Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
TESIS TRABAJO QUE PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN EN GESTIÓN Y DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN P R E S E N T A MEDINA PÉREZ NANCY DIRECTORA DRA. MARÍA DEL CARMEN TREJO CÁZARES CIUDAD DE MÉXICO MAYO 2018. INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN UNIDAD SANTO TOMÁS SECCIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN LOS CONSEJOS ESCOLARES DE PARTICIPACIÓN SOCIAL COMO ESTRATEGIA DE APOYO A LA GESTIÓN DIRECTIVA EN LAS ESCUELAS DE EDUCACIÓN PRIMARIA DE LA ZONA ESCOLAR 441 Resumen A lo largo de la historia del sistema educativo mexicano los padres de familia han existido como figuras de apoyo a la gestión directiva en las escuelas. Pero es hasta 1992, con el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) que se plantea su institucionalización a través de la implementación de los Consejos Escolares De Participación Social (CEPS), cuyo objetivo es impulsar una educación democrática y transparente que participe y apoye la gestión directiva. A lo largo de estos años la participación social en la educación se ha convertido en un tema de importancia a nivel nacional. Pues con su impulso los centros escolares buscan brindar un servicio educativo con calidad, equidad y mejorar los resultados del aprendizaje de los alumnos. Con ella también se busca impulsar el proceso de descentralización del sistema educativo, favoreciendo la autonomía de las escuelas y la rendición de cuentas. Sin embargo, ante la magnitud de los cambios introducidos, es necesario examinar la puesta en práctica de los CEPS y reflexionar sobre sus alcances e implicaciones, en lo que hasta ahora ha sido su paradójico desarrollo en México. Es por ello que el propósito de esta investigación es hacer un acercamiento a la realidad educativa de los centros escolares, para dar a conocer cómo es que se implementan, funcionan y transforman la gestión y la autonomía escolar, si es que, se favorece o no la democratización del sistema educativo. Para ello se tomaron tres centros escolares de nivel primaria de la zona 441; con características muy similares en cuanto a infraestructura y número de población. Y dar a conocer los resultados que los CEPS han tenido a más de 25 años de su implementación. ABSTRACT Throughout the history of the Mexican educational system, parents have existed as support figures for management in schools. But it is up to 1992, with the National Agreement for the Modernization of Basic Education (ANMEB) that considers its institutionalization through the implementation of the School Councils of Social Participation (CEPS), whose objective is to promote a democratic and transparent education that participate and support management. Throughout these years, social participation in education has become an issue of importance at the national level. With its impulse, schools seek to provide an educational service with quality, equity and improve the learning outcomes of students. It also seeks to promote the decentralization process of the education system, favoring school autonomy and accountability. However, given the magnitude of the changes introduced, it is necessary to examine the implementation of the CEPS and reflect on its scope and implications, in what has been its paradoxical development in Mexico up to now. That is why the purpose of this research is to make an approach to the educational reality of schools, to make known how it is implemented, work and transform management and school autonomy, if it is favored or not the democratization of the educational system. To this end, three primary schools in area 441 were taken; with very similar characteristics in terms of infrastructure and number of population. And make known the results that the CEPS have had more than 25 years after its implementation. INDICE Resumen……………………………………………………………………..…………I Abstract…………………………………………………………………………….……II Redacción de siglas……………………………………………………………………III Introducción………………………………………………………………………….….1 Capítulo 1. Planteamiento del problema 1.1 Antecedentes…..…………………………..………………………………………..3 1.2 Caracterización de la problemática……………………..………...………..….….6 1.2.1 Enunciado del problema…………..………………………...……………….7 1.3 Justificación…………………………………………….…………..….……………..9 1.4 Preguntas de investigación ……………………………………..….……...………11 1.5 Objetivo general y específicos de la investigación...………..….….......………..11 Capítulo 2. Consideraciones teóricas 2.1 La nueva composición familiar y su relación con la Participación Social………...……………………………...………...………...….14 2.2 Gestión en las escuelas...…………………………………………………………20 2.3 La Participación Social en la Gestión de la Educación…..…………………….23 2.4 La Importancia del liderazgo Educativo y la Gestión estratégica....………......26 2.5 Gobernanza del sistema educativo: Implicaciones del Nuevo Modelo Educativo 2016 ………………….………………………………………...30 2.6 Programa Escuelas Al CIEN………….…………………………………………..32 Capitulo 3. Marco de referencia 3.1¿Qué son Consejos escolares de Participación Social?.................................37 3.1.1 Constitución de los Consejos de Participación Social en la Educación…...…………………………………………………………38 3.1.2 Obligaciones de los Consejos Escolares de Participación Social…..………………………………………………….....39 3.1.3 Formalización del Consejo Escolar de Participación Social………………..…………………………………………41 3.1.4 Conformación de los Comités…….………………………………..……….42 3.1.5 Duración del cargo de los miembros del CEPS……………………..…….50 3.1.6 Informe de actividades ante el REPUCE………………,,……………….,,51 3.2 Los CEPS y su vinculación con otros niveles de participación social…………….…………………………………………….…..51 Capitulo 4. Estrategia metodológica 4.1Enfoque de la investigación……………………………………………….……….54 4.2 Tipo de estudio………………………………………………………………………55 4.3Técnica de investigación: Entrevista a profundidad……………………………...55 4.4 Instrumento de investigación………………………………………….……………56 Capitulo 5. Análisis de los resultados y discusión 5.1 Selección de escuelas…………….…………………………………..……..…....58 5.2 Características de los participantes ……………………………….…………….60 5.2.1 Procedencia de los miembros que integran los CEPS……………...…..60 5.2.2 Edad de los miembros que integran el CEPS …………………..………62 5.2.3 Parentesco con alumnos de la escuela…………………………...………64 5.2.4 Escolaridad …………………………………………………………………..67 5.3 Indicadores del funcionamiento de los CEPS ……………………………….....70 5.3.1 Finalidad de los CE.PS….…………………………………….………….....70 5.3.2 Funcionamiento de los CEPS…..……………………………..…………….72 5.3.3 Relaciones y comunicación ……………………………...…………….…76 5.3.4 Apoyo a la gestión Directiva…………………………………………………77 5.3.5 Autonomía Escolar……………………………………………………………79 5.4 Conclusiones………………………………………………………………………..80 5.5 Discusión…………………………………………………………….…………..…..82 5.6 Aportaciones del estudio…………………………………………………………..85 Glosario…………………………………………………………………………………...89 Referencias….……………………………………………………………………………91 ANEXOS…….…..…………………………………………………………………….….94 Índice de tablas y figuras Mapa 1. Organización de los CEPS…………………………….…………………….39 Tabla1. Prioridades y acciones. Programa escuelas al CIEN…………………….. 33 Tabla 2. Total, Instruido a pago a las Entidades …………………………………….36 Federativas Programa " Escuelas al CIEN"……………………………..……………36 Tabla 3.Comités establecidos en el Acuerdo 535……………..…….……………...43 Tabla 4. Comités sugeridos en apoyo al contexto y a las necesidades escolares……………………………………….…………………..48 Tabla 5. Conformación de los Consejos de Participación Social…………………..52 Tabla.6 Integrantes de los CEPS por escuela………………………………………..58 Tabla.7. Datos generales de entrevistados………………………………...…………59 Tabla. 8 indicadores del funcionamiento de los CEPS……………………..……….70 Tabla. 9 indicadores del funcionamiento de los CEPS………………………..…….71 Tabla. 10 indicadores del funcionamiento de los CEPS…………………………….72 Tabla. 11 indicadores del funcionamiento de los CEPS………………………….....73 Tabla. 12 indicadores del funcionamiento de los CEPS…………………………….74 Tabla. 13 Indicadores del funcionamiento de los CEPS…………………………….75 Tabla. 14 indicadores del funcionamiento de los CEPS…………………………….76 Tabla. 15 indicadores del funcionamiento de los CEPS…………………………….77 Tabla. 16 Indicadores del funcionamiento de los CEPS…………………………… 78 Tabla. 17 Indicadores del funcionamiento de los CEPS………………………….....79 Tabla. 18 niveles de Participación Social……………………………………………..84 Grafica1. Total, Instruido a pago a las Entidades Federativas Programa " Escuelas al CIEN…………………………………………...35 Grafica 2. Lugar de procedencia de los miembros que integran los CEPS…………………………………………………………………..60 Grafica 3. Lugar de procedencia de los miembros que integran los CEPS………………………………………………………………….61 Grafica 4. Lugar de procedencia de los miembros que integran los CEPS………………………………………………………………….61 Grafica 5. Edad de los miembros que integran los CEPS…………………………..62 Grafica 6. Edad de los miembros que integran los CEPS………………………..…63 Grafica 7. Edad de los miembros que integran los CEPS………………………..…63 Grafica 8. Parentesco de los miembros que integran los CEPS con alumnos de la escuela…………………………………………………………..…64 Grafica 9. Parentesco de los miembros que integran los CEPS con alumnos de la escuela…………………………………………………………..…65 Grafica 10. Parentesco de los miembros que integran los CEPS con alumnos de la escuela…………………………………………………………..…66 Grafica 11. Escolaridad de los miembros que integran los CEPS………………….67 Grafica 12. Escolaridad de los miembros que integran los CEPS………………….68 Grafica 13. Escolaridad de los miembros que integran los CEPS………………….69 REDACCIÓN DE SIGLAS ANMEB Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica APF Asociación de Padres de Familia ATPs Asesores Técnico Pedagógicos CEMABE Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial CEPAL Comisión Económica para América Latina CEPS Consejos Escolar de Participación Social CEPSE Consejo Estatal de Participación Social en la Educación CMPSE Consejo Municipal de Participación Social en la Educación CONAPASE Consejo Nacional de Participación Social en la Educación CIEN Certificados de Infraestructura Educativa Nacional CT Consejo Técnico BID Banco Interamericano de Desarrollo BM Banco Mundial DOF Diario Oficial de la Federación OCDE Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico FMI Fondo Monetario Internacional IFAIInstituto Federal de Acceso a la Información Pública INEGI Instituto Nacional de Estadística y Geografía INIFED Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa ONU Organización de las Naciones Unidas PEC Programa Escuelas de Calidad PISA Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos PND Plan Nacional de Desarrollo REPUCE Registro Público de los Consejos Escolares SEP Secretaría de Educación Pública SNTE Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación TALIS Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura 1 INTRODUCCIÓN La Participación Social en la educación es un tema de importancia a nivel local y global. Algunos estudios coinciden en que con el impulso de la participación social en los centros escolares es posible que se construya el servicio educativo con calidad, equidad y la mejora en los resultados de aprendizaje de los alumnos (Santizo, 2012). Otros observan en la participación social una forma de impulsar el proceso de descentralización del sistema educativo, favoreciendo la autonomía de las escuelas y la rendición de cuentas. La Participación Social puede desempeñar un papel fundamental en la democratización del sistema educativo y en la mejora de su calidad (Zurita, 2008). Boom (2010), asesor del Banco Mundial, afirma que las investigaciones y la literatura establecen la necesidad de que "las escuelas produzcan educación de calidad con la participación social y con las evaluaciones". Todo esto nos permite comprender la importancia de la participación social, la cual, además, fue recomendada a nuestro país por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Esta organización propone que la participación se realice a través de los Consejos Escolares de Participación Social (CEPS); sin embargo, advierte que los consejos escolares pueden ser un recurso importante para mejorar la calidad escolar, pero el simple hecho de crearlos no generará alianzas sociales eficaces. Los consejos escolares necesitan tener poder o influencia real sobre aspectos importantes; así como suficiente información, formación y transparencia (OCDE, 2010, p. 7). Es loable el esfuerzo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para hacer que la participación social sea una realidad en las escuelas. En los últimos años se ha impulsado de manera significativa la integración de los consejos en 240 mil planteles de educación inicial, especial y básica; de tal manera que en abril de 2012 existían 192,115 CEPS registrados, los cuales representaban el 79.5% del total de centros en el país (SEP-CONAPASE, 2017). Para el ciclo escolar 2012-2013 había 241,762 escuelas y 196,669 Consejos registrados, llegando a una cobertura del 81.35% (SEP, 2013). Sin embargo, el 2 documento de la Secretaría Técnica (SEP, 2012) al analizar el Registro Público de los Consejos Escolares (REPUCE), manifiesta algunas carencias en el funcionamiento de los mismos durante el ciclo escolar 2011-2012. El documento hace un análisis de su ciclo funcional, el cual consta de cuatro etapas: 1) conformación, su constitución llevada a cabo en tiempo y forma; 2) gestión, realizar tres asambleas y cuatro sesiones de consejo; vincular los Consejos Municipales y Estatales; 3) evaluación de resultados, y 4) transparencia y rendición de cuentas a la comunidad. El documento menciona que la conformación se realizó de manera exitosa, alcanzando el 79% en la cobertura de los consejos a nivel nacional; sin embargo, en las otras tres etapas, el funcionamiento de los Consejos presentó serias deficiencias (SEP, 2012). El informe del ciclo escolar 2012-2013 no presentó mejoras significativas, la conformación ascendió al 81.35%, en las demás fases permaneció igual (SEP, 2013). El propósito de esta investigación es dar a conocer los resultados de un estudio en el que se reconstruye la manera en que se involucra la comunidad escolar, la directora, los docentes, los padres de familia y otros actores, en el CEPS. El estudio muestra la labor que la comunidad educativa realiza y evidencia cómo prevalecen en los participantes las actitudes tradicionales en su forma de relacionarse con la escuela, a pesar de la innovadora figura de los Consejos Escolares. 3 Capítulo 1. Planteamiento del problema 1.1 Antecedentes Los antecedentes formales de la Participación Social en las escuelas de México se sustentan en elAcuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (SEP, 1992);Ley General de la Educación; Acuerdo 260, que establece los lineamientos para la constitución del Consejo Nacional de Participación Social (DOF, 17/08/1999); Acuerdo 280, que especifica los lineamientos para los Consejos Escolares de Participación Social a nivel estatal, municipal y escolar (DOF, 17/08/1999); y el Acuerdo 535, complementario del 280, que formula los Lineamientos Generales para la Operación de los Consejos Escolares. Además, en los distintos Programas Sectoriales (1995-2000, 2001-2006, 2007-2012 y 2013- 2018) se ha concedido a la participación social en la educación diversas funciones: medio para elevar la calidad de la educación, para mejorar la gestión de los planteles, asegurar la equidad, igualdad y pertinencia de la educación, estrategia para lograr la democratización de las escuelas promoviendo la participación corresponsable de la comunidad educativa y, por último, para lograr la autonomía de los planteles, la seguridad, la trasparencia y la rendición de cuentas. A través de esas disposiciones, el Estado se ha propuesto promover la capacidad organizativa de maestros, padres de familia y exalumnos, así como el sentido de corresponsabilidad. Para ello ha emprendido acciones como la creación del Consejo Escolar a nivel local, municipal, estatal y nacional. El objetivo es que la participación de la comunidad en los asuntos escolares genere un diálogo constructivo y corresponsable que favorezca la organización de los planteles para que su labor sea más pertinente, generando mayores niveles de información del quehacer educativo e impulsando el interés familiar y comunitario en el 4 desempeño escolar. Todo esto se traduce en una contraloría social -no coercitiva, sino persuasiva y propositiva- de la educación (SEP, 2016). Los Consejos Escolares, como órganos colegiados e innovadores en los procesos de gestión, han generado expectativas en los padres de familia porque pueden opinar sobre la educación que reciben sus hijos y sobre la forma en que se organizan las escuelas. Todo esto sin interferir en asuntos de carácter pedagógico o laboral. No obstante, la participación de los padres de familia en las escuelas tiene profundas raíces históricas. Estas datan de la época en que se institucionalizó el sistema Educativo en México, durante los siglos XVIII y XIX; posteriormente, en el siglo XX, se crearon algunas organizaciones que le dieron una presencia más institucional como la Unión Nacional de Padres de Familia, relacionada con las escuelas particulares y la Iglesia Católica, y la Asociación Nacional de Padres de Familia, creada por el Estado para hacer frente a la primera y regular de forma más estable sus intervenciones. En este sentido, los padres de familia siempre se han involucrado en la vida de las escuelas, siguiendo determinados lineamientos y mediante diversos dispositivos,de acuerdo con sus intereses, necesidades, expectativas y cosmovisiones de lo que debe ser el proceso educativo. Para algunos especialistas, el término "Participación Social" es polisémico, su significado depende del contexto en que se utilice: electoral, político, cívico o social. Por ello es necesaria una discusión sobre el contenido del término en el contexto de la educación (Zurita, 2008). La participación social en la educación puede entenderse de cuatro formas: 1) Como condición para la vida en las sociedades democráticas;2) como valor en sí misma para la vida democrática de las instituciones; 3) como valor que contribuye a la formación del ciudadano; y 4) la participación social, como actitud del ciudadano ante los procesos de convivencia democráticos (Latapí, 2005). Para la Secretaría Técnica del Consejo Nacional de Participación Social 5 (Ganem, 2010), la participación es un derecho y un proceso, el cual implica un aprendizaje colectivo sobre cómo pueden relacionarse entre sí los diversos actores sociales; está ligada a la promoción de la legalidad, a impulsar una vida democrática en la que haya justicia, equidad, trasparencia y rendición de cuentas. En esta definición es posible identificar las dos orientaciones que adquiere la participación social, una que tiende a reivindicarla y colocarla del lado de la gestión pública eficaz y otra que la asume como componente indispensable para la nueva relación entre gobernantes y gobernados en los asuntos de interés público y bienestar social. En esta última, un denominador común sobre el papel de los padres de familia es que participan de forma limitada en los asuntos escolares, que siguen quedando bajo la tutela de los directores y profesores. Si bien la reforma al artículo 3o. de la Constitución Mexicana propone fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas, esta autonomía se entiende como dar más espacio al liderazgo del director, no a los padres de familia (DOF, 7/02/2013). No obstante, los fines y orientaciones contenidos en los documentos oficiales sobre los Consejos Escolares adquieren un matiz particular en la comunidad escolar estudiada. 6 1.2 Caracterización de la problemática El Plan Nacional de Desarrollo PND (2013-2018) señala que un reto inmediato para el liderazgo escolar es, por un lado, revertir el énfasis que la gestión escolar coloca en los aspectos administrativos del proceso educativo, y, por otro lado, impulsar los factores que pueden incidir en el aprovechamiento académico, entre ellos el trabajo colectivo para convertir a las escuelas, como organizaciones complejas que son, en comunidades de aprendizaje. Es decir, el PND plantea que es necesario cambiar un estilo de liderazgo administrativo por un liderazgo de asesoría. La enseñanza, la calidad del liderazgo y la gestión escolar son claves para aumentar el desempeño de los estudiantes. Sin embargo, el liderazgo no es una característica preponderante de las escuelas mexicanas, así lo plantea la OCDE en el documento “Mejorar las escuelas: estrategias para la acción en México” afirmaciones que plantean que dentro de los centros escolares es indispensable una definición clara de los roles y responsabilidades de los líderes escolares para garantizar una visión común de lo que significa ser un líder escolar. En las escuelas de educación básica la autoridad máxima es el director que debe definir metas, estrategias y políticas de operación; estudiar y resolver problemas pedagógicos que se presenten, así como revisar y aprobar el plan de trabajo elaborado por el personal docente. Evidentemente el puesto directivo tiene muchas aristas tal y como lo señala Fierro (2006, sección: Resumen), el puesto directivo se conforma de tres elementos: Su quehacer como director-administrador de la escuela; la necesidad de conducirse como negociador en el margen ante un conjunto de contradicciones de distinto orden que enfrenta cotidianamente, y bajo la premisa de orden corporativo que ha establecido el apoyo mutuo entre pares como el último no negociable en la vida escolar. Lo cual deja ver que las funciones prácticas del director van más allá de la normatividad, pues debe combinar las funciones administrativas con las habilidades de liderazgo. 7 Los consejos escolares pueden ser un recurso importante para mejorar la calidad escolar, pero el solo hecho de crearlos no producirá alianzas sociales eficaces. La participación social puede ser un instrumento clave para ayudar los directores de escuela mediante los mecanismos eficaces de liderazgo distributivo. Un consejo escolar bien preparado y asesorado puede ayudar de un modo significativo al director de la escuela para que articule con mayor eficiencia lo que sucede en el aula, la escuela y la comunidad. 1.2.1 Enunciado del problema Los programas y planes de estudios 2016 de Educación Básica incluyen la participaciónactiva de los padres de familia y miembros de la comunidad escolar mediante la formación de Consejos de Participación Social, como uno de los principales pilares en la formación de los estudiantes. En sus desafíos, destacan el nuevo propósito del sistema educativo; sobre el papel y organización de la escuela, al ampliar sus vínculos con la comunidad, la necesidad de abrirse a la participación de los actores educativos para su mejora. Sin embargo, la realidad que se vive en las instituciones, por lo menos en nivel primaria dista mucho de lo establecido. Pues históricamente recordemos que en México se ha privilegiado una cultura del trabajo individualista, fragmentado y de competencia entre los individuos. Por lo que el sistema educativo, la institución escolar, las prácticas y procesos pedagógicos que se materializan en el aula, siguen girando en torno a un trabajo en solitario. Estos problemas educativos siguen observándose en las escuelas de México, un ejemplo de ellos son los que se tornan alrededor de los miembros que conforman los Comités de Participación Social, que incluso, traspasan el espacio educativo llegando a terrenos más personales. De modo que, lejos de ser un apoyo para la escuela, los comités de participación social se han convertido en un obstáculo que no permite optimizar el desarrollo de propuestas 8 pedagógicas que contribuyan a la construcción y consolidación de competencias en los alumnos. Para los padres de familia, el formar parte de ellos, resulta una pérdida de tiempo porque no les queda claro las funciones que deben desarrollar y los posibles beneficios que resultarían de una participación activa e informada de su parte. Por consiguiente, se da por entendido que las funciones de quienes ostentan los cargos de presidente, tesorero y demás integrantes, se limitan al mantenimiento de las instalaciones, organización de eventos y gestión de recursos materiales, dejándose de lado la participación en actividades que tengan que ver con la mejora de los procesos educativos en los estudiantes, que es donde se tendría que trabajar más. Quienes lideran estos comités, se encuentran en una constante lucha de poderes con los directivos del plantel (supervisores y directores), quienes, a su vez, consideran que es mejor mantener a los padres alejados y con desconocimiento de las funciones y alcances que pueden llegar a tener en el ámbito académico, bajo el argumento de evitar problemas, que puedan poner en riesgo su jerarquía. Por lo anterior, resulta importante analizar cómo es que se está llevando a cabo la gestión en los comités de participación Social, pues es ahí donde se identifican las acciones que dan lugar a los actuales escenarios que vive en su particularidad la Zona Escolar 441. Y es en ella, donde se perciben situaciones poco favorables en la implementación de dichos comités. 9 1.3 Justificación A partir de la década de los noventa, la participación social en el mundo entero se ha distinguido por ser un tema de relevancia en diferentes ámbitos de la vida pública. El concepto de participación social en el entorno educativo apareció en la temática de los gobiernos de América latina y de México a mediados de la década de los ochenta del siglo XX (Zurita, 2010). En México, la institucionalización de la participación social en la educación básica inició en mayo de 1992, con el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) el cual introdujo una concepción novedosa al dirigirla hacia la democratización del sistema educativo, la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables sobre la formación de los hijos y la rendición de cuentas; sin embargo, no es hasta 2001 con el programa escuelas de calidad cuando se fija como objetivo que los consejos escolares de participación social realicen funciones de gestión escolar. De esta manera, se generó para la gestión, la importancia de la autonomía escolar y la participación como procesos claves para la calidad, la eficiencia y la equidad del sistema educativo” (Bazo, Alfato, Calderón y Álvarez, 2010). Desde esta perspectiva, se desprende el reconocimiento del papel activo de múltiples actores que tienen derecho a expresar su opinión, asumir responsabilidades, hacer propuestas, intervenir y colaborar en asuntos escolares de la educación básica. Por lo tanto, se pretende desarrollar “una cultura de participación, la cual implica que los individuos sean considerados en su totalidad, como seres dotados de facultades de creación, capaces de tener éxito en tareas de acuerdo a sus niveles” (Garant, 2011). Asumiéndose a la participación social como un derecho que se sistematiza a través de un proceso, el cual implica el aprendizaje colectivo de los actores e individuos que se interrelacionan cuya importancia fundamental es el sistema 10 social pues “la participación ciudadana en las decisiones y acciones de la educación no es un lujo o una opción es una condición indispensable para sostener, desarrollar y transformar la educación en las direcciones deseadas.” (Bazo, Alfato, Calderón y Álvarez, 2010). En México, el reto principal de la participación social en la educación se encuentra en las escuelas en el dinamismo, compromiso y corresponsabilidad de los integrantes de las comunidades escolares donde se encuentra la energía que permitirá consolidar una gestión escolar más participativa, transparente y efectiva. Para ello es necesario facilitar la instalación de los Consejos de Participación Escolar e impulsar la realización de tareas que apoyen y se articulen con la gestión escolar y además contribuyan a mejorar la educación de los estudiantes. Además, de los consejos escolares, es necesario fortalecer o construir entornos viables de colaboración de los actores sociales representados en las escuelas, consistentes y permanentes. Sólo de esta manera será posible aumentar la calidad, equidad y pertinencia de la educación básica. La aportación el presente trabajo es dar cuenta por una parte de las circunstancias que dificultan la participación social, como la estructura del sistema educativo nacional que ha propiciado una cultura individualista; y por otra parte, dar cuenta de la importancia de que los directivos sean promotores de la misma, ya que mediante el análisis del tipo de gestión de quienes encabezan estos comités se obtendrá una visión más amplia que ayudará a identificar las fortalezas y debilidades existentes, con la finalidad de rescatar los elementos que favorezcan el trabajo en pro de la adquisición de instrumentos y saberes que beneficien el aprendizaje significativo en los estudiantes, erradicando así, aquellas prácticas que merman la participación efectiva de quienes integran los comités de participación social. Teniendo como eje central en todas las actividades al educando, estableciendo, un vínculo real entre todos los miembros de la comunidad escolar, trabajando en equipo y logrando involucrar de manera efectiva a los Padres de familia, bajo la 11 figura de directivos líderes, abiertos, democráticos y flexibles. Es en esta perspectiva se busca que la escuela sea realmente un vehículo para propiciar la participación de la sociedad a través de ámbitos y órganos que favorezcan una participación democrática. 1.4 Preguntas de investigación Pregunta general ¿Qué impacto han tenido los CEPS como estrategia de apoyo a la gestión directiva de las escuelas primarias de la zona escolar 441? Preguntas específicas ¿Bajo qué lineamientos se sustenta la instalación y funcionamiento de los CEPS como apoyo a la gestión directiva? ¿Qué tipo de problemáticas enfrentan los CEPS de las escuelas primarias de la zona escolar 441 en su funcionamiento? ¿Qué estrategias promoverían un desarrollo y participación activa delos miembros del CEPS que apoyen la gestión directiva y la mejora escolar? 1.5 Objetivo general y específicos de la investigación Objetivo general Analizar la finalidad y funciones de los Consejos Escolares de Participación Social como estrategia de apoyo a la gestión directiva en educación básica, nivel primario, zona escolar 441 12 Objetivos específicos Describir la normatividad y funcionamiento de los CEPS Identificar las problemáticas para el funcionamiento de los CEPS de las escuelas primarias de la zona escolar 441 Identificar los retos de los CEPS para apoyar la gestión directiva para la mejora escolar del centro educativo. 13 14 CAPÍTULO 2. CONSIDERACIONES TEÓRICAS 2.1 La nueva composición familiar y su relación con la Participación Social La familia es una institución que ha permanecido siempre. Ello ha sido posible porque, a lo largo de la historia, se ha ido adaptando a las nuevas realidades de los tiempos. Por eso, en mayor medida que ninguna otra organización social, la familia solo existe como proceso, es decir, solo se puede conocer mediante el estudio de sus transformaciones. Lo cual exige que los investigadores, en particular los de las ciencias sociales, asuman el reto de analizar estos dinámicos procesos para incorporarlos en programas de acción que permitan adecuarse a las condiciones del medio donde intervienen. Por ello es necesario identificar el estado actual de la familia, para conocer los cambios a nivel estructural, funcional y vital, y en esa medida, sugerir el diseño de acciones educativas que se ajusten a la diversidad y heterogeneidad de la familia actual. Los estudios sobre la familia en la sociología nacen en la segunda mitad del siglo XIX. En la obra de Comte se encuentran las primeras ideas sobre la familia, pero no una teoría desarrollada sobre su historia y funcionamiento. Su origen tiene lugar en los escritos de Frederick Le Play editados entre 1840 y 1856 y titulados: Campesinos y pescadores del norte de España: tres monografías de familias trabajadoras a mediados del siglo XIX. Para Le Play la sociedad es un agregado de familias, y ella debe ser la unidad de observación y objeto fundamental de estudio de la nueva ciencia social. Le Play legitima las diferencias hacia el interior de las familias, tanto entre los padres e hijos, como entre hombres y mujeres. El tipo familiar troncal, propio de la vida rural campesina, católico y feudal, es el modelo que plantea Le Play y en el que debe prevalecer como condición necesaria para el funcionamiento adecuado 15 de la familia, la subordinación de la mujer al marido en el ejercicio de su rol de esposa y materno. La idea de la familia como célula básica de la sociedad responde a ese esquema conceptual que intenta explicar a la familia en su relación con la sociedad, y es una tesis sostenida por muy variados sociólogos, entre ellos está Durkheim, Spencer, y Engels. Para Durkheim los cambios en el derecho introducen modificaciones en las relaciones familiares, la sociedad moderna evoluciona hacia un derecho que garantiza mayor autonomía personal, que revitaliza el derecho restitutivo. La evolución del Código Civil, en torno a la regulación de las relaciones paterno- filiales y los contenidos jurídicos que marcan los límites del poder del padre, es vital para comprender el tránsito del tipo paternal tradicional a la familia conyugal moderna compuesta por los padres y los hijos, y en la que sus miembros gozan de una mayor autonomía. Tal cambio se expresa también-para Durkheim en el sentido colectivo de la familia, se transita de una solidaridad mecánica y más represiva familiar a una solidaria orgánica basada en las diferencias funcionales entre los sexos, espacio en el que la mujer sigue ocupando una posición subordinada. Por otra parte, Talcott Parsons, es considerado el más importante exponente de la sociología funcionalista sobre la familia. La teoría de la familia Parsoniana parte de la concepción Spenceriana y Durkheimiana sobre el proceso de diferenciación que ha experimentado la familia y la explica como ellos desde la relación estructura y función, pero con un enfoque más cultural. Parsons retoma el enfoque de la relación familia-sociedad para sostener que la forma fundamental de la familia moderna es del tipo nuclear-conyugal. Esa es la estructura más conveniente para una sociedad industrial que exige movilidad geográfica y social entre sus miembros. Su teoría estructural-funcionalista descansa en las diferencias de roles masculinos y femeninos, que reproduce el androcentrismo como tradición dominante del saber masculino dominante. 16 Parsons incorpora al análisis nuevas definiciones en el modelo diferenciador de la familia: el rol instrumental masculino y el rol expresivo mujer; categorías que sintetizan los limites espaciales de interacción de cada sexo: el hombre determinado para lo público y la mujer para lo doméstico. Por lo tanto, la tesis sobre el matrimonio como base de la familia significa que las relaciones de parentesco, más allá de la familia nuclear, se sostienen entre diferentes familias que tienen en común el ser sociedades conyugales. La familia moderna para Parsons tiene tres funciones fundamentales: la procreación, la socialización del niño, y la estabilización emocional del adulto. Como se puede apreciar el conjunto de transformaciones que ha experimentado la familia en el mundo constituye una de las manifestaciones más importantes del cambio social contemporáneo. En pocas décadas, el modelo de familia difundido bajo el rótulo de familia nuclear, fue cediendo espacio a una creciente diversidad de formas y estilos de vida familiares. A consecuencia de los cambios ocurridos en la formación y disolución de las familias y en la inserción laboral de las mujeres, las bases del modelo “Parsoniano” fueron seriamente cuestionadas, tornando inviable la existencia de un modelo único de familia. Al lado de la familia nuclear “tradicional”, comenzaron a cobrar relevancia numérica y social, las familias monoparentales y las familias “reconstituidas o ensambladas”. Paralelamente la creciente desinstitucionalización de la familia implicó que los vínculos familiares le ganaran terreno a los lazos legales. Estas transformaciones se iniciaron en Europa y Estados Unidos a mediados de la década del sesenta e inicios de los años setenta, extendiéndose a la gran mayoría de los países occidentales en los últimos años del siglo XX. Varios países europeos, Estados Unidos, Canadá y Australia cuentan con información de esta índole, lo que les ha permitido no sólo trazar un panorama de los cambios generacionales en lo relativo a los comportamientos familiares, sino también presentar un cuadro cada vez más complejo de las causas del cambio familiar y de sus repercusiones a nivel individual y social. 17 Y mientras que en los países industrializados los cambios en la familia han sido extensamente estudiados, en América Latina, con contadas excepciones, la mayoría de los estudios orientados a cuantificar y estudiar las nuevas formas de familia, deben restringirse al análisis de los datos proporcionados por los censos, encuestas de hogares y estadísticas vitales, cuyas limitaciones se hacen cada vez más evidentes a medida que los comportamientos familiares tienden a diversificarse. En México de acuerdo con el INEGI (2012a) los cambios demográficos, económicos, sociales y culturales ocurridos durante las últimas décadas, han influido en la evolución y composición de las familias, lo que invita a reflexionar sobre su situación actual, es decir, sobre la nueva familia mexicana a la que cualquier campo de estudio se enfrenta. Los datos indican que en el México delsiglo XXI (Espinosa, 2009; INEGI, 2012b), la mayor parte de los hogares continúan siendo familiares 90.5% y 97.3% de la población residente del país forma parte de ellos. La proporción de los hogares no familiares es de 9.3% y la conforman los hogares unipersonales o grupos de personas que no tienen parentesco con el jefe del hogar (hogares corresidentes). Por su parte, los hogares familiares encuentran su fundamento en las relaciones de parentesco que existen entre sus miembros; hay casos donde el jefe convive sólo con sus hijos (hogar monoparental) o bien convive con sus hijos y su cónyuge (biparental); en conjunto, a estos hogares se les denomina nucleares y representan el 70.9% del total. Aun ante la creciente dificultad económica de iniciar o mantener constituida una familia, se observa un aumento paulatino en el número de hogares con estructura extensa (hogares ampliados y compuestos); de acuerdo con datos de la muestra censal de INEGI (2012b), en 62.7% de los hogares extensos convive con la nuera, el yerno o los nietos del jefe del hogar, sin importar la convivencia con otros parientes. No obstante, las relaciones familiares mexicanas se han visto notoriamente afectadas por una serie de cambios debido, entre otros elementos, al incremento en el índice de divorcios y la proliferación de familias reconstruidas, el incremento 18 de relaciones extramaritales y la cohabitación, así como por el aumento del nivel educativo de las personas y las uniones en los distintos tipos de familias. Como lo mencionan García, Rivera, Reyes y Díaz (2006), “En estos cambios de la estructura familiar intervienen los patrones de relación, entre los que sobresalen la coalición de intereses entre amor, familia y libertad personal, resaltando la lucha de hombres y mujeres por la compatibilidad entre trabajo y familia, amor y matrimonio, lo que conlleva a la pérdida de las identidades sociales tradicionales donde surgen las contradicciones de los roles de género: quién cuida los hijos, quién lava los platos o asea la casa: lo que antes se hacía sin preguntar, ahora hay que hablarlo, razonarlo, negociarlo y acordarlo”. En consecuencia, varias investigaciones han demostrado cómo el hacinamiento de las nuevas familias es motivo de tensiones y agresividad mutua (Vostam y Tischler, 2001; citados en Murueta, 2009), junto con la relativa desatención de los padres, ensimismados en su trabajo y sus preocupaciones económicas, el encierro en los pequeños departamentos y la sobre estimulación electrónica que contribuyen a que muchos niños sin alteraciones neurológicas estén siendo considerados como niños hiperactivos con Trastorno por Déficit de Atención (TDAH) o bien deprimidos. Sin embargo, a pesar de tener evidencia de la influencia de la estructura sobre el funcionamiento familiar mexicano, existe poca investigación que aborde esta problemática diferenciándola por el ciclo vital de la familia lo cual ayudaría al desarrollo de estrategias de intervención terapéuticas adecuadas, pero también, a la creación de programas de prevención sobre dinámicas familiares disfuncionales. A lo anterior también se le suman los cambios que la escuela como institución ha sufrido en los últimos años. De ser un espacio de enseñanza mínimo, llegando hasta la juventud. Ahora su función de enseñanza deja de ser tan intensa y apreciada, para centrarse en educar, pues la familia ha delegado a las instituciones escolares la educación de sus hijos y la adjudicación de normas y rutinas de trabajo. Lo cual antepone un escenario donde las dos instituciones han 19 tomado caminos distintos y creados puntos de cuestionamiento sobre el deber ser de cada una, atenuando conflictos entre ambas. Cierto es que escuela y familia necesitan, coordinarse, aliarse y aceptarse con todos los cambios que cada una ha sufrido pues la ausencia de cooperación influirá en que los resultados que se logren obtener por separado sean pobres y nulos. Los principales obstáculos que se encuentran entre escuela y familia para mejorar su relación son la falta de interés tanto de profesores como de los padres, mayor la de estos últimos, incomprensión mutua. Sin embargo aun con un panorama poco alentador algunos autores plantean que informar sobre el funcionamiento de los centros, sensibilizar acerca de la participación por parte de los padres y crear ambientes conjuntos de participación en la escuela son algunas de las medidas que se deben tomar en cuenta para mejorar su relación, pues no se trata de buscar culpables o saber quién hizo mal antes; hay que centrarse en el ahora, para buscar la mejora en la participación de todos los agentes educativos. La escuela pública mexicana enfrenta retos que la llevan a asumirse como promotora del cambio y la transformación social, reorientando su misión de cara a las nuevas demandas de la sociedad a la que se debe. Transformar la gestión de la escuela para mejorar la calidad de la educación básica tiene varios significados e implicaciones; se trata de un proceso de cambio a largo plazo, que tiene como núcleo el conjunto de prácticas de los actores escolares (directivos, docentes, alumnos, padres de familia, supervisores, asesores y personal de apoyo) y conlleva a crear y consolidar formas de hacer distintas, que permitan mejorar la eficacia y la eficiencia, lograr la equidad, la pertinencia y la relevancia de la acción educativa. 20 2.2 Gestión en las escuelas La gestión educativa como disciplina es relativamente joven; su evolución data de la década de los setenta en el Reino Unido y de los ochenta en América Latina. Desde entonces han surgido y se han desarrollado diversos modelos que representan formas de concebir la acción humana, los procesos sociales y el papel de los sujetos en el interior de éstos. La mayor parte de los países de América latina han comenzado profundos e integrales procesos de transformación de sus sistemas educativos. Estos procesos tienen algunos aspectos en común. Uno de ellos se refiere al contexto. En todos los casos, ocurren en escenarios rápidamente cambiantes, afectados por la emergencia de la sociedad de la información y del conocimiento, la articulación a la economía mundial y la reapertura de la oportunidad de desarrollo democrático. Una de las razones que induce los procesos de transformación es la toma de conciencia de las características del cambio de escenario y de la potencialidad de la educación como factor de crecimiento económico, oportunidad de construcción de mayor equidad social y consolidación de la democracia (CEPAL-UNESCO, 1992). Como punto de partida es importante enunciar el concepto de gestión educativa y establecer algunas diferencias que suelen hacerse entre gestión y administración. Aunque para la teoría de la administración, desde la década de los años sesenta, el concepto de gestión ha estado asociado con el término de gerencia y en especial, sobre el cómo gerencia organizaciones, empresas productivas y de servicios, no ha sido así para las instituciones del sector educativo. Para algunos estudiosos como Carlos Alberto Botero Chica. (30 de febrero 2015). cinco tendencias de la gestión educativa. politécnica, 3, 30. La gestión se concibe como el conjunto de servicios que prestan las personas dentro de las organizaciones. 21 La gestión educativa estratégica por su parte es vista como un conjunto de procesos teórico prácticos integrados horizontal y verticalmente dentro del sistema educativo, para cumplir los mandatos sociales. Es un saber de síntesis capaz de ligar conocimiento y acción, ética y eficacia, política y administración en procesos que tienden al mejoramiento continuo de las prácticas educativas; a la exploración y explotación de todas las posibilidades; y a la innovación permanente como proceso sistemático. El Programa Escuelasde Calidad PEC es la iniciativa educativa que mayor énfasis ha puesto en la creación de una gestión escolar estratégica centrada en la escuela cuyos objetivos son promover mejoras en el desempeño escolar, la capacitación y la evaluación. Por gestión estratégica se entiende desarrollar procesos de planeación a partir de un diagnóstico que la comunidad escolar realiza. El PEC estableció estándares de desempeño que espera que cumplan las escuelas; éstos colocan en el centro de la gestión escolar al logro educativo y señalan que el principal responsable de la gestión escolar es el CEPS. El principal reto para las escuelas es evitar que la planeación estratégica como instrumento sólo sea utilizada de manera funcional, es decir, como un requisito administrativo que debe cumplirse, pero que no lleva a un real proceso participativo de la comunidad escolar para identificar sus fortalezas y debilidades. Una limitante para el PEC es que los proyectos escolares desarrollados bajo el programa sólo corresponden a una pequeña parte de la gestión de una escuela. Existen actualmente programas piloto donde se otorgan facultades a las escuelas para manejar sus propios recursos, aunque cabe advertir que la contratación de maestros es todavía un proceso central a cargo de la autoridad educativa federal y el sindicato nacional de maestros. La evaluación del desempeño de los maestros es un proceso que forma parte de un programa de promociones fuertemente dominado por el sindicato de maestros (Santizo, 2002). 22 Uno de los problemas mayores de las escuelas para lograr la planeación estratégica es la construcción de una visión compartida. Este tipo de visión permite enfocar los esfuerzos de la comunidad escolar. Un síntoma de la ausencia de esta visión compartida es que los actores coloquen en primer plano su propia visión de los problemas. En la evaluación externa del PEC en 2015 se obtuvo, con base en grupos de enfoque, una aproximación de la visión que prevalece en algunas escuelas. Para los docentes, los problemas más sobresalientes fueron familiares y sociales. Ellos señalaron que la falta de atención de los padres de familia hacia la educación de los niños se debía al trabajo de los padres, o bien la desintegración familiar que causa que los niños sean atendidos por familiares cercanos. También se señalaron como problemas la marginación y pobreza, el analfabetismo de los padres de familia, la migración de los alumnos y la delincuencia en las comunidades. Los ejercicios de planeación estratégica que realizan las escuelas del PEC enfrentan el problema de la falta de experiencia de la comunidad para realizar ejercicios colectivos de diagnóstico de la situación de la escuela. Una gran parte de la planeación se queda en generalidades y fallan en enfocar los principales problemas de las escuelas. En un estudio sobre el PEC, Ávila y Rangel (2005) reportaron la existencia de una disminución en la participación social en las escuelas conforme se alejan de la etapa de diseño y ejecución inicial de un proyecto escolar hacia su implementación y evaluación. Esto es contrario a lo esperado en un proceso planeación estratégica cuyo avance debería incentivar un mayor involucramiento de la comunidad escolar. En esos casos se refleja que la planeación se está realizando como un requisito meramente formal. Esto es sólo una parte del problema. La planeación estratégica debería provenir de un ejercicio de colaboración de la comunidad escolar. Esta planeación debería 23 considerar mecanismos para retroalimentarse con la información que tiene cada padre de familia sobre la situación de sus hijos y su aprovechamiento escolar. De igual manera, los maestros conocen los resultados en el aprovechamiento escolar que obtienen sus grupos como resultado de las acciones derivadas de la planeación. Es decir, los padres de familia y maestros conocen en tiempo real el resultado que se va obteniendo con la planeación. Para aprovechar ese conocimiento es necesario contar con mecanismos que permitan canalizar, recabar y procesar información que ayude a realizar ajustes en la planeación escolar. Como señala Arellano (2004) La planeación es una técnica que no puede reemplazar al pensamiento estratégico. Él señala que la estrategia es una forma de pensamiento complejo, es “pensamiento contextual dirigido al otro, con la capacidad de interpretar la realidad, su pasado y su futuro”. Para crear esta forma de pensamiento se deben considerar a mayor profundidad los factores que deben estar presentes en la organización de las escuelas. Para ello es necesario considerar las aportaciones que proporcionan algunos enfoques teóricos de la administración, del capital social y la ciencia política en donde se tratan aspectos como el aprendizaje de las organizaciones, la creación de relaciones de confianza y reciprocidad, así como el establecimiento de reglas formales e informales. 2.3 La Participación Social en la Gestión de la Educación El director de la escuela es la autoridad máxima, pero se puede auxiliar de dos cuerpos colegiados que le toca presidir: Los Consejos Técnicos (CT) donde participan todos los maestros y los Consejos Escolares De Participación Social (CEPS) que integran padres de familia, maestros, ex alumnos y miembro de la comunidad. 24 Las normas asignan al director facultades para definir metas, estrategias y políticas de operación de la escuela, atender problemas pedagógicos y aprobar el plan de trabajo elaborado por los maestros. Los CT reúnen a los maestros una vez al mes para dialogar sobre problemas pedagógicos que se presentan en el salón de clase, pero es costumbre que ahí se traten todo tipo de problemas de la escuela, como las festividades cívicas o las actividades para recaudar fondos. En las escuelas se crean también Asociaciones de Padres de Familia (APF) cuyo principal apoyo es recaudar recursos. El enlace de las escuelas con la autoridad educativa se realiza a través de la supervisión escolar. Los supervisores se auxilian de asesores técnico pedagógicos ATPs cuyas funciones son definidas por su propio nombre, pero en la práctica tanto el supervisor como los ATPs se ocupan en tareas administrativas o de papeleo. En la mayor parte de las escuelas los enlaces son el principal contacto con su entorno, es decir, hay poca o nula vinculación de las escuelas con sus comunidades, excepto en las comunidades rurales en donde por tradición las autoridades locales tienen una mayor participación en la vida de la colectividad; por ejemplo, en las comunidades indígenas donde la autoridad legal convive con autoridades tradicionales. En estas comunidades existen varios proyectos educativos de educación intercultural donde participan educadores e investigadores de universidades y diversas organizaciones civiles y académicas (SEP-CGEII, 2004). Los maestros utilizan los programas de actualización y capacitación como un medio para su promoción en el programa de carrera magisterial, pero la capacitación pocas veces está asociada a las necesidades detectadas en un diagnóstico de la situación de la escuela. La capacitación se toma por una decisión individual del maestro, pero no como parte de una decisión compartida por la comunidad escolar. 25 Existen diversos proyectos educativos desarrollados por organizaciones civiles donde participan maestros, académicos y promotores, donde se desarrollan y proveen formas novedosas de capacitación. Ornelas (2005) presenta prácticas exitosas en América Latina donde se exponen formas de colaboración de empresas y organizaciones civiles con las escuelas para proveer equipos de cómputo o para capacitar directores en tareas de gestión y planeación. Santizo (2006) analiza diversos proyectos educativos desarrollados en México, apoyados por la Fundación Ford, tanto para la capacitaciónde maestros en prácticas pedagógicas, como para la creación de currículos interculturales para proveer educación en comunidades indígenas. En Zorrilla (2005) se describen los procesos de desarrollo de diversos proyectos educativos donde colaboran diversos actores. En la SEP-CGEII (2004) y Santizo (2006) se describen propuestas educativas para comunidades indígenas creadas en diversas partes del país que incluyen la creación de currículos que combinan la enseñanza bilingüe, la impartición de cursos de historia, de cultura de la comunidad y cursos de historia nacional. En estos casos, el sistema educativo se vuelve flexible para adaptar la educación a las necesidades de la comunidad donde se ubican las escuelas. La vinculación de las escuelas con su entorno también involucra la vinculación y comunicación entre las propias escuelas del sistema educativo. Este tipo de vinculación es casi nulo en México con lo cual se desperdician oportunidades para transmitir experiencias creadas por las propias escuelas. Una mayor vinculación horizontal entre escuelas puede transformar las estructuras verticales que prevalecen en el sector educativo en México. 26 2.4 La importancia del liderazgo educativo y la gestión estratégica Confianza y reciprocidad son un estado de las relaciones de los actores en una organización y son necesarias para construir una relación de colaboración. La confianza es un tipo de información que las personas tienen unas respecto de otras. Lascaux (2008) señala que la confianza es una regla de decisión que sintetiza la información disponible que un actor tiene de otros actores, así como del contexto. Por ello, cuando existe una interacción repetida o cotidiana, entre los miembros de una comunidad, la conducta es una fuente de información. En las escuelas, una de las piezas que cimientan la confianza es la información que se transmite a las comunidades escolares. Estas necesitan tomar decisiones informadas con base en el resultado de sus actividades, el diagnóstico de la situación de las escuelas en aspectos de infraestructura, desempeño escolar en las diversas materias, avances de los programas anuales de los diversos maestros, entre otros. Las escuelas públicas, como la mayoría de las organizaciones, están estructuradas como jerarquías donde se definen cargos, funciones y responsabilidades. La diferencia entre las organizaciones deriva del estilo para tomar decisiones. La organización jerárquica tiene como propósito el control de las actividades en un ambiente estable (Osborne y Gaebler, 1993). Por el contrario, en situaciones cambiantes, las organizaciones deben adaptarse a su entorno y funcionar de manera flexible; en este caso se comparte la toma decisiones. Las escuelas públicas con sus consejos técnicos y CEPS se pueden acercar más al estilo horizontal de tomar decisiones, pero no es una garantía. Lo que sí se puede afirmar es que las escuelas requieren estructuras horizontales para tomar decisiones ya que cada escuela y sus grupos enfrentan situaciones diferentes que para ser resueltas dependen de la creatividad del docente. Incluso cada niño requiere una atención individual la cual sólo se puede proporcionar mediante la ayuda de los padres de familia. Por ello, la enseñanza difícilmente puede ser 27 enfrentada con reglas rígidas y estructuras jerárquicas, aunque este estilo jerárquico para tomar decisiones sea una práctica extendida en las escuelas. El funcionamiento tradicional de una escuela se basa en el liderazgo del director apoyado por el CT para asuntos pedagógicos, y por la Asociación de Padres de Familia APF para obtener apoyo de los padres en la realización de diversas actividades. La implementación del modelo de gestión estratégica busca cambiar esa forma de funcionamiento de la escuela, por otra donde se requiere que las decisiones sean compartidas por la comunidad escolar. Compartir decisiones entre el director, maestros y padres de familia, así como con otros actores, implica cambios en la escuela, para lo cual hay que responder a dos preguntas: ¿Cómo se coordinan el director, maestros y padres de familia? y ¿Qué tipo de decisiones se comparten? La normatividad en México señala que un CEPS es un organismo presidido por el director. En sus funciones de autoridad el director puede coordinar y orientar las acciones del consejo técnico e integrar a los padres de familia a través de la asociación de padres. De esta manera, los CEPS se convierten en un espacio donde la comunidad escolar puede participar en la toma de decisiones en todos los ámbitos de la gestión escolar. Una condición para promover la participación colaborativa de la comunidad escolar es que las decisiones se tomen por consenso. Esto no implica invadir áreas de decisión. Por ejemplo, el liderazgo en lo pedagógico curricular de manera natural le corresponde atenderlo al Consejo Técnico, pero los padres de familia pueden opinar e intervenir en las decisiones de planeación consideradas por el CEPS. Por ello, hay que definir los espacios de decisión y colaboración en los ámbitos de la gestión escolar. Así, en la gestión directiva es en donde se definen planes y estrategias de la escuela, en la gestión pedagógica se tratan los problemas de enseñanza-aprendizaje, en la gestión administrativa se definen el uso y asignación de recursos materiales y humanos y en la gestión de las 28 relaciones con la comunidad y el entorno educativo se define la amplitud de la red de relaciones (López, 2006). En cada uno de esos ámbitos es necesario establecer responsabilidades y áreas de colaboración para los diferentes miembros. No se habla necesariamente de escribir manuales de organización sino de crear prácticas que designen responsabilidades pero que sean abiertas a las opiniones, comentarios o evaluaciones de los demás. Cabe advertir que las áreas de participación de los padres de familia cubren desde la colaboración con los maestros, para dar seguimiento individual al aprendizaje de los niños, hasta la participación en cuerpos colegiados y comisiones de trabajo de la escuela. De igual manera, es necesario establecer cuáles son los espacios de la escuela y de la familia, no para fijar una frontera sino establecer formas de interacción y colaboración que ayuden a resolver solicitudes. La clara delimitación de papeles, funciones, responsabilidades y corresponsabilidades es una de las condiciones para crear un liderazgo efectivo (Pont, Nusche y Moorman, 2009). Para crear colaboración en los ámbitos de la gestión escolar se requiere que los CEPS, y toda la comunidad escolar, transiten por un proceso de aprendizaje organizacional para cumplir con las funciones que tienen asignadas, proceso que solo puede ocurrir en la práctica cotidiana. La gestión estratégica supone ejercicios de evaluación colectiva sobre la situación escolar, actual y futura, un análisis de las causas y factores que afectan los resultados, así como la selección de alternativas y de instrumentos que puedan modificar la situación en el corto y largo plazo. Estos ejercicios de pensamiento contextual son tareas que de manera natural deben asumir los liderazgos escolares. La conducción de esfuerzos colectivos no se podría entender sin una orientación y dirección estratégica. La noción de corresponsabilidad introduce un elemento delicado en las relaciones políticas en las escuelas. Los padres de familia, junto con los organismos intermedios donde participan, deben estar sujetos a una rendición de cuentas. Es 29 importante que los liderazgos consideren una rendición de cuentas hacia la comunidad escolar y local. En un estudio de la ejecución del PEC realizado por Santizo y Cabrero (2004) se observó que con activar un poco la participación social aumentaba la rendición de cuentas y la transparencia. Ello se debía a que lasactividades en los CEPS descansaban en pocos miembros, pero muy activos, los cuales se encargaban de informar al resto de los padres de familia de las tareas realizadas a fin de motivar una mayor participación. Entonces queda claro que el liderazgo escolar juega un papel clave para la creación de nuevas prácticas de gestión escolar. Este liderazgo incluye el del director, pero también incluye los liderazgos compartidos en los cuerpos colegiados como son el consejo técnico y los CEPS. La capacidad para impulsar el cambio, para convencer de tomar rumbos o direcciones determinadas, indican la existencia de poder entendido como la capacidad para obtener lo que uno desea o bien ayudar a otros obtener lo que ellos desean (March y Weil, 2000). La OCDE (2009b) analiza los estilos de liderazgo que se requiere fomentar en las escuelas. Contrapone el liderazgo por acompañamiento con el liderazgo administrativo. El primero pone atención a la administración por objetivos con base en la asesoría y el acompañamiento. En el segundo predomina el objetivo de rendir cuentas y cumplir reglas y procedimientos. Sin embargo, los índices de liderazgo por acompañamiento y liderazgo administrativo de México muestran resultados por arriba del promedio de los países analizados en el estudio TALIS 2013 de la OCDE. En este se anota que la convivencia de ambos estilos puede indicar una etapa de evolución de un estilo de liderazgo hacia otro. En el caso de México la transición sería de un estilo administrativo, donde predomina el cumplimiento de procedimientos, hacia otro donde se otorga mayor importancia a los objetivos, el acompañamiento y la supervisión. 30 2.5 Gobernanza del Sistema Educativo: Implicaciones Del Nuevo Modelo Educativo 2016 Como resultado de la descentralización de la educación en la década de los años noventa, de la Reforma Educativa, y de los propios cambios estructurales de la sociedad, el sistema educativo ha quedado conformado por una pluralidad de actores con distintas responsabilidades. Debido a ello, la transformación de la educación requiere mecanismos de cooperación y colaboración. El nuevo esquema que coloca la escuela al centro del sistema educativo no solo supone un cambio en la gestión y en la pedagogía, sino que implica una transformación cultural de la mayor relevancia, en la cual se subordina todo ejercicio de la autoridad al aprendizaje de los estudiantes. Una apuesta del nuevo modelo es el involucramiento de las madres y los padres de familia como factor que incide altamente en el desempeño académico y el desarrollo de los estudiantes, tanto en la educación básica como en la media superior. Al poner a la escuela al centro del sistema educativo y dotar a los planteles de una mayor autonomía de gestión, se busca un involucramiento más activo los padres de familia y se favorece el buen funcionamiento de las comunidades escolares de las que forman parte. De ahí que el Artículo 10° de la Ley General de Educación (DOF 11/09/2013) se reformó para reconocer a los padres de familia como agentes del sistema educativo, y promover su participación de manera más activa, organizada y corresponsable, donde las familias de los estudiantes juegan un papel importante en la gestión escolar, al participar en la toma de decisiones y cumplir una función de contraloría social, ya que pueden incidir en cómo se usan los recursos que reciben los planteles, así sea para invertir en infraestructura física, adquirir materiales educativos, o desarrollar las capacidades de la comunidad escolar. 31 Es por ello que los Consejos Escolares de Participación Social tienen un papel importante en el apoyo que puedan otorgar a los Consejos Técnicos Escolares, así como al apoyo a la gestión directiva para realizar la planeación académica y diseñar la Ruta de Mejora de cada una de las escuelas. Al día de hoy el Consejo Nacional de Participación Social en la Educación (CONAPASE), es un espacio de deliberación que congrega autoridades educativas, padres de familia y representantes de la sociedad civil, para hacer un llamado a que éstos se involucren de manera más activa, organizada y corresponsable. El CONAPASE encabeza los Consejos Escolares de Participación Social (CEPS) que promueven y encauzan la participación de la sociedad en cada plantel. A la fecha se han instalado más de 178 mil CEPS y se busca seguir ampliando esa red de órganos colegiados. Los CEPS tienen dentro del nuevo modelo educativo un importante papel en la gestión escolar, pues participan en la toma de decisiones y cumplen una función de contraloría social. A través de los consejos, los padres de familia tienen incidencia en cómo se usan los recursos que reciben los planteles a través de programas como el de la Reforma Educativa o el de Escuelas de Tiempo Completo. Los padres deben contribuir a la transparencia y a la rendición de cuentas exigiendo que los recursos se ejerzan en tiempo y forma. Esto es particularmente relevante en la implementación del Programa Escuelas al CIEN, pues se han invertido cerca de 50 mil millones de pesos para rehabilitar alrededor de 33 mil escuelas en todo el país. Actualmente los CEPS tienen un papel importante que jugar como complemento a los Consejos Técnicos Escolares. Si bien compete a éstos, es decir al director y a los maestros de cada escuela, realizar la planeación académica y diseñar la ruta de mejora, existe espacio para que los padres de familia apoyen en el seguimiento de la misma para garantizar su cumplimiento. Esto puede implicar desde exigir 32 que se cumpla la normalidad mínima hasta apoyar en actividades extracurriculares que promuevan la lectura, la convivencia sana, el cuidado del medio ambiente o una alimentación saludable. 2.6 Programa Escuelas Al CIEN Como parte de la Reforma Educativa, y en el marco del 3er. Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto anunció diez medidas a desarrollar durante la segunda mitad de su sexenio, entre ellas se contemplaba la mejora de las instalaciones de las escuelas públicas del país. Para dar cumplimiento a esta prioridad el 19 de octubre de 2015 se firmó un Convenio de Coordinación y Colaboración para la potencialización de los Recursos del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) con los Gobernadores de las 32 Entidades Federativas. Y se implementa el Programa que otorga a las escuelas Certificados de Infraestructura Educativa Nacional (CIEN) que busca garantizar que los planteles educativos sean de la calidad. Con información recabada por el Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos de Educación Básica y Especial (CEMABE) 2013, así como por el Diagnóstico Nacional de la Infraestructura Física Educativa elaborado por el INIFED, se realizó una selección de planteles educativos de nivel básico detectando aquellos con las mayores necesidades de infraestructura para ser beneficiados con el Programa Escuelas al CIEN. El Programa Escuelas al CIEN busca elevar la calidad en los planteles educativos de la República Mexicana, apoyándose en lo establecido en la Constitución (Artículo 3º), Leyes Estatales y la Ley Federal de Educación, Planes y Programas, se concentra en las reparaciones de planteles de educación básica a través de atender ocho componentes priorizados y secuenciados que permitan que la 33 comunidad escolar cuente con instalaciones dignas y pertinentes para la impartición de la educación, teniendo el siguiente orden de prioridad: Tabla1. Prioridades y acciones. Programa escuelas al CIEN Prioridad Acciones 1. Seguridad Estructural y condiciones generales de funcionamiento. Atención a daños en muros, pisos, techos, ventanas, pintura, impermeabilización, escaleras, barandales, instalación eléctrica y barda o cerco perimetral. 2. Servicios Sanitarios. Rehabilitación de instalaciones hidráulicasy sanitarias, mejoramiento de muebles sanitarios. 3. Mobiliario y equipo. Proveer de pupitres, mesas, pizarrón, estantería, escritorio, silla y armario para maestro. 4. Sistema de bebederos Instalación y mantenimiento de sistemas de bebederos con agua potable para el consumo humano. 5. Accesibilidad Dotar de las condiciones pertinentes para asegurar la inclusión de personas con discapacidad a las instalaciones educativas al menos en servicios sanitarios y sistema de bebederos. 34 6. Áreas de servicios administrativos Desarrollo de mejores espacios para maestros y personal directivo y administrativo. 7. Infraestructura para la conectividad Construcción y/o rehabilitación del aula de medios y/o servicios administrativos (techos y muros firmes). Esto se atiende mediante el componente 1. Así como protectores para ventanas. 8. Espacios de Usos Múltiples. Infraestructura de arco techo o techumbre para un mejor desarrollo de actividades cívicas y deportivas. Asimismo, instalar comedores para escuelas de tiempo completo. Fuente: www.inified.gob.mx La aplicación de los recursos está a cargo de los Institutos de la Infraestructura Física Educativa de cada una de las Entidades Federativas y para la Ciudad de México estará a cargo del INIFED. El INIFED es la autoridad vigilante, en conjunto con los Comités de Mejoramiento de la Infraestructura Educativa, de que las obras se realicen y entreguen en tiempo y forma. Las Entidades Federativas realizarán la contratación de las obras correspondientes con la vigilancia del INIFED. Una vez mejoradas las instalaciones escolares, estás deben mantenerse en óptimas condiciones, y es en este punto donde toda la comunidad educativa se vuelve participe en el cuidado de los edificios, instalaciones, áreas exteriores, http://www.inified.gob.mx/ 35 equipo y mobiliario, a través de llevar a cabo acciones de mantenimiento preventivo y reparaciones menores. Las escuelas que cuentan con este programa deben integrar un comité de Mejoramiento de la Infraestructura, conformado por padres y madres de familia, en conjunto con los directores del plantel, y de toda la comunidad escolar. El comité, tiene una función clara y precisa, con un responsable que coordina las actividades, ya que éstas deben ser permanentes. La actividad de la comisión está enfocada al mantenimiento preventivo, correctivo y reparaciones menores. Finalmente, se les da seguimiento a las obras mediante el portal de Transparencia del Programa Escuelas al Cien “Buscador de Datos Abiertos” A continuación, se presentan algunos datos respecto a los totales instruidos otorgados a las entidades por el programa, mismos que son actualizados constantemente y pueden ser consultados por los beneficiados y ciudadanos en general. Grafica1. Total, Instruido a pago a las Entidades Federativas Programa " Escuelas al CIEN" Al 15/05/2018 Fuente: http://www.inifed.gob.mx/escuelasalcien 36 Tabla 2.Total, Instruido a pago a las Entidades Federativas Programa " Escuelas al CIEN" Al 15/05/2018 Fuente: http://www.inifed.gob.mx/escuelasalcien http://www.inifed.gob.mx/escuelasalcien 37 CAPÍTULO 3. MARCO DE REFERENCIA 3.1 ¿Qué son los Consejos escolares de Participación Social? Los Consejos Escolares de Participación Social(CEPS) son órganos de consulta, colaboración, apoyo gestoría e información que impulsan la colaboración de las comunidades en las tareas educativas con la responsabilidad de los padres de familia y sus asociaciones, maestros y representantes de su organización sindical, directivos de la escuela y miembros de la comunidad interesados en su desarrollo. Su objetivo es diseñar una visión común y compartida que oriente el trabajo en equipo, la toma de decisiones, el seguimiento, la gestión, la planeación y el reparto de tareas; todo ello orientado a dar soluciones a las necesidades de la escuela. La puesta en marcha de una estructura nacional de participación social en la educación, dio inicio en 1992 cuando se publicó en el acuerdo nacional para la modernización de la educación básica, documento que explicitó la idea de que es fundamental para el mejoramiento de la calidad, equidad y pertinencia de la educación. Esta idea tomo forma paulatinamente con la ley general de educación de 1993, así como con los acuerdos 260,280 y 535. Mediante el acuerdo 535, publicado en el diario oficial el 8 de junio de 2010, se emitieron los lineamientos generales para la operación de los consejos escolares de participación social. Mismos que fueron derogados y sustituidos por el acuerdo 716 en el que se establecen los lineamientos para la constitución, organización y funcionamiento de los consejos de participación social en la educación expedido el 4 de marzo de 2014 por el Secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor. Que con base al Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 en cuya Meta Nacional "México con Educación de Calidad" establece en su Enfoque Transversal, 38 Estrategia II "Gobierno Cercano y Moderno", las acciones relativas a actualizar el marco normativo general que rige la vida de las escuelas de educación básica, con el fin de que las autoridades educativas estatales dispongan de los parámetros necesarios para regular el quehacer de los planteles, y se establezcan con claridad deberes y derechos de los maestros, los padres de familia y los alumnos, y definan estándares de gestión escolar para mejorar el desempeño de los planteles educativos que contribuyan en el cumplimiento de dichas acciones por lo que resulta imperioso establecer un nuevo marco normativo que contribuya a la simplificación de la actuación de los Consejos de Participación Social en la Educación. 3.1.1 Constitución de los Consejos de Participación Social en la Educación En cada escuela pública de educación básica, la autoridad escolar realiza lo conducente para que se constituya y opere un Consejo Escolar de Participación Social en la Educación, de conformidad con el artículo 69 de la Ley General de la Educación. Con el propósito de fomentar la participación organizada de la sociedad, cada consejo elabora un proyecto de participación social en la educación, en el que se fijan las estrategias, acciones y metas acordes a las necesidades y competencias de cada uno de ellos favoreciendo: Fomento y motivación a la participación social Opiniones y propuestas pedagógicas Atención a necesidades de infraestructura Reconocimiento social a alumnos, maestros, directivos, empleados escolares y padres de familia Desarrollo social, cultural y deportivo Autonomía de gestión escolar 39 Seguimiento a la normalidad mínima y otras condiciones favorables al funcionamiento educativo Desarrollo de la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas. El Consejo Escolar de Participación Social debe estar integrado por padres de familia y representantes de sus asociaciones, maestros y representantes de su organización sindical quienes acudirán como representantes de los intereses laborales de los trabajadores, directivos de la escuela, ex alumnos, así como con los demás miembros de la comunidad interesados en el desarrollo de la propia escuela. Mapa 1. Organización de los CEPS 3.1.2 Obligaciones de los Consejos Escolares de Participación Social Una vez integrado el CEPS de cada escuela, se presentan los ámbitos que deben conocer los miembros del consejo para apoyar y favorecer las condiciones de aprendizaje del centro escolar, mismas que se enuncian a continuación. Consejo Escolar de Participación Social (CEPS) Ex alumnos Miembros de la comunidad Invitados especiales Padres de familia Asociación de Padres de Familia (APF) Maestros Consejo
Compartir