grupos de interés más relevantes. 
 
 
32 James Wilson, notado por Richard Elmore, Op. cit.,p. 207. 
33 Martin Rein y Francine F. Rabonivitz,(1978) “La implementación de una perspectiva teórica. Entre la 
intención y la acción” en Luis F Aguilar (1993), Op. cit, p. 153. 
34 Drew Altman y Harvey Sapolsky, en Pressman, Rabinovitz and Rein, Guidelines, pp. 417-439, citados por 
Martin Rein y Francine Rabinovitz, Op. Cit., en Luis F. Aguilar (1993), Op. Cit. P.154 
 21 
1.4 RELACIÓN ENTRE PRESTADORES DE SERVICIO Y 
BENEFICIARIOS. 
 
1.4.1 PERCEPCIÓN DEL CIUDADANO 
La prestación de un servicio social se basa en la interacción continua, a lo largo del tiempo, 
entre un prestador profesionalde servicios y un beneficiario de los mismos. Estas 
actuaciones bilaterales se ven modificadas en función de la retroalimentación que 
proporciona el usufructuario. En esta situación, no es posible presuponer que los proyectos 
pueden ser implementados de manera uniforme por cada una de las unidades prestadoras de 
servicios. Desde la perspectiva del ciudadano común, dice Elmore, el servidor público del 
nivel operante es realmente el gobierno, “por lo que los ciudadanos comunes rara vez, o 
nunca, interactúan con los administradores de más alto nivel”.35 En esas condiciones, 
afirma Wilson, “la característica distintiva del servicio público del nivel operativo es, para 
Wilson, que “la discrecionalidad aumenta a medida que se desciende en la jerarquía”36 
En esa misma línea, Michael Lipsky agrega que el crecimiento de grandes agencias 
prestadoras de servicios sociales públicos “ha generado una clase perfectamente 
identificable de burócratas”37 
 Las relaciones del beneficiario con el servicio está dominada por la impersonal fila 
de espera y el mostrador o el escritorio profesional, que hace las veces de una muralla, de 
una frontera que separa al receptor del proveedor de la prestación. Es evidente que no es 
con la eliminación de filas o de mostradores como se cambia la percepción del usuario en 
relación con el servicio solicitado. El efecto neto sobre la percepción del servicio del lado 
público de la barra, además de la calidad del mismo, consiste en algo tan elemental como la 
transmisión de información, mientras más personalizada mejor, acerca de los beneficios del 
mismo y de la manera de acceder a ellos. 
En esas condiciones, es posible afirmar que las variaciones en el apoyo que los 
operadores prestan a las políticas federales pueden ser en gran medida explicadas 
atendiendo a su coherencia con los principios organizativos de la institución y a su 
 
35 Richard Elmore (1978), Op Cit, p. 210. 
36 James Wilson (1973), Varieties of Police Behaivor, (New York: Atheneum), p.7 
37 Michael Lipsky (1976) “Toward a theory of street-level bureaucracy”en Luis F. Aguilar(93), Op. Cit.,p 210 
 22 
entendimiento e interpretación de las normas y objetivos de los programas a implementar. 
También, como se verá a continuación, a la disponibilidad de canales eficientes de 
comunicación intra institucional y a la manera en la que éstos le fueron comunicados 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 23 
2.- COMUNICACIÓN Y POLÍTICAS PÚBLICAS 
 
El proceso de elaboración de políticas, y en particular su realización, dice Gerardo L. 
Dorantes “constituye uno de los principales espacios y contextos comunes en los que 
convergen quienes toman las decisiones en un sistema político(emisores), quienes la llevan 
a cabo(medios) y aquellos a quienes va dirigida la determinación(receptores) mediante 
múltiples y diversos mensajes, mecanismos y canales de comunicación”.38 En esos 
términos, política y comunicación constituyen dos variables interdependientes, por lo que 
ésta última no debe limitarse a ser una mínima parte del más amplio proceso de la 
elaboración de políticas o a sólo dar cuenta, por más pública que sea, de las resoluciones 
tomadas. 
 
2.1 LA COMUNICACIÓN: UNA EXPERIENCIA EN COMÚN. 
Diversas investigaciones muestran que cada individuo en promedio invierte de 10 a 11 
horas comunicándose verbalmente, ya sea escuchando, hablando, leyendo y/o escribiendo. 
Asimismo, la gente puede comunicarse a muchos niveles, por distintos motivos, con gran 
número de personas y en múltiples formas. Puede, también, escoger entre múltiples y 
crecientes medios diferentes, gestos o tarjetas perforadas; conversaciones íntimas o medios 
de comunicación de masas y auditorios mundiales. 
Reed Blake afirma que la comunicación humana es “un conjunto sutil e ingenioso 
de procesos. Siempre está preñada de mil ingredientes, señales, códigos, significados, por 
más simple que sea el mensaje o la transacción. Siempre que la gente interactúa, se 
comunica. Cuando las personas se controlan recíprocamente, lo hacen en primer lugar 
mediante la comunicación.”39 
 El proceso de comunicación es la base de todo lo que llamamos social en el 
funcionamiento del organismo viviente. En el hombre, resulta decisivo para el desarrollo 
del individuo, para la formación y existencia ininterrumpida de grupos y sus 
interrelaciones. Entonces, la comunicación es la interacción social que por medio de 
 
38Gerardo L. Dorantes (2004), La construcción de la agenda universitaria de poder: la reforma al Reglamento 
General de Pagos de 1999 en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM,México D.F. p. 95 
39 Reed H Blake (1975) en “Taxonomía de conceptos de la Comunicación”, Editorial Nuevo mar, México, p. 
4 
 24 
mensajes que codificarse de manera formal, simbólicamente o ejemplificados en sucesos 
que representan algún aspecto compartido de una determinada cultura. 
 Berelson y Steiner afirman que el proceso de comunicación consiste en “la 
transmisión de información, ideas, emociones, habilidades..., mediante símbolos: palabras, 
imágenes, cifras, gráficos.40 Como proceso, la comunicación es en un tiempo específica y 
general con un alcance amplio o limitado según sea el caso, es decir, tiene una interacción 
que se ejecuta como binomio. 
Blake explica que la comunicación cumple tres funciones principales con respecto 
al individuo: “le proporciona un esquema del mundo, define su posición con respecto a 
otras personas y lo ayuda a adaptarse con éxito a su ambiente”.41 
Teóricos que de una manera más profunda se han dedicado al estudio e 
investigación del fenómeno comunicativo, revelan que existen cientos de definiciones de 
comunicación; en consecuencia, puede afirmarse que se carece de una definición 
generalmente aceptada. 
 Ha quedado claro que no puede hablarse de comunicación a menos que el receptor 
del mensaje sea afectado por éste. Es por eso que el proceso comunicativo se realiza sólo en 
situaciones en que una fuente transmite un mensaje a un receptor con la intención 
consciente de influir sobre su comportamiento. 
 El norteamericano John Newman refiriéndose al concepto de comunicación, 
argumenta que “la noción epistemológica que requiere de una definición, la completa 
descripción de aquello que define, no es práctica y debería ser rechazada”42. Y confirma la 
opinión de muchos estudiosos del tema en cuanto a que la comunicación, al ser tan diversa 
y discursiva, hace que los intentos de crear una definición aceptada unánimemente se 
vuelvan muy complicados, por lo que en lugar de estimular la aparición de nuevas ideas 
sobre el tema, la inhiben. 
Si bien, aunque no hay un proceso más familiar que la comunicación, este concepto 
significa muchas cosas para mucha gente por lo que una definición lo suficientemente 
amplia como para abarcar todos estos significados corre el peligro de diluirse en 
generalidades. 
 
40 Paul Berelson y Steiner, notado por Reed H Blake en Op. Cit., p. 3 
41 Ibid., p. 6. 
42 John Newman (1966), “Comunicación y Cultura”, Ed Gedisa, p. 21. 
 25 
 Para demostrar lo deficiente y fragmentario que suelen ser las definiciones, 
Newman expone diversos conceptos surgidos de diferentes disciplinas. Por ejemplo, la 
formulación del filósofo Woodrow Sayre, quien ubica la comunicación como “un primer 
principio de la filosofía; un principio cuya negación es imposible porque vuelve a integrar a 
la propia negación”.43 
 Asimismo, recoge ideas procedentes de la sicología conductista que coloca a la 
comunicación como la respuesta de un organismo a un estímulo. O sea que si el estímulo es 
ignorado por el organismo, no ha habido comunicación. En el ámbito de psiquiatría, hay 
quienes conciben la comunicación no sólo como una la transmisiónverbal, explícita e 
intencional de mensajes, sino como todos aquellos procesos por los cuales las personas se 
influyen entre sí. 
 
2.1.2 DIVERSOS ENFOQUES DE COMUNICACIÓN. 
Una definición práctica y universal es la que formula Antonio Paoli, quien concibe a la 
comunicación como: “el acto de relación entre dos o más sujetos, mediante el cual se evoca 
en común un significado.”44 Para desarrollar el concepto de comunicación, explica primero 
el de significado, para lo cual retoma las ideas de Ferdinand De Saussure cuando llama 
signo a la combinación del concepto y de la imagen acústica. Es decir, el signo es la 
combinación de dos elementos: significado y significante. “El significado es aquello que 
nos representamos mentalmente al captar un significante. Para nosotros el significante 
podrá recibirse por cualquiera de los sentidos y evocará un concepto. El significante podrá 
ser una palabra, un gesto, un sabor, un olor, algo suave o áspero.”45 
 En consecuencia, para que el proceso de comunicación se realice, es necesario haber 
tenido algún tipo de experiencias similares evocables en común. Y para poderlas evocar en 
común se necesitan significantes comunes. “En la comunicación -dice Paoli- “la pluralidad 
de individuos pasa a ser unidad de significados, pero esta unidad es tan sólo en relación a 
los significados estrictamente comunes.”46 
 
43 Ibid, p. 53 
44 Antonio Paoli , (1977) La comunicación, Editorial Edicol, México, p. 15. 
45 Ibid, p. 16. 
46 Ibidem 
 26 
 Es necesario recordar que el modo de interpretar y valorar la realidad depende del 
contexto y del medio ambiente social, así como del bagaje cultural de los individuos 
involucrados en cada caso. Ello permite conocer cada objeto y darle ciertas funciones. 
También surgen diferencias dentro de los contextos por lo que los sujetos sociales no 
pueden, desde su posición, relacionar las cosas del mismo modo que el que está en la 
posición opuesta. “La vida de todos los días –dice Max Weber- se comparte con otros, me 
hace conocer las cosas y las relaciones que debo guardar con ellas y con mis semejantes. 
Cuando realizo una acción, estoy realizando una acción social, y con ello estoy evocando 
un significado común: me estoy comunicando”.47 
 Los hombres pueden evocar en común algunos conceptos mediante diversos 
significantes. Estos significantes pueden ser palabras, gestos, etc., que evocan una 
pluralidad de sentidos, entre los cuales uno es preponderante y se evoca en común. En 
algunas ocasiones lo comunicado tiene el mismo sentido para los que se comunican, y en 
otras tiene sentidos diferentes pero entendibles por los que participan de la relación 
comunicativa. Si no hay aunque sea un mínimo de sentido comprensible por los sujetos, no 
hay comunicación- concluye Paoli-. 
 
2.1.3 INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN. 
Es muy frecuente escuchar el uso indistinto que se hace de los conceptos comunicación e 
información, como si ambos significaran lo mismo, es decir, como sinónimos. Incluso, 
periodistas, articulistas, locutores, animadores y trabajadores de diversos medios en 
ocasiones refuerzan esta idea. Las definiciones más comunes refieren a que, aunque su 
significado es distinto e incluso en algunos casos opuesto, los dos conceptos confluyen en 
un solo objetivo: la transmisión de un mensaje. 
 La palabra comunicación proviene del latín communicatio – objetivan, acción de 
comunicar o comunicarse. Se concibe como el trato o correspondencia entre dos o más 
personas. Esta definición abarca a medios que sirven para establecer la comunicación como 
correos, telégrafos, teléfonos, radios y demás servicios análogos, e inclusive la usan como 
palabra o noción genérica para referirse a estos. 
 
47 Max Weber notado por Antonio Paoli (1977) en Op. Cit, p. 18 
 27 
 El concepto de información proviene etimológicamente de “dar forma”, “poner en 
forma”, “formar”, “configurar”, y por extensión, “representar, presentar o crear una idea o 
noción”. 
 Blake escribe que informar es más que dar una forma o un soporte material a una 
vivencia personal o a una imagen mental del sujeto emisor. “El soporte o forma necesita 
asociarse a una serie de signos o símbolos convencionales que objetivan aquella forma para 
hacerla transmisible. El sujeto activo transforma la imagen mental formalizada (mensaje) 
en una serie de signos (codificación) que se transmiten para ser descifrados e interpretados 
por el sujeto receptor”.48 
 La información -dice Paoli- es “el conjunto de mecanismos que permiten al 
individuo retomar los datos de su ambiente y estructurarlos de una manera determinada de 
modo que le sirvan como guía de su acción. No es lo mismo que comunicación aunque la 
supone”.49 Ello reafirma la idea de que al transmitir informaciones no es necesario evocar 
algo en común con otro y otros sujetos. 
A pesar de que se le otorga al concepto información una categorización de 
comunicación social, se reconoce que, cuando de “manera general se habla de 
comunicación, nos referimos siempre a la comunicación que existe entre los seres 
humanos; esto es, al arte de transmitir información, ideas y actitudes de una persona a otra, 
lo cual significa que información está incluida o forma parte del proceso comunicativo.”50 
 En suma, la comunicación implica un acto de relación entre dos o más sujetos; 
mientras que la información no la implica. Es decir, la primera es un proceso horizontal y la 
segunda, vertical. 
Fue Aristóteles, recuerda David Berlo, quien definió el estudio de la comunicación 
retórica como “la búsqueda de todos los medios de persuasión que tenemos a nuestro 
alcance. La meta principal de la comunicación es la persuasión, es decir, el intento que hace 
el orador de llevar a los demás a tener su mismo punto de vista.”51 
 
 
 
48 Reed H. Blake, (1975) Op. Cit, p. 17. 
49 Antonio Paoli (1977), Op Cit, p. 21. 
50 Ibid., p. 23. 
51 Aristóteles notado por David Berlo, (1969) en “El proceso de la Comunicación: Introducción a la teoría y 
a la practica”, Editorial Ateneo, Buenos Aires, p. 7. 
 28 
2.1.4 CRITERIOS DE LA COMUNICACIÓN. 
En el siglo XVII surgió una nueva escuela de pensamiento, que se conoció con el nombre 
de sicología de las facultades. El dualismo alma-mente fue interpretado y tomado como 
base para dos propósitos de la comunicación, independientes entre sí. Uno de los objetivos 
era de naturaleza intelectual o cognoscitivo; el otro era emocional. Uno apelaba a la mente 
y el otro al alma. De acuerdo con esta teoría, uno de los objetivos de a comunicación era 
informativo: llamamiento hecho a la mente. Otro era persuasivo: llamado hecho al alma, a 
las emociones. 
 Según Berlo, para definir el propósito de la comunicación, debemos emplear por lo 
menos cuatro criterios: “debe ser no contradictorio lógicamente ni lógicamente inconsciente 
consigo mismo; centrado en la conducta, es decir, expresado en términos de la conducta 
humana; lo suficientemente específico como para permitirnos relacionarlos con el 
comportamiento comunicativo real y compatible con las formas en que se comunica la 
gente.”52 
El objetivo básico de la comunicación es convertirnos en promotores efectivos. Es 
decir, influir en los demás, en el mundo físico que nos rodea y en nosotros mismos, de tal 
modo que podamos convertirnos en agentes determinantes y sentirnos capaces de tomar 
decisiones. “Nos comunicamos para influir y para afectar intencionalmente. Toda 
comunicación tiene su objetivo, su meta, o sea, producir una respuesta.”53 
 
2.2 EL QUIÉN DEL PROPÓSITO. 
Como se afirmó anteriormente, cualquier situación humana en que intervenga la 
comunicación implica la emisión de un mensaje por parte de alguien y, a su vez, la 
recepción de ese mensaje por parte de otro. En consecuencia, “cualquier análisisde un 
proceso comunicativo o del éxito obtenido al lograr la respuesta esperada -escribe Berlo-, 
necesita plantear y contestar la siguiente pregunta: ¿A quién estaba destinado esto?”54 
 
 
 
52 Ibid, p. 8 
53 David Berlo (1969), Op. Cit, p. 9 
54 Ibid, p. 13. 
 29 
2.2.1 TIPOLOGÍA DE RECEPTORES 
En tanto que en la mayoría de las comunicaciones, el comunicador intenta influir sobre las 
respuestas de una persona particular (o de un grupo de personas), puede darse el caso que 
sea recibido por aquel a quien estaba destinado o bien que lo reciban personas a las cuales 
no iba dirigido; también pueden darse los dos casos. 
Esta distinción entre receptores “intencionales” y “no intencionales” es importante 
en dos formas. En primer término, el comunicador puede afectar a la gente en forma 
distinta de lo que pretendía, si olvida que su mensaje puede ser recibido por aquellos a 
quienes no estaba destinado. La segunda razón para hacer esta distinción entre receptores 
intencionales y no intencionales es que ésta nos permite realizar la crítica de la 
comunicación.”55 
Una de los aspectos que hay que considerar en todo análisis del propósito 
comunicativo es la de determinar el receptor intencional del mensaje. El comunicador 
puede querer que su mensaje esté destinado a él, o bien a otras personas. Y aquellos que lo 
reciben pueden ser o no los que estaban destinados a recibirlo. Al producir, recibir o criticar 
cualquier tipo de comunicación, la determinación del propósito del comunicador debe 
formularse en los siguientes términos: a quién trató de afectar el comunicador y en qué 
forma. 
A lo anterior, Berlo añade que el propósito y el público o auditorio no son 
separables, ya que “toda conducta de comunicación tiene por objeto producir una 
determinada respuesta por parte de una determinada persona (o grupo de personas)”. Por 
ello, el análisis de toda situación de comunicación debe tener en cuenta la forma en que la 
fuente de comunicación trató de afectar a la persona que recibe el mensaje, y el modo en 
que el receptor trató de afectarse a sí mismo o a otros (incluyendo la fuente). 
No es posible afirmar -concluye Berlo- que los efectos y el resultado de toda 
comunicación concuerden con la intención deseable ya que los receptores no siempre 
responden al propósito de la fuente. Por ello es que “cuando existe incompatibilidad entre 
los propósitos de ésta y los del receptor, se interrumpe la comunicación. Cuando estos 
propósitos son independientes o complementarios, la comunicación puede proseguir.56 
 
55 Ibidem. 
56 David Berlo, (1969) Op. Cit, p. 14. 
 30 
 
2.3 EL CÓMO DEL PROPÓSITO. 
 
2.3.1 PROPÓSITOS CONSUMATORIOS E INSTRUMENTALES. 
Una vez tomada la decisión con respecto al objeto de comunicación –el “quién” del 
propósito-, sigue en pie la pregunta de cómo la fuente o el receptor intencional logra afectar 
la conducta, y qué tipo de efecto desea producir. Esta pregunta es analizada por Berlo 
partiendo de dos puntos de vista.: “podemos ubicar o colocar el propósito de la 
comunicación en algún lugar, a lo largo de un continuum limitado en una de sus 
extremidades por un propósito consumatorio, y en la otra por un propósito instrumental. La 
posición a lo largo de este continuum -prosigue- “está determinada por la respuesta a la 
pregunta de hasta qué punto se cumple totalmente el propósito de este mensaje en el 
momento de su consumación a ser totalmente instrumental, al provocar y permitir una 
conducta ulterior.”57 
Berlo pone un ejemplo: un artista compone una obra musical y se halla satisfecho 
con el mero proceso de la composición. Puede presentar luego su obra al público creyendo 
que éste comparte su satisfacción. “Estas dos fases de una misma intención ilustran 
propósitos consumatorios, es decir, cuyo objetivo obliga a la consumación de algo”. 
La intención de este artista también puede ser la de componer y presentar su música, 
no intentando producir ante todo una respuesta primaria, sino con la esperanza de hacer 
algo que agrade suficientemente a la gente como para que ésta compre sus obras. En este 
caso, está utilizando su composición con un propósito instrumental; la respuesta favorable 
producida así en el público, es instrumental al provocar, por su parte, una conducta 
posterior: si compran un disco, si lo contratan para que componga o presente alguna otra 
cosa, si ofrecen una donación para una causa política, etcétera. 
El receptor de un mensaje puede, a su vez, tener también propósitos consumatorios 
o instrumentales. “Puede ser que lea publicaciones sobre crímenes, vea ciertos programas 
de televisión, entable conversaciones casuales, por motivos, consumatorios, con el objeto 
 
57 León Festinger notado por David Berlo (1969), Op. Cit, p 15. 
 31 
de recibir una recompensa inmediata al sentirse satisfecho con él mismo; porque relaja o 
reduce la tensión, etcétera.”58 
Es posible que lea determinadas cosas para poder luego comentarlas a otros y que se 
le considere “bien informado”. Puede que estudie técnicas y principios para poder resolver 
los problemas que le toca enfrentar en su entorno social. En esos casos su propósito es 
instrumental, ya que el resultado que espera de la comunicación está demorada hasta el 
momento en que puede utilizar lo recibido en forma de herramienta para hacer una cosa 
distinta. 
Cualquier tipo de mensaje dado puede tener diversos propósitos. Algunos es posible 
que sean altamente consumatorios, y otros esencialmente instrumentales, y ello tanto para 
la fuente como para el receptor. Asimismo los propósitos de la fuente y los del receptor 
pueden ser distintos y, sin embargo, pueden llevar a cabo lo que cada uno se proponía. Un 
lector compra una revista popular como por ejemplo las de deportes porque le gusta leerla 
(propósito del receptor) y puede ocurrir que empiece a comprar por este motivo productos 
(propósito de la fuente) anunciados en la revista. 
En cualquier situación que se produzca, si consideramos las cosas desde el punto de 
vista de la fuente o del receptor de la comunicación, los propósitos pueden ser colocados en 
este tipo de continuum. “En uno de los extremos están los propósitos que se ven 
enteramente satisfechos con la sola consumación del mensaje, y en el otro extremo se 
hallan aquellos que sólo se satisfacen después que la respuesta a mensaje ha sido utilizada 
como instrumento para producir otras respuestas.”59 
 
2.4 EL QUIÉN Y EL CÓMO. 
Berlo concluye que la comunicación tiene dos dimensiones. La primera consiste en la 
determinación del verdadero sujeto del propósito, o sea la distinción entre la comunicación, 
su receptor intencional, y los receptores no intencionales, que son en realidad los que 
reciben el mensaje.”60 Con respecto a cada uno de ellos es preciso preguntarse si su 
intención al participar en la comunicación es, ante todo, afectarse a sí mismo, o bien, a 
otros, o ambas cosas a la vez. La segunda establece la necesidad de colocar los propósitos 
 
58 David Berlo (1969), Op. Cit, p. 16. 
59 Ibid., p. 17. 
60 Ibidem.. 
 32 
en un continuum consumatorio-instrumental. Tanto los propósitos de la fuente, como los 
del receptor, pueden ser localizados a lo largo de este continuum. 
 
2.5 LA COMUNICACIÓN POLÍTICA. 
 
2.5.1 COMUNICACIÓN Y PODER. 
Según Blake, la comunicación política es aquella que tiene efectos reales o potenciales 
sobre el funcionamiento de un Estado u otra entidad política. La comunicación política -
dice- “es una actividad penetrante: todas las funciones desempeñadas en el sistema político 
-socialización, y reclutamiento políticos, articulación de intereses, agregación de intereses, 
formulación de reglas, aplicación y adjudicación de reglas- se realiza por