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Asociacion-de-sindrome-de-intestino-irritable-y-depresion

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE MEDICINA 
 
 
ASOCIACIÓN DE SÍNDROME DE INTESTINO 
IRRITABLE Y DEPRESIÓN 
 
DR. JULIO CÉSAR CASTILLO TREJO 
 
 
REGISTRO NO. 2003-711-0023 
 
T E S I S 
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE 
 ESPECIALIZACIÓN EN MEDICINA FAMILIAR 
MÉXICO, D.F. 2004 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
TUTORES DE TESIS: 
 
 
 
____________________ 
DRA. MARÍA GREGORIA RODRIGUEZ V. 
CIRUJANO GENERAL Y ENDOSCOPISTA 
 
 
 
 _____________________ 
DR. GABRIEL BERNAL GAMBOA 
MEDICO FAMILIAR Y PSIQUIATRA 
 
 
 
________________________ 
DR. GONZÁLEZ MONTOYA EDUARDO 
MEDICO FAMILIAR Y GERIATRA 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
a mi madre por su confianza y comprensión total 
 
 
a mi padre por su sabiduría 
 
 
a mis hermanos por aguantarme, en especial Alex 
 
DEDICATORIA 
 
A mi hermano Enrique, por ser un guerrero de sangre 
contra el Cáncer, el cual se bien que superará... 
CHAN KAP NAP 
 
Cuando el venado baila 
alrededor del fuego 
Y logra cruzar el cielo 
Danza un guerrero 
 por noches enteras 
 
Quiero unirme con 
 los que nunca se fueron 
Con los que están 
entre nosotros 
Pero no los vemos 
 
Con los que sudan miel 
 y manan fuerza 
Con los que creen que 
entre sus huesos 
Existen partículas 
Fosforescentes de otras vidas 
 
Hay un río y es muy grande 
Es el que nos lleva de regreso 
Hay que comprender el equilibrio 
Que esta alrededor de nosotros 
Y aprender a ver 
 
Me olvido del odio 
me olvido del mandril 
Me lamo las heridas 
 y duermo por días 
 
Que el movimiento 
no cambies tú forma de ser 
Por que al fin de cuentas 
nunca te has movido... 
 
 Anónimo 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
 
 
 
A1 Portada 
 Agradecimientos y/o dedicatorias 
 Pensamientos 
 
A2 Tabla de contenido o índice 
 
A3 Resumen 
 
A4 Planteamiento del problema 
 
A5 Antecedentes 
I 
A6 Objetivos 
 Hipótesis 
 Justificación 
 
A7 Material y Métodos 
 
A8 Resultados, análisis y discusión 
 
A9 Conclusiones 
 
A10 Anexos 
 
A11 Bibliografía 
 
Resumen 
El Síndrome de Intestino Irritable es un problema de salud frecuente en todo el 
mundo que afecta a ambos sexos de todas las razas y todas las edades. A 
menudo se requiere de un desencadenante para que aparezcan los síntomas, 
dentro de los cuales destacan los trastornos psicológicos como la depresión. 
Puede deteriorar significativamente la calidad de vida, impactando en la 
productividad y ocasionando costos significativos en salud. En el presente 
estudio se incluyeron pacientes captados de la consulta externa de Medicina 
Familiar y Gastroenterología, con el diagnóstico de SII, el cual se asocio a 
depresión. Todos los pacientes fueron mayores de 18 años, de ambos sexos 
y, con diagnóstico de SII basado en los criterios de Roma II así como en 
estudios de laboratorio dentro de los que se incluyeron: biometría hemática 
completa, glucemia, velocidad de sedimentación globular, 
coproparasitoscopicos y sangre oculta en heces; además de estudios de 
gabinete como el colon por enema y colonoscopia. Todos ellos con la finalidad 
de descartar organicidad. A todos estos pacientes se les realizó una entrevista 
en la que contestaron el Inventario para Depresión de Beck, previo 
consentimiento informado, el cual consta de 21 ítems y mide los diferentes 
estados de ánimo relacionados con depresión, además es exacta en el grado 
de intensidad de la misma, siendo esta escala autoaplicable. El análisis 
descriptivo evalúa el grado de asociación entre SII y depresión, utilizando como 
prueba estadística Chi cuadrada. Con la cual se obtuvo una p = 0.000 
estadísticamente significativa. 
 
Abstract 
The Syndrome of Irritable bowel is in the entire world a problem of frequent 
health that it affects to both sexes of all the races and all the ages. Often it is 
required of a unchain so that the symptoms appear, inside which highlight the 
psychological dysfunctions as the depression. It can deteriorate the quality of 
life significantly, impacting in the productivity and causing significant costs in 
health. Presently study captured patients of the external consultation of Family 
Medicine and Gastroenterology were included, with the diagnosis of SII, which 
you associates to depression. All the patients were bigger than 18 years, of 
both sexes and, with diagnosis of SII based on the approaches of Rome II as 
well as in laboratory studies inside those that were included: biometry hemátic, 
glucose, speed of globular sedimentation, coproparasitoscopicos and hidden 
blood in grounds; besides cabinet studies like the colon for enema and 
colonoscopy. All them with the purpose of discarding organic. To all these 
patients they were carried out an interview in which answered the Inventory for 
Depression of Beck, previous informed consent, which consists of 21 items and 
it measures the different states of spirit related with depression, it is also exact 
in the degree of intensity of the same one, being this scale autoapplication. The 
analysis descriptive it evaluates the association degree between SII and 
depression, using like test statistical square chi. with which a p was obtained = 
0.000 statistically significant. 
 
Palabras claves: Síndrome de Intestino Irritable, Depresión, Criterios de Roma 
II, Colon por Enema, Colonoscopia, Escala de Beck. 
 
 
 
 
 
 
 
 1 
Planteamiento del problema 
 
Los trastornos funcionales incluyendo al SII tienen alta prevalencia a nivel 
mundial, quedando incluso por arriba de padecimientos crónicos como la 
diabetes, hipertensión y el asma, impactando en la productividad. 
 
Es de llamar la atención la alta demanda de medicamentos y estudios 
diagnósticos (laboratorio y gabinete) que al Médico Familiar hacen estos 
pacientes, sabiendo que no existe una causa orgánica; y la poca importancia 
que se le da a los problemas emocionales del tipo de la depresión que en 
muchos de los casos son la causa de la agudización de los síntomas, dejando 
al descubierto el porque no responden adecuadamente cierto tipo de pacientes, 
como consecuencia de la falta de un manejo integral y/o multidisciplinario. 
 
Pregunta de investigación: 
 
1) ¿Cuál es la asociación entre Síndrome de Intestino Irritable y 
Depresión? 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 2 
Antecedentes 
 
El síndrome del intestino irritable (SII) se enmarca dentro de un grupo de 
situaciones clínicas diversas caracterizadas por existir un trastorno de la función 
gastrointestinal. 
 
Estos trastornos se han clasificado tradicionalmente como trastornos funcionales 
porque en su aparición no existe ninguna anomalía estructural o bioquímica 
subyacente (1). 
 
 El SII clásico es una enfermedad crónica caracterizada por un grupo de síntomas 
entre los que se encuentran el dolor o las molestias abdominales, que pueden 
acompañarse o no de constipación y/o diarrea. 
 
La naturaleza y la gravedad de los síntomas pueden variar ampliamente entre los 
pacientesy con el tiempo en un mismo paciente. 
 
Otros trastornos funcionales del tracto gastrointestinal inferior son el dolor 
abdominal funcional, el timpanismo abdominal funcional, la constipación funcional 
y la diarrea funcional. 
 
Puede existir un solapamiento considerable entre los síntomas producidos por los 
distintos trastornos de la función gastrointestinal, requiriéndose realizar más 
estudios para confirmar si se trata de distintas enfermedades o sólo de 
manifestaciones regionales de un mismo proceso fisiopatológico. 
Algunos ejemplos de síntomas comunes al SII y otros trastornos funcionales 
digestivos son la constipación, diarrea, dolor y distensión abdominal. 
La constipación puede ser un síntoma del SII, pero se requiere la presencia de 
dolor abdominal para el diagnóstico, mientras que el dolor no es un criterio 
diagnóstico de constipación funcional (4, 5). 
 3 
Los pacientes con SII presentan también diarrea, que puede alternar con 
constipación. 
El timpanismo abdominal funcional puede ser una variante del SII (5). 
El dolor abdominal funcional no se asocia con la ingestión de alimentos, 
defecación o menstruación (4, 5). El dolor abdominal en SII puede asociarse, con 
cualquiera de estos factores o con todos ellos. 
El dolor o molestias abdominales es una característica definitoria del SII y puede 
causar malestar considerable. Se describe como espasmódico o cólico, puede 
sentirse en cualquier área del abdomen, pero suele ser en el área inferior 
izquierda. Se describe un empeoramiento con la constipación, pero es aliviado 
por la defecación o desaparición del flato. 
 
Algunas mujeres han descrito un patrón cíclico de dolor abdominal y de la función 
abdominal, con un empeoramiento de los síntomas antes y durante la 
menstruación (28). También han descrito dolor agudo rectal (proctalgia fugaz). 
 
Se cree que el SII es, al menos en parte, un trastorno de la sensibilidad intestinal 
(hipersensibilidad visceral). No está claro, sin embargo, si el dolor y las molestias 
experimentadas por los pacientes con SII se deben a una mayor conciencia de los 
eventos fisiológicos gastrointestinales normales o si existe una disminución del 
umbral de la sensibilidad a los eventos anómalos. 
 
Los pacientes con SII describen una sensación de llenado abdominal o distensión 
(timpanismo) que puede asociarse con molestias, flatulencia y borborigmos 
 
La función intestinal normal varía ampliamente entre una persona y otra por lo que 
cualquier alteración descrita debe considerarse en relación con el patrón usual en 
aquella persona más que como valor absoluto. 
 
 4 
Estas alteraciones en la función intestinal asociadas con el SII pueden incluir: 
Cambios en la frecuencia de los movimientos intestinales (aumentar o disminuir). 
Urgencia asociada con la defecación. Cambios en la consistencia de las heces 
(acuosas y blandas o duras y grumosas). Molestias o dificultad de abertura de los 
intestinos. Sensación de contracciones intestinales incompletas. Dificultad para 
defecar (tenesmo). Presencia de moco en las heces. Incontinencia fecal 
 
Los pacientes con SII describen una mayor aparición de síntomas del tracto 
gastrointestinal superior incluyendo: náuseas, disfagia y sensación de globo, 
reflujo gastroesofágico, pirosis y dolor torácico no cardíaco (29). 
 
En pacientes con SII se han hallado unos valores de la presión en el esfínter 
esofágico por debajo de los normales observados en los controles. Está es la 
principal causa de la aparición del reflujo gastroesofágico y los síntomas 
esofágicos observados en los pacientes con SII (29). 
 
 Los pacientes pueden experimentar también síntomas no gastrointestinales como 
fatiga, sabor desagradable en la boca, disfunción urológica (nicturia, frecuencia y 
urgencia de micción y un vaciado incompleto de la vejiga), y síntomas 
ginecológicos (por ejemplo dispareunia) (30). 
 
Frecuentemente se observan síntomas psicológicos como la ansiedad, fobias, 
somatizaciones y paranoia. 
 
Una revisión de estudios clínicos publicados mostró que aproximadamente el 50% 
de los pacientes con SII u otros trastornos intestinales funcionales cumplían los 
criterios del DSM-III de diagnóstico psiquiátrico, comparado con cerca de un 20% 
de los pacientes con una enfermedad gastrointestinal orgánica (6). 
 
Se ha sugerido que los síntomas de malestar psicológico no están relacionados 
con el SII pero influyen en la decisión del paciente de buscar atención médica (27). 
 5 
Resulta posible que la depresión o la ansiedad expresada por los pacientes con 
SII sea una consecuencia de la enfermedad más que un factor que contribuya a su 
aparición. 
 
El síndrome del intestino irritable es un trastorno funcional digestivo que se define 
clínicamente por la asociación de dolor abdominal y alteraciones en el hábito 
deposicional. 
 
Se engloba dentro de los trastornos funcionales porque no se conoce que tenga 
una causa orgánica y, en la actualidad, parece deberse a anomalías de la función 
(motilidad) o de la sensibilidad del tubo digestivo. 
 
Las manifestaciones clínicas del SII son muy variadas y heterogéneas, pudiendo 
producirse diversas asociaciones de los distintos síntomas. Así, quedan incluidos 
tanto los que padecen diarrea como aquellos que sufren estreñimiento. 
 
Es habitual que los pacientes con SII aquejen también síntomas propios de otros 
trastornos funcionales, tanto digestivos como extradigestivos. 
 
El SII es muy frecuente en la población general. Su prevalencia oscila entre un 
10% y un 20%, dependiendo de los criterios utilizados para su diagnóstico y de los 
países evaluados (1-4). 
 
Es importante recordar que muchos sujetos con síntomas nunca acudirán a la 
consulta, Por este motivo, se ha considerado que las personas con SII pueden 
pertenecer a dos grupos: 1) aquellos que nunca visitarán al médico por sus 
molestias de SII (este grupo puede llegar a ser el 75% del total de sujetos); y 2) 
aquellos que acuden al médico por estas molestias (cerca del 25%). 
 
En muchas ocasiones se diagnostica de intestino irritable a pacientes que no 
cumplen todos o ninguno de los criterios necesarios. 
 6 
El SII no puede diagnosticarse en un paciente que, aun teniendo dolor abdominal 
y trastornos del ritmo deposicional, padece algún tipo de enfermedad orgánica, 
endocrina, metabólica o relacionada con tóxicos o fármacos. Así, siendo estrictos, 
en un enfermo con diabetes mellitus o en un paciente con hipertiroidismo el 
diagnóstico de SII no puede establecerse aunque sospechemos que ambas 
enfermedades son sólo coincidentes. 
 
Tampoco se puede diagnosticar el SII cuando existe exclusivamente estreñimiento 
o diarrea sin la presencia de dolor o molestias abdominales. En estos casos el 
diagnóstico deberá ser de estreñimiento crónico idiopático o de diarrea idiopática 
indolora, respectivamente. 
 
Del mismo modo, si la presencia de dolor abdominal no se acompaña de 
trastornos del ritmo deposicional no podrá establecerse el diagnóstico clínico de 
SII, y el paciente entrará en la categoría de dolor abdominal crónico idiopático o 
funcional. 
 
Es frecuente que los pacientes que aquejan dolor en hemiabdomen superior, 
distensión o pesadez posprandial sean diagnosticados de SII. En la actualidad, y 
de acuerdo con los criterios de Roma, se sabe que estos pacientes corresponden 
a otro y muy distinto síndrome: la dispepsia funcional. Si bien es cierto que ambos 
síndromes pueden coincidir en un mismo paciente, es importante su 
diferenciación. 
 
La sensación de distensión abdominal es frecuente en los pacientes con SII, 
cuando este síntoma aparece de forma aislada es muy probable que se deba a 
otro trastorno funcional: la aerofagia. 
 
Si bien es cierto que muchos pacientes con SII (y con otros tipos de trastornos 
funcionales digestivos) tienen comportamiento psicológico característico, el7 
síndrome no puede diagnosticarse sólo de acuerdo a la existencia de trastornos 
ansiosos o depresivos asociados a síntomas digestivos. 
 
El SII es un problema de salud frecuente en todo el mundo, que afecta a personas 
de ambos sexos y de todas las razas y edades. 
 
 La información epidemiológica sobre este trastorno es limitada, a causa 
principalmente de la falta de una definición estándar de SII. 
 
Los registros de datos nacionales utilizan distintas definiciones que dificultan o 
invalidan las comparaciones directas, y en México aún no existen estadísticas 
sobre este trastorno. 
 
La incidencia precisa del SII no se conoce con exactitud pero se ha estimado en 1 
% anual (6). En los países occidentales, el SII afecta hasta un 20 % de la 
población (4). 
 
Las estimaciones publicadas de la incidencia y prevalencia del SII varían 
ampliamente incluso dentro de un mismo país debido en gran parte a la falta de 
una definición consensuada del trastorno (7). 
 
En España se estima una prevalencia del 13.6 % utilizando los criterios de Roma I. 
La mezcla étnica dentro de un mismo país puede influir en los resultados (9). 
 
La prevalencia del SII en China es similar a la que se observa en los países 
occidentales, 22.8 % (9). En otras partes del sudeste asiático y oriente medio, sin 
embargo, la prevalencia parece ser mucho menor, en Singapur fue de sólo un 2,3 
% (12), y en dos poblaciones masculinas en Irán, del 3,1 % y 3,6 % (13). 
 
Los estudios epidemiológicos a veces pueden señalar resultados aparentemente 
conflictivos (11,10). Los cambios sociales y económicos pueden ofrecer al menos 
 8 
una explicación parcial. La cultura, el estilo de vida y los factores económicos 
pueden contribuir a la variación en las tasas de prevalencia. 
 
En los países occidentales se observan con mayor frecuencia mujeres que 
hombres, habiéndose descrito una correlación mujer: varón de hasta 2,4:1 (8). 
 
 La mayor prevalencia de SII en mujeres se observa en todos los grupos de edad, 
y puede reflejar una mayor tendencia por parte de las mujeres a consultar al 
médico ante cualquier síntoma. Sin embargo en otros estudios menos mujeres que 
varones consultaron por la enfermedad a causa de las responsabilidades, las 
inhibiciones sociales y los tabús culturales (15). 
 
También se ha señalado que los varones podrían presentar una menor capacidad 
para reconocer algunos de los síntomas más sutiles del SII, y que los criterios de 
Manning y Roma podrían ser menos fiables para el diagnóstico del SII en varones 
(16). 
 
 Varones y mujeres con SII describen el dolor con una frecuencia similar pero la 
presencia de moco en las heces, distensión, evacuación incompleta y heces 
caprinas son menos frecuentemente descritas por los varones (16). 
 
La edad media en el inicio de SII está entre los 20 y los 29 años. La prevalencia 
máxima se observa entre los 45 y los 65 años de edad y, aunque posteriormente 
disminuye, constituye un problema frecuente en los ancianos (17). 
 
El SII se describe frecuentemente en niños y adolescentes, especialmente en 
chicas con una historia de dolor abdominal recurrente. Estudios comunitarios 
mostraron que un 16 % de los adolescentes experimentan síntomas de SII (18). 
 
 9 
Una posición socioeconómica más elevada y un modo de vida privilegiado pueden 
aumentar el riesgo de desarrollar SII (19). Las condiciones de vida privilegiadas 
durante la infancia pueden contribuir a un mayor riesgo de desarrollo de SII (20). 
La causa del SII no se conoce bien, como consecuencia los tratamientos se han 
centrado en el alivio de los síntomas. En los últimos años, los avances han 
permitido estudiar directamente la función intestinal y se han propuesto diversos 
mecanismos para explicar los síntomas: 
Hasta dos terceras partes de los pacientes muestran un mayor grado de 
hipersensibilidad visceral, lo cual significa que parecen ser concientes de 
sensaciones en la función digestiva, tórax, abdomen y recto las cuales pasan 
desapercibidas en personas normales. 
Se cree que los pacientes son excesivamente sensibles a los estímulos 
fisiológicos normales que ocurren en los intestinos durante la digestión. Parece 
que el mecanismo cerebral que debería filtrar estos estímulos no funciona 
adecuadamente. Como resultado pueden experimentar dolor y distensión a partir 
de contracciones del colon normales. Los pacientes también pueden presentar 
una disminución en el umbral de la sensibilidad a sucesos anómalos. 
Los estudios que utilizan un balón de distensión han indicado la existencia de una 
mayor sensibilidad rectal en los pacientes con SII (16). Esto resultó especialmente 
frecuente en pacientes con SII y predominantemente diarrea (SII-D). 
Los pacientes con SII pueden mostrar también una alteración de la sensibilidad en 
otras áreas del tracto gastrointestinal, incluyendo el estómago, el intestino delgado 
y el intestino grueso (17). 
El aumento de la sensibilidad no forma parte, de una disminución global en el 
umbral del dolor. Los pacientes con SII son menos sensibles a los estímulos no 
dolorosos de baja intensidad y presentan un mayor umbral para los estímulos 
dolorosos que las personas sanas (18). 
 10 
En pacientes con SII el colon resulta muy sensible al gas formado durante la 
digestión (que normalmente no causa dolor), el estrés y los alimentos ricos en 
grasas y fibra. 
Los cambios en los mecanismos periféricos, como una sensibilidad anómala al 
estiramiento en los receptores de la pared intestinal, puede contribuir a una 
hipersensibilidad visceral. 
También puede hallarse implicada una alteración en el procesamiento de la 
información sensorial aferente en el sistema nervioso central. 
Cualquiera de estos mecanismos puede explicar los síntomas intestinales 
experimentados por los pacientes con SII. 
Se cree que los neurotransmisores entéricos, especialmente la serotonina (5-
hidroxitriptamina, [5-HT]), desempeñan un papel importante en el desarrollo de la 
hipersensibilidad visceral. 
A menudo los pacientes con SII y otras anomalías funcionales gastrointestinales 
parecen presentar no sólo un intestino irritable sino también un organismo irritable. 
Este fenómeno se conoce como somatización, y los pacientes pueden describir un 
espectro diverso de síntomas aparentemente no relacionados. 
Se ha señalado que los patrones anómalos de motilidad a través del tracto 
gastrointestinal son fundamentales en el desarrollo del SII. Se ha implicado tanto a 
la hipermotilidad (con el resultado de diarrea) como a la hipomotilidad (con el 
resultado de constipación). 
Se considera a una alteración de la motilidad del colon como la causa principal del 
SII. Esto se debe a que el dolor se siente frecuentemente en áreas asociadas con 
la motilidad del colon. Una teoría es que los movimientos de la masa fecal 
desencadenan espasmos en el colon que dan como resultado la aparición de dolor 
abdominal diarrea o constipación. 
 11 
Se ha descrito una mayor actividad motora en el colon sigmoide de los pacientes 
con SII en respuesta a una comida rica en grasas. 
Se han detectado periodos anómalos de intensa actividad en el duodeno y el íleo 
de pacientes con SII en ayunas, las cuales también se observan en personas 
normales, con obstrucción y seudoobstrucción intestinal pero son menos 
frecuentes (19). Y se asocian con dolor en el SII alrededor del 25% del tiempo 
pero raramente son dolorosas en las personas sin SII (20). 
Algunos estudios del tránsito intestinal han demostrado una disminución en el 
tiempo. 
La inflamación intestinal limitada se ha propuesto como una causa principal del 
SII, apoyada por la observación de que un número significativo de pacientes han 
experimentado episodios previos de enteritis infecciosa. Se cree que la 
inflamación puede aparecer como resultado de una mayor susceptibilidad a los 
alergenos de los alimentos. 
Ciertassecciones del tracto digestivo pueden mostrar una menor capacidad para 
adaptar su volumen a las presiones impuestas por su contenido; La adaptabilidad 
intestinal está determinada por la actividad muscular tónica de la pared intestinal. 
Es posible que una menor adaptabilidad contribuya a los síntomas del SII. 
 Se ha demostrado que el tono gástrico es un determinante importante de la 
sensibilidad gástrica a la distensión (21). 
El intestino en el SII es más sensible y reactivo que el normal a un amplio grupo 
de factores, desencadenando el dolor y otros síntomas. 
Muchos enfermos con SII describen que sus síntomas se desencadenan o 
exacerban al ingerir alimentos. 
Normalmente la ingestión de alimentos provoca la aparición de contracciones en el 
colon que pueden dar como resultado una urgencia para defecar a los 30 a 60 
 12 
minutos posteriores. En los pacientes con SII la urgencia puede aparecer con 
mayor rapidez y acompañarse de calambres abdominales y diarrea. 
Algunos alimentos, pueden desencadenar espasmos intestinales, que causan un 
retardo en la defecación y constipación. 
El efecto de una comida se relaciona con su valor calorífico total y especialmente 
con el número de calorías derivadas de la grasa. La grasa, tanto de origen animal 
como vegetal, es un potente estímulo para las contracciones del colon (derivados 
lácteos, chocolate, cafeína, alcohol y lentejas, etc). 
Los laxantes pueden trastornar la función intestinal normal llevando a periodos 
alternantes de diarrea y constipación mientras que los narcóticos pueden causar 
constipación, distensión y calambres abdominales. Los calcioantagonistas y los 
antidepresivos también pueden causar síntomas gastrointestinales incluyendo 
diarrea y constipación. 
Los síntomas intestinales varían con el ciclo menstrual, el efecto se observa con 
mayor frecuencia en mujeres con SII. Los síntomas pueden asociarse con una 
disminución en el tono muscular del colon, el ejemplo es la progesterona. 
El estrés emocional pueden alterar la función gastrointestinal incluso en adultos 
normales, provocando la aparición de síntomas como el dolor y la diarrea. El 
estrés afecta a las personas de forma diversa, y en una misma persona la 
respuesta puede variar entre uno y otro día según el estado mental. 
Los pacientes con SII son más propensos a experimentar síntomas digestivos 
durante los periodos de estrés. Las causas no se comprenden bien pero se cree 
que está implicado el control neuronal, es decir el intestino influye sobre el cerebro 
y éste sobre aquél (eje cerebral-intestinal”). 
Ciertos trastornos psicológicos también pueden resultar en una predisposición a 
los síntomas gastrointestinales y pueden afectar la capacidad de una persona para 
hacer frente a estos síntomas, ejemplos: ansiedad, pánico, depresión, trastornos 
 13 
somatoformes (sensaciones corporales inexplicadas), abuso de sustancias 
psicoactivas o alcoholismo y, trastornos de la alimentación. 
La hipersensibilidad visceral, también se observa en algunos trastornos 
psicológicos. 
Algunos estudios, pero no todos, han señalado una mayor frecuencia de 
enfermedades psiquiátricas y trastornos de la conducta en pacientes con SII en 
comparación con la población normal. 
 Los pacientes que acuden a la consulta con síntomas de SII presentan una 
prevalencia especialmente elevada de problemas psicológicos, mientras que los 
pacientes con SII que no consultan al médico parecen ser psicológicamente 
similares a los controles normales. 
Puede ser que la depresión y la ansiedad expresada por los pacientes con SII se 
deba al menos en parte al impacto negativo de esta enfermedad crónica en su 
calidad de vida. 
El SII es un trastorno funcional común que, aunque no implica un riesgo vital, 
puede deteriorar significativamente la calidad de vida de un paciente. Además 
representa una carga económica considerable para el que lo sufre, el sistema de 
salud y la sociedad en general. 
 
Los trastornos funcionales son los cuadros digestivos más comunes en la consulta 
de gastroenterología y medicina familiar (21-22) 
 
El SII origina entre 2.4 y 3.5 millones de visitas al médico y 2.2 millones de 
prescripciones cada año en E.U. (14). 
 
Los pacientes con SII incurren en costos médicos sustancialmente altos (23). 
Pocos pacientes con SII consultan al médico (24), por lo que los costos sanitarios 
 14 
directos son bajos. Sin embargo, los costos indirectos para la sociedad debido al 
ausentismo laboral no son insignificantes (25). 
 
Los pacientes con SII se encuentran de incapacidad entre tres y cuatro veces más 
que otros trabajadores. Uno de cada tres pacientes con SII había estado al menos 
un día de incapacidad durante las cuatro semanas previas a causa de sus 
síntomas (26). Una proporción similar señaló que habían reducido su trabajo y 
otras actividades a causa de los síntomas del SII. 
 
Al parecer la mayoría de los pacientes con SII padecen grados de depresión o 
ansiedad, además frecuentemente se observan fobias, somatizaciones y paranoia 
en los que acuden a consulta, y el 50 % cumplen criterios diagnósticos del DSM IV 
Los problemas emocionales influyen en la decisión de buscar atención médica, es 
posible que la depresión y la ansiedad sean consecuencia de la enfermedad. 
Mejorar la relación médico-paciente y potenciar el conocimiento de la enfermedad 
por parte del enfermo evitara, la ansiedad producida por el temor de tener una 
enfermedad grave. 
El SII puede acompañarse de trastornos psiquiátricos como depresión y ataques 
de pánico. 
Estos pacientes viven su enfermedad de forma muy importante, y se ocupan más 
de su patología que de disfrutar la vida, debido a la incertidumbre de que los 
síntomas puedan ser el origen de un tumor o de alguna enfermedad grave, 
demandando al médico nuevos estudios o exploraciones para detectar otra posible 
enfermedad. 
El aislamiento ocurre por que los familiares no entienden la sintomatología del 
enfermo y éste tiene que vivir a solas su enfermedad 
Existen factores genéticos y psicológicos que influyen en el desarrollo del SII, la 
dieta, el estilo de vida, y el estrés emocional son los principales factores que 
 15 
exacerbación el SII. El cual está muy ligado a la ocurrencia de alteraciones 
emocionales. 
 
Este trastorno ha sido asociado con la presencia de alteraciones emocionales, 
estrés crónico, depresión, neurosis o ansiedad, o dificultad para adaptarse a 
nuevas circunstancias. Cuando existe cualquiera de estas condiciones se 
exacerba el cuadro, por lo que han recibido aprobación medicamentos que actúan 
bloqueando la recaptura de serotonina, un mediador de la respuesta nerviosa del 
intestino. 
La asociación entre alteraciones emocionales y el SII, ha hecho fundamental el 
uso de psicoterapia para disminuir la frecuencia de presentación. Sin embargo, en 
pacientes con depresión franca están indicados también los fármacos. 
 Las drogas antidepresivas en dosis menores, logran aliviar el cuadro de SII. Los 
antidepresivos, se reservan para quienes no mejoran con dieta y terapia aún sin 
tener depresión franca 
Los síntomas pueden ser crónicos o recurrentes y pueden variar en su naturaleza 
y gravedad. Además, los afectados pueden presentar más de un trastorno 
funcional y existe solapamiento importante entre los síntomas. 
 
El diagnóstico se basa en la presencia de síntomas clave. La primera clasificación 
de los criterios diagnósticos basados en los síntomas principales fue desarrollada 
por Manning y cols. (31). 
 
Criterios de Manning: 
Dolor aliviado por la defecación. 
Heces más blandas al inicio del dolor 
Heces mucosas 
Heces más frecuentes al inicio del dolor 
Distensión abdominal visible 
 16 
Sensación de vaciamiento intestinal incompleto 
 
Estos criterios fueron mejorados en Roma en 1990. Los criterios de Roma se 
convirtieron en el estándar aceptado para suuso en la investigación clínica (4). 
Los criterios actualizados de Roma II reflejan los avances en la comprensión del 
SII y otros trastornos funcionales digestivos. El dolor o las molestias abdominales 
es el síntoma clave para el diagnóstico de SII. 
 
Existen otros síntomas que apoyan pero no son esenciales en el diagnóstico, 
como el esfuerzo durante la defecación y la urgencia, los cuales pueden utilizarse 
para subclasificar a los pacientes antes de los ensayos clínicos. 
 
Los criterios de Roma se utilizan ampliamente en la investigación clínica. Sin 
embargo, su aplicación en la práctica clínica es menos aceptada. 
 
La diarrea funcional con urgencia posprandial, borborigmos y una sensación de 
evacuación incompleta en ausencia de dolor es considerada por parte de algunos 
investigadores como una forma variante del SII (6). 
 
Criterios de Roma II: 
Doce semanas o más durante los últimos 12 meses de dolor o molestias 
abdominales con dos de las características siguientes: 
Resulta aliviado con la defecación 
Se asocia aun cambio en la frecuencia de las heces 
Se asocia a un cambio en la consistencia de las heces. 
 
Los siguientes síntomas no resultan esenciales, pero entre más sean más fiable 
es el diagnóstico: 
Frecuencia anómala de las heces (>3/día o <3/semana). 
Heces anómalas (grumosas / duras o blandas / acuosas) más de ¼ de las 
deposiciones 
 17 
Anomalías en la defecación (esfuerzo, urgencia o sensación de evacuación 
incompleta) más de ¼ de las deposiciones 
 Heces mucosas más de ¼ de las deposiciones 
Sensación de distensión abdominal más de ¼ de los días. 
 
Los pacientes con SII pueden ser asignados a distintos subgrupos según el 
síntoma intestinal predominante: constipación (SII-C), diarrea (SII-D) o alternancia 
entre ambos (SII-A) (21). En la mayoría los síntomas fluctúan por lo que la 
clasificación presenta una utilidad práctica limitada. 
 
Los factores que deben considerarse al decidir qué pruebas de exploración se 
requieren son: demografía (edad, sexo, etc.), duración y gravedad de los 
síntomas, el curso clínico de la enfermedad, factores psicosociales, una historia 
familiar de cáncer de colon y el estado de la derivación. 
 
La exploración inicial puede incluir: Exploración física. BH, QS, VSG. Pruebas de 
la función tiroidea para excluir el hipertiroidismo. Valoración psicosocial para 
identificar factores psicosociales, fuentes de estrés y el uso de medicamentos con 
efectos secundarios. Exploración de las heces para encontrar sangre oculta, 
huevos, parásitos, leucocitos y exceso de grasas. Sigmoidoscopia flexible con o 
sin colon por enema y/o colonoscopia si el paciente es mayor de 50 años (4, 29). 
 
La aplicación de los criterios de Roma II y la utilización de unas pruebas de 
exploración adecuadas deben permitir realizar un diagnóstico fiable. Entonces 
puede iniciarse el tratamiento adecuado y debe pedirse al paciente que regrese 
para una nueva valoración de tres a seis semanas, valorando nuevamente la 
gravedad de los síntomas y la eficacia de la terapéutica inicial. 
 
Si los síntomas no han mejorado o han empeorado puede ser una indicación de 
que el diagnóstico inicial fue incorrecto y se requiere la realización de más pruebas 
dependiendo del síntoma predominante (6). 
 18 
Si un paciente presenta constipación como síntoma predominante, las pruebas de 
tránsito en el colon y función del suelo pélvico resultan adecuadas. 
 
Con diarrea como síntoma predominante debe determinarse el volumen de las 
heces, y si aumenta deben realizarse más pruebas para excluir trastornos de la 
secreción, absorción y otros. 
 
Si un paciente presenta un dolor intratable, gas y distensión, debe considerarse la 
realización de radiografías del intestino delgado, pruebas de aliento de 
carbohidratos-hidrógeno y manométrica gastrointestinal para excluir la posibilidad 
de una obstrucción mecánica, una malabsorción de hidratos de carbono y un 
sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado. 
 
Diversas enfermedades pueden presentar síntomas similares a los del SII. Sin 
embargo, la diferenciación es posible por las pruebas diagnósticas y la valoración 
detallada de los síntomas. Tal es el caso de la enfermedad diverticular y la 
enfermedad inflamatoria intestinal que incluye enfermedad de Crohn y Colitis 
ulcerativa. 
 
Pacientes menores de 50 años con síntomas que cumplen los criterios de Roma II 
(37) (también serán válidos los de Manning y Roma I) y no presentan signos ni 
síntomas de alarma. No precisarán, más exploraciones, en especial si los 
síntomas están claramente relacionados con el estrés y ya los han presentado con 
anterioridad. No obstante, se suele recomendar biometría completa y VSG, cuya 
normalidad servirá de apoyo, así como el estudio de huevos, parásitos, sangre 
oculta en heces y perfil tiroideo. 
 
Los mismos enfermos que, tras el tratamiento, no mejoran, que existen signos y 
síntomas atípicos o de alarma o cuando tienen más de 50 años de edad, se 
recomienda practicar: colonoscopia o enema opaco con doble contraste más 
rectosigmoidoscopia 
 
 19 
La edad límite de 50 años admite variaciones, otros estudios consideran 55 (38). 
En todo caso se recomienda realizar un cribado para carcinoma colorrectal en 
todas aquellas personas asintomáticas con riesgo medio y con más de 50 años de 
edad (39). 
 
La colonoscopia es la exploración que estudia el colon con mayor sensibilidad y 
especificidad, e incluso el íleon terminal. Sin embargo, su accesibilidad y 
disponibilidad son difíciles en la mayoría de los casos, presentando así mismo un 
costo elevado; además no siempre es posible acceder al ciego. 
 
El enema opaco con doble contraste es una exploración de menor sensibilidad y 
especificidad, pero en compensación es más barata y accesible. Las lesiones 
importantes (carcinoma colorrectal de tamaño medio a grande) se detectan, así 
como los pólipos mayores de 5 a10 mm de diámetro, divertículos y muchos casos 
de enfermedad inflamatoria intestinal (40, 41). 
 
Dado que el recto y colon sigmoides suele ser el asiento de gran parte de los 
carcinomas colorrectales, pólipos adenomatosos, divertículos y colitis ulcerosa, se 
ha considerado que el colon por enema debe complementarse con una 
rectosigmoidoscopia que explore los 60 cm más dístales del colon, siendo 
equivalente a la práctica de una colonoscopia (38), con la ventaja añadida de su 
fácil disponibilidad y menor precio. 
 
La sensibilidad del colon por enema para detectar lesiones orgánicas es superior 
al 70% (11) y 80% (43), para la rectosigmoidoscopia 86% (42) y la combinación de 
ambas 94%, con una especificidad conjunta del 99% (42-43). 
 
La combinación de colon por enema y rectosigmoidoscopia es la más adecuada 
cuando se deba investigar un paciente con síntomas de SII, ya que excluiría con 
suficiente sensibilidad y especificidad los principales procesos orgánicos, y su 
 20 
accesibilidad es buena. Quizás en un futuro exista la posibilidad de colonoscopia 
virtual (TAC - colonografía) (44). 
 
Los signos y síntomas que sugieren organicidad comprenden: fiebre, anemia, 
rectorragia, historia familiar de cáncer o poliposis, enfermedad inflamatoria 
intestinal o celíaca, pérdida de peso, diarrea persistente, estreñimiento, inicio 
reciente de los síntomas en mayores de 50 años. 
En el tratamiento, la educación debe ser el primer paso, puede indicarse una 
modificación de los estilos de vida como medida inicial segura y barata. La 
realización de unos cambios dietéticos adecuados disminuye la frecuencia y 
gravedad de los síntomas, evitar cualquier comida desencadenante conocida y 
mantener un diario dietético con objeto de tratar de identificar otros alimentos que 
puedan causar problemas. 
Considerar técnicas de relajación para combatir el estrés, para aliviar los síntomas 
y experimentar menos ataques o que sean menosgraves (30). 
La psicoterapia ha resultado de ayuda para pacientes que no respondían a 
tratamiento estándar (34). La hipnoterapia también ha demostrado mejorar la 
calidad de vida y reduce el ausentismo laboral (35). Sin embargo ambas son 
relativamente caras, requieren tiempo, y se recomiendan en quienes no 
responden a tratamiento médico. 
Muchos pacientes buscan alternativas (36). Algunas son las hierbas medicinales, 
acupuntura y otros métodos de la medicina tradicional China, ayurveda o la 
medicina tradicional japonesa (kampo). 
Sólo el 10 % de los pacientes con síntomas busca atención médica y de ellos el 25 
% no responde, incluso puede deteriorarse (6,32). 
En algunos pacientes, sencillas modificaciones del estilo de vida resultan 
suficientes para mejorar los síntomas. Sin embargo, muchos continuarán 
 21 
experimentando recurrencias siempre que se topen con un desencadenante, el 
cual pueden identificar o no. 
Las opciones farmacológicas se centran en el síntoma predominante y algunos 
puede necesitar recibir varios agentes. 
Antiespasmodico si presenta dolor y distensión abdominales, con diarrea puede 
administrarse loperamida, con constipación un suplemento de fibra como ispagula 
o un laxante osmótico como la lactulosa y, con problemas psicológicos puede 
tratarse con antidepresivos o ansiolíticos. 
 
 
 
 
 
 22 
Justificación 
 
Las enfermedades crónicas son la primera causa directa o indirecta de consulta 
médica y hospitalización en los servicios de salud. Sus agudizaciones o 
descontrol ocasionan altos costos en salud, mermando la productividad en la 
sociedad. 
 
En el SII, existe un deterioro en la calidad de vida de los pacientes, teniendo 
siempre la incertidumbre de si los síntomas obedecen o no a una enfermedad 
grave. Por lo que demandan atención constante, insistiendo periódicamente; en 
la realización de nuevos estudios para detectar la causa. 
 
En la atención del SII, se le resta atención a los factores psicológicos como: 
estrés, depresión, neurosis, ansiedad, o dificultad para adaptarse a nuevas 
circunstancias. Lo cual origina exacerbación de los síntomas. 
 
Es importante dar un manejo integral y/o multidisciplinario a los pacientes con 
SII para su adecuado control, apoyándose en servicios como psicología y 
nutrición así como la derivación oportuna al servicio de psiquiatría cuando 
resulte necesario. 
 
Se justifica así, estudiar la influencia de la depresión en la exacerbación de los 
síntomas del SII, resaltando la importancia de los aspectos emocionales en el 
manejo integral y multidisciplinario de esta entidad, con el propósito de incidir 
en la prevalencia de la enfermedad. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 23 
 
 
Hipótesis 
 
El 70% de los adultos diagnosticados de SII, padecen grados de depresión 
concomitante. 
 
Los aspectos emocionales son un factor determinante en el adecuado control 
de los pacientes con SII. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 24 
Objetivos 
 
Objetivo general: 
Demostrar la asociación entre SII y depresión 
 
Objetivos específicos: 
Determinar el grado de depresión en pacientes adultos diagnosticados de SII 
Valorar la importancia de la depresión en la prevalencia del SII 
 
 25 
Material y Métodos 
 
Diseño de la investigación: 
Se trata de un estudio de encuesta o transversal, retrospectivo, descriptivo, 
observacional y prolectivo. 
 
Universo de trabajo: 
El estudio se efectuó en el Hospital General de Zona con Unidad de Medicina 
Familiar Número 8, en las áreas de consulta externa de Medicina Familiar, 
Gastroenterología y Endoscopia. 
 
Se incluyo a pacientes adultos con diagnóstico de SII que cumplieron con los 
criterios de inclusión, previa aprobación del comité local de investigación. La 
información se recolecto del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2003 
 
Identificación de variables: 
Variable independiente: Pacientes con SII 
Variable dependiente: Grados de depresión medidos con escala de Beck 
 
Ver anexo 1. 
 
Selección de pacientes 
 
Criterios de Inclusión: 
� Hombres y mujeres 
� Mayores de 18 años 
� Con diagnóstico de síndrome de intestino irritable 
� Que sepan leer y escribir español 
� Que den su consentimiento informado para la aplicación de la escala de 
 Beck para depresión. 
Criterios de Exclusión: 
� Que a pesar de recibir tratamiento no hayan cumplido con los criterios 
de Roma II 
 26 
� Que a pesar de recibir tratamiento no cuenten con estudio de colon por 
enema o colonoscopia 
� Que tengan trastornos psiquiátricos que interfieren con las funciones 
mentales superiores 
 
Criterios de no Inclusión: 
� Pacientes menores de 18 años 
� Todo paciente con daño orgánico a nivel de tubo digestivo 
� Pacientes que no acudan a la entrevista 
� Pacientes que no den su consentimiento para contestar el inventario de 
Beck 
 
Unidad de análisis: 
Pacientes con diagnóstico de SII, basado en los criterios de Roma II y/o 
descartando organicidad mediante estudios de laboratorio y gabinete; de 
septiembre de 1998 a septiembre de 2003 
 
Análisis estadístico: 
El análisis es descriptivo y evalúa la presencia o no de los diferentes grados de 
depresión (inventario de Beck) en pacientes diagnosticados de SII. La 
asociación entre depresión y SII se determinó mediante la prueba de Xi2 
 
Metodología: 
Se obtuvo la autorización del comité de ética local, se seleccionaron los 
pacientes con base en la revisión de expedientes, y se corroboró el diagnóstico 
con base en los criterios de Roma II y/o descartando organicidad mediante 
estudios de laboratorio y gabinete 
 
Los pacientes fueron localizados vía telefónica y citados para el llenado de la 
hoja recolectora de datos y la aplicación del inventario de Beck, previo 
consentimiento informado 
 
 
 
 27 
Inventario de Beck: 
 
Consta de 21 Ítems, mide los diferentes estados de ánimo relacionados con 
depresión y es exacta en el grado de intensidad de la misma, dicha escala es 
autoaplicable. 
 
Cada pregunta del cuestionario contiene cuatro posibles respuestas, con una 
puntuación que va de 0 para la primera respuesta hasta 3 puntos para la cuarta 
respuesta, con un máximo de puntuación de 63 (anexo 1). 
 
Calificación de la escala de Beck: 
Puntuación Nivel de depresión 
0-1 Ausente 
11-14 Depresión leve 
15-30 Depresión Moderada 
31-40 Depresión Grave 
Más de 41 Depresión Extrema 
 
Debido al número de pacientes fue necesario utilizar para el análisis estadístico 
un punto de corte de 11 para determinar la ausencia o presencia de depresión 
(47) 
 
 
 28 
Resultados 
 
De 178 pacientes considerados en la muestra, después de aplicar el inventario 
de Beck para depresión, 110 resultaron sin depresión, y 68 con depresión, de 
estos últimos 45 tuvieron depresión leve, 18 moderada, y 5 severa. 
 
Utilizando la prueba de Chi cuadrada, se tabulo la variable en sus categorías, 
para comparar las frecuencias observadas y esperadas, y se contrasto si todas 
las categorías tenían la misma proporción de valores o si cada categoría 
contiene una proporción de valores específica. 
 
El resultado del análisis fue un valor de X2 = 147.258 con una p = 0.001 
estadísticamente significativa. 
 
Con un valor de p menor a 0.001 se rechaza al 100% que todas las categorías 
de depresión tengan la misma proporción de pacientes con SII. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 29 
Discusión 
 
Ciertos trastornos psicológicos pueden resultar en una predisposición a 
padecer los síntomas del SII, y pueden afectar la capacidad de una persona 
para hacer frente a estos síntomas; tal es el caso de la depresión. 
 
La depresión expresada por los pacientes con SII, se debe al menos en parte al 
impacto negativo de la enfermedad sobre la calidad de vida. 
 
Tales problemas emocionales influyen en aldecisión de buscar atención 
médica, por lo que se hace fundamental el uso de psicoterapia para disminuir la 
frecuencia de agudización de los síntomas y en caso necesario el uso de 
antidepresivos. 
 
 
 
 
 
 
 30 
Conclusiones 
 
Los pacientes con diagnóstico de SII desarrollan síntomas depresivos con mayor 
frecuencia que la población normal. 
 
Una cantidad significativa de pacientes con SII muestran diferentes grados de 
depresión 
 
La depresión favorece la prevalencia del SII exacerbando o precipitando sus 
síntomas, mostrando una relación directamente proporcional entre el grado de 
depresión y la agudización de los síntomas. 
 
Se observó una asociación estadísticamente significativa entre los diferentes 
grados de depresión y el SII. 
 
Los pacientes con mayor grado de depresión, consultan con mayor frecuencia al 
médico. 
 
Los pacientes con mayor grado de depresión, referirán más frecuentemente 
agudización de los síntomas del SII. 
 
Los pacientes con mayor grado de depresión, referirán con mayor frecuencia falta 
de respuesta al tratamiento establecido para los síntomas del SII. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 31 
Propuesta 
 
El presenta estudio refleja la importancia que en la prevalencia del SII tienen los 
trastornos psicológicos (depresión) como desencadenantes de los síntomas 
digestivos (agudización). 
 
Por lo que se hace conveniente protocolizar en forma completa a cada paciente 
sospechoso de padecerlo, descartando daño orgánico, e incluyendo la valoración 
psicológica o en su caso, el envío oportuno al servicio de psiquiatría. Con la 
finalidad de proporcionar un tratamiento integral y multidisciplinario, adecuado y 
oportuno para el mejor control de esta entidad. 
 
 
 
 32 
 
 
 
Anexo 1 
 
Inventario de Beck 
 
Esta escala autoaplicable evalúa la intensidad del cuadro depresivo de acuerdo 
con 21 categorías de síntomas o manifestaciones conductuales y somáticas 
características de la depresión. 
 
Describa como se ha sentido ya sea la semana pasada, incluso hoy. Lea todas las 
frases en cada grupo antes de hacer su elección y marque una. 
 
0 No me siento triste 
1 Me siento triste 
2 Estoy triste todo el tiempo y no me puedo reponer 
3 Estoy tan triste o infeliz que no lo puedo soportar 
 
0 No estoy particularmente disilusionado (a) del futuro 
1 Estoy desilusionado (a) del futuro 
2 Siento que no tengo perspectiva del futuro 
3 Siento que el futuro es desesperanzador y que nada 
 cambiará 
 
0 No siento que fallé 
1 Siento que fallo más que una persona normal 
2 Siento que existen muchas fallas en mi pasado 
3 Siento una falla completa como persona 
 
0 Tengo tanta satisfacción de las cosas como siempre 
1 No disfruto de las cosas como antes 
2 No encuentro ya satisfacción real de nada 
3 Estoy insatisfecho (a) o aburrido (a) de todo 
 
 
 
 33 
 
 
 
0 No me siento particularmente culpable 
1 Me siento culpable buena parte del tiempo 
2 Me siento muy culpable la mayor parte del tiempo 
3 Me siento culpable todo el tiempo 
 
0 No me siento particularmente culpable 
1 Me siento culpable buena parte del tiempo 
2 Me siento muy culpable la mayor parte del tiempo 
3 Me siento culpable todo el tiempo 
 
0 No siento que he sido castigado (a) 
1 Siento que podrá ser castigado 
2 Espero ser castigado 
3 Siento que he sido castigado 
 
0 No me siento desilusionado (a) de mí 
1 Estoy desilusionado (a) de mí 
2 Estoy disgustado (a) conmigo 
3 Me odio 
 
0 No me siento pero que nadie 
1 Me critico por mi debilidad o por mis errores 
2 Me culpo todo el tiempo por mis faltas 
3 Me culpo por todo lo malo que sucede 
 
0 No tengo pensamientos de suicidarme 
1 Tengo pensamientos de muerte, pero no los realizaría 
2 Me gustaría matarme 
3 Me mataría si pudiera 
 
0 No lloro más de los usual 
 
 
 34 
 
 
 
1 Lloro más que antes 
2 Lloro ahora todo el tiempo 
3 Podía llorar antes pero ahora, aunque quiera, no puedo 
 
0 No soy más irritable de lo que era antes 
1 Me siento molesto (a) o irritado (a) más fácil que antes 
2 Me siento irritado (a) todo el tiempo 
3 No me irrito ahora por las cosas que antes sí 
 
0 No he perdido el interés en otra gente 
1 Estoy menos interesado (a) en otra gente 
2 He perdido mi interés en otra gente 
3 He perdido todo mi interés en otra gente 
 
0 Tomo decisiones igual que siempre 
1 Evito tomar más decisiones que antes 
2 Tengo mayores dificultades para tomar decisiones 
 ahora 
3 No puedo tomar decisiones por completo 
 
0 No siento que me vea pero que antes 
1 Me preocupa verme viejo (a) o poco atractivo (a) 
2 Siento que existen cambios permanentes en mí que me 
 hacen lucir feo (a) 
3 Creo que me veo feo (a) 
 
0 Puedo trabajar tan bien como antes 
1 Me cuesta un esfuerzo extra empezar a hacer algo 
2 Tengo que impulsarme muy fuerte para hacer algo 
3 No puedo hacer nada 
 
 
 
 35 
 
 
 
0 Puedo dormir también como siempre 
1 No puedo dormir también como antes 
2 Me despierto 1 ó 2 horas más temprano que lo usual y 
 me cuesta trabajo volver a dormir 
3 Me despierto varias horas más temprano de lo usual y 
 no puedo volver a dormir 
 
0 No me canso más de lo usual 
1 Me canso más fácil que antes 
2 Me canso de hacer casi cualquier cosa 
3 Me siento muy cansado (a) de hacer cualquier cosa 
 
0 Mi apetito es igual que lo usual 
1 Mi apetito no es tan bueno como antes 
2 Mi apetito es mucho peor ahora 
3 No tengo nada de apetito 
 
0 No he perdido peso 
1 He perdido más de 2.5 kg 
2 He perdido más de 5 kg 
3 He perdido más de 7.5 kg 
 He intentado perder peso comiendo 
 Menos sí ____ no ____ 
 
0 No estoy más preocupado (a) por mi salud que antes 
1 Estoy preocupado (a) por problemas físicos como 
 dolores y molestias 
2 Estoy muy preocupado (a) por problemas físicos y es 
 difícil pensar en otras cosas 
3 Estoy tan preocupado (a) con mis problemas físicos 
 que no puedo pensar en nada más 
 
 
 36 
 
 
 
 
0 No he notado cambios en mi interés por el sexo 
1 Estoy menos interesado (a) en el sexo que antes 
2 Estoy mucho menos interesado (a) en el sexo ahora 
3 He perdido completamente el interés en el sexo 
 
 
 
 
 
 
 
 Consentimiento informado 
 
 
 
 
 _________________________ 
 Firma del paciente 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 37 
 
 
 
Anexo 2 
 
Hoja de datos de recolección Folio ( ) 
 
Fecha: ___________ No. de afiliación:________________________________ 
 
Nombre: __________________________________________________________ 
 
Edad: _____________________ 
 
Sexo: ( ) 
 
Estado civil: 
( ) 
Escolaridad: 
 ( ) 
Ocupación: 
( ) 
 Lugar de 
Origen ( ) 
1 Masculino 
2 Femenino 
1 Soltero 
2 Casado 
3 Unión libre 
4 Divorciado 
5 Viudo 
1 Primaria 
incompleta 
2 Primaria 
completa 
3 Secundaria 
4 Medio superior 
5 licenciatura 
6 Postgrado 
1 Desempleado 
2 Hogar 
3 Estudiante 
4 Obrero 
5 Empleado 
6 Profesional 
1 D.F 
2 Provincia 
 
Toxicomanías: 
( ) 
Enfermedades 
concomitantes 
( ) 
Medicamentos 
Utilizados ( ) 
 
1 Alcoholismo 
2 Tabaquismo 
3 Otra 
4 Ninguna 
 
1 HAS 
2 EPOC 
3 EVC 
4 Otra 
5 Ninguna 
1Butilhioscina 
2 Plantago 
3 Metoclopramida 
4 Senosidos 
5 Loperamida 
 
 
 
 
 
Investigador: Julio César Castillo Trejo RMF 
 
 
 
 38 
 
 
 
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	Portada
	Índice
	Resumen
	Planteamiento del Problema
	Antecedentes
	Justificación
	Hipótesis
	Objetivos
	Material y Métodos
	Resultados
	Discusión
	Conclusiones
	Propuesta
	Anexos
	Bibliografía

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