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Por: Jesús Márquez Carrillo
Desde el punto de vista polí-
tico, los sesenta en México son 
de gran efervescencia en el 
ámbito regional. Varios caci-
cazgos surgidos en y por el pro-
ceso armado de 1910 empiezan 
a agotarse debido al auge de 
las luchas populares, ya que 
el gobierno de la República 
necesita destruir viejos cotos 
de poder para centralizar más 
aún sus decisiones políticas y 
su providencia económica1.
En Puebla, el cacicazgo 
avilacamachista2 se sostiene 
a pesar del creciente descon-
tento subterráneo, que abar-
caba desde una fracción de la 
burguesía regional moderniza-
dora hasta amplios sectores de 
las masas trabajadoras y otras 
capas marginadas, desemplea-
dos, subempleados, etcétera. 
Con todo, la existencia de orga-
Año 1 No. 19 H. Puebla de Z. a 8 de octubre de 1998
Mitin para anunciar el fin de la huelga. 6 de diciembre de 1968
El movimiento estudiantil 
de Puebla en 1968 
nizaciones cívicas está ausente, 
y el espectro inconforme carece 
de cauces para su expresión.
A su vez, a partir de 1958, la 
directriz del gobierno federal 
fue minarle fuerza a este caci-
cazgo que, en la primera mitad 
de los cuarenta, asociado con 
el poder regional de Gonzalo 
N. Santos, pretendió crear una 
nueva entidad federativa: el 
Estado de las tres huastecas.3 
De esta suerte, en 1959, Adolfo 
López Mateos comisionó al
1 A título de ejemplo, habría que señalar el movimiento navista en San Luis Potosí contra el cacicazgo de Gonzalo N. Santos; la lucha de los 
estudiantes en Guerrero por conquistar la autonomía universitaria y contra el cacique Leobardo Reynoso. Cfr. Tomas Calvillo, “Manuscrito 
hallado en San Luis”, en El Buscón, Letrofilia, año II, Vol.2. marzo-abril de 1984, pp. 105-162; Octaviano Santiago Dionicio, El Movimiento 
estudiantil guerrerense, Chilpancingo, Cuadernos de la FEUG. Serie Movimiento Estudiantil, 1981, p. 64.
2 Denomino cacicazgo avilacamachista a una forma de integración y articulación histórica totalizante de la realidad poblana que aparece 
constituyéndose en 1929 y perdura hasta 1973. Dicha forma se caracteriza por la íntima alianza entre un reducido grupo político, la burguesía 
regional y la Iglesia, en combinación con el férreo control corporativo de las organizaciones sociales en el partido de la revolución y un número 
importante de instituciones de la sociedad civil, tales como los medios informativos y la Universidad.
3 Todavía en 1950 un grupo de teziutecos propuso la creación de un nuevo estado que llevaría el nombre de Ávila o Zaragoza. Cfr. Francisco 
Arámburu Llaguno, “Historia de la ciudad de Teziutlán”, Revista Sierra Norte de Puebla, núm. 5, 31/VIII/1959, p. 2; entrevista Jesús Már-
quez-doctor Rafael Campos, Teziutlán, 23/VI/1980; entrevista Jesús Márquez - doctor Manuel Lara y Parra, Puebla, 14/IV/1985.
2
Foto proporcionada por el Lic. Jorge Sánchez Zacarías
Partido Popular de Vicente 
Lombardo Toledano para que 
le rindiera un informe, lo más 
amplio posible, acerca de los 
Ávila Camacho4.
Por otro lado, desde 1958, 
los estudiantes liberales inicia-
ron una lucha por transformar 
el contenido confesional de la 
enseñanza que se impartía en la 
UAP, pero sin obtener resulta-
dos halagüeños5. Tres años más 
tarde, el creciente descontento 
de las capas medias (organiza-
das en el efímero Comité Cívico 
de Acción Social)6, la lucha de 
los estudiantes liberales y pro-
gresistas en las escuelas7 y una 
crisis interna de la masonería8, 
se conjugaron en el momento 
que la derecha radical tra-
taba de influir nacionalmente 
para que el régimen de López 
Mateos (1958-1964) cambiara 
su actitud hacia la Revolución 
Cubana. Así, una marcha estu-
diantil en la ciudad de Puebla 
contra la invasión yanqui a 
Bahía de Cochinos fue el pre-
texto definitivo: la ofensiva en 
contra de “los agitadores comu-
nistas incrustados en la Univer-
sidad” se desató. Frente a esta 
campaña los estudiantes libera-
les no tuvieron más camino que 
pronunciarse por el respecto 
irrestricto del Artículo Tercero 
Constitucional en la máxima 
casa de estudios y por la desa-
parición del Consejo de Honor, 
una especie de junta que regía 
los destinos de la Universidad.
El movimiento, sin embargo, 
trascendía los marcos universita-
rios. Entre el 25 de abril y el 30 de 
agosto de 1961, el mosaico de fuer-
zas interactuantes en el cuerpo 
social toma partido y se polariza. 
La Universidad se convierte en 
caja de resonancia de la sociedad 
y sus conflictos9. Esta situación 
genera una doble lucha: se trata 
de transformar el mayor centro de 
estudios estatal, pero también de 
definir las relaciones legítimas de 
éste con los actores y fuerzas socia-
les circundantes y el Estado.
Durante los sesenta, los uni-
versitarios discutieron varias 
opciones y proyectos implícitos. 
Los militantes del Partido Comu-
nista, activos desde 1952, aunque 
en minoría, estuvieron presentes. 
Después de 1968, tras el impacto 
del movimiento estudiantil, las 
fuerzas de izquierda —con el 
Partido Comunista a la cabeza— 
comenzaron a perfilarse como 
hegemónicas en la UAP.
4 Entrevista Jesús Márquez-doctor Rafael Campos, Teziutlán, 23/VI/1980.
5 Enrique Cabrera, Génesis política de la reforma universitaria, Ms.; “Y detrás de Puebla”, Política Vol. 2 núm. 26, 15/V/1961, p.8.
6 Consúltese al respecto el periódico La Opinión y El Sol de Puebla durante la primera quincena de abril de 1961. “El objetivo es agitar”, 
Tiempo, Vol. 39, núm.992, 8/V/1961 pp. 13-14.
7 Cfr. “Triunfo de los liberales”, Tiempo. Vol. 38, núm. 989, 17/IV/1961,pp.22-23.
8 A mediados de los cincuenta militaban también en la masonería poblana miembros de lo que sería el Frente Universitario Anticomunista 
(1954-1964). Entre finales de 1960 y principios de 1961 los liberales se impusieron en las logias, vislumbrando en la Universidad un campo 
propicio para dar la batalla. Cfr. Cuadro lógico de la Resp.. Log....Simb... Emancipadas de Puebla 27 número 60 jurisdiccionado de la muy 
Gran log... Valle de México, 1952-1953 Puebla, Pue.
9 Jesús Márquez, El Movimiento estudiantil de 1961, Ms.
Tlatelolco 68
Tenemos Secretarios de Estado
capaces de trasnformar la mierda 
en esencias aromáticas, diputados y 
senadores alquimistas, lideres
ineflables, chulismos,
un tropel de putos espirituales
enarbolando nuestra bandera
gallardemente.
...
Aquí no ha pasado nada.
Comienza nuestro reino.
...
Las mujeres, de rosa,
los hombres, de azul cielo,
desfilan los mexicanos en la unidad
gloriosa
que construyen la patria de nuestros 
sueños.
Jaime Sabines
3
Las fuerzas liberales y progresistas como 
resultado del fuerte movimiento popular—
estudiantil de 1964, salieron fortalecidas10.Al 
mismo tiempo, la actitud de los gobiernos del 
estado y la federación hacia la Universidad fue 
reticente. El rector, doctor Manuel Lara y Parra, 
falto de sostén entre los grupos que lo habían 
apoyado en la concreción de las primeras refor-
mas académicas, producto del movimiento 
estudiantil de 1961, renunció en septiembre de 
1965 muy a pesar de su interés por influir en la 
vida cultural poblana desde la Universidad11.
Este hecho hizo posible que el nuevo rector, 
doctor José F. Garibay Ávalos, ligado a las pre-
tensiones oficiales de ejercer un dominio directo 
sobre la Universidad, adoptara un conjunto de 
medidas tendientes a reducir la influencia de 
los desarticulados grupos liberales, logrando el 
control del Directorio Estudiantil Poblano, una 
genuina organización formada al calor de la 
lucha popular estudiantil de 196412.
En el Consejo Universitario, se eliminó a 
consejeros opositores y, por si fuera poco, fue-
ron destituidos dos directores de escuela y 
varios maestros13.
Debido al permanente hostigamiento, los gru-
pos de izquierda en la segunda mitad de 1966 —
Foto proporcionada por el Lic. Jorge Sánchez Zacarías
encabezados por las juventudes comunistas— se 
organizaron en el Movimiento 13 de marzo, y la 
sección local de la Confederación de Estudiantes 
Democráticos (CNED) pasó a oponersea través 
de un Comité de Lucha Estudiantil, a la política 
de la rectoría. En respuesta, los seguidores de 
ésta, destruyeron las escuelas de Físico-matemá-
ticas, Economía y la Preparatoria Benito Juárez. El 
enfrentamiento estudiantil fue a esas alturas, coti-
diano. Por último, a mediados de 1967, renunció 
el rector14, pero ninguna de las fuerzas enfrenta-
das pudo hacerse cargo de la dirección univer-
sitaria. Por ello la salida que propuso el Consejo 
Universitario fue el gobierno de una Junta Admi-
nistrativa, cuya virtud fuera su papel de equili-
brio15. Una solución que permaneció hasta 1972. 
Entre 1967 y 1969 los estudiantes democráticos 
sostendrán una lucha activa, a veces cuerpo a 
cuerpo, en contra del pandillerismo. Desde luego, 
existían varias fuerzas sustentadas en el pandille-
rismo, con vínculos en el gobierno y su aparato 
partidario16. Una de ellas mantuvo su fuerza de
10 Cfr. Nora Gatica Krug, “La revuelta popular de octubre de 1964 en Puebla” en Boletín de Investigación del Movimiento Obrero. ICUAP 
- CIHMO, núm. V, marzo de 1985, pp. 29-52.
11 Entrevista Jesús Márquez - doctor Manuel Lara y Parra, Puebla, 4/V/1985.
12 “Ficha Cero, Cero, Cero”, en 2010 Nueva Universidad, Nueva Bohemia Poblana, núm.000, marzo de 1986, p.8.
13 Cfr. Alfonso Vélez Pliego, “La sucesión rectoral, las lecciones de la historia y las tareas actuales del movimiento universitario democrático”, 
Crítica, revista de la UAP, Año I, núm. 1, oct-dic. 1978, pp.65-66.
14 Alfonso Vélez Pliego, Op. cit., p. 66-67.
15 ASGUAP, Actas del Consejo Universitario. Sesión del 27/VII/1967.
16 Cfr. “Culpan del zafarrancho al gobernador”, Excélsior, 12/VII/1968, pp. 1, 3.
Divergencias estudiantiles
4
apoyo en la Escuela de Medicina y las escuelas pre-
paratorias, sobre la base de un discurso liberal17.
En junio de 1968 comenzó la lucha por el control 
del Directorio Estudiantil Poblano entre las fuer-
zas democráticas contra las agrupadas en el Frente 
de Reforma Universitaria y los, como se ha dicho, 
grupos vinculados con el gobierno de ese tiempo . 
Estos últimos rechazaron por separado a los “agi-
tadores al servicio de la CNED”, que pretendieron 
entregar la Universidad a personas extrañas18.
Las elecciones convocadas para el 13 de julio, 
fueron suspendidas por la agresión que sufrie-
ran las corrientes auto denominadas democrá-
ticas a manos de los grupos oficiales.
Dos días antes de los comicios, los estudian-
tes democráticos se dirigían a la casa del oficial 
mayor de la UAP, para protestar por los atrope-
llos que cometiera la planilla Trébol Círculo Azul 
en la Preparatoria Diurna, cuando desde la resi-
dencia de dicho funcionario, un grupo dirigido 
por Ernesto Santillana respondió con tiros a los 
gritos y piedrazos. El resultado fué un muerto y 
nueve lesionados con armas de fuego. Enardeci-
dos por la agresión sufrida, los democráticos sitia-
ron la casa; la policía intervino para proteger a los 
moradores, ocultó las armas y se negó a informar 
sobre el paradero de los líderes19. Once catedráti-
cos y miembros del Consejo Universitario mani-
festaron que el único responsable del gansterismo 
estudiantil era el gobierno por proporcionar sub-
sidios y prebendas a los miembros del Directorio 
y a los líderes estudiantiles de todas las facciones. 
Pidieron incluso que “desaparezca el Directorio 
porque en realidad ni representa a los estudiantes 
universitarios, ni sirve de algo positivo a la insti-
tución, además de que se presta para que se ejerza 
un control extrauniversitario sobre los elementos, 
so pretexto de que con ello se logra manejar el 
estudiantado a voluntad”20. Asimismo, el Con-
sejo Universitario en sesión extraordinaria (11/
VII/1968) acordó suspender en sus derechos uni-
versitarios a los 61 detenidos por la policía como 
presuntos responsables de las agresiones; deman-
dar del gobierno la aplicación estricta de la ley y 
suspender las elecciones del Directorio en espera 
de que las asambleas estudiantiles determinaran 
su futuro21. El Oficial Mayor de la UAP fue sus-
pendido de su cargo el día de los hechos.
Sin embargo, el conflicto persistió por más de 
un año, lapso en el que comenzaron a fortalecerse 
las posiciones de izquierda y a incidir en la idea de 
conformar un nuevo proyecto de Universidad22. 
Desde luego, esto no hubiera sido posible 
con la misma rapidez sin la explosiva situación 
regional y el impacto de Tlatelolco, fin de una 
larga lucha en los sesenta (Guerrero, 1960; Pue-
bla, 1964; Morelia, 1966; Sonora, 1967; Tabasco, 
1967) por el ejercicio pleno de la Constitución y 
las libertades políticas.
17 Arturo Santillana (1938) siendo estudiante de medicina fue campeón internacional de Oratoria (1959) por sus discursos “La crisis de los va-
lores” y “La función de las universidades de la América Latina”, pronunciados en Jalapa y Guadalajara, respectivamente. Valiéndose entonces 
de su prestigio, entre 1959 y 1961, reunió a varios estudiantes para oponerse a la enseñanza clerical en la UAP. El grupo se mantuvo activo en 
los sesenta, aún cuando sus bases de apoyo para 1968 eran escasas. En 1970 persistía en Medicina.
18 De hecho, se referían a Joel Arriaga, Alfredo Romero Palma, Román Salazar, Jorge Fernández, Celso Peña y Julio Reyes Caballero, entre 
otros. Véase la prensa local del 26 de junio al 7 de julio. “Tildan a un grupo estudiantil de agitar a la Universidad”, El Heraldo de México en 
Puebla, 28/VI/1968, p. 1;
19 “Sangriento disturbio estudiantil en Puebla”, Excélsior 11/VII/1968, la 13ª; “Sentido sepelio del estudiante asesinado. Enérgica condena 
contra pistoleros”, La Opinión, 13/VII/1968, pp. 1, 5; “Culpan del zafarrancho al Gobernador”, Excélsior, 12/VII/1968, pp. 1,3.
20 “Castigarán a los que mataron al estudiante”, El Heraldo de México, 12/VII/1968, p. 1A, 9A; “El Consejo Universitario se avoca a los 
acontecimientos”, El Sol de Puebla, 12/VII/1968, pp. 1, 3; El Heraldo de México, 13/VII/1968, pp. 1A, 5A.
21 ASGUAP, Actas del Consejo Universitario. Sesión 11/VII/1968.
22 “Severa autocrítica”, La Voz de Puebla, 1/VIII/1969, p. 1.
Diario Oficial
Por decreto presidenciasl: el peublo no existe.
El peublo es útil para habalr en banquetes:
«Biendo por el pueblo de México»
«Brindo por el pueblo de los Estados Unidos»
...
También sirve le pueblo para otros menesteres
literarios,
escribir el cuento de la democracia,
publicarf la recista de la revolución
hacer la crónica de los grande sideales.
...
 El pueblo es una entidad pliscuamperfecta,
generosamente abstracta e infinita.
Sirve también para que jóvenes idiotas
aumenten el área de los panteones
o embaracen las cárceles
o aprendan a ser ricos.
...
Lo mmejor de todo lo ha dicho el señor Ministro.
«Con el peublo me limpio el culo.»
He aquí lo máximo que puede llegar hacer el pueblo:
un rollo de papel higiénico
para escribir la historia contempóranea con las uñas.
Jaime Sabines
5
La participación y el apoyo 
de los estudiantes poblanos al 
movimiento estudiantil popu-
lar de la ciudad de México (23/
VII-2/X/1968)23 fue inmediato, 
y el 30 de julio, en protesta por 
la toma que las fuerzas arma-
das hicieran de la escuela pre-
paratoria de San Ildefonso (30/
VII/1968: 0:40 A.M.), la escuela 
Preparatoria Nocturna, la 
Escuela de Economía y los dos 
colegios de la Escuela de Filo-
sofía y Letras, suspendieron 
sus actividades24.
Después, cuando el 8 de 
agosto el Consejo Nacional 
de Huelga (CNH) emitió su 
pliego petitorio, los comités 
de lucha de las escuelas de 
Derecho y Ciencias Sociales, 
Filosofía y Letras, Preparatoria 
Diurna, Economía y activistas, 
se dedicaron a difundirlo entre 
los habitantes de Puebla25. 
Hicieron pintas de apoyo; asis-
tieron a marchas...y estuvieron 
presentes en el movimiento.
El 4 de septiembre, para evi-
tar que el sinarquismo y los 
panistas encauzaran en su favor 
supuestos agravios a la bandera 
y a la catedral ocurridos en la ciu-
dad de México26, los estudiantes 
organizaron un mitin en la ciu-
dad de Puebla “parainformar al 
pueblo”. En el edificio Carolino 
hubo carteles de apoyo y desde 
sus balcones, con magnavo-
ces, se avisó y se brindó la más 
amplia solidaridad. Funcionó 
también un Comité de Huelga27.
Las autoridades de la UAP 
desaprobaron estos actos y urgie-
ron a los líderes del movimiento 
para que la Universidad vol-
viera a la calma28. Por su parte, el 
ímpetu de la lucha en la ciudad 
de México decreció. Hasta el 18 de 
septiembre pocos e impuntuales 
delegados asistieron a las sesiones 
del CNH. Las protestas y manifes-
taciones también descendieron.
En este marco, el 19 de sep-
tiembre los poblanos se des-
pertaron con la noticia de que 
habían sido invadidas (18/
IX-1/X/1968) por el ejército 
las instalaciones de la UNAM. 
Catedráticos, estudiantes y 
empleados condenaron de 
igual forma el atentado.
23 El mejor testimonio colectivo sobre esta lucha sigue siendo La Noche de Tlatelolco, México, Ediciones Era, 1971, 281 p.
24 “Llamado de la Junta de la Universidad”, El Sol de Puebla, 4/IX/1968, p.1.
25 El pliego petitorio tuvo seis puntos: 1) Libertad de todos los presos políticos; 2) Derogación del Art. 145 del Código Penal Federal, concer-
niente al delito de disolución social; 3) Desaparición del cuerpo de granaderos; 4) Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto, Raúl Mendiola 
y A. Farías; 5) Idemnización a los familiares de todos los muertos y heridos desde el inicio del conflicto, y 6) Deslindamiento de responsabili-
dades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos. Desplegado El Día 13/IX/1968.
26 El 27 de agosto, más de 300 mil personas habían marchado del Museo Nacional de Antropología e Historia al Zócalo. Dos estudiantes de 
Medicina, con permiso del P. Jesús Pérez habían repicado las campanas de la Catedral, y en el asta del zócalo otros estudiantes habían izado 
una bandera rojinegra.
27 “Estudiantes universitarios realizaran hoy un mitin”, Novedades, 4/IX/1968; “Manifestación y mitin estudiantil anoche”, La Opinión,
5/IX/1968; “Mitin estudiantil en la UAP”, La Opinión 6/IX/1968.
28 “Llamado de la Junta de la Universidad” El Sol de Puebla 4/IX/1968, p.1.
Participación en 
los sucesos de 1968
6
El Consejo Universitario, 
bajo la presidencia de la Junta 
Administrativa, se reunió y 
acordó exigir al gobierno fede-
ral la devolución inmediata de 
los recintos universitarios y 
la libertad de los detenidos a 
causa del movimiento; la socie-
dad poblana se polarizó29.
Para los estudiantes de 
izquierda fueron días de intenso 
activismo político. Manifesta-
ciones. Fe en el triunfo. Ausen-
cia, es cierto, de demandas 
académicas. ¿Cómo enarbolar-
las sin conseguir antes las liber-
tades políticas, usurpadas por 
el poder? Luego, la intolerancia 
represiva de Tlatelolco, la dolo-
rosa masacre física y moral, el 
entrañable dolor que no puede 
ser descrito.
El 3 de octubre, en protesta 
contra el régimen, los estudian-
tes poblanos tomaron la calle y 
lo denunciaron. Fue la última 
manifestación tolerada a corto 
plazo. A partir del día 5 quedó 
prohibida “toda clase de mani-
festaciones y actos públicos estu-
diantiles” en la ciudad30. “Por 
eso—dirá el comandante de la 
XXV Zona Militar, general Euse-
bio González,—se han girado 
instrucciones a todos los desta-
camentos militares y defensas 
rurales en el estado, para que 
cooperen con las autoridades 
municipales y les otorguen todo 
su apoyo para evitar la reali-
zación de actos sediciosos”31. 
Hasta el día 10 el ejército, en 
coordinación con otros “cuerpos 
del orden”, impidió mítines en 
Chiautla, Izúcar de Matamoros, 
Atlixco, Ciudad Serdán y Huau-
chinango. En esta última ciudad 
un grupo de diez activistas, pro-
venientes del D.F., fue aprehen-
dido y deportado a la capital 
de la República. Había órdenes 
precisas de que se entregaran de 
inmediato todos los elementos 
subversivos a las autoridades 
judiciales del DF32.
Memorial de Tlatelolco
¿Quien? ¿Quiénes? Nadie.
Al día siguiente
nadie.
...
La plaza amaneció barrida; los 
periódicos 
dieron como noticia principal
el estado del tiempo.
Y en la televisión, en el radie,
en el cine
no hubo ningún cambio
de programa
ningún anuncio intercambiado ni un
minuto de silencio en el banquete.
...
(Pues prosiguió el banquete)
Rosario Castellanos
29 “Declaración del H. Consejo Universitario”. Sesión del 19/IX/1968.
30 “Prohiben manifestaciones”, La Opinión, 5/IX/1968, p.1; “Garantizan la paz, aquí factible que no se realicen manifestaciones”, Novedades, 
4/X/1968.
31 “Si es necesario actuará el ejército con energía”, Novedades, 11/X/1968, p.1.
32 Conforme a esta política, el 4 de octubre fue hecho prisionero el arquitecto Joel Arriaga, catedrático de Preparatoria y alumno de Economía. 
Siguieron, entre ellos, Federico López Huerta, consejero universitario de la Escuela de Derecho, y José Luis Victoria, alumno consejero por 
la Escuela de Economía. Véanse Papeles de Joel Arriaga Navarro, “Arquitecto poblano fue aprehendido antenoche”, La Opinión, 6/X/1968.
7
Las Olimpiadas deberían transcurrir en la más 
completa “tranquilidad pública”33. Llenar las 
cárceles era para el gobierno problema de poca 
monta; concentrar la oposición, vencerla, resul-
taba teóricamente un tanto fácil.
Muy a pesar de este clima intimidatorio 
y represivo, el CNH (sección Puebla) man-
tuvo paralizada a la Universidad hasta el 6 de 
diciembre. Ese día la mayor parte de las escue-
las, excepto Leyes y Filosofía y Letras, votaron 
por levantar la huelga. De la misma manera, el 
CNH acordó transformarse en Comité Nacional 
de Lucha y mantener sus demandas: libertad a 
todos los presos políticos del país; entrega de los 
subsidios estatal y federal retenidos injustificada 
y arbitrariamente; cese a toda represión, puesto 
que las actividades que “hemos desarrollado y 
seguiremos empleando, siempre han sido pací-
ficas y de ello da testimonio el mismo pueblo”. 
En fin, el CNH anunció que los estudiantes for-
marían brigadas de ayuda social y politización 
para la “gente de la ciudad y del campo”.34
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE PUEBLA
Rector: Enrique Doger Guerrero Secretario general: Guillermo Nares Rodríguez
Tiempo Universitario
Director: Alfonso Yáñez Delgado, Diseño Gráfico: Ileana Gómez Torres, Cordinador de textos: Humberto Sotelo Mendoza, Captura: 
Luz María Muñoz Díaz. Tiempo Universitario es una publicación del Archivo Histórico Universitario. Aparece quincenalmente. 
Impreso en: Editorial Mundocolor Gráfico. El costo por ejemplar de 8 páginas es de ochenta centavos. Tiraje: Veinte mil ejemplares. 
Esta publicación se puede adquirir gratuitamente en el tercer patio del edificio Carolino, 4 Sur 104, Puebla, Pue. tel.: 32-74-79 con Flora 
Alarcón. Se aceptan colaboraciones de investigacion sobre colaboraciones de investigación sobre la vida universitaria.
e-mail: cs00716@siu.cen.buap.mx
Distribución Gratuita
Fe erratas
En la página 6 del número 18 el pie de fotografía 
coresponde a:
Segunda Reunión Extraordinaria de las ANUIES, en la Universidad 
Autónoma de San Luis Potosí, 9 de julio de 1998 y no se como 
se imprimió; por ese motivo la Dirección ofrece 
a nuestros lectores disculpas dejando establecido 
que esta errata sólo es atribuible a la empresa que 
imprime la Gaceta Histórica.
No consta en actas
Tlatelolco 1521 y 1968 (fgto)
(danzón dedicado)
—aquí tejones— les dijo el coronel
de granaderos.
DO-RE-MI-FA-SOLdados. Qué madriza.
Danzón dedicado a los 
chavos estudiantes.
...
Tú tienes sólo una leve dolencia. Es cierto,
no hubo nada entre ambos y cómo te amo:
déjame ser tu amigo,
si acaso
tu tristeza
o si prefieres
tómame
como hermano.
A ti que me hiciste hablar
sin haberme conocido,
¿de que materia fuiste, que las balas
no destruyeron tu belleza?
Juan Bañuelos
33 “Prohibición de efectuar mítines en todo el Estado”, La Opinión, 10/X/1968; “Mítines y manifestaciones las impedirá el ejército”, El Sol 
de Puebla, 10/X/1968; p1. 1,6; “Si es necesario actuará el ejército con energía”, Novedades, 11/X/1968.
34 “Fue arriadala bandera de huelga en la Universidad”, La Opinión, 6/XII/1968; “Hoy a las 17:30 horas terminará el paro en diez escuelas 
de la UAP”, El Sol de Puebla, 6/XII/1968; “Hoy a las 17.30 terminará la huelga en la UAP”, El Heraldo, 6/XII/1968.
la más trepadora de sus infusiones, explicaba el 
señor Pasita, que así la llamó porque quien la 
bebía, al poco rato de haberla tomado, daba un 
salto para atrás y quedaba ebrio sobre el suelo.
Al servir las copas el señor “Pasita”, decía 
al cliente un verso de su cosecha, generalmente 
dístico. A los estudiantes les dedicaba el verso, 
según la escuela a la que asistían:
A todo buen galeno,
Con pasita lo enveneno.
¿Odontología?
Pasita todo el día.
A todo buen abogado,
Con pasita lo he ahogado.
Si los exámenes quiere aprobar,
Pasita debe tomar.
El alumno y el jurado
Pasita siempre han tomado.
También sus clientes compusieron versos 
a “La Pasita”. El licenciado Pastor, en 1930, le 
escribió esta cuarteta:
Pasita todo aquel que la toma
ningún accidente tema,
ni la lumbre le quema,
ni tiene hambre aunque no coma.
En la época de exámenes, a quien le llevaba 
su boleta con un diez de calificación, le obse-
quiaba a elección del estudiante: diez pesos, 
una botella de pasita o una tanda de copas.
Al principio fueron pocas las boletas con cali-
ficación de diez que le llevaron, pero a medida 
que transcurrió el tiempo, los muchachos al pare-
cer se aplicaron más y obtuvieron muchos die-
ces, lo que originó que el señor Pasita se sintiera 
satisfecho por estimular el aprovechamiento de 
los estudiantes con buenos resultados. En una 
ocasión en el transcurso de tres días, un estu-
diante le llevó siete boletas con sendos dieces. 
Pagó religiosamente lo que tenía ofrecido, pero 
pareciéndole raro, fue a comprobar los datos 
con el licenciado Eugenio Andraca Malda, ofi-
cial mayor de la Universidad, enterándose que 
las boletas que le presentó el al parecer aventa-
jado estudiante, eran falsas.
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* Tomado de Anecdotario estudiantil. Vol. I. Ed. BUAP 1985.
Es en el otoño, precisamente el 10 de octubre, 
cuando los alumnos del Colegio del Estado, 
después Universidad, celebramos nuestro dia-
blo por ser el día del estudiante.
Todos los festejos, baile anual, competencias 
deportivas, publicaciones festivas y otras acti-
vidades los organizaba la Directiva de la Agru-
pación de Estudiantes del Colegio, después 
convertida en Federación. En el caso de los con-
cursos se premiaba a los vencedores con una 
botella de la conocida toxina y veneno barato “La 
Pasita”; hasta la fecha se encuentra establecida 
en la esquina que forman las calles 5 oriente y el 
callejón de Los Sapos con frente hacia el jardín.
En 1916 la adquirió Emilio Contreras. Pri-
mero se llamó “La Guadalupana”, después 
“El Gallo de Oro” y finalmente la bebida que 
alcanzó fama le dio su nombre definitivo y el 
negocio se llamó “La Pasita”. El señor Contre-
ras a quien muchos llamaron “señor pasita”, fue 
tenor (cantó en multitud de zarzuelas), revolu-
cionario, defensor del Puerto de Veracruz en la 
invasión norteamericana de 1914, comerciante 
y terminó sus días atendiendo “La Pasita”.
Su clientela estuvo formada principalmente 
por estudiantes, posiblemente por la cercanía 
con el Colegio del Estado, después Universi-
dad y porque los licores que servía fueron y 
siguen siendo hasta la fecha baratos y por ello, 
al alcance de los recursos de los estudiantes.
Escribió unas memorias, que publicó su 
esposa y en ellas anota como asiduos concu-
rrentes a su negocio a Juan Andraca Malda, Joa-
quín de la Cadena, Juan Alanís, Víctor y Miguel 
Angel Tejada, Pablo Solís y al “Che Bustos”. No 
comprendo como pudo olvidar al Calancocho.
La bebida llamada la pasita, es una infusión 
de ciruela-pasa. El señor Contreras la servía 
en una copa y dentro de ella además del licor, 
prendidos de un palillo, un pedazo de queso 
de cabra y una ciruela-pasa de las que le habían 
servido para confeccionar la infusión.
Además de la pasita, vendía coñac “bolier” 
(tejocote), sangre de diablo, limón, china poblana 
(la servía en una copa grande con licores de dis-
tintos colores que no se revolvían, y que semejan 
la falda de la China Poblana) el “salta pa tras”, 
Día del estudiante*
Por: Armando Romano Moreno

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