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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO __________________________________________________ POSGRADO EN CIENCIAS BIOLÓGICAS FACULTAD DE CIENCIAS PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA DIRECTOR DE TESIS: DR. ADOLFO GERARDO NAVARRO SIGÜENZA MÉXICO, D. F. NOVIEMBRE 2006 T E S I S QUE PARA OBTENER EL GRADO ACADEMICO DE M A E S T R O E N C I E N C I A S BIOLÓGICAS ( S I S T E M Á T I C A ) P R E S E N T A : C É S A R A N T O N I O R Í O S M U Ñ O Z UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. La realización del trabajo fue posible gracias a las becas de Posgrado de Excelencia otorgadas por CONACyT y DGEP. Así como la información utilizada gracias a los proyectos CONABIO (CE-015), CONACYT (R27965), SEMARNAT-CONACyT (C01- 0265), DGAPA-UNAM (IN 233002 y 208906). Al comité tutoral y director de tesis que participaron con valiosos comentarios y correcciones al trabajo, Dra. María del Coro Arizmendi Arriaga, Dr. Enrique Martínez Meyer y Dr. Adolfo Gerardo Navarro Sigüenza (director de tesis). A las colecciones cientificas que proveyeron la información necesaria American Museum of Natural History; Academy of Natural Sciences of Philadelphia; Bell Museum of Natural History, University of Minnesota; Museum Für Naturkunde, Zentralinstitut Der Humboldt-Universität Zu Berlin; British Museum (Natural History); Zoologische Forschungsinstitut und Museum Alexander Koenig; Übersee-Museum Bremen; Carnegie Museum of Natural History; California Academy of Sciences; Centro de Investigaciones de Quintana Roo (ahora en ECOSUR Chetumal); Canadian Museum of Nature; Coleccion Ornitólogica, Centro de Investigaciones Biológicas, UAEM; Cornell University Museum of Vertebrates; Museo Civico Federico Craveri di Storia Naturale; State Darwin Museum of Natural History; Denver Museum of Natural History; Delaware Museum of Natural History; Department of Zoology, Manchester Museum; El Colegio de la Frontera Sur, Unidad Chetumal; Museo de Zoología, FES Zaragoza, UNAM; Fort Hays State College; Field Museum of Natural History; Senckenberg Museum Frankfurt; Museo Civico Di Storia Naturale Giacomo Doria; Colección Nacional de Aves, Instituto de Biología, UNAM; Instituto de Ecología y Alimentos, Universidad Autónoma de Tamaulipas; Instituto de Historia Natural y Ecología, Chiapas; Iowa State University; University of Kansas Natural History Museum; Los Angeles County Museum of Natural History; Natuurhistorische Musem Leiden; Laboratorio Natural Las Joyas, Universidad de Guadalajara; Louisiana State University Museum of Zoology; Museo de las Aves de México; Museo de La Biodiversidad Maya, Universidad Autónoma de Campeche; Museo Civico di Storia Naturale di Milano; Museum of Comparative Zoology, Harvard University; Museum d'Historie Naturelle de la Ville de Genéve; Moore Laboratory of Zoology, Occidental College; Michigan State University; Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid; Museum Nationale d'Histoire Naturelle Paris; Zoological Museum Moscow State University; Museo Regionali Di Scienze Naturali Torino; Museum Mensch Und Natur Munich; Museum of Vertebrate Zoology, Berkley; Museo de Zoología, Facultad de Ciencias, UNAM; University of Nebraska; Naturhistorische Museum Wien; Naturhistoriska Riksmuseet Stockholm; Red Mexicana de Información Sobre Biodiversidad; Royal Ontario Museum; San Diego Natural History Museum; Sistema Nacional de Información Sobre Biodiversidad (CONABIO); Zoological Institute And Museum of the Russian Academy of Sciences; "Museo Zoologico ""La Specola", Universita degli Studi di Firenze; Staatliche Museen Für Naturkunde Stuttgart; Southwestern College; Texas Cooperative Wildlife Collections; Universidad Autónoma de Baja California; Colección Ornitológica, Facultad de Ciencias Biológicas, UANL; University of Arizona; University of British Columbia Museum of Zoology; University of California Los Angeles; Florida Museum of Natural History; University of Michigan, Museum of Zoology; Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo; University Museum of Zoology, University of Cambridge; University of Oklahoma; United States National Museum of Natural History; Burke Museum, University of Washington; Western Foundation of Vertebrate Zoology; Peabody Museum, Yale University. AGRADECIMIENTOS Dedico este trabajo a Luciano Muñoz Castañeda y a Margarita Rivera Hernández por su apoyo, cariño, compresión y por todo lo que me han enseñado y lo que significan para mí. De igual forma a Eliuth T. Muñoz Rivera por su paciencia, cariño y por ser una madre ejemplar, asi como a mi familia con quienes he aprendido y pasado tantos momentos agradables y felices. A Adolfo, por su amistad y por alentarme a seguir adelante. A Nandadevi por su apoyo incondicional y su paciencia casi infinita que me han ayudado mucho y por ser alguien tan importante para mi. A Héctor (Loquito), Roxana (Amiguis) y Diana (con sus ruiditos de fondo) por hacerme pasar tantos ratos agradables y por aceptarme como exiliado. A mis amigos del museo a quienes debo comentarios y buenos momentos, Erick García, Luis Antonio Sánchez (Howell), Magali Honey, Hernán Vázquez, Roberto Sosa (Mampo), Vicente Rodríguez, Alejandro Gordillo, Samuel López, Gabriela García, Itzel Durán, Manuel Rosado (Champu), Leticia Ochoa, Alberto Mendoza, Uri García, Marysol Trujano, Perla Cuevas, Susette Castañeda y también a la colada de Marilú Molina (Lupe). A mis maestros Blanca Hernández, Oscar Flores, Georgina Santos, Oswaldo Tellez, Juan José Morrone, Miguel Ortega, Enrique Martínez Meyer, Jorge Vega y sobre todo a Livia León, por darme la oportunidad de trabajar con ella. A mi comité tutoral Dra. Maria del Coro Arizmendi Arriaga y Dr. Enrique Martínez Meyer asi como a los miembros del jurado Dr. Juan José Morrone Lupi y Dr. Octavio Rafael Rojas Soto y a mi director de tesis Dr. Adolfo Navarro por sus comentarios y su paciencia después de toda la lata que les dí. A todas aquellas personas que por descuido he olvidado mencionar y todos los que han colaborado directa o indirectamente en este proyecto. ¡Gracias! Con paciencia y un ganchito … PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA ÍNDICE Introducción……………………………………………………………………………………. 1 Antecedentes Las selvas secas…………………………………………………………………………... Las aves de las selvas secas……………………………………………………………. El contexto geológico……………………………………………………………………... Algoritmo genético producción de conjuntos de reglas (GARP)…………………….. Análisis de parsimonia de endemismos (PAE)………………………………………… 3 6 7 9 11 Objetivos………………………………………………………………………………………… 13 Métodos………………………………………………………………………………………….. 14 Resultados………………………………………………………………………………………. 17 Discusión Patrones de riqueza de especies en los BTC mesoamericanos..............…………...... Los patrones de endemismo………...……...…………………………………………...… Críticas al análisis de parsimonia de endemismos: conceptos, historia, ecología yas homología…………………………………………………………………………………..... Componentes de la avifauna: la regionalización de los BTC en Mesoamérica...……. Modelos predictivos y análisis biogeográfico..………………………………………….... 29 30 32 33 37 Literatura citada………………………………………………………………………………… 39 Anexo 1. Correlación de variables climáticas y topográficas Introducción………………………………………………...……………...………………. Métodos…………………………………………………………………………………….. Resultados…………………………………………………………………………………. Discusión…………………………………………………………………………………… Literatura citada……………………………………………………………………………. 51 52 53 56 57 Anexo 2. Lista de especies utilizadas……………………………………………………...... 59 PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA RESUMEN Las relaciones biogeográficas de las avifaunas del bosque tropical caducifolio están pobremente entendidas, a pesar de que estos ambientes poseen una gran riqueza de especies y endemismos. Compilé datos primarios de presencia (de colecciones científicas y literatura) para 650 especies de aves presentes en estos bosques desde México hasta Panamá, para obtener modelos predictivos de distribución usando el algoritmo genético de producción de conjuntos de reglas (GARP). Estos mapas fueron usados en un análisis de parsimonia de endemismos (PAE) para obtener hipótesis acerca de las relaciones biogeográficas de las áreas basadas en una cuadrícula de 0.5 grados. Los resultados muestran claramente dos grupos de avifaunas: uno que incluye el sureste de México al sur hasta Panamá, y el otro incluyendo las áreas en México al oeste del Istmo de Tehuantepec. Los análisis geográficos de riqueza de especies marcan el Istmo de Tehuantepec y Valle de Sula, así como centro de Veracruz, como áreas principales de diversidad, y por lo tanto importantes para su conservación, considerando a las avifaunas totales y a las especies restringidas al hábitat. Además, se discuten los patrones geográficos del endemismo a diferentes escalas. ABSTRACT Biogeographic relationships of the tropical deciduous forest avifaunas are poorly understood, in spite that these environments are highly in species richness and endemisms. We compiled presence data (from scientific collections and literature) for 650 species of birds that occur in these forests from Mexico to Panama to obtain predictive distributional models using the genetic algorithm for rule-set production (GARP). These maps were used to perform a parsimony analysis of endemism (PAE) to produce hypotheses about the biogeographic relationships of the areas based in a 0.5 deg grid. Results show two clear groupings of avifaunas: one that includes southeastern Mexico south Panama, and the other including the areas in Mexico west of the Isthmus of Tehuantepec. Geographic analyses of species richness highlighted the Isthmus of Tehuantepec and the Sula Valley, as well as Central Veracruz, as focal areas for bird diversity and conservation, both using total avifaunas and habitat-restricted species. Geographic patterns of endemism in the region at different scales are also discussed. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 1 INTRODUCCIÓN Las selvas secas están ampliamente distribuidas en el mundo, ya que cerca del 42% de los bosques tropicales se componen de comunidades vegetales estacionalmente secas (Murphy & Lugo 1986). En México son predominantes y cubren el 60 % del área total de la vegetación tropical del país (Trejo & Dirzo 2000) lo que corresponde al 12% del territorio nacional (Rzedowski 1981). A diferencia de las selvas tropicales húmedas, las selvas secas presentan una severa carencia estacional de agua que puede ir de dos a siete meses al año, debido a que la precipitación total anual está entre los 600 y los 1800 mm; además, presentan un clima cálido con una temperatura media anual superior a 17° C (Murphy & Lugo 1986, Bullock et al. 1995). Existen algunos trabajos biogeográficos asociados a la avifauna de las selvas secas, específicamente en la vertiente occidental de México. Palomera-García et al. (1994) en un análisis comparativo de tres estados del Pacífico mexicano (Sonora, Jalisco y Chiapas), reporta como los patrones de riqueza, gremios y distribución altitudinal se ven influenciados por un gradiente altitudinal. Gordon & Ornelas (2000) compararon el endemismo y la restricción de hábitat para las especies de aves mesoamericanas, encontrando que un 40% de las especies estan restringidas a este tipo de vegetación y en el 60% restante existen especies que llaman “especialistas crípticas del hábitat”, por lo que sugieren que la información de uso de hábitat es fundamental para priorizar los esquemas de conservación. Finalmente García-Trejo (2002) y García-Trejo & Navarro (2004) analizaron los patrones de distribución de la avifauna del occidente de México por medio de análisis de curvas de atenuación; encontraron seis zonas de alto recambio de especies en la costa del Pacífico y la existencia de tres áreas de endemismos principales, norte (de Sonora hasta norte de Nayarit y Jalisco), centro (de Colima hasta la parte oriental de Oaxaca) y sur (desde el oriente de Oaxaca hasta el sur de Chiapas). Pese a los trabajos mencionados, a la fecha no se han analizado los patrones biogeográficos de la avifauna asociada a las selvas secas mesoamericanas en conjunto, pues la parte norte de la Península de Yucatán, el noreste de México, la parte sur de la Península de Baja California, las Islas Revillagigedo, las Islas Marías y las selvas secas centroamericanas no han sido consideradas en análisis biogeográficos previos. Actualmente, los métodos de parsimonia han sido utilizados como herramientas biogeográficas para detectar similitudes entre áreas y establecer unidades basadas en los PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 2 taxones que habitan esas áreas. Uno de esos métodos es el Análisis de Parsimonia de Endemismos (PAE por sus siglas en inglés, Morrone & Crisci 1995). Aunque el método ignora las relaciones taxonómicas entre las especies al sólo considerar las áreas de distribución, es posible comparar la información obtenida con la filogenia de grupos de especies para sustentar los datos obtenidos (Morrone & Crisci 1995). En los análisis de áreas se han utilizado de manera tradicional registros individuales. Uno de los problemas que se presentan es cuando la información de algunas especies es muy poca, pues podría estar sesgando el análisis por falta de información que tal vez no se encuentre disponible por tratarse de especies no comunes o porque habitan en localidades de difícil acceso (Rojas-Soto et al. 2003). Para evitar este sesgo por la falta de datos, es posible añadir una herramienta de predicción. Mediante el uso del algoritmo genético de producción de conjuntos de reglas (GARP por sus siglas en inglés) es posible obtener áreas potenciales de distribución para las especies, tomando como base los puntos de localización de los individuos de una especie (Peterson 2001, Peterson et al. 2002). El completar los huecos que existen en las distribuciones puntuales de las especies mejora el análisis y las explicaciones biogeográficas que puedan surgir como se ya ha demostrado en trabajos previos (Rojas-Soto et al. 2003). En el presente trabajo se conjuntan las herramientas mencionadas para generar hipótesis biogeográficas para las selvas secas, mismas que concentran el 24.4% de las especies de aves endémicas al país (Escalante et al. 1998). PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 3 ANTECEDENTES LAS SELVAS SECAS Es posible definir las selvas secas o bosques tropicales caducifolios (BTC) como aquellos tipos de vegetación tropical que están sometidos a intervalos estacionales de al menos un periodo de lluvias y uno de sequía prolongada(Bullock et al. 1995). Esta estacionalidad en la distribución de la precipitación pluvial es provocada principalmente por condiciones climáticas, latitud y elevación (Murphy & Lugo 1986, Bullock et al. 1995), por lo que la diferencia en la altura del dosel, la biomasa total y la productividad es diferente entre distintas comunidades de este ecosistema (Bullock et al. 1995). Es importante señalar que los años en los que se presentan valores extremos de estrés hídrico pueden ser los más significativos para moldear las propiedades de estructura, composición y función de este tipo de ecosistemas (Murphy & Lugo 1986). Como se ha señalado, la precipitación es un factor importante; en la región de Mesoamérica y el Caribe, la lluvia presenta un patron bimodal, donde existen dos periodos de sequia, uno menor (1-2 meses) y otro mayor (2-6 meses). Sin embargo, en los límites del Trópico sólo existe uno de lluvias y uno de sequía, llegando a durar, este último, hasta ocho meses (Murphy & Lugo 1986, Murphy & Lugo 1995) tal como ocurre en los BTP del centro de la costa del Pacífico en México (ej. Chamela, Jalisco). La temperatura media anual se encuentra alrededor de los 17º C (Murphy & Lugo 1986, Balvanera et al. 2000), aunque, al igual que la lluvia, localmente depende de la altitud y la latitud, pues cuando aumentan, la temperatura disminuye, el patron de lluvias cambia. Como ejemplo, en una región en particular se ha observado que la tasa de cambio de la temperatura llega a ser de una disminución de 6º C cada que se aumentan 1000 m (Murphy & Lugo 1995). El intervalo altitudinal en el que es posible ubicar las selvas secas va del nivel del mar a los 2000 m, y debido a que las condiciones climáticas y topográficas son las que limitan la distribución del ecosistema, los tipos de suelos que ocupan pueden ser bastante heterogéneos (Murphy & Lugo 1995) aunque se caracterizan por tener una alta fertilidad (Bullock et al. 1995, CECC 2000). Cerca del 40% de la superficie del planeta está dominado por zonas tropicales y subtropicales. De éstas, el 42% corresponde a comunidades de selvas secas, 33% a selvas húmedas y el 25% a bosques lluviosos (Murphy & Lugo 1986). En América es posible destacar que los BTC se encuentran distribuidos de en seis áreas principales: 1. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 4 tierras bajas de las Antillas mayores, 2. costa árida Pacífica de Centroamérica, 3. Norte de la península de Yucatán, 4. tierras bajas del Caribe de Colombia y Venezuela, 5. costa pacífica de Sudamérica, 6. tierras y planicies bajas del centro y sur de Sudamérica. Estas se encuentran separadas entre ellas por extensiones de selvas húmedas, montañas o pastizales, además de algunos manchones intermontanos aislados a través de las cordilleras de los Andes, Centroamérica y en las Antillas menores (Stotz et al. 1996). La distribución de los BTC mesoamericanos está caracterizada por una gran extensión ininterrumpida en la vertiente Pacífica desde el noroeste de México desde Sonora y Chihuahua hacia el sur llegando hasta la región de Guanacaste al noroeste de Costa Rica y otro fragmento en la Península de Azuero alrededor de la Bahía de Parita y en la parte oeste del canal de Panamá, en Panamá (Rzedowski 1981, Olson et al. 2001). En la parte norte se encuentra asociada a la vertiente occidental inferior de la Sierra Madre Occidental sin penetrar a la planicie costera (Rzedowski 1981), en esta zona se conservan grandes extensiones de selva primaria desde las barrancas de la Sierra Tarahumara en el suroeste de Chihuahua, hasta Sinaloa (Challenger 1998). Conforme disminuye la latitud, la selva entra en contacto directo con el litoral, a partir del cual se extiende hacia las zonas serranas más próximas existen algunas regiones donde existe una penetración más profunda a lo largo de las cuencas de los ríos Santiago y Balsas (Rzedowski 1981), en la zona del Bajío, se estima que se ha perdido hasta el 95% por la ampliación de la frontera agrícola, mientras que en algunas zonas del Balsas al encontrarse lejos de zonas urbanizadas se conservan aun grandes extensiones conservadas (Challenger 1998). En la depresión central de Chiapas este tipo de vegetación forma parte de la cuenca del Grijalva (Breedlove 1973, Rzedowski 1981) donde de acuerdo con Challenger (1998) quedan solo algunos relictos. En Centroamérica se extiende en la parte oriental de los lagos Managua y Nicaragua (Taylor 1963) pero no existe información relacionada a su estatus de conservación. Un manchón aislado se encuentra en el extremo sur de Baja California en las zonas bajas aledañas a las sierras de la Laguna y la Giganta (Rzedowski 1981, Murphy & Lugo 1995), y en la parte oriental de México pueden localizarse tres grandes manchones, el primero en el centro-sur de Tamaulipas, extremo norte de Veracruz, parte oriental de San Luis Potosí y extremo noreste de Querétaro en la parte de la Huasteca; otro está en el centro de Veracruz entre Nautla, Alvarado, Jalapa y Tierra Blanca, sin llegar a estas poblaciones pero incluyendo el puerto de Veracruz, el último corresponde a la parte norte de la Península de Yucatán ocupando la mayor parte del estado de Yucatán y una fracción de Campeche (Rzedowski PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 5 1981). De estos fragmentos el más perturbado es la zona central de Veracruz, mientras que la península de Yucatán a pesar de tener condiciones ambientales propicias para el establecimiento de bosques tropicales perennifolios, las condiciones porosas del suelo lo impiden (Challenger 1998). Por último, en sistemas insulares las selvas secas se encuentran en las Islas Marías y Marietas frente a la costa de Nayarit, en el archipiélago de las Revillagigedo, las Islas Socorro y Clarión y Cozumel en el Caribe (Fig. 1; Olson et al. 2001). De forma más particular, en Mesoamérica la caracterización de los BTC está basada en las clasificaciones obtenidas de Murphy & Lugo (1995) considerando los trabajos de Holdridge et al. (1971) para Centroamérica y Rzedowski (1981) para México. Una forma de hacer compatibles ambas clasificaciones, como serán utilizadas en este trabajo, es utilizando las ecorregiones del mundo (Olson et al. 2001), añadiendo las regiones de la vertiente Atlántica de México señaladas por Rzedowski (1981). En México los ecosistemas estacionalmente secos corresponden casi al 60% de la vegetación tropical en el país (Trejo & Dirzo 2000, Trejo 2001), que corresponden aproximadamente al 12% del territorio nacional (Rzedowski 1981), mientras que en Centroamérica, el área cubierta corresponde casi al 50% (Murphy & Lugo 1986). Figura 1. Distribución de las selvas secas mesoamericanas analizadas en este trabajo, cartografía basada en Rzedowski (1990) y Olson et al. (2001). PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 6 Debido a las condiciones tan favorables que presentan los sistemas tropicales, los seres humanos han provocado un impacto importante en éstos, modificando la cobertura vegetal original a sistemas agrícolas (Murphy & Lugo 1986, Murphy & Lugo 1995, Challenger 1998, CECC 2000, Trejo & Dirzo 2000). Este cambio de uso de suelo ha hecho que el BTC sea el ecosistema más amenazado (Janzen 1988), pues tan sólo en México del total de extensión ocupado por dicho ecosistema, el 27 % permanece intacto, 27 % ha sido alterado y considerablemente fragmentado, 23 % ha sido degradado y el 23 % restante ha sido reemplazado por cultivos o ganado (Trejo & Dirzo 2000). La identificación de zonas degradadas mediante herramientas de percepción remota no es tarea fácil, pues debido a la marcada estacionalidad, la identificación de zonas degradadas y zonas conservadas en la época de secas ha sido virtualmente imposible (Sánchez-Azofeifa et al. 2003;M. Ortega-Huerta, com. pers.). LAS AVES DE LAS SELVAS SECAS La diversidad de aves está generalmente correlacionada con la complejidad del hábitat y con la precipitación, en una aproximación realizada por Stotz et al. (1996), el número total de especies que utilizan el BTC (635) está muy por debajo del número de especies que pueden encontrarse en sitios de Bosques Tropicales Perennifolios (BTP, 2820) y sin considerar especies acuáticas. Además, mientras que en las regiones de selvas húmedas se ha observado que hasta el 85 % de especies se comparten, entre regiones con selvas secas no va más allá del 50 % (siendo usualmente menor al 10 %). Es importante señalar también que el 80 % de las especies de aves restringidas a las selvas secas se encuentran en alguna categoría de riesgo (Stotz et al. 1996). Varios trabajos se han publicado con respecto a la avifauna mesoamericana, siendo el primero la “Biologia Centrali-Americana” (Godman 1915), además de las múltiples monografías que se han publicado para México (Friedmann et al. 1950; Lowery & Dalquest 1951; Miller et al. 1957; Binford 1989; Arizmendi et al. 2002), y referencias importantes para los países centroamericanos son: Guatemala (Land 1970, Eisermann & Avendaño 2006), Honduras (Monroe 1968), El Salvador (Dickey & Van Rossem 1938), Nicaragua (J. C. Morales com. pers.), Costa Rica (Stiles & Skutch 1989) y Panamá (Ridgely & Gwynne 1989). En cuanto a las aves asociadas a las selvas secas es importante mencionar los trabajos de conocimiento general de la avifauna y trabajo PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 7 faunístico (Arizmendi et al. 2002; Peterson et al. 2003; Vega-Rivera et al. 2004) estudios ecológicos (Hutto et al. 1986; Hutto 1987; Hutto 1989; Ornelas et al. 1993; Hutto 1994; Blake & Loiselle 2001; Gillespie & Walter 2001; Morales-Pérez 2002), esfuerzos de conservación (Peterson & Navarro S. 2000; Gordon & Ornelas 2000; Gillespie 2000) y biogeografía (Gordon & Ornelas 2000; García-Trejo & Navarro 2004), aunque de estos últimos el primero aunque se enfoca a este ecosistema, no considera las áreas de la vertiente Atlántica, la parte sur de Baja California Sur, ni los sistemas insulares y el segundo consideró únicamente la región occidental de México considerando además otros tipos de vegetación. EL CONTEXTO GEOLÓGICO La historia geológica de México y Centroamérica es bastante compleja, sin embargo, existen trabajos que permiten conocer la evolución tectónica de México y norte de Centroamérica (Ortega-Gutiérrez et al. 2000), además de diversas recopilaciones (Campbell 1999) y artículos científicos (Barrier et al. 1998) que describen la evolución geológica de Mesoamérica. A continuación se presentará un panorama general de los eventos geológicos que han influido en la distribución del BTC mesoamericano. La unión de al menos cinco placas tectónicas (Norteamericana, Pacífico, Rivera, Cocos y Caribe) reflejada una gran cantidad de eventos tectónicos desde el Jurásico tardío (Campbell 1999, Ortega-Gutiérrez et al. 2000). Sin embargo, los eventos relevantes, en este caso, se concentran entre el Oligoceno tardío y el Mioceno temprano (25 – 20 m. a.) con la formación de la Sierra Madre Occidental (SMOc) y la aparición del Eje Neovolcánico Transmexicano (ENT, Morán-Zenteno 1994), cuya aparición se considera crucial para proveer las condiciones adecuadas para la persistencia del BTC bloqueando las tormentas y los vientos provenientes del norte (Becerra 2005). Desafortunadamente, para el occidente de México no existen fósiles de floras o faunas que puedan dar indicios de que hubo un aumento de la estacionalidad y el clima se hizo más seco, pero existe una analogía, pues en el oeste de Estados Unidos sí existen fósiles que permiten conocer estos cambios ambientales y están relacionados con el surgimiento de las Montañas Rocallosas, y que son contemporáneas con la SMOc (Becerra 2005). La formación de la SMOc es una meseta volcánica, su formación es debida a un arco de margen continental convergente entre la antigua Placa Farallón y la Placa PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 8 Norteamericana (Morán-Zenteno 1994). Su proceso de formación inició hace 50 m. a. (Ortega-Gutiérrez et al. 2000) y su levantamiento ocurrió entre 34 m. a. y 15 m. a. (Morán- Zenteno 1994). El ENT es una zona de alta actividad volcánica que se encuentra relacionada con la subducción de la Placa de Cocos (Morán-Zenteno 1994, Ortega- Gutiérrez et al. 2000). Su formación comenzó hace 23 m. a. en dirección Poniente-Oriente y de hecho no ha tenido eventos importantes en los últimos 5 m. a. (Becerra 2005). Muy relacionado con el ENT se encuentra la Sierra Madre del Sur (SMS) debido a que su origen también se encuentra relacionado con la subducción de la Placa de Cocos y por lo tanto es una formación diferente a la SMOc (Morán-Zenteno 1994). La aparición de estas cadenas montañosas aislaron grandes extensiones donde la estacionalidad y la temperatura hicieron posible el establecimiento del BTC: la planicie costera del Pacífico y la Cuenca del Balsas (Rzedowski 1981, Becerra 2005). Por otro lado, las regiones que se encuentran separadas de este contínuo de BTC tienen historias diferentes, aunque en el caso de Baja California presenta mayor afinidad al occidente de México debido a que su separación se piensa que ocurrió entre 15 y 6 m. a. debido a fallas transformantes con dirección Noroeste, en la actualidad se desplaza a una velocidad relativa de 55 mm/año (Morán-Zenteno 1994; Ortega-Gutiérrez et al. 2000). Los BTC de la vertiente Atlántica y Centroamérica se encuentran relacionados con la formación de la Sierra Madre Oriental (SMOr) y las montañas y valles de Centroamérica que ocurrieron más por plegamientos que por actividad volcánica desde finales del Cretácico (Morán-Zenteno 1994, Campbell 1999). La península de Yucatán es un depósito calcáreo sin alteraciones estratigráficas desde el Paleozoico y sólo se aprecia el retiro gradual de la línea de costa durante el terciario hasta como la conocemos en la actualidad (Morán-Zenteno 1994). La formación de cadenas montañosas entre el istmo de Tehuantepec y la depresión de Nicaragua se desarrolló durante el Mioceno y los picos más altos durante el Plioceno (Campbell 1999). Es posible dividir a Centroamérica en una parte septentrional (Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua) y una parte meridional (sur de Nicaragua, Costa Rica y Panamá), pues como se ha visto, la parte septentrional tiene una historia más relacionada con lo sucedido en México, mientras que la parte meridional surge como un cinturón de islas volcánicas que dio paso a la unión de las masas continentales cerrando el canal centroamericano, dando paso al levantamiento general de toda la región hace 5.0 m. a., tiempo en el que se formaron cadenas montañosas como la Sierra de Guanacaste, la Cordillera Central de Costa Rica y el Volcán de Chiriquí (CECC 2000). Después de originarse como una serie de islas PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 9 volcánicas, que se fusionaron formando un puente hasta el Plioceno, la formación de lo que hoy conocemos como Centroamérica da idea de un puente entre Norteamérica y Sudamérica con una edad de 4 m. a. (Murphy & Lugo 1995). Por lo anterior, es posible observar que la distribución de los BTC mesoamericanos se encuentran estrechamente relacionados con eventos geológicos, contínuos (formación de la SMOc y ENT) o aislados (vertiente Atlántica y Centroamérica), en los cuales se presentaron las condiciones de temperatura y estacionalidad necesarias para el establecimiento de este tipo de vegetación y que sirvió para la diversificación de grupos estrechamente asociados a este ambiente como los árboles del género Bursera (Becerra 2005).Sin embargo, la edad en la que se ha calculado la formación de los BTC mesoamericanos es muy anterior a la diversificación de la mayoria de las familias de aves existentes (Navarro & Benitez 1993), por lo que las consideraciones biogeograficas obtenidas a partir de su avifauna no deben ser explicadas únicamente con base en la historia geológica. ALGORITMO GENÉTICO DE PRODUCCIÓN DE CONJUNTOS DE REGLAS (GARP) Para poder realizar un trabajo biogeográfico, además de conocer los procesos geológicos que han ocurrido en la región, es necesario conocer las distribuciones de las especies que se van a analizar (Morrone & Crisci 1995, Morrone 2004). Sin embargo, las fuentes primarias de información, como son las colecciones científicas (Ponder et al. 2001, Navarro et al. 2003a) no son suficientes, ni cuentan con la representatividad necesaria para el conocimiento global de la distribución de las especies (Navarro et al 2003a). Además, existe una falta de disponibilidad de los datos, ya que de acuerdo a Navarro et al. (2003b), se estima que solo entre el 5 y 10% de los tres mil millones de datos que existen en el mundo se encuentran en bases de datos, y de estos una mínima parte se encuentra disponible para su uso a través de la red. Tradicionalmente los análisis de distribuciones geográficas utilizan registros puntuales de las especies, lo que limita el conocimiento de los taxones (Navarro et al. 2003b). Por este motivo, se han desarrollado distintos métodos para poder delimitar las distribuciones geográficas de los taxones (Rapoport & Monjeau 2001), aunque estos no siempre son adecuados, ya que en la mayoría de las veces consuelen ser subjetivos. Este problema ha llevado a utilizar las condiciones ambientales de los puntos de presencia de los taxones para poder delinear la distribución de los taxones (Navarro et al. 2003b), PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 10 contando para esto con nuevas herramientas como lo son los modelos predictivos de distribución de especies (Guisan & Zimmermann 2000). Este tipo de modelos, se basan en la información de datos reales de presencia (y en algunos casos ausencia) de las especies para poder predecir las condiciones en las cuales es posible encontrarlas (Guisan & Zimmermann 2000). Existen varios modelos predictivos que se han desarrollado a través del tiempo, BIOCLIM, (Nix 1986), MaxEnt, (Phillips et al. 2004), DOMAIN (Carpenter et al. 1993), GLM’s y GAM’s (Guisan et al. 2002) y las distancias de Mahalanobis (Clark et al. 1993, Browning 2005) Cada uno de estos, depende de los tipos de datos con los que se cuenten, por ejemplo los GLM’s y GAM’s requieren de datos de presencias y ausencias para poder funcionar (Guisan et al. 2002) y otros como BIOLCIM unicamente funcionan a partir de variables climáticasAlgora (Nix 1986). Los algoritmos que se utilizan tienen características diferentes, de tal manera que podemos encontrar correlaciones directas (BIOCLIM), interpolaciones (MaxEnt) o extrapolaciones (GARP). En este último caso, GARP, resulta una buena opción en el caso del modelado de distribuciones potenciales de especies ya que a partir únicamente de datos de presencia es posible extrapolar por medio de conjuntos de reglas las condiciones propicias que requieren las especies (Stockwell 1995, Sánchez-Cordero et al. 2001), trasladando los datos de entrada de un espacio geográfico a un espacio ecológico, donde se evalúan los conjuntos de reglas considerando únicamente los valores de presencia y posteriormente representando dichos valores nuevamente en un espacio geográfico (Martínez-Meyer 2005, Fig. 2). El GARP fue desarrollado con base en los algoritmos genéticos, que por medio de conjuntos de reglas (que manejan los datos de presencia “mutándolos”), las evalúan y deciden su incorporación o rechazo al modelo final (Stockwell 1995, Stockwell & Peters 1999). El tipo de información necesario son: 1) localidades de colecta georreferidas de las especies, y 2) variables ambientales (p. ej. temperatura, precipitación, topografía, etc.) que servirá para generar dichas condicionantes para poder obtener los modelos. La utilización de esta herramienta se ha incrementado de manera notable en los últimos años, pues sus aplicaciones han sido muy variadas, desde el terreno teórico y metodológico (Stockwell 1995, 1997, 1999, Stockwell & Peters 1999, Anderson et al. 2003, Soberón & Peterson 2005) hasta campos aplicados como la conservación (Peterson et al. 2002, Peterson & Robins 2003), escenarios de cambio climático (Peterson et al. 2001, Peterson et al. 2002, Peterson et al. 2004, Martínez-Meyer et al. 2004), predicción de especies invasoras (Peterson & Vieglais 2001, Peterson et al. 2003, PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 11 $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T$T $T$T$T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T$T $T$T$T$T E sp a ci o G e o g rá fic o Localidades de registro de la especie Algoritmo de Modelaje (GARP) Temperatura H u m e d a d Modelo de nicho Distribución predicha Producto E sp a ci o E co ló g ic o Información ambiental Proyección al Escenario geográfico Ti po de Su elo Datos de entrada $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T$T $T$T$T$T $T $ $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T$T $T$T$T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T $T $T$T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T $T$T $T $T $T$T $T $T $T$T $T$T$T$T E sp a ci o G e o g rá fic o Localidades de registro de la especie Algoritmo de Modelaje (GARP) Temperatura H u m e d a d Modelo de nicho Distribución predicha Producto E sp a ci o E co ló g ic o Información ambiental Proyección al Escenario geográfico Ti po de Su elo Datos de entrada Peterson et al. 2004), en la potencialidad de transmisión de enfermedades (Peterson et al. 2002, Peterson et al. 2003) y en análisis de biogeografía histórica (Rojas-Soto et al. 2003), siendo este último campo en donde se ha visto menos utilizado en comparación con los anteriores, a pesar de ser una herramienta muy importante para poder compensar la falta de muestreo existente en algunas regiones, generando distribuciones geográficas de los taxones basándose en las condiciones ambientales, eliminando de esta forma la subjetividad del investigador. Figura 2. Diagrama esquemático de un proceso de modelado de nicho. Modificada de Martínez-Meyer (2005) ANÁLISIS DE PARSIMONIA DE ENDEMISMOS (PAE) El conocimiento de la distribución geográfica de lostaxones, puede llegar a ser indispensable para la resolución de problemas y el entendimiento de procesos biológicos (Navarro et al. 2003b). En el ámbito biogeográfico, la utilización de los puntos de presencia conocida limita el conocimiento adecuado de los taxones, por lo que la utilización de áreas en lugar de puntos se utiliza en varios métodos de la biogeografía histórica (Morrone 2004). PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 12 De acuerdo con Morrone (2004) los métodos en biogeografía histórica pueden agruparse para identificar homología primaria y secundaria. En el primer caso se trata de métodos que hacen una exploración inicial de los datos, en los que es posible la identificación de áreas de endemismo o de los componentes de biotas ancestrales, pero no es posible obtener la secuencia de fragmentación de éstas (panbiogeografía, PAE, Morrone 2004). Por otro lado la homología secundaría establece las relaciones entre las áreas de distribución que ocupan los taxones (biogeografía cladísta) a través de la secuencia en que se fragmentaron las biotas ancestrales, identificando así la historia biogeográfica de las áreas de endemismo (Crisci et al. 2003, Morrone 2004). El PAE es una herramienta que agrupa localidades, cuadros o áreas con base en los taxones compartidos por medio de un algoritmo de parsimonia, obteniendo como resultado una clasificación jerárquica de unidades geográficas (Crisci et al. 2003). En su planteamiento original el PAE fue propuesto para el estudio de los fósiles bajo la premisa de que pudieran proporcionar información espacial a escala geográfica (Rosen 1988), posteriormente fue utilizado con los organismos actuales tratando de encontrar hasta que nivel la distribución geográfica contiene información jerárquica acerca de las relaciones de las áreas tal como los organismos que las habitan (Craw 1988), finalmente, Morrone (1994) lo propone como una herramienta en la identificación de áreas de endemismo (Crisci et al. 2003). Existe controversia en cuanto a la posible identificación de patrones históricos utilizando PAE, ya que algunos autores como Brooks & van Veller (2003) afirman que el método hace agrupaciones únicamente basado en similitudes ambientales. Sin embargo, como se mencionó, la identificación de homología primaria y secundaria es muy importante dentro del análisis biogeográfico, pues la utilización de distintos métodos no es excluyente y en este sentido la utilización de PAE no debe considerarse erronea dentro de un análisis de biogeografía histórica, pues es una etapa del análisis biogeográfico (Morrone 2004). PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 13 OBJETIVOS Objetivo general Describir y analizar los patrones biogeográficos de la avifauna característica del bosque tropical caducifolio de México y Centroamérica. Objetivos particulares Actualizar la información de registros de colecta para las aves del BTC en Mesoamérica Generar hipótesis de las áreas de distribución de las especies de aves del BTC utilizando el modelo predictivo GARP. Determinar los patrones de riqueza y endemismo que presenta la avifauna de las selvas secas de Mesoamérica con base en los modelos potenciales. Producir una regionalización biogeográfica del BTC en Mesoamérica con base en su avifauna. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 14 MÉTODOS Para poder determinar el área ocupada por el BTC en Mesoamérica se consideraron las propuestas de Rzedowski (1981, 1990) para México y Olson et al. (2001) para Centroamérica (Fig.1). La autoridad taxonómica usada este trabajo fue la de Navarro & Peterson (2004) modificada de AOU (1998) que se basa en los conceptos filogenético-evolutivo especie. Debido a que las diversas fuentes de datos están basadas en diferentes autoridades taxonómicas, fue necesario realizar equivalencias taxonómicas o sinonimias entre Stotz et al. (1996), AOU (1998) y Navarro & Peterson (2004) para evitar la duplicación de datos. La recopilación de la información se realizó en una base de datos relacional en ACCESS 2000 (Microsoft 2000) con la información taxonómica y de localización georreferenciada para las 650 especies aves que han sido reportadas para el BTC en México y los países centroamericanos de acuerdo con Stotz et al. (1996) y AOU (1998). Con el fin de evitar redundancias y respuestas a otros patrones de distribución como la migración (Morrone 2001b) y la productividad primaria del océano por la acción de corrientes marinas, en el caso de las aves marinas (Newton 2003), se excluyeron a las especies marinas y migratorias, y se consideraron sólo aquellas especies de aves que presentan una marcada respuesta a los procesos históricos terrestres y además que sean residentes, como lo sugiere Rojas-Soto et al. (2003) y Vázquez-Miranda (2004). Los registros puntuales de las especies para México se obtuvieron del “Atlas de las Aves de México” (Navarro et al. 2003a) y de la literatura (Arizmendi et al. 1990, Rodríguez-Yañez et al. 1994), en el caso de Centroamérica se realizó una recopilación de la información a partir de literatura (ej. Ridgway 1911, Ridgway 1914, Ridgway 1916, Ridgway & Friedmann 1946, Friedmann 1950, Stotz et al. 1996, AOU 1998) y datos disponibles en la red (p. ej. Field Museum of Natural History – FMNH - http://fm1.fmnh.org/collections/search.cgi; Peabody Museum of Natural History, Yale University - YPM - http://george.peabody.yale.edu/orn/; Museum of Vertebrate Zoology, University of California, Berkeley http://elib.cs.berkeley.edu/cgi- bin/getmvzform?class=Aves&query=all). Para obtener la información de la localización precisa de los sitios, se revisó la georreferencia de los registros por medio de gaceteros publicados (ej. Paynter 1955), cartas geográficas (INEGI 1982) y gaceteros en línea (ej. http://www.fallingrain.com/world/, http://www.biogeogmancer.org). PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 15 La utilización de todas las especies que tuvieran registros en el BTC mesoamericano (650 especies) fue para incluír a toda la avifauna que hace uso de este tipo de vegetación sin importar si se trata de especies restringidas o generalistas (como lo proponen Gordon & Ornelas 2000) y de esta manera contar con un panorama biogeográfico amplio. Sólo en el caso de la riqueza de especies, se realizó la subdivisión de aquellas especies cuya preferencia de hábitat esta relacionada con el BTC de acuerdo con Stotz (1996) y AOU (1998) para resaltar que estas especies presentan restricciones de hábitat importantes y que mantienen un patrón similar al total de especies que habitan el BTC mesoamericano. Las hipótesis de distribución para las especies se realizaron mediante la generación de modelos ecológicos de nicho con base en el Algoritmo Genético de Producción de Conjuntos de Reglas (GARP, ver anexo 1 para detalles de la utilización de variables cartográficas) en su versión DesktopGARP ver. 1.1.6 (Scachetti-Pereira 2003). Se realizaron 100 modelos por cada especie, teniendo un límite de 1000 iteraciones o hasta llegar a un punto de convergencia, se seleccionaron los diez mejores modelos de acuerdo con la propuesta de Anderson et al. (2003) que se basa en calcular las opciones de error optimas para las replicas de cada modelo, seleccionando primero los 20 modelos que presenten el menor error de omisión, y de estos se escogen los diez con áreas moderadas de presencia predicha. Los diez modelos finales se sumaron obteniendo un mapa final considerando el 70% de coincidencia entre los modelos ya que fue el porcentaje que mejor representó los puntos de presencia conocida. En muchas especies el mapa final siguió presentando sobrepredicción por lo que fue necesario considerar componentes históricos (ej. provinciasbiogeográficas, Morrone 2001a), comparando los modelos con información de la distribución ya conocida (ej. Ridgway 1911, Ridgway 1914, Ridgway 1916, Ridgway & Friedmann 1946, Brodkorb 1948, Dickey & Van Rossem 1938, Friedmann 1950, Friedmann et al. 1950, Lowery & Dalquest 1951, Miller et al. 1957, Bond 1961, Land 1962, Howell 1964, Monroe 1968, Howell 1969, Land 1970, Ridgely & Gwynne 1989, Martínez-Sánchez 1989, Stiles & Skutch 1989, Binford 1989, Howell 1993, AOU 1998, Gillespie & Walter 2001, Arizmendi et al. 2002, Howell & Webb 1995, National Geographic 1999), además de tomar siempres como referencia los puntos contenidos en la base de datos, para poder obtener las mejores hipótesis de distribución, que fueron utilizadas en los análisis siguientes. La determinación de los patrones de riqueza y endemismo se realizó mediante la suma de las distribuciones potenciales. Para la riqueza de especies se hicieron dos PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 16 análisis, uno en el que se sumaron el total de las especies (las 650 especies de las que se tienen registros) y otro con las especies cuya preferencia de hábitat es el BTC de acuerdo con Stotz et al. (1996) y AOU (1998). Por otro lado, el endemismo se consideró en varias escalas 1) Mesoamérica, 2) Centroamérica, 3) México y 4) occidente de México, la clasificación del grado de endemismo para cada especies se hizo con base en sus la distribución de la especie y con la ayuda de listados publicados (Ridgely & Gwynne 1989, Flores-Villela & Gerez 1994, Howell & Webb 1995, Peterson & Navarro 2000, Ridgely et al. 2005). Para la regionalización biogeográfica se realizaron tres matrices, una que contiene la información a nivel de especies (650), otra que contiene únicamente la información de los géneros (264) y una combinada de géneros y especies, ya que el PAE, al no incorporar información filogenética, algunos autores han incorporado información supraespecífica para aumentar la señal filogenética y encontrar las relaciones entre las áreas (Porzecanski & Cracraft 2005). Para realizar el análisis, el área de estudio (Fig. 1) se dividió en cuadros de 0.5º x 0.5º, en donde la presencia de las especies fue codificada de manera binaria (0= ausencia, 1= presencia) con base en las hipótesis de distribución. Para enraizar los árboles se agregó un área hipotética codificada en ceros (Escalante & Morrone 2003). Las matrices fueron analizadas con NONA (Goloboff 1994) con su interface WinClada ver. 0.9.99 (Nixon 1999b) por métodos heurísticos utilizando parsimonia de Ratchet (“Ratchet parsimony”), que utiliza un muestreo aleatorio en las diferentes islas de árboles posibles con un porcentaje pequeño de caracteres seleccionados generando árboles en tiempos muy cortos (Nixon 1999a). Debido a la obtención de varios cladogramas igualmente parsimoniosos se obtuvo un cladograma de consenso estricto para cada una de las tres matrices analizadas. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 17 RESULTADOS BASE DE DATOS La base de datos actualizada contiene un total de 81997 combinaciones únicas de especie – localidad para las 650 especies de aves mesoamericanas (Fig. 3). PATRONES DE RIQUEZA Los patrones de la riqueza de especies encontrados pueden observarse en las figuras 4 y 5 que corresponden al total de especies utilizadas y a las especies cuya preferencia de hábitat es el BTC mesoamericano respectivamente. Con el total de especies se puede observar (Fig. 4) que las zonas con mayor riqueza se encuentran en el centro de Veracruz, Istmo de Tehuantepec, Valle de Sula, Honduras y algunos manchones aislados en el borde de Jalisco y Colima con una concentración que va de 193 a 252 especies. En la figura 5, que corresponde únicamente a las especies cuya preferencia es el BTC, la riqueza de especies en el centro de Veracruz disminuye, aunque Figura 3. Registros contenidos en la base de datos. En negro se resaltan las localidades dentro del BTC mesoamericano PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 18 en este caso se siguen manteniendo los manchones entre Colima y Jalisco, el Istmo de Tehuantepec y el Valle de Sula, aumentando en las zonas marginales de los BTC de la Península de Yucatán, concentrando entre 87-115 especies. Figura 5. Concentración de riqueza considerando las especies cuya preferencia de hábitat es el BTC mesoamericano Figura 4. Concentración de riqueza considerando las 650 especies. N EW S N EW S PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 19 PATRONES DE ENDEMISMO La máxima concentración de especies endémicas a nivel Mesoamérica está en las regiones que colindan con zonas montanas, como en el occidente de México (Nayarit, Jalisco, Colima, Guerrero y algunas zonas de Oaxaca y Veracruz), Chiapas y la zona de cañadas que desembocan en el Valle de Sula (Santa Bárbara, Honduras). Otras zonas son límites con los BTP, como la región de los Chimalapas entre Oaxaca y Chiapas (Fig. 6). Por otro lado, considerando únicamente los países centroamericanos, sólo seis especies se encuentran en esta zona, concentrándose tres de estas en las tierras bajas encontradas entre la Cordillera de Guanacaste y el Golfo de Nicoya (Guanacaste y Puntarenas, Costa Rica, Fig. 7). Figura 6. Concentración de especies endémicas a Mesoamérica en el BTC mesoamericano N EW S PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 20 Figura 7. Concentración de especies endémicas a Centroamérica en el BTC centroamericano En el caso de las especies endémicas a México, puede observarse (Figs. 8 y 9) que la mayor concentración de especies endémicas se encuentra en el occidente de México por lo que se consideró analizarla de manera local por ser considerado un centro de diversificación para varios taxones (Peterson & Navarro 2000, Becerra 2005) La mayor concentración se encuentra en las zonas que limitan montañas, en la parte norte y centro con la SMOc (entre Sinaloa y Durango, Nayarit) hasta llegar a la costa (Jalisco y Colima) y en la parte sur con la Sierra de Coalcomán (Michoacán) y la Sierra Madre del Sur (Guerrero y Oaxaca). ANÁLISIS DE PARSIMONIA DE ENDEMISMOS Para el PAE se obtuvieron tres hipótesis, utilizando las matrices que se habían creado (únicamente especies, unicamente géneros y géneros y especies en conjunto). En el caso de las especies, se obtuvieron 28 árboles igualmente prsimoniosos (L = 9296, Ci = 6 y Ri = 85) de los que se obtuvo un árbol de consenso estricto y en base al cual se elaboró también una regionalización (Fig. 10). N EW S PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 21 Figura 9. Concentración de especies endémicas al Occidente de México en el BTC mexicano. Figura 8. Concentración de especies endémicas a México en el BTC mexicano N EW S N EW S PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 22 Revillagigedo 1 Revillagigedo 1 Revillagigedo 2 3 Revillagigedo 2 3 Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California 4 Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California 4 Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California 5 Noreste Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California 5 Noreste Figura 10. Secuencia de formación de la regionalización por medio de PAE utilizando únicamente especies. En la columna izquierda se observa la secuencia de formación del cladograma simplificado y en la derecha la formación de las áreas de endemismo. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 23 Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California 6 Noreste Noroeste Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California 6 Noreste Noroeste Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur –Balsas oriental Altiplano Revillagigedo 3 Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Revillagigedo 7 Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Revillagigedo 7 Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Figura 10. Continuación 1. Secuencia de formación de la regionalización por medio de PAE utilizando únicamente especies. En la columna izquierda se observa la secuencia de formación del cladograma simplificado y en la derecha las formación de las áreas de endemismo PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 24 Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro 9 Honduras sur Nicaragua norte Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro 9 Honduras sur Nicaragua norte Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro 8 Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro 8 Figura 10. Continuación 2. Secuencia de formación de la regionalización por medio de PAE utilizando únicamente especies. En la columna izquierda se observa la secuencia de formación del cladograma simplificado y en la derecha las formación de las áreas de endemismo PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 25 Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro 10 Honduras sur Nicaragua norte Occidente de Guanacaste Nicoya Extremo occidental Costa Rica Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro Honduras sur Nicaragua norte Occidente de Guanacaste Nicoya Extremo occidental Costa Rica El Salvador Chiapas Veracruz Oaxaca-centro Revillagigedo Yucatán Islas Marías Baja California Noreste Noroeste Balsas interior Pacifico Sur – Balsas oriental Altiplano Panamá centro-oriente Honduras norte - centro Honduras sur Nicaragua norte Occidente de Guanacaste Nicoya Extremo occidental Costa Rica El Salvador Chiapas Veracruz Oaxaca-centro Figura 10. Continuación 3. Secuencia de formación de la regionalización por medio de PAE utilizando únicamente especies. En la columna izquierda se observa la secuencia de formación del cladograma simplificado con y en la derecha las formación de las áreas de endemismo PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 26 En el caso de los géneros, se obtuvieron un total de 48 árboles igualmente parsimoniosos con una longitud (L) de 3888 pasos, un índice de consistencia (CI) 6 y un índice de retención (RI) 87, a partir de los cuales se elaboró un consenso estricto y se relacionó con las áreas geográficas que se agrupaban como grupos bien definidos (Fig. 11). Figura 11. Cladograma utilizando únicamente los géneros haciendo énfasis en los sitios geográficos que ocupan. Nicaragua, Costa Rica, Panamá Honduras norte y centro Honduras sur Yucatán + Veracruz + Oaxaca centro Depresión central de Chiapas Balsas Oriental Línea costera del Pacifico sur Noreste de México Costa de Sinaloa Noroeste de México Cuenca del Balsas Baja California Islas Marías Islas Revillagigedo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 251 252 253 254 255 256 257 258 259 260 261 262 263 264 265 266 267 268 269 270 271 272 273 274 275 276 277 278 279 280 281 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 292 293 294 295 296 297 298 299 300 301 302 303 304 305 306 307 308 309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319 320 321 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 393 394 395 396 397 398 399 400 401 402 403 404 405 406 407 408 409 410 411 412 413 414 415 416 417 418 419 420 421 422 423 424 425 426 427 428 429 430 431 432 433 434 435 436 437 438 439 440 441 442 443 444 445 Altiplano Noroeste de México + Altiplano Costa de Oaxaca Costa de Guatemala y el Salvador Balsas Central y occidental Nicaragua, Costa Rica, Panamá Honduras norte y centro Honduras sur Yucatán + Veracruz + Oaxaca centro Depresión central de Chiapas Balsas Oriental Línea costera del Pacifico sur Noreste de México Costa de Sinaloa Noroeste de México Cuenca del Balsas Baja California Islas Marías Islas Revillagigedo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 251 252 253 254 255 256 257 258 259 260 261 262 263 264 265 266 267 268 269 270 271 272 273 274 275 276 277 278 279 280 281 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 292 293 294 295 296 297 298 299 300 301 302 303 304 305 306 307 308 309310 311 312 313 314 315 316 317 318 319 320 321 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 393 394 395 396 397 398 399 400 401 402 403 404 405 406 407 408 409 410 411 412 413 414 415 416 417 418 419 420 421 422 423 424 425 426 427 428 429 430 431 432 433 434 435 436 437 438 439 440 441 442 443 444 445 Altiplano Noroeste de México + Altiplano Costa de Oaxaca Costa de Guatemala y el Salvador Balsas Central y occidental PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 27 R e v i l la g ig e d o Is la s M a r ía s N o re s te d e M é x ic o B a ja C a l ifo rn ia P a c í f ic o N o r te y P a c í f ic o C e n t ro S M O c c e n tro S M O c s u r S u r d e S in a lo a P a c í f ic o c e n tr o V e ra c ru z – O a x a c a c e n t r o C h ia p a s H o n d u ra s c e n tro P a n a m á Y u c a tá n A lt ip la n o 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 251 252 253 254 255 256 257 258 259 260 261 262 263 264 265 266 267 268 269 270 271 272 273 274 275 276 277 278 279 280 281 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 292 293 294 295 296 297 298 299 300 301 302 303 304 305 306 307 308 309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319 320 321 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 393 394 395 396 397 398 399 400 401 402 403 404 405 406 407 408 409 410 411 412 413 414 415 416 417 418 419 420 421 422 423 424 425 426 427 428 429 430 431 432 433 434 435 436 437 438 439 440 441 442 443 444 445 N o ro e s te d e M é x ic o C o s ta d e G u a te m a la , N ic a ra g u a , E l S a lv a d o r C u e n c a d e l B a ls a s y P la n ic ie c o s te ra d e l P a c í f ic o R e v i l la g ig e d o Is la s M a r ía s N o re s te d e M é x ic o B a ja C a l ifo rn ia P a c í f ic o N o r te y P a c í f ic o C e n t ro S M O c c e n tro S M O c s u r S u r d e S in a lo a P a c í f ic o c e n tr o V e ra c ru z – O a x a c a c e n t r o C h ia p a s H o n d u ra s c e n tro P a n a m á Y u c a tá n A lt ip la n o 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150 151 152 153 154 155 156 157 158 159 160 161 162 163 164 165 166 167 168 169 170 171 172 173 174 175 176 177 178 179 180 181 182 183 184 185 186 187 188 189 190 191 192 193 194 195 196 197 198 199 200 201 202 203 204 205 206 207 208 209 210 211 212 213 214 215 216 217 218 219 220 221 222 223 224 225 226 227 228 229 230 231 232 233 234 235 236 237 238 239 240 241 242 243 244 245 246 247 248 249 250 251 252 253 254 255 256 257 258 259 260 261 262 263 264 265 266 267 268 269 270 271 272 273 274 275 276 277 278 279 280 281 282 283 284 285 286 287 288 289 290 291 292 293 294 295 296 297 298 299 300 301 302 303 304 305 306 307 308 309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319 320 321 322 323 324 325 326 327 328 329 330 331 332 333 334 335 336 337 338 339 340 341 342 343 344 345 346 347 348 349 350 351 352 353 354 355 356 357 358 359 360 361 362 363 364 365 366 367 368 369 370 371 372 373 374 375 376 377 378 379 380 381 382 383 384 385 386 387 388 389 390 391 392 393 394 395 396 397 398 399 400 401 402 403 404 405 406 407 408 409 410 411 412 413 414 415 416 417 418 419 420 421 422 423 424 425 426 427 428 429 430 431 432 433 434 435 436 437 438 439 440 441 442 443 444 445 N o ro e s te d e M é x ic o C o s ta d e G u a te m a la , N ic a ra g u a , E l S a lv a d o r C u e n c a d e l B a ls a s y P la n ic ie c o s te ra d e l P a c í f ic o Al analizar una combinación de géneros y especies se encontró un total de 10 árboles (L = 13446, Ci = 6, Ri = 85) de los cuales se obtuvo también un consenso estricto y una regionalización para ser comparada con las anteriores (Fig. 12). Figura 12. Cladograma utilizando géneros y especies haciendo énfasis en los sitios geográficos que ocupan. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 28 De acuerdo con el cladograma (Fig. 10) la avifauna del BTC mesoamericano esta dividida en dos grandes grupos, el clado norte que incluye las zonas al norte del istmo Tehuantepec por la vertiente pacífica incluyendo el noreste de México, y el otro grupo, el clado sur, incluye la vertiente atlántica desde el centro de Veracruz hacia el sur incluyendo Centroamérica. El clado norte agrupa las Islas Marías y Baja California como los primeros grupos que se dividen, presentando un fenómeno parecido a lo mencionado con las islas Revillagigedo debido al aislamiento que presentan con respecto a la parte continental. El Noreste forma un clado bien definido y aislado por la presencia de la SMOr, y sucede lo mismo con el Noroeste por la presencia de la SMOc. Existe una politomía entre el Altiplano, el Balsas interior y el Pacífico Sur – Balsas oriental, a pesar de que el Altiplano se encuentra separado de los otros dos grupos por la presencia del ENT. Por otro lado, el clado sur agrupa los BTC de Panamá donde existe una clara influencia sudamericana en la composición avifaunística que no es compartida en el resto de Centroamérica lo que hace que se separe en primer término. Yucatán y la parte norte – centro de Honduras se encuentran agrupadas por rodeando la parte del Mar Caribe. El último clado incluye toda la parte del macizoCentroaméricano desde el centro de Veracruz hasta Costa Rica en donde existen grupos bien definidos como Chiapas, que corresponde a la depresión central de Chiapas, los valles intermontanos del sur de Honduras – norte de Nicaragua, la parte del Salvador que se encuentra al occidente de la faja volcánica centroamericana y el noroeste de Costa Rica donde es posible identificar tres zonas extremo occidental de Costa Rica, Nicoya y el occidente de Guanacaste. PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 29 DISCUSIÓN PATRONES DE RIQUEZA DE ESPECIES EN LOS BTC MESOAMERICANOS De manera general se sabe que la riqueza de especies aumenta al disminuir la latitud, fenómeno que ha sido observado en los vertebrados terrestres (Palomera-García et al. 1994, García-Trejo 2002, Ceballos & Oliva 2005, Ochoa & Flores-Villela 2006). Sin embargo, en el caso de las aves del BTC se observa que la riqueza se concentra de manera general del istmo de Tehuantepec hasta la parte noroeste de Costa Rica (Fig. 5). Esta concentración de riqueza en esta zona, representa lo que para algunos autores ha sido considerado como la zona de transición entre las regiones Neartica y Neotropical (Escalante et al. 2004). Un motivo para explicar esta concentración en el centro del área de estudio, es el patrón de distribución del BTC en mesoamérica, que ocupa su mayor parte en el occidente de México mostrando que su extensión decrece conforme disminuye la latitud hasta mostrar un área aislada en la costa de Panamá (Fig. 3). Además, para el caso de Centroamérica, no se cuenta con suficientes inventarios, por lo que muchos de los registros provinieron de literatura (Ridgway 1911; Ridgway 1914; Dickey & Van Rossem 1938; Ridgway & Friedmann 1946; Monroe 1968) y la georreferenciación no fue existosa en todos los casos. Al comparar los mapas de riqueza del total de especies y de aquellas con preferencia por el BTC (Figs. 4 y 5 respectivamente), podemos notar que existe una diferencia de 137 especies; estas, son aquellas que prefieren otro tipo de hábitat y debido a la accidentada topografía que existe en la región, se encuentran algunos registros zonas de ecotonos como sucede en el istmo de Tehuantepec (Rodríguez-Contreras 2004), el Valle de Sula, Honduras (Monroe 1968), o son especies que se distribuyen en la vertiente del Golfo hasta Centroamérica, abarcando las zonas de BTC del centro de Veracruz y la península de Yucatán (p. ej. Crypturellus cinammomeus se distribuye desde el norte de Veracruz por la vertiente del Golfo, incluyendo la península de Yucatán, hasta Centroamérica, Friedmann et al. 1950; Lowery & Dalquest 1951). Cabe señalar que en ambos casos el Istmo de Tehuantepec y el Valle de Sula, Honduras, son las zonas con la mayor riqueza de especies, esto dado por la restricción de hábitat de las especies que habitan en esta zona, así como de las altas tasas de recambio que existen dadas por los mosaicos de vegetación que las circundan (Monroe 1968; PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 30 García-Trejo 2002; Rodriguez-Contreras 2004; V. Rodriguez-Contreras com. pers.) lo que provoca un aumento considerable en el aumento de especies que ocurren en dichos sitios. LOS PATRONES DE ENDEMISMO Las concentraciones de especies endémicas son utilizadas de manera frecuente para determinar las prioridades de conservación (Peterson & Navarro 1999), por este motivo el reconocimiento de linajes evolutivos como unidades básicas en la estimación de la biodiversidad es fundamental (Peterson & Navarro 1999, Navarro & Peterson 2004). En el caso de las aves mexicanas, la utilización de los conceptos alternativos de especie, ha producido un aumento de 100 a 222 especies endémicas para el país (Navarro & Peterson 2004), por lo que su utilización y su extrapolación a Centroamérica establecen un cambio en la visualización del endemismo en la zona. La alta tasa de endemismos en Mesoamérica, demuestra que se trata de un centro de diversificación de gran importancia para las aves, pues a pesar de haber considerado los límites de manera política, el 51.84% de las especies utilizadas en el análisis son endémicas a la región. Vane-Wright et al. (1991) señalan que existe una disyuntiva en conservación debido a que las áreas de endemismo no coinciden con las de riqueza, y por lo tanto no es facil decidir qué conservar. Sin embargo, el istmo de Tehuantepec y el Valle de Sula, presentan concentraciones altas tanto de riqueza de cómo de endemismos (Fig. 6), por lo que es necesario re-evaluarlas como zonas prioritarias para la conserrvación de BTC. En el análisis a escala regional, la consideración del endemismo se basó en los límites geopoliticos (Fig. 7 para Centroamérica y Fig. 8 para México), ya que a pesar de lo artificial en la delimitación, el conocimiento generado puede permitir la promoción de estrategias de conservación a niveles regionales, estatales o nacionales. Para Centroamérica, los patrones de endemismo se generaron a partir de seis especies (Amazilia luciae, Melanerpes hoffmannii, Aratinga rubritorquis, Thamnophilus bridgesi, Euphonia luteicapilla, Phylloscartes flavovirens) y la se ubica en una zona de aislamiento entre la cordillera de Tilarán y el Golfo de Nicoya, por otro lado México es el gran centro de diversificación (Figs. 8 y 9) siendo la parte occidental la más importante (Peterson & Navarro 2000). El occidente de México es considerado como uno de los centros de concentración de endemismo para las aves mexicanas (Peterson & Navarro 2000) debido a las PATRONES BIOGEOGRÁFICOS DE LA AVIFAUNA DE LAS SELVAS SECAS DE MESOAMÉRICA 31 condiciones de aislamiento que se han generado desde la formación de la SMOc y el ENT, situación que se ve reflejada en otros grupos taxonómicos, como los árboles del género Bursera (Espinosa-Organista et al. 2001; Becerra 2005), las mariposas de la superfamilia Papilionoidea (Llorente & Luis-Martínez 1993) y las abejas mexicanas de la superfamilia Apoidea (Ayala et al. 1993). En el caso de la herpetofauna, en el occidente de México se concentra una tercera parte del país (García 2006), para los mamíferos el ENT y los BTC del occidente de México concentran hasta el 75% de las especies endémicas del país (Ceballos & Oliva 2005) y para las aves, dependiendo del concepto de especie utilizado, las especies endémicas de las tierras bajas del Pacífico varían entre 20, de acuerdo con el concepto biológico de especie (Escalante et al. 1998) y 55 considerando el concepto filogenético – evolutivo (Peterson & Navarro 2000). Las condiciones de aislamiento generadas en los BTC son la principal causa de albergar la mayor parte de los endemismos en la región pues los BTP a pesar de la gran riqueza que albergan presentan menor cantidad, sobre todo por la gran extensión que presentan fuera de Mesoamérica (Flores-Villela & Navarro 1993). Además, la utilización de conceptos de especie alternativos representa una ventaja para evitar la subestimación de la biodiversidad, pues como se pudo constatar diferencias claras en las concentraciones de endemismos dependiendo del concepto utilizado (Escalante et al. 1998; Peterson & Navarro 1999). Cabe señalar que sería recomendable utilizar el criterio de endemismo a partir de zonas de recambio de especies, como las establece García-Trejo (2002) y no por límites geopolíticos, pues de esta manera se presentarían datos con un sentido totalmente biológico que valdría la pena ser analizado. CRÍTICAS AL ANÁLISIS DE PARSIMONIA DE ENDEMISMOS: CONCEPTOS, HISTORIA, ECOLOGÍA Y HOMOLOGÍA El PAE ha sido uno de los métodos biogeográficos que más criticas ha recibido, ya que el método no requiere de las hipótesis filogenéticas de las especies analizadas, para conocer las relaciones históricas entre las áreas que ocupan (Rosen 1988, Morrone & Crisci 1995,
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