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Claudia-Romo-Sabugal-

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Universidad Virtual 
Escuela de graduados en Educación 
 
 
La autorregulación y los estilos de aprendizaje en 
los alumnos de nivel universitario 
 
 
Tesis que para obtener el grado de: 
Maestría en Educación con 
Acentuación en Desarrollo Cognitivo 
Presenta: 
Claudia Romo Sabugal 
 
Asesor Tutor: 
Dra. Claudia Tamez Herrera 
 
Asesor Titular: 
Dr. Armando Lozano Rodríguez 
 
 
 
 
 
 
Querétaro, Querétaro, México Octubre 2014 
 
 
ii 
 
DEDICATORIAS 
 
 
 
A mis hijos. Alan y Regina 
Por compartir su tiempo para que yo 
alcanzara este sueño. 
Los amo. 
 
A mi Esposo. Francisco Chavolla 
Por todo su apoyo, su amor, 
su paciencia y por estar conmigo 
en las buenas y en las malas. 
 
A mi padre. José Enrique Romo 
Por quererme como soy e impulsarme 
a ser mejor. 
 
A mis hermanos. Ma. Alejandra y Enrique 
Que han compartido conmigo la vida, 
 los retos y los sueños. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iii 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
 
 
Al Dr. Armando Lozano Rodríguez: 
 Por su apoyo, 
 orientación y acompañamiento 
 
A la Dra. Claudia Tamez Herrera 
 Por confiar en mí, por su dedicación, 
Por acompañarme en este camino con apoyo y paciencia 
para culminar este reto. 
 
A Me. Aurora Castañón y Me. Leticia Hernández 
Por las facilidades para que se realizara este 
trabajo y lograra una de mis metas 
 
A los Profesores David Hernández Mier y Raúl Aldana Muñoz 
Por estar siempre dispuestos a ayudar y a brindar apoyo a sus compañeros 
 
A los alumnos y profesores de las Licenciaturas en Educación Primaria y Preescolar 
Porque con sus aportaciones contribuyeron a lograr este estudio 
y con ello, aprender y ser mejor docente 
 
 
 
 
 
 
 
 
iv 
 
 
RESUMEN 
 La autonomía implica el autocontrol del propio individuo, es decir, autorregulación, 
que permita decidir sus actuaciones y monitorearlas conscientemente, para convertirse en 
un adulto profesional y responsable frente a las situaciones que se le presenten. Cuando un 
joven universitario no la desarrolla, generará dependencia, delegará sus responsabilidades 
y decisiones en los otros. Considerando estas ideas se emprendió este estudio mixto basado 
en un diseño anidado concurrente de modelo dominante DIAC, para indagar cuál es la 
percepción que tienen los estudiantes normalistas, respecto a su desempeño como tales, 
cuáles son las actitudes, hábitos y creencias que en su proceso formativo y la percepción de 
sus profesores sobre cómo se desempeñan en sus clases. Se diseñaron y aplicaron diversos 
instrumentos. La investigación realizada mostró que los alumnos tienen deficiencias de 
autorregulación frente a los procesos de aprendizaje, ya que dependen de la dirección del 
docente, no muestran iniciativa ni compromiso con su formación, les hace falta reconocer 
su estilo de aprendizaje y aprovecharlo para elegir las estrategias, organizarse, administrar 
su tiempo de estudio y establecer un plan de vida. 
 El ejercicio de una profesión implica un proceso de formación personal en que 
intervienen la voluntad, el reconocimiento de las propias posibilidades y del estilo de 
aprendizaje que brindan a los universitarios el conocimiento de su profesión. La 
autorregulación permite poner en práctica los conocimientos adquiridos, de continuar 
aprendiendo y dirigir su vida según sus principios y convicciones. El ser humano busca el 
sentido de su vida, es deber de los educadores ayudar a sus alumnos a descubrir lo que cada 
uno de ellos puede llegar a ser, desde su realidad y brindando las herramientas para auto 
dirigir sus acciones, con responsabilidad, conocimiento flexible y capacidad para adaptarse 
a los cambios de la sociedad incierta y compleja de la que forma parte. Para favorecer la 
autorregulación de los alumnos universitarios se sugirieron diversas estrategias, 
especialmente la reflexión para guiar en el reconocimiento de sus logros, dificultades, 
aspectos a mejorar, así como la búsqueda de alternativas para ello. Para los docentes se 
propuso la diversificación de estrategias orientadas a los alumnos auditivos, visuales y 
kinestésicos. 
 
 
 
 
 
 
 
v 
 
 
ÍNDICE 
 
 Agradecimientos i 
 Dedicatorias ii 
 Resumen iii 
 Índice del contenido iv 
 Índice de tablas vi 
 Índice de figuras vii 
 Introducción ix 
1. CAPÍTULO 1. Planteamiento del problema 
1.1 Antecedentes…………………………………………………… ........ …… 1 
1.2 Planteamiento del problema………………………………………… …… 8 
1.3 Objetivo de la investigación……………………………………… . ……… 9 
1.3.1 Objetivos específicos 
1.4 Justificación………………………………………………………………. 10 
1.5 Limitaciones y delimitaciones……………………………………………. 15 
2. CAPÍTULO II. Marco teórico 
2.1 La sociedad del conocimiento…………………………………………….. 19 
2.1.1 Los profesionistas en la actualidad……………………………….. 22 
2.1.2 Profesionalización y desarrollo de competencias………………… . 24 
2.2 Competencias para la vida…………………………………………… ....... 28 
2.2.1 La autonomía como competencia ………………………… .......... 41 
2.2.2 El perfil del individuo autónomo………………………… ............ 44 
2.3 La autorregulación y el proceso educativo ……………………………… 45 
2.3.1 Regulación vs autorregulación…………………………………… . 47 
2.3.2 Los procesos de autorregulación en la vida del individuo………. . 49 
2.3.3 La autogestión en los procesos de aprendizaje………………….. ... 51 
2.3.4 La intervención docente orientada al desarrollo de la 
autorregulación. ................................................................................ 53 
2.4 Autorregulación y estilos de aprendizaje………………………………….. 57 
2.4.1 Estilos de aprendizaje……………………………………………. .. 58 
2.4.2 El aprendizaje y la autorregulación ……………………………… . 62 
2.5 Autonomía y autorregulación…………………………………………….. . 64 
2.5.1 eficiencia académica y estilos de aprendizaje…………………… .. 66 
2.5.2 Aprendizaje y autoaprendizaje……………………………… ......... 68 
2.5.3 Autoevaluación..……………………………………………… ....... 71 
2.6 La profesión docente y sus retos……………………………………........... 72 
vi 
 
2.6.1 La autorregulación y el desarrollo de competencias docentes ......... 73 
2.6.2 Reflexión sobre la práctica………………………………… ........... 76 
2.6.3 Otras investigaciones relacionadas con la autorregulación y el 
aprendizaje………………………………………………………. 77 
3. CAPÍTULO III. Método 
3.1 La investigación en el ámbito educativo……………………………… 91 
3.2 La postura epistemológica como punto de partida (cuadrante de Pasteur) 93 
3.3 El tema de investigación y la alternativa metodológica seleccionada…… 100 
3.4 Los sujetos participantes: población y muestra del estudio……………… 101 
3.5 Los instrumentos de investigación y su diseño…………………………. 103 
3.6 Procedimiento para el acopio de información………………………… 104 
3.7 El análisis de los datos………………………………………………… 105 
4. CAPÍTULO IV. Análisis y discusión de resultados 
4.1 El referente necesario en los procesos de autorregulación en los procesos de 
aprendizaje……………………………………………………………… 107 
4.2 El enfoque en el aprendizaje y su relación con la autorregulación……… 108 
4.3 Habilidades que favorecen la autorregulación en los procesos de 
Aprendizaje…………………………………………………………………..124 
4.4 Los docentes y su percepción del desempeño de sus estudiantes……… 144 
4.5 Hallazgos sobre la información recabada……………………………… 
4.6 Análisis estadístico ……………………………………………………… 149 
5. CAPÍTULO V. Conclusiones 
5.1 La pregunta de investigación y la información revelada………………… 155 
5.2 Alternativas para promover la autorregulación en los procesos de 
aprendizaje…………………………………………………………………. 160 
5.3 Conclusiones…………………………………………………………… 163 
REFERENCIAS…………………………………………………………… .170 
Apéndice A………………………………………………………………… 174 
Apéndice B…………………………………………………………………. 176 
Apéndice C……………………………………………………………… …. 182 
Apéndice D…………………………………………………………………. 183 
Apéndice E………………………………………………………………… . 185 
Apéndice F…………………………………………………………………. 190 
Curriculum vitae…………………………………………………………… 192 
 
 
 
 
 
 
vii 
 
Índice de tablas 
 
Tabla 1. Clasificación de estilos de aprendizaje……………………………………….60 
Tabla 2. Características de los estilos de aprendizaje propuestos por Grasha- 
 Riechmann (1974)…………………………………………………………… 61 
Tabla 3. Tareas relacionadas con los estilos de aprendizaje…………………………. 70 
Tabla 4. Concentrado de promedios por nivel educativo de los alumnos 
 entrevistados…………………………………………………………………109 
Tabla 5. En tus clases generalmente realizas estas actividades……………………….131 
Tabla 6. Respecto a la entrega de tareas y trabajos en los alumnos entrevistados……133 
Tabla 7. Respuestas al inventario de hábitos de estudio aplicado a estudiantes 
 de las licenciaturas en educación primaria y preescolar. …………………...143 
Tabla 8. Datos paramétricos cuantitativos……………………………………………149 
Tabla 9. Tabla de frecuencias……………………………………………………….. 150 
Tabla 10.Tabla de medidas de tendencia central……………………………………. 150 
Tabla 11.Tabla de resultados…………………………………………………………151 
Tabla 12.Instrumento 3 datos del cuestionario de docentes………………………….152 
Tabla 13. Tabla de frecuencias……………………………………………………….153 
Tabla 14. Medidas de tendencia central de docentes…………………………………154 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
viii 
 
Índice de figuras 
 
Figura 1. Los pilares de la educación………………………………………………… 32 
Figura 2. Relación de los pilares de la educación con los contenidos 
 curriculares………………………………………………………………… 34 
Figura 3. Definiciones del término competencia……………………………………. 41 
Figura 4. Pasos para proporcionar auto instrucciones para guiar la propia 
 conducta………………………………………………………………….... 46 
Figura 5. Estilos de aprendizaje propuestos por Honey, P y A. Mumford………….. 61 
Figura 6. Estilos de aprendizaje visual, auditivo y kinestésico……………………… 62 
Figura 7. Desarrollo de la autonomía en relación con la heteronomía 
 (Kamii, 1982, p. 5)………………………………………………………… 65 
Figura 8. Teorías mediacionales ……………………………………………………. 69 
Figura 9. Modelo orientado al desarrollo de competencias (Ruiz, 2013)……………. 73 
Figura 10. Aspectos considerados en el MSLQ (Cuestionario sobre estrategias 
 para el aprendizaje autogestionado)………………………………………… 87 
Figura 11. Vinculación entre teoría pura y aplicada según Stokes sobre el 
 uso de los hallazgos producto de una investigación………………………… 94 
Figura 12. Concentrado de promedios por nivel educativo de los alumnos 
 Entrevistados…………………………………………………………………111 
Figura 13. Consideración de los alumnos respecto a si sus calificaciones 
 reflejan un aprovechamiento real…………………………………………….113 
Figura 14. ¿Cómo te percibes como estudiante?.......................................................... 116 
Figura 15. Cómo se perciben como alumnos universitarios…………………………118 
Figura 16. Forma en que puede considerarse el propio rendimiento en 
 relación con el de los compañeros del grupo………………………………..119 
Figura 17. Respuesta a la pregunta ¿Te gusta estudiar?..............................................121 
Figura 18. Respuesta más frecuente ¿A quién le atribuyes el éxito en el 
 estudio?.........................................................................................................122 
Figura 19. Factores atribuibles al alumno en relación con su propio proceso 
 de aprendizaje………………………………………………………………123 
Figura 20. Motivos por los que estudian la licenciatura en educación primaria 
 o en educación preescolar………………………………………………….124 
Figura 21. Respuesta de la pregunta ¿Sabes estudiar?.................................................126 
Figura 22. Estrategias empleadas para favorecer el aprendizaje……………………..127 
Figura 23. Consideración sobre la utilidad y eficacia de las estrategias empleadas…128 
Figura 24. Respuestas sobre ¿Dónde aprendieron las estrategias que emplean para 
 facilitar su aprendizaje?................................................................................ 132 
Figura 25. Sobre las prácticas más comunes entre los estudiantes 
 universitarios……………………………………………………………… 134 
Figura 26. Forma de proceder cuando una asignatura resulta difícil para el 
 Aprendizaje……………………………………………………………….. 136 
 
Figura 27. Respuesta a ¿Te gusta leer?........................................................................136 
Figura 28. Consideración sobre el nivel de comprensión lograda en la lectura……... 137 
ix 
 
Figura 29. Preferencia de actividades complementarias para el aprendizaje............... 139 
Figura 30. Dificultades enfrentadas por los estudiantes universitarios entrevistados.. 140 
Figura 31. Cualidades personales que les permiten aprender de manera eficiente….. 141 
Figura 32. Consideración sobre ser alumno pasivo o activo………………………….142 
Figura 33. Estilos de aprendizaje CHAEA………………………………………… 142 
Figura 34. Estilos de representación preferidos………………………………………144 
Figura 35. Consideración de los docentes respecto a si los estudiantes son 
 responsables en su propio proceso formativo ……………………………. 150 
Figura 36. Gráfica de resultados de alumnos…………………………………………151 
Figura 37. Gráfica de frecuencias…………………………………………………… 153 
Figura 38. Gráfica de resultados de docentes……………………………………….. 153 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
x 
 
Introducción 
 
 El desarrollo de la autonomía constituye una de las prioridades en el proceso 
formativo del individuo y en el desarrollo de competencias para la vida. Cualquier 
profesionista requiere de ciertos dominios que le permitan ejercer su carrera con los 
conocimientos, las habilidades y actitudes según su campo, pero también otros que al 
culminar su formación profesional le permitirán acceder a nuevos aprendizajes, por lo que 
aprender a aprender, iniciativa, autoformación, actualización y autoevaluación deberán 
desarrollarse en cualquier profesionista que desee ser competente, independientemente de 
su profesión. 
 Para reconocer la forma en que los docentes de nivel universitario deben intervenir con 
sus alumnos para favorecer los procesos de autorregulación y de autodirección del propio 
aprendizaje a través de la interacción en el aula de clase, se emprendió este estudio, a través 
del cual se buscó indagar qué influencia tienen los estilos de aprendizaje y cómo se puede 
favorecer el desarrollo de competencias para el autoaprendizaje y la autoformación en 
alumnos universitarios que cursan las licenciaturas en educación Primaria y Preescolar. 
 La falta de iniciativa, de seguridad, de autonomía dejan una huella en el individuo, 
desde la infancia resulta relevante atender este desarrollo tan importante en la formación de 
un adulto maduro. En el nivel universitario, los alumnos muestran carencias respecto a sus 
habilidades para enfrentar nuevos retos,esperan continuamente las indicaciones a seguir, 
no muestran iniciativa para plantear alternativas viables para ciertas situaciones. Se 
manifiesta como conformismo y excesiva dependencia de la persona del profesor, lo cual 
en un profesionista revela una carencia de habilidades de autoaprendizaje y de 
xi 
 
 
desarrollo en los rasgos del perfil de egreso de los jóvenes universitarios que deben ser 
capaces de hacer frente a la sociedad actual mediante el ejercicio de su profesión. El estudio 
realizado buscó plantear alternativas para promover en los alumnos universitarios 
habilidades para lograr la autodirección en sus procesos de aprendizaje que les permitan 
desarrollarse como sujetos autónomos, responsables que vivan plenamente. La autogestión 
de los propios procesos de aprendizaje resulta indispensable y requiere de un desarrollo 
sano de la persona, de una autonomía moral e intelectual para ejercer su libertad y 
participar en su propio desarrollo personal y profesional. 
Por ello el Capítulo I presenta la realidad que llevó a delimitar el problema de 
investigación, el planteamiento del mismo, los objetivos de la presente investigación, así 
como la justificación y las limitaciones y delimitaciones relacionadas con la 
autorregulación como una oportunidad para aprender. 
En el capítulo II se presenta un marco teórico que sustenta el fenómeno de la 
autorregulación como una competencia necesaria para el aprendizaje permanente de los 
estudiantes de licenciatura en educación primaria o de la licenciatura en educación 
preescolar; se revisarán los conceptos de autonomía, autoaprendizaje, autoconstrucción y 
autoevaluación y la relación que éstos guardan con los procesos de aprendizaje y con el 
desarrollo de competencias a partir de la revisión de las ideas de Freire, Vigotsky, Tobón y 
Perrenoud, entre otros, así como la propuesta formativa de la SEP (Secretaría de educación 
Pública) para las licenciaturas en educación preescolar y primaria, y la propuesta para la 
educación básica que considera las recomendaciones educativas realizadas a México a 
partir de la Conferencia Mundial de Educación para todos, realizada en Jomtiem en 1990 y 
xii 
 
que está estrechamente vinculada a la formación de nuevos docentes con un perfil que 
responda a las necesidades educativas del siglo XXI. 
En el capítulo III se presenta la propuesta metodológica a través de la cual se realizó 
el presente estudio, como un modelo mixto con diseño anidado o incrustado concurrente de 
modelo dominante (DIAC), los instrumentos diseñados y seleccionados para recabar la 
información, como el cuestionario dirigido a los estudiantes normalistas, que incluye un 
instrumento CHAEA y el de Ibarra (2001) para conocer los estilos de aprendizaje, un 
inventario de hábitos de estudio y el cuestionario previsto para los docentes de las 
licenciaturas en educación preescolar y en educación preescolar; se presenta el proceso de 
diseño y el de su aplicación. 
En el capítulo IV se revelan los resultados obtenidos en este estudio mixto, que 
integra tanto datos cuantitativos como cualitativos, y que revela la forma en que los 
estudiantes entrevistados perciben y enfrentan sus procesos de aprendizaje, cómo se 
consideran cómo alumnos, cuáles son sus estilos de aprendizaje y qué estrategias emplean 
para enfrentar cotidianamente sus deberes escolares; la visión de sus profesores respecto a 
la autonomía y a la autorregulación de sus alumnos y sobre su desempeño como estudiantes 
universitarios. Finalmente en el capítulo V se muestran los hallazgos obtenidos a lo largo 
de esta investigación, se pudo confirmar que los alumnos normalistas carecen de 
autorregulación en sus procesos de aprendizaje, que requieren de la guía constante del 
profesor para aprender, que no consideran al aprendizaje en una dimensión compleja, sino 
que lo relacionan con el cumplimiento de actividades y tareas solicitadas por el maestro; y 
se proponen algunas alternativas para favorecer los procesos de autorregulación en el 
aprendizaje de los alumnos universitarios, que pudieron reconocerse mediante esta 
investigación. 
xiii 
 
 
 
 Los docentes enfrentan en la actualidad el reto de contribuir a través de nuevas 
competencias para enseñar a la formación de sus alumnos en habilidades, conocimientos y 
actitudes que les permitan aprender a aprender como un medio para continuar aprendiendo 
a lo largo de su vida empleando las herramientas y estrategias para autorregular su 
aprendizaje y lograr el desarrollo de su autonomía para conducir su destino. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
I. Planteamiento del problema 
 Las nuevas generaciones enfrentan una realidad que las compromete a desarrollar 
conocimientos, habilidades y actitudes a lo largo de su proceso educativo, que les brinden 
oportunidades de crecimiento y realización personal para estar preparados y poder actuar en 
los ámbitos social, laboral y personal con autonomía suficiente para ser competitivos, 
responsables y capaces de adaptarse a las demandas de su tiempo. 
 Este capítulo integra la justificación del presente estudio, orientado a identificar la 
forma de favorecer el desarrollo de la autonomía que les permita a los jóvenes 
universitarios adquirir habilidades para la autorregulación en sus propios procesos de 
aprendizaje, ya que resulta indispensable al enfrentar los retos profesionales para ejercer la 
carrera de su elección con una visión de futuro que responda a las demandas de la sociedad 
del conocimiento en la que como país México, se encuentra inmerso. 
1.1 Antecedentes 
 El desarrollo humano, como disciplina científica, busca comprender y profundizar en 
el comportamiento humano. El estudio del desarrollo humano es una tarea en evolución 
constante, muchas de las preguntas que los científicos del desarrollo se han planteado, así 
como sus métodos y las explicaciones que han realizado se han transformado en los últimos 
años, gracias a esos cambios se puede apreciar el progreso en la comprensión sobre el 
desarrollo humano en la medida en que las nuevas investigaciones se edifican sobre las 
anteriores e incluso las cuestionan e integran en ellas los avances tecnológicos y los 
cambios en las actitudes culturales (Papalia, Wendkos y Duskin, 2004). 
2 
 
 La educación no está exenta de cambios y en los últimos años se ha visto influenciada 
por los avances científicos y tecnológicos, los cuales han brindado a los docentes y padres 
de familia nuevas teorías, herramientas, conocimientos y alternativas para intervenir 
positiva y adecuadamente en la formación de mejores individuos que puedan ejercer la 
ciudadanía con compromiso, de tal forma que se logre mejorar la calidad de vida de las 
sociedades, por ello resulta necesario contribuir al desarrollo humano de las nuevas 
generaciones. 
 El desarrollo humano implica las dimensiones física, cognoscitiva y psicosocial, cada 
dimensión representa para el individuo el desarrollo de diversos dominios entrelazados; a lo 
largo de su vida cada uno afecta a los otros, a la vez que cada uno es importante por sí 
mismo (Papalia, Wendkos y Duskin, 2004). 
 El individuo debe desarrollar habilidades, conocimientos, actitudes y valores para ser 
competente, de tal forma que pueda construirse a sí mismo desde su realidad e 
individualidad, considerando que como ser social su comportamiento afecta e influye a los 
que le rodean. Una competencia es la capacidad de actuar de manera eficaz en una situación 
específica, que requiere de conocimientos habilidades y actitudes y que es resultado de su 
conjunción y que se manifiesta en su aplicación en situaciones prácticas (Perrenoud, 2002). 
 En el ámbito educativo resulta necesario que el sujeto, a través de un proceso formativo, 
desarrolle capacidades para conducir su vida, asumir supropia existencia y tomar las 
decisiones adecuadas a su propia realidad. La autonomía debería constituirse como uno de 
los aprendizajes a lograr a través del proceso educativo, considerando su trascendencia para 
la vida del individuo. 
3 
 
 En las nuevas generaciones es notoria la necesidad de desarrollar un grado mayor de 
autonomía que les permita a los individuos sentirse seguros de sus decisiones, de 
enfrentarlas con responsabilidad y con sentido crítico. La iniciativa dota al sujeto de la 
posibilidad de enfrentar situaciones de diversa índole con la intención de encontrar y 
aplicar la mejor alternativa para superarlas. La autonomía requiere del desarrollo de la 
capacidad de autocontrol del propio individuo, es decir, autorregulación, que permita 
planear sus intervenciones y monitorearlas conscientemente, ya que de esta forma podrá 
crecer como un adulto profesional y responsable frente a los diversos estímulos que se le 
presenten en la vida. 
 La capacidad de autorregulación hace referencia a la posibilidad de dirigir de manera 
autónoma la propia conducta, en función de los criterios valorales elegidos voluntariamente 
a través de la reflexión personal. La autorregulación afecta directamente la actividad del 
individuo, pero haciendo referencia a su propio juicio, es decir, tiene la posibilidad de ser 
coherente, de actuar conforme a su forma de pensar (Marco, 2008). 
 Se está frente a una generación de jóvenes que tiene ante sus ojos un mundo más 
complejo y que cuenta con pocos recursos para enfrentarlo, con muchos estímulos y 
distractores, que ocupan un lugar prioritario mayor que el estudio y el trabajo. Además de 
ser una generación frágil, con poca capacidad de esfuerzo, sacrificio y voluntad, que han 
crecido en un ambiente que los ha sobreprotegido y con poca tolerancia a la frustración y 
poco aprecio para el logro y el merecimiento personal (Amaya y Prado, 2009). Parece que 
la adolescencia se ha prolongado, las nuevas generaciones permanecen en sus hogares, los 
padres asumen la responsabilidad de mantener a sus hijos aun cuando ya son adultos, están 
4 
 
casados y tienen hijos, lo cual provoca malos hábitos en ellos, tales como conformidad, 
mediocridad y poco espíritu de superación. 
 Cuando un joven no desarrolla las capacidades de autorregulación, puede crear una 
gran dependencia en su actuar respecto a las opiniones y elecciones de los demás, ya que al 
no confiar en ellos mismos, prefieren delegar sus propias responsabilidades y decisiones en 
los otros, al depositar su seguridad personal en lo que dicen y deciden los demás, sus 
padres, maestros, compañeros, entre otros. En las palabras de Freire (1986), el individuo 
que se experimenta oprimido, disminuido y acomodado, convertido en un espectador teme 
no solo a la convivencia y duda de sus posibilidades, también tiene miedo a la libertad. Se 
presenta entonces el imperativo de contribuir a que los jóvenes adquieran mayor conciencia 
de sus posibilidades como resultado de su inserción en el mundo; de la captación de las 
tareas de su tiempo y de la nueva visión de los viejos temas, así comienzan a ser críticos. 
 La falta de iniciativa, de seguridad y de autonomía deja una huella en la vida del 
individuo, desde la infancia resulta relevante atender este desarrollo, tan importante en la 
formación de un adulto maduro. La autonomía del griego autos, por sí mismo, y nómos, 
ley; debe entenderse como “la facultad de gobernarse por sus propios actos. […] Capacidad 
del hombre de autogobernarse, determinando su propia conducta” (Diccionario de ciencias 
de la educación, 1999, p. 159). Es decir ser dueño de sí mismo, en este sentido la autonomía 
le permite al individuo hacerse a sí mismo mediante el desarrollo de destrezas personales 
que favorezcan el autoconocimiento, la autonomía moral es indispensable para mantener 
sus conductas orientadas por los propios valores, así como para no ceder ante presiones 
externas que lo puedan perjudicar (Marco, 2008). 
5 
 
 En el nivel universitario, los alumnos muestran carencias respecto a sus habilidades 
para enfrentar nuevos retos, esperan continuamente las indicaciones a seguir, no muestran 
iniciativa para plantear alternativas viables para resolver ciertas situaciones; lo que se 
manifiesta como conformismo y excesiva dependencia de la persona del profesor. Lo cual 
en un profesionista revela una carencia de habilidades de autoaprendizaje y de desarrollo en 
rasgos del perfil de egreso de los jóvenes universitarios que deben ser capaces de hacer 
frente a la sociedad actual desde el ejercicio de su profesión. La idea de ejercer una carrera 
con profesionalismo y dedicación, de realizar un trabajo lo mejor que se pueda debe 
facilitarse mediante la educación, es posible desde este ámbito modificar actitudes hacia el 
trabajo fomentando actitudes positivas, haciendo de él un espacio para el crecimiento y de 
realización personal (Otero, 1989). 
 Para ser capaces de ejercer una profesión resulta indispensable el desarrollo de las 
capacidades de autorregulación, que den fe de las competencias adquiridas a lo largo de su 
formación académica y que puedan ponerse en juego al culminar dicho período formativo y 
enfrentar una realidad laboral desconocida y que, incluso en algunos casos, pueda llegar a 
ser adversa, como lo señala Perrenoud (2004) el alumno se resiste al saber y a la 
responsabilidad. 
 Ser competente es ser capaz de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a 
un tipo de situaciones (Perrenoud, 2004) lo cual implica considerar que las competencias no 
son en sí mismas conocimientos, habilidades o actitudes, aunque movilizan, integran y 
orquestan tales recursos. Esta movilización únicamente resulta pertinente en una situación 
determinada; el ejercicio de una competencia pasa por operaciones mentales complejas que 
son sostenidas por esquemas de pensamiento que permiten de manera consciente realizar 
6 
 
una acción eficaz para enfrentar una determinada situación. Las competencias profesionales 
se crean, a través de un proceso formativo, pero también a través de la actuación cotidiana 
del practicante en diferentes situaciones. El alumno debe aprender a transformar los 
conocimientos que recibe, a conectarlos, a darles su punto de vista y a imaginar nuevos 
mundos (Méndez, 2013). 
 El desarrollo de competencias profesionales (Perrenoud, 2004) demanda del docente 
una intervención dirigida especialmente a trabajar a partir de las representaciones de sus 
alumnos, es decir, de sus conocimientos previos; de los errores y obstáculos en el 
aprendizaje; concebir y hacer frente a situaciones problema ajustadas a los niveles y 
posibilidades de los alumnos; observar y evaluar a los alumnos en situaciones de 
aprendizaje; trabajar especialmente con los alumnos con grandes dificultades; suscitar el 
deseo de aprender, explicitando la relación con el conocimiento, el sentido del trabajo 
escolar y la capacidad de autoevaluarse; favorecer la definición de un proyecto personal del 
alumno. 
 La inminente situación que se vive en la llamada sociedad del conocimiento hace 
énfasis en la necesidad de apropiarse del conocimiento, generarlo y ser capaces de 
aplicarlo, lo cual resulta imposible si los individuos no cuentan con la autonomía suficiente 
para emprender, a partir del reconocimiento de sus necesidades, un proyecto de vida, para 
el cual se requiere de la capacidad de auto dirigir los propios procesos de aprendizaje y con 
ello su formación profesional, así los estudios universitarios, especialmente si se desea 
ejercer la docencia, constituyen un espacio privilegiado para desarrollar en los alumnos 
capacidades de autoaprendizaje que garanticen que al egresar de su carrera universitaria 
puedan continuar ese proceso para enfrentar conmayor eficacia y profesionalismo su 
7 
 
actividad laboral y estar abiertos para enfrentar los retos que se vayan presentando 
cotidianamente. 
En un mundo incierto los estudiantes deben ser buenos aprendices, con flexibilidad 
cognitiva, culturalmente sofisticados y capaces de trabajar en forma colaborativa, 
multitareas, capaces de aprender cómo aprender, aprender de los errores de manera 
permanente a lo largo de su vida. Los alumnos universitarios deben desarrollar la capacidad 
de aprender a aprender, una actividad de meta aprendizaje, es decir, de intervenir y actuar 
sobre el aprendizaje, que incluye procesamiento de información, habilidades específicas, 
tácticas y estrategias de aprendizaje (planificar, examinar las propias realizaciones, 
identificar las causas de las dificultades, verificar, evaluar, revisar y ensayar), acompañadas 
de disposiciones afectivas como la motivación, actitudes, autoeficacia, situados en un 
contexto determinado (Martín y Moreno, 2007). El mismo autor señala que aprender a 
aprender constituye una “habilidad y la disposición para adaptarse a nuevas tareas, 
mediante la activación del compromiso para pensar y una perspectiva de esperanza a través 
del mantenimiento de la autorregulación cognitiva y afectiva en y de la actividad de 
aprender” (p. 23). 
Cualquier profesionista en la actualidad puede acceder a los conocimientos, a través 
del empleo de las redes sociales, de internet, la lectura y la consulta en diversas fuentes de 
información como: periódicos, revistas, archivos, libros, entre otros, pero implica poner en 
juego una serie de habilidades propias para auto dirigir la búsqueda, la selección, la 
aplicación y la valoración de la misma, así como del propio trabajo realizado. 
En la actualidad la educación universitaria se orienta al desarrollo de competencias, 
en la que debe predominar, más que la enseñanza, el trabajo de los alumnos, es decir, sus 
8 
 
actividades de aprendizaje autónomo, colaborativo, mediado por el empleo de la tecnología 
(Pozo, 2006). Las oportunidades que ofrece el ámbito educativo en las instituciones de 
nivel superior posibilitan el desarrollo de estrategias de enseñanza y aprendizaje para 
acceder a información relevante, oportuna y actual que mediante la búsqueda, selección, 
jerarquización y empleo de diversos recursos hará posible la construcción del auto 
aprendizaje. 
Reconocer cuáles habilidades resultan necesarias para auto dirigir los propios 
procesos de aprendizaje, constituye un gran reto para legar a las nuevas generaciones de 
profesionistas, la posibilidad de ejercer laboralmente con autonomía y capacidad 
autocrítica, y de seguir aprendiendo más allá de las aulas y de los espacios universitarios. 
Aprender a aprender es un concepto vinculado al de autoaprendizaje, educación 
permanente y autodidactismo, términos que implican ser capaces de “reflexionar sobre su 
propio aprendizaje, tomar conciencia de las estrategias y estilos cognoscitivos individuales, 
reconstruir los itinerarios seguidos, identificar las dificultades encontradas así como los 
puntos de apoyo que permiten avanzar: todo esto es parte consustancial del aprender y de la 
posibilidad de mejorar el propio aprendizaje” (Torres,1998, p.77). 
Los estilos de aprendizaje permiten al individuo conocer cómo aprende mejor y le 
dan la oportunidad de tomar decisiones adecuadas y oportunas para asumir un rol 
protagónico en su propio proceso de aprendizaje, por ello con el presente estudio se busca 
identificar las alternativas para el siguiente problema. 
 
1.2 Planteamiento del problema 
El inicio de toda investigación es el reconocimiento de un problema, como lo 
señalan Hernández, Fernández y Baptista (2014) “el planteamiento del problema es el 
9 
 
centro, el corazón de la investigación: dicta o define los métodos” (p. 34) por ello resulta 
indispensable delimitar qué se quiere investigar, y a partir de su establecimiento, con las 
habilidades, conocimientos y actitudes del investigador, será posible encontrar las 
respuestas que se buscan en torno al problema planteado. 
 Para la presente investigación el problema quedó delimitado de la siguiente 
manera: 
 ¿Cómo se desarrolla la autodirección en los procesos de aprendizaje de los alumnos 
de Licenciatura en educación Preescolar y Licenciatura en educación Primaria a través 
del reconocimiento de los propios los estilos de aprendizaje? 
 
 Preguntas subordinadas 
 
¿Qué relación tiene el desarrollo de la autorregulación con la autodirección del 
aprendizaje en el nivel universitario? 
¿Qué rasgos caracterizan a las personas capaces de auto dirigir sus procesos de 
aprendizaje? 
¿Cómo favorecer en cada estilo de aprendizaje la capacidad de auto dirigir su proceso 
formativo hacia el éxito y la eficacia en su desempeño? 
 
1.3 Objetivo de la investigación 
Al establecer lo que se pretende con la investigación a realizar es necesario plantear 
cuáles son sus objetivos, éstos deberán “expresarse con claridad, ser específicos, medibles, 
apropiados y realistas” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 37). 
 El objetivo de este proyecto fue: 
10 
 
 Identificar las condiciones en que se desarrolla la capacidad de autodirección en el propio 
proceso de aprendizaje y la relación que éstas guardan con cada estilo de aprendizaje. 
 1.3.1 Objetivos específicos. Para este estudio los objetivos específicos son: 
1. Establecer los requerimientos necesarios para sentar las bases para el desarrollo de la 
autodirección en el aprendizaje desde el desarrollo de la autonomía. 
2. Describir el rol del alumno universitario como protagonista y agente de su propio 
proceso de aprendizaje. 
3. Identificar las características de los estilos de aprendizaje que pueden favorecer y 
potenciar el desarrollo de la capacidad auto directiva en el aprendizaje. 
4. Identificar la forma más conveniente de promover y facilitar la autodirección de los 
alumnos universitarios en sus propios procesos de aprendizaje para favorecer en ellos 
sus capacidades de autoaprendizaje y de profesionalización continua. 
 
1.4 Justificación 
 Ejercer la docencia comprende el desarrollo de una serie de rasgos que aparecen 
señalados en el perfil de egreso y una serie de competencias que permitirán a los nuevos 
docentes enfrentarse al trabajo frente a grupo, por lo que resulta indispensable reconocer 
que el desarrollo de una capacidad auto directiva, brindará a los estudiantes universitarios la 
posibilidad de enriquecer su aprendizaje a partir del reconocimiento de las propias 
fortalezas y dificultades en su proceso de aprendizaje. 
Al reconocer el propio estilo de aprendizaje el alumno universitario podrá 
comprender cómo procesa la información y será capaz de elegir las estrategias auto 
directivas más adecuadas para conducir su propio proceso de aprendizaje y desarrollará la 
responsabilidad para enfrentar su realidad personal, asumirse como un sujeto protagonista 
11 
 
en su proceso formativo, elegir las estrategias más adecuadas para organizar sus trabajos 
académicos y mejorar a partir de las propias actuaciones y desempeño en sus estudios, 
además de enfrentar sus elecciones con un sentido ético. La capacidad auto directiva podrá 
permitir la autoformación permanente al egresar de sus estudios universitarios, al ser capaz 
de buscar los medios que le permitan reconocer sus limitaciones y enfrentarlas responsable 
y organizadamente. 
La búsqueda de información es un aspecto que ha progresado sustancialmente en los 
últimos años gracias a los avances tecnológicos y la información disponible al público es 
mucho mayor y es provista incluso por grandes instituciones de educación superior, con la 
capacidad auto directiva es posible acceder a dichos medios para realizar consultas, 
participar en proyectos colaborativosy comunidades de aprendizaje, que contribuyan a su 
mejor desempeño profesional, de forma continua y permanente. Los recursos educativos 
abiertos (REA) constituyen un ejemplo de las posibilidades formativas con enfoque auto 
directivo, ya que extienden las posibilidades de acceso al conocimiento, contribuyen a 
promover un aprendizaje para toda la vida y pueden ser un puente entre el aprendizaje 
formal y no formal, son de bajo costo y llegan a una gran cantidad de personas 
(Organisation for Economic Co-operation and Development, 2009). Lo único necesario fue 
que los estudiantes se apropiaran del uso eficiente de esta herramienta de aprendizaje. 
Es por ello que a través de esta investigación se analizó la relación existente entre 
los estilos de aprendizaje y el desarrollo de la autodirección en el proceso de aprendizaje. 
Se buscó reconocer cuáles son los factores que influyen en el desarrollo de las capacidades 
auto directivas y cómo se favoreció en los alumnos de nivel universitario. Con la 
información obtenida en el estudio se plantearon alternativas para promover el desarrollo de 
la autodirección en el proceso formativo de los alumnos universitarios y se señalaron los 
12 
 
rasgos de cada estilo de aprendizaje para aprovechar individualmente, a partir del 
autoconocimiento, la responsabilidad como protagonista de su formación y de las 
elecciones de su vida. 
 Los estudiantes universitarios mostraron una deficiencia en la responsabilidad con la 
que asumen y enfrentan sus estudios universitarios, culpan a otros de lo que no entregan, no 
cumplen en tiempo y forma con sus trabajos y tareas y manifiestan una notoria falta de 
iniciativa por enriquecer su aprendizaje, por conocer más, por desarrollar más habilidades y 
no buscan soluciones a sus dificultades, de forma pasiva esperan que las alternativas y 
sugerencias surjan del docente. La actitud ante sus profesores y hacia la exigencia de un 
nivel óptimo de desempeño académico, es de enojo y molestia, siempre quieren hacer 
menos de lo solicitado y se valen de una gran variedad de pretextos para cumplir. 
 Parece que la apatía y la falta de compromiso guían a las nuevas generaciones en su 
formación profesional. Es necesario que logren desarrollar capacidades auto directivas, ya 
que de no ser así, indudablemente quedarán en desventaja en una sociedad que demanda 
eficiencia y competitividad, frente a los profesionistas que por el contrario sean capaces de 
adquirir por cuenta propia las habilidades que requieren, los conocimientos nuevos que 
hagan más eficiente su trabajo y las actitudes que les permitan adaptarse a nuevas 
realidades, siendo fieles a sus principios y valores. 
 La autonomía debe desarrollarse porque brinda al ser humano la posibilidad de actuar 
con responsabilidad y compromiso dentro de un marco de libertad. Freire (2004) invita a 
reflexionar sobre lo que los maestros deben saber y de lo que deben hacer en el proceso de 
la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el énfasis está puesto en educar para 
lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad. 
13 
 
 Uno de estos saberes necesarios para la formación docente desde una perspectiva 
progresista es saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades 
para su propia producción o construcción. Por ello cuando el docente entra a un salón de 
clases debe actuar como un ser abierto a indagaciones, a la curiosidad y a las preguntas de 
los alumnos, a sus inhibiciones; como un ser crítico e indagador, inquieto ante la tarea que 
tiene de enseñar, creando las condiciones para que pueda darse el aprendizaje y no la de 
transferir conocimientos. 
1.5 Limitaciones y delimitaciones 
Esta investigación fue realizada con alumnos de nivel universitario, alumnos y 
alumnas que cursan las licenciaturas en educación Preescolar y Primaria. La docencia en la 
educación básica, como en cualquier nivel educativo, implica un compromiso con la 
formación de las futuras generaciones, por lo que este estudio se orientó a la atención del 
desarrollo de capacidades auto directivas que contribuyeran a un desempeño más autónomo 
e independiente de los alumnos que cursan estudios universitarios relacionados con el 
ámbito educativo. 
 Para promover el desarrollo de la autodirección del proceso de aprendizaje fue 
necesario contextualizar la situación real, tratando de reconocer cuál era la forma de 
proceder de los alumnos normalistas en relación a sus estudios, qué actitudes 
predominan y requieren ser modificadas, así, poco a poco podrán implementar los cambios 
necesarios, que les permitan progresivamente actuar con mayor grado de responsabilidad, 
compromiso e independencia en su proceso formativo. En la actualidad es necesario que los 
futuros docentes desarrollen conocimientos, habilidades y actitudes para actuar 
competentemente frente al grupo en el que ejerzan su docencia con profesionalismo. 
14 
 
 México atraviesa una de las crisis más profundas de su historia, los indicadores 
macroeconómicos y el estancamiento en todos los ámbitos que garantizan el bienestar 
social ilustran la desigualdad que describe la realidad; para superar esta crisis es necesaria 
una sinergia entre los diferentes actores educativos a fin de garantizar la generación, 
distribución y uso crítico de un conocimiento pertinente a una agenda social (SEP, 2011). 
La educación debe garantizar el conocimiento necesario en una situación contextual 
determinada que contemple lo global, lo multidimensional y la interacción compleja 
(Morín, 1999) lo cual compromete al ámbito docente en la formación adecuada para educar 
en el siglo XXI. 
 Se busca reconocer qué oportunidades deben brindarse a los alumnos universitarios 
para poder asumir responsabilidades de organización, monitoreo y autoevaluación de su 
propio trabajo académico, cómo conducir la reflexión para concientizarlos sobre sus logros 
y sus deficiencias y la manera de superarlas. Así mismo, guiar al autoconocimiento del 
propio estilo de aprendizaje para que sean capaces de tomar decisiones pertinentes para 
orientar su desempeño hacia el logro de los rasgos del perfil de egreso y hacia el desarrollo 
de las competencias genéricas y específicas de su profesión. 
 El estudio a realizar implicará una investigación de tipo mixto, es decir, que “implica 
un proceso de recolección, análisis y vinculación de datos cuantitativos y cualitativos en un 
mismo estudio […] para responder a un planteamiento del problema” (Hernández, 
Fernández y Baptista, 2006, p. 751). Fue necesario emplear los dos enfoques para 
responder distintas preguntas de investigación en un planteamiento del problema, ya que un 
enfoque mixto permitió lograr una perspectiva más precisa del fenómeno de la 
autorregulación en los procesos de aprendizaje, ya que favorece una percepción más 
integral, completa y holística (Hernández, Fernández y Baptista, 2006). 
15 
 
 En un estudio mixto, el enfoque cuantitativo y cualitativo se entremezclan o combinan 
en todo el proceso de investigación, para lo que fue necesario: recolectar simultáneamente 
datos cualitativos y cuantitativos, a varios niveles y en diferentes secuencias; se realizaron 
análisis de los dos tipos sobre los datos de ambos enfoques durante todo el proceso. 
 Hernández y Mendoza (2008) señalan que los estudios mixtos “representan un conjunto 
de procesos sistemáticos, empíricos y críticos de investigación e implican la recolección y 
el análisis de datos cuantitativos y cualitativos, así como su integración y discusión 
conjunta, para realizar inferencias producto de toda la información recabada 
(metainferencias) y lograr un mayor entendimiento del fenómeno bajo estudio” 
Hernández, Fernández y Baptista, (2014) en este caso se optó por un método mixtocon un diseño DIAC (diseño anidado o incrustado concurrente de modelo dominante) al 
considerar que este modelo se adapta más al planteamiento del problema, los mismos 
autores mencionan que sería posible imaginar que para toda clase de trabajos manuales solo 
se contara con una herramienta, lo que resultaría inadecuado, mientras más herramientas se 
tengan disponibles será posible enfrentar mayor número de trabajos que responden a 
diferentes necesidades. 
 En el ámbito educativo la complejidad caracteriza a los problemas que se enfrentan, 
por lo que se determinó un estudio mixto al intentar conocer el fenómeno de la 
autorregulación en los alumnos normalistas, lo que implica tratar de comprender una 
realidad objetiva, en una escuela normal, en sus instalaciones, sus planes de estudio, y una 
realidad subjetiva que surge de la interacción entre alumnos y docentes, con compañeros, 
que conjuga la historia individual, las experiencias de aprendizaje, la personalidad, entre 
otras, que han conformado la forma de ser estudiantes, sus hábitos, actitudes, habilidades, 
creencias, entre otros. 
16 
 
 En este estudio mixto, cómo se señaló anteriormente se optó por un diseño anidado o 
incrustado concurrente de modelo dominante (DIAC), en el que se recolectaron 
simultáneamente datos cuantitativos y cualitativos, en este tipo de diseño el método 
predominante guía el proyecto (pudiendo ser este cuantitativo o cualitativo). El método que 
posee menor prioridad es anidado o insertado dentro del que se considera central 
(Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 559). En este caso el método primario fue el 
cualitativo (Cual) y el secundario el cuantitativo (Cuan) permitió aclarar, ampliar y 
contribuir a la comprensión del fenómeno estudiado. Ambos tipos de indagación pueden 
proporcionar distintas visiones del problema estudiado. Los datos recolectados fueron 
comparados e integrados en un análisis conjunto, proporcionando así una visión más 
completa y holística del mismo. 
 A través de un estudio mixto realizado, se buscó conocer las actitudes frente al trabajo 
escolar de los alumnos implicados y las percepciones al respecto que expresaron 
los docentes de las licenciaturas en educación Preescolar y Primaria, posteriormente se 
relacionó la información obtenida con sus estilos de aprendizaje. Finalmente se plantearon 
alternativas que para favorecer procesos de autorregulación en los alumnos universitarios. 
 Se consideró a la población estudiantil de las licenciaturas en Educación Preescolar y 
Primaria, de una escuela normal particular del estado de Querétaro, de primer a octavo 
semestres. La institución apreció la iniciativa para contribuir a favorecer la capacidad de 
auto dirigir los propios procesos de aprendizaje como parte de su compromiso con la 
sociedad, de formar docentes que ejerzan con profesionalismo su desempeño y que 
personalmente puedan emplear sus habilidades auto reguladoras en la dirección de su 
propia vida en otros ámbitos. 
17 
 
 Desde la conferencia mundial de educación para todos en 1990, de las ideas 
contenidas en el marco de acción que aportaron los 181 países reunidos en Dakar en el año 
2000 se identificaron los problemas que debe enfrentar la educación, se abordaron los 
desafíos del siglo XXI, entre ellos la necesidad de lograr aprendizaje de calidad ya que son 
la clave para promover un crecimiento sostenido y para reducir la pobreza, porque la 
educación ayuda aumentar el nivel de seguridad, de salud, de prosperidad y equilibrio 
ecológico en el mundo, fomenta el progreso social, económico y cultural (SEP, 2011). La 
educación permanente cobra importancia, en el informe de Delors se señala la conveniencia 
de no limitarse a conseguir el aprendizaje de un oficio, sino adquirir una competencia que 
permita hacer frente a numerosas situaciones, la educación permanente permite ordenar las 
distintas etapas educativas, preparar las transiciones, diversificar y valorizar las 
trayectorias, que están íntimamente ligadas a los pilares de la educación: Aprender a 
conocer, aprender a vivir juntos, aprender a ser y aprender a hacer (Delors 1994). 
 Las competencias que deberán desarrollarse desde la educación básica son 
competencias para el aprendizaje permanente (SEP, 2011): habilidad lectora, integrarse a la 
cultura escrita, comunicarse en más de una lengua, habilidades digitales y aprender a 
aprender; competencias para el manejo de información: su desarrollo requiere identificar lo 
que se necesita saber; aprender a buscar; identificar, evaluar, seleccionar, organizar y 
sistematizar información; apropiarse de la información de manera crítica, utilizar y 
compartir información con sentido ético; competencias para el manejo de situaciones: para 
su desarrollo es necesario enfrentar el riesgo, la incertidumbre, plantear y llevar a buen 
término procedimientos, administrar el tiempo, propiciar cambios y afrontar los que se 
presenten. 
18 
 
Además de tomar decisiones y asumir consecuencias, manejar el trabajo, la 
frustración y la desilusión; actuar con autonomía en el diseño y desarrollo de proyectos de 
vida; competencias para la convivencia, para desarrollarlas es necesario empatía, 
relacionarse armónicamente con los demás y con la naturaleza, ser asertivo, trabajar en 
colaboración; tomar acuerdos y negociar con otros; crecer con los demás; reconocer y 
valorar la diversidad social, cultural y lingüística; competencias para la vida en sociedad, 
para su desarrollo se requiere decidir y actuar con sentido crítico frente a los valores y 
normas sociales y culturales, actuar democráticamente con libertad, paz, legalidad y 
derechos humanos, así como empleando las tecnologías en la vida social, combatir la 
discriminación y favorecer la conciencia de su cultura, su país y su mundo. 
 Los nuevos profesionales de la educación deberán desarrollarlas para asegurar el 
futuro anhelado para las generaciones futuras acordes con la realidad, ya que deberán 
enfrentar diversas situaciones y que implicarán una capacidad autorreguladora y auto 
directiva para conducir su propia formación de manera permanente, y al reconocer su estilo 
de aprendizaje, podrán tomar decisiones acordes a sus posibilidades y orientarlas hacia su 
crecimiento y éxito personal y profesional. 
 
19 
 
II. Marco teórico 
 Con la intención de profundizar en un tema se emprendió el presente estudio, el cual 
obliga a indagar sobre el tema, la búsqueda de información relacionada, que pueda 
sustentar y apoyar la investigación lleva a reunir, seleccionar, jerarquizar, ordenar e integrar 
un referente teórico, mismo que se presenta en este capítulo y que incluye las aportaciones 
sobre el tema que han realizado otros investigadores, así como las ideas que clarifican el 
problema de investigación y factores que se relacionan con él. Se parte del análisis de la 
realidad global en la sociedad del conocimiento, se revisa el desarrollo de competencias 
como objetivo de la educación, especialmente en la formación de profesionistas, el 
necesario desarrollo de la autonomía y la autorregulación como medio para seguir 
aprendiendo y mantenerse actualizado para responder a las demandas de una sociedad 
cambiante. 
2.1. La sociedad del conocimiento 
 En los últimos años se ha considerado un cambio radical en la forma de enfrentar las 
situaciones cotidianas, mientras en otros momentos de la historia la aparición de algunos 
artefactos ha modificado la realización de ciertas tareas, las tecnologías han ganado terreno 
especialmente en la comunicación y en el manejo de la información; lo que ha favorecido 
que ésta se convierta en el recurso principal para el desarrollo al generar, transmitir y 
aplicar el conocimiento. La sociedad mundial de la información se convierte en un medio 
para el desarrollo de todos los paísesy sobre todo para los países menos adelantados. 
Edificar sociedades del conocimiento abre camino a la humanización, en la medida que las 
personas tengan acceso a la información que permita ir hacia el desarrollo del ser humano 
basado en los derechos y libertades de éste (UNESCO, 2005a). El desarrollo puede ser 
20 
 
entendido, en este caso, como mejorar la calidad de vida de la población, al satisfacer las 
necesidades económicas, educativas, culturales, entre otras que contribuyan a reducir la 
pobreza y la desigualdad, a promover una mayor participación social. 
 Las sociedades democráticas deben tender a modificar esta situación mediante la 
participación cociente en la vida social, como lo plantea Freire (1986), evitando las 
soluciones paternalistas, en las que la dependencia y el proteccionismo limitan a los 
ciudadanos conformando sociedades mudas, en las que la crítica no está presente y los 
ciudadanos se someten y se conforman sin llegar a ser realmente lo que pueden y deben 
ser, en las que es realmente necesario una conciencia de libertad para ser creadores de 
sociedades más democráticas y que respondan a las necesidades de este tiempo. 
 Una de las características de la sociedad del conocimiento es la capacidad para 
identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear 
y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano, así mismo se basan en 
una visión de la sociedad que propicia la autonomía y engloba nociones de pluralidad, 
integración, solidaridad y participación (UNESCO, 2005a). 
 En la vida social son necesarios los valores como parte de la ética civil, la libertad, la 
justicia, la tolerancia, la democracia, el diálogo la democracia, la participación y la 
responsabilidad deben ser conquistados por los jóvenes para formarse como personas con 
capacidad de autonomía cognitiva y moral, que aseguren un desarrollo de competencias 
para convertirse en ciudadanos críticos y responsables (Pérez, 2012). 
 Desde el siglo de las luces el conocimiento ha cobrado relevancia en el ámbito 
público, a partir de la posibilidad de difundir ideas de universalidad, igualdad y libertad; 
21 
 
estas propuestas fueron propagadas gracias a la publicación de libros mediante el uso de la 
imprenta, así, la educación para todos ha permeado el ámbito social modificando la forma 
de vida de la población. En la actualidad el internet y las nuevas tecnologías de la 
información y la comunicación han favorecido la ampliación del espacio público del 
conocimiento. La sociedad de la información se basa precisamente en el progreso de la 
tecnología para divulgar la información, en cambio la sociedad del conocimiento orienta 
este esfuerzo hacia las dimensiones sociales, éticas y políticas que afectan a la población 
(UNESCO, 2005 b). 
 Las sociedades actuales tienden a desarrollar en la población “una mentalidad 
democrática, con una conciencia permeable, experiencias de participación y autogobierno” 
(Freire, 1986, p. 67), se busca menos sumisión y más integración de sus miembros, para 
asegurar un mejor futuro para todos. 
 México, como miembro de la comunidad global, necesita sumarse a las iniciativas 
que le permitan un mayor desarrollo, no puede permanecer al margen de la realidad, el 
planeta es de todos, la población merece vivir mejor y tener acceso a las oportunidades para 
contar con mejor calidad de vida, respetando sus derechos y actuando con libertad. Una de 
las finalidades de las sociedades del conocimiento es integrar a cada uno de sus miembros, 
promover nuevas formas de vida más solidarias con las generaciones presentes y futuras 
(UNESCO, 2005 b), por ello los jóvenes deben formar parte en el ámbito del conocimiento, 
al ejercer su derecho a la educación, aprovechando las ventajas que les brinda la tecnología 
para enriquecer su formación académica que más adelante se podrá concretar en el ejercicio 
de una profesión y/o de una vocación que a través del trabajo realizado contribuirá a la 
producción de bienes y a la prestación de servicios que indudablemente harán posible 
22 
 
mejorar la calidad de vida de la población al ser protagonistas del desarrollo y la 
productividad. 
 Se pueden observar en la actualidad cambios notables en la naturaleza del trabajo y del 
mercado laboral. La mayoría de las ocupaciones requieren del procesamiento de la 
información, con el apoyo de la tecnología. Para lograrlo la educación debe brindar 
herramientas esenciales para promover la participación en la comunidad y en el entorno 
de producción. Por ello las competencias se introdujeron con fuerza en las empresas y en el 
ámbito educativo para posibilitar los mecanismos para orientar los mecanismos de gestión 
del talento humano y del aprendizaje acorde con los requerimientos sociales, 
organizacionales y personales. Las competencias en la educación están vinculadas al 
concepto de calidad de la educación (Tobón, 2007). 
 2.1.1. Los profesionistas en la actualidad 
 En la Conferencia Mundial de educación para todos realizada en Jomtien, Tailandia en 
1990, se reconoció la necesidad de despertar la conciencia y promover un compromiso 
internacional respecto a la urgencia de impulsar nuevas políticas y estrategias en el ámbito 
educativo (Torres, 1998), desde entonces la reflexión sobre los frutos de la educación 
impartida ha llevado a delimitar una serie de necesidades básicas de aprendizaje que resulta 
indispensable atender para que los procesos educativos realmente influyan en la calidad de 
vida de la población. 
 La Declaración de Jomtien incluye diez objetivos, de los cuales se citan aquellos 
vinculados con el presente estudio como satisfacción de las necesidades básicas de 
aprendizaje, cada persona, niño, joven o adulto deberá estar en condiciones de aprovechar 
23 
 
las oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades básicas de 
aprendizaje; perfilando la visión, es decir, satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje 
exige algo más que una renovación del compromiso con la educación básica en su estado 
actual. Lo que se requiere es una visión ampliada que vaya más allá de los recursos 
actuales, las estructuras institucionales, los planes de estudios y los sistemas tradicionales 
de instrucción, tomando como base lo mejor de las prácticas en uso, concentrarse más en el 
aprendizaje. Que el incremento de las posibilidades de educación se traduzca en un 
desarrollo genuino del individuo o de la sociedad depende, en definitiva, de que los 
individuos aprendan verdaderamente como resultado de esas posibilidades, esto es, que 
verdaderamente adquieran conocimientos útiles, capacidad de raciocinio. Aptitudes y 
valores. Mejorar las condiciones de aprendizaje, el aprendizaje no se produce en situación 
de aislamiento. De ahí que las sociedades deban conseguir que todos los que aprenden 
reciban nutrición, cuidados médicos y el apoyo afectivo general que necesitan para 
participar activamente en su propia educación y beneficiarse de ella. Movilizar los recursos. 
Si las necesidades básicas de aprendizaje para todos se deben satisfacer mediante acciones 
de alcance mucho más amplio, será esencial movilizar tanto los recursos financieros y 
humanos existentes como los nuevos recursos públicos, privados o voluntarios. 
 Las necesidades básicas de aprendizaje son aquellos aprendizajes que deben permitir 
al sujeto sobrevivir, participar en el desarrollo social, cultural y económico de su país y así 
mejorar su calidad de vida individual y colectiva, al desarrollar plenamente sus 
capacidades, vivir y trabajar con dignidad. Éstas abarcan herramientas como la lectura y la 
escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas; conocimientos teóricos y 
24 
 
prácticos, valores y actitudesnecesarios para enfrentar su futuro tomando decisiones 
adecuadas y continuar aprendiendo a lo largo de su vida (Torres, 1998). 
 En este marco cabe señalar que una profesión demanda el uso de determinados 
conocimientos, habilidades y actitudes, que le permitirán ser competentes en el ejercicio de 
su labor; la eficiencia y la productividad son producto de un desarrollo adecuado de los 
rasgos de su perfil de egreso según la carrera universitaria elegida. Los profesionistas de 
hoy deberán lograr ciertos dominios, a través del aprendizaje, para estar dotados de 
herramientas y poder actuar eficientemente, tomar decisiones, seguir aprendiendo y 
adquirir los conocimientos necesarios, desarrollar habilidades y actitudes acordes con sus 
requerimientos laborales. 
 Las empresas están cambiando para lograr adaptarse a las nuevas dinámicas sociales y 
económicas, lo cual demanda que también los personas que laboren en ellas deba 
adecuarse también a los procesos laborales y ajustar su desempeño a los requerimientos del 
cliente. Los sistemas de producción y de prestación de servicios dependen cada vez del 
trabajo de equipo entre los miembros de la empresa. Se han dejado atrás los modelos 
fordista y taylorista para dar paso al modelo de la tecno-globalización, la economía 
informacional y la desregulación de los mercados, y es indispensable involucrar a los 
empleados en un desarrollo de competencias (Tobón, 2007). 
 2.1.2. Profesionalización y desarrollo de competencias 
La educación mundial en la actualidad está orientada al desarrollo de competencias. 
Una competencia es la capacidad de responder a diferentes situaciones, implican saber 
hacer, es decir, habilidades; con saber, conocimientos, así como la valoración de las 
25 
 
consecuencias de ese hacer valores y actitudes, (SEP, 2011). Una persona competente 
moviliza sus saberes como son: conocimientos, habilidades y actitudes hacia la consecución 
de sus objetivos. 
 La competencia profesional se entiende como la posesión y desarrollo de 
conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que permiten al sujeto desarrollar 
actividades en su área profesional, en forma eficaz y eficiente; adaptarse a nuevas 
situaciones, anticipar problemas, evaluar las competencias de su trabajo y participar 
activamente en la mejora de su práctica. En una educación basada en competencias se 
espera que el aprendizaje sea demostrado con resultados y evidencias de lo que pueden 
hacer a partir de su formación académica, que reflejan habilidades, actitudes y 
conocimientos teórico-prácticos desarrollados por el profesional (CENEVAL, 2005), su 
evaluación será realizada a partir de los resultados logrados basados en estándares. 
 Según el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A.C. (2005) Se 
deben distinguir tres niveles de las competencias profesionales: competencias básicas, que 
son las capacidades intelectuales indispensables para el aprendizaje de una profesión, 
incluye competencias cognitivas, técnicas y metodológicas adquiridas en los niveles 
educativos previos, como: el uso adecuado del lenguaje oral, escrito y matemático. Las 
competencias genéricas, que son la base común de la profesión y se refieren a las 
situaciones concretas de la práctica profesional que requieren de respuestas complejas y las 
competencias específicas que constituyen la base particular del ejercicio profesional y están 
vinculadas a condiciones específicas de ejecución. 
 En el enfoque funcional las competencias profesionales se delimitan a partir de los 
resultados, habilidades, conocimientos y aptitudes de los profesionales, comparando unas 
26 
 
con otras, asimismo, se buscan elementos de habilidades y conocimientos relevantes para la 
obtención del resultado esperado y tomando en cuenta el objetivo principal de la institución 
formadora. En el enfoque constructivista las competencias se señalan y analizan a partir de 
las disfunciones propias de cada organización, tomando las características de la población 
menos competente. La norma de la competencia se construye considerando a la persona, 
sus objetivos e intereses y la norma o estándar de competencia se produce al final del 
proceso formativo a partir de los resultados de aprendizaje alcanzados. Finalmente en el 
enfoque funcional se describen productos y no procesos, se identifica la competencia con la 
capacidad efectiva de una persona para realizar una determinada actividad, para lo cual 
resulta indispensable contar con evidencias de su desempeño para determinar de forma 
objetiva la competencia de una persona, abarca a todas las escuelas, ya que busca encontrar 
el modo de un desempeño superior de la organización y del individuo (CENEVAL, 2005). 
 Las comunidades de aprendizaje constituyen un ejemplo claro de la interacción 
fecunda entre individuo y organización, que comprometidas con los cambios sociales y 
tecnológicos buscan realizar aportaciones para contribuir al desarrollo de proyectos en 
donde todos enseñan y todos aprenden. Los sistemas educativos experimentan cambios que 
se enfocan a la reestructuración escolar orientada a mejorar el desempeño del estudiante, 
tratando de limitar el control que se ejerce sobre el aprendizaje mediante el control 
centralizado de las escuelas, lo que se traduce en mayor calidad a través del capital social 
de las instituciones educativas (Bryk y Schneider, 2002). 
 Para delimitar el perfil profesional por competencias es necesaria la participación del 
sector productivo (industria), gubernamental y educativo en la definición de la currícula por 
competencias. El perfil profesional implica (CENEVAL, 2005): áreas o unidades de 
27 
 
competencia en las que se delimitan las áreas de actividad o funciones del ejercicio; los 
elementos de competencia que deben considerarse como la desagregación del área o unidad 
de competencia que define un agrupamiento significativo y relativamente autónomo de 
actividades; éstas son los desempeños complejos que involucran y movilizan distintos 
atributos transferibles a diversos contextos; los criterios de realización que se establecen 
cuando un desempeño determinado está suficientemente bien realizado y las condiciones de 
desempeño que describen los contextos productivos o profesionales en los que se espera se 
lleven a cabo las actividades profesionales esperadas. 
 Cada profesión compromete al estudiante a alcanzar un nivel de aprendizaje que 
muestre su capacidad de actuar con la ética de su profesión, sin embargo, “alcanzar las 
habilidades básicas requiere de esfuerzo y disciplina” (Gardner, 1997, p. 188), 
especialmente las correspondientes a su campo de estudio, gran parte de la formación 
profesional depende del propio alumno. En los años 60´s se implementaron nuevos 
procesos de organización del trabajo. El enfoque de las competencias surge y se hace 
necesario para las empresas promover el aprendizaje organizacional, la competencia y la 
movilidad laboral. En los 80´s se da un impulso para lograr el mejoramiento de las 
condiciones productivas. Las empresas a partir de entonces han estado preocupadas por 
tener organizaciones productivas altamente competitivas, en las que el desempeño idóneo 
de los trabajadores y de los equipos directivos resulta esencial (Tobón, 2007). 
 En la década de los 90´s se consolida de forma paulatina la gestión del talento humano 
con base en competencias. Lo cual tiene una serie de implicaciones para los miembros de la 
organización que señala Tobón (2007) como que importan más los desempeños que poseer 
conocimientos, que los empleados necesitan de una educación continua que posibilite 
28 
 
desarrollar y afianzar capacidades requeridas por el sistema de producción de una 
organización. 
Las personas necesitan un saber flexible, para poder asumir el cambio y desarrollarnuevas competencias acordes con las demandas de las empresas y requieren una alta 
capacidad para el trabajo en equipo, liderazgo y creatividad para poder participar en 
actividades colectivas. Los empleados requieren tener un alto grado de idoneidad en lo que 
hacen, ya que de esto depende la competitividad de las empresas y tener presente que no 
importan los títulos ni la experiencia, sino el grado de idoneidad para realizar las 
actividades profesionales aportando al cumplimiento de las metas organizacionales. 
 Los recursos humanos son valorados con parámetros de eficiencia y eficacia, en el 
contexto de competitividad empresarial, nacional e internacional. Los empleados requieren 
de procesos formativos que les permitan estar a la altura de los requerimientos laborales. En 
el enfoque de las competencias laborales ha tomado su lugar reconociendo cuatro ejes 
interrelacionados (Tobón, 2007): identificación, normalización, formación y certificación 
de competencias, los cuales permiten reconocer la formalidad y la seriedad atribuida al 
desarrollo profesional y a su trascendencia para la sociedad. 
2.2. Competencias para la vida 
 La universidad ideal, interesada en lograr la excelencia académica, tiende a que cada 
profesor instruya y eduque, las clases de humanidades fracasarían si no dotaran a los 
alumnos de conocimientos prácticos y si no fuesen capaces de resolver problemas con esos 
conocimientos. Existe una diferencia entre instruir y educar, lo primero implica suministrar 
conocimientos técnicos, educar, es formar criterio y carácter. Éste es la capacidad de 
29 
 
mantener un esfuerzo continuado frente a dificultades interiores o exteriores de quien obra, 
el criterio se refiere al conjunto de valores y finalidades de índole moral que están presentes 
en la aplicación de los conocimientos teóricos. En un profesionista se deben desarrollar 
ambos aspectos que forman parte del ejercicio competente de su profesión (Ibáñez, 2004). 
 Gonczi y Athanasou (1996) consideran que “una competencia es una compleja 
estructura de atributos necesarios para el desempeño en situaciones diversas donde se 
combinan conocimiento, actitudes, valores y habilidades con las tareas que se tienen que 
desempeñar en determinadas situaciones” (Tobón, 2007, p. 47). 
 El conocimiento ha representado para las sociedades progreso científico y tecnológico, 
en el siglo pasado adquirió una importancia estratégica en el desarrollo económico y social 
en México, por ello la política educativa se ha encaminado a promover el desarrollo del 
conocimiento, para ponerlo al servicio de la sociedad, y así tratar de mitigar los efectos de 
la pobreza, la falta de equidad y la ignorancia. Es así que se enfatiza la idea de que los 
aprendizajes adquiridos en la escuela deben trascender a la vida del individuo. Se promueve 
desde organizaciones internacionales que la educación contribuya a la construcción de un 
futuro sostenible (SEP, 2011), una sociedad más justa y que se pueda enfrentar la 
problemática social, económica, política desde la realidad de cada país. Morín (1999) 
señala que es necesaria una educación que garantice el conocimiento pertinente, develando 
el contexto, lo global, lo multidimensional y la interacción compleja, propiciando una 
inteligencia general apta para comprender el contexto y sus elementos. 
 Las competencias que desarrollen los individuos deben permitirles enfrentarse a 
situaciones diversas, superar obstáculos, riesgos y deficiencias que por muchos años han 
limitado el desarrollo del país. Éstas deberán actualizarse y enriquecerse a lo largo de la 
30 
 
vida del sujeto. Las nuevas generaciones se enfrentarán a problemas vinculados con el 
calentamiento global, la clonación, pandemias, terrorismo y crisis económicas (SEP, 2011) 
entre otras que no es posible anticipar. 
 Las competencias deben formar parte de la educación de cualquier individuo, es preciso 
que los nuevos profesionistas se preparen para el mercado laboral tan competitivo, por lo 
que no basta informar, se necesita formar, sus frutos se manifestarán en la vida de los 
alumnos y en sus sociedades. Educar es formarse a sí mismo, el individuo puede y debe 
formarse como sujeto pensante y dueño de sí mismo, introduciendo el conocimiento a partir 
de la construcción del mismo. Los conocimientos que se adquieren por transmisión y 
repetición, no siempre se incorporan, en cambio los conceptos que se adquieren a través de 
la construcción del conocimiento que realiza cada individuo se incorporan a la 
personalidad del individuo en diferentes niveles de conciencia para su manejo, vinculación 
y utilización (Salazar, 2002). 
 Frente a este panorama la educación de niños y jóvenes debe orientarse a que logren 
prosperar, atiendan sus necesidades a lo largo de su vida en escenarios inimaginables (SEP, 
2011). Es indispensable dotar a las nuevas generaciones de los conocimientos, habilidades, 
destrezas y actitudes y valores que les permitan ser competentes para hacer frente al mundo 
incierto que les espera. Lo que necesita el sistema educativo es formar personas capaces de 
transformarse a sí mismas y al contexto en el que viven. El concepto de autoformación y el 
significado personal de la propia influencia en el futuro, son tan relevantes que actualmente 
aparecen en el currículo de educación básica (SEP, 2011), y aunque resultan prometedores, 
no podría lograrse si el proceso formativo iniciado a temprana edad no se culmina del 
mismo modo en el nivel bachillerato y universitario. 
31 
 
 Una educación por competencias puede formar parte de la educación integral, no son 
suficientes los conocimientos o el dominio de técnicas, además es necesario que el alumno 
sea capaz cognitivamente y en otros aspectos como la autonomía personal y la capacidad de 
integrarse socialmente. Es una oportunidad de cambio para la mejora sustancial de la 
enseñanza (Zabala y Arnau, 2007). 
 El enfoque educativo por competencias implica cumplir tres condiciones (SEP, 2011) 
que implican un cambio de paradigma, especialmente en el aspecto de desarrollar 
competencias y valores, ser relevantes para la vida futura de los estudiantes como para sus 
necesidades presentes. Y que los recursos didácticos empleados se vinculen a la aplicación 
práctica y a la interactividad, basándose en la experiencia y la experimentación. 
 El docente que asume un nuevo rol en la educación basada en competencias, debe 
adquirir los referentes teóricos para intervenir en el aula adecuando sus planes, métodos y 
objetivos a la realidad de sus alumnos, su nivel de madurez, estimulándolos, evitando 
obstaculizar su aprendizaje con expectativas cerradas; aún se deben modificar prácticas 
autoritarias y retrógradas, los catedráticos deben proponer lecturas, generar discusiones, 
abrir debates, a pesar de enfrentarse a la apatía de alumnos que después de quince años de 
escolaridad paternalista y aburrida terminan con el deseo de aprender construyendo lo 
menos que se pueda y aspirando a calificarse en la carrera elegida pensando lo menos que 
se pueda (Salazar, 2004). 
 Las competencias implican una renovación tanto curricular como de los métodos de 
enseñanza, lo cual involucra directamente la formación de los profesores. Desarrollar 
competencias para la vida requiere docentes y educadores competentes, beneficiarios de 
32 
 
una formación adecuada, calificada, dotados de capacidades para el trabajo 
interdisciplinario (SEP, 2011). 
 Cuando se habla de competencias se refiere a la selección, movilización y gestión 
sincronizada de conocimientos, cualidades, capacidades y actitudes que de forma 
interrelacionada permiten al individuo una intervención reflexiva, creativa y eficaz 
adaptada a las diferentes situaciones complejas o novedosas que se presenten en el 
transcurso

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