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CENTRO UNIVERSITARIO “VASCO DE QUIROGA”DE HUEJUTLA A.C. INCORPORADO A LA UNAM CLAVE: 8895 AV. JUAREZ # 73. HUEJUTLA, HIDALGO. “LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Y SU INFLUENCIA EN LA EXPRESIÓN DE LA DEPRESIÓN EN HOMBRES” T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIATURA EN PSICOLOGIA PRESENTA: GIOVANNI HERNÁNDEZ CARRILLO GENERACIÓN 2000 – 2004 HUEJUTLA HGO. DE 2005 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DEDICATORIA Deseo expresar aquí mi agradecimiento, a todos aquellos que con su incondicional apoyo y ayuda, hicieron posible que este trabajo de investigación fuera terminado. A mis Padres y hermanos que me brindaron el impulso y el aliento en aquellos momentos difíciles en lo personal, además del cariño y amor que me ofrecen todo el tiempo. A mi novia y amiga por ofrecerme sus consejos, su amor y ternura, pero sobre todo por darme el ejemplo de lucha por conseguir lo que se quiere. A la madre Maria Eugenia Rodríguez Chaurand, a cuya comprensión y guía debo, el haber llevado adelante mi trabajo de investigación. A todos mis amigos y familiares que aportaron ideas muy valiosas, de corazón les doy mi más profundo agradecimiento. INDICE PORTADILLA DICTAMEN DEDICATORIAS AGRADECIMIENTOS INTRODUCCION 1.-CAPITULO I………………………………………………………………………1 Antecedentes………………………………………………………………………..2 Planteamiento del problema……………………………………………………….6 Descripción del problema…………………………………………………………..9 Delimitación………………………………………………………………………...12 Justificación………………………………………………………………………...16 Objetivos generales y específicos……………………………………………….19 2.- CAPITULO II…………………………………………………………………...20 ¿Que es depresión? Definiciones………………………………………………..21 ¿Qué es la depresión?...................................................................................23 ¿Cómo distinguir una depresión de un estado de tristeza pasajero?............25 Depresión en el hombre…………………………………………………………..26 ¿Qué se entiende por educación?.................................................................32 Familia, primera escuela para el aprendizaje emocional………………….….35 Educación emocional en el niño………………………………………………....37 Personalidad de los padres y desarrollo afectivo del niño……………………40 Obstáculos para el desarrollo de la personalidad y emociones……………...44 Percepción emocional…………………………………………………………….48 Reglas de demostración de las emociones según Paul Ekman……………...50 Teorías de las prohibiciones (Freud, Melanie Klein, Harry Sullivan)…….......53 Teoría del anima según C. G. Jung…………………………………………......62 La madurez en el adulto joven………………………………………………..….64 La separación de la madre…………………………………………………….....67 Identificación y expresión de las emociones, la coraza emocional aísla al hombre………………………………………………………………..…...68 3.-CAPITULO III……………………………………………………………….…..71 Hipótesis…………………………………………………………………………....72 Conceptualización y operacionalización de variables………………………....73 Formas y tipos de investigación………………………………………………....76 Población y muestra………………………………………………………………80 Técnicas e instrumentos utilizados……………………………………………...81 Cronograma………………………………………………………………………..83 4.- CAPITULO IV…………………………………………………………………..84 Análisis e interpretación de la información……………………………………...85 Cuadros y gráficas…………………………………………………………………86 Procedimiento…………………………………………………………………….106 Formula de correlación de Pearson……………………………………………107 Interpretación……………………………………………………………………..108 Verificación de hipótesis…………………………………………………………111 5.- CAPITULO V………………………………………………………………….112 Propuesta de intervención………………………………………………………113 Introducción……………………………………………………………………….113 Objetivo del taller…………………………………………………………………114 Plan de actividades………………………………………………………………115 Actividades desglosadas………………………………………………………..117 Conclusiones……………………………………………………………………..130 6.- CAPITULO VI……………………………………………………..………….132 Conclusiones Generales……………………………………………….………..133 Anexos…………………………………………………………………………….137 Glosario……………………………………………………………………………141 Bibliografía………………………………………………………………………..143 INTRODUCCIÓN En la actualidad el varón ha podido “controlar sus emociones”. Tal y como se expresa en estas palabras no hay cabida a mostrar tristeza, impotencia, abatimiento y sobre todo llanto. No hay oportunidad de demostrar debilidad ante los demás, porque desde el punto de vista social, este tipo de emociones y sentimientos se asocian con la debilidad. Esto ha traído serias consecuencias en los hombres impidiéndoles que muestren sus emociones, porque cultural y socialmente así se lo enseñan. Los padres muestran a los niños que el llorar es sinónimo de debilidad, y como resultado no lloran; que deben de ser fuertes, y si alguna vez sufren y lloran no son hombres; la sociedad también lo hace ver así, tanto que permanecen con una actitud fría ante los demás. De esta manera el niño crece con una idea de hombre o masculinidad que debe cumplir porque la sociedad así se lo pide y la educación recibida así se lo exige. Y pareciera que las emociones como la tristeza, la impotencia, el abatimiento, etc., no están englobadas por este concepto. En Huejutla se puede comprobar que tal idea predomina en la población de género masculino mediante expresiones como “eres una niña” cuando el varón llora, cuando su fortaleza se ve agotada, cuando muestra incapacidad, etc. Es algo muy serio, si consideráramos todos los momentos en los que el hombre ha tenido que soportar todo aquello que le lastima por dentro solo por mantener una imagen masculina integra, y las consecuencias de reprimir sus emociones son muchas como por ejemplo las enfermedades psicosomáticas, la depresión, el alcoholismo, etc. El interés de esta investigación está en conocer cómo influye el proceso educativo de las emociones para lograr que el varón limite la expresión de la depresión. Por tal motivo se realizara un análisis teórico y práctico de esa limitación de expresión afectiva en los varones, para que posteriormente pueda contribuir al entendimiento del hombre, crear conciencia y una mejor educación emocional en él. Para un mejor entendimiento de este trabajo de investigación, se presenta en seis capítulos fundamentales. En el primer capítulo se ubica en tiempo y espacio la investigación haciendo referencia de la ciudad y de la escuela en forma general a la problemática que confronta este lugar. En el segundo capítulo se trata de un análisis teórico del problema de investigación, en este caso, se realizó el estudio de la educación emocional y la influencia que esta ejerce en el varón para limitar la expresión de las emociones que surgen en una depresión, proponiendo para su explicación algunas teorías. En el tercer capítulo se hace mención de la metodología utilizada durante el proceso de investigación; se menciona en primer lugar las hipótesis enunciando una inquietud referente a la influencia de la inadecuada educación emocional, las variables y su medición,la encuesta, la observación, entre otros aspectos que hacen que el trabajo de investigación se enriquezca cada vez más. El cuarto capítulo está enfocado al análisis de la información y presentación de resultados obtenidos para sustentar en problema de investigación. El penúltimo capítulo es utilizado para dar a conocer la propuesta de intervención dirigido a varones o personas en general que quieran reflexionar sobre su capacidad afectiva. Y por ultimo, el capítulo VI está integrado por conclusiones y recomendaciones generales del tema de investigación. 2 ANTECEDENTES Un hecho observado en la actualidad, es el crecimiento de nuestra población y con ello un número de complicaciones. Una de las más preocupantes para los de Huejutlenses, es la cantidad de personas trastornadas que deambulan por la calle, muchos se preguntan el por qué de tales enfermedades y sus respuestas se quedan cortas para alcanzar una explicación y comprensión del problema. Una de las enfermedades que causa mayor preocupación es la depresión, por ser una enfermedad silenciosa, que muchos callan, temen reconocer o desconocen que la padecen. La depresión es un síndrome con alto índice de frecuencia en la consulta diaria. Se considera actualmente que de cada 10 pacientes que llegan al consultorio del médico general, uno padece depresión. Solo en México se calculaba en 1997 que más de 4 millones de habitantes sufrían depresión (Google, citado por Saúl Ruiz Armenta, 2004). En instituciones psiquiátricas de nuestro país, tanto en el Distrito Federal como en el resto de la república, se ha encontrado que los trastornos afectivos (entre los cuales se encuentra la depresión), ocupan el cuarto lugar 3 de los distintos diagnósticos, solo superados por la esquizofrenia, la psicosis orgánica y la adicción a las drogas. En hospitales generales esta prevalencia aumenta. Por ejemplo, en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Español de la Ciudad de México, el diagnóstico depresivo ocupó el primer lugar entre todos los demás y alcanzó una prevalencia del 66% de depresivos entre la población que acude a tratamiento. Un estudio realizado en la Ciudad de México (Padilla & Peláez, 1985) sobre detección de trastornos emocionales expresa que: fue del 51% en un centro de salud, 43% en una unidad de Medicina Familiar y 34% en un Hospital General, lo cual indica, que en promedio, 40 de 100 pacientes con problemas médicos que acuden a un primer nivel de atención presentan trastornos afectivos como cuadro acompañante o principal. Por otra parte, entre la población en general, las cifras que arrojan estudios de comunidad son reveladoras, tan solo en una submuestra de la encuesta Nacional de Adicciones de 1988 (Medicina Mora, cols.) se reportó que el 34% de la población estudiada presenta uno o más síntomas de depresión; además 17% de mujeres y un 8.5% de hombres (13% en promedio) presenta una sintomatología de moderada a severa. El dato anterior nos conduce a cuestionarnos ¿por qué en el hombre existe menos incidencia de la enfermedad depresiva?, parece que no es porque no la 4 padezca. Una de las explicaciones posibles de la baja incidencia de la enfermedad es que el varón podría limitar su expresión y canalizarla de otra manera, por medio del consumo del alcohol, el trabajo excesivo o de alguna otra forma (Saúl Ruiz Armenta, 2004). El hombre podría estar manifestando emociones sustitutas como coraje ante cualquier tipo de pérdida, que en una situación normal provocaría tristeza. La estructura psíquica del varón demuestra estar entrenada para no reconocer las emociones que la cultura y la sociedad consideran propias del género femenino. La depresión es uno de los trastornos más frecuentes en la mujer y se manifiesta en un porcentaje casi el doble en comparación con la del hombre. La explicación dada para esta diferencia radica en que la educación que se les brinda a las mujeres, les permite a ellas formas más abiertas de expresión de sentimientos. En el hombre no es raro que la depresión se manifieste con irritabilidad, ira y desaliento, en lugar de sentimientos de desesperanza y desamparo. Por lo tanto suele ser difícil de reconocer que manifiesta tal enfermedad. Incluso cuando el hombre se da cuenta de que está deprimido, tiende menos a buscar ayuda (Red4, 2004). 5 Esto nos da la pauta para suponer que las prácticas educativas que la cultura, la sociedad y la familia tienen para el hombre le aportan información que le ayuda a comprender que debe a toda costa ocultar su depresión o algunos síntomas depresivos. Existen algunas aproximaciones sobre como el varón puede alcanzar esta comprensión y no expresar sus emociones. Entre estas, se encuentra la teoría psicoanalítica de Freud con el estudio del desarrollo del super-yo, donde hace mención de las prohibiciones realizadas por las figuras de autoridad e internalizadas por el sujeto. Por otro lado, esta la teoría de Jung, donde da importancia entre otros aspectos al animus (aspecto masculino de la mujer) y anima (aspecto femenino del hombre) las cuales deben ser integradas al yo y expresadas en conductas. De la teoría jungiana surge un propuesta psicológica ideal acerca de los roles psicosexuales llamada “androginia” (Roberto Navarro, 1999, p. 197), término griego que reúne dos palabras: hombre y mujer, este consiste en la integración de los mejores rasgos psicológicos de ambos sexos a la propia personalidad. Esta propuesta que surge como respuesta a las grandes fuerzas formadoras de la masculinidad, pretende ser una de las ventajas para dar origen a un nuevo tipo de hombre que comprenda el lado importante de las emociones. Por otro lado, tambien existen estudios realizados sobre la conducta emocional, el grado de intensidad y expresión permitida en una cultura. En 6 estos estudios se hizo notar que pueden diferir mucho, de acuerdo a la naturaleza de la emoción de que se trate. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA En la edad adulta temprana los adultos jóvenes dan por sentado que tienen buena salud y capacidad física. Es característico que estén en su máximo de fortaleza, energía y resistencia. Sin embargo, esta etapa, es crucial, ya que el adulto se enfrenta con la tarea de tomar el curso de su vida, sin duda alguna es un momento estresante en el cual se verá reflejada la calidad de la educación que haya recibido, tanto formal como emocional. Durante este periodo se presentan cambios de diversa índole, y los más importantes a considerar son los psicológicos. Por ello es muy importante tomar en cuenta la condición afectiva en que se haya desarrollado un sujeto, dado que las perturbaciones psíquicas están afectadas casi siempre por algún desajuste emocional y por lo tanto conviene prevenir dichos desajustes en la vida ordinaria. 7 Si la educación emocional fue favorable en etapas anteriores de la vida de un adulto, y se logró una aceptación de las emociones (específicamente aquellas consideradas como negativas, tristeza, miedo, coraje, y algunas conductas expresivas como el llanto, el dolor o sufrimiento, etc.), se predice un sujeto con mejores capacidades de comprensión de si mismo, consciente de las emociones que surgen en su ser, y una aceptación clara de ellas con todo el malestar que pudieran traer consigo, y sobre todo podría expresar externamente sus emociones sin temor a ser criticados. El papel de los padres es un factor importante al brindar a sus hijos una educación emocional y una constante cercanía afectiva, de lo contrario los niños no aprenderán a reconocer sus emociones, sabrán reprimirlas o negarlas como deseo o rechazo de los padres que le hacen ver que las emociones son una característica impropia del ser masculino. Esta educación emocional distorsionada porla cultura es observada en la sociedad actual, donde a simple vista en las calles se puede ver como las madres de familia reprimen las emociones del niño, diciéndole “cállate o vas a ver llegando a la casa”, o “cállate, ¿que no eres hombre?, los hombres no lloran”. La constante relación de las emociones, con el género, la asignación de roles, comportamientos o acciones, determinan que el varón rechace las emociones por considerarlas no apropiadas en su definición de identidad masculina. Esta es una práctica valorativa ejercida por los padres o 8 maestros que limita la libertad del varón para sentir y ser. Y sobre todo evita que el varón acepte que pueda estar sumergido en una depresión. Podemos decir que en México no hay conciencia para aceptar problemas psicológicos y mucho menos para asistir a consulta, entenderlos nos ayudará a plantear formas más adecuadas para facilitar esa expresión de un padecimiento común en la actualidad como quehacer psicológico. Por tal razón es apropiado considerar esta situación, la cual distorsiona la definición del ser masculino, creando en los jóvenes una idea arraigada sobre las emociones; además podría ser éste, un punto de partida para disminuir el número de trastornos de tipo emocional en el varón. Es por ello que nace la inquietud de realizar esta investigación, centrada en adultos jóvenes del Centro Universitario Vasco de Quiroga de Huejutla de Reyes Hidalgo, por la cual se ha planteado la siguiente cuestión: ¿Qué influencia tiene recibir una educación emocional inadecuada en etapas anteriores, en la limitación de la expresión depresiva en el adulto joven de edades de 20 a 23 años en el Centro Universitario Vasco de Quiroga de la Ciudad de Huejutla de Reyes Hidalgo? 9 DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA Al hablar de educación emocional, se entiende básicamente, como el ejercicio y el movimiento de las facultades del propio sujeto y la acción del educador para lograr el entendimiento, aceptación y experimentación de las propias emociones sin que sean estas juzgadas , rechazadas o reprimidas, sino todo lo contrario, que sean vivenciadas y reconocidas como parte de si mismo. Es conveniente aclarar que los padres por derecho natural son los primeros educadores. Asimismo, en un sentido más amplio, pueden ser considerados como educadores cuantos pretenden influir en las ideas y por consiguiente en el comportamiento del varón, (por ejemplo, los amigos, el maestro, los familiares, etc.) El comportamiento del varón en la edad adulta, esta influenciado en gran medida por un esquema valorativo sobre las emociones. Entendemos por valor o valores, la tendencia que tiene cualquier ser viviente a mostrar preferencias, por medio de sus acciones, por un objeto, situación o persona, ya sea que se perciba como agradable, deseable, es decir, que encaje con nuestro esquema de valores, de lo contrario, será rechazado. De esta 10 manera es como se le inculca a un niño que ciertas emociones no están bien vistas y aprenden de tal acción a rechazarlas. Un claro ejemplo de la educación que se ha recibido con respecto a las emociones, es cuando un niño manifiesta enojo y de pronto, los padres muestran total desaprobación de lo manifestado; cuando es adolescente le enseñan que no es digno de un caballero demostrar su enojo, que no es de buena educación, o simple y sencillamente se le dice “acuérdate que el que se enoja pierde” como enseñándole que el enojarse atenta contra su capacidad competitiva. Es algo contradictorio, si analizamos en las primeras etapas del niño y aún en la adolescencia, la educación tiende a reprimir el enojo, la ira, o cualquier expresión considerada por el padre, la madre o la familia como afeminada, poco después se le envía un mensaje contrario: que no se debe de dejar de los demás, que debe demostrar su ira o enojo, especialmente contra otros varones. Ya en la adolescencia una vez introyectado todas estas enseñanzas, el sujeto se limitan a expresar sus emociones, y cuando lo llega a hacer prácticamente se le ridiculiza colocándole etiquetas; este tipo de prácticas afectan psicológicamente al sujeto y le orillan a rechazar aquellas emociones del cual fue objeto de burla. Esto, más que cualquier otra cosa contribuye a que los miembros de una población (en este caso el varón) se mantenga fiel a los principios y al esquema de valores de sus mayores, con respecto a la 11 manifestación de las emociones, que más que ayudarlo a obtener una identificación hacia su masculinidad, lo perjudica, percibiendo las emociones como algo que no encaja con ser varón. Entendiendo esto, la capacidad del adulto joven para manifestar los síntomas depresivos (tristeza, desesperación, sufrimiento, dolor; -que usualmente son criticados o rechazados-) dependerá de la educación emocional con la cual los padres lo hayan educado, es decir, de la madurez e inteligencia emocional para ir aceptando progresivamente las expresiones emocionales que tienen sus hijos. Por otro lado, no se intenta lograr que el varón iguale, en forma general, los síntomas depresivos, sino que pueda tener esa libertad de expresarlos más abiertamente, rompiendo las barreras de las prohibiciones ubicadas en un superyó que reprime toda emoción juzgada como inadecuada. En esta investigación se pretende dar importancia a la emisión de mensajes negativos con respecto a las emociones, que recibieron los adultos jóvenes de manera verbal o no verbal por parte de los padres, cuyo objetivo es verificar si la educación emocional fue o no adecuada, la cual es objeto de nuestro estudio, tomando a su vez como resultado subsecuente la limitación de la expresión de la depresión en la etapa adulta. 12 DELIMITACIÓN Hidalgo, estado que ocupa el lugar número 26 dentro de las 32 entidades federativas que componen al país de México; cuenta con 84 municipios, uno de ellos es Huejutla de Reyes, que fue fundado por los huastecos en el año 671 d.c. y proviene de las raíces nahuas: Huexotl que se traduce “sauce” y “tlan “o abundante de un sitio” (Edgardo López., 2000, p. 10). Lugar donde abundan los sauces (el saucedal), es la interpretación más aceptada. Parte del nombre se debe a la memoria de Antonio Reyes Cabrera, apodado “El tordo”, héroe local que defendió el poblado de los franceses en 1866. Localizada a 21º 09’ de latitud norte y a 98º 25’ de longitud oeste del americano de Greenwich. Con una altitud de 172 m.s.n.m. Colinda al norte con el estado de Veracruz, al sur con los municipios hidalguenses: Atlapexco y Huazalingo, al este con el municipio de Huautla y al oeste con Jaltocan, San Felipe Orizatlan y Tlanchinol. El municipio de Huejutla cuenta con una extensión territorial de 450 Km², es una región cálida y montañosa. A sus alrededores se encuentran un conglomerado de comunidades indígenas y urbanas. 13 La Ciudad de Huejutla esta formada por colonias y barrios. Cada una con una forma de organización dirigida por un delegado. Cuenta con un número de instituciones de salud, culturales y educativas. Una de esas instituciones a la que hace referencia esta investigación es el Centro Universitario “Vasco de Quiroga” que fue fundado en el año 1996 por las religiosas de la Compañía de Santa Teresa de Jesús. Al inicio era un internado que se mantenía de la crianza de animales y de la cosecha de frutas. Actualmente es un Centro Universitario que alberga aproximadamente a 400 alumnos, en sus diferentes licenciaturas como son: Psicología, Trabajo Social y Ciencias de la Educación. Dicha institución se encuentra ubicada en la avenida Juárez numero 73, Colonia Juárez, en esta ciudad de Huejutla de Reyes, Hgo. Esta investigación hace referencia a esta institución educativa por que es en este lugar que se llevará a cabo la aplicación de encuestas yentrevistas que iluminarán el trabajo. Estas se aplicaran únicamente a la población masculina, de las tres Licenciaturas; además se observará a los grupos de crecimiento personal realizados en el octavo y noveno semestre de la carrera de Psicología, en los cuales los alumnos exponen su sentir con respecto a una situación en particular de su vida, ya sea agradable o desagradable. Y es, en ese momento, cuando se observa claramente una desconexión entre lo que dicen y expresan facial y corporalmente. No es que no sientan lo que dicen, sino probablemente se encuentran impedidos a 14 demostrar abiertamente lo que les sucede o sienten, porque así les enseñaron durante su infancia. Una de las etapas más importantes del ser humano es precisamente la infancia, ya que nos conduce a la exploración del mundo, al conocimiento de lo que sucede a alrededor, al aprendizaje. Es por eso que los padres ocupan el lugar principal en la educación de su hijo, ya que son los primeros que le enseñarán a reconocer e interpretar correctamente sus propias emociones y sentimientos, y de los cuales se espera recibir calidez, cariño, amor, características que son fundamentales para el desarrollo de esas cualidades en el individuo, así como el establecimiento de la estructura psíquica de manera adecuada, donde la función del super-yo le permita, además de otros aspectos, el expresar de manera abierta las emociones, sin temor alguno. El yo, se verá más estable y libre de manifestar la conducta expresiva. Todo esto es fundamental en la formación de la personalidad, donde el sujeto manifestará las tendencias psicológicas relativamente únicas y perdurables que se demuestran en la escuela, el hogar y el ambiente social en el que se desenvuelve. Por lo tanto los padres son un factor importante entre otros, que determinarán en el niño el grado de aceptación y expresión de las emociones. 15 Más tarde, esto se manifestará en la etapa adolescente, en la aceptación de tales emociones y sentimientos, donde el joven aprenderá a hablar de ello como algo constante de la vida, sabrá escucharse y sentir lo que sucede en él sin temor a ser rechazado. Es por eso que la educación emocional es importante, ya que de esta dependerá la manera como se enfrente el sujeto en la etapa adulta a su nueva realidad, de la capacidad para comprender y regular las emociones, reconocer y manejar los sentimientos propios y los ajenos; en otras palabras de la inteligencia emocional del sujeto, que tambien incluye el grado de optimismo, rectitud, motivación, empatía y competencia social. La presencia de una educación adecuada permitirá, por decirlo así, el desarrollo de un nuevo tipo de hombre que ya no oculta sus sentimientos, ni se pierde en su interior. Que encuentra en si mismo el concepto de masculinidad uniendo ternura y seguridad como guía de comportamiento. En el caso de no haber tenido una educación emocional adecuada se pueden predecir en el sujeto conductas que muestran insensibilidad, inseguridad, temor a mostrar sentimientos y tendencia a reprimirlos, provocando que a la larga se manifieste en somatizaciones tales como dolores de cabeza, insomnio, gastritis, o trastornos afectivos como la depresión. 16 Cabe mencionar que la mayoría de las prácticas educativas tienden a influir en el varón, mediante mensajes fuertemente cargados de normas, pautas y valores que permanecen en la mente del sujeto sin ser criticados. Este tipo de educación es la que persiste en la mayoría de los países del mundo. Para el desarrollo de esta investigación se tomarán en cuenta algunas formas y tipos de investigación (pura, histórica y descriptiva) con las cuales se recurrirá a la descripción de las teorías antes establecidas, obtenidas en base a libros, enciclopedias artículos, etc., que hacen de este trabajo una correcta descripción de los fenómenos de estudio, dándole a su vez autenticidad, validez y confiabilidad. JUSTIFICACIÓN Nuestro entendimiento no ha alcanzado a comprender a los hombres, ni ellos mismos se entienden entre si. Lo más grave de esto, es que nosotros como psicólogos, poco entendemos de ellos. El motivo es que sólo un porcentaje reducido de los usuarios a servicio de psicología, son hombres. Se atemorizan y desalientan a buscar ayuda profesional para solucionar sus problemas. Es una costumbre que han 17 aprendido porque se resisten a manifestar y comprender sus emociones. No se dan cuenta de la oportunidad que pierden de acudir a este tipo de ayuda, y cuando en verdad acuden, son llevados por la mamá o por la esposa. Para demostrar su valía, los hombres han aprendido más a competir que a compartir sus secretos. Cuando se es adolescente, se aprende que al hablar demasiado sobre sentimientos, el resto del grupo lo esquiva y lo señalan como homosexual, juega a la guerra, a los negocios, al deporte, a la política y a conquistar mujeres (todo un prototipo definido y establecido culturalmente). De adultos, buscan desesperadamente no estar solos, no llorar y ser útiles sexualmente; y es que las emociones y los afectos del hombre están atrapados por el cuerpo sexuado; es decir, que por el hecho de ser hombres no pueden expresar las emociones, los sentimientos o aquello que les aqueja y no les queda de otra mas que reprimirlos. La identidad masculina se ha configurado siempre en términos de competitividad y poder; rasgos como el miedo, las lágrimas, el dolor o cualquier manifestación extrema de sentimientos no tienen cabida en el estereotipo de hombre. El rechazo de estas emociones implica la negación de uno mismo y la incapacidad para crecer como persona. La inquietud que se tiene por el estudio y profundización de esta investigación tuvo su origen, en la observación del bajo nivel de porcentaje 18 de usuarios adultos del sexo masculino que acuden al servicio de psicología prestado durante el servicio social en el centro de salud urbano Dr. Horacio Camargo Rivera en periodo del 23 de febrero al 23 de agosto del 2004. En segundo por la dificultad presenciada en los varones para expresar sus emociones, como tristeza, llanto, enojo, etc. dentro de un grupo de crecimiento, y por último por la carencia de estudios relacionados con la expresión de los síntomas depresivos y su represión. De igual manera, se considera de gran importancia partir de la educación emocional para hablar acerca de la represión de las emociones y su expresión, con el fin de lograr que el mismo hombre tome conciencia y se permita tal libertad expresiva. Así mismo se pretende que dicha investigación genere un gran impacto en la población en general y resulte de gran beneficio a los padres de familia, maestros, quienes tienen un papel importante en la educación de los niños, y lleguen a lograr una mejor orientación de la conducta expresiva emocional reflejado en el adulto. Además, se pretende proporcionar fundamentos teóricos a estudiantes y profesionistas que tengan un interés con respecto al tema para que prevengan en la población atendida este tipo de prácticas educativas que limitan al hombre en su crecimiento y comprensión. 19 OBJETIVOS OBJETIVO GENERAL: Comprobar que la limitación de la expresión depresiva en el adulto joven puede ser influenciada por la educación emocional recibida. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: • Proporcionar información acerca de las prácticas educativas y formación del varón. • Conocer cuales son los factores que limitan la expresión de las emociones en los hombres • Comprender el por qué el hombre no expresa de manera abierta sus emociones • Conocer la concepción que tiene el varón del término hombre. • Identificar cuales son los prejuicios que poseen con respecto a las emociones. 21 ¿QUÉ ES DEPRESIÓN? DEFINICIONES Existenmuchos intentos y distintos criterios para definir la depresión, mencionamos aquí algunos que parecen importantes para la investigación, como los descritos por Kraepelin, Márquez, Polaino, Freud y por supuesto Hipócrates (Polaino 1985, p. 13), quien fue el primero en aportar un descubrimiento relevante en este aspecto. Para él, es un padecimiento que debe ser considerado y tratado con cuidado, lo llamó melancolía, y lo definió clínicamente como una enfermedad somática. Kraepelin, (Polaino 1985, p. 17), por ejemplo, la denominó locura maniaco- depresiva, derivado de depresión por los diferentes síntomas característicos. Breton (1998, p. 8) la describe como una forma de trastorno anímico o afectivo, con lo cual se refiere a un cambio en el estado de ánimo. Estas definiciones nos pueden dar una idea general de lo que significa el término depresión ya que están basadas prácticamente en un síntoma muy característico de ella, la tristeza. El estar triste y sentirse deprimido se utiliza como síntoma principal, por tanto depresión es un estado de tristeza. Marquez (Google, 2004) la considera como, una falta o déficit de energía psíquica. 22 Se considera que la definición de Márquez involucra la explicación de diversos síntomas por los cuales una persona puede estar en un estado de depresión. Energía psíquica es aquella energía o fuerza que vivifica y ánima, que procede de unas relaciones satisfactorias con el ambiente y con uno mismo. Producir energía psíquica es sinónimo de sincronizar con lo que tenemos alrededor o a través de unas relaciones satisfactorias, según lo dice Márquez (Google, 2004); por lo tanto para obtener la felicidad debemos mantener el equilibrio y sincronizarnos con la naturaleza y con todo lo que nos rodea. Freud por su parte, considera que en el centro de la psique existe una fuerza que él llama libido, y que es lo que nos hace mantener el equilibrio o la felicidad. Otras definiciones que vale la pena mencionar son las aportadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con este organismo, la depresión queda descrita como una psicosis afectiva en la que el ánimo se muestra marcadamente deprimido por la tristeza e infelicidad, con algún grado de ansiedad, y la actividad está por lo general disminuida pero puede haber inquietud y agitación. Hay una propensión marcada a la recurrencia, que en algunos casos puede presentarse a intervalos regulares. Otra es la propuesta por el DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales, 1995, p. 323), que la describe como una alteración 23 del humor diciendo así: "Pérdida del interés o insatisfacción en todas o casi todas las actividades o pasatiempos usuales. Todas las definiciones y conceptos que se mencionan dan una idea de lo que en esta investigación se considera depresión. ¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN? Existen muchas maneras de abordar esta realidad. Entre las diferentes maneras de verla, se podría decir que la depresión es una de las dolencias mentales más conocidas y quizá más sufridas de nuestros días, y la podemos definir de acuerdo con Polaino (1985, p. 18) como: “un sentimiento de tristeza intensa que puede producirse tras una pérdida u otro hecho triste, pero que es desproporcionado de acuerdo al hecho y persiste mas allá de un periodo justificado”. Definición que nos proporciona una idea más clara para distinguir la depresión del uso coloquial y el significado que tiene un diagnóstico clínico, ya que puede resultar confuso y tiende a ser malinterpretado, por ser un término utilizado con excesiva frecuencia para describir estados anímicos 24 negativos ‘normales’ que desaparecen con facilidad o tienen un carácter transitorio, como dice Polaino “la gente identifica por lo general – como si fueran sinónimos – los términos depresión y tristeza. Según esta opinión común, un deprimido no es otra cosa que una persona triste, cuya tristeza no tiene ninguna razón de ser”. La persistencia, la severidad y la capacidad para interferir negativamente en la vida del individuo son las claves que nos permiten distinguir los síntomas clínicos de la depresión de aquellos otros estados emocionales negativos habituales pero no patológicos. Por ejemplo, a algunas personas las invade la melancolía cuando están agripadas, celebran días de fiesta, se mudan de casa, cambian de escuela o simplemente no tienen nada que hacer en un triste día de invierno o lluvia. La mayoría de la gente se entristece y sufre al perder algo importante para ellos: como es el caso de la muerte de algún familiar o la decepción de no poder conseguir algo importante como una nota alta en la escuela. Estos y muchos casos más, ya sean que provengan del exterior o interior, pueden ocasionar la depresión como enfermedad o simplemente como un síntoma pasajero. 25 ¿CÓMO DISTINGUIR UNA DEPRESIÓN COMO ENFERMEDAD DE UN ESTADO DE TRISTEZA PASAJERO? Es necesario tener claro que la depresión no es lo mismo que la tristeza. Es natural que cuando se sufre de la pérdida de un ser querido se caiga en un estado de tristeza que puede durar un determinado tiempo. Si este se prolonga más tiempo estamos hablando de una depresión. Por lo tanto la depresión clínica se caracteriza por la duración e intensidad de la tristeza. Por lo regular la enfermedad comienza con la pérdida de algo, o algún hecho triste, que de momento justifica la presencia de síntomas depresivos. Sin embargo la tristeza podría prolongarse demasiado, en este momento podemos comprender que se trata de algún tipo de depresión. Por el momento sólo haremos mención de algunos síntomas generales de la depresión; como son: estado de ánimo triste, ansioso o "vacío" en forma persistente, sentimientos de desesperanza y pesimismo, sentimientos de culpa, inutilidad y desamparo, pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban, incluyendo la actividad sexual. Otros como la disminución de energía, fatiga, agotamiento, dificultad para concentrarse, recordar y tomar decisiones, insomnio, despertarse más 26 temprano o dormir más de la cuenta, pérdida de peso, de apetito o de ambos, o por el contrario comer más de la cuenta y aumentar de peso, pensamientos de muerte o intentos de suicidio; inquietud, irritabilidad, síntomas físicos persistentes que no responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza, trastornos digestivos, dolores crónicos; entre otros. La depresión es un mal que no respeta edad, raza, clase social ni sexo. Se presenta por igual en niños, jóvenes y adultos, con características o síntomas específicos que varían de acuerdo con las condiciones antes mencionadas. Este padecimiento provoca sufrimiento tanto en los sujetos que lo padecen como en los que rodean al enfermo. Y no por ello se deben rechazar a las personas, pues el rechazo alimenta aun más el sufrimiento. DEPRESIÓN EN EL HOMBRE En la actualidad la depresión es una de las dolencias mentales más conocidas. Todos hemos oído hablar de esta enfermedad, conocemos a alguna persona que la padece, ya sea este un familiar o amigo. Hemos escuchado en los medios de comunicación una serie de explicaciones sobre esta enfermedad, cómo debe ser tratada y cómo identificarla; las magnitudes que alcanza en el ámbito laboral, económico y sobre todo, a nivel personal. 27 Probablemente en algún momento el varón padece una leve depresión y ha experimentado cómo le afecta en algún momento de la vida, aunque en menor proporción que a la mujer, como lo muestran las diferentes estadísticas de algunos países como Estados Unidos, España, Francia, México y algunos otros. La diferencia en estas proporciones nos hace pensar en primer lugar, que existen ciertos factores que hacen más vulnerable a la mujercomo por ejemplo los factores hormonales y psicosociales; muchas mujeres tienen más estrés por las responsabilidades del cuidado de niños, el mantenimiento del hogar y un empleo. También se considera la forma más abierta de expresión de la sintomatología por las mujeres. La depresión no es únicamente una enfermedad del sexo femenino, el hombre la padece, pero es más reacio a admitir que podría caer en una enfermedad de este tipo; la no aceptación del dolor, sólo es una consecuencia de los prejuicios que la misma sociedad ha generado y trasmitido, como ejemplo, algunos de estos prejuicios son: que "es una enfermedad que sólo padecen las mujeres", "si la padeces eres débil", "que no se es hombre", y que atenta contra la masculinidad el demostrar depresión, Etc., esto ha provocado que el hombre no acepte que puede llegar a sufrirla. Se dice, además, que es una enfermedad femenina, que es una condición de debilidad por todo lo que implica estar deprimido, que es 28 vergonzante, y por lógica al varón no le agrada que lo juzguen como débil aún cuando él se vea y sienta así. A menudo los varones relacionan esta debilidad con las expresiones de tristeza, el llorar, el sentirse desesperado, inútil; es decir el ser emotivo, y optan por utilizar mecanismos para ocultar a toda costa cuando se sienten de esta manera por medio de la represión, supresión o negación. El hábito socialmente aceptado de trabajar en exceso, las drogas, el alcohol, son los medios que utilizan para enmascarar una depresión. En el hombre es más común que este padecimiento se exprese con irritabilidad, ira o desaliento en lugar de sentimientos de desesperanza o desamparo. Esto tiene que ver mucho con la idea de que los hombres son considerados como emocionalmente inexpresivos, a excepción de la ira, que se considera la emoción principalmente masculina. Y en efecto a los hombres se les enseña a ser emocionalmente inexpresivos excepto por las emociones de ira y rabia. Como lo menciona Sharkin (1997, p. 403) citado por Philip Rice, los hombres tienden a transformar una y otra vez en ira todas las emociones negativas o dolorosas. Esto es algo muy interesante y podría estar relacionado con la educación emocional que recibió de sus padres, cuestión que trataremos más adelante. 29 Las causas que originan esta enfermedad depresiva son casi similares a los que activan una depresión en la mujer; la pérdida de un ser querido, una enfermedad, objetivos que no se lograron como un ascenso en el trabajo, por haber sido dado de baja, el no tener un reconocimiento laboral, Etc. Para todos los hombres es muy importante el tener un trabajo (idea inculcada desde niños: el hombre es quien trabaja) ya que por medio de éste avalan el éxito que tienen en la vida, sin importar que su situación personal no sea tan satisfactoria, tiene mayor peso el logro obtenido, un buen trabajo bien remunerado y reconocido, en cambio si no posee nada de esto tiene grandes probabilidades de sufrir angustia y si esta no es asumida la depresión llega. A pesar de que las estadísticas afirman que el sexo masculino tiene menos probabilidades de sufrir una depresión que el femenino, ya que esta enfermedad afecta al doble de mujeres que de hombres; la tasa de suicidio consumado en el varón es más alta. Lo que indica que la diferencia está no tanto en el padecer o no de ella, sino en la aceptación y manifestación abierta, además de la búsqueda de ayuda y el cuidado que se requiere. Cuando una persona se suicida, frecuentemente la familia queda sorprendida, porque no tienen idea de qué orilló a su ser querido a tal acto, nunca lo notaron extraño, triste, desesperado; no sabían nada. Nunca dijo 30 estar en problemas y necesitar ayuda. La mayoría de los hombres presentan esta actitud solitaria y enmascarada, de poderlo todo, y no necesitar ayuda. Se considera que son muy pocos los varones adultos que acuden a consulta psicológica, esto se puede observar en los hospitales o consultorios que ofrecen esta ayuda. Para ser más objetivo durante el tiempo que se realizó está investigación, sólo dos varones asistieron a consulta durante el periodo comprendido del 23 de febrero al 23 de agosto del 2004, los cuales no acudían solos, sino acompañados por la mamá o la esposa. Indicaban que iban por problemas de preocupación, por irritabilidad, por consumo de sustancias como alcohol o cigarro, por quejas somáticas como dolor de cabeza, falta de sueño; síntomas que provocaban angustia y que indicaban que de fondo se trataba de una depresión, que posteriormente se agravó en uno de los casos. La otra parte de la población que en su mayoría eran mujeres, al contrario de los hombres, podían expresar más a fondo lo que les pasaba, incluso decían que se trataba de una depresión y que por tal motivo acudían a pedir ayuda. ¿Por qué los hombres no acuden con más frecuencia a pedir ayuda psicológica? ¿Por qué se les hace más difícil expresar lo que sienten? Son preguntas que nos atañen a todos por igual y nos lleva a pensar en factores como la cultura, la educación, la sociedad, que intervienen para que esto 31 sea así, y no permita al hombre tener conciencia sobre lo que pasa en él mismo. Consideramos importante el estudio de la limitación de la expresión depresiva en el hombre, y tratar de entender la prohibición que probablemente surge en el superyo, como producto de la interiorización de las normas parentales, y borrar todos los prejuicios que se le atribuyen a este mal, para darle libertad al hombre y enseñarle a expresarla libremente sin ser criticado y juzgado. La tristeza anímica es un indicador de que se ha chocado con barreras internas y externas y nos permite detectar a las personas que se encuentran en depresión. Las depresiones 'sanas' son una señal de alarma, nos advierten que ha llegado el momento de concentrarse en lo más importante, de prestar atención a la voz interior y reorganizar de nuevo o de forma más realista, determinados ámbitos de nuestra vida. Para continuar con esta investigación es necesario introducir un apartado que explique lo que se entiende por educación y su impacto en las personas, ya que se considera que tanto la familia como la escuela son 32 espacios privilegiados en el aprendizaje del manejo emocional del ser humano. ¿QUÉ SE ENTIENDE POR EDUCACIÓN? Es necesario hablar de educación como término que denota el proceso por el cual una persona desarrolla sus capacidades, para enfrentarse a un medio social determinado y que actualmente ha perdido su significado. La mayoría de la gente entiende que la educación solo mira al proceso de desarrollar la inteligencia, la razón, el perfeccionamiento en los modales y conductas, pero se olvidan o desconocen que la educación no solo dirige su esfuerzo al desarrollo de la inteligencia racional del sujeto sino también al emocional. Sin embargo en un fragmento de la definición de este término, retomado de una enciclopedia de psicología y pedagogía se encontró, que “existe un sentido común, que afirma que la educación es una característica adquirida, consistente en la adaptación de los modales externos a determinados usos sociales” (Enciclopedia Visual, 1997, p. 193) 33 Queda claro que la superficialidad de esta acepción, hace referencia sólo a las formas de convivencia social. Para la mayoría de la gente eso es tener educación, seguir lo que se acostumbra y practica por otros. En algunos casos, suele suceder que un sujeto experimenta una emoción, tiene conciencia de ella, pero reprime su expresión exterior y aparenta ecuanimidad. El esfuerzo para contenerse internamente y aparentar serenidad podría tener justificación; aunque en la mayoría de los casos es sólo el prejuicio social impuesto a lagente educada, al que hemos hecho referencia con anterioridad. De esta manera las emociones han sido relegadas a un segundo plano carente de importancia, como si constituyeran un elemento animal, nocivo, negativo, y aun culpable de todos los males que acontecen al ser humano. En la mayoría de las definiciones de este concepto se advierte que la idea expresada con mayor frecuencia es la de perfección, término que hace difícil el determinar si la educación se refiere únicamente a lo que tiene de específicamente humana la persona, es decir la parte racional. Facultad que se resalta más en el hombre, tanto que al menos no hemos escuchado si existe una materia o clase especial para las emociones o los sentimientos. 34 Etimológicamente el concepto educación, mira al proceso educativo y le da un carácter más manifiesto de interioridad o profundidad. Educación desde este punto de vista sería la evolución de dentro afuera. Las voces latinas ex y duco, de las que se deriva la palabra hacen notar que la educación se dirige a la potencialidad interna del hombre en la que ésta ha de actuar y hacer aflorar al exterior lo mejor de cada persona. Por lo tanto esta definición abarca el ingrediente normal en la vida del ser humano: las emociones. En este caso, desde que se crearon las escuelas no ha habido consenso respecto a su propósito o función en la vida del niño, no especifican si deben de concentrase exclusivamente al desarrollo intelectual o si deberían hacerlo en la vida social y emocional del infante. Son cuestiones que implican un llamado a la definición de educación en un aspecto integral, es decir, intervenir tanto en la vida social y emocional del niño como en lo intelectual. Se sabe de profesores que intervienen tanto en la esfera intelectual como en la emotiva de sus alumnos, otros le dan poca importancia a lo que sucede en la vida afectiva del niño abandonándolo a su suerte. Parte muy importante que actúa en la educación emocional del niño es la familia, por ser la primera escuela y ambiente en el que se desarrolla los 35 primeros años de vida; por tal motivo consideramos el tema en esta investigación. FAMILIA, PRIMERA ESCUELA PARA EL APRENDIZAJE EMOCIONAL. La vida en familia es nuestra primera escuela para el aprendizaje emocional; en esta escuela aprendemos cómo sentirnos con respecto a nosotros mismos y cómo los demás reaccionarán ante nuestros sentimientos; a pensar sobre estos sentimientos y las alternativas que tenemos. Esta escuela emocional no sólo opera a través de las cosas que los padres dicen o hacen directamente a los niños, sino también en los modelos que ofrecen para enfrentarse a sus propios sentimientos. Algunos padres son dotados maestros emocionales, otros son desastrosos. Muchos estudios muestran que…la forma en como los padres tratan a sus hijos, ya sea con una disciplina dura o con una comprensión empática, con indiferencia o con cariño, etc., tiene consecuencias profundas y duraderas en la vida emocional del hijo (Goleman, 1995, p. 224). 36 Al respecto comentaremos una investigación realizada por Carole Hooven y John Gottman, investigadores de la universidad de Washington, sobre las interacciones que se producen en las parejas y la forma en que los esposos trataban a sus hijos. Los tres estilos más comunes de paternidad resultaron ser: los que ignoran los sentimientos en general, mostrarse demasiado liberal, mostrarse desdeñoso y no sentir respeto por lo que su hijo siente. Estos son los tres estilos más comunes de paternidad emocionalmente inepta. Que los padres no tengan sintonía con el niño resulta profundamente perturbador. La ausencia prolongada de ésta entre padres e hijos supone un enorme prejuicio emocional para estos últimos. Cuando un padre deja de demostrar sistemáticamente empatía en un aspecto especial de las emociones del niño – alegrías, llantos, enojos, etc., éste empieza a dejar de expresar, y tal vez incluso no sentirlas. Se supone que de esta forma pueden quedar anuladas diversas emociones, sobre todo si a lo largo de la infancia siguen siendo ocultas o abiertamente desalentadas. En conclusión la familia aportará al niño las lecciones emocionales básicas para distinguir un sentimiento y comprenderlo; es decir dependerá, en gran parte, de la educación emocional de los padres. 37 LA EDUCACIÓN EMOCIONAL EN EL NIÑO La educación emocional es entendida como el movimiento hacia la comprensión y experimentación de las emociones en un sujeto, sin que estas expresiones sean juzgadas, rechazadas o ignoradas por los demás. Este tipo de educación normalmente es el que se brinda en el hogar por los padres, quienes con su capacidad sabrán encauzar la vida emocional del hijo, aportándole su comprensión, aceptación y alternativas para un mejor manejo. Sabrán enseñarles que las emociones no son buenas ni malas sólo sentimientos, y evitarán en la mayor medida de lo posible enviar mensajes con un doble sentido para los hijos. Esto es lo que se supone debería ser una educación emocional adecuada, sin embargo, el resultado de la observación, nos permite deducir que hace falta trabajar en este aspecto en la mayoría de los casos de la población huejutlense. Parte importante en la educación emocional del niño, es la madre, pero se sabe que a medida que el niño crece la cercanía entre ambos desaparece, y la madre deja de proveer el cariño que permite el desarrollo del lado afectivo del niño, mostrando de manera más abierta el afecto en la educación de la niña. Por otro lado es natural la separación del niño con la 38 madre en cierta medida para favorecer la identificación con el sexo masculino. Estos procesos tienen que ver mucho en la explicación del rechazo de las emociones en el varón por considerarlas parte del mundo femenino, tema que se retomará en los siguientes apartados para una mejor comprensión de la investigación. Gran parte de los padres tienen altas expectativas para los hijos, quienes esperan que los cumplan a determinada edad de vida. Expectativas que están influenciadas por la cultura o la sociedad. En general esperan que tanto el hombre, como la mujer actualmente desarrollen una buena profesión, que tengan hijos, y que sean ambos los proveedores del hogar, etc. Aunque exista cambios en la apertura de roles, en el varón se sigue acentuando la característica de ser fuerte tanto física como emocionalmente, particularidad a la que le dan mucho peso en la definición masculina. Necesario será destacar cómo se forma un esquema de lo que tiene que ser el hombre, limitando su desarrollo únicamente a la vida exterior, y abandonando la vida interior, la emocional específicamente. Durante el desarrollo del niño, los padres mediante su actuación y su lenguaje represivo, colocan un sello a la expresión emocional del hijo. Cualquier comportamiento, actitud o manifestación de alguna emoción se considera negativa o parte del mundo femenino y es sancionada por algunos 39 padres quienes no toleran la más mínima trasgresión a las normas establecidas para los hombres. La mayoría de los padres saben perfectamente que el hecho de que sus hijos hayan roto las normas, no significa que se le deba de considerar como malo. No obstante algunos se sienten desilusionados por no tener un hijo perfecto que se comporte como hombre y lo consideran como inepto, dando pruebas de un perfeccionamiento neurótico que suele tener sus raíces en una imperfecta evolución afectiva. La educación que los hijos reciben depende, en gran parte, de las capacidades y cualidades que los padres posean para manejar los elementos mismos de la inteligencia emocional. Es otras palabras, de la personalidad de los padres. 40 PERSONALIDAD DE LOS PADRES Y DESARROLLOAFECTIVO DEL NIÑO. Es obvio que la familia y la educación que ésta procura al niño varía según la personalidad de los padres. La forma como se produce la enculturación depende en grado considerable de cómo los padres desarrollaron e interiorizaron las normas sociales y culturales que han pasado a formar parte de su personalidad. De esta manera trasmiten los modos culturales a sus descendientes mediante el lenguaje, sus formas de relación, los tabúes que observan inconscientemente, los sistemas de valores, el rol que asumen y las expectativas sobre sus hijos. Las diferencias que reflejan la individualidad de los padres y la forma como se relacionan éstos entre sí y con sus hijos se remonta básicamente a su cultura. Por ejemplo, un niño puede crecer en un hogar donde recibe constantes prohibiciones y restricciones acerca de su comportamiento, en donde el padre aplaudirá las hazañas valientes o logros del niño y castigará cuando éste tenga un comportamiento que él considera afeminado. La crianza no se limita únicamente a satisfacer las necesidades físicas del niño; debe de atender, además, a sus necesidades afectivas, de amor, cariño y a un sentido de seguridad; debe de proporcionar la oportunidad de utilizar las nuevas capacidades que se desarrollaron a compás de la 41 maduración del niño. Una crianza y educación adecuada necesita que los padres posean la capacidad, los conocimientos y la afectividad apropiados para modificar su modo de relacionarse con el hijo a medida que sus necesidades cambian. La madre es para el hijo, la figura primaria y principal que le cuida, cría, en especial cuando este es pequeño. Podríamos decir que es el miembro de la familia especializado en las técnicas de criar al niño, además de procurarle el amor para desarrollar el lado afectivo del varón. También es muy importante el papel del padre a este respecto y su importancia aumenta a medida que el hijo crece. Hasta este momento se ha mencionado la labor de los padres, labor que supone un desgaste de energía aún mayor en la madre, quien necesitará tener sus propias necesidades satisfechas para brindar el amor apropiado al hijo; y a la familia. ¡Qué mejor que el esposo para darle el apoyo físico y afectivo que ésta necesita! Cuando la mujer no recibe el apoyo y la comprensión necesaria por parte de su marido, por el motivo que sea, proyectará su carencia en el hijo, quien tendrá dificultad para encontrar en sus padres cariño y aceptación, y en ocasiones se verá castigado o rechazado. 42 La necesidad de aceptación, induce al niño a procurar conformarse con las expectativas de sus padres, además si desea ser querido por el progenitor y parecerse a él, hará lo que sea para conseguir agradarle, olvidando en ocasiones su propia realización con tal de cumplir las expectativas que sobre él recaen, de manera que encontramos en el niño la repetición y asimilación de patrones que muchas veces están lejos de ser los suyos. Por ello parece necesario considerar la atención y cuidados parentales que se le brindan al niño ya que esto influye en el desarrollo de su afectividad ulterior. El varón necesita de ambos padres, es decir de un padre con quien se identifique y le proporcione un modelo a seguir e imitar en su camino adulto y una madre que le proporcione amor y cuyo amor y aprobación se busca mediante la identificación con el progenitor del mismo sexo. El hombre adquiere sus características a través de la identificación, y su integración está guiado por la estructura dinámica de la familia en que se desarrolla, que canalizan sus impulsos y lo guían para que asuma las funciones correspondientes a su sexo. Algunos padres de forma inconsciente imponen al niño excesivas limitaciones, no por miedo a que se hagan daño físico, sino porque no pueden tolerar los errores o infracciones que cometen. Consideran toda infracción del niño como acto de maldad. Al no permitir que haya error, el 43 niño se ve rodeado por un muro que le impide salir, considerando esto como malo, se cohíbe, se frustra y recibe el mensaje de que es necesario que ese tipo de emociones se nieguen, se repriman o se supriman. Muchas de las personas de la sociedad actual han sido educadas con el supuesto de que el mal básico del ser humano necesita ser contrarrestado con disciplina. Este sistema natural de creencias en algunas ocasiones fomenta en el varón una hostilidad indebida al reforzar la barrera de las prohibiciones, con arrebatos de impaciencia, recriminaciones y miradas de desaprobación. Sin embargo el niño por estar estrechamente ligado a la afectividad que le proporciona la madre e identificado con el padre dirige la hostilidad hacia otros puntos o contra sí mismo. Esto hace dirigir nuestro pensamiento a la relación que posiblemente existe entre la identificación con el sexo, roles, y la identidad masculina, y el rechazo y discriminación de la expresión emocional. Esta negación de la vida emotiva en el hombre parece estar ligada a la forma en que los padres educan a los hijos, por ejemplo al varón se le enseña a no demostrar su tristeza, incluso el enojo en algún momento. Por que eso es ser un hombre educado, idea que mantiene el padre y que forma parte de su personalidad. 44 De esta manera la personalidad de los padres, un patrón de características que dura en el tiempo y que se repite de manera consistente, influye en la educación que estos procuran a sus hijos, es decir los educan de acuerdo como fueron educados, creyendo que es lo mejor para ellos, sin saber que le crean obstáculos en el desarrollo. OBSTÁCULOS PARA EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD Y EMOCIONES. A lo largo de la vida, cada individuo puede adquirir ciertas características o cualidades, que forman parte de lo que comúnmente se denomina como personalidad. Dentro de esas características algunas son la firmeza, la seguridad en la toma de decisiones, expresiones y comportamientos, que se pueden aumentar o disminuir según se cultiven y se atiendan. Este desarrollo o crecimiento de la personalidad es una función educativa, que suele fomentarse en los hogares y en las escuelas que verdaderamente asumen su papel formativo. 45 Sin embargo, existen obstáculos como el autoritarismo de la escuela, de la sociedad civil, de los hogares, responsables de fomentar la alienación, término que indica el despojo de uno mismo, es decir el desconocimiento de las propias potencialidades, de tal modo que el individuo en vez de acrecentarlas, impide su proceso de desarrollo. Como consecuencia normal de este abuso de autoridad se presenta una disminución en la iniciativa, de creatividad, de apertura y de feliz desarrollo de la persona, del adolescente y del adulto. La acción exigente de un padre de buena voluntad, es una de las causas más frecuentes en la falta de desarrollo normal de la personalidad: pretende frustrar las malas tendencias de los hijos, pero desgraciadamente junto con estas malas tendencias también frustra las buenas iniciativas, impulsos y orientaciones; el resultado es un individuo infradesarrollado, con excesivos temores ante la vida. Las emociones forman parte muy importante en la personalidad de un ser humano, pues son éstas las que le dan color a la vida y permiten comunicarnos de manera completa, desarrollar mejores relaciones sociales. Lamentablemente los niños aprenden y han aprendido a reprimir sus sentimientos, algunos están emocionalmente muertos, otros han aprendido a ocultarlos por temor a que sean juzgados por los demás, incluso por él 46 mismo, y esto crea una fuerte tensión en él, que vive un mar de sentimientos en su interior. Se cuenta con considerable evidencia que en nuestra cultura se enseña a los niños a inhibir sus emociones mientras que alas niñas se les permite expresarlas. Esto pone sobre los niños la pesada carga de ocultar sus sentimientos, y hace que la comunicación con los demás se haga más difícil porque los chicos tienen problemas para expresar como se sienten. En nuestra investigación, esto puede tener relación con la dificultad de diagnosticar depresión en los hombres, ya que indudablemente los hombres crecen limitados a expresar lo que sienten, incluso si se hallaran bajo una enfermedad como la depresión. Todo lo anterior tiene que ver con nuestra cultura que tiende a despreciar el aspecto emotivo de una persona o de una situación. Tal parece que lo que se espera es un hombre inteligente, pero completamente ajeno al terreno emocional. Las emociones y las pasiones suelen ocupar un lugar secundario, ya sea en el hogar, en la escuela, o en la sociedad, tanto que se tiene la impresión de que se trata de intromisiones cuyo origen es ajeno a la voluntad y al control de una persona. No es raro el consejo a los niños en el sentido de ocultar o negar su miedo o enojo. 47 Aunque también por otro lado se sabe que las emociones participan en nuestra vida activa como lo son las relaciones, el trato con otras personas, guían nuestra conducta, nos motiva y también actúan en los desajustes psíquicos del hombre. Aprender a manejar el aspecto emocional de cualquier situación que se nos presenta es para la mayoría de los varones de esta región un problema. He aquí uno de los terrenos más descuidados en el proceso educativo. Seria conveniente que los padres no identificaran “manejo de las emociones” con control o represión de las mismas. El manejo quiere decir orientar, encauzar, saber expresar las emociones. En cambio el control es un término que no expresa la actitud correcta ante las emociones; si acaso alude a un dominio exacerbado, una inhibición o aún a la supresión de ellas. El manejo de las emociones tampoco debe de identificarse con represión, término que significa una supresión inconsciente o mecánica de ellas (Gutiérrez Sáenz, 1999, p. 9). Lo ideal sería que los padres ayudaran a desarrollar la percepción emocional en el niño a medida que crece. 48 LA PERCEPCIÓN EMOCIONAL En términos psicológicos la percepción emocional consiste en tomar conciencia de las propias emociones; gracias a ella una persona se da cuenta de los propios sentimientos o emociones que surgen en su organismo, y el inhibir esta función puede llegar a producir desequilibrio en el funcionamiento psíquico del ser humano. Desde el punto de vista psicológico, interesa el estudio de este fenómeno curioso, la gente se acostumbra a ya no tomar conciencia de ciertas emociones. Debido a normas educativas exageradas, el niño adquiere la idea de que es malo manifestar miedo, coraje, impotencia, frustración, entre otras. Con el tiempo aprende a permanecer tranquilo como si no experimentara tales emociones. Más adelante aprende a no sentirlas, como si de hecho no existieran en su propio organismo. Esta especie de sugestión o ceguera emocional, lejos de ser un avance en la educación del niño, como muchos padres han pretendido, es una verdadera falla, dado que se establece una división en el funcionamiento de la persona afectada. La educación contemporánea suele difundir el sofisma de que “los hombres no deben sentir miedo”, logrando que un niño o adolescente pueda llegar a sentirse orgulloso de que él no tiene miedo. 49 Desde luego que no se está recomendando la actitud de cobarde que ante el mínimo riesgo pierda el control, pero nótese que la actitud de valiente puede ser precisamente un nuevo tipo de cobardía que consiste en retirarse, ocultarse o huir de los propios sentimientos, cerrando los ojos ante la emoción que surge. Según Carl Rogers, citado por Gutiérrez (1999, p.108), “una persona que madura es cada vez más perceptiva de su propia experiencia, toma una actitud de apertura con respecto a lo que sucede en su organismo en medio de las experiencias cotidianas de la vida, se da cuenta con mayor claridad acerca de sus sentimientos y emociones con mayor atención y responsabilidad.” En cambio una persona poco desarrollada como tal, se esconde fácilmente ante la propia experiencia, se vuelve sorda ante sus sentimientos y emociones, niega determinados factores de lo que esta sucediendo y llega a convencerse que su experiencia es distinta de lo que en realidad es. La actitud recomendada por la psicología humanista y existencialista es la actitud perceptiva, atenta, abierta a los fenómenos, que de hecho están surgiendo en el propio organismo. Cuando una persona toma en cuenta esto, y percibe lo que en realidad esta sucediendo, es capaz de orientar su propia 50 conducta, resolver la dificultad que se le plantea, o simplemente asimilar el hecho, sin tener que sufrir las consecuencias los sentimientos no digeridos. O como Gutiérrez, (1999, p. 156) citando a Rogers plantea, “conviene saber manejar las emociones”. Esto incluye por lo menos tres aspectos: reconocerlas, vivenciarlas y expresarlas externamente. Por lo tanto reconocer una emoción es importante, cuando la persona ha estado acostumbrada a reprimirlas por miedo al que dirán. Vivenciarlas, significa tener conciencia clara de ellas, asumirlas de manera conciente, con todo el malestar que pudiera traer consigo. Expresarlas externamente implica saber controlar la emoción o encontrar el momento apropiado para mostrarlas y que no hagan daño a otras personas. REGLAS DE DEMOSTRACIÓN DE LAS EMOCIONES SEGÚN PAUL EKMAN Paul Ekman utiliza la expresión reglas de demostración para el consenso social acerca de qué sentimientos pueden mostrarse adecuadamente y cuándo. Las culturas varían enormemente en este sentido. 51 Por ejemplo, en algunos casos cuando un niño se cae en presencia de una figura de autoridad muestra rasgos leves de dolor. Pero en ausencia de este sus manifestaciones son más abiertas mostrando la verdadera intensidad del sufrimiento. Según Paul Ekman citado por Goleman (1995, p. 141), existen varias clases básicas de reglas de demostración. Una es minimizar las muestras de emoción: esta es la norma que probablemente se sigue para ocultar los sentimientos de aflicción, de dolor, de tristeza, de miedo, en presencia de alguien con autoridad. Otra es exagerar lo que uno siente magnificando la expresión emocional, y la tercera es remplazar un sentimiento por otro. Aprendemos estas reglas de demostración muy pronto, en parte mediante la instrucción explícita. Una educación en las reglas de demostración es impartida cuando le indicamos al niño que no llore cuando alguno de sus amiguitos le golpea, en lugar de eso se le pide que se aguante como los hombres y responda de la misma manera. Esta educación en las reglas se realiza con mayor frecuencia dando el modelo a seguir: los chicos aprenden a hacer lo que los padres realizan, por ejemplo progenitores que sean represores y den el ejemplo de una alegría constante o una expresión 52 rígida al enfrentarse a sentimientos perturbadores. De esta manera al educar los sentimientos, las emociones son al mismo tiempo el medio y el mensaje. Enseñamos a nuestros hijos a disfrazar sus verdaderos sentimientos. Mostrándoles o no, modelos expresivos que no tienen ninguna relación con los verdaderos sentimientos. Las aportaciones de la educación sobre las emociones y los factores que afectan su desarrollo han sido de suma importancia en la confirmación de los acontecimientos de la niñez como determinantes de la vida afectiva futura. Existen diversos enfoques y teorías que explican de manera muy particular cómo un sujeto puede llegar a suprimir, o reprimir en dado caso alguna expresión emocional, entre ellas: la teoría de Freudcon el desarrollo del superyó, Melanie Klein y Harry Sullivan. Estos teóricos pretenden dar una explicación de cómo puede limitarse un sujeto, en este caso podrían estar ligadas a la manera en cómo un sujeto puede llegar a limitar la expresión emocional de una depresión, mediante las teorías de las prohibiciones que a continuación se mencionaran. 53 TEORIAS DE LAS PROHIBICIONES Las teorías de las que hacemos mención en este apartado tienen sus raíces en la corriente psicoanalítica, creada por Sigmund Freud. Dentro de estas, se le da mayor importancia a la estructura psíquica del superyó. Esta, resulta de la introyección o interiorización de los valores, normas de conducta y prohibiciones familiares, cumpliendo la función censuradora de los deseos del ello y buena conducta del yo. Esta estructura psíquica, cumple una función punitiva, y tiene sus raíces en la incorporación de progenitores exigentes y perfeccionistas. De esta manera el superyó actúa para que el sujeto se conceda poco placer y mida constantemente sus logros para decidir si ha estado o no a la altura de sus normas internas. Y como se observa es esta instancia quien impedirá que un sujeto exprese abiertamente sus emociones, Si agregamos que para el varón, los preceptos aprendidos, los prejuicios, y las constantes prohibiciones, hacen de algunos de ellos seres sin vida afectiva. El superyó forma parte de los principales postulados de la teoría psicoanalítica, como pieza importante del desarrollo de la personalidad, junto con: el ello y el yo; mismos que se conocen en la actualidad como estructura psíquica. 54 Freud concibió que la personalidad esta formada por sistemas opuestos que se encuentran continuamente entre sí. El ello representa los impulsos psicobiológicos o el yo inferior que es la primera estructura que manifiesta el niño ya que es un mar de impulsos e instintos que tienden a su inmediata satisfacción, sin ninguna conciencia de la realidad objetiva, es primitiva e inconsciente por lo tanto no está a nuestro alcance el controlarlo. El ello es la parte de la estructura psíquica que contiene la energía o libido que impulsa las acciones del hombre, y cuya expresión considerada como instinto sexual es canalizada o sublimada gracias a la acción del yo quien controla el comportamiento y regula las exigencias del ello. El yo representa el agente consciente o el yo controlador, se puede decir que es el mediador. Es decir es el encargado de evaluar si se puede o no satisfacer los impulsos que envía el ello. Y si no se puede el superyo entra a censurar dichos impulsos. El yo se va formando conforme el niño tiene contacto con el medio que lo rodea principalmente la familia, encargada de producir conciencia en el niño. Es la parte externa, racional y realista. Conforme transcurre el tiempo el yo adquiere algunas normas de cultura: hábitos, valores, prohibiciones, principalmente por medio de lo que se aprende de los padres en los primeros años de vida. Estas normas se incorporan en el niño sin que este se de cuenta, formándose así el superyó, 55 que es el aspecto que contiene las restricciones morales y sociales de la personalidad o el yo superior. Se convierte entonces en nuestra parte moral y censuradora. De las tres estructuras de la personalidad la que nos interesa es la internalización del superyó. ¿Cómo se forma esta estructura psíquica? ¿De dónde surge? La formación de esta estructura va a iniciarse desde los primeros años de vida del niño cuando éste toma contacto con los padres, en especial con la madre quien le dará el amor y afecto, así como también corregirá la conducta mediante una acción verbal o un castigo. La reprensión provocará que el niño aprenda a disminuir la conducta expresada y más tarde suprimirla. Como podemos darnos cuenta, en la formación de esta instancia psíquica se percibe que en la internalización de la autoridad que los padres muestren al niño, el amor y el castigo constituyen dos elementos bajo los cuales los niños dirigen y guían su conducta. De acuerdo con Freud existen cinco estadios o etapas de desarrollo que son: la etapa oral, anal, fálica, latencia y genital. Es en la etapa fálica (que se presenta de los tres a los seis años aproximadamente) donde ocurre un fenómeno llamado complejo de castración, concepto que se refiere al amor que el niño pretende desarrollar por su madre, al mismo tiempo que ve 56 en el padre un rival por el afecto de su madre. Es en esta etapa, que el niño deja a un lado sus sentimientos ambivalentes para dar paso a los esfuerzos por asumir el papel masculino imitando a su padre. Al aceptar la masculinidad de su progenitor, una autoridad exterior, el superyó del niño experimenta un desarrollo final, un aumento de conciencia y adopta un ideal del ego. Ideal que implica luchar contra el ello y respetar las normas de conducta que limitan rígidamente los medios para satisfacer las necesidades. Una vez interiorizada la autoridad exterior, queda constituido el superyó y ya no hay necesidad de que el padre castigue, lo hará el niño mismo; el policía exterior se hizo interior. Según este enfoque, el niño acepta la prohibición para no perder el amor de los padres, tanto que han llegado a ser ellos mismos los que juzgan y prohíben cualquier acto que consideren indebido. Sin embargo Humbelina Loyden (1992, p. 14), citando a Freud, menciona: hasta ahora, yo decía que el superyó, es la interiorización de las prohibiciones, pero ahora que he avanzado en la teoría, me doy cuenta de que hay sujetos que se prohíben más de lo que el exterior les impone. 57 Es decir hay un factor propio del sujeto que interviene, ese factor es de orden pulsional. Aún antes de que el padre prohibidor aparezca, ya hay un yo superior en el niño. Este es un descubrimiento de Melanie Klein. Para ella todo comienza más temprano de lo que uno imagina, su tesis es que hay un superyó pre-edípico y que existe entonces un sentimiento de culpabilidad ligada al goce. Se construye así una culpabilidad ligada al goce y no una culpabilidad ligada a las prohibiciones parentales. Más tarde Loyden (1992, p. 13), vuelve a citar a Freud “si los padres ejercieron de hecho un severo gobierno, creemos lógico hallar que también en el niño se ha desarrollado un superyó severo, pero la experiencia enseña, contra nuestras expectativas que el superyó puede adquirir dicho carácter, de rigor, aunque la educación fuera indulgente y benévola y evitara en lo posible amenazas y castigos.” Con este fragmento podemos entender que aunque los padres no castiguen y muestren una actitud de indiferencia para con los hijos, estos últimos pueden desarrollar un superyó severo. Esto nos da apertura a pensar en factores sociales y culturales que el niño percibe y a través de los cuales se forma a medida que crece. No existe juicio sin un referente de autoridad, pero la experiencia muestra que aunque un niño sea educado con suavidad también desarrolla 58 un superyó que prohíbe. Parecería que no hay una relación siempre directa entre padres prohibidores y severos y un superyo prohidor y severo. Es posible deducir que existen otros factores que influyen en la formación del superyó. Sin duda habrá una influencia del medio externo en la constitución de un superyó; pero de ninguna manera la relación es fija, cualquiera que sea el medio social esta estructura psíquica vigila y se construye con rigor. Se cuestiona entonces el asunto de la prohibición educativa como causa de la inhibición (limitación). Un sujeto se prohíbe algo y se lo prohíbe él mismo, la prohibición tiene un carácter subjetivo y es a raíz de esta represión interna, que la represión parental y social cobra eficacia. Y la angustia es una señal de peligro;
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