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IINNSSTTIITTUUTTOO PPOOLLIITTÉÉCCNNIICCOO NNAACCIIOONNAALL CCEENNTTRROO IINNTTEERRDDIISSCCIIPPLLIINNAARRIIOO DDEE IINNVVEESSTTIIGGAACCIIÓÓNN PPAARRAA EELL DDEESSAARRRROOLLLLOO IINNTTEEGGRRAALL RREEGGIIOONNAALL UUNNIIDDAADD OOAAXXAACCAA MAESTRÍA EN CIENCIAS EN CONSERVACIÓN Y APROVECHAMIENTO DE RECURSOS NATURALES Protección y Producción Vegetal “EVALUACIÓN DE METÓDOS DE INJERTACIÓN EN GENOTIPOS DE TOMATE (Lycopersicon spp.)” TESIS Que para obtener el grado de Maestro en Ciencias Presenta: Manuel Martínez Palma Director de tesis: Dr. Gabino A. Martínez Gutiérrez Santa Cruz Xoxocotlán, Oaxaca. Julio de 2009. RESUMEN En el cultivo de tomate en suelo se están presentando serios problemas de plagas y enfermedades como; gallina ciega, nematodos, pythium sp., phytophtora sp., Fusarium sp. Verticilium sp. etc. Ocasionando una drástica disminución en los rendimientos y en el caso de la desinfección del suelo con productos químicos aparte de su elevado costo, su manejo es peligroso y altamente contaminante. Una alternativa tecnológica al cultivo en suelo de tomate, es el uso de germoplasma silvestre como patrones, injertados con variedades comerciales, binomio que permitirá la resistencia a enfermedades del suelo, sin disminución del rendimiento, para esto es necesario conocer el comportamiento del germoplasma silvestre a técnicas y métodos de injertación, por tal motivo en el CIIDIR-IPN - Unidad Oaxaca, de febrero del 2007 a abril del 2009, se realizaron experimentos cuyo objetivo principal fue la evaluación de las técnicas de injertación; aproximación, empalme y púa, sobre patrones de tomates silvestres L. cerasiforme y L. pimpinellifolium injertados con las variedades comerciales “Cid”® de habito de crecimiento indeterminado y “toro”® de habito determinado. Los experimentos se desarrollaron a nivel de plántula bajo un diseño factorial 2 x 2 x 3 en una distribución completamente al azar con 4 repeticiones, siendo la unidad experimental 30 plantas injertadas. Los resultados indican que las plantas de tomate silvestre L. pimpinellifolium y L. cerasiforme utilizadas como patrones, respondieron significativamente a la técnica de injertación por aproximación para grosor y altura del patrón, mientras que los hábitos determinado e indeterminado de tomate comercial (c.v. toro y cid) utilizados como injertos mostraron una respuesta positiva a las diferentes técnicas de injertación utilizadas, pero mas a la de aproximación y no existieron diferencias entre los patrones nativos L. pimpinellifolium y L. cerasiforme. La técnica de injertación por aproximación presentó mayor porcentaje de prendimiento y la técnica de púa el menor, sin importar el hábito de crecimiento. Concluyendo que se pueden utilizar los dos materiales silvestres como patrones de variedades comerciales y la técnica de injertación más adecuada es la de aproximación. ABSTRACT In the cultivation of tomato in soil are serious pests and diseases such as chicken blind, nematodes, Pythium sp., Phytophthora sp., Fusarium sp. Verticilium sp. etc. which leads to a drastic decrease in yields and in the case of disinfection of the soil with chemicals products, its handling is dangerous and highly polluting besides its high cost. An alternative technology for the cultivation of tomato in soil is the use of wild germplasm as roots grafted with commercial varieties, which will allow the resistance to soil diseases, without reduction in yield; this requires knowing the behavior of wild germplasm in techniques and methods of grafting. This is why at CIIDIR-IPN - Unidad Oaxaca from February 2007 to April 2009 were conducted experiments whose main objective was the evaluation of techniques of grafting, approach, intersection and thorn on roots of wild tomatoes L. cerasiforme and L. pimpinellifolium grafted with commercial varieties: "Cid" ® indeterminate growth habit and "Bull" ® of habit determined. The experiments were conducted at the plant under a factorial design 2 x 2 x 3 in a completely random distribution with 4 replications so, the experimental unit was the 30 grafted plants. The results indicate that the wild tomato plants L. pimpinellifolium and L. cerasiforme used as roots, responded significantly to the technique of grafting by approach to weight and height of the pattern, while the indeterminate and determined habits of commercial tomato (c.v. bull and cid) used as transplants showed a positive response to the different techniques of grafting used; however, there was a better response to the technical approach and there were no differences between the roots native L. pimpinellifolium and L. cerasiforme. The technique of grafting by approach showed the highest percentage of ignition and the thorn technique the lowest, regardless of growth habit. As a conclusion, the two materials can be used as wild roots of commercial varieties and according to the results the technique of grafting by approach is the most appropriate. AGRADECIMIENTOS Al Dr. Gabino A. Martínez Gutiérrez, por haber dirigido la presente tesis, por su amistad, sabios consejos, desinteresada enseñanza y paciente orientación, muchas gracias. Al CONACYT por la beca otorgada para la realización de mis estudios de Maestría. A los miembros de la comisión revisora de tesis: Dr. José Antonio Sánchez García, Dr. Jaime Ruiz Vega, Dra. Yolanda Donají Ortiz Hernández y Dr. Rafael Pérez Pacheco, por sus comentarios y sugerencias para la mejora del presente trabajo. A todos y cada uno de los compañeros de maestría por que colaboraron para hacer inolvidable mi posgrado. Gracias principalmente a Malinalli, Santos por el gran cariño y amistad que nos une. A mis padres por creer siempre en mí, por sus sacrificios, dedicación, apoyo moral, los ánimos de seguir adelante. Gracias mamá, esto también es tuyo. A mi Familia en especial a mi hermana Lidia por el apoyo, amistad y cariño de familia que me ha brindado, por sus consejos. Y principalmente a Dios por darme vida, sa lud y por quererme al estar conmigo todos los días. CONTENIDO GENERAL INDICE CAPITULO CONTENIDO PÁGINA I. INTRODUCCIÓN. 1 1.1. Situación actual del tomate. 1 II. OBJETIVOS. 5 2.1. Objetivo General. 5 2.1.1. Objetivos específicos. 5 2.2. HIPÓTESIS. 5 III. REVISIÓN DE LITERATURA. 6 3.1. Antecedentes del injerto. 6 3.1.1. Antecedentes de la técnica del injerto. 6 3.1.1.1. El injerto como método de manejo de nematodos formadores de agallas. 8 3.1.1.2. Definición del injerto. 12 3.1.1.3. Objetivo del injerto. 12 3.1.2. Finalidad del injerto. 15 3.1.2.1. El uso de portainjertos en tomate y otras solanáceas. 15 3.1.2.1.1. Resultados obtenidos con los diferentes métodos de injertación. 16 3.1.2.1.2. Evolución del injerto. 17 3.1.2.2. Tendencia del mercado. 18 3.1.2.3. Perspectivas de los injertos. 19 3.2. Patrón o portainjerto. 19 3.2.1. Cualidades del portainjerto. 20 3.2.2. Injerto (variedad). 20 3.2.3. Factores climáticos durante el periodo de soldadura y climatización. 21 3.3. Técnicas de injertación. 21 3.3.1. Injerto de aproximación. 21 3.3.2. Injerto de empalme. 22 3.3.2. 1. Injerto de púa. 22 3.3.2.2. Injerto por inserción. 22 3.3.2.3. Injerto de perforación lateral. 23 3.4. Factores que influyen en la unión del injerto. 23 3.4.1. Temperatura. 23 3.4.1. 1. Humedad. 23 3.4.1. 2. Oxigeno. 24 3.4.1.3. Actividad de crecimiento del patrón. 24 3.4.2. Técnicas de injerto. 24 3.4.2.1. Contaminación con patógenos. 24 iii CAPITULO CONTENIDO PÁGINA3.4.2.2 Empleo de reguladores del crecimiento. 25 3.4.2.3. Condiciones ambientales en la fase posterior al injerto. 25 3.4.2.4. Aclimatización y curación. 25 3.5. Incompatibilidad. 25 3.5.1. Interacción patrón-variedad. 26 3.6. Importancia estatal del tomate. 27 3.6.1. Generalidades del tomate silvestre. 29 3.6.1.1. Principales problemas fitopatológicos del suelo cultivado con tomate bajo invernadero y a cielo abierto. 31 IV. MATERIALES Y MÉTODOS. 32 4.1. Localización. 32 4.2. Material vegetativo 33 4.3. Arreglo de los tratamientos. 33 4.3.1. Factor A= Especies o variedades silvestres utilizados como patrones. 33 4.3.1.1. Factor B= Material genético utilizado como injerto. 33 4.3.1.2. Factor C= Diferentes métodos de injertación. 34 4.3.1.3. Obtención y manejo de la plántula. 34 4.4. Técnicas de injertación utilizadas. 37 4.4. 1. De aproximación. 37 4.4. 1.1 De empalme. 38 4.4.1. 2 De púa. 39 4.4.1.4. Endurecimiento del injerto 40 4.4.2. Descripción de los tratamientos. 41 4.4.2.1. Diseño y unidad experimentales. 41 4.4.3. Materiales utilizados. 42 4.5. Variables medidas. 42 4.5. 1. Patrón. 43 4.5.1.1. Injerto. 43 4.5.1.2. Porcentaje (%) de prendimiento. 43 4.5.2. Análisis estadístico. 43 V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 44 5.1. Respuesta del patrón a diferentes técnicas de injertación. 44 5.1.1 Patrón L. cerasiforme. 44 5.1.2 Patrón L. pimpinellifolium. 45 5.2. Respuesta del injerto a diferentes técnicas de injertación. 46 5.2.1. Injerto con hábito de crecimiento determinado (c.v. Toro). 46 5.2.1.1. Injerto con hábito de crecimiento indeterminado (c.v.Cid). 48 5.2. 2 Respuesta del injerto sobre numero de hojas verdaderas de plántulas de jitomate en dos patrones silvestres utilizando diferentes técnicas de injertación. 48 7 CAPITULO CONTENIDO PÁGINA 5.3. Porcentaje de prendimiento del injerto. 49 5.3.1. Porcentaje de prendimiento del injerto de tomate de dos hábitos de crecimiento utilizando patrones silvestres (primer ensayo). 49 5.3.1.1. Prendimiento del injerto (segundo ensayo). 50 5.3.1. 2. Prendimiento del injerto (tercer ensayo). 51 5.3.1.3. Prendimiento del injerto (cuarto ensayo). 52 5.3.1.4. Prendimiento del injerto (datos promedio de 4 ensayos). 52 VII CONCLUSIONES. 55 6.1. Recomendaciones. 56 VIII. LITERATURA CITADA. 57 v ÍNDICE DE FIGURAS NUMERO CONTENIDO PÁGINA 1 Croquis de localización del experimento 32 2 Invernadero experimental 33 3 Plantas de tomate para injertar 35 4 Calendario de operaciones de injertos en el cultivo de tomate 37 5 Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto de aproximación 38 6 Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto de empalme 39 7 Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto de púa. 40 8 Endurecimiento de la injertación. 41 ÍNDICE DE TABLAS NUMERO CONTENIDO PÁGINA 1 Factores climáticos durante el período de soldadura y climatización del injerto. 20 2 Principales países productores de tomate a nivel mundial en el año 2004. 27 3 Disolución nutritiva utilizada en el cultivo de plántulas de tomate. 35 4 Tratamientos utilizados en los experimentos. 41 vi ÍNDICE DE CUADROS NUMERO CONTENIDO PÁGINA 1 Efecto de diferentes técnicas de injertación en el tallo del patrón silvestre de plántulas de tomate L. cerasiforme. 44 2 Grosor y altura del patrón de tomate silvestre L. pimpinellifolium, bajo diferentes técnicas de injertación. 45 3 Respuesta del injerto de crecimiento determinado a diferentes técnicas utilizando como patrones dos especies silvestres. 47 4 Respuesta del injerto con hábito de crecimiento indeterminado a diferentes técnicas, utilizando como patrones dos especies silvestres. 48 5 Hojas verdaderas de plántulas de tomates con diferentes hábitos de crecimiento injertadas en dos patrones silvestres. 49 6 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. pimpinellifolium. 50 7 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. pimpinellifolium. 51 8 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. pimpinellifolium 52 9 Efecto de las diferentes técnicas de injertación sobre el prendimiento de plantas de variedades comerciales injertadas sobre especies de tomate silvestres de L. cerasiforme y L. pimpinellifolium. 53 1 I INTRODUCCIÓN 1.1. Situación actual del tomate El tomate (Lycopersicon esculentum Mill.), es la hortaliza mas cultivada en el mundo. En el 2004, la producción nacional de tomate fue de 2 303 807 ton, obtenida principalmente en los estados de Sinaloa, Baja California Norte, Michoacán, San Luís Potosí y Baja California Sur (INEGI, 2005). En Oaxaca y para el año 2005, la superficie cultivada se estimó en 534 hectáreas, de las cuales 24 fueron bajo invernadero (Gobierno del estado de Oaxaca, 2005) y las restantes en campo. En ambos sistemas de producción (campo e invernadero) existe una clara tendencia a aumentar y se pronostica que al menos para el cultivo bajo invernadero en el 2008 se alcanzaran las 100 hectáreas. En este sistema de producción, la mayor superficie de cultivo se realiza en suelo natural o mejorado, en el cual se esta presentando serios problemas de plagas del suelo como; gallina ciega, nematodos y enfermedades como Pythium sp., Phytophtora sp., Fusarium sp.y Verticilium sp. Ocasionando unas drástica disminución en los rendimientos y en ocasiones el abandono del cultivo. La lucha reciente a nivel mundial contra el uso del bromuro de metilo, metan sodio o metan potasio para la desinfección de sus suelos, es muy costoso, peligroso y altamente contaminante, tanto en el propio suelo como al medio ambiente, además de eliminar la microflora benéfica que de forma natural existen en todos los suelos (Velasco, 2004; Messiaen, Ch., et al, 1995). En el cultivo de hortalizas, como defensa contra diversos problemas bióticos (enfermedades del suelo y nematodos) y abióticos (déficit hídrico, encharcamiento, temperaturas extremas, salinidad, etc.), se plantea la práctica del injerto en variedades con alto potencial productivo. Su empleo incrementa la tolerancia de las plantas a los nematodos y las enfermedades del suelo, incrementa la resistencia a la sequía y mejora la absorción de agua y nutrientes, cuyo resultado final es un mayor vigor en la planta, favoreciendo con ello el desarrollo de la agricultura sustentable del futuro. 2 A la par con el déficit de agua para riego por el que atraviesa el campo en todo el mundo, el cultivo intensivo ha propiciado la presencia de enfermedades en los suelos agrícolas agravando la situación, considerándose por ello prioritario buscar nuevas técnicas de producción en el sector agrícola. Aunado a lo anterior, las restricciones en cuanto al uso de productos como el bromuro de metilo dan un incentivo al desarrollo e implementación de nuevas tecnologías que permitan al agricultor afrontar el problema de enfermedades presentes en el suelo, a saber de otras condiciones adversas, siendo el uso del injerto una técnica innovadora en nuestropaís. En países con serias normas medioambientales, el uso de productos químicos para la desinfección del suelo o control de plagas esta muy restringido y en ocasiones prohibidos como es el caso del bromuro de metilo en Holanda, España y Francia. En estos y otros países, se están buscando alternativas compatibles con el medio ambiente como el uso de agentes de control biológico de gallina ciega; enemigos naturales (insectos, hongos u otros microorganismos), el cambio del cultivo en suelo por el cultivo sin suelo y el uso de patrones nativos, resistentes a la plagas y enfermedades del suelo a través del injerto entre un patrón y la variedad comercial que se desee cultivar. Esta técnica no solo se esta desarrollando con éxito y aplicando en flores, frutales sino que también en hortalizas de familias como cucurbitáceas, solanáceas etc. El injerto de plantas herbáceas ha sido documentado desde el siglo pasado (Garner, 1988); sin embargo, su uso en programas de mejoramiento apenas ha sido explotado. Recientemente, los injertos en hortalizas han despertado interés en países de Europa y Suramérica, en donde las hortalizas más comúnmente injertadas son: sandía, melón, berenjena y jitomate (Nuez, 1995). El uso de portainjertos resistentes en combinación con las prácticas del manejo de plagas (MIP) permite reducir el uso del Bromuro del Metilo para muchos cultivos. El injerto se utiliza en la agricultura comercialmente para incrementar los rendimientos de los cultivos y extender su tiempo de cosecha. Se han desarrollado investigaciones para identificar germoplasmas resistentes a 3 enfermedades del suelo y nematodos en varios cultivos que recibían tratamientos con Bromuro de Metilo. La técnica del injerto en hortalizas, es el resultado de la unión de dos plantas afines (Patrón + Variedad), modificadas mediantes la técnica de injertado, permitiendo cultivar especies sensibles a ciertos patógenos, sobre suelos infectados, utilizando el sistema radicular de patrones resistentes y la parte aérea de la variedad a cultivar (De la Torre, F., 2005), actualmente son empleados especies silvestres o variedades resistentes o tolerantes a plagas y enfermedades presentes en el suelo y a factores climáticos y edáficos que disminuyen la producción del cultivo de tomate, obteniendo una serie de beneficios de forma natural y ecológica. En la actualidad, Japón y Corea son los principales países productores de plantas injertadas, con 750 y 540 millones de plantas al año, respectivamente, seguidos por España, con 154 millones, siendo sandía y tomate los principales cultivos que se injertan (Leonardi y Romano, 2004). En México esta técnica es relativamente reciente, llegándose a injertar poco más de 60 mil plantas de tomate, pimiento y sandía en los estados de Sinaloa y Jalisco (Burgueño y Barba, 2001). En México no se conocen trabajos documentados de injerto sobre hortalizas, por lo que la riqueza del germoplasma nativo ha sido desaprovechada, se conoce la existencia de una amplia variabilidad genética de tomates o “tomatitos criollos” que puede ser utilizado como patrones, en las cuales se ha reportado resistencia natural a diversas enfermedades del suelo presentes en cultivos comerciales. Entre las cuales destacan las especies y variedades silvestres o semidomesticadas, Lycopersicon esculentum var. cerasiforme y pimpinellifolium (Lesur, L. 2006). En Oaxaca, estos materiales se encuentran ampliamente distribuidos en regiones de la Costa, Papaloapan, la Cañada,Sierra Norte y Sierra Sur con variaciones en tamaños, formas y coloraciones de fruto. En a ambas especies los frutos se distinguen por ser esféricos y pequeños, en promedio, 1 cm de diámetro o menos, corresponden a L. pimpinellifolium (Lesur, L. 2006). Crecen en condiciones adversas y observaciones previas sugieren una baja incidencia del insecto de las solanáceas Bactericera cockerelli, otras enfermedades y principalmente a enfermedes del suelo como hongos y nematodos (Méndez- 4 Inocencio et al., 2006), Además ciertos agricultores han seleccionado híbridos resultantes de las variedades cultivadas y los tipos semidomesticados. Actualmente no existen híbridos comerciales de solanáceas y cucurbitáceas resistentes a todas las especies de nematodos presentes en los suelos de los sistemas de producción protegidas; sin embargo esta resistencia pudiera encontrarse en gran parte de híbridos y especies de origen silvestre, que puede servir de patrones a los cultivares comerciales, a través de la técnica de injerto. Por esta razón es necesaria la investigación inicial en métodos y formas de injertación entre genotipos nativos y variedades comerciales, para que en una segunda etapa evaluar su comportamiento productivo en campo e invernadero. Por lo anterior la presente investigación tiene como propósito alcanzar los siguientes: 5 II. OBJETIVOS 2.1. Objetivo general Desarrollar metodologías de injertación en genotipos regionales de tomate que nos permitan utilizar esta técnica como alternativa tecnológica de producción 2.1.1. Objetivos específicos • Evaluar tres métodos de injertación en tomate utilizando especies botánicas como patrones y variedades comerciales como injertos • Determinar los mejores métodos de injertación y la interacción patrón- injerto más sobresaliente. 2.2. Hipótesis • Al menos una técnica de injertación entre patrones silvestres y variedades comerciales de tomate es compatible. 6 III. REVISIÓN DE LITERATURA 3.1. ANTECEDENTES DEL INJERTO 3.1.1. Antecedentes de la técnica del injerto La técnica del injerto en plantas leñosas es una práctica conocida por los chinos 1.000 años antes de Cristo. Aristóteles (384-322 a J.C.) en su obra, describe los injertos con gran detalle. Durante la época del imperio Romano el injerto era muy popular y se utilizaban distintos métodos para su realización. En el renacimiento hubo un interés renovado por las prácticas de injerto. En el siglo XVI, en Inglaterra el injerto era de uso general (Peil., 2002). El injerto de las plantas herbáceas comienza en Japón en 1914 para prevenir Fusariosis en sandía. La Universidad de Nara publica en 1917 la técnica de púa. En 1923, se describe el injerto de púa oblicua en sandía. En Europa el injerto de hortaliza se utiliza desde 1947 entre los horticultores holandeses y se aplica desde esa fecha en solanáceas y cucurbitáceas. En 1950 se introduce en Japón el injerto de aproximación en solanáceas (González J., 1999). El empleo de esta práctica es reconocida con amplia difusión a partir de 1970 en España, Francia, Italia y Japón. En Japón se estima en la actualidad una producción de 651 millones de plantas injertadas por año para una superficie de 30 000 ha en pleno campo y 15 000 ha en invernadero. Es muy popular la utilización de injertos para el manejo de enfermedades causadas por patógenos de suelo como bacterias, hongos Fusarium spp. y nematodos, en los cultivos de sandía, pepino, berenjena, tomate y melón. Este autor planteó que se continuaba incrementando la tecnología del injerto, aumentando la tolerancia y/o resistencia a enfermedades y el vigor de las plantas, ya que sería muy útil para la horticultura sostenible de bajos insumos (Oda M., 1999). 7 Países europeos y asiáticos han desarrollado técnicas de producción en el sistema de injertos para el control de algunas enfermedades fungosas en el cultivo de chile, tomate, melón y sandía (Oda M., 1995). En Taiwán se informa el uso de injertos de tomate y chile pimiento sobre berenjena y chiles silvestres respectivamente, reportando resistencia a virus trasmitido por mosca blanca. Esta alternativa fue desarrollada por investigadores del Asian VegetableResearch and Development Center (AVRDC) con la finalidad de contrarrestar la marchitez bacteriana en tomate, logrando una alta compatibilidad en las líneas evaluadas y patrones resistentes a la marchitez bacteriana (AVRDC., 1971). El uso de esta técnica en Italia ha sido progresivo. En el año 2000 como respuesta a la problemática fitopatológica de los cultivos, se estimó una producción aproximada de 14 millones de plántulas injertadas de las principales especies hortícolas: solanáceas (tomate, pimiento, berenjena) y cucurbitáceas (melón, sandía, pepino). Casas comercializadoras italianas como ¨Vilmorin¨ y ¨Sementi¨, poseen patrones resistentes a Meloidogyne spp., por ejemplo berenjena (Energy F1), tomate (Kyndia F1 y Cosmic F1) (Morra L., et al., 2001). En las principales regiones donde se encuentra difundido el injerto en Italia se desarrolla con la finalidad de sustituir el uso del Bromuro de Metilo, aumentar la resistencia a las principales plagas del suelo, reducir las aplicaciones de agroquímicos costosos y recuperar las características productivas de la variedad que se pretende cultivar (Privivitera., 1999). En España está muy difundido el cultivo de sandía, entre otros como: tomate, berenjena y pepino. El 90 % de la producción de sandía en Almería proviene de plantas injertadas sobre patrones resistentes. En Francia, dada la actividad de investigación del INRA, se producen portainjertos híbridos de tomate x tomate y de melón x melón como una alternativa para afrontar problemas fitosanitarios cuyos agentes habitan en el suelo (Gómez., 1997). 8 3.1.1.1. El injerto como método de manejo de nematodos formadores de agallas Actualmente a nivel mundial el interés general de esta técnica se basa en la siembra de portainjertos interespecíficos de origen silvestre resistentes a determinados patógenos del suelo. Entre las principales plagas del suelo que ha creado problemas en el cultivo de solanáceas y cucurbitáceas se encuentran los nematodos formadores de agallas (Greco N., 2002). El injerto ha sido utilizado tradicionalmente en la agricultura, ya que es una técnica que permite la resistencia o tolerancia de las plantas a determinados patógenos del suelo incrementando el crecimiento rendimiento de las plantas injertadas con relación a las que no se injertan (Lee M., 1994). En Europa se utiliza este método para el manejo de nematodos y junto al uso de la solarización del suelo, variedades resistentes y cultivo sin suelo, son alternativas que ganan en interés por parte de los productores (Gaur., 2002). En Italia, Francia y España, el cultivo del tomate se ha injertado sobre híbridos intraespecíficos Solanum Lycopersicum L., Solanum pimpinellifolium L. y recientemente los más utilizados son: híbridos interespecíficos obtenidos del cruzamiento de dos parentales silvestres (Solanum lycopersicum L. x Solanum habrochaites S. Knapp y D. M.), conocidos comercialmente como KVNF, KNVF2, Beaufort, Brigeor, Hemam, Hirés, son resistentes o tolerantes a Meloidogyne spp. (M. incognita, M. arenaria y M. javanica) inducido por el gen de resistencia Mi. Estos portainjertos actuales aportan, además, los genes Ve, I, I2 de resistencia a Verticillium dahliae y Fusarium raza 0 y 1 (Privivitera., 1999). La resistencia genética es uno de los pilares del manejo integrado de plagas y enfermedades. Las plantas injertadas son utilizadas principalmente para conferir resistencia a enfermedades y nematodos. En España la técnica del injerto se encuentra muy difundida y se han realizado numerosos trabajos investigativos de gran interés (Gómez., 1997). 9 Estudios recientes en España demostraron la efectividad de la resistencia del gen Mi en el patrón de tomate SC 6301 para reducir la densidad poblacional de Meloidogyne javanica en un invernadero infestado por nematodos. Con la utilización de este patrón se logró reducir el número y grado de agallamiento así como la población final de M. javanica en un (58 y 65%). La moderada reproducción de este nematodo sobre el patrón confirma su alto nivel de tolerancia a dicho patógeno, además de alcanzar rendimientos sustanciales (420 kg por ha) con relación a las plantas no injertadas (Sorribas., 2006). En investigaciones conducidas en California concluyeron que las altas densidades poblaciones de M. incognita fueron encontradas sobre patrones portadores del gen Mi de la cv. Beaufort considerando a este como tolerante y no resistente al nematodo (López., 2006). En el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina se han realizado ensayos con el objetivo de conocer el efecto del uso de portainjertos resistentes sobre la incidencia de enfermedades ocasionadas por nematodos y patógenos del suelo en el cultivo del tomate en un invernadero. Se probó la combinación de dos cultivares sobre el portainjerto Heman, el cual demostró un buen comportamiento en un suelo con alta infestación de nematodos, al poseer resistencia y tolerancia a dichos organismos. Las plantas injertadas mostraron menor incidencia de síntomas aéreos asociados al ataque de nematodos y hongos del suelo Fusarium spp. La técnica del injerto es promisoria, ya que permitió obtener una cosecha aceptable y de calidad sin utilizar agroquímicos (Mitidieri., 2007). El injerto en pimiento sólo se puede realizar sobre plantas de su misma especie o género Capsicum. Se ha trabajado con patrones resistentes o tolerantes a nematodos del género Meloidogyne de la firma Italiana Esasem spa. De dichos portainjertos se ha comprobado la tolerancia de las líneas P2 y P4 y la resistencia de pimientos de origen silvestres cuyos nombres comerciales son: AF21-91, 0040 y WAN 872 (Peil R. M., 2002). Líneas y variedades de pimiento se han informado como materiales resistentes, empleados como portainjertos. En Estados Unidos las líneas de 10 Capsicum chinense (Jacq.) PA-353, PA-398 y PA 426, así como C. annumm cutivares Carolina Cayenne, Carolina Wonder y Charleston Belle (Smith) han mostrado resistencia a M. incognita en invernaderos y campos (Fery., 1998). En el cultivo de la berenjena uno de los principales objetivos del injerto ha sido obtener resistencia a nematodos, para ello se ha utilizado patrones de tomate Solanum lycopersicum L. e híbrido interespecíficos de Solanum lycopersicum x Solanum habrochaites S. Knapp y D.M o portainjertos de su misma especie silvestre del género Solanum (Morra L., 1998). Varios especies de Solanum silvestres son empleados como portainjertos de berenjena en Italia entre ellos están Solanum integrifolium, S. aethiopicum, S.sysimbriifolium y S. torvum, los dos últimos, dotados de resistencia a nematodos de agallas Meloidogyne spp. Investigaciones realizadas en este país demuestran la gran compatibilidad de S. torvum con diversas variedades de berenjena y se ha observado que posee un sistema radical extremadamente vigoroso que le confiere a la planta un alto grado de resistencia a M. incognita (Rodríguez, et al., 2005). Por otra parte, en estudios más recientes realizados en Bangladesh, se informa que el injerto de berenjena sobre patrones resistentes de S. torvum y S.sysimbriifolium es una técnica efectiva para el control de nematodos del género Meloidogyne, lográndose además mayores rendimientos con relación a las plantas no injertadas (Rahman, et al., 2002). El injerto se ha empleado en las cucurbitáceas para el control de enfermedades vasculares de origen fúngico, sin embargo algunas variedades de sandía son más vigorosas y se injertan sobre patrones de calabaza. Esta especie tolera mejor la presencia de nematodos M. javanica y M. arenaria, ya que son plantas con un amplio sistema radicular (Camacho F., et al., 2002). El melón, en Italia, se ha injertado sobre patrones de calabaza Benincasa cerifera y Benincasa hispida,los cuales toleran mejor la presencia de nematodos Meloidogyne spp. En España se han iniciado ensayos de pepino tipo pepinillo español injertado sobre híbridos de Cucurbita maxima x Cucurbita moschata. Las 11 plantas con un sistema radicular desarrollado toleran mejor la presencia de nematodos y se utilizan como patrón para este cultivo (Morra L., et al. 2001). Cuba en la actualidad cuenta con resultados prometedores en cuanto a compatibilidad injerto-patrón, porcentaje de sobrevivencia de las plantas injertadas y utilización de biorreguladores que faciliten el prendimiento del injerto. De igual manera numerosos estudios se han realizados, hacia la selección de patrones foráneos y nacionales resistentes a M. incognita. Entre ellos se destacan dos patrones de tomate´LAO- 7002´ y ´LAO 7003´ procedente de la firma D´Ruiter Seeds, uno silvestre del género Solanum (S. torvum) y uno de pimiento de procedencia nacional ´LINEM´ obtenido por el Instituto de Investigaciones Hortícolas ¨Liliana Dimitrova¨ (González., et al. 2006). El empleo del injerto es una técnica que se descubrió hace 3,000 años por los chinos, pero éstos no han sido los únicos en emplearlo, ya que diversas culturas como la romana, la inglesa del siglo XVI, la japonesa, holandesa, que progresivamente han ido aportando nuevas facetas muy interesantes para los cultivos. Desde que se descubrió que para realizarlo bien había que hacer coincidir el cambium de la planta, hasta los distintos tipos de injertos (Chieri Kubota y Francisco Viteri, 2007). El injerto se utiliza ampliamente en la horticultura para una variedad de razones. En árboles frutales, se utilizan para controlar el tamaño y el vigor del árbol. Con campo cultivado de hortalizas, el injerto se utiliza para aumentar la resistencia a las enfermedades del suelo. Cada vez más productores de tomate de invernadero están utilizando un injerto para la disminución a la susceptibilidad a las enfermedades de raíz y para aumentar la producción de frutas a través de mayor de energía en la planta (Richard, 2005). Esta práctica inició como un intento de solucionar problemas con enfermedades del suelo, tales como Fusarium, Verticilium y nemátodos, causados por la falta de rotación de cultivos. El injerto cumplía el papel de otro cultivo, ya que las enfermedades del suelo en su mayoría son específicas para cada cultivar (Chieri Kubota y Francisco Viteri, 2007). 12 El primer cultivo de la familia de las cucurbitáceas en ser injertado fue la sandía, injertada a Langeraria siceraria, conocida como jícara. Otra cualidad de usar injertos para controlar problemas causados por enfermedades del suelo debido a que los patrones utilizados son resistentes o tolerantes a las enfermedades antes mencionadas. Conforme se fue desarrollando el uso de diferentes variedades como patrones, que en muchos casos provenían de materiales silvestres, los agricultores se percataron de que estos son más vigorosos y hacían que la planta rindiera más (Lee, 1994; Scheffer, 1957). La producción de plantas injertadas comenzó en Japón y Corea a fines de 1920 con sandía (Citrullus lanatus Matsum. Et Nakai) injertada sobre patrón de calabaza (Lee 1994). La berenjena fue injertado en berenjena escarlata (Solanum integrifolium Poir.) en la década de 1950. Desde entonces, la producción de hortalizas, sobre la base de las plantas injertadas se ha incrementado. La producción de la superficie en Japón de plantas injertadas de sandía, pepino, melón tomate y berenjena ha alcanzado el 57% del total de área de producción en 1980 y 59% en 1990 (Oda, 1993). 3.1.1.2. DEFINICIÓN DEL INJERTO Los injertos o plantas injertadas son el resultado de la unión de dos plantas afines (Patrón + Variedad), modificadas mediantes la técnica de injertado, permitiendo cultivar especies sensibles a ciertos patógenos, sobre suelos infectados, utilizando el sistema radicular de patrones resistentes y la parte aérea de la variedad a cultivar (De la Torre, F., 2005). 3.1.1.3. OBJETIVOS DEL INJERTO El principal objetivo de la injertación ha sido lograr el control de enfermedades provocadas por organismos del suelo, tales como Fusarium sp, Verticilium sp. y Pyrenochaeta sp., mediante el uso de portainjertos tolerantes a dichos patógenos (Blancard et al, 1991; Messiaen et al, 1995). En este método se aprovecha la tolerancia del sistema radicular del portainjerto y los caracteres productivos favorables de una variedad susceptible. Adicionalmente, la injertación 13 se ha utilizado para conferir vigor a la planta, tolerancia a bajas temperaturas ó a la sequía, y para mejorar la calidad de frutos (Bulder et al., 1991; Oda 1995). El uso de la injertación simplifica y acorta los programas de mejoramiento, al reducir el objetivo de estos a un menor numero de caracteres, lo que permite por separado líneas con características radiculares aptas, para portainjertos y líneas aptas para la producción de frutos de buena calidad (Oda, 1995). En especies herbáceas se han utilizado varias técnicas de injertación (Honma, 1977; CTIFL, 1985; Lee, 1994; Oda, 1995). Los criterios mas utilizados, según los autores, son: realizar la injertación en los primeros estados de desarrollo de las plantas (cotiledones extendidas o primeras hojas verdaderas), mantención de las plantas bajo condiciones controladas de temperatura y humedad ambiental durante el periodo de formación del callo unión entre los haces vasculares de ambos individuos. Para la injertación de cucurbitáceas y solanáceas algunos autores (CTIFL, 1985; Oda, 1995; Camacho y Fernández, 1999), recomiendan la técnica de aproximación de lengüetas, ya que en ésta tanto el patrón como el injerto conservan su sistema radical durante el proceso de soldadura y aclimatación, asegurando la sobrevivencia del injerto. A pesar de su alto prendimiento, esta técnica es muy laboriosa y de alto costo. En función a esto, países como Japón, Italia, España etc., permanentemente están evaluando e implementando técnicas más rapidas, entre las que incluye la posibilidad de mecanizar esta labor (Oda y Nakjima, 1992; Kurata, 1994; Oda et al., 1994). Técnicas más simples y rápidas como los métodos de empalme y púa se utilizan en tomate (Lycopersicon esculentum) y berenjena (Solanum melongena L.). En estas especies el injerto se establece directamente sobre el patrón, sin conservar sus raíces, y posteriormente es mantenido en condiciones controladas de humedad ambiental y temperatura durante el periodo de soldadura y aclimatación (Oda, 1995). En plantas herbáceas la unión entre portainjerto e injerto se lleva a cabo mediante la formación de un callo de tejido parenquimático, estructura que luego 14 se diferencia a tejido cambial, que dará origen a xilema y floema, permitiendo restablecer la unión entre los haces vasculares de ambos individuos (Camacho y Fernández, 1999). Según Lee (1994) la producción creciente de plantas injertadas también se cree ser debido ala cantidad de agua y del mineral proporcionado a las plantas. El proceso de unión entre portainjertos se debe cumplir en condiciones de alta humedad ambiental para evitar la deshidratación de las plantas, y bajo rangos de temperaturas que favorezca la formación del tejido de cicatrización. La temperatura óptima para la producción del callo de unión varía en cada especie. En el caso de cucurbitáceas, la temperatura óptima se encuentra entre 25 y 30°C (Oda, 1995). Entre las especies hortícolas, sólo se han realizado en especies de la misma familia por ejemplo; las solanáceas (tomate, pimiento, berenjena) y cucurbitáceas (melón, sandía y pepino). Su buena afinidad para el injerto parece estar unida a la extensión del cambium (Louvet, 1974). Países Europeos y Asiáticos han desarrollado técnicas de producción en el sistemade injertos para el control de algunas enfermedades fungosas en el cultivo de chile, tomate, melón y sandia (AVRDC, 1971). En Tainan, Taiwán, se reporta el uso de portainjertos de tomate y chile pimiento sobre berenjena y chiles silvestres respectivamente, reportando resistencia a virus del tipo gemini transmitidos por mosca blanca. Esta alternativa fue desarrollada por investigadores de la AVRDC, con la finalidad de contrarrestar la marchitez bacteriana en tomate (AVRDC, 1971). En Almería España se reporta que el 70% del melón producido en la región se debe a la utilización de injertos. 15 3.1.2. FINALIDAD DEL INJERTO Las finalidades del injerto pueden ser muy diversas (Hartmann et al., 1991): * Perpetuar clones que no pueden mantenerse con facilidad con otros procedimientos de multiplicación. * Cambiar los cultivares de plantas ya establecidas. * Acelerar la madurez reproductora de selecciones de plántulas obtenidas en programas de hibridación. * Obtener formas especiales de crecimiento de las plantas. * Estudiar enfermedades virales. * Obtener beneficios de ciertos patrones. 3.1.2.1. EL USO DE PORTAINJERTOS EN TOMATE Y OTRAS SOLANACEAS La implementación de los cultivos injertados en campo, dependerá principalmente de la aparición de nuevos patógenos del suelo (plagas, enfermedades fúngicas, enfermedades bacterianas o virosis), que limiten el cultivo tradicional, dependiendo además de otros muchos factores: económicos, época de cultivo, producción, rentabilidad, exigencias del mercado, etc. (De la Torre, F.; 2005). Las plantas injertadas son utilizados en Europa (Louvet, 1974; Mazollier, 1999; Poëssel, J.L. y Ermel F. F. 1996; Miguel, A. 1997;), para conferir resistencia a enfermedades y nematodos en solanáceas y cucurbitáceas, como alternativa al uso de bromuro de metilo para desinfectar el suelo. También están siendo desarrollados en países asiáticos de clima tropical, donde las condiciones climáticas dificultan el manejo sanitario del cultivo (AVRDC, 1998). En el INTA San Pedro, se han realizado ensayos para poner a punto la técnica del injerto, habiéndose observado muy buen comportamiento en dos portainjertos, híbridos interespecíficos entre L. hirsutum y L. esculentum, en un invernadero con alta infestación de nemátodos (Mitidieri et al, 2002). La técnica del injerto herbáceo está siendo reconocida con gran fuerza desde la década de los 80´s. Países como Japón, Holanda, España, Italia. Han 16 intensificado sus investigaciones en este campo. En Europa, el injerto en hortalizas es utilizado desde la década de los 40´s, principalmente por agricultores holandeses. También se ha desarrollado en países asiáticos de clima tropical, donde las condiciones climáticas dificultan el manejo del cultivo (González, 1999). La transferencia de esta tecnología de países de clima templado a países de clima tropical, se ha venido realizando con una gran difusión comercial; por parte de firmas de diferentes países sin tener en cuenta la diversidad climática entre diferentes regiones del mundo. El principal objetivo del injerto ha sido lograr el control de enfermedades provocadas por patógenos del suelo por medio de portainjertos resistentes a estos. Adicionalmente, se ha utilizado para conferir vigor a las plantas, mejorar la calidad de los frutos, incrementar la cosecha y aumentar la tolerancia a condiciones ambientales adversas provocadas por altas temperaturas, salinidad, sequía u otros factores abióticos (Oda, 2003). 3.1.2.1.1. RESULTADOS OBTENIDOS CON LOS DIFERENTES MÉTODOS DE INJERTACIÓN Sobre la eficacia de los distintos métodos de injerto (Miguel et al., 1993), comprobó que con el método de injerto por aproximación se ha obtenido un porcentaje mayor de prendimiento que con el de púa (90% en 1981 y 92.3% en 1982, frente al 70% y 62.6% respectivamente). Estos resultados coinciden con los de García, (1990), que indica que con el injerto de aproximación se consigue un 95-100% de prendimiento, mientras que con el de púa terminal el prendimiento es del 85.7%; y con los de Suzuki, (1972), que también indica que en injerto de púa deben mantenerse unas condiciones de temperatura y humedad relativa mucho más estrictas que con el injerto de aproximación. Durante el proceso de soldadura, con este último método, tanto la planta patrón como la del injerto (variedad) conservan su sistema radicular, lo que les permite seguir vegetando sin "shock", si el injerto está bien realizado. Con el sistema de púa, el brote del injerto, cortado por debajo de los cotiledones, es extremadamente sensible a deshidrataciones hasta que no se produce la soldadura con el patrón. Una elevación de temperatura por encima de 35º C o la bajada de la humedad relativa a menos del 80%, supone una reducción en el porcentaje de prendimientos y también en la calidad del injerto: las plantas quedan mal soldadas y su desarrollo posterior es deficiente. 17 La elección de uno u otro procedimiento viene marcada por las condiciones ambientales que es posible mantener en el semillero, más estrictas con el método de púa y empalme, más flexibles para el injerto de aproximación. El injerto de púa tiene la ventaja de que no necesita una manipulación posterior, mientras que el de aproximación requiere el corte del tallo del injerto y, a veces, un reatado del injerto, dado que el peso de la variedad descansa sobre una lengüeta del hipocotilo del patrón (Miguel, 1993). En experiencias realizadas en los años 1982, 1983 y 1984 en Algemesí (Valencia) por el Dr. Miguel et al., para conocer el efecto de la densidad de plantación en la producción de tomate injertado, no se observó, en ninguno de los tres años, diferencias significativas de producción precoz entre las distintas densidades de plantación (entre 4.000 y 7.000 plantas/ha.). Limitar los efectos de marchitez por fusarium (Lee, 1994; Scheffer, 1957). Resistencia contra bajas temperaturas (Rivero et al., 2003). Resistencia a altas temperaturas (Bulder et al., 1990). Mejorar la producción cuando las plantas se cultivan en los suelos infestados (Bersi, 2002; Kacjan-Marsic y Osvald, 2004). Para aumentar la síntesis de hormonas endógenas (Proebsting et al., 1992). Para mejorar producción de semilla (Lardizabal y Thompson, 1990). Para incrementar la tolerancia vegetal a la sequía, a la salinidad y a inundaciones (AVRDC, 2000; et al., 2005). En plantas herbáceas la unión entre portainjerto e injerto se lleva a cabo mediante la formación de un callo de tejido parenquimático, estructura que luego se diferencia a tejido cambial, que dará origen a xilema y floema, permitiendo restablecer la unión entre los haces vasculares de ambos individuos (Camacho y Fernández, 1990). 3.1.2.1.2. Evolución del Injerto El constante avance de la horticultura mediterránea de los últimos cuarenta años ha llevado consigo el desarrollo de todos los sectores hortofrutícolas y de su 18 industria auxiliar, tales como: sistemas de riego, estructuras de invernadero, plásticos, semillas, fertilizantes, sistemas de cultivo, control de clima, semilleros, etc. De forma paralela al desarrollo de todas las técnicas agronómicas de cultivo, se han desarrollado y aplicado las técnicas de injertos en hortalizas. Hoy se puede asegurar la realización de la técnica del injerto con éxito en las siguientes especies: Sandía, Melón, Pepino, Tomate, Pimiento y Berenjena (Oda, 2003). 3.1.2.2. Tendencia del mercado La producción de plántulas injertadas es una tecnica natural, contribuye con la reducción de uso de productos químicos altamente contaminantes al suelo, agua y medio ambiente. Estas condiciones favorables de la técnica, así como la prohibición del Bromuro de metilo (Miguel, A., 2005) ha influido enormemente en la expansión de los injertos. Actualmentese realizan injertos hortícolas en muchos de los países productores de hortalizas: Japón, Corea, Francia, Italia, Holanda, Alemania, Marruecos, México, España, etc. En la horticultura no se realizan demasiados injertos, por lo que su principal objetivo es obtener resistencias en el suelo de los patrones y así poder cultivar otras variedades que presentan beneficios importantes para el agricultor. Esta resistencia radica en el conjunto raíz - hipocótilo, manteniéndose el control del patógeno por parte de la raíz sin que afecte a la planta (Oda, 2003). Para que el injerto pueda prevenir de enfermedades tan importantes como a Fusarium oxyporum se deberá realizar la combinación del injerto correctamente ya que si el patrón es resistente a la enfermedad pero la variedad no, se deberá tener mucho cuidado con que la planta no emita raíces adventicias y que éstas se pongan en contacto con el suelo, porque será entonces cuando la planta se vea afectada por dicha enfermedad. Normalmente se suele mantener el sistema radicular del portainjertos y la parte aérea de la variedad (Miguel, 1993). 19 3.1.2.3. Perspectivas de los injertos El injerto es muy laborioso y que consume tiempo, los productores están tratando de reducir la implementación de mano de obra necesaria. Se ha intentado mecanizar las operaciones de injerto a partir de 1987. Itagi et al. (1990) ha desarrollado el método de injerto de Tubo como un manual de operación con pequeñas clavijas, y redujo el tiempo necesario para el injerto manual de por lo menos la mitad. Morita (1988) y Oda y Nakajima (1992) han aplicado un adhesivo y un endurecedor de apoyo a la unión del injerto en los cultivos varios. Con el adhesivo, cinco tapones de tomate en una hoja de dos etapa se injertadas al mismo tiempo, utilizando placas de injerto (Oda et al 1994a). También se han desarrollado robots de injerto de plantas, combinando el adhesivo y placas de injerto (Kurata 1994, Oda, 1995). Este robot permite que los ocho plantas de tomate, berenjena, pimiento o para ser injertadas al mismo tiempo. El Robótico injerto es de aproximadamente diez veces más rápido que un injerto realizado convencionalmente. Tomate (Oda et al. 1995) y berenjena (Oda et al. 1997) injertadas por robot ha producido un rendimiento de la fruta similar a la de las plantas injertadas por métodos convencionales. La curación también ha sido mecanizada. El porcentaje de supervivencia es alta cuando se utilizan cámaras de curación desarrollados. Las cámaras de curación en el medio ambiente que es artificialmente controlado se utilizan en la actualidad por muchos viveros que producen plantas injertadas. Con el desarrollo de nuevos métodos de injertación, el injerto de cultivos de hortalizas puede llegar a ser popular en todo el mundo. Desde obtener plantas tolerantes o resistentes a enfermedades, aumentar el vigor del injerto, incrementar la producción, el injerto de hortalizas puede ser útil en el de bajos insumos, la horticultura sostenible del futuro. 3.2. Patrón ó portainjerto El patrón o portainjerto es la planta que recibe el injerto pone las raíces y ofrece una mayor resistencia a suelos malos, calizos, encharcados, con hongos, plagas depende del patrón que sea. 20 El portainjerto (o patrón) resistente permanece sano y proporciona una alimentación normal a la planta, a la vez que la aísla del patógeno. En la mayoría de los casos se deja el sistema radicular del portainjerto y la parte aérea de la variedad (Louvet, 1974). 3. 2.1. Cualidades del portainjerto - Ser inmune o tolerante a la enfermedad que se desea prevenir. - Que no exista algún otro parasito del suelo que le pueda afectar. - Vigor y rusticidad. Un patrón vigoroso hace que la planta injertada también lo sea y permite instalar menos plantas por unidad de superficie sin disminuir la producción. - Tener buena afinidad con la planta que se injerta. - Presentar buenas condiciones para la realización del injerto. - No modificar desfavorablemente la calidad de los frutos. 3.2.2. Injerto (variedad) Es trozo de tallo o la yema que se fija al patrón para que se desarrolle y dé ramas, hojas, flores y frutos. El injerto, como método de lucha contra patógenos del suelo, tiene como finalidad evitar el contacto de la planta sensible con el agente patógeno. La variedad a cultivar se injerta sobre una planta resistente perteneciente a otra variedad, otra especie u otro género de la misma familia (Louvet, 1974). El injerto es la fusión de dos porciones de tejidos vegetales vivientes de modo que se unan, crezcan y se desarrollen como una sola planta, siendo ésta de la misma familia. 21 3.2.3. Factores climáticos durante el período de soldadura y climatización del injerto (tabla 1). Características climáticas Humedad relativa (%) Temperatura (Cº) Interior de la cámara 78.3 27.9 Exterior de la cama 71.8 25.9 Optima (Gómez, 1997) 95.0 22.0 Tabla 1. Factores climáticos durante el período de soldadura y climatización del injerto. 3.3. Técnicas de injertación Las principales técnicas de injertación de hortalizas son: de aproximación, de empalme, oblicuo, de púa, de tubo y de aguja. Aunque todas se basan en los mismos principios, algunas implican más labores o son más seguras que otras. La técnica de aproximación es la que tiene mayores probabilidades de prendimiento, ya que el injerto conserva conexión con su raíz durante el período de soldadura y aclimatación. 3.3.1. Injerto de aproximación Es una de las técnicas más conocidas y que asegura mayor posibilidad de alto prendimiento, ya que el injerto conserva la conexión con su raíz durante todo el período de soldadura y aclimatización. Ambas plantas se trabajan a raíz desnuda para facilitar su manipulación. El patrón es desbrotado dejando sólo los cotiledones y se les hace un corte diagonal descendente por debajo del nudo cotiledonar. Al injerto se le practica un corte similar, pero ascendente, también por debajo de los cotiledones. Las lengüetas formadas se encajan y se afirma la unión con una pinza. Luego se planta en un contenedor para ser llevado a la cámara de soldadura. Termina la aclimatación (8 a 10 días después), quedando la planta definitiva. Tiene como desventaja el exceso de labores. No requiere diámetros iguales, se recomienda especialmente en cucurbitáceas, aunque se puede usar en otras especies, como el tomate. 22 En ensayo realizado en Almería, España, para estudiar el rendimiento de tomates injertados y el efecto de la densidad de tallos en el sistema hidropónico. Con el objetivo evaluar los efectos de la densidad de tallos sobre el rendimiento y la uniformidad de los frutos de un cultivo de tomate injertado y no injertado. La practica fue con el método de aproximación descrita por (González, 1999). Los resultados muestran que las plantas de tomate injertadas y transplantadas a dos tallos tuvieron igual producción total, pero frutos de tamaño más uniforme, que plantas no injertadas transplantadas a un tallo y con doble densidad de plantas (Peil et al, 2004) 3.3.2. Injerto de empalme Injerto de empalme de corte oblicuo, se hace un corte diagonal eliminando uno de los cotiledones y el brote al patrón y al injerto el corte se hace similar obteniendo el brote más de un cotiledón, pero perdiendo su parte radical. 3.3.2.1. Injerto de púa La planta es normalmente un poco más grande que con el procedimiento anterior. El patrón se cambia previamente a alvéolos de tamaño más grande de cuatro a seis centímetros de lado para que su manipulación sea fácil, se corta el patrón horizontalmente de uno a dos centímetros por arriba de las hojas verdaderas y se hace un corte diametral. Hacia abajo en su extremo la variedad se despunta por debajo de la segunda o tercera hoja más joven y sehace un bisel en su extremo inferior, se incrusta la púa en el patrón y se sujeta con cinta o pinza. En todas las técnicas se debe utilizar un bisturí desinfectado en alcohol y flameado antes de cada corte, (Oda, 1995). 3.3.2. 2. Injerto por inserción Existen diferentes técnicas de injerto adecuadas para diferentes cultivos. Las más populares para cultivos herbáceos son las de inserción, aproximación y solape (método japonés). La técnica de inserción es la más común en sandías, 23 debido al menor tamaño del injerto en comparación con el patrón (portainjertos), lo cual facilita el proceso. Este método produce una unión muy resistente; no se necesitan pinzas de unión, requiere buenas condiciones de control ambiental para la cura; puede hacerse con o sin raíces (más fácil de manejar y permite el desarrollo de una fuerte raíz adventicia). 3.3.2.3. Injerto de perforación lateral Se prepararan las plantas igual que en el caso anterior y a partir de ahí mediante un cuchillo de bambú 1 cm por debajo del cotiledón haremos una hendidura de forma que este llegue a salir un poco. La variedad se cortara 1 - 1.5 cm por debajo de los cotiledones y se realizara un bisel de 5 - 6 mm en su extremo. Se introducirá la púa en el bisel de tal manera que al tocarla con el suelo no se mueva. La planta se mantendrá en ambiente cálido y húmedo, y se regara sin mojar el injerto. 3.4. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA UNION DEL INJERTO 3.4.1. Temperatura Esta afectará directamente sobre la formación del tejido de callo, aumentando ésta con la temperatura pero hasta los 29ºC ya que a partir de ahí se producirá un callo fácilmente degenerable con las operaciones de plantación. Si esta es inferior de 15ºC, no se realizara la producción de callo. 3.4.1.1. Humedad Las responsables de la formación de callo son las células parenquimáticas que son muy sensibles al contacto con el aire, ya que si pierden la fina capa de agua que las recubre, comenzará la desecación reduciendo también la formación de callo. 24 3.4.1.2. Oxigeno Dado que la continua división y su posterior crecimiento supone una gran tasa de respiración, el oxigeno será imprescindible para que se pueda realizar la unión del injerto. 3.4.1.3. Actividad de crecimiento del patrón Dependiendo del estado vegetativo del patrón, las formas de realizar el injerto serán diferentes; En el caso de que el injerto este esté en pleno periodo vegetativo, se deberán dejar diferentes órganos por encima del injerto para que actué de tira savias. Si por el contrario está en periodo de reposo, es más difícil la producción de cambium en el injerto. 3.4.2. Técnicas de injerto Se sabe que cuanto mayor sea la herida hecha para realizar el injerto, mayor tiempo tardará en cicatrizar, pero también será mayor la zona de contacto entre el cambium del patrón y la variedad, y aunque su crecimiento sea normal, llegara un tiempo posterior en el que se impedirá el movimiento de la planta y se dará un colapso de la planta. Por esa razón lo mas apropiado es encontrar un equilibrio entre estos dos factores, para que esta se desarrolle en las mejores condiciones posibles. 3.4.2.1. Contaminación con patógenos Normalmente los patógenos se suelen introducir por las heridas producidas para realizar el injerto, por lo que habrá que evitar en la mayor medida de lo posible que estas sean demasiado grandes, y se procurará realizar el injerto en las mejores condiciones de asepsia posibles, utilizando también algún cicatrizante químico que evite dichas infecciones. 25 3.4.2.2. Empleo de reguladores del crecimiento Existe una clara relación entre la presencia de los reguladores de crecimiento y la formación de callo de la planta, pero aun no se han obtenido resultados convincentes que lo demuestren. 3.4.2.3. Condiciones ambientales en la fase posterior al injerto Las condiciones de temperatura y humedad deberán ser adecuadas para facilitar la soldadura del callo más rápidamente (Oda, 1995; Miguel, 1997). 3.4.2.1.3. Aclimatación y curación La curación y la adecuada aclimatación son muy importantes para las plantas injertadas para sobrevivir. Después que los injertos se realizan, las plantas deben ser protegidas de marchitamiento hasta que el corte termina de unirse (curar). Mantener las plantas injertadas alrededor de 86 ° F y con más del 95% de humedad relativa por 3-5 días, mientras que el corte finaliza sanar juntos. Esto se puede lograr poniendo las plantas injertadas en un área sombreada, reducir los niveles de luz. Después de la curación, las plantas se deben aclimatarse a condiciones de invernadero o medio ambiente por un periodo de 3 a 4 días. Iniciar el aumento de la exposición a la luz por la mañana y tarde. Seguir con las aspersiones según sea necesario para evitar el marchitamiento. 3.5. Incompatibilidad Para que el injerto se realice correctamente deberá haber una "adecuación" entre especie portaijertos y la variedad que se injerta. No se sabe ciertamente que especies son compatibles y cuales no, lo que si que se sabe son las especies que presentan mayores beneficios al estar injertadas con otras (Oda, 1995; Miguel, 1997). 26 Esta no compatibilidad se manifestará mediante los siguientes síntomas, cuya aparición de forma aislada no significa que la unión sea incompatible, sino que pueden ser consecuencia de otros factores como la presencia de enfermedades, malas técnicas de cultivo o condiciones ambientales desfavorables: - Porcentaje de fallos de injerto altos - Falta de crecimiento, defoliación y amarilleo de las hojas. - Muerte prematura de la planta. - Diferencias marcadas en el crecimiento entre el patrón y la variedad. - Desarrollo excesivo entre la unión, debajo o encima de la unión (miriñaque). - Ruptura por la zona de unión del injerto. Incompatibilidad localizada: es aquella que exclusivamente se da en la zona de contacto entre el patrón y la variedad, cuyo síntoma principal es la débil unión mecánica, produciéndose también un lento desarrollo de las partes de la planta (Oda, 1995; Miguel, 1997). La única solución posible para este problema es la de emplear un patrón intermedio. Incompatibilidad traslocada: Es una clara degeneración del floema debido a las claras diferencias genéticas entre el patrón y la variedad. Se denota por un claro color pardo en forma de una línea o zona neurótica en el injerto (Oda, 1995; Miguel, 1997). En las solanáceas, los factores implicados en su compatibilidad estarán presentes como constituyentes normales en los tejidos de la planta, están relacionados con la pared celular, y se liberan por contacto entre el patrón y variedad. 3.5.1. INTERACCION PATRÓN – VARIEDAD Los injertos se realizan fundamentalmente con el fin de evitar las posibles enfermedades del suelo que puedan existir, pero además pueden producir los siguientes beneficios: - Reacciones de incompatibilidad. - Resistencia a enfermedades. - Tolerancia a ciertas características del clima o suelo. 27 - Interacciones especificas entre patrón y variedad que pueden producir alteraciones en el desarrollo de la planta, tamaño del fruto. Además pueden producir modificaciones en el crecimiento, floración y fructificación de la planta, debido a la absorción y utilización de nutrientes y la translocación de los mismos y el agua, y las posibles alteraciones en factores de crecimiento endógenos (Oda, 1995; Miguel, 1997). 3.6. IMPORTANCIA ESTATAL Y NACIONAL DEL TOMATE La demanda del tomate aumenta continuamente y con ella su cultivo, producción y comercio; en el año 2000 la producción mundial se situó alrededor de 120 millones de toneladas y, para el 2004, en 128 millones (FAO, 2005) lo cual representó un incremento de cuatro vecesla producción de México. Este incremento de la producción en los últimos años se debe principalmente a la demanda del producto y al incremento del rendimiento por unidad de superficie cultivada y en menor proporción al aumento de la superficie cultivada (Infoagro, 2003). Para el año 2004, los principales países productores fueron China, Estados Unidos y Turquía; México ocupó el décimo lugar (Tabla 2). Tabla 2. Principales países productores de tomate a nivel mundial en el año 2004. País Producción (Ton) China 33 22 5 571 Estados Unidos 13 668 520 Turquía 8 818 400 India 8 377 480 Egipto 7 473 594 Italia 7 164 950 España 4 298 970 Brasil 3 741 952 Irán 3 472 245 México 2 367 884 Federación de Rusia 2 303 807 Grecia 1984 140 Chile 1432 990 Fuente: (FAOSTAT, 2005). Cook y Calvin (2005) mencionan que los rendimientos por hectárea a cielo abierto para Estados Unidos y México son de 32 y 28 ton/ha respectivamente, y en sistemas de invernadero para estos mismos países fue 484 ton/ha para Estados unidos comparado con 156 Ton/ha para México, esto dado los altos niveles tecnológicos implementados por E. U. A nivel nacional, la hortaliza con mayor volumen de producción:2,303,807 toneladas en el año 2004 fue el tomate, siendo los estados de Sinaloa, Baja California Norte, Michoacán, San Luís Potosí y Baja California Sur, los más importantes desde el punto de vista de su volumen de producción, aportando juntos el 73 % de la producción total nacional (Fundación produce , 2006). La cosecha de tomate en el Estado de Oaxaca hasta mayo del 2005, en el ciclo O.I. 2004 – 2005, fue de 442 hectáreas de las 514 sembradas obteniendo una producción de 7,080 toneladas con un rendimiento de 16 toneladas por hectárea (SIAP, 2005). Oaxaca representa el 0.7% de la producción nacional, La mayor producción se cultiva a cielo abierto en un 97 %, registrando muy bajos rendimientos por hectárea de tan solo 16 ton por hectárea, todavía mas bajo que el promedio Nacional. Lo que nos obliga a realizar trabajos de investigación para brindar aportaciones al sector agrícola. Figura 3. Producción Estatal de Tomate en Oaxaca. 0 1000000 2000000 3000000 Producció n 7080 2303807 Oaxaca Nacional Fuente: (Subsecretaria de Agricultura, C.D.G. y SIAP, 2005) 28 29 La horticultura protegida bajo invernaderos se ha desarrollado básicamente en las regiones de Valles Centrales, Sierra Norte, Mixteca y Cañada. En donde las condiciones climáticas son favorables para estos sistemas de producción, humedades relativas de 50 a 70 % y temperaturas de 18-27 °C. (INEGI, 2005) Uno de los mayores problemas en el cultivo de jitomate es infestación de los suelos con plagas y enfermedades patogénicas que incrementan tanto la aplicación de agroquímicos como los costos de producción. Algunos hongo fitopátogenos comunes en los terrenos de producción de jitomate son: Phytium sp., Phytophtora sp., Fusarium sp. 3.6.1. GENERALIDADES DEL TOMATE SILVESTRE El tomate cultivado (Lycopersicon esculentum var. esculentum Mill.) es una especie autógama con una reducida base genética debido a los intensos procesos de selección a los cuales fue sometida (Rick et al., 1976; Nuez, 1991). Las distintas especies del género Lycopersicon difieren morfológicamente en caracteres tales como color, tamaño del fruto, forma de hoja, tipo de inflorescencia, etc. Entre otros, Rick (1976) y Taylor (1986) han propuesto que las formas silvestres más promisorias para ampliar la variabilidad genética de la especie cultivada serían L. esculentum var. cerasiforme y L. pimpinellifolium debido a la diversidad que presentan y a la facilidad con que se obtienen los cruzamientos con ellas. Si bien algunos caracteres morfovegetativos (longitud de entrenudos, perímetro del tallo en las partes basal, media y apical, número de flores por racimos, entre otros) son importantes per se para la determinación de la aptitud agronómica de una variedad, los trabajos de Stevens (1986), Vallejo Cabrera et al. (1994) y Pratta et al. (1996) han propuesto que también podrían estar asociados con el rendimiento final de los genotipos. Por otro lado, el tamaño de los frutos es una de las características con mayor influencia en la determinación de la calidad comercial del tomate para consumo en fresco. Otro factor adicional, que está ligado a la evolución de la madurez del fruto, es la vida en estantería. En el taxón cultivado se han identificado diversos mutantes que prolongan la madurez del fruto entre los que se encuentran los genes rin (ripening inhibitor) ubicado en el cromosoma V y nor (non ripening) ubicado en el cromosoma X (Stevens, 1986). 30 L. esculentum var. cerasiforme: (tipo cherry), de hábito de crecimiento indeterminado, con frutos esféricos de tamaño reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en estantería intermedia. L. pimpinellifolium: de hábito de crecimiento indeterminado, frutos esféricos de tamaño muy reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en estantería intermedia. En México se encuentran una amplia variabilidad genética de los jitomates o “tomatitos criollos” destacándose las especies Lycopersicum esculentum var. cerasiforme y Lycopersicum pimpinellifolium. En Oaxaca se encuentran ampliamente distribuidos en regiones de la Costa, Papaloapan, la Cañada, Sierra Norte y Sierra Sur con amplias variaciones en tamaños, formas y coloraciones de fruto. En ambas especies los frutos se distinguen por se esfericos y pequeños, los de un cm de diámetro o menos corresponden L. pimpinellifolium. Además ciertos agricultores han seleccionado hpibridos resultantes de las variedades cultivadas y los tipos semidomesticados. El tomate cultivado y las especies silvestres relacionadas se agrupan en la sección Lycopersicum (Mill.) Wettst. del género Solanum. El ancestro más probables del tomate cultivado es el tomate cereza o cherry silvestre (usualmente identificado como Solanum lycopersicum var cerasiforme), el cual crece en forma espontánea en varias regiones tropicales o subtropicales de todo el mundo, escapado de cultivo o accidentalmente introducido (Peralta et al, 2006). El desarrollo de nuevas cultivares en tomate ( Lycopersicon esculentum Mill.) tiene como objetivos mejorar la productividad, calidad y adaptación a distintas condiciones de cultivo. A veces, estos propósitos son difíciles de alcanzar dada la reducida base genética disponible (Warnock, 1991). Las especies silvestres de Lycopersicon, de cercano parentesco y con cruzamientos fértiles con tomate cultivado, son recursos genéticos valiosos para el desarrollo de nuevos cultivares (Hermsen, 1984). Zorzoli et al. (1998) demostraron que los frutos de tomate silvestre (L. pimpinellifolium) tuvieron mayor vida en estantería que los frutos de cultivares comerciales. No obstante, esta fue menor que la de genotipos homocigotos para los mutantes nor (non ripening) y rin (ripening inhibitor) de L. esculentum. Además, 31 los efectos pleiotrópicos desfavorables asociados a los mutantes nor y rin sobre los caracteres de calidad de fruto disminuyeron en híbridos resultantes entre germoplasma cultivado y genotipos silvestres. Esto debido al efecto del aporte de los genotipos silvestres (Pratta et al., 2000). 3.6.1.1. Principales problemas fitopatológicos del suelo cultivado con tomate bajo invernadero y a cielo abierto. Algunos de los problemas de la producción del tomate en condiciones de invernadero ó a cielo abierto, como el ahogamiento y pudrición de raíces, son causados por los hongos del genero Rhizoctonia solani (lév.), Pythium spp. y Fusarium spp. (Messiaen, Ch., et al, 1995). El ahogamiento del tallo, es común en tomate en climas templados y tropicales en todo el mundo. La enfermedad afecta semillasy plántulas en semilleros y almácigos de diversos cultivos hortícolas. Se consideran dos tipos de síntomas. Uno ocurre en la germinación, donde es común encontrar a Pythium spp. y Rhizoctonia solani. El segundo, ocurre cuando las plántulas recién emergidas del suelo se marchitan rápido debido a la pudrición de los tejidos del cuello de la raíz y presentan un estrangulamiento en esa zona (Rhizoctonia solani) y, en ocasiones se observa coloración negrusca arriba del cuello. Se ha encontrado P. aphamidermatum, P. ultimun, P. debaryanum y Fusarium spp. Este complejo de hongos se presenta con, frecuencia, en los almácigos, pero también puede presentarse en campo. (Cuadrado Gómez, et al. 2005). IV MATERIALES Y MÉTODOS 4.1. Localización La presente investigación se realizó en el campo experimental del Centro de Investigación Interdisciplinario para el Desarrollo Integral Regional dependiente del Instituto Politécnico Nacional Unidad Oaxaca (CIIDIR-IPN OAXACA), localizado en Santa Cruz Xoxocotlán, Municipio del mismo nombre. Se localiza en las coordenadas 17° 02’ latitud norte, 96° 44’ longitud oeste y a una altura de 1,530 msnm. Su clima es templado, con una temperatura media anual de 21º C y una precipitación media anual de 706mm, el tipo de suelo es vertisol pélico. El 3% de la población se dedica a actividades del sector primario (Álvarez, 1994), (figura 1). Figura 1. Croquis de localización del experimento. El experimento se estableció en un invernadero con cubierta de polietileno blanco al 25% de sombra, con estructura de metal, tipo túnel de 30 m de largo por 15 m de ancho, con sistema de ventilación manual y con ventilas cenitales (figura 2). 32 Figura 2. Invernadero experimental 4. 2. MATERIAL VEGETATIVO Se recolecto el germoplasma de las dos especies silvestres o semidomesticados, L. ceraciforme (C), L. pimpinellifolium (p), como patrones, procedentes de la Sierra norte y la Cañada, los materiales comerciales utilizados como injertos fueron de dos tipos, L. esculentum var “Cid” de crecimiento indeterminado (C) y L. esculentum var “Toro” de crecimiento determinado (T). L. esculentum var. cerasiforme: De hábito de crecimiento indeterminado, con frutos esféricos de tamaño reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en estantería intermedia, (Rick et al., 1976; Nuez, 1991). L. pimpinellifolium: De hábito de crecimiento indeterminado, frutos esféricos de tamaño muy reducido, color rojo intenso a la madurez y vida en estantería intermedia, (Rick et al., 1976; Nuez, 1991). 4.3. ARREGLO DE LOS TRATAMIENTOS 4.3.1. Factor A = Especies o variedad silvestres utilizados como patrones. a1 = L. cerasiforme a2 = L. pimpinellifolium 4.3.1.1 Factor B= Material genético utilizado como injerto b1= Variedad Comercial (c.v.) de habito de crecimiento determinado (El Cid). 33 34 Tomate saladette indeterminado de larga vida (LSL) de buen sabor, con frutos de 240 a 260 gr., redondo, ligeramente achatados, frutos muy firmes, multilocular y de muy buen sistema radicular. El Cid destaca por su alta productividad. Ventajas: - Frutos extra-grandes y grandes. - Frutos de color rojo brillante con paredes gruesas y prolongada vida de anaquel. - Adaptado a condiciones templadas. - Planta con excelente vigor. b2= Variedad Comercial (c.v.) de habito de crecimiento Indeterminado (Toro). Tomate saladette determinado, madurez intermedia, fruto saladette cuadrado, planta muy vigorosa con buena cobertura foliar. Ventajas: - Altos rendimientos - Fruto muy firme, perfecto para embarque. - Tamaño grande y color rojo intenso. - Fruto de gran sabor. - Comportamiento muy estable en diversas condiciones de cultivo. 4.3.1.2. Factor C = Diferentes métodos de injertación C1 = Aproximación. C2 = Empalme. C3 = Púa. 4.3.1.3 Obtención y manejo de la plántula Las plántulas se obtuvieron en el invernadero del CIIDIR-Oaxaca. Se utilizaron charolas de unicel de 220 cavidades, la siembra de la semilla se llevó a cabo colocando una semilla por cavidad, primero se sembró la semilla de tomate silvestre L. cerasiforme y L. pimpinellifolium, porque su germinación y desarrollo de las plántulas son mas lentas, a los 8 días se sembraron las semillas de las variedades de tomate de habito de crecimiento determinado (Toro) e indeterminado (Cid), las plántulas en condiciones de injertación son las que se muestran en la (figura 3). Figura 3. Plantas de tomate para injertar El sustrato utilizado para la germinación de las semillas, tanto comerciales como silvestres fue 80 % de la turba peat mos + 20 % de agrololita® ambas previamente humectadas y depositadas en charolas de unicel con 220 cavidades la cuales fueron lavadas y desinfectadas con alcohol al 50%. Primero se sembraron las dos especies de germoplasma silvestres utilizados como patrones, L. cerasiforme y L. pimpinellifolium, porque su germinación y crecimiento son mas lentas que la variedad comercial, diez días posteriores se sembraron las semillas de las dos variedades comerciales. Con esto se obtuvieron plantas de 40 y 30 días respectivamente. Los riegos periódicos fueron realizados y junto con ellos la fertilización, sobre la base de lo anterior la fertirrigación utilizada fue la indicada por Urrestarazu (2001) misma que se especifica a continuación (tabla 3). Tabla 3. Disolución nutritiva utilizada en el cultivo de plántulas de tomate. pH dsm mmol-1 CE NO3 H2PO4 SO42+ NH4+ K+ Ca2+ Mg2+ 5.8 2.2 15 1.75 1.25 1 7.75 4 1.25 Fuente: Urrestarazu (2001). Esta solución nutritiva se consiguió utilizando las cantidades correctas de los siguientes fertilizantes 35 36 - Nitrato de amonio - Nitrato de calcio - Nitrato de potasio - Fosfato monoamonico - Sulfato de magnesio - Micro elementos preparados comercialmente Para el control de enfermedades de tallo y raíz se aplicó 1.5 mililitros por litro de agua de previcur (propamocarb) y para prevenir la presencia de insectos se le aplico 1.5 mililitros de thiodan (endosulfan) por litro de agua, asperjados con mochila manual. Figura 4. Calendario de operaciones de injertos en el cultivo de tomate. 4.4. Técnicas de injertación utilizadas. Para la aplicación de las técnicas de injertación, se utilizaron las metodologías propuestas por Hartmann y Kester, 1991, Oda 1975 y Miguel 1997 y Suzuki, 1972). 4.4.1. De aproximación Consistió en arrancar con raíces la planta del patrón y de la variedad, al patrón se le hizo un corte ascendente de aproximadamente 1-1.5 cm, al injerto se realizo un corte descendente por debajo de los cotiledones. El siguiente paso fue ensamblar el injerto en el patrón y por ultimo sujetarlo con una pinza plástica. Posteriormente se plantaron en vasos de unicel de 10 cm de diámetro separando los tallos de ambas plantas para facilitar el corte posterior, como se muestra en la figura 4. 37 Figura 5. Esquema de la técnica utilizada para el método de injerto de aproximación. a) corte del patrón b) empalme del injerto con el patrón a) colocación de la pinza a) colocación de la planta injertada en el vaso 4.4.1.1. De empalme Las plántulas
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