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Modelo-Hidalgo-de-atencion-en-salud-mental

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Universidad Nacional Autónoma de 
México 
 
Facultad de Psicología 
 
 
 
 
M o d e l o H i d a l g o d e 
A t e n c i ó n e n S a l u d M e n t a l 
 
 
 
Tesis que para obtener el título de 
Licenciada en Psicología 
Presenta: 
 
SSaannddrraa YYvveettttee CCaammaacchhoo TTeejjeeddaa 
 
Director de Tesis: Dr. Roberto Peimbert Ramos. 
Revisora: Lic. Alma Mireia López-Arce Coria. 
Sinodales: Mtro. Jorge Rogelio Pérez Espinosa. 
Lic. Miriam Camacho Valladares. 
Dra. Claudette Dudet Lions. 
 
 
 
México D.F., Ciudad Universitaria Febrero de 2008 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
A mis padres: 
Papá, gracias por todo el apoyo y confianza que siempre me has brindado. Por tu 
amor y comprensión. Gracias por los desvelos juntos durante toda mi vida académica. 
Mamá, gracias por tu amor y comprensión en todo momento... 
LOS AMO!!! 
 
 
 
 
 
 
A mis hermanos Víctor y 
Samanta, gracias por 
tolerarme en mis momentos de 
histeria. LOS AMO!!! 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias a todos y cada uno 
delos Usuarios que se 
encuentran en los hospitales 
psiquiátricos y a aquellos que 
han logrado salir adelante en 
la vida y dejar tales prisiones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi mejor amigo Mario 
Ramos Hernández, pues sin su 
apoyo e invaluable ayuda no lo 
habría logrado. 
 
 
 
 
Gracias Diego y Diego bebé. 
por impulsarme en estos 
momentos de mi vida y darme 
la fuerza para ir siempre hacia 
delante. 
LOS AMO!!! 
 
 
 
 
 
Gracias Roberto Peimbert por 
tu infinito apoyo, guía y 
confianza que siempre me has 
brindado. 
 
 
 
 
 
Gracias a mis profesores y 
guías: 
 
Roberto Peimbert 
Alma Mireia López-Arce 
Coria 
Jorge Rogelio Pérez Espinosa 
Miriam Camacho Valladares 
Claudette Dudet Lions 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias Virginia González 
Torres “Vicky”, por enseñarme 
a ver más allá de lo tangible en 
la vida y en la causa de la cual 
orgullosamente formo parte. 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias a la Fundación 
Dignidad por cambiar mi forma 
de percibir la vida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gracias a toda la Comunidad 
Universitaria. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CONTENIDO 
 
 
Página 
 
- Resumen 
 
3
- Introducción 
 
4
- Capítulo I. 
 Historia de los centros de atención a las enfermedades mentales en México 
 
6
- Capítulo II. 
 Marco teórico 
 
13
- Capítulo III. 
 Antecedentes del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 17
 - Movimiento antipsiquiátrico en Inglaterra 18
 - Desmanicomialización en Río Negro, Argentina 21
 - Richmond Fellowship International 22
 - Movimiento antipsiquiátrico en Italia 25
 - Movimiento antipsiquiátrico en España 
 
28
- Capítulo IV. 
 Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 30
 - Objetivos generales del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 30
 - Objetivos específicos del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 31
 - Estructura del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 32
 - Prevención 33
 - Hospitalización 34
 - Reintegración social 35
 - A. Prevención 36
 - 1. Centros de Salud 36
 - 2. Centros de Salud con Módulo de Salud Mental 37
 - 3. Centros Comunitarios de Salud Mental 37
 - 4. Centros Integrales de Salud Mental 37
 - B. Hospitalización 37
 - 1. Unidad de Psiquiatría en Hospitales Generales 37
 - 2. Villas 38
 - C. Reintegración Social 39
 - Programas Comunitarios 39
 - 1. Casas de Medio Camino 39
 - 2. Residencias Comunitarias 40
 1
 
Página 
 
 - 3. Departamentos Independientes 41
 - 4. Residencias para Adultos Mayores 41
 - 5. Talleres Protegidos 42
 - 6. Cooperativas Mixtas 42
 - 7. Clubes Sociales 
 43
Capítulo V. 
Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental en el Estado de México: 
“un modelo asistencial, rehabilitatorio, humano y económico” 
 
44
Capítulo VI. 
El papel del psicólogo en el Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud 
Mental 
 
71
Capítulo VII. 
Conclusiones 
 
73
Bibliografía. 
 81
Anexo 1. 
Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994, para la prestación de servicios 
de salud en unidades de atención integral hospitalaria médico-psiquiátrica 
 
85
Anexo 2. 
Carta de Derechos Humanos de personas que sufren una enfermedad mental y 
que están hospitalizadas 
 
99
 
 
 
 2
RESUMEN 
 
El presente trabajo da a conocer el Modelo Miguel Hidalgo de Atención en salud Mental el cual es un 
cambio en el concepto de atención a personas con enfermedad mental. Contempla la creación de 
nuevas estructuras, en donde existen los elementos suficientes para la modificación y creación de 
instituciones, basadas en el respeto a los derechos de los usuarios, de recibir una atención integral 
médico-psiquiátrica. En la presente investigación se aborda el entorno social de la enfermedad 
mental así como los antecedentes del modelo y movimientos antipsiquiátricos en diversos países. Se 
muestra que es un modelo asistencial, rehabilitatorio, humano y económico. En el cual el papel del 
psicólogo es de fundamental importancias para promover un cambio en la conceptualización y trato 
hacia l apersona con enfermedad mental. 
 
PALABRAS CLAVE: 
Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental, rehabilitación psicosocial 
movimientos antipsiquiátricos, psicólogo. 
 
SUMMARY 
 
The present work show you the Miguel Hidalgo Model in Attention to Mental Health it´s a change in 
the concept of attention to persons with mental illness. It shows the creation of new structures where 
exist sufficients elements to modify and create the institutions, based in the respect of the usurious to 
recive medical integral psychiatric attention. The present investigation shows the social problems 
about the mental illness. Such as the model antecedents and antipsychiatric movement in different 
countries. The model is assistance aid, human rehabilitations and economic. The psychologist roll is 
of fundamental importance to promote a change in the conceptualism to treat a person with mental 
illness. 
 
KEYWORDS: 
Miguel Hidalgo Model in Attention to Mental Health, social rehabilitation, 
antipsychiatric movement, psychologist. 
 
 3
INTRODUCCIÓN 
 
 
El motivo que da paso a la elección de este trabajo es la degradación humana, encarnada 
en la institución manicomial, la cual es un problema significativo desde principios de la 
humanidad hasta nuestro siglo XXI. 
 
En las sociedades de occidente la enfermedad mental es un tabú que no ha sido 
posible desmitificar por lo que es necesario abatir esa cronicidad asilar que ha deteriorado la 
condición humana de las personas que la padecen. Es por ello que ahora que la psiquiatría 
comunitaria comienza a afianzarse en el panorama internacional, implementando modelos 
psicosociales de rehabilitación que promueven la reincorporación al ambiente social, familiar 
y laboral de la persona teniendo como fundamento considerar a ésta, no como un anormal, 
sino como lo que es, un ser único que enriquece a la sociedad y que debeser atendido en 
forma multidisciplinaria con calidad y calidez. Sin duda alguna este es uno de los principales 
desafíos de la salud pública en el mundo occidental. 
 
Es así que la presente investigación pone a la luz un modelo que responde a los 
cambios que exige la dignificación de las personas con enfermedad mental, ya que cuenta 
con una transformación operativa que cumple con las dimensiones sociales, psicológicas y 
biológicas que requieren las instituciones psiquiátricas. 
 
Por lo tanto, el objetivo de la presente investigación es dar a conocer el Modelo 
Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental, cuya base primordial es eliminar el modelo 
psiquiátrico asilar y sustituirlo por un modelo de índole psicosocial que integre de una 
manera conjunta la atención psicológica, médico-psiquiátrica, como también la labor del 
trabajador social y demás personal que participe; así como programas comunitarios que 
reintegren al paciente a su entorno biopsicosocial. Es por ello que este modelo contempla 
una red de estructuras intra y extra hospitalarias, las cuales ofrecen alternativas para la 
prevención, tratamiento y rehabilitación del enfermo mental, desde la total dependencia a la 
absoluta independencia. 
 
 4
El Modelo Miguel Hidalgo es un cambio en el concepto de la atención a personas con 
enfermedad mental. Contempla la creación de nuevas estructuras en donde existen los 
elementos suficientes para la modificación y creación de nuevas instituciones basadas en el 
respeto a los derechos de los usuarios, de recibir una atención integral médico-psiquiátrica 
con profesionalismo que lleve como sus principales objetivos el rehabilitar y reintegrar al 
paciente a la sociedad en la medida de lo posible. 
 
Las necesidades crecientes de atención en salud mental requieren programas de 
intervenciones creativas y científicamente probadas, así como de voluntad política y 
consenso social para impulsarlos. 
 
En salud mental queda claro que el tratamiento de cualquier padecimiento debe 
considerar el entorno en el que se desarrolla el individuo propiciando su integración a la 
sociedad, considerando también sus derechos humanos como una guía a seguir para la 
atención que se le brinde al usuario de los servicios de salud mental. 
 
En México, actualmente se requiere llevar a cabo la transformación estructural de las 
instituciones psiquiátricas, motivada por los cambios de la atención a las personas con 
enfermedad mental en el ámbito de las sociedades occidentales. 
 
Estos cambios se construyen al crear las condiciones que favorezcan la integración 
social del usuario mediante estructuras en forma de red de prevención, hospitalización y 
reintegración social que dan como resultado el Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud 
Mental; modelo que toma su nombre de Don Miguel Hidalgo y Costilla, quien fue un luchador 
social que provocó el cambio en nuestro naciente país, promoviendo la independencia y la 
libertad. 
 
Este modelo se empezó a implementar en el Estado de Hidalgo, debido a las 
deficientes condiciones del Hospital Psiquiátrico “Dr. Fernando Ocaranza” y de las 
constantes demandas de la sociedad para una solución a esta problemática, situación 
detectada y señalada por el Comité Ciudadano de Apoyo de dicho Hospital. 
 
 5
Capítulo I. HISTORIA DE LOS CENTROS DE ATENCIÓN A LAS 
ENFERMEDADES MENTALES EN MÉXICO 
 
 
Desde la época prehispánica, con los aztecas floreció el quehacer terapéutico en pro de la 
salud mental. Más tarde, en la época de la Colonia, México se adelantó a otras sociedades 
de América al tomar bajo su cuidado a los dementes, que mal alimentados y semidesnudos 
deambulaban por las calles o eran alojados en las cárceles. El primer hospital en el 
continente dedicado al cuidado de tales enfermos fue el de San Hipólito, fundado en 1566 en 
la Ciudad de México por Fray Bernardino Álvarez Herrera; posteriormente, en 1698 José 
Sáyago fundó el Real Hospital del Divino Salvador. Ambas instituciones se mantendrían 
funcionando por más de 350 y 200 años respectivamente, hasta principios del siglo pasado 
(Alarcón, 1998). 
 
En 1794 se fundó en Guadalajara el Hospital de Belén y en 1860 se establecieron en 
esa ciudad dos asilos, uno para hombres y otro para mujeres; mientras que en Monterrey, en 
el mismo año se fundó el Hospital Civil, dentro del cual se dedicó una sección a los enfermos 
mentales. En los últimos años del siglo XIX y la primera década del siglo XX abrieron sus 
puertas otras instituciones privadas y públicas, entre ellas el sanatorio del doctor Rafael 
Lavista en Tlalpan en 1898 y en ese mismo año se estableció el Manicomio Estatal en 
Orizaba, Veracruz y los hospitales de los Hermanos de San Juan de Dios, quienes en 1905 
inauguraron la Casa de Salud de San Juan de Dios para Enfermos Mentales, en Zapopan, 
Jalisco, que sigue funcionando y en 1906 el Hospital Psiquiátrico Leandro León Ayala, en 
Mérida, Yucatán (Alarcón, 1998). 
 
En junio de 1910 abrió sus puertas el hospital de Nuestra Señora de Guadalupe en 
Cholula, Puebla. En ese mismo año el entonces presidente de la República Mexicana, 
Porfirio Díaz inaugura “La Castañeda”, el Manicomio General, en la colonia Mixcoac, en la 
Ciudad de México; que durante décadas prestó atención a los asilados. El tratamiento que 
se dio a enfermos mentales fue semejante al que se prestaba en otros países, ya que 
también se carecía de conocimientos y de recursos terapéuticos efectivos y se asumía que 
el deterioro mental de los enfermos era consecuencia natural e inexorable del avance de su 
 6
enfermedad y no como resultado en buena parte del aislamiento y el abandono. En la 
década de los años veinte se fundó el pabellón de niños en ese hospital. 
 
A partir de 1930 otros sanatorios privados como el del doctor Samuel Ramírez 
Moreno, que cerró sus puertas en 1961 y el Sanatorio Floresta, del doctor Alfonso Millán 
intentaron subsanar en cierto grado la deficiente atención de los enfermos mentales que 
otorgaba el Estado. 
 
De 1940 a 1950 se crearon hospitales del sector público relacionados con la medicina 
institucional y de seguridad, que generaron los primeros esquemas institucionales de 
atención a los problemas de salud mental en México y de práctica psiquiátrica en hospitales 
generales y centros de salud; en este sentido, en 1942 se creó el servicio de psiquiatría del 
Hospital Español en la Ciudad de México, con 40 camas para hospitalización y un amplio 
programa de consulta externa, terapia ocupacional y seguimiento de enfermos. En 1949 se 
inauguró la Clínica San Rafael, en la delegación Tlalpan del Distrito Federal, y es hasta 
nuestros días uno de los centros privados con mayor demanda del área metropolitana en lo 
que se refiere a la atención psiquiátrica privada (Vidal, 1995). 
 
El primer programa institucional específico, para impulsar y orientar los servicios 
dirigidos a la atención de personas con padecimientos mentales, así como para promover la 
salud mental, fue esbozado y desarrollado en el período de 1947-1951, coordinado por el 
Departamento de Neuropsiquiatría e Higiene Mental de la entonces Secretaría de Salubridad 
y Asistencia (SSA); su principal función fue crear las bases para la planeación, organización 
y coordinación operativa de las actividades de salud mental, mismas que han tenido diversas 
orientaciones teórico-metodológicas con el transcurso de los años y con los criterios 
imperantes en las distintas etapas de la administración pública. Algunas de las estrategias y 
líneas de acción consideradas en dicho instrumento era el ampliar los servicios, impulsar la 
formación de recursos humanos en el campo de la salud mental, promover la investigación y 
reglamentar la atención a enfermos en establecimientos especializados (Roselli, 1971). Así, 
en 1952, se fundó el Departamento de Salud Mental en el Hospital Infantil de México de la 
Secretaría de Salud. 
 
 7Las actividades programáticas específicas se interrumpieron entre 1952 y 1958 para 
restablecerlas en 1959 en la SSA, coordinadas por la Dirección de Neurología, Salud Mental 
y Rehabilitación, cuya conducción desplegó un conjunto de acciones que incluyeron el 
establecimiento de módulos de higiene mental en algunos centros de salud, la ampliación de 
servicios hospitalarios especializados (especialmente de tipo granja, creándose seis 
unidades: tres en el Valle de México y otras en Sonora, Oaxaca y Tabasco). También se 
realizaron actividades de promoción a la salud mental, se auspició el entrenamiento de 
recursos humanos y se efectuó la investigación sobre trastornos mentales en México. 
Durante ese período, en 1964, abrió sus puertas el Centro Médico Nacional del Instituto 
Mexicano del Seguro Social (IMSS), que desde su inicio contó con un espacio con 40 camas 
dedicadas al servicio de psiquiatría con buen funcionamiento y aceptación, hasta que entre 
1970 y 1971 por necesidades del servicio de cirugía, desaparecieron. 
 
En el período administrativo que abarca los años de 1964 a 1970, se reestructura la 
unidad central coordinadora de estos servicios y se denomina Dirección de Salud Mental, 
correspondiéndole como tarea sustantiva de su gestión coordinar el plan de acción conocido 
como “Operación Castañeda”, el cual consistió en una reforma de la atención hospitalaria 
especializada bajo la dependencia de la SSA, por medio de la cual se cierra el manicomio de 
“La Castañeda” y se crean seis recintos hospitalarios especializados que tuvieron como 
principal objetivo mejorar las condiciones de vida institucional de los usuarios, a partir de la 
organización de nuevos modelos de tratamiento y rehabilitación que les permitiera 
desarrollar, a través de actividades ocupacionales, agropecuarias y talleres de terapia, 
diversas alternativas para su reintegración social. En esa operación se funda el Hospital 
Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”. También se definió un esquema de atención 
hospitalario especializado en esta materia, al interrelacionar a las distintas unidades 
creadas, con grupos de problemas y poblaciones específicas. El proceso fue culminado en 
1968 y en conjunto las seis unidades dispusieron de 3,030 camas. 
 
Durante el periodo de 1970 a 1976, la SSA mantuvo la Dirección de Salud Mental, la 
cual contó con atribuciones de planeación y programación, así como de operación de 
servicios, dependiendo de ella once unidades hospitalarias especializadas y algunos 
módulos de salud mental integrados a centros de salud. 
 
 8
Asimismo, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) inaugura 
el Instituto Nacional de Salud Mental, dando prioridad a la atención de la consulta externa de 
niños y adolescentes; actualmente se llama Centro Integral de Salud Mental (CISAME), 
dependiente de la Secretaría de Salud. 
 
El programa desarrollado durante esa época estuvo compuesto, además del de orden 
aplicativo general, por dos subprogramas: el de atención y prevención a la 
farmacodependencia y el de psiquiatría comunitaria, realizándose actividades 
primordialmente de asistencia y prevención. 
 
Durante la administración 1976-1982, la unidad orgánica responsable fue la Dirección 
General de Salud Mental, que mantuvo atribuciones operativas y de programación. En esta 
gestión se destacan los alcances logrados en el apoyo a la ampliación de servicios 
especializados en psiquiatría y salud mental, integrados a servicios de salud general, tanto 
en centros de salud como en hospitales generales, lo que permitió elevar el número de 
servicios y diversificarlos. Dos áreas complementarias fueron objeto de particular impulso: la 
formación de recursos humanos especializados y la investigación científica en la materia, 
gestándose a partir de entonces la creación del Instituto Mexicano de Psiquiatría en 1979 
(antes Centro Mexicano de Estudios en Farmacodependencia -CEMEF); en éste se dio 
especial énfasis en la atención a las adicciones, cada vez con más presencia, por lo cual en 
el mismo años se fortalecieron los Centros de Integración Juvenil (CIJ) y se creó el Consejo 
Nacional contra las Adicciones (CONADIC) el 8 de julio de 1986. 
 
El entonces Instituto Mexicano de Psiquiatría, actualmente Instituto Nacional de 
Psiquiatría “Ramón de la Fuente” (INP), desarrolló modelos de rehabilitación para pacientes 
hospitalizados; uno de estos programas se puso en operación de 1980 a 1982 en el Hospital 
Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez” e incluyó tratamiento intrahospitalario, participación de 
la familia y seguimiento extrahospitalario. 
 
La administración del período comprendido entre 1982 a 1988 determina y ejecuta 
amplias y sustantivas transformaciones en la organización y funcionamiento de la SSA, a 
partir de entonces denominada Secretaría de Salud (SS); se deroga el Código Sanitario y se 
expide la Ley General de Salud. Los servicios de psiquiatría y salud mental, que hasta 
 9
entonces dependían operativamente de la Dirección General de Salud Mental, se 
transfirieron a las autoridades estatales de salud y en el nivel central sólo se mantuvieron las 
atribuciones de tipo normativo, disponiéndose la creación de una Dirección de Área con 
estas funciones, integrada a la Dirección General de Regulación de los Servicios de Salud. 
En 1987 a través de esta estructura, son expedidas cinco normas técnicas específicas para 
la prestación de los servicios de salud mental. Los resultados de este esfuerzo fueron 
desiguales. 
 
La siguiente administración 1988-1994 mantiene el mismo esquema de organización y 
estructura; sin embargo, se logra identificar la necesidad de apoyar los servicios a partir de 
iniciativas y recursos provenientes del nivel central, en virtud del limitado respaldo que se les 
asigna por parte de los estados. En este marco, se aportan recursos que permiten remodelar 
y equipar parcialmente a 20 hospitales especializados públicos y se crean dos nuevos 
servicios hospitalarios. En el nivel local, algunas unidades fortalecen sus programas y se 
sitúan en un plano de avanzada modernización de la atención, mientras que otros servicios 
permanecen sumidos en niveles de atención insatisfactorios, que demandarán esfuerzos 
considerables para incorporarlos en un proceso de mejora sustantiva. Una acción relevante 
de este período fue el establecimiento, por gestión del Secretario de Salud, de un cuerpo 
colegiado ex profeso para impulsar los servicios especializados: la Comisión para el 
Bienestar del Enfermo Mental (Pérez, 1995). 
 
En el inicio de la administración federal 1994-2000, se disponía de una estructura 
administrativa para cumplir con los acuerdos del CONADIC, de una Dirección de Normas en 
Salud Mental, Rehabilitación y Asistencia Social y se integraron los Consejos Estatales 
contra las Adicciones, con diferente nivel de representación, pero con apoyos administrativos 
comunes, en aras de una mayor eficiencia y costo-beneficio. 
 
Un acuerdo del Secretario de Salud, a principios de 1995, integró la Dirección de 
Normas de Salud Mental con el Consejo Nacional contra las Adicciones dependiendo de la 
entonces Subsecretaría de Servicios de Salud. Sin embargo, la dificultad administrativa de 
reunir ambas áreas propició el regreso a las fórmulas iniciales. 
 
 10
El Programa de Reforma del Sector Salud 1995-2000, destaca la importancia de la 
salud mental como elemento fundamental que determina cada una de las actividades de los 
seres humanos y en consecuencia señala la necesidad de superar los prejuicios 
relacionados con estos problemas y servicios, para proceder a actualizarlos y adecuar su 
funcionamiento, contemplando para ello una mayor apertura y el compromiso de las familias, 
la comunidad y la sociedad en general. Su objetivo general fue promover la salud mental y 
reducir los efectos sociales que son producto de los trastornospsiquiátricos y de la conducta 
(Pérez, 1995). 
 
Para alcanzar estas metas, durante la primera mitad de la pasada administración, se 
llevaron a cabo diversas acciones, como son: 
 
• La expedición de la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994 (ver Anexo 1), que 
tiene como objeto uniformar criterios sobre la atención hospitalaria psiquiátrica y la 
protección de los derechos humanos de los pacientes. Para su elaboración se contó 
con una participación plural que incluyó a ciudadanos, representantes institucionales 
del Sector Salud, profesionales del campo de la salud mental, sociedades 
académicas y profesionales, legisladores, instituciones de asistencia privada y 
organismos no gubernamentales. 
 
• El establecimiento y desarrollo de un subprograma para el fortalecimiento de la 
calidad de la atención en unidades hospitalarias especializadas, mediante el cual se 
asignan recursos humanos, materiales y financieros para cubrir las necesidades y 
posibilitar los procesos de mejora de atención a los usuarios. 
• En 1996 se inauguró en Ayala, Morelos, el Centro Federal de Rehabilitación 
Psicosocial (CEFEREPSI) dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública, para 
pacientes internos con diagnóstico de enfermedad mental que cumplen una condena. 
 
• La creación de la Coordinación de Salud Mental (COORSAME), órgano 
desconcentrado, para conducir, organizar, vigilar y evaluar el desarrollo de las 
acciones en materia de estos servicios y a la que compete impulsarlos en el nivel 
 11
nacional; esta coordinación se establece legalmente a partir del mes de agosto de 
1997. 
 
• El 15 de septiembre del 2000 se publica en el Diario Oficial de la Federación, la 
creación del Órgano Desconcentrado de los Servicios de Salud Mental, sustituyendo 
a la Coordinación de Salud Mental. De esta manera, en la actual administración se 
cuenta con un Consejo Nacional contra las Adicciones y un Consejo Nacional de 
Salud Mental, pertenecientes a la Secretaría de Salud. 
 
• Durante la administración 1995-2000 se elaboró la Norma Oficial Mexicana 025 (Ver 
Anexo 1) para la prestación de los Servicios en Unidades de Atención Hospitalaria 
Médico Psiquiátrica. 
 
 
 12
Capítulo II. MARCO TEÓRICO 
 
 
El panorama de Reforma del Sistema de Salud Mental en el transcurso del tiempo tiende a 
dar servicios más integrales, a través del fomento de intervenciones rehabilitatorias y trabajo 
comunitario, con el fin de disminuir al máximo hospitalizaciones, reingresos y erradicar de 
manera definitiva estancias prolongadas de hospitalización. 
 
La puesta en marcha de la Reestructuración del Sistema de Servicios de Psiquiatría y 
Salud Mental en México, se debe a la necesidad de crear otros proyectos, de proponer 
nuevos y eficientes modelos de atención en salud mental, a lo cual responde la Secretaría 
de Salud del Gobierno Federal, que solicita la colaboración de la Fundación Mexicana para 
la Rehabilitación de Personas con Enfermedad Mental I.A.P. (FMREM), para participar en la 
propuesta y desarrollo de un nuevo Modelo de Atención en Salud Mental; el cual ofrece una 
red de servicios con distintas alternativas de prevención, hospitalización y reintegración 
social en el área de la Salud Mental. Para la realización de este modelo el Gobierno Federal 
y los Gobiernos Estatales del país, aplican recursos financieros adicionales. 
 
Fue así como el 21 de Noviembre del año 2000 el trabajo conjunto de la FMREM y el 
Gobierno Federal a través de la Secretaría de Salud, así como el Gobierno del Estado de 
Hidalgo dio como resultado la inauguración de la Villa Ocaranza brindando atención a 120 
usuarios y dos casas de Medio Camino en Pachuca con cupo para 17 personas cada una, 
subsidiadas por el gobierno de Hidalgo, operadas y administradas por la mencionada 
fundación; cerrando así, definitivamente, las puertas del Hospital Psiquiátrico Ocaranza, 
dando paso al nuevo rostro de la salud mental en México: el Modelo Miguel Hidalgo de 
Atención en Salud Mental. 
 
Es importante resaltar que la Fundación ha aportado para la creación de este modelo, 
su experiencia en el campo de salud mental. 
 
Dicha Fundación inicia sus operaciones el 14 de Noviembre de 1980, por lo que es 
pionera en nuestro país en la lucha a favor del respeto de los derechos humanos, en la 
vigilancia continua de una mejor atención médico integral de los usuarios de los hospitales 
 13
psiquiátricos públicos y en el establecimiento de redes de apoyo en la comunidad con el fin 
de mejorar la calidad de vida de los usuarios. La Fundación ha efectuado diversas acciones 
a favor de los derechos humanos de las personas con enfermedad mental, siendo un medio 
para colaborar en beneficio de los usuarios. 
 
En 1980 la Fundación organiza y coordina un programa de rehabilitación psicosocial 
dentro del Hospital Psiquiátrico “José Sayago”. 
 
En 1985 la Fundación implementa el Programa Comunitario de Rehabilitación 
Psicosocial “Centro de Día”, para personas con enfermedad mental; este programa da 
servicio gratuito a 35 usuarios. Cabe mencionar que este programa comunitario es el 
primero que se estableció en México. 
 
En 1988 la Fundación pone en marcha otro programa comunitario llamado 
“Residencia Comunitaria” con el cual da albergue a 12 personas con enfermedad mental que 
hayan sido dados de alta de un hospital psiquiátrico público y que carezcan de apoyo 
familiar y recursos económicos. Este programa es gratuito y apoya a los usuarios en su 
proceso de reincorporación a la sociedad. 
 
A finales de 1988 la FMREM organizó un programa de rehabilitación psicosocial 
dentro del Hospital Psiquiátrico “Dr. Samuel Ramírez Moreno”. 
 
En 1991 la FMREM logra que en el Congreso de la Federación Mundial de Salud 
Mental, que se llevó a cabo en México y contó con 5,000 asistentes de todo el mundo, se 
diera el espacio dentro de las conferencias magistrales para que los usuarios participaran y 
en ese foro se presentó ante la comunidad internacional la “Carta de Derechos Humanos de 
personas que sufren una enfermedad mental y que están hospitalizadas” (ver Anexo 2), 
propuesta por la Fundación. En ese mismo foro también la FMREM denunció diversas 
violaciones a los derechos humanos de los usuarios internados en hospitales psiquiátricos 
públicos. 
En 1992 la FMREM vuelve a denunciar, ante organismos internacionales y 
nacionales, las violaciones a los derechos humanos de los internos dentro del Hospital 
 14
Psiquiátrico “Dr. Samuel Ramírez Moreno”, así presenta una queja ante la Comisión 
Nacional de Derechos Humanos. 
 
En 1993, la FMREM establece el primer Comité Ciudadano dentro de un hospital 
psiquiátrico público, a saber el Hospital Psiquiátrico “Dr, Samuel Ramírez Moreno”; esto se 
oficializa mediante un convenio entre la Fundación y la Secretaría de Salud. Uno de los 
logros más importantes es que el Gobierno Federal aceptó que entre las funciones del 
Comité Ciudadano, éste tuviera acceso a toda la información administrativa y presupuestal 
del hospital. 
 
En 1993 la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la primera 
recomendación sobre violaciones a los derechos humanos del Hospital Psiquiátrico “Dr. 
Samuel Ramírez Moreno” como respuesta a la queja interpuesta por la Fundación. 
 
En 1994 durante la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones 
Unidas en Ginebra Suiza, la FMREM presenta ante el pleno de la asamblea una denuncia 
sobre las violaciones a los derechos humanos en los hospitales psiquiátricos públicos de 
México. 
 
En 1995 la FMREM promueve ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos la 
publicación de un tríptico sobre los derechos humanos dentro de los hospitales psiquiátricos 
públicos. También presenta seis quejas más sobre distintos hospitales psiquiátricos públicos 
de los que se derivan las correspondientes recomendaciones de parte de la Comisión 
Nacional de Derechos Humanos a las autoridadesresponsables. Así mismo, participa en la 
elaboración de la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994 y logra que en la 
publicación oficial de la Norma (Noviembre de 1995) se incluya la carta de los derechos 
humanos promovida por la FMREM (Anexo 2) y se permita oficialmente la participación de 
comités ciudadanos dentro de todos los hospitales psiquiátricos públicos del país. 
 
En 1996 la FMREM promueve las asambleas de usuarios internados dentro de 
hospitales psiquiátricos públicos y logra que los artículos que se venden en las tiendas 
dentro de estos hospitales psiquiátricos se den a precio de costo a los usuarios. También 
promueve a que los usuarios participen en los talleres y se les de un apoyo económico; 
 15
fomenta dentro de los hospitales psiquiátricos las salidas de los usuarios a la comunidad, 
organiza y coordina talleres en cuatro hospitales psiquiátricos públicos en los que participan 
a la fecha alrededor de 600 usuarios. 
 
En 1999-2000, la FMREM trabaja en conjunto con personal de la Secretaría de Salud 
para elaborar el Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental. 
 
En 2001 la FMREM, en conjunto con la Secretaría de Salud y los gobiernos de los 
Estados asume la responsabilidad de promover, difundir e implementar el Modelo Miguel 
Hidalgo de Atención en Salud Mental. 
 
En 2001 la FMREM es invitada por la Organización Panamericana de Salud en 
colaboración con el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos de América 
(NIMH), a formar parte del Comité Organizador de la Conferencia “Salud Mental en la 
Región de las Américas: Asociándonos para el Progreso”, para la celebración del Día 
Mundial de la Salud, dedicado este año a la Salud Mental que se efectuó en noviembre del 
2001 en Washington, Estados Unidos. 
 
 
 16
Capítulo III. ANTECEDENTES DEL MODELO MIGUEL 
HIDALGO DE ATENCIÓN EN SALUD MENTAL 
 
 
El Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental tiene como antecedentes los 
modelos italianos, representados principalmente por la experiencia de Triestre. Italia se 
ve como uno de los principales exponentes de la reforma psiquiátrica, con la 
colaboración y promulgación en 1977 de la Ley 180, que asume la necesidad de cerrar 
los manicomios y crear un sistema de servicios alternativos en la comunidad. Esta 
reforma italiana se caracteriza por: 
• Desaparición gradual de hospitales psiquiátricos. 
• Diseño de nuevos servicios comunitarios considerados como alternativos a los 
hospitales psiquiátricos y no como complementarios o adicionales a ellos. 
• La psiquiatría hospitalaria se concibe como un elemento de apoyo al cuidado 
comunitario. 
• Se busca integración y coordinación entre los servicios de atención de cada área 
geográfica (centros de salud, unidades de hospitalización, centros de soporte 
social, alojamientos protegidos, etcétera). 
 
Así mismo, el Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental toma en 
cuenta la experiencia de España, principalmente representada por la Fundación de la 
Liga de Higiene Mental, con la promulgación de la Ley General de Sanidad de 1986 y el 
Plan de Reforma del Hospital Psiquiátrico de Leganés formulado en Madrid entre 1986 
y 1991, el cual dio origen al Instituto Psiquiátrico de Servicios de Salud Mental José 
Germain. 
 
A través del presente trabajo se ha venido mencionando en diversas ocasiones 
la problemática ancestral que es el objetivo primordial de la investigación que nos 
ocupa, a saber el “Modelo Hidalgo de Atención en Salud Mental”, el cual contempla 
alternativas viables para facilitar la atención a usuarios en forma integral, es decir, 
creando una red de estructuras intra y extra hospitalarias, las cuales ofrecen 
alternativas para la prevención, tratamiento y rehabilitación del enfermo mental a partir 
de este nuevo diseño. 
 17
Movimiento antipsiquiátrico en Inglaterra 
Como antecedente al movimiento alternativo en Inglaterra es importante mencionar la 
posición de Cooper con respecto a la psiquiatría, ya que esto dio pie a los cambios que 
se realizaron en este país. 
 
Para comenzar con Inglaterra es relevante exponer lo que para Cooper sería su 
concepción de psiquiatría clínica (asilar) “...sólo es una pequeña parte de un amplio 
sistema de violencia, de técnicas de normalización que comienza con el principal 
instrumento inductor de conformismo del estado burgués, la familia y la atraviesa la 
educación primaria, secundaria y universitaria, con el propósito de producir y reproducir 
una infinita línea de montaje de idénticas criaturas industriosas que trabajan por algún 
propósito que tiempo atrás fue perdido de vista y que, en primer lugar, nunca fue muy 
visible” (Cooper, 1978). 
 
Cooper (op.cit.), continúa: “debemos reconocer la estructura del juego de la 
psiquiatría (asilar); las formas cuidadosamente descuidadas en que deja la tradición 
curativa de la medicina y se convierte en parte del sistema estatal de inducción del 
conformismo y de la reducción de personas. Una tradición científica que atraviesa la 
experiencia, el diagnóstico, el pronóstico y el tratamiento, se transforma en una 
operación micropolítica de etiquetamiento y llega a ser sistemáticamente destruida por 
la cura psiquiátrica”. Así mismo señala tres puntos esenciales en el movimiento de la 
antipsiquiatría: 
 
• El primero hace referencia a lo que denominan “antidiagnóstico”. El diagnóstico 
hace referencia a este “bautismo” o “etiquetamiento” por parte de los médicos 
hacia la enfermedad del sujeto. Con antidiagnóstico se refiere a lo que el mismo 
sujeto habla o interpreta de su enfermedad. 
 
• El segundo punto se refiere a “invertir las reglas del juego psiquiátrico que 
consiste en atacar la estructura unidireccional de los roles del psiquiatra versus 
paciente, reemplazándola por una relación de reciprocidad” (Cooper, op. cit.). 
Con esto hace una crítica a la posición paternalista que es asumida por el 
psiquiatra frente al paciente y lo cual no permite una retroalimentación entre uno 
 18
y otro. Cooper habla de la característica más importante de la antipsiquiatría “... 
el reconocimiento de la necesidad de una atenta no interferencia que se propone 
la apertura de la experiencia y no de su clausura. La condición para que exista 
esta posibilidad consiste en estar con las personas adecuadas, es decir, con 
gente que haya explorado su propia interioridad y su propia desesperación”. 
 
• Finalmente, trata un punto trascendente de la antipsiquiatría como “... política y 
subversiva por su misma naturaleza, con respecto al represivo orden social 
burgués, no sólo porque da validez a algunas formas de conducta que son 
altamente no conformistas, sino también porque supone una radical liberación 
sexual... los establecimientos psiquiátricos existentes se encontrarán totalmente 
desacreditados y resultarán inaceptables en el plazo de las dos décadas 
próximas, y que no serán reemplazados por formas institucionalizadas de 
antipsiquiatría, por su propia naturaleza, debe estar comprometida en una 
revolución permanente. Todo trabajador de este campo, el loco-cuerdo y el 
cuerdo-loco, también está comprometido a implicarse hasta el máximo de sus 
posibilidades en la revolución de toda sociedad burguesa. En este sentido la 
antipsiquiatría, a pesar de su negación formal, debe considerarse altamente 
positiva” (Cooper, 1978). 
 
Después de que Jhon Conolly abolió la sujeción física pasa mucho tiempo antes 
que se acepten sus ideas. Es después de la Segunda Guerra Mundial cuando 
comienza a haber un cambio, “... en la actualidad menos del 1.7% de los residentes 
ingresan en contra de su voluntad y solo el 6% permanece en esas condiciones. Al 
mismo tiempo se apoyó la idea de que esto terminara definitivamente” (Calderón, 
1992). 
 
La psiquiatría de la posguerra en Inglaterra se desarrolla en el campo social 
dando especial énfasis a la atención fuera del hospital, estableciendoque la planeación 
de servicios comunitarios debe realizarse en un contexto médico, buscando la 
integración de ambas disciplinas; esto ha logrado más a favor de la salud mental en 
Inglaterra que cualquier otro aspecto. 
 19
Un cambio importante es el haber integrado la unidad psiquiátrica al hospital 
general e implantar una mejor coordinación de estos servicios con la atención integral 
de la familia, sin embargo, el número de pacientes crónicos o con síndromes mentales 
orgánicos parece que no disminuye. 
 
En Inglaterra tiene gran importancia la psicoterapia de grupo, a este respecto el 
movimiento de comunidades terapéuticas se engarzó en Gran Bretaña en una 
psiquiatría social que no se parcializó sino que avanzó a pasos globales, sistemáticos y 
parejos. Existe un planteamiento global en las modificaciones sanitarias, un fuerte 
sentido de solidaridad anexado a las primeras experiencias y el éxito que se ha logrado 
incluir o reponer a ex pacientes en actividades laborales comunes. Por otra parte se 
han integrado al personal psiquiátrico personal voluntario. 
 
En Gran Bretaña el concepto comunidad, en relación con las actividades de 
salud mental, se refiere a la atención que se proporciona fuera del hospital, en el 
mundo mítico de la gente sana, a los individuos. Dicha atención puede incluir la 
prevención de internamiento hospitalario y la idea de atención por distritos o 
sectorizada (Calderón, 1992). 
 
El acoplamiento de la psiquiatría a las ciencias sociales tiene una gran 
importancia en el cambio del hospital psiquiátrico pues la perspectiva institucional del 
psiquiatra es diferente. 
 
En Inglaterra la terapia administrativa fue un importante factor de cambio, ésta 
se entenderá como “... el arte de tratar pacientes en una institución por medios 
administrativos o como el arte de asumir en su totalidad el verdadero rol del médico en 
la comunidad terapéutica”. Sin embargo, admiten que la teoría se ha construido 
conforme a la práctica y que ambas mejoran en este proceso dialéctico, sin embargo, 
consideran como básico cambiar el entorno gris, sin atractivo practicando la “terapia 
administrativa” (Helarck, 1983). 
 
Son muy importantes en Inglaterra las llamadas estancias de medio camino y el 
trabajo protegido donde se llevan a cabo programas de rehabilitación. 
 20
Desmanicomialización en Río Negro, Argentina 
Con la llegada de la democracia se inicia en 1985 la labor de construir respuestas 
dignas a las personas que por distintos motivos, caían en la marginalidad y como tales 
eran internadas en hospitales psiquiátricos. 
 
Este rico proceso que llega hasta nuestros días, ha tenido varios hitos. Los 
principales son: cierre del único hospital psiquiátrico de la provincia, la creación de 
veinte equipos de salud mental a nivel local, con base en los hospitales generales y la 
sanción de la ley 2440 de Promoción Sanitaria y Social de las Personas que Padecen 
Sufrimiento Mental, primera ley de salud mental de la Argentina (Natella, 1993). 
 
Siguiendo los principios de la salud mental comunitaria, se procura rescatar los 
recursos de salud presentes en las personas, fortalecer y promover las habilidades y 
capacidades de todos los individuos. Se incorporan recursos no convencionales al 
trabajo de los equipos de salud mental. Junto a psiquiatras, psicólogos y enfermeros, 
trabajan indígenas, maestros, religiosos, alcohólicos en recuperación, artesanos, etc., 
constituyendo cerca del 40% del total del personal contratado y que reciben un sueldo 
por su labor (Cohen, 1986). 
 
La tarea asistencial implicó una profunda reorientación de los servicios. En la 
actualidad, se internan personas en crisis en las salas comunes de los hospitales 
generales. También se promueve la internación domiciliaria. La tarea en equipo tiene 
en la labor sociocomunitaria un importante desarrollo: recorriéndose por mes más de 
14,500 Km. para las visitas y apoyo domiciliario, se crean siete empresas sociales y 
cooperativas como instancias privilegiadas para la efectiva rehabilitación, descartando 
las prácticas protegidas. 
 
Se entiende a la rehabilitación incluyendo a la persona dentro de la circulación 
social habitual, en el contexto del mercado, dignificándose por el reconocimiento que 
hacen los demás al producto de su trabajo. Los usuarios y sus familias son apoyados 
por el equipo de salud mental ya sea en visitas domiciliarias, la formación de grupos 
terapéuticos o de autoayuda, como en las siete casas de medio camino creadas. Se 
interactúa con los municipios, ministerios de trabajo y de acción social; también con 
 21
iglesias y policía, así como organizaciones vecinales y religiosas. Se constituyeron 
varias asociaciones de familiares y más de veinticinco grupos de autoayuda de 
alcoholismo y otras adicciones. Se colabora con otras problemáticas sociales de 
marginalidad como violencia familiar, adolescente embarazada, SIDA, etc. (Schiappa, 
1992). 
 
Se reciben pasantes del país y del extranjero para conocer la labor de 
desmanicomialización rionegrina. Se colabora con diversas provincias del país y con 
países limítrofes, en la transformación de sus sistemas de salud mental, promoviendo 
la reestructuración de la atención psiquiátrica (Toth, 1986). 
 
La ley 2440 junto a la 180 de Italia, fueron la referencia en el debate de la 
Asamblea Constituyente de la Ciudad de Buenos Aires que incluyó en la nueva 
constitución, la desinstitucionalización gradual y progresiva de los hospitales 
psiquiátricos del nuevo territorio autónomo. 
 
 
Richmond Fellowship International 
La Richmond Fellowship International (RFI), es un organismo no gubernamental 
comprometido con la rehabilitación de aquellos que padecen enfermedad mental, 
adicción y/o trastorno en el desarrollo, asimismo se encarga del cuidado terapéutico de 
niños que han sufrido abuso físico, mental o sexual. 
 
La RFI registrada en el Reino Unido como un establecimiento de caridad, es 
conocida como una de las pocas organizaciones voluntarias capaces de planear, 
desarrollar y aterrizar de manera efectiva servicios comunitarios en adicciones y 
enfermedad mental. 
 
La RFI promueve una práctica basada en el respeto del individuo y en los 
principios de la comunidad terapéutica, en donde personas con problemas son 
ayudadas a reinsertarse en la sociedad a través de un programa cuidadosamente 
diseñado, de trabajo en grupo y asesoría individual dentro de las casas de medio 
camino, que son centros de día atendidos por profesionales entrenados. La RFI como 
 22
parte de un compromiso a través del mundo, busca retar y traspasar prejuicios, 
estigmas y la negligencia que rodea la enfermedad mental, promueve entrenamiento 
profesional y actitudes de aprendizaje sobre el tema. 
 
Los servicios que brinda son los siguientes: 
 
a) Consulta con el gobierno, organizaciones públicas y privadas, estudios 
de factibilidad y planeación de proyectos hacia los enfermos mentales 
y drogadictos dentro de los países que lo solicitan. 
b) Planeación e implementación de entrenamiento e intercambio de 
programas para especialistas tanto en el extranjero como en el Reino 
Unido. 
 
La RFI ha heredado durante tres décadas la experiencia acumulada tanto en el 
Reino Unido como en sus filiales en todo el mundo. La mayoría de los proyectos son 
conjuntamente financiados por donadores tanto extranjeros como locales, dependiendo 
del país donde vaya a llevarse a cabo el programa. Todos los proyectos son diseñados 
de tal manera que después de un período de ayuda inicial, puedan continuar sin la 
asistencia de capital extranjero. Se convierten en modelos que pudieran ser 
reproducidos e influir substancialmente en el desarrollo nacional de los servicios de 
enfermedad mental y también las actitudes para con ella (Janse, 1980). 
 
De manera práctica Elly Jansen -fundadora de la RFI- opina al respecto de las 
casas de medio camino:“Para empezar, el familiar de un enfermo mental es raramente la persona 
más adecuada para aceptar la responsabilidad de atender sus 
necesidades. El hogar es usualmente el lugar menos indicado para 
atender los casos de post-hospitalización. Nadie puede esperar que 
después de una larga tradición de exclusión hacia el enfermo mental, sea 
aceptado socialmente sin la capacitación adecuada. La 
institucionalización de los pacientes debe ser vista como una 
consecuencia de esa actitud por parte de la sociedad, luego entonces, la 
 23
casa de medio camino debe ser vista no sólo como el paso hacia la 
recuperación del enfermo mental, sino como una fuente de aprendizaje de 
la comunidad, un lugar de confrontación donde la comunidad puede 
reorganizar sus lazos hacia el perturbado, más que a sus diferencias” 
(Janse, 1980). 
 
Algunos proyectos y sus filosofías: 
 
Se han intentado varios casos de manera aislada, especialmente en Estados 
Unidos, dando como resultado una gama de teorías y prácticas razonables y otras no 
tanto. Es sin embargo un común denominador que en estas casas se haya 
subestimado la capacidad de los residentes de tomar responsabilidades y la 
correspondiente necesidad de que el staff tome actitudes paternales. A pesar de que 
muchas de las casas no se quieren ver identificadas con este caso, todavía prevalece, 
aunado a esta visión, de ver al otro como diferente y desigual. De manera continua, 
una sutil manifestación de una seudo igualdad sería que el acusar y castigar son 
acordados por recomendaciones o decisiones hechas por los residentes como grupo. 
 
Los principios de organización en una casa de medio camino tienden a adoptar a 
una organización autoritaria o una organización de auto-soberanía. Esta última algunas 
veces es llevada al extremo, cuando es considerado que cualquier cosa que suceda es 
terapéutica. Algunas comunidades son el resultado de este tipo de convicciones y se 
permiten estar a merced de los miembros más perturbados. 
 
En algunos programas hay un fuerte antiprofesionalismo, una convicción de que 
los profesionales son un gasto y una pérdida. La psicoterapia es vista como una 
pérdida de tiempo y dinero y se dice que los miembros de la propia comunidad 
atienden cualquier necesidad que requieran. Esto es en común asociado con un 
enfoque de terapia moral la cual provee a los residentes con un fuerte programa de 
trabajo para contra-atacar sus hábitos. A falta de ayuda especializada en otras 
disciplinas, el entrenamiento específico hacia algunos miembros del staff sería lo 
apropiado, sin embargo, en algunos casos es considerado como pérdida de tiempo y 
hasta una herejía (Janse, 1980). 
 24
En el caso de la RFI en un principio este tipo de problemáticas se dieron pero 
finalmente se volvieron menos idealistas y más prácticas en lo que concernía a las 
labores caseras y los miembros empezaron a confrontarse unos con otros y 
demandaron una justa contribución por parte de cada uno en lugar de dejar esto al 
staff. Las personas que no contaban con un empleo eran las encargadas del quehacer 
lo cual alentaba a los miembros a conseguir trabajo. 
 
La calidad de la cual un programa depende es principalmente el calibre de los 
miembros del staff, quienes necesitan una gran cantidad de apoyo y supervisión si 
quieren tener una posición firme, especialmente cuando su auto-estima y popularidad 
están en juego. El reto para el staff es tratar al individuo consistentemente como un 
adulto con respeto hacia él como persona y movilizar los recursos del grupo hacia la 
resolución de sus dificultades. Es necesario que el miembro del staff mantenga una 
distancia necesaria e insista en sus propios derechos y necesidades. 
 
Desde un punto de vista organizacional, la RFI reconoce las dificultades con las 
que ha tenido que lidiar contra las autoridades inglesas y a pesar de sus beneficios no 
se han atrevido a difundir los logros de la organización. Es por eso que muchos 
pacientes son obligados a ingresar y permanecer en los hospitales psiquiátricos ya que 
el estado paga los gastos durante su estancia dentro del hospital, pero no los servicios 
de prevención y cuidados post-hospitalarios. 
 
 
Movimiento antipsiquiátrico en Italia 
En los años sesenta un grupo de médicos encabezado por el Dr. Franco Basaglia 
(Director del Hospital Psiquiátrico de Gorizia, Italia), inició lo que en varios años de 
trabajo se difundió en todo el mundo: el movimiento conocido como psiquiatría 
democrática italiana. 
 
En este movimiento se intenta difundir otro trato al enfermo mental. Pretendió 
cambiar la idea de que los hospitales psiquiátricos son un depósito de desechos 
humanos en el que sólo se encontraban gente pobre, los ricos se encontraban en otros 
lugares; intentó concienciar a la comunidad psiquiátrica del papel social que cada uno 
 25
jugaba dentro de la institución, de erradicar la errónea concepción del enfermo mental: 
indeseable, peligroso, incurable, rebelde y destructivo “el loco” (Basaglia, 1972). 
 
También se suprimieron las terapias de castigo, se eliminó la camisa de fuerza, 
las ligaduras y ataduras, las celdas castigo, los electrochoques, los medicamentos 
innecesarios otorgados masivamente. Se modificaron los alimentos, el aspecto físico 
del hospital, instalaciones sanitarias; se buscó eliminar el abuso de poder a todos los 
niveles y sentidos. Se involucró a los pacientes para todo este cambio. Se llegó a lograr 
la libertad de entrar y salir del hospital. 
 
En este intento se tuvieron limitaciones y obstáculos de tal manera que el equipo 
de Basaglia renunció en 1972. Sin embargo, se encontró apoyo en otras partes de la 
provincia y pudo seguir este cambio. 
 
Todo esto origina una lucha constante hasta lograr revisar la ley referente a 
internamientos psiquiátricos, con lo que se consigue redactar la Ley 180, que entró en 
vigor en 1979 en donde se protege al enfermo mental, según las leyes italianas. 
 
Por otro lado tenemos la experiencia de Triestre, Italia. Este hospital es fundado 
por Franco Basaglia y su equipo. El autor indica que sin apoyo administrativo y político 
este trabajo difícilmente se habría desarrollado (Basaglia, 1972). 
 
En general podemos hablar de una desinstitucionalización de la gente sacada de 
los psiquiátricos a quienes poco a poco se les da una libertad mayor, surgen distintas 
necesidades como la de un servicio de seguimiento a los pacientes, se crea un centro 
de Salud Mental (después llegarían a un total de siete) y se procura dar un servicio 
continuo (la mayor parte de los pacientes es gente muy deteriorada que requieren 
asistencia médica genérica). Más tarde, al recuperar pensiones de algunos pacientes y 
obtener subsidio por parte de la administración la gente comenzó a tener dinero en el 
bolsillo lo cual fue relevante pues los pacientes se sintieron estimulados para salir. 
 
 26
En esta experiencia un punto importante fue la creación de una cooperativa de 
ex pacientes que poco a poco ha llegado a ser autosuficiente y que recientemente no 
tiene nada que ver con el hospital. 
 
En este proceso se menciona como relevante, la recuperación de la sensación 
de aún ser trabajador, de recuperarse como persona y de identificarse con otros 
trabajadores, esto no ha sido sencillo, para lograrlo se ha requerido de una intensa red 
de relaciones entre las personas involucradas. 
 
Otro aspecto importante fue el cambio en la condición jurídica de los pacientes, 
ya no había pacientes forzados, sólo voluntarios, lo cual permitió movilidad y 
representó una esperanza de cambio y libertad. Esto no se logro con la promulgación 
de una ley, sino por el esfuerzo continuo y cotidiano. 
 
Por otro lado quienes no han recibido acogida en la sociedad, actualmente viven 
como pensionados no como pacientes, lo cual implica un gran cambio desde el punto 
de vista de la personalidad jurídica. Sumamente interesanteha sido también la 
participación de los usuarios cuya recuperación de identidad es un aspecto vital. 
 
En esta experiencia no se ha desechado al fármaco pero al mismo tiempo se 
dialoga con la persona, se “permanece con ella”, en este sentido la cura es 
conceptualizada como algo que va más allá de la superación de la crisis, es cuando 
hay éxito en la ayuda de la estructuración de una individualidad, de una identidad y la 
formación de una red relacional. En el caso de la enfermedad mental, hay muchos 
aspectos que se encubren, cuando la persona descubre estos aspectos entonces 
mejora. Si comprende los motivos de su crisis y se comprende mejor a sí misma, 
tendrá mayor posibilidad de organizarse en términos sociales. 
 
En general se acepta que el trabajo logrado en Triestre tiene mucho de 
asistencial, es así como ha sobrepasado la especialización profesional y ampliado su 
campo de trabajo, mencionan que “... nuestro trabajo no es asistencia, sino el 
reconocimiento y respeto de ciertos derechos humanos, según yo, muy terapéuticos” 
(Basaglia, 1972). 
 27
Movimiento antipsiquiátrico en España 
“La reforma psiquiátrica en España empieza tarde, en tiempos de transición política, 
después de un decenio de denuncias sobre la situación de los enfermos mentales 
(vinculadas a la lucha política, contra el franquismo) y de frustradas experiencias 
aisladas. Circunstancias históricas que van a permitir, por una parte, conocer 
dificultades, problemas y errores de reformas más tempranas en Estados Unidos, 
Reino Unido, Francia e Italia; y por otra parte, son momentos de reconstrucción 
democrática de la sociedad española, con la urgencia de cambios globales en los 
servicios públicos, la incorporación de la transformación psiquiátrica a la reforma 
sanitaria y de servicios sociales” (Desviat, 1990). 
 
“Cuando España llega a las primeras elecciones democráticas en 1977, la 
asistencia a los problemas de salud mental se reducía a los hospitales psiquiátricos (a 
cargo en su mayoría de las diputaciones y de centros religiosos concentrados), las 
consultas de neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Salud y un pequeño conjunto 
heterogéneo de centros de salud mental municipales y de la red benéfica estatal, así 
como unas pocas camas en hospitales generales universitarios, sin una población 
determinada que atender” (Seguin, 1884). 
 
“No se puede sacar a los enfermos mentales de los manicomios sin medios 
adecuados en la comunidad, pero tampoco se les puede dejar en estas instituciones... 
la persistencia del manicomio distorsiona cualquier organización de servicios 
alternativos... las nuevas instituciones responden explícitamente al deseo de romper 
con un pasado considerado como productor de cronicidad” (Desviat, 1990), que 
pervierte cualquier reforma. 
 
Los programas de rehabilitación y de desinstitucionalización son los 
condicionantes que posibilitaron la reforma psiquiátrica en tanto los proyectos de 
transformación a la atención a la salud mental. La erradicación de la cronicidad asilar y 
la atención a los nuevos patrones de cronicidad psiquiátrica, es, en la actualidad, uno 
de los principales desafíos de la salud pública en el mundo. Cuestión que estuvo 
presente a la hora de diseñar el plan de reforma del Hospital Psiquiátrico Nacional de 
 28
Leganés y fue una de las prioridades desde el primer día de su puesta en 
funcionamiento (Desviat, 1994). 
 
En este hospital se dan prestaciones que pretenden una atención 
fundamentalmente ambulatoria y la superación definitiva integrada en la salud general y 
en contacto con los servicios socio-comunitarios (servicios sociales, escolares, etc.). 
 
Desde el inicio del plan de reforma se pusieron en funcionamiento dos 
programas: uno destinado a la desinstitucionalización de los pacientes ingresados en el 
hospital psiquiátrico, buscando su externalización y posterior reinserción social, y otro 
programa de rehabilitación de pacientes crónicos que aun viviendo en la comunidad 
mantienen un bajo nivel de autonomía y dificultades de integración (García, 1999). 
 
El principio básico que ha formado sus acciones ha sido el de normalizar al 
máximo, procurando usar, en primer lugar, los recursos comunitarios propios de cada 
zona; evitando crear en lo posible dispositivos específicos establecidos por programas 
flexibles y evaluables (García, 1971). 
 
Por otro lado en rehabilitación surge la necesidad de un nuevo subprograma que 
denominan de apoyo comunitario, destinado a la creación de empleo protegido, ocio, 
vivienda, un conjunto de actuaciones que, difícilmente realizables desde los 
procedimientos de la administración, exigen una gestión compartida con organismos 
ciudadanos, como la Asociación de Familiares y Usuarios, o de consumidores y que 
obliga a la creación de una Fundación como cobertura legal. 
 
Aunque cubrir las necesidades básicas de alimentación y protección no sea 
responsabilidad directa del programa, el que el paciente tenga satisfechas estas 
necesidades constituye el cimiento de la rehabilitación. 
 
 29
Capítulo IV. MODELO MIGUEL HIDALGO DE ATENCIÓN EN 
SALUD MENTAL 
 
 
Para entrar en materia en lo referente al Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud 
Menta, es menester describirlo minuciosamente. Para ello, en el presente capítulo se 
hará una descripción de sus objetivos (tanto generales como específicos), así como de 
la estructura del Modelo. 
 
 
Objetivos generales del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 
• Prevenir el riesgo de la marginalización y/o institucionalización psiquiátrica. 
• Atender a las personas con enfermedad mental, apoyándolas para desarrollar 
sus recursos personales y facilitándoles la provisión de soportes sociales 
básicos. 
• Favorecer en los usuarios la recuperación o adquisición del conjunto de 
habilidades y competencia personales y sociales necesarias para el 
funcionamiento en la comunidad en mejores condiciones de autonomía, 
normalización, integración y calidad de vida. 
• Posibilitar que los usuarios puedan funcionar y desenvolverse en la comunidad 
del modo más autónomo posible; facilitando el desempeño de roles sociales. 
• Potenciar la integración laboral – social del usuario. 
• Promover la vida independiente de los usuarios ofreciendo el seguimiento, 
apoyo y soporte social que cada persona necesite para asegurar su 
mantenimiento en la comunidad del modo más autónomo posible. 
• Ofrecer apoyo, asesoramiento y formación a las familias. 
• Sensibilizar a la comunidad sobre la enfermedad mental a través de promoción 
de la salud mental. 
• Prevenir el desarrollo de la enfermedad mental mediante una atención oportuna 
y un tratamiento adecuado cuando se presentan los primeros síntomas del 
padecimiento. 
 30
• Hacer convenios con Organizaciones no Gubernamentales para la 
implementación de programas comunitarios que faciliten la reintegración social 
de los usuarios. 
• Apoyar a los Comités Ciudadanos para favorecer el mejor desempeño de sus 
funciones. 
 
 
Objetivos específicos del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 
Los objetivos específicos dependerán de cada una de las estructuras de la Red de 
Servicios y esto se hará en relación al usuario para crear un ámbito favorecedor de sus 
potencialidades y de su reinserción social. De esta manera los objetivos específicos 
son: 
 
• Brindar tratamiento integral médico – psiquiátrico para elevar la calidad de vida 
del usuario. 
• Favorecer que el usuario se integre a las actividades de rehabilitación 
psicosocial. 
• Establecer comunicación y formalizar acuerdos con dependencias para el 
trabajo del usuario que así lo desee en la comunidad. 
• Establecer mecanismos de apoyo y seguimiento al usuario en el medio al que se 
integre. 
• Lograr que todas las estructuras que conforman la Red de Servicios del Modelo 
Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental funcionen con excelencia,calidad y 
calidez y sean gratuitas para los usuarios. 
• Lograr que paulatina y definitivamente se cierren los hospitales psiquiátricos 
asilares. 
• Que los trabajadores de salud mental que laboren dentro de alguna de las 
estructuras de la Red de Servicios cuenten con reconocimiento y estímulos 
especiales de parte de las autoridades competentes. 
• Que en todas las estructuras de la Red de Servicios se genere un ambiente de 
amabilidad y eficiencia, y se respeten los derechos humanos de los usuarios. 
• Que los estados de la República Mexicana donde se implemente el Modelo 
Miguel Hidalgo mantengan comunicación permanente sobre el funcionamiento 
 31
del Modelo con el Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental, 
de la Secretaría de Salud. 
• Que en los estados de la República donde se implemente el Modelo Miguel 
Hidalgo se realicen publicaciones periódicas sobre el desarrollo del mismo. 
• Que las autoridades estatales convoquen a grupos de sociedad civil para que 
estos participen de manera activa en las estructuras de la Red de Servicios del 
Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental. 
 
Uno de los objetivos principales del Modelo Miguel Hidalgo es promover la 
rehabilitación de las personas recluidas en hospitales psiquiátricos y apoyarlas en su 
regreso a la comunidad, para que logren desenvolverse y manejarse en ella con la 
mayor autonomía y calidad de vida posibles. 
 
 
Estructura del Modelo Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 
 
Áreas de Atención en el Modelo 
Miguel Hidalgo de Atención en Salud Mental 
Áreas de atención Estructuras 
• Centro de Salud 
 
• Centro de Salud con Módulo de Salud 
Mental 
• Centro Comunitario de Salud Mental 
(CECOSAM) 
Prevención 
• Centro Integral de Salud Mental 
(CISAME) con Comité Ciudadano 
• Unidad de Psiquiatia en Hospital General
 Hospitalización 
• Villa 
 
 
 
 
 
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• Casa de Medio Camino 
 
• Residencia Comunitaria 
 
• Departamento Independiente 
 
• Residencia para Adultos Mayores 
 
• Taller Protegido 
 
• Cooperativa Mixta 
 
Reintegración 
Social 
• Club Social 
 
 
Prevención 
La prevención se desarrolla principalmente por medio de la difusión de información 
sobre salud mental, el diagnóstico y tratamiento oportuno que se otorga a los usuarios 
en Centros de Salud, Centros de Salud con Módulo de Salud Mental, Centros 
Comunitarios de Salud Mental y Centros Integrales de Salud Mental. En estas 
estructuras es conveniente contar con un Comité Ciudadano de Apoyo. 
 
 
 
 
 33
Hospitalización 
Ésta se lleva a cabo en Unidades de Psiquiatría en Hospitales Generales y en las Villas 
de Transición Hospitalaria. En todas las estructuras se da una atención integral al 
usuario, como lo marca la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994 (ver Anexo 1), 
para la prestación de servicios de salud en unidades de atención integral hospitalaria 
médico-psiquiátrica, para lograr su rehabilitación. 
 
 
 
En las estructuras de hospitalización participan los Comités Ciudadanos como lo 
marca la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994 (Anexo 1) y cuyas funciones 
son: 
 
• Coadyuvar a que se respeten los derechos humanos de los usuarios. 
• Proponer acciones para la atención y la rehabilitación, que en su caso 
complementen a las existentes, con el fin de elevar la calidad y calidez de los 
servicios que se presten al usuario. 
• Proponer la utilización de recursos e instalaciones en beneficio de los usuarios. 
• Proponer cursos y programas de capacitación para el personal. 
• Gestionar y promover ante organismos nacionales e internacionales, o en su 
caso ante personas físicas o morales, nacionales o extranjeras el otorgamiento 
de recursos financieros o materiales, que permitan mejorar las condiciones de 
las instalaciones y equipo con que cuentan las unidades. 
• Tener acceso a la información relativa a los programas de tratamiento, 
incluyendo los expedientes clínicos y los aspectos administrativos relacionados 
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con la unidad, de conformidad con lo estipulado en la ley y en esta Norma 
Oficial. 
• Denunciar ante las unidades de contraloría y demás instancias legalmente 
facultadas, la comisión de posibles irregularidades que se presenten en las 
unidades. 
• Realizar intercambios académicos y de publicaciones con organismos 
nacionales e internacionales. 
 
 
Reintegración Social 
Se fomenta a través de estructuras dentro de la comunidad que apoyan al usuario en 
su proceso de reintegración social. Estas son principalmente: Casas de Medio Camino, 
Residencias Comunitarias, Departamentos Independientes, Residencias para Adultos 
Mayores, Talleres Protegidos, Cooperativas Mixtas, Clubes Sociales, etc. 
 
 
 
En estas estructuras, preferentemente son las Organizaciones No 
Gubernamentales, quienes estarán a cargo de la implementación de programas 
comunitarios. Los usuarios, según lo requieran, pueden ser referidos o contrarreferidos 
a cualquiera de los servicios de este Modelo. 
 
En las estructuras que conforman la Red de Servicios de este Modelo, el usuario 
recibirá un trato digno y humano con calidad y calidez, independientemente de su 
diagnóstico, situación económica, sexo, raza, ideología o religión. Nunca será sujeto de 
discriminación por su enfermedad mental, ni será objeto de diagnósticos o tratamientos 
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por razones políticas, sociales, raciales, religiosas u otros motivos distintos o ajenos al 
estado de su salud mental. 
 
En el Modelo Miguel Hidalgo resulta de vital importancia la participación de la 
sociedad civil a través de los Comités Ciudadanos de Apoyo y Organismos no 
Gubernamentales. 
 
 
a. Prevención 
Las acciones preventivas a nivel comunitario se llevan a cabo con la realización de 
campañas informativas por medios publicitarios como la televisión, radio y prensa 
escrita, conferencias, orientación a grupos escolares en todos los niveles, a estudiantes 
de educación media superior y superior; así como la sensibilización y capacitación 
constante del personal de la Secretaría de Salud y de otras instituciones. Estas 
acciones se realizan con el objetivo de crear una cultura de prevención de la 
enfermedad mental. 
 
Por otra parte, en Centros de Salud, Centros de Salud con Módulos de Salud 
Mental, Centros Comunitarios de Salud Mental (CECOSAM) y Centros Integrales de 
Salud Mental (CISAME), se llevan a cabo acciones para la promoción de la salud 
mental a través de grupos de orientación a la población en general y a grupos de 
riesgo, logrando así la detección oportuna de casos en la comunidad. 
 
En estos Centros se atiende al usuario por medio del diagnóstico y tratamiento 
oportuno. En caso de ser necesario, se refiere al mismo a otra estructura de la Red de 
Servicios. 
 
1. Centros de Salud 
Los Centros de Salud deben contar con médicos generales capacitados en materia de 
salud mental y en los trastornos psicopatológicos más frecuentes. En caso de detectar 
la necesidad de una atención especializada, el médico debe referir al usuario al Centro 
de Salud que cuente con un Módulo de Salud Mental. 
 
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2. Centros de Salud con Módulo de Salud Mental 
Los Centros de Salud con Módulo de Salud Mental deben contar con los elementos y 
equipo necesarios para la detección oportuna y la atención inmediata de cualquier 
enfermedad mental o en su caso para la referencia de usuarios, así como para realizar 
actividades de fomento y promoción de la salud mental. El equipo de profesionales que 
lo atienden incluye un médico psiquiatra, un psicólogo, trabajador social y una 
enfermera. 
 
3. Centros Comunitarios de Salud Mental 
Estos centros o (CECOSAM), deben contar con equipos interdisciplinarios integrados 
por psiquiatría, psicología, trabajo social, enfermería, terapias, entre otros, y con la 
infraestructura necesaria para dar el servicio. 
 
4. Centros Integrales de Salud Mental 
Los Centros Integrales de Salud Mental (CISAME) ademásde funcionar con la misma 
estructura interdisciplinaria que los anteriores, cuentan con el personal y equipo 
especializados para diagnóstico como laboratorio de análisis clínico, 
electroencefalografía, laboratorio del sueño, mapeo cerebral, etc. Así mismo se 
promoverán actividades culturales y socio-recreativas para los usuarios, que de 
preferencia sean coordinadas por el Comité Ciudadano. 
 
 
b. Hospitalización 
Todos los servicios de Hospitalización se deben de regir según la Norma Oficial 
Mexicana NOM-025-SSA2-1994 (Anexo 1) para la prestación de servicios de salud en 
unidades de atención integral hospitalaria médico-psiquiátrica. 
 
1. Unidad de Psiquiatría en Hospitales Generales 
Estructura que forma parte de este modelo de atención, su objetivo es dar el 
tratamiento especializado en hospitales generales, la cual debe contar con el servicio 
de hospitalización breve, que tendrá un porcentaje de camas de acuerdo a la 
necesidad de la población en donde se encuentre y un periodo promedio de estancia 
de quince a treinta días, durante el cual se debe proporcionar atención integral médico-
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psiquiátrica. Por otra parte esta Unidad debe contemplar también el servicio de 
consulta externa y urgencias psiquiátricas con área de observación para estancias 
comprendidas de 12 a 48 horas. 
 
La Unidad de Psiquiatría debe contar con un comedor, sala de descanso y un 
espacio lo suficientemente amplio para que los usuarios puedan caminar durante su 
internamiento, ya que por la naturaleza de su padecimiento o por los efectos 
colaterales de algunos medicamentos, así lo requieren. 
 
2. Villas 
La Villa es un área de estancia hospitalaria con la estructura de una casa común, en 
donde los usuarios tendrán una estancia máxima de tres a seis meses. Dentro de la 
Villa los usuarios recibirán atención integral médico psiquiátrica las 24 horas del día. 
Las Villas deberán contar con la participación de un Comité Ciudadano cuyas funciones 
están estipuladas en la Norma Oficial Mexicana NOM-025-SSA2-1994. 
 
Las Villas están construidas con un máximo de cuatro recámaras independientes 
por villa, las cuales contarán con un baño, comedor, cocineta, módulo de enfermería, 
un consultorio médico, un baño para el personal y un área exterior de lavaderos y 
tendederos para la ropa. Estas villas son de puertas abiertas hacia las áreas comunes. 
 
Para la operación de la Villa es necesario contar con un área de talleres de 
rehabilitación, tienda, cafetería, salón de usos múltiples para usuarios, una unidad de 
atención médica de cuidados especiales, oficinas administrativas, etc., todo esto 
rodeado de áreas verdes. 
 
En las Villas se intensifican las acciones de rehabilitación con constantes salidas 
terapéuticas de los usuarios a la comunidad que podrán ser coordinadas tanto por el 
comité ciudadano como por el personal de la villa. Otra actividad que promueve la 
rehabilitación es la asistencia a los talleres que estarán dentro de las mismas 
instalaciones, en las que los usuarios acudirán voluntariamente y en los que recibirán 
un apoyo económico por su participación, de preferencia estos talleres serán 
coordinados por miembros del Comité Ciudadano. 
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También los usuarios podrán asistir voluntariamente a las asambleas que serán 
coordinadas por el comité ciudadano. Todas estas actividades favorecen su futura 
reintegración a la comunidad. 
 
Los usuarios que estén en condiciones óptimas, sí así lo desean, pueden 
solicitar un permiso para salir a realizar diversas actividades en la comunidad y 
regresar al término de éstas a la villa. 
 
 
c. Reintegración Social 
 
Programas Comunitarios 
Una característica fundamental de este Modelo es la reintegración social del usuario al 
medio al que pertenece, a través de programas comunitarios, tales como: Casas de 
Medio Camino, Residencias Comunitarias, Departamentos Independientes, 
Residencias para Adultos Mayores, Cooperativas Mixtas, Talleres Protegidos, Clubes 
Sociales, etc. 
 
La mayoría de los programas comunitarios que se han implementado a nivel 
mundial son organizados y administrados por Organizaciones no Gubernamentales, 
subsidiados por los gobiernos correspondientes (Calderón, 1992). Los servicios que se 
brindan deben ser gratuitos y la asistencia de los usuarios debe ser voluntaria, con la 
característica fundamental que son programas de puertas abiertas. El personal no debe 
ser médico ni paramédico. 
 
1. Casas de Medio Camino 
Son casas que se ubican dentro de la comunidad, en las que viven usuarios que están 
dados de alta de cualquiera de las estructuras de hospitalización o aquellos usuarios 
que viven en la comunidad y que así lo requieran. En estas casas sólo pueden vivir 
usuarios que lo soliciten voluntariamente y el tiempo de permanencia de los mismos 
será de acuerdo a su proceso de evolución. En estas estructuras se apoya al usuario 
en su proceso de reintegración social y el servicio es gratuito. 
 
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Las casas cuentan con un acompañante terapéutico. Son casas habitación con 
todos los servicios que requiere una casa común. Como no son parte del modelo 
médico, no existen consultorios dentro de las mismas. Es el espacio físico de 
alojamiento para los usuarios como parte de su entrenamiento a la vida independiente. 
 
 
 
2. Residencias Comunitarias 
Es un espacio que tiene las mismas características físicas de las Casas de Medio 
Camino. Son casas dentro de la comunidad en las que los usuarios viven 
independientes, de manera voluntaria y sin aportar ninguna cuota económica para el 
funcionamiento de las mismas. El tiempo de estancia es de acuerdo a la decisión del 
usuario, en las residencias el acompañamiento es eventual y en algunos casos a 
solicitud de los usuarios. 
 
 
 
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3. Departamentos Independientes 
Estos espacios están dentro de la comunidad y el único apoyo que se les brinda a los 
usuarios es económico para el pago de sus rentas, mediante convenios donde se 
especifica el tiempo de duración de este apoyo y bajo qué condiciones opera; aquí 
residen de manera totalmente independiente. Estos departamentos o cuartos serán 
rentados dentro de la comunidad. 
 
 
 
4. Residencias para Adultos Mayores 
Esta estructura es el único programa comunitario que dadas las características de edad 
de los residentes, contará con personal médico especializado en psicogeriatría y las 
instalaciones estarán adecuadas a las necesidades propias de esta población y no 
pagarán ninguna cuota de recuperación. 
 
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5. Talleres Protegidos 
En estos talleres los usuarios aprenden un oficio y reciben apoyo económico por su 
participación, con el fin de que en un futuro puedan lograr su autonomía económica a 
través de un trabajo formal remunerado. En estos talleres no se cobran cuotas de 
recuperación. 
 
 
 
6. Cooperativas Mixtas 
Deben estar constituidas por usuarios y miembros de la comunidad, con el objetivo de 
lograr la autosuficiencia económica de los usuarios, creando su propia fuente de 
ingresos. 
 
 
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7. Clubes Sociales 
Estos son centros de reunión, dentro de la comunidad para que los usuarios puedan 
participar en actividades culturales, deportivas y recreativas. Estos clubes reciben 
apoyo económico de parte del Estado para su funcionamiento. 
 
 
 
 
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Capítulo V. MODELO MIGUEL HIDALGO DE ATENCIÓN EN 
SALUD MENTAL EN EL ESTADO DE MÉXICO “UN 
MODELO ASISTENCIAL, REHABILITATORIO, 
HUMANO Y ECONÓMICO” 
 
 
Las instituciones de salud mental tienen un gran compromiso de cumplimiento con la 
sociedad, tanto en las estrategias de prevención como en la parte rehabilitatoria y 
asistencial. Cabe mencionar que las últimas tendencias mundiales en aspectos de 
tratamiento es prevenir, diagnosticar oportunamente, brindar tratamiento integral así 
como su rehabilitación integral. La Rehabilitación Psicosocial de las personas con 
enfermedad mental constituye un gran reto para la

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