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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO INSTITUTO DE BIOTECNOLOGÍA “Estudio de la oligomerización de la toxina Cry1Ab de Bacillus thuringiensis y su inserción en membrana mediante espectroscopia de fluorescencia del triptofano” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE MAESTRO EN CIENCIAS BIOQUIMICAS P R E S E N T A: Carlos Cristopher Padilla Delgado Directora de Tesis: Dra. Liliana Pardo López JUNIO 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. “Estudio de la oligomerización de la toxina Cry1Ab de Bacillus thuringiensis y su inserción en membrana mediante espectroscopia de fluorescencia del triptofano” El presente trabajo se realizó en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México, Departamento de Microbiología Molecular en el laboratorio de la Dra. Alejandra Bravo de la Parra. Durante la realización de este proyecto se contó con apoyo económico por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) con numero de registro 195569 Esto va dedicado para el ser mas maravilloso que me ha tocado conocer, que día con día me enseña que hay que disfrutar la vida al máximo, dándome mucho amor y alegría. Alancito, algún día leerás esto y espero sigas siendo una gran persona. “We barely remember who or what came before this precious moment, We are choosing to be here right now. Hold on, stay inside This holy reality, this holy experience. Choosing to be here in This body. This body holding me. Be my reminder here that I am not alone in This body, this body holding me, feeling eternal All this pain is an illusion. Alive, I In this holy reality, in this holy experience. Choosing to be here in This body. This body holding me. Be my reminder here that I am not alone in This body, this body holding me, feeling eternal All this pain is an illusion. Twirling round with this familiar parable. Spinning, weaving round each new experience. Recognize this as a holy gift and celebrate this chance to be alive and breathing. This body holding me reminds me of my own mortality. Embrace this moment. Remember. We are eternal. All this pain is an illusion”. (Tool, Parabola) AGRADECIMIENTOS A la Dra. Alejandra Bravo por permitirme continuar laborando en su grupo de trabajo, siendo un gran ejemplo a seguir, gracias Ale. A mi tutora, Dra. Liliana Pardo por todo lo bueno y no tan bueno (sobretodo sus “neuras”) que tuvimos en nuestra convivencia, ambos aprendimos mucho formando un buen equipo, A los miembros del jurado en la revisión de esta tesis: Dr. Segovia, Dra. Garza, Dr. Takuya, Dr. Corzo, y a la Dra. Bravo, gracias por sus aportaciones. A los miembros de mi comité tutoral a lo largo de la maestría, Dra Gloria Saab y Dr. Enrique Rudiño, por guiarme adecuadamente y que aportaron valiosas sugerencias que hicieron de este un buen trabajo. En a mi familia, Diana por aguantar este tiempo y a mi pequeñín, Alancito, por darme gran felicidad día con día. A mi papá, mi mamá y mi hermano por darme su apoyo en todo momento, ayudándome más de la cuenta, sin su apoyo difícilmente estaría en este nivel. Gracias A mis compañeros de laboratorio, Ángeles, Claudita, Leivi, Nuria, Luisa, Teresita, Erandi, Teresota, Idalia, Nancy, Roberto, Ramiro, Oswaldo, Sabino, Carlos, Juan y al Dr. Mario Soberón, por momentos muy divertidos que ayudan a mantener un ambiente más que agradable para laborar, al menos para mi, ja. A Iván y Jorge por innumerables momentos mas que divertidos, y no solo borracheras sino sobretodo buen humor, eso es la neta del planeta. A Isa por ayudarme en todo momento, estar ahí casi siempre, porque luego te ibas temprano. Gracias, eres más que un ejemplo a seguir. Aunque no tan gurú como Juan M. Al Cheko y Alex, por su gran amistad, Chela y Liz por tocho morocho. A mis compañeros de generación con los que compartí momentos muy agradables, Alberto, Lili, Luary, Karla Garcia, Karla Mtz, Arlette, Ana, Erikita, nos vemos pronto chikos, y como dijo el tío Gamboin …“No me fallen…sobrinos”. ÍNDICE DE CONTENIDO LISTA DE ABREVIACIONES…...…......…...………………………...……...………. 1 INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….. 2 Características generales. Bacillus thuringiensis …………………………………. 3 Clasificación de las δ-endotoxinas de Bacillus thuringiensis……………………. 5 Estructura de las toxinas Cry ………………………………………………………… 6 Mecanismo de acción de las proteínas Cry ………………………………………… 7 -Solubilización y procesamiento de las protoxinas Cry ……………………………. 9 -Unión al receptor y oligomerización…………………………………………………. 10 -Inserción en la membrana y formación de poro …………………………………… 12 Espectroscopia De Fluorescencia……………………………………………………… 15 - Absorción de la luz…………………………………………………………………….. 15 - Fluorescencia…………….……………………………………………………………… 19 - Relajació vibracional…………………………………………………………………… 20 - Conversión interna…………………………………………………………………….. 21 - Efectos del solvente…………………………………………………………………..... 22 - Apagamiento colisional (quenching)………………………………………………….. 25 - Fluoróforos……….…………………………………………………………………….. 26 - Fluorescencia de proteínas…………………..………………………………………… 29 - El triptofano y su función en las proteínas…………………………………………... 31 ANTECEDENTES PARTICULARES…………………………………………………. 33 HIPÓTESIS………………………………………………………………………………. 42 OBJETIVOS …………………………………………………………………………….. 42 MATERIALES Y METODOS …………………………………………………………. 43 Purificación de cristales de las toxinas mutantes. ………………………………… 43 Determinación de concentración de proteína ……………………………………….. 44 Bioensayos de toxicidad……………………………………………………………….. 45 Electroforesis de proteínas……………………………………………………………. 45 Producción de la toxina………………………………………………………………… 46 Formación del Oligómero ……………………………………………………..……… 46 Purificación del monómero y oligómero…………………………………………… 47 Detección por Western blot …………………………………………………………… 47 Espectros de emisión…………………………………………………………………… 48 Apagamiento de la fluorescencia …………………………………………………….. 48 Preparación de liposomas …………………………………………………………….. 49 Inserción en membrana………………………………………………………………… 50 RESULTADOS…………………………………………………………………………. 51 Producción de los cristales de la toxina Cry1Ab silvestre y de las mutantes múltiples de Triptofano.……………………………………………………………….. 51 Purificación de las toxinas …………………………………………………………….. 51 Análisis de toxicidad de las mutantes……………………………………………….. 52 Activación de la protoxina mediante el uso de tripsina……………………………. 53 Purificación del monómero por FPLC…………………………………………………54 Oligomerización de las toxinas ……………………………………........................... 55 Purificación del oligómero por FPLC ………………………………………………… 58 Apagamiento de la fluorescencia …………………………………………………….. 61 Apagamiento de la fluorescencia con Inserción en la membrana…………….….. 65 DISCUSIÓN …………………………………………………………………………….66 PERSPECTIVAS………………………………………………………………………… 76 REFERENCIAS ………………………………………………………………………….. 78 1 ABREVIACIONES AC Adenilato ciclasa Anti-CMyc Anticuerpo monoclonal anti-ratón APL Alcalino fosfatasa APN Aminopeptidasa N Bt Bacillus thuringiensis cAMP Adenosil monofosfato cíclico DT Toxina de la difteria E Energía Eel Energía electrónica EqtII Equinotoxina II Erot Energía rotacional Evib Energía vibracional F Fluorescencia ƒa Fracción accesible al apagador FPLC Cromatografía líquida de proteínas GalNac N-acetilgalactosamina GPI Glicosil-fosfatidil-inositol HCT Medio de cultivo (Hidrolizado de casein-triptona) kDa Kilo Daltones KI Ioduro de potasio Ksv Constante de Stern Volmer LC50 Dosis letal media MM Mutante múltiple NBD Fluoróforo 7-nitro-2,1,3-benzoxadiazol PA Antígeno protector PFO Perfingolisina Phe Fenilalanina PKA Proteína cinasa A PMSF fluoruro de fenilmetil sulfonilo Q Apagador de fluorescencia S0,1,2 Estados electrónicos SP Medio de Esporulación SUV Vesículas unilamelares pequeñas TFPs Toxinas formadoras de poro Trp Triptofano Tyr Tirosina UV Ultravioleta VIP Proteínas insecticidas vegetativas VMMA Vesículas de membrana de microvellosidad apical W Triptofano Wt Cepa silvestre λ Longitud de onda 2 “Estudio de la oligomerización de la toxina Cry1Ab de Bacillus thuringiensis y su inserción en membrana mediante espectroscopia de fluorescencia del triptofano” INTRODUCCIÓN Uno de los principales intereses a nivel mundial en la producción de alimentos y en la salud humana, es el control de plagas por insectos que afectan la agricultura y de vectores de enfermedades de importancia en la salud pública (Bravo et al., 2005). Se estima que anualmente un 28% de la producción de alimentos en el mundo es afectada por insectos plagas ya sea en el campo o durante su almacenamiento. Hasta los últimos años el control de estas plagas se ha basado principalmente en el uso de insecticidas químicos; lo que ha provocado una serie de efectos no deseados en el medio ambiente como son: la acumulación de químicos carcinogénicos en los ecosistemas, la contaminación del agua, el desarrollo de resistencia por parte de los insectos y sobre todo la destrucción indiscriminada de otras especies benéficas que afectan el entorno natural. En conjunto, todos estos factores han originado la búsqueda de alternativas que no dañen al medio ambiente (Rajamohan et al., 1998). Una alternativa con menor impacto nocivo a los ecosistemas para el control de plagas de diversos cultivos, es el uso de bioinsecticidas. Este tipo de control biológico, hace uso de un organismo silvestre o modificado genéticamente o bien alguno sus productos para reducir los efectos de insectos plaga en su conjunto (Karamanlidou et al., l991 y Badii et al., l996). Ignoffo en 1979 reportó la existencia de más de 1500 especies de microorganismos entomopatógenos con potencial para el control de insectos, contando entre ellos a: hongos, virus, protozoarios y bacterias, en donde éstas últimas son las de mayor importancia. Sin embargo, su uso a nivel mundial abarca apenas unos pocos millones de hectáreas de cultivos y bosques cada año. Los insecticidas químicos han dominado el mercado de control de plagas desde 1960 ya que presentan un gran número de ventajas entre las que se incluyen: su bajo costo de producción, un amplio espectro de especies blanco y su fácil aplicación (Bishop, 1994). Los bioinsecticidas tienen desventaja 3 en este punto ya que solo cuentan con un pequeño segmento dentro del mercado (≈ 5%), a pesar de que ofrecen una alternativa ambientalmente segura y de bajo costo con respecto a los químicos. Sin embargo, los bioinsecticidas tienen altos costos comerciales, tienen baja eficacia en comparación con los insecticidas químicos, los productos tienen limitada persistencia y su espectro de insectos blanco es reducido (Bravo et al., 2005). Por medio de la ingeniería genética se están investigando varios de estos problemas con el objetivo de resolverlos sin perder las características benéficas de estos insecticidas biológicos (Bishop, 1994). Aunado a esto, la generación de plantas transgénicas resistentes al ataque de insectos está ganando mucho terreno, siendo una de las metas principales la substitución de insecticidas químicos pero asegurando que el uso de esta tecnología no sea dañina al ambiente, evitando en lo posible alterar la diversidad genética de las especies silvestres (Bravo et al., 2005). Entre los diferentes agentes de control biológico, las bacterias patógenas de insectos han sido de las alternativas más estudiadas. Aún cuando diversas bacterias infectan y matan insectos, Bacillus thuringiensis es el agente de control biológico comercialmente más probado y utilizado sobre algunas plagas de insectos. Por ejemplo, en Estados Unidos y Canadá del 80-100% del control de plagas usando bioinsecticidas en los bosques recae en el uso de B. thuringiensis, aunque el éxito de la aplicación depende del tiempo apropiado, condiciones ambientales y altas dosis de las aplicaciones del rociado (Bravo et al., 2005). Bacillus thuringiensis. Características generales Bacillus thuringiensis (Bt) es una bacteria Gram-positiva, aerobia estricta. Durante su ciclo de vida presenta dos fases principales, la fase de crecimiento vegetativo en donde las bacterias se duplican por bipartición y la fase de esporulación, la cual es un programa de diferenciación de bacteria a espora. El programa de diferenciación consta de siete estadíos, se dispara cuando la bacteria se encuentra en limitación de nutrientes, como fuentes de carbono, nitrógeno y fósforo, lo que da como resultado la formación de una célula quiescente altamente resistente a la desecación, la falta de nutrientes y 4 exposición a la luz ultravioleta. Este programa de diferenciación involucra la regulación de muchos genes en el tiempo y en el espacio a través de la utilización de múltiples factores que se expresan a diferentes tiempos (Soberón y Bravo, 2001). Durante la fase de esporulación Bt produce inclusiones cristalinas de naturaleza proteica con propiedades insecticidas (figura 1). Por su acumulación en forma de cristales, estas proteínas son designadas como proteínas Cry o bien δ-endotoxinas (dentro de las cuales también se encuentran las proteínas Cyt) (Yamamoto y Dean, 2000). Se han reportado δ-endotoxinas activas contra insectos lepidópteros (mariposas), coleópteros (escarabajos), dípteros (mosquitos), himenópteros (hormigas), artrópodos (ácaros) y también contra otros invertebrados como nemátodos, y protozoarios, por lo que se han utilizado como bioinsecticidas comerciales contra larvas de insectos plaga que afectan la agricultura y áreas forestales, así como para el control de insectos vectores de patógenos del ser humano. Su éxito de utilización radica en su alta especificidad hacia el insecto blanco y su inocuidad para mamíferos, otros vertebrados, plantas e inclusive otros insectos (Schnepf et al., 1998). Figura 1. Micrografía de Bacillus thuringiensis, donde se muestra la endoespora (E) y el cristal (C) que contiene las proteínas insecticidas. Además de las δ-endotoxinas, B. thuringiensis ha desarrollado una serie de factores de virulencia que le permiten infectar a sus blancos con mayor eficiencia, entre los que se encuentran: fosfolipasas, proteasas, quitinasas, α-exotoxinas o exotoxinas termolábiles. Las β-exotoxinas, las cuales son toxinas que funcionan como análogos de ATP y las proteínas “VIP” (proteínas insecticidas vegetativas), que son proteínas de aproximadamente 80 kDa, producidas en la fase vegetativa del crecimiento, son E C 5 secretadas al medio extracelular y son activas contra una gran variedad de lepidópteros (de Maagd et al., 2003). Clasificaciónde las δ-endotoxinas de Bacillus thuringiensis Las δ-endotoxinas se dividen en 2 superfamilias: las proteínas Cry y las proteínas Cyt. A la fecha las proteínas Cry están agrupadas en 51 subgrupos con más de 200 miembros y las proteínas Cyt en dos grandes grupos y varios subgrupos. La definición de proteínas Cry es un poco amplia: cualquier proteína paraesporal de Bt que muestre un efecto tóxico hacia algún organismo blanco, verificable por medio de bioensayos o cualquier proteína que tenga similitud en la secuencia con las proteínas Cry (Bravo et al., 2005). Las toxinas Cry son una familia de proteínas de 70 y hasta 140 kDa, forman cristales y son tóxicas contra una amplia variedad de insectos. La familia de las toxinas Cyt incluye proteínas de 25 a 30 kDa, también forman cuerpos paraesporales y son activas contra dípteros (Li et et al., 2001). Originalmente la clasificación de las toxinas Cry se basó en la identidad de secuencia y en el orden de insecto contra el que son específicos. Al ir creciendo el número de secuencias reportadas se decidió que la nueva nomenclatura de las δ- endotoxinas se basara exclusivamente en la similitud de la secuencia primaria. En esta nueva nomenclatura se incluye el nombre Cry más un nombre compuesto por cuatro categorías. Dentro de estas categorías, el número arábigo se designa con la primera fila que corresponde hasta 45% de identidad (Ej. Cry1, Cry2, Cry3, etc.); la segunda hilera cataloga a las proteínas con una letra mayúscula y corresponde a identidades de 45 a 78% (Ej. Cry1A, Cry1B, Cry1C, etc.); la tercera fila asigna una letra minúscula y corresponde a identidades de 78 a 95% (Cry1Aa, Cry1Ab, Cry1Ac, etc.); la última fila incluye un número arábigo al final de la nomenclatura indicando más de 95% de identidad (Crickmore et al., 1998). Cada grupo muestra una especificidad muy grande hacia ciertos tipos de insectos. El grupo más grande de proteínas Cry lo forma la familia Cry de 3 dominios, que contiene 37 subgrupos de proteínas. El resto de las proteínas Cry se agrupan en 6 pequeños conjuntos de 4-5 toxinas. Uno de estos grupos tiene homología con las toxinas binarias de Bacillus sphericus, y otro con las toxinas Mtx también de B.sphericus (de Maag et al., 2003). Estructura de las toxinas Cry Las toxinas Cry de tres dominios son proteínas globulares y muestran el mismo plegamiento entre ellas. La estructura tridimensional determinada por difracción de rayos X de la porción tóxica de las proteínas Cry3A, Cry1Aa, Cry3Bb1, Cry4Aa y Cry4B al igual que de la protoxina Cry2A ha revelado que estas moléculas están organizadas en tres dominios estructurales distinguibles entre sí, cada uno constituido por cerca de 200 aminoácidos (figura 2), (Li et al., 1991; Grochulski et al., 1995; Morse et al., 2001). Figura 2. Estructura tridimensional de la toxina Cry1Aa. Se observan los tres dominios estructurales. El Dominio I (en azul) . El Dominio II (en verde) y el Dominio III (en rojo y amarillo), tomada de De Maagd, R., Bravo, A. y Crickmore, N. (2001). El dominio I esta constituido por seis hélices α antiparalelas y anfipáticas (α1, α2, α3, α4, α6, α7), éstas hélices forman un ramillete que rodea a una séptima, hélice α5 la cual es muy hidrofóbica. A excepción de las hélices α1, α2a, α2b, las α hélices restantes 7 tienen una longitud de más de 30 Å, por lo cual son de tamaño suficiente para atravesar la membrana. Estos datos, junto con algunos obtenidos por experimentos de mutagénesis y el análisis de la interacción de péptidos sintéticos con membranas artificiales sugieren que se trata del dominio que forma el poro iónico (Aronson y Shai, 2001). El dominio II está formado por tres láminas plegadas β-antiparalelas que terminan en asas ("loops 1, 2 y 3") en el vértice de la molécula formando un prisma. Se ha demostrado que el dominio II juega un papel fundamental en la especificidad de la toxina, donde las asas varían en tamaño y constituyen regiones hipervariables entre las diferentes toxinas que interaccionan con el receptor localizado en las microvellosidades de las células epiteliales del intestino medio de los insectos. El dominio III está compuesto de dos láminas β-plegadas antiparalelas, arregladas en forma de emparedado una sobre otra, por lo que la lámina del exterior es accesible al solvente, mientras que la interior se encuentra de cara a los otros dominios. Se ha propuesto que este último dominio protege a la toxina de la acción proteolítica prematura por parte de las enzimas digestivas y que la interacción con los dominios I y II es importante para mantener la estabilidad e integridad de la protoxina. Por otro lado, también se ha reportado que el dominio III esta involucrado en la especificidad de la toxina (Schnepf et al., 1998; Van Rie, 2000). Mecanismo de acción de las proteínas Cry Aún no se ha descrito completamente el mecanismo de acción de las toxinas Cry, pero se ha generado una cantidad importante de información al respecto en los últimos años. El entender el mecanismo de acción de las toxinas de Bt y el desarrollo de resistencia de los insectos susceptibles es fundamental para un uso racional de estas toxinas en el control de plagas. Es importante mencionar que la mayor parte de la información se ha obtenido de insectos del orden Lepidóptera por la facilidad que representa su tamaño para su manejo y mantenimiento en el laboratorio. Los síntomas que se observan a partir de que las larvas de insectos susceptibles ingieren los cristales y esporas de Bt son: cese de la ingesta, parálisis del intestino, 8 vómito, diarrea, parálisis total y finalmente la muerte por inanición y septicemia. Los estudios histopatológicos han mostrado que las células columnares del intestino medio son las estructuras afectadas inicialmente y en particular, la microvellosidad apical, la cual se destruye en su totalidad (Bravo et al., 1992). En general el mecanismo de acción de las proteínas Cry es un proceso de varios pasos que involucran: solubilización del cristal, procesamiento de las protoxinas, unión al receptor, oligomerización, unión a un segundo receptor, inserción en la membrana, formación de poro y lisis celular (figura 3), (Schnepf et al., 1998; Soberón y Bravo, 2001). Figura 3. Modelo de Bravo del mecanismo de acción de las toxinas Cry (Bravo et al, 2004): 1) Solubilización; 2) Activación proteolítica; 3) Unión a caderina y corte de hélice α-1; 4) Formación de oligómero; 5) Unión a APN; y 6) Formación de poro en rafts o balsas lipídicas. En el 2006 se dio a conocer un mecanismo de acción alterno al de formación de poro, para las toxinas Cry. El modelo plasma una serie de eventos que están reducidos o asociados a la membrana celular y están relacionados espacial y temporalmente a activación de proteínas G, estimulación de una adenilato ciclasa y producción de cAMP. En este modelo se plantea la idea de que la toxina Cry1Ab de Bt mata a los insectos a través de un evento citotóxico dependiente de Mg2+, provocado por la unión de la toxina al receptor tipo caderina BT-R1. Esta unión provoca la muerte celular en las células del insecto por la activación de una vía de señalización celular que involucra la estimulación de una subunidad α de una proteína G (Gαs) que a su vez estimula una adenilato ciclasa (AC) que incrementa los niveles de adenosil monofosfato cíclico (cAMP), hasta de 10 9 veces, que culmina con la activación de una proteina cinasa A (PKA) que es la llave principal en la vía de la muerte celular. (Zhuang et al., 2006). De acuerdo con este trabajo, la activación de la vía de señalización AC/PKA altera los efectores corriente abajo que ocasionan la destrucción de la célula debido a la desestabilización del citoesqueleto y de los canales iónicos en la membrana celular, dando así una seriede eventos citológicos que incluyen crecimiento anómalo de membrana (blebbing), aparición de fantasmas nucleares (nuclear ghost) e hinchamiento celular seguido de lisis. Algo muy interesante que realizaron en este trabajo fue la inhibición de la vía AC/PKA, con lo cual bloquearon los cambios fenotípicos asociados ante la exposición a la toxina Cry1Ab. No se reportó fragmentación de DNA ni activación de caspasas, típicas de muerte celular por apoptosis. Sin embargo, estos estudios fueron realizados en cultivo celular y no con organismos completos, lo cual es fundamental para dar mayor peso a este modelo. Solubilización y procesamiento de las toxinas Cry El principal blanco de las toxinas Cry es la membrana del intestino medio de los insectos en estado larvario. Muchas proteínas Cry son insolubles en condiciones neutras o ligeramente ácidas lográndose solubilizar únicamente en pH alcalino y bajo condiciones reductoras debido a que la mayoría de ellas contienen en la mitad del carboxilo terminal varios residuos de cisteína que forman puentes disulfuro, dichas condiciones se encuentran en el intestino de los insectos blanco (Knowles, 1994). Con el rompimiento de estos puentes las proteínas insecticidas producidas por Bt, son liberadas del cristal como "protoxinas” de 130 kDa, en particular las toxinas Cry1. Al tiempo en que se solubilizan las protoxinas, estas son activadas por la acción de las proteasas intestinales, es decir la protoxina es procesada obteniendose finalmente una proteína de alrededor 60 kDa. La digestión proteolítica se realiza mayoritariamente en la zona C- terminal (500 aminoácidos en las toxinas Cry1), y en menor proporción en el N-terminal (aproximadamente 30 aminoácidos). Las cantidad de enzima y el tiempo al que se somete la toxina a la digestión proteolítica son importantes, ya que dependiendo del tipo de activación se pueden obtener toxinas con diferente actividad, debido a que pueden 10 darse diferentes longitudes del N-terminal al procesarse de diferente manera (Miranda et al., 2002). Dado que el extremo carboxilo de la protoxina no es esencial para la toxicidad y como contiene varios residuos de cisteína, esta región podría estar involucrada en la cristalización de la protoxina y podría también estar protegiendo a la toxina de digestión proteolítica prematura. De esta forma, el fragmento originado de 60 kDa denominado toxina es resistente a proteasas, y es ahora capaz de unirse a los receptores presentes en la microvellosidad apical del intestino medio y así manifestar su actividad insecticida (Soberón y Bravo, 2001). Unión al receptor y oligomerización La unión de las toxinas Cry a la membrana epitelial de las células columnares del intestino medio se realiza a través de receptores específicos (Hofmann et al. 1988). Se han hecho importantes esfuerzos dirigidos a la identificación, purificación y caracterización de los receptores de las proteínas Cry, y han encontrado que la mayoría de las toxinas Cry se unen con alta afinidad a glicoproteínas entre 63 y 220 kDa (Soberón y Bravo, 2001). Las proteínas de unión reportadas para las toxinas Cry1Aa, Cry1Ab, Cry1Ac y Cry1C son miembros de la familia de las aminopeptidasas-N (APN) que son proteínas de membrana con peso molecular cercano a 120 kDa. La aminopeptidasa N está anclada a la membrana mediante un grupo glicosil-fosfatidil-inositol (GPI), y el resto de la proteína correspondiente al extremo N-terminal es extracelular (Knight et al., 1995). Además se encuentra selectivamente incluida en microdominios de membrana designados como “rafts” o balsas lipídicas, cuya característica es una composición lipídica rica en esfingolípidos y colesterol y su distribución espacial en las membranas celulares en las que se ha descrito, funcionan como sitios de unión o entrada para diferentes toxinas bacterianas (de Maagd et al., 2003). Por ejemplo, en el caso de toxinas formadoras de poro, la asociación de sus receptores con microdominios de membrana es un paso crucial para su oligomerización e inserción en la membrana (de Maagd et al., 11 2003). Recientemente se ha demostrado que la APN de Manduca sexta y Heliothis virescens está localizada en microdominios de membrana y que la integridad de los mismos es esencial para la actividad de formación de poro de las toxinas Cry1A (Zhuang et al., 2002). Además se sabe que la APN es una proteína glicosilada y la presencia de carbohidratos es importante para que se de el reconocimiento del receptor con la toxina, al menos en el caso de la toxina Cry1Ac, ya que se demostró que la interacción con la APN es determinada por la unión a un carbohidrato, en particular a N- acetilgalactosamina (GalNac), pero no así a toxinas relacionadas como Cry1Aa y Cry1Ab (Pardo-López et al., 2006). Además de la APN, recientemente se ha caracterizado a otra proteína anclada a GPI, una alcalino fosfatasa (APL) fue propuesta como receptor funcional de la toxina Cry1Ac en Heliotis virescens y M. sexta esta proteína también contiene un motivo GalNac (Jurat-Fuentes et al., 2004). Por otro lado, en los lepidópteros M. sexta, B. mori y H. virescens se describió que las toxinas Cry1A se unen a un miembro de la familia de las caderinas (caderina E de aprox. 210 kDa) (Vadlamudi et al., 1995). La caderina E (Bt-R1 para M. sexta) representa un nuevo tipo de caderina en insectos con un 20-40% de identidad con proteínas miembros de la superfamilia de las caderinas; se sabe que se expresa específicamente en el epitelio del intestino medio durante el crecimiento y desarrollo de las larvas de M. sexta, pero no se ha descrito su función (Candas et al., 2002). Es una proteína transmembranal con un dominio extracelular de 11 ó 12 módulos de secuencias repetidas; un dominio transmembranal y un dominio citoplasmático (Candas et al., 2002). Esta proteína une al monómero de las toxinas Cry1A con una KD de 1 nM, similar a la KD de la toxina a vesículas hechas a partir de microvellosidad apical (VMMA). Por otro lado, la afinidad de unión de la toxina monomérica a la APN es del orden de 100 nM, lo cual sugiere que la unión a Bt-R1 es el primer evento para la interacción de las toxinas Cry1A a la membrana. La interacción con Bt-R1 es necesaria para la posterior oligomerizacion de la toxina, ya que su unión en forma de monómero induce el corte de la hélice α-1, con lo cual se sugiere, conduce a un cambio conformacional de la toxina 12 que expone regiones hidrofóbicas y como consecuencia, se forma una estructura preporo de 4 subunidades y finalmente generó un poro en la membrana (Gómez et al., 2002). Un modelo del mecanismo de acción (Bravo et al, 2004, figura 3) de la toxina con su células blanco fue sugerido por nuestro grupo de trabajo y se basa principalmente en la interacción secuencial de la toxina Cry con dos o más receptores: la toxina se une inicialmente a la caderina en su forma monomérica con una Kd de 1 nM, esta interacción conduce a la oligomerización de la toxina, posteriormente la forma oligomérica se une a la aminopeptidasa con una Kd de 0.75 nM (200 veces más afín que el monómero). Esta interacción induce la inserción de la toxina en balsas lipídicas (lipid rafts) provocando la muerte de la célula y eventualmente la del organismo. (Bravo et al., 2004; de Maagd et al., 2003). Inserción en la membrana y formación de poro La fase irreversible de la unión de las proteínas Cry a la membrana se considera como una evidencia de que las proteínas Cry se insertan en la membrana, para luego causar la destrucción del tejido intestinal de las larvas de insectos susceptibles (Soberón y Bravo, 2001). Se propone que la unión de la toxina al receptor puede provocar un cambio conformacional que hace a la toxina competente para insertarse en la membrana. El siguiente paso involucra la formación del poro en la membrana (Soberónet al., 2000; Gómez et al., 2002). Con base en el conocimiento que se tiene acerca de la inserción de otras toxinas bacterianas formadoras de poro, se han propuesto dos modelos posibles de la inserción de toxinas Cry en la membrana. Un primer modelo (modelo del abrecartas), propuesto por Hodgman y Ellar, sugiere que las hélices hidrofóbicas α-5 y α-6 sobresalen de la toxina insertándose como un abrecartas en la membrana como consecuencia de un cambio conformacional disparado por el receptor mientras que el resto de la toxina permanece fuera de la membrana o unida al receptor (Hodgman y Ellar, 1990). El otro modelo (modelo de paraguas) plantea también que después de la unión con el receptor, 13 se inserta la región α4-α5 mientras que el resto de las hélices se aplanan sobre la superficie de la bicapa lipídica exponiendo hacia ella su cara hidrofóbica quedando de esta manera la molécula en forma parecida a un paraguas. Actualmente es mayor la acumulación de evidencias que respaldan este último modelo. Aunque hasta la fecha no hay datos concluyentes de que es lo que pasa con los otros 2 dominios. Las proteínas Cry forman poros con un diámetro interior de 6 a 10 Å. El tamaño de estos poros y la aparición frecuente de múltiples estados de conductancia en los estudios de la actividad de las proteínas Cry en bicapas lipídicas planas, se han considerado como evidencias de la formación de diversos estados de agregación de las δ-endotoxinas. Se propone que se requieren cuatro unidades de la toxina Cry para formar un poro. Al ser poco selectivos, los poros permiten el paso de diferentes solutos de alto peso molecular, ocasionando un desbalance osmótico (Soberón y Bravo, 2001). Nuestros datos demuestran que el oligómero se inserta eficientemente a vesículas sintéticas de membrana contrario a lo que sucede con el monómero, esto sugiere que el oligómero es un intermediario durante la inserción de la toxina a las membranas (Rausell et al., 2004). Por lo tanto, se propone que una vez que se forma el oligómero, éste es acarreado por la APN hacia los microdominios de membrana, se inserta en la membrana de las células epiteliales del intestino y forma poros (Bravo et al., 2004). De esta manera las proteínas Cry causan la muerte de las células epiteliales al inactivar el sistema que mantiene el gradiente de pH y por lisis osmótica. Las toxinas Cry aumentan la permeabilidad de la microvellosidad apical a cationes, aniones, agua y moléculas de mayor tamaño. Esto causa a su vez que se colapse la diferencia de potencial y por tanto se pierda la fuerza motriz que dirige la entrada de aminoácidos al interior celular, así como la redistribución de los cationes entre el lumen y el citoplasma. Se considera que el efecto más devastador de este proceso es la alcalinización del citoplasma, ya que esto interfiere con el metabolismo celular normal, que tiene como consecuencia final la destrucción del epitelio intestinal. Una vez que las células columnares y caliciformes se destruyen, las esporas de Bt tienen acceso a la hemolinfa, medio en el que proliferan. La consecuencia final de la destrucción del intestino medio y 14 la proliferación de bacterias en la hemolinfa es la muerte de las larvas por inanición y septicemia (Soberón y Bravo, 2001). De todos estos pasos la formación del oligómero y la inserción de éste en la membrana son los menos estudiados, de ahí nuestro interés en dilucidar como es que la estructura monomérica de la toxina cambia su naturaleza hidrofílica hasta llegar a una estructura oligomérica que es capaz de insertarse en la membrana y formar un poro. Para estudiar este proceso utilizaremos la espectroscopia de fluorescencia utilizando como fluoróforos los triptofanos intrínsecos de la toxina Cry1Ab. 15 ESPECTROSCOPIA DE FLUORESCENCIA La espectroscopia de fluorescencia es el método espectroscópico óptico más extensivamente usado en mediciones analíticas y en investigación científica. El gran número de aplicaciones en ciencias biológicas va desde la determinación analítica de trazas de metales en el ambiente a mediciones de pH en células completas bajo condiciones fisiológicas. La espectroscopia de fluorescencia se está aplicando para estudiar procesos físicos fundamentales de moléculas; relaciones estructura-función e interacciones de biomoléculas como proteínas y ácidos nucleicos; secuenciación de DNA y caracterización genómica. Hay dos razones principales para el uso extensivo de esta técnica. La primera, es el alto nivel de sensibilidad y el amplio rango dinámico de ensayos que pueden realizarse. En segundo lugar, la instrumentación requerida es conveniente y para la mayoría de los propósitos el equipo puede adquirirse por un costo no muy elevado. Absorción de la luz La luz es una forma de radiación electromagnética, una mezcla de ondas con diferentes longitudes de ondas. La longitud de onda (λ) es definida como la distancia entre dos crestas de una onda. Las unidades empleadas son nanómetros. Dependiendo de la longitud de onda, nuestros ojos perciben un color diferente, si es que ésta se encuentra en el rango visible, o no lo perciben si pertenece a un espectro diferente, como la luz ultravioleta o el infrarrojo (figura 4). 16 Figura 4. Representación del espectro de luz a diferentes longitudes de onda. El ultravioleta (UV) abarca aproximadamente de los 200 a 400 nm, el visible de 400 a 760 nm y el infrarrojo a partir de 760 nm. La luz de ciertas longitudes de onda puede ser absorbida selectivamente por una sustancia de acuerdo a su estructura molecular. La absorción de la energía de la luz ocurre cuando un fotón incidente promueve la transición de un electrón de un estado de menor a mayor energía. Las moléculas con electrones en compuestos aromáticos usualmente absorben luz cerca del UV (150–400 nm) o en la zona del visible (400–750 nm). Los electrones excitados eventualmente pierden esta energía ganada y por un proceso de radiación regresan a su estado inicial. La radiación emitida por una molécula, o un átomo, después de que ha absorbido energía para colocarse en un estado excitado, es definida como luminiscencia. Ésta se divide formalmente en dos categorías, fluorescencia y fosforescencia, dependiendo de la naturaleza del estado excitado. Existe sólo un estado basal para una molécula dada. Sin embargo, hay diversos estados excitados posibles aún para moléculas muy simples, y la naturaleza exacta depende de los tipos de orbitales involucrados. Los estados electrónicos de las moléculas electrónicas se pueden agrupar en dos grandes categorías: estados singulete y triplete. 17 En los estados excitados singulete, un electrón en un orbital excitado está apareado (spin opuesto) a un segundo electrón en un orbital en el estado basal, dicho de otra forma, todos los electrones en la molécula tienen sus spins apareados. En consecuencia, el regreso al estado basal es “permitido” por el spin y ocurre rápidamente por emisión de un fotón. Este es el caso de la fluorescencia, y las velocidades de emisión de ésta son típicamente de 108 s-1, por lo que la vida media de la fluorescencia es cercana a 10 ns. La fosforescencia es la emisión de luz de estados excitados triplete. Los estados excitados triplete son aquellos en los cuales un par de electrones tienen sus spins desapareados, esto es, el electrón en el orbital excitado tiene la misma orientación que un electrón en el estado basal. La transición al estado basal es impedido y las velocidades de emisión son lentas (103 – 100 s-1), tal que la vida media de la fosforescencia es típicamente de milisegundos a segundos. Los procesos que ocurren entre la absorción y emisión de luz se describen por los diagramas de Jablonski (Figura 5). Estos diagramas existen enuna variedad de formas para ilustrar varios de los procesos moleculares que pueden ocurrir en los estados excitados. Figura 5. Diagrama de Jablonski. Ilustra el proceso involucrado en la creación de un estado excitado singulete por absorción óptica y subsiguiente emisión de fluorescencia. Los estados basales, primer excitado singulete y segundo excitado singulete se representan con So, S1 y S2, respectivamente. Las transiciones entre los estados se dibujan como líneas verticales para ilustrar la naturaleza instantánea de la absorción de la luz. (a) Las líneas horizontales numeradas denotan los niveles vibracionales. (b). 1: Excitación; 2: Conversión interna (ver más adelante); 3: Emisión por fluorescencia. 18 En un diagrama de Jablonski típico, los estados electrónicos se denotan como S0, estado basal singulete, S1 y S2 primer y segundo estado electrónico respectivamente. En cada uno de estos niveles electrónicos de energía, los fluoróforos pueden estar en un número de niveles vibracionales de energía, representados como 0, 1, 2, etc. En este diagrama se han excluido diversas interacciones que se pueden dar, tal como apagamiento de fluorescencia, transferencia de energía e interacciones con el solvente. La transición entre estados se representa como líneas verticales para ilustrar la naturaleza instantánea de la absorción de luz. El espaciamiento de energía entre los diferentes niveles de energía vibracional se ilustra con los espectros de emisión. En un espectro de emisión de fluorescencia (figura 6) generalmente se presentan las intensidades de fluorescencia versus longitudes de onda (nm) o número de onda (cm-1). A 20º C la mayoría de las moléculas existen en el estado vibracional más bajo del estado basal. La energía total de una molécula, E, en un estado particular puede representarse como la suma de sus energías electrónicas, Eel, vibracional, Evib, y rotacional, Erot. El cambio general de la energía como resultado de la absorción de un fotón de luz es: ΔE = ΔEel + ΔEvib + ΔErot La absorción de un fotón por una molécula ocurre en el estado de energía vibracional mas baja. El proceso de absorción ocurre muy rápido (1015 s-1), tan rápido que no hay cambio en la coordinación nuclear de la molécula durante el proceso (Transición Frank Condon). Este tiempo es corto, relativo al tiempo requerido para otros procesos electrónicos y para el movimiento nuclear. El tiempo que ocurre en el estado excitado es semejante al tiempo que se necesita para que se lleven a cabo reacciones enzimáticas 19 Figura 6. Espectros de absorción (A) y emisión (B) arbitrarios. La absorbancia de un soluto depende linealmente de su concentración. La longitud de onda y la fuerza de absorbancia de una molécula no solo dependen de su naturaleza química sino también del ambiente molecular de sus cromóforos. Por lo tanto, la espectroscopia de fluorescencia es una técnica excelente para seguir las reacciones enzimáticas y transiciones conformacionales en proteínas y ácidos nucleicos. El uso de estas mediciones yace en que no es un método destructivo y no requiere grandes cantidades de muestra. Fluorescencia Una vez que una molécula llega al nivel vibracional más bajo en el estado excitado singulete S1 (0) puede sufrir un proceso que es motivo de nuestro interés. Éste es, que regrese a uno de varios niveles de energía vibracionales/rotacionales del estado S0 por la emisión de un fotón de luz, que corresponde a la diferencia de energía entre el estado excitado S1, nivel vibracional 0, y un nivel vibracional particular de S0. En este proceso radiactivo llamado fluorescencia, el electrón en el orbital antienlazante hace un salto cuántico de regreso al orbital enlazante medio lleno, emitiendo el fotón de luz. El mecanismo puede definirse: F* = F + hv Siendo F* la molécula fluorescente en estado excitado S1(0), y F su estado después de la emisión del fotón, hv. El tiempo de vida de un estado singulete excitado es 20 aproximadamente de 10-9 a 10-7 s y por lo tanto el tiempo de caída de la fluorescencia es del mismo orden de magnitud. De acuerdo al diagrama de Jablonski la energía de emisión es típicamente menor que la de absorción. De aquí, que la fluorescencia ocurre a baja energía o a longitudes de onda mayores. Este fenómeno es conocido como el cambio o corrimiento de Stokes. La perdida de energía entre la excitación y la emisión es observada universalmente en moléculas fluorescentes en solución. Una causa común del corrimiento de Stokes es el rápido decaimiento al nivel vibracional mas bajo de S1. Además, los fluoróforos generalmente decaen a un nivel vibracional alto de S0, resultando en pérdida adicional de energía de excitación por formación de calor del exceso de energía vibracional. En adición a estos efectos, los fluoróforos pueden mostrar cambios adicionales en el corrimiento de Stokes, debido a efectos de relajación del solvente, formación de complejos, y/o transferencia de energía. Relajación vibracional En solución, la relajación térmica de una molécula excitada vibracionalmente es muy rápida a través de la transferencia del exceso de energía vibracional de la molécula soluto al solvente. Este proceso es tan eficiente que, no solo uno o dos cuantos de energía vibracional se pierden, sino todo el exceso de energía vibracional del estado excitado, en 10-13 a 10-11 s. Esto significa que antes de que una molécula excitada en solución pueda emitir un fotón, sufrirá una relajación vibracional y por lo tanto la emisión del fotón ocurrirá siempre a partir del nivel vibracional más bajo de un estado excitado (figura 7). 21 Figura 7. Relación entre los procesos del estado excitado. kPR=constante de reacción química; kET=constante de transferencia de energía,; kNR=constante no radiactiva (conversión interna); kISC=constante de cruzamiento intersistemas; kR=constante radiactiva: fluorescencia; kP=constante de fosforescencia. Conversión interna Se pueden encontrar procesos no radiactivos por los cuales las moléculas en un estado excitado singulete pueden regresar al estado basal sin la emisión de un fotón, convirtiendo toda la energía de excitación en calor. A éstos se llama conversión interna. De forma general, la energía de separación entre estados excitados singulete en moléculas aromáticas es más pequeña que la separación entre el estado S1 y el estado basal S0. Esto significa que el nivel vibracional 0 de S2, por ejemplo, se sobrelapará con los niveles vibracionales más altos de S1. Esta situación da lugar a un alto grado de acoplamiento entre los niveles vibracionales, de tal manera que la molécula sufre una conversión interna del estado S2 al nivel vibracional más bajo del estado S1. Otro proceso de conversión interna puede ocurrir cuando el nivel vibracional 0 de S1 se sobrelapa con un nivel vibracional de muy alta energía de S0. El electrón se mueve de regreso al orbital enlazante no lleno, y la molécula entonces se relaja vibracionalmente muy rápido al nivel más bajo de S0. Relajación vibracional Fluorescencia 22 Debido a que la vida media de la fluorescencia gira normalmente cerca de 10-8s, la conversión interna es generalmente completada antes de la emisión. Es por esto que la emisión de la fluorescencia generalmente resulta en un estado excitado térmicamente equilibrado, que es, el estado vibracional más bajo de S1. Una consecuencia muy interesante de la emisión de la alta vibración de estados basales es que el espectro de emisión es típicamente una imagen en el espejo del espectro de absorción en la transición S0 → S1. Esta similitud ocurre debido a que la excitación electrónica no altera la geometría nuclear como se menciono anteriormente.Como resultado, las estructuras vibracionales vistas en el espectro de absorción y emisión son similares. Efectos del solvente La polaridad del solvente y el ambiente local tienen profundos efectos en el espectro de emisión de los fluoróforos polares. Estos efectos son el origen del cambio de Stokes. Esto se debe a que un fluoróforo tiene un dipolo, el cual cambia cuando se encuentra en estado excitado, entonces el solvente se reacomoda de acuerdo a este cambio y esto le resta energía al estado excitado, lo que se refleja en una emisión a longitud de onda menor, lo cual es equivalente al corrimiento de Stokes. Los espectros de emisión son medidos fácilmente y, como resultado, hay numerosas publicaciones de efectos de emisión de fluorescencia en diferentes solventes, este efecto explicaría cambios estructurales cuando una molécula fluorescente está unida a proteínas, membranas o ácidos nucleicos. Un uso común de los efectos del solvente es determinar la polaridad de la sonda en el sitio de unión en la macromolécula, o poder inferir los cambios en la polaridad del sitio en particular en la macromolécula. Esto se realiza comparando los espectros de emisión y/o la eficiencia cuántica del fluoróforo cuando está unido a la macromolécula y cuando está disuelto en solventes de diferente polaridad. Por ejemplo, podemos encontrar que hay un corrimiento a longitudes de onda menores (cambio hacia el azul) cuando la polaridad del solvente va disminuyendo. Por el contrario, un incremento en la polaridad del solvente generalmente resulta en un cambio hacia el rojo (figura 8), es decir, longitudes de onda mayores, y en algunas 23 ocasiones, este cambio hacia el rojo va acompañado en una reducción de la eficiencia cuántica del fluoróforo. Figura 8. Triptofanos es distintos ambientes polares. Los números indican nivel ascendente de polaridad, desde un ambiente completamente no polar (1), como ciclohexano, hasta un ambiente muy polar (4) como el agua, donde el pico de emisión se desplaza a longitudes de onda mayores. La emisión de los fluoróforos generalmente ocurre a longitudes de onda mayores que la absorción. Esta pérdida de energía entre la absorción y emisión de luz, se conoce como corrimiento de Stokes. Este corrimiento se debe a diferentes procesos dinámicos, entre estos procesos se incluye pérdida de energía debido a la disipación de energía vibracional, pero además se presenta una redistribución de electrones en las moléculas del solvente inducidos por la alteración del momento dipolar del fluoróforo por entrar al estado excitado. La reorientación de las moléculas del solvente alrededor del dipolo en estado excitado del fluoróforo reduce la energía del estado excitado resultando en una emisión de fluorescencia de menor energía que se observa como una emisión de longitud de onda mayor. Además en algunos casos se puede presentar interacciones específicas entre el fluoróforo y el solvente o solutos, lo que resulta en cambios específicos para cada caso. Cabe resaltar que las interacciones específicas con soluto no son regla para todos los fluoróforos, debido a que existe una gran diversidad de estructuras en estos, pero es posible dar generalidades empleando las teorías más 24 sencillas para las interacciones fluoróforo-solvente y así dar interpretaciones de las propiedades espectrales en términos del ambiente promedio alrededor del fluoróforo. Cuando un fluoróforo es excitado, el exceso de energía vibracional es rápidamente cedido al solvente (figura 9). Si el fluoróforo es excitado a un estado singulete S2, rápidamente decae al estado S1 en 10-12 s debido a la conversión interna. Los efectos del solvente cambian esta emisión a niveles de energía aún más bajos debido a la estabilización del estado excitado por las moléculas polares del solvente. Típicamente el estado excitado de los compuestos aromáticos tiene un momento dipolar más grande (μ*) que en el estado basal (μ). Como resultado, la absorción del fotón por el fluoróforo resulta en la creación instantánea de un dipolo, el cual perturba el solvente alrededor del fluoróforo. Después de la excitación, los dipolos del solvente responden mediante una reorientación alrededor de μ*, lo cual baja la energía del estado excitado. Conforme la polaridad del solvente se incrementa, este efecto se hace mayor, resultando en la emisión a energías más bajas y por lo tanto cambiando la emisión a mayores longitudes de onda (figuras 8 y 9). Figura 9. Diagrama de Jablonski para fluorescencia con relajación de solvente. 25 En general, solo los fluoróforos que son polares por sí mismos muestran una gran sensibilidad a la polaridad del solvente. Las moléculas no polares, como los hidrocarburos aromáticos no sustituidos, son mucho menos sensibles a la polaridad del solvente. Los tiempos de vida de la fluorescencia son cercanos a 10 ns (10x10-9s) son usualmente más largos que el tiempo requerido para la relajación del solvente. Para solventes líquidos a temperatura ambiente, la relajación del solvente ocurre en 10-10s. Apagamiento colisional (quenching). La intensidad de fluorescencia puede ser disminuida por una gran variedad de procesos. Tales procesos de disminución de intensidad son llamados apagamientos (quenching). Este apagamiento de fluorescencia puede ocurrir por diferentes mecanismos. El apagamiento colisional es un proceso bimolecular dependiente del contacto entre la molécula excitada y el apagador (quencher), ocurre cuando un fluoróforo en estado exitado es interrumpido ante el contacto con alguna otra molécula en solución, la cual es llamada apagador. Es un proceso de difusión controlada en el cual el fluoróforo regresa a su estado basal sin la emisión de fotón, es un proceso que requiere que el tiempo de vida del estado excitado sea mayor de 10-9 s. Las moléculas no son químicamente alteradas en el proceso. El mecanismo puede describirse como sigue: F + hv = F* F* =F + hv’ F* + Q = F + Q La molécula fluorescente F absorbe un fotón para dar F*, el nivel de equilibrio del estado singulete excitado más bajo. F* puede emitir un fotón, hv’, y regresar al estado basal (fluorescencia), o puede interactuar con la molécula apagadora Q, perdiendo la energía de excitación y regresar a S0 sin emisión. Este mecanismo simple es descrito por la ley de Stern- Volmer: 26 F0/F = 1 + K [Q] = 1 + kq το [Q] En esta ecuación F0 es la intensidad de la fluorescencia en ausencia del apagador, F es la intensidad de la fluorescencia a una concentración [Q] del apagador. K es la constante de apagamiento de Stern-Volmer, kq es la constante de apagamiento bimolecular y το es el tiempo de vida del fluoróforo en estado exitado. Básicamente hay dos mecanismos por los cuales la pérdida colisional de la energía de excitación puede ocurrir: intensificación del cruzamiento intersistemas por el apagador, o transferencia de electrones. Una gran variedad de moléculas pueden actuar como apagadores colisionales, que incluyen oxígeno, halógenos, aminas y moléculas deficientes de electrones como arcrilamida. El mecanismo de apagamiento varía con el par fluoróforo-apagador. Además del apagamiento colisional, el apagamiento de la fluorescencia puede ocurrir por una variedad de procesos, los fluoróforos pueden formar complejos no fluorescentes con el apagador, tal es el caso del apagamiento estático y ocurre en el estado basal y no depende en la difusión o colisión molecular. El apagamiento también puede ocurrir por mecanismos no moleculares, como la atenuación de la luz incidente por el mismo fluoróforo u otras especies absorbentes.Fluoróforos Los fluoróforos son moléculas fluorescentes que tienen un espectro de absorción y emisión bien definidos; existe una diferencia entre los picos de absorción y emisión de un fluoróforo (Stokes’ shift); la intensidad de su fluorescencia emitida varía con la longitud de excitación, pero no varía la distribución de su espectro (figura 10), esto es conocido como la regla de Kasha, en la cual, ante la excitación que lleva a un nivel electrónico y vibracional alto, el exceso de energía es rápidamente disipada, llevando al fluoróforo al nivel vibracional más bajo de S1. Esta relajación ocurre en 10-12s, debido a esta rápida relajación, el espectro de emisión es usualmente independiente de la longitud de onda de excitación. Existen excepciones pero generalmente no se observan 27 en moléculas biológicas. Entre los fluoróforos más utilizados se pueden encontrar moléculas orgánicas simples y proteínas fluorescentes. Figura 10. La excitación de un fluoróforo a tres diferentes longitudes de onda (EX 1, EX 2, EX 3) no cambia el perfil de emisión, pero produce variaciones en la intensidad de emisión de fluorescencia (EM 1, EM 2, EM 3) que corresponden a la amplitud del espectro de excitación. Los fluoróforos se pueden dividir en dos grandes clases: intrínsecos y extrínsecos. Los fluoróforos intrínsecos se hallan de manera natural, e incluyen los aminoácidos aromáticos (tirosina, fenilalanina y triptofano, Tabla 1), NADH, flavinas y derivados del piridoxal y clorofila. El NADH es altamente fluorescente, con un máximo de emisión y absorción a 340 y 460, respectivamente. El cofactor piridoxal fosfato también es fluorescente. Sus espectros de emisión y absorción son dependientes de su estructura química en la proteína. La riboflavina, FMN y FAD absorben luz en el rango visible (~450 nm) y emiten alrededor de 535 nm. En contraste con el NADH, las formas oxidadas de las flavinas son fluorescentes, y no las formas reducidas. Los ácidos nucleicos y nucleótidos en general no fluorescen, sin embargo existen excepciones. 28 Por otro lado, los fluoróforos extrínsecos se agregan a la muestra para proveer fluorescencia cuando no existe de manera natural o para cambiar las propiedades del espectro de la muestra. Éstos incluyen por ejemplo, a la fluoresceína y la rodamina, entre otras numerosas moléculas. En el caso de las proteínas, es frecuente su marcaje con cromóforos que tienen longitudes de excitación y emisión más grandes que los aminoácidos aromáticos, se pueden encontrar una gran variedad de fluoróforos en catálogos de sondas moleculares. Están disponibles un número grande de fluoróforos para marcar covalentemente, o no, proteínas. Las sondas covalentes pueden tener una variedad de grupos reactivos, para acoplarse con aminas, sulfhidrilos, o cadenas laterales de las histidinas. El cloruro de Dansilo (DNS-Cl,) es usado ampliamente para marcar proteínas, especialmente donde se anticipan mediciones de polarización. Los grupos Dansilo se pueden excitar a 350 nm, donde las proteínas no absorben, sin embargo, debido a que absorben cerca de los 350 nm, pueden servir como aceptores de la fluorescencia de proteínas. El espectro de emisión del grupo dansilo es altamente sensible a la polaridad del solvente, y las emisiones máximas son típicamente próximas a 520 nm. Hay una gran diversidad de moléculas fluorescentes y numerosas interacciones y procesos pueden alterar las características espectrales, pueden ser diseñados para interactuar con iones específicos. La emisión puede ocurrir en UV o en NIR (infrarrojo cercano), y las sondas pueden tener tiempos de vida cortos (nanosegundos) o largos (microsegundos a milisegundos). Tabla 1 29 La intensidad de fluorescencia de un fluoróforo dado depende de la eficiencia con la cual absorba y emita fotones, y de su habilidad para sufrir repetidos ciclos de excitación- emisión. Las eficiencias de absorción y emisión son mayormente cuantificadas en términos del coeficiente de extinción molar para la absorción y la eficiencia cuántica para la fluorescencia. Ambos son constantes en condiciones ambientales específicas. El valor del coeficiente de extinción molar es específico a una sola longitud de onda (usualmente el máximo de absorción), mientras que la eficiencia cuántica es una medida de la emisión total de fotones en el perfil espectral fluorescente completo. La intensidad de fluorescencia por molécula de fluoróforo es proporcional al producto de la eficiencia cuántica y el coeficiente de extinción molar. Fluorescencia de proteínas Una de las áreas de investigación que se han visto muy beneficiadas con el uso de la fluorescencia es el estudio de función y estructura de proteínas. Este énfasis es el resultado de la presencia de fluoróforos naturales en casi todas las proteínas. Los aminoácidos aromáticos, la tirosina, la fenilalanina y el triptofano tienen electrones deslocalizados participando en los enlaces π lo que les permite absorber radiación electromagnética, en el rango de espectro UV a longitudes de onda específicas, 257 nm (Phe), 274 nm (Tyr) y 285 nm (Trp) y posteriormente emitir fluorescencia (figura 11). Debido a que las proteínas son generalmente excitadas a 280 nm la absorción se debe a los residuos Tyr y Trp, la fenilalanina no es excitada en la mayoría de los casos experimentales, asimismo, la eficiencia cuántica de la fenilalanina en las proteínas es muy pequeña, de esta forma la emisión de este residuo es raramente observada. 30 Figura 11. Espectros de absorción (A) y emisión (F) de los aminoácidos aromáticos a pH7 en solución. A mayores longitudes de onda, como 295 nm, la absorción se debe principalmente al Trp, lo cual indica que la fluorescencia del Trp puede ser selectivamente excitada a los 295 nm. En general, la fluorescencia de la mayoría de las proteínas es dominada por los residuos triptofano, el presentar un valor de ε mayor que la fenilalanina y la tirosina, le permite una excitación preferencial en una proteína debido a la presencia de un anillo indólico, un fluoróforo sensible y algo complicado. El indol del triptofano y sus derivados son altamente sensibles a la polaridad del solvente. Como resultado, el espectro de emisión de los residuos triptofano puede reflejar la polaridad del ambiente que los rodea. La emisión del grupo indol puede ser corrida hacia el azul si el grupo esta oculto dentro de una proteína nativa, y su emisión se puede desplazar hacia longitudes de onda mayores (cambio hacia el rojo) cuando la proteína es desnaturalizada. El espectro de emisión de proteínas es sensible a la unión de sustratos, reacciones de asociación y a la desnaturalización. Usualmente el número de residuos de triptofano es limitado y existen diversas proteínas que sólo tienen un triptofano. Debido a las propiedades electrónicas del triptofano, las 31 interacciones intramoleculares selectivas pueden llevar a un aumento o apagamiento de la fluorescencia. Estas características proveen información sobre la estructura molecular alrededor del triptofano. Obviamente, si hay varios residuos de triptofano en la proteína, se dificulta la interpretación del comportamiento individual, debido a que el ambiente de cada residuo es diferente y las propiedades espectrales de cada residuo son generalmente distintas, por lo que al ver la emisión de todos los residuos, no podemos separar la contribución espectral de cada Trp en una proteína multitriptofano. Debido a los problemas que ocasiona el encontrar más de un triptofano, en ocasiones se usan análogos como 5-hidroxitriptofano y 7-azatriptofano, los cuales son substituidos en proteínas en lugar de los residuos de triptofano normales. Estos análogos presentan espectros característicos que permiten la excitación selectivay pueden dar información útil en detalles moleculares de interacción de complejos proteína-proteína y proteína- ácidos nucleicos. Una aplicación práctica de los análogos de triptofano fue el incorporar 5-hidroxitriptófano a la insulina. La molécula fue funcional, fluorescente y es útil para realizar estudios de interacción entre la insulina y su receptor (Laws et al., 1995) Otra característica importante es que la fluorescencia del Trp puede ser anulada por algunas sustancias apagadoras (quenchers), tales como yoduros, oxígeno, acrilamida, succinimida, entre otras. Esta sensibilidad se atribuye a la facilidad con que el anillo indólico dona electrones cuando se encuentra en su estado excitado. Es esta propiedad lo que permite determinar la exposición o accesibilidad al solvente de los residuos de Trp en una proteína ya sea soluble o insertada en membrana (figura 8) El triptofano y su función en las proteínas Los aminoácidos tienen diferentes papeles en la estructura y función de las proteínas de membrana, clasificados de acuerdo a sus propiedades y la posible función en las proteínas de membrana (Yeagle, 1992). El triptofano (Trp ó W, figura 12) es un aminoácido muy especial, ya que es el residuo con mayor área superficial, se compone 32 de dos anillos biciclicos, tiene un anillo indólico en lugar de un solo anillo aromático encontrado en la fenilalanina, la presencia de un grupo nitrogenado hace al Trp un poco menos hidrofóbico que la fenilalanina (Uttamkumar et al., 2000). Finalmente el Trp está altamente conservado en un plano evolutivo. Figura 12. Estructura del Triptofano En proteínas solubles, los residuos triptofano tienden a situarse en el interior de la proteína. En proteínas de membrana este residuo a menudo se encuentra en la región límite de la bicapa y el agua, cerca de la cabeza polar del lípido. Estructuralmente el triptofano juega un papel fundamental en muchas proteínas y en la interacción de éstas con otras moléculas; además, se propone que los residuos de Trp pueden conferir estabilidad térmica a una proteína, así como estabilizar estructuras cuaternarias y ayudar en procesos de plegamiento debido a la interacción polar entre el centro del anillo aromático y los grupos polares. Por último, el Trp muchas veces cumple la función de posicionar a la proteína dentro de la membrana (Yeagle, 1992). 33 ANTECEDENTES PARTICULARES Las toxinas formadoras de poro (TFPs) son proteínas citotóxicas, que tienen la habilidad de existir en dos estados bien diferenciados: el estado soluble y el estado asociado a membranas. En el estado soluble, las regiones de las TFPs que posteriormente se insertarán en la membrana lipídica permanecen ocultas dentro del plegamiento general de las toxinas. Ante la interacción con membranas, cambios de pH, asociación a receptores entre otras cosas, se producen cambios conformacionales que favorecen la inserción de dichas regiones con la membrana lipídica, de esta forma logran penetrar la membrana de la célula blanco. Dependiendo del elemento estructural que es insertado en la membrana bajo la formación del poro, las TFPs han sido divididas en dos grupos generales: a) aquellas toxinas que insertan una horquilla β (β-hairpin) formando un poro estructurado como barril β, como la α-toxina de Staphylococcus aureus, las citolisinas dependientes de colesterol de bacterias Gram-positivas o el antígeno protector de la toxina del ántrax y; b) aquellas toxinas que hacen uso de hélices α como elementos estructurales para traspasar la membrana lipídica como las colicinas y la toxina de la difteria. El último grupo de toxinas son las menos entendidas, en comparación con las TFPs formadoras de barril β (Parker y Feil, 2005). En el interés de encontrar el mecanismo de acción que utilizan las TFP para formar poros transmembranales se han empleado diversas estrategias, entre ellas los cambios de fluorescencia para determinar las regiones de las toxinas que están involucradas en atravesar la membrana. Una de las técnicas más empleadas consiste en introducir cisteínas a lo largo de la secuencia, de esta manera al introducir nuevos grupos tiol es posible marcar con un fluoróforo extrínseco, de esta manera evaluar su localización antes y después de su interacción con la membrana, además es posible emplear apagadores de fluorescencia incorporados a la membrana para monitorear el comportamiento de los grupos tiol al cambiar de ambiente polar a no polar. 34 Un ejemplo de esta estrategia fue el realizado con la toxina perfingolisina O de Clostridium perfringens, la cual requiere de colesterol en la membrana para su actividad citolítica y formar un oligómero de aproximadamente 50 monómeros, que crea un hoyo de 150 Ǻ en la membrana. La metodología que emplearon para determinar los cambios estructurales que sufre la toxina durante la transición de monómero soluble al complejo oligomérico que se inserta en la membrana, fue construir numerosas mutantes reemplazando diferentes aminoácidos por cisteínas únicas. Estas mutantes fueron marcadas con el fluoróforo NBD, el cual es muy sensible a la polaridad del ambiente, de esta forma, al analizar su fluorescencia notaron que se incrementaba su intensidad y la vida media cuando se movía de un ambiente en solución al entorno no polar como resultado de su inserción a la membrana. Con este análisis pudieron tener una idea más detallada de la transición de monómero-oligómero y así, sugerir en el caso de la perfingolisina O, que la toxina se oligomeriza después de la unión a la membrana. Esto difiere de otros mecanismos de inserción en otras toxinas, en las cuales, el complejo de oligomerización se forma previo a la inserción en la membrana, como ocurre con la α- toxina de S. aureus,la α-toxina de C. spticum, y la aerolisina de Aeromonas hydrophila (Shepard et al.1998). Otro ejemplo en el que utilizan este tipo de fluoróforos sensibles a cambiar en la polaridad del ambiente, con los cuales se pueden detectar algún cambio conformacional, es el empleado con S. aureus y la toxina formadora de poro de dos componentes, LukF y HS, ambos componentes son secretados en forma de monómeros solubles, los cuales forman poros que pueden insertarse en membranas de eritrocitos humanos y de algunos animales. En este trabajo se construyeron mutantes de cisteínas únicas y fueron marcadas con el fluoróforo Badan en el componente LukF y posteriormente monitorearon la unión de LukF marcada, a las membranas de eritrocitos en ausencia o presencia del segundo componente (HS). Esta fue la primera demostración de la entrada de una proteína en un ambiente hidrofóbico en la membrana celular a nivel de una sola molécula y provee una descripción cuantitativa de cómo las γ-hemolisinas se insertan y 35 forman poros, aunque el mecanismo de inserción aún no es del todo claro (Nguyen et al., 2006). Otros ejemplos utilizando la estrategia de marcar cisteínas los podemos encontrar en diversas toxinas como la citolisina de Vibrio cholerae (VCC) (Valeva et al., 2005), listeriolisina O (LLO) de Listeria monocytogenes (Schuerch, 2005), la equinotoxina II (EqtII), una actinoporina de Actinia equina (Malovrh et al., 2003), entre otras. Otra manera de emplear la fluorescencia es utilizar los triptofanos (W) como fluoróforos naturales en vez de cisteínas marcadas, debido a que en ciertas ocasiones el marcaje de este residuo con fluoróforos extrínsecos puede introducir perturbaciones en la estructura tridimensional de la toxina y/o en su interacción con la membrana (Heuck y Jonson, 2002). Un ejemplo de esto es el realizado con la toxina EqtII, construyeron mutantes introduciendo un W adicional en una región no polar de la hélice α anfipática del N- terminal, involucradaen la inserción a la membrana. De esta manera, debido a que esta hélice hace contacto con las cadenas de ácidos grasos de los fosfolípidos después de su inserción a la membrana, se monitoreó la interacción de las regiones de la toxina con los lípidos de membrana y su posterior localización una vez que interaccionó con ésta, comparando los cambios de fluorescencia del estado silvestre con los W introducidos, tanto en solución como en presencia de distintos sistemas lipídicos. En este trabajo lograron determinar los residuos de la toxina que estaban implicados en el contacto inicial y superficial en la unión de la toxina con la membrana. En un trabajo previo determinaron que los W nativos permitían posicionar a la toxina en la interfase lípido- agua de la bicapa lipídica y situaban a la toxina de manera paralela con la membrana. Con los nuevos ensayos de fluorescencia concluyeron que la hélice-α del N-terminal de la toxina hace un primer contacto con la membrana, posteriormente oligomeriza junto con otros monómeros y de esta forma adoptan una orientación perpendicular creando el poro (Gutiérrez-Aguirre et al., 2004). 36 En el caso de Bacillus thuringiensis, parece que los W también tienen un papel importante en el mecanismo de acción de sus toxinas. Experimentos realizados en la toxina Cry1Ab en los que el residuo F371 localizado en el lazo 2 del dominio II se reemplazó por Cys, Val, Ser, Leu, Tyr y Trp mostraron que la toxicidad de Cry1Ab hacia M. sexta está correlacionada con el tamaño e hidrofobicidad del aminoácido de esta posición, ya que únicamente no se vio afectado el grado de unión irreversible hacia las VMMA y toxicidad cuando se cambió por Tyr y Trp, por lo tanto es esencial tener un residuo aromático en la posición 371 para la interacción de la toxina Cry1Ab con las proteínas receptoras presentes en la membrana de M. sexta (Rajamohan et al., 1996). Otro estudio realizado en la toxina Cyt2Aa2 de B. thuringiensis subs. darmstadiensis que contiene tres residuos triptofano en las posiciones 132, 154 y 157, demuestra que los dos primeros son residuos críticos para mantener el plegamiento y la función de la toxina y no pueden ser remplazados por ningún otro aminoácido, no así el W157, el cual puede ser sustituido pero sólo por otro aminoácido aromático. Cabe mencionar que los Trp 154 y 157 están conservados en todas las toxinas Cyt y que todos los triptofanos están localizados en la superficie de la molécula y pueden jugar un papel en las interacciones intermoleculares durante la formación del cristal o interactuar con la membrana durante la formación del poro (Promdonkoy et al., 2004). La proteína Cry1Ab posee dentro de su secuencia nueve triptofanos, siete de los cuales están localizados en el Dominio I, el cual se propone se inserta en la membrana, y dos triptofanos en el Dominio II (figura 13). Tomando ventaja de esta característica, se han hecho estudios estructurales midiendo la fluorescencia de los Trp de la toxina Cry1Ab y Cry1Ac, donde las estrategias principales que se han utilizado en estas proteínas consistieron en monitorear la fluorescencia con algún apagador en solución como yoduro o con apagadores incorporados en la membrana como grupos bromilo. Estos trabajos han sido realizados con proteína en forma monomérica u oligomérica en solución e insertadas en membranas lipídicas. Los resultados obtenidos indican que cuando la proteína Cry1Ab está en forma de monómero y en solución tiene el 54% de 37 Trp expuestos al solvente, y en el oligómero solo el 27%, lo que sugiere que algunos Trp se esconden en el contacto proteína-proteína durante la oligomerización. Por el contrario, cuando el oligómero se inserta en la membrana, ningún Trp queda expuesto, localizándose preferencialmente en la interface lípido-agua, ya sea cerca de la cabeza polar de la fosfatidil colina o cerca de la posición del carbono 7 del ácido graso (Rausell et al., 2004). También se demostró que el oligómero a diferencia del monómero es capaz de interactuar eficientemente con membranas de fosfolípidos formando un poro estable, ya que más del 90% de la estructura oligomérica se insertó en la membrana, en contraste con la estructura monomérica donde sólo el 5% lo hizo. Figura 13. Proteína Cry1Ab donde se muestran los dominios estructurales y los triptofanos (en rojo). 38 Aún no se sabe la accesibilidad de cada Trp cuando la toxina oligomeriza ni cuando se inserta en la membrana. Es probable que las toxinas formen un oligómero compuesto de cuatro subunidades, (Gómez et al, 2002) deducido por el peso molecular obtenido ~250kDa, equivalente a 4 subunidades de 65kDa, capaces de insertarse en la membrana, pero no se ha hecho un análisis exhaustivo sobre las regiones de la toxina que forman el canal (poro). En el estudio hecho utilizando el apagamiento de la fluorescencia del Trp empleando la toxina Cry1Ac, se pudo determinar la interacción entre la toxina y el azúcar N-acetilgalactosamina (GalNAc) presente en el receptor APN, se observaron cambios estructurales inducidos en la toxina por esta interacción (Pardo-López et al., 2006). La toxina Cry1Ac tiene 10 residuos triptofano, uno más que Cry1Ab, y se encuentra localizado en el dominio III, situado muy cerca de la cavidad de unión con la GalNAc. El análisis de apagamiento de la fluorescencia del W indicó que en Cry1Ac estos residuos W tienen una exposición diferente al solvente comparado con la toxina Cry1Ab, a pesar de tener un W adicional. En estado monomérico Cry1Ac tiene solo un 39% de exposición al solvente y cuando esta proteína oligomeriza se reduce la exposición al solvente de sus W a un 13%, lo que podría estar indicando que Cry1Ac despliega una estructura más compacta que Cry1Ab, sin embargo si comparamos la cantidad de W que fueron ocultos ante la oligomerización de estas proteínas, encontramos un valor de reducción similar (27%) de exposición de W, lo que sugiere un cambio conformacional similar para ambas toxinas. La unión de Cry1Ac a GalNAc mostró un efecto muy marcado en la exposición del W545 en estado oligomérico, se observó un corrimiento de 7 nm en la emisión máxima del oligómero después de la unión a GalNAc, lo que indica una alta exposición de algunos residuos W al solvente. Esto fue confirmado tras realizar un estudio de apagamiento de fluorescencia empleando KI, en el cual se observó que el 7% de los W que estaban escondidos en estado oligomérico fueron accesibles al apagador después del contacto con el azúcar. Además, se sabe que estos cambios conformacionales ocurren en la vecindad del W545 del dominio III, debido a que al realizar estos mismos ensayos de unión a GalNAc y 39 experimentos de apagamiento de la fluorescencia en la mutante W545A de Cry1Ac, no se observó cambio en el apagamiento de la fluorescencia de la estructura oligomérica, a pesar de que esta mutante si fue capaz de unirse a GalNAc. Aunque para saber si la unión al azúcar afecta la conformación de los dominios I y II de la toxina es necesario construir mutantes que solo tengan un solo residuo W (o pocos residuos) que mantengan su actividad, para poder realizar estos ensayos y ser mas concluyentes en el papel que desempeña este azúcar en el cambio estructural que pueda estar sufriendo la toxina Cry1Ac. Obtener una estructura tridimensional de una proteína oligomérica resulta una tarea difícil, que se complica aún mas si ésta se inserta en la membrana. Por lo cual, queremos elaborar un modelo de cómo el oligómero de la toxina Cry1Ab se inserta a la membrana, empleando estudios de apagamiento de la fluorescencia que representan una técnica fácil de utilizar y que aporta datos favorables en cuanto a posibles cambios conformacionales en las proteínas. Para esto estudiaremos el comportamiento de los triptofanos intrínsecos de la proteína Cry1Ab
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