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1 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA ACTITUD HACIA LA PUBLICIDAD TELEVISIVA EN ADOLESCENTES: CONSTRUCCIÓN DE UN INSTRUMENTO QUE EVALÚA LA RECEPCIÓN CRÍTICA HACIA LA PUBLICIDAD EN TELEVISIÓN. TESIS QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADO EN PSICOLOGIA PRESENTA: MARIA DEL ROSARIO PENICHE VAZQUEZ DIRECTORA DE TESIS: DRA. GILDA GÓMEZ PEREZ MITRÉ REVISORA DE TESIS: MTRA. OLGA BUSTOS ROMERO UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Agradezco A la Universidad Nacional Autónoma de México y a la Facultad de Psicología por haberme formado como profesionista. En especial a la Doctora Gilda Gómez Pérez-mitré por su constante guía en la dirección de este estudio. Por su tiempo, apoyo y por sus valiosos conocimientos. Le agradezco a la Maestra Olga Bustos, por su apoyo a este estudio y por compartir sus valiosos conocimientos. A Silivia Platas Acevedo, por su tiempo, su apoyo, sus enseñanzas, y sobre todo por el inmenso cariño con el que compartimos todo este tiempo. Muchas gracias chivis. A Kassandra Vázquez Guerra porque estuvo todo el tiempo a mi lado, por tanto apoyo, gracias amiga, porque en ti aprendí que el tiempo se pasa volando y nada es difícil si tienes una buena amiga a tu lado, porque me acompañaste en cada momento, gracias Kass, muchas gracias por todo. A Lourdes Rodríguez de Elias porque de ti aprendí mucho, muchas gracias por enseñarme como se analiza un comercial, y sobre todo por compartir tu tiempo y tus conocimientos conmigo, muchas gracias Lulú. Y muy especialmente te doy gracias Rosalía por todo lo que aprendí, por la paciencia con la que me enseñaste, por todas las platicas sobre publicidad, mil gracias Rosy. Porque en ti encontré una gran amiga y no necesité mucho tiempo para darme cuenta de la gran persona que eres, porque en ti puedo confiar plenamente. Gracias Rosy por apoyarme con la tesis pero mil gracias por darme tu honesta amistad. 3 Dedicatorias A mis padres, por todo el amor y el apoyo. Gracias Papá porque se que esperabas esto, no se si igual o más que yo, porque cuando necesité algo siempre buscaste como dármelo para poder llegar a esto, por nunca exigirme nada y siempre confiar en mi, hay alguien de quien soy su orgullo y ese eres tu papá, cada que lo decías era un motivo para seguir adelante y poder lograr terminar esta tesis. Gracias Papá. A mi mamita porque con todo tu amor siempre me apoyaste, porque con tu cariño y de tu mano todo es fácil, te dedico esta tesis mamá, por escucharme, por apoyarme, porque no dejaste un día de pensar en el momento en que terminara esta tesis, preguntarme que necesitaba y de imaginarte este momento, definitivamente esta tesis también es tuya mamá, te adoro. A mis hermanos Janet y Raúl, a Raulito porque te emocionas pensando en el examen, porque te imaginabas si llorarías o no, por escucharme, por apoyarme y entenderme. A Janetita, también te la dedico hermana por todo tu apoyo, amor, y confianza, por ayudarme. A mi tía Sonia por todo, porque cada vez que llamabas me preguntabas por como iba, porque tu sabes que te adoro, porque siempre creíste en mí y que lograría terminarla, también esperaste todo este tiempo, porque se que en tu día siempre hay un momento para mí. Los amo familia y les dedico esta tesis a los siete, definitivamente con tanto apoyo y cariño todo fue muy fácil. 4 ÍINDICE Resúmen ……………………..……………………………………………………..… 7 Introducción ………………………………………………………………………… 8 CAPÍTULO 1 SALUD…………………………………………………………………………………. 13 1.1 Promoción de la salud 1.2 Prevención de la enfermedad 1.3 Conducta de riesgo 1.4 Factores de riesgo 1.5 Factores de riesgo en trastornos de la conduct a alimentaria 1.6 Evaluación del riesgo CAPÍTULO 2 TRASTORNOS ALIMENTARIOS …………………………………......................................................28 2.1 Anorexia nervosa 2.2 Bulimia nervosa 2.3 Trastorno de la conducta alimentaria no especi ficado 2.4 Criterios diagnósticos de la anorexia nervosa 2.5 Criterios diagnósticos de la bulimia nervosa 2.6 Factores de riesgo 2.7 Satisfacción/ insatisfacción con la imagen cor poral 2.8 Factores socioculturales: Agentes socializador es CAPÍTULO 3 PUBLICIDAD …………………………………………………………………………….54 3.1 Definición de publicidad 3.2 Publicidad televisiva 3.3 Mensajes subliminales 3.4 El significado de los colores 3.5 Influencia de la publicidad en los trastornos de la conducta alimentaria 3.6 Influencia de la publicidad en los adolescente s 5 CAPÍTULO 4 RECEPCIÓN CRÍTICA…………………………………………………………………………………..74 4.1 Proceso de recepción frente al televisor 4.2 Recepción crítica, imagen corporal y políticas públicas con enfoque de género 4.3 Lectura de mensajes, actitud crítica hacia la publicidad y activismo 4.4 Evaluación de la recepción crítica CAPÍTULO 5 GRUPOS FOCALES………………………………………………………………………………...88 5.1 Ventajas y desventajas de los grupos focales 5.2 Definición y comparación con otras técnicas cu alitativas. 5.3 El manejo de la información 5.4 Etapas del diseño del grupo focal 5.5 Desarrollo de la sesión 5.6 Duración 5.7 Análisis de los grupos focales CAPÍTULO 6 PLAN DE INVESTIGACIÓN……………………………………………………………………....109 6.1 Objetivo general 6.2 Objetivos específicos 6.3 Definición de variables 6.4 Instrumentos, aparatos y mediciones 6.5 Material MÉTODO………………………………………………………………………………..114 6.7 Diseño de investigación 6.8 Muestra y participantes 6.9 Procedimiento 6 CAPÍTULO 7 ANÁLISIS DE RESULTADOS…………………………………………………………………...…….116 7.1 Descripción de la muestra 7.2 Análisis de resultados de los grupos focales 7.3 Validez de contenido por jueces 7.4 Reactivos propuestos 7.5 Instrumento final CAPÍTULO 8 DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES……….…………………………………………...152 REFERENCIAS…………………………………………………………...……………158 ANEXOS………………………………………………………………………………...168 7 RESÚMEN El objetivo del presente estudio 1 fue construir un instrumento que evalúa la recepción crítica hacia la publicidad televisiva en adolescentes, mediante la estrategia de grupos focales, con los que se recabó información necesaria para la conformación del mismo, considerando los siguientes constructos teóricos: lectura de mensajes, actitud hacia la publicidad televisiva y activismo. Se empleo la metodología cualitativa, específicamente la técnica de grupo focal, para Identificar las frases u opiniones que expresen las actitudes y comportamientos de adolescentes de secundaria tomando en cuenta el grado de satisfacción- insatisfacción con imagen corporal, para recuperarlos como ítems. Se seleccionó la muestra a través de la aplicación del cuestionario de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación del cual se obtuvieron los grupos pertenecientes al nivel socioeconómico C. A través del Cuestionario de Alimentación y Salud, se identificaron a las adolescentes satisfechas y las no satisfechas con su imagen corporal. La muestra totalN=50 estuvo formada por cuatro grupos de adolescentes mujeres, que cursaban el primer grado de secundaria en una escuela pública. Se realizó la validación del instrumento por jueceo, donde sólo se retuvieron los ítems que obtuvieron un porcentaje de acuerdo entre los jueces, mayor al 75%, por lo que instrumento final quedó formado por 13 ítems. INTRODUCCIÓN 1 Este estudio forma parte de una investigación mayor denominada “Programa Computarizado y de realidad virtual. Modelo escolar en la prevención de trastornos alimentarios y obesidad. Financiado por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e innovación tecnologica PAPIIT ES305006 8 Barbero (1987, citado en Bórquez, 2001) sugiere que la familia constituye uno de los espacios claves de lectura y codificación de los mensajes que se transmiten por televisión, afirmando que la televisión constituye la noción misma de cultura, por lo tanto, es a través de la percepción del género como se accede al entendimiento de lo textos de los medios de comunicación. Así, el autor sugiere que la dinámica cultural de la televisión, la cual siempre actúa por sus géneros, da cuenta de las diferencias sociales por las que atraviesa. Por su parte, Kaminsky (1991) define el término socialización como todas y cada una de las instancias, a través de las cuales un sujeto humano integra e incorpora las consignas y determinaciones de la estructura social en la que interactúa. En los últimos años, los medios de comunicación, sobre todo la radio y la televisión, se han convertido en una de las principales instancias socializadoras, tanto por su cobertura como por su consumo e impacto desde los primeros años de vida de las personas (Barbero, 1987). Las estadísticas reflejan que más del 95% de las personas de las tres ciudades más importantes de la República Mexicana tienen acceso a la televisión. Los medios se encargan de transmitir, reforzar y perpetuar ciertas pautas de comportamiento, valores, normas y expectativas diferentes para cada género, es decir, masculino y femenino (Bustos, 1995). La publicidad es un medio de comunicación social, por lo que interviene en la estructuración de valores y comportamientos colectivos, promoviendo además de productos, actitudes, formas de vida e imágenes que guían las necesidades y deseos, con consecuencias en la imagen corporal que las personas tienen de sí mismas (Bustos, 2003). Los cambios psicológicos y psicosociales que se dan durante la adolescencia determinan que esta etapa sea la de mayor riesgo para el inicio de los trastornos 9 alimentarios. Para las mujeres, los cambios físicos implican el desarrollo de depósitos de grasa corporal en caderas, abdomen, glúteos y muslos; que son, precisamente las partes del cuerpo por las que las mujeres están preocupadas, razón por la cual siguen dietas restrictivas tanto mujeres normales como mujeres con trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Si la adolescente experimenta una pubertad temprana, o si sus transformaciones corporales son diferentes a las de las adolescentes de su edad, sus problemas con la imagen corporal aumentan. También se ha encontrado que las adolescentes con mayor ansiedad física social desean tener un cuerpo de menor volumen y experimentan mayor preocupación por su cuerpo y peso, en comparación con las adolescentes que no tienen ansiedad física social (Toro, 2004). Los adolescentes, atraviesan por una etapa de formación de la personalidad, con las inseguridades que ésta lleva consigo, y son blanco fácil de una sociedad que premia la delgadez desmedida y descalifica a las personas que no tengan el cuerpo ideal. La dieta se convierte en el factor principal para que un TCA aparezca, y permanezca. Todo esto afecta la autoestima del adolescente. El bombardeo en sus cabezas, de la idea de adaptarse al mundo a través de las dietas restrictivas hace que caigan en el juego de ayunos, restricción del alimento, dietas, y sentimientos de culpa por comer. Llegada la época vacacional, proliferan las revistas y la publicidad a cerca de la salud y la figura, con el fácil anzuelo del deseo de pérdida de kilos, ofrecen dietas milagrosas para llegar a la playa con una figura envidiable (Carrillo, 2002). La anorexia y bulimia nervosas son características de etapas tempranas de la vida (pubertad y adolescencia), de aquí la importancia del estudio de los factores de riesgo. Un ejemplo claro y de origen netamente nacional es lo que actualmente y en nuestro propio contexto social se está produciendo; ya que en la televisión una reconocida firma comercial, en un anuncio, la joven dice que prefiere decir su edad que su talla, cosa que resulta en la boca de una mujer síntoma de los 10 trastornos alimentarios en nuestros tiempos y de los factores de riesgo que conducen a ellos (Gómez-Peresmitré, 2001). Los factores de riesgo son aquellos que inciden negativamente en el estado de salud del sujeto individual o colectivo contribuyendo al desajuste o bien al desequilibrio del mismo y esto, en la medida que hace vulnerable al individuo, incrementando la probabilidad de enfermedad y en la que facilitan las condiciones para la manifestación de la misma. Según Lemos (1996, citado en Gómez- Peresmitré, 2001), El objetivo central del presente estudio es construir un instrumento que evalúe la recepción crítica hacia la publicidad televisiva mediante la estrategia de grupos focales con los que se recabó la información necesaria para la conformación del mismo. Se han desarrollado instrumentos que evalúan el interés y efectos de la publicidad en los medios de comunicación en general, pero actualmente no existe un instrumento que mida la actitud o recepción crítica hacia la publicidad televisiva en adolescentes. En los siguientes párrafos se hará una breve descripción del contenido de cada capítulo de ésta tesis. En el primer capítulo, se expone la definición de salud propuesto por la OMS, así como las estrategias para la prevención de la salud que se plantean en la carta de Ottawa. En este capítulo también se explica la importancia de la prevención de la enfermedad, y se expone la definición de la OMS para la conducta de riesgo; se definen los factores de riesgo para los trastornos de la conducta alimentaria, y se describe brevemente la importancia de la evaluación del riesgo. 11 En el segundo capítulo, se exponen algunas definiciones de bulimia y anorexia nervosas, y el trastorno de la conducta alimentaria no especificado, así como los criterios diagnósticos planteados en el DSM-IV-TR (2004), para cada uno de ellos. En éste capítulo se exponen más ampliamente los factores de riesgo de los trastornos de la conducta alimentaria y se profundiza en la satisfacción/ insatisfacción con la imagen corporal, los factores socioculturales específicamente los agentes socializadores: familia, escuela y medios de comunicación. En el tercer capítulo, se exponen algunas definiciones de publicidad. En éste capítulo se trata de profundizar en el objetivo de la publicidad televisiva, y se exponen algunos de lo métodos más empleados por los publicistas para crear los anuncios televisivos, una de ellas es la técnica de la persuasión subliminal, la cual se describe y se citan algunos ejemplos donde los publicistas emplearon esta técnica; también se exponen los significados de los colores que son utilizados con fines específicos para determinados productos, así como la influencia de la publicidad en los trastornos de la conducta alimentaria. En el cuarto capítulo, se expone el tema de recepción crítica; se describen los esfuerzos que se han ido dando a través del tiempo para que se promueva la educación para los medios y los objetivos de ésta. También se explica brevemente elproceso de recepción de la audiencia frente al televisor, así como la importancia de la recepción crítica en México. Se exponen las definiciones de actitud crítica hacia la publicidad, lectura de mensajes y activismo. En el quinto capítulo, se describe cada una de las etapas de la técnica de grupos focales, y se hace una comparación con otras técnicas de la investigación cualitativa. Se exponen las ventajas y desventajas del empleo de esta técnica y algunas definiciones. En el sexto capítulo, se encuentra el plan de investigación. Se exponen los objetivos y definiciones de las variables; posteriormente se presenta la descripción 12 de los instrumentos empleados en el presente estudio, así como el material empleado. También en éste capítulo se encuentra el diseño de investigación, la descripción de la muestra y el procedimiento empleado. En el séptimo capítulo, se exponen los resultados obtenidos en el presente estudio y su análisis, para el cual se utilizo el Paquete Estadístico para la Ciencias Sociales SSPS y el programa Excel. Por último, en el octavo capítulo, se encuentran la discusión de los resultados y las conclusiones, así como las limitaciones de ésta investigación. 13 CAPÍTULO 1. SALUD La noción de salud implica ideas de variación y adaptación continuas; no se puede concebir la salud como ausencia de enfermedad, ya que entre la salud y la enfermedad existen estados intermedios que van desde la adaptación perfecta hasta la desadaptación, que es a lo que se le denomina enfermedad. Tanto salud como enfermedad hacen referencia a la presencia o ausencia de síntomas clínicos y se excluyen mutuamente, pero no sucede lo mismo con la salud o enfermedad latente (no advertida), es decir, todas aquellas enfermedades que no son identificadas por los individuos pero si las presentan. Por el contrario, una persona puede sentir síntomas y al realizársele estudios no encontrarse signos de anormalidad. Entonces, salud y enfermedad, son dos grados extremos de la variación biológica, son el resultado del éxito o del fracaso del organismo para adaptarse física, social o psicológicamente a las condiciones del ambiente (San Martín, 1992). Un individuo sano es aquel que presenta una armonía física, mental y social con su ambiente, puede realizar un trabajo productivo que contribuya al bienestar individual y colectivo. Salud es, entonces, un estado de equilibrio entre los medios externo e interno de un individuo, tomando en cuenta diferencias genéticas y condiciones de vida (San Martín, 1992). La OMS (1984) define salud como un estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia. En este contexto, Frías (2002) define la salud como la medida mediante la cual un grupo o un individuo puede, por una parte, realizar sus ambiciones y, por otra, evolucionar con el medio ambiente y adaptarse a éste. Por su parte, Labiano (2004) define salud como el bienestar físico, psicológico y social, que va más allá del esquema biomédico, abarcando la esfera subjetiva y del comportamiento del ser humano. 14 El concepto de salud propuesto por la OMS, en su momento, hizo que marcara un hito por la expresión de un estado positivo óptimo y la incorporación de las áreas mental y social, aunque también dio pie a muchas críticas por ser utópica, al equiparar bienestar con salud, expresar más un deseo que una realidad, considerar la salud como un estado fijo y ser una definición subjetiva; aunque dicha definición resulta valiosa como mecanismo de motivación que contribuye a modificar formas sociales inadecuadas. En la actual concepción de salud, esta última se considera como “una variable dependiente, influenciada por diversos factores, los cuales condicionan el nivel de salud de los hombres, no pudiendo ser considerados de forma aislada sino en constante interacción” (López y Frías, 2002). 1.1 Promoción de la Salud La carta de Ottawa (1984) destaca determinados prerrequisitos para la salud, que incluyen la paz, adecuados recursos económicos, alimentos, vivienda, un ecosistema estable y un uso sostenible de los recursos. El reconocimiento de estos prerrequisitos pone de manifiesto la estrecha relación que existe entre las condiciones sociales y económicas, el entorno físico, los estilos de vida individuales y la salud; éstos vínculos constituyen la clave para una comprensión holística de la salud que es primordial en la definición de la promoción de la salud. La Carta de Otawa para la promoción de la salud se publica como resultado de la Primera Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud en Otawa (Canadá) y ha sido guía en el campo de la salud desde entonces. La cuarta Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud, celebrada en Yakarta (1997) da participación al sector privado para el apoyo de la promoción de la salud, tomar en cuenta los factores determinantes de la salud y señalar las tácticas necesarias para resolver los problemas de promoción de salud en el siglo XXI. 15 La promoción de la salud es una preocupación constante del ser humano que ha prevalecido a lo largo de la historia, ya que es de gran importancia para el hombre mejorar su potencial de desarrollo. A lo largo de la historia se encuentran gran cantidad de hechos que hacen evidente la necesidad de las diferentes civilizaciones por mejorar su nivel de salud y calidad de vida y es en el siglo XX donde los términos de “fomento y promoción de la salud” aparecen en los textos de salud pública (López y Frías, 2002). La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla. Constituye un proceso político, social y global, que abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los individuos, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas, con el fin de mitigar su impacto en la salud pública e individual. La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar su control sobre las determinantes de la salud y, en consecuencia, mejorarla. La participación es esencial para sostener la acción en materia de promoción de la salud (OMS, 1998). La carta de Ottawa (OMS, 1984) identifica tres estrategias básicas para la promoción de la salud. Éstas son: la abogacía por la salud, con el fin de crear las condiciones sanitarias esenciales antes indicadas; facilitar que todas las personas puedan desarrollar su completo potencial de salud; y mediar a favor de la salud entre los distintos intereses encontrados en la sociedad. Estas estrategias se apoyan en cinco áreas de acción prioritarias para la promoción de la salud: 1. Establecer políticas públicas en favor de la salud. 2. Crear entornos que apoyen la salud. 3. Fortalecer la acción comunitaria para la salud. 4. Desarrollar las habilidades personales que empoderen a la gente. 5. Reorientar los servicios sanitarios (p.10). 16 La primera área de acción, que es establecer políticas públicas a favor de la salud, se refiere a que todos los sectores de la política de un país deben tener en cuenta los efectos que tendrá sobre la salud de la población utilizando métodos como lo son: la legislación, medidas fiscales y sociales, cambios de organización etc., ya que la salud está determinada de manera importante por la política económica, industrial, de trabajo, de medio ambiente, de prestaciones sociales, de medios de comunicación y de solidaridad por citar algunos ejemplos de lo que se trata es de poner al orden del día las responsabilidades que confieren a la política hablando de salud (Frías y Moral, 2002). La segunda área es la creación de entornos que apoyen la salud, y esto hacereferencia a que el medio en el que vivimos influye de manera determinante en la salud de los individuos por lo que debemos de cuidar que el medio ambiente, tanto físico, social, político, cultural y económico, contribuya de forma que se mejore el nivel de salud de las poblaciones. La promoción de la salud debe favorecer condiciones de vida y de trabajo seguras, estimulantes y agradables, se debe modificar el entorno con el objetivo de mantener y aumentar aquellos factores que contribuyan a conservar estilos de vida saludables, de tal forma de facilitar al individuo las opciones saludables. La promoción de la salud debe asegurar que el efecto del medio ambiente sobre el individuo sea lo más positivo posible (OMS, 1984). La tercer área que es fortalecer la acción comunitaria para la salud hace alusión al esfuerzo colectivo, es decir, que los profesionales trabajen con la comunidad y no sobre ella, que los individuos elaboren estrategias y que las lleven a cabo con el fin de mejorar el nivel de salud (Frías y Moral, 2002). La cuarta área es desarrollar habilidades personales que empoderen a la gente que alude a que se debe permitir a cada individuo tener el control sobre su salud y realizar los cuidados necesarios para mejorarla, la promoción de la salud debe intervenir en el desarrollo social e individual ofreciendo información, asegurando la 17 educación para la salud y perfeccionando las aptitudes para la vida. Las personas deben estar informadas y preparadas para los cambios que se van dando a lo largo de la vida, y en esta actividad deben estar involucradas todas las instituciones y organizaciones relacionadas con la comunidad y no sólo los servicios sanitarios (OMS, 1984). La quinta área es reorientar los servicios sanitarios, es decir, que todos los involucrados en la promoción de la salud, la cual no sólo concierne a los profesionales de la salud sino también a la comunidad, las instituciones y los gobernantes, trabajen en la reordenación de los sistemas de ciudadanos para que éste contribuya a mejorar la salud que tomaría en cuenta y daría respuesta a las necesidades de los individuos para tener una vida sana; coordinar el sector sanitario con los demás sectores sociales, políticos, económicos y ambientales; dirigir la investigación en salud hacia los factores que influyen de manera negativa en la salud en la actualidad y dar garantía de la formación de los profesionales para que puedan atender a las necesidades de la sociedad actual (Frías y Moral, 2002). La declaración de Yakarta (OMS, 1997, p.10) sobre la promoción de la salud en el siglo XXI confirma que estas estrategias de acción son esenciales para todos los países. Además, existe una evidencia clara de que: 1) Los enfoques globales para el desarrollo de la salud son más eficaces. Los que utilizan combinaciones de estas cinco estrategias son más eficaces que los enfoques de una sola vía. 2) Los escenarios para la salud ofrecen oportunidades prácticas para la aplicación de estrategias globales. 3) La participación es indispensable para hacer sostenible el esfuerzo desplegado. Para lograr el efecto deseado, la población debe estar en el centro de la actividad de promoción de la salud y de los procesos de adopción de decisiones. 18 4) El aprendizaje sobre la salud fomenta la participación. El acceso a la educación y a la información es esencial para lograr una participación efectiva y la movilización de la gente y las comunidades (OMS, 1997, p. 10). La declaración de Yakarta identifica 5 prioridades de cara a la promoción de la salud en el siglo XXI (OMS, 1997, p. 10): a) Promover la responsabilidad social para la salud. Las instancias que toman decisiones en materia de salud deben comprometerse a cumplir con su responsabilidad social. Sugiere que es fundamental que los sectores público y privado promuevan la salud siguiendo políticas y prácticas que no perjudiquen la salud de otras personas, protejan el medio ambiente, limiten la producción y comercio de sustancias nocivas, como el tabaco y armas, así como las estrategias comerciales y de mercado que perjudiquen la salud. b) Incrementar las inversiones para el desarrollo de la salud. Aumentar la inversión en el desarrollo de la salud para todos los sectores tomando en cuenta a los niños, mujeres y adultos mayores. c) Expandir la colaboración para la promoción de la salud. La promoción de la salud exige alianzas estratégicas entre el gobierno y la sociedad. d) Incrementar la capacidad de la comunidad y el empoderamiento de los individuos. El empoderamiento de cada persona requiere seguridad y constancia en el proceso de decisión y los conocimientos y aptitudes indispensables para efectuar cambios. e) Garantizar una infraestructura para la promoción de la salud. Es necesario encontrar nuevas formas de financiamiento en las esferas local, nacional y mundial. Según Hernández (2002, p. 355) los objetivos específicos que debe conseguir cualquier proceso de promoción de la salud son los siguientes: 1. Cambiar conocimientos y creencias. 2. Cambiar actitudes y valores. 3. Aumentar la habilidad para tomar decisiones. 19 4. Cambiar comportamientos. 5. Establecer ambientes sanos. 6. Conseguir cambios sociales hacia la salud. 7. Favorecer la capacidad y el poder de individuos, grupos y comunidades. El proceso de modificación del comportamiento lleva consigo un proceso educativo, en el que la entrega de información sola no constituye una enseñanza eficaz. Además, varios factores intervienen en dicho proceso: físicos como la fatiga; psicológicos como el nivel de estrés, capacidad de afrontamiento, valores y prioridades; factores sociales, como el tipo de sistemas de apoyo disponible; factores cognoscitivos, como el deterioro de la memoria; y los factores vocacionales como trabajos o experiencias escolares pasadas y planes futuros (Hernández, 2002). Crear estructuras básicas en los patrones de conducta saludable supone: 1. Dar normas de conducta, patrones, hábitos; en definitiva reglas de salud. 2. Utilizar modelado, aprendizaje vicario, suministrando los criterios para que los niños realicen o mejoren sus conductas de salud. 3. Crear diversas situaciones de aprendizaje que permitan el desarrollo de estrategias para el cambio hacia actitudes positivas hacia la salud. Estas estrategias deberían plantearse a partir de la participación activa del sujeto para facilitar la formación por diferentes vías, con información diferente de creencias sobre las que se fundamentan estas actitudes (Hernández, 2002, p. 356). La psicología de la salud interviene en el ámbito individual (por ejemplo, a través de programas de salud), y está dirigido a modificar actitudes, promoviendo y mejorando la salud, modificar procesos fisiológicos, previniendo y tratando la enfermedad, implementar campañas de educación dirigidas a la comunidad, 20 mejorar el sistema sanitario a través de la creación de políticas sanitarias adecuadas. A partir del nacimiento de esta área de la psicología, ha surgido un avance notable a nivel de congresos, publicaciones, cursos, programas de posgrado etc. Esta área se centraliza cada vez más en potenciar los aspectos saludables de las personas, dejando atrás los viejos esquemas en la patología individual (Labiano, 2001). En 1974, Lalondé (citado en Frías y Moral, 2002) publicó una nueva perspectiva en la salud de los canadienses, identificó cuatro determinantes de la salud: la biología humana (genética y envejecimiento), el medio ambiente (contaminación física, química, biológica, aspectos psicológicos y socioculturales), el estilo de vida (conductas) y el sistema de asistencia sanitaria (calidad, cobertura o acceso, gratuidad). Con excepción del primero, los tres restantes pueden modificarsey a ellos tendrían que estar dirigidos los esfuerzos en acciones de salud pública; de aquí surgió la necesidad de encaminar el sistema de asistencia sanitaria hacia la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad (Frías y Moral, 2002; Labiano, 2001). En general, los programas dirigidos a niños y adolescentes se proponen como objetivos: • Disminuir las tasas de mortalidad y morbilidad mediante el incremento de hábitos y conductas saludables. • Modificar comportamientos de riesgo. • Ofrecer atención oportuna a los casos detectados. • Promover comportamientos de autocuidados de la salud. • Prevenir prácticas de riesgo. • Brindar servicios de atención integral de la salud. 21 • Formar redes de apoyo para asegurar la atención integral de la salud (Fausté- Escolano, 2001, p.61). 1.2 Prevención de la enfermedad La prevención de la enfermedad abarca las medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de los factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida (OMS, 1998) La prevención es la llave de un futuro saludable. Existen tres tipos de prevención: la primaria se refiere a las acciones a realizar antes de que el problema aparezca; la secundaria alude a intervenir en la conducta que genera el problema de salud y la terciaria hace referencia al tratamiento o rehabilitación (Donatelle & Davis, 1997). La prevención primaria, como se mencionó anteriormente, consiste en el conjunto de intervenciones que pueden realizarse antes del desarrollo de la enfermedad, en las que se ha actuado sobre factores de riesgo; se han utilizado muchas estrategias que, por lo general, son de carácter educativo y se han centrado básicamente en los siguientes aspectos: información a la población en riesgo ,identificar los grupos de riesgo y aumentar las medidas y tratar de modificar las conductas que vayan encaminadas a favorecer la aparición de la enfermedad (por ejemplo, seguimiento de dietas restringidas), y sobre los estereotipos culturales y el negocio del adelgazamiento y la belleza (García- Camba, 2001). Prevenir significa interrumpir la historia de la enfermedad en cualquiera de sus fases, anticipar los hechos y tomar medidas al respecto para que sean aplicadas a una población definida en un tiempo y lugar determinado; se impuso el concepto 22 en el campo de la salud que se divide en cuatro factores primarios: estilo de vida, medio ambiente, organización de la atención de la salud y biología humana (Rodríguez, 1999). Es necesario ubicar el concepto de salud en un marco general para poder analizar y estudiar la relación existente entre los factores de riesgo y los procesos de salud/enfermedad, para poder elaborar medidas de prevención, ya que la epidemiología se ocupa también de la relación entre la enfermedad y el modo de vida, que son comportamientos individuales que se relacionan con el estatus social y el trabajo, al igual que las opciones personales y libres adoptadas por cada individuo y que son perjudiciales para la salud (Rodríguez, 1999). Según Rodríguez (1999) el campo de la prevención se vincula estrechamente con el estilo de vida, así con los riesgos autogenerados pueden dividirse en tres elementos: riesgos inherentes al ocio, riesgos inherentes a lo ocupacional, riesgos inherentes al modelo de consumo; en el primero, por ejemplo, el cedentarismo causa obesidad; en el segundo, la presión del trabajo causa estrés y en el tercero; el consumo excesivo de alimentos, introduce en el crecimiento de los trastornos del comportamiento alimentario. 1.3 Conducta de riesgo Los cambios de las conductas de riesgo constituyen las metas primordiales de la prevención de la enfermedad, habiendo sido utilizada tradicionalmente la educación para la salud para alcanzar estas metas. Dentro del marco más amplio de promoción de la salud, la conducta de riesgo puede ser considerada como una respuesta o un mecanismo para hacer frente a las conductas adversas de la vida. Las estrategias de respuesta incluyen el desarrollo de habilidades de vida y la creación de entornos que apoyen la salud (OMS, 1998) 23 Algunos autores han propuesto la idea de dos estilos de vida, el primero es el estilo de vida saludable con dos dimensiones: la sobriedad, que son comportamientos que implican no fumar, no consumir alcohol y tomar alimentos saludables, entre otras cosas; y la otra se denomina actividad o dimensión definida por la participación en deportes y ejercicio regular, mantenimiento de un normal índice de masa corporal, etc. El segundo estilo de vida lo denominan libre y es caracterizado por comportamientos contrarios al anterior: consumo de alcohol, ingesta de alimentos no saludables y despreocupación por la apariencia física (Labiano, 2001). En este enfoque general se engloba el trabajo de la OMS (Labiano, 2001) cuya principal meta es la promoción de estilos de vida saludables, es decir, una forma de comportarse, que tanto individual como colectivamente y de forma diaria, permitan una mejor calidad de vida. En las siguientes listas se resumen los principales postulados de dicho trabajo. Lista de hábitos de vida que favorecen el desarrollo de un estilo de vida saludable Lista de hábitos que dificultan el desarrollo de un estilo de vida saludable • Saber utilizar la publicidad, el consumo en general • Empleo adecuado de servicios públicos • Cultura física • Respeto a las normas de tránsito • Higiene personal • Utilización racional del agua y de los recursos energéticos • Hábitos de limpieza urbana • Hábitos culturales del empleo del ocio/tiempo libre • Reconocimiento de las conductas positivas • Potenciar redes de apoyo social • Abuso de drogas • Consumo de tabaco • Consumo de alcohol • Incultura hacia la valoración de especies animales protegidas • Contaminación del aire por el humo del tabaco • Contaminación del aire por las fábricas • Contaminación acústica 24 • Tener prácticas sexuales responsables • Buenos hábitos de convivencia • Hábito de escolarización • Hábito de vacunación • Conciencia de que los accidentes se pueden prevenir Fuente: Labiano (2001, p.30). Existen varios enfoques sobre el concepto de estilos de vida. Uno de éstos se caracteriza por socializar el concepto, por lo que hablaríamos de un estilo de vida socializado; éste no sólo se refiere a hábitos personales sino también a la forma en la que las sociedades organizan el acceso a la información, a la cultura y a la educación. Existe otra aproximación denominada, el enfoque pragmático que se centra en ciertas pautas de comportamiento cuyo objetivo es la promoción de la salud o la potenciación de los riesgos. Recientemente, se propuso la distinción entre conductas de detección de enfermedades; entendidas como aquellas que proporcionan la posibilidad de detección de trastornos y que por sí mismas no permiten que la persona mejore su salud, y conductas de promoción de la salud, entendidas como aquellas que por sí mismas permiten que la persona mejore su salud. Los enfoques antes mencionados se engloban en este último ya que defienden tanto la prevención como la promoción de la salud, áreas indiscutibles de intervención en psicología de la salud (Labiano, 2001). Los medios de comunicación han creado en los últimos años una cultura hedonista, es decir, darle al cuerpo lo que pida y rápido, lo cual hace evidente el papel de los medios como potenciadores de los valores estructurales de consumo (Bell, 1990). El consumismo, como una forma de hacer evidente el estatus y el éxito, fomenta determinados estilos de vida, debido a las prioridades éste establece, los medios trajeron consigoinnovaciones sociales como la publicidad y las modas, lo que impuso nuevos modelos de estilos de vida tradicional; de ahí que, la televisión, el 25 cine y la publicidad en general se han convertido en guías sociales, en especial de los jóvenes (Álvarez, 2004). Existen muchos obstáculos en el camino de la prevención, como lo son los valores. Aunque la salud es un valor primordial en la cultura occidental, también ocupan una posición importante el tener éxito, las sensaciones fuertes o vivir cómodamente; éstas son algunas de las motivaciones que, en ocasiones, se oponen fuertemente al comportamiento saludable. Otra de las actitudes que dificulta los esfuerzos de prevención es la equiparación que se hace de la buena vida y los hábitos no saludables, por ejemplo, que los alimentos más apetecibles son los de alto contenido de colesterol y que el sedentarismo es más cómodo que una práctica de ejercicio moderado. A lo anterior se puede añadir la publicidad que se hace sobre el alcance del avance tecnológico continuo que puede servir como justificación para no emprender medida preventiva alguna (Amigo, Fernández y Rodríguez, 1998) Muchas de las conductas de riesgo no muestran oportunamente los daños que puedan acarrear, por lo que se dificulta la discriminación de los problemas que traen a la salud; por otra parte, hay personas que fuman a diario y nunca presentan problemas en la salud, al igual que algunas personas tienen prácticas sexuales riesgosas y no se han contagiado de SIDA. Lo anterior dificulta la prevención, ya que ésta supone la eliminación de la gratificación inmediata y, así, las conductas saludables son menos probables en el repertorio del ser humano que aquellas conductas en las que se obtiene gratificación inmediata (Amigo, Fernández y Rodríguez, 1998). En el ámbito preventivo, el cambio de las conductas de riesgo es una tarea costosa, especialmente si es un hábito que impera en la comunidad, por lo que es necesario tomar medidas que lleguen a todos los niveles sociales para que el impacto de dichas acciones llegue a la mayoría. Esta cobertura amplia permitirá influir sobre las actitudes, en cuanto a costumbres, tradiciones y conceptos erróneos que mantienen las conductas de 26 riesgo de cada individuo. Estas acciones deben ir asociadas a otros elementos de la intervención como la accesibilidad a los medios preventivos, como a los cuidados de salud y a la aparición de redes de apoyo social (Simon, 1993) 1.4 Factor de riesgo Los factores de riesgo son condiciones sociales, económicas o biológicas, conductas o ambientes que están asociados con o causan un incremento de la susceptibilidad para una enfermedad específica, una salud deficiente o lesiones (OMS, 1998) Al ser las influencias socioculturales un factor de riesgo importante es necesario analizar en este momento del marketing de la salud, los intereses empresariales del consumo, que han logrado instalar en la sociedad “necesidades” como estar a “dieta” para mantenerse joven y bella. Se identifica a la conducta dietante como conducta de riesgo ya que sin la promoción de este hábito, los trastornos de la conducta alimentaria tendrían mejor panorama. Dicha conducta actúa como un factor desencadenante para quienes son vulnerables por razones biológicas, genéticas, culturales, personales o familiares, ya que dichos trastornos también son la somatización de relaciones sociales conflictivas (Rodríguez, 1999). 1.5 Factores de Riesgo en Trastornos de la Conducta Alimentaria Gómez-Peresmitré (2001, p. 21) clasificó en cuatro grandes grupos a los factores de riesgo en trastornos de la conducta alimentaria, en función de sus resultados, entre ellos de sus correlaciones y de sus contenidos: 1. Factores de riesgo asociados con imagen corporal satisfacción e insatisfacción; alteración sobrestimación/subestimación; preocupación por el peso corporal y por la comida, actitud hacia la obesidad/delgadez; autoatribución positiva/negativa, figura real, ideal e imaginaria; peso deseado; y atractividad ligada a la delgadez entre otras. 27 2. Los factores de riesgo asociados con conducta alimentaria, siendo el más importante el seguimiento de dieta restrictiva; atracones (binge eating), conducta alimentaria compulsiva, hábitos alimentarios inadecuados, ayunos, saltarse alguno de los alimentos principales (desayuno, comida o cena), disminuir o evitar alimentos considerados de alto contenido calórico (“engordadores”); y consumo de productos “light”;. 3. Aquellos relacionados con el curso biológico, peso corporal, talla o estatura, madurez sexual precoz tardía o amenorrea. Aquellas prácticas compensatorias tales como ejercicio excesivo (10 horas o mas/semana); uso de alguno de los siguientes productos con el propósito de control de peso: inhibidores de hambre, laxantes, diuréticos, y consumo excesivo de agua ( > 2 litros/día) y de fibra. La OMS (1998) define conducta de riesgo como una forma específica de conducta de la cual se conoce su relación con una suceptibilidad incrementada para una enfermedad específica o para un estado de salud deficiente. El modificar las conductas de riesgo es el paso más importante de la prevención de la enfermedad. 1.6 Evaluación del riesgo Simon (1993) plantea para el psicólogo dos grandes áreas de intervención evaluativa sobre la comunidad y el individuo. La evaluación implica, en primer instancia, la construcción de instrumentos válidos y confiables para la detección de conductas de riesgo y las variables que las mantienen, integrados en instrumentos más amplios de evaluación epidemiológica e interdisciplinaria. Asimismo, deben analizarse todos aquellos factores que favorecen y mantienen estados de salud adecuados, ya que otra de las funciones del psicólogo es promover y mantener los comportamientos saludables. 28 CAPÍTULO 2. TRASTORNOS ALIMENTARIOS El origen de éstos trastornos es complejo ya que van de por medio factores biológicos, psicosociales o costumbristas, que están unidos a otros como los actuales estándares de belleza, la apariencia, la competitividad, lo femenino, los modos y modelos de corporalidad, la inmadurez de la etapa de la adolescencia, entre otros factores a los que se les debe dar la importancia conjunta para poder intervenir. A todo esto se unen los hábitos y formas alimentarias de la cultura occidental, así como, a los medios de comunicación, modas, dietas, culto al cuerpo, gimnasios, culturas culinarias en los niveles socioeconómicos altos. Todo esto no implica que la anorexia sea solamente producto de la sociedad actual, en la que los medios de comunicación difunden campañas publicitarias cada vez más agresivas hacia el ideal de delgadez (Chinchilla, 2003). La conducta de comer ha ido cambiando de significado a lo largo de la historia, todo va unido al contexto sociocultural. En muchas ocasiones, se asocia a vivencias que no tienen que ver nada con lo nutricional, como podrían ser las experiencias emotivas. Tales significaciones comprenden desde demostrar la naturaleza y extensión de las relaciones sociales, expresar amor y cariño, hasta significar recompensas y castigos (Toro, 1996). Así como existe mayor incidencia de los Trastornos de la conducta alimentaria en mujeres jóvenes, también es más común en los países occidentales que en los orientales. Esto se debe a que en oriente conservan los cánones tradicionales acerca de la mujer, ligados a la reproducción y al cuidado doméstico, sin importar demasiado el aspecto físico. Por otra parte, en occidente la mujer a ido abarcando terrenos en los que antes no se le permitía incursionar; que sólo pertenecían a los hombres como son: la asertividad, independencia, destreza intelectual y productividad. Esto se complica más por la importancia quele dan los medios de comunicación occidentales a la asociación del éxito, el prestigio y la aceptación social, con una figura delgada, atribuyéndole a la obesidad aspectos negativos. En 29 este sentido, se ha observado que cuanta más influencia occidental tenga un país, aumenta la probabilidad de la aparición de trastornos de la conducta alimentaria en la población (Toro, 1996; Behar, 1992). 2.1 Anorexia Nervosa. El origen griego de la palabra anorexia significa falta de apetito, pero en nuestros días se utiliza como rechazo al alimento. En el siglo XVll, Richard Morton, utilizó el término consunción nerviosa para referirse a una degeneración corporal ocasionada por una perturbación del sistema nervioso, así como a tristeza y preocupaciones ansiosas; definió los síntomas de la anorexia actual como adelgazamiento, amenorrea, dedicación obsesiva al estudio, aparente pérdida del apetito y la no aceptación del tratamiento por parte de la paciente. Toro define a la anorexia nervosa como un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado por una pérdida significativa del peso corporal (superior al 15%), habitualmente fruto de la decisión voluntaria de adelgazar (Toro, 1996, p.7). Al principio, fue considerada como histeria, después como un trastorno endocrinológico, y luego como psiquiátrico, hasta fines del siglo XIX. En la historia de los estudios sobre anorexia se pueden observar varias etapas, que tienen un orden, aunque algunas existen al mismo tiempo y son antes de la descripción Princeps de Gull y Lassegue, con la descripción clásica, psicodinámica endocrinológica, neurológica y la actual. En la primera etapa, que es antes de la descripción princeps de Gull y Lassegue con Simone Porta, Morton y Nadaud, hay muy pocas descripciones y, probablemente, es que se confundía la anorexia con otras enfermedades como la tuberculosis o problemas digestivos. Morton, en 1724, hace la descripción de uno de sus pacientes que contiene los síntomas típicos de la anorexia nervosa como: amenorrea, trastornos del apetito, delgadez extrema y tendencia a trabajar ininterrumpidamente, así también la renuencia de la paciente a recibir tratamiento. En la segunda etapa, se separó la anorexia de la caquexia tuberculosa, gastropatías y otras enfermedades, guiándola más hacia 30 una patología nerviosa. En la tercera etapa, una vez descrito el cuadro, se comenzó con la interpretación psicodinámica de Freud, Abraham, Fenichel, Melanie Klein, etc., quienes la interpretan como una neurosis. La cuarta etapa o endocrinológica, es donde se describe el probable trastorno endocrino hipofisiario de la anorexia que hasta nuestros días se ha afinado mucho. La quinta etapa o neurológica, era la que apoyaba la tesis de que su origen era la excitación de los nervios gustativos, o bien, un trastorno hipotalámico por tumores del tercer ventrículo, la cual no llegó muy lejos porque su fundamento no tuvo tanto desarrollo. En la última etapa, la actual, se considera la anorexia dentro del campo de la investigación psicosomática (Chinchilla, 1994). La siguiente definición de anorexia es la que aparece en el CIE 10 (1992): “La anorexia nervosa es un trastorno caracterizado por la presencia de una pérdida deliberada de peso, inducida o mantenida por el mismo enfermo. El trastorno aparece con mayor frecuencia en muchachas adolescentes y mujeres jóvenes, aunque en raras ocasiones pueden verse afectados varones adolescentes y jóvenes, así como niños prepúberes y mujeres maduras hasta la menopausia” (p.218). García Camba (2001, p. 4) define la anorexia como: “un trastorno de la conducta alimentaria grave que se caracteriza el rechazo a mantener el peso en los valores mínimos normales y, que se acompaña de una alteración de la percepción de la forma y del peso corporal”. Chinchilla (1994) la define como “un síndrome que se caracteriza por aparecer en edades jóvenes, más frecuentemente en muchachas púberes o postpúberes, limitando, por lo general, su aparición hasta los 25 años, rara en el sexo masculino, conducta alimentaria específica, preocupación, restricción y selección alimentaria voluntaria y búsqueda de adelgazamiento, con el que experimentan placer y controlan el cuerpo y sus funciones; hiperactividad y aumento del consumo de energía; amenorrea o retardo de la menarquia, pérdida del peso de 31 por lo menos un 25 % por la restricción voluntaria por anorexia o pseudoanorexia (voluntaria)”. Estos síntomas aparecen después de un abatimiento emocional con sus respectivos síntomas como: angustia, ansiedad, tristeza, hiperactividad; seguidos por síntomas somáticos como: estreñimiento, vómito, sensibilidad al frío, malestar estomacal, caída del cabello, sensibilidad al frío, disminución de la masa muscular, e insomnio, entre otros (Chinchilla, 1994, p.41). Con respecto a los aspectos personales, las pacientes con anorexia, por lo general, son hijas únicas u ocupan el último lugar entre los hermanos, son comunes los conflictos sentimentales o espirituales; suelen comer mucho antes de enfermar; frecuentemente, son personas entregadas a sus relaciones personales y tienden a sufrir cuando se sienten mal pagadas; tienen pocas amistades debido a su alto sentido de la responsabilidad; son personas ambiciosas, pero, sin intereses definidos; suelen ser coquetas y presumidas (Chinchilla, 2003). Etiopatogenia de la Anorexia • Interacción multicausal de los factores Biológicos Psicológicos-personales Socioculturales Hábitos alimentarios Culto al cuerpo Preocupación por la figura • Interactúan Generando el cuadro Predisponiendo Precipitando Manteniendo-cronificando-agravando • Factores genéticos Mayor concordancia en gemelos monocigóticos Mayor prevalencia de TCA en familiares de primer grado Tendrían una función predisponente • Factores biológicos para ser autónomo, incluso narcisismo Antecedentes de enfermedad orgánico o intervenciones. Ejercicio físico excesivo. Ciertos grupos de mayor riesgo. Antecedentes de abusos sexuales o maltratos en la infancia. Serían factores predisponentes • Factores precipitantes Comentarios peyorativos, mofas o burlas sobre el cuerpo Conflictos-competitividad entre amigos/compañeros Desacreditación, marginación Exigencias escolares , profesionales o físico-deportivas Conflictos sentimentales Reposos por enfermedades o tratamientos , como tuberculosis, que conllevan ganancia de peso 32 Las alteraciones biológicas encontradas Serían consecuencia de la malnuttrición Habría alteraciones de estado, Funcionales, de los ejes: Hipotálamo-hipófiso-tiroideo Hipotálamo-hipofiso-suprarrenal Alteraciones de la noradrenalina (NA) y del 5HT (serotonina) con sus implicaciones en: -Emociones -Regulación de las sensaciones del hambre- saciedad -Aumento de los niveles de endorfinas y su relación con la regulación del apetito y actividad física Todas estas alteraciones actuarían como factores de mantenimiento o agravación en la AN. • Factores psicológico-individuales Los cambios corporales y psicosociales implicados en la pubertad-adolescencia, el sobrepeso. La pubertad precoz. Baja autoestima, perfeccionismo y auitocontrol, obsesividad, ansiedad, miedo a la madurez y problemas, Otros • Factores de mantenimiento o agravación Depresión y síntomas ansioso- obsesivos en el curso del cuadro Si se dan antes serían factores predisponentes o precipitantes • Factores socioculturales Valor estético del cuerpo, preocupación parental por la figura Sobreprotección, rigidez o poca Comunicación Inadecuadas costumbre-hábitos Alimentarios Modas de vestir y modelos Publicidad de productos y servicios adelgazantes Los medios de difusión como modeladores de gustos y opinión sobre imágenes corporalesEl destape o exhibición del cuerpo Rechazo social de la obesidad o sobrepeso, culto a la delgadez Modificación de los roles femeninos en la sociedad Generalización social de dietas restrictivas o milagrosas, así como el ejercicio físico como salud, moralidad o competencia Otras Serían factores predisponentes y de mantenimiento Fuente: Chinchilla (2003). p.54 2.2 Bulimia nervosa La bulimia nervosa es un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado por la aparición de episodios críticos en los que la persona afectada ingiere cantidades de alimentos significativamente superiores a lo que es normal ingerir en circunstancias similares. Esta ingestión alimentaria se lleva a cabo, 33 experimentando, paralelamente, la sensación de pérdida de control sobre la misma (Toro, 1996, p.11). El término bulimia, es acuñado por Rusell en 1979, pero ya se hablaba de la enfermedad antes de la Edad Media. Ésta se caracteriza por el impulso incontrolable de la ingesta de alimentos con alto valor calórico sintiendo autodesprecio y culpabilidad después de hacerlo, causando el vómito para disminuir el malestar físico y emocional y evitar la digestión de lo ingerido, y cuando no lo consiguen usan laxantes (APA, 2005). En el CIE 10 (1992) se define a la bulimia nervosa como “un síndrome caracterizado por episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos, y por una preocupación exagerada por el control del peso corporal; lo que lleva al enfermo a adoptar medidas extremas para mitigar el aumento de peso producido por la ingesta de comida” (p.220). Al igual que en la anorexia nervosa sienten preocupación por engordar y por la imagen corporal. Otra definición señala que “la bulimia nervosa consiste en la aparición de episodios recurrentes de voracidad seguidos por conductas compensatorias inapropiadas, como el vómito autoprovocado, el abuso de fármacos, laxantes y diuréticos, el ayuno o ejercicio excesivos” (García-Camba, 2001, p.4). Los trastornos de la conducta alimentaria incluyen la anorexia y la bulimia nervosas, el trastorno por atracón y los trastornos alimentarios no especificados, la rumiación y la pica, así como algunas formas de obesidad. En esta investigación abordaremos solamente la anorexia y la bulimia nervosas (APA, 2005). 34 Factores etiopatogénicos de la bulimia nervosa • Al igual que en la anorexia, no hay causas específicas, ni cuadros homogéneos. • Antecedentes de sobrepeso en alrrededor del 40% de las pacientes. • Hay factores que predisponen, desencadenan o perpetúan el trastorno. • Al inicio puede haber factores predisponentes, familiares, socioculturales e individuales que pueden facilitar la aparición, pero no siempre. • Frecuentes dietas precursoras que pueden interactuar con factores precipitantes. • Tras el inicio, el cuadro dependera de múltiples factores. • Hablaríamos, al igual que en la anorexia nervosa, de un modelo biopsicosocial patogenético en su génesis y de un mantenimiento sin claras especificaciones. Factores predisponentes • Socioculturales - Sociedad de la opulencia, de grandes cantidades de comida, más en culturas occidentales. - Idealización de la mujer hacia el modelo de la delgadez como distingo y competencia en edades cada vez más tempranas. - El sobrepeso descalificador, y al rechazarlo y hacer dietas se tiende más a la bulimia. - Insatisfacción de la imagen corporal previa a la aparición de la bulimia nervosa. - Todo independientemente de la clase social. - Vías celebrables de recompensa que si se alteran podrían favorecer conductas de consumo, si interactuan con otros factores personales o ambientales - Los padres de las BN suelen ser poco afectivos y empáticos y conflictivos para muchos pacientes, y alteran aún más esa supuesta o realdisarmonia familiar - Si los padres tienen sobrepeso o sobrevaloran el peso y apariencia, existe un mayor poder patógeno para que aparezca la BN - Si algún padre tiene TCA, existe un mayor riesgo para padecerlo los hijos • Individuales - Físicos y psicológicos, aunque es discutible que los hallazgos son causa o efecto - La obesidad premórbida en el 40%, los aspectos fenotípicos sobre la masa grasa, pueden conducir a dietas restrictivas y posterior a la BN - Alteraciones de neurotransmisores, serotonina, noradrenalina, dopamina, nouerpéptidos, etc., implicados en la regulación alimentaria, afectividad e impulsividad. - El déficit o hipofunsión serotonérgica; los agonistas opiodes aumentan la ingesta y los antagonistas la disminuyen (posible valor terapéutico). La colecistocinina (CCK), neuropéptido Y e YY inducen a la ingesta, más de hidratos de carbono. - La personalidad como predisponente: En la BN con normopeso predominan los rasgos de: -Búsqueda de emociones. 35 • Familiares - Genéticos y de vulnerabilidad. - Mayor trastorno de la conducta alimentaria (TCA), 3 veces más que en la población general en familiares de primer grado. - Estudios gemelares: En AN, 65-70 % de concordancia en monocigotos (más carga genética) En BN, 35 % de concordancia en monocigotos (más carga socioambiental) - La supuesta vulnerabilidad genética en la BN podría actuar directamente aumentando la predisposición a la obesidad o bien a una estructura de personalidad que sería predisponente para la BN. - Mayores trastornos afectivos depresivos en familiares de primer grado. Compartirían una etiología familiar común la BN y las depresiones. - Las BN con depresión tienen antecedentes familiares de primer grado con mayor número de depresiones que la población general. - Alta frecuencia de consumo de alcohol/drogas antes de la BN y en familiares. -Excitabilidad. -Falta de persistencia. -Disforia ante conflictos. -Preocupación corporal y ponderal. La personalidad influye en la bulimia: -Lo bordeline, la impulsividad, la baja autoestima, la inestabilidad afectiva, etc., la condicionará. - La dieta como factor desencadenante; si es restrictiva, posiblemente por AN previa puede provocar la bulimia si hay a su vez factores predisponentes. - Los factores perpetuantes dependerán del tipo de BN: incipiente, transitoria, parcial, de que haya o no comorbilidad, de los factores predisponentes y desencadenantes, del tratamiento. - La persistencia de los factores predisponentes es lo peor (dieta restrictiva, preocupación corporal y ponderal, estructura de la personalidad sobre todo límite, de la clínica). Fuente: Chinchilla (2003) p. 55. 2.3 Trastorno de la conducta alimentaria no especif icado Este trastorno se clasifica a partir del DSM-lV-TR (2005), y se caracteriza por el exceso del comer sin purgación, y otras conductas de anorexia y bulimia acompañadas de peso normal o vómitos después de comer cantidades pequeñas de comida. Fue establecido para describir los trastornos del comer no definidos específicamente como anorexia y bulimia. 36 De acuerdo con el DSM-lV-TR (2005, p.654), los criterios diagnósticos que se establecen son: 1. Se cumplen todos los criterios para la anorexia nervosa a excepción de amenorrea y/o pérdida de peso significativa. 2. Se cumplen todos los criterios para la bulimia nervosa a excepción de la cantidad de comida de atracones y conductas compensatorias por semana y/o empleo regular de conductas compensatorias inapropiadas después de ingerir pequeñas cantidades de comida y/o ausencia de conductas compensatorias. 3. Masticar y expulsar, pero no tragar cantidades importantes de comida. 2.4 Criterios diagnósticos para la anorexia nervosa Las pautas para el diagnóstico de la anorexia nervosa, según el CIE-10 (1992) deben ser estrictamente las siguientes: a) Pérdida significativa del peso (índice de masa corporalo de Quelet1 de menos de 17.5). Los enfermos prepúberes pueden no experimentar la ganancia del peso propia de éste periodo del crecimiento. b) La pérdida de peso está originada por el propio enfermo a través de: 1) evitación de consumo de “alimentos que engordan” y, por uno o más de los síntomas siguientes: 2) vómitos autoprovocados, 3) purgas intestinales autoprovocadas, 4) ejercicio excesivo y, 5) consumo de fármacos anorexígenos o diuréticos. c) Distorsión de la imagen corporal, que consiste en una psicopatolgia específica, caracterizada por la persistencia, con el carácter de idea sobrevalorada intrusa, de pavor ante la gordura o la flacidez de las formas corporales, de modo que el enfermo se impone a sí mismo permanecer por debajo de un límite máximo de peso corporal. 1 Indice de masa corporal de Quetelet= peso(kg) / altura2 (m) 37 d) Trastorno endocrino generalizado que afecta al eje hipotalámico-hipofisiario- gonadal manifestándose en la mujer como amenorrea y en el varón como una pérdida del interés y la potencia sexuales (una excepción aparente la constituye la persistencia de sangrado vaginal en mujeres anoréxicas que siguen una terapia hormonal de sustitución, por lo general con píldoras contraceptivas). También pueden presentarse concentraciones altas de hormona del crecimiento y de cortisol, alteraciones del metabolismo periférico de la hormona tiroidea y anomalía en la secreción de insulina. e) Si el inicio es anterior a la pubertad, se retrasa la secuencia de las manifestaciones de la pubertad, o incluso ésta se detiene (cesa el crecimiento; en las mujeres no se desarrollan las mamas y hay la amenorrea primaria; en los varones persisten los genitales infantiles). Si se produce una recuperación, la pubertad suele completarse, pero la menarquia es tardía (OMS, 1992 p.220). De acuerdo con el DSM-IV-TR (2005), las pautas para el diagnóstico de la anorexia nervosa son las siguientes: a) Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85% del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el periodo de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85% del peso esperable). b) Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal. c) Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal. d) En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con 38 tratamientos hormonales, como puede suceder con la administración de estrógenos). Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas. (p. Ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas). Tipo compulsivo/ purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o a purgas (p. ej. provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas) (APA, 2005, p 249). 2.5 Criterios diagnósticos para la bulimia nervosa Para que pueda hacerse el diagnóstico de bulimia nerviosa, deben estar presentes todas las alteraciones que se refieren a continuación de modo que constituyen pautas diagnósticas estrictas. Dentro de cada pauta pueden aceptarse algunas variaciones, tal como se indica: a) Preocupación continua por la comida, con deseos irresistibles por comer, de modo que el enfermo termina por sucumbir a ellos, presentándose episodios de polifagia durante los cuales consume grandes cantidades de comida en periodos cortos de tiempo. b) El enfermo intenta contrarrestar el aumento de peso así producido mediante uno o más de uno de los siguientes métodos: vómitos autoprovocados, abuso de laxantes, periodos intervalares de ayuno, consumo de fármacos tales supresores del apetito, extractos tiroideos o diuréticos. Cuando la bulimia se presenta en un enfermo diabético, este puede abandonar su tratamiento con insulina. c) La psicopatología consiste en un miedo morboso a engordar, y el enfermo se fija de manera estricta un dintel de peso muy inferior al que tenia antes de la enfermedad, o al de su peso óptimo o sano. Con frecuencia pero no siempre, existen antecedentes previos de anorexia nerviosa, con un intervalo entre ambos trastornos de varios meses o años. Este episodio precoz puede manifestarse de una forma florida o por el contrario adoptar una forma menor u 39 larvada, con una moderada pérdida de peso o una fase transitoria de amenorrea. Incluye: bulimia sin especificar, Hiporexia nerviosa (OMS, 1992, pp.222) Las pautas para el diagnóstico de la bulimia nervosa contenidas en el DSM-IV-TR (2005, p. 250) son las siguientes: a) Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por:1) ingesta de alimento en corto espacio de tiempo (p. Ej., en un periodo de dos horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un periodo de tiempo similar y en las mismas circunstancias; 2) sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. Ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo). b) Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno y ejercicio excesivo. c) Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos durante un periodo de tres meses. d) La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales. e) La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nervosa. Tipo purgativo: durante el episodio de la bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente le vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso. Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otro tipo de conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso (APA, 2005, 250-251). 40 2.6 Factores de riesgo La anorexia y la bulimia son enfermedades que cada vez se extienden a poblaciones más jóvenes. Se van adoptando con mayor frecuencia una serie de conductas que pueden actuar más tarde como factores de riesgo, para el posterior desarrollo del trastorno alimentario. En este sentido, influyen al mismo tiempo diferentes factores como lo son: los estilos de vida, factores socioculturales y valores, así como, factores biológicos (Gómez-Peresmitré, 2001). Los cambios en el modo de comer, en los valores estéticos (estereotipos de belleza promovidos por los medios de comunicación) relacionados con el cuerpo y la imagen corporal, en los estilos de vida, y el proceso de búsqueda de las mujeres de una identidad personal y profesional, han sido factores determinantes para el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria. La importancia desmedida que ha tomado la figura delgada en nuestros días, se ha convertido en un factor importante para la aparición de la anorexia y bulimia, aunado al abandono del horario de comidas, en especial por los adolescentes, y asimismo, el consumo de alimentos altos en calorías por hábitos alimentarios inadecuados, que provocan la preocupación por adelgazar. Así, el control del peso se ha convertido en una herramienta indispensablepara la mujer, ya que, en la cultura occidental, esto se ha convertido en sinónimo de éxito (García-Camba, 2001). La anorexia y bulimia nervosas son características de etapas tempranas de la vida (pubertad y adolescencia), de aquí la importancia del estudio de los factores de riesgo. Un ejemplo claro y de origen netamente nacional es lo que actualmente y en nuestro propio contexto social se está produciendo; ya que en la televisión una reconocida firma comercial, en un anuncio, la joven dice que prefiere decir su edad que su talla, cosa que resulta en la boca de una mujer síntoma de los trastornos alimentarios en nuestros tiempos y de los factores de riesgo que conducen a ellos. Los factores de riesgo son aquellos que inciden negativamente en el estado de salud del sujeto individual o colectivo contribuyendo al desajuste o 41 bien al desequilibrio del mismo y esto, en la medida que hace vulnerable al individuo, incrementando la probabilidad de enfermedad y en la que facilitan las condiciones para la manifestación de la misma. Según Lemos (1996, citado en Gómez-Peresmitré, 2001), se define riesgo como la exposición a circunstancias que aumentan la probabilidad de manifestar algún comportamiento desviado. Los factores de riesgo en el campo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria se han clasificado desde diferentes perspectivas. De acuerdo con la clasificación de Gómez-Peresmitré (2001), los factores de riesgo pueden dividirse en cuatro grandes grupos: 1. Factores de riesgo asociados con imagen corporal: satisfacción o insatisfacción, preocupación por el peso corporal y por la comida, actitud hacia la obesidad, delgadez, autoatribución positiva/negativa, figura real, ideal e imaginaria; peso deseado y actividad ligada a la delgadez, entre otras. 2. Los factores de riesgo asociados con conducta alimentaria, siendo más importante el seguimiento de la dieta restrictiva; atracones, conducta alimentaria compulsiva, hábitos alimentarios inadecuados, ayunos; saltarse algunos alimentos principales, disminuir o evitar alimentos considerados de alto contenido calórico y consumo de productos “light”. 3. Aquellos relacionados con el cuerpo biológico, peso corporal, talla, madurez sexual precoz / tardía y/o amenorrea. 4. Aquellas prácticas compensatorias tales como; ejercicio excesivo (10 hrs. o más); y uso de algunos de los siguientes productos con el propósito del control del peso; inhibidores de hambre, laxantes, diuréticos y consumo excesivo de agua (más de dos litros diarios) y de fibra. En un estudio en el que se intentaba detectar factores de riesgo relacionados con desórdenes del comer, se aplicó un cuestionario que exploraba hábitos alimentarios, relaciones familiares y una escala de autoatribución, a una muestra de 200 niños escolares mexicanos y se encontró que los niños y niñas de escuelas públicas consumían más carbohidratos que los de escuelas privadas, y 42 otro hallazgo importante fue la autoatribución negativa que se relacionó con problemas alimentarios y relaciones familiares autoritarias (González Salazar, Lizano y Gómez-Peresmitré, 1999). Entre los factores de riesgo que favorecen la aparición o una mayor vulnerabilidad para tener AN o BN, están en las clases sociales altas y ciertos grupos de riesgo, como, las bailarinas, gimnastas, azafatas, actrices, secretarias de alta jerarquía, modelos; en estos medios existe una alta preocupación por el peso y malos hábitos alimentarios, sobre todo en ambientes urbanizados y altos niveles socioeconómicos; otro factor de riesgo es el sobrepeso previo, casi el 50% de los adolescentes entre 14 y 18 años lo han presentado, aunque puede aparecer antes y hasta alrededor de los 25 años (es probable que en edades tempranas hayan aparecido cuadros menores o subclínicos). La clave está, sobre todo en la AN, en la valoración de las actividades que dan importancia a la delgadez. Algunos rasgos de personalidad tienen mayor predisposición a los TCA, como los de la niña modelo, inteligente, buena estudiante, rígida, con baja autoestima, insegura, dependiente, con problemas para relacionarse, con intolerancia a la frustración, miedo a crecer, perfeccionismo, obsesiva, problemas de empatía o alexitimia, enfrentamiento a situaciones difíciles, impulsividad (Chinchilla, 2003). Factores de riesgo para padecer bulimia nervosa • Mujer de unos 20 años, blanca • Con baja autoestima • Con insatisfacción de su imagen corporal • Con algún trastorno de personalidad • Con posible historia de depresiones • Que ha realizado dietas crónicas • Nivel socioeconómico regularmente medio-alto • Historia familiar de desordenes alimentarios, depresivos y comunicación dinámica inadecuada o conflictiva • Patología personal de obesidad, depresiones, o abuso de sustancias • Peso estable a un nivel deseado o normal o ligeramente menor • Preocupación narcisista por su corporalidad 43 • Tipo de trabajo medio, o escolares de grado medio o universitario, responsables en los mismos • Buen aspecto y vestimenta, atractivas para los hombres y para ellas • Generalmente solteras, pero pueden ser casadas, con o sin hijos • Familias interesadas en la apariencia y relaciones humanas estilizadas • Padres que suelen estar acomplejados o absorbidos por sus preocupaciones, distantes en el trato emocional. Suelen ser los que mejor funcionan en la familia • Madres, educadoras, refinadas, brillantes, menos ausentes o con obligaciones no tan intensas, preocupadas por el control de los hijos, limitadas en afectos hacia los mismos o con cierto protocolo • Otros Fuente: Chinchilla (2003) p. 108. 2.7 Satisfacción/ insatisfacción con la imagen corp oral La imagen corporal puede concebirse como una configuración global, un conjunto de representaciones, percepciones, sentimientos y actitudes que el individuo elabora con respecto a su cuerpo durante su existencia y a través de diversas experiencias. Se ha establecido que una imagen corporal negativa se relaciona con los trastornos de la alimentación y con otras enfermedades psicosociales (Gómez-Peresmitré, 2001). La imagen corporal según Slade es la representación mental que tenemos de tamaño, figura y forma de nuestros cuerpos y de las partes que las componen, es decir, la forma en que vemos nuestro cuerpo y la forma en que creemos que los demás nos ven (Baños, Botella y Perpiñá, 2000). El valor que se le da al cuerpo se ve afectado, cuando hay una diferencia significativa entre el cuerpo real interiorizado y la imagen corporal. En nuestra 44 época el cuerpo ideal promovido por los medios de comunicación es tan delgado, que también lo es el interiorizado, haciendo más probable la discrepancia. Ogden propuso que la insatisfacción corporal se produce en tres circunstancias distintas, la primera se refiere a cuando hay distorsión de la imagen corporal, la segunda se da cuando hay discrepancia respecto del cuerpo ideal, y la tercera, se refiere a cuando hay respuestas negativas ante el cuerpo; en este modelo hay que tener en cuenta que dándose la primera se darán las otras dos (Toro, 2004). El DSM-lV-TR (2005) reconoce las alteraciones de la imagen corporal como criterio para el diagnóstico de la bulimia y la anorexia nervosas. En la anorexia, el criterio “C” consiste en: “la alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de la importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal”. En el caso de la Bulimia el criterio “D” afirma que: “la autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales”. Lo anterior nos indica que las alteraciones de la imagen corporal no sólo son criterios para el diagnóstico, sino que también, distingue a éstos de otras alteraciones en la ingesta y cambios en el peso,
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