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Microgeografias do Habitante de Rua em Guadalajara

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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA 
COORDINACIÓN GENERAL ACADÉMICA 
Coordinación de Bibliotecas 
Biblioteca Digital 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La presente tesis es publicada a texto completo en virtud de que el autor 
ha dado su autorización por escrito para la incorporación del documento a la 
Biblioteca Digital y al Repositorio Institucional de la Universidad de Guadalajara, 
esto sin sufrir menoscabo sobre sus derechos como autor de la obra y los usos 
que posteriormente quiera darle a la misma. 
 
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA 
CENTRO UNIVERSITARIO DE LOS VALLES 
 
 
 
 
 
 
 
MICROGEOGRAFÍAS DEL HABITANTE DE LA CALLE 
UNA MIRADA DEL COTIDIANOAL TRANSITAR POR LA CIUDAD 
 
QUE PARA OBTENER EL TITULO DE MAESTRO EN ESTUDIOS 
SOCIOTERRITORIALES 
 
 
Presenta: 
 LIC. IGNACIO ENRIQUE HERRERA CEPEDA 
 
DIRECTORA: DRA. MYRIAM GUADALUPE COLMENARES LÓPEZ 
 
 
 
Ameca, Jal. Febrero de 2019 
 
2 
 
 
 
Esta investigación se la dedico: 
 
A mi compañera y familia; Angélica, fuente eterna de amor, apoyo e 
inspiración 
 
A mi madre y a mi padre (que siempre los sentí a mi lado), quienes 
siempre creyeron en mí. 
 
A mis hermanas y sus familias, un bloque que a kilómetros en todo 
momento hubo aliento y amor. 
 
Al pueblo que a pie resiste y se revela. 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
Agradecimientos 
 
 
Quiero expresar mi profundo agradecimiento al Consejo Nacional de Ciencia y 
Tecnología de México, CONACyT por el apoyo recibido, así como a la Universidad 
de Guadalajara y en especial al Centro Universitario de los Valles, por su 
compromiso en la formación de seres humanos con conciencia y críticos al 
respecto del acontecer nacional e internacional. A la coordinación de la Maestría 
en Estudios socioterritoriales, la Doctora Angélica Navarro Ochoa, quien no solo 
fue una excelente docente, sino un apoyo fundamental en estos años, muchas 
gracias. 
A mis profesores y profesoras, en especial a los Doctores Francisco Jalomo, 
Víctor Castillo, Suhey Ayala, Carlos Santamaría, Ramón Goyas, María Rosa Nuño 
y Eduardo Plazola. A mi comité académico, los Doctores Ricardo Fletes Corona, 
Heriberto Cruz Solís, María Rosa Nuño Gutiérrez, y Rigoberto Sandoval Contreras 
quienes representaron un sistema interdisciplinario lleno de saberes, aportando 
enormemente en este trabajo de investigación. También agradecer al Doctor 
Pablo Mansilla Quiñones, quien a pesar de no haber podido integrar el comité, 
siempre estuvo pendiente y desarrolló significativas aportaciones al trabajo. 
A mi directora de tesis la Doctora Myriam Guadalupe Colmenares López, estoy 
eternamente agradecido, por su ardua labor, sin usted es poco probable que esto 
haya llegado a buen término, le agradezco su paciencia, horas de trabajo y 
 
“Los nadies: los hijos de nadie, 
los dueños de nada. 
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, 
corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, 
rejodidos: 
 
Que no son, aunque sean. 
Que no hablan idiomas, sino dialectos. 
Que no profesan religiones, 
sino supersticiones. 
Que no hacen arte, sino artesanía. 
Que no practican cultura, sino folklore. 
Que no son seres humanos, 
sino recursos humanos. 
Que no tienen cara, sino brazos. 
Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia 
universal, 
sino en la crónica roja de la prensa local. 
Los nadies, 
que cuestan menos 
que la bala que los mata.” 
 
 
(Fragmento de “los nadies” de Eduardo Galeano 1940) 
 
4 
 
energía, donde me demostraba que creía en mí, sin lugar a dudas fue un apoyo 
que siempre recordaré y evidentemente reproduciré. Solo me queda agradecer y 
que no quepa cuestionamiento que en mí ha encontrado un amigo. 
A mi familia, mis padres Florentina Cepeda y Miguel Herrera, ustedes me han 
enseñado el valor del esfuerzo, de creer que todo es posible, que, si algo no te 
parece, cambiarlo. Me educaron sobre la base del movimiento, la vida hay que 
vivirla “a concho”, que debo permitir todo lo que sienta, porque eso es lo que soy. 
Los extraño infinitamente, pero tengo la convicción que soy ustedes, los amo 
viejitos, y esto es claramente por su apoyo. No hay día que no piense en ustedes, 
pero también estos pasos sé que los damos juntos. ¡Muchas gracias por tanto!, los 
amo hasta donde las palabras no alcanzan. 
A mis hermanas Consuelo y Paulina, a quienes adoro y admiro, mis amigas, con 
las que cada rato nos mensajeábamos para reportarnos, las extraño tanto 
“chiquillas”, pero nunca las he dejado de sentir a mi lado, las amo y agradezco 
cada palabra de aliento y confianza, siempre fueron una luz que me alumbraba el 
camino. A mis cuñados, David Vasconcelos y Eduardo Urbina, amigos y 
hermanos, gracias por tanto amor. En especial a Nicolás y Renata, los niños 
(hasta ahora) de mi vida, me duele no verlos crecer, pero sé que están llenos de 
amor, su tío los ama infinitamente y lo único que puedo decirles es que la vida no 
es una carrera, sino que es un camino que se transita admirándose de todo a su 
alrededor. 
A mis amigos, que, aunque lejos siempre estuvieron ahí para mí, en especial a 
Ángel, Pedro, Camilo, Ignacio e Isaías. A mi familia putativa, mis suegros y mi 
cuñado. A los amigos que hice en este caminar como Liliana ,Daniel, las 
compañeras de CAMPO, todos y todas siempre estuvieron para mí, y les 
agradezco infinitamente su cariño. 
A los que conocí en el trayecto de la investigación, personas que abiertamente me 
mostraron fragmentos de su vida, sus experiencias y territorios. Con quienes 
compartimos pan, refrescos y momentos duros. Les agradezco hacerme parte de 
5 
 
su paisaje, poder compartir mis inquietudes, y que se hayan transformado en 
investigadores de sus propias vidas. Por todo muchas gracias. 
Quiero agradecer muy especialmente a mi compañera, amiga, colega y esposa 
Angélica Hanay Pelayo Carrillo, este trabajo te lo entrego en especial a ti. Fueron 
dos años difíciles, pero siempre tu alegría y amor me mantuvo lleno de vida, amor, 
sin ti esto no sería posible, te agradezco por ser como eres, por darme la 
oportunidad de caminar juntos, de la mano y a la par. Gracias por tu amor, por 
creer en mí, por tu paciencia y comprensión. Te amo infinitamente, y este pedacito 
de vida siempre estará atesorado como parte de lo que somos, muchas gracias 
por todo lo que en mis cotidianos haces. 
Finalmente, este trabajo de investigación es una parte de cómo vivimos, de 
quienes somos, estos otros, somos nosotros. Llenos de contradicciones, vicios y la 
negación de lo permitido. La ciudad es un complejo territorio lleno de mundos por 
descubrir, mi intención siempre fue romper los reduccionismos del lenguaje, para 
llegar a la persona, que tiene nombre, sueños y miedos. En esencia somos 
mamíferos con un telencéfalo altamente desarrollado y un pulgar oponible, nada 
más. Al finalizar este proceso solo me queda pensar en valores de libertad, 
solidaridad y apoyo mutuo, la búsqueda de un mundo donde sonreír no este 
cargado de redes publicitarias, sino que simplemente la mano en los hombros de 
“otro”. En definitiva, gracias por llegar hasta acá. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
6 
 
Índice 
Introducción ....................................................................................................................... 9 
Los presupuestos de la investigación, un punto de partida. .......................................... 13 
Justificación del problema de investigación. ................................................................. 14 
Capítulo I ......................................................................................................................... 17 
1. Marco Contextual ...................................................................................................... 17 
1.1 Contexto Histórico: .................................................................................................17 
La ciudad como producto del desarrollo urbano desigual ............................................. 17 
1.2 Contexto Social: ..................................................................................................... 23 
Producción socio territorial de la ciudad de Guadalajara. ............................................. 23 
1.3 Contexto Local: ...................................................................................................... 31 
Calzada Independencia como producto- productor de territorio y su relación con las 
personas que habitan la calle (PHC). ........................................................................... 31 
Capítulo II ........................................................................................................................ 37 
2. Una mirada microgeográfica: desde la geografía humana a la geografía de la vida 
cotidiana. ......................................................................................................................... 37 
2.1 Geografía humana: un punto de partida para el análisis Socioterritorial. ................ 40 
2.2 Geografía de la vida cotidiana: análisis de las experiencias territoriales. ................ 44 
2.2.1 Representación social del cotidiano en el territorio. ......................................... 48 
2.2.2 La forma del territorio como una construcción del cotidiano. ............................ 49 
2.3 La persona que habita la calle y la producción de territorio. ................................... 54 
2.3.1 Transición del espacio público al espacio doméstico. ...................................... 59 
2.3.2 Representación social de la vida cotidiana de aquellos y aquellas que habitan la 
calle. ......................................................................................................................... 62 
2.3.2 Territorio de las personas que habitan la calle desde su vida cotidiana. .......... 65 
Capítulo III ....................................................................................................................... 67 
3. Consideraciones metodológicas. .............................................................................. 67 
3.1 Variables de investigación. ..................................................................................... 68 
3.2 Técnicas de Investigación. ..................................................................................... 71 
Capítulo IV ....................................................................................................................... 75 
4. Cotidiano del Habitante de la Calle sobre la Calzada Independencia. ...................... 75 
4.1 Síntesis de Guías de observación por bloque......................................................... 78 
4.2 Bloque 1 ............................................................................................................. 78 
4.2.1 Dimensión espacio temporal del cotidiano ....................................................... 78 
4.2.2 Dimensión Representación del cotidiano y el lenguaje..................................... 84 
7 
 
4.3 Bloque 2 ................................................................................................................. 89 
4.3.1 Dimensión espacio temporal del cotidiano ....................................................... 89 
4.3.2 Dimensión representación social del cotidiano y el lenguaje. ........................... 92 
4.4 Bloque 3 ................................................................................................................. 94 
4.4.1 Dimensión representación social del cotidiano y lenguaje. ............................... 94 
Capítulo V ........................................................................................................................ 96 
5. La experiencia territorial del habitante de la calle ...................................................... 96 
5.1 Parte 1. Evocación libre, las dimensiones del lenguaje. ......................................... 98 
Familias- categorías de análisis e Indicadores. ....................................................... 100 
5.1.1 A modo de reflexión ....................................................................................... 119 
5.2 Parte 2.................................................................................................................. 124 
Cartografía Social. Describiendo el territorio. ............................................................. 124 
A modo de reflexión. ............................................................................................... 134 
Conclusiones ................................................................................................................. 135 
Principales Hallazgos ................................................................................................. 146 
Limitaciones y alcances .......................................................................................... 148 
Bibliografía ..................................................................................................................... 150 
Anexos........................................................................................................................... 155 
Anexo 1 .................................................................................................................. 155 
Anexo 2 .................................................................................................................. 156 
Anexo 3 .................................................................................................................. 157 
Anexo 4 .................................................................................................................. 158 
Anexo 5 .................................................................................................................. 159 
 
Índice de Ilustraciones 
Ilustración 1 Red histórica de conectividad en Guadalajara ................................................. 19 
Ilustración 2 Mapa de morfología en abandono sobre la Calzada Independencia. ............ 36 
Ilustración 3 Esquematización del territorio cotidiano ............................................................ 54 
Ilustración 4 Museo de Arqueología de Occidente. ............................................................... 82 
Ilustración 5 Calzada Campesinos. ......................................................................................... 85 
Ilustración 6 Frente a la Plaza Juárez. .................................................................................... 86 
Ilustración 7 Edificio Guadalupe Victoria. ............................................................................... 95 
Ilustración 8 Aplicación de entrevistas por zona .................................................................... 99 
Ilustración 9 Grafico de factores de importancia en el relato del HC. ................................ 121 
Ilustración 10 Redes conceptuales del relato territorial del habitante de la calle .............. 123 
Ilustración 11 Resultado Global Cartografía Social. ............................................................ 128 
Ilustración 12 Cartografía Social: Zona calzada Independencia sur oeste. ....................... 129 
8 
 
Ilustración 13 Cartografía Social: Zona Pileta y Explanada. ............................................... 130 
Ilustración 14 Cartografía Social: Zona Museo y Transición. .............................................. 131 
Ilustración 15 Cartografía Social: Zona Calzada Independencia y Noreste. ..................... 132 
Ilustración 16 Cartografía social: Zona Norte. ...................................................................... 133 
 
Tabla 1 Relación de Indicadores y Categorías. .............................................................. 120 
Tabla 2 Factorización de los códigos utilizados............................................................. 121 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
Introducción 
 
“En el mundo desarrollado, la ciudad se corta en partes diferenciadas y varios de estos 
microespaciosparecen haberse creado allí. Barrios ricos, dotados con toda clase de servicios, se 
intercalan con asentamientos ilegales en los que no hay acceso al saneamiento, el agua solo se 
encuentra en las fuentes públicas y sólo tiene acceso a la electricidad aquellos privilegiados que 
saben cómo engancharse ilegalmente” (Harvey, 2010:173) 
 
La siguiente propuesta de investigación aborda la complejidad de los territorios 
que son producidos por las personas que habitan la calle, sobre la calzada 
Independencia (entre las avenidas Niños Héroes y Washington) del municipio de 
Guadalajara, Jalisco, México durante el periodo comprendido entre los años 2017 
y 2018. La acción fundamental es la observación de la ciudad desde los actores 
que habitan las calles, siendo su vida cotidiana en relación con el espacio urbano 
la base productora de territorios; desarrollando espacios domésticos y así 
transformando un trazado material con funciones específicas, en centros de 
gravedad, fronteras y límites cargados de usos y significados para su propias 
microgeografías. 
Los sujetos de investigación son sumamente complejos, dado el tipo de uso del 
espacio y los procesos que llevan a cabo para la producción de experiencias 
territoriales. La investigación toma en cuenta personas que construyan un habitar, 
más allá de lo temporal, sino que usen/signifiquen/produzcan el espacio en 
acciones domésticas, tales como trabajar, comer, sentir, dormir, entre muchas 
otras. En este escenario, existen dos grupos que confluyen en el territorio que 
convoca, en primer lugar, están aquellos que no presentan una movilidad respecto 
a la conversión del espacio doméstico, que se entenderán como habitantes de la 
calle estáticos y; por otro lado, están aquellos que por diversas circunstancias 
(principalmente migración) usan la calle como un habitante más, siendo su 
principal objetivo el desplazamiento, en este caso, se denominaran habitantes de 
la calle dinámicos. 
Relacionar los elementos que constituyen un paisaje urbano para resignificarlos en 
su expresión de territorialidad, presupone el relato de dinámicas que explican 
10 
 
historias particulares y colectivas; además de una proyección del espacio como un 
conjunto de valores y emociones que comprenden sus materializaciones urbanas 
y su traducción en/con la ciudad como una expresión heterogénetica (Delgado, 
1999), en cuanto a diversidad de cosmovisiones y densidades de vínculos por 
parte de sus habitantes. 
Es así, como la acción/ pasividad es productora de ciudad, y esta se verá 
materializada y simbolizada por cada habitante que desarrolle experiencias 
territoriales. La complejidad que implica habitar la calle es entonces un entramado 
que expresa el discurso de múltiples geografías1 tanto en escalas, tiempos como 
en la propia producción de territorios. 
La investigación se acerca a actores que están participando en el espacio, 
produciendo territorios sobre la base de micro-situaciones en macrocontextos que 
están plagadas de significados y símbolos. Cada acción que constituye su 
cotidiano, será motivo de análisis desde la subsistencia a la relación con otros que 
constituyen la realidad social de ser un ciudadano y usuarios/consumidores de 
espacios públicos, esto pues es lo que expresará el territorio en tanto forma 
material como simbólica. 
Bajo pueblo, invisibilizados, oprimidos, entre muchos otros términos permite 
comprender una dimensión del territorio que lo produce, pero se presenta como 
una categorización de “externalidad negativa” frente al crecimiento y el tan 
esperado desarrollo. Además, frente a las condiciones políticas y económicas que 
aumentan distancias entre centro y periferia (más simbólicos de lo que se piensa), 
es que se hace necesario dialogar con esta “parte” del espacio que tiene 
condiciones que sólo se expresan en su realidad “micro”. 
Es posible percibir dentro del sistema urbano tapatío ciertos espacios 
gravitacionales que generan territorios comunes y actualmente en amplia 
densificación, resulta importante identificarlos y reinterpretarlos desde su categoría 
 
1 Esto comprendido desde la posición relativizada del actor habitante, quien no se reduce a la 
condición espacial, sino que también expresa una perspectiva contextualizada en tiempo, genero, 
cultura, entre muchas otras. Pero además dentro del propio territorio producido de la calle, donde 
existen jerarquías de ocupación y desplazamiento. 
11 
 
actual de estigma. Pero además, se visualiza una trama importante de relación 
con la ciudad, determinada por la estructura urbana que ve legitimada una frontera 
ampliamente asumida, quizás naturalizada donde las experiencias territoriales de 
los habitantes de calle desarrollan un cotidiano complejo, robusteciendo su centro 
de gravedad y marcando un límite respecto a espacios que no pretenden (o 
pueden) alcanzar. La categoría territorio como una red de relaciones que expresan 
la condición humana de ser (en tanto se es y se está espacio-temporalmente), 
donde las respuestas se darán por su propia interpretación emocional (local- 
global), de su acción en el espacio siendo éstas un factor de explicación sistémica 
de una condición global y configurante de mismo. 
La calle se entiende como un espacio de conquista, donde cada actor desde sus 
estrategias cotidianas le dará un uso en su constante habitar, la calle entonces no 
sólo es un sustrato donde ocurren acciones, sino que es el producto complejo de 
relaciones que determinaran la vida de un grupo que construye una ciudad 
“distinta”, con espacios y tiempos alternos a la “normalidad” (que la entiende como 
público o de tránsito). Es por esto, por lo que la vida cotidiana de las personas que 
habitan la calle parte de una totalidad, que tiene límites respecto al uso de cada 
particularidad habitante del territorio. Comprender este espacio, se vuelve 
necesario para aprender que es la ciudad, desde estas partes que producen una 
ciudad con dinámicas que son un reflejo de una sociedad desigual y legitimadora 
de estas acciones. 
El desarrollo de la investigación, entonces se plantea en primer lugar como el 
análisis de las prácticas territoriales de las personas que habitan la calle en la 
construcción de su cotidiano, siendo este último comprendido como una respuesta 
y estrategia de cada realidad a un sistema que opera de manera global. Es en ese 
sentido, que el desarrollo de sus microgeografías son asumidas desde la 
validación de las acciones individuales con su entorno de acuerdo con sus 
cosmovisiones, posibilidades y facultades (Lindón, 1999). Por otro lado, es 
importante la definición de las acciones espaciales cometidas, desarrollando una 
relación del territorio conformado, de acuerdo con el grado de uso y funcionalidad 
12 
 
del espacio urbano. Para esto, la identificación de los centros gravitacionales, 
fronteras y límites dará forma a un relato que se constituye en movilidades y 
nodos, donde los habitantes de la calle a partir de su propia experiencia 
territorializan como un proceso constante que está siendo. 
Durante el desarrollo del proyecto, y siendo coherente con el discurso que se 
promueve en el relato investigativo, se establece que la única acción constante 
observable y comprobable es el dinamismo, esto puede ser por factores tanto 
endógenos como exógenos (ya sea de los propios habitantes hasta el trazado 
urbano de interés) donde la perpetuidad del cambio es parte inherente de la 
estructura microgeográfica. La calzada Independencia durante los últimos setenta 
años ha sido víctima de procesos urbanos que a nivel global sedictaminan como 
certezas de modernidad, crecimiento y desarrollo, siendo un factor promotor de 
altas inversiones, abandono por nuevos centros gravitacionales de consumo y 
foco de atracción para los más rezagados de la ciudad. En el último periodo de 
investigación, se continua este discurso, esta vez bajo los preceptos funcionalistas 
de la necesidad de renovación urbana, es ahí donde se retoman estructuras 
determinantes para las personas que habitan la calle, generando un conflicto de 
usos, donde evidentemente lo normado e instrumentalizado primará. 
Finalmente, en la investigación expresa la necesidad de visualizar a un grupo 
humano que cabe en categorizaciones sumamente rígidas, con características que 
suponen una alta complejidad por su composición, pero que además no se 
producen en el vacío y cuentan una historia que permite relacionarlos con un 
sistema que aparentemente estaban alejados. Es posible visualizar desde 
conceptos y acciones que por una condición ética no se realizan, readaptan, 
identifican o “denuncian”, van en contra de cualquier cometido respecto a este 
documento. Pues dialogar con sus territorios es verlos en su acción cotidiana 
de ser seres humanos, sin sesgos y constructores de realidad, que buscan sueños 
o bien se alejaron de ellos. 
 
 
13 
 
Los presupuestos de la investigación, un punto de partida. 
 
En la ciudad de Guadalajara existe una concentración particularmente alta de 
personas habitando la calle. Esto puede entenderse como una tradición espacial, 
donde la producción territorial se forja en ambientes propicios tanto para el flujo 
(migración), como por la naturalización de rutas y rutinas que configuran el 
espacio urbano con dimensiones que transitan entre los “vecinos de la ciudad” y 
aquellos indeseables que coexisten ignorándolos, esto permite que se desarrolle 
un cotidiano propicio para este fenómeno en particular. 
La investigación se plantea la síntesis y análisis de las acciones que actualmente 
están constituyendo los territorios de las personas que habitan la calle sobre la 
Calzada Independencia dentro de la ciudad de Guadalajara, dejando como 
principal interrogante: ¿Cómo las personas que habitan la calle producen su 
territorio a partir de su vida cotidiana para domesticar los espacios dentro de la 
Ciudad? 
Para responder esta pregunta central, se establece la siguiente premisa hipotética; 
La producción de territorios en Guadalajara es consecuencia de estrategias 
cotidianas que desarrollan los habitantes de la calle, en espacios específicos; 
diferenciando centros gravitacionales, con un uso íntimo y fronteras que relacionan 
al habitante de la calle con la ciudad y su dinámica en diferentes escalas. 
Las acciones cotidianas que domestican el espacio y, por consecuencia producen 
territorio, sólo pueden ser tratadas como parte de un relato de experiencias desde 
la visualización del sistema espacial de la calzada, donde las microgeografías de 
las personas que habitan la calle develan material y simbólicamente los centros 
gravitacionales, fronteras y límites que marcan territorialmente una ciudad que se 
establece desde las relaciones contextuales y situacionales, siendo una parte de 
la totalidad urbana. 
Finalmente la tradición espacial de la ciudad de Guadalajara ha permeado en la 
forma de uso y ocupación del territorio, generando experiencias y relatos de la 
14 
 
calle, que se relacionan a condiciones estructurales y simbólicas en el cotidiano 
del habitante de la calle. Este busca la centralidad de la ciudad, accede a los 
servicios que esta provee y utiliza la meta definición de habitante de calle, persona 
sin hogar o vagabundo (entre otras), de manera funcional, para poder solventar su 
propia territorialidad. 
La canalización de dichos presupuestos hipotéticos son parte de la estructuración 
del objetivo central que busca analizar el territorio de las personas que habitan la 
calle como una experiencia de su vida cotidiana y la acción de domesticación 
espacial. 
Este a su vez se configurará de los siguientes objetivos particulares: 
 Identificar el territorio de las personas que habitan la calle sobre la calzada 
Independencia para entender su uso y las transiciones espaciales. 
 Describir la vida cotidiana de las personas que habitan la calle sobre la 
calzada Independencia a partir de la representación social del espacio 
doméstico. 
 Analizar la complejidad del colectivo que habita la calle en relación con el 
territorio para entender la transición espacial y social sobre la calzada 
Independencia en Guadalajara, Jalisco (2017-2018). 
 
Justificación del problema de investigación. 
 
La investigación plantea varios lineamientos que guardan directa relación con la 
propia complejidad de la temática tratada. Es por esto que, se hace necesario 
comprender en ejes estructurales la problemática como potencial de estudio. En 
primera instancia se encuentra el análisis del territorio, desde la observación de 
los habitantes de la calle a partir de sus acciones cotidianas traducidas como 
experiencias territoriales, esto es lo que da el punto de partida para el diálogo en 
diferentes dimensiones de su producción espacial y materialización de centros 
15 
 
gravitacionales, fronteras y límites en los diferentes reinos de las dimensiones 
constituyentes de un adentro y un afuera (Delgado, 2007). 
El territorio a modo de anclaje es el punto de referencia residuo- desperdicio 
siendo una parte funcional de la modernidad que se construye a través de su 
propia definición estigmatizada (Goffman, 1970;Bauman, 2005; Onfray, 2010) 
donde se visualiza escalarmente las condiciones materiales de grupos de actores 
que distribuyen distintos tipos de capital (finito), dejando repartido lo simbólico y 
acumulando lo material, generando límites sumamente específicos de acuerdo con 
su uso y apropiación. 
Para llegar a la definición del problema de investigación, es necesario abordarlo 
desde tres dimensiones estructurales para los colectivos que se analizaran: 
1) Complejidad territorial de las Personas que Habitan la Calle. 
2) Vida Cotidiana de las Personas que Habitan la Calle. 
3) Domesticación del Espacio Público por parte de las Personas que Habitan 
la Calle. 
Cada dimensión se debe comprender coaccionada por la otra, pues permite 
asumir individualidades de actores que construyen colectivos de apoyo mutuo (en 
red), con objetivos temporales y dinámicas propias, en relación con su ambiente. 
Esto sin lugar a duda, es parte de múltiples sistemas que funcionan a través de 
negaciones, pero que coexisten en áreas funcionales de la ciudad y con la 
reducción conceptual de los propios matices de la “pobreza” (Breiger, 2000). Es 
así, como su dinámica se transforma en un objeto de estudio ilimitado y lleno de 
enigmas, que sólo se da en una capa superficial como paisaje (categoría de 
análisis) de extrema vulnerabilidad y vulneración. 
Según el DIF de Jalisco y, de acuerdo con la única investigación realizada para el 
año 2007 en la Zona Metropolitana de Guadalajara, existía un total de 3,840 
personas en situación de calle, de las cuales 1,107 eran menores de edad. Esto 
considerando sólo a personas nacidas en México, pero el fenómeno migratorio 
desde esa fecha ha presentado un alza progresiva (Méndez et al., 2015), las cifras 
16 
 
de aquellos que se encuentran en tránsito y que no necesariamente se consideran 
en situación de calle (Nieto y Koller, 2015) lleva a la identificación de la primera 
problemática de “habitar la calle” y es que su parametrización en términos 
temporales y materiales, en cierto tiempo viviendo en un espacio no destinado 
para la vivienda2, hace que un grupo con diferentes dimensiones de vulnerabilidad 
no quepan dentro de la semantización establecida, que evidentemente se ve 
materializada en políticas públicas. 
Las personas en situación de calle, indigentes, homeless, vagabundos,sin hogar 
son además niños, mujeres, adultos mayores, migrantes, indígenas, mexicanos, 
discapacitados, entre otras muchas características. Su distribución responde a su 
vez, a la propia carga que tiene el estar en su condición, ya la Organización de las 
Naciones Unidas en su último informe de hábitat y vivienda del año 2011, 
reconoce estados de situación de calle que se ven graduados por habitabilidad 
absoluta y relativa. Hay una condición concreta y constante de estar y ser parte de 
la calle, y otra que resulta itinerante o que las características de la vivienda no dan 
la seguridad necesaria para ser racionalizada como tal (Tiso, 1990:126). Por otro 
lado, si bien la amplitud del concepto ha permitido complejizar la problemática cae 
en un error de contexto debido a que se comprende desde sociedades europeas 
(Nieto, 2014:7) donde las dinámicas de vivienda y seguridad social son 
diametralmente distintas, por lo que se subentiende que al aplicarlo a la realidad 
de países en vías de desarrollo, probablemente la totalidad de la población 
vulnerable respondería a esta categorización. 
Tal como se ha mencionado, la propia complejidad que implica la “situación de 
calle” lleva a ampliar los contextos, donde la posibilidad de visualizar los grupos 
que construyen la categoría de análisis espacial; territorio, darán cuenta de una 
 
2 Un ejemplo de esto hace referencia a la definición (literal) de personas en situación de calle que 
el Gobierno de Chile establece para el último CENSO realizado el año 2016, donde explicaba” 
Personas que pernoctan en lugares públicos o privados, sin contar con una infraestructura que 
pueda ser caracterizada como vivienda, aunque esta sea precaria. Esto excluye a las familias y 
personas que viven en campamentos.”, dando una caracterización material, pero que en la práctica 
además sumaba la característica temporal de un mes de habitar, lo que excluía a aquellos 
“trashumantes” y de tránsito, o que de manera itinerante “ocupaban la calle”. 
17 
 
única premisa y es que su composición estará dada por una impresionante 
heterogeneidad de actores. Por lo que se ve fundamental, a la hora de 
comprender los flujos que establecen sus tránsitos (en diferentes escalas, locales, 
nacionales o incluso internacionales) a través de los nodos de las redes que 
configuran espacio- temporalmente al colectivo. Finalmente, la problemática se 
entiende como un aumento progresivo de la complejidad en los grupos que 
actualmente “habitan la calle” sobre la calzada Independencia y su relación con la 
territorialidad- identidad que naturaliza una condición de ciudad alterna. 
 
Capítulo I 
1. Marco Contextual 
 
1.1 Contexto Histórico: 
La ciudad como producto del desarrollo urbano desigual 
 
La ciudad de Guadalajara es un espacio urbano complejo y extenso, su desarrollo 
se profundiza a mediados del siglo XIX a partir de la aplicación de la reforma 
impulsada por la Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad 
de las Corporaciones Civiles y Religiosas (Ley LERDO, 1956). Esta disposición 
generó una revolución urbana en las ciudades mexicanas. Esto debido a que se 
cambió drásticamente un régimen de propiedad por parte de “corporaciones civiles 
o eclesiásticas” a personas naturales, beneficiándolas con un título patrimonial en 
la medida que demostraran una capacidad de pago respecto al terreno y al 
inmueble. En estricto rigor, el objetivo de la ley era aumentar la separación de 
poderes existentes entre la iglesia y el estado. Pero un hecho colateral fue 
transformar el suelo en un recurso intercambiable (y no perpetuo de asignación de 
lucro como era hasta la fecha), lo que significó el movimiento y densificación 
dentro de los espacios de la ciudad y desarrollar un proceso especulativo que 
permitía el aumento o disminución de su valor. 
18 
 
La subdivisión de grandes predios, sobre todo eclesiásticos, permitió el aumento 
del trazado de la ciudad (Vázquez-Piombo, 2015), siendo un antecedente a la 
forma ortogonal que presentaba la estructura urbana fundacional. Este hecho es 
determinante para la consolidación de una ciudad, que se forjó desde la estrategia 
militar española como un reducto de avanzada para el control y exterminio de la 
población originaria, la consolidación de barrios periféricos rurales y, finalmente 
una urbanización que se extiende en términos superficiales, conurbandose con 
municipios de relevancia, tales como Tonalá, Tlaquepaque, Tlajomulco y Zapopan, 
esto para transformarse en una de las metrópolis de mayor importancia para la 
república mexicana. 
Guadalajara presentó entonces un proceso de urbanización acompañado con las 
revoluciones industriales acordes a su contexto. Es así como desde el siglo 
diecinueve hasta mediados del veinte, la fragmentación de la ciudad desde la 
predializacion urbana hasta la conformación de colonias, se vio acompañada de la 
integración de redes de conectividad para aumentar el acceso a su centro. Este 
hecho lejos de ser un componente de equidad territorial responde a la necesidad 
de fortalecer parte del espacio urbano, con la concentración nodal de sus vías, 
esto en pleno auge de la ciudad durante los años 1886 al 1945. Guadalajara se 
forjó en una estructura urbana que manifestaba una proporcionalidad entre el 
acceso a sus servicios y barrios con una subdivisión predial concentrada en el 
centro y casco histórico de alto valor, materializadas en aglomeraciones 
domiciliarias tales como la colonia moderna y americana. 
 
19 
 
Ilustración 1 Red histórica de conectividad en Guadalajara 
Fuente: Morrison, A. (2003). TheTramways of Guadalajara, Disponible en 
http://www.tramz.com/mx/gd/gd.html 
Si bien la necesidad de producir una ciudad donde lo moderno fuera parte 
fundamental de la identidad de Guadalajara, esta se incrementa desde 1950 en 
adelante. La institucionalidad política marca la pauta al intensificar los procesos 
de descentralización de los servicios, infraestructura y equipamiento apareciendo 
como fenómeno el abandono de una parte importante de la trama urbana de los 
sectores fundacionales. La materialización de este hecho comienza con la 
administración de Jesús González Gallo, quien propició la instrumentalización del 
espacio, ya desde lo normativo con planes de ordenamiento territorial que tenían 
por objetivo la renovación del casco urbano, a partir de las redes que quedaron en 
desuso por los tranvías años anteriores. 
http://www.tramz.com/mx/gd/gd.html
20 
 
Parte importante de las acciones cometidas, fue la unión de sectores de tránsito 
vehicular a espacios públicos y peatonales, como es el caso de la avenida 16 de 
Septiembre y calzada Independencia, transformándose en grandes camellones 
(Vázquez-Piombo, 2015:231), que siendo ajeno a la estructura que se venía 
desarrollando, produjo un elemento nuevo dentro de la ciudad que no tuvo la 
capacidad de amalgamar con la identidad tapatía. Esto se afirma debido a que al 
disminuir las redes públicas de trasporte dentro de la ciudad3 y disgregar el centro 
financiero y comercial del casco histórico, se produce una ociosidad del espacio, 
que se ve concretado en un uso poco recurrente y potencial pérdida de valor del 
suelo urbano, por lo que deja de ser de interés privado. 
En los años setenta, desde la administración de Juan Orozco, se desarrolla un 
trazado urbano que posibilita la fragmentación de la ciudad de acuerdo con 
tipologías que las propias normativas de planificación urbana establecen a través 
de usos, donde predominan en Guadalajara los domiciliarios, comerciales, 
patrimoniales y algunas mixturas. Con la intención de concentrar principalmente, 
los ejes comerciales en el auge metropolitano y; por lo tanto, al oriente de la 
ciudad y los residenciales de acuerdo con cierta acumulación histórica que va a 
ser consolidada en el año1977 con la creación de la Junta General de Planeación 
y Urbanización (Arias C. 2011; 456). 
Otro acontecimiento que es importante destacar, dado el evidente crecimiento de 
la ciudad en sus periferias y conurbación con municipios satélites, como es el caso 
de Tonalá, Tlaquepaque y sobre todo Zapopan, es el impulso al transporte público 
desarrollado durante los últimos treinta años, donde se ve consolidado una red de 
microbuses a modo de alimentadores de los territorios que aportan fuerza 
productiva de forma centrípeta, las redes del tren eléctrico con una línea uno que 
va de norte a sur por el sector de federalismo (alejándose del centro histórico), la 
línea dos con una alimentación de oriente a occidente y la línea tres que se 
establece básicamente por la presión residencial de los municipios anteriormente 
mencionados. Por último, resulta interesante la estructura (en tanto servicio, 
 
3 Cabe recordar que el tren eléctrico urbano se inaugura recién el año 1989 y la red de transporte 
público urbano abarca vastas áreas en función del propio crecimiento metropolitano. 
21 
 
equipamiento e infraestructura) del Macrobús como un sistema de conectividad 
que de forma paralela a la línea uno del tren eléctrico, traza un recorrido por lo que 
fue el sector fundacional del territorio y parte estratégica del tranvía de antaño (ver 
ilustración N°1), pero que fluye sin provocar un impacto en los espacios 
recuperados por la institucionalidad desde mediados del siglo veinte. 
La ciudad de Guadalajara es un espacio en constante reinvención, que de forma 
reactiva genera inversión de acuerdo con las presiones políticas y económicas que 
cada contexto impone. Pero al no desarrollar una mirada compleja, estratégica e 
integradora, muchos espacios que en algún minuto presentaron aportes al 
territorio, hoy se ven en desmedro de aquellos ganadores (Merchand, 2007) que 
concentran el gasto (tanto público como privado) y por lo tanto atención del uso 
que el ciudadano pueda entregar. El progreso de la ciudad aparénteme ha 
provocado (por su concentración en algunos espacios dentro de la misma) el 
abandono territorial tanto de trazados como inmuebles. Esto es particularmente 
apreciable en partes del centro histórico de la ciudad, cambiando un paisaje por el 
uso de un territorio que ha desarrollado normas propias de utilización. 
Parte importante de comprender que la concentración de servicios está provocada 
por la fractura de la ciudad, dado el proceso histórico de su estructuración, permite 
apreciar los diversos usos e intensidades que el habitante genera en la misma, así 
Guadalajara se “auto-contiene” en una diversidad de espacios, donde unos son 
altamente demandados y otros están en abandono y deterioro. 
De manera naturalizada, el abandono y 
deterioro se ve reflejado como el segundo 
en la contabilización de inmuebles en este 
estado. El conflicto no sólo se reduce a 
bienes patrimoniales, sino que existe 
fraccionamientos completos en esta 
condición, por ejemplo, esta “Chula Vista” 
(García, 2012), ubicado en el municipio de 
Tlajomulco, donde viviendas con menos de 
22 
 
20 años de existencia se encuentran en un estado catastrófico e inhabitable, 
siendo la inseguridad el principal factor para su estado. Para el caso del municipio 
de Guadalajara, ya el año 2012 concentraba 41 mil edificaciones en estado de 
abandono (Mora, 2013), situación sumamente preocupante, pues en principio su 
existencia determina un paisaje en mismas condiciones. 
Por otro lado Guadalajara se presenta con a una 
alta densidad poblacional, siendo el centro 
gravitacional de la Zona Metropolitana, pero 
desarrollando una contradicción espacial, esto 
pues la presión existente por suelo (de diferente 
uso) es una necesidad territorial de primer 
orden. Este fenómeno, que en apariencia se 
presenta como involuntario, está dado por la 
especulación que implica la propia necesidad y 
los pocos espacios de satisfacción a ella. Con esto, se fortalece el acceso a 
vivienda en las zonas conurbadas del municipio, dejando el centro como un 
espacio de renovación urbana obligada con inversión público- privada. 
Estos espacios que se aglomeran tanto en tramos 
de la ciudad como en conjuntos de viviendas sin 
moradores y en ruinas, tienen como elemento 
común estar lejanas a concentraciones de 
servicios, equipamientos e infraestructuras. Pero el 
fenómeno presenta excepciones, en el caso de la 
calzada Independencia en el municipio de 
Guadalajara, se puede apreciar una relación 
material e histórica, entre resabios del modernismo 
de la época y condiciones concretas de beneficio 
respecto a la propia conectividad y acceso del 
territorio metropolitano. Donde hubo un momento 
de alto impacto vial y ciudadano con el tranvía por la calle 16 de Septiembre, pero 
23 
 
que al quedar sin dicho servicio y con la propia dinámica materializada en los 
instrumentos de planificación, se transforma en un espacio de tránsito sin 
utilización ciudadana en términos de estadía y retención. 
Parte del escenario actual del espacio urbano de la ciudad de Guadalajara se 
encuentra en dinamismo constante, siendo el motor para este el mercado 
inmobiliario, que tiende a revitalizar espacios desde la lógica de la renovación y 
rehabilitación urbana, aprovechando el eje estratégico de la ciudad como un 
espacio con alta accesibilidad y conectividad. Fortaleciendo el discurso 
metropolizador, para darle sustento al crecimiento económico regional. 
 
1.2 Contexto Social: 
Producción socio territorial de la ciudad de Guadalajara. 
 
El dinamismo urbano se entiende como un proceso de expresión local, pero con 
motivaciones globales. Este es parte de un paradigma cultural, social y sobre todo 
económico que Guadalajara evidentemente no estuvo y ni está exenta de dicha 
acción, siendo incluso una constante en sus diversas políticas donde la 
modernización de la ciudad es un eje central de las labores que se cometen en el 
territorio. Este proceso motivado por el liberalismo del siglo XX trajo consigo “la 
llegada de numerosos contingentes de extranjeros de diversos países que 
establecieron una serie de fábricas y junto a ellas, de asentamientos para los 
obreros cambiaron la forma de vida de los trabajadores tapatíos, a la vez que 
introducían una nueva forma de organizarse espacialmente y dotaban a la ciudad 
de una fisonomía totalmente nueva” (Vázquez- Piombo , 2015: 3). 
La trama urbana de la ciudad cambio debido a una acción estructural de orden 
central, siendo la ciudadanía con poder capitalista la que reconfigura 
contantemente el paisaje tapatío. Pablo Vazquez- Piombo (2015) expone que la 
inversión acelerada del capital atrae trabajadores y los concentra espacialmente. 
El hecho específico de que el suelo tenga una condición de rentabilidad hace que 
existan espacios con mayor aptitud y otros con menor. El fenómeno del 
24 
 
crecimiento urbano basado en la rentabilidad del suelo es parte de una totalidad 
de efectos donde destaca la concentración tanto económica como espacial de un 
sector acomodado, pero además una dispersión y finalmente densificación de la 
población con menores recursos a suelos y espacios de menor o nulo valor. 
Guadalajara siendo parte de una estrategia económica y de ciudad moderna, lo 
manifiesta sobre todo a principios de siglo XX con la construcción de conjuntos de 
viviendas que proceden de un diseño urbano semejante, con una lógica orgánica 
respecto a su cotidiano, haciendo referencia a un sistema urbano que tiene por 
medio y fin al ciudadano de manera armónica con su medio ambiente tanto natural 
como artificial, utilizando factores de accesibilidad y conectividad para el aumento 
progresivo del bienestar del habitante en espacios urbanos. Es importante 
destacar que la colonia (como categoría espacial) profundiza diferenciasestructurales que trascienden a una planificación urbana gubernamental, pero 
además a esa escala se registra un trazado, equipamientos e infraestructuras en 
función de un sistema de inversiones inmobiliarias que desarrollan barrios con una 
calidad de vida urbana mayor que otros, independiente de pertenecer a una 
misma unidad territorial administrativa, como un municipio. 
Con todo lo expuesto, queda clara la vocación de la ciudad al buscar autonomía y 
desagregación de los centros que en definitiva se van a ver caracterizados por 
emplazamientos de atributos similares y poblaciones con condiciones 
socioeconómicas homogéneas. Es en este sentido que, para el contexto las 
colonias como estructura de articulación a una escala local y regional, son motores 
de desplazamiento y localización de inversión, el mejor ejemplo de ello son las 
colonias Moderna, Americana y Jardines del Country (Vázquez-Piombo, 2015). 
Estas conglomeraciones tienen por característica principal que son parte del 
crecimiento tanto demográfico como urbano, pero que además corresponden a 
una dualidad en la inversión tanto de extranjeros como nacionales (Armeneta, 
2016) que se establecieron a los alrededores del centro de la ciudad, atrayendo 
además importantes fuentes laborales, o al menos grandes expectativas de ellas a 
las poblaciones más desfavorecidas. Si bien, el fenómeno interno de migraciones 
25 
 
campo- ciudad se da en este contexto, cabe destacar que el cambio de uso de 
suelo progresivo de rural- urbano, a partir de pérdidas de suelos de cultivo es par 
parte integral del proceso. Donde se materializa una pobreza urbana, en función 
del crecimiento acelerado por parte de la clase acomodada acumulando capital en 
pocas manos y en espacios específicos del territorio. 
El cambio en el paisaje tapatío es parte de un proceso que abre el suelo al 
régimen mercantil de cada época, siendo algunas colonias espacios dotados de 
exclusividad y con una muy baja densidad, caracterizándose por una vocación 
higienista donde la propuesta principal estaba dada por transformar las viviendas 
en grandes islas rodeadas de jardines y no, la continuidad que presentan las 
estancias previo al siglo XX. Por otro lado, el cotidiano se modifica en estos 
espacios puesto que el hito donde confluye la población ya no es un espacio 
público como los mercados y los templos (que no es coherente a la búsqueda de 
exclusividad) sino que la trama urbana se ve caracterizada por el tránsito entre 
puntos importantes, generalmente cerrados, un ejemplo de esta noción es la 
antigua calle Lafayette que posteriormente se renombra Chapultepec (Armeneta, 
2016). 
La estructura urbana es producto de un proceso histórico que transforma trazados 
y paisajes en función de la liberación del suelo, pero además la concentración de 
grupos económicos que “deciden” conquistar el territorio fragmentando la ciudad 
de acuerdo con ciertas homogeneidades donde lo urbano trasciende la 
materialidad de objetos, determinando relaciones sociales y formas de uso (y 
concentración), pero además espacios donde la utilización queda anulada de 
fenómenos que integren a la totalidad de la población, así la desigualdad no solo 
es social o económica sino que se expresa en la dimensión espacial del cotidiano. 
Entonces, el tipo de ocupación determinará el emplazamiento de los diversos 
grupos que coexisten en el espacio urbano de acuerdo con la capacidad que cada 
uno tenga para participar y relacionarse con los intereses y objetivos de cada 
centralidad. Ahora bien, el desarrollo y complejidad de la ciudad de Guadalajara 
resulta evidente “Jalisco se encuentra entre las economías más importantes de 
26 
 
México”. La Zona Metropolitana de Guadalajara se considera como la ciudad con 
mayor potencial de atracción de inversiones en México, se ubica también en 
quinto lugar entre las mejores ciudades del futuro y en segundo lugar en potencial 
económico de Norteamérica. Jalisco cuenta con 12 Universidades del Estado, 14 
Institutos Tecnológicos y 590 Centros de Entrenamiento de Trabajo lo que permite 
al inversionista disponer de una mano de obra calificada de clase mundial. El 
estado de Jalisco recibió 1,153 millones de dólares por concepto de inversión 
extranjera directa (IED) en 2010, lo que representó 6.5% de la IED recibida en 
México. La industria manufacturera fue el principal receptor de la IED recibida por 
el estado en 2010, seguido de los servicios comunales. Jalisco cuenta con 1,109 
kilómetros de vías férreas” (Secretaría de Economía, Delegación Jalisco, 2013: 
S/P). 
Guadalajara a través de la concentración o dinamismo económico representa una 
importancia relativa a nivel estatal y nacional, sumado a una estructura urbana que 
se funda en una centralidad de colonias con un poder adquisitivo, que se enmarca 
en un proceso de urbanización donde las ciudades tienden a integrarse a 
fenómenos globales como un objetivo de desarrollo multiescalar. Por lo tanto, 
conllevan una producción caótica del territorio (en tanto desigualdad), pero 
ordenado en función de los objetivos de producción y crecimiento económico 
esperado. 
La separación actual del territorio urbano se materializa por un proceso 
generalizado de intensificación en la acumulación de capital por parte de los 
grupos con mayor poder adquisitivo, esto por medio de los procesos históricos de 
la ciudad, que en primera instancia libera los suelos y finalmente se configura un 
paisaje donde su valor determina ciertos espacios residenciales y otros para la 
inversión principalmente industrial (Ruiz-Tagle, 2016).Esto provoca además 
atracción de grupos con mayor rezago económico de diversos orígenes 
geográficos, en búsqueda de mejores oportunidades para alcanzar el desarrollo 
esperado por la modernización prometida “las grandes ciudades del subdesarrollo 
devienen andrajosas mega urbes atestadas de inmigrantes” (Martínez.2000: 182). 
27 
 
Por su parte, las pequeñas poblaciones se convierten en ciudades medias y estas 
a su vez, en grandes centros urbanos con concentraciones ya no sustentables de 
personas, siendo un costo el propio bienestar. “Estos grandes grupos de 
migrantes se encuentran localizados en asentamientos humanos irregulares, 
conocidos coloquialmente como cinturones de miseria, urgidos todos de atención 
por parte de la autoridad a quien le exigen los servicios públicos básicos (agua, 
drenaje, electricidad, seguridad pública, etc.,) amen de la satisfacción de otras 
necesidades que el estado tiene la obligación de resolver y proporcionar como 
son: educación, empleo, salud, vivienda” (Campos, 201:187). 
Si bien, no se puede establecer una linealidad que explique la explosión de las 
ciudades, existe una importante respuesta en la satisfacción de necesidades 
mínimas, pero además la irrupción paradigmática modernizante donde se permitía 
pensar que la ciudad era un espacio proclive para alcanzarlos es lo que sin lugar a 
dudas representaba un motor de movilidad. Siendo una avanzada importante de 
poblaciones que deciden el traslado y potencial emplazamiento, donde la ciudad lo 
permitiese, pero además con un criterio de cercanía a las centralidades que 
otorguen principalmente trabajo, alimentación, vivienda, salud y educación. Es en 
este punto donde los espacios que no representan interés de inversión y 
desarrollo (en abandono) quedan como residuo y fuente de atracción a aquellos 
que ni siquiera pueden alcanzar una periferia. Territorializar los espacios de 
abandono que deja la ciudad es básicamente la ocupación desde el cotidiano, 
haciendo una diferencia sustancial con el resto de la ciudadanía y, es que este 
grupo a partir de su diario vivir de manera histórica ocupa el espacio 
resignificándolo a través de acciones domésticas revalorizándolos como un hogar. 
 
El desarrollo urbano en estos contextos produce efectos complejos, su análisis 
está determinado porla escala de observación, dado que la imagen estratégica de 
un espacio geográfico evidentemente estará proyectada por una integración tanto 
regional como global. La problemática social se busca superar por medio de un 
crecimiento acelerado de recursos principalmente exógenos, producir a su vez, un 
28 
 
habitante particular que estará participando en la convulsión constante de estas 
orientaciones; 
“la relación “ciudadano- suelo- casa- habitar” esta tensionando desde los orígenes 
mismos de la ciudad y, estrechamente motivada por una concepción patrilineal 
para los efectos estéticos de configuración de un ethos del habitar y su progresiva 
crisis. Hay que resaltar que la utopía del habitar como mortales en la tierra se 
convierte rápidamente en una serie de motivos que tienen como centro la 
experiencia de desarraigo. La experiencia de la ciudad, el torbellino social de la 
civilización, se constituyen desde ya como espacio agresivo, oscuramente 
deseado, pero también temido. La madurez del sujeto social avanza desde el 
entusiasmo por la ciudad hacia su rechazo; el viaje desde la pequeña villa a la 
gran ciudad se articula en este mismo sentido” (Cisternas, 2009:77). 
 
El hecho concreto de habitar la ciudad, que tiene por origen una trama que se 
desarrolla en función de aquellos “ciudadanos” que la producen desde una 
totalidad, es la referencia que da a notar un contexto urbano caótico. Puesto que 
resulta improbable una equidad territorial (Escobar, 2004), en cuanto a 
oportunidades, paisaje y autodeterminación de los espacios locales. Tal como se 
ha planteado, el habitar dentro de la ciudad responde a una capacidad colectiva 
de acceso al suelo (en términos de valor), lo que produce una relación indirecta 
entre crecimiento urbano e igualdad. 
Este hecho es lo que transforma al panorama urbano, desde la formación material 
hasta las relaciones sociales que intervienen en el cotidiano del territorio y sus 
productores. La fase actual de Guadalajara se presenta como una metropolización 
que transforma al habitante como parte irreductible de la constitución de la ciudad 
“el crecimiento caótico de las ciudades, junto al fracaso de todo proyecto regulador 
a corto o a largo plazo, lleva a pensar que la metrópolis, aun en su momento de 
mayor esplendor, encierra siempre la semilla de su propio caos y del 
desorden…La categoría de ciudadano metropolitano se concibe en la actualidad 
como una variedad de consumidor (Canclini, 1995). Vivir en sociedad, 
especialmente en ciudades, significa consumir productos de primera necesidad, 
29 
 
artículos suntuarios, servicios y funciones. Incluso habitar es un acto de consumo: 
la especulación inmobiliaria ha pasado a segundo plano frente a la multiplicidad de 
“ofertas” habitacionales”(Cisternas, 2011:70-71). 
Ser habitante de la ciudad constituye integrar una realidad metropolitana, con 
tiempos y espacios que son en primera instancia asumidos como parte identitaria 
a una escala local. Esto quiere decir que, la propia complejidad de ciudad es tanto 
producto como efecto de un sistema que parametriza al ciudadano de acuerdo con 
su capacidad de integrarse a él. El espacio urbano pierde signos de libertad por el 
propio proceso de metropolización. En definitiva, la ciudad en la medida que 
alcanza un estado de mayor complejidad urbana es menos inclusiva y 
mayormente segregadora. 
El contexto actual de la ciudad de Guadalajara, al igual que muchas ciudades 
importantes de la región, es básicamente la integración tanto estética como 
funcional a una economía global por parte de la misma clase fundadora de la 
ciudad, esto pues las propias estrategias de acumulación han cambiado y lare-
modernización del territorio (y sus relaciones dentro de él) se ha acelerado. Lo que 
implica un cambio sustantivo en toda la materialidad que esto implica, desde lo 
público, los efectos residenciales, usos y evidentemente el reciclaje del espacio. 
La ciudad per se no se asume como fuente de segregación, más bien la validación 
y legitimación de su historia pre-moderna y su consolidación en una modernidad 
industrial lo que genera este complejo fenómeno. Al no existir un control político 
del suelo como derecho fundamental, se produce un conflicto respecto al mismo 
por su condición de finito. Su valor se mueve en función de los intereses de la 
clase dominante y evidentemente la ciudad se dinamiza con la propia movilidad 
residencial de sus habitantes. Algunos espacios se ven gentrificados y otros 
abandonados, la transición de habitante a consumidor se materializa entonces en 
su ontología moderna sobre el territorio urbano. 
El habitar (consumir) lo urbano, produciendo ciudad es parte de una totalidad que 
se vincula con el tránsito del territorio de acuerdo con el rol y la posición de cada 
individuo/actor. La determinación de cada espacio de la ciudad es lo que 
30 
 
transformará no tanto a lo urbano, sino que al colectivo que use y territorialice. 
Guadalajara con los propios movimientos económicos, políticos y culturales quizás 
sin quererlo ha desarrollado una ciudad para cada tipo de persona, con pocas 
posibilidades reales de trascender dichas espacialidades. Hoy, parte del trazado 
que se encuentra en condiciones de poca accesibilidad (en cuanto a 
materialidades urbanas), es aquel que ocupa el habitante de la calle; pues este 
busca una ciudad que le pueda ofrecer parte de la modernidad que 
paradigmáticamente fue prometida para todos y todas. 
El ciudadano que produce ciudad desde el habitar la calle, tiene estrategias y 
objetivos parecidos a cualquier tapatío. Este busca empaparse de centralidad, 
pero con la limitante evidente del valor del suelo; por lo que sus opciones de 
territorialización están limitadas a espacios de sacrificio, desperdicio, abandono y 
deterioro. Aunque es importante destacar la relación de otredad que significa su 
propia ocupación implica que, si bien su uso está determinado por espacios con 
un completo desinterés tanto de lo público como de lo privado, el sólo hecho de 
materializar su presencia genera un efecto de inseguridad y rotura de la moderna 
estética de la ciudad. Su acción de ser/estar en sí misma es conflictiva y produce 
territorialidad, que entra en pugna con los propios valores institucionales del 
espacio urbano. 
Con esto, la producción socio territorial del habitante de la calle se supedita a la 
complejidad de cada ciudad, donde su crecimiento demográfico y económico 
(traducido en la condición urbana), es la que determinará los propios objetivos de 
los habitantes que actualmente ocupan los manchones de espacialidad que fueron 
sacrificados por la concentración de servicios, equipamientos e infraestructuras 
urbanas. Su uso es intensivo dado que no sólo se practica en un mismo espacio 
acciones públicas, sino que se establecen y desarrollan relaciones de orden 
doméstico por lo que la resignificación del espacio es parte de un proceso de 
territorialización. 
 
31 
 
1.3 Contexto Local: 
Calzada Independencia como producto- productor de territorio y 
su relación con las personas que habitan la calle (PHC). 
 
Los habitantes de la calle que existen sobre la Calzada Independencia son 
particularmente conscientes de la real posibilidad de ocupar espacios dentro de la 
ciudad que aparentemente no resultan atractivos para la inversión tanto pública 
como privada y; por tanto, desarrollan su cotidiano a partir de estrategias donde 
buscan acercarse a las centralidades con un flujo económico importante que se 
expresa por medio de sus servicios, equipamientos e infraestructura, desde estos 
espacios donde la estadía y transito citadino es más bien limitado. 
El área de estudio está localizada sobre la calzada Independencia, 
específicamente entre las calles paralelas a la avenida Niños Héroes y Agustín 
Yáñez (de norte a sur), y las perpendiculares 16 de septiembre e Independencia 
(deoriente a occidente). El espacio se ve caracterizado por grandes murallones 
que representan áreas de bodegaje en su sector oeste y el parque Agua Azul en el 
este. Destacando en el sector sureste el edificio Guadalupe Victoria que en la 
actualidad se encuentra en abandono debido a las explosiones de gaseoductos 
ocurridas el 22 de abril año 19924. Algunos hitos urbanos que llaman la atención 
está en primer lugar la plaza Benito Juárez y el Museo de Arqueología de 
Occidente, espacio de vital importancia donde ocurre la mayor intensidad de uso y 
ocupación por parte de los habitantes de la calle. 
La expresión material de los espacios ocupados (para el caso de las personas que 
habitan la calle sobre la calzada Independencia) estará determinado por tres 
factores que efectivamente son producto muy específico del proceso histórico de 
la configuración urbana de Guadalajara y su área metropolitana: 
1) Espacios públicos con una baja capacidad de retención (estadía) 
ciudadana: Este aspecto resulta esencial para la comprensión del espacio 
 
4 Sánchez, M. (16 de julio de 2013). Edificio Guadalupe Victoria, su historia y desastre. Informarte. 
Recuperado en http://www.informarte.mx/gobierno/noticias-locales/edificio-guadalupe-victoria-su-
historia-y-desastre/ 
32 
 
que el habitante de la calle sobre la calzada Independencia utiliza. 
Principalmente se busca territorializar (ocupar y apropiar) donde lo que 
caracterice al espacio sea una acción de tránsito y no de aglomeración 
ciudadana ya que su cotidiano se compone de aspectos que el mismo 
habitante asume son parte de un juicio público. En este sentido, la calzada 
Independencia es idónea para este objetivo, pues se vincula a espacios de 
gran relevancia para la conectividad tapatía. 
En primer lugar, paralela a la calzada se emplazan las calles Independencia 
y 16 de septiembre, que conectando latitudinalmente la ciudad de 
Guadalajara, donde además transita el “macrobus”, siendo parte estructural 
de la red de transporte público que de manera lineal atraviesa la ciudad. 
Este hecho además también se vincula a los propios habitantes quienes 
utilizan el espacio como un medio de subsistencia, pues al ser transitado 
por los ciudadanos se vinculan en términos económicos, en primera 
instancia la mendicidad, trabajos en artesanía con materiales reciclados o 
cuidado y lavado de automóviles. Además, reconociendo algunas acciones 
propias de su situación de extrema vulnerabilidad tales como el comercio 
sexual y transporte de drogas o “mulaje” (sin olvidar la dependencia a las 
mismas). Por otro lado, de forma perpendicular se localizan las calles 
Washington y Niños Héroes, arterias de importancia relativa para la ciudad 
pues sirven de descongestionantes a las avenidas Lázaro Cárdenas y 
Juárez, además (en sentido sur y norte respectivamente) de verse 
conectada por una serie de sistemas de glorietas o rotondas por todo el 
territorio. El trazado de estas arterias, al ser de primera categoría por la 
carga vehicular que experimenta, limita el tránsito peatonal puesto que 
atravesar estas vías es dificultoso y riesgoso, lo que implica una capacidad 
real de la calzada sumamente limitada, transformándola en una verdadera 
isla urbana que ha propiciado el establecimiento de territorios donde las 
personas que habitan la calle pueden estructurar y producir sus espacios 
domésticos para configurar lo medular de su vida cotidiana. 
 
33 
 
2) Eje con una densidad importante de equipamientos e infraestructura 
urbana en un evidente abandono y deterioro:Si bien a la fecha existen 
inversiones para el restablecimiento de parte del paisaje de la ciudad, es 
evidente el constante abandono de propiedades, terrenos y edificios en el 
sector. Su explicación es variada y cada caso puede ser entendido de 
manera multidimensional, pero a grosso modo se puede observar a una 
escala metropolitana la perdida de la centralidad con un movimiento hacia 
el oeste, donde se consolida en el municipio de Zapopan los barrios 
financieros y comerciales. Pese a esto, Guadalajara está en una constante 
reinvención5, pero en el sector donde se analiza el territorio de las personas 
que habitan la calle, se pueden apreciar algunos hitos urbanos que 
considerablemente están en situación compleja a deplorable, por lo que se 
hace altamente necesario establecer una tipología que permita desarrollar 
un análisis de manera integral: 
 
A) Estado de abandono medio: 
Condominio Guadalajara: Ubicado en avenida 16 de septiembre N° 730, 
y construido en el año 1963 por el arquitecto Julio de la Peña, es uno de 
los edificios de mayor antigüedad de la ciudad. En la actualidad, se 
encuentra desocupado por una serie de efectos tanto telúricos como 
antrópicos. Las personas que habitan la calle en el sector no se 
relacionan con el edificio más allá de la explanada. 
 
B) Estado de abandono alto: 
Edificio Guadalupe Victoria: Inmueble construido en el año 1962 por el 
arquitecto Guillermo Quintamar, ubicado en la calzada Independencia 
N° 1045, tenía por objetivo ser una residencia moderna para 
pensionados del estado, pero dichos sueños se vieron truncados por las 
explosiones de gaseoductos ocurridas en el año 1992. Las personas 
 
5 Un ejemplo de esto es el parque Morelos, donde se proyecta un cluster creativo de inversión 
tanto pública como privada. Pretendiendo atraer un reflujo de reconfiguración urbana. 
34 
 
que habitan la calle en el sector, en muchas ocasiones (tras sus propios 
relatos), ingresan al inmueble principalmente para conseguir refugio o 
consumo de drogas. 
 
Museo de Arqueología de Occidente de México José Parres Arias: 
Espacio ubicado entre las avenidas 16 de septiembre e Independencia, 
sobre la calzada Campesinos. Esta estructura también fue diseñada por 
el arquitecto Julio de la Peña en el año 1959. El inmueble se encuentra 
en abandono, a pesar de su fachada que se aprecia en buenas 
condiciones, el problema principal es que, frente a su emplazamiento, 
sobre la avenida Independencia se encuentra el parque Agua Azul, este 
para poder ser un hito urbano durante el siglo XX. Presentó obras de 
gran envergadura, donde se entubaronlas aguas superficiales y generó 
un colapso en el manto freático del sector, por lo que todo el espacio 
analizado presenta una alta concentración de humedad, produciendo un 
conflicto constante con los objetivos propios de un espacio museo y 
siendo sumamente complejo repararlo en términos estructurales. Este 
espacio se presenta como uno de mayor importancia para el contexto de 
la investigación, puesto que en sus alrededores se produce la mayor 
densidad den ocupación por parte de las personas que habitan la calle, 
desarrollando usos y espacios domésticos, siendo un eje angular para el 
establecimiento de su vida cotidiana. 
 
C) Espacios con un abandono muy alto: 
Ex gasolinera de Niños Héroes con 16 de septiembre: espacio en ruinas 
que se consolida como un baldío donde muchos habitantes de la calle 
configuran su cotidiano o parte importante de él, a partir del uso para el 
consumo de drogas, principalmente metanfetaminas de muy baja 
calidad. Los informantes además declaran que en este espacio se 
producen varias transacciones y, su uso se determina puesto que se 
35 
 
entiende como mayor seguridad, esto a partir de la intimidad que 
genera. 
 
3) Eje con una cercanía relativa a espacio de consumo urbano o 
centralidades metropolitanas: la calzada Independencia tal como se ha 
planteado es parte de una estructura urbana de mayor importancia, esta se 
configura como la centralidad fundacional de la ciudad de Guadalajara, en 
ese sentido la calzada se proyecta al norte hacia el mercado San Juan de 
Dios y la Plaza de las Cruces, espacios que permiten el abastecimiento de 
laspersonas que habitan la calle. Por otro lado, hacia el oeste se encuentra 
un espacio donde existe una fuga de habitantes que migran de manera 
local y generalmente individual. La avenida Chapultepec se presenta como 
otro espacio atractivo para el desenvolvimiento cotidiano, pues aprovechan 
el uso de suelo de la zona, pero tal como se plantea en este espacio ya no 
se concentran en colectividades, sino que ocupan generalmente espacios 
reducidos para su cotidiano, teniendo una movilidad diaria de mayor 
dificultad, puesto que en el día se desplazan a puntos fijos. 
 
Esta vinculación espacial se desarrolla de manera constante, la utilización del 
espacio se entiende como un elemento estratégico que los define, pero que parte 
de la complejidad de su existencia está dada porque cada acción cometida 
resignifica a su vez la calle, siendo una relación trialéctica entre el habitar, el 
espacio habitado y el territorio producido. Así estas zonas no son escogidas por 
azar, sino que existe una atracción por las características expuestas, estas son 
ejes donde las personas que habitan la calle pueden consumir la ciudad de 
acuerdo a sus propias capacidades y necesidades. La conciencia que se 
desarrolla de acuerdo a su propio territorio, es parte de la seguridad que mantiene 
el cotidiano de su existencia y por lo tanto su acción constante tendrá que ver con 
la resignificación de un espacio que normativamente tiene un denominación, pero 
el uso y ocupación que le dan es radicalmente distinta. 
36 
 
Ilustración 2 Mapa de morfología en abandono sobre la Calzada Independencia. 
 
Fuente: Elaboración propia. 
 
Finalmente la calzada Independencia muestra una alta densidad de estructuras en 
abandono, esto tiene un origen tanto público como privado, donde el desinterés en 
la renovación y reactivación urbana, ha desarrollado una política pública que 
aparentemente ha presionado a la especulación, es así como de manera 
acumulativa, se han permitido paulatinamente cotidianos patológicos socialmente 
hablando, como es el consumo/ venta de drogas y prostitución, pero que cada 
cierto tiempo se ve frenado por actuar violento tanto de las fuerzas policiales como 
civiles. 
37 
 
Capítulo II 
2. Una mirada microgeográfica: desde la geografía 
humana a la geografía de la vida cotidiana. 
 
El siguiente capítulo da cuenta de la posición teórica de la investigación, esta 
entrega un planteamiento sistémico de la geografía humana, como una ciencia 
que para desarrollar sus objetivos de investigación busca de manera simbiótica el 
apoyo de diferentes postulados, ideas, posicionamientos y cuerpos metodológicos. 
Esto en función además de la coherencia del discurso geográfico que siempre se 
entenderá desde lo contextualizado (tiempo) y situado (espacio) respecto a las 
problemáticas planteadas. La geografía humana para el estudio de las personas 
que habitan la calle no sólo se relaciona a la influencia espacial que implica la 
calle (como unidad territorial), sino que además plantea la relación de los actores 
en la producción del espacio como una superficie habitable y con sentido de 
pertenencia. Es por esto que, el planteamiento teórico se presenta de manera 
deductiva, donde se parte de los albores de la ciencia, como un posicionamiento 
que le da relevancia a los seres humanos en tanto son actores que no sólo 
perciben, sino que además construyen el espacio, desde la relación con los 
mismos y los otros, en función de un ambiente y entorno dado que tienen la 
capacidad de modificar, transformar y adaptar en pos de los objetivos que como 
colectivo se planteen (y requieran). 
 La geografía humana ha enfrentado a una serie de contextualizaciones, donde la 
definición dentro de las ciencias sociales sólo se entenderá como un proceso 
simbiótico y acumulativo, donde aportes de la geografía regional, cultural, política 
y económica, entre muchas otras, refuerzan la definición desarrollada por las 
escuelas estadounidenses en los años ochenta, planteando su relevancia como: 
“ciencia de las interacciones sociales, o más precisamente, como el estudio del 
efecto de la distancia sobre las interacciones sociales. Esto quiere decir que se 
deja de privilegiar las relaciones verticales hombre/ medio ambiente natural, como 
era lo usual en la tradición videleana, para destacar las solidaridades horizontales 
38 
 
que los hombres tejen entre sí dentro del espacio geográfico” (Giménez G. 2009: 
74). 
Abordar entonces el espacio geográfico como un producto de relaciones sociales, 
no parte de una posición necesariamente antropocéntrica, esto pues el 
planteamiento es que el ser humano se constituye socialmente en y por un 
ambiente6. Lo social finalmente es parte constante de lo natural, la geografía 
humana no aleja al hombre de la naturaleza, más bien lo incluye como una 
totalidad compleja de interacciones, que la interpretan dándole sentido de acuerdo 
con las posibilidades y limitaciones, que como individuos y colectivos enfrenten. 
El enfoque teórico que plantea la investigación se da entonces, desde el 
importante camino recorrido por la geografía humana, siendo el contexto de su 
aplicación la síntesis que se puede establecer en el espacio social. Este otorga la 
pauta como un sistema organizado en posiciones que se entenderán por la 
relación cotidiana de unas con otras (Giménez, 2009). Cabe destacar que, el 
sistema de relaciones y posicionamiento de sus elementos se comprenden en un 
contexto y una situación (estar- siendo) puesto que la única constante del espacio 
es su capacidad de cambio y dinamismo. 
Es en ese sentido que la canalización, síntesis y análisis de las relaciones sociales 
basadas en las posiciones de sus habitantes, se dará en el marco de la 
visualización del relato de sus experiencias territoriales que se expresa en la 
espacialidad cotidiana que enfrentan, construyen y significan. Así, la geografía 
humana se condensa en un espacio particular, donde su marco es la escala 
estratégica de los habitantes que, segundo a segundo están territorializando la 
calle a partir de la transformación de un espacio público y de tránsito a uno 
doméstico concentrado en la intimidad para continuar el juego de relaciones donde 
transita el poder, delimitando su propio mapa de la ciudad. 
 
6 Es importante comprender que dicho postulado no plantea un determinismo ambiental, sino más 
bien vincula la idea que los actores y/o colectivos (habitantes), expresan su existencia 
espacialmente, siendo sus rugosidades las que desarrollan a modo de estrategias en términos 
territoriales, a través de un cotidiano, que es (en recursividad) espaciotemporal. 
39 
 
La geografía humana se canalizara a partir de la vida cotidiana de sus 
productores, entendida como una reflexión espacial que de manera estratégica 
habitantes/ colectivos desarrollan en respuesta a las condiciones estructurales de 
contexto y situación, expresadas en su quehacer diario (Lindón, 1999). La 
reflexión cotidiana es una condición de respuesta por parte de cada individuo que 
habita en un espacio, siendo su posición y rol lo que determina la experiencia 
territorial (vivida, percibida y concebida); desarrollando una relación con una 
estructura macro transformando situaciones micro. Es en esta línea donde la 
microgeografía será la mirada para validar el análisis espacial, desde una escala 
geográfica y temporal reducida a las vivencias (cotidianas) de habitantes o 
pequeños colectivos, la microgeografía entonces no se acota a una pequeña zona 
sino que más integra las condiciones macro en un análisis de espacio-
temporalidad experiencial, dialogando con una parte de la totalidad social. 
Por último, es importante destacar el anclaje teórico que significa la 
microgeografía en el análisis cotidiano desde las perspectivas de la geografía 
humana, esto pues la validación

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