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Actividad 3 Cuento

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Intrusos 
 
Al parecer me he vuelto famosa porque aparezco en noticieros y hablan de mí sin parar. Tanta 
atención aturde después de mucho tiempo. Curiosamente solo hablan cosas malas. Les 
venden una imagen errónea sobre mí, me hacen ver como una completa despiadada y 
desalmada. 
No me arrepiento de lo que hice. Mi privacidad ha sido corrompida desde que ellos 
llegaron. Aún recuerdo cuando todo era paz, silencio y oscuridad. Para mí fueron mis mejores 
épocas pues tenía tiempo de sobra para apreciar mi soledad. Sé que para muchos, lo más 
profundo de mi ser es valioso y por eso cavan y rascan hasta dejarme malherida. Mis órganos 
negros a los que los humanos hacen llamar carbón dan luz, energía y calor, pero preferiría 
que estos permanecieran ocultos y acobijados dentro de mí; y no es que sea envidiosa pero 
no se me hace justo que a pesar de los beneficios que suelo darles a ellos, me lastimen así. 
No soy indiferente ante la angustia de los intrusos que albergo dentro de mí. Los ecos 
de sus lamentos e insultos retumban en mí. Fuera de mí hay máquinas que intentan abrirme, 
que intentan salvar a toda costa las vidas de ellos. Solamente pierden su tiempo, pues en mis 
planes no está liberarlos. Quiero y necesito que ellos comprendan mi sufrimiento por todo lo 
que me han hecho, que todos juntos suframos de la misma manera, me lo deben. 
Su desesperación me hace sentir más viva que nunca porque sé que después de esto 
jamás querrán volver y vivirán con miedo por el resto de su vida. 
Estoy consciente de que la venganza no es siempre buena, y aunque hasta el día de 
hoy los mantengo privados de su libertad, eso no llena el vacío que tengo dentro, ni cura las 
heridas que me han dejado por toda la eternidad. 
 
Agosto 2022. Nuevo colapso deja mineros atrapados en Sabinas, Coahuila. El País. México. 
 
Mi pequeño telescopio 
 
 
Cuando me di cuenta de que esas imágenes ya las había visualizado en algunos de mis sueños 
me quedé atónita. Yo creía saber diferenciar la realidad de la ficción, de cosas que no son 
reales y que, en su defecto, son creadas por nuestra mente. Al parecer no fue así, ya que 
habían presenciado un evento histórico mucho antes que otros. 
El cielo estrellado, un lugar tan lejano, pero a su vez tan cercano. Un universo entero 
que tenemos por descubrir y explorar. Mi interés en este empezó cuando de niña, me 
obsequiaron un pequeño telescopio. Durante esas épocas mi vida no era muy fácil que 
digamos; problemas que yo no comprendía a esa edad se presentaron y yo no podía hacer 
gran cosa para cambiarlos. Ustedes entenderán que afrontar problemas familiares no es un 
proceso fácil y por ello, es necesario encontrar una distracción que nos haga ver lo bueno y 
bello de la vida. Mi telescopio fue un amigo incondicional que me acompañó en los días más 
complicados de mi infancia y adolescencia. Siempre supo darme la luz de las mismas estrellas 
que me daban esperanzas de que algún día yo podría ser tan libre, tan lejana y radiante como 
las estrellas que conforman las constelaciones y galaxias. 
 Conforme fui creciendo conservé el interés en lo que hay más allá del cielo y fuera 
de la Tierra. Pero dolorosamente las difíciles circunstancias de la vida me orillaron a alejarme 
poco a poco, dejando de lado mi sueño de investigar y viajar a las estrellas. Ocupándome en 
cosas ajenas, fui perdiendo el interés en la vida, y volviéndome en una persona más de la 
sociedad. Dedicándome a algo completamente diferente, me hice de un renombre. Crecí 
profesionalmente y aunque me dolieron esas heridas de la infancia, logré salir adelante y 
superarme. 
 Mientras mi vida se volvía más ordinaria y olvidaba mi pasión verdadera, al parecer 
mi inconsciente me daba señales de que no olvidara lo que realmente amaba. Porque al final 
de cuentas, yo le debía tanto a ese pequeño telescopio. 
 Una noche tuve el sueño más maravilloso de toda mi vida. Sentía mi cuerpo flotar 
entre la oscuridad, con una ligera sensación de frío. Cuando miraba a los lados, me rodeaba 
lo desconocido. Destellos tan brillantes que me cegaban por unos instantes y colores 
vibrantes que me llenaban de felicidad. No había sentido esa plenitud en mucho tiempo, pero 
desde las entrañas se mi ser renació esa fascinación y amor por el universo y por mi querido 
telescopio. Mi pequeño telescopio. 
 Cuando desperté, sentía correr las lágrimas por mi rostro. Eran las altas horas de la 
madrugada. No me molesté en siquiera ver la hora en el reloj. Decidida, subí corriendo a la 
terraza de mi apartamento con una pequeña colcha para ponerme cómoda y acostarme a 
apreciar las estrellas que se lograban ver. No despegué ni un segundo la vista del cielo, las 
horas pasaron y pasaron. Al llegar la hora, mi alarma para ir al trabajo sonó. Sonó hasta que 
se dio por vencida. Mi celular le siguió el paso. Hasta que, sin darme cuenta, las estrellas 
volvían a sonreírme y se alegraban de verme otra vez. 
 
Julio 2022. James Webb: qué nos revela la primera imagen del telescopio espacial más poderoso (y cómo 
cambia lo que sabemos sobre el universo). BBC News Mundo 
Qué “divertido” es ser mujer 
 
Seguido de levantarme, me estiro como aquel gato naranja que veo por la ventana del vecino 
cada mañana. Aún con los ojos medio cerrados, entro al baño y me miro al espejo. ¿Quién es 
esa mujer? ¿Acaso este es un sueño? Me lavo la cara e intentó pellizcarme para corroborar si 
es que sigo durmiendo. Para mi desgracia, estoy más que despierta y esto es verdad. 
 Me acostumbro a un nuevo cuerpo, y termino por explorarlo de arriba a abajo. Pero 
que extraña es la sensación de tener caderas anchas, de tener senos prominentes que hacen 
arquear mi espalda por su mismo peso. Procedo a cambiarme, poniéndome prendas 
masculinas holgadas aprovechando mi estilo como aquel joven que suelo ser. Extrañamente 
me agrada cómo me veo, siento que tengo un gran estilo. 
 Salgo de mi casa, y siento una brisa leve. El sol está en su punto más alto y me dejo 
llevar por el viento. Qué curiosa es la perspectiva de una mujer. Noto que mis sentidos están 
más agudizados que antes. Veo los colores más vibrantes y todo mi alrededor se siente de 
maravilla. Qué divertido es ser mujer. 
 Un sexto sentido se activa en mí. Mi piel se eriza y tengo la sensación de peligro y 
angustia. A lo lejos veo cómo un hombre con mirada que te penetra me observa fijamente y 
me sigue el paso. Siento sus intenciones y por primera vez, sé lo que es el verdadero miedo.

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