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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN GASTROENTEROLOGÍA MÉDICA HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO “ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS EN PACIENTES CON PÓLIPOS DE COLON, EN EL HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO” T E S I S D E P O S T G R A D O QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: ESPECIALISTA EN GASTROENTEROLOGÍA MÉDICA P R E S E N T A : DRA. YZA NUBIA FRIAS AGUIRRE. ASESOR: DR. JAVIER I. VINAGERAS BARROSO. SECCIÓN DE ENDOSCOPIA HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO MÉXICO D.F. 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ______________________________ DR. ALFREDO SIERRA UNZUETA JEFE DEL DEPARTAMENTO DE ENSEÑANZA E INVESTIGACIÓN HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO ______________________________ DR. JORGE PÉREZ MANAUTA JEFE DEL CURSO DE GASTROENTEROLOGÍA HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO __________________________________ DR. JAVIER I. VINAGERAS BARROSO JEFE DE LA SECCIÓN DE ENDOSCOPIA HOSPITAL ESPAÑOL DE MÉXICO AGRADECIMIENTOS Es difícil demostrar el agradecimiento a todas las personas que hicieron posible este logro y mencionare tal vez a pocos de los muchos que contribuyeron a ello; pese a esto, gracias a todos ellos. A los maestros que a lo largo de toda mi vida han contribuido para llegar a hasta este punto y actualmente en especial al equipo del Servicio de Gastroenterología, Patología, Radiología y Sección de Endoscopia del Hospital Español de México: José Naves González, Jorge Pérez Manauta, Javier Vinageras Barroso, José Luis Sanjurjo García, Edgardo Suárez Morán, Jaime Solana De Lope, Mauricio de Ariño Suárez, Ricardo Raña Garibay, Juan Francisco Rivera Ramos, Alberto García Menéndez, Alejandra Zarate Osorno e Irma Sánchez. Al Dr. Javier Vinageras Barroso por las enseñanzas brindadas y la asesoría en este trabajo. Al Dr. Kenji Kimura Fujikami, gracias por su amistad, por los conocimiento compartidos tanto médicos como de calidez humana. A mis amigos, que contando con su cariño incondicional he salido adelante: Lourdes García García, Yamil H. Duje Rico, Miguel Quintana Quintana, Jorge Sánchez Hoz y Maria Elena Santillan Pérez. A la familia Lerma Espinosa, nuevamente por su apoyo en los momentos difíciles. A médicos y compañeros de este hospital: Samuel Belkotosky Villa, Jesús López Olivera, Sócrates Mora Guerrero, Alejandro Inzunza González, María Elena Rodríguez Campa, Diego Lozoya González, Juan Carlos Salceda Otero, Salvador Razo García, Leticia Marín Chávez, Pilar Acosta Porras, Nuria Pérez y López y al Dr. Gregorio Blanco Paz. DEDICATORIA A mi Padre infinita sabiduría la cual me ubica día a día, me enseña el poder del amor, de la humildad y lo efímero de la vida sin que por ello deje de ser maravillosa. A los que han dedicado su vida a amarme, cuidarme y apoyarme incondicionalmente: mis padres Fernando Frias Ramirez y Eloina Magdalena Aguirre Salgado, saben que los amo. A mis hermanos: Sintya Eloina Frias Aguirre y Andrés Frias Aguirre que a la par de mis padres, son lo más importante en mi vida. A Arturo Díaz Crail, por la esperanza, la luz en mi vida, los momentos de alegría y tristeza compartidos, por su infinita comprensión, pero sobre todo por el amor que me brinda. A todos aquellos que ya no están aquí conmigo, pero su recuerdo existirá por siempre en mi corazón. ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN...........................................................................................6 2. MARCO TEÓRICO…………………………………………………………7 2.1 Poliposis colónica, generalidades y terminología………..…………..7 2.2 Neoplásico (Adenomatosos y malignos)………………….……….....8 2.3 Otras variedades de adenomas……………………………………...23 2.3.1 Adenomas planos……………………………………………..23 2.3.2 Adenomas aserrados………………………………………….24 2.3.3 Criptas aberrantes…………………………………………….25 2.4 Pólipos no neoplásicos……………………………………………...26 2.4.1 Pólipos hiperplásicos…………………………………………26 2.4.2 Pólipos inflamatorios (pseudopólipos)……………………….28 2.4.3 Pólipos juveniles……………………………………………...29 2.4.4 Pólipos mucosos………………………………………………29 2.4.5 Pólipos de Peutz-Jeghers……………………………………...30 3. HIPÓTESIS……………………………………………………...…………31 4. OBJETIVO GENERAL……………………………………………………32 5. OBJETIVOS ESPECÍFICOS………………………………………………32 6. MATERIAL Y MÉTODOS………………………………………………..32 7. RESULTADOS…………………………………………………………….34 8. DISCUSIÓN………………………………………………………………..42 9. CONSLUCIONES………………………………………………………….43 10. REFERENCIAS……………………………………………………………44 INTRODUCCIÓN El cáncer de colon afecta a más de 135,000 pacientes por año en Estados Unidos. Este mata a más de 55,000 pacientes por año y muchos otros pacientes sufren la morbilidad causada por la cirugía curativa y la quimioterapia. Recientemente los regimenes de detección y vigilancia, como recomendaron las sociedades médicas (incluyendo: The American Gastroenterological Association, the American Society for Gastrointestinal Endoscopy, the American Collage of Gastroenterology y the American Cancer Society), como fueron aprovados por Medicare y muchas otras compañías privadas de seguros médicos para reembolso, pueden disminuir importantemente la morbilidad a través de la remoción colonoscópica de pólipos premalignos, y pueden prevenir ampliamente esta mortalidad a través de la detección temprana del cáncer de colon en un estadio curable. El cáncer de colon resulta de la mucosa del pólipo colónico. El punto crítico de los pólipos colónicos en términos de su historia natural y particularmente el potencial maligno, se determina histológicamente. Los dos tipos histológicos más comunes son hiperplásico y adenomatoso. Los adenomas son clasificados como tubulares o vellosos. Los adenomas tubulovellosos contienen ambos elementos. Virtualmente todos los cánceres de colon se derivan de los adenomas como se ha demostrado por múltiples hallazgos epidemiológicos, clínicos y patológicos: 1) Cerca de una tercera parte de los especimenes de cáncer de colon contienen adenomas sincrónicos, un índice significativamente alto comparado con los controles sin cáncer de colon. 2) El riesgo de cáncer de colon se incrementa marcadamente entre mayor sea el número de pólipos adenomatosos. 3) Tejido adenomatoso se encuentra frecuentemente contiguo al carcinoma. 4) Pacientes con poliposis adenomatosa familiar (PAF), quienes tienen cientos o miles de pólipos colónicos adenomatosos, inevitablemente desarrollarán cáncer de colon si no se les practica colectomía. 5) Pacientes que rehusan la polipectomía de adenomas, desarrollan cáncer de colon en cerca del 4% después de 5 años y 14% después de 10 años. Esta secuencia de adenoma-cáncer es sustentada por hallazgos recientes acerca de las bases moleculares del cáncer de colon. La relación entre pólipos hiperplásicos y cáncer de colon es controversial. Los pólipos hiperplásicos pueden incrementar ligeramente el riesgo de cáncer, pero el efecto es pequeño. Los póliposaserrados algunas veces son clasificados previamente como un tipo de pólipo hiperplásico, que como los adenomas tienen factor de riesgo significativo para cáncer de colon. Este tema está cambiando rápidamente debido a los avances en las bases moleculares de la carcinogénesis y en la tecnología para la detección del cáncer de colon y su tratamiento. Esta revisión de poliposis colónica, pretende enfocarse a los avances recientes; para ayudar a referir adecuadamente a los pacientes hacia la detección colonoscópica y prevención del cáncer de colon. 1 MARCO TEÓRICO POLIPOSIS COLÓNICA. GENERALIDADES Y TERMINOLOGÍA. Un pólipo gastrointestinal es una discreta tumoración de tejido que protruye dentro de la luz intestinal. Un pólipo pudiera ser caracterizado por su apariencia macroscópica acorde con la presencia o ausencia de tallo, su tamaño y si es una de múltiples tumoraciones similares en cualquier otra parte del tubo gastrointestinal. Su definición específica depende de las características histológicas. La mayor parte de los pacientes con pólipos colónicos no tienen síntomas provenientes del tubo gastrointestinal o presenta síntomas intestinales inespecíficos. En individuos con síntomas que se pueden atribuir a pólipos, el que se presenta más frecuente es la proctorragia oculta o evidente. Debido a su crecimiento hacia la luz y a que están expuestos al roce con la materia fecal. Los pólipos pueden causar síntomas: se pueden ulcerar y sangrar, aunque este sangrado solo es intermitente y no suele causar sangre oculta en material fecal o anemia. El dolor abdominal puede resultar cuando la onda peristáltica empuja al pólipo hacia abajo, comprometiendo su aporte sanguíneo y las fibras musculares. Rara vez los pólipos grandes obstruyen el intestino. Otros síntomas son constipación, diarrea y flatulencia; es más probable que la constipación o la disminución del diámetro de las heces sean secundarias a lesiones voluminosas en el colon distal. Aunque los pólipos sintomáticos son poco comunes y lo que más importa de ellos es su potencial para convertirse en malignos; la mayoría de la evidencia apoya la hipótesis de que casi todo el cáncer de colon se desarrolla de un pólipo adenomatoso previamente benigno. Solo un pequeño porcentaje de todos los adenomas colónicos progresan a carcinoma, sin embargo, y debido a que los pólipos son comunes en los países industrializados, la detección universal y su remoción evita problemas clínicos y económicos futuros. Los pólipos colónicos se pueden dividir en dos grandes grupos: neoplásicos (adenomas y carcinomas) y no neoplásicos. Los adenomas y carcinomas comparten una característica común, la displasia celular; pero pueden ser subdivididos de acuerdo a ciertos hallazgos microscópicos. Los pólipos no neoplásicos pueden ser agrupados en varias categorías distintas, incluyendo: los pólipos hiperplásicos, pólipos mucosos, pólipos juveniles, pólipos inflamatorios y otros. Los factores de riesgo para malignidad en los pólipos hiperplásicos incluyen: el tamaño del pólipo (>1cm de diámetro), localización en el colon derecho, foco de adenoma dentro del pólipo (pólipo mixto hiperplásico-adenomatoso), aparición de más de 20 pólipos hiperplásicos en el colon, historia familiar de poliposis hiperplásica e historia familiar de cáncer de colon. Los pólipos aserrados algunas veces son clasificados previamente como un tipo de pólipo hiperplásico, que como los adenomas, tienen factor de riesgo significativo para cáncer de colon. Los pólipos aserrados son diferentes a los pólipos hiperplásicos ordinarios; tienden a ser más grandes y a presentarse en el colon 2 derecho. Los colonocitos en estos pólipos frecuentemente tienen mutaciones genéticas y metilación del ácido desoxirribonucleico (ADN). NEOPLÁSICOS (Adenomatosos y malignos) Los pólipos adenomatosos son tumores epiteliales neoplásicos benignos que pueden ser pediculados (unidos a una base angosta) o sésiles (unidos a una base amplia con un pedículo o sin él). La naturaleza neoplásica de los adenomas se evidencia mediante el examen histológico de su arquitectura glandular y se reconocen 3 tipos: a) Los adenomas tubulares son el subgrupo más frecuente, caracterizado por una red compleja de glándulas adenomatosas ramificadas. El epitelio displásico se esparce hacia abajo y hacia la superficie. La lobulación refleja la marcada arquitectura con surcos. Representan entre el 80 y el 86% de los pólipos adenomatosos; suelen ser pequeños y exhibir displasia leve. Los adenomas tubulares varían en tamaño desde adenomas en criptas individuales hasta grandes lesiones exofíticas de varios centímetros de diámetro o adenomas pequeños (1 a 3mm) y redondos; generalmente son lesiones con forma de cúpula y superficie lisa. Macroscópicamente son indistinguibles de los pólipos hiperplásicos. Los adenomas tubulares grandes pueden ser polipoides con superficie lobulada y tallo en la base de la lesión. El tallo puede tener longitud de milímetros hasta centímetros. De acuerdo al crecimiento del adenoma la coloración puede convertirse más roja u oscura que la de la mucosa circundante. Además de la lobulación en la superficie, áreas de hemorragia pueden estar presentes debido a erosión en la superficie del epitelio b) En los adenomas vellosos, las glándulas adenomatosas se extienden en forma directa desde la superficie hacia el centro del pólipo y crean proyecciones largas, delicadas ramificaciones del estroma en forma de dedos, con centro fibrovascular que se extiende de la base del pólipo a la superficie. Los adenomas vellosos son comúnmente lesiones sésiles con base amplia y evidencia de arquitectura papilar macroscópica. Las lesiones vellosas son definidas como aquellas que contienen al menos 80% o más componente velloso. Los puros son bastante raros y representan entre el 3 y el 16%. c) Los adenomas túbulo-vellosos o (velloso-glandulares) manifiestan una combinación de estos dos tipos histológicos con componentes tubulares y vellosos de más del 20% del pólipo. Entre más componente velloso, mayor es la tendencia al cambio maligno. Representan entre el 8 y el 16% de todos, la arquitectura vellosa aparece con más frecuencia en adenomas grandes y tiende a asociarse con grados más severos de displasia. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se clasifican como tubulares si por lo menos el 80% de las glándulas es del tipo tubular ramificado y como vellosos si por lo menos el 80% de las glándulas es vellosiforme. Cuatro factores se han descrito en asociación a la formación de adenomas colorrectales: medioambiente, genéticos, dieta y factores del huésped. 1. Medio ambiente. 3 Los adenomas colorrectales muestran amplia variación geográfica con mayor frecuencia en naciones industrializadas. Estos son más comunes en Norte América, el oeste de Europa, Nueva Zelanda y Australia. 2. Genéticos. Los factores genéticos que contribuyen a la carcinogénesis colorrectal son quizás los mejor entendidos para cualquier tipo de tumor. Pacientes con alto riesgo para desarrollar cáncer colorrectal son aquellos con predisposición hereditaria para la formación de adenomas colorrectales, pacientes con enfermedad inflamatoria crónica, particularmente colitis ulcerosa crónica inespecífica (CUCI), o pacientes con historia familiar de cáncer de colon. Los síndromes de poliposis hereditaria conllevan al 1% de los cánceres colorrectales, mientras que los no polipósicos forman más del 10% de los casos nuevos diagnosticados con carcinoma colorrectal. La acumulación progresiva de múltiples mutaciones genéticas resulta en la transición de mucosa normal al adenoma, a la aparición de displasia severa y al carcinoma franco. Las mutaciones de los genes reparadores de desajustes, se cree que son responsables del 15% de los cánceres de colon. La mutación del APC (adenomatous polyposis coli) es responsable decerca del 80% de los cánceres esporádicos de colon. Mutaciones somáticas espontáneas del APC en los colonocitos se cree, llevan al desarrollo de pólipos adenomatosos esporádicos. Estas mutaciones del gen APC ocurren tempranamente en el desarrollo del adenoma y son encontradas frecuentemente en fosas de criptas aberrantes; las criptas displásicas más tempranamente identificables. La mutación del APC es encontrada en cerca del 50% de los adenomas esporádicos, aunque usualmente permanecen como benignos, la transformación maligna requiere de mutaciones genéticas futuras. El gen DCC (deleted in colon cancer) codifica para el receptor de moléculas de adhesión de células neurales y normalmente promueve la apoptosis y la supresión de tumores. La pérdida del gen normal DCC es importante durante la transición de adenoma intermedio al adenoma tardío. Su papel en esta transición es mantenido gracias a la deleción alélica frecuente durante esta transformación. El gen normal p53 permite la suspensión del ciclo celular después de daño en el ADN para permitir, ya sea la reparación del daño si es corregible o la apoptosis si el daño es muy severo. La producción de proteína nativa de p53 está sobrerregulada después del daño celular por exposición a radiación, dañó en el ADN u otros eventos nocivos para impedir la síntesis de nuevo ADN y detener la división celular. La pérdida de la función de p53 puede provocar inestabilidad genómica como cuando los errores genéticos son replicados sin control, resultando en la pérdida de la heterocigocidad. La mutación del gen p53 es importante en la transición de adenoma tardío a carcinoma franco. Cerca del 50% de las lesiones con displasia de alto grado y cerca del 75% de los cacinomas muestran pérdida de la función normal de p53, frecuentemente por un punto de mutación de un alelo y la deleción de otro alelo tipo nativo. El gen K-ras codifica para la proteína implicada en la transducción de señal de la membrana celular al núcleo. Mutaciones específicas de este gen resultan en la activación consecutiva de esta señal y aumenta la replicación de los colonocitos. Estas mutaciones están asociadas con el crecimiento exofítico de los adenomas durante la transición a carcinoma. Cerca del 50% de los cánceres de colon tienen mutaciones del K-ras. La acumulación de mutaciones genéticas permite la inestabilidad genética, manifestada por 4 la pérdida de heterocigocidad. La pérdida de heterocigocidad acelera la carcinogénesis; células con pérdida de heterocigocidad tienen uno, en lugar de dos alelos normales de algunos genes, debido a la pérdida de cromosomas individuales durante la mitosis. Un gen supresor de tumor está más predispuesto a perder la función normal cuando solamente un alelo está presente después de perder la heterocigocidad. Solamente una, en lugar de dos, mutaciones genéticas son necesarias para perder su función. La metilación del ADN en la región promotora puede terminar y silenciar la expresión genética sin mutaciones del ADN. En particular, esta metilación puede inactivar genes supresores llevando así al cáncer. 3. Dieta: La relación entre dieta y el riesgo de cáncer colorrectal es un tópico interesante y muy debatible. El papel de los factores dietéticos en el desarrollo de adenomas colorrectales y carcinoma es generalmente aceptado y se piensa está relacionado con dietas ricas en grasa y proteínas de origen animal, bajas en fibra y/u otros vegetales. Se calcula que entre un tercio y la mitad del riesgo de desarrollar cáncer de colon y entre una cuarta parte y un tercio del riesgo de adenomas de colon distal podrían evitarse si se modificarán los hábitos dietéticos y el estilo de vida. Dietas altas en grasa pueden aumentar el riego de cáncer colorrectal debido al incremento de calorías o como un marcador sustituto para altos contenidos de proteínas como en las carnes rojas. Dietas bajas en fibra muestran relación con cáncer colorrectal, probablemente debido a un tránsito intestinal más lento de las heces; lo cual aumenta la exposición del epitelio intestinal a carcinógenos potenciales. Vegetales verdes y frutas con alto contenido de antioxidantes, vitaminas y los carbohidratos ejercieron el efecto protector más constante contra los adenomas. Factores adicionales se piensa que aumentan el riesgo, incluido el alcohol, particularmente la cerveza, la obesidad y el tabaquismo. 4. Factores del huésped: Una variedad de factores del huésped relacionados con el cáncer colorrectal incluyen la obesidad, historia de tabaquismo, y exposiciones ocupacionales. La cantidad de ácido biliar en asociación con el metabolismo de la microflora intestinal también está relacionado con la incidencia del tumor. Por ejemplo, los fecapentanos, productos de la microflora intestinal, son componentes mutagénicos encontrados en las heces fecales que están correlacionados con la carcinogénesis colorrectal. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS. La prevalencia de adenomas en el intestino grueso varía en diferentes partes del mundo. Los adenomas son más comunes en países occidentalizados, y están presentes en al menos el 60% de los individuos, según estudios de autopsias. En contraste, los adenomas son menos comunes en países subdesarrollados, encontrados en solo el 5% de la población. Ésta es afectada por cuatro factores principales: el riesgo intrínseco de cáncer de colon en la población, la edad, el sexo y los antecedentes familiares de cáncer colorrectal. Entre la mitad y las dos terceras partes de las personas mayores de 65 años que viven en áreas de alto riesgo pueden albergar adenomas de colon. Los hombres tienen un riesgo relativo de desarrollar adenomas de 1.5 en comparación con las mujeres de la misma edad. La raza por sí misma, no parece ser un determinante independiente de 5 la prevalencia de adenomas; los adenomas rara vez se desarrollan en negros que viven en Sudáfrica, mientras que los afroamericanos que residen en Nueva Orleans presentan tasas de prevalencia de adenomas comparable a la de una población blanca en una ciudad de alto riesgo. Los adenomas tienen importancia clínica debido a que pueden desarrollarse dentro un carcinoma infiltrante, lo cual está sustentado por muchos estudios epidemiológicos. La incidencia de los adenomas es paralela a la incidencia del cáncer colorrectal. Para calcular la tasa de incidencia de los adenomas nuevos se debe examinar el colon de los individuos en más de una oportunidad. Hay dos tipos de estudios endoscópicos que conducen a este análisis: los estudios de vigilancia postpolipectomía (o postresección del cáncer) y los exámenes en el intervalo en personas con estudios iniciales negativos. Por supuesto para ambos tipos de estudios la tasa de falta de observación de adenomas, pequeña pero medible (15 a 24%) puede contribuir con la tasa de adenomas que se evidencian. En este comentario los adenomas que aparecen en individuos después de la polipectomía se consideran recurrencias, mientras que los que aparecen en individuos después de una colonoscopia inicial negativa se consideran adenomas incidentes. En este último grupo de individuos la incidencia de adenomas nuevos varía entre un 24% y un 41%. La mayoría de los pólipos adenomatosos son asintomáticos. En la revisión de 800 pacientes con pólipos colorrectales, cerca de dos terceras partes fueron asintomáticos. Además, estos síntomas fueron coincidentales y no causados por los pólipos. Por ejemplo, la rectorragia en un paciente con un pólipo pequeño es más comúnmente causada por otras condiciones; particularmente hemorroides. El sangrado hemorroidal característicamente es postdefecatorio, cubre las heces y produce sangre rojo brillante. Los pólipos de más de un centímetro de diámetro, tienden más a producir síntomas y los pólipos de menos de 0.5cm de diámetro raramente producen síntomas. El síntoma más comúnmente atribuible a los pólipos es el sangrado rectal, dolor abdominaly el cambio de hábito intestinal. Un pólipo rectal raramente puede causar prolapso rectal. Un pólipo grande raramente forma el borde principal de una intususcepción. Grandes adenomas vellosos, especialmente en el colon distal, pueden causar raramente diarrea secretoria con deplesión considerable de agua y electrolitos, que a veces pone en peligro la vida. Anormalidades físicas y de laboratorio son poco comunes en pólipos adenomatosos. Un pólipo rectal puede ser palpable y solo la mitad de los adenomas causan sangre oculta en heces. Los grandes adenomas son más propensos a causar sangrado oculto que los pequeños adenomas. Un pólipo colónico benigno raramente causa anemia por deficiencia de hierro; la anemia por deficiencia de hierro es mucho más común en pólipos malignos debido cuantitativamente a mayor pérdida de sangre crónica. Síntomas y signos son comunes cuando el cáncer de colon es avanzado y tiende a ser incurable, son menos comunes en el cáncer temprano y altamente curable, y son relativamente poco comunes en pólipos adenomatosos. Este fenómeno conlleva a la dificultad para detectar adenomas o cáncer temprano por presentación clínica y promueve la búsqueda masiva en la población asintomática general para detección y prevención del cáncer colorectal. DISTRIBUCIÓN ANATÓMICA. 6 La distribución de los pólipos adenomatosos dentro del colon difiere según el método con el cual se investigan. En series de autopsias de individuos que se aproximan a la distribución normal probablemente asintomáticos, los adenomas se manifiestan de manera uniforme en todo el colon y el recto. Esta distribución equitativa se confirmó en exámenes colonoscópicos de pacientes asintomáticos. Los adenomas grandes en las series de autopsias asumen un predominio distal en la región donde aparece la mayoría de los cánceres de colon, para apoyar la hipótesis de adenoma-carcinoma. Así mismo, los adenomas detectados en estudios quirúrgicos y colonoscópicos de personas sintomáticas también revelan un predominio del lado izquierdo e indican que los adenomas distales tienen más probabilidades de evidenciarse en mayores de 60 años, la distribución de los adenomas muestra un desvío hacia ubicaciones colónicas más proximales. Este fenómeno que se basa tanto en estudios de autopsias como en estudios colonoscópicos de individuos sintomáticos y asintomáticos, y tiene importancia para elegir los abordajes apropiados para la detección del cáncer de colon. CARACTERÍSTICAS PATOLÓGICAS. Los adenomas se clasifican en forma clásica en tres grupos de acuerdo con el tamaño: menores de 1 cm, entre 1 y 2cm y mayores de 2cm. La mayoría de los adenomas es menor de 1cm, pero la distribución de tamaños puede variar bastante entre los estudios, según el diseño del estudio, la edad de la población considerada y la ubicación de los adenomas dentro del colon. En series quirúrgicas y colonoscópicas que incluyen pacientes sintomáticos o con mayor riesgo se informa una prevalencia entre el 26% y el 40% de adenomas mayores de 1cm. En países en donde la prevalencia del cáncer de colon es elevada, los adenomas tienden a ser más grandes que en los países con prevalencia baja. El tamaño de los adenomas se incrementa en función de la edad, incluso en los países con baja prevalencia. Los adenomas más grandes son más frecuentes en los segmentos colónicos distales. Un pólipo diminuto es el que mide 5mm de diámetro o menos, aparecen frecuentemente en la colonoscopía pero tienen escasa significación biológica o clínica. Sin embargo, entre el 30% y el 50% de ellos son adenomatosos. A pesar de la frecuencia de cambios adenomatosos, representan una amenaza de cáncer escasa o nula. De hecho, menos del 1% de los pólipos diminutos es velloso o contiene un foco de displasia de alto grado y casi nunca albergan carcinomas invasores. Existe una prevalencia de solo un 24% a un 34% de adenomas proximales en pacientes asintomáticos con pólipos diminutos distales ( de todos los tipos histológicos) la probabilidad de hallar adenomas proximales es mayor cuando el pólipo distal mide más de 5mm. Los adenomas diminutos manifiestan escaso o ningún crecimiento apreciable con el tiempo ni significación biológica o clínica. Una excepción a esta regla es el cáncer colorrectal no asociado a poliposis hereditaria, en el cual incluso los adenomas pequeños pueden revelar características vellosas o displasia de alto grado. Macroscópicamente los adenomas más pequeños de 1cm de diámetro tienden a distribuirse a través del colon y recto. En contraste, adenomas de 1cm o mayores en 7 diámetro son más frecuentemente encontrados en colon sigmoides y en el recto. En general, el tamaño del pólipo está correlacionado con el tipo histológico. Así adenomas más pequeños de 1.0cm en diámetro, la vasta mayoría (más del 90%) son adenomas tubulares, 7% son túbulo-vellosos, y 2% son vellosos. A diferencia, solo el 50% de los adenomas mayores de 2.0cm son tubulares, mientras que 38% son túbulo-vellosos y 12% vellosos. Macroscópicamente los adenomas colorrectales pueden ser pediculados, sésiles o planos. Sin embargo, además del tamaño del pólipo, la arquitectura puede mostrar relación con la histología. A diferencia de las características macroscópicas de los pólipos adenomatosos, las características citológicas son las mismas. Las características citológicas del epitelio adenomatoso incluyen el aumento del tamaño nuclear (núcleo en forma de cigarrillo), hipercromasia nuclear, nucleolo prominente, pérdida de la mucina apical y pseudoestratificación del núcleo que se extiende de las bases de las criptas al epitelio de superficie (pérdida de la polaridad). La apoptosis puede ser prominente, y las mitosis son frecuentes. La infiltración neutrofílica del epitelio puede verse y no debe confundirse con inflamación activa en un pólipo inflamatorio. Una lesión temprana reconocible es una cripta aberrante, este foco representa la transformación adenomatosa dentro de la cripta colónica individual vista como una cripta con aumento de tamaño o con lumen dilatado, la cual se abre protruyendo a través de la superficie mucosa. La continua proliferación de las células adenomatosas permite la ramificación y la inversión del epitelio causando elevaciones en la mucosa; así que los pólipos macroscópicamente visibles pueden ser encontrados por endoscopia. Las glándulas neoplásicas pueden agruparse en la mitad luminal de los pólipos, con criptas de apariencia normal en la base del pólipo. Con el futuro aumento de tamaño, los pólipos adenomatosos pueden convertirse en pediculados y mostrar asociación con prolapso de la mucosa, cambios típicos del tallo del pólipo incluyendo macrófagos cargados de hemosiderina, fibrosis, e infiltración de glándulas adenomatosas dentro del tallo. La lámina propia entre las glándulas adenomatosas es normal. Una gran variedad de tipos celulares puede ser encontrado en los adenomas, incluyendo las células de Paneth, caliciformes o células endócrinas. El encontrar estos tipos celulares en un pólipo adenomatoso refleja la habilidad de las células neoplásicas para la diferenciación parcial a varios tipos celulares. Las células caliciformes dentro de los pólipos adenomatosos son frecuentemente distróficas, vistas como flotando libremente o con núcleo atípico. Las células endócrinas están presentes en al menos la mitad de los adenomas y pueden ser mejor diferenciadas con el uso de tinciones especiales. Las células de Paneth están presentes en el 10% de los adenomas, se reconocen por sus gránulos eosinófilos característicos. Algunos adenomas pueden contener focos de metaplasia escamosa, melanocitos o epitelio de tipo gástrico. Por definición, todos los adenomas colorrectales son displásicos. El epitelio adenomatoso se caracteriza por diferenciación y renovación celular anormal. Ello produce hipercelularidad en las criptas colónicas, con células que poseen cantidades variablesde mucina y núcleos alongados hipercromáticos, dispuestos en forma de empalizada. Estas alteraciones citológicas confieren un aspecto más basófilo al epitelio adenomatoso con la tinción convencional de hematoxilina-eosina. Aunque el tipo celular predominante es una célula caliciforme o cilíndrica, los adenomas pueden contener otros 8 tipos celulares, como células neuroendócrinas, células de Paneth, mórulas escamosas y, rara vez, melanocitos. En el corte transversal se suele observar el contorno interno de una luz glandular adenomatosa como una estructura regular, a diferencia del aspecto aserrado de la luz glandular hiperplásica. La displasia exhibida por todos los adenomas se puede clasificar en forma subjetiva, basándose en cambios nucleares citológicos y por el grado de estratificación nuclear. En todos los casos, el adenoma se clasifica de acuerdo con el foco más displásico presente en su interior. En la actualidad es una práctica frecuente clasificar la displasia en solo dos grados: 1. Displasia de bajo grado (que incluye la displasia leve y moderada) la cual está limitada a la parte baja del epitelio. 2. Displasia de alto grado (que abarca la displasia severa y el carcinoma in situ) que alcanza la luz de la glándula. Arquitecturalmente las criptas dentro de áreas de displasia de alto grado muestran aumento en la complejidad; vista como ramificación irregular, racimos de glándulas y formaciones cribiformes. Citológicamente el núcleo muestra atipia severa (aumento de tamaño, hipercromatismo, núcleo vesiculoso y nucleolo prominente) y pérdida completa de la polaridad que alcanza la superficie del epitelio. Las mitosis son prominentes y la mucina en el citoplasma está ausente. La displasia en un adenoma inicia abruptamente en o cerca de la superficie y crece a lo largo de las criptas hacia la base. Se forman capullos de criptas nuevas de la superficie y comienzan a elongarse y hacerse irregulares, ramificadas o quísticas. El cáncer de colon puede ocurrir en un pólipo pediculado, pólipo sésil, tumoración o estenosis. Los pólipos pequeños raramente contienen cáncer. Solo el 1% de los pólipos diminutos contienen cáncer. El cáncer en un pólipo sésil puede metastatizar más rápido que en un pólipo pediculado debido a la cercana proximidad del drenaje linfático. El carcinoma in situ se caracteriza por la proliferación celular intracríptica, mientras que la membrana basal que rodea a la glándula permanece indemne. Si un foco neoplásico se extiende en su crecimiento más allá de la membrana basal y dentro de la lámina propia de la mucosa, la lesión se denomina carcinoma intramucoso. Tanto el carcinoma in situ como el intramucoso son lesiones no invasoras, sin potencial metastático, porque no hay linfáticos en la mucosa colónica por encima del nivel de la muscular de la mucosa. Solo cuando el foco de células neoplásicas se diseminó a través de la muscular de la mucosa se considera que la lesión es un carcinoma invasor. Un adenoma que contiene un foco de carcinoma invasor se suele denominar pólipo maligno. Mientras la gradación de los adenomas no sea universal, esto puede ser útil para estandarizar la terminología y alertar a los clínicos que en ciertos pacientes en particular el proceso debe ser más agresivo y garantizar un seguimiento más cercano. Los adenomas muestran una reacción inflamatoria localizada en la lámina propia. Por esta razón, esto es inapropiado para hacer un diagnóstico separado de colitis basándose en la inflamación del adenoma. Potencial maligno de los pólipos adenomatosos. Las tres características principales que se correlacionan con el potencial maligno en un pólipo adenomatoso son su tamaño, el tipo histológico y el grado de displasia. 9 Aunque los mayores grados de transformación maligna aparecen cuando el material anatomopatológico proviene principalmente de polipectomías quirúrgicas y no de polipectomías por vía colonoscópica, el potencial maligno se relaciona en forma directa con el tamaño mayor del adenoma, con mayor vellosidad histológica y con mayores grados de displasia. Para confirmarlo, estos tres criterios anatomopatológicos suelen ser independientes, por lo cual es difícil asignar una función premaligna principal a uno de ellos. Aunque solo el 1.3% de los adenomas de menos de 1cm pueden albergar un cáncer, si estas lesiones pequeñas tienen un componente velloso predominante o contienen un foco de displasia severa, la tasa de malignidad se eleva al 10 o al 27%, respectivamente. Se debe destacar, sin embargo, que un adenoma tubular pequeño (menor de 1 cm) con displasia de bajo grado es muy poco probable que albergue un foco de cáncer invasor. Este tipo de lesión no es solo inocua en forma intrínseca, ya que con frecuencia también se considera marcadora de un individuo con bajo riesgo de desarrollar un adenoma recurrente. Como los adenomas mayores de 1cm, con arquitectura vellosa, displasia de alto grado o carcinoma representan un grupo más peligroso desde el punto de vista biológico, se le suele aplicar el término adenoma con anatomía patológica avanzada. CARACTERÍSTICAS ENDOSCÓPICAS. Los adenomas varían de lesiones muy pequeñas, lesiones planas hasta largas y sésiles ó pediculados. Las lesiones grandes típicamente son friables. Las lesiones pequeñas y diminutas pueden ser mejor identificadas con el uso de cromoendoscopia. Los adenomas vellosos y túbulo-vellosos pueden ser pólipos muy grandes y sésiles; que se encuentran más comúnmente en el ciego, en el colon ascendente proximal y en el recto. Pueden exceder los 5cm en tamaño y cubrir el recto entero. Los adenomas vellosos tienen una apariencia distintiva cuando son planos o esparcidos. A diferencia de los adenomas pediculados típicos los cuales pueden ser eritematosos y friables, estos pólipos tiene una apariencia blanda en la superficie. DETECCIÓN DE LOS ADENOMAS. Estudios de sangre oculta en heces (SOH). La SOH fue tradicionalmente el soporte principal para la búsqueda de cáncer de colon y pólipos colónicos. Esta es medida más comúnmente por medio de ensayo colorimétrico de la reacción del guayaco catalizado por medio de la peroxidaza presente en la sangre. Esto tiene las ventajas de una prueba de bajo costo, simple, no invasiva y segura. Y tiene la desventaja como prueba de búsqueda por su baja especificidad. La SOH se basa en el incremento del sangrado rectal microscópico en pacientes con cáncer de colon, comparado con pacientes sin esta enfermedad. Pacientes con y sin cáncer de colon sin embargo, tienen un vasto rango de sangrado microscópico con considerable transposición. Esta transposición da como resultado la baja especificidad de la prueba. La especificidad se incrementa evitando la ingesta de brócoli, coliflor o carnes rojas y evitando la terapia con aspirina durante 3 días antes de la prueba. Si el hierro causa falsos positivos aun es controversial, pero descontinuar la terapia con hierro varios días antes de la prueba es prudente debido a que puede causar interferencia. Aun en estudios 10 de detección ideales, solo del 5% al 10% de los pacientes con SOH positiva tienen cáncer de colon y otros 20 % a 30% tiene pólipos adenomatosos. Si bien, una prueba verdaderamente positiva puede permitir la detección temprana y cura del cáncer de colon, los falsos positivos dan como resultado un gran número de colonoscopias no diagnósticas. La SOH es además solo moderadamente sensible, la sensibilidad está dada por la realización del estudio en heces en tres diferentes ocasiones, debido a que el cáncer de colon sangra intermitentemente, y a suspender la ingesta de ácido ascórbico varios días antes ya que inhibe la reacción del guayaco. La sensibilidad del estudio también está influida al realizarla con heces frescas o con especimenes rehidratados, pero la rehidratación disminuye la especificidad. No obstante, la sensibilidad de la SOH como estudio de detección, usandolas técnicas ideales bajo circunstancias ideales, es cerca del 85%. La sensibilidad para la detección de adenomas es considerablemente baja debido a que los adenomas sangran menos frecuentemente que el cáncer. La sensibilidad para detectar adenomas es solo de cerca 50% y es particularmente baja para adenomas que son pequeños y localizados en el colon proximal. El valor predictivo positivo oscila entre un 30% y un 35% para los adenomas y entre un 8% y un 12% para el cáncer. A pesar de esta imperfección, la SOH es un elemento importante en el armamento para la detección del cáncer de colon, debido a ser una prueba segura y conveniente. Mandel y colaboradores demostraron en un estudio controlado, randomizado y prospectivo, donde la búsqueda anual de sangre oculta en heces tiene como resultado la reducción de la mortalidad por cáncer de colon. Con una prueba de SOH positiva inexplicablemente, es mandatoria la evaluación futura del colon para excluir cáncer de colon o pólipos en cualquier paciente mayor de 40 años de edad. Enema de bario. El enema con bario fue solicitado como una alternativa barata, menos invasiva y segura a la colonoscopia. Tiene el riesgo de perforación colónica en cerca de 1 por 25,000 examinaciones. Los pacientes con expuestos a cerca de 0.03 Gy de radiación durante el estudio. Además, es solo moderadamente sensible para la detección el cáncer de colon. Por ejemplo, en una revisión de 2193 cánceres colorrectales consecutivos, el enema de bario fue mucho menos sensible (82.9%) que la colonoscopia (95% de sensibilidad) para detectar cáncer de colon y es aun menos sensible para la detección de pólipos colónicos. Por ejemplo, en un estudio de 580 pacientes en los cuales se realizaron tanto enema con bario como colonoscopia, el enema con bario detectó solo el 32% de los pólipos colónicos menores de 6mm de diámetro, 53% de los pólipos entre 6mm y 10mm, y 48% de los pólipos mayores de 10mm. La enfermedad diverticular, espasmos colónicos, mala preparación colónica y colon redundante interfieren con la interpretación de enema de bario y con su precisión. Las lesiones en recto pueden pasar desapercibidas por la interferencia debido a oclusión del balón intrarrectal. El enema de bario no 11 permite el estudio histopatológico de la lesión debido a la incapacidad para realizar biopsias, y no permite la resección terapeútica de los pólipos. La detección de pólipos por enema de bario requiere necesariamente una colonoscopia como segundo examen para toma de biopsias o polipectomía. Sigmoidoscopia flexible. La sigmoidoscopía flexible ha sido recomendada cada 3 a 5 años junto con la SOH cada año para la búsqueda de cáncer de colon. La sigmoidoscopia disminuye la mortalidad del cáncer en el rectosigmoides. Por ejemplo, Selby y colaboradores reportaron una reducción del 59% de cáncer en rectosigmoides en pacientes sometidos a una o más sigmoidoscopias rígidas en la década pasada comparado con controles de igual edad y sexo no sometidos a búsqueda. El papel de la sigmoidoscopia flexible está comenzando a crecer, limitado para la búsqueda y diagnóstico del cáncer de colon. Es relativamente insensible para la detección de cáncer o pólipos en colon porque la mitad proximal del colon no es visualizada endoscópicamente. De una tercera parte a la mitad de las lesiones son proximales al colon sigmoides. Este efecto ha comenzado a ser cuantitativamente mayor con el cambio de los pólipos colónicos y el cáncer hacia el lado derecho del colon. Aun con la estrategia de búsqueda por colonoscopia, cuando un paciente tiene un pólipo colónico distal detectado por sigmoidoscopia, se pierden las lesiones más proximales debido a que éstas no tienen lesiones distales sincrónicas. La sigmoidoscopia es una prueba también indicada para pacientes con cáncer de colon distal. Cerca del 3% al 5% de pacientes con cáncer de colon tienen cáncer sincrónico. La presencia de lesiones sincrónicas proximales afecta el manejo del cáncer distal. Si la lesión sincrónica proximal es maligna, los pacientes requieren resecciones amplias para extirpar ambas lesiones. Si la lesión proximal es un adenoma benigno, los pacientes deberán someterse a polipectomía colonoscópica antes de someterse a sigmoidectomía. El encontrar un pólipo adenomatoso o cáncer durante la sigmoidoscopia hace mandatario realizar la colonoscopia completa para diagnosticar lesiones sincrónicas. En pacientes asintomáticos, el sigmoidoscopio rígido detectará pólipos (de todos los tipos histológicos) en alrededor del 7% de las personas mayores de 40 años. Colonoscopia diagnóstica. La colonoscopia es recomendada para la detección en pacientes mayores de 50 años de edad, que es la edad de riesgo promedio para el cáncer y los pólipos colónicos. La colonoscopia es altamente sensible para detectar pólipos grandes (>1cm), con tasa de error de solo el 6% y es moderadamente sensible para detectar pólipos diminutos (<0.6cm) con tasa de error de cerca el 27%. Los pólipos pueden no ser vistos en las vueltas pronunciadas, especialmente en el ángulo hepático, en flexiones del sigmoides, en áreas de espasmo colónico especialmente en el sigmoides o con diverticulosis severa y en áreas cubiertas por heces debido a mala preparación. Los cánceres de colon raramente no se ven durante una colonoscopia debido a que tienden a ser tan grandes como los 12 pólipos adenomatosos. La colonoscopia es una prueba altamente específica. Durante la colonoscopia los pólipos son removidos y las tumoraciones biopsiadas para su diagnóstico patológico. La colonoscopia sin embargo, tiene desventajas como prueba de detección debido a que es un recurso invasivo, incómodo y conlleva un pequeño pero significativo riesgo de complicaciones serias. Este requiere un equipo formado por técnicos, enfermeras y un colonoscopista altamente entrenado. No se dispone rápidamente de la colonoscopia debido a la falta de personal entrenado. Esta prueba requiere de la preparación del paciente 24 horas antes del procedimiento. La prueba es incómoda y generalmente requiere de sedación y analgesia. Es necesario el monitoreo de los pacientes después del procedimiento hasta que los efectos sedantes y analgésicos hayan desaparecido. El índice de complicaciones del diagnóstico colonoscópico es cerca del 0.4%. Las complicaciones mayores más comunes son el sangrado gastrointestinal y la perforación colónica. La mayoría de las perforaciones colónicas requieren cirugía, pero el tratamiento conservador a base de líquidos, antibióticos y lavado quirúrgico ocasionalmente es suficiente. Durante la colonoscopia los pólipos pueden ser caracterizados de acuerdo a su tamaño, color, número, localización segmentaria, localización intramural (mucosos o submucosos), presencia o ausencia de tallo ( pediculados o sésiles) y apariencia superficial. Las características del pólipo en la colonoscopia provee de pistas importantes en lo que se refiere a la histología y potencial maligno, lo cual puede influir en el manejo colonoscópico. Los pólipos hiperplásicos usualmente son pequeños, pálidos, unilobulares, y localizados en el recto. Los adenomas son grandes, hiperémicos, multilobulados y distribuidos a lo largo de todo el colon. Los adenomas vellosos tiende a ser grandes, voluminosos, sésiles, suaves, de apariencia aterciopelada y friable. La apariencia colonoscópica es, sin embargo, solo moderadamente correlacionada con la histología del pólipo. El examen patológico de la biopsia tomada por colonoscopia provee una indicación de la histología del pólipo, pero está sujeta a errores de muestreo. Un pólipo es definitivamente clasificado mediante el examen patológico del pólipo en su totalidad después de la polipectomía. La polipectomía colonoscópica es diagnóstica y terapeútica para pólipos adenomatosos no cancerosos. Los adenomas planos tienden a ser más pequeños, discoides y como placas eritematosas. Son importantesdebido a que tiene riesgo significativo de displasia de alto grado y ocasionalmente cáncer. Los adenomas planos son difíciles de detectar y pasan desapercibidos durante la colonoscopia. Estas lesiones son identificadas mediante cromoendoscopia con instilación colonoscópica de azul de metileno o índigo carmin. El diagnóstico diferencial de numerosas masas polipoides detectadas en la colonoscopia incluye: FAP (poliposis adenomatosa familiar), FAP atenuada, poliposis hiperplásica, poliposis juvenil, síndrome de Peutz- Jeghers, pseudopoliposis, hemangiomatosis colónica difusa y neumatosis coli. Estas condiciones son diferenciadas mediante hallazgos clínicos, radiológicos, colonoscópicos e histológicos. En pacientes con FAP, la mucosa colónica está tapizada por cientos y miles de pólipos adenomatosos. En pacientes con FAP atenuada, solo cerca de 30 pólipos adenomatosos están presentes. Estos pólipos están usualmente localizados en el colon proximal y tienden a ser de crecimiento plano intramural, más que intraluminal. La FAP clásica y la atenuada ambas son causa de mutaciones del APC. En la FAP atenuada, las mutaciones del APC ocurren en ciertos sitios, particularmente en el extremo proximal o distal al final del gen APC. 13 Los pacientes con FAP deben ser sometidos a colectomía profiláctica al llegar a la pubertad para prevenir cáncer de colon. La poliposis hiperplásica está caracterizada por 20 o más pólipos en el colon, de predominio derecho y con historia familiar positiva. La poliposis juvenil se caracteriza por historia familiar de la misma, más de cinco pólipos juveniles en el colon, múltiples pólipos juveniles a través del resto del tubo gastrointestinal y el desarrollo de pólipos a una edad temprana. En el síndrome de Peutz- Jeghers múltiples pólipos hamartomatosos, los cuales característicamente contienen abundantes haces de músculo liso, ocurren a lo largo del tubo gastrointestinal. Los pacientes característicamente tienen hiperpigmentación oral y perioral debido a depósitos de melanina. Los pseudopólipos representan islotes de mucosa residual con inflamación variable rodeada por un fondo sucio. Está más comúnmente asociado con colitis ulcerativa. Otros hallazgos colonoscópicos de la colitis ulcerativa, incluyen el eritema de la mucosa, granularidad, pérdida del patrón vascular normal, friablidad, pus, hemorragia mucosa y ulceraciones superficiales, pueden estar presentes. En la colonoscopía, los hemangiomas comúnmente aparecen como múltiples lesiones violáceas, sésiles o polipoides. Estos están asociados con lesiones dermatológicamente características en el síndrome del nevo azul. En la neumatosis coli múltiples quistes llenos de aire están presentes en la submucosa colónica. La colonoscopia revela múltiples quistes pálidos, alrededor de masas polipoides con mucosa adyacente intacta. El cáncer de colon temprano puede ocurrir en un pólipo adenomatoso y puede ser difícil de distinguir por colonoscopia del pólipo adenomatoso no maligno. Por ejemplo, un adenoma velloso de 2cm de ancho tiene aproximadamente 40% de oportunidad de desarrollar cáncer. Los factores de riesgo de un pólipo para malignidad incluyen histología vellosa más que tubular, un tamaño grande, morfología sésil y aumento en el número de pólipos colónicos. El cáncer de colon avanzado típicamente aparece como una tumoración grande y exofítica debido a su crecimiento intraluminal o como estenosis colónica debido al crecimiento circunferencial. Una estenosis en el colon puede ser benigna, la malignidad se sugiere cuando la estenosis es ulcerada, indurada, asimétrica y friable, y con márgenes sobreelevados y asimétricos. La apariencia colonoscópica no es definitiva. La examinación patológica de múltiples biopsias colónicas y el análisis citológico del cepillado del área estenosada son usualmente diagnósticos. Métodos más modernos para la detección de adenomas. La colografía con tomografía computarizada o con resonancia magnética (denominada colonoscopia virtual) es un método no invasivo para la detección de neoplasias colónicas. En comparación con la colonoscopia convencional, este método identifica en forma típica entre un 91 y un 100% de los pólipos > de 1cm, entre un 71% y un 82% de los que miden entre 0.6 y 0.9cm, pero solo hasta el 55% de los menores de 0.5cm. VIGILANCIA EN PACIENTES DE ALTO RIESGO Y PRUEBAS DIAGNÓSTICAS EN PACIENTES CON INDICACIONES CLÍNICAS. Pacientes con riesgo promedio para pólipos adenomatosos o cáncer, bajo búsqueda con colonoscopia cada 10 años, o con pruebas de búsqueda alternativa en 14 intervalos periódicos, como se mencionó previamente y se describe a detalle más adelante. Pacientes que pertenecen al grupo de alto riesgo bajo vigilancia periódica más frecuente. En este grupo de alto riesgo la colonoscopia es la prueba recomendada. La edad de inicio de la vigilancia y la frecuencia de la misma depende de la edad de presentación inicial del aumento de riesgo de cáncer y el riesgo cuantitativo de cáncer. Además de las pruebas de vigilancia periódicas, pacientes que requieren colonoscopia para excluir cáncer de colon, pólipos adenomatosos, u otras enfermedades colónicas; las indicaciones agudas específicas son: sangre oculta en heces, anemia por deficiencia de hierro, hematoquezia, melena con esofagogastroduodenoscopia negativa, bacteremia por Streptococcus Bovis, después de encontrar pólipos colónicos en la sigmoidoscopia, adenocarcinoma metastásico a hígado de primario desconocido, cambio de hábito intestinal en ancianos, estudios radiológicos anormales ( enema con bario, colonoscopia virtual) sugestivos de cáncer de colon y estenosis colónica. Evolución natural de los pólipos adenomatosos. El conocimiento acerca de la velocidad de crecimiento de los pólipos se ha logrado a partir de dos tipos principales de estudios: 1) estudios de seguimiento longitudinales en pacientes con pólipos no resecados y 2) estudios que comparan la distribución por edades de las personas con adenomas con la de las personas con carcinomas. Los adenomas no tratados: en estudios longitudinales retrospectivos se encontró que pasaron por lo menos 5 años y con mayor frecuencia 10 años hasta que los adenomas comprobados en forma histológica progresaran a cáncer. El tamaño del pólipo inicial afecta el intervalo de progresión a carcinoma, dado que en los adenomas más grandes es más probable que se desarrolle un foco de cáncer. Si se comienza con un tumor polipoide de 1cm (con histología desconocida) se sugiere que pasarán de 2 a 5 años hasta que se desarrolle un cáncer y el riesgo acumulado en el sitio donde se encuentra el pólipo es solo del 2.5% a los 5 años, del 8% a los 10 años y del 24% a los 20 años del diagnóstico. En pólipos más pequeños de 0.2 a 1cm en seguimiento de 3 a 5 años se detectó cáncer en el 1% y solo el 4% de estos pólipos creció; el otro 96% de los pólipos permaneció sin cambios, disminuyó de tamaño o desapareció. El periodo de transición para los adenomas con displasia de bajo grado hasta convertirse en cáncer es aproximadamente de 8 años, mientras que el intervalo para los adenomas con displasia de alto grado es entre 3 y 4 años. Manejo inicial de los adenomas. Si un pólipo se detecta con enema de bario, se recomienda una colonoscopia para establecer el diagnóstico histológico del pólipo a la vez que se reseca y se buscan neoplasias sincrónicas. Cuando aparece durante una sigmoidoscopia, éste se debe biopsiar para establecer su tipo histológico. Si es hiperplásico, no se recomienda la colonoscopia completa. Con colonoscopia se sugiere que la posibilidad de hallar una neoplasia proximal avanzada, incluso con un solo adenoma tubular pequeño, es entre 2,6 y 4 veces mayor que la de no hallar patología proximal alguna. Como con el resultado negativo de una biopsia a partir de la muestra fraccionada de un pólipo es probable que 15 no se pueda descartar un cáncer, la exéresistotal del pólipo es el único método que provee un diagnóstico histológico meticuloso y preciso. Polipectomía Colonoscópica. Los pólipos colónicos con menos de 0.8cm de diámetro son removidos usualmente por biopsia caliente, especialmente cuando son sésiles, a diferencia de los que miden más de 0.8cm que son removidos usualmente con asa de polipectomía, especialmente cuando son pediculados. La biopsia caliente es llevada a cabo cuidadosamente en el ciego usando una baja amplitud y breve duración en debido a que la pared colónica es muy delgada y mucho más vulnerable a la necrosis transmural en esta región. Los pólipos diminutos de menos de 6mm de diámetro y sésiles, pueden removerse con el modo de guillotina sin electrocauterio. El asa fría evita el artefacto de diatermia en el espécimen resecado, pero se asocia con el riesgo teórico de resección incompleta del tejido neoplásico. El electrocauterio a diferencia, destruye el tejido neoplásico residual en el área no removida. El asa de polipectomía fría es segura, con bajo riesgo de hemorragia postpolipectomía. Los pólipos ultradiminutos (<4mm) pueden ser quitados por medio de biopsias frías repetidas sin electrocauterio. Pólipos grandes que son probable u obviamente malignos deben ser muestreados extensamente con múltiples biopsias para aumentar el rendimiento diagnóstico, pero no removerse en su totalidad para evitar los riesgos extras de la polipectomía cuando la cirugía pudiera ser requerida subsecuentemente. Pólipos sésiles entre 2 y 3 cm de diámetro pueden ser quitados con asa de polipectomía después de crear un pseudopedículo mediante inyección de solución salina u otra solución dentro de la base del pólipo, como se describe después en la endomucosectomía. En pólipos sésiles de más de 3cm de diámetro pudiera no ser factible su resección con asa de polipectomía convencional, pero pudieran ser quitados por medio de polipectomías parciales secuenciales durante varias sesiones de colonoscopia. Pólipos pediculados de más de 5cm de diámetro o que ocluyen la luz puede no ser factible la polipectomía colonoscópica convencional debido a la dificultad de lazar este pólipo con el asa. Estos pólipos pudieran requerir resección quirúrgica inclusive siendo benignos. El índice de complicación de la colonoscopia terapeútica es cerca del 1.4%. Las complicaciones mayores más comunes postpolipectomía son: el sangrado gastrointestinal, la perforación colónica y el síndrome postpolipectomía. En el síndrome postpolipectomía el paciente desarrolla dolor abdominal, leucocitosis, e irritación peritoneal localizada debido a casi una quemadura transmural en la polipectomía. Esto ocurre en 1% de las polipectomías. Este síndrome es manejado usualmente, médicamente con ayuno, hidratación intravenosa y administración de antibióticos. La fisiopatología de la secuencia adenoma-carcinoma y la fisiopatología molecular de la carcinogénesis del colon sugiere fuertemente que la polipectomía de los adenomas debería prevenir sustancialmente el cáncer de colon. Esto es fuertemente apoyado por estudios clínicos. Por ejemplo, en el Estudio Nacional de Pólipos en Estados Unidos, 699 pacientes se llevaron a vigilancia colonoscópica durante 1, 3, y cada 2 años subsecuentes tras haber detectado al menos un pólipo adenomatoso en la colonoscopia inicial. De los 699 pacientes solo 5 tuvieron cáncer colorrectal detectado durante un periodo de sobrevida de 5.9 años. Esto representa una disminución de 76%- 90% en la 16 incidencia de cáncer de colon comparado con los tres grupos históricos de referencia. Todos los cánceres fueron detectados tempranamente. El riesgo acumulado de recurrencia de los adenomas es casi lineal, alcanza el 20% 5 años después de la polipectomía y aumenta al 50% después de 15 años. En este estudio la tasa de recurrencia global de los adenomas fue del 42% en pacientes sometidos a colonoscopia de control al año y a los 3 años de la polipectomía inicial y del 32% en el grupo examinado solo a los 3 años. Endomucosectomía. La endomucosectomía o resección mucosa endoscópica, adopta los principios básicos del asa de polipectomía convencional combinada con la inyección submucosa para remover la mucosa afectada más profundamente o por medio de resección de la submucosa media o profunda. La endomucosectomía provee una alternativa a la cirugía para lesiones más profundas sin evidencia de penetración a la capa muscular profunda, ganglios linfáticos o metástasis a distancia. Los adenomas vellosos sésiles, adenomas con carcinoma in situ (lesiones T0) y algunos cánceres tempranos que están invadiendo la submucosa (T1N0M0) son lesiones candidatas a mucosectamía en pacientes aptos. Usualmente el tumor es caracterizado mediante endoscopia, muestreado con biopsias endoscópicas, y estatificado con endosonografía antes de considerarse la endomucosectomía. Los pacientes son evaluados para ver si son aptos al procedimiento basándose en el tamaño del tumor, la apariencia endoscópica; la patología de las biopsias iniciales; y la profundidad estimada de penetración del tumor (estadio T). Esta técnica es aplicada usualmente a lesiones polipoides (protruyentes), pero puede ser aplicada en las planas o con depresión mínima que cumplan con los criterios antes mencionados. La endomucosectomía tiene ventaja sobre la endoscopia terapeútica de ablación (usando laser, coagulación con argón plasma o terapia fotodinámica) debido a que el espécimen a tratar es removido completamente y es posible su estudio histológico y estadificación patológica. Tiene ventajas sobre la resección quirúrgica de ser un procedimiento con menor morbilidad y mínima mortalidad. La técnica básica de la endomucosectomía es la inyección profunda submucosa de solución salina u otra solución para aumentar el grosor de la pared colónica en el sitio de la polipectomía para permitir la resección profunda de la submucosa sin incurrir en el riesgo de quemadura transmural o perforación colónica franca. Esta inyección además obstruye la nutrición arterial para reducir el sangrado postpolipectomía, produciendo vasoespasmo y aumentando la cantidad de agua tisular y así la conducción eléctrica a la base del pólipo para facilitar la electrocauterización. Los efectos de la inyección submucosa son evaluados cuidadosamente durante la endoscopia. Una lesión que se eleva durante la inyección submucosa es apropiada para la endomucosectomía; una lesión que se eleva parcialmente puede ser factible del procedimiento después de su consideración y una lesión que no se eleva no es factible de endomucosectomía debido al alto riesgo de carcinoma invasor. La invasión carcinomatosa profunda es la mayor causa de adherencia de la submucosa a la muscular profunda y del signo de no elevación. La falla de elevación también incrementa el riesgo de la endomucosectomía debido a la pobre definición de los planos titulares para la resección endoscópica. 17 El tumor puede entonces ser resecado con asa de polipectomía convencional hasta tejido subcutáneo. Técnicas adyuvantes usadas para aumentar la profundidad de la resección endoscópica incluyen las siguientes: 1. El uso de un asa con dientes de tiburón con pequeños ganchos a lo largo del cable del asa; estos ganchos se clavan en la lesión para prevenir el deslizamiento de la misma a la hora de que el asa se cierra. 2. El uso de un capuchón transparente insertado en la punta del endoscopio. El capuchón contiene un borde interno en el cual el asa abierta es preposicionada. Después de que la lesión es aspirada dentro del capuchón, el asa es cerrada en el tejido succionado y el electrocauterio se aplica para remover el tejido más profundo. El uso de un endoscopio con doble canal con pinza para biopsia y un asa que se avanza a través del otro canal y con el asa abierta alrededor del la pinza de biopsia. La lesión es agarrada y elevada por la pinza de biopsia y el asa es cerrada alrededor deltejido submucoso levantado. La endomucosectomía es usada frecuentemente por los endoscopistas japoneses y europeos, pero está empezando a incrementarse su uso por investigadores americanos. Esta es más comúnmente aplicada para remover cáncer gástrico temprano o lesiones esofágicas pero está incrementándose su uso en lesiones colorrectales, particularmente en adenomas grandes. Complicaciones de la endomucosectomía incluyen dolor abdominal, sangrado, perforación y formación de estenosis. El riesgo de sangrado varia de 1.5% a 24%, dependiendo del tamaño y tipo de la lesión. La hemostasia endoscópica es requerida frecuentemente durante la endomucosectomía debido a la resección de vasos submucosos. El endoscopista debe ser experimentado y altamente competente en esto para resolver el problema rápidamente. La técnica de hemostasia endoscópica más simple es el clipaje. El mayor problema de la endomucosectomía es una terapia insuficiente para la extensión local y enfermedad metastásica. Esto ocurre más frecuentemente en lesiones en estadio T1 más que T0 por endosonografía. Cerca del 10% de las lesiones aparentemente T1 cambian a ser cánceres invasores más profundos, incluyendo cerca del 5% con cáncer residual en la pared intestinal y cerca del 5% con metástasis ganglionares no detectadas. Algún paciente requiere usualmente cirugía curativa después de la endomucosectomía. PRONÓSTICO Y TERAPIA. La prevención del cáncer colorrectal puede llegar a ser mayor por efecto de la detección efectiva de los pólipos adenomatosos antes de que estos desarrollen la capacidad de invasión. Las recomendaciones de detección varían dependiendo del riesgo individual de cada paciente, los pacientes con alto riego definido esto como aquellos con predisposición hereditaria para carcinoma colorrectal conocida, historia personal de adenomas colorrectales o carcinoma, o historia de enfermedad inflamatoria intestinal. En pacientes sin estos factores de riesgo puede iniciarse la detección a los 50 años de edad con la prueba de sangre oculta en heces anual y/o sigmoidoscopia. Los individuos con resultados de detección negativos no necesitan someterse a otra hasta pasados 5 años. La remoción de los pólipos adenomatosos ha mostrado reducir la mortalidad del cáncer colorrectal más allá del 85%. Además, cuando los carcinomas han sido encontrados como parte de procedimientos de detección, se encuentran en un estadio clínico más 18 favorable. Así, la reducción efectiva en la mortalidad es resultado de la identificación temprana de los cánceres. En contraste el encontrar adenocarcinoma intramucoso en un pólipo adenomatoso (cáncer infiltrante limitado a la lámina propia) aparentemente no tendrá potencial metastático, un pólipo maligno es aquel en el cual un foco de carcinoma infiltrante esto es importante para diferenciar entre carcinoma de alto grado o carcinoma intramucoso y adenocarcinoma infiltrante que ha invadido a través de la muscularis mucosae hasta la submucosa, y que más tarde requerirá intervención quirúrgica. El diagnóstico de un carcinoma infiltrante en un pólipo removido endocópicamente depende de una gran variedad de factores, incluyendo la fijación, el plano de corte, y el método de remoción endoscópica. De la polipectomía con pinza de biopsia resultan múltiples fragmentos de tejido adenomatoso que excluye la evaluación de los márgenes de resección. Al contrario, en pólipos en los cuales el margen puede ser evaluado, un margen negativo es definido como aquel en el cual el carcinoma infiltrante es mayor o igual a 2mm del margen de cauterización. Cuando se evalúa un pólipo maligno, se debe comentar el estado del margen (si es posible), la diferenciación del cáncer y la presencia o ausencia de invasión venosa y/o linfática. El curso común de manejo de cualquier carcinoma infiltrante en un pólipo que alcanza los márgenes, que es grado III (pobremente diferenciado), o muestra invasión linfática o venosa, es el manejo quirúrgico. En ausencia de estos hallazgos, la polipectomía puede considerarse curativa. Un área de interés significativo en la década pasada fue la quimioprevención de la formación de adenoma colorrectal. Agentes quimiopreventivos de interés incluyen antioxidantes, AINE y suplementos de calcio. La aspirina y otros agentes antiinflamatorios han mostrado prevenir el desarrollo y la progresión de los adenomas colorrectales, mientras el calcio se piensa que reduce la proliferación intestinal y altera el metabolismo intestinal de los ácidos biliares. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) reducen la proliferación celular, hacen más lenta la progresión del ciclo celular, y estimulan la apoptosis. Estudios experimentales sugieren que los AINE pueden prevenir los adenomas colónicos o el cáncer. Waddell y colaboradores primero demostraron que el tratamiento abierto con sulindaco, y AINE causaron regresión en los adenomas colónicos en pacientes con FAP. Ellos reportaron la desaparición de la mayoría de los pólipos rectales en siete pacientes en la porción rectal posterior a colectomía subtotal y de la mayoría de los pólipos rectales en otros cuatro pacientes con FAP con colon intacto. Estudios subsecuentes han confirmado que el sulindaco causa regresión de los adenomas existentes y supresión de nuevos adenomas en pacientes con FAP. OTRAS VARIEDADES DE ADENOMAS. ADENOMAS PLANOS. Es un subgrupo descrito por Muto y col., desde el punto de vista macroscópico, es por completo plano o algo sobreelevado (no más del 50% del espesor de la mucosa que lo rodea); o puede contener una depresión central (“adenoma deprimido”). Su diámetro, menor de 1cm, es un rasgo típico, por lo que estas lesiones pueden pasar inadvertidas con 19 facilidad en la endoscopia y confundirse e interpretarse como un agregado linfoide o pólipos hiperplásicos. Los adenomas planos pueden ser responsables de entre un 8.5% y un 12% de los adenomas y suelen ser múltiples. La evolución natural de los adenomas planos se desconoce. Es posible que den origen a adenomas polipoides típicos. Por el contrario, que pueda aparecer tejido residual de adenomas planos cerca de carcinomas planos, que algunos estudios observaran una incidencia importante de displasia de alto grado en estas lesiones pequeñas y el hallazgo de que los adenomas planos tienen una incidencia menor de mutaciones de K-ras en comparación con los adenomas polipoides, sugiere que la progresión maligna a partir de adenomas planos no necesariamente debe incluir una fase polipoide. Es posible que los adenomas sean precursores de carcinomas pequeños de colon de novo muy infrecuentes. Tienden a tener altos grados de displasia tan frecuentemente como los adenomas y pueden contener carcinoma invasor a pesar de su tamaño tan pequeño. En la biopsia, sus márgenes profundos deben demostrarse para evitar la perdida de componentes invasores. El adenoma plano clásico es diminuto y fácil de pasar desapercibido. La lesión puede ser ligeramente elevada o deprimida relacionada con la mucosa, eritematosa o suave en apariencia. Su identificación se facilita con el uso de cromoendoscopía (índigo carmín) o la colonoscopia con magnificación, seguramente lograrán tasas de detección más elevadas de adenomas planos y menor incidencia de cáncer colorrectal luego de una colonoscopia o ambas situaciones. Estos pólipos son removidos idealmente usando técnicas de mucosectomía, permitiendo que la lesión se aisla creando un almohadón mediante la inyección de solución salina a la submucosa y después quitar con asa de polipectomía. ADENOMAS ASERRADOS (ASS). Los adenomas aserrados son relativamente infrecuentes, aun representan el 20% de todas las lesiones con arquitectura epitelial aserrada que se encuentran por endoscopia. Son más comunes en mujeres con una media de edad al diagnóstico en la séptima década de la vida; son pólipos con características de pólipos adenomatosos y de póliposhiperplásicos, pero con displasia; ésta puede variar de sutil a de alto grado. Recientemente han sido reconocidos como una lesión patológica diferente de los pólipos hiperplásicos. El reconocimiento de estas lesiones tiene bases en observaciones de pacientes con poliposis hiperplásica, un desorden caracterizado por numerosos pólipos hiperplásicos, que tienen riesgo incrementado de neoplasia colorrectal; y los pólipos hiperplásicos esporádicos del lado derecho contienen con más frecuencia amplia variedad de anormalidades genéticas. Incluyendo la inestabilidad microsatelital y el aumento de la metilación genética que aquellos en el lado izquierdo del colon. Parte de la razón para las discrepancias en la literatura es que estas lesiones han sido llamadas por una gran variedad de nombres, incluyendo pólipos aserrados con proliferación atípica, pólipos hiperplásicos gigantes, pólipos hiperplásicos grandes, pólipos mixtos hiperplásicos/adenomatosos, pólipos sésiles aserrados, adenomas aserrados y pólipos hiperplásicos invertidos. 20 Como su nombre lo indica los adenomas aserrados son siempre sésiles. Pueden desarrollarse en cualquier parte del colon pero se localizan con mayor frecuencia en el colon proximal. Muestran una amplia variedad de tamaños y pueden alcanzar varios centímetros de diámetro, por lo cual se les ha designado “pólipos hiperplásicos gigantes”. La apariencia macroscópica puede venir desde obvias lesiones polipoides hasta protuberancias sutiles que aparentan engrosamiento del pliegue mucoso. Los ASS pequeños son indistinguibles de los pólipos hiperplásicos convencionales o de los pólipos adenomatosos.. Microscópicamente, dos características principales distinguen a los ASS de los pólipos hiperplásicos convencionales: la distorsión arquitectural y la proliferación anormal. Las características arquitecturales que son propias de los ASS incluyen: dilatación de las criptas, orientación horizontal de las criptas profundas, apariencia aserrada del epitelio de las criptas que se extiende a las criptas de la base y las criptas invertidas. La proliferación anormal en los ASS está caracterizada por la atipia nuclear que se extiende a la parte media y superior de las criptas (lo contrario a los pólipos hiperplásicos convencionales donde la atipia si está presente, está confinada a la base de las criptas), la proliferación asimétrica dentro de las criptas, nucleolo prominente, y mitosis en las criptas superiores. La membrana basal no está engrosada, y la muscularis mucosa no se extiende dentro de la lámina propia como se describe en los pólipos hiperplásicos convencionales. Tanto las células neuroendócrinas como las de Kulchitsky son pocas o ausentes. Las características citológicas son menos distintivas de los ASS comparados con los pólipos hiperplásicos, e incluyen células caliciformes distróficas, distribución irregular de las células caliciformes, aumento de la apoptosis y mucina luminar excesiva. Los adenomas aserrados y los pólipos mixtos hiperplásicos/adenomatosos; se piensa que representan displasia epitelial que proviene de un ASS y que forman parte de una continuación histomorfológica de estas lesiones. En estos casos, los cambios aserrados de los pólipos hiperplásicos están presentes con clara evidencia citológica de displasia epitelial, incluyendo el agrandamiento nuclear, la pérdida de polaridad que se extiende a la superficie del pólipo y el pleomorfismo nuclear. El papel de la inmunohistoquímica en la evaluación de los pólipos aserrados es poco claro hasta la fecha. Algunos ASS han mostrado la pérdida expresión de la proteína hMLH1, lo que conlleva al incremento de la inestabilidad microsatelital reportada en estos pólipos. El adenoma aserrado no tiene características especiales. La erosión superficial, como en cualquier pólipo de tamaño significativo (>2cm) puede atender a la posibilidad de displasia severa o carcinoma. La entidad más importante en el diagnóstico diferencial de un ASS es el pólipo hiperplásico convencional, particularmente en lesiones del lado izquierdo del colon. Reconocer la falta de atipia citológica, proliferación normal, aumento del espesor de la membrana basal subepitelial, y la presencia de células neuroendócrinas deben ayudar al diagnóstico de un pólipo hiperplásico. Reconocer y diferenciar entre un ASS y un pólipo hiperplásico tiene importancia clínica, debido a que los ASS están asociados con aumento en el riesgo de neoplasia colorrectal mientras que los pólipos hiperplásicos no lo están. La verdadera incidencia de los ASS y su riesgo absoluto para su transformación neoplásica no está bien entendida hasta ahora. Sin embargo, se reconoce una asociación entre los cánceres colorrectales con inestabilidad microsatelital y los adenomas aserrados, 21 donde al menos el 6% de los cánceres colorrectales se asocian con esta lesión. La necesidad e que los ASS se diagnostiquen y se reporten tiene importancia crítica debido a que se debe decidir su manejo y seguimiento. En ausencia de estos datos el manejo como un pólipo adenomatoso clásico es el curso más apropiado. CRIPTAS ABERRANTES. Lesión preneoplásica que aparece dentro de la mucosa normal por su aspecto macroscópico en forma individual o como focos pequeños, algo sobreelevados; cuando se observan desde arriba, las luces de las criptas aberrantes son elípticas e irregulares en lugar de circulares. Las criptas aberrantes pueden representar lesiones preneoplásicas detectables en forma más temprana, estudios moleculares indican que las criptas aberrantes displásicas no hiperplásicas manifiestan mutaciones en el gen APC. PÓLIPOS NO NEOPLÁSICOS. PÓLIPOS HIPERPLÁSICOS. CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS. La prevalencia de los pólipos hiperplásicos no se conoce con precisión, en exámenes colonoscópicos de pacientes asintomáticos mayores de 50 años, los pólipos hiperplásicos aparecieron en el 9 al 10% de los casos. Los datos de autopsias informan una tasa de prevalencia del 20 al 35%. Ésta aumenta con la edad. Son los más comúnmente encontrados en el colon del adulto y se hallan con incremento en la frecuencia en adultos mayores de 40 años, en hombres que en mujeres, y son más comunes en poblaciones occidentales. Suelen ser pequeños, su tamaño promedio es menor que 5mm y rara vez mayor que 10mm. Son asintomáticos y frecuentemente detectados incidentalmente durante la sigmoidoscopia o colonoscopia. La mayoría de los pacientes con pólipos adenomatosos tienen coexistencia con pólipos hiperplásicos. Esta observación ha llevado a sugerir que los pólipos hiperplásicos son un biomarcador de un incremento en el riesgo para neoplasia. Sin embargo, la vasta cantidad de datos indica que los pólipos hiperplásicos convencionales no tienen potencial preneoplásico, y el hallazgo de un pólipo hiperplásico durante la sigmoidoscopia no es una indicación para colonoscopia. Pacientes con transformación adenomatosa o carcinomatosa en un pólipo hiperplásico ha sido reportada, usualmente en asociación a un tamaño grande (>1cm), o a la localización dentro del colon proximal. Sin embargo, información reciente indica que estas lesiones son más parecidas al resultado de inestabilidad microsatelital esporádica (IMS), y son 22 mejor clasificadas como adenomas aserrados sésiles (ASS), una forma distintiva de neoplasia colorrectal que tiene potencial neoplásico. CARACTERÍSTICAS PATOLÓGICAS. Los pólipos hiperplásicos son nódulos con forma de cúpula, que rara vez crecen más allá de 5mm de diámetro. Frecuentemente son múltiples y se encuentran frecuentemente en sigmoides y el recto. Los pólipos hiperplásicos de hallan más frecuentemente en las crestas de los pliegues mucosos, y son similares en color a la mucosa normal circundante. Por lo general son sésiles y no se pueden distinguir en forma macroscópica de los pólipos adenomatosos
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