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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA “LAS EMOCIONES DE LAS MADRES DE HIJOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES. UNA PROPUESTA DE TRABAJO DESDE EL ENFOQUE PSICOSOMÁTICO Y LA SENSIBILIZACIÓN GESTALT” TESIS EMPÍRICA QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: L I C E N C I A D A E N P S I C O L O G Í A P R E S E N T A : A N I T A A V I L A R O M E R O ASESORA: MTRA. MARÍA GUADALUPE AGUILERA CASTRO DICTAMINADORES: LIC. JOSÉ RENÉ ALCARAZ GONZÁLEZ LIC. GERARDO ABEL CHAPARRO AGUILERA TLALNEPANTLA, EDO. DE MÉXICO 2008 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE RESÚMEN INTRODUCCIÓN 1 CAPÍTULO I EL ESPACIO DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL 4 CAPÍTULO 2 LA SITUACIÓN DE LAS MADRES DE HIJOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES 8 CAPÍTULO 3 EL ENFOQUE DE LO CORPORAL Y LO PSICOSOMÁTICO 14 3.1. Las enfermedades psicosomáticas 14 3.2. La teoría de los cinco elementos 18 3.3. La intuición 31 3.4. Los apegos 35 CAPÍTULO 4 LA PSICOTERAPIA GESTALT 38 4.1. La Psicoterapia Gestalt dentro del nuevo paradigma científico 38 4.2. La Psicoterapia Gestalt, Conceptos teóricos y metodología 40 4.3. La Sensibilización Gestalt 45 4.4. Metodología y técnicas de la Sensibilización Gestalt 52 4.5. El darse cuenta 55 CAPÍTULO 5 METODOLOGÍA 58 Taller 61 CAPÍTULO 6 RESULTADOS 73 CONCLUSIONES 110 REFERENCIAS 116 RESÚMEN Durante el trabajo profesional en el área de la educación especial es muy común encontrarnos con madres angustiadas, muy preocupadas por el futuro de su hijo. En ocasiones, este camino que emprenden a lado de su hijo las lleva a olvidarse de sí mismas y es posible que una enfermedad psicosomática se instale en su cuerpo con facilidad. Por esta razón es muy importante que exista una labor en la que sean estas mujeres las que reciban la atención a sus propias demandas. Se hace necesario explorar sus vivencias y las posibilidades que poseen para desarrollar su potencial humano, así como brindarles un espacio de trabajo terapéutico en que se pueda promover el autoconocimiento. De esta manera, el siguiente trabajo tiene la finalidad de brindar el espacio para que ellas lleven a cabo su trabajo personal. El proceso se llevo a cabo con base en los supuestos que brinda en enfoque psicosomático con la teoría de los cinco elementos y las aportaciones de la sensibilización gestalt que se enfocan en el desarrollo del potencial humano. Tomando en cuenta lo anterior en el siguiente trabajo podemos observar la participación de estas madres de familia con hijos de necesidades educativas especiales que durante este proceso terapéutico lograron concebirse de una forma más integral, pudiendo notar que sus hijos aprenden de ellas, sobre todo de sus acciones, de sus actitudes, de sus emociones, de la seguridad con que enfrentan las vicisitudes de la vida; y, entonces, se cuestionaron si debían seguir actuando igual o era mejor para ellas y sus hijos empezar un cambio. INTRODUCCIÓN El primer acercamiento a la asignatura de Educación Especial y Rehabilitación me dejó muchas dudas acerca de lo que yo podía o debía hacer en este campo. Me pregunté muchas veces por qué una madre o un padre rechazaban a sus hijos o por qué se avergonzaban de ellos y sobre todo por qué a mí alrededor la gente siempre se refería a ciertos chicos como “los que están malitos”. En esta asignatura tuve la oportunidad de conocer a Luis Gerardo de nueve años, que siempre llegaba a la sesión con una gran sonrisa, sin embargo, su madre generalmente mostraba una actitud de angustia o miedo, o tal vez ambas; su padre por otro lado se mostraba indiferente con él ya que para él su hijo estaba enfermo. Sentí mucha frustración cuando no tenía claro qué hacer en su caso, no sabía si regañar a sus padres por el descuido con el que lo presentaban, a veces sin comer o sin calcetines. No sabía que hacer con eso que veía y no estaba en mis manos. Lamentablemente dejaron de llevarlo y simplemente me sentí más frustrada. Sin embargo, tuve otra oportunidad que llamó mi interés, la de coordinar con otra compañera el taller a padres, situación que me dio una esperanza de resolver mis dudas. La experiencia me permitió llegar a la conclusión de que generalmente la madre se presenta pidiendo la solución para el problema de su hijo y en algunos casos su angustia no le permite ver que el trabajo debe ser llevado tanto por el terapeuta como por ella y el niño. También me permitió saber que no les vamos a enseñar a ser buenas madres, sino que se de construir toda la dinámica familiar y de escuchar los deseos de estas madres que a su vez podrán escuchar los deseos de sus hijos. Y a esto sólo pude llegar cuando dejé de ver la situación en términos de queja, cuando cambié mi actitud de crítica por comprensión hacia estas madres, además de recordar algo importante que aprendí en clase y es que cada uno de nosotros ve la realidad “desde donde estamos parados”; desde mi punto de vista los padres de los chicos que asisten a la CUSI debían apoyarlos en su desarrollo pero me faltaba ver su propio punto de vista. Ahora me doy cuenta de que estas mujeres que asisten en apoyo para su hijo, también buscan el apoyo para ellas y me di cuenta también de que aunque cada ser humano es único hay una cultura que nos une. Estas madres también son parte de la cultura en que yo vivo y su dinámica familiar se parece la que yo he vivido. Y, en el aquí y ahora todas tenemos un cuerpo que manda señales para ser escuchado todos los días. Hace aproximadamente cuatro años empecé a tomar conciencia de lo que mi propio cuerpo ha vivido a lo largo de mi vida, la competencia a que me he sometido en esta sociedad y los introyectos que me heredaron que me impedían hacer caso a mi intuición. Viví la experiencia de la acupuntura en mi propio cuerpo y esto me llevó a querer aprender de qué se trataba lo corporal y lo psicosomático que a su vez se sustenta en la teoría de los cinco elementos. Esta teoría fue propuesta por los taoistas desde hace 5000 años, quienes pensaron que estos cinco elementos se mueven en una red de cooperación interna que sostiene el principio de la vida. Cada elemento es madre, padre, hermano e hijo del otro y este proceso que se lleva a cabo en el microcosmos del cuerpo puede darse en tres distintas relaciones que dependen de la sociedad en que vivimos y la familia de la cual provenimos: 1. Relación de intergeneración que sería el círculo perfecto de la vida. 2. Relación de interdominacia en donde se ha alterado el círculo perfecto. 3. Relación de contradominancia en donde ya existe una alteración que ha causado un daño grave. Esta teoría es planteada por la medicina tradicional china, que sostiene que cada elemento tiene una relación con los órganos. Y con esta idea trabaja la acupuntura para comprender más ampliamente el proceso psicosomático. La situación de los niños con problemasde desarrollo sigue causando sufrimiento en sus madres por la incertidumbre de su futuro. Hace algunos meses después de terminar la carrera me encuentro con una problemática que me conmovió, las madres de estos chicos están enfermando, cada vez más, el cáncer se hace presente; Esto significa que su red de cooperación interna se está alterando ya que no son ajenas a esta sociedad del consumo y competencia, ni de este planeta que está en crisis. Puedo valerme de la teoría de los cinco elementos para comprender qué emoción las está dominando y cómo se ha instalado en sus órganos; Y comprendiendo esto será posible darle una salida a esas emociones que las enferman. Esto en cooperación con la Psicoterapia Gestalt que forma parte de la psicología humanista y tiene la finalidad de facilitar el crecimiento del potencial humano, centra la atención en la conducta presente y la participación activa del terapeuta es necesaria para facilitar en el paciente el proceso del darse cuenta de sí mismo. Y más específicamente descubro que para el objetivo de mi proyecto existe la Sensibilización Gestalt que promueve el darse cuenta y la responsabilización, para que la persona se ponga más vívidamente en contacto consigo misma y con el mundo, para que esté alerta de su propia experiencia, se de cuenta de ella y con esto se descubra, se desbloquee, descubra a los otros y logre una mayor fluidez en su relación intra e inter personal. Ambas posturas validan al método intuitivo en conjunto con el método racional, comparten una cosmovisión holística y organísmica, y, se centran en el aquí y ahora del ser humano que funciona como un todo organizado en interdependencia con el ambiente. Y si bien es cierto, que la historia de la ciencia muestra la incapacidad humana de agotar la realidad con una sola perspectiva, estas dos posturas permiten una auténtica actitud de apertura y un abandono al deseo de ser los poseedores de la verdad absoluta. De esta manera el objetivo del siguiente trabajo es aplicar un Taller de Sensibilización Gestalt a madres de personas con necesidades educativas especiales tomando como fondo la Teoría de los Cinco elementos de la Medicina Tradicional China para poder explorar las posibilidades para atender a esta población en particular. El taller tiene como objetivo “facilitar a las participantes los procesos de autodescubrimiento y el darse cuenta de las emociones que experimentan y como afectan a sus cuerpos y a su comportamiento.”. CAPÍTULO 1 EL ESPACIO DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL Dentro del macrocosmos al que pertenecemos siempre hay un espacio para cada ser, vale la pena reflexionar qué representa para nuestra actual sociedad el caso de la educación especial. En primera instancia la concepción del retardo de los sujetos especiales y el trato que se les brinda, de acuerdo con Aguilera (1998) han sido distintos en los diferentes periodos de la historia. Los griegos y romanos se referían a ellos como tontos o monstruos y buscando la perfección, estas personas eran exterminadas por concebirse como incapaces de tener sentimientos humanos. Durante el cristianismo se les prodigaban cuidados y se les llamaban imbéciles o idiotas, les proporcionaron asilo pero con el verdadero fin de aislarlos de la sociedad. Durante la reforma protestante se creía que estaban poseídos por el diablo y muchos de ellos fueron torturados, atormentados y castigados al intentar exorcizarlos. Es a principios del siglo XX que surgen instituciones y escuelas especiales para brindar atención y capacitación a los retrasados mentales o personas con alguna desventaja o incapacidad. En Alemania, en 1970 se crean las primeras clases especiales con el objeto de que posteriormente se reincorporaran a las clases regulares; en 1986 se crean las primeras clases especiales de los EUA. Por consiguiente, todas aquellas personas que por impedimentos físicos, intelectuales o emocionales no pueden acceder al currículo de la escuela regular fueron segregados al crear para ellos el subsistema de la educación especial. Así, el sujeto de educación especial representa una etiqueta, una patología y una diferencia que le es impuesta. Aguilera (op. cit) afirma que existen diferentes teorías que explican el desarrollo del niño (la psicología diferencial, la psicología conductual, la psicología histórico-conductual, la psicogenética y el psicoanálisis), pero dan la impresión de que el niño se ha fragmentado para que cada aproximación estudiara sólo un aspecto, por lo tanto, ninguna de las teorías logra analizar al niño en su totalidad. Cada chico depende de un pequeño núcleo del que es parte para poder desarrollarse, su familia. Su segregación o estimulación empieza por sus propios padres, ya que como lo menciona Ávila (1998): “para la familia la llegada de un hijo enfermo es el caos, la madre (sobre todo) sufre un shock, no cree lo que está viendo, y el niño raramente es incorporado a la situación familiar” (pág. 110). Sin embargo, parte de esta dinámica familiar depende también del crecimiento tecnológico que están viviendo las sociedades contemporáneas. López (1996) menciona que este crecimiento ha ocasionado cambios en las formas de vida, de alimentación. Los seres humanos pasamos de una experiencia a otra, vivimos con arrogancia, con envidia, con soberbia, con malos deseos a los otros, a quienes son felices; a veces pensamos que somos invencibles, poderosos, y que podemos humillar a quien se nos ponga enfrente. Hasta que un día nuestra vida cambia, por una enfermedad, por la pérdida de un ser querido, por un accidente, por tener un hijo con problemas de aprendizaje, con síndrome de Down, con parálisis cerebral, con disfunción cerebral mínima o profunda. Es entonces cuando nuestra vida empieza a tomar un curso que no deseamos, empezamos a ver el mundo con otros ojos. López (op. cit.) afirma también que en los padres de familias mexicanas podemos encontrar tanto padres y madres amorosos, protectores, preocupados, quienes luchan y ayudan a sus hijos, así como los que los rechazan o los esconden, se avergüenzan de ellos; familias donde el padre se hizo alcohólico y culpa a la madre, el padre que se fue al saber que su hijo tenía retraso en el desarrollo, la madre que llora siempre y cree que con protegerlo ayuda a su hijo; pero también están los padres que se unieron y luchan para sacar adelante a sus hijos. Una constante en las familias cuyos hijos presentan problemas en el desarrollo físico y psicológico es la preocupación por el futuro. ¿Qué será de ellos cuando la madre fallezca? La respuesta no es simple, hace falta también pensar en su vida sexual, en sus sentimientos, en su recreación y, sobre todo, en los mecanismos para ayudar a que el hijo pueda vivir, aún cuando falten la madre, el padre o la persona que se ocupa de ellos. Hasta ahora ha sido muy difícil cumplir esta demanda, la cultura de la sociedad mexicana no ha llenado esas necesidades, lo que sucede es que el hijo pasa al cuidado de la hermana o del hermano y, desde luego, el trato no es el mismo, ya que la madre era quien se ocupaba de él. Este cambio a veces hace que se vuelvan niños tristes o deprimidos, perdiendo la risa de sus rostros. En el CEAPAC (Centro de Estudios y Atención Psicológica. Asociación Civil), se ha visto el proceso en muchos niños y también se ha visto como sus vidas se han transformado. Sus historias cuentan lo que sucedió a los padres y lo que le sucedió a los hijos, y cómo conforme fueron cambiando los hijos se transformó la familia; en otros casos ven cómo los padres no cambiaron y el hijo se estancó en su desarrollo. López (op. cit.) dice que las historias de estos niños le partieron el corazón y que le hicieron nudos en la garganta. Estos chicos se enamoran de la vida y de las personas, y ese acto de amor esel que los mantiene con ganas de vivir. Mientras que nosotros renegamos o deseamos que todo acabe nada más porque no nos salieron bien las cosas un solo día. Pues a mi también me parte el corazón cada vez que las recuerdo y en verdad saber de ellos y de muchos otros chicos que he encontrado en el camino me ayuda a encontrar otro sentido en mi vida, sobre todo porque siempre tienen una sonrisa que brindar, y sí, aunque a veces responden con agresión, es sólo porque eso es lo que han aprendido, cuando se dan cuenta de que nuestra intención no es agredirlos, y vaya que se dan cuenta, ellos responden y surge de nuevo todo el amor que llevan dentro. En este sentido, para Villagrán (2002) los niños especiales son una población olvidada socialmente. En su opinión, el gobierno ha creado escuelas especiales donde abunda la corrupción de algunos servidores públicos y algunos profesores que sólo se preocupan por obtener beneficios personales, así como algunos responsables de la educación especial que se “alzan el cuello” explotando el trabajo de padres de familia y el esfuerzo de docentes que sí se preocupan por elevar la calidad de vida de estos niños. Dado lo anterior, Aguilera (1998) y Villagrán (2002) proponen concebir al niño integralmente, lo que incluye considerar su aspecto neurológico, su espacio social familiar afectivo, que tiene que ver con su aceptación familiar y el lugar que ocupa, así como las formas de alimentación, tanto en calidad como en cantidad y conjugarlo con el apoyo de alguna medicina alternativa como la acupuntura, musicoterapia, ejercicios bioenergéticos, masoterapia, herbolaria, etc. Ya que esto permitirá que en el trabajo del aula o el consultorio se observen mejorías en su cuerpo y comportamiento que posibilitan un mejor aprendizaje en el campo académico y en la vida social y personal del niño. CAPÍTULO 2 LA SITUACIÓN DE LAS MADRES DE HIJOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES En muchas ocasiones los padres demandan solución a problemas de conducta o aprendizaje del niño como si él fuera el culpable de dicha situación, pero la mayoría de las veces, esto es producto de la dinámica familiar, es decir, de la relación de padres e hijos y las formas de vivir cotidianamente. Concebir al niño de educación especial integralmente nos lleva a pensar que las relaciones familiares en que está inmerso son un proceso importante al cual debemos prestar gran atención. Como lo muestra Contreras (2002), la dinámica familiar conforma la salud o enfermedad de los miembros de una familia. Las personas materializamos y somatizamos la propia relación familiar en el cuerpo incluyendo el proceso histórico social en el que nos desarrollamos. Es así que los impactos psicológicos vividos en el interior de las familias quedan registrados en el cuerpo. Al observar al interior de las familias mexicanas podemos ver que hay algo similar en la relación con la que las mujeres se vinculan con sus familias, debido rol que socialmente se nos otorga. El rol de la mujer dentro de la sociedad mexicana no ha sido el mismo a través de los siglos. No obstante, el hecho de ser parte de una nación de origen mestizo me lleva a preguntar ¿Cuál es el papel que realmente nos otorga a las mujeres la sociedad? Y respondo que, tomando en cuenta que la mayoría de esta sociedad mexicana profesa la religión judeo-cristiana, fácilmente se puede afirmar que el papel más importante por el cual se nos hacen honores es el de las dadoras de vida, es decir, “el ser madres”. Y entonces, puedo también afirmar que este rol no ha cambiado desde el inicio de la sociedad mexicana, solamente se ha adaptado dependiendo de las distintas actividades que cada mujer realiza. En la ciudad de México las mujeres somos madres, sí, madres, pero también somos hijas, hermanas, esposas y profesionales, situación que nos ha llevado hasta el límite que menciona María de Lourdes Araujo (2002) porque todo tiene consecuencias y todos los papeles que juega la mujer en la sociedad llevan a esto, a abandonarse en el intento de criar a los hijos y ¿cómo? Nada más podemos leer la cita que esta autora escribe: “Es increíble observar aquí que a pesar de lo insignificante que esto parece, existe un trasfondo de emociones y sensaciones del cuerpo que incorporan al sufrimiento como parte natural de la vida cotidiana. Cómo a través del miedo, la soledad, la frustración, la sumisión, la mujer aprende a amar”. (Pág. 143). Y si a todos estos roles le agregamos el de ser madres de un niño con necesidades educativas especiales, un hijo con síndrome de Down o con parálisis cerebral. ¿Cómo cargan las mujeres con esta responsabilidad? Las mamás de estos niños, en su mayoría se dedican a su hijo o hija, algunas emprenden un camino al que no le ven fin. Se sienten angustiadas, se preguntan por qué sucedió o qué hicieron mal. Pero, no desisten, por su hijo, porque su hijo depende de ellas. Al acercarse a estas madres podemos notar que la preocupación por el futuro de su hijo y por la educación que le están brindando, además de las exigencias de vida que tienen los padres y principalmente la madre es alarmante. Estas madres están inmersas en sentimientos de miedo, enojo, tristeza, angustia; lo cual las lleva a olvidarse de ella mismas en este cumplimiento de su deber como madres, esposas, proveedoras, etc. Olvidan que son mujeres con ideas propias, con habilidades importantes y necesidades que requieren satisfacer. Estas madres pierden muchas veces el sentido de su propia vida por la de su pequeño especial sin darse cuenta de que en este olvido también se llevan a su hijo y ninguno de los dos tiene voz propia. Han olvidado que son un cuerpo que reciente todo el dolor y han olvidado que este cuerpo es suyo y es preciso escuchar sus mensajes para dejar de enfermarlo con tanto miedo. Jacobo (1990) afirma que fueron los trabajos de Bettelheim y Mannoni los que le mostraron una premisa básica en su trabajo profesional: “El respeto por el sujeto”. Basándose en dicho respeto, el primer paso a dar es el de reconstruir la historia del sujeto, saber cómo se encuentra inmerso en esta dinámica familiar donde cada sujeto tiene su propio lugar, sus propios deseos, y sus propios conflictos. Resultan más relevantes las representaciones sociales valorativas alrededor del retardo y los fantasmas parentales para poder pensar en un sujeto particular y su historia. Manonni (1989) afirma que la madre es quien emprenderá una larga batalla contra la inercia o la indiferencia social cuya meta es la salud de su niño desahuciado, salud que ella reivindica, manteniendo una moral de hierro en medio de la hostilidad o el desaliento. Sin embargo, estas madres experimentan distintas emociones hacia sus hijos. Hay momentos críticos y Bettelheim (2003) menciona que a menudo los libros les dicen a los padres cómo han de ser con su hijo: comprensivos, pacientes y, sobre todo, cariñosos. Pero por mucho que quieran ser unos padres al menos muy buenos, es prácticamente imposible conservar estas actitudes positivas en situaciones de crisis, pues durante ellas las emociones los agitan con fuerza porque pierden la paciencia debido a lo que el niño hace o se empeña en no hacer. No alcanzan a entender por qué es tan obstinado. Se sienten incapaces de quererle cuando hiere sus sentimientos, los avergüenza, destruye algún objeto que aprecian mucho, tira la comida por encima, o desahoga su rabia atizándoles puñetazos o puntapiés, o atizándoselos a un hermano o hermana, ya sea literalmente o en sentido figurado. Pero lo que suele ser una ayuda en tales situaciones es recordar las veces en que deseaban comportarse o se comportaban de modo muy parecido a como ahora se comporta el niño; ciertamente, en la vida de todos nosotrosha habido momentos en que agotábamos la paciencia de nuestros padres, en que queríamos desafiarles o les desafiábamos. Si somos capaces de recordar verdaderamente estas situaciones, también recordaremos cuan profundamente dolorosas fueron para nosotros cuando éramos niños, lo ansiosos e inseguros que nos sentíamos detrás de nuestra fachada de desafío y discusión, y cómo nos dolía ver que nuestros padres no alcanzaban a darse cuenta de todo esto porque estaban tan absortos en su enfado. Cuando pueden recordar su propia agitación emotiva en situaciones parecidas, así como el precio que tuvieron que pagar por ella, entonces el enfado se evapora y en su lugar es posible que sientan comprensión por el dolor interior de su hijo, dolor que él trata de ocultar mediante un alarde de autosuficiencia o superioridad. Los recuerdos de nuestra propia infancia nos harán ser pacientes y comprensivos. Ante esto, la mayor aportación que retomo de Bettelheim es la que asegura que todos nosotros podemos procurar comprendernos mejor, ya que nuestros esfuerzos por adquirir mayor claridad acerca de nosotros mismos nos permiten adquirir claridad en la relación con nuestro hijo, con el consiguiente enriquecimiento de nuestra vida. De esta manera retomo lo descrito por Durán (2004) quien dice que en la visión del cuerpo percibido por la racionalidad moderna, se ha provocado un caos interior del hombre y la mujer y, al exterior con el planeta. Y es la visión del cuerpo en unidad, integrado a su entorno, la que permitirá la desaparición del caos corporal y del caos planetario. El hombre de todos los días en la metrópolis, principalmente, no encuentra como articular su cuerpo con la naturaleza, ni como articular las emociones propias de las ciudades superpobladas como México, con las enfermedades que padece, como consecuencia de una política económica farmacéutica ligada a una atención a la salud hegemónica. Para las crónicas institucionales el ser humano se redujo a un ser económico, político y sexual, además desarticulado. Las sociedades modernas, insertadas en estos proyectos sociales, se debaten en el crimen, la violencia, el narcotráfico, las más exóticas y extremas manifestaciones sexuales y en el deterioro del ambiente y de la salud con enfermedades inéditas; y las instituciones, en la corrupción extrema por las relaciones humanas instaladas en la competencia, que tiene como lógica el exterminio del otro para el triunfo del ego, por medio del poder económico y político. Entonces, esa cooperación y participación del sujeto en el ritmo cósmico y en el de la naturaleza que le rodea, incluyendo su ámbito social y cultural, se podrá poner en marcha cuando los hombres y las mujeres dejen de aferrarse al yo racional, al ego. Durante el desarrollo de nuestras sociedades occidentales, basadas en la modernidad racional, los varones han sido los más criticados por carecer de intuición.1 A las mujeres se les atribuye la posesión del llamado sexto sentido. Se hace un galardón de una intuición femenina por las mujeres occidentales para mostrar la sensibilidad que en verdad poseen respecto a los compromisos y responsabilidades hacia los hijos, a pesar de que muchas mujeres dejen ahí la vida de manera inconsciente. Esta circunstancia la otorga estar ligadas a la naturaleza por su condición de dadoras de vida. Esa es nuestra confusión, sobre todo en mujeres profesionistas. Estar en una sociedad altamente racional, masculinizada, y percibir nuestra necesidad de articularnos a la naturaleza en la creación y cuidado del crecimiento de otros seres humanos, nos provoca sentimientos encontrados y nos hace somatizarlo; somos las que creamos el feminismo y, también, somos las que llenamos los hospitales, las terapias psicoanalíticas, los lugares donde se otorga terapia alternativa y las que estamos siempre presentes en la educación de los hijos e hijas, o las que han echado a perder a la sociedad, y particularmente las que hemos provocado la indiferencia de los varones y su falta de compromiso en el ejercicio indispensable, como lo es la cooperación para el sostén de la vida. Las mujeres resultan ser las principales protagonistas en el sostén de la humanidad. Pero los varones no dejan de poseer la condición de ser sensibles comprometidos y responsables, solo que esto no lo han desarrollado. Ellos también cooperan con dicha condición a la naturaleza, sólo que por el papel que les ha otorgado la modernidad racional, se alejan más de esta maravilla de cooperar en el desarrollo de la vida. Es cierto que a los varones les toca la tarea más difícil para desarrollar la intuición. Los varones, en su mayoría, por su particular masculinidad, se encuentran instalados de lleno en la no cooperación, en la falta de compromiso, en la racionalidad. Las mujeres también desarrollamos esta parte masculina pero recordamos nuestra unión con lo sensible, con la naturaleza cuando nos sabemos creadoras de ella, cuando sentimos que podemos dar vida a otro ser y entonces esta posibilidad nos otorga la facilidad de 1 Para efectos de este trabajo se entiende que hacemos uso de la intuición cuando nos reconocemos como parte de la naturaleza, sentimos nuestra vinculación con los otros, con el medio y actuamos en consecuencia. desarrollar la intuición. El desarrollo de la intuición es permitir que brote de nuestro más íntimo ser, de nuestro espíritu, lo humano que somos. La intuición se encuentra dentro de nosotros, solamente hay que dejarla brotar, el punto sensible es: nuestro cuerpo. La propuesta de Durán (2004) es la de comenzar a leer al sujeto, a rescatarlo, en un plano epistemológico, que lo aborde por la vía del cuerpo en unidad, para mostrar una respuesta al problema de la complejidad social que estamos viviendo en la actualidad. CAPÍTULO 3 EL ENFOQUE DE LO CORPORAL Y LO PSICOSOMÁTICO El cuerpo de los mexicanos es construido dentro de la dinámica familiar y cuando debemos atender a las exigencias de la sociedad el cuerpo se moldea adaptándose al medio. Algunas veces debemos modificar necesidades biológicas porque algún docente nos niega “el permiso” de salir de su salón de clases; en ocasiones un mandato nos impide expresar una emoción o derramar una lágrima ante los demás; las demandas de la sociedad tales como llegar a un horario, trabajar ciertas horas o cumplir con las tareas de la escuela llegan a ser una agresión hacia nuestra persona y todo se instala en nuestro cuerpo. 3.1. LAS ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS Las enfermedades psicosomática, son aquellas cuya manifestación y desarrollo está bajo la influencia demostrable de los factores psicosociales. Los trastornos psicosomáticos son diferentes y pueden clasificarse según López (2002) en los siguientes grupos principales: 1. Síntomas de conversión. El síntoma adquiere un carácter simbólico que no es comprendido por el paciente. La manifestación del síntoma puede entenderse como un intento de solucionar el conflicto. Los síntomas de conversión suelen afectar la motricidad voluntaria y los órganos sensoriales. 2. Síndromes funcionales (somatomorfos). Por regla general, resulta difícil detectar cambios en los tejidos. Al contrario de lo que ocurre con la sintomatología de conversión, en este caso el síntoma concreto no tiene una importancia particular en la vida del paciente, sino que se trata de una consecuencia no específica del trastorno de una función o percepción corporal. Puede haber un pseudocuadro como dolor de espalda acompañado de diarrea o cefalea, pero la persona sigue trabajando ya que estos síntomas no le impiden trabajar. 3. Enfermedades psicosomáticas en sentido estricto (psicosomatosis). Son producidas por una reacción física primariafrente a una vivencia conflictiva, acompañada de transformaciones morfológicas objetivables y una enfermedad orgánica. Las condiciones previas necesarias (predisposición), una respuesta orgánica (un locus minoris resitentiae que debe entenderse dentro de la historia individual del paciente) puede influir sobre determinados órganos. Desde el punto de vista de la medicina histórica, este grupo comprende siete cuadros patológicos clásicos de la psicosomática: asma bronquial, colitis ulcerosa, hipertensión esencial, hipertiroidismo, neurodermatitis, artritis reumatoide y úlcera duodenal. La frontera de las leyes universales enfrenta una nueva relación epistemológica ante las formas de explicarse los padecimientos y las nuevas sintomatologías que construyen los sujetos. Se hace necesario recurrir a la lógica de la reconstrucción del cuerpo como un microcosmos. Lo psicosomático se convierte en una nueva realidad social que se va asimilando en la población sin importar los recursos económicos y culturales; es una nueva posibilidad en los estilos de vivir; los niveles de somatización se convierten en un modo de vida o una nueva pseudo realidad que los individuos construyen como un factor de riesgo en las maneras de llevar su existencia. La multiplicidad de formas y estilos de vida en la sociedad contemporánea es sólo un planteamiento que pone a los individuos en la lógica de no participar en la construcción de la sociedad de manera intencionada; somos víctimas de las circunstancias y no tenemos opciones para nuestras vidas; lo que nos asigna la familia y la sociedad es lo que hacemos; se asume como verdadero, eso resta posibilidades al sujeto de hacer su vida y su estilo personal de vivir. La pérdida de las opciones no sólo en el sentido social sino en el proceso de la elección individual, se convierte en un fenómeno que no permite apropiarse del cuerpo, por tanto eso implica una distancia entre el cuerpo y la sociedad, lo que es un contrasentido al ser éste, el cuerpo, un producto histórico-social. Para muchos de nosotros, como lo mencionan Chaparro, Herrera, López, O., López, S. y Rivera (2007), es natural nacer en una realidad donde nos venden placeres o modernas cuentas de vidrio (juegos de video, un tipo de música, sabores ricos en dulce o en agridulce, y estimulantes de la pupila con colores y movimientos), placeres que contribuyen a darle un nuevo uso social a nuestro cuerpo. A esto hay que agregar el someternos a las disciplinas de un sistema de trabajo (lleno de estrés, de competencia, sometido a la idea del éxito) que acaba con la vida personal. La ciudad es el laboratorio donde se expresan la angustia, el suicidio, la soledad, el estrés, la construcción de nuevas realidades corporales que se manifiestan en procesos crónico-degenerativos. Lo político y la sociedad no excluyen la construcción del cuerpo, tenemos el cuerpo que tienen los gobernantes, por tanto, nuestras patologías se acrecientan y se desarrollan conforme a las maneras de vivir en los nuevos tiempos. La respuesta de adaptación incluye el proceso de alteración de uno o varios órganos a la vez, lo que produce los síntomas de un trastorno psicosomático que si bien no produce la muerte inmediata ni acaba con el cuerpo, sí gesta un gran sufrimiento crónico y desarticula los procesos que conducen a una vida digna. De esta manera el interés central para López (op. cit) es la teoría de los cinco elementos planteada por la medicina tradicional china, que sostiene que cada elemento tiene una relación con los órganos. Con esta idea trabaja la acupuntura; recurre a ella para comprender más ampliamente el proceso psicosomático. La concepción del cuerpo que maneja la acupuntura está sostenida en la analogía con un microcosmos en armonía que, al ser violentado, produce desequilibrios energéticos en el cuerpo; el desequilibrio puede tener orígenes diversos que van desde los alimentos que se consumen, la forma en como se respira, el lugar donde se vive, el tipo de trabajo, las formas de expresar los sentimientos y cómo se vive la sexualidad, entre otras cosas. La analogía con un microcosmos rompe con la idea atomizada antropocéntrica, de desvincular al hombre del lugar donde vive y hacerle creer que hizo “su naturaleza” y es autónomo de los procesos del planeta. Esta ilusión sólo ha llevado a que los individuos tengan muchas dificultades para encontrar un lugar en el planeta, en su sociedad o algo más cercano: su vida. El no cultivar la relación con la naturaleza ha producido desequilibrios ecológicos y corporales que se expresan en una nueva complejidad razón-cuerpo de cuyo proceso han intentado dar cuenta las teorías occidentales. Toda discusión sobre el cerebro es resultado de esta desconexión y fragmentación con el hombre mismo. Por eso López (op. cit.) trata de interpretar el proceso psicosomático como concepto de armonía con un microcosmos como es el cuerpo humano. La acupuntura sostiene que una emoción o sentimiento se relaciona con un órgano y viceversa. Cuando la emoción domina se instala en el órgano, lo que permite que la persona manifieste trastornos energéticos en él. Se rompe el equilibrio que se guarda entre el órgano y la emoción; más allá de esa idea se puede ampliar el concepto y comprender que los órganos tienen una relación entre sí, es decir, no son autónomos, lo que implica que el desequilibrio es energético. La ruptura del equilibrio energético está en estrecha relación con las condiciones de vida y las formas en que se expresan los sentimientos, cómo se vive, con o si estrés, los cuidados del cuerpo, tipo de trabajo y alimentación, las formas en que se guardan los rencores, abandonos afectivos, sobreprotección, resentimientos, etc., en la relación familiar. Esto es importante porque de ello depende la forma en que la persona elabora su proceso psicosomático: lo deposita en un órgano, articulación, o se produce alguna sintomatología que bien puede ser migraña, hemorroides, estreñimiento, asma, depresión o tristeza crónica, en algunos casos problemas de psoriasis, entre otras menos comunes. Pues bien, al enfrentarse a este síntoma lo que hacemos es buscar relación con el órgano o en algunos casos con los órganos, porque la relación que existe entre los órganos es de madres-hijos, lo que significa que si se afecta un órgano, este podrá a su vez, afectar a otro, lo que desarmoniza el microcosmos; en este sentido nada de lo que le suceda al cuerpo es ajeno a la interpretación de relaciones que permiten encontrar la profundidad de un problema orgánico emocional. Hasta ahora López (op. cit.) ha podido constatar este proceso en los pacientes y para él, el restablecimiento del equilibrio energético es la posibilidad de la salud. Este aspecto de la interpretación es un primer momento; el segundo es cuando se hace el tratamiento y las recomendaciones para establecer el equilibrio energético, que pueden ir desde enriquecimiento de la dieta, hasta darse una mejor oportunidad para escucharse; eso traerá la posibilidad de una mejor calidad de vida. López, considera que este aspecto de la interpretación es de vital importancia para no estar buscando ese círculo vicioso del cerebro y la razón. 3.2. LA TEORÍA DE LOS CINCO ELEMENTOS Partir de la teoría de los cinco elementos es comprender el cuerpo con otra profundidad y no sólo en el sentido filosófico, es ir al campo de los trastornos psicosomáticos. López (2006) afirma que en dicha teoría se sostiene que el cuerpo está en estrecha relación con cinco elementos, como son: madera, fuego, tierra, metal y agua. Mismos que se encuentran dentro y fuera del cuerpo humano en equilibrio. La pérdida del equilibrio, de la relación cuerpo-naturaleza, no es algo gratuito, se altera su proceso de funcionamiento, sea que se incrementa su trabajo o se deforma, se atrofiao desarrolla un cáncer; el cuerpo es el espacio donde se concretan las rupturas de la relación de los elementos, el microcosmos que es el individuo, vive las implicaciones de un concepto de trabajo que acaba con su columna vertebral, con el estómago y desarrolla un intestino moderno o un megacolon o incluso puede paralizar al corazón con un infarto al miocardio. Exaltar o reprimir la emoción tiene sus implicaciones en el funcionamiento del cuerpo, se construye una patología o se hace una enfermedad crónica-degenerativa, llamada hoy día, psicosomática. Los órganos y los elementos se relacionan entre sí ya que circulan en un ciclo que es el funcionamiento del cuerpo en donde desembocan sus emociones. Bisogno (2006) nos explica que el agua debe ser suficiente para que los árboles crezcan; de los árboles se extrae la madera para hacer fuego, y con las cenizas de la madera se abona la tierra para que siga produciendo alimentos; la tierra, con el paso de los años y de los cambios climatológicos, se va convirtiendo en los diferentes minerales que conocemos, mismos que, a su vez, terminan convirtiéndose en agua para cerrar un ciclo y comenzar nuevamente otro. El agua se relaciona con los riñones y con el miedo, la madera con el hígado y con la ira, el fuego con el corazón y la euforia, la tierra con el bazo y la ansiedad, y el metal con los pulmones y la tristeza. Si el hígado falla, fallará también el corazón, si este falla, fallará el bazo, y si este no está en equilibrio, los pulmones se resentirán y entonces los riñones se afectarán y, en consecuencia, el hígado no funcionará. La tierra se cura a sí misma, no espera para armonizarse cada vez que hay algún desequilibrio: los temblores son acomodaciones que la equilibran; los vientos fuertes disipan y limpian; el agua lava, el fuego arde y quema para que las cenizas abonen la tierra para dar paso a una nueva vida. Si ella sabe escucharse a sí misma y encontrar el balance necesario también nuestro cuerpo puede hacerlo, él habla o grita según el caso: nos dice lo que necesitamos, lo que no nos sirve, pero nosotros no lo escuchamos, estamos acostumbrados a dejarnos llevar solo por los razonamientos, por lo que la mente dicta, hasta que el cuerpo dice ¡basta! Sentir implica confrontación con uno mismo, porque el cuerpo que no le gusta lo que le damos, lo que le decimos, lo que le hacemos, y no siempre estamos dispuestos a aceptar que estamos equivocados, nuestra soberbia nos lo impide. De cualquier forma, el cuerpo hablará. Escucharlo es evitar el sufrimiento. Durán (2004) menciona que el corazón impulsa la sangre a través del cuerpo, integra y comunica la experiencia de la vida de los hombres y mujeres. Comunica sensaciones y sentimientos a lo largo del cuerpo apoyando la interconexión entre nuestra vida íntima y el universo externo. El corazón otorga la capacidad que tiene el ser humano de ser un ente individual unido al mismo tiempo a los otros y a lo que le rodea. El corazón se acopla con la energía del intestino delgado que purifica y transporta los líquidos y las sustancias que ingresan a la sangre, aprovecha los nutrientes de los alimentos e inspira al cuerpo a vivir las experiencias de sorpresa y de regocijo. El corazón, se articula con el elemento fuego; este elemento brinda al hombre y a la mujer, la conciencia de su presencia en el mundo y la capacidad del amar lo que les rodea. El fuego representa el espacio universal y envolvente dentro del cual crecemos y nos expandemos. Al escuchar al corazón podemos reconocer nuestra propia profundidad humana de la felicidad, porque en el corazón se anida la emoción de la alegría. Entonces, tenemos la alegría por la vida, que es el gusto por estar vivos porque hemos encontrado nuestro lugar en la vida y despertamos cada día dando gracias. El fuego genera cenizas y permite la aparición de la tierra, que es en la que se graban las actividades del ser humano sobre el planeta, en ella se puede leer la historia de nuestros antepasados. El bazo es el órgano que se identifica con la energía de la tierra, es el abastecedor constante, en donde el cuerpo se renueva. El bazo que nutre al cuerpo, lo sostiene en unidad y en pie; gobierna a la sangre al mantenerla dentro de las arterias y venas, incorpora ideas e información a la mente y faculta al ser humano para la concentración y la formación del pensamiento. El recuerdo y la reflexión provienen del bazo; confiere el poder de la intención; atesora la mente mientras que es un proceso de cognición que se identifica con el proceso de la vida. El bazo integra al cuerpo los alimentos y las experiencias, conserva la memoria del paso de las acciones del individuo por su propia vida en relación con los otros. Nos ayuda a mantener las relaciones con los otros seres humanos, de tal manera que nutre y promueve en términos de cooperación nuestra conexión con los demás y con el mundo. La energía que se genera en el bazo se acopla a la del estómago y su cooperación desencadenada, tiene efectos directos en nuestra psique; si la energía es débil, la persona será malhumorada, maniática, pero si es excesiva, la persona tenderá a pensar demasiado en sí misma, a mostrar una enorme ambición o un fuerte apetito de vida, siempre se encontrará insatisfecha y tenderá a la frustración. La tierra permite la formación de metales y minerales y el metal se encuentra en la tierra. El pulmón estará en analogía con el metal que por su poder de diferenciar entre oxígeno y bióxido de carbono, destila lo bueno y puro de lo tosco y rudimentario. En su lucha por generar armonía a partir del caos, la energía del pulmón ayuda al ser humano a moldear las situaciones con la intención de desarrollar sus tareas de forma precisa y excelsa. Los pulmones inspiran vida e infunden ritmo y armonía al impulsar la energía por todo el cuerpo. La respiración rítmica permite hallar el equilibrio, el centro, armonizando las energías del cuerpo, el pulmón que es moldeado por las respiraciones profundas o cortas permite que el cuerpo se deshaga de toxinas, de elementos e ideas añejas que lo perjudican y prejuician, es decir, que impulsa al ser humano al cambio constante de formas de vida. Si la energía del pulmón se agota se le dificultará eliminar el dióxido de carbono y el individuo mostrará ansiedad, pérdida de agudeza mental y depresión. El pulmón media entre lo interno y lo externo y, junto con la piel (transpirando por medio de la dermis, expulsando líquidos en forma de sudor) nos contiene y nos protege del ingreso de agentes extraños. Regula la abertura de los poros, lo que permita ajustar la humedad y la temperatura del cuerpo. Cuando hay un mal funcionamiento, disminuye nuestra capacidad de inspirar la vida del aire, el afecto y enseñanza de los otros. Al transportar los nutrientes al interior del cuerpo coopera con el intestino grueso que es el que expulsa los residuos hacia el exterior, nos ayuda a configurar lo que ya no queremos, lo que es ajeno a nuestro sí mismo, y crea espacio vacío para reconocer lo que sí queremos espiritualmente. Al ayudarnos a identificar el vacío que se presenta como el lugar dentro del cual pueden tomar forma las nuevas concepciones del mundo, los valores y las emociones, proporcionándonos una nueva expectativa de vida. La energía del metal, genera agua y con el comportamiento del agua se asocia el riñón que es el que consolida y almacena la energía que inicia y sostiene el crecimiento de la vida y de nuestro cuerpo, conserva lo que es esencial. El riñón nos pone en contacto directo con la energía cósmica para apoyar nuestra regeneración continua. Es la fuente de imaginación que nos permita crear las nociones de espacio y tiempo viviendo el aquí y el ahora. Su energía nos permite ver nuestros orígenes ancestrales y mirar hacia delante. Cuando la energía delriñón es abundante, la vida sexual y reproductora es vigorosa y duradera. Su mal funcionamiento nos dificulta distinguir entre lo bueno y lo malo en nuestras vidas, afecta el juicio. El riñón nos impulsa a una insaciable búsqueda de la verdad, nos ayuda a expresar las aspiraciones y nuestros propósitos, regula el miedo y el valor. Genera los elementos estructurales del cuerpo (médula ósea, cerebro, medula espinal, huesos, dientes, sangre y cabello) y regula el crecimiento físico. Se acopla con la vejiga y se asocia con la audición. El riñón humedece, regenera, estimula y calienta a todos los órganos. Al correr por la superficie de la tierra y filtrarse, la energía del agua permite el crecimiento de la madera, que al articularse con el suelo hunde sus raíces en el terreno, se expande y logra sobrepasar los límites recorriendo caminos no trazados. La energía del hígado induce al movimiento y despierta a la mente permitiendo que crezca la tensión y la presión. Cuando el hígado es fuerte, impulsa al ser humano a innovar, a enfrentar nuevos caminos, a crecer; cuando es débil hay nerviosismo y contradicciones. Ayuda al cuerpo en el sentido de regulación, equilibrio de las emociones y la coherencia en los comportamientos del ser humano. Con el temperamento voluble, la tensión nerviosa, emociones contenidas y frustraciones experimentadas, estancamos la capacidad del hígado de almacenar y liberar sangre, se produce una actividad caótica en el cuerpo. Esta sangre que almacena el hígado nutre a los tendones, los ligamentos, los cartílagos, los músculos y los ojos. Cuando nuestro hígado es sano mostramos control y equilibrio en las emociones, claridad en el juicio, decisiones firmes y acciones resueltas, dándonos la capacidad de hacer frente a las vicisitudes de la vida. Al hígado se acopla la vesícula biliar que almacena y segrega bilis que es la sustancia que estimula la peristalsis del estómago y ambos intestinos. La vesícula biliar nos infunde el poder para la toma de decisiones, el hígado nos da poder para la acción. Juntos nos ayudan en la capacidad de previsión. Los elementos se relacionan en términos de creación en donde la energía de uno da pie a la creación del siguiente pero también pueden establecer una relación de dominación o control: el fuego funde al metal (la energía del corazón domina al pulmón); el metal corta la madera(la energía del pulmón domina a la del hígado); la madera penetra en la tierra (la energía del hígado controla el bazo); la tierra absorbe el agua (la energía del bazo controla al riñón ) y el agua apaga el fuego (la energía del riñón controla a la del corazón). Si estas energías están equilibradas se establecen en términos de cooperación y vigilancia para que ninguna de las energías se exceda y trabajen con óptimo desarrollo para no producir un desequilibrio energético en el cuerpo. Esto ayuda a que razón e intuición se manifiesten con armonía. El uso de la tecnología y las ideas en torno a ella crearon las fantasías de un sinfín de expectativas y nos convirtieron en dependientes de dichos avances tecnológicos; el cuerpo se concibe como mercancía y es explotado por la mercadotecnia. Ahora presenciamos el surgimiento de las enfermedades vinculadas a dicha tecnología y un rápido crecimiento de la incidencia del cáncer. Hay un deterioro en la gente, lo podemos ver con los altos índices de enfermedades crónicas y degenerativas así como patologías mentales que padece la humanidad actualmente. Sin embargo es posible que si restablecemos el equilibrio en nuestro cuerpo, éste pueda proyectarse a nuestro planeta ya que existe una reciprocidad entre ambos. Esto es posible con la intuición ya que es la capacidad de oír nuestra esencia y su desarrollo significa cultivar la facultad de permitir que las vibraciones del universo sean recibidas directamente por el cuerpo. Si establecemos la comunicación con el cuerpo en términos de armonía podrá brotar la intuición y una vez que entramos en armonía con nuestra interioridad o auténtica esencia, nos transformamos en personas más cariñosas, intuitivas y capacitadas para reaccionar desde nuestro interior, desde un sí mismo más abierto y comprensivo. Para que el ser humano en general recupere la espontaneidad tendrá que conocer primero los secretos del universo, comenzando por sí mismo, por su universo interior. Por último, es importante mencionar que pasar por las distintas emociones ó sentir cada una de ellas es necesario para apropiarnos del mundo. Sentimos todas las emociones pero no debemos permitir que una sola nos domine o sea excesiva ya que hasta la alegría en exceso puede matar al cuerpo con un paro cardiaco. LOS CINCO ELEMENTOS ELEMENTO EMOCIÓN ORGANOS PROCESOS SABOR COLOR PADECIMIEMTOS Madera Ira, enojo, angustia Hígado, vesícula biliar, tendón, ojos, piel. En la relación que tiene con los otros órganos, en el hígado se han de establecer los procesos de menstruación, de alimentación de la sangre, nutre el tejido sanguíneo y pone en el cuerpo la esperanza de una vida. Agrio Verde El enojo explosivo, la ira, la amargura, la irritación y la indecisión son emociones que requieren de mucha energía, misma que toman del cuerpo, del hígado, dando como consecuencia su desgaste y deterioro. Este deterioro se muestra en síntomas como ojos amarillos, abdomen inflamado por mal funcionamiento hepático, dolor de costado derecho. El hígado se va debilitando con ausencia o exceso de bilirrubina o ácido úrico. Se puede llegar a padecer cirrosis, hepatitis, artritis o cáncer hepático. Fuego Alegría, Euforia Corazón, intestino delgado, lengua, vasos venosos. El corazón tiene la tarea de mandar la sangre a todo el cuerpo en una relación de continuo movimiento de la sangre periférica una y otra vez a la oxigenación. Este corazón ha de trabajar con el intestino la alegría de obtener los nutrientes para alimentar el cuerpo como un todo. La sangre distribuye al calor del cuerpo, además de llevar las defensas a todos los órganos. En el plano de lo emocional, la sangre transporta las emociones que pueden ser negativas y dañar al cuerpo o positivas y convertirse en defensas para todo el organismo. Amargo Rojo Si se tiene sangre en exceso o se retienen líquidos, el corazón trabajará forzado y se sufre de opresión de pecho, dolor de cabeza, mareos, dolor de ojos y puede ser que sea hipertensión, trombosis, hipotensión. Además, se puede padecer arritmias, soplo en el corazón, depresión, hiperactividad, falta de imaginación, insomnio y anemia. Tierra Ansiedad Estómago, bazo, páncreas, boca, labios, músculos. Sus relaciones con otras partes del cuerpo tienen una importancia sustancial con el proceso de digestión. Son órganos-taller porque procesan los alimentos para obtener el ki adquirido. El bazo participa en la producción y el mantenimiento de las células inmunitarias de la sangre. Dulce Amarillo Cuando el bazo está en desequilibrio, pueden presentarse hematomas, hemorragias y hemofilia, edemas, sudor pegajoso, articulaciones hinchadas, celulitis y humedad estancada, letargo, aburrimiento, lentitud en el proceso de pensamientos, melancolía, sensación de ser víctima e ideas obsesivas, flema o moco que tiende a acumularse en los órganos del sistema digestivo, indigestión y náuseas. También se puede padecer Problemas en el estómago, colon y vías respiratorias, anemia gastritis, acidez, inflamaciones, irritaciones, diabetes úlcera o cáncer. Metal Melancolía, tristeza Pulmón, intestino Estos órganos tienen la función de eliminar los Picante Blanco Si la melancolía llega a los intestinos no habrá una evacuación grueso. residuos de laobtención del ki adquirido, el oxígeno que respiramos no sólo ha de llegar a la sangre, también permite hacer la reacción química de eliminar los residuos de bióxido de carbono del cuerpo, lo que permite evitar la intoxicación y muerte del cuerpo. Los pulmones regulan la respiración y el flujo de energía a través del cuerpo además de controlar el tránsito de líquidos mediante sus movimientos rítmicos; gobiernan también las glándulas del sudor y ayudan a nutrir la piel y el correcta. La tristeza causa problemas de tipo asmática, bronquial, gripas, etc., y baja del sistema de defensas. Cuando no existe una evacuación regular existe el riesgo de desarrollar cáncer de mama, halitosis, colitis, hemorroides, pólipos y culminar en cáncer de colon. Cuando una persona nos es antipática no podemos “ni olerla” pero puede estar presente sin que podamos evitarlo. Circunstancias como esta pueden ocasionar alergias, erupciones cutáneas e inflamaciones agudas. crecimiento del pelo. El acto respiratorio es la base de la vida, un proceso de intercambio y contacto con lo externo. Agua Miedo Riñón, vejiga. En el riñón se almacena la energía vital del cuerpo, especialmente la que nos heredan nuestros padres. Su función es la de filtrar la sangre periférica del cuerpo y volverla a mandar a los pulmones para su oxigenación y ponerla en circulación con el corazón. El riñón y la vejiga sirven para eliminar las impurezas en la sangre. Al riñón le corresponde también el carácter. Salado Negro El exceso del sabor salado, eleva la presión arterial y provoca la retención de líquidos en el cuerpo. En el caso del los diabéticos, el exceso de glucosa afecta a las nefronas y eso puede ocasionar que la filtración que se hace no sea correcta, permitiendo el exceso de líquidos, lo que afecta al corazón, y a su vez ese líquido se acumulará en el pulmón y después en el hígado y el sistema de cooperación fallará. Si el riñón está afectado o está perdiendo el ki, las implicaciones son de una dimensión que se expresa con los Los riñones son el origen del agua y del fuego en el cuerpo; ahí se almacena la energía heredada por los padres y la adquirida a través de los alimentos, son la esencia de la vida. años (35). Salen canas prematuramente, hay dolor de sacro, baja la libido, se empieza a caer la dentadura y los que se afectan más son los huesos, se afectan los cambios hormonales. Si el riñón está funcionando mal, los ojos, las manos y pies se hinchan. Algunos síntomas de alerta son cuando las personas amanecen hinchados, tienen cansancio al despertar, se hace un cansancio crónico, la persona no descansa, quiere dormir más, en algunos casos aparecen moretones. La insuficiencia renal, así como la plielonefrítis son una expresión de que algo está pasando en el exterior y afecta al microcosmos del cuerpo. Si la esencia del riñón es débil, los riñones serán débiles, faltará vitalidad, habrá esterilidad y actividad sexual reducida. Tomado de Bosogno (2006) y López (2006). 3.3. LA INTUICIÓN Durán (2004) afirma que Intuición y razón son aspectos complementarios e inevitables en las manifestaciones humanas en la relación con su entorno; pero su armonía se ha interrumpido por la visión occidental que impera en nuestra sociedad. Al perturbarse este equilibrio entre razón e intuición ha llevado al hombre a sufrir físicamente. Necesitamos una experiencia que sugiera una nueva relación con el entorno y un lugar que la armonice, la equilibre y la complemente: el cuerpo. El problema de separación de la razón y la intuición se debe al hombre y, por ello, sólo el hombre mismo puede solucionarlo. El cuerpo se aparece como la posibilidad para lograrlo. En equilibrio, ambos aspectos se tornan benéficos para el ser humano; en desequilibrio, se tornan hostiles. La visión filosófica que ha separado intuición y razón encaminó al ser humano a poner la mirada en algo fuera de él mismo, articulado al exterior por medio del pensamiento, impidiendo que la profundidad de la conciencia aflorase, de tal manera que se bloqueó la entrada al horizonte en el que el ser humano cuestiona su propio ser interior. A lo largo de la historia del hombre, podemos ver que el sentido de la vida y su complemento, el sinsentido, la razón y la intuición se han desarticulado siempre tanto por el discurso idealista (la visión de los griegos) como por el materialista (la postura desarrollada a partir de Descartes): “Platón encuentra un lugar para la intuición, en donde el diálogo se manifiesta como la intuición de una idea, en dicha manifestación platónica la intuición es torpe e insuficiente ante la razón. Para Platón la intuición se articula con la idea; nunca la intuición será encarnada en el cuerpo humano (ni como emoción, ni como sentimiento) Aristóteles habló de la razón intuitiva, la cual pasa en el diálogo, por medio de la contraposición de opiniones. Y en este esfuerzo de encontrar la ley en virtud de la cual, de una afirmación pasamos a la otra encuentra el origen y le denomina lógica. Para él, el hombre está dotado de logos y con ese logos argumentó que el hombre tiene tanto la gran facultad de ver cosas o conocerlas de manera objetiva como de ver lo que ve, de conocer su propio conocimiento. La razón se eleva como criterio último y positivo de la verdad a tal grado que lo que la razón encuentra contradictorio no puede ser, no puede existir. Descartes argumentó que solamente se puede aceptar como verdadero lo se puede ver de manera clara y distinta. A partir de entonces la verdad se convirtió en prisionera de la razón. La atención de Descartes se centró sobre la intuición misma y los métodos para lograrla, llega a lo que se llamaría la intuición racional; entonces, Descartes afirma que se llegará a la intuición por medio del análisis (dividiendo en partes cualquier objeto confuso y no evidente hasta que se ofrezca algo claro, fácil de conocer). La tarea de la intuición será la de discernir, a través de la caótica confusión del mundo, todas esas ideas claras y distintas que conforman su esencia. Se acentúa entonces el análisis como instrumento de la intuición, y se convierte, a partir de entonces, en el método por excelencia de la filosofía para la construcción del conocimiento. Queda así la intuición enraizada en el campo de la razón, en unión con el análisis como otra herramienta del pensamiento. Se desarrolla en este camino filosófico un modo egocéntrico en el ser humano, que siempre preguntará por la utilidad que tienen los objetos para los hombres. El sujeto al examinar las cosas desde el punto de vista del yo, fuera de su esfera corporal interna, relacionada con la naturaleza, lo convirtió todo en meros objetos, hasta a los otros que son sus iguales” (Durán, 2004, pág 23-30). Lo anterior lleva a la separación de nosotros mismos, pues nos enfrentamos a las cosas desde un lugar aislado a ellas, dando como resultado una gran distancia entre el interior y el exterior. En esa conciencia que el yo ha creado desde la racionalidad, el sujeto no está en contacto consigo mismo. De aquí en adelante el pensamiento occidental se ha construido alrededor de dos principales ejes, considerados esenciales y complementarios: 1) la conquista de la autonomía de la persona y la afirmación de la individualidad, del juicio personal y de la voluntad en cuanto agente consciente y centro de decisión a través del yo. Y, 2) la acción sobre el mundo. Una acción sobre el mundo a través del conocimiento de las leyes de la naturaleza, para transformarla y adaptarla a sus propias necesidades. Como consecuencia de esta forma de vida aparece el cuerpo del hombre y la mujer ajenos a su propio ser. Un cuerpoajeno que no nos pertenece, el cual se porta religiosamente como instrumento o como herramienta para la falsa promesa de la salvación divina o a los progresos de la ciencia. Este cuerpo ajeno es el que ha admitido ser lacerado y fragmentado y que la historia lo marque con una memoria de sufrimiento porque asume que cuerpo y mente se encuentran separados. En cambio cuando nos planteamos la primera pregunta quién soy yo por el aquí y el ahora y preguntamos también qué busco de la sociedad, comienza un entendimiento con ese microcosmos dinámico que es el cuerpo. El cuerpo se convierte en una posibilidad para enfrentar la realidad, deja de ser ajeno, pasa a ser la construcción corporal, para establecer una relación hacia fuera, con un espíritu quieto, hacia el microcosmos dinámico también. Existe la posibilidad de elección. El cuerpo se concibe en unidad, se permite ser cada vez más conciente del presente, con el aquí y ahora. La propuesta de Durán (op. cit.) es la de superar los estados de incertidumbre y duda característicos de las filosofías mencionadas mediante el reconocimiento del cuerpo en unidad, que muestra tres elementos, cuerpo, intuición y razón, lo cual hace referencia a un círculo vital. Todo depende de nuestra iniciativa para reconocer que el medio ambiente universal forma parte del ser humano y no sólo lo influye, sino que es parte integrante de su cuerpo y de sí mismo aunque no lo sea de manera exhaustiva. La intuición es la más ligada a la naturaleza, funciona en un salto cualitativo, sin procedimiento metodológico, ve las cosas, no piensa sobre ellas. Para que el ser humano palpe su intuición, deberá pasar del pensamiento al sentimiento, a su soma, el cuerpo; el sentimiento lo llevará a la intuición. El paso del pensamiento a la intuición no es posible si antes no se toca la memoria corporal. Si observamos la forma en la que la intuición trabaja, desde el cuerpo vemos que con ella sabemos lo que necesitamos, porque el cuerpo se comunica con nosotros constantemente. Los mensajes que envía el cuerpo son los de supervivencia, pero los que provienen en relación con la construcción de una enfermedad o del conocimiento no los escuchamos fácilmente; y la mayoría de nosotros nunca nos damos tiempo para saber cómo sabemos o qué sabemos respecto a esas acciones intuitivas, simplemente actuamos. Quien ha logrado descifrar las claves de información del cuerpo ha logrado desarrollar la intuición y actúa rápidamente sin tomar tiempo para pensar. La acción intuitiva es sensible, consolidadora y cooperativa; femenina, consciente del entorno, mística, se desenvuelve en la esfera del sentimiento; el conocimiento intuitivo se basa en la experiencia directa de la realidad, tiende a ser sintetizante y holístico. La acción racional es expansiva, científica, agresiva y competitiva; masculina, conciente de sí misma, se desenvuelve en la esfera del pensamiento; El pensamiento racional es lineal, fijo y analítico, su función es diferenciar, medir y catalogar y por ello tiende a ser fragmentado. Estas acciones son dos aspectos complementarios de la mente humana que se manifiestan por medio del cuerpo. La sabiduría intuitiva se organiza en torno a la conciencia del medio natural en la tierra del cosmos. Y en articulación con la razón y el cuerpo, muestran un camino en espiral. Quien desarrolla la intuición adquiere la conciencia del cuerpo y de que todo en su entorno se encuentra articulado a tal grado que lo que uno hace a favor o en contra de la naturaleza, afecta a todo lo demás correlativamente. Cuando la intuición comienza a ser tomada en cuenta participa con la razón de manera armoniosa, proceden integralmente en la construcción del conocimiento y en el desarrollo de las formas de vida, se muestra una presencia total del ser humano. La tarea es la de rememorar el cuerpo desmembrado y hacerlo un todo, la vía para el camino son nuestros propios cuerpos ya que muestran ser la síntesis de los procesos sociales e históricos; el cuerpo resulta ser el lugar donde se encuentran e interactúan las relaciones individuo-sociedad. El ambiente familiar hará lo suyo, pues se conforma por ritos que se interiorizan y no permiten ver otras posibilidades de construcción corporal, lo cual crea un vacío porque la elección de nuestra vida no la hicimos nosotros, nos la impuso un rito familiar y lo hicimos nuestro. Sin embargo esta formación del vacío tiene sus raíces en esta parte del olvido de los otros que nos heredó la filosofía occidental con la exaltación del yo y la negación racional de los otros. En compensación, nos dedicamos a desarrollar actividades que nos permiten llenar ese vacío, a crear un ego. Pero ahora nos encontramos frente al dilema siguiente: a) abandonar al sí mismo y que el otro deje de ser un problema b) intentar destruir al otro, permitiendo que el sí mismo reine soberanamente o, c) encontrar el camino para reanudar relaciones entre el sí mismo/otro sin estar fundadas en una competencia, oposición o miedo. La crisis de las relaciones sí mismo/otros es una alteración compleja que afecta todos los aspectos de nuestras vidas: la salud, el sustento, la calidad del medio ambiente y fundamentalmente la relación con nuestros semejantes. Al presentarse estas condiciones en una sociedad, ésta comienza a decaer. La exaltación de la razón, también ha desarrollado otro fenómeno en el ser humano, la supremacía del cerebro sobre el cuerpo. El hombre autocomplaciente con las demandas generadas por el cerebro, frente al placer profundo, no tiene punto de saciedad. El cerebro está hecho para procesar información, el problema es que el cuerpo está desarticulado con él y entonces no entendemos lo que pasa en el cuerpo. La energía (del deseo, del placer, de la obsesión, del resentimiento, del odio) generada por la información se estanca. El cuerpo es olvidado, sólo recibe el efecto de las emociones, la excitación, y se deteriora en una sexualidad reprimida, en comportamientos iracundos sin explicación, en depresiones extremas, en un cáncer, en una úlcera varicosa, es decir, en abandonos corporales. El hombre será un cuerpo integrado cuando le dé el lugar que le corresponde al cerebro. Verá cómo el pensamiento y lo espiritual tan sólo se transforman en humanos si son corporales, esto es, cuando controle su propio cerebro. 3.4. LOS APEGOS López (2006) nos describe que un hombre que nació hace 2 500 años descubrió el origen del sufrimiento humano, Su nombre, Siddartha Gotama, El Buda. A este hombre histórico solo le bastó enfrentarse consigo mismo para descubrir que el origen del dolor y el sufrimiento de las personas está en el deseo, en los apegos: “Las personas sufren por tener, por no tener, por cuidar, por querer tener más. La idea de que la felicidad la dan los bienes, el dinero, el amor, la comida, el sexo, la ilusión, la fantasía, el saber racional, etcétera, solo genera sufrimiento y deseos en las personas, y dolor porque nunca se llega a la satisfacción plena”. (pág. 36) Cuando le pedimos a nuestra pareja que nos diga que nos quiere no nos basta, siempre queremos escuchar más, deseamos estas palabras para sentir la seguridad de no perder al otro, sin embargo, este apego puede derivar en una codependencia, celotipia y hasta un homicidio pasional. Por otro lado, somos parte de una cultura de la queja: nos quejamos porque llueve, porque hace calor, porque hace frío, porque hace viento, porque tenemos mucho trabajo, porque no tenemos trabajo, porque en el transporte no me contestaron el saludo, etc. luego pensamos que el mundo no esta hecho a nuestra medida, nos apegamos a la idea de que somos originales y descalificamos a los demás cuando lo que podríamos hacer es cooperar unos con otros para agradecer todo aquello que la naturaleza nos ha otorgado, ya que la vidasí es original. Pero tenemos un cuerpo por medio del cual podemos alcanzar la paz interior y hasta la iluminación. Sin embargo, estamos acostumbrados a vivir en contra de las emociones y el cuerpo, usando el pensamiento racional por encima de éstos y obtenemos como resultado angustia, hemorroides, cefaleas, migrañas, gastritis, colitis, estreñimiento disfunciones sexuales, amenorrea, dismenorrea, etc. Vivimos excesos y ausencias `pero lo recomendable es el punto de en medio: el equilibrio entre vivir y los apegos., es decir, que el trabajo que hacemos nos permita mantener un equilibrio entre consumir y vivir. En este sentido, el Buda dejó la enseñanza de la meditación, la cual permite un cambio de actitud en la que el cuerpo deja la competencia para ser cooperativo. Cuando los apegos son muchos, pedimos afecto sin condición, no damos nada a cambio, reclamamos hasta una llamada, exigimos tiempo a los demás y no dejamos que la vida fluya simplemente para vivir el aquí y el ahora. Pero podemos cambiar nuestra vida empezando por la pregunta de ¿Quién soy yo? y viendo al cuerpo como una posibilidad para enfrentarme con los apegos y los deseos. “Se aprende a sufrir por lo que se desea, por lo que no se quiere soltar, porque consideramos que es necesario apegarse a algo para ser o tener una identidad; incluso la cultura de la queja se convierte en un motivo de identidad, en un círculo vicioso que nos hace tener apego a la queja”. (pag. 40) Todos deseamos estar cerca de alguien, sentir la piel, el olor, escuchar la voz, queremos que nos den un trato especial, que nos den caricias o hasta que nos castiguen, todos son apegos, vamos dormidos por este camino de las dudas y de reclamo a la vida. Con los apegos sufrimos y el sufrimiento se vuelve nuestra tarjeta de presentación, pero sufrimos y no aprendemos porque tan sólo nos apegamos a este dolor que nos permite sentir que le importamos a alguien porque al vernos sufrir se acerca a nosotros. Y no nos podemos liberar de los apegos solo con las palabras, es preciso accionar con el cuerpo, mover la memoria corporal. Al trabajar con el cuerpo no dejamos que los deseos y los apegos nos gobiernen. “Aceptar que tengo un cuerpo que no se deberá gobernar solo, que puedo hacer que se enfrente a la razón y a los apegos; puedo darles su lugar en un cuerpo que no amo con la pasión de mis deseos”. (pág. 42) CAPÍTULO 4 LA PSICOTERAPIA GESTALT. 4.1. LA PSICOTERAPIA GESTALT DENTRO DEL NUEVO PARADIGMA CIENTÍFICO “Un paradigma científico es una visión y explicación de la realidad que implica un cierto tipo de creencias bajo las cuales se organizan sus métodos, técnicas y aplicaciones” (Muñoz, 1997, pág. 18). El paradigma que había estado dominando, es decir, la ciencia tradicional, usa un pensamiento racional lineal que genera una clasificación de los fenómenos excesivamente simplista (qué causa genera qué efecto), dejando a un lado la mayoría de las interacciones humanas. A este paradigma no le es posible explicar los fenómenos de autocuración, ni cómo una persona se deprime, o cómo se crea o deteriora una relación entre dos personas y de esta manera ha dejado al descubierto sus límites. Ha generado la posibilidad de la propia destrucción del género humano al no tomar en cuenta al mundo como una totalidad en profunda y sutil interacción; y ha producido daños ecológicos en el planeta, en la salud mental y en todas las demás áreas donde el exceso del uso tecnológico, la deshumanización, la búsqueda de la ganancia económica y la corta visión de sus consecuencias, genera cada día más destrucción. Sin embargo en contraposición, se genera una nueva manera de percibir la realidad (Capra, 1991, citado en Muñoz, 1997) surge un nuevo paradigma cuyas principales ideas son las siguientes: a) Metodología científica del paradigma emergente. Valida tanto al método racional como el intuitivo para la expresión de la realidad y considera que hay una naturaleza complementaria en estos dos tipos de conocimiento. La mente humana es capaz de dos tipos de conocimiento, o dos formas de conciencia, a las que con frecuencia se ha denominado como racional e intuitiva. Este último es con frecuencia un tipo de conocimiento devaluado en nuestra cultura occidental. En el nuevo paradigma el conocimiento tácito o intuitivo es usado para descubrir en el mundo físico la red de relaciones percibidas en los fenómenos de una manera vivenciada, usando más una lógica dialéctica en donde las partes son comprendidas desde el punto de vista del todo. b) Visión sistémica de la realidad. Tiene una cosmovisión holística ecológica de la vida, en donde todos los fenómenos están interrelacionados y son interdependientes unos de otros en mayor o menor medida. Se concibe al mundo en términos de un sistema vivo, un todo integrado, que forma una compleja red de interacciones. c) Totalidad organizada de la Creación (El Orden Cósmico). Los sistemas vivos tienen una tendencia inherente a la auto-organización. Todo sistema es relativamente libre y relativamente determinado, es más libre en la medida en que es autónomo de su medio. Los sistemas auto-organizados necesitan mantener un continuo intercambio de energía y materia con su medio ambiente para poder seguir vivos. Cada organismo vivo se renueva constantemente, es así como se dan los fenómenos de auto-curación, regeneración y adaptación a cambios ambientales. d) Visión de la materia. A nivel microscópico, la materia no se observa como masa sino como ondas energéticas que al tener una forma estable y organizada de interacción dinámica dan la apariencia de solidez. e) La Conciencia y la Mente. La palabra conciencia alude a la conciencia de sí (self- awarness). El término darse cuenta o percatarse es una propiedad de la mentación (actividad mental) a cualquier nivel, desde las células aisladas hasta los seres humanos. La conciencia de sí solo emerge en los altos niveles de complejidad de los seres vivos y, hasta el momento, el ser humano, es el único ser que conocemos con este tipo de conciencia. La mente es la dinámica de la autorregulación y el cerebro es la estructura a través de la cual se lleva a cabo esta dinámica. f) Metacomunicación. El lenguaje verbal (palabras o símbolos) de cualquier tipo no es suficiente para comunicar las experiencias y los descubrimientos que se hacen con respecto a la realidad. Es necesario tomar en cuenta a la comunicación no verbal, ya que ésta complementa y clarifica ofreciendo el sentido o significado del mensaje. A esta comunicación se le llama metacomunicación. g) La complementariedad del conocimiento. La historia de la ciencia muestra la incapacidad humana de agotar la realidad con una sola perspectiva. Cada vez se hace más obvia la necesidad de los aportes de diferentes personas, métodos y disciplinas, para tener una idea más cierta, coherente y general de la realidad. Para complementar nuestra percepción de la realidad es necesario el intercambio y el diálogo auténtico. Si queremos tener más avances científicos reales es necesario una auténtica actitud de apertura y un abandono al deseo de ser los poseedores de la verdad. 4.2. LA PSICOTERAPIA GESTALT CONCEPTOS TEÓRICOS Y METODOLOGÍA La filosofía humanista y el enfoque Gestalt nacen con la finalidad de facilitar el crecimiento del potencial humano. En este enfoque se pone énfasis en la visión de que el individuo es un ser creativo en constante crecimiento y capaz de guiar concientemente su comportamiento encontrando por sí mismo las soluciones a sus problemas existenciales asumiendo la responsabilidad de manejar su propia vida. La terapia gestalt percibe los conflictos y la conducta social inadecuada como señales dolorosas creadas por polaridades, pueden ser de naturaleza interna al individuo (intrapsíquico)
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