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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL UNIDAD DE MEDICINA FAMILIAR Nº 20 T E S I S “FRECUENCIA DE MALTRATO EN EL ADULTO MAYOR Y FACTORES ASOCIADOS” PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALISTA EN MEDICINA FAMILIAR PRESENTA DR. FERNANDO CARLOS ESPINOSA VELÁZQUEZ ASESORA: DRA. LAURA TORRES ARREOLA IMSS MÉXICO, DF. GENERACIÓN 2004 – 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ÍNDICE Páginas RESUMEN TÍTULO I. MARCO TEÓRICO 1 II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 13 III. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN 13 IV. HIPÓTESIS 14 V. OBJETIVOS 15 VI. JUSTIFICACIÓN 16 VII. METODOLOGÍA a. Población, lugar y tiempo del estudio 19 b. Tipo de estudio 19 c. Criterios de inclusión 20 d. Criterios de exclusión 20 e. Criterios de eliminación 20 f. Tamaño de la muestra 21 g. Variables del estudio 22 h. Descripción del estudio 25 VIII. ASPECTOS ÉTICOS Y FACTIBILIDAD 26 IX. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 30 a. Análisis de resultados 31 b. Tablas y gráficos 37 ÍNDICE Páginas X. DISCUSIÓN 77 XI. CONCLUSIONES 80 XII. ANEXOS a. Cronograma 83 b. Consentimiento informado 84 c. Instrumento de evaluación 85 XIII. BIBLIOGRAFÍA 91 FRECUENCIA DE MALTRATO EN EL ADULTO MAYOR Y FACTORES ASOCIADOS Espinosa Velázquez Fernando Carlos1, Torres Arreola Laura2 RESUMEN Introducción: El Maltrato al Adulto Mayor (MAM) es una conducta destructiva dirigida a una persona mayor de 60 años; encontrándose dentro de su tipología a la física, psicológica, económica, abandono, sexual, etc. y cuya dimensión (frecuencia, severidad, duración e intensidad) generara un daño. En nuestro país la prevalencia de maltrato en el AM y sus factores asociados han sido poco estudiados. Objetivo: Determinar la frecuencia del maltrato en el adulto mayor y analizar los factores asociados en esta población, asistente a la U.M.F. N° 20 del IMSS. Material y Métodos: Diseño: Se realizó un estudio transversal analítico. Mediciones: Se aplico un Cuestionario de 87 ítems con datos de identificación del AM, del cuidador principal, método de Graffar, determinación de presencia de maltrato, ansiedad, depresión, Pfeiffer, Barthel, tipología del maltrato. Análisis estadístico: Realizado con medidas de tendencia central y análisis con X2. Resultados: En el total de los AM estudiados el 42.7% presento maltrato, siendo más frecuente el tipo verbal (48.4%); para todos los tipos de maltrato el rango de edad fue 60 a 69 años (65.7%), género femenino (53.85%), casados (38.5%), en el hogar (35.7%), escolaridad primaria (33.6%), nivel socioeconómico obrero (47.6%), asociado a hipertensión arterial (21.7%), y depresión (63.6%); relativo al cuidador principal generador de maltrato fue el hijo (56.6%), femenino (53.8%), edad de 30 a 39 años (25.9%), y toxicomanía alcoholismo (40.6%). Conclusiones: No hubo significancia estadística ni relación directa entre la funcionalidad familiar, la presencia de ansiedad, el grado de dependencia y el deterioro mental con la presencia de maltrato. Palabras claves: Maltrato, Adulto Mayor, Tipología del maltrato. 1 Médico Residente de 3er Año en Medicina Familiar de la UMF Nº 20 del IMSS 2 Investigador responsable. Investigadora de la Unidad de Investigación Epidemiológica y en Servicios de Salud del CMN S-XXI. Coordinación en Investigación en Salud. MARCO TEORICO El Adulto Mayor El Envejecimiento como fenómeno social a nivel mundial es el resultado de la transición demográfica y epidemiológica, ya que los avances médicos y el desarrollo tecnológico y científico han propiciado una disminución de la tasa de fecundidad y mortalidad aumentando la esperanza de vida por lo que la población de 60 años y más se encuentra en un crecimiento progresivo.1 Lo que repercute en el incremento de la población anciana en México, simultáneamente surgen noticias sobre un problema creciente, el Síndrome de Abuso o Maltrato al Adulto Mayor (SMAM). 2 La edad a partir de la cual una persona puede considerarse “anciana” no está definida con precisión. En los países occidentales, generalmente se considera que la senescencia coincide con la edad de jubilación (60 o 65 años).3 En el mundo tenemos aproximadamente 6,100 millones de habitantes. La población anciana estaría alrededor de 606 millones, cifra que para el 2050 se triplicaría. El número total de personas mayores en los países subdesarrollados aumentara para el 2025 a 850 millones.2,3 Para referirnos a la vejez o a los ancianos en nuestro país nos apegamos a la Norma Oficial Mexicana NOM-167-SSA1-1997, para la Prestación de Servicios de Asistencia Social para Menores y Adultos Mayores. Con fecha de publicación: 17 de noviembre de 1999, la cual define: Adulto Mayor, a la persona de 60 años de edad o más, y adulto mayor en estado de abandono, aquel que presenta cualquiera de las características siguientes: carencia de familia, rechazo familiar, maltrato físico o mental, carencia de recursos económicos.4 De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional sobre Salud y Envejecimiento en México (ENASEM-2001), se estima que un total de 7,680.076 personas tienen edad de 60 o más y se estima que para el 2030 serán 17.4 millones.5 El 6% (460,804.56) de los mayores de 60 años son parcialmente dependientes. El 2% (153,601.52) son totalmente dependientes. El 40% de los adultos mayores de 80 años padecen por lo menos alguna discapacidad. Con respecto a la distribución por sexo, se sabe que la tasa de mortalidad de la población masculina es mayor que la de la femenina, aumentando el riesgo de que éstas lleguen a ser dependientes.6 Así se estima que en México 1 de cada 4 habitantes tendrá 60 años o más para el 2050.7 La población de adultos mayores en la Unidad de Medicina Familiar Nº 20 del IMSS en el 2005 es de 22,471. De los cuales se dividen en 10,101 para el sexo masculino y 12,370 para el sexo femenino. 8 En la actualidad los ancianos son uno de los grupos más numerosos de marginados de la sociedad. En está, la vejez es objeto de una diferenciación especial. Los cambios y la disminución de facultades físicas aunadas a la exaltación de valores sociales, donde predomina lo joven y fuerte como lo valioso, provocan que las personas mayores sean ignoradas, desatendidas,discriminadas o maltratadas. 9 Panorama Epidemiológico del Maltrato en el Adulto Mayor Se sabe que la violencia doméstica es tan antigua como la humanidad misma y se reconocen la violencia infantil, contra la mujer y al anciano, fundamentalmente; siendo este último grupo una población en ascenso por las mayores expectativas de vida de los últimos años. Como resultado de ello, el número de casos de abuso en el anciano se incrementará y el impacto de este abuso sobre la salud debe ser considerado de forma adecuada. El médico en la atención primaria de salud es un pilar importante en la prevención y educación de este problema.10 La preocupación de la profesión médica por el tema ha sido también reciente. La primera discusión apareció en 1975, en el British Medical Journal en una carta al editor. El estudio sobre maltrato al anciano se origina con la “Carta de los Derechos de las Personas Mayores” elaborado por la Naciones Unidas del 16 de diciembre de 1991. Informes dados por la Organización Mundial de la Salud indican que más de l millón de ancianos en el ámbito mundial son víctimas de maltrato al año. En Estados Unidos 1 de cada 25 Adultos Mayores son maltratados.2 Una revisión terminada en 1995 y limitada a publicaciones centrales y al Index Medicus sobre «Malos tratos a Ancianos» detectó 26 artículos, y sólo 4 de ellos contenían datos primarios. Durante el mismo período, el número de informes sobre maltrato a menores ascendió a 2485. Sólo en unos pocos de los lugares estudiados se han establecido tasas de incidencia de la violencia y el maltrato. En algunos estudios se han descubierto las tasas de maltrato a hombres eran idénticas a las del maltrato a mujeres, mientras que en otros se ha detectado una mayor proporción de víctimas femeninas que masculinas. Los estudios llevados a cabo en entornos más desarrollados, incluidas las encuestas nacionales e internacionales de base comunitaria (efectuadas, por ejemplo, en Australia, Canadá, Reino Unido e Irlanda del Norte) han concluido que la proporción de personas de edad que, según informes, sufre maltrato o abandono oscila entre el 3% y el 10%. En Canadá se descubrió que el abandono era la forma más común de maltrato en contextos comunitarios y domésticos: el 55% de los casos denunciados era de abandono, mientras que el 15% correspondía a maltrato físico y el 12% a la explotación económica. Se sabe menos aún sobre los cambios en los comportamientos abusivos contra las personas de edad a lo largo de los años. En los Estados Unidos, el Nacional Center on Elder Abuse registró entre 1986 y 1996 un aumento del 150% en los incidentes de maltrato declarados por los servicios estatales de protección de adultos. Según informes, el abandono resultó ser la forma de maltrato más común y se hallaron diferencias significativas entre las tasas correspondientes a hombres y mujeres. Los autores del maltrato solían ser los hijos adultos (37%), seguidos de los cónyuges (13%) y de otros miembros de la familia (11%).3 Como consecuencia de la rápida ampliación de las actividades relacionadas con el maltrato de los ancianos en todo el mundo, en 1997 se creó la Red Internacional para la Prevención del Maltrato a los Ancianos (INPEA). Los objetivos de la red son sensibilizar a la opinión pública; fomentar la educación y la capacitación; organizar campañas a favor de las personas de edad maltratadas y la prevención del maltrato de los ancianos.6 Por su parte al referirnos a México, nos debemos apoyar por lo dictado en la Norma Oficial Mexicana NOM-190-SSA1-1999, Prestación de servicios de salud. Criterios para la atención médica de la violencia familiar. Con fecha de publicación: 8 de marzo de 2000 para poder así establecer un marco teórico de referencia en el porque del estudio del Maltrato en el Adulto Mayor y en donde a continuación cito: “…..Aun cuando en nuestro país no se conoce de modo preciso y directo la magnitud y repercusiones de este problema de salud pública, la violencia familiar -también identificada como violencia doméstica por caracterizar formas de relación en las unidades domésticas- no debe minimizarse. El espectro de daños a la salud se da tanto en lo biológico -desde retraso en el crecimiento de origen no orgánico, lesiones que causan discapacidad parcial o total, pérdida de años de vida saludable, hasta la muerte-, como en lo psicológico y en lo social, pues existe un alto riesgo de perpetuación de conductas lesivas, desintegración familiar, violencia social e improductividad…”11 esto refuerza lo pobremente estudiado e investigado del tema del Maltrato en el Adulto Mayor a nivel nacional. En México se han venido realizando diversos estudios, sin embargo hasta ahora no existen cifras exactas a nivel nacional que nos permitan conocer la prevalencia en las diferentes zonas del país. La única información hasta el momento son los resultados de la Encuesta Nacional de Violencia contra las Mujeres (ENVIM 2003), en población usuaria de los servicios de salud. En la ENVIM se logró entrevistar a 26,042 usuarias de los servicios de salud en el país; de ellas, 41.4 % correspondió a mujeres derechohabientes del IMSS (10,787). Las mujeres usuarias del IMSS cuentan con mejores niveles de escolaridad hasta el nivel intermedio y porcentajes muy similares en los niveles de licenciatura y posgrado; 62 % de las usuarias del IMSS está casada y sólo 12 % está en unión libre. Se identifico la magnitud de dicho fenómeno en las mujeres derechohabientes del IMSS en donde la violencia alguna vez en la vida se reportó en 58 % de las usuarias, 20 % refirió sufrir violencia por parte de su pareja actual y 32 % la sufre de su pareja de toda la vida. Esta misma encuesta arrojo la cifra del 12.44 % (3,240) del total de mujeres encuestadas a nivel nacional correspondía a mujeres ancianas de 60 años en adelante.12 Sin embargo una investigación realizada por la periodista Mónica Archundia para “El Universal”, arrojo las siguientes cifras en el DF: 193 casos de maltrato de ancianos se presentaron en el 2003, 384 quejas se registraron en el 2004. En Iztacalco, Gustavo A. Madero e Iztapalapa se presentaron la mayoría de los casos, de estos fueron más frecuentes las denuncias de abuso en adultos mayores entre 60 y 70 años. Las denuncias se presentaron en la Unidad de Atención y Prevención de la Violencia Familiar (Uapvif).13 La investigación sobre este problema en nuestro México es aún muy escasa, hecho que parece relacionarse con la escasa inquietud que genera este tema entre los profesionales de la salud, debido a que es difícil su identificación. Dos son las razones principales que fundamentan el escaso interés real sobre el maltrato en el anciano: 1. El Etaísmo –la discriminación por la edad– ha sido la norma a lo largo de la historia, y hoy sigue siendo una realidad palpable. 2. Dificultad para detectarlo y denunciarlo. Sólo se diagnostica lo que se sabe posible, y no se suele tener en mente el maltrato como diagnóstico diferencial. Se necesita un elevado índice de sospecha para detectar el maltrato.14 La detección del maltrato de las personas de edad depende de la concientización, el conocimiento y la comprensión de este problema, así como del reconocimiento de los indicadores y los efectos manifiestos de los malos tratos. Entre otros, los profesionales en salud pueden no detectar los abusos si presuponen que cierto comportamiento o estado físico de un adulto mayor se debe únicamente a su edad avanzada o su mala salud. Sin una concientización al respecto, sólo podrán llamar la atención los casos graves de maltrato. Las personas de edad que son víctimas de malos tratos y no utilizan los servicios médicos o sociales difícilmente pueden hacerse notar.15 La persona mayor maltratada puede sentirseculpable por denunciar la actuación de aquel de quien depende para los cuidados, y mucho más si se trata de un familiar. Por otra parte, puede tener miedo a denunciar, al entender que no existen alternativas reales, efectivas, seguras y rápidas.9 La motivación para ocultar este problema puede derivar del miedo a ser ingresado en una institución o a sufrir represalias, el deseo de proteger al autor de los malos tratos de las consecuencias de sus actos, la sensación de deshonra y de vergüenza y la percepción por parte de la víctima de que los malos tratos son algo normal o merecido. Por último, las personas con impedimentos cognitivos o con poca capacidad de comunicación muchas veces no pueden expresar verbalmente o informar con claridad sobre los incidentes de maltrato.11 Marco Conceptual del Maltrato: Definición. Según la definición de la Organización Acción contra el Maltrato de los Ancianos en el Reino Unido, adoptada por la Red Internacional para la Prevención del Maltrato de las Personas Mayores (INPEA) cita: “el maltrato de los ancianos consiste en realizar un acto único o reiterado o dejar de tomar determinadas medidas necesarias, en el contexto de cualquier relación en la que existen expectativas de confianza, y que provocan daño o angustia a una persona mayor”.11 Otra definición de Maltrato en el Adulto Mayor (MAM) que considero más completa se define como: “El abuso o maltrato al anciano es una conducta destructiva que está dirigida a una persona mayor, ocurre en el contexto de una relación que denota confianza y reviste suficiente intensidad y/o frecuencia como para producir efectos nocivos de carácter físico, psicológico, social y/o financiero de innecesario sufrimiento, lesión, dolor, pérdida de los derechos humanos asimismo como la disminución de la calidad de vida para la persona mayor; incluyendo los actos de comisión y omisión intencionales o involuntarios”.16 Tipología del Maltrato en el Adulto Mayor Los adultos mayores son susceptibles al maltrato en todas las clases sociales, razas, y religiones y poseen algunas características socioeconómicas, algunas variaciones funcionales, del área cognitiva y de sus niveles de dependencia que los hacen susceptibles para el abuso.17 La Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento establece una tipología que ha ganado terreno en el análisis del maltrato de las personas de edad, en cuatro categorías:3,9,17 a) Maltrato Físico; b) Maltrato Emocional; c) Explotación Económica; y d) Abandono, a saber: El Maltrato Físico pueden ser actos únicos o repetidos, o situaciones prolongadas. Estas últimas incluyen cualquier restricción o confinamiento inapropiados que provoquen dolor o lesiones corporales. Las consecuencias del maltrato físico incluyen indicadores físicos y manifestaciones psicológicas visibles, como una disminución de la movilidad, confusión y otro tipo de alteraciones del comportamiento.3,9,17 El Maltrato Emocional o Psicológico, o la agresión verbal crónica, incluyen palabras e interacciones que denigran a las personas de edad, y que hieren y disminuyen su identidad, dignidad y autoestima. Este tipo de maltrato se caracteriza por: a) la falta de respeto por la intimidad y las pertenencias de la persona de edad; b) la falta de consideración de sus deseos; c) la negación del acceso a sus allegados; y d) la desatención de las necesidades sociales y de salud de la persona. Los indicadores de que se están cometiendo malos tratos emocionales pueden incluir diversas manifestaciones psicológicas como el miedo, la dificultad para adoptar decisiones, la apatía, el aislamiento y la depresión.3,9,17 La Violencia Económica, incluye: a) el uso ilegal o indebido, o la apropiación indebida de la propiedad o las finanzas de una persona de edad; b) la modificación forzada de su testamento u otros documentos jurídicos; c) la negación del derecho de acceso y control sobre sus fondos personales; y d) los timos financieros y otros tipos de fraude. Con el fin de obtener el control de los bienes de las personas de edad puede, en algunos contextos, verse agravada por la existencia de estructuras económicas, sociales y políticas que toleran o fomentan indirectamente la violencia material o económica. Las personas de edad están particularmente expuestas a la violencia económica debido a su debilidad física y a su poca capacidad para protegerse contra la violencia. En los casos en que tienen bienes importantes para el bienestar de un hogar, como una pensión o un título de propiedad de una vivienda, a veces son presionadas para que renuncien a sus derechos sobre estos bienes. Se han dado casos de violación para forzar a las mujeres a renunciar a sus bienes, así como casos de expropiación y de expulsión de la mujer viuda de la casa familiar.3,9,17 El Abandono es la falta de acción para atender las necesidades de una persona de edad, y puede manifestarse de la siguiente forma: a) al no proveer alimentos adecuados, ropa limpia, un lugar seguro y cómodo para vivir y unas buenas condiciones de atención médica e higiene personal; b) al privar a la persona de contactos sociales; c) al no proporcionar recursos auxiliares cuando éstos se necesitan; y d) al no impedir los daños físicos o al no prestar la supervisión necesaria. Dentro de este rubro se hace mención de la Deserción por parte de individuos que tenían o habían asumido la responsabilidad de cuidar de estas personas de edad. La persona encargada del cuidado de una persona de edad puede no atender a las necesidades de ésta debido a la falta de información, capacidad, interés o recursos. Los indicadores del abandono incluyen una variedad de síntomas de malestar físico como, por ejemplo, la palidez, la sequedad de los labios, la pérdida de peso, la suciedad de la ropa, los temblores, la falta de recursos auxiliares, la mala higiene corporal, la incontinencia, las llagas en la piel y la boca y el deterioro físico y mental. El abandono también puede asociarse con el aislamiento y la sobremedicación.3,9,17 En algunas tipologías más amplias se menciona el Autoabandono, que consiste en una serie de comportamientos que representan una amenaza para la salud o seguridad de una persona de edad, como un impedimento físico o cognitivo, y que llevan a una capacidad limitada para cuidar de sí mismo o mantenerse en buena salud. La depresión y unas condiciones de vida precarias pueden ser indicadores de autoabandono.3,9,17 En informes y artículos científicos sobre la materia pueden hallarse otras formas específicas de maltrato que se enmarcan dentro de las categorías precedentes o se consideran variantes de éstas, incluyen: El Abuso Sexual, es decir, todo contacto sexual sin consentimiento, incluidos la violación, el atentado al pudor y el acoso sexual por parte de los encargados de cuidar de la persona de edad. El abuso sexual resulta particularmente grave cuando la víctima no puede comunicarse bien o es incapaz de protegerse, ya sea por motivos físicos o ambientales. Las agresiones sexuales suelen clasificarse dentro de los abusos físicos.18,19,20 El Maltrato Conyugal puede entrañar maltrato físico, emocional y sexual, explotación económica y abandono en una relación de toda la vida o reciente.18,19,20 El Abuso de Medicamentos significa el uso indebido, ya sea deliberado o accidental, de medicamentos recetados por el médico u otro tipo de medicamentos, que puede deberse a la negación de un medicamento necesario o la administración del medicamento en dosis que puedan sedar o provocar daños físicos a la persona de edad.18,19,20 La Pérdida de Respeto, que es percibida por las personas de edad en comportamientos irrespetuosos, deshonrosos o insultantes.18,19,20 La Violencia Social o Doméstica contralas personas de edad se produce en el contexto de una descomposición de las relaciones sociales entre la persona de edad y su familia o de una falta de armonía familiar. El grado en que ocurre depende de las normas socioculturales sobre lo que constituye una conducta aceptable, la importancia de los valores familiares y las ideas sobre el envejecimiento imperantes en la sociedad. El Maltrato Doméstico es perpetrado por un miembro de la familia, que suele ser el principal encargado de cuidar a la persona de edad. En épocas de rápido cambio social, incluidos cambios domésticos en las normas tradicionales de respeto y las prácticas establecidas de cuidado de los familiares de edad, la violencia doméstica contra estas personas puede hacerse patente. Esta violencia se considera un resultado de las tensiones sociales y económicas que sufren los hogares con escasos recursos, en los que los miembros de edad son considerados una carga para su red inmediata de apoyo social.18,19,20 La Violencia Delictiva, incluidos los atracos, los robos, las violaciones, el vandalismo, la delincuencia, la violencia relacionada con las drogas y las peleas entre pandillas callejeras, pueden influir en los hogares y las comunidades inhibiendo el acceso de los miembros a los servicios básicos, la atención médica y las actividades sociales, así como mediante la victimización directa de las personas de edad. Esta afecta a las personas de edad a través del miedo generalizado que aumenta su propia sensación de inseguridad, así como de los actos de violencia directa.18,19,20 El Maltrato Sistémico comprende la marginación de las personas de edad mediante su ingreso en instituciones, o mediante la aprobación y aplicación de determinadas políticas sociales y económicas, y conducen a la distribución desigual de los recursos y a la discriminación en la provisión y prestación de servicios.18,19,20 De este tipo de maltrato sistémico se desprende el Maltrato Institucional, de distintos tipos, se asocia desde hace tiempo con el cuidado a largo plazo en instituciones. Además de estos centros, los familiares ancianos y delicados a veces permanecen en hospitales como pacientes de larga duración o en hogares para personas de edad indigentes o discapacitadas.18,19,20 Factores Relacionados con el Maltrato en el Adulto Mayor Entre las diferentes teorías que intentan explicar la naturaleza y dinámica del Maltrato en Personas Mayores (MPM), desarrolladas desde la gerontología social y desde los estudios sobre la violencia familiar, destacan las siguientes: 18 A. Estado psicológico del responsable del maltrato: hace énfasis en los problemas de personalidad de éste, lo que al parecer es más frecuente en el maltrato de personas mayores que en el maltrato a niños o cónyuges.18 B. Estrés externo (accidentes, enfermedades, problemas económicos...) que actuaría como factor precipitante, en presencia de factores predisponentes.18 C. Relaciones de dependencia e intercambio: la dependencia del cuidador hace al anciano más vulnerable. La teoría de intercambio sugiere que al aumentar la dependencia, se desequilibra el intercambio de refuerzos positivos en la relación con los cuidadores, que pueden percibir que el esfuerzo que realizan es excesivo para el beneficio, hasta el punto de llegar a la ira y a la violencia.18 D. Aislamiento social: aunque es difícil saber si es previo o posterior al maltrato (para mantenerlo oculto). También se ha demostrado que el apoyo social disminuye el estrés familiar. La interacción regular con vecinos y amigos previene el maltrato.18 E. Transmisión intergeneracional del comportamiento violento, como respuesta a la ira y a la frustración. En el momento actual, no existe evidencia de que los responsables del MPM hayan sido víctimas de maltrato de su infancia. En la base de todas estas teorías se acepta la importancia del grado de dependencia de la persona mayor y de la falta de apoyo y recursos de todo tipo: económicos, de tiempo, afectivos, etc.18 Las personas de edad que son vulnerables a los malos tratos suelen ser personas con cierto grado de dependencia y pérdida de autonomía, que se encuentran en una situación de alto riesgo. Los individuos en situación de riesgo suelen padecer impedimentos psíquicos o físicos, debido a condiciones como la demencia senil o la discapacidad.21 Otros factores de riesgo incluyen la pobreza, el hecho de no tener hijos, el hecho de vivir solo, el aislamiento social y el desplazamiento. Las personas de edad con patologías físicas y mentales asociadas o que padecen mala salud mental debido al uso indebido de medicamentos, alcohol o drogas, se encuentran en situación de alto riesgo.3,9,17 Las personas de edad pueden estar expuestas a malos tratos durante períodos de cambio en los valores familiares, que pueden debilitar los lazos intergeneracionales, y durante los cambios en el tamaño de la familia que afectan a la capacidad de ésta de cuidar a sus miembros. Estos factores pueden agravarse cuando existen políticas de segregación basada en la edad que limitan el acceso de las personas de edad al empleo y cuando no hay sistemas de pensiones. La migración de los hijos adultos a las ciudades aumenta la vulnerabilidad al maltrato y el abandono de las personas de edad que permanecen en zonas rurales donde el apoyo de la familia es primordial para su bienestar.3,9,17,18,19,20 Los autores de actos violentos y malos tratos contra las personas de edad son típicamente miembros de la familia, amigos o conocidos. No obstante, también puede tratarse de desconocidos que se aprovechan de las personas de edad, de organizaciones comerciales que defraudan a sus clientes y de individuos que, en el ejercicio de su función como encargados de cuidar a estas personas, las someten a malos tratos o las abandonan. Algunos autores tienen una relación de dependencia emocional o económica con la víctima.3,9,17,18,19,20 Los factores principales que contribuyen a la vulnerabilidad de los Adultos Mayores son: 9 1. Menor movilidad frente a los jóvenes. 2. Dependencia del individuo causante del maltrato. 3. Explotación económica por parte de los cuidadores. 4. Maltrato físico y psicológico por su cuidador 5. Padecer enfermedades que hacen más difícil su cuidado. 6. Incapacidad de marcharse y abandonar sus condiciones de vida. 7. Miedo a ser enviado a un asilo. 8. Temor a quedarse solo. 9. inadaptación al asilo. Para muchos ancianos en nuestro país el maltrato forma parte de su vida cotidiana lo sorprendente es que ellos no se percatan de que es así, ya que la violencia adquiere diferentes formas. Lo asombroso es que dentro del seno familiar se fomentan muchas de estas formas de maltrato lo cual contribuye en gran medida a la desvalorización de los adultos mayores como individuos pertenecientes a una sociedad, los cuales aún tienen mucho que aportar. 22 Es importante resaltar que el maltrato es un poderoso obstáculo para crear un ambiente favorecedor de salud ya que interfiere en la calidad de vida de los AM, por lo que es una necesidad detectar y cuantificar maltrato y su tipo en las personas de la tercera edad con el objeto de prevenir o atenuar sus consecuencias.9,22 Siendo de igual importancia señalar que muchos médicos o trabajadores de salud no son capaces de diagnosticar el maltrato porque este tipo de situaciones no son parte de su adiestramiento formal o profesional y, en consecuencia, no figuran en su lista de diagnósticos diferenciales.6 Cualquiera que sea el tipo de maltrato, es indudable que el adulto mayor será víctima de sufrimientos innecesarios, de lesiones o dolor, pérdida o violación de sus derechos humanos y deterioro de su calidad de vida.13 La calificación de una conducta como maltrato, descuido o explotación dependerá probablemente,de la frecuencia con que se produzcan, su duración, gravedad y consecuencias, y sobre todo, del contexto cultural.6 Se desconoce la dimensión exacta del problema del maltrato de las personas de edad y que las percepciones de estas personas respecto de los actos o comportamientos abusivos son una guía importante para la detección de éstos.22 Los efectos del maltrato de las personas de edad han sido documentados en una variedad de estudios efectuados en distintos contextos. Las consecuencias de los malos tratos también sirven de indicadores y para determinar situaciones de riesgo a fin de ayudar en la detección de maltrato. 23 Los efectos pueden acumularse cuando se cometen más de un tipo, o múltiples tipos, de maltrato.13 La violencia hacia las personas mayores, tiene un matiz diferente de la ejercida sobre otros grupos poblacionales, ello se debe primordialmente a la confluencia de factores biológicos: cambios en sus capacidades sensoriales y enlentecimiento motor en general, que ocasiona una disminución de su autonomía funcional y modificación de su comportamiento. Los factores psicológicos con modificaciones en su funcionamiento intelectual en general, conllevan a una reestructuración afectiva, que dependiendo del entorno puede ser adaptativa o desadaptativa. Por último los factores sociales: la jubilación, la pérdida de estabilidad económica, de estatus social, disminución de contactos sociales, muerte de familiares y amigos que ocasionan fracturas en sus redes de apoyo. Aunados a las relaciones de poder que en ocasiones se generan en el ámbito familiar, hacen que en lugar de considerar a los ancianos miembros respetados de la sociedad se transformen en objeto de maltrato por parte de sus propios familiares, cohabitantes o cuidadores en ambientes institucionales.22 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El maltrato en el adulto mayor cobra un contenido singular. Es la síntesis de una prolongada desatención de las necesidades y una permanente vulneración de los derechos que las personas mayores han tenido a lo largo de su existencia. Bajo diversas modalidades las personas mayores sienten que son continuamente maltratadas ya sea en su entorno más próximo que es la familia y por sus familiares más cercanos, pero también en el barrio, en los servicios públicos y en general manifiestan que han sido olvidadas. Es necesario no solo constatar del maltrato en el seno familiar sino también el existente en el ámbito social e institucional, la frecuencia por género, el tipo de maltrato predominante, etc. Para lo que nos planteamos las siguientes interrogantes. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN ¿Cuál es la Frecuencia de maltrato en el Adulto Mayor usuario de los servicios de la Unidad de Medicina Familiar No. 20 del IMSS? ¿Son identificables los factores relacionados al maltrato en el Adulto Mayor usuario de los servicios de la Unidad de Medicina Familiar N° 20 del IMSS? HIPÓTESIS DE TRABAJO Los factores biológicos y sociodemográficos son los que se asocian a una mayor frecuencia de Maltrato en el Adulto Mayor (MAM) OBJETIVOS OBJETIVO GENERAL Determinar la frecuencia del maltrato y analizar los factores asociados en el adulto mayor en la población asistente a la U.M.F. N° 20 del IMSS. OBJETIVOS ESPECIFICOS Conocer la frecuencia de maltrato en el adulto mayor. Determinar los factores demográficos del adulto mayor maltratado. Identificar la tipología de maltrato en el adulto mayor. Identificar los factores relacionados (biológicos, psicológicos y sociales) al maltrato en el adulto mayor. JUSTIFICACIÓN En los últimos años, se ha hecho evidente el maltrato de que son víctimas los adultos mayores. A pesar de no ser un tema nuevo, es de manera reciente que empieza a reconocerse como un fenómeno que afecta además de la persona adulta mayor también a la familia, convirtiéndose, sin duda, en una problemática delicada que enfrenta la sociedad contemporánea. De los grupos sociales que sufren diferentes formas de violencia, es el de los adultos mayores el que ha recibido, hasta el momento, menor atención, tanto de los diversos profesionales que les atienden de forma directa, como del resto de actores sociales (investigadores, medios de comunicación, legisladores, educadores, policía, administradores, jueces, entre otros). Esta situación y la expectativa de un mayor incremento en los próximos años de violencia en general, y en particular dirigida a las personas mayores, ha hecho que cada vez sean más los esfuerzos de diversos organismos internacionales y nacionales para alertar sobre la importancia del problema e impulsar la puesta en marcha de acciones y estudios que permitan desarrollar programas eficaces para combatirla desde sus raíces. La prevalencia estimada de Maltrato a Ancianos oscila en un 3-10% según varios estudios y su incidencia ha aumentado un 150% en 10 años. Sin embargo, el problema no ha merecido la atención que le corresponde por su magnitud. Esto podría deberse al fenómeno iceberg: en el que 5 de cada 6 casos se quedan sin notificar. El tema del adulto mayor ha adquirido gran preocupación en nuestro país en los últimos años, lo que tiene directa relación con el progresivo envejecimiento de la población. Esto ha llevado a la necesidad de preocuparse de problemas de maltrato de toda índole que afectan a este grupo etáreo, y que si bien han existido siempre, sólo ahora se manifiestan en toda su magnitud. En México, como en otros países latinoamericanos, la investigación propiamente recién está comenzando, sin embargo se reconoce que el adulto mayor se ve afectado por este problema social, el que se caracteriza por su invisibilidad y deficiente registro; la existencia de instituciones que no cuentan con sistemas de detección precoz o apropiada; así como también, la escasa comprensión de la dinámica de las relaciones violentas y de las experiencias de las personas mayores afectadas. Los médicos familiares asumen dentro de la atención primaria todas las competencias en la atención a los adultos mayores, y entre ellas está también el trabajo en la comunidad para modificar, en lo posible, las condiciones adversas para un envejecimiento satisfactorio. Por eso creemos que el llamado «Síndrome de Maltrato en el Adulto Mayor (SMAM)» es una cuestión socio-sanitaria de nuestra competencia. Por lo que es importante empezar a llevar a cabo estudios epidemiológicos sobre el maltrato, con todo lo que ello implica. La falta de consenso en las definiciones, la escasa investigación desarrollada hasta el momento y la variedad de formas de maltrato en el adulto mayor y ámbitos donde se produce, dificulta encontrar cifras de prevalencia e incidencia mayoritariamente aceptadas. Debido a la escasez de datos estadísticos sobre maltrato correspondiente a los países menos desarrollados, la información sobre maltrato, explotación, desatención y abandono de adultos mayores obtenida de fuentes no estadísticas, no puede considerarse representativa. No existen datos sobre cuántas personas mayores son víctimas de maltrato y es realmente casi imposible llegar a cuantificarlo. No sólo tiene que ver con la falta de investigaciones sobre el tema sino por el silencio que muchas personas mayores prefieren guardar sobre el tema ya que no están dispuestas a admitirlo ni señalar a los maltratadores que por lo general son de su familia. No hay instrumentos con un alto índice de sensibilidad y especificidad válidas para la detección de maltrato en el adulto mayor, ni evidencia que pruebe la eficacia de ninguno de los métodos usados hasta ahora.El problema del maltrato en ancianos puede empeorar cuando aumente el número de personas mayores. Como lo cita Gerry Bennett “…sería una grave ironía que el extraordinario incremento de la esperanza de vida que se ha conseguido en el pasado siglo simplemente nos aportara para éste una amplia cohorte de gente desprotegida y vulnerable frente al abuso”. Sigue planteada la necesidad de investigar más sobre la problemática del maltrato, sus expresiones particulares entre las personas mayores, su extensión, la forma diferenciada en que se da en hombres y mujeres, la incidencia de tipos de maltrato en los distintos estratos socioculturales, todo lo cual va a dar pistas para una mayor comprensión del problema y para trazar estrategias de abordaje integral y multidisciplinario que realmente contribuyan a enfrentar el problema desde sus raíces. En la situación que tengamos delante un caso de maltrato evidente, nuestra conducta debe dirigirse en primer lugar, a la protección del anciano, siendo nuestro interés mas allá de sancionar a culpables, poner en marcha la correspondiente investigación social, y rescatar al adulto mayor utilizando todos los recursos de que disponemos, y que dispone la comunidad, esté el anciano incapacitado o no. Sólo con una mejor información acerca de la frecuencia del problema, esfuerzos multidisciplinarios en la definición e identificación específica de cada caso, y acuerdos sobre que tipos de intervenciones podrán lograr disminuir este problema tan real como oculto. METODOLOGÍA POBLACIÓN, LUGAR Y TIEMPO DEL ESTUDIO: • El presente estudio se realizó en la zona norte de la Ciudad de México, en la Unidad de Medicina Familiar Nº 20 del IMSS. • En población Adulta Mayor de 60 años que acudio a la UMF Nº 20 del IMSS. • Durante el periodo correspondiente de Enero a Abril del 2006 TIPO DE ESTUDIO: A. Por el control de la maniobra experimental por el investigador: Es una investigación Observacional B. Por la captación de la información: Es Prolectivo C. Por la medición del fenómeno en el tiempo: Es Transversal D. Por la presencia de un grupo control: Es Descriptivo E. Por la dirección del análisis: Es Transversal PROPÓSITO DEL ESTUDIO: Epidemiológico. Determinar la frecuencia de maltrato en el adulto mayor y factores relacionados, en los asistentes a la UMF Nº 20 del IMSS. CRITERIOS DE SELECCIÓN CRITERIOS DE INCLUSIÓN Adultos Mayores de 60 años y más: Usuarios de los servicios de la UMF 20 del IMSS. Que acepten participar en el estudio. De cualquier sexo Sin alteraciones psiquiátricas CRITERIOS DE EXCLUSIÓN Adultos mayores de 60 años que: χ Vivan en casas de retiro o asilos. χ Los que presenten enfermedades o alteraciones sensoriales que dificultaran la entrevista. χ No acepten participar χ Que presente deterioro cognitivo o alteraciones psiquiátricas que ocasionen dificultad para recabar los datos χ No usuarios de los servicios CRITERIOS DE ELIMINACIÓN Se eliminará la información de los pacientes que no acepten continuar la entrevista TAMAÑO DE LA MUESTRA Se calculo el tamaño de la muestra con el programa Epi Info, con un tamaño de universo de 22,471 Adultos Mayores adscritos a la UMF Nº 20 del IMSS, con una prevalencia del 12.44% con un error mayor aceptable del 5% y un nivel deseado de confianza del 99.9% para un total de 287 adultos mayores encuestados, haciendo un calculo para las perdidas de 0.20 se obtienen 57 encuestados más, dando como resultado un Tamaño de la muestra de 344 pacientes a encuestar. VARIABLES A INVESTIGAR VARIABLES DEFINICIÓN CONCEPTUAL DEFINICIÓN OPERACIONAL ESCALA DE MEDICION Edad (Adulto Mayor) Años cumplidos del Adulto Mayor hasta el momento del estudio Adultos con 60 años cumplidos o más Cuantitativa continua Sexo Características fenotipicas que distinguen a cada persona de lo femenino o masculino Masculino Femenino Cualitativa nominal Estado civil Condición de cada persona con los derechos y obligaciones civiles Soltero Casado Unión libre Divorciado Viudo Cualitativa nominal Ocupación Actividad, trabajo, empleo u oficio en el que uno emplea el tiempo percibiendo una remuneración económica o sueldo Servicios Empleado Comerciante Profesional Jubilado Pensionado Hogar Desempleado Cualitativa nominal Escolaridad Numero de años cursados en la educación Primaria Secundaria Preparatoria Licenciatura Carrera técnica Cualitativa nominal Cuidador/a principal Persona que proporciona la mayor parte de la asistencia y apoyo diario a quién padece una enfermedad y/o también la que permite vivir en su entorno y de una manera confortable y segura a una persona que por razones de edad o incapacidad no es totalmente independiente Quien es Sexo Edad Estado civil Ocupación Escolaridad Toxicomanías Enfermedades crónicas Cualitativa nominal VARIABLE DEPENDIENTE DEFINICIÓN CONCEPTUAL DEFINICIÓN OPERACIONAL ESCALA DE MEDICION Nivel socioeconómico familiar Es la diferenciación social producida por el ingreso, incluye variables como educación, ocupación y vivienda Método de Graffar 5 ítems 4 – 6 : Alto 7 – 9 : Medio Alto 10 – 12 : Medio Bajo 13 – 16 : Obrero 17 – 20 : Marginal Cualitativa ordinal Adulto Mayor maltratado Conducta Destructiva dirigida a una persona mayor que le provoca efectos nocivos 1 = SI 2 = NO Cualitativa nominal Tipología del Maltrato: Maltrato Físico Maltrato Psicológico Abuso Sexual Abuso Económico Negligencia o Abandono Maltrato Verbal Es el uso de fuerza física no accidental para coercionar. Se pueden apreciar por la existencia de heridas, golpes, bofetones, etc. Palabras e interacciones que denigran a las personas de edad, y que hieren y disminuyen su identidad, dignidad y autoestima. Todo contacto sexual sin consentimiento, incluidos la violación, el atentado al pudor y el acoso sexual. Es la forma inapropiada o ilegal de usar el dinero, propiedades y otros bienes; ocultándoselos y/o apropiándoselos. Es el descuido malicioso o deprivación de las necesidades básicas de servicios de un paciente de edad avanzada por la persona que lo cuida. Es la agresión verbal crónica, los insultos repetidos y/o las amenazas. 17 ítems Cualitativa nominal Funcionamiento familiar Es la situación funcional de las familias y el estado de satisfacción de sus miembros Apgar Familiar 5 ítems 7 – 10 : Familia Funcional 4 – 6 : Disfunción Familiar Leve 0 – 3 : Disfunción Familiar Grave Cualitativa ordinal Ansiedad Estado emocional desagradable con sensación de peligro amenazador Escala de Ansiedad (Goldberg) 9 ítems Ansiedad con el siguiente puntaje: 4 ó más respuestas afirmativas Cualitativa ordinal Depresión Estado emocional de decaimiento del valor personal, pesimismo y disminución de la funciones psíquicas Escala de Depresión (Goldberg) 9 ítems Depresión con el siguiente puntaje: 2 ó más respuestas afirmativas Cualitativa ordinal Estado cognitivo Es el estado de conocimiento dado por la capacidad para recibir, recordar comprender, organizary usar la información recogida por los sentidos Valoración Mental (Pfeiffer) 10 ítems 0-2 Errores: Normal 3-4 Errores: Deterioro leve 5-7 Errores: Deterioro moderado 8-10 Errores: Deterioro severo Cualitativa ordinal Actividades básicas de la vida diaria Son el conjunto de actividades primarias de la persona, encaminadas a su autocuidado y movilidad, que le dotan de autonomía e independencia elementales y le permiten vivir sin precisar ayuda continua de otros; entre ellas se incluyen actividades como: comer, controlar esfínteres, usar el retrete, vestirse, bañarse, trasladarse, deambular, etc. Índice de Barthel 10 ítems Total = 0-100 puntos (0-90 si usan silla de ruedas) Cualitativa ordinal DESCRIPCIÓN DEL ESTUDIO El presente estudio se realizó en la zona norte de la Ciudad de México, en la Unidad de Medicina Familiar No 20 del IMSS en el periodo de Enero a Abril del 2006, empleándose un cuestionario ex profeso, previo consentimiento informado del adulto mayor; adscritos a la unidad en los turnos matutino y vespertino, el trabajo se llevó a cabo por el investigador. Con un tiempo aproximado de aplicación del instrumento de 15 a 20 minutos. El instrumento consta de 9 rubros sobre: 1. Datos de Identificación del adulto mayor (5 ítems) 2. Información sobre el cuidador principal (8 ítems) 3. Método de Graffar (5 ítems) 4. Determinación de presencia de maltrato (3 ítems), 5. Determinación de ansiedad por Goldberg (9 ítems), 6. Determinación de depresión por Goldberg (9 ítems), 7. Valoración mental de Pfeiffer (10 ítems). 8. Índice de actividades de la vida diaria de Barthel (10 ítems) 9. Tipología del maltrato (17 ítems), ASPECTOS ÉTICOS Y FACTIBILIDAD La realización del estudio fue factible, puesto que se contó con el apoyo del personal directivo de la U.M.F. Nº 20 y la cooperación de los adultos mayores asistentes a la misma; además de que a las personas a encuestar se les solicitó su consentimiento informado y por escrito antes de aplicar el instrumento de evaluación. Partiendo de que toda investigación supone un riesgo para las personas y de acuerdo a lo señalado por la OMS… “dicho riesgo se justifica no porque signifique un beneficio personal para el investigador o la institución investigadora, sino mas bien porque se beneficiara a las personas participantes, y por su posible contribución al conocimiento humano, al alivio del sufrimiento o a la prolongación de la vida “... Apegado a los principios éticos universales que deben guiar cualquier investigación en el presente caso no es la excepción, es así que esta investigación la autonomía (respeto a las personas), beneficencia, la no maleficencia (búsqueda del bien) y la justicia estarán presentes. En relación con el principio de beneficencia es éticamente fundamental respecto a la investigación en seres humanos, la validez en cuanto a que el sujeto acepte su participación conociendo los riesgos predecibles y que estos no sean mayores que el riesgo mínimo. Entra entonces el concepto del poder de decisión que tiene la persona en la elección de su propio beneficio, al aceptar o rechazar ser sujeto de investigación y en relación con su capacidad de sujeto competente. Una de las excepciones al consentimiento informado es la disminución del sensorio o de la conciencia o ausencia de juicio y en niños, pero se asigna u tutor o persona responsable. Nos apegaremos también al Código de Nuremberg, documento básico de la ética médica de nuestra época, con un decálogo de reglas que deben cumplirse para experimentar en seres humanos y que pueden agruparse bajo 3 conceptos fundamentales: a) El sujeto de experimentación debe dar un consentimiento voluntario y debe conservar su libertad y poder de auto-conservación permanente. b) El experimento debe ser necesario, preparado correctamente, con riesgos muy bajos de producir daño, invalidez o muerte. c) El investigador debe ser calificado para no producir daño y poder suspender el experimento en caso de peligro. En el ámbito de los compromisos internacionales en 1964, la 18ª Asamblea de la Asociación Médica Mundial adoptó la Declaración de Helsinki, que define pautas éticas para la investigación en seres humanos. Contiene en forma resumida los siguientes principios básicos: a) La investigación debe responder a un diseño científico y contar con experiencias previas en animales. b) Debe responder al principio de la proporcionalidad y considerar los riesgos predecibles, en relación de los beneficios posibles. c) Debe respetarse el derecho del ser humano sujeto de investigación, debiendo prevalecer su interés por sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad. d) Debe obtenerse un consentimiento informado y respetar la libertad del individuo en cualquier momento del estudio. En Noviembre del año 2000 la Asociación Médica Mundial, luego de años de controversia ha adoptado una versión revisada y actualizada de la declaración de Helsinki. Así otros tres puntos importantes de la revisión de la declaración de Helsinki son: a) La responsabilidad por la confidencialidad de los datos, incluyendo los referidos a material biológico. b) La afirmación que “se deben publicar tanto los resultados negativos como los positivos o de lo contrario deben estar a la disposición del público”. c) La obligación moral de declarar las fuentes de financiamiento, las afiliaciones institucionales y cualquier posible conflicto de interés por parte de los investigadores. Finalmente estaremos sujetos a lo dispuesto en las Leyes mexicanas operantes en este momento, es así que, las pautas presentes están orientadas a la aplicación de esos principios en los trabajos de investigación en seres humanos. De acuerdo a los siguientes artículos de la Ley General de Salud: Articulo 96. La investigación para la salud comprende el desarrollo de acciones que contribuyan: I.-Al conocimiento de los procesos biológicos y psicológicos en los seres humanos; II.- Al conocimiento de los vínculos entre las causas de enfermedad, la práctica médica y la estructura social; III.-A la prevención y control de los problemas de salud que se consideren prioritarios para la población; IV.-Al conocimiento y control de los efectos nocivos del ambiente en la salud; V.-Al estudio de las técnicas y métodos que se recomienden o empleen para la prestación de servicios de salud, y VI.-A la producción nacional de insumos para la salud. Articulo 100. La investigación en seres humanos se desarrollará conforme a las siguientes bases: I.- Deberá adaptarse a los principios científicos y éticos que justifican la investigación médica, especialmente en lo que se refiere a su posible contribución a la solución de problemas de salud y al desarrollo de nuevos campos de la ciencia médica, III.- Podrá efectuarse sólo cuando exista una razonable seguridad de que no expone a riesgos ni daños innecesarios al sujeto en experimentación, IV.- Se deberá contar con el consentimiento por escrito del sujeto en quien se realiza la investigación, o de su representante legal en caso de incapacidad legal de aquél, una vez enterado de los objetivos de la experimentación y las posibles consecuencias positivas o negativas para la salud. En conclusión en cuanto a ética y factibilidad se refiere; se está de acuerdo en general en que todos estos principios enunciados, que en teoría tienen igual fuerza moral son los que guían la preparación concienzuda de protocolos para la realización de estudios científicos, como la presente investigación.RECURSOS Recursos Humanos Investigador Asesores Adultos Mayores de la U.M.F. N° 20 del IMSS Recursos Físicos Computadora Papel Bolígrafo, lápices, goma Disquetes, CD-R, USB Cuestionario de aplicación Software (estadística, Word, Internet) Unidad de Medicina Familiar N° 20 del IMSS Recursos Financieros Los costos para la realización de la investigación fueron solventados por el investigador ANÁLISIS ESTADÍSTICO El análisis de resultados se realizó mediante medidas de tendencia central y dispersión, para variables cuantitativas y distribución de frecuencias para las variables cualitativas además de estadística inferencial en busca de las posibles asociaciones entre variables de estudio y la presentación de violencia con X2. La captura de datos se llevo en el programa estadístico de SPSS versión 12. ANÁLISIS DE RESULTADOS Se realizó un estudio observacional, descriptivo, prolectivo, transversal a través de una encuesta a 335 pacientes adultos mayores de la UMF No. 20 del IMSS, durante el periodo comprendido de Enero a Abril del 2006. Se observó dentro de las características sociodemográficas del Adulto Mayor (AM) que el rango de edad fue de 60 a 93 años con una media de 67 años y una mediana de 65 años. En cuanto a los rangos estudiados tenemos que en el de 60 a 69 años fue de 71.9% (n=241), el de 70-79 un 19.7% (n=66) y el de 80 y más años fue de 8.4% (n=28). Relativo a la distribución por género del AM se encontró que el sexo femenino correspondió al 64.2% (n=215) y el sexo masculino un 35.8% (n=120). El estado civil del AM arrojó la siguiente distribución: casados 46% (n=154), viudos 30.1% (n=101), divorciados 14.3% (n=48), solteros 5.1% (n=17) y en unión libre 4.5% (n=15). Su ocupación se distribuyo así: hogar 39.7% (n=133), jubilado 21.8% (n=73), pensionado 12.5% (n=42), servicios 7.2% (n=24), profesionista 5.7% (n=19), desempleado 5.4% (n=18), empleado 4.8% (n=16) y comerciante 3.0% (n=10). Su escolaridad fue: ninguna 7.8% (n=26), primaria 44.5% (n=149), secundaria 16.7% (n=56), técnica/comercial 15.2% (n=51), profesional 11.6% (n=39), preparatoria 4.2% (n=14). (Ver tabla 1 y gráficos 1 al 5) Investigando sobre la comorbilidad agregada al AM se encontró que padecían enfermedades crónicas el 56.4% (n=189) distribuyéndose de la siguiente forma: hipertensión arterial sistémica 19.1% (n=64), enfermedad articular degenerativa 12.5% (n=42), diabetes mellitus 9.3% (n=31), HAS+EAD 4.2% (n=14), enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3.6% (n=12), HAS+DM 3% (n=10), DM+EAD 2.1% (n=7), cáncer 1.2% (n=4), EPOC+HAS 1.2% (n=4) y EPOC+DM 0.3% (n=1). (Ver tabla 2 y gráficos 6 y 7) Otras de las características del AM investigadas fueron los factores asociados arrojando los siguientes datos: Con un nivel socioeconómico determinado por Graffar de: obrero 45.7% (n=153), marginal 27.2% (n=91), medio bajo 12.5% (n=42), alto 8.1% (n=27) y medio alto de 6.6% (n=22). Los datos observados en relación a con quien vivía el AM fueron: No vive solo el 90.7% (n=304) y si el 9.3% (n=31). Los que vivían con su pareja 50.1% (n=168). Los que vivían con su hijo 81.2% (n=272) si lo hacían. Los que vivían con alguna otra persona fueron 55.2% (n=185). Para la funcionalidad familiar (Apgar) del AM se encontraron como familia funcional al 74.6% (n=250), con disfunción familiar leve al 14.6% (n=49) y con disfunción Familiar grave al 10.7% (n=36). Así también se encontró que padecían ansiedad (Goldberg) el 35.5% (n=119) y depresión (Goldberg) el 62.7% (n=210). Investigamos a su vez el grado de dependencia (Barthel) del AM siendo independientes el 54% (n=181), con dependencia leve el 43.6% (n=146), con dependencia grave el 1.8% (n=6) y una dependencia moderada el 0.6% (n=2). Lo encontrado en el grado de deterioro mental (Pfeiffer) del AM fue el siguiente: normal o sin deterioro al 69.7% (n=230), con deterioro leve 25.7% (n=86), con deterioro moderado el 5.4% (n=18) y con deterioro severo el 0.3% (n=1). (Ver tabla 3 y gráficos 8 al 13) El análisis de las características del cuidador principal (CP) del AM proyectó que era el hijo en un 51.3% (n=172), la pareja en el 42.7% (n=143) y otros en el 6% (n=20) de los casos. Siendo el género del cuidador principal femenino en 60.9% (n=204) y masculino en 39.1% (n=131). Así se encontró un intervalo de edad mínimo de 18 años, máximo de 88 años con una Media de 49.21 años y Mediana de 47 años, siendo el rango de 18 a 29 años el 8.7% (n=29), de 30 a 39 años 28.1% (n=94), de 40 a 49 años 18.5% (n=62), de 50 a 59 años 13.1% (n=44), de 60 a 69 años 28.4% (n=95) y de 70 a 88 años 3.3% (n=11). Para el estado civil se observó que eran casado el 74.3% (n=249), soltero el 10.4% (n=35), en unión libre el 9% (n=30), divorciado el 6% (n=20) y viudo el 0.3% (n=1). En lo relativo a la ocupación se dedicaban al hogar 37.3% (n=125), empleado 17.6% (n=59), profesionista 17.3% (n=58), servicios 10.4% (n=35), comerciante 8.7% (n=29), jubilado 5.7% (n=19), desempleado 1.8% (n=6) y pensionado el 1.2% (n=4). Encontramos dentro de la escolaridad que la cursaron de la siguiente forma: ninguna el 2.1% (n=7), primaria 26.3% (n=88), técnica/comerciante 22.1% (n=74), profesional 19.7% (n=66), secundaria 15.8% (n=53) y preparatoria 14% (n=47). En el aspecto de las toxicomanías se observó que tenían: ninguna el 71.3% (n=239), alcohol el 26.9% (n=90), drogas /tabaco el 0.9% (n=3) y ambas el 0.9% (n=3). Investigando las enfermedades crónicas el 28.7% (n=96) padecían alguna; distribuyéndose de la siguiente forma: HAS 14.6% (n=49), DM 8.1% (n=27), EAD 3.6% (n=12), HAS + EAD 1.5% (n=5), HAS + DM 0.6% (n=2) y EPOC 0.3% (n=1). (Ver tabla 4 y gráficos del 14 al 20) Al interrogar a los AM sobre si habían sido Maltratados durante el último año se encontró un 42.7% (n=143) como Maltratados, siendo el motivo de la agresión sufrida los siguientes: discusión el 62.9% (n=90), robo o asalto el 16.1% (n=23), agresión sin motivo aparente 6.3% (n=9), incidente del tránsito el 5.6% (n=8), robo+discusión el 4.9% (n=7), agresión sexual el 2.8% (n=4) y discusión+incidente de tránsito el 1.4% (n=2). Investigando el lugar en el que se encontraba cuando sufrió la agresión la siguiente distribución fue: en el hogar el 39.2% (n=56), en la vía pública el 37.8% (n=54), en el trabajo el 11.9% (n=17), en establecimiento comercial o de servicios el 8.4% (n=12), en el lugar deportivo o de recreo el 1.4% (n=2), en el hogar+vía pública el 0.7% (n=1) y en la vía pública+establecimiento comercial el 0.7% (n=1). De tal forma encontramos que la tipología del maltrato se promedio de la siguiente manera: violencia física el 6% (n=20), violencia psicológica el 4.8% (n=16), violencia económica el 33.7% (n=113), violencia verbal el 48.4% (n=162), violencia sexual el 10.1% (n=34) y como negligencia o abandono el 46.3% (n=155). Interrogamos también sobre otras variables independientes con los siguientes datos de interés: sale de casa cuando lo desea el adulto mayor respondiendo que el 26.6% (n=89) no lo podían hacer y si podía ver a otros familiares o/y amigos el 6.6% (n=22) no lo hacían cuando lo deseaban. En lo relativo a que si dentro de la familia alguien abusaba de drogas o alcohol o tenían alguna enfermedad psiquiatrita o mental se observó que el 32.5% (n=109) si lo tenían. Sobre si el Adulto Mayor había sufrido un accidente en el último año se encontró que el 31% (n=104) si lo habían tenido, provocándoles el siguiente problema de salud dicho accidente: limitación o dificultad para moverse o caminar en el 59.6% (n=62), limitación o dificultad para usar brazos o manos en el 10.6% (n=11),limitación para caminar +alguna limitación física en el 8.7% (n=9), dificultad para ver o ceguera en el 5.8% (n=6), limitación para usar manos+dificultad para ver en el 5.8% (n=6), sordera o dificultad para oír en el 3.8% (n=4), alguna limitación física o mental en el 1.9% (n=2), perdida de la voz en el 0.9% (n=1), limitación para caminar + dificultad para oír en el 0.9% (n=1), alguna limitación física o mental+dificultad para oír en el 0.9% (n=1) y dificultad para oír + dificultad para ver en el 0.9% (n=1). (Ver tabla 5 y gráficos del 21 al 29) Realizando un análisis comparativo entre la presencia de maltrato en el Adulto Mayor 42.7% (n=143) y cada una de las variables a investigar, los datos obtenido de relevancia fueron los siguientes. En relación al Intervalo de edad del AM el grupo de 60 a 69 años fue el más maltratado con un 65.7% (n=94), siendo el género femenino el más afectado con 53.85% (n=77) del total de AM estudiados, relativo al estado civil del AM la presencia de maltrato predomino en los casados 38.5% (n=55) así como en los cuya ocupación era el hogar 35.7% (n=51) y la escolaridad cursada fue primaria 33.6% (n=48) de los AM maltratados. Del total de maltratados, el 68.5% (n=98) padecían una enfermedad crónica, siendo la hipertensión arterial la más frecuente 21.7% (n=31). La encuesta arrojó que del total de los AM maltratados 42.7% (n=143) presentaban una familia funcional en el 70.6% (n=101) de los casos; y que el 44.1% (n=63) padecían ansiedad y el 63.6% (n=91) depresión. Así que cuando se investigo el grado de dependencia en los AM maltratados el 50.3% (n=72) resultaron ser independientes y el 60.8% (n=87) no presentaban ningún grado de deterioro mental. Relativo al cuidador principal fue el hijo 56.6% (n=81) el primario, predominando el género femenino del cuidador principal 53.8% (n=77) y el intervalo de edad del CP de 60 a 69 años 29.4% (n=42), siendo su estado civil predominante el de casado 78.3% (n=112) y la ocupación hogar 40.6% (n=58) con escolaridad de primaria 28% (n=40) los principales. Se detecto que la principal toxicomanía del CP fue el alcohol 40.6% (n=58) y solo el 29.4% (n=42) padecían algún tipo de enfermedad crónica. (Ver tabla 6 y gráficos del 30 al 38) Para la tipología del maltrato ocurrida en los adultos mayores estudiados, los resultados principales con un p< 0.05 en los que se encontró una significancia estadística arrojados por la encuesta al realizar el cruce entre las variables de interés, observamos que tratándose de violencia física 6% (n=20) el rango de edad del adulto mayor maltratado predominante fue el de 60 a 69 años 56.3% (n=9), el género femenino 85% (n=17) predomino, y la escolaridad de primaria 35% (n=7) sobresalió del resto, en ocupación fueron jubilados 80% (n=16) los predominantes. Afectando la violencia física a los AM de nivel socioeconómico marginal 70% (n=14), con disfunción familiar grave 85% (n=17), y presencia de ansiedad solo en el 15% (n=3) a diferencia de los que presentaron depresión 90% (n=18); se encontraron que el 75% (n=15) tenían dependencia leve. Su cuidador principal era el hijo 80% (n=16), del género femenino en el 85% (n=17), con predominio de edad de 40 a 49 años 50% (n=10) y estado civil unión libre 70% (n=14), con ocupación de empleado 80% (n=16) y escolaridad de preparatoria 80% (n=16). Para la violencia psicológica 4.8% (n=16) lo relevante fue el que el estado civil del AM más afectado era el de los viudos 68.8% (n=11) de los cuales padecían alguna enfermedad crónica el 100% (n=16) y solo el 62.5% (n=10) presentaron ansiedad. Su cuidador principal era el hijo 87.5% (n=14), del género masculino 75% (n=12) con rango de edad de 30 a 39 años 4.8% (n=16), con ocupación en servicios 50% (n=8) y escolaridad técnica/comercial del 68.8% (n=11); la toxicomanías predominante del CP fue el alcohol 81.3% (n=113). Se observó que la violencia económica 33.7% (n=113) en los adultos mayores lo significativo de la encuesta fue: su rango de edad más afectado de 60 a 69 años 65.5% (n=74) y el género femenino 83.2% (n=94) el más maltratado, con estado civil de viudo 43.4% (n=49), el 46% (n=52) presentaban ansiedad y el 71.7% (n=81) depresión, presentaron también dependencia leve el 65.5% (n=74) y sin deterioro mental el 50.4% (n=57). Lo relacionado a los aspectos del cuidador principal fue el hijo 65.5% (n=74), del género femenino 52.2% (n=59) con intervalo de edad de 40 a 49 años 32.7% (n=37) con estado civil casado 68.1% (n=77) y ocupación hogar 27.4% (n=31), sin embargo la escolaridad del CP demostró que con ambas frecuencias 25.5% (n=29) tanto a los de primaria como a los de técnica/comercial; y la toxicomanía principal del CP fue el alcohol 34.5% (n=39) y solo el 17.7% (n=20) de los CP padecían alguna enfermedad crónica.. Para el tipo de violencia verbal lo demostrativo en el AM maltratado fue: para su rango de edad el de 60 a 69 años el 62.3% (n=101) el predominante y el género femenino 72.2% (n=117), con estado civil de viudo 47.5% (n=77) y escolaridad de 42% (n=68) siendo empleados el 37% (n=60) y con hipertensión arterial como enfermedad crónica 17.9% (n=29). El nivel socioeconómico del AM más afectado fue el obrero 41.4% (n=67) y se encontró que tenían una familia funcional el 30.2% (n=68); presentando ansiedad el 49.4% (n=80) y el 73.5% (n=119) depresión; la dependencia leve 61.7% (n=100) y el no tener deterioro mental 48.8% (n=79) fueron los más significativos en este tipo de violencia. En lo relativo al cuidador principal 70.4% (n=114) fue el hijo, con rango de edad de 34.6% (n=56). Lo demostrado en la violencia sexual fue que el género del AM más afectado fue el femenino 97.1% (n=33) y escolaridad primaria 28.8% (n=20), la ocupación de comerciante 82.4% (n=28) fue la más prevalente y fueron los de nivel socioeconómico marginal 61.8% (n=21) los más violentados en este tipo; y la funcionalidad familiar con disfunción grave la que predomino 70.6% (n=24), mostrándose ansiedad solo en el 8.8% (n=3) y depresión en el 94.1% (n=32), viéndose más afectados los que presentaron dependencia leve 73.5% (n=25). Con respecto al cuidador principal fue el hijo 73.5% (n=25), el estado civil del CP en este tipo de violencia fue de unión libre 47.1% (n=16), siendo su ocupación empleado 58.8% (n=20), encontrándose que con la escolaridad del CP la misma prevalencia de 44.4% (n=15) en los que habían estudiado secundaria y preparatoria. Y finalmente en el tipo de violencia categorizado como abandono o negligencia en el AM, la edad más afectada fue la comprendida de los 60 a 69 años con 63.9% (n=99), del género femenino 71% (n=110), estado civil viudo 43.9% (n=68) y la escolaridad del AM primaria 48.4% (n=75), vimos en ocupación empleado el 46.5% (n=72) y que el 63.9% (n=99) padecían alguna enfermedad crónica siendo la hipertensión arterial 19.4 (n=30) la predominante. Los aspectos finales investigados del AM en este tipo de maltrato dejaron al descubierto que; los de nivel socioeconómico obrero 46.5% (n=72), y con una familia funcional 65.8% (n=102) eran los más afectados, respecto a los que presentaban ansiedad solo en el 43.9% (n=68) de los casos y el 71.6% (n=111) mostraban depresión; siendo los que tenían dependencia leve 53.5% (n=83) y sin deterioro mental 54.2% (n=84) los que prevalecieron para este tipo de violencia. Los aspectos ligados al cuidador principal arrojaron que el hijo 61.9% (n=96) fue el dominante en relación al resto, así como del género femenino 51.6% (n=80) y el rango de edad de 30 a 39 años con 33.5% (n=52) con un estado civil de casado 78.1% (n=121) y ocupación hogar 33.5% (n=52), la escolaridad primaria predomino 31.6% (n=49). (Ver tabla 7) CUADRO 1. CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICASDEL ADULTO MAYOR Fuente: Encuestas realizadas a Adultos Mayores en la U.M.F. Nº 20 INTERVALO DE EDAD (Años) 60 – 69 241 71.9 70 – 79 66 19.7 80 ó más 28 8.4 GÉNERO Femenino 215 64.2 Masculino 120 35.8 ESTADO CIVIL Casado 154 46.0 Viudo 101 30.1 Divorciado 48 14.3 Soltero 17 5.1 Unión Libre 15 4.5 OCUPACIÓN Hogar 133 39.7 Jubilado 73 21.8 Pensionado 42 12.5 Servicios 24 7.2 Profesionista 19 5.7 Desempleado 18 5.4 Empleado 16 4.8 Comerciante 10 3.0 ESCOLARIDAD Ninguna 26 7.8 Primaria 149 44.5 Secundaria 56 16.7 Técnica/Comercial 51 15.2 Profesional 39 11.6 Preparatoria 14 4.2 CUADRO 1. Continúa… CARACTERÍSTICAS SOCIODEMOGRÁFICAS DEL ADULTO MAYOR Fuente: Encuestas realizadas a Adultos Mayores en la U.M.F. Nº 20 VARIABLES Frecuencia (n = 335) Porcentaje (%) VIVE SOLO EL ADULTO MAYOR SI 31 9.3 NO 304 90.7 VIVE CON SU PAREJA SI 168 50.1 NO 167 49.9 VIVE CON SU(s) HIJO (a) SI 272 81.2 NO 63 18.8 VIVE CON ALGUNA OTRA PERSONA SI 185 55.2 NO 150 44.8 241 66 28 GRUPOS DE EDAD EN EL ADULTO MAYOR 60-69 70-79 80 o más GRAFICO 1 GENERO DEL ADULTO MAYOR masculino 36% femenino 64% GRAFICO 2 ESTADO CIVIL DEL ADULTO MAYOR Casado 47% Viudo 30% Divorciado 14% Soltero 5% Unión Libre 4% GRAFICO 3 133 73 42 24 19 18 16 10 OCUPACION DEL ADULTO MAYOR Hogar Jubilado Pensionado Servicios Profesionista Desempleado Empleado Comerciante GRAFICO 4 7.8 44.5 16.7 15.2 11.6 4.2 ESCOLARIDAD DEL ADULTO MAYOR Ninguna Primaria Secundaria Técnica/Comercial Profesional Preparatoria GRAFICO 5 CUADRO 2. COMORBOLIDAD AGREGADA AL ADULTO MAYOR Fuente: Encuestas realizadas a Adultos Mayores en la U.M.F. Nº 20 VARIABLES Frecuencia (n = 335) Porcentaje (%) ENFERMEDADES CRÓNICAS EN EL A. M. SI 189 56.4 NO 146 43.6 TIPO DE ENFERMEDAD CRÓNICA Ninguna 146 43.6 Hipertensión Arterial Sistémica 64 19.1 Enfermedad Articular Degenerativa 42 12.5 Diabetes Mellitus 31 9.3 HAS + EAD 14 4.2 Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica 12 3.6 HAS + DM 10 3.0 DM + EAD 7 2.1 Cáncer 4 1.2 EPOC + HAS 4 1.2 EPOC + DM 1 0.3 56.4 43.6 0 10 20 30 40 50 60 ENFERMEDADES CRONICAS EN EL ADULTO MAYOR SI NO GRAFICO 6 19,1 12,5 9,3 4,2 3,6 3 2,1 1,2 1,2 0,3 TIPO DE ENFERMEDAD CRONICA HAS EAD DM2 HAS+EAD EPOC HAS+DM DM+EAD Cáncer EPOC+HAS EPOC+DM GRAFICO 7 CUADRO 3. CARACTERÍSTICAS DEL ADULTO MAYOR Y FACTORES ASOCIADOS AL MALTRATO Fuente: Encuestas realizadas a Adultos Mayores en la U.M.F. Nº 20 VARIABLES Frecuencia (n = 335) Porcentaje (%) NIVEL SOCIOECONÓMICO (Graffar) Obrero 153 45.7 Marginal 91 27.2 Medio Bajo 42 12.5 Alto 27 8.1 Medio Alto 22 6.6 FUNCIONALIDAD FAMILIAR (Apgar) Familia Funcional 250 74.6 Disfunción Familiar Leve 49 14.6 Disfunción Familiar Grave 36 10.7 ANSIEDAD (Goldberg) SI 119 35.5 NO 216 64.5 DEPRESIÓN (Goldberg) SI 210 62.7 NO 125 37.3 ÍNDICE DE DEPENDENCIA (Barthel) Independiente 181 54.0 Dependencia Leve 146 43.6 Dependencia Moderada 2 0.6 Dependencia Grave 6 1.8 DETERIORO MENTAL (Pfeiffer) Normal 230 68.7 Deterioro Leve 86 25.7 Deterioro Moderado 18 5.4 Deterioro Severo 1 0.3 153 91 42 27 22 Obrero Marginal Medio Bajo Alto Medio Alto NIVEL SOCIOECONOMICO (GRAFFAR) GRAFICO 8 FUNCIONALIDAD FAMILIAR (APGAR) 75% 14% 11% Familia Funcional Disfuncion Familiar Leve Disfuncion Familiar Grave GRAFICA 9 ANSIEDAD EN EL ADULTO MAYOR (GOLDBERG) si 36% no 64% GRAFICA 10 DEPRESION EN EL ADULTO MAYOR (GOLDBERG) si 63% no 37% GRAFICA 11 54 43,6 0,6 1,8 0 10 20 30 40 50 60 Idependiente Dep. Leve Dep. Moderada Dep. Grave INDICE DE DEPENDENCIA (BARTHEL) GRAFICA 12 68,7 25,7 5,4 0,3 DETERIORO MENTAL EN EL ADULTO MAYOR (PFEIFFER) Normal Det.Leve Det.Moderado Det. Severo GRAFICA 13 CUADRO 4. CARACTERÍSTICAS DEL CUIDADOR PRINCIPAL DEL ADULTO MAYOR VARIABLES Frecuencia (n = 335) Porcentaje (%) CUIDADOR PRINCIPAL DEL A. M. Hijo (a) 172 51.3 Pareja 143 42.7 Otros 20 6.0 GÉNERO DEL CUIDADOR PRINCIPAL Femenino 204 60.9 Masculino 131 39.1 INTERVALO DE EDAD DEL CUIDADOR P. 18 – 29 años 29 8.7 30 – 39 años 94 28.1 40 – 49 años 62 18.5 50 – 59 años 44 13.1 60 – 69 años 95 28.4 70 – 88 años 11 3.3 ESTADO CIVIL DEL CUIDADOR PRINCIPAL Casado 249 74.3 Soltero 35 10.4 Unión Libre 30 9.0 Divorciado 20 6.0 Viudo 1 0.3 OCUPACIÓN DEL CUIDADOR PRINCIPAL Hogar 125 37.3 Empleado 59 17.6 Profesionista 58 17.3 Servicios 35 10.4 Comerciante 29 8.7 Jubilado 19 5.7 Desempleado 6 1.8 Pensionado 4 1.2 Fuente: Encuestas realizadas a Adultos Mayores en la U.M.F. N° 20 Fuente: Encuestas realizadas a Adultos Mayores en la U.M.F. Nº 20 CUADRO 4... Continuación... VARIABLES Frecuencia (n = 335) Porcentaje (%) ESCOLARIDAD DEL CUIDADOR PRINCIPAL Primaria 88 26.3 Técnica/Comercial 74 22.1 Profesional 66 19.7 Secundaria 53 15.8 Ninguna 7 2.1 TOXICOMANÍAS DEL CUIDADOR PRINCIPAL Ninguna 239 71.3 Alcohol 90 26.9 Drogas, Tabaco 3 0.9 Ambas 3 0.9 ENFERMEDADES CRÓNICAS DEL CUIDADOR PRINCIPAL SI 96 28.7 NO 239 71.3 TIPO DE ENFERMEDAD CRÓNICA Ninguna 239 71.3 Hipertensión Arterial Sistémica 49 14.6 Diabetes Mellitus 27 8.1 Enfermedad Articular Degenerativa 12 3.6 HAS + EAD 5 1.5 HAS + DM 2 0.6 Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica 1 0.3 172 143 20 Hijo(a) Pareja Otros CUIDADOR PRINCIPAL DEL ADULTO MAYOR GRAFICA 14 GENERO DEL CUIDADOR PRINCIPAL Femenino 61% Masculino 39% GRAFICA 15 8,7 28,1 18,5 13,1 28,4 3,3 18-29 años 30-39 años 40-49 años 50-59 años 60-69 años 70-88 años INTERVALO DE EDAD DEL CUIDADOR PRINCIPAL GRAFICO 16 74,3 10,4 9 6 0,3 ESTADO CIVIL DEL CUIDADOR PRINCIPAL Viudo Divorciado Unión libre Soltero Casado GRAFICO 17 37,3 17,6 17,3 10,4 8,7 1,8 1,8 1,2 OCUPACION DEL CUIDADOR PRINCIPAL Pensionado Desempleado Jubilado Comerciante Servicios Profesionista Empleado Hogar GRAFICO 18 GRAFICO 19 ESCOLARIDAD DEL CUIDADOR PRINCIPAL Ninguna 2% Primaria 26% Técnica 22% Profesional 20% Secundaria 16% Preparatoria 14% 71,3 26,9 0,9 0,9 TOXICOMANIAS DEL CUIDADOR PRINCIPAL Ninguna Alcohol Drogas,tabaco Ambas GRAFICO 20 CUADRO 5. CARACTERÍSTICAS DEL MALTRATO EN EL ADULTO MAYOR Y SU TIPOLOGÍA VARIABLES Frecuencia (n = 335) Porcentaje (%) MALTRATO EN EL ULTIMO AÑO SI 143 42.7 NO 192 57.3 MOTIVO DE LA AGRESIÓN SUFRIDA n = 143 Discusión 90 62.9 Robo o Asalto 23 16.1 Agresión sin motivo aparente 9 6.3 Incidente de Tránsito 8 5.6 Robo + Discusión 7 4.9 Agresión Sexual 4 2.8 Incidente de Tránsito
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