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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO PROGRAMA DE MAESTRIA Y DOCTORADO EN PSICOLOGIA RESIDENCIA EN TERAPIA FAMILIAR UN ACERCAMIENTO AL TRABAJO CON METÁFORAS EN LA REDEFINICIÓN DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO DENTRO DE LA TERAPIA SISTÉMICA Y POSMODERNA REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL QUE PARA OBTENER EL GRADO DE: MAESTRIA EN PSICOLOGIA: P R E S E N T A : XOCHITL TERESA GUTIERREZ CAMACHO DIRECTOR DEL REPORTE: MTRA. OFELIA DESATNIK MIECHIMSKY COMITE TUTORIAL: MTRA. CARMEN SUSANA GONZALEZ MONTOYA MTRA. BLANCA ESTELA BARCELATA EGUIARTE DRA. MARIA SUAREZ CASTILLO MTRA.MARIA ROSARIO ESPINOSA SALCIDO MEXICO D. F. 2008 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOSAGRADECIMIENTOSAGRADECIMIENTOSAGRADECIMIENTOS Quiero agradecer a todas las personas que en diferentes tiempos me han brindado, experiencias, enseñanzas, guía, compañía, afectos, reflexiones, amistad, amor y cariño, y con ello han contribuido en lo que soy, a lo que conozco y a lo que hago, en todos los contextos de mi vida. Como parte de mi agradecimiento quiero compartir esto con cada un@ de ustedes: Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo. El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino. Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa. La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca. El rey preguntó: ¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín frio y sombrío? No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda". Gracias al amor de mi vida, mi compañero de vida. Erik Gracias con amor a mi familia, Mamá, Papá, mis hermanos Gabriel y Edgar, a Marilyn, Lalito y Florecita Rosita (L. D.). Gracias a quien me ha impulsado y guiado, maestro Eduardo Cortés. Gracias a la 5ª Generación, mis pedacitos de amistad, Lili, Moni, Rubí, Anita, Yola, David, Jesús, Ricardo y Arturo. Gracias a mi tutora y guía, dentro de la maestría Mtra. Ofelia Desatnik Gracias a mis maestras quienes aportaron conocimientos especiales en mi como terapeuta y persona, Susi, Chayo, Carolina, Mar, Juanita, Xochitl, Ofelia y Lulú. Gracias a la UNAM y FES Iztacala, por brindarme las facilidades de seguir creciendo como profesionista y cumplir una meta más en mi proyecto de vida. Gracias a mi por que me di la oportunidad de plantearme un meta más en mi proyecto de vida; llevándolo a cabo de la mejor manera y con satisfacción. ΨΨΨΨ REPORTEREPORTEREPORTEREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALDE EXPERIENCIA PROFESIONALDE EXPERIENCIA PROFESIONALDE EXPERIENCIA PROFESIONAL INDICE INTRODUCCION Y JUSTIFICACION I. ANTECEDENTES Y CONTEXTOS DE LA TERAPIA FAMILIAR 1. ANÁLISIS DEL CAMPO PSICOSOCIAL Y SU PROBLEMÁTICA EN LA QUE INCIDE EL TRABAJO EN TERAPIA FAMILIAR. 1.1. Características del campo psicosocial. 1.2. Principales problemas que presentan las familias. 1.3. La Terapia Familiar Sistémica y Posmoderna como alternativa para abordar la problemática familiar. 2. CARACTERIZACIÓN DE LOS ESCENARIOS DONDE SE REALIZA EL TRABAJO CLÍNICO. 2.1. Descripción de los escenarios clínicos. 2.2. Análisis sistémico de los escenarios clínicos. 2.3. Explicación del trabajo y secuencia de participación en los distintos escenarios del trabajo clínico. II. MARCO TEÓRICO 1. ANÁLISIS TEORICO CONCEPTUAL DEL MARCO TEÓRICO-EPISTEMOLÓGICO DE LA TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA Y POSMODERNA. 1.1. Análisis Teórico Conceptual de los fundamentos de la Terapia Familiar Sistémica y Posmoderna. 1.2. Análisis de los principios teórico-metodológicos de los modelos de intervención de Terapia Familiar Sistémica y Posmoderna. III. DESARROLLO Y APLICACIÓN DE LAS COMPETENCIAS PROFESIONALES 1. HABILIDADES CLÍNICO TERAPÉUTICAS 1.1. Integración de expedientes de trabajo clínico. 1.2. Análisis y discusión teórico-metodológica e la intervención clínica con familias. 1.3. Análisis y discusión del tema en la intervención clínica con familias. TEMA: “UN ACERCAMIENTO AL TRABAJO CON METÁFORAS EN LA REDEFINICIÓN DE LA IDENTIDAD DE GÉNERO DENTRO DE LA TERAPIA SISTEMICA Y POSMODERNA” 1.4. Análisis del Sistema Terapéutico Total basado en las observaciones clínicas como parte de los equipos terapéuticos en los escenarios de trabajo clínico. 2. HABILIDADES DE INVESTIGACION 2.1. Reporte de investigación realizada utilizando metodología cuantitativa y cualitativa. 3. HABILIDADES DE ENSEÑANZA Y DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO, ATENCIÓN Y PREVENCIÓN COMUNITARIA. 3.1. Elaboración de productos tecnológicos. 3.2. Desarrollo y presentación de programas de intervención comunitaria. 3.3. Reporte de la asistencia a foros académicos y de la presentación del trabajo realizado. 4. HABILIDADES DE COMPROMISO Y ÉTICA PROFESIONAL. 3.4.1. Consideraciones éticas que emergen de la práctica profesional. CONSIDERACIONES FINALES ANEXOS REFERENCIAS 11 11 11 11 66 1100 1155 1155 1166 2200 2222 2222 2244 3333 8800 8800 8800 8866 9977 9977 112299 113366 113366 114488 114488 115511 115588 116611 116611 116677 117700 117766 ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 2 ~ ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 1 ~ INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN I . ANTECEDENTES Y CONTEXTOS DE LA TERAPIA FAMILIAR 1. Análisis del campo psicosocial y su problemática en la que incide el trabajo en Terapia Familiar. 1.1. Características del campo psicosocial. Las famil ias lat inoamericanas muestran cambios cont inuos en los sectores y grupos sociales. En la génesis de estas transformaciones se encuentra una serie de procesos demográf icos, culturales y económicos, sociales. Además considero que el anál isis de las famil ias existentes t iene que hacerse a part i r de topologías, pues la real idad obedece a una plural idad más acentuada, esto nos va permit i r como terapeutas tener un contexto más amplio de la vivencia de cada famil ia, sin olvidar las part icularidades de cada una de el las. Entre ot ras, las t ransformaciones en el régimen demográf ico, económico (descenso de la fecundidad, disminución de la mortal idad,incorporación de las mujeres a la act ividad económica extra domést ica) han contribuido al lento proceso de erosión de los fundamentos socioculturales del ethos patriarcal, promoviendo la emergencia de imágenes cambiantes de la mujer(es) y sus famil ias. En este entorno se modif ican también los arreglos y acuerdos famil iares, y el modo en que las famil ias se interrelacionan con el Estado, la vida inst i tucional y económica, dejando al descubierto la estrecha interconexión entre el mundo famil iar y ot ros ejes de organización social (Ar iza y de Ol ivei ra, 2001). La famil ia presenta di ferentes formas y característ icas de acuerdo a su entorno social , geográf ico, económico e histórico. Las fami l ias de México t ienen simi l i tudes, pero también di ferentes característ icas. El término famil ia mexicana, engloba muchas y di ferentes real idades, diversas formas de pensar, de convivi r, de relacionarse. Las acciones públ icas en torno a la famil ia, deben apreciar estas di ferencias y encontrar en el las la r iqueza de la plural idad. Cabe mencionar que en cuanto a la economía, México contaba con 105 mil lones de habitantes en 2006, con lo cual const i tuye el décimo primero país del orbe y el segundo en América Lat ina por el tamaño de su población. El índice económico lo coloca en el lugar mundial número t rece y en el segundo de América Lat ina. El progreso alcanzado por el país en cuanto al desarrol lo de las capacidades humanas lo ubica ya entre los países de “desarrol lo humano alto”, en el lugar número 53 a escala mundial (Hoekman, 2007). Sin embargo, la economía nacional ha pasado por casi t res décadas de f luctuaciones; si bien en 2005 logró un crecimiento real de 3.0 y, en términos per cápita, del 1.9 por ciento, esto no era suf iciente para mantener su posición relat iva en la economía mundial , f rente a la dinámica presentada por ot ras economías emergentes, tales como los l lamados países BRIC (Brasi l , la Federación Rusa, India y China). Al mismo t iempo, cabe notar que México cont inúa presentando grandes rezagos y profundas desigualdades. Aún cuando el PIB per cápita real supera ya los 8,000 dólares, cerca de 50 mil lones de personas viven todavía en condiciones de pobreza; y de el las, al rededor de 18 mil lones se encuentran en si tuación de pobreza extrema.(op.ci t . ). ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 2 ~ Datos de la Encuesta Nacional de Empleo l levada a cabo por el Inst i tuto Nacional de Estadíst ica Geografía e Informática, INEGI (2006), la población total económicamente act iva en México, ha regist rando un aumento, ya que en el año de 1991 era de 31 229 048, de los cuales 21 630 013 eran hombres y 9 599 035 eran mujeres; y para el 2004 el total fue de 43 398 755 de los que 28 013 539 eran hombres y 15 385 216 eran mujeres. Otros datos importantes se ref ieren a la posición en el t rabajo, en los que se observa que para el año 2004 los di ferencias entre hombres y mujeres con respecto a si son trabajadores asalariados (62.8% y 62% respect ivamente) o t rabajan por su propia cuenta (25.3% y 23.8%) no son notables, pero si se clasi f ican según el sector de act ividad en el que se desempeñan se aprecia que en el año 2004 en el sector secundario, los hombres abarcan el 27.9% mientras que para las mujeres es el 19.4%; en el sector comercio es de 15.2% y 26.9% respect ivamente; y en el sector servicios los hombres forman el 34.7% frente al 47.7% de las mujeres; lo anter ior indica que dentro de los sectores de act ividad los hombres abarcan el 77.8% de la población mientras que las mujeres el 94%. Destaca el Consejo Nacional de Población, CONAPO (2001), que en las t res úl t imas décadas se ha presenciado el aumento del número de hogares que cuentan con la contribución económica de las mujeres, que representa más de la mitad (13.4 mil lones). De este conjunto de hogares, en cuatro de cada diez de el los (5.5 mil lones) la mujer es la contribuyente única o la contribuyente principal de los ingresos; esto revela que en los hogares mexicanos se están produciendo cambios en los papeles o roles de sus miembros, en part icular los asignados tradicionalmente a hombres y mujeres. En cuanto a la s i tuación demográfica, la tasa global de fecundidad se redujo de 7.3 hi jos promedio por mujer en la década de los sesenta a 2.13 en la actual idad. Asimismo, uno de los logros más sobresal ientes de México durante el siglo XX fue el notable descenso de la mortal idad, indicat ivo de una signif icat iva mejora en las condiciones generales de vida de la población. Como consecuencia la esperanza de vida de los mexicanos ascendió a 74.8 años en 2006 (72.4 hombres y 77.2 mujeres). Los descensos en la mortal idad en los primeros años de vida son los que más han contribuido al aumento en la esperanza de vida. Hoekman (2007), dentro de la recopi lación que hizo de los t rabajos de CONAPO, hace algunos comentarios sobre el art ículo de “Mortal idad por causas y ganancias de vida en los úl t imos 25 años”, en el cuál se anal izan las causas de muerte por grupos de edad. Con respeto a esto se menciona que en el 2006 los preescolares tuvieron a los accidentes como la primera causa de muerte, seguidas por las defunciones causadas por enfermedades infecciosas y parasitarias. En los adolescentes y jóvenes la primera causa de muerte fueron los accidentes, envenenamientos y violencia seguida por los tumores mal ignos y los t rastornos mentales. En los adultos de 60 años y más, estos autores ubican a las enfermedades crónicas y degenerat ivas como las que ocupan las primeras causas de muerte; tal es el caso de las enfermedades cardiovasculares que ocasionaron el 30% de las muertes de adultos mayores. La segunda causa de muerte fueron los tumores mal ignos para los hombres y la diabetes mel i tus para las mujeres. Finalmente, ot ras causas de muerte que son relevantes para los hombres a part i r de los 45 años de edad son las que se agrupan en las enfermedades digest ivas, en donde se agrupan la ci rrosis y las enfermedades crónicas del hígado, que son asociadas con el consumo de bebidas alcohól icas. Los cambios en los índices de natal idad y mortal idad de hombres y mujeres debido a los avances en la Medicina también ha posibi l i tado el aumento en la esperanza de ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 3 ~ vida al nacer; en el documento real izado por CONAPO (2002) acerca de las proyecciones de la población para los próximos 50 años advierte que la esperanza de vida aumentará de 74 años en 2000 (71.5 para hombres y 76.5 para mujeres) a 76.6 (74.2 y 79.1) en 2010, 79.8 (77.5 y 82.1) en 2030 y, f inalmente, a 81.3 años (79 para hombres y 83.6 para mujeres). Estos datos permiten observar un envejecimiento paulat ino de la población y un aumento en la tasa de mortal idad, que l igado a la disminución de la tasa de natal idad se proyecta que poco después de 2050 no sólo se habrá completa la t ransición demográf ica, sino que incluso el país experimentará una progresiva disminución de su población por crecimiento natural, fenómeno que ocurri rá por vez primera desde la culminación del periodo revolucionario (1910-1921). México se encuentra en una etapa avanzada de la t ransición demográf ica, con una tasa de crecimiento demográfico de 0.9%, cuya progresiva reducción cont inuará durante la primera mitad del siglo XXI; su población, en consecuencia, ya ha iniciado un proceso de t ransformaciónestructural de su composición por edad, que plantea grandes desafíos a los sistemas de educación, salud, y los de protección y seguridad social . Los desfases entre la dinámica poblacional y la económica cont inuarán siendo uno de los mayores desafíos del país en el siglo XXI. Como bien lo plantean Banegas, Giorgul i y De Ol ivei ra (2006, en: Hoekman, 2007), esta compleja relación se expresa en el mencionado “bono demográfico ”, que se ref iere la ventana de oportunidades para las personas. Donde para cristal izar dicha ventana se deberá est imular un círculo v irtuoso ent re empleo, ahorro e inversión. Asimismo, es necesario superar y vencer inercias y rezagos sociales y económicos, como la l imitada escolar idad y cal i f icación de la población en edad product iva. El aprovechamiento efect ivo dependerá del fortalecimiento de las capacidades product ivas de las y los jóvenes y, sobre todo, de la generación de empleos de cal idad al r i tmo que requiere el país. Por lo contrario es muy probable que el país siga perdiendo más de 200 mil jóvenes al año en su camino hacia la esperanza al exterior. Al cerrarse esta sal ida, que ha fungido como una válvula de escape, y al no encontrar al ternat ivas ni esperanzas en su propio país, el l lamado “bono demográf ico” de repente se convert i rá en una pesadi l la económica y social . Estos cambios en la estructura por edad se observa claramente en el número y peso relat ivo que t ienen los niños y adolescentes menores de 15 años; cuando en 2000 eran 33.6 mil lones, ya en 2006 son 32.2 mil lones. Por el contrario, la población en edades laborales (15 a 64 años) aumentó de 60.3 a 67.1 mil lones entre 2000 y 2006; y los adultos mayores (65 años o más) se incrementaron en 994 mil , al pasar de 4.6 a 5.6 mil lones. El cambio en la estructura por edad tendrá impactos evidentes en la demanda de servicios por educación, mientras que la matricula educat iva se reduci rá durante el ciclo primario, lo que podría conducir a una mejor la cal idad educat iva, el ciclo de educación media superior y superior tendrá un incremento evidente por la inercia del crecimiento demográf ico del pasado. También tendrá impl icaciones en la demanda de acceso a servicios básicos, de salud, vivienda, entre ot ros. Llama la atención la relat iva ausencia de estudios recientes sobre los niveles y tendencias de la fecundidad y los patrones reproduct ivos de la población, en su relación con la pobreza y la di ferenciación socioespacial y cultural . Mendoza (2006, en: Hoekman, 2007) en su art ículo sobre “Planificación familiar : logros en la úl t ima década y retos futuros”, evidencia que los jóvenes siguen enfrentando importantes obstáculos en el p leno ejercicio de sus derechos reproduct ivos. Los resultados de la reciente Encuesta de la Dinámica Demográf ica, 2006, presentados por CONAPO, muestran que cada vez más, una mayor cant idad ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 4 ~ de jóvenes entran a la vida sexual act iva y el inicio es más temprano (15.9 años). Asimismo, señala que el número de jóvenes menores de 20 años que tuvieron embarazo se ha incrementado en la úl t ima década. Por ot ra parte, aun cuando la cobertura ant iconceptiva entre la población (femenina) en edad reproduct iva se incrementó en 2.4 por ciento en este mismo período, la información reciente evidencia un retroceso signif icat ivo de la cobertura ant iconceptiva, entre la población joven. Por el lo, es importante explorar cuáles son las causas que expl ican este comportamiento, y también cuáles son la impl icaciones a nivel famil iar, individual, social . Desarrol lar estudios en este ámbito, también debe ser impulsado desde la academia y entre las nuevas generaciones de estudiantes en Demografía, Sociología, Psicología, Antropología y ot ras áreas af ines. Considero que el t rabajo mult idici ipl inario permit i ría encontrar formas de prevenir este t ipo de si tuaciones al desarrol lar programas de prevención. En el art ículo de Menkes y Mojarro (2006, en: Hoekman, 2007), sobre “preferencias reproduct ivas”, los hal lazgos más relevantes hacen referencia a la permanencia del tamaño de famil ia deseado de las mujeres unidas, que es de al rededor de 3 hi jos, desde f inales de la década de los noventa. Asimismo, estos autores observaron que las mujeres más jóvenes, las que t ienen mayores niveles de escolaridad, las que viven en contextos urbanos, las que no hablan lengua indígena y las que trabajan, son las que reportan una paridad menor con un ideal de hi jos menor respecto a aquel las mujeres en condiciones opuestas. En cuanto a la migración , los resultados mostrados por el art ículo de Part ida y Martínez (2006, en: Hoekman, 2007) sobre “Migración Interna”, muestran impactantes resultados sobre las transformaciones de los f lujos migratorios en las úl t imas décadas y su vinculación con los procesos de desarrol lo económico, muestran los cambios experimentados en la migración interna en los pasados veinte años en México que se ha caracterizado por crecimiento más rápido de las ciudades intermedias respecto a las grandes metrópol is. La intensif icación de la movi l idad interurbana también es ot ra t ransformación junto con el incremento de los f lujos migrator ios entre zonas rurales e incluso de la ciudad al campo. Otro elemento anal izado en la migración interna es la composición por edad de los migrantes. Estos autores anal izan cómo las personas migran en la juventud y en las primeras edades adultas; en este sent ido, el grupo de personas entre los 15 y 29 años presentaban la movi l idad terri tor ial más intensa. Conforme la edad avanza los desplazamientos son menos f recuentes. Un hal lazgo interesante de este t rabajo y que ameri tará anál isis posteriores es la disminución reciente en la intensidad de la migración interna, esto es el decremento en el número de migrantes interestatales. La dinámica económica global izadora es la responsable de la magnitud e intensidad extraordinarias de los movimientos migratorios internacionales en los úl t imos años. Otro tema relevante es el de la migración internacional. Como bien lo señalan Leite y Prieto (2006, en: Hoekman, 2007), el desempeño económico de México ha estado lejos de responder sat isfactoriamente a las presiones originadas por el cambio social y demográf ico y, la expresión más acabada de esta tensión estructural es la intensidad del fenómeno migratorio internacional. Al respecto se señala que 577 mi l mexicanos dejaron anualmente nuestro país, lo cual representa una pérdida neta de 535 mil personas con respecto a Estados Unidos. Asimismo, el art ículo “Población, desarrol lo rural y medioambiente”, ref iere que 52 por ciento de los hogares que reciben remesas en México se encuentran en local idades menores de 2 500 habitantes, y que esos recursos no han conducido a una inversión signif icat iva en la agricultura o a la creación de otras empresas. Estos resultados imponen el reto de estudiar con mayor profundidad, qué está sucediendo en las local idades de origen ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 5 ~ de la migración internacional. Cuál es la si tuación de las personas que se quedan atrás, quién se queda como responsable del hogar y que papel desempeña. También es de interés el tema de los t ransmigrantes, que pasan por México para l legar a los Estados Unidos. Muchos se quedan en el camino, se establecen temporalmente en alguna ent idad, otros son deportadosy muchos sufren enormes atropel los a sus derechos humanos. En los otros temas que aborda el CONAPO en esta publ icación se señalan dos aspectos contrastantes del proceso de la dist r ibución de la población; si bien, sigue habiendo una enorme concentración en las grandes metrópol is, según los nuevos resultados del Conteo de Población y Vivienda 2005, destaca la reducción del r i tmo de crecimiento urbano y la pérdida del poder concentrador de estas principales metrópol is del país, f rente al mayor dinamismo demográf ico y la creciente importancia económica de ciudades de menor tamaño. Por ot ro lado, se mantiene e incluso se ha incrementado la dispersión poblacional de las local idades menor de 2500 habitantes con la consecuente condición de marginación de la población en estos contextos (Vargas, 2007). Retomando los factores natal idad, mortal idad y migración se espera que en las próximas décadas pueda haber dos tendencias; la primera es aquél la que proyecta una población y tasa de crecimiento mínimas y de migración constante de México hacia Estados Unidos; la segunda es aquél la donde se espera un crecimiento de población mínimo pero con una tasa de migración en descenso; una expl icación a esto úl t imo es que una parte signif icat iva regresará a México a pasar los úl t imos años de su vida, gozando una pensión de ret i ro originada en una larga estancia laboral en E.U. (CONAPO, 2002). Lo anterior, permite vislumbrar que una parte importante de las famil ias mexicanas tendrán un aumento de integrantes adultos y adultos mayores, posiblemente las famil ias extensas i rán en aumento, junto con las uniparentales y unipersonales, lo que también hace pensar en las oportunidades de trabajo para esta población y de los di lemas culturales que puedan exist i r en las famil ias migrantes. También ha tenido lugar en las úl t imas décadas del sig lo XX una serie de transformaciones culturales de gran relevancia para el mundo famil iar. Di recta o indi rectamente estas transformaciones han culminado en la modi f icación de las expectat ivas culturales de lo que son o deben ser las mujeres, dando pie a la construcción de nuevas imágenes de la feminidad, menos centradas en la maternidad (Roussel , 1987, en: Ar iza y de Ol ivei ra, 2001). Una serie de procesos sociales anteceden a las nacientes representaciones sociales de la mujer, como, la entrada masiva de éstas a la educación media superior, la urbanización, la exposición cont inua a ot ras cultura vía los medios de comunicación de masas, el creciente individual ismo, el control de la fecundidad, la cada vez mayor incorporación de la mujer a la act ividad económica remunerada (Ariza y de Ol iveira, 2001). Además, padres de los sectores populares han dejado de considerar atentatorio a su dignidad de varones el mostrarse en la cal le l levando en brazos a sus hi jos, o real izar tareas propias de su cuidado. Por ot ra parte los hogares nucleares completos siguen siendo predominantes y las famil ias extensas y las compuestas han mantenido su peso relat ivo en las úl t imas décadas. Con f recuencia, la persistencia de las famil ias extensas, es interpretada como una respuesta f rente a la adversidad económica. Hay una mayor diversidad de arreglos famil iares en las áreas urbanas de América Lat ina. De hecho las famil ias con jefatura femenina t ienen gran relevancia para el estudio de los cambios en la vida fami l iar. Entre los factores expl icat ivos más relevantes están la disolución ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 6 ~ famil iar, la mortal idad di ferencial por sexo, la migración interna e internacional mascul ina, así como la maternidad en soltería y la prevalencía de elevados niveles de violencia domestica asociados al alcohol ismo, drogadicción y pobreza. Tipos de familias. Se pueden mencionar las familias según el sexo predominante en las unidades famil iares con base en los datos ci tados en el Sistema Nacional de Desarrol lo Integral para la Fami l ia, SNDIF (2005), el tono y las formas de relaciones famil iares son diferentes, de acuerdo a que la famil ia tenga una composición especif ica de personas de diverso sexo. Es al tamente signif icat ivo si todos los hi jos l legan a tener un mismo sexo o se conjugan ambos de manera pareja o con cierta desigualdad. El tono del ambiente famil iar va a ser di ferente y la social ización de sus miembros también. Con respecto al tipo de familias según la edad de sus componentes y distancias generacionales donde están agrupados por a) la di ferencia de edad entre los padres; la di ferencia de edad se ha ido modif icando, en el Censo Nacional de 1990 (SNDIF,2005) regist ro dos años de di ferencia; esto quiere decir que al acotarse esta di ferencia entre hombre y mujer, se regist ro un tendencia a la igualación de las capacidades y experiencias de las mujeres f rente a los hombres. Esto puede produci r efectos sobre la equidad del poder famil iar; b) la di ferencia de edad entre padres e hi jos; entre padre e hi jo mayor es de 24 a 27 años y entre madre e hi jo mayor es de 22 a 25 años, esta aumenta para los hi jos menores. Esto nos muestra una diferencia generacional de más de un cuarto de siglo. Y en este sent ido los cambios socioculturales son notables, es ahí donde entran intermediar ios generacionales como tíos, primos, maestros; c) la di ferencia de edad entre hermanos; ahora la di ferencia de edades entre hermanos se minimiza con la reducción de la fecundidad materna. Los datos aportados por una encuesta específ ica, representat iva del conjunto de famil ias existentes hasta 1993 en la Cd. México, según el ciclo vi tal : a) famil ias de inicia l formación 19%, b) famil ias de etapa educat iva de hi jos menores 38%, c) famil ias de etapa avanzada con hi jos 23%, d) famil ias de etapa posterior a la sal ida de los hi jos 20%. Cabe mencionar que los ciclos vi tales dan lugar a una topología famil iar sumamente importante para la conocimiento de lo que son las famil ias en sus diversas etapas. Estas no solo son producto de una condición biológica, sino de lo que l lamaría una “arquitectura humana” que hay que aprender a construi r de acuerdo a las condiciones y ci rcunstancias de los diversos casos. La visión famil iar, nos ayuda a comprender este sent ido de la vida y esta variedad de unidades famil iares en su momento en que están viv iendo. La t ipología de las famil ias según la formalización institucional de la pareja, aquí se pueden ver t res modal idades: a) famil ias apegadas con la normatividad colect iva, es deci r, el matrimonio es contraído por la ley civi l y rel igiosa o un miembro de la pareja muere y el ot ro aparece como viudo. B) las que responden a una normatividad intermedia, es deci r, el matrimonio es contraido solo por la ley civi l (89% de la población), solo por la rel ig iosa, divorcio civi l pero no rel ig ioso. C) famil ias que no siguen una normatividad formal como, unión consensual (25% de las uniones informales legalmente), separación sin residencia común, en la que un padre vive con sus hi jos. Esto ref leja un tendencia hacia las formas de organización famil iar no normativas. Las famil ias nuclear- conyugal según el procesamiento de los datos censales, un 70% u 80% de las unidades famil iares adoptan la forma de famil ia nuclear; porque incluyen en el a las famil ias uniparentales (20.6% de jefatura femenina), parejas sin hi jos, famil ias nucleares separadas (SNDIF, 2005). ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL~ 7 ~ Los hogares nucleares completos siguen siendo predominantes y las famil ias extensas y las compuestas han mantenido su peso relat ivo en las úl t imas décadas. Con f recuencia, la persistencia de las famil ias extensas, es interpretada como una respuesta f rente a la adversidad económica. Hay una mayor diversidad de arreglos famil iares en las áreas urbanas de América Lat ina. De hecho las famil ias con jefatura femenina t ienen gran relevancia para el estudio de los cambios en la vida famil iar. Entre los factores expl icat ivos más relevantes está la disolución famil iar, la mortal idad di ferencial por sexo, la migración interna e internacional mascul ina, así como la maternidad en soltería y la prevalencía de elevados niveles de violencia domestica asociados al alcohol ismo, drogadicción y pobreza. Esto nos l leva a pensar en una nueva forma de establecer la red famil iar mult idoméstica, sin caer en la famil ia extensa de antes pero tampoco en el aislamiento de unidades famil iares. Y esto también l leva a pensar en la sat isfacción de las necesidades afect ivas y sexuales, a t ravés de formas diferentes a las que plantean los modelos de famil ia basados en el matrimonio t radicional y en una nueva perspect iva de género. 1.2 Principales problemas que presentan las familias. Actualmente el desempleo, la violencia, la inseguridad y los demás problemas sociales t ienen un impacto di recto en la famil ia y ésta se ha vuelto más vulnerable. La famil ia ha sufrido cambios estructurales a lo largo de la historia debido a su adaptación al contexto sociocultural . Debido a el lo, ha resultado complicado construi r una def inición que involucre todo los aspectos que gi ran al rededor y dentro de la misma. Por la complej idad del término, se han ido generando diferentes conceptos que pretenden enmarcarlo desde el punto de vista psicológico, pedagógico, sociológico y antropológico (Gómez y Núñez, 2005 en: Cast i l lo, Treviño, Chapa, et. Al. 2005). Existen organismos y declaraciones que, por su carácter internacional, respaldan aproximaciones ampl iamente di fundidas del concepto de famil ia. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1998, op. Cit ), art ículo 16.3 que “la fami l ia es el elemento natural o fundamental de la sociedad y t iene derecho a la protección de la sociedad y del estado”. En la Conferencia Internacional de Doha para la Famil ia (2004 op. Cit ) se hace alusión a ésta como agente de desarrol lo social , económico y cultural . En la V Conferencia Interamericana de la Famil ia (2000 op. Cit ), promovida por la Organización Mundial para las Famil ias (OMF), se def inió el término como “la unidad básica de la sociedad que real iza funciones sociales esenciales, y si rve como fuente de estabi l idad, cont inuidad y desarrol lo”. En el caso de México, el concepto de fami l ia también se respalda por un pacto. El 7 de noviembre del 2003, en el Congreso Internacional sobre la Famil ia se acordó el Pacto de México por la Famil ia. El documento consta de diecisiete art ículos cuyo contenido osci la desde la concepción de fami l ia, hasta la implementación de las polí t icas públ icas con perspect iva de famil ia. En el Art ículo 1 de este documento se af i rma lo s iguiente: “La famil ia es el grupo de personas que se encuentran vinculadas por una relación de parentesco, por consanguinidad, af in idad o legal , derivadas del nacimiento, matrimonio o adopción reconocidas por la Ley. El fundamento de la sociedad y el Estado radica en la famil ia, puesto que es dentro del seno fami l iar donde la persona t iene su origen y alcanza su desarrol lo más pleno” (Congreso Internacional sobre la Famil ia, 2003, en: Cast i l lo, Treviño, Chapa, et. Al . 2005. p.02, pag. 23) ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 8 ~ Lo antes nos hace ref lexionar sobre la importancia que le da el estado a la famil ia, pero tal pareciera que la ve como un único sistema y estructurado o construido de una única forma, donde dentro de la famil ia están cada uno de sus miembros y que además las famil ias ahora están pasando por una serie de t ransformaciones, como efecto de la global ización y los cambios macrosocia les que se están dando en México y en el mundo. Con lo cual tanto las famil ias como sus miembros están teniendo que t ransformar, sus funciones, relaciones e interacciones. Cast i l lo, Treviño, Chapa, et. a l . (2005) ref lexionan sobre qué pasa con el contenido del art iculo 1 ante los cambios que el país vive, pues las transformaciones socioeconómicas, han tenido entre sus consecuencias inmediatas la cont inua caída del ingreso famil iar, la necesidad de maximizar el apoyo económico de los integrantes del hogar (co-residentes o no) y, por ende, una mayor presión hacia la part icipación económica femenina, procesos todos con hondas repercusiones sobre la organización de la vida domestica y la convivencia famil iar Por ot ro lado, al maximizar el apoyo económico a t ravés de otros integrantes como son las mujeres, las cuales comienzan a tomar decisiones y la dist r ibución más igual i taria de las labores domesticas, ante esto el varón puede sent i r amenazado su papel de proveedor y mascul inidad, lo cual desencadena una opresión y violencia hacia las mujeres (Ariza y de Ol ivei ra, 2001). El conjunto de t ransformaciones sociales, económicas, demográf icas, culturales antes señaladas, aun cuando no está focal izada en la v ida famil iar, han tenido consecuencias sobre la famil ia, por lo que a cont inuación se presentara el anál isis que hacen diversos autores sobre las problemática famil iar. Ar iza y de Ol ivei ra (2001), mencionan que en el plano de la famil ia, ante estos cambios socioeconómicos y demográf icos, las si tuaciones de riesgo e incert idumbre surgen de t res fuentes: 1. De las restricciones que las actuales condiciones de fragmentación, polarización e inseguridad del mercado de trabajo imponen a la famil ia como vehículo de movi l idad social y unidad socioeconómica de producción y consumo. 2. De la manera inequi tat iva en que la propia famil ia redist r ibuye los recursos sociales a los que t iene acceso y el modo en que esta dist r ibución está afectada por su part icular ubicación en la estructura social (composición interna de los hogares). En México se ha documentado, que la presunción de que la dedicación a la famil ia es la función esencial de las mujeres a disuadido a padres de zonas rurales a proporcionar a las hi jas mayores niveles de escolaridad. Otros estudios surgieron que la escis ión de los hi jos del hogar (niños de la cal le) es di ferencial según el ciclo vi ta l de la famil ia, edad y sexo del menor. Los más desfavorecidos son los varones, pues la cal le se ve como un espacio más a f in a la mascul inidad. También otros riesgos, como la violencia domestica, el embarazo adolescente, la desnutrición, el abandono escolar y la drogadicción son diferentes según el sector social , t ipo de famil ia, género y edad. 3. De las certezas decrecientes que la fami l ia es capaz de proporcionar como alternat iva de futuro personal en un contexto de creciente individual idad. Alternat ivas de real ización personal que entran en contradicción con el modelo normativo (matrimonio), lo cual puede induci r a al ternat ivas que no conducen a alcanzar el ideal de desarrol lo personal. ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIAPROFESIONAL ~ 9 ~ Sistema Nacional de Desarrol lo Integral para la Famil ia, SNDIF(2005), en el prediagnóst ico sobre la dinámica famil iar, plantean una serie de problemáticas derivadas de la conformación famil iar a consecuencia de los cambios antes descri tos: • Problemática en cuanto a las condiciones contextuales socioespaciales y socioeconómicas. La condición de pobreza y carencias extremas. La condición de precariedad los ambientes vecinales en donde la part icipación comunitaria e interfamil iar se desarrol le dignamente. • Problemática en cuanto a las v inculaciones sociales y a la conformación de los hogares. Estructuración social desart iculada desde el nivel mismo de las famil ias. La famil ia nuclear signif ica, un pequeño mundo doméstico, un tanto aislado de las vinculaciones con sus mismos parientes y organizaciones sociales. Esto l leva a tener desequi l ibrios y necesidades insat isfechas de sus miembros. • Las cr isis producidas por los cambios de vinculación entre sus miembros básicos según sus sexos y edades . La reivindicación femenina f rente a la autoridad ejercida por el hombre viene produciendo crisis en las relaciones mari tales. Así la violencia famil iar t iene una incidencia alarmante. Por otro lado, la crisis de las relaciones intergeneracionales y la educación de los hi jos, la cual se manif iesta desde la rebeldía de niños y adolescentes, la confusión sobre la manera de educarlos y encauzarlos cuando la di ferencia educat iva-escolar entre padres e hi jos es todavía muy grande y frente a tantas inf luencias venidas del mundo exter ior (medios de comunicación y grupo de amigos). • Problemática en cuanto a la crisis de valores culturales en la vida famil iar . Predomina la act i tud ambivalente en la que los comportamientos no responden a los, valores declarados conforme a la enseñanza t radicional , pero tampoco resultan coherentes a una nueva concepción valoral , acorde a las nuevas necesidades de la vida, requeridas de una orientación ét ica más del ethos t radicional. • Problemática en cuanto a la cohesión fami l iar y a su dinámica de desintegración grupal en el curso de las diversas etapas y las dist intas generaciones . a) Malos t ratos con violencia famil iar en famil ia de origen y reproducidos en nuevas famil ias. B) Rupturas y pérdidas de relación afect iva y unión fami l iar. C) Separación y divorcio. D) Conf l ictos entre padres e hi jos y distanciamiento generacional. E) Pugnas y conf l ictos entre hermanos y distanciamiento de adultos. F) Alejamiento, desinterés y abandono por padres de mayor edad. De acuerdo a algunas invest igaciones que evidencian cómo en algunas famil ias existen diversos problemas, Rodríguez (1999), menciona que estos existen tanto en el desarrol lo de los roles, especialmente los parentales y en la asunción del l iderazgo, como en la escasa del imitación de los sistemas (con insuf ic iente del imitación de los l ímites generacionales), así como la tendencia a la inestabi l idad psicosocial de los individuos en los subsistemas, por lo que el la se ref iere a estas famil ias como famil ias con múlt iples problemas o mult iproblemáticas. En ese sent ido dicha autora anal iza varios aspectos que inf luyen en la diversidad de problemas en estas famil ias. ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 10 ~ • Nivel social . Marcelo Pakman (Rodríguez, 1999) en un congreso de Terapia Famil iar en Canarias, en 1996, argumentaba que lo escandaloso de la pobreza es que es al tamente predecible lo que va a suceder. Son famil ias donde se dan con mayor frecuencia el paro, la aparición de enfermedades. Sus miembros ingresan con mayor frecuencia en la cárcel, t ienen menos oportunidades culturales y educacionales, mueren más jóvenes, etc. La desorganización económica y de vivienda de las famil ias mult iproblemáticas agrava las consecuencias de la miser ia. Las casas se hal lan con bastante frecuencia en estado de precariedad y de abandono. Las puertas se hal lan abiertas simból icamente y con gran faci l idad, realmente. Dentro de las casas, una característ ica común es la fal ta de del imitación de los espacios. Niños, adolescentes y jóvenes adultos pueden no tener habi taciones ni lugares propios út i les para la construcción de su propia ident idad personal , con consecuencias desconcertantes sobre la def inición de roles y de relaciones, con desl izamientos posibles, aunque no f recuentes, hacia promiscuidades incestuosas. Por lo tanto, la estructuración espacial y temporal de la experiencia cot idiana t iene aspectos caót icos, porque también las comidas, cuando las hay, no t ienen horar io predef inido. Minuchin (1967, en: Rodríguez, 1999) observa que estos niños y adolescentes desarrol lan una vivencia del t ipo: "No tengo un lugar propio en el mundo" y "El mundo si rve para est imularme. Yo soy un recipiente pasivo de la est imulación que me l leva aleatoria e imprevisiblemente, a la cual no podré jamás controlar". Las entradas económicas son a menudo i legales o provenientes de dist intos subsidios y son ut i l izadas para objet ivos famil iares por las mujeres y para objet ivos personales por los hombres. La suma global es siempre incierta. Existe mucha dif icul tad para programar entradas y gastos más al lá de horas o días y de f i jar cri terios de prioridad. Los t rabajadores sociales han aprendido a suminist rar objetos en lugar de dinero. En la casa existen objetos inút i les y costosos, mientras se da escasez de bienes de primera necesidad. • Ciclo vi tal . En las famil ias mult iproblemáticas no siempre coinciden en la relación entre vínculo afect ivo y vínculo legalmente reconocido. El aplazamiento del matrimonio se prolonga, las viudas no celebran un segundo matrimonio, no se legal izan las separaciones, ni se reconocen a los niños nacidos fuera del matrimonio, por tanto el conjunto de personas que viven dentro de una casa no coincide con el de la fami l ia legalmente reconocida (Rodríguez, 1999). Estas famil ias presentan un ciclo de vida especí f ico, en la medida en que sus etapas normativas se aglut inan y no presentan etapas di ferenciadas como en las demás famil ias. Por el contrario, la aceleración int rínseca de las etapas del cic lo vi tal famil iar en las famil ias pobres y las consecuentes modif icaciones de la estructura (por muerte, abandono, embarazo, desempleo de sus miembros) contribuye a la inestabi l idad de dicha estructura que no puede colaborar, por tanto, a las necesidades del desarrol lo individual de sus miembros (op.ci t . ). • Parental idad y conyugal idad. En las famil ias mul t iproblemáticas están deterioradas las funciones parentales, tanto en su vert iente nutricia como en su vert iente social izadora. La afectación de ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 11 ~ las primeras obstacul iza la nutrición emocional, es deci r, no se transmite a los hi jos la seguridad profunda de que son queridos y valorados por sus padres. Los hi jos son inst rumental izados por sus padres y/o rechazados. En cuanto a las funciones social izadoras fal la la protección del niño respecto de su entorno ecológico y fal la la normativización o transmisión de normas y valores culturales, esto inhibe el desarrol lo de la consideración y el respeto a la sociedad, por parte del niño, por lo que establece una relación de conf l icto con su entorno (Rodríguez, 1999). También está deteriorada la conyugal idad.Con mucha f recuencia son parejas que se el igen de forma ut i l i taria, sus carencias les l leva a intentar obtener del ot ro lo que le fal ta a sí mismo, pero el ot ro lo f rustra una y ot ra vez porque tampoco t iene sat isfecha sus propias necesidades. Los cónyuges se ut i l izan mutuamente y consensuan dicha ut i l ización, pero son incapaces de darse afecto y reconocimiento. Los efectos sobre los hi jos son graves y complejos y con f recuencia se da el abuso sexual y el malt rato. En las famil ias mul t iproblemáticas se dan matrimonios de breve duración entre personas muy jóvenes que no t ienen t iempo de levantar una famil ia autónoma desde el punto de vista económico y de vivienda. A manera de conclusión se puede deci r que las t ransformaciones socioeconómicas, culturales y demográf icas sociales, por las que han atravesado las sociedades lat inoamericanas en las úl t imas décadas han afectado las estructuras famil iares, el embarazo adolescente, las separaciones, los divorcios y la cohabitación se han incrementado en alguna medida, el ingreso de la mujer al campo laboral, cambios en las concepciones de las funciones y roles de género. Como resultado de la pérdida de importancia del modelo famil iar del jefe-varón como proveedor exclusivo, se han reestructurado parcialmente las estrategias de organización famil iar. También se han alejado de los patrones t radicionales las formas de convivencia entre géneros y generaciones en algunos sectores sociales, aunque persistan fuertes inequidades al interior de la famil ia y ent re sectores sociales. 1.3. La Terapia Familiar Sistémica y Posmoderna como alternativa para abordar la problemática señalada. La famil ia es el elemento más ínt imo y vulnerable de una sociedad. Es indispensable trabajar a favor de las famil ias pues en la medida en que contemos con famil ias que reconozcan y hagan uso de sus recursos indiv iduales y como grupo habrá menos vulnerabi l idad entre sus miembros. Las conductas posit ivas y los valores adquir idos en la famil ia se desplegarán en la sociedad, lo que puede contribui r a su desarrol lo y a la pervivencia de la misma. A lo largo de la historia de la Psicología se han desarrol lado diversas aproximaciones teórico-f i losóf icas respecto a la comprensión y expl icación del ser humano. En dichas aproximaciones y especialmente en el campo de la psicología cl ínica, se han propuesto dist intas nociones respecto a los procesos de formación de los problemas psicológicos y se han buscado medios para su solución (Programa de Residencia en Terapia Famil iar Sistémica, 2001). La Teoría General de los Sistemas junto con la Epistemología Cibernét ica han sido la base para el abordaje de la terapia famil iar que ha permit ido la comprensión de los problemas psicológicos al tomar en cuenta las interrelaciones que se dan en los ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 12 ~ grupos sociales. La observación de la conducta en interacción cont inúa con el contexto, y el enfoque en la mutua determinación entre ambos ha permit ido comprender los procesos de cambio y ret roal imentación que se dan en dichas relaciones. La Cibernét ica de Segundo orden consideró la inclusión del observador en el sistema y su part icipación en el sistema observado, lo que permit ió expl icar como inf luyen los sistemas de observación en la construcción de la experiencia humana y en part icular del trabajo terapéutico. Estos dos enfoques aunados a la Teoría de la Comunicación Humana, han sido la base de dist intos modelos de intervención terapéutica, que han tenido un fuerte impacto en la comprensión e intervención de problemas de salud mental y en específ ico de las famil ias. Entre éstos se pueden ci tar los modelos estratégicos, estructural , de terapias breves, modelo de Milán, el enfoque de soluciones entre ot ros (op. ci t . ). El abordaje de las famil ias con diversos problemas ha const i tuido un importante desafío para terapeutas y operadores de los servicios sociales. Estas famil ias no suelen real izar demandas de terapia porque aunque existan síntomas y sufrimiento, fal ta la pet ición de ayuda psicológica, porque también fal ta el reconocimiento de cualquier problema de esta naturaleza. Muchas veces los niños y adolescentes suelen ser el motivo de las pet iciones de ayuda y, en la mayoría de las ocasiones, quien hace la demanda es una inst i tución, no la propia famil ia (médicos, escuela, Tr ibunal Tutelar de Menores, entre ot ras). A cont inuación se presentan las ideas de algunos autores con respecto de los puntos de intervención ante los problemas que aquejan a las famil ias y sus miembros: Para Nieto (1997en: Rodríguez, 1999) los objet ivos de la evaluación e intervención famil iar inicia les deben inclui r: • Delimitar el área de intervención de forma que no quede ahogado por ot ros aspectos, ya que cont inuamente aparecen acontecimientos estresantes en estas famil ias. Es importante que el terapeuta se centre en los aspectos subyacentes. • Redefini r el problema dentro del ciclo vi tal famil iar y dentro de las relaciones famil iares. • Conducir a la famil ia a ver al paciente ident i f icado de modo dist into (su función y el problema), señalar la importancia de seguir con la terapia y acudir a la próxima sesión marcada. Hines (1989, en: Rodríguez, 1999) propone las siguientes orientaciones para la intervención terapéut ica: • Ser claro, desde el principio, en el t ipo de ayuda que se puede aportar, marcando las di ferencias con otros servicios. • Encuadrar el problema en el contexto de los múlt ip les sistemas con los que la famil ia se encuentra impl icada. Es importante inclui r en la conceptual ización del problema y en algunas sesiones terapéuticas (sí es posible) a profesionales de esa red de sistemas. • Defini r y l levar a cabo objet ivos de tratamiento que sean claros y signif icat ivos para la famil ia. • Mediante la dist inción entre observador y actor l levar a los dist intos miembros de los dist intos subsistemas a observar las emociones que subyacen a las ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 13 ~ relaciones para posteriormente real izar un feedback posterior. Esta técnica es ut i l izada por Minuchin. • Conferi r poder personal a cada miembro, en el sent ido que vea que t iene control sobre su comportamiento y sobre su vida. • Trabajar con vista a desarrol lar y expresar las capacidades no ut i l izadas por la famil ia y que están latentes. • Pensar contextualmente, es deci r, tener en cuenta el carácter adaptat ivo de algunos comportamientos desviados y ayudar a la famil ia a cambiar su forma de expresión. • No intervenir en todas las si tuaciones de crisis, concentrarse en los procesos que mantienen los problemas y los síntomas. • Dar pr ioridad al entrenamiento de act i tudes y conductas, porque en estas famil ias es más fáci l comenzar a cambiar desde el comportamiento antes que en el ámbito de opiniones y sent imientos. • Evitar quemarse. Asociarse con otros terapeutas que t rabajan el mismo t ipo de problemas, discut iendo el impasse y los cambios obtenidos. Juan Luis Linares (Rodríguez, 1999), proponía como l ínea guía de la intervención con las famil ias: • En el ámbito individual: Como los sent imientos y las conductas son intensos y el nivel cognit ivo pobre y monótono, el t rabajo terapéutico debería i r dir igido a faci l i tar el control y la maduración al n ivel de excesos de sentimientos y conductas al igual que est imular para su desarrol lo lo cognit ivo. • En el ámbi to famil iar: Ayudar a deshacer creencias y valores marginales que entorpezcan la evolución, así como faci l i tar el aumento de ri tos y el compart i r emociones. Es beneficioso tener en mente estas dos preguntas: ¿Qué hay que potenciar?, ¿Qué hay que f renar?. El posmodernismo ha dado lugar a expl icaciones sobre como se construye la real idad, sobre el papel que juega la construcción de signif icados y el lenguaje en la experiencia de las personas. Dentro de este marco epistemológico han surgido algunas al ternat ivas terapéuticas que toman como base los principios del Construccionismo Social , entre ot ros, lo que también ha dado importantes aportaciones al t rabajo terapéutico. Pakman (1997) argumenta que en los contextos de pobreza y disonancia cultural es donde nos resulta más fáci l ser conscientes de las l imitaciones teóricas, práct icas y sociales de la psicoterapia. Estas l imitaciones provienen del hecho, entre ot ros, de que se pretende "resolver problemas" con medios técnicos racionales, ocultando en real idad que muchas veces se t ratan de di lemas para los que no se pueden adoptar soluciones claras y que reclaman que se adapten posiciones morales. Para él "ver el mundo como una construcción" viene como resultado de nuestra capacidad de actuar. Esta úl t ima es una dimensión a ganar. Argumenta que le interesa el Construccionismo Social y el Construct ivismo como metodologías para recuperar la capacidad de actuar. Para que sean metodologías t ienen que const i tu ir práct icas ref lexivas de seres encarnados. La psicoterapia es una práct ica social de seres encarnados: no hay mentes si no hay cerebros cerca, pero las mentes se encuentran también en t radiciones de dist into t ipo: de famil ia, clase social , t radiciones étnicas, de género. La psicoterapia puede ser un espacio para ref lexionar sobre las condiciones de vida. Dicho autor comenta que la terapia como práct ica social crí t ica de la normalidad ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 14 ~ t iene un papel descolonizador, polí t ico y espi ri tual. Comenta que la práct ica descolonizadora genera una dimensión espir i tual en la que la sol idez del mundo es cuest ionada y cree que una organización de sujetos humanos sólo se mantiene así misma si encarna un proyecto utópico que sería la construcción cot idiana de un espacio espi ri tual. Sabe que la tarea es di f íci l y enorme, pero nos anima a todos a comprometernos a resist i r en damos por vencidos, porque sabe que no quedan muchos espacios donde ejerci tar este proceso ref lexivo. Como terapeutas tenemos diar iamente la posibi l idad de recrear un espacio así. Y nos invi ta a no subest imar las repercusiones de estas práct icas locales l imitadas, así como a negarnos a la invi tación de sumamos al rebaño, aunque nos l lamen trasnochados y utópicos (Pakman, 1997). ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 15 ~ 2. Caracterización de los escenarios donde se realiza el trabajo clínico 2.1. Descripción de los escenarios. El Programa de Maestría en Psicología con Residencia en Terapia Famil iar forma parte del Programa de Maestría y Doctorado en Psicología que ofrece la UNAM. Este programa de residencia se imparte en dos ent idadades académicas: • La Facul tad de Psicología, C.U. • La Facul tad de Estudios Superiores Iztacala. Cada ent idad t iene escenarios para la práct ica cl ínica. En este caso se hablará de los tres escenarios con los que cuenta la FES Iztacala, en donde se desarrol laron las competencias profesionales requeridas en por la residencia en terapia Famil iar del Programa de Maestría en Psicología. Clínica de Terapia Famil iar de la FES Iztacala. Ubicación: Su di rección es Av. Barrios # 1, Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla, Estado de México. Se encuentra en la planta al ta del edif icio de Endoperiodontología de la FES-Iztacala. Inf raestructura : Cuenta con dos amplias salas divididas por un espejo unidi reccional, una para el equipo terapéutico y ot ra para el terapeuta y la famil ia; entre los aparatos técnicos con los que cuenta están cámara de video, televisión, interfón, video casetera, micrófonos. Clínica Famil iar ISSSTE Tlalnepant la Ubicación: Su di rección es cal le Chi lpancingo #68. Col. Cei lán, Tlalnepantla, Estado de México. El consultorio de Psicología es el cubículo 12. Inf raestructura : este lugar no cuenta con un espacio que divida al equipo del terapeuta y la famil ia o persona atendida, por lo que el Sistema Terapéutico Total esta junto. En la supervisión se le dan indicaciones al terapeuta por medio de un pizarrón, que se ubica f rente al terapeuta y a espaldas de las personas atendidas, a espaldas de éstas se ubican los terapeutas del equipo, cabe mencionar que todos los terapeutas deben usar bata blanca dentro de las instalaciones. Entre los aparatos técnicos están, cámara de video, televisión, video casetera. ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 16 ~ Clínica de Terapia Famil iar del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco. Ubicación: Su di rección es Av. Aqui les Serdan s/n, Unidad Habitacional Francisco Vi l la, Del. Azcapotzalco. Se encuentra en el 2° piso del edif icio CILADIN. Inf raestructura : Cuenta con una sala en donde el equipo se reúne para hacer la revisión y discusión de los casos y donde además el terapeuta se encuentra con las personas atendidas. Por ot ra parte cuenta con una cámara de observación con espejo unidi reccional ; entre los aparatos técnicos con los que cuenta están cámara de video, te levisión, interfón, video casetera, mesa y si l las. 2.2. Análisis sistémico de los escenarios (personal, redes, roles, organigrama, sectores implicados, fuentes de referencia, contexto, etc.) La Residencia en Terapia Famil iar con enfoque Sistémico propone capacitar al estudiante en la especial idad de la Psicología de al ta cal idad en el área de salud. Esta especial idad, con su visión integrat iva, permite abordar los problemas cl ínicos desde un ángulo interaccional entre el individuo y los ot ros sistemas sociales (pareja, fami l ia, sociedad), así como desde el construccionismo social , tomando en cuenta los di ferentes contextos en los que se desenvuelven (contexto social , inst i tucional, cultural , polí t ico, económico, etc. ) el lenguaje y la construcción de signif icados. Clínica de Terapia Famil iar de la FES Iztacala. Organigrama. Este escenario cl ínico ubicado en la FESI, se integra en lo que es la División de Invest igación y Posgrado (DIP). Dicha división t iene el propósito de coordinar los proyectos de invest igación y la docencia en el posgrado, promover y apoyar la superación académica de su personal académico, aprovechar los programas y proyectos de invest igación con el servic io remunerado, establecer necesidades y prioridades de los proyectos, además de dar seguimiento académico de los di ferentes grupos, y promover la obtención de f inanciamiento externo por los diversos grupos para cubri r los gastos de sus proyectos en desarrol lo (Gaceta Iztacala, 2005).Adscri ta a la Secretaria General Académica, de el la se desprende la Dirección de Invest igación y Posgrado, que cuenta con las secciones Administ rat iva y Académica con quienes se t iene un contacto di recto en lo que respecta a las act ividades de la residencia. La DIP también cuenta con el Comité Académico Auxi l iar de Invest igación y ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 17 ~ Posgrado (CAADIP), que es un órgano colegiado cuya función es apoyar, emit i r opiniones y desarrol lar act ividades académicas que le sean sol ici tadas por la di rección, el H. Consejo Universi tario y la propia div isión. Es así, como las act ividades de la Residencia en Terapia Famil iar, incluidas las que se desempeñan en el escenario cl ínico que se ubica en la FESI, están integradas a la DIP. FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA ORGANIGRAMA Responsables de la supervisión. Las responsables de la supervis ión en el escenario cl ínico de la FESI son la Mtra. Ofel ia Desatnik M., la Dra. Luz de Lourdes Egui luz R., la Dra. María Suárez C. y la Dra. Xochit l Gal icia M. Población Atendida. Se at iende a los alumnos, t rabajadores de la FES y al publ ico en general , se reciben canal izaciones de los servicios de la CUSI y del Departamento de Evaluación y Diagnost ico. El costo del servicio es una cuota mínima de recuperación. Modelos de Intervención. Se ut i l izan los modelos de Terapia estratégica, Terapia Breve, Estructural y Terapias Posmodernas. Clínica Famil iar ISSSTE Tlalnepant la Organigrama. La estructura organizat iva del ISSSTE, esta di r ig ido por un Director General, el cual t iene a su cargo la conducción y ejecución de las acciones operat ivas del Inst i tuto; este es auxi l iado por los Subdirectores Generales, Coordinadores Generales, el Vocal Ejecut ivo de la Comisión Ejecut iva, Delegados, Directores de Unidades Administ rat ivas desconcentradas y demás servidores públ icos de primer nivel que, a propuesta del mismo, nombre la Junta. La Subdirección dentro de la cual se puede ubicar a la C.M.F. Tlalnepanla, es la Subdirección General Médica, puesto que se encarga de normar, planear, supervisar, y evaluar la atención médica que por Ley se presta a la población derechohabiente a través de una red de servicios en t res niveles de atención DIRECTOR SECRETARIA GENERAL ACADEMICA DIVICIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO DEPARTAMENTO DE APOYO A INVESTIGACIÓN Y POSGRADO UNIDADES DE INVESTIGACIÓN UNIDADES DE POSGRADO UMF UIICSE UBIPRO UBIMED Edificio deGobierno Endoperio Clínica T.F ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 18 ~ (primario, secundario y terciario). Dentro de las unidades de primer nivel, se encuentran Consultor ios Auxi l iares (C.A.), Unidades de Medicina Famil iar (U.M.F.) y Clínicas de Medicina Famil iar (C.M.F.); estas úl t imas, son unidades con mayor capacidad resolut iva de ocho a veinte consultorios, de uno a dos consultorios de Odontología General , uno de Epidemiología y Medicina Prevent iva, dos secciones de laboratorio y una sala con equipo f i jo de rayos "X"; además de estos servicios se agregan Planif icación Famil iar, Trabajo Social , así como Ult rasonografía, Nutrición y Gerontología. Proporcionan atención ambulatoria de problemas de salud comunes y de mayor f recuencia; se coordinan a t ravés de un di rector, un subdirector médico y un subdirector administ rat ivo. Para las unidades de segundo nivel, atendiendo daños poco f recuentes y de mediana complej idad de los pacientes que deriven del primer nivel para urgencias médico qui rúrgicas. Y en el tercer nivel, deberán real izarse act ividades para restaurar y rehabi l i tar la salud de los usuarios que presenten padecimiento de al ta complej idad diagnóst ica y de t ratamiento y que han sido remit idos por los ot ros dos niveles de atención. Dentro del ISSSTE no hay un área de Psicología como tal , pero dentro de la C.M.F. ISSSTE Tlalnepantla, existe un consultorio dest inado para dicho propósito el cual está a cargo de una psicóloga. ISSSTE TLALNEPANTLA ORGANIGRAMA Responsables de la supervisión. Las Responsables de la Supervisión en el escenario c l ínico del ISSSTE son la Mtra. Carmen Susana González y la Mtra. María Rosario Espinosa Salcido. Población Atendida. Los pacientes son únicamente derechohabientes del ISSSTE, la mayoría de las veces las personas son canal izadas por los médicos famil iares, son pocos los casos en que los pacientes l legan al área de Psicología. Al ser canal izados la psicóloga a cargo del área es quien los canal iza al servicio de Terapia Fami l iar según las necesidades de las personas. El servicio no t iene ningún costo. Subdelegación Medica Subdirección Médica Coordinación de Enseñanza e investigación Licencias médicas Consulta externa Medicina Preventiva y Salud R. Odontología Visitas domiciliarias Urgencias Unidad de Atención Primaria para La salud Dirección CMF Subdirección Médica Coordinación de Atención médica Trabajo social Jefatura Enfermería Coordinación De archivo Coordinación Cirugía J. Área de Abastos Recursos humanos Laborato. clínico Radio- diagnostico Estadística CEYE Curaciones Inyecciones Almacén farmacia J. Médica Vigencia derechos J. Medica Archivo Clínico. Psicología Terapia familiar ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 19 ~ Modelos de Intervención. Se ut i l izan los modelos de Terapia Breve Centrado en Problemas, Soluciones, Modelo Estructural y Terapias Posmodernas. Clínica de Terapia Famil iar del Colegio de Ciencias y Humanidades Azcapotzalco. Organigrama. El Colegio de Ciencias y Humanidades está conformado de una Dirección General y cinco planteles (Azcapotzalco, Naucalpan, Val lejo, Oriente y Sur). Su máximo órgano colegiado de gobierno es el Consejo Técnico y la conducción académica- administrat iva de la inst i tución esta a cargo de la Dirección General. En la actual idad la Dirección General se encuentra conformada por las Secretarías General, Académica, Administ rat iva, Servicio de Apoyo al Aprendizaje, Planeación Estudiant i l , Programas Inst i tucionales, Comunicación Inst i tucional, e Informática. En específ ico, en la Secretaría Estudiant i l y sus di ferentes departamentos y áreas, es donde se presta el apoyo para las act ividades de la práct ica cl ínica en el CCH Azcapotzalco. A través de su departamento de Psicopedagogía que se encarga de la orientación educat iva y profesional y de su incorporación al modelo educat ivo de los alumnos, son canal izados los estudiantes para su atención en el servicio de terapia famil iar. UNAM CCH AZCAPOTZALCO ORGANIGRAMA Responsables de la supervisión. Las responsables de la supervisión en el escenario cl ínico del CCH Azcapotzalco fueron la Mtra. Carol ina Rodríguez y la Mtra. Juana Bengoa. Población Atendida. Se at ienden principalmente estudiantes canal izados por el Departamento de Psicopedagogía en ocasiones los alumnos son quienes sol ici tan el servicio, pero en otros casos son canal izados por profesores o autoridades del plantel . También se at iende a t rabajadores del plantel . El servicio es gratui to. ARCHIVO CONSEJO TECNICO SECRETARIO GENERAL CONSEJOTÉCNICO DIRECTOR GENERAL SECRETARIA ACADEMICA SRIA. DE SERVICIOS DE APOYO AL APREDIZAJE SRIA. ADMINISTRATIVA SRIA. DE PLANEACION SRIA. ESTUDIANTIL SRIA. DE COMUNICACIÓN INSTITUCIONAL SRIA. DE INFORMÁTICA SRIA. DE PROGRAMAS INSTITUCIONALES 1. Dpto. de Control Escolar 2. Dpto. de Difusión Cultural 3. Dpto. de Psicopedagogía 4. Servicio Social 5. Programa Especial de Redes de la Salud 6. Tutores Clínica de Terapia Familiar ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 20 ~ Modelos de Intervención. Se ut i l izan principalmente el modelo de Milán y Est ructural y en ocasiones de ha intervenido con Terapias Posmodernas como la Narrat iva. 2.3. Explicación del trabajo y secuencia de participación en los distintos escenarios de trabajo cl ínico. La supervisión en vivo involucra varios niveles de atención: los cl ientes, los supervisados, el equipo terapéutico, el supervisor y los requerimientos inst i tucionales. Y este proceso debe l levarse de tal forma que cumpla con las expectat ivas de todos los actores e inst i tuciones involucrados. Ya que los terapeutas t ienen su propia agenda de aprendizaje; los cl ientes, sus propias expectat ivas de la terapia; y el supervisor t iene la responsabi l idad de los cl ientes, de los terapeutas y el cumplimiento del programa académico y los objet ivos planteados por la inst i tución. (Licea, 2004) En este sent ido en el primer semestre el grupo de terapeutas en formación se divide en dos equipos de cinco personas cada uno, cada equipo asiste como observador (de esa forma part icipa) del grupo de terapeutas del segundo año de la residencia (en este caso a la cuarta generación). Un equipo de observadores asiste a la Clínica ISSSTE, el día jueves y al CCH Azcapotzalco el día martes, el otro equipo asiste a la cl ínica de Terapia Famil iar de la FES Iztacala los días martes y jueves. En el segundo, tercero y cuarto semestre la part icipación de los equipos y sus miembros son como terapeutas y equipo terapéutico. Es en el segundo semestre los equipos se vuelven a dist r ibui r para conformarse como equipo terapéutico para ese y los dos subsiguientes semestres. Cada equipo t iene la oportunidad de part icipar en cada uno de los escenarios cl ínicos, en dos semestres di ferentes. Las sesiones en los tres escenarios en la part icipación como terapeuta (Clínica de la FES-I, CCH e ISSSTE) de acuerdo al programa de la maestría, estuvieron divididas de la siguiente forma: • Llamada Telefónica : Se hace el primer contacto con la o las personas que sol ici tan el servicio con la f inal idad de comenzar a construi r la relación terapéutica, obtener información sobre el motivo de consulta, antecedentes de este y algunos datos sociodemográf icos a t ravés de la construcción del genograma o fami l iograma. • Para la primer sesión : ψ La presesión . Planif icación del t rabajo a efectuar con la fami l ia con base en la información de la entrevista telefónica. ψ La sesión . Atención a la famil ia por un terapeuta, mientras el equipo terapéutico y la supervisora observan o comentaban acerca del sucedido en la sesión. Es importante mencionar que en la sesión hay cuatro momentos: 1. En el pr imero donde el terapeuta real iza el encuadre terapéutico, informando a las personas la forma de t rabajo que impl ica la video-grabación de las sesiones (autorización), presencia del equipo, t iempo de la sesión, periodic idad y di ferentes momentos de esta. 2. El terapeuta t iene por objet ivo establecer “joining” con la persona o personas, a través de preguntas sobre sus gustos y preferencias. Y se retoma el motivo de consulta, expectat ivas ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 21 ~ y objet ivos de la terapia. 3. Antes del término de la sesión el terapeuta hace una pausa, para pasar a comentar lo ocurridos, visto y hablado durante la sesión y se prepara el mensaje f inal que se le dará a las personas. 4. Se hace el cierre de la sesión dando el mensaje a las personas e indicándoles si hay alguna act ividad que real icen entre sesión y sesión. ψ Postsesión . Anál isis de la sesión y planif icación de los objet ivos e intervenciones terapéuticas para la próxima sesión. Trabajo sobre la persona del terapeuta. • Segunda sesión y subsecuentes : ψ La presesión . Planif icación del t rabajo a efectuar con la fami l ia con base en la información de la sesión anterior. ψ La sesión . Atención a la famil ia por un terapeuta, mientras el equipo terapéutico y la supervisora observan o comentaban acerca del sucedido en la sesión. Es importante mencionar que en la sesión hay cuatro momentos: 1. El terapeuta explora si hay algo que a las personas les interese retomar de la sesión anter ior e indaga que sucedió con las act ividades que se les dejaron entre sesión y sesión (esto es variable según la forma en que se desarrol le de la sesión). Se real izan intervenciones en base a los modelos que se ut i l icen y a la forma en que la sesión se de. 2. Antes del término de la sesión el terapeuta hace una pausa, para pasar a comentar lo ocurridos, visto y hablado durante la sesión y se prepara el mensaje f inal que se le dará a las personas (Cuando se t rabaja con Terapias posmodernas no se hacer pausa en la sesión). 3. Se hace el cierre de la sesión dando el mensaje a las personas e indicándoles si hay alguna act ividad que real icen entre sesión y sesión (Cuando se t rabaja con Terapias posmodernas las personas escuchan di rectamente del equipo las ref lexiones surgidas.). ψ Postsesión . Anál isis de la sesión y planif icación de los objet ivos e intervenciones terapéuticas para la próxima sesión. Trabajo sobre la persona del terapeuta. ΨΨΨΨ REPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONALREPORTE DE EXPERIENCIA PROFESIONAL ~ 22 ~ I I . MARCO TEORICO 1. Análisis teórico conceptual del marco teórico epistemológico de la terapia Familiar Sistémica. La Teoría de Sistemas se comprende mejor s i se at iende a que se ha desarrol lado históricamente a part i r de una serie de aportaciones provenientes de campos muy variados del saber. La analogía a lo orgánico en la concepción de complejos humanos se puede encontrar en la historia de las ideas modernas. En el año de 1952, John Bel l (Ochoa, 1995) es el primero que acuña el término terapia famil iar para designar una nueva modal idad terapéutica, y a quien se le puede l lamar el padre de la terapia famil iar moderna. Se considera que Nathan W. Ackerman (Ochoa, op. ci t . ) es también precursor de este t ipo de terapia; él expl ica que hay una interacción dinámica entre los factores biológicos y sociales en la vida del ser humano. También dice que la patología famil iar es consecuencia de una mala adaptación de roles dentro de la famil ia. Murray Bowen fue uno de los primeros psiquiat ras que hospital izaron a famil ias enteras para su observación y tratamiento. Desarrol ló una hipótesis de la esquizofrenia en t res generaciones. Una de las principales aportaciones de Bowen a la teoría famil iar fue su pensamiento sobre la parte desempeñada por tr iángulos en la interacción fami l iar (Hoffman, 1994).
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