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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
Facultad de Medicina 
División de Estudios de Posgrado 
Secretaría de Salud 
 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN 
 
IMPACTO TERAPÉUTICO DEL MANEJO UROLÓGICO 
DEL PACIENTE LESIONADO MEDULAR EN LA ETAPA 
DE REHABILITACIÓN AGUDA 
 
Tesis Profesional para obtener el título de especialidad en 
Medicina de Rehabilitación 
 
 
Presenta: Dra. Mariana Molina López. 
 
Asesor Titular de Tesis: Dr. Sergio Durán Ortiz. 
 
México D.F. Enero 2006. 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Dr. Luis Guillermo Ibarra. 
Director General del Instituto Nacional de Rehabilitación. 
 
 
 
Dra. Ma. de los Ángeles Barbosa V. 
Directora General de Rehabilitación. 
 
 
Dra. Matilde L. Enríquez Sandoval. 
Directora de Enseñanza e Investigación. 
 
 
Dr. Jorge Campos Morales. 
Jefe de la División de Enseñanza. 
 
 
Dra. Irma Espinosa Jove. 
Jefe del Servicio de Posgrado. 
 
 
Dr. Ramiro Pérez Zavala. 
Jefe de la División de Rehabilitación Neurológica. 
 
 
Dra. Susana Martín del Campo. 
Jefe del servicio de Lesionados Medulares. 
 
 
Dr. Sergio Duran Ortiz. 
Médico Cirujano Urólogo. 
 
 
Dr. Antonio Miranda Duarte. 
Maestro en Ciencias. 
 
 
Dra. Mariana Molina López. 
Residente de tercer año de medicina de rehabilitación. 
 
 
Dra. Maria Elena Lerma Colomo. 
Residente de primer año de medicina de rehabilitación. 
 
 
 
 
A todas las personas que compartiéndome de su amor, 
transformaron mi existencia para que encontrara mi camino y 
permitieron que llegara este momento . . . 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ÍNDICE 
1. Antecedentes 
2. Marco de Referencia 
3. Justificación 
4. Planteamiento del problema 
5. Objetivo General 
6. Hipótesis 
7. Diseño experimental 
8. Material y Métodos 
9. Recursos Humanos y Materiales 
10. Análisis Estadístico 
11. Resultados 
� Características Demográficas y del universo de estudio 
� Evaluación del impacto terapéutico con el uso de sonda en comparación a 
cateterismo intermitente. 
� Evaluación de las molestias percibidas con el uso de sonda y cateterismo 
� Evaluación de la percepción de la autoimagen con el uso de sonda y 
cateterismo 
� Evaluación de la dificultad en cuanto a la realización del cateterismo 
� Evaluación de la opinión general sobre la sonda y el cateterismo 
12. Discusión 
13. Conclusiones 
14. Anexos 
15. Referencias 
ANTECEDENTES 
 
La lesión medular (LM) es un evento traumático a la médula espinal que provoca 
alteraciones motoras, sensitivas y de la función autónoma; puede ser un evento 
devastador y la rehabilitación es el primer paso hacia la recuperación y sentido 
de independencia para el paciente. 1, 2, 3, 4 
 
En los Estados Unidos aproximadamente 10 000 personas nuevas por año 
presentan discapacidad por LM, se reportan 30 a 40 casos nuevos por millón al 
año y actualmente la prevalencia es de más de 200 000 personas con 
discapacidad significativa secundaria a LM. 2, 4 Se presenta en ambos sexos con 
una relación hombre : mujer de 4:1; afecta principalmente a individuos jóvenes 
de edad promedio 32.3 años y el 54.1 % de las nuevas lesiones se presenta 
entre los 16 y los 30 años de edad. 4 
 
La etiología de la LM incluye diversas causas entre ellas; accidentes vehiculares 
siendo los más frecuentes los accidentes automovilísticos y en motocicleta, 
violencia, sobre todo por arma de fuego, tumores, cirugías, caídas, infecciones, 
eventos vasculares y otros. 5,14 
 
La historia de la LM se remonta al Egipto antiguo; el papiro Edwin Smith 
que data de 3000 a 2500 A.C., escrito probablemente por Imhotep, describe 
muy acertadamente la lesión medular cervical completa, además, los 
egipcios consideraron que el mejor tratamiento para la LM era de soporte y 
utilizaron catéteres de bronce para el drenaje urinario. 5 
 
 
 
 
 
 
 
 
Durante muchos años a lo largo de la historia, la LM se considero una condición 
médica terminal. 2 Los egipcios la catalogaron como un padecimiento que no 
debía ser tratado, es decir, sin cura. 5 Durante la primera guerra mundial, 
prácticamente todos los soldados con lesiones de la medula espinal fallecieron 
como consecuencia de sepsis urinaria. 15 
 
Después de la primera guerra mundial y con el advenimiento de los antibióticos 
en los años treinta, se pudo evitar la muerte inmediata posterior a la LM. 2 
Sin embargo hasta hace algunos años, la falla renal y otras complicaciones del 
tracto urinario eran la principal causa de muerte entre los pacientes lesionados 
medulares. 6 La LM representó en este momento de la historia un reto 
importante y algunos clínicos enfocaron especialmente su atención a la 
investigación para mejorar el cuidado médico disponible para los pacientes con 
LM. 5 
 
En 1930, el neurocirujano Donald Munro, introdujo la técnica de irrigación vesical 
intermitente, que ayudo a la disminución de las infecciones de vías urinarias, 
además fué el primero en implementar el cuidado integral del paciente con LM, 
le dió importancia a la neurotraumatología y a la rehabilitación; sus ideas fueron 
adoptadas inicialmente en los hospitales para veteranos de guerra y permitieron 
destacados logros. 5 
 
Los médicos de la segunda guerra mundial descubrieron que el drenaje 
inmediato de la vejiga durante la etapa de choque medular representaba un 
adelanto terapéutico, las estadísticas mejoraron y el índice de mortalidad por 
urosepsis declinó. El drenaje de la vejiga con sonda foley o con sondas 
suprapúbicas, trae consigo complicaciones urológicas relacionadas que incluyen 
uretritis, prostatitis, formación de litos vesicales, infección de vías urinarias, 
lesiones del pene, abscesos, fístulas, estenosis y hasta cáncer de vejiga. 
 
 
 
Además, los catéteres a permanencia facilitan la infección de vías urinarias por 
lo que había una alta incidencia de cambios en las vías urinarias superiores, 
incluyendo pielonefritis, reflujo ureteral y falla renal. 
 
Fué durante la segunda guerra mundial que Sir Ludwing Guttman, un inmigrante 
alemán radicado en Inglaterra, descubrió un enfoque radical pero perfectamente 
adecuado para el tratamiento de la vejiga neurogénica. 
 
Guttman y Frankel (1966) fueron los precursores que introdujeron el 
concepto de cateterismo estéril intermitente de la vejiga. Con la introducción del 
cateterismo estéril intermitente se redujo la alta incidencia de complicaciones 
urológicas por el uso de sonda foley y de las sondas suprapúbicas a 
permanencia. Esta técnica probablemente representa el progreso 
aislado más importante en la atención urológica de los pacientes con 
lesión de la médula espinal. 14, 15 
 
En un principio, sólo se permitía al médico con guantes y camisón estéril llevar a 
cabo este procedimiento en el paciente lesionado medular, las condiciones 
propuestas por Guttman eran de una técnica estrictamente estéril llevada a cabo 
con sumo cuidado por personal médico y de enfermería altamente 
especializado. Al parecer consideraba que la introducción de bacterias por 
la sonda de cateterismooriginaba infecciones de vías urinarias. 15, 16 
 
Las restricciones económicas y de personal a menudo imposibilitan las 
restricciones y cuidados meticulosos propuestas por Guttman, esto limitó el uso 
del cateterismo intermitente. 15 
 
En 1972 Lapides publicó nuevos conceptos sobre los mecanismos de 
producción de las infecciones urinarias que se contraponían a las ideas 
tradicionales que consideraban el origen de las infecciones de vías urinarias 
 
debido, a la presencia de organismos en la uretra arrastrados a la vejiga por 
cualquier tipo de instrumentación o por el mismo cateterismo. 
 
Basado en una serie de estudios, Lapides postula, que la mayor parte de las 
infecciones de vías urinarias se deben a algún tipo de anormalidad estructural o 
funcional del tracto urogenital que conlleva a menor resistencia del tejido a la 
invasión por bacterias y que la causa más común para susceptibilidad a la 
invasión por bacterias es la disminución del flujo sanguíneo. Por lo que el 
cateterismo intermitente de la vejiga debe ser un procedimiento inocuo siempre 
y cuando no se permita la sobredistensión, (que disminuye el flujo sanguíneo de 
la vejiga) y que se realice de manera no traumática. 
 
La técnica limpia y no la aséptica, debe ser suficiente ya que cualquier bacteria 
introducida por el catéter será neutralizada por los mecanismos de resistencia 
del mismo huésped. 
 
Lapides demostró que el cateterismo limpio intermitente ayudaba a 
erradicar la infección de vías urinarias y mantenía orina estéril por 
periodos prolongados. 16 
 
Con estos conocimientos y al ir avanzando los programas de rehabilitación, se 
comenzó a permitir a los pacientes la posibilidad de realizarse sus propias 
cateterizaciones, lo que le permitió a estos pacientes gozar de un control sobre 
sus dificultades urinarias nunca antes pensado y un cambio radical en su calidad 
de vida. 
 
Desde la introducción por Lapides en los años setentas; del cateterismo limpio 
intermitente, este ha demostrado su eficacia en el manejo de la vejiga 
neurogénica permitiendo una nueva forma de abordar los problemas de 
incontinencia y disuria. 13 
 
El manejo urológico del paciente con LM ha cambiado drásticamente 
durante el último siglo. 3 
La mortalidad directamente relacionada a complicaciones renales posterior a la 
LM ha disminuido del 80% durante la primera guerra mundial, a 
aproximadamente el 40% en pacientes lesionados durante la segunda guerra 
mundial y disminuyo al 25% en los pacientes lesionados durante la guerra de 
Corea, presentando números insignificantes en los individuos lesionados durante 
la guerra de Vietnam. 8, 9, 14 
 
En estudios de seguimiento a 25 años con veteranos parapléjicos de la segunda 
guerra mundial y de la guerra de Corea se demostró una disminución de la 
mortalidad relacionada a eventos renales del 63% al 26%. 10 
 
Algunos autores atribuyen esta disminución en la mortalidad a la posibilidad de 
lograr un estado libre de catéter a permanencia otros autores sugieren factores 
como: el cateterismo intermitente, mejor control de la infecciones de vías 
urinarias, centros especializados de cuidado, vigilancia del estado renal a largo 
plazo, estudios modernos de urodinamia, mejor tratamiento de cálculos renales. 
10 
 
Para lograr mantener resultados favorables en el manejo de la vejiga 
neurogénica del lesionado medular, el urólogo debe formar parte del equipo 
multidisciplinario que maneja la LM y el seguimiento urológico a largo plazo es 
esencial para el bienestar del paciente. El manejo urológico del lesionado 
medular debe mantener una función renal adecuada evitando las principales 
causantes de falla renal: alteraciones del vaciamiento, infecciones de vías 
urinarias, litiasis, hidronefrosis y disrreflexia autonómica. 5 
 
 
 
Los principales objetivos en el manejo de vejiga neurogénica son: 1) mantener 
una vejiga funcional con presiones bajas tanto en el llenado como durante el 
vaciado, evitando el reflujo ureteral, 2) mantener la continencia, 3) disminuir las 
infecciones de vías urinarias, 4) evitar la urolitiasis y la disrreflexia autonómica, 
5) permitir la rehabilitación sexual. 11, 14 
Mientras que el manejo inicial de la vejiga en la LM siempre involucra la sonda a 
permanencia; el manejo posterior debe aspirar a lograr una vejiga continente 
con presiones bajas de llenado y vaciado. El manejo moderno de la vejiga 
en la LM ha reducido exitosamente la mortalidad relacionada a alteraciones 
renales del 95% en la primera mitad del siglo XX al 3% en la actualidad. 10 
 
El cateterismo intermitente es ampliamente aceptado ya que es el método 
más seguro para vaciar la vejiga. 10, 13, 14, 15 La cateterización 
intermitente ha demostrado ser de utilidad en la preservación de un estado 
natural para la vejiga y las condiciones de esterilidad parecen intrascendentes 
(Lapides y cols; 1976; Maynard y Diokno, 1982). 
 
El cateterismo limpio intermitente implica que no se efectuara ninguna 
preparación antiséptica aparte de una adecuada higiene, que no se usarán 
guantes estériles y que se utilizara el mismo catéter durante 
aproximadamente 2 semanas, lavándolo y manteniéndolo guardado en un 
medio seco. 
 
Actualmente, se recomienda la técnica estéril cada 4 horas inicialmente durante 
la estancia intrahospitalaria para evitar infecciones nosocomiales y cuando el 
paciente abandona el hospital podrá ser sometido a un régimen de cateterismo 
limpio intermitente. 15 
 
Gracias a un mejor manejo en general de la LM, aún los pacientes más 
severamente afectados logran sobrevivir, por lo que la adecuada rehabilitación 
integral cobra importancia. El cuidado urológico del paciente con lesión en la 
médula espinal es uno de los factores que define su pronóstico y calidad de vida. 
2,18 
 
La rehabilitación del paciente lesionado medular procura integrar al paciente con 
su entorno, renovar el sentido de independencia para que de esta manera logre 
una vida satisfactoria a largo plazo. El cateterismo intermitente por sus 
características nos permite continencia durante las actividades diarias de la vida 
(AVD), con lo cual se pretende ofrecer al paciente una mejor calidad de vida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MARCO DE REFERENCIA 
 
Aún en la actualidad, la LM es uno de los eventos más debilitantes y 
devastadores que un ser humano puede enfrentar. 
 
El cuidado del paciente lesionado medular es complejo e involucra la 
participación de un equipo multidisciplinario de médicos, enfermeras, terapistas, 
familiares y en donde el especialista en medicina de rehabilitación juega un 
papel estratégico en la coordinación y buen funcionamiento del equipo en cada 
etapa de la recuperación del paciente. 
 
El manejo urológico agudo proporcionado al paciente con LM es de crucial 
importancia para el éxito de su posterior proceso de rehabilitación 
individual. Además, solo la menor parte de los pacientes abandona el 
método inicial de manejo. 12 
 
 A pesar de los avances, las complicaciones urológicas y el manejo adecuado de 
la vejiga neurogénica siguen siendo uno de los aspectos mas controvertidos en 
el cuidado y rehabilitación de estos pacientes. 
 
Las primeras investigaciones hechas sobre la vejiga neurogénica y su 
impacto posterior a la LM, se enfocaron en la valoración de aspectos como 
la esperanza de vida, complicaciones, causas de muerte y sobrevivencia; 
reportaron que antes de la segunda guerra mundial, la lesión medular era 
prácticamente letal, siendo la urosepsis la principal causa de muerte. 
 
Kennedy reporto que 80% de los soldados lesionados medulares de la primera 
guerra mundial murieron dentro de las primeras semanas después de la lesión 
secundario a infección de vías urinarias y ulceras por presión. 19 
 
Los estudios se enfocaron después, en buscar un método para disminuirla 
presentación de las complicaciones urológicas que llevaban a la muerte y en 
1966 Guttman y Frankel publican un estudio sobre el valor del cateterismo estéril 
intermitente en el manejo temprano de la paraplejia y tetraplejia, que cambio el 
panorama del manejo de la vejiga neurogénica para siempre. 19, 33 
 
Posteriormente Lapides comienza a dar a conocer sus teorías sobre la 
verdadera causa de las infecciones de vías urinarias y en 1972 publica el estudio 
clásico en donde se da a conocer por primera vez la utilidad del cateterismo 
limpio intermitente. 16 Durante la década de los setentas Lapides 
comprueba la efectividad del cateterismo limpio intermitente realizando estudios 
de seguimiento en pacientes utilizando esta modalidad de tratamiento. 
 
A continuación surgieron una gran cantidad de cambios en el manejo de la 
vejiga neurogénica y hubo la disponibilidad de diferentes modalidades de 
tratamiento, dentro de las cuales persistía el uso de sonda a permanencia, las 
técnicas manuales para vaciar la vejiga; pero además aparecieron otros 
diferentes, por ejemplo, dispositivos de recolección como el condón urinario, 
intervenciones quirúrgicas como la cistoplastía, derivación urinaria y colocación 
de sonda suprapúbica, medicamentos y neuroestimulación. Todos con diferente 
grado de efectividad y complicaciones. 
 
Sin embargo durante la década de los ochentas y noventas el cateterismo 
intermitente fue ampliamente aceptado como el método de preferencia para el 
manejo de la vejiga neurogénica en la LM. 21, 12, 20, 21 
 
Ya para 1982, habían pasado más de 10 años desde que Lapides y 
colaboradores introdujeron el cateterismo limpio intermitente. En 
esta época surgieron estudios de seguimiento ya con más de 10 años de 
uso de la técnica que incluyeron a pacientes que habían iniciado 
cateterismos intermitente desde 1969. 
 
Diokno et al reportaron que el uso de cateterismo limpio intermitente era 
una modalidad de tratamiento efectiva con pocas complicaciones y 
excelentes resultados a largo plazo y lo proponen como una excelente 
alternativa a la sonda a permanencia, esfinterotomía, micción refleja así 
como derivación urinaria.22 
 
Además otros autores como McGuire y Savastano reportan que el cateterismo 
limpio intermitente es una técnica satisfactoria para pacientes con disfunción 
vesical y que las complicaciones como infección de vías urinarias sintomática y 
urocultivos positivos son poco frecuentes; permitiendo la funcionalidad de las 
vías urinarias superiores. También hacen énfasis en el control de la actividad 
refleja vesical con el uso de anticolinérgicos. 23 
 
Durante la década de los noventas continuaron los estudios de seguimiento y 
retrospectivos que pretendieron establecer los efectos a largo plazo y las 
complicaciones del cateterismo limpio intermitente. Estos estudios reforzaron la 
utilidad clínica positiva del cateterismo como un método que permite continencia 
con pocas complicaciones.2, 12 
 
Se ha establecido que lo mas importante para prevenir las complicaciones 
posibles es dar una adecuada educación al paciente sobre las características del 
cateterismo intermitente, que este cumpla con el programa indicado, que utilice 
los materiales indicados y que tenga una buena técnica de cateterización. 10 
 
Sin embargo y a pesar de que se recomendó el uso de catéteres 14 a 16 con 
abundante lubricante, la reacción uretral local parecía continuar apareciendo con 
irritación uretral a largo plazo, estenosis y creación de falsos conductos, 24, 25 
como unas de las complicaciones más importantes. Por lo tanto en la segunda 
mitad de los noventas y durante el principio del año dos mil aparecieron 
varios estudios comparativos a nivel internacional sobre la satisfacción del 
paciente con el uso de catéteres hidrofílicos los cuales tienen una fuerza 
de fricción diez veces más baja que el catéter habitual. 17 
 
En general estos estudios reportaron que a pesar de que el costo de estas 
sondas es más elevado que el de las convencionales su uso está justificado y 
que la mayoría de los pacientes reportaron un mayor grado de confort y 
satisfacción. 1,17, 25, 26 
 
Posteriormente en la primera mitad del año dos mil, las publicaciones se han 
concentrado en valorar los efectos secundarios a largo plazo, se ha confirmado 
la efectividad del cateterismo intermitente en mantener la continencia y 
adecuadas presiones de llenado vesical. El manejo moderno de la vejiga 
neurogénica en el lesionado medular ha reducido exitosamente la mortalidad 
relacionada a causas renales en el siglo 20. 27,10 
 
Recientemente (2004) se han hecho publicaciones de casos en los que se ha 
utilizado exitosamente el cateterismo limpio intermitente a largo plazo, durante 
más de 27 años, sin presentar complicaciones. 28 
 
Durante los ultimo años los estudios se han enfocada cada vez más en la 
experiencia personal del paciente con respecto al cateterismo intermitente, a la 
satisfacción percibida, su apego al tratamiento y calidad de vida. 29,30,31 
 
En el 2005 surge el primer estudio que valora la calidad de vida relacionada a la 
enfermedad del paciente lesionado medular manejado con cateterismo 
intermitente, comparándolos a un grupo control sano. Se concluye que los 
individuos que utilizan cateterismo intermitente para el manejo de vejiga 
neurogénica secundaria a LM muestran reducción de la calidad de vida valorada 
con el cuestionario SF-36 en comparación a los controles sanos. 32 
 
 
 
Hasta donde conocemos, actualmente no existe ningún estudio que 
compare el impacto que tiene sobre el paciente lesionado medular el 
cambio de uso de sonda a permanencia a cateterismo intermitente en la 
etapa de rehabilitación aguda. 
 
El propósito del presente estudio es conocer el impacto que tiene sobre el 
paciente con lesión medular, el enfrentarse por primera vez al manejo de su 
vejiga neurogénica con cateterismo intermitente; así como la repercusión que 
tiene esta modalidad de tratamiento sobre su auto-imagen y su opinión en 
general acerca de la comodidad o molestias del manejo con sonda a 
permanencia en comparación al manejo con cateterismo limpio intermitente. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
JUSTIFICACIÓN 
 
Una de las patologías con mayor demanda de atención para manejo 
rehabilitatorio en el Instituto Nacional de Rehabilitación es la lesión medular, 
siendo los pacientes lesionados medulares los más frecuentemente 
hospitalizados en el servicio de rehabilitación neurológica. Los pacientes con 
lesión medular sufren pérdidas neurológicas devastadoras y permanentes; entre 
ellas la perdida del control de la micción. 
 
La vejiga neurogénica en los pacientes con lesión medular es una de las 
situaciones que mas afecta la independencia, actividad y reintegración social del 
mismo; afectando importantemente su calidad de vida. Por lo anterior, el 
tratamiento rehabilitatorio integral del paciente lesionado medular siempre debe 
incluir un adecuado manejo de la vejiga neurogénica con el objetivo de permitirle 
al paciente mejor calidad de vida, reincorporarlo a una vida social y sexual. 
 
 
 
 
Actualmente, el cateterismo intermitente, es el método más utilizado 
mundialmente para el manejo a largo plazo de la vejiga neurogénica en 
pacientes con lesión medular y el tratamiento de primera línea ofrecido a los 
pacientes en este instituto. Con este estudio se pretende investigar el 
impacto que tiene sobre el paciente con lesión medular el manejo de su vejiga 
neurogénica con cateterismo intermitente en contraste a la utilización de sonda a 
permanencia. 
 
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 
 
La vejiga neurogénica es un trastorno neurológico que afecta a la mayoría de los 
pacientes con lesión medular, con implicaciones sobre su salud general, 
integración social, autoestima y calidad de vida en general.OBJETIVO 
 
Conocer la aceptación terapéutica del cateterismo intermitente en 
comparación al uso de sonda a permanencia en el paciente con lesión 
medular durante la etapa de rehabilitación aguda, en cuanto a los 
siguientes rubros: 
 
� Impacto terapéutico 
 
� Molestias percibidas 
 
� Percepción de la autoimagen 
 
� Percepción de la dificultad en cuanto a la realización del 
cateterismo 
 
� Opinión general sobre uso de los 2 métodos 
 
 
 
 
 
HIPÓTESIS 
 
Si el manejo óptimo de la vejiga neurogénica en el paciente lesionado medular 
es el cateterismo intermitente, entonces su utilización tendrá una mayor 
aceptación por parte del paciente garantizando su realización a corto, mediano 
y largo plazo. 
 
 
 
DISEÑO EXPERIMENTAL 
 
Estudio comparativo, abierto, observacional, prospectivo y longitudinal 
 
MATERIAL Y MÉTODOS 
 
El universo de este estudio estuvo conformado por 17 pacientes con lesión 
medular aguda, completa o incompleta, que recibieron tratamiento rehabilitatorio 
agudo y que ingresaron al servicio de lesionados medulares de la división de 
rehabilitación neurológica del Instituto Nacional de Rehabilitación entre julio del 
2005 a diciembre del 2005. 
Se incluyeron a los pacientes que cumplieron con los siguientes criterios: 
pacientes lesionados medulares de ambos sexos, que recibieron manejo 
rehabilitatorio agudo en el INR, que utilizaron sonda foley a permanencia, que 
como parte de su manejo rehabilitatorio aceptaron el manejo con cateterismo 
intermitente y que fueran capaces de comunicarse y comprender las preguntas 
relevantes al protocolo de estudio. Se excluyeron a aquellos pacientes 
lesionados medulares rehabilitados en el INR que no desearon participar, los 
que no aceptaron el cateterismo intermitente, los pacientes con deformidades 
anatómicas genitales, con procesos infecciosos urogenitales y alteraciones en el 
estado de conciencia. 
 
Los pacientes se sometieron a la aplicación de una encuesta en tres tiempos. 
El instrumento utilizado fué una encuesta basada en 2 cuestionarios 
previamente aplicados para determinar la satisfacción del paciente con el uso de 
2 tipos de catéteres para vaciar la vejiga. 1,17 Algunas preguntas se modificaron 
para reflejar de una manera más amplia, la satisfacción con el cambio de uso de 
sonda a permanencia a cateterismo intermitente. La encuesta consta de tres 
apartados de 5 preguntas relevantes al impacto terapéutico, las molestias 
percibidas, la percepción de la autoimagen, la dificultad de realización del 
cateterismo y la opinión del paciente acerca del uso de sonda permanente en 
comparación con el cateterismo intermitente. 
 
Para valorar la satisfacción del paciente con el método utilizado, cada pregunta 
tiene 4 opciones de respuesta que se calificaron con puntajes que van del 1 al 4, 
siendo 4 el mínimo de puntaje posible de obtener en cada apartado (a menor 
puntaje, menor satisfacción del paciente al tratamiento utilizado) y 20 el máximo 
puntaje posible de obtener en cada una de los tiempos de aplicación de la 
encuesta (a mayor puntaje obtenido mayor satisfacción del paciente con el 
método utilizado). 
 
La encuesta fue aplicada por una residente de primer o tercer grado de la 
especialidad en medicina de rehabilitación. Se aplicó en forma de interrogatorio, 
leyendo al paciente las preguntas así como las opciones de respuesta y se 
anoto la opción que más se acercara a su percepción, marcando con una x la 
opción deseada. Se aplicó la primera parte de la encuesta cuando el paciente 
aún utilizaba la sonda a permanencia interrogando aspectos sobre su opinión de 
la misma y que tan difícil consideraba que iba a ser la realización del cateterismo 
antes de iniciar el manejo rehabilitatorio de la vejiga neurogénica con 
cateterismo intermitente. La segunda parte del cuestionario, con preguntas 
referentes a su opinión acerca del cateterismo intermitente se aplicó al paciente 
2 días después de iniciado el manejo con el mismo; la tercera parte del 
cuestionario se aplicó a los 7 días de haber iniciado el cateterismo intermitente 
para conocer la opinión del paciente acerca del mismo ya que lo había realizado 
por un periodo de tiempo más largo. El puntaje obtenido se evaluó de forma 
comparativa para observar la presencia o no de satisfacción terapéutica. La 
encuesta se realizó de forma confidencial y de manera independiente a cada 
paciente para poder obtener información más válida. Las dudas que resultaban 
del estudio fueron aclaradas por parte del Urólogo y el investigador principal. 
 
 
RECURSOS HUMANOS 
 
Médico residente de rehabilitación de tercer grado, médico residente de 
rehabilitación de primer grado, urólogo adscrito al servicio de lesionados 
medulares de la división de rehabilitación neurológica del INR. 
 
 
 
 
 
RECURSOS MATERIALES 
Expedientes clínico, papel y copias del cuestionario, equipo de cómputo, 
impresora, tinta, lápices y plumas. 
 
 
 
 
 
 
ANÁLISIS ESTADÍSTICO 
 
Se realizo estadística descriptiva para resumir las variables; por el tamaño de la 
muestra se realizaron pruebas no paramétricas. 
Para la comparación del puntaje obtenido en el cuestionario, entre el uso de 
sonda a permanencia y el cateterismo a los 2 y 7 días se realizo prueba de 
Friedman. En caso de diferencia significativa se realizo prueba de Wilcoxon 
para la comparación de 2 grupos; sonda a permanencia con cateterismo a los 2 
días, sonda a permanencia con cateterismo a los 7 días y cateterismo a los 2 y 7 
días. El nivel de significancia alfa fue de 0.05 
 
 
RESULTADOS 
 
Características demográficas y del universo de estudio 
 
Se evaluaron características demográficas del universo de estudio. 
Se encuestaron 17 pacientes en total, de los cuales 16 ( 94.1.% ) 
correspondieron al sexo masculino y 1 ( 5.9% ) al sexo femenino. Anexo 1 
 
GENERO No. Pacientes Porcentaje 
Masculino 16 94.1% 
Femenino 1 5.9% 
Total 17 100% 
Tabla 1 
 
La distribución por grupo de edad fue de 15 – 19 años, 20 – 29 años, 30 – 49 
años, 50 – 64 años y 65 a más año; el paciente más joven tuvo 17 años y el 
mayor tuvo 66 años. El grupo predominante fue el de 30 – 49 años con 9 
pacientes. Anexo 2 
El grado de escolaridad de nuestros pacientes vario desde analfabetas a 
universitarios con licenciatura. Anexo 3 
 
En cuanto al tipo de lesión que presentaron los pacientes de acuerdo a la 
clasificación de ASIA, tenemos que: 10 pacientes ( 58.8% ) tuvieron un 
diagnóstico de lesión medular completa y 7 pacientes ( 41.2% ) tuvieron un 
diagnóstico de lesión medular incompleta. Anexo 4 Con lesión a nivel cervical 
encontramos un total de 6 pacientes (35.3%), de los cuales 4 fueron nivel C6 y 2 
pacientes fueron nivel C8. Con lesión a nivel torácico hubo 11 pacientes 
(64.7) de los cuales fueron 2 pacientes para el nivel T4, 2 para el nivel T7 y 2 
pacientes para el nivel T10 y 1 paciente para cada uno de los niveles T3, T8, 
T9, T11 y T12. Anexo 5 y 6 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tabla 2 
 
 
 
 
 Tabla 3 
 
 
 
 
En relación al tiempo de evolución entre que se coloco la sonda a permanencia y 
que se inició el cateterismo intermitente como parte del manejo rehabilitatorio 
agudo del paciente lesionado medular; se encontró que el menor tiempo 
transcurrido entre la colocación de la sonda y el inicio del cateterismo fue de 11 
días y el máximo de 87 días con un promedio de 49.94 días y una desviación 
estándar de 26.63 
 
 
 
 
 
 
 
Nivel de 
lesión 
Número 
Cervicales 6 
C6 4 
C8 2 
Torácicos 11 
T3 1 
TT4 2 
T7 2 
T8 1 
T9 1 
T10 2T11 1 
T12 1 
Tipo de 
lesión 
Numero Porcentaje 
Completas 10 58.8 
Incompletas 7 41.2 
Evaluación del impacto terapéutico con el uso de sonda en comparación a 
cateterismo intermitente 
 
Al evaluar impacto percibido con los diferentes métodos de tratamiento, se 
encontró que todos los pacientes percibieron mayor satisfacción al utilizar el 
método de cateterismo ya sea a los 2 o 7 días con una diferencia 
estadísticamente significativa (p = 0.0001). Anexo 7 
El mayor cambio en cuanto a percepción de la satisfacción se dio entre el uso de 
sonda y cateterismo a los 7 días con una p estadísticamente significativa de 
0.0001. Anexo 13 
 
Evaluación de las molestias percibidas con el uso de sonda y cateterismo 
 
En general el puntaje obtenido en el cuestionario del rubro de percepción de 
molestias con el uso de sonda en comparación a cateterismo a los 2 y 7 días fue 
muy parecido, permaneciendo igual con el uso de los diferentes métodos de 
tratamiento o mejorando sólo discretamente. Encontrando que 7 de los 17 
pacientes permanecieron sin nada de molestias desde el uso de sonda a 
permanencia hasta la valoración 7 días después de haber iniciado el 
cateterismo; 3 de los 17 pacientes mostraron mejoría de sentir muchas molestias 
a regular o nada de molestias y el resto de los pacientes permanecieron entre 
regular, pocas y nada de molestias con el uso de los 2 métodos. Por lo tanto, 
en este rubro no se encontró diferencia significativa al valorar la percepción de 
molestias con el uso ya sea de sonda a permanencia o cateterismo a los 2 o 7 
días (p = 0.127). Anexo 8 
 
 
 
 
 
 
Evaluación de la percepción de la autoimagen con el uso de sonda y 
cateterismo 
 
Se presento un cambio importante en la mayoría de los pacientes en cuanto a la 
percepción de su autoimagen. Solo 3 pacientes refirieron nada de afectación en 
la autoimagen desde el inicio de su manejo con sonda a permanencia y 
permanecieron sin afectación de la misma hasta ser interrogados después de 7 
días de cateterismo. Sin embargo, la mayoría de los pacientes si 
presentaron mejoría; 2 pacientes mejoraron de percibirse como poco afectados 
en su autoimagen a nada afectados, 5 pacientes refirieron su autoimagen inicial 
como regularmente afectada en la primera entrevista con la sonda a 
permanencia y en la tercera entrevista posterior a 7 días de realización de 
cateterismo se consideraron como nada afectados y 7 pacientes pasaron de 
percibirse muy afectados a considerarse nada afectados en cuanto a su 
autoimagen en tan solo 7 días de realización del cateterismo. Con lo 
anterior demostramos que sí hay una diferencia significativa en la percepción de 
la autoimagen de los pacientes en cuanto al uso cateterismo en comparación al 
uso de sonda a permanencia, con una p de 0.0001. Anexo 9 
 
El cambio en la percepción de la autoimagen se dio tanto entre el uso de sonda 
a permanencia y el cateterismo a los 2 días ( p = 0.001 ); como entre el uso de 
sonda a permanencia y cateterismo a los 7 días ( p =0.001 ) . Al comparar la 
percepción de la autoimagen del paciente entre el uso de cateterismo a los 2 
días y el uso de cateterismo a los 7 días, ya no existió un cambio significativo. 
( p =0.317 ) Anexo 13 
 
 
 
 
 
 
Evaluación de la dificultad en cuanto a la realización del cateterismo 
 
Se valoró que tan difícil consideraba el paciente que sería la realización del 
cateterismo intermitente. 
La primera valoración se llevo a cabo mientras el paciente aun tenía colocada la 
sonda a permanencia pero después de haber escuchado una explicación acerca 
de la técnica de realización del cateterismo intermitente. Las otras 2 
valoraciones se llevaron a cabo 2 y 7 días después de que el paciente había 
experimentado el cateterismo. Se observo, que el 11.8% de los pacientes 
consideraron la realización del cateterismo como muy difícil y el 70.6% de los 
pacientes lo consideraron difícil al ser interrogados cuando aún tenían la sonda a 
permanencia en comparación a que el 76.5% de los pacientes lo consideraron 
fácil tan sólo 2 días después de haber iniciado el cateterismo y el 58.8 % los 
pacientes lo considero muy fácil habiendo transcurrido 7 días de haber iniciado 
la realización del cateterismo intermitente. Encontrándose una diferencia 
significativa en la percepción del paciente en cuanto a la dificultad de realización 
del cateterismo cuando aun no se realizaba el método y a los 2 y 7 días de 
haber iniciado su realización. ( p = 0.0001 ) Anexo 10 Sin embargo el 
cambio más significativo se observo entre el uso de sonda a permanencia y la 
realización de cateterismo a los 7 días. ( p = 0.0001 ) Anexo 13 
 
 
Evaluación de la opinión general sobre el método utilizado 
 
En cuanto a la opinión general del paciente sobre el método utilizado 
observamos un cambio importante entre la opinión del paciente acerca de la 
sonda y la opinión del paciente con el uso de cateterismo. 
Al ser interrogados sobre este aspecto encontramos que el 17.60% de los 
pacientes tuvieron una opinión mala de la sonda a permanencia y el 41.20 % de 
los pacientes una opinión de regular a buena. Sin embargo al ser interrogados 
sobre su opinión general después de haber experimentado el cateterismo 
durante 2 días, el 64.70 % de los pacientes refirió que su opinión sobre el 
cateterismo era buena y el 29.40 % los considero un método muy bueno; ya 
para los 7 días de realización de cateterismo el 35.30% de los pacientes 
considero que el cateterismo era un método bueno mientras que un 52.90% lo 
considero un método muy bueno. En general hubo diferencia 
significativa entre la opinión del paciente con el uso de sonda y cateterismo con 
una p de 0.0001. Anexo 11 
 
Es importante resaltar que la diferencia significativa se dio específicamente entre 
el uso de sonda a permanencia y cateterismo a los 2 días, ( p = 0.003 ) pero 
mayormente entre el uso de sonda a permanencia y cateterismo a lo 7 días. ( p 
= 0.001 ) Ya entre el cateterismo a los 2 y 7 días no hubo diferencia 
significativa. Anexo 13 
 
Finalmente encontramos que habiendo utilizado sonda a permanencia y 
después de haber experimentado la realización de cateterismo durante 7 días, 
el 100% de los pacientes lesionados medulares prefieren el método de 
cateterismo intermitente para el manejo de su vejiga neurogénica. Anexo 12 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DISCUSIÓN 
 
La lesión medular implica cambios dramáticos en la vida del individuo que la 
padece, tiene un impacto en la vida del paciente y sobre las personas que lo 
rodean. Por lo general la lesión medular se presenta en individuos jóvenes, que 
se encuentran económica y socialmente activos y que de un momento a otro se 
ven discapacitados, con pérdida de la sensibilidad y de la capacidad de controlar 
algunas de sus funciones corporales. 34 
 
Dependiendo del nivel y grado de severidad de la lesión el paciente lesionado 
medular se vuelve dependiente o parcialmente dependiente en la realización de 
sus actividades de la vida diaria y puede presentar discapacidad por alteraciones 
en diferentes áreas como la movilidad, autocuidado, sexualidad manejo de 
intestino y vejiga. 
 
La vejiga neurogénica implica complicaciones por dificultad para vaciar la vejiga, 
infección de vías urinarias, incontinencia y deterioro de del tracto urinario; por lo 
tanto históricamente las complicaciones renales han sido la causa más común 
de muerte entre los paciente con lesión medular. 34 Sin embargo desde que 
Guttman y Frankel (1966) introdujeron el uso de cateterismo intermitente 14,15,33 
y Lapides (1972) aporto concepto de la técnica limpia, 16 la sobrevivencia a largo 
plazo de los individuos con lesión medular ha sido posible. 
 
 
El cateterismo intermitentes es una técnica ampliamente aceptada para el 
manejo de la vejiga neurogénica en los Estados Unidos, Europa y Japón. 
Además muchoscentros de rehabilitación lo consideran el mejor abordaje para 
el manejo de la vejiga neurogénica en los pacientes con lesión medular 20 ya 
que tiene un efecto social importante, permite lograr continencia (en la mayoría 
de los casos), evita el deterioro renal y permite la función sexual . 
 
El tratamiento de la vejiga neurogénica ha evolucionado significativamente en 
los últimos 40 años, el cateterismo intermitente cambio el abordaje del manejo 
de la vejiga neurogénica para siempre, limitando importantemente la 
morbimortalidad debida a complicaciones renales en el paciente lesionado 
medular. 16 Sin embargo el cateterismo intermitente tiene otros efectos 
benéficos; Weld Kj y Dmochowski mencionan entre los efectos del 
cateterismo intermitente mejoría en la autoimagen, autoestima y calidad de 
vida. 
 
Las tendencias actuales en rehabilitación otorgan especial importancia al 
impacto que tienen los tratamientos utilizados sobre la calidad de vida de las 
personas con discapacidad. Para el rehabilitador ya no solo es 
suficiente proporcionar el tratamiento adecuado sino que debemos hacer una 
valoración integral para detectar las deficiencias que está provocando la 
enfermedad, tratarlas y compararlas a la percepción que tiene el paciente de su 
propia enfermedad y del tratamiento que recibe. 
 
Seung – June Oh, Jaa Hyeon Ku, Hwang Gyun Jeon et al mencionan que el 
tomar en cuenta la percepción que tiene el paciente de su enfermedad y del 
tratamiento que recibe permite una mejor comprensión de su situación general y 
de las dificultades experimentadas; por lo tanto valoraron la calidad de vida en 
una población de pacientes lesionados medulares que utilizaban cateterismo 
intermitente, utilizando el cuestionario SF- 36 y encontraron valores 
significativamente menores en los pacientes que utilizaban cateterismo 
intermitente en comparación a controles sanos. 
 
En estudios previos se ha valorado la efectividad, apego al tratamiento y 
repercusiones a largo plazo del uso de cateterismo intermitente, 12,20,22,24,27,34,25 
muy pocos estudios se han enfocado a la valoración del impacto que tiene sobre 
el paciente el uso de cateterismo intermitente 1,17,32 y no existen estudios que 
valoren la aceptación terapéutica del cateterismo intermitente en comparación al 
uso de sonda a permanencia en el paciente con lesión medular en el periodo de 
rehabilitación aguda. 
 
En nuestro estudio valoramos la percepción del paciente en cuanto al manejo de 
su vejiga neurogénica utilizando cateterismo intermitente en comparación a 
sonda a permanencia en cuanto a los siguientes rubros; impacto terapéutico, 
molestias percibidas, percepción de la autoimagen, percepción de la dificultad 
en cuanto a la realización del cateterismo y opinión general sobre uso de los 2 
métodos. 
 
Los datos que aquí presentamos demuestran que el cambio de uso de 
sonda a permanencia a cateterismo intermitente en el periodo de 
rehabilitación aguda tiene un impacto positivo sobre el paciente 
lesionado medular. 
 
Para conocer el impacto terapéutico del uso de sonda frente al uso del 
cateterismo, interrogamos al paciente sobre como se sentía con la sonda 
utilizada; mientras que el paciente utilizo como tratamiento de su vejiga 
neurogénica la sonda a permanencia, el 18% sintió malestar general y el 35% 
se sintió regular. Sin embargo a 2 días de haber iniciado el manejo con 
cateterismo ya ningún paciente se sintió mal con este método de tratamiento y el 
58% refirió sentirse muy bien. Entre más tiempo utilizaron los pacientes el 
cateterismo intermitente hubo mayor satisfacción percibida; después de 7 días 
de realización de cateterismo el 71% de los pacientes se sintió muy bien, por lo 
que encontramos que el cateterismo intermitente tiene un impacto positivo sobre 
el paciente con lesión medular con significancia estadística de p = 0.0001. 
 
A la pregunta que hacía referencia a si existían molestias con la sonda utilizada, 
en general los pacientes de nuestro estudio no percibieron a alguno de los 2 
tipos de tratamiento como más molesto que el otro. El 58% de los pacientes se 
consideraban sin molestias durante el uso de sonda a permanencia sin embargo 
un porcentaje pequeño el 18 % si percibía muchas molestias con la sonda a 
permanencia en contraste a que posterior a 7 días de cateterismo ningún 
paciente percibió muchas molestias con el uso de cateterismo y el 82% se sintió 
sin molestias. 
 
 Los pacientes con lesión medular experimentan dificultades físicas y 
emocionales en su vida diaria aun con un manejo adecuado del vaciamiento de 
su vejiga lo cual puede contribuir a la opinión muy particular del paciente en 
cuanto a la percepción de molestias; esto podría explicar el por qué no hubo 
cambio significativo en las molestias percibidas por el paciente. 
 
Buscando confirmar lo referido en estudios previos por Weld Kj y Dmochowski 35 
acerca de que el cateterismo tiene un efecto benéfico sobre la autoimagen del 
paciente con lesión medular; nosotros interrogamos si el paciente percibía su 
autoimagen afectada con el uso de sonda a permanencia contra el uso de 
cateterismo y encontramos que si hubo mejoría muy importante en la 
percepción de la autoimagen. 
 
Mientras fueron manejados con sonda a permanencia el 48% de los pacientes 
opinaron que presentaban mucha afectación en su autoimagen; en tan solo 2 
días de realización de cateterismo el 82% de los pacientes se considero nada 
afectado en su autoimagen y el 12% se considero solo poco afectado. 
 
La percepción de la autoimagen del paciente fue mejorando a mayor tiempo de 
utilización del cateterismo; después de 7 días de cateterismo el 96% de los 
paciente se percibía nada afectado y solo el 6% poco afectado en su 
autoimagen. 
 
Por lo tanto nuestros pacientes sí refirieron un cambio significativo en la 
percepción de su autoimagen entre el uso de sonda a permanencia en 
comparación a cateterismo a los 2 y 7 días con una p estadísticamente 
significativa de 0.0001. Es interesante mencionar que el impacto en la 
percepción de la autoimagen se dio en el momento de cambio de uso de sonda 
a permanencia a uso de cateterismo; ya que no hubo diferencia significativa en 
la percepción de la autoimagen al comparar como se sentían entre los 2 y 7 
días de uso de cateterismo. 
 
 
En relación a la pregunta de que tan difícil consideraba la realización del 
cateterismo, encontramos que cuando los pacientes aún no habían vivido la 
experiencia del cateterismo, la mayoría el 70.6% consideraba que la realización 
del mismo sería difícil y un 11.8% consideraba que sería una técnica muy difícil; 
a los 2 días de haber iniciado el cateterismo ya la mayoría de los pacientes el 
76.5% lo consideraba algo fácil y ningún paciente lo consideraba muy difícil y 
después de 7 días de experiencia con la realización del cateterismo ya el 58.8% 
de los pacientes lo consideraba muy fácil, el 35.3% lo consideraba fácil y solo el 
5.9% difícil; la percepción en cuanto a la dificultad de realización del 
cateterismo cambia significativamente cuando el paciente lo experimenta 
en la práctica. 
 
 
Actualmente el cateterismo intermitente es el tratamiento de primera línea 
ofrecido a los individuos lesionados medulares con vejiga neurogénica en 
el Instituto Nacional de Rehabilitación; con el interés de realmente tener un 
impacto sobre la calidad vida de nuestros pacientes nos interesaba 
conocer la percepción que el paciente tiene del tratamiento que se le 
proporciona. 
 
 
Gracias a este estudio pudimos constatar que el cateterismo intermitente 
además de ser el manejo médico ideal para la vejiga neurogénica ya que 
permite prevenir mayor discapacidad por complicaciones renales a largo plazo, 
también es el tratamiento del cual los pacientes tienen una mejor opinión; esto al 
encontrar que ningún paciente refirió teneruna muy buena opinión del uso de 
sonda a permanencia mientras que después de tan solo 7 días de realización de 
cateterismo intermitente el 52.9 % de nuestros pacientes refirió una muy buena 
opinión de este método. 
 
Al término de nuestro estudio el 100% de los pacientes considero que 
prefiere el cateterismo intermitente como modalidad de tratamiento de su 
vejiga neurogénica por las razones que enunciaremos como literalmente las 
refirieron los pacientes de este instituto a continuación: 
 
 
 
“Me siento mejor, más cómodo y sano” 
“Me permite mayor libertad de movimiento para realizar mi terapia física” 
“El cateterismo es más personal, intimo y se parece más a lo normal” 
“Con el cateterismo no tengo que cargar la bolsa y no me siento enfermo” 
“La sonda me marca, me hace sentir enfermo” 
“El cateterismo me hace sentir libre, me da autonomía “ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN 
 
 
En base a este y otros estudios referentes al cateterismo intermitente, 1,17,32,35 
sabemos que éste mejora sustancialmente la autoimagen e independencia del 
individuo con lesión medular. 
 
Actualmente los pacientes con lesionados medulares tienen una expectativa de 
vida similar a la de el resto de la población, el cateterismo intermitente 
contribuyó importantemente a este avance, por lo tanto la rehabilitación del 
individuo con lesión medular debe tener como objetivo el reintegrar a estas 
persona a una vida sana que incluya los aspectos sociales, familiares, sexuales, 
laborales y recreacionales inherentes a la calidad de vida de un ser humano. 
 
Con nuestro estudio se demuestra en forma significativamente estadística con el 
puntaje obtenido en los cuestionario así como con la aplicación de pruebas 
estadísticas, que el cateterismo intermitente además de los múltiples beneficios 
urológicos que provee, es un método de vaciamiento vesical aceptado con 
agrado por parte del paciente lesionado medular en la etapa de rehabilitación 
aguda. 
 
En base a nuestro estudio, consideramos que el cateterismo es sin duda una 
piedra angular en el manejo rehabilitatorio agudo del paciente lesionado medular 
con vejiga neurogénica. 
 
 
 
 
ANEXOS 
 
 
ANEXO 1. 
 
Distribución por sexo
94.1%
5.9%
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
Masculino Femenino
 
 
 
 
 
ANEXO 2. 
 
Distribución por edad
1
2
9
5 5
0
2
4
6
8
10
15-19 20 - 29 30 -49 50 - 64 65 +
Edad en años
P
a
c
ie
n
te
s
 
 
 
 2 
 
 
 
 
ANEXO 3. 
 
Grado de escolaridad
4
23.5%
3
17.6%
3
17.6%
5
29.4%
2
11.7%
0
1
2
3
4
5
6
Analfabeta Primaria Secundaria Preparatoria Licenciatura
P
a
c
ie
n
te
s
 
 
 
 
 
 
 
ANEXO 4. 
 
 
Distribución por tipo de lesión
58.8%
41.2%
0
2
4
6
8
10
12
LMC LMI
 LMC: Lesión medular completa 
 LMI: Lesión medular incompleta
P
a
c
ie
n
te
s
 
 
 3 
 
 
 
ANEXO 5. 
 
Distribución por nivel neurológico
35.3%
64.7%
0
2
4
6
8
10
12
Cervicales Torácicos
Nivel neurológico
P
a
c
ie
n
te
s
 
 
 
 
 
 
 
 
ANEXO 6. 
 
Distribución por nivel neurológico
4
2
1
2 2
1 1
2
1 1
0
1
2
3
4
C6 C8 T3 T4 T7 T8 T9 T10 T11 T12
Cervicales Torácicos
Nivel neurológico
P
a
c
ie
n
te
s
 
 
 
ANEXO 7. 
 
 
Impacto positivo de los diferentes métodos de 
tratamiento
1.26
1.97
2.76
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias
 
P=0.0001
P
u
n
tu
a
c
ió
n
 
 
 
 
 
 
 
ANEXO 8. 
 
 
 
Molestias percibidas 
1.76
2
2.24
0
0.5
1
1.5
2
2.5
Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias
 
P=0.127
P
u
n
tu
a
c
ió
n
 
 
 
ANEXO 9. 
 
 
Percepción de la autoimagen
1.18
2.38 2.44
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias
P=0.0001
P
u
n
tu
a
c
ió
n
 
 
 
 
 
 
ANEXO 10. 
 
Dificultad de realización del cateterismo
1.21
2.06
2.74
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias
 
P=0.0001
Facil
Dificil
 
 
 
 
 
 
 
ANEXO 11. 
 
 
Opinión sobre el método utilizado
1.26
2.21
2.53
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias
P=0.0001
P
u
n
tu
a
c
io
n
 
 
 
 
 
 
ANEXO 12. 
 
 
Preferencia de Manejo
0
17
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
Sonda Cateterismo
N
o
 P
a
c
ie
n
te
s
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANEXO 13. 
 
 
 
 
 
 
 
Prueba de Wilcoxon Sonda vs 
cateterismo 2 
días 
Sonda vs 
cateterismo 7 
días 
Cateterismo 2 días 
vs cateterismo 7 
días 
Satisfacción 
percibida a los 
métodos de 
tratamiento 
0.012 0.0001 0.005 
Molestias con la 
sonda actual 
0.121 0.046 0.157 
Autoimagen con la 
sonda actual 
0.001 0.001 0.317 
Percepción de 
dificultad de 
realización 
0.002 0.0001 0.002 
Opinión general 0.003 0.001 0.317 
 
 
 
 
 
 
 
REFERENCIAS 
 
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Intermittent Catheterization. J. Urol 1995; 153: 349-351. 
 
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 2 
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	Portada
	Índice
	Antecedentes
	Marco de Referencia
	Justificación
	Planteamiento del Problema
	Objetivo Hipótesis
	Diseño Experimental Material y Métodos
	Recursos Humanos Recursos Materiales Análisis Estadístico
	Resultados
	Discusión
	Conclusión
	Anexos
	Referencias

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