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Av. Hidalgo 935, Colonia Centro, C.P. 44100, Guadalajara, Jalisco, México bibliotecadigital@redudg.udg.mx - Tel. 31 34 22 77 ext. 11959 UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA COORDINACIÓN GENERAL ACADÉMICA Coordinación de Bibliotecas Biblioteca Digital La presente tesis es publicada a texto completo en virtud de que el autor ha dado su autorización por escrito para la incorporación del documento a la Biblioteca Digital y al Repositorio Institucional de la Universidad de Guadalajara, esto sin sufrir menoscabo sobre sus derechos como autor de la obra y los usos que posteriormente quiera darle a la misma. UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERSITARIO DE LOS VALLES MICROGEOGRAFÍAS DEL HABITANTE DE LA CALLE UNA MIRADA DEL COTIDIANOAL TRANSITAR POR LA CIUDAD QUE PARA OBTENER EL TITULO DE MAESTRO EN ESTUDIOS SOCIOTERRITORIALES Presenta: LIC. IGNACIO ENRIQUE HERRERA CEPEDA DIRECTORA: DRA. MYRIAM GUADALUPE COLMENARES LÓPEZ Ameca, Jal. Febrero de 2019 2 Esta investigación se la dedico: A mi compañera y familia; Angélica, fuente eterna de amor, apoyo e inspiración A mi madre y a mi padre (que siempre los sentí a mi lado), quienes siempre creyeron en mí. A mis hermanas y sus familias, un bloque que a kilómetros en todo momento hubo aliento y amor. Al pueblo que a pie resiste y se revela. 3 Agradecimientos Quiero expresar mi profundo agradecimiento al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, CONACyT por el apoyo recibido, así como a la Universidad de Guadalajara y en especial al Centro Universitario de los Valles, por su compromiso en la formación de seres humanos con conciencia y críticos al respecto del acontecer nacional e internacional. A la coordinación de la Maestría en Estudios socioterritoriales, la Doctora Angélica Navarro Ochoa, quien no solo fue una excelente docente, sino un apoyo fundamental en estos años, muchas gracias. A mis profesores y profesoras, en especial a los Doctores Francisco Jalomo, Víctor Castillo, Suhey Ayala, Carlos Santamaría, Ramón Goyas, María Rosa Nuño y Eduardo Plazola. A mi comité académico, los Doctores Ricardo Fletes Corona, Heriberto Cruz Solís, María Rosa Nuño Gutiérrez, y Rigoberto Sandoval Contreras quienes representaron un sistema interdisciplinario lleno de saberes, aportando enormemente en este trabajo de investigación. También agradecer al Doctor Pablo Mansilla Quiñones, quien a pesar de no haber podido integrar el comité, siempre estuvo pendiente y desarrolló significativas aportaciones al trabajo. A mi directora de tesis la Doctora Myriam Guadalupe Colmenares López, estoy eternamente agradecido, por su ardua labor, sin usted es poco probable que esto haya llegado a buen término, le agradezco su paciencia, horas de trabajo y “Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.” (Fragmento de “los nadies” de Eduardo Galeano 1940) 4 energía, donde me demostraba que creía en mí, sin lugar a dudas fue un apoyo que siempre recordaré y evidentemente reproduciré. Solo me queda agradecer y que no quepa cuestionamiento que en mí ha encontrado un amigo. A mi familia, mis padres Florentina Cepeda y Miguel Herrera, ustedes me han enseñado el valor del esfuerzo, de creer que todo es posible, que, si algo no te parece, cambiarlo. Me educaron sobre la base del movimiento, la vida hay que vivirla “a concho”, que debo permitir todo lo que sienta, porque eso es lo que soy. Los extraño infinitamente, pero tengo la convicción que soy ustedes, los amo viejitos, y esto es claramente por su apoyo. No hay día que no piense en ustedes, pero también estos pasos sé que los damos juntos. ¡Muchas gracias por tanto!, los amo hasta donde las palabras no alcanzan. A mis hermanas Consuelo y Paulina, a quienes adoro y admiro, mis amigas, con las que cada rato nos mensajeábamos para reportarnos, las extraño tanto “chiquillas”, pero nunca las he dejado de sentir a mi lado, las amo y agradezco cada palabra de aliento y confianza, siempre fueron una luz que me alumbraba el camino. A mis cuñados, David Vasconcelos y Eduardo Urbina, amigos y hermanos, gracias por tanto amor. En especial a Nicolás y Renata, los niños (hasta ahora) de mi vida, me duele no verlos crecer, pero sé que están llenos de amor, su tío los ama infinitamente y lo único que puedo decirles es que la vida no es una carrera, sino que es un camino que se transita admirándose de todo a su alrededor. A mis amigos, que, aunque lejos siempre estuvieron ahí para mí, en especial a Ángel, Pedro, Camilo, Ignacio e Isaías. A mi familia putativa, mis suegros y mi cuñado. A los amigos que hice en este caminar como Liliana ,Daniel, las compañeras de CAMPO, todos y todas siempre estuvieron para mí, y les agradezco infinitamente su cariño. A los que conocí en el trayecto de la investigación, personas que abiertamente me mostraron fragmentos de su vida, sus experiencias y territorios. Con quienes compartimos pan, refrescos y momentos duros. Les agradezco hacerme parte de 5 su paisaje, poder compartir mis inquietudes, y que se hayan transformado en investigadores de sus propias vidas. Por todo muchas gracias. Quiero agradecer muy especialmente a mi compañera, amiga, colega y esposa Angélica Hanay Pelayo Carrillo, este trabajo te lo entrego en especial a ti. Fueron dos años difíciles, pero siempre tu alegría y amor me mantuvo lleno de vida, amor, sin ti esto no sería posible, te agradezco por ser como eres, por darme la oportunidad de caminar juntos, de la mano y a la par. Gracias por tu amor, por creer en mí, por tu paciencia y comprensión. Te amo infinitamente, y este pedacito de vida siempre estará atesorado como parte de lo que somos, muchas gracias por todo lo que en mis cotidianos haces. Finalmente, este trabajo de investigación es una parte de cómo vivimos, de quienes somos, estos otros, somos nosotros. Llenos de contradicciones, vicios y la negación de lo permitido. La ciudad es un complejo territorio lleno de mundos por descubrir, mi intención siempre fue romper los reduccionismos del lenguaje, para llegar a la persona, que tiene nombre, sueños y miedos. En esencia somos mamíferos con un telencéfalo altamente desarrollado y un pulgar oponible, nada más. Al finalizar este proceso solo me queda pensar en valores de libertad, solidaridad y apoyo mutuo, la búsqueda de un mundo donde sonreír no este cargado de redes publicitarias, sino que simplemente la mano en los hombros de “otro”. En definitiva, gracias por llegar hasta acá. 6 Índice Introducción ....................................................................................................................... 9 Los presupuestos de la investigación, un punto de partida. .......................................... 13 Justificación del problema de investigación. ................................................................. 14 Capítulo I ......................................................................................................................... 17 1. Marco Contextual ...................................................................................................... 17 1.1 Contexto Histórico: .................................................................................................17 La ciudad como producto del desarrollo urbano desigual ............................................. 17 1.2 Contexto Social: ..................................................................................................... 23 Producción socio territorial de la ciudad de Guadalajara. ............................................. 23 1.3 Contexto Local: ...................................................................................................... 31 Calzada Independencia como producto- productor de territorio y su relación con las personas que habitan la calle (PHC). ........................................................................... 31 Capítulo II ........................................................................................................................ 37 2. Una mirada microgeográfica: desde la geografía humana a la geografía de la vida cotidiana. ......................................................................................................................... 37 2.1 Geografía humana: un punto de partida para el análisis Socioterritorial. ................ 40 2.2 Geografía de la vida cotidiana: análisis de las experiencias territoriales. ................ 44 2.2.1 Representación social del cotidiano en el territorio. ......................................... 48 2.2.2 La forma del territorio como una construcción del cotidiano. ............................ 49 2.3 La persona que habita la calle y la producción de territorio. ................................... 54 2.3.1 Transición del espacio público al espacio doméstico. ...................................... 59 2.3.2 Representación social de la vida cotidiana de aquellos y aquellas que habitan la calle. ......................................................................................................................... 62 2.3.2 Territorio de las personas que habitan la calle desde su vida cotidiana. .......... 65 Capítulo III ....................................................................................................................... 67 3. Consideraciones metodológicas. .............................................................................. 67 3.1 Variables de investigación. ..................................................................................... 68 3.2 Técnicas de Investigación. ..................................................................................... 71 Capítulo IV ....................................................................................................................... 75 4. Cotidiano del Habitante de la Calle sobre la Calzada Independencia. ...................... 75 4.1 Síntesis de Guías de observación por bloque......................................................... 78 4.2 Bloque 1 ............................................................................................................. 78 4.2.1 Dimensión espacio temporal del cotidiano ....................................................... 78 4.2.2 Dimensión Representación del cotidiano y el lenguaje..................................... 84 7 4.3 Bloque 2 ................................................................................................................. 89 4.3.1 Dimensión espacio temporal del cotidiano ....................................................... 89 4.3.2 Dimensión representación social del cotidiano y el lenguaje. ........................... 92 4.4 Bloque 3 ................................................................................................................. 94 4.4.1 Dimensión representación social del cotidiano y lenguaje. ............................... 94 Capítulo V ........................................................................................................................ 96 5. La experiencia territorial del habitante de la calle ...................................................... 96 5.1 Parte 1. Evocación libre, las dimensiones del lenguaje. ......................................... 98 Familias- categorías de análisis e Indicadores. ....................................................... 100 5.1.1 A modo de reflexión ....................................................................................... 119 5.2 Parte 2.................................................................................................................. 124 Cartografía Social. Describiendo el territorio. ............................................................. 124 A modo de reflexión. ............................................................................................... 134 Conclusiones ................................................................................................................. 135 Principales Hallazgos ................................................................................................. 146 Limitaciones y alcances .......................................................................................... 148 Bibliografía ..................................................................................................................... 150 Anexos........................................................................................................................... 155 Anexo 1 .................................................................................................................. 155 Anexo 2 .................................................................................................................. 156 Anexo 3 .................................................................................................................. 157 Anexo 4 .................................................................................................................. 158 Anexo 5 .................................................................................................................. 159 Índice de Ilustraciones Ilustración 1 Red histórica de conectividad en Guadalajara ................................................. 19 Ilustración 2 Mapa de morfología en abandono sobre la Calzada Independencia. ............ 36 Ilustración 3 Esquematización del territorio cotidiano ............................................................ 54 Ilustración 4 Museo de Arqueología de Occidente. ............................................................... 82 Ilustración 5 Calzada Campesinos. ......................................................................................... 85 Ilustración 6 Frente a la Plaza Juárez. .................................................................................... 86 Ilustración 7 Edificio Guadalupe Victoria. ............................................................................... 95 Ilustración 8 Aplicación de entrevistas por zona .................................................................... 99 Ilustración 9 Grafico de factores de importancia en el relato del HC. ................................ 121 Ilustración 10 Redes conceptuales del relato territorial del habitante de la calle .............. 123 Ilustración 11 Resultado Global Cartografía Social. ............................................................ 128 Ilustración 12 Cartografía Social: Zona calzada Independencia sur oeste. ....................... 129 8 Ilustración 13 Cartografía Social: Zona Pileta y Explanada. ............................................... 130 Ilustración 14 Cartografía Social: Zona Museo y Transición. .............................................. 131 Ilustración 15 Cartografía Social: Zona Calzada Independencia y Noreste. ..................... 132 Ilustración 16 Cartografía social: Zona Norte. ...................................................................... 133 Tabla 1 Relación de Indicadores y Categorías. .............................................................. 120 Tabla 2 Factorización de los códigos utilizados............................................................. 121 9 Introducción “En el mundo desarrollado, la ciudad se corta en partes diferenciadas y varios de estos microespaciosparecen haberse creado allí. Barrios ricos, dotados con toda clase de servicios, se intercalan con asentamientos ilegales en los que no hay acceso al saneamiento, el agua solo se encuentra en las fuentes públicas y sólo tiene acceso a la electricidad aquellos privilegiados que saben cómo engancharse ilegalmente” (Harvey, 2010:173) La siguiente propuesta de investigación aborda la complejidad de los territorios que son producidos por las personas que habitan la calle, sobre la calzada Independencia (entre las avenidas Niños Héroes y Washington) del municipio de Guadalajara, Jalisco, México durante el periodo comprendido entre los años 2017 y 2018. La acción fundamental es la observación de la ciudad desde los actores que habitan las calles, siendo su vida cotidiana en relación con el espacio urbano la base productora de territorios; desarrollando espacios domésticos y así transformando un trazado material con funciones específicas, en centros de gravedad, fronteras y límites cargados de usos y significados para su propias microgeografías. Los sujetos de investigación son sumamente complejos, dado el tipo de uso del espacio y los procesos que llevan a cabo para la producción de experiencias territoriales. La investigación toma en cuenta personas que construyan un habitar, más allá de lo temporal, sino que usen/signifiquen/produzcan el espacio en acciones domésticas, tales como trabajar, comer, sentir, dormir, entre muchas otras. En este escenario, existen dos grupos que confluyen en el territorio que convoca, en primer lugar, están aquellos que no presentan una movilidad respecto a la conversión del espacio doméstico, que se entenderán como habitantes de la calle estáticos y; por otro lado, están aquellos que por diversas circunstancias (principalmente migración) usan la calle como un habitante más, siendo su principal objetivo el desplazamiento, en este caso, se denominaran habitantes de la calle dinámicos. Relacionar los elementos que constituyen un paisaje urbano para resignificarlos en su expresión de territorialidad, presupone el relato de dinámicas que explican 10 historias particulares y colectivas; además de una proyección del espacio como un conjunto de valores y emociones que comprenden sus materializaciones urbanas y su traducción en/con la ciudad como una expresión heterogénetica (Delgado, 1999), en cuanto a diversidad de cosmovisiones y densidades de vínculos por parte de sus habitantes. Es así, como la acción/ pasividad es productora de ciudad, y esta se verá materializada y simbolizada por cada habitante que desarrolle experiencias territoriales. La complejidad que implica habitar la calle es entonces un entramado que expresa el discurso de múltiples geografías1 tanto en escalas, tiempos como en la propia producción de territorios. La investigación se acerca a actores que están participando en el espacio, produciendo territorios sobre la base de micro-situaciones en macrocontextos que están plagadas de significados y símbolos. Cada acción que constituye su cotidiano, será motivo de análisis desde la subsistencia a la relación con otros que constituyen la realidad social de ser un ciudadano y usuarios/consumidores de espacios públicos, esto pues es lo que expresará el territorio en tanto forma material como simbólica. Bajo pueblo, invisibilizados, oprimidos, entre muchos otros términos permite comprender una dimensión del territorio que lo produce, pero se presenta como una categorización de “externalidad negativa” frente al crecimiento y el tan esperado desarrollo. Además, frente a las condiciones políticas y económicas que aumentan distancias entre centro y periferia (más simbólicos de lo que se piensa), es que se hace necesario dialogar con esta “parte” del espacio que tiene condiciones que sólo se expresan en su realidad “micro”. Es posible percibir dentro del sistema urbano tapatío ciertos espacios gravitacionales que generan territorios comunes y actualmente en amplia densificación, resulta importante identificarlos y reinterpretarlos desde su categoría 1 Esto comprendido desde la posición relativizada del actor habitante, quien no se reduce a la condición espacial, sino que también expresa una perspectiva contextualizada en tiempo, genero, cultura, entre muchas otras. Pero además dentro del propio territorio producido de la calle, donde existen jerarquías de ocupación y desplazamiento. 11 actual de estigma. Pero además, se visualiza una trama importante de relación con la ciudad, determinada por la estructura urbana que ve legitimada una frontera ampliamente asumida, quizás naturalizada donde las experiencias territoriales de los habitantes de calle desarrollan un cotidiano complejo, robusteciendo su centro de gravedad y marcando un límite respecto a espacios que no pretenden (o pueden) alcanzar. La categoría territorio como una red de relaciones que expresan la condición humana de ser (en tanto se es y se está espacio-temporalmente), donde las respuestas se darán por su propia interpretación emocional (local- global), de su acción en el espacio siendo éstas un factor de explicación sistémica de una condición global y configurante de mismo. La calle se entiende como un espacio de conquista, donde cada actor desde sus estrategias cotidianas le dará un uso en su constante habitar, la calle entonces no sólo es un sustrato donde ocurren acciones, sino que es el producto complejo de relaciones que determinaran la vida de un grupo que construye una ciudad “distinta”, con espacios y tiempos alternos a la “normalidad” (que la entiende como público o de tránsito). Es por esto, por lo que la vida cotidiana de las personas que habitan la calle parte de una totalidad, que tiene límites respecto al uso de cada particularidad habitante del territorio. Comprender este espacio, se vuelve necesario para aprender que es la ciudad, desde estas partes que producen una ciudad con dinámicas que son un reflejo de una sociedad desigual y legitimadora de estas acciones. El desarrollo de la investigación, entonces se plantea en primer lugar como el análisis de las prácticas territoriales de las personas que habitan la calle en la construcción de su cotidiano, siendo este último comprendido como una respuesta y estrategia de cada realidad a un sistema que opera de manera global. Es en ese sentido, que el desarrollo de sus microgeografías son asumidas desde la validación de las acciones individuales con su entorno de acuerdo con sus cosmovisiones, posibilidades y facultades (Lindón, 1999). Por otro lado, es importante la definición de las acciones espaciales cometidas, desarrollando una relación del territorio conformado, de acuerdo con el grado de uso y funcionalidad 12 del espacio urbano. Para esto, la identificación de los centros gravitacionales, fronteras y límites dará forma a un relato que se constituye en movilidades y nodos, donde los habitantes de la calle a partir de su propia experiencia territorializan como un proceso constante que está siendo. Durante el desarrollo del proyecto, y siendo coherente con el discurso que se promueve en el relato investigativo, se establece que la única acción constante observable y comprobable es el dinamismo, esto puede ser por factores tanto endógenos como exógenos (ya sea de los propios habitantes hasta el trazado urbano de interés) donde la perpetuidad del cambio es parte inherente de la estructura microgeográfica. La calzada Independencia durante los últimos setenta años ha sido víctima de procesos urbanos que a nivel global sedictaminan como certezas de modernidad, crecimiento y desarrollo, siendo un factor promotor de altas inversiones, abandono por nuevos centros gravitacionales de consumo y foco de atracción para los más rezagados de la ciudad. En el último periodo de investigación, se continua este discurso, esta vez bajo los preceptos funcionalistas de la necesidad de renovación urbana, es ahí donde se retoman estructuras determinantes para las personas que habitan la calle, generando un conflicto de usos, donde evidentemente lo normado e instrumentalizado primará. Finalmente, en la investigación expresa la necesidad de visualizar a un grupo humano que cabe en categorizaciones sumamente rígidas, con características que suponen una alta complejidad por su composición, pero que además no se producen en el vacío y cuentan una historia que permite relacionarlos con un sistema que aparentemente estaban alejados. Es posible visualizar desde conceptos y acciones que por una condición ética no se realizan, readaptan, identifican o “denuncian”, van en contra de cualquier cometido respecto a este documento. Pues dialogar con sus territorios es verlos en su acción cotidiana de ser seres humanos, sin sesgos y constructores de realidad, que buscan sueños o bien se alejaron de ellos. 13 Los presupuestos de la investigación, un punto de partida. En la ciudad de Guadalajara existe una concentración particularmente alta de personas habitando la calle. Esto puede entenderse como una tradición espacial, donde la producción territorial se forja en ambientes propicios tanto para el flujo (migración), como por la naturalización de rutas y rutinas que configuran el espacio urbano con dimensiones que transitan entre los “vecinos de la ciudad” y aquellos indeseables que coexisten ignorándolos, esto permite que se desarrolle un cotidiano propicio para este fenómeno en particular. La investigación se plantea la síntesis y análisis de las acciones que actualmente están constituyendo los territorios de las personas que habitan la calle sobre la Calzada Independencia dentro de la ciudad de Guadalajara, dejando como principal interrogante: ¿Cómo las personas que habitan la calle producen su territorio a partir de su vida cotidiana para domesticar los espacios dentro de la Ciudad? Para responder esta pregunta central, se establece la siguiente premisa hipotética; La producción de territorios en Guadalajara es consecuencia de estrategias cotidianas que desarrollan los habitantes de la calle, en espacios específicos; diferenciando centros gravitacionales, con un uso íntimo y fronteras que relacionan al habitante de la calle con la ciudad y su dinámica en diferentes escalas. Las acciones cotidianas que domestican el espacio y, por consecuencia producen territorio, sólo pueden ser tratadas como parte de un relato de experiencias desde la visualización del sistema espacial de la calzada, donde las microgeografías de las personas que habitan la calle develan material y simbólicamente los centros gravitacionales, fronteras y límites que marcan territorialmente una ciudad que se establece desde las relaciones contextuales y situacionales, siendo una parte de la totalidad urbana. Finalmente la tradición espacial de la ciudad de Guadalajara ha permeado en la forma de uso y ocupación del territorio, generando experiencias y relatos de la 14 calle, que se relacionan a condiciones estructurales y simbólicas en el cotidiano del habitante de la calle. Este busca la centralidad de la ciudad, accede a los servicios que esta provee y utiliza la meta definición de habitante de calle, persona sin hogar o vagabundo (entre otras), de manera funcional, para poder solventar su propia territorialidad. La canalización de dichos presupuestos hipotéticos son parte de la estructuración del objetivo central que busca analizar el territorio de las personas que habitan la calle como una experiencia de su vida cotidiana y la acción de domesticación espacial. Este a su vez se configurará de los siguientes objetivos particulares: Identificar el territorio de las personas que habitan la calle sobre la calzada Independencia para entender su uso y las transiciones espaciales. Describir la vida cotidiana de las personas que habitan la calle sobre la calzada Independencia a partir de la representación social del espacio doméstico. Analizar la complejidad del colectivo que habita la calle en relación con el territorio para entender la transición espacial y social sobre la calzada Independencia en Guadalajara, Jalisco (2017-2018). Justificación del problema de investigación. La investigación plantea varios lineamientos que guardan directa relación con la propia complejidad de la temática tratada. Es por esto que, se hace necesario comprender en ejes estructurales la problemática como potencial de estudio. En primera instancia se encuentra el análisis del territorio, desde la observación de los habitantes de la calle a partir de sus acciones cotidianas traducidas como experiencias territoriales, esto es lo que da el punto de partida para el diálogo en diferentes dimensiones de su producción espacial y materialización de centros 15 gravitacionales, fronteras y límites en los diferentes reinos de las dimensiones constituyentes de un adentro y un afuera (Delgado, 2007). El territorio a modo de anclaje es el punto de referencia residuo- desperdicio siendo una parte funcional de la modernidad que se construye a través de su propia definición estigmatizada (Goffman, 1970;Bauman, 2005; Onfray, 2010) donde se visualiza escalarmente las condiciones materiales de grupos de actores que distribuyen distintos tipos de capital (finito), dejando repartido lo simbólico y acumulando lo material, generando límites sumamente específicos de acuerdo con su uso y apropiación. Para llegar a la definición del problema de investigación, es necesario abordarlo desde tres dimensiones estructurales para los colectivos que se analizaran: 1) Complejidad territorial de las Personas que Habitan la Calle. 2) Vida Cotidiana de las Personas que Habitan la Calle. 3) Domesticación del Espacio Público por parte de las Personas que Habitan la Calle. Cada dimensión se debe comprender coaccionada por la otra, pues permite asumir individualidades de actores que construyen colectivos de apoyo mutuo (en red), con objetivos temporales y dinámicas propias, en relación con su ambiente. Esto sin lugar a duda, es parte de múltiples sistemas que funcionan a través de negaciones, pero que coexisten en áreas funcionales de la ciudad y con la reducción conceptual de los propios matices de la “pobreza” (Breiger, 2000). Es así, como su dinámica se transforma en un objeto de estudio ilimitado y lleno de enigmas, que sólo se da en una capa superficial como paisaje (categoría de análisis) de extrema vulnerabilidad y vulneración. Según el DIF de Jalisco y, de acuerdo con la única investigación realizada para el año 2007 en la Zona Metropolitana de Guadalajara, existía un total de 3,840 personas en situación de calle, de las cuales 1,107 eran menores de edad. Esto considerando sólo a personas nacidas en México, pero el fenómeno migratorio desde esa fecha ha presentado un alza progresiva (Méndez et al., 2015), las cifras 16 de aquellos que se encuentran en tránsito y que no necesariamente se consideran en situación de calle (Nieto y Koller, 2015) lleva a la identificación de la primera problemática de “habitar la calle” y es que su parametrización en términos temporales y materiales, en cierto tiempo viviendo en un espacio no destinado para la vivienda2, hace que un grupo con diferentes dimensiones de vulnerabilidad no quepan dentro de la semantización establecida, que evidentemente se ve materializada en políticas públicas. Las personas en situación de calle, indigentes, homeless, vagabundos,sin hogar son además niños, mujeres, adultos mayores, migrantes, indígenas, mexicanos, discapacitados, entre otras muchas características. Su distribución responde a su vez, a la propia carga que tiene el estar en su condición, ya la Organización de las Naciones Unidas en su último informe de hábitat y vivienda del año 2011, reconoce estados de situación de calle que se ven graduados por habitabilidad absoluta y relativa. Hay una condición concreta y constante de estar y ser parte de la calle, y otra que resulta itinerante o que las características de la vivienda no dan la seguridad necesaria para ser racionalizada como tal (Tiso, 1990:126). Por otro lado, si bien la amplitud del concepto ha permitido complejizar la problemática cae en un error de contexto debido a que se comprende desde sociedades europeas (Nieto, 2014:7) donde las dinámicas de vivienda y seguridad social son diametralmente distintas, por lo que se subentiende que al aplicarlo a la realidad de países en vías de desarrollo, probablemente la totalidad de la población vulnerable respondería a esta categorización. Tal como se ha mencionado, la propia complejidad que implica la “situación de calle” lleva a ampliar los contextos, donde la posibilidad de visualizar los grupos que construyen la categoría de análisis espacial; territorio, darán cuenta de una 2 Un ejemplo de esto hace referencia a la definición (literal) de personas en situación de calle que el Gobierno de Chile establece para el último CENSO realizado el año 2016, donde explicaba” Personas que pernoctan en lugares públicos o privados, sin contar con una infraestructura que pueda ser caracterizada como vivienda, aunque esta sea precaria. Esto excluye a las familias y personas que viven en campamentos.”, dando una caracterización material, pero que en la práctica además sumaba la característica temporal de un mes de habitar, lo que excluía a aquellos “trashumantes” y de tránsito, o que de manera itinerante “ocupaban la calle”. 17 única premisa y es que su composición estará dada por una impresionante heterogeneidad de actores. Por lo que se ve fundamental, a la hora de comprender los flujos que establecen sus tránsitos (en diferentes escalas, locales, nacionales o incluso internacionales) a través de los nodos de las redes que configuran espacio- temporalmente al colectivo. Finalmente, la problemática se entiende como un aumento progresivo de la complejidad en los grupos que actualmente “habitan la calle” sobre la calzada Independencia y su relación con la territorialidad- identidad que naturaliza una condición de ciudad alterna. Capítulo I 1. Marco Contextual 1.1 Contexto Histórico: La ciudad como producto del desarrollo urbano desigual La ciudad de Guadalajara es un espacio urbano complejo y extenso, su desarrollo se profundiza a mediados del siglo XIX a partir de la aplicación de la reforma impulsada por la Ley de Desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de las Corporaciones Civiles y Religiosas (Ley LERDO, 1956). Esta disposición generó una revolución urbana en las ciudades mexicanas. Esto debido a que se cambió drásticamente un régimen de propiedad por parte de “corporaciones civiles o eclesiásticas” a personas naturales, beneficiándolas con un título patrimonial en la medida que demostraran una capacidad de pago respecto al terreno y al inmueble. En estricto rigor, el objetivo de la ley era aumentar la separación de poderes existentes entre la iglesia y el estado. Pero un hecho colateral fue transformar el suelo en un recurso intercambiable (y no perpetuo de asignación de lucro como era hasta la fecha), lo que significó el movimiento y densificación dentro de los espacios de la ciudad y desarrollar un proceso especulativo que permitía el aumento o disminución de su valor. 18 La subdivisión de grandes predios, sobre todo eclesiásticos, permitió el aumento del trazado de la ciudad (Vázquez-Piombo, 2015), siendo un antecedente a la forma ortogonal que presentaba la estructura urbana fundacional. Este hecho es determinante para la consolidación de una ciudad, que se forjó desde la estrategia militar española como un reducto de avanzada para el control y exterminio de la población originaria, la consolidación de barrios periféricos rurales y, finalmente una urbanización que se extiende en términos superficiales, conurbandose con municipios de relevancia, tales como Tonalá, Tlaquepaque, Tlajomulco y Zapopan, esto para transformarse en una de las metrópolis de mayor importancia para la república mexicana. Guadalajara presentó entonces un proceso de urbanización acompañado con las revoluciones industriales acordes a su contexto. Es así como desde el siglo diecinueve hasta mediados del veinte, la fragmentación de la ciudad desde la predializacion urbana hasta la conformación de colonias, se vio acompañada de la integración de redes de conectividad para aumentar el acceso a su centro. Este hecho lejos de ser un componente de equidad territorial responde a la necesidad de fortalecer parte del espacio urbano, con la concentración nodal de sus vías, esto en pleno auge de la ciudad durante los años 1886 al 1945. Guadalajara se forjó en una estructura urbana que manifestaba una proporcionalidad entre el acceso a sus servicios y barrios con una subdivisión predial concentrada en el centro y casco histórico de alto valor, materializadas en aglomeraciones domiciliarias tales como la colonia moderna y americana. 19 Ilustración 1 Red histórica de conectividad en Guadalajara Fuente: Morrison, A. (2003). TheTramways of Guadalajara, Disponible en http://www.tramz.com/mx/gd/gd.html Si bien la necesidad de producir una ciudad donde lo moderno fuera parte fundamental de la identidad de Guadalajara, esta se incrementa desde 1950 en adelante. La institucionalidad política marca la pauta al intensificar los procesos de descentralización de los servicios, infraestructura y equipamiento apareciendo como fenómeno el abandono de una parte importante de la trama urbana de los sectores fundacionales. La materialización de este hecho comienza con la administración de Jesús González Gallo, quien propició la instrumentalización del espacio, ya desde lo normativo con planes de ordenamiento territorial que tenían por objetivo la renovación del casco urbano, a partir de las redes que quedaron en desuso por los tranvías años anteriores. http://www.tramz.com/mx/gd/gd.html 20 Parte importante de las acciones cometidas, fue la unión de sectores de tránsito vehicular a espacios públicos y peatonales, como es el caso de la avenida 16 de Septiembre y calzada Independencia, transformándose en grandes camellones (Vázquez-Piombo, 2015:231), que siendo ajeno a la estructura que se venía desarrollando, produjo un elemento nuevo dentro de la ciudad que no tuvo la capacidad de amalgamar con la identidad tapatía. Esto se afirma debido a que al disminuir las redes públicas de trasporte dentro de la ciudad3 y disgregar el centro financiero y comercial del casco histórico, se produce una ociosidad del espacio, que se ve concretado en un uso poco recurrente y potencial pérdida de valor del suelo urbano, por lo que deja de ser de interés privado. En los años setenta, desde la administración de Juan Orozco, se desarrolla un trazado urbano que posibilita la fragmentación de la ciudad de acuerdo con tipologías que las propias normativas de planificación urbana establecen a través de usos, donde predominan en Guadalajara los domiciliarios, comerciales, patrimoniales y algunas mixturas. Con la intención de concentrar principalmente, los ejes comerciales en el auge metropolitano y; por lo tanto, al oriente de la ciudad y los residenciales de acuerdo con cierta acumulación histórica que va a ser consolidada en el año1977 con la creación de la Junta General de Planeación y Urbanización (Arias C. 2011; 456). Otro acontecimiento que es importante destacar, dado el evidente crecimiento de la ciudad en sus periferias y conurbación con municipios satélites, como es el caso de Tonalá, Tlaquepaque y sobre todo Zapopan, es el impulso al transporte público desarrollado durante los últimos treinta años, donde se ve consolidado una red de microbuses a modo de alimentadores de los territorios que aportan fuerza productiva de forma centrípeta, las redes del tren eléctrico con una línea uno que va de norte a sur por el sector de federalismo (alejándose del centro histórico), la línea dos con una alimentación de oriente a occidente y la línea tres que se establece básicamente por la presión residencial de los municipios anteriormente mencionados. Por último, resulta interesante la estructura (en tanto servicio, 3 Cabe recordar que el tren eléctrico urbano se inaugura recién el año 1989 y la red de transporte público urbano abarca vastas áreas en función del propio crecimiento metropolitano. 21 equipamiento e infraestructura) del Macrobús como un sistema de conectividad que de forma paralela a la línea uno del tren eléctrico, traza un recorrido por lo que fue el sector fundacional del territorio y parte estratégica del tranvía de antaño (ver ilustración N°1), pero que fluye sin provocar un impacto en los espacios recuperados por la institucionalidad desde mediados del siglo veinte. La ciudad de Guadalajara es un espacio en constante reinvención, que de forma reactiva genera inversión de acuerdo con las presiones políticas y económicas que cada contexto impone. Pero al no desarrollar una mirada compleja, estratégica e integradora, muchos espacios que en algún minuto presentaron aportes al territorio, hoy se ven en desmedro de aquellos ganadores (Merchand, 2007) que concentran el gasto (tanto público como privado) y por lo tanto atención del uso que el ciudadano pueda entregar. El progreso de la ciudad aparénteme ha provocado (por su concentración en algunos espacios dentro de la misma) el abandono territorial tanto de trazados como inmuebles. Esto es particularmente apreciable en partes del centro histórico de la ciudad, cambiando un paisaje por el uso de un territorio que ha desarrollado normas propias de utilización. Parte importante de comprender que la concentración de servicios está provocada por la fractura de la ciudad, dado el proceso histórico de su estructuración, permite apreciar los diversos usos e intensidades que el habitante genera en la misma, así Guadalajara se “auto-contiene” en una diversidad de espacios, donde unos son altamente demandados y otros están en abandono y deterioro. De manera naturalizada, el abandono y deterioro se ve reflejado como el segundo en la contabilización de inmuebles en este estado. El conflicto no sólo se reduce a bienes patrimoniales, sino que existe fraccionamientos completos en esta condición, por ejemplo, esta “Chula Vista” (García, 2012), ubicado en el municipio de Tlajomulco, donde viviendas con menos de 22 20 años de existencia se encuentran en un estado catastrófico e inhabitable, siendo la inseguridad el principal factor para su estado. Para el caso del municipio de Guadalajara, ya el año 2012 concentraba 41 mil edificaciones en estado de abandono (Mora, 2013), situación sumamente preocupante, pues en principio su existencia determina un paisaje en mismas condiciones. Por otro lado Guadalajara se presenta con a una alta densidad poblacional, siendo el centro gravitacional de la Zona Metropolitana, pero desarrollando una contradicción espacial, esto pues la presión existente por suelo (de diferente uso) es una necesidad territorial de primer orden. Este fenómeno, que en apariencia se presenta como involuntario, está dado por la especulación que implica la propia necesidad y los pocos espacios de satisfacción a ella. Con esto, se fortalece el acceso a vivienda en las zonas conurbadas del municipio, dejando el centro como un espacio de renovación urbana obligada con inversión público- privada. Estos espacios que se aglomeran tanto en tramos de la ciudad como en conjuntos de viviendas sin moradores y en ruinas, tienen como elemento común estar lejanas a concentraciones de servicios, equipamientos e infraestructuras. Pero el fenómeno presenta excepciones, en el caso de la calzada Independencia en el municipio de Guadalajara, se puede apreciar una relación material e histórica, entre resabios del modernismo de la época y condiciones concretas de beneficio respecto a la propia conectividad y acceso del territorio metropolitano. Donde hubo un momento de alto impacto vial y ciudadano con el tranvía por la calle 16 de Septiembre, pero 23 que al quedar sin dicho servicio y con la propia dinámica materializada en los instrumentos de planificación, se transforma en un espacio de tránsito sin utilización ciudadana en términos de estadía y retención. Parte del escenario actual del espacio urbano de la ciudad de Guadalajara se encuentra en dinamismo constante, siendo el motor para este el mercado inmobiliario, que tiende a revitalizar espacios desde la lógica de la renovación y rehabilitación urbana, aprovechando el eje estratégico de la ciudad como un espacio con alta accesibilidad y conectividad. Fortaleciendo el discurso metropolizador, para darle sustento al crecimiento económico regional. 1.2 Contexto Social: Producción socio territorial de la ciudad de Guadalajara. El dinamismo urbano se entiende como un proceso de expresión local, pero con motivaciones globales. Este es parte de un paradigma cultural, social y sobre todo económico que Guadalajara evidentemente no estuvo y ni está exenta de dicha acción, siendo incluso una constante en sus diversas políticas donde la modernización de la ciudad es un eje central de las labores que se cometen en el territorio. Este proceso motivado por el liberalismo del siglo XX trajo consigo “la llegada de numerosos contingentes de extranjeros de diversos países que establecieron una serie de fábricas y junto a ellas, de asentamientos para los obreros cambiaron la forma de vida de los trabajadores tapatíos, a la vez que introducían una nueva forma de organizarse espacialmente y dotaban a la ciudad de una fisonomía totalmente nueva” (Vázquez- Piombo , 2015: 3). La trama urbana de la ciudad cambio debido a una acción estructural de orden central, siendo la ciudadanía con poder capitalista la que reconfigura contantemente el paisaje tapatío. Pablo Vazquez- Piombo (2015) expone que la inversión acelerada del capital atrae trabajadores y los concentra espacialmente. El hecho específico de que el suelo tenga una condición de rentabilidad hace que existan espacios con mayor aptitud y otros con menor. El fenómeno del 24 crecimiento urbano basado en la rentabilidad del suelo es parte de una totalidad de efectos donde destaca la concentración tanto económica como espacial de un sector acomodado, pero además una dispersión y finalmente densificación de la población con menores recursos a suelos y espacios de menor o nulo valor. Guadalajara siendo parte de una estrategia económica y de ciudad moderna, lo manifiesta sobre todo a principios de siglo XX con la construcción de conjuntos de viviendas que proceden de un diseño urbano semejante, con una lógica orgánica respecto a su cotidiano, haciendo referencia a un sistema urbano que tiene por medio y fin al ciudadano de manera armónica con su medio ambiente tanto natural como artificial, utilizando factores de accesibilidad y conectividad para el aumento progresivo del bienestar del habitante en espacios urbanos. Es importante destacar que la colonia (como categoría espacial) profundiza diferenciasestructurales que trascienden a una planificación urbana gubernamental, pero además a esa escala se registra un trazado, equipamientos e infraestructuras en función de un sistema de inversiones inmobiliarias que desarrollan barrios con una calidad de vida urbana mayor que otros, independiente de pertenecer a una misma unidad territorial administrativa, como un municipio. Con todo lo expuesto, queda clara la vocación de la ciudad al buscar autonomía y desagregación de los centros que en definitiva se van a ver caracterizados por emplazamientos de atributos similares y poblaciones con condiciones socioeconómicas homogéneas. Es en este sentido que, para el contexto las colonias como estructura de articulación a una escala local y regional, son motores de desplazamiento y localización de inversión, el mejor ejemplo de ello son las colonias Moderna, Americana y Jardines del Country (Vázquez-Piombo, 2015). Estas conglomeraciones tienen por característica principal que son parte del crecimiento tanto demográfico como urbano, pero que además corresponden a una dualidad en la inversión tanto de extranjeros como nacionales (Armeneta, 2016) que se establecieron a los alrededores del centro de la ciudad, atrayendo además importantes fuentes laborales, o al menos grandes expectativas de ellas a las poblaciones más desfavorecidas. Si bien, el fenómeno interno de migraciones 25 campo- ciudad se da en este contexto, cabe destacar que el cambio de uso de suelo progresivo de rural- urbano, a partir de pérdidas de suelos de cultivo es par parte integral del proceso. Donde se materializa una pobreza urbana, en función del crecimiento acelerado por parte de la clase acomodada acumulando capital en pocas manos y en espacios específicos del territorio. El cambio en el paisaje tapatío es parte de un proceso que abre el suelo al régimen mercantil de cada época, siendo algunas colonias espacios dotados de exclusividad y con una muy baja densidad, caracterizándose por una vocación higienista donde la propuesta principal estaba dada por transformar las viviendas en grandes islas rodeadas de jardines y no, la continuidad que presentan las estancias previo al siglo XX. Por otro lado, el cotidiano se modifica en estos espacios puesto que el hito donde confluye la población ya no es un espacio público como los mercados y los templos (que no es coherente a la búsqueda de exclusividad) sino que la trama urbana se ve caracterizada por el tránsito entre puntos importantes, generalmente cerrados, un ejemplo de esta noción es la antigua calle Lafayette que posteriormente se renombra Chapultepec (Armeneta, 2016). La estructura urbana es producto de un proceso histórico que transforma trazados y paisajes en función de la liberación del suelo, pero además la concentración de grupos económicos que “deciden” conquistar el territorio fragmentando la ciudad de acuerdo con ciertas homogeneidades donde lo urbano trasciende la materialidad de objetos, determinando relaciones sociales y formas de uso (y concentración), pero además espacios donde la utilización queda anulada de fenómenos que integren a la totalidad de la población, así la desigualdad no solo es social o económica sino que se expresa en la dimensión espacial del cotidiano. Entonces, el tipo de ocupación determinará el emplazamiento de los diversos grupos que coexisten en el espacio urbano de acuerdo con la capacidad que cada uno tenga para participar y relacionarse con los intereses y objetivos de cada centralidad. Ahora bien, el desarrollo y complejidad de la ciudad de Guadalajara resulta evidente “Jalisco se encuentra entre las economías más importantes de 26 México”. La Zona Metropolitana de Guadalajara se considera como la ciudad con mayor potencial de atracción de inversiones en México, se ubica también en quinto lugar entre las mejores ciudades del futuro y en segundo lugar en potencial económico de Norteamérica. Jalisco cuenta con 12 Universidades del Estado, 14 Institutos Tecnológicos y 590 Centros de Entrenamiento de Trabajo lo que permite al inversionista disponer de una mano de obra calificada de clase mundial. El estado de Jalisco recibió 1,153 millones de dólares por concepto de inversión extranjera directa (IED) en 2010, lo que representó 6.5% de la IED recibida en México. La industria manufacturera fue el principal receptor de la IED recibida por el estado en 2010, seguido de los servicios comunales. Jalisco cuenta con 1,109 kilómetros de vías férreas” (Secretaría de Economía, Delegación Jalisco, 2013: S/P). Guadalajara a través de la concentración o dinamismo económico representa una importancia relativa a nivel estatal y nacional, sumado a una estructura urbana que se funda en una centralidad de colonias con un poder adquisitivo, que se enmarca en un proceso de urbanización donde las ciudades tienden a integrarse a fenómenos globales como un objetivo de desarrollo multiescalar. Por lo tanto, conllevan una producción caótica del territorio (en tanto desigualdad), pero ordenado en función de los objetivos de producción y crecimiento económico esperado. La separación actual del territorio urbano se materializa por un proceso generalizado de intensificación en la acumulación de capital por parte de los grupos con mayor poder adquisitivo, esto por medio de los procesos históricos de la ciudad, que en primera instancia libera los suelos y finalmente se configura un paisaje donde su valor determina ciertos espacios residenciales y otros para la inversión principalmente industrial (Ruiz-Tagle, 2016).Esto provoca además atracción de grupos con mayor rezago económico de diversos orígenes geográficos, en búsqueda de mejores oportunidades para alcanzar el desarrollo esperado por la modernización prometida “las grandes ciudades del subdesarrollo devienen andrajosas mega urbes atestadas de inmigrantes” (Martínez.2000: 182). 27 Por su parte, las pequeñas poblaciones se convierten en ciudades medias y estas a su vez, en grandes centros urbanos con concentraciones ya no sustentables de personas, siendo un costo el propio bienestar. “Estos grandes grupos de migrantes se encuentran localizados en asentamientos humanos irregulares, conocidos coloquialmente como cinturones de miseria, urgidos todos de atención por parte de la autoridad a quien le exigen los servicios públicos básicos (agua, drenaje, electricidad, seguridad pública, etc.,) amen de la satisfacción de otras necesidades que el estado tiene la obligación de resolver y proporcionar como son: educación, empleo, salud, vivienda” (Campos, 201:187). Si bien, no se puede establecer una linealidad que explique la explosión de las ciudades, existe una importante respuesta en la satisfacción de necesidades mínimas, pero además la irrupción paradigmática modernizante donde se permitía pensar que la ciudad era un espacio proclive para alcanzarlos es lo que sin lugar a dudas representaba un motor de movilidad. Siendo una avanzada importante de poblaciones que deciden el traslado y potencial emplazamiento, donde la ciudad lo permitiese, pero además con un criterio de cercanía a las centralidades que otorguen principalmente trabajo, alimentación, vivienda, salud y educación. Es en este punto donde los espacios que no representan interés de inversión y desarrollo (en abandono) quedan como residuo y fuente de atracción a aquellos que ni siquiera pueden alcanzar una periferia. Territorializar los espacios de abandono que deja la ciudad es básicamente la ocupación desde el cotidiano, haciendo una diferencia sustancial con el resto de la ciudadanía y, es que este grupo a partir de su diario vivir de manera histórica ocupa el espacio resignificándolo a través de acciones domésticas revalorizándolos como un hogar. El desarrollo urbano en estos contextos produce efectos complejos, su análisis está determinado porla escala de observación, dado que la imagen estratégica de un espacio geográfico evidentemente estará proyectada por una integración tanto regional como global. La problemática social se busca superar por medio de un crecimiento acelerado de recursos principalmente exógenos, producir a su vez, un 28 habitante particular que estará participando en la convulsión constante de estas orientaciones; “la relación “ciudadano- suelo- casa- habitar” esta tensionando desde los orígenes mismos de la ciudad y, estrechamente motivada por una concepción patrilineal para los efectos estéticos de configuración de un ethos del habitar y su progresiva crisis. Hay que resaltar que la utopía del habitar como mortales en la tierra se convierte rápidamente en una serie de motivos que tienen como centro la experiencia de desarraigo. La experiencia de la ciudad, el torbellino social de la civilización, se constituyen desde ya como espacio agresivo, oscuramente deseado, pero también temido. La madurez del sujeto social avanza desde el entusiasmo por la ciudad hacia su rechazo; el viaje desde la pequeña villa a la gran ciudad se articula en este mismo sentido” (Cisternas, 2009:77). El hecho concreto de habitar la ciudad, que tiene por origen una trama que se desarrolla en función de aquellos “ciudadanos” que la producen desde una totalidad, es la referencia que da a notar un contexto urbano caótico. Puesto que resulta improbable una equidad territorial (Escobar, 2004), en cuanto a oportunidades, paisaje y autodeterminación de los espacios locales. Tal como se ha planteado, el habitar dentro de la ciudad responde a una capacidad colectiva de acceso al suelo (en términos de valor), lo que produce una relación indirecta entre crecimiento urbano e igualdad. Este hecho es lo que transforma al panorama urbano, desde la formación material hasta las relaciones sociales que intervienen en el cotidiano del territorio y sus productores. La fase actual de Guadalajara se presenta como una metropolización que transforma al habitante como parte irreductible de la constitución de la ciudad “el crecimiento caótico de las ciudades, junto al fracaso de todo proyecto regulador a corto o a largo plazo, lleva a pensar que la metrópolis, aun en su momento de mayor esplendor, encierra siempre la semilla de su propio caos y del desorden…La categoría de ciudadano metropolitano se concibe en la actualidad como una variedad de consumidor (Canclini, 1995). Vivir en sociedad, especialmente en ciudades, significa consumir productos de primera necesidad, 29 artículos suntuarios, servicios y funciones. Incluso habitar es un acto de consumo: la especulación inmobiliaria ha pasado a segundo plano frente a la multiplicidad de “ofertas” habitacionales”(Cisternas, 2011:70-71). Ser habitante de la ciudad constituye integrar una realidad metropolitana, con tiempos y espacios que son en primera instancia asumidos como parte identitaria a una escala local. Esto quiere decir que, la propia complejidad de ciudad es tanto producto como efecto de un sistema que parametriza al ciudadano de acuerdo con su capacidad de integrarse a él. El espacio urbano pierde signos de libertad por el propio proceso de metropolización. En definitiva, la ciudad en la medida que alcanza un estado de mayor complejidad urbana es menos inclusiva y mayormente segregadora. El contexto actual de la ciudad de Guadalajara, al igual que muchas ciudades importantes de la región, es básicamente la integración tanto estética como funcional a una economía global por parte de la misma clase fundadora de la ciudad, esto pues las propias estrategias de acumulación han cambiado y lare- modernización del territorio (y sus relaciones dentro de él) se ha acelerado. Lo que implica un cambio sustantivo en toda la materialidad que esto implica, desde lo público, los efectos residenciales, usos y evidentemente el reciclaje del espacio. La ciudad per se no se asume como fuente de segregación, más bien la validación y legitimación de su historia pre-moderna y su consolidación en una modernidad industrial lo que genera este complejo fenómeno. Al no existir un control político del suelo como derecho fundamental, se produce un conflicto respecto al mismo por su condición de finito. Su valor se mueve en función de los intereses de la clase dominante y evidentemente la ciudad se dinamiza con la propia movilidad residencial de sus habitantes. Algunos espacios se ven gentrificados y otros abandonados, la transición de habitante a consumidor se materializa entonces en su ontología moderna sobre el territorio urbano. El habitar (consumir) lo urbano, produciendo ciudad es parte de una totalidad que se vincula con el tránsito del territorio de acuerdo con el rol y la posición de cada individuo/actor. La determinación de cada espacio de la ciudad es lo que 30 transformará no tanto a lo urbano, sino que al colectivo que use y territorialice. Guadalajara con los propios movimientos económicos, políticos y culturales quizás sin quererlo ha desarrollado una ciudad para cada tipo de persona, con pocas posibilidades reales de trascender dichas espacialidades. Hoy, parte del trazado que se encuentra en condiciones de poca accesibilidad (en cuanto a materialidades urbanas), es aquel que ocupa el habitante de la calle; pues este busca una ciudad que le pueda ofrecer parte de la modernidad que paradigmáticamente fue prometida para todos y todas. El ciudadano que produce ciudad desde el habitar la calle, tiene estrategias y objetivos parecidos a cualquier tapatío. Este busca empaparse de centralidad, pero con la limitante evidente del valor del suelo; por lo que sus opciones de territorialización están limitadas a espacios de sacrificio, desperdicio, abandono y deterioro. Aunque es importante destacar la relación de otredad que significa su propia ocupación implica que, si bien su uso está determinado por espacios con un completo desinterés tanto de lo público como de lo privado, el sólo hecho de materializar su presencia genera un efecto de inseguridad y rotura de la moderna estética de la ciudad. Su acción de ser/estar en sí misma es conflictiva y produce territorialidad, que entra en pugna con los propios valores institucionales del espacio urbano. Con esto, la producción socio territorial del habitante de la calle se supedita a la complejidad de cada ciudad, donde su crecimiento demográfico y económico (traducido en la condición urbana), es la que determinará los propios objetivos de los habitantes que actualmente ocupan los manchones de espacialidad que fueron sacrificados por la concentración de servicios, equipamientos e infraestructuras urbanas. Su uso es intensivo dado que no sólo se practica en un mismo espacio acciones públicas, sino que se establecen y desarrollan relaciones de orden doméstico por lo que la resignificación del espacio es parte de un proceso de territorialización. 31 1.3 Contexto Local: Calzada Independencia como producto- productor de territorio y su relación con las personas que habitan la calle (PHC). Los habitantes de la calle que existen sobre la Calzada Independencia son particularmente conscientes de la real posibilidad de ocupar espacios dentro de la ciudad que aparentemente no resultan atractivos para la inversión tanto pública como privada y; por tanto, desarrollan su cotidiano a partir de estrategias donde buscan acercarse a las centralidades con un flujo económico importante que se expresa por medio de sus servicios, equipamientos e infraestructura, desde estos espacios donde la estadía y transito citadino es más bien limitado. El área de estudio está localizada sobre la calzada Independencia, específicamente entre las calles paralelas a la avenida Niños Héroes y Agustín Yáñez (de norte a sur), y las perpendiculares 16 de septiembre e Independencia (deoriente a occidente). El espacio se ve caracterizado por grandes murallones que representan áreas de bodegaje en su sector oeste y el parque Agua Azul en el este. Destacando en el sector sureste el edificio Guadalupe Victoria que en la actualidad se encuentra en abandono debido a las explosiones de gaseoductos ocurridas el 22 de abril año 19924. Algunos hitos urbanos que llaman la atención está en primer lugar la plaza Benito Juárez y el Museo de Arqueología de Occidente, espacio de vital importancia donde ocurre la mayor intensidad de uso y ocupación por parte de los habitantes de la calle. La expresión material de los espacios ocupados (para el caso de las personas que habitan la calle sobre la calzada Independencia) estará determinado por tres factores que efectivamente son producto muy específico del proceso histórico de la configuración urbana de Guadalajara y su área metropolitana: 1) Espacios públicos con una baja capacidad de retención (estadía) ciudadana: Este aspecto resulta esencial para la comprensión del espacio 4 Sánchez, M. (16 de julio de 2013). Edificio Guadalupe Victoria, su historia y desastre. Informarte. Recuperado en http://www.informarte.mx/gobierno/noticias-locales/edificio-guadalupe-victoria-su- historia-y-desastre/ 32 que el habitante de la calle sobre la calzada Independencia utiliza. Principalmente se busca territorializar (ocupar y apropiar) donde lo que caracterice al espacio sea una acción de tránsito y no de aglomeración ciudadana ya que su cotidiano se compone de aspectos que el mismo habitante asume son parte de un juicio público. En este sentido, la calzada Independencia es idónea para este objetivo, pues se vincula a espacios de gran relevancia para la conectividad tapatía. En primer lugar, paralela a la calzada se emplazan las calles Independencia y 16 de septiembre, que conectando latitudinalmente la ciudad de Guadalajara, donde además transita el “macrobus”, siendo parte estructural de la red de transporte público que de manera lineal atraviesa la ciudad. Este hecho además también se vincula a los propios habitantes quienes utilizan el espacio como un medio de subsistencia, pues al ser transitado por los ciudadanos se vinculan en términos económicos, en primera instancia la mendicidad, trabajos en artesanía con materiales reciclados o cuidado y lavado de automóviles. Además, reconociendo algunas acciones propias de su situación de extrema vulnerabilidad tales como el comercio sexual y transporte de drogas o “mulaje” (sin olvidar la dependencia a las mismas). Por otro lado, de forma perpendicular se localizan las calles Washington y Niños Héroes, arterias de importancia relativa para la ciudad pues sirven de descongestionantes a las avenidas Lázaro Cárdenas y Juárez, además (en sentido sur y norte respectivamente) de verse conectada por una serie de sistemas de glorietas o rotondas por todo el territorio. El trazado de estas arterias, al ser de primera categoría por la carga vehicular que experimenta, limita el tránsito peatonal puesto que atravesar estas vías es dificultoso y riesgoso, lo que implica una capacidad real de la calzada sumamente limitada, transformándola en una verdadera isla urbana que ha propiciado el establecimiento de territorios donde las personas que habitan la calle pueden estructurar y producir sus espacios domésticos para configurar lo medular de su vida cotidiana. 33 2) Eje con una densidad importante de equipamientos e infraestructura urbana en un evidente abandono y deterioro:Si bien a la fecha existen inversiones para el restablecimiento de parte del paisaje de la ciudad, es evidente el constante abandono de propiedades, terrenos y edificios en el sector. Su explicación es variada y cada caso puede ser entendido de manera multidimensional, pero a grosso modo se puede observar a una escala metropolitana la perdida de la centralidad con un movimiento hacia el oeste, donde se consolida en el municipio de Zapopan los barrios financieros y comerciales. Pese a esto, Guadalajara está en una constante reinvención5, pero en el sector donde se analiza el territorio de las personas que habitan la calle, se pueden apreciar algunos hitos urbanos que considerablemente están en situación compleja a deplorable, por lo que se hace altamente necesario establecer una tipología que permita desarrollar un análisis de manera integral: A) Estado de abandono medio: Condominio Guadalajara: Ubicado en avenida 16 de septiembre N° 730, y construido en el año 1963 por el arquitecto Julio de la Peña, es uno de los edificios de mayor antigüedad de la ciudad. En la actualidad, se encuentra desocupado por una serie de efectos tanto telúricos como antrópicos. Las personas que habitan la calle en el sector no se relacionan con el edificio más allá de la explanada. B) Estado de abandono alto: Edificio Guadalupe Victoria: Inmueble construido en el año 1962 por el arquitecto Guillermo Quintamar, ubicado en la calzada Independencia N° 1045, tenía por objetivo ser una residencia moderna para pensionados del estado, pero dichos sueños se vieron truncados por las explosiones de gaseoductos ocurridas en el año 1992. Las personas 5 Un ejemplo de esto es el parque Morelos, donde se proyecta un cluster creativo de inversión tanto pública como privada. Pretendiendo atraer un reflujo de reconfiguración urbana. 34 que habitan la calle en el sector, en muchas ocasiones (tras sus propios relatos), ingresan al inmueble principalmente para conseguir refugio o consumo de drogas. Museo de Arqueología de Occidente de México José Parres Arias: Espacio ubicado entre las avenidas 16 de septiembre e Independencia, sobre la calzada Campesinos. Esta estructura también fue diseñada por el arquitecto Julio de la Peña en el año 1959. El inmueble se encuentra en abandono, a pesar de su fachada que se aprecia en buenas condiciones, el problema principal es que, frente a su emplazamiento, sobre la avenida Independencia se encuentra el parque Agua Azul, este para poder ser un hito urbano durante el siglo XX. Presentó obras de gran envergadura, donde se entubaronlas aguas superficiales y generó un colapso en el manto freático del sector, por lo que todo el espacio analizado presenta una alta concentración de humedad, produciendo un conflicto constante con los objetivos propios de un espacio museo y siendo sumamente complejo repararlo en términos estructurales. Este espacio se presenta como uno de mayor importancia para el contexto de la investigación, puesto que en sus alrededores se produce la mayor densidad den ocupación por parte de las personas que habitan la calle, desarrollando usos y espacios domésticos, siendo un eje angular para el establecimiento de su vida cotidiana. C) Espacios con un abandono muy alto: Ex gasolinera de Niños Héroes con 16 de septiembre: espacio en ruinas que se consolida como un baldío donde muchos habitantes de la calle configuran su cotidiano o parte importante de él, a partir del uso para el consumo de drogas, principalmente metanfetaminas de muy baja calidad. Los informantes además declaran que en este espacio se producen varias transacciones y, su uso se determina puesto que se 35 entiende como mayor seguridad, esto a partir de la intimidad que genera. 3) Eje con una cercanía relativa a espacio de consumo urbano o centralidades metropolitanas: la calzada Independencia tal como se ha planteado es parte de una estructura urbana de mayor importancia, esta se configura como la centralidad fundacional de la ciudad de Guadalajara, en ese sentido la calzada se proyecta al norte hacia el mercado San Juan de Dios y la Plaza de las Cruces, espacios que permiten el abastecimiento de laspersonas que habitan la calle. Por otro lado, hacia el oeste se encuentra un espacio donde existe una fuga de habitantes que migran de manera local y generalmente individual. La avenida Chapultepec se presenta como otro espacio atractivo para el desenvolvimiento cotidiano, pues aprovechan el uso de suelo de la zona, pero tal como se plantea en este espacio ya no se concentran en colectividades, sino que ocupan generalmente espacios reducidos para su cotidiano, teniendo una movilidad diaria de mayor dificultad, puesto que en el día se desplazan a puntos fijos. Esta vinculación espacial se desarrolla de manera constante, la utilización del espacio se entiende como un elemento estratégico que los define, pero que parte de la complejidad de su existencia está dada porque cada acción cometida resignifica a su vez la calle, siendo una relación trialéctica entre el habitar, el espacio habitado y el territorio producido. Así estas zonas no son escogidas por azar, sino que existe una atracción por las características expuestas, estas son ejes donde las personas que habitan la calle pueden consumir la ciudad de acuerdo a sus propias capacidades y necesidades. La conciencia que se desarrolla de acuerdo a su propio territorio, es parte de la seguridad que mantiene el cotidiano de su existencia y por lo tanto su acción constante tendrá que ver con la resignificación de un espacio que normativamente tiene un denominación, pero el uso y ocupación que le dan es radicalmente distinta. 36 Ilustración 2 Mapa de morfología en abandono sobre la Calzada Independencia. Fuente: Elaboración propia. Finalmente la calzada Independencia muestra una alta densidad de estructuras en abandono, esto tiene un origen tanto público como privado, donde el desinterés en la renovación y reactivación urbana, ha desarrollado una política pública que aparentemente ha presionado a la especulación, es así como de manera acumulativa, se han permitido paulatinamente cotidianos patológicos socialmente hablando, como es el consumo/ venta de drogas y prostitución, pero que cada cierto tiempo se ve frenado por actuar violento tanto de las fuerzas policiales como civiles. 37 Capítulo II 2. Una mirada microgeográfica: desde la geografía humana a la geografía de la vida cotidiana. El siguiente capítulo da cuenta de la posición teórica de la investigación, esta entrega un planteamiento sistémico de la geografía humana, como una ciencia que para desarrollar sus objetivos de investigación busca de manera simbiótica el apoyo de diferentes postulados, ideas, posicionamientos y cuerpos metodológicos. Esto en función además de la coherencia del discurso geográfico que siempre se entenderá desde lo contextualizado (tiempo) y situado (espacio) respecto a las problemáticas planteadas. La geografía humana para el estudio de las personas que habitan la calle no sólo se relaciona a la influencia espacial que implica la calle (como unidad territorial), sino que además plantea la relación de los actores en la producción del espacio como una superficie habitable y con sentido de pertenencia. Es por esto que, el planteamiento teórico se presenta de manera deductiva, donde se parte de los albores de la ciencia, como un posicionamiento que le da relevancia a los seres humanos en tanto son actores que no sólo perciben, sino que además construyen el espacio, desde la relación con los mismos y los otros, en función de un ambiente y entorno dado que tienen la capacidad de modificar, transformar y adaptar en pos de los objetivos que como colectivo se planteen (y requieran). La geografía humana ha enfrentado a una serie de contextualizaciones, donde la definición dentro de las ciencias sociales sólo se entenderá como un proceso simbiótico y acumulativo, donde aportes de la geografía regional, cultural, política y económica, entre muchas otras, refuerzan la definición desarrollada por las escuelas estadounidenses en los años ochenta, planteando su relevancia como: “ciencia de las interacciones sociales, o más precisamente, como el estudio del efecto de la distancia sobre las interacciones sociales. Esto quiere decir que se deja de privilegiar las relaciones verticales hombre/ medio ambiente natural, como era lo usual en la tradición videleana, para destacar las solidaridades horizontales 38 que los hombres tejen entre sí dentro del espacio geográfico” (Giménez G. 2009: 74). Abordar entonces el espacio geográfico como un producto de relaciones sociales, no parte de una posición necesariamente antropocéntrica, esto pues el planteamiento es que el ser humano se constituye socialmente en y por un ambiente6. Lo social finalmente es parte constante de lo natural, la geografía humana no aleja al hombre de la naturaleza, más bien lo incluye como una totalidad compleja de interacciones, que la interpretan dándole sentido de acuerdo con las posibilidades y limitaciones, que como individuos y colectivos enfrenten. El enfoque teórico que plantea la investigación se da entonces, desde el importante camino recorrido por la geografía humana, siendo el contexto de su aplicación la síntesis que se puede establecer en el espacio social. Este otorga la pauta como un sistema organizado en posiciones que se entenderán por la relación cotidiana de unas con otras (Giménez, 2009). Cabe destacar que, el sistema de relaciones y posicionamiento de sus elementos se comprenden en un contexto y una situación (estar- siendo) puesto que la única constante del espacio es su capacidad de cambio y dinamismo. Es en ese sentido que la canalización, síntesis y análisis de las relaciones sociales basadas en las posiciones de sus habitantes, se dará en el marco de la visualización del relato de sus experiencias territoriales que se expresa en la espacialidad cotidiana que enfrentan, construyen y significan. Así, la geografía humana se condensa en un espacio particular, donde su marco es la escala estratégica de los habitantes que, segundo a segundo están territorializando la calle a partir de la transformación de un espacio público y de tránsito a uno doméstico concentrado en la intimidad para continuar el juego de relaciones donde transita el poder, delimitando su propio mapa de la ciudad. 6 Es importante comprender que dicho postulado no plantea un determinismo ambiental, sino más bien vincula la idea que los actores y/o colectivos (habitantes), expresan su existencia espacialmente, siendo sus rugosidades las que desarrollan a modo de estrategias en términos territoriales, a través de un cotidiano, que es (en recursividad) espaciotemporal. 39 La geografía humana se canalizara a partir de la vida cotidiana de sus productores, entendida como una reflexión espacial que de manera estratégica habitantes/ colectivos desarrollan en respuesta a las condiciones estructurales de contexto y situación, expresadas en su quehacer diario (Lindón, 1999). La reflexión cotidiana es una condición de respuesta por parte de cada individuo que habita en un espacio, siendo su posición y rol lo que determina la experiencia territorial (vivida, percibida y concebida); desarrollando una relación con una estructura macro transformando situaciones micro. Es en esta línea donde la microgeografía será la mirada para validar el análisis espacial, desde una escala geográfica y temporal reducida a las vivencias (cotidianas) de habitantes o pequeños colectivos, la microgeografía entonces no se acota a una pequeña zona sino que más integra las condiciones macro en un análisis de espacio- temporalidad experiencial, dialogando con una parte de la totalidad social. Por último, es importante destacar el anclaje teórico que significa la microgeografía en el análisis cotidiano desde las perspectivas de la geografía humana, esto pues la validación
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