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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO 
FACULTAD DE MEDICINA 
DIVISION DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACION 
___________________________________________________ 
 
SECRETARIA DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL 
DIRECCION DE EDUCACION E INVESTIGACION 
SUBDIRECCION DE FORMACION DE RECURSOS HUMANOS 
 
 
CURSO UNIVERSITARIO DE ESPECIALIZACION EN 
 
MEDICINA LEGAL 
 
 
“FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NOTIFICACION DEL MALTRATO 
INFANTIL POR PARTE DE LOS MEDICOS Y PERSONAL DEL AREA DE 
SALUD MENTAL EN UN HOSPITAL PEDIATRICO DE LA SECRETARIA DE 
SALUD DEL DISTRITO FEDERAL” 
 
 
TRABAJO DE INVESTIGACION EDUCATIVA 
 
 
PRESENTA 
DRA. ANA ROSA SANCHEZ HERNANDEZ 
 
 
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE ESPECIALISTA EN 
MEDICINA LEGAL 
 
 
DIRECTOR DE TESIS 
DR. ALBERTO EUGENIO LUGO PEREZ 
 
 
2007 
 
GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL 
México La Ciudad de la Esperanza 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
“FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NOTIFICACIÓN DEL MALTRATO 
INFANTIL POR PARTE DE LOS MÉDICOS Y PERSONAL DEL ÁREA DE 
SALUD MENTAL EN UN HOSPITAL PEDIÁTRICO DE LA SECRETARÍA DE 
SALUD DEL DISTRITO FEDERAL” 
 
 
 
 
Dra. Ana Rosa Sánchez Hernández 
 
 
 
 
 
Vo. Bo. 
Dr. Germán Bazán Miranda 
 
 
 
 
_________________________________ 
Titular del Curso de Especialización 
en Medicina Legal. 
 
 
 
 
 
 
Vo. Bo. 
Dr. Roberto Sánchez Ramírez 
 
 
 
 
_________________________________ 
Director de Educación e Investigación. 
 
 
 
 
“FACTORES QUE INFLUYEN EN LA NOTIFICACIÓN DEL MALTRATO 
INFANTIL POR PARTE DE LOS MÉDICOS Y PERSONAL DEL ÁREA DE 
SALUD MENTAL EN UN HOSPITAL PEDIÁTRICO DE LA SECRETARÍA DE 
SALUD DEL DISTRITO FEDERAL” 
 
 
 
Dra. Ana Rosa Sánchez Hernández 
 
 
 
 
 
Vo. Bo. 
Dr. Alberto Eugenio Lugo Pérez 
 
 
 
 
_________________________________ 
Médico Legista adscrito a la 17ava. Agencia del Ministerio 
Público en Venustiano Carranza y Perito Médico 
de la Procuraduría General de la República 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
A mis padres y hermanos, 
por su cariño, comprensión y apoyo. 
 
 
 
ÍNDICE 
 
 
Resumen 
Antecedentes 1 
Planteamiento del Problema 29 
Objetivos 30 
Justificación 31 
Material y Métodos 35 
Resultados y análisis 39 
Discusión y Conclusiones 59 
Recomendaciones 63 
Referencias bibliográficas 64 
Anexos 
 
 
Resumen 
No se conoce la frecuencia exacta del síndrome de Niño maltratado (SNM) en 
nuestro país, ya que la mayoría de los casos no se informan a las autoridades 
correspondientes, ya que no se establece el diagnóstico adecuadamente o bien 
porque se oculta. Por esta razón se busco identificar las principales condiciones o 
factores que se relacionan con la notificación de maltrato infantil por parte de los 
Médicos operativos y Personal del área de Salud Mental, de un Hospital Pediátrico 
de la SSDF. Se diseñó una investigación educativa, observacional, descriptiva, 
prospectiva, transversal, tipo encuesta que consta de quince preguntas de 
aplicación sobre maltrato infantil. Se obtuvo una respuesta del 81.48% (44) de los 
Médicos y Personal del Área de Salud Mental, donde 50% fueron hombres y 50% 
mujeres, se obtuvo una calificación de muy bien en un 27% sobre conocimientos 
de la NOM de violencia familiar, 66% saben cómo realizar el diagnóstico de 
maltrato infantil, 7% obtuvieron una calificación buena sobre cómo realizar la 
notificación, 46% refirieron haber presenciado un evento violento en su familia 
durante su infancia y 16% duda de llevar a cabo actos de maltrato infantil en la 
educación actual. Los resultados pudieran indicar que la sensibilización llevada a 
cabo por las campañas de difusión, está revolucionando poco a poco la situación 
actual del maltrato infantil. Sin embargo, se pudiera apuntar hacia la posibilidad de 
que la violencia, cuando se integra históricamente como un estilo de vida, pierde 
relevancia y se reconoce como algo “normal” o “natural”: se requiere de una 
intervención vivencial para “abrir los ojos” de los involucrados hacia ese 
fenómeno”. 
PALABRAS CLAVE: Maltrato infantil, Factores, Notificación, Personal de Salud. 
Antecedentes 
 La situación actual de la infancia y la adolescencia en nuestro país podría 
hacernos pensar, especialmente a los más jóvenes, que la consideración del 
niño como persona con derechos y necesidades específicas es algo aceptado 
por la sociedad desde hace mucho tiempo. Pero, nada más lejos de la realidad. 
 En primer lugar, esta percepción es en parte cierta, sólo en los países 
desarrollados y aún en éstos, se producen formas graves de maltrato infantil y 
otras formas encubiertas como la explotación laboral de los niños. 
 En segundo lugar, todavía persisten problemas sociales, culturales, que 
provocan situaciones de riesgo y maltrato infantil como a diario podemos 
comprobar por los medios de comunicación social. 
 México no es la excepción en cuanto a la presencia del maltrato infantil, pero 
tampoco lo es respecto a los esfuerzos por estudiar, detectar los casos y 
resolver el problema. Los estudios médicos sobre el tema comienzan en 
nuestro país a principios de la década de los 70s, sin embargo aumenta el 
interés en la investigación y difusión del fenómeno, no sólo en el área médica 
sino en todas las áreas que abarca este problema, a partir de los años 80s y 
aún más como consecuencia de la adopción por la Asamblea General de las 
Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, que 
fuera ratificada por México en septiembre de 1990. 1 
 La incidencia real de los malos tratos es desconocida. Las características del 
problema hacen muy difícil conocer su extensión real. El hecho de que el 
maltrato se produzca en el seno de la familia hace que con frecuencia no sea 
fácil que se denuncie. 2 
 La OMS calcula que, en todo el mundo, 40 millones de niños de 0 a 14 años de 
edad son víctimas de abusos y descuidos que requieren atención sanitaria y 
social.3 
 En el año 2000, el Instituto Federal Electoral de México (IFE), en colaboración 
con varias organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, como la 
UNICEF, llevó a cabo una consulta con cuatro millones de niñas, niños y 
jóvenes de 6 a 17 años de edad. En la ciudad de México, los datos de la 
encuesta indicaron que cerca de 18% de niñas, niños y jóvenes de hasta 17 
años de edad viven en familias que padecen violencia, y que alrededor de 2.6 
millones de personas y más de un millón de menores viven en familias 
violentas. Más de 30% de los hogares, aproximadamente 600 mil familias, 
experimentan actos violentos, y entre 19 y 28% de las y los informantes dicen 
haber sufrido maltrato infantil. 4 
 Aunque en México cada día se habla y se escribe más sobre el tópico médico-
social conocido como síndrome del niño maltratado (SNM) aún sigue existiendo 
una enorme dificultad para establecer el diagnóstico de sospecha, de 
probabilidad o de convicción entre los médicos que de una u otra forma 
atienden a la población infantil de nuestro país. 5 
 El diagnóstico de SNM, se debe establecer después de que el caso clínico ha 
sido analizado por un grupo multidisciplinario, especializado enel tema. En una 
primera instancia de atención médica, el Pediatra y otro especialista, puede 
sospechar esta entidad nosológica en base al conocimiento que tenga sobre 
algunos criterios clínicos del menor, de los parientes y de los ámbitos social, 
religioso, étnico, etc. de la familia cuando se atiende a un niño con lesiones 
físicas sin que exista una explicación lógica y convincente. Los indicadores más 
frecuentemente encontrados se han clasificado como de sospecha, de 
probabilidad y de convicción. 5 
 Conviene aclarar que en nuestro medio el fenómeno sólo se diagnostica dentro 
de las instituciones públicas de salud (IMSS, SSA, DIF y DDF), lo cual sugiere 
que la atención médica pagada, la mal llamada “privada o particular”, puede ser 
un obstáculo adicional para distinguir entre un niño traumatizado 
accidentalmente y uno golpeado por los adultos encargados de su cuidado. 6 
 Es indudable que conforme pasa el tiempo la comunidad médica y paramédica 
de nuestro medio se encuentra más alerta para determinar el mayor número de 
casos con el SNM, sobre todo en los hospitales pediátricos. Sin embargo, al 
parecer los problemas a los que se enfrentan los médicos al momento de hacer 
el diagnóstico y tratar de referir a los niños maltratados pueden resumirse en 
tres puntos: 
a) Aumento en la carga de trabajo. Consultar a un niño con esta 
problemática requiere un mayor tiempo de atención puesto que la 
investigación del caso debe ser completa y con la seguridad médica, 
social y jurídica de que realmente se trata de SNM, para de esta manera 
levantar el acta correspondiente. 
b) Asistencia a la Delegación Política correspondiente. Ello requiere que el 
médico tenga que asistir a careos y a ratificar datos sobre el acta 
levantada, con el consiguiente retraso en sus actividades profesionales 
cotidianas ya que, por lo general, nadie lo sustituye. 
c) Desconocimiento de sitios de referencia. Existe la posibilidad de que el 
médico tratante desconozca hacia donde pueden ser canalizados estos 
casos, si en su sitio de trabajo no existe un algoritmo de atención al 
respecto. 7 
 Es importante señalar que un obstáculo que el médico enfrenta cuando atiende 
un caso de violencia, es no saber cómo brindarle a éste y a su familia una 
atención integral. Para ello, debemos señalar que los elementos clínicos y 
sociales que son de utilidad para el diagnóstico y manejo de la violencia se han 
publicado en la literatura nacional. Su conocimiento y aplicación permitirán 
optimizar recursos humanos y tiempo, además de enriquecer y adecuar 
conceptos y criterios del dominio general entre el equipo de salud y áreas afines 
al problema. 8 
 En conclusión, todo el equipo de salud se encuentra bajo la reglamentación de 
la NOM 190-SSA1-1999 –este documento se publicó en el Diario Oficial de la 
Federación el 20 de octubre de 1999, y entró en vigor el 7 de marzo de 2000-; 
por lo tanto, se tiene la obligación legal de brindar una atención integral a las 
víctimas de violencia, al resto de la familia y en numerosas ocasiones al 
agresor, que en un momento dado puede ser un enfermo mental. 8 
 La denuncia y el registro de cada caso se hace imperativo, por lo tanto el papel 
que juegan la SSA, así como las Procuradurías de Justicia de cada entidad 
federativa para el desarrollo de estos últimos puntos son básicos en el manejo 
completo de cada caso. 8 
 El maltrato, como fenómeno social, es uno de los problemas que más preocupa 
y angustia a la humanidad a partir del reconocimiento mundial de la Declaración 
de los Derechos humanos. En el continente americano, se rastrean sus 
orígenes, en el período de la conquista, tal como lo atestiguan las pinturas de la 
época en donde se aprecian signos de estas conductas por parte de los 
conquistadores hacia quienes pretendían civilizar.9 
 El maltrato infantil no era reconocido por los profesionales sanitarios. El 
desarrollo de la pediatría, la puericultura y de campañas médico sociales de 
protección a la infancia ya desde la 2ª mitad del siglo XIX suponen el comienzo 
del reconocimiento del maltrato infantil como una entidad clínica.10 
 Las primeras publicaciones sobre niños que presentaban golpes, quemaduras, 
fracturas múltiples,…, sin una causa evidente se generaron en Francia 
(Ambrosio Tardieu, 1860), Inglaterra (Athol Johnson, 1860), y también sobre el 
abuso sexual (Freud, 1892), pero sin llegar a utilizar el término maltrato 
infantil.10 
 Corresponde a Kempe y cols., en 1962, la denominación de Síndrome del niño 
maltratado para el conjunto de lesiones diversas, de frecuente observación por 
los pediatras, médicos de familia, forenses, etc., y que deben de hacer 
sospechar de agresiones procedentes de un ambiente familiar inadecuado.11 
Smith en 1973 dijo que el SNM era una enfermedad del adulto que se expresa 
en el niño y no un problema de la pobreza.12 
 En la literatura se mencionan múltiples sinónimos del síndrome del niño 
maltratado como son: síndrome del niño agredido, battered child (Kempe), 
síndrome de l´enfant battu, síndrome de Tardieu-Silverman y Síndrome de 
Caffey. 13 
La violencia familiar, como expresión del maltrato, varía de acuerdo con el 
tiempo, el lugar y los actores que sean considerados. La norma oficial mexicana 
NOM-190-SSA1-1999, Prestación de servicios de salud. Criterios para la 
atención médica de la violencia familiar, define a ésta como al acto u omisión 
único o repetitivo, cometido por un miembro de la familia, en relación de poder -
en función del sexo, la edad o la condición física-, en contra de otro u otros 
integrantes de la misma, sin importar el espacio físico donde ocurra el maltrato 
físico, psicológico, sexual o abandono.14 
 La Norma Oficial Mexicana sobre violencia familiar hace referencia a varias 
definiciones relevantes para llevar a cabo esta definición como son: 
• Grupos vulnerables, a las niñas, niños, adolescentes; mujeres 
embarazadas o personas en situaciones especialmente difíciles; adultos 
mayores; hombres y mujeres con enfermedad física o mental 
discapacitante, o en desventaja física, económica o cultural. 
• Identificación del grado de riesgo, a la valoración que a través de un 
interrogatorio mínimo, permite identificar la presencia del maltrato, la 
probabilidad de incremento de la frecuencia y la gravedad del mismo 
debido a violencia familiar, entre las o los usuarios en situación de riesgo 
o entre la población en general.14 
 Con base a determinados factores, el maltrato infantil es una patología médico-
social, que no escapa a ninguna familia de ninguna cultura; aparece en 
cualquier lugar, momento, nivel económico, independientemente del sistema de 
gobierno. Desde esta perspectiva se denomina así a “todo daño corporal, 
psíquico o sexual provocado por la acción u omisión deliberada por parte de la 
o las personas encargadas del cuidado de menores.” 9 
 Otra definición considera que hay maltrato infantil cuando un niño “sufre 
lesiones físicas y/o psíquicas, como resultado de una agresión con cierta 
permanencia en el tiempo por la o las personas encargadas de su cuidado, 
protección o guarda. La agresión puede revestir la forma de daño físico, abuso 
sexual, intoxicación, falta de higiene, de alimentación y cuidado de su salud o 
carencia de educación, afecto o recreación.” 9 
 El maltrato infantil incluye lo que se hace (acción), lo que se deja de hacer 
(omisión), o se realiza de forma inadecuada, ocasionando al niño no solamente 
daño físico, psicológico-emocional y social, sino que considerándosele persona-
objeto de derecho incluye sus derechos y su bienestar, y cuyos autores pueden 
ser las personas (familiares o no) y las instituciones-administraciones (maltrato 
institucional).10 
 Es a partir de 1999, que la Organización Mundial de la Salud considera al 
maltrato infantil como un problema de Salud Pública. Postulándose que el trato 
despiadado hacia los niños,es simplemente un aspecto de la agresividad 
inherente a la naturaleza humana; y que durante mucho tiempo se ignoraron las 
necesidades físicas y emocionales de los niños y aún cuando han mejorado los 
conocimientos de lo que requieren para su óptimo desarrollo; los malos tratos 
han persistido. 15 
 La UNICEF considera la situación de "Menor Víctima de Maltrato y Abandono": 
a aquélla conformada por niños y jóvenes de hasta 18 años que sufren 
ocasional o habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, ya sea 
en el grupo familiar o en las instituciones sociales. Esta definición es 
complementada con posterioridad, considerándose el hecho de que además el 
maltrato puede ser ejecutado por omisión, supresión o transgresión de los 
derechos individuales y colectivos, pudiendo existir el abandono completo o 
parcial. Por último, toma en cuenta el tema de la intencionalidad del maltratador 
como un elemento sustantivo para calificar un hecho como maltrato.16 
 La Convención de los Derechos del Niño en el año de 1989, establece en su 
Artículo 1º el concepto de niño como: " todo ser humano menor de dieciocho 
años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya 
alcanzado antes la mayoría de edad". Y en su artículo 3º, párrafo segundo 
señala: “los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y 
el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los 
derechos y deberes de sus padres, tutores u otras personas responsables de él 
ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas legislativas y 
administrativas adecuadas”. Y en su párrafo tercero señala que los Estados 
Partes convienen en asegurar "que las instituciones, servicios y 
establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan 
las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en 
materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como 
en relación con la existencia de una supervisión adecuada.” 17, 18 
 Así mismo dicha Convención, establece en su artículo 19 que: “Los Estados 
Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y 
educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o 
abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, 
incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los 
padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su 
cargo.” 17, 18 
 México al haber ratificado la Convención, el 26 de enero de 1990 en la ciudad 
de Nueva York, se convierte en estado parte, adquiriendo con ello la obligación 
de adoptar las medidas necesarias que garanticen el bienestar de la infancia. 
No obstante, los acuerdos internacionales no son suficientes, si no se cuenta 
con una política de Estado clara y contundente, que asuma y dé seguimiento a 
los compromisos adquiridos. 19 
 En México, la ley para la protección de los Derechos de niñas, niños y 
adolescentes en su artículo 12 inciso b establece: “protegerlos contra toda 
forma de maltrato, perjuicio, daño, agresión, abuso, y explotación…”, sin 
embargo los usos y costumbres de nuestra sociedad y en general la tolerancia 
institucional a la reprimenda “justificada” por motivos culturales, religiosos o 
familiares generan una interpretación del castigo a la niñez como fuente de 
“aprendizaje”, lo cual no sólo violenta el artículo 19 de la Convención de los 
Derechos del Niño, sino que nutre un círculo vicioso de abuso y explotación.19 
 Cifras del DIF Nacional, destacan que para el 70% de los adultos mexicanos, 
los golpes, gritos y diversas variantes del maltrato físico y psicológico son parte 
necesaria de la educación infantil. Las agresiones contra los infantes son un 
recurso de los padres, que por diversos factores de nuestras estructuras 
culturales, creen que es la mejor forma de educar a sus hijos, en especial con 
golpes, porque quizás ellos fueron tratados así.20 
 Según el Hospital Nacional Urbano de Investigación de niños, los niños con 
discapacidades son encontrados con un mayor riesgo de convertirse en 
víctimas de abuso y abandono que niños sin discapacidades. El estudio mostró 
que los niños con discapacidades son 1.8 veces más posibles de abandono que 
los niños sin discapacidades, 1.6 veces más probable abusados físicamente, y 
2.2 veces más probable abusados sexualmente que los niños sin 
discapacidades. El estudio por Westat Inc. determinó que, globalmente, la 
incidencia estimada de maltrato entre niños con discapacidades fue 1.7 veces 
mayor que la incidencia estimada en niños sin discapacidades. 21 
 Desde la perspectiva jurídica, el maltrato se halla incluido en el concepto más 
amplio de violencia; comprende las manifestaciones de esa naturaleza que 
acompañan al hombre desde su origen y que incluye varios aspectos que se 
dan en el seno de las familias y que se conocen bajo la denominación de 
“violencia familiar”.9 
 Por otra parte, el marco legal mexicano establece el concepto de maltrato 
infantil a partir de las siguientes definiciones como son: 
1. Toda forma de violencia, perjuicio o abuso físico o mental, descuido o 
trato negligente, malos tratos o explotación, mientras que el niño se 
encuentra bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de cualquier otra 
persona que lo tenga a su cargo. (Convención de Derechos de los Niños 
aprobada por la Asamblea General de la ONU. el 20 de noviembre de 
1989) 
2. Acción, omisión o trato negligente, no accidental, que prive al niño de sus 
derechos y su bienestar, que amenacen y/o interfieran su ordenado 
desarrollo físico, psíquico y/o social, cuyos autores pueden ser personas, 
instituciones o la propia sociedad. 
3. Al cónyuge, concubina o concubinario, o el que tenga relación de pareja, 
pariente consanguíneo en línea recta ascendente o descendente sin 
limitación de grado, al pariente colateral consanguíneo o afín hasta el 
cuarto grado, al tutor, al curador, al adoptante o adoptado que: 
I. Haga uso de medios físicos o psicoemocionales contra la integridad 
de un miembro de la familia, independientemente de que se 
produzcan lesiones; o 
II. Omita evitar el uso de los medios a que se refiere la fracción 
anterior. 
 Asimismo, al agente se le sujetará a tratamiento psicológico especializado, que 
en ningún caso excederá del tiempo impuesto en la pena de prisión, 
independientemente de las sanciones que correspondan por las lesiones 
inferidas o por cualquier otro delito que resulte. La educación o formación del 
menor no será en ningún caso considerada justificación para forma alguna de 
maltrato. Este delito se perseguirá por querella, salvo que la víctima sea menor 
de edad o incapaz. (Código Penal del Distrito Federal. Título octavo Delitos 
contra la integridad familiar. Capítulo único. Violencia familiar artículo 200) 
• En su artículo 201 dice también: Se equipara a la violencia familiar y se 
sancionará con las mismas penas y medidas de seguridad, al que realice 
cualquiera de los actos señalados en el artículo anterior en contra de la 
persona que esté sujeta a su custodia, guarda, protección, educación, 
instrucción o cuidado. 
• Y en su artículo 202 menciona: En todos los casos previstos en este 
Título, el Ministerio Público apercibirá al inculpado para que se abstenga 
de cualquier conducta que pudiera resultar ofensiva para la víctima y 
solicitará a la autoridad administrativa o judicial según sea el caso, la 
aplicación de las medidas o sanciones necesarias para salvaguardar la 
integridad física o psíquica de la misma, que no podrá exceder de 
veinticuatro horas, en los términos de la legislación respectiva, y el Juez 
resolverá sin dilatación.10, 22 
 La Declaración de los Malos Tratos a Infantes en México (1991): Considera al 
maltrato infantil como una enfermedad social, presente en todos los sectores y 
clasessociales, producida por factores multicausales, interactuantes y de 
diversas intensidades y tiempos. Esta situación afecta el desarrollo armónico, 
íntegro y adecuado de un menor, comprometiendo su educación, su 
desempeño escolar, su socialización, y su conformación personal y 
profesional.16 
 Dicha declaración divide el fenómeno en las siguientes categorías: Maltrato 
físico y emocional, maltrato emocional, abuso sexual, prostitución infantil, niños 
de la calle, niños institucionalizados, explotación laboral y niños víctimas de 
guerras.16 
 Sin embargo, no existe una definición de maltrato a menores, aceptada 
unánimemente por la comunidad científica. Esto lleva a que gran parte de los 
investigadores formulen para sus estudios sus propias definiciones, en muchos 
casos muy distantes unas de otras. Esta disparidad en las definiciones complica 
enormemente la comparación de los resultados de las investigaciones. Los 
investigadores encuentran dificultades especialmente al momento de ponerse 
de acuerdo en cuanto al límite de edad de la víctima y del agresor, así como el 
tipo de relaciones que deben considerarse inapropiadas o abusivas. 23 
 Podemos afirmar que existe clara evidencia de que determinadas 
características individuales, personales y sociales incrementan en los menores 
el riesgo de maltrato infantil. Todos los profesionales que trabajan con la 
infancia, (educadores, asistentes sociales, profesionales de salud mental, 
policías, abogados, jueces, fiscales, etc.) y muy especialmente los Pediatras, 
son importantes piezas a tener en cuenta en la detección y prevención de este 
problema de salud pública. La mejora del sentido de competencia, de los 
conocimientos y de las habilidades de estos profesionales, debe ser un objetivo 
prioritario en la prevención del maltrato infantil. 20 
 La Clasificación Internacional de Enfermedades CIE-10 de la Organización 
Mundial de la Salud define una categoría específica para el maltrato infantil, así 
como también ha incorporado referencias al problema tanto en el Eje 
Sindromático como en el Eje Psicosocial, las cuales se mencionan a 
continuación: 
T74 Síndromes de maltrato 
T74.0 Abandono 
T74.1 Abuso físico 
 Maltrato: 
 Síndrome del bebé o niño NOS 
 Síndrome del esposo NOS 
T74.2 Abuso sexual 
T74.3 Abuso psicológico 
T74.8 Otro síndromes de maltrato 
 Combinación de las formas 
T74.9 Síndrome de maltrato no especificado 
 Efecto de: 
 Abuso de adultos NOS 
 Abuso del niño NOS 16 
 a) Trastornos de la Infancia, "Trastornos Mentales y del Comportamiento" 
(código F94): específicamente en "Trastornos del comportamiento social de 
comienzo habitual en la infancia y la adolescencia". En esta categoría se hace 
mención a signos y síntomas que pueden asociarse a un menor víctima de 
maltrato. 
 b) Trastornos para el período de lactancia y primera infancia (código F94.1): 
"Trastornos de Vinculación Reactiva de la Infancia", en éste se describe un 
síndrome de anomalías persistentes en las formas de relación social del niño 
acompañadas de alteraciones emocionales que son reactivas a cambios en las 
circunstancias ambientales, probablemente como consecuencia directa de una 
carencia de parientes, abusos o malos tratos graves". Puede acompañarse, 
según el código R62, de un retraso del desarrollo somático con inhibición del 
crecimiento. La existencia de esta forma de comportamiento es algo claramente 
reconocido y aceptado, pero hay incertidumbre sobre las pautas diagnósticas a 
aplicar, sobre los límites del síndrome y si se trata de una entidad nosológica 
válida; no obstante se incluye por su importancia para la salud pública. 
 c) "Otros trastornos de las emociones y del comportamiento" (código F98), 
"Trastorno de la Conducta Alimentaria" en esta tipo se hace mención a la 
desnutrición considerando implícitamente que es producto de negligencia de los 
adultos responsables de la alimentación de un menor. 
 d) Causas externas de Morbilidad y Mortalidad: presente en el capítulo XX de 
dicho manual diagnóstico en donde contiene una lista de procesos que se 
asocian con frecuencia a trastornos psiquiátricos. En esta tipo se menciona la 
agresión sexual, la negligencia y abandono y otros síndromes de maltrato como 
patología. 
 e) Factores ambientales y circunstanciales que influyen en el estado de salud y 
en el contacto con los servicios de salud: en este tipo se describe en las 
categorías de "Problemas relacionados con hechos negativos en la niñez" y en 
"Otros problemas relacionados con la crianza del niño", tipificaciones 
relacionadas con el abuso sexual, abuso físico, abandono emocional y 
negligencia en la crianza. 16, 24 
 Existen diferentes enfoques teóricos tratando de explicar el fenómeno del 
maltrato, el más completo y aproximado es el enunciado por Jay BelsKy, en 
1988, donde propone un modelo ecosistémico integrado por: el ecosistema, 
conformado por los aspectos relacionados con la esfera del trabajo y las 
relaciones sociales establecidas entre los integrantes de la familia con su 
medio, como por ejemplo: desempleo, falta de recursos económicos, pérdida de 
roles, etc. El microsistema, que trata las características individuales de cada 
uno de los integrantes del grupo que convive y las vivencias interactivas entre 
ellos, como desadaptación paterno-filial, medidas de disciplina coercitivas, hijos 
no deseados, etc. El macrosistema, integrado por las variables 
socioeconómicas, estructurales y socioculturales que imprimen el 
funcionamiento social, como crisis económica, descenso en el status social, etc. 
El desarrollo ontogénico, que valora la influencia de la calidad de crianza de los 
progenitores, tutores o guardas y la transmisión de estas modalidades en la 
relación con el niño, como historia de malos tratos, desatención severa, pobre 
autoestima, rechazo emocional y afectivo, desarmonía y ruptura familiar, 
psicopatías, etc.9 
 Con base a la Norma Oficial Mexicana sobre violencia familiar, las formas del 
maltrato comprenden: 
 1.- Abandono, al acto de desamparo injustificado, hacia uno o varios 
miembros de la familia con los que se tienen obligaciones que derivan de las 
disposiciones legales y que ponen en peligro la salud; y son indicadores de éste 
los signos y síntomas, físicos o psicológicos, debidos al incumplimiento de 
obligaciones entre quien lo sufre y quien está obligado a su cuidado y 
protección, que pueden manifestarse como: desnutrición, falta de aseo, ropas 
en mal estado, o cuidados rutinarios, en la atención emocional y el desarrollo 
psicológico o por necesidades médicas atendidas tardíamente o no 
atendidas.9,14 
 2.- Maltrato físico, al acto de agresión que causa daño físico. Sus 
indicadores son signos y síntomas como: retraso pondoestatural, lesiones 
múltiples en distintas partes del cuerpo (excoriaciones, equimosis, hematomas, 
etc.) especialmente en rostro, dorso y genitales externos, y en diversos 
periodos evolutivos; lesiones con impronta del objeto causante; marcas de lazos 
en muñecas y tobillos; quemaduras por cigarrillo, agua caliente, planchas o 
estufas; lesiones craneoencefálicas; hemorragias retinianas; áreas de alopecia 
y/o hematomas en cuero cabelludo; pérdida de piezas dentarias sin explicación 
satisfactoria; lesiones de órganos intrabdominales; fracturas diafisiarias y 
metafisiarias de huesos largos, fracturas costales; congruentes o incongruentes 
con la génesis de los mismos, recientes o antiguos, con o sin evidencia clínica o 
mediante auxiliares diagnósticos, en ausencia de patologías condicionantes. 9,14 
 El maltrato físico debe sospecharse cuando las lesiones no coinciden con el 
relato de los padres en lo que se relaciona con el mecanismo de producción y 
cuando hay retardo en la consulta médica, lesiones por contusión en zonas que 
difícilmente puedan afectarse en forma accidental, lesiones en partes blandas y 
óseas en diversoestadio evolutivo, frecuentemente sobreinfectadas. 9, 14 
 3.- Maltrato psicológico, la acción u omisión que provoca, -en quien lo 
recibe-, alteraciones psicológicas o trastornos psiquiátricos. La magnitud del 
daño y su efecto sobre la estructuración de la personalidad, dependerán de la 
época de la vida en que se verifican. Son indicadores los síntomas y signos, 
que muestran alteraciones a nivel del área psicológica como -autoestima baja, 
sentimientos de miedo, de ira, de vulnerabilidad, de tristeza, de humillación, de 
desesperación, entre otros- o de trastornos psiquiátricos como del estado de 
ánimo, de ansiedad, por estrés postraumático, de personalidad; abuso o 
dependencia a sustancias; ideación o intento suicida, autoagresión; cuadros 
psicóticos; trastornos del desarrollo (habla, aprendizaje, bajo coeficiente 
intelectual); trastornos psicosomáticos y funcionales; trastornos de conducta; o 
trastornos neuróticos. 9, 14 
4.- Maltrato sexual, a la acción u omisión mediante la cual se induce o se 
impone a un niño menor de 18 años por parte de un adulto o de otro menor de 
edad, la realización de prácticas sexuales no deseadas o respecto de las cuales 
se tiene incapacidad para consentir. Siendo indicadores síntomas y signos 
físicos como: lesiones o infecciones genitales, anales, del tracto urinario u 
orales, embarazo; o psicológicos como: baja autoestima, ideas y actos 
autodestructivos, trastornos sexuales, del estado de ánimo, de ansiedad, de la 
conducta alimentaria, por estrés postraumático; abuso o dependencia a 
sustancias; alteraciones en el funcionamiento social e incapacidad para ejercer 
la autonomía reproductiva y sexual; trastornos del apetito, regresiones tales 
como enuresis o encopresis y trastornos del sueño. 9, 14 
 El diagnóstico puede ser de sospecha, de probabilidad o de convicción y debe 
estar basado no solamente en la información que dicho profesional ha recabado 
en una primera entrevista con el paciente y sus familiares. Se debe establecer 
después de que el Pediatra, el Psicólogo y el Psiquiatra, el trabajador social y el 
personal del departamento jurídico, que como parte de un grupo 
multidisciplinario, lo realizan en forma conjunta y basados en el análisis 
completo de cada paciente. 25 
 En cuanto al seguimiento de este tipo de casos, la Norma Oficial Mexicana 
para la violencia familiar refiere que, todas las instituciones, dependencias y 
organizaciones del Sistema Nacional de Salud que presten servicios de salud 
deberán otorgar atención médica a las o los usuarios involucrados en situación 
de violencia familiar, los cuales pueden ser identificados desde el punto de vista 
médico, como la o el usuario afectado; el que pudo haber realizado el maltrato, 
y el involucrado indirectamente en este tipo de situaciones, ya que todos éstos 
en algún momento pueden requerir la prestación de los servicios de salud. E 
incluye la promoción, protección y restauración de la salud física y mental a 
través del tratamiento, rehabilitación o referencia a instancias especializadas, 
información de medidas médicas alternativas si el caso lo requiere y, cuando 
sea solicitado y las condiciones lo permitan, la promoción y restauración de la 
salud de los probables agresores. 14 
 Las instituciones públicas y privadas que otorguen atención médica a las o los 
usuarios involucrados en situación de violencia familiar, deberán dar aviso al 
Ministerio Público con un formato establecido. 14 
 Para dar aviso al Ministerio Público: se debe llevar a cabo mediante el formato 
establecido, en los casos donde las lesiones u otros signos sean 
presumiblemente vinculados a la violencia familiar y, en su caso, solicitar su 
intervención ante la incapacidad médica o legal de la o el usuario o la existencia 
de riesgo en su traslado, para que acuda un médico legista a la unidad de salud 
y la o el usuario afectado por violencia familiar, reciba servicios jurídicos, 
médico-legales y de asistencia social. 14 
 El médico tratante podrá informar y orientar a la o el usuario afectado por 
violencia familiar o, en su caso, a su acompañante, sobre la posibilidad que 
tiene de denunciar ante la Agencia del Ministerio Público correspondiente, con 
la finalidad de ejercitar la acción legal que corresponda. 14 
 En aquellos casos en donde no prevalezca una urgencia médica, una vez que 
la o el usuario involucrado en situación de violencia familiar haya recibido los 
primeros auxilios médicos y sea su voluntad, será canalizado a la Agencia del 
Ministerio Público o a la Agencia Especializada correspondiente en caso de que 
se presuma violación, abuso sexual, estupro, hostigamiento sexual o sus 
equivalentes, debiendo ser acompañado, en su caso, por personal del servicio 
de trabajo social, siempre y cuando el traslado no implique riesgo para la 
integridad de la usuaria o el usuario. 14 
 En los casos en que se valore que existe una urgencia médica que ponga en 
peligro la vida, el órgano o la función, por lesión directa del área genital, la 
exploración clínica o armada de la misma, podrá realizarla el médico de primer 
contacto, en caso de no contar con médico especialista, en presencia de un 
familiar o su representante legal y un testigo no familiar, que puede ser personal 
médico, previa sensibilización de la o el usuario, respetando los sentimientos y 
la confidencialidad del caso. Al mismo tiempo o después de proporcionar los 
primeros auxilios, se deberá dar aviso al Ministerio Público para que se haga 
llegar del apoyo pericial que corresponda. La condición de urgencia y los 
hallazgos deberán quedar debidamente registrados en el expediente clínico. 14 
 Las instituciones del sector público, social y privado que otorguen atención 
médica, deberán registrar e informar a la Secretaría de Salud de las o los 
usuarios afectados por violencia familiar, conforme a lo que se establece en las 
disposiciones aplicables y los manuales que al efecto emita la Secretaría de 
Salud. 14 
 La omisión del médico, de la obligación de comunicar los casos confirmados o 
de sospecha a la autoridad correspondiente, también influye en el 
desconocimiento del volumen del problema. Por lo que la literatura extranjera 
menciona como probables factores que influyen en el conocimiento real del 
maltrato los siguientes: 
1) No se diagnostican: 
• No siempre es fácil su diagnóstico, muchos no llegan siquiera a 
sospecharse. 
• La ausencia de una definición que permita reconocerlos sin grandes 
dificultades. 
• Dificultad de diferenciar muchos casos de lesiones producidas de forma 
accidental. 
• La formación profesional, -pre-postgrado-, sobre el maltrato es escasa o 
nula e impide identificar las lesiones 
• Criterios personales del propio facultativo: pueden formar parte de 
costumbres sociales, culturales o religiosas; considerar el castigo físico 
como medida de disciplina y no como maltrato; todos los accidentes de la 
infancia son evitables, y por lo tanto serían malos tratos. 
2) Se diagnostican; pero no se da parte: 
• Las lesiones son consideradas poco importantes o no se sabe con 
seguridad, aunque se sospeche, como se han producido (miedo a 
equivocarse). 
• Miedo al pensar que el emitir un parte de lesiones equivale a poner una 
denuncia, y preocupaciones personales del médico: legales y comodidad 
(posibilidad de tener que declarar, traslado al juzgado), económicas 
(pérdida de horas de trabajo/clientes), miedo (reacción de los padres), 
experiencias anteriores en que se comunicó a las Autoridades y el niño 
fue entregado a los padres sin el tratamiento social pertinente. 
• Muchos médicos que al comunicar la sospecha de existencia de un 
maltrato piensan que el niño sale más perjudicado que beneficiado, 
porque el agresor ve en el niño el motivo de que se le investigue ó 
interrogue y actuará posteriormente con más violencia; más valen unos 
malos padres que una buena Institución.10El síndrome del niño maltratado es una emergencia pediátrica y social a la que 
se ven enfrentadas las salas de guardia de los hospitales. Los padres ocultan 
con frecuencia las verdaderas causas de la sintomatología. Tienen, por una 
parte, una excesiva exigencia y una gran expectativa por las realizaciones del 
hijo a una edad precoz y, por otra, un desconocimiento de las necesidades del 
niño y de su desamparo. Es decir, una falta de percepción real del niño. A ello 
se agrega la falta de una figura externa de autoridad que modere los excesos 
de los padres sobre sus hijos. La mayoría de los progenitores recibieron la 
misma crianza que dan ahora a sus hijos. 20 
 Las características patológicas son razonablemente bien definidas y pueden 
generalmente ser divididas en casos de trauma repetitivo, episodio único de 
trauma, e inanición u otro abandono severo. El abuso sexual como componente 
de maltrato infantil puede adquirir estos patrones. El episodio de trauma tiende 
a ocurrir en familias en las cuales la madre, a menudo emocionalmente y 
físicamente exhausta de un nuevo nacimiento, torna fuera su frustración 
golpeando un niño más grande quien molesta para llamar su atención. 26 
 Elena Azaola, aporta valiosa información sobre la violencia hacia las y los 
menores de edad, en la que cuando la madre o alguna figura femenina es la 
que ejerce la violencia, ella misma sufre de maltrato por parte de su pareja, o de 
algún miembro de la familia. 10 
 Estudios del Instituto Nacional de Pediatría cuestionan la afirmación de que la 
madre es la mayor agresora, pues al atender a niños y niñas maltratados(as), 
encuentran que viven en hogares casi siempre, con padre ausente, lo que no 
exculpa a la madre, pero explica que en esta relación de poder ella resulta ser 
la que maltrata. 27 
 Hay a menudo un retraso en llevar al niño al hospital, con una explicación por 
los padres que ellos no le realizaron esas heridas. Hay usualmente una 
discrepancia entre la historia dada por los padres y los hallazgos clínicos. La 
explicación acerca del trauma reciente ocurrido es vaga, inconsistente o 
contradictoria con las lesiones. 28 
 En la forma típica, el niño se presenta con múltiples contusiones y 
excoriaciones, de diferente antigüedad. Algunas de las lesiones pueden ser 
figuradas, es decir, verse la impronta del objeto con el que se realizan los 
traumatismos.29 
 Las lesiones en piel son las más comunes y uno de los signos reconocibles de 
abuso en niños. Más de un 90% de las víctimas de abuso físico presenta 
lesiones en piel. Sólo un 8% de estas lesiones son patognomónicas por su 
forma (impresiones reconocibles). En otros casos, los médicos pueden en las 
otras características de las lesiones y en otros elementos identificar abuso 
físico. 30 
 Las radiografías, con frecuencia demuestran fracturas costales o de las 
extremidades, a menudo de distinta antigüedad. Cualquier fractura costal en un 
niño de dos años o menos se considera como prueba de abuso infantil, a 
menos que haya una historia de trauma grave, como un accidente de 
circulación. Las fracturas costales son producidas bien por un golpe directo 
como una patada, o debido a un apretón fuerte. En este último caso, las 
fracturas están localizadas, típicamente, en la parte posterior de la parrilla 
costal. La resucitación cardiopulmonar no origina fracturas costales en niños de 
corta edad. La explicación de las lesiones fatales dada por los padres es, con 
frecuencia absurda, por ejemplo, “se cayó de la cama; resbaló de mis brazos, lo 
estaba lanzando al aire no logré cogerlo”. Habitualmente, hay un retraso entre 
el momento en que se han producido las lesiones y el momento en que el niño 
es llevado a urgencias. En el primer año de vida, la mayoría de estos niños 
sufren lesiones en la cabeza: hemorragia subaracnoidea y/o subdural, con o sin 
fracturas craneales. En niños con lesión abdominal, aproximadamente 43% de 
los casos, no hay signos de lesión externa. Aproximadamente 80% tiene 
laceraciones hepáticas. El hígado puede ser seccionado como consecuencia de 
un puñetazo o una patada en el abdomen. Incluidos en la categoría de niño 
golpeado están los niños que sufren malnutrición grave debido a la negligencia 
de sus padres o cuidadores.29 
 Cuando los niños con lesión en cabeza son evaluados, generalmente se 
aceptan las características certeras de la historia, por tanto una historia 
cambiante, una historia de trauma de bajo impacto, o una historia de no trauma, 
sugieren abuso. Sin embargo, la sensibilidad y especificidad de estos factores 
históricos para identificación de abuso son desconocidas. Estudios previos de 
trauma de cabeza por abuso, utilizan características de la historia como criterios 
diagnósticos para definir cuáles casos son abuso. 31 
 El síndrome del bebé sacudido es un caso serio de maltrato al niño que 
involucra más a menudo a los niños más pequeños de 2 años, pero que 
también puede verse en los niños de 5 años. Las posibles dificultades dadas 
identificando a un infante inicialmente como sacudido abusivamente y la 
variabilidad del síndrome, debe hacer que los médicos sean sumamente 
vigilantes al tratar con cualquier trauma del cerebro en los infantes y estén 
familiarizados con los resultados radiológicos y clínicos que apoyen el 
diagnóstico de síndrome del bebé agitado. El cual es claramente definible como 
condición médica. 32 
 La explotación y el abuso contra los niños y niñas, es un problema que se 
incrementa en forma alarmante y que necesita de medidas continuas de 
prevención y protección efectiva a escala local, nacional e internacional.17 
 Las definiciones médicas tradicionales de abuso físico están comenzando a 
cambiar por la intervención de la legislación social, decisiones del tribunal, y 
políticas administrativas. Este desacuerdo puede ser un problema para los 
Médicos Pediatras en decidir cuándo reportar lesiones como el abuso del niño. 
Esto se dirige a los casos en los que el Médico Pediatra sabe o sospecha que 
las lesiones superficiales son inflingidas y no accidentales. 17 
 
Planteamiento del Problema 
 El maltrato infantil es un problema que está escondido, que en muchas 
ocasiones se pasa por alto o se niega su existencia por razones sociales y 
culturales ya que a menudo amenaza intereses históricamente culturales, 
políticos, religiosos y económicos, de ahí la complejidad de la intervención, y la 
dificultad e importancia de la actuación coordinada que lleven a cabo las 
distintas instituciones implicadas y los profesionales que desarrollan su 
actividad en las mismas. 
 Con base a esto, no existe en la literatura mexicana, estudios donde se 
determinen las causas por las cuales no se registran los casos de maltrato 
infantil y por lo tanto la notificación por parte de los prestadores de servicios de 
salud, es decir, médicos de instituciones públicas, privadas o sociales. De aquí 
la relevancia de identificar cuáles son las causas por las que a pesar de que se 
dé la atención a menores con maltrato infantil, éstos no se diagnostiquen 
adecuadamente, no se reporten, o ambas; y por consiguiente se presente un 
subregistro de dichos casos. 
 
Es por ello que se hace la siguiente pregunta para el presente estudio: 
 
¿Qué condiciones o factores están relacionados con la notificación de maltrato 
infantil, por parte de los Médicos y personal del área de Salud Mental, en un 
Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal? 
Objetivos 
Objetivo General: 
 Identificar las principales condiciones o factores que se relacionan con la 
notificación de maltrato infantil por parte de los Médicos operativos y Personal 
del área de Salud Mental, de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud 
del Distrito Federal. 
 
Objetivos Específicos: 
1.- Evaluar el grado de conocimientos de los Médicos operativos y del personal 
del área de SaludMental de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud 
del Distrito Federal, para identificar las lesiones compatibles con maltrato 
infantil 
2.- Evaluar el grado de conocimientos de los Médicos operativos y del personal 
del área de Salud Mental de un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud 
del Distrito Federal, acerca de los procedimientos para notificar casos 
sospechosos de maltrato infantil 
3.- Evaluar el grado de conocimientos de los Médicos operativos y personal del 
área de salud mental en un Hospital Pediátrico de la Secretaría de Salud del 
Distrito Federal, acerca de la Norma Oficial Mexicana NOM-190- SSA1-1999 
4.- Evaluar condiciones personales, culturales, laborales y profesionales que 
influyen sobre el reconocimiento y la notificación del maltrato infantil, en los 
Médicos operativos y personal del área de salud mental de un Hospital 
Pediátrico de la Secretaría de Salud del Distrito Federal. 
 Justificación 
No se conoce la frecuencia exacta del síndrome de Niño maltratado (SNM) en 
nuestro país, ya que la mayoría de los casos no se informan a las autoridades 
correspondientes, ya que no se establece el diagnóstico adecuadamente o bien 
porque se oculta. 
 Actualmente se acepta que en el mundo el 10 % de cualquier comunidad 
pediátrica puede ser víctima de una agresión intencional diversa y de ella, sólo 
1 % es diagnosticada o tratada adecuadamente. Con base en esta realidad la 
Organización Mundial de la Salud ha considerado este fenómeno como un 
problema en salud pública mundial.33 Tomando en cuenta esto, sabemos que 
México cuenta con 40 799 002 menores de 18 años, por lo que de ellos 
tendríamos que 4 079 900 son víctimas de maltrato infantil, de los cuales sólo 
se diagnostican o tratan adecuadamente 407 990, cifras que reflejan de forma 
importante la magnitud del problema. 
 Hijar-Medina y col. presentaron un estudio basado en niños hasta de cuatro 
años de edad en un período de 12 años. Resaltando en el mismo la inadecuada 
información registrada de los casos, por deficiencia en la codificación de los 
eventos. Sin embargo, es factible precisar que un menor de cinco años de edad 
es asesinado cada dos días en México; que la tercera parte de niños 
asesinados lo fueron antes de que cumplieran un mes de edad; que los varones 
fueron más agredidos que las niñas; que la estrangulación y la asfixia fueron 
más frecuentemente observados en menores de un año. 34 
 Por lo que se refiere a la incidencia, cabe resaltar que debido a la ausencia de 
un sistema nacional de registro que recabe toda la información sobre el 
problema del maltrato al menor, no hay información y datos exactos y globales 
sobre el fenómeno, esto resulta extraño si consideramos que contamos con 
instituciones que han desarrollado un programa de estadísticas a nivel nacional 
perfectamente organizado como son el INEGI, el Programa DIF-Preman y el 
Sistema Nacional de Información Básica en Materia de Asistencia Social 
contemplado en la Ley de Salud. Los datos existentes no aluden a las 
verdaderas dimensiones del problema, ya que muchas de las víctimas no 
denuncian ante la autoridad y las Organizaciones Nacionales Gubernamentales 
que prestan atención a menores maltratados no están obligadas por la ley a dar 
conocimiento de los casos que reciben a algún organismo público para su 
registro estadístico. Sin embargo, las cifras con que se cuenta actualmente 
permiten ver que es un problema grave en el que se debe trabajar todavía muy 
intensamente por el bien de nuestros niños y de nuestra sociedad. 
 El SNM es prácticamente un problema en salud pública en muchas partes del 
mundo, en México se debe trabajar intensamente para sensibilizar al personal 
de salud sobre su existencia, así como desarrollar diversos programas que 
permitan la atención integral de cada caso y lo más importante, la prevención 
de estos fenómenos en nuestra niñez. Ya que cuando no se notifica a la 
autoridad competente la atención médica que se le ha brindado a un menor con 
lesiones, ante dicha negligencia, se expone al niño a que siga siendo 
maltratado y paradójicamente a los médicos e institución hospitalaria a una 
demanda por parte de los familiares. 
 Dichos aspectos deben ser entendidos y manejados con prontitud y atingencia 
por el personal que está en contacto directo con el paciente y su familia. De no 
ser así, las posibilidades de tratar correctamente esta patología pediátrica 
disminuyen considerablemente en detrimento de todos los protagonistas; 
víctimas, victimarios, familiares y profesionales que los atienden. 
 Esta investigación quiere sensibilizar, con base en sus resultados, el 
reconocimiento, por parte de los Pediatras institucionales y en formación, de la 
importancia y relevancia que tiene el maltrato infantil como problema de salud, 
que puede compararse en magnitud con otros trastornos importantes para la 
Salud Pública, y contribuir a través del conocimiento y la concientización, a 
establecer que se trata de un problema frecuente y cuyas consecuencias no 
solo pueden ser mortales, sino también pueden ocasionar secuelas físicas y 
psicológicas a los menores, que facilitan la reproducción del ciclo. El cual puede 
ser roto por el Pediatra y cualquier otro personal de salud, llevando a cabo un 
adecuado diagnóstico, registro y notificación de los casos. 
 
 Las limitaciones relativas al subregistro tienen que ver, entre otros, con la 
ausencia de registros fiables, de estudios de investigación y de instrumentos de 
detección que permitan conocer la magnitud del problema al que nos 
enfrentamos. Este es uno de esos casos en los que los profesionales 
señalamos que los casos que vemos son una mínima parte de los existentes. 
Necesitamos datos reales sobre los que se puedan basar las políticas de 
prevención y promoción de la salud en la infancia. 
 
 Dado que el diseño de esta investigación es de tipo descriptivo observacional y 
no se requieren de grandes insumos o financiamientos las posibilidades de 
llevar a cabo la realización y término del proyecto es muy alta. Por lo cual, se 
puede cumplir con la factibilidad de la justificación en este protocolo. 
 
Material y métodos 
Se realizó una investigación educativa, con un diseño: observacional, 
descriptivo, prospectivo, transversal, tipo encuesta aplicando censo de Personal 
Médico y del Área de Salud Mental adscritos al Hospital Pediátrico Iztapalapa 
de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, durante el mes de agosto del 
2006. 
Los criterios de inclusión fueron: Médicos adscritos y Personal del Área de 
Salud Mental en el área operativa del Hospital Pediátrico Iztapalapa de la 
Secretaría de Salud del Distrito Federal, durante el período del 1º al 31 de 
agosto de 2006, y que desearan participar. 
Los criterios de Exclusión: Médicos adscritos y Personal del Área de Salud 
Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito 
Federal que no se encontraran adscritos al área operativa durante el período 
del 1º al 31 de agosto de 2006 y/o que no desearan participar. 
Los criterios de Eliminación: Médicos o personal del Área de Salud Mental que 
contestaran el cuestionario de forma completa o incompleta, que se hubiera 
corroborado no fueran Médicos operativos o personal del Área de Salud Mental 
adscritos al Hospital Pediátrico Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito 
Federal. 
Las variables de estudio que se tomaron en cuenta fueron: conocimientos de la 
NOM de violencia familiar, conocimientos de diagnóstico de maltrato infantil, 
conocimientos de procedimientos de notificación, grado de estudios, antigüedad 
laboral, turno de trabajo, horario de trabajo, otras dependencias donde laboran, 
sexo, edad, estado civil, tipo de religión, antecedente de evento violento en el 
ámbito familiar y maltrato infantil a sus hijos. 
 
VARIABLE 
(índice / 
indicador) 
TIPO 
DEFINICIÓNOPERACIONAL 
ESCALA DE 
MEDICIÓN 
CALIFICACIÓN 
ANÁLISIS / 
CONTROL 
Conocimientos 
de la NOM de 
violencia 
familiar 
Cualitativa 
ordinal 
Conocimiento de 
la NOM de 
violencia familiar 
 0 Mala 
 1 Regular 
 2 Bien 
 3 Muy bien 
Malo 
Regular 
Bien 
Muy bien 
Descriptivo 
Conocimientos 
de diagnóstico 
de maltrato 
infantil 
Cualitativa 
ordinal 
Conocimiento 
del 
procedimiento 
de diagnóstico 
 ≥ 1 Sabe 
 0 No sabe 
Sabe 
No sabe 
Descriptivo 
Conocimientos 
del 
procedimiento 
de notificación 
Cualitativa 
ordinal 
Conocimiento de 
los 
procedimientos 
de notificación 
 0 - 1 Mala 
 2 - 4 Regular 
 ≥ 5 Bien 
Malo 
Regular 
Bien 
Descriptivo 
Razones por 
las que no se 
han notificado 
casos de 
maltrato 
infantil 
Cualitativa 
nominal 
Conocer cuáles 
son las razonas 
por las que no 
se notifica el 
maltrato infantil 
No me 
corresponde 
Falta de 
conocimientos 
No siguió en 
consulta 
Falta de pruebas 
No me 
corresponde 
Falta de 
conocimientos 
No siguió en 
consulta 
Falta de pruebas 
Descriptivo 
Grado de 
estudios 
Cualitativa 
ordinal 
Nivel académico 
que poseen los 
Médicos 
Pediatras 
Licenciatura 
Especialidad 
Subespecialidad 
Maestría 
Doctorado 
Licenciatura 
Especialidad 
Subespecialidad 
Maestría 
Doctorado 
Descriptivo 
Antigüedad 
laboral como 
Médico 
General 
Cuantitativa 
continua 
Tiempo que 
lleva laborando 
como Médico 
General 
Años y meses 
cumplidos 
Años numéricos Descriptivo 
Antigüedad 
laboral como 
Médico 
Pediatra 
Cuantitativa 
continua 
Tiempo que 
lleva laborando 
como Pediatra 
Años y meses 
cumplidos 
Años numéricos Descriptivo 
Antigüedad 
laboral como 
personal en el 
área de Salud 
Mental 
Cuantitativa 
continua 
Tiempo que 
lleva laborando 
como personal 
en el Área de 
Salud Mental 
Años y meses 
cumplidos 
Años numéricos Descriptivo 
Turno de 
trabajo 
Cualitativa 
nominal 
Turno en el que 
labora en el 
hospital 
Matutino 
Vespertino 
Nocturno 
Mixto 
Matutino 
Vespertino 
Nocturno 
Mixto 
Descriptivo 
Horario de 
trabajo 
Cuantitativa 
continua 
Cuántas horas 
al día labora en 
el Hospital 
6 horas 
8 horas 
12 horas 
6 horas 
8 horas 
12 horas 
Descriptivo 
Dependencias 
donde labora 
Cualitativa 
nominal 
Instituciones 
públicas, 
privadas o de 
otro tipo donde 
labore 
SSA 
ISSSTE 
IMSS 
Privado 
Otro 
SSA 
ISSSTE 
IMSS 
Privado 
Otro 
Descriptivo 
Sexo 
Cualitativa 
nominal 
Características 
fenotípicas y 
genotípicas de 
los individuos 
Masculino 
Femenino 
Masculino 
Femenino 
Descriptivo 
Edad 
Cuantitativa 
continua 
Tiempo 
transcurrido 
entre el 
nacimiento y el 
momento actual 
Años cumplidos Años cumplidos Descriptivo 
Estado civil 
Cualitativa 
nominal 
Condición de 
cada individuo 
en relación con 
los derechos y 
obligaciones 
civiles de la vida 
en pareja 
Soltero 
Casado 
Unión libre 
Divorciado 
Viudo 
Soltero 
Casado 
Unión libre 
Divorciado 
Viudo 
Descriptivo 
Tipo de 
religión 
Cualitativa 
nominal 
Creencia 
religiosa que 
practique 
Católica 
Evangelista 
Cristiana 
Testigo de 
Jehová 
Otra 
Católica 
Evangelista 
Cristiana 
Testigo de 
Jehová 
Otra 
Descriptivo 
Antecedente 
de evento de 
violencia 
familiar 
Cualitativa 
nominal 
Conocer si sufrió 
de violencia en 
el ámbito 
familiar 
Si 
No 
Si 
No 
Descriptivo 
Maltrato 
infantil a sus 
hijos 
Cualitativa 
nominal 
Conocer si ha 
ejercido maltrato 
infantil a sus 
hijos 
Si 
No 
Si 
No 
Descriptivo 
 
 
Debido a dificultades operacionales, se aplicó la encuesta al Personal Médico y 
del Área de Salud Mental en estudio, en entrevista (cara a cara), dentro del 
período de estudio. 
Posteriormente se elaboró la base de datos en el programa Excel y se realizó 
un análisis estadístico con el paquete de cómputo EpInfo 6.0.4d de tipo 
descriptivo, obteniendo: media (tendencia central), desviación estándar y rango 
(dispersión) y porcentaje (resumen); presentando los resultados en cuadros y 
figuras (gráficos de doble entrada). 
De acuerdo a los aspectos bioéticos, se consideró como una investigación sin 
riesgo y fue una encuesta anónima. 
 
 
 
Resultados y análisis 
Durante el mes de agosto de 2006 se aplicó el cuestionario a un total de 44 
Médicos y Personal del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico Iztapalapa 
de la Secretaría de Salud del Distrito Federal (81.48% del total de 54 Médicos y 
Personal del Área de Salud Mental). El 18.52% del Personal Médico no fue 
encuestado, debido a estar disfrutando de su periodo vacacional o estar de 
licencia médica por encontrarse en algún curso, siendo éstos parte de los 
criterios establecidos como de exclusión. 
Con relación al sexo de la población de estudio, se obtuvo que el 50% 
correspondió a hombres y el 50% a mujeres. En cuanto a la edad se observó 
una media de 45 con una desviación estándar de 6.6, siendo la mínima 27 años 
y la máxima 59 años. El grupo de edad más frecuente fue el de 41 a 50 años 
con 29 casos (65.9%) de los cuales 17 (77%) eran del sexo masculino y 12 
(54%) del sexo femenino, y el grupo menos representado fue el de 25 a 30 años 
con una frecuencia de 2 casos que equivale a 9% y que corresponden al sexo 
femenino. (figura 1) 
 1
 
 
 
 
Fig. 1 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según grupo de edad y sexo 
 
 
 
3=14%
12=54%
5=23%
2=9%
3=14%
17=77%
2=9%
0
41 - 50 años
31 - 40 años
≤ 30 años
≥ 51 años 
 
♀ ♂ 
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 2
En cuanto al estado civil el mayor porcentaje se presentó en los casados con 
73% para los hombres y 59% para las mujeres. El grupo de edad más 
representado fue el de 41 a 50 años con 59% para los hombres y 27% para las 
mujeres. El menor porcentaje correspondió a las viudas con 5%, representado 
por un caso del sexo femenino. 
La religión católica alcanzó el mayor porcentaje en ambos sexos con 86%, 
siendo el grupo de edad más frecuente el de 41 a 50 años. 
En cuanto al grado de escolaridad del personal del Hospital el mayor porcentaje 
para el sexo femenino corresponde a licenciatura con 45.4% representado por 
10 casos de los cuales 18% pertenecen al grupo de 41 a 50 años de edad y en 
el caso del sexo masculino el mayor porcentaje que se presentó fue para la 
especialidad (45.4%). 
Con relación a la antigüedad laboral del personal del hospital la máxima fue de 
35 años y la mínima de 1 año 5 meses con una media de 17.962 y una 
desviación estándar de 7.226. Así mismo, se observó que el mayor porcentaje 
para el sexo femenino fue para el rango de 18.1 a 25 años con 36.4% y para el 
sexo masculino fue el mismo rango con 45.4% siendo el grupo de edad en el 
que se presentó el de 41 a 50 años; el menor porcentaje para el sexo femenino 
fue para el personal con más de 25 años laborando y corresponde a 14% y 
para el sexo masculino es el que tiene menos o igual a 10 años laborando y 
corresponde a 5%. El turno laboral el mayor porcentaje, tanto del sexo femenino 
como del masculino corresponde al turno matutino, con 54.5%. El horario de 
labores más frecuente fue el de 8 horas con 59.1% tanto para el sexo femenino 
 3
como para el masculino; y el menos frecuente fue el de 6 horas con 18% para 
las mujeres y 14% para los hombres. 
Otras dependencias donde labora el personal de salud del Hospital es en forma 
privada con 45.5% para ambos sexos respectivamente, seguido por 27% del 
sexo femenino y 23% del sexo masculino en donde no laboran en ningún otro 
lugar y en menor proporción se presentó la opción de en otro lugar con 5% para 
ambos sexos respectivamente, las cuales no corresponden ni a IMSS, ni 
ISSSTE ni a la Secretaría de Salud y asistencia. 
 
Condiciones relacionadas con la notificación 
En cuanto a los conocimientos de la NOM de violencia familiar la calificación 
generalmuy bien obtuvo 27%, siendo la más frecuente bien con 32%. La 
calificación que obtuvo un mayor porcentaje en el caso de los hombres fue muy 
bien y regular con 27.3% para cada una de ellas y en el caso de las mujeres fue 
bien con 23%, siendo el grupo de edad en el que se presentó dicha calificación 
el de 41 a 50 años para ambos sexos y el menor porcentaje se presentó en la 
calificación de mala con 9.1% tanto para el caso del sexo masculino como del 
femenino (cuadro II y figura 2). 
 4
Cuadro II. 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre la NOM de violencia 
familiar por grupo de edad y sexo 
 
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M
Muy bien 0 0 0 0 4 6 1 1 5 7
Bien 1 0 2 0 5 4 0 2 8 6
Regular 1 0 3 1 1 6 2 0 7 7
Malo 0 0 0 1 2 1 0 0 2 2
Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 
 
 
Fig. 2. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre la NOM de violencia 
familiar por grupo de edad y sexo 
 
18%
27%
5% 5%4%
9%
23%
19%
9%
5%
14%
4%
4%
27%
9%
5%
9%
4%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
F M F M F M F M
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años
Grupo de edad y sexo
Po
rc
en
ta
je
Malo
Regular
Bien
Muy bien
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 5
 
 
 
El mayor porcentaje de la calificación de conocimientos sobre diagnóstico de 
violencia familiar sin distinción de sexo fue de sabe con 65.9% siendo el grupo 
de edad más frecuente el de 41 a 50 años. Al llevar a cabo el análisis de dichas 
cifras por sexo encontramos que 68.18 % de las mujeres y 64% de los hombres 
sabe hacer el diagnóstico de violencia familiar (cuadro III y figura 3). 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro III. 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre diagnóstico de 
violencia familiar por grupo de edad y sexo 
 
 
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M
Sabe 1 0 3 1 9 10 2 3 15 14
No sabe 1 0 2 1 3 7 1 0 7 8
Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 6
Fig. 3. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre diagnóstico de 
violencia familiar por grupo de edad y sexo 
 
4%
14%
5%
41%
45%
9%
14%
5%
9%
4%
13%
32%
5%
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
45%
50%
F M F M F M F M
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años
Grupo de edad y sexo
Po
rc
en
ta
je Sabe
No sabe
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 
Con relación al procedimiento de notificación de maltrato infantil la que obtuvo 
el mayor porcentaje fue “mala” con 50%. Para el sexo masculino la calificación 
más frecuente fue “mala” con 45% de los cuales 36% correspondían al grupo de 
edad de 41 a 50 años. Para el sexo femenino también se presentó la misma 
calificación con un porcentaje de 54%, de los cuales 23% correspondían al 
grupo de edad de edad de 31 a 40 años y al de 41 a 50 años simultáneamente 
(cuadro IV y figura 4). 
 7
 
Cuadro IV. 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre notificación de 
maltrato infantil por grupo de edad y sexo 
 
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M
Bueno 0 0 0 0 0 3 0 0 0 3
Regular 2 0 0 1 7 6 1 2 10 9
Malo 0 0 5 1 5 8 2 1 12 10
Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 
 
 
Fig. 4. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre notificación de 
maltrato infantil por grupo de edad y sexo 
 
14%
9%
4%
32%
27%
5% 9%
23%
5%
22%
36%
9% 5%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
F M F M F M F M
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años
Grupo de edad y sexo
Po
rc
en
ta
je
Malo
Regular
Bueno
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 8
 
 
 
 
64% del personal masculino y 59% del sexo femenino, nunca han notificado 
algún caso de maltrato infantil, mientras que 36% de los hombres y 41% de las 
mujeres sí lo han hecho, siendo el grupo de edad en el que se han reportado 
con más frecuencia estas dos circunstancias el de 41 a 50 años (cuadro V y 
figura 5). 
 
 
 
 
Cuadro V. 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según notificación de maltrato infantil por grupo de edad y sexo 
 
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total 
Respuesta F M F M F M F M F M
Sí 2 0 1 1 6 4 0 3 9 8
No 0 0 4 1 6 13 3 0 13 14
Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 9
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 5. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según notificación de maltrato infantil por grupo de edad y sexo 
 
9%
5% 4%
27%
18%
14%
18%
5%
27%
59%
14%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
F M F M F M F M
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años
Grupo de edad y sexo
Po
rc
en
ta
je
Sí
No
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 10
 
 
 
 
54% de los hombres y 50% de las mujeres dijeron no haber presenciado algún 
evento de violencia familiar durante su infancia, mientras que 41% de los 
hombres y 50% de las mujeres sí lo presenciaron (cuadro VI y figura 6). 
 
 
 
 
Cuadro VI. 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según evento de violencia familiar durante su infancia por 
grupo de edad y sexo 
 
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Respuesta F M F M F M F M F M
Sí 1 0 2 0 7 7 1 2 11 9
No 1 0 3 1 5 10 2 1 11 12
No contestó 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 11
 
 
 
 
 
 
Fig. 6. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según evento de violencia familiar durante su infancia por 
grupo de edad y sexo 
 
4%
9%
32% 32%
5%
9%
5%
14%
5%
22%
45%
9%
5%
4%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
F M F M F M F M
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años
Grupo de edad y sexo
Po
rc
en
ta
je
No contestó
No
Sí
 
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 12
 
 
 
86.3% del sexo femenino y 82% del sexo masculino no justifican ninguna 
situación que contribuya para que se presente maltrato infantil. Mientras que 
14% de las mujeres y 18.2% de los hombres dudan a cerca de si existen 
circunstancias en las que se pueda o deba llevar a cabo el maltrato infantil 
como medida correctiva en su educación (cuadro VII y figura 7 y 8). 
 
 
 
 
Cuadro VII. 
Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación sobre aspectos culturales de maltrato infantil 
por grupo de edad y sexo 
 
 
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años Total Calificación F M F M F M F M F M
No Justifica 2 0 4 2 11 13 2 3 19 18
Duda 0 0 1 0 1 4 1 0 3 4
Lo considera 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Convencido 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Total 2 0 5 2 12 17 3 3 22 22
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en Agosto de2006 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 13
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 7. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación sobre aspectos culturalesde maltrato infantil 
por grupo de edad y sexo 
 
9%
18%
9%
50%
59%
9%
14%
5%
4%
18%
5%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
F M F M F M F M
≤ 30 años 31-40 años 41-50 años > 50 años
Grupo de edad y sexo
Po
rc
en
ta
je
Convencido
Lo considera
Duda
No Justifica
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 14
Fig. 8. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación sobre aspectos culturales de maltrato infantil 
 
 
 
 Convencido
0=0% Lo considera
0=0%
No lo justifica
37=84%
Duda
7=16%
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
N=44 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 
 
Con el propósito de profundizar en el análisis se hicieron varios cruces de 
variables como son conocimientos de la NOM de violencia familiar con: 
• Antigüedad laboral observándose que el mayor porcentaje de 
calificación muy bien lo obtuvo el personal que lleva laborando de 
 15
18.1 a 25 años con 50% y el mayor porcentaje de calificación mala 
la obtuvo el personal que lleva laborando 10.1 a 18 años (figura 9). 
• Grado de escolaridad observándose que el mayor porcentaje de la 
calificación de muy bien lo obtuvieron aquéllos que cuentan con 
especialidad y el mayor porcentaje de la calificación mala lo 
obtuvieron los que sólo cuentan con licenciatura. 
• Turno laboral observándose que el matutino obtuvo el mayor 
porcentaje en la calificación de muy bien con 66.7%, el turno 
vespertino obtuvo su mayor porcentaje en la calificación de regular 
con 62.5%, el turno nocturno obtuvo el mayor porcentaje en la 
calificación de bien con 80%, y el turno de sábado-domingo obtuvo 
su mayor porcentaje en la calificación de muy bien con 42.9%. 
• Otras dependencias donde labora el personal observándose que 
el mayor porcentaje obtenido en la calificación de muy bien lo 
obtuvieron quienes laboran de forma privada con 66.7%. 
 
En cuanto a los conocimientos sobre diagnóstico de maltrato infantil se observó 
que quienes saben llevar a cabo éste son los que tienen una antigüedad laboral 
de 18.1 a 25 años con un porcentaje de 44.8%, los que cuentan con 
especialidad con un porcentaje de 44.8%, los del turno matutino con un 
porcentaje de 51.7%, los que trabajan en forma privada con un porcentaje de 
48.3%; en tanto que se observó también que los que no saben realizar el 
 16
diagnóstico son los que tienen laborando de 10.1 a 18 años con 40%, los que 
cuentan con licenciatura con 53.3% y los que no laboran en ninguna otra 
dependencia con 46.7%. 
 
Así mismo se apreció a cerca de los conocimientos sobre notificación de 
maltrato infantil, donde como resultados relevantes tenemos los siguientes: 
quienes llevan bien a cabo esto son los que tienen de 18.1 a 25 años laborando 
con 66.7%, los que cuentan con especialidad con 66.7%, los del turno de fines 
de semana con 66.7% y los que laboran de forma privada 66.7%, mientras que 
los que lo hacen mal son los que tienen laborando entre 10.1 a 18 años 40.9%, 
los que cuentan con licenciatura con 45.5% y los del turno matutino con 59.1% 
(figura 10). 
También se observó que quienes mencionaron haber presenciado un evento de 
violencia familiar son aquéllos que tienen laborando de 18.1 a 25 años; y que 
quienes más dudan de que los actos de violencia en la infancia puedan 
aplicarse como medidas correctivas son los que cuentan con especialidad con 
un porcentaje de 57.1% (figura 11). 
Referente a la pregunta de por qué no se había llevado a cabo la notificación de 
algún caso de maltrato infantil, la razón más frecuentemente argumentada para 
no llevar a cabo ésta fue porque “no le correspondía” con 6 casos, siguiéndole 
con un caso cada uno de los siguientes motivos: “falta de conocimientos, no 
siguió en consulta y falta de pruebas”. 
 17
 
 
 
 
 
 
Fig. 9. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital Pediátrico 
Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre la NOM de violencia 
familiar por grupo de edad y sexo 
 
50%
50%
25%
25%
17%
29%
57%
58%
21.5%
21%
8%
21.5%17%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
Muy bien Bien Regular Malo
Calificación
Po
rc
en
ta
je
Maestría 
Subespecialidad
Especialidad
Licenciatura
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 18
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 10. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital 
Pediátrico Iztapalapa según calificación de conocimientos sobre 
notificación de maltrato infantil por antigüedad laboral 
 
16% 14%
33%
26%
41%
67% 53% 27%
5%
18%
0%
20%
40%
60%
80%
100%
120%
Bien Regular Malo
Calificación
Po
rc
en
ta
je
> 25 años
18.1-25 años
10.1-18 años
≤10 años
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 
 
 19
 
 
 
 
 
Fig. 11. Personal Médico y del Área de Salud Mental del Hospital 
Pediátrico Iztapalapa según calificación de aspectos culturales de maltrato 
infantil por grado de escolaridad 
 
38% 38%
5%
19%
29%
57%
14%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
Licenciatura Especialidad Subespecialidad Maestría
Grado de escolaridad
Po
rc
en
ta
je
Duda
No justifica
 
Fuente: Cuestionario aplicado en el Hospital Pediátrico Iztapalapa en agosto de 2006 
 
 
 20
Discusión y Conclusiones 
Con base en los datos obtenidos a través del cuestionario aplicado los 
resultados obtenidos más importantes señalan que: 
• Un pequeño grupo de la población estudiada desconoce la NOM de 
violencia familiar. Dicho grupo corresponde al comprendido entre 41 a 50 
años de edad, no existiendo una diferencia significativa por sexo, lleva 
laborando de 10.1 a 18 años y su grado de estudios es licenciatura (tabla 
II y gráficas 2 y 9). 
• Una tercera parte del personal del Hospital no sabe llevar a cabo el 
diagnóstico de los casos de violencia familiar. Siendo éstos los 
comprendidos en el grupo de edad de 41 a 50 años, sexo masculino, con 
10.1 a 18 años de antigüedad laboral, cuentan sólo con licenciatura, y no 
laboran en ninguna otra dependencia (tabla III y gráfica 3). 
• La mitad del personal de salud del hospital desconoce sobre la forma 
correcta de llevar a cabo la notificación de los casos de maltrato infantil. 
Representados por el grupo de edad de 41 a 50 años de edad para el 
sexo masculino y de 31 a 40 años para el sexo femenino, tienen 10.1 a 
18 años de antigüedad laboral, su grado de estudios es licenciatura y 
laboran en el turno matutino (tabla IV y figuras 4 y 10). 
• 6 de cada 10 entrevistados de 41 a 50 años de edad tanto del sexo 
femenino como del masculino, nunca han notificado algún caso de 
maltrato infantil (tabla V y figura 5). 
• La mitad de los entrevistados dijeron no haber presenciado algún evento 
de violencia familiar durante su infancia, el grupo de edad más 
representado fue el de 41 a 50 años de edad y con antigüedad laboral de 
18.1 a 25 años. En el caso de las mujeres se presentó un porcentaje 
ligeramente superior con relación a haber presenciado algún evento 
violento en el ámbito familiar, no especificándose si dicha violencia fue 
hacia algún integrante distinto a ella (tabla VI y figura 6). 
• La razón más frecuentemente argumentada para no llevar a cabo la 
notificación de maltrato infantil fue porque “no le correspondía” con 6 
casos, siguiéndole con un caso cada uno de los siguientes motivos: falta 
de conocimientos, no siguió en consulta y falta de pruebas. Apreciándose 
que desconocen los aspectos básicos para llevar a cabo la notificación y 
la existencia de situaciones personales y culturales aunadas a lo anterior 
contribuyen a dicha problemática. 
• El personal que más conocimientos tiene sobre la NOM de violencia 
familiar, de diagnóstico y notificación de maltrato infantil es el que duda 
de si en la educación

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