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CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS DEL INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL Unidad Distrito Federal Departamento de Matemática Educativa ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo Tesis que presenta Carolina del Rosario Carrillo García Para obtener el grado de Maestra en Ciencias En la especialidad de Matemática Educativa Director de la Tesis: Dr. Ricardo A. Cantoral Uriza México, Distrito Federal Marzo, 2006 Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el apoyo brindado en estos dos años. Becario No. 180516 Agradezco al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional y, en especial, al Departamento de Matemática Educativa por las facilidades otorgadas en estos dos años y en particular por haberme permitido el uso de sus instalaciones para la elaboración de mi tesis de maestría. Agradecimientos Agradezco al Dr. Ricardo Cantoral por su tiempo y conocimientos, pero en especial por su paciencia, comprensión, tolerancia y la palabra de aliento siempre en el momento oportuno. Agradezco también a mis profesores: la Dra. Asuman Oktaç la Dra. Rosa María Farfán Márquez y el Dr. Francisco Cordero Osorio Porque cada uno tiene más de una cualidad que los hace especiales y sirve de ejemplo a sus alumnos. A Adriana Parra, Leticia Sánchez, Martha Maldonado, Doña Angelina y Don Arturo, por hacer que nuestros trámites y labores en el departamento de Matemática Educativa sean un poco más fáciles y agradables. Asimismo, y como reflejo de una nueva etapa, agradezco al, Dr. Crisólogo Dolores, por haberme facilitado un espacio de tiempo para concluir satisfactoriamente con este trabajo. Agradecimientos A Iván con todo mi amor, por el apoyo incondicional que siempre me ha dado. A toooooda mi familia, porque en esta etapa de ausencia material he valorado lo mucho que significan para mí. A mis sobrinos, Ariel, Raúl y Alan, porque las etapas que me estoy perdiendo de sus vidas se vean compensadas con esos apodos que nos ponen (M. en C. y lo que venga). A mis hijas por todo el apoyo y la compañía que nos han brindado: Lichis, Gabyta, Tere, Darlina y Gemma, de manera especial a la más bonita de ellas (je, je) A mis compañeros y amigos de seminarios, clases extras y el cafecito: Blanquis, Marielo y Vivin, No podían faltar las zacatecanas (ya casi yucas): Lety, Mary y Nancy, A los chamacos: Fidel, Lalo, José y Abraham, A los que nos preceden, por ser ejemplo y consejo: Rocio’s, Liliana, la maestra Lupita, Gabriel, Sugey,… Los amigos de siempre: JC, Lalo’, Chucho, Glen, Jorge’ ÍNDICE PÁG. RESUMEN i INTRODUCCIÓN iii CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES 1 I.1. Problemática 3 I.2. Perspectiva psicológica 5 I.3. Perspectiva educativa 10 I.4. Perspectiva de la matemática educativa 13 Un punto de vista dinámico: el afecto en el funcionamiento de procesos de autosistema. Marja-Liisa Malmivouri 14 Una perspectiva socioconstructivista sobre el estudio del afecto en la matemática educativa. Peter Op’t Eynde 17 Orientaciones emocionales y marcadores somáticos: Implicaciones para la matemática educativa. Laurinda Brown y David Reid 23 CAPÍTULO 2. EL DOMINIO AFECTIVO 27 II.1 Introducción 29 II.2 Desarrollo y evolución de un marco teórico 30 II.2.1. McLeod 30 Dominio Afectivo 33 II.2.2. DeBellis y Goldin 34 Caminos afectivos: Afecto local y global 37 Un modelo tetraédrico 38 Capacidades afectivas y estructuras afectivas 39 Meta-afecto 40 Los sistemas de creencias, el meta-afecto, y los contextos Socioculturales 41 II.2.3. Gómez Chacón 42 ÍNDICE CAPÍTULO 3. ASPECTOS METODOLÓGICOS 49 III.1. Diseño del cuestionario 51 III.1.1. Fennema-Sherman 52 III.1.2. Op’t Eynde y De Corte 54 III.1.3. Gómez Chacón 57 III.2. Participantes 62 III.3. Método o procedimiento 64 CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DE LOS DATOS OBTENIDOS 67 IV.1. Primera aplicación 69 IV.2. Segunda aplicación 75 IV.3. Tercera aplicación 81 IV.4. Análisis general de las tres aplicaciones 86 CAPÍTULO 5. REFLEXIONES FINALES 91 V.1. La Socioepistemología y el Dominio Afectivo 94 V.2. Sugerencias para investigaciones posteriores 103 BIBLIOGRAFÍA 105 ANEXOS 113 Anexo 1. Primer cuestionario. Nivel secundaria 115 Anexo 2. Segundo cuestionario. Nivel licenciatura 123 Anexo 3. Tercer cuestionario. Nivel bachillerato 133 Anexo 4. Respuestas de la primera aplicación. Nivel secundaria 143 Anexo 5. Respuestas de la segunda aplicación. Nivel licenciatura 187 Anexo 6. Respuestas de la tercera aplicación. Nivel bachillerato 213 ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo i RESUMEN La mayoría de las investigaciones en el campo educativo han puesto el énfasis en el análisis del aprendizaje como algo estrictamente cognitivo. Particularmente en el área de las matemáticas al considerarla una ciencia en la que únicamente interviene el esfuerzo intelectual. Ha sido hasta hace relativamente poco tiempo que surge en la investigación el interés hacia un área diferente, de hecho considerada diametralmente opuesta: el afecto. En un principio, esto tal vez se debía a la falta de un marco teórico y una metodología adecuada para “medir” los afectos. En la actualidad, cada vez son más los investigadores que han puesto atención en las cuestiones afectivas, y tanto sus marcos teóricos como sus herramientas para la obtención de datos son cada vez más sólidos y variados. Esta investigación es de carácter fundamentalmente descriptivo - interpretativo y pretende abrir brecha en este campo bajo el enfoque de la Socioepistemología. Pretendemos dar a conocer un panorama general de dichas investigaciones, dando cuenta de diversos marcos teóricos, instrumentos para la toma de datos y metodologías. Intentamos comprender qué es el Dominio Afectivo, cuáles son sus componentes y de qué manera influye en el proceso de aprendizaje. Esto con el fin de robustecer nuestra teoría en la comprensión del fenómeno enseñanza - aprendizaje. Carolina Carrillo García INTRODUCCIÓN Introducción v c|xÇáÉAAA ç á|xÇàÉ? ÄâxzÉ xå|áàÉA En la ciudad de México, en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, existe un grupo de investigación en Matemática Educativa al cual pertenezco. En particular, el Área de Educación Superior ha desarrollado una teoría que ha empezado a tener gran influencia a nivel mundial: la Socioepistemología. La Matemática Educativa1 es una disciplina que atiende los fenómenos que ocurren cuando un saber científico es introducido al ambiente escolar. La Socioepistemología es una teoría que explica dichos fenómenos abordando de manera sistémica las cuatro componentes fundamentales en la construcción 1 El nombre de Matemática Educativa da a nuestra disciplina una ubicación geográfica y conceptual; en el mundo anglosajón, el nombre que le han dado a la práctica social asociada es el de Mathematics Education, mientras que en la Europa continental le han llamado Didáctica de las Matemáticas, Didactique des Mathématiques, Didaktik der Mathematik, por citar algunas de las escuelas más dinámicas. (Cantoral, Farfán, 2003). Usaremos el término Matemática Educativa para referirnos a la disciplina en general. ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo vi del conocimiento: su naturaleza epistemológica, su dimensión sociocultural, los planos de lo cognitivo y los modos de transmisión vía laenseñanza, y cuya tesis principal se puede resumir de la siguiente forma: El conocimiento es construido a través de las prácticas sociales que lo originan. Cabe señalar que éste es un enfoque innovador ya que la mayoría de las teorías dentro de la disciplina se enfocan en los conceptos más que en las prácticas. No mirar los conceptos y sus diferentes estructuraciones conceptuales en forma aislada, sino tratar con las prácticas que producen o favorecen la necesidad de tales conceptos. Del concepto a las prácticas, el nuevo reto. (Cantoral y Farfán, 2003). Actualmente, además de los temas curriculares, materiales educativos, entre otros, la Socioepistemología se preocupa por temas tales como: …se busca la mejora de los métodos de enseñanza, los problemas que se enmarcan en torno a la transmisión oral del conocimiento, los procesos cognitivos, la motivación y creación de actitudes positivas. (Cantoral y Farfán, 2003). Dicha preocupación ha estado presente en diversas investigaciones, en ocasiones de manera tácita como podemos apreciar en los siguientes extractos de trabajos enmarcados en la Socioepistemología: El alumno, en su calidad de jugador, no se interesará por un juego del cual ya conozca todos los resultados, ni por uno en el cual no vislumbre ningún resultado posible. La incertidumbre2 ligada a esta 2 El subrayado en estos extractos es nuestro. Introducción vii situación constituye una de las condiciones de la devolución, y el interés en ella provendrá de su dominio y de poder anticipar los resultados de una acción. Esta negociación de las reglas del juego permitirá desarrollar el aprendizaje, y es el contrato didáctico quien la vuelve posible, ya que el aprendizaje es definido como una adaptación a la situación, evidenciándose éste por el hallazgo del alumno de la estrategia óptima, es decir, la menos costosa y la más eficiente; por su control de la situación y la reducción de su incertidumbre. Cabe entonces al profesor lograr que el alumno acepte el riesgo de buscar los medios para construir su conocimiento y a la vez de absorber la angustia que tal riesgo trae aparejado, así como también la producida por los errores y falencias en el camino hacia el saber. (Ferrari, 2001, citando a Brousseau, 1986). En cuanto a los estudiantes consideramos que ellos interpretan, movidos por cierta cláusula del contrato didáctico específico de la noción de exponente, que cuando se les pide establecer una igualdad para el exponente uno, cero y negativo, ésta puede ser interpretada a través del modelo de multiplicación reiterada. A ello se agregan las concepciones que tienen del cero como la representación de la nada y de los enteros negativos no como un objeto sino como un número natural con un símbolo menos asociado. (Martínez, 2006). En otras ocasiones de manera explícita, como podemos apreciar en la siguiente reflexión: ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo viii Uno de los principales problemas se localiza en el nivel metacognitivo de los profesores, es decir, en sus creencias sobre lo que es aprendizaje y su papel como docente: el deseo del profesor es construir una progresión suave sin saltos abruptos, haciendo pequeños escalones, en donde nada es propuesto al estudiante si no ha sido bien preparado, anticipando cualquier posible error… (Farfán, 2006). Podemos notar en las citas cierta inquietud por temas como las emociones experimentadas en una situación didáctica, la influencia de las concepciones de los estudiantes en sus respuestas así como la influencia de las creencias de los profesores en su desempeño docente. Probablemente la investigación que denote de una manera más deliberada un interés hacia temas relacionados con los factores afectivos sea la realizada por Arrieta: El aprendizaje es una actividad humana, donde el hombre interviene en el mundo desplegando sus capacidades, lo que siente, lo que racionaliza y sus sentimientos de forma integral y compleja. […] Consideramos pues, que en las actividades de aprendizaje, como parte de la actividad humana, no sólo lo racional juega un papel fundamental, sino lo sensible y lo sentimental juegan un papel esencial. Consideramos que la actividad humana, plantea una actividad integral de nuestros sentidos, la razón y los sentimientos. (Arrieta, 2003). Introducción ix Sin embargo, a pesar de ser sumamente clara la ideología de este investigador con respecto a los factores afectivos, su investigación no se centra en el estudio de los mismos. Precisamente, con este trabajo se pretende avanzar hacia este terreno, hasta la fecha inexplorado desde el marco teórico de la Socioepistemología: el dominio afectivo. En Matemática Educativa, los trabajos de investigación sobre temas afines con el dominio afectivo, tales como las actitudes, datan desde años anteriores a los 70’s, aunque es en esta década cuando emergen con mayor fuerza. Existe una preocupación por la actitud que desarrollan los alumnos hacia el estudio de la matemática, la cual se reflejó en la cantidad de investigaciones realizadas en la época de 1970 - 1975. (Nolasco, 1988). Al principio, estas investigaciones carecían de bases teóricas, y a su vez de una metodología adecuada. Tal vez por ello se negaba la importancia de estos estudios sin importar los resultados obtenidos. A pesar de estas reacciones bastante intensas de los estudiantes, los que desarrollan los currículos generalmente han negado las cuestiones afectivas en la resolución de problemas. La mayoría de los materiales de instrucción sobre la resolución de problemas no tratan con el afecto en manera sustantiva alguna. (McLeod, 1985). En la actualidad, cada vez son más los investigadores, y de más escuelas, que han puesto atención en las cuestiones afectivas en muy diversas formas: dominio afectivo (DeBellis y Goldin, 1999; Goldin, 2000; Gómez, 1998, 2003; ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo x Hannula, 2004; Malmivouri, 2001; McLeod, 1985, 1987b), actitudes (Damasio, 2001; Gómez, 1997; Leder, 1992; McLeod, 1987a; Nolasco, 1988), emociones (Goleman, 1995; Gómez, 2000; Mandler, 1989), creencias (Schoenfeld, 1992; Callejo y Vila, 2003), valores (Bishop, 1999, 2002), motivación (García y Doménech, 1997; Madsen, 1972), y tanto sus marcos teóricos como sus herramientas para la obtención de datos son cada vez más sólidos y variados. Este progreso en la investigación ha repercutido de manera importante en: a) programas de estudios, primordialmente en la formación de profesores e investigadores en el área educativa; b) reuniones de especialistas: los simposios de la Asociación de Motivación y Emoción; Conference of the International Group for the Psychology of Mathematics Education; una sección de los congresos de la European Society for Research in Mathematics Education (CERME); c) revistas y publicaciones: Revista Electrónica de Motivación y Emoción (REME); Students motivation, cognition, and learning; Affect and Mathematical Problem Solving: A New Perspective. Siendo este trabajo de carácter fundamentalmente descriptivo-interpretativo no nos hemos planteado hipótesis inicial alguna, sino que señalamos un objetivo a cubrir por la investigación: Pretendemos dar a conocer un panorama general de dichas investigaciones, dando cuenta de diversos marcos teóricos, instrumentos para la toma de datos y metodologías. Esto con el fin de familiarizarnos con el trabajo existente a la fecha, no sólo en teoría sino también en la práctica. Introducción xi Intentamos comprender qué es el Dominio Afectivo, cuáles son sus componentes y de qué manera influye en el proceso de aprendizaje. Todo esto desde la perspectiva de la Socioepistemología. El presente trabajo consta de cinco capítulosque presentamos a continuación de manera resumida: Capítulo 1. Antecedentes: Siendo éste nuestro primer trabajo en esta dirección consideramos prudente hacer una revisión histórica del tema, considerando la visión psicológica y educativa, para después abordarlo desde la visión de la Matemática Educativa de investigadores de otros países. Capítulo 2. El Dominio Afectivo: Estudiamos de manera detallada el marco teórico de Gómez Chacón con el fin de entender su teoría, la interacción de sus elementos y conocer las herramientas que utiliza para observar los aspectos afectivos en los estudiantes. Capítulo 3. Aspectos Metodológicos: Se presentan algunos de los aspectos metodológicos del presente trabajo, tales como el diseño del cuestionario utilizado, el método de análisis de las respuestas obtenidas y los participantes. Capítulo 4. Análisis de los Datos Obtenidos: En este capítulo se presenta el análisis de las respuestas de los estudiantes, obtenidas mediante el cuestionario. En primera instancia se presentan, de manera independiente, los análisis de las tres aplicaciones para luego presentar un análisis general. Capítulo 5. Reflexiones Finales: En este capítulo haremos, más que una conclusión, un recuento de reflexiones sobre las posibilidades y limitaciones ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo xii de nuestro intento por atender el dominio afectivo desde el marco de la Socioepistemología, así como sugerencias para trabajos posteriores. Incluimos en la sección de ANEXOS los cuestionarios aplicados a los estudiantes y las respuestas obtenidas de dichas aplicaciones. Capítulo I Antecedentes Capítulo 1. Antecedentes 3 I.1. Problemática A pesar de la innegable influencia de los factores afectivos en el desempeño escolar de los estudiantes (McLeod, 1987; Gómez, 2000), las investigaciones en el área educativa han puesto el énfasis en el análisis del aprendizaje como algo estrictamente cognitivo. Particularmente en el área de las matemáticas, al ser considerada una ciencia en la que únicamente interviene el esfuerzo intelectual. La adquisición de los conceptos matemáticos y la enseñanza en general de esta materia se enmarca en las teorías de aprendizaje cognoscitivas. (Nolasco, 1988). Ha pasado relativamente poco tiempo desde que surgió en la investigación el interés hacia un área diferente, de hecho considerada diametralmente ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 4 opuesta: el afecto. En un principio esto tal vez se debía, como sugiere McLeod (1987), a la falta de un marco teórico y una metodología adecuada para “medir” los afectos. Sin embargo, los sustentos teóricos de las investigaciones de este corte presentan una evolución importante. Por ejemplo, Fischbein (1977) definía la intuición como el conocimiento inmediato y mencionaba algunas de sus características e implicaciones en el aula; una década después, McLeod (1987b) presentaba un gran adelanto al proponer un marco teórico en el que aportaba una definición de dominio afectivo y su caracterización, incluyendo sus tres componentes. Dicho marco teórico ha sido adoptado y completado por diversos autores (DeBellis y Goldin, 2000; Gómez, 2003). Ahora, aunque son diversas las perspectivas que los investigadores emprenden, sus trabajos muestran factores comunes. Por ejemplo, un problema actual en estas investigaciones es comprender la interacción entre afecto y cognición. Esta investigación pretende abrir brecha en este campo bajo el enfoque de la Socioepistemología, atendiendo las distintas dimensiones abordadas desde esta teoría: la cognitiva, la didáctica, la epistemológica y la social. Consideramos necesario empezar con una revisión teórica de los diversos trabajos existentes relacionados con el tema. Siendo la Psicología la ciencia que trata de dar explicaciones acerca de la conducta, ha sido a partir de ella que empezamos este recorrido. Capítulo 1. Antecedentes 5 I.2. Perspectiva Psicológica Ya desde tiempos de los griegos se habían hecho intentos por dar explicación a la conducta de las personas. Empédocles (495 - 425 a. C.) empieza a formular una teoría, que más adelante completa Hipócrates (460 - 336 a. C.), basada en los humores corporales. Empédocles creía que el cuerpo humano se componía de cuatro elementos. Relacionó estos cuatro elementos con los cuatro humores corporales. Los cambios en dichos humores eran considerados la causa de determinados estados anímicos y predisposiciones del carácter. Fr í a y hú meda Fr í a y seca Caliente y hú medo Caliente y seco Caracterí stica Flem á tico NestisAgua Mucosidades ( phlegma ) Melanc ó lico Aïdoneus Tierra Bilis negra ( melancholie ) Sangu í neo HeraAire Sangre (sanguis) Col é rico Zeus Fuego Bilis roja ( Choler ) Temperamento DeidadElementosHumores Fr í a y hú meda Fr í a y seca Caliente y hú medo Caliente y seco Caracterí stica Flem á tico NestisAgua Mucosidades ( phlegma ) Melanc ó lico Aïdoneus Tierra Bilis negra ( melancholie ) Sangu í neo HeraAire Sangre (sanguis) Col é rico Zeus Fuego Bilis roja ( Choler ) Temperamento DeidadElementosHumores Colérico: Irritable y explosivo. Sanguíneo: Abierto y divertido. Melancólico: Pesimista y deprimido. Flemático: Lento y apático. Establecía las bases de la que luego se conocería como Teoría de los Cuatro Temperamentos, la cual sería ampliada durante la época renacentista por ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 6 Robert Burton con su obra Anatomy of Melancholy. Él y sus contemporáneos sostenían que los humores corporales, y, en consecuencia, los estados anímicos de las personas eran susceptibles a influencias externas tales como la edad, la alimentación y las pasiones. Durante mucho tiempo la psicología se dedicó a la observación, medición, clasificación y terapia del comportamiento humano, pero de manera aislada del punto de vista fisiológico, y a su vez del neurológico. A pesar de ello, han habido aportes importantes hacia la psicología con trabajos como el del neurólogo Antonio Damasio (1994) quien, con base en sus investigaciones, propone la idea de que la razón no es tan pura, que las emociones y los sentimientos no son intrusos en el bastión de la razón: pueden hallarse enmallados en sus redes. En su libro, El error de Descartes, presenta casos de pacientes que habían sufrido alguna lesión cerebral, lo cual desembocaba en una notoria alteración de la capacidad de experimentar sentimientos, a pesar de que su “inteligencia” no había sido modificada. Sus investigaciones lo llevan a la postura de que los sentimientos son indispensables para las decisiones racionales; ellos señalan la dirección correcta, dónde la pura lógica puede ser mejor aplicada. Pero, como menciona Damasio, tal vez fue la influencia de Descartes, quien veía a la mente como separada del cuerpo, lo que hizo que durante mucho tiempo se considerara a la inteligencia como algo meramente cognitivo. Capítulo 1. Antecedentes 7 Es en 1920 cuando el psicólogo y pedagogo estadounidense Edward Thorndike conceptualiza la inteligencia de una forma no exclusivamente cognitiva, sino más social e interpersonal. Él define la inteligencia como La habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas. (Thorndike, 1920, citado en Mestre, 1998). Además de la inteligencia social, menciona la existencia de otras dos: la abstracta –habilidad para manejar ideas– y la mecánica –habilidad para entender, y manejar objetos–. En 1983, en su libro Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences, el neuropsicólogo Howard Gardner vuelve a poner el dedo en el renglón reconociendo la existencia de múltiplesinteligencias. Él define la inteligencia como La capacidad de resolver problemas, o de crear productos, que sean valiosos en uno o más ambientes culturales. (Gardner, 1983, citado en Mestre, 1998). Al definir la inteligencia como una capacidad, Gardner la presenta como una destreza que se puede desarrollar, aunque no niega el componente genético. Es de resaltar el hecho de que en su definición incluya el componente cultural. Él clasifica en siete los tipos de inteligencia, siendo éstos: ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 8 • Inteligencia Lingüística: Es la inteligencia relacionada con nuestra capacidad verbal, con el lenguaje y con las palabras. • Inteligencia Lógica-Matemática: Tiene que ver con el desarrollo de pensamiento abstracto, con la precisión y la organización a través de pautas o secuencias. • Inteligencia Musical: Se relaciona directamente con las habilidades musicales y ritmos. • Inteligencia Visual - Espacial: La capacidad para integrar elementos, percibirlos y ordenarlos en el espacio, y poder establecer relaciones de tipo metafórico entre ellos. • Inteligencia Kinestésica: Abarca todo lo relacionado con el movimiento tanto corporal como el de los objetos, y los reflejos. • Inteligencia Interpersonal: Implica la capacidad de establecer relaciones con otras personas. • Inteligencia Intrapersonal: Se refiere al conocimiento de uno mismo y todos los procesos relacionados, como autoconfianza y automotivación. Tal vez influenciados por los trabajos de Thorndike y Gardner, Peter Salovey y John Mayer nos brindan una visión de inteligencia diferente de la clásica: La inteligencia emocional, la cual definen como la faceta de la inteligencia social que involucra la habilidad para manejar nuestros propios sentimientos y los sentimientos de otros, discriminando entre ellos y usando esta información como guía de nuestro pensamiento y acciones. Los procesos mentales involucrados en la información emocional son la valoración y la expresión de la emoción, la regularización de la emoción y su utilización. Estos autores piensan que es importante para el individuo ser capaz de Capítulo 1. Antecedentes 9 valorar y regular sus emociones, expresarlas a otros y usar esta información en la resolución de problemas intrapersonales. (Gómez, 2000). Este concepto después sería ampliamente difundido por el también psicólogo Daniel Goleman. Goleman (1995) afirma que, en cierto sentido, tenemos dos cerebros, dos mentes y dos clases diferentes de inteligencia: la racional y la emocional. Y que nuestro desempeño en la vida está determinado por ambas. Él dice que una persona que es inteligente emocionalmente debe ser capaz de: 1. Conocer las propias emociones. 2. Manejar las emociones. 3. Percibir la propia motivación. 4. Reconocer emociones en los demás. 5. Manejar las relaciones. Pero bien... ¿Qué pretendemos con analizar la perspectiva psicológica? Buscamos reconocer la existencia de trabajos en donde la inteligencia racional no es la única respuesta al aprendizaje, reconocer que el término aprendizaje es más complejo de lo que creíamos, que para la obtención del ansiado conocimiento es necesario no únicamente tener habilidades cognitivas, sino también estas habilidades afectivas, entre quizás otras. Es decir, que no es necesario únicamente poder aprender sino también querer hacerlo. Vemos también que lo racional y lo afectivo no están desligados, sino que, como Damasio afirma, se encuentran enlazados. Y sí, podemos saber sin sentir pero sólo en casos extraordinarios como los que él presenta, y aún en ellos al faltar la parte afectiva, la parte cognitiva desmerece la calidad en la toma de decisiones. ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 10 I.3. Perspectiva Educativa Desde el ámbito de la educación los aspectos afectivos que han sido más explorados son: la ansiedad, la motivación, las actitudes, las expectativas y el logro, entre otros. A continuación presentaremos algunas de las principales teorías relacionadas con el contexto educativo y el afectivo: Teoría de atribución de Weiner La teoría de atribución de Weiner, según Madsen (1972), trata los distintos modos de explicar el comportamiento social, sus atribuciones causales y aquellas explicaciones que se basan en el sentido común. Por atribución causal podemos entender aquella interpretación que el individuo realiza respecto a los elementos que tienen un cierto grado de responsabilidad sobre el resultado de una acción cognitiva o conducta. La atribución sería aquella inferencia que el individuo realiza para determinar qué ocasiona la situación. Su importancia radica en que dependiendo de esta consideración, el sujeto va a actuar de una u otra manera, evitando o fomentado esta causa. La teoría atribucional ha sido desarrollada, entre otros autores, por Weiner (1972, 1986, 1990)∗, atendiendo aspectos como la localización del control (es decir, la percepción que el sujeto posee en torno a qué o quién controla la actividad), la relación entre las fuerzas personales (motivación y capacidad) y ambientales (atendiendo al nivel de estabilidad) a la hora de actuar. Navas, Sampascual y Castejón (1991)*, analizaron la evolución del modelo de Weiner, y consideraron la existencia de dos momentos en el desarrollo de esta teoría. En el primero, establecido a lo largo de la década de los 70, emplea dos ∗ Citados en Madsen (1972). Capítulo 1. Antecedentes 11 dimensiones, el locus de la causalidad y la estabilidad, en 1978 añade la dimensión de la intencionalidad. Teoría de la autovalía de Covington y Berry Cuando Covington habla de autorregulación se refiere a un aprendizaje autorregulado, es decir controlado en la ejecución mediante un nivel superior de control (Madsen, op. cit.). En este sentido, habla de metacognición. El conocimiento metacognitivo referido a la persona, establece los límites de sus valores, de aquello a lo que el sujeto da valor. También aborda el conocimiento en torno a las estrategias que posee y a las demandas de la tarea. De esta manera, el aprendiz puede establecer una pauta de actuación, basada en el esfuerzo esperado que debe realizar, de acuerdo a los objetivos que desea conseguir. La teoría de las metas de aprendizaje de Dweck Según Madsen (op. cit.), Dweck establece una división de categorías explicativas en torno a la inteligencia, y analiza el modo en el que este concepto puede incidir en la actividad del individuo. La primera de estas categorías consideraba una teoría incrementadora. Esto es, el concepto de la inteligencia como un repertorio de habilidades potenciables en función del esfuerzo, atendiendo al esfuerzo como un mecanismo más que favorece la inteligencia. La segunda categoría, por contra, avalaría una teoría de la inteligencia como una entidad global, estable, definida en función de resultados. Para los que mantienen este concepto, cualquier esfuerzo, y actividad supone un riesgo revelador de la baja inteligencia. Si se esfuerza un ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 12 sujeto es porque no es lo suficientemente inteligente como para evitar tamaño trabajo. En el fondo, estos conceptos conllevan dos metas diferentes, dos tipos diferentes de motivaciones: La teoría incrementadora, se fundamenta en aprender, para mejorar la propia competencia, es decir, para lograr un mejor desempeño de la actividad. La teoría global, en cambio, tiene como meta el resultado, algo concreto que ayude a evitar la apariencia de fracaso. Podemos afirmar, según Madsen (op. cit.), que se consideran dos tipos de motivos: el motivo de logro, y la intención de evitar el fracaso. La teoría de Nicholls Nicholls propone, según Madsen (op. cit.), dos orientacionesde metas principales: tarea y ego. Esta perspectiva trata de explicar cómo un individuo define el éxito, subjetivamente. De acuerdo con Nicholls, un sujeto orientado por las tareas utiliza comparaciones autoreferenciales para la determinación del éxito. Para una persona orientada al ego, el referente está puesto en otros, por lo tanto el éxito consiste en mostrar más capacidad o habilidad (Madsen, op. cit.). El modelo de eficacia percibida de Schunk El conocimiento de los resultados (retroalimentación) como efecto que influye para aumentar o disminuir la autoeficacia del estudiante ha sido avalado por los resultados de varios estudios (Schunk, 1989a, 1982, 1989b; Maddux, Capítulo 1. Antecedentes 13 1995)∗. La retroalimentación que recibe el estudiante acerca de su desempeño en alguna tarea le permite conocer las causas que producen el éxito o fracaso en la realización de la misma. La motivación se mantiene, y la autoeficacia aumenta, cuando el estudiante puede asociar su éxito con el esfuerzo que ha hecho para lograrlo. Schunk halló que los niños que pudieron ligar sus logros anteriores con su esfuerzo (p. ej., “Has estado trabajando duro”) obtuvieron puntuaciones más elevadas de autoeficacia, motivación y habilidad, comparados con los niños a los que se les dijo que se beneficiarían en el futuro (“Necesitas trabajar duro”). Teoría de activación de Mandler Mandler define la emoción como una interacción compleja entre el sistema cognitivo y el sistema biológico. En el modelo de su teoría de la discrepancia, dice que ante un problema planteado, se activa un esquema o se escoge un plan para resolverlo, ante una interrupción y/o discrepancias entre pensamiento y acciones el alumno se bloquea, activándose la reacción afectiva (arousal), mediante un proceso de evaluación cognitivo se definirá la cualidad de la emoción, resultado de esta emoción el alumno intentará hacer cambios en el problema o lo abandonará. Interrupción → Arousal → Evaluación → Emoción I.4. Perspectiva de la Matemática Educativa El campo de investigación en Matemática Educativa concerniente al afecto es aún limitado. Muestra de ello podría ser la escasa participación en esta área ∗ Citado en Madsen (1972). ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 14 en la Decimonovena Reunión Latinoamericana de Matemática Educativa, recién realizada en Montevideo - Uruguay; donde el porcentaje de trabajos presentados en esta modalidad (dominio afectivo) no llegaba al 5%. Sin embargo, ésta fue la primera ocasión en que se incluyó esta clasificación en la Reunión, lo cual muestra claramente el creciente interés de la comunidad. En esta reunión se presentaron trabajos de colegas de países como Argentina, México y Perú. Por otro lado, en el mundo anglosajón, dentro de la Matemática Educativa existen diversos marcos teóricos acerca del afecto. Durante la vigésimo octava Conferencia del Grupo Internacional de Psicología en Educación Matemática, realizada en Noruega en el 2004, Markku Hannula (2004) reúne en un artículo cuatro marcos teóricos, en los cuales se muestran distintas perspectivas del dominio afectivo. Presentamos a continuación, de manera resumida, un extracto de tres de ellos, los marcos teóricos de: Malmivouri con su perspectiva de los procesos de autosistema; Op’t Eynde con su visión socioconstructivista; y Brown y Reid con su estudio sobre la toma de decisiones. De manera intencional hemos dejado fuera de este capítulo el marco teórico de DeBellis y Goldin, presentado también en el artículo citado de Hannula, ya que este marco teórico será abordado de manera más profunda en el siguiente capítulo. • Un punto de vista dinámico: el afecto en el funcionamiento de procesos de autosistema. Marja-Liisa Malmivouri. En este marco teórico se acentúa el papel de los aspectos personales constructivos y reguladores de las respuestas afectivas en un ambiente Capítulo 1. Antecedentes 15 determinado y conecta estos conceptos con otros como el funcionamiento, la calidad y el desarrollo de los autosistemas, y sus procesos, en el aprendizaje matemático. Las cualidades y el funcionamiento del autosistema determinan el poder y el papel del afecto en los procesos de aprendizaje o de ejecución de los estudiantes. El aprendizaje se aborda desde una perspectiva cognoscitiva, sociocognitiva, constructivista y fenomenológica; y se liga al afecto con la cognición de manera fuerte, natural y dinámica. El afecto en procesos de aprendizaje personales En el marco teórico de Malmivouri se considera a la cognición como ligada de manera muy cercana al afecto y el comportamiento durante el aprendizaje y la educación. Mantiene la tesis de que los aspectos personales constructivos y autorreguladores de respuestas afectivas son factores altamente influyentes en el funcionamiento, la calidad y el desarrollo de los autosistemas de los estudiantes y sus procesos, los cuales a su vez son aspectos centrales del aprendizaje. En su perspectiva, se considera a los estudiantes como seres que se constituyen, evalúan, desarrollan y regulan a sí mismos y a sus respuestas afectivas. Durante su estudio utiliza términos que consideramos necesario intentar definir, tales como: Auto-afecto: Es el conjunto de respuestas afectivas altamente influyentes y de experiencias especialmente importantes de una persona; se encuentran en ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 16 relación con el autoestima, el autovalor, el control personal; es decir, con lo que uno siente acerca de su propio valor. En diversas investigaciones se ha encontrado que las respuestas afectivas negativas traen consigo disturbios en el aprendizaje. Autosistemas: Los autosistemas personales, además de los sistemas, comprensión y habilidad del conocimiento matemático (lo que podríamos catalogar como capacidad cognitiva), implican los sistemas de creencias (generales, de sí mismos y de las matemáticas), conocimiento de sí mismo, y los patrones de comportamiento en situaciones matemáticas. Procesos de autosistema: Funcionamiento autorregulado de los autosistemas en situaciones determinadas con la capacidad de cambiar de área incluso. Los aspectos de autosistema y sus procesos, representan diversos grados de abstracción en los procesos mentales. Activaciones afectivas en situaciones sociales de aprendizaje matemático Las respuestas afectivas influyen en las creencias, valoraciones y opiniones de sí mismo en contextos de aprendizaje matemático y ambientes sociales. No sólo lo personal influye en las valoraciones y juicios de los estudiantes, sino que también lo hacen las características contextuales y socioculturales de las matemáticas y su aprendizaje, ya que crean un ambiente en el cual surge una significativa situación autoevaluativa en dicho contexto. Capítulo 1. Antecedentes 17 Las influencias ambientales sobre la interacción individual-ambiental pueden ser más o menos directas en las autovaloraciones y el afecto de los estudiantes. Las más directas pueden ser, por ejemplo, características del contexto de aprendizaje y los cambios inesperados en él. Las menos directas se ligan a tipos particulares de creencias socioculturales acerca de las matemáticas y su aprendizaje (p. ej. las matemáticas son complicadas, atribuciones de los éxitos o errores). Conciencia contextual: Diversos niveles de conciencia o autoconciencia del proceso en el cual las valoraciones y procesos producen experiencias afectivas o autoestados. Las respuestas afectivas no sólo influyen en el aprendizaje sino que también brindan información acerca del contenido mental y las actividades en curso. • Una perspectiva socioconstructivista sobre el estudio del afecto en la matemática educativa. Peter Op ‘t Eynde.Para Peter Op ‘t Eynde, la opinión del investigador acerca del aprendizaje y la enseñanza determina la forma en que dirija su investigación sobre el papel del afecto en la enseñanza de las matemáticas. Por lo cual, antes de introducirnos en su marco teórico, nos explica su opinión general acerca del aprendizaje matemático. Aprendizaje, compromiso, e identidad. Aborda al aprendizaje desde una perspectiva socioconstructivista, desde la cual el aprendizaje se concibe como una actividad fundamentalmente social. ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 18 El aprendizaje se familiariza con el lenguaje, las reglas y las prácticas que gobiernan las actividades en cierta comunidad, en nuestro caso, la comunidad de matemática educativa. Al comprometerse en las prácticas de esta comunidad la gente descubre el significado, tal como se conoce. El significado, entonces, se construye conjuntamente, en el sentido de que ni es hecho fácilmente, ni es construido por los individuos en sí mismos. Los significados bien establecidos pudieron estar implicados en las prácticas que caracterizaban a una comunidad específica por muchos años, pero es a través del compromiso con una práctica nueva que el individuo experimenta el significado y renegocia los significados actualmente aceptados.3 En el aprendizaje escolar, los alumnos actualizan su propia identidad por medio de las interacciones en el aula, las cuales están determinadas por el contexto de la clase y de la escuela. Además, los estudiantes como individuos sociales traen consigo numerosas prácticas de las distintas comunidades a las que han pertenecido o pertenecen. El desempeño que los estudiantes tengan se dará en función de la interacción entre su identidad y el contexto del aula, de la forma en que ellos se observen en ese contexto. Pero lo que ellos experimentan hacia las matemáticas no es 3 Learning is getting acquainted with the language, rules and practices that govern the activities in a certain community, in our case the mathematics education community. By engaging in the practices of this community people discover meaning, come to know. Meaning, then, becomes jointly constructed in the sense that it is neither handed down ready-made nor constructed by individuals on their own. Well established meanings might be implied in practices characterizing a specific community for many years, but it is through engaging in such a practice anew that the individual experiences meaning and renegotiates the currently accepted meanings. Capítulo 1. Antecedentes 19 una revelación absoluta, aún para ellos, ya que las reacciones emocionales pueden darse de manera consciente o subconsciente. Las creencias de los estudiantes, en especial sus auto-creencias en relación con las matemáticas son factores influyentes en sus procesos de aprendizaje. Tanto su conocimiento matemático como su sistema de creencias pueden ser identificados como la estructura mental subyacente a su comprensión de las matemáticas. Emociones de los estudiantes: Un acercamiento situado e integrado Podemos decir que las emociones están constituidas fundamentalmente por el contexto social-histórico en el que se sitúan, en virtud de cuatro características: 1) Las emociones se basan en interpretaciones y valoraciones cognoscitivas de los estudiantes en situaciones específicas. 2) Los estudiantes construyen interpretaciones y valoraciones basadas en el conocimiento que tienen y las creencias que defienden, y varían por factores tales como edad, historia personal y cultura casera. 3) Las emociones son contextualizadas, porque los individuos crean valoraciones únicas de acontecimientos en diversas situaciones. 4) Las emociones son inestables porque las situaciones y también la persona en situación se transforman continuamente. Las emociones se dan a través de la interacción entre 5 sistemas distintos: (1) el sistema cognitivo (valoración); (2) el sistema nervioso autonómico (afecto); (3) el sistema monitor (afecto); (4) el sistema motor (acción); (5) el sistema de ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 20 motivación (acción). En el marco de las experiencias emocionales de un contexto socio histórico específico se tiende a organizarlas en “emociones básicas”; sin embargo, aún en éstas se producirán interacciones de los sistemas componentes. Una caracterización principal final del acercamiento a los sistemas componentes se ocupa de la naturaleza social de las emociones. Las experiencias emocionales se sitúan siempre en el contexto socio-histórico inmediato y más amplio. Esto no implica, sin embargo, una negación de los procesos biogenéticos y orgánicos relevantes. Por el contrario, los sistemas socioculturales siempre co-actúan con los sistemas biogenéticos y orgánicos en cada experiencia emocional y todos ellos juntos influyen en el desarrollo emocional del individuo. Investigando el papel de las emociones en el aprendizaje matemático Op ‘t Eynde proporciona un marco teórico del papel de las emociones en el aprendizaje combinando dos perspectivas: una perspectiva socio- constructivista del aprendizaje en la que aprender es un contrato en las prácticas de una comunidad específica que mantiene las relaciones interpersonales y la identidad de la persona en un contexto socio-histórico particular; y, un acercamiento a los sistemas componentes de las emociones en el que las emociones consisten de múltiples sistemas componentes que se regulan mutuamente en un contexto específico. Propone: Estudiar al estudiante en el aula. Las emociones dependen del individuo y del contexto específico, por lo cual se debe observar el papel de las emociones cuando el estudiante se compromete con las actividades en dicho contexto, es decir el salón de clases. Capítulo 1. Antecedentes 21 Tomar una perspectiva de “actor”. El investigador no sólo observará. No importan sólo las actividades y las prácticas de los estudiantes, sino también los significados que los estudiantes (y los profesores) les dan. Medir los diversos sistemas componentes. Para comprender esta interacción dinámica entre el estudiante y el contexto de clase, que determina fundamentalmente sus experiencias emocionales y el desarrollo del aprendizaje en general, tiene que ser utilizada una variedad de métodos de investigación. Las entrevistas, observaciones y el análisis del discurso parecen ser métodos más apropiados para revelar los significados que los estudiantes dan a las situaciones y cómo los constituyen a través de interacciones en clase, que, por ejemplo, los cuestionarios. Los cuestionarios en línea, la experiencia de métodos de muestreo, las entrevistas que estimulan el recuerdo basadas en video, son ejemplos de técnicas apropiadas en el propósito de alcanzar las metas previstas hasta el continuo fluir de la interpretación y los procesos de la valoración que están implicados (véase e.g., Prawatt y Anderson, 1994)∗. Sin embargo, una experiencia emocional está constituida por las interacciones mutuas entre diversos sistemas componentes de los cuales el sistema de la valoración es solamente uno. El uso de sistemas de codificación facial y de sistemas de registro de parámetros fisiológicos (véase e.g., DeBellis, 1996)* que captan las evoluciones en el sistema de acción (e.g., los sistemas motor) y el sistema afectivo respectivamente debe complementar la información sobre el proceso de valoración para conseguir un cuadro más sólido y más comprensivo de la experiencia emocional. ∗ Citado por Op’t Eynde, en Hannula (2004). ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 22 De un acercamiento aislado a uno multidimensional. Analizar la dimensión emocional no puede ocurrirsin tener en cuenta el estudio de procesos cognitivos y de motivación. Por un lado, la experiencia emocional en sí misma consiste en interacciones múltiples entre los procesos afectivos, cognoscitivos (valoración) y de motivación. Por otra parte, dentro de actividades de aprendizaje, las experiencias emocionales de los estudiantes están intrincadamente ligadas a las metas de aprendizaje previstas y las estrategias cognoscitivas y meta cognitivas usadas. Un acercamiento de niveles múltiples para una comprensión más profunda. El análisis de las experiencias emocionales de un estudiante puede revelar cómo interpreta, valora la situación y actúa sobre ella. Un análisis de meta-nivel de los procesos de valoración y de las actividades de aprendizaje puede mostrar algunas de las creencias y el conocimiento subyacentes a estas emociones y acciones, conduciendo a una comprensión más profunda. Sin embargo, para entender completamente la naturaleza de estas creencias y las consecuencias de las acciones, es necesario un análisis de las normas y las prácticas que caracterizan al estudiante como un miembro del salón de clases. Se puede incluso estudiar las reglas y los valores que son dominantes en la comunidad escolar y la sociedad en su totalidad. Una aproximación “multinivel” que incorpora estos tres planos de análisis (correspondientes a los procesos personales, interpersonales, y comunitarios) dará lugar probablemente a una comprensión más completa de las experiencias emocionales y de las actividades de aprendizaje estudiadas (véase Op ‘t Eynde, De Corte, & Verschaffel, 2001; Rogoff, 1995)∗. ∗ Citado por Op’t Eynde en Hannula (2004). Capítulo 1. Antecedentes 23 • Orientaciones emocionales y marcadores somáticos: Implicaciones para la matemática educativa. Laurinda Brown & David A. Reid. Brown y Reid están interesados en cómo los profesores y los estudiantes toman decisiones dentro de una clase de matemáticas, por ello su interés en los marcadores somáticos y orientaciones emocionales. Cuando un profesor se enfrenta por primera vez a su labor docente es muy difícil que sepa cómo actuar y posiblemente experimente emociones fuertes, sin embargo estas emociones no deben tomar el control de sus actos. Para evitarlo, debe desarrollar estrategias de toma de decisión. En el caso de los estudiantes sucede algo parecido, las experiencias previas con la materia pueden hacerlos suponer que las matemáticas son una materia de reglas y procedimientos, en la cual pueden experimentar tensión al no saber qué hacer ante diversas elecciones posibles. Marcadores somáticos Antonio Damasio (2001) ha estudiado a personas que por alteración en alguna parte del cerebro parecen incapaces de tomar decisiones. Propuso la hipótesis del “marcador somático” para explicar sus estudios. El marcador somático es una especie de señal (sensación-sentimiento) proveniente del estado corporal y emocional que resulta de la representación de cada alternativa “como si” fuera realmente ejecutada. Un marcador somático es positivo si la sensación es positiva, por lo que la señal sería una incitación a actuar, y negativo en caso contrario por lo que se evitaría la acción. ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 24 Los marcadores somáticos son un caso especial de sentimientos generales a partir de emociones secundarias. Estas emociones y sentimientos han sido conectados, mediante aprendizaje, a resultados futuros predecibles de determinados supuestos. Cuando un marcador somático negativo se yuxtapone a un determinado resultado futuro, la combinación funciona como un timbre de alarma. En cambio, cuando lo que se superpone es un marcador somático positivo, se convierte en una guía de incentivo. (Damasio, op. cit.). Damasio clasifica a las emociones en primarias y secundarias. Por ejemplo, nos movemos para evitar una serpiente incluso antes de reconocerla como serpiente. El miedo a las serpientes es parte de la estructura innata del cerebro humano, y es “primario” en ese sentido. Pero también somos capaces de sentir una emoción sin que el estímulo esté presente. Si uno abre un cesto del lavadero y descubre una serpiente adentro, puede “aprender” con esta experiencia a sentir miedo en situaciones similares y puede así cambiar sus comportamientos en el futuro. El miedo a los cestos del lavadero es un ejemplo de lo que llama Damasio una “emoción secundaria” accionada por las sensaciones que hemos asociado a un acontecimiento. Se ha creado un marcador somático: un acoplamiento del pensamiento, la emoción y la sensación que inclina uno a hacer, o en este caso a no hacer, una acción. Los marcadores somáticos son adquiridos a través de la experiencia. Estos investigadores ligan la idea de marcador somático de Damasio con las decisiones propias de determinada comunidad; por ejemplo, tenemos una constelación de marcadores somáticos de “profesores” esto es, lo que consideramos decisiones propias de un profesor. Reconociendo que distintos Capítulo 1. Antecedentes 25 profesores pueden tomar decisiones distintas ante una misma situación, al mismo tiempo de reconocer que existen semejanzas en los marcadores somáticos. Las orientaciones emocionales Lo que Brown y Reid han llamado constelación de marcadores somáticos, puede ser considerado como lo que Maturana (1988a)∗ llamaría “orientación emocional”. Una orientación emocional es lo que caracteriza las acciones de alguien como apropiadas a un contexto. Por ejemplo, la enseñanza. Maturana podría llamar a la enseñanza como un “dominio de explicación”, caracterizado por una comunidad cuyos miembros pueden reconocer en otros los comportamientos apropiados para la comunidad, aunque probablemente no podrían dar los criterios específicos para hacerlo. Por ejemplo: ... si alguien demanda saber álgebra, es decir, ser un algebrista, exigimos de él o de ella desempeñarse en el dominio de lo que consideramos es el álgebra, y si según nosotros él o ella lo realiza adecuadamente en este dominio, nosotros aceptamos su demanda. (Maturana, 1988b)*. Observamos las acciones de otros como apropiadas a un dominio particular según nuestra propia orientación emocional para ese dominio. Así, una orientación emocional matemática nos permite reconocer la actividad de otros como matemática, y por lo tanto identificar a esas personas como ∗ Citado por Brown y Reid en Hannula (2004). ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 26 matemáticos. Tenemos tantas orientaciones emocionales como comunidades a las que pertenecemos, caracterizadas por diferentes (probablemente traslapadas) constelaciones de marcadores somáticos. Estado actual de su investigación Actualmente investigan las formas en las cuales los marcadores somáticos influyen en la toma de decisiones del profesor y el razonamiento de los estudiantes, y el grado en el cual esos marcadores pueden ser observados. Como los marcadores somáticos son una parte de la actividad mental inconsciente, no pueden ser observados por la reflexión introspectiva. Se pueden observar cambios en el comportamiento, indicadores de la toma de decisión inconsciente, y considerar lo que los marcadores basados en la experiencia previa pueden explicar de esas decisiones. Al observar los efectos de marcadores somáticos en una gama de contextos, se podrán distinguir los marcadores somáticos positivos y negativos, y sugerir formas en las cuales se forman y se desarrollan en el aula de matemáticas. Obviamente, éstos no son todos los marcos teóricos existentes dentro del campo de las investigaciones relacionadas con la Matemática Educativa, faltaría nombrar los trabajos realizados por investigadores como Bishop (Australia), Leder(Australia), Pehkonen (Finlandia), Tirosh (Tel Aviv), entre otros, pero consideramos que los trabajos presentados brindan un panorama general de las diferentes visiones actuales del Dominio Afectivo. Capítulo II El Dominio Afectivo Capítulo 2. El Dominio Afectivo 29 II.1. Introducción En el capítulo anterior hicimos una revisión, de manera general, de la evolución de la investigación en temas considerados distintos a la cognición desde el punto de vista psicológico, educativo y, en particular, de la Matemática Educativa. Siendo éste un trabajo pionero en el dominio afectivo bajo el marco de la Socioepistemología, hemos considerado relevante realizar un análisis más detallado para combatir las debilidades propias de nuestra inexperiencia en el tema. En este capítulo proporcionaremos el análisis de un trabajo de investigación en Matemática Educativa relacionado con el dominio afectivo: el trabajo de Gómez Chacón, el cual presenta solidez tanto en su teoría como en sus ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 30 instrumentos de medición, por lo cual se nos ha hecho interesante. Es importante hacer la aclaración de que podríamos hablar de un trabajo conjunto de McLeod, DeBellis y Goldin, y Gómez (aún cuando estos autores no han trabajado en dicha forma) ya que el marco teórico de McLeod sirvió como base para el trabajo de DeBellis y Goldin, y éste a su vez es la base del de Gómez Chacón. Obviamente, cada uno de estos investigadores ha hecho aportes, producto de sus investigaciones, que fortalecen y amplían esta teoría. II.2 Desarrollo y evolución de un marco teórico McLeod definió el dominio afectivo e identificó tres de sus componentes: las creencias, las emociones y las actitudes. Posteriormente, DeBellis y Goldin (1997) agregaron un cuarto componente: los valores. Además incorporaron las nociones de intimidad matemática e integridad matemática y se interesaron más allá de la interacción afecto-cognición en las estructuras afectivas per se, introduciendo la idea clave del meta-afecto. En nuestra opinión, el aporte de Gómez ha estado más en cuanto a metodología que en el marco teórico. Partiendo del marco teórico de DeBellis y Goldin, ella ha investigado poniendo especial énfasis en el aspecto social. Ha trabajado con grupos de exclusión social y nos presenta diversas técnicas de medición y toma de datos que abordaremos en el siguiente capítulo. II.2.1. McLeod A pesar de la existencia de investigaciones previas relacionadas con el dominio afectivo, se considera a McLeod el precursor en las investigaciones Capítulo 2. El Dominio Afectivo 31 del dominio afectivo en el ámbito de la Matemática Educativa, esto debido quizás a que fue precisamente él quien reconoce la necesidad de un marco teórico que sirva de base a las investigaciones en este ámbito. Dada la intensidad de las respuestas emocionales, es un poco más sorprendente que los investigadores en la resolución de problemas matemáticos no hayan investigado las cuestiones afectivas más seriamente… La mayoría de las investigaciones sobre resolución de problemas ignoran el afecto y ninguna ha intentado desarrollar un marco teórico para investigar el afecto. (McLeod, 1985). Y propone el trabajo de Mandler como punto de partida para la creación de dicho marco. Él [Mandler] enfatiza el papel de las interrupciones en un plan individual o el desarrollo planeado como una principal fuente de emoción. En términos psicológicos, estos planes resultan de la activación de un esquema que produce una secuencia de acción, y esta secuencia tiene “una tendencia de terminación” (Mandler, 1984, p. 173). Cuando la secuencia es interrumpida, el modelo normal de terminación no puede ocurrir. El resultado del bloqueo es el despertar psicológico del individuo. Este despertar puede ser observado como una tensión muscular o latidos acelerados, por ejemplo. Junto con el despertar, el individuo evalúa el significado de la interrupción, y la interpreta como sorpresa, frustración, alegría o alguna otra emoción. (McLeod, 1985). ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 32 Partiendo del trabajo de Mandler propone cuatro dimensiones para los factores afectivos: 1. Magnitud y Dirección. Las influencias afectivas varían en su magnitud (o intensidad) y dirección (positiva o negativa). Las emociones observadas en la resolución de problemas (frustración, alegría) son generalmente más intensas que las actitudes que los investigadores del dominio afectivo han usualmente documentado. Aunque se tiende a enfatizar los aspectos negativos del afecto (p. ej., la frustración de no poder resolver un problema), emociones más positivas (la satisfacción de encontrar una solución, o la alegría de hacer una conjetura) son también influencias poderosas en la resolución de problemas. 2. Conciencia y Control. Los resolutores de problemas son frecuentemente conscientes de los factores afectivos que influyen en ellos (Kilpatrick, 1984). Para llevar la emoción (p.ej., frustración) a la conciencia, los estudiantes pueden enterarse de su influencia y traerlo bajo control. El papel del procesamiento de información inconsciente, así como consciente, es importante. La tendencia de los procesos mentales de llegar a ser automáticos (y por lo tanto, inconscientes) es bien conocida, y parece aplicar al dominio afectivo tan bien como al cognitivo. Parece claro, por ejemplo, que algunos resolutores de problemas automáticamente deciden parar siempre que su primer intento de una solución es no exitoso. 3. Tipos de Procesos Cognitivos. Las reacciones afectivas pueden tener diferentes influencias sobre diferentes procesos cognitivos. Los procesos metacognitivos y directivos parecen particularmente susceptibles a la influencia de las emociones. Además, la influencia del afecto es diferente Capítulo 2. El Dominio Afectivo 33 en la fase de registro o ataque de la resolución de problemas que durante la fase de revisión. Durante la fase de registro, la emoción más típica es la frustración, cuando un resolutor de problemas inexperto usa repetidamente el mismo plan y repetidamente encuentra que el camino a la solución está bloqueado. Durante la fase de revisión, el resolutor de problemas siente típicamente satisfacción con encontrar una respuesta – cualquier respuesta– y entonces se niegan a checar la respuesta por razonamiento o a buscar una solución más elegante. De esta manera vemos que las emociones (negativas en unas fases, positivas en otras) pueden impedir a los estudiantes desempeñarse mejor en la resolución de problemas. 4. Tipos de ambientes de instrucción. La influencia del afecto parece ser bastante diferente en la instrucción de grupos pequeños, en vez de individual. Esto también varía de acuerdo a la cantidad de guía proveída por el profesor, disponibilidad de computadoras u otros equipos de laboratorio, el tipo de evaluación que los estudiantes esperan, y muchos otros factores. Dominio Afectivo McLeod (1987b) define el dominio afectivo como: El extenso rango de sentimientos y humores (estados de ánimo) que son generalmente considerados como algo diferente de la pura cognición. E identifica tres de sus componentes: ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 34 Las creencias acerca de las matemáticas generalmente involucran muy poco afecto, y están frecuentemente basadas tanto en respuestas cognitivas como en sentimientos o respuestas afectivas. Las auto creencias pueden tener más de un componente afectivo, pero en general las creencias pueden ser consideradas como principalmente cognitivas en naturaleza. Las actitudes hacia las matemáticas son usadas para referirse a los sentimientos hacia las matemáticas que son relativamente consistentes.Las emociones se usan para describir las reacciones afectivas que son más intensas que las creencias o las actitudes. (McLeod, 1987b). II.2.2. DeBellis y Goldin Presentamos ahora el marco teórico de DeBellis y Goldin, extraído principalmente del artículo de Hannula (2004) y complementado con bibliografía de ambos investigadores. Más allá de entender al afecto acompañando a, actuando de manera paralela a, como consecuencia de, o con consecuencias para la cognición, Goldin (en trabajo conjunto con DeBellis) propone considerar el afecto como uno de los cinco sistemas de representación internos, que interactúan dentro del individuo. Los cuales son: (a) sistemas verbal - sintácticos, asociados con el lenguaje natural; (b) sistemas sensoriales, incluyendo la representación visual/espacial, auditiva/rítmica, y kinestésica/táctil; (c) sistemas notacionales formales internos de las matemáticas; Capítulo 2. El Dominio Afectivo 35 (d) un sistema de planeamiento, de supervisión, y de control ejecutivo que incluye los procesos heurísticos; y (e) la representación afectiva, incluyendo estados emocionales, actitudes, creencias, valores, y estructuras afectivas y meta- afectivas. Éstos son sistemas humanos generales, que codifican los procesos específicos de conceptos, problemas, y soluciones matemáticos. (Goldin, 2004). Esto es, el sistema afectivo funciona simbólicamente como un decodificador de información. Nuestras sensaciones afectivas y las estructuras que las implican tienen significados, aún cuando no estemos conscientes de ellos. Entre la clase de información comúnmente codificada con el afecto está: (1) información descriptiva del ambiente externo físico y social en relación al individuo (el miedo puede significar peligro o amenaza inmediata; y la tranquilidad posterior, que ha ocurrido una transición del peligro a la seguridad); (2) información con respecto a las configuraciones cognitivas/afectivas del individuo (la sorpresa puede significar lo inesperado de un acontecimiento, o la frustración significa la carencia de progreso percibido en la realización de una meta); (3) la información sobre las configuraciones cognoscitivas y afectivas de otras personas (la atracción hacia otra persona puede codificar el interés favorable de dicha persona hacia su propia personalidad); e ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 36 (4) información sobre expectativas sociales y culturales en lo referente al individuo (el orgullo puede significar el cumplimiento de las expectativas sociales; o la vergüenza, la falta de satisfacerlas). Estas categorías no son independientes o excluyentes; por ejemplo, cuando una persona se siente orgullosa podría no ser únicamente por cumplir sus propias expectativas sino por las opiniones favorables de personas que son importantes para ella, como por ejemplo sus papás o sus profesores. La información representada por los factores afectivos puede o no ser real; por ejemplo, al leer una novela de terror podemos sentir miedo aún sin estar en una situación de peligro verdadero. En el caso de las matemáticas el sistema afectivo nos proporciona información acerca de los problemas matemáticos y las situaciones por las que atraviesa la persona al resolverlos, además de información del auto concepto de la persona en cuestión. Por ejemplo, la sensación de desconcierto puede sugerir que el problema al que se enfrenta no es rutinario, que no ha encontrado una estrategia eficaz para abordarlo, que carece de algún conocimiento en específico o que se siente incapaz de resolverlo. Los estados afectivos pueden evocar estrategias heurísticas; así, la frustración (que codifica la ausencia de progreso evidente en la resolución) puede provocar un cambio de estrategia al relacionar el problema con alguno similar pero más simple o intentar un caso particular. Las configuraciones afectivas interactúan con las configuraciones cognitivas, de manera dependiente del contexto y de la persona específica. Por ejemplo, Capítulo 2. El Dominio Afectivo 37 la emoción de la curiosidad tiene sentido inmediatamente como una condición que provoca a la cognición. (DeBellis y Goldin, 1991). Caminos afectivos: Afecto local y global El afecto local se refiere a los estados de cambio de sensación emocional experimentados por los individuos mientras efectúan una actividad matemática (u otra). Las secuencias recurrentes de tales estados, uno conduciendo al siguiente dependiendo del contexto, pueden llamarse los caminos afectivos. Mientras que se repiten, tales caminos afectivos conducen a la construcción del afecto global, es decir, a los sentimientos y actitudes generales, reforzados por las estructuras de creencias, que los resolutores pueden traer a la resolución de problemas y que no se modifican tan fácilmente (DeBellis y Goldin, 1991). Por ejemplo, un estudiante puede desconcertarse ante un problema desconocido o difícil, fracasar en varios intentos puede provocar frustración ante la cual podría recurrir a un cambio de estrategia o a abandonar el problema. Si la sensación de fracaso se repite constantemente puede formarse en él la creencia de que “él no sirve para las matemáticas”. En un estudio realizado con ocho estudiantes de secundaria, matemáticamente talentosos, parten del supuesto de que fomentando en los alumnos sensaciones determinadas (confianza, flexibilidad, perseverancia, curiosidad, y la inventiva) (afecto local), durante la actividad matemática se fomentará la construcción de una disposición positiva (afecto global). Después de analizar varias actividades experimentales con ellos llegan a la siguiente conclusión: ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 38 Hemos visto ejemplos en los cuales el afecto parece guiar las elecciones en la resolución de problemas, y donde los resolutores brillantes lo usan efectivamente. Sin embargo, el afecto también puede tener consecuencias negativas, aún entre estudiantes fuertes. (DeBellis y Goldin, 1991). Pero admiten que para alcanzar un uso eficaz del afecto local se requiere aún de más investigación. Como parte de las conclusiones obtenidas durante sus investigaciones se reportan las siguientes: El afecto poderoso es positivo; el resolutor de problemas discierne y regula el afecto local negativo para un propósito útil; el afecto local cambia frecuentemente, está bajo control del resolutor y afecta la construcción del conocimiento matemático; hay interacciones importantes entre el afecto global y el local; y el afecto del resolutor de problemas interactúa con una variedad de factores externos. (DeBellis, 1998). Un Modelo Tetraédrico Goldin, en conjunto con DeBellis, propone ampliar la representación del dominio afectivo propuesta por McLeod de tres a cuatro componentes, siendo éstos: (1) las emociones o sensaciones emocionales; los rápidamente cambiantes estados de sensación experimentados durante la actividad matemática Capítulo 2. El Dominio Afectivo 39 (u otra); las emociones pueden extenderse de suaves a muy intensas, y se consideran como local y contextualmente involucradas; (2) las actitudes, orientaciones o predisposiciones a tener ciertos conjuntos de sensaciones en contextos particulares (e.g., contextos matemáticos); las actitudes se consideran como moderadamente estables, implicando un equilibrio de interacción entre afecto y cognición; (3) las creencias, que implican la atribución de una cierta clase de verdad a los sistemas de proposiciones o de otras configuraciones cognoscitivas; las creencias son a menudo altamente estables, altamente cognoscitivas, y altamente estructuradas; y, por último (4) los valores, incluyendo los éticos y morales, las profundas “verdades” personales sostenidas por los individuos que ayudan a motivar prioridades;los valores son estables, generalmente altamente afectivos así como cognoscitivos, y pueden también ser altamente estructurados. Cada vértice del tetraedro (emociones, actitudes, creencias y valores) puede entenderse como interactuando dinámicamente con los otros en un individuo. Por ejemplo, las emociones influyen en las actitudes, creencias, y valores; un mecanismo para esta influencia es la construcción de estructuras globales como resultado de la repetición de ciertos caminos afectivos. Capacidades afectivas y estructuras afectivas De manera análoga al estudio de la cognición en que se discute acerca de las capacidades y las estructuras mentales para realizar una tarea, en las investigaciones relacionadas con el afecto se analiza la capacidad de usar ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 40 eficazmente el afecto (por ejemplo, utilizar la frustración como indicador de la necesidad de un cambio de estrategia) y las estructuras afectivas al realizar una tarea. Algunas de las estructuras afectivas más importantes en lo referente a matemáticas son: a) Intimidad Matemática. Estructuras de sensaciones emocionales, actitudes, creencias, y valores asociados con el íntimo y vulnerable contrato en una actividad matemática. (Es clasificada como afecto local). b) Integridad Matemática. Estructuras afectivas asociadas con el compromiso de verdad y comprensión en una actividad matemática. c) Auto identidad Matemática. Estructuras afectivas asociadas al sentido del uno mismo, “quién soy” en lo referente a matemáticas. Meta-afecto Se refiere con ello al afecto alrededor del afecto y juega un papel central en su marco teórico ya que lo considera el aspecto más importante del afecto. Es lo que permite experimentar el miedo como algo agradable (en la montaña rusa, por ejemplo). La fuerza del meta-afecto es muy poderosa, alguien se puede sentir culpable por enojarse con alguien a quien ame. En la base puede estar el amor pero el meta-afecto negativo lo transforma en algo doloroso. Se debe desarrollar el meta-afecto para que aún las sensaciones negativas sean productivas. Por ejemplo, la sensación de frustración ante un problema matemático debería indicarnos que el problema es no rutinario e interesante, Capítulo 2. El Dominio Afectivo 41 por lo cual considerarlo un reto que anticipe una sensación de éxito aún mayor al resolverlo. Las creencias y los valores “cognoscitivos” relativos a matemáticas –creer que el éxito es un hecho probable, el valor puesto en la resolución de una meta desafiante– pueden contribuir a la construcción de un poderoso meta-afecto. Los sistemas de creencias, el meta-afecto, y los contextos socioculturales Las creencias pueden o no ser verdad, pero son cómodas. Decir esto no es afirmar que sean necesariamente agradables; una creencia puede ser algo doloroso (por ejemplo, la creencia de un niña de que “ella no es buena en matemáticas”), pero puede ayudar a consolidar defensas contra un daño mayor (e.g., al “no ser buena en matemáticas” la niña sabe que debe trabajar bien, y así no decepcionará a sus profesores o a sus padres). Los sistemas de creencias permiten redundancia y ayuda mutua, más que estabilidad. Social o culturalmente compartidas, las creencias y las estructuras afectivas contribuyen sustancialmente en la manera en la que el meta-afecto y los sistemas de creencias se sostienen. En general, el afecto más fuerte y el sistema de creencias más estable son tales como el fervor nacionalista, o la reverencia religiosa, que son compartidas y encajan culturalmente. Todo esto sugiere que se dé atención explícita considerable a la dimensión afectiva comprendiendo la persistencia de los sistemas de creencias que son contraproducentes al aprendizaje y la enseñanza matemáticos. ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 42 II.2.3. Gómez Chacón Las investigaciones anteriores se sitúan en la perspectiva cognitiva del Problem Solving. Gómez retoma este marco teórico pero, como mencionamos antes, su mayor aportación es la incorporación del factor social, desde el punto de vista afectivo, como podemos ver en los objetivos de uno de sus trabajos: En el estudio se ha tratado de: – establecer y describir las relaciones significativas entre cognición y afectividad (afecto local y global, dos constructos definidos en el estudio); – indagar el origen de estas reacciones afectivas y constatar la evolución de los sujetos (modificaciones, cambios, etc.) después de su participación en un programa de actuación didáctica que integra la dimensión afectiva (metaafecto); y – analizar si se podrían interpretar las reacciones emocionales de los jóvenes desde la perspectiva de la identidad social. (Gómez, 1998). Ante la pregunta ¿cómo influyen los afectos en el aprendizaje? Ella plantea: La relación que se establece entre afectos –emociones, actitudes y creencias– y aprendizaje es cíclica: de una parte, la experiencia que tiene el estudiante al aprender matemáticas le provoca distintas reacciones e influye en la formación de sus creencias. Por otra, las creencias que sostiene el sujeto tienen una consecuencia directa en su comportamiento en situaciones de aprendizaje y en su capacidad para aprender. Capítulo 2. El Dominio Afectivo 43 El estudiante, al aprender matemáticas, recibe continuos estímulos asociados con las matemáticas –problemas, actuaciones del profesor, mensajes sociales, etc.– que le generan cierta tensión. Ante ellos reacciona emocionalmente de forma positiva o negativa. Esta reacción está condicionada por sus creencias acerca de sí mismo y acerca de las matemáticas. Si el individuo se encuentra con situaciones similares repetidamente, produciéndose la misma clase de reacciones afectivas, entonces la activación de la reacción emocional (satisfacción, frustración, etc.) puede ser automatizada, y se «solidifica» en actitudes. Estas actitudes y emociones influyen en las creencias y colaboran a su formación. (Gómez, 2000). ¿Saber sin sentir? Una introducción al dominio afectivo 44 Entonces, analizar las expectativas y creencias que los estudiantes traen a la clase de matemáticas podría ser un primer paso para comprender de forma efectiva su afecto en el transcurso del aprendizaje matemático. En el estado del arte que ella reporta, analiza la perspectiva constructivista la cual presta singular atención a la estructura social y cultural en la determinación del estado afectivo. Dicha perspectiva puede clasificarse en tres grupos: Teorías interaccionistas simbólicas, Construccionismo social y Teoría de las representaciones. Las teorías interaccionistas simbólicas postulan el trabajo cognitivo como esencial para la experiencia emocional y afirman que la construcción de las emociones es maleable y moldeable vía las influencias sociales. Las emociones no serían las respuestas automáticas o consecuencias de activaciones fisiológicas, sino que serían un resultado complejo del aprendizaje, de la influencia social y de la interpretación. Las emociones serían los estados de ánimo que acompañan, se derivan o anticipan, la evaluación que la persona hace de sus transacciones con el entorno. Los autores englobados en el construccionismo social comparten ideas sobre el origen y la función social de las emociones. Por sus posiciones pueden, a su vez, dividirse en dos grupos: los radicales, quienes afirman que la emoción es intrínsecamente cultural, dependiendo su existencia de las funciones sociales a las que sirven; y los abiertos, que aunque admiten la función social de la emoción, no excluyen la existencia de reacciones emocionales básicas de carácter adaptativo. Capítulo 2. El Dominio Afectivo 45 Para los construccionistas sociales las emociones se construyen socialmente (se constituyen
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