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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
DE MÉXICO 
 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
IZTACALA 
 
 
 
 
“IDENTIFICACIÓN DE LOS DIFERENTES GRUPOS DE 
Escherichia coli EN DIARREA DE PACIENTES CON 
GASTROENTERITIS MEDIANTE PCR” 
 
 
 
 
T E S I S 
Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : 
B I Ó L O G O 
P R E S E N T A : 
GARCIA DE ALVA MAGOS DULCE MONSERRAT 
 
 
 
 
 
 
DIRECTORA DE TESIS: 
M. EN C. GLORIA LUZ PANIAGUA CONTRERAS 
 
 
 
LOS REYES IZTACALA, EDO. DE MÉX. 2007 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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AGRADECIMIENTOS 
A MI DIRECTORA DE TESIS M. EN C. GLORIA LUZ PANIAGUA 
CONTRERAS Y AL M. EN C. ERIC MONROY PEREZ POR LA 
APORTACIÓN DE SUS CONOCIMIENTOS Y SU ASESORÍA. 
 
A MIS REVISORES DE TESIS: 
DR. SERGIO VACA PACHECO 
M. EN C. DAVID SEGURA COBOS 
BIOL. SUSANA ESTHER GONZALEZ ALMAZAN 
EN QUIENES ENCONTRÉ APOYO, ORIENTACIÓN, POR SUS VALIOSAS 
SUGERENCIAS, OBSERVACIONES Y CORRECIONES PARA LA 
CULMINACIÓN DE ESTE TRABAJO. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
A mi familia…..mi tesoro más grande. 
 
PAPA y MAMA....Gracias por su amor y por su apoyarme siempre. 
YEU y MAY… Mis hermanitas, gracias por su maravillosa compañía. 
“Continuaremos juntos, recolectando frutos y experiencias que a 
nuestro paso hallaremos y compartiremos” 
A la familia Magos Guerrero y Garcia de Alva, en especial a mis 
abuelitas. 
A ti ALFREDO por tu amor, a tu lado he aprendido a ser una mejor 
persona. 
“Si tu quieres, puedes; nunca habrá motivo suficiente para que no 
puedas” 
A mis amigos, gracias por tantos momentos inoilvidables. 
 
 
 
 
 
 
INDICE 
RESUMEN 1 
INTRODUCCIÓN 
 Enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs) 2
 Características de crecimiento y morfológicas de Escherichia 
 Coli 3 
Grupos de Escherichia coli que causan gastroenteritis 4 
E. coli enterotoxigénica (ETEC) 6 
E.coli enterohemorrágica (EHEC) 8 
E.coli enteroinvasiva (EIEC) 10 
E.coli enteropatógena (EPEC) 12 
E.coli enteroagregativa (EAEC) 14 
Reacción en cadena de la polimerasa 16 
ANTECEDENTES 19 
OBJETIVOS 22 
METODOLOGÍA 23 
RESULTADOS 28 
DISCUSIÓN 35 
CONCLUSIONES 48 
BIBLIOGRAFÍA 50 
 
 
RESUMEN 
 
En los países en vías de desarrollo la diarrea continúa siendo una de las 
causas más comunes de morbilidad y mortalidad en los infantes. Entre las 
bacterias responsables de la diarrea se encuentra Escherichia coli. El 
propósito de este estudio fue identificar por PCR multiplex a E coli 
enterotoxigénica (ETEC), E. coli enteropatógena (EPEC), E. coli 
verotoxigénica (VTEC) y E. coli enteroinvasiva (EIEC) en diarrea de 
pacientes con gastroenteritis. Se analizaron las heces de 174 pacientes con 
diarrea. La prevalencia de los grupos diarreogénicos de E. coli en el grupo 
de pacientes estudiado fue del 28.2% (49), dentro de los cuales el 42.8% 
(21 pacientes) presentó Escherichia coli Verotoxigénica (VTEC), el 20.4% 
(10) presentó Escherichia coli Enterotoxigénica (ETEC ST) y Escherichia 
coli Enteropatógena, en cada caso, el 10.2% (5) Escherichia coli 
enterotoxigénica (ETEC LT) y un 6.1% (3) Escherichia coli Enteroinvasiva 
(EIEC). La asociación de VTEC, ETEC, EPEC y EIEC con Entamoeba 
histolytica y Giardia lamblia reflejó lo agudo de las infecciones intestinales 
en los pacientes analizados, por lo que fue necesario iniciar de inmediato el 
tratamiento médico más adecuado. 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
 
Enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs) 
Las enfermedades cuyo vehículo de transmisión son los alimentos, reciben 
el nombre de enfermedades transmitidas por alimentos (ETAs), se estima 
que existen al menos 400 ETAs distintas y en su conjunto representan uno 
de los mayores retos a los cuales se enfrenta la salud pública mundial, 
debido a que no están limitadas a ninguna región del mundo, ni se 
circunscriben a países subdesarrollados o a los industrializados [19]. Por 
ejemplo, se estima que tan solo en los Estados Unidos de América, las 
ETAs, causan anualmente 76 millones de casos; con 323 mil hospitalizados 
y 5,200 muertes, teniendo un costo aproximando de 5 billones de dólares. 
Mientras que en los países en vías de desarrollo como México, los datos 
estadísticos sobre las ETAs son muy pobres [24]. 
 
Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades transmitidas 
por alimentos representan uno de los problemas de salud con mayor 
extensión en el mundo contemporáneo, que tienden a aumentar 
paulatinamente [42]. Por ejemplo, en México, en el año de 1990 se 
reportaron 28,121 casos de enfermedades intestinales, de las cuales un alto 
porcentaje fue provocado por el consumo de alimentos contaminados [34]. 
 
 
Se ha reportado que las ETAs pueden ser de dos tipos [26]: 
a) Extraintestinal.- brucelosis, cisticercosis, fiebre tifoidea, botulismo, etc. 
b) Gastrointestinal.- amibiasis, teniasis, ascariásis, cólera, salmonelosis 
o intoxicaciones alimentarias (Escherichia coli, Staphylococcus 
aureus, etc.). 
 
Se ha descrito que las enfermedades gastrointestinales se caracterizan por 
evacuaciones frecuentes de heces semisólidas, o líquidas, acompañadas de 
algunos otros trastornos, como son cólicos intestinales, fiebre, tenesmo, etc. 
La diarrea frecuente en los pacientes con gastroenteritis puede ocasionar 
deshidratación, desnutrición y muerte [15]. 
 
Se ha reportado que entre las principales bacterias que ocasionan 
infecciones gastrointestinales en los humanos, se encuentran: Escherichia 
coli, Salmonella spp, Shigella spp., y Vibrio cholerae 01, entre otras [9]. 
 
Características de crecimiento y morfológicas de Escherichia coli 
Escherichia coli, es un bacilo Gramnegativo, móvil (debido a la presencia de 
flagelos peritricos), anaerobio facultativo, pertenece a la familia 
Enterobacteriaceae, tribu Escherichia [29]. Fermenta la lactosa, las colonias 
en los medios de cultivo son circulares, convexas y lisas con bordes 
definidos, en el agar de eosina y azul de metileno (EMB) son de color verde 
 
metálico brillante. Algunas cepas producen hemólisis en el agar sangre. 
Escherichia coli descarboxila la lisina y fermenta el manitol, produce gas a 
partir de la glucosa. El 99% de las cepas de Escherichia coli dan positiva la 
prueba de indol [6]. Este microorganismo crece a pH de 4.4 a 9. Se ha 
reportado que cada gramo de heces humanas, contiene hasta 108 
microorganismos de E.coli [22]. 
 
Escherichia coli posee una estructura antigénica compleja, con antígenos O 
somáticos termoestables (endotoxina), que constituyen la parte más externa 
de los lipopolisacáridos de la pared celular, son resistentes al calor y al 
alcohol. También poseen antígenos K termolábiles que son los 
responsables de la fijación de las bacterias a las células y finalmente los 
antígenos H, que se localizan en los flagelos; el calor y el alcohol los 
desnaturalizan fácilmente [12]. 
 
Grupos de Escherichia coli que causan gastroenteritis 
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, en su anuario 
estadístico de 1990-2000, reportó a Escherichia coli como el agente 
infeccioso más frecuente causante de diarrea en México [35].Escherichia coli constituye el microorganismo más abundante de la 
microbiota gastrointestinal humana, desempeñando un importante papel en 
el funcionamiento normal del sistema digestivo. Sin embargo, distintas 
cepas de Escherichia coli son capaces de causar un amplio rango de 
enfermedades, debido a la alta capacidad de dispersión vía cadena 
alimenticia o por transmisión hídrica. Las infecciones por Escherichia coli 
pueden afectar el tracto gastrointestinal. Este microorganismo es una de las 
causas principales de brotes de diarrea, colitis hemorrágica y síndrome 
hemolítico (tabla1), o puede localizarse a nivel extraintestinal, causando, 
entre otros cuadros, meningitis, septicemia o infecciones del tracto urinario [8]. 
 
Con base en su mecanismo de patogenicidad y cuadro clínico, las cepas de 
E.coli causantes de diarrea se clasifican en cinco grupos: E. coli 
enterotoxigénica (ETEC), E. coli enterohemorrágica, también conocida 
como productoras de toxina Vero o toxina semejante a Shiga (EHEC o 
VTEC o STEC), E. coli enteroinvasiva (EIEC), E. coli enteropatógena 
(EPEC) y E. coli enteroagregativa (EAEC) [29]. Cada una de ellas tiene 
codificado a nivel cromosomal y plasmídico diferentes grupos de genes que 
participan directamente en la virulencia [42]. 
 
 
 
Para determinar el grupo patógeno al que pertenecen las cepas de E. coli, 
Kauffman desarrolló un método de serotipificación, el cual es continuamente 
actualizado, y consta de 176 antígenos somáticos (O), 112 flagelares (H) y 
60 capsulares (K). El antígeno “O” es el responsable del serogrupo. La 
determinación del antígeno somático y flagelar (O:H) indica el serotipo, el 
cual en ocasiones se asocia con los cuadros clínicos en particular [29]. 
 
E. coli enterotoxigénica (ETEC) 
Las cepas de E. coli enterotoxigénicas elaboran dos tipos diferentes de 
toxinas, la primera es una proteína dimérica de alto peso molecular (86,500 
daltons) similar en estructura química, función y antigenicidad a la toxina 
producida por V. cholerae 01 y por su labilidad al calor (se inactiva a 100°C 
durante 10 minutos) se denomina enterotoxina termolábil (LT) [36]. 
 
La otra familia de enterotoxinas producidas por cepas ETEC son las 
denominadas termoestables (ST), resistentes al calentamiento. 
Estructuralmente son péptidos de bajo peso molecular (1000-6000 daltons), 
no son inmunogénicas, solubles en metanol. El control genético de la 
producción de LT y ST reside en plásmidos transferibles [17]. 
 
 
 
Las cepas ETEC son causa frecuente de diarrea severa en lactantes en 
países en desarrollo y la más común de diarrea en individuos de países 
industrializados que viajan a zonas menos desarrolladas [27]. 
 
Se ha reportado que ETEC posee la capacidad de adherirse y colonizar los 
entericitos de la mucosa del intestino delgado, por medio de un mecanismo 
denominado CFA (colonización por conjunto de fimbras). Las 
manifestaciones clínicas de la infección por ETEC son diarrea acuosa, 
náuseas, dolor abdominal y fiebre de bajo grado [29]. 
 
Los genes que expresan la toxina ST y la toxina LT han sido encontrados 
predominantemente en plásmidos y algunos en transposones, el gen eltB 
expresa la toxina termolábil (LT) mientras que la toxina termoestable es 
expresada por el gen estA (ST) [22]. 
 
 
Esquema 1. Adhesión de ETEC a células epiteliales 
 
 
 
E.coli enterohemorrágica (EHEC) 
Riley (1982) describió y relacionó a EHEC con brotes gastrointestinales en 
pacientes caracterizados por dolor abdominal, diarrea acuosa con sangre, 
sin fiebre, cuadro al que se le denominó colitis hemorrágica (CH) y que era 
debido a la ingestión de carne cruda o mal cocida. La bacteria aislada de 
todos los casos fue E.coli del serotipo O157:H7. Karmali en 1983, la asoció 
con casos aislados de síndrome urémico hemolítico (SUH) caracterizado 
por daño renal agudo, trombocitopenia y anemia hemolítica 
microangiopática, precedida por diarrea con sangre, con la presencia en 
heces de E.coli productora de una citotoxina con actividad en células Vero, 
por lo que se le llamó verotoxina (VT), y a las cepas capaces de producirlas 
se les denominó E.coli verotoxigénicas (VTEC). Además, se observó que la 
citotoxina se neutralizó con antitoxina obtenida a partir de Shigella 
dysenteriae tipo 1, por lo que también se le llamó “shiga- like-toxin” o toxina 
semejante a shiga (SLT) o “shiga toxin” (STX), y a las E.coli capaces de 
producirla se les da el nombre de STEC [22]. 
 
Pronto se conoció que existían dos clases de verotoxina VT (la VT1 y la 
VT2), incluso algunas variantes de la VT2. Estas toxinas están codificadas 
por genes lisogénicos, es decir, genes que están situados en bacteriófagos 
que se integran al genoma bacteriano de forma estable [18]. 
 
 
Están constituidas por una subunidad enzimática A de aproximadamente 
32.000 d y 5 subunidades B que tienen un peso molecular de unos 7.700 d y 
fijan la toxina a receptores celulares compuestos por glicolípidos 
(globotriaosilceramida, Gb3). La subunidad A es translocada al citoplasma e 
inhibe la síntesis proteica al inactivar catalíticamente la subunidad ribosomal 
60S. Todas las verotoxinas se encuentran codificadas en el genoma de 
profagos integrados en el cromosoma bacteriano [8]. 
 
Los factores de virulencia que la caracterizan son: la presencia del locus 
LEE, que codifica para una serie de proteínas involucradas en la adhesión y 
destrucción (A/E) de las microvellosidades intestinales de la célula huésped, 
y la producción de dos citotoxinas denominadas toxinas Shiga-like (Stx1 y 
Stx2), Shigatoxinas, Citotoxinas o Verotoxinas. Los cuadros clínicos que 
produce van desde una infección asintomática a diarrea acuosa o colitis 
hemorrágica. De los pacientes infectados por ECEH, principalmente niños, 
entre 7% a 10% desarrollan como complicación el Síndrome Hemolítico 
Urémico (SHU), que se caracteriza por anemia hemolítica microangiopática, 
trombocitopenia e insuficiencia renal aguda [43]. 
 
Se detectó la presencia de un plásmido que codifica una fimbria que actúa 
como adhesina inicial. La secuencia del proceso patogénico según los 
conocimientos actuales sería: adherencia laxa al enterocito por la fimbria, 
 
seguida de adherencia íntima y lesión de la pared del enterocito por 
producción de la proteína «intimina» codificada por el gen eaeA y posterior 
liberación de verotoxina [8]. 
 
 
Esquema 2. Adhesión de EHEC a células epiteliales por medio de intimina. 
 
E.coli enteroinvasiva (EIEC) 
EIEC se caracteriza por la capacidad de internalización y multiplicación 
dentro de las células epiteliales intestinales; de causar muerte celular y 
acumulación de polimorfonucleados, produciendo disentería bacilar 
semejante a la producida por Shigella, ambas son descarboxilasas 
negativas, no móviles y lactosa negativas [29]. 
 
Los síntomas característicos son fiebre, dolores abdominales, toxemia, 
diarrea acuosa, con sangre y moco, y presencia de abundantes 
polimorfonucleados; pero algunos casos sólo presentan diarrea [13]. 
 
 
El primer paso en el proceso de patogénesis es la adherencia de la bacteria 
a las microvellosidades de la mucosa, posteriormente se afecta el borde en 
cepillo del enterocito al formarse una vesícula en su membrana y esto da 
lugar a que se facilite la penetración de la bacteria, la cual se establece y 
multiplica en el interior de la célula para de ahí infectar otras [22]. 
 
La información genética para este mecanismo está en loci (locus asociado 
con invasividad (ial) del cromosoma y del plásmido, además de tener la 
capacidad de elaborar una o más enterotoxinas que pudieran ser 
importantes en la producción de diarrea. Los genes necesarios para la 
invasión se encuentran en un plásmido de 140 MDa llamado pInv, que 
codifica para proteínas, como por ejemplo las Ipa y otras que están 
involucradas en el proceso de patogénesis [13].Esquema 3. Invasión de EIEC a una célula epitelial. 
 
 
 
 
E.coli enteropatógena (EPEC) 
EPEC fue el primer grupo que se identificó serológicamente y se asoció con 
casos de diarrea en infantes, en países en vías de desarrollo, siendo la 
adherencia su principal factor de patogenicidad [42]. 
 
EPEC puede ocasionar brotes o casos aislados de diarrea. La forma de 
transmisión de la enfermedad es fecal-oral por manos contaminadas de 
manipuladores de alimentos [29]. 
 
El cuadro clínico que produce EPEC se manifiesta con diarrea aguda, la 
cual puede ser leve o grave, con vómito, fiebre baja y mala absorción [42]. 
 
Actualmente se conocen bastante bien los mecanismos de patogénesis de 
los ECEP. Poseen una adhesina BFP (bundle-forming pilus) codificada en el 
plásmido EAF (EPEC adherence factor). Dicha adhesina es responsable de 
la adhesión a distancia de la bacteria al enterocito y de la adhesión 
localizada a células HEp-2. Presentan también la isla de patogenicidad LEE 
(locus of enterocyte effacement) con los genes: eae, tir, esp y sep [8]. 
 
Se sabe que EPEC se adhiere íntimamente a los enterocitos, borrando las 
microvellosidades de estas células y que este proceso se correlaciona 
estrechamente con la presencia del gen eae -que codifica una proteína, la 
 
«intimina», que produce esas lesiones en el enterocito- y con la prueba de 
FAS, que permite observar la desorganización de la actina intracelular en el 
lugar donde la bacteria se adhiere a la célula, asi como el gen bfpA expresa 
la formación de haz de pilis (BFP) que forman un pedestal [18]. 
 
La bacteria después de unirse a distancia al enterocito mediante las fimbria 
BFP excreta el receptor Tir que se fijan al enterocito y a continuación la 
bacteria se une intimamente al enterocito al fijarse la intimina al receptor Tir. 
Los genes esp (E. coli secreted proteins) (codifican para proteínas 
necesarias para la producción de la lesión de adhesión y borrado (attaching 
and effacing) del microvilli intestinal y la condensación de la actina del 
citoesqueleto celular que provoca la aparición de un pedestal en forma de 
copa sobre el que descansa la bacteria. Los genes sep (secretion of E. coli 
proteins) codifican para las proteínas que constituyen un sistema de 
secreción de proteínas tipo III. Al menos tres proteínas (EspA, EspB y 
EspD) y el receptor Tir son exportadas por el sistema tipo III al interior del 
enterocito [8]. 
 
 
 
Esquema 4. Formación del pedestal por EPEC. 
 
E.coli enteroagregativa (EAEC) 
El fenotipo de adherencia agregativa, caracterizada por autoaglutinación de 
las bacterias entre sí y por ser inespecífica, en el mecanismo de 
patogenicidad de EAEC están implicadas la bacteria y diversas moléculas 
que ella produce; tienen la capacidad de incrementar en la mucosa la 
producción y secreción de moco que atrapa a las bacterias que se 
autoaglutinan en una fina película en el epitelio intestinal. La producción de 
moco puede estar relacionada con la capacidad de EAEC para colonizar 
persistentemente el intestino y causar diarrea [32]. 
 
El sitio blanco de daño de EAEC puede ser la mucosa del intestino grueso y 
delgado, con un período de incubación de menos de ocho horas y puede 
durar hasta 18 a 20 días. Esta bacteria puede causar brotes o casos 
aislados de diarrea persistente. Algunas veces el cuadro clínico se presenta 
como diarrea con moco con o sin sangre, vómito y sin o con poca fiebre [3]. 
 
GRUPO SINTOMAS 
CLINICOS 
EPIDEMIOLOGÍA SEROGRUPOS Y 
SEROTIPOS MAS 
COMUNES 
ETEC Diarrea aguda 
acuosa 
Niños menores de 
dos años y diarrea 
del viajero. 
O8:H9. O15:H11, 
O20:H-, O25:H-
O27:H7, O78:H12, 
O148:H28, O159:H20 
EHEC Síndrome urémico 
hemolítico, colitis 
hemorrágica, 
diarrea sin sangre, 
dolor abdominal, 
fiebre vómito. 
Niños y adultos que 
la adquieren por 
comer carne cruda 
o mal cocida. 
O157:H7, O26:H11, 
O103:H2, O113:H21, 
O119, O128, O145. 
EIEC Diarrea con moco y 
sangre o diarrea 
acuosa, también se 
presenta cuadro 
disentérico. 
Niños menores de 
seis meses 
O28:H, O112ac:H-, 
O144:H-, O152:H-, 
164:H-O167:H-. 
EPEC Diarrea aguda, 
dolor abdominal, 
vómito, fiebre baja. 
Niños menores de 
seis meses hasta 
dos años. 
O55, O86, O142, 
O111:H-O127. 
EAEC Diarrea líquida, 
verde con moco, sin 
sangre, diarrea 
persistente hasta 
20 días. 
Recién nacidos y 
niños menores de 
dos años- 
O44:H18 
Tabla 1. Características de los grupos de Escherichia coli causantes de 
diarrea. 
 
Reacción en cadena de la polimerasa 
Durante la ultima década, se ha prestado gran atención al desarrollo de 
métodos inmunológicos y moleculares rápidos, sensibles y específicos para 
la detección e identificación de cepas patógenas de E. coli [20]. Con este 
objetivo en el año 2002 se publicaron tres nuevos protocolos de PCR 
multiplex que permiten la detección simultánea de numerosos genes de 
relevancia clínica, como son aquellos que codifican toxinas Shiga, la 
hemolisina entérica, la intimina, el serotipo de superficie O157 y el serotipo 
flagelar H7 [25]. Estos protocolos no sólo posibilitan la detección de los 
genes de virulencia y toxicidad más importantes asociados a E.coli, sino que 
además permiten diferenciar las variedades más patógenas. Asimismo en el 
año 2003 otros dos nuevos protocolos de PCR multiplex aportaron 
importantes avances en la detección de cepas EPEC, VTEC, EIEC, ETEC y 
EAEC. En el primero de estos protocolos Cerna y cols (2003), utilizaron la 
detección simultánea de tres genes contenidos en plásmidos que confieren 
la denominada Adherencia de agregación (AA) a las variantes 
enteroagragativas. En el segundo protocolo de PCR multiplex realizado por 
Toma y cols. (2003), optimizaron un ensayo que permite la identificación y 
clasificación simultánea de los distintos tipos de E. coli causales de diarrea 
mediante la detección de genes específicos de cepas enteropatogénicas, de 
cepas productoras de toxinas Shiga, de variantes enterotoxigénicas, de 
cepas enteroinvasivas y de variedades enteroagragativas [40]. 
 
La detección rápida y precisa de estas variantes génicas de E. coli es 
fundamental para evitar el riesgo asociado a tratamientos tardíos y para 
prevenir la posible existencia de brotes o epidemias comunitarios o 
nosocomiales [18]. 
 
En México se ha aislado E. coli como agente etiológico de diarrea, Cravioto 
y cols. (1988) reportaron en un trabajo realizado en una localidad rural en el 
estado de Morelos, entre 1982 y 1985 a ETEC como el principal agente 
productor de diarrea (33.5%), seguido de EPEC (8.1%), Sepúlveda y cols. 
(1984) en un estudio realizado en un área del sur de la Ciudad de México, 
aislaron a EPEC en un 28% y a ETEC en un 13%. Guerrant y cols. (1990), 
encontraron que ETEC es endémica en nuestro medio y que causa la 
diarrea del viajero en todo el mundo [41]. 
 
Benítez y cols. (1991) comunicaron el aislamiento de cepas de EHEC en 
17% de de niños que vivían en una comunidad rural [4]. 
 
En dos estudios en niños con disentería en México se encontró EIEC en 4 y 
5% de los casos [10]. 
 
 
 
Para el objetivo de este trabajo se utilizaron 9 pares de oligonucleótidos 
complementarios a distintas secuencias de DNA específicas para los tipos 
más comúnmente encontrados en pacientes con diarrea. Estos primers 
permiten identificar ETEC-LT y ETEC-ST (E. coli enterotoxigénica, genes 
eltB y estA, respectivamente), VTEC (E. coli verotoxigénica, genes vt1 y 
vt2); EIEC (E. coli enteroinvasiva, gen ial); EPEC (E. coli enteropatógena 
genes eaeA y bfpA). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ANTECEDENTES 
 
- Svenungsson y cols.28 en el 2000 realizaron un estudio clínico en 
Suiza, para la identificación de enteropatógenos en adultos con 
diarrea, el factor virulento de los genes de Escherichia coli fue 
detectado por la reacción en cadena de la polimerasa.Fueron 
identificados enteropatógenos en 56% de los pacientes, los más 
frecuentes fueron Campylobacter (13% de los pacientes), Escherichia 
coli enterotoxigénica (8%), Salmonella (7%), Shigella (4%), 
Blastocystis hominis (4%), calicivirus (3%), rotavirus (3%), E. coli 
enteroagregativa (2%), Aeromonas (2%), Giardia intestinalis (2%), 
Cryptosporidium (2%) y astrovirus (2%). Los menos frecuentes fueron 
E. coli enteropatogénica, E. coli enteroinvasiva, Entamoeba 
histolytica, microsporidia y adenovirus. 
- Rodríguez21 en el 2002 resaltó la importancia del estudio y 
diagnóstico de E.coli como patógeno capaz de causar casos aislados 
o brotes de diarrea, síndrome urémico hemolítico, colitis hemorrágica 
y cuadros de disentería, principalmente en niños; reportó las 
principales características y diagnóstico de los grupos patógenos de 
Escherichia coli; y la necesidad de conocer mejor a la bacteria así 
como mantener una vigilancia epidemiológica. 
 
- Margall y cols.11 en 1997 describieron los grupos de Escherichia coli 
enteropatógena con especial atención a E. coli enterohemorrágica, 
revisaron la epidemiología del microorganismo, remarcaron datos que 
ratifican que el ganado vacuno es uno de los principales reservorios 
de las cepas de E. coli verotoxigénica, algunos serotipos de dicha 
cepa son capaces de producir enteritis hemorrágica. 
- Méndez y cols.13 en el 2004 resaltan en su trabajo el uso de métodos 
de biología molecular (PCR multiplex en microbiología clínica), en los 
laboratorios de microbiología clínica suponiendo un gran apoyo a la 
hora de obtener diagnósticos sensibles y específicos en el menor 
espacio de tiempo posible. La reacción en cadena de la polimerasa 
(PCR) ha adquirido un gran valor diagnóstico permitiendo la detección 
de agentes etiológicos y de sus genotipos de virulencia y resistencia, 
con gran sensibilidad y rapidez. 
- Cortés y cols7. (2002) identificaron E.coli como posible agente causal 
del brote de diarrea asociado con el desbordamiento del canal de 
aguas negras en Chalco, Edo. de Méx., dicho estudio realizado en el 
Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) de la 
Secretaria de Salud. En este trabajo se muestrearon rectalmente por 
medio de hisopos un total de 1550 pacientes. 
 
 
- Thompson29 en el 2001 realizó un estudio que consistió en determinar 
en alimentos vendidos en vía pública, la prevalencia de Escherichia 
coli, como indicador de contaminación fecal y de Escherichia coli 
enterotoxigénica (ETEC), como indicador de un patógeno humano, 
debido a su gran importancia en salud pública. La determinación de 
ETEC se realizó a través de la utilización y comparación de dos 
técnicas de biología molecular; la hibridización en fase sólida y la 
reacción en cadena de la polimerasa (PCR), con el fin de determinar 
cual era más sensible y más rápida. Además también se realizó un 
estudio observacional para determinar las condiciones higiénicas de 
los puestos y de los manipuladores de alimentos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
OBJETIVOS 
 
General. 
 
� Identificar los diferentes grupos de Escherichia coli en diarrea en 
pacientes con gastroenteritis mediante PCR multiplex 
 
Particulares. 
 
� Incorporar la técnica de PCR multiplex en el Laboratorio Clínico de la 
CUSI-I, como un método actualizado de Biología Molecular, en la 
detección de los diferentes grupos de Escherichia. coli 
 
� Determinar la presencia de Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC), 
Escherichia coli enterohemorrágica (EHEC o VTEC o STEC), 
Escherichia coli enteroinvasiva (EIEC) y Escherichia coli 
enteropatógena (EPEC) en diarrea de pacientes con gastroenteritis. 
 
� Identificar los parásitos más comunes en las muestras fecales de los 
pacientes. 
 
 
 
METODOLOGÍA 
 
Muestras clínicas 
Para el desarrollo de este estudio las muestras diarreicas de los pacientes 
con Gastroenteritis fueron colectadas a partir de Clínicas y Hospitales del 
sector salud del Distrito Federal y del Estado de México. Las muestras 
fueron transportadas en hielo al Laboratorio de Análisis Clínicos de la CUSI, 
FES Iztacala, UNAM. Los pacientes que fueron incluidos en este estudio 
presentaron diarrea, caracterizada por la ocurrencia de tres o más 
evacuaciones, suelta, líquida o blanda o al menos una muestra blanda con 
sangre en un periodo de 24 horas. La información sobre otros factores como 
desordenes gastrointestinales, viajes, tratamiento reciente con antibióticos, 
etc, fue obtenida a través de un cuestionario. Para la selección de E. coli las 
muestras fueron sembradas en el medio de agar MacConkey (DIBICO) e 
incubadas a 37º C por 24 horas. 
 
Cepas bacterianas 
Las cepas de referencia de E. coli utilizadas como control para la PCR fueron: 
ETEC ATCC 35401 (eltB y estA); EPEC ATCC 43887 (bfpA y eaeA); EHEC 
ATCC 43890 (vt1, eaeA); EHEC ATCC 43889 (vt2, eaeA); EIEC ATCC 43893 
(ial) y E. coli (control negativo) ATCC 11775 (sin genes de virulencia). 
 
 
DNA templado para PCR 
Después de la incubación de las muestras en agar MacConkey a 37° C/24 
h. las bacterias del cultivo primario fueron colectadas y suspendidas en 5 ml 
de PBS (pH, 7.2) a una densidad aproximada de 109 bacterias. El DNA 
templado fue preparado por ebullición por 20 minutos, seguido por 
centrifugación por 10 minutos a 12,000 rpm. El sobrenadante fue utilizado 
para PCR. 
 
PCR multiplex 
El método de PCR multiplex que nosotros utilizamos fue el previamente 
descrito28. Los primers usados para la detección de los genes de virulencia de 
las cepas diarreogénicas de E. coli se aprecian en la tabla 1. El volumen final 
de la mezcla de reacción para PCR fue de 25 µl, la cual contenía 3 µl de DNA 
templado, 4 µl de nuclease free water estéril, 1 µl de cada uno de los 
18oligonucleótidos a una concentración de 10 pmol (todos los primers fueron 
de Sigma-Genosys), 1.5 mmol de MgCl2, 0.5 U de AmpliTaq polimerase y 100 
mmol de dNTPs (PuRetaqTM Ready-To-GoTM PCR beads). La amplificación del 
DNA fue realizado en un Termociclador modelo CGI-96, bajo las siguientes 
condiciones: desnaturalización inicial a 96°C por 4 minutos; seguido de 30 
ciclos a 94°C por 20 segundos, posteriormente 20 segundos a 55°C y 10 
segundos a 70°C. Por último una extensión final por 7 minutos a 72º C. 
 
 
Electroforesis 
Después de la amplificación, 10 µl de cada muestra fue analizada por 
electroforesis en geles de agarosa al 2% bajo las siguientes condiciones: 
120 volts, 94 miniampers por 120 minutos. Los geles fueron teñidos con 
BrEt y fotografiados bajo luz UV utilizando el sistema de fotodocumentación 
modelo GEL LOGIC 100 (KODAK). La PCR fue considerada como positiva 
cuando una banda o bandas de tamaño igual al de nuestras cepas controles 
de referencia fueron observadas y no extra bandas. Los genes de virulencia 
que nosotros detectamos fueron los siguientes: ETEC positivo, detección de 
eltB (heat-labile enterotoxin gene) y/o estA (heat-stable enterotoxin gene); 
EPEC positivo, detección de eaeA (structural gene for intimin) y bfpA 
(structural gene for the bundle-forming pilus); VTEC positivo, detección de 
eaeA (structural gene for intimin) y vt1(verotoxina 1 gene) o vt2 (verotoxina 
2 gene); EIEC/Shigella positivo, detección de ial (invasion-associated locus 
of the invasion plasmid found in). 
Este método de PCR multiplex también nos permitió detectar en la misma 
reacción, si las cepas de VTEC pertenecían al serogrupo O157:H7, 
mediante el uso de dos pligonucleótidos complementarios a un fragmento 
del gene fliC previamente descrito28, que nos permitió identificar el antígeno 
flagelar H7 y dos oligonucleótidos utilizados para amplificar un fragmento de 
DNA característico de E. coli 0157:H7 (tabla 2). 
 
 
Tabla 2. Oligonucleótidos utilizados en la detección de E, coli por PCR multiplex 
 
Oligonucleótido GENE Secuencia del primer Tamaño de la 
amplificación(pb) 
VT1 vt1 5´-GAAGAGTCCGTGGGATTACG-3´ 
5´-AGCGATGCAGCTATTAATAA-3´ 
130 
VT2 Vt2 5´ACCGTTTTTCAGATTTTGACACATA-3´ 
5´-TACACAGGAGCAGTTTCAGACAGT-3´ 
298 
VTEC/EPEC eaeA 5´-CACACGAATAAACTGACTAAAATG-3´ 
5´-AAAAACGCTGACCCGCACCTAAAT-3´ 
376 
EPEC bfpA 5´-TTCTTGGTGCTTGCGTGTCTTTT-3´ 
5´-TTTTGTTTGTTGTATCTTTGTAA-3´ 
367 
ETEC-LT eltB 5´-TCTCTATGTGCATACGGAGC-3´ 
5´-CCATACTGATTGCCGCAAT-3´ 
322 
ETEC-ST estA 5´-GCTAAACCAGTAGAGGTCTTCAAAA-3´ 
5´-CCCGGTACAGAGCAGGATTACAACA-3´ 
147 
EIEC/Shigella ial 5´-CTGGTAGGTATGGTGAGG-3´ 
5´-CCAGGCCAACAATTATTTCC-3´ 
320 
FLICH7 fliC 5´-GCGCTGTCGAGTTCTATCGAGC-3´ 
5´- CAACGGTGACTTTATCGCCATTCC-3´ 
625 
O157 - 5´-GTTACATTTGCTCCTGGGGCTAA-3´ 
5´- CATACCGAYKACGCCGATCTGTT-3´ 
500 
 
Detección de Parásitos 
La detección de los parásitos se realizó por medio de la técnica de Faust 
(técnica de Flotación en sulfato de zinc). Para lo cual la muestra fecal fue 
homogeneizada con agua potable. Posteriormente se tomó una muestra de 
10 ml y se depositó en un tubo de ensaye. El tubo se centrifugó por 3 
minutos a 3000 rpm, se decantó el sobrenadante y se centrifugó de nueva 
cuenta por 3 minutos a 3000 rpm. Al término el sobrenadante fue 
desechado, se agregó la solución de sulfato de zin (densidad= 1.190) hasta 
formar un menisco y se colocó sobre la superficie un cubreobjetos. Al 
término de 1 h se colocó el cubreobjetos sobre un portaobjetos que contenía 
una gota de lugol. Los parásitos se observaron a 40X en un microscopio 
óptico. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESULTADOS 
 
Pacientes analizados 
 
Para el desarrollo de este trabajo se analizaron un total de 174 muestras 
diarreicas de pacientes con gastroenteritis, dentro de los cuales el 57.5% 
(100) correspondió al sexo femenino y el 42.5%(74) al sexo masculino 
(figura 1). 
 
MUJERES 
57.5% (100)
HOMBRES 
42.5% (74)
 
Figura1. Distribución de los pacientes estudiados por sexo 
 
En la figura 2 se observa la distribución de los pacientes por edad. El grupo 
de edad más frecuente fue el de 0-10 años con el 54% (94), seguido por el 
de 31-40 con el 17.2% (30) y por el de 41-50 con el 12.6% (22). Los grupos 
minoritarios correspondieron al rango de edad de 11-20 con el 6.8% (12), de 
21-30 con el 5.7% (10) y de 51-60 años con el 3.4% (6). 
 
94
12 10
30
22
6
0
20
40
60
80
100
0-10 11.-20 21-30 31-40 41-50 51-60
P
O
R
C
E
N
T
A
J
E
EDAD (AÑOS)
 
Figura2. Distribución de los pacientes por rangos de edad. 
 
Detección de los grupos patógenos de Escherichia coli por PCR multiplex 
 
En esta trabajo se detectó que el 28.2% de los pacientes analizados fue 
positivo para algún grupo de E. coli patógeno y un 71.8% negativo. 
 
Negativo 
71.8% (125)
 Positivo 
28.2% (49)
 
Figura 3. Porcentaje de casos positivos para Escherichia coli. 
 
 
En la figura 4 se aprecian los porcentajes de los diferentes grupos de E. coli 
detectados en los pacientes positivos por PCR multiplex. El 42.8% (21 
pacientes) presentó Escherichia coli Verotoxigénica (VTEC), el 20.4% (10) 
presentó Escherichia coli Enterotoxigénica (ETEC ST) y Escherichia coli 
Enteropatógena, en cada caso, el 10.2% (5) Escherichia coli 
enterotoxigénica (ETEC LT) y un 6.1% (3) Escherichia coli Enteroinvasiva 
(EIEC). 
 
6.1
20.4
42.8
10.2
20.4
EIEC EPEC VTEC ETEC
LT
ETEC
ST
P
O
R
C
E
N
T
A
J
E
GRUPO DE E. coli
 
Figura 4. Porcentaje de los diferentes grupos de Escherichia coli detectados 
en los pacientes positivos. 
 
EIEC= Escherichia coli enteroinvasiva, EPEC= Escherichia coli 
enteropatógena, VTEC= Escherichia coli verotoxigénica, ETEC/LT= 
Escherichia coli enterotoxigénica que produce la toxina termolábil y 
ETEC/ST= Escherichia coli enterotoxigénica que produce la toxina 
termoestable. 
 
 
 
 
En la fotografía 1 (linea 1 a 6) se aprecian los productos de PCR obtenidos 
de los cultivos de las muestras diarreicas de los pacientes. En donde en la 
Linea 1 se muestra el marcador de peso molecular (50-pb ladder): en la 
Linea 2 el control negativo (E. coli ATCC11775): en la Linea 3 (ETEC) se 
aprecian las bandas de 322 pb (eltb) y 147 (estA); en la Linea 4 (EPEC) se 
observa una banda, que contiene a eaeA (376 pb) y a bfpA (367 pb); en la 
linea 5 (EIEC) se observa una banda de 320 pb (ial); finalmente en la linea 6 
(VTEC) se aprecian las bandas de 376 pb (eaeA), de 298 (vt2) y 130 (vt1). 
 
 
 
Fotografía 1. Amplificación por PCR multiplex de las cepas diarreogénicas 
de E. coli obtenidas de los cultivos de las muestras diarreicas de los 
pacientes. Linea 1: 50-pb ladder. Linea 2: Control negativo (E. coli 
ATCC11775). Linea 3: ETEC. Linea 4: EPEC. linea 5: EIEC. Linea 6: 
VETEC. 
 
 
 
Detección de E. coli 0157;H7 
 
En este estudio se detectó que de las 21 cepas de VTEC detectadas, 4 
pertenecieron al serogrupo 0157:H7. En la fotografía 2 se distinguen los 
distintos genes de VTEC (vt1, vt2, eaeA y fliC) y un fragmento amplificado 
de DNA correspondiente a E. coli 0157:H7. 
 
 
 
Fotografía 2. Amplificación por PCR multiplex de los genes de VTEC. Linea 
1: Control negativo (E. coli ATCC11775). Linea 2: vt1. Linea 3: vt2. Linea 4: 
eaeA. Linea 5: fliC. Linea 6: 0157. Linea 7: 50-pb ladder. Linea 8: VTEC 
perteneciente al grupo 0157:H7 aislada de un caso clínico. 
 
 
Asociación de Escherichia coli con los parásitos identificados. 
 
En este trabajo encontramos que en 153 muestras diarreicas de los 
pacientes analizados (87.9%) se detectó a E. histolytica, seguida por 
Giardia lamblia con 64 casos (36.7%). 
 
En la Tabla 3 se aprecian los porcentajes de asociación entre los grupos 
patógenos de Escherichia coli detectados por PCR multiplex y los parásitos 
identificados en los pacientes positivos. Se presentó una asociación del 
100% entre Entamoeba histolytica con VTEC y con EIEC, en cada caso, del 
93% entre Entamoeba histolytica con ETEC y del 85% entre Entamoeba 
histolytica con EPEC. Por otro lado la asociación del protozoario Giardia 
lamblia con EPEC fue del 71%, del 46% con ETEC, del 66% con EIEC y del 
2% con VTEC. 
 
 
Tabla 3. Asociación de parásitos con los grupos patógenos 
de Escherichia coli. 
 
 
 
 
 
PARASITO VTEC ETEC EPEC EIEC 
Entamoeba histolytica 100% 93% 85% 100% 
Giardia lamblia 2% 46% 71% 66% 
 
Resistencia a Antibióticos por las cepas de E. coli 
 
En la Figura 5 se aprecian los porcentajes de resistencia a antibióticos por 
las cepas patógenas de E. coli. El 93% de las cepas fue resistente a 
Carbenicilina (CB), 50% a gentamicina (GE) y ampicilina (AM), en cada 
caso, 43% a cefalotina (CF), 36% a trimetoprim con sulfametoxazol (SXT) y 
nitrofurantoína (NF), en cada caso, 29% a pefloxacina (PEF), 21% a 
cefotaxima (CTX), netilmicina (NET) y cloranfenicol (CL) y 14% a amikacina 
(AK). Por otro lado el 100% de las cepas fue sensible a ceftriaxona (CTX). 
 
43%
0%
50%
36%
21% 21%
29%
36%
21%
14%
50%
93%
0%
10%
20%
30%
40%
50%
60%
70%
80%
90%
100%
C
F
C
R
O
A
M
S
X
T
C
TX
N
E
T
P
E
F
N
F
C
L
A
K
G
E
C
B
ANTIBIÓTICOS
 
 
Figura 5. Porcentaje de resistencia a antibióticos por las cepas de 
Escherichia coli 
 
 
CF= Cefalotina, CRO= Ceftriaxona, AM= Ampicilina, SXT= Trimetoprim con 
Sulfametoxazol, CTX= Cefotaxima, NET= Netilmicina, PEF= Pefloxacina, 
NF= Nitrofurantoína, CL= Cloranfenicol, AK= Amikacina, GE= Gentamicina, 
CB= Carbenicilina. 
 
DISCUSIÓN 
 
Pacientes analizados 
En este trabajo describimos que se analizaron un total de 174 muestras 
diarreicas de pacientes con gastroenteritis (Figura 1), de los cuales el 57.5% 
(100) correspondió al sexo masculino y el 42.5% (74) al femenino, cuya 
edad se encontró comprendida entre el intervalo de 1-60 años (figura 2). Se 
ha descrito que la gastroenteritis sigue siendo un problema de salud a nivel 
mundial, principalmente en los países en vías de desarrollo [23], en donde 
la diarrea es la principal consecuencia de las infecciones gastrointestinales, 
siendo la causamás frecuente de muertes en los países en desarrollo, 
sobre todo en infantes [16]. Las infecciones gastrointestinales ocasionan 
enfermedad y muerte en niños menores de cinco años, sobretodo en 
ciudades de América Latina y otras ciudades desarrolladas [21], sin 
embargo los países desarrollados también se ven afectados, por ejemplo, 
se ha reportado que una tercera parte de los viajeros de los países 
industrializados desarrollan diarrea [22]. Si bien la mortalidad por 
enfermedad diarreica en niños en países en vías de desarrollo ha 
disminuido en años recientes, su incidencia no ha disminuido en igual 
proporción, se ha estimado que en países en desarrollo hay 
aproximadamente entre 2.2 a 3.5 episodios de diarrea por niño por año [9]. 
En México en áreas urbanizadas se ha informado que un niño presenta de 
 
2-4 episodios de gastroenteritis/año con una prevalencia en las edades de 
6-11 meses [9]. Se ha estimado que en todo el mundo anualmente ocurren 
de 6 a 81 millones de enfermos, en donde las tasas de mortalidad son muy 
elevadas. Las infecciones del aparato gastrointestinal están entre las 
principales causas de enfermedad y muerte en los lactantes, incluyendo al 
recién nacido, y se calculan en más del 85% de la población mundial [9]. 
Las infecciones intestinales en los países subdesarrollados se deben 
principalmente a la ingesta de agua o alimentos contaminados por 
microorganismos o por sus toxinas [39]. 
 
Las enfermedades trasmitidas por alimentos (ETAS) son causadas por el 
consumo de alimentos o de agua contaminada con microorganismos 
patógenos (bacterias, parásitos y virus), estas enfermedades a nivel 
mundial representan una de las causas más preocupantes en salud pública, 
debido a que anualmente ocurren de 24 a 81 millones de casos, 
representando más de diez mil muertes por consumo de alimentos 
contaminados [37]. 
 
La contaminación de los alimentos en México constituye un problema de 
salud pública que afecta significativamente a sus habitantes, la cual se ve 
reflejada en las elevadas cifras reportadas en los casos de gastroenteritis y 
otras enfermedades diarreicas en el país [39]. 
 
En los años de 1980-1989, las diferentes instituciones de salud, notificaron 
3,419 casos de brucelosis, 9,790 de shigelosis, 10,939 de tifoidea, 30,899 
intoxicaciones alimentarias no especificadas, 72,754 de salmonelosis y 
1,948,542 de otras infecciones intestinales, lo que da un total de 2,076,343 
episodios relacionados con transmisión alimentaria. [34]. Durante este 
periodo se reportaron 79 brotes (58 de origen microbiano) en el Distrito 
federal y 16 estados de la República. En este reporte se confirmó a 
Staphylococcus aureus como principal agente con 792 casos y 5 
defunciones, seguido por Salmonella enterica (596 casos y 4 defunciones), 
Escherichia coli (68 casos y 1 defunción), Salmonella typhi (68 casos y 1 
defunción), Clostridium perfringes (177 casos) y Klebsiella pneumoniae (85 
casos y 28 defunciones). Flores-Abuxapqui reportó en 1993, la prevalencia 
de enteropatógenos (E. coli, Salmonella y Shigella) en diarrea liquida de 
niños de Mérida, Yucatán. 
 
En el año de 1999 se obtuvieron registros mediante el procesamiento de las 
bases de datos proporcionados a la Secretaría de Salud por el Instituto 
Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). En donde se 
registraron un total de 443 950 defunciones en la República Mexicana de las 
cuales 5622 correspondieron a Enfermedades Infecciosas Intestinales, de 
las cuales 831 se presentaron en el Estado de México. Para el año 2001, se 
 
reportaron 4,919 muertes relacionadas a enfermedades infecciosas 
intestinales. 
 
En el año 2003 el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 
(INEGI), registró 472 140 defunciones en México, de las cuales 4556, 
corresponden a Enfermedades Infecciosas intestinales. La distribución 
porcentual de las defunciones por edad indica una tendencia decreciente de 
las muertes en los niños menores de cinco años de edad: en 2003, 8.5 de 
cada 100 muertes ocurrieron en esas edades, mientras que en 2002, 9.5 de 
cada 100 pertenecían a este grupo, 60% de las defunciones de las mujeres 
ocurren después de los 65 años de edad; por su parte, en los hombres este 
mismo porcentaje se observa a partir de los 55 años de edad, lo que indica 
en éstos una muerte más temprana. Se presentó un total de 209 673 
defunciones en Mujeres y un total de 260 657 en hombres. 
 
Las enfermedades Infecciosas Intestinales como principales causas de 
Mortalidad en México registraron 2221 casos en Mujeres y 2335 casos en 
Hombres, de los cuales 583 casos se presentaron en el Estado de México [30]. 
 
 
 
 
 
Detección de los grupos patógenos de Escherichia coli por PCR múltiplex 
 
En este estudio detectamos que el 28.2% de los pacientes analizados 
fueron positivos para algún grupo de E.coli patógeno y un 71.8% negativos 
(figura 3), dentro de los cuales el 42.8% (21pacientes) presentó Escherichia 
coli Verotoxigénica (VTEC), el 20.4% (10) presentó Escherichia coli 
Enterotoxigénica (ETEC ST) y Escherichia coli Enteropatógena, en cada 
caso, el 10.2% (5) Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC LT) y un 6.1% 
(3) Escherichia coli Enteroinvasiva (EIEC). Nuestros datos contrastan con 
los obtenidos en un estudio realizado por el Instituto de Diagnóstico y 
Referencia Epidemiológicos (InDRE) de la Secretaría de Salud, en el cual, 
el objetivo fue Identificar el agente causal del brote de diarrea asociado con 
el desbordamiento del canal de aguas negras en Chalco, Edo. de Méx. 
Estos autores muestrearon rectalmente a 1550 pacientes de la población 
del Valle de Chalco que presentó diarrea y vómito durante el desastre 
natural acontecido el 31 de mayo de 2000. En este estudio se aisló en el 
76.6% a E. coli: 62.2% a ETEC (44.6 %con LT, 11.2% con ST, y 44.1% con 
ambas sondas), 0.84% a EIEC (sonda ial), 0.84% a EPEC (sonda bundle-
forming pilus BFP), 0.08% a E. coli enterohemorrágica no-O157:H7 (sonda 
pCVD419), y 36.02% no hibridó [10]. 
 
 
 
Se ha descrito que E. coli provoca en la población mundial alrededor de 630 
millones de casos de diarrea anualmente con aproximadamente 775.000 
muertes, afectando fundamentalmente a la población infantil del tercer mundo 
[8]. Se ha descrito que E. coli Verotoxigénica (VTEC), E. coli enteroinvasiva 
(EIEC), E. coli enteropatógena (VTEC), E. coli enterotoxigénica (ETEC) y E. 
coli enteroadherente (EAEC) son responsables de más del 25% de todas 
las enfermedades diarreicas ocurridas en países desarrollados [23]. 
 
En nuestro trabajo describimos que de las 21 cepas de VTEC (figura 3), 4 
pertenecieron al serotipo 0157:H7, lo cual reflejó la gravedad de la infección 
de estos pacientes. Se ha descrito que los Brotes de colitis hemorrágica y 
síndrome hemolítico-urémico (SHU) más relevantes en los EEUU hasta 
1994 ocasionados por cepas de E. coli 0157:H7, fueron de 700 casos en 
Washington, Idaho, California y Nebraska (USA) en 1993, con 195 
pacientes hospitalizados, de los cuales 55 desarrollaron SHU, con una 
mortalidad 0,6% (4)[16]. 
 
Blanco y cols. (1995) reportaron que la incidencia de VTEC en coprocultivos 
de pacientes con alteraciones gastrointestinales en Lugo España, fue de 21 
casos de un total de 1649 pacientes estudiados (1,3%). 
 
 
En un estudio realizado en Chile se reportó que dentro de las categorías de 
E coli diarreogénicos, ECEH, en especial el serotipo O157:H7, representa 
en la actualidad uno de los patógenos emergentes de mayor importancia en 
el ámbito mundial, y que es una patología que tiene una tasa de incidencia 
de 3,2 por 100.000 niños menores de 5 años en la Región Metropolitana. En 
países industrializados, la ECEH es una causa importante de brotes de 
ETA, sin embargo en Latinoamérica y específicamente en Chile, muy pocos 
laboratorios han incorporado la identificación de este patógeno,lo cual se 
traduce en una subestimación de su impacto epidemiológico y dificulta la 
implementación de medidas de control y prevención [43]. 
 
La infección por E. coli verotoxigénica parece ser de distribución universal, 
pero su prevalencia solamente se conoce con cierto detalle en los Estados 
Unidos, Canadá, Argentina y Europa Occidental, ya que en el resto de 
países no ha sido estudiada sistemáticamente [18]. 
 
En nuestro trabajo también mencionamos que el 20.4% de los pacientes 
positivos (10) presentó Escherichia coli Enterotoxigénica (ETEC/ST) y el 
10.2% (5) Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC/ LT) (figura 3). Nuestros 
datos contrastan con los reportados en un estudio realizado en Lima, Perú, 
Se evaluaron las cepas de E. coli recolectadas en el Hospital de 
Emergencias Pediátricas de Lima durante los meses de diciembre de 1998 
 
a abril de1999. Se usaron dos sendas de ADN que identificaban el gen de la 
toxina termolábil (LT) y el de la toxina termoestable (ST). Para la detección 
de los serotipos se usaron 22 antisueros de diferentes categorías de E. coli. 
Se encontraron 233 cepas de E. coli, 27,9% de E. coli poseían el gen LT, 
3,0% el gen ST y 1,3% tenían ambos. (3) [1]. 
 
En otro estudio realizado en 533 niños Veracruzanos menores de cinco 
años, con diarrea aguda, 434 resultaron positivos, se encontró que un 
55.4% de los serotipos con capacidad patógena corresponden a Escherichia 
coli enterotoxigénica y sólo 3.4% a la variedad verotoxigénica. Siendo 
México parte de los países en desarrollo, tiene semejanza con el resto de 
América Latina en tasa de presentación de casos anuales de diarrea 
infecciosa; en que la principal causa es de origen viral y que de las 
bacterianas, las causadas por E. coli son sumamente frecuentes. También 
es similar en la frecuencia de los serotipos enterotoxigénica y productora de 
verotoxina [5]. 
 
Se ha reportado que la transmisión de ETEC, al igual que el de los otros 
grupos patógenos es debida a los alimentos [1], por ejemplo en el año 2001 
Thompson39, encontró que de los ocho muestreos realizados en los 
alimentos vendidos en los alrededores de la Basílica de Guadalupe Ciudad 
de México, un 37% de ellos (salsas verdes, frutas, mariscos, verduras, 
 
tortillas), se encontraban contaminados con E. coli , lo que indica que el 
estado sanitario de los alimentos no es admisible, pero el 63% restante no 
se puede decir que sean inocuos, sino que indica mejores condiciones. 
Encontrando que las condiciones higiénicas en general tanto de los puestos 
como de los manipuladores eran inadecuadas. Otra observación es que no 
hubo correlación entre los niveles de contaminación por Escherichia coli y la 
presencia o ausencia de ETEC. Desde el punto de vista epidemiológico 
menciona que 2 de 3 de las muestras ETEC positivas provenían del mismo 
puesto, es decir contaminación secundaria del alimento y muy 
probablemente por el manipulador. 
 
Por otra parte en este trabajo reportamos que Escherichia coli 
Enteropatógena se detectó en el 20.4% de los pacientes y a EIEC el 10.2% 
(figura 3). La presencia de estos grupos como probables responsables de 
gastroenteritis, corrobora lo propuesto por Svenungssony y cols. (2000) en 
un amplio estudio realizado Suiza, sobre 851 adultos con diarrea. Estos 
autores detectaron enteropatógenos en el 56% de los pacientes, los mas 
frecuentes fueron Campylobacter (13% de los pacientes), Escherichia coli 
enterotoxigénica (8%), Salmonella (7%), Shigella (4%), Blastocystis hominis 
(4%), calicivirus (3%), rotavirus (3%), E. coli enteroagregativa (2%), 
Aeromonas (2%), Giardia intestinalis (2%), Cryptosporidium (2%) y 
 
astrovirus (2%). Los menos frecuentes fueron E.coli enteropatogénica, E. 
coli enteroinvasiva, Entamoeba histolytica, microsporidia y adenovirus. 
 
En nuestro país las enfermedades infecciosas gastrointestinales ocupan el 
tercer lugar dentro de las principales veinte causas de mortalidad preescolar 
y el quinto lugar en mortalidad infantil. La EPEC fue reconocida como una 
causa importante de muerte en brotes epidémicos en guarderías de países 
como Estados Unidos e Inglaterra a mediados del siglo pasado, desde 
1998, se sabe que la infección tiene una tasa alta de morbilidad y mortalidad 
entre la población infantil de países en vías de desarrollo [42]. 
 
Identificación de parásitos. 
En este trabajo encontramos que en 153 muestras diarreicas de los 
pacientes analizados (87.9%) se detectó a E. histolytica, seguida por 
Giardia lamblia con 64 casos (36.7%). Se ha reportado que la prevalencia 
de las parasitosis intestinales en los países subdesarrollados, en donde 
existen inadecuadas condiciones higiénicas, escasa cultura médica, 
deficiente saneamiento ambiental y bajas condiciones socio-económicas, 
varía del 40-70% [28]. 
 
 
 
Se ha descrito que al menos siete parásitosis predominan en el continente 
Americano: ascariasis, tricocefalosis, uncinariasis, oxiuriasis, 
estrongiloidiasis, amibiasis y giardiasis. Cada una de ellas predomina en 
ciertas regiones geográficas de un país [28]. En la República Mexicana, las 
parasitosis intestinales son una de las principales causas de morbilidad, se 
calcula que las infecciones intestinales, en donde se incluyen las 
enteroparasitosis, producen la pérdida de aproximadamente de 1.6 millones 
de vidas [31]. 
 
En México la Dirección General de epidemiología (1994) reportó un total de 
445,189 casos de amibiasis ocurridos en la republica mexicana en el año de 
1993, y 334,029 casos para 1994, distribuidos en los distintos estados como 
son: Chiapas, Distrito Federal. Edo. de México, Tabasco, Oaxaca, entre 
otros. 
 
A nivel mundial la amibiasis está catalogada como la tercera parasitosis 
causante de muertes. (Instituto Nacional de Salud Pública, 1992). Alrededor 
del 10 a 20 por ciento de la población mundial se considera infectada y el 10 
por ciento de esta población sufre de enfermedad, con una letalidad que 
oscila entre el 0.1 y 0.25 por ciento, en números: 500 millones de 
infectados, 50 millones de enfermos y entre 40 y 110 mil muertes. [Instituto 
Nacional de Salud Pública, 1992] 
 
La elevada prevalecía e incidencia en México de la amibiasis 
intestinal por Entamoeba histolytica la convirtió en el último siglo en uno de 
los principales problemas de salud pública. La infección se extiende en 
forma endémica en todo el país, relacionada a deficiencias sanitarias (falta 
de drenaje, agua potable y disposición de heces) y malos hábitos higiénicos 
(lavado de manos y fecalismo) [20]. 
 
Se ha estimado que existen más de 500 millones de personas infectadas en 
todo el mundo. El hecho de que este parásito sea el más común en la 
población con una edad que va de 1 a 10 años se debe posiblemente a que 
no siempre se consume agua potable, a la inadecuada eliminación de 
excretas y basura. Es importante recordar que los niños además del tiempo 
que pasan en su hogar, asisten a la escuela en donde se encuentran con 
otro tipo de fuentes de infección, tales como los baños que generalmente se 
encuentran sucios, alimento preparados con pocas higiene que se venden 
dentro y fuera de la escuela y que posiblemente son el medio de 
transmisión de los parásitos intestinales. 
 
Otro de los parásitos identificados en este trabajo fue Giardia lamblia. Este 
organismo es cosmopolita y común especialmente en los niños. El hombre 
se infecta por la ingesta de agua o alimentos contaminados con heces 
 
fecales que contengan quistes del parásito o contaminación fecal directa. 
Como puede ocurrir en guarderías infantiles y escuelas [20]. 
 
El estudio de las enfermedades parasitarias, toma por tanto especial interés 
por ser consideradas un grave problema de salud pública, dado que estos 
padecimientos, no sólo son frecuentes como infección y como enfermedad, 
sino que en ocasiones provocan la muerte o dejan complicacionesy 
secuelas; además el daño referente en el área social y económica no sólo 
del individuo que la padece, sino en lo familiar e institucional, así como en la 
productividad del desarrollo social [20]. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIONES 
 
1. En este estudio detectamos que en el 28.2% de las muestras 
analizadas se detectó algún Grupo de E. coli, principalmente en niñas 
y mujeres. 
 
2. Escherichia coli Verotoxigénica (VTEC), Escherichia coli 
Enterotoxigénica (ETEC/ST), Escherichia coli Enteropatógena 
(EPEC), Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC/LT) y Escherichia 
coli Enteroinvasiva (EIEC), se constituyeron como los principales 
patógenos detectados en las muestras diarreicas de los pacientes con 
gastroenteritis. 
 
3. La prevalencia de Entamoeba histolytica y Giardia lamblia fue elevada 
en los pacientes con gastroenteritis. 
 
4. La asociación de VTEC, ETEC, EPEC y EIEC con Entamoeba 
histolytica y Giardia lamblia, reflejó lo agudo de las infecciones 
intestinales en los pacientes analizados, por lo que fue necesario 
iniciar de inmediato el tratamiento. 
 
5. La elevada resistencia de las cepas patógenas de E. coli a los 
antibióticos carbenicilina, ampicilina y gentamicina, principalmente, 
evidenció la importancia de determinar éstos fenotipos de resistencia, 
con la finalidad de prescribir el tratamiento médico más adecuado. 
 
6. En este estudio demostramos que la detección de los distintos grupos 
patógenos de E. coli por PCR multiplex es un método eficaz en el 
diagnóstico clínico de las infecciones intestinales, sobre todo si 
consideramos la elevada sensibilidad y rapidez en la identificación del 
agente causal, por lo que se sugiere se implemente este nuevo 
método de identificación en la rutina de los Laboratorios Clínicos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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