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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO DEDICATORIA FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA Detección de perros portadores de leptospiras patógenas: Estudios bacteriológico, serológico, histopatológico y molecular. T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: MÉDICA VETERINARIA ZOOTECNISTA P R E S E N T A: LUZ OLIVIA CASTILLO SÁNCHEZ ASESORES: MVZ, M.Sc., Ph.D. ALEJANDRO DE LA PEÑA MOCTEZUMA MVZ. MARÍA DE LOS ANGELES ROA RIOL MÉXICO, DF. OCTUBRE DEL 2008 I UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. II DEDICATORIA A Dios por dejarme concluir esta etapa de mi vida. A mis padres por el apoyo y confianza que siempre me han brindado. A mis hermanos por estar conmigo en los buenos y malos momentos. A toda mi familia por sus palabras de aliento y confianza que siempre me han tenido. A Carlos A. Carmona Gasca por ser parte de mi vida. Olivia III AGRADECIMIENTOS Este trabajo fue desarrollado con apoyo financiero de los fondos: UC-MEXUS-CONACYT CN-02-54 y PAPIIT IN205202 e IN222806. Al Dr. Alejandro de la Peña Moctezuma por brindarme la oportunidad de pertenecer a su grupo de investigación, así como por haberme dado este tema de tesis. Así mismo le agradezco por todos los consejos, conocimientos y amistad que me dio durante todo este tiempo. Al Dr. Armando Rodríguez Reyes por su amistad, apoyo y paciencia, así como por su sincero interés y porque siempre estuvo al pendiente. A la Dra. María de los Ángeles Roa Riol por su apoyo incondicional para la realización de este trabajo, así como al personal del antirrábico de San Juan de Aragón “Luis Pasteur” por su apoyo en la captura y sacrificio de los animales. Agradezco a los miembros del jurado por sus valiosos comentarios, así como por su aportación para la realización de la presente tesis: Dr. Francisco Suárez Güemes, Dr. Alfonseca Silva, Dra. Victoria Yukie Tachika Ohara y Dr. Luis Nolasco Espinosa. A todos mis compañeros y amigos del GrILLep por su amistad y apoyo, ya que sin su ayuda no hubiera sido posible realizar este trabajo: Carlos Alfredo Carmona Gasca, Diana Rodríguez González, Erika Margarita Carrillo Casas, Horacio Mena, Julio Hernández, Jorge Alejandro Rodríguez Jiménez, José Manuel Ramírez Ortega, Luz Elena Alcaraz Sosa, Raquel Rojano Ríos, Rocío Rosario Limón Ávila, Rocío Chávez Trejo, Rodrigo Mena Bañuelos, Tania Simental Rivera y Verónica Montes de Oca Basilio. Al MVZ Daniel Atilano López, Dr. Francisco Javier Basurto Alcantara y Dr. Rigoberto Hernández Castro por su apoyo y palabras de aliento. A todo el personal del departamento de Microbiología e Inmunología de la FMVZ por su amistad y comentarios de apoyo. Al departamento de Patología de la FMVZ de la UNAM por la elaboración del material histopatológico así como por la interpretación. Se agradece el apoyo e interpretación de resultados de la Dr. M. Alejandra Ayanegui A. A mis amigos David Hernández, Matías Santiago Martínez, Tomas Martínez Morales, María Elena Salazar, Dafne Gutiérrez, Karina Flores Meléndez, Lourdes León Esquivel, Lucila León Esquivel, Karina Mora Martínez y Alfredo Hernández. Al Dr. Elías Agustín Arroyo Guerrero por su amistad. IV ÍNDICE 1 Resume 1 2 Introducción 2 2.1 Marco histórico 3 2.2 Epidemiología de la leptospirosis 7 2.3 Agente etiológico 13 2.3.1 Clasificación 13 2.3.2 Morfología 14 2.3.3 Movilidad 16 2.3.4 Desarrollo in vitro y metabolismo 17 2.3.5 Factores de patogenicidad 19 2.4 Patogenia de la leptospirosis en perros 21 2.4.1 Signos y lesiones 22 2.4.2 Leptospirosis en gatos y hámsteres 23 2.5 Salud pública 25 2.6 Inmunidad 26 2.7 Diagnóstico 27 2.7.1 Técnicas de diagnóstico indirectas 29 2.7.1.1 Aglutinación microscópica (AM) 29 2.7.2 Técnicas de diagnóstico directas 30 2.7.2.1 Cultivo bacteriológico 30 2.7.2.2 Microscopía de campo oscuro (CO) 32 2.7.2.3 Histopatología: Hematoxilina y Eosina (HE), Warthin Starry (WS) e Inmunohistoquímica 32 2.7.2.4 Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) 33 2.8 Tratamiento 33 2.9 Prevención 34 3 Justificación 36 4 Hipótesis 36 5 Objetivos 37 5.1 Objetivo general 37 5.2 Objetivo específico 37 6 Materiales y Métodos 38 6.1 Animales 38 6.2 Colección de muestras: Perros 38 6.3 Procesamiento de muestras 39 6.3.1 Estudio bacteriológico 39 6.3.2 Estudio serológico: Aglutinación microscópica (AM) 42 6.3.3 Estudio histopatológico: Hematoxilina y Eosina (HE) y Warthin Starry (WS) 48 6.3.4 Estudio molecular: Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) 48 6.3.4.1 Extracción de ADN de muestras clínicas 48 6.3.4.2 Extracción de ADN de cepas de referencia y cepas aisladas 49 V 6.3.4.3 Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) 51 6.4 Procedimiento de identificación de las cepas aisladas 55 6.4.1 Purificación de las cepas aisladas 55 6.4.2 Serotipificación de las cepas aisladas 55 6.4.3 Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de las cepas aisladas 57 6.4.4 Determinación de la virulencia de las cepas aisladas 57 7 Resultados 59 7.1 Estudio bacteriológico 59 7.2 Estudio serológico: Aglutinación microscópica (AM) 62 7.3 Estudio histopatológico: Hematoxilina y Eosina (HE) y Warthin Starry (WS) 63 7.4 Estudio molecular: Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) 65 7.5 Procedimiento de identificación de las cepas aisladas 66 7.5.1 Procedimiento serológico (AM) y molecular (PCR) 66 7.5.2 Determinación de la virulencia de las cepas aisladas 67 7.5.2.1 Virulencia en hámsteres: Estudio bacteriológico 70 7.5.2.2 Virulencia en hámsteres: Estudio serológico 70 7.5.2.3 Virulencia en hámsteres: Estudio patológico lesiones macroscópicas y microscópicas (Tinción de HE y WS) 71 7.5.2.4 Virulencia en hámsteres: Estudio molecular 75 8 Discusión 76 8.1 Estudio bacteriológico 76 8.2 Estudio serológico: Aglutinación microscópica (AM) 80 8.3 Estudio histopatológico: Hematoxilina y Eosina (HE) y Warthin Starry (WS) 82 8.4 Estudio molecular: Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) 83 8.5 Procedimiento de identificación de las cepas aisladas 85 8.5.1 Determinación de la virulencia de las cepas aisladas87 8.5.1.1 Virulencia en hámsteres: Estudio bacteriológico 87 8.5.1.2 Virulencia en hámsteres: Estudio serológico 89 8.5.1.3 Virulencia en hámsteres: Estudio patológico lesiones macroscópicas y microscópicas (Tinción de HE y WS) 89 8.5.1.4 Virulencia en hámsteres: Estudio molecular 90 9 Conclusiones 91 10 Referencias Bibliográficas 93 11 Apéndice I: Resultados: Base de datos crudos de perros 103 12 Apéndice II: Resultados: Base de datos crudos de hámsteres inoculados con muestras clínicas de perro 107 13 Apéndice III: Resultados: Base de datos crudos de hámsteres de prueba de virulencia 111 14 Apéndice IV: Soluciones y medios de cultivo para Leptospira 118 15 Apéndice V: Abreviaturas 125 VI ÍNDICE DE FIGURAS 1.- Triada epidemiológica de la leptospirosis. 8 2.- Morfología de Leptospira. 15 3.- Estructura de la pared de Leptospira. 17 4.- Desarrollo in vitro de Leptospira. 20 5.- Patogenia de la leptospirosis. 24 6.- Siembra de muestras clínicas de perro y hámster en medio de cultivo. 41 7.- Aglutinación Microscópica: Prueba tamiz. 45 8.- Aglutinación Microscópica: Extensión de títulos. 46 9.- Condiciones de temperatura (ºC) y tiempo (minutos:segundos) de la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR). 54 10.- Diluciones decimales para la purificación de las cepas aisladas. 56 11.- Prueba de virulencia de las cepas aisladas en hámsteres. 58 12.- Frecuencia de serovariedades. 62 13.- Tinciones de Hematoxilina y Eosina (HE) de tejido renal de perro positivos al aislamiento de Leptospira. 64 14.- Porcentaje de detección de lesiones renales con tinción de HE y detección de espiroquetas en tejido con la tinción de WS en muestras de perro. 65 15.- PCR a partir de ADN geonómico de cinco cepas aisladas de perro. 67 16.- Signología clínica en hámsteres. 68 17.- Lesiones macroscópicas en órganos de hámster. 73 18.- Lesiones microscópicas (pulmón y riñón) y tinción de Warthin Starry (WS) de hámsteres inoculados con las cepas aisladas. 74 19.- PCR positivo de muestras de hámster (orina, riñón, hígado y líquido peritoneal). 75 VII ÍNDICE DE CUADROS 1.- Características de la leptospirosis en el hospedero de mantenimiento y accidental. 11 2.- Serovariedades reportadas en diversas especies animales 12 3.- Cambios patológicos: Hemograma y Química Sanguínea asociados a leptospirosis. 28 4.- Lesiones más comunes por Leptospira en diferentes órganos de perro y hámster. 34 5.- Cepas de referencia utilizadas en la AM de perros y hámsteres. 43 6.- Interpretación del grado de aglutinación para la prueba de Aglutinación Microscópica. 47 7.- Secuencias de iniciadores utilizados en la PCR. 52 8.- Mezcla de reactivos para PCR. 53 9.- Resultados de la microscopía de campo oscuro (CO) de las muestras de perros. 59 10.- Aislamiento de cepas de Leptospira. 60 11.- Resultados obtenidos de las diferentes pruebas diagnósticas de los cinco perros con aislamiento positivo. 61 12.- Resultados de las diferentes técnicas diagnósticas aplicada a los perros con PCR positivo. 66 13.- Presentación clínica en hámsteres por cepa de desafío. 69 14.- Lesiones macroscópicas por cepa de desafio en los diferentes órganos de hámster. 71 1 1. RESUMEN Con la finalidad de detectar perros portadores de leptospiras patógenas se muestrearon 59 ejemplares (34 machos y 25 hembras) de diferentes edades y razas del Centro de Control Canino, Luís Pasteur de San Juan de Aragón, México DF. De cada individuo se obtuvieron muestras de suero, orina y riñón. Con el suero se realizó la prueba de aglutinación microscópica (AM) para detectar anticuerpos anti-Leptospira, la orina y riñón fueron procesados para las técnicas de observación microscópica de campo oscuro (CO), reacción en cadena de la polimerasa (PCR) con iniciadores genero específicos (GI/GII y B64I/B64II) y para el aislamiento bacteriológico de leptospiras en medio EMJH simple y con inhibidores. Las muestras positivas detectadas por medio de la microscopía de CO se inocularon intraperitonealmente en hámsteres de aproximadamente 50 g de peso con 0.5 ml de orina o macerado de riñón. Una muestra de riñón se depositó en formalina al 10% para realizar el estudio histopatológico con la tinción de hematoxilina y eosina (HE) y para la detección de espiroquetas en tejido se utilizó la tinción argéntica de Warthin-Starry (WS). La prueba de AM detectó 36 sueros positivos (61%) a una o más serovariedades con títulos desde 1:100 hasta 1:6,400, las serovariedades con mayor frecuencia fueron: Canicola, 23 (38.9%); Bratislava, 20 (33.8%); Pyrogenes, 19 (32.2%); y Grippotyphosa, 11 (18.6%). Por microscopía de CO, 28 muestras (47.45%) fueron consideradas positivas, de las cuales 13 mostraron títulos de anticuerpos arriba de 1:100 en AM. Se obtuvieron cinco aislados (8.47 ); cuatro de riñón (muestras 31“R”, 34“R”, 46“R” y 59“R”) y uno de orina (muestra 28 “O”); estos perros presentaron en la AM títulos de anticuerpos hasta de 1:3,200 contra las SVs Canicola, Pyrogenes y Bratislava; por medio de CO fueron negativos; en la histopatología los cinco riñones mostraron diversos grados de nefritis intersticial, sin embargo, el riñón del perro 59 fue positivo por medio de la tinción de WS y por PCR este mismo riñón fue positivo con los iniciadores GI/GII. Los cinco aislados revelaron diferentes grados de virulencia en hámsteres y fueron parcialmente caracterizados como Leptospira interrogans serovariedad Canicola, mediante PCR y AM cruzada con cepas y con sueros inmunes de referencia. Los hámsteres inoculados in situ con muestras positivas por CO no desarrollaron la enfermedad. No existió correspondencia entre la microscopía de CO, la histopatología ni el aislamiento. De las 28 muestras positivas por CO, sólo 13 (46.42%) fueron positivas (≥1:100) por AM. Se observó una relación del 100 % entre aislamiento (n 5) y títulos de anticuerpos elevados (≥1:1,600) en AM, a pesar de que las muestras de estos ejemplares fueron negativas en la microscopía de CO. En este estudio se observó que perros con títulos de anticuerpos aglutinantes iguales o superiores a 1:1,600 pueden ser eliminadores de leptospiras patógenas. CASTILLO SÁNCHEZ LUZ OLIVIA. Detección de perros portadores de leptospiras patógenas. Estudios bacteriológico, serológico, histopatológico y molecular. (Bajo la dirección de: MVZ, M.Sc., Ph.D. Alejandro de la Peña Moctezuma y MVZ. María de los Ángeles Roa Riol) 2 2. INTRODUCCIÓN La leptospirosis es una enfermedad bacteriana causada por espiroquetas patógenas del género Leptospira, que afecta tanto a mamíferos domésticos como a silvestres y es considerada una de las zoonosis más difundidas en el mundo. [1-3] Las pérdidas causadas por la leptospirosis son significativas en las industrias pecuarias, particularmente en la lechera [4, 5] y porcícola. [6] La leptospirosis es considerada una enfermedad ocupacional que afecta a personas que se dedican a la agricultura, limpieza de drenajes, minería y aquellos que tienen contacto con animales. [7-10] En humanos la leptospirosis también es conocida como enfermedad de Weil, enfermedad de los porqueros, fiebre de los arrozales, fiebre de los cañaverales, fiebre del fango, fiebre de los pantanos, fiebre icterohemorrágica y fiebre del verano entre otros; en el caso de los perros, se conoce como enfermedad de Stuttgart (una presentación urémica), tifus del perro e ictericia infecciosa canina. [11, 12] Sin embargo, en caninos sedistinguen cuatro presentaciones. La forma aguda denominada síndrome hemorrágico, afecta principalmente a los cachorros de uno a seis meses de edad causando fiebre, gastroenteritis hemorrágicas y muerte en un plazo de 2 a 5 días; con frecuencia, se observan hemorragias en mucosas y piel o se manifiestan epistaxis, heces sanguinolentas (melena) y vómito, generalmente en estos casos no existe ictericia. [13] La forma ictérica o síndrome ictérico tiene generalmente un curso sub-agudo (1 a 3 semanas), las hemorragias son menos visibles y la ictericia es evidente. La forma urémica o síndrome urémico, es de curso agudo a sub-agudo y generalmente mortal con signos de trastornos gastrointestinales, polipnea, polidipsia, oliguria y úlceras en el tramo anterior del aparato digestivo incluyendo cavidad oral. [14, 15] Finalmente el síndrome reproductivo con abortos, mortinatos, nacimientos prematuros y cachorros debiles. El hombre es introducido a la cadena epidemiológica de manera accidental ya que adquiere la infección por contacto directo con la orina de los animales infectados (domésticos o silvestres), o indirectamente por contacto con agua corriente o estancada, suelo húmedo o lodo contaminados con orina de animales infectados. [10, 16] En zonas urbanas con condiciones sanitarias deficientes, los riesgos de adquirir esta enfermedad son elevados debido a la presencia de un gran número de ratas, las cuales son reservorios de serovariedades patógenas de Leptospira que son eliminadas al medio a través de la orina y además, por la gran cantidad de perros callejeros que existen. Los perros domésticos tienen 3 un papel muy importante en la transmisión del agente causal de la leptospirosis hacia el humano ya que actúan como portadores y conviven amplia y estrechamente con el hombre. El diagnóstico de leptospirosis es difícil de confirmar debido por un lado, a la gran diversidad de signos clínicos presentes en individuos enfermos, sean humanos o animales, y por otra parte, a la difícil adaptabilidad del microorganismo a las condiciones de laboratorio que lo hace de aislamiento difícil y lento. [17, 18] Por estos motivos, el diagnóstico principalmente se ha basado en técnicas de laboratorio indirectas como la detección de niveles altos (≥ 1:100) de anticuerpos séricos mediante la prueba de Aglutinación Microscópica (AM) y la observación de leptospiras mediante microscopía de campo oscuro (CO), siendo esta última, una alternativa con poca sensibilidad y alto grado de inespecificidad. [16, 19] En todo caso, es recomendable entonces el uso de otras alternativas de diagnóstico incluyendo las pruebas biológicas (inoculación en animales de laboratorio como hámsteres o cuyes), histopatología con tinciones argénticas (Warthin Starry o Levaditi), estudios de laboratorio clínico, otras pruebas inmunológicas (ELISA, inhibición de la hemoaglutinación, aglutinación macroscópica, inmunofluorescencia, inmunohistoquímica) y detección de ADN de leptospiras patógenas en muestras clínicas por medio de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). [20-22] 2.1 MARCO HISTÓRICO La leptospirosis en México fue confirmada durante la segunda mitad del siglo pasado. Sin embargo, hay antecedentes más antiguos de esta enfermedad a nivel mundial. En 1886 Mathieu en Francia y Adolf Weil en Alemania describieron cuadros agudos febriles con ictericia y manifestaciones de daño renal. Sin embargo, la primera descripción cuidadosa de la leptospirosis en el hombre fue hecha por Adolf Weil en 1887. [3, 23] Goldschimidt posteriormente, propuso el nombre de enfermedad de Weil, nombre que persiste actualmente. En 1907 Stimson, utilizando la técnica de Levaditi realizó tinciones en secciones de tejido renal provenientes de un paciente el cual había padecido ictericia y que presuntamente había fallecido de fiebre amarilla. En estas tinciones observó numerosas estructuras con morfología en espiral y con unos ganchos en sus extremos, a las cuales denominó “Spirochaeta interrogans”, considerándose ésta la primera descripción de la morfología de Leptospira. [23] Así, el Grupo de Investigadores Científicos de la 4 Organización Mundial de la Salud en los años de 1962 a 1965, le concedieron a Stimson la primera demostración de Leptospira, como un agente causal de enfermedad. [24] En 1914, Wolbach y Binger, observaron al microscopio de campo oscuro preparaciones de agua estancada teñidas con la técnica de Giemsa, donde observaron espiroquetas que, debido a su morfología y movimiento, denominaron “Spirochaeta biflexa”. [25] Durante los años de 1914 y 1915 en Japón la enfermedad de Weil era común entre los trabajadores de las minas de carbón, siendo Inada e Ido, quienes descubren el agente etiológico en sangre, reportándolo como una “espiroqueta” y conjuntamente lograron reproducir la enfermedad en cobayos mediante la inoculación de sangre de los pacientes enfermos, denominándola “Spirochaeta icterohaemorrhagiae”, también prepararon sueros inmunes y demostraron la protección pasiva en cobayos. [26] En estudios posteriores, demostraron la diseminación del microorganismo en los tejidos, su transmisión y eliminación, forma de división, filtrabilidad y propiedades morfológicas incluyendo la degeneración en formas granulares, así mismo, establecieron la relación entre el microorganismo y las ratas de desagüe ya que encontraron que el 40% de ratas que estudiaron eran portadoras de “Spirochaeta icterohaemorrhagiae”. [3] En 1915, los alemanes Huebener y Reiter ajenos a los trabajos realizados por los japoneses, también reportaron la transmisión de la enfermedad de Weil a cobayos y demostraron la presencia de cuerpos en forma de flagelos presentes en la sangre, los cuales fueron teñidos con la técnica de Giemsa denominándolas “Spirochaeta nodosa”. [27] Días más tarde, Uhlenhuth y Frommee reportaron en forma independiente, los casos clínicos de varios pacientes con la enfermedad de Weil, así como la transmisión del agente a cobayos, en donde demostraron la presencia de una espiroqueta y su capacidad inmunizante, así mismo, reportaron por primera vez la leptospirosis anictérica que era causada por una espiroqueta similar a la anteriormente descrita que denominaron “Spirochaeta icterogenes”. [28] Las primeras publicaciones sobre la morfología de las leptospiras se atribuyen a Noguchi en 1918, quien realizó los primeros ensayos para su descripción a pesar de las limitaciones que se tenían con el uso del microscopio óptico, así describe su estructura y las compara microscópicamente y serológicamente con otras espiroquetas. [29] Así mismo, al haber estudiado varias cepas aisladas en diferentes lugares (Japón, Bélgica y Estados Unidos) entre 1917 a 1918 y con base en su morfología y características generales, propone la 5 creación del género: Leptospira. [30] Ese mismo año Martin, Pettit y Vaudremer, reportaron que suspensiones de leptospiras vivas eran aglutinadas por el suero de pacientes que habían padecido la enfermedad de Weil, estas observaciones sentaron las bases de la prueba serológica diagnóstica de la leptospirosis: la aglutinación microscópica (AM), que fue posteriormente desarrollada por Schüffner y Mochtar en 1927. [31-33] El primer aislamiento de la serovariedad (SV) Icterohaemorrhagiae fue obtenido en 1916 de ratas demostrando así su papel como portadoras de la bacteria. A partir de entonces se han identificado otras serovariedades (SVs) como Hebdomadis y Autumnalis, responsables de enfermedad en humanos y decenas más hasta la actual cifra de más de 260 SVs patógenas. [3] La leptospirosis en animales fue identificada como una entidad clínica independiente en 1850, es decir, 30 años antes de que Weil la describiera como una enfermedad en humanos. En 1852, Hofer describió por primera vez el cuadro clínicode la enfermedad en perros, el cual era muy similar a la infección humana. [10, 34] En 1898 en Stuttgart, Alemania se presentó una epidemia en perros, pero fue 30 años más tarde cuando el agente etiológico fue descubierto y se percataron de que la enfermedad en perros y humanos era causada por microorganismos de idéntica morfología. Sin embargo, en 1916, Krumblein y Freiling, sospecharon que la enfermedad de Weil podría ocurrir en perros y sugirieron a esta especie como posible fuente de infección al relacionar que dos hombres contrajeron la enfermedad al estar en contacto con un perro ictérico. [3] En 1917, Courmont y Durand observaron que los cachorros podían ser infectados con las espiroquetas que producían la ictericia típica humana. Yamano en 1918 publicó un trabajo sobre la infección en perros y gatos por la llamada “Spirochaeta icterohaemorrhagiae”. [35] En 1924 Lukes y Krivacek independientemente, observaron microorganismos idénticos morfológicamente a “L. icterohaemorrhagiae” en los tejidos de perros muertos de la enfermedad de Stuttgart, siendo Lukes quien logró aislar por primera vez al microorganismo de un canino. En 1925, Okell y cols. en Inglaterra comprobaron que la “ictericia infecciosa” ocurría en los perros y que tenía como agente etiológico una espiroqueta que correspondía morfológicamente con “L. icterohaemorrhagiae”, la cual había sido aislada de ratas anteriormente. La cepa canina fue estudiada en 1928 por Klarenzeefl en Holanda, quien le dio el nombre de “Spirochaeta ictero-uraemia canis”, 6 admitiéndose más tarde que era Leptospira interrogans serovariedad Icterohaemorrhagiae. Klarenbeek y Schuffner en 1931, fueron los primeros en reconocer y describir la signología y patología de la leptospirosis canina causada por la nueva especie “L. canicola”, a la cual fundamentaron como el agente etiológico de la enfermedad de Stuttgart. [3] Durante el inicio del siglo XX, evidencias acumuladas en el mundo mostraron que las leptospiras pueden afectar a todos los mamíferos conocidos y algunos invertebrados inferiores. Entre los años 1940 y 1950, la leptospirosis en los animales domésticos se estableció como la enfermedad de mayor importancia en medicina veterinaria y en salud pública veterinaria, emergiendo así como una zoonosis de distribución mundial y a través del tiempo se reconoció a la leptospirosis como una enfermedad ocupacional. [10] Los primeros trabajos sobre leptospirosis en México fueron realizados por Noguchi y Klieger en Yucatán en 1920 quienes aislaron leptospiras de pacientes con diagnóstico de fiebre amarilla. A partir de esa fecha fueron apareciendo reportes aislados, en su mayoría de corte seroepidemiológico. [36] Entre 1921 y 1925, Pérez Grovas y Le Blanc reportaron casos de leptospirosis humana en el Puerto de Veracruz, siendo Pérez Grovas quien logró aislar al agente etiológico. [37] Varela en 1953, publicó un reporte serológico preliminar de leptospirosis en la Ciudad de México y realizó un estudio en las ciudades de Veracruz, Tampico y México, D.F. que fue publicado en 1954. Tres años después, Mendoza también reportó casos de leptospirosis en la Ciudad de México. [38] En 1958 en Kinchil y Tetiz, ocurrió el primer brote epidémico de leptospirosis reconocido en la Península de Yucatán. [39] En 1959, Varela reportó la presencia de anticuerpos anti-Leptospira en perros, y en 1961 realizó un estudio en humanos donde encontró que de 41 localidades estudiadas, Villahermosa ocupaba el sexto lugar con una seroprevalencia general del 28.7% y para el Distrito Federal respecto a la seroprevalencia en animales reportó en cerdos un 28.8% de positividad predominando la serovariedad Pomona, en perros un 10.2% y en bovinos un 9.8% predominando la serovariedad Icterohaemorrhagiae en ambas especies. [40] La Secretaría de Salud y Asistencia informó en 1975 que se habían detectado muestras positivas en ratas de los estados del Golfo (Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Península de Yucatán), así como en los puertos de Mazatlán, Tampico y Veracruz. Para Yucatán, reportaron el hallazgo de Grippotyphosa, Icterohaemorrhagiae, Canicola y Pomona. [39] 7 Ese mismo año, la Secretaria de Salud del Estado de Tabasco, emitió una alarma epidemiológica solicitando que los casos sospechosos o confirmados fueran reportados de forma inmediata a las jurisdicciones sanitarias. Para el año de 1989 se reportó 7.3% de seropositividad en 6,880 sueros procedentes de pacientes del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE), 2% en 450 sueros de población abierta de la ciudad de México [41] y en 1995 se mencionó una prevalencia de 7% en 206 sueros de candidatos a donadores sanguíneos del banco de sangre de la Cruz Roja de la ciudad de México. [42] En México, una de las serovariedades más comúnmente reportadas en humanos es Canicola la cual es una de las más importantes asociadas con la leptospirosis en perros junto con Icterohaemorrhagiae y Grippotyphosa. [34, 43] En México, los casos serológicamente positivos a leptospirosis entre los años 2000 al 2002 demostraron que el grupo de mayor riesgo es la población económicamente activa de 25 a 44 años de edad, aunque puede apreciarse una ligera tendencia al incremento de casos en la población de 10 a 20 años de edad. En general, el estudio de la leptospirosis humana en México se ha dificultado por el escaso número de laboratorios capacitados para el diagnóstico y por el concepto erróneo, (aunque bastante común) de asociarla únicamente con el curso grave ictérico (enfermedad de Weil), así mismo, la información aislada que se tiene de 1970 a la fecha resulta insuficiente para definir el comportamiento epidemiológico de esta zoonosis, aunado a que la mayoría de estos reportes son de corte serológico, por lo tanto, poco se sabe sobre sus otras formas clínicas y tal vez por ello sólo se relacione con la forma grave. [44] 2.2 EPIDEMIOLOGÍA DE LA LEPTOSPIROSIS La leptospirosis es probablemente la zoonosis re-emergente de mayor distribución a nivel mundial y se han reportado casos con regularidad en humanos y animales (silvestres y domésticos) en zonas urbanas y rurales de todos los continentes; con excepción de las regiones polares. [45] Sin embargo, la mayor incidencia se da en regiones con clima de templado a húmedo como América Latina y sureste de Asia (Tailandia, India, Malasia e Indonesia). [46, 47] Para que la leptospirosis se establezca, como cualquier infección, es necesaria la conjunción de varios factores críticos como la existencia de animales 8 reservorios y portadores del agente etiológico, condiciones medioambientales de humedad relativa alta, temperatura templada, pH neutro, así como la presencia de un hospedero susceptible, lo que constituye la “triada epidemiológica” de la enfermedad. (Figura 1). FIGURA 1: Triada epidemiológica de la leptospirosis: Leptospira es una bacteria que necesita de condiciones medioambientales favorables para su supervivencia así como la presencia del hospedero susceptible para que se establezca la enfermedad. La epidemiología de la leptospirosis es compleja debido al amplio rango de serovariedades, posibles hospedadores, diversidad de nichos ecológicos y presentaciones clínicas participantes en la misma. Sin embargo, epidemiológicamente la infección por Leptospira se puede entender en dos amplias categorías: leptospirosis adaptada al hospedero y la no Agente Hospedero Ambiente 9 adaptada. Un animal infectado con una serovariedad adaptada se comporta como un hospedero de “mantenimiento” o “reservorio”, en tanto la exposición de animales susceptibles a serovariedades no adaptadas produce una enfermedad accidental. Cada serovariedadtiene un hospedero de mantenimiento en particular, aunque pueden causar enfermedad en cualquier especie de mamíferos. Por lo tanto, una serovariedad se comporta de forma diferente dentro de su especie de mantenimiento que en un hospedero accidental. [48] Ningún mamífero silvestre o doméstico puede ser excluído como posible hospedero de Leptospira. Las ratas (Rattus norvergicus, R. rattus), ratones (Mus musculus) y otros roedores, son considerados como los reservorios ecológicos más frecuentes de Leptospira. [49, 50] Por lo tanto, se consideran como hospederos reservorios típicos de Leptospira en primer lugar a los roedores (serovariedades Ballum, Icterohaemorrhagiae, Copenhageni), en segundo término a los carnívoros (serovariedad Canicola) y en tercer lugar a otros animales domésticos como bovinos (serovariedad Hardjobovis), porcinos (serovariedades Bratislava, Pomona, Tarassovi) y equinos (Bratislava y Pomona). Cuando estos animales se encuentran infectados por serovariedades adaptadas se presentan cuadros subclínicos o asintomáticos. Por consiguiente, las especies que son portadoras durante largo tiempo (usualmente asintomáticos), se les llama hospederos de mantenimiento para esa serovariedad por ejemplo: roedores: Icterohaemorrhagiae, bovinos: Hardjobovis, cerdos: Pomona, perros: Canicola, mapaches: Autumnalis. [49] La asociación con hospederos accidentales usualmente desencadena una leptospirosis aguda por ejemplo: bovinos con Pomona, humanos con todas las serovariedades. Sin embargo, esta asociación no es absoluta y bajo ciertas circunstancias varias serovariedades pueden infectar diversas especies que se caracterizan por ser excretores de corta duración con cuadros clínicos aparentes. [48] (Cuadro 1) Cabe señalar que leptospiras patógenas han sido también aisladas de aves, reptiles, anfibios e invertebrados, aunque no ha sido determinada la importancia epidemiológica de tales asociaciones. Sin embargo, en condiciones experimentales la garrapata Triatoma infestans fue capaz de transmitir la enfermedad. [51] 10 Un factor importante para la “triada epidemiológica” de la leptospirosis es el estado de portador renal, ya que Leptospira se aloja en los túbulos contorneados proximales del riñón de los animales reservorios y de los portadores para posteriormente ser eliminadas intermitentemente en la orina por periodos que van desde días (humanos) a durante toda la vida (roedores). [47, 50] (Cuadro 2) Recientemente se ha encontrado evidencia serológica y por PCR de Tiempo real (RT-PCR) de la presencia de Leptospira en riñones y orina de murciélagos, sin embargo, es poco conocido el papel que juegan los murciélagos como portadores de Leptospira para el mantenimiento y transmisión de la enfermedad. [52] La transmisión de la leptospirosis se produce en forma directa o indirecta, la vía más común de infección es la transmisión indirecta y ésta ocurre por exposición de animales susceptibles a fuentes de agua, suelo o lodo contaminados con orina de animales infectados y que generalmente ocasionan focos epidémicos. [48] La vía directa, por otro lado, ocurre por contacto a través de la piel y de las mucosas bucal, nasal y conjuntival con orina o fluidos uterinos de los animales infectados. También se puede dar la infección por transmisión venérea, por vía placentaria al feto y a través de los fluidos placentarios al exterior; por medio de la leche e ingesta de tejidos infectados. La frecuencia de transmisión por la vía directa aumenta con el hacinamiento. [3, 53] Por lo tanto, la frecuencia de presentación de la leptospirosis aumenta durante los meses de lluvia y es endémica en zonas tropicales, pudiéndose presentar importantes brotes o epidemias. Estos brotes están asociados con un incremento inusual de las lluvias e inundaciones o desastres naturales que aumenta la probabilidad de exposición del huésped con aguas contaminadas. [53] El hábitat natural de serovariedades de Leptospira patógenas son los túbulos contorneados renales de los animales reservorios, mientras que el hábitat natural de las leptospiras no patógenas es el agua de estanques y lagos, por otro lado, el ambiente ideal para Leptospira patógena fuera del huésped son las superficies de agua, suelo húmedo y lodo, donde pueden sobrevivir con las condiciones físico-químicas adecuadas como pH neutro a ligeramente alcalino, protegidas de la luz del sol y a temperaturas templadas (28ºC a 30ºC). [54] Por lo tanto, la transmisión indirecta de leptospirosis puede aumentar cuando los factores ambientales son favorables para la supervivencia de Leptospira. En áreas áridas o durante 11 las sequías son más comunes las infecciones de huéspedes accidentales (el hombre principalmente) alrededor de fuentes de agua. [55] CUADRO 1: CARACTERÍSTICAS DE LA LEPTOSPIROSIS EN EL HOSPEDERO DE MANTENIMIENTO Y ACCIDENTAL HOSPEDERO DE MANTENIMIENTO HOSPEDERO ACCIDENTAL Transmisión endémica en la especie del hospedero. Susceptibilidad alta a la infección pero patogenicidad relativamente baja para su hospedero. Tendencia a sufrir una enfermedad crónica, en lugar de aguda. Persistencia de la serovariedad en los riñones y a veces, en el aparato genital. Una respuesta de anticuerpos baja frente a la infección, que dificulta el diagnóstico. Eficacia baja de la vacunación para prevenir la infección. Susceptibilidad relativamente baja a la infección, pero una patogenicidad alta para el hospedero. Tendencia a sufrir una enfermedad aguda, en lugar de crónica. Transmisión esporádica en la especie del hospedero y adquisición de la infección de otra especie, a menudo, en forma epidémica. Una fase renal (leptospiruria) corta. Una respuesta de anticuerpos intensa frente a la infección, facilitando el diagnóstico. Las vacunas son más eficaces para prevenir la infección. FUENTE: Radostits Otto M. [48] Leptospira no tolera la presencia o competencia con bacterias ambientales por lo tanto es importante que el agua donde se encuentre tenga una baja concentración de bacterias, en general las leptospiras pueden sobrevivir al menos seis meses en suelos saturados de agua, algunos meses en agua corriente y algunas semanas en agua estancada, pero pueden permanecer viables en agua destilada por 152 días. Trueba et al. observaron una aparente agregación celular que favorece la supervivencia de Leptospira en medios acuosos. [56] 12 CUADRO 2: SEROVARIEDADES REPORTADAS EN DIVERSAS ESPECIES ANIMALES SEROGRUPO SEROVARIEDAD HOSPEDERO B o v in o C er d o P er ro E q u in o O v ej a R o ed o r A n im a le s si lv es tr es Australis Australis + + Bratislava + + + Autumnalis Autumnalis + + Ballum Ballum + + Bataviae Bataviae + + Canicola Canicola + + + + + Grippotyphosa Grippotyphosa + + + + + + Hebdomadis Hebdomadis + Szwajizak + Icterohaemo- rrhagiae Icterohaemorrhagiae + + + + + + Copenhageni + + + Pomona Pomona + + + + + + Sejroe Balcanica + Hardjo + + + Saxkoebing + Sejroe + + + Tarassovi Tarassovi + FUENTE: Quinn PJ. [57] Leptospira es altamente sensible a la acción de los agentes externos, medios ácidos, putrefacción, desecación, congelación, calor (50º C durante 10 minutos), son susceptibles a la acción de la mayoría de antibióticos, incluyendo penicilinas, así como a la de los antisépticos y desinfectantes de uso común (jabón, sales biliares, detergentes). [58] 13 2.3 AGENTE ETIOLÓGICO 2.3.1 CLASIFICACIÓN El género Leptospira se encuentra clasificado (Cavalier-Smith, 2002) de la siguiente manera: Reino Procaryota,División Bacteria, Phylum Spirochaetes, Clase Spirochaetes, Orden Spirochaetales, Familia Leptospiraceae, Géneros: Leptonema, Turneria, Leptospira. La serovariedad es el taxón básico y fue formulado por Wolff y Broom en 1945, tanto para clasificación como para explicar, de forma práctica, la relación parásito-hospedador. Esta identidad antigénica es el resultado de diferencias en la estructura de las cadenas de carbohidratos del lipopolisacárido (LPS) de leptospiras. [3, 59] Por lo tanto, la amplia lista de serovariedades de leptospiras patógenas que existe actualmente refleja la importancia de la diversidad de la estructura del LPS (lipopolisacárido). Esta clasificación está basada en la respuesta serológica de Leptospira a sueros hiperinmunes en métodos de absorción-aglutinación y actualmente, se enlistan más de 260 serovariedades patógenas que se agrupan en 25 serogrupos. Mientras que leptospiras saprófitas sólo agrupan a poco más de 60 serovariedades. [45] De acuerdo al análisis de la secuencia de los genes del ARN ribosomal 16S y a estudios de hibridación de ácidos nucleicos y con base en la resolución del sub-comité de expertos en Leptospira publicado recientemente, se consideran actualmente quince especies patógenas de Leptospira: L. interrogans, L. borgpetersenii, L. kirschneri, L. santarosai, L. noguchi, L. weilli, L. fainei, L. inadai, L. alexanderi, L. licerasiae, L. alstonii, L. vanthielii, L. terpstrae, L. yanagawae y L. wolffii y cuatro especies de leptospiras saprófitas: L. wolbachii, L. biflexa, L. meyeri y L. kmetyi. [60, 61] Sin embargo, la relación de ciertas genoespecies con el carácter patógeno o saprófito no es perfecta, como ocurre con algunas cepas genéticamente clasificadas como L. meyeri, por otro lado, en algunos casos leptospiras patógenas de diferente especie están clasificadas dentro del mismo serogrupo e inclusive la misma serovariedad, como en el caso de Hardjobovis y Hardjoprajitno dos subtipos de la serovariedad Hardjo que no pueden ser diferenciadas serológicamente pero que sin embargo, pertenecen a dos especies distintas L. borgpetersenii y L. interrogans, respectivamente. Es importante aclarar que ambas clasificaciones (genética y antigénica) coexisten y que la mayor parte de la investigación epidemiológica y de diagnóstico se ha realizado con base en la clasificación serológica. [3] 14 En el año 2003 se público la secuencia completa del genoma de Leptospira interrogans SV Lai, serogrupo Icterohaemorrhagiae [62] posteriormente, otros grupos de investigación han secuenciado y publicado los genomas de las SVs Copenhageni cepa Fiocruz L1-130 [63] y Hardjobovis cepa L550. [64] El genoma de L. interrogans serovariedad Lai está constituido por dos cromosomas circulares, uno grande de 4.33 megabases y otro pequeño de 359 kilobases, con un total de 4,768 genes. El número de genes y tamaño del genoma es mucho mayor que el de las espiroquetas de vida estrictamente parasitaria como Treponema y Borrelia. Esta última característica pudiera explicar la capacidad de Leptospira para sobrevivir por largos períodos en agua dulce o medios acuosos. [62] 2.3.2 MORFOLOGÍA El género Leptospira comprende a un grupo de microorganismos que miden de 0.1-0.2 µm de diámetro por 10 a 20 µm de longitud, tienen forma espiral y son altamente móviles debido a la presencia de dos flagelos periplásmicos. [3] (Figura 2) Como otras espiroquetas, Leptospira tiene una pared celular con una estructura similar a una bacteria Gram negativa con una membrana externa que esta compuesta por proteínas, fosfolípidos y un lipopolisacárido (LPS), aunque mucho más corto que el de una típica bacteria Gram negativa, este ultimo diferencia a las más de 250 serovariedades. [65] (Figura 3) Las leptospiras presentan una composición antigénica compleja, los anticuerpos generados frente a los antígenos superficiales de la pared celular (LPS) y proteínas de membrana externa (PMEs) son determinantes de la serovariedad (LPS) y tienen carácter protector (LPS y PMEs), mientras que aquellos formados frente a los antígenos profundos (por ejemplo el flagelo) no son protectores ni específicos. [66] La variabilidad del LPS juega un papel importante en cuanto a la inmunogenicidad y se considera el antígeno más importante en Leptospira. [67] (Figura 3) Debido a que las leptospiras son extremadamente delgadas, no se pueden visualizar con los procedimientos de tinción habituales y para observarlas sin teñir se utiliza microscopía de campo oscuro (CO), de contraste de fases (CF), de interferencia o electrónica. (Figura 2) 15 FIGURA 2: Morfología de Leptospira. Panel A) Microfotografía electrónica de Leptospira interrogans serovariedad Icterohaemorrhagiae cepa RGA sobre un filtro de membrana de 0.22 µm. [45] Panel B) Microfotografía electrónica de SV Icterohaemorrhagiae, se observa una de las fibrillas axiales dentro del cilindro protoplásmico de la bacteria. [58] Panel C) Microscopía de interferencia de SV Pomona en medio Stuart aislada de la orina de un trabajador de porquerizas en Pénjamo, Guanajuato. [58] A B C 16 Por medio de microscopía de CO, se observan como finos filamentos espirales con extremos en gancho y con microscopía electrónica, se ha observado un cilindro protoplasmático enrollado alrededor de un filamento axial recubierto por la membrana externa. [68] Algunas de las abundantes lipoproteínas de la membrana externa están expuestas a la superficie y pueden estar involucradas en patogénesis e inmunidad. Claramente, el LPS de Leptospira es el antígeno protector mayor y es el antígeno detectado en las pruebas de AM, por lo tanto, responsable de la clasificación serológica en serogrupos y serovariedades. Los anticuerpos contra el LPS de Leptospira son protectores en ciertas especies animales como los hámsteres [66] pero no así en bovinos. [69] El complejo peptidoglicano está separado de la envoltura externa por el espacio periplásmico y contiene una estructura fibrilar compuesta de ácido murámico. [70] El peptidoglicano es el responsable de su forma helicoidal y el contenido celular comprende material nuclear, mesosomas y ocasionalmente inclusiones no identificadas. Leptospira es halófila por lo que contiene numerosas inclusiones de cloruro de sodio (cepa Muggia). [3] 2.3.3 MOVILIDAD Leptospira posee dos flagelos que se originan en cada polo y se localizan en el espacio periplásmico entre la membrana externa y el peptidoglicano (endo-flagelos). Los flagelos tienen una estructura general semejante a la de otras bacterias Gram negativas y están constituidos por dos tipos de proteínas, el primero es una proteína con alta homología a la flagelina bacteriana FlaA y que forma la médula del flagelo; mientras que el segundo tipo de proteína forma la envoltura del flagelo, FlaB. Ambos tipos de proteínas son conservados entre las distintas especies de Leptospira. [71, 72] Por otro lado, Leptospira poseen ganchos en uno o ambos polos y tienen un movimiento de rotación y contorsión constantes en medios líquidos. El funcionamiento de los flagelos y el tipo de movilidad en espiroquetas es algo más complejo que en otras bacterias. Cuando los flagelos giran en dirección contraria a las manecillas del reloj el extremo de la célula asume una forma espiral y la célula tenderá a moverse en la dirección señalada por ese flagelo y si los dos flagelos giran en la dirección de las manecillas del reloj entonces los extremos adquieren la forma de gancho y la célula no se desplaza, entonces la célula rota sin moverse en una dirección definida. [68] Se ha señalado que las leptospiras están adaptadas a medios viscosos a los que tienen una 17 atracción conocida como viscotaxis. En estos medios, las leptospiras desarrollan una movilidad direccional y su capacidadde desplazamiento no es superada por otras bacterias. Esta movilidad similar a la de un sacacorchos probablemente contribuye a la capacidad invasiva de esta bacteria. [56] FIGURA 3. Estructura de la pared de Leptospira. La organización es semejante a la de bacterias Gram negativas, con un LPS (esférulas rojas). Múltiples lipoproteínas son señaladas (LipL41, LipL21, LipL32, LipL36, LipL45, LipL48), así como la porina OmpL1 y dos proteínas del sistema de secreción tipo 2 (T2S): GspG y GspD. El flagelo periplásmico y proteínas fijadoras de la penicilina (PBPs) son también señaladas. 2.3.4 DESARROLLO IN VITRO Y METABOLISMO A diferencia de otras espiroquetas, Leptospira son microorganismos aerobios estrictos o microaerofílicos cuya temperatura óptima de desarrollo está comprendida entre 29 y 30 ºC con un pH de 7.2 a 7.6. Su tiempo medio de generación es de unas 12 a 24 horas. [3] Las 18 leptospiras son microorganismos exigentes en sus requerimientos nutricionales y su principal fuente de energía son ácidos grasos de más de 15 carbonos (cadena larga) que son requeridos como fuente de lípidos celulares (ácidos grasos propios) y también como principal fuente de carbono para la β-oxidación, las leptospiras no pueden sintetizar ácidos grasos de novo. No fermentan los azúcares ni pueden utilizarlos como fuente de carbono pero pueden ser sintetizados por medio del ciclo de ácido tricarboxilico. [3, 73] Los ácidos grasos utilizados para las rutas metabólicas energéticas son probablemente liberados de los fosfolípidos por medio de fosfolipasas. Algunos otros requerimientos son vitamina B1 (Tiamina), B12 (Cianocobalamina), algunas cepas también requieren biotina, cloruro de amonio (como fuente de nitrógeno celular), piruvato de sodio (en los primo cultivos a partir de muestras clínicas). [74, 75] En comparación con la mayoría de las células procariotas, las leptospiras incorporan bases púricas pero no bases pirimídicas exógenas en sus ácidos nucleicos. Razón por la cual no desarrollan en presencia de 8-azaguanina, (análogo de las bases púricas), pero si presencia de 5-fluoruracilo (análogo de las bases pirimídicas). [76, 77] Todas las leptospiras son oxidasa y peroxidasa positivas, mientras que la enzima catalasa está presente en todas las cepas patógenas y está ausente en todas las cepas apatógenas, [78] muchas de ellas tienen actividad lipolítica y algunas producen ureasa. Se ha reportado que L. borgpetersenii, L. noguchii, L. santarosai y L. weilii no producen lipasas, pero estudios moleculares más recientes contradicen estos reportes. Sin embargo, debido a que tienen un débil metabolismo y por su dificultad para desarrollarse in vitro no es posible aplicar pruebas bioquímicas para su identificación. Por lo tanto, su identificación, más allá del género, se basa en reacciones de aglutinación-adsorción con sueros hiperinmunes específicos. [3] Los medios tradicionales para cultivo in vitro son esencialmente de dos tipos, aquellos que contienen suero de conejo en concentraciones que van del 8 al 10% (Stuart, Fletcher, Korthof, Cox) y los que utilizan la fracción V de la albúmina sérica bovina (BSA) al 1 % (EMJH). [79] El medio sintético EMJH (Ellinghausen y McCullogh modificado por Johnson y Harris) con albúmina sérica bovina y polisorbato 80 (Tween 80), es considerado un medio superior en comparación con otros medios de cultivo tradicionales que contienen suero de conejo como constituyente esencial. [73] Los ácidos grasos libres producto de la 19 hidrólisis espontánea de los enlaces ésteres del Tween 80, son tóxicos para las leptospiras a concentraciones relativamente bajas por lo que el medio se tiene que suplementar con la fracción V de la albúmina bovina ya que es un destoxificante y estabilizador, al ser capaz de unir a su estructura los ácidos grasos libres en el medio de cultivo y de esta forma neutralizar su actividad citolítica. Este medio es actualmente el más utilizado para el aislamiento y cultivo de cepas de Leptospira. [80, 81] La mayoría de los medios de cultivo son líquidos o semisólidos y sólo se observa desarrollo después de trascurrida una semana en cepas ya establecidas, en contraste, los primo cultivos pueden requerir hasta las 13 semanas o más de incubación. [45] En medio líquido, el desarrollo se aprecia por turbidez, mientras que en los medios semisólidos, el desarrollo inicial es fácil de visualizar como uno o más anillos densos de desarrollo situado aproximadamente 0.5 cm por debajo de la superficie del medio, a esta zona se le denomina “anillo de Dinger” o “zona de Dinger”. [79] (Figura 4) 2.3.5 FACTORES DE PATOGENICIDAD El término patogenicidad hace referencia a las propiedades genotípicas de los microorganismos, las cuales pueden o no ser expresadas, en cambio el término virulencia se refiere a las propiedades fenotípicas que son expresadas produciendo cambios patológicos que afectan el sistema del hospedador. [3] En Leptospira algunos factores potenciales de virulencia incluyen las hemolisinas, el LPS, glicolipoproteínas, peptidoglicano, proteínas de choque térmico y la flagelina entre otros, sin embargo, los mecanismos de patogenicidad aún no han sido esclarecidos con profundidad. En el caso de las hemolisinas de Leptospira ha sido sugerido que pueden ser fosfolipasas con actividad sobre eritrocitos y otras membranas celulares que contengan el sustrato fosfolípido desencadenando por consiguiente la citólisis. En 1986, fue purificada la esfingomielinasa C con actividad hemolítica a partir de L. interrogans serovariedad Pomona y posteriormente la de L. borgpetersenii serovar Hardjo. En otros estudios se comprobó la actividad citotóxica de la hemolisina SphH que no tiene actividad de esfingomielinasa o de otra fosfolipasa y que se sugiere que puede causar la formación de poros en la membrana del eritrocito con la consecuente lisis. [82] Otros ejemplos son las hemolisinas de las serovariedades Ballum, Hardjo, Pomona y Tarassovi que son también esfingomielinasas. Las serovariedades 20 Pomona y Copenhageni elaboran una proteína citotóxica que ha sido detectada en el plasma de los animales infectados. In vivo esta toxina tiene un efecto histopatológico típico con infiltrado de macrófagos y células polimorfonucleares. [49] Otro mecanismo de virulencia de las leptospiras patógenas es la movilidad y la respuesta quimiotáxica lo que le permite penetrar tejidos del hospedador durante la infección, cabe destacar que las cepas virulentas de Leptospira exhiben quimiotaxis hacia la hemoglobina. [45] A B C D FIGURA 4. Desarrollo in vitro de Leptospira: Pánel A) Cultivo de leptospiras de 7 días de edad, el desarrollo se aprecia por turbidez en el tubo izquierdo. Pánel B) Cultivo de 20 días de desarrollo en medio semisólido Fletcher, mostrando los “anillos de Dinger”. Páneles C y D) Desarrollo atípico de leptospiras en medio semisólido de Fletcher de 15 días de edad. Nótense las colonias aisladas. 21 El LPS de Leptospira tiene actividad endotóxica, es pirogénico, induce la secreción de interleucina 1 e interferón en macrófagos, así como la liberación del TNFα a partir de monocitos, lo que explica el daño a las células endoteliales, hemorragias, trombocitopenia, agregación plaquetaria y es mitógeno para células B pero no para células T ni células NK (modelo murino), hay evidencias que puede causar trombocitopenia en animales y humanos infectados, esto acompañado de fibrinólisis con coagulación intravascular diseminada (CID), sin embargo es hasta diez veces menos potente que el LPS de bacterias Gramnegativas. [3] Las cepas patógenas de Leptospira recién aisladas que son letales para los hámsteres, pierden rápidamente la virulencia después de repetidas resiembras en medios de cultivo, por lo tanto, estos cultivos pueden llegar a ser avirulentos. Sin embargo, la virulencia se puede mantener si a estos cultivos se les realiza pases en sistemas vivos ya sean cobayos o hámsteres, o bien si se congelan en nitrógeno líquido. [79] 2.4 PATOGENIA DE LA LEPTOSPIROSIS EN PERROS Leptospira penetra al organismo a través de abrasiones y heridas en la piel o a través de las mucosas bucal, nasal y conjuntival. Se menciona que también puede atravesar piel reblandecida por humedad pero no piel intacta. [79] En perros las mucosas nasal y oral son las principales vías de entrada, una vez que Leptospira ha penetrado se multiplica con rapidez en el torrente sanguíneo (fase de leptospiremia), durante 7 a 10 días y se disemina a tejidos como sistema nervioso central, pulmones, bazo, humor vítreo, tracto genital, hígado y riñones. El incremento de los anticuerpos séricos elimina a Leptospira de la mayor parte de los órganos, pero es entonces cuando se establece en los túbulos contorneados renales para después ser eliminada por la orina (fase de leptospiruria) en forma intermitente por periodos prolongados (meses, años o de por vida). [83] Si la infección ocurre en hembras gestantes, Leptospira puede penetrar y replicarse en la placenta y feto causando la muerte y aborto o reabsorción fetal o fetos momificados, en el caso de que la infección ocurra a término de la gestación también puede causa el aborto o el nacimiento de crías infectadas débiles. [84] (Figura 5) 22 2.4.1 SIGNOS Y LESIONES Los signos clínicos de la leptospirosis canina pueden ser desde inaparentes hasta severos e incluso llegar a la muerte, sin embargo, los signos clínicos se relacionan con la edad e inmunidad del hospedero. La signología se puede observar básicamente durante el periodo de leptospiremia e invasión a tejidos. El grado de lesión a los órganos internos varía según la virulencia de la serovariedad y la susceptibilidad del hospedero. Las manifestaciones clínicas también varían entre brotes y áreas geográficas con una serovariedad específica. [85, 86] En perros se han definido por lo menos tres síndromes: hemorrágico, ictérico y urémico, pero se puede agregar un cuarto síndrome abortivo o nacimiento de crías débiles. En general se observan cuadros clínicos variables que pueden ser agudo, subagudo, crónico y un cuadro subclínico. CUADRO CLÍNICO AGUDO A SUBAGUDO: Se manifiesta por leptospiremia masiva y muerte con pocos signos premonitorios, sin embargo, se puede observar pirexia (39.5 a 40 ºC) e hipersensibilidad muscular generalizada e ictericia, más común en esta presentación que corresponde con la gravedad de la lesión hepática. En seguida ocurren vómito, deshidratación y colapso vascular periférico. Con frecuencia se observan intususcepciones intestinales que quizá se relacionen con inflamación del tracto gastrointestinal. Puede detectarse polipnea, pulso rápido e irregular y riego capilar deficiente. Los defectos de coagulación y la lesión vascular se manifiestan con hematemesis, hematoquezia, melena, epistaxis, petequias diseminadas y coagulación intravascular diseminada (CID). La colestasis intrahepática por hepatitis puede ser tan completa que el color de las heces cambia de pardo a gris. Los perros con afección terminal se tornan deprimidos e hipotérmicos y no hay tiempo para que se presenten signos de insuficiencia renal y hepática. Las manifestaciones pulmonares incluyen edema con congestión pulmonar, infiltrados neumónicos difusos, disnea y tos. Cuando las leptospiras invaden el sistema nervioso se observa meningitis benigna. [87] CUADRO CLÍNICO CRÓNICO: Los perros con un cuadro clínico crónico presentan hepatitis crónica activa o fibrosis hepática crónica como secuelas de leptospirosis y pueden mostrar por último signos francos de insuficiencia hepática, inapetencia crónica, pérdida de peso, ascitis, ictericia y hepatoencefalopatía. La lesión hepatocelular inicial y la persistencia de los microorganismos en el hígado originan una alteración de la circulación hepática, 23 fibrosis y trastornos inmunitarios que perpetúan la respuesta inflamatoria crónica. Este proceso puede dar por resultado fibrosis hepática extensa e insuficiencia. [88] CUADRO SUBCLÍNICO: En este cuadro se ubican los portadores renales sin sintomatología clínica, en estas infecciones subclínicas se puede presentar uveítis anterior, anorexia y pérdida de peso. Al parecer los perros más jóvenes (menores de 6 meses) manifiestan más signos de disfunción hepática en cualquier síndrome de la enfermedad, los signos clínicos más comunes son pérdida del apetito, irritabilidad, fiebre, hemorragias oculares y algunas veces diarrea, pero en general se asocia con signología de daño hepático o renal. [3] Se ha reportado que los perros son portadores renales persistentes de la serovariedad Canicola, en estos animales la infección renal persiste y la eliminación del microorganismo en orina es a largo plazo (meses a años), sin embargo, aún no se determina el tiempo que dura la excreción de otras serovariedades en caninos. [14] 2.4.2 LEPTOSPIROSIS EN GATOS Y HÁMSTERES La leptospirosis ha sido extensamente estudiada en varias especies de animales domésticos, tanto en animales de producción como de compañía (perros y gatos), así como en animales de experimentación (modelos de infección). En el caso de infección por Leptospira en los gatos es poca la información que existe al respecto. [89] Los gatos son reconocidos por su actividad predatoria de roedores, que son reservorios potenciales de Leptospira, por lo que teóricamente tienen la posibilidad de infectarse y posteriormente diseminar la enfermedad entre otras especies, incluyendo al hombre. [90] Reportes de varias partes del mundo indican que hay evidencia serológica y bacteriológica de leptospirosis en gatos, sin embargo, la leptospirosis felina en general no tiene signos clínicos aparentes o suelen ser leves a pesar de la presencia de leptospiremia, leptospiruria y de inflamación microscópica renal y hepática. Algunos estudios indican que los signos clínicos observables en los gatos son: reducción variable del apetito hasta la total anorexia con la consiguiente pérdida de peso, letargia, poliuria, polidipsia, vómito, ascitis y hepatomegalia. Sin embargo, la ictericia no es común aun en gatos seropositivos. [91] Histológicamente se ha reportado nefritis intersticial crónica en gatos con infección natural y experimental. Estudios de seroprevalencia realizados en hospitales, mencionan que gatos 24 internados por diversas causas presentaron títulos anti-Leptospira con una prevalencia de hasta del 33%, mientras que otros reportan gatos seropositivos sin signos clínicos con títulos de 1:30 contra Canicola. [92] FIGURA 5: Patogenia de la leptospirosis. Modificado de Greene C. [93] 25 El hámster ha sido utilizado como modelo experimental por su gran susceptibilidad a la leptospirosis. Las especies que se han usado en investigación incluye la Mesocricetus auratus (Sirio o Dorado), Cricetulus griseus (Chino), Cricetulus migratorius (Armenio), Cricetus cricetus (Europeo), Phodopus campbelli (especie enana Rusa), Phodopus sungorus (especie enana Siberiana). [94] El hámster es altamente susceptible a la infección por Leptospira y una vez infectados les produce la muerte en un periodo de 6 a 7 días, dependiendo del grado de virulencia de la SV inoculada, sin embargo, no son susceptibles a la serovariedad Hardjo. [95] La enfermedad clínica aguda principalmente se manifiesta por trastorno respiratorio ocasionando hemorragiaspulmonares y CID, microscópicamente, se pueden observar hemorragias severas en los pulmones. También se puede observar patologías neurológicas asociadas con meningitis como incoordinación e hiperestesia, si llegan a sobrevivir suficiente tiempo se puede observar disminución de la densidad urinaria asociada con falla renal y hematuria. Para el aislamiento o el mantenimiento de la virulencia de Leptospira se recomienda usar hámsteres de aproximadamente 4 a 6 semanas de edad o de menos de 50 g de peso. [96, 97] 2.5 SALUD PÚBLICA La ocurrencia de la infección por Leptospira en el hombre varía en diferentes partes del mundo y puede ocurrir en forma esporádica o en brotes epidémicos. El hombre se introduce a la cadena epidemiológica de modo accidental. En general, los brotes se producen por exposición a fuentes de aguas contaminadas con orina de animales infectados (vía indirecta) durante o posterior a inundaciones, aunque también puede ser contraída de manera directa por contacto con secreciones, principalmente orina, de animales enfermos o portadores asintomáticos. [45] La leptospirosis humana es considerada una enfermedad ocupacional, los grupos con mayor incidencia son granjeros, ganaderos, lecheros, porcicultores, mineros, sembradores de arroz, cortadores de caña de azúcar, trabajadores de alcantarillados, médicos veterinarios, cuidadores de animales, trabajadores de mataderos, cargadores e inspectores de carne, pescadores e incluso amas de casa y todos aquellos en quienes el desempeño de su trabajo implica contacto con aguas estancadas o animales infectados. [53, 98] Sin embargo, en las últimas décadas se ha observado un incremento de los 26 casos de leptospirosis en niños, deportistas y amas de casa quienes han tenido mayor contacto con aguas estancadas en áreas donde se encuentra Leptospira. [99] Reportes recientes mencionan que la leptospirosis también se asocia a actividades recreativas incluyendo viajes a países tropicales, exploración de cavernas, deportes acuáticos y nado en riveras. [100] En un estudio reciente (Vado Solís et al.,), se reportaron casos de leptospirosis en pacientes con historia de nado en cenotes en Mérida, Yucatán. [101] Así mismo, se hace evidente que la presencia de la enfermedad se asocia a la interrelación existente entre la población y los animales que rodean a la misma, los factores climatológicos, geográficos, de urbanización, económicos y culturales entre otros. [102, 103] 2.6 INMUNIDAD La recuperación de la leptospirosis aguda coincide con el cese de la leptospiremia y la aparición de anticuerpos circulantes, generalmente durante la segunda semana de la infección. Los anticuerpos protectores son de los tipos IgM e IgG que están dirigidos principalmente al LPS y a proteínas de membrana externa (PMEs). [45, 104] Los anticuerpos aglutinantes, que pueden perdurar durante varios años después de la primo-infección, no son indicativos del estado de inmunidad, ni del estado de eliminadores. La inmunidad que se instaura después de la curación es generalmente sólida y especifica de la serovariedad. [105] Entre las células inflamatorias que responden a las bacterias productoras de endotoxinas están neutrófilos, monocitos y células endoteliales. En bovinos, se ha observado que la inmunidad humoral es insuficiente, siendo necesaria inmunidad de tipo celular para una protección adecuada contra la infección con la SV Hardjobovis. [69] La vía por la cual los anticuerpos maternos llegan al feto está determinada por la estructura placentaria. Los perros y los gatos tienen una placenta endoteliocoriónica en la cual el epitelio coriónico está en contacto con el endotelio de los capilares maternos. En estas especies, una pequeña cantidad de IgG (5 a 10%) puede pasar de la madre al cachorro, pero la mayor parte la cría la obtiene del calostro. El calostro representa las secreciones acumuladas de la glándula mamaria durante las últimas semanas de la preñez, junto con las proteínas que se transfieren de manera activa por la corriente sanguínea bajo la influencia de estrógenos y progesterona. Por tanto, es rico en IgG e IgA pero también contiene algo de IgM e IgE. La 27 inmunoglobulina predominante en el calostro de la mayor parte de los mamíferos domésticos es la IgG, la cual representa hasta 65 a 90% del contenido total de anticuerpos. [106] 2.7 DIAGNÓSTICO El diagnóstico de leptospirosis es difícil debido por un lado a la gran diversidad de signos clínicos presentes en individuos enfermos, sean esto humanos o animales, los cuales van desde fiebre de origen desconocido hasta signos asociados con disfunción renal y hepática que pueden ser fatales, pasando por cuadros hemorrágicos, ictéricos o neumónicos entre otros, así también como por la dificultad en el aislamiento del microorganismo y la variabilidad entre las pruebas de diagnóstico. [107] Dada su dificultad, el diagnóstico de la leptospirosis requiere un análisis integral de datos que aportan la historia y signología clínica en conjunto con los resultados de laboratorio clínico como hemograma, química sanguínea y urianálisis entre otros. La confirmación del diagnóstico tradicionalmente se ha basado en técnicas de laboratorio directas como la observación microscópica de CO, la observación del agente en cortes histológicos con tinciones argénticas (WS o Levaditi) o inmunohistoquímica o inmunofluorescencia, la detección de ADN de leptospiras patógenas en muestras clínicas mediante la PCR y menos comúnmente el aislamiento del agente bacteriano; o técnicas indirectas como la detección de anticuerpos mediante la AM (prueba de referencia mundial) u otras técnicas inmunológicas como la ELISA y la inhibición de la hemoaglutinación. [108] HEMOGRAMA: Los datos hematológicos en casos característicos de leptospirosis canina incluyen leucopenia seguida de leucocitosis y trombocitopenia. Las cuentas de leucocitos fluctúan según la etapa y gravedad de la infección. La leucopenia es común en la fase leptospirémica y evoluciona a leucocitosis con desviación a la izquierda, en las etapas tardías, las cuentas de leucocitos pueden variar de 16,500 a 45,000 células/ml. [109] QUÍMICA SANGUÍNEA: Los cambios bioquímicos más frecuentes en suero son los asociados a falla renal y hepática. La urea y creatinina séricas están elevadas en perros con insuficiencia renal de gravedad variable. Las alteraciones electrolíticas suelen ser paralelas al grado de disfunción renal y gastrointestinal. En la mayor parte de los casos se observa hiponatremia, hipocloremia, hipocalemia, hiperfosfatemia e hiperglucemia. La 28 hipocalcemia leve se relaciona con la hipoalbuminemia, debido a la disminución en la concentración de la fracción de calcio unida a proteínas. El daño hepático se demuestra por un incremento de las actividades séricas de aminotransferasa de alanina (ALT), aminotransferasa de aspartato (AST), deshidrogenasa de lactato (DHL) y fosfatasa alcalina (FAP) y el aumento en la concentración de bilirrubina. Una gran parte de perros con leptospirosis manifiesta insuficiencia renal en el examen inicial. (Cuadro 3) [85, 110] URIANÁLISIS: El análisis de orina puede caracterizarse por glucosuria, proteinuria tubular, bilirrubinuria y mayor cantidad de cilindros granulosos, leucocitos y hematuria. [3] CUADRO 3: CAMBIOS PATOLÓGICOS: HEMOGRAMA Y QUÍMICA SANGUÍNEA ASOCIADOS CON LEPTOSPIROSIS HEMOGRAMA QUÍMICA SNGUÍNEA Leucopenia Leucocitosis con desviación a la izquierda Trombocitopenia Anemia normocítica normocrómica Aumento de fibrinógeno y productos de degradación de fibrina Azotemia Hiperfosfatemia Alteraciones electrolíticas asociadas con vómitos y/o diarrea Concentraciones séricas aumentadas de alanina aminotransferasa (ALT), aspartato aminotransferasa(AST), fosfatasa alcalina (FA) y bilirrubina en caso de afección hepática Hipoalbuminemia Aumento de nitrógeno ureico (BUN), creatinina y fósforo en caso de afección renal FUENTE: Modificado de Morgan R. [109] 29 Por lo tanto, el diagnóstico diferencial de leptospirosis en caninos se debe realizar con todas aquellas enfermedades que cursen con signología de afección hepática y renal agudas como hepatitis infecciosa viral, borreliosis, pielonefritis infecciosa aguda, intoxicación con etilenglicol o por cobre. [86] Por otro lado, las pruebas de diagnóstico para la detección de Leptospira se dividen en dos tipos: Técnicas indirectas para la detección de anticuerpos específicos y técnicas directas para la detección del antígeno. 2.7.1 TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO INDIRECTAS Las técnicas indirectas detectan anticuerpos contra serovariedades (SVs) patógenas de Leptospira, éstas pueden ser pruebas género específicas como la prueba de aglutinación macroscópica (AMa), prueba de hemoaglutinación indirecta (HAI), prueba de fijación del complemento (FC) y más recientemente, la técnica de ELISA y pruebas comerciales como la Lepto-Dipstick®, y por otro lado las pruebas indirectas serovariedad específicas son la aglutinación microscópica (AM) y ELISA serovariedad específica. [111] 2.7.1.1 ALGUTINACIÓN MICROSCÓPICA (AM) El método de diagnóstico de leptospirosis más comúnmente utilizado se basa en la detección de anticuerpos séricos aglutinantes mediante la prueba de AM y como prueba indirecta, detecta anticuerpos aglutinantes principalmente del tipo IgM contra la serovariedad infectante específica. La prueba consiste en enfrentar antígenos vivos a diferentes diluciones del suero, las diluciones se observan en el microscopio de CO a 100X aumentos y sueros con anticuerpos anti-Leptospira darán como resultado la aglutinación de las leptospiras en suspensión. Los sueros negativos no aglutinan las leptospiras observándose éstas aisladas y uniformemente distribuidas en todo el campo. La prueba se considera positiva cuando se detecta aglutinación microscópica en diluciones de por lo menos 1:100. [112] Por otro lado una seroconversión, es decir, aumento de cuatro veces del título de anticuerpos entre dos muestras de suero; la primera obtenida durante los primeros días de la enfermedad y la segunda obtenida 10 a 15 días después, o bien la obtención de títulos de 30 anticuerpos elevados (≥ 1:400) en una sola muestra en presencia de signología e historia clínica características, son criterios de diagnóstico serológico positivo a leptospirosis. [113] La AM presenta una gran sensibilidad y especificidad, sin embargo, existen varios inconvenientes ya que la prueba no diferencia entre títulos de anticuerpos post-vacunales y títulos de anticuerpos por infección natural además de que puede haber reacciones cruzadas entre miembros del mismo serogrupo. Los anticuerpos anti-Leptospira se detectan en el curso de la infección y estos aumentan aproximadamente entre los 11 a 21 días postinfección por lo que es posible obtener AM negativas en animales recientemente infectados. [114] 2.7.2 TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO DIRECTAS Las técnicas directas se basan principalmente en la bacteriología tradicional, es decir, el aislamiento de leptospiras patógenas a partir de tejidos o líquidos corporales. Dentro de este grupo pueden también considerarse las técnicas que ponen de manifiesto al microorganismo, como la microscopía (CO y contraste de fases); detección mediante tinciones argénticas como Warthin Starry; inmunofluorescencia (IF); e inmunoperoxidasa (IPe), Sin embargo, con el avance en las técnicas moleculares, principalmente Hibridación de ADN y la Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR), se busca determinar la presencia de ADN de Leptospira, sin requerir el aislamiento del agente etiológico a partir de la muestra. [115] 2.7.2.1 CULTIVO BACTERIOLÓGICO El aislamiento del microorganismo es difícil debido a sus exigentes requerimientos nutricionales, así como a la lentitud de su desarrollo y susceptibilidad fuera del huésped lo que hace necesario el envío de muestras clínicas frescas a los laboratorios de diagnóstico o mejor aún, la inoculación de estas muestras en los medios de cultivo directamente en el consultorio o unidad de producción, inmediatamente después de haber sido colectadas. Durante el periodo febril, es decir de leptospiremia se puede aislar el microorganismo a partir de fluidos corporales como sangre, líquido cefalorraquídeo, líquido peritoneal y órganos parenquimatosos como el hígado, riñón y bazo; después de la primera semana cuando ya esta establecida la fase de leptospiruria, puede cultivarse a partir de la orina. [3] El 31 aislamiento se realiza más comúnmente en medios líquidos o semisólidos, como el EMJH (medio Ellinghausen-McCullough modificado por Johnson-Harris) [116] o Fletcher. [3, 117] Para evitar la contaminación de los cultivos se adicionan inhibidores como el 5- fluoruracilo, neomicina, ácido nalidíxico y rifampicina. [3] Las muestras se obtienen asépticamente y en el caso de líquidos se agregan aproximadamente 200 a 300 l de la muestra por cada 5 ml de medio. Para los órganos, se realiza un macerado y 200 a 300 l de éste se inoculan en los medios de cultivo. Es recomendable hacer dos a tres diluciones décuples seriadas de los tubos inoculados, lo cual favorece el desarrollo de Leptospira dada la dilución de potenciales inhibidores contenidos en las muestras. [79] Cabe señalar que debido al lento desarrollo de Leptospira, no debe considerarse un primocultivo como negativo sino hasta transcurridos como mínimo tres meses de incubación a 30 C. La identificación de los aislados de campo se efectúa mediante la prueba de AM con suero hiperinmune elaborado en conejos con la cepa aislada, este suero hiperinmune se enfrenta contra cultivos de referencia. [118] Así mismo, la cepa aislada se enfrenta contra sueros hiperinmunes de referencia. Por el otro lado, pruebas de hibridación de ácidos nucleicos, PCR, análisis de restricción y secuenciación (MLST) son también utilizados para la identificación final. [24, 119] Alternativamente, el aislamiento de leptospiras puede intentarse mediante la inoculación de las muestras en animales de laboratorio, los animales más comúnmente usados son cuyes de 150 a 175 g de peso y hámsteres dorados de no más de 50 g de peso, la inoculación se realiza por vía intraperitoneal con 0.5 a 1 ml de muestra. [120] En caso de que la muestra fuese agua se recomienda inocularla en animales ya que este tipo de muestras se encuentran frecuentemente contaminadas con leptospiras saprofitas. [79] Aunque hay claras diferencias respecto a la epidemiología y patrón de la enfermedad, todas las serovariedades de leptospiras patógenas muestran idéntica morfología aún con las leptospiras saprofitas y habiendo una marcada diferencia antigénica, ésta se usa como base para su identificación y clasificación. [3] Sin embargo, existen diferencias en sus características biológicas y esto permite su diferenciación en base al fenotipo, por ejemplo, Leptospira interrogans no desarrolla a 13 ºC, ni en presencia de 225 µg/ml de 8-azaguanina (análogo de purina), propiedad que permite distinguirla de L. biflexa (saprófita) ya que esta es positiva a ambas pruebas. [58, 121] 32 2.7.2.2 MICROSCOPÍA DE CAMPO OSCURO (CO) La observación de muestras por microscopía de CO se ha usado por más de 40 años, un resultado positivo depende de la observación de la bacteria íntegra y con su movimiento característico, pero con frecuencia se pueden confundir con filamentos proteinaceos o algún otro artefacto (pseudoleptospiras). Asimismo, el campo oscuro no puede determinar la serovariedad a la que pertenece la Leptospira
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