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UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Jurado Asignado: Presidente Dr. Enrique Merino Pérez Vocal Dra. Tzvetanka Dimitrova Dinkova Secretario Dr. Jun Miranda Rios Suplente Dr. José Luis Reyes Taboada Suplente Dr. Jesús Valdés Flores CONTENIDO RESUMEN 1 ABSTRACT 2 INDICE 3 ABREVIATURAS UTILIZADAS 6 I. INTRODUCCION 7 A. Las Plantas y el estrés por déficit hídrico 7 B. Regulación de la expresión genética por RNAs pequeños 10 C. Silenciamiento de genes por RNAs pequeños de interferencia (siRNA) 11 C.1. Mecanismo de Co‐supresión 11 C.2. Mecanismo de silenciamiento por RNAs que actúan en trans (tasiRNAs) 15 C.3. Mecanismo de defensa anti‐viral 18 D. Silenciamiento de genes por microRNAs 22 II. HIPÓTESIS 29 III. OBJETIVO GENERAL 29 III.1 Objetivos Particulares 29 IV. RESULTADOS 30 E. Tratamientos de estrés en plántulas de frijol. 30 F. Construcción y análisis de bibliotecas de RNAs pequeños. 31 G. Análisis de miRNAs conservados y nuevos candidatos en Phaseolus vulgaris 34 H. Análisis de dos RNAs pequeños clonados e identificación de sus mensajeros blanco. 35 H.1 Un nuevo microRNA conservado en leguminosas. 35 I. El pvu‐miRRH18 es un miRNA*. 40 J. Probables mRNAs regulados por pvu‐miRRH18/miR482*. 44 K. Pvu‐small RNA‐1, una historia de sequía. 45 L. Biogénesis de pvu‐sRNA‐1. 45 L.1. Fosforilación del extremo 5’. 45 L.2. Metilación del extremo 3’. 46 M. Dependencia de DCL‐1 en su procesamiento. 46 N. Acumulación de pvu‐sRNA‐1 como un miRNA o un siRNA en la infección por Potyvirus. 47 Ñ. ¿Existe un pre‐miRNA de pvu‐RNA‐1? 49 O. Acumulación diferencial del pvu‐sRNA‐1. 54 P. Análisis de los probables mensajeros blanco de pvu‐sRNA‐1 56 Q. Ensayos para conocer la función del pvu‐sRNA‐1. 64 Q.1. Transformaciones estables en Hairy roots con un gen reportero susceptible a pvu‐sRNA‐1. 64 Q.2. Transformaciones transitorias del gen reportero susceptible a pvu‐sRNA1 con el Pre‐artificial‐miR‐sRNA1 (a‐miR‐1). 66 V. DISCUSIÓN 69 R. Obtención de material biológico, construcción y análisis de bibliotecas de RNAs pequeños. 69 S. Análisis de miRNAs conservados en Phaseolus vulgaris 70 T. Análisis de dos RNAs pequeños clonados e identificación de sus mensajeros blanco. 71 T.1. Un nuevo microRNA conservado en leguminosas. 71 T.2. El microRNA‐RH18 es un miRNA* y los probables mensajeros regulados por pvu‐miRRH18/miR482*. 73 U. Pv‐small RNA‐1, una historia de sequía. 75 U.1. Biogénesis de Pv‐sRNA‐1. 75 U.2 Patrones de expresión de pvu‐sRNA1 76 U.3. Probables mensajeros blanco y ensayos para conocer la función de pvu‐sRNA‐1. 77 VI. CONCLUSIONES 80 VII. PERSPECTIVAS 81 VIII. MATERIALES Y MÉTODOS 82 Cultivo de plántulas 82 Plántulas de frijol 82 Plántulas de Arabidopsis thaliana y Nicotiana tabacum 82 Cultivo de diferentes leguminosas y monocotiledoneas. 83 AISLAMIENTO DE RNAs PEQUEÑOS 83 Purificación de RNA. 83 Construcción de bibliotecas de RNAs pequeños. 84 IDENTIFICACION DE RNAs PEQUEÑOS 85 Electroforesis de RNAs pequeños en geles de poliacrilamida desnaturalizantes al 15%. 85 Electroforesis de RNAs pequeños en geles de poliacrilamida desnaturalizantes al 20%. 85 Marcaje de sondas 86 Ensayos tipo Northern blot para microRNAs 87 Ensayos de defosforilación 87 Ensayos de β‐eliminación 87 Ensayos de 5’RACE modificado 88 TRANSFORMACION EN DIFERENTES PLANTAS 89 Transformación transitoria en Nicotiana benthamiana por Agrobacterium tumefaciens (PGV2260/C58) 89 Transformación en raíces aéreas de Phaseolus vulgaris por Agrobacterium rhizogenes (K599) 90 Infección por Virus del Mosaico Común de Frijol (BCMV) 90 Vectores utilizados 91 Tabla de oligonucleótidos utilizados 91 BIBLIOGRAFÍA 95 RESUMEN Los RNAs pequeños de plantas son conocidos con los nombres de RNAs de interferencia (siRNAs) y micro RNAs (miRNAs), estos son secuencias de 21-24 nucleótidos que participan en el silenciamiento de la expresión genética, ya que pueden guiar eventos de silenciamiento transcripcional (Allshire, 2002) o bien, modular la traducción o estabilidad de un transcrito (Lee et al., 1993). Este último proceso se conoce como silenciamiento de genes postranscripcional (PTGS). Las plantas han desarrollado múltiples mecanismos de regulación de genes para contender con las condiciones de un día común de desarrollo, como son el riego/sequía, frío/calor, luz solar/oscuridad, infección por bacterias/virus etc. En los últimos años se ha explorado la participación de los RNAs pequeños en los procesos de desarrollo y morfogénesis de hojas y flores, así como en el déficit de fósforo y sulfato en el medio. En este proyecto de investigación se estudiaron a los miRNAs presentes en Phaseolus vulgaris (frijol), los cuales incluyen a miRNAs conservados y nuevos, así, como los probables mensajeros blanco regulados por estos miRNAs. De los nuevos miRNAs encontrados, se caracterizaron dos, incluyendo sus patrones de expresión y su conservación en otras especies. Todo este trabajo fue realizado para conocer su contribución en la respuesta a déficit hídrico por limitación de agua y conocer los mecanismos que provocan el desarrollo de estrategias por parte de las plantas para lograr su supervivencia y un buen funcionamiento ante este estrés. ABSTRACT The small interfering RNAs (siRNA) and micro RNAs (miRNA) are 21-24 nucleotide sequences involved in the silencing of gene expression, including events that can guide transcriptional silencing (Allshire, 2002) or modulate the translation or stability of a transcript (Lee et al., 1993). The later process is known as postranscriptional gene silencing (PTGS). Under normal conditions, plants have to contend with variations during commun developmental day, such as irrigation / drought, cold / heat, sunlight / darkness, infection by bacteria / virus etc. In recent years the involvement of small RNAs in development and morphogenesis of different plant organs has been explored, as well as under deficit of phosphorus and sulfate in the medium. In this research project we studied the miRNAs present in Phaseolus vulgaris (common bean), and their contribution in response to water deficit. miRNA mechanisms may be involved in the development of strategies that ensure their survival and proper functioning during stressful conditions. I. INTRODUCCION A. Las Plantas y el estrés por déficit hídrico Las plantas son organismossésiles, por tal motivo han desarrollado múltiples estrategias para adaptarse y contender ante diversos cambios ambientales, evitando daños y manteniendo su permanencia. Algunas de las condiciones ambientales que pueden estimular este tipo de respuestas son conocidas como estreses abióticos: deshidratación, inundación, temperaturas altas y bajas, excesiva salinidad, alta o baja intensidad de luz solar y deficiencia de minerales, entre otros (Buchanan et al., 2002). Así mismo, en las plantas se han seleccionado respuestas de defensa invasión de diferentes patógenos como virus, bacterias y hongos (estreses bióticos), que se presentan de manera natural. Las diferentes respuestas de las plantas ante los diversos cambios en el ambiente se han establecido en respuestas complejas que dependen de la severidad y/o duración del estrés; así como del estado del desarrollo, tipo de órgano de la planta y la posible interacción de múltiples estreses (Bray, 1997). Algunos estreses abióticos como sequía, salinidad y baja temperatura generan un déficit hídrico en las plantas, puesto que la pérdida de agua por transpiración en estas situaciones es mayor en relación a la toma de la misma debido a la disminución en su disponiblidad en el suelo (Bray, 1997). El déficit hídrico también se genera en condiciones normales durante procesos como la embriogénesis. En esta condición las plantas experimentan cambios en el volumen celular o en el área de las membranas, disminución o pérdida de turgor, modificación de la integridad de las membranas y pared celular perdiendo la interacción de proteína-ligando; así como, un incremento en la concentración de solutos intracelulares lo que lleva a un cambio en su potencial hídrico y osmótico lo que le permite ajutar su estatus hídrico a las nuevas condiciones del ambiente. Los diferentes cambios que sufre la célula vegetal, en particular aquellos relacionados con su cambio de volumen y, por tanto con modificaciones en las interacciones entre proteínas y ciertos ligandos ha sugerido un mecanismo similar al observado por bacterias y levaduras que construyen un sistema regulatorio de dos componentes, aunque éste no se ha podido esclarecer (Posas et al., 1996). Como un mecanismo de protección para la maquinaria celular, tanto en el déficit hídrico como en la embriogénesis, se ha identificado la acumulación de proteínas altamente hidrofílicas conocidas como LEAs (late embryogenesis abundant), para las que se sugiere una función protectora durante estos proceso en donde la limitante es el agua (Battaglia et al., 2008). La mayor parte de estas proteínas pertenecen a una grupo de proteínas con características fisicoquímicas similares conocidas como hidrofilinas. En la respuesta fisiológica, una de las más importantes es la síntesis de osmolitos, los cuales son solutos compatibles que se acumulan sin interferir con la función de proteínas, para realizar ajustes osmóticos y mantener la turgencia celular. Los osmolitos incluyen aminoácidos como prolina, azúcares, alcoholes y compuestos de amonio cuaternarios. La síntesis de proteínas transportadores (acuaporinas), decanales iónicos (canales Na+/K+) y de acarreadores de iones y solutos es importantes ya que influyen en el control del transporte de agua y la tolerancia a la salinidad, ésta última generada por el incremento en las sales del suelo da la disminución en la disponibilidad del agua (Bray, 1997). Dentro de las respuestas metabólicas, diferentes estudios en Arabidopsis thaliana han servido para identificar distintas vías de señalización que regulan la expresión de genes y/o proteínas específicas en respuesta a estrés por déficit hídrico (Seki et al., 2001). Entre ellas, la fitohormonas ácido abscísico (ABA) ha sido íntimamente relacionado con la respuesta adaptativa, particularmente por su función como inductora de la expresión de específicas y, por tanto como uno de los señalizadores de este tipo de estrés, de cuyavía de señalización no se han podido reconocer a todos sus componentes (Covarrubias et al., 2006). Otra respuesta dependiente de ABA es la regulación del cierre de estomas para limitar la pérdida de agua por transpiración (Schroeder et al., 2001). El ABA también se encuentra involucrado en los procesos de desarrollo durante la maduración de la semilla para la adquisición de reservas nutritivas que en la semilla le confiere tolerancia a la desecación y dormancia (Finkelstein et al., 2002; Zhu, 2002). En los genes inducidos por ABA, se han encontrado elementos de respuesta en las zonas promotoras así como proteínas que reconocen a esos elementos que se requieren para que estos genes respondan a esta hormona. Uno de ellos es conocido como elemento de respuesta a ABA (ABRE). Otros elementos que no está relacionados con la respuesta al ABA pero si con a respueta al déficit hídrico han sido identificados, uno de ellos es el elemento de respuesta a deshidratación (DRE), lo cual es consistente on el hecho de que existen vías de respuesta a la limitación de agua dependientes del ABA (figura 1) (Baker et al., 1994; Covarrubias et al., 2006). Figura 1. Esquema general de estrés por déficit hídrico. Resumen de eventos relacionados a la respuesta por déficit hídrico en distintas etapas del desarrollo de las plantas. En azule se presentan eventos de respuesta dependientes a ABA y en verde se presentan eventos de respuesta que pueden ser independientes a ABA. DREB, factores de transcripción de unión a elementos DRE. AREB, factores de transcripción de unión a elementos ARE. MYB y MYC factores de transcripción de unión a elementos MYB y MYC. Múltiples datos en la literatura muestran que la respuesta de las plantas al déficit hídrico se da a diferentes niveles los cuales deben ser regulados eficaz y eficientemente. Puesto que una buena parte de la respuesta se regula a nivel transcripcional, la mayor parte de los estudios han estado dirigidos a conocer los mecanismos relacionados con este nivel de regulación; sin embargo, cada vez hay mas evidencias de que la regulación a nivel post- trancripcional juega un papel muy importante en la generación de una respuesta eficiente. Por ello, en este trabajo concentramos nuestra atención en el estudio de nuevas moléculas implicadas en los mecanismos de regulación post-transcripcional, específicamente en los RNAs pequeños involucrados en esta respuesta. B. Regulación de la expresión genética por RNAs pequeños La regulación de la expresión genética se lleva a cabo a diferentes niveles. Principalmente se ha estudiado la participación de proteínas en los procesos de regulación transcripcional, postranscripcional, traduccional y postraduccional. Sin embargo, el hecho de que recientemente se haya reconocido la función de algunos RNAs no codificantes en la regulación de la expresión genética a diferentes niveles, ha cambiado dogmas y ha abierto nuevas preguntas y líneas de investigación en esta área. Algunos de estos RNAs son llamados RNAs interferentes pequeños del inglés small interfering (siRNAs) (Ambros et al., 2003) y otros se conocen como micro-RNAs (miRNAs) (Reinhart et al., 2002). Estos RNAs pequeños pueden guiar eventos nucleares como la metilación del DNA, lo cual provoca un silenciamiento transcripcional (Allshire, 2002) o bien, modular la degradación o estabilidad de un transcrito (Lee et al., 1993). Este último proceso se conoce como silenciamiento de genes postranscripcional (PTGS) en plantas, en animales se utiliza comúnmente el término de interferencia de RNA (RNAi) y “quelling” en hongos (Fagard et al., 2000). También se ha establecido que cierto tipo de RNAs pequeños son capaces de inhibir la traducción de un transcrito. El descubrimiento de moléculas de RNA pequeñas que datan desde el final de la década de los 80s y 90s, y su auge en estadécada, han abierto un nuevo universo relacionado a los mecanismos que la célula puede utilizar para modular la expresión de sus genes y proteínas además, y para contender con infecciones virales. Esta extraordinaria diversidad de posibilidades de regulación es un reflejo de la complejidad y el orden que predomina en la naturaleza. Estos descubrimientos también nos revelan el gran universo de los RNAs pequeños, que comprenden una enorme diversidad de funciones en las que participan y de mecanismos realmente extraordinarios de los que se vale para lograr el buen funcionamiento de un organismo. Por lo anteriormente descrito, en la siguiente sección se expondrá una pequeña muestra de este universo a través de resumir la información publicada hasta el momento sobre la biogénesis, funcionamiento y mecanismos de regulación de estos RNAs pequeños no codificantes (small-RNA), sobre la predicción de genes regulados por éstos de manera bioinformática, sobre los mecanismos de acción en los diversos organismos en los que se han encontrado; así como sobre la gran diversidad de procesos celulares regulados por estos. C. Silenciamiento de genes por RNAs pequeños de interferencia (siRNA) En el año del 2006 se otorgó el premio Nobel en Medicina o Fisiología a los investigadores Andrew Z. Fire y Craig C. Mello por su descubrimiento de la interferencia por RNA (RNAi), la cual provoca el silenciamiento de genes a través de RNAs de doble cadena (dsRNA) “RNA interference, gene silencing by double-stranded RNA”. Este trabajo reporta la existencia de un mecanismo celular que puede degradar a un RNA mensajero (mRNA) de manera específica (Fire et al., 1998). Estos ensayos se basaron en introducir el mRNA del gen que codifica a una proteína de músculo en sentido y en antisentido al mismo tiempo, en su modelo de nemátodo Caenorhabditis elegans, provocando la formación de moléculas de dsRNA. El resultado mostró que C. elegans presentaba cambios en sus movimientos, los cuales eran similares en líneas de C. elegans mutantes en ese gen. La explicación de este resultado es debido a que las células activaron una maquinaria bioquímica inducida por la existencia de moléculas de RNA que forman estructuras de doble cadena, provocando la degradación de mRNAs que son idénticos a las especies que generaron dsRNA, induciendo el PTGS. RNAi es un mecanismo adaptativo que ocurre tanto en plantas como en animales, para contender ante ciertos eventos como en la respuesta de infección viral o ante la presencia de ácidos nucleicos exógenos (transposones y/o transgenes). Antes de la publicación de Fire y Mello, en plantas ya se conocía que la presencia de un antisentido de un mRNA provoca el silenciamiento del gen (van der Krol et al., 1988). Casi al mismo tiempo también se comprobó que la sobre-expresión de una trans-gen particular producía en algunos casos la co-supresión del mismo (Napoli et al., 1990; van der Krol et al., 1990; van der Krol et al., 1990). Así que de algún modo, las observaciones expuestas por Fire y Mello acerca del fenómeno de RNAi en C. elegans, en plantas ya se habían descrito algunas de ellas desde diez años antes y otras uno y dos años antes de que lo publicaran Fire y Mello (Voinnet and Baulcombe, 1997). C.1. Mecanismo de Co-supresión La co-supresión es el término que se le dá a la expresión del sistema de vigilancia de la planta para detectar la presencia de un gen que es introducido para su sobre-expresión (transgen), que causa la degradación tanto del transgen como del mRNA endógeno. Finalmente estamos hablando del mecanismo de PTGS por RNAi. Este fenómeno se observó en ensayos de sobre-expresión de un gen que codifica a una enzima de la biosíntesis de flavonoides, implicada en la pigmentación de flores de petunia. Esta enzima es la chalcona sintasa (CHS), que cataliza la condensación de una molécula de 4-coumaronil-CoA con tres moléculas de malonil-CoA para formar una molécula de naringenina chalcona, la cual es una especie importante para la biosíntesis de flavonoides, flacones, isoflavonides y antocianinas. A pesar de que CHS pertenece a una familia multigénica, sólo un miembro se expresa en altos niveles en pétalos. Este gen se introdujo a plantas de petunia para sobre-expresar a esta enzima y determinar si era limitante para la biosíntesis de antocianinas, esperando la producción de flores pigmentadas (violetas) (Napoli et al., 1990). Inesperadamente los resultados mostraron que la enzima estaba ausente, por lo que las flores producidas fueron blancas o con patrones mixtos de pigmentación (Napoli et al., 1990; van der Krol et al., 1990). Inicialmente, las plantas que presentaban fenotipos de silenciamiento de RNA, fueron aquellas en las que se producían mRNAs sentidos, más que la introducción de mRNA antisentido del gen, a diferencia de animales en donde la introducción al mismo tiempo del sentido y antisentido del mensajero provocaban los fenotipos de silenciamiento (Fire et al., 1998). Estas observaciones, promovieron el uso de esta estrategia como una herramienta para el silenciamiento de genes particulares; es decir, la introducción de construcciones en donde se expresaran al mismo tiempo segmentos de sentido y antisentido del mRNA a silenciar (IR-PTGS). Sin embargo, a pesar de ello, una explicación alternativa para la co- supresión de los transgenes sobre-expresados fue su posible inserción en múltiples sitios que de alguna manera pudieran quedar invertidas generando la transcripción de repetidos invertidos que pudieran generar dsRNA (Baulcombe, 2003), y por tanto inducir la respuesta de IR-PTGS. Sin embargo, otros modelos proponen que el transgen en ciertas circunstancias pudiera verse como un RNA aberrante (abRNA), con terminación prematura u otras características no definidas, o simplemente que la planta lo percibe como un RNA viral (sobre-expresado) (Hamilton and Baulcombe, 1999), provocando la síntesis complementaria del mensajero, generando dsRNAs y desencadenando el PTGS iniciado por un mRNA sentido (S-PTGS). Actualmente se ha postulado que para los mensajeros altamente expresados como es el caso de los transgenes o mensajeros de virus (este último se tratará en otro capitulo), pudieran existir eventos no específicos de corte del mensajero que generen fragmentos sin sus extremos 5’ cap o de extremos 3’ poli-A correctos (figura 2A), propiciando sustratos fácilmente reconocidos como abRNAs para iniciar la cascada de S- PTGS (Axtell et al., 2006). Hasta el momento no se conocen detalladamente los mecanismos sobre el desarrollo del PTGS por dsRNA, debido a que sólo se cuenta con la información de pocas mutantes, (Llave et al., 2002; Dunoyer et al., 2005). Sin embargo los datos permiten recrear un modelo de procesamiento inducido por la presencia de dsRNA en Arabidopsis thaliana (figura 2). En todos los casos, la detección de especies de dsRNA grandes los hace sustrato de ribonucleasas tipo III conocidas como DCLs (DICER-LIKE). En A. thaliana existen cuatro diferentes genes, las proteínas DCL4 y DCL3 procesan a estas especies de dsRNA generando fragmentos de 21 y 24 nt respectivamente, conocidos como siRNAs (Hamilton and Baulcombe, 1999; Dalmay et al., 2000). Todas estas especies de RNAs pequeños de plantas son estabilizadas por la metilación del grupo OH del carbono 2’ de la ribosa del último nucleótido, evitando su subsecuente degradación o previniendo su uridilación (Li et al., 2005). La enzima encargada de modificarlos es HEN1 (HUA ENHANCER 1) (Yang et al., 2006). Las especies de siRNAs de 21 nt son las que se encargan del procesamiento de los mensajeros de los cuales fueron generados, realizando así una regulación en cis, que modula el número de mensajeros presentes en la célula (figura 2A). Por otro lado se ha propuesto que las especies de 24 nt pueden estar involucrados en la modificación de la cromatinaproduciendo una regulación transcripcional (TGS) (Hamilton and Baulcombe, 1999; Dunoyer et al., 2005; (Henderson et al., 2006). Los siRNAs de 21 nt son incorporados dentro del complejo proteico de silenciamiento inducido por RNA (RISC), en donde se ha descrito la presencia de proteínas ARGONAUTA (AGO). AGOs son una familia de proteínas existentes en todos los organismos que presentan mecanismos de silenciamiento por RNA En Arabidopsis y en arroz se han identificado 10 y 18 diferentes miembros de la familia, respectivamente (Vaucheret, 2008). Estas proteínas presentan un dominio amino terminal variable y un dominio carboxilo terminal conservado con tres dominios distintivos: PAZ, MID y PIWI, el primer dominio es llamado así por las siglas PIWI-ARGONAUTE-ZWILLE, el cual reconoce los extremos 3’ de los RNAs pequeños. El dominio MID se une al extremo 5’ fosfato de los RNAs pequeños. El último dominio PIWI, es llamado así por sus siglas P ELEMENT-INDUCED WIMPY TESTIS. Este dominio en algunos miembros adopta una conformación similar al sitio catalítico de la RNasa H, exhibiendo un motivo conformado por los aminoácidos Asp-Asp-His (DDH), capaz de cortar cadena sencilla de un duplex (Vaucheret, 2008) lo que pudiera explicar el corte del mensajero apareado al siRNA provocando su silenciamiento. Se ha propuesto que la proteína AGO1 está implicada en el S-PTGS y en el IR-PTGS, ya que en análisis genéticos en las que se rescatan o complementan alelos mutantes de ago1 muestran la reactivación del PTGS cuando se rescata la función (Fagard et al., 2000). La propuesta hasta el momento es que la función de RISC que contenga a AGO1 es de asistir el apareamiento de los siRNAs con su mensajero blanco y cortar a este último, llevándolo a la degradación (figura 2A) y/o mantener un proceso de RNAi en la célula (figura 2C). Figura 2. Mecanismo propuesto de silenciamiento postranscripcional por RNA (PTGS). A. Vía de silenciamiento por RNA sentido (S‐PTGS). B. Vía de silenciamiento por RNAs repetidos invertidos (IR‐PTGS). C. Paso de “transitivity”, formación de siRNAs secundarios. D, silenciamiento célula‐célula. Esquema modificado de Dunoyer et al., 2005; Axtell et al., 2006; Baulcombe, 2007; Voinnet, 2008. En plantas también se ha descrito el llamado el silenciamiento célula a célula, en la cual se ha detectado silenciamiento en órganos distantes al sitio de producción de los siRNAs (Palauqui et al., 1997). Una posible explicación a estas observaciones es el movimiento a través de floema de las molécula interferentes, aunque otra posibilidad es que exista transporte por canales plasmodesmales que conectan a las células entre sí. Esta última posibilidad parece ser la mas viable, debido a que las células que presentan esta información amplifican su señal movilizando a otras células, las cuales producen siRNAs secundarios y promoviendo PTGS (figura 2D). Este proceso genera la consecutiva amplificación del silenciamiento (Baulcombe, 2007), generando un silenciamiento célula-célula no autónomo (Chitwood et al., 2009). C.2. Mecanismo de silenciamiento por RNAs que actúan en trans (tasiRNAs) Los tasiRNAs, son un grupo de RNAs pequeños encontrados muy recientemente (Vazquez et al., 2004), los cuales se forman por la maquinaria de biogénesis y función de miRNAs, así como por la maquinaria de biogénesis de siRNAs. Los tasiRNAs se encuentran codificados en un loci específico conocido como TAS. Se transcriben por la RNA polimerasa II como una especie de pri-TAS. De manera general, estos mensajeros no codificantes presentan uno o dos sitios de unión a miRNAs, por lo que pueden ser procesados por acción de uno de estos. El resultado de ese procesamiento lo hace sustrato de una polimerasa dependiente de RNA (RDR6) y de la asistencia de SGS3 para generar dsRNA (como un RNAi) (Vazquez et al., 2004). Esta especie de dsRNA es sustrato para el procesamiento por DCL4, la cual corta el duplex de RNA en fragmentos de 21 nt generando diferentes tasiRNAs (figura 3). El procesamiento del pri-TAS por miRNAs, es importante ya que generalmente determina la fase de procesamiento por parte de DCL4 (Axtell et al., 2006) (figura 3). A su vez los tasiRNAs tienen a su vez como blancos otros mensajeros diferentes a los pri-tasiRNAs, de ahí su nombre ya que actúan en trans. Los resultados del análisis de las mutantes en diferentes proteínas AGO sugieren que los tasiRNAs pueden asociarse a complejos RISC, el cual contiene en algunos casos a AGO1 y en otros a AGO7 para regular a sus mensajeros blanco (Yoshikawa et al., 2005; (Adenot et al., 2006). Hasta el momento se conocen cuatro familias de genes TAS. Tres isoformas de TAS1 (TAS1a-c) y TAS2 que son procesados por miR173 (Allen et al., 2005; Yoshikawa et al., 2005) (figura 3A); TAS3 es el mensajero blanco de miR390, el cual es un caso especial, ya que en plantas como Arabidopsis este mensajero presenta dos sitos de unión al miRNA (figura 3B). La unión de miR390 en uno de estos sitios en el extremo 5’ del mensajero no es completamente complementario, presentando unos desapareamientos en la región media del apareamiento con el miRNA; el segundo sitio está hacia el extremo 3’ del mensajero y es complementario en la parte media, por lo que se ha reportado que los dos sitios son importantes para la biogénesis de tasiRNAs, aunque sólo se procese por corte del mensajero el segundo sitio de unión (Adenot et al., 2006; Axtell et al., 2006). Finalmente, TAS4 es regulado por miR834 (Rajagopalan et al., 2006). Los mensajeros blancos de algunos tasiRNAs (siR255/siR482) producto de TAS1 son mRNAs que codifican a proteínas con función desconocida (Vazquez et al., 2004; Allen et al., 2005). Los mRNAs blanco de tasiRNAs de TAS2 (como siR1511) codifican para proteínas de repetidos pentatricopéptido (PPR) (Peragine et al., 2004; Yoshikawa et al., 2005). Los siRNAs producto de TAS3 regulan negativamente a un grupo de mensajeros que codifican a factores de respuesta a auxina (ARFs): ARF3 y ARF4. Mutantes en los genes que están involucrados en la biogénesis de los tasiRNAs (rdr6, sgs3 y ago7), presentan una acumulación de ARF3 y ARF4 e inducen una cambio acelerado de la fas vegetativa juvenil a la adulta en hojas (Adenot et al., 2006; (Fahlgren et al., 2006). La función de los tasiRNAs que regulan a mensajeros de ARF3 (tasiR-ARF) es bloquear la actividad del gen ARF3, quien define la identidad de las células de los primordios de las hojas para la generación de un patrón de desarrollo correcto. De esta manera permite que ARF3 se exprese en las células correctas de la cara abaxial y que disminuyan sus niveles en la cara adaxial de las hojas (Chitwood et al., 2009), ya que se ha confirmado que se produce un gradiente de movilidad de estos tasiRNAs hacia las células vecinas creado un cambio profundo en sus patrones de actividad, debido a que componentes de biogénesis como AGO7 y miR390 se encuentran exclusivamente en la capa superior celular (adaxial) (Tretter et al., 2008; Chitwood et al., 2009) (figura 3). Todavía no se ha caracterizado la función de todos los tasiRNAs producidos. Sin embargo, lo encontrado hasta el momento para los tasiR-ARFs nos permite especular acerca de la participación en la regulación postranscripcional de estos RNAs pequeños en el desarrollo de las plantas. Figura 3. Formación de tasiRNAs. Modelo de biogénesis de diferentes tasiRNAs en A. thaliana. A. Biogénesis de TAS1, 2 ó 4. B. Biogénesis de TAS3, en el cual existe la unión de miR390 en dos sitios del mensajero de TAS3, en uno de ellos es procesado por un RISC que contiene a AGO7 a diferencia de A, el cual es procesado por RISC con AGO1. También se muestra la comunicación por silenciamiento de célula‐célula. Esquema modificado de Yoshikawa et al., 2005; Gasciolli et al., 2005; Allen et al., 2005; Axtel et al., 2006; Brodersen andVoinnet, 2006. C.3. Mecanismo de defensa anti-viral Las plantas y los invertebrados pueden protegerse de una infección viral a través del mecanismo de RNAi. Este mecanismo explicado en la sección C.1, es una respuesta natural en donde se producen dsRNAs de novo, seguida de una producción de siRNAs (viRNAs) que median el silenciamiento de los RNAs virales. De manera detallada, en este capitulo se tratarán dos mecanismos que inducen las plantas durante la infección viral y un mecanismo viral para contrarrestar la respuesta de las plantas. El objetivo principal de cualquier organismo ante una infección viral es limitar la replicación de mensajeros virales en las células infectadas. El segundo es de iniciar una respuesta antiviral a distancia, en la que se produce una señal de silenciamiento sistémica. También se tratarán los mecanismos de evasión de algunos virus ante la respuesta de defensa montada por las plantas (Ding and Voinnet, 2007; Mlotshwa et al., 2008). C.3.1. Inhibición de la replicación de RNAs virales En base a la producción de siRNAs virales, éstos pueden ser agrupados en tres clases, tomando en cuenta al dsRNA del cual fueron generados. Los siRNAs conocidos como primarios, son los producidos por la replicación del RNA viral en el citoplasma o por la transcripción bidireccional de DNAs virales en el núcleo (figura 4), en cualquiera de los dos casos se generan moléculas de dsRNA que inducen el mecanismo de RNAi. Los siRNAs secundarios conocidos como “transitive silencing”, son producidos a partir de moléculas de ssRNAs virales las cuales son sustrato de RNA polimerasas dependientes de RNA (RDR) de la planta, para generar moléculas de dsRNA. Se conoce que en Arabidospsis existen seis genes que codifican a RDRs, de las cuales tanto RDR1 (Xie, 2001) como RDR6 (Dalmay et al., 2000) participan en la producción de los siRNAs secundarios. Se ha descrito que la pérdida de la actividad de RDR en la planta aumenta la susceptibilidad a una infección viral. En cualquiera de estas dos vías para producir siRNAs virales, se da una acumulación similar entre siRNAs que provienen tanto de la cadena sentido como de la antisentido (cadena + y cadena -); sugiriendo que la generación de estos viRNAs es debida a la producción de dsRNAs (Mlotshwa et al., 2008). Para la producción de ambos tipos de siRNAs o viRNAs, es importante la participación tanto de DCL2 como la de DCL4 (Moissiard et al., 2007). Por último se conocen que los siRNAs pueden ser producidos por estructura secundaria de algún RNA viral como en el transcrito policistrónico 35S del virus del mosaico de coliflor (CaMV) (virus de dsDNA) forma una estructura secundaria larga, la cual se cree que es vital para dirigir al ribosoma durante la traducción (Moissiard and Voinnet, 2006). Se ha encontrado un mayor número de siRNAs de CaMV de sentido + de la secuencia que forma la estructura secundaria, sugiriendo que este tallo-asa es procesado por la maquinaria de la planta para producir siRNAs (Moissiard and Voinnet, 2006), en mayor medida que por la formación de un dsRNA largo. Finalmente, para cualquiera que fuese el origen de la producción de viRNAs, el objetivo de la planta es el de inducir el mecanismo de silenciamiento por RNAi para eliminar los RNAs virales (figura 4). C.3.2. Respuesta antiviral a distancia Se ha propuesto que la señal de silenciamiento debe dispersarse en la misma ruta que sigue la infección viral. Esto es, la movilización de la señal de célula a célula a través de plasmosdesmos, posteriormente su entrada al floema y su distribución a distancia; finalmente estas moléculas se movilizan nuevamente de célula a célula (Voinnet and Baulcombe, 1997; Kalantidis et al., 2008; Chitwood et al., 2009). En la dispersión de RNAi de célula a célula, se encuentran involucrados dos procesos, el primero es la señal de corto rango, en la cual están involucradas de 10 a 15 células con la actividad específica de DCL4, pero no de RDR6 o SDE3, así como la de tres genes SMD1-3 (silencing movement deficient) (Voinnet, 2005; Dunoyer et al., 2007). Para la señal a largo rango, se requiere de RDR6, SDE3 y posiblemente de SDE5 para generar los nuevos transcritos de dsRNAs en moléculas de 21 nt y generar nuevamente la señal de 10-15 células (Voinnet, 2005). Finalmente, estos mecanismos propuestos de cómo existe una defensa sistémica en la planta ante una infección viral (figura 4), es construida en base a diferentes análisis de mutantes en los genes para las proteínas involucradas tanto en el mecanismo de siRNA como de miRNA ante la infección viral; sin embargo, hasta el momento no esta totalmente documentados. C.3.3. Mecanismos de evasión de los virus ante la respuesta de la planta Para contrarrestar el mecanismo de defensa implementado por las plantas, los virus evolucionaron y produjeron proteínas capaces de interferir con el mecanismo de defensa. En 1998 fue descubierta la primera proteína que funciona como supresora del silenciamiento (vSS) (Anandalakshmi et al., 1998). Estas proteínas participan a diferentes niveles, algunas secuestran dsRNAs virales largos, otros secuestran a viRNAs, pero en cualquiera de esos mecanismos el resultado se traduce en la interferencia de la función de los viRNAs en RISC (Merai et al., 2006). Básicamente se han encontrado dos grupos de vSS que presentan características de unión muy particulares. En el primero de ellos, se ha reconocido tanto a las proteínas P19 de Tombusvirus, P1/HC-Pro de Potyvirus, γB de Hordeivirus y P15 de Pecluvirus, entre otros, los cuales son capaces de unirse a dsRNAs pequeños, (Hamilton and Baulcombe, 1999; Vargason et al., 2003; Ye et al., 2003; Merai et al., 2006; Moissiard and Voinnet, 2006); el segundo grupo como P14 de Aureusvirus y CP de Tombusvirus son capaces de unirse tanto a moléculas de dsRNA pequeños como grandes (Merai et al., 2006). Así, como la proteína P21 de Closterovirus presenta una afinidad similar por RNAs largos, pequeños, de cadena sencilla o doble (Ye et al., 2003). Estos análisis indican que estas proteínas son capaces de intervenir en el punto de evitar el procesamiento por DCLs de los dsRNAs grandes producidos por la célula para evitar la producción de viRNAs o de secuestrar a los viRNAs evitando que puedan asociarse con RISC minimizando el silenciamiento (figura 4). Se han realizado algunos estudios para conocer en que momento estos vSS intervienen en el silenciamiento, en algunos casos interfieren en la generación de los viRNAs primarios o secundarios. Las proteínas vSS como P1/HC-Pro, P38 de Tombusvirus y P19 bloquean específicamente la acumulación de siRNAs secundarios, lo cual sugiere que su mecanismo es independiente de la producción de viRNAs primarios (Mallory et al., 2001; Mlotshwa et al., 2008). La proteína P19 secuestra específicamente a los dsRNAs de 21 nt producidos preferentemente por DCL4 (Vargason et al., 2003). En resumen, los datos sugieren que las proteínas P19, P21, HC-Pro y P15 pueden unirse a sus viRNAs y también son capaces de unirse a dsRNA pequeños como los siRNAs endógenos y a miRNAs, dado que su unión es más estable con moléculas de dsRNA pequeñas que presenten dos nucleótidos sobresalientes en sus extremos 3’-OH (Merai et al., 2006). En estudios recientes se ha encontrado que los vSS también pueden alterar la estructura bioquímica de los siRNAs endógenos y exógenos así como de los miRNAs, ya que son metilados en sus extremos 3’, y algunos vSS interfieren con este proceso, afectando a toda la estirpe de RNAs pequeños de la célula (Yu et al., 2006). Finalmente, el otro nivel de inhibición por parte de vSS es en la función de RISC. Se han reportado algunos casos en donde vSS interviene previniendo el ensamble del RISC en donde normalmente proteínas AGO, particularmente AGO1 se unen para formar el complejo (Chellappan et al., 2005). Un ejemplo claro deeste tipo de mecanismo es el de la proteína 2b del virus del mosaico de pepino (Cucumovirus), la cual interactúa físicamente con el siRNA cargado con AGO1 (RISC), inhibiendo el silenciamiento (Zhang et al., 2006). Figua 4. silenciamiento viral y supresores virales del silenciamiento. En este esquema se representa el posible mecanismo de respuesta antiviral montada por la planta, tanto en virus de DNA como en virus de RNA. También se muestra en círculos rojos la proteínas sVV y su posible intervención como respuesta supresora del silenciamiento. Esquema obtenido de Ding and Voinnet, 2007 y Ye et al., 2003. C.3.4. Virus del Mosaico Común de Frijol (BCMV) El virus de BCMV pertenece al género Potyvirus, se encuentra ampliamente distribuido en el mundo, ocasionando pérdidas en el rendimiento de las cosechas y una baja calidad del producto (Flores-Estévez et al., 2003). Este virus es clasificado como uno de los virus importantes que infectan naturalmente a los cultivos de frijol. BCMV es trasmitido por áfidos y propagado por semilla, convirtieéndola en una de las principales fuentes de inóculo y por tanto, fundamental en la distribución de la infección (McKern et al., 1992). Los síntomas que produce son decoloraciones en las hojas mostrando un mosaico, malformaciones, hojas curvas y clorosis. En algunos casos, dependiendo si la temperatura se encuentra por arriba de los 30ºC, puede presentar necrosis, debido a una respuesta de hipersensibilidad montada de la planta (Flores-Estévez et al., 2003). Este virus es de ssRNA cadena +, presenta una organización con dos regiones no traducidas (UTRs) cortas en los extremos 5’ y 3’ y una región de traducción como poliproteína, la cual es procesada en nueve diferentes proteínas (Dougherty et al., 1988). La segunda proteína es un vSS conocido como HC-Pro, por lo que muchos de los síntomas en las plantas de frijol estén probablemente relacionados con la participación de este vSS evitando el mecanismo de defensa montado por la planta, además de interferir con la función de RNAs pequeños endógenos como tasiRNAs o miRNAs. En infecciones por BCMV indirectamente se puede obtener una acumulación de la mayoría de los RNAs pequeños celulares. Esta característica pudiera ser útil para la identificación de siRNAs y miRNAs endógenos y funcionales. D. Silenciamiento de genes por microRNAs Los miRNAs son secuencias endógenas con un locus identificado, los cuales se transcriben como transcritos primarios (pri-miRNA) que son procesados en precursores de longitudes de aproximadamente 70 nt (pre-miRNA) en animales y en pueden ser mayores a 200 nt, son procesados por una RNasa tipo III localizada en el núcleo (Lee et al., 2002). Esta enzima se ha identificado como “Drosha” en animales (Lee et al., 2003) mientras que en plantas estos pri-miRNA parecieran ser procesados por otra RNasa tipo III llamada “Dicer- like-1” (DCL1). En animales, estos pre-miRNAs son exportados activamente al citoplasma por Ran-GTP y el receptor exportina-5 (Yi et al., 2003; Lund et al., 2004). Los pre-miRNAs son procesados por una RNasa III con un dominio de helicasa “Dicer”. En plantas se tienen evidencias de que DCL1 es el que procesa a los pre-miRNA en núcleo. El procesamiento de DCL1 tanto de los pri- como de los pre-miRNAs es asistido por una proteína de unión a doble cadena de RNA llamada HYL1 (hyponastic leaves1) y por una proteína con estructura de dedos de Zn-C2H2 conocida como SE (Serrate), estas interactúan con DCL1 para formar los centros de procesamiento conocidos como D-bodies o SmD3/SmB-bodies (Fang and Spector, 2007). Finalmente, la maduración termina con la metilación del 2’-OH de la ribosa de los extremos 3’ por HEN1 (Yu et al., 2005). Posteriormente los veinteámeros de doble cadena (o par miRNA/miRNA*), son exportados hacia citoplasma por HASTY (Bollman et al., 2003; Park et al., 2005). Los intermediarios de doble cadena tienen una vida media corta (Lee et al., 2003), una de las cadenas de este RNA duplex se acumula como un miRNA maduro, que también se incorpora a un complejo ribonucleoproteíco (miRNPs) que pudiera ser el RISC (Bartel and Bartel, 2003). Este complejo regula la expresión de mRNAs blanco de los miRNAs, ya sea por corte y degradación de los mensajeros o inhibiendo su traducción (Lee et al., 1993) (figura 5). En plantas este complejo contiene proteínas AGO, principalmente AGO1 (Mi et al., 2008). Es importante mencionar que en plantas se han encontrado 21 familias de miRNAs conservadas entre las angiospermas (Axtell and Bowman, 2008). Sin embargo, sólo cuatro de ellas estan conservadas en musgo, indicando que el origen de estas familias es ancestral, lo que correlaciona con que sus mRNAs blanco son factores de transcripción altamente conservados (Garcia, 2008). Por otra parte, existen miRNAs poco conservados, la existencia de ellos sugiere que son una clase de miRNAs de generación más reciente, que probablemente se expresen en condiciones determinadas o en órganos determinados propias de cada especie (Talmor-Neiman et al., 2006). Tanto en plantas como en animales, se han desarrollado estrategias tanto computacionales como experimentales para entender los principios generales que determinan el reconocimiento entre el miRNA y su mensajero blanco. Específicamente en plantas el miRNA regula a su transcrito por la unión altamente complementaria en un sitio a lo largo del mensajero, generando una respuesta de la planta de corte y degradación del mensajero o raramente por inhibición de la traducción (Brodersen and Voinnet, 2009). Este apareamiento del miRNA predominantemente se presenta en la región codificante aunque también en algunos casos se encuentra en regiones UTRs. La evidencia indica que la unión del miRNA con su blanco en su región inicial del miRNA de los nucleótidos 2-7 conocidos como “seed” o región semilla es la mas importante, particularmente en la región central en las bases 9-11 contando desde el extremo 5’ del miRNA (Brodersen and Voinnet, 2009), lo hace candidato para el procesamiento por corte y degradación. Experimentalmente se puede comprobar este proceso: de los dos extremos generados en el mensajero por el corte provocado por la unión del miRNA, el extremo 5’ es poco estable; sin embargo, el extremo 3’ del mensajero procesado presenta un grupo fosfato el cual puede ser utilizado para realizar una reacción de 5’RACE (rapid amplification of 5’ cDNA ends) (Dunoyer et al., 2004). Figura 5. Biogénesis de miRNAs en Plantas. Esquema representativo de la producción de miRNAs en plantas. Esquema basado en Zhu, 2008 y Voinnet, 2009. En los últimos años en donde se han encontrado y clasificado diversos RNAs pequeños, se han realizados grandes esfuerzos para generar criterios de clasificación para el grupo de miRNAs (Meyers et al., 2008). El criterio primario es encontrar RNAs pequeños que fueron producto del procesamiento de una RNasa tipo III junto con su miRNA*, presentando extremos 5’-fosfato y dos nucleótidos sobresalientes de su apreamiento, que a su vez este par miRNA/miRNA* se encuentre como producto de un probable precursor de miRNA que presente una estructura tipo tallo-asa (secuencia proveniente de una base de datos genómica o de ESTs). El apareamiento miRNA/miRNA* debe presentar cuatro o menos desapariamientos entre ellos principalmente. Como criterios auxiliares, los cuales no son necesarios pero pueden ser considerados: a) la conservación de la secuencia en otras especies, b) el que presente una dependencia directa del procesamiento por DCL1, c) comprobar que es capáz de regular a su mensajero blanco. Así es que todos los criterios son importantes para poder clasificar a una secuencia como nuevo miRNA. En plantas se han realizado diferentes estudios para conocer la función de los miRNAs. En la biogénesis de miRNAs, se ha estudiado principalmenteen plantas de Arabidopsis en donde mutantes en el gen para la enzima DCL1 presenta defectos en los meristemos florales, generando un estado indeterminado en el desarrollo de esos tejidos (Jacobsen et al., 1999), indicando que esta proteína es necesaria para la viabilidad de la planta (Schauer et al., 2002). Actualmente se han encontrado cuatro diferentes proteínas DCL en plantas, que son responsables de las diferentes vías de procesamiento para generar diferentes clases de RNAs pequeños (Papp et al., 2003). Por otro lado, en Arabidopsis se han realizado estudios de sobre-expresión de un miRNA (miR319), fenómeno que genera una disminución de los mRNA de los genes CIN, los cuales codifican un grupo de factores de transcripción (TCPs) que controlan el desarrollo de la hoja. Este trabajo mostró que el apareamiento del miRNA con el mensajero genera que éste último se degrade. El fenotipo de la hojas de las plantas que sobre-expresan este miRNA es similar al de las plantas transformadas que no expresan las proteínas TCP (Palatnik et al., 2003). Otros estudios han mostrado la interacción de diferentes miRNA con sus mRNA blanco que se expresan en distintas etapas del desarrollo, así como en órganos específicos. Existen evidencias experimentales que indican que al menos miR172 participa en el desarrollo floral. Se ha propuesto que éste modula la traducción del mRNA del gen APETALA2 y de otros mRNA relacionados con éste, ya que ésta proteína se expresa diferencialmente en algunos tejidos de la flor, indistintamente de los niveles del mRNA, el cual se encuentra en niveles similares en todos los tejidos de este órgano (Aukerman and Sakai, 2003; Chen, 2004). Estos reportes, entre otros, demuestran la participación de los miRNAs en la regulación de la expresión genética en plantas, ya sea a través de un mecanismo de modulación postranscripcional, al inducir la degradación de ciertos mRNA (como en el caso de los genes CIN); o bien, al inhibir la traducción por aparearse con su región homóloga, como en los genes de APETALA2, o bien, silenciando genes al producir modificaciones epigenéticas, (inducción de la metilación de novo en regiones promotoras) (Grewal and Rice, 2004). En general, los genes blanco predichos para los miRNAs identificados a la fecha en Arabidopsis incluyen diversos factores transcripcionales, además de diversas familias génicas lo cual sugiere que están involucrados en la regulación de numerosos procesos en la planta (Rhoades et al., 2002). Así como los miRNAs participan en mecanismos de desarrollo, también participan en el mantenimiento celular, como es el caso de la de miR824 que sólo se encuentra en el linaje de Brassicaceae y que está implicado en la organización del estoma (Kutter et al., 2007). Además, de manera general los miRNAs participan en los mecanismos sofisticados y eficientes que las plantas han desarrollado para contender a las diferentes condiciones de estrés abiótico como es la sequía, frío, salinidad, además de la alta intensidad de luz y estrés mecánico entre otros (Jones-Rhoades and Bartel, 2004; Sunkar and Zhu, 2004; Fujii et al., 2005; Sunkar et al., 2006; Lu et al., 2008; Sire et al., 2009; Liu et al., 2009; Liu et al., 2008). Uno de los casos que ha sido caracterizado con mayor detalle es el de miR398 que regula negativamente a mensajeros que codifican a la enzima Cu-Zn superóxido dismutasa 2 (CDS2) plastídica y CSD1 citosólica, cuyas proteínas están implicadas en la desintoxificación de radicales superóxido, por tanto en una circunstancia de estrés oxidativo los niveles de miR398 disminuyen evitando la regulación negativa de los genes CDSs para ayudar a la desintoxificación. Sin embargo, cuando se requiere evitar su acumulación, como podría ser un caso de tolerancia oxidativa, la acumulación de los mensajeros son finamente modulados por este miRNA (Sunkar et al., 2006). En otro ejemplo más de la participación de un miRNA en estrés, se encuentra dado por miR159 que participa en la respuesta a estrés osmótico, en donde la hormona ABA participa (además de ser importante en el programa de maduración de las semillas) al inducir la acumulación del miR159 que provoca la regulación de factores de transcripción MYB33 y MYB101, generando un mecanismo de homeostasis ya que a su vez se requieren a estos factores transcripcionales respuesta a ABA (Reyes and Chua, 2007). También se ha caracterizado la participación de miR399 y miR395 en la regulación de la respuesta a estrés por bajos niveles de fosfato (Fujii et al., 2005) y sulfato (Jones- Rhoades and Bartel, 2004) en el medio, respectivamente, representan otros ejemplos de la inducción de miRNAs en diferentes situacines de estés. Lo anteriormente descrito son ejemplos de la participación de algunos miRNAs cuya función en la respuesta a estrés abiótico ha sido caracterizada; sin embargo, recientemente se han realizado esfuerzos para comprender la participación de otros miRNAs en diferentes estreses abióticos, lo cual puede ampliar el panorama y ayudar al entendimiento de los mecanismos implementados por las plantas para resistir al estrés. En algunos trabajos se han podido reconocer y relacionar los elementos promotores encontrados en diferentes genes de miRNAs y su acumulación en ciertos estreses en A. thaliana (Liu et al., 2008). En otros trabajos se han caracterizado en condiciones particulares de diferentes estreses abióticos y en diferentes etapas del desarrollo de las plantas (tabla 1). Tabla 1. miRNAs conservados que presentan una respuesta a diferentes estreses abióticos (+), Sobre‐expresión con respecto a su control. (–), Disminución ante el estrés. Datos según las condiciones ensayadas. Posiblemente la caracterización de la participación de miRNAs en estos eventos podría dar respuesta a la regulación de mecanismos que no se podían contestar con el análisis de mutantes de genes que ahora se sabe que son regulados por miRNAs. Esta información también podría ayudarnos a entender porque mutantes de proteínas que participan en la biogénesis de miRNAs presentan efectos que compromenten la viabilidad de las plantas, presentando efectos desde pleiotrópicos hasta letales (Mallory and Vaucheret, 2006). Por la poca información que existe hasta la fecha sobre la función de los diferentes miRNAs es importante continuar con el análisis de la participación de estos, en los diferentes procesos y en diferentes especies durante diversas etapas del desarrollo, para comprender los enigmas de la regulación genética que presentan las plantas a lo largo del desarrollo y en diferentes circunstancias de estrés. Es por ello que es de nuestro interés realizar un análisis de la participación de miRNAs en la regulación de la expresión de diferentes genes en estrés, en particular en una planta de interés agronómico, en donde se han caracterizado diferentes aspectos de la respuesta a déficit hídrico. Por otro lado, el estudio en plantas como frijol ofrece la posibilidad de explorar la existencia y función de estas moléculas en plantas que poseen diferentes estrategias adaptativas a las seleccionadas en A. thaliana que hasta ahora ha sido la planta modelo por excelencia para su análisis y que por lo tanto, ha limitado en gran medida el conocimiento de su función y biogénesis en otras especies vegetales, las cuales presentan una gran diversidad en el reino vegetal por su historia evolutiva. II. HIPÓTESIS En plantas de frijol (Phaseolus vulgaris) existen miRNAs involucrados en la percepción o transducción de la respuesta a la limitación de agua. III. OBJETIVO GENERAL Determinar la presencia de miRNAs asociados a las respuestas a estrés por limitación de agua y/o al tratamiento con ABA en frijol. III.1 Objetivos Particulares 1. Cultivar plántulas de frijol en condiciones de irrigaciónóptima, estrés por limitación de agua, rehidratación y en tratamiento con ABA. 2. Construir bibliotecas de los cDNAs correspondientes a RNAs de tamaño molecular equivalentes a la población de los miRNAs obtenidas en cada tratamiento. 3. Analizar las clonas de las diferentes bibliotecas por secuencia. 4. Comparar las secuencias obtenidas con los bancos de secuencias disponibles de miRNAs. 5. Analizar los patrones de expresión de los miRNAs identificados en diferentes condiciones de crecimiento por ensayos tipo Northern blot. 6. Identificar los posibles genes blanco de los miRNAs aislados y analizar la actividad sobre ellos. IV. RESULTADOS E. Tratamientos de estrés en plántulas de frijol. Las plántulas de frijol (Phaseolus vulgaris L. cv Pinto Villa) se obtuvieron al germinar semillas y cultivarlas en condiciones etioladas por un periodo de 4 días de crecimiento posgerminación. A esa edad, se formaron cuatro grupos a los que se les dieron diferentes tratamientos: sequía por dos días, sequía por dos días con rehidratación por dos días más y adición de ácido abscísico (ABA) también por dos días. Además de tener un grupo de plantas con irrigación óptima como control. En el caso de las plántulas sometidas a sequía y a tratamiento con ABA, se colectaron de 3 y 10 plántulas (entre experimentos independientes) a las 4, 8, 12, 24, 36 y 48 h con la finalidad de poder monitorear tanto a los genes de expresión temprana como tardía. El estrés por sequía y el tratamiento con ABA, provocan que las plántulas detengan el crecimiento, entre otros cambios fisiológicos y moleculares, por tal motivo se midió el crecimiento del hipocotilo a lo largo del tratamiento de sequía, lo cual permitió tener una referencia del efecto diferencial de las condiciones de crecimiento (figura 6A). El efecto del tratamiento con ABA también se confirmó utilizando como referencia la acumulación de un transcrito (lea-IV) que se acumula en este estrés por sequía y bajo estas condiciones de tratamiento (Colmenero-Flores et al., 1997), (figura 6B). Figura 6. Efecto de los estreses aplicados. A, Crecimiento del hipocotilo; en verde claro se muestra el crecimiento de plántulas con irrigación óptima, en amarillo se muestra el crecimiento de plántulas en sequía y en verde obscuro se muestra el crecimiento del hipocotilo en plántulas con sequía previa y subsecuente rehidratación. B, Ensayo tipo Northern blot para detectar al mensajero de Pvlea‐IV, que se induce por tratamientos con ABA. F. Construcción y análisis de bibliotecas de RNAs pequeños. Se aisló RNA de las plántulas que fueron colectadas en cada uno de los diferentes periodos de tiempo de cada condición (control, sequía, sequía-rehidratación y tratamiento con ABA), luego se mezclaron para obtener 1mg de RNA total para cada condición, de este material se construyeron tres bibliotecas de RNAs pequeños (condiciones control, sequía y sequía- rehidratación). El RNA de las plántulas de tratamiento con ABA se utilizó para construir otra biblioteca, cuyos resultados no se tratarán en esta tesis. Se analizaron las secuencias de las tres bibliotecas construidas y hasta el momento se obtuvieron 407 RNAs pequeños con longitudes de 16-30 nt (figura 7A). Posteriormente se realizó el análisis bio-informático de las secuencias clonadas que ayudó a clasificarlas, mostrando que el 75.2% de las secuencias corresponde a fragmentos de RNAs ribosomales y tRNAs; el 1.3% fueron homólogos a miRNAs reportados y registrados en el sitio “miRBase::Sequences” (Griffiths-Jones et al., 2008) y el 23.5% de “otras secuencias” mostró identidad. Del 2% de secuencias exploradas, el 0.5% resultaron ser a nuevos miRNAs de un (figura 7B). A B Figura 7. Características de los RNAs pequeños clonados. A. Longitud y frecuencia de las secuencias clonadas. B. Distribución porcentual de las poblaciones de RNAs pequeños identificadas en las bibliotecas. t/rRNA, RNAs de tranferencia y ribosomales. N‐miRNAs, Nuevos miRNAs. Las secuencias que mostraron un alto porcentaje de identidad con mRNAs de plantas presentaron una distribución de longitudes como se muestra en la figura 8, en donde se puede apreciar que las secuencias mas numerosas fueron las de 24 nt de longitud. Estas pudieran tratarse de secuencias no relacionadas específicamente con miRNAs, aunque se conocen varios RNAs pequeños de 24 nt implicados en la regulación transcripcional, específicamente en mecanismos de metilación de DNA y silenciamiento de genes (Vaucheret, 2008). Figura 8. Características de los RNAs pequeños clonados. Distribución de la longitud de RNAs pequeños con alto porcentaje de identidad con mRNAs. En plantas se han identificado 21 familias de miRNAs que se conservan desde musgo hasta plantas superiores (miR156/157, miR159, miR160, miR162, miR164, miR165/miR166, miR167, miR168, miR169, miR170/miR171, miR172, miR319, miR390, miR393, miR394, miR395, miR396, miR397, miR398, miR399 y miR408), de los cuales se clonaron miR160 y miR319. Por ensayos tipo Northern blot se confirmó que frijol también expresa los miRNAs conservados (figura 9). Para algunos de estos miRNAs como miR395 y miR399 los cuales se inducen bajo condiciones de ayuno de sulfato y fosfato, respectivamente, no se realizaron ensayos tipo Northern blot. Sin embargo, para miR399 se ha demostrado que se induce en condiciones de ayuno o deficiencia de fosfato en el medio, en raíces de plantas de frijol (Valdes-Lopez et al., 2008). Figura 9. Presencia de miRNAs conservados en Frijol. Ensayos tipo Northern blot de los miRNAs conservados, la hibridación con U6 snRNA es utilizada como control de carga. R, raíz. L, hoja. IE, embrión inmaduro. DE, embrión seco. Pv, Phaseolus vulgaris At, Arabidopsis thaliana. Os, Oriza sativa. En la fracción de “otras secuencias” se realizó un análisis en la base de datos de ESTs (www.ncbi.nlm.hin.gov) que mostró mRNAs que presentaban homología tanto en su secuencia sentido como en algunos casos también de forma complementaria. Las secuencias con identidades en la cadena sentido las hace candidatas a ser una de dos opciones: 1. productos de degradación de mRNAs o 2. si este mRNA no presenta un marco de lectura abierta y puede formar una estructura secundaria estable de tipo tallo-asa, pueden ser potencialmente un precursor de miRNA. Para el caso en que la homología con algún mRNA se encuentre en sentido complementario, pudiera tratarse de un mensajero que fuese regulado por el miRNA. Además de este análisis, de estas secuencias se seleccionaron las que presentaran tamaños de 21-22 nt, que iniciaran principalmente con Uridina (como la mayoría de los miRNAs), así como realizar ensayos tipo Northern blot para comprobar si se acumulan en tamaños de 21-22 nt. En el capitulo 4 y 5 de este trabajo de investigación se realizó el análisis de dos de estas secuencias. G. Análisis de miRNAs conservados y nuevos candidatos en Phaseolus vulgaris El análisis de las diferentes bibliotecas de RNAs pequeños nos permitió elaborar la publicación de “Conserved and Novel miRNAs in the legume Phaseolus vulgaris in response to stress” publicado en la revista Plant Molecular Biology. Este artículo contiene los resultados obtenidos del análisis de los miRNAs conservados y nuevos que se clonaron de las bibliotecas a partir de diferentes tejidos como plántulas en diferentes estreses así como de hojas de plantas en sequía y raíces noduladas. Este trabajo se realizó con la colaboración de la Biol. Beatriz Pérez, Fernando Rabanal, Daniel Blanco-Melo, Carlos De la Rosa, Georgina Estrada-Navarrete, Dr. Federico Sánchez, Dra. Alejandra Alicia Covarrubias y Dr. José Luis Reyes. A continuación se anexa el artículo.H. Análisis de dos RNAs pequeños clonados e identificación de sus mensajeros blanco. H.1 Un nuevo microRNA conservado en leguminosas. Del grupo de “otras secuencias” (mencionados en la sección 2) se obtuvo una de 21 nt 5’- GGAATGGGCTGATTGGGAAGC-3’ (secuencia num. 18), de la biblioteca de plántulas rehidratadas, la cual se nombró pvu-miRRH18. La expresión de este RNA pequeño fue probada en ensayos tipo Northern blot, en donde se observó que migraba con un tamaño molecular de 22 nt. Por lo que se realizó ensayos de “primer extension” para determinar si en el extremo 5’ faltaba una base la cual no se hubiera clonado. El resultado mostró que hacia ese extremo no faltaba ninguna base, lo que sugirió fuertemente que la base faltante se encontraba hacia el extremo 3’ (datos no mostrados). Por otra parte el análisis por BLAST de esta secuencia mostró una identidad del 100% con una secuencia de la base de datos de ESTs de plantas que fue aislada de soya (Glycine max) en vainas inmaduras (banco Gm- c1071). El análisis de predicción de estructura secundaria (Zuker, 2003), mostró que esta secuencia es capaz de pregarse como una estructura secundaria tipo tallo-asa (135 nt) con un ΔG = -87 kcal/mol, indicando una gran estabilidad de la estructura secundaria. Lo cual sugiría que se trataba del RNA precursor del miRNA (figura 10). A partir de esta secuencia se diseñaron diferentes pares de oligos para amplificarlo por PCR y clonar al precursor de frijol. Las amplificaciones por PCR se realizaron utilizando como molde cDNA o DNA genómico tanto de soya como de frijol. No se logró amplificar ningún producto tomando como molde cDNA. Sin embargo, se logró amplificar y clonar a este precursor utilizando DNA genómico tanto para soya como para frijol. El análisis de la secuencia del pre-miRNA de soya reveló que es idéntica a la secuencia reportada en el banco de ESTs Gm-c1071. Por otro lado, al comparar esta secuencia con la secuencia amplificada de frijol, se encontró que difieren en un nucleótido (T/C) localizado en la base del tallo, lo que no modifica la estabilidad del tallo- asa (figura 10A). En base a la secuencia de nucleótidos de este precursor, se puede deducir que la base numero 22 faltante en el extremo 3’ de la secuencia madura corresponde a una Adenina (figura 10A). Figura 10. Estructura secundaria y alineamiento de pvu‐miRRH18. A. Se presenta las diferentes estructuras secundarias de las secuencias encontradas con identidad a pvu‐miRRH18, en rectángulo azul se presentan las secuencias que corresponden a pvu‐miRRH18 y en línea roja a su miRNA* correspondiente, con flecha azul se identifica el nucleótido de diferencia, con flecha roja se señala el nucleótido 22. B. Alineamiento de las mismas por Tcoffee, la línea azul señala la zona en donde se encuentra la secuencia 18 y la línea roja corresponde a su miRNA*. A B En la base de datos de ESTs se encontró otra secuencia de Malus domestica que es muy parecida a pvu-miRRH18, además es capaz de plegarse como tallo-asa de manera similar a las secuencias de frijol y soya (figura 11), lo que sugirió fuertemente que este RNA pequeño también se acumularía en Rosales, que son muy cercanas evolutivamente a Fabales. La secuencia de frijol fue utilizada para realizar ensayos de transformación transitoria en hojas de Nicotiana benthamiana para comprobar in vivo que esta secuencia tiene todas las características necesarias para que la maquinaria de la planta la reconozca y la procese correctamente generando al miRNA maduro (figura 11). El resultado por ensayos tipo Northern blot nos indicó que este precursor se procesó correctamente. Figura 11. Procesamiento de pre‐miRRH18. Transformación transitoria de hojas de N. benthamiana con el pvu‐ pre‐miRRH18 y análisis por Northern blot del procesamiento correcto del mismo, a uno y dos días post‐ transformación. Para estudiar las condiciones de crecimiento en las cuales este microRNA se acumula, se realizaron ensayos tipo Northern blot en diferentes órganos. Se encontró que en embrión seco se encuentra poco abundante en comparación con germinados de 24 horas donde sus niveles aumentan rápidamente. Su presencia es evidente en plántula de 4 días de edad, así como en hipocotilo y raíz de ese mismo estado del desarrollo. Los niveles son menores en hoja, en flores no podemos decir algo en concreto, ya que no observamos ninguna señal de control de carga por parte de la señal de 5S rRNA (5S). Es importante hacer notar que durante el desarrollo del embrión (desde vainas verdes hasta la maduración) ocurre una desecación natural en la semilla, durante este proceso los niveles de pvu-miRRH18 disminuyen (figura 12). Figura 12. Expresión de pvu‐miRRH18 en diferentes órganos. A. Ensayos tipo Northern blot a partir de RNA obtenido de diferentes órganos de frijol. Los niveles de 5S rRNA (5S) se utilizaron como control de carga. B. Densitometría de A, por Phosphorimager (Typhoon, Amersham). La expresión de este miRNA en plántulas sometidas a diferentes estreses, reveló que pvu-miRRH18 no se acumula en respuesta a estrés por sequía, tratamiento con ABA, por calor (42 °C) o por frío (4 °C) (figura 13). Figura 13. Expresión de pvu‐miRRH18 en respuesta a diferentes estreses. A y B. Muestran ensayos tipo Northern blot para detectar pvu‐miRRH18 en condiciones de sequía y tratamiento con ABA en A, y estrés por frío y calor en B, se muestra las gráficas de la densitometría obtenida de cada ensayo tipo Northern blot y analizadas por Phosphoimager (Typhoon, Amersham). Todas las gáficas representan valores normalizados con respecto a control de carga y al valor obtenido para el tiempo cero de tratamiento. Se comprobó la presencia de pvu-miRRH18 utilizando ensayos tipo Northern blot en algunas plantas pertenecientes a grupos filogenéticos lejanos (Monocotiledoneas, Solanaceas, Brasicales y Cucurbitales) y cercanos a frijol (Fabales y Rosales), encontrando que este miRNA sólo esta presente en Fabales y en Malus domestica (Rosales) (figura 14). Figura 14. Expresión de pvu‐miRRH18 en diferentes especies vegetales. A. Ensayos tipo Northern blot a partir de RNA obtenido de plantas perteneciente a diferentes grupos filogenéticos. B. Filogenia de Plantas. C. Ensayos tipo Northern blot a partir de RNA obtenido de plantas de diferentes leguminosas y rosales. La sombra de las letras en color identifican a los diferentes grupos filogenéticos en B (Soltis et al., 1999). I. El pvu-miRRH18 es un miRNA*. Recientemente se reportaron los miRNAs nuevos y relacionados en la regulación de la nodulación en raíces de soya (Subramanian et al., 2008). En dicho trabajo se encontraron 35 nuevas familias, para alguna de esas familias fueron determinadas su acumulación y participación en nodulación de algunos miRNAs por ensayos tipo Northern blot. En ese trabajo se reportó al miR482 maduro (5’-UUCCCAAUUCCGCCCAUUCCUA-3’), a su miRNA* y su pre-miRNA. Al comparar la secuencia de pvu-miRRH18, resultó evidente que era idéntica a miR482*, así que en el resto se renombrará como miRRH18/miR482* (figura 15). Hasta ahora, se ha registrado en MiRbase la presencia de miR482 de Glycine max (Fabales), Populus trichocarpa (Malpighiales) (Lu et al 2005), Vitis vinifera (Myrtales) (Jaillon et al., 2007) y Pinus taeda (Pinaceae) (Lu et al., 2007), correspondientes a diferentes eudicotiledoneas y a una gimnosperma. Esta secuencia no se encuentra en el genoma secuenciado de Arabidoposis. Adicionalmente, en este trabajo encontramos los precursores en Phaseolus vulgaris (Fabales) y Malus domestica (Rosales) (Arenas-Huertero et al., 2009) (figura 10). Figura 15. Diferentes pre‐miR482. Se muestran las diferentes estructuras secundarias de los pre‐miR482, en letras azules se muestra la secuencia de miR482*/miRRRH18y en letras rojas se muestra las secuencia de miR482 (secuencias obtenidas de miRbase). gma, G. max. pvu, P. vulgais. mdo, M. domestica. ptc, P.trichocarpa. vvi, V. vinifera. pta, P. taeda. Por tal motivo se realizó un alineamiento de las secuencias precursoras de miR482, en donde encontramos que la secuencia de miR482 está conservada en estas plantas (figura 16A). Sin embargo, la secuencia de miRRH18/miR482* esta conservada en Fabaceas y Rosales que son grupos filogenéticos cercanos y no así entre Malpighiales, Myrtales y Pinaceae. Fue extraño encontrar en el análisis de alineamiento en GeneBee (http://www.genebee.msu.su/services/malign_reduced.html), que las secuencias que más se parecían a miRRH18/miR482* (figura 16A), no fuesen exactamente el par de miRNAs* y sus miR482, según reportados en miRBase mostrado en sombra gris y en letras negras del alineamiento en la figura 16B y en su conformación de tallo-asa (figura 16C). Figura 16. Alineamiento de las secuencias de los pre‐miR482. A. Muestra el alineamiento de todos los pre‐ miR482 publicados y encontrados en este trabajo, en sombra gris se muestra las secuencias equivalentes a miRRH18/miR482* y miR482. B. Muestra en sombra gris con letras negras los verdaderos miR482*. C. Muestra el duplex miR482*/miR482. gma, G. max. pvu, P. vulgaris. mdo, M. domestica. ptc, P. trichocarpa. vvi, V. vinifera y pta, P. taeda. Las letras azules corresponde a miRRH18/miR482* y en letras rojas a la secuencia de miR482. Otro aspecto que se exploró sobre miR482 fue su patrón de expresión para compararlo con pvu-miRRH18/miR482*, por lo que se realizó un ensayo tipo Northern blot preliminar apartir de RNAs obtenidos de diferentes órganos (figura 17). De manera general, se puede observar que se acumulan ambos miRNAs en mayor proporción en órganos como hipocotilo, botones florales, flores y vainas de 9 cm. Con menor intensidad se observó en órganos como embrión seco, germinado 14h, plántula 4 días, y en diferentes edades de desarrollo embrionario. Sin embargo, es importante mencionar que este ensayo no refleja exactamente que exista una acumulación diferencial entre los dos miRNAs a lo largo de los diferentes órganos ya que fueron hibridados en la misma mebrana en ocasiones diferentes y con diferente tiempo de exposición. Figura 17. Expresión de miR482 y miRRRH18/miR482* en diferentes órganos. Ensayos tipo Northern blot de diferentes órganos de frijol Pinto Villa. 5S es utilizado como control de carga. En botones florales, flor, vainas de 5cm y 9cm de longitud no se aprecia el control de carga. J. Probables mRNAs regulados por pvu-miRRH18/miR482*. Para encontrar el mRNA que podría estar regulado por este pvu-miRRH18/miR482*, se realizó un análisis por BLAST para tratar de identificar una secuencia en bases de datos de ESTs que presente similitud en sentido complementario. El EST mas relevante proviene de Gossypium, y presenta similitud con una probable alfa-glucosidasa identificada en papa (gi|2648032|), A. thaliana (gi|101776| y gi|746924 ) y de jitomate (gi|383229393|). Con la finalidad de clonar la secuencia de este probable mRNA blanco, se alinearon las secuencias de los ESTs similares y se diseñaron dos oligos con bases degeneradas y en sentido complementario para utilizarlo en una primera amplificación y como un PCR anidado. Sin embargo, no ha sido posible amplificar una banda definida para posteriormente clonarla. Recientemente se realizó una búsqueda bioinforméatica para predecir el probable mensajero blanco en la base de datos de leguminosas (Arenas-Huertero et al, 2009). Entre los mejores candidatos se encuentra un mensajero con anotación de proteína relacionada con la subunidad ribosomal 60S. Es importante mencionar que el mensajero blanco de miR482 se ha validado experimentalmente en Populus trichocarpa, tratándose de un transcrito que codifica una probable proteína de resistencia a infección (Lu et al., 2005). K. Pvu-small RNA-1, una historia de sequía. En la búsqueda de nuevos miRNAs, se encontró en el banco obtenido a partir de plántulas en sequía una secuencia de 21 nt (5’-TGATACACTAGCACGGGTCAC-3’) la cual fue nombrada pvu-sRNA-1. Sin embargo, no se ha encontrado ninguna secuencia en los bancos de datos de ESTs que sugiera ser el precursor de este RNA pequeño y que lo permita identificar como un posible miRNA, por lo tanto se diseñó una estrategia diferente para estudiar sus características y poder determinar si este RNA pequeño es funcional y no un producto de degradación. Esto incluye el estudio de sus características químicas que nos pudieran sugerir la vía de su biogénesis, así como su patrón de expresión en diferentes órganos y condiciones de estrés hídrico, sin olvidar comprobar la distribución y conservación en las diferentes plantas y principalmente tratar de conocer su función en plantas. L. Biogénesis de pvu-sRNA-1. L.1. Fosforilación del extremo 5’. Durante el procesamiento de los miRNAs por proteínas de la familia de RNasas III, DCLs (Kurihara and Watanabe, 2004), se generan extremos 5’ fosforilados y dos nucleótidos no apareados en los extremos 3’ (Reinhart et al., 2002). Para comprobar si el pvu-sRNA-1 se encontraba fosforilada en su extremo 5’, se comparó el cambio de su patrón electroforético en un ensayo tipo Northern blot utilizando una muestra de RNA total tratada con fosfatasa alcalina (retraso en su migración), con respecto a una sin tratar. El resultado indicó un retraso en la migración de pvu-sRNA-1 después de la defosforilación, lo que indicó que se encontraba fosforilada en su extremo 5’ (figura 18). Como control del ensayo se utilizó un oligonucleótido de RNA con su extremo 5’ fosforilado o no (figura 18). L.2. Metilación del extremo 3’. Durante de la biogénesis de miRNAs de plantas, se requiere de HEN1, esta proteína es una metilasa que se encarga de modificar en la posición 2’ de la ribosa del último nucleótido del extremo 3’ con un metilo (-CH3). Esta proteína es importante en la biogénesis tanto de miRNAs como de siRNAs en plantas (Yu et al., 2005). Para demostrar si pvu-sRNA-1 se encuentra metilado se realizó un ensayo de β-eliminación, que consiste en una oxidación de la ribosa del extremo 3’. Si ésta no estuviera metilada, la oxidación generaría la pérdida del último nucleótido (cambio de migración electroforética). Si la ribosa se encuentra metilada no existe dicha oxidación y por tanto no habría cambio electroforético. Después del tratamiento de oxidación se analizó el resultado en un ensayo de tipo Northern blot y el resultado reveló que no existe cambio en su migración y por lo tanto concluimos que este RNA pequeño se encuentra modificado en su extremo 3’ (figura 18). Figura 18. Ensayo de fosfatasa alcalina y de β‐eliminación. En la parte superior de la figura se encuentra el ensayo con un oligonucleótido control el cual se encuentra fosforilado en el extremo 5’ y no se encuentra modificado en el extremo 3’. En la parte inferior se encuentra un ensayo tipo Northern blot para detectar a pvu‐sRNA‐1 de muestras de RNA total. –AP, no tratadas con fosfatasa alcalina. +AP, tratadas con fosfatasa alcalina. –β, sin tratamiento de β‐eliminación. + β, tratamiento de β‐eliminación. M. Dependencia de DCL-1 en su procesamiento. Los RNAs pequeños interferentes y los microRNAs en plantas son producidos por una familia de RNasas III-like conocidas como “Dicer-like” (DCLs). DCL-1 participa en la biogénesis de la mayoría de los miRNAs y en el procesamiento de cis nat-siRNAs (Borsani et al., 2005). Por ello, para determinar su dependencia de DCL-1 en la generación del pvu-sRNA-1 en frijol, se realizó una construcción de represión de DCL-1 por RNAi en frijol (iDCL1) (Valdes-Lopez et al., 2008). Los resultados obtenidos
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