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Historia de los Otomíes en Ixtenco

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Historia de los Otomı́es en Ixtenco
Mateo Cajero
Enero del 2009
i
Primera Edición
TLAXCALA
Alfonso Sánchez Anaya
C. Gobernador Constitucional del Estado de Tlaxcala
INSTITUTO TLAXCALTECA DE LA CULTURA
Lic. José Antonio Aguilar Durán
Director del I.T.C.
Lic. Carlos Villaseor
Dirección de Extensión Cultural
Dr. Arturo Langle Ramı́rez
Director General del Colegio de Historia e Investigación
PACMYC TLAXCALA
Ing. Miguel Mendieta Zamudio
Responsable de PACMYC
CONACULTA
Unidad de Culturas Populares e Ind́ıgenas de Tlaxcala
Autor
Mateo Cajero
Diseño
L.D.G Alicia Beatriz Pérez Arrioja
Espacio Creativo
c©Derechos Reservados 2002
Gobierno del Estado deTlaxcala
ii
Segunda Edición
Autor de la obra
Mateo Cajero
San Juan Ixtenco
Tlaxcala, México
Corrección ortográfica, de edición, adaptación y migración de texto
Adriana de la Paz Sánchez Moreno
Escuela Superior de Cómputo
Instituto Politécnico Nacional
Distrito Federal, México
Migración en LATEX, corrección de edición y ajuste de imágenes
Genaro Juárez Mart́ınez
Facultad en Ciencias de la Computación, Ingenieŕıa y Matemáticas
Universidad del Oeste de Inglaterra
Bristol, Inglaterra, Reino Unido
Diseño portada segunda edición
Erik Juárez Mart́ınez
Imagen
Una versión electrónica gratuita del libro para fines didácticos y no lucrativos
es disponible desde:
http://uncomp.uwe.ac.uk/genaro/publicaciones/publicaciones.html
c©Enero del 2009
Bristol, Inglaterra, Reino Unido
http://uncomp.uwe.ac.uk/genaro/publicaciones/publicaciones.html
iii
Prefacio
Derivado de la publicación impresa de “Historia de los Otomı́es en Ixtenco,”
surge el ánimo por presentar esta nueva versión electrónica, con el fin de que
el escrito llegue a más lectores y, por supuesto, contribuya al entendimiento
que se busca del pueblo de San Juan Ixtenco y, en consecuencia, del estudio
y evolución de la cultura Otomı́ en dicha entidad.
Esta nueva proposición del libro, tiene algunas modificaciones con re-
specto a la versión original; éstas aparecen tanto en la organización de los
temas y subtemas,1 aśı como en la edición de las imágenes y la incorporación
de algunas nuevas.
Asimismo, se han realizado correcciones de tipo ortográfico y tipográfico,
no obstante, desde la primera versión, pueden encontrarse textos o pasajes
que han sido tomados literalmente de sus fuentes originales (documentos
históricos) y por esa razón, se ha respetado la ortograf́ıa y sintaxis que en
ellos aparece, conservando la traducción original realizada por el autor.
Esta reciente versión, ha sido posible a partir de la autorización y super-
visión que su autor ha manifestado a los editores, quiénes a su vez, realizaron
los ajustes necesarios para su difusión por este medio eletrónico.
La versión electrónica gratuita del libro es para para fines didácticos y no
lucrativos. Disponible en formato PDF desde:
http://uncomp.uwe.ac.uk/genaro/publicaciones/publicaciones.html
Bristol, Reino Unido Editores
Diciembre del 2008 Segunda Edición
1La actualización del formato se llevó a cabo en LATEX con formato book.
http://uncomp.uwe.ac.uk/genaro/publicaciones/publicaciones.html
iv
Agradecimientos
Al Gobierno del Estado de Tlaxcala y al Consejo Nacional a
través de su Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y
Comunitarias (PACMYC) Tlaxcala, por el apoyo brindado para
la edición de esta obra.
Al responsable de la misma Miguel Mendieta, a los jurados
que dictaminaron la aprobación de mi proyecto titulado “Histo-
ria de los Otomı́es de Ixtenco.”
Al personal del Archivo del Estado de Tlaxcala, al Archivo de
mi comunidad al inicio del Presidente Arturo Soĺıs, al Archivo
Parroquial con la autorización del sacerdote Guadalupe Castillo.
Al antropólogo Jorge Guevara, al Presidente de la sociedad de
Geograf́ıa, Historia Estad́ıstica y Literatura de Tlaxcala y al in-
vestigador Jaime Sánchez, ambos me donaron documentos para
mi trabajo. El Profesor Luis Raúl Esparragosa, coordinador de
Radio, Cine y Televisión del Estado de Tlaxcala por sus con-
sejos, a mi paisano el Antropólogo Cornelio Hernández Rojas,
Coordinador de Centros Culturales de I.T.C, por examinar mi
trabajo para su captura.
A los Directores de las escuelas de mi comunidad, a los expres-
identes Municipales, los ex-comisariados ejidales; de una manera
especial al Señor Guillermo Ramı́rez, sin olvidar a los grandes
pensadores, mis compañeros jóvenes de la tercera edad, por la
transmisión de la tradición oral.
A cada una de las personas que donaron copias; a la Comisión
de Planeación y apoyo a la Creación Popular (CACREP) por la
prórroga concedida con el propósito de ampliar más la infor-
mación, a todos ustedes gracias a nombre de mi pueblo.
San Juan Ixtenco Tlaxcala Mateo Cajero
v
Agradecimientos (segunda edición)
A nombre de mi pueblo San Juan Bautista Ixtenco y de los
venerables ancianos quienes son los verdaderos autores. Quiéro
agradecer al personal que participó en esta versión electrónica
gratuita para su corrección ortográfica, adpatación y migración
de texto; a Adriana de la Paz Sánchez Moreno, de la Escuela
Superior de Cómputo del Instituto Politécnico Nacional de la
ciudad de México, aśı también a Erik Juárez Mart́ınez, por el
diseño de la portada para su pueblo; bajo la dirección del hombre
que lleva en sus venas la pureza de sangre Otomı́, me refiero
a Genaro Juárez Mart́ınez, de la Facultad en Ciencias de la
Computación, Ingenieŕıa y Matemáticas de la Universidad del
Oeste de Inglaterra, en el Reino Unido.
Gracias querido compatriota que Dios nuestro Señor te colme
de bendiciones; gracias también por tu visita al pequeño archivo
de las más importantes noticias de nuestro pueblo que seleccioné;
al conocerlo, por el amor a tu cultura te diste a la tarea para su
publicación y decirle al mundo que Ixtenco vive para contar su
historia de antes y después de la conquista.
San Juan Ixtenco Tlaxcala
Enero del 2009 Mateo Cajero
Contenido
1 Introducción 7
1.1 Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.2 Antecedentes del Autor . . . . . . . . . . . . . . . 9
2 Preámbulo Histórico 13
2.1 Dimensión Prehispánica . . . . . . . . . . . . . . 13
2.2 El Origen de la Cultura Otomı́ . . . . . . . . . . . 21
3 Comunidad de Ixtenco 33
3.1 Fundación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.2 Barrios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3 Primera Cofrad́ıa . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
3.3.1 Corporación de San Juan Bautista . . . . 53
3.4 Concepción Jalapasco . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.5 Ojo de Agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
3.6 Fábrica de Aguardiente . . . . . . . . . . . . . . . 92
3.7 Despojos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
3.7.1 Restitución . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
3.8 El Copiloto Corteño . . . . . . . . . . . . . . . . 106
3.9 Sucesos Históricos en Ixtenco . . . . . . . . . . . 124
3.10 Monumentos Históricos en Ixtenco . . . . . . . . 124
3.10.1 Generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
1
2 CONTENIDO
3.10.2 Presidencia . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
3.10.3 Campana Grande . . . . . . . . . . . . . . 128
3.10.4 Haciendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
4 Estructura Social y Cultural en Ixtenco 133
4.1 Organización de Mayordomias . . . . . . . . . . . 133
4.2 Mito, Leyendas y Costumbres . . . . . . . . . . . 139
4.3 Vestido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
4.4 Alimentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
4.5 Medio Social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
4.5.1 Generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
4.5.2 Datos de Educación . . . . . . . . . . . . . 155
4.5.3 Otomı́ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 156
4.6 Situación F́ısica y Geográfica . . . . . . . . . . . . 157
4.6.1 Hidrograf́ıa . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
4.6.2 Clima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
4.6.3 Orograf́ıa. . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
4.6.4 Clasificación y uso del suelo . . . . . . . . 158
4.6.5 Flora y fauna . . . . . . . . . . . . . . . . 158
4.6.6 Población . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
4.7 Educación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159
4.7.1 Escuela Vicente Guerrero . . . . . . . . . 159
4.7.2 Justo Sierra . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
4.7.3 Escuela Particular “Amigas de Niñas” . . 163
4.7.4 Escuela Fray Alonso de Escalona . . . . . 164
4.7.5 Miguel Hidalgo . . . . . . . . . . . . . . . 168
4.7.6 Lázaro Cárdenas . . . . . . . . . . . . . . 169
4.7.7 Centro Cultural . . . . . . . . . . . . . . . 176
4.7.8 Educación Inicial . . . . . . . . . . . . . . 177
4.7.9 Sor Juana Inés de la Cruz . . . . . . . . . 178
4.7.10 Escuelas Bilingües . . . . . . . . . . . . . 184
CONTENIDO 3
4.7.11 COBAT 0.20 . . . . . . . . . . . . . . . . 186
4.7.12 Escuela en San Cristóbal . . . . . . . . . . 189
4.7.13 Biblioteca Municipal . . . . . . . . . . . . 190
4.8 Aspectos Generales . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
4.8.1 Salud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
4.8.2 Cultura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192
4.8.3 Recreación y deporte . . . . . . . . . . . . 194
4.8.4 Vivienda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
4.8.5 Comunicación y transporte . . . . . . . . . 195
4.8.6 Marco económico . . . . . . . . . . . . . . 196
4.8.7 Ganadeŕıa . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
4.8.8 Explotación forestal . . . . . . . . . . . . . 196
4.8.9 Comercio . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
4.8.10 Servicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
4.8.11 Marco Juŕıdico . . . . . . . . . . . . . . . 197
4.9 Hombres Ilustres . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
4.9.1 Don Diego Miguel . . . . . . . . . . . . . . 199
4.9.2 Pedro Mart́ın de González . . . . . . . . . 199
4.9.3 Manuel Herrera . . . . . . . . . . . . . . . 200
4.9.4 Lorenzo Gómez Fabián . . . . . . . . . . . 202
4.9.5 Ambrocio Ortega . . . . . . . . . . . . . . 205
4.9.6 José Joaqúın Torres . . . . . . . . . . . . . 206
4.9.7 Francisco Bartolomé Méndez . . . . . . . . 208
4.9.8 Personajes Distinguidos . . . . . . . . . . 210
4.9.9 La Mujer de Ixtenco . . . . . . . . . . . . 213
5 Notas Finales 215
5.1 El Incógnito Nombre del Pueblo Otomı́ . . . . . . 215
5.2 Malintzi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
5.2.1 Malintzi en las Islas Antillas . . . . . . . . 223
5.3 Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
4 CONTENIDO
5.4 Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
Índice de Imágenes
1.1 Foto aérea de San Juan Ixtenco desde el satélite (v́ıa mapas
Google, Agosto del 2007). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.1 Estas son las ruinas del antiguo pueblo Ixttêyngo en su asen-
tamiento prehispánico por los años 1174, llegaron a esta región,
en la conquista fue reubicada a 3 kilómetros al pie de la Mal-
intzi, lingǘısticamente pertenecemos al tronco lingǘıstico otopame
de alta cultura, por sus vestigios puede ser de esta fecha. . . . 20
2.2 La Cultura Náhuatl y Otomı́ eligieron lugares que le sirva de
señal, como esta piedra de nombre “techichiltic” más o menos
a 500 metros al norte estaba el gigante árbol, como en todos
los mapas no existe una linea recta y menos cuando toman un
hito de la naturaleza. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.3 Esto quedó del lindero de los otomı́es, estas piedras desa-
lojadas de su lugar, actualmente un rancho con el nombre
de Santa Teresa, a lado norte de este lugar se encuentra el
nuevo centro de población Morelos, la capilla únicamente rep-
resentaba el linde más nunca fue un asentamiento, la extensión
del rancho termina Puebla. En este dibujo dejan un texto que
dice “por donde sale el sol.” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
5
6 ÍNDICE DE IMÁGENES
2.4 Este mojón divide Puebla de Tlaxcala, como a 300 mts. está
la colonia Cristalaco, aqúı veneran una cruz de madera a las
orillas de un pequeño ŕıo al fondo de la calle principal, el
santo patrón es Cristo Rey la hacienda también Cristalaco
Ixtacamastitlan, Puebla. El dibujo de Cristo que dejan los
otomı́es, la cruz, el hito, todo coincide que nuestra cultura
hasta aqúı trazó su territorio, por que el códice de Huamantla
la dimensión de los náhuatl abarca hasta Mazapiltepec, Yahua-
lyohcan, o más bien es un mapa de su llegada desde la gran
Tenochtitlan. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.5 Con este grabado se confirma, que la cultura otomı́ aún siendo
una sociedad con herramientas, nunca construyó ninguna pirámide
o algo que la identificara como tal. Desde hace miles de años
las otras culturas obligaban a que ellos dejaran su dialecto,
para agregarse a la universal ind́ıgena de nombre náhuatl.
Mis antepasados fueron los más humildes, con este grabado
lo muestran al compactar la arcilla y otros materiales para
dejar escrita una pequeña parte de su historia. . . . . . . . . . 27
2.6 Este fue el tramo que un grupo avanzó, en el exterior formaron
un escarpio para llenarla de pedruscos y revoltura de cal. Toda
la piedra es pequeña y virgen, tiene en su interior 5.50 claros,
de este ancho el desnivel es de 60 cm. No puede ser después
de la conquista por estos rasgos de ingenio a falta de asesoŕıa
técnica. En los intentos de esta obra, no se pod́ıa continuar,
por la falta de piedra propia para estas construcciones, la men-
cionada capilla, está ubicada del suroeste, al noreste; este lado
tiene un cuadrado anexado a el de 2 × 2 metros claros, como
śı hubiesen pensado en una torrecita; me hace suponer porque
su macizo tiene 80 cm, de grueso. Este trozo, si corresponde a
la plomada, únicamente hicieron 40 y 50 cm, de altura, en la
perforación se encontraron fragmentos de su alfareŕıa. En su
interior, el piso existen espacios que no terminaron por aco-
modar la piedra, lo mismo lo que supuestamente deb́ıa ser el
atrió,al costado del templo a lado del ánden lleva acera como
el de las calles de 50 cm. Puede que hayan pensado en re-
forzar los cimientos o cuando llegó la toma alĺı quedó todo.
Al poniente aún tiene mucha cimentación; urge continuar un
examen de este lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
ÍNDICE DE IMÁGENES 7
2.7 El ı́dolo localizado en el antiguo pueblo de Santiaguito Ixtenco,
también conocido por el jagüey mide 32 cm, de alto, y ancho
de frente 16 cm, grueso de perfil 12 cm. Su hallazgo fue en
febrero del 2001, la piedra no se compara con las de este rumbo. 29
3.1 Maqueta de los cimientos de la iglesia, construida con los restos
del macizo que dejaron al grabar su historia, pero el tiempo
los borró; al buscar el pedazo faltante del rescate principal,
al no concidir ninguno, tallé cuidadosamente ajustando pieza
por pieza desde la plataforma, muros, el cuadro de la torre,
los pilares de la puerta, etc. Al paredón del templo hice los
cortes parecida a la tapia, las adheŕı al compactado, luego con
curiosidad forré con piedritas todas las paredes dejándolo más
original, los tramos faltantes del pavimento supongo que alĺı
quedó cuando llegó la noticia de la conquista. No hubo asesoŕıa
técnica, opino que fue dirigida por alguien emṕıricamente tratando
de igualar alguna iglesia que hab́ıa visto, su inicio lo ubico en
el año de 1510 en adelante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.2 Esta es la técnica de los otomı́es sedentarios en su recolección
de aguas, su estanque principal junto a las cabañas, enseguida
otra más pequeña que serv́ıa de reserva en las tormentas,
cuando el principal estaba por llenarse, desviaban el ĺıquido
encausándolo a la barranca. A un kilómetro al oriente del ac-
tual pueblo, el otro, un poco menor que recoǵıa las aguas que
salen el sudeste de la comunidad, de esta igualmente sirvió de
provisional, al mismo tiempo cuando el pueblo fue reubicado y
dividido de alĺı, fue el agua para calmar las necesidades mien-
tras se comenzaba la cañeŕıade la Malintzi. A la izquierda
del jagüey principal no edificaron sus chozas por tener incli-
nación el suelo, esta corriente es de la antigua barranca de
atrás de la iglesia, al llegar al lugar denominado “El crucero,”
el agua perd́ıa fuerza por el nivel que tiene desde un kilómetro
antes. El ĺıquido lo hacian llegar cuando la época llov́ıa poco,
el mismo sistema del otro caudal, en caso de tormenta deja-
ban pasar el agua para no estropear el estanque más grande
(tallado al relieve). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
8 ÍNDICE DE IMÁGENES
3.3 La toma es en sentido contrario de la otra, aqúı el estanque
principal se nota claro, el camino antiguo de Nopalucan a Hua-
mantla, está marcado con un hilo verde; con más claridad
vemos la barranca hoy se nombra San Juan y pasa junto de
lo que fue intento de ser una capilla. Esta señalado con un
rectángulo negro cerca del jagüey; el pequeño mont́ıculo lla-
mado “el Crucero,” es donde termina la otra barranca repre-
sentada por una ĺınea recta, no se distingue por ser la maqueta
(tallado al relieve). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
3.4 En 1691 comienza a aparecer el nombre de los barrios en el
registro parroquial, el arrabal de San Antonio 2◦, lugar de más
habitantes en esa época, se justifica por sus ruinas y las par-
tidas en la parroquia, más bien aqúı deb́ıa ser el 1◦ pero aśı lo
decidieron los Caciques o por algún motivo aún no descubierto.
Antigua construcción ubicada en la 7 norte y 3 poniente. . . . 46
3.5 Capilla de Santiaguito, ubicada en la 12 norte, fue techada
la mitad por cooperación del barrio. Su abandono ocurrió
cuando murió su donador, el señor Saturnino Huerta, y sus
hijos Amparo y Esequiel, dueños después. En la 10 sur del
mismo barrio en los años 90’s, se perdió una capilla de nom-
bre San Antonio Abad, la cual era una cofrad́ıa, como pres-
idente Guillermo Solis dueño del oratorio Macario Bixano,
compañeros Esteban Aguilar, Andres Bixano, Macario Zepeda,
Eulogio Solis, Antonio Mendoza, Basilio Rojas, se turnaban
cada año en su cuidado. Ya teńıa su campana, después de la
ceremonia religiosa, en lo profano, actuaban los cirqueros del
arrabal, tradición perdida en los años 30’s. . . . . . . . . . . . 47
3.6 En la misma esquina del nicho de San Antonio 1◦ dividido
desde 1720 de esta fecha hasta 1908, se formaron los 2◦ de
los otros barrios. Una de las joyas arqueológicas construidas
a fines de 1700 denominado el “pilancón,” aqúı estaba una
presa para contener las aguas pluviales, en la década de los
40’s, es grato recordar la pelea de toros, el público esperando
terminar la riña para sacar el agua, y también la conchita fue
mudo testigo de los enamorados, mientras las indias llenaban
sus cantaros de agua, el nativo comenzaba el romance. . . . . 48
ÍNDICE DE IMÁGENES 9
3.7 La india principal de Ixtenco Doña Francisca Mendoza ar-
renda a Don Antonio de Reinoso, en 1593, la propiedad de
Concepción Jalapasco, fue terreno de pastoreo. El casco Con-
cepción su depositario era en 1763 Don Mart́ın José Aguilar, su
cabecera Huamantla entre 1700–1760. Actualmente es anexo
a terrenos que fueron del casco Soltepec. Esta finca no se
encuentra en los planos elaborados en 1888. . . . . . . . . . . 89
3.8 Antes del derrumbe aqúı era una cascada, la defensa de este
“ojo” fue uno más de los litigios costosos, aprovecharon que
el pueblo apenas se recuperaba de la epidemia. Los poderes
demostrados de tierras y de aguas, posesión dada desde 1717
mediante el donativo de mil pesos, que entonces mostraron a
favor de la propiedad para la presentación de t́ıtulos. Con esto
estuvo declarado que el ojo de agua que poseen los naturales
del pueblo de San Juan Ixtenco, está comprendida en el con-
venio que se hizo en el juzgado de la provincia de Tlaxcala en
el año de 1758. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
3.9 El 6 de enero de 1697, anotan el barrio de San Juan en el
registro; se supone que a principios de 1700, comienza su edi-
ficación. Para terminar las iglesias pasaban tres o cuatro años.
Esta capilla pertenećıa a un sólo arrabal por lo que aqúı se cel-
ebraba su fiesta, hasta que en 1915, se separan, haciendo su
nicho el arrabal segundo, en la calle 3 sur y 5 poniente, el
primero en subdividirse. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
3.10 De derecha a izquierda el primero de los que estan sentados se
encuentra el profesor Francisco Méndez. . . . . . . . . . . . . 105
3.11 José Maŕıa Ambrocio Tablero, nació el 9 de diciembre de 1887,
hijo de José de Jesús Tablero y Maŕıa Josefa Hernández, el
14 de junio de 1907, en su enlace anotan “José Ambroćıo
Corteño”; en esta fecha permutó su apellido, en los documen-
tos de las gestiones se conoce por “José Maŕıa Corteño.” . . . 123
10 ÍNDICE DE IMÁGENES
4.1 El primer templo empieza su edificación en 1955, un testa-
mento de Don Diego Hernández en 1560, quiso que su tumba
fuera dentro de la iglesia del Señor San Juan frente al altar
de San Diego, aún existe la imagen en su lugar a lado derecho
del altar de la “Preciosa.” La de color amarillo con vista al
poniente perdió su fachada cuando agregaron la nave mayor a
principios de 1700. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
4.2 Edificio de escuelas incorporadas desde su fundación del d́ıa 3
de febrero de 1958, cuando abrió sus puertas la “Fray Alonzo
de Escalona,” con una población de 300 niños. Como di-
rector el profesor Eligio Márquez Melchor, siendo sacerdote
el padre Epitacio ángel Cano y presidente municipal Raúl
Aguilar Barba. Más tarde en 1963, se establece la escuela
Miguel Hidalgo estando como director técnico la profesora
Maŕıa Teresa Bautista, continuaba el mismo padre y el pres-
idente municipal era el profesor Vicente Rojas Méndez. En
1981 casi se queda sin alumnos, al siguiente año por petición
del Señor Obispo, las hermanas misioneras del Sagrado Corazón
de Jesús “Adgentes,” llegan a colaborar con la educación de
este plantel. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
4.3 Con el apoyo del Senador de la República el señor álvaro
Salazar, la solicitud para la fundación del Colegio de Bachilleres
Plantel 20 fue aprobada el d́ıa 4 de septiembre de 1989, impro-
visada mientras se edifican las aulas, dio inicio en la Escuela
secundaria Lázaro Cárdenas con 130 alumnos. En abril de
1992, se trasladan a sus nuevas instalaciones. . . . . . . . . . . 187
4.4 Organigrama del ayuntamento. . . . . . . . . . . . . . . . . . 198
4.5 Vista del Kiosko en el parque central de San Juan Ixtenco –
vista hacia el norte (Enero del 2005). . . . . . . . . . . . . . . 214
5.1 Vista del Ayuntamiento de San Juan Ixtenco y vista hacia la
Malintzi – oeste (Enero del 2005). . . . . . . . . . . . . . . . . 234
5.2 Vista hacia el sur (Enero del 2005). . . . . . . . . . . . . . . . 235
5.3 Vista hacia el este desde la torre de la iglesia (Enero del 2005). 236
Índice de Tablas
3.1 Hombres ilustres. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
4.1 Docentes de la escuela Miguel Hidalgo. . . . . . . . . . . . . . 169
4.2 Directores de la escuela Lázaro Cárdenas. . . . . . . . . . . . . 174
4.3 Subdirectores de la escuela Lázaro Cárdenas. . . . . . . . . . . 175
11
12 ÍNDICE DE TABLAS
Caṕıtulo 1
Introducción
1.1 Presentación
El registro de la transformación histórica siempre resulta polémi-
ca para los diversos especialistas que han construido, sobre la
tradición y sabiduŕıa popular, a pesar del esmero y calidad de
sus autores tendrá siempre duda insuficiencias, es importante
contribuir al esfuerzo de sistematizar la historia de la trayectoria
de un pueblo que, como Tlaxcalteca, debemos cooperar para la
crónica de nuestro gran páıs que es México, en medio de las
controversias sobre su papel de las diferentes interpretaciones
que vienen de fuera aficionándose que un grupo es mejor que los
demás.
Nosotros, los Tlaxcaltecas, no sólo sentimosorgullo de un
historial vigoroso, sino que proyectamos hacia adelante, con
firmeza, con valent́ıa, reconociendo siempre el legado de nue-
stros ancestros, perfeccionando los rasgos de un pueblo único
que nos permite la riña decidida en el presente, y la visión de un
mejor porvenir. Rescatar esa memoria compartida, valorar nues-
tra identidad y reafirmarnos como Mexicanos, son los propósitos
que me guiaron al esfuerzo de esta historia del antiguo pueblo
13
14 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
de Ixtenco, documentos que son del ayer para nuestro pueblo de
hoy, para las nuevas generaciones, para que en ello aprendan del
conocimiento y el esfuerzo de sus mayores.
Es un quehacer significativo, que recoge conocimiento, se han
logrado integrar a los volúmenes recopilados que parten de nue-
stro origen, llegar a describir y recrear el pasado más próximo a
nosotros, en una historia de muchos siglos, es un largo y cuida-
doso esfuerzo por registrar hechos y procesos pero, también, por
rescatar testimonios de diferentes épocas, de distintos oŕıgenes.
Desde la tradición oral, los códices, los primeros impresos, hasta
llegar a los estudios como un especialista, en estos textos se recu-
pera nuestra memoria histórica, memoria compartida. Ixtenco
es sin duda el protagonista de la crónica, pero no aislado, sino
integrado al todo que hoy es México, aqúı se realza las partic-
ularidades de un pueblo desde sus oŕıgenes; al mismo tiempo
buscamos integrarnos a la nación.
Hay en todo ello un signo altivo, de la dignidad que se distin-
gue como un pueblo netamente otomı́, tenemos que estar orgul-
losos con lo que significa nuestro pasado prehispánico, con im-
portantes testimonios culturales, que los seis años de estudio que
se han hecho y la presencia de sus ı́dolos grabados, y el mundo
testigo de su asentamiento, la cual garantiza su superviven-
cia. Tengo en mi memoria modos de vida originales, técnicas
agŕıcolas, artesańıas que aún desarrollamos, parte de su orga-
nización, la clase de utensilios que alcancé a manejar, lugares
de sus asentamientos en esta región y su escaso crecimiento de
población.
Luego, en la conquista, la comprensión que hubo entre el
primer hombre español con el nativo para pactar la alianza antes
1.2. ANTECEDENTES DEL AUTOR 15
que el pueblo náhuatl tlaxcalteca,1 el desenvolvimiento de la
etapa colonial en la región otomiana fue, en muchos aspectos,
diferente al de otras regiones del páıs, una agricultura propia, las
artesańıas, la producción de lana primero y principal desarrollo
económico en la época en la zona.
Con todo esto esta historia dedica un largo espacio al mo-
mento del encuentro con los europeos. Por ello también la del-
icada tarea de abordar la transformación poĺıtica y religión de
Tlaxcala en el peŕıodo colonial: la segunda alianza con los ex-
tranjeros que condujo a la destrucción del poderoso dominio
mexica en el área mesoamericana.
Ésta es una obra para los xi-ndo,2 pero también para el resto
de los mexicanos, queremos que se conozca nuestra antigüedad,
nuestra religión, nuestra sociedad, lo que hemos sido: que se
aprecien, nuestras ráıces, que se valore el completo proceso de
conservación ante la sociedad.
Para terminar, retomo las palabras de un célebre tlaxcalteca:
“Son pocos los que se atreven a tomar la pluma en la mano,
temiendo los juicios y pareceres que dan aquellas cosas que no
les costaron trabajo” (Diego Muñoz Camargo).
1.2 Antecedentes del Autor
Todo tuvo su origen el 4 de noviembre de 1994, al prestar mis
servicios como auxiliar en el Centro de Educación Preescolar
Ind́ıgena denominado Na Ngû Chimehtzi Nühmû (la Casa
del Niño Otomı́), llegó a mis manos un libro dividido en cinco
partes de una investigación de varios autores con el t́ıtulo “Luces
1Resultado de la investigación.
2Sobrenombre de Ixtenco es, ya xi-ndo = los que venden huesitos de capuĺın.
16 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
del Otomı́” editada en 1893. En el sexenio del Señor Gobernador
Antonio Alvarez Lima, fue becado para entrar al campo de la
investigación, part́ı el 12 de diciembre de 1996 al Estado de
Hidalgo, en 30 d́ıas con sus intervalos visite Ixmiquipan, San
Pablito Pahuatlán, Santa Ana Hueytlapan, Tenango de Doria,
entre otras.
En mi cuna natal examine las voces de los habitantes por
medio de las entrevistas que realicé. Entre mi gente existe un
manuscrito con el nombre de “Reglas de ortograf́ıa, diccionario
y Arte del idioma Otomı́” del catedrático Luis de Neve Molina
publicado en 1767. Con el material recopilado me entregué duro
al estudio, siendo de origen otomı́, los signos me orientaron para
la escritura de mi dialecto, por las variantes que existen en todos
los pueblos ind́ıgenas los escritores inventaron varios alfabetos;
para mi fue muy complejo desconociendo la lingǘıstica. Lo que
hice fue analizar cuidadosamente la voz de las personas de más
conocimiento y la pronunciación del tema comparando con lo
escrito; luego tomé la decisión de elegir el abecedario del sacer-
dote Lic. Mestizo Luis Neve Molina, su compendio fue recon-
struido, corregido y aumentado de acuerdo a la poca evolución
del dialecto otomı́, la creación fue editada en 1998 con la de-
nominación de “Ráıces de Otomı́.”
A ráız de este obra, fue preciso saber en que fecha y por donde
llegó este grupo étnico. La satisfacción de mi primer trabajo,
los dibujos pictográficos de mis antecesores hechos en 1865, los
mapas de Cuauhtinchan, el Códice de Huichapan, el Códice de
Huamantla y la tradición oral de mi pueblo; me llevó a darle un
repaso a estos t́ıtulos, algunos prestados, entonces en mi cerebro
brotó una chispita de inspiración que me envolvió con el anhelo
de ir al intento de conocer el pasado de mi cultura. Solicité
1.2. ANTECEDENTES DEL AUTOR 17
otra oportunidad en el Instituto Tlaxcalteca de Cultura, la cual
fue aprobada, sabiendo que el recurso que se me otorgó en el
pasado proyecto fue bien invertido, como lo justifica la auditoria
que me hicieron. Gracias al Consejo Nacional para la cultura y
las Artes, en su programa de Apoyo a las Culturas Municipales
y Comunitarias que aprobaron mi proyecto con el número 08
titulado “Historia de los Otomı́es de Ixtenco,” hago entrega de
esta obra que es una mı́nima parte de la vida ancestral del pueblo
de Ixtenco.
18 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
Imagen 1.1: Foto aérea de San Juan Ixtenco desde el satélite (v́ıa mapas
Google, Agosto del 2007).
Caṕıtulo 2
Preámbulo Histórico
2.1 Dimensión Prehispánica
Querido lector desde el principio de esta hermosa labor, es con
la finalidad del rescate a la escritura del dialecto que hablara
mi pueblo, pensando dejar una memoria como lo hicieron mis
antepasados, ellos fueron grandes escritores, investigador dibu-
jante de acuerdo a su época; al cual me integro a ellos sin tener
el conocimiento con que ilustres hombres dejaron para su de-
scendencia parte de su historia. Don Mateo no hizo más que
agregar algo que olvidaron o ampliar la crónica resultado de su
pasado.
Con la misma mentalidad en 1865, el celebre ind́ıgena Lorenzo
Gómez Fabián se ocupó en dejar, por medio de sus dibujos
pictóricos, la tradición oral igualmente de sus ancestros que
fueron los primeros en esta región. Es cierto que pasaron otras
culturas antes, estos lugares no fueron codiciados a falta de ŕıos
y no siendo sedentarios, ni agricultores siguieron su marcha.
Según los estudios lingǘısticos mis antepasados pertenecen a
la alta cultura, su asentamiento lo hicieron en un terreno plano,
a la razón los conquistadores prehispánicos no estaban seguros
19
20 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
que alguna tribu estuviera en este lugar, y si dieron con ellos,
era un grupo que se hab́ıa resignado a vivir sin guerra.
(a) Lorenzo Gómez en un lienzo pinta un enorme árbol de en-
cino que deja como lindero; y las palabras “Ensyno por
el Sur”1, por medio de la investigación de campo, el ar-
busto estaba a 500 metros de la piedra “Techichltil”lindero
también de Puebla y Tlaxcala, el árbol de la historia estaba
en terrenos de la colonia Francisco Javier Mina.
En una cŕıtica del señor Ing. Ignacio M. Cabañas Flores
en la devolución de suelos en 1920, comenta: “San Diego
Pinar pertenece a la delegación de la Comisión Nacional
Agraria,2 esta como anexo #5 en el que se ve como en el
año de 1868 en que fue levantado dicho plano, la hacienda
de San Diego Pinar colindaba con una extensión “1000vs,”
mil varas cerca de la Malintzi con el pueblo de Ixtenco; por
esta causa desde hace varios años han existido dificultades,
las que siempre se han solucionado con actos agresivos y
criminales.”
(b) Por el oriente una capilla de nombre Santa Teresa, al sur
del actual centro de población Morelos, igualmente limita
Tlaxcala. La relación de un investigador es más veŕıdica
con el apoyo de investigación de campo, los documentos y
la tradición oral; cualquiera de ellos tiene sus deficiencias;
pues bien... en comunicación personal con los nobles an-
cianos de mi cuna natal, su comentario es que en ese lugar
hubo el primer asentamiento de nuestra cultura; inspec-
cioné cuidadosamente el área y no encontré de vestigios o
1De no encontrar algo notable para lindero a lado sur eligen este árbol, el estar al
Sudoeste el pintor deja una nota aclarando que no está exactamente al sur.
2Fuente: Archivo Municipal sección restitución.
2.1. DIMENSIÓN PREHISPÁNICA 21
algo que me condujera a pensar del posible establecimiento,
estos linderos únicamente fueron para dar a entender de su
dimensión prehispánica.
Rancho Santa Teresa se nombró hoy en d́ıa el lugar de la
crónica, en su exterior únicamente el montón de piedra
queda de lo que fue un d́ıa, tierras otomianas; las ruinas
son claras, de piedras fofas, una de ellas tiene una per-
foración donde acomodaban la cruz como tradicionalmente
lo hicieron al conocer el evangelio.
Tampoco en el pozo y la hermosa pila de agua nombrada
Santa Teresa, no localicé restos de haberse posado algún
grupo, esta construcción fue después de la conquista, cabe
agregar que fue un lugar importante para la sobrevivencia
de esa región en especial a mi cultura, en tiempos de seca
cuando llegaba a agotarse hasta el ŕıo denominado Xon-
icuila,3 abŕıan la compuerta de la laguna del mismo nombre
hoy desaparecida, por medio de esa larga fuente conserva-
ban el agua para su sostenimiento.
(c) Al norte, en el lienzo, dibujaban un Cristo en la Cruz,
parece coincidir que cambiaron la palabra que compusieron
los españoles de Cristo a Cristalaco a la hacienda, en memo-
ria a la Cruz de aquel lugar; aún cuando pertenece al Estado
de Puebla, esta colonia llamada antes Barranca Seca, en la
actualidad se llama también Cristalaco, es importante la
tradición oral, las visitas a estos lugares porque śı encaja
con la crónica estando a 300 metros la mojonera que sep-
ara Puebla de Tlaxcala. Al fondo de la calle principal una
cruz de madera que la veneran desde hace tiempo, el Santo
3Tradición oral: de la Señora Rosa Mendoza de la colonia Máximo Serdán Puebla.
22 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
Patrón de la colonia es Cristo Rey.
(d) Continuando las visitas a las poblaciones que según la tradición
oral pertenećıan al grupo cultural de los otomı́es, llegué a
San Cosme Xaloztoc, el 5 de abril del 2001, en ausencia del
presidente municipal me atendió su secretaria Maria Luisa
Nava Sánchez, le d́ı a saber el motivo de mi presencia, luego
de escuchar mi petición me recomendó con la archivista, la
señorita Rosalina Montes Hernández, mostrándome unos
documentos que dice: “En 1849 San Cosme, aún bajo la
categoŕıa de pueblo, pertenećıa al partido de Huamantla,
cuando Tlaxcala era un departamento de México integrado
por tres partidos, al ir ocupando la mayoŕıa del territorio
nacional, el imperio dividió al páıs en 50 departamentos,
Tlaxcala es uno de ellos y a su vez se subdividió en tres
distritos integrados por 27 municipalidades.”
San Cosme Xaloztoc es un pueblo que pertenece a la munic-
ipalidad de Tzompantepec, del distrito de Huamantla. La
intervención francesa sigue su curso, a principios de 1867
las tropas francesas se retiran por la proximidad de conflic-
tos en Europa que van a requerir los contingentes franceses
asentados en México. Napoleón III argumenta que Maxi-
miliano hab́ıa consolidado su imperio, por lo que ya no se
requeŕıa el apoyo francés, pero nada más lejos a la verdad
y la aventura imperialista termina con el fusilamiento de
Maximiliano de Habsburgo el 19 de junio de 1867.
Miguel Lira y Ortega hab́ıa sido nombrado gobernador susti-
tuto durante la guerra. La entidad vuelve a ser dividida
territorialmente y es integrada por 5 distritos; Hidalgo,
Zaragoza, Juárez, Morelos y Ocampo. Xaloztoc, sigue siendo
2.1. DIMENSIÓN PREHISPÁNICA 23
un pueblo que pertenece a la municipalidad de Tzompante-
pec y están integrados al Distrito de Juárez, también cono-
cido como el tercero.
Desde 1794, seguramente mucho antes, San Cosme era un
pueblo que pertenećıa al cuartel de Apizaco cuando Tlax-
cala era un partido que se divid́ıa en 7 cuarteles. La fragili-
dad de la agricultura Tlaxcalteca estaba sujeta a las dif́ıciles
condiciones climáticas y a los problemas de financiamiento
de las haciendas y ranchos, algunos se atrasaron en el pago
de impuestos, por lo que las administraciones se vieron pre-
cisados a rematarlos.
En enero de 1869, se procedió a poner a la venta las fincas
de Tochac, situado en el partido de Huamantla valuada en
$31,593.00, la propiedad se puso en remate y se anunció al
público para que las personas que quisieran hacer postura,
concurrieran al juzgado Quinto de lo Civil para recibir in-
strucciones. El 7 de diciembre de 1867, el general Antonio
Carvajal puso en conocimiento al público que la hacienda
de Tochac y la concepción, como la de la concepción y la
de Acocotla: se requeŕıa de garant́ıa en efectivo por difer-
encias, que en la paćıfica posesión de las referidas fincas
se han suscitado. Mencionó, también, que la propiedad de
Tochac está afectada de $19,000.00.
Sin embargo, el 25 de noviembre de 1873, mediante el de-
creto #65, se erige la comunidad de San Cosme Xaloztoc
con los pueblos de Santa Maŕıa Tocatlan, San Juan Quet-
zalcoapan y San Pedro Tlacotepec.
(e) En el mismo d́ıa visité la población de San Salvador Tzom-
pantepec, en la presidencia me recibió la Lic. Porfiria Pérez
24 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
Carrasco, Presidente Municipal de San Salvador Tzompan-
tepec Tlaxcala, le comenté el motivo de mi visita, en seguida
llamó al cronista, el Profesor Fermı́n Carrillo Dı́az, plati-
camos de nuestra inquietud, procedió a mostrarme unos
murales que conteńıan la historia de una guerra en la con-
quista, donde un nativo se apodera de la bandera española,
el guerrero de nombre Chichimecatehutli en la batalla Tzom-
pantepec. De mi pregunta principal dijo que San Salvador
anteriormente pertenećıa a Huamantla, y por estar lejos
para los trámites era dif́ıcil, decidieron desagregarse.
También esta comunidad fue conquistada por los Teochichime-
cas los vestigios son muy remotos. Según la tradición oral
de mis antepasados, en su llegada a este lugar el grupo
étnico midió su territorio desde la cúspide de la Malintzi;
parado un hombre al oriente, con ambas palmas de las
manos, se cubrió los óıdos, en esta posición los codos apunt-
aban al sur el brazo derecho, el izquierdo al norte, al oriente
hasta un lugar de muy poca vegetación y estando en ter-
reno plano parećıa una cañada mirando desde este punto
de la coronilla de la Malintzi, dejan una capilla con una
inscripción que dice: “Santa Teresa” por donde sale el sol.
Claro, dicen también que el encino no está perfectamente
al sur.
Los lienzos fueron elaborados en 1865, le agrega el dibujante
los nombres que conocieron después de la evangelización,
pero son lugares que en su origen los analizaron, son lindes
formados por la naturaleza,la Cañada es la parte más baja
del lugar, Cristaloco, un barranco que lo rodea tres cerros,
y a unos metros una mojonera que divide los estados.
La reconstrucción de Don Lorenzo Gómez Fabian fue para
2.1. DIMENSIÓN PREHISPÁNICA 25
mostrar lo que nos pertenećıa en un principio, extraño es
que si no fueron los otomı́es los que midieron al oriente de
Tlaxcala ¿quién pudo haber sido? El códice de Huamantla,
su dimensión al sur abarca otros poblados como Tepetzala,
Yahualyohcan Estado de Puebla, lo que quiere decir que es
un mapa desde la gran Tenochtitlan y su procedencia.
26 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
Imagen 2.1: Estas son las ruinas del antiguo pueblo Ixttêyngo en su asen-
tamiento prehispánico por los años 1174, llegaron a esta región, en la con-
quista fue reubicada a 3 kilómetros al pie de la Malintzi, lingǘısticamente
pertenecemos al tronco lingǘıstico otopame de alta cultura, por sus vesti-
gios puede ser de esta fecha.
2.2. EL ORIGEN DE LA CULTURA OTOMÍ 27
2.2 El Origen de la Cultura Otomı́
Según Jacques Saustelle, la familia otomı́-pame de México Cen-
tral en su edición 1993. La historia y crónicas mexicanas se
ocupan con frecuencia de los otomı́es, para la mayoŕıa de las ve-
ces de manera indirecta. Los pueblos de lengua Náhuatl fueron
los únicos del México Central que poseyeron una historia escrita;
sin aludir los que no fueron náhuatl, se refieren a los otomı́es so-
lamente cuando estos se encuentran mezclados de una u otra
manera a las migraciones o a las guerras de esas poblaciones.
La historia legendaria de México considera como los primeros
habitantes de este páıs a una raza de gigantes; los Quiname,
que fue exterminada en parte por el cataclismo, en parte por
la población que la sucedió. En este segundo pueblo era el de
los Olmecas u Olmecasxicalancas. Según Ixtlilxóchitl veńıan del
este, de las costas del golfo e invadieron la altiplanicie; incluso
agrega que hab́ıan desembocado viniendo desde el oriente por
mar, luego habŕıan ganado los bordes, del Atoyac en el actual
Estado de Puebla. Ixtlilxóchil presenta a los olmecas como el
pueblo de Quetzalcóatl.
Pese a que este personaje, soberano semilegendario divinizado,
es conociderado a menudo como el Rey Tolteca. Nuestro autor
lo hace aparecer bastante antes de la civilización de Tula. De-
sempeño entre los olmecas el papel de civilizador que por lo
general se le atribuye, y después se volvió por la misma parte
de donde hab́ıa venido, que fue por la de oriente, después de-
sapareciéndose por las costas de Coatzacoalcos. Además dice
que los olmecas habitaban México durante la época de Ehecato-
natiuh, “sol del viento,” pues bien... Quetzatcóatl es divinizado
bajo la forma del Dios del viento, Ehecatl. En fin vino de ori-
ente, como los olmecas, todo este tránsito es lo que permite rela-
28 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
cionar estrechamente a los olmecas con el culto de Quetzalcóatl
y atribuirle una alta civilización, la cual estaŕıa en la base de la
de los toltecas “Quetzalcóatl.”
La remota antigüedad de este civilización es puesta en relieve
por el hecho de que se le asigne el “Sol” Ehecatonatiuh, es
decir, una era muy anterior a la nuestra y separada de ella por
el cataclismo.
La lectura de este trabajo, cuyas dos partes más importantes
están dedicados a las lenguas de la familia otomı́–pame, pone en
evidencia su carácter fundamental lingǘıstico. En primer lugar,
los otomı́es y los otros pueblos ind́ıgenas, mazahua, matlatzinca,
etc; que estudiamos recibieron muy intensamente la influencia
de los europeos. Su cultura, muy intensamente, la influencia
de los europeos, material, su organización social, su religión,
mezclan de manera a menudo confusa, la supervivencia de su
civilización antigua y las innovaciones impuestas por los con-
quistadores y misioneros; por lo contrario sus lenguas subsisten
todav́ıa en todos sus caracteres originales. Para lo que me pro-
pongo, el volumen de la familia otomı́–pame viene a integrarse
en mi hipótesis de que es posible que venimos de oriente, porque
el asentamiento de este pueblo, según el comodato investigador
Luis Reyes Garćıa, que esta cultura llegó a la región en 1174,4 en
el archivo municipal existe una copia que fue sacada del archivo
de la nación, que menciona un testamento de Don Diego Miguel,
casado con Doña Petrona Gómez, vecinos que fueron del pueblo
de San Juan Bautista Ixtenco, otorgado en idioma mexicano en
el año de 1508 y traducido al español en el año de 1866.
Antes del estudio lingǘıstico se teńıa la versión de que los
4Reyes Garćıa Luis, Historia de Tlaxcala Diego Muñoz Camargo, edición 1998, página
47.
2.2. EL ORIGEN DE LA CULTURA OTOMÍ 29
primeros hombres entraron por el estrecho de Bering por una
glaciación, pero estudios de hombres y mujeres en los últimos
años dan otra versión. Según Jacques Soustelle, edición 1993: la
oscuridad y confusión que reina en la clasificación de los pueblos
ind́ıgenas de México, nos impusieron privilegiar ante todas las
investigaciones susceptibles de introducir un poco de orden en
el caos de las lenguas y de las tribus.
Imagen 2.2: La Cultura Náhuatl y Otomı́ eligieron lugares que le sirva de
señal, como esta piedra de nombre “techichiltic” más o menos a 500 metros
al norte estaba el gigante árbol, como en todos los mapas no existe una linea
recta y menos cuando toman un hito de la naturaleza.
Sobre los otomı́es y sobre sus relaciones con otros indios, como
los matlatzincas, se han esgrimido las opiniones más contradic-
torias. Śı por lo general se vincula a los pame con los otomı́es,
es por pura y simple afirmación de un misionero del siglo XVIII.
30 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
Hemos intentado resolver esos problemas, para nosotros lo más
urgente, a partir del estudio de las lenguas ind́ıgenas. Esto im-
plica cierta actitud respecto del estudio lingǘıstico mismo. No
como fonético puro, o como filólogos puros, hemos descrito el
material fonético, la morfoloǵıa y la sintaxis de esas lenguas. Al
mismo tiempo que intentamos dar esta descripción que hablan
esas lenguas hemos atribuido, asimismo, una importancia par-
ticular, no solamente a las comparaciones entre estas diversas
lenguas, sino también el estudio de las distribución geográfica y
su evolución histórica.
Imagen 2.3: Esto quedó del lindero de los otomı́es, estas piedras desalojadas
de su lugar, actualmente un rancho con el nombre de Santa Teresa, a lado
norte de este lugar se encuentra el nuevo centro de población Morelos, la
capilla únicamente representaba el linde más nunca fue un asentamiento, la
extensión del rancho termina Puebla. En este dibujo dejan un texto que dice
“por donde sale el sol.”
2.2. EL ORIGEN DE LA CULTURA OTOMÍ 31
Imagen 2.4: Este mojón divide Puebla de Tlaxcala, como a 300 mts. está
la colonia Cristalaco, aqúı veneran una cruz de madera a las orillas de un
pequeño ŕıo al fondo de la calle principal, el santo patrón es Cristo Rey la
hacienda también Cristalaco Ixtacamastitlan, Puebla. El dibujo de Cristo
que dejan los otomı́es, la cruz, el hito, todo coincide que nuestra cultura
hasta aqúı trazó su territorio, por que el códice de Huamantla la dimensión
de los náhuatl abarca hasta Mazapiltepec, Yahualyohcan, o más bien es un
mapa de su llegada desde la gran Tenochtitlan.
Hemos tratado de demostrar que las conclusiones de este tra-
bajo lingǘıstico, sea más precisas y más claras que las de otras
disciplinas, coincidan al menos con éstas. Por eso no hemos
descuidado ni la antropoloǵıa somática, ni la etnograf́ıa, ni la
historia, con el objeto de reunir y de reforzar entre śı los resul-
tados de diferentes investigaciones.
La reconstrucción hipotética en el documento de 15085 en
otra traducción de 1835, Don Diego Miguel es acompañado por
Don Fernando Cortés de Monrroy, él que más tarde fuera Capitán
5Fuente: Archivo Municipal sección histórica.
32 CAPÍTULO2. PREÁMBULO HISTÓRICO
de Hernán Cortés en la conquista.
Poco después del descubrimiento de América, el Rey de España
manda un hombre a inspeccionar el nuevo continente más o
menos en 1507, llega en una aldea cerca de una montaña que
tiene forma de mujer, el terreno es plano donde se dedican a cul-
tivar su sementera, algo le llamó la atención al visitante, fue que
este poblado no estaba sobre un cerro como las demás tribus;
para abastecerse de agua teńıan un enorme estanque. Poco a
poco buscó la comunicación ante estos indios, notó en ellos de-
sconfianza y temor sin demostrar amenaza de guerra. Por fin, en
varios intentos, logra la reunión de los caciques para la posible
alinaza, siendo un grupo único de habla otomı́ en su mayoŕıa;
años atrás fueron despojados de sus tierras por los invasores
Teochichimecas, siendo poderosos guerreros; a los otomı́es los
teńıan aislados y humillados, y el soldado con arma desconocida
y buen ropaje les estaba ofreciendo ayuda, por lo que vieron
como oportunidad la alianza.
Paso algún tiempo, tal vez años en lo que se practicara la
relación de ambas lenguas español–otomı́, para transmitir lo que
pretend́ıa el hombre blanco y cumplir su misión. Comenzó a dar
a entender de un Dios diferente al de los nativos, al que se debe
venerar en una casa grande hecha de cal y piedra, que él es
bueno, concede todo y que él lo acompaño para llegar a estas
tierras.
Don Fernando Cortés con su inteligencia prometió a su re-
greso y con orden del Rey, les haŕıa documentos por enormes
cantidades de tierras, aguas y todo lo que ellos deseaban. Ya
lograda la confianza él enviado de España deseaba conocer al
pueblo importante de esta nación y como estaban ubicadas las
demás. Con la habilidad que poséıa invitó al cacique a recibir
2.2. EL ORIGEN DE LA CULTURA OTOMÍ 33
el nombre de Diego Miguel, lo mismo que lo llevara al pueblo
Mexica para registrar el testamento que el nativo otorga a su
mujer Doña Petrona Gómez del mismo pueblo “Ixttyngo.”6
Imagen 2.5: Con este grabado se confirma, que la cultura otomı́ aún siendo
una sociedad con herramientas, nunca construyó ninguna pirámide o algo que
la identificara como tal. Desde hace miles de años las otras culturas obligaban
a que ellos dejaran su dialecto, para agregarse a la universal ind́ıgena de
nombre náhuatl. Mis antepasados fueron los más humildes, con este grabado
lo muestran al compactar la arcilla y otros materiales para dejar escrita una
pequeña parte de su historia.
Regresa el soplón a mi páıs llevándose la información; en otro
viaje algo le trajeron al cacique como prueba de su amistad y
palabra de cumplir su regreso, Don Diego con ese afecto escucha
la petición que hace Fernando de llevarse la niña, hija de Diego,7
teńıa entre 8 a 10 años para su educación en la lengua española
y aśı mejor comunicación.
Tiempo después regresan de España, la nativa cuenta a su
gente lo que vio y aprendió, enseñándoles la doctrina Cristiana
6En “Ráıces del otomı́,” publicación de 1998, aclaración que proviene de Ix = agrio,
ttêy = atole, ngo = festividad, su versión literal “lugar del atole agrio en festividad.”
7Resultado de la investigación.
34 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
Imagen 2.6: Este fue el tramo que un grupo avanzó, en el exterior formaron
un escarpio para llenarla de pedruscos y revoltura de cal. Toda la piedra es
pequeña y virgen, tiene en su interior 5.50 claros, de este ancho el desnivel es
de 60 cm. No puede ser después de la conquista por estos rasgos de ingenio a
falta de asesoŕıa técnica. En los intentos de esta obra, no se pod́ıa continuar,
por la falta de piedra propia para estas construcciones, la mencionada capilla,
está ubicada del suroeste, al noreste; este lado tiene un cuadrado anexado
a el de 2 × 2 metros claros, como śı hubiesen pensado en una torrecita;
me hace suponer porque su macizo tiene 80 cm, de grueso. Este trozo, si
corresponde a la plomada, únicamente hicieron 40 y 50 cm, de altura, en la
perforación se encontraron fragmentos de su alfareŕıa. En su interior, el piso
existen espacios que no terminaron por acomodar la piedra, lo mismo lo que
supuestamente deb́ıa ser el atrió,al costado del templo a lado del ánden lleva
acera como el de las calles de 50 cm. Puede que hayan pensado en reforzar
los cimientos o cuando llegó la toma alĺı quedó todo. Al poniente aún tiene
mucha cimentación; urge continuar un examen de este lugar.
2.2. EL ORIGEN DE LA CULTURA OTOMÍ 35
en forma bilingüe, orientándoles como era una iglesia, tamaño,
forma, división.
Imagen 2.7: El ı́dolo localizado en el antiguo pueblo de Santiaguito Ixtenco,
también conocido por el jagüey mide 32 cm, de alto, y ancho de frente 16
cm, grueso de perfil 12 cm. Su hallazgo fue en febrero del 2001, la piedra no
se compara con las de este rumbo.
Únicamente esta manera se puede formar la versión de crear
su fe en Dios y de decidir el hacer una obra con caracteŕısticas
de las que hoy conocemos, sin la intéprete jamás entendeŕıan lo
que a continuación explicó, si el diagrama fuera enseñado por el
español.
Don Diego Miguel organiza sus barrios para los cimientos de
una iglesia, sacan una gran cantidad de arcilla del jagüey, lo
36 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
compactan en una área de 20 × 60 metros igual a mil doscien-
tos metros cuadrados (1,200 m2). La greda tiene un grosor de
20 hasta 80 cent́ımetros según el peso de la construcción que se
pensó, en el interior del templo casi todo se encuentra pavimen-
tado de piedra virgen, cubriendo la arcilla y en las uniones una
revoltura de cal. La capilla se planeó de 8×40 mts, los cimientos
de la torre según lo que escucharon por su peso, el compactado,
su grosor es cerca de un metro, su patio con piso de piedra, se
notan tramos incompletos; que los grupos no terminaron cuando
llegó la conquista definitiva; a lado derecho interior es notable el
intento de un altar, sin asesoria técnica; sus paredes de una vara
de grueso como las actuales construcciones de los templos de
80 cm, la parte exterior de atrás hicieron escarpio (palabra cor-
recta = escarpo), pensando en atrancar la edificación, como ya
se encaminaron a la doctrina cristiana a este lugar denominaron
Santiaguito Ixttêyngo” (el suceso pudo ser entre 1512 y 1515).
Rodeado de guerreros no pudieron construir alguna pirámide
para patentizar su cultura, pero śı lo demostró, porque eligió la
zona apropiada para su aldea; la distribución de sus barrios bien
ubicados para la no contaminación de sus aguas, sus estanques
del preciado ĺıquido, alineados, planeados como reserva o en caso
de tormenta, para que no se destruya su jag̈’uey principal, única
esperanza para su sobrevivencia. Sus ı́dolos de piedra tallado
sin herramienta hierro, sus grabados con material de barro com-
pactado para plasmar sus signos de su pictograf́ıa.
Haciendo un examen minucioso, para buscar su grosor de
barro, encontré pedazos de cerámica, en el interior del suelo
compactado, en las pocas veces que realicé la perforación, se
presentaron vestigios de los antiguos trastes de mis ancestros; lo
que quiere decir que antes de hacer los cimientos ya exist́ıa esta
2.2. EL ORIGEN DE LA CULTURA OTOMÍ 37
cultura.
Llega la fecha 1519, la conquista comienza, piden permiso a
Tlaxcala para atravesar e ir a la gran Tenochtitlan, los otomı́es
de Ixtenco no eran los que resguardaban la frontera, por los liti-
gios de los mexicas y tlaxcaltecas, en los tiempos de Moctezuma,
estos últimos eran otomı́es separados del mı́tico Chicomostoc
hace much́ısimos años,8 aquellos fueron denominados cazadores
y recolectores, grupo del indomable Tlahuicole.
En su caminar se afiliaron a otras culturas y perdieron su
lenguaje, en su regreso después de haber llegado a las tierras
arid́ıas del norte; entran por Atlangatepec.9 La guerra que men-
ciona en Códice de Huamantla, es bien claro, fueron otomı́es
del mismo tronco lingǘıstico, por sus pinturasfaciales, pro-
duciéndose aśı el reencuentro de otomı́es, unos que ya estaban,
entraron por Tepeaca Puebla juntos con los Cuautinchantla-
cas.10 La batalla que se hizo en Tlitepec no fue para ganar rango
sino fue real buscando nuevos asentamientos, el suceso fue poco
antes de la entrada del último grupo invasor, los Teochichime-
cas en 1324, razón de ser muy complejo para Tlaxcala con sus
otomı́es.
Mientras todo esto acontećıa, los otomı́es de IXTENCO eran
reservados para la conquista de la evangelización, lo demues-
tran las pinturas pictográficas hechas en 1865 por el artista
ind́ıgena Lorenzo Gómez Favian, los soldados de Ixtenco fueron
guardianes de los sacerdotes, siendo fieles a predicar como se dijo
desde un principio. El gobierno español nos concedió privilegios
hasta considerarnos sus primos.11
8Soustelle Jacques, edición 1993, página 20.
9Aguilera Carmen, Códice de Huamantla, edición 1984, página 42.
10Yoneda Keiko, Mapas de Cuauhtinchan, 2da. sección B3, 1992.
11Fuente Archivo Municipal, sección restitución 1920.
38 CAPÍTULO 2. PREÁMBULO HISTÓRICO
Caṕıtulo 3
Comunidad de Ixtenco
3.1 Fundación
Tlaxcala siendo un lugar importante por sus 4 señoŕıos, todos los
pueblos deb́ıan de pertenecer a ella, Tizatlan manda a Don Juan
Ponce de León, cacique; a falta de su escritura el dialecto Otomı́,
en 1528 llega al pueblo Don Juan porque ellos śı practicaban su
escrito, se une con los de la aldea para organizar la solicitud, a
los gestiones para su edificación.
En la real cédula únicamente mencionan a 5 personajes y en
el catálogo del archivo histórico son 8 los fundadores,1 el hombre
que también deb́ıa de estar como principal es Don Diego Miguel.
No es sino hasta después de la conquista, que todos los pueblos
son alineados y unos reubicados para una mejor comunicación,
Ixtenco lo acercan más a las faldas de la Malintzi, a 3 kilómetros
de distancia de su asentamiento prehispánico.
En 1529,2 llegan los primeros sacerdotes a este lugar, de nom-
bre Don Antonio Ortega y Don Juan Dı́az, bautizando a los
principales; cambiando el nombre ind́ıgena por el español, aśı
1Hernández Rojas Cornelio y Reyes Garćıa Luis catálogo, edición de 1997.
2Citas de documentos del Archivo Municipal.
39
40 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
que los apelativos registrados en la Real Cédula son ya puestos
por los curas con la debida solemnidad. Por fin, el 8 de enero
de 1532, se decreta fundado el pueblo; transcribo de una copia
de la Real Cédula sacada de su original fechada el d́ıa enero 9
de 1903. Su conclusión del colateral, Cipres, altares, imágenes,
monumentos y de más ornato de la iglesia, por el señor Cura
Don Juan C. Sánchez.
Comparecieron en esta Ciudad de México, los señores caciques:
Don Diego Gabriel, Don Juan Ponce de León, Don Francisco de
Barba Torres y Paredes, Don Francisco Contreras y Don An-
tonio Gómez y Fabian, después de haber acabado de ayudar a
la conquista con los señores Tlaxcaltecas y juntamente con el
Capitán Don Fernando Cortés de Monroy, su secretario Don
Diego de Godoy; aśı mismo como todos los demás soldados.
Por los cual habiendo llegado todos a la ciudad de México,
ante el Excelent́ısimo Señor Virrey, a que se le permitiese licen-
cia a dichos señores para fundar un pueblo en la provincia de
la ciudad de Tlaxcala, a un lado de la Sierra nombrada en el
idioma mexicano Me Me,3 con las condiciones de que se den
todas las tierras correspondientes para su uso. Lo que su majes-
tad el gran monarca Don Carlos V, manda en sus reales cédulas
que sean atendidos y mirados como aśı mismo. Manda su exce-
lencia se les dé dicha licencia para dicha fundación del pueblo
de San Juan Bautista de Ixtenco.
3La palabra meme es voz otomı́, en la llegada de los españoles todas las lenguas para
ellos eran mexicanas, por eso la lengua náhuatl por ser universal ind́ıgena, se le conoce
también como mexicana, más tarde al estudiar su distribución se le dio el nombre de
acuerdo a su origen. Pues bien... si separamos la me (4) es parte que denota origen, tierra
o casa de alguna persona; la segundame con una h antepuesta hmé significa tortilla.
3.1. FUNDACIÓN 41
Ixtenco, con las condiciones de que hagan un templo donde
coloquen al Santo.
Imagen 3.1: Maqueta de los cimientos de la iglesia, construida con los restos
del macizo que dejaron al grabar su historia, pero el tiempo los borró; al
buscar el pedazo faltante del rescate principal, al no concidir ninguno, tallé
cuidadosamente ajustando pieza por pieza desde la plataforma, muros, el
cuadro de la torre, los pilares de la puerta, etc. Al paredón del templo hice los
cortes parecida a la tapia, las adheŕı al compactado, luego con curiosidad forré
con piedritas todas las paredes dejándolo más original, los tramos faltantes
del pavimento supongo que alĺı quedó cuando llegó la noticia de la conquista.
No hubo asesoŕıa técnica, opino que fue dirigida por alguien emṕıricamente
tratando de igualar alguna iglesia que hab́ıa visto, su inicio lo ubico en el año
de 1510 en adelante.
Patrón Señor San Juan Bautista; aśı mismo al Divińısimo
Señor Sacramentado, cuiden y se les respeten y atiendan a sus
reverendos padres conquistadores pagándoles lo que aquello que
fuere costumbre, pues les enseñan la doctrina cristiana ya que
les administren los santos sacramentos, aśı mismo que si acaso
42 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
se arrimasen algunas naciones de infieles les den en que vivir, lo
cual se les amplia a dichos nominados señores esta licencia para
que ellos mismos funden dicho pueblo, pasando a la muy insigne
y leal ciudad de Tlaxcala como su cabecera. Ver a el ilustŕısimo
Señor Gobernador de la ciudad, para que le mostrasen dicha
licencia, fechada el 8 de enero de 1532.
Quedando el original en esta ciudad de México, en esta can-
cilleŕıa y casa del Estado a que me refiero y hago mi signo en
testimonio de verdad. Por mandato de su excelencia el Virrey
Carlos V y Escribano Real y Público.
En la fundación y sus gestiones se contó con el apoyo del
ind́ıgena Tlaxcalteca, Don Juan Ponce de León, les recuerdo
que el principal cacique del pueblo de esa época fue Don Diego
Miguel, el insigne Otomı́.4 Honor hay que darle a quien honor
merece, la galeria de estos célebres hombres, me doy la libertad
de anotarlos de esta manera:
1. Don Diego Miguel
2. Don Francisco de Barba y Torres
3. Don Juan Ponce de León
4. Don Antonio Gómez Fabian
5. Don Francisco de Contreras
6. Don Diego Gabriel
7. Don Diego de Contreras
8. Don Juan Gabriel
Tabla 3.1: Hombres ilustres.
4Neve Molina Luis, Reglas de Ortograf́ıa, Diccionario y Arte del idioma otomı́, Edición
Facsimilar de la 1767, preparada por Mario Coĺın 1975.
3.2. BARRIOS 43
3.2 Barrios
Lo que eran dos barrios divididos por su lenguaje: náhuatl y
otomı́, en 1532, en su fundación oficial se dividen en cinco con
sus respectivos caciques, el barrio de San Antonio (hoy segundo)
su amo Don Diego Miguel, en 1553. Don Gaspar de Lima y
Mendoza se apodera de parte de estas tierras quedando como
vecino, además él le nombra San Miguel Texmola.5 En 1782
Doña Isabel de Lima y Mendoza en su conformidad funda una
capellańıa en la jurisdicción ordinaria, es posible que de esta
manera parte de estos terrenos y lo demás en renta, pasan en
poder del cura Don Juan Antonio Alducin, le da el apelativo
de San Miguel Cuautla, en el año de 1836. Por cierto, el cura
nunca prestó sus servicios en esta parroquia siendo de Puebla;
más tarde los campos los compró el pueblo, estas tierras hoy
las conocemos como el Rancho, también fue un barrio en muy
poco tiempo, todo esto según las noticias asentadas en el archivo
parroquial.
Según en el archivo Municipal, Diego Miguel indica que entre
sus fundadores, está el resguardar y defender los barrios con los
nombres que hoy conocemos, esto se dijo como un reclamo de sus
derechos de territorio. Pero la aprobación del pueblo no fue aśı,
fueron quitando y poniendo nombresa los barrios, la legalidad
se hizo hasta después.
En el archivo parroquial, los padres formaron los libros para
las partidas de como los indios dećıan del barrio al que pertenećıan;
el primer libro es de 1665–1737, poco después de su prerrogativa
a su autoridad eclesiástica de 1664, el primero en su registro es
como sigue:
5Fuente Archivo Municipal sección histórica.
44 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
En el pueblo de San Juan Bautista Ixtenco en 7 d́ıas del mes
de enero de 1665, yo, el fraile teniente de cura, bauticé solem-
nemente a Francisco, nacido a primero del mismo mes, hijo
leǵıtimo de Diego Mateo y de Lućıa Maŕıa; fueron los padrinos
Francisco Mart́ınez y Ursula Maŕıa, fue mujer de dos en este
pueblo.
En el año de 1683 comienza el bautismo de los españoles,
en este mismo año se localizan los arrabales con los nombres de:
barrio de Lucas Velázquez, arrabal el Paraje, barrio de Francisco
Sánchez.
A su llegada en 1529, el padre Antonio Ortega, primer sacer-
dote se encargó de evangelizar a los nativos, ellos ya teńıan algo
entendido de un Cristo, instruidos por Fernando Cortés y se-
guramente también por Marina, la Malintzi, algo que explicaré
más adelante como resultado de la investigación.
Es posible que en 1529, por haber sido el primer sacerdote en
la población al padre Antonio Ortega, le asignaran en su honor,
el nombre Juan Bautista Ixtenco San Antonio.6 Pasaron los
años, el 3 de enero de 1691, le dan este último nombre a uno
de los barrios, aśı surge el San Antonio, el 6 de enero de 1697
anotan el barrio de San Juan.
En 1703 aparecen otros nombres, arrabal de los Báez, los
sacristanes y cantores, el 25 de enero de 1704, se manifiesta el
San Gabriel, el 20 de septiembre de 1719, anotan el nombre de
Santiago hasta formar los 5 arrabales con los nombres que hoy
conocemos.
En 1720 se divide el arrabal de San Antonio y se origina el
segundo, sosteniéndose aśı por muchos años; es posible que los
6Fuente archivo municipal sección histórica.
3.2. BARRIOS 45
Imagen 3.2: Esta es la técnica de los otomı́es sedentarios en su recolección de
aguas, su estanque principal junto a las cabañas, enseguida otra más pequeña
que serv́ıa de reserva en las tormentas, cuando el principal estaba por llenarse,
desviaban el ĺıquido encausándolo a la barranca. A un kilómetro al oriente
del actual pueblo, el otro, un poco menor que recoǵıa las aguas que salen el
sudeste de la comunidad, de esta igualmente sirvió de provisional, al mismo
tiempo cuando el pueblo fue reubicado y dividido de alĺı, fue el agua para
calmar las necesidades mientras se comenzaba la cañeŕıa de la Malintzi. A la
izquierda del jagüey principal no edificaron sus chozas por tener inclinación
el suelo, esta corriente es de la antigua barranca de atrás de la iglesia, al
llegar al lugar denominado “El crucero,” el agua perd́ıa fuerza por el nivel
que tiene desde un kilómetro antes. El ĺıquido lo hacian llegar cuando la
época llov́ıa poco, el mismo sistema del otro caudal, en caso de tormenta
dejaban pasar el agua para no estropear el estanque más grande (tallado al
relieve).
46 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
Imagen 3.3: La toma es en sentido contrario de la otra, aqúı el estanque
principal se nota claro, el camino antiguo de Nopalucan a Huamantla, está
marcado con un hilo verde; con más claridad vemos la barranca hoy se nom-
bra San Juan y pasa junto de lo que fue intento de ser una capilla. Esta
señalado con un rectángulo negro cerca del jagüey; el pequeño mont́ıculo lla-
mado “el Crucero,” es donde termina la otra barranca representada por una
ĺınea recta, no se distingue por ser la maqueta (tallado al relieve).
barrios sacristanes, cantores y otros, ocuparan el lugar de los se-
gundos que actualmente existen; por las fechas nos damos cuenta
que se empezó a nombrar los barrios de poniente a oriente.
El 31 de agosto de 1760, es nombrada la parroquia, cabecera
de las haciendas San Antonio Cuautla, San Cristóbal Velazquez;
decisión del padre Bernardino Cristóbal en su primera estancia
en este lugar, quien empezó el registro de los hijos de los tra-
bajadores de estas fincas. El casco San Juan, su cabecera fue
3.2. BARRIOS 47
Zitlaltepec, Concepción Jalapasco perteneció a Huamantla.
Todav́ıa en 1768 anotan otro nombre, barrio Santo Niño, en
unos cuantos registros. Cabe mencionar que los trabajadores
permanentes en las propiedades eran de dialecto náhuatl, se
sabe por los litigios al mencionar su procedencia, cuando el juez
de la comunidad interveńıa, y los peones de entrada por sal-
ida eran otomı́es, dialecto que prevaleció en Ixtenco. Los indios,
como comúnmente nos nombraban los sacerdotes no merećıamos
apellido, sólo nombre como este registro que transcribo a con-
tinuación:
En la parroquia de San Juan Bautista Ixtenco a 22 de abril
de 1795 años,7 yo, el cura propio bauticé solemnemente, puse
óleo y Crisma a Juana Maŕıa, de un d́ıa de nacida hija leǵıtima
de Francisco y Juana Maŕıa, del barrio de San Antonio, fue su
madrina Maŕıa Juana y de Santiago a quien advert́ı parentesco
espiritual que contrajo y obligación que tiene.
Sin embargo, a la gente de razón o sea a la que teńıa fac-
ultad de pensar, aunque fueran indios, a ellos śı les daban tres
nombres y el último lo tomaba por su denominación, veamos el
traslado:
En la iglesia parroquial de San Juan Ixtenco a 8 de octubre
de 1796, yo, el infrascrito cura bauticé solemnemente, puse óleo
y Crisma a José Miguel Anastacio, de un d́ıa de nacido, hijo
leǵıtimo de Miguel de los Santos y Juana Anastacia, indios de
esta cabecera; fue su padrino José Garćıa, casado con Ignacia
Saavedra de esta feligrećıa, a quien agregándose a la parroquia
7Fuente Archivo Parroquial, libro 1790–1797, página 80.
48 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
como su cabecera. Otro ejemplo de que españoles caciques, gente
de razón, si les daban su apelativo, está en este libro que fue
hecho especialmente para estas personas por el padre José Maŕıa
Beltrán.
En esta parroquia de San Juan Bautista Ixtenco, en 8 de
abril de 1800,8 yo el teniente de cura bauticé solemnemente,
puse óleo y Crisma a José Antonio de un d́ıa de nacido, hijo de
José Trinidad Cid y de Maŕıa de la Luz Cortés, fue su madrina
Maŕıa Guadalupe Saldaña y José Ignacio Saldaña hermanos, to-
dos españoles a quien advert́ı obligación que tienen de enseñarle
a su ahijado la doctrina cristiana, y el parentesco espiritual que
con él y sus padres contrajo.
En esta parroquia de San Juan Bautista Ixtenco, en 8 de
abril de 1800,9 yo el teniente de cura bauticé solemnemente,
puse óleo y Crisma a José Antonio de un d́ıa de nacido, hijo de
José Trinidad Cid y de Maŕıa de la Luz Cortés, fue su madrina
Maŕıa Guadalupe Saldaña y José Ignacio Saldaña hermanos, to-
dos españoles a quien advert́ı obligación que tienen de enseñarle
a su ahijado la doctrina cristiana, y el parentesco espiritual que
con él y sus padres contrajo.
A pesar de los privilegios concedidos para el pueblo en su
fundación, estaba prohibido a los españoles vivir en el pueblo,
sin embargo hubo mestizaje aunque no en su totalidad, pero al-
gunos lograron su cometido, mayormente con hijas de caciques,
por lo que su partida de nacimiento era redactada con mayor
atención.
8Fuente libro 1747–1830 partidas de españoles y caciques.
9Fuente libro 1747–1830 partidas de españoles y caciques.
3.2. BARRIOS 49
En esta parroquia de San Juan Bautista Ixtenco, en 9 d́ıas
del mes de febrero de 1806, yo el teniente cura bauticé solemne-
mente, puse óleo y Crisma a José Maŕıa de un d́ıa de nacido,
hijo de Don Pedro Burgos español y Maŕıa Pascuala india, fueron
sus padrinos José Román y su mujer Maŕıa Antonia, a quien ad-
vert́ı obligación que tiene que enseñar a su hijo la doctrina cris-
tiana, y el parentesco espiritual que con él y sus padres contrajo.
Poco a poco los nombres de los arrabales Santo Niño, Sac-
ristanes, etc., ya casino los refieren sin embargo, aparece otro
nombre del barrio nuevo, cabe la posibilidad que sea el mismo de
San Miguel Cuautla actualmente que denominamos el Rancho.
Olvidando las normas de la doctrina que impart́ıa el español, o
tal vez ignoraba que el Rey Don Carlos nos apreció como sus
primos y deb́ıamos ser respetados; o por la codicia de las tier-
ras que poséıa el indio, la mujer española sacrificó su dignidad
casándose con un nativo, para poder despojarle no tan sólo de
su riqueza material sino espiritual, como su religión ind́ıgena;
tiraron el tronco dejando sólo las ráıces que orgullosamente con-
servamos parte de ello como ningún otro pueblo cerca de las
civilizaciones modernas de 2 ciudades como son Huamantla y
Apizaco, aśı como no muy lejos también de la ciudad de Puebla
de los ángeles. Sus rasgos caracteŕısticos prehispánicos se con-
servan en nuestra parroquia con esa fe de adoración a los ı́dolos,
la misma convicción con Cristo, que al registrar a su descenden-
cia se lee lo siguiente:
En la parroquia de San Juan Bautista Ixtenco, a 28 de Marzo
de 1814, yo teniente de cura Don Pedro Báez, bauticé solemne-
mente, puse óleo y Crisma a Maŕıa Dolores Teodora, de dos d́ıas
50 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
de nacida, hija leǵıtima de Manuel de los Santos López indio y
de Juana Josefa Pérez española, fue su madrina Bacilia Anto-
nia Hernández, viuda de Don Antonio Moscoso, indio de esta
cabecera, a quien advert́ı la obligación de enseñar a su ahijada
la doctrina cristiana y congregación espiritual que contrajeron.
Hasta esta fecha casi en todas las partidas son inscritas con el
nombre de los santos que hoy conocemos en sus cinco patrones,
de los nombres de los sacristanes y otros de los que ya no se
habla, en 1890 ó 1900 únicamente se le dice cabecera.
Para finalizar, en el siglo XX, los registros empiezan a rela-
cionar el nombre de los abuelos y curiosamente en esta fecha
fueron bautizados tres criaturas con sus respectivos padrinos:
En la Santa iglesia parroquial de San Juan Bautista Ixtenco, a
26 d́ıas del mes de noviembre de 1892, yo el cura coadjuntor José
Miguel Carreño bauticé solemnemente, puse óleo y Crisma a tres
criaturas, hijos leǵıtimos de Don Hilario Ortega y Doña Maŕıa
Ascensión Garćıa, siendo la primera Ana Maŕıa y padrinos Don
Bartolo Mexicano y su esposa Maŕıa Cayetana Peña,; el segundo
Juan Bautista, padrinos Miguel de los Santos Mart́ınez y su es-
posa Maŕıa Anastacia de Jesús, la tercera Maŕıa Isabel, padri-
nos José de Jesús Carpintero y su hermana Maŕıa de Jesús; a
quienes advert́ı su obligación y parentesco espiritual; abuelos pa-
ternos, Juan Crisostomo Ortega y Maŕıa Ascensión Rojas, los
maternos se ignoran los nombres y para su constancia lo firmó,
José Miguel Carreño.
El d́ıa 5 de octubre de 1908, se dividen los barrios,10 aunque
10Fuente Archivo Parroquial libro 1905–1908, página 93.
3.2. BARRIOS 51
ya estaban separados pero con los nombres Sacristanos, Santo
Niño, etc., quitaron estos para seguir con el orden que hoy ex-
iste, agregándole el segundo, sin olvidar que los San Antonios
ya estaban divididos desde 1720.11
En esta Santa iglesia parroquial de San Juan Bautista Ix-
tenco, a 5 de octubre de 1908, yo el presbitero Eduardo Ortis,
cura interino de esta parroquia, bauticé solemnemente, puse óleo
y Crisma a la niña Maŕıa Dionicia Victoria, de dos d́ıas de
nacida, hija leǵıtima de Cruz Angoa y Maŕıa Mariana Mauri-
cio del barrio de San Juan 1◦, abuelos paternos, José Angoa
y Maŕıa Lupe Ranchero; abuelos maternos Zacaŕıas Mauricio y
Maŕıa Bonifacia, fueron sus padrinos José Maŕıa Parra y Maŕıa
Monica Tlaĺı, a quienes advert́ı el parentesco espiritual y obli-
gación que contrajeron.
Estando las capillas, de poniente a oriente, partiendo el pueblo
por mitad, veneran barrios la misma imagen San Antonio primero
el d́ıa 13 de Junio y San Antonio segundo al siguiente domingo.
Cabe mencionar que Santiago se pensó en formar dos grupos,
debido a sus pocos habitantes no fue posible, luego al principio
de 1909 vuelve a ser uno solo.
En esta Santa parroquia de San Juan Bautista Ixtenco a 31
de octubre de 1908, yo el presbitero Don Eduardo Ortis, cura
interino de esta parroquia, bauticé solemnemente, puse óleo y
Crisma a la niña Maŕıa de los Santos, hija leǵıtima de José
Jacinto Cabildo y de Maŕıa Paula Alonzo del barrio de San
Tiago 2◦, abuelos paternos Marciano Bixano y Maŕıa Pascuala
11Fuente Archivo Parroquial libro 1737–1756, pagina 56.
52 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
Mendez, abuelos maternos Cayetano Alonzo y Maŕıa Jacinta,
fueron sus padrinos José de Jesús y Maŕıa de Jesús a quien
advert́ı el parentesco y obligación que contrajeron.
Imagen 3.4: En 1691 comienza a aparecer el nombre de los barrios en el
registro parroquial, el arrabal de San Antonio 2◦, lugar de más habitantes en
esa época, se justifica por sus ruinas y las partidas en la parroquia, más bien
aqúı deb́ıa ser el 1◦ pero aśı lo decidieron los Caciques o por algún motivo
aún no descubierto. Antigua construcción ubicada en la 7 norte y 3 poniente.
Aśı pasan los años, debido a que unos arrabales eran más
organizados, surge otra división de tener cada quien su capilla, el
primero en hacer su nicho en 1915 fue San Juan segundo, en 1950
San Antonio segundo, en 1958 San Gabriel segundo, en 1995 el
último la Resurrección; perdiendo la ĺınea recta que divid́ıa el
pueblo y formando otra linea de los tres barrios céntricos al sur,
por decir en el centro de sus manzanas, pero se continuó que
3.2. BARRIOS 53
los primeros, el d́ıa de su celebración, y los segundos el domingo
siguiente.
Imagen 3.5: Capilla de Santiaguito, ubicada en la 12 norte, fue techada la
mitad por cooperación del barrio. Su abandono ocurrió cuando murió su
donador, el señor Saturnino Huerta, y sus hijos Amparo y Esequiel, dueños
después. En la 10 sur del mismo barrio en los años 90’s, se perdió una capilla
de nombre San Antonio Abad, la cual era una cofrad́ıa, como presidente
Guillermo Solis dueño del oratorio Macario Bixano, compañeros Esteban
Aguilar, Andres Bixano, Macario Zepeda, Eulogio Solis, Antonio Mendoza,
Basilio Rojas, se turnaban cada año en su cuidado. Ya teńıa su campana,
después de la ceremonia religiosa, en lo profano, actuaban los cirqueros del
arrabal, tradición perdida en los años 30’s.
Como se dijo los dos cascos permanecieron en esta parro-
quia, por lo tanto, lo anexo al tema “barrios” para conocer el
movimiento de esa época. El decreto del 6 de enero de 1916, fue
dada a conocer, la restitución, ya casi era un hecho, los dueños
de las fincas, poco a poco se fueron alejando; puede ser que a
54 CAPÍTULO 3. COMUNIDAD DE IXTENCO
los trabajadores les prometieron algún tramo de tierra, por eso
siguieron viviendo en San Antonio Cuautla hasta 1919, pero en
calidad de rancho y no de hacienda; aśı quedó en la historia.
Imagen 3.6: En la misma esquina del nicho de San Antonio 1◦ dividido
desde 1720 de esta fecha hasta 1908, se formaron los 2◦ de los otros barrios.
Una de las joyas arqueológicas construidas a fines de 1700 denominado el
“pilancón,” aqúı estaba una presa para contener las aguas pluviales, en la
década de los 40’s, es grato recordar la pelea de toros, el público esperando
terminar la riña para sacar el agua, y también la conchita fue mudo testigo de
los enamorados, mientras las indias llenaban sus cantaros de agua, el nativo
comenzaba el romance.
En esta iglesia parroquial de San Juan Ixtenco a 1◦ de mayo
de 1919, yo, el cura Don Miguel B. Irigoyen bauticé solemne-
mente a Felipe Santiago de tres d́ıas de nacido, hijo leǵıtimo de
J. de Jesús Toris y Maŕıa Carmen Romero del rancho San An-
tonio Cuautla, abuelos paternos Alfredo Toris y Tiburcia Flores,
maternos Juan Herrera, fueron padrinos Regino Flores y Susana
3.2. BARRIOS 55
Huerta, a quienes advert́ı el parentesco espiritual y la obligación
de enseñar al ahijado la doctrina

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