Logo Studenta

Comportamiento reproductivo - S McDonnell - ARS

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

Comportamiento reproductivo de padrillos y yeguas: comparación de vida en libertad y 
servicio dirigido
Sue M. McDonnell
(Traducido de: “Reproductive Behaviour of stallions and mares: comparison of free-running 
and domestic in-hand breeding.” Animal Reproduction Science 60-61 (2000) 211-219).
Resumen
Basados en estudios observacionales comparando la organización social y el comportamiento 
reproductivo de equinos en libertad, criados en forma salvaje, semi-salvaje, y condiciones 
dirigidas, presentan una serie de comparaciones y descubrimientos sobre fisiología reproductiva 
y comportamiento son presentados. Los cambios simples en el manejo y manipulación de 
yeguas y padrillos pueden mejorar la eficiencia reproductiva y fertilidad, son discutidos en este 
texto los cambios que pueden producir problemas específicos durante los servicios. 
1. Introducción
Una curiosidad que ha perdurado en la ciencia de reproducción equina y la práctica veterinaria 
es la aparente disminición de los índices de vigor sexual y fertilidad, y el aumento de índices de 
disfunción del comportamiento sexual entre caballos domésticos comparados con equinos 
reproducidos en libertad. Por ejemplo, padrillos en manadas montan frecuentemente, cada una a 
dos horas a lo largo del día y la noche con una excelente fertilidad. Para la mayoría de los 
padrillos utilizados en servicio dirigido, la libido y la fertilidad se reducen con un programa de 
uno o dos servicios por día.
Este trabajo presenta una serie de ejemplos de diferencias observadas en la organización social 
reproductiva y comportamiento de caballos salvajes, semi-salvajes y en manada comparados 
con caballos utilizados en servicio dirigido que probablemente influyan en la eficiencia 
reproductiva y la fertilidad. Basados en éstas diferencias, los cambios en manejo y manipulación 
de caballos en servicio dirigido son discutidos como una estrategia para mejorar sus eficiencias 
reproductivas o para aliviar las disfunciones en el comportamiento sexual en animales 
particulares. Estas observaciones serán presentadas en la forma de una serie de conceptos, los 
cuales yo creo que son “importantes lecciones” aprendidas de la observación de equinos 
salvajes. Para la mayor parte, los conceptos presentados se originan en las observaciones 
recopiladas por el autor y de datos de estudios de campo de caballos domésticos en manada y en 
manadas de ponies semi-salvajes y de ponies y burros juntos, con investigaciones de 
laboratorios y experiencia clínica en el Equine Reproductive Behaviour Laboratory de la 
Universidad de Medicina Veterinaria de Pensylvania en New Bolton Center, durante el período 
de 1981 a 1999. Esta experiencia incluye colaboración con otros científicos, estudiantes, 
veterinarios y administradores de haras.
2. Un padrillo de harén y sus yeguas interactúan casi continuadamente
Un sorprendente y consistente rasgo del comportamiento reproductivo entre equinos criados en 
libertad es que el padrillo del harén y sus yeguas están juntos y están interactuando 
continuadamente momento a momento alrededor de todo el año. La frecuencia e intensidad de 
las interacciones sexuales varían a lo largo del año, sin embargo continuan en forma constante. 
Durante todo el año el comportamiento interactivo entre el padrillo y sus yeguas (como estros, 
diestros, anestros, o preñez) incluye el cuidado de las yeguas, periódicos acercamientos y 
retiradas, e investigaciones olfativas de orina y heces. Cuando una yegua está en estro, la 
frecuencia de las interacciones entre un padrillo y una yegua se incrementan a cientos de esos 
encuentros y comunicaciones por día y con secuencias de retajeo precopulatorios con intervalos 
de pocos minutos. La frecuencia y el tipo de interacción también parece variar entre yeguas 
individuales y padrillos, pero ninguna es marcadamente frecuente y continua.
En contraste, en padrillos utilizados en servicio dirigido, a las yeguas no se les permite casi 
ninguna interacción que no sea otra cosa que una precopulatoria breve y dirigida 
inmediatamente antes del servicio. Considerando, la marcada diferencia en oportunidades para 
la interacción, es notable que la mayoría de los padrillos domésticos pueden tener una actividad 
normal de servicios con un mínimo contacto precopulatorio con las yeguas. Algunos padrillos 
nunca tocan a una yegua o contactan con orina, heces, o secreciones urovaginales de yeguas 
antes montar o antes de la recolección de semen. Esto es probablemente debido a la habilidad 
de la mayoría de los padrillos responder a estímulos subóptimos, tanto naturalmente o como 
resultado de un condicionamiento. Hay padrillos, sin embargo, que simplemente requieren 
mayor interacción con yeguas para servirlas más eficientemente. Mientras la mayoría de los 
encargados de los haras intuitivamente reconoce y acomodan éstas necesidades aparentes, 
algunos esperan que todos los padrillos hagan las cosas bien con un contacto limitado y 
perciben una respuesta inadecuada en ciertos padrillos como disfunciones del comportamiento 
sexual. En nuestra práctica clínica, muchos padrillos que han sido referidos con disfunción del 
comportamiento sexual, particularmente los padrillos novicios mas lentos, han mejorado y se 
han vuelto exitosos cuando simplemente se le han provisto mejor acceso a las yeguas. El 
aumento en el acceso ha sido logrado con prolongados retajeos dirigidos, colocando el padrillo 
en un box al lado de una yegua o en un establo con muchas yeguas, a lo largo de una cerca 
segura de un potrero adyacente con yeguas, o en un “box de retajeo” dentro de un potrero con 
yeguas, o directamente suelto en un potrero con yeguas. 
Se observaron en equinos de harén que los padrillos de harén muestran una conducta diferente 
hacia las yeguas en relación al status social. Yeguas maduras dentro de un harén son 
custodiadas y retajeadas activamente y servidas por el padrillo del harén. Yeguas jóvenes de un 
harén son custodiadas celosamente de forma similar por el padrillo del harén, excepto en el 
estro. Cuando están en estro, las yeguas jóvenes no son muy custodiadas por el padrillo del 
harén, y se les permite merodear entre harenes vecinos y grupos de machos jovenes “solteros”. 
No son retajeadas ni servidas por el padrillo. Las yeguas jóvenes que pasan cerca o son de 
bandos vecinos típicamente no son protegidas, cortejadas o servidas; ellas pueden ser toleradas 
por el padrillo como visitantes por breves períodos en la periferia del harén o pueden ser 
auyentadas activamente por el padrillo. Yeguas maduras de otros bandos son rechazadas 
activamente por el padrillo y por las yeguas del harén. Esto indica que los padrillos tienen la 
capacidad para reconocer y comportarse en forma diferente de acuerdo a las categorías sociales 
de las yeguas. En el servicio dirigido con padrillos, hay ocasiones en que el padrillo no puede 
aceptar o no puede desempeñarse tan bien con una yegua o yeguas en particular. Tal vez en 
tales casos, pueden estar influenciando mecanismos naturales para la aceptación de ciertas 
hembras y el rechazo de otras. 
2.1. La yegua juega un importante rol en la regulación del tiempo (timing) de copulación.
Observaciones en la monta de equinos en libertad indican que la hembra juega un papel 
importante en el apareamiento, en la estimulación del macho, en el tiempo y lugar de la monta 
que lo habitualmente permitido en el servicio dirigido. En libertad, la yegua en estro es mucho 
más activa, generalmente incrementa sus movimientos de aproximación al padrillo. En caballos 
de manada y en manadas de poneys semisalvajes, por ejemplo hemos observado que durante el 
estro temprano casi todas las interacciones sexuales comienzan con la yegua acercándoseal 
padrillo, en contraposición al acercamiento del padrillo a la yegua. A medida que el estro 
progresa, la frecuencia de acercamientos del padrillo a la yegua se incrementa. No obstante, casi 
todas (88%) las interacciones precopulatorias del padrillo y la yegua que llevan a una cópula 
exitosa son iniciadas por la yegua acercándose al padrillo, en contraposición a la del padrillo 
acercándose a la hembra. La postura receptiva estática de “caballete” de la yegua parece 
eventualmente estimular al padrillo a la monta, pero la aproximación cabeza a cabeza de la 
yegua al padrillo seguida de movimiento de la grupa en dirección a la cabeza del padrillo, 
aparece como el estímulo más importante para el interés sexual inicial del padrillo. Durante las 
interacciones seguidas de un padrillo con una yegua durante los días de estro, hay usualmente 
un patrón aparente de aumento de atracción y receptividad de la yegua. En los días tempranos 
del estro, la mayoría de las yeguas parecen ambivalentes, se acercan al padrillo inicialmente 
parecen solícitas durante la interacción precopulatoria, y luego se resisten y termina la 
interacción justo antes o cuando el padrillo inciaba la monta. En muchos casos, ante el retajeo 
continuado y persistente del padrillo durante periodos de tiempo prolongado, la yegua tolera la 
monta. Aún cuando la persistencia del padrillo induce a una eventual tolerancia, es claro que la 
conducta de la yegua más que la del padrillo inicia las interacciones y determina el tiempo del 
apareamiento. El rol activo de la yegua continúa durante la cópula. Sus movimientos y posturas 
facilitan la intromisión y parece acomodar al padrillo durante la eyaculación. 
En contraste, en EEUU y en muchas otras regiones del mundo, el rol activo de la yegua durante 
el servicio es limitada por las prácticas de manejo. Por ejemplo, el énfasis en la preparación de 
la yegua para el servicio es aplicar sujeción para asegurar inmovilidad antes que el padrillo sea 
traido hasta la yegua. Los métodos típicos de sujeción, por ejemplo una mordaza en el labio o en 
la oreja, o una pata delantera levantada, producen posturas del cuerpo visiblemente diferentes de 
la postura receptiva de estro de la yegua. Los encargados de los padrillos a menudo llevan al 
padrillo a la la grupa de la yegua, limitando deliberadamente el acceso del padrillo a la cabeza y 
a la parte delantera del cuerpo de la yegua.
La práctica de sujetar a la yegua para el servicio natural dirigido por los padrillos adiestrados 
tiene una base razonable en dar seguridad a los animales y al personal. Las yeguas que están en 
los estadíos ambivalentes del estro temprano o que están al comienzo del diestro son una 
amenaza a la seguridad del padrillo y del personal cuando se trabaja en su cercanía.
La mayoría de los padrillos domésticados con experiencia y una libido vigorosa, responden 
adecuadamente con yeguas sujetadas, así como lo hacen con un súcubo artificial o maniquí. Sin 
embargo, cuando se trabaja con un padrillo novato lento o con un padrillo de baja libido, es útil 
permintir el estímulo natural de la yegua. Cambios simples en el manejo que permitan una 
mayor movilidad a la yegua y menor alteración de su postura normal de estro a menudo 
mejorarán la respuesta sexual y la eficiencia en la conducta del padrillo. Si no es seguro o 
factible permitir la interacción natural, algunos elementos de la postura y conducta de la yegua 
en estro pueden ser imitados. Por ejemplo, hacer caminar a la yegua desde una distancia hacia el 
padrillo puede ser más estimulante que traer el padrillo hacia la yegua. Permitir un acercamiento 
cabeza-cabeza de la yegua y el padrillo, y permitir al padrillo olfatear, lamer, y hocicar a la 
yegua en la típica secuencia desde (cabeza, cuello, hombro, flanco, cola y periné) son más 
típicamente estimuladores de ambos, el padrillo y la yegua, que una inmediata y direccionada 
aproximación del padrillo a los cuartos traseros de la yegua. Movimientos simples de la yegua, 
1 o 2 pasos hacia adelante o hacia atrás, o un cambio de posición de cabeza-cabeza a grupa-
cabeza pueden también ser estímulos fuertes y positivos para la mayoría de los padrillos. 
Permitir o animar a la yegua a girar la cabeza hacia atrás o flexionar naturalmente su pata 
delantera del lado del padrillo (la invitación natural a la monta) probablemente incrementará el 
interés sexual del padrillo. En forma similar, exponer al padrillo a una yegua que es 
medianamente agresiva o ambivalente en su primer encuentro, como ocurre en condiciones 
naturales, puede estimular la respuesta sexual en la mayoría de los padrillos.
Desde la perspectiva de la yegua, el contacto precopulatorio limitado permitido en servicio 
dirigido, puede ser factor causal de una alta frecuencia de resistencia de la yegua a la monta. El 
retajeo breve antes de la monta da poca oportunidad a la yegua de hacer la transición natural 
desde resistente hasta receptiva que muestran las yeguas en libertad. Además, la sujeción 
aplicada a la yegua a menudo parece provocar miedo y resistencia en yeguas que eran 
receptivas. La sujeción inhibe también el movimiento hacia adelante de la yegua durante el 
servicio, lo cual causa desconformidad e intolerancia. Mientras que las medidas de seguridad 
son siempre importantes, hemos encontrado en varias ocasiones que se puede alcanzar una 
mejor exitación sexual al aumentar la duración de las interacciones precopulatorias y reducir la 
sujeción física de la yegua.
2.2. La monta sin erección es normal y frecuente.
Entre equinos libres o en manada, la mayoría de las cópulas son precedidas por una o más 
montas sin erección. Esto es verdad tanto para padrillos novatos como para los experimentados. 
La relación de 2 montas sin erección por cada monta con erección se mantiene constante entre 
las especies de équidos. La monta sin erección, debe ser considerada como un elemento normal 
de la secuencia interactiva precopulatoria, tales como vocalizaciones, olfateos, hociqueos, 
mordiscos, o reflejo de Flehmen. Parece ser un test y/o inductor de la sólida conducta de estro 
de la yegua. 
En práctica de servicio dirigido en la mayor parte del mundo, a los padrillos no se les permite 
montar sin una erección. Si el padrillo montara sin erección, es común que el padrillero lo 
fuerce inmediatamente a desmontar, usualmente en una manera brusca disciplinándolo física o 
verbalmente. Las bases para la intolerancia a la monta sin erección del padrillo son sin duda 
complejas. Hay ciertamente razones de seguridad para evitar montas repetidas innecesarias. 
Cuando los servicios se realizan en áreas cerradas, montas adicionales incrementan el riesgo de 
lesiones a los animales y al personal. Además las yeguas sujetadas a menudo son menos 
tolerantes a montas repetidas y pueden resistirse en forma explosiva. Otra preocupación 
expresada por los padrilleros es que permitiendo a un padrillo montar sin una erección alarga el 
tiempo total del servicio. Datos recolectados en nuestro laboratorio y estudios clínicos indican 
que éste no es típicamente el caso. Para algunos padrillos novatos lentos, la monta sin erección 
puede acelerar el proceso de servicio.
La mayoría de los padrillos, aún desde sus experiencias de servicios dirigidos iniciales, pueden 
omitir montar sin erección y tener una carrera reproductiva eficiente. Pero para los padrillos 
lentos primerizos, es obviamente más eficiente permitirles montar sin erección. Esto requiere la 
selección de una yegua que tolere repetidas montas mientras es sujetada o una en la que se 
pueda confiar con una sujeción mínima o prescindir de ella.
2.3. La “desmonta” es única de los servicios dirigidos.
En los équidos que se reproducen en libertad, en los momentos que siguen inmediatamente a la 
eyaculaciónel padrillo necesita solamente relajarse sobre el lomo de la yegua. El padrillo 
aparece algunas veces mareado y tambaleante por unos pocos segundos. La yegua soporta al 
padrillo durante este periodo. Luego mientras el padrillo parece recuperar su alerta y estabilidad, 
ella camina hacia adelante facilitando el deslizamiento del pecho del padrillo sobre su grupa 
posibilitando un descenso suave del padrillo.
En contraste, durante el servicio dirijido se requiere usualmente que el padrillo desmonte 
activamente. Esto involucra levantar la parte delantera de su cuerpo mientras se desplaza hacia 
atrás, usualmente cayendo abruptamente sobre sus miembros delanteros. Esta desmonta activa 
parece requerir un esfuerzo considerable inmediatamente después del extraordinario trabajo que 
realiza con los mienbros posteriores para soportar el peso y los movimientos pélvicos durante la 
cópula. Algunos padrilleros hacen que el padrillo desmonte inmediatamente después de la 
eyaculación para dejar rápidamente el área de monta. La explicación usual es que ellos prefieren 
separar al padrillo de la yegua por razones de seguridad tan pronto como sea posible. Para 
algunos padrillos, particularmente los más viejos y/o con claudicaciones, la desmonta representa 
una experiencia negativa o dificultosa, particularmente cuando son apurados o cuando caen 
abruptamente sobre una superficie dura. Los padrillos pueden hiperextender una pata delantera 
o perder su apoyo cuando se los hace desmontar en forma apresurada. Aún después de 
sólamente algunas experiencias de este tipo, algunos padrillos parecen anticipar la experiencia 
negativa y se vuelven retisentes a montar o a eyacular. Algunos también pueden desmontar 
durante la eyaculación. Simples cambios de manejo pueden ser usados para reducir el indebido 
esfuezo de la desmonta. Por ejemplo hacer que la yegua camine hacia adelante luego de unos 
pocos segundos facilitando el descenso del padrillo, como lo harían en libertad. Superficies 
duras o resbaladizas alrededor de un súcubo, pueden ser modificadas para proveer de un apoyo 
más suave y seguro. Se pueden resolver la mayoría de los problemas modificando las conductas 
de manejo, acomodándolas a las necesidades o limitaciones del macho.
2.4. La función reproductiva de los padrillos es modulada socialmente
En los sistemas reproductivos de los equinos, algunos de los padrillos maduros ganan acceso a 
un harén o a territorios de monta, y algunos se quedan sin servir, estos son los denominados 
“solteros”. Recientemente se están conociendo diferencias importantes en la conducta y 
fisiología que resulta de tener status de soltero o macho de harén. Parece ser que el status del 
harén imparte una regulación de la endocrinología reproductiva y de la función que incluye 
incrementos en los niveles de andrógeno, conducta sexual y agresividad, mejora de la función y 
endocrinología reproductiva, tamaño de las glándulas sexuales accesorias, tamaño y 
consistencia testicular, y calidad seminal. El status de soltería imparte cambios opuestos.
En el haras o en los centros de monta con muchos padrillos, es común hospedar a los padrillos 
juntos en boxes, lejos de las yeguas. Los datos indican que el hospedaje grupal tradicional de los 
padrillos pueden imponer status de soltería en padrillos para servicio. Así es, que los padrillos 
que son dejados en piquetes con otros padrillos solamente, parecen tener una función 
reproductiva suprimida, comparada con los hospedados en boxes como el único padrillo con las 
yeguas. En padrillos hospedados las condiciones sociosexuales pueden ser manipuladas para 
efectuar cambios fisiológicos y de conducta correspondientes a aquellos de status de soltería o 
de harén. Tanto en animales de investigación como en casos clínicos, hemos encontrado que 
simplemente moviendo a un padrillo a un galpón con yeguas, éste puede incrementar la libido, 
los niveles de testosterona, el volumen testicular, y la eficiencia de producción de 
espermatozoides.
2.5. La erección espontánea y la masturbación son comportamientos frecuentes y normales de 
los equinos
Los padrillos equinos salvajes y los de manada sin importar la edad, el ambiente sociosexual, el 
status de soltería o de harén, o de la presencia de otras especies, exhiben erecciones espontáneas 
periódicas y movimientos peneanos denominados masturbación. Estas erecciones ocurren 
durante 3 minutos cada 90 minutos. La eyaculación es rara (menos de 0.01% de los episodios). 
La frecuencia de erecciones espontáneas y masturbación es la misma para los padrillos 
domésticos sin interesar la raza, el tipo de hospedaje, tipo y grado de trabajo, ambiente 
sociosexual, status reproductivo, niveles androgénicos, libido, o fertilidad. Erecciones 
periódicas similares son comunes para todos los mamíferos estudiados, incluyendo los 
humanos. Este fenómeno parece ser un comportamiento normal. 
Una parte considerable de los criadores de caballos y personas que manejan equinos ven aún a 
la erección espontánea y a los movimientos peneanos como inapropiados o de comportamiento 
anormal que deben ser eliminados. Los dispositivos anti-masturbación para padrillos aún son 
usados extensamente en muchas regiones del mundo. Desafortunadamente, anillos, abrojos y 
bragueros todavía pueden ser adquiridos en talabarterías y comprarse por catálogos. En 1995, un 
dispositivo de collar eléctrico recomendado para evitar la masturbación en los padrillos fue 
lanzado al público por un fabricante de Colorado (USA) y extensamente comercializado 
internacionalmente. Nuestras observaciones y estudios sistemáticos indican que los dispositivos 
anti-masturbatorios raramente reducen las erecciones espontáneas y los movimientos peneanos, 
pero en la mayoría de los casos incrementan la frecuencia y duración de los episodios. Sin 
embargo, los cuidadores de los caballos continuan tratando de detener ese comportamiento. En 
nuestra clínica observamos muchos casos cada año que presentan daños en el pene asociadas 
con los dispositivos anti-masturbatorios, y que ademas presentaron disfunciones de la libido, 
erección y/o eyaculación.
2.6. Las yeguas en libertad aparecen altamente fértiles sobre el primer celo postparto
Observaciones en caballos que se reproducen en libertad sugieren que el primer estro postparto 
es altamente fértil. Por ejemplo, hemos tomado una manada de ponies criados bajo condiciones 
semi-salvajes por varios años en los cuales todos los eventos de servicios, preñez, y pariciones 
fueron registrados. En aquella manada, casi todas las yeguas con cria al pie quedaron preñadas 
en el estro postparto (57 hembras de 60 totales). Casi todas las preñeces llegaron a término (55 
de 57). Los factores relacionados a esta manada en particular incluyen distocias no conocidas, 
membranas fetales retenidas, endometritis postparto, o complicaciones peripartales. Una 
diferencia notable en el comportamiento de estas yeguas semi-salvajes comparadas con aquellas 
yeguas domésticas es un incremento extraordinario en la actividad física durante el periodo 
cercano al parto comparado con cualquier otro periodo. Inmediatamente después del parto, la 
actividad de la yegua se incrementa marcádamente (de 2 a 10 veces del rango promedio 
estacional de los pasos). Este incremento parece estar asociado con 1) una vigilancia más 
intensa por el padrillo para mantener a la manada a una distancia mayor que la usual de otros 
grupos y 2) a la protección constante de la yegua hacia el neonato en este periodo. La actividad 
postparto alcanza típicamente un máximo durante el primer estro postparto y luego disiminuye a 
los promedios estacionales alrededor de las 3 semanas después de la parición. En contraste, las 
yeguas domésticas experimentan típicamente una disminución en la actividadfísica 
inmediatamente antes y por algún tiempo después de la parición, en asociación con la práctica 
de aumentar el confinamiento en el periodo periparturiento. Estas observaciones sugieren 
futuros estudios para investigar los posibles efectos positivos de la actividad locomotora 
aumentada sobre la involución uterina y la ferilidad postparto. 
2.7. La organización social y el comportamiento de crianza de los burros es diferente de 
aquella de los caballos
Hay al menos dos tipos distintivos de organizaciones sociales en los équidos. Los caballos 
domésticos, los caballos salvajes Przewalski, y algunas cebras se reproducen en grupos de 
harénes de un padrillo con varias yeguas. Los burros domésticos, la mayoría de los asnos 
salvajes, y las cebras son reproductores territoriales, un sistema en el cual cada macho cuida un 
territorio y de este modo tiene acceso a servir a las hembras que pasan a través o residen dentro 
del territorio. Hay notables diferencias en el apareamiento y en el comportamiento 
precopulatorio entre los caballos y los burros que reflejan la organización de tipo territorial o de 
harén. Por ejemplo, las burras en estro forman un grupo sexualmente activo localizadas a una 
corta distancia del burro. Estas burras, como las vacas, se retajean y se montan unas a otras. Este 
comportamiento sexual entre hembras parece estimular el interés y la respuesta sexual del burro. 
Éste no agrupa ni cuida a las burras como lo hace un padrillo equino, sino que suele pararse 
fuera del sector en un aparente desinterés, esperando a que el grupo sexualmente activo se 
acerque. En contraste con los padrillos, el burro logra la erección a distancia de las burras, 
mientras marca territorio y se muestra desinteresado. Se aproxima y monta inmediatamente 
después de la erección. El comportamiento copulatorio actual incluyendo tiempo hasta la 
inserción, número de movimientos pélvicos y tiempo total de monta es similar entre los caballos 
y los burros, como hemos encontrado en casi todas las especies de équidos estudiados.
Tradicionalmente (al menos en E.E.U.U.), los burros sementales han sido considerados lentos y 
difíciles de utilizar en servicio dirigido. El reconocimiento y el ajuste a la organización social 
territorial y a las diferencias asociadas al comportamiento precopulatorio entre caballos y burros 
pueden mejorar marcádamente la eficiencia del servicio dirigido en los burros. Por ejemplo, los 
burros sementales son notoriamente lentos para adquirir erección y montar durante el servicio 
dirigido si el burro es obligado a retajear las burras como lo hacen los padrillos. Aproximarse a 
las condiciones naturales permitiendo al burro mantenerse a una distancia de la hembra o 
moverse libremente en un área grande con la hembra atada con cabo largo, para que ella 
obtenga su atención con sus movimientos, puede reducir el tiempo de servicio dentro de los 
rangos normales para los burros en libertad (minutos). Proveyendo un grupo sexualmente activo 
de burras puede además mejorar el tiempo de respuesta del burro.
	Sue M. McDonnell
	Resumen
	2.Un padrillo de harén y sus yeguas interactúan casi continuadamente

Continuar navegando