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Ansiedad-preoperatoria

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Universidad Nacional Autónoma de México 
Facultad de Estudios Superiores Iztacala 
 
 
 
 
 
Ansiedad Preoperatoria 
 
Tesina 
 
 
Que para obtener el título de 
Licenciada en Psicología 
 
 
 
Presenta 
 
María del Carmen Francisco Colín 
 
 
 
 Asesor 
 Lic. Jorge Montoya Avecías 
 
 Dictaminadores 
 
 Mtro. Isaac Pérez Zamora 
 Mtra. Angela María Hermosillo García 
 
 
 
 Tlalnepantla, Edo. de México 
 Junio, 2008 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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Gran Consuelo 
 
Cuando mueren personas 
con quienes se ha estado 
estrechamente unido, 
Cuando nos arrancan y se nos 
Llevan a personas que habían 
Llegado a ser parte de nosotros, 
Se nos va un trozo de 
nosotros mismos a la tumba, 
y el ¿por qué? Nos arde 
en la cabeza y en el corazón, 
hasta que alguien pronuncia 
las palabras liberadoras 
La persona que amas, vive! 
¡la persona que quieres vive! 
¡Hay un reencuentro¡ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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A pesar de todas las adversidades que tuve que afrontar… 
A pesar de todas las enfermedades tuve que conllevar… 
A pesar de todos los obstáculos que he tenido que 
sobrellevar… 
He aprendido que nuestra actitud con la vida determina la 
vida hacia nosotros. 
Solo la actitud positiva es la que nos ayuda a transitar en 
el sendero de la existencia con el paso firme que todos 
necesitamos. 
Todos podemos llegar a ser las personas que queremos 
ser. Es perfectamente posible. 
Esto lo descubriremos a medida que nuestras actitudes 
sean siempre positivas y creamos que todo es posible. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Agradecimientos 
 
 
A la memoria de mi padre: 
Gabino Francisco Remualdo 
A mi madre: 
Como muestra de mi cariño, por todo el amor y apoyo brindado y por que hoy 
veo llegar a su fin una de las metas de mi vida por toda la orientación que 
siempre me ha otorgado Gracias. 
A la memoria de mi hijo: 
Alfredo Ortega Francisco 
Sandra y Andrés, por ser un motivo para seguir adelante luchando y 
esforzándome constantemente, quiero que sientan que el objetivo logrado también 
es de ustedes y la fuerza que me ayudo a conseguirlo es al gran amor que siento 
por ustedes Gracias. 
A mis hermanos y hermanas: 
No es fácil llegar, se necesita ahínco, lucha y deseo pero sobre todo apoyo como 
el que he recibido de todos ustedes ahora más que nunca quiero darle las gracias 
por ayudarme a lograr una de mis metas en la vida. 
A toda mi familia: 
Es testimonio de mi gratitud ilimitada por su apoyo, aliento y estimulo mismos 
que posibilitaron la conquista de esta meta muchas gracias. 
A mis amigos y amigas 
A todas aquellas personas que de alguna manera hicieron posible que yo llegara 
a este momento y que me apoyaron para que fuese realidad. 
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Reconocimientos 
 
 
UNAM-FES IZTACALA 
 
… por mi formación profesional 
 
Al Lic. Jorge Montoya Avecías 
Por su asesoría e interés en este trabajo 
A la Lic. Adelina Rosas Mercado 
Por su gran apoyo durante toda mi formación académica 
 
Índice 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS II 
RECONOCIMIENTOS III 
ÍNDICE VI 
RESUMEN VII 
INTRODUCCIÓN VIII 
 
CAPÍTULO I. ANTECEDENTES DE LA ANSIEDAD 
 
 
1.1 DEFINICIONES Y ANTECEDENTES DE LA ANSIEDAD 1 
1.2 DIFERENTES ENFOQUES TEÓRICOS DE LA ANSIEDAD 10 
1.3 EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA DE LA SALUD 16 
 
CAPÍTULO II. ANSIEDAD PREOPERATORIA Y TRATAMIENTO 
 
 
2.1 ANSIEDAD PREOPERATORIA 
 
24 
2.2 PERIODO PREOPERATORIO Y POSTOPERATORIO 26 
2.3 PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO 33 
 
CAPÍTULO III. PROPUESTA DE ESTRATEGIA PSICOLOGICA 
 
3.1 JUSTIFICACIÓN 40 
3.2 ALCANCES Y LIMITES 42 
3.3 ACTIVIDADES 43 
 
 
CONCLUSIONES 
 
54 
BIBLIOHEMEROGRAFÍA 57 
APÉNDICES 63 
Resumen 
 
 
 
Se define a la ansiedad como una emoción psicobiológica básica, 
adaptativa ante un desafió o peligro presente o futuro, su función es 
la de motivar conductas apropiadas para superar dicha situación y su 
duración está en relación a la magnitud y a la resolución del 
problema que la desencadenó. Cuando una persona enfrenta una 
enfermedad, es por si sola una preocupación que le llevará a 
aumentar sus niveles de estrés y ansiedad, y si esa enfermedad se 
agudiza y se requiere de intervención quirúrgica, toda la esfera 
psicosocial del paciente se altera, incluso a niveles incontrolables 
que pueden obstaculizar el proceso de sanación y recuperación. 
 
Es por esto, que esta tesina, presenta una investigación 
documental para conocer los conceptos básicos de la ansiedad y su 
abordaje para ayudar correctamente a un paciente que sufre 
ansiedad preoperatoria. Concentrándose en la propuesta de 
atención a la Ansiedad preoperatorio, donde se revisan los aspectos 
informativos y técnicos de la operación y trato médico-paciente, que 
pueden contribuir a que el paciente y su familia reduzcan los 
síntomas característicos de las personas que pasan a quirófano. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Introducción 
 
 
 
La primera disciplina médica que reconoció la influencia de los procesos psicológicos 
en la enfermedad médica fue la medicina psicosomática (Lipowski, 1977), este autor 
consideró a esta medicina dentro de una perspectiva que relacionaba los factores 
sociales con los psicológicos y los biológicos. 
 
En la práctica médica actual los problemas psicológicos de los enfermos orgánicos no 
son suficientemente tomados en cuenta, y no es detectada la manera como esos 
problemas influyen en la producción de síntomas corporales y en muchas otras 
dificultades de su evolución médica, desde distintos ámbitos se viene insistiendo en la 
necesidad de un enfoque totalizador del hombre enfermo, que jerarquice la influencia 
del aspecto moral y de la personalidad de cada paciente sobre la evolución de sus 
dolencias físicas (Laín Entralgo, 1975). 
 
Es necesario también destacar que mas allá de los aportes de la psiquiatría, el 
psicoanálisis y otras escuelas psicológicas en el seno mismo de la psicología clínica se 
han comenzado a jerarquizar los aspectos psicosociales vinculados a las enfermedades 
orgánicas, surgiendo un interés creciente por el rescate del generalista que mantenga 
una visión global del enfermo y un cuidado comprensivo para una mejor relación 
medico-paciente. La medicina familiar o comunitaria y la atención medica primaria 
apuntan hacia una medicina integral, que preserve un tratamiento mas humano del 
paciente y posibilite también una utilización mas racional y mesurada de los modernos 
recursos diagnósticos y terapéuticos disponibles (Martínez López, 1980; Me Whinney, 
1981). 
 
Todos estos esfuerzos están marcados por un criterio preventivo, que enfatiza la 
influencia de los factores psicológicos y sociales en el correcto diagnóstico y en la 
evolución y el tratamiento de las enfermedades orgánicas. 
 
Entre estos factores psicológicos la ansiedad ocupa un lugar preponderante, tanto por 
su prevalencia como por sus efectos. Se define a la ansiedad como una emoción 
psicobiológica básica, adaptativa ante un desafió o peligro presente ofuturo, su función 
es la de motivar conductas apropiadas para superar dicha situación y su duración está 
en relación a la magnitud y a la resolución del problema que la desencadenó. La 
ansiedad es una respuesta normal, ligada al instinto de conservación de la especie, 
pudiendo transformarse en una respuesta patológica, cuando ocurre de modo 
innecesario y desproporcionado, interfiriendo negativamente en la vida laboral, social, 
familiar y principalmente produciendo trastornos en la salud del paciente. 
 
La ansiedad se remonta a los orígenes de la humanidad, quizá por ese carácter 
universal de la ansiedad como parte de la condición humana, los médicos de la 
antigüedad la omitían de la lista de enfermedades mentales. 
 
La ansiedad se caracteriza, en general por un estado subjetivo de anticipación, temor, 
aprehensión, o una sensación de peligro inminente, asociado a grados diversos de 
excitación y reactividad automáticas. La ansiedad determina alteraciones de la 
conducta y desempeña un papel importante en el aprendizaje y la adaptación 
(Spielberger, 1966); no obstante un grado muy severo de ansiedad puede constituir un 
factor de desadaptación que altere la interacción con la realidad, es obvio que una 
enfermedad orgánica impone al paciente una difícil tarea psíquica su si mismo, su 
relación con los otros y perspectiva de futuro, por un lado debe tomar conciencia de su 
vulnerabilidad corporal y surge el temor a la muerte, pierde el control de su vida física y 
sus cuidados y lo amedrenta un futuro de invalidez o de limitaciones físicas, puede 
sufrir síntomas orgánicos (fiebre, dolor, disnea) que incrementan su ansiedad 
manteniendo presente la posibilidad de empeoramiento y aproximación de la muerte. 
 
En una intervención quirúrgica se agregan todos los temores y ansiedades que suele 
despertar la anestesia y la cirugía (Giacomonte y Mejía, 1977) también el pasaje por 
áreas de cuidados intensivos presupone elementos traumáticos adicionales, tales como 
extraño del ambiente con aparatos desconocidos, la alteración del ritmo sueño vigilia, 
estímulos que pueden variar bruscamente de la quietud monótona al febril despliegue 
terapéutico que determinan las urgencias y muchos otros. 
 
 La ansiedad asociada a un padecimiento orgánico puede no ser primeramente una 
manifestación del síndrome, sino haberse agregado en forma secundaria, como efecto 
del impacto psicológico de la enfermedad y de sus consecuencias sobre el bienestar y 
el futuro del paciente. 
 
En los últimos años investigaciones clínicas, biológicas y epidemiológicas acerca de los 
trastornos por ansiedad, rescataron la vigencia del modelo biológico y significaron un 
gran avance para la psicopatología en general, particularmente en el desarrollo de 
criterios diagnósticos operacionales. Spielberger (1972) la define como un estado 
emocional displacentero caracterizado por sentimientos subjetivos de tensión, 
aprensión o preocupación y por activación del sistema nervioso autónomo. La 
Asociación Psiquiátrica Americana (1975), la define como aprensión, tensión o dificultad 
que surge por la anticipación de un peligro cuya fuente es desconocido, en el DSM-IV-
TR (2001) se define como la anticipación aprensiva de un futuro peligro o adversidad, 
acompañado por un sentimiento de disforia o síntomas somáticos de tensión, el foco del 
peligro anticipado puede ser interno o externo. 
 
 
Lang (1985) afirmó que hay tres sistemas de respuestas separados comprendidos en la 
ansiedad, que son el comportamental, el fisiológico, y el verbal o cognitivo. Las 
situaciones potencialmente ansiogenas, en general tienen efectos en los tres sistemas, 
y también existen evidencias de que los mismos frecuentemente presentan fallas en su 
concordancia, por lo cual no pueden ser tenidos en cuenta como equivalentes, existen 
varias razones para la falta de concordancia habitual en diferentes personas en los tres 
sistemas de respuesta, por ejemplo el sistema comportamental implica aquellas 
respuestas mas influidas por las restricciones sociales, mientras que el sistema 
fisiológico es el menos influenciado por ellas, resulta evidente, por otra parte, que los 
determinantes temperamentales y de personalidad también influyen en cual será el 
sistema de respuesta mas relevante para cada individuo. 
 
 Cuando se considera desde una perspectiva evolutiva, se le puede definir como un 
estado displacentero o aversivo que tiene una significación biológica, la cual es la 
detención rápida de signos incipientes de peligro, por lo que posee un valor 
considerable de supervivencia, por lo tanto la función clave de la ansiedad es facilitar la 
detención de situaciones amenazantes o peligrosas en diferentes entornos, si bien esta 
detección es importante para la supervivencia, en algunos pacientes ansiosos puede 
estar tan desarrollada, que los mismos se vuelven hipervigilantes y exageran tanto el 
número como la severidad de los posibles peligros que los rodean, en dichos casos, la 
ansiedad se vuelve clínicamente disfuncional o patológica. Así como las personas 
varían a su tendencia a experimentar síntomas ansiosos, también varían en sus 
temores respecto a dichos síntomas ansiosos, para la mayor parte de las personas la 
ansiedad es meramente displacentera, mientras que para otros la ansiedad es 
aterrorizante, en su descripción original el constructo de sensibilidad ansiosa (SA) 
denota estas diferencias individuales en el temor a la ansiedad, Reiss y Mcnally (1985) 
definen a la sensibilidad ansiosa como los temores, a los síntomas ansiosos basados 
en las creencias que dichos síntomas pueden tener consecuencias dañinas. 
 
Como psicólogos es importante dar alternativas de apoyo a las personas que así lo 
requieren y muy especialmente en situaciones que para estos es amenazante para su 
salud y su vida., ya que cada individuo experimenta su enfermedad de acuerdo a su 
personalidad y su propia historia, en concordancia con tipos establecidos de reacción 
en contra de la ansiedad, estos patrones se hacen aparentes en especial en 
enfermedades invalidantes (cirugías) ya que la mayoría de pacientes aceptan su 
enfermedad con apatía, se rehúsan a hacer cualquier esfuerzo para mejorar, otros 
reaccionan con depresión ansiedad, o con una sensación de optimismo y bienestar 
mayor al esperado, tratándose de intervenciones quirúrgicas la situación se torna mas 
compleja, la intervención por su carácter o significación moviliza un determinado tipo de 
ansiedad como consecuencia del entrenamiento claro ante una amenaza de muerte. 
 
El hecho de que el paciente tenga apoyo por parte de un psicólogo que guié al enfermo 
acerca del tipo de intervención quirúrgica, las complicaciones que son posibles esperar, 
así como las que puede deparar el futuro en cuanto a las posibilidades de éxito y 
rehabilitación, representan la mayor ayuda psicológica para el paciente, ya que reduce 
sus temores e inseguridad, así pues es necesario llegar a saber cuales son aquellas 
conductas que incrementan el riesgo de la salud/ enfermedad y poder ayudar a aquellas 
personas a alternar sus conductas con el fin de ser mas sanos, sin embargo hay que 
considerar que las enfermedades no atacan a individuos aislados y se encuentran en 
estrecha vinculación, entre los factores culturales, motivacionales y todo el conjunto de 
relaciones interpersonales que son parte de las capacidades psicológicas de un 
individuo. 
 
 El prevenir la enfermedad a través de los cambios en la conducta del individuo, así 
como del medio ambiente, se percibe como una de los más prominentes medios de 
controlar algunas enfermedades crónicas que conllevan al individuo a intervenciones 
quirúrgicas. Diferentes autores proponen cuatro premisas las cuales son básicas en el 
papel del psicólogo en el campo de la salud, cambios en la conducta pueden reducir la 
probabilidad de riesgo de ciertasenfermedades crónicas, la conducta incrementa el 
riesgo de ciertas enfermedades crónicas, la conducta es modificable, las técnicas 
conductuales nos permiten sistematizar y mantener el cambio. 
 
Alguna vez en la vida o quizás muchas hemos necesitado ayuda por padecer ansiedad, 
los estudios epidemiológicos señalan que al menos en un 20% de la población general 
del mundo la padecen, que las mujeres son en general mas proclives a padecer 
trastornos de ansiedad, que los hombres estimándose una relación de 2 a 1, estos 
trastornos aparecen a cualquier edad, si bien es raro el inicio de trastornos primarios 
después de los 40 años, básicamente la importancia radica en las graves repercusiones 
que tienen sobre la calidad de vida del sujeto y sobre su funcionamiento global, así 
como agravando otros problemas preexistentes 
 
Cualquier situación que amenace la integridad física del individuo, que produzca dolor, 
que afecte estéticamente que disminuya en cualquier forma la autosuficiencia o que 
implique peligro mortal , va a determinar un cambio importante en el estado de animo, 
la causa mas común de un cambio afectivo suele una enfermedad, es muy probable 
que una persona que sufre una enfermedad desarrolle una respuesta Psicológica a ésta 
, ya que por lo general conlleva a una alteración inesperada y no deseada en el curso 
normal de la vida, las manifestaciones de tales repuestas psicológicas están matizadas 
en gran parte por la personalidad de cada individuo, pero siempre estará presente en 
cierto grado de ansiedad ante lo desconocido, frente a una enfermedad física el 
paciente puede aceptarla fácilmente, o bien, en ocasiones se descuida o se engaña a si 
mismo respecto a la gravedad de la misma, no es raro encontrar casos en que el 
enfermo conscientemente desea curarse, pero inconscientemente desea que se 
prolongue, los motivos que retardan la recuperación pueden ser de diversas índole, ya 
que para algunos enfermos el padecimiento es el recurso para lograr la atención, 
mientras que para otros es un medio para castigarse debido a sentimientos de culpa, o 
para escapar de responsabilidades, o bien, como una forma de vengarse o protestar. 
 
Cuando una enfermedad física se acompaña de componentes emocionales que no se 
atienden, se tendera a producir en muchos casos una convalecencia prolongada o se 
favorecerá una reacción de invalidez crónica. Es obvio que la ansiedad se asocia 
siempre a cualquier situación de amenaza para la persona (cirugía), la enfermedad 
humana como tal da lugar a cierta ansiedad (temor a las consecuencias, molestias y 
sufrimientos de los síntomas, pronósticos inciertos, exploraciones complejas, efectos 
adversos al tratamiento o terapias agresivas), por otra parte el padecimiento de la 
ansiedad puede ser fuente de problemas somáticos o médicos en general, la 
enfermedad orgánica conlleva siempre cierta sensación de vulnerabilidad de 
incapacitación y de inseguridad, la intensidad de la reacción de ansiedad asociada a 
ella depende del tipo de enfermedad, de la características psicológicas del enfermo, y 
de los apoyos e información que este reciba, en los últimos años se ha observado un 
interés creciente por vincular la psicología con los problemas de salud. 
 
Capítulo I 
AAnntteecceeddeenntteess ddee llaa AAnnssiieeddaadd 
 El dolor es la máquina que, a veces, construye y, a veces, destruye 
1.1 Definiciones y Antecedentes de la Ansiedad 
 
En la actualidad, es difícil mantener dichas diferencias, ya que dentro del concepto de 
ansiedad agrupamos tanto los síntomas psíquicos o cognitivos como los conductuales y 
físicos. Además, en el DSM-IV (Manual de Clasificación de Trastornos 
Psicopatológicos), el trastorno de ansiedad se denomina trastorno de angustia 
resaltando, entre otras características. Con el desarrollo de la Psicología y la aparición 
de distintas escuelas y enfoques, ambos conceptos se han ido diferenciando hoy en 
día, la psicología científica se ocupa del abordaje de la ansiedad, mientras que las 
corrientes psicoanalíticas y humanistas usan con preferencia el término angustia. 
Durante mucho tiempo, el término angustia fue diferenciado de la ansiedad, 
caracterizando a la misma como una expresión somática predominante en forma de 
constricción y opresión, es decir, vivenciada como un sufrimiento físico general; además 
de dicha sensación aparece la anticipación del peligro, que también es común a la 
ansiedad. Muchas podrían ser las explicaciones a este fenómeno. Entre otras la 
creciente inseguridad en la que desde hace mucho tiempo vivimos los ciudadanos de 
un mundo globalizado, inseguridad que se ha ido incrementando dramáticamente en los 
últimos años. 
 
Pueden también aludirse causas socio-económicas, generadas por el aumento de la 
pobreza y la desocupación. Concomitantemente la pérdida de referencias y certezas 
generadas por los cambios, cada vez más vertiginosos; la percepción de 
incontrolabilidad de los sucesos así como la impredicibilidad de los mismos, genera una 
desesperanza aprendida que daría cuenta también del aumento de la ansiedad y la 
depresión que vive de la población. 
 
2 
 
Según el Diccionario de la Real Academia Española (vigésima segunda edición), el 
término ansiedad proviene del latín anxietas, refiriendo un estado de agitación, 
inquietud o zozobra del ánimo, refiriéndose también a la Angustia que suele acompañar 
a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a 
los enfermos. El concepto de ansiedad ha ido evolucionando hacia una multiplicidad de 
dimensiones. En primer lugar, éste se ha considerado como un estado emocional y 
fisiológico transitorio, como un rasgo de personalidad y como explicación de una 
conducta. 
 
También concuerda este término como lo define Virues (2005), ansiedad que proviene 
del latín "anxietas", congoja o aflicción. Consiste en un estado de malestar psicofísico 
caracterizado por una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desosiego 
ante lo que se vivencia como una amenaza inminente y de causa indefinida la 
diferencia básica entre la ansiedad normal y la patológica, es que ésta última se basa 
en una valoración irreal o distorsionada de la amenaza. Cuando la ansiedad es muy 
severa y aguda, puede llegar a paralizar al individuo, transformándose en pánico. 
 
 
Durante la segunda guerra mundial, se produjo un reconocimiento más general de la 
naturaleza y de las manifestaciones de la ansiedad, se comenzaron a efectuar 
diagnósticos más precisos, y los soldados que se quejaban de síntomas de antes se 
consideraban el resultado de las alteraciones cardiacas funcionales, pasaron a ser 
diagnosticados como reacción ansiosa. 
 
Los síntomas que ayudan a detectar trastornos de ansiedad en los adolescentes son: la 
inseguridad, el temor, la preocupación, pensamientos negativos y el temor anticipado 
ante hechos que se viven como de "difícil tránsito". A veces se acompañan de 
síntomas somáticos: cardiovasculares, taquicardia, hipertensión arterial; sensaciones 
de falta de aire y dificultades respiratorias; gastrointestinales tales como dolores 
abdominales, cólicos; sequedad de boca, transpiración profusa, cefaleas y contracturas 
musculares. 
3 
 
 
 El sentimiento de vergüenza puede aumentar la ansiedad, y muchas personas se 
asombran al enterarse que los demás no se dan cuenta de su ansiedad o si lo hacen no 
pueden apreciar la intensidad de la misma. Un aspecto importante de las emociones es 
su efecto sobre la atención selectiva. Las personas ansiosas están predispuestas a 
seleccionar ciertas cosas de su entorno y descuida otras en su esfuerzo por demostrar 
que esta justificado el que consideren una situación como amenazante y respondan en 
consecuencia. Si falsamente justifican su miedo, sus ansiedades aumentan por la 
respuesta selectiva y crean un círculo vicioso de la ansiedad, distorsión dela 
percepción e incremento de intensidad (Canto y Castro, 2004). 
 
La ansiedad es un fenómeno psíquico universal que todos experimentamos en mayor o 
menor medida cotidiana, puede considerarse que existe un ansiedad normal, adaptativa 
que sirve para prepararnos para responder en las mejores condiciones posibles ante 
circunstancias amenazadoras de peligro. 
 
Es parte del patrón normal de desarrollo que se exhibe de manera diferente a medida 
que los niños crecen. Todos experimentamos ansiedad en algún momento y la mayor 
parte de las veces, se puede enfrentar de manera positiva. Algunas personas se 
sienten ansiosas sobre asuntos específicos, como hablar en público, pero son capaces 
de rendir bien en otras actividades, como en interacciones sociales. Otras personas 
pueden tener niveles tan altos de ansiedad que su habilidad general de funcionar se ve 
afectada. 
 
Cuando la ansiedad no es adaptativa, cuando el peligro al que pretende responder no 
es real, cuando el nivel de activación y su duración son desproporcionados con 
respecto a la situación objetiva, o cuando no es capaz de generar una respuesta 
adecuada, se habla de ansiedad patológica. 
 
Moreno (2002), dice que la ansiedad también suele acompañarse de gran variedad de 
cuadros clínicos tanto de índole psiquiátrica como de índole médica (ansiedad 
4 
 
secundaria) pero además puede constituir, el síntoma cardinal de trastornos 
específicos, no derivando de otro trastorno psíquico u orgánico subyacente (ansiedad 
primaria). 
 
Los trastornos de ansiedad se caracterizan por tener a la ansiedad o miedo como 
elementos principales del sufrimiento humano. Cada trastorno se refiere a un conjunto 
característico de síntomas y sensaciones que suelen aparecer en la misma persona. Es 
lo que denominamos los psicólogos un síndrome clínico. Los principales trastornos de 
ansiedad son: pánico, agarofobia, fobia social, fobias específicas, trastorno obsesivo-
compulsivo, trastorno por estrés agudo, trastorno por estrés postraumático y trastorno 
por ansiedad generalizada (Moreno, 2002). 
 
Según Bobes, Bousoño y González (2003), mencionan que los trastornos de ansiedad 
siempre han supuesto un problema teórico en cuanto a su clasificación y diagnóstico 
diferencial, y aun existiendo un consejo generalizado respecto a su diferencialización 
con otros trastornos de naturaleza psicótica o incluso respecto a las alteraciones de la 
personalidad, no están sin embargo bien definidas las líneas de demarcación respecto 
a los trastornos del humor o afectivos, y existen también dificultades en cuanto a la 
diferencialización interna de determinados subtipos. 
 
Algunos tipos de ansiedad son: 
 
Trastorno de Ansiedad por la Separación: Es la ansiedad excesiva por la separación del 
niño del hogar o de aquellos a quienes el niño está ligado. La persona puede desarrollar 
una preocupación excesiva al punto de que puede negarse a ir a la escuela, estar solo 
o dormir solo. Las pesadillas repetitivas y las quejas acerca de síntomas físicos (tales 
como el dolor de cabeza, dolor de estómago, náusea o vómitos) pueden ocurrir. 
 
También puede manifestarse de muchas formas, como el trastorno de ansiedad por 
separación, la fobia social o el trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de 
ansiedad por separación: La angustia por la separación de personas y situaciones 
5 
 
conocidas constituye una parte normal del crecimiento. Siendo un niño, la ansiedad va 
reduciéndose a medida que crece. Un niño o adolescente que se angustia demasiado 
ante la separación cotidiana de sus padres o las personas encargadas de su cuidado, 
de su casa o de situaciones conocidas, puede estar sufriendo el trastorno de ansiedad 
por separación. 
 
El Trastorno de Ansiedad Generalizado: Es la ansiedad excesiva y preocupación sobre 
los eventos o actividades, tal como el asistir a la escuela o trabajo. En este trastorno de 
ansiedad generalizada: los niños y adolescentes con trastorno de ansiedad 
generalizada (TAG) se preocupan por todo tipo de cosas, desde el rendimiento escolar 
y los asuntos de salud hasta los hechos del mundo y las cuestiones familiares. Si bien 
cierto grado de preocupación es normal en cualquier niño que va a la escuela y enfrenta 
la vida diaria, el niño con TAG no puede dejar de inquietarse, aunque se le brinde 
consuelo. Los jóvenes tienden además a presentar síntomas como irritabilidad, 
alteraciones del sueño y molestias o dolores musculares causados por su 
preocupación. 
 
González, Cubas, Rovella y Darías (2006), afirman que el TAG es uno de los 
trastornos de ansiedad menos estudiado, más estable, menos conceptuado y más difícil 
de identificar y que podría considerarse como el trastorno de ansiedad “más básico”, 
pues la investigación de la naturaleza y la comprensión de este trastorno podría tener 
implicaciones para entender todos los trastornos de ansiedad y los aspectos favorables 
de la ansiedad como emoción. 
 
La característica esencial del TAG señala la American Phychiatric Association (2000), 
en el Diagnostic and Statistical Manual (DSM-IV-TR) es la “ansiedad y preocupación 
excesiva sobre una amplia gama reacontecimientos o actividades que se prolongan 
más de seis meses. 
 
Mientras tanto el Trastorno de Pánico: Es la presencia recurrente e inesperada de 
ataques de pánico y preocupaciones persistentes acerca de tener los ataques. Estos 
6 
 
ataques de pánico se refieren a la ocurrencia repentina de temores intensos, miedo o 
terror, a menudo asociados con sentimientos de desgracia inminente. También puede 
sentirse corto de respiración, con palpitaciones, dolor de pecho o incomodidad, 
sensaciones de ahogo y asfixia y el temor de "volverse loco" o perder el control. 
 
Barzui y Albano (2004), indican que la ansiedad es una emoción básica que 
experimentan todos los seres humanos. Suele aparecer como respuesta normal a un 
peligro o amenaza. Es absolutamente normal tener sentimientos de ansiedad ante 
determinadas situaciones y a determinadas edades. Más del 90% de las personas que 
se tratan por trastornos de ansiedad se recupera por completo. 
 
Las Fobias: Son los temores persistentes e irracionales de un objeto especifico, 
actividad o situación. 
 
Fobia social: A medida que los niños se desarrollan, es normal que se relacionen 
socialmente con otros niños de su edad y adultos. Sin embargo, algunos niños sienten 
ansiedad ante la proximidad de ciertas situaciones sociales. Pueden tener dificultades 
para hablar en voz alta en clase, entablar o unirse a una conversación, hacer y 
conservar amigos, contestar o hablar por teléfono, dar lecciones orales, dar exámenes, 
comer en público, hacerse valer o participar en actividades en las que cuenta su 
rendimiento, como en gimnasia o música. Estos niños suelen inquietarse demasiado 
por lo que piensan los demás y muestran excesiva preocupación por si hacen o dicen 
algo embarazoso. Manifiestan mucha ansiedad y evitan estas situaciones por miedo a 
hacer el ridículo, ser rechazados, o ser objeto de críticas. Cuando esta ansiedad y la 
evitación comienzan a provocar un sufrimiento importante e interfieren en su 
desenvolvimiento diario, puede considerarse fobia social. 
 
De acuerdo a Hidalgo, Cendali, Marcelo, Cienca y Kappaun (2004), de igual manera 
mencionan que la ansiedad social (fobia social), es un desorden prevalente y de curso 
crónico si no es tratada oportunamente. Constituye un temor intenso a una o más 
situaciones sociales en la que el paciente se expone ante personas no familiares y a la 
7 
 
eventual observación o evaluación por parte de estas. Describiendo a la ansiedad como 
una reacción humana básica y que ocurre ante cualquier reacción de alarma, 
respondemos a esta con un complejo conjunto de modificaciones, generadas por el 
sistema nervioso central, en el orden fisiológico psicológico y conductual al entorno. 
 
 ParaGonzález, Cubas, Rovella y Darías (2006), la ansiedad es un sentimiento 
circunstancial de la condición humana, es un estímulo productivo y/o perturbador del 
comportamiento que compromete el funcionamiento del individuo. Hay quienes definen 
la angustia como un estado afectivo desagradable en respuesta a un determinado 
estímulo externo que inhibe y paraliza, se expresa a través de somatizaciones variadas, 
que suelen ser llamadas concomitancia fisiológica de la angustia, se trata de 
sensaciones corporales diversas con carácter penoso o sea francamente doloroso, y 
afecta esencialmente a la musculatura lisa y al sistema nervioso vegetativo. 
 
Conceptualmente Bobes, Bousoño y González (2003), describen a la ansiedad como un 
estado de activación del sistema nervioso, consecuencia de estímulos externos o 
producto de un trastorno endógeno de las estructuras o de la fusión cerebral. Esta 
activación se traduce, por un lado, en síntomas periféricos derivados de la estimulación 
del sistema nervioso vegetativo (aumento del tono simpático) y del sistema endocrino 
(secreción de hormonas suprarrenales), que producirían los síntomas somáticos de 
ansiedad y, por otro lado, en síntomas de estimulación del sistema límbico y de la 
corteza cerebral que se traducen en los síntomas patológicos de ansiedad. 
 
Los trastornos de ansiedad son la patología mental más frecuente en la práctica médica 
general, se inician en épocas de la vida relativamente precoces (veintena) tienden a 
cronificarse con periodos de mejoría y recurrencia generando en ocasiones mucha 
discapacidad a las personas que los sufren y alteraciones en la convivencia familiar, 
social y laboral, también menciona que en ocasiones la ansiedad patológica del 
paciente puede estar desencadenada por una situación estresante con una base 
personal genética de predisposición familiar a padecer trastornos de ansiedad (Arbesú, 
2006). 
8 
 
 
Para Riquelme (2006), la ansiedad es una emoción básica del ser humano, un síntoma 
presente en la mayoría de los trastornos psiquiátricos. Un síntoma frecuente en muchos 
cuadros médicos. En los trastornos por ansiedad es la sintomatología predominante. 
Concepto de ansiedad normal ansiedad patológica. Además de que es 
desproporcionada al hecho que la provoca se mantiene después que el peligro ha 
desaparecido, aparece sin motivo justificado de tipo externo interfiere con el 
funcionamiento habitual del individuo. 
 
Llanos (2007), habla de varios autores y sus definiciones de la ansiedad, como 
Spielberger, “Es un estado emocional displacentero, caracterizado por sentimientos 
subjetivos de tensión, aprensión o preocupación y por activación del sistema nervioso 
autónomo.”; la Asociación Psiquiátrica Americana (APA), “La define como aprensión, 
tensión o dificultad que surge por la anticipación de un peligro cuya fuente es 
desconocida.”; el DSM-IV-TR “Es la anticipación aprensiva de un futuro peligro o 
adversidad, acompañada por un sentimiento de disforia o síntomas somáticos de 
tensión. El foco del peligro anticipado puede ser interno o externo.”; Collins, “La 
ansiedad es un estado de dificultad o “tensión”, causado por la aprensión de posibles 
infortunios, peligros y preocupaciones.” 
 
La ansiedad no es un concepto o un estado particular muy limitado ya que es una señal 
o reacción general bastante común en el ser humano. “la ansiedad normal es una 
respuesta apropiada ante una situación amenazante según Kaplan y Sadock (2000). La 
ansiedad y la depresión como rasgo constituyen indicadores pronósticos que ayudan. A 
predecir la forma en que reaccionará una persona ante determinadas situaciones. 
 
Looslí (1982), ve a la ansiedad como el estado de inquietud interior, resultante del 
equilibrio inestable entre el impulso y la retención. Estado crónico que se funda en la 
propia existencia y que se expresa por signos fisiológicos y psicológicos. La ansiedad 
vaga, sin objeto que cristaliza en: angustia, miedo y temor. 
 
9 
 
La ansiedad como una emoción normal se experimenta en situaciones en las que el 
sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Habría que diferenciar 
entre miedo (el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se 
prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza 
interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta). La ansiedad es 
anormal cuando es desproporcionada y demasiado prolongada para el estímulo 
desencadenante. 
De la misma forma se diferencia del miedo en que la ansiedad es una respuesta a una 
amenaza desconocida, interior o conflictiva, mientras que el miedo es una respuesta a 
una amenaza conocida también mencionan que la experiencia de la ansiedad tiene dos 
componentes: la conciencia de las sensaciones fisiológicas y la conciencia de estar 
nervioso o asustado. 
 
También se dice que aparece cuando una situación se percibe difícil de superar o difícil 
de controlar. Por ese motivo se establece que cuando una persona se siente capacitada 
para enfrentar una tarea, confía en sus habilidades o conoce los problemas que se 
pueden presentar, es menos probable que reaccione de forma ansiosa. 
 
Mientras tanto Virues (2005), menciona que la ansiedad como una respuesta emocional 
que se presenta en el sujeto ante situaciones que percibe o interpreta como 
amenazantes o peligrosas, aunque en realidad no se pueden valorar como tal, esta 
manera de reaccionar de forma no adaptativa, hace que la ansiedad sea nociva porque 
es excesiva y frecuente. Es por esto que la ansiedad es considerada como un trastorno 
mental prevalente en la actualidad, ya que engloba toda una serie de cuadros clínicos 
que comparten, como rasgo común, extrema de carácter patológico, que se manifiesta 
en múltiples disfunciones y desajustes a nivel cognitivo, conductual y psicofisiológico. 
 
Todo organismo viviente necesita disponer de algún mecanismo de vigilancia para 
asegurar su supervivencia y la ansiedad cumple ese papel en numerosas situaciones; 
la ansiedad es una emoción normal que cumple una función adaptativa en numerosas 
situaciones (Moreno, 2002), así es normal, y deseable, que un ser humano tenga 
10 
 
miedo cuando se avecina un peligro real. De hecho nuestro organismo está preparado 
para aprender a sentir miedo y ansiedad en determinadas circunstancias como una 
forma de prevenir males mayores. 
 
Prácticamente cualquier problema de ansiedad se puede incluir en alguno de los 
apartados precedentes, si bien, a veces, los síntomas que se presentan no alcanzan la 
intensidad, la frecuencia o la repercusión en la vida social, laboral o personal como 
para justificar un diagnóstico formal de trastorno de ansiedad. 
 
Un estado de ansiedad consiste en un sentimiento de nerviosismo, preocupación, 
tensión y aprensión hasta un temor intenso o franco de pánico. Los rasgos de ansiedad 
se refieren a las diferencias individuales en la tendencia o propensión a experimentar 
dichas emociones Chacon, Grau, Guerra, y Massip (2006). 
 
1.2. Diferentes en foques teóricos de la ansiedad 
 
Desde las primeras décadas del siglo XX, existe un interés por la ansiedad en la 
literatura psicológica al considerarla una respuesta emocional paradigmática que ha 
ayudado a la investigación básica en el ámbito de las emociones. Dichas 
investigaciones se han desarrollado a lo largo de la historia con dos problemas 
fundamentales: la ambigüedad conceptual del constructo de ansiedad y las dificultades 
metodológicas para abordarlo. Estos problemas dieron lugar a que las distintas 
corrientes psicológicas (psicodinámica, humanista, existencial, conductista, 
psicométrica y, las más recientes, cognitiva y cognitivo-conductual) se ocuparan del 
abordaje de la ansiedad y de las similitudes y diferencias con otros conceptos, dada la 
gran confusión terminológica con la angustia, el estrés, temor, miedo,tensión, arousal, 
entre otros. 
 
 Sierra, Ortega y Zubeidat (2003), hablan de las manifestaciones de la ansiedad 
consisten en una respuesta vivencial, fisiológica, conductual y cognitiva, caracterizada 
por un estado generalizado de alerta y activación. Existen casi tantas definiciones de 
11 
 
ella como modelos teóricos donde encuadrar a las mismas, por lo que todas las teorías 
están de acuerdo en que consiste en una respuesta emocional compleja, adaptativa y 
fenomenológicamente pluridimensional. A continuación, se describe un breve recorrido 
por los distintos enfoques que han abordado el concepto de ansiedad a lo largo de su 
historia. 
 
Enfoque psicoanalítico 
 
La teoría psicoanalítica sostiene que la ansiedad con la que el psiconeurótico lucha es 
producto del conflicto entre un impulso inaceptable y una contrafuerza aplicada por el 
ego. Freud concibió la ansiedad como un estado afectivo desagradable en el que 
aparecen fenómenos como la aprensión, sentimientos desagradables, pensamientos 
molestos y cambios fisiológicos que se asocian a la activación autonómica. Este autor 
identifica elementos fenomenológicos subjetivos y fisiológicos, siendo los primeros más 
relevantes bajo su punto de vista, añadiendo que es el componente subjetivo el que 
implica, en sí mismo, el malestar propio de la ansiedad. Por otra parte, carácter 
adaptativo, actuando como una señal ante el peligro real e incrementando la activación 
del organismo como preparación para afrontar la amenaza. Además, Freud en 1971 
identifica tres teorías sobre la ansiedad: 
 
 1) La ansiedad real que aparece ante la relación que se establece entre el yo y el 
mundo exterior; se manifiesta como una advertencia para el individuo, es decir, le avisa 
de un peligro real que hay en el ambiente que lo rodea. 
 
2) La ansiedad neurótica, que resulta más complicada, se entiende también como una 
señal de peligro, pero su origen hay que buscarlo en los impulsos reprimidos del 
individuo, siendo ésta la base de todas las neurosis; se caracteriza por la carencia de 
objeto, estando el recuerdo del castigo o evento traumático reprimido, no se reconoce el 
origen del peligro; además, se relaciona el peligro con el castigo contingente a la 
expresión de los impulsos reprimidos, lo que permite reconocer la superioridad de esta 
12 
 
ansiedad respecto a la objetiva diferencia entre peligro real externo y peligro de origen 
interno y desconocido. 
 
3) La ansiedad moral es conocida como la de la vergüenza, es decir, aquí el super yo 
amenaza al sujeto con la posibilidad de que el yo pierda el control sobre los impulsos. 
Al comienzo Freud teorizó acerca del origen de la ansiedad y de los trastornos 
psiconeuróticos, al considerar que eran producto de conflictos sexuales. Esta teoría 
libidinal fue acompañada después por otros aportes, al considerar que la ansiedad era 
también una reacción psicológica del Yo, frente a peligros o amenazas del exterior o 
interior. 
 
Enfoque conductual 
 
Frente a las teorías dinámicas, aparece un nuevo modelo que trata de acercar el 
término hacia lo experimental y operativo. El conductismo parte de una concepción 
ambientalista, donde la ansiedad es entendida como un impulso que provoca la 
conducta del organismo. Esta escuela utiliza en el estudio de la respuesta de ansiedad 
los términos de miedo y temor frecuentemente. Así, desde las teorías del aprendizaje, 
la ansiedad se relaciona con un conjunto de estímulos condicionados o incondicionados 
que elicitan a la misma en forma de respuesta emocional; además, ésta se concibe 
como un estímulo discriminativo, considerando que la ansiedad conductual está 
mantenida a partir de una relación funcional con un refuerzo obtenido en el pasado. 
Todo ello indica que se puede entender el escenario en el que se aprende la conducta 
de ansiedad a través del aprendizaje por observación y el proceso de modelado. 
 
En general, supone un afrontamiento de la situación por parte del sujeto, sean cuáles 
sean las consecuencias que deriven de ella, un escape de la situación sin permitir su 
desarrollo, o la evitación del peligro percibido por el individuo una vez que se propone 
iniciar la conducta; a esto se le conoce por reacción de lucha y huida. Puede derivar en 
inhibición de la conducta, en comportamientos agresivos, en evitación de situaciones 
13 
 
futuras que sean similares, en bloqueos momentáneos o en hiperactividad, según se 
trate de un individuo u otro. 
 
Enfoque cognitivo 
 
Después de la década de los años sesenta, las variables cognitivas empiezan a cobrar 
importancia en el ámbito de la Psicología, dando lugar al enfoque cognitivo. La mayor 
aportación del enfoque cognitivo ha sido desafiar el paradigma estímulo-respuesta, que 
se había utilizado para explicar la ansiedad. Los procesos cognitivos aparecen entre el 
reconocimiento de una señal aversiva y la respuesta de ansiedad que emite el sujeto. 
Desde este enfoque, el individuo percibe la situación, la evalúa y valora sus 
implicaciones; si el resultado de dicha evaluación es amenazante, entonces se iniciará 
una reacción de ansiedad modulada por otros procesos cognitivos; situaciones 
similares producirán reacciones de ansiedad parecidas en su grado de intensidad. Las 
situaciones que elicitan una mayor reacción de ansiedad se evitan y, aún en su 
ausencia, la mera imagen de éstas también produce una reacción de ansiedad; esto se 
explica de muy diversas formas pero, en general, se asume que la reacción se genera a 
raíz del significado o interpretación individual que el sujeto confiere a la situación. 
Algunas veces, el individuo reconoce que tal situación no es una amenaza objetiva, a 
pesar de lo cual no puede controlar voluntariamente su reacción de ansiedad. 
 
La persona con ansiedad interpreta la realidad como amenazante, pero esto no es 
totalmente cierto porque la situación que él percibe puede no constituir una amenaza 
real; dicha percepción suele venir acompañada de una sensación subjetiva de 
inseguridad, nerviosismo, angustia, irritabilidad, hipervigilancia, inquietud, preocupación, 
miedo, agobio, sobreestimación del grado de peligro, pánico, atención selectiva a lo 
amenazante, interpretación catastrofista de los sucesos, infravaloración de la capacidad 
de afrontamiento, disfunción de la capacidad de memoria y concentración, etc. 
 
En la actualidad, la ansiedad de carácter clínico se caracteriza por presentar una serie 
de factores entre los que se cuenta que la emoción sea recurrente y persistente, que la 
14 
 
respuesta emocional emitida sea desproporcionada en relación a la situación, que sea 
evocada en ausencia de algún peligro ostensible; además, el individuo puede quedar 
paralizado por un sentimiento de desamparo o se muestra incapaz de realizar 
conductas adaptativas a la situación con objeto de eliminar dicha ansiedad. 
 
Enfoque cognitivo-conductual 
 
Cuando un individuo siente o afirma tener ansiedad, intervienen en dicho proceso 
distintas variables, por lo que ninguna de ellas debe ser despreciada para el estudio del 
mismo; se trata de variables cognitivas del individuo (pensamientos, creencias, ideas, 
etc.) y variables situacionales (estímulos discriminativos que activan la emisión de la 
conducta). Según esto, la ansiedad pasa de ser concebida como rasgo de personalidad 
a ser considerada como un concepto multidimensional, existiendo áreas situacionales 
específicas asociadas a diferencias relativas al rasgo de personalidad. 
 
En el caso de la teoría tridimensional de Lang (1968), se considera a la ansiedad como 
un sistema triple de respuesta en el que interactúan manifestaciones cognitivas, 
fisiológicas y motoras. 
 
La respuesta motora habitual, en relación a estímulos que elicitan la ansiedad, 
comprende de conductas evitativas y otros aspectos del comportamiento, como un 
aumento o una disminución del a gesticulación,cambios en la postura y temblores, el 
componente de expresión lingüística se refiere a los sucesos cognitivos o a la 
descripción verbal de los mismos. El sistema fisiológico de la ansiedad, se asocia con 
un aumentó de la actividad del sistema nervioso simpático, con incrementos del a tasa 
cardiaca, respiratoria, sudoración y tono muscular. 
 
Existen distintos cuadros clínicos en los que la ansiedad es el síntoma fundamental 
entre ellos estaría el trastorno por crisis de angustia, en el que la ansiedad se presenta 
de forma episódica como palpitaciones, sensación de ahogo, inestabilidad, temblores o 
miedo a morirse; el trastorno de ansiedad generalizada, existiendo un estado 
15 
 
permanente de angustia; el trastorno fóbico, con miedos específicos o inespecíficos; el 
trastorno obsesivo-compulsivo, con ideas "intrusitas" y desagradables que pueden 
acompañarse de actos rituales que disminuyen la angustia de la obsesión (lavarse 
muchas veces por miedo a contagiarse, comprobar las puertas o los enchufes, dudas 
continuas); las reacciones de estrés agudo o postraumático; y los trastornos de 
adaptación a situaciones vitales adversas. 
 
La ansiedad es la activación del sistema nervioso, consecuente con estímulos externos 
o como resultado de un trastorno endógeno de las estructuras o de la función cerebral. 
La activación se traduce como síntomas periféricos derivados del sistema nervioso 
vegetativo (aumento del tono simpático) y del sistema endocrino (hormonas 
suprarrenales), que dan los síntomas de la ansiedad. Por otro lado, los síntomas en 
estimulación del sistema límbico y de la corteza cerebral que se traducirán en síntomas 
psicológicos de ansiedad. 
 
Teoría Psicodinámica. El creador es Freud. Dijo que la angustia es más un proceso 
biológico (fisiológico) insatisfecho (respuesta del organismo ante la sobreexcitación 
derivada del impulso sexual [libido] para posteriormente llegar a otra interpretación en 
donde la angustia sería la señal peligrosa en situaciones de alarma. Según esta teoría, 
la angustia procede de la lucha del individuo entre el rigor del súper yo y de los instintos 
prohibidos (ello) donde los estímulos instintivos inaceptables para el sujeto 
desencadenarían un estado de ansiedad. 
 
Teorías Conductistas. 
 
El conductismo se basa en que todas las conductas son aprendidas y en algún 
momento de la vida se asocian a estímulos favorables o desfavorables adoptando así 
una connotación que va a mantenerse posteriormente. Según esta teoría, la ansiedad 
es el resultado de un proceso condicionado de modo que los sujetos que la padecen 
han aprendido erróneamente a asociar estímulos en un principio neutros, con 
acontecimientos vividos como traumáticos y por tanto amenazantes, de manera que 
16 
 
cada vez que se produce contacto con dichos estímulos se desencadena la angustia 
asociada a la amenaza. La teoría del aprendizaje social dice que se puede desarrollar 
ansiedad no solo a través de la experiencia o información directa de acontecimientos 
traumáticos, sino a través del aprendizaje observacional de las personas significativas 
al entorno. 
 
Teorías Cognitivistas. Considera la ansiedad como resultado de "cogniciones" 
patológicas. Se puede decir que el individuo "etiqueta" mentalmente la situación y la 
afronta con un estilo y conducta determinados. Por ejemplo, cualquiera de nosotros 
podemos tener una sensación física molesta en un momento determinado, si bien la 
mayoría de nosotros no concedemos ningún significado a esta experiencia. No obstante 
existen personas que interpretan ello como una señal de alarma y una amenaza para 
su salud física o psíquica lo cual provoca una respuesta neurofisiológica 
desencadenando así la ansiedad. 
 
1.3 El nacimiento de la psicología de la Salud 
 
En los siguientes apartados se pretende identificar las contribuciones de la psicología 
de la salud al ámbito hospitalario en México, para lo cual se parte de la experiencia en 
Estados Unidos de América, pues es de los países con mayor desarrollo en esta área, y 
considerando que tiene casi cuatro décadas más que nosotros en el desarrollo de la 
psicología de la salud, es un eje que permite retomar después la experiencia mexicana 
con sus peculiaridades, marcando sus fortalezas y debilidades para identificar las 
tendencias futuras específicas a nuestro país. 
 
Pese a estos esfuerzos, todavía en la década de 1960 se puede observar a un modesto 
grupo de psicólogos colocados en el ámbito de salud. Las limitadas oportunidades para 
los psicólogos tuvieron su base en motivos con económicos, lo cual se superó cuando 
fueron capaces de optimizar el trabajo de los médicos y de proporcionar un servicio que 
generara honorarios. 
 
17 
 
Entre las décadas de 1960 y 1970 se da una participación mayor, observándose al 
psicólogo clínico y al psiquiatra con funciones intercambiables en apoyo al desempeño 
médico, y es en la segunda mitad de esta década que el psicólogo deja de ser 
subordinado del psiquiatra, dando a conocer los lineamientos de su actividad con base 
en tres aspectos: a) demostración de la existencia de un campo fértil por medio de 
trabajos sobre retroalimentación y psicología familiar; b) detección de la relación entre 
enfermedad y estilos de vida; y c) evidencia de que los conceptos psicodinámicos son 
oscuros y no proporcionan una alternativa. Por su parte, en materia de prevención los 
aportes han sido verdaderamente valiosos. 
 
En cuanto al proceso de conceptualización de la psicología de la salud, éste parte con 
la creación de la medicina psicosomática, la cual es muy similar a la psiquiatría, sin 
embargo, fue la primera en considerar los aspectos psicológicos que intervienen en la 
salud física, enfermedad y tratamiento; su debilidad radicó en la carencia de una 
orientación teórica particular y se centró en la intervención clínica con un nivel 
educativo. 
 
Superando las limitaciones anteriores se encuentra la psicología encargada al cuidado 
de la salud, misma que provee un servicio más amplio centrándose en el mantenimiento 
de la salud, prevención, epidemiología y programas de intervención a gran escala. 
Contrario a este término surge la medicina conductual, la cual se enfoca al individuo 
específicamente y se denominó como un campo interdisciplinario (tanto de la ciencia 
conductual como de la medicina) dedicado a la prevención, diagnóstico, tratamiento y 
rehabilitación. Por otro lado, surgió la .salud conductual, que se dedicó al 
mantenimiento de la salud y las disfunciones de las personas sanas. 
 
En la que las acciones estas dirigidas a personas especificas, y alcanza una 
perspectiva más completa que tiene que ver con su impacto global sobre el desarrollo 
de sociedades saludables, visión que implica integración de la ciencia psicológica la 
conjunto de disciplinas y aporta una nueva concepción y práctica del a salud pública. 
(Londoño, Valencia y Vinaccia, 2006). 
18 
 
 
Se pretende insertare al psicólogo en el sistema sanitario como agente participativo 
cuya labor va más allá de la intervención clínica, ya que busca alcanzar una mayor 
comprensión del fenómeno d la salud y su relación con diversos aspectos psicológicos. 
Por otra parte, la práctica clínica tradicional del psicólogo en el área de salud mental, 
deriva del modelo biomédico, se ha centrado en el cuidado terciario. 
 
Desde hace más o menos diez años, la evolución de una visión negativa del proceso 
salud enfermedad para una concepción positiva de corte salutogénico planteó la 
necesidad de cambiar radicalmente la concepción de salud pública y las características 
de sus acciones. Esto ha hecho que sea preciso encaminar las acciones hacia la 
protección y promoción de la salud, acciones estas sustentadas en la formulación de 
una política pública saludable. 
 
Para Floréz, (2004), la psicología de la salud constituye, en últimas, el reconocimientode un hecho cada vez más evidente: el fenómeno vital humano está en permanente 
variación no sólo en función de factores orgánicos, sino también en función de factores 
ambientales y psicosociales; incluso, el papel que juegan factores como el estilo de vida 
y el ambiente social en la determinación de esa variabilidad del proceso salud-
enfermedad, es hoy en día proporcionalmente superior al de los factores orgánicos. Ello 
ha llevado a que el ámbito de la salud se amplíe hacia áreas de conocimiento que antes 
eran relativamente ignoradas, como las ciencias sociales y humanas; ahora no sólo se 
reconoce su función y aporte, sino que se le demandan a estas ciencias soluciones 
para problemas que escapan al alcance del modelo biomédico tradicional. El desarrollo 
económico y social, aunque ha beneficiado la salud de la población en algunos 
aspectos, también ha impuesto condiciones negativas, muchas de orden psicosocial: 
los riesgos mentales, los estilos de vida inadecuados, los hábitos nocivos como el 
consumo de sustancias tóxicas, el estrés, el deterioro ambiental, e incluso la inequidad 
en el acceso a las oportunidades de realización personal, son aspectos que coexisten 
con el desarrollo de nuestras sociedades. 
 
19 
 
La psicología médica, al interesarse por la situación psicológica de la persona enferma, 
representa un campo antecedente de la psicología clínica de la salud, área de 
aplicación de procedimientos de intervención clínica con personas que padecen alguna 
enfermedad. Esta área se propone el desarrollo de conocimientos que permitan 
comprender y modificar la situación psicológica de la persona enferma, tales como sus 
creencias acerca de la salud, el locus de control, el estilo de afrontamiento, y las 
situaciones afectivas que se viven en esta condición. También se plantea problemas de 
otra índole, tales como el del cumplimiento del tratamiento, el de la preparación para 
intervenciones médicas, el de los aspectos psicológicos de la hospitalización, y el de las 
repercusiones de la relación terapeuta-paciente (Virues 2005). 
 
Floréz, (2004), menciona que la psicología de la salud constituye, en últimas, el 
reconocimiento de un hecho cada vez más evidente: el fenómeno vital humano está en 
permanente variación no sólo en función de factores orgánicos, sino también en función 
de factores ambientales y psicosociales; incluso, el papel que juegan factores como el 
estilo de vida y el ambiente social en la determinación de esa variabilidad del proceso 
salud-enfermedad, es hoy en día proporcionalmente superior al de los factores 
orgánicos. Ello ha llevado a que el ámbito de la salud se amplíe hacia áreas de 
conocimiento que antes eran relativamente ignoradas, como las ciencias sociales y 
humanas; ahora no sólo se reconoce su función y aporte, sino que se le demandan a 
estas ciencias soluciones para problemas que escapan al alcance del modelo 
biomédico tradicional. 
 
La aplicación al ámbito clínico de los conocimientos científicos que se van desarrollando 
dentro de la Psicología constituye una especialidad psicológica que se denomina 
Psicología Clínica (Cano, 1997). Este ámbito clínico cubre los llamados trastornos 
mentales, que vienen recogidos en las clasificaciones internacionales. 
Pero siempre es un problema clasificar los trastornos en mentales y físicos, porque esta 
dicotomía creada por el hombre no existe en la realidad. 
 
20 
 
La Psicología de la Salud amplía sus horizontes al centrarse, al menos teóricamente, en 
la promoción de la salud y no sólo en el tratamiento del trastorno. Pero los límites entre 
todas estas especialidades son borrosos y muy discutidos. Hoy en día los términos más 
extendidos son Psicología Clínica y Psicología de la Salud, como dos especialidades no 
bien diferenciadas y ampliamente solapadas. 
 
Las razones que impulsaron a la aparición de la Psicología de la Salud, pueden 
resumirse en las siguientes: El cambio espectacular de las causas de mortalidad. 
Interés sobre promoción de la salud y prevención de enfermedades debido al aumento 
de los gastos sanitarios. La consolidación de la psicología como profesión y la eficacia 
de los tratamientos psicológicos. Paralelamente al movimiento de defensa y promoción 
se establece la: Salud como derecho social básico. Pautas de morbilidad y mortalidad 
derivadas de la salud. Los cambios en la mortalidad indican que las personas ya no se 
mueren principalmente por contagio de ciertos gérmenes, si no por lo que hace. 
 
Los factores de riesgo son otros, los tratamientos convencionales ya no sirven y hay 
que empezar a pensar en otros distintos. Esto influye positivamente en la aparición de 
la psicología de la salud. 
 
En el comienzo y durante el transcurso de algunos problemas de salud influyen entre 
otros y con una extraordinaria importancia los siguientes: Estilo de vida. Factores 
biológicos. Sistemas de cuidados de salud y Ambientales. Cada uno depende en mayor 
o menor medida, según el problema que se plantee. 
 
Características de la psicología de la salud 
 
Surge desde la psicología y es una aplicación más dentro de la psicología, se nutre por 
lo tanto de cualquier aspecto de la psicología que sea de interés en/para el área de la 
salud, estudia primordialmente el comportamiento en su significado más ambivalente de 
la persona sana o enferma. Sin embargo, su eje vertebrado se trata desde un 
21 
 
posicionamiento de salud positiva, es decir, desde la promoción y comportamientos de 
salud y de las conductas o control de riesgo. 
 
El modelo psicológico de la salud biológica estudia la actividad individual humana. 
Destaca la dimensión psicológica de la salud. El objetivo del modelo es analizar. El 
propósito del análisis es relacionar las practicas individuales (factores procesos) con el 
estado de salud. La psicología de la salud trata a la persona a lo largo de todas las 
etapas de su vida. 
 
Aunque forma parte del mismo curso de la Psicología que se viene exponiendo, importa 
entresacar las vicisitudes de la Psicología de la Salud hasta su confluencia con la 
Psicología Clínica. Se trata propiamente de la psicología (clínica) interesada en el 
ámbito médico. De hecho, la Psicología de la Salud puede verse como la conjunción 
entre la Psicología Clínica y la Medicina. Igualmente que la Psicología Clínica y la 
Medicina, y por lo mismo, la Psicología de la Salud tiene antecedentes centenarios, por 
no decir milenarios si se retrae a Hipócrates. 
 
Hoy en día, como sucediera con la Medicina Psicosomática, la Medicina Conductual 
aun contando con sus instituciones propias incluyendo sus revistas, quedaría incluida 
en la Psicología de la Salud. 
 
De acuerdo con Obitas (2006), la psicología es la ciencia que estudia el 
comportamiento de los organismos, para lo cual recurre al método científico para 
estudiar las variables que influyen en la conducta de las personas, a nivel cognitivo, 
emocional y motor. La salud es conceptualizada como el completo estado de bienestar 
biopsicosocial autopercibido, y se refiere al adecuado funcionamiento de las 
dimensiones biológicas, psicológicas y sociales del individuo. 
 
La psicología de la salud es el área de la psicología contemporánea que se encarga del 
estudio científico de los factores psicológicos de la salud (bienestar) y enfermedad, en 
términos de evaluación, prevención e intervención. Desde la fundación de la psicología 
22 
 
como ciencia y profesión, el tema de la salud ha sido una prioridad, tanto desde la 
psicología normal como de la anormal. Debido a los avances de la ciencia psicológica 
se ha logrado conocer más en detalle el papel que las cogniciones, emociones y 
respuestas motoras desempeñan en la salud y enfermedad de las personas. 
 
Para Torres (2004), “La Salud Psicológica”, entendiéndola como “generar, desarrollar, 
mantener conductas sanas, productivas, adaptadas positivamente, en el serhumano, 
que redundara en el cuidado de su salud física”; de esta manera se podría reducir y 
detener el incremento de seres psicológicamente vulnerables, proclives a desarrollar 
conductas disfuncionales, enfermedad mental, etc. 
 
Moix, (1994), en esta disciplina cada vez son más numerosos los trastornos que a 
través de técnicas psicológicas se intentan prevenir, paliar o tratar. Este incremento en 
la utilización de técnicas psicológicas se debe a que las alteraciones que se comprueba 
están afectadas por procesos emocionales van en aumento. Mientras en un principio se 
creía que sólo era en las llamadas enfermedades psicosomáticas (úlceras de 
estómago, migrañas, etc.) donde los componentes emocionales jugaban un papel 
importante, actualmente se reconoce que trastornos tan "orgánicos" como el Cáncer o 
el SIDA también pueden estar afectados por los mismos. Ello explica por qué la 
Psicología de la Salud se está especializando en el tratamiento de más alteraciones. 
Recientemente en nuestro país, la Psicología de la Salud ha incorporado una nueva 
"especialización". Se trata de la facilitación de la recuperación postquirúrgica mediante 
técnicas psicológicas. 
 
En la influencia del estado emocional prequirúrgico en la recuperación postquirúrgica. 
La recuperación del paciente una vez operado depende principalmente de dos factores: 
el estado de su organismo antes de la intervención y la complejidad de la misma 
optimismo expectativas de compañeros de habitación tipo de control apoyo social 
entre otras mas…: la ansiedad prequirúrgica puede afectar a diferentes indicadores de 
recuperación como: el dolor, la toma de analgésicos y sedantes, la adaptación 
23 
 
psicológica, la duración de la estancia hospitalaria, las náuseas, las complicaciones, la 
frecuencia cardiaca, la temperatura corporal o la presión sanguínea. 
 
Para concluir, la psicología de la salud existe como un vasto enfoque que permite 
abordar el fenómeno salud-enfermedad en diferentes niveles convergentes en la 
mejoría y mantenimiento de la calidad de vida en el ámbito hospitalario. Sin embargo, 
debe insistirse en la inserción del psicólogo dentro del sector salud, promoviendo mejor 
formación profesional de éste en materia de políticas de salud, intervención primaria y 
educación para la salud. También se considera como una medida emergente el trabajo 
comunitario dirigido a la desprofesionalización para ampliar la cobertura, lo cual podrá 
coadyuvar a la generación de una verdadera cultura de salud en México, tanto para los 
prestadores como para los usuarios del servicio de salud. 
 
Capítulo II 
AAnnssiieeddaadd PPrreeooppeerraattoorriiaa yy TTrraattaammiieennttoo 
 
2.1 Ansiedad preoperatoria 
El éxito en la visita preoperatoria depende, en gran parte, de la cooperación entre 
el anestesiólogo, el cirujano y el equipo quirúrgico, quienes, al conocer el plan 
terapéutico basado en la historia clínica del paciente, deben ofrecer al mismo 
información, orientación, adecuada relación médico-paciente y trato humano para 
brindarle un manejo perioperatorio de calidad, orientado a dar mayor seguridad de 
acuerdo al caso de que se trate; sin restar importancia a la labor del personal 
paramédico y administrativo (enfermeras, trabajo social, intendencia, secretarias, 
etcétera), ya que, para obtener buenos resultados, se debe trabajar con un equipo 
multidisciplinario que interactúe con el paciente para ofrecer una adecuada 
atención (Ruiz, Muñoz, Olivero, Islas 2000). 
 
 La admisión de un paciente a un hospital genera ansiedad. En estudios previos se 
ha demostrado que, en sujetos que van a ser sometidos a cirugía, la ansiedad se 
presenta por lo menos una semana antes de su admisión. El simple hecho de 
estar involucrado en un medio desconocido como lo es el hospitalario, la deficiente 
comunicación por parte del personal intrahospitalario, la desinformación obtenida 
por terceras personas y, sobre todo, el impacto en la esfera familiar, afectiva, 
social, laboral y económica, pueden ser detonantes de ansiedad y, por lo tanto, 
presentarse antes de su ingreso al hospital. 
 
La ansiedad prequirúrgica de los pacientes pediátricos y de sus progenitores 
incide en gran medida en la adaptación posthospitalaria de los primeros. Esto es, 
cuanta más elevada es la ansiedad antes de la operación, más problable es que 
los niños sufran problemas emocionales y conductuales. 
25 
 
 
Los vínculos entre la ansiedad y la enfermedad somática ofrecen una amplia área, 
aun inexplorada, que se encuentra a la espera de futura investigaciones. También 
merece ser estudiado en medida en que la ansiedad es una respuesta habitual a 
la enfermedad y a sus consecuencias, y que a su vez exacerba los síntomas e 
impide la recuperación. Tanto la asistencia primaria, como en diferentes 
especialidades como en la clínica medica, la ansiedad frecuentemente coexiste 
con depresión o se mimetiza con algún otro trastorno clínico haciendo su 
reconocimiento mas difícil (Moix, 1997). 
 
Boone, Guadarrama, Sánchez, Díaz, Rodríguez, y Zamora, (2007) argumentan 
que la ansiedad preoperatoria puede ser tan intensa que el paciente evite 
someterse a una cirugía. Además, puede influir en la inducción anestésica y en la 
recuperación del paciente, así como dejar una experiencia desagradable del 
periodo perioperatorio y desarrollar mayor ansiedad en una cirugía subsecuente. 
La ansiedad preoperatoria se relaciona con muchos sucesos como aumento de los 
requerimientos de analgésicos en el postoperatorio, mayor estancia hospitalaria y 
efectos psicológicos negativos. Nuestro trabajo examina la efectividad del 
propranolol como agente ansiolítico en el periodo preoperatorio, comparándolo 
con midazolam y placebo; además comparamos los cambios hemodinámicos que 
resultan durante las diferentes medicaciones preanestésicas. 
 
La ansiedad preoperatoria está asociada a mayor frecuencia de accidentes 
anestésicos, mayor vulnerabilidad a las infecciones, mayor estadía hospitalaria, y 
mayores niveles de dolor posoperatorio. 
 
 
 
 
 
26 
 
2.2 Periodo preoperatorio y postoperatorio 
Las intervenciones quirúrgicas constituyen una fuente de estrés psicológico, 
porque obligan a los pacientes a enfrentar situaciones desconocidas y que, 
además, implican ciertos riesgos. 
En general, los enfermos con una adaptación preoperatoria normal (aquellos que 
tienen una visión realista de su experiencia quirúrgica y el grado esperable de 
ansiedad frente al peligro objetivo de la cirugía) presentan una buena evolución 
postoperatoria. 
Melo, Pimentel, Guaratini, Marcolino, Gozzani, Andrade, y Telles, (2007), hablan 
de los innumerables factores identificados como responsables por la ansiedad que 
antecede el momento del acto anestésico-quirúrgico: preocupación con lesiones 
que puedan ocurrir durante el procedimiento quirúrgico; recelo de dolor en el 
período postoperatorio; separación de la familia; pérdida de la independencia; 
miedo de quedarse incapacitado; miedo de no despertarse más; miedo de 
despertarse en medio de una anestesia; miedo del diagnóstico y de las 
complicaciones. Altos niveles de ansiedad preoperatoria fueron asociados a la 
naturaleza de experiencias anestésicas previas, historia de cáncer, tabaquismo, 
desórdenes psiquiátricos, percepción negativa del futuro, síntomas depresivos de 
moderados a intensos y presencia de dolor moderado o intenso. 
 
Los Trastornos de Ansiedad han ido en aumento en los últimos tiempos y 
constituyen hoy por hoy el motivo más frecuente de consulta clínica. Muchas 
veces la demanda se presenta por cuadros depresivos, pero luego de la 
cuidadosa evaluación integral, muy frecuentemente observamos que es el 
trastorno de ansiedad el responsable, confirmando la hipótesis de que en estos 
casos la depresión suele ser secundaria al trastorno de ansiedad. 
 
Existen diversos tipos de trastornospor ansiedad: trastornos de pánico, fobias, 
desórdenes por ansiedad generalizados, trastorno mixto ansioso depresivo. Se 
27 
 
diferencia del miedo en que este último es un sentimiento de inquietud y malestar 
suscitado por la presencia de un peligro. La presencia de ansiedad en el periodo 
preoperatorio es variable en cada paciente y depende de varios factores: edad, 
sexo, estado socioeconómico, ocupación, estado físico, tipo de cirugía, temor al 
ambiente hospitalario, calidad de la atención médica, etcétera. La preparación 
psicológica que ofrece la visita preanestésica tiene gran influencia positiva en el 
estado anímico del paciente, pudiéndose observar en el mismo la disminución de 
su ansiedad preoperatoria cuantitativamente (Ruiz, Muñoz, Olivero, Islas, 2000). 
Jaramillo (1998) menciona un ejemplo en el que el llanto de los niños al momento 
de la separación de los padres ha sido el suceso relevante al cual se han dirigido 
la mayoría de esfuerzos que buscan mitigar el daño psicológico relacionado con la 
anestesia y la cirugía. 
Pueden modificarse los factores que interviene en la ansiedad operatoria 
educando racional y emocionalmente a los padres y al niño. El proceso de 
evaluación preoperatoria debe tener implícito un programa de erradicación del 
sufrimiento. 
Uno de los rasgos distintivos de las reacciones emocionales anormales frente al 
estrés quirúrgico es el mal manejo de la ansiedad, de lo que se desprende la 
necesidad de su adecuada evaluación y control con psicofármacos y otras 
medidas terapéuticas. 
Antonio, (2006), menciona que los niveles elevados de ansiedad en el período 
preoperatorio pueden estar asociados a consecuencias médicas, psicológicas y 
sociales negativas. Las principales consecuencias médicas incluyen inducción 
anestésica intempestiva, reducción de las defensas contra infección, aumento en 
el consumo de anestésicos en el período intraoperatorio y de analgésicos en el 
período postoperatorio; las consecuencias psicológicas, reinicio de enuresis, 
dificultad para alimentación, apatía, ansiedad continuada, irritabilidad y disturbios 
del sueño. Las consecuencias sociales, indisciplina y falta de cooperación con los 
profesionales de la salud. Son factores que pueden prever grados elevados de 
ansiedad en el período preoperatorio: temperamento previo del niño, niveles bajos 
28 
 
de sociabilidad, comportamiento adaptativo, emotividad, impulsividad, experiencia 
quirúrgica previa, hospitalización, visitas conturbadas a las consultas pediátricas y 
niveles elevados de ansiedad de los familiares. 
 
La falta de alivio del dolor postoperatorio conlleva una serie de efectos 
secundarios deletéreos que afectan el estado físico y emocional del paciente 
postoperado. Se objetivan cambios hemodinámicos (hipertensión, taquicardia, 
hipotensión, bradicardia), ventilatorios (descenso de capacidad residual funcional, 
hipoventilación), oliguria, hormonales (aumento del catabolismo), inmunológicos y, 
en la esfera emocional, ansiedad-depresión. 
 
La constatación de la necesidad de tratar el dolor postoperatorio no se ha seguido, 
a pesar de ser un tema manido en investigación, artículos y reuniones científicas 
de profesionales de la salud, de una disminución real, y lo que es más importante, 
universal, de la prevalencia de este tipo de dolor agudo. Durante los últimos 10 
años, y siguiendo los datos obtenidos en estudios en animales, se trabajó en la 
hipótesis de que tratando el dolor antes de que apareciese (durante el 
preoperatorio) la intensidad del mismo sería menor. 
Los enfermos deben apelar a sus recursos emocionales para hacer frente a la 
realidad de la enfermedad orgánica y la cirugía, e intentar sortear con mayor o 
menor éxito las exigencias de la recuperación postoperatoria. Como resultado de 
las alternativas de ese complejo proceso de adaptación psicológica a la cirugía, la 
ansiedad es un síntoma frecuente en los pacientes quirúrgicos. 
Se han reportado otras actividades preoperatorios para disminuir el sufrimiento y 
prevenir el daño psicológico. La visita a las salas de cirugía con los padres y el 
niño, los juegos con los equipos de anestesia y los elementos con los que se 
encontrara el día de la cirugía, disfrazados con ropa quirúrgica y representando los 
papeles del anestesiólogo y el paciente, los libros de dibujos para colorear o la 
representación gráfica de los temores, la proyección de videos informativos o los 
juegos de vídeo interactivos diseñados para que los niños por medio de una 
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pantalla de computador o de un televisor conozcan paso a paso las situaciones a 
las que se enfrentaran el día de la cirugía. La efectividad de estas actividades 
depende del control a "el miedo a lo desconocido", que es una de las mayores 
fuentes de ansiedad preoperatoria. El miedo tiene un componente irracional que 
no puede modificarse por la información y debe tratar de controlarse por medio de 
la transmisión de emociones agradables que den sensación de seguridad y 
bienestar (Jaramillo, 1998). 
 
También menciona que para los padres la mayor angustia es saber que van a 
tener que dejar a su hijo solo, sin poder recomendarle a nadie de confianza que se 
lo cuide, que lo proteja, que no lo deje sufrir, que no se vayan a equivocar con el 
niño y lo operen de lo que no es o le apliquen una droga que no le toca, que no lo 
deje enfriar, que no lo deje padecer hambre sin necesidad. Los padres necesitan 
que un adulto responsable, idealmente un médico que sepa atender niños 
quirúrgicos, asuma el papel de padre sustituto y proteja al niño de todo mal y 
peligro mientras lo operan. 
 
El cuidado postoperatorio 
 
Antes de dar de alta al niño el cirujano debe exponer a los padres el resultado de 
la cirugía y el pronóstico, indicar los cuidados postoperatorios y concertar las citas 
de control. El anestesiólogo debe exponer el curso de la anestesia, informar sobre 
complicaciones o posibles efectos adversos y dar instrucciones sobre re inicio de 
la vía oral y analgésicos. 
 
La prevención de la ansiedad perioperatoria en los padres y en el niño favorece el 
cumplimiento de las instrucciones preoperatorias, mejora la actitud del niño frente 
a la máscara o a la venopunción, disminuye la incidencia de inducciones difíciles, 
disminuye la necesidad de medicamentos ansiolíticos o sedantes, disminuye la 
incidencia de agitación, de dolor o vómito de difícil control durante el 
postoperatorio, disminuye las hospitalizaciones no programadas por motivos 
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sociales, disminuye los requerimientos de analgésico s y mejora la calificación del 
usuario en cuanto a satisfacción con el servicio (Jaramillo, 1998). 
 
La reducción del sufrimiento relacionado con la anestesia y la cirugía a un nivel de 
intensidad bajo podría evitar que se registre en la memoria del niño una 
experiencia desagradable y cuando tenga que enfrentarse nuevamente a una 
situación similar lo hará sin miedos irracionales y no será una fuente de ansiedad 
para sus hijos. 
 
Esta ansiedad puede desaparecer en el periodo postoperatorio, cuando el 
paciente recupera el estado de alerta y revalora que su entorno no presenta 
cambios importantes que le signifique modificación de sus hábitos de vida previos. 
Con base en esto, los anestesiólogos han utilizado la visita y medicación 
preoperatoria para mitigar la ansiedad, sin embargo, es la consulta preanestésica, 
la pieza fundamental para planificar el manejo integral de cualquier paciente que 
requiera cirugía, estudios especiales, procedimientos menores, etcétera y seguirá 
siendo un elemento de suma importancia en cualquier medio hospitalario; por lo 
que al ser un recurso indispensable y necesario dentro de Hospital General de 
México, debe seguir siendo favorecida para su realización y crecer en todos los 
sitios donde se solicite la presencia del médico anestesiólogo (Ruiz, Muñoz, 
Olivero, Islas, 2000).

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