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Métodos de Injertação em Tomates

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CCEENNTTRROO IINNTTEERRDDIISSCCIIPPLLIINNAARRIIOO DDEE IINNVVEESSTTIIGGAACCIIÓÓNN 
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UUNNIIDDAADD OOAAXXAACCAA 
 
 
MAESTRÍA EN CIENCIAS EN CONSERVACIÓN Y APROVECHAMIENTO 
DE RECURSOS NATURALES 
 
 
Protección y Producción Vegetal 
 
 
 
 
 
“EVALUACIÓN DE METÓDOS DE INJERTACIÓN EN 
GENOTIPOS DE TOMATE (Lycopersicon spp.)” 
 
 
 
 
 
TESIS 
 
Que para obtener el grado de Maestro en Ciencias 
 
Presenta: 
 
 Manuel Martínez Palma 
 
 
 
 
 
 
Director de tesis: 
 
 
 Dr. Gabino A. Martínez Gutiérrez 
 
 
 
 
 
Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca. Julio de 2009. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
RESUMEN 
 
 
En el cultivo de tomate en suelo se están presentando serios problemas de 
plagas y enfermedades como; gallina ciega, nematodos, pythium sp., phytophtora 
sp., Fusarium sp. Verticilium sp. etc. Ocasionando una drástica disminución en 
los rendimientos y en el caso de la desinfección del suelo con productos 
químicos aparte de su elevado costo, su manejo es peligroso y altamente 
contaminante. Una alternativa tecnológica al cultivo en suelo de tomate, es el uso 
de germoplasma silvestre como patrones, injertados con variedades comerciales, 
binomio que permitirá la resistencia a enfermedades del suelo, sin disminución 
del rendimiento, para esto es necesario conocer el comportamiento del 
germoplasma silvestre a técnicas y métodos de injertación, por tal motivo en el 
CIIDIR-IPN - Unidad Oaxaca, de febrero del 2007 a abril del 2009, se realizaron 
experimentos cuyo objetivo principal fue la evaluación de las técnicas de 
injertación; aproximación, empalme y púa, sobre patrones de tomates silvestres 
L. cerasiforme y L. pimpinellifolium injertados con las variedades comerciales 
“Cid”® de habito de crecimiento indeterminado y “toro”® de habito determinado. 
Los experimentos se desarrollaron a nivel de plántula bajo un diseño factorial 2 x 
2 x 3 en una distribución completamente al azar con 4 repeticiones, siendo la 
unidad experimental 30 plantas injertadas. Los resultados indican que las plantas 
de tomate silvestre L. pimpinellifolium y L. cerasiforme utilizadas como patrones, 
respondieron significativamente a la técnica de injertación por aproximación para 
grosor y altura del patrón, mientras que los hábitos determinado e indeterminado 
de tomate comercial (c.v. toro y cid) utilizados como injertos mostraron una 
respuesta positiva a las diferentes técnicas de injertación utilizadas, pero mas a 
la de aproximación y no existieron diferencias entre los patrones nativos L. 
pimpinellifolium y L. cerasiforme. La técnica de injertación por aproximación 
presentó mayor porcentaje de prendimiento y la técnica de púa el menor, sin 
importar el hábito de crecimiento. Concluyendo que se pueden utilizar los dos 
materiales silvestres como patrones de variedades comerciales y la técnica de 
injertación más adecuada es la de aproximación. 
 
 
 
 
 
ABSTRACT 
 
In the cultivation of tomato in soil are serious pests and diseases such as chicken 
blind, nematodes, Pythium sp., Phytophthora sp., Fusarium sp. Verticilium sp. etc. 
which leads to a drastic decrease in yields and in the case of disinfection of the 
soil with chemicals products, its handling is dangerous and highly polluting 
besides its high cost. An alternative technology for the cultivation of tomato in soil 
is the use of wild germplasm as roots grafted with commercial varieties, which will 
allow the resistance to soil diseases, without reduction in yield; this requires 
knowing the behavior of wild germplasm in techniques and methods of grafting. 
This is why at CIIDIR-IPN - Unidad Oaxaca from February 2007 to April 2009 
were conducted experiments whose main objective was the evaluation of 
techniques of grafting, approach, intersection and thorn on roots of wild tomatoes 
L. cerasiforme and L. pimpinellifolium grafted with commercial varieties: "Cid" ® 
indeterminate growth habit and "Bull" ® of habit determined. 
The experiments were conducted at the plant under a factorial design 2 x 2 x 3 in 
a completely random distribution with 4 replications so, the experimental unit was 
the 30 grafted plants. 
The results indicate that the wild tomato plants L. pimpinellifolium and L. 
cerasiforme used as roots, responded significantly to the technique of grafting by 
approach to weight and height of the pattern, while the indeterminate and 
determined habits of commercial tomato (c.v. bull and cid) used as transplants 
showed a positive response to the different techniques of grafting used; however, 
there was a better response to the technical approach and there were no 
differences between the roots native L. pimpinellifolium and L. cerasiforme. The 
technique of grafting by approach showed the highest percentage of ignition and 
the thorn technique the lowest, regardless of growth habit. 
As a conclusion, the two materials can be used as wild roots of commercial 
varieties and according to the results the technique of grafting by approach is the 
most appropriate. 
 
 
 
 
 
 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
Al Dr. Gabino A. Martínez Gutiérrez, por haber dirigido la presente tesis, por su 
amistad, sabios consejos, desinteresada enseñanza y paciente orientación, 
muchas gracias. 
 
 
Al CONACYT por la beca otorgada para la realización de mis estudios de 
 
Maestría. 
 
 
 
A los miembros de la comisión revisora de tesis: Dr. José Antonio Sánchez 
García, Dr. Jaime Ruiz Vega, Dra. Yolanda Donají Ortiz Hernández y Dr. 
Rafael Pérez Pacheco, por sus comentarios y sugerencias para la mejora 
del presente trabajo. 
 
 
A todos y cada uno de los compañeros de maestría por que colaboraron para 
hacer inolvidable mi posgrado. Gracias principalmente a Malinalli, Santos 
por el gran cariño y amistad que nos une. 
 
 
A mis padres por creer siempre en mí, por sus sacrificios, dedicación, apoyo 
moral, los ánimos de seguir adelante. Gracias mamá, esto también es tuyo. 
 
A mi Familia en especial a mi hermana Lidia por el apoyo, amistad y cariño de 
familia que me ha brindado, por sus consejos. 
 
Y principalmente a Dios por darme vida, sa lud y por quererme al estar 
conmigo todos los días. 
 
CONTENIDO GENERAL 
 
INDICE 
 
CAPITULO CONTENIDO PÁGINA 
I. INTRODUCCIÓN. 1 
1.1. Situación actual del tomate. 1 
II. OBJETIVOS. 5 
2.1. Objetivo General. 5 
2.1.1. Objetivos específicos. 5 
2.2. HIPÓTESIS. 5 
III. REVISIÓN DE LITERATURA. 6 
3.1. Antecedentes del injerto. 6 
3.1.1. Antecedentes de la técnica del injerto. 6 
3.1.1.1. El injerto como método de manejo de nematodos 
formadores de agallas. 
8 
3.1.1.2. Definición del injerto. 12 
3.1.1.3. Objetivo del injerto. 12 
3.1.2. Finalidad del injerto. 15 
3.1.2.1. El uso de portainjertos en tomate y otras solanáceas. 15 
3.1.2.1.1. Resultados obtenidos con los diferentes métodos de 
injertación. 
16 
3.1.2.1.2. Evolución del injerto. 17 
3.1.2.2. Tendencia del mercado. 18 
3.1.2.3. Perspectivas de los injertos. 19 
3.2. Patrón o portainjerto. 19 
3.2.1. Cualidades del portainjerto. 20 
3.2.2. Injerto (variedad). 20 
3.2.3. Factores climáticos durante el periodo de soldadura y 
climatización. 
21 
3.3. Técnicas de injertación. 21 
3.3.1. Injerto de aproximación. 21 
3.3.2. Injerto de empalme. 22 
3.3.2. 1. Injerto de púa. 22 
3.3.2.2. Injerto por inserción. 22 
3.3.2.3. Injerto de perforación lateral. 23 
3.4. Factores que influyen en la unión del injerto. 23 
3.4.1. Temperatura. 23 
3.4.1. 1. Humedad. 23 
3.4.1. 2. Oxigeno. 24 
3.4.1.3. Actividad de crecimiento del patrón. 24 
3.4.2. Técnicas de injerto. 24 
3.4.2.1. Contaminación con patógenos. 24 
 
iii 
CAPITULO CONTENIDO PÁGINA3.4.2.2 Empleo de reguladores del crecimiento. 25 
3.4.2.3. Condiciones ambientales en la fase posterior al injerto. 25 
3.4.2.4. Aclimatización y curación. 25 
3.5. Incompatibilidad. 25 
3.5.1. Interacción patrón-variedad. 26 
3.6. Importancia estatal del tomate. 27 
3.6.1. Generalidades del tomate silvestre. 29 
3.6.1.1. Principales problemas fitopatológicos del suelo cultivado 
con tomate bajo invernadero y a cielo abierto. 
31 
IV. MATERIALES Y MÉTODOS. 32 
4.1. Localización. 32 
4.2. Material vegetativo 33 
4.3. Arreglo de los tratamientos. 33 
4.3.1. Factor A= Especies o variedades silvestres utilizados 
como patrones. 
33 
4.3.1.1. Factor B= Material genético utilizado como injerto. 33 
4.3.1.2. Factor C= Diferentes métodos de injertación. 34 
4.3.1.3. Obtención y manejo de la plántula. 34 
4.4. Técnicas de injertación utilizadas. 37 
4.4. 1. De aproximación. 37 
4.4. 1.1 De empalme. 38 
4.4.1. 2 De púa. 39 
4.4.1.4. Endurecimiento del injerto 40 
4.4.2. Descripción de los tratamientos. 41 
4.4.2.1. Diseño y unidad experimentales. 41 
4.4.3. Materiales utilizados. 42 
4.5. Variables medidas. 42 
4.5. 1. Patrón. 43 
4.5.1.1. Injerto. 43 
4.5.1.2. Porcentaje (%) de prendimiento. 43 
4.5.2. Análisis estadístico. 43 
V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 44 
5.1. Respuesta del patrón a diferentes técnicas de 
injertación. 
44 
5.1.1 Patrón L. cerasiforme. 44 
5.1.2 Patrón L. pimpinellifolium. 45 
5.2. Respuesta del injerto a diferentes técnicas de injertación. 46 
5.2.1. Injerto con hábito de crecimiento determinado (c.v. Toro). 46 
5.2.1.1. Injerto con hábito de crecimiento indeterminado (c.v.Cid). 48 
5.2. 2 Respuesta del injerto sobre numero de hojas verdaderas 
de plántulas de jitomate en dos patrones silvestres 
utilizando diferentes técnicas de injertación. 
48 
7 
 
CAPITULO CONTENIDO PÁGINA 
5.3. Porcentaje de prendimiento del injerto. 49 
5.3.1. Porcentaje de prendimiento del injerto de tomate de dos 
hábitos de crecimiento utilizando patrones silvestres 
(primer ensayo). 
49 
5.3.1.1. Prendimiento del injerto (segundo ensayo). 50 
5.3.1. 2. Prendimiento del injerto (tercer ensayo). 51 
5.3.1.3. Prendimiento del injerto (cuarto ensayo). 52 
5.3.1.4. Prendimiento del injerto (datos promedio de 4 ensayos). 52 
VII CONCLUSIONES. 55 
6.1. Recomendaciones. 56 
VIII. LITERATURA CITADA. 57 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
v 
 
 
 
 
 
 
 
 ÍNDICE DE FIGURAS 
NUMERO CONTENIDO PÁGINA
1 Croquis de localización del experimento 32 
2 Invernadero experimental 33 
3 Plantas de tomate para injertar 35 
4 Calendario de operaciones de injertos en el cultivo de 
tomate 
37 
5 Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto 
de aproximación 
38 
6 Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto 
de empalme 
39 
7 Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto 
de púa. 
40 
8 Endurecimiento de la injertación. 41 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 ÍNDICE DE TABLAS 
NUMERO CONTENIDO PÁGINA
1 Factores climáticos durante el período de soldadura y 
climatización del injerto. 
20 
2 Principales países productores de tomate a nivel mundial 
en el año 2004. 
27 
3 Disolución nutritiva utilizada en el cultivo de plántulas de 
tomate. 
35 
4 Tratamientos utilizados en los experimentos. 41 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
vi 
 
 
 
 
 ÍNDICE DE CUADROS 
NUMERO CONTENIDO PÁGINA
1 Efecto de diferentes técnicas de injertación en el tallo del 
patrón silvestre de plántulas de tomate L. cerasiforme. 
44 
2 Grosor y altura del patrón de tomate silvestre L. pimpinellifolium, 
bajo diferentes técnicas de injertación. 
45 
3 Respuesta del injerto de crecimiento determinado a diferentes 
técnicas utilizando como patrones dos especies silvestres. 
47 
4 Respuesta del injerto con hábito de crecimiento indeterminado a 
diferentes técnicas, utilizando como patrones dos especies 
silvestres. 
48 
5 Hojas verdaderas de plántulas de tomates con diferentes hábitos de 
crecimiento injertadas en dos patrones silvestres. 
49 
6 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el 
prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas 
sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. 
pimpinellifolium. 
50 
7 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el 
prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas 
sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. 
pimpinellifolium. 
51 
8 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el 
prendimiento de plantas de variedades comerciales 
injertadas sobre especies de tomate silvestres de L. 
cerasiforme y L. pimpinellifolium 
52 
9 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el 
prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas 
sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. 
pimpinellifolium. 
53 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
I INTRODUCCIÓN 
 
 
1.1. Situación actual del tomate 
 
El tomate (Lycopersicon esculentum Mill.), es la hortaliza mas cultivada en el 
mundo. En el 2004, la producción nacional de tomate fue de 2 303 807 ton, 
obtenida principalmente en los estados de Sinaloa, Baja California Norte, 
Michoacán, San Luís Potosí y Baja California Sur (INEGI, 2005). En Oaxaca y 
para el año 2005, la superficie cultivada se estimó en 534 hectáreas, de las cuales 
24 fueron bajo invernadero (Gobierno del estado de Oaxaca, 2005) y las restantes 
en campo. En ambos sistemas de producción (campo e invernadero) existe una 
clara tendencia a aumentar y se pronostica que al menos para el cultivo bajo 
invernadero en el 2008 se alcanzaran las 100 hectáreas. En este sistema de 
producción, la mayor superficie de cultivo se realiza en suelo natural o mejorado, 
en el cual se esta presentando serios problemas de plagas del suelo como; gallina 
ciega, nematodos y enfermedades como Pythium sp., Phytophtora sp., Fusarium 
sp.y Verticilium sp. Ocasionando unas drástica disminución en los rendimientos y 
en ocasiones el abandono del cultivo. La lucha reciente a nivel mundial contra el 
uso del bromuro de metilo, metan sodio o metan potasio para la desinfección de 
sus suelos, es muy costoso, peligroso y altamente contaminante, tanto en el 
propio suelo como al medio ambiente, además de eliminar la microflora benéfica 
que de forma natural existen en todos los suelos (Velasco, 2004; Messiaen, Ch., et 
al, 1995). 
 
En el cultivo de hortalizas, como defensa contra diversos problemas bióticos 
(enfermedades del suelo y nematodos) y abióticos (déficit hídrico, encharcamiento, 
temperaturas extremas, salinidad, etc.), se plantea la práctica del injerto en 
variedades con alto potencial productivo. Su empleo incrementa la tolerancia de 
las plantas a los nematodos y las enfermedades del suelo, incrementa la 
resistencia a la sequía y mejora la absorción de agua y nutrientes, cuyo resultado 
final es un mayor vigor en la planta, favoreciendo con ello el desarrollo de la 
agricultura sustentable del futuro. 
 
2 
A la par con el déficit de agua para riego por el que atraviesa el campo en 
todo el mundo, el cultivo intensivo ha propiciado la presencia de enfermedades en 
los suelos agrícolas agravando la situación, considerándose por ello prioritario 
buscar nuevas técnicas de producción en el sector agrícola. Aunado a lo anterior, 
las restricciones en cuanto al uso de productos como el bromuro de metilo dan un 
incentivo al desarrollo e implementación de nuevas tecnologías que permitan al 
agricultor afrontar el problema de enfermedades presentes en el suelo, a saber de 
otras condiciones adversas, siendo el uso del injerto una técnica innovadora en 
nuestropaís. 
 
En países con serias normas medioambientales, el uso de productos 
químicos para la desinfección del suelo o control de plagas esta muy restringido y 
en ocasiones prohibidos como es el caso del bromuro de metilo en Holanda, 
España y Francia. En estos y otros países, se están buscando alternativas 
compatibles con el medio ambiente como el uso de agentes de control biológico 
de gallina ciega; enemigos naturales (insectos, hongos u otros microorganismos), 
el cambio del cultivo en suelo por el cultivo sin suelo y el uso de patrones nativos, 
resistentes a la plagas y enfermedades del suelo a través del injerto entre un 
patrón y la variedad comercial que se desee cultivar. Esta técnica no solo se esta 
desarrollando con éxito y aplicando en flores, frutales sino que también en 
hortalizas de familias como cucurbitáceas, solanáceas etc. 
 
El injerto de plantas herbáceas ha sido documentado desde el siglo pasado 
(Garner, 1988); sin embargo, su uso en programas de mejoramiento apenas ha 
sido explotado. 
 
Recientemente, los injertos en hortalizas han despertado interés en países 
de Europa y Suramérica, en donde las hortalizas más comúnmente injertadas son: 
sandía, melón, berenjena y jitomate (Nuez, 1995). 
 
El uso de portainjertos resistentes en combinación con las prácticas del 
manejo de plagas (MIP) permite reducir el uso del Bromuro del Metilo para 
muchos cultivos. El injerto se utiliza en la agricultura comercialmente para 
incrementar los rendimientos de los cultivos y extender su tiempo de cosecha. Se 
han desarrollado investigaciones para identificar germoplasmas resistentes a 
3 
enfermedades del suelo y nematodos en varios cultivos que recibían tratamientos 
con Bromuro de Metilo. 
 
La técnica del injerto en hortalizas, es el resultado de la unión de dos plantas 
afines (Patrón + Variedad), modificadas mediantes la técnica de injertado, 
permitiendo cultivar especies sensibles a ciertos patógenos, sobre suelos 
infectados, utilizando el sistema radicular de patrones resistentes y la parte aérea 
de la variedad a cultivar (De la Torre, F., 2005), actualmente son empleados 
especies silvestres o variedades resistentes o tolerantes a plagas y enfermedades 
presentes en el suelo y a factores climáticos y edáficos que disminuyen la 
producción del cultivo de tomate, obteniendo una serie de beneficios de forma 
natural y ecológica. 
En la actualidad, Japón y Corea son los principales países productores de 
plantas injertadas, con 750 y 540 millones de plantas al año, respectivamente, 
seguidos por España, con 154 millones, siendo sandía y tomate los principales 
cultivos que se injertan (Leonardi y Romano, 2004). En México esta técnica es 
relativamente reciente, llegándose a injertar poco más de 60 mil plantas de 
tomate, pimiento y sandía en los estados de Sinaloa y Jalisco (Burgueño y Barba, 
2001). 
En México no se conocen trabajos documentados de injerto sobre hortalizas, 
por lo que la riqueza del germoplasma nativo ha sido desaprovechada, se conoce 
la existencia de una amplia variabilidad genética de tomates o “tomatitos criollos” 
que puede ser utilizado como patrones, en las cuales se ha reportado resistencia 
natural a diversas enfermedades del suelo presentes en cultivos comerciales. 
Entre las cuales destacan las especies y variedades silvestres o 
semidomesticadas, Lycopersicon esculentum var. cerasiforme y pimpinellifolium 
(Lesur, L. 2006). En Oaxaca, estos materiales se encuentran ampliamente 
distribuidos en regiones de la Costa, Papaloapan, la Cañada,Sierra Norte y Sierra 
Sur con variaciones en tamaños, formas y coloraciones de fruto. En a ambas 
especies los frutos se distinguen por ser esféricos y pequeños, en promedio, 1 cm 
de diámetro o menos, corresponden a L. pimpinellifolium (Lesur, L. 2006). Crecen 
en condiciones adversas y observaciones previas sugieren una baja incidencia del 
insecto de las solanáceas Bactericera cockerelli, otras enfermedades y 
principalmente a enfermedes del suelo como hongos y nematodos (Méndez-
4 
Inocencio et al., 2006), Además ciertos agricultores han seleccionado híbridos 
resultantes de las variedades cultivadas y los tipos semidomesticados. 
Actualmente no existen híbridos comerciales de solanáceas y cucurbitáceas 
resistentes a todas las especies de nematodos presentes en los suelos de los 
sistemas de producción protegidas; sin embargo esta resistencia pudiera 
encontrarse en gran parte de híbridos y especies de origen silvestre, que puede 
servir de patrones a los cultivares comerciales, a través de la técnica de injerto. 
 
Por esta razón es necesaria la investigación inicial en métodos y formas de 
injertación entre genotipos nativos y variedades comerciales, para que en una 
segunda etapa evaluar su comportamiento productivo en campo e invernadero. 
Por lo anterior la presente investigación tiene como propósito alcanzar los 
siguientes: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
 
II. OBJETIVOS 
 
2.1. Objetivo general 
 
Desarrollar metodologías de injertación en genotipos regionales de tomate 
que nos permitan utilizar esta técnica como alternativa tecnológica de producción 
 
2.1.1. Objetivos específicos 
 
• Evaluar tres métodos de injertación en tomate utilizando especies 
botánicas como patrones y variedades comerciales como injertos 
 
• Determinar los mejores métodos de injertación y la interacción patrón- 
injerto más sobresaliente. 
 
2.2. Hipótesis 
 
• Al menos una técnica de injertación entre patrones silvestres y variedades 
comerciales de tomate es compatible. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
 
III. REVISIÓN DE LITERATURA 
 
 
3.1. ANTECEDENTES DEL INJERTO 
 
3.1.1. Antecedentes de la técnica del injerto 
 
La técnica del injerto en plantas leñosas es una práctica conocida por los 
chinos 1.000 años antes de Cristo. Aristóteles (384-322 a J.C.) en su obra, 
describe los injertos con gran detalle. Durante la época del imperio Romano el 
injerto era muy popular y se utilizaban distintos métodos para su realización. En el 
renacimiento hubo un interés renovado por las prácticas de injerto. En el siglo XVI, 
en Inglaterra el injerto era de uso general (Peil., 2002). 
 
El injerto de las plantas herbáceas comienza en Japón en 1914 para prevenir 
Fusariosis en sandía. La Universidad de Nara publica en 1917 la técnica de púa. 
En 1923, se describe el injerto de púa oblicua en sandía. En Europa el injerto de 
hortaliza se utiliza desde 1947 entre los horticultores holandeses y se aplica desde 
esa fecha en solanáceas y cucurbitáceas. En 1950 se introduce en Japón el injerto 
de aproximación en solanáceas (González J., 1999). 
 
El empleo de esta práctica es reconocida con amplia difusión a partir de 1970 
en España, Francia, Italia y Japón. En Japón se estima en la actualidad una 
producción de 651 millones de plantas injertadas por año para una superficie de 
30 000 ha en pleno campo y 15 000 ha en invernadero. Es muy popular la 
utilización de injertos para el manejo de enfermedades causadas por patógenos 
de suelo como bacterias, hongos Fusarium spp. y nematodos, en los cultivos de 
sandía, pepino, berenjena, tomate y melón. Este autor planteó que se continuaba 
incrementando la tecnología del injerto, aumentando la tolerancia y/o resistencia a 
enfermedades y el vigor de las plantas, ya que sería muy útil para la horticultura 
sostenible de bajos insumos (Oda M., 1999). 
 
7 
Países europeos y asiáticos han desarrollado técnicas de producción en el 
sistema de injertos para el control de algunas enfermedades fungosas en el cultivo 
de chile, tomate, melón y sandía (Oda M., 1995). 
 
En Taiwán se informa el uso de injertos de tomate y chile pimiento sobre 
berenjena y chiles silvestres respectivamente, reportando resistencia a virus 
trasmitido por mosca blanca. Esta alternativa fue desarrollada por investigadores 
del Asian VegetableResearch and Development Center (AVRDC) con la finalidad 
de contrarrestar la marchitez bacteriana en tomate, logrando una alta 
compatibilidad en las líneas evaluadas y patrones resistentes a la marchitez 
bacteriana (AVRDC., 1971). 
 
El uso de esta técnica en Italia ha sido progresivo. En el año 2000 como 
respuesta a la problemática fitopatológica de los cultivos, se estimó una 
producción aproximada de 14 millones de plántulas injertadas de las principales 
especies hortícolas: solanáceas (tomate, pimiento, berenjena) y cucurbitáceas 
(melón, sandía, pepino). Casas comercializadoras italianas como ¨Vilmorin¨ y 
¨Sementi¨, poseen patrones resistentes a Meloidogyne spp., por ejemplo 
berenjena (Energy F1), tomate (Kyndia F1 y Cosmic F1) (Morra L., et al., 2001). 
 
En las principales regiones donde se encuentra difundido el injerto en Italia 
se desarrolla con la finalidad de sustituir el uso del Bromuro de Metilo, aumentar la 
resistencia a las principales plagas del suelo, reducir las aplicaciones de 
agroquímicos costosos y recuperar las características productivas de la variedad 
que se pretende cultivar (Privivitera., 1999). 
 
En España está muy difundido el cultivo de sandía, entre otros como: tomate, 
berenjena y pepino. El 90 % de la producción de sandía en Almería proviene de 
plantas injertadas sobre patrones resistentes. En Francia, dada la actividad de 
investigación del INRA, se producen portainjertos híbridos de tomate x tomate y de 
melón x melón como una alternativa para afrontar problemas fitosanitarios cuyos 
agentes habitan en el suelo (Gómez., 1997). 
 
 
 
8 
3.1.1.1. El injerto como método de manejo de nematodos formadores de 
agallas 
 
Actualmente a nivel mundial el interés general de esta técnica se basa en la 
siembra de portainjertos interespecíficos de origen silvestre resistentes a 
determinados patógenos del suelo. Entre las principales plagas del suelo que ha 
creado problemas en el cultivo de solanáceas y cucurbitáceas se encuentran los 
nematodos formadores de agallas (Greco N., 2002). 
 
El injerto ha sido utilizado tradicionalmente en la agricultura, ya que es una 
técnica que permite la resistencia o tolerancia de las plantas a determinados 
patógenos del suelo incrementando el crecimiento rendimiento de las plantas 
injertadas con relación a las que no se injertan (Lee M., 1994). 
 
En Europa se utiliza este método para el manejo de nematodos y junto al uso 
de la solarización del suelo, variedades resistentes y cultivo sin suelo, son 
alternativas que ganan en interés por parte de los productores (Gaur., 2002). 
 
En Italia, Francia y España, el cultivo del tomate se ha injertado sobre 
híbridos intraespecíficos Solanum Lycopersicum L., Solanum pimpinellifolium L. y 
recientemente los más utilizados son: híbridos interespecíficos obtenidos del 
cruzamiento de dos parentales silvestres (Solanum lycopersicum L. x Solanum 
habrochaites S. Knapp y D. M.), conocidos comercialmente como KVNF, KNVF2, 
Beaufort, Brigeor, Hemam, Hirés, son resistentes o tolerantes a Meloidogyne spp. 
(M. incognita, M. arenaria y M. javanica) inducido por el gen de resistencia Mi. 
Estos portainjertos actuales aportan, además, los genes Ve, I, I2 de resistencia a 
Verticillium dahliae y Fusarium raza 0 y 1 (Privivitera., 1999). 
 
La resistencia genética es uno de los pilares del manejo integrado de plagas 
y enfermedades. Las plantas injertadas son utilizadas principalmente para conferir 
resistencia a enfermedades y nematodos. En España la técnica del injerto se 
encuentra muy difundida y se han realizado numerosos trabajos investigativos de 
gran interés (Gómez., 1997). 
 
9 
Estudios recientes en España demostraron la efectividad de la resistencia del 
gen Mi en el patrón de tomate SC 6301 para reducir la densidad poblacional de 
Meloidogyne javanica en un invernadero infestado por nematodos. Con la 
utilización de este patrón se logró reducir el número y grado de agallamiento así 
como la población final de M. javanica en un (58 y 65%). La moderada 
reproducción de este nematodo sobre el patrón confirma su alto nivel de tolerancia 
a dicho patógeno, además de alcanzar rendimientos sustanciales (420 kg por ha) 
con relación a las plantas no injertadas (Sorribas., 2006). 
 
En investigaciones conducidas en California concluyeron que las altas 
densidades poblaciones de M. incognita fueron encontradas sobre patrones 
portadores del gen Mi de la cv. Beaufort considerando a este como tolerante y no 
resistente al nematodo (López., 2006). 
 
En el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina se 
han realizado ensayos con el objetivo de conocer el efecto del uso de portainjertos 
resistentes sobre la incidencia de enfermedades ocasionadas por nematodos y 
patógenos del suelo en el cultivo del tomate en un invernadero. Se probó la 
combinación de dos cultivares sobre el portainjerto Heman, el cual demostró un 
buen comportamiento en un suelo con alta infestación de nematodos, al poseer 
resistencia y tolerancia a dichos organismos. Las plantas injertadas mostraron 
menor incidencia de síntomas aéreos asociados al ataque de nematodos y hongos 
del suelo Fusarium spp. La técnica del injerto es promisoria, ya que permitió 
obtener una cosecha aceptable y de calidad sin utilizar agroquímicos (Mitidieri., 
2007). 
 
El injerto en pimiento sólo se puede realizar sobre plantas de su misma 
especie o género Capsicum. Se ha trabajado con patrones resistentes o tolerantes 
a nematodos del género Meloidogyne de la firma Italiana Esasem spa. De dichos 
portainjertos se ha comprobado la tolerancia de las líneas P2 y P4 y la resistencia 
de pimientos de origen silvestres cuyos nombres comerciales son: AF21-91, 0040 
y WAN 872 (Peil R. M., 2002). 
 
Líneas y variedades de pimiento se han informado como materiales 
resistentes, empleados como portainjertos. En Estados Unidos las líneas de 
10 
Capsicum chinense (Jacq.) PA-353, PA-398 y PA 426, así como C. annumm 
cutivares Carolina Cayenne, Carolina Wonder y Charleston Belle (Smith) han 
mostrado resistencia a M. incognita en invernaderos y campos (Fery., 1998). 
 
En el cultivo de la berenjena uno de los principales objetivos del injerto ha 
sido obtener resistencia a nematodos, para ello se ha utilizado patrones de tomate 
Solanum lycopersicum L. e híbrido interespecíficos de Solanum lycopersicum x 
Solanum habrochaites S. Knapp y D.M o portainjertos de su misma especie 
silvestre del género Solanum (Morra L., 1998). 
 
 Varios especies de Solanum silvestres son empleados como portainjertos de 
berenjena en Italia entre ellos están Solanum integrifolium, S. aethiopicum, 
S.sysimbriifolium y S. torvum, los dos últimos, dotados de resistencia a nematodos 
de agallas Meloidogyne spp. Investigaciones realizadas en este país demuestran 
la gran compatibilidad de S. torvum con diversas variedades de berenjena y se ha 
observado que posee un sistema radical extremadamente vigoroso que le confiere 
a la planta un alto grado de resistencia a M. incognita (Rodríguez, et al., 2005). 
 
Por otra parte, en estudios más recientes realizados en Bangladesh, se 
informa que el injerto de berenjena sobre patrones resistentes de S. torvum y 
S.sysimbriifolium es una técnica efectiva para el control de nematodos del género 
Meloidogyne, lográndose además mayores rendimientos con relación a las plantas 
no injertadas (Rahman, et al., 2002). 
 
El injerto se ha empleado en las cucurbitáceas para el control de 
enfermedades vasculares de origen fúngico, sin embargo algunas variedades de 
sandía son más vigorosas y se injertan sobre patrones de calabaza. Esta especie 
tolera mejor la presencia de nematodos M. javanica y M. arenaria, ya que son 
plantas con un amplio sistema radicular (Camacho F., et al., 2002). 
 
El melón, en Italia, se ha injertado sobre patrones de calabaza Benincasa 
cerifera y Benincasa hispida,los cuales toleran mejor la presencia de nematodos 
Meloidogyne spp. En España se han iniciado ensayos de pepino tipo pepinillo 
español injertado sobre híbridos de Cucurbita maxima x Cucurbita moschata. Las 
11 
plantas con un sistema radicular desarrollado toleran mejor la presencia de 
nematodos y se utilizan como patrón para este cultivo (Morra L., et al. 2001). 
 
Cuba en la actualidad cuenta con resultados prometedores en cuanto a 
compatibilidad injerto-patrón, porcentaje de sobrevivencia de las plantas injertadas 
y utilización de biorreguladores que faciliten el prendimiento del injerto. De igual 
manera numerosos estudios se han realizados, hacia la selección de patrones 
foráneos y nacionales resistentes a M. incognita. Entre ellos se destacan dos 
patrones de tomate´LAO- 7002´ y ´LAO 7003´ procedente de la firma D´Ruiter 
Seeds, uno silvestre del género Solanum (S. torvum) y uno de pimiento de 
procedencia nacional ´LINEM´ obtenido por el Instituto de Investigaciones 
Hortícolas ¨Liliana Dimitrova¨ (González., et al. 2006). 
 
El empleo del injerto es una técnica que se descubrió hace 3,000 años por 
los chinos, pero éstos no han sido los únicos en emplearlo, ya que diversas 
culturas como la romana, la inglesa del siglo XVI, la japonesa, holandesa, que 
progresivamente han ido aportando nuevas facetas muy interesantes para los 
cultivos. Desde que se descubrió que para realizarlo bien había que hacer 
coincidir el cambium de la planta, hasta los distintos tipos de injertos (Chieri 
Kubota y Francisco Viteri, 2007). 
 
 El injerto se utiliza ampliamente en la horticultura para una variedad de 
razones. En árboles frutales, se utilizan para controlar el tamaño y el vigor del 
árbol. Con campo cultivado de hortalizas, el injerto se utiliza para aumentar la 
resistencia a las enfermedades del suelo. Cada vez más productores de tomate 
de invernadero están utilizando un injerto para la disminución a la susceptibilidad a 
las enfermedades de raíz y para aumentar la producción de frutas a través de 
mayor de energía en la planta (Richard, 2005). 
 
Esta práctica inició como un intento de solucionar problemas con 
enfermedades del suelo, tales como Fusarium, Verticilium y nemátodos, causados 
por la falta de rotación de cultivos. El injerto cumplía el papel de otro cultivo, ya 
que las enfermedades del suelo en su mayoría son específicas para cada cultivar 
(Chieri Kubota y Francisco Viteri, 2007). 
 
12 
El primer cultivo de la familia de las cucurbitáceas en ser injertado fue la 
sandía, injertada a Langeraria siceraria, conocida como jícara. Otra cualidad de 
usar injertos para controlar problemas causados por enfermedades del suelo 
debido a que los patrones utilizados son resistentes o tolerantes a las 
enfermedades antes mencionadas. Conforme se fue desarrollando el uso de 
diferentes variedades como patrones, que en muchos casos provenían de 
materiales silvestres, los agricultores se percataron de que estos son más 
vigorosos y hacían que la planta rindiera más (Lee, 1994; Scheffer, 1957). 
 
La producción de plantas injertadas comenzó en Japón y Corea a fines de 
1920 con sandía (Citrullus lanatus Matsum. Et Nakai) injertada sobre patrón de 
calabaza (Lee 1994). La berenjena fue injertado en berenjena escarlata (Solanum 
integrifolium Poir.) en la década de 1950. Desde entonces, la producción de 
hortalizas, sobre la base de las plantas injertadas se ha incrementado. La 
producción de la superficie en Japón de plantas injertadas de sandía, pepino, 
melón tomate y berenjena ha alcanzado el 57% del total de área de producción en 
1980 y 59% en 1990 (Oda, 1993). 
 
3.1.1.2. DEFINICIÓN DEL INJERTO 
 
Los injertos o plantas injertadas son el resultado de la unión de dos plantas 
afines (Patrón + Variedad), modificadas mediantes la técnica de injertado, 
permitiendo cultivar especies sensibles a ciertos patógenos, sobre suelos 
infectados, utilizando el sistema radicular de patrones resistentes y la parte aérea 
de la variedad a cultivar (De la Torre, F., 2005). 
 
3.1.1.3. OBJETIVOS DEL INJERTO 
 
El principal objetivo de la injertación ha sido lograr el control de 
enfermedades provocadas por organismos del suelo, tales como Fusarium sp, 
Verticilium sp. y Pyrenochaeta sp., mediante el uso de portainjertos tolerantes a 
dichos patógenos (Blancard et al, 1991; Messiaen et al, 1995). En este método se 
aprovecha la tolerancia del sistema radicular del portainjerto y los caracteres 
productivos favorables de una variedad susceptible. Adicionalmente, la injertación 
13 
se ha utilizado para conferir vigor a la planta, tolerancia a bajas temperaturas ó a 
la sequía, y para mejorar la calidad de frutos (Bulder et al., 1991; Oda 1995). 
 
El uso de la injertación simplifica y acorta los programas de mejoramiento, al 
reducir el objetivo de estos a un menor numero de caracteres, lo que permite por 
separado líneas con características radiculares aptas, para portainjertos y líneas 
aptas para la producción de frutos de buena calidad (Oda, 1995). 
 
En especies herbáceas se han utilizado varias técnicas de injertación 
(Honma, 1977; CTIFL, 1985; Lee, 1994; Oda, 1995). Los criterios mas utilizados, 
según los autores, son: realizar la injertación en los primeros estados de desarrollo 
de las plantas (cotiledones extendidas o primeras hojas verdaderas), mantención 
de las plantas bajo condiciones controladas de temperatura y humedad ambiental 
durante el periodo de formación del callo unión entre los haces vasculares de 
ambos individuos. 
 
Para la injertación de cucurbitáceas y solanáceas algunos autores (CTIFL, 
1985; Oda, 1995; Camacho y Fernández, 1999), recomiendan la técnica de 
aproximación de lengüetas, ya que en ésta tanto el patrón como el injerto 
conservan su sistema radical durante el proceso de soldadura y aclimatación, 
asegurando la sobrevivencia del injerto. A pesar de su alto prendimiento, esta 
técnica es muy laboriosa y de alto costo. En función a esto, países como Japón, 
Italia, España etc., permanentemente están evaluando e implementando técnicas 
más rapidas, entre las que incluye la posibilidad de mecanizar esta labor (Oda y 
Nakjima, 1992; Kurata, 1994; Oda et al., 1994). 
 
Técnicas más simples y rápidas como los métodos de empalme y púa se 
utilizan en tomate (Lycopersicon esculentum) y berenjena (Solanum melongena 
L.). En estas especies el injerto se establece directamente sobre el patrón, sin 
conservar sus raíces, y posteriormente es mantenido en condiciones controladas 
de humedad ambiental y temperatura durante el periodo de soldadura y 
aclimatación (Oda, 1995). 
 
En plantas herbáceas la unión entre portainjerto e injerto se lleva a cabo 
mediante la formación de un callo de tejido parenquimático, estructura que luego 
14 
se diferencia a tejido cambial, que dará origen a xilema y floema, permitiendo 
restablecer la unión entre los haces vasculares de ambos individuos (Camacho y 
Fernández, 1999). 
 
Según Lee (1994) la producción creciente de plantas injertadas también se 
cree ser debido ala cantidad de agua y del mineral proporcionado a las plantas. 
 
El proceso de unión entre portainjertos se debe cumplir en condiciones de 
alta humedad ambiental para evitar la deshidratación de las plantas, y bajo rangos 
de temperaturas que favorezca la formación del tejido de cicatrización. La 
temperatura óptima para la producción del callo de unión varía en cada especie. 
En el caso de cucurbitáceas, la temperatura óptima se encuentra entre 25 y 30°C 
(Oda, 1995). 
 
Entre las especies hortícolas, sólo se han realizado en especies de la misma 
familia por ejemplo; las solanáceas (tomate, pimiento, berenjena) y cucurbitáceas 
(melón, sandía y pepino). Su buena afinidad para el injerto parece estar unida a la 
extensión del cambium (Louvet, 1974). 
 
Países Europeos y Asiáticos han desarrollado técnicas de producción en el 
sistemade injertos para el control de algunas enfermedades fungosas en el cultivo 
de chile, tomate, melón y sandia (AVRDC, 1971). 
 
En Tainan, Taiwán, se reporta el uso de portainjertos de tomate y chile 
pimiento sobre berenjena y chiles silvestres respectivamente, reportando 
resistencia a virus del tipo gemini transmitidos por mosca blanca. Esta alternativa 
fue desarrollada por investigadores de la AVRDC, con la finalidad de contrarrestar 
la marchitez bacteriana en tomate (AVRDC, 1971). 
 
En Almería España se reporta que el 70% del melón producido en la región 
se debe a la utilización de injertos. 
 
 
 
 
15 
3.1.2. FINALIDAD DEL INJERTO 
 
Las finalidades del injerto pueden ser muy diversas (Hartmann et al., 1991): 
* Perpetuar clones que no pueden mantenerse con facilidad con otros 
procedimientos de multiplicación. 
* Cambiar los cultivares de plantas ya establecidas. 
* Acelerar la madurez reproductora de selecciones de plántulas obtenidas en 
programas de hibridación. 
* Obtener formas especiales de crecimiento de las plantas. 
* Estudiar enfermedades virales. 
* Obtener beneficios de ciertos patrones. 
 
3.1.2.1. EL USO DE PORTAINJERTOS EN TOMATE Y OTRAS SOLANACEAS 
 
La implementación de los cultivos injertados en campo, dependerá 
principalmente de la aparición de nuevos patógenos del suelo (plagas, 
enfermedades fúngicas, enfermedades bacterianas o virosis), que limiten el cultivo 
tradicional, dependiendo además de otros muchos factores: económicos, época de 
cultivo, producción, rentabilidad, exigencias del mercado, etc. (De la Torre, F.; 
2005). 
 
Las plantas injertadas son utilizados en Europa (Louvet, 1974; Mazollier, 
1999; Poëssel, J.L. y Ermel F. F. 1996; Miguel, A. 1997;), para conferir resistencia 
a enfermedades y nematodos en solanáceas y cucurbitáceas, como alternativa al 
uso de bromuro de metilo para desinfectar el suelo. También están siendo 
desarrollados en países asiáticos de clima tropical, donde las condiciones 
climáticas dificultan el manejo sanitario del cultivo (AVRDC, 1998). 
 
En el INTA San Pedro, se han realizado ensayos para poner a punto la 
técnica del injerto, habiéndose observado muy buen comportamiento en dos 
portainjertos, híbridos interespecíficos entre L. hirsutum y L. esculentum, en un 
invernadero con alta infestación de nemátodos (Mitidieri et al, 2002). 
 
La técnica del injerto herbáceo está siendo reconocida con gran fuerza desde 
la década de los 80´s. Países como Japón, Holanda, España, Italia. Han 
16 
intensificado sus investigaciones en este campo. En Europa, el injerto en 
hortalizas es utilizado desde la década de los 40´s, principalmente por agricultores 
holandeses. También se ha desarrollado en países asiáticos de clima tropical, 
donde las condiciones climáticas dificultan el manejo del cultivo (González, 1999). 
 
La transferencia de esta tecnología de países de clima templado a países de 
clima tropical, se ha venido realizando con una gran difusión comercial; por parte 
de firmas de diferentes países sin tener en cuenta la diversidad climática entre 
diferentes regiones del mundo. El principal objetivo del injerto ha sido lograr el 
control de enfermedades provocadas por patógenos del suelo por medio de 
portainjertos resistentes a estos. Adicionalmente, se ha utilizado para conferir vigor 
a las plantas, mejorar la calidad de los frutos, incrementar la cosecha y aumentar 
la tolerancia a condiciones ambientales adversas provocadas por altas 
temperaturas, salinidad, sequía u otros factores abióticos (Oda, 2003). 
 
3.1.2.1.1. RESULTADOS OBTENIDOS CON LOS DIFERENTES MÉTODOS DE 
INJERTACIÓN 
 
Sobre la eficacia de los distintos métodos de injerto (Miguel et al., 1993), 
comprobó que con el método de injerto por aproximación se ha obtenido un 
porcentaje mayor de prendimiento que con el de púa (90% en 1981 y 92.3% en 
1982, frente al 70% y 62.6% respectivamente). Estos resultados coinciden con los 
de García, (1990), que indica que con el injerto de aproximación se consigue un 
95-100% de prendimiento, mientras que con el de púa terminal el prendimiento es 
del 85.7%; y con los de Suzuki, (1972), que también indica que en injerto de púa 
deben mantenerse unas condiciones de temperatura y humedad relativa mucho 
más estrictas que con el injerto de aproximación. Durante el proceso de soldadura, 
con este último método, tanto la planta patrón como la del injerto (variedad) 
conservan su sistema radicular, lo que les permite seguir vegetando sin "shock", si 
el injerto está bien realizado. Con el sistema de púa, el brote del injerto, cortado 
por debajo de los cotiledones, es extremadamente sensible a deshidrataciones 
hasta que no se produce la soldadura con el patrón. Una elevación de temperatura 
por encima de 35º C o la bajada de la humedad relativa a menos del 80%, supone 
una reducción en el porcentaje de prendimientos y también en la calidad del 
injerto: las plantas quedan mal soldadas y su desarrollo posterior es deficiente. 
17 
 
La elección de uno u otro procedimiento viene marcada por las condiciones 
ambientales que es posible mantener en el semillero, más estrictas con el método 
de púa y empalme, más flexibles para el injerto de aproximación. El injerto de púa 
tiene la ventaja de que no necesita una manipulación posterior, mientras que el de 
aproximación requiere el corte del tallo del injerto y, a veces, un reatado del injerto, 
dado que el peso de la variedad descansa sobre una lengüeta del hipocotilo del 
patrón (Miguel, 1993). 
 
En experiencias realizadas en los años 1982, 1983 y 1984 en Algemesí 
(Valencia) por el Dr. Miguel et al., para conocer el efecto de la densidad de 
plantación en la producción de tomate injertado, no se observó, en ninguno de los 
tres años, diferencias significativas de producción precoz entre las distintas 
densidades de plantación (entre 4.000 y 7.000 plantas/ha.). 
 
Limitar los efectos de marchitez por fusarium (Lee, 1994; Scheffer, 1957). 
Resistencia contra bajas temperaturas (Rivero et al., 2003). 
Resistencia a altas temperaturas (Bulder et al., 1990). 
 Mejorar la producción cuando las plantas se cultivan en los suelos infestados 
(Bersi, 2002; Kacjan-Marsic y Osvald, 2004). 
 Para aumentar la síntesis de hormonas endógenas (Proebsting et al., 1992). 
 Para mejorar producción de semilla (Lardizabal y Thompson, 1990). 
Para incrementar la tolerancia vegetal a la sequía, a la salinidad y a inundaciones 
(AVRDC, 2000; et al., 2005). 
 
En plantas herbáceas la unión entre portainjerto e injerto se lleva a cabo 
mediante la formación de un callo de tejido parenquimático, estructura que luego 
se diferencia a tejido cambial, que dará origen a xilema y floema, permitiendo 
restablecer la unión entre los haces vasculares de ambos individuos (Camacho y 
Fernández, 1990). 
 
3.1.2.1.2. Evolución del Injerto 
 
El constante avance de la horticultura mediterránea de los últimos cuarenta 
años ha llevado consigo el desarrollo de todos los sectores hortofrutícolas y de su 
18 
industria auxiliar, tales como: sistemas de riego, estructuras de invernadero, 
plásticos, semillas, fertilizantes, sistemas de cultivo, control de clima, semilleros, 
etc. 
 
De forma paralela al desarrollo de todas las técnicas agronómicas de cultivo, 
se han desarrollado y aplicado las técnicas de injertos en hortalizas. Hoy se puede 
asegurar la realización de la técnica del injerto con éxito en las siguientes 
especies: Sandía, Melón, Pepino, Tomate, Pimiento y Berenjena (Oda, 2003). 
 
3.1.2.2. Tendencia del mercado 
 
La producción de plántulas injertadas es una tecnica natural, contribuye con 
la reducción de uso de productos químicos altamente contaminantes al suelo, 
agua y medio ambiente. Estas condiciones favorables de la técnica, así como la 
prohibición del Bromuro de metilo (Miguel, A., 2005) ha influido enormemente en la 
expansión de los injertos. 
Actualmentese realizan injertos hortícolas en muchos de los países productores 
de hortalizas: Japón, Corea, Francia, Italia, Holanda, Alemania, Marruecos, 
México, España, etc. 
 
En la horticultura no se realizan demasiados injertos, por lo que su principal 
objetivo es obtener resistencias en el suelo de los patrones y así poder cultivar 
otras variedades que presentan beneficios importantes para el agricultor. Esta 
resistencia radica en el conjunto raíz - hipocótilo, manteniéndose el control del 
patógeno por parte de la raíz sin que afecte a la planta (Oda, 2003). 
 
Para que el injerto pueda prevenir de enfermedades tan importantes como a 
Fusarium oxyporum se deberá realizar la combinación del injerto correctamente ya 
que si el patrón es resistente a la enfermedad pero la variedad no, se deberá tener 
mucho cuidado con que la planta no emita raíces adventicias y que éstas se 
pongan en contacto con el suelo, porque será entonces cuando la planta se vea 
afectada por dicha enfermedad. 
Normalmente se suele mantener el sistema radicular del portainjertos y la parte 
aérea de la variedad (Miguel, 1993). 
19 
3.1.2.3. Perspectivas de los injertos 
El injerto es muy laborioso y que consume tiempo, los productores están 
tratando de reducir la implementación de mano de obra necesaria. Se ha intentado 
mecanizar las operaciones de injerto a partir de 1987. Itagi et al. (1990) ha 
desarrollado el método de injerto de Tubo como un manual de operación con 
pequeñas clavijas, y redujo el tiempo necesario para el injerto manual de por lo 
menos la mitad. 
 Morita (1988) y Oda y Nakajima (1992) han aplicado un adhesivo y un 
endurecedor de apoyo a la unión del injerto en los cultivos varios. Con el 
adhesivo, cinco tapones de tomate en una hoja de dos etapa se injertadas al 
mismo tiempo, utilizando placas de injerto (Oda et al 1994a). También se han 
desarrollado robots de injerto de plantas, combinando el adhesivo y placas de 
injerto (Kurata 1994, Oda, 1995). Este robot permite que los ocho plantas de 
tomate, berenjena, pimiento o para ser injertadas al mismo tiempo. El Robótico 
injerto es de aproximadamente diez veces más rápido que un injerto realizado 
convencionalmente. Tomate (Oda et al. 1995) y berenjena (Oda et al. 1997) 
injertadas por robot ha producido un rendimiento de la fruta similar a la de las 
plantas injertadas por métodos convencionales. 
La curación también ha sido mecanizada. El porcentaje de supervivencia es 
alta cuando se utilizan cámaras de curación desarrollados. Las cámaras de 
curación en el medio ambiente que es artificialmente controlado se utilizan en la 
actualidad por muchos viveros que producen plantas injertadas. 
Con el desarrollo de nuevos métodos de injertación, el injerto de cultivos de 
hortalizas puede llegar a ser popular en todo el mundo. Desde obtener plantas 
tolerantes o resistentes a enfermedades, aumentar el vigor del injerto, incrementar 
la producción, el injerto de hortalizas puede ser útil en el de bajos insumos, la 
horticultura sostenible del futuro. 
3.2. Patrón ó portainjerto 
 
El patrón o portainjerto es la planta que recibe el injerto pone las raíces y 
ofrece una mayor resistencia a suelos malos, calizos, encharcados, con hongos, 
plagas depende del patrón que sea. 
 
20 
El portainjerto (o patrón) resistente permanece sano y proporciona una 
alimentación normal a la planta, a la vez que la aísla del patógeno. En la mayoría 
de los casos se deja el sistema radicular del portainjerto y la parte aérea de la 
variedad (Louvet, 1974). 
 
3. 2.1. Cualidades del portainjerto 
 
- Ser inmune o tolerante a la enfermedad que se desea prevenir. 
- Que no exista algún otro parasito del suelo que le pueda afectar. 
- Vigor y rusticidad. Un patrón vigoroso hace que la planta injertada también 
lo sea y permite instalar menos plantas por unidad de superficie sin 
disminuir la producción. 
- Tener buena afinidad con la planta que se injerta. 
- Presentar buenas condiciones para la realización del injerto. 
- No modificar desfavorablemente la calidad de los frutos. 
 
3.2.2. Injerto (variedad) 
 
Es trozo de tallo o la yema que se fija al patrón para que se desarrolle y dé 
ramas, hojas, flores y frutos. 
 
El injerto, como método de lucha contra patógenos del suelo, tiene como 
finalidad evitar el contacto de la planta sensible con el agente patógeno. La 
variedad a cultivar se injerta sobre una planta resistente perteneciente a otra 
variedad, otra especie u otro género de la misma familia (Louvet, 1974). 
 
El injerto es la fusión de dos porciones de tejidos vegetales vivientes de 
modo que se unan, crezcan y se desarrollen como una sola planta, siendo ésta de 
la misma familia. 
 
 
 
 
 
 
21 
 
3.2.3. Factores climáticos durante el período de soldadura y climatización del 
injerto (tabla 1). 
 
Características climáticas Humedad relativa (%) Temperatura (Cº) 
Interior de la cámara 78.3 27.9 
Exterior de la cama 71.8 25.9 
Optima (Gómez, 1997) 95.0 22.0 
Tabla 1. Factores climáticos durante el período de soldadura y climatización del injerto. 
 
3.3. Técnicas de injertación 
 
Las principales técnicas de injertación de hortalizas son: de aproximación, de 
empalme, oblicuo, de púa, de tubo y de aguja. Aunque todas se basan en los 
mismos principios, algunas implican más labores o son más seguras que otras. La 
técnica de aproximación es la que tiene mayores probabilidades de prendimiento, 
ya que el injerto conserva conexión con su raíz durante el período de soldadura y 
aclimatación. 
 
3.3.1. Injerto de aproximación 
 
Es una de las técnicas más conocidas y que asegura mayor posibilidad de 
alto prendimiento, ya que el injerto conserva la conexión con su raíz durante todo 
el período de soldadura y aclimatización. Ambas plantas se trabajan a raíz 
desnuda para facilitar su manipulación. El patrón es desbrotado dejando sólo los 
cotiledones y se les hace un corte diagonal descendente por debajo del nudo 
cotiledonar. Al injerto se le practica un corte similar, pero ascendente, también por 
debajo de los cotiledones. 
 
Las lengüetas formadas se encajan y se afirma la unión con una pinza. 
Luego se planta en un contenedor para ser llevado a la cámara de soldadura. 
Termina la aclimatación (8 a 10 días después), quedando la planta definitiva. 
Tiene como desventaja el exceso de labores. No requiere diámetros iguales, se 
recomienda especialmente en cucurbitáceas, aunque se puede usar en otras 
especies, como el tomate. 
22 
 
En ensayo realizado en Almería, España, para estudiar el rendimiento de 
tomates injertados y el efecto de la densidad de tallos en el sistema hidropónico. 
Con el objetivo evaluar los efectos de la densidad de tallos sobre el rendimiento y 
la uniformidad de los frutos de un cultivo de tomate injertado y no injertado. La 
practica fue con el método de aproximación descrita por (González, 1999). Los 
resultados muestran que las plantas de tomate injertadas y transplantadas a dos 
tallos tuvieron igual producción total, pero frutos de tamaño más uniforme, que 
plantas no injertadas transplantadas a un tallo y con doble densidad de plantas 
(Peil et al, 2004) 
 
 
3.3.2. Injerto de empalme 
 
 Injerto de empalme de corte oblicuo, se hace un corte diagonal eliminando 
uno de los cotiledones y el brote al patrón y al injerto el corte se hace similar 
obteniendo el brote más de un cotiledón, pero perdiendo su parte radical. 
 
3.3.2.1. Injerto de púa 
 
La planta es normalmente un poco más grande que con el procedimiento 
anterior. El patrón se cambia previamente a alvéolos de tamaño más grande de 
cuatro a seis centímetros de lado para que su manipulación sea fácil, se corta el 
patrón horizontalmente de uno a dos centímetros por arriba de las hojas 
verdaderas y se hace un corte diametral. Hacia abajo en su extremo la variedad se 
despunta por debajo de la segunda o tercera hoja más joven y sehace un bisel en 
su extremo inferior, se incrusta la púa en el patrón y se sujeta con cinta o pinza. 
 
En todas las técnicas se debe utilizar un bisturí desinfectado en alcohol y 
flameado antes de cada corte, (Oda, 1995). 
 
3.3.2. 2. Injerto por inserción 
Existen diferentes técnicas de injerto adecuadas para diferentes cultivos. Las 
más populares para cultivos herbáceos son las de inserción, aproximación y 
solape (método japonés). La técnica de inserción es la más común en sandías, 
23 
debido al menor tamaño del injerto en comparación con el patrón (portainjertos), lo 
cual facilita el proceso. Este método produce una unión muy resistente; no se 
necesitan pinzas de unión, requiere buenas condiciones de control ambiental para 
la cura; puede hacerse con o sin raíces (más fácil de manejar y permite el 
desarrollo de una fuerte raíz adventicia). 
3.3.2.3. Injerto de perforación lateral 
 Se prepararan las plantas igual que en el caso anterior y a partir de ahí 
mediante un cuchillo de bambú 1 cm por debajo del cotiledón haremos una 
hendidura de forma que este llegue a salir un poco. La variedad se cortara 1 - 1.5 
cm por debajo de los cotiledones y se realizara un bisel de 5 - 6 mm en su 
extremo. Se introducirá la púa en el bisel de tal manera que al tocarla con el suelo 
no se mueva. La planta se mantendrá en ambiente cálido y húmedo, y se regara 
sin mojar el injerto. 
 
3.4. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA UNION DEL INJERTO 
 
3.4.1. Temperatura 
 
 Esta afectará directamente sobre la formación del tejido de callo, 
aumentando ésta con la temperatura pero hasta los 29ºC ya que a partir de ahí se 
producirá un callo fácilmente degenerable con las operaciones de plantación. Si 
esta es inferior de 15ºC, no se realizara la producción de callo. 
 
3.4.1.1. Humedad 
 
 Las responsables de la formación de callo son las células parenquimáticas 
que son muy sensibles al contacto con el aire, ya que si pierden la fina capa de 
agua que las recubre, comenzará la desecación reduciendo también la formación 
de callo. 
 
 
 
 
 
24 
3.4.1.2. Oxigeno 
 
 Dado que la continua división y su posterior crecimiento supone una gran 
tasa de respiración, el oxigeno será imprescindible para que se pueda realizar la 
unión del injerto. 
 
3.4.1.3. Actividad de crecimiento del patrón 
 
Dependiendo del estado vegetativo del patrón, las formas de realizar el 
injerto serán diferentes; En el caso de que el injerto este esté en pleno periodo 
vegetativo, se deberán dejar diferentes órganos por encima del injerto para que 
actué de tira savias. 
 
Si por el contrario está en periodo de reposo, es más difícil la producción de 
cambium en el injerto. 
 
3.4.2. Técnicas de injerto 
 
 Se sabe que cuanto mayor sea la herida hecha para realizar el injerto, 
mayor tiempo tardará en cicatrizar, pero también será mayor la zona de contacto 
entre el cambium del patrón y la variedad, y aunque su crecimiento sea normal, 
llegara un tiempo posterior en el que se impedirá el movimiento de la planta y se 
dará un colapso de la planta. 
 
Por esa razón lo mas apropiado es encontrar un equilibrio entre estos dos 
factores, para que esta se desarrolle en las mejores condiciones posibles. 
 
3.4.2.1. Contaminación con patógenos 
 
 Normalmente los patógenos se suelen introducir por las heridas producidas 
para realizar el injerto, por lo que habrá que evitar en la mayor medida de lo 
posible que estas sean demasiado grandes, y se procurará realizar el injerto en las 
mejores condiciones de asepsia posibles, utilizando también algún cicatrizante 
químico que evite dichas infecciones. 
 
25 
3.4.2.2. Empleo de reguladores del crecimiento 
 
Existe una clara relación entre la presencia de los reguladores de crecimiento 
y la formación de callo de la planta, pero aun no se han obtenido resultados 
convincentes que lo demuestren. 
 
3.4.2.3. Condiciones ambientales en la fase posterior al injerto 
 
 Las condiciones de temperatura y humedad deberán ser adecuadas para 
facilitar la soldadura del callo más rápidamente (Oda, 1995; Miguel, 1997). 
 
3.4.2.1.3. Aclimatación y curación 
 
La curación y la adecuada aclimatación son muy importantes para las plantas 
injertadas para sobrevivir. Después que los injertos se realizan, las plantas 
deben ser protegidas de marchitamiento hasta que el corte termina de unirse 
(curar). Mantener las plantas injertadas alrededor de 86 ° F y con más del 95% de 
humedad relativa por 3-5 días, mientras que el corte finaliza sanar juntos. Esto se 
puede lograr poniendo las plantas injertadas en un área sombreada, reducir los 
niveles de luz. 
 
 Después de la curación, las plantas se deben aclimatarse a condiciones de 
invernadero o medio ambiente por un periodo de 3 a 4 días. Iniciar el aumento 
de la exposición a la luz por la mañana y tarde. Seguir con las aspersiones según 
sea necesario para evitar el marchitamiento. 
 
3.5. Incompatibilidad 
 
Para que el injerto se realice correctamente deberá haber una "adecuación" 
entre especie portaijertos y la variedad que se injerta. No se sabe ciertamente que 
especies son compatibles y cuales no, lo que si que se sabe son las especies que 
presentan mayores beneficios al estar injertadas con otras (Oda, 1995; Miguel, 
1997). 
 
26 
Esta no compatibilidad se manifestará mediante los siguientes síntomas, 
cuya aparición de forma aislada no significa que la unión sea incompatible, sino 
que pueden ser consecuencia de otros factores como la presencia de 
enfermedades, malas técnicas de cultivo o condiciones ambientales 
desfavorables: 
 
- Porcentaje de fallos de injerto altos 
- Falta de crecimiento, defoliación y amarilleo de las hojas. 
- Muerte prematura de la planta. 
- Diferencias marcadas en el crecimiento entre el patrón y la variedad. 
- Desarrollo excesivo entre la unión, debajo o encima de la unión (miriñaque). 
- Ruptura por la zona de unión del injerto. 
 
Incompatibilidad localizada: es aquella que exclusivamente se da en la zona 
de contacto entre el patrón y la variedad, cuyo síntoma principal es la débil unión 
mecánica, produciéndose también un lento desarrollo de las partes de la planta 
(Oda, 1995; Miguel, 1997). La única solución posible para este problema es la de 
emplear un patrón intermedio. 
 
Incompatibilidad traslocada: Es una clara degeneración del floema debido a 
las claras diferencias genéticas entre el patrón y la variedad. Se denota por un 
claro color pardo en forma de una línea o zona neurótica en el injerto (Oda, 1995; 
Miguel, 1997). En las solanáceas, los factores implicados en su compatibilidad 
estarán presentes como constituyentes normales en los tejidos de la planta, están 
relacionados con la pared celular, y se liberan por contacto entre el patrón y 
variedad. 
 
3.5.1. INTERACCION PATRÓN – VARIEDAD 
 
Los injertos se realizan fundamentalmente con el fin de evitar las posibles 
enfermedades del suelo que puedan existir, pero además pueden producir los 
siguientes beneficios: 
- Reacciones de incompatibilidad. 
- Resistencia a enfermedades. 
- Tolerancia a ciertas características del clima o suelo. 
27 
- Interacciones especificas entre patrón y variedad que pueden producir 
alteraciones en el desarrollo de la planta, tamaño del fruto. 
 
Además pueden producir modificaciones en el crecimiento, floración y 
fructificación de la planta, debido a la absorción y utilización de nutrientes y la 
translocación de los mismos y el agua, y las posibles alteraciones en factores de 
crecimiento endógenos (Oda, 1995; Miguel, 1997). 
 
3.6. IMPORTANCIA ESTATAL Y NACIONAL DEL TOMATE 
 
La demanda del tomate aumenta continuamente y con ella su cultivo, 
producción y comercio; en el año 2000 la producción mundial se situó alrededor de 
120 millones de toneladas y, para el 2004, en 128 millones (FAO, 2005) lo cual 
representó un incremento de cuatro vecesla producción de México. Este 
incremento de la producción en los últimos años se debe principalmente a la 
demanda del producto y al incremento del rendimiento por unidad de superficie 
cultivada y en menor proporción al aumento de la superficie cultivada (Infoagro, 
2003). Para el año 2004, los principales países productores fueron China, Estados 
Unidos y Turquía; México ocupó el décimo lugar (Tabla 2). 
Tabla 2. Principales países productores de tomate a nivel mundial en el año 2004. 
País Producción (Ton) 
 China 33 22 5 571 
 Estados Unidos 13 668 520 
 Turquía 8 818 400 
 India 8 377 480 
 Egipto 7 473 594 
 Italia 7 164 950 
 España 4 298 970 
 Brasil 3 741 952 
 Irán 3 472 245 
 México 2 367 884 
 Federación de Rusia 2 303 807 
 Grecia 1984 140 
 Chile 1432 990 
 Fuente: (FAOSTAT, 2005). 
 
Cook y Calvin (2005) mencionan que los rendimientos por hectárea a cielo abierto 
para Estados Unidos y México son de 32 y 28 ton/ha respectivamente, y en 
sistemas de invernadero para estos mismos países fue 484 ton/ha para Estados 
unidos comparado con 156 Ton/ha para México, esto dado los altos niveles 
tecnológicos implementados por E. U. 
 
A nivel nacional, la hortaliza con mayor volumen de producción:2,303,807 
toneladas en el año 2004 fue el tomate, siendo los estados de Sinaloa, Baja 
California Norte, Michoacán, San Luís Potosí y Baja California Sur, los más 
importantes desde el punto de vista de su volumen de producción, aportando 
juntos el 73 % de la producción total nacional (Fundación produce , 2006). 
 
La cosecha de tomate en el Estado de Oaxaca hasta mayo del 2005, en el 
ciclo O.I. 2004 – 2005, fue de 442 hectáreas de las 514 sembradas obteniendo 
una producción de 7,080 toneladas con un rendimiento de 16 toneladas por 
hectárea (SIAP, 2005). 
 
Oaxaca representa el 0.7% de la producción nacional, La mayor producción 
se cultiva a cielo abierto en un 97 %, registrando muy bajos rendimientos por 
hectárea de tan solo 16 ton por hectárea, todavía mas bajo que el promedio 
Nacional. Lo que nos obliga a realizar trabajos de investigación para brindar 
aportaciones al sector agrícola. 
 
Figura 3. Producción Estatal de Tomate en Oaxaca. 
0
1000000
2000000
3000000
Producció
n
7080 2303807
Oaxaca Nacional
 
Fuente: (Subsecretaria de Agricultura, C.D.G. y SIAP, 2005) 
 
28 
29 
La horticultura protegida bajo invernaderos se ha desarrollado básicamente 
en las regiones de Valles Centrales, Sierra Norte, Mixteca y Cañada. En donde las 
condiciones climáticas son favorables para estos sistemas de producción, 
humedades relativas de 50 a 70 % y temperaturas de 18-27 °C. (INEGI, 2005) 
 
Uno de los mayores problemas en el cultivo de jitomate es infestación de los 
suelos con plagas y enfermedades patogénicas que incrementan tanto la 
aplicación de agroquímicos como los costos de producción. Algunos hongo 
fitopátogenos comunes en los terrenos de producción de jitomate son: Phytium 
sp., Phytophtora sp., Fusarium sp. 
 
3.6.1. GENERALIDADES DEL TOMATE SILVESTRE 
El tomate cultivado (Lycopersicon esculentum var. esculentum Mill.) es una 
especie autógama con una reducida base genética debido a los intensos procesos 
de selección a los cuales fue sometida (Rick et al., 1976; Nuez, 1991). Las 
distintas especies del género Lycopersicon difieren morfológicamente en 
caracteres tales como color, tamaño del fruto, forma de hoja, tipo de 
inflorescencia, etc. Entre otros, Rick (1976) y Taylor (1986) han propuesto que las 
formas silvestres más promisorias para ampliar la variabilidad genética de la 
especie cultivada serían L. esculentum var. cerasiforme y L. pimpinellifolium 
debido a la diversidad que presentan y a la facilidad con que se obtienen los 
cruzamientos con ellas. 
Si bien algunos caracteres morfovegetativos (longitud de entrenudos, 
perímetro del tallo en las partes basal, media y apical, número de flores por 
racimos, entre otros) son importantes per se para la determinación de la aptitud 
agronómica de una variedad, los trabajos de Stevens (1986), Vallejo Cabrera et al. 
(1994) y Pratta et al. (1996) han propuesto que también podrían estar asociados 
con el rendimiento final de los genotipos. Por otro lado, el tamaño de los frutos es 
una de las características con mayor influencia en la determinación de la calidad 
comercial del tomate para consumo en fresco. Otro factor adicional, que está 
ligado a la evolución de la madurez del fruto, es la vida en estantería. En el taxón 
cultivado se han identificado diversos mutantes que prolongan la madurez del fruto 
entre los que se encuentran los genes rin (ripening inhibitor) ubicado en el 
cromosoma V y nor (non ripening) ubicado en el cromosoma X (Stevens, 1986). 
30 
L. esculentum var. cerasiforme: (tipo cherry), de hábito de crecimiento 
indeterminado, con frutos esféricos de tamaño reducido, color rojo intenso a la 
madurez y vida en estantería intermedia. 
L. pimpinellifolium: de hábito de crecimiento indeterminado, frutos esféricos 
de tamaño muy reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en estantería 
intermedia. 
En México se encuentran una amplia variabilidad genética de los jitomates o 
“tomatitos criollos” destacándose las especies Lycopersicum esculentum var. 
cerasiforme y Lycopersicum pimpinellifolium. En Oaxaca se encuentran 
ampliamente distribuidos en regiones de la Costa, Papaloapan, la Cañada, Sierra 
Norte y Sierra Sur con amplias variaciones en tamaños, formas y coloraciones de 
fruto. En ambas especies los frutos se distinguen por se esfericos y pequeños, los 
de un cm de diámetro o menos corresponden L. pimpinellifolium. Además ciertos 
agricultores han seleccionado hpibridos resultantes de las variedades cultivadas y 
los tipos semidomesticados. 
El tomate cultivado y las especies silvestres relacionadas se agrupan en la 
sección Lycopersicum (Mill.) Wettst. del género Solanum. El ancestro más 
probables del tomate cultivado es el tomate cereza o cherry silvestre (usualmente 
identificado como Solanum lycopersicum var cerasiforme), el cual crece en forma 
espontánea en varias regiones tropicales o subtropicales de todo el mundo, 
escapado de cultivo o accidentalmente introducido (Peralta et al, 2006). 
El desarrollo de nuevas cultivares en tomate ( Lycopersicon esculentum Mill.) 
tiene como objetivos mejorar la productividad, calidad y adaptación a distintas 
condiciones de cultivo. A veces, estos propósitos son difíciles de alcanzar dada la 
reducida base genética disponible (Warnock, 1991). Las especies silvestres de 
Lycopersicon, de cercano parentesco y con cruzamientos fértiles con tomate 
cultivado, son recursos genéticos valiosos para el desarrollo de nuevos cultivares 
(Hermsen, 1984). 
 
Zorzoli et al. (1998) demostraron que los frutos de tomate silvestre (L. 
pimpinellifolium) tuvieron mayor vida en estantería que los frutos de cultivares 
comerciales. No obstante, esta fue menor que la de genotipos homocigotos para 
los mutantes nor (non ripening) y rin (ripening inhibitor) de L. esculentum. Además, 
31 
los efectos pleiotrópicos desfavorables asociados a los mutantes nor y rin sobre 
los caracteres de calidad de fruto disminuyeron en híbridos resultantes entre 
germoplasma cultivado y genotipos silvestres. Esto debido al efecto del aporte de 
los genotipos silvestres (Pratta et al., 2000). 
 
 
3.6.1.1. Principales problemas fitopatológicos del suelo cultivado con tomate 
bajo invernadero y a cielo abierto. 
 
Algunos de los problemas de la producción del tomate en condiciones de 
invernadero ó a cielo abierto, como el ahogamiento y pudrición de raíces, son 
causados por los hongos del genero Rhizoctonia solani (lév.), Pythium spp. y 
Fusarium spp. (Messiaen, Ch., et al, 1995). 
 
El ahogamiento del tallo, es común en tomate en climas templados y 
tropicales en todo el mundo. La enfermedad afecta semillasy plántulas en 
semilleros y almácigos de diversos cultivos hortícolas. Se consideran dos tipos de 
síntomas. Uno ocurre en la germinación, donde es común encontrar a Pythium 
spp. y Rhizoctonia solani. El segundo, ocurre cuando las plántulas recién 
emergidas del suelo se marchitan rápido debido a la pudrición de los tejidos del 
cuello de la raíz y presentan un estrangulamiento en esa zona (Rhizoctonia solani) 
y, en ocasiones se observa coloración negrusca arriba del cuello. Se ha 
encontrado P. aphamidermatum, P. ultimun, P. debaryanum y Fusarium spp. Este 
complejo de hongos se presenta con, frecuencia, en los almácigos, pero también 
puede presentarse en campo. (Cuadrado Gómez, et al. 2005). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
IV MATERIALES Y MÉTODOS 
 
4.1. Localización 
 
La presente investigación se realizó en el campo experimental del Centro 
de Investigación Interdisciplinario para el Desarrollo Integral Regional 
dependiente del Instituto Politécnico Nacional Unidad Oaxaca (CIIDIR-IPN 
OAXACA), localizado en Santa Cruz Xoxocotlán, Municipio del mismo nombre. 
Se localiza en las coordenadas 17° 02’ latitud norte, 96° 44’ longitud oeste y a 
una altura de 1,530 msnm. Su clima es templado, con una temperatura media 
anual de 21º C y una precipitación media anual de 706mm, el tipo de suelo es 
vertisol pélico. El 3% de la población se dedica a actividades del sector 
primario (Álvarez, 1994), (figura 1). 
 
 Figura 1. Croquis de localización del experimento. 
 
 
El experimento se estableció en un invernadero con cubierta de polietileno 
blanco al 25% de sombra, con estructura de metal, tipo túnel de 30 m de largo por 
15 m de ancho, con sistema de ventilación manual y con ventilas cenitales (figura 
2). 
 
32 
 
 Figura 2. Invernadero experimental 
 
4. 2. MATERIAL VEGETATIVO 
 
Se recolecto el germoplasma de las dos especies silvestres o 
semidomesticados, L. ceraciforme (C), L. pimpinellifolium (p), como patrones, 
procedentes de la Sierra norte y la Cañada, los materiales comerciales utilizados 
como injertos fueron de dos tipos, L. esculentum var “Cid” de crecimiento 
indeterminado (C) y L. esculentum var “Toro” de crecimiento determinado (T). 
 
L. esculentum var. cerasiforme: De hábito de crecimiento indeterminado, con 
frutos esféricos de tamaño reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en 
estantería intermedia, (Rick et al., 1976; Nuez, 1991). 
 
L. pimpinellifolium: De hábito de crecimiento indeterminado, frutos esféricos 
de tamaño muy reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en estantería 
intermedia, (Rick et al., 1976; Nuez, 1991). 
 
4.3. ARREGLO DE LOS TRATAMIENTOS 
 
4.3.1. Factor A = Especies o variedad silvestres utilizados como patrones. 
 a1 = L. cerasiforme 
 a2 = L. pimpinellifolium 
 
4.3.1.1 Factor B= Material genético utilizado como injerto 
 
b1= Variedad Comercial (c.v.) de habito de crecimiento determinado (El Cid). 
 
33 
34 
Tomate saladette indeterminado de larga vida (LSL) de buen sabor, con 
frutos de 240 a 260 gr., redondo, ligeramente achatados, frutos muy firmes, 
multilocular y de muy buen sistema radicular. El Cid destaca por su alta 
productividad. 
 
Ventajas: 
- Frutos extra-grandes y grandes. 
- Frutos de color rojo brillante con paredes gruesas y prolongada vida de 
anaquel. 
- Adaptado a condiciones templadas. 
- Planta con excelente vigor. 
 
b2= Variedad Comercial (c.v.) de habito de crecimiento Indeterminado (Toro). 
 
Tomate saladette determinado, madurez intermedia, fruto saladette cuadrado, 
planta muy vigorosa con buena cobertura foliar. 
 
Ventajas: 
- Altos rendimientos 
- Fruto muy firme, perfecto para embarque. 
- Tamaño grande y color rojo intenso. 
- Fruto de gran sabor. 
- Comportamiento muy estable en diversas condiciones de cultivo. 
 
4.3.1.2. Factor C = Diferentes métodos de injertación 
 
C1 = Aproximación. 
 C2 = Empalme. 
 C3 = Púa. 
 
4.3.1.3 Obtención y manejo de la plántula 
 
Las plántulas se obtuvieron en el invernadero del CIIDIR-Oaxaca. Se 
utilizaron charolas de unicel de 220 cavidades, la siembra de la semilla se llevó a 
cabo colocando una semilla por cavidad, primero se sembró la semilla de tomate 
silvestre L. cerasiforme y L. pimpinellifolium, porque su germinación y desarrollo 
de las plántulas son mas lentas, a los 8 días se sembraron las semillas de las 
variedades de tomate de habito de crecimiento determinado (Toro) e 
indeterminado (Cid), las plántulas en condiciones de injertación son las que se 
muestran en la (figura 3). 
 
 
 Figura 3. Plantas de tomate para injertar 
 
El sustrato utilizado para la germinación de las semillas, tanto comerciales 
como silvestres fue 80 % de la turba peat mos + 20 % de agrololita® ambas 
previamente humectadas y depositadas en charolas de unicel con 220 cavidades 
la cuales fueron lavadas y desinfectadas con alcohol al 50%. Primero se 
sembraron las dos especies de germoplasma silvestres utilizados como patrones, 
L. cerasiforme y L. pimpinellifolium, porque su germinación y crecimiento son mas 
lentas que la variedad comercial, diez días posteriores se sembraron las semillas 
de las dos variedades comerciales. Con esto se obtuvieron plantas de 40 y 30 días 
respectivamente. 
 
Los riegos periódicos fueron realizados y junto con ellos la fertilización, sobre 
la base de lo anterior la fertirrigación utilizada fue la indicada por Urrestarazu 
(2001) misma que se especifica a continuación (tabla 3). 
 
Tabla 3. Disolución nutritiva utilizada en el cultivo de plántulas de tomate. 
 
pH dsm mmol-1 
 CE NO3 H2PO4 SO42+ NH4+ K+ Ca2+ Mg2+ 
5.8 2.2 15 1.75 1.25 1 7.75 4 1.25 
Fuente: Urrestarazu (2001). 
 
Esta solución nutritiva se consiguió utilizando las cantidades correctas de los 
siguientes fertilizantes 
35 
36 
 
- Nitrato de amonio 
- Nitrato de calcio 
- Nitrato de potasio 
- Fosfato monoamonico 
- Sulfato de magnesio 
- Micro elementos preparados comercialmente 
 
Para el control de enfermedades de tallo y raíz se aplicó 1.5 mililitros por litro 
de agua de previcur (propamocarb) y para prevenir la presencia de insectos se le 
aplico 1.5 mililitros de thiodan (endosulfan) por litro de agua, asperjados con 
mochila manual. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 4. Calendario de operaciones de injertos en el cultivo de tomate. 
 
 
4.4. Técnicas de injertación utilizadas. 
 
Para la aplicación de las técnicas de injertación, se utilizaron las 
metodologías propuestas por Hartmann y Kester, 1991, Oda 1975 y Miguel 1997 y 
Suzuki, 1972). 
 
4.4.1. De aproximación 
 
 Consistió en arrancar con raíces la planta del patrón y de la variedad, al patrón se 
le hizo un corte ascendente de aproximadamente 1-1.5 cm, al injerto se realizo un 
corte descendente por debajo de los cotiledones. El siguiente paso fue ensamblar 
el injerto en el patrón y por ultimo sujetarlo con una pinza plástica. Posteriormente 
se plantaron en vasos de unicel de 10 cm de diámetro separando los tallos de 
ambas plantas para facilitar el corte posterior, como se muestra en la figura 4. 
 
 
 
 
 
37 
 
 Figura 5. Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto de aproximación. 
 
 a) corte del patrón b) empalme del injerto 
con el patrón 
 
 
 
 
a) colocación de la 
pinza 
a) colocación de la planta 
injertada en el vaso 
 
 
4.4.1.1. De empalme 
 
Las plántulas

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