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Universidad Virtual Escuela de graduados en Educación La autorregulación y los estilos de aprendizaje en los alumnos de nivel universitario Tesis que para obtener el grado de: Maestría en Educación con Acentuación en Desarrollo Cognitivo Presenta: Claudia Romo Sabugal Asesor Tutor: Dra. Claudia Tamez Herrera Asesor Titular: Dr. Armando Lozano Rodríguez Querétaro, Querétaro, México Octubre 2014 ii DEDICATORIAS A mis hijos. Alan y Regina Por compartir su tiempo para que yo alcanzara este sueño. Los amo. A mi Esposo. Francisco Chavolla Por todo su apoyo, su amor, su paciencia y por estar conmigo en las buenas y en las malas. A mi padre. José Enrique Romo Por quererme como soy e impulsarme a ser mejor. A mis hermanos. Ma. Alejandra y Enrique Que han compartido conmigo la vida, los retos y los sueños. iii AGRADECIMIENTOS Al Dr. Armando Lozano Rodríguez: Por su apoyo, orientación y acompañamiento A la Dra. Claudia Tamez Herrera Por confiar en mí, por su dedicación, Por acompañarme en este camino con apoyo y paciencia para culminar este reto. A Me. Aurora Castañón y Me. Leticia Hernández Por las facilidades para que se realizara este trabajo y lograra una de mis metas A los Profesores David Hernández Mier y Raúl Aldana Muñoz Por estar siempre dispuestos a ayudar y a brindar apoyo a sus compañeros A los alumnos y profesores de las Licenciaturas en Educación Primaria y Preescolar Porque con sus aportaciones contribuyeron a lograr este estudio y con ello, aprender y ser mejor docente iv RESUMEN La autonomía implica el autocontrol del propio individuo, es decir, autorregulación, que permita decidir sus actuaciones y monitorearlas conscientemente, para convertirse en un adulto profesional y responsable frente a las situaciones que se le presenten. Cuando un joven universitario no la desarrolla, generará dependencia, delegará sus responsabilidades y decisiones en los otros. Considerando estas ideas se emprendió este estudio mixto basado en un diseño anidado concurrente de modelo dominante DIAC, para indagar cuál es la percepción que tienen los estudiantes normalistas, respecto a su desempeño como tales, cuáles son las actitudes, hábitos y creencias que en su proceso formativo y la percepción de sus profesores sobre cómo se desempeñan en sus clases. Se diseñaron y aplicaron diversos instrumentos. La investigación realizada mostró que los alumnos tienen deficiencias de autorregulación frente a los procesos de aprendizaje, ya que dependen de la dirección del docente, no muestran iniciativa ni compromiso con su formación, les hace falta reconocer su estilo de aprendizaje y aprovecharlo para elegir las estrategias, organizarse, administrar su tiempo de estudio y establecer un plan de vida. El ejercicio de una profesión implica un proceso de formación personal en que intervienen la voluntad, el reconocimiento de las propias posibilidades y del estilo de aprendizaje que brindan a los universitarios el conocimiento de su profesión. La autorregulación permite poner en práctica los conocimientos adquiridos, de continuar aprendiendo y dirigir su vida según sus principios y convicciones. El ser humano busca el sentido de su vida, es deber de los educadores ayudar a sus alumnos a descubrir lo que cada uno de ellos puede llegar a ser, desde su realidad y brindando las herramientas para auto dirigir sus acciones, con responsabilidad, conocimiento flexible y capacidad para adaptarse a los cambios de la sociedad incierta y compleja de la que forma parte. Para favorecer la autorregulación de los alumnos universitarios se sugirieron diversas estrategias, especialmente la reflexión para guiar en el reconocimiento de sus logros, dificultades, aspectos a mejorar, así como la búsqueda de alternativas para ello. Para los docentes se propuso la diversificación de estrategias orientadas a los alumnos auditivos, visuales y kinestésicos. v ÍNDICE Agradecimientos i Dedicatorias ii Resumen iii Índice del contenido iv Índice de tablas vi Índice de figuras vii Introducción ix 1. CAPÍTULO 1. Planteamiento del problema 1.1 Antecedentes…………………………………………………… ........ …… 1 1.2 Planteamiento del problema………………………………………… …… 8 1.3 Objetivo de la investigación……………………………………… . ……… 9 1.3.1 Objetivos específicos 1.4 Justificación………………………………………………………………. 10 1.5 Limitaciones y delimitaciones……………………………………………. 15 2. CAPÍTULO II. Marco teórico 2.1 La sociedad del conocimiento…………………………………………….. 19 2.1.1 Los profesionistas en la actualidad……………………………….. 22 2.1.2 Profesionalización y desarrollo de competencias………………… . 24 2.2 Competencias para la vida…………………………………………… ....... 28 2.2.1 La autonomía como competencia ………………………… .......... 41 2.2.2 El perfil del individuo autónomo………………………… ............ 44 2.3 La autorregulación y el proceso educativo ……………………………… 45 2.3.1 Regulación vs autorregulación…………………………………… . 47 2.3.2 Los procesos de autorregulación en la vida del individuo………. . 49 2.3.3 La autogestión en los procesos de aprendizaje………………….. ... 51 2.3.4 La intervención docente orientada al desarrollo de la autorregulación. ................................................................................ 53 2.4 Autorregulación y estilos de aprendizaje………………………………….. 57 2.4.1 Estilos de aprendizaje……………………………………………. .. 58 2.4.2 El aprendizaje y la autorregulación ……………………………… . 62 2.5 Autonomía y autorregulación…………………………………………….. . 64 2.5.1 eficiencia académica y estilos de aprendizaje…………………… .. 66 2.5.2 Aprendizaje y autoaprendizaje……………………………… ......... 68 2.5.3 Autoevaluación..……………………………………………… ....... 71 2.6 La profesión docente y sus retos……………………………………........... 72 vi 2.6.1 La autorregulación y el desarrollo de competencias docentes ......... 73 2.6.2 Reflexión sobre la práctica………………………………… ........... 76 2.6.3 Otras investigaciones relacionadas con la autorregulación y el aprendizaje………………………………………………………. 77 3. CAPÍTULO III. Método 3.1 La investigación en el ámbito educativo……………………………… 91 3.2 La postura epistemológica como punto de partida (cuadrante de Pasteur) 93 3.3 El tema de investigación y la alternativa metodológica seleccionada…… 100 3.4 Los sujetos participantes: población y muestra del estudio……………… 101 3.5 Los instrumentos de investigación y su diseño…………………………. 103 3.6 Procedimiento para el acopio de información………………………… 104 3.7 El análisis de los datos………………………………………………… 105 4. CAPÍTULO IV. Análisis y discusión de resultados 4.1 El referente necesario en los procesos de autorregulación en los procesos de aprendizaje……………………………………………………………… 107 4.2 El enfoque en el aprendizaje y su relación con la autorregulación……… 108 4.3 Habilidades que favorecen la autorregulación en los procesos de Aprendizaje…………………………………………………………………..124 4.4 Los docentes y su percepción del desempeño de sus estudiantes……… 144 4.5 Hallazgos sobre la información recabada……………………………… 4.6 Análisis estadístico ……………………………………………………… 149 5. CAPÍTULO V. Conclusiones 5.1 La pregunta de investigación y la información revelada………………… 155 5.2 Alternativas para promover la autorregulación en los procesos de aprendizaje…………………………………………………………………. 160 5.3 Conclusiones…………………………………………………………… 163 REFERENCIAS…………………………………………………………… .170 Apéndice A………………………………………………………………… 174 Apéndice B…………………………………………………………………. 176 Apéndice C……………………………………………………………… …. 182 Apéndice D…………………………………………………………………. 183 Apéndice E………………………………………………………………… . 185 Apéndice F…………………………………………………………………. 190 Curriculum vitae…………………………………………………………… 192 vii Índice de tablas Tabla 1. Clasificación de estilos de aprendizaje……………………………………….60 Tabla 2. Características de los estilos de aprendizaje propuestos por Grasha- Riechmann (1974)…………………………………………………………… 61 Tabla 3. Tareas relacionadas con los estilos de aprendizaje…………………………. 70 Tabla 4. Concentrado de promedios por nivel educativo de los alumnos entrevistados…………………………………………………………………109 Tabla 5. En tus clases generalmente realizas estas actividades……………………….131 Tabla 6. Respecto a la entrega de tareas y trabajos en los alumnos entrevistados……133 Tabla 7. Respuestas al inventario de hábitos de estudio aplicado a estudiantes de las licenciaturas en educación primaria y preescolar. …………………...143 Tabla 8. Datos paramétricos cuantitativos……………………………………………149 Tabla 9. Tabla de frecuencias……………………………………………………….. 150 Tabla 10.Tabla de medidas de tendencia central……………………………………. 150 Tabla 11.Tabla de resultados…………………………………………………………151 Tabla 12.Instrumento 3 datos del cuestionario de docentes………………………….152 Tabla 13. Tabla de frecuencias……………………………………………………….153 Tabla 14. Medidas de tendencia central de docentes…………………………………154 viii Índice de figuras Figura 1. Los pilares de la educación………………………………………………… 32 Figura 2. Relación de los pilares de la educación con los contenidos curriculares………………………………………………………………… 34 Figura 3. Definiciones del término competencia……………………………………. 41 Figura 4. Pasos para proporcionar auto instrucciones para guiar la propia conducta………………………………………………………………….... 46 Figura 5. Estilos de aprendizaje propuestos por Honey, P y A. Mumford………….. 61 Figura 6. Estilos de aprendizaje visual, auditivo y kinestésico……………………… 62 Figura 7. Desarrollo de la autonomía en relación con la heteronomía (Kamii, 1982, p. 5)………………………………………………………… 65 Figura 8. Teorías mediacionales ……………………………………………………. 69 Figura 9. Modelo orientado al desarrollo de competencias (Ruiz, 2013)……………. 73 Figura 10. Aspectos considerados en el MSLQ (Cuestionario sobre estrategias para el aprendizaje autogestionado)………………………………………… 87 Figura 11. Vinculación entre teoría pura y aplicada según Stokes sobre el uso de los hallazgos producto de una investigación………………………… 94 Figura 12. Concentrado de promedios por nivel educativo de los alumnos Entrevistados…………………………………………………………………111 Figura 13. Consideración de los alumnos respecto a si sus calificaciones reflejan un aprovechamiento real…………………………………………….113 Figura 14. ¿Cómo te percibes como estudiante?.......................................................... 116 Figura 15. Cómo se perciben como alumnos universitarios…………………………118 Figura 16. Forma en que puede considerarse el propio rendimiento en relación con el de los compañeros del grupo………………………………..119 Figura 17. Respuesta a la pregunta ¿Te gusta estudiar?..............................................121 Figura 18. Respuesta más frecuente ¿A quién le atribuyes el éxito en el estudio?.........................................................................................................122 Figura 19. Factores atribuibles al alumno en relación con su propio proceso de aprendizaje………………………………………………………………123 Figura 20. Motivos por los que estudian la licenciatura en educación primaria o en educación preescolar………………………………………………….124 Figura 21. Respuesta de la pregunta ¿Sabes estudiar?.................................................126 Figura 22. Estrategias empleadas para favorecer el aprendizaje……………………..127 Figura 23. Consideración sobre la utilidad y eficacia de las estrategias empleadas…128 Figura 24. Respuestas sobre ¿Dónde aprendieron las estrategias que emplean para facilitar su aprendizaje?................................................................................ 132 Figura 25. Sobre las prácticas más comunes entre los estudiantes universitarios……………………………………………………………… 134 Figura 26. Forma de proceder cuando una asignatura resulta difícil para el Aprendizaje……………………………………………………………….. 136 Figura 27. Respuesta a ¿Te gusta leer?........................................................................136 Figura 28. Consideración sobre el nivel de comprensión lograda en la lectura……... 137 ix Figura 29. Preferencia de actividades complementarias para el aprendizaje............... 139 Figura 30. Dificultades enfrentadas por los estudiantes universitarios entrevistados.. 140 Figura 31. Cualidades personales que les permiten aprender de manera eficiente….. 141 Figura 32. Consideración sobre ser alumno pasivo o activo………………………….142 Figura 33. Estilos de aprendizaje CHAEA………………………………………… 142 Figura 34. Estilos de representación preferidos………………………………………144 Figura 35. Consideración de los docentes respecto a si los estudiantes son responsables en su propio proceso formativo ……………………………. 150 Figura 36. Gráfica de resultados de alumnos…………………………………………151 Figura 37. Gráfica de frecuencias…………………………………………………… 153 Figura 38. Gráfica de resultados de docentes……………………………………….. 153 x Introducción El desarrollo de la autonomía constituye una de las prioridades en el proceso formativo del individuo y en el desarrollo de competencias para la vida. Cualquier profesionista requiere de ciertos dominios que le permitan ejercer su carrera con los conocimientos, las habilidades y actitudes según su campo, pero también otros que al culminar su formación profesional le permitirán acceder a nuevos aprendizajes, por lo que aprender a aprender, iniciativa, autoformación, actualización y autoevaluación deberán desarrollarse en cualquier profesionista que desee ser competente, independientemente de su profesión. Para reconocer la forma en que los docentes de nivel universitario deben intervenir con sus alumnos para favorecer los procesos de autorregulación y de autodirección del propio aprendizaje a través de la interacción en el aula de clase, se emprendió este estudio, a través del cual se buscó indagar qué influencia tienen los estilos de aprendizaje y cómo se puede favorecer el desarrollo de competencias para el autoaprendizaje y la autoformación en alumnos universitarios que cursan las licenciaturas en educación Primaria y Preescolar. La falta de iniciativa, de seguridad, de autonomía dejan una huella en el individuo, desde la infancia resulta relevante atender este desarrollo tan importante en la formación de un adulto maduro. En el nivel universitario, los alumnos muestran carencias respecto a sus habilidades para enfrentar nuevos retos,esperan continuamente las indicaciones a seguir, no muestran iniciativa para plantear alternativas viables para ciertas situaciones. Se manifiesta como conformismo y excesiva dependencia de la persona del profesor, lo cual en un profesionista revela una carencia de habilidades de autoaprendizaje y de xi desarrollo en los rasgos del perfil de egreso de los jóvenes universitarios que deben ser capaces de hacer frente a la sociedad actual mediante el ejercicio de su profesión. El estudio realizado buscó plantear alternativas para promover en los alumnos universitarios habilidades para lograr la autodirección en sus procesos de aprendizaje que les permitan desarrollarse como sujetos autónomos, responsables que vivan plenamente. La autogestión de los propios procesos de aprendizaje resulta indispensable y requiere de un desarrollo sano de la persona, de una autonomía moral e intelectual para ejercer su libertad y participar en su propio desarrollo personal y profesional. Por ello el Capítulo I presenta la realidad que llevó a delimitar el problema de investigación, el planteamiento del mismo, los objetivos de la presente investigación, así como la justificación y las limitaciones y delimitaciones relacionadas con la autorregulación como una oportunidad para aprender. En el capítulo II se presenta un marco teórico que sustenta el fenómeno de la autorregulación como una competencia necesaria para el aprendizaje permanente de los estudiantes de licenciatura en educación primaria o de la licenciatura en educación preescolar; se revisarán los conceptos de autonomía, autoaprendizaje, autoconstrucción y autoevaluación y la relación que éstos guardan con los procesos de aprendizaje y con el desarrollo de competencias a partir de la revisión de las ideas de Freire, Vigotsky, Tobón y Perrenoud, entre otros, así como la propuesta formativa de la SEP (Secretaría de educación Pública) para las licenciaturas en educación preescolar y primaria, y la propuesta para la educación básica que considera las recomendaciones educativas realizadas a México a partir de la Conferencia Mundial de Educación para todos, realizada en Jomtiem en 1990 y xii que está estrechamente vinculada a la formación de nuevos docentes con un perfil que responda a las necesidades educativas del siglo XXI. En el capítulo III se presenta la propuesta metodológica a través de la cual se realizó el presente estudio, como un modelo mixto con diseño anidado o incrustado concurrente de modelo dominante (DIAC), los instrumentos diseñados y seleccionados para recabar la información, como el cuestionario dirigido a los estudiantes normalistas, que incluye un instrumento CHAEA y el de Ibarra (2001) para conocer los estilos de aprendizaje, un inventario de hábitos de estudio y el cuestionario previsto para los docentes de las licenciaturas en educación preescolar y en educación preescolar; se presenta el proceso de diseño y el de su aplicación. En el capítulo IV se revelan los resultados obtenidos en este estudio mixto, que integra tanto datos cuantitativos como cualitativos, y que revela la forma en que los estudiantes entrevistados perciben y enfrentan sus procesos de aprendizaje, cómo se consideran cómo alumnos, cuáles son sus estilos de aprendizaje y qué estrategias emplean para enfrentar cotidianamente sus deberes escolares; la visión de sus profesores respecto a la autonomía y a la autorregulación de sus alumnos y sobre su desempeño como estudiantes universitarios. Finalmente en el capítulo V se muestran los hallazgos obtenidos a lo largo de esta investigación, se pudo confirmar que los alumnos normalistas carecen de autorregulación en sus procesos de aprendizaje, que requieren de la guía constante del profesor para aprender, que no consideran al aprendizaje en una dimensión compleja, sino que lo relacionan con el cumplimiento de actividades y tareas solicitadas por el maestro; y se proponen algunas alternativas para favorecer los procesos de autorregulación en el aprendizaje de los alumnos universitarios, que pudieron reconocerse mediante esta investigación. xiii Los docentes enfrentan en la actualidad el reto de contribuir a través de nuevas competencias para enseñar a la formación de sus alumnos en habilidades, conocimientos y actitudes que les permitan aprender a aprender como un medio para continuar aprendiendo a lo largo de su vida empleando las herramientas y estrategias para autorregular su aprendizaje y lograr el desarrollo de su autonomía para conducir su destino. 1 I. Planteamiento del problema Las nuevas generaciones enfrentan una realidad que las compromete a desarrollar conocimientos, habilidades y actitudes a lo largo de su proceso educativo, que les brinden oportunidades de crecimiento y realización personal para estar preparados y poder actuar en los ámbitos social, laboral y personal con autonomía suficiente para ser competitivos, responsables y capaces de adaptarse a las demandas de su tiempo. Este capítulo integra la justificación del presente estudio, orientado a identificar la forma de favorecer el desarrollo de la autonomía que les permita a los jóvenes universitarios adquirir habilidades para la autorregulación en sus propios procesos de aprendizaje, ya que resulta indispensable al enfrentar los retos profesionales para ejercer la carrera de su elección con una visión de futuro que responda a las demandas de la sociedad del conocimiento en la que como país México, se encuentra inmerso. 1.1 Antecedentes El desarrollo humano, como disciplina científica, busca comprender y profundizar en el comportamiento humano. El estudio del desarrollo humano es una tarea en evolución constante, muchas de las preguntas que los científicos del desarrollo se han planteado, así como sus métodos y las explicaciones que han realizado se han transformado en los últimos años, gracias a esos cambios se puede apreciar el progreso en la comprensión sobre el desarrollo humano en la medida en que las nuevas investigaciones se edifican sobre las anteriores e incluso las cuestionan e integran en ellas los avances tecnológicos y los cambios en las actitudes culturales (Papalia, Wendkos y Duskin, 2004). 2 La educación no está exenta de cambios y en los últimos años se ha visto influenciada por los avances científicos y tecnológicos, los cuales han brindado a los docentes y padres de familia nuevas teorías, herramientas, conocimientos y alternativas para intervenir positiva y adecuadamente en la formación de mejores individuos que puedan ejercer la ciudadanía con compromiso, de tal forma que se logre mejorar la calidad de vida de las sociedades, por ello resulta necesario contribuir al desarrollo humano de las nuevas generaciones. El desarrollo humano implica las dimensiones física, cognoscitiva y psicosocial, cada dimensión representa para el individuo el desarrollo de diversos dominios entrelazados; a lo largo de su vida cada uno afecta a los otros, a la vez que cada uno es importante por sí mismo (Papalia, Wendkos y Duskin, 2004). El individuo debe desarrollar habilidades, conocimientos, actitudes y valores para ser competente, de tal forma que pueda construirse a sí mismo desde su realidad e individualidad, considerando que como ser social su comportamiento afecta e influye a los que le rodean. Una competencia es la capacidad de actuar de manera eficaz en una situación específica, que requiere de conocimientos habilidades y actitudes y que es resultado de su conjunción y que se manifiesta en su aplicación en situaciones prácticas (Perrenoud, 2002). En el ámbito educativo resulta necesario que el sujeto, a través de un proceso formativo, desarrolle capacidades para conducir su vida, asumir supropia existencia y tomar las decisiones adecuadas a su propia realidad. La autonomía debería constituirse como uno de los aprendizajes a lograr a través del proceso educativo, considerando su trascendencia para la vida del individuo. 3 En las nuevas generaciones es notoria la necesidad de desarrollar un grado mayor de autonomía que les permita a los individuos sentirse seguros de sus decisiones, de enfrentarlas con responsabilidad y con sentido crítico. La iniciativa dota al sujeto de la posibilidad de enfrentar situaciones de diversa índole con la intención de encontrar y aplicar la mejor alternativa para superarlas. La autonomía requiere del desarrollo de la capacidad de autocontrol del propio individuo, es decir, autorregulación, que permita planear sus intervenciones y monitorearlas conscientemente, ya que de esta forma podrá crecer como un adulto profesional y responsable frente a los diversos estímulos que se le presenten en la vida. La capacidad de autorregulación hace referencia a la posibilidad de dirigir de manera autónoma la propia conducta, en función de los criterios valorales elegidos voluntariamente a través de la reflexión personal. La autorregulación afecta directamente la actividad del individuo, pero haciendo referencia a su propio juicio, es decir, tiene la posibilidad de ser coherente, de actuar conforme a su forma de pensar (Marco, 2008). Se está frente a una generación de jóvenes que tiene ante sus ojos un mundo más complejo y que cuenta con pocos recursos para enfrentarlo, con muchos estímulos y distractores, que ocupan un lugar prioritario mayor que el estudio y el trabajo. Además de ser una generación frágil, con poca capacidad de esfuerzo, sacrificio y voluntad, que han crecido en un ambiente que los ha sobreprotegido y con poca tolerancia a la frustración y poco aprecio para el logro y el merecimiento personal (Amaya y Prado, 2009). Parece que la adolescencia se ha prolongado, las nuevas generaciones permanecen en sus hogares, los padres asumen la responsabilidad de mantener a sus hijos aun cuando ya son adultos, están 4 casados y tienen hijos, lo cual provoca malos hábitos en ellos, tales como conformidad, mediocridad y poco espíritu de superación. Cuando un joven no desarrolla las capacidades de autorregulación, puede crear una gran dependencia en su actuar respecto a las opiniones y elecciones de los demás, ya que al no confiar en ellos mismos, prefieren delegar sus propias responsabilidades y decisiones en los otros, al depositar su seguridad personal en lo que dicen y deciden los demás, sus padres, maestros, compañeros, entre otros. En las palabras de Freire (1986), el individuo que se experimenta oprimido, disminuido y acomodado, convertido en un espectador teme no solo a la convivencia y duda de sus posibilidades, también tiene miedo a la libertad. Se presenta entonces el imperativo de contribuir a que los jóvenes adquieran mayor conciencia de sus posibilidades como resultado de su inserción en el mundo; de la captación de las tareas de su tiempo y de la nueva visión de los viejos temas, así comienzan a ser críticos. La falta de iniciativa, de seguridad y de autonomía deja una huella en la vida del individuo, desde la infancia resulta relevante atender este desarrollo, tan importante en la formación de un adulto maduro. La autonomía del griego autos, por sí mismo, y nómos, ley; debe entenderse como “la facultad de gobernarse por sus propios actos. […] Capacidad del hombre de autogobernarse, determinando su propia conducta” (Diccionario de ciencias de la educación, 1999, p. 159). Es decir ser dueño de sí mismo, en este sentido la autonomía le permite al individuo hacerse a sí mismo mediante el desarrollo de destrezas personales que favorezcan el autoconocimiento, la autonomía moral es indispensable para mantener sus conductas orientadas por los propios valores, así como para no ceder ante presiones externas que lo puedan perjudicar (Marco, 2008). 5 En el nivel universitario, los alumnos muestran carencias respecto a sus habilidades para enfrentar nuevos retos, esperan continuamente las indicaciones a seguir, no muestran iniciativa para plantear alternativas viables para resolver ciertas situaciones; lo que se manifiesta como conformismo y excesiva dependencia de la persona del profesor. Lo cual en un profesionista revela una carencia de habilidades de autoaprendizaje y de desarrollo en rasgos del perfil de egreso de los jóvenes universitarios que deben ser capaces de hacer frente a la sociedad actual desde el ejercicio de su profesión. La idea de ejercer una carrera con profesionalismo y dedicación, de realizar un trabajo lo mejor que se pueda debe facilitarse mediante la educación, es posible desde este ámbito modificar actitudes hacia el trabajo fomentando actitudes positivas, haciendo de él un espacio para el crecimiento y de realización personal (Otero, 1989). Para ser capaces de ejercer una profesión resulta indispensable el desarrollo de las capacidades de autorregulación, que den fe de las competencias adquiridas a lo largo de su formación académica y que puedan ponerse en juego al culminar dicho período formativo y enfrentar una realidad laboral desconocida y que, incluso en algunos casos, pueda llegar a ser adversa, como lo señala Perrenoud (2004) el alumno se resiste al saber y a la responsabilidad. Ser competente es ser capaz de movilizar varios recursos cognitivos para hacer frente a un tipo de situaciones (Perrenoud, 2004) lo cual implica considerar que las competencias no son en sí mismas conocimientos, habilidades o actitudes, aunque movilizan, integran y orquestan tales recursos. Esta movilización únicamente resulta pertinente en una situación determinada; el ejercicio de una competencia pasa por operaciones mentales complejas que son sostenidas por esquemas de pensamiento que permiten de manera consciente realizar 6 una acción eficaz para enfrentar una determinada situación. Las competencias profesionales se crean, a través de un proceso formativo, pero también a través de la actuación cotidiana del practicante en diferentes situaciones. El alumno debe aprender a transformar los conocimientos que recibe, a conectarlos, a darles su punto de vista y a imaginar nuevos mundos (Méndez, 2013). El desarrollo de competencias profesionales (Perrenoud, 2004) demanda del docente una intervención dirigida especialmente a trabajar a partir de las representaciones de sus alumnos, es decir, de sus conocimientos previos; de los errores y obstáculos en el aprendizaje; concebir y hacer frente a situaciones problema ajustadas a los niveles y posibilidades de los alumnos; observar y evaluar a los alumnos en situaciones de aprendizaje; trabajar especialmente con los alumnos con grandes dificultades; suscitar el deseo de aprender, explicitando la relación con el conocimiento, el sentido del trabajo escolar y la capacidad de autoevaluarse; favorecer la definición de un proyecto personal del alumno. La inminente situación que se vive en la llamada sociedad del conocimiento hace énfasis en la necesidad de apropiarse del conocimiento, generarlo y ser capaces de aplicarlo, lo cual resulta imposible si los individuos no cuentan con la autonomía suficiente para emprender, a partir del reconocimiento de sus necesidades, un proyecto de vida, para el cual se requiere de la capacidad de auto dirigir los propios procesos de aprendizaje y con ello su formación profesional, así los estudios universitarios, especialmente si se desea ejercer la docencia, constituyen un espacio privilegiado para desarrollar en los alumnos capacidades de autoaprendizaje que garanticen que al egresar de su carrera universitaria puedan continuar ese proceso para enfrentar conmayor eficacia y profesionalismo su 7 actividad laboral y estar abiertos para enfrentar los retos que se vayan presentando cotidianamente. En un mundo incierto los estudiantes deben ser buenos aprendices, con flexibilidad cognitiva, culturalmente sofisticados y capaces de trabajar en forma colaborativa, multitareas, capaces de aprender cómo aprender, aprender de los errores de manera permanente a lo largo de su vida. Los alumnos universitarios deben desarrollar la capacidad de aprender a aprender, una actividad de meta aprendizaje, es decir, de intervenir y actuar sobre el aprendizaje, que incluye procesamiento de información, habilidades específicas, tácticas y estrategias de aprendizaje (planificar, examinar las propias realizaciones, identificar las causas de las dificultades, verificar, evaluar, revisar y ensayar), acompañadas de disposiciones afectivas como la motivación, actitudes, autoeficacia, situados en un contexto determinado (Martín y Moreno, 2007). El mismo autor señala que aprender a aprender constituye una “habilidad y la disposición para adaptarse a nuevas tareas, mediante la activación del compromiso para pensar y una perspectiva de esperanza a través del mantenimiento de la autorregulación cognitiva y afectiva en y de la actividad de aprender” (p. 23). Cualquier profesionista en la actualidad puede acceder a los conocimientos, a través del empleo de las redes sociales, de internet, la lectura y la consulta en diversas fuentes de información como: periódicos, revistas, archivos, libros, entre otros, pero implica poner en juego una serie de habilidades propias para auto dirigir la búsqueda, la selección, la aplicación y la valoración de la misma, así como del propio trabajo realizado. En la actualidad la educación universitaria se orienta al desarrollo de competencias, en la que debe predominar, más que la enseñanza, el trabajo de los alumnos, es decir, sus 8 actividades de aprendizaje autónomo, colaborativo, mediado por el empleo de la tecnología (Pozo, 2006). Las oportunidades que ofrece el ámbito educativo en las instituciones de nivel superior posibilitan el desarrollo de estrategias de enseñanza y aprendizaje para acceder a información relevante, oportuna y actual que mediante la búsqueda, selección, jerarquización y empleo de diversos recursos hará posible la construcción del auto aprendizaje. Reconocer cuáles habilidades resultan necesarias para auto dirigir los propios procesos de aprendizaje, constituye un gran reto para legar a las nuevas generaciones de profesionistas, la posibilidad de ejercer laboralmente con autonomía y capacidad autocrítica, y de seguir aprendiendo más allá de las aulas y de los espacios universitarios. Aprender a aprender es un concepto vinculado al de autoaprendizaje, educación permanente y autodidactismo, términos que implican ser capaces de “reflexionar sobre su propio aprendizaje, tomar conciencia de las estrategias y estilos cognoscitivos individuales, reconstruir los itinerarios seguidos, identificar las dificultades encontradas así como los puntos de apoyo que permiten avanzar: todo esto es parte consustancial del aprender y de la posibilidad de mejorar el propio aprendizaje” (Torres,1998, p.77). Los estilos de aprendizaje permiten al individuo conocer cómo aprende mejor y le dan la oportunidad de tomar decisiones adecuadas y oportunas para asumir un rol protagónico en su propio proceso de aprendizaje, por ello con el presente estudio se busca identificar las alternativas para el siguiente problema. 1.2 Planteamiento del problema El inicio de toda investigación es el reconocimiento de un problema, como lo señalan Hernández, Fernández y Baptista (2014) “el planteamiento del problema es el 9 centro, el corazón de la investigación: dicta o define los métodos” (p. 34) por ello resulta indispensable delimitar qué se quiere investigar, y a partir de su establecimiento, con las habilidades, conocimientos y actitudes del investigador, será posible encontrar las respuestas que se buscan en torno al problema planteado. Para la presente investigación el problema quedó delimitado de la siguiente manera: ¿Cómo se desarrolla la autodirección en los procesos de aprendizaje de los alumnos de Licenciatura en educación Preescolar y Licenciatura en educación Primaria a través del reconocimiento de los propios los estilos de aprendizaje? Preguntas subordinadas ¿Qué relación tiene el desarrollo de la autorregulación con la autodirección del aprendizaje en el nivel universitario? ¿Qué rasgos caracterizan a las personas capaces de auto dirigir sus procesos de aprendizaje? ¿Cómo favorecer en cada estilo de aprendizaje la capacidad de auto dirigir su proceso formativo hacia el éxito y la eficacia en su desempeño? 1.3 Objetivo de la investigación Al establecer lo que se pretende con la investigación a realizar es necesario plantear cuáles son sus objetivos, éstos deberán “expresarse con claridad, ser específicos, medibles, apropiados y realistas” (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 37). El objetivo de este proyecto fue: 10 Identificar las condiciones en que se desarrolla la capacidad de autodirección en el propio proceso de aprendizaje y la relación que éstas guardan con cada estilo de aprendizaje. 1.3.1 Objetivos específicos. Para este estudio los objetivos específicos son: 1. Establecer los requerimientos necesarios para sentar las bases para el desarrollo de la autodirección en el aprendizaje desde el desarrollo de la autonomía. 2. Describir el rol del alumno universitario como protagonista y agente de su propio proceso de aprendizaje. 3. Identificar las características de los estilos de aprendizaje que pueden favorecer y potenciar el desarrollo de la capacidad auto directiva en el aprendizaje. 4. Identificar la forma más conveniente de promover y facilitar la autodirección de los alumnos universitarios en sus propios procesos de aprendizaje para favorecer en ellos sus capacidades de autoaprendizaje y de profesionalización continua. 1.4 Justificación Ejercer la docencia comprende el desarrollo de una serie de rasgos que aparecen señalados en el perfil de egreso y una serie de competencias que permitirán a los nuevos docentes enfrentarse al trabajo frente a grupo, por lo que resulta indispensable reconocer que el desarrollo de una capacidad auto directiva, brindará a los estudiantes universitarios la posibilidad de enriquecer su aprendizaje a partir del reconocimiento de las propias fortalezas y dificultades en su proceso de aprendizaje. Al reconocer el propio estilo de aprendizaje el alumno universitario podrá comprender cómo procesa la información y será capaz de elegir las estrategias auto directivas más adecuadas para conducir su propio proceso de aprendizaje y desarrollará la responsabilidad para enfrentar su realidad personal, asumirse como un sujeto protagonista 11 en su proceso formativo, elegir las estrategias más adecuadas para organizar sus trabajos académicos y mejorar a partir de las propias actuaciones y desempeño en sus estudios, además de enfrentar sus elecciones con un sentido ético. La capacidad auto directiva podrá permitir la autoformación permanente al egresar de sus estudios universitarios, al ser capaz de buscar los medios que le permitan reconocer sus limitaciones y enfrentarlas responsable y organizadamente. La búsqueda de información es un aspecto que ha progresado sustancialmente en los últimos años gracias a los avances tecnológicos y la información disponible al público es mucho mayor y es provista incluso por grandes instituciones de educación superior, con la capacidad auto directiva es posible acceder a dichos medios para realizar consultas, participar en proyectos colaborativosy comunidades de aprendizaje, que contribuyan a su mejor desempeño profesional, de forma continua y permanente. Los recursos educativos abiertos (REA) constituyen un ejemplo de las posibilidades formativas con enfoque auto directivo, ya que extienden las posibilidades de acceso al conocimiento, contribuyen a promover un aprendizaje para toda la vida y pueden ser un puente entre el aprendizaje formal y no formal, son de bajo costo y llegan a una gran cantidad de personas (Organisation for Economic Co-operation and Development, 2009). Lo único necesario fue que los estudiantes se apropiaran del uso eficiente de esta herramienta de aprendizaje. Es por ello que a través de esta investigación se analizó la relación existente entre los estilos de aprendizaje y el desarrollo de la autodirección en el proceso de aprendizaje. Se buscó reconocer cuáles son los factores que influyen en el desarrollo de las capacidades auto directivas y cómo se favoreció en los alumnos de nivel universitario. Con la información obtenida en el estudio se plantearon alternativas para promover el desarrollo de la autodirección en el proceso formativo de los alumnos universitarios y se señalaron los 12 rasgos de cada estilo de aprendizaje para aprovechar individualmente, a partir del autoconocimiento, la responsabilidad como protagonista de su formación y de las elecciones de su vida. Los estudiantes universitarios mostraron una deficiencia en la responsabilidad con la que asumen y enfrentan sus estudios universitarios, culpan a otros de lo que no entregan, no cumplen en tiempo y forma con sus trabajos y tareas y manifiestan una notoria falta de iniciativa por enriquecer su aprendizaje, por conocer más, por desarrollar más habilidades y no buscan soluciones a sus dificultades, de forma pasiva esperan que las alternativas y sugerencias surjan del docente. La actitud ante sus profesores y hacia la exigencia de un nivel óptimo de desempeño académico, es de enojo y molestia, siempre quieren hacer menos de lo solicitado y se valen de una gran variedad de pretextos para cumplir. Parece que la apatía y la falta de compromiso guían a las nuevas generaciones en su formación profesional. Es necesario que logren desarrollar capacidades auto directivas, ya que de no ser así, indudablemente quedarán en desventaja en una sociedad que demanda eficiencia y competitividad, frente a los profesionistas que por el contrario sean capaces de adquirir por cuenta propia las habilidades que requieren, los conocimientos nuevos que hagan más eficiente su trabajo y las actitudes que les permitan adaptarse a nuevas realidades, siendo fieles a sus principios y valores. La autonomía debe desarrollarse porque brinda al ser humano la posibilidad de actuar con responsabilidad y compromiso dentro de un marco de libertad. Freire (2004) invita a reflexionar sobre lo que los maestros deben saber y de lo que deben hacer en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el énfasis está puesto en educar para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad. 13 Uno de estos saberes necesarios para la formación docente desde una perspectiva progresista es saber que enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia producción o construcción. Por ello cuando el docente entra a un salón de clases debe actuar como un ser abierto a indagaciones, a la curiosidad y a las preguntas de los alumnos, a sus inhibiciones; como un ser crítico e indagador, inquieto ante la tarea que tiene de enseñar, creando las condiciones para que pueda darse el aprendizaje y no la de transferir conocimientos. 1.5 Limitaciones y delimitaciones Esta investigación fue realizada con alumnos de nivel universitario, alumnos y alumnas que cursan las licenciaturas en educación Preescolar y Primaria. La docencia en la educación básica, como en cualquier nivel educativo, implica un compromiso con la formación de las futuras generaciones, por lo que este estudio se orientó a la atención del desarrollo de capacidades auto directivas que contribuyeran a un desempeño más autónomo e independiente de los alumnos que cursan estudios universitarios relacionados con el ámbito educativo. Para promover el desarrollo de la autodirección del proceso de aprendizaje fue necesario contextualizar la situación real, tratando de reconocer cuál era la forma de proceder de los alumnos normalistas en relación a sus estudios, qué actitudes predominan y requieren ser modificadas, así, poco a poco podrán implementar los cambios necesarios, que les permitan progresivamente actuar con mayor grado de responsabilidad, compromiso e independencia en su proceso formativo. En la actualidad es necesario que los futuros docentes desarrollen conocimientos, habilidades y actitudes para actuar competentemente frente al grupo en el que ejerzan su docencia con profesionalismo. 14 México atraviesa una de las crisis más profundas de su historia, los indicadores macroeconómicos y el estancamiento en todos los ámbitos que garantizan el bienestar social ilustran la desigualdad que describe la realidad; para superar esta crisis es necesaria una sinergia entre los diferentes actores educativos a fin de garantizar la generación, distribución y uso crítico de un conocimiento pertinente a una agenda social (SEP, 2011). La educación debe garantizar el conocimiento necesario en una situación contextual determinada que contemple lo global, lo multidimensional y la interacción compleja (Morín, 1999) lo cual compromete al ámbito docente en la formación adecuada para educar en el siglo XXI. Se busca reconocer qué oportunidades deben brindarse a los alumnos universitarios para poder asumir responsabilidades de organización, monitoreo y autoevaluación de su propio trabajo académico, cómo conducir la reflexión para concientizarlos sobre sus logros y sus deficiencias y la manera de superarlas. Así mismo, guiar al autoconocimiento del propio estilo de aprendizaje para que sean capaces de tomar decisiones pertinentes para orientar su desempeño hacia el logro de los rasgos del perfil de egreso y hacia el desarrollo de las competencias genéricas y específicas de su profesión. El estudio a realizar implicará una investigación de tipo mixto, es decir, que “implica un proceso de recolección, análisis y vinculación de datos cuantitativos y cualitativos en un mismo estudio […] para responder a un planteamiento del problema” (Hernández, Fernández y Baptista, 2006, p. 751). Fue necesario emplear los dos enfoques para responder distintas preguntas de investigación en un planteamiento del problema, ya que un enfoque mixto permitió lograr una perspectiva más precisa del fenómeno de la autorregulación en los procesos de aprendizaje, ya que favorece una percepción más integral, completa y holística (Hernández, Fernández y Baptista, 2006). 15 En un estudio mixto, el enfoque cuantitativo y cualitativo se entremezclan o combinan en todo el proceso de investigación, para lo que fue necesario: recolectar simultáneamente datos cualitativos y cuantitativos, a varios niveles y en diferentes secuencias; se realizaron análisis de los dos tipos sobre los datos de ambos enfoques durante todo el proceso. Hernández y Mendoza (2008) señalan que los estudios mixtos “representan un conjunto de procesos sistemáticos, empíricos y críticos de investigación e implican la recolección y el análisis de datos cuantitativos y cualitativos, así como su integración y discusión conjunta, para realizar inferencias producto de toda la información recabada (metainferencias) y lograr un mayor entendimiento del fenómeno bajo estudio” Hernández, Fernández y Baptista, (2014) en este caso se optó por un método mixtocon un diseño DIAC (diseño anidado o incrustado concurrente de modelo dominante) al considerar que este modelo se adapta más al planteamiento del problema, los mismos autores mencionan que sería posible imaginar que para toda clase de trabajos manuales solo se contara con una herramienta, lo que resultaría inadecuado, mientras más herramientas se tengan disponibles será posible enfrentar mayor número de trabajos que responden a diferentes necesidades. En el ámbito educativo la complejidad caracteriza a los problemas que se enfrentan, por lo que se determinó un estudio mixto al intentar conocer el fenómeno de la autorregulación en los alumnos normalistas, lo que implica tratar de comprender una realidad objetiva, en una escuela normal, en sus instalaciones, sus planes de estudio, y una realidad subjetiva que surge de la interacción entre alumnos y docentes, con compañeros, que conjuga la historia individual, las experiencias de aprendizaje, la personalidad, entre otras, que han conformado la forma de ser estudiantes, sus hábitos, actitudes, habilidades, creencias, entre otros. 16 En este estudio mixto, cómo se señaló anteriormente se optó por un diseño anidado o incrustado concurrente de modelo dominante (DIAC), en el que se recolectaron simultáneamente datos cuantitativos y cualitativos, en este tipo de diseño el método predominante guía el proyecto (pudiendo ser este cuantitativo o cualitativo). El método que posee menor prioridad es anidado o insertado dentro del que se considera central (Hernández, Fernández y Baptista, 2014, p. 559). En este caso el método primario fue el cualitativo (Cual) y el secundario el cuantitativo (Cuan) permitió aclarar, ampliar y contribuir a la comprensión del fenómeno estudiado. Ambos tipos de indagación pueden proporcionar distintas visiones del problema estudiado. Los datos recolectados fueron comparados e integrados en un análisis conjunto, proporcionando así una visión más completa y holística del mismo. A través de un estudio mixto realizado, se buscó conocer las actitudes frente al trabajo escolar de los alumnos implicados y las percepciones al respecto que expresaron los docentes de las licenciaturas en educación Preescolar y Primaria, posteriormente se relacionó la información obtenida con sus estilos de aprendizaje. Finalmente se plantearon alternativas que para favorecer procesos de autorregulación en los alumnos universitarios. Se consideró a la población estudiantil de las licenciaturas en Educación Preescolar y Primaria, de una escuela normal particular del estado de Querétaro, de primer a octavo semestres. La institución apreció la iniciativa para contribuir a favorecer la capacidad de auto dirigir los propios procesos de aprendizaje como parte de su compromiso con la sociedad, de formar docentes que ejerzan con profesionalismo su desempeño y que personalmente puedan emplear sus habilidades auto reguladoras en la dirección de su propia vida en otros ámbitos. 17 Desde la conferencia mundial de educación para todos en 1990, de las ideas contenidas en el marco de acción que aportaron los 181 países reunidos en Dakar en el año 2000 se identificaron los problemas que debe enfrentar la educación, se abordaron los desafíos del siglo XXI, entre ellos la necesidad de lograr aprendizaje de calidad ya que son la clave para promover un crecimiento sostenido y para reducir la pobreza, porque la educación ayuda aumentar el nivel de seguridad, de salud, de prosperidad y equilibrio ecológico en el mundo, fomenta el progreso social, económico y cultural (SEP, 2011). La educación permanente cobra importancia, en el informe de Delors se señala la conveniencia de no limitarse a conseguir el aprendizaje de un oficio, sino adquirir una competencia que permita hacer frente a numerosas situaciones, la educación permanente permite ordenar las distintas etapas educativas, preparar las transiciones, diversificar y valorizar las trayectorias, que están íntimamente ligadas a los pilares de la educación: Aprender a conocer, aprender a vivir juntos, aprender a ser y aprender a hacer (Delors 1994). Las competencias que deberán desarrollarse desde la educación básica son competencias para el aprendizaje permanente (SEP, 2011): habilidad lectora, integrarse a la cultura escrita, comunicarse en más de una lengua, habilidades digitales y aprender a aprender; competencias para el manejo de información: su desarrollo requiere identificar lo que se necesita saber; aprender a buscar; identificar, evaluar, seleccionar, organizar y sistematizar información; apropiarse de la información de manera crítica, utilizar y compartir información con sentido ético; competencias para el manejo de situaciones: para su desarrollo es necesario enfrentar el riesgo, la incertidumbre, plantear y llevar a buen término procedimientos, administrar el tiempo, propiciar cambios y afrontar los que se presenten. 18 Además de tomar decisiones y asumir consecuencias, manejar el trabajo, la frustración y la desilusión; actuar con autonomía en el diseño y desarrollo de proyectos de vida; competencias para la convivencia, para desarrollarlas es necesario empatía, relacionarse armónicamente con los demás y con la naturaleza, ser asertivo, trabajar en colaboración; tomar acuerdos y negociar con otros; crecer con los demás; reconocer y valorar la diversidad social, cultural y lingüística; competencias para la vida en sociedad, para su desarrollo se requiere decidir y actuar con sentido crítico frente a los valores y normas sociales y culturales, actuar democráticamente con libertad, paz, legalidad y derechos humanos, así como empleando las tecnologías en la vida social, combatir la discriminación y favorecer la conciencia de su cultura, su país y su mundo. Los nuevos profesionales de la educación deberán desarrollarlas para asegurar el futuro anhelado para las generaciones futuras acordes con la realidad, ya que deberán enfrentar diversas situaciones y que implicarán una capacidad autorreguladora y auto directiva para conducir su propia formación de manera permanente, y al reconocer su estilo de aprendizaje, podrán tomar decisiones acordes a sus posibilidades y orientarlas hacia su crecimiento y éxito personal y profesional. 19 II. Marco teórico Con la intención de profundizar en un tema se emprendió el presente estudio, el cual obliga a indagar sobre el tema, la búsqueda de información relacionada, que pueda sustentar y apoyar la investigación lleva a reunir, seleccionar, jerarquizar, ordenar e integrar un referente teórico, mismo que se presenta en este capítulo y que incluye las aportaciones sobre el tema que han realizado otros investigadores, así como las ideas que clarifican el problema de investigación y factores que se relacionan con él. Se parte del análisis de la realidad global en la sociedad del conocimiento, se revisa el desarrollo de competencias como objetivo de la educación, especialmente en la formación de profesionistas, el necesario desarrollo de la autonomía y la autorregulación como medio para seguir aprendiendo y mantenerse actualizado para responder a las demandas de una sociedad cambiante. 2.1. La sociedad del conocimiento En los últimos años se ha considerado un cambio radical en la forma de enfrentar las situaciones cotidianas, mientras en otros momentos de la historia la aparición de algunos artefactos ha modificado la realización de ciertas tareas, las tecnologías han ganado terreno especialmente en la comunicación y en el manejo de la información; lo que ha favorecido que ésta se convierta en el recurso principal para el desarrollo al generar, transmitir y aplicar el conocimiento. La sociedad mundial de la información se convierte en un medio para el desarrollo de todos los paísesy sobre todo para los países menos adelantados. Edificar sociedades del conocimiento abre camino a la humanización, en la medida que las personas tengan acceso a la información que permita ir hacia el desarrollo del ser humano basado en los derechos y libertades de éste (UNESCO, 2005a). El desarrollo puede ser 20 entendido, en este caso, como mejorar la calidad de vida de la población, al satisfacer las necesidades económicas, educativas, culturales, entre otras que contribuyan a reducir la pobreza y la desigualdad, a promover una mayor participación social. Las sociedades democráticas deben tender a modificar esta situación mediante la participación cociente en la vida social, como lo plantea Freire (1986), evitando las soluciones paternalistas, en las que la dependencia y el proteccionismo limitan a los ciudadanos conformando sociedades mudas, en las que la crítica no está presente y los ciudadanos se someten y se conforman sin llegar a ser realmente lo que pueden y deben ser, en las que es realmente necesario una conciencia de libertad para ser creadores de sociedades más democráticas y que respondan a las necesidades de este tiempo. Una de las características de la sociedad del conocimiento es la capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano, así mismo se basan en una visión de la sociedad que propicia la autonomía y engloba nociones de pluralidad, integración, solidaridad y participación (UNESCO, 2005a). En la vida social son necesarios los valores como parte de la ética civil, la libertad, la justicia, la tolerancia, la democracia, el diálogo la democracia, la participación y la responsabilidad deben ser conquistados por los jóvenes para formarse como personas con capacidad de autonomía cognitiva y moral, que aseguren un desarrollo de competencias para convertirse en ciudadanos críticos y responsables (Pérez, 2012). Desde el siglo de las luces el conocimiento ha cobrado relevancia en el ámbito público, a partir de la posibilidad de difundir ideas de universalidad, igualdad y libertad; 21 estas propuestas fueron propagadas gracias a la publicación de libros mediante el uso de la imprenta, así, la educación para todos ha permeado el ámbito social modificando la forma de vida de la población. En la actualidad el internet y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han favorecido la ampliación del espacio público del conocimiento. La sociedad de la información se basa precisamente en el progreso de la tecnología para divulgar la información, en cambio la sociedad del conocimiento orienta este esfuerzo hacia las dimensiones sociales, éticas y políticas que afectan a la población (UNESCO, 2005 b). Las sociedades actuales tienden a desarrollar en la población “una mentalidad democrática, con una conciencia permeable, experiencias de participación y autogobierno” (Freire, 1986, p. 67), se busca menos sumisión y más integración de sus miembros, para asegurar un mejor futuro para todos. México, como miembro de la comunidad global, necesita sumarse a las iniciativas que le permitan un mayor desarrollo, no puede permanecer al margen de la realidad, el planeta es de todos, la población merece vivir mejor y tener acceso a las oportunidades para contar con mejor calidad de vida, respetando sus derechos y actuando con libertad. Una de las finalidades de las sociedades del conocimiento es integrar a cada uno de sus miembros, promover nuevas formas de vida más solidarias con las generaciones presentes y futuras (UNESCO, 2005 b), por ello los jóvenes deben formar parte en el ámbito del conocimiento, al ejercer su derecho a la educación, aprovechando las ventajas que les brinda la tecnología para enriquecer su formación académica que más adelante se podrá concretar en el ejercicio de una profesión y/o de una vocación que a través del trabajo realizado contribuirá a la producción de bienes y a la prestación de servicios que indudablemente harán posible 22 mejorar la calidad de vida de la población al ser protagonistas del desarrollo y la productividad. Se pueden observar en la actualidad cambios notables en la naturaleza del trabajo y del mercado laboral. La mayoría de las ocupaciones requieren del procesamiento de la información, con el apoyo de la tecnología. Para lograrlo la educación debe brindar herramientas esenciales para promover la participación en la comunidad y en el entorno de producción. Por ello las competencias se introdujeron con fuerza en las empresas y en el ámbito educativo para posibilitar los mecanismos para orientar los mecanismos de gestión del talento humano y del aprendizaje acorde con los requerimientos sociales, organizacionales y personales. Las competencias en la educación están vinculadas al concepto de calidad de la educación (Tobón, 2007). 2.1.1. Los profesionistas en la actualidad En la Conferencia Mundial de educación para todos realizada en Jomtien, Tailandia en 1990, se reconoció la necesidad de despertar la conciencia y promover un compromiso internacional respecto a la urgencia de impulsar nuevas políticas y estrategias en el ámbito educativo (Torres, 1998), desde entonces la reflexión sobre los frutos de la educación impartida ha llevado a delimitar una serie de necesidades básicas de aprendizaje que resulta indispensable atender para que los procesos educativos realmente influyan en la calidad de vida de la población. La Declaración de Jomtien incluye diez objetivos, de los cuales se citan aquellos vinculados con el presente estudio como satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje, cada persona, niño, joven o adulto deberá estar en condiciones de aprovechar 23 las oportunidades educativas ofrecidas para satisfacer sus necesidades básicas de aprendizaje; perfilando la visión, es decir, satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje exige algo más que una renovación del compromiso con la educación básica en su estado actual. Lo que se requiere es una visión ampliada que vaya más allá de los recursos actuales, las estructuras institucionales, los planes de estudios y los sistemas tradicionales de instrucción, tomando como base lo mejor de las prácticas en uso, concentrarse más en el aprendizaje. Que el incremento de las posibilidades de educación se traduzca en un desarrollo genuino del individuo o de la sociedad depende, en definitiva, de que los individuos aprendan verdaderamente como resultado de esas posibilidades, esto es, que verdaderamente adquieran conocimientos útiles, capacidad de raciocinio. Aptitudes y valores. Mejorar las condiciones de aprendizaje, el aprendizaje no se produce en situación de aislamiento. De ahí que las sociedades deban conseguir que todos los que aprenden reciban nutrición, cuidados médicos y el apoyo afectivo general que necesitan para participar activamente en su propia educación y beneficiarse de ella. Movilizar los recursos. Si las necesidades básicas de aprendizaje para todos se deben satisfacer mediante acciones de alcance mucho más amplio, será esencial movilizar tanto los recursos financieros y humanos existentes como los nuevos recursos públicos, privados o voluntarios. Las necesidades básicas de aprendizaje son aquellos aprendizajes que deben permitir al sujeto sobrevivir, participar en el desarrollo social, cultural y económico de su país y así mejorar su calidad de vida individual y colectiva, al desarrollar plenamente sus capacidades, vivir y trabajar con dignidad. Éstas abarcan herramientas como la lectura y la escritura, la expresión oral, el cálculo, la solución de problemas; conocimientos teóricos y 24 prácticos, valores y actitudesnecesarios para enfrentar su futuro tomando decisiones adecuadas y continuar aprendiendo a lo largo de su vida (Torres, 1998). En este marco cabe señalar que una profesión demanda el uso de determinados conocimientos, habilidades y actitudes, que le permitirán ser competentes en el ejercicio de su labor; la eficiencia y la productividad son producto de un desarrollo adecuado de los rasgos de su perfil de egreso según la carrera universitaria elegida. Los profesionistas de hoy deberán lograr ciertos dominios, a través del aprendizaje, para estar dotados de herramientas y poder actuar eficientemente, tomar decisiones, seguir aprendiendo y adquirir los conocimientos necesarios, desarrollar habilidades y actitudes acordes con sus requerimientos laborales. Las empresas están cambiando para lograr adaptarse a las nuevas dinámicas sociales y económicas, lo cual demanda que también los personas que laboren en ellas deba adecuarse también a los procesos laborales y ajustar su desempeño a los requerimientos del cliente. Los sistemas de producción y de prestación de servicios dependen cada vez del trabajo de equipo entre los miembros de la empresa. Se han dejado atrás los modelos fordista y taylorista para dar paso al modelo de la tecno-globalización, la economía informacional y la desregulación de los mercados, y es indispensable involucrar a los empleados en un desarrollo de competencias (Tobón, 2007). 2.1.2. Profesionalización y desarrollo de competencias La educación mundial en la actualidad está orientada al desarrollo de competencias. Una competencia es la capacidad de responder a diferentes situaciones, implican saber hacer, es decir, habilidades; con saber, conocimientos, así como la valoración de las 25 consecuencias de ese hacer valores y actitudes, (SEP, 2011). Una persona competente moviliza sus saberes como son: conocimientos, habilidades y actitudes hacia la consecución de sus objetivos. La competencia profesional se entiende como la posesión y desarrollo de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes que permiten al sujeto desarrollar actividades en su área profesional, en forma eficaz y eficiente; adaptarse a nuevas situaciones, anticipar problemas, evaluar las competencias de su trabajo y participar activamente en la mejora de su práctica. En una educación basada en competencias se espera que el aprendizaje sea demostrado con resultados y evidencias de lo que pueden hacer a partir de su formación académica, que reflejan habilidades, actitudes y conocimientos teórico-prácticos desarrollados por el profesional (CENEVAL, 2005), su evaluación será realizada a partir de los resultados logrados basados en estándares. Según el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A.C. (2005) Se deben distinguir tres niveles de las competencias profesionales: competencias básicas, que son las capacidades intelectuales indispensables para el aprendizaje de una profesión, incluye competencias cognitivas, técnicas y metodológicas adquiridas en los niveles educativos previos, como: el uso adecuado del lenguaje oral, escrito y matemático. Las competencias genéricas, que son la base común de la profesión y se refieren a las situaciones concretas de la práctica profesional que requieren de respuestas complejas y las competencias específicas que constituyen la base particular del ejercicio profesional y están vinculadas a condiciones específicas de ejecución. En el enfoque funcional las competencias profesionales se delimitan a partir de los resultados, habilidades, conocimientos y aptitudes de los profesionales, comparando unas 26 con otras, asimismo, se buscan elementos de habilidades y conocimientos relevantes para la obtención del resultado esperado y tomando en cuenta el objetivo principal de la institución formadora. En el enfoque constructivista las competencias se señalan y analizan a partir de las disfunciones propias de cada organización, tomando las características de la población menos competente. La norma de la competencia se construye considerando a la persona, sus objetivos e intereses y la norma o estándar de competencia se produce al final del proceso formativo a partir de los resultados de aprendizaje alcanzados. Finalmente en el enfoque funcional se describen productos y no procesos, se identifica la competencia con la capacidad efectiva de una persona para realizar una determinada actividad, para lo cual resulta indispensable contar con evidencias de su desempeño para determinar de forma objetiva la competencia de una persona, abarca a todas las escuelas, ya que busca encontrar el modo de un desempeño superior de la organización y del individuo (CENEVAL, 2005). Las comunidades de aprendizaje constituyen un ejemplo claro de la interacción fecunda entre individuo y organización, que comprometidas con los cambios sociales y tecnológicos buscan realizar aportaciones para contribuir al desarrollo de proyectos en donde todos enseñan y todos aprenden. Los sistemas educativos experimentan cambios que se enfocan a la reestructuración escolar orientada a mejorar el desempeño del estudiante, tratando de limitar el control que se ejerce sobre el aprendizaje mediante el control centralizado de las escuelas, lo que se traduce en mayor calidad a través del capital social de las instituciones educativas (Bryk y Schneider, 2002). Para delimitar el perfil profesional por competencias es necesaria la participación del sector productivo (industria), gubernamental y educativo en la definición de la currícula por competencias. El perfil profesional implica (CENEVAL, 2005): áreas o unidades de 27 competencia en las que se delimitan las áreas de actividad o funciones del ejercicio; los elementos de competencia que deben considerarse como la desagregación del área o unidad de competencia que define un agrupamiento significativo y relativamente autónomo de actividades; éstas son los desempeños complejos que involucran y movilizan distintos atributos transferibles a diversos contextos; los criterios de realización que se establecen cuando un desempeño determinado está suficientemente bien realizado y las condiciones de desempeño que describen los contextos productivos o profesionales en los que se espera se lleven a cabo las actividades profesionales esperadas. Cada profesión compromete al estudiante a alcanzar un nivel de aprendizaje que muestre su capacidad de actuar con la ética de su profesión, sin embargo, “alcanzar las habilidades básicas requiere de esfuerzo y disciplina” (Gardner, 1997, p. 188), especialmente las correspondientes a su campo de estudio, gran parte de la formación profesional depende del propio alumno. En los años 60´s se implementaron nuevos procesos de organización del trabajo. El enfoque de las competencias surge y se hace necesario para las empresas promover el aprendizaje organizacional, la competencia y la movilidad laboral. En los 80´s se da un impulso para lograr el mejoramiento de las condiciones productivas. Las empresas a partir de entonces han estado preocupadas por tener organizaciones productivas altamente competitivas, en las que el desempeño idóneo de los trabajadores y de los equipos directivos resulta esencial (Tobón, 2007). En la década de los 90´s se consolida de forma paulatina la gestión del talento humano con base en competencias. Lo cual tiene una serie de implicaciones para los miembros de la organización que señala Tobón (2007) como que importan más los desempeños que poseer conocimientos, que los empleados necesitan de una educación continua que posibilite 28 desarrollar y afianzar capacidades requeridas por el sistema de producción de una organización. Las personas necesitan un saber flexible, para poder asumir el cambio y desarrollarnuevas competencias acordes con las demandas de las empresas y requieren una alta capacidad para el trabajo en equipo, liderazgo y creatividad para poder participar en actividades colectivas. Los empleados requieren tener un alto grado de idoneidad en lo que hacen, ya que de esto depende la competitividad de las empresas y tener presente que no importan los títulos ni la experiencia, sino el grado de idoneidad para realizar las actividades profesionales aportando al cumplimiento de las metas organizacionales. Los recursos humanos son valorados con parámetros de eficiencia y eficacia, en el contexto de competitividad empresarial, nacional e internacional. Los empleados requieren de procesos formativos que les permitan estar a la altura de los requerimientos laborales. En el enfoque de las competencias laborales ha tomado su lugar reconociendo cuatro ejes interrelacionados (Tobón, 2007): identificación, normalización, formación y certificación de competencias, los cuales permiten reconocer la formalidad y la seriedad atribuida al desarrollo profesional y a su trascendencia para la sociedad. 2.2. Competencias para la vida La universidad ideal, interesada en lograr la excelencia académica, tiende a que cada profesor instruya y eduque, las clases de humanidades fracasarían si no dotaran a los alumnos de conocimientos prácticos y si no fuesen capaces de resolver problemas con esos conocimientos. Existe una diferencia entre instruir y educar, lo primero implica suministrar conocimientos técnicos, educar, es formar criterio y carácter. Éste es la capacidad de 29 mantener un esfuerzo continuado frente a dificultades interiores o exteriores de quien obra, el criterio se refiere al conjunto de valores y finalidades de índole moral que están presentes en la aplicación de los conocimientos teóricos. En un profesionista se deben desarrollar ambos aspectos que forman parte del ejercicio competente de su profesión (Ibáñez, 2004). Gonczi y Athanasou (1996) consideran que “una competencia es una compleja estructura de atributos necesarios para el desempeño en situaciones diversas donde se combinan conocimiento, actitudes, valores y habilidades con las tareas que se tienen que desempeñar en determinadas situaciones” (Tobón, 2007, p. 47). El conocimiento ha representado para las sociedades progreso científico y tecnológico, en el siglo pasado adquirió una importancia estratégica en el desarrollo económico y social en México, por ello la política educativa se ha encaminado a promover el desarrollo del conocimiento, para ponerlo al servicio de la sociedad, y así tratar de mitigar los efectos de la pobreza, la falta de equidad y la ignorancia. Es así que se enfatiza la idea de que los aprendizajes adquiridos en la escuela deben trascender a la vida del individuo. Se promueve desde organizaciones internacionales que la educación contribuya a la construcción de un futuro sostenible (SEP, 2011), una sociedad más justa y que se pueda enfrentar la problemática social, económica, política desde la realidad de cada país. Morín (1999) señala que es necesaria una educación que garantice el conocimiento pertinente, develando el contexto, lo global, lo multidimensional y la interacción compleja, propiciando una inteligencia general apta para comprender el contexto y sus elementos. Las competencias que desarrollen los individuos deben permitirles enfrentarse a situaciones diversas, superar obstáculos, riesgos y deficiencias que por muchos años han limitado el desarrollo del país. Éstas deberán actualizarse y enriquecerse a lo largo de la 30 vida del sujeto. Las nuevas generaciones se enfrentarán a problemas vinculados con el calentamiento global, la clonación, pandemias, terrorismo y crisis económicas (SEP, 2011) entre otras que no es posible anticipar. Las competencias deben formar parte de la educación de cualquier individuo, es preciso que los nuevos profesionistas se preparen para el mercado laboral tan competitivo, por lo que no basta informar, se necesita formar, sus frutos se manifestarán en la vida de los alumnos y en sus sociedades. Educar es formarse a sí mismo, el individuo puede y debe formarse como sujeto pensante y dueño de sí mismo, introduciendo el conocimiento a partir de la construcción del mismo. Los conocimientos que se adquieren por transmisión y repetición, no siempre se incorporan, en cambio los conceptos que se adquieren a través de la construcción del conocimiento que realiza cada individuo se incorporan a la personalidad del individuo en diferentes niveles de conciencia para su manejo, vinculación y utilización (Salazar, 2002). Frente a este panorama la educación de niños y jóvenes debe orientarse a que logren prosperar, atiendan sus necesidades a lo largo de su vida en escenarios inimaginables (SEP, 2011). Es indispensable dotar a las nuevas generaciones de los conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes y valores que les permitan ser competentes para hacer frente al mundo incierto que les espera. Lo que necesita el sistema educativo es formar personas capaces de transformarse a sí mismas y al contexto en el que viven. El concepto de autoformación y el significado personal de la propia influencia en el futuro, son tan relevantes que actualmente aparecen en el currículo de educación básica (SEP, 2011), y aunque resultan prometedores, no podría lograrse si el proceso formativo iniciado a temprana edad no se culmina del mismo modo en el nivel bachillerato y universitario. 31 Una educación por competencias puede formar parte de la educación integral, no son suficientes los conocimientos o el dominio de técnicas, además es necesario que el alumno sea capaz cognitivamente y en otros aspectos como la autonomía personal y la capacidad de integrarse socialmente. Es una oportunidad de cambio para la mejora sustancial de la enseñanza (Zabala y Arnau, 2007). El enfoque educativo por competencias implica cumplir tres condiciones (SEP, 2011) que implican un cambio de paradigma, especialmente en el aspecto de desarrollar competencias y valores, ser relevantes para la vida futura de los estudiantes como para sus necesidades presentes. Y que los recursos didácticos empleados se vinculen a la aplicación práctica y a la interactividad, basándose en la experiencia y la experimentación. El docente que asume un nuevo rol en la educación basada en competencias, debe adquirir los referentes teóricos para intervenir en el aula adecuando sus planes, métodos y objetivos a la realidad de sus alumnos, su nivel de madurez, estimulándolos, evitando obstaculizar su aprendizaje con expectativas cerradas; aún se deben modificar prácticas autoritarias y retrógradas, los catedráticos deben proponer lecturas, generar discusiones, abrir debates, a pesar de enfrentarse a la apatía de alumnos que después de quince años de escolaridad paternalista y aburrida terminan con el deseo de aprender construyendo lo menos que se pueda y aspirando a calificarse en la carrera elegida pensando lo menos que se pueda (Salazar, 2004). Las competencias implican una renovación tanto curricular como de los métodos de enseñanza, lo cual involucra directamente la formación de los profesores. Desarrollar competencias para la vida requiere docentes y educadores competentes, beneficiarios de 32 una formación adecuada, calificada, dotados de capacidades para el trabajo interdisciplinario (SEP, 2011). Cuando se habla de competencias se refiere a la selección, movilización y gestión sincronizada de conocimientos, cualidades, capacidades y actitudes que de forma interrelacionada permiten al individuo una intervención reflexiva, creativa y eficaz adaptada a las diferentes situaciones complejas o novedosas que se presenten en el transcurso
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