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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS 
COLEGIO DE GEOGRAFÍA 
 
 
 
MAPEO DE ÁREAS CON EROSIÓN 
ACELERADA EN LOS MUNICIPIOS DE 
NICOLÁS ROMERO Y TEPOTZOTLÁN 
ESTADO DE MÉXICO 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
T E S I S 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADA EN GEOGRAFÍA 
P R E S E N T A 
LIZ HAIDE HUITZIL AVILES 
ASESOR: DR. JORGE LÓPEZ BLANCO 
 CIUDAD UNIVERSITARIA, MÉXICO, D.F., 2008 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
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mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mis Padres 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
Mi mayor agradecimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México por haberme 
otorgado la oportunidad de continuar con mi formación académica y permitirme adentrar 
en los diferentes ámbitos del conocimiento. 
 
Al Instituto de Geografía por facilitar sus instalaciones para la elaboración de mi tesis, y 
al personal académico y docente por brindarme su cordialidad y su confianza. Gracias. 
 
Al Dr. Jorge López Blanco por su colaboración y sus comentarios acerca de la 
elaboración de este trabajo, así como el compartir sus conocimientos. 
 
 Un agradecimiento especial al comité del sínodo: Dr. José Ramón Hernández Santana, 
por sus comentarios motivadores y su calidez humana; M. en C. Oralia Oropeza Orozco 
por sus valiosos comentarios referentes a este trabajo, y su contribución al mejoramiento 
del mismo; al Ing. Alberto Pérez Rojas por su enseñaza al comienzo de mi licenciatura, 
por brindarme su amistad y su apoyo, así como sus observaciones y su interés en el 
contenido de este trabajo y finalmente al M. en C. Sergio Yussim Guarneros por sus 
atentas observaciones sobre este trabajo y por su interés en el mejoramiento del mismo 
Gracias. 
 
A Alberto López González por sus acertados comentarios, observaciones y su apoyo, 
importantes para la culminación de esta tesis, y principalmente por su amistad y ayuda 
constante durante estos años Obrigada “Bechubis”. 
 
A mis compañeros y amigos: Lic. Germán Gómez por su amistad y compañerismo 
durante este tiempo, Lic. Rafael Aragón, Lic. Alejandro Pérez, Rosita, Juan Roberto, 
Miguel Santos, Nayelli, Mario, Marina y Mónica por compartir conmigo un momento de si 
mismos y su amistad Gracias. 
 
Un último agradecimiento a las personas que motivaron mis expectativas y aunque no 
puedan estar conmigo o yo con ellas, su enseñanza fue de gran ayuda para reafirmar mis 
objetivos en la vida Gracias por siempre. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
All sciences are now under the obligation to prepare the ground for the future task 
of the philosopher, which is to solve the problem of value, to determine the true 
hierarchy of values. 
 
F. Nietzsche 
 
 
 
Índice 
 Pág. 
 
Introducción 1 
Aspectos generales del área de estudio 3 
 Hipótesis 5 
 Objetivos 5
 Estructura del trabajo 5 
 
Capítulo 1 Marco geográfico 
 
1.1 Localización 7 
1.2 Fisiografía 9 
1.3 Geología 9 
1.4 Hidrografía 11 
1.5 Clima 12 
1.6 Edafología 13 
1.7 Vegetación 16 
1.8 Características socioeconómicas 17 
1.8.1 Municipio de Nicolás Romero 17 
1.8.2 Municipio de Tepotzotlán 18 
 
Capítulo 2. Geología y tectónica 
 
 2.1 Introducción 21 
 2.2 Geología regional 22 
 2.3 Litología 25 
 2.4 Estratigrafía 27 
 2.5 Tectónica regional 29 
2.6 Evolución geológica y tectónica del piedemonte de la 
 Sierra de Monte Alto y Bajo 33 
 
 
 
 i
Capítulo 3. Marco conceptual y teórico – metodológico 
 
 3.1 Aspectos generales de la erosión de suelos 36 
 3.2 Definición y tipos de erosión 37 
 3.2.1 Erosión geológica o normal 38 
 3.2.2 Erosión hídrica acelerada y degradación del suelo 38 
 3.3 Factores físicos que influyen en el proceso erosivo 40 
 3.3.1 Erosividad de la lluvia 40 
 3.3.2 Escorrentía y formas de escurrimiento 41 
 3.3.3 Erodabilidad del suelo 42 
 3.3.4 Encostramiento y sellamiento del suelo 42 
 3.4 Formas y procesos de erosión 43 
 3.4.1 Erosión pluvial 43 
 3.4.2 Erosión laminar 44 
 3.4.3 Erosión en rills (surcos) 44 
 3.4.4 Erosión en cárcavas 45 
 3.5 Caracterización de áreas con erosión acelerada 46 
 3.6 Fundamento de la geomorfología aplicada 47 
 3.7 Criterio geomorfológico para la obtención de 
 unidades morfogenéticas 48 
3.8 Aspectos teórico-metodológicos para el mapeo de unidades 
 con erosión acelerada 49 
3.9 Obtención del mapa de inventario de áreas erosionadas 50 
3.9.1 Recopilación y análisis de información 51 
3.9.2 Materiales utilizados 52 
 
 3.10 Generación de elementos cartográficos 53 
 3.11 Obtención de unidades morfogenéticas 56 
 3.11.1 Delimitación de unidades morfogenéticas (UM) 57 
 3.11.2 Delimitación de áreas con erosión acelerada (inventario) 58 
 3.11.3 Procesamiento de las unidades morfogenéticas 
 y áreas con erosión 59 
 3.12 Sobreposición de información cartográfica 60 
 
 ii
 
Capítulo 4. Geomorfología 
 4.1 Introducción 62 
 4.2 Tipos de relieve 63 
4.3 Sistema morfogenético Santa María Cahuacán (SM1) 63 
 4.3.1 Dorso de ladera de pared de barranco en piedemonte 
 superior y medio 64 
 4.3.2 Piedeladera de pared de barranco en piedemonte 
 superior y medio 64 
 4.3.3 Piedeladera de pared de barranco en piedemonte medio 65 
 4.3.4 Superficie cumbral en piedemontes superior y medio 65 
 4.3.5 Planicie aluvial en fondo de barranco 66 
 4.4 Sistema morfogenético Progreso Industrial (SM2) 66 
 4.4.1 Dorso de ladera de pared de barranco en piedemonte medio 67 
 4.4.2 Piedeladera de pared de barranco en piedemonte medio 67 
 4.4.3 Superficie cumbral en piedemonte medio 67 
 4.5 Sistema morfogenético San Francisco Magú ( SM3) 68 
 4.5.1 Dorso de ladera de pared de barranco en piedemonte inferior 68 
 4.5.2 Piedeladera de pared de barranco en piedemonte inferior 69 
 4.5.3 Superficie cumbral en piedemonte inferior 69 
 4.5.4 Planicie aluvial en fondo de barranco 69 
 4.6 Sistema morfogenético San José el Vidrio (SM4) 70 
 4.6.1 Dorso de ladera de pared de barranco en piedemonte 
 medio e inferior 70 
 4.6.2 Dorso de ladera de pared de barranco en piedemonte inferior 70 
 4.6.3 Piedeladerade pared de barranco en piedemonte 
 medio e inferior 71 
 4.6.4 Superficie cumbral en piedemontes Inferior, medio y superior 71 
 
Capítulo 5. Mapeo de áreas con erosión acelerada 
 5.1. Introducción 74 
5.2 Sistema morfogenético Progreso Industrial 75 
 
 iii
5.2 1 Erosión en cárcavas 76 
5.2.2 Erosión antrópica 76 
5.3 Unidades de inventario de erosión en el Sistema morfogenético 
 San José el Vidrio 79 
 5.3.1 Erosión en barrancos 79 
 5.3.2 Erosión en rills-laminar 82 
5.4 Unidades de inventario de erosión en el Sistema morfogenético 
 San Francisco Magú 82 
 5.4.1 Erosión en barrancos y cárcavas 83 
 5.4.2 Erosión en cárcavas 84 
 5.5 Unidades de erosión en el Sistema morfogenético 
 Santa María Cahuacán 85 
 5.5.1 Erosión en barrancos 85 
 5.5.2 Áreas con erosión en cárcavas 85 
 
Capítulo 6. Resultados 
 6.1 Resultados 90 
 Conclusiones 96 
 Bibliografía 99 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 iv
Índice de figuras 
 
Figura 1.1 Localización del área de estudio 7 
Figura 1.2 Delimitación del área de estudio 8 
Figura 1.3 Principales localidades dentro del área de estudio 8 
Figura 1.4 Precipitación de los meses de Mayo-Septiembre 
Figura 2.1 Mapa geomorfológico de la Sierra de Monte Alto 24 
Figura 2.2 Mapa de síntesis morfotéctonica 32 
Figura 3.1 Esquema Metodológico 55 
Anexo fotográfico del capítulo 5 88 
Anexo cartográfico 108 
Mapa de unidades morfogenéticas del área de estudio (Figura 4.1) 
Mapa inventario de áreas con erosión acelerada (Figura 5.1) 
 
 
Índice de tablas 
 
Tabla 3.1 Principales tipos de erosión 44 
Tabla 3.2 Cartografía temática utilizada para el análisis del área de estudio 52 
Tabla 3.3 Material fotográfico empleado para la fotointerpretación 53 
Tabla 4.1 Síntesis de unidades morfogenéticas del área de estudio 73 
Tabla 5.1 Distribución de erosión en cárcavas por sistema morfogenético 75 
Tabla 5.2 Tipos de erosión en el Sistema morfogenético San José el Vidrio 79 
Tabla 5.3 Tipos de erosión en el Sistema morfogenético San Francisco Magú 83 
Tabla 5.4 Tipos de erosión en el Sistema morfogenético Santa María Cahuacán 85 
Tabla 6.1 Resultados de la relación entre unidades morfogenéticas y pendiente 90 
Tabla 6.2 Resultados de la relación de unidades morfogenéticas 
 y tipos de erosión 93 
Tabla 6.3 Resultados de la relación entre los tipos de erosión y pendiente 95 
 
 
 v
Introducción 
Introducción 
La degradación de la tierra a través de la erosión del suelo es uno de los problemas 
ambientales más importantes a nivel mundial (Bocco, 1990). Dentro de este contexto se 
estima que el 35% de los suelos está siendo afectado por algún grado de erosión. 
La degradación del suelo es el resultado de factores ambientales, sociales, económicos, etc. 
Los factores que están relacionados con la degradación del suelo son el cambio de uso de 
suelo hacia superficies agropecuarias, la deforestación, el sobrepastoreo, el relieve, la 
densidad poblacional y la pobreza (SEMARNAP, 1997). 
En México el 76% del territorio presenta algún grado de afectación de los suelos por 
procesos degradativos, tanto superficiales e internos, mientras que un 14% corresponde a 
terrenos estables sin degradación aparente y 10% son terrenos sin uso aparente 
(SEMARNAP, 1997). Una de las principales causas del deterioro de suelos en México es la 
deforestación que influye con el 25.81%, provocado por la eliminación de la vegetación 
árborea de selvas, bosques y matorrales; el cambio de uso de suelo es responsable de un 
25.47%, debido a la apertura de nuevas áreas para la agricultura, ganadería y urbanización; 
y el sobrepastoreo con 24.57%, ocasionado por la excesiva carga animal manifestada en el 
pisoteo, que propicia la disminución de la cubierta vegetal y compactación sobre el suelo. El 
13.86% del deterioro del suelo se debe a la extracción de materiales del suelo (op.cit.), la 
labranza postcosecha origina un 9.29%, entendida como el manejo inadecuado del suelo 
después de la cosecha, dejándolo expuesto a la erosión hídrica y eólica, principalmente. 
Dados los resultados de la degradación del suelo en México, su afectación y distribución, 
algunas organizaciones gubernamentales han llevado a cabo obras de conservación y de 
recuperación del suelo y agua, con base en el reconocimiento del área afectada por algún 
factor que genera los procesos de erosión, y así es como se establecen acciones 
encaminadas a contrarrestar sus posibles efectos (SEMARNAP, 1995). Estas acciones 
tienen una aplicación a nivel estatal, por lo que se parte de conocer la dinámica erosiva o 
bien la situación ambiental de la entidad, a partir de estudios que proporcionen información 
al respecto, y de esta forma, encaminar los planes necesarios que en cada caso, garanticen 
el uso y la explotación racional de los recursos con los que cuenta cada entidad. 
 
 1
Introducción 
Por lo tanto, es necesario un análisis de las características ambientales que proporcione 
información referente al grado de alteración del medio y de los principales agentes que 
impactan en este, siendo un procedimiento aplicable para conocer la magnitud de un 
problema ambiental como es la degradación del suelo. 
Existen diversos tipos de degradación del suelo: la más frecuente es la hídrica que es la 
remoción del suelo por acción del agua; la erosión eólica producida por acción del viento, y 
la erosión química por el uso excesivo de materiales químicos, maquinaria agrícola, 
prácticas como la quema de vegetación para crear áreas de cultivo y pastoreo (SEMARNAP, 
1997). 
De los tipos de erosión mencionados, la erosión hídrica es la que presenta mayor 
repercusión, ya que se trata de la degradación por el desplazamiento del material del suelo. 
Este proceso incide en los lugares donde se ha generado un cambio de cubierta vegetal, 
enfocándose a la introducción de ganado; vocación agrícola inadecuada y la propagación de 
incendios forestales, todos estos resultando de la influencia antrópica (op.cit.). 
 
Los sistemas montañosos que bordean la Cuenca de México han sido impactados por el 
fenómeno de erosión de suelos, sierras como el Ajusco, Río Frío, Nevada, y particularmente 
las sierras de Monte Alto y Bajo, han sufrido los procesos de erosión de suelos, resultado de 
las actividades humanas que haciendo uso de diversos métodos entre ellos la roza-tumba-
quema generan el desmonte de los sitios y la posterior utilización de terrenos para la 
agricultura o pastizales, así como la extracción de materiales, empleados para la 
construcción. 
 
Un aspecto que ha determinado la utilización y explotación de la Sierra de Monte Alto y 
Bajo, es la diversidad de recursos forestales que sostiene esta sierra. La modificación de 
sus recursos aunado a las características topográficas, han repercutido en la degradación 
del suelo, a partir de los diferentes procesos erosivos generados por el agua. El efecto se 
manifiesta en el relieve a través de una tipología de formas resultantes de cada proceso; la 
extensión y la intensidad de estos rasgos hace necesario su reconocimiento mediante un 
elemento que permita presentar sus efectos, la intensidad de los procesos, los materiales y 
su posición en el terreno. 
 
 
 2
Introducción 
Para la obtención de esta información existen varios métodos, entre ellos se encuentra la 
elaboración de un inventario de erosión, el cual de acuerdo con Bocco (1990), se convierte 
en una herramientaútil si incluye los aspectos antes señalados y proporciona datos 
cuantitativos acerca de los procesos naturales y antrópicos, y sus interrelaciones. 
 
Aspectos generales del área de estudio 
 
El área de estudio se localiza en el Estado de México, por lo que es necesario considerar 
algunos aspectos generales de esta entidad y para conocer el contexto que enmarca a la 
porción seleccionada para el estudio de la erosión acelerada. 
El Estado de México es la entidad más poblada del país, se asientan más de 13 millones de 
personas en su territorio (INEGI, 2000), se localiza en la parte central de la República 
Mexicana, entre los paralelos18º21´y 20º17´ de latitud norte y los meridianos 98º35´ y 
100º36´ de longitud oeste. Se constituye por 122 municipios asentados en una extensión de 
22,499.95 km² (el 1.15% del total nacional). Limita al norte con los estados de Querétaro e 
Hidalgo; al este con Puebla y Tlaxcala; al sur con Morelos y Guerrero y al oeste con 
Michoacán y una pequeña porción de Guerrero. También limita con el Distrito Federal, 
rodeándolo hacia el Norte, Oriente y Occidente. Esto ha permitido el crecimiento de dos 
zonas metropolitanas en su territorio, una de ellas se localiza en el Valle de México, y la otra 
en el Valle de Toluca, donde se asienta la capital del estado (GEM, 1993). 
 
En cuanto a la riqueza de recursos naturales, el Estado de México cuenta con 558,069 ha 
de bosque, lo que representa un 26% del territorio estatal, 87,789 ha de selva, lo que 
corresponde al 4.1%; en 16,747 ha se distribuye la vegetación árida, cubriendo el 0.78% del 
territorio, y la vegetación hidrófila y halófila se encuentra en 6,034 ha, comprendiendo solo el 
0.28% de la superficie. 
 
El relieve de la entidad se caracteriza por presentar una diversidad de formas, entre las que 
destacan la presencia de piedemontes, sierras y volcanes aislados que proporcionan una 
diversidad de altitudes, tipos de roca, yacimientos minerales, suelos, climas, vegetación, 
flora y fauna, generando una gama de regiones y paisajes característicos del territorio 
estatal (INEGI, 2001). 
 
 3
Introducción 
Dentro del Estado, la mayor concentración y diversidad forestal se encuentra en el territorio 
de la Cuenca del Río Balsas y en los principales sistemas montañosos como las sierras de 
Monte Alto y Monte Bajo, de las Cruces, del Ajusco, de Río Frío y Nevada. 
Como se ha indicado anteriormente, la influencia humana ha sido un factor determinante en 
la aceleración de los procesos de erosión de suelos. 
 
De esta manera, en los municipios de Nicolás Romero y Tepotzotlán, adyacentes a la 
sierras de Monte Alto y Bajo, se han identificado áreas afectadas principalmente por 
procesos de erosión hídrica. Los efectos más característicos en el área de estudio incluyen 
la pérdida de la capa superficial del suelo por escorrentía y erosión laminar, así como la 
deformación del terreno producido por el desplazamiento irregular de los materiales del 
suelo, caracterizado por la presencia de arroyos mayores, barrancos, movimientos de masa 
o incidencia de cárcavas. Los efectos fuera del área de estudio se caracterizan por el 
depósito y acumulación de sedimentos en los lagos, así como inundaciones provocadas por 
la acumulación de materiales en las márgenes de los ríos y, acumulación excesiva de 
sedimentos en la cuenca. 
Este proceso degradante es una de las consecuencias más costosas en términos 
ecológicos, de la aplicación de modelos socioeconómicos y tecnológicos erróneos, y que se 
han reflejado en las actividades de ganadería extensiva, de intensificación agrícola y de 
agricultura itinerante, de subsistencia principalmente. Estos acontecimientos explican en 
gran medida la transformación a gran escala de los ecosistemas (SEMARNAP, 1997). La 
erosión hídrica, la erosión eólica, la contaminación, la salinización, las inundaciones y los 
incendios, son algunos de los procesos que contribuyen a la degradación y al deterioro de 
los suelos en México (García-Oliva y Maass, 1990). 
Por lo anterior uno de los beneficios que aporta la elaboración de inventarios es identificar 
las tasas de erosión y relacionarlas con las condiciones que han tenido los respectivos 
cambios en el uso de suelo en esas mismas áreas (Kirkby y Morgan, 1984). 
 
Así, el objetivo de este estudio es analizar los efectos de los procesos erosivos hídricos, su 
distribución espacial así como su dinámica a partir de la realización de un inventario de 
áreas erosionadas por tipo e intensidad de los procesos. 
 
 4
Introducción 
Hipótesis 
La incidencia y el desarrollo de los procesos morfodinámicos, así como su intensidad, 
mantienen una relación respecto a las características morfogenéticas del relieve que 
conforma el área de estudio- 
Objetivos generales 
 Realizar un estudio de erosión hídrica acelerada en un área delimitada en los 
municipios de Nicólas Romero y Tepotzotlán, localizados al occidente del Estado de 
México. 
 
 Con base en una sobreposición de elementos cartográficos, elaborar un análisis de 
las características morfométricas del relieve y relacionarlo con la incidencia de los 
tipos de erosión hídrica acelerada dentro del área de estudio. 
 
Objetivos particulares 
 
 Llevar a cabo un inventario de erosión acelerada en el área de estudio que incluya la 
tipología de formas de erosión y sus rasgos en el relieve. 
 
 Elaborar una clasificación del relieve del área de estudio en unidades 
geomorfológicas analíticas para la evaluación de sus componentes y su relación con 
los procesos de erosión, con base en los criterios propuestos por Verstappen (1983) 
para el mapeo morfogenético. 
Estructura del trabajo 
Este trabajo está conformado de seis capítulos. En el capítulo 1 se realiza una descripción 
del contexto general que enmarca al área de estudio; asimismo se abordan las 
características físico-geográficas específicas como son hidrología, climas, edafología y los 
aspectos de desarrollo socio-demográfico, con el propósito de establecer una relación entre 
dichas características y la incidencia de los procesos erosivos. 
El segundo capítulo corresponde con los aspectos geológicos, donde se expone una 
síntesis de los principales procesos y la evolución que dio origen al relieve que comprende 
el área de estudio, y de sus aspectos litológicos, las cuales son de consideración para 
explicar la intensidad de los procesos erosivos. 
 
 5
Introducción 
El tercer capítulo marco teórico conceptual-metodológico, muestra una síntesis de los 
conceptos y definiciones empleados para la descripción de los procesos de erosión, de los 
factores involucrados en dichos procesos, permitiendo conocer la importancia del fenómeno 
de erosión y de las formas en que éstas afectan al suelo. Con base en lo anterior se 
describe el método utilizado para la obtención del inventario de erosión acelerada, y la 
metodología empleada para la obtención de este mapa. 
El cuarto capítulo, geomorfología corresponde con la descripción de las unidades de terreno 
específicas que comprenden el área de estudio, la obtención de éstas se realizó con base 
en los criterios metodológicos establecidos, que consideran las características morfográficas 
y morfométricas de las unidades del terreno, contribuyendo desde el enfoque 
geomorfológico aplicado a la integración de la información en estudios más específicos 
como es el mapeo de áreas con erosión acelerada. 
En el capítulo quinto se muestra la tipología de formas de erosión acelerada desarrolladas 
en el área de estudio, así como la intensidad de sus procesos y de los rasgos morfológicos 
que derivan de cada tipología, que en este caso, no solamente fueron reconocidos los 
efectos de un solo proceso, sino también se identificaron los rasgos producidos en el relieve 
por la combinación de dos tipos o procesos de erosión, como la combinación de cárcavas-
rills ó láminar-rills denominadosde esta forma considerando el tipo de erosión predominante 
y la asociación de rasgos producidos por otros tipos de erosión. 
El sexto capítulo muestra los resultados obtenidos del cruce de información de unidades 
morfogenéticas y áreas con erosión acelerada, los resultados se expresan en porcentaje de 
los principales procesos erosivos, y su incidencia en las unidades morfogenéticas. 
Obteniendo así una evaluación general de las características específicas donde tienen 
desarrollo los procesos de erosión acelerada. De esta forma se concluye la influencia de los 
factores que propician la aceleración de los procesos erosivos que afectan el área de 
estudio. 
 
 6
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
1.1 Localización 
 
El área de estudio se localiza entre las coordenadas UTM 455,000 y 472,000 en X, y 
2,166,000 y 2,180,000 en Y, comprende parte de los municipios de Nicolás Romero y 
Tepotzotlán, los cuales están ubicados en la región noroeste del Estado de México 
(CENAPRED, 1998) (Figura 1.1). Presenta como límite al norte, las localidades de San 
Miguel Cañadas, Cañadas de Cisneros, y Las Cañadas; al sur las localidades de Santa 
María Mazatla, Tlazala de Fabela; al este Villa Nicolás Romero y la Presa de Guadalupe; al 
oeste limita con el Volcán de la Bufa (INEGI, 2001). Colinda al noroeste con el municipio de 
Villa del Carbón, al NE con Cuautitlán Izcalli al sur con el municipio de Isidro Fabela y 
Temoaya, al sureste, con el municipio de Atizapán de Zaragoza; y al este con los municipios 
de Temoaya y Jiquipilco. 
 
 
 
Figura 1.1 Localización y delimitación del área de estudio. 
 
La mayor extensión del área de estudio se encuentra dentro del municipio Nicolás Romero, 
mientras que una parte del extremo noreste corresponde con el municipio de Tepotzotlán, 
situado hacía el extremo norte paralelos 19º31´ y 19º41´. Ambos municipios se encuentran 
en la sección occidental de la cuenca de México (Figura 1.2). 
 
Las localidades más importantes que se encuentran dentro del área son Quinto Barrio, 
Santa María Magdalena Cahuacán, localizados al suroeste; Progreso Industrial, San José el 
Vidrio, San Francisco Magú, El Puerto Magú que se localizan hacia el centro, norte y 
 
 
7
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
noroeste del área de estudio, mientras que las localidades de Colonia Morelos, Barrio 
Miranda, Los Duraznos, Colonia el Mirador, Caja de Agua, Barrio el Esclavo, Barrio la 
Golondrina, San Pablo de la Cruz se extienden desde el norte y noreste principalmente 
(Figura 1.3 ). 
 
TEPOTZOTLÁN
NICOLÁS
ROMERO
19º 31´ N _
_19º 41´N
96º 16´ O
I
96º 26´ O
I
 
 
Figura 1.2. Limite del área de estudio dentro de los municipios Nicolás Romero y Tepotzotlán, Estado de México. 
 
 
 
 
Figura 1.3. Principales localidades dentro del área de estudio. 
 
 
8
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
 
1.2 Fisiografía 
 
El Estado de México incluye en su territorio áreas pertenecientes a la provincia fisiográfica 
de la Faja Volcánica Transmexicana, la cual comprende la parte oriente, centro, norte y 
oeste, se caracteriza como una masa de rocas volcánicas de todos los tipos, acumulada en 
innumerables y sucesivos episodios volcánicos iniciados a mediados del Cenozoico que 
abarca el 76% de la superficie del estado, a través de sistemas montañosos, entre los que 
destacan la Sierra de Las Cruces y Monte Alto, éstas dividen las cuencas de la Ciudad de 
Toluca y de la Ciudad de México. Además de una serie de coladas lávicas, conos 
volcánicos, depósitos de arenas y cenizas. 
 
1.3 Geología 
 
El área de estudio forma parte del piedemonte de la Sierra de Monte Alto, la cual está 
consolidada por rocas volcánicas y volcanoclásticas; en las primeras figuran los basaltos, 
andesitas, dacitas y riolitas del Cenozoico y Cuaternario; mientras que en las segundas se 
encuentran rocas masivas y material piroclástico, que en general se encuentran 
conformando el 76% del Estado de México. 
 
De acuerdo con varios estudios geológicos realizados en los Valles de México y Toluca, 
señalan el origen y desarrollo de éstos en el Cenozoico y el Cuaternario. Las rocas 
volcánicas más antiguas de la Cuenca de México afloran al noroeste de la misma. Éstas se 
presentan como series volcánicas compuestas de lavas intermedias félsicas, con ignimbritas 
y tobas, y son consideradas del Cenozoico Medio (Mooser, 1975). Los depósitos que 
sobreyacen a las anteriores son clasificados como rocas epiclásticas, localizadas al norte de 
la Cuenca de México. Estos depósitos de edad Plio-Holocénica reconocidos como formación 
Atotonilco el Grande (De Cserna et al., 1988), consisten en tobas, brecha volcánica y grava 
volcánica, los cuales se encuentran estratificados con depósitos de lahar y capas delgadas 
de pómez, además de numerosos derrames de lava basáltica, los cuales, según Cantagrel 
et al. (1981) indican una edad Pliocénica Tardía para esta formación. Estas rocas se 
interdigitan con la Formación Tarango ampliamente distribuida en las partes occidentales de 
la Cuenca de México (Bryan, 1948; De Cserna et al., 1988). 
 
 
 
 
9
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
 
En las formaciones anteriores se presentan varias unidades, principalmente los depósitos 
piroclásticos forman planicies en la porción central de la entidad, los que cubren a las demás 
unidades, que a su vez están cubiertos por los conos de brechas volcánicas. 
 
Las rocas piroclásticas cuaternarias, del tipo toba félsica, están constituidas por fragmentos 
piroclásticos de composición dacítica, dispuestos en seudoestratos medianos de color gris 
claro. Los piroclastos presentan el tamaño característico de lapillo; son escoriáceos y 
presentan textura microcristalina porfidítica con fenocristales ferromagnesianos. Esta unidad 
está expuesta en la porción centro oriental de la entidad, con una morfología de lomerios 
suaves, los cuales se encuentran disecados por profundos barrancos que se desarrollan 
fácilmente por la escasa cohesión entre los piroclastos (de Cserna et al.,1988). 
 
De acuerdo con la descripción realizada por Mooser et al. (1996), en el mapa geológico de 
las Cuencas de México, Toluca y Puebla, la Formación Tarango (Plio-Cauternario) está 
conformada por lahares, abanicos volcánicos y flujos piroclásticos, además de ignimbritas, 
tobas, pómez y depósitos fluviales. El espesor de esta formación varía ampliamente de un 
lugar a otro, las capas inferiores sobreyacen, y en parte se interdigitan con los derrames de 
la secuencia volcánica de la Sierra de las Cruces (Plio-Pleistoceno) esta última constituida 
por tobas, aglomerados, depósitos fluviales, aluviales y horizontes de pómez (Aguayo et al., 
1989). 
 
La formación Tarango (Pleistoceno) se extiende hacia el noreste de la Cuenca de México; 
en el área de Villa del Carbón, cubre a depósitos del Mioceno, mientras que las planicies 
aluviales intermontanas, al Cuaternario. Hacia el NE de la Cuenca de Toluca, donde se 
localiza la Sierra de Las Cruces, se encuentran formaciones compuestas de andesitas y 
dacitas alineadas de norte-sur a lo largo de toda la Sierra de las Cruces. La formación 
Tarango bordea estas formaciones encajándose en áreas como las laderas de la caldera 
del Cerro Catedral, encontrando fracturas con una orientación norte y este-noreste que 
reflejan un levantamiento reciente muy activo, de las Sierras de Monte Alto y Monte Bajo 
(Ortiz-Pérez y Bocco, 1989). La formación Tarango es muy parecida a la formación 
Atotonilco el Grande aunque ésta difiere con respecto a la presencia de derrames de lava 
basáltica. 
 
 
 
 
10
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
 
1.4 Hidrografía 
 
Por su localización el área de estudio pertenece a la región hidrológica número 26 o del Alto 
Pánuco, la cual es una de las más importantes de la República Mexicana. Esta región 
hidrológica la conforman varias cuencas entre ellas está la Cuenca del Río Moctezuma,que 
comprende el 35.45% de la superficie del Estado de México. El drenaje que presenta es del 
tipo dendrítico subparalelo, conformado por corrientes perennes y subcolectores 
intermitentes de segundo y tercer orden (INEGI, 2001). 
Las precipitaciones registradas que caracterizan a esta cuenca varían de 500 a 1,500 mm 
anuales, con una temperatura media anual que oscila entre los 12º y los 18ºC. Presenta un 
volumen medio de precipitación de 4,756.05 Mm3 anuales, y un coeficiente de escurrimiento 
de 8.3%, representando un volumen total de escurrimiento de 394.75 Mm3/año (op.cit.). 
 
La Cuenca del Río Moctezuma se encuentra dividida en varias subcuencas. Entre éstas, la 
subcuenca del Río Cuautitlán, la cual drena por un conjunto de corrientes intermitentes 
pequeñas y por corrientes perennes que presentan un patrón de drenaje dendrítico paralelo. 
El municipio de Tepotzotlán cuenta con recursos hidrológicos importantes, como la Presa de 
la Concepción, con capacidad de 12,500,000 m3, de la cual se derivan los ríos Hondo de 
Tepotzotlán, el canal de la margen izquierda (Zanja Real) y el Río Lanzarote (INEGI, 2001). 
 
El Río San Juan (en el Estado de México, Río Tula al pasar por Hidalgo) da origen a la 
corriente más importante de la cuenca. Además se presentan otras corrientes principales 
como son los ríos Cuautitlán, El Salado, San Juan, San Bernardino y Zarco, que fluyen 
dentro del área de estudio. El 26% del agua almacenada en las obras hidráulicas que se 
ubican dentro de la cuenca del río Moctezuma, se destina principalmente al riego (op.cit.). 
 
Los principales ríos que comparten los municipios de Nicolás Romero y Tepotzotlán son: 
San Pedro y El Portezuelo; los principales arroyos Arroyo Grande, Arroyo Chiquito, Arroyo 
Cuautitlán, Arroyo El Trigo, Arroyo Los Tepozanes, Arroyo La Zanja, La Concepción, La 
Ladrillera, El Esclavo y El Puerto (INEGI, 1988). El Río San Pedro y Arroyo Chiquito son los 
tributarios principales al Lago de Guadalupe, localizado en el municipio de Cuautitlán Izcalli, 
todos éstos aportan las mayores descargas municipales de las localidades que atraviesan. 
 
 
 
 
11
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
El Río San Pedro nace en la Sierra de Monte Alto, en Santa María Cahuacán, con el nombre 
de Arroyo Concepción, y es alimentado por corrientes intermitentes y manantiales, su 
dirección es de oeste a este y cruza por el poblado de Progreso Industrial, en donde cambia 
de nombre por Arroyo San Pedro (INEGI, 2001). 
 
En cuanto a los principales acuíferos de la subcuenca de los ríos de Cuatitlán y Tepotzotlán, 
estos son explotados por pozos profundos con aforos de 585.47 litros por segundo, siendo 
su capacidad de recarga de 608.2 lt/s. El material geológico que los contiene es de baja 
capacidad acuífera y la dirección del flujo subterráneo va hacia el noroeste (CENAPRED, 
1998). 
 
1.5 Clima 
 
El subgrupo semifrío C (E), se presenta en la parte extremo poniente del municipio Nicolás 
Romero, a altitudes mayores a 2,900 msnm; cuenta con una temperatura promedio anual de 
12ºC, con una precipitación anual que oscila entre 1,100 y 1,200 mm. El clima templado 
subhúmedo C(W2) se encuentra entre los 2,400 y 2,900 msnm, con una precipitación media 
anual que oscila entre los 1,000 y 1,100 mm, este clima se presenta en la parte central del 
municipio Tepotzotlán, donde se localizan los poblados de Cahuacán, San José del Vidrio y 
parte de San Francisco Magú. La temperatura media anual es de 16ºC, la temperatura 
mínima es de 5ºC, y la máxima de 34ºC (CENAPRED, 1998). 
 
A nivel regional, el período de lluvia se presenta de mayo a septiembre, y las precipitaciones 
pluviales promedio anuales son de 804 mm, y ocasionalmente se registran heladas en los 
meses de noviembre a febrero (INEGI, 2001). Los vientos dominantes provienen de noreste-
oeste. El régimen de precipitación es importante, ya que es un factor vinculado a los 
procesos de erosión; la intensidad de precipitación se interpreta como la cantidad de agua 
caída recogida en una superficie plana y medida en milímetros, ésta se relaciona con los 
tipos de erosión que inciden en un sitio, no obstante, en función con otros factores como el 
topográfico, asimismo la intensidad de agua caída con la que se suscitará el fenómeno, así 
como con los tipos de erosión desarrollados en un sitio. 
 
La precipitación registrada en los últimos 14 años se presenta en la Figura 1.4, estos datos 
se derivan de cuatro estaciones climatológicas localizadas en las inmediaciones del área de 
estudio, donde se muestra el promedio de precipitación de los meses de mayo a septiembre, 
 
 
12
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
considerando este período de meses en los cuales se presenta mayor precipitación en el 
área. 
 
Precipitación de los meses de Mayo-Septiembre
(1970-1984)
0
200
400
600
800
1000
1200
1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984
Años
P
re
ci
pi
ta
ci
ón
 (m
m
)
Villa del Carbón Sta.Ma. Cahuacán Presa Concepción Tlazala
 
Figura 1.4 Registro de precipitación de las estaciones meteorológicas circundantes al área de estudio 
(datos tomados del sistema ERIC, 2002) 
 
1.6 Edafología 
 
El suelo es un componente esencial del ecosistema, por lo que sus propiedades y 
características se vinculan al material que los subyace y los factores climáticos, al mismo 
tiempo estas generalidades establecen algunas condiciones que propician el desarrollo de 
determinadas actividades humanas, aunque la mayor parte de estas se lleva a cabo, sin 
considerar el uso potencial de los recursos, por lo que, el cambio o modificación en alguno 
de sus factores, conduce a alterar las propiedades del mismo, lo cual genera problemas 
ambientales, tal como ocurre con la degradación del suelo, de la cual se desprende la 
presencia de formas de erosión que con el tiempo llegan a ocasionar la pérdida parcial o 
total del suelo, reduciendo la superficie utilizada en la producción de alimentos de consumo 
humano (INEGI, 2001). 
 
De lo anterior se desprende la importancia de considerar los aspectos, propiedades y 
características del suelo, el grado de desarrollo y alteración, con el fin de integrar esta 
información a los factores partícipes en el proceso erosivo como son; topografía, 
precipitación, cobertura vegetal y uso de suelo. 
 
 
13
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
Bajo este contexto, a continuación se describen los principales tipos de suelo, presentes en 
el área de estudio: Luvisol (L), Andosol (A), Vertisol (V), Leptosol (I) y Feozem (H). 
 
Luvisol (L), este tipo de suelo presenta un horizonte B, rico en acumulación de arcillas 
(argílico), característico de zonas muy lluviosas (INEGI, 1989). Se encuentran en la parte 
central del área de estudio, en la localidad de San José el Vidrio, y se distribuye hacia el 
extremo noroeste de la misma, extendiéndose en las localidades de Los Duraznos y El 
Mirador; hacia el norte se extienden en la localidad de El Puerto Magú. Su formación se 
debe básicamente a las condiciones de humedad existentes en la zona y al material 
parental, por lo que su origen es principalmente residual. Presentan una clase textural media 
y fina, por lo que el suelo contiene un exceso de agua que fluye a través del mismo, en 
forma de drenaje, en el que se arrastran minerales arcillosos y complejos organo-minerales 
que paulatinamente se van acumulando a cierta profundidad del suelo (horizonte B). A pesar 
del exceso de drenaje poseen una reserva de nutrimentos relativamente alta. Presentan 
vegetación de bosque aunque ésta se ha visto modificada por vegetación secundaria, 
debido a las actividades humanas; son altamente susceptibles a la erosión. Estos suelos 
pueden ser usados para la producción agrícola adoptando técnicas que minimicen el peligro 
de erosión. 
 
Suelos Andosoles (A), se presentan en la porción correspondiente del piedemonte superior, 
haciael noroeste y noreste de la localidad de Cahuacán, y en el piedemonte medio al norte 
de la localidad Quinto Barrio. Estos suelos se originan a partir de material volcánico, siendo 
característicos en relieves montañosos. Poseen una capa superficial muy suelta con 
abundante materia orgánica, muy frecuentemente se presenta una capa endurecida como 
límite interno (tepetates); por estas circunstancias son muy susceptibles a la erosión y se 
encuentran en aquellas áreas donde ha habido actividad volcánica reciente (Flores Román, 
1990). En cuanto a su potencial de aprovechamiento, dado que su distribución no está 
restringida a un tipo de clima particular pueden encontrarse tanto en climas templados como 
tropicales. 
 
En estos suelos se desarrolla la agricultura aunque con bajos rendimientos, suelen ocuparse 
con pastos naturales e inducidos y con ganado ovino aunque con el uso forestal tiene 
mejores rendimientos como recurso natural (FAO/UNESCO, 1970). 
 
 
 
14
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
Los suelos Vertisoles (V), se encuentran distribuidos hacia el noreste del área de estudio 
cubriendo los poblados de Lanzarote, Petro Huertos y La Concepción. Este tipo de suelo y el 
Luvisol son los que encuentran con mayor extensión en el área de estudio. Los Vertisoles 
son suelos que se distribuyen con climas templados y cálidos, con una marcada diferencia 
entre estaciones seca y húmeda. Estas condiciones climáticas favorecen la formación de 
arcillas que tienen la propiedad de expandirse cuando están húmedas y contraerse al 
secarse (Buckman, 1991). La superficie del suelo en época de secas presenta grietas que 
llegan normalmente hasta 50 cm de profundidad. Son suelos casi siempre muy fértiles, 
aunque con ciertos problemas de manejo agrícola como son la dificultad para la labranza, el 
mal drenaje y la deficiencia de materia orgánica. Son suelos frecuentemente negros o grises 
en las zonas del centro y oriente de México, y cafés rojizos en el norte (FAO/UNESCO, 
1970). 
 
Los Leptosoles (I), son suelos que se encuentran distribuidos principalmente en las laderas 
meridionales del piedemonte del área de estudio. Estos suelos se caracterizan por tener una 
profundidad menor de 10 cm, limitados por un estrato duro y continuo (fase lítica) o por 
tepetate. El origen de éstos es residual, a partir de rocas ígneas extrusivas que en este caso 
se formaron de materiales del Cenozoico y Cuaternario; su espesor está condicionado al 
material que los forma y a la topografía donde se encuentran ya que ésta influye 
directamente sobre la escasa acumulación de los materiales edáficos. Se localizan en todas 
las sierras de México, y en mayor o menor proporción, en laderas, barrancas o malpaís, así 
como en lomeríos y en algunos terrenos planos. Su susceptibilidad a erosionarse puede ser 
de moderada hasta alta (INEGI, 2001). 
 
Los suelos Feozems (H), se encuentran distribuidos en las laderas del piedemonte medio e 
inferior localizadas al noroeste y hacia el norte de la localidad de San Francisco Magú. Son 
suelos relativamente profundos con desarrollo medio (parte de las arcillas han sido 
eliminadas de la parte superior del suelo y se han acumulado a cierta profundidad, 
(principalmente en el horizonte B). Se utilizan intensivamente para la producción de granos y 
hortalizas, en muchas ocasiones con el auxilio de riego. 
 
 
 
 
 
 
15
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
De acuerdo con Buol (1988), en condiciones naturales pueden ser susceptibles a la erosión 
según el relieve particular en que se presenten; sin embargo, la principal amenaza para este 
tipo de suelos deriva de las técnicas agrícolas intensivas: compactación por el uso de 
maquinaria pesada y el uso indiscriminado de agroquímicos. 
 
El origen de los suelos en la región, se debe a la alteración de los depósitos del Cuaternario 
que incluyen depósitos piroclásticos y sedimentos lacustres recientes, acumulados como el 
resultado del bloqueo de drenaje por actividad volcánica plio-cuaternaria; estos depósitos, 
cubren discordantemente a la Formación Tarango, y consisten en general de grava, arena 
limosa, limo, arcilla, tefra y caliche. Los depósitos lacustres constituidos por arcillas 
desarrolladas a partir de tobas y cenizas volcánicas depositadas en un medio acuoso, se 
encuentran en la parte limítrofe del piedemonte de la sierra de Monte Alto y Bajo y la planicie 
lacustre, extendiéndose en esta última. 
 
La acción de algunos factores, entre ellos, el relieve y el clima, dan como resultado una gran 
variedad de condiciones ambientales, que son determinantes en la formación del suelo, 
como sucede con los luvisoles, en los cuales el clima y el grado de precipitación son 
factores esenciales en su desarrollo. Por otra parte, el tipo de relieve favorece el desarrollo 
de los suelos litosoles, los cuales se derivan directamente de las rocas que los subyace, 
ocupando las laderas y cimas de las sierras (INEGI, 2001). 
 
1.7 Vegetación 
 
Las características edáficas y climáticas que se presentan en el área, dan origen a una 
vegetación de bosque de coniferas donde las principales especies son el pino (Pinus sp), y 
bosque latifoliado, donde se encuentran principalmente las especies de encino y aile 
(Quercus y Alnus sp). Esta vegetación se extiende en algunas laderas húmedas entre los 
2,850 a 2,600 msnm (INEGI, 2001). 
 
De acuerdo con la información de las cartas de uso de suelo y vegetación Villa del Carbón 
E14-A28, Cuautitlán E14-A29, y con la observación del material fotográfico se estableció 
que existen sectores donde la vegetación natural se presenta con pastizal inducido (Pi) y 
agricultura de temporal con cultivos anuales y permanentes (AtpA) y (AtpP) 
respectivamente. 
 
 
 
16
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
Esta combinación se observa hacia los extremos noroeste y el suroeste, extendiéndose en 
las localidades de Quinto Barrio, Santa María Cahuacán y Los Duraznos, donde también se 
presenta asentamientos humanos y presencia de caminos o brechas de terraceria. Hacia el 
extremo Norte donde se encuentran las localidades de San Francisco Magú, El Puerto Magú 
y El Mirador el uso de suelo es de agricultura de temporal permanente asociada con una 
agricultura de riego y áreas de erosión hídrica con alta intensidad (Ehf) asociadas con la 
presencia de minas a cielo abierto, así como la presencia de asentamientos humanos. 
Mientras que el área donde se localiza Progreso Industrial y San José el Vidrio, se 
caracteriza por un mayor establecimiento de tipo semi-urbano, que colinda con algunas 
tierras de cultivo principalmente de agricultura de temporal permanente (Atp) y áreas donde 
se presentan erosión hídrica con alta intensidad (Ehf). Finalmente hacía el extremo noreste 
de estas mismas localidades, se observa un uso de suelo forestal con presencia de 
vegetación secundaria de pastizal inducido (Pi) y áreas de erosión hídrica (Ehf) en las 
cercanías de la localidad de Lanzarote y la Concepción, también se presentan áreas con 
agricultura de temporal de cultivos anuales y permanentes (INEGI, 1997 y 2001). Dentro de 
un contexto general, el área de estudio se caracteriza por la presencia de establecimientos 
humanos de tipo semi-rural, colindantes con un uso del suelo agrícola, de pastizal y forestal, 
asimismo la presencia de minas de material principalmente de arena y grava, utilizados para 
la construcción. 
 
1.8 Características socioeconómicas 
 
El área de estudio encuentra su mayor extensión dentro del Municipio de Nicolás Romero, 
mientras que una porción de su extremo noreste, se extiende dentro del municipio de 
Tepotzotlán. Bajo este contexto es importante mencionar las características 
socioeconómicas de ambos municipios y así analizar aquellas posibles causas por las que 
ahora se presentan en el relieve los rasgos característicos de la erosión acelerada. 
 
1.8.1 Municipio de Nicolás RomeroDe acuerdo con el INEGI (2000), el municipio de Nicolás Romero cuenta con un registro de 
100 localidades, incluyendo la cabecera municipal, la cual concentra el 84% del total de la 
población, mientras que el resto se asienta en localidades eminentemente rurales. 
 
 
 
17
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
En 1980 el municipio experimentó un aumento significativo de habitantes llegando a contar 
con 112,645 habitantes, como consecuencia de ello se llegó a tener la tasa de población 
más alta registrada dentro del municipio con un 8.69%. Esto se explica por la migración 
hacia el municipio, principalmente de personas provenientes del Distrito Federal. Para el año 
2000 la población ascendió a 269,546 habitantes, duplicando la población que existía en 
1980. 
 
Las características biofísicas dentro del municipio, se han visto modificadas para dar paso a 
aquellas actividades que se enfocan a un uso de suelo agrícola, pecuario (extensivo e 
intensivo), forestal y urbano principalmente. El uso pecuario dentro del municipio presentó 
una disminución de 12%, de 1990 a 2000. Mientras que en el mismo ciclo el uso agrícola 
presentó una disminución de 6,692 ha a 5,443 ha. Para el año 2000 esta actividad 
representó el 23% del territorio municipal (COESPO, 2000). Estos cambios en el ecosistema 
han afectado su equilibrio, trayendo como consecuencia problemas de degradación 
ambiental. El caso del uso forestal, el cual, juega un papel importante, para la recarga de los 
mantos acuíferos del municipio, ha afectado la recarga, debido a la tala clandestina y a la 
falta de medidas para preservar los bosques. 
Otro de los factores que afecta a los recursos naturales del municipio es el ocasionado por 
la cantidad de desechos sólidos, los cuales, sobrepasan la capacidad de recolección y 
disposición por parte del municipio (INEGI, 2001). Esto se refleja en tiraderos clandestinos, 
que se ubican en barrancas, arroyos y áreas verdes. 
Al mismo tiempo, esto ha provocado impactos negativos en los cuerpos de agua 
superficiales, generados por la contaminación de aguas residuales y desechos sólidos. El 
deterioro en la calidad de agua de los escurrimientos superficiales aumenta conforme la 
corriente desciende hacia las presas de Guadalupe y de La Concepción, debido a que 
durante su recorrido captan aguas residuales domésticas no tratadas (op.cit.). 
 
1.8.2 Municipio de Tepotzotlán 
 
En este municipio la población ha tenido un crecimiento promedio de 3.5% anual. Algunos 
acontecimientos han provocado el repentino aumento de la población: al finalizar la 
Revolución la gente decidió fincar su residencia en dicho municipio; las obras de 
construcción de la Autopista México-Querétaro, y el Sistema de Drenaje Profundo 
contribuyeron al cambio; pero sin duda el mayor aumento de la población fue provocado por 
 
 
18
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
los accidentes ocurridos en San Juan Ixhuatepec en 1984 y los sismos de 1985. Estos 
provocaron el éxodo de la población hacia los municipios conurbados. 
La industrialización de la zona desde los años 40 del siglo pasado, ha evitado que la gente 
del municipio tenga que migrar a otras entidades o al extranjero, ocasionando el arraigo de 
la población (CENAPRED, 1998). 
En 1995, de acuerdo con el conteo de Población y Vivienda, la población del municipio se 
ubicó en 54,419 habitantes y el crecimiento medio anual de 1990 a 1995 fue de 5.76%. Para 
el año 2000 existía en el municipio un total de 62,247 habitantes, de los cuales 30,522 son 
hombres y 31,725 son mujeres; esto representa el 49% del sexo masculino y el 51% del 
sexo femenino (INEGI, 2000). 
Los principales sectores productivos se enfocan a las actividades: agropecuaria, 
desarrollada en 7,654.65 ha, que representan el 40.22% del territorio municipal; pecuario 
2,722.1 ha; forestal 9,924.1 ha; urbano 2908.6 ha; erosionado 268.8 ha y cuerpos de agua 
50.2 ha. Actualmente se encuentran establecidas 92 factorías dedicadas a la transformación 
metalúrgica, embutidos, autopartes, textiles y tintorería (op.cit.) 
La vivienda según el conteo de 1995, asciende a 11,491; los materiales predominantes son: 
cimiento de mampostería, muros de tabique, bloc, tabicón, sillar cubierta de concreto, 
bóveda, láminas de asbesto; piso de cemento, mosaico, azulejo. El 1.90% cuenta con agua 
entubada al interior de la vivienda; 40% con drenaje; y 70% con energía eléctrica 
(CENAPRED, 1998). 
 
El sector agrícola desempeña una función básica en la estructura social y económica de la 
entidad, sin embargo, esta actividad no ha tenido el desarrollo adecuado a comparación de 
otros sectores productivos, ya que han sido varios los obstáculos que lo han impedido, uno 
de estos es la dinámica migratoria de la población a la Ciudad de México, propiciando el 
abandono de tierras, por el agotamiento del suelo, y por el alto índice de erosión causada 
por usos inadecuados del terreno. 
 
A nivel general el Estado de México mantiene una regionalización de sus municipios con 
base en la caracterización agrícola, la cual está dividida en agricultura de temporal y 
agricultura de riego; por ello los municipios de Nicolás Romero y Tepotzotlán, donde se 
localiza el área de estudio, se consideran dentro del Distrito II Zumpango (INEGI, 2001). 
Este registra los mayores espacios con trigo, cebada, fríjol, maíz forrajero y avena. 
 
 
19
Capítulo 1. Marco geográfico 
 
 
La agricultura de temporal comprende 81% de la superficie del distrito, el 19% restante es 
de riego. 
 
La agricultura bajo riego se desarrolla en las laderas con ligera inclinación, en la planicie 
lacustre y mesetas, obteniendo el agua de las presas Valle de Bravo, Tepetitlán y Villa 
Victoria y de algunos pozos profundos. Por otro lado, se encuentra la agricultura de temporal 
que se implanta en los climas templados subhúmedos con lluvias de verano, presentándose 
en los lomeríos con mesetas, lomeríos y en los piedemontes de las sierras, en donde la 
labranza se realiza mediante tracción animal o maquinaria agrícola. 
Estas actividades se ven afectadas por distintos factores, como son la configuración del 
terreno y la complejidad que muestra el relieve, lo cual genera implicaciones en la labranza 
del terreno, en la implantación de obras para riego; movilidad del ganado en el área de 
pastoreo y extracción de productos forestales. 
 
Sin embargo, el factor de mayor afectación a las tierras agrícolas es la degradación o 
pérdida del suelo por efecto de la erosión hídrica y de los rasgos que se desarrollan a partir 
de ésta en el relieve. Tal como ocurre en los municipios donde se localiza el área de estudio, 
los cuales presentan alteración del suelo propiciada por el desarrollo de rasgos de erosión 
acelerada, que contribuyen a su paulatina degradación del suelo. 
 
 
20
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
Capítulo 2. Geología y Tectónica 
 
2.1 Introducción 
 
La Faja Volcánica Transmexicana (FVTM) conforma una franja volcánica que cruza 
transversalmente la República Mexicana desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de 
México, extendiéndose desde los paralelos 19º al 21º N (López-Ramos, 1979). Está 
constituido por una serie de rocas volcánicas y volcanoclásticas establecidas desde el 
Mioceno Medio y Superior como producto del volcanismo generado por la subducción en el 
Pacífico a partir del Oligoceno. Su formación se asocia con los diferentes procesos 
volcánicos y tectónicos a partir del Oligoceno al Cuaternario, lo cual propició una serie de 
cuencas endorreicas caracterizadas por un control estructural definido y una notable 
influencia volcánica (Ortiz, 1987). 
 
El sistema volcánico transversal ha sido relacionado con la subducción de la Placa de Cocos 
bajo la Placa Norteamericana, que constituye la corteza continental de México, y se 
intensificó a partir del Oligoceno. En diferentes etapas de formación se produjeron aparatos 
volcánicos, y principalmenteen el Plio-Cuaternario, muchos de los cuales fueron destruidos 
o recubiertos por emisiones posteriores, que a diferencia de las secuencias anteriores, 
presentan una disposición Este-Oeste (Demant, 1976). El volcanismo se manifiesta a nivel 
de grandes estrato-volcanes que se levantan en la región que comprende los Valles de 
México, Toluca y Puebla (Diaz, 2001). 
 
La tectónica y la actividad volcánica propiciaron la formación de cuencas endorreicas a lo 
largo de toda la provincia de la (FVTM), como ocurrió en el caso de la Cuenca de México. 
Ésta se encuentra enclavada en la porción centro oriental de la Faja Volcánica 
Transmexicana, rodeada por conjuntos montañosos volcánicos mayores, elevaciones 
volcánicas menores aisladas y en pequeños grupos y con superficies de transición o de 
piedemonte, dispuestas entre las montañas y las planicies (Galindo y Morales, 1987). 
Uno de estos sistemas montañosos, localizado hacia el extremo suroccidental de la Cuenca 
de México y extendiéndose con dirección norte y noroccidente, es el que corresponde al 
sistema montañoso de la Sierra de las Cruces-Monte Alto. Ésta última se extiende hacia el 
extremo noroccidental en el Estado de México, considerada como una estructura montañosa 
reciente, con una edad que se infiere del Pleistoceno Tardío. 
 
 
 21
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
2.2 Geología Regional 
 
La geología del Estado de México se caracteriza por tener rocas volcánicas y 
volcanoclásticas que forman parte de la Faja Volcánica Transmexicana, éstas fueron 
producidas simultáneamente con el volcanismo del Cenozoico y están presentes en un 70% 
de la superficie de la entidad, por lo que en el resto de la entidad afloran rocas con edades 
del Triásico al Cuaternario. Las más antiguas son los complejos metamórficos del Triásico al 
Cretácico Temprano, le siguen rocas sedimentarias cretácicas y rocas intrusivas cenozoicas; 
mientras que las más recientes y abundantes en superficie, son rocas volcánicas cuyas 
edades varían del Oligoceno Tardío (Serie Riolita Tizapotla) hasta el Holoceno (Grupo 
Chichinautzin) (INEGI, 2001). 
 
Los procesos endógenos que caracterizan a la Faja Volcánica Trasmexicana propiciaron la 
formación de sierras menores como son, la sierra de Las Cruces-Monte Alto, la cual se 
localiza en el extremo noroccidental de la Cuenca de México, extendiéndose hacia el 
noroccidente del Estado de México con una prolongación, en este mismo sentido, con otras 
elevaciones menores, como la Sierra de Las Masas (Oropeza, 1979). Se caracteriza por 
presentar en sus cimas de más de 3,000 m de altitud, la divisoria de la cuenca de México en 
su porción occidental, está definida en la Sierra de Monte Alto por un conjunto de volcanes 
alineados. Algunos de estos cuerpos volcánicos son: Las Navajas (3,710 m), Catedral 
(3,770 m), Las Palomas (3,720 m) y La Bufa (3,500 m), constituidos de material piróclastico 
y lavas intermedias, mantienen una homogeneidad respecto a la geometría de laderas, las 
cuales se caracterizan por una fuerte inclinación (mayor de 25º) altura relativa de 200 a 400 
m, diámetro de 1.5 a 2 km y disección débil. Presentan una red radial de barrancos, aunque 
no han alcanzado la etapa de formación de circos de erosión (Lugo, 1990). 
 
De acuerdo con Mooser (1975), la Sierra de Monte Alto y Monte Bajo se originó como parte 
de la actividad tectovolcánica pliocuaternaria, a través de fracturas de tensión con rumbo 
NNW-SSE, formando a la Sierra Nevada y de las Cruces. La sierra de Monte Alto y de 
Monte Bajo consiste en elevados edificios volcánicos, derrames lávicos y depósitos 
piroclásticos de composición andesítica y dacítica principalmente. Presenta una anchura de 
30 km y una longitud aproximada de 62 km medida entre las planicies de nivel de base de 
Toluca y de México. 
 
 22
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
Está constituida por rocas volcánicas neogénicas y cuaternarias y depósitos piroclásticos 
como son; tobas, pómez y lavas de composición andesítica y dacítica, sobre estos depósitos 
se encuentra de la Formación Tarango, que a su vez se encuentra cubriendo 
discordantemente a los depósitos lacustres del plio-cuaternario, consistentes en arcillas 
desarrolladas a partir de tobas y cenizas volcánicas depositadas en agua. 
 
En general la Sierra de Monte Alto presenta rasgos semejantes a la Sierra de Las Cruces, 
en varios mapas geológicos se han cartografiado como de edad Cenozoica (Mooser, 1975). 
Sin embargo, en observaciones y estudios más detallados en ambas sierras, se ha 
concluido que el relieve volcánico de la porción superior de la Sierra de Monte Alto es más 
reciente, considerándola como una zona independiente en la Cuenca de México, que surgió 
en un intervalo del tiempo geológico relativamente corto, por actividad volcánica semejante a 
la de la Sierra Chichinautzin (Diaz, 2001). 
 
De acuerdo con Galindo y Morales (1987), las formas del relieve de ésta sierra no solamente 
son el resultado de la interacción de procesos endógenos (en especial volcánicos), también 
de procesos exógenos (erosión y acumulación), generando disección de las laderas en las 
que se formaron valles profundos. 
El relieve de la sierra se puede clasificar en tres niveles altitudinales: el superior que 
corresponde al nivel donde tienen amplio desarrollo los volcanes y los derrames de lava 
cuaternarios; el intermedio, que comprende las laderas montañosas y el piedemonte en su 
transición a la planicie lacustre 
Al pie de la sierra se forma el piedemonte como producto de las acumulaciones y acarreo de 
material provocado por las mismas erupciones volcánicas consistente en lahares, 
acumulaciones volcánicas de material piroclástico, reconocidos como Formación Tarango, 
en los que se alternan depósitos de acarreo fluvial; estos últimos de acuerdo con (Lugo, 
1981) los sitúa por debajo de los 2,300 m como depósitos coalescentes de conos de 
deyección. Asimismo diferenció por edad al piedemonte superior, del Pleistoceno-Plioceno, 
mientras que a los depósitos del piedemonte inferior, como del Pleistoceno Tardío-Holoceno 
(Fig 2.1). 
 
Una característica que presenta el piedemonte a partir de la estratificación y consolidación 
del depósito de los materiales, es la presencia de capas endurecidas conocidas como 
tepetates, de las cuales sus propiedades físicas y químicas se derivan de sus componentes 
 23
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
mineralógicos y del entorno pedogenético donde se encuentren, determinando así, la 
evolución de los suelos que las sobreyacen (Flores y Alcalá, 1990). 
 
7
 
Figura 2.1. Mapa de localización del área de estudio en la porción del piedemonte de la Sierra de Monte Alto y 
Bajo, 1. planicie lacustre; 2. planicies aluviales de piedemonte y de acumulación volcánica (piroclastos) ; 3. Sierra 
de Monte Alto; 4. Sierra de Tepozotlán; 5. Sierra de Guadalupe; 6. Niveles montañosos; 7.Límite del área de 
estudio en recuadro gris (Tomado de Lugo, 1990). 
 
Estas capas se desarrollaron a partir de los diferentes materiales, como son flujos 
piroclásticos finos y brechas. Su desarrollo también se asocia a variaciones climáticas, 
principalmente al régimen de precipitación (Flores y Alcalá, 1990). Su génesis es difícil de 
establecer, ya que pueden ser producto de un proceso o la combinación de varios. 
 
Los tepetates son el producto de los diferentes niveles de cementación de los materiales, los 
cuales varían de débil a fuerte o bien pueden representar grados de compactación que 
varían de medios a fuertes (op.cit.). La importancia de estos suelos radica en que la 
cementación del material limita el crecimiento de las raíces de las plantas, dificultando el 
desarrollo de las actividades agrícolas y forestales, al mismo tiempo, favorece la erosión del 
suelo al impedir el paso del agua al subsuelo propiciando el drenaje natural interno y un 
 24
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
mayor escurrimientosuperficial, resultando en la disgregación y transporte de partículas 
(Vela y Flores, 2004). 
 
La presencia de los tepetates en México se encuentra principalmente en las grandes sierras, 
que conforman la estimándose que existen en un 30% de los suelos en el territorio (Flores y 
Alcalá, 1990). Dada la importancia que revisten estos materiales, es necesario su estudio, y 
su caracterización en las diferentes regiones del país, así como la relación estrecha con los 
procesos de erosión acelerada. 
 
2.3 Litología 
 
Debido a los eventos que dieron origen a la Faja Volcánica Transmexicana, éste presenta 
gran contraste en la litología, y edad de sus rocas que van desde basaltos a riolitas (Gómez-
Tuena et al., 2005), asimismo la presencia de lavas y rocas piroclásticas de composición 
andesítica a dacítica son producto de los conos cineríticos volcanes monogenéticos y 
estratovolcanes de dimensión variable que caracterizan a la Faja Volcánica Trasmexicana. 
También dio origen a productos riolíticos agrupados en ciertas áreas, principalmente al norte 
del Valle de México en la región de Pachuca. 
 
En un estudio realizado por De Cserna et al. (1988) sobre la geología y su relación con la 
neotectónica en la Cuenca de México, se clasificó a los grupos litológicos que caracterizan a 
las estructuras montañosas de la parte norte y norocciental de la Cuenca de México. 
 
Rocas Pliocuaternarias de la Formación Atotonilco El Grande (TQc) (Segerstrom, 1962; De 
Cserna, 1988). Consiste en toba, brecha de toba y grava volcánica, se presentan 
interestratificadas con depósitos de lahar y capas delgadas de pómez, además de 
numerosos derrames de lava basáltica. Constituyen grandes abanicos aluviales antiguos 
coalescentes. 
Estos depósitos se interdigitan hacia el sur-surponiente con la Formación Tarango 
ampliamente distribuida en las partes occidentales de la Cuenca de México (Bryan, 1948; 
De Cserna, 1988), aunque esta formación es muy parecida a la Formación Atotonilco El 
Grande, difiere por la ausencia de derrames de lava basáltica. 
 
 
 25
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
Los depósitos de aluvión (Qal) cubren discordantemente los depósitos plio-cuaternarios (i,e. 
Formación Tarango y equivalente) consisten en su parte inferior en material aluvial y 
lahárico retrabajado en forma de gravas, desarrollados a partir de los depósitos plio-
cuaternarios. 
Las gravas están cubiertas, interestratificadas o interdigitadas con tobas eólicas y aluviales y 
brechas de pómez que cambian lateralmente a arenas, arenas limosas y arcillas volcánicas 
(De Cserna et al., 1988). 
 
Las rocas volcánicas pliocuaternarias distribuidas al norte de la Cuenca de México 
representadas por la Formación San Cristóbal, el Grupo San Juan y la Riolita Navajas, se 
interdigitan en sus partes superiores con la Formación Tarango (Bryan, 1948; De Cserna, 
1988), ésta misma generada en el plio-pleistoceno. Aguayo-Camargo et al. (1989) señalan 
que las capas inferiores de esta formación sobreyacen y en parte se interdigitan con los 
derrames volcánicos de la secuencia volcánica de la Sierra de las Cruces, ésta última 
constituida en su parte inferior por tobas, aglomerados, depósitos fluviales, aluviales y 
horizontes de pómez. En su parte superior predominan las cenizas volcánicas, arenas 
gruesas de pómez y fragmentos andesíticos, el material volcánico y sedimentario está 
mezclado, dando la apariencia de depósitos de nubes ardientes (Lugo, 1990). 
 
La formación Tarango se distribuye ampliamente en las partes occidentales de la Cuenca de 
México y de acuerdo con Ortiz-Pérez y Bocco (1989), ésta continúa hacia el NE en la zona 
de Villa del Carbón, donde la litología en su mayor parte pertenece al Terciario-Mioceno y 
las planicies aluviales intermontanas al Cuaternario. Al NE de la Cuenca de Toluca se 
localiza la Sierra de Las Cruces en la que se encuentran algunas formaciones compuestas 
de andesitas y dacitas, bordeadas por la Formación Tarango, la cual se encaja en zonas 
como las laderas del volcán Catedral localizado al NE de esta sierra. El volcanismo presenta 
diferentes etapas de actividad, generando una serie de edificios volcánicos que conforman 
las sierras que bordean la Cuenca de México. Entre éstas el complejo montañoso de la 
Sierra de las Cruces-Monte Alto. 
 
Los depósitos cuaternarios cubren una topografía disecada que permite inferir que posterior 
a los depósitos pliocuaternarios, la región de la Cuenca de México sufrió actividad erosiva 
que perduró probablemente durante un lapso importante del Pleistoceno (Schuchert, 1935; 
De Cserna et al., 1988). 
 26
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
2.4 Estratigrafía 
 
De acuerdo con Demant (1976) la estratigrafía de la región central de México está 
representada por rocas volcánicas, que constituyen un foco de cinco puntos de actividad con 
orientación y características distintas. Dentro de estos se reconocen dos tipos de estructuras 
volcánicas; las primeras representadas por grandes estratovolcánes alineados con 
orientación norte-sur; y las que están representadas por numerosos volcanes pequeños 
alineados en sentido noreste-suroeste, desarrollados sobre fracturas de tensión. 
 
En la porción central de la Faja Volcánica Transmexicana se han reconocido siete fases de 
volcanismo ocurridas a partir del Oligoceno y continuado hasta el Reciente, reconociendo 
bajo esta actividad dos ciclos principales: uno, Oligoceno-Mioceno y otro, Plio-Cuaternario 
(Mooser et al.,1974). 
Las primeras manifestaciones volcánicas en el área del Valle de México en el Oligoceno 
superior se encontraban principalmente asociadas a fracturas de orientación oeste-noroeste 
y este-sureste, mientras que los últimos episodios volcánicos del Pleistoceno y el 
Cuaternario, parecen estar relacionados con fracturas de orientación este-oeste. La fase de 
volcanismo más importante ocurrida a fines del Mioceno, dio origen a la Sierra de Las 
Cruces, de Río Frío y Nevada. La composición de las rocas que conforman la Faja 
Volcánica Transmexicana es muy variable. Siendo abundantes los derrames y productos 
piroclásticos de composición andesítica, aunque también hay numerosas unidades dacíticas 
y riodacíticas, además de existir manifestaciones locales aisladas de volcanismo riolítico 
reciente (Mooser et al., op. cit.). 
 
El conjunto litoestratigráfico de rocas oligocénico-miocénicas, se distribuye en la porción 
central de México, se encuentra representado por derrames lávicos o ignímbríticos de 
composición intermedia, y ocasionalmente ácida que cubren discordantemente al conjunto 
anterior, por intermedio de una unidad conglomerática continental atribuible al Eoceno-
Oligoceno. 
 
Las facies atribuidas al Mioceno se encuentran distribuidas, al oriente, como lavas dacíticas 
que conforman la sierra de Las Cruces-Monte Alto y rocas andesíticas que se encuentran en 
la región de Ixtlahuaca–Acambay (Lugo, 1990), hacia el poniente en la región del Lago de 
Chapala afloran las rocas piroclásticas, abundando ignimbritas de composición riolítica. 
 
 27
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
El Plioceno está representado por apilamientos enormes de lava generalmente andesítica, 
aunque puede ser basáltica y dacítica localmente y riolítica en algunas ocasiones (Martínez 
y Nieto, 1990). Mientras que el Cuaternario está representado esencialmente por lavas y 
productos escoriáceos de naturaleza predominantemente andesítico-basáltico que 
constituye los pequeños volcanes. 
 
Las rocas volcánicas del Mioceno-Plioceno consisten en una secuencia de lavas de 
composición andesítica, dacítica y riodacítica con interestratificación de horizontes de 
brecha volcánica, capas tobáceas y algunos horizontes laháricos (Lugo, 1990). Constituyen, 
en la porción central y oriental, los complejos volcánicos de la Sierra de las Cruces-Monte 
Alto y de la Sierra de Río Frío, con orientación nor-noreste y sursureste conforman el límite 
occidental de la Cuenca de México por un lado, y el oriental de la cuenca del Lerma por el 
otro (INEGI, 2001). 
 
El norte de la cuenca de México presenta una estratigrafía conformada principalmente por 
rocas epiclásticas plio-cuaternarias de la Formación Atotonilco el Grande (Segerstrom, 1962; 
De Cserna, 1988). Consistente en toba, brecha de toba y grava volcánica, que se presenta 
estratificada con depósitos de lahar y capas delgadas de pómez. 
 
Las brechas volcánicas intermedias se localizan al norte de Villa del Carbón, forman una 
unidad de composición andesítica, constituida por clastos con tamaños que varían desde 
lapilli hasta bloques inmersos en una matriz tobácea (INEGI, 2001). Los conos cineríticos se 
conforman de clastos escoriáceos, donde aparecen las brechas volcánicas poco 
consolidadas; estos conos están cubiertos por la unidad volcanosedimentaria del Terciario 
Superior (De Cserna et al., 1988). 
 
La porción noroccidental del Estado de México, desde la Sierra Mazahua hasta el cerro 
Mayorazgo, aledaño a San Felipe del Progreso, está constituida por rocas andesíticas. 
Éstas representan a las diferentes unidades del Terciario Superior que se exponen en el 
área. Son por lo general de textura cristalina porfídica con fenocristales de plagioclasa y de 
ferromagnesianos. Las andesitas están dispuestas como coladas de lava en bloques, 
algunas son vesiculares, sobre todo las más básicas, en ocasiones se presentan fracturadas 
en lajas (De Cserna et al., 1988). 
 
 28
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
2.5 Tectónica Regional 
 
Los estudios realizados respecto de la estructura en la Faja Volcánica Transmexicana, han 
permitido establecer varios sistemas de fallas, que se han dividido por sectores para facilitar 
su estudio y análisis tanto regional como local. A nivel regional, el Estado de México queda 
comprendido dentro de la porción oriental, el cual está limitado por los meridianos 99° y 
100º45’ de longitud oeste. De acuerdo con Ortiz y Bocco (1989), este sector se caracteriza 
por estructuras con orientación E-W, aunque también se presentan con orientación NE-SW y 
NW-SE, debido a la influencia tectónica, los rasgos estructurales se presentan en sistemas 
(fallas y fracturas) con sentido de N-NW principalmente. A continuación se describen estos 
sistemas: 
 
Sistema de fallas NW 10º-15º SE, este sistema abarca la mayor parte del Estado de México, 
está conformado principalmente por fracturas de 5 kilómetros de longitud, afecta a rocas del 
Terciario, así como del Cuaternario, la influencia de este sistema se manifiesta en los 
afloramientos situados al sureste de la cuenca de Toluca (Ortiz, 1987). 
 
Sistema de fallas N-S, se encuentra en la parte oeste, en los límites con Michoacán de 
Ocampo; en la parte norte en la Sierra de las Cruces; y parte sur del Estado de México, en 
los límites del estado de Guerrero; intercepta a los sistemas descritos y afecta con igual 
intensidad a las rocas que comprenden del Terciario al Cuaternario (op.cit.). 
 
Sistema de fallas NE 10º-20º SW, la mayor densidad de este sistema se concentra al norte 
de la Sierra de las Cruces (en los alrededores de Villa del Carbón). Está caracterizado por 
fallas normales. Este sistema intercepta a todos los demás. Afectando con mayor intensidad 
a los afloramientos de edad Terciaria y en menor intensidad a las rocas del Cuaternario 
(op.cit.). 
 
De acuerdo con el estudio realizado por Ortiz y Bocco (1989), sobre las estructuras 
morfotectónicas correspondientes a las planicies de Ixtlahuaca, Toluca y zonas montañosas 
vecinas como son: La Sierra de Monte Alto y Monte Bajo, esta región está constituida por 
una serie de depresiones dispuestas de norte a sur (desde Acambay hasta Toluca) 
flanqueadas por un sistema de fallas con rumbo general NNW-SSE y E-W. 
Este conjunto se enmarca en un sistema disyuntivo en bloques y la formación de cuencas 
endorreicas neogénicas planteado para el centro de México (De Cserna et al., 1988). 
 29
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
 
En términos generales, es posible establecer que durante la fase de volcanismo que dio 
origen a los volcanes monogenéticos, a través de campos eruptivos, entre ellos los 
volcanes; Tenango, Jalatlaco, Chichinautzin y Atlacomulco y otras manifestaciones 
volcánicas aisladas, de orden secundario, se presenta un rasgo estructural de tensión o fase 
tectónica distensiva, apareciendo un sistema disyuntivo como fenómeno dominante, 
manifestado en una morfoestructura en bloques y evidenciado por los conjuntos 
estructurales de sierras aisladas que se definen siguiendo rumbos o lineamientos bien 
establecidos (Ortiz, 1987). La distribución de estás fosas constituye el nivel local base de las 
estructuras de montaña bloque. 
 
Las sierras mayores, entre ellas Las Cruces, Monte Alto y Monte Bajo, forman en su 
conjunto un bloque de gran dimensión constituido por montañas bloque de orden menor, 
levantado por los movimientos diferenciales en intensidad (Ortiz y Bocco, 1989). Así el 
sistema disyuntivo tiene lugar a dos escalas: la primera a nivel de grandes bloques que son 
las sierras mayores y amplias fosas tectovolcánicas, la segunda a nivel secundario, en 
bloques menores y hundimientos locales. Generando una disposición de umbrales y 
depresiones dispuestas a diferente nivel dentro de la misma cadena montañosa. 
 
De esta manera, la mayor parte de los límites de las sierras mayores y su contacto con el 
piso de las fosas, se encuentran controlados por fallas normales. Incluso el piedemonte de 
las grandes estructuras está sujeto a los efectos de la dislocación disyuntiva (Ortiz y Bocco, 
1989). 
Entre las fallas normales se encuentran las de Atlacomulco, Ixtlahuaca, Toxi y Taximay. Ésta 
última, consta de una serie de estructuras orientadas en sentido NE-SW y E-W, con una 
acentuada inclinación hacia el norte, entallando cañadas profundas, una de estas fallas es 
visible en un corte de carretera, entre Villa del Carbón y Tlazala de Fabela (op.cit.). 
 
Con base en la altura relativa y expresión morfológica Ortiz y Bocco (1989) establecen una 
jerarquización categórica de bloques, determinando como bloque de primer orden a las 
estructuras mayores, grandes pilares o fosas limitados por escarpes de gran magnitud, 
afectados estos últimos, por importantes procesos denudatorios (erosión o remoción en 
masa). 
 
 30
Capítulo 2 Geología y Tectónica 
Es importante considerar esta jerarquización, ya que con base en ello, puede entenderse la 
evolución que ha tenido el piedemonte de la Sierra de Monte Alto y Bajo, así como, los 
procesos que actualmente modelan a este relieve. Los bloques de primer orden 
corresponden a las fosas de Acambay, Ixtlahuaca y Toluca, flanqueados por los bloques de 
las sierras de Acambay, Mazahua, Monte Alto y Monte Bajo, estos megabloques se asocian 
con las fallas de primer orden de Acambay y Toxi, para el primero; Atlacomulco e 
Ixtalhuaca-Perales para el segundo. Estas fallas se caracterizan por ser profundas y de gran 
extensión longitudinal, surgieron a partir de grandes esfuerzos distensivos, con importantes 
desplazamientos verticales. 
 
El megabloque de las Sierras de Monte Alto y Monte Bajo (Plio-Pleistoceno) presenta 
lineamientos subordinados que se disponen a manera de una red compleja, integrada por 
tres rumbos principales yuxtapuestos: NNE-SSW, NW-SE y W-E; éste último más reciente y 
menos evidente (op.cit., 1989) (Fig 2.2). 
La influencia de estos lineamientos, provocó asimetría en los valles que conforman el 
piedemonte de esta sierra, de donde se toma una porción para su estudio. Asimismo esta 
asimetría propicio el desarrollo de cauces en la pendiente, y una alteración en los procesos 
morfodinámicos. Los lineamientos no solo afectan a esta unidad, sino a todo el bloque de 
estas sierras. 
 
El primer grupo de lineamientos cruza materialmente el sistema

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