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La argumentación y el uso de la razón 1 La argumentación y el uso de la razón La argumentación y el uso de la razón 2 L4.1 La argumentación y el uso de la razón Argumentar es sostener una postura propia ante un público al que se desea influir o persuadir, utilizando como base un conjunto de ideas o afirmaciones de tipo racional. Es decir, haciendo uso de las capacidades intelectuales del ser humano, de la lógica y el lenguaje, se realiza la expresión de dicha postura -a la que se denomina tesis-, como de las razones que la sustentan, llamadas argumentos. El lenguaje involucrado en el proceso comunicativo de un discurso argumentativo puede ser escrito u oral. Ambas manifestaciones comparten elementos esenciales pero también tienen peculiaridades. Elementos básicos de la argumentación Los argumentos están constituidos por tres elementos imprescindibles: las premisas, la conclusión y los marcadores que unen a los dos primeros. Las premisas (del latín praemisa que significa poner delante) son todos aquellos enunciados que sirven de base o sustento para llegar a una conclusión. Son los elementos que permiten, a partir de ‘buenas’ razones, probar o demostrar la validez de cierta conclusión. Cuando las premisas no son suficientemente válidas para probar la validez de la conclusión todo el argumento pierde su eficacia. La conclusión consiste en el enunciado o conjunto de enunciados que se infieren o se derivan de una o más premisas. Los marcadores son un tercer elemento indispensable en un argumento. Su función es justamente marcar el paso de las premisas a la conclusión, es decir, establecer la existencia de una inferencia o derivación lógica de la conclusión respecto de las premisas. Ejemplos de marcadores de uso frecuente son las palabras: luego, entonces, por tanto, por consiguiente, en consecuencia, etcétera. Tipos de argumentos Derivados de la lógica (argumentos formales) o de la pragmática (argumentos no formales), se pueden describir diversos tipos de argumentación. A continuación se presentan la descripción de algunos de ellos: La argumentación y el uso de la razón 3 Argumento inductivo. Se caracteriza por iniciar su proceso discursivo a partir de enunciados de menor generalidad que fungen como premisa, hacia enunciados de mayor generalidad que funcionan como conclusión. Por ello, comúnmente se dice que la inducción va de lo particular a lo general. En este tipo de argumento la verdad de las premisas no garantiza de manera segura la verdad de la conclusión. De hecho, los argumentos inductivos pueden caer fácilmente en falsas generalizaciones donde Las observaciones pueden ser premisas verdaderas, no obstante la generalización, es decir la conclusión a la que se llega, resulta falsa o cuando mucho probable, debido a que los casos observados no son suficientes para representar la esencia de todos los individuos de la clase en cuestión. Argumento deductivo. Es aquel de cuyas premisas se pretende que den pruebas concluyentes para afirmar la verdad de su conclusión. Es decir, en un argumento deductivo, es imposible que la conclusión sea falsa, siendo las premisas verdaderas. Este tipo de argumento se suele caracterizar como aquel que parte de enunciados de mayor generalidad previamente establecidos, enunciados de menor generalidad. Argumento por analogía. Cuando dos o más entidades u objetos tienen semejanzas de sus caracteres o propiedades, de ello se infiere que probablemente tienen semejanzas en los caracteres restantes. En este tipo de argumentos tanto las premisas como la conclusión se mueven en el mismo nivel en cuanto a la cantidad. Así, si las premisas son particulares también lo será la conclusión. Además, la conclusión es de carácter probable, propone una hipótesis, lo cual reclama una comprobación posterior. Argumento probabilístico inferencial. Consiste en inferir bajo las mismas o muy similares circunstancias la presencia de un fenómeno, tomando en cuenta como premisas la frecuencia del fenómeno que se ha presentado con anterioridad a partir de toda una serie de muestras y registros sistematizados. En este tipo de argumento se utilizan marcadores tales como: se supone, es probable, es posible, parece que, etcétera. Argumento de autoridad. Se establece cuando un proponente o persona que habla no presenta como premisa para defender su opinión, ya sea su propia autoridad o a la de otras personas a quiénes se considera autoridades en el tema. Argumento por indicios. Se llega a una conclusión luego de la observación de ciertos indicios o síntomas que son distintivos del fenómeno. Para evaluar este tipo de argumento se requiere decidir si el indicio, marca o síntoma distintivo se correlaciona en forma unívoca con la conclusión. La argumentación y el uso de la razón 4 Argumento por causa efecto. Cuando existe una conexión causal entre las premisas y la conclusión. En este caso la relación debe ser verosímil y de preferencia comprobable. Argumento por ejemplo. Proporciona un caso concreto del concepto que se está exponiendo. Si va adelante de la idea cumple una función constructora, es decir, el conocimiento se construye partiendo de las características más concretas y evidentes del ejemplo, a partir de las cuales se generaliza. Si va después de la idea cumple una función ilustradora, donde el conocimiento ya está construido y se utiliza para reforzarlo con una percepción más concreta. Argumentos de refutación o contraargumentos En la argumentación suele haber implícita una polémica o debate acerca de la problemática sobre la que se desarrolla el discurso. Es por ello que los enunciadores utilizan las denominadas técnicas de refutación, con el objetivo de probar que la tesis del adversario es falsa o inconsistente. Algunas de las técnicas de refutación más habituales son: El ejemplo en contrario, también denominado contraejemplo. Suele ser la excepción que se requiere para invalidar un argumento de generalización. La retorsión, también denominada autofagia. se utilizan los mismos elementos argumentativos del adversario para llegar a una conclusión diferente. La desmitificación. Consiste en señalar que detrás del discurso del adversario hay motivos ocultos que no pueden confesarse porque son oscuros mezquinos o interesados. La metástasis. Consiste en rechazar una acusación devolviéndosela o adjudicándosela al adversario. De desplazamiento, consiste en cambiar el eje de la discusión, incorporando datos nuevos a la controversia, no contemplados previamente en la discusión. La concesión. Cuando se acepta la verdad parcial de la tesis contraria, pero se reafirma la propia con otros argumentos. La refutación total, consiste en rechazar completamente la tesis contraria y proponer otra tesis en su lugar. La argumentación y el uso de la razón 5 Algunas de estas estrategias recurren a lo que se denomina razonamientos engañosos, también conocidos como falacias. Para ampliar acerca de esta última temática se recomienda escuchar el audio denominado Cuando el juego es tratar de engañar y acudir al Diccionario de falacias https://drive.google.com/file/d/0B8voTd7a9naAeGlGZ2QwUnlhaGc/view?usp=sharing https://drive.google.com/file/d/0B8voTd7a9naAeGlGZ2QwUnlhaGc/view?usp=sharing La argumentación y el uso de la razón Participantes en la Elaboración del Contenido: Responsables de Contenido Mtra. Tania Belinda Flores Vázquez Mtra. Catalina Huerta Ponce Desarrollador Multimedia Joshua Ezenwa Carrasco Desarrollador de Sistemas Aarón Juárez Sierra
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