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Av. Hidalgo 935, Colonia Centro, C.P. 44100, Guadalajara, Jalisco, México bibliotecadigital@redudg.udg.mx - Tel. 31 34 22 77 ext. 11959 UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA COORDINACIÓN GENERAL ACADÉMICA Coordinación de Bibliotecas Biblioteca Digital La presente tesis es publicada a texto completo en virtud de que el autor ha dado su autorización por escrito para la incorporación del documento a la Biblioteca Digital y al Repositorio Institucional de la Universidad de Guadalajara, esto sin sufrir menoscabo sobre sus derechos como autor de la obra y los usos que posteriormente quiera darle a la misma. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE LA CULTURA DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL MAESTRÍA EN COMUNICACIÓN Visualidades y contravisualidades. Representaciones del otro y su discriminación en el cine de ciencia ficción del siglo XXI. Tesis que para obtener el grado de Maestra en Comunicación presenta: Paulina Reynaga Berumen Directora: Dra. Fabiola Alcalá Anguiano Guadalajara, Jalisco Octubre 2018 DR. FRANCISCO HERNÁNDEZ LOMELÍ Coordinador de la Maestría en Comunicación Universidad de Guadalajara Presente: En mi calidad de lector designado por la Junta Académica de la Maestría en Comunicación, informo a usted que he revisado el borrador de tesis titulado: Visualidades y contravisualidades. Representaciones del otro y su discriminación en el cine de ciencia ficción del siglo XXI, que presenta la alumna Lic. Paulina Reynaga Berumen, de la generación 2016-2018 y con las observaciones que ya le he hecho llegar al autor, considero que este trabajo reúne los requisitos para ser sostenido como tesis terminal de Maestría. Agradeciendo de antemano su atención, quedo a su disposición para cualquier información complementaria. ATENTAMENTE Mexicali, B. C., a 22 de octubre de 2018 DR. FERNANDO VIZCARRA Profesor e Investigador de la Universidad Autónoma de Baja California 5 Agradezco profundamente a las ciudadanas y a los ciudadanos de México por haber hecho posible mi formación de posgrado. Agradezco al CONACYT y al Departamento de Estudios de la Comunicación Social de la Universidad de Guadalajara por brindarme la oportunidad de estudiar la Maestría en Comunicación. Agradezco a mis profesoras y profesores del posgrado por compartir sus conocimientos y por su valiosa orientación. Aprecio también el apoyo fundamental que desde la coordinación y administración del programa me brindaron: Tania Rodríguez Salazar, Francisco Hernández Lomelí, Oralia Arreola Ochoa y Jardiel Legaspi Gutiérrez. Agradezco a Sarah Corona Berkin, Fernando Vizcarra Schumm y Yolanda Minerva Campos García, quienes con su labor investigativa inspiraron este trabajo que tan generosamente aceptaron leer y evaluar. Agradezco especialmente a Fabiola Alcalá Anguiano por su incansable acompañamiento. Además de ser mi querida maestra y amiga, también es autora de esta investigación. Finalmente agradezco a Marco; a mis padres, Esther y Alfredo; y a todas las personas que quiero y que compartieron su cariño conmigo durante los últimos dos años. Paulina Reynaga Octubre, 2018 6 Contenido Introducción ............................................................................................................................... 8 Capítulo 1. ¿Quién es el otro en la ciencia ficción? ...................................................................10 1.1 Propuesta de investigación ..............................................................................................10 1.2 La ciencia ficción cinematográfica: más que mundos impresionantes, metáforas sociales ..............................................................................................................................................19 1.3 La otredad y la normalidad: una relación antagónica .......................................................31 1.4 La discriminación y la importancia de su representación .................................................38 Capítulo 2. La ciencia ficción al servicio de otras reflexiones ....................................................41 2.1 La ciencia ficción como detonador de pensamiento social ...............................................41 2.2 Tendencias temáticas en el estado del conocimiento empírico ........................................42 2.3 La reproducción y el cuestionamiento de discursos dominantes por medio de imágenes 64 2.4 Rutas por explorar ...........................................................................................................71 Capítulo 3. El marco interpretativo de los estudios visuales: cómo ver el mundo ......................73 3.1 De la cultura visual a los estudios visuales: la consolidación del campo de estudio de las imágenes ...............................................................................................................................73 3.2 Selección del autor ..........................................................................................................80 3.3 La imagen según Nicholas Mirzoeff y selección de conceptos .........................................81 Capítulo 4. El análisis cinematográfico y el análisis hermenéutico en diálogo con los estudios visuales .....................................................................................................................................89 4.1 Selección y delimitación de la muestra ............................................................................89 4.2 El corpus: seis mundos futuros, seis casos de estudio ....................................................92 4.3 Unidades e instrumento de análisis .................................................................................99 4.4 Técnica de análisis ........................................................................................................ 104 Capítulo 5. Los otros y los ―normalizados‖ en seis películas de ciencia ficción........................ 108 5.1 Contexto de visualización .............................................................................................. 108 Alienígenas visitando la Tierra, Arrival ................................................................................. 110 Alienígenas visitando la Tierra, District 9 ............................................................................. 131 Inteligencias artificiales, Ex Machina ................................................................................... 147 Inteligencias artificiales, Automata ....................................................................................... 162 Sociedades postapocalípticas, Mad Max: Fury Road .......................................................... 177 Sociedades postapocalípticas, Snowpiercer ........................................................................ 195 7 Capítulo 6. Visualidades y contravisualidades del otro y su discriminación ............................. 217 6.1 Aliados: un normal no tan normalizado .......................................................................... 217 6.2 Las mujeres en el cine de ciencia ficción ....................................................................... 224 6.3 El papel de la comunicación y del lenguaje ................................................................... 227 6.4 La figura del visitante ..................................................................................................... 230 6.5 La humanización del otro ............................................................................................... 232 6.6 La visualidades y contravisualidades de la discriminación ............................................. 235 Capítulo 7. Reflexiones finales ................................................................................................ 241 7.1 Sobre las preguntas de investigación y las hipótesis ..................................................... 241 7.2 Evaluación de la propuesta teórica ................................................................................ 244 7.3 Evaluación de la propuesta metodológica...................................................................... 246 7.4 Hallazgos temáticos e intertextualidad ........................................................................... 247 7.5 Representación de la discriminación ............................................................................. 254 7.6 Rutas a futuro ................................................................................................................ 255 Anexos .................................................................................................................................... 259 Anexo 1. Fichas de producción de las películas .................................................................. 259 Anexo 2. Instrumento de vaciado de datos .......................................................................... 261 Referencias ............................................................................................................................. 262 8 Introducción En este documento se presenta la investigación titulada Visualidades y contravisualidades. Representaciones del otro y su discriminación en el cine de ciencia ficción del siglo XXI. Dicho trabajo estudia la representación de sujetos considerados diferentes con relación a los que se conciben como normales en seis películas de ciencia ficción contemporánea. En el primer capítulo se presentan la justificación, las preguntas, objetivos e hipótesis del estudio. En seguida, se describe cómo desde sus inicios la ciencia ficción literaria y cinematográfica ha privilegiado las historias sobre el futuro con sostén científico a la vez que ha aprovechado sus características narrativas para explorar temas de corte social. Sobre esta base, se recuperan temas esenciales del género que establecen analogías con la manera en que el otro es nombrado como diferente y discriminado en el espacio público. Posteriormente, se presentan algunas formas en que se puede imaginar al otro y sus consecuencias, las cuales se anticipó que estarían presentes en las tramas de las películas de ciencia ficción analizadas. En el segundo capítulo se incluye una revisión de investigaciones empíricas relevantes al objeto de estudio, así como de algunos textos de divulgación que hacen eco de las ideas aquí propuestas. Con ello se hace un balance de lo que se ha investigado sobre la representación del otro en la ciencia ficción y aquello que queda por explorar. El tercer capítulo hace una introducción al campo de la cultura visual y a los estudios visuales. En este apartado se presenta la selección de uno de los representantes de esta perspectiva: Nicholas Mirzoeff. En seguida se revisan los orígenes y la evolución de su pensamiento en torno a los estudios de lo visual, para posteriormente seleccionar los conceptos y categorías que facilitan la investigación que aquí se propone. El capítulo cuarto se enfoca en la presentación y justificación de las decisiones metodológicas. En este apartado se describe la muestra del análisis, misma que comprende secuencias de seis películas de ciencia ficción del siglo XXI: Arrival (2016), District 9 (2009), Ex Machina (2014), Automata (2014), Mad Max: Fury Road (2015) y 9 Snowpiercer (2013). También se explica el instrumento que se utiliza para su estudio, y que fue diseñado a partir de herramientas de análisis cinematográfico y de análisis hermenéutico. El quinto capítulo comprende el análisis de las películas, así como algunas reflexiones preliminares sobre los hallazgos. Esta sección parte de un estudio formal de las cintas, para llegar a uno más conceptual; y se enfoca primordialmente en las maneras en que se representa al otro en relación al ―normalizado‖. El sexto capítulo es un complemento del quinto, en donde se recuperan cruces temáticos entre los casos, así como algunas diferencias. En este apartado se evalúan las representaciones de la discriminación del otro y se determina si con éstas se construyen visualidades o contravisualidades. El séptimo capítulo presenta conclusiones y reflexiones finales de la investigación. Además de evaluar los hallazgos, se valora la utilidad de las decisiones teóricas y metodológicas. También se delinean algunas propuestas para investigar a futuro. En los anexos se muestran las fichas técnicas de las películas del corpus y el instrumento de análisis que se usó en la investigación. Finalmente se incorporan las referencias consultadas. 10 Capítulo 1. ¿Quién es el otro en la ciencia ficción? 1.1 Propuesta de investigación Justificación El soporte audiovisual del cine, así como su status de industria de entretenimiento, hacen de las películas un mecanismo de circulación de sentido particularmente privilegiado. Las proezas técnicas y narrativas propias del lenguaje cinematográfico así como su facilidad para entretener a las audiencias, facilitan el involucramiento emocional del espectador (Gutiérrez et al., 2006). Incluso, pueden llegar a dificultar que éste valore la fidelidad de las representaciones de culturas y grupos que le son ajenos (Gelado y Sangro, 2016), y por consiguiente, que no cuestione su verosimilitud. En general, el cine tiende a apelar a las emociones del espectador de manera sistemática, lo cual no es ningún accidente, ya que éste es intrínsecamente ideológico. Orozco (2014) explica que a diferencia de otras pantallas audiovisuales, el cine se caracteriza por la visión autoral, por el modo en que cada realizador usa el lenguaje cinematográfico para encaminar la mirada del espectador y porque busca hacer evidente su visión creativa y su intencionalidad (Orozco, 2014). Por su parte, el cine de ciencia ficción ha sido particularmente influyente en la manera en que concebimos las problemáticas del presente, el futuro y nuestro desarrollo. Una muestra de ello son estudios como el de Schmidt et al. (2015), el de Zwart (2013) y el de Walton (2000); los cuales han encontrado que el cine de ciencia ficción es capaz de ―preparar el camino‖, de alistar a las personas ante cambios que están a punto de ocurrir en el terreno de la ciencia (Schmidt et al. 2015 y Zwart, 2013) y la tecnología (Walton, 2000). Si esto es posible para el desarrollo científico ¿será posible pensar lo mismo con respecto al desarrollo y cambio social? Es decir, las cintas de ciencia ficción no sólo anticipan futuro tecnológico y científico, sus contenidos también representan en gran medida cómo serían las sociedades futuras, desde la referencia de nuestros problemas actuales. Sobre esta base, tiene sentido pensar que el cine de ciencia 11 ficción también posee el potencial de sensibilizar o de influenciar las percepciones que sus audiencias tienen sobre el mundo social, sus cambios, problemas y soluciones. Otra consideración importante sobre el poder que tiene el cine para afectar a las audiencias es que el medio ha contribuido en gran medida a la configuración de la cultura visual occidental contemporánea. Esta forma de concebir a la imagen reconoce que su presencia en la vida occidental es particularmente persistente y que además disciplina nuestras miradas (Corona, 2012), nuestro principal contacto sensorial con el mundo. Según Fernando Hernández (2005), al hablar de cultura visual se hace referencia a un concepto, un campo de estudios, teorías y metodologías que buscan ―repensar el papel de las representaciones visuales del presente y del pasado y las posiciones visualizadoras de los sujetos‖ (Hernández, 2005, p.9). Es decir, la cultura visual abarca los medios y artefactos que históricamente han modelado las maneras en que se visualiza y representa el mundo, así como las herramientas metodológicas para estudiar dicha visualidad. Desde la cultura visual entendida como fenómeno, se considera que los medios y las representaciones visuales han cobrado una gran relevancia ―en las sociedades de influencia occidental y su repercusión en las representaciones sociales, los valores, las identidades y las formas de subjetivización‖ (Hernández, 2006, p.90). Capasso y Jean (2013) retoman a Nicholas Mirzoeff para proponer que la cultura visual ―supone entonces una relación entre arte, medios de comunicación masivos y tecnología. En este sentido, pensamos en un cambio en el estatuto de la obra de arte que pierde su carácter unívoco en pos de un ―ser múltiple‖, de una reproductibilidad que facilita la llegada de imágenes a todos pero que a la vez nos abruma. Así, pensamos a las imágenes como constructoras de la mirada social‖ (Capasso y Jean, 2013, p.2). No cabe duda que el cine es uno de los medios de comunicación que mejor encarna esta relación, pero además, desde la cultura visual el cine es uno de los medios que educan nuestra visualidad y los sentidos que construimos a partir de ella. 12 En estos términos, el cine tiene un lugar privilegiado en nuestra percepción e influye en la forma en que concebimos el mundo, por lo que pensar que éste tiene repercusiones en la manera en que construimos a la discriminación no sólo es posible, sino que también cuenta con todos los elementos para conformarse como un objeto de estudio pertinente para esta perspectiva. La investigación que aquí se propone estudiará cómo es que se representa al otro político en el cine de ciencia ficción para entender cómo se concibe a la discriminación desde esta arena audiovisual, y por consiguiente se conocerán cuáles posturas están aportando a la construcción sociocultural del fenómeno. Conviene aclarar que, en este trabajo, se parte de un entendimiento de la representación como algo más que la captación de un referente expresado en un lenguaje. Las representaciones se entienden como "los códigos fundamentales de una cultura, constelaciones simbólicas destinadas a regir el orden de los discursos y las prácticas sociales: imágenes que producen de sí los sujetos que participan en una cultura y en una época determinada" (Victoriano y Darrigrandi, 2009, p.250). Así mismo, se entiende que las representaciones son representables como objeto de estudio de la cultura, y que por ello, una representación es una "estructura de comprensión a través de la cual el sujeto mira el mundo: sus ‗cosmovisiones‘, su mentalidad, su percepción histórica" (Victoriano y Darrigrandi, 2009, pg.250). En el contexto de esta investigación, la representación se materializa por medio del lenguaje audiovisual. Como se ha explicado, el soporte audiovisual del cine le brinda posibilidades muy particulares para construir a la discriminación, las cuales son especialmente relevantes desde el punto de vista de la cultura visual. Sin embargo, más allá de la mirada específica, la representación del otro en medios de distintos tipos es objeto de estudio muy pertinente para las ciencias sociales en general y para la comunicación en particular, por dos razones. Primero, para los estudios de la comunicación, la información contenida en los medios es fundamental para que construyamos sentido y formemos nuestras ideas del mundo. 13 Desde hace un par de décadas, los medios con soportes visuales han cobrado un protagonismo innegable en la vida cotidiana en occidente, por lo que la información e ideas que circulan en ellos en forma de imágenes son de una relevancia de estudio muy actual. En estos términos, el estudio es pertinente para la comunicación en tanto que se parte de medios de gran alcance y sus contenidos, para entender cómo es que las ideas e información que circulan por medio de imágenes se incorporan posteriormente a la cultura. Si bien, se parte de una mirada de la cultura visual para entender a la imagen en el mundo, y cómo vemos al mundo a partir del protagonismo de ésta (Mirzoeff, 2016), lo que se estudia es en esencia un fenómeno comunicacional. La segunda consideración a tomar en cuenta es la naturaleza de las ideas y de los constructos que tienden a prevalecer en la información mediática en torno al otro. Puesto que al hablar del otro se hace referencia al normalizado que señala su diferencia, lo discrimina y excluye; al hablar del otro se habla de relaciones de poder. Al ser relaciones de poder, en ellas la fuerza se encuentra en constante desequilibrio y tensión y se manifiesta por medio de lo que se dice, así como en lo que se hace visible y lo que no (García, 2009). La otredad tiene implícitas relaciones de dominación y de imposición, por lo que la representación de dichas relaciones puede operar como un recurso que legitime ciertas posturas: qué y quién es normal, qué y quién se sujeta a la discriminación, bajo qué condiciones ciertos tipos de discriminación cobran relevancia pública, cuáles tipos de discriminación tendrían que prevenirse (incluso denunciarse), entre otros escenarios similares. Estas posturas se han manifestado de diversas formas en las sociedades occidentales modernas y contemporáneas. Un ejemplo de ello es la persistente distinción entre países en desarrollo y países desarrollados. Los primeros han sido denominados como subdesarrollados o del tercer mundo, y como bien señala Arturo Escobar (2007), esta distinción esencialmente discursiva es heredera del pensamiento que considera a Estados Unidos y a Europa Occidental como el parámetro para medir otras sociedades, 14 y en consecuencia adopta una actitud paternalista y de superioridad hacia los pueblos Latinoamericanos, Orientales y Africanos (Escobar, 2007). Esto es, a nivel mundial existe una distinción de tipo colonial, geográfica y política que considera que unas naciones son distintas y mejores que otras, y en consecuencia, sus posturas discursivas en múltiples niveles reconocen y enfatizan las diferencias: políticas, culturales, económicas, entre otras. Así, es identificable un discurso hegemónico a nivel global entre lo normalizado y superior y aquello subdesarrollado e inferior, por lo que no es de extrañarse que los medios de comunicación reproduzcan (y en ocasiones cuestionen) esta postura al hablar de otredades específicas, tales como: el racismo, la migración y la pobreza1. En el contexto de esta investigación, un discurso constituye los ―sistemas de representación que regulan lo que se puede hacer con el lenguaje2 en una situación y un contexto determinados‖ (López y Pérez, 2009, pg.89). Del mismo modo, se entiende que es hegemónico cuando acompaña o sustenta procesos de dominación (López y Pérez, 2009).3 Un modelo de distinciones semejante se reproduce al interior de las naciones, incluso de aquellas pertenecientes a países en desarrollo, en donde es evidente el dominio de ciertos grupos mestizos sobre las comunidades originarias (Rivera Cusicanqui, 2010), así como el de algunas clases sociales sobre otras (Silva, 2009). Pero esta reproducción de relaciones de poder y subordinaciones no se queda en el plano geopolítico; también predomina en el plano de la ideología, y es así que en sociedades donde predomina el pensamiento conservador o machista, el otro es designado como tal a partir de sus creencias religiosas, de sus preferencias sexuales o por su condición sexual biológica. 1 De acuerdo con esta lógica, Vizcarra identifica que en el cine futurista de contacto alienígena es el ejército de Estados Unidos el que protege a la Tierra y la salva de los ataques extraterrestres (Vizcarra, 2012). 2 Al hablar de discurso en este sentido, se entiende que el lenguaje puede ser de cualquier tipo, por ejemplo audiovisual. 3 En disensión con la definición de hegemonía en términos gramscianos, en esta investigación lo hegemónico no necesariamente implica aceptación de la dominación por parte de los subalternos. 15 Estos ejemplos manifiestan que al hablar del otro tiende a haber un discurso que lo dota de cualidades que demarcan su subordinación con respecto al normalizado y que tiende a asignarle atributos estereotipados de inferioridad o de amenaza, los cuáles se reproducen de manera hegemónica en la cultura. Puesto que es muy probable que estos discursos se repliquen o se cuestionen en los productos mediáticos que abordan el tema, es importante no sólo estudiar las representaciones que se hacen del otro (ya sea que se apeguen a este modelo o que lo reten), sino que también es imperativo tomar en cuenta desde donde se está construyendo dicha representación y si se le cuestiona. Así, un estudio de las representaciones o imágenes del otro político en el cine permitirá conocer cómo se le construye y cuáles atributos se le asignan, pero también pondrá de manifiesto desde dónde se hace dicha representación y si se reproducen o no los discursos hegemónicos sobre la diferencia que predominan a nivel global, nacional y local. Asimismo, la naturaleza de estas representaciones indicará posturas sobre el proceso mismo de la discriminación así como de las posibles maneras de enfrentarlo y visibilizarlo. Preguntas de investigación Con base en lo anterior, las dos preguntas principales a las que busca dar respuesta esta investigación son ¿Cuál es la imagen del otro político en el cine de ciencia ficción del siglo XXI? y ¿Cuáles son las posturas sobre la discriminación que genera la imagen del otro político en el cine de ciencia ficción del siglo XXI? A partir de estas preguntas se busca dar respuesta a otras secundarias: ¿Cuáles son los atributos con los que se ha representado al otro y al normalizado en películas de ciencia ficción del siglo XXI? ¿A qué privilegios se le niega acceso al otro cuando se le excluye por ser diferente en el cine de ciencia ficción del siglo XXI? 16 Si el otro busca ser reconocido por el normalizado como un igual en este tipo de cine ¿cómo reacciona el normalizado? Si el otro logra ser reconocido en este tipo de cine ¿qué consecuencias tiene el ser reconocido por el normalizado y por la sociedad? Las imágenes de discriminación o de reconocimiento ¿tienen resonancia con otras posturas conocidas ampliamente en el género de ciencia ficción o en su contexto cultural? Las imágenes de discriminación o de reconocimiento ¿qué tipo de otro construyen (de respeto, nacional, colonizado o mestizo)4? En seguida se presentan las hipótesis de trabajo correspondientes a las preguntas principales. Hipótesis La hipótesis correspondiente a la primera pregunta de investigación ¿Cuál es la imagen del otro político en el cine de ciencia ficción del siglo XXI? propone que en el cine de ciencia ficción contemporáneo, el otro es un ser anómalo, social o biológicamente diferente; al cual se le asignan atributos físicos y mentales negativos que exaltan sus diferencias de manera estereotipada. Así, la representación o imagen se basará en la exclusión del otro a partir de sus cualidades intrínsecas y en el menosprecio de sus intereses. Además, se anticipa que la imagen del otro político presentará resonancias con otras imágenes de discriminación pertinentes en su contexto cultural. Por ejemplo, que la segregación entre alienígenas y humanos en la cinta sudafricana District 9 (2009), desarrollada en Johannesburgo, en conjunto con el trasfondo nacional y social de su guionista y director (sudafricano), permiten interpretar la historia como una alusión directa al apartheid vivido en Sudáfrica durante la segunda mitad del siglo XX. Cabe señalar que esta hipótesis se abstiene de anticipar si el otro será el villano o el héroe de una cinta dada, ya que esta cualidad podría cambiar según los argumentos 4 Esta clasificación de tipos de otro se basa en Corona (2013) y se explica más adelante en este capítulo. 17 específicos de cada película. Asimismo, en las películas se podría presentar un desarrollo de personajes cinematográficos realistas y multidimensionales que no necesariamente tiene que obedecer a la dicotomía héroe-villano, bueno-malo. Se entiende que los personajes podrán realizar actos heroicos o deplorables según los intereses que persigan y las situaciones en las que se encuentren, por lo que este tipo de acciones por sí mismas no caracterizan la naturaleza de su representación, sino que abonan al contexto en el que se llevan a cabo. La hipótesis correspondiente a la segunda pregunta ¿Cuáles son las posturas sobre la discriminación que genera la imagen del otro político en el cine de ciencia ficción del siglo XXI? anticipa que al representar al otro político en el cine de ciencia ficción, se muestra su discriminación como un conflicto indeseable que puede resolverse, deseablemente en el corto plazo; y que el reconocimiento del otro por el normalizado es logrado en parte por la lucha de los otros y en parte porque uno o varios individuos normalizados se suman a su causa. Aunque se espera ver al menos un intento por ser reconocido en cada película, esto no implica que el reconocimiento se anticipe en el sentido explicado por Honneth (2010), en el cual el éste es logrado como muestra de dignidad y prevención del menosprecio. Más bien se espera una diversidad de posibilidades de reconocimiento en las películas, por lo que en algunos casos éste podría ocurrir en el sentido expresado por Villoro (1998), en donde dicho reconocimiento sea una estrategia para aniquilar la diferencia del otro o para dominarle. Es así que se anticipa que, según el tipo de reconocimiento o la falta de éste que se represente en cada película, se estaría construyendo una imagen del otro político de acuerdo con las cuatro maneras de imaginar al otro según Sarah Corona (2013). Si se da un reconocimiento negociado, en donde el otro pueda nombrarse a sí mismo y participe de las decisiones, a la vez que el ―normalizado‖ arriesga una parte de lo suyo, entonces se construirá una imagen del otro mestizo. Si el otro político tiene que renunciar a su diferencia para ser asimilado por el grupo ―normalizado‖, entonces se construirá una imagen del otro de respeto. Si el otro y el ―normalizado‖ coexisten en 18 dos grupos cerrados sin integración, entonces se generará una imagen del otro nacional. Si definitivamente no hay un cuestionamiento de la postura del ―normalizado‖ y únicamente se enfatizan las diferencias del otro político, entonces se generará una imagen del otro colonizado. Más adelante se profundiza un poco más en esta clasificación, su origen y utilidad para este estudio. Dado que la representación cinematográfica de la diferencia ha tendido a ser una vía para enfatizar el peligro que representa el otro en la vida social (Gelado y Sangro, 2016), la representaciones que sigan esta línea de antagonismo se considerarán como imágenes tradicionales, hegemónicas y establecidas de la diferencia y la discriminación; lo que en la cultura visual se denomina visualidades. En cambio, si se logra imaginar al otro de tal manera que éste tenga voz propia para nombrarse y que logre una negociación con el normalizado en donde ambos puedan decidir su porvenir conjunto, se le considerará una representación innovadora y retadora, es decir, una contravisualidad. Dichas imágenes del otro se considerarían como contravisualidades por lograr una representación poco habitual y que cuestione las imágenes ya establecidas del otro; en donde éste tiene que asimilarse al grupo dominante bajo el riesgo de ser aniquilado (Mirzoeff, 1999). Objetivos A partir de la justificación, preguntas e hipótesis aquí presentadas, los objetivos que persigue la investigación son los siguientes: Describir cómo se muestra a los individuos que son diferentes en relación a aquellos que son considerados normales en el cine de ciencia ficción del siglo XXI. Precisar cómo se representa culturalmente a la discriminación en este tipo de cine. Exponer cuáles son las posturas sobre la discriminación que conocemos por este medio. 19 1.2 La ciencia ficción cinematográfica: más que mundos impresionantes, metáforas sociales En la actualidad, la ciencia ficción cinematográfica constituye uno de los géneros fílmicos de mayor trascendencia narrativa. Esto se debe a que no se conforma con representar sus temas característicos con imágenes impresionantes sino que dentro de sus argumentos se suele hacer una reflexión profunda de relaciones humanas, sociales y políticas de los mundos que este género imagina; tanto en el micro como en el macro nivel. Estas características, además de su esencia que anticipa el futuro a partir de hechos y desarrollos tecnológicos y científicos conocidos, permiten que el género explore a la sociedad y a sus múltiples dimensiones desde un marco referencial que nos es tan asequible como fantástico. La combinación implica por un lado, que lo que la ciencia ficción nos presenta nos parezca plausible y hasta cierto punto factible en el corto o largo plazo. Por el otro, sus maravillosos mundos ficticios nos obligan a pensar, casi sin limitaciones, cómo podrían ser las circunstancias y eventos que ya estamos experimentando como sociedad. Si además se considera que este género goza de gran popularidad por su manera de utilizar las tecnologías cinematográficas más actuales para representar sus escenarios, así como su facilidad para incorporar elementos de otros géneros populares como la acción, el terror y la aventura; encontramos que el cine de ciencia ficción contemporáneo constituye un producto cultural multidimensional con gran potencial de entretenimiento y reflexión. Sobre esta base, se considera que el género de la ciencia ficción contemporánea explora temas de gran interés social, y que sus cualidades como producto audiovisual lo tornan particularmente efectivo para difundir puntos de vista sobre dichos temas por medio de las representaciones que de ellos hace en sus historias. La investigación que se presenta en este documento, parte de la idea de que uno de los temas sociales más representados en el género es la diversidad y diferencia entre individuos en el espacio 20 público (el otro), y que la manera en que ésta se muestra en sus historias contribuye a la forma en que concebimos a la discriminación en la actualidad. Origen del género Desde su comienzo en la literatura, la ciencia ficción se ha caracterizado por imaginar historias del futuro con plausibilidad científica a partir de hechos y descubrimientos conocidos (Telotte, 2002). No obstante, la mayoría de sus narraciones trascienden la mera profecía tecnológica para describir las consecuencias que estas posibilidades tienen en el mundo social, por lo que la ciencia ficción como se conoce hoy en día ―utiliza las utopías o los viajes fantásticos como vehículo de exploración de formas alternativas de convivencia humana, y, en especial, de crítica del mundo conocido por el autor‖ (Novell, 2008, p.23). Aunque se pueden rastrear obras literarias individuales (por ejemplo, Frankenstein) como antecedentes del género, algunos autores como Carlos Scolari (2005) reconocen que éste comenzó a establecerse con las obras de H. G. Wells y Julio Verne, cuando el término ―ciencia ficción‖ aún no se concebía y al conjunto de narraciones con elementos científicos y ficción profética se le conocía como scientific romances (Scolari, 2005). El término ―ciencia ficción‖ como tal lo acuñó el inventor y escritor Hugo Gernsback en 1929 y éste se popularizó a partir de 1938 con la publicación de la revista Astounding Science Fiction (Novell, 2008). Tal como sucedió con otros géneros literarios, la ciencia ficción traspasó los límites de la literatura para consolidarse como género dentro la industria cinematográfica. Esto ocurrió desde los años iniciales del cine con Le Voyage dans la Lune, la primera cinta del género, realizada en 1902 por Georges Méliès. Desde entonces, la ciencia ficción cinematográfica ha evolucionado a la par de los cambios políticos, económicos, tecnológicos y culturales del siglo XX (Vizcarra, 2007) y no ha perdido relevancia en la oferta cinematográfica internacional (Vizcarra, 2007 y Telotte, 2002). 21 Algo que tiende a mantenerse constante en este tipo de cine es su iconografía, la cual es muy diversa, y principalmente aborda: invasiones alienígenas, inteligencias artificiales, máquinas que viajan en el tiempo, viajes espaciales, cuerpos humanos modificados o fusionados con tecnología, sociedades post-apocalípticas que sufren el desgaste del planeta y civilizaciones utópicas devenidas en distopia (Vizcarra, 2012, Stutler, 2011 y Telotte, 2002). Además de esforzarse por retratar estos escenarios con base en las posibilidades conocidas de la ciencia, y de evolucionar junto con las culturas y avances fílmicos de su momento, el cine de ciencia ficción suele considerarse como uno de los de mayor sustancia entre los géneros populares del cine (Telotte, 2002). Telotte (2002) considera que el cine de ciencia ficción tiene la cualidad de profundizar en temas filosóficos y existenciales como ningún otro género, debido a que el desarrollo científico contemporáneo del que parte está dialogando más que nunca sobre temas normalmente cedidos a la religión o la moral (Telotte, 2002). Algunos de estos son: la razón de existir de los humanos, el dominio de la humanidad sobre la naturaleza y sus consecuencias, así como las decisiones éticas que envuelven el desarrollo técnico, científico y social. Por supuesto, existen excepciones a estas tendencias y fusiones con otros géneros que cumplen otros objetivos. No obstante, la descripción aquí presentada se refiere tanto a películas de ciencia ficción en general como a las obras más icónicas del género5. Los géneros cinematográficos como vínculo entre los realizadores y la audiencia Dado que el estudio que aquí se propone parte de la ciencia ficción cinematográfica como un género con un potencial de entretenimiento y reflexión muy particular, conviene revisar brevemente en qué consiste la clasificación por géneros de la industria cinematográfica y cuáles consecuencias puede tener en la producción, la distribución y el consumo de películas. 5 Una descripción sucinta de algunas películas representativas puede encontrarse en Vizcarra (2012). 22 De acuerdo con el teórico Rick Altman (2000), se puede decir que los géneros cinematográficos son categorías definidas por la industria del cine y que cuentan con cualidades que pueden ser reconocidas por la audiencia. Según el autor, el género cumple cuatro funciones: es un plano o cianotipo en tanto que establece fórmulas estéticas y narrativas; es una estructura en tanto que constituye un marco referencial; es una etiqueta en tanto que categoriza las películas y es un contrato en la medida en que su consolidación requiere cierta cooperación y predisposición de la audiencia (Altman, 2000). Autores como Vizcarra (2013) enfatizan que los géneros constituyen un sistema discursivo particularmente ritualizado ―cuya forma específica de estructuración permite su reconocimiento y diferenciación de otros ‗tipos relativamente estables de enunciados‘ (Bajtín, 1999: 248), fijando en consecuencia ciertos límites a cualquier ejercicio interpretativo‖ (Vizcarra, 2013, p.89). En estos términos, la clasificación por géneros no sólo es funcional para delimitar el consumo cinematográfico, sino también su análisis. Aunque los géneros cinematográficos comparten tópicos, estructuras y características que los tornan más o menos fáciles de distinguir entre sí, la determinación de sus fronteras no es del todo estática. Altman señala que, si bien los géneros han permitido clasificar películas principalmente para su distribución y consumo, quienes suelen definir en qué consiste cada género son los especialistas de la crítica y los estudiosos de cine en su labor de describir y analizar películas (Altman, 2000). Esto es, aunque los realizadores y la audiencia conocen y aprenden a hablar de cine en términos de géneros, no es su interés tener claridad absoluta entre las fronteras entre ellos. En el caso de la industria de producción cinematográfica, Altman detecta que a partir de la década de los años cincuenta, el modelo económico de los estudios de cine ha explorado estrategias de producción que no dependen del género como una característica especial de las producciones. Al contrario, buscan no asociarse con un único género (Altman, 2000). Esto se debe en parte a que el éxito de los estudios no 23 reside en la popularidad de cada película, sino en producir un gran éxito de taquilla cada cierto tiempo y con sus ganancias equilibrar sus libros. Esto implica que los esfuerzos de producción y mercadeo opten por desvincularse de posibles atribuciones negativas o limitadas asociadas a los géneros en sentido clásico El autor pone como ejemplo el melodrama, y señala que al asociar a una película con este género a modo de adjetivo, se crean ciertas expectativas contraproducentes o restringidas de un película, por lo que, en muchos casos, los estudios y las productoras prefieren prescindir de los géneros como etiquetas; o en caso de recurrir a ellos, optan por una hibridación entre varios (Altman, 2000). Otro inconveniente que la industria suele tener con la clasificación por géneros reside en que las instituciones de distribución suelen tener sus propios criterios de clasificación (Altman, 2000). Una muestra de ello puede encontrarse en las diferentes formas en que una cadena de salas de exhibición clasifica las películas para su público y las limitadas categorías que se pueden encontrar en ciertos circuitos de exhibición más artísticos, como los festivales. La independencia que cada institución tiene para decidir y nombrar géneros, torna obsoleta la consideración del género como una guía de clasificación exclusiva e inamovible. Pese a ello, y aunque parezca de cierto modo paradójico, los géneros en sentido general si son una guía para las audiencias, quienes los aprenden y utilizan para conocer y hablar de cine en el entorno cultural. Algunos de los lugares en donde las audiencias aprenden a hablar de cine son las reseñas cinematográficas y las estrategias de mercadeo que promocionan películas en diversos medios (Altman, 2000). Además de esta exposición, las audiencias también recurren a su conocimiento previo de textos similares para establecer una relación genérica, y con su propio consumo, terminan abonando a la delimitación de los géneros. Para que un género termine de concretarse como tal con la audiencia también se requiere que ésta haga comparaciones intertextuales, que recurra a tendencias cognitivas específicas y prácticas predecibles de esquemas de procesamiento (Altman, 2000). Esto es 24 particularmente importante, pues las audiencias suelen cooperar de esta manera no sólo para determinar el género de una película, sino también para consumir textos cinematográficos. Como se verá en el capítulo teórico de esta investigación, algo similar ocurre al interactuar con la imagen en general. Esta breve recuperación de Altman manifiesta la importancia cultural de los géneros cinematográficos como referentes, así como su poder de establecer expectativas entre la industria y los espectadores. Esto es un indicador de que al estudiar películas de ciencia ficción se está partiendo de un entendido general, más o menos consensuado de temas, iconografía y discursos. Pero las consideraciones de Altman aquí revisadas también ponen de relieve una discusión perenne sobre los géneros cinematográficos, tanto en la cultura (su producción, distribución y consumo-), como entre los analistas de cine (la crítica y la academia). Dicha discusión es compleja y abarca no sólo a los géneros como etiquetas de clasificación más o menos delimitadas, sino que también toma en consideración las hibridaciones y actualizaciones discursivas y estéticas que la industria ha incorporado y sigue incorporando en la actualidad, así como la manera en que estas transformaciones son recibidas por las audiencias. En estos términos, tomar como punto de partida al ―género de la ciencia ficción‖ en esta investigación conlleva reconocer que hay implicaciones culturales, intelectuales y hasta económicas que caracterizan el contexto de su producción, consumo y análisis. También implica estar dispuestos a participar, aunque sea brevemente en la discusión contemporánea de los géneros y el rumbo que podrían estar tomando actualmente. Después de revisar estas implicaciones del estudio de la ciencia ficción como género cinematográfico, ahora se abordan sus principales ejes temáticos. Éstos tienden a establecer puntos de referencia tanto para la industria, como para las audiencias. Clasificaciones temáticas dentro de la ciencia ficción La ciencia ficción cinematográfica contiene una gran cantidad de argumentos que la caracterizan como género y que pueden clasificarse en categorías según sus énfasis temáticos. Fernando Vizcarra (2012) ha establecido una de estas clasificaciones en 25 función de los modelos de representación social del futuro que predominan en este tipo de cine (Vizcarra, 2012). Por medio de su sistematización se pueden conocer algunos tópicos esenciales del discurso del cine futurista6 (principalmente hollywoodense), pero la clasificación del autor también invita a pensar en otras formas organizar el mundo discursivo de la ciencia ficción. En seguida se hace una recuperación de la propuesta de Vizcarra (2012) y los temas que predominan en ella. El primer modelo es el del cine de contacto, caracterizado por la llegada de seres extraterrestres y las relaciones que establecen con los humanos. Dentro de esta clasificación el autor detecta dos tendencias. La primera muestra a los alienígenas como seres malévolos que vienen a dominar la Tierra o a agotar sus recursos y que tienen que ser enfrentados por las fuerzas militares (según el autor, específicamente las estadounidenses), quienes salvan el día. La otra tendencia cuenta cómo, después de superar algunos problemas de entendimiento, los extraterrestres y los seres humanos entablan una relación amigable, casi fraternal y de mutuo entendimiento (Vizcarra, 2012). La segunda clasificación de la tipología es la del cine de contingencia, la cual se centra en amenazas futuras causadas por el desarrollo industrial, científico y tecnológico. Vizcarra señala que por un lado, este tipo de cine futurista ―da cuenta de las pesadillas colectivas alrededor de un entorno natural trastornado. Por otro, las consecuencias azarosas del avance tecnológico ocasionan la insurrección de las máquinas, sean computadoras, robots, androides o sistemas virtuales‖ (Vizcarra, 2012, p.83). Aunque en este tipo de cine la amenaza es consecuencia de actos y experimentación humana, el enemigo como tal se ve encarnado por entornos naturales volátiles, criaturas orgánicas alteradas o máquinas e inteligencias artificiales insurgentes. La tercera clasificación es la del cine de rebelión y se refiere a las películas que muestran la sublevación de un grupo ante instituciones represivas o imperios totalitarios. En esta clasificación predominan dos tipos de relatos. Por un lado, los que 6 Vizcarra (2003) señala que, según sus ambiguas fronteras, la ciencia ficción también puede nombrarse como ―fantasía científica, ficción científica, cine futurista o de anticipación‖ (Vizcarra, 2003, p. 87). 26 dan cuenta de cómo personajes que se encuentran en entornos cerrados y controlados por instituciones represivas se cuestionan su condición y buscan escapar hacia un entorno exterior idealizado. Por el otro, se abordan diversas maneras en que ciertos grupos dominados o esclavizados se rebelan y se emancipan de la tiranía de los estados e imperios absolutistas (Vizcarra, 2012). La cuarta categoría es la del cine de exploración, en el cual los protagonistas viajan hacia los rincones desconocidos del universo, ya sea para llevar a cabo peligrosas misiones o con fines colonizadores (Vizcarra, 2012). Puesto que las películas de esta categoría tienden a centrarse en la aventura y el suspenso que implican este tipo de traslados, éstas tienen menor oportunidad de hacer evidente el funcionamiento social de las sociedades futuras y por medio de éste detonar la reflexión social. Sin embargo, dependiendo de las tramas específicas y la manera en que se desarrolle la exposición del mundo en donde éstas ocurren, es posible detectar los conflictos y caracterizaciones sociales que subyacen a la aventura conquistadora. El último modelo de la clasificación es llamado por Vizcarra cine de alteridades. En éste se muestran ―los desafíos que experimentan las sociedades complejas frente a las dinámicas de la diversidad, la interculturalidad y la emergencia de lo instituyente‖ (Vizcarra, 2012, p. 13). Este tipo de cine muestra como el extraño, el que es diferente lucha por el respeto hacia su individualidad o comunidad, o bien representa cómo estos personajes revierten el orden social desde su posición excluida. Al igual que en otras clasificaciones, ésta presenta dos directrices. La primera que identifica Vizcarra tiende a centrarse en discusiones sobre la migración de identidades en donde ―la interacción entre extraños supone no sólo una metamorfosis de las identidades, sino un conflicto ideológico permanente que obliga a la negociación y al reconocimiento de la diversidad‖ (Vizcarra, 2012, p. 85 y 88). La segunda está enmarcada en la cultura cyberpunk y la virtualidad, desde las cuales la figura del ciborg (caracterizado por su identidad híbrida y por traspasar fronteras tecnológicas, biológicas, espaciales y temporales) pone el acento en la discusión sobre la alteridad y sus transformaciones (Vizcarra, 2012). 27 Dentro de la tipología anterior algunos modelos de representación de mundo parecen dedicar más atención que otros a la reflexión sobre individuos que no son normalizados dentro de su mismo mundo. Además, algunas clasificaciones como la de contacto o de alteridades tienen implícitos los roles de villanos o de héroes para estos individuos no normalizados, para estos ―otros‖. Es justamente la representación de estos individuos en el cine de ciencia ficción la que interesa a este estudio. Cabe señalar que el interés de la investigación no busca situarse únicamente dentro de algunos de los cinco estilos de la tipología anterior. La clasificación es mencionada por manifestar con claridad que la clase de representaciones que interesan a este estudio abundan en el género cinematográfico de la ciencia ficción, aunque en grados variables y con abordajes más o menos identificables. La sistematización de Vizcarra (2012) pone de relieve cómo los androides, los extraterrestres, los mutantes y demás personajes característicos del género de ciencia ficción operan como una fuerte metáfora del mundo social fuera de la pantalla, representando fenómenos como la migración, el racismo, el sexismo y otros más. Aunque algunas películas logran concretar dichas metáforas con mayor éxito que otras, es claro que la mayoría se enfrenta al problema de un otro que es extraño y que se involucra en relaciones y conflictos con el individuo normalizado. Además de Vizcarra, otros autores como Nicholas Mirzoeff han detectado en este género una evidente referencialidad con problemáticas del mundo social, particularmente con aquellas derivadas de la diferencia. En su libro Introduction to visual culture (1999), dedica un capítulo a hacer un ejercicio hermenéutico en el que revisa las tramas de diversas películas clásicas de ciencia ficción así como sus figuras predominantes (Alien de 1979, Blade Runner de 1982, The Invasion of the Body Snatchers de 1958; entre otras). En su revisión, el autor encuentra que ―science fiction movies address the fears and desires of the present by projecting them onto an imaginary future‖ (Mirzoeff, 1999, p.194). Pero el autor también encuentra que se manifiestan otras situaciones con 28 repercusión social: racismo, colonialismo y migración, a las cuales se refiere como resonancias (Mirzoeff, 1999). Otros ejemplos de resonancias del otro y sus modos particulares de representación se encuentran detallados en el siguiente capítulo, el cual aborda el estado del conocimiento en torno a éstas. Principales resonancias del otro en la ciencia ficción del siglo XXI Sobre la base anterior, puede decirse que los temas de la ciencia ficción contemporánea pueden organizarse en torno a las maneras en que éstas abordan a la diferencia, es decir, al problema del otro. Con la finalidad de acotar aquellos que son más relevantes para este estudio, en seguida se describen los tres temas principales que se considerarán en el análisis de casos: alienígenas visitando la Tierra, inteligencias artificiales y sociedades postapocalípticas. La primera clasificación comprende alienígenas visitando la Tierra y por medio de este eje se pueden abordar temas de desplazamiento humano, ya sea por migración, por colonización o incluso en condición de refugiados. La temática de un grupo social que llega a cohabitar con otro inevitablemente trae consigo discusiones sobre las diferencias entre ambos grupos, sean físicas, culturales o de poder. En este sentido, este tema es muy poderoso para estudiar la representación del otro en el cine de este género. Cabe mencionar que no se tomarán en cuenta películas en donde los alienígenas se encuentran en el espacio o en otro planeta, pues en estos casos las posibilidades de interacción suelen ser muy limitadas: enfrentamiento bélico o colonización. En cambio, cuando los alienígenas visitan la Tierra y se da una situación de cohabitación, son mucho más ricas las posibilidades de interacción y puede darse tanto un enfrentamiento como una integración entre ambos grupos. La segunda clasificación es la de inteligencias artificiales y aborda tanto robots humanizados, como máquinas pensantes o software y sistemas operativos sin un cuerpo aparente. Este tema es interesante para pensar al otro en la medida en que la 29 humanidad se enfrenta ante una creación suya, muy semejante pero diferente a la vez. Esta condición hace que el humano se vea obligado a confrontar aquellas características de la inteligencia artificial que son superiores a las suyas; a la vez que muestra una relación de poder muy marcada entre criaturas que tienden a estar al servicio de sus creadores, pero que llegan a ser conscientes de su situación e incluso desean escapar de ella. La tercera clasificación se toma en consideración por imaginar cómo podrían ser las sociedades futuras después de un evento catastrófico que transforme totalmente la vida como se conoce actualmente. En este sentido, la humanidad parte de una suerte de ―lienzo en blanco‖ para repensarse, así que las posibilidades de organización social, política y económica son casi infinitas. En estos términos resulta interesante conocer cuáles son los problemas a los que se podrían enfrentar futuras civilizaciones, quién tiene el poder y quién está excluido de su ejercicio. Otra clasificación que podría considerarse para este estudio es la de los mutantes, entendidos como seres humanos que han sido sometidos a intervenciones científicas para modificar sus características biológicas o grupos de personas que han pasado por un desarrollo evolutivo distinto al del resto de la humanidad y como consecuencia, cuentan con características físicas o mentales extraordinarias. No obstante, este tema no será considerado debido a su semejanza con el tema de los robots (en tanto que suele haber intervención humana para su emergencia) y porque son escasas las películas de este tipo que no están basadas en historietas o cómics. En el caso de las películas basadas en cómics, se detecta un fenómeno de producción muy distinto al de la ciencia ficción convencional, ya que estamos enfrentando un momento histórico en el que la producción de estas películas adaptadas ha proliferado enormemente, al grado de que tanto las decisiones económicas, creativas, políticas y narrativas de estas cintas requerirían de su propio estudio independiente. La consideración de estas tres temáticas y su resonancia con los temas de diferencia y el problema del otro marcan la pauta de aquello que más le interesa conocer a esta investigación: la representación de los seres que son diferentes a aquellos que se 30 consideran normalizados. Es decir, la representación o imagen del otro en este tipo de cine. De manera particular, se busca conocer esta representación en el cine de ciencia ficción del siglo XXI, el más contemporáneo. El énfasis en este periodo responde a dos razones. Primero, a que el siglo XXI es el que ha visto un mayor desarrollo de ciencia y tecnología en la historia de la humanidad, muchos logros incluso han sido anticipados por el propio género. Así, para que el factor de profecía tecno-científica del género se mantenga relevante, se optará por enfocarse en el cine de ciencia ficción realizado durante este siglo. El desarrollo científico de este momento histórico también implica que hoy hay más posibilidades de diseño de imagen, fotografía y efectos especiales cinematográficos que nunca antes en la historia; por esta razón, el cine de este siglo puede lograr muchas más proezas técnicas en cuanto a la confección audiovisual de sus contenidos. Es decir, la evolución de la ciencia y la tecnología la constata el mismo género en su forma, al emplear sus avances para representar los que vienen. La otra razón por la que se le da relevancia al cine de ciencia ficción de este período es que, al ser las películas productos de realizadores y casas productoras contemporáneas, el punto de referencia a partir del cual construyen sus historias es el más actual y el que nos es más cercano. Si bien los temas de la ciencia ficción que operan como metáforas se han mantenido más o menos constantes a lo largo de su historia, mientras más compatibilidad temporal exista entre sus creadores y sus espectadores, mayor será la posibilidad de reconocer las referencias y problemáticas a las que se hace alusión. En este sentido, se pretende estudiar a las representaciones o imágenes del otro en el cine de ciencia ficción del siglo XXI por considerar que el acercamiento al problema será más actual que si se estudiaran películas del mismo género pero de otras décadas, y porque se estima que el desarrollo tecnológico y científico actual permitirá hacer una representación futurista mucho más creíble, envolvente y efectiva para las audiencias que lo consumen en la actualidad. 31 1.3 La otredad y la normalidad: una relación antagónica Como se ha argumentado, este estudio busca conocer cómo se representa a aquellos individuos que son diferentes en relación con aquellos que se consideran normales. Al hablar de esta relación, se establecen dos categorías antagónicas. Una engloba lo normal, lo cercano, el ―nosotros‖. La otra categoría engloba a aquello que es diferente, no normal, a ellos, a los otros. A este fenómeno de distinción entre lo propio y lo ajeno se le ha llamado otredad o alteridad. La definición de otredad no es homogénea ni estática, es más bien histórica y dependiente de la mirada analítica que la describe, pues ha sido nombrada y clasificada de formas muy diversas por múltiples autores (Corona, 2015; Guglielmi, 2006; Boivin et al., 2004; Flores, 1999;) y criterios. Dos disciplinas que han reflexionado profundamente al respecto son la Filosofía (Arenas-Dolz, 2009) y la Antropología (Reguillo, 2002). Para la primera, el problema del otro se presenta como la contraparte del propio ser, como la diferencia que ayuda a explicar y delimitar al sí mismo y a la identidad propia. Las rutas que ha tomado la discusión dentro de esta disciplina son muy diversas. Mientras unas se enfocan más en la cualidad de diferencia que caracteriza al concepto, otras reflexiones han optado por una vía más existencialista (Waldenfels, 2004). Algunas de las preocupaciones de la Filosofía en torno al otro se encuentran también en la Lingüística, particularmente en las discusiones sobre la emergencia de la subjetividad en el lenguaje, y de las consecuencias de que cada quien se designe a sí mismo como ―yo‖ (Benveniste, 1975). Algo que caracteriza a las diversas visiones sobre el otro en la Filosofía, es que en términos generales, ésta tiende a definirlo en función del yo que lo nombra y que lo hace de forma prácticamente individual. En contraste, la antropología se ha encargado de estudiar al otro en términos colectivos a partir de la diferencia cultural. De acuerdo con Marc Auge (1996), la antropología trata del sentido que la colectividad le da a la existencia. Cada individuo se define mediante sus relaciones simbólicas 32 instituidas con individuos de su propia colectividad o de colectividades ajenas. Es así que su constante reflexión sobre el sentido de estos colectivos ajenos pasa siempre por el de su propio colectivo, de ahí que el otro y su alteridad siempre estén presentes en términos de diferencia cultural (Auge, 1996). Pero la antropología también se ha interesado por el estudio de las diferencias culturales en función del poder que se puede ejercer en relación al otro. De acuerdo con Rossana Reguillo (2002), las culturas poderosas requieren de la presencia de otro diferente y diferenciado para pensarse a sí mismas. Pero es debido a su condición de poder que éstas terminan definiendo lo que constituye lo diferente (Reguillo, 2002). Reflexiones semejantes se encuentran en otras áreas de las ciencias sociales, en donde el otro resulta un objeto de estudio pertinente en términos de las relaciones de poder que lo atraviesan. De estas perspectivas, la que aquí interesa particularmente es la visión de la comunicación, y acercamiento a la manera en que se nombra al otro en el espacio público. Cuando se nombra a los otros en el espacio público, quien tiende a hacerlo es quien tiene mayor facilidad para expresarse en esta arena, quien tiene mayores recursos y poder para hacerlo. En este sentido, lo que se conoce sobre la definición del otro no corresponde con lo que ese otro piensa de sí mismo, sino con lo que el discurso del poder considera que le constituye. Es así que al hablar del otro en el espacio público es común que su enunciación tienda a presentarlo de forma parcial e incompleta, excluyendo su propia voz de la definición. Si además se considera que el otro sólo puede ser pensado y definido en relación con el ―normalizado‖, el "igual", el ―nosotros‖, el "no diferente" (Plate, 1999), se puede decir que la relación que se establece entre el otro y el ―normalizado‖7 en el espacio público tiende hacia el antagonismo. Algunos ejemplos de personas que podrían ser 7 Al hablar del ―normalizado‖ en este texto se hace referencia aquellos que tienen poder en el espacio público para nombrar al otro a partir de las diferencias con respecto a sí mismos. De ahí que se use el término en comillas, pues no es que sean normales per se, sino que en su capacidad para nombrar lo distinto, parten de una consideración de sí mismos como el estándar, como lo normal. 33 nombradas como el otro en el espacio público del mundo occidental son: las personas de color o que no pertenecen al mestizaje dominante, las personas que se identifican como LGBTQI, los pobres, las personas con capacidades físicas distintas e incluso las mujeres. En estos términos, al hablar de estos grupos se tiende a hacerlo resaltando las diferencias entre los miembros de estos grupos y quien tiene el poder para nombrarlos. Pese a que en la actualidad el concepto de otro se presenta como una categoría que describe múltiples actores sociales contemporáneos de especial relevancia por su condición de exclusión o de invisibilidad (a veces sin distinción entre los diferentes tipos), conviene recalcar que el otro ya ha sido identificado desde hace siglos. Hay autores que coinciden en que el origen del otro como sanción de la diferencia y la configuración de sujetos excluidos a partir de esta idea datan de la Modernidad (Suaza, 2011). Villoro (1998) y Dussel (1994), señalan el nacimiento de la alteridad en el momento en el que Europa se encontró con el otro no-europeo, a quien buscó dominar (Villoro, 1998), conquistar y violentar (Dussel, 1994). Estas consideraciones además de señalar el momento histórico a partir del cual el fenómeno comenzó a cobrar fuerza, también manifiestan que al identificar al otro se hace referencia a algo más que a su diferencia. Al nombrar la alteridad también se contempla su condición de incomunicación y de opresión: su exclusión. Para que esta exclusión del otro se manifieste, necesariamente tiene que haber un no- diferente, alguien ―normalizado‖ que coexista con el otro, otorgándole así su estatus de diferencia. Como señala Corona (2007), ―la diferencia es socialmente construida, es un efecto de enunciación que conlleva jerarquía y relaciones asimétricas de poder‖ (Corona, 2007, p.15). No se nace distinto, sino que el otro primero es discriminado y después esa discriminación construye la diferencia, por lo que ―las diferencias deben ser concebidas relacionalmente (los ‗diferentes‘ con relación a los ‗no diferentes‘) y no como categorías independientes, ajenas a los sistemas de enunciación‖ (Corona, 2007, 34 p. 15 y 16). Es así que, aunque el interés de esta investigación sea la representación del otro, la delimitación del objeto de estudio no puede ignorar su coexistencia con el no-diferente y la discriminación a partir de la cual éstos son distinguidos. Según Corona (2007), ―con el concepto mismo de ―otro‖ se construyen los opuestos: bueno/malo, dentro/fuera, racional/cosmogónico, normal/anormal‖ (Corona, 2007, p.16), por lo que no se podrá reconocer al otro hasta que se identifique al ―normal‖ que lo diferencia. De acuerdo con la misma autora, primero ocurren los procesos de discriminación, de señalamiento de lo que es diferente y posteriormente se define al otro. Así, puesto que la discriminación a partir de la cual se define al otro es intrínseca a su reconocimiento como tal por el normalizado, al estudiar al otro se estudian inevitablemente sus procesos de discriminación. Por esta razón, la representación del otro en el cine de ciencia ficción pone de manifiesto dicho proceso, y al hacerlo toma postura sobre cómo ocurre, qué implicaciones tiene para ambas partes, cómo se sobrelleva e incluso cómo podría resolverse. Corona (2013) reconoce que hay distintas maneras de nombrar al otro y que el uso de una acepción o de otra tiene implicaciones en la manera en que se le entiende. La autora encuentra cuatro maneras de imaginar y aproximarse a los otros desde la política. Estas clasificaciones dependen de ―la manera de concebir la comunicación y a la convivencia social‖ (Corona, 2013, pp. 27 y 28). En este sentido, lo que la autora describe son cuatro formas de nombrar al otro en el espacio público. La primera manera se denomina el otro de respeto, y es un imaginario multicultural en donde no se plantean las diferencias y sus conflictos, pero ―se discuten las políticas que se deben tomar frente a los otros no ‗normales‘‖ (Corona, 2013, p.28). Esta forma de pensar al otro implica que éste sea asimilado a la cultura dominante, y no necesariamente está interesada en que se resalte su diferencia. La diferencia, de cierto modo se borra. La segunda manera de imaginar al otro es como el otro nacional y se basa en el pluralismo entendido como ―un sistema político de representación de intereses 35 múltiples en la vida democrática‖ (Corona, 2013, p.29). El problema que representa esta manera de pensar al otro, es que se forman grupos culturales cerrados que coexisten, pero que tienden a estar en conflicto unos con otros. La tercera manera de imaginar al otro es el otro colonizado, y tiende a ver sólo las diferencias de los diferentes mientras que las de los normales permanecen invisibles. No obstante, estas diferencias ―sólo se entienden cabalmente en interrelación‖ (Corona, 2013, p. 31). Este tipo de concepción es quizá la más excluyente, pues se caracteriza porque pone énfasis en las maneras en que el otro es diferente de aquellos sujetos considerados ―normales‖, sin considerar las formas en que éstos últimos también son diferentes para otros grupos (Corona, 2007). De este modo, se le impide al otro que se nombre a sí mismo y que tenga una representación social visible justa. La cuarta manera es denominada por Corona como el otro mestizo, y se caracteriza por la búsqueda del diálogo. Se da ―cuando dos o más culturas arriesgan una parte de lo suyo y lo transforman con el otro para construir un intercambio dialógico‖ (Corona, 2013, pp.32 y 33). Esta forma de imaginar al otro implica que ambos grupos pongan en pausa alguna de sus características con el fin de lograr un intercambio, e implica la emergencia de un tercer espacio en donde ambas visiones coexistan y se integren (Corona, 2013). La autora se basa en estas cuatro formas de imaginar al otro desde perspectivas políticas para desarrollar desde la comunicación una propuesta de investigación dialógica inspirada la concepción del otro mestizo. Sin embargo, por la manera en que describe las formas de pensar al otro en el espacio público, su propuesta también funciona como base para este estudio en tanto que permite pensar en los tipos de otro que se presentan en el cine de ciencia ficción. Es por ello que el objeto de estudio de la investigación se denomina como otro político. A partir de esta clasificación se buscará entender qué tipo de imagen sobre el otro se construye en el cine de ciencia ficción del siglo XXI ¿nos encontramos ante un otro de respeto, un otro nacional, un otro colonizado o un otro mestizo? 36 Reconocimiento del otro ¿estadio ideal o dominación? Además de que existen diversas formas de imaginar al otro en el espacio público, también se reconocen diversas formas en que se le puede reconocer. En su texto Estado plural, pluralidad de culturas (1998), Luis Villoro identifica algunas de ellas al describir la relación entre el otro y el ―normalizado‖ (Villoro, 1998). El autor parte del encuentro entre Europa occidental y las culturas aborígenes de América para dibujar una ruta en el reconocimiento del otro (Villoro, 1998) que puede identificarse en otros contextos. Ésta no se concentra únicamente en la discriminación que distingue al que es distinto, sino que va un paso más lejos hasta llegar al reconocimiento del otro desde su propia voz. Esta ruta de reconocimiento consta de tres estadios y ayuda a identificar si éste existe en los encuentros entre un otro y un no-diferente. En el primer nivel se conjura la alteridad del otro: se establecen analogías entre la cultura ajena y la propia, y aquello que no quepa bajo esa mirada (la diferencia del otro) se niega, se elimina (Villoro, 1998). El segundo nivel reconoce al otro como un igual pero aún bajo la visión de mundo del no-excluido: es un sujeto cuyos derechos e igualdad son reconocidos, pero su diferencia sigue sin ser admitida (Villoro, 1998). El último nivel implica reconocer al otro en su igualdad y en su diversidad, bajo su propia visión de mundo, bajo su propia voz (Villoro, 1998). Este último estadio es el más difícil de alcanzar porque implica que el ―no-diferente‖ se encuentre con la mirada ajena y se convierta, a su vez en un otro ante sus ojos. Aunque este último estadio parece de algún modo ideal o equitativo, el autor señala que en los tres estadios el objetivo final es dominar al otro, por lo que aún cuando éste se encuentra en condiciones favorables para expresarse a sí mismo, esto implica el interés del normalizado por dominarle. Una visión distinta de lo que podría implicar el reconocimiento del discriminado se encuentra en Honneth (2010), al hablar de la lucha por el reconocimiento ante la desigualdad social. Honneth (2010) reconoce que, desde hace algún tiempo, y como 37 consecuencia de la evolución de sistemas socio-políticos, los intentos por eliminarla han tendido menos hacia la distribución equitativa de bienes y más hacia el otorgamiento de dignidad y prevención del menosprecio de los que son sujetos a la desigualdad (Honneth, 2010). Esto implica que, más que buscar una justicia en términos materiales, lo que se busca al eliminar la desigualdad es respeto y dignidad: reconocimiento. En Honneth (2010), este reconocimiento también implica un estadio particular y superior a ciertos beneficios que eliminan la desigualdad. Es el antídoto al menosprecio y el estadio ideal al que apuntan los esfuerzos por aceptar la diferencia. Si bien la discriminación y la desigualdad no son sinónimas, ambos fenómenos están emparentados y pasan por procesos semejantes, por lo que considerar la idea de Honneth ayuda a complementar la propuesta de reconocimiento del otro de Villoro. A partir de las ideas de estos autores, se espera que en el cine de ciencia ficción contemporáneo, los intentos por combatir la discriminación y exclusión del otro se encaminen hacia cierto tipo de reconocimiento. Si bien, se anticipa que la narración de las películas se dirija hacia este proceso, se reconoce que esta ruta no necesariamente es un camino ideal, pues aunque se luche en el sentido propuesto por Honneth, los resultados pueden estar motivados por lo que Villoro nombra dominación. Así, en lugar de que el otro sea reconocido en su diferencia, podría verse en la necesidad de asimilar por completo la cultura dominante para sobrevivir, o incluso podría verse totalmente aniquilado, sin llegar a experimentar ningún tipo de reconocimiento, ni siquiera uno limitado. Es por ello que no se tiene una expectativa homogénea sobre posibles representaciones del reconocimiento y la inclusión, no obstante su presencia o ausencia contribuirá en gran medida a definir las posturas sobre la discriminación en las películas: ¿se ve a la discriminación como un proceso que debe ser revertido? ¿Se logra llegar a la etapa del reconocimiento? ¿Se intenta entorpecer dicho proceso? O 38 será que más bien ¿se soslaya y se recurre a otro tipo de negociación en donde el otro renuncia a su diferencia para verse asimilado por el normalizado? 1.4 La discriminación y la importancia de su representación La discriminación es el proceso por medio del cual se distingue al otro del normalizado y aunque los distintos tipos de discriminación tienen sus propios nombres (racismo, sexismo, homofobia) la discriminación como tal tiene sus propias características que se extienden hacia las subcategorías. De entrada, la palabra discriminación, a diferencia de otros términos semejantes, implica la acción de un alguien sobre otro alguien y pone el peso de la acción sobre quien comete el acto discriminatorio (Sayce, 1998), no sobre quien es discriminado. Ruth Wodak (2008) identifica otras características clave cuando hace referencia al trabajo de Philomena Essed sobre el racismo. Algunas son: "discriminatory acts may manifest themselves on all levels of language; exclusion is linked to power; marginalized groups tend to be discriminated against; and discriminatory acts may be intended or non-intended" (Wodak, 2008, p.54). Wodak señala que la discriminación puede ser estructural, incluso legal. En estos términos, los actos discriminatorios ocurren en todos los niveles de la vida social, muchas veces son naturalizados y no cuestionados. Sin embargo, tienen consecuencias para quien enfrenta el acto discriminatorio, tales como marginación, exclusión y la limitación de los derechos humanos (Wodak, 2008). A partir de su enfoque sobre el racismo, Wodak señala que este tipo de discriminación es un constructo social, y menciona las diversas maneras en que se han construido nomenclaturas y narrativas en torno a la raza para segmentar a las personas. Este tipo de lógica también opera en otros tipos de discriminación, tales como el sexismo y la homofobia, entre otros, por lo que las posturas que sobre estos grupos discriminados circulan en los medios de comunicación influyen en la manera en que éstos son concebidos. 39 Sobre esta base, se considera que la manera en que se identificarán a los otros en relación con los normales dentro del cine de ciencia ficción contemporáneo es mediante la manifestación de actos discriminatorios. Esto es, se parte de que el enunciamiento de la diferencia del otro en el cine de ciencia ficción replica los mecanismos de discriminación que se conocen en la actualidad. Además, se asume que dichos actos tendrían en las películas consecuencias semejantes a las que tienen en el mundo social y que incluso, los tipos de situaciones discriminatorias que se identifiquen representan tipos específicos de discriminación ya conocidos: xenofobia, homofobia, sexismo, entre otros. Igualmente, se parte de la idea de que la manera en que se conciben estos actos discriminatorios y sus consecuencias determina posturas particulares dentro de este tipo de cine, las cuales contribuyen a la manera en que la discriminación y los grupos discriminados son construidos. Si bien el interés inicial de este estudio por la discriminación reside en que ésta detona el proceso de identificación del otro y del normalizado, su pertinencia se torna esencial a la luz de las consecuencias de su representación. Se parte de que su existencia es el punto de inicio para la representación de estos individuos que son distintos, sin embargo, al hacerse presente configura modos particulares de entender procesos discriminatorios. Establece las formas en las que se señala y nombra lo distinto, modos de reconocer o negar la diversidad, maneras de contraponer, integrar o hasta homogeneizar comunidades distintas. Cada uno de estos elementos del proceso de discriminación se ven representados audiovisualmente en este tipo de cine, y por virtud de la facilidad y constancia
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