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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES “ZARAGOZA” CARRERA DE BIÓLOGO “ESTUDIO DEL EFECTO DE LA CASIOPEÍNA III-ia SOBRE EL ADN DE CÉLULAS DE MAMÍFEROS TRATADAS in vitro” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TITULO DE B I Ó L O G O P R E S E N T A: BEATRIZ FAJARDO MORALES Director de tesis. Dr. Juan José Rodríguez Mercado México D.F., Septiembre de 2007 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Tesis dirigida por el Dr. Juan José Rodríguez Mercado, en el laboratorio de Toxicología Reproductiva y Teratogénesis (L-5 PA), de la Unidad de Investigación en Genética y Toxicología Ambiental (UNIGEN), que se encuentra a cargo del Dr. Mario A. Altamirano Lozano, dentro de la Unidad Multidisciplinaria de Investigación Experimental, de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, UNAM. Durante el desarrollo de este trabajo se contó con el apoyo PAPIIT IN236303. DEDICATORIA AL SER QUE CON SU AMOR, COMPRENSIÓN, FORTALEZA Y GUÍA, ME HA REGALADO LA ALEGRÍA DE LLEGAR AL FINAL DE ESTE CAMINO... SIN TI, ES IMPOSIBLE REALIZAR MIS SUEÑOS... INFINITAMENTE: GRACIAS. “El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir” Albert Einstein AGRADECIMIENTOS De manera especial a los miembros del Jurado: Dr. Benny Weiss Steider M. en C. Rosalva Rangel Corona Dr. Juan José Rodríguez Mercado Dr. Mario A. Altamirano Lozano Dra. Lucila Álvarez Barrera Gracias por su tiempo, observaciones y gentileza, ya que con ellos ayudaron a enriquecer este trabajo. DESDE EL FONDO DE MI CORAZÓN, PARA… …mis padres: Roberto y Elvira Delia; por ustedes estoy aquí, con todo lo que soy. Su amor, cariño, apoyo, confianza y dedicación han sido los elementos fundamentales en mi vida. LOS AMO. …mi hermano Israel, tu has sido mi mayor y mejor ejemplo de vida, tu me enseñaste que aún de las cenizas se puede renacer. Gracias por estar siempre a mi lado. TE AMO. …mis otras hermanas: Alina, Edith, Matty y Melina. Cada una en su momento y forma le han dado color a mis días. …Aurelio, Chio, Luis, Noemí y Tere, ustedes me enseñaron a disfrutar de los momentos buenos y malos en esta aventura. …los Serenos: Oscar, Iván, Letty, Javis, Julio, Susana, Ale, Yadira, Gil, Guadalupe… por compartir sus risas y lágrimas, sin esperar nada. Sin ustedes no lo hubiese logrado. …mis compañeros del laboratorio, lograron que trabajar fuera agradable y divertido. …Mario, sin tu ayuda, compañía, amistad y complicidad, todo sería más difícil. … mi familia, por los genes heredados. …el Dr. Juan y los Biol. Diana Florín y Raúl Cermeño, especialmente a ustedes por compartir conmigo su amor y conocimiento de la ciencia, por tolerarme y darme ánimos. …los que estarán siempre en mi corazón: Janet, Jesús Roberto, la beba y mi abuelo. MIL GRACIAS INDICE RESUMEN....................................................................................................................1 1. MARCO TEÓRICO..................................................................................................2 1.1. Cáncer........................................................................................................2 1.2. Terapias......................................................................................................3 1.3. Cobre..........................................................................................................5 1.3.1. Importancia biológica.................................................................5 1.3.2. Aplicaciones terapéuticas..........................................................5 1.3.3. Casiopeínas.................................................................................6 1.3.4. Casiopeína III-ia.........................................................................8 1.4. Electroforesis unicelular en gel..............................................................9 1.4.1. Desarrollo de la electroforesis unicelular en gel.........................9 2. JUSTIFICACIÓN...................................................................................................11 3. HIPÓTESIS...........................................................................................................12 4. OBJETIVOS..........................................................................................................13 4.1. Objetivo general....................................................................................13 4.2. Objetivos particulares............................................................................13 5. MATERIAL Y METODOS......................................................................................14 5.1. Obtención de la muestra.......................................................................14 5.2. Tratamiento de leucocitos.....................................................................14 5.3. Viabilidad de las células........................................................................14 5.4. Electroforesis unicelular en gel (ensayo cometa)..................................15 5.5. Reactivos...............................................................................................15 5.6. Evaluaciones.........................................................................................16 5.7. Análisis estadístico................................................................................16 6. RESULTADOS.......................................................................................................18 6.1. Estimación de la viabilidad celular.........................................................18 6.2. Ensayo cometa......................................................................................19 7. DISCUSIÓN..........................................................................................................33 8. CONCLUSIONES ……………………....................................................................38 9. PERSPECTIVAS..................................................................................................39 10. REFERENCIAS........................................... ........................................................40 RESUMEN Las principales terapias actuales contra el cáncer, se basan en la radioterapia y la quimioterapia. Los agentes químicos empleados en el tratamiento clínico de esta enfermedad, producen toxicidad elevada por lo que se han desarrollado distintos compuestos con centro metálico como los de cobre (CuII) nombrados Casiopeínas®, con el objetivo de reducir losefectos secundarios y costos. Los mecanismos por los cuales las Casiopeínas ejercen sus efectos aún no se completan, por eso, en el presente estudio se muestran datos de los efectos de diferentes concentraciones de la Casiopeína III-ia, sobre el ADN de leucocitos humanos. Las muestras se tomaron de sangre periférica de cuatro donadores, no fumadores, clínicamente sanos, de 22 a 34 años de edad y se realizaron cultivos que fueron tratados con diferentes concentraciones de Casiopeína III-ia (1.68, 4.21, 5.61 ó 8.42 µg/ml) durante dos o tres horas. En el segundo tiempo de tratamiento se evaluó la viabilidad celular, en tanto que en ambos tratamientos se determinó el daño al ADN con la metodología de electroforesis unicelular en gel de agarosa en condiciones alcalinas (EUGa). Los datos muestran que este compuesto, no afecta la viabilidad de las células, por lo que el daño que se observa en los leucocitos es provocado por la Casiopeína III- ia; además, el ensayo cometa muestra que la Casiopeína III-ia, incrementa el número de células dañadas en cada categoría de daño y la longitud de la migración del ADN. El comportamiento es diferente entre los cuatro donadores, por lo que el efecto de este compuesto se ve afectado por la variabilidad inter-individual. Con los resultados obtenidos en este estudio se puede concluir que, la Casiopeína III-ia no modifica la viabilidad de las células, pero si es capaz de inducir lesiones en el ADN de leucocitos humanos tratados in vitro; la magnitud de estas lesiones son diferentes en cada individuo, por lo que es posible su especificidad en cuanto a las concentraciones que se pueden emplear en cada uno y tal vez, en cuanto al tipo de cáncer en el que se utilizará como terapéutico. 1 1. MARCO TEÓRICO 1.1. CÁNCER El cáncer está reconocido como un problema importante de salud pública, debido, a la gran incidencia de nuevos casos reportados, al impacto económico y sus implicaciones sociales. Por ello se le ha dado especial atención en medicina y en investigación básica, con el fin de tener una cultura de prevención (Rojas del Castillo, 1992). El cáncer es una enfermedad producida por cambios genéticos en las células, por estas mutaciones, las células proliferan sin control destruyendo tejidos e incluso órganos normales (Ordóñez-Razo, 1991; Soto-Cruz, 1987). El desarrollo tumoral se describe por etapas, conocidas como: iniciación, promoción y progresión. La iniciación, es el evento mutagénico que da a la célula el potencial para crecer y proliferar sin control. Dependiendo del tipo de célula en la cual ocurra esto, la primera mutación puede ser expresada inmediatamente o después de un periodo latente de meses o años. En este último caso, la expresión de la mutación oncogénica puede requerir promoción, es decir, necesita recibir una señal mitogénica que puede darse por causas naturales, tales como la muerte de células contiguas, o por causas artificiales, tales como la exposición a un químico orgánico que tenga propiedades promotoras de tumores. Una célula que entra en un estado de proliferación incontrolada producirá un tumor benigno, pero no necesariamente produce un cáncer. La progresión al estado maligno completo presumiblemente requiere mutaciones adicionales. La capacidad invasiva, permite que el tumor se extienda dentro de un tejido normal circundante y finalmente interferir con la función normal. El crecimiento del tumor (invasivo o no) puede también depender de la formación de vasos sanguíneos en él (angiogénesis). La etapa final de esta fase es la metástasis, que es la propiedad de las células del tumor original para migrar a sitios nuevos y establecer tumores secundarios. Los sitios nuevos pueden ser tejidos completamente distintos de los que proviene el tumor primario. Cada tipo celular puede requerir de diferentes mutaciones para originar un tumor. Una característica de la progresión tumoral es la acumulación de alteraciones cromosómicas en las células cancerosas; las anormalidades en los cariotipos son comunes en los tumores metastásicos y la mayoría de los cambios son al azar, sin embargo hay excepciones importantes (McConkey, 1993; Blasiak et al., 2000; Alison, 2001; Alberts et al., 2002). 2 1.2. TERAPIAS En las terapias actuales contra el Cáncer, la ciencia dispone de tres opciones principales de tratamiento. La cirugía, es el retiro quirúrgico de la masa tumoral. La radioterapia que es el tratamiento con agentes físicos y la quimioterapia, la cual consiste en dar tratamiento con agentes químicos con actividad antineoplásica. La radioterapia y la cirugía algunas veces no pueden ser usadas en determinados pacientes, ya que en algunos casos fallan en erradicar todas las células cancerosas de un tumor. Por lo que los pacientes son sometidos a tratamientos de quimioterapia, que por definición es la administración de drogas antineoplásicas que viajan a través del cuerpo por el sistema circulatorio (Alison, 2001). Muchos compuestos son usados como agentes antineoplásicos y son, básicamente, de dos tipos: a) Los de acción citostática, los cuales, intentan impedir que las células cancerosas se multipliquen. b) Los de acción citotóxica, que destruyen por muerte celular las células cancerosas. En ambos casos, las drogas evitan que las células se multipliquen afectando la replicación del material genético (ADN, ácido desoxirribonucléico), así como induciendo apoptosis (muerte celular programada) o necrosis (muerte celular accidentada), entre otros efectos (Rojas del Castillo, 1992; Derradji y Baatout, 2003). De acuerdo con la forma en la que actúan las drogas usadas comúnmente en quimioterapia, a continuación se describen algunas de ellas y los mecanismos celulares y moleculares por lo cuales ejercen sus efectos. Los agentes químicos que actúan sobre el ADN, afectan la integridad de las cadenas impidiendo la replicación normal. Estos compuestos producen daño en cualquier fase del ciclo celular, sin embargo, su efecto se hace patente en el paso de la fase G1 a la de S y en fase S. En este grupo encontramos a la mayoría de los antineoplásicos clásicos, como por ejemplo los agentes alquilantes (mostazas nitrogenadas, nitrosoureas, etilenoiminas, alquilsulfonatos y triazenos) y los complejos de platino (cisplatino y carboplatino) que forman enlaces estables con las bases púricas y pirimidínicas, los antimetabolitos o análogos de bases nitrogenadas 3 (metotrexato), algunos antibióticos (antraciclinas, bleomicina y mitomicina C), derivados de epipodofilotoxina y campotecinas, con mecanismos variados como cambios en el metabolismo de los ácidos nucléicos e inhibición de topoisomerasas que finalmente conducen a errores en la reparación e inhibición de la síntesis de ADN. Otra clase de drogas son los inhibidores de la mitosis, estos interfieren en el proceso de división celular sin afectar directamente el ADN, influyen en los microtúbulos que forman el uso mitótico durante la división celular por lo que son específicos de fase con escasa acción en células que no se dividen. En estos compuestos encontramos a los alcaloides de vinca que se ligan a la tubulina e impiden la polimerización para formar los microtúbulos del huso, y los taxoides, que promueven la formación de microtúbulos por lo que se forman estructuras anómalas o excesivamente estables; así, ambos tipos de drogas detienen la mitosis en la metafase, impidiendo la división. Algunos fármacos son usados como factores externos de estímulo o de inhibición de la división celular ya sea directa o indirectamente; estos son llamados factores extracelulares, tales como los antagonistas de estrógenos y andrógenos que actúan como bloqueadores de receptores e inhibidores de la aromatasa, progestágenos que inhiben la secreción de estrógenos a nivel hipotalámico-hipofisiario y contrarrestan el estímuloproliferativo de los estrógenos en las células, análogos de LH-RH (hormona que estimula la producción de hormonas sexuales en hombres y mujeres) los cuales producen un aumento en la secreción de gonadotropinas y reducen los niveles de FSH (hormona estimulante del folículo) y LH (hormona luteinizante), interferones que reaccionan con la membrana celular para producir acciones en el núcleo e inducen la expresión y represión de determinados genes. El último grupo de drogas son los potenciadores de las defensas inmunitarias. Estos compuestos pueden reconocer y eliminar las células cancerosas, por ejemplo, el factor de necrosis tumoral, interleucinas, anticuerpos monoclonales y la vacuna de la tuberculosis, los cuales, solos o en combinación con otros quimioterapéuticos son administrados como paliativos y estimulantes de linfocitos T y B (Molina, 2005). En la actualidad, los quimioterapéuticos disponibles son incapaces de destruir selectivamente a las células cancerosas y dañan en forma simultánea a las células normales. Los efectos colaterales que acompañan a estos tratamientos limitan las 4 dosis que pueden ser administradas. Estos efectos pueden ser anemia, diarrea, nausea, vómito, pérdida de cabello e incluso daño en el sistema nervioso, entre otros (Karp, 1998; Blabosklonny, 2003). Por lo anterior, en las últimas décadas la producción de antineoplásicos se ha enfocado en la investigación de quimioterapéuticos de menor toxicidad o específicos para cada tipo de cáncer. Dentro de estas nuevas drogas se encuentran las conformadas por metales, tales como el platino, rutenio, oro, plata, mercurio, arsénico, zinc, vanadio y cobre (Xin y Lippard, 2003; Nasulewicz et al., 2004; Bergamo y Sava, 2007). Estudios recientes han mostrado que los metales, incluidos el hierro, cobre, cromo y el vanadio, producen estrés oxidante y consecuentemente provocan alteraciones en los distintos componentes celulares como es incrementar la peroxidación de lípidos y dañar el ADN (Guecheva et al., 2001). 1.3. COBRE 1.3.1. IMPORTANCIA BIOLÓGICA El cobre (Cu) es un elemento esencial dado que es un factor requerido para la formación de enzimas que juegan papeles importantes en pruebas metabólicas en los seres vivos. Interactúa con enzimas que modifican neuropéptidos, generan energía mediante la respiración celular, sintetizan melanina, desintoxican radicales derivados de oxígeno, movilizan el hierro, coagulan la sangre y enlazan el tejido conectivo; además los factores de transcripción dependientes del Cu son determinantes en la expresión genética. Los requerimentos de Cu en la dieta diaria, se obtienen de alimentos como el fríjol, las nueces, el hígado de res y los mariscos. Es absorbido por el estómago y el intestino delgado, en el suero sanguíneo es transportado principalmente por la ceruloplasmina y en partes pequeñas por la histidina y la albúmina (Nasulewicz et al., 2004; Alebic-Juretic y Frkovic, 2005; Li et al., 2005). 1.3.2. APLICACIONES TERAPÉUTICAS Algunos estudios in vivo e in vitro que se han desarrollado en los últimos años confirmaron la conveniencia así como la eficacia de los agentes reductores de Cu y los agentes quelatos de Cu en el tratamiento antiangiogénico, evitando la formación de vasos sanguíneos en los tumores (Nasulewicz et al., 2004). 5 Algunos compuestos reductores de Cu, tales como, penicillamina, tetratiomolibdato (TM) y captopril, entre otros, pueden ser efectivos en la terapia antiangiogénica y ofrecen ventajas como efectividad en el tratamiento de varios tipos de tumores, bajo riesgo de toxicidad, posibilidad de combinación con alguna otra estrategia de tratamiento antitumoral, bajo costo de la terapia, además de que puede ser de interés especial como estrategia cuando los procedimientos médicos son limitados para monitorear la progresión del tumor antes de tomar una decisión terapéutica (Nasulewicz et al., 2004). Una seria limitación del uso de compuestos reductores de Cu en el tratamiento antitumoral, es el largo tiempo requerido para la administración de la droga. Para proporcionar efectos terapéuticos, el nivel de Cu en el suero de los pacientes necesita ser reducido al 20% de la concentración fisiológica, el cual toma, dependiendo de la droga usada, de algunas semanas a seis meses (Katano et al., 2002; Nasulewicz et al., 2004). 1.3.3. CASIOPEÍNAS La necesidad de contar con quimioterapéuticos de baja toxicidad, ha impulsado la investigación y el desarrollo de nuevas drogas antineoplásicas. En la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el grupo de trabajo de la Dra. Lena Ruiz, inició un proyecto encaminado al desarrollo de fármacos antineoplásicos a partir de metales de transición, con el propósito de disminuir toxicidad y costos (Ruiz-Azuara et al., 1992; 1996; Ruiz-Ramírez et al., 1995). De esta forma se diseñó la familia de compuestos llamados CASIOPEÍNAS®, cuyo centro metálico es el Cu; las propiedades químicas de éste, le permiten la participación en procesos fundamentales en las células, por eso se espera que su toxicidad sea menor que la de los complejos de platino (Bravo-Gómez et al., 2002; De Vizcaya-Ruiz et al., 2003). En el cuadro I se muestra un listado de las familias de Casiopeínas más importantes. La fórmula general de las Casiopeínas, según la familia a la que pertenecen, puede ser: Cu(N-N)(O-N)NO3 ó Cu(N-N)(O-O)NO3 . El diseño de estas moléculas está basado en tres factores principales: 6 1. los compuestos deben tener un metal esencial para disminuir la toxicidad, 2. contienen quelatos que favorecen la configuración cis- alrededor el ión metálico, y 3. la mezcla de quelatos contienen diferentes niveles de hidrofobicidad. Cuadro I. Familias de Casiopeínas sintetizadas * Familias Ligandos I N-N = 4,7- difenil-1,10- fenantrolina, y O-N = aminoacidato II N-N = 1,10- fenantrolina ó 4,7- dimetil –1,10- fenantrolina, y O-N = aminoacidato III N-N = 2,2-bipiridina ó 1,10- fenantrolina y O-O = acetilacetonato ó salicilaldehidato IV N-N = 4,4- dimetil-2,2- bipiridina y O-N = aminoacidato V N-N = 5R-1,10- fenantrolina y O-N = aminoacidato. R = Me, Cl, OH, NO2 VI N-N = 5,6-dimetil-1,10- fenantrolina y O-N = aminoacidato VII N-N = 3,4,7,8- difenil-1,10- fenantrolina ó 2,9-dimetil-4,7-difenil-1,10- fenantrolina y O-N = aminoacidato * Elaborado a partir de: Gracia-Mora et al., 2001; Fuentes-Noriega et al., 2002b; Reyes et al., 2003. Las Casiopeínas fueron creadas para tener actividad antitumoral, basados en trabajos previos sobre el cisplatino y otras series de metales de transición. (Gracia- Mora et al., 2001; Fuentes-Noriega et al., 2002a; Reyes et al., 2003; Tovar-Tovar et al., 2004). Algunas Casiopeínas inhiben el crecimiento y la proliferación celular e inducen muerte celular, en dosis semejantes o menores a las requeridas para ejercer el mismo efecto con otros quimioterapéuticos como el cisplatino y la mitomicina C. Además, retrasan la cinética de proliferación celular y disminuyen el índice mitótico en cultivos de linfocitos humanos normales. También han mostrado mayor actividad antineoplásica que el cisplatino en estudios in vitro e in vivo en una variedad de líneas celulares tumorales, actividad semejante a la oxidodismutasa y baja potencia para inducir inestabilidad genómica por medio de recombinación intracromosomal. (Gómez- 7 Ruiz y De la Garza, 1994; Ruiz-Azuara et al., 1996; Fuentes-Noriega et al., 2002b; Rodríguez-Aguilera et al., 2002; De Vizcaya-Ruiz et al., 2003; Marín-Hernández et al., 2003). 1.3.4. CASIOPEÍNA III-ia En la actualidad se han sintetizado más de 100 de estas Casiopeínas. Dentro de ellas, las familias I, II y III son las que presentan mayor actividad anticancerígena en líneas celulares neoplásicas humanas, tales como HeLa, Calo, InBl y A 431 (Reyes et al., 2003; De Vizcaya-Ruiz etal., 2003; Bocanegra-Astivia, 2005). Dentro de la familia III se encuentra la Casiopeína III-ia, la cual, en células de leucemia L1210, produce muerte celular por apoptósis, induce una débil acción recombinogénica y tiene la habilidad para degradar ADN. También ha mostrado un potente efecto inhibitorio en las funciones mitocondriales; en experimentos con mitocondrias aisladas y células intactas de hematoma AS-30D. La Casiopeína III-ia presenta efectos cardiotóxicos ligeros en comparación con la adriamicina (antineoplásico que evita el crecimiento de las células cancerosas por entrecruzamiento con el ADN), bajo condiciones fisiológicas cerradas en corazón aislado y prefundido con ácidos grasos como sustrato oxidable. (Fuentes-Noriega et al., 2002b; Marín-Hernández et al., 2003; Hernández-Esquivel et al., 2006). La fórmula de la Casiopeína III-ia es 4,4-dimetil 2,2-bipiridina acetilacetonato CuII Nitrato y su estructura química se presenta en la Figura 1. Figura 1. Estructura química de la Casiopeína III-ia 8 • ¡,>--< N" / C u ( 11) /" O O ~ El diseño químico de las Casiopeínas pretende que estas drogas sean menos tóxicas que los quimioterapéuticos clínicos usados actualmente; sin embargo, es necesario conocer de qué manera actúan. Por lo anterior en el presente trabajo se decidió estudiar la capacidad que tiene la Casiopeína III-ia de producir daño sobre el ADN, para lo cual se utilizó el modelo de tratamientos in vitro de células de sangre periférica humana. 1.4. ELECTROFORESIS UNICELULAR EN GEL La electroforesis unicelular en gel o “ensayo cometa” es uno de los métodos para evaluar daño y reparación en el ADN. Esta prueba es usada en diferentes ámbitos del quehacer científico como en genotoxicidad, biomonitoreo humano y epidemiología molecular. El ensayo es atractivo porque muestra ciertas ventajas en comparación con otras técnicas como las citogenéticas para determinar el daño al material genético. Entre las ventajas se encuentran su simplicidad, sensibilidad, versatilidad, rapidez, economía y su aplicación en células quiescentes o en proliferación, además, se puede manipular sutilmente para medir los rompimientos del ADN (Hartmann y Speit, 1999; Kassie et al., 2000; Tice et al., 2000; Collins, 2004). 1.4.1. DESARROLLO DE LA ELECTROFORESIS UNICELULAR EN GEL El primer intento para cuantificar directamente rompimientos de cadena de ADN fue hecho por Rydberg y Johanson, lisando células embebidas en agarosa en laminillas bajo ligeras condiciones alcalinas. La tinción de los nucleoides con naranja de acridina mostraron fluorescencia de color rojo (indicador de rompimientos de cadenas sencillas de ADN) o verde (indicador de rompimientos de cadenas dobles) en las células con daño. Después, una técnica electroforética conocida como ensayo cometa fue introducido por Östling y Johanson. En esta técnica, las células son embebidas en un gel de agarosa sobre laminillas y lisadas con detergentes y altas concentraciones de sal, la electroforesis del ADN liberado se lleva a cabo bajo condiciones neutras y se tiñen con naranja de acridina. La corriente eléctrica atrae la carga del ADN del núcleo en dirección al ánodo y el resultado es una imagen característica que se ve como un cometa, con una cabeza y una cola o tallo. Como resultado de la fragmentación del ADN por acción de diferentes genotoxinas, se observa más o menos fluorescencia en la cola del cometa en relación a la cabeza, dependiendo del daño que ocasionen estos compuestos. Los fragmentos de ADN que contienen menos bases migran a mayor distancia de la cabeza que los fragmentos 9 grandes y causan la formación de colas más largas. Como las condiciones usadas para la lisis son a pH neutro, solamente es posible la detección de rompimientos de cadena doble, ya que a este pH, el apareamiento de las bases del ADN no se disuelve, las discontinuidades en los rompimientos de cadena sencilla no son detectables (Revisado en: Collins, 2004; Rojas et al., 1999). El ensayo fue modificado después por Singh y colaboradores en 1988, introduciendo una técnica que involucra la electroforesis bajo condiciones alcalinas (pH > 13), el cual permite la detección, no solamente de rompimientos de cadena sencilla, sino también sitios sensibles al álcali, entrecruzamiento de ADN y sitios de reparación por escisión incompleta. Actualmente, éste es el método más usado con ligeras modificaciones en diferentes pasos. Los cometas son observados en un microscopio de fluorescencia después de teñirlos con un colorante fluorescente adecuado para ADN. La intensidad relativa de la fluorescencia en la cola está en función de los rompimientos del ADN y pueden ser evaluados visualmente o usando un analizador de imagen. Esto proporciona una variedad de parámetros para cada cometa, tales como la longitud total de la imagen, la fluorescencia relativa de la cola (porcentaje de ADN en la cola) y el momento de la cola (producto de la longitud de la cola y el porcentaje del ADN en la misma) (Kassie et al., 2000; Herrera-Portugal et al., 2005). 10 2. JUSTIFICACIÓN El cáncer está reconocido como un problema importante de salud pública, debido, a la gran cantidad de casos reportados, a su impacto económico y sus implicaciones sociales. Por ello se le ha dado especial atención médica, de investigación y prevención. La mayoría de los quimioterapéuticos actuales producen reacciones secundarias de gran impacto para el paciente; por lo que, constantemente se desarrollan nuevos fármacos antineoplásicos. El diseño y elaboración de las Casiopeínas muestran una nueva opción de tratamiento, por ello se requiere conocer totalmente sus mecanismos de acción para su posible aplicación en humanos. Los tratamientos in vitro de sangre completa de humano es ampliamente utilizado como sistema de prueba para valorar los efectos sobre la viabilidad y proliferación celular, así como la actividad genotóxica de agentes químicos, físicos y biológicos en células quiescentes o en proliferación. Por lo que en este trabajo se evaluó el daño al ADN inducido por Casiopeína III-ia en leucocitos humanos de sangre periférica completa, mediante la aplicación del ensayo cometa, con la finalidad de contribuir al conocimiento de la manera como actúan estos fármacos y determinar la concentración más baja en la cual evidencia sus efectos son efectivas. 11 3. HIPÓTESIS Uno de los mecanismo por lo cuales los antineoplásicos actúan es provocando daño en el ADN. Pruebas bioquímicas demuestran que las Casiopeínas interaccionan con los ácidos nucleicos, por lo que, si estos efectos se producen a nivel celular, entonces la Casiopeína III-ia será capaz de inducir rompimientos en el ADN de células tratadas in vitro. 12 4. OBJETIVOS 4.1. OBJETIVO GENERAL Evaluar el daño al ADN en leucocitos humanos de sangre periférica que pueda ser inducido por la Casiopeína III-ia, empleando tratamientos in vitro y la metodología de electroforesis unicelular en gel. 4.2. OBJETIVOS PARTICULARES Evaluar la viabilidad celular de los leucocitos humanos expuestos a diferentes concentraciones de Casiopeína III-ia. Estimar el daño al ADN de los leucocitos humanos expuestos a diferentes concentraciones y durante diferentes tiempos de tratamiento con Casiopeína III-ia, mediante electroforesis unicelular en gel. Determinar la relación dosis-efecto y tiempo-dependiente en los leucocitos humanos expuestos a Casiopeína III-ia. Establecer la concentración más baja a la cual la Casiopeína III-ia evidencia sus efectos. Identificar las posibles diferencias en las respuestas entre individuos. 13 5. MATERIAL Y MÉTODOS 5.1. OBTENCIÓN DE LAS MUESTRA Se obtuvo sangre periférica de cuatro donadores sanos no fumadores (Donador A, mujer de 22 años; Donador B, hombre de 32 años;Donador C, hombre de 23 años y Donador D, mujer de 22 años). Las muestras se tomaron con una jeringa heparinizada para evitar la coagulación de la sangre. 5.2. TRATAMIENTO DE LEUCOCITOS Se colocaron 20 µl de sangre en un tubo eppendorf con 1 ml de medio de cultivo RPMI-1640, al cual previamente se le había adicionado la Casiopeína III-ia en concentraciones de 1.68, 4.21, 5.61 ó 8.42 µg/ml. Los tratamientos se determinaron de acuerdo a la concentración inhibitoria media para HeLa (CI50 = 16.84 µg/ml) (Gracia- Mora et al., 2001) que equivalen a 1/16, 1/8, 1/4 y 1/2 de la concentración. Las células se incubaron a 37ºC por 2 ó 3 horas, después se colectaron por centrifugación (4 minutos a 3000 rpm en una microcentrífuga Eppendorf Centrifuge 5415 C) y se hicieron las preparaciones para el ensayo cometa. En todos los casos se contó con un testigo negativo y uno positivo. Para el testigo positivo, se dieron tratamientos de 30 minutos a 4ºC con 200 µM de peróxido de hidrógeno (H2O2). En todos los casos por donador se hizo un cultivo con su replica por cada tratamiento. 5.3. VIABILIDAD DE LAS CÉLULAS En todos los tratamientos se evaluó la viabilidad utilizando la técnica descrita por Strauss y colaboradores (1991), en la cual se utilizan dos colorantes fluorocromados. Se preparó una solución de bromuro de etidio (Br-Et), para lo cual se disolvieron 50 mg de éste en 1 ml de etanol absoluto y se aforaron a 50 ml con solución salina (PBS), finalmente se tomaron 50 µl y se diluyeron en 2 ml de solución salina, para obtener una concentración final de 0.025 µg/µl. El segundo colorante, el 5- 6 diacetato de carboxifluoresceína (CFDA), se preparó disolviendo 3 mg en 1 ml de acetona y después se adicionaron 84 µl en 2 ml de solución salina para obtener una concentración de 0.125 µg/µl. Ambos colorantes se protegieron de la luz y se almacenaron en la oscuridad. En el momento de las determinaciones se preparó una solución de trabajo mezclando el Br-Et y el CFDA en proporción 1:1. 14 Después, se colocaron 40 µl de la suspensión celular en un tubo eppendorf y se adicionaron 10 µl de la mezcla de colorantes, se incubaron de 3-5 minutos a 37 °C, posteriormente se agregó 1 ml de medio de cultivo, se resuspendió y centrifugó durante 4 min a 3000 rpm en una microcentrífuga (Eppendorf Centrifuge 5415 C) para remover el exceso de colorante, este paso se repitió tres veces más con medio de cultivo y finalmente la muestra se observó al microscopio de fluorescencia. 5.4. ELECTROFORESIS UNICELULAR EN GEL (ENSAYO COMETA) En láminas totalmente esmeriladas se colocaron, en una capa homogénea 110 µl de agarosa regular al 0.5 %. Seguida de una segunda capa de 10 µl de la suspensión celular en 75 µl de agarosa de bajo punto de fusión a 37 ºC al 0.5 %, y una tercer capa de 75 µl de agarosa de bajo punto de fusión. Esta concentración del gel permite que se desplacen secuencias de ADN de 700 hasta 45 000 bases (Brown, 1991). Las láminas se mantuvieron en frío hasta que solidificara cada capa, colocando un cubreobjetos para homogenizar cada una. Posteriormente, las láminas se colocaron durante 1 hora en una solución de lisis (NaCl 2.5 M, Na2-EDTA 100 mM, Tris 10 mM, a pH 10 a la cual se le adicionó sarcocinato de sodio al 1%, tritón X-100 al 1% y dimetil sulfoxido al 10%) preparada en el momento a 4ºC. Esta solución alta en sales y detergentes permite liberar el ADN de las células rompiendo las interacciones de las membranas citoplasmática y nuclear. Después, las láminas se colocaron en una caja de electroforesis horizontal, donde el ADN se dejó desenrollar por 20 minutos en una solución amortiguadora (NaOH 300 mM y Na2-EDTA 1 mM a pH > 13), al terminar este tiempo se conectó la fuente y la electrofóresis se llevó a cabo por 20 minutos a 25 volts y 300 miliampers. Todos los pasos anteriores se efectuaron en la oscuridad o con luz amarilla. A continuación, las preparaciones se colocaron en una solución de Tris (0.4 M a pH 7.5) para neutralizar las condiciones alcalinas, realizando tres cambios de 5 minutos cada uno. Por último, las láminas se deshidrataron en etanol frío al 100% en dos cambios de 5 minutos cada uno y se dejaron secar al aire (Tice et al., 1996; Angelis et al, 1999; Tice et al., 2000). 5.5. REACTIVOS Todos los reactivos usados fueron de Sigma, St. Louis MO, USA; excepto la heparina (Pisa Farmaceútica Mexicana, SA de CV); el cloruro de sodio (NaCl), peróxido de hidrógeno (H2O2) y el etanol absoluto (CH3-CH2-OH) (JT Baker de México, 15 S.A. de C.V.) y Casiopeína III-ia que fue proporcionada por la Facultad de Química de la UNAM. 5.6. EVALUACIONES Para la viabilidad de las células se contaron 200 células, 100 células por tratamiento de cada donador más su duplicado, en un microscopio de fluorescencia Nikon (Optiphot-2, Japón) a 400 aumentos con excitación de luz de 515-560 nm. Para el ensayo cometa las láminas se codificaron y se tiñeron con 75 µl de Br- Et con una concentración de 20 µg/ml. La longitud de la migración del ADN (en µm) se midió a 400 aumentos con un ocular graduado y un filtro de excitación de luz de 450- 490 nm, la evaluación se realizó en 50 células por preparación, 200 por tratamiento de cada donador. El daño se clasificó en cinco categorías, las cuales son dependientes del valor promedio del núcleo del cometa, donde, núcleos intactos se consideraron núcleos “sin daño”, núcleos con cola de hasta un núcleo de largo “daño bajo”, colas con hasta dos núcleos de largo “daño medio”, colas con más de dos núcleos de largo “daño alto” y donde el ADN migró completamente de la región del núcleo se considero como “daño severo” (figura 2) (Rodríguez-Mercado, 2001; Rodríguez-Mercado et al., 2003). 5.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO Los resultados de la viabilidad celular fueron analizados con una prueba de ji cuadrada y los de migración en la electroforesis unicelular en gel se analizaron con la prueba no paramétrica de rangos para muestras independientes U de Mann-Whitney, comparando siempre el grupo testigo contra los grupos tratados, para esta prueba se utilizó el programa SPSS versión 13 (Freund, 1992; Milton, 2001). 16 Núcleo sin daño Daño severo Daño alto Daño medio Daño bajo Figura 2. Clasificación del daño al ADN, de acuerdo a la longitud de la cola del cometa. 17 6. RESULTADOS 6.1. ESTIMACIÓN DE LA VIABILIDAD CELULAR Para realizar la evaluación de la viabilidad se registraron las células vivas, que tiñen de color verde y las células con daño en la membrana celular que tiñen su núcleo de color rojo. Se evaluó la viabilidad de las células después 2 o 3 horas de exposición con la Casiopeína III-ia; sin embargo, solo se muestran los valores de 3 horas de los cuatro donadores, debido a que los datos se comportan de manera similar y no presentan diferencias estadísticas entre los tiempos, ni entre los donadores. Los resultados se presentan en el cuadro II. En los tratamientos con peróxido de hidrógeno (200 µM de H2O2), tomado como testigo positivo, la viabilidad se redujo en 18% para el donador A, 12% para donador B, 16% para el donador C y 14.5% para el donador D. Cuadro II. Viabilidad celular de leucocitos humanos tratados in vitro durante tres horas con Casiopeína III-ia. Concentraciones en µg/ml * Donador 1.68 4.21 5.61 8.42 A 95.4 99.4 93.4 96.4 B 100.0 98.3 99.4 99.0 C 97.9 95.9 96.9 95.9 D 96.8 98.4 99.4 95.8 * Valores dados en porcentaje con respecto al 100% de su testigo. (200 células analizadas por tratamiento) 18 6.2. ENSAYO COMETA Los resultados del ensayo cometa se describen en los cuadros III a VI y de las figuras 3 a la 10. En los cuadros se muestran los porcentajes de las células sin daño y de las células con daño y la media de la longitud de la migración del ADN. En tanto que en las figuras3, 4, 5 y 6 se observa la distribución del daño (expresado como la longitud de la migración del ADN), por cada donador y por concentración durante los dos tiempos de tratamiento; y en las figuras 7, 8, 9 y 10 se observa la cantidad de células en cada categoría de daño para cada donador, para cada concentración y para cada uno de los tiempos de tratamiento. La longitud de la migración aumenta en todas las concentraciones empleadas durante los dos tiempos de tratamiento en los cuatro donadores y todos son estadísticamente diferentes con respecto a su testigo, excepto en el donador D a las 2 horas de tratamiento en la concentración de 8.42 µg/ml (cuadro III a IV). Lo cual se ve reflejado en la cantidad de células en cada categoría de daño (figura 7 a 10). Es importante recordar que los valores de la longitud de la migración del ADN, no incluyen las células con daño severo, ya que en éstas, el ADN se desplaza totalmente del núcleo (figuras 3 a 6). En particular, para el donador A en los dos tiempos de tratamiento, los valores de la media de la longitud de la migración son más altos en las concentraciones más bajas. El donador B, a las 2 horas de tratamiento, tiene un comportamiento similar al descrito para el donador A, pero a las 3 horas de tratamiento el comportamiento se invierte, se incrementa conforme aumenta la concentración (cuadros III y IV). En el donador C, en los dos tiempos de tratamiento, la migración es mayor en las concentraciones más altas; mientras que para el donador D, se observa un comportamiento similar al del donador A (cuadros V y VI). En las figuras 3 a 6, se muestra la distribución de la longitud de la migración de los cuatros donadores, durante los dos tiempos de tratamiento. Los datos de las células tratadas con peróxido de hidrógeno no se graficaron, ya que presentan daño severo y se realizaron con la finalidad de comprobar que la electroforesis se llevó a cabo correctamente, ya que este compuesto causa fragmentación del ADN por estrés oxidante (Singh et al., 1988). 19 En los cuatro donadores, existe mayor número de células en la categoría de daño bajo y las cantidades disminuyen hacia el daño severo (figuras 7 a 10), excepto en los testigos positivos (H2O2), en los cuales la mayoría de las células presentan daño severo. 20 Cuadro III. Evaluación de daño al ADN inducido en leucocitos humanos de sangre periférica del Donador A tratados durante 2 y 3 horas con Casiopeína III-ia. % de células ** Casiopeína III-ia en µg/ml Sin daño Con daño Media de la migración del ADN ± EE 2 horas 0 74.5 25.5 12.98 ± 1.28 1.68 21 79 40.32 ± 1.66 a 4.21 24.5 75.5 38.52 ± 1.76 a 5.61 35 65 33.41 ± 1.83 a 8.42 36 64 32.73 ± 1.90 a H2O2 * 3 97 66.25 ± 3.47 a 3 horas 0 66.5 33.5 19.17 ± 1.87 1.68 15.5 84.5 44.43 ± 2.04 a 4.21 20.5 79.5 39.16 ± 1.79 a 5.61 35.5 64.5 31.65 ± 1.69 a 8.42 37 63 30.63 ± 1.76 a H2O2 * 0.5 99.5 90.71 ± 3.80 a EE, error estándar * Testigo positivo tratado con peroxido de hidrógeno (H2O2, 200 µM) a P < 0.001 comparado con su testigo ** 200 células analizadas por tratamiento 21 Cuadro IV. Evaluación de daño al ADN inducido en leucocitos humanos de sangre periférica del Donador B tratados durante 2 y 3 horas con Casiopeína III-ia. % de células ** Casiopeína III-ia en µg/ml) Sin daño Con daño Media de la migración del ADN ± EE 2 horas 0 78.5 21.5 11.04 ± 2.15 1.68 23.5 76.5 39.10 ± 2.27 b 4.21 37 63 28.81 ± 1.87 b 5.61 33 67 31.65 ± 1.86 b 8.42 40.5 59.5 26.00 ± 1.80 b H2O2 * 5 95 66.25 ± 3.47 b 3 horas 0 73.5 26.5 13.50 ± 1.74 1.68 65.5 34.5 14.16 ± 1.24 a, c 4.21 42.5 57.5 24.49 ± 1.69 b 5.61 46.5 53.5 26.30 ± 1.95 b 8.42 33.5 66.5 34.47 ± 2.21 b H2O2 * 2.5 97.5 73.63 ± 3.75 b EE, error estándar * Testigo positivo tratado con peroxido de hidrógeno (H2O2, 200 µM) a P < 0.05 y b P < 0.001 comparado con su testigo c P < 0.05 comparado con la misma concentración en 2 horas de tratamiento ** 200 células analizadas por tratamiento 22 Cuadro V. Evaluación de daño al ADN inducido en leucocitos humanos de sangre periférica del Donador C tratados durante 2 y 3 horas con Casiopeína III-ia. % de células ** Casiopeína III-ia en µg/ml Sin daño Con daño Media de la migración del ADN ± EE 2 horas 0 85 15 6.67 ± 1.24 1.68 75 25 11.64 ± 1.47 b 4.21 78 22 10.57 ± 1.50 a 5.61 65 35 17.18 ± 1.79 c 8.42 52 48 23.09 ± 2.16 c H2O2 * 2.5 97.5 67.16 ± 4.00 c 3 horas 0 80.5 19.5 8.32 ± 1.12 1.68 70 30 16.03 ± 1.99 a 4.21 59.5 40.5 18.45 ± 1.75 c 5.61 64 36 16.92 ± 1.83 c 8.42 52 48 21.77 ± 1.94 c H2O2 * 1.5 98.5 72.91 ± 4.15 c EE, error estándar * Testigo positivo tratado con peroxido de hidrógeno (H2O2, 200 µM) a P < 0.01, b P < 0.002 y c P < 0.001comparado con su testigo ** 200 células analizadas por tratamiento 23 Cuadro VI. Evaluación de daño al ADN inducido en leucocitos humanos de sangre periférica del Donador D tratados durante 2 y 3 horas con Casiopeína III-ia. % de células ** Casiopeína III-ia en µg/ml Sin daño Con daño Media de la migración del ADN ± EE 2 horas 0 78.5 21.5 11.75 ± 1.64 1.68 62.5 37.5 19.67 ± 2.12 c 4.21 65 35 17.85 ± 1.96 b 5.61 65.5 34.5 18.14 ± 1.96 a 8.42 70.5 29.5 14.60 ± 1.78 H2O2 * 5 95 77.51 ± 5.70 c 3 horas 0 79.5 20.5 12.18 ± 1.81 1.68 46.5 53.5 32.55 ± 2.79 c 4.21 48.5 51.5 30.46 ± 2.57 c 5.61 57 43 23.43 ± 2.15 c 8.42 55.5 44.5 22.69 ± 2.55 c H2O2 * 0.5 99.5 89.26 ± 5.74 c EE, error estándar * Testigo positivo tratado con peroxido de hidrógeno (H2O2, 200 µM) a P < 0.01, b P < 0.005 y c P < 0.001comparado con su testigo ** 200 células analizadas por tratamiento 24 0 50 10 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (A) a a a a 0 50 100 150 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (B) a a a a Figura 3. Distribución de la longitud de la migración del ADN de leucocitos humanos del Donador A tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas (T, representa los cultivo sin tratamiento). a P < 0.001 comparado con su testigo. 25 0 50 100 150 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (A) b b b b 0 50 100 150 200 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en g/ml (B) a,c b bb Figura 4. Distribución de la longitud de la migración del ADN de leucocitos humanos del Donador B tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas (T, representa los cultivo sin tratamiento). a P < 0.05 y b P < 0.001 comparado con su testigo. c P < 0.05 comparado con la misma concentración en 2 horas de tratamiento. 26 0 50 100 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 200 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (A) b a c c 0 50 10 15 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (B) a c c c Figura 5. Distribución de la longitud de la migración del ADN de leucocitos humanos del Donador C tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas (T, representa los cultivo sin tratamiento). a P < 0.01, b P < 0.002 y c P < 0.001comparado con su testigo. 27 0 50 100 150 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er o de c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (A) c b a 0 50 100 150 200 T 1.68 4.21 5.61 8.42 0 50 100 150 N úm er ode c él ul as Migración en µm Tratamientos en µg/ml (B) c c c c Figura 6. Distribución de la longitud de la migración del ADN de leucocitos humanos del Donador D tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas (T, representa los cultivo sin tratamiento). a P < 0.01, b P < 0.005 y c P < 0.001comparado con su testigo. 28 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (A) sin daño bajo medio alto severo 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (B) sin daño bajo medio alto severo Figura 7. Distribución del porcentaje de células en cada categoría de daño del Donador A tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas. 29 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (A) sin daño bajo medio alto severo 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (B) sin daño bajo medio alto severo Figura 8. Distribución del porcentaje de células en cada categoría de daño del donador B tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas. 30 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (A) sin daño bajo medio alto severo 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (B) sin daño bajo medio alto severo Figura 9. Distribución del porcentaje de células en cada categoría de daño del donador C tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas. 31 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (A) sin daño bajo medio alto severo 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % d e cé lu la s Testigo 1.68 4.21 5.61 8.42 Concentración de Casiopeína III-ia en µg/ml (B) sin daño bajo medio alto severo Figura 10. Distribución del porcentaje de células en cada categoría de daño del donador D tratados con Casiopeína III-ia durante (A) 2 horas y (B) 3 horas. 32 7. DISCUSIÓN Las Casiopeínas son complejos de coordinación similares a los complejos de Pt, con la diferencia de que el centro metálico es de Cu. En estudios toxicológicos, las Casiopeínas han mostrado propiedades anticancerígenas y su toxicidad en modelos in vitro e in vivo es menor en relación a otros antineoplásicos utilizados actualmente en el tratamiento contra el cáncer (García et al., 1991; Gracia-Mora et al., 2001; Fuentes- Noriega et al., 2002b; Rodríguez-Enríquez et al., 2006; Rivero-Müller et al., 2007). Uno de los efectos que se deben conocer de los nuevos fármacos que se utilizarán contra una determinada enfermedad es la toxicidad celular, incluyendo alteraciones en la división celular y daño sobre el ADN, el cual puede desencadenar procesos como apoptosis o necrosis. En este trabajo únicamente se evaluaron aspectos de citotoxicidad, a través de la prueba de viabilidad la cual consiste en la combinación de colorantes fluorocromados, que permiten distinguir las células vivas, que metabolizan el CFDA a un compuesto fluorescente, de las que tienen huecos en la membrana, que finalmente conduce a cambios osmóticos y la muerte de la célula (Strauss et al., 1991; Hartmann y Speit, 1997). En los cuatro donadores y en las cuatro concentraciones empleadas, los valores obtenidos son mayores al 93% (cuadro II); al respecto, algunos autores sugieren que cuando va a ser empleada la electroforesis unicelular en gel, la viabilidad celular no debe estar por debajo del 70% en los grupos tratados con algún agente o droga; lo anterior se realiza como medida para evitar reportar falsos positivos, es decir, que la interpretación de los resultados del daño no sean confundidos con un efecto citotóxico (Hartmann et al., 2001). Los resultados obtenidos de este estudio, no mostraron diferencias estadísticas en la prueba de viabilidad entre el grupo testigo y los tratados con Casiopeína III-ia después de 3 horas de exposición. Estos datos, posiblemente se deben a que las membranas celulares, no son alteradas en tiempos cortos de exposición con esta Casiopeína, sin embargo, se conoce que este compuesto tiene efectos sobre la función mitocondrial (Marín-Hernández et al., 2003). La manera en que las Casiopeínas entran a las células no se conoce, su estructura química se diseñó con la intención de permitirle el libre paso a través de las membranas celulares. Los agentes quimioterapéuticos como los alcaloides, antibióticos, citocalacina D y los agentes alquilantes (mitomicina C y cisplatino), 33 atraviesan las membranas biológicas por dos vías, transporte pasivo y transporte activo; en el primero los compuestos entran por medio de canales iónicos y no se requiere de energía, mientras, en el segundo se requiere de energía y los compuestos pasan por canales iónicos y/o proteínas trasportadoras que responden a estímulos específicos y se abren por lapsos cortos de tiempo (Szchowicz-Petelska et al., 2001; Rodríguez-Mercado, 2006). Otra manera en que algunas drogas entran a las células, es por medio de los liposomas, los cuales tienen una importante actividad en la penetración de células tumorales (Szchowicz-Petelska et al., 2001; Alberts et al., 2002), y esta última, podría ser una posible ruta por medio de la cual, la Casiopeína III-ia cruza la membrana celular, debido a que la Casiopeína III-ia es soluble en agua. Cuando los sistemas biológicos tienen contacto con un agente químico externo (xenobiótico) o bien, cuando un cultivo celular es expuesto a dicho agente, este último puede sufrir biotransformaciones por diferentes enzimas y cambiar la actividad bioquímica de la sustancia dejando productos inactivos o formando metabolitos activos con propiedades toxicológicas. Los efectos tóxicos pueden medirse por diferentes marcadores que detectan cambios a nivel bioquímico, celular, de organismo e incluso poblacional, y a su vez pueden detectar respuestas diferenciales entre poblaciones o entre células del mismo tipo en individuos distintos (Timbrell, 1993). Existen diferentes tipos de marcadores biológicos, los cuales detectan el efecto producido por los xenobióticos desde, poblaciones celulares hasta individuos o poblaciones de personas que pueden ser más vulnerables, o bien, que muestran una respuesta diferente entre poblaciones o entre células del mismo tipo en individuos diferentes (Talmage et al., 1992; Rojas et al., 1996; Rodríguez-Mercado et al., 2003). Los marcadores biológicos son tres, de exposición, de efecto y de susceptibilidad. En los primeros, se requiere saber las concentraciones del xenobiótico o sus metabolitos en células, tejidos, fluidos corporales o excretas, y dan información acerca de los cambios citogenéticas, entre otros parámetros, en los individuos o en los cultivos celulares expuestos (Talmage et al., 1992; Rodríguez-Mercado, 2001). 34 Los marcadores biológicos de efecto son alteraciones a nivel bioquímico, celular o fisiológico que pueden ser asociadas a una enfermedad o deficiencia de salud establecida. Los marcadores de susceptibilidad, están relacionados con la respuesta que un individuo presenta después de la exposición a un xenobiótico, este marcador evidencia diferencias interindividuales e intraindividuales (Talmage et al., 1992; Rodríguez-Mercado, 2001). La prueba de electroforesis unicelular en gel, es un marcador biológico de efecto en estudios in vitro, sin embargo, tambiénse considera un ensayo muy sensible para detectar las diferencias interindividuales, como el daño y la reparación del ADN (Rojas et al., 1996; Albertini et al., 2000; Blasiak et al., 2000; Tice et al., 2000; Rodríguiez-Mercado et al., 2003). Además, los rompimientos en el ADN, son considerados como marcadores importantes de genotoxicidad (Carrano et al., 1988). Como se mencionó antes, la Casiopeína III-ia no mostró toxicidad celular bajo las condiciones experimentales utilizadas, pero sí evidenció rompimientos en el ADN (cuadros III a VI; figuras 3 a 10) desde las 2 horas de tratamiento. También, se puede observar en los donadores A y B (mujer de 22 años y hombre de 32 años, respectivamente) (cuadro III y IV) una mayor sensibilidad a los efectos de la Casiopeína III-ia que los individuos C y D (hombre de 23 años y mujer de 22 años, respectivamente) (cuadro V y VI). Las disimilitudes anteriores, pueden ser causadas por la variabilidad individual como el metabolismo para la transformación de xenobióticos, la capacidad para la reparación del ADN, entre otros factores, tales como nutrición, género, edad, estilo de vida y aspectos neuropsicológicos (Talmage, 1992; Timbrell, 1993; Cortés et al., 2001; Pastor-Benito, 2002; Cuenca y Ramírez, 2004). Un fenómeno importante que puede ayudar a explicar con mayor certeza, las diferencias en las respuestas individuales, respecto a las concentraciones y tiempos empleados, en el daño al ADN, es la hormesis. Una respuesta hormeótica, se describe como el efecto bimodal que exhibe un agente químico (Ellman y Sunstein, 2004). En revisiones realizadas por Calabrese y Baldwin (2002; 2003), en la que se incluyen varios antineoplásicos, se concluye que numerosos agentes químicos y físicos, como la dioxina, fenobarbital, cloruro de cadmio y rayos X o gamma, respectivamente, entre otros, pueden inducir hormesis, provocando efectos adversos 35 en concentraciones altas y benéficos en concentraciones bajas. Esto implica que el mismo agente usado para tratar tumores en concentraciones bajas, también puede ser usado en concentraciones altas provocando el mismo efecto puede provocar toxicidad en concentraciones altas. En los donadores A, B y D, las concentraciones más bajas inducen colas más grandes (cuadro III, IV y VI), lo que parece indicar una respuesta hormeótica, por lo que es conveniente, realizar estudios con concentraciones más bajas a las utilizadas en este trabajo, para aclarar este comportamiento. El porcentaje del número de células sin daño y con daño obtenidos en este trabajo, también pueden mostrar la posible activación de los mecanismos de reparación del material genético (cuadro IV a VI, figura 8 a 10), que es uno de los factores que determinan la respuesta entre individuos. Para el donador B, es evidente que después de 3 horas de tratamiento, el porcentaje de células sin daño se incrementa y el porcentaje en las diferentes categorías de daño disminuye en comparación con los tratamientos de 2 horas (por ejemplo, 1.68 µg/ml de Casiopeína III-ia; figura 8). En el donador C, en la concentración de 4.21 µg/ml (figura 9), se presentan menos células sin daño, en comparación con 2 horas, lo que indica que las células siguen reparando; lo mismo sucede con el donador D, sólo que en las concentraciones de 1.68, 4.21 y 8.42 µg/ml. Lo anterior indica que, los leucocitos del donador B reparan las lesiones inducidas por Casiopeína III-ia, más rápido que los del donador C y que los del D, en concentraciones bajas. Existen diferentes tipos de daño al ADN, como la pérdida y modificación de bases o nucleótidos, el cruzamiento intra- catenario y las rupturas en las cadenas de fosfatos; los cuales son reparados por diferentes mecanismos como, la escisión de bases o nucleótidos, en la cual hay síntesis del material afectado, tomando como molde la cadena no dañada (Moustacchi, 2000; Pfeiffer et al., 2000; Hoeijmakers, 2001, Rodríguez-Mercado, 2006). Es importante resaltar que las alteraciones sobre el ADN, descritas en el párrafo anterior, pueden ser detectados por el ensayo cometa (Collins, 2004) y los resultados obtenidos, reflejan los efectos inducidos por la Casiopeína III-ia a pH>13, 36 como sitios sensibles al álcali, rompimientos de cadena sencilla y/o sitios de reparación por escisión (Rojas et al., 1999; Kassie et al., 2000; Collins, 2004). Pruebas bioquímicas demuestran que, por un lado, la Casiopeína III-ia tiene afinidad por la adenina, entre la bipiridina de la Casiopeína y adenina, y por el otro, entre el acetilacetonato y adenina (Tovar-Tovar et al., 1995; 2004), con lo cual se puede suponer que el daño observado en el ADN de los leucocitos humanos, es producto de la interacción con el compuesto probado. En estudios recientes (Rivero-Müller et al., 2007) se reporta que la Casiopeína IIgly y III-ia, son capaces de incrementar la producción de especies reactivas de oxígeno, por la reducción del Cu, en células de hígado de ratón y L1210 (leucemia murina), efecto que no está relacionado con daño en la membrana plasmática, puesto que Alemón-Medina y colaboradores (2004) no encontraron lipoperoxidación en linfocitos humanos y células HeLa, estudios que respaldan los resultados de la viabilidad y los del efecto sobre el ADN encontrados en este trabajo. A pesar de que las células utilizadas en este estudio se encuentran en fase de G0 y la Casiopeína III-ia tiene como objetivo afectar células cancerígenas, las cuales están en constante proliferación, la comparación entre ambos tipos celulares es válido, ya que el daño al ADN puede producirse en cualquier momento del ciclo celular, ocasionando arrestos en fase de G1, S, G2 o M, tanto de células normales como de células transformadas (Hoeijmakers, 2001). Finalmente, una de las opciones para conocer más la manera en que la Casiopeína III-ia produce sus efectos, es evaluar el daño al ADN en tiempos cortos de exposición y en concentraciones menores, ya que en el trabajo de Florín-Ramírez (2005) se reportó que la Casiopeína IIgly da positivo con el ensayo cometa en concentraciones similares a las empleadas en este trabajo, desde los 20 minutos de tratamiento, en el mismo sistema de prueba, con un comportamiento dosis- y tiempo- dependientes; lo anterior, con el objeto de empezar a diseñar experimentos para elucidar la posible especificidad de estas drogas, no solo respecto a la Casiopeína que será utilizada para determinado tipo de cáncer, sino también, para las dosis empleadas en cada paciente, además de que aportan información valiosa para aplicar las Casiopeínas como quimioterapéuticos en el combate contra el cáncer en los próximos años. 37 8. CONCLUSIONES La Casiopeína III-ia no es citototóxica ya que no produce cambios en la viabilidad celular después de 2 ó 3 horas de tratamiento. La Casiopeína III-ia puede ser considerada un agente genotóxico debido a que induce daño sobre el ADN de leucocitos humanos de sangre periférica expuestos in vitro. La Casiopeína III-ia no mostró respuestas dependientes de la concentración, ni dependiente del tiempo. La Casiopeína III-ia ejerce sus efectos genotóxicos, apartir de la concentración más baja empleada en este estudio. La respuesta interindividual entre los cultivos celulares de los cuatro donadores tratados con Casiopeína III-ia, puede ser atribuida a diferentes factores desde genéticos hasta estilo de vida. 38 .,¡. .,¡. 8. CONCLUSIONES La Casiopeína III-ia no es citototóxica ya que no produce cambios en la viabilidad celular después de 2 ó 3 horas de tratamiento. La Casiopeína III-ia puede ser considerada un agente genotóxico debido a que induce daño sobre el ADN de leucocitos humanos de sangre periférica expuestos in vitro. La Casiopeína III-ia no mostró respuestas dependientes de la concentración, ni dependiente del tiempo.La Casiopeína III-ia ejerce sus efectos genotóxicos, apartir de la concentración más baja empleada en este estudio. La respuesta interindividual entre los cultivos celulares de los cuatro donadores tratados con Casiopeína III-ia, puede ser atribuida a diferentes factores desde genéticos hasta estilo de vida. 38 .,¡. .,¡. 9. PERSPECTIVAS Los datos obtenidos en esta tesis coinciden con los estudios publicados por Alemón y colaboradores (2007) que aportan información acerca de los efectos de la Casiopeína III-ia sobre el ADN de leucocitos humanos normales de sangre completa, sin embargo, es necesario conocer totalmente los diferentes mecanismos de acción de estos compuestos para su posible aplicación como quimioterapéuticos; asimismo, con la metodología del ensayo cometa, se puede profundizar en la comprensión de estos mecanismos, por lo que es recomendable: Evaluar con la misma metodología empleada en esta tesis, la cinética de reparación de las células expuestas en diferentes concentraciones y diferentes tiempos a Casiopeína III-ia, menores o iguales a las aquí utilizadas. Utilizar células trasformadas, tomando en cuenta algunas líneas celulares, tales como HeLa, CaLo, InBl, L1210, AS-30D, así como diferentes estadíos, dada la posible especificidad de las Casiopeínas. Realizar una electroforesis unicelular en gel en condiciones nuetras de pH, para determinar la capacidad de esta Casiopeína para inducir rompimientos de cadena doble de ADN. Así como otras modificaciones para determinar apoptosis o necrosis. 39 10. REFERENCIAS Albertini RJ, Anderson D, Douglas GR, Hagnar L, Hemminki K, Merlo F, Natarajan AT, Norppa H, Shuker DEG, Tice RR, Waters MD y Aitio A. (2000). International Programme on Chemical Safety (IPCS). Guidelines for the Monitoring of Genotoxic Effects of Carcinogens in Humans. Mutat. Res. 463:111-72. Alberts B, Bray D, Lewis J, Raff M, Roberts K y Watson J. (2002). Biología Molecular de la Célula. Tercera Edición, Editorial Omega S.A. España. Alebic-Juretic A y Frkovic A. (2005). Plasma Copper Concentration in Pathological Pregnancies. J. Trace Elements Med. Biol. 19:191-194. Alemón-Medina R, Mendiola-Cruz MT y Breña-Valle M. (2004). 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