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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Facultad de Medicina División de Estudios de Posgrado Secretaría de Salud INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN IMPACTO TERAPÉUTICO DEL MANEJO UROLÓGICO DEL PACIENTE LESIONADO MEDULAR EN LA ETAPA DE REHABILITACIÓN AGUDA Tesis Profesional para obtener el título de especialidad en Medicina de Rehabilitación Presenta: Dra. Mariana Molina López. Asesor Titular de Tesis: Dr. Sergio Durán Ortiz. México D.F. Enero 2006. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Dr. Luis Guillermo Ibarra. Director General del Instituto Nacional de Rehabilitación. Dra. Ma. de los Ángeles Barbosa V. Directora General de Rehabilitación. Dra. Matilde L. Enríquez Sandoval. Directora de Enseñanza e Investigación. Dr. Jorge Campos Morales. Jefe de la División de Enseñanza. Dra. Irma Espinosa Jove. Jefe del Servicio de Posgrado. Dr. Ramiro Pérez Zavala. Jefe de la División de Rehabilitación Neurológica. Dra. Susana Martín del Campo. Jefe del servicio de Lesionados Medulares. Dr. Sergio Duran Ortiz. Médico Cirujano Urólogo. Dr. Antonio Miranda Duarte. Maestro en Ciencias. Dra. Mariana Molina López. Residente de tercer año de medicina de rehabilitación. Dra. Maria Elena Lerma Colomo. Residente de primer año de medicina de rehabilitación. A todas las personas que compartiéndome de su amor, transformaron mi existencia para que encontrara mi camino y permitieron que llegara este momento . . . INSTITUTO NACIONAL DE REHABILITACIÓN ÍNDICE 1. Antecedentes 2. Marco de Referencia 3. Justificación 4. Planteamiento del problema 5. Objetivo General 6. Hipótesis 7. Diseño experimental 8. Material y Métodos 9. Recursos Humanos y Materiales 10. Análisis Estadístico 11. Resultados � Características Demográficas y del universo de estudio � Evaluación del impacto terapéutico con el uso de sonda en comparación a cateterismo intermitente. � Evaluación de las molestias percibidas con el uso de sonda y cateterismo � Evaluación de la percepción de la autoimagen con el uso de sonda y cateterismo � Evaluación de la dificultad en cuanto a la realización del cateterismo � Evaluación de la opinión general sobre la sonda y el cateterismo 12. Discusión 13. Conclusiones 14. Anexos 15. Referencias ANTECEDENTES La lesión medular (LM) es un evento traumático a la médula espinal que provoca alteraciones motoras, sensitivas y de la función autónoma; puede ser un evento devastador y la rehabilitación es el primer paso hacia la recuperación y sentido de independencia para el paciente. 1, 2, 3, 4 En los Estados Unidos aproximadamente 10 000 personas nuevas por año presentan discapacidad por LM, se reportan 30 a 40 casos nuevos por millón al año y actualmente la prevalencia es de más de 200 000 personas con discapacidad significativa secundaria a LM. 2, 4 Se presenta en ambos sexos con una relación hombre : mujer de 4:1; afecta principalmente a individuos jóvenes de edad promedio 32.3 años y el 54.1 % de las nuevas lesiones se presenta entre los 16 y los 30 años de edad. 4 La etiología de la LM incluye diversas causas entre ellas; accidentes vehiculares siendo los más frecuentes los accidentes automovilísticos y en motocicleta, violencia, sobre todo por arma de fuego, tumores, cirugías, caídas, infecciones, eventos vasculares y otros. 5,14 La historia de la LM se remonta al Egipto antiguo; el papiro Edwin Smith que data de 3000 a 2500 A.C., escrito probablemente por Imhotep, describe muy acertadamente la lesión medular cervical completa, además, los egipcios consideraron que el mejor tratamiento para la LM era de soporte y utilizaron catéteres de bronce para el drenaje urinario. 5 Durante muchos años a lo largo de la historia, la LM se considero una condición médica terminal. 2 Los egipcios la catalogaron como un padecimiento que no debía ser tratado, es decir, sin cura. 5 Durante la primera guerra mundial, prácticamente todos los soldados con lesiones de la medula espinal fallecieron como consecuencia de sepsis urinaria. 15 Después de la primera guerra mundial y con el advenimiento de los antibióticos en los años treinta, se pudo evitar la muerte inmediata posterior a la LM. 2 Sin embargo hasta hace algunos años, la falla renal y otras complicaciones del tracto urinario eran la principal causa de muerte entre los pacientes lesionados medulares. 6 La LM representó en este momento de la historia un reto importante y algunos clínicos enfocaron especialmente su atención a la investigación para mejorar el cuidado médico disponible para los pacientes con LM. 5 En 1930, el neurocirujano Donald Munro, introdujo la técnica de irrigación vesical intermitente, que ayudo a la disminución de las infecciones de vías urinarias, además fué el primero en implementar el cuidado integral del paciente con LM, le dió importancia a la neurotraumatología y a la rehabilitación; sus ideas fueron adoptadas inicialmente en los hospitales para veteranos de guerra y permitieron destacados logros. 5 Los médicos de la segunda guerra mundial descubrieron que el drenaje inmediato de la vejiga durante la etapa de choque medular representaba un adelanto terapéutico, las estadísticas mejoraron y el índice de mortalidad por urosepsis declinó. El drenaje de la vejiga con sonda foley o con sondas suprapúbicas, trae consigo complicaciones urológicas relacionadas que incluyen uretritis, prostatitis, formación de litos vesicales, infección de vías urinarias, lesiones del pene, abscesos, fístulas, estenosis y hasta cáncer de vejiga. Además, los catéteres a permanencia facilitan la infección de vías urinarias por lo que había una alta incidencia de cambios en las vías urinarias superiores, incluyendo pielonefritis, reflujo ureteral y falla renal. Fué durante la segunda guerra mundial que Sir Ludwing Guttman, un inmigrante alemán radicado en Inglaterra, descubrió un enfoque radical pero perfectamente adecuado para el tratamiento de la vejiga neurogénica. Guttman y Frankel (1966) fueron los precursores que introdujeron el concepto de cateterismo estéril intermitente de la vejiga. Con la introducción del cateterismo estéril intermitente se redujo la alta incidencia de complicaciones urológicas por el uso de sonda foley y de las sondas suprapúbicas a permanencia. Esta técnica probablemente representa el progreso aislado más importante en la atención urológica de los pacientes con lesión de la médula espinal. 14, 15 En un principio, sólo se permitía al médico con guantes y camisón estéril llevar a cabo este procedimiento en el paciente lesionado medular, las condiciones propuestas por Guttman eran de una técnica estrictamente estéril llevada a cabo con sumo cuidado por personal médico y de enfermería altamente especializado. Al parecer consideraba que la introducción de bacterias por la sonda de cateterismooriginaba infecciones de vías urinarias. 15, 16 Las restricciones económicas y de personal a menudo imposibilitan las restricciones y cuidados meticulosos propuestas por Guttman, esto limitó el uso del cateterismo intermitente. 15 En 1972 Lapides publicó nuevos conceptos sobre los mecanismos de producción de las infecciones urinarias que se contraponían a las ideas tradicionales que consideraban el origen de las infecciones de vías urinarias debido, a la presencia de organismos en la uretra arrastrados a la vejiga por cualquier tipo de instrumentación o por el mismo cateterismo. Basado en una serie de estudios, Lapides postula, que la mayor parte de las infecciones de vías urinarias se deben a algún tipo de anormalidad estructural o funcional del tracto urogenital que conlleva a menor resistencia del tejido a la invasión por bacterias y que la causa más común para susceptibilidad a la invasión por bacterias es la disminución del flujo sanguíneo. Por lo que el cateterismo intermitente de la vejiga debe ser un procedimiento inocuo siempre y cuando no se permita la sobredistensión, (que disminuye el flujo sanguíneo de la vejiga) y que se realice de manera no traumática. La técnica limpia y no la aséptica, debe ser suficiente ya que cualquier bacteria introducida por el catéter será neutralizada por los mecanismos de resistencia del mismo huésped. Lapides demostró que el cateterismo limpio intermitente ayudaba a erradicar la infección de vías urinarias y mantenía orina estéril por periodos prolongados. 16 Con estos conocimientos y al ir avanzando los programas de rehabilitación, se comenzó a permitir a los pacientes la posibilidad de realizarse sus propias cateterizaciones, lo que le permitió a estos pacientes gozar de un control sobre sus dificultades urinarias nunca antes pensado y un cambio radical en su calidad de vida. Desde la introducción por Lapides en los años setentas; del cateterismo limpio intermitente, este ha demostrado su eficacia en el manejo de la vejiga neurogénica permitiendo una nueva forma de abordar los problemas de incontinencia y disuria. 13 El manejo urológico del paciente con LM ha cambiado drásticamente durante el último siglo. 3 La mortalidad directamente relacionada a complicaciones renales posterior a la LM ha disminuido del 80% durante la primera guerra mundial, a aproximadamente el 40% en pacientes lesionados durante la segunda guerra mundial y disminuyo al 25% en los pacientes lesionados durante la guerra de Corea, presentando números insignificantes en los individuos lesionados durante la guerra de Vietnam. 8, 9, 14 En estudios de seguimiento a 25 años con veteranos parapléjicos de la segunda guerra mundial y de la guerra de Corea se demostró una disminución de la mortalidad relacionada a eventos renales del 63% al 26%. 10 Algunos autores atribuyen esta disminución en la mortalidad a la posibilidad de lograr un estado libre de catéter a permanencia otros autores sugieren factores como: el cateterismo intermitente, mejor control de la infecciones de vías urinarias, centros especializados de cuidado, vigilancia del estado renal a largo plazo, estudios modernos de urodinamia, mejor tratamiento de cálculos renales. 10 Para lograr mantener resultados favorables en el manejo de la vejiga neurogénica del lesionado medular, el urólogo debe formar parte del equipo multidisciplinario que maneja la LM y el seguimiento urológico a largo plazo es esencial para el bienestar del paciente. El manejo urológico del lesionado medular debe mantener una función renal adecuada evitando las principales causantes de falla renal: alteraciones del vaciamiento, infecciones de vías urinarias, litiasis, hidronefrosis y disrreflexia autonómica. 5 Los principales objetivos en el manejo de vejiga neurogénica son: 1) mantener una vejiga funcional con presiones bajas tanto en el llenado como durante el vaciado, evitando el reflujo ureteral, 2) mantener la continencia, 3) disminuir las infecciones de vías urinarias, 4) evitar la urolitiasis y la disrreflexia autonómica, 5) permitir la rehabilitación sexual. 11, 14 Mientras que el manejo inicial de la vejiga en la LM siempre involucra la sonda a permanencia; el manejo posterior debe aspirar a lograr una vejiga continente con presiones bajas de llenado y vaciado. El manejo moderno de la vejiga en la LM ha reducido exitosamente la mortalidad relacionada a alteraciones renales del 95% en la primera mitad del siglo XX al 3% en la actualidad. 10 El cateterismo intermitente es ampliamente aceptado ya que es el método más seguro para vaciar la vejiga. 10, 13, 14, 15 La cateterización intermitente ha demostrado ser de utilidad en la preservación de un estado natural para la vejiga y las condiciones de esterilidad parecen intrascendentes (Lapides y cols; 1976; Maynard y Diokno, 1982). El cateterismo limpio intermitente implica que no se efectuara ninguna preparación antiséptica aparte de una adecuada higiene, que no se usarán guantes estériles y que se utilizara el mismo catéter durante aproximadamente 2 semanas, lavándolo y manteniéndolo guardado en un medio seco. Actualmente, se recomienda la técnica estéril cada 4 horas inicialmente durante la estancia intrahospitalaria para evitar infecciones nosocomiales y cuando el paciente abandona el hospital podrá ser sometido a un régimen de cateterismo limpio intermitente. 15 Gracias a un mejor manejo en general de la LM, aún los pacientes más severamente afectados logran sobrevivir, por lo que la adecuada rehabilitación integral cobra importancia. El cuidado urológico del paciente con lesión en la médula espinal es uno de los factores que define su pronóstico y calidad de vida. 2,18 La rehabilitación del paciente lesionado medular procura integrar al paciente con su entorno, renovar el sentido de independencia para que de esta manera logre una vida satisfactoria a largo plazo. El cateterismo intermitente por sus características nos permite continencia durante las actividades diarias de la vida (AVD), con lo cual se pretende ofrecer al paciente una mejor calidad de vida. MARCO DE REFERENCIA Aún en la actualidad, la LM es uno de los eventos más debilitantes y devastadores que un ser humano puede enfrentar. El cuidado del paciente lesionado medular es complejo e involucra la participación de un equipo multidisciplinario de médicos, enfermeras, terapistas, familiares y en donde el especialista en medicina de rehabilitación juega un papel estratégico en la coordinación y buen funcionamiento del equipo en cada etapa de la recuperación del paciente. El manejo urológico agudo proporcionado al paciente con LM es de crucial importancia para el éxito de su posterior proceso de rehabilitación individual. Además, solo la menor parte de los pacientes abandona el método inicial de manejo. 12 A pesar de los avances, las complicaciones urológicas y el manejo adecuado de la vejiga neurogénica siguen siendo uno de los aspectos mas controvertidos en el cuidado y rehabilitación de estos pacientes. Las primeras investigaciones hechas sobre la vejiga neurogénica y su impacto posterior a la LM, se enfocaron en la valoración de aspectos como la esperanza de vida, complicaciones, causas de muerte y sobrevivencia; reportaron que antes de la segunda guerra mundial, la lesión medular era prácticamente letal, siendo la urosepsis la principal causa de muerte. Kennedy reporto que 80% de los soldados lesionados medulares de la primera guerra mundial murieron dentro de las primeras semanas después de la lesión secundario a infección de vías urinarias y ulceras por presión. 19 Los estudios se enfocaron después, en buscar un método para disminuirla presentación de las complicaciones urológicas que llevaban a la muerte y en 1966 Guttman y Frankel publican un estudio sobre el valor del cateterismo estéril intermitente en el manejo temprano de la paraplejia y tetraplejia, que cambio el panorama del manejo de la vejiga neurogénica para siempre. 19, 33 Posteriormente Lapides comienza a dar a conocer sus teorías sobre la verdadera causa de las infecciones de vías urinarias y en 1972 publica el estudio clásico en donde se da a conocer por primera vez la utilidad del cateterismo limpio intermitente. 16 Durante la década de los setentas Lapides comprueba la efectividad del cateterismo limpio intermitente realizando estudios de seguimiento en pacientes utilizando esta modalidad de tratamiento. A continuación surgieron una gran cantidad de cambios en el manejo de la vejiga neurogénica y hubo la disponibilidad de diferentes modalidades de tratamiento, dentro de las cuales persistía el uso de sonda a permanencia, las técnicas manuales para vaciar la vejiga; pero además aparecieron otros diferentes, por ejemplo, dispositivos de recolección como el condón urinario, intervenciones quirúrgicas como la cistoplastía, derivación urinaria y colocación de sonda suprapúbica, medicamentos y neuroestimulación. Todos con diferente grado de efectividad y complicaciones. Sin embargo durante la década de los ochentas y noventas el cateterismo intermitente fue ampliamente aceptado como el método de preferencia para el manejo de la vejiga neurogénica en la LM. 21, 12, 20, 21 Ya para 1982, habían pasado más de 10 años desde que Lapides y colaboradores introdujeron el cateterismo limpio intermitente. En esta época surgieron estudios de seguimiento ya con más de 10 años de uso de la técnica que incluyeron a pacientes que habían iniciado cateterismos intermitente desde 1969. Diokno et al reportaron que el uso de cateterismo limpio intermitente era una modalidad de tratamiento efectiva con pocas complicaciones y excelentes resultados a largo plazo y lo proponen como una excelente alternativa a la sonda a permanencia, esfinterotomía, micción refleja así como derivación urinaria.22 Además otros autores como McGuire y Savastano reportan que el cateterismo limpio intermitente es una técnica satisfactoria para pacientes con disfunción vesical y que las complicaciones como infección de vías urinarias sintomática y urocultivos positivos son poco frecuentes; permitiendo la funcionalidad de las vías urinarias superiores. También hacen énfasis en el control de la actividad refleja vesical con el uso de anticolinérgicos. 23 Durante la década de los noventas continuaron los estudios de seguimiento y retrospectivos que pretendieron establecer los efectos a largo plazo y las complicaciones del cateterismo limpio intermitente. Estos estudios reforzaron la utilidad clínica positiva del cateterismo como un método que permite continencia con pocas complicaciones.2, 12 Se ha establecido que lo mas importante para prevenir las complicaciones posibles es dar una adecuada educación al paciente sobre las características del cateterismo intermitente, que este cumpla con el programa indicado, que utilice los materiales indicados y que tenga una buena técnica de cateterización. 10 Sin embargo y a pesar de que se recomendó el uso de catéteres 14 a 16 con abundante lubricante, la reacción uretral local parecía continuar apareciendo con irritación uretral a largo plazo, estenosis y creación de falsos conductos, 24, 25 como unas de las complicaciones más importantes. Por lo tanto en la segunda mitad de los noventas y durante el principio del año dos mil aparecieron varios estudios comparativos a nivel internacional sobre la satisfacción del paciente con el uso de catéteres hidrofílicos los cuales tienen una fuerza de fricción diez veces más baja que el catéter habitual. 17 En general estos estudios reportaron que a pesar de que el costo de estas sondas es más elevado que el de las convencionales su uso está justificado y que la mayoría de los pacientes reportaron un mayor grado de confort y satisfacción. 1,17, 25, 26 Posteriormente en la primera mitad del año dos mil, las publicaciones se han concentrado en valorar los efectos secundarios a largo plazo, se ha confirmado la efectividad del cateterismo intermitente en mantener la continencia y adecuadas presiones de llenado vesical. El manejo moderno de la vejiga neurogénica en el lesionado medular ha reducido exitosamente la mortalidad relacionada a causas renales en el siglo 20. 27,10 Recientemente (2004) se han hecho publicaciones de casos en los que se ha utilizado exitosamente el cateterismo limpio intermitente a largo plazo, durante más de 27 años, sin presentar complicaciones. 28 Durante los ultimo años los estudios se han enfocada cada vez más en la experiencia personal del paciente con respecto al cateterismo intermitente, a la satisfacción percibida, su apego al tratamiento y calidad de vida. 29,30,31 En el 2005 surge el primer estudio que valora la calidad de vida relacionada a la enfermedad del paciente lesionado medular manejado con cateterismo intermitente, comparándolos a un grupo control sano. Se concluye que los individuos que utilizan cateterismo intermitente para el manejo de vejiga neurogénica secundaria a LM muestran reducción de la calidad de vida valorada con el cuestionario SF-36 en comparación a los controles sanos. 32 Hasta donde conocemos, actualmente no existe ningún estudio que compare el impacto que tiene sobre el paciente lesionado medular el cambio de uso de sonda a permanencia a cateterismo intermitente en la etapa de rehabilitación aguda. El propósito del presente estudio es conocer el impacto que tiene sobre el paciente con lesión medular, el enfrentarse por primera vez al manejo de su vejiga neurogénica con cateterismo intermitente; así como la repercusión que tiene esta modalidad de tratamiento sobre su auto-imagen y su opinión en general acerca de la comodidad o molestias del manejo con sonda a permanencia en comparación al manejo con cateterismo limpio intermitente. JUSTIFICACIÓN Una de las patologías con mayor demanda de atención para manejo rehabilitatorio en el Instituto Nacional de Rehabilitación es la lesión medular, siendo los pacientes lesionados medulares los más frecuentemente hospitalizados en el servicio de rehabilitación neurológica. Los pacientes con lesión medular sufren pérdidas neurológicas devastadoras y permanentes; entre ellas la perdida del control de la micción. La vejiga neurogénica en los pacientes con lesión medular es una de las situaciones que mas afecta la independencia, actividad y reintegración social del mismo; afectando importantemente su calidad de vida. Por lo anterior, el tratamiento rehabilitatorio integral del paciente lesionado medular siempre debe incluir un adecuado manejo de la vejiga neurogénica con el objetivo de permitirle al paciente mejor calidad de vida, reincorporarlo a una vida social y sexual. Actualmente, el cateterismo intermitente, es el método más utilizado mundialmente para el manejo a largo plazo de la vejiga neurogénica en pacientes con lesión medular y el tratamiento de primera línea ofrecido a los pacientes en este instituto. Con este estudio se pretende investigar el impacto que tiene sobre el paciente con lesión medular el manejo de su vejiga neurogénica con cateterismo intermitente en contraste a la utilización de sonda a permanencia. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La vejiga neurogénica es un trastorno neurológico que afecta a la mayoría de los pacientes con lesión medular, con implicaciones sobre su salud general, integración social, autoestima y calidad de vida en general.OBJETIVO Conocer la aceptación terapéutica del cateterismo intermitente en comparación al uso de sonda a permanencia en el paciente con lesión medular durante la etapa de rehabilitación aguda, en cuanto a los siguientes rubros: � Impacto terapéutico � Molestias percibidas � Percepción de la autoimagen � Percepción de la dificultad en cuanto a la realización del cateterismo � Opinión general sobre uso de los 2 métodos HIPÓTESIS Si el manejo óptimo de la vejiga neurogénica en el paciente lesionado medular es el cateterismo intermitente, entonces su utilización tendrá una mayor aceptación por parte del paciente garantizando su realización a corto, mediano y largo plazo. DISEÑO EXPERIMENTAL Estudio comparativo, abierto, observacional, prospectivo y longitudinal MATERIAL Y MÉTODOS El universo de este estudio estuvo conformado por 17 pacientes con lesión medular aguda, completa o incompleta, que recibieron tratamiento rehabilitatorio agudo y que ingresaron al servicio de lesionados medulares de la división de rehabilitación neurológica del Instituto Nacional de Rehabilitación entre julio del 2005 a diciembre del 2005. Se incluyeron a los pacientes que cumplieron con los siguientes criterios: pacientes lesionados medulares de ambos sexos, que recibieron manejo rehabilitatorio agudo en el INR, que utilizaron sonda foley a permanencia, que como parte de su manejo rehabilitatorio aceptaron el manejo con cateterismo intermitente y que fueran capaces de comunicarse y comprender las preguntas relevantes al protocolo de estudio. Se excluyeron a aquellos pacientes lesionados medulares rehabilitados en el INR que no desearon participar, los que no aceptaron el cateterismo intermitente, los pacientes con deformidades anatómicas genitales, con procesos infecciosos urogenitales y alteraciones en el estado de conciencia. Los pacientes se sometieron a la aplicación de una encuesta en tres tiempos. El instrumento utilizado fué una encuesta basada en 2 cuestionarios previamente aplicados para determinar la satisfacción del paciente con el uso de 2 tipos de catéteres para vaciar la vejiga. 1,17 Algunas preguntas se modificaron para reflejar de una manera más amplia, la satisfacción con el cambio de uso de sonda a permanencia a cateterismo intermitente. La encuesta consta de tres apartados de 5 preguntas relevantes al impacto terapéutico, las molestias percibidas, la percepción de la autoimagen, la dificultad de realización del cateterismo y la opinión del paciente acerca del uso de sonda permanente en comparación con el cateterismo intermitente. Para valorar la satisfacción del paciente con el método utilizado, cada pregunta tiene 4 opciones de respuesta que se calificaron con puntajes que van del 1 al 4, siendo 4 el mínimo de puntaje posible de obtener en cada apartado (a menor puntaje, menor satisfacción del paciente al tratamiento utilizado) y 20 el máximo puntaje posible de obtener en cada una de los tiempos de aplicación de la encuesta (a mayor puntaje obtenido mayor satisfacción del paciente con el método utilizado). La encuesta fue aplicada por una residente de primer o tercer grado de la especialidad en medicina de rehabilitación. Se aplicó en forma de interrogatorio, leyendo al paciente las preguntas así como las opciones de respuesta y se anoto la opción que más se acercara a su percepción, marcando con una x la opción deseada. Se aplicó la primera parte de la encuesta cuando el paciente aún utilizaba la sonda a permanencia interrogando aspectos sobre su opinión de la misma y que tan difícil consideraba que iba a ser la realización del cateterismo antes de iniciar el manejo rehabilitatorio de la vejiga neurogénica con cateterismo intermitente. La segunda parte del cuestionario, con preguntas referentes a su opinión acerca del cateterismo intermitente se aplicó al paciente 2 días después de iniciado el manejo con el mismo; la tercera parte del cuestionario se aplicó a los 7 días de haber iniciado el cateterismo intermitente para conocer la opinión del paciente acerca del mismo ya que lo había realizado por un periodo de tiempo más largo. El puntaje obtenido se evaluó de forma comparativa para observar la presencia o no de satisfacción terapéutica. La encuesta se realizó de forma confidencial y de manera independiente a cada paciente para poder obtener información más válida. Las dudas que resultaban del estudio fueron aclaradas por parte del Urólogo y el investigador principal. RECURSOS HUMANOS Médico residente de rehabilitación de tercer grado, médico residente de rehabilitación de primer grado, urólogo adscrito al servicio de lesionados medulares de la división de rehabilitación neurológica del INR. RECURSOS MATERIALES Expedientes clínico, papel y copias del cuestionario, equipo de cómputo, impresora, tinta, lápices y plumas. ANÁLISIS ESTADÍSTICO Se realizo estadística descriptiva para resumir las variables; por el tamaño de la muestra se realizaron pruebas no paramétricas. Para la comparación del puntaje obtenido en el cuestionario, entre el uso de sonda a permanencia y el cateterismo a los 2 y 7 días se realizo prueba de Friedman. En caso de diferencia significativa se realizo prueba de Wilcoxon para la comparación de 2 grupos; sonda a permanencia con cateterismo a los 2 días, sonda a permanencia con cateterismo a los 7 días y cateterismo a los 2 y 7 días. El nivel de significancia alfa fue de 0.05 RESULTADOS Características demográficas y del universo de estudio Se evaluaron características demográficas del universo de estudio. Se encuestaron 17 pacientes en total, de los cuales 16 ( 94.1.% ) correspondieron al sexo masculino y 1 ( 5.9% ) al sexo femenino. Anexo 1 GENERO No. Pacientes Porcentaje Masculino 16 94.1% Femenino 1 5.9% Total 17 100% Tabla 1 La distribución por grupo de edad fue de 15 – 19 años, 20 – 29 años, 30 – 49 años, 50 – 64 años y 65 a más año; el paciente más joven tuvo 17 años y el mayor tuvo 66 años. El grupo predominante fue el de 30 – 49 años con 9 pacientes. Anexo 2 El grado de escolaridad de nuestros pacientes vario desde analfabetas a universitarios con licenciatura. Anexo 3 En cuanto al tipo de lesión que presentaron los pacientes de acuerdo a la clasificación de ASIA, tenemos que: 10 pacientes ( 58.8% ) tuvieron un diagnóstico de lesión medular completa y 7 pacientes ( 41.2% ) tuvieron un diagnóstico de lesión medular incompleta. Anexo 4 Con lesión a nivel cervical encontramos un total de 6 pacientes (35.3%), de los cuales 4 fueron nivel C6 y 2 pacientes fueron nivel C8. Con lesión a nivel torácico hubo 11 pacientes (64.7) de los cuales fueron 2 pacientes para el nivel T4, 2 para el nivel T7 y 2 pacientes para el nivel T10 y 1 paciente para cada uno de los niveles T3, T8, T9, T11 y T12. Anexo 5 y 6 Tabla 2 Tabla 3 En relación al tiempo de evolución entre que se coloco la sonda a permanencia y que se inició el cateterismo intermitente como parte del manejo rehabilitatorio agudo del paciente lesionado medular; se encontró que el menor tiempo transcurrido entre la colocación de la sonda y el inicio del cateterismo fue de 11 días y el máximo de 87 días con un promedio de 49.94 días y una desviación estándar de 26.63 Nivel de lesión Número Cervicales 6 C6 4 C8 2 Torácicos 11 T3 1 TT4 2 T7 2 T8 1 T9 1 T10 2T11 1 T12 1 Tipo de lesión Numero Porcentaje Completas 10 58.8 Incompletas 7 41.2 Evaluación del impacto terapéutico con el uso de sonda en comparación a cateterismo intermitente Al evaluar impacto percibido con los diferentes métodos de tratamiento, se encontró que todos los pacientes percibieron mayor satisfacción al utilizar el método de cateterismo ya sea a los 2 o 7 días con una diferencia estadísticamente significativa (p = 0.0001). Anexo 7 El mayor cambio en cuanto a percepción de la satisfacción se dio entre el uso de sonda y cateterismo a los 7 días con una p estadísticamente significativa de 0.0001. Anexo 13 Evaluación de las molestias percibidas con el uso de sonda y cateterismo En general el puntaje obtenido en el cuestionario del rubro de percepción de molestias con el uso de sonda en comparación a cateterismo a los 2 y 7 días fue muy parecido, permaneciendo igual con el uso de los diferentes métodos de tratamiento o mejorando sólo discretamente. Encontrando que 7 de los 17 pacientes permanecieron sin nada de molestias desde el uso de sonda a permanencia hasta la valoración 7 días después de haber iniciado el cateterismo; 3 de los 17 pacientes mostraron mejoría de sentir muchas molestias a regular o nada de molestias y el resto de los pacientes permanecieron entre regular, pocas y nada de molestias con el uso de los 2 métodos. Por lo tanto, en este rubro no se encontró diferencia significativa al valorar la percepción de molestias con el uso ya sea de sonda a permanencia o cateterismo a los 2 o 7 días (p = 0.127). Anexo 8 Evaluación de la percepción de la autoimagen con el uso de sonda y cateterismo Se presento un cambio importante en la mayoría de los pacientes en cuanto a la percepción de su autoimagen. Solo 3 pacientes refirieron nada de afectación en la autoimagen desde el inicio de su manejo con sonda a permanencia y permanecieron sin afectación de la misma hasta ser interrogados después de 7 días de cateterismo. Sin embargo, la mayoría de los pacientes si presentaron mejoría; 2 pacientes mejoraron de percibirse como poco afectados en su autoimagen a nada afectados, 5 pacientes refirieron su autoimagen inicial como regularmente afectada en la primera entrevista con la sonda a permanencia y en la tercera entrevista posterior a 7 días de realización de cateterismo se consideraron como nada afectados y 7 pacientes pasaron de percibirse muy afectados a considerarse nada afectados en cuanto a su autoimagen en tan solo 7 días de realización del cateterismo. Con lo anterior demostramos que sí hay una diferencia significativa en la percepción de la autoimagen de los pacientes en cuanto al uso cateterismo en comparación al uso de sonda a permanencia, con una p de 0.0001. Anexo 9 El cambio en la percepción de la autoimagen se dio tanto entre el uso de sonda a permanencia y el cateterismo a los 2 días ( p = 0.001 ); como entre el uso de sonda a permanencia y cateterismo a los 7 días ( p =0.001 ) . Al comparar la percepción de la autoimagen del paciente entre el uso de cateterismo a los 2 días y el uso de cateterismo a los 7 días, ya no existió un cambio significativo. ( p =0.317 ) Anexo 13 Evaluación de la dificultad en cuanto a la realización del cateterismo Se valoró que tan difícil consideraba el paciente que sería la realización del cateterismo intermitente. La primera valoración se llevo a cabo mientras el paciente aun tenía colocada la sonda a permanencia pero después de haber escuchado una explicación acerca de la técnica de realización del cateterismo intermitente. Las otras 2 valoraciones se llevaron a cabo 2 y 7 días después de que el paciente había experimentado el cateterismo. Se observo, que el 11.8% de los pacientes consideraron la realización del cateterismo como muy difícil y el 70.6% de los pacientes lo consideraron difícil al ser interrogados cuando aún tenían la sonda a permanencia en comparación a que el 76.5% de los pacientes lo consideraron fácil tan sólo 2 días después de haber iniciado el cateterismo y el 58.8 % los pacientes lo considero muy fácil habiendo transcurrido 7 días de haber iniciado la realización del cateterismo intermitente. Encontrándose una diferencia significativa en la percepción del paciente en cuanto a la dificultad de realización del cateterismo cuando aun no se realizaba el método y a los 2 y 7 días de haber iniciado su realización. ( p = 0.0001 ) Anexo 10 Sin embargo el cambio más significativo se observo entre el uso de sonda a permanencia y la realización de cateterismo a los 7 días. ( p = 0.0001 ) Anexo 13 Evaluación de la opinión general sobre el método utilizado En cuanto a la opinión general del paciente sobre el método utilizado observamos un cambio importante entre la opinión del paciente acerca de la sonda y la opinión del paciente con el uso de cateterismo. Al ser interrogados sobre este aspecto encontramos que el 17.60% de los pacientes tuvieron una opinión mala de la sonda a permanencia y el 41.20 % de los pacientes una opinión de regular a buena. Sin embargo al ser interrogados sobre su opinión general después de haber experimentado el cateterismo durante 2 días, el 64.70 % de los pacientes refirió que su opinión sobre el cateterismo era buena y el 29.40 % los considero un método muy bueno; ya para los 7 días de realización de cateterismo el 35.30% de los pacientes considero que el cateterismo era un método bueno mientras que un 52.90% lo considero un método muy bueno. En general hubo diferencia significativa entre la opinión del paciente con el uso de sonda y cateterismo con una p de 0.0001. Anexo 11 Es importante resaltar que la diferencia significativa se dio específicamente entre el uso de sonda a permanencia y cateterismo a los 2 días, ( p = 0.003 ) pero mayormente entre el uso de sonda a permanencia y cateterismo a lo 7 días. ( p = 0.001 ) Ya entre el cateterismo a los 2 y 7 días no hubo diferencia significativa. Anexo 13 Finalmente encontramos que habiendo utilizado sonda a permanencia y después de haber experimentado la realización de cateterismo durante 7 días, el 100% de los pacientes lesionados medulares prefieren el método de cateterismo intermitente para el manejo de su vejiga neurogénica. Anexo 12 DISCUSIÓN La lesión medular implica cambios dramáticos en la vida del individuo que la padece, tiene un impacto en la vida del paciente y sobre las personas que lo rodean. Por lo general la lesión medular se presenta en individuos jóvenes, que se encuentran económica y socialmente activos y que de un momento a otro se ven discapacitados, con pérdida de la sensibilidad y de la capacidad de controlar algunas de sus funciones corporales. 34 Dependiendo del nivel y grado de severidad de la lesión el paciente lesionado medular se vuelve dependiente o parcialmente dependiente en la realización de sus actividades de la vida diaria y puede presentar discapacidad por alteraciones en diferentes áreas como la movilidad, autocuidado, sexualidad manejo de intestino y vejiga. La vejiga neurogénica implica complicaciones por dificultad para vaciar la vejiga, infección de vías urinarias, incontinencia y deterioro de del tracto urinario; por lo tanto históricamente las complicaciones renales han sido la causa más común de muerte entre los paciente con lesión medular. 34 Sin embargo desde que Guttman y Frankel (1966) introdujeron el uso de cateterismo intermitente 14,15,33 y Lapides (1972) aporto concepto de la técnica limpia, 16 la sobrevivencia a largo plazo de los individuos con lesión medular ha sido posible. El cateterismo intermitentes es una técnica ampliamente aceptada para el manejo de la vejiga neurogénica en los Estados Unidos, Europa y Japón. Además muchoscentros de rehabilitación lo consideran el mejor abordaje para el manejo de la vejiga neurogénica en los pacientes con lesión medular 20 ya que tiene un efecto social importante, permite lograr continencia (en la mayoría de los casos), evita el deterioro renal y permite la función sexual . El tratamiento de la vejiga neurogénica ha evolucionado significativamente en los últimos 40 años, el cateterismo intermitente cambio el abordaje del manejo de la vejiga neurogénica para siempre, limitando importantemente la morbimortalidad debida a complicaciones renales en el paciente lesionado medular. 16 Sin embargo el cateterismo intermitente tiene otros efectos benéficos; Weld Kj y Dmochowski mencionan entre los efectos del cateterismo intermitente mejoría en la autoimagen, autoestima y calidad de vida. Las tendencias actuales en rehabilitación otorgan especial importancia al impacto que tienen los tratamientos utilizados sobre la calidad de vida de las personas con discapacidad. Para el rehabilitador ya no solo es suficiente proporcionar el tratamiento adecuado sino que debemos hacer una valoración integral para detectar las deficiencias que está provocando la enfermedad, tratarlas y compararlas a la percepción que tiene el paciente de su propia enfermedad y del tratamiento que recibe. Seung – June Oh, Jaa Hyeon Ku, Hwang Gyun Jeon et al mencionan que el tomar en cuenta la percepción que tiene el paciente de su enfermedad y del tratamiento que recibe permite una mejor comprensión de su situación general y de las dificultades experimentadas; por lo tanto valoraron la calidad de vida en una población de pacientes lesionados medulares que utilizaban cateterismo intermitente, utilizando el cuestionario SF- 36 y encontraron valores significativamente menores en los pacientes que utilizaban cateterismo intermitente en comparación a controles sanos. En estudios previos se ha valorado la efectividad, apego al tratamiento y repercusiones a largo plazo del uso de cateterismo intermitente, 12,20,22,24,27,34,25 muy pocos estudios se han enfocado a la valoración del impacto que tiene sobre el paciente el uso de cateterismo intermitente 1,17,32 y no existen estudios que valoren la aceptación terapéutica del cateterismo intermitente en comparación al uso de sonda a permanencia en el paciente con lesión medular en el periodo de rehabilitación aguda. En nuestro estudio valoramos la percepción del paciente en cuanto al manejo de su vejiga neurogénica utilizando cateterismo intermitente en comparación a sonda a permanencia en cuanto a los siguientes rubros; impacto terapéutico, molestias percibidas, percepción de la autoimagen, percepción de la dificultad en cuanto a la realización del cateterismo y opinión general sobre uso de los 2 métodos. Los datos que aquí presentamos demuestran que el cambio de uso de sonda a permanencia a cateterismo intermitente en el periodo de rehabilitación aguda tiene un impacto positivo sobre el paciente lesionado medular. Para conocer el impacto terapéutico del uso de sonda frente al uso del cateterismo, interrogamos al paciente sobre como se sentía con la sonda utilizada; mientras que el paciente utilizo como tratamiento de su vejiga neurogénica la sonda a permanencia, el 18% sintió malestar general y el 35% se sintió regular. Sin embargo a 2 días de haber iniciado el manejo con cateterismo ya ningún paciente se sintió mal con este método de tratamiento y el 58% refirió sentirse muy bien. Entre más tiempo utilizaron los pacientes el cateterismo intermitente hubo mayor satisfacción percibida; después de 7 días de realización de cateterismo el 71% de los pacientes se sintió muy bien, por lo que encontramos que el cateterismo intermitente tiene un impacto positivo sobre el paciente con lesión medular con significancia estadística de p = 0.0001. A la pregunta que hacía referencia a si existían molestias con la sonda utilizada, en general los pacientes de nuestro estudio no percibieron a alguno de los 2 tipos de tratamiento como más molesto que el otro. El 58% de los pacientes se consideraban sin molestias durante el uso de sonda a permanencia sin embargo un porcentaje pequeño el 18 % si percibía muchas molestias con la sonda a permanencia en contraste a que posterior a 7 días de cateterismo ningún paciente percibió muchas molestias con el uso de cateterismo y el 82% se sintió sin molestias. Los pacientes con lesión medular experimentan dificultades físicas y emocionales en su vida diaria aun con un manejo adecuado del vaciamiento de su vejiga lo cual puede contribuir a la opinión muy particular del paciente en cuanto a la percepción de molestias; esto podría explicar el por qué no hubo cambio significativo en las molestias percibidas por el paciente. Buscando confirmar lo referido en estudios previos por Weld Kj y Dmochowski 35 acerca de que el cateterismo tiene un efecto benéfico sobre la autoimagen del paciente con lesión medular; nosotros interrogamos si el paciente percibía su autoimagen afectada con el uso de sonda a permanencia contra el uso de cateterismo y encontramos que si hubo mejoría muy importante en la percepción de la autoimagen. Mientras fueron manejados con sonda a permanencia el 48% de los pacientes opinaron que presentaban mucha afectación en su autoimagen; en tan solo 2 días de realización de cateterismo el 82% de los pacientes se considero nada afectado en su autoimagen y el 12% se considero solo poco afectado. La percepción de la autoimagen del paciente fue mejorando a mayor tiempo de utilización del cateterismo; después de 7 días de cateterismo el 96% de los paciente se percibía nada afectado y solo el 6% poco afectado en su autoimagen. Por lo tanto nuestros pacientes sí refirieron un cambio significativo en la percepción de su autoimagen entre el uso de sonda a permanencia en comparación a cateterismo a los 2 y 7 días con una p estadísticamente significativa de 0.0001. Es interesante mencionar que el impacto en la percepción de la autoimagen se dio en el momento de cambio de uso de sonda a permanencia a uso de cateterismo; ya que no hubo diferencia significativa en la percepción de la autoimagen al comparar como se sentían entre los 2 y 7 días de uso de cateterismo. En relación a la pregunta de que tan difícil consideraba la realización del cateterismo, encontramos que cuando los pacientes aún no habían vivido la experiencia del cateterismo, la mayoría el 70.6% consideraba que la realización del mismo sería difícil y un 11.8% consideraba que sería una técnica muy difícil; a los 2 días de haber iniciado el cateterismo ya la mayoría de los pacientes el 76.5% lo consideraba algo fácil y ningún paciente lo consideraba muy difícil y después de 7 días de experiencia con la realización del cateterismo ya el 58.8% de los pacientes lo consideraba muy fácil, el 35.3% lo consideraba fácil y solo el 5.9% difícil; la percepción en cuanto a la dificultad de realización del cateterismo cambia significativamente cuando el paciente lo experimenta en la práctica. Actualmente el cateterismo intermitente es el tratamiento de primera línea ofrecido a los individuos lesionados medulares con vejiga neurogénica en el Instituto Nacional de Rehabilitación; con el interés de realmente tener un impacto sobre la calidad vida de nuestros pacientes nos interesaba conocer la percepción que el paciente tiene del tratamiento que se le proporciona. Gracias a este estudio pudimos constatar que el cateterismo intermitente además de ser el manejo médico ideal para la vejiga neurogénica ya que permite prevenir mayor discapacidad por complicaciones renales a largo plazo, también es el tratamiento del cual los pacientes tienen una mejor opinión; esto al encontrar que ningún paciente refirió teneruna muy buena opinión del uso de sonda a permanencia mientras que después de tan solo 7 días de realización de cateterismo intermitente el 52.9 % de nuestros pacientes refirió una muy buena opinión de este método. Al término de nuestro estudio el 100% de los pacientes considero que prefiere el cateterismo intermitente como modalidad de tratamiento de su vejiga neurogénica por las razones que enunciaremos como literalmente las refirieron los pacientes de este instituto a continuación: “Me siento mejor, más cómodo y sano” “Me permite mayor libertad de movimiento para realizar mi terapia física” “El cateterismo es más personal, intimo y se parece más a lo normal” “Con el cateterismo no tengo que cargar la bolsa y no me siento enfermo” “La sonda me marca, me hace sentir enfermo” “El cateterismo me hace sentir libre, me da autonomía “ CONCLUSIÓN En base a este y otros estudios referentes al cateterismo intermitente, 1,17,32,35 sabemos que éste mejora sustancialmente la autoimagen e independencia del individuo con lesión medular. Actualmente los pacientes con lesionados medulares tienen una expectativa de vida similar a la de el resto de la población, el cateterismo intermitente contribuyó importantemente a este avance, por lo tanto la rehabilitación del individuo con lesión medular debe tener como objetivo el reintegrar a estas persona a una vida sana que incluya los aspectos sociales, familiares, sexuales, laborales y recreacionales inherentes a la calidad de vida de un ser humano. Con nuestro estudio se demuestra en forma significativamente estadística con el puntaje obtenido en los cuestionario así como con la aplicación de pruebas estadísticas, que el cateterismo intermitente además de los múltiples beneficios urológicos que provee, es un método de vaciamiento vesical aceptado con agrado por parte del paciente lesionado medular en la etapa de rehabilitación aguda. En base a nuestro estudio, consideramos que el cateterismo es sin duda una piedra angular en el manejo rehabilitatorio agudo del paciente lesionado medular con vejiga neurogénica. ANEXOS ANEXO 1. Distribución por sexo 94.1% 5.9% 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 Masculino Femenino ANEXO 2. Distribución por edad 1 2 9 5 5 0 2 4 6 8 10 15-19 20 - 29 30 -49 50 - 64 65 + Edad en años P a c ie n te s 2 ANEXO 3. Grado de escolaridad 4 23.5% 3 17.6% 3 17.6% 5 29.4% 2 11.7% 0 1 2 3 4 5 6 Analfabeta Primaria Secundaria Preparatoria Licenciatura P a c ie n te s ANEXO 4. Distribución por tipo de lesión 58.8% 41.2% 0 2 4 6 8 10 12 LMC LMI LMC: Lesión medular completa LMI: Lesión medular incompleta P a c ie n te s 3 ANEXO 5. Distribución por nivel neurológico 35.3% 64.7% 0 2 4 6 8 10 12 Cervicales Torácicos Nivel neurológico P a c ie n te s ANEXO 6. Distribución por nivel neurológico 4 2 1 2 2 1 1 2 1 1 0 1 2 3 4 C6 C8 T3 T4 T7 T8 T9 T10 T11 T12 Cervicales Torácicos Nivel neurológico P a c ie n te s ANEXO 7. Impacto positivo de los diferentes métodos de tratamiento 1.26 1.97 2.76 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias P=0.0001 P u n tu a c ió n ANEXO 8. Molestias percibidas 1.76 2 2.24 0 0.5 1 1.5 2 2.5 Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias P=0.127 P u n tu a c ió n ANEXO 9. Percepción de la autoimagen 1.18 2.38 2.44 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias P=0.0001 P u n tu a c ió n ANEXO 10. Dificultad de realización del cateterismo 1.21 2.06 2.74 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias P=0.0001 Facil Dificil ANEXO 11. Opinión sobre el método utilizado 1.26 2.21 2.53 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 Sonda Cateterismo 2 dias Cateterismo 7 dias P=0.0001 P u n tu a c io n ANEXO 12. Preferencia de Manejo 0 17 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 Sonda Cateterismo N o P a c ie n te s ANEXO 13. Prueba de Wilcoxon Sonda vs cateterismo 2 días Sonda vs cateterismo 7 días Cateterismo 2 días vs cateterismo 7 días Satisfacción percibida a los métodos de tratamiento 0.012 0.0001 0.005 Molestias con la sonda actual 0.121 0.046 0.157 Autoimagen con la sonda actual 0.001 0.001 0.317 Percepción de dificultad de realización 0.002 0.0001 0.002 Opinión general 0.003 0.001 0.317 REFERENCIAS 1- Dikono, Ananias C. : Patient Satisfaction and the Lofric Catheter for Clean Intermittent Catheterization. J. Urol 1995; 153: 349-351. 2- Frederick S. Frost MD. Role of Rehabilitation after spinal cord injury. Urologic Clinics Of North America. 1993; 20: 549- 559. 3- Joel A. De Elisa et al. Rehabilitation Medicine principles and practice third edition. Philadelphia: Lippincott Williams and Wilkins, 1992; 1259-1260. 4- Christopher M. Brammer, MD et al. Manual of Physical Medicine and Rehabilitation. 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