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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION ___________________________________________________ SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL DIRECCION DE EDUCACION E INVESTIGACION SUBDIRECCION DE FORMACION DE RECURSOS HUMANOS CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACION EN MEDICINA LEGAL “FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NOTIFICACION DEL MALTRATO INFANTIL POR PARTE DE LOS MEDICOS Y PERSONAL DEL AREA DE SALUD MENTAL EN UN HOSPITAL PEDIATRICO DE LA SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL” TRABAJO DE INVESTIGACION EDUCATIVA PRESENTA DRA. ANA ROSA SANCHEZ HERNANDEZ PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN MEDICINA LEGAL DIRECTOR DE TESIS DR. ALBERTO EUGENIO LUGO PEREZ 2007 GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL México La Ciudad de la Esperanza UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. “FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NOTIFICACIÓN DEL MALTRATO INFANTIL POR PARTE DE LOS MÉDICOS Y PERSONAL DEL ÁREA DE SALUD MENTAL EN UN HOSPITAL PEDIÁTRICO DE LA SECRETARÍA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL” Dra. Ana Rosa Sánchez Hernández Vo. Bo. Dr. Germán Bazán Miranda _________________________________ Titular del Curso de Especialización en Medicina Legal. Vo. Bo. Dr. Roberto Sánchez Ramírez _________________________________ Director de Educación e Investigación. “FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NOTIFICACIÓN DEL MALTRATO INFANTIL POR PARTE DE LOS MÉDICOS Y PERSONAL DEL ÁREA DE SALUD MENTAL EN UN HOSPITAL PEDIÁTRICO DE LA SECRETARÍA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL” Dra. Ana Rosa Sánchez Hernández Vo. Bo. Dr. Alberto Eugenio Lugo Pérez _________________________________ Médico Legista adscrito a la 17ava. Agencia del Ministerio Público en Venustiano Carranza y Perito Médico de la Procuraduría General de la República AGRADECIMIENTOS A mis padres y hermanos, por su cariño, comprensión y apoyo. ÍNDICE Resumen Antecedentes 1 Planteamiento del Problema 29 Objetivos 30 Justificación 31 Material y Métodos 35 Resultados y análisis 39 Discusión y Conclusiones 59 Recomendaciones 63 Referencias bibliográficas 64 Anexos Resumen No se conoce la frecuencia exacta del síndrome de Niño maltratado (SNM) en nuestro país, ya que la mayoría de los casos no se informan a las autoridades correspondientes, ya que no se establece el diagnóstico adecuadamente o bien porque se oculta. Por esta razón se busco identificar las principales condiciones o factores que se relacionan con la notificación de maltrato infantil por parte de los Médicos operativos y Personal del área de Salud Mental, de un Hospital Pediátrico de la SSDF. Se diseñó una investigación educativa, observacional, descriptiva, prospectiva, transversal, tipo encuesta que consta de quince preguntas de aplicación sobre maltrato infantil. Se obtuvo una respuesta del 81.48% (44) de los Médicos y Personal del Área de Salud Mental, donde 50% fueron hombres y 50% mujeres, se obtuvo una calificación de muy bien en un 27% sobre conocimientos de la NOM de violencia familiar, 66% saben cómo realizar el diagnóstico de maltrato infantil, 7% obtuvieron una calificación buena sobre cómo realizar la notificación, 46% refirieron haber presenciado un evento violento en su familia durante su infancia y 16% duda de llevar a cabo actos de maltrato infantil en la educación actual. Los resultados pudieran indicar que la sensibilización llevada a cabo por las campañas de difusión, está revolucionando poco a poco la situación actual del maltrato infantil. Sin embargo, se pudiera apuntar hacia la posibilidad de que la violencia, cuando se integra históricamente como un estilo de vida, pierde relevancia y se reconoce como algo “normal” o “natural”: se requiere de una intervención vivencial para “abrir los ojos” de los involucrados hacia ese fenómeno”. PALABRAS CLAVE: Maltrato infantil, Factores, Notificación, Personal de Salud. Antecedentes La situación actual de la infancia y la adolescencia en nuestro país podría hacernos pensar, especialmente a los más jóvenes, que la consideración del niño como persona con derechos y necesidades específicas es algo aceptado por la sociedad desde hace mucho tiempo. Pero, nada más lejos de la realidad. En primer lugar, esta percepción es en parte cierta, sólo en los países desarrollados y aún en éstos, se producen formas graves de maltrato infantil y otras formas encubiertas como la explotación laboral de los niños. En segundo lugar, todavía persisten problemas sociales, culturales, que provocan situaciones de riesgo y maltrato infantil como a diario podemos comprobar por los medios de comunicación social. México no es la excepción en cuanto a la presencia del maltrato infantil, pero tampoco lo es respecto a los esfuerzos por estudiar, detectar los casos y resolver el problema. Los estudios médicos sobre el tema comienzan en nuestro país a principios de la década de los 70s, sin embargo aumenta el interés en la investigación y difusión del fenómeno, no sólo en el área médica sino en todas las áreas que abarca este problema, a partir de los años 80s y aún más como consecuencia de la adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, que fuera ratificada por México en septiembre de 1990. 1 La incidencia real de los malos tratos es desconocida. Las características del problema hacen muy difícil conocer su extensión real. El hecho de que el maltrato se produzca en el seno de la familia hace que con frecuencia no sea fácil que se denuncie. 2 La OMS calcula que, en todo el mundo, 40 millones de niños de 0 a 14 años de edad son víctimas de abusos y descuidos que requieren atención sanitaria y social.3 En el año 2000, el Instituto Federal Electoral de México (IFE), en colaboración con varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, como la UNICEF, llevó a cabo una consulta con cuatro millones de niñas, niños y jóvenes de 6 a 17 años de edad. En la ciudad de México, los datos de la encuesta indicaron que cerca de 18% de niñas, niños y jóvenes de hasta 17 años de edad viven en familias que padecen violencia, y que alrededor de 2.6 millones de personas y más de un millón de menores viven en familias violentas. Más de 30% de los hogares, aproximadamente 600 mil familias, experimentan actos violentos, y entre 19 y 28% de las y los informantes dicen haber sufrido maltrato infantil. 4 Aunque en México cada día se habla y se escribe más sobre el tópico médico- social conocido como síndrome del niño maltratado (SNM) aún sigue existiendo una enorme dificultad para establecer el diagnóstico de sospecha, de probabilidad o de convicción entre los médicos que de una u otra forma atienden a la población infantil de nuestro país. 5 El diagnóstico de SNM, se debe establecer después de que el caso clínico ha sido analizado por un grupo multidisciplinario, especializado enel tema. En una primera instancia de atención médica, el Pediatra y otro especialista, puede sospechar esta entidad nosológica en base al conocimiento que tenga sobre algunos criterios clínicos del menor, de los parientes y de los ámbitos social, religioso, étnico, etc. de la familia cuando se atiende a un niño con lesiones físicas sin que exista una explicación lógica y convincente. Los indicadores más frecuentemente encontrados se han clasificado como de sospecha, de probabilidad y de convicción. 5 Conviene aclarar que en nuestro medio el fenómeno sólo se diagnostica dentro de las instituciones públicas de salud (IMSS, SSA, DIF y DDF), lo cual sugiere que la atención médica pagada, la mal llamada “privada o particular”, puede ser un obstáculo adicional para distinguir entre un niño traumatizado accidentalmente y uno golpeado por los adultos encargados de su cuidado. 6 Es indudable que conforme pasa el tiempo la comunidad médica y paramédica de nuestro medio se encuentra más alerta para determinar el mayor número de casos con el SNM, sobre todo en los hospitales pediátricos. Sin embargo, al parecer los problemas a los que se enfrentan los médicos al momento de hacer el diagnóstico y tratar de referir a los niños maltratados pueden resumirse en tres puntos: a) Aumento en la carga de trabajo. Consultar a un niño con esta problemática requiere un mayor tiempo de atención puesto que la investigación del caso debe ser completa y con la seguridad médica, social y jurídica de que realmente se trata de SNM, para de esta manera levantar el acta correspondiente. b) Asistencia a la Delegación Política correspondiente. Ello requiere que el médico tenga que asistir a careos y a ratificar datos sobre el acta levantada, con el consiguiente retraso en sus actividades profesionales cotidianas ya que, por lo general, nadie lo sustituye. c) Desconocimiento de sitios de referencia. Existe la posibilidad de que el médico tratante desconozca hacia donde pueden ser canalizados estos casos, si en su sitio de trabajo no existe un algoritmo de atención al respecto. 7 Es importante señalar que un obstáculo que el médico enfrenta cuando atiende un caso de violencia, es no saber cómo brindarle a éste y a su familia una atención integral. Para ello, debemos señalar que los elementos clínicos y sociales que son de utilidad para el diagnóstico y manejo de la violencia se han publicado en la literatura nacional. Su conocimiento y aplicación permitirán optimizar recursos humanos y tiempo, además de enriquecer y adecuar conceptos y criterios del dominio general entre el equipo de salud y áreas afines al problema. 8 En conclusión, todo el equipo de salud se encuentra bajo la reglamentación de la NOM 190-SSA1-1999 –este documento se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 20 de octubre de 1999, y entró en vigor el 7 de marzo de 2000-; por lo tanto, se tiene la obligación legal de brindar una atención integral a las víctimas de violencia, al resto de la familia y en numerosas ocasiones al agresor, que en un momento dado puede ser un enfermo mental. 8 La denuncia y el registro de cada caso se hace imperativo, por lo tanto el papel que juegan la SSA, así como las Procuradurías de Justicia de cada entidad federativa para el desarrollo de estos últimos puntos son básicos en el manejo completo de cada caso. 8 El maltrato, como fenómeno social, es uno de los problemas que más preocupa y angustia a la humanidad a partir del reconocimiento mundial de la Declaración de los Derechos humanos. En el continente americano, se rastrean sus orígenes, en el período de la conquista, tal como lo atestiguan las pinturas de la época en donde se aprecian signos de estas conductas por parte de los conquistadores hacia quienes pretendían civilizar.9 El maltrato infantil no era reconocido por los profesionales sanitarios. El desarrollo de la pediatría, la puericultura y de campañas médico sociales de protección a la infancia ya desde la 2ª mitad del siglo XIX suponen el comienzo del reconocimiento del maltrato infantil como una entidad clínica.10 Las primeras publicaciones sobre niños que presentaban golpes, quemaduras, fracturas múltiples,…, sin una causa evidente se generaron en Francia (Ambrosio Tardieu, 1860), Inglaterra (Athol Johnson, 1860), y también sobre el abuso sexual (Freud, 1892), pero sin llegar a utilizar el término maltrato infantil.10 Corresponde a Kempe y cols., en 1962, la denominación de Síndrome del niño maltratado para el conjunto de lesiones diversas, de frecuente observación por los pediatras, médicos de familia, forenses, etc., y que deben de hacer sospechar de agresiones procedentes de un ambiente familiar inadecuado.11 Smith en 1973 dijo que el SNM era una enfermedad del adulto que se expresa en el niño y no un problema de la pobreza.12 En la literatura se mencionan múltiples sinónimos del síndrome del niño maltratado como son: síndrome del niño agredido, battered child (Kempe), síndrome de l´enfant battu, síndrome de Tardieu-Silverman y Síndrome de Caffey. 13 La violencia familiar, como expresión del maltrato, varía de acuerdo con el tiempo, el lugar y los actores que sean considerados. La norma oficial mexicana NOM-190-SSA1-1999, Prestación de servicios de salud. Criterios para la atención médica de la violencia familiar, define a ésta como al acto u omisión único o repetitivo, cometido por un miembro de la familia, en relación de poder - en función del sexo, la edad o la condición física-, en contra de otro u otros integrantes de la misma, sin importar el espacio físico donde ocurra el maltrato físico, psicológico, sexual o abandono.14 La Norma Oficial Mexicana sobre violencia familiar hace referencia a varias definiciones relevantes para llevar a cabo esta definición como son: • Grupos vulnerables, a las niñas, niños, adolescentes; mujeres embarazadas o personas en situaciones especialmente difíciles; adultos mayores; hombres y mujeres con enfermedad física o mental discapacitante, o en desventaja física, económica o cultural. • Identificación del grado de riesgo, a la valoración que a través de un interrogatorio mínimo, permite identificar la presencia del maltrato, la probabilidad de incremento de la frecuencia y la gravedad del mismo debido a violencia familiar, entre las o los usuarios en situación de riesgo o entre la población en general.14 Con base a determinados factores, el maltrato infantil es una patología médico- social, que no escapa a ninguna familia de ninguna cultura; aparece en cualquier lugar, momento, nivel económico, independientemente del sistema de gobierno. Desde esta perspectiva se denomina así a “todo daño corporal, psíquico o sexual provocado por la acción u omisión deliberada por parte de la o las personas encargadas del cuidado de menores.” 9 Otra definición considera que hay maltrato infantil cuando un niño “sufre lesiones físicas y/o psíquicas, como resultado de una agresión con cierta permanencia en el tiempo por la o las personas encargadas de su cuidado, protección o guarda. La agresión puede revestir la forma de daño físico, abuso sexual, intoxicación, falta de higiene, de alimentación y cuidado de su salud o carencia de educación, afecto o recreación.” 9 El maltrato infantil incluye lo que se hace (acción), lo que se deja de hacer (omisión), o se realiza de forma inadecuada, ocasionando al niño no solamente daño físico, psicológico-emocional y social, sino que considerándosele persona- objeto de derecho incluye sus derechos y su bienestar, y cuyos autores pueden ser las personas (familiares o no) y las instituciones-administraciones (maltrato institucional).10 Es a partir de 1999, que la Organización Mundial de la Salud considera al maltrato infantil como un problema de Salud Pública. Postulándose que el trato despiadado hacia los niños,es simplemente un aspecto de la agresividad inherente a la naturaleza humana; y que durante mucho tiempo se ignoraron las necesidades físicas y emocionales de los niños y aún cuando han mejorado los conocimientos de lo que requieren para su óptimo desarrollo; los malos tratos han persistido. 15 La UNICEF considera la situación de "Menor Víctima de Maltrato y Abandono": a aquélla conformada por niños y jóvenes de hasta 18 años que sufren ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, ya sea en el grupo familiar o en las instituciones sociales. Esta definición es complementada con posterioridad, considerándose el hecho de que además el maltrato puede ser ejecutado por omisión, supresión o transgresión de los derechos individuales y colectivos, pudiendo existir el abandono completo o parcial. Por último, toma en cuenta el tema de la intencionalidad del maltratador como un elemento sustantivo para calificar un hecho como maltrato.16 La Convención de los Derechos del Niño en el año de 1989, establece en su Artículo 1º el concepto de niño como: " todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad". Y en su artículo 3º, párrafo segundo señala: “los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas”. Y en su párrafo tercero señala que los Estados Partes convienen en asegurar "que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión adecuada.” 17, 18 Así mismo dicha Convención, establece en su artículo 19 que: “Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.” 17, 18 México al haber ratificado la Convención, el 26 de enero de 1990 en la ciudad de Nueva York, se convierte en estado parte, adquiriendo con ello la obligación de adoptar las medidas necesarias que garanticen el bienestar de la infancia. No obstante, los acuerdos internacionales no son suficientes, si no se cuenta con una política de Estado clara y contundente, que asuma y dé seguimiento a los compromisos adquiridos. 19 En México, la ley para la protección de los Derechos de niñas, niños y adolescentes en su artículo 12 inciso b establece: “protegerlos contra toda forma de maltrato, perjuicio, daño, agresión, abuso, y explotación…”, sin embargo los usos y costumbres de nuestra sociedad y en general la tolerancia institucional a la reprimenda “justificada” por motivos culturales, religiosos o familiares generan una interpretación del castigo a la niñez como fuente de “aprendizaje”, lo cual no sólo violenta el artículo 19 de la Convención de los Derechos del Niño, sino que nutre un círculo vicioso de abuso y explotación.19 Cifras del DIF Nacional, destacan que para el 70% de los adultos mexicanos, los golpes, gritos y diversas variantes del maltrato físico y psicológico son parte necesaria de la educación infantil. Las agresiones contra los infantes son un recurso de los padres, que por diversos factores de nuestras estructuras culturales, creen que es la mejor forma de educar a sus hijos, en especial con golpes, porque quizás ellos fueron tratados así.20 Según el Hospital Nacional Urbano de Investigación de niños, los niños con discapacidades son encontrados con un mayor riesgo de convertirse en víctimas de abuso y abandono que niños sin discapacidades. El estudio mostró que los niños con discapacidades son 1.8 veces más posibles de abandono que los niños sin discapacidades, 1.6 veces más probable abusados físicamente, y 2.2 veces más probable abusados sexualmente que los niños sin discapacidades. El estudio por Westat Inc. determinó que, globalmente, la incidencia estimada de maltrato entre niños con discapacidades fue 1.7 veces mayor que la incidencia estimada en niños sin discapacidades. 21 Desde la perspectiva jurídica, el maltrato se halla incluido en el concepto más amplio de violencia; comprende las manifestaciones de esa naturaleza que acompañan al hombre desde su origen y que incluye varios aspectos que se dan en el seno de las familias y que se conocen bajo la denominación de “violencia familiar”.9 Por otra parte, el marco legal mexicano establece el concepto de maltrato infantil a partir de las siguientes definiciones como son: 1. Toda forma de violencia, perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, mientras que el niño se encuentra bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. (Convención de Derechos de los Niños aprobada por la Asamblea General de la ONU. el 20 de noviembre de 1989) 2. Acción, omisión o trato negligente, no accidental, que prive al niño de sus derechos y su bienestar, que amenacen y/o interfieran su ordenado desarrollo físico, psíquico y/o social, cuyos autores pueden ser personas, instituciones o la propia sociedad. 3. Al cónyuge, concubina o concubinario, o el que tenga relación de pareja, pariente consanguíneo en línea recta ascendente o descendente sin limitación de grado, al pariente colateral consanguíneo o afín hasta el cuarto grado, al tutor, al curador, al adoptante o adoptado que: I. Haga uso de medios físicos o psicoemocionales contra la integridad de un miembro de la familia, independientemente de que se produzcan lesiones; o II. Omita evitar el uso de los medios a que se refiere la fracción anterior. Asimismo, al agente se le sujetará a tratamiento psicológico especializado, que en ningún caso excederá del tiempo impuesto en la pena de prisión, independientemente de las sanciones que correspondan por las lesiones inferidas o por cualquier otro delito que resulte. La educación o formación del menor no será en ningún caso considerada justificación para forma alguna de maltrato. Este delito se perseguirá por querella, salvo que la víctima sea menor de edad o incapaz. (Código Penal del Distrito Federal. Título octavo Delitos contra la integridad familiar. Capítulo único. Violencia familiar artículo 200) • En su artículo 201 dice también: Se equipara a la violencia familiar y se sancionará con las mismas penas y medidas de seguridad, al que realice cualquiera de los actos señalados en el artículo anterior en contra de la persona que esté sujeta a su custodia, guarda, protección, educación, instrucción o cuidado. • Y en su artículo 202 menciona: En todos los casos previstos en este Título, el Ministerio Público apercibirá al inculpado para que se abstenga de cualquier conducta que pudiera resultar ofensiva para la víctima y solicitará a la autoridad administrativa o judicial según sea el caso, la aplicación de las medidas o sanciones necesarias para salvaguardar la integridad física o psíquica de la misma, que no podrá exceder de veinticuatro horas, en los términos de la legislación respectiva, y el Juez resolverá sin dilatación.10, 22 La Declaración de los Malos Tratos a Infantes en México (1991): Considera al maltrato infantil como una enfermedad social, presente en todos los sectores y clasessociales, producida por factores multicausales, interactuantes y de diversas intensidades y tiempos. Esta situación afecta el desarrollo armónico, íntegro y adecuado de un menor, comprometiendo su educación, su desempeño escolar, su socialización, y su conformación personal y profesional.16 Dicha declaración divide el fenómeno en las siguientes categorías: Maltrato físico y emocional, maltrato emocional, abuso sexual, prostitución infantil, niños de la calle, niños institucionalizados, explotación laboral y niños víctimas de guerras.16 Sin embargo, no existe una definición de maltrato a menores, aceptada unánimemente por la comunidad científica. Esto lleva a que gran parte de los investigadores formulen para sus estudios sus propias definiciones, en muchos casos muy distantes unas de otras. Esta disparidad en las definiciones complica enormemente la comparación de los resultados de las investigaciones. Los investigadores encuentran dificultades especialmente al momento de ponerse de acuerdo en cuanto al límite de edad de la víctima y del agresor, así como el tipo de relaciones que deben considerarse inapropiadas o abusivas. 23 Podemos afirmar que existe clara evidencia de que determinadas características individuales, personales y sociales incrementan en los menores el riesgo de maltrato infantil. Todos los profesionales que trabajan con la infancia, (educadores, asistentes sociales, profesionales de salud mental, policías, abogados, jueces, fiscales, etc.) y muy especialmente los Pediatras, son importantes piezas a tener en cuenta en la detección y prevención de este problema de salud pública. La mejora del sentido de competencia, de los conocimientos y de las habilidades de estos profesionales, debe ser un objetivo prioritario en la prevención del maltrato infantil. 20 La Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10 de la Organización Mundial de la Salud define una categoría específica para el maltrato infantil, así como también ha incorporado referencias al problema tanto en el Eje Sindromático como en el Eje Psicosocial, las cuales se mencionan a continuación: T74 Síndromes de maltrato T74.0 Abandono T74.1 Abuso físico Maltrato: Síndrome del bebé o niño NOS Síndrome del esposo NOS T74.2 Abuso sexual T74.3 Abuso psicológico T74.8 Otro síndromes de maltrato Combinación de las formas T74.9 Síndrome de maltrato no especificado Efecto de: Abuso de adultos NOS Abuso del niño NOS 16 a) Trastornos de la Infancia, "Trastornos Mentales y del Comportamiento" (código F94): específicamente en "Trastornos del comportamiento social de comienzo habitual en la infancia y la adolescencia". En esta categoría se hace mención a signos y síntomas que pueden asociarse a un menor víctima de maltrato. b) Trastornos para el período de lactancia y primera infancia (código F94.1): "Trastornos de Vinculación Reactiva de la Infancia", en éste se describe un síndrome de anomalías persistentes en las formas de relación social del niño acompañadas de alteraciones emocionales que son reactivas a cambios en las circunstancias ambientales, probablemente como consecuencia directa de una carencia de parientes, abusos o malos tratos graves". Puede acompañarse, según el código R62, de un retraso del desarrollo somático con inhibición del crecimiento. La existencia de esta forma de comportamiento es algo claramente reconocido y aceptado, pero hay incertidumbre sobre las pautas diagnósticas a aplicar, sobre los límites del síndrome y si se trata de una entidad nosológica válida; no obstante se incluye por su importancia para la salud pública. c) "Otros trastornos de las emociones y del comportamiento" (código F98), "Trastorno de la Conducta Alimentaria" en esta tipo se hace mención a la desnutrición considerando implícitamente que es producto de negligencia de los adultos responsables de la alimentación de un menor. d) Causas externas de Morbilidad y Mortalidad: presente en el capítulo XX de dicho manual diagnóstico en donde contiene una lista de procesos que se asocian con frecuencia a trastornos psiquiátricos. En esta tipo se menciona la agresión sexual, la negligencia y abandono y otros síndromes de maltrato como patología. e) Factores ambientales y circunstanciales que influyen en el estado de salud y en el contacto con los servicios de salud: en este tipo se describe en las categorías de "Problemas relacionados con hechos negativos en la niñez" y en "Otros problemas relacionados con la crianza del niño", tipificaciones relacionadas con el abuso sexual, abuso físico, abandono emocional y negligencia en la crianza. 16, 24 Existen diferentes enfoques teóricos tratando de explicar el fenómeno del maltrato, el más completo y aproximado es el enunciado por Jay BelsKy, en 1988, donde propone un modelo ecosistémico integrado por: el ecosistema, conformado por los aspectos relacionados con la esfera del trabajo y las relaciones sociales establecidas entre los integrantes de la familia con su medio, como por ejemplo: desempleo, falta de recursos económicos, pérdida de roles, etc. El microsistema, que trata las características individuales de cada uno de los integrantes del grupo que convive y las vivencias interactivas entre ellos, como desadaptación paterno-filial, medidas de disciplina coercitivas, hijos no deseados, etc. El macrosistema, integrado por las variables socioeconómicas, estructurales y socioculturales que imprimen el funcionamiento social, como crisis económica, descenso en el status social, etc. El desarrollo ontogénico, que valora la influencia de la calidad de crianza de los progenitores, tutores o guardas y la transmisión de estas modalidades en la relación con el niño, como historia de malos tratos, desatención severa, pobre autoestima, rechazo emocional y afectivo, desarmonía y ruptura familiar, psicopatías, etc.9 Con base a la Norma Oficial Mexicana sobre violencia familiar, las formas del maltrato comprenden: 1.- Abandono, al acto de desamparo injustificado, hacia uno o varios miembros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de las disposiciones legales y que ponen en peligro la salud; y son indicadores de éste los signos y síntomas, físicos o psicológicos, debidos al incumplimiento de obligaciones entre quien lo sufre y quien está obligado a su cuidado y protección, que pueden manifestarse como: desnutrición, falta de aseo, ropas en mal estado, o cuidados rutinarios, en la atención emocional y el desarrollo psicológico o por necesidades médicas atendidas tardíamente o no atendidas.9,14 2.- Maltrato físico, al acto de agresión que causa daño físico. Sus indicadores son signos y síntomas como: retraso pondoestatural, lesiones múltiples en distintas partes del cuerpo (excoriaciones, equimosis, hematomas, etc.) especialmente en rostro, dorso y genitales externos, y en diversos periodos evolutivos; lesiones con impronta del objeto causante; marcas de lazos en muñecas y tobillos; quemaduras por cigarrillo, agua caliente, planchas o estufas; lesiones craneoencefálicas; hemorragias retinianas; áreas de alopecia y/o hematomas en cuero cabelludo; pérdida de piezas dentarias sin explicación satisfactoria; lesiones de órganos intrabdominales; fracturas diafisiarias y metafisiarias de huesos largos, fracturas costales; congruentes o incongruentes con la génesis de los mismos, recientes o antiguos, con o sin evidencia clínica o mediante auxiliares diagnósticos, en ausencia de patologías condicionantes. 9,14 El maltrato físico debe sospecharse cuando las lesiones no coinciden con el relato de los padres en lo que se relaciona con el mecanismo de producción y cuando hay retardo en la consulta médica, lesiones por contusión en zonas que difícilmente puedan afectarse en forma accidental, lesiones en partes blandas y óseas en diversoestadio evolutivo, frecuentemente sobreinfectadas. 9, 14 3.- Maltrato psicológico, la acción u omisión que provoca, -en quien lo recibe-, alteraciones psicológicas o trastornos psiquiátricos. La magnitud del daño y su efecto sobre la estructuración de la personalidad, dependerán de la época de la vida en que se verifican. Son indicadores los síntomas y signos, que muestran alteraciones a nivel del área psicológica como -autoestima baja, sentimientos de miedo, de ira, de vulnerabilidad, de tristeza, de humillación, de desesperación, entre otros- o de trastornos psiquiátricos como del estado de ánimo, de ansiedad, por estrés postraumático, de personalidad; abuso o dependencia a sustancias; ideación o intento suicida, autoagresión; cuadros psicóticos; trastornos del desarrollo (habla, aprendizaje, bajo coeficiente intelectual); trastornos psicosomáticos y funcionales; trastornos de conducta; o trastornos neuróticos. 9, 14 4.- Maltrato sexual, a la acción u omisión mediante la cual se induce o se impone a un niño menor de 18 años por parte de un adulto o de otro menor de edad, la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales se tiene incapacidad para consentir. Siendo indicadores síntomas y signos físicos como: lesiones o infecciones genitales, anales, del tracto urinario u orales, embarazo; o psicológicos como: baja autoestima, ideas y actos autodestructivos, trastornos sexuales, del estado de ánimo, de ansiedad, de la conducta alimentaria, por estrés postraumático; abuso o dependencia a sustancias; alteraciones en el funcionamiento social e incapacidad para ejercer la autonomía reproductiva y sexual; trastornos del apetito, regresiones tales como enuresis o encopresis y trastornos del sueño. 9, 14 El diagnóstico puede ser de sospecha, de probabilidad o de convicción y debe estar basado no solamente en la información que dicho profesional ha recabado en una primera entrevista con el paciente y sus familiares. Se debe establecer después de que el Pediatra, el Psicólogo y el Psiquiatra, el trabajador social y el personal del departamento jurídico, que como parte de un grupo multidisciplinario, lo realizan en forma conjunta y basados en el análisis completo de cada paciente. 25 En cuanto al seguimiento de este tipo de casos, la Norma Oficial Mexicana para la violencia familiar refiere que, todas las instituciones, dependencias y organizaciones del Sistema Nacional de Salud que presten servicios de salud deberán otorgar atención médica a las o los usuarios involucrados en situación de violencia familiar, los cuales pueden ser identificados desde el punto de vista médico, como la o el usuario afectado; el que pudo haber realizado el maltrato, y el involucrado indirectamente en este tipo de situaciones, ya que todos éstos en algún momento pueden requerir la prestación de los servicios de salud. E incluye la promoción, protección y restauración de la salud física y mental a través del tratamiento, rehabilitación o referencia a instancias especializadas, información de medidas médicas alternativas si el caso lo requiere y, cuando sea solicitado y las condiciones lo permitan, la promoción y restauración de la salud de los probables agresores. 14 Las instituciones públicas y privadas que otorguen atención médica a las o los usuarios involucrados en situación de violencia familiar, deberán dar aviso al Ministerio Público con un formato establecido. 14 Para dar aviso al Ministerio Público: se debe llevar a cabo mediante el formato establecido, en los casos donde las lesiones u otros signos sean presumiblemente vinculados a la violencia familiar y, en su caso, solicitar su intervención ante la incapacidad médica o legal de la o el usuario o la existencia de riesgo en su traslado, para que acuda un médico legista a la unidad de salud y la o el usuario afectado por violencia familiar, reciba servicios jurídicos, médico-legales y de asistencia social. 14 El médico tratante podrá informar y orientar a la o el usuario afectado por violencia familiar o, en su caso, a su acompañante, sobre la posibilidad que tiene de denunciar ante la Agencia del Ministerio Público correspondiente, con la finalidad de ejercitar la acción legal que corresponda. 14 En aquellos casos en donde no prevalezca una urgencia médica, una vez que la o el usuario involucrado en situación de violencia familiar haya recibido los primeros auxilios médicos y sea su voluntad, será canalizado a la Agencia del Ministerio Público o a la Agencia Especializada correspondiente en caso de que se presuma violación, abuso sexual, estupro, hostigamiento sexual o sus equivalentes, debiendo ser acompañado, en su caso, por personal del servicio de trabajo social, siempre y cuando el traslado no implique riesgo para la integridad de la usuaria o el usuario. 14 En los casos en que se valore que existe una urgencia médica que ponga en peligro la vida, el órgano o la función, por lesión directa del área genital, la exploración clínica o armada de la misma, podrá realizarla el médico de primer contacto, en caso de no contar con médico especialista, en presencia de un familiar o su representante legal y un testigo no familiar, que puede ser personal médico, previa sensibilización de la o el usuario, respetando los sentimientos y la confidencialidad del caso. Al mismo tiempo o después de proporcionar los primeros auxilios, se deberá dar aviso al Ministerio Público para que se haga llegar del apoyo pericial que corresponda. La condición de urgencia y los hallazgos deberán quedar debidamente registrados en el expediente clínico. 14 Las instituciones del sector público, social y privado que otorguen atención médica, deberán registrar e informar a la Secretaría de Salud de las o los usuarios afectados por violencia familiar, conforme a lo que se establece en las disposiciones aplicables y los manuales que al efecto emita la Secretaría de Salud. 14 La omisión del médico, de la obligación de comunicar los casos confirmados o de sospecha a la autoridad correspondiente, también influye en el desconocimiento del volumen del problema. Por lo que la literatura extranjera menciona como probables factores que influyen en el conocimiento real del maltrato los siguientes: 1) No se diagnostican: • No siempre es fácil su diagnóstico, muchos no llegan siquiera a sospecharse. • La ausencia de una definición que permita reconocerlos sin grandes dificultades. • Dificultad de diferenciar muchos casos de lesiones producidas de forma accidental. • La formación profesional, -pre-postgrado-, sobre el maltrato es escasa o nula e impide identificar las lesiones • Criterios personales del propio facultativo: pueden formar parte de costumbres sociales, culturales o religiosas; considerar el castigo físico como medida de disciplina y no como maltrato; todos los accidentes de la infancia son evitables, y por lo tanto serían malos tratos. 2) Se diagnostican; pero no se da parte: • Las lesiones son consideradas poco importantes o no se sabe con seguridad, aunque se sospeche, como se han producido (miedo a equivocarse). • Miedo al pensar que el emitir un parte de lesiones equivale a poner una denuncia, y preocupaciones personales del médico: legales y comodidad (posibilidad de tener que declarar, traslado al juzgado), económicas (pérdida de horas de trabajo/clientes), miedo (reacción de los padres), experiencias anteriores en que se comunicó a las Autoridades y el niño fue entregado a los padres sin el tratamiento social pertinente. • Muchos médicos que al comunicar la sospecha de existencia de un maltrato piensan que el niño sale más perjudicado que beneficiado, porque el agresor ve en el niño el motivo de que se le investigue ó interrogue y actuará posteriormente con más violencia; más valen unos malos padres que una buena Institución.10El síndrome del niño maltratado es una emergencia pediátrica y social a la que se ven enfrentadas las salas de guardia de los hospitales. Los padres ocultan con frecuencia las verdaderas causas de la sintomatología. Tienen, por una parte, una excesiva exigencia y una gran expectativa por las realizaciones del hijo a una edad precoz y, por otra, un desconocimiento de las necesidades del niño y de su desamparo. Es decir, una falta de percepción real del niño. A ello se agrega la falta de una figura externa de autoridad que modere los excesos de los padres sobre sus hijos. La mayoría de los progenitores recibieron la misma crianza que dan ahora a sus hijos. 20 Las características patológicas son razonablemente bien definidas y pueden generalmente ser divididas en casos de trauma repetitivo, episodio único de trauma, e inanición u otro abandono severo. El abuso sexual como componente de maltrato infantil puede adquirir estos patrones. El episodio de trauma tiende a ocurrir en familias en las cuales la madre, a menudo emocionalmente y físicamente exhausta de un nuevo nacimiento, torna fuera su frustración golpeando un niño más grande quien molesta para llamar su atención. 26 Elena Azaola, aporta valiosa información sobre la violencia hacia las y los menores de edad, en la que cuando la madre o alguna figura femenina es la que ejerce la violencia, ella misma sufre de maltrato por parte de su pareja, o de algún miembro de la familia. 10 Estudios del Instituto Nacional de Pediatría cuestionan la afirmación de que la madre es la mayor agresora, pues al atender a niños y niñas maltratados(as), encuentran que viven en hogares casi siempre, con padre ausente, lo que no exculpa a la madre, pero explica que en esta relación de poder ella resulta ser la que maltrata. 27 Hay a menudo un retraso en llevar al niño al hospital, con una explicación por los padres que ellos no le realizaron esas heridas. Hay usualmente una discrepancia entre la historia dada por los padres y los hallazgos clínicos. La explicación acerca del trauma reciente ocurrido es vaga, inconsistente o contradictoria con las lesiones. 28 En la forma típica, el niño se presenta con múltiples contusiones y excoriaciones, de diferente antigüedad. Algunas de las lesiones pueden ser figuradas, es decir, verse la impronta del objeto con el que se realizan los traumatismos.29 Las lesiones en piel son las más comunes y uno de los signos reconocibles de abuso en niños. Más de un 90% de las víctimas de abuso físico presenta lesiones en piel. Sólo un 8% de estas lesiones son patognomónicas por su forma (impresiones reconocibles). En otros casos, los médicos pueden en las otras características de las lesiones y en otros elementos identificar abuso físico. 30 Las radiografías, con frecuencia demuestran fracturas costales o de las extremidades, a menudo de distinta antigüedad. Cualquier fractura costal en un niño de dos años o menos se considera como prueba de abuso infantil, a menos que haya una historia de trauma grave, como un accidente de circulación. Las fracturas costales son producidas bien por un golpe directo como una patada, o debido a un apretón fuerte. En este último caso, las fracturas están localizadas, típicamente, en la parte posterior de la parrilla costal. La resucitación cardiopulmonar no origina fracturas costales en niños de corta edad. La explicación de las lesiones fatales dada por los padres es, con frecuencia absurda, por ejemplo, “se cayó de la cama; resbaló de mis brazos, lo estaba lanzando al aire no logré cogerlo”. Habitualmente, hay un retraso entre el momento en que se han producido las lesiones y el momento en que el niño es llevado a urgencias. En el primer año de vida, la mayoría de estos niños sufren lesiones en la cabeza: hemorragia subaracnoidea y/o subdural, con o sin fracturas craneales. En niños con lesión abdominal, aproximadamente 43% de los casos, no hay signos de lesión externa. Aproximadamente 80% tiene laceraciones hepáticas. El hígado puede ser seccionado como consecuencia de un puñetazo o una patada en el abdomen. Incluidos en la categoría de niño golpeado están los niños que sufren malnutrición grave debido a la negligencia de sus padres o cuidadores.29 Cuando los niños con lesión en cabeza son evaluados, generalmente se aceptan las características certeras de la historia, por tanto una historia cambiante, una historia de trauma de bajo impacto, o una historia de no trauma, sugieren abuso. Sin embargo, la sensibilidad y especificidad de estos factores históricos para identificación de abuso son desconocidas. Estudios previos de trauma de cabeza por abuso, utilizan características de la historia como criterios diagnósticos para definir cuáles casos son abuso. 31 El síndrome del bebé sacudido es un caso serio de maltrato al niño que involucra más a menudo a los niños más pequeños de 2 años, pero que también puede verse en los niños de 5 años. Las posibles dificultades dadas identificando a un infante inicialmente como sacudido abusivamente y la variabilidad del síndrome, debe hacer que los médicos sean sumamente vigilantes al tratar con cualquier trauma del cerebro en los infantes y estén familiarizados con los resultados radiológicos y clínicos que apoyen el diagnóstico de síndrome del bebé agitado. El cual es claramente definible como condición médica. 32 La explotación y el abuso contra los niños y niñas, es un problema que se incrementa en forma alarmante y que necesita de medidas continuas de prevención y protección efectiva a escala local, nacional e internacional.17 Las definiciones médicas tradicionales de abuso físico están comenzando a cambiar por la intervención de la legislación social, decisiones del tribunal, y políticas administrativas. Este desacuerdo puede ser un problema para los Médicos Pediatras en decidir cuándo reportar lesiones como el abuso del niño. Esto se dirige a los casos en los que el Médico Pediatra sabe o sospecha que las lesiones superficiales son inflingidas y no accidentales. 17 Planteamiento del Problema El maltrato infantil es un problema que está escondido, que en muchas ocasiones se pasa por alto o se niega su existencia por razones sociales y culturales ya que a menudo amenaza intereses históricamente culturales, políticos, religiosos y económicos, de ahí la complejidad de la intervención, y la dificultad e importancia de la actuación coordinada que lleven a cabo las distintas instituciones implicadas y los profesionales que desarrollan su actividad en las mismas. Con base a esto, no existe en la literatura mexicana, estudios donde se determinen las causas por las cuales no se registran los casos de maltrato infantil y por lo tanto la notificación por parte de los prestadores de servicios de salud, es decir, médicos de instituciones públicas, privadas o sociales. De aquí la relevancia de identificar cuáles son las causas por las que a pesar de que se dé la atención a menores con maltrato infantil, éstos no se diagnostiquen adecuadamente, no se reporten, o ambas; y por consiguiente se presente un subregistro de dichos casos. Es por ello que se hace la siguiente pregunta para el presente estudio: ¿Qué condiciones o factores están relacionados con la notificación de maltrato infantil, por parte de los Médicos y personal del área de Salud Mental, en un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal? Objetivos Objetivo General: Identificar las principales condiciones o factores que se relacionan con la notificación de maltrato infantil por parte de los Médicos operativos y Personal del área de Salud Mental, de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Objetivos Específicos: 1.- Evaluar el grado de conocimientos de los Médicos operativos y del personal del área de SaludMental de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, para identificar las lesiones compatibles con maltrato infantil 2.- Evaluar el grado de conocimientos de los Médicos operativos y del personal del área de Salud Mental de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, acerca de los procedimientos para notificar casos sospechosos de maltrato infantil 3.- Evaluar el grado de conocimientos de los Médicos operativos y personal del área de salud mental en un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, acerca de la Norma Oficial Mexicana NOM-190- SSA1-1999 4.- Evaluar condiciones personales, culturales, laborales y profesionales que influyen sobre el reconocimiento y la notificación del maltrato infantil, en los Médicos operativos y personal del área de salud mental de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Justificación No se conoce la frecuencia exacta del síndrome de Niño maltratado (SNM) en nuestro país, ya que la mayoría de los casos no se informan a las autoridades correspondientes, ya que no se establece el diagnóstico adecuadamente o bien porque se oculta. Actualmente se acepta que en el mundo el 10 % de cualquier comunidad pediátrica puede ser víctima de una agresión intencional diversa y de ella, sólo 1 % es diagnosticada o tratada adecuadamente. Con base en esta realidad la Organización Mundial de la Salud ha considerado este fenómeno como un problema en salud pública mundial.33 Tomando en cuenta esto, sabemos que México cuenta con 40 799 002 menores de 18 años, por lo que de ellos tendríamos que 4 079 900 son víctimas de maltrato infantil, de los cuales sólo se diagnostican o tratan adecuadamente 407 990, cifras que reflejan de forma importante la magnitud del problema. Hijar-Medina y col. presentaron un estudio basado en niños hasta de cuatro años de edad en un período de 12 años. Resaltando en el mismo la inadecuada información registrada de los casos, por deficiencia en la codificación de los eventos. Sin embargo, es factible precisar que un menor de cinco años de edad es asesinado cada dos días en México; que la tercera parte de niños asesinados lo fueron antes de que cumplieran un mes de edad; que los varones fueron más agredidos que las niñas; que la estrangulación y la asfixia fueron más frecuentemente observados en menores de un año. 34 Por lo que se refiere a la incidencia, cabe resaltar que debido a la ausencia de un sistema nacional de registro que recabe toda la información sobre el problema del maltrato al menor, no hay información y datos exactos y globales sobre el fenómeno, esto resulta extraño si consideramos que contamos con instituciones que han desarrollado un programa de estadísticas a nivel nacional perfectamente organizado como son el INEGI, el Programa DIF-Preman y el Sistema Nacional de Información Básica en Materia de Asistencia Social contemplado en la Ley de Salud. Los datos existentes no aluden a las verdaderas dimensiones del problema, ya que muchas de las víctimas no denuncian ante la autoridad y las Organizaciones Nacionales Gubernamentales que prestan atención a menores maltratados no están obligadas por la ley a dar conocimiento de los casos que reciben a algún organismo público para su registro estadístico. Sin embargo, las cifras con que se cuenta actualmente permiten ver que es un problema grave en el que se debe trabajar todavía muy intensamente por el bien de nuestros niños y de nuestra sociedad. El SNM es prácticamente un problema en salud pública en muchas partes del mundo, en México se debe trabajar intensamente para sensibilizar al personal de salud sobre su existencia, así como desarrollar diversos programas que permitan la atención integral de cada caso y lo más importante, la prevención de estos fenómenos en nuestra niñez. Ya que cuando no se notifica a la autoridad competente la atención médica que se le ha brindado a un menor con lesiones, ante dicha negligencia, se expone al niño a que siga siendo maltratado y paradójicamente a los médicos e institución hospitalaria a una demanda por parte de los familiares. Dichos aspectos deben ser entendidos y manejados con prontitud y atingencia por el personal que está en contacto directo con el paciente y su familia. De no ser así, las posibilidades de tratar correctamente esta patología pediátrica disminuyen considerablemente en detrimento de todos los protagonistas; víctimas, victimarios, familiares y profesionales que los atienden. Esta investigación quiere sensibilizar, con base en sus resultados, el reconocimiento, por parte de los Pediatras institucionales y en formación, de la importancia y relevancia que tiene el maltrato infantil como problema de salud, que puede compararse en magnitud con otros trastornos importantes para la Salud Pública, y contribuir a través del conocimiento y la concientización, a establecer que se trata de un problema frecuente y cuyas consecuencias no solo pueden ser mortales, sino también pueden ocasionar secuelas físicas y psicológicas a los menores, que facilitan la reproducción del ciclo. El cual puede ser roto por el Pediatra y cualquier otro personal de salud, llevando a cabo un adecuado diagnóstico, registro y notificación de los casos. Las limitaciones relativas al subregistro tienen que ver, entre otros, con la ausencia de registros fiables, de estudios de investigación y de instrumentos de detección que permitan conocer la magnitud del problema al que nos enfrentamos. Este es uno de esos casos en los que los profesionales señalamos que los casos que vemos son una mínima parte de los existentes. Necesitamos datos reales sobre los que se puedan basar las políticas de prevención y promoción de la salud en la infancia. Dado que el diseño de esta investigación es de tipo descriptivo observacional y no se requieren de grandes insumos o financiamientos las posibilidades de llevar a cabo la realización y término del proyecto es muy alta. Por lo cual, se puede cumplir con la factibilidad de la justificación en este protocolo. Material y métodos Se realizó una investigación educativa, con un diseño: observacional, descriptivo, prospectivo, transversal, tipo encuesta aplicando censo de Personal Médico y del Área de Salud Mental adscritos al Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, durante el mes de agosto del 2006. Los criterios de inclusión fueron: Médicos adscritos y Personal del Área de Salud Mental en el área operativa del Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, durante el período del 1º al 31 de agosto de 2006, y que desearan participar. Los criterios de Exclusión: Médicos adscritos y Personal del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito Federal que no se encontraran adscritos al área operativa durante el período del 1º al 31 de agosto de 2006 y/o que no desearan participar. Los criterios de Eliminación: Médicos o personal del Área de Salud Mental que contestaran el cuestionario de forma completa o incompleta, que se hubiera corroborado no fueran Médicos operativos o personal del Área de Salud Mental adscritos al Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. Las variables de estudio que se tomaron en cuenta fueron: conocimientos de la NOM de violencia familiar, conocimientos de diagnóstico de maltrato infantil, conocimientos de procedimientos de notificación, grado de estudios, antigüedad laboral, turno de trabajo, horario de trabajo, otras dependencias donde laboran, sexo, edad, estado civil, tipo de religión, antecedente de evento violento en el ámbito familiar y maltrato infantil a sus hijos. VARIABLE (índice / indicador) TIPO DEFINICIÓNOPERACIONAL ESCALA DE MEDICIÓN CALIFICACIÓN ANÁLISIS / CONTROL Conocimientos de la NOM de violencia familiar Cualitativa ordinal Conocimiento de la NOM de violencia familiar 0 Mala 1 Regular 2 Bien 3 Muy bien Malo Regular Bien Muy bien Descriptivo Conocimientos de diagnóstico de maltrato infantil Cualitativa ordinal Conocimiento del procedimiento de diagnóstico ≥ 1 Sabe 0 No sabe Sabe No sabe Descriptivo Conocimientos del procedimiento de notificación Cualitativa ordinal Conocimiento de los procedimientos de notificación 0 - 1 Mala 2 - 4 Regular ≥ 5 Bien Malo Regular Bien Descriptivo Razones por las que no se han notificado casos de maltrato infantil Cualitativa nominal Conocer cuáles son las razonas por las que no se notifica el maltrato infantil No me corresponde Falta de conocimientos No siguió en consulta Falta de pruebas No me corresponde Falta de conocimientos No siguió en consulta Falta de pruebas Descriptivo Grado de estudios Cualitativa ordinal Nivel académico que poseen los Médicos Pediatras Licenciatura Especialidad Subespecialidad Maestría Doctorado Licenciatura Especialidad Subespecialidad Maestría Doctorado Descriptivo Antigüedad laboral como Médico General Cuantitativa continua Tiempo que lleva laborando como Médico General Años y meses cumplidos Años numéricos Descriptivo Antigüedad laboral como Médico Pediatra Cuantitativa continua Tiempo que lleva laborando como Pediatra Años y meses cumplidos Años numéricos Descriptivo Antigüedad laboral como personal en el área de Salud Mental Cuantitativa continua Tiempo que lleva laborando como personal en el Área de Salud Mental Años y meses cumplidos Años numéricos Descriptivo Turno de trabajo Cualitativa nominal Turno en el que labora en el hospital Matutino Vespertino Nocturno Mixto Matutino Vespertino Nocturno Mixto Descriptivo Horario de trabajo Cuantitativa continua Cuántas horas al día labora en el Hospital 6 horas 8 horas 12 horas 6 horas 8 horas 12 horas Descriptivo Dependencias donde labora Cualitativa nominal Instituciones públicas, privadas o de otro tipo donde labore SSA ISSSTE IMSS Privado Otro SSA ISSSTE IMSS Privado Otro Descriptivo Sexo Cualitativa nominal Características fenotípicas y genotípicas de los individuos Masculino Femenino Masculino Femenino Descriptivo Edad Cuantitativa continua Tiempo transcurrido entre el nacimiento y el momento actual Años cumplidos Años cumplidos Descriptivo Estado civil Cualitativa nominal Condición de cada individuo en relación con los derechos y obligaciones civiles de la vida en pareja Soltero Casado Unión libre Divorciado Viudo Soltero Casado Unión libre Divorciado Viudo Descriptivo Tipo de religión Cualitativa nominal Creencia religiosa que practique Católica Evangelista Cristiana Testigo de Jehová Otra Católica Evangelista Cristiana Testigo de Jehová Otra Descriptivo Antecedente de evento de violencia familiar Cualitativa nominal Conocer si sufrió de violencia en el ámbito familiar Si No Si No Descriptivo Maltrato infantil a sus hijos Cualitativa nominal Conocer si ha ejercido maltrato infantil a sus hijos Si No Si No Descriptivo Debido a dificultades operacionales, se aplicó la encuesta al Personal Médico y del Área de Salud Mental en estudio, en entrevista (cara a cara), dentro del período de estudio. Posteriormente se elaboró la base de datos en el programa Excel y se realizó un análisis estadístico con el paquete de cómputo EpInfo 6.0.4d de tipo descriptivo, obteniendo: media (tendencia central), desviación estándar y rango (dispersión) y porcentaje (resumen); presentando los resultados en cuadros y figuras (gráficos de doble entrada). De acuerdo a los aspectos bioéticos, se consideró como una investigación sin riesgo y fue una encuesta anónima. Resultados y análisis Durante el mes de agosto de 2006 se aplicó el cuestionario a un total de 44 Médicos y Personal del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito Federal (81.48% del total de 54 Médicos y Personal del Área de Salud Mental). El 18.52% del Personal Médico no fue encuestado, debido a estar disfrutando de su periodo vacacional o estar de licencia médica por encontrarse en algún curso, siendo éstos parte de los criterios establecidos como de exclusión. Con relación al sexo de la población de estudio, se obtuvo que el 50% correspondió a hombres y el 50% a mujeres. En cuanto a la edad se observó una media de 45 con una desviación estándar de 6.6, siendo la mínima 27 años y la máxima 59 años. El grupo de edad más frecuente fue el de 41 a 50 años con 29 casos (65.9%) de los cuales 17 (77%) eran del sexo masculino y 12 (54%) del sexo femenino, y el grupo menos representado fue el de 25 a 30 años con una frecuencia de 2 casos que equivale a 9% y que corresponden al sexo femenino. (figura 1) 1 Fig. 1 Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según grupo de edad y sexo 3=14% 12=54% 5=23% 2=9% 3=14% 17=77% 2=9% 0 41 - 50 años 31 - 40 años ≤ 30 años ≥ 51 años ♀ ♂ Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 2 En cuanto al estado civil el mayor porcentaje se presentó en los casados con 73% para los hombres y 59% para las mujeres. El grupo de edad más representado fue el de 41 a 50 años con 59% para los hombres y 27% para las mujeres. El menor porcentaje correspondió a las viudas con 5%, representado por un caso del sexo femenino. La religión católica alcanzó el mayor porcentaje en ambos sexos con 86%, siendo el grupo de edad más frecuente el de 41 a 50 años. En cuanto al grado de escolaridad del personal del Hospital el mayor porcentaje para el sexo femenino corresponde a licenciatura con 45.4% representado por 10 casos de los cuales 18% pertenecen al grupo de 41 a 50 años de edad y en el caso del sexo masculino el mayor porcentaje que se presentó fue para la especialidad (45.4%). Con relación a la antigüedad laboral del personal del hospital la máxima fue de 35 años y la mínima de 1 año 5 meses con una media de 17.962 y una desviación estándar de 7.226. Así mismo, se observó que el mayor porcentaje para el sexo femenino fue para el rango de 18.1 a 25 años con 36.4% y para el sexo masculino fue el mismo rango con 45.4% siendo el grupo de edad en el que se presentó el de 41 a 50 años; el menor porcentaje para el sexo femenino fue para el personal con más de 25 años laborando y corresponde a 14% y para el sexo masculino es el que tiene menos o igual a 10 años laborando y corresponde a 5%. El turno laboral el mayor porcentaje, tanto del sexo femenino como del masculino corresponde al turno matutino, con 54.5%. El horario de labores más frecuente fue el de 8 horas con 59.1% tanto para el sexo femenino 3 como para el masculino; y el menos frecuente fue el de 6 horas con 18% para las mujeres y 14% para los hombres. Otras dependencias donde labora el personal de salud del Hospital es en forma privada con 45.5% para ambos sexos respectivamente, seguido por 27% del sexo femenino y 23% del sexo masculino en donde no laboran en ningún otro lugar y en menor proporción se presentó la opción de en otro lugar con 5% para ambos sexos respectivamente, las cuales no corresponden ni a IMSS, ni ISSSTE ni a la Secretaría de Salud y asistencia. Condiciones relacionadas con la notificación En cuanto a los conocimientos de la NOM de violencia familiar la calificación generalmuy bien obtuvo 27%, siendo la más frecuente bien con 32%. La calificación que obtuvo un mayor porcentaje en el caso de los hombres fue muy bien y regular con 27.3% para cada una de ellas y en el caso de las mujeres fue bien con 23%, siendo el grupo de edad en el que se presentó dicha calificación el de 41 a 50 años para ambos sexos y el menor porcentaje se presentó en la calificación de mala con 9.1% tanto para el caso del sexo masculino como del femenino (cuadro II y figura 2). 4 Cuadro II. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre la NOM de violencia familiar por grupo de edad y sexo ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M Muy bien 0 0 0 0 4 6 1 1 5 7 Bien 1 0 2 0 5 4 0 2 8 6 Regular 1 0 3 1 1 6 2 0 7 7 Malo 0 0 0 1 2 1 0 0 2 2 Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 Fig. 2. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre la NOM de violencia familiar por grupo de edad y sexo 18% 27% 5% 5%4% 9% 23% 19% 9% 5% 14% 4% 4% 27% 9% 5% 9% 4% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% F M F M F M F M ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Grupo de edad y sexo Po rc en ta je Malo Regular Bien Muy bien Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 5 El mayor porcentaje de la calificación de conocimientos sobre diagnóstico de violencia familiar sin distinción de sexo fue de sabe con 65.9% siendo el grupo de edad más frecuente el de 41 a 50 años. Al llevar a cabo el análisis de dichas cifras por sexo encontramos que 68.18 % de las mujeres y 64% de los hombres sabe hacer el diagnóstico de violencia familiar (cuadro III y figura 3). Cuadro III. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre diagnóstico de violencia familiar por grupo de edad y sexo ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M Sabe 1 0 3 1 9 10 2 3 15 14 No sabe 1 0 2 1 3 7 1 0 7 8 Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 6 Fig. 3. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre diagnóstico de violencia familiar por grupo de edad y sexo 4% 14% 5% 41% 45% 9% 14% 5% 9% 4% 13% 32% 5% 0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35% 40% 45% 50% F M F M F M F M ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Grupo de edad y sexo Po rc en ta je Sabe No sabe Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 Con relación al procedimiento de notificación de maltrato infantil la que obtuvo el mayor porcentaje fue “mala” con 50%. Para el sexo masculino la calificación más frecuente fue “mala” con 45% de los cuales 36% correspondían al grupo de edad de 41 a 50 años. Para el sexo femenino también se presentó la misma calificación con un porcentaje de 54%, de los cuales 23% correspondían al grupo de edad de edad de 31 a 40 años y al de 41 a 50 años simultáneamente (cuadro IV y figura 4). 7 Cuadro IV. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre notificación de maltrato infantil por grupo de edad y sexo ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M Bueno 0 0 0 0 0 3 0 0 0 3 Regular 2 0 0 1 7 6 1 2 10 9 Malo 0 0 5 1 5 8 2 1 12 10 Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 Fig. 4. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre notificación de maltrato infantil por grupo de edad y sexo 14% 9% 4% 32% 27% 5% 9% 23% 5% 22% 36% 9% 5% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% F M F M F M F M ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Grupo de edad y sexo Po rc en ta je Malo Regular Bueno Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 8 64% del personal masculino y 59% del sexo femenino, nunca han notificado algún caso de maltrato infantil, mientras que 36% de los hombres y 41% de las mujeres sí lo han hecho, siendo el grupo de edad en el que se han reportado con más frecuencia estas dos circunstancias el de 41 a 50 años (cuadro V y figura 5). Cuadro V. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según notificación de maltrato infantil por grupo de edad y sexo ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Respuesta F M F M F M F M F M Sí 2 0 1 1 6 4 0 3 9 8 No 0 0 4 1 6 13 3 0 13 14 Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 9 Fig. 5. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según notificación de maltrato infantil por grupo de edad y sexo 9% 5% 4% 27% 18% 14% 18% 5% 27% 59% 14% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% F M F M F M F M ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Grupo de edad y sexo Po rc en ta je Sí No Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 10 54% de los hombres y 50% de las mujeres dijeron no haber presenciado algún evento de violencia familiar durante su infancia, mientras que 41% de los hombres y 50% de las mujeres sí lo presenciaron (cuadro VI y figura 6). Cuadro VI. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según evento de violencia familiar durante su infancia por grupo de edad y sexo ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Respuesta F M F M F M F M F M Sí 1 0 2 0 7 7 1 2 11 9 No 1 0 3 1 5 10 2 1 11 12 No contestó 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 11 Fig. 6. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según evento de violencia familiar durante su infancia por grupo de edad y sexo 4% 9% 32% 32% 5% 9% 5% 14% 5% 22% 45% 9% 5% 4% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% F M F M F M F M ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Grupo de edad y sexo Po rc en ta je No contestó No Sí Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 12 86.3% del sexo femenino y 82% del sexo masculino no justifican ninguna situación que contribuya para que se presente maltrato infantil. Mientras que 14% de las mujeres y 18.2% de los hombres dudan a cerca de si existen circunstancias en las que se pueda o deba llevar a cabo el maltrato infantil como medida correctiva en su educación (cuadro VII y figura 7 y 8). Cuadro VII. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación sobre aspectos culturales de maltrato infantil por grupo de edad y sexo ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M No Justifica 2 0 4 2 11 13 2 3 19 18 Duda 0 0 1 0 1 4 1 0 3 4 Lo considera 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Convencido 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 13 Fig. 7. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación sobre aspectos culturalesde maltrato infantil por grupo de edad y sexo 9% 18% 9% 50% 59% 9% 14% 5% 4% 18% 5% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% F M F M F M F M ≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Grupo de edad y sexo Po rc en ta je Convencido Lo considera Duda No Justifica Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 14 Fig. 8. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación sobre aspectos culturales de maltrato infantil Convencido 0=0% Lo considera 0=0% No lo justifica 37=84% Duda 7=16% N=44 Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 Con el propósito de profundizar en el análisis se hicieron varios cruces de variables como son conocimientos de la NOM de violencia familiar con: • Antigüedad laboral observándose que el mayor porcentaje de calificación muy bien lo obtuvo el personal que lleva laborando de 15 18.1 a 25 años con 50% y el mayor porcentaje de calificación mala la obtuvo el personal que lleva laborando 10.1 a 18 años (figura 9). • Grado de escolaridad observándose que el mayor porcentaje de la calificación de muy bien lo obtuvieron aquéllos que cuentan con especialidad y el mayor porcentaje de la calificación mala lo obtuvieron los que sólo cuentan con licenciatura. • Turno laboral observándose que el matutino obtuvo el mayor porcentaje en la calificación de muy bien con 66.7%, el turno vespertino obtuvo su mayor porcentaje en la calificación de regular con 62.5%, el turno nocturno obtuvo el mayor porcentaje en la calificación de bien con 80%, y el turno de sábado-domingo obtuvo su mayor porcentaje en la calificación de muy bien con 42.9%. • Otras dependencias donde labora el personal observándose que el mayor porcentaje obtenido en la calificación de muy bien lo obtuvieron quienes laboran de forma privada con 66.7%. En cuanto a los conocimientos sobre diagnóstico de maltrato infantil se observó que quienes saben llevar a cabo éste son los que tienen una antigüedad laboral de 18.1 a 25 años con un porcentaje de 44.8%, los que cuentan con especialidad con un porcentaje de 44.8%, los del turno matutino con un porcentaje de 51.7%, los que trabajan en forma privada con un porcentaje de 48.3%; en tanto que se observó también que los que no saben realizar el 16 diagnóstico son los que tienen laborando de 10.1 a 18 años con 40%, los que cuentan con licenciatura con 53.3% y los que no laboran en ninguna otra dependencia con 46.7%. Así mismo se apreció a cerca de los conocimientos sobre notificación de maltrato infantil, donde como resultados relevantes tenemos los siguientes: quienes llevan bien a cabo esto son los que tienen de 18.1 a 25 años laborando con 66.7%, los que cuentan con especialidad con 66.7%, los del turno de fines de semana con 66.7% y los que laboran de forma privada 66.7%, mientras que los que lo hacen mal son los que tienen laborando entre 10.1 a 18 años 40.9%, los que cuentan con licenciatura con 45.5% y los del turno matutino con 59.1% (figura 10). También se observó que quienes mencionaron haber presenciado un evento de violencia familiar son aquéllos que tienen laborando de 18.1 a 25 años; y que quienes más dudan de que los actos de violencia en la infancia puedan aplicarse como medidas correctivas son los que cuentan con especialidad con un porcentaje de 57.1% (figura 11). Referente a la pregunta de por qué no se había llevado a cabo la notificación de algún caso de maltrato infantil, la razón más frecuentemente argumentada para no llevar a cabo ésta fue porque “no le correspondía” con 6 casos, siguiéndole con un caso cada uno de los siguientes motivos: “falta de conocimientos, no siguió en consulta y falta de pruebas”. 17 Fig. 9. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre la NOM de violencia familiar por grupo de edad y sexo 50% 50% 25% 25% 17% 29% 57% 58% 21.5% 21% 8% 21.5%17% 0% 20% 40% 60% 80% 100% 120% Muy bien Bien Regular Malo Calificación Po rc en ta je Maestría Subespecialidad Especialidad Licenciatura Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 18 Fig. 10. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre notificación de maltrato infantil por antigüedad laboral 16% 14% 33% 26% 41% 67% 53% 27% 5% 18% 0% 20% 40% 60% 80% 100% 120% Bien Regular Malo Calificación Po rc en ta je > 25 años 18.1-25 años 10.1-18 años ≤10 años Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 19 Fig. 11. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa según calificación de aspectos culturales de maltrato infantil por grado de escolaridad 38% 38% 5% 19% 29% 57% 14% 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100% Licenciatura Especialidad Subespecialidad Maestría Grado de escolaridad Po rc en ta je Duda No justifica Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 20 Discusión y Conclusiones Con base en los datos obtenidos a través del cuestionario aplicado los resultados obtenidos más importantes señalan que: • Un pequeño grupo de la población estudiada desconoce la NOM de violencia familiar. Dicho grupo corresponde al comprendido entre 41 a 50 años de edad, no existiendo una diferencia significativa por sexo, lleva laborando de 10.1 a 18 años y su grado de estudios es licenciatura (tabla II y gráficas 2 y 9). • Una tercera parte del personal del Hospital no sabe llevar a cabo el diagnóstico de los casos de violencia familiar. Siendo éstos los comprendidos en el grupo de edad de 41 a 50 años, sexo masculino, con 10.1 a 18 años de antigüedad laboral, cuentan sólo con licenciatura, y no laboran en ninguna otra dependencia (tabla III y gráfica 3). • La mitad del personal de salud del hospital desconoce sobre la forma correcta de llevar a cabo la notificación de los casos de maltrato infantil. Representados por el grupo de edad de 41 a 50 años de edad para el sexo masculino y de 31 a 40 años para el sexo femenino, tienen 10.1 a 18 años de antigüedad laboral, su grado de estudios es licenciatura y laboran en el turno matutino (tabla IV y figuras 4 y 10). • 6 de cada 10 entrevistados de 41 a 50 años de edad tanto del sexo femenino como del masculino, nunca han notificado algún caso de maltrato infantil (tabla V y figura 5). • La mitad de los entrevistados dijeron no haber presenciado algún evento de violencia familiar durante su infancia, el grupo de edad más representado fue el de 41 a 50 años de edad y con antigüedad laboral de 18.1 a 25 años. En el caso de las mujeres se presentó un porcentaje ligeramente superior con relación a haber presenciado algún evento violento en el ámbito familiar, no especificándose si dicha violencia fue hacia algún integrante distinto a ella (tabla VI y figura 6). • La razón más frecuentemente argumentada para no llevar a cabo la notificación de maltrato infantil fue porque “no le correspondía” con 6 casos, siguiéndole con un caso cada uno de los siguientes motivos: falta de conocimientos, no siguió en consulta y falta de pruebas. Apreciándose que desconocen los aspectos básicos para llevar a cabo la notificación y la existencia de situaciones personales y culturales aunadas a lo anterior contribuyen a dicha problemática. • El personal que más conocimientos tiene sobre la NOM de violencia familiar, de diagnóstico y notificación de maltrato infantil es el que duda de si en la educación
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