Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÈXICO FACULTAD DE PSICOLOGÌA TITULO: EL SEXISMO EN LA LITERATURA INFANTIL TESIS QUE PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A: BERENICE HERRERA JIMÉNEZ DIRECTOR DE TESIS: JORGE ÁLVAREZ REVISOR: JOSÉ HUERTA ? México, D. F. 2006 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS A mi familia: A mis padres gracias por apoyarme en mis decisiones, orientarme y estar a mi lado en todo momento, a mi hermano por su buen sentido del humor, les agradezco su amor y el ser una familia unida. A mis profesores: José Huerta y Jorge Álvarez les agradezco la orientación y dedicación en la realización de mi tesis. A mis amigos: Josefina, Paulina, Carlos, Haidee, Dulce por su apoyo y amistad durante la carrera y después de ella. A todas las personas que colaboraron de alguna manera en la realización de mi tesis GRACIAS INDICE Introducción……………………………………………………………………………1 Capitulo I Orígenes del cuento como género narrativo…………………………..6 1.1 Estructura del cuento………………………………………………………….10 1.2Clases de cuentos………………………………………………………….…..16 Capitulo II El sexismo como parte de la cultura…………………………………..25 2.1 El género, factor determinante en el sexismo……………………………...40 2.2 El sexismo en el lenguaje…………………………………………………….46 2.3 Sexismo y androcéntrismo vinculados a la educación…………………....54 2.4 Sexismo y coeducación………………………………………………………60 2.4.1 Otra mirada en la coeducación. Temas transversales………………..69 Capitulo III El sexismo dentro de la Literatura Infantil…………………………….73 3.1 El cuento como reflejo de una educación sexista……………………….…78 3.2 Roles y estereotipos en los cuentos………………………………………...83 3.3 Investigaciones sobre cuentos sexistas…………………………………….90 3.4 Rasgos que permiten identificar sexismo en los libros…………………....98 Capitulo IV Metodología…………………………………………………………….103 4.1 Objetivos………………………………………………………………………103 4.1.1 Objetivo General………………………………………………………..103 4.1.2 Objetivo Específico……………………………………………………..104 4.1.3 Objetivo Específico……………………………………………………..104 4.2 Hipótesis………………………………………………………………………104 4.3 Método………………………………………………………………………...104 4.3.1 Variables…………………………………………………………………104 4.3.1.1 Definición conceptual de variables……………………………….104 4.3.1.2 Definición operacional de variables……………………………...105 4.4 Muestra……………………………………………………………………….105 4.5 Tipo de estudio……………………………………………………………... 105 4.6 Materiales………………………………………………………………….....105 4.7 Procedimiento………………………………………………………………..106 4.8 Análisis de resultados…………………………………...…………………..107 Capitulo V Resultados……………………………………………………………...110 Capítulo VI Conclusiones…………………………………………………………..124 Bibliografía…………………………………………………….……………………..129 Anexo………………………………………………………………………………....135 Anexo 2……………………………………………………………………………….147 INTRODUCCIÒN La literatura infantil muestra los rasgos ideológicos de una sociedad que desea ver reflejada toda una serie de estereotipos, papeles, normas de género, aspectos culturales y valores determinados por los patrones dominantes de una cultura. El cuento como una narración de un hecho pasado de sucesos imaginarios o fantásticos, que escuchamos en nuestra infancia a través de las generaciones, es un relato que prevalece en una imagen mental muy perdurable. Los cuentos son una herramienta muy útil en la formación del niño como persona, por lo que resulta muy interesante analizar el “mensaje” de género ya sea femenino o masculino que está literatura transmite al niño. Hemos adoptado la creencia de que los cuentos son “encantadores y entretenidos” y no deberían ser estudiados o criticados en un contexto socio-político a riesgo de perder la magia de estas historias. No obstante, se sabe que los cuentos tienen consecuencias de acciones concretas, no olvidemos que los cuentos fueron diseñados para moralizar más que para entretener. La mayoría de los cuentos infantiles sexistas donde la figura masculina es representada con los roles tradicionales están basados en narraciones, razas, género y clases estereotipadas, por tal motivo algunos autoras como Bronwyn Davies, Jane Yolen, Jeanne Desy han creado otro modelo de cuentos infantiles llamados “feministas”, cuya finalidad es ofrecer un tipo de literatura en la que los protagonistas juegan un rol distinto al impuesto culturalmente; su intención es convertir muchos de los supuestos sobre las relaciones humanas hombre-mujer que subyacen en los cuentos. En lugar de proporcionar heroínas pasivas, sumisas y abnegadas, los cuentos con proclividades feministas muestran a una heroína audaz, ingeniosa y atrevida que desempaña un rol activo dentro de la historia. Aunque este tipo de cuentos no son novedad, puesto que Marie-Jeanne L’Heritier (prima de Charles Perrault) hace más de dos siglos escribió el cuento “la princesa hábil” en el que muestra a una heroína audaz e ingeniosa además de bella, que tiene que enfrentarse a la falsedad en las relaciones entre sexos. Esta obra ofrece una relación de feminidad bastante avanzada para su época; es una pena que en el siglo XX las y los autores de los cuentos infantiles se percaten que es necesario hacer un cambio en el planteamiento de las representaciones sociales femeninas y masculinas cuando doscientos años atrás alguien ya lo publicaba. Las acciones que se desarrollan en los cuentos infantiles son difundidas y transmitidas por los medios de comunicación de masas, instituciones culturales y redes sociales; de esta manera transfieren representaciones sociales dominantes que juegan y subyacen dentro de una sociedad al conjugar imágenes y símbolos. En los cuentos perpetúan los roles sexuales al sobredimensionar cierto tipo de conductas de género mientras que castigan otras, tal es el caso de “la Bella y la Bestia” un argumento del cuento expresa lo siguiente: “El pueblo entero lo comenta: no esta bien que una mujer empiece a tener ideas y a pensar, eso es para los hombres” el ejemplo anterior es una muestra del marcado sexismo en nuestra sociedad, debido a que en la mayoría de los casos enaltecen el valor como persona del hombre al ser personaje activo, mientras que minimizan el de la mujer como personaje pasivo y dependiente. Sin embargo, se ha encontrado que la pasividad en el cuento representa una forma de poder, un medio para lograr los premios emocionales y económicos, lo que permite unaequidad subliminal. Pero, me pregunto ¿Por qué conformarnos con leer el típico cuento de la princesita abnegada y sumisa que recibe su recompensa afectiva y una buena dote como premio a su obediencia? Sería mejor que las sociedades modernas apuntasen a una igualdad real y no simbólica basada en cambios que modifiquen los modelos estereotipados femeninos y masculinos en los distintos códigos de comunicación de mujeres y varones. Dado lo anterior, se puede concluir que los cuentos como género narrativo pretenden además de entretener, formar conceptos, estereotipos y representaciones de la realidad en un marco gráfico pero al mismo tiempo práctico, ya que permite contemplar los estilos de vida de una sociedad que a lo largo de su evolución sólo ha modificado algunas conductas y permanecen en esencia aquellas que la distinguieron en un principio como especie superior: el dominio del hombre sobre otro, en este caso el “otro es el sexo opuesto de su misma especie”. Por tal motivo, es necesario que se realice una modificación en cuanto a los estereotipos de la cultura que hoy vivimos. Cabe señalar, que al mirar la literatura infantil desde un enfoque psicológico la postura que se adopta es medir y evaluar si un texto literario infantil cumple o no con la formación evolutiva del niño, ya que entre sus múltiples funciones los cuentos constituyen una herramienta muy valiosa en la formación de conceptos de identidad y género. Así mismo, si responde o no a los intereses infantiles comprendidos psicológicamente, lo que va a permitir desde un sustento psicológico ofrecer un libro, reconocer las potencialidades que presenta y favorezca un óptimo desarrollo en el infante. Pues bien, con los datos anteriores se ha elaborado un trabajo para dar cuenta de la literatura sexista que se les inculca a las niñas y niños con la finalidad de seguir creando estereotipos que han perdurado por siglos; por ello considero importante e interesante el tema de investigación. Ésta se desarrolla de la siguiente manera: en un primer capítulo se abordan los orígenes del cuento y la evolución que éste ha tenido a lo largo de la historia, brevemente se analiza la estructura del cuento y los elementos que lo conforman como tal, posteriormente se presentan en detalle las clases de cuento que podemos encontrar en la literatura. El segundo capítulo trata el sexismo como parte de la cultura, el género como factor determinante del mismo. Se enfatiza en otras áreas en las que el sexismo hace su aparición indiscriminada, tal es el caso del lenguaje y la educación, también se muestra una alternativa para combatirlo en el ámbito de la educación “la coeducación y los temas transversales”. El tercer capítulo se refiere al sexismo que subyace en la literatura infantil, se presenta un panorama desde el primer libro diseñado para infantes hasta la actualidad. De la misma forma se analiza el cuento como reflejo de una educación basada en una sociedad sexista, así como de los roles y estereotipos que presentan como consecuencia. Se hace énfasis en atacar este problema que nos atañe a todos como sociedad y en las investigaciones que se han realizado en torno a esto, las medidas y propuestas que organizaciones como la UNESCO ha planteado para solucionarlo; y algunas alternativas para los escritores e ilustradores de obras infantiles. También se agrega una lista de rasgos que permitan identificar rápidamente un texto literario sexista. El cuarto capítulo contempla la parte empírica de la investigación, en la que se describe como se analizan diez cuentos preferidos por el público infantil, mismos que fueron seleccionados del registro de bibliotecas como los cuentos más consultados y por los cuentacuentos como los más solicitados durante su experiencia en el arte de narrar. El análisis de cuentos se basa en un formato de registro de las representaciones sociales femeninas y masculinas que se hallen en las obras consultadas. A su vez, el registro de los datos encontrados se rige mediante la técnica de análisis de contenido. Dicha técnica esta vinculada con el estudio de casos, ambas metodologías cualitativas se basan en análisis profundos, procuran entender el objeto de estudio, su fin consiste en comprender más que en demostrar. La metodología de estudios de casos no considera tanto la relación causa-efecto, sino los significados para los individuos, de las interacciones entre ellos, se centra en la observación y descripción de los hechos, atribución de significados y la interpretación que se le da a los mismos. Es el estudio de la particularidad y de la complejidad de un caso singular, para llegar a comprender su actividad en circunstancias importantes. En este caso, el hecho a observar y describir son los cuentos infantiles y la atribución e interpretación de significados es el reflejo de estereotipos y roles que los lectores asumen como forma de vida en la edad adulta. Los resultados se explican en el capítulo cinco. En el capítulo seis se explican las conclusiones obtenidas como resultado de los datos encontrados en el análisis de los cuentos y la relación que se estableció con los objetivos y las hipótesis planteadas para el proyecto. CAPITULO I ORÍGENES DEL CUENTO COMO GÉNERO NARRATIVO Los cuentos son un alto en el camino, una parada de descanso en el camino de la vida. Estrella Ortiz Cuento ¿es un libro?, ¿es un objeto?...es ambas cosas…es un texto es imagen, es símbolo y significado… Entendemos por ”cuento” un género literario que tiene la característica de ser una narración generalmente breve de sucesos reales, legendarios, fantásticos o imaginarios que reseña la idealización del hombre y la mujer en la sociedad. Busca de un prototipo ideal o modelo ejemplar en perfección al que se aspira ser. El cuento es, a la vez, un género antiquísimo y reciente. Como simple narración breve, existe desde tiempos remotos, se le asocia con los mitos y se cree que los cuentos más arcaicos aparecieron en Egipto como lo prueban los relatos mágicos o cosmogónicos de los pueblos que eran familiares a los hindúes. Contar historias ficticias (generalmente, con el afán de explicarse los propios orígenes) es una costumbre natural de los hombres de cualquier latitud. No obstante, el Pachantrata (de origen hindú) es considerado el primer libro de cuentos conocido como tal, cuyo nombre significa en sánscrito “pachan”= cinco y “tantra”= hilo. Data de alrededor del siglo VI a.C. La obra es de autor anónimo, abarca cinco series de cuentos dependientes del primero y principal, que forma la trama y comprende en si a los demás. Los orígenes del cuento, se confunden, por su relación con formas narrativas propias de la religión, la historia y la critica social. La prehistoria del género la constituyen, por tanto , distintos tipos de relatos, como fábulas, apólogos, diálogos, proverbios, a los que no podemos considerar cuentos, en el sentido que hoy damos a esta expresión. Dentro de la cultura grecorromana se mencionan entre los antecedentes, los relatos y diálogos con propósitos morales que escribió Luciano de Samosata, la obra de Apuleyo y una especie de novela de aventuras en prosa y verso de Petronio en el siglo I d.C. En la antigua China este tipo de relato tuvo gran desarrollo hasta el siglo II, aunque se prohibió su publicación con la doctrina de Confucio. En cuanto a las fábulas, es en Grecia con Esopo (quien se inspiró en el Pachantrata) donde se logró redondear su estilo, forma y medida. Con su producción, especie de recetario para la vida, se introdujeron el buen sentido y la prudencia. Destacan: Cicerón, La Fontaine y Samaniego entre otros. Los cuentos fueron insertados en un discurso aristocráticode valores, costumbres y modales con la finalidad de enseñar a los niños a comportarse de manera civilizada. En esta encrucijada, en el siglo XVII, se entendió que el objetivo de los cuentos era adoctrinar a los niños con sistemas de creencias culturalmente específicos, y no simplemente entretenerlos.1 Sin embargo, al hablar del cuento es difícil sustraerse el recuerdo de la infancia, así aparecen ante nosotros toda una galería de innumerables personajes, portador, cada uno de ellos, de una serie de virtudes o cualidades. En la Edad Media y el Renacimiento se mantuvo el género con singular relieve con la fábula moral o apólogo en el que destaca el Conde de Lucanor. Igualmente se utilizaron fábulas en obras dramáticas con Lope de Vega y Tirso de Molina. Una de las tantas derivaciones de la fábula son los cuentos medievales franceses de Roman de Reanart. 1 Hurlimann, Betina. (1968). Tres siglos de literatura infantil europea. Barcelona. Ed. Juventud. El género se hizo popular en Alemania en los siglos XV y XVI, paralelamente en Inglaterra tomo auge con Chaucer cuando escribió los famosos Cuentos de Canterbury y Bocaccio en Italia con el Decameron. Los italianos tuvieron influencia años más tarde en Cervantes, no sólo el creador de la novela moderna con el Quijote, sino también el gran invasor del relato corto en las novelas ejemplares. Por lo que a ingenio y fantasía desbordante se refiere, los cuentos de Basile son inagotables y contienen tantos elementos peculiares que es difícil hallarle correspondencia en otras obras análogas. Perrault, fue el primer autor de cuentos y el primer escritor de importancia que reconoció de un modo peculiar a los niños, ya que el relato de cuentos era una ocupación femenina. Los niños de aquella época no pedían que se tuvieran contemplaciones con sus delicados nervios. El lenguaje era directo y vigoroso, se ignoraba el tono intencional infantil del embellecimiento que con tanta rapidez pasa de moda. Por eso, los cuentos de Perrault se mantienen jóvenes aún hoy en día en los cuartos infantiles. En Alemania, las importantes recopilaciones de los hermanos Grimm, prestaron desde su primera colección en 1812, cuentos recogidos fielmente de las tradiciones orales. Al coro de los narradores de cuentos integrado por Basile (hace 300 años), Perrault (hace 250 años) y los hermanos Grimm (hace 150 años), se unió Tolstoi, con quien el cuento popular ruso adquirió una resonancia nueva y peculiar. Llegamos así al siglo XIX, cuando se dio el gran desarrollo de este género literario con algunos autores importantes como: Andersen, Hoffmann, Oscar Wilde, Poe, Chéjov, Kafka, Fitzgerald, Quiroga, Borges, Cortazar… por mencionar algunos abriendo horizontes y enriqueciendo espíritus. En los cuentos se citan además, antiquísimas costumbres de los pueblos y relaciones, más antiguas todavía, de esos pueblos entre sí, el cuento es también un importante objeto de la investigación sobre el folklore y la etnología. El cuento con el florecimiento de la novela fue quedando más y más relegado a la categoría de la literatura infantil, a pesar del gran auge artístico que el romanticismo aporto a la literatura del cuento, el cual se recubrió hasta tal punto de ingenio, sátira, poesía y fantasía que sólo adultos muy inteligentes alcanzaban a comprender su valor. Lo maravilloso de los cuentos, cuyo principal rasgo característico, que lo diferencia de las narraciones, consiste en el empleo de medios irreales, como el milagro, la magia y las transformaciones, radica en sus ilimitadas transformaciones. El cuento viene a encarnar una especie de “internacional” de la literatura, resultado que con respecto al resto de la creación literaria, sólo se puede conseguir mediante una intensificación de la actividad de los traductores. Se explica que ello ocurra así por el gran poder convincente de la figuras de los cuentos y por sus antiquísimos principios sobre la acción, mismos que satisfacen las necesidades elementales e inconscientes del corazón humano. Hoy, sin embargo, mezclan elementos de la vida moderna con la más remota tradición de los cuentos. Las grandes recopilaciones de cuentos populares realizadas hoy en día en casi todos los países constituyen, por lo general, verdaderos museos del cuento. El cuento, es el fruto de la revalorización del relato breve que se produce en las primeras décadas del siglo XIX, se convierte en el más paradójico y extraño de los géneros, a la vez el más antiguo del mundo y el que más tardo en adquirir forma literaria (Baquero Goyanes, 1967). La característica más saliente del cuento moderno, además de la brevedad, es la originalidad que propone tanto para los asuntos narrados como para las técnicas narrativas empleadas. El cuento moderno busca en la interioridad humana y descubre la soledad y la alineación que angustian al hombre. Historiar la evolución del cuento es como historiar la evolución del hombre en sus constantes luchas, búsquedas e interrogantes, en un comienzo surgieron las narraciones míticas y mágicas, para dar paso luego a la perspectiva individual, al relato cotidiano, o al desarrollo fantástico pero siempre a través de la recreación metafórica que supone la palabra. 1.1 ESTRUCTURA DEL CUENTO Los cuentos son relatos cortos de ficción con unidad en sí mismos que se presentan como una sucesión de acciones con un principio, un desarrollo y un fin. Son la historia de una transformación; nadie vuelve a ser el mismo después de los sucesos que se relatan, incluso cuando el final es circular o abierto, nada ocurre en vano. Un cuento funciona cuando consigue conectar en su metáfora con la existencia actual de quien lo recibe. La historia nos atrae si sus imágenes interiores han resultado agradables, divertidas, sugerentes, reconocibles. La sentimos como propia porque lo que sienten y viven los personajes nos recuerda sentimientos y vivencias muy cercanas. Únicamente los cuentos populares, que por su propia esencia llevan viajando de boca en boca durante siglos, tienen una consecuencia oral y no literaria. No olvidemos que en un principio fue la palabra dicha, después llego la literatura transformando y creando lo oral y haciendo con la palabra escrita un lenguaje propio. La oralidad juega un papel primordial, debido a que no es necesario conocer la escritura, además de que su estilo es directo y sencillo permite un acercamiento más real con el interlocutor. Cuando la imprenta revoluciono las comunicaciones, la palabra escrita recobro su importancia. Ambos medios de comunicación han sido la base fundamental de transmisión de los cuentos, es por ello que de forma oral o escrita el cuento está conformado por los siguientes elementos: • Brevedad o limitación: Aunque la extensión de un cuento a otro varia, lo que lo caracteriza es su brevedad. • Simplicidad: No hay demasiadas descripciones del lugar o de personajes, para no entorpecer el desarrollo de la acción. • Argumento: La variedad de los argumentos es muy amplia, está estructurada de manera que conduzca rápidamente hacia el desenlace. • Tiempo: En el cuento tradicional las secuencias siguen un orden cronológico y lineal. El cuento contemporáneo combina el tiempo objetivo y el subjetivo interior. • Procedimiento: Predomina el discurso narrativo sobre el descriptivo. Se utilizan diálogos para mostrar la psicología del personaje. • Estructura: En el cuento tradicional se respetan los tres momentos de la acción: introducción, nudo y desenlace. La narrativa moderna no siempre se amolda a estas pautas sino que adopta diferentes y variadas estructuras. En la literatura existen muchos cuentosprofundamente estéticos que juegan con las palabras de maravilla, pero cuya anécdota es muy corta. Cualquier relato oral, sin embargo, se sustenta en los hechos, en lo que ocurre, así pues un cuento es una sucesión ininterrumpida de acciones. Estas acciones son el esqueleto de la narración, sin él, el cuerpo se desmorona. En la mayoría de los cuentos todo lo relatado gira sobre una sola trama y existe, por lo tanto, una unidad de acción. Las historias orales se desarrollan sin anticipos ni retrocesos en su argumento, el cuento narrado ocurre en un tiempo lineal. La acción de un relato se representa en lo que hacen y les ocurren a los personajes. Ellos se mueven guiados por un destino, benévolo o malvado, y por lo general carente de contradicciones. En el cuento, hay una intriga básica, que progresa y se dosifica hasta el desenlace, generada por un conflicto inicial. Los obstáculos del camino pueden ser muy variados, tantos como en la vida misma con circunstancias externas (hambres, pérdidas, problemas familiares, rupturas…) o internas (soledad, aburrimiento, deseos insatisfechos, enfermedades…). Todos los hilos de la trama y todas las acciones de los personajes convergen hacia un final claro que en la mayoría de las veces soluciona la problemática que se desarrolló en la historia. Un buen relato mantiene su propia lógica, incluso cuando se trata de situaciones fantásticas, es lo que se llama coherencia interna de la historia y viene determinada por la existencia de una trama clara alrededor de la cual giran las acciones, y unos personajes ejecutores del destino. El cuento forma parte de la narrativa a la que pertenecen también la novela y el relato. El cuento literario esta estructurado como un sistema cerrado y sus elementos constitutivos se relacionan y subordinan entre si. Los rasgos constitutivos del género varían según las épocas y los lugares, al margen de la permanencia de ciertas peculiaridades como la extensión y la impresión de unidad. Las normas que regulan su construcción y que se constituyen en pilares de su estructura formal son: • Brevedad: Implica concentración en lo realmente significativo e intensidad en su desarrollo, el objetivo es lograr que la trama se capte “de golpe”. Se señala una necesidad estructural del cuento, inherente al suceso narrado y no sólo a su mayor o menor extensión. El cuento busca sus temas entre aquellos cuyas crisis, por su rapidez, exigen la brevedad, simplifican, condensan, proceden por omisión más bien que por desarrollo. Un cuento es fundamentalmente un tema que solo parece admitir, con plena eficacia estética, la forma del relato breve (Baquero Goyanes, 1967). Resulta claro que la brevedad debe hallarse en razón directa de la intensidad del efecto buscado, y esto último con una sola condición: la de que cierto grado de duración es requisito indispensable para conseguir un efecto cualquiera (Poe, 1969). • Unidad: Este criterio recorre todo el texto, tanto si lo interpretamos como la unidad total del tiempo, lugar y acción, o como la unidad de construcción con un sólo centro de interés, sin intrigas paralelas ni digresiones innecesarias. • Búsqueda de efecto: El autor se concentra sobre un elemento, realiza un recorte y subordina todo al logro de un efecto emocional, que proviene de un desenlace minuciosamente preparado. El hábil artista literario después de concebir cuidadosamente cierto efecto único y singular, inventará los incidentes, combinándolos de la manera que mejor lo ayude a lograr el efecto preconcebido. Si su primera fase no tiende ya a la producción de dicho efecto, quiere decir que ha fracasado en el primer paso (Poe, 1969). • Intensidad: Apunta al logro de un efecto estético y éste posibilita la comunicación artística. No interesa demasiado que los sucesos sean de por sí intensos como que su tratamiento se sitúe en lo esencial y profundo. Implica fuerza expresiva que sintetiza y subraya el acontecimiento, ya sea que despliegue circunstancias de conflicto o tensión extrema, el cuento muestra el abismo pero no lo explora. • Recorte anecdótico: El cuento recorta un fragmento de la realidad, le confiere dimensión extraordinaria, lo trabaja en profundidad y lo expresa sin énfasis inútiles. • Índole oral: Está presente desde sus orígenes, por ella se hace evidente su marco comunicativo, el emisor y el receptor del mensaje. La oralidad tiene el encanto de lo irrepetible, el cuento oral incluye elementos rítmicos, ya sea a través de su estructura sintáctica o por la rima. Es por ello que la función de los cuentacuentos es importante como transmisores orales del cuento, van más allá de la palabra, el acto de narrar hace vivir las circunstancias que lo rodean. El papel del cuentacuentos es agradar al auditorio, juega con el carácter, estilo y forma de contar el cuento, crea gestos significativos, sorpresas, lugares de encuentro, para acercar el cuento a lo inmediato, nombres, personas y situaciones conocidas que atrapan de forma ineludible al receptor. • Función simbólica: El cuento es una conjetura que trata de explicar lo aparentemente inexplicable, siempre nos propone una sorpresa y una interpretación. El vehículo expresivo del cuento es la prosa narrativa, por medio de la cual se organizan los contenidos que se van a transmitir. El significado de un texto es el resultado de la combinación de sus elementos constitutivos, realizada a través de un tema que los unifica y los engloba. Para Tomashevsky (1965), toda obra posee un tema y éste está constituido por pequeños elementos temáticos dispuestos en un orden determinado. Las pequeñas unidades temáticas mínimas son los motivos, el encadenamiento de los mismos produce una continuidad que estructura la narración del tema. Los motivos combinados entre sí constituyen el armazón temático de la obra. La trama es el conjunto de esos mismos motivos, pero dispuestos con arreglo al orden que absorben en la obra. En los cuentos literarios los personajes ganan complejidad, interioridad y matices psicológicos, y estará implícito un conocimiento del estilo y la individualidad propios del escritor. En los cuentos modernos no existe tampoco esa linealidad descriptiva, parecería tratarse de dos historias, la manifiesta y la oculta, donde precisamente lo más importante es lo que no se cuenta y el estilo del escritor estaría dado por el tratamiento que les da a ambas. 1.2 CLASES DE CUENTOS Los cuentos migran, marchan de país en país y de boca en boca, no reconocen fronteras ni oscuras ideologías sectarias, son del hombre, son símbolos que lo unifican y lo hermanan. Están destinados a brindar diversión y entretenimiento, pero pueden presentar otros fines más específicos en algunos ciclos o sagas, ya sea con funciones pedagógicas o para dar a conocer los mitos originarios. Este género literario tiene la función de ser el sostén de los valores sociales, pero estos valores pueden ser los de un grupo social de cualquier dimensión, desde un segmento evidentemente pequeño de una comunidad, y puede por eso tender a producir división social en un nivel más alto así como integración en otro más bajo (Chertudi, 1982). Los cuentos son vigentes, pese al paso de los años, porque acompañan al hombre desde niño en sus problemas de crecimiento, en su adaptación al medio social y la adquisición de su visión del mundo. El cuento a su vez se divide en: Tradicional Realista Maravilloso Animales Cuentos Personasmínimos Fórmula nunca acabar acumulativos Fantásticos Las diferentes clases de narración que han surgido del cuento se describen a continuación: Cuento tradicional: En este tipo de cuentos no hay descripción de ambientes, de paisajes o de costumbres, son sólo enunciados de modo genérico cuando es necesario. Esto determina la no localización de la acción. Sus características generales son: • Los personajes son esquemáticos, lineales, no tienen mundo interior ni particularidades que los definan, no hay relaciones con el pasado o con el futuro, y encarnan un cierto comportamiento ético práctico que los lleva a atravesar acciones paradigmáticas. • Tampoco hay un espacio y un tiempo precisos y definidos. • Se narra en tercera persona, a veces suele introducirse la tercera persona al final, para presentarse como testigo de lo que se ha contado y se lo enlaza como fórmula de cierre. Puede contener diálogos entre los personajes. • Suele haber fórmulas de comienzo y cierre, y algunas fórmulas fijas en su transcurso. • Existe acentuación en los contrastes, tanto materiales como morales. • Predomina la acción y la causalidad hace progresar la historia. Cuento realista: Se caracterizan por estar basados en hechos reales o imitados de la realidad. Su condición principal es la verosimilitud, es decir crear un efecto de que lo que cuenta puede ser cierto. Sus principales elementos son: • Las situaciones están tomadas de la realidad. • El narrador intenta ponerse en una posición objetiva, en la que no refleja sus sentimientos. • Utiliza la tercera persona gramatical y el punto de vista generalmente es omnisciente. • En la mayoría de los casos la realidad observada, los personajes y los temas son contemporáneos al autor. • La anécdota, casi siempre, es un pretexto para el estudio de caracteres y costumbres. • Los personajes se constituyen sobre tipos reales que sintetizan las características de un grupo. • Las descripciones detalladas de lugares y objetos, fruto de la observación directa y minuciosa, crean un clima de realidad. • La acción se desarrolla en un tiempo lineal y cronológico, que en ocasiones se indica con exactitud. • Se reflejan las variedades de la lengua, modismos y formas coloquiales. Cuento maravilloso: Cuentan hechos o acontecimientos extraordinarios, inexplicables y sus temas, hechos y escenarios no se dan en nuestra experiencia cotidiana. Son una clase particular, de los cuentos populares más ampliamente denominados de “hadas”, transmitidos como todos los cuentos, de forma oral sin que la transmisión afecte, por lo común a una determinada estructura narrativa, la cual se mantiene incólume, por mucho que pueda variar el cuento en todo lo demás (Rodríguez Almodóvar, 1982). Estos cuentos parecen originarse en los mitos primitivos y lo esencial en ellos, que los determina como tales, es que frente a los problemas que se le plantea al héroe aparece el objeto o auxiliar mágico y él debe realizar determinadas pruebas para salir airoso. En este sentido, el cuento de hadas simboliza el tránsito iniciático del hombre (el héroe), a través de los enemigos que la vida le plantea y de la lucha contra sus propios impulsos inferiores, hasta llegar por medio de las pruebas, a su redención, al encuentro de su destino. Su núcleo básico es siempre la lucha del bien contra el mal para restablecer el orden, el equilibrio primitivo. La mayoría de los llamados cuentos maravillosos aparecen en la literatura con la forma de fábulas, sagas, romances, apólogos en los relatos de campesinos sometidos al régimen feudal. En este contexto, los valores sociales más apreciados lo constituyen el valor y el respeto por el orden establecido. Se trata de una sociedad perfectamente jerarquizada donde cada cual ostenta el estatus que le confiere su nacimiento, y la única oportunidad de mejora social para el pueblo llano, es la fantasía del joven campesino que, tras conseguir burlar a su destino a costa de superar pruebas con picardía e ingenio (y con la ayuda de su hada protectora), consigue la mano de la princesa inalcanzable, como premio a su heroicidad. Lo integran los siguientes componentes: • Tienen una estructura narrativa que responde a la división en introducción, nudo y desenlace. • El tiempo es cronológico y lineal. • No importa tanto la descripción de los personajes sino las acciones que estos desarrollan. • Los personajes son sobrenaturales: hadas, ogros, gnomos, magos, brujas… • Es considerado como literatura infantil. Propp considera cuento maravilloso, desde el punto de vista morfológico, a todo desarrollo que, partiendo de una fechoría o una carencia y pasando por las funciones intermedias, culmina en el matrimonio o en otras funciones utilizadas como desenlace. Las funciones son las acciones de un personaje definidas desde el punto de vista de su significación en el desarrollo de la intriga (Propp, 1981). La tesis de Propp para la estructura de cuentos maravillosos es la siguiente: • Las funciones sirven como elementos estables, constantes, con independencia de quien las realiza y de cómo son cumplidas. • El número de funciones conocidas es limitado. • La secuencia de funciones es siempre idéntica. • Todos los cuentos de hadas, por su estructura, pertenecen a un único y mismo tipo. Chertudi (1982) denomina los cuentos maravillosos “leyes épicas” porque dice que limitan la libertad de composición de la literatura oral de un modo mucho más rígido y diferente que en nuestra literatura escrita. Estas leyes son: • Ley de apertura y cierre: estos relatos tienen un movimiento que les es propio, no terminan y cierran abruptamente, sino que comienzan con cierta calma que se va complicando de manera paulatina para llegar nuevamente a ella. • El medio más eficaz para enfatizar es la repetición de diálogos, acciones, personajes. Esto se hace casi siempre en número de tres, si bien obedece a concepciones religiosas que no son universales. • Ley de contraste: todo se mueve entre las polaridades bueno/malo, viejo/joven… • La importancia del comienzo y del fin, combina con la ley del tres. • Ley de concentración en un personaje principal, considerada tal vez como la mayor ley de la tradición folklórica. Cuentos de animales: Son todos aquellos que tienen a los animales como protagonistas, excluyendo de esta categoría a aquellos que tienen a hombres transformados en animales. El origen de estos relatos estaría dado por los conflictos, por la supervivencia y la lucha por la vida, lo que homologa al ser humano con las restantes especies naturales. Por eso no están incluidos los animales fantásticos o desconocidos, sino aquellos que comparten el espacio propio del hombre como los zorros, los monos… (Rodríguez Almodóvar, 1997) Estos cuentos nacieron durante la época del desarrollo de la humanidad, en la que la principal fuente de subsistencia era la caza: su origen está relacionado con el totemismo, sistema de creencias de los cazadores primitivos, en virtud del cual se considera que algunos animales eran sagrados e incluso tenían un vinculo sobrenatural con la tribu (Propp, 1981). Sus características son: • Reflejan las vicisitudes de la vida, por eso el clima, es muchas veces irónico y alegre, porque se describen las peripecias y la sabiduría para salir airoso de los trances más difíciles. Así, el poderoso pierde frente a la astucia y dignidad del inferior. • El trato entre los animales suele ser muy cordial, se llaman tío, sobrino… • Se desarrollan en tareas humanas: se casan, asisten a la escuela, fiestas… Cuentosde personas: Son todos aquellos que implican a los seres humanos y en los que no intervienen seres fantásticos en ellos suelen predominar los motivos paródicos o humorísticos referidos a los valores sociales y a su critica. Estos cuentos incluyen aquellos cuya estructura supone una adivinanza, un chiste, una historieta y los cuentos de costumbres. Las características que lo conforman son: • Reflejan el asentamiento de las primeras tribus primitivas y del reparto de la tierra. • En la trama aparecen toda la serie de pícaros dispuestos a lograr su cometido valiéndose de su ingenio. • Tienen como finalidad afianzar la tradición y la identidad cultural, al saber quiénes somos y de dónde venimos. Cuentos de fórmula: Este tipo de cuentos son populares y anónimos, apelan al disparate y a la forma extravagante. Representan el puro juego, el puro placer que tanto seduce y atrapa a los niños. Este tipo de cuentos responden a diversas estructuras: • Cuentos mínimos: Se enuncia una frase y la conclusión es inmediata, opera como cierre o ruptura. Lo que prima es el ritmo y la rima, el mantener la estructura exacta que opera como un juego de balanceo, tan propio de los niños. • Cuentos de nunca acabar: En ellos lo que importa es la repetición. Se enuncia una pregunta y al recibir una respuesta se continúa con la estructura anterior. Otra variante es cuando la misma estructura se repite en forma circular. • Cuentos acumulativos: En ellos prima el ritmo, el encadenamiento y la memorización. Puede ser un ejercicio tanto interesante como divertido. Cuentos fantásticos: En el desarrollo narrativo interviene un ser o un hecho sobrenatural que supone la existencia de otro mundo pero que también tiene una explicación natural. Sus características son: • Tienen como punto de partida un acontecimiento extraño producido por una vacilación del narrador, expresada en la acción. • Utilización de la primera persona para el narrador como forma de dar testimonio de lo que pasa. • El narrador no es omnisciente, sino que frecuentemente duda. • Los temas que suele abordar son: mitos, alucinaciones, la locura, el mundo de los sueños y su relación con la realidad, los fantasmas, las apariciones, hechicerías, las trasmutaciones del espacio, las coincidencias inexplicables, las metamorfosis (hombre-lobo, vampiros…), los dobles, la transposición entre vida y muerte y los viajes en el tiempo y en el espacio. Los distintos medios en que se inserta la literatura para niños es la siguiente 2 Poesías Lírico Canciones Novelas Tradicionales Épico Leyendas Cuentos Teatro de marionetas Géneros Dramático Teatro infanti l y juvenil Teatro de títeres Periódico Contemporáneos Cine Radio Televisión 2 Tabla tomada de Elizegaray, Alga Marina. (1975). En torno a la Literatura Infantil. La Habana. Ed. Unión de escritores y Artistas de Cuba. CAPITULO II EL SEXISMO COMO PARTE DE LA CULTURA Porque llorar, pensar, reír, amar, querer, desear y otros valores y cualidades “femeninas”… son simplemente humanas.3 Los seres humanos, dependen de su cultura, de roles sociales y experiencias sociales para sobrevivir. Desde niños aprenden a vivir en el ambiente que les rodea por medio de un proceso de socialización, que se describe como un medio por el cual los miembros de una sociedad adquieren las normas, costumbres, creencias y valores de su cultura y actúan dentro de ellas sin perder su individualidad. Este proceso es influido por agentes socializantes entre los que se encuentran la familia, la escuela y los medios de comunicación. Durante muchos años los psicólogos pensaron que era importante como se desarrolla la conducta social, es decir, las formas de relacionarse con otros individuos, misma capacidad que cambia con la edad. Unas formas de relación sustituyen a otras, las relaciones aumentan y se hacen más complejas a medida que el niño crece. El proceso mediante el que los niños y los adolescentes adquieren sus ideas sobre el mundo social las transmiten los adultos y los niños se limitan a integrarlas progresivamente mediante la socialización, que subraya la importancia de la presión social en la formación de las opiniones e ideas. Diversas teorías han tratado de explicar como adquiere el niño el conocimiento y la conducta social. Unas ponen más énfasis en la influencia de factores exteriores y otras en la labor del propio sujeto. Algunas de estas teorías no se refieren sólo al desarrollo social sino al desarrollo en su conjunto. 3 Tomado de Lomas, Carlos.(comp) (1999).¿Iguales o diferentes?, género, diferencia sexual, lenguaje y educación. España. Ed. Paidos Para algunos autores, el conocimiento social es producto de la influencia de la sociedad. El sujeto, a lo largo del desarrollo, va socializando, es decir, interioriza las actitudes, valores y conductas que se consideran apropiadas en una sociedad. Para el sociólogo francés Emilio Durkheim, es la presión de los adultos la que produce socialización.4 Dentro de la psicología, la escuela del aprendizaje social, representada por autores como Miller, Dollard o Bandura, describen que la adquisición de conductas consideradas valiosas son reforzadas o el sujeto descubre las consecuencias positivas o negativas de sus acciones. 5 Bandura, acentúa importancia en la observación y la imitación, en el cual un sujeto imita las conductas que observa de otro, llamándole a este tipo de aprendizaje “modelado”. Las personas cuya conducta observamos e imitamos son llamados modelos. Bandura esquematiza con cuatro pasos el aprendizaje por observación o bicario: 1. Prestar atención y percibir los aspectos relevantes del comportamiento. 2. Recordar el comportamiento, a través de palabras o imágenes mentales. 3. Convertir en acción la observación recordada. 4. Estar motivado para adoptar el comportamiento. En el proceso de imitación hay bastantes pruebas de que puede haber aprendizaje por observación de la conducta de otros, incluso cuando el observador no reproduce las respuestas del modelo durante la adquisición y, por tanto no recibe refuerzo. 4 Delval, Juan. (2002). 11ª ed. El desarrollo humano. Buenos Aires. Siglo XXI editores. 5 Delval, Juan. (2002). 11ª ed. El desarrollo humano. Buenos Aires. Siglo XXI editores. De este modo, en el proceso de socialización se recurre a modelos en determinados roles, con actitudes, valores y estereotipos, para que sean imitados. Bandura, también emplea el término “representación de un rol”, como un proceso por el cual, mediante la imitación de actitudes adultas, el niño adquiere el dominio de pautas de comportamiento que se espera que tenga cuando seaadulto. Los modelos para promover la adquisición de comportamientos son impuestos por la sociedad, al emplear juguetes que fomentan la imitación de los adultos, los niños suelen reproducir las formas de comportamiento propias del rol adulto, así como las pautas de respuestas características de sus padres, como las actitudes, maneras, gestos y la mayoría de los aspectos de la vida adulta. En las sociedades humanas, la provisión de modelos, además de acelerar el proceso de aprendizaje, es un medio esencial de transmisión de conducta. La influencia de los modelos simbólicos de los libros infantiles, retratan a las niñas como pasivas y dependientes, mientras que a los niños como independientes y aventureros. Partiendo de las ideas de Durkheim sobre las representaciones colectivas, Serge Moscovici habla de representaciones sociales que son conjuntos de proposiciones, reacciones y evaluaciones que competen a los miembros de un grupo social. Los sujetos reciben esas representaciones sociales al formar parte de un grupo social determinado y son diferentes en distintos grupos y sociedades. Vigotski, sostenía que el desarrollo individual y los procesos sociales están íntimamente ligados y se desarrollan conjuntamente. Toda función psicológica aparece dos veces, primero a nivel social entre personas, y luego a nivel individual en el propio interior del niño, por lo que todas las funciones se originan como interacciones entre los seres humanos. 6 Bruner, interpreta que la participación en una vida social compleja contribuye al desarrollo mental de los individuos. El desarrollo del individuo se ve favorecido por el andamiaje que le proporcionan sus padres, adultos y compañeros más expertos. Piaget, plantea que conforme crecen los seres humanos desarrollan sus niveles intelectuales y de este modo, cualquier experiencia de socialización depende de cómo el niño percibe o interpreta dicha experiencia. La misma experiencia puede ser percibida en forma diferente por niños a distintos niveles cognoscitivos. El niño tiene que construir tanto sus representaciones de la realidad como sus propios instrumentos de conocimiento y su inteligencia. Para ello parte de un funcionamiento que es común con otros seres vivos y al actuar sobre la realidad descubre las propiedades de ésta. El conocimiento es siempre el resultado de una interacción entre las capacidades del sujeto y las propiedades de la realidad, que el sujeto construye. El conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción. Cuando se produce un conflicto entre las previsiones del sujeto y las propiedades de la realidad, que el sujeto construye, el sujeto tiene que reorganizar sus concepciones y su forma de actuar para adaptarse a la realidad. Un ejemplo de esto, es cuando ocurren conflictos entre el punto de vista propio y los de otros obliga a realizar ajustes en las propias concepciones. Lo anterior partiendo de que, el sujeto adquiere las reglas o normas morales que regulan las relaciones con los otros y los aspectos más generales de las relaciones interpersonales, mientras que las 6 Delval, Juan. (2002). 11ª ed. El desarrollo humano. Buenos Aires. Siglo XXI editores. normas convencionales se ocupan de las regulaciones más particulares propias de cada sociedad. Las normas y los valores son constituyentes esenciales del conocimiento y de la conducta social, e integran los modelos o representaciones que el niño elabora sobre el mundo social, al ser esta una enseñanza explicita se estimula su imitación. Los modelos que el sujeto construye de la realidad están formados por distintos tipos de elementos de diferente naturaleza, que difieren en como son transmitidos. Los valores expresan lo que la sociedad considera positivo o negativo, lo que debe hacerse o lo que no, están muy ligados a las normas. Se adquieren mediante la transmisión de adultos a compañeros. El sujeto trata de adaptar sus valores a los de sus compañeros y los comparte con ellos. Las informaciones son los conocimientos sobre aspectos concretos de la realidad social. El sujeto las recibe del ambiente, por la transmisión de los adultos, los medios de comunicación y de la escuela. Doigse y Mugny, influidos tanto por la posición de Vigotski como por la de Piaget, interpretan que los conflictos que hacen progresar a los sujetos no son sólo individuales, (entre las anticipaciones y el resultado de la acción) sino sociales que es la confrontación con los puntos de vista de otros lo que lleva a modificar las conductas y las representaciones.7 La “teoría de la socialización de los roles sexuales” postula que un adulto es quien enseña al niño su rol sexual, aunque también presionan para que el niño persista en el rol asignado otros muchos (maestros, medios de comunicación...). En este modelo no hay lugar para el niño entendido como un agente activo, un teórico 7 Delval, Juan. (2002). 11ª ed. El desarrollo humano. Buenos Aires. Siglo XXI editores. que observa y aprende por si misma o por sí mismo el modo como se organiza el mundo. (Davies, 1994). En el proceso de socialización participan diferentes instituciones sociales que influyen en este desarrollo y se les denomina “agentes de socialización”. Entre los agentes de socialización se encuentran la familia y la escuela (kinder- universidad) además de los medios de comunicación masiva y los grupos de pares. El agente socializador más importante es la familia, porque es el primer círculo social al que se enfrentan desde infantes, los individuos, en este medio se atienden sus necesidades primarias y constituye el enlace social entre el mundo y el niño. En la familia se da el proceso central de transmisión cultural, en este medio se heredan actitudes, creencias, intereses y prejuicios; también las niñas y los niños aprenden a desempeñar labores según su sexo, enseñándoles los roles de “feminidad y masculinidad”, dichas condiciones influirán en otros medios como la escuela y el trabajo, entre otros. El aprendizaje de la “feminidad” se realiza a través de normas patriarcales que hacen de la niña la futura mujer estereotipada que la sociedad sexista exige. Así, gracias a la institución escolar, los arquetipos sexuales dominantes, las leyes, el lenguaje, las formas de representación, la pornografía y la prostitución, el destino de la mujer queda condicionado. El estilo femenino se ha caracterizado como inseguro y débil frente al masculino, que se presenta como un estilo fuerte y poderoso. R. Wodak (1997), señala que esta manera de ver las cosas se corresponde con una cierta ideología sobre los sexos y el mundo social que podría llevar a las mujeres a adoptar el estilo masculino y aceptarlo como el único apropiado para la vida pública (política, negocios...) En el proceso de socialización secundario que ocurre en la escuela, la educación es la encargada de reproducir los roles asignados a cada género y la relación asimétrica entre ellos. La transmisión y el reforzamiento de estereotipos tiene lugar en la escuela a través del currículo oculto que con la fuerza de lo implícito interviene en la construcción de la subjetividad al aparecer como “natural” relaciones de poder inequitativas e injustas basadas en el sometimiento y la discriminación. Por ello, la visión del mundo que tenemos los seres humanos es parcial y limitada por nosotros mismos, nuestros conocimientos y dogmas; nos movemos a partir de juicios e influencias de los demás, bajo los estereotipos de quienes nos precedieron y que de alguna forma siguen rigiendo el estilo de vida de la sociedad. El hombre pertenece a la familia, una comunidad política(tribu, pueblo) esta inmerso en la vida económica con las obligaciones legales y morales.8 Las actitudes y los comportamientos que históricamente han sido atribuidos al género masculino son los predominantes y generales, mientras que el universo que tradicionalmente se ha considerado propio de las mujeres es visto como un universo particular, sin trascendencia para el conjunto de la sociedad. En este sentido el dominio de un género por el otro constituye la base de un orden social jerárquico, que determina las posiciones de los individuos al margen de las capacidades específicas. Que ha sido denominado patriarcado (Subirats, 1988). La historia importante es una historia de hombres, las mujeres sólo son, en general un apéndice insignificante, por lo tanto, las mujeres no existimos en la historia. No hemos inventado nada, creado nada, descubierto nada, conquistado 8 De León Azcarate, Juan Luis. (2003). Dignidad humana y violencia en el antiguo testamento: el doble rostro de Yahvé. Cuadernos de Teología de Deusto, No. 26. Ed. Bilbao. nada, luchado por nada... por eso somos nada, por eso somos invisibles en la historia de la humanidad que se estudia en la escuela, lo mismo que la gente pobre. Las mujeres no teníamos nada que decir o nuestra vida había sido tan vulgar y simple que no merecía la pena ocupar un puesto en los libros. Recluidas al espacio doméstico, al de la reproducción, silenciadas y trivializadas, nuestra vida no era relevante como para ser tenida en cuenta y contarse. Nada digno de ser reseñado. Mujeres científicas, revolucionarias, bíblicas, inventoras, profetas, inteligentes que se olvidaron injustamente en la historia hecha por los hombres bien situados económicamente, de cualquier religión o creencia (Subirats, 1988). En la vida cotidiana de las mujeres, ocultas bajo las imágenes y los discursos, condenadas al silencio y al anonimato, las mujeres irrumpen (lenta, muy lentamente) en el curso de la historia y obligan a observar de otra manera las relaciones entre unos y otras. El saber y el poder, la sumisión y la segregación en la vida de las mujeres en el contexto de una dominación masculina, ya que nadie las niega en el amplio ámbito de las ciencias humanas. Los pactos implícitos son elementos invisibles que constituyen el entramado de la estructura sexista de la sociedad. Han perpetuado a través de los siglos y se han modificado en su función de acuerdo a la evolución del grupo social de pertenencia. De manera inconsciente y a lo largo de la historia, las mujeres han colaborado con el sistema patriarcal, en las relaciones interpersonales generadas en el espacio doméstico y fundamentado con un supuesto amor que les lleva a perpetuar la situación de discriminación. “Rebajada la mujer en el concepto de todos y en el suyo propio, no reclama, no puede reclamar ni aún los derechos que tiene”.9 9 Gamero, Martín. (1975). Antología del feminismo. Ed. Alianza. Madrid. Es necesario considerar que forman parte del inconsciente individual y colectivo de la humanidad, por tanto, es necesario estudiar los mecanismos mediante los cuales se construye la autoconciencia de las mujeres, ya que, la creación de la autoconciencia de las mujeres debe analizarse desde el paradigma de la mujer, sin tomar como referente al hombre, en tanto que universal reconocido y legitimador. Desde este paradigma consideradas las mujeres como un colectivo de género, se podrá desarrollar la autoridad social y cultural necesarias para conseguir la revalorización de lo femenino. Esto posibilitaría el pacto entre iguales. Hemos de detener, en la medida de lo posible, el pensamiento patriarcal.10 Esto supondría liberarnos de la contaminación sexista que afecta nuestras estructuras mentales y condiciona de manera significativa el desarrollo de la personalidad. Deberíamos eliminar el varón que tenemos en nuestras cabezas, culpable en gran medida de nuestras inseguridades por el miedo que produce cuestionar las estructuras apoyadas, legitimadas y reforzadas desde todos los elementos del sistema patriarcal. La igualdad está todavía lejos y las diferencias de gustos, aptitudes y roles en la vida todavía son tratados como jerarquías; todo lo que hacen las mujeres sigue siendo silenciado. Nuestra cultura está impregnada de rasgos patriarcales que, por ser tan profundos y asimilados, ni siquiera los percibimos. Hacer desaparecer los rasgos del sexismo será un trabajo largo y complejo, pero también una tarea apasionante de ruptura de moldes y de apertura de horizontes para las nuevas generaciones. Reclamar la igualdad, como mujeres, es la expresión equivocada de un objetivo real. Reclamar la igualdad implica un término de comparación. ¿A qué o a quiénes 10 Lerner, Gerda (1990). La creación del patriarcado. Ed. Crítica. Madrid. desean igualarse las mujeres? ¿A los hombres? ¿A un salario? ¿A qué modelo? ¿Por qué no a sí mismas? La igualdad entre mujeres y hombres no puede hacerse realidad sin un pensamiento del género en tanto que sexuado, sin una nueva inclusión de los derechos y deberes sociales. De no ser así, el feminismo de la igualdad corre el peligro de convertirse en un feminismo domesticado, en un feminismo a la medida del poder y de la política que impide buscar el significado de los hombres. (Irigaray, 1992). La posibilidad que mujeres y hombres tienen, y que han tenido en la historia, de ser libres, fuera del orden patriarcal que históricamente ha definido lo femenino y lo masculino como una pareja de opuestos y/o complementarios, y en su versión más contemporánea como sujetos iguales, pero, ¿Iguales a quién?. Si las propuestas de igualdad sin fuente de libertad, es un fraude para las mujeres, porque a cambio de derechos iguales, les ha exigido que finjan no tener un cuerpo sexuado femenino. Pero “fingir que no se tiene un cuerpo que en el mundo del propio ser, cuando justamente está posibilidad es la que nos hace libres”.11 En la publicidad, donde todo fluctúa y evoluciona siguiendo los cambios de mentalidades y formas de vida, algunos significados asociados a lo femenino y a lo masculino permanecen estables. Además de la presentación del sujeto masculino como quien sueña la posesión y cosificación de la mujer se propone otro juego: el de derrumbar las fronteras entre su mundo y su imagen, la realidad y la representación, lo natural y lo artificial (Peña y Frabetti, 1990) Los medios de comunicación masiva son fuertes agentes socializadores, debido a que, en cualquiera de sus formas periódico, revista, radio, cine o T.V., envían 11 Rivera, Ma. Milagros. (1997). El fraude de la igualdad. Ed. Planeta.Barcelona información de tipo social a una vasta audiencia al integrar parte esencial de los procesos de comunicación en las sociedades modernas. El cultivo de los estereotipos se arraiga con la publicidad, la necesidad de lanzar mensajes rápidos, a la vez sencillos y llamativos, obliga a buscar recursos formales cada vez más novedosos e impactantes mientras se apoya sobre un sistema de valores reconocible para el espectador, y por tanto conservador. Por ello, en la publicidad es muy fácil descubrir los estereotipos femeninos que aparecen descarnadamente.12 Una forma de corregir los efectos del sexismo publicitario es invertir en educación, revalorizar la dimensión ética de la persona y enseñar a leer críticamente los mensajes obvios y ocultos de la publicidad, de modo que cada persona pueda establecer sus propios valores y afianzar su personalidad con independencia de los estereotipos de mujer y hombre que difundey subraya la publicidad con la finalidad de eludir las limitaciones sociales que determinan la discriminación y la desigualdad de las mujeres a partir de su diferencia sexual. Los cuentos, historietas y revistas donde mujeres y hombres tienen roles distintos y valorados de forma diferente, quien se sale de lo establecido es castigado y las mujeres no suelen ser protagonistas.... es otro medio más de reproducción de los estereotipos sexistas de nuestra sociedad. Los juguetes son otra forma más de imponer y perpetuar la desigualdad en el reparto de funciones según el sexo. Las mujeres del mundo entero continúan sufriendo este estado de opresión y humillación, perpetuado desde la educación en la más tierna infancia recibida. 12 Alario, Teresa. (1995).Escuela y medios de comunicación ¿Enfrentamientos o colaboración?. Actas I. Comisión para la igualdad y para los derechos de las mujeres. Portugal. P 383-390. El sexismo es el conjunto de todos y cada uno de los métodos empleados en el seno de la estructura social patriarcal para poder mantener en situación de inferioridad, subordinación y explotación al sexo dominado: el femenino, representado por los roles y los estereotipos de género que, en todos los ámbitos de la vida y las relaciones humanas, son asumidos no sólo por los hombres, sino también en muchos casos por las mujeres, como formas de funcionar socialmente para sobrevivir. El dominio del sexo-género masculino sobre el femenino se concreta en las acciones y relaciones cotidianas, pero se manifiesta como una cultura generalizada a nivel macro social, presentándose como un modelo de formas de pensar y de actuar, discriminatorio para el género femenino. De manera que no debe de extrañar que en la escuela o en cualquier otro centro educativo, los rasgos sexistas aparezcan en múltiples formas de manifestación, desde el lenguaje hasta las relaciones de autoridad, las relaciones entre iguales, en las expectativas de rendimiento o en los resultados académicos, y desde los aspectos más ligados a lo académico hasta los que tienen que ver con la formación moral y los esquemas de pensamiento aprendidos. Y no sólo en ámbitos de educa- ción formal, sino que también aparecen dichos rasgos en los procesos educativos que operan, por ejemplo, en la institución familiar o a través de los medios de comunicación de masas. El lenguaje expresa el androcéntrismo de nuestras sociedades, sin que sea percibido como tal, lo que conlleva una fuerte carga ideológica y un dilema ético originado por los roles sexuales impuestos culturalmente y las represiones que van conformando la autoimagen, las actitudes y las ambiciones. El androcéntrismo consiste en considerar al ser humano de sexo masculino como el centro del universo, como la medida de todas las cosas, como el único observador válido de cuanto sucede en nuestro mundo, como el único capaz de dictar leyes, de imponer la justicia, de gobernar el mundo. Es precisamente esta mitad de la humanidad la que posee la fuerza (los ejércitos, la policía), domina los medios de comunicación de masas, posee el poder legislativo, gobierna la sociedad, tiene en sus manos los principales medios de producción y es el dueño y señor de la técnica y de la ciencia. Hay un prejuicio muy extendido que consiste en creer que la visión androcéntrica del mundo es la que poseen los hombres, pero esto no es así, en realidad es la que posee la inmensa mayoría de los seres humanos, hombres y mujeres, educados en esta visión y que no han podido o no han querido sustraerse de ella. El androcéntrismo supone, desde el punto de vista social, un cúmulo de discriminaciones y de injusticias hacia la mujer que no se tolerarían en ningún otro grupo humano…“Si la mujer lo tolera es porque ella misma participa del pensamiento androcéntrico y tiene inconscientemente aceptados todos sus tópicos, es más, en multitud de ocasiones es su principal defensora y la inmensa mayoría de las veces su más fiel transmisora”13 La masculinidad y la feminidad no son propiedades inherentes a los individuos, aunque sí son propiedades inherentes o estructurales de nuestra sociedad, esto es, surgen de la acción social y, al mismo tiempo, la condicionan. (Davies, 1994) No debemos de olvidar que este condicionamiento está basado en una sociedad hegemónicamente masculina y es muy difícil escapar de los patrones de dominación 13 Moreno, Montserrat. (2000)3ª ed. Cómo se enseña a ser niña: El sexismo en la escuela. Ed. Icaria Barcelona. (hombre) y subordinación (mujer), por lo que las expectativas sociales hacia los nuevos miembros de una sociedad estarán con base en esto. Deshacer el dualismo implica, en primer lugar una confrontación personal con la consiguiente idea de la feminidad y la masculinidad (Davies, 1994). En efecto, para conseguir quitarnos esa idea de la cabeza de la bipolaridad entre mujeres y hombres, debemos deshacer nuestras estructuras mentales actuales sobre los papeles que juegan uno y otro en la vida, para volver a construirlos sobre otras bases distintas y más sólidas. Desde muy pequeños, y con el afán de imitar a los adultos, las niñas y sobre todo los niños caen en el dualismo, encasillándose en papeles sólo de hombres. Se negarán a vestir o hacer tareas que son propias de mujeres, y esto viene en una determinada medida, gracias a los cuentos. Por lo que se debe ampliar la definición de femenino y masculin hasta transformar su carácter bipolar en bimodal, es decir, dos formas de ser que se superponen parcialmente. (Davies, 1994). La extrema bipolarización de los sexos tuvo su correlato epistemológico en los dualismos sujeto/objeto, activo/pasivo, cultura/naturaleza, alma/cuerpo, consciente/inconsciente…Por ello, la filosofía del género tiene por delante una labor inmensa: intentar la relectura de patrones culturales y científicos desde la nueva perspectiva abierta por el rechazo del esencialismo vigente hasta hoy en la conceptualización de los sexos. Las dicotomías absolutas masculino/femenino como si fuesen dos polos opuestos permiten considerar a las mujeres como lo opuesto a los varones y por tanto condicionadas por lo biológico, mientras que los varones parecen estarlo por la cultura. La cultura supone la transformación y superación de la naturaleza, mientras que la naturaleza hace referencia a lo instintivo. La consideración de la mujer a lo largo de la historia como un ser débil, dependiente y pasivo se basa en una serie de acontecimientos biológicos (menstruación, parto, menopausia) algo que no ocurre con la conducta de los varones. El estudio histórico de la mujer y su quehacer en la sociedad constituye una investigación de enormes dimensiones por los múltiples aspectos que presenta (demográfico, económico, ideológico, sociedad, estrato, clase...), la importancia del factor tiempo como elemento de cambio y las relaciones que necesariamente se han de establecer con el acontecer general comunitario, con esa historia en cuya reconstrucción, hasta el momento, la mujer ha sido la gran ausente. De esta forma, una de las tareas fundamentales de la crítica del androcéntrismo es la elaboración de un concepto integrado de persona que reúna las cualidades que el género ha separado y jerarquizado14.La igualdad entre los sexos no puede ser entendida como adaptación acrítica de las mujeres a los paradigmas y los valores androcéntricos. Por ello, habrá que extender el principio kantiano de considerar a todo ser humano como un fin en si mismo lo que obligará a replantearse, lo que la Historia ha construido como “femenino” para que deje de ser concebido como inferioro de permanecer simplemente invisible. La práctica de reconocer y dar sentido al mundo que nos rodea, es algo indispensable para vivir en libertad: quien no da sentido, lo recibe impuesto. (Duoda, 1995). 14 García, C. Psicología y mujer: otras miradas, otras voces”.En Seminario de educación no sexista (SUENS) tras la guía de mujer, guía para enseñar y coeducar, EUE, de Palencia. 2.1 EL GÉNERO, FACTOR DETERMINANTE EN EL SEXISMO Atrás de un gran hombre, hay una gran mujer. Lo que es una persona, se define desde un punto de vista externo o macrosocial, en términos del lugar que ocupa dentro del entramado social y del conjunto de los atributos culturales que se le confieren. Lo que es una mujer y un hombre (aparte de las diferencias estrictamente biológicas) tiene que ver con una historia social y cultural que configura a cada grupo sexual, de forma genérica, a partir de unos rasgos concretos que tienen que ver con la edad, el estatus social, la procedencia geográfica, las creencias... Ser hombre o ser mujer, es el resultado de la articulación compleja, variable, y conflictiva de esos dos aspectos que pueden parecer opuestos: la universalidad biológica y la diversidad cultural. La formación de la identidad es un proceso largo y lento en el que intervienen factores muy diversos de carácter psicosocial. Estos procesos tienen lugar, en el seno de las interacciones que, desde pequeñas, las personas mantienen con otras que se encuentran en su entorno: en casa, en la calle, en la escuela, en los espacios de ocio..., así como de todos los mensajes que les llegan desde los medios de comunicación y de la publicidad. La voz es un elemento en la construcción de la identidad personal: El valor que se asocia a las cualidades de las voces está íntimamente relacionado con los papeles que socialmente se asignan a mujeres y hombres. El cuerpo no es solamente un instrumento físico sino que tiene un carácter simbólico matizado y contaminado por valores y normas sociales. En los varones se destaca la fuerza y el vigor, es decir, lo funcional, mientras que en las mujeres se destaca la belleza que varía de época en época. El cuerpo de la mujer se nos presenta (publicidad y medios de comunicación) como un envoltorio físico al que cada vez se le aplican criterios más rígidos (altura, delgadez), convirtiéndose el cuerpo en una especie de “dama de hierro”, método de tortura medieval que ajustaba el cuerpo de las y los condenados a una muerte horrenda. (Wolf, 1991) A lo largo del ciclo vital las personas vamos interiorizando una serie de roles y pautas sociales que van a configurar nuestra forma de ser y actuar. El medio social en el que nos desenvolvemos se constituye en el referente de las normas y valores que guiarán nuestra conducta. El desarrollarse como persona supone adquirir una serie de rasgos socialmente deseables, dichos rasgos se han atribuido de manera diferente a mujeres y varones, por tanto con una serie de valores (virtudes sociales), que a lo largo de la historia han definido la “feminidad” y la “masculinidad”. La formación de los estereotipos de género femenino y masculino son construcciones socio-culturales, el centro educativo como parte integrante de la sociedad y elemento básico en el proceso de socialización de las personas, es transmisor y perpetuador de estos estereotipos de género afianzando así las discriminaciones. Resulta curioso constatar que la base de estos estereotipos, aún vigentes en el siglo XX, esta en los mitos y las leyendas sobre figuras femeninas que las diferentes culturas han creado, y que en la mayor parte de las ocasiones tienen muchos siglos de vida. El sistema de género no sólo produce dos sexos con aptitudes y funciones distintas y complementarias, también introduce una relación jerárquica entre ellos. Esta escala jerárquica se halla presente en todas las culturas y constituye lo que se ha dado en llamar androcéntrismo. La perspectiva patriarcal y androcéntrica toma al varón como lo humano por excelencia y a partir de esta premisa, la diferencia de género es definida necesariamente como algo negativo e inferior. Por el androcéntrismo imperante, lo propiamente humano, presentado en primera instancia como neutral, es en realidad identificado con lo que ha sido históricamente masculino. El papel rol de género, se forma con el conjunto de normas y prescripciones que dicta la sociedad y cultura sobre el comportamiento femenino y masculino, y es a través de diferentes instancias (familia, educación, religión, medios masivos de difusión) como se transmiten y legitiman los papeles o roles de género. Las sociedades han creado sistemas de roles y patrones de comportamiento distintos para mujeres y para hombres, prescripciones sobre lo que deben hacer y sobre como deben actuar los individuos en función de su sexo. Estos patrones de comportamiento son los géneros, los cuales tienen una serie de características complejas: • Los géneros presentan una amplia variabilidad, tanto por épocas como por culturas, lo único que se mantiene invariable a través de todas las sociedades es la diferenciación entre género femenino y masculino, pero sus perfiles internos son muy diferentes para las distintas culturas. • Los géneros constituyen sistemas de identidades y comportamientos que, al prescribir lo que deben hacer los individuos según cuál sea su sexo, introducen una fuerte limitación en sus posibilidades de desarrollo humano y les fuerzan a adaptarse a patrones que no siempre corresponden a sus capacidades y deseos. Y eso es, tanto para los hombres como para las mujeres. • En las sociedades históricas el género masculino es considerado superior al femenino y, por tanto, se establece una jerarquía entre los individuos según su sexo, jerarquía que supone un muy diverso acceso a los recursos del poder. En ese aspecto, el sistema genérico es desfavorable a las mujeres mientras beneficia a los hombres. • Los géneros pueden transformarse, cambiar de orden jerárquico o desaparecer en función de lo que las variaciones en las necesidades de las sociedades y de las culturas exijan en cada etapa histórica. La posibilidad de cambio de los géneros no significa que se trate de una transformación fácil ni inmediata, que pueda ser realizada individualmente en un contexto adverso. Los obstáculos al cambio son de orden social pero también de orden psicológico. De orden social porque los hombres tienden a mantener los privilegios derivados de la división genérica; de orden psicológico porque las personas son socializadas, por medio de diversas instituciones, para adquirir las características de género prescritas por su cultura. De modo que, la socialización como operación básica de interiorización de las normas sociales, está marcada por la distinción genérica, y a lo largo de toda la vida se recibe un refuerzo constante de la sociedad, lo que favorece las diferencias de comportamiento, intereses y percepciones entre mujeres y hombres, confirmando, el carácter biológico de tales diferencias. Aún cuando existe una gran diversidad cultural en las prescripciones de género, se mantiene una constante que ha permitido a los antropólogos hablar de un “complejo de supremacía masculina” que consiste en una organización social en la que los puestos clave de poder (religiosos, militares, políticos y económicos) son ocupados en la mayoría de los casos por hombres. 15 Los elementos fundamentales de este sistema de género son: • Roles de género: Diferenciados estipulan la división sexual del trabajo, tradicionalmente esta división ha reservado para los hombres el ámbito de lo público con sus tareas especificas. La esfera de lo doméstico
Compartir